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Milagro
FACULTAD CIENCIAS
ADMINISTRATIVAS Y COMERCIALES
Carrera:
Ingeniería en Marketing
Grupo # 6
Integrantes:
Ginger Belén Merino Hualpa
Sindy Katherine Barre Monserrate
Katihusca Gissel Gómez Domínguez
Guadalupe Melissa Barco Moran
Joseline Rosa Carrillo Quinto
Humberto Daniel Torres Morán
Curso:
Marketing A 1
Materia:
Introducción al Derecho
Docente:
MGS. AB. OLIVER ALMEIDA.
Por su relación con el derecho de transmisión o transmisión del derecho de opción, merece
tratamiento especial el caso conocido como los “conmorientes” o “comurientes ” que se da cuando
dos o más personas perecen en un mismo acontecimiento, como naufragio, incendio, accidente de
tránsito terrestre o aéreo y otros semejantes, y no puede saberse el orden en que han ocurrido sus
fallecimientos, presumiendo entonces que dichas personas perecieron en un mismo momento y
ninguna de ellas sobrevivió a las otras de aquí la importancia de la fijación del momento de la muerte.
.
En el derecho romano se establecían una serie de reglas para presumir la muerte o sean presunciones
por virtud de las condiciones físicas de los sujetos, hacían creer en la posibilidad de que unos hubieran
muerto antes que otros o presunción de premoriencia. Así se establecía la presunción de pre muerte de
la mujer respecto del hombre, del niño respecto del adulto, etc. Ello originaba innumerables
dificultades en la práctica.
Con tal solución nuestra ley desecha las llamadas “presunciones legales de supervivencia” de otra
legislaciones, como son las de que si se trata de un hombre y una mujer se presume que primero
falleció la mujer, o la persona de más edad, o el de constitución más débil. La importancia que mueren
en tales circunstancias estaban llamadas a sucederse mutuamente por la ley, como los cónyuges, un
padre y su hijo legitimo o si cada uno había instituido al otro como el heredero testamentario, la ley
prescribe en el artículo 959 C. en perfecta concordancia con lo establecido en el artículo 78 del mismo
Código que es el que se refiere el caso de comurencia, que ninguna de ellas sucederá en los bienes de
las otras. Como la presunción de la comurencia solo obra a falta de prueba del orden de los
fallecimientos si se establece tal presunción no tiene lugar. Importa entonces probar quien falleció
primero porque de ello resultara que los parientes de grado sucesible o los herederos testamentarios
del que falleció por ultimo puedan hacer uso del derecho de trasmisión para aceptar la herencia, o
cuota de ella, que le correspondía a su causante en la sucesión del que falleció primero, pues en este
caso aquel había heredado a este porque existía a su fallecimiento; si no se logra establecer el orden
de los fallecimientos no se relacionan entre sí, ocurre como si los fallecidos no hubieran estado
llamados a sucederse el uno del otro, ya por testamento ya por la ley, porque abriéndose ambas en el
mismo instante ninguno de los comurientes existía cuando se abrió la sucesión del otro.
En nuestro actual código civil, siguiendo con ello a la más generalizada doctrina dispone que si el
autor de la herencia y sus herederos o legatarios perecieren en el mismo desastre o en el mismo día,
sin que se pueda averiguar a ciencia cierta, quienes murieron antes, se tendrán por muertos a todos al
mismo tiempo y no habrá lugar entre ellos, a la transmisión de la herencia o legado; luego así, el
efecto jurídico de la conmoriencia, consiste en que los declarados muertos a un mismo tiempo no
pueden sucederse.
SOCIEDAD CONYUGAL
La sociedad conyugal, sociedad de gananciales, sociedad de bienes comunidad de bienes, comunidad
de ganancias o comunidad de gananciales, es un régimen patrimonial del matrimonio que
normalmente las legislaciones establecen supletoriamente a la voluntad de los contrayentes y consiste
en que durante su vigencia sólo uno de los cónyuges administra los bienes comunes, pero al término
de la sociedad se dividen los gananciales por mitad.
