Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Editorial GRAÓ
Primera Edición:
junio 2008
Barcelona (España)
Este material se
utiliza con fines
exclusivamente
didácticos.
Índice
Presentación……………………………………………………………………………………………..9
Referencias bibliográficas………………………………………………………………………….171
Introducción
La configuración de una propuesta que pueda servir de ayuda al
profesorado para conceptualizar las competencias y articular una estrategia
para recogerlas en los documentos de centro y en las programaciones de
aula exige detenerse en cada una de ellas. En el trabajo que mostramos a
continuación expondremos de qué manera las entendernos y qué
contenidos estarían fundamentándolas.
Junto a estos aspectos, nos ocuparemos de delimitar los vínculos entre
cada competencia y algunos contenidos de las diferentes áreas y materias.
Para estructurar una propuesta que pueda servir a un numero amplio de
profesores, empleamos como base denominaciones de los ámbitos de
conocimiento y experiencia de primaria y secundaria obligatoria; de este
modo, podemos encontrar referentes que inspiren a profesores de otras
etapas, ya que, como se apreciara, identificamos contenidas abiertos, a
partir de los cuales se pueden construir planes de trabajo contextualizados.
En los cuadros en los que identificamos estos contenidos de orden
competencial de áreas y materias se aprecia con nitidez que algunos
«navegan» de unas a otras. También muchos de ellos lo harán de curso en
curso y de ciclo en ciclo. Este es, justamente, el valor del enfoque
competencial: mostrar que los contenidos esenciales no son patrimonio de
un ámbito disciplinario en particular y que, además, lo esencial siempre es
complejo: accederemos a niveles aceptables en su dominio si lo
construimos a través de sucesivas aproximaciones (distintos momentos) y
diferentes perspectivas (convergencia de diferentes áreas y materias).
Esto nos llevara, también, a destacar el papel que la acción tutorial,
tomando de una vez por todas su responsabilidad en los «pilares
educativas» (enseñar-aprender a ser persona, a pensar y trabajar, a
relacionarse y convivir, a tomar decisiones), puede desempeñar como
mediadora en esta dirección formativa. }
La competencia lingüística
Es común, en cualquier trabajo en el que se estudien las distintas
competencias, considerar la dimensión lingüística como la más transversal
de todas, dado su gran valor instrumental. Bien desde propuestas
globalizadoras, en los primeros ciclos de la escolarización (infantil y
primeros cursos de primaria), bien desde propuestas interdisciplinarias
(especialmente a partir de la educación secundaria), el lenguaje verbal, que
puede apoyarse y enriquecerse con otros lenguajes, es el vehículo esencial
de intercambio de información y conocimiento.
El lenguaje verbal, además, es la vía de comunicación con uno mismo,
el medio esencial para materializar el pensamiento y la forma más común
de representación del conocimiento. Debido a ello, estimular su empleo
funcional, como vehículo integrador para los contenidos de distintas
materias, posee un gran valor para prevenir el fracaso escolar y para
enriquecer los conocimientos y las relaciones interpersonales.
Exponente claro de esta importancia es el papel que las habilidades
lingüísticas (en especial la comprensión lectora) desempeñan en los
estudios y evaluaciones que se están desarrollando para determinar la
calidad y eficacia de programas, instituciones y sistemas educativos
(trascendencia especial, como sabemos, tiene el informe PISA). También
conocemos la atención creciente que se esta concediendo alas habilidades
orales de escucha activa, comprensión y expresión oral en las pruebas y
entrevistas de selección profesional.
Concepto y características
Los currículos establecidos en España presentan una competencia
lingüística integrada. Frente al modelo de las recomendaciones de la Unión
Europea que diferencian lengua materna y lengua extranjera, nuestra
propuesta no las distingue. De este modo, quedan reunidas las lenguas
oficiales en cualquier comunidad y se dispone que, al término de la
escolaridad obligatoria, los alumnos deberán dominar la lengua oral y
escrita en diferentes contextos, y el uso funcional de, al menos, una lengua
extranjera.
