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UNIVERSIDAD DE CHILE

FACULTAD DE CIENCIAS FÍSICAS Y MATEMÁTICAS


DEPARTAMENTO DE INGENIERÍA INDUSTRIAL

ANÁLISIS DE LA GESTIÓN INTERSECTORIAL EN INSERCIÓN LABORAL DE


JÓVENES INFRACTORES: EL CASO DE LA LIBERTAD ASISTIDA ESPECIAL

TESIS PARA OPTAR AL GRADO DE MAGISTER EN GESTIÓN Y POLÍTICAS


PÚBLICAS

ALEJANDRA SOFIA AHUMADA MANDAKOVIC

PROFESORA GUÍA:
OLGA ESPINOZA MAVILA

MIEMBROS DE LA COMISIÓN:
CAROLINA VILLAGRA PINCHEIRA
MIGUEL ANGEL CORNEJO RALLO

SANTIAGO DE CHILE
2017
RESUMEN DE TESIS PARA OPTAR AL TÍTULO DE:
Magister en Gestión y Políticas Públicas
POR: Alejandra Sofía Ahumada Mandakovic
FECHA: 23/04/2017
PROFESOR GUÍA: Olga Espinoza Mavila

ANÁLISIS DE LA GESTIÓN INTERSECTORIAL EN INSERCIÓN LABORAL DE


JÓVENES INFRACTORES: EL CASO DE LA LIBERTAD ASISTIDA ESPECIAL
La ejecución de las sanciones en el sistema de responsabilidad penal adolescente, debe
responder a un mandato legal que exige al Estado no sólo hacer cumplir las penas
dictadas por un tribunal, sino que además alcanzar ciertas finalidades de éstas,
específicamente la responsabilización del adolescente y su plena reinserción social.
La población que permanece cumpliendo las sentencias del sistema adolescente ha
evolucionado en términos tales, que hoy mayoritariamente está compuesto por personas
mayores de 18 años que, en su mayoría, se encuentran cumpliendo la sanción de libertad
asistida especial. Por ello, las intervenciones que daban contenido a las sanciones han
debido ser reevaluadas y modificadas para satisfacer las necesidades de una población
que se encuentra en una etapa diferente a la originalmente considerada. En este
contexto, el foco inicial de las intervenciones, que enfatizaba la permanencia en el
sistema escolar ha dado paso a un impulso significativo de las acciones de inserción
laboral.
Por otra parte, el sistema de justicia juvenil supone que las intervenciones especializadas
que los adolescentes condenados requieran, deben satisfacerse en la red del Estado a
través de convenios. Dado que la ley no contempla un modelo de gestión coordinada, las
prestaciones de las respectivas reparticiones del Estado adoptan formas indeterminadas
y heterogéneas. Para determinar de qué forma se lleva a cabo la gestión coordinada de
los planes de inserción laboral de jóvenes condenados en libertad asistida especial se
diseñó un estudio cualitativo que tuvo por objeto caracterizar esta gestión, analizar
posibles incompatibilidades normativas y operativas en el uso de las políticas de
capacitación y empleo por parte de jóvenes condenados, y determinar los nudos críticos,
si los hubiere, desde el punto de vista de sus actores principales.
Se concluyó, entre otras cosas, que sólo existe una coordinación reactiva, no desde el
diseño, orientada principalmente a resolver contingencias en el uso de programas ya
diseñados por distintas instituciones en forma independiente y fragmentada.
Asimismo, se advierten dos nudos críticos centrales: por una parte, las direcciones
regionales de SENAME tienen escasa capacidad de gestión y coordinación local y de
asistencia técnica, por lo que sus funciones se enfocan mayoritariamente en la
supervisión del cumplimiento formal de los convenios con las Organizaciones
Colaboradoras que ejecutan las sanciones. Por otra parte, la alta rotación de los
delegados de libertad asistida especial, compromete la efectividad de las acciones de
reinserción desde múltiples puntos de vista y además hace que en general, el sistema
cuente con información de baja calidad que no permite gestionar acciones de inserción
laboral pertinentes a esta población.
i
DEDICATORIA

A Humberto, Santiago,
Tomás y Magdalena,
por su apoyo permanente.

ii
Tabla de Contenido

Justificación del Estudio de Caso ..................................................................................... 1


