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TEMA 2
INTRODUCCIÓN A LA ECOLOGÍA
CONCEPTOS BÁSICOS DE MICROBIOLOGÍA
3.- EL ECOSISTEMA
3.1.- CONCEPTO
3.2.- COMPONENTES DEL ECOSISTEMA
3.2.1.- Factores ecológicos
3.2.1.1.- Factores ecológicos abióticos
3.2.1.2.- Factores ecológicos bióticos
3.3.- FLUJO DE ENERGÍA EN LOS ECOSISTEMAS
3.3.1.- Leyes de la termodinámica
3.3.2.- Relación entre el aprovechamiento de energía y la productividad en un ecosistema
3.4.- FLUJO DE MATERIA EN EL ECOSISTEMA
3.4.1.- Ciclo del nitrógeno
3.4.2.- Ciclo del Fósforo
3.4.3.- Ciclo del Carbono
3.4.4.- Ciclo del agua
3.5.- CONCEPTOS RELATIVOS A LA POBLACIÓN
3.5.1.- Potencial biótico
3.5.2.- Distribución espacial
3.5.3.- Densidad de población
BIBLIOGRAFÍA
1.1.- ORIGEN
El primer estudioso de las interacciones entre los organismos vivos y su medio no vivo
fue Teofrasto (327 - 287 a.C.), filósofo griego, condiscípulo de Aristóteles. El propio
Aristóteles, además de filósofo, fue un biólogo y naturalista de gran talla; baste citar
sus libros sobre la vida y costumbres de los peces, fruto de sus diálogos con
pescadores, y sus largas horas de observación personal.
Los orígenes de la Ecología estarían, por lo tanto, en la Historia Natural de los griegos
y, más tarde, en el trabajo de los fisiólogos vegetales y animales. Hay que reconocer
también a los geógrafos un papel fundamental en los inicios de la ecología.
En el siglo XVIII también se realizaron algunos de los grandes viajes científicos que
permitieron un conocimiento más metodológico de los paisajes geográficos de los
diversos continentes; ejemplo entre otros del Conde de Buffon, autor de los primeros
tratados de biología y geología no basados en la Biblia (p.e. “Historia Natural”); o
Alexander von Humboldt, el cual exploró y estudió durante cinco años las tierras de
América Latina.
Dentro del ambiente evolucionista del siglo XIX, el biólogo y zoólogo alemán Ernst
Haeckel (1834-1919) es considerado el padre de la ecología, porque fue el primer
científico que se propuso la creación de un neologismo especial para definir las
relaciones entre los seres vivos y sus hábitats, otro neologismo que se iba
Haeckel utilizó el término oekologie, que proviene de dos antiguos vocablos griegos:
oikos, que significa casa y logos, que significa ciencia. De ahí que la Ecología se
defina como la ciencia que estudia las relaciones reciprocas entre los
organismos y su entorno.
El inicio de la ecología como nueva ciencia surge como fruto de los trabajos
interdisciplinares de la segunda mitad del siglo XIX. Para citar sólo uno de los más
espectaculares, se puede recordar la expedición del Challenger (1872-1876),
patrocinada por el Almirantazgo británico, con un importante equipo de científicos de
todas las especialidades, coordinado por Charles W. Thomson.
El Challenger visitó todos los mares conocidos y recogió muestras de todas las
latitudes, proporcionando un valioso material de investigación que ocupó a un
numeroso grupo de especialistas durante más de treinta años, bajo la dirección de
John Murray, quien dirigió la publicación de cincuenta volúmenes de memorias
científicas.
incluso, dentro de ambas ciencias, siguiendo itinerarios particulares según los grupos
especializados en botánica y zoología terrestre o acuática.
La ecología acuática fue la que primera que estudió las comunidades vivientes,
incluyendo al mismo tiempo a los vegetales y animales. No se puede olvidar la labor
precursora de los microscopistas del siglo XVII que habían empezado a descubrir y a
describir los pequeños organismos que observaban en el agua dulce (Leeuwenhoeck,
Hooke, etc.).
En resumen, a finales del siglo XIX se perfilaba la ecología como una nueva ciencia
biológica. Con verdaderas obras de mérito, redactadas por los estudiosos del medio
ambiente acuático, siendo asimismo muy valiosos los aportes de los botánicos
(principalmente los especialistas en geobotánica y fisiología), quedando más rezagada
la investigación ecológica de los zoólogos.