La sociedad conyugal nace en el preciso instante en que un hombre y una mujer contraen matrimonio
civil, siempre y cuando ambos no hayan pactado expresamente una separación de bienes. Cuando dos
cónyuges se divorcian, la sociedad conyugal queda extinta y esta entra en estado de liquidación, lo
cual puede lograrse también de mutuo acuerdo entre ellos sin necesariamente poner fin al vínculo
matrimonial. En el caso de liquidación de una sociedad de bienes, el Código Civil (CC) busca tutelar
los derechos de los cónyuges y para ello dicta una serie de reglas y procedimientos que deben
observarse en la búsqueda del reparto equitativo de los bienes sociales. El art. 130 del CC establece
que durante los juicios de divorcio, disolución o liquidación de la sociedad conyugal o cualquier otra
controversia entre cónyuges, a petición de cualquiera de ellos, el Juez podrá tomar las providencias
que estime conducentes a la seguridad de los bienes mientras dure el juicio. Así, por ejemplo, si un
cónyuge considera que se encuentran en peligro los bienes de su sociedad conyugal, este puede
solicitar medidas cautelares que los aseguren, como es el caso de la prohibición de vender los mismos
o de solicitar la retención de las utilidades que estos produzcan.
QUÉ ES EL MATRIMONIO
El término matrimonio proviene del latín matrimonĭum. Se trata de la unión de un hombre y una
mujer que se concreta a través de determinados ritos o trámites legales.
El lazo matrimonial es reconocido a nivel social, tanto a partir de normas jurídicas como por las
costumbres. Al contraer matrimonio, los cónyuges adquieren diversos derechos y obligaciones. El
matrimonio también legitima la filiación de los hijos que son procreados por sus miembros.
Es posible distinguir, al menos en el mundo occidental, entre dos grandes tipos de matrimonio: el
matrimonio civil (que se concreta frente a una autoridad estatal competente) y el matrimonio religioso
(que legitima la unión ante los ojos de Dios).
TIPOS DE MATRIMONIO
Matrimonio Civil: Este tipo de matrimonio por lo general suele ser antes del religioso. Este es
presidido por alguna autoridad civil o entidad notarial, facultada para dichos fines y por disposición
de la ley.
Matrimonio Religioso : Es el matrimonio que es presidido o dirigido por un ministro eclesiástico, ya
sea un pasto o un sacerdote, y realizado mayormente en un templo o iglesia. Aunque en estos días tan
modernos aun realizados en espacios abiertos, no necesariamente en un templo religioso, el ministro
puede presidir igual la ceremonia y sigue siendo un matrimonio religioso.
Matrimonio Nulo : Un matrimonio es nulo cuando aun después de realizarlo no cumple con los
requisitos según la ley.
Matrimonio por Poder : Se trata de la unión legal donde una de las partes –quien por causas extremas
no puede viajar al país donde se celebrará la boda– apodera a otra persona quien lo representará por
medio de un poder especial que le da el contrayente ausente de forma legal.
PAREJA DE HECHO
Una pareja de hecho, emparejamiento doméstico o asociación libre (unión libre, unión de hecho o
unión registrada) es la unión afectiva de dos personas físicas, con independencia de su orientación
sexual, a fin de convivir de forma estable, en una relación de afectividad análoga a la conyugal.
Dada la vinculación solo afectiva y de convivencia entre los componentes de las parejas de hecho, que
en ocasiones conlleva una dependencia económica análoga a la de un matrimonio, algunos
ordenamientos jurídicos se han visto en la necesidad de regularlas para evitar el desamparo de alguno
de los componentes de la pareja en ciertas situaciones como muerte del otro, enfermedad, etc.
CAPITULACIONES MATRIMONIALES
QUÉ SON Y CUÁNDO HACER CAPITULACIONES MATRIMONIALES?
Las capitulaciones matrimoniales son el contrato por el que se fijan las normas que regulan la relación
económica del matrimonio. Los cónyuges pueden elegir entre un régimen de bienes gananciales o uno
de separación de bienes.
No existe límite en el número de veces que se puede cambiar el régimen económico del matrimonio,
aunque es infrecuente que se haga más de una vez.
Realizar capitulaciones matrimoniales ante notario le dará la tranquilidad y seguridad de saber que
actúa dentro de la ley y que el contrato firmado es definitivo, inamovible y eficaz.
Sin realizar la escritura pública de capitulaciones matrimoniales ante notario no es posible
cambiar de régimen económico.
Art. 149.- Se conocen con el nombre de capitulaciones matrimoniales las convenciones que celebran
los esposos o los cónyuges antes, al momento de la celebración o durante el matrimonio, relativas a
los bienes, a las donaciones y a las concesiones que se quieran hacer el uno al otro, de presente o de
futuro.
Art. 150.- Las capitulaciones matrimoniales se otorgarán por escritura pública, o en el acta
matrimonial. Si se refieren a inmuebles, se inscribirán en el Registro de la Propiedad correspondiente
y, en todo caso, se anotarán al margen de la partida de matrimonio.
Art. 152.- A falta de pacto escrito, se entenderá, por el mero hecho del matrimonio, contraída la
sociedad conyugal con arreglo a las disposiciones de este Título.