I. Introducción ............................................................................................................... 2
II. Definiciones conceptuales ......................................................................................... 7
La reinserción social y el trabajo ............................................................................ 7
i. ¿Qué es la reinserción social? ............................................................................ 7
ii. Intervenciones efectivas en reinserción social .................................................... 9
iii. El trabajo como pilar de la reinserción social en infractores .......................... 10
iv. La condena y sus consecuencias a largo plazo ............................................. 12
La intersectorialidad en la gestión pública ............................................................ 14
i. La necesidad de gestión intersectorial en el sistema de justicia juvenil ............ 14
ii. ¿Qué se entiende por intersectorialidad? .......................................................... 15
Incentivos y programas de apoyo a la capacitación y el empleo .......................... 17
i. ¿Qué son los incentivos u programas de apoyo en el área laboral y de
capacitación? ........................................................................................................... 17
ii. Formación de capital humano y señales de mercado ....................................... 18
III. Antecedentes: sanciones en el sistema juvenil e instrumentos de la red pública para
la inserción laboral ......................................................................................................... 20
La ley responsabilidad penal adolescente en Chile y sus objetivos. .................... 20
i. Reforma al sistema de justicia juvenil: la justificación de la ley 20.084. ............ 20
ii. Principales objetivos de la ley responsabilidad penal adolescente ................... 23
Sanciones del sistema penal juvenil: catálogo y características........................... 24
i. Catálogo de sanciones establecidas por la ley 20.084...................................... 24
ii. Diversificación de la respuesta penal y prevalencia del medio libre .................. 25
Gestión institucional de las sanciones juveniles ................................................... 26
i. Tipos de administración de sanciones en el sistema juvenil ............................. 26
ii. La ejecución de sanciones por medio de Organizaciones Colaboradoras ........ 28
La población atendida por SENAME en el sistema de justicia juvenil .................. 29
iii. Edad de imputabilidad y edad de atención .................................................... 29
iv. Evolución de la edad de la población penal adolescente ............................... 30
El trabajo en el proceso de reinserción de infractores jóvenes mayores de 18 años
33

iii
i. Oferta programática de SENAME en materia de capacitación e inserción laboral:
34
ii. Programa de intermediación Laboral, SENAME: .............................................. 35
Incentivos y planes de apoyo del Estado orientadas a la inserción laboral .......... 36
i. Reforma al Estatuto Administrativo ................................................................... 36
ii. Oferta general de programas SENCE ............................................................... 37
IV. Análisis de compatibilidad normativa .................................................................... 39
Análisis a la luz del principio de legalidad de la pena ........................................... 39
2) Requisitos del Estatuto Administrativo para ingresar a la administración pública ... 41
i. Características de la norma y los motivos de su modificación .......................... 41
ii. Potenciales problemas en la aplicación de la norma ........................................ 42
Programas del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo SENCE .................. 43
i. Incentivos y programas de apoyo del SENCE: su compatibilidad con la condena
de jóvenes. .............................................................................................................. 43
V. Análisis sobre la base del trabajo de campo ........................................................ 51
Apreciaciones generales sobre el concepto de reinserción social y laboral................ 52
i. Proyecto de vida ............................................................................................... 52
ii. Autonomía y participación ................................................................................. 53
iii. Proceso de construcción conjunta ................................................................. 54
DIMENSIÓN 1: Diseño técnico de la intervención laboral........................................... 54
DIMENSIÓN 2: Supervisión y asesoría técnica de la intervención laboral.................. 58
DIMENSIÓN 3: Diseño técnico de programas y subsidios del SENCE....................... 60
DIMENSIÓN 4: Gestión de los planes de inserción laboral a nivel individual ............. 63
DIMENSIÓN 5: Compatibilidad operativa entre ejecución de sanciones e instrumentos
de apoyo al empleo ..................................................................................................... 69
DIMENSIÓN 6: Coordinación intersectorial ................................................................ 80
DIMENSIÓN 7 Análisis del grupo focal con jóvenes participando en programa de
intermediación laboral ................................................................................................. 85
VI. Conclusiones ........................................................................................................ 91
Conclusiones en base a dimensiones de análisis ................................................ 93
Consideraciones finales y desafíos .................................................................... 100
Anexo A: Operacionalización de Variables y Pauta Entrevista (profesionales de las OCAS
ejecutoras sanción libertad asistida especial y programas de inserción laboral).......... 103
Anexo B: Operacionalización de Variables y Pauta Entrevista (M. de Justicia y
Departamento de justicia juvenil SENAME) ................................................................. 105

