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Tasa de Interés Simple
Tasa de Interés Simple
Se denomina interés simple a aquella tasa aplicada sobre un capital origen que
permanece constante en el tiempo y no se añade a periodos sucesivos. En otras
palabras, el interés simple se calcula para pagos o cobros sobre el capital dispuesto
inicialmente en todos los periodos considerados, mientras que el interés compuesto va
sumando los intereses al capital para producir nuevos intereses.
El interés puede ser pagado o cobrado, sobre un préstamo que paguemos o sobre un
depósito que cobremos. La condición que diferencia al interés compuesto del interés
simple, es que mientras en una situación de interés compuesto los intereses
devengados se van sumando y produciendo nueva rentabilidad junto al capital inicial,
en un modelo de interés simple solo se calculan los intereses sobre el capital inicial
prestado o depositado. Así pues, puesto que los intereses no se van incorporando al
capital, estos quedan devengados y se reciben al final del periodo. (Pedrosa, s.f.)
La fórmula que utilizaremos para calcular el interés simple será la siguiente:
Cn = C0 (1 + i)n
Siendo C0 el capital inicial prestado, i la tasa de interés, n el periodo de tiempo
considerado y Cn el capital final resultante.
1.1.2. Naturaleza de las tasas de interés
La declaración de una tasa de interés lleva implícitos dos elementos:
Causación: Informa el momento en el cual el interés se causa o tiene lugar según se
haya estipulado en el contrato o por el negocio en cuestión. Aquí el monto de interés se
calcula y se da por cierto, pero no necesariamente se cancela sino que se puede
acumular aditivamente (interés simple, si se acumula sin capitalizarse) o se puede
capitalizar (interés compuesto).
Capitalización: Informa el momento en el cual el interés calculado o acumulado
aditivamente se lleva a capital, o sea, se capitaliza. Rigurosamente no tiene que existir
coincidencia entre los períodos de causación y de capitalización (puede pensarse, por
ejemplo, en una tasa de interés del 2% mensual capitalizable trimestralmente); sin
embargo, y tal vez por lo imprácticos que se tornarían los cálculos en ese ambiente, se
tiene prácticamente en la totalidad de las situaciones una coincidencia de los dos
períodos, en cuyo caso se le denomina período de composición.
Composición: “Componer = Causar y Capitalizar”. Nótese que en el caso de interés
simple no hay capitalización y por lo tanto no hay composición, sólo existe causación.
El interés compuesto, por el contrario, se construye sobre el concepto de composición: