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AMPARO DIRECTO 33/2017

QUEJOSA: MERCEDES GERTZ LOIZAGA

PONENTE: MINISTRO EDUARDO MEDINA MORA I.


SECRETARIO: EDUARDO ROMERO TAGLE

Ciudad de México. Acuerdo de la Segunda Sala de la Suprema


Corte de Justicia de la Nación, correspondiente a la sesión de
********** de dos mil dieciocho.

Vo. Bo.
Señor Ministro

VISTOS, para resolver los autos del amparo directo 33/2017, y;

RESULTANDO:
Cotejó:

PRIMERO. Hechos que dieron origen al asunto. De las


constancias que integran el presente expediente, se advierte que los
hechos relevantes son los siguientes:

En mil novecientos noventa y seis, Mercedes Gertz Loizaga,


realizó dos obras a las que denominó “Guadalupana niña”. Las obras
consistían, por una parte, en un dibujo basado en la Virgen de
Guadalupe y, por otra, en el grabado de tal dibujo en una placa de
plata .925 a través de un método conocido como “vaciado”.
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En consecuencia, el veintitrés de mayo de mil novecientos


noventa y seis, la señora Gertz Loizaga obtuvo el registro de las
mismas por la entonces Dirección General del Derecho de Autor1.

Por su parte, el veintiocho de enero de dos mil cinco, el cinco de


octubre de dos mil dieciséis, y el veintiuno de septiembre de dos mil
siete, Amparo Serrano Espinosa, obtuvo una serie de registros por
parte del Instituto Nacional del Derecho de Autor, respecto de obras
de dibujo y diseño gráfico, relacionadas también con la Virgen de
Guadalupe2.

Posteriormente, el veinticinco de enero de dos mil siete, el


veintidós de noviembre de dos mil siete, y el treinta de noviembre de
dos mil siete, el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, expidió
en favor de Amparo Serrano Espinosa, títulos de registros de marcas,
para la utilización en diversos materiales de los dibujos y diseños que
previamente había registrado ante el Instituto Nacional del Derecho
de Autor3.

Las obras de la señora Serrano Espinosa, son comercializadas


bajo la marca conocida como “distroller”.

SEGUNDO. Demanda inicial y sentencia. En primer término,


cabe señalar que ante la complejidad de la secuela procesal del
presente asunto, así como a la cantidad de juicios de amparo que
fueron promovidos y recursos que fueron interpuestos, esta Segunda
Sala únicamente hará referencia a los aspectos medulares del

1 Fojas 22 a 25 del cuaderno de legajo de pruebas 1 del juicio administrativo 4/2010.


2 Fojas 48 a 54 del cuaderno de legajo de pruebas 1 del juicio administrativo 4/2010.
3 Fojas 42 a 46 del cuaderno de legajo de pruebas 1 del juicio administrativo 4/2010.

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procedimiento, a partir de los cuales se advierta la litis del presente


amparo directo.

Así las cosas, Mercedes Gertz Loizaga presentó una demanda


de juicio ordinario federal administrativo4, en contra de: (i) Amparo
Serrano Espinosa; (ii) el Instituto Nacional del Derecho de Autor; y
(iii) el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, y señaló como
prestaciones las siguientes:

a) El reconocimiento de su calidad como autora primigenia y


perpetua de los derechos morales sobre sus obras denominadas
“Guadalupana niña”, amparadas por los registros emitidos por el
ahora Instituto Nacional del Derecho de Autor.

b) La declaración judicial de cancelación de los títulos y


certificados de registro de las obras de Amparo Serrano Espinosa,
emitidos tanto por el Instituto Nacional del Derecho de Autor, así
como por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, en tanto
presentan rasgos idénticos o iguales con sus obras, que fueron
registradas previamente.

c) Como consecuencia, la condena a Amparo Serrano


Espinosa, a la publicación a su costa de un extracto de la sentencia
que se emita, en el que se refleje su titularidad sobre las obras
denominadas “Guadalupana niña”, así como el hecho de que las

4 Fojas 568 a 585 del cuaderno del juicio administrativo 4/2010 (Tomo I).

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obras de la demandada presentan rasgos idénticos o iguales con las


suyas.

d) De Amparo Serrano Espinosa, el pago de los gastos y costas


que se generen por el juicio.

Tal asunto fue turnado al Juzgado Noveno de Distrito en Materia


Administrativa en el Distrito Federal (ahora Ciudad de México), mismo
que registró el asunto con el número de expediente 4/2010, y en auto
de diecisiete de mayo de dos mil once admitió a trámite la demanda5.

Seguidos los trámite correspondientes, se dictó sentencia que


se terminó de engrosar el nueve de septiembre de dos mil catorce6.
En dicha sentencia, el Juez de Distrito sostuvo medularmente lo
siguiente:

- Resulta improcedente el reconocimiento judicial que pretende


la actora, pues desde mil novecientos noventa y seis ya tiene el
carácter de autora primigenia y perpetua de las obras “Guadalupana
niña”, por lo que en todo caso, los hechos que narra en su demanda
justificarían la acción de condena que busca en contra de las
demandadas.

- Una vez valorados los elementos probatorios que fueron


exhibidos, se demostró que Amparo Serrano Espinosa conoció la
obra artística de la actora, cuando en una tienda de regalos observó
el grabado de la medalla de plata que diseñó esta última.

5 Fojas 587 y 588 del cuaderno del juicio administrativo 4/2010 (Tomo I)
6 Fojas 2917 a 2978 del cuaderno del juicio administrativo 4/2010 (Tomo II)

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- Le asiste la razón a la señora Gertz Loizaga en su reclamo de


la nulidad de las obras registradas por la demandada Amparo Serrano
Espinosa, pues si bien las obras de ambas aluden a la Virgen de
Guadalupe, la cual conforme al artículo 14 de la Ley Federal del
Derecho de Autor es un descubrimiento y, por tanto, no es objeto de
protección, lo cierto es que la protección que otorga el Estado
mexicano a las obras “Guadalupana niña” abarca los aspectos de
originalidad que imprimió en ella, esto es, la idea de una “virgen niña”.

- Es posible concluir que la obra de la actora sirvió de base para


la realización de las obras de la codemandada, y que el hecho de que
haya realizado una caricatura o alguna otra derivación es un aspecto
secundario, pues invariablemente previo a su explotación, debió
contar con la autorización de la actora, ante lo cual, se condena a las
autoridades para que cancelen los registros de la codemandada.

- Por lo que respecta a la prestación consistente en que la


señora Serrano Espinosa mande a publicar un extracto de la
sentencia, la misma se declaró improcedente, pues dicha prestación
es accesoria a la acción de indemnización por daños y perjuicios,
misma que se inscribe dentro del campo de la responsabilidad civil,
de ahí que no resulte procedente en un juicio administrativo.

- No se hace especial condena de costas, pues la acción de


nulidad intentada carece de contenido económico para dicho pago, lo

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cual permite concluir que se trata de un asunto de cuantía


indeterminada.

Así las cosas, los puntos resolutivos de la sentencia fueron los


siguientes:

“PRIMERO. Este juzgado federal es competente para resolver en


definitiva el presente juicio ordinario administrativo.
SEGUNDO. Son improcedentes las prestaciones demandadas por la
actora Mercedes Gertz Loizaga, consistentes en el reconocimiento
como autora primigenia y perpetua de los derechos morales de las
obras “Guadalupana niña”, así como en la publicación de un extracto
de la presente sentencia a costa de la codemandada Amparo
Serrano Espinosa, por las razones expuestas en los considerandos
sexto y octavo.
TERCERO. La parte actora Mercedes Gertz Loizaga acreditó los
extremos de la acción de nulidad intentada; en consecuencia,
CUARTO. Se condena al Instituto Mexicano de la Propiedad
Industrial, para que dentro del plazo de cinco días contados a partir
de que esta sentencia sea legalmente ejecutable, cancele los
registros 969856, 969855, 969854, de veinticinco de enero de dos
mil siete; 1012921, de veintidós de noviembre de dos mil siete; y
1016021, de treinta de noviembre de dos mil siete, y por lo que hace
al Instituto Nacional del Derecho de Autor, cancele los registros 03-
2005-012009510900-14, 03-2005-012009475100-14, de veinticinco
de enero de dos mil cinco; 03-2006-092010100600-14, de cinco de
octubre de dos mil seis y 03-2007-091211572800-14, de veintiuno de
septiembre de dos mil siete, otorgados a la codemandada Amparo
Serrano Espinosa.
QUINTO. No se hace condena en costas”.

TERCERO. Recurso de apelación y sentencia. En contra de


la anterior resolución, mediante escrito presentado el dos de octubre
de dos mil catorce, Amparo Serrano Espinosa, a través de su
apoderado legal Jorge Mier y Concha Segura, interpuso recurso de
apelación7.

7 Fojas 9 a 122 del cuaderno del recurso de apelación 492/2014.

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Dicho recurso fue turnado al Tercer Tribunal Unitario en


Materias Civil y Administrativa del Primer Circuito, en donde se
registró con el número de expediente 492/2014, y una vez seguidos
los trámites correspondientes, se dictó sentencia el veintisiete de
marzo de dos mil quince8. En tal resolución, el Magistrado sostuvo
toralmente lo siguiente:

- Es infundado el planteamiento consistente en que el Juez de


Distrito pasó por alto que la imagen de la Virgen de Guadalupe es de
dominio público, ya que si bien las obras de la actora son versiones
de ésta, lo cierto es que son objeto de protección en lo que tienen de
original, a saber, la representación de una virgen niña.

- Aunado a ello, a pesar de que las ideas no son protegibles, sí


existe una protección respecto de lo que tenga de original el modo en
que éstas se plasmaron, máxime cuando el Juez de Distrito no
empleó presunciones indebidas, en tanto arribó a la conclusión a
partir del empleo de diversos indicios, mismos que permiten arribar a
la convicción de que efectivamente, el conocimiento que tuvo la
demandada de las obras de la actora, es lo que sirvió de parámetro
para realizar sus respectivas obras y luego proceder a su solicitud de
registro.

- Por tanto, el Juez de Distrito sí cumplió con su obligación


constitucional de debido fundamento, ya que expuso las razones

8 Fojas 201 a 400 del cuaderno del recurso de apelación 492/2014.

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sobre la valoración efectuada a las pruebas periciales ofrecidas


durante el juicio.

- Sin embargo, asiste razón a la recurrente, en el sentido de que


el Juez de Distrito no debió ordenar la cancelación de los registros
ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, pues no se
demostró la violación de un derecho o prerrogativa previsto en la Ley
de la Propiedad Industrial, en tanto no se probó que la marca fuera
idéntica o semejante en grado de confusión a otra que se hubiese
utilizado en el país o en el extranjero con anterioridad a la fecha de
presentación de la solicitud de la marca registrada, y que se aplicara
además a los mismos o similares productos o servicios.

- Por tanto, se modificó la sentencia recurrida, a efecto de que


se declarara improcedente también la pretensión de cancelar los
títulos y certificados de registro ante el Instituto Mexicano de la
Propiedad Industrial, y únicamente se declarara como procedente la
pretensión de cancelar los registros ante el Instituto Nacional del
Derecho de Autor.

- No resulta procedente condenar al pago de gastos y costas,


en tanto la apelante limitó su actuación, en el desarrollo del trámite
del recurso, a lo estrictamente indispensable para hacer posible la
resolución del asunto.

Es por lo anterior, que los puntos resolutivos de la sentencia de


segunda instancia fueron los siguientes:

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“PRIMERO. Se modifica la sentencia dictada el seis de junio de dos


mil catorce, por el Juez Noveno de Distrito en Materia Administrativa
en el Distrito Federal, en el juicio ordinario federal administrativo
04/2010, promovido por Mercedes Gertz Loizaga, contra Amparo
Serrano Espinosa, cuyos puntos resolutivos quedarán en los
términos precisados en la última parte del considerando cuarto de
esta resolución.
SEGUNDO. No se hace especial condena en costas en esta
instancia de acuerdo con los motivos expuestos en el considerando
quinto”.

CUARTO. Primeras demandas de amparo directo y


sentencias. En contra de la anterior resolución, mediante escrito
presentado el veintitrés de abril de dos mil quince9, Mercedes Gertz
Loizaga promovió juicio de amparo directo, a efecto de combatir el
apartado de la sentencia de segunda instancia en la que se modificó
la dictada por el Juez de Distrito, en lo relativo a los títulos y
certificados registrados ante el Instituto Mexicano de la Propiedad
Industrial.

Tal demanda fue turnada al Décimo Sexto Tribunal Colegiado


en Materia Administrativa del Primer Circuito, cuyo Magistrado
Presidente la registró con el número de expediente 317/2015 y en
auto de doce de mayo de dos mil quince10, la admitió a trámite.

De igual forma, por escrito presentado el veinticuatro de abril de


dos mil quince11, Amparo Serrano Espinosa, por conducto de su
apoderado legal Jorge Mier y Concha Segura, promovió juicio de
amparo directo.

9 Fojas 415 a 459 del cuaderno del recurso de apelación 492/2014.


10 Foja 1187 del cuaderno del recurso de apelación 492/2014.
11 Fojas 463 a 573 del cuaderno del recurso de apelación 492/2014.

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En el mismo sentido, tal demanda fue turnada al Décimo Sexto


Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, cuyo
Magistrado Presidente la registró con el número de expediente
319/2015 y en auto de doce de mayo de dos mil quince12, la admitió a
trámite.

En este último expediente, en sesión de tres de marzo de dos


mil dieciséis13, los Magistrados integrantes del Tribunal Colegiado
sostuvieron medularmente lo siguiente:

- La sentencia reclamada no se sustenta en una indebida


prueba presuncional, pues nada impide que el juzgador pueda valerse
de varios indicios para acreditar la veracidad de un hecho, situación
que en el presente caso está debidamente sustentada.

- No puede hablarse de una obra derivada cuando un autor se


basa solamente en ideas de una obra existente, esto es, cuando se
despoja a la obra de toda forma exterior, y basándose en la idea se
crea otra obra que a su vez resulta novedosa, lo cual se debe a que
en términos del artículo 14, fracción I, de la Ley Federal del Derecho
de Autor, las ideas y los conceptos no son protegibles, así como
tampoco los contenidos, pues lo que se protege es la personal forma
de materializarlos.

- La sola entrada en vigor de la Ley Federal del Derecho de


Autor, no trae como consecuencia inmediata y automática, que las

12 Foja 1188 del cuaderno del recurso de apelación 492/2014.


13 Fojas 1225 a 1368 del cuaderno del recurso de apelación 492/2014.

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obras descritas en los certificados de la señora Gertz Loizaga se


consideren como obras primigenias, en tanto fueron consideradas
como “versiones” al amparo de la ley anterior, pues resulta necesario
analizar si satisfacen los requisitos para que efectivamente se
consideren como primigenias.

- En tal sentido, la señora Gertz Loizaga representó una virgen


niña en sus obras, lo cual no implica una idea novedosa en sí misma,
pues a través de la historia del arte se puede comprobar que la idea
de representar vírgenes niñas, no adolescentes ni adultas, se ha
explotado frecuentemente, incluso llegó a considerarse que durante el
siglo XVII constituyó una “moda” plasmar este tipo de presentaciones,
es decir, personajes divinos durante su infancia.

- La originalidad depende de la forma en que el autor realiza la


expresión o representación, y no de la novedad del concepto, aunado
a que, la mayoría de las obras artísticas se basan en ideas o
conceptos que de algún modo ya fueron explotados.

- En consecuencia, no es posible concluir que solamente


Mercedes Gertz Loizaga puede representar vírgenes niñas, pues esa
idea o concepto como tal, no goza de protección, sino que ésta
únicamente se refiere al modo en que se plasmó o expresó la idea, y
no la mera acción de llevar a cabo la representación.

- Adicionalmente, fue indebido que se decretara la cancelación


de todos los registros de la quejosa, sin que se hubiera expuesto, de

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manera fundada y motivada, respecto de cada obra que integra las


colecciones, si contienen características similares o idénticas con las
obras “Guadalupana niña”.

- El Tribunal Unitario pasó por alto diversos argumentos hechos


valer en el recurso de apelación, pues debió dilucidar si en los
dictámenes de los peritos designados por Amparo Serrano Espinosa,
así como los terceros en discordia, se empleó un método
comparativo, analítico y deductivo, esto es, debió analizar de manera
integral los informes de los especialistas.

- Adicionalmente, a simple vista se advierte que las obras, tanto


de la señora Gertz Loizaga como de la señora Serrano Espinosa,
están basadas en la Virgen de Guadalupe, lo cual es contrario a las
conclusiones de los peritos designados por la actora, quienes
señalaron que las obras “Guadalupana niña” eran originales, lo cual
es claramente inverosímil.

- Lo anterior no constituye un impedimento para que, en su


caso, el Tribunal Unitario otorgue el carácter de obras primigenias a
las realizadas por Mercedes Gertz Loizaga, pero ello no podrá
fundamentarse en el supuesto legal consistente en que “han sido
creadas de origen sin estar basadas en otra preexistente”, sino en el
diverso relativo a que “estando basadas en otra, sus características
permitan afirmar su originalidad”, debiendo en tal caso fundar y
motivar debidamente su conclusión.

Tomando en consideración las anteriores razones, el Tribunal


Colegiado concedió el amparo a la señora Serrano Espinosa, para

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que el Tribunal Unitario dejara insubsistente la sentencia reclamada y,


en su lugar, emitiera una nueva, en la que tomara en consideración
los argumentos plasmados en la ejecutoria de amparo y resolviera lo
que en derecho correspondiera, tomando en cuenta las siguientes
premisas:

“a) El derecho de autor sólo protege las creaciones formales, no así


las ideas contenidas en una obra, pues las ideas en sí no son obras,
por lo que un concepto o idea, es de uso libre, pues sobre estos no
se puede adquirir la protección o propiedad alguna, incluso si estas
resultasen novedosas, pues mediante el derecho de autor
únicamente puede protegerse, de forma exclusiva, la forma en la que
esas ideas son descritas, explicadas, ilustradas o incorporadas a las
obras, esto es, la forma en que se plasma la correspondiente idea,
más no la idea misma, puesto que, se reitera, lo que se protege de
las obras es la forma en que se expresan y no el hecho de que hayan
sido concebidas o imaginadas o representadas en la mente del autor,
así como tampoco el concepto que hubieran expresado, sino la forma
en que lo hicieron.
b) Debe tomar en cuenta que las ideas o conceptos no son
registrables.
c) Habrá de tomar en cuenta que la originalidad de una obra no
puede radicar en un concepto o idea, como es el “representar a una
virgen niña, no adolecente ni adulta”; sino que debe atender a “la
forma en que se materializó esa idea o concepto”.
d) La originalidad de una obra tampoco puede derivar, solamente, de
cuestiones abstractas y subjetivas, como son las acciones o
sentimientos de un personaje, entre otras, la expresión de protección,
confianza, cuidado maternal, ternura y amor infantil, desde la
perspectiva inocente de una niña.
e) El concepto o idea de “representar a una virgen niña”, no es
novedoso, en razón que históricamente ya se ha representado este
concepto.
f) En el supuesto que la autoridad responsable considere que es
procedente la cancelación de todas las obras que amparan los
registros números 03-2005-012009475100-14, 03-2005-
0120095109000-14, 03-2006-092010100600-14 y 03-2007-
091211572800-14, deberá de exponer, de forma fundada y motivada,
respecto de todas y cada una de las obras que contienen la
colecciones que amparan dichos registros, las razones por las que

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llegó a esa conclusión, esto es, analizar, en lo individual, si cada una


de las obras protegidas en los certificados antes citados, contienen
características similares o idénticas a las obras denominadas
“Guadalupana niña”, amparadas en los certificados números 94478 y
94484, a nombre de Mercedes Gertz Loizaga.
g) Deberá resolver la totalidad de las cuestiones efectivamente
planteadas por Amparo Serrano Espinosa en su agravio identificado
como “cuarto”, respecto de que la valoración que hizo el Juez de
Distrito de los dictámenes periciales rendidos por Rossana Jaramillo
Páez, perito designada por la parte demandada para desahogar las
periciales en diseño gráfico y en artes plásticas y diseño; Sergio
Koleff Osorio perito tercero en discordia en artes plásticas y diseño y
Víctor Hugo Martínez Cedeño, perito tercero en discordia en diseño
gráfico, carece de la debida fundamentación y motivación, no
obstante que en los dictámenes periciales en comento no exista un
capítulo expreso en el que se señalen el método y la técnica
empleados para dar respuesta a los interrogatorios formulados, pues
el Magistrado responsable deberá analizar si de la lectura integral de
los informes de los especialistas se advierten esos elementos.
h) Lo resuelto por el Juez de Distrito, confirmado por el Tercer
Tribunal Unitario en Materia Civil y Administrativa del Primer Circuito,
en el sentido de otorgar valor probatorio pleno a los dictámenes
periciales rendidos por Eduardo Vigueras Ibarra, perito designado por
la parte actora en la pericial en artes plásticas y diseño, y Mónica
Puigferrat Novella, perito designado en rebeldía a la actora en diseño
gráfico, carece de la debida fundamentación y motivación, puesto
que, como se advierte de los citados dictámenes (fojas 1869 a 1958 y
2245 a 2271 del juicio ordinario administrativo), los citados
especialistas solamente se enfocaron a analizar algunas de las obras
de la demandada.
i) A los dictámenes de rendidos por los peritos designados por la
parte actora (Eduardo Vigueras Ibarra, especialista en materia de
artes plásticas y diseño, y Mónica Puigferrat Novella, técnica en
diseño gráfico), no tienen valor probatorio pleno, puesto que las
conclusiones que hacen sobre la originalidad de las obras de
Mercedes Gertz Loizaga, carecen de la debida claridad, por tratarse
de conclusiones inverosímiles, al contrariar normas generales de
experiencia, hechos notorios y las declaraciones de la propia
creadora de la obra, al haber negado dichos especialistas que las
obras de la actora derivan de la imagen de la Virgen de Guadalupe, lo
que se ha desvirtuado con los medios de prueba que se han
mencionado y que gozan de mayor credibilidad, por lo que deben
rechazarse las afirmaciones en ese sentido de los mencionados
especialistas”.

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En tal sentido, los puntos resolutivos de la sentencia en cuestión


fueron los siguientes:

“PRIMERO. La Justicia de la Unión ampara y protege a Amparo


Serrano Espinosa, en contra del acto y autoridad precisados en el
resultando primero de esta ejecutoria y para los efectos decretados
en el último considerando.
SEGUNDO. Se niega el amparo en adhesión propuesto por
Mercedes Gertz Loizaga, en términos de los argumentos expuestos
en los considerandos décimo y décimo segundo, de la presente
ejecutoria”.

Con motivo de lo anterior, en el expediente del juicio de amparo


directo 317/2015 del índice del mismo Tribunal Colegiado, se resolvió
lo siguiente:

“PRIMERO. Se declara sin materia el amparo promovido por


Mercedes Gertz Loizaga, respecto del acto y por la autoridad
precisada en el resultando primero de esta ejecutoria.
SEGUNDO. Se declara sin materia el amparo adhesivo promovido
por Amparo Serrano Espinosa, respecto del acto y por la autoridad
precisada en el resultando primero de esta ejecutoria”.

QUINTO. Sentencia del recurso de apelación en


cumplimiento de la sentencia de amparo (acto reclamado en el
presente asunto). Con motivo de lo anterior, el Tribunal Unitario
emitió una nueva resolución el trece de abril de dos mil dieciséis14, en
la cual se sostuvieron medularmente las siguientes consideraciones:

- Existe una incongruencia en la sentencia recurrida, pues no se


analizó la litis de acuerdo con lo argumentado por las partes en sus
escritos de demanda y contestación, aunado a que existió una
14 Fojas 1378 a 1626 del cuaderno del recurso de apelación 492/2014.

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indebida valoración de pruebas, y no se demostró violación alguna a


la Ley Federal del Derecho de Autor o a la Ley de la Propiedad
Industrial.

- Al momento en que se expidieron los certificados de la actora,


es decir, el veintitrés de mayo de mil novecientos noventa y seis, se
encontraba vigente la Ley Federal de Derechos de Autor, misma que
preveía a las obras derivadas como “versiones” para efectos de la
protección autoral.

- En consecuencia, las obras de la actora son derivadas de la


imagen de la Virgen de Guadalupe, misma que jurídicamente consiste
en un “descubrimiento” y, por ende, puede ser utilizada libremente por
cualquier persona, máxime porque los rasgos característicos de las
obras “Guadalupana niña”, en realidad son elementos generales y
necesarios de la Virgen de Guadalupe.

- De conformidad con el artículo 14, fracción I, de la Ley Federal


del Derecho de Autor, en relación con el numeral 9.2 del Acuerdo
sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual
relacionados con el comercio, las ideas no son protegibles sino la
forma de expresión, por lo que la idea de representar a la Virgen de
Guadalupe como niña no pertenece a la actora ni a nadie, por lo que
cualquiera puede realizar sus propias versiones de la obra primigenia.

- Adicionalmente, aun cuando fuera cierto que la demandada se


basó en una medalla de la actora para crear sus obras, lo cierto es
que las ideas no son protegibles, sino la forma de expresión y, en el
caso concreto, a simple vista de la comparación entre las obras de

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ambas partes, se observan notables diferencias en la forma de


expresar la idea de una virgen niña, tanto en sus características
estéticas, lineales, geométricas, de trazos y sobre todo de color, lo
cual conduce a la conclusión de que se trata de diversas versiones de
la Virgen de Guadalupe.

- Los dictámenes rendidos por los peritos de la demandada y los


peritos terceros en discordia, son coincidentes sobre el hecho de que
las obras de la parte demandada no son una reproducción, imitación,
derivación, mutilación, deformación o modificación de las obras de la
parte actora.

- Contrario a lo señalado en los dictámenes de los peritos de la


parte actora, lo cierto es que las obras denominadas “Guadalupana
niña”, sí se encuentran inspiradas en la imagen original de la Virgen
de Guadalupe, que se encuentra físicamente en la denominada
“Nueva Basílica de Guadalupe”.

- Si bien las obras de la actora pudieran gozar de la protección


que otorga el Estado mexicano como obras primigenias, también es
cierto que, en términos de lo dispuesto en el artículo 4, apartado C,
fracción I, de la Ley Federal del Derecho de Autor, tales obras no
podrían obtener ese carácter por considerar que fueron creadas de
origen, sino que tal protección derivaría, en su caso, de que sus
características permitieran afirmar tal originalidad, sin dejar de
reconocer que están basadas en otra, como lo es la imagen de la
Virgen de Guadalupe.

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- Así, el juzgador no debió otorgar valor probatorio pleno a los


dictámenes rendidos por los peritos de la actora, pues carecen de
debida claridad, y sostienen conclusiones inverosímiles, al contrariar
normas generales de experiencia, hechos notorios y las declaraciones
de la propia creadora de las obras.

- En consecuencia, cobra aplicación el artículo 78, párrafo


segundo, de la Ley Federal del Derecho de Autor, que determina que
cuando las obras derivadas sean del dominio público, serán
protegidas en lo que tengan de originales, pero tal protección no
comprenderá el derecho al uso exclusivo de la obra primigenia, ni
dará derecho a impedir que se hagan otras versiones de la misma, ya
que la Virgen de Guadalupe es del dominio público, y el hecho de que
exista una virgen niña no impide que se hagan otras versiones de la
misma, pues la actora no tiene un derecho exclusivo sobre la imagen
de la Virgen de Guadalupe.

- Al ser sustancialmente fundados los agravios hechos valer, se


revoca la sentencia recurrida, cuyos puntos resolutivos deberán
quedar en los siguientes términos:

“PRIMERO. Este juzgado federal es competente para resolver en


definitiva el presente juicio ordinario administrativo.
SEGUNDO. Son improcedentes las prestaciones demandadas por
Mercedes Gertz Loizaga, consistentes en el reconocimiento como
autora primigenia y perpetua de los derechos morales de las obras
Guadalupana niña; la publicación de un extracto de la presente
sentencia a costa de la codemandada Amparo Serrano Espinosa; así
como la consistente en la cancelación de los títulos y certificados de
registro de las obras de la demandada.
QUINTO. No se hace condena en costas”.

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- No procede la condena al pago de costas, pues la apelante


limitó su actuación, en el desarrollo del trámite de la apelación, a lo
estrictamente indispensable para hacer posible la resolución del
asunto.

Así las cosas, los puntos resolutivos de esta nueva resolución


fueron los siguientes:

“PRIMERO. Se revoca la sentencia dictada el diez de junio de dos


mil catorce, por el Juez Noveno de Distrito en Materia Administrativa
en el Distrito Federal, en el juicio ordinario federal administrativo
04/2010, promovido por Mercedes Gertz Loizaga, contra Amparo
Serrano Espinosa, cuyos puntos resolutivos quedarán en los
términos precisados en el considerando séptimo de esta resolución.
SEGUNDO. No se hace especial condena en costas en esta
instancia de acuerdo con los motivos expuestos en el considerando
octavo”.

Ahora bien, el veinte de abril de dos mil dieciséis15, ante la


solicitud del representante legal de Amparo Serrano Espinosa, el
Magistrado del Tribunal Unitario aclaró la sentencia dictada el trece
de abril de dos mil dieciséis, en la parte relativa a cómo quedarían los
puntos resolutivos de la sentencia emitida en el juicio ordinario
administrativo, y señaló que éstos quedarían en los siguientes
términos:

“PRIMERO. Este juzgado federal es competente para resolver en


definitiva el presente juicio ordinario administrativo.
SEGUNDO. Son improcedentes las prestaciones demandadas por
Mercedes Gertz Loizaga, consistentes en el reconocimiento como
autora primigenia y perpetua de los derechos morales de las obras
Guadalupana niña; la publicación de un extracto de la presente

15 Fojas 1643 y 1644 del cuaderno del recurso de apelación 492/2014.

19
AMPARO DIRECTO 33/2017

sentencia a costa de la codemandada Amparo Serrano Espinosa; así


como la consistente en la cancelación de los títulos y certificados de
registro de las obras de la demandada ante el Instituto Nacional del
Derecho de Autor y el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial.
TERCERO. No se hace condena en costas”.

Cabe señalar que la resolución del Tribunal Unitario se


consideró suficiente por el Tribunal Colegiado, para estimar como
cumplida la sentencia de amparo dictada en el expediente 319/2015 a
que se ha hecho referencia.

Debido a ello, Mercedes Gertz Loizaga interpuso recurso de


inconformidad, el cual se radicó con el número de expediente
1267/2016 del índice de este Alto Tribunal. Tal asunto fue resuelto por
esta Segunda Sala en sesión de veintidós de febrero de dos mil
diecisiete bajo la Ponencia de la Ministra Luna Ramos, en la que se
determinó que el recurso era infundado, en tanto sí hubo
cumplimiento, en su totalidad, de los lineamientos de la ejecutoria de
amparo.

SEXTO. Demanda de amparo directo. Mediante escrito


presentado el seis de mayo de dos mil dieciséis, Mercedes Gertz
Loizaga presentó demanda de amparo directo16, en la que hizo valer
los siguientes argumentos:

- El Tribunal Unitario negó sin fundamento ni motivo todo lo que


apoyó en su anterior resolución, obedeciendo los criterios parciales
del Tribunal Colegiado, y haciendo a un lado su libertad y plenitud de
jurisdicción, y negando en forma reiterada, injustificada, ilegal y
contradictoria la semejanza entre las obras de ambas partes.

16 Fojas 3 a 77 del cuaderno del juicio de amparo directo 33/2017.

20
AMPARO DIRECTO 33/2017

- Primer concepto de violación. Resulta jurídicamente válido


sostener que el impedimento para la explotación es una consecuencia
legal de la cancelación de los registros y certificados impugnados, por
lo que fue injustificado que el Tribunal Unitario excluyera el tema de la
explotación de la litis.

El Tribunal Unitario, de manera contradictoria, señala que es


fundada la afirmación de la demandada en el sentido de que la
sentencia de primera instancia fue incongruente, lo cual es falso, en
tanto el Juez de Distrito sí resolvió la litis planteada, pues estudió a
fondo y valoró los elementos de prueba abundantes en autos, aunado
a que en términos del artículo 78 de la Ley Federal del Derecho de
Autor, la protección de las obras derivadas, en lo que no tengan de
original, no depende de la explotación autorizada o no del titular del
derecho patrimonial.

El Magistrado pasó por alto que existen pruebas presuncionales


y directas de que la señora Serrano Espinosa, desde mil novecientos
noventa y ocho tenía conocimiento de la obra artística “Guadalupana
niña”, a partir de lo cual decidió hacer sus obras.

A pesar de que las obras de la quejosa sean derivadas, éstas


no encuadran en los supuestos contenidos en el artículo 78 de la Ley
Federal del Derecho de Autor, pues no son del dominio público, y
tampoco son arreglos, compendios, ampliaciones, traducciones,

21
AMPARO DIRECTO 33/2017

adaptaciones, paráfrasis, compilaciones, colecciones y


transformaciones de obras literarias y artísticas.

De igual manera, se pasó por alto que se actualizó la hipótesis


contenida en el artículo 151, fracción III, de la Ley de la Propiedad
Industrial, pues la señora Serrano Espinosa proporcionó datos falsos,
al tener conocimiento de las obras de la quejosa.

En consecuencia, el tribunal responsable llevó a cabo un


examen defectuoso e indebido de las constancias y pruebas de autos,
ya que la sentencia de primera instancia sí consideró el principio de
congruencia.

- Segundo concepto de violación. El Magistrado responsable


no tomó en consideración que las obras derivadas, cuando cuentan
con originalidad, deben calificarse de esa manera, por lo que negó de
manera indebida los aspectos originales de las obras de la quejosa,
máxime cuando la quejosa en momento alguno expresó que sus
obras fueran una versión o derivación de la Virgen de Guadalupe.

El aspecto original de la Virgen de Guadalupe, consiste en sus


características indígenas y aborígenes, cuyo estilo responde a los
valores estéticos y pictóricos de ese siglo, aunado a que en ello no
consistía la litis original, sino en el hecho de que la señora Serrano
Espinosa realizó un plagio de las obras de la señora Gertz Loizaga,
en adición a que se le aplicó de manera indebida la segunda parte del
artículo 9 de la abrogada Ley Federal de Derechos de Autor.

22
AMPARO DIRECTO 33/2017

La autoridad responsable interpretó de manera infundada e


indebida el artículo 14, fracción I, de la Ley Federal del Derecho de
Autor, en relación con el numeral 9.2 del Acuerdo sobre los Derechos
de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio, pues la
quejosa no registró una idea, sino una obra con aspectos de
originalidad, esto es, la forma de expresar una niña virgen implica una
originalidad protegida por el Estado mexicano.

Asimismo, lo cierto es que el artículo 4º de la Ley Federal del


Derecho de Autor, define a las obras derivadas como adaptaciones,
traducciones o transformaciones de una obra primigenia, lo cual no
ocurre en la especie. Así, es imprecisa la conclusión de que las obras
de la quejosa sean derivadas de la Virgen de Guadalupe, sin analizar
sus aspectos de originalidad.

En suma, sostiene que la autoridad responsable partió de una


premisa falsa, consistente en que la quejosa pretendió proteger una
idea.

- Tercer concepto de violación. Resulta infundada y carente


de motivación, la afirmación consistente en que se dio un alcance
indebido a la prueba confesional, en la cual, la demandada reconoció
que en una tienda de regalos observó el grabado de la medalla de
plata que diseñó la ahora quejosa.

Lo anterior resultaba suficiente para concluir que la señora


Serrano Espinosa tuvo conocimiento de la obra de Mercedes Gertz

23
AMPARO DIRECTO 33/2017

Loizaga, lo que sirvió de base para realizar sus obras y


posteriormente registrarlas de forma ilegal.

Igualmente, la autoridad responsable dejó de apreciar


infundadamente que la señora Gertz Loizaga creó formalmente una
virgen niña que consta en un soporte material, lo cual es objeto de
protección del derecho de autor, esto es, como forma de expresión, la
quejosa plasmó en diversos materiales tangibles, una figura humana
con características formales y conceptuales específicas.

Asimismo, es infundado que las obras presenten notables


diferencias en la manera de expresar a la virgen niña, ya que el
Magistrado responsable no es perito en diseño gráfico o artes
plásticas, negando así valor probatorio a los dictámenes periciales
que fueron ofrecidos, aunado a que aquellos peritajes de la
demandada y de los peritos terceros en discordia, no señalan
expresamente el método y técnica empleados para dar respuesta a
los interrogatorios formulados, por lo que concederles valor probatorio
pleno es desacertado.

- Cuarto concepto de violación. Resulta infundado que la


autoridad responsable decrete que le asiste la razón a la demandada,
pues los dictámenes que ofreció la ahora quejosa, contienen
elementos de fondo y forma que la ley, la doctrina y la jurisprudencia
exigen para los peritajes, en los que se concluyó que las obras de la
actora eran originales, y no estaban basadas en la Virgen de
Guadalupe.

24
AMPARO DIRECTO 33/2017

Es infundada la afirmación de que a simple vista, las obras de


ambas partes están basadas en la Virgen de Guadalupe, pues ello
resulta parcial y favorable a la señora Serrano Espinosa, máxime por
no ser un perito en diseño gráfico o artes plásticas.

Las obras de la señora Gertz Loizaga cuentan con


características originales propias, como el vestido, cuello, manos,
cinturón, manto y cara, máxime porque argumentó que con sus obras
podría llegar a conquistar el gusto y sensibilidad de las niñas y
jóvenes mexicanas en la imagen guadalupana, siendo obra original
en razón de las características que le son propias.

Los dictámenes que ofreció la quejosa, no son inverosímiles,


pues dichas opiniones, mediante el estudio cuidadoso del problema
sometido a su consideración, tienen fundamentos sobre el objeto,
método y técnicas que utilizaron para la obtención de sus
conclusiones de que las obras de la actora no están basadas ni
derivan de la Virgen de Guadalupe.

- Quinto concepto de violación. Resulta infundado y sin


motivación alguna que la autoridad responsable revoque la sentencia
de primera instancia, pues tal resolución está dictada de manera
contraria a la letra de la ley y a las constancias, al no respetar los
derechos de legalidad, congruencia, debida fundamentación y
motivación.

