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ETICA Y RESPONSABILIDAD PROFESIONAL

1 Los profesionales no deben tratar de inventar lo inventado o descubrir lo


descubierto, que no tengan que caminar el camino ya recorrido, que aplique en su
disciplina de conocimiento el benchmarking; buscar los mejores modelos para
primero tratar de igualarlos y después tratar de superarlos. Porque el conocimiento
no es de quien lo crea, sino de quien lo usa

Para evitar en gran medida los problemas de índole ético-moral que surgen en el
ejercicio de una profesión o de un oficio, se deben poner en práctica principios
éticos que establezcan los parámetros y reglas que describan el comportamiento
que una persona puede o no exhibir en determinado momento.

- Defender sus creencias y valores, rechazando la hipocresía y la


inescrupulosidad y no adoptar ni defender la filosofía de que el fin
justifica los medios, echando a un lado sus principios.
-
- Compromiso - Mantener sus promesas y cumplir con sus obligaciones
y no justificar un incumplimiento o rehuir una responsabilidad.
-
- Lealtad Honestidad - Aprender a conocer sus debilidades y
limitaciones y dedicarse a tratar de superarlas, solicitando el consejo
de sus compañeros de mayor experiencia.
-
- Integridad - Actuar honesta y sinceramente al ofrecer su apoyo,
especialmente en la adversidad y rechazar las influencias indebidas y
conflictos de interés.
-
- Ecuanimidad - Ser imparcial, justo y ofrecer trato igual a los demás.
Mantener su mente abierta, aceptar cambios y admitir sus errores
cuando entiende que se ha equivocado.
-
- Dedicación - Estar dispuesto a entregarse sin condición al
cumplimiento del deber para con los demás con atención, cortesía y
servicio.
-
- Respeto - Demostrar respeto a la dignidad humana, la intimidad y el
derecho a la libre determinación.
-
- Responsabilidad ciudadana - Respetar, obedecer las leyes y tener
conciencia social.
-
- Excelencia - Ser diligentes, emprendedores y estar bien preparado
para ejercer su labor con responsabilidad y eficacia.
-
- Ejemplo - Ser modelo de honestidad y moral ética al asumir
responsabilidades y al defender la verdad ante todo.
-
- Conducta intachable - La confianza de otros descansan en el ejemplo
de conducta moral y ética irreprochable.

2 Nunca debe tomarse una decisión importante sin antes haber sopesado sus
consecuencias para los antes haber sopesado sus consecuencias para los demás,
sobre todo los más necesitados

Tomar decisiones es algo que a muchos cuesta, de eso no cabe la menor duda.
Genera ansiedad, estrés y hasta causa temor, principalmente porque nadie disfruta
equivocándose. Pero hay una razón más por la cual tomar decisiones es para
algunos tan difícil: las consecuencias.
Toda decisión genera una acción y todas las acciones tienen consecuencias. Este
es el principio que permite a cada individuo tener el control sobre su propio
destino; en pocas palabras, lo que ocurra será así porque lo hemos decidido
previamente. Pero, ¿cada vez que tomas una decisión piensas en las
consecuencias? ¿Por qué es importante hacerlo?
3 La empresa con mayor rse es más competitiva y aquellas que apoyan el trabajo
voluntario de su plantel de empleados tienen mejor productividad porque el
personal se identifica más con ellas.

La responsabilidad social empresarial (RSE) es el conjunto de obligaciones


inherentes a la libre asunción de un estado o condición, aún no tipificado por el
ordenamiento jurídico positivo, pero cuya fuerza vinculante y previa tipificación
proceden de la íntima convicción social de que su incumplimiento supone la
infracción de la norma de cultura

Responsabilidad social empresarial es una forma de gestión que se define por la


relación ética de la empresa con los accionistas, y por el establecimiento de metas
empresariales compatibles con el respeto de la diversidad y promoviendo la
reducción de las desigualdades sociales.