La enorme proyección de las habilidades y destrezas que forman parte
de esta competencia hace posible que se estimule y enriquezca el bagaje de
conocimientos, emociones, vivencias y opiniones sobre sí mismo
(favoreciendo el autoconcepto y la autoestima) y sobre los otros y el
entorno social, cultural y natural. Se favorece, también, la relación
interpersonal a través del intercambio, el diálogo y el desarrollo sociomoral
(por lo que supone representar y formarse juicios críticos y éticos). Al
tiempo, la competencia verbal, interviene decisivamente en el desarrollo de
la inteligencia lógica, porque facilita generar ideas, estructurar el
conocimiento y dar coherencia y cohesión al discurso ya las propias
acciones y tareas; además, contribuye a forjar hipótesis, a prever las
consecuencias y a adoptar decisiones.
Atención destacada merece también la aportación del ejercicio de la
competencia lingüística a las actitudes positivas hacia el entorno escolar. Un
alumno que disfruta escuchando, leyendo o expresándose de forma oral o
escrita es un alumno que domina las claves de adaptación al medio
académico.
Entenderemos la competencia lingüística como:
Dimensión 2. Leer
• Lectura expresiva de textos diversos, captando y manteniendo la
atención mediante la entonación, el ritmo y la velocidad más
adecuados.
• Localización en textos familiares (libros de la biblioteca, textos
escolares, diccionarios, enciclopedias, revistas, anuncios,
paginas electrónicas, etc.) de párrafos o apartados que ofrecen
la información clave para hacer una interpretación correcta del
texto.
• Síntesis (oral y escrita) de textos informativos por medio de
resúmenes, esquemas y cuadros.
• Identificación de la estructura de un texto a partir de los
párrafos, la conexión de las ideas y su secuencia.
• Reconocimiento y funcionalización de distintos tipos de señales
(semánticas, léxicas, sintácticas, graficas, etc.).
• Determinación de las principales características estructurales y
gramaticales de los diferentes tipos de textos.
• Análisis del significado de símbolos e iconos básicos en la vida
cotidiana (marcas, señales de trafico, símbolos religiosos, iconos
informáticos, leyendas de planos y mapas, etc.).
• Interpretación de tipos de textos que son habituales para la vida
cotidiana, como formularios, gráficos, listas (de servicios, de
precios, etc.), instancias, certificados, mapas, recibos y facturas,
avisos, etc.
• Valoración de la utilidad en la vida cotidiana de textos
funcionales de topología diversa (diarios, cartas, listas -de
servicios, de precios-, diccionarios, informativos, anuncios,
programas, manuales de instrucciones, guías o planos,
enciclopedias, etc.).
• Lectura de textos literarios, valorando la creación literaria.
• Reconocimiento del género literario y los recursos lingüísticos y
estilísticos más utilizados en ellos.
• Valoración de la lectura como medio de desarrollo de valores
estéticos, de información sobre acontecimientos, de mejora o
ampliación de conocimientos, del vocabulario habitual y del
técnico.
• Control y evaluación del proceso lector, utilizando los recursos
adecuados cuando hay dificultades de comprensión.
• Valoración de la importancia de las bibliotecas, de las
hemerotecas, de Internet y de otros medios y ambientes para
consultar y contrastar gran cantidad de información.
Dimensión 3. Escribir
• Utilización de la escritura para responder a situaciones de la vida
cotidiana y de aprendizaje (comunicar datos, opiniones,
sentimientos, relacionarse con personas lejanas, tomar notas
para comunicar, tomar notas para pensar y estructurar mejor
ideas).
• Formalización de documentos de diversa naturaleza
(formularios, reclamaciones, currículum vitae, instancias, cartas,
etc.), atendiendo a sus características lingüísticas, de contenido
y de formato.
• Revisión de los primeros escritos o borradores,
espontáneamente o de acuerdo con guías u orientaciones, antes
de su presentación definitiva.