Art. 153.- Nota: Artículo suprimido por Ley No. 43, publicado en Registro Oficial Suplemento 256 de
18 de Agosto de 1989.
Art. 154.- El menor hábil para contraer matrimonio podrá hacer, en las capitulaciones matrimoniales,
con aprobación de la persona o personas cuyo consentimiento le haya sido necesario para el
matrimonio, todas las estipulaciones de que sería capaz si fuese mayor. El que se halla bajo curaduría
por otra causa que la menor edad, necesitará de la autorización de su curador para las capitulaciones
matrimoniales, y en lo demás estará sujeto a las mismas reglas que el menor. No se podrá pactar que
la sociedad conyugal tenga principio antes o después de contraerse el matrimonio. Toda estipulación
en contrario es nula.
Art. 155.- Las capitulaciones matrimoniales no se entenderán irrevocablemente otorgadas y podrán
modificarse antes o durante el matrimonio, de común acuerdo entre los cónyuges. Nota: Nuevo texto
de este Artículo dado por Ley No. 43, publicado en Registro Oficial Suplemento 256 de 18 de Agosto
de 1989. Nota: Nuevo texto dado por Ley No. 88, publicada en Registro Oficial 492 de 2 de Agosto
de 1990.
Art. 156.- No valdrán contra terceros las adiciones o alteraciones que se hagan en las capitulaciones
matrimoniales, aunque se hayan otorgado en el tiempo y con los requisitos debidos, a menos que se
anexe un extracto o minuta de las escrituras posteriores, al margen del protocolo de la primera
escritura o de la partida de matrimonio, en su caso. Tampoco afectarán los derechos de los acreedores
constituidos con anterioridad a dichas alteraciones o adiciones, de perseguir sus créditos en los bienes
cuyo régimen se modificó. Nota: Nuevo texto dado por Ley No. 43, publicada en Registro Oficial
Suplemento 256 de 18 de Agosto de 1989.
1o.- De los salarios y emolumentos de todo género de empleos y oficios, devengados durante el
matrimonio;
2o.- De todos los frutos, réditos, pensiones, intereses y lucro de cualquiera naturaleza, que provengan,
sea de los bienes sociales, sea de los bienes propios de cada uno de los cónyuges, y que se devenguen
durante el matrimonio;
3o.- Del dinero que cualquiera de los cónyuges aportare a la sociedad, o durante ella adquiriere;
obligándose la sociedad a la restitución de igual suma;
4o.- De las cosas fungibles y especies muebles que cualquiera de los cónyuges aportare al
matrimonio, o durante él adquiriere; quedando obligada la sociedad a restituir su valor, según el que
tuvieron al tiempo del aporte o de la adquisición; y,
5o.- De todos los bienes que cualquiera de los cónyuges adquiera durante el matrimonio, a título
oneroso.
Las reglas anteriores pueden modificarse mediante las capitulaciones matrimoniales, conforme a lo
dispuesto en el Art. 152.
Art. 158.- Las adquisiciones hechas por cualquiera de los cónyuges, a título de donación, herencia o
legado, se agregarán a los bienes del cónyuge donatario, heredero o legatario; y las adquisiciones
hechas por ambos cónyuges simultáneamente, a cualquiera de estos títulos, no aumentarán el haber
social, sino el de cada cónyuge.
Art. 159.- No obstante lo dispuesto en el Art. 157, no entrarán a componer el haber social:
1o. El inmueble que fuere debidamente subrogado a otro inmueble propio de alguno de los cónyuges;
2o.- Las cosas compradas con valores propios de uno de los cónyuges, destinadas a ello en las
capitulaciones matrimoniales o en una donación por causa de matrimonio; y,
3o.- Todos los aumentos materiales que acrecen a cualquiera especie de uno de los cónyuges,
formando un mismo cuerpo con ella, por aluvión, edificación, plantación o cualquiera otra causa.
Art. 160.- El terreno contiguo a una finca propia de uno de los cónyuges, adquirido por él durante el
matrimonio a cualquier título que lo haga comunicable según el Art. 157, se entenderá pertenecer a la
sociedad; a menos que con él y la antigua finca se haya formado una heredad o edificio de que el
terreno últimamente adquirido no pueda desmembrarse sin daño. Entonces la sociedad y el dicho
cónyuge serán condueños del todo, a prorrata de los respectivos valores al tiempo de la incorporación.
Art. 161.- La propiedad de las cosas que uno de los cónyuges poseía con otras personas proindiviso, y
de que durante el matrimonio se hiciere dueño por cualquier título oneroso, pertenecerá proindiviso a
dicho cónyuge y a la sociedad, a prorrata del valor de la cuota que pertenecía al primero, y de lo que
haya costado la adquisición del resto.