La gestión responsable de la empresa implica que ésta actúe conciliando (punto


de equilibrio) los intereses del negocio con las expectativas que de ella tiene la
comunidad (particularmente sus grupos de interés o stakeholders)

Las principales responsabilidades éticas de la empresa con los trabajadores y la


comunidad son:

- Servir a la sociedad con productos útiles y en condiciones justas.


- Crear riqueza de la manera más eficaz posible.
- Respetar los derechos humanos con unas condiciones de trabajo dignas
que favorezcan la seguridad y salud laboral y el desarrollo humano y
profesional de los trabajadores.
- Procurar la continuidad de la empresa y, si es posible, lograr un
crecimiento razonable.
- Respetar el medio ambiente, evitando en lo posible cualquier tipo
de contaminación, minimizando la generación de residuos y
racionalizando el uso de los recursos naturales y energéticos.
- Cumplir con rigor las leyes, reglamentos, normas y costumbres,
respetando los legítimos contratos y compromisos adquiridos.
- Procurar la distribución equitativa de la riqueza generada.6
- Seguimiento del cumplimiento de la legislación por parte de la empresa.
- Mantenimiento de la ética empresarial y lucha contra la corrupción.
- Supervisión de las condiciones laborales y de salud de los/as
trabajadores/as.
- Seguimiento de la gestión de los recursos y los residuos.
- Revisión de la eficiencia energética de la empresa.
- Correcto uso del agua.
- Lucha contra el cambio climático.
- Evaluación de riesgos ambientales y sociales.
- Supervisión de la adecuación de la cadena de suministro.
- Diseño e implementación de estrategias de asociación y colaboración de
la empresa.
- Implicar a los consumidores, comunidades locales y resto de la sociedad.
- Implicar a los empleados en las buenas prácticas de RSE
- Marketing y construcción de la reputación corporativa.
- Mejorar las posibilidades y oportunidades de la comunidad donde se
establece la empresa.
CONSTRUCCION DE UNA ECONOMÍA CON
ROSTRO HUMANO
¿ES VIABLE CONSTRUIR UNA ECONOMÍA CON ROSTRO HUMANO EN
AMÉRICA LATINA?

1 POR EL AVANCE EN EL PROCESO DE DEMOCRATIZACIÓN

América Latina la democracia nació y murió decenas de veces. Durante todo el


siglo XX, gran parte de la región vivió bajo regímenes militares: desde 1902 hasta
2002 hubo 327 golpes de Estado. Los países que más tiempo han vivido bajo
gobiernos militares (alrededor de medio siglo) son Venezuela, Paraguay,
Guatemala, Nicaragua, Brasil, Argentina y Bolivia. Por su parte, el grupo de
países donde las democracias han sido más longevas está conformado por Chile,
Uruguay, Colombia, Costa Rica y —paradójicamente— Venezuela.

1.1 Democratización y presentismo

La mayor parte de los trabajos sobre la democracia en América Latina


tienen un enfoque “presentista” , es decir, tratan de dar cuenta de lo que
sucede con el régimen político a partir de la realidad inmediata. En los
peores casos, incluso, a partir del congelamiento de determinado
paradigma como ha sido el caso de la democracia elitista norteamericana
y más específicamente la teoría de las transiciones a la democracia
(O´Donnell y Schmitter 1986). Este enfoque no es inocente, parte de la
idea de que América Latina tuvo alguna democracia en un pasado distante
que fue destruida por el populismo y las dictaduras y es restaurada a partir
de las transiciones. Al contrario de este planteamiento creo que hay que
partir del presente pero para tomar una perspectiva histórica. Por esa razón,
pienso que para explicarnos la situación democrática actual hay que
analizar el proceso de democratización de la región. Es decir, el largo
contiuum que va de la exclusión oligárquica a los diferentes niveles de
inclusión populista, burguesa y quizás si ciudadana de hoy. Me refiero con
ello al curso de la democratización a lo largo del siglo XX y a los diversos
momentos en que se dieron los avances y retrocesos que configuran la
realidad actual. La democratización ha sido un proceso altamente
complejo que combina políticas autoritarias y democráticas y en el que es
difícil distinguir a los actores sociales de los políticos por la debilidad de
la organización social y por la falta de una clara división entre la sociedad
y un Estado con la que esta se identifique. Esto ha causado un desarrollo
desigual de las sociedades civiles y políticas causando serios problemas a
la democratización especialmente cuando se restringe a nivel de las élites.