• Empleo adecuado de los signos de puntuación y de otras formas
lingüísticas que aseguran la cohesión de los textos.
• Configuración de textos escritos personales y escolares
(trabajos, informes, monografías o comentarios) con un estilo
propio y claro, respetando la gramática y las convenciones
estilísticas.
• Creación o paráfrasis de textos a partir de producciones
literarias de grandes autores (como vía de comprensión y
aplicación de las técnicas y los recursos utilizados por ellos).
• Interés por los componentes formales y normativos de la lengua
escrita (ortográficos, morfosintácticos y semánticos), y control
de su aplicación.
• Consulta de fuentes (diccionarios generales, ortográficos, de
sinónimos, gramáticas y correctores de los procesadores de
textos) para confirmar el significado o la ortografía de las
palabras y las dudas léxicas, de morfología y de sintaxis.
• Presentación de los escritos de acuerdo con las convenciones
gráficas habituales (formato, tipo de letra y señales e indicios
textuales).
• Ajuste de los textos escritos alas condiciones y restricciones del
momento en que se escribe (los materiales de apoyo, el
formato, la tipografía, el tiempo, los criterios de evaluación, los
instrumentos para escribir o los correctores de que se dispone).
• Planificación y organización de las ideas y la secuencia de ideas
del texto que quiere escribirse (lo más importante, como decirlo,
si puede decirse de otra manera y si lo entenderá quien lo lea).
• Control y evaluación del proceso de escribir y empleo autónomo
de recursos adecuados para enriquecer la composición de un
texto (consulta de fuentes, imitación de modelos, consulta de
otras composiciones y utilización de las herramientas que
incorporan los procesadores de texto).
• Esfuerzo por mostrar comportamientos de escritor activo (toma
notas, planifica su trabajo, escribe por gusto, busca lectores
para sus escritos y comparte el proceso de escritura).
• Apoyo y enriquecimiento a través de otras formas de expresión
gráfica, para expresar ideas, conocimientos y sentimientos, con
el fin de conseguir una comunicación más efectiva 0 con otros
destinatarios (técnicos plásticas, dibujos, imágenes y fotografías,
producciones audiovisuales y ordenador).
Concepto y características
Se trata de una competencia de enorme valor instrumental que
aportara elementos de gran interés practico para que los alumnos puedan
enfrentarse a problemas basados en contextos reales; en ellos tienen que
identificar las características de una situación problemática que se puede
resolver utilizando las matemáticas y activando las habilidades pertinentes.
Estimular esta competencia ayuda a que los alumnos accedan al
conocimiento, análisis y valoración de los hechos y fenómenos, sociales,
culturales, económicos, tecnológicos, científicos, artísticos y deportivos.
Multitud de textos, para ser «leídos» comprensivamente, exigen el empleo
de destrezas matemáticas. Hay textos narrativos, expositivos, descriptivos
y argumentativos que emplean información relacionada con los números, la
medida del espacio y del tiempo, la geometría, el azar o la estadística. A
veces, esta información incluso aparece sintetizada por medio de cuadros,
gráficos, tablas, diagramas o mapas.
De esta manera, reviste un gran interés para las propuestas educativas
renovadoras el favorecer que los alumnos lleguen a comprender y evaluar
argumentos matemáticos, proponer y resolver problemas, elegir diferentes
alternativas y modos de representar situaciones matemáticas y expresar de
manera personal y ajustada temas de contenido matemático y temas con
contenidos matemáticos.
Todo ello exigirá posibilitar situaciones de enseñanza-aprendizaje en
las que se estimule: la identificación del valor de conceptos y
procedimientos matemáticos para resolver diversos tipos de problemas; la
explicación de resultados con el fin de mostrar métodos y procesos de
pensamiento; la resolución de problemas que precisan la toma de una
decisión sujeta a condicionantes (itinerarios de vacaciones, compras...); el
análisis y diseño de sistemas para una situación determinada (sistemas de
préstamo en bibliotecas); el planteamiento, elección de modos de
representación y resolución de problemas relacionados con la vida personal,
con la vida académica y el aprendizaje formal, con fenómenos científicos y
con situaciones sociales.