Art. 162.- El usufructo de las minas denunciadas por uno de los cónyuges o por ambos se agregará al
haber social.
Art. 163.- La parte del tesoro que según la ley pertenece al que lo encuentra, se agregará al haber del
cónyuge que lo encuentre; y la parte del tesoro que según la ley pertenece al dueño del terreno en que
se encuentra, se agregará al haber de la sociedad, si el terreno perteneciere a ésta, o al haber del
cónyuge que fuere dueño del terreno.
Art. 164.- Las cosas donadas o asignadas a cualquier otro título gratuito, se entenderán pertenecer
exclusivamente al cónyuge donatario o asignatario; y no se atenderá a si las donaciones u otros actos
gratuitos a favor de un cónyuge han sido hechos por consideración al otro.
Art. 165.- Para que un inmueble se entienda subrogado a otro inmueble de uno de los cónyuges, es
necesario que el segundo se haya permutado por el primero; o que, vendido el segundo durante el
matrimonio, se haya comprado con su precio el primero, y que en la escritura de permuta o en las
escrituras de venta y de compra se exprese el ánimo de subrogar.
Parágrafo 1o.
DE LAS COSAS CORPORALES
Art. 585.- Muebles son las que pueden transportarse de un lugar a otro, sea moviéndose por sí
mismas, como los animales (que por eso se llaman semovientes), sea que sólo se muevan por una
fuerza externa, como las cosas inanimadas.
Exceptúanse las que, siendo muebles por naturaleza, se reputan inmuebles por su destino, según el
Art. 588.
Art. 586.- Inmuebles, fincas o bienes raíces son las cosas que no pueden transportarse de un lugar a
otro, como las tierras y minas, y las que adhieren permanentemente a ellas, como los edificios y los
árboles.
Las casas y heredades se llaman predios o fundos.
Art. 587.- Las plantas son inmuebles, mientras adhieren al suelo por sus raíces, a menos que estén en
macetas o cajones, que puedan transportarse de un lugar a otro.
Art. 588.- Se reputan inmuebles, aunque por su naturaleza no lo sean, las cosas que están
permanentemente destinadas al uso, cultivo y beneficio de un inmueble, sin embargo de que puedan
separarse sin detrimento. Tales son, por ejemplo:
Las losas de un pavimento;
Los tubos de las cañerías;
Los utensilios de labranza o minería, y los animales actualmente destinados al cultivo o beneficio de
una finca, con tal que hayan sido puestos en ella por el dueño de la finca;
Los abonos existentes en ella, y destinados por el dueño de la finca a mejorarla;
Las prensas, calderas, cubas, alambiques, toneles y máquinas que forman parte de un establecimiento
industrial adherente al suelo, y que pertenecen al dueño de éste;
Los animales que se guardan en conejeras, pajareras, estanques, colmenas, y cualesquiera otros
vivares, con tal que éstos adhieran al suelo, o sean parte del suelo mismo, o de un edificio.
Art. 589.- Los productos de los inmuebles, y las cosas accesorias a ellos, como las hierbas de un
campo, la madera y fruto de los árboles, los animales de un vivar, se reputan muebles, aún antes de su
separación, para el efecto de constituir un derecho sobre dichos productos o cosas en favor de otra
persona que el dueño.
Lo mismo se aplica a la tierra o arena de un suelo, a los metales de una mina, y a las piedras de una
cantera.
Art. 590.- Las cosas de comodidad u ornato que se clavan o fijan en las paredes de las casas y pueden
removerse fácilmente sin detrimento de las mismas paredes, como estufas, espejos, cuadros,
tapicerías, se reputan muebles. Si los cuadros o espejos están embutidos en las paredes, de manera que
formen un mismo cuerpo con éstas, se considerarán parte de ellas, aunque puedan separarse sin
detrimento.
Art. 591.- Las cosas que, por ser accesorias a bienes raíces, se reputan inmuebles, no dejan de serlo
por su separación momentánea; por ejemplo, los bulbos o cebollas que se arrancan para volverlos a
plantar, y las losas o piedras que se desencajan de su lugar para hacer alguna construcción o
reparación y con ánimo de volverlas a él. Pero desde que se separan, con el fin de darles diferente
destino, dejan de ser inmuebles.
Art. 592.- Cuando por la ley o el hombre se usa de la expresión bienes muebles, sin otra calificación,
se comprenderá en ella todo lo que se entiende por cosas muebles, según el Art. 585.