1.2 Los momentos de la democratización

América Latina ha tenido, visto desde el presente, un momento de


antecedente, tres de desarrollo y uno de claro retroceso en su proceso de
democratización en su último siglo de historia. Asimismo, una influencia
singular que abarcaría casi todos los momentos tomados en consideración.
El antecedente es el régimen de dominación oligárquico basado en la
exclusión, que en algunos casos organizó democracias restringidas que
llegaron a la posteridad algún sentido de estatalidad y legalidad. Los
momentos son: el populismo o proyecto nacional-popular (1930-1980),
que planteó una política inclusiva frente a la exclusión oligárquica, aunque
sin promover un régimen representativo. Las transiciones a la democracia
de las décadas de 1970 y 1980 que reivindicaron los derechos humanos, la
participación política electoral y el Estado de derecho frente al horror de
las dictaduras, principalmente de derecha, que asolaron la región. El giro
a la izquierda de los últimos diez años, que frente al conflicto entre las
transiciones y el programa económico neoliberal que las acompaña,
reivindica nuevamente la justicia social e intenta trascender el
planteamiento democrático más allá de los procedimientos electorales para
autorizar gobiernos. El momento de claro retroceso fueron las dictaduras
militares, especialmente de derecha, ocurridas en la década de 1970, que
significaron una negación de casi todos los derechos y la eliminación física
de buena parte de una generación de jóvenes políticos latinoamericanos.
Si bien este tipo de dictaduras se restringió al Cono Sur del continente,
incluyendo al Brasil, su proyección política negativa fue sobre la región en
su conjunto. Por último, la influencia singular que fue la utopía
revolucionaria organizada en los partidos comunistas y otras
organizaciones marxistas, que atravesó casi todos los momentos señalados
y jugó un papel central, a favor y en contra, de la democratización.

Un buen punto de partida es el triángulo característico de la región que


presentó el informe del PNUD sobre “La democracia en América Latina”
(2004). Este triángulo contrasta un alto porcentaje de participación
electoral, 62. 3% , con altos índices de desigualdad (0.552 índice de Gini)
pobreza, 42.2% , y un bajo ingreso per cápita, 3,856 dólares, cifras que a
la fecha (2009) no parecen haber cambiado significativamente. Este
contraste entre política y economía se da en un contexto de mejora tanto
política como económica para la región. La mejora política se expresa en
la subida de lo que el Informe del PNUD denomina el Índice de
Democracia Electoral (IDE), compuesto por el derecho a voto, elecciones
libres y justas y acceso a los cargos públicos a través de elecciones. Esta
subida del IDE va de 0.28 en 1977 a 0.93 en el 2003. La mejora económica,
asimismo, en dos indicadores, el PBI que sube a una tasa promedio de
4.7% en el último período 2004-2007 y en la reducción de la deuda externa
como porcentaje del PBI a un 22% en el 2006, según indica CEPAL
(2007).
2 PORQUE EXISTE UN “CONTRATO ÉTICO” ENTRE LAS PERSONAS
EN LAS BASES DE LA SOCIEDAD

Todos deberían estar éticamente comprometidos con el buen vivir de la


humanidad y el cuidado de la creación, que reine la paz con justicia y la
solidaridad universal de nuestros conciudadanos. Sabiendo también que cuando
en una sociedad se incrementan las arbitrariedades, la corrupción campea a todo
nivel, hay inequidad, esto trae consigo violencia de todo género tanto física como
psicológica, la cual perturba la paz.