iv
Anexo C: Operacionalización de Variables y Pauta Entrevista (profesionales SENCE)
..................................................................................................................................... 107
Anexo D: Guía de preguntas para grupo focal de jóvenes condenados a Libertad Asistida
Especial, insertos en programas específicos de intermediación laboral (PIL) .............. 109
Bibliografía ................................................................................................................... 110

v
Justificación del Estudio de Caso

El estudio de caso que se presenta a continuación, responde a una de muchas


inquietudes originadas en la observación de la ejecución de las sentencias del sistema
juvenil. Como se describirá en lo que sigue de este texto, la ejecución de las sentencias
en el sistema de justicia juvenil, es una tarea de complejidades variadas, que además
debe ser gestionada por una institución de antigua data, el Servicio Nacional de Menores,
que no fue originalmente creada para esta función y que ha debido adaptarse a esta
respuesta punitiva del Estado desde una estructura organizacional que parece no ser del
todo suficiente.
Una sentida aspiración entre quienes participamos o hemos estado vinculados al sistema
penal juvenil en Chile, es la creación de una política nacional de reinserción social (para
jóvenes y adultos), que logre unificar acciones y recursos para contar con objetivos claros
y una acción robusta en esta materia, que convoque y comprometa en sus resultados a
las diversas instituciones del Estado cuya intervención se requiera. A falta de una política
de esta naturaleza, el sistema de responsabilidad penal juvenil solo cuenta con el
mandato general de satisfacer en la red pública, por medio de convenios, las necesidades
de atención especializada para éstos jóvenes.
La ausencia de una política nacional y la indefinición acerca de un modelo de gestión
intersectorial, hace necesaria la investigación acerca de cómo se organiza en la práctica
la coordinación entre el Servicio Nacional de Menores y otras instituciones del Estado,
cuáles son las posibilidades reales que tienen los jóvenes condenados de acceder a las
políticas sociales que requieren, cuáles son los problemas normativos y de gestión y que
recursos se utilizan para solucionarlos. En momentos en que se ha hecho visible la
urgente necesidad de hacer ajustes al sistema de justicia juvenil, como parte de las
políticas de infancia y adolescencia, se hace imprescindible conocer su desempeño
cotidiano.
Para abordar este tema, se ha elegido estudiar el caso de la inserción laboral en la
sanción de libertad asistida especial por diversas razones. En primer lugar, la libertad
asistida especial es la sanción no privativa de libertad de mayor complejidad en lo que a
la intervención de los jóvenes se refiere, como se describirá en detalle más adelante.
Además, como sanción de medio libre, presenta el desafío adicional de ser ejecutada por
Organizaciones Colaboradoras de SENAME, y no directamente por el Estado.
Por otra parte, es la sanción que concentra la mayor cantidad de jóvenes condenados del
sistema y, junto con eso, la mayor cantidad de jóvenes mayores de 18 años del sistema.
En este punto se encuentra también la justificación de la elección de los programas de
inserción laboral como parte del caso. Como se verá en el capítulo de antecedentes, los
jóvenes que permanecen en el sistema de sanciones juveniles, en una proporción
mayoritaria supera los 18 años, lo cual hace que la intervención orientada a la inserción
laboral haya cobrado una relevancia cada vez mayor, lo cual ha sido reconocido por el