Para ello será necesario acordar un trabajo integrador relacionado con
un con junto de procesos que, siendo habituales en el conocimiento y
dominio matemático, pueden ser transferidos a otros ámbitos. Los procesos
pueden ser:
• Entender una situación problemática.
• Identificar la información relevante y delimitar el problema.
• Representar vías de solución o alternativas posibles.
• Seleccionar una estrategia de resolución.
• Resolver el problema.
• Comprobar la solución o reflexionar sobre ella.
• Transmitir el resultado.
Dimensión 3. Medida
• La medida. Las unidades de medida más usuales. Longitud,
superficie, volumen-capacidad y tiempo. Relaciones. Empleo.
• Expresión de los resultados de medida. Técnicas de medida.
• Valoración de las ventajas de un sistema convencional e
internacional.
• Estimaciones de longitudes, superficies y volúmenes en
situaciones familiares.
• Identificación y aplicación comprensiva de formulas para el
calculo de superficies, volúmenes, densidades y velocidades.
• Aplicación a la vida cotidiana de las nociones geométricas de
medida de longitudes, superficies y volúmenes.
Dimensión 4. Geometría
• Reconocimiento y aplicación. Características y vocabulario
esencial. Las nociones y el vocabulario básico de la geometría:
-Formas (características y vocabulario).
-Relaciones (perpendicularidad, paralelismo y simetría).
-Posiciones (puntos y sistemas de referencia).
• Los aspectos espaciales de la realidad.
• Representaciones planas de cuerpos geométricos (cilindros,
conos, prismas, pirámides y otros poliedros). Utilidad para
representar situaciones reales.
• La geometría en la vida cotidiana y en la naturaleza, el arte, las
ciencias y la tecnología.
• Las representaciones a escala (planos, mapas y maquetas). La
toma de medidas necesarias para poder extraer datos según la
necesidad.
• Orientación en el espacio y descripción de itinerarios sencillos.
• Interpretación de maquetas y planos de espacios.
• Reconocimiento y aprecio de la utilidad de la geometría.
Concepto y características
La preparación de orden científico y técnico que se ha impartido en los
centros ha adolecido, en multitud de ocasiones, de un exceso de
academicismo. En consecuencia, muchos han percibido sus contenidos
como compendios enciclopédicos alejados de las necesidades vitales. Sin
embargo, el valor que tales contenidos encierran es clave para conocernos a
nosotros mismos, conocer el medio que nos rodea y poder desenvolvernos
de manera adecuada en él.
En definitiva, esta competencia supone el desarrollo y la aplicación del
pensamiento científico-técnico para interpretar la información que se recibe,
y para predecir y tomar decisiones autónomas y responsables en un mundo
en el que los avances que se van produciendo en los ámbitos científico y
tecnológico tienen una influencia decisiva en la vida personal, en el mundo
social yen el mundo natural. Ello exige forjar valores y criterios éticos
asociados a la ciencia y al desarrollo tecnológico, entendiendo que el uso
responsable de los recursos naturales, el cuidado del medio ambiente, el
consumo racional y la protección de la salud individual y colectiva son
elementos clave de la calidad de vida de las personas.
De esta manera, entendemos la competencia como:
Dimensiones
Las competencias identificadas en el estudio realizado en Cataluña se
agruparon alrededor de cinco campos o dimensiones (Noguera y otros,
2002, citado por Sarramona, 2004): conocimiento de objetos cotidianos,
procesos tecnológicos, medio ambiente, consumo y salud. Identificamos los
contenidos de cada una de ellas a partir del trabajo de Sarramona (2004).
Dimensión 3. El consumo
• Productos de diferente necesidad. Identificación. Comparación.
• Calidad y precio. Relaciones. Comparaciones entre productos de
uso frecuente.
• La importancia de comprar de forma ajustada alas necesidades.