En los muebles de una casa no se comprenderá el dinero, los documentos y papeles, las colecciones
científicas o artísticas, los libros o sus estantes, las medallas, las armas, los instrumentos de artes y
oficios, las joyas, la ropa de vestir o de cama, los carruajes o caballerías o sus arreos, los granos,
caldos, mercancías, ni en general otras cosas que las que forman el ajuar de una casa.
Parágrafo 2o.
DE LAS COSAS INCORPORALES
Art. 595.- Derecho real es el que tenemos sobre una cosa sin respecto a determinada persona.
Son derechos reales el de dominio, el de herencia, los de usufructo, uso o habitación, los de
servidumbres activas, el de prenda y el de hipoteca. De estos derechos nacen las acciones reales.
Art. 596.- Derechos personales o créditos son los que sólo pueden reclamarse de ciertas personas que,
por un hecho suyo o la sola disposición de la ley, han contraído las obligaciones correlativas;
como el que tiene el prestamista contra su deudor, por el dinero prestado, o el hijo contra el padre por
alimentos. De estos derechos nacen las acciones personales.
Art. 597.- Los derechos y acciones se reputan bienes muebles o inmuebles, según lo sea la cosa en que
han de ejercerse o que se debe. Así, el derecho de usufructo sobre un inmueble, es inmueble. Así, la
acción del comprador para que se le entregue la finca comprada, es inmueble; y la acción del que ha
prestado dinero, para que se le pague, es mueble.
Art. 598.- Los hechos que se deben se reputan muebles. La acción para que un artífice ejecute la obra
convenida, o resarza los perjuicios causados por la inejecución del convenio, entra, por consiguiente,
en la clase de los bienes muebles.
CLASIFICACIÓN DE LA CAPACIDAD:
1. Capacidad Goce (Jurídica o Legal): es el grado aptitud de una persona para que le sean exigido el
cumplimiento de las obligaciones contraídas. Toda persona tiene capacidad de goce, sin embargo,
ninguna persona la tiene de forma absoluta, porque siempre está limitada o restringida por la ley.
2. Capacidad de Obrar (de Ejercicio o de disfrute): el grado de la aptitud de las personas para ejercer
por sí actos de la vida civil.
1. Incapacidad de Goce: tienen incapacidad de goce aquellas a las cuales se prohíbe la adquisición de
ciertos derechos o el ejercicio de ciertos actos, por sí o por otras personas. La incapacidad de goce
está representada por todas aquellas circunstancias que inhabilitan a la persona para ser sujeto de
derechos y obligaciones. En el Código Civil se establecen casos de incapacidades de goce.
2. Incapaces para suceder ab intestato: son incapaces de suceder los que en el momento de la apertura
de la sucesión no estén todavía concebidos (Art.809 C.C.). Figuran como incapaces para suceder
aquellas personas que han sido declaradas como indignos (Art.810 C.C.).
3. Incapaces para recibir por testamento y por donación: conforme al artículo 840, son incapaces para
recibir por testamento las mismas personas declaradas como incapaces para suceder sin testamento.
En los artículos 841, 844, 845, 846 y 847, se mencionan otras personas que la ley declara incapaces de
recibir por testamento. En relación con los incapaces para recibir por donación, el artículo 1.436
establece que no pueden adquirir por donación, ni aún bajo el nombre de personas interpuestas, los
incapaces para recibir por testamento.
4. Incapacidad del Tutor y del Protutor: por razón del cargo que ejercen estas personas no pueden
comprar bienes del pupilo ni tomarlos en arrendamiento, ni hacerse cesionarios de créditos ni
derechos contra él y mientras ejerzan el cargo, tampoco pueden adquirir de terceras personas los
bienes del menor que hubieren enajenado (Art. 370,397,408 C.C.).Incapaces en materia de Venta: el
artículo 1.481 establece una incapacidad para los cónyuges, en el sentido de que entre ambos no
puede haber venta de bienes.
6. Incapacidad Negocial: es la inhabilidad de las personas para realizar negocios jurídicos válidos. En
este sentido tenemos que tienen incapacidad negocial, en mayor o menor medida, los menores, los
entredichos y los inhabilitados.
7. Incapacidad Delictual: son incapaces delictual las personas privadas de discernimiento al omento
de realizar el hecho ilícito. Los artículos 1.186 y 1.187 del Código Civil establecen que el incapaz que
obró sin discernimiento (menor o demente) no está obligado a indemnizar por motivo del daño
causado y la responsabilidad recae sobre quien tiene al incapaz bajo cuidado.
BIBLIOGRAFÍA
CÓDIGO CIVIL
https://www.tiposde.com/matrimonio.html