El siglo XIX no sólo ideó un nuevo término, el de ecología, sino que lo llenó de
contenido suficiente para justificar el nacimiento de una nueva ciencia, dentro de la
óptica evolucionista y como rama especializada de la biología. Hay que reconocer, sin
embargo, que la primitiva ecología era fundamentalmente una autoecología,
analizando las influencias del ambiente físico sobre los seres vivientes, sin penetrar
suficientemente en el campo de las comunidades naturales.
Una de las más importantes características del progreso científico del siglo XX es la
preponderancia de la investigación en equipo por encima de la labor personal. Por ello
reviste mayor interés el estudio de los nuevos conceptos y teorías que se van
elaborando, que la atribución a un científico concreto de la paternidad de una idea
que, a menudo, sólo ha sido posible gracias a la multiplicación de las investigaciones
por parte de distintos equipos de trabajo. A pesar de ello, hay varios nombres que
jalonan el progresivo desarrollo de la ciencia ecológica a lo largo del siglo XX, debido
a que los resultados de las investigaciones se publican en obras de autor, y por el
papel prominente de las cátedras universitarias en el trabajo de ordenación de los
conocimientos ecológicos en tratados sistemáticos. En ambos capítulos la influencia
estadounidense ha sido preponderante, lo que no significa la ausencia de
investigación y logros en otros países del mundo, sino un menor conocimiento y
divulgación de dichos aportes a nivel internacional.
En un análisis del desarrollo de las distintas ecologías por separado, en los primeros
años del siglo XX son raros los estudios de comunidades mixtas, salvo en los campos
muy concretos de biocenosis acuáticas, prosiguiendo los trabajos especializados de
botánicos y zoólogos.
Para el futuro desarrollo de la ecología de la población, las primeras décadas del siglo
XX contaron con un matemático excepcional, el italiano Vito Volterra (1860-1940), uno
de los creadores del análisis funcional, que perfeccionó estudiando las relaciones
depredador-presa, tanto en los ambientes naturales como en la actividad humana (por
ejemplo, en el caso de la pesca excesiva).
Fue en año 1935 cuando el ecólogo inglés A.G. Tansley (1871-1955) el que introdujo
el término ecosistema, definiéndolo como el conjunto formado por la biocenosis y su
entorno abiótico, el biotopo (medio físico).
Los dos grandes tratados de ecología general, traducidos a todas las lenguas
modernas y que han contribuido de modo definitivo al reconocimiento de la ecología
como ciencia individualizada, son “Fundamentos de ecología”, escrito por E. P. Odum
en 1953, y “Elementos de ecología”, obra de G. L. Clarke, publicada en 1954. Por su
brevedad y claridad, también es interesante la “Ecología básica”, de R. y M.
Buchsbaum, editada en 1957.
Existe, por consiguiente, una primera parte de la ecología general en la que se debe
estudiar la influencia del medio sobre los organismos. Para mayor claridad, es
preferible escoger los ejemplos a nivel de especies individuales, porque las influencias
del medio en las comunidades naturales resultan mucho más complejas. Se estudian
los dos grandes medios (el agua y el aire) y la tierra, comprendida como sustrato. Se
analiza la energía solar y las reacciones que provoca en los organismos, en su doble
modalidad de luz y calor.
Dentro de la ciencia ecológica, el hombre ocupa un lugar destacado de entre los seres
vivos que pueblan la Tierra. Es lógico que la metodología de esta nueva ciencia, que
se iba perfeccionando a medida que avanzaba el siglo XX, se mostrase adaptada al
estudio de los humanos, a grupos formando poblaciones. No hay que olvidar que la
demografía se inició precisamente como ciencia del hombre, ampliándose sólo más
tarde al conjunto de las otras poblaciones. Por otro lado, la ecología humana podía
aprovechar la información acumulada en los trabajos de geógrafo, etnólogos y
sociólogos, que investigaban con rigurosa metodología las comunidades humanas
rurales y urbanas.