25
AMPARO DIRECTO 33/2017

- Sexto concepto de violación. Ad cautelam, se reclama la


inconstitucionalidad de los artículos 4, apartado C, fracciones I y II,
así como 78, de la Ley Federal del Derecho de Autor, aplicados por la
autoridad responsable, por ser contrarios al derecho de igualdad
contenido en el artículo 1º constitucional.

Lo anterior, toda vez que tales preceptos generan dos


regímenes jurídicos diferenciados para supuestos de hecho o
situaciones equivalentes, toda vez que una obra primigenia puede ser
aquella que estando basada en otra, sus características permiten
afirmar su originalidad, mientras que una derivada es la que resulta
de la adaptación, traducción u otra transformación de una obra
primigenia, esto es, se trata de situaciones equivalentes, pero el
citado numeral 78 únicamente señala que estas últimas solamente
estarán protegidas en lo que tengan de originales y que solamente
serán explotadas cuando hayan sido autorizadas por el titular del
derecho patrimonial sobre la obra primigenia, pero cuando las obras
derivadas sean del dominio público, serán protegidas en lo que
tengan de originales, pero tal protección no comprenderá el derecho
al uso exclusivo de la obra primigenia, ni dará derecho a impedir que
se hagan otras versiones de la misma.

En otras palabras, las obrar primigenias pueden tener su origen


a partir de otra obra, y las derivadas también se obtienen de esa
forma, pero a estas últimas se les limita el campo de explotación y
protección, mientras que a las otras no, máxime cuando las
disposiciones no señalan con claridad cómo debe definirse la
originalidad y cómo debe estar señalada en el registro
correspondiente, situación que concede al juzgador una

26
AMPARO DIRECTO 33/2017

discrecionalidad sin límites que va directamente en contra de los


derechos humanos de cualquier actor.

- Finalmente, la quejosa solicita la suplencia de la queja en


términos del artículo 79, fracción VI, de la Ley de Amparo, al haber
existido en su contra violaciones manifiestas a la ley.

Por razón de turno correspondió conocer del asunto al Décimo


Sexto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer
Circuito; por lo que su Magistrada Presidenta ordenó formar y
registrar el expediente con el número de asunto 387/2016 y admitió a
trámite la demanda de amparo en auto de veintiséis de mayo de dos
mil dieciséis17.

SÉPTIMO. Amparo adhesivo. Mediante escrito presentado el


treinta y uno de mayo de dos mil dieciséis18, Amparo Serrano
Espinosa, a través de su apoderado legal Jorge Mier y Concha
Segura, promovió amparo adhesivo, en el que hizo valer los
siguientes argumentos:

- Se debe dar mayor valor probatorio a los dictámenes periciales


rendidos por la perito designada por la parte demandada, en artes
plásticas y diseño gráfico, así como a los peritajes de los peritos
terceros en discordia, tanto en diseño gráfico, como en artes plásticas
y diseño.

17 Fojas 53 y 54 del cuaderno del juicio de amparo directo 387/2016 del índice del Tribunal
Colegiado.
18 Fojas 91 a 101 del cuaderno del juicio de amparo directo 33/2017.

27
AMPARO DIRECTO 33/2017

- Lo anterior, ya que en tales peritajes se concluye que las obras


son independientes entre sí, aunado a que se trata de los estudios
más lógicos, imparciales, extensos y profundos. Esto es, se trata de
dictámenes veraces y acertados, en los que se analizaron
cuidadosamente los problemas, con percepciones de los hechos y
considerando las reglas técnicas, científicas o artísticas en la materia.

- Adicionalmente, en dicho escrito se exponen cuáles son las


preguntas que a su consideración refuerzan las conclusiones a las
que arribó el Tribunal Unitario, en el sentido de que no existen
elementos para señalar que hubo plagio o copia por parte de Amparo
Serrano Espinosa.

El citado amparo adhesivo fue admitido en auto de dos de junio


de dos mil dieciséis, dictado por la Magistrada Presidenta del Tribunal
Colegiado19.

OCTAVO. Solicitud de ejercicio de la facultad de atracción y


trámite ante esta Suprema Corte. Mediante escrito presentado el
diecisiete de marzo de dos mil diecisiete, Mercedes Gertz Loizaga,
solicitó a esta Suprema Corte de Justicia de la Nación el ejercicio de
la facultad de atracción respecto del juicio de amparo directo
387/2016 del índice del Décimo Sexto Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito.

En sesión privada de veintinueve de marzo de dos mil


diecisiete, los Ministros integrantes de esta Segunda Sala

19 Foja 113 del cuaderno del juicio de amparo directo 387/2016 del índice del Tribunal Colegiado.

28
AMPARO DIRECTO 33/2017

determinaron hacer suya la solicitud formulada. En consecuencia, en


sesión de catorce de junio de dos mil diecisiete, al resolver la
solicitud de ejercicio de la facultad de atracción 138/201720, se
determinó conocer del juicio de amparo directo en cuestión.

En consecuencia, el Presidente de este Alto Tribunal dictó


acuerdo el diez de agosto de dos mil diecisiete21, en el que ordenó
formar y registrar el expediente relativo con el número de amparo
directo 33/2017; asimismo, ordenó que se turnaran los autos al
Ministro Alberto Pérez Dayán, y se remitieran a esta Segunda Sala.

Por acuerdo de veintiocho de agosto de dos mil diecisiete, el


Presidente de esta Segunda determinó que ésta se avocaba al
conocimiento del asunto y, por tanto, ordenó remitir el expediente
relativo al Ministro Ponente para la elaboración del proyecto de
resolución respectivo22.

En sesión celebrada por esta Segunda Sala el veintiuno de


febrero de dos mil dieciocho, por mayoría de cuatro votos, se
desechó el proyecto de resolución presentado por el Ministro Alberto
Pérez Dayán, motivo por el cual se ordenó su returno.

Finalmente, mediante acuerdo de veintidós de febrero de dos mil


dieciocho, se returnó el asunto a la Ponencia del Ministro Eduardo
Medina Mora I., para la elaboración del proyecto de resolución23.

20 Resuelto por unanimidad de cuatro votos, encontrándose ausente el Ministro Pérez Dayán.
21 Fojas 103 a 105 del cuaderno del juicio de amparo directo 33/2017.
22 Foja 152 del cuaderno del juicio de amparo directo 33/2017.
23 Foja 153 del cuaderno del juicio de amparo directo 33/2017.

29
AMPARO DIRECTO 33/2017

Finalmente, el proyecto de sentencia fue publicado de


conformidad con lo dispuesto en los artículos 73 y 184 de la Ley de
Amparo en vigor; y,

CONSIDERANDO:

PRIMERO. Competencia. Esta Segunda Sala de la Suprema


Corte de Justicia de la Nación es competente para conocer del
presente juicio de amparo directo, en términos de lo dispuesto en los
artículos 107, fracción V, último párrafo, de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos; 40 de la Ley de Amparo; y 21, fracción
III, inciso b), de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación,
en relación con el Punto Tercero del Acuerdo General Plenario 5/2013
de trece de mayo de dos mil trece, toda vez que se trata de un juicio
de amparo directo cuya atracción se determinó mediante sentencia de
catorce de junio de dos mil diecisiete, dictada por esta Segunda Sala,
aunado a que se estima innecesaria la intervención del Tribunal Pleno
para su resolución.

SEGUNDO. Oportunidad. En lo relativo a la oportunidad de la


promoción del juicio, es necesario tener en cuenta que la sentencia
reclamada se notificó personalmente a la parte quejosa el jueves
catorce de abril de dos mil dieciséis, mientras que la aclaración de la
misma24 se notificó por la misma vía el viernes veintidós de abril de la

24Al respecto, véase la jurisprudencia 9/2013 del Tribunal Pleno de esta Suprema Corte, de rubro:
“ACLARACIÓN DE SENTENCIA. EL CÓMPUTO DEL PLAZO PARA PROMOVER EL JUICIO
DE AMPARO DIRECTO EN CONTRA DE UNA SENTENCIA DEFINITIVA SUJETA A ESA
INSTITUCIÓN PROCESAL, INICIA A PARTIR DEL DÍA SIGUIENTE AL EN QUE SURTE
EFECTOS LA NOTIFICACIÓN DE LA RESOLUCIÓN RECAÍDA A LA SOLICITUD
CORRESPONDIENTE” (publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima
Época, Libro XVIII, marzo de 2013, Tomo 1, página 5).

30
AMPARO DIRECTO 33/2017

misma anualidad, por lo que el plazo legal para la promoción del juicio
de amparo transcurrió del martes veintiséis de abril de dos mil
dieciséis al martes diecisiete de mayo del citado año25.

Así las cosas, la demanda de amparo se encuentra en tiempo,


en tanto el escrito fue presentado por la parte quejosa el seis de mayo
de dos mil dieciséis26.

Por lo que respecta al amparo adhesivo, el acuerdo por el que


se admitió la demanda de amparo principal se notificó a la tercero
interesada el miércoles uno de junio de dos mil dieciséis, por lo que el
plazo legal para su promoción transcurrió del viernes tres de junio de
dos mil dieciséis al jueves veintitrés de junio del citado año27.

En consecuencia, el amparo adhesivo se encuentra en tiempo


en términos del artículo 181 de la Ley de Amparo, en tanto el escrito
fue presentado el treinta y uno de mayo de dos mil dieciséis28.

TERCERO. Legitimación. Tal requisito se encuentra colmado,


en tanto la demanda de amparo fue presentada por Mercedes Gertz

25
Debe tenerse en cuenta que en términos de lo previsto en los artículos 18 y 31 de la Ley de
Amparo en vigor, la notificación de la sentencia reclamada surtió efectos el lunes veinticinco de
abril y que se excluyen del cómputo relativo los días veintitrés, veinticuatro, treinta de abril y
primero, cinco, siete, ocho, catorce y quince de mayo, por haber sido inhábiles conforme al artículo
19 de la ley de la materia.
26 Foja 3 del cuaderno del juicio de amparo directo 33/2017.
27
Debe tenerse en cuenta que en términos de lo previsto en los artículos 18 y 31 de la Ley de
Amparo en vigor, la notificación del acuerdo surtió efectos el jueves dos de junio de dos mil
dieciséis, y que se excluyen del cómputo relativo los días cuatro, cinco, once, doce, dieciocho y
diecinueve, todos de junio de dos mil dieciséis, por haber sido inhábiles conforme al artículo 19 de
la ley de la materia.
28 Foja 91 del cuaderno del juicio de amparo directo 33/2017.

31
AMPARO DIRECTO 33/2017

Loizaga29, por su propio derecho, en su carácter de parte actora en el


juicio de origen.

En el mismo sentido, tal requisito se encuentra colmado por lo


que respecta al amparo adhesivo, en tanto el escrito fue firmado por
Jorge Mier y Concha Segura, en su carácter de apoderado legal de
Amparo Serrano Espinosa30, parte demandada en el juicio de origen.

CUARTO. Certeza del acto reclamado. Es cierto el acto


reclamado al Tercer Tribunal Unitario en Materias Civil y
Administrativa del Primer Circuito, consistente en la sentencia de trece
de abril de dos mil dieciséis y su aclaración de veintidós de abril
siguiente; pues así lo reconoció dicha autoridad responsable al rendir
su informe justificado31, al que adjuntó las actuaciones originales con
pleno valor probatorio, de conformidad con lo dispuesto en los
artículos 129 y 202 del Código Federal de Procedimientos Civiles, de
aplicación supletoria a la Ley de Amparo, en términos de su artículo
2°.

QUINTO. Procedencia. El presente juicio resulta procedente en


términos del artículo 107, fracción I, de la Ley de Amparo que
establece que el juicio de amparo directo procede contra “sentencias
definitivas, laudos y resoluciones que pongan fin al juicio, dictadas por
tribunales judiciales, administrativos, agrarios o del trabajo, ya sea que
la violación se cometa en ellos, o que cometida durante el
procedimiento, afecte las defensas del quejoso trascendiendo al
resultado del fallo”, sin que en el presente caso se advierta la

29 Foja 47 del cuaderno del juicio de amparo directo 33/2017.


30 Foja 101 del cuaderno del juicio de amparo directo 33/2017.
31 Foja 2 del cuaderno del juicio de amparo directo 387/2016 del índice del Tribunal Colegiado.

32
AMPARO DIRECTO 33/2017

actualización de alguna causa de improcedencia.

SEXTO. Estudio de fondo. Para la resolución del asunto, esta


Segunda Sala realizará una serie de precisiones previas, para
posteriormente abordar el estudio concreto de los conceptos de
violación.

I. Precisiones metodológicas: Previo al estudio de fondo, esta


Segunda Sala considera oportuno puntualizar dos aspectos:

En primer lugar, la quejosa solicita que se supla la deficiencia


de la queja, en términos del artículo 79, fracción VI, de la Ley de
Amparo32; sin embargo, dicha figura jurídica no opera en el presente
asunto, pues el supuesto que invoca requiere que exista en su contra
una violación a la ley que le hubiese dejado sin defensa, lo cuando no
acontece en este caso, en tanto de las constancias no se desprende
la existencia de una transgresión manifiesta a la normativa, de tal
entidad que haya privado a la quejosa de los mecanismos
constitucionales y legales para que se defienda, aunado a que las
violaciones a que hace referencia la quejosa serán motivo de
pronunciamiento en el estudio de fondo que se efectuará en el
presente considerando.

32“Artículo 79. La autoridad que conozca del juicio de amparo deberá suplir la deficiencia de los
conceptos de violación o agravios, en los casos siguientes: (…)
VI. En otras materias, cuando se advierta que ha habido en contra del quejoso o del particular
recurrente una violación evidente de la ley que lo haya dejado sin defensa por afectar los derechos
previstos en el artículo 1o de esta Ley. En este caso la suplencia sólo operará en lo que se refiere
a la controversia en el amparo, sin poder afectar situaciones procesales resueltas en el
procedimiento en el que se dictó la resolución reclamada”.

33
AMPARO DIRECTO 33/2017

En segundo término, se precisa que esta Segunda Sala


procederá al análisis de los conceptos de violación en orden diverso
al propuesto por la quejosa, aunado a que algunos de los argumentos
serán motivo de estudio conjunto por encontrarse profundamente
relacionados.

II. Marco fáctico relevante: Para la resolución del presente


asunto, es necesario tomar en consideración los siguientes aspectos
de los antecedentes que se desprenden de las constancias del
expediente:

a. Obras de la actora: En mil novecientos noventa y seis,


Mercedes Gertz Loizaga creó las obras “Guadalupana niña”, mismas
que registró ese mismo año en la entonces Dirección General del
Derecho de Autor.

b. Obras de la demandada: Entre dos mil cinco y dos mil siete,


Amparo Serrano Espinosa obtuvo una serie de registros por parte del
Instituto Nacional del Derecho de Autor y del Instituto Mexicano de la
Propiedad Industrial, respecto de obras relacionadas con la Virgen de
Guadalupe.

c. Demanda: En consecuencia, la señora Gertz Loizaga


presentó una demanda de índole federal en contra de la señora
Serrano Espinosa, y de las autoridades que le concedieron a esta
última los registros, teniendo como pretensión central, la nulidad de
los mismos.

34
AMPARO DIRECTO 33/2017

d. Sentencia de primera instancia: El Juez de Distrito que


conoció del juicio ordinario administrativo federal, ordenó la
cancelación de los registros de la señora Serrano Espinosa, tanto los
relativos al Instituto Nacional del Derecho de Autor, así como los del
Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial.

e. Sentencia de segunda instancia: El Tribunal Unitario que


conoció del recurso de apelación, señaló que era improcedente la
pretensión de cancelar los certificados de registro ante el Instituto
Mexicano de la Propiedad Industrial, y confirmó la orden de cancelar
los registros ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor.

f. Primeras demandas de amparo: En contra de la anterior


resolución, tanto Mercedes Gertz Loizaga, así como Amparo Serrano
Espinosa, promovieron juicios de amparo directo.

g. Sentencia de amparo: El Tribunal Colegiado al que se turnó


el asunto, concedió el amparo a la señora Serrano Espinosa, al
considerar que el Tribunal Unitario no valoró de manera adecuada las
constancias del expediente, las pruebas que fueron presentadas, y el
marco normativo aplicable; por lo que dio lineamientos específicos
para la emisión de una nueva sentencia de segunda instancia.

h. Sentencia de cumplimiento: Para dar cumplimiento a la


concesión del amparo, el Tribunal Unitario emitió de nueva cuenta
una resolución, en la cual, siguiendo los lineamientos que indicó el
Tribunal Colegiado, arribó a la conclusión de que lo procedente era

35
AMPARO DIRECTO 33/2017

absolver a los demandados de las prestaciones reclamadas, esto es,


no ordenar la cancelación de los títulos y registros de la señora
Serrano Espinosa.

i. Segunda demanda de amparo: En contra de la anterior


resolución, la señora Gertz Loizaga promovió un nuevo juicio de
amparo directo, mismo que fue atraído por esta Segunda Sala.

j. Materia del presente juicio de amparo: Debido a lo anterior,


únicamente podrán ser materia de análisis en este amparo directo,
aquellas consideraciones que emitió el Tribunal Unitario en libertad de
jurisdicción para dar cumplimiento a la sentencia de amparo, pues los
lineamientos específicos que estableció el Tribunal Colegiado al
conceder el amparo adquirieron el carácter de cosa juzgada al haber
causado estado por ministerio de ley, ante lo cual, no serán motivo de
pronunciamiento por parte de esta Segunda Sala.

III. Marco normativo relevante: De igual manera, para la


resolución del presente asunto, cabe señalar que en términos del
artículo 4º, apartado C, fracciones I y II, de la Ley Federal del
Derecho de Autor, las obras objeto de protección pueden ser, acorde
a su origen:

- Primigenias: (i) cuando hayan sido creadas de origen sin


estar basadas en otra preexistente; o (ii) que estando basadas en
otra, sus características permitan afirmar su originalidad.

- Derivadas: aquellas que resulten de la adaptación, traducción


u otra transformación de una obra primigenia.

36
AMPARO DIRECTO 33/2017

Ahora bien, el artículo 78 de la Ley Federal del Derecho de


autor indica, respecto de tales obras, que:

- Las obras derivadas, tales como arreglos, compendios,


ampliaciones, traducciones, adaptaciones, paráfrasis, compilaciones,
colecciones y transformaciones de obras literarias o artísticas, serán
protegidas en lo que tengan de originales, pero sólo podrán ser
explotadas cuando hayan sido autorizadas por el titular del derecho
patrimonial sobre la obra primigenia, previo consentimiento del titular
del derecho moral33.

- Cuando las obras derivadas sean de dominio público, serán


protegidas en lo que tengan de originales, pero tal protección no
comprenderá el derecho al uso exclusivo de la obra primigenia, ni
dará derecho a impedir que se hagan otras versiones de la misma.

Aunado a ello, el artículo 14, fracción I, de la Ley Federal del


Derecho de Autor, señala de manera clara que no son objeto de
protección “las ideas en sí mismas”. En el mismo sentido, el artículo
9.2 del “Acuerdo sobre los Aspectos de los derechos de propiedad
intelectual relacionados con el comercio”34, establece que la

33 Tal consentimiento se realiza en términos del artículo 21, fracción III, de la Ley Federal del
Derecho de Autor, que establece lo siguiente:
“Artículo 21. Los titulares de los derechos morales podrán en todo tiempo: (…)
III. Exigir respeto a la obra, oponiéndose a cualquier deformación, mutilación u otra modificación
de ella, así como a toda acción o atentado a la misma que cause demérito de ella o perjuicio a la
reputación de su autor”.
34 De igual manera, también es necesario indicar que el artículo 25.1 del citado Acuerdo, señala

que: “Los Miembros establecerán la protección de los dibujos y modelos industriales creados
independientemente que sean nuevos u originales. Los Miembros podrán establecer que los
dibujos y modelos no son nuevos u originales si no difieren en medida significativa de

37
AMPARO DIRECTO 33/2017

protección del derecho de autor abarcará las expresiones “pero no las


ideas, procedimientos, métodos de operación o conceptos
matemáticos entre sí”.