• Desarrollo de una actitud responsable y crítica frente al
consumo.
• Elección de productos según la relación calidad-precio-
necesidad.
Dimensiones
Teniendo en cuenta los argumentos destacados anteriormente,
presentaremos un conjunto de dimensiones que partirán de la
fundamentación respecto a los contenidos esenciales de las fuentes y
técnicas para tratar información. Todas las dimensiones recogen conceptos,
procedimientos y actitudes, pero como ya hemos apuntado mostraremos un
bloque específico en este dominio para subrayar muy especialmente la
necesidad de estimular su tratamiento verdaderamente formativo.
Dimensiones
La propuesta que presenta Sarramona (2004), surgida en Cataluña
sobre las competencias del ámbito social, contempla cuatro dimensiones:
habilidades sociales y de autonomía, sociedad y ciudadanía, pensamiento
social, espacio y tiempo. Vamos a mostrar una perspectiva de la topología
de conceptos, procedimientos y actitudes que identificaría cada una de
ellas. Comprobaremos que la primera esta íntimamente relacionada con
contenidos que posteriormente son desarrollados por las competencias
aprender a aprender e iniciativa y autonomía personal.
Concepto y características
Los referentes de contenido integrados en ella son:
• Conciencia del patrimonio cultural y artístico a escala local,
nacional y europea y de su lugar en el mundo. Abarca
conocimientos básicos de las principales obras culturales,
incluida la cultura popular. Comprende, asimismo, la diversidad
lingüística y la necesidad de preservarla.
• La apreciación y el disfrute de las bellas artes y de las artes
aplicadas, la relativización de los límites entre unas y otras. El
reconocimiento de la trascendencia de los factores estéticos en
la vida cotidiana.
• La valoración de la importancia de la expresión creativa de
ideas, experiencias y emociones a través de distintos medios
artísticos (la música, las artes escénicas, la literatura, las artes
plásticas y las artes aplicadas).
• El contraste de las opiniones y valoraciones sobre creación y
expresión (sobre las de uno mismo y las de otros). La valoración
fundamentada y asertiva de las apreciaciones. La demanda de
los mismos requisitos en las apreciaciones de los otros.
• La actitud positiva, el aprecio, el respeto y la apertura hacia la
diversidad de la expresión cultural.
Dimensiones
El desarrollo de las dimensiones en este ámbito es uno de los menos
delimitados. Sarramona lo atribuye al malentendido pragmatismo con que
se han interpretado las competencias. Nosotros nos apoyaremos en la
caracterización básica que emplea este autor, pero incorporando elementos
relacionados con la conciencia y expresión cultural. Añadiremos algunos
aspectos como definitorios de patrimonio cultural: fiestas, costumbres,
vivienda, vestido, literatura, gastronomía, pautas de vida y el
reconocimiento y la valoración de su diversidad.
Siguiendo con la lógica de que las competencias artísticas
corresponden a un tipo de lenguaje, nuestra propuesta se agrupa en tomo a
las dimensiones generales de comprensión y expresión. A ellas se suma
otra sobre la actitud con que se deben asumir, contemplar y desarrollar. De
esta forma:
• Comprensión artística y cultural. Aborda los aspectos
relacionados con el estudio del patrimonio, la identificación de
los componentes esenciales de las artes y las manifestaciones de
la cultura, su diversidad y los medios para su análisis,
conocimiento y comprensión.
• Expresión artística y cultural. Se ocupa de tratar el desarrollo de
las habilidades y destrezas que cada lenguaje artístico y cada
forma de expresión cultural nos aportan; asimismo, facilita el
desarrollo y la integración de distintos lenguajes y técnicas.
• Actitud ante el hecho artístico y cultural presente en la sociedad.
Recoge los elementos de contenido relacionados con las
actitudes, valores y normas; la disposición activa a colaborar, el
esfuerzo personal, el aprecio de las obras de los otros, etc.
incluye aquellos aspectos del comportamiento social que
permiten advertir en las manifestaciones artísticas recursos para
la convivencia social.