1
Estado al incorporar en su oferta programática un programa específico de intermediación
laboral.

I. Introducción

El sistema de justicia juvenil, regulado por la ley 20.084 y leyes complementarias, se crea
en Chile con el objeto de establecer un sistema de enjuiciamiento y de cumplimiento de
sanciones diferenciado del adulto, que debía cumplir con los estándares y derechos
establecidos por la Convención de los Derechos del Niño1, en relación a adolescentes
imputados por la ley penal, que hubiesen cometido un delito entre los 14 y los 18 años2.
A pesar de que el sistema es reciente, ya que entró en vigencia en julio de 2007, no ha
estado exento de problemas y controversias, principalmente relacionados con su
idoneidad (tanto en el aspecto procesal como en el de la ejecución de las penas) para
tratar las especificidades propias de la población infractora adolescente. Con todo, no se
puede desconocer que al menos permitió superar cuestiones del antiguo sistema tutelar
que resultaban intolerables a la luz del derecho internacional de los derechos humanos,
siendo lo más característico, la vulneración de las garantías procesales de los jóvenes
infractores y la privación arbitraria de derechos por medio de medidas de protección. El
nuevo sistema reconoce a los adolescentes como sujetos de derechos, lo que por
consiguiente les permite el pleno acceso a garantías procesales y al cumplimiento de
penas conforma a los principios del derecho penal, como se explicará más adelante.
El sistema entrega la ejecución y administración de la mayoría de las sanciones, al
Servicio Nacional de Menores (SENAME), servicio que debe disponer el cumplimiento de
sanciones tanto privativas de libertad como de aquellas que se cumplen en el medio libre.
Sin embargo, a diferencia del sistema penitenciario adulto, en que las sanciones se
administran y ejecutan en su totalidad por un servicio público (Gendarmería de Chile), se
ha definido un sistema de provisión público privado donde algunas sanciones son
ejecutadas directamente por el Estado, mientras que las otras (las que se cumplen en el
medio libre, o sea, sin privación de libertad) son ejecutadas por medio de programas que
ofrecen instituciones colaboradoras acreditadas. Estas instituciones son asesoradas
técnicamente y supervisadas por SENAME.

1 La Convención sobre los Derechos del Niño es un tratado internacional, emanado de las Naciones Unidas y aprobado por su
Asamblea General el 20 de noviembre de 1989, que reconoce los derechos humanos de los niños y las niñas. Al aprobar la
Convención, la comunidad internacional reconoció que, a diferencia de los adultos, las personas menores de 18 años necesitan una
atención y protección especiales. Articula un conjunto de derechos para todos los niños y niñas, sobre la base de cuatro principios
fundamentales: la no discriminación; el interés superior de la infancia; el derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo; y el respeto
por la opinión de los niños y niñas. Adicionalmente, releva a los niños, niñas y adolescentes, como titulares de derechos y supera la
noción según la cual estos serían propiedad de sus padres o beneficiarios de acciones de caridad. Fue ratificada por Chile el 14 de
Agosto de 1990 (http://unicef.cl/web/convencion-sobre-los-derechos-del-nino/)
2 Como se verá mas adelante, antes de 2007, respecto de los menores de 18 años y mayores de 16, regía un sistema que estaba
subordinado al trámite de la declaración de discernimiento por parte del juez de menores. Si el joven era declarado con discernimiento,