IV. Calificativa de los conceptos de violación: Así las cosas,


tomando en cuenta las anteriores precisiones, a consideración de
esta Segunda Sala de la Suprema Corte, los conceptos de violación
son infundados en parte e inoperantes en otra, en atención al
siguiente desarrollo de argumentos:

- Sexto concepto de violación.

En primer término, la quejosa alega la inconstitucionalidad de


los artículos 4, apartado C, fracciones I y II, así como 78, de la Ley
Federal del Derecho de Autor, aplicados por la autoridad responsable,
por ser contrarios al derecho de igualdad contenido en el artículo 1º
constitucional.

Lo anterior, toda vez que tales preceptos generan dos


regímenes jurídicos diferenciados para supuestos de hecho o
situaciones equivalentes, toda vez que una obra primigenia puede ser
aquella que estando basada en otra, sus características permiten
afirmar su originalidad, mientras que una derivada es la que resulta
de la adaptación, traducción u otra transformación de una obra
primigenia, esto es, se trata de situaciones equivalentes, pero el
citado numeral 78 únicamente señala que estas últimas solamente
estarán protegidas en lo que tengan de originales y que solamente

dibujos o modelos conocidos o de combinaciones de características de dibujos o modelos


conocidos. Los Miembros podrán establecer que esa protección no se extenderá a los dibujos y
modelos dictados esencialmente por consideraciones técnicas o funcionales”.

38
AMPARO DIRECTO 33/2017

serán explotadas cuando hayan sido autorizadas por el titular del


derecho patrimonial sobre la obra primigenia, pero cuando las obras
derivadas sean del dominio público, serán protegidas en lo que
tengan de originales, pero tal protección no comprenderá el derecho
al uso exclusivo de la obra primigenia, ni dará derecho a impedir que
se hagan otras versiones de la misma.

En otras palabras, la quejosa indica que las obrar primigenias


pueden tener su origen a partir de otra obra, y las derivadas también
se obtienen de esa forma, pero a estas últimas se les limita el campo
de explotación y protección, mientras que a las otras no, máxime
cuando las disposiciones no señalan con claridad cómo debe
definirse la originalidad y cómo debe estar señalada en el registro
correspondiente, situación que concede al juzgador una
discrecionalidad sin límites que va directamente en contra de los
derechos humanos de cualquier actor.

A consideración de esta Segunda Sala, el concepto de violación


en estudio es infundado, para lo cual, es necesario en primer lugar
transcribir el contenido de los artículos de la Ley Federal del Derecho
de Autor que fueron combatidos:

“Artículo 4. Las obras objeto de protección pueden ser: (…)


C. Según su origen:
I. Primigenias: Las que han sido creadas de origen sin estar basadas
en otra preexistente, o que estando basadas en otra, sus
características permitan afirmar su originalidad, y
II. Derivadas: Aquellas que resulten de la adaptación, traducción u
otra transformación de una obra primigenia;
(…)

39
AMPARO DIRECTO 33/2017

Artículo 78. Las obras derivadas, tales como arreglos, compendios,


ampliaciones, traducciones, adaptaciones, paráfrasis, compilaciones,
colecciones y transformaciones de obras literarias o artísticas, serán
protegidas en lo que tengan de originales, pero sólo podrán ser
explotadas cuando hayan sido autorizadas por el titular del derecho
patrimonial sobre la obra primigenia, previo consentimiento del titular
del derecho moral, en los casos previstos en la Fracción III del
Artículo 21 de la Ley.
Cuando las obras derivadas sean del dominio público, serán
protegidas en lo que tengan de originales, pero tal protección no
comprenderá el derecho al uso exclusivo de la obra primigenia, ni
dará derecho a impedir que se hagan otras versiones de la misma”.

A consideración de esta Segunda Sala, el concepto de violación


en estudio es infundado.

En principio, es necesario señalar que esta Suprema Corte ha


establecido que para llevar a cabo un estudio de igualdad entre dos o
más regímenes jurídicos, es necesario establecer un término de
comparación, es decir, contar con un parámetro que permita
dimensionar a las personas, objetos o magnitudes entre las cuales se
afirma existe un trato desigual, en razón de que el derecho a la
igualdad es medularmente instrumental y siempre se predica respecto
de alguien o algo.

En tal medida, la carga argumentativa de proponer el término de


comparación implica que sea idóneo, pues debe permitir que
efectivamente se advierta la existencia de algún aspecto homologable,
semejante o análogo entre los elementos que se comparan. Así, en
caso de no atender un término de comparación objetivo para medir un
trato disímil o que éste no sea idóneo, el concepto de invalidez que se
haga valer resultará infundado.

40
AMPARO DIRECTO 33/2017

Los anteriores elementos se desprenden de la jurisprudencia


42/2010 de esta Segunda Sala35, cuyo rubro y texto son los
siguientes:

“IGUALDAD. CRITERIOS QUE DEBEN OBSERVARSE EN EL


CONTROL DE LA CONSTITUCIONALIDAD DE NORMAS QUE SE
ESTIMAN VIOLATORIAS DE DICHA GARANTÍA. La igualdad
normativa presupone necesariamente una comparación entre dos o
más regímenes jurídicos, ya que un régimen jurídico no es
discriminatorio en sí mismo, sino únicamente en relación con otro.
Por ello, el control de la constitucionalidad de normas que se estiman
violatorias de la garantía de igualdad no se reduce a un juicio
abstracto de adecuación entre la norma impugnada y el precepto
constitucional que sirve de parámetro, sino que incluye otro régimen
jurídico que funciona como punto de referencia a la luz de un término
de comparación relevante para el caso concreto. Por tanto, el primer
criterio para analizar una norma a la luz de la garantía de igualdad
consiste en elegir el término de comparación apropiado, que permita
comparar a los sujetos desde un determinado punto de vista y, con
base en éste, establecer si se encuentran o no en una situación de
igualdad respecto de otros individuos sujetos a diverso régimen y si el
trato que se les da, con base en el propio término de comparación, es
diferente. En caso de que los sujetos comparados no sean iguales o
no sean tratados de manera desigual, no habrá violación a la garantía
individual. Así, una vez establecida la situación de igualdad y la
diferencia de trato, debe determinarse si la diferenciación persigue
una finalidad constitucionalmente válida. Al respecto, debe
considerarse que la posición constitucional del legislador no exige
que toda diferenciación normativa esté amparada en permisos de
diferenciación derivados del propio texto constitucional, sino que es
suficiente que la finalidad perseguida sea constitucionalmente
aceptable, salvo que se trate de una de las prohibiciones específicas
de discriminación contenidas en el artículo 1o., primer y tercer
párrafos, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, pues respecto de éstas no basta que el fin buscado sea
constitucionalmente aceptable, sino que es imperativo. La siguiente
exigencia de la garantía de igualdad es que la diferenciación
cuestionada sea adecuada para el logro del fin legítimo buscado; es
decir, que la medida sea capaz de causar su objetivo, bastando para

35Publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXXI,


abril de 2010, página 427.

41
AMPARO DIRECTO 33/2017

ello una aptitud o posibilidad de cumplimiento, sin que sea exigible


que los medios se adecuen estrechamente o estén diseñados
exactamente para lograr el fin en comento. En este sentido, no se
cumplirá el requisito de adecuación cuando la medida legislativa no
contribuya a la obtención de su fin inmediato. Tratándose de las
prohibiciones concretas de discriminación, en cambio, será necesario
analizar con mayor intensidad la adecuación, siendo obligado que la
medida esté directamente conectada con el fin perseguido.
Finalmente, debe determinarse si la medida legislativa de que se trate
resulta proporcional, es decir, si guarda una relación razonable con el
fin que se procura alcanzar, lo que supone una ponderación entre sus
ventajas y desventajas, a efecto de comprobar que los perjuicios
ocasionados por el trato diferenciado no sean desproporcionados con
respecto a los objetivos perseguidos. De ahí que el juicio de
proporcionalidad exija comprobar si el trato desigual resulta tolerable,
teniendo en cuenta la importancia del fin perseguido, en el entendido
de que mientras más alta sea la jerarquía del interés tutelado, mayor
puede ser la diferencia”.

Así las cosas, a juicio de esta Segunda Sala, el parámetro de


diferenciación que se desprende de la demanda de amparo, no resulta
idóneo en razón de que la quejosa pretende equiparar dos regímenes
jurídicos que poseen características distintas y, por tanto, no
equivalentes.

Así las cosas, de los artículos cuya validez es combatida, se


advierte una clasificación de obras por su origen, esto es:
“primigenias” y “derivadas”.

Por lo que respecta a las obras primigenias, la propia normativa


distingue entre: (i) aquellas obras que se caracterizan por no estar
basadas en otras preexistentes; y (ii) aquellas que, a pesar basarse
en una obra preexistente, poseen características que permiten afirmar
su originalidad.

42
AMPARO DIRECTO 33/2017

Por su parte, respecto de las obras derivadas, la ley señala que


se trata de aquellas que sean producto de la adaptación, traducción o
transformación de una obra primigenia.

De lo anterior se advierte que la legislación realiza una distinción


de las obras atendiendo a los rasgos novedosos que éstas posean,
entendiendo que aquellas que sean catalogadas como primigenias
gozarán de una mayor originalidad en comparación con aquellas
consideradas como derivadas, en tanto éstas últimas constituyen una
mera transformación o adaptación de una obra preexistente.

Lo anterior adquiere mayor relevancia a partir del contenido del


artículo 78 de la citada Ley Federal del Derecho de Autor, pues éste
condiciona la explotación de las obras derivadas a un previo
consentimiento por parte del titular del derecho patrimonial sobre la
obra primigenia y, en su caso, al titular del derecho moral, precisando
que en aquellos casos en los que la obra derivada sea de dominio
público éstas serán protegidas en aquellos aspectos que sean
considerados originales, sin que ello implique el uso exclusivo de la
obra primigenia ni la posibilidad de impedir que se realicen otras
versiones de la misma.

Esto es, el carácter primigenio de una obra proviene del hecho


de que: (i) su origen no se encuentre en ninguna obra preexistente; o
bien, (ii) que en caso de derivar de una previa los rasgos o elementos
que se le impriman permitan afirmar que se trata de una obra
novedosa.

43
AMPARO DIRECTO 33/2017

Sin embargo, aquellas consideradas como derivadas carecerán


de estas características en tanto resultan una mera transformación o
adaptación de una obra primigenia, entendiendo por transformación
un proceso creativo del que resulten dos obras relacionas y
plenamente identificables entre sí.

Cabe señalar que el concepto de obra derivada no resulta


privativo del derecho nacional, ya que éste procede de conceptos
previstos en documentos de fuente internacional, tales como el
Convenio de Berna, mismo que reconoce que las obras derivadas –a
las que denomina como “adaptaciones” o “arreglos”– son objeto de
protección de los derechos de autor. El contenido de tales
disposiciones es el siguiente:

“Artículo 2. Obras protegidas:


(…)
3) Estarán protegidas como obras originales, sin perjuicio de los
derechos del autor de la obra original, las traducciones,
adaptaciones, arreglos musicales y demás transformaciones de una
obra literaria o artística.

Artículo 12. Derecho de adaptación, arreglo y otra transformación.


Los autores de obras literarias o artísticas gozarán del derecho
exclusivo de autorizar las adaptaciones, arreglos y otras
transformaciones de sus obras”.

Por su parte, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual


ha señalado que el derecho de autor protege a toda clase de obras
intelectuales cualquiera que sea su modo o forma de expresión,
aunque para estar protegidas también deben ser originales, es decir
presentar originalidad o individualidad. Partiendo de lo anterior ha

44
AMPARO DIRECTO 33/2017

distinguido entre obras primigenias y derivadas en los siguientes


términos:

“Obras Protegidas.
El derecho de autor protege toda clase de obras intelectuales.
Tradicionalmente, las obras originales –en el sentido de originarias o
primigenias– (literarias, musicales, teatrales, o dramáticas, artísticas,
científicas y audiovisuales, incluyéndose también desde hace un
tiempo, los programas de ordenador) las obras derivadas
(adaptaciones, traducciones, compilaciones, anotaciones y
comentarios, resúmenes y extractos, arreglos musicales y otras
transformaciones) cualquiera sea su modo y forma de expresión,
aunque para estar protegidas también deben ser originales, es decir
presentar originalidad o individualidad.
A) Las Obras originales:
La expresión “Obras Originales” es habitualmente utilizada para
denominar las obras originarias o primigenias y diferenciarlas de las
obras derivadas de éstas. Como ya dijimos: la traducción, la
adaptación o la transformación. Pero esa expresión puede
confundirse con la cualidad de originalidad que deben presentar
todas las obras, tanto las antecedentes como las derivadas para
gozar de la protección del derecho de autor, razón por la cual parece
más claro llamar a las obras originarias –o primigenias,
preexistentes, iniciales, o de primera mano–.
En el proceso y creación de una obra literaria se distinguen,
básicamente tres etapas: primero el autor concibe la idea de la obra,
luego elabora el plan de su desarrollo, su composición y, finalmente,
la expresa. Toda vez que la originalidad de la idea no cuenta,
pues no goza de protección considerada en sí misma, una obra
puede ser original en su composición o contenido o en su expresión
o forma. En el derecho de autor se consideran obras absolutamente
originales aquellas que lo son tanto en la composición como en la
expresión. En la realización de una obra literaria no interesa la forma
en que el autor la lleva a cabo. Manuscrita, tipeada, en una máquina
de escribir o un ordenador, dictada o grabada para su posterior
desgravación por otra persona. Lo mismo ocurre con la composición
de una obra musical.
En cambio, las obras artísticas o de las artes plásticas presentan una
condición peculiar en orden a la originalidad: en ella la realización
personal por parte de su autor tiene una importancia decisiva.
Se consideran obras relativamente originales las obras derivadas.
Pueden ser originales únicamente en la composición, como en el

45
AMPARO DIRECTO 33/2017

caso de las antologías en las que se protege la selección de obras o


de trozos de obras ajenas, o bien ser originales sólo en la expresión,
como ocurre con las traducciones.
B) Obras derivadas
Son obras derivadas las que se basan en una obra preexistente. Se
consideran como tales las adaptaciones, traducciones,
actualizaciones, antologías, resúmenes, extractos y cualquier
transformación de una obra de la que resulta una obra diferente. La
originalidad de una obra derivada puede hallarse en la composición y
en la expresión (como en las adaptaciones) sólo en la composición
(como en las compilaciones y en las antologías) o sólo en la
expresión (como en las traducciones).
Cuando la obra preexistente se encuentra en el dominio privado, es
necesario que su autor autorice la realización de la obra deriva. Es el
derecho de transformación. En cambio, cuando la obra preexistente
se encuentra en el dominio público no es necesaria autorización
alguna para realizar obras derivadas, ya que el derecho de
transformación constituye el derecho patrimonial del autor. Sin
embargo, como enseñaba el Dr. Antonio Delgado, el derecho de
transformación está muy próximo al derecho moral, aunque no debe
confundirse con este último porque la transformación puede
desvirtuar el pensamiento de la intención del autor, incluso infringir
una lesión a la personalidad del autor de la obra original.
Las obras derivadas que son el fruto del esfuerzo personal de su
autor y presentan algún grado de creatividad, están protegidas sin
perjuicio de los derechos de la obra anterior.
Como en la obra derivada se suman los elementos creativos
tomados del anterior y los aportados a la nueva obra, para su
utilización es necesario contar con las autorizaciones del autor de
ésta y del autor de la obra preexistente.
Las obras derivadas son obras compuestas. Se considera obra
compuesta la obra nueva que incorpora una obra preexistente sin la
participación del autor de esta última. Si eventualmente el autor de la
obra originaria colabora en la elaboración de la obra derivada, esa
última será una obra compuesta creada en colaboración, del mismo
modo que si es elaborada por más de un autor aunque ninguno de
ellos sea el autor de la obra preexistente.
Una vez autorizada la modificación, el autor de la obra derivada,
tendrá derechos morales y patrimoniales sobre esta última, sin
perjuicio de los correspondientes al autor de la primigenia.
De allí que una obra derivada será original, aunque no originaria,
cuando partiendo de una creación preexistente, el producto
resultante constituya una creación personal con rasgos de
individualidad, es decir, que el esfuerzo creado para el proceso de
elaboración o transformación sea suficiente para calificar el resultado

46
AMPARO DIRECTO 33/2017

como una obra en sí, todo ello sin perjuicio a los derechos del autor
de la obra primigenia”36.

De los elementos antes reseñados se advierte que las


disposiciones cuya validez fue combatida, no son contrarias al
derecho fundamental de igualdad contenido en el artículo 1º de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Efectivamente, el artículo 78 de la Ley Federal del Derecho de


Autor, establece un régimen diferenciado para la explotación de las
obras, pero contrario a lo que argumenta la quejosa, las obras
derivadas y las primigenias sí parten de premisas distintas que
justifican plenamente un trato diverso y, por tanto, permiten arribar a la
conclusión de que las disposiciones en estudio son constitucionales.

Las obras primigenias, acorde a la Ley Federal del Derecho de


Autor, pueden ser aquellas que han sido creadas de origen sin estar
basadas en otras preexistente, o bien, aquellas que a pesar de estar
basadas en otras, contienen características que permiten afirmar su
originalidad. Sin embargo, este último supuesto es distinto al relativo a
las obras derivadas, que son aquellas que resultan de la adaptación,
traducción o transformación de una obra primigenia y, en
consecuencia, no se surte la premisa central de la cual parte el
concepto de violación de la quejosa.

36La obra como objeto del Derecho de Autor. Autoría y titularidad. Seminario Regional de la OMPI
sobre Derecho de Autor para Editores de América Latina (OMPI/LPZ/96/2 (b)), OMPI, octubre de
1996, pp. 10-12.

47
AMPARO DIRECTO 33/2017

Tanto el segundo supuesto de las obras primigenias así como el


relativo a las obras derivadas, efectivamente se basan en otras obras,
pero no por ello se encuentran en un supuesto de igualdad jurídica,
pues el artículo 4, apartado C, fracción I, de la Ley Federal del
Derecho de Autor, expresamente indica que una obra que se base en
otra, podrá contar con la distintiva jurídica de ser primigenia, pero
únicamente cuando “sus características permitan afirmar su
originalidad”.

De lo anterior se desprende con claridad que se trata de dos


supuestos completamente diferenciados: las obras derivadas son
simplemente adaptaciones o transformaciones de otras obras –sin
que ello implique negar cierto nivel de creatividad con el que pueden
contar–, mientras que las primigenias, pueden estar basadas en otras,
pero con elementos de transformación que permiten afirmar su
originalidad.