3 PORQUE SE PUEDEN REUNIR DE NUEVO LA ETICA Y LA


ECONOMÍA

La primera falacia es la que opone la política económica a la política social. Lo


único importante sería la política económica. La social sería una especie de
concesión a los políticos para que puedan armar sus clientelas electorales. En
consecuencia, lo relevante es sólo la política económica y la política social pasa a
ser la cenicienta: pocos recursos, des jerarquizada organizativamente, no tiene
papel en la toma de decisiones, vulnerable.

La política socioeconómica tiene altos impactos macroeconómicos porque


rehabilita las capacidades productoras de muchísimas personas que sin una ayuda
crediticia mínima no podrían ingresar en los circuitos productivos.
El llamado asistencialismo es en realidad un mandato ético. Mandato ético que
viene desde los orígenes de la civilización. Además ayudar urgentemente es
decisivo, porque la pobreza produce daños con frecuencia irreversible.
No hay ninguna incompatibilidad entre ayudar ya y al mismo tiempo tratar de
generar oportunidades de trabajo, es un falso dilema. La habilidad de una política
social virtuosa está en tratar de hacer ambas cosas integradamente.
ETICA ORIENTADA A LA ECONOMIA

1 LA ÉTICA ECONÓMICA

La ética económica es la "ciencia acerca del orden moral de la cooperación social


del hombre para satisfacer sus necesidades vitales y culturales" (J. Messner).

En efecto, la economía forma parte de la cultura humana, como todo lo que se


refiere al cumplimiento de las tareas esenciales de la vida humana, y no sólo
porque cree sus "presupuestos materiales", como muchas veces se afirma, sino
también en cuanto parte del orden personal y social de la vida y porque para la
mayoría de los hombres ocupa la mayor parte de su vida bajo la forma de trabajo
profesional, y sólo por esto hay que reconocerle un decisiva importancia en la
configuración de la vida humana.

El hecho básico de que depende el esfuerzo del hombre para satisfacer sus
necesidades vitales y culturales es la escasez de los medios de comparación a las
necesidades, y el problema aumenta si consideramos que las necesidades crecen
según se eleva el nivel de su satisfacción. Por ello, la razón humana se ve abocada
en primer lugar a la actividad económica, es decir, a procurar la mejor satisfacción
de sus necesidades con los bienes escasos de que dispone, y a buscar a esa meta
por medio de la cooperación social, a través de la especialización e intercambio.

Si cada familia cubriese sus necesidades con sus propias fuerzas, nunca hubiese
sobrepasado un estado cultural completamente primitivo, y por ello el hombre no
podría alcanzar su fin último subjetivo, que es la actualización plena de todas sus
potencias. Dadas las limitaciones del hombre, este fin no puede lograrse por un
individuo solo, sino por la sociedad toda, y a través de la especialización, como
viéramos.
2 PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA ÉTICA SOCIAL Y ECONÓMICA

A) EL BIEN COMÚN

Es la causa final de la sociedad, y podría definirse como el "orden o adecuado


modo de relación que permite a todas y cada una de las personas que integran la
sociedad respectiva, alcanzar su fin personal o individual en la mayor medida de
lo posible".

La sociedad es un ente de orden, es decir, un conjunto de sustancias unidas en


torno a un fin, y lo es justamente porque no es una sustancia ni la mera suma
cuantitativa de los seres humanos que la integran, sino que es un conjunto de
elementos (hombres) unidos en torno a un fin, el cual es común, y por lo tanto
comunicable y participable a todos los integrantes de la sociedad. Por ello el bien
común no se opone al bien personal, pues es el bien que es común a cada una de
las personas que integran el grupo social. En caso de aparente pugna, hay que
averiguar cuál es el verdadero bien y cuál el aparente (apetito desordenado).