Concepto y características
Son muchas las razones que justifican la importancia que este ámbito
de aprendizaje y enseñanza posee para ser considerado como competencia
básica (además, como apuntamos anteriormente, de las que pueden ser
consideradas como de carácter holístico o integrador). Entre estas razones
cabe destacar:
• El acelerado ritmo con que se producen los progresos científicos,
técnicos y sociales en el momento histórico que vivimos. Ello
acentúa la “fragilidad” de algunos conocimientos que se
adquieren en el sistema educativo, y reclama un trabajo más
dirigido al desarrollo de estrategias de aprendizaje que al
tratamiento de contenidos muy específicos.
• La competitividad de la sociedad actual que se traslada al
sistema educativo, exigiendo la preparación en herramientas
técnicas que permitan obtener eficacia en el estudio y trabajo. ;
• La gran oferta que encontramos (en cursos de formación y
materiales) que componen un caldo de cultivo, en principio
apropiado y saludable por lo que podría tener de carácter
dinamizador, pero que en ocasiones derivan hacia una continua
y «desbocada» sustitución de materiales, programas y técnicas,
lo que convierte este ámbito en un espacio más de moda que
termina originando saturación, y provocando en el profesorado
confusión, desasosiego y falta de confianza. Al docente le
generan una cierta inseguridad, pues atisba en ellos falta de
consistencia, por lo que vuelve a los contenidos conceptuales
tratados de forma expositiva que parecen otorgarle mayor
seguridad.
Concepto y características
De acuerdo con las reflexiones expuestas, la competencia en
autonomía e iniciativa personal integra conceptos, procedimientos y
actitudes relacionadas con:
• El conocimiento de sí mismo. La adquisición de la conciencia y
aplicación de un conjunto de valores y actitudes personales
interrelacionadas, como la responsabilidad, la perseverancia, el
conocimiento de uno mismo y la autoestima, la creatividad, la
autocrítica, el control emocional, la capacidad de elegir, de
calcular riesgos y de afrontar los problemas, así como la
capacidad de demorar la necesidad de satisfacción inmediata, de
aprender de los errores y de asumir riesgos.
• El conocimiento de los otros, de sus características de sus
condicionantes y de sus necesidades. Esta competencia obliga a
disponer de habilidades sociales para relacionarse, cooperar y
trabajar en equipo: ponerse en el lugar del otro, valorar las
ideas de los demás, dialogar y negociar la asertividad para hacer
saber adecuadamente a los demás las propias decisiones y
trabajar de forma cooperativa y flexible. Marina y Bemabeu
(2007) señalan las relaciones entre asertividad y capacidad para
afirmarse ante los demás, clave para el desarrollo de la
autonomía personal, que exige comprensión de los derechos
propios y los de los otros, saber cuándo están amenazados y
como expresarlo, y el desarrollo intelectual y social.
• El conocimiento del contexto social y cultural. Sus instituciones y
características. Pero más aun, sus principios, sus valores y sus
normas. Se trata de impulsar una moralidad de aceptación de
principios éticos, trabajar para lograr acuerdos entre individuos y
grupos, para comportarse o acordar normas necesarias que
permitan mantener el orden social, la defensa de los derechos
propios, el reconocimiento y la responsabilización de los
deberes, y el respeto y la defensa activa de los derechos de los
otros. Supone, además, la comprensión y aceptación de la
posibilidad de discutir y negociar cambios buscando las
alternativas que pueden ser más ventajosas para los miembros
del grupo.
Gradualmente, se deberá estimular que el alumno llegue a
acceder a una moralidad de principios y conciencia individual.
Los individuos podrán actuar de acuerdo con las normas sociales
y los ideales interiorizados, más para evitar la autocondena que
la critica u otro tipo de sanción social. Las decisiones que deben
tomar se apoyan en principios que llevan implícitos justicia,
compasión e igualdad. La moralidad puede basarse en el
respeto, y los principios se personalizan. En ocasiones, pueden
entrar en conflicto con el orden social aceptado por la mayoría.