Dicho elemento es el que permite afirmar que se trata de dos


regímenes jurídicos diferenciados: a pesar de que se encuentran
basadas en otras obras y, por tanto, no son completamente
novedosas, lo cierto es que cuando la adaptación se realiza de modo
tal, que la transformación permite afirmar que esta nueva obra ha
adquirido un nivel de originalidad –justamente por el modo de
expresión o materialización–, se tratará de una obra “jurídicamente”
primigenia –aunque esté basada en otra–, lo cual no ocurre con las
derivadas, en las que, la adaptación o cambio no contiene elementos
que permitan afirmar un nivel de originalidad, situación que en última
instancia justifica el trato diferenciado para efectos de su explotación,
en términos del numeral 78 de la Ley Federal del Derecho de Autor.

48
AMPARO DIRECTO 33/2017

Por otra parte, la quejosa argumenta que los preceptos resultan


inconstitucionales, en tanto no señalan con claridad cómo debe
definirse la originalidad y cómo debe estar prevista en el registro
correspondiente, concediendo así al juzgador una discrecionalidad sin
límites que va en contra directamente de los derechos humanos de
cualquier autor.

A consideración de esta Segunda Sala de la Suprema Corte,


dicha porción del concepto de violación también resulta infundada.

En primer término es necesario señalar que la seguridad


jurídica, contenida en el texto constitucional, no implica que la ley
deba de señalar de manera especial y precisa un procedimiento
para regular cada una de las relaciones entabladas entre las
autoridades y los particulares, sino que ésta debe de contener
los elementos mínimos para hacer valer el derecho del
gobernado y para que, sobre este aspecto, la autoridad no incurra en
arbitrariedades. Lo anterior corrobora que es innecesario que en todos
los supuestos de la ley se deba detallar minuciosamente cada
concepto empleado.

Tal criterio se desprende de la jurisprudencia 144/2006 de esta


Segunda Sala, cuyo rubro y texto señalan lo siguiente:

“GARANTÍA DE SEGURIDAD JURÍDICA. SUS ALCANCES. La


garantía de seguridad jurídica prevista en el artículo 16 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, no debe
entenderse en el sentido de que la ley ha de señalar de manera

49
AMPARO DIRECTO 33/2017

especial y precisa un procedimiento para regular cada una de las


relaciones que se entablen entre las autoridades y los particulares,
sino que debe contener los elementos mínimos para hacer valer el
derecho del gobernado y para que, sobre este aspecto, la autoridad
no incurra en arbitrariedades, lo que explica que existen trámites o
relaciones que por su simplicidad o sencillez, no requieren de que la
ley pormenorice un procedimiento detallado para ejercer el derecho
correlativo. Lo anterior corrobora que es innecesario que en todos los
supuestos de la ley se deba detallar minuciosamente el
procedimiento, cuando éste se encuentra definido de manera sencilla
para evidenciar la forma en que debe hacerse valer el derecho por el
particular, así como las facultades y obligaciones que le
corresponden a la autoridad”37.

Ahora bien, efectivamente el artículo 4, apartado C, fracción I, de


la Ley Federal del Derecho de Autor, indica que una obra que se base
en otra podrá contar con la distintiva jurídica de ser primigenia, pero
únicamente cuando “sus características permitan afirmar su
originalidad”, sin llevar a cabo una definición de qué debe entenderse
por “originalidad”.

Sin embargo, lo anterior no implica que el marco normativo en


cuestión resulte inconstitucional.

Efectivamente y como ya se indicó, la seguridad jurídica no


implica que la ley señale de manera especial y precisa todos los
elementos para regular cada una de las relaciones entabladas entre
las autoridades y los particulares, sino que debe contener los
elementos mínimos para hacer valer el derecho del gobernado,
situación que se satisface en el presente caso, pues la disposición
contiene elementos suficientes para advertir los límites legales en el
actuar de la autoridad.

37Publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXIV,


octubre de 2006, página 351.

50
AMPARO DIRECTO 33/2017

Es posible advertir una idoneidad de que el legislador no efectúe


un listado limitativo de supuestos en los cuales se puede considerar
que una obra posee características de “originalidad”, precisamente por
la complejidad de factores y diversidad de supuestos que en la
materia pudieran presentarse, esto es, las obras de autor pueden
responder a una enorme cantidad de variables, en atención
justamente a todos los posibles ámbitos en que puede existir una
manifestación artística, pues de lo contrario, ante el surgimiento de
nuevo tipo de expresión artística, el legislador estaría obligado a emitir
reformas al texto legal para identificar elementos de originalidad, lo
cual imposibilitaría el ejercicio de las atribuciones que en la materia
tiene conferidas la autoridad.

Por tanto, contrario a lo alegado por la quejosa, el legislador no


se encuentra obligado a realizar un listado o catálogo limitativo de
definiciones o supuestos para la aplicación del concepto de
“originalidad” en relación con las obras autorales, en tanto tal
calificativa dependerá de los factores que se adviertan en cada caso
concreto.

Lo anterior no se traduce en arbitrariedad por parte del juzgador


como pretende evidenciar la quejosa; por el contrario, la actividad
jurisdiccional consiste, precisamente, en interpretar la normativa
aplicable para así dotarle de contenido y alcance para el caso
concreto; la anterior función no implica una discrecionalidad “sin

51
AMPARO DIRECTO 33/2017

límites” como se indica en la demanda de amparo, sino que refleja la


esencia misma de la función de los jueces.

Adicionalmente, a pesar de que la ley no contenga una


definición del término “originalidad”, lo cierto es que como ya ha
quedado precisado en la presente sentencia, sí es posible determinar
elementos mínimos para identificar en qué casos se presenta dicha
nota distintiva. En efecto, en la presente sentencia ya se indicó que
aquellas obras consideradas como derivadas resultan una mera
transformación o adaptación de una obra primigenia, entendiendo por
transformación un proceso creativo del que resulten dos obras
relacionas y plenamente identificables entre sí.

De lo anterior se desprende con claridad que las obras


derivadas son simplemente adaptaciones o transformaciones de otras
obras –sin que ello implique negar cierto nivel de creatividad con el
que pueden contar–, mientras que las primigenias, pueden estar
basadas en otras, pero con elementos de transformación de tal
magnitud que éstos se consideren novedosos o claramente
identificables por sí mismos.

Es por lo anterior, que las disposiciones no son


inconstitucionales en relación con el principio de seguridad jurídica,
pues no es necesario que señalen cómo debe definirse la originalidad
y cómo debe preverse en el registro que expida al respecto la
autoridad administrativa, pues se reitera, ello depende de una
valoración que por la naturaleza de las obras autoridades, debe
realizarse en cada caso concreto.

52
AMPARO DIRECTO 33/2017

En consecuencia, se reitera que a consideración de esta


Segunda Sala, el concepto de violación en estudio resulta infundado.

- Primer y segundo conceptos de violación.

Por su estrecha vinculación, esta Segunda Sala procederá al


análisis conjunto de los conceptos de violación “primero” y “segundo”
contenidos en la demanda de amparo.

Así las cosas, la quejosa argumenta que la autoridad


responsable interpretó de manera infundada e indebida el artículo 14,
fracción I, de la Ley Federal del Derecho de Autor, en relación con el
numeral 9.2 del Acuerdo sobre los Derechos de Propiedad Intelectual
relacionados con el Comercio.

Sobre tales disposiciones, cabe señalar que el artículo 14,


fracción I, de la Ley Federal del Derecho de Autor, establece de
manera expresa que no serán objeto de protección como derecho
de autor las ideas en sí mismas38, cuestión que efectivamente se
corrobora a partir del artículo 9.2 del Acuerdo sobre los Derechos de
Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio39.

Sin embargo, la quejosa añade en su concepto de violación,


que no registró una idea, sino que registró una obra con aspectos de

38 “Artículo 14. No son objeto de la protección como derecho de autor a que se refiere esta Ley:
I. Las ideas en sí mismas, las fórmulas, soluciones, conceptos, métodos, sistemas, principios,
descubrimientos, procesos e invenciones de cualquier tipo”.
39 “La protección del derecho de autor abarcará las expresiones pero no las ideas, procedimientos,

métodos de operación o conceptos matemáticos en sí”.

53
AMPARO DIRECTO 33/2017

originalidad, esto es, la forma de expresar una niña virgen implica una
originalidad protegida por el Estado mexicano.

A consideración de esta Segunda Sala, tal argumento contenido


en el segundo concepto de violación es infundado.

Como atinadamente señala la quejosa, en mil novecientos


noventa y seis, la Dirección General del Derecho de Autor expidió a
su favor el registro de dos obras denominadas “Guadalupana niña”,
consistentes por una parte en un dibujo y, por otra, en el grabado de
tal dibujo en una placa de plata a través de un método conocido como
“vaciado”, razón por la cual, efectivamente no registró una idea,
sino dos obras.

Por tanto, esta Segunda Sala no desconoce que la quejosa


registró dos obras ante la autoridad, pero como acertadamente señaló
el tribunal responsable, una “virgen niña” consiste, en sí misma,
simplemente en una idea que por tanto, carece de protección en
términos del artículo 14, fracción I, de la Ley Federal del Derecho de
Autor.

Una “virgen niña” conceptualmente, esto es, sin hacer


referencia a su representación concreta, para efectos de la legislación
en materia de derechos de autor, consiste en una idea, lo cual
origina que no exista impedimento legal alguno para que otras
personas, distintas a la señora Gertz Loizaga, materialicen tal idea.

Esto se debe a que el concepto de una “virgen niña”, per se, es


una idea que no se encuentra protegida para efectos de derechos de

54
AMPARO DIRECTO 33/2017

autor; de ahí que el hecho de que las obras de la señora Serrano


Espinosa consistan también en imágenes de una “virgen niña”, no
implica en sí mismo una transgresión a la legislación de la materia.

En todo caso, lo que sería objeto de protección sería el modo


específico en que la señora Gertz Loizaga representó la imagen de
una “virgen niña”; para lo cual, es necesario dilucidar si tal forma de
expresar la idea cuenta con características que permitan afirmar su
originalidad, esto es, si las obras “Guadalupana niña” pueden ser
catalogadas como primigenias, precisamente por la originalidad de su
representación y, a partir de ello, determinar si las obras de la señora
Serrano Espinosa efectivamente consistente en un plagio, como
afirma la quejosa en su demanda de amparo.

Así, sobre los aspectos de originalidad de las obras de la


señora Gertz Loizaga, el Tribunal Unitario a lo largo de la sentencia
reclamada, expresó los siguientes argumentos:

“En efecto, son derivadas de la imagen de la Virgen de Guadalupe


que se encuentra en la Basílica de Guadalupe, la cual según lo
expuesto por el Juez es un descubrimiento y, por ende, de
conformidad con el artículo (sic) 14 y 153 de la Ley Federal del
Derecho de Autor no es objeto de protección y puede ser usada
libremente por cualquier persona. Amén de que los rasgos
característicos a que alude el Juez en su determinación, consistentes
en vestido, cuello, manos, cinturón, manto y cara; una figura humana
con características formales y conceptuales de querubín, ubicado en
una posición específica y con características especiales (forma,
proporción, dirección de brazos extendidos y alas bajo los brazos);
envolvente en forma oval dentada, seccionada en representación de
rayos o esplendor, claramente dispuestos en forme equidistante; en
realidad son elementos generales y necesarios de la Virgen de

55
AMPARO DIRECTO 33/2017

Guadalupe y no son exclusivos de las obras de la actora, pues sin


ellos, no se podría representar dicha imagen.
(…)
[…] a consideración de este Tribunal Unitario de Circuito, aun cuando
fuera cierto, por los indicios que se desprenden de autos, que la
demandada se basó en la medalla de la actora para crear sus obras,
también lo es que, de cualquier forma, se reitera, las ideas no son
protegibles sino la forma de expresión y, en la especie, a simple vista,
de la comparación entre las obras de la actora y las de la
demandada, se observan notables diferencias en la forma de
expresar a la Virgen Niña, tanto en sus características estéticas,
lineales, geométricas, de trazos y sobre todo de color, que forman la
convicción de este juzgador sobre el hecho de que se trata de
diversas versiones de la imagen de la Virgen de Guadalupe.
(…)
Así debe concluirse porque no obstante las conclusiones de los
peritos de la parte actora (Mercedes Gertz Loizaga), en el sentido que
las obras denominadas ‘Guadalupana niña’, no estaban basadas en
la Virgen de Guadalupe, y que eran originales; de las constancias que
obran en autos, en específico de las manifestaciones que vertió la
citada actora en su escrito inicial de demanda, se advierte que las
citadas obras artísticas denominadas ‘Guadalupana niña’, que
amparan los certificados números 94478 y 94484, sí estuvieron
inspiradas en la imagen original de la Virgen de Guadalupe, que se
encuentra en la denominada “Nueva Basílica de Guadalupe”.
De lo expuesto, es dable concluir, como lo hizo el Juez de Distrito,
que las obras de Mercedes Gertz Loizaga hacen alusión a la Virgen
de Guadalupe, esto es, están inspiradas en dicha imagen religiosa;
por ende, este Tribunal Unitario de Circuito considera que si bien las
obras de la citada actora pudieran gozar de la protección que otorga
el Estado Mexicano, como obras primigenias, también es cierto que,
en términos de dos (sic) lo dispuesto en el artículo 4º, inciso C,
fracción I, de la Ley Federal del Derecho de Autor, dichas obras no
podrían obtener ese carácter por considerar que fueron creadas de
origen sino que estén basadas en otra preexistente; porque la
protección como primigenia, en su caso, derivaría de que sus
características permitieran afirmar tal originalidad para considerarlas
primigenias, sin dejar de reconocer que está basada o inspirada en
otra obra, como lo es la imagen de la Virgen de Guadalupe.
Esto, aunado a que, a simple vista, se advierte que las obras de
Mercedes Gertz Loizaga, así como las de Amparo Serrano Espinosa,
están basadas en la imagen de la Virgen de Guadalupe, en razón
que en ambas obras se hace alusión a los elementos esenciales que
permiten que cualquier persona que observe dichas obras no pueda
evitar pensar en la imagen de la Virgen de Guadalupe.

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AMPARO DIRECTO 33/2017

De lo anterior, claramente se deduce que las obras en pugna


contienen los mismos elementos característicos de la imagen de la
Virgen de Guadalupe, esto es, el manto, el querubín a los pues (sic)
extendiendo los brazos, la posición de las manos, el halo, entre otros,
de lo que se puede colegir que ambas obras están inspiradas en la
obra original, con su particular forma de representarla.
(…)
Luego, si ambas obras tanto las de la actora como la de la
demandada resultan ser versiones de la Virgen de Guadalupe,
entonces cobra aplicación el artículo 78, párrafo segundo, de la Ley
Federal del Derecho de Autor que determina que cuando las obras
derivadas sean del dominio público, serán protegidas en lo que
tengan de originales, pero tal protección no comprenderá el derecho
al uso exclusivo de la obra primigenia, ni dará derecho a impedir que
se hagan otras versiones de la misma, ya que la Virgen de
Guadalupe es del dominio público y el hecho de que exista una
Virgen Niña no impide que se hagan otras versiones de la misma, ya
que la actora no tiene un derecho exclusivo sobre la imagen de la
Virgen de Guadalupe”.

Los anteriores elementos contenidos en la sentencia emitida por


el Tribunal Unitario, ponen de relieve los siguientes aspectos, que
resultan centrales para el análisis y calificativa del concepto de
violación formulado por la señora Gertz Loizaga:

a) Las obras “Guadalupana niña” se encuentran basadas en la


Virgen de Guadalupe, tal y como fue determinado por el Décimo
Sexto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer
Circuito, al resolver el juicio de amparo directo 319/2015, razón por la
cual, como ya fue establecido en tal asunto, dichas obras no
actualizan la hipótesis normativa contenida en el artículo 4, apartado
C, fracción I, de la Ley Federal del Derecho de Autor, relativa a que
son obras primigenias las que: “han sido creadas de origen sin
estar basadas en otra preexistente”.

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AMPARO DIRECTO 33/2017

b) Las obras “Guadalupana niña” cuentan con características


que permiten afirmar su originalidad, pero únicamente por lo que
respecta al estilo concreto de dibujo mediante el cual se materializó la
expresión artística en cuestión.

Tal y como lo resolvió el Tribunal Colegiado, los principales


elementos de dicha obra son los siguientes: el manto, el querubín a
los pies extendiendo los brazos, la posición de las manos, el halo,
envolvente en forma oval dentada, seccionada en representación de
rayos o esplendor dispuestos en forma equidistante, aspectos que
como ya se indicó, se desprenden de la Virgen de Guadalupe.

Si bien el proceso creativo empleado por la quejosa, consistió


en plasmar a la Virgen de Guadalupe con rasgos de niña
caricaturizada, lo cierto es que como ya se precisó, ello consiste en
una idea, que por tanto, no puede gozar de protección en términos de
lo que prevé la Ley Federal del Derecho de Autor.

Sin embargo, a consideración de esta Segunda Sala, sí se


actualiza una protección de las obras “Guadalupana niña”, relativa al
segundo supuesto contenido en el artículo 4, apartado C, fracción I,
de la Ley Federal del Derecho de Autor: “o que estando basadas en
otra, sus características permitan afirmar su originalidad”.

Al contraponer tal imagen con la Virgen de Guadalupe, es


posible concluir que las obras de la señora Gertz Loizaga son
adaptaciones de esta última, en tanto ambas son coincidentes en sus
elementos medulares, por lo que tales obras no pueden disociarse,
como se muestra a continuación:

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AMPARO DIRECTO 33/2017

“VIRGEN DE GUADALUPE” “GUADALUPANA NIÑA”

Así, el aspecto de originalidad cuya presencia esta Segunda


Sala advierte en las obras “Guadalupana niña”, únicamente consiste
en la técnica de dibujo concreta que fue empleada para plasmar
la imagen, esto es, el empleo de contornos, la ausencia de color –
situación que se advierte lógica, en tanto el dibujo se empleaba para
ser grabado en una placa de plata–, y el estilo específico para dibujar
los rasgos faciales, los detalles del ropaje y los destellos del halo en
cuestión, y no así por lo que respecta a la forma, distribución de la
imagen y posición de sus componentes, en tanto ello, se reitera, se
desprende de la Virgen de Guadalupe.

c) En las relatadas condiciones, las obras “Guadalupana niña”


encuadran en el supuesto a que alude la Ley Federal del Derecho de
Autor para que sean consideradas como primigenias, pero se reitera,
únicamente respecto de la técnica de dibujo concreta que fue

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AMPARO DIRECTO 33/2017

empleada para plasmar la imagen: el empleo de contornos


conjugada con ausencia de color, y el estilo específico para dibujar
los rasgos faciales –tanto de la Virgen como del querubín que
aparece a sus pies–, los detalles del ropaje y los destellos del halo.

Es por lo anterior, que tal y como lo determinó el Tribunal


Unitario, las obras de la señora Serrano Espinosa no constituyen
un plagio de las obras “Guadalupana niña”.