era juzgado y cumplía sanciones conforme a las normas generales vigentes para la población adulta. Si el joven era declarado sin
discernimiento, se decretaban medidas de protección que eran decididas y controladas por el juez de menores.
2
El desafío de gestionar un modelo de provisión mixto, inédito en nuestro país en el ámbito
de la ejecución penal, es especialmente complejo porque la armonización de este sistema
penal con la Convención de los Derechos del Niño supone que la ley establece cuales
son los objetivos de las penas. A diferencia del sistema adulto, el sistema juvenil se
encuentra sometido a una obligación legal (e incluso constitucional) de asumir ciertas
finalidades de las sanciones, que obligan a ofrecer a los jóvenes condenados una
intervención orientada a la reinserción social y por lo tanto debe abordar múltiples
dimensiones personales y sociales.
Para abordar esta multidimensionalidad la ley dispone que las intervenciones deben
coordinarse intersectorialmente, usando plenamente la red pública, pero sin recoger una
noción sustantiva de gestión intersectorial, sólo estableciendo que las instituciones
públicas deben celebrar convenios para ello. Además, a nivel local, cada programa debe
establecer alianzas y redes territoriales conforme a recursos y necesidades propias, por
lo que la gestión del sistema puede asumir formas variadas.
Adicionalmente, los jóvenes permanecen en el sistema aun cuando hayan superado la
mayoría de edad, lo que tiene como efecto que una parte sustantiva de los jóvenes que
cumplen sanciones en el sistema juvenil, lo hacen siendo mayores de 18 años. De hecho,
la evolución etaria de la población penal juvenil da cuenta de que ha existido un aumento
progresivo hacia la permanencia en el sistema de jóvenes mayores de edad, lo que se
concentran particularmente en la sanción de Libertad Asistida Especial.
Dado este escenario, en el presente estudio de caso se realizó una investigación
cualitativa acerca de las formas cómo se desarrolla la gestión intersectorial, y los
resultados que se obtienen desde la perspectiva de quienes operan el sistema,
particularmente en un ámbito que desde la propia institucionalidad se ha relevado como
prioritario para la reinserción social, como lo es la inserción laboral. En consecuencia, se
pretendió responder la pregunta ¿cómo se gestionan los planes de inserción laboral de
los jóvenes condenados a libertad asistida especial y de qué manera se utilizan los
diversos incentivos y programas del Estado disponibles para favorecer la contratación,
desde la perspectiva de los actores clave en la ejecución de las sanciones?
En relación a esta pregunta, el objetivo general de la investigación fue analizar las formas
en que se desarrolla la gestión intersectorial de los planes de inserción laboral de jóvenes
condenados a libertad asistida especial, tomando en consideración la utilización de los
diversos incentivos y programas de que dispone el Estado para el empleo, desde la
perspectiva de los actores clave en la ejecución de esta sanción.
De este objetivo general se derivan los siguientes objetivos específicos:
1) Caracterizar la forma en que se gestiona la inserción laboral de jóvenes condenados
a libertad asistida especial, desde la perspectiva de los actores clave en la ejecución.
2) Analizar la compatibilidad normativa de la regulación de los incentivos y programas
para el empleo de que dispone el Estado y las normas que regulan la ejecución de la
libertad asistida especial.