Las otras concepciones sobre el bien común son fundamentalmente:

a) la doctrina individualista sobre el bien común, de comienzos del


liberalismo, que considera el bien común como la mera suma de los bienes
individuales, obtenido cada cual con prescindencia de los demás. El único
límite de cada persona es no impedirle a los demás obtener su bien
particular a través de alguna acción positiva. De esta concepción fluye la
conclusión de que el bien común es el bien de la mayoría, del más fuerte.

b) la doctrina colectivista o totalitaria del bien común, que considera a la


sociedad como un todo colectivo superior bajo todo concepto a los seres
humanos que la componen, los cuales carecen frente a la sociedad de toda
trascendencia, y por lo tanto, de todo derecho. El bien común es
considerado el bien de la colectividad entendida como este todo colectivo,
por lo cual se admite que en aras del bien colectivo se sacrifique todo
derecho o bien individual, por lo cual el bien común muchas veces no es
más que un bien en apariencia.
B) PRINCIPIO DE SUBSIDIARIEDAD Y AUTONOMÍAS SOCIALES

El hombre se agrupa en sociedades para alcanzar fines que no puede alcanzar por
sí solo, luego forma sociedades mayores para lograr fines que las menores no están
en condiciones de proporcionar. Cada sociedad es por definición apta para lograr
su objetivo o bien común particular. En caso contrario se disuelve o se transforma
en otra distinta, la cual sí es apta para lograr su fin.

Si toda sociedad tiene los medios para alcanzar su fin, tiene a la vez el derecho de
buscarlo con libertad y autonomía, es decir el derecho de gobernarse a sí misma.
El gobernarla es dirigir una sociedad hacia su fin o bien común particular, y esto
es lo que marca el ámbito y límite de la autonomía de una sociedad. (Se extiende
a todo lo necesario para alcanzar su fin, pero sólo a ello).

El principio de subsidiariedad se basa precisamente en que toda sociedad es


autónoma para alcanzar su fin propio, y por lo tanto, ninguna sociedad mayor
puede asumir lo que es propio de una sociedad menor, lo que es propio de su
ámbito de autonomía. Sólo podría hacerlo si ésta no satisface adecuadamente su
fin, en cuyo caso actúa en subsidio.

Entre las funciones del Estado según el principio de subsidiariedad se


distinguen:

a) Aquellas funciones que de suyo y por naturaleza no podrán jamás ser


tomadas por los particulares, las cuales serían representar a la comunidad
toda (relaciones exteriores, defensa, policía), y coordinar las relaciones
jurídicas (la ley y su aplicación), y

b) El rol subsidiario del Estado, es decir, aquellas funciones que pueden


ser realizadas por los particulares, pero que de hecho no las realizan en
forma satisfactoria. El Estado debe realizar estas funciones sólo cuando
sean necesarias o claramente convenidas para el logro del bien común, y
siempre que haya agotado sus esfuerzos para que los particulares las
asuman, esfuerzos que deben continuar hasta que los particulares puedan
de hecho asumirlas.
El análisis de la naturaleza y fin de la economía confirma la validez incondicionada del
principio en materia económica. Podría pensarse en conducir al hombre como animal al
trabajo y al pesebre, como sucede en una sociedad de esclavos, pero esto no está de
acuerdo con la naturaleza humana. En efecto:

a) el hombre siente el apetito de mejorar la satisfacción de sus necesidades y de


lograr la plenitud de su vida, material y espiritualmente, para sí mismo y su
familia, lo cual implica que por su contribución a la productividad tiene derecho
a aspirar a una mayor participación en los beneficios. Esto significa libertad de
iniciativa como estímulo para una mayor cooperación económico-social;

b) el hombre se caracteriza por su apetito de libertad en la satisfacción de sus


necesidades y por lo tanto en la configuración de su vida. Unos prefieren unas
cosas, otros otras;

c) en virtud del derecho del hombre a tener sus propias convicciones en relación
a su responsabilidad para cumplir los fines esenciales de la vida, el principio de
subsidiariedad adquiere gran importancia en economía, pues si el Estado organiza
la producción y el consumo, depende de él qué convicciones o necesidades
protegerá en el campo educacional, espiritual, ético o religioso.

En definitiva el principio de subsidiariedad pretende dar tanta libertad como sea posible,
y tanta regulación como sea necesaria en interés del bien común.

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