Lo anterior obedece a que las obras de ambas son derivadas de


la Virgen de Guadalupe, y como puede advertirse de la valoración
pericial emprendida por el Tribunal Unitario, no existe coincidencia
entre el modo concreto o técnica de expresión por medio del cual las
obras fueron representadas, situación que se advierte con claridad de
la contraposición de las obras en cuestión:

EJEMPLO DE UNA DE LAS OBRAS


REGISTRADAS EN FAVOR DE LA “GUADALUPANA NIÑA”
SEÑORA SERRANO ESPINOSA

En efecto, se reitera que sobre dicho punto en específico, el


Tribunal Unitario determinó lo siguiente:

60
AMPARO DIRECTO 33/2017

“A simple vista, de la comparación entre las obras de la actora y las


de la demandada, se observan notables diferencias en la forma de
expresar a la Virgen Niña, tanto en sus características estéticas,
lineales, geométricas, de trazos y sobre todo de color, que forman la
convicción de este juzgador sobre el hecho de que se trata de
diversas versiones de la imagen de la Virgen de Guadalupe.
(…)
Esto, aunado a que, a simple vista, se advierte que las obras de
Mercedes Gertz Loizaga, así como las de Amparo Serrano Espinosa,
están basadas en la imagen de la Virgen de Guadalupe, en razón
que en ambas obras se hace alusión a los elementos esenciales que
permiten que cualquier persona que observe dichas obras no pueda
evitar pensar en la imagen de la Virgen de Guadalupe.
De lo anterior, claramente se deduce que las obras en pugna
contienen los mismos elementos característicos de la imagen de la
Virgen de Guadalupe, esto es, el manto, el querubín a los pues (sic)
extendiendo los brazos, la posición de las manos, el halo, entre
otros, de lo que se puede colegir que ambas obras están inspiradas
en la obra original, con su particular forma de representarla”.

Por tanto, las obras de la señora Serrano Espinosa no


actualizaron un plagio, pues resulta evidente, tal y como fue resuelto
por el Tribunal Unitario, que ambas obras emplean técnicas de
dibujo sumamente distintas: a simple vista es posible concluir que
el estilo artístico, los colores o la ausencia de éstos, y la forma
peculiar de plasmar los rasgos faciales, el ropaje y el halo, son
disímiles en tal magnitud, que no puede actualizarse un plagio.

Ahora bien, efectivamente ambas obras son adaptaciones


caricaturizadas de la Virgen de Guadalupe, a efecto de plasmar a
ésta como niña, pero como ya se indicó, dicho aspecto es una idea
que carece de protección por disposición expresa de la ley, y si bien
ambas obras coinciden en la forma, distribución de la imagen y

61
AMPARO DIRECTO 33/2017

posición de sus componentes, se reitera que dichos elementos se


desprenden de la Virgen de Guadalupe.

Por todo lo anterior, no existe el plagio alegado, pues los


elementos en que coinciden las obras no son aspectos que permitan
afirmar una “originalidad”, mientras que el único elemento de
“originalidad” advertido por esta Segunda Sala en las obras
“Guadalupana niña” –el estilo específico de dibujo– es sumamente
diverso en las obras de la señora Serrano Espinosa.

En tales circunstancias, se reitera que el argumento en estudio


contenido en la demanda de amparo es infundado.

Por otra parte, la quejosa señala que el aspecto original de la


Virgen de Guadalupe consiste en sus características indígenas y
aborígenes, cuyo estilo responde a los valores estéticos y pictóricos
de cierta época, aunado a que la señora Serrano Espinosa realizó un
plagio de las obras de la señora Gertz Loizaga, en adición a que se le
aplicó de manera indebida la segunda parte del artículo 9º de la Ley
Federal de Derechos de Autor.

En primer lugar, cabe precisar que no forma parte de la litis del


presente amparo directo, el análisis aislado de las características y
valores estéticos que distinguen a la imagen de la Virgen de
Guadalupe, tal y como lo reconoce la propia quejosa.

Como acertadamente señala la quejosa, la litis del juicio natural,


consistía en analizar si las obras de la señora Serrano Espinosa
constituían un plagio de las obras “Guadalupana niña”, aspecto que

62
AMPARO DIRECTO 33/2017

como ya se indicó en el presente apartado, no se actualizó, en tanto


no se demostró el plagio cuya existencia se alegó.

Sin embargo, como ya se indicó, la quejosa argumenta que la


autoridad responsable aplicó de manera indebida la segunda parte
del artículo 9º de la ley abrogada en la materia. A consideración de
esta Segunda Sala de la Suprema Corte, tal porción del concepto de
violación es infundada.

El citado precepto de la Ley Federal de Derechos de Autor –


legislación abrogada–, establecía a la letra lo siguiente:

“Artículo 9. Los arreglos, compendios, ampliaciones, traducciones,


adaptaciones, compilaciones y transformaciones de obras
intelectuales o artísticas que contengan por sí mismas alguna
originalidad, serán protegidos en lo que tengan de originales, pero
sólo podrán ser publicados cuando hayan sido autorizados por el
titular del derecho de autor sobre la obra de cuya versión se trate.
Cuando las versiones previstas en el párrafo precedente sean
de obras del dominio público, aquéllas serán protegidas en lo
que tengan de originales, pero tal protección no comprenderá el
derecho al uso exclusivo de la obra de cuya versión se trate, ni
dará derecho a impedir que se hagan otras versiones de la
misma”.

Así las cosas, contrario a lo que argumenta la quejosa, el


Tribunal Unitario responsable no realizó una indebida aplicación del
citado precepto. En efecto, de la sentencia reclamada se desprende
que el Tribunal Unitario estableció lo siguiente:

“Y tal como lo destaca la apelante, en el momento en que se


expidieron los certificados de la actora, es decir, el veintitrés de mayo
de mil novecientos noventa y seis, estaba vigente la Ley Federal de

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AMPARO DIRECTO 33/2017

Derechos de Autor, expedida en el año de mil novecientos cincuenta


y seis, reformada en diciembre de mil novecientos noventa y tres, en
cuyo artículo 9 establecía que: (se transcribe).
De ello, se desprende que, efectivamente, la ley vigente al expedirse
los certificados de la actora, aludía a las obras derivadas como
versiones para efectos de la protección autoral correspondiente.
Dicho texto fue retomado en la actual ley en el numeral 78, aun
cuando en la primera parte sustituyó la denominación de versión por
la de obra derivada.
Por tanto, para la ley, y de conformidad con el texto de los
certificados de la actora expedidos por la Dirección General del
Derecho de Autor, con valor probatorio pleno, las obras de la actora
deben ser consideradas como derivadas.
En efecto, son derivadas de la imagen de la Virgen de Guadalupe
que se encuentra en la Basílica de Guadalupe, la cual según lo
expuesto por el Juez es un descubrimiento y, por ende, de
conformidad con el artículo (sic) 14 y 153 de la Ley Federal del
Derecho de Autor no es objeto de protección y puede ser usada
libremente por cualquier persona. Amén de que los rasgos
característicos a que alude el Juez en su determinación, consistentes
en vestido, cuello, manos, cinturón, manto y cara; una figura humana
con características formales y conceptuales de querubín, ubicado en
una posición específica y con características especiales (forma,
proporción, dirección de brazos extendidos y alas bajo los brazos);
envolvente en forma oval dentada, seccionada en representación de
rayos o esplendor, claramente dispuestos en forma equidistante; en
realidad son elementos generales y necesarios de la Virgen de
Guadalupe y no son exclusivos de las obras de la actora, pues sin
ellos, no se podría representar dicha imagen”.

Como se advierte de la anterior transcripción, el Tribunal


Unitario acudió al artículo 9 de la abrogada Ley Federal de Derechos
de Autor, para señalar que era aplicable cuando se emitieron los
registros de las obras “Guadalupana niña”, e indicó que su contenido
era coincidente con el artículo 78 de la actual Ley Federal del
Derecho de Autor, salvo por el empleo del término “obras derivadas”
en lugar del diverso de “versiones”.

En tal sentido, es infundado el planteamiento de la quejosa,


pues como ya se indicó, en la sentencia reclamada no se llevó a cabo

64
AMPARO DIRECTO 33/2017

una indebida aplicación del artículo 9 de la abrogada Ley Federal de


Derechos de Autor, pues por el contrario, se citó a manera de
referencia para establecer un marco contextual cuando se registraron
las obras “Guadalupana niña”, e indicar que su contenido era
coincidente con el artículo 78 de la vigente Ley Federal del Derecho
de Autor –con la salvedad del término “versiones” y no del actual
“obras derivadas”–.

Tal disposición, como acertadamente señaló el Tribunal


Unitario, se encontraba vigente al momento en que fueron expedidos
los permisos administrativos respecto de las obras de la quejosa;
adicionalmente, su contenido coincide medularmente con lo previsto
en el vigente artículo 78 de la Ley Federal del Derecho de Autor, en el
sentido de que las “versiones” –actualmente “obras derivadas”–
consisten toralmente en transformaciones de las obras primigenias,
contando con protección únicamente en lo que tengan de originales,
situación que incluso se reconoció en la presente sentencia al
analizar las características específicas de las obras “Guadalupana
niña”. De ahí que el argumento en estudio resulte infundado.

La quejosa por otro lado, indica que el artículo 4º de la Ley


Federal del Derecho de Autor define a las obras derivadas como
adaptaciones, traducciones o transformaciones de una obra
primigenia, lo cual a su consideración no ocurre en el presente caso,
ya que es imprecisa la conclusión de que las obras de la quejosa
sean derivadas de la Virgen de Guadalupe.

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AMPARO DIRECTO 33/2017

A consideración de esta Segunda Sala, la porción del concepto


de violación en estudio es infundada.

El Décimo Sexto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa


del Primer Circuito, al resolver el juicio de amparo directo 319/2015 –
en el que fue quejosa la señora Serrano Espinosa–, consideró que
eran inverosímiles las conclusiones de las periciales ofrecidas por la
señora Gertz Loizaga, al resultar evidente que las obras de la
ahora quejosa se encuentran basadas en la Virgen de
Guadalupe.

Dicha conclusión, consistente en que las obras “Guadalupana


niña” se encuentran basadas en la Virgen de Guadalupe, adquirieron
el carácter de cosa juzgada al haber causado estado por ministerio de
ley, ante lo cual, tal determinación del Tribunal Colegiado no puede
ser modificada en la presente sentencia.

En consecuencia, no es posible sostener que la conclusión del


Tribunal Unitario, relativa a que las obras de la señora Gertz Loizaga
se encuentran basadas en la Virgen de Guadalupe, es imprecisa
como argumenta la quejosa, pues tal determinación responde
justamente a la sentencia de amparo que emitió el Décimo Sexto
Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, y a
los lineamientos contenidos en ésta.

Ahora bien, el artículo 4, apartado C, fracciones I y II, de la Ley


Federal del Derecho de Autor, establece lo siguiente:

“Artículo 4. Las obras objeto de protección pueden ser: (…)

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AMPARO DIRECTO 33/2017

C. Según su origen:
I. Primigenias: Las que han sido creadas de origen sin estar basadas
en otra preexistente, o que estando basadas en otra, sus
características permitan afirmar su originalidad, y
II. Derivadas: Aquellas que resulten de la adaptación, traducción u
otra transformación de una obra primigenia”.

Como se advierte de tal disposición, la intención que subyace


en la misma, es que se consideren como derivadas aquellas obras
que se encuentren basadas en otra cuya calificativa jurídica sea la
de “primigenia”, pues incluso el precepto señala que se encuentran en
tal calificativa no solamente las adaptaciones o traducciones, sino
“otras transformaciones”; en otras palabras, el señalamiento de una
obra como derivada no se sustenta en que encuadre en la definición
literal de “adaptación” o “traducción”, sino en el hecho de basarse en
una primigenia, bajo cualquier esquema de transformación.

En tal sentido, el Décimo Sexto Tribunal Colegiado en Materia


Administrativa del Primer Circuito al resolver el juicio de amparo
directo 319/2015, determinó que las obras de la quejosa se
encuentran basadas en la Virgen de Guadalupe –conclusión que
como ya se indicó, ha causado estado en la presente secuela
procesal–, ante lo cual, resulta evidente que dichas obras son
adaptaciones o transformaciones de esta última, con la salvedad del
aspecto de originalidad a que ya se hizo alusión.

De ahí que, como ya se indicó, a consideración de esta


Segunda Sala el argumento analizado es infundado.

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AMPARO DIRECTO 33/2017

La quejosa también argumenta que a pesar de que sus obras


sean consideradas como derivadas, lo cierto es que las mismas no se
encuentran en los supuestos contenidos en el artículo 78 de la Ley
Federal del Derecho de Autor, pues no son del dominio público, y
tampoco son arreglos, compendios, ampliaciones, traducciones,
adaptaciones, paráfrasis, compilaciones, colecciones y
transformaciones de obras literarias y artísticas.

Dicho argumento es infundado. El artículo 78 de la Ley Federal


del Derecho de Autor en su primer párrafo, establece a la letra lo
siguiente:

“Artículo 78. Las obras derivadas, tales como arreglos, compendios,


ampliaciones, traducciones, adaptaciones, paráfrasis, compilaciones,
colecciones y transformaciones de obras literarias o artísticas, serán
protegidas en lo que tengan de originales, pero sólo podrán ser
explotadas cuando hayan sido autorizadas por el titular del derecho
patrimonial sobre la obra primigenia, previo consentimiento del titular
del derecho moral, en los casos previstos en la Fracción III del
Artículo 21 de la Ley”.

Ahora bien, a pesar de que la quejosa argumenta por qué no le


resulta aplicable ninguno de los términos empleados en tal precepto –
arreglos, compendios, ampliaciones, traducciones, adaptaciones,
paráfrasis, compilaciones, colecciones y transformaciones–, lo cierto
es que el artículo indica que las obras derivadas “tales como” las que
respondan a esos términos, serán protegidas en lo que tengan de
originales.

Esto es, el artículo en cuestión no pretende realizar un listado


exhaustivo y limitativo de términos, a efecto de que una obra será

68
AMPARO DIRECTO 33/2017

derivada únicamente sí encuadra en alguno de ellos, lo cual conduce


a que el argumento en estudio sea infundado.

Adicionalmente, la quejosa señala que la resolución del Tribunal


Unitario es contradictoria, al concluir que es fundada la afirmación de
la demandada, en el sentido de que la sentencia de primera instancia
fue incongruente, en tanto el Juez de Distrito sí resolvió la litis
planteada, pues estudió y valoró los elementos de prueba que obran
en autos.

Tal argumento es infundado, ya que esta Segunda Sala no


advierte que la sentencia del Tribunal Unitario sea contradictoria por
el hecho de haber resuelto que la sentencia de primera instancia fue
incongruente.

En efecto, al dictar la sentencia reclamada, el Tribunal Unitario


señaló que existía una incongruencia en la sentencia de primera
instancia, pues no se analizó la litis de acuerdo con lo argumentado
por las partes en sus escritos de demanda y contestación, aunado a
que existió una indebida valoración de pruebas, y no se demostró
violación alguna a la Ley Federal del Derecho de Autor o a la Ley de
la Propiedad Industrial.

El Tribunal Unitario añadió que aun cuando fuera cierto que la


demandada se basó en una medalla de la actora para crear sus
obras, lo cierto es que las ideas no son protegibles, sino la forma de
expresión y, en el caso concreto, a simple vista de la comparación

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AMPARO DIRECTO 33/2017

entre las obras de ambas partes, se observan notables diferencias en


la forma de expresar la idea de una virgen niña, tanto en sus
características estéticas, lineales, geométricas, de trazos y sobre todo
de color, lo cual conduce a la conclusión de que se trata de diversas
versiones de la Virgen de Guadalupe.

En el mismo sentido, indicó que los dictámenes rendidos por los


peritos de la demandada y los peritos terceros en discordia, son
coincidentes sobre el hecho de que las obras de la parte demandada
no son una reproducción, imitación, derivación, mutilación,
deformación o modificación de las obras de la parte actora, aunado a
que el juzgador no debió otorgar valor probatorio pleno a los
dictámenes rendidos por los peritos de la actora, pues carecen de
debida claridad, y sostienen conclusiones inverosímiles, al contrariar
normas generales de experiencia, hechos notorios y las declaraciones
de la propia creadora de las obras.

De la reseña de los anteriores elementos, se advierte que el


Tribunal Unitario no fue contradictorio; por el contrario, a efecto de dar
cumplimiento a la sentencia de amparo que dictó el Tribunal
Colegiado, atendió a los lineamientos que éste emitió, y procedió al
análisis de los agravios que en su momento fueron hechos valer por
la señora Serrano Espinosa, y llevó a cabo una valoración probatoria
justamente en los términos que precisó el Tribunal Colegiado, todo lo
cual le condujo a la conclusión de que la sentencia de primera
instancia fue incongruente con la litis que le fue planteada; de ahí que
el argumento resulte infundado, al no desprenderse contradicción
alguna en la sentencia que ahora se reclama.

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AMPARO DIRECTO 33/2017

La quejosa también señala que el Magistrado responsable no


tomó en consideración que las obras derivadas, cuando cuentan con
originalidad, deben calificarse de esa manera, por lo que negó de
manera indebida los aspectos originales de sus obras, máxime
cuando en momento alguno expresó que las mismas fueran una
versión o derivación de la Virgen de Guadalupe.

Tal porción contenida en el segundo concepto de violación, es


infundada.

Efectivamente como señala la quejosa, en términos del artículo


4, apartado C, fracción I, de la Ley Federal del Derecho de Autor,
dentro de las obras primigenias se encuentran aquellas que si bien se
basan en otras, es posible afirmar su originalidad en razón de sus
características.

En este punto, cabe reiterar que el Tribunal Colegiado que


conoció del juicio de amparo directo 319/2015 –en el que fue quejosa
la señora Serrano Espinosa–, al llevar a cabo el análisis de las
periciales que fueron ofrecidas por la señora Serrano Espinosa,
consideró que eran inverosímiles las conclusiones que éstas
arrojaban, al resultar evidente que las obras de la ahora quejosa se
encuentran basadas en la Virgen de Guadalupe.

Al respecto, sobre la valoración de tales pruebas periciales, el


Tribunal Colegiado emitió la siguiente directriz al Tribunal Unitario
para la emisión de una nueva sentencia:

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AMPARO DIRECTO 33/2017

“i) A los dictámenes de rendidos por los peritos designados por la


parte actora (Eduardo Vigueras Ibarra, especialista en materia de
artes plásticas y diseño, y Mónica Puigferrat Novella, técnica en
diseño gráfico), no tienen valor probatorio pleno, puesto que las
conclusiones que hacen sobre la originalidad de las obras de
Mercedes Gertz Loizaga, carecen de la debida claridad, por tratarse
de conclusiones inverosímiles, al contrariar normas generales de
experiencia, hechos notorios y las declaraciones de la propia
creadora de la obra, al haber negado dichos especialistas que las
obras de la actora derivan de la imagen de la Virgen de Guadalupe, lo
que se ha desvirtuado con los medios de prueba que se han
mencionado y que gozan de mayor credibilidad, por lo que deben
rechazarse las afirmaciones en ese sentido de los mencionados
especialistas”.

En razón de lo anterior, a pesar de las diversas menciones de la


quejosa, en el sentido de que no basó sus obras en la Virgen de
Guadalupe, lo cierto es que dicho aspecto ya fue analizado por un
Tribunal Colegiado en un juicio de amparo directo previo, mismo que
adquirió el carácter de cosa juzgada al haber causado estado por
ministerio de ley, ante lo cual, un aspecto firme de la presente
secuela procesal, es la conclusión consistente en que las obras
“Guadalupana niña”, de Mercedes Gertz Loizaga, sí se basan en
la Virgen de Guadalupe.