3
3) Analizar la compatibilidad operativa entre los incentivos y programas para la
contratación de que dispone el Estado y la ejecución de las sanciones, desde la
experiencia de los actores clave en la ejecución de las sanciones.
4) Describir los nudos críticos normativos y operativos para utilizar los incentivos y
programas de apoyo al empleo en los procesos de inserción laboral de jóvenes
condenados a libertad asistida especial.
El presente trabajo responde a una investigación de estudio de caso. La necesidad
distintiva de un estudio de caso surge del interés por entender fenómenos sociales
complejos. El estudio de caso, por una parte, permite retener las características holísticas
y significativas de eventos individuales, organizacionales, sociales o políticos. Por otra
parte, este tipo de investigación es especialmente pertinente cuando lo que se quiere es
obtener respuestas explicativas de la realidad contemporánea, para lo cual se requiere
trazar vínculos operacionales en el tiempo (Yin, 2009).
Se utilizó una metodología cualitativa de carácter exploratorio y descriptivo, ya que se
investigó la interacción y compatibilidad de ciertos procesos del sistema público que
confluyen en la generación de acciones de inserción laboral de infractores del sistema de
justicia juvenil, desde la lógica interna y experiencia de sus actores clave. Por esta razón
se intentó satisfacer los objetivos del estudio de caso, sin ánimo de generalizar sino de
describir e interpretar procesos de gestión en red e interacción institucional en distintos
niveles, es decir, desde quienes ejecutan las diversas sanciones a nivel territorial,
quienes las supervisan desde el nivel regional y central, y desde la perspectiva de los
beneficiarios de la gestión, los jóvenes.
La unidad de análisis del estudio de caso fue la gestión de los planes de inserción laboral
para jóvenes infractores en libertad asistida especial. La unidad de observación
corresponde a profesionales que ejecutan directamente los procesos de inserción laboral
de infractores juveniles, los profesionales que diseñan técnicamente los programas, y los
jóvenes beneficiarios de dichos procesos de inserción.
Los actores clave son trabajadores de las organizaciones colaboradoras de SENAME
(OCAS) que realizan la supervisión directa de la realización del plan de intervención
individual y también se consideraron representantes del programa específico de apoyo
psicosocial denominados Programa de Intermediación Laboral.
En el nivel nacional, los actores claves son profesionales del Departamento de Justicia
Juvenil de SENAME que constituye el departamento técnico encargado de la definición
de los estándares técnicos de intervención de las sanciones y mantienen la asesoría y
supervisión nacional de la ejecución. Como contrapartida, también se consideraron
actores clave a los funcionarios del Ministerio de Justicia y de SENCE como partes
involucradas en la coordinación intersectorial.
Finalmente, se consideraron como actores clave a los beneficiarios de los procesos de
inserción laboral, es decir, jóvenes que hubiesen cumplido o se encontrasen cumpliendo
la sanción de libertad asistida especial y cuyos planes de intervención individual
incorporasen la dimensión de inserción laboral.
4
Por las características del estudio de caso, se utilizó un muestreo que combinó los tipos
de expertos, de conveniencia y eventualmente de bola de nieve (Hernández Sampieri,
Fernandez-Collado, & Baptista Lucio, 2006). Ello, porque al tratarse de la gestión de un
sistema especializado de intervención y altamente regulado, como es el del cumplimiento
de sanciones, en relación a la oferta de incentivos provista por otras reparticiones del
Estado, se requería recoger la perspectiva y experiencia de los actores descritos, que
son quienes tienen acceso y conocimiento directo de estos procesos a través de su
gestión profesional cotidiana o a través de su acceso como beneficiarios o sujetos que
reciben la intervención del Estado. Este tipo de muestreo también se realizó utilizando un
criterio de conveniencia, puesto que se trata de un estudio realizado por una sola
persona, por lo cual se incluirá en el muestreo a profesionales y beneficiarios de la Región
Metropolitana.
Para la recolección de información por parte de los profesionales se utilizó entrevistas
semi estructuradas que son el tipo de entrevista que se basa en una guía de asuntos o
preguntas, pero que deja al entrevistador la libertad de formular preguntas adicionales,
precisar conceptos y obtener mayor información. En suma, no todas las preguntas de la
entrevista semi estructurada serán predeterminadas (Hernández Sampieri, Fernandez-
Collado, & Baptista Lucio, 2006).
Por otra parte, para recoger la experiencia y opiniones de los jóvenes beneficiarios se
utilizó la técnica del grupo focal.
En relación al análisis normativo, se revisaron las normas que regulan la ejecución de las
sanciones del sistema penal adolescente en relación al conjunto de normas que regulan
los diversos mecanismos de apoyo a la inserción laboral, considerando las definiciones
conceptuales contenidos en los mensajes de las leyes, cuando correspondió, como en
otras fuentes secundarias que permitieron la comprensión del sentido y alcance de dichas
regulaciones.
De esta forma, se quiso establecer, en primer lugar, si los diversos incentivos y programas
de que dispone el Estado para el empleo son compatibles con la situación de encontrarse
el sujeto cumpliendo una condena. Es decir, se quiso responder a la pregunta de si desde
el punto de vista de la regulación de estos instrumentos, los jóvenes que se encuentran
cumpliendo una condena pueden o no ser beneficiarios de esta política o si existen
exclusiones o requisitos que lo imposibilitan. En lo concreto, se entendió por
compatibilidad lo siguiente: Las normas son compatibles en la medida que no existen
disposiciones que impidan a un joven condenado acceder a los incentivos y programas,
por el hecho de encontrarse cumpliendo una condena. En un segundo nivel, se evaluó
si, a pesar de existir compatibilidad formal, el perfil de los beneficiarios no coincide (en
general) con la población juvenil condenada, por lo tanto, en términos prácticos no es
posible para ellos el pleno uso de éstos recursos de la red pública.
Hecho lo anterior, y conociendo desde un punto de vista formal la pertinencia y acceso al
uso de los incentivos y programas existentes en la red pública para la inserción laboral,
el trabajo de campo se orientó a conocer cómo se ejecutan en la práctica los procesos
de inserción laboral, en qué medida éstos jóvenes efectivamente acceden a estos
5
instrumentos de la red pública, y cuáles son los principales obstáculos y/o facilitadores
para dicho acceso, identificando los principales nudos críticos.

