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Crisis en el suicidio

Para empezar a diferenciar, el “suicida” es aquella persona que ya ha puesto fin a su vida, mientras
que “aquellos que tienen intención suicida” no lo han hecho, pero están empezando a elaborar
planes e ideas para llevarlo a cabo.

Factores de riesgo para una conducta suicida en la niñez y adolescencia

 Abandono por parte de los padres


 Divorcios
 Maltrato físico y psicológico
 Aislamiento afectivo por parte de los padres
 Etapa de duelo por muerte de un familiar
 La personalidad de los progenitores
 Historial de alcoholismo en los padres
 Abuso físico y psicológico en la escuela
 Abuso sexual
Signos de alerta de una persona con pensamiento suicida.

 Tristeza, aburrimiento, tedio y fastidio.


 Pérdida de los interes
 Falta de concentración.
 Irritabilidad, disforia, malhumor.
 Pérdida de la energía para emprender las tareas cotidianas.
 Sentimientos de cansancio y agotamiento.
 Manifestar deseos de morir.
 Sentirse físicamente enfermos, sin tener una enfermedad orgánica alguna.
 Incremento del uso del alcohol y las drogas.
 Expresar ideas suicidas o elaborar un plan suicida.
 Planificar actos en los que no se calculen de forma realista, las probabilidades de morir.
 Llanto sin motivo aparente.
 Aislamiento social evitando las compañías de amigos y familiares.
 Pesimismo, desesperanza y culpabilidad.
 Regalar las pertenencias cuando no hay motivos lógicos para hacerlo

Qué hacer y qué no con quien ha intentado suicidarse.

Qué hacer
 Escuchar, mostrar empatía y mantener la calma
 Mostrar apoyo y preocupación
 Tomar en serio la situación y evaluar el riesgo
 Preguntar acerca de los intentos previos
 Explorar posibilidades diferentes al suicidio
 Preguntar acerca del plan de suicidio
 Identificar otros apoyos
 Quitar y controlar los medios, si es posible
 Tomar acciones, contar a otras personas, obtener ayuda
 Si el riesgo es alto, permanecer con la persona

Qué no hacer
 Ignorar la situación
 Mostrarse consternado o en pánico
 Decir que todo estará bien
 Retar a la persona a seguir adelante
 Hacer parecer el problema como algo trivial
 Dar falsas garantías
 Jurar guardar secreto
 Dejar a la persona sola

Señales de alerta para la detección del riesgo suicida.

Comentarios negativos sobre sí mismo, su vida o sobre el futuro: no valgo para nada, soy un
inútil, estaríais mejor sin mí, estoy cansado de luchar, soy una carga para todos, las cosas no van
a mejorar nunca.
Comentarios o verbalizaciones relacionadas con el acto suicida o la muerte: me gustaría
desaparecer, quiero descansar, no quiero seguir viviendo, me pregunto cómo sería la vida si
estuviera muerto, nadie me quiere y es preferible morir…

Despedidas verbales o escritas: “quiero que sepas que, en todo este tiempo, me has ayudado
mucho”

Para los adolescentes: cuando alguien que conoces quiere suicidarse

 Preguntar directamente qué siente, aunque sea un poco incómodo hacerlo.


 Anima a la persona a buscar tratamiento.
 Ofrece ayudar a la persona a tomar las medidas para obtener asistencia y apoyo.
 Anima a la persona a comunicarse contigo.
 Sé respetuoso y reconoce los sentimientos de la persona.
 No seas condescendiente, pero tampoco juzgues. Por ejemplo, en vez de decir “las cosas
podrían ser peores” o “tienes mucho por qué vivir”, mejor pregúntale por qué se siente tan
mal, qué le haría sentir mejor o cómo puedes ayudarle.
 Nunca prometas mantener en secreto los sentimientos suicidas de alguien.
 Asegúrale que las cosas pueden mejorar.
 Anímale a no consumir alcohol ni drogas.
 Retira de la casa de la persona todo lo que sea potencialmente peligroso, dentro de lo
posible.

¿Qué hacer ante una situación de riesgo?

Llamar a los Servicios de Emergencias Médicas.

Acudir a Urgencias del Hospital más cercano.

En caso que reciba tratamiento psiquiátrico, ponerse en contacto inmediato con su especialista de
referencia.
Informar a las personas más cercanas de la situación que está atravesando su familiar y de la
importancia de darle apoyo.

No dejarle solo: Si se mantiene contacto con amigos y familiares, puede desahogarse y expresar
su malestar, y ellos devolverle una visión más realista y optimista de la situación.

Hablar, no juzgarle.

Tomar las amenazas en serio, no criticar, no discutir, no utilizar sarcasmos, ni desafíos.

No entrar en pánico:

Comprender, por muy extraña que parezca la situación.

Emplear términos y frases amables y mantener una conducta de respeto

Hablar de su idea de cometer suicidio abiertamente y sin temor

Estar atento a las señales de alarma.

Cuidarnos a nosotros mismos: No podemos dejar a un lado el cuidado o autocuidado de la


familia. Debemos ser conscientes de que es posible que no podamos controlar a nuestro familiar
todo el tiempo, asumir que tenemos limitaciones.

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