Es por lo anterior que dicho argumento es infundado, pues


contrario a lo que argumenta la quejosa, el Tribunal Unitario no pasó
por alto la normativa en materia de derechos de autor, ni el hecho de
que las obras que se basan en otras pueden ser primigenias cuando
contengan aspectos que permitan afirmar su originalidad, sino que su
conclusión, en lo relativo a las manifestaciones de la quejosa en el
sentido de que sus obras no se basan en la Virgen de Guadalupe, se

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AMPARO DIRECTO 33/2017

encuentra apegada a lo expresamente ordenado por el Tribunal


Colegiado que resolvió el juicio de amparo directo 319/2015.

Ahora bien, la quejosa también señala en su demanda de


amparo, que resulta jurídicamente válido sostener que el impedimento
para la explotación es una consecuencia legal de la cancelación de
los registros y certificados impugnados, por lo que fue injustificado
que el Tribunal Unitario excluyera el tema de la explotación de la litis
en la sentencia de segunda instancia.

Tal porción contenida en el primer concepto de violación es


inoperante, en virtud de las siguientes consideraciones:

Efectivamente, en el escrito inicial de juicio ordinario federal, la


ahora quejosa solicitó que se ordenara la cancelación de los registros
que en favor de Amparo Serrano Espinosa expidió tanto el Instituto
Nacional del Derecho de Autor así como el Instituto Mexicano de la
Propiedad Industrial.

Ahora bien, en la primera sentencia que emitió el Tribunal


Unitario, esto es, en la cual analizó la sentencia de primera instancia
en que el Juez de Distrito ordenó la cancelación de los registros
emitidos por ambas autoridades, señaló que si bien procedía la
cancelación de aquellos expedidos por el Instituto Nacional del
Derecho de Autor, lo cierto es que ello no implicaba la misma
consecuencia respecto de los otros registros, al no haberse

73
AMPARO DIRECTO 33/2017

demostrado una transgresión a la normativa en materia de propiedad


industrial.

Así las cosas, la quejosa señala en su demanda de amparo,


que declarar el impedimento para la explotación de una obra es una
consecuencia legal generada por la cancelación de los registros, ante
lo cual, dicho aspecto no podía excluirse de la litis.

Tal porción del primer concepto de violación es inoperante, pues


parte de una premisa falsa, ya que el reclamo responde a lo
contenido en la primera sentencia que emitió el Tribunal Unitario, pero
no a la segunda que dictó, y que constituye el acto reclamado en el
presente juicio de amparo directo.

En efecto, en la sentencia que dictó el Tribunal Unitario en


cumplimiento a la sentencia de amparo que dictó el Tribunal
Colegiado, ya no se sostuvo la cancelación de los registros expedidos
por el Instituto Nacional del Derecho de Autor, bajo la consideración
toral de que tanto las obras de la señora Gertz Loizaga así como las
de la señora Serrano Espinosa, son obras derivadas de la Virgen de
Guadalupe.

En consecuencia, la quejosa partió en esta porción de una


premisa falsa, pues señala que el impedimento de explotación es una
consecuencia legal de la cancelación de los registros, cuestión que sí
ocurrió en la primera sentencia del Tribunal Unitario, pero no en la
segunda que dejó sin efectos aquella, y que constituye el acto
reclamado en el presente juicio de amparo directo.

74
AMPARO DIRECTO 33/2017

Así, toda vez que en el acto reclamado en momento alguno se


ordenó la cancelación de los registros, existe un impedimento para
analizar si el impedimento de explotación era una consecuencia legal
de dicha cancelación, en tanto ésta, se reitera que no fue ordenada,
lo cual conduce a la inoperancia del planteamiento al partir de una
premisa falsa.

Por otra parte, la quejosa señala que el Tribunal Unitario pasó


por alto que se actualizó la hipótesis contenida en el artículo 151,
fracción III, de la Ley de la Propiedad Industrial40, en tanto la señora
Serrano Espinosa proporcionó datos falsos, al tener conocimiento
previo de las obras de la quejosa.

Tal porción contenida en el primer concepto de violación, es


inoperante, en tanto se trata de un aspecto novedoso que la quejosa
pretende introducir en la litis del presente juicio de amparo directo.

En efecto, de la lectura integral del escrito inicial de juicio


ordinario federal que fue presentado por la ahora quejosa, no se
advierte que en momento alguno hubiese planteado que los registros
que fueron expedidos por el Instituto Mexicano de la Propiedad
Industrial en favor de la señora Serrano Espinosa, resultaran nulos en
virtud de que dicha particular hubiese proporcionado datos falsos, en
términos de lo establecido en la Ley de la Propiedad Industrial.

40 “Artículo 151. El registro de una marca será nulo cuando: (…)


III. El registro se hubiera otorgado con base en datos falsos contenidos en su solicitud”.

75
AMPARO DIRECTO 33/2017

En tal virtud, ni el Juzgado de Distrito ni el Tribunal Unitario se


pronunciaron sobre la actualización del supuesto contenido en el
artículo 151, fracción III, de la Ley de la Propiedad Industrial, pero ello
se debió a que dicho argumento no fue planteado en momento alguno
en el juicio ordinario federal, ante lo cual, tampoco formó parte del
análisis correspondiente a la segunda instancia.

Por tanto, se reitera que resulta inoperante el planteamiento de


la quejosa, en el sentido de que el tribunal responsable eludió el
estudio de la cuestión jurídica antes indicada, en tanto la misma no
fue planteada por la ahora quejosa y, en consecuencia, no formó
parte de la litis en ninguna de las instancias, situación que conduce a
la existencia de un impedimento técnico para su análisis en el
presente amparo directo.

- Tercer y cuarto conceptos de violación.

De igual manera, por su estrecha vinculación, esta Segunda


Sala procederá al análisis conjunto de los conceptos de violación
“tercero” y “cuarto” contenidos en la demanda de amparo.

Así las cosas, la quejosa argumenta que resulta infundada y


carente de motivación, la afirmación consistente en que se dio un
alcance indebido a la prueba confesional, en la cual, la demandada
reconoció que en una tienda de regalos observó el grabado de la
medalla de plata que diseñó la ahora quejosa. Lo anterior, a su
consideración, resultaba suficiente para concluir que la señora
Serrano Espinosa tuvo conocimiento de la obra de Mercedes Gertz

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AMPARO DIRECTO 33/2017

Loizaga, lo que sirvió de base para realizar sus obras y


posteriormente registrarlas de forma ilegal.

De igual manera, señala que es infundado que las obras


presenten notables diferencias en la manera de expresar a la virgen
niña, ya que el Magistrado responsable no es perito en diseño gráfico
o artes plásticas, negando así valor probatorio a los dictámenes
periciales que fueron ofrecidos, aunado a que aquellos peritajes de la
demandada y de los peritos terceros en discordia, no señalan
expresamente el método y técnica empleados para dar respuesta a
los interrogatorios formulados, por lo que concederles valor probatorio
pleno es desacertado.

Adicionalmente, la quejosa señala que resulta infundado que la


autoridad responsable decrete que le asiste la razón a la demandada,
pues los dictámenes que ofreció la ahora quejosa, contienen
elementos de fondo y forma que la ley, la doctrina y la jurisprudencia
exigen para los peritajes, en los que se concluyó que las obras de la
actora eran originales, y no estaban basadas en la Virgen de
Guadalupe.

Añade que es infundada la afirmación de que a simple vista, las


obras de ambas partes están basadas en la Virgen de Guadalupe,
pues ello resulta parcial y favorable a la señora Serrano Espinosa,
máxime por no ser un perito en diseño gráfico o artes plásticas.

77
AMPARO DIRECTO 33/2017

Por último, argumenta que los dictámenes que ofreció la


quejosa, no son inverosímiles, pues dichas opiniones, mediante el
estudio cuidadoso del problema sometido a su consideración, tienen
fundamentos sobre el objeto, método y técnicas que utilizaron para la
obtención de sus conclusiones de que las obras de la actora no están
basadas ni derivan de la Virgen de Guadalupe.

Como se advierte, en primer término los presentes conceptos


de violación fueron formulados a efecto de combatir el modo en que el
Tribunal Unitario llevó a cabo el análisis de las periciales que se
desahogaron, argumentos que a consideración de esta Segunda
Sala, son inoperantes.

Para sustentar lo anterior, es necesario señalar que al resolver


el amparo directo 319/2015, el Tribunal Colegiado que conoció del
mismo estimó que resultaba:

“Innegable que las obras de Mercedes Gertz Loizaga (al igual que las
de Amparo Serrano Espinosa), están inspiradas o basadas, en la
imagen de la Virgen de Guadalupe, no obstante que, los peritos
Eduardo Vigueras Ibarra, especialista en materia de artes plásticas y
diseño, y Mónica Puigferrat Novella, técnica en diseño gráfico,
designados por la parte actora (Mercedes Gertz Loizaga),
concluyeron que las obras protegidas de la actora son originales, y
que no están basadas en la imagen de la Virgen de Guadalupe”.

A partir del anterior argumento medular, el Tribunal Colegiado


concluyó lo siguiente:

“Contrariamente a las afirmaciones de los citados peritos designados


por la parte quejosa, atendiendo al cúmulo probatorio que obra en
autos, así como de la simple comparación de las obras en comento,
se concluye que las obras de Mercedes Gertz Loizaga, al igual que
las de Amparo Serrano Espinosa, están inspiradas en la imagen de la

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AMPARO DIRECTO 33/2017

Virgen de Guadalupe (…) no es dable concluir que solamente


Mercedes Gertz Loizaga puede representar vírgenes niñas, pues
como quedó expuesto con antelación, esa idea o concepto como tal
(representar a una virgen niña y no adolescente o adulta), fueron
ampliamente explotados en diversas obras artísticas creadas durante
el siglo XVII, por lo que es obvio que las mismas fueron creadas
antes de que la citada actora elaborara sus obras ‘Guadalupana
Niña’”.

Ahora bien, por lo que respecta a la valoración de las pruebas


periciales, el Tribunal Colegiado estimó que el tribunal responsable
realizó una indebida valoración de los dictámenes emitidos por los
peritos atendiendo a lo siguiente:

“Así, resulta evidente que la parte recurrente en apelación realizó


una serie de argumentos a efecto de demostrar que la valoración que
hizo el Juez de Distrito respecto de los dictámenes periciales
rendidos por ROSSANA JARAMILLO PAEZ, perito designada por la
parte demandada para desahogar las periciales en diseño gráfico y
en artes plásticas y diseño; SERGIO KOLEFF OSORIO perito tercero
en discordia en artes plásticas y diseño y VÍCTOR HUGO
MARTÍNEZ CEDEÑO, perito tercero en discordia en diseño gráfico,
carecía de la debida fundamentación y motivación, sin embargo, la
autoridad responsable solamente resolvió que de los citados
dictámenes “no se desprende el método utilizado ni los expertos
explican cómo se llegó a las conclusiones que plantearon”, sin
embargo, dejó de atender a todos los argumentos antes descritos.
Efectivamente, resulta evidente que con la frase “no se desprende el
método utilizado ni los expertos explican cómo se llegó a las
conclusiones que plantearon”, la responsable no funda ni motiva su
resolución, esto es, no expuso los fundamentos ni las razones por las
que desestimó los argumentos formulados por la recurrente en el
sentido que los dictámenes periciales en comento sí contenían los
elementos suficientes para crear convicción en el juzgador, por lo
que, al no haber resuelto las cuestiones planteadas, se dejó a la
ahora quejosa (Amparo Serrano Espinosa) en completo estado de
indefensión, al haberse violado en su perjuicio el derecho
fundamental de acceso a la justicia.
Lo anterior, porque la autoridad responsable debió dilucidar si en los
dictámenes de los peritos designados por Amparo Serrano Espinosa

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AMPARO DIRECTO 33/2017

y los nombrados como terceros en discordia, como lo planteó la


recurrente en el escrito de apelación, se empleó el método
comparativo, analítico, deductivo; y si de las respuestas al
cuestionario correspondiente se advierte la utilización del referido
método; además, si como afirmó la recurrente, se señalaron los
fundamentos correspondientes a la ciencia del diseño gráfico y el
método utilizado, entre otros argumentos, en términos de los
agravios antes descritos.
Ahora, no obstante que en los dictámenes periciales en comento no
exista un capítulo expreso en el que se señalen esas cuestiones,
pues el titular del Tercer Tribunal Unitario en Materia Civil y
Administrativa del Primer Circuito deberá analizar si de la lectura
integral de los informes de los especialistas se advierten esos
elementos y, de ser así, deberá revocar la resolución del Juez de
Distrito en el sentido que desestimó los referidos dictámenes, y con
libertad de jurisdicción determine el valor probatorio que les
corresponda, para que sean tomados en cuenta al momento de
resolver sobre la materia del recurso de apelación.
En tales circunstancias, resulta ilegal que la citada responsable
hubiese ignorado la totalidad de los argumentos que se le
formularon, resolviendo contra los intereses de la parte quejosa
(Amparo Serrano Espinosa), sin que previamente hubiese
desvirtuado la causa de pedir que se elevara a su potestad.
Por tanto, en el caso concreto, al no advertirse fundamento alguno ni
exposición de razonamientos lógico-jurídicos que justifiquen que la
responsable desatendió los razonamientos de la ahora quejosa
(Amparo Serrano Espinosa), procede conceder el amparo y
protección de la Justicia Federal para que el Tercer Tribunal Unitario
en Materia Civil y Administrativa del Primer Circuito del conocimiento
deje insubsistente la sentencia combatida y emita otra en la que, con
plenitud de jurisdicción, resuelva lo que en derecho proceda sobre el
tema en estudio, atendiendo a los argumentos planteados por la
demandada (Amparo Serrano Espinosa), que fueron omitidos, toda
vez resulta incuestionable que este órgano colegiado carece de
facultades para sustituirse en el criterio jurisdiccional de la citada
responsable.
(…)
Por otra parte, cabe destacar que la autoridad responsable también
dejó de atender los argumentos formulados por la recurrente en su
escrito de agravios, en el sentido que el Juez de Distrito, de forma
indebida, otorgó valor probatorio pleno a los dictámenes rendidos por
Eduardo Vigueras Ibarra, perito designado por la parte actora
(Mercedes Gertz Loizaga) en la pericial en artes plásticas y diseño, y
Mónica Puigferrat Novella, perito designado en rebeldía a la misma
actora en diseño gráfico; en razón que dichos especialistas utilizaron
el método selectivo, porque al haber seleccionado sólo algunas de

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AMPARO DIRECTO 33/2017

las imágenes protegidas, existe parcialidad intencionada por parte de


dichos especialistas en relación con la parte que los designó, puesto
que el citado método selectivo resulta insuficiente para determinar si
todas y cada una de las obras de la demandada (Amparo Serrano
Espinosa) son iguales a las que defiende la actora.
(…)
En el caso, cabe destacar que el método selectivo, como su nombre
refiere, implica un procedimiento de selección, esto es, que para
llegar a un resultado fiable es permitido que, de un universo de
elementos, se elija un número indeterminados de éstos, en razón
que ese muestreo aleatorio es suficiente para tener una
representación fidedigna sobre las características generales de la
totalidad de los elementos de ese universo.
Sin embargo, como quedó expuesto con antelación, cada obra que
integra las colecciones registradas con los números de certificados
03-2005-012009475100-14, 03-2005-0120095109000-14, 03-2006-
092010100600-14 y 03-2007-091211572800-14, y que hacen
referencia al concepto “Virgen de Guadalupe en dibujo”, goza de la
protección que otorga la Ley Federal del Derecho de Autor de forma
individual, no obstante que los certificados se hayan otorgado en
forma de colección, puesto que la protección no se otorgó a un
concepto (Virgen de Guadalupe en dibujo), sino a la forma en que se
expresó ese concepto en cada obra, por tanto, si en las mencionadas
obras existen variantes respecto de la forma en que se plasmaron o
se expresaron las mismas, el análisis que efectuaron los peritos
designados por la parte actora (Mercedes Gertz Loizaga),
únicamente reflejan resultados respecto de las obras que, en lo
individual analizaron, sin que esas conclusiones puedan hacerse
extensivas a las diversas obras que no formaron parte del
correspondiente análisis, pues en el caso, si bien el universo de
elementos (obras), son similares, por representar a una Virgen de
Guadalupe, también es cierto que la forma de representarlas no es
homogénea, puesto que cada una goza de la protección que otorga
la Ley Federal del Derecho de Autor, en razón de la forma en que se
expresó cada una, por lo que la opinión de los especialistas no
puede tener repercusión respecto de las diversas obras que no
fueron objeto de estudio en los dictámenes correspondientes.
En consecuencia, lo resuelto por el Juez de Distrito, confirmado por
el Tercer Tribunal Unitario en Materia Civil y Administrativa del
Primer Circuito, en el sentido de otorgar valor probatorio pleno a los
dictámenes periciales rendidos por Eduardo Vigueras Ibarra, perito
designado por la parte actora en la pericial en artes plásticas y
diseño, y Mónica Puigferrat Novella, perito designado en rebeldía a la
actora en diseño gráfico, carece de la debida fundamentación y

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AMPARO DIRECTO 33/2017

motivación, puesto que, como se advierte de los citados dictámenes


(fojas 1869 a 1958 y 2245 a 2271 del juicio ordinario administrativo),
los citados especialistas solamente se enfocaron a analizar algunas
de las obras de la demandada.
Por ello, como quedó expuesto con antelación, las colecciones
registradas por Amparo Serrano Espinosa, constan de
aproximadamente ciento cincuenta obras (Legajo de Pruebas 2), las
que no fueron analizadas en su totalidad por los peritos designados
por la parte actora, de ahí que asista razón a la parte quejosa
(Amparo Serrano Espinosa), en el sentido que el método selectivo no
puede traer como consecuencia la cancelación de todos los registros
de sus obras, máxime que este tribunal ha considerado que el objeto
de protección de las obras que otorga la Ley Federal del Derecho de
Autor, es la forma en que estas se plasmaron o expresaron, no así la
idea o concepto de “representar a una virgen niña”.
Así, lo resuelto por el Magistrado responsable se explica, más no se
justifica, en razón que, para ordenar la cancelación de todas las
obras de Amparo Serrano Espinosa, sin exponer de forma fundada y
motivada la similitud que guarda cada una de las obras citadas,
interpretó que lo que debe protegerse es el concepto de representar
a una virgen niña, sin embargo, como ha aquedado expuesto, lo
realmente protegible es la forma en que se representa una idea o
concepto, lo que sí debe ser valorado en lo individual respecto de
cada una de las obras respecto de las que se ordenó la cancelación
de los registros.
También asiste razón a la parte quejosa (Amparo Serrano Espinosa),
en relación a que la autoridad responsable no valoró correctamente
el contenido de los dictámenes de los peritos de Mercedes Gertz
Loizaga, al haber concluido en sus dictámenes que las obras
originales de la actora son originales o primigenias, y que no están
basadas en la obra que dicha quejosa considera original (que se
encuentra en la Basílica de Guadalupe).
Efectivamente, no obstante las conclusiones de los peritos de la
parte actora (Mercedes Gertz Loizaga), en el sentido que las obras
denominadas “GUADALUPANA NIÑA”, no están basadas en la
Virgen de Guadalupe, y que son originales; de las constancias que
obran en autos, en específico de las manifestaciones que vertió la
citada actora en su escrito inicial de demanda, e incluso de lo que
expuso en el escrito de amparo en adhesión por ella promovido, se
advierte que las citadas obras artísticas denominadas
“GUADALUPANA NIÑA”, que amparan los certificados números
94478 y 94484, estuvieron inspiradas en la imagen original de la
Virgen de Guadalupe, que se encuentra en la denominada “Nueva
Basílica de Guadalupe”.
(…)

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AMPARO DIRECTO 33/2017

En ese sentido, resulta innegable que las obras de Mercedes Gertz


Loizaga (al igual que las de Amparo Serrano Espinosa), están
inspiradas o basadas, en la imagen de la Virgen de Guadalupe, no
obstante, los peritos Eduardo Vigueras Ibarra, especialista en
materia de artes plásticas y diseño, y Mónica Puigferrat Novella,
técnica en diseño gráfico, designados por la parte actora (Mercedes
Gertz Loizaga), concluyeron que las obras protegidas de la actora
son originales, y que no están basadas en la imagen de la Virgen de
Guadalupe.
Sin embargo, contrariamente a las afirmaciones de los citados
peritos designados por la parte quejosa, atendiendo al cúmulo
probatorio que obra en autos, así como de la simple comparación de
las obras en comento, se concluye que las obras de Mercedes Gertz
Loizaga, al igual que las de Amparo Serrano Espinosa, están
inspiradas en la imagen de la Virgen de Guadalupe.
En consecuencia, este Tribunal Colegiado considera fundado lo
expuesto por la parte quejosa (Amparo Serrano Espinosa), en razón
que el juzgador y la responsable no debieron otorgar valor probatorio
pleno a los dictámenes rendidos por los peritos designados por
Mercedes Gertz Loizaga (Eduardo Vigueras Ibarra, especialista en
materia de artes plásticas y diseño, y Mónica Puigferrat Novella,
técnica en diseño gráfico), puesto que las conclusiones que hacen
sobre ese tema carecen de la debida claridad, por tratarse de
conclusiones inverosímiles, al contrariar normas generales de
experiencia, hechos notorios y las declaraciones de la propia
creadora de la obra, al haber negado dichos especialistas que las
obras de la actora derivan de la imagen de la Virgen de Guadalupe,
lo que se ha desvirtuado con los medios de prueba que se han
mencionado y que gozan de mayor credibilidad, por lo que deben
rechazarse las afirmaciones de los especialistas”.