La ecología tiene ramas o disciplinas según las relaciones que se establezcan entre
los individuos, su hábitat, poblaciones, etc. que son las siguientes:
Las unidades de estudio de la ecología se pueden establecer partiendo del análisis del
los distintos niveles de organización de la materia. El primer nivel de organización son
las partículas subatómicas (protones, neutrones, electrones) que forman los átomos;
la organización de las partículas subatómicas en átomos representa otro nivel y, a su
vez, cuando los átomos forman moléculas pasan a un nuevo nivel, y así
sucesivamente. Aunque cada nivel está formado por los componentes del nivel
anterior aparecen propiedades de nuevas que son diferentes.
Los individuos que componen una población no solo se relaciona entre sí, sino que a
su vez interactúan con otras poblaciones. El conjunto de poblaciones de diferentes
especies que habitan en un mismo lugar se denomina comunidad. Las interacciones
entre las poblaciones que forman una comunidad pueden ser de diversos tipos
(competencia, depredación, simbiosis, etc.).
3.- EL ECOSISTEMA
3.1.- CONCEPTO
Los componentes del ecosistema definen la estructura del mismo. Los tres primeros
son abióticos y los tres últimos bióticos.
La autorregulación funciona entre unos límites que son los definidos por
la placa homeostática. Dentro de estos límites se desarrollan los
procesos de retroalimentación negativa, fuera los de retroalimentación
positiva.
Placa homeostática
Los individuos necesitan materia y energía pero con ello no basta, necesitan
unas condiciones ambientales favorables.
Se entiende por factor ecológico a todo elemento del medio, ya sea biótico o
abiótico, que actúe de forma directa sobre el ser vivo, en cualquier etapa de su estadio
ecológico.
Conocer el conjunto de factores nos puede informar sobre qué especies podemos
encontrar en un lugar y podremos basar nuestra actuación y controlar el impacto.
A mediados del siglo pasado, el fisiólogo alemán Liebig realizó el cultivo de plantas en
medios sintéticos; reconoció que un cierto número de elementos era necesario para
asegurar el crecimiento. Algunos debían ser abundantes en el medio de cultivo, otros
no eran necesarios mas que en pequeña cantidad y otros sólo en el estado de trazas.
Una verificación muy importante fue que estos no podían reemplazarse los unos por
los otros; un medio que contenía todos en abundancia menos uno en cantidad
suficiente no permitía el crecimiento de la planta. El crecimiento estaba limitado por la
ausencia de un elemento en cantidad suficiente. Liebig llamó ley del mínimo (ley de
Liebig) a esta comprobación. Al factor que se encuentra por debajo del mínimo se
denomina factor limitante. La idea es que los organismos no pueden ser más fuertes
que el eslabón más débil de su cadena biológica de requisitos.
Algunos organismos necesitan para vivir que se cumplan unas condiciones dentro de
unos límites muy estrechos, se les llama estenoicos. Otros, al contrario, se
acomodan bien a condiciones con mucha mayor variación, a estos organismos menos
exigentes se les llama eurióticos. La valencia ecológica de un organismo es su
aptitud para poblar medios diferentes; la de un organismo estenoico es baja y la de un
euriótico es alta.
• Agua y presión acuática: La densidad del agua pura es de 1.0 g/cm3, pero el
agua de mar tiene una densidad de 1.028. Este último valor coincide con el del
protoplasma de las células. Cada vez que se descienden 10 metros la presión
acuática asciende 760 mm de mercurio. Estas variaciones condicionarán mucho
los patrones de distribución de los seres vivos en este medio. El agua se tratará
de forma intensiva en capítulos posteriores de este libro.
Entre los principales factores ecológicos abióticos químicos pueden ser citados el
suelo, el oxígeno y el anhídrido carbónico.
Cuanto más parecidos son los organismos más intensa es la competencia entre
ellos. Un nicho ecológico es algo similar a la profesión que desempeña un organismo
en el ecosistema, así que según la forma en que una especie utilice los recursos del
ecosistema se dice que ocupa un nicho ecológico específico en él. El término nicho
ecológico designa el conjunto de características ecológicas de la especie: hábitat,
alimento, lugares de reproducción, resistencia a los factores del medio, relaciones con
las especies concurrentes o enemigas, en definitiva, sus condiciones de existencia. Si
en el ecosistema existe superposición de nichos significa que dos o más especies
utilizan un mismo recurso, lo que acentúa la competencia entre especies.
