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En matemáticas, una incógnita es un elemento constitutivo de una expresión matemática. La
incógnita permite describir una propiedad verificada por algún valor desconocido, por lo
general números. En el caso de una ecuación, es un valor tal que, al sustituirlo por la
incógnita, se verifica la igualdad; en este caso se le llama solución.1 La incógnita también es
utilizada en otros casos, como por ejemplo una inecuación. Un problema puede tener una o
varias incógnitas, pero cada una se expresa bajo la forma de un solo y único símbolo. Casos
simples de uso son la regla de tres y el cálculo de porcentaje.
Históricamente, la incógnita fue utilizada en la modelización de problemas algebraicos
relacionados con polinomios. Este caso particular corresponde a la llamada teoría de
ecuaciones; su uso se ha expandido en particular con el progreso del análisis en donde
aparecen otras funciones además de las polinómicas; la incógnita puede así designar, por
ejemplo, un vector o una función. En un sentido moderno, una incógnita es una variable
asociada a una función matemática cuyo valor numérico puede obtenerse por operaciones
aritméticas de cálculo.2
El término incógnita aparece por primera vez en el siglo XVII bajo la pluma de Fermat,3 pero el
concepto es mucho más antiguo. El matemático griego Diofanto, en el siglo III, introduce
el arithme que -si bien menos operacional- prefigura la «incógnita» moderna. El vocabulario y
ciertos principios fundamentales de la resolución de ecuaciones, como el de balanceo,
provienen en gran parte del matemático Al-Juarismi y de sus discípulos.
Índice
que representa, por lo que se puede operar con ella, por ejemplo: . De manera
totalmente general, las operaciones aplicables a los posibles valores de la incógnita, son
válidas en la manipulación de la propia incógnita. Es cuando se opera de este modo que se
puede hablar verdaderamente de «incógnita» en el sentido matemático del término. Por otra
parte, la incógnita puede designar simplemente un valor que se quiere determinar, una
solución a un problema dado, como puede ser un número, una figura geométrica, etc.
Algunos historiadores de las matemáticas consideran que el término «incógnita», en el sentido
matemático, se aplica únicamente si ésta posee un mínimo de propiedades matemáticas. Este
sentido más preciso permite definir los orígenes de una rama de las matemáticas
llamada álgebra.
«El término de álgebra, en una época en que la investigación sobre la incógnita aún no es explícita, y
menos el estudio de "ecuaciones", debe ser utilizado con prudencia.»4
Para una ecuación escrita en la forma general: f(x)=g(x) («una igualdad entre dos expresiones
matemáticas que se verifica para ciertos valores de la variable llamada incógnita»),5 la
incógnita x es una variable. Las ecuaciones polinomiales con una incógnita se escriben como
igualdades entre términos, utilizando únicamente las operaciones de adición y multiplicación.
La resolución de ecuaciones polinómicas, o algebraicas, juega un papel importante en el
nacimiento y posterior desarrollo del álgebra. La rama de las matemáticas que las estudia es
la teoría de ecuaciones dado qué es la expresión algebraica
Historia[editar]
El papiro Rhind es uno de los textos matemáticos más antiguos conocidos, se encuentra el
término aha que se traduce por incógnita.
Tan lejos como se remontan los textos matemáticos, se encuentra el uso de la incógnita, en el
sentido de un valor que se busca y que se desconoce. Así por ejemplo, en un viejo papiro
egipcio, el papiro Rhind, incógnita se denomina aha6 y el método de resolución es el de
la regla falsa. La matemática babilónica hace uso de valores desconocidos inicialmente y que
se busca establecer, y que verifican ciertas características. Las tablillas babilónicas que se
conservan no son lo suficientemente explícitas para dejar saber si el método de resolución es
geométrico o no, y nada hace pensar en una formalización de la incógnita.
Esta concepción de la incógnita no es considerada por los historiadores de las matemáticas
como «la incógnita en el sentido matemático del término», sino que designa aquí una palabra
del lenguaje corriente, corresponde al valor desconocido de la cuestión a resolver y que se
vuelve conocido una vez resuelto el problema. Un formalismo matemático asociado a la
definición misma de lo que se considera hoy en día como álgebra es indispensable para
comprender la historia del concepto. Este tratamiento formal no se encuentra ni en
las matemáticas egipcias ni babilónicas, ni tampoco en la época de Euclides con los griegos.
El método de la regla falsa o la resolución geométrica para la búsqueda del área de una
superficie con un perímetro dado, son ejemplos de métodos que no utilizan la incógnita
matemática, si bien revelan lo que es en principio desconocido en un problema dado.
Los trabajos de Diofanto[editar]
En su Arithmetica, Diofanto detalla las propiedades del arithme, el ancestro de la incógnita tal y como ha
sido formalizada.
Los historiadores ubican el origen del concepto de incógnita,7 en el sentido matemático del
término, dentro de la obra de Diofanto (siglo III), más de 2000 años después de la redacción
del papiro de Rhind. Su incógnita se llama arithme, y la simboliza con la letra S.
«El número que posee una cantidad indeterminada de unidades se llama el arithme, y su marca
distintiva es S.»7
Diofanto elabora un ancestro de lenguaje simbólico,8 así Sιβ significa 12*x, pues ι simboliza
10, β 2 y S la incógnita (en notación moderna: x). No es tanto la existencia de un lenguaje pre-
simbólico lo que hace que se le atribuya a Diofanto el descubrimiento de la incógnita en
sentido matemático, sino más bien las propiedades que le otorga.
En la introducción de su libro intitulado Arithmetica, Diofanto precisa las reglas algebraicas, es
decir que indica como adicionar, sustraer, multiplicar y dividir expresiones que contienen
su arithme:
«Así, por el arithme, diremos el inverso del arithme, para su potencia, diremos el inverso del cuadrado.»9
Son las letras que aarithme multiplicado por el bicuadrado del arithme es igual al cubo
del arithme.»10
El principio de balanceo, es decir el hecho de poder agregar o quitar de ambos lados de una
igualdad una misma expresión es desarrollado:
«Es de utilidad que aquél que aborde este tratado sea diestro en la adición, sustracción y multiplicación
de especies, en la manera de agregar especies positivas y negativas con coeficientes diferentes a otras
especies que son ellas mismas positivas, o negativas y positivas; y en fin, en la manera de quitar
especies positivas y otras negativas, de otras especies ya sean positivas, o positivas y negativas.
Luego, si resulta de un problema que ciertas expresiones son iguales a expresiones idénticas, pero con
coeficientes diferentes, habrá que quitar de un lado y de otro las [especies] iguales de iguales, hasta
obtener una sola especie igual a una sola especie.»11
Estos principios son los primeros que enseñan el manejo de la incógnita, definida en sentido
matemático. L. Radfort lo expresa del siguiente modo:
«Esta resolución nos permite ver que con Diofanto estamos en presencia de un cambio conceptual en la
manera de abordar ciertos problemas matemáticos. Una cantidad desconocida es puesta en escena y
esta cantidad, el arithme, va a ser tomada en cuenta en los cálculos: se va a operar con ella.»12