• La toma de decisiones fundamentadas que permitan elegir con
criterio propio. Imaginar proyectos, determinar los recursos,
llevar adelante las acciones necesarias para desarrollar las
opciones y los planes personales (en el marco de proyectos
individuales o colectivos), responsabilizándose de ellos tanto en
el ámbito personal, como en el social y laboral. Supone poder
transformar las ideas en acciones.
Requiere, por tanto, poder reelaborar los planteamientos
previos, o elaborar nuevas ideas, buscar soluciones y llevarlas a
la práctica. También, analizar las posibilidades y limitaciones,
conocer las fases de desarrollo de un proyecto, planificar, tomar
decisiones, actuar, evaluar lo hecho y autoevaluarse, extraer
conclusiones y valorar las posibilidades de mejora. Exige, por
todo ello, tener una visión estratégica de los retos y
oportunidades que ayude a identificar y cumplir objetivos, y a
mantener la motivación para lograr el éxito en las tareas
emprendidas, con una sana ambición personal, académica y
profesional. Del mismo modo, ser capaz de poner en relación la
oferta académica, laboral o de ocio disponible con las
capacidades, deseos y proyectos personales.
• El desarrollo de una actitud positiva hacia el cambio y la
innovación que presupone flexibilidad de planteamientos:
entenderlos como nuevas oportunidades, adaptarse crítica y
constructivamente a ellos, afrontar los problemas y encontrar
soluciones en cada uno de los proyectos vitales que se
emprenden.
Dimensiones
Una competencia que, como hemos destacado, reúne tales
características de síntesis, integración y complejidad respecto a las
restantes, exige que subrayemos su carácter de educabilidad y evolución.
En efecto, las restantes competencias, tal y como están enunciadas
(lingüística, matemática, conocimiento e interacción del mundo físico-
natural), podemos decir que quedan algo más abiertas o más «neutras»
como referente. Por el contrario, autonomía e iniciativa personal identifica
una directriz para el desarrollo, de enorme complejidad.
Los estudios evolutivos sobre desarrollo moral determinan que requiere
evolución y progreso cognitivo y social. Así, hablar de autonomía moral
tendrá que considerarse como un propósito de gran trascendencia para el
que hay que disponer de cimientos sólidos desde el inicio.
En sentido estricto, de toma de decisiones de una cierta complejidad
no se puede hablar hasta la adolescencia (con el acceso al pensamiento
lógico-formal y la posibilidad de trazar hipótesis y extraer sus principales
consecuencias). También, en sentido estricto, de autonomía moral no puede
hablarse hasta la superación de los niveles y etapas de moral convencional
(en terminología de Kolhberg), y unos momentos y ejercicio de
pensamiento lógico-formal avanzado, sumados a una evolución y práctica
social. Todo ello, no sólo no niega el trabajo en los primeros niveles
educativos, muy al contrario, como hemos apuntado, tal complejidad,
demanda y justifica un trabajo ordenado, planificado, gradual y consecuente
desde las primeras fases de la escolarización, un trabajo que ha de ser
complementario con la acción familiar (y no digamos con lo que deberían
ser demandas y oportunidades sociales).
En las dimensiones y contenidos de la competencia en iniciativa y
autonomía personal que vamos a mostrar, comprobaremos la existencia de
conceptos, procedimientos y actitudes que se pueden trabajar y adaptar a
los distintos niveles educativos.
Favorecer la autonomía en el cuidado de uno mismo (vestido,
alimentación, juegos y relaciones) y fomentar la toma de decisiones sobre
problemas concretos, respecto a los que sí se pueden prever consecuencias
inferidas de la reflexión sobre acontecimientos vividos directamente u
observados en otros (buenas o malas decisiones tomadas respecto a
elecciones en materiales, lecturas, cine, televisión, normas para el trabajo,
juegos y amistad) constituyen pautas solidamente fundamentadas para la
intervención didáctica.