FOTOSÍNTESIS
6 CO2 + 6 H2 O + energía solar → C6 H12 O6 + 6O2
RESPIRACIÓN
C6 H12 O6 + O2 → 6 CO2 + 6 H2O
En la superficie terrestre, así como en el mar o en las aguas dulces, las células u
organismos autótrofos fotosintéticos y los heterótrofos son mutuamente dependientes,
ya que los mecanismos de respiración y fotosíntesis son recíprocos. Las estructuras
heterótrofas dependen de la energía de las moléculas alimenticias que han sido
procesadas por las autótrofas, además de que la mayor parte de los seres vivos
también requieren del oxígeno, liberado en la fotosíntesis, para efectuar su proceso
respiratorio aeróbico.
La biomasa que puede ser mantenida por una corriente continua de energía depende
del tamaño de los organismos. Los organismos pequeños respiran más y, por tanto,
desvían poca energía a la biomasa; en los grandes sucede los contrario. Cuanto más
lentos son los procesos de respiración mayor es su masa orgánica.
Los materiales circulan por el ecosistema por unas vías, por unos canales de
comunicación, debido al flujo ininterrumpido de energía y las interrelación entre la
parte biótica y la abiótica del ecosistema. Los materiales fluyen por el ecosistema de
forma cíclica, a diferencia de la energía, que lo hace unidireccionalmente. Al pasar los
elementos por zonas abióticas y zonas bióticas a estos ciclos se les denomina
biogeoquímicos.
Los elementos fluyen de forma cíclica por dos razones fundamentales; una de ellas es
que los materiales no pueden ser aportados de forma extraterrestre, como la energía,
y las sustancias nunca llegan a una degradación total, siempre podrá ser alimento.
Los ciclos de tipo gaseoso son más perfectos que los de tipo sedimentario. En estos
últimos hay un desvío de flujo hacia sedimentos profundos que volverán de forma
incontrolada al pozo depósito de forma lenta, incontrolada y accidental (p.e.
vulcanismo). El hombre hace que el ciclo sedimentario sea abierto, sea acíclico. Uno
de los objetivos de la conservación de la naturaleza es actuar en favor de los ciclos.
Los procesos que se llevan a cabo en la fase orgánica del ciclo son los siguientes:
fijación biológica del N2, amonificación, nitrificación, desnitrificación.
• Nitrificación: Es el proceso de oxidación del NH3 a NO3-. Tiene dos fases: una
primera de oxidación del NH3 a NO2- con liberación de energía; y una segunda de
oxidación de NO2- a NO3-, con liberación de energía. La primera fase la realizan
bacterias del grupo Nitrosomonas y la segunda del grupo Nitrobacter. La energía
liberada la utilizan para la asimilación del carbono inorgánico. Son, por tanto,
bacterias autótrofas. El proceso requiere oxígeno, un pH neutro o ligeramente
alcalino y se realiza mejor en la oscuridad.
Se dice que es un ciclo incompleto y abierto porque hay vías por las que el flujo circula
más rápidamente que por las demás, produciéndose desajustes. Una de las causas
La causa de que los mares abiertos sean poco productivos es debido a que son
pobres en fósforo.
En la fase inorgánica del ciclo hay dos aspectos interesantes: a) deposición del
carbono vegetal del pozo de intercambio y formación de carburantes fósiles y caliza y,
b) devolución al ciclo de este carbono por disolución de la caliza y combustión de
carburantes.
Como medio externo constituye el ambiente de los organismos acuáticos: ríos, lagos,
embalses, mares y océanos. En los ecosistemas terrestres es compuesto limitante. Se
puede encontrar en tres estados físicos y las tres grandes regiones de la biosfera:
atmósfera, hidrosfera y litosfera.
El movimiento del agua por el ciclo, entre distintos compartimentos se debe a fuerzas
físicas: evaporación, condensación, precipitación, infiltración, escurrimiento y
transpiración (combinación de procesos físicos y químicos). Parte del agua que
precipita en los continentes procede de los mares y mantiene la productividad de los
ecosistemas terrestres.
La intervención del hombre en el ciclo es negativa en cuanto que acelera los procesos
de escorrentía y los de evaporación en perjuicio de la recarga de aguas subterráneas.
• Índice de natalidad.
• Índice de mortalidad.