Fue con base en lo anterior, que el Tribunal Colegiado concedió


el amparo, a efecto de que el Tribunal Unitario tomara en cuenta al
emitir una nueva resolución, entre otros elementos, los señalados a
continuación:

“ (…)
f) En el supuesto que la autoridad responsable considere que es
procedente la cancelación de todas las obras que amparan los
registros números 03-2005-012009475100-14, 03-2005-

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AMPARO DIRECTO 33/2017

0120095109000-14, 03-2006-092010100600-14 y 03-2007-


091211572800-14, deberá de exponer, de forma fundada y motivada,
respecto de todas y cada una de las obras que contienen la
colecciones que amparan dichos registros, las razones por las que
llegó a esa conclusión, esto es, analizar, en lo individual, si cada una
de las obras protegidas en los certificados antes citados, contienen
características similares o idénticas a las obras denominadas
“Guadalupana niña”, amparadas en los certificados números 94478 y
94484, a nombre de Mercedes Gertz Loizaga.
g) Deberá resolver la totalidad de las cuestiones efectivamente
planteadas por Amparo Serrano Espinosa en su agravio identificado
como “cuarto”, respecto de que la valoración que hizo el Juez de
Distrito de los dictámenes periciales rendidos por Rossana Jaramillo
Páez, perito designada por la parte demandada para desahogar las
periciales en diseño gráfico y en artes plásticas y diseño; Sergio
Koleff Osorio perito tercero en discordia en artes plásticas y diseño y
Víctor Hugo Martínez Cedeño, perito tercero en discordia en diseño
gráfico, carece de la debida fundamentación y motivación, no
obstante que en los dictámenes periciales en comento no exista un
capítulo expreso en el que se señalen el método y la técnica
empleados para dar respuesta a los interrogatorios formulados, pues
el Magistrado responsable deberá analizar si de la lectura integral de
los informes de los especialistas se advierten esos elementos.
h) Lo resuelto por el Juez de Distrito, confirmado por el Tercer
Tribunal Unitario en Materia Civil y Administrativa del Primer Circuito,
en el sentido de otorgar valor probatorio pleno a los dictámenes
periciales rendidos por Eduardo Vigueras Ibarra, perito designado por
la parte actora en la pericial en artes plásticas y diseño, y Mónica
Puigferrat Novella, perito designado en rebeldía a la actora en diseño
gráfico, carece de la debida fundamentación y motivación, puesto
que, como se advierte de los citados dictámenes (fojas 1869 a 1958 y
2245 a 2271 del juicio ordinario administrativo), los citados
especialistas solamente se enfocaron a analizar algunas de las obras
de la demandada.
i) A los dictámenes de rendidos por los peritos designados por la
parte actora (Eduardo Vigueras Ibarra, especialista en materia de
artes plásticas y diseño, y Mónica Puigferrat Novella, técnica en
diseño gráfico), no tienen valor probatorio pleno, puesto que las
conclusiones que hacen sobre la originalidad de las obras de
Mercedes Gertz Loizaga, carecen de la debida claridad, por tratarse
de conclusiones inverosímiles, al contrariar normas generales de
experiencia, hechos notorios y las declaraciones de la propia
creadora de la obra, al haber negado dichos especialistas que las
obras de la actora derivan de la imagen de la Virgen de Guadalupe, lo
que se ha desvirtuado con los medios de prueba que se han
mencionado y que gozan de mayor credibilidad, por lo que deben

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AMPARO DIRECTO 33/2017

rechazarse las afirmaciones en ese sentido de los mencionados


especialistas”.

De las consideraciones y efectos antes señalados, se


desprende que el Tribunal Colegiado arribó a las siguientes
conclusiones:

* Los dictámenes periciales de la parte demandada no pueden


ser desestimados por no especificar el método empleado, sino que en
todo caso el Tribunal responsable debe analizar si de la lectura
integral de dichos peritajes se advierten los elementos en cuestión.

* Que se concedió un indebido valor probatorio a los dictámenes


de la parte actora, ya que éstos no analizaron la totalidad de las obras
de la demandada (aproximadamente ciento cincuenta), sino que al
aplicarse un método selectivo únicamente reflejan resultados respecto
de las obras que en lo individual se analizaron, sin que éstas puedan
hacerse extensivas a las diversas obras que forman parte del
correspondiente análisis, en consecuencia, no resulta dable conceder
valor probatorio pleno a dichas probanzas.

* La responsable debe valorar correctamente el contenido de los


dictámenes periciales de la parte actora, ya que éstos resultan
inverosímiles, contrarios a las normas generales de experiencia y
hechos notorios, ello al haber negado que la obra “Guadalupana niña”
de la parte actora guarda semejanza con la imagen de la Virgen de
Guadalupe.

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AMPARO DIRECTO 33/2017

Del análisis comparativo de los conceptos de violación de la


quejosa y las anteriores determinaciones, se desprende que existe un
impedimento para realizar el estudio planteado en la demanda de
amparo, en tanto ello implicaría examinar de nueva cuenta aspectos
de legalidad que han sido previamente resueltos, ello toda vez que las
pretensiones de la parte actora son, medularmente, las siguientes: 1)
que los dictámenes periciales de la parte demandada no sean
valorados al no precisarse el método empleado por los peritos; 2)
considerar que los peritos de la parte actora sí analizaron la totalidad
de las obra de la parte demandada a pesar de aplicar un método
selectivo; y 3) conceder valor probatorio pleno a las pruebas
periciales de la parte actora.

En consecuencia, la sentencia que emitió el Tribunal Unitario, en


el punto relativo a las periciales y a su respectiva valoración, consiste
en una reiteración de lo ya resuelto por el Tribunal Colegiado al
conocer del amparo directo 319/2015.

Por tanto, la determinación respecto de los argumentos


formulados por la quejosa con la intención de combatir la valoración
de las pruebas periciales, ha adquirido la calidad de cosa juzgada y,
por ende, no pueden ser analizados estos planteamientos a través del
presente juicio de amparo, ante lo cual, se reitera que los mismos
resultan inoperantes.

En efecto, al existir coincidencia entre las pretensiones de la


quejosa y las determinaciones adoptadas previamente por un Tribunal
Colegiado –que adquirieron el carácter de cosa juzgada al haber
causado estado por ministerio de ley–, se estima actualizado un

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AMPARO DIRECTO 33/2017

impedimento procesal que torna inoperantes los conceptos de


violación.

Finalmente dentro de los conceptos de violación en estudio, la


quejosa argumenta que el Tribunal Unitario atribuyó un indebido
alcance probatorio al desahogo de la prueba confesional a cargo de
la demandada, pues del examen de la misma se evidencia que ésta
manifestó haber conocido en mil novecientos noventa y ocho la obra
de la actora “Guadalupana niña”, “cuando en una tienda de regalos
observó el grabado de la medalla de plata que diseñó la actora”.

A su consideración, lo anterior implica una prueba que


concatenada con el resto del caudal probatorio constituye un indicio
que debería resultar suficiente para que el Tribunal responsable
determinara que la demandada se basó en la obra de la actora para
realizar y posteriormente registrar su propia obra.

Así las cosas, del análisis de la sentencia emitida por el Tribunal


Unitario el trece de abril de dos mil dieciséis en cumplimiento a la
sentencia de amparo, se advierte que la responsable determinó lo
siguiente:

“Además, es fundado el agravio en que la apelante afirma que se


está dando un alcance indebido a su contestación de demanda y al
desahogo de la prueba confesional, (…)
Ello es así, ya que si bien es cierto de la contestación de demanda y
de las posiciones indicadas se deduce que sí conoció las obras de la
actora en el año de mil novecientos noventa y ocho; que sabía que la
titular de las obras Guadalupana Niña era la actora; que se basó en
una medalla para crear su obras. Sin embargo, no por ello debe

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AMPARO DIRECTO 33/2017

considerarse que la demandada copió las obras de aquélla,


pues, en primer lugar, la demandada siempre negó que se
tratara de la medalla de la actora, lo cual es una negación lisa y
llana que no conlleva afirmación alguna, como dice el juzgador,
que ameritara arrojar la carga de la prueba sobre la enjuiciada.
En segundo lugar, porque a consideración de este Tribunal Unitario
de Circuito, aun cuando fuera cierto, por los indicios que se
desprenden de autos, que la demandada se basó en la medalla de la
actora para crear sus obras, también lo es que, de cualquier forma,
se reitera, las ideas no son protegibles sino la forma de
expresión y, en la especie, a simple vista, de la comparación
entre las obras de la actora y las de la demandada, se observan
notables diferencias en la forma de expresar a la Virgen Niña,
tanto en sus características estéticas, lineales, geométricas, de
trazos y sobre todo de color, que forman la convicción de este
juzgador sobre el hecho de que se trata de diversas versiones
de la imagen de la Virgen de Guadalupe”.

De lo anterior se pone en evidencia que los conceptos de


violación de la quejosa no desvirtúan las razones expresadas por el
Tribunal Unitario relativos a la valoración de la prueba confesional
desahogada por la parte demanda, ya que si bien la señora Serrano
Espinosa reconoció haberse inspirado en una medalla, lo cierto es
que negó que ésta fuera la diseñada por la señora Gertz Loizaga,
cuestión que constituye una negativa que fue considerada lisa y llana
al no conllevar afirmación alguna, por lo que no corresponde
trasladarle la carga probatoria de su dicho.

Aunado a lo anterior, tomando en cuenta los rasgos que


caracterizan a las obras en conflicto, el Tribunal Unitario consideró
que aun y cuando la prueba confesional se valorara en los términos
pretendidos por la demandada ello resultaría insuficiente para
estimar actualizado el plagio de una obra, pues los rasgos que las
diferencian resultan suficientes para concluir lo opuesto.

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AMPARO DIRECTO 33/2017

En consecuencia, la citada porción de sus conceptos de


violación es inoperante, pues la parte quejosa se limita a señalar en
su demanda de amparo que el tribunal responsable realizó una
indebida valoración de la prueba confesional, pero no desvirtúa las
consideraciones contenidas en la sentencia reclamada, en las cuales
se indicó que la señora Serrano Espinosa externó una negativa lisa y
llana en términos del artículo 82 del Código Federal de
Procedimientos Civiles.

En el mismo sentido, la quejosa tampoco controvierte el


argumento emitido por el Tribunal Unitario, en el sentido de que aun
cuando fuera cierto que la demandada se basó en las obras de la
señora Gertz Manero, lo cierto es que de cualquier manera no existiría
una transgresión al orden jurídico, pues en atención a la forma en
que ambas expresaron sus obras, a simple vista se advierte que
existen diferencias notables, debido a las características estéticas,
lineales, geométricas, de trazos y en especial de color, lo cual
conduce a la conclusión de que se trata de versiones distintas de la
imagen de la Virgen de Guadalupe.

- Quinto concepto de violación.

Adicionalmente, la quejosa señala que es infundado y sin


motivación alguna que la autoridad responsable resuelva que revoca
la sentencia de primera instancia, decretando improcedentes todas
las prestaciones que reclamó, pues tal resolución está dictada de
manera contraria a la letra de la ley y a las constancias, al no respetar

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los derechos de legalidad, congruencia, debida fundamentación y


motivación.

El argumento en estudio es infundado. Como puede advertirse


de su lectura, el concepto de violación en estudio consiste en un
planteamiento genérico, en el cual la quejosa no hace valer
consideraciones concretas, sino que hace una remisión a lo que
planteó en los conceptos de violación “primero”, “segundo”, “tercero” y
“cuarto”.

Así las cosas, al no haber resultado fundado alguno de los


conceptos de violación a que hace referencia la propia quejosa, es
que el presente planteamiento en estudio no puede prosperar, en
tanto esta Segunda Sala no advierte que la sentencia reclamada sea
ilegal, incongruente o carente de los requisitos constitucionales de
fundamentación y motivación, tal y como se advierte de los anteriores
apartados contenidos en el presente considerando.

Aunado a que, no resulta infundado y carente de motivación, el


hecho de que en la sentencia reclamada se haya revocado la
resolución de primera instancia, ni el hecho de que se haya decretado
la improcedencia de las prestaciones reclamadas, en tanto tales
resolutivos son la consecuencia directa, natural y lógica de las
consideraciones contenidas en la sentencia de segunda instancia.

- Manifestaciones iniciales de la quejosa (que no se


encuentran contenidas en los conceptos de violación).

90
AMPARO DIRECTO 33/2017

Finalmente, no pasa desapercibido para esta Segunda Sala, el


hecho de que previo al desarrollo de los conceptos de violación en la
demanda de amparo, la quejosa señaló que el Tribunal Unitario negó
sin fundamento ni motivo todo lo que apoyó en su anterior resolución,
obedeciendo los criterios parciales del Tribunal Colegiado, y haciendo
a un lado su libertad y plenitud de jurisdicción, y negando en forma
reiterada, injustificada, ilegal y contradictoria la semejanza entre las
obras de ambas partes.

Al respecto, efectivamente el Tribunal Unitario adoptó una


determinación diversa a la que había sustentado en un primer
momento; sin embargo, ello no implica actuación inconstitucional
alguna, como pretende evidenciar la quejosa. Por el contrario, la
segunda resolución dictada por el Tribunal Unitario responde a
la dinámica de instancias, que resulta propia del sistema de
impartición de justicia en nuestro país, en virtud de la cual, una
sentencia dictada en cierta instancia puede modificarse si así lo
determina un órgano jurisdiccional con competencia para analizar la
regularidad constitucional y legal de dicha decisión.

Efectivamente, en una primera resolución, el Tribunal Unitario


sostuvo la procedencia de las principales prestaciones reclamadas
por la señora Gertz Loizaga, situación que modificó en una segunda
sentencia, pero justamente en atención a que un Tribunal Colegiado,
que conoció del amparo directo promovido en contra de la primera
resolución, así lo ordenó al conceder el amparo a la demandada
Amparo Serrano Espinosa.

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Si bien la quejosa señala que los criterios del Tribunal


Colegiado fueron “parciales”, lo cierto es que éstos adquirieron el
carácter de cosa juzgada al haber causado estado por ministerio de
ley.

En consecuencia, no existe violación constitucional alguna por


el solo hecho de que el Tribunal Unitario haya modificado la primera
resolución que emitió, en tanto ello fue consecuencia de una
sentencia de amparo dictada por un Tribunal Colegiado, mientras que
tampoco existió una violación a los derechos de la quejosa en los
ámbitos en que este último señaló que el Tribunal Unitario tendría
plenitud de jurisdicción, tal y como se advierte del estudio contenido
en el presente considerando.

Así las cosas, esta Segunda Sala reitera que los conceptos de
violación que hizo valer la quejosa resultaron infundados e
inoperantes, razón por la cual, lo procedente es negar el amparo y
protección de la Justicia de la Unión.

SÉPTIMO. Amparo adhesivo. En virtud de la determinación


adoptada por esta Segunda Sala, se declara sin materia el amparo
adhesivo promovido por Amparo Serrano Espinosa, al haberse
negado el amparo principal solicitado.

Al respecto, resulta aplicable la jurisprudencia 134/2014 de esta


Segunda Sala41, cuyo rubro y texto son los siguientes:

41Publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, Libro 14, enero
de 2015, Tomo I, página 849.

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AMPARO DIRECTO 33/2017

“AMPARO ADHESIVO. DEBE DECLARARSE SIN MATERIA


CUANDO LOS CONCEPTOS DE VIOLACIÓN DEL AMPARO
PRINCIPAL SE DECLARAN INFUNDADOS. Conforme al artículo
182 de la Ley de Amparo, quien obtenga sentencia favorable a sus
intereses puede adherirse al juicio constitucional promovido por su
contraparte en el procedimiento natural, expresando los conceptos de
violación que fortalezcan las consideraciones del acto reclamado o
que expongan violaciones al procedimiento que pudieran afectar sus
defensas, trascendiendo al resultado del fallo. Ahora, si se toma en
cuenta que el amparo adhesivo carece de autonomía en cuanto a su
trámite y procedencia, al seguir la suerte procesal del juicio de
amparo principal y, por tanto, el interés de la parte adherente está
sujeto a ésta, es evidente que cuando los conceptos de violación del
quejoso en el principal se declaran infundados y, en consecuencia, el
acto reclamado -que le es favorable al adherente- permanece
intocado, desaparece la condición a que estaba sujeto su interés
jurídico y debe declararse sin materia el amparo adhesivo promovido
para reforzarlo”.

Por lo antes expuesto y fundado, esta Segunda Sala de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación,

RESUELVE:

PRIMERO. La Justicia de la Unión no ampara ni protege a


Mercedes Gertz Loizaga, contra la autoridad y por el acto reclamado
precisados en el resultando quinto de esta sentencia.

SEGUNDO. Se declara sin materia el amparo adhesivo


promovido por Amparo Serrano Espinosa.

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AMPARO DIRECTO 33/2017

Notifíquese; con testimonio de la presente resolución,


devuélvanse los autos al lugar de su origen y, en su oportunidad,
archívese el toca como asunto concluido.

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