• Potencial biótico.
• Distribución espacial.
• Densidad de población, etc.
Cuando los individuos van agregados disminuye la mortalidad pero, sin embargo,
aumenta la competencia interna; las ventajas son mayores. El principio de Allee viene
a decir que una población tiene siempre el nivel óptimo de agregación. Cualquier
variación da problemas. Existe un punto óptimo para cada población y para cada nivel
de población.
Se puede estimar la población por estimas absolutas, estimas relativas o por índice de
población. En las estimas absolutas se obtiene el número de individuos por unidad de
superficie o volumen, que hagan siempre relación al hábitat. En las estimas relativas el
número de individuos no está referido a una unidad cuantitativa. Se usan métodos
como redes, trampeo, etc. Se habla de, por ejemplo, insectos de una captura. Los
índices de población reflejan manifestaciones del individuo (p.e. telas de araña) y no
se hace referencia a unidad de hábitat
Los métodos más frecuentes para las estimas absolutas son: 1) contéo directo, 2)
captura y marcado, 3) muestreo.
Los microorganismos más importantes que componen cada uno de los tres reinos son
los siguientes:
En general, los microorganismos de los reinos vegetal y animal son multicelulares con
diferenciación de tejidos y los del reino protista son unicelulares o multicelulares sin
diferenciación de tejidos.
- Cápsula
- Pared celular
- Membrana celular
- Protoplasma compuesto por:
... Citoplasma
... Ribosoma
... Núcleo
- Órgano de locomoción (pestañas - flagelos)
Cada célula contiene ácidos nucleicos, producto hereditario vital para la reproducción.
La zona citoplásmica contiene ácido ribonucleico (ARN) cuya misión es la síntesis de
las proteínas. En el interior de la pared celular, donde se sitúa el núcleo, se encuentra
el ácido desoxiribonucleico (ADN). Este ADN contiene toda la información necesaria
para la reproducción de todos los componentes de la célula. Se considera el ADN
como el proyecto de la célula.
Para asumir sus funciones vitales un organismo debe tener fuentes de energía y
carbono que le permita la síntesis de nueva materia celular. Los elementos
inorgánicos (N, P, etc.) se encuentran a nivel de trazas. También son vitales para la
síntesis celular el azufre, el potasio, el calcio y el magnesio. Dos de las fuentes más
importantes en carbono son el anhídrido carbónico y la materia orgánica.
Mastigophara Poseen flagelos que utilizan para desplazarse; algunos biólogos los dividen en dos
grupos, con o sin clorofila.
Infusoria o Ciliata Se mueven mediante pestañas, que son extremidades de tipo capilar de la
membrana celular. Estas pestañas, además de permitir el movimiento, permite la
captura de elementos sólidos. Los Ciliata se dividen en dos grupos: los fijos y
móviles; los móviles consumen mucha energía y por lo tanto la bacteria tiene que
nadar continuamente; los fijos están adheridos a algo sólido y necesitan menos
alimento, capturan éste cuando pasa por delante de ellos.
Suctoria Son protozoos que poseen largos tentáculos que usa para capturar a otros
protozoos y extraer su protoplasma.
Otro de los factores clave del desarrollo de las células es el aporte energético. Por
reacciones de oxidación de la materia orgánica e inorgánica, así como por reacciones
fotosintéticas, se libera energía dentro de la célula. Esta energía liberada es
almacenada por compuestos orgánicos siendo el más frecuente el ATP (adenosín
trifosfato). Cuando la molécula ATP cede energía se transforma en ADP (adenosín
difosfato), que a su vez puede capturar energía liberada en la ruptura de materia
orgánica.
sistemas dentro de la célula y cada uno de ellos está compuesto por numerosas
reacciones catalizadas cada una de ellas por enzimas.
Las sustancias hidrocarbonatadas que intervienen en ciclo del carbono dan como
producto de digestión aeróbica el gas carbónico (CO2) y agua. En una digestión
anaeróbica producen principalmente metano (CH4 ) y gas carbónico (CO2).
El ciclo del azufre, por su parte, produce en los tratamientos aeróbicos principalmente
sulfitos (SO3) y sulfatos (SO4=) y en tratamientos anaeróbicos ácido sulfhídrico (H2S)
y sulfuros.
BIBLIOGRAFÍA
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