6
II. Definiciones conceptuales

En este apartado se revisará los fundamentos teóricos que justifican la necesidad de


incorporar la dimensión del trabajo en los procesos de reinserción social específicamente
en relación a la población que toma contacto con el sistema penal siendo adolescentes.
Este análisis se hace necesariamente teniendo en cuenta las especiales dificultades que
tienen los jóvenes en general (no sólo los que han sido condenados) para ingresar al
mercado del trabajo y acceder a trabajos formales con remuneraciones de mercado.
En primer lugar, se elabora una conceptualización de la noción de reinserción social y
una breve explicación sobre la evolución de su contenido en la criminología. A
continuación, se definirá cual es el rol que cumple el trabajo en el proceso de abandono
de la conducta delito en los jóvenes, considerando la evidencia que se ha generado tanto
en Chile como en el extranjero sobre la materia, no sólo para contribuir a su proceso
personal de reinserción social, sino que además para lograr sostener un desempeño
laboral estable en el tiempo, hasta la vida adulta.
Finalmente se considera cuál es el rol de las instituciones ejecutoras de sanciones en
relación a realizar una gestión coordinada y eficaz orientada a incorporar al mundo del
trabajo a los jóvenes infractores, utilizando plenamente los programas e incentivos
disponibles. Esto, en el entendido de que la inserción laboral necesariamente requiere
para su cabal cumplimiento de vínculos tanto al interior de la administración del Estado
como en el sector privado, espacio donde se materializará, finalmente, la oferta y
mantención de puestos de trabajo.

La reinserción social y el trabajo

i. ¿Qué es la reinserción social?

A nivel nacional, de la misma forma que a nivel internacional, existe una amplia dispersión
en relación a lo que debe entenderse por reinserción social. La definición conceptual no
es un tema menor, pues en gran medida define aquellas actividades o estrategias que
deben desplegarse con el objeto de alcanzar dicho estado.
Un ejemplo de esta dispersión conceptual en nuestro medio se observa en que leyes,
reglamentos, documentos técnicos etc., suelen utilizar como sinónimos los términos
reintegración, resocialización, rehabilitación y reinserción aun cuando éstos sugieren
cosas distintas. Por ejemplo, el término rehabilitación alude a una condición médica, una
patología de la cual el sujeto que ha cometido debe curarse y, por lo tanto, en el contexto
criminal, refiere a la noción del infractor como enfermo social (Villagra, 2008).
Otro aspecto que se releva de los términos usados para designar al fenómeno, es que
normalmente usan el prefijo “re” lo cual da cuenta de un regreso a una vida extra
penitenciaria, donde predominan valores prosociales y que corresponde no sólo a una
7
respuesta conductual asociada a no cometer delitos, sino que una dimensión simbólica
donde el sujeto es reintegrado a la sociedad y deja atrás la condena y los prejuicios
asociados a ésta. El problema de esta conceptualización es que supone que el sujeto
estuvo integrado antes a la sociedad y dejó de estarlo a causa de la condena, lo cual
(especialmente en los adolescentes que ingresan al sistema penal) no es habitualmente
así. Adicionalmente supone una realidad social estática, en circunstancias que el entorno
puede modificarse sustantivamente en el período que el sujeto estuvo privado de libertad
(Morales, Welsch, Javiera, Aguilar, & Sosa, 2015). Adicionalmente, esta noción no
contempla que buena parte de las sentencias, tanto en el sistema adulto como en el
juvenil, se cumplen en libertad, por lo que nunca hay una salida efectiva del medio social,
en consecuencia, el entorno es un elemento que forma parte de la intervención en la
mayoría de los casos.
Por eso el concepto de reinserción social desde el cual se formulará el análisis en este
estudio de caso es aquel que entiende la reinserción en términos de participación en la
sociedad. Una persona participa en la sociedad cuando se dan dos componentes
fundamentales, por una parte, tiene autonomía, como la posibilidad de decidir por sí
misma y, por otra parte, tiene competencias para ejercer esa autonomía, que se traduce
en recursos personales y habilidades sociales suficientes en cuanto a su salud, su
convivencia familiar y social, el tipo de trabajo que realiza y la forma como usa el tiempo
libre (Gallizo, 2007).
Más allá de que no existe consenso conceptual sobre reinserción social, lo que sí es claro
y comparten casi todas las definiciones, es que se trata de una construcción
multidimensional que no se agota en la sola ausencia de delito. Con mayor o menor
extensión, el estudio sobre reinserción social comprende fundamentalmente los
siguientes aspectos: salud, tratamiento de adicciones, educación, entorno social,
asistencia económica, trabajo y vivienda. En torno a éstas dimensiones se organizan
habitualmente las intervenciones disponibles en los sistemas penitenciarios.
El carácter multidimensional de la reinserción social, entendida como participación social
permite un abordaje comprensivo del sujeto sobre el que recae una sentencia, por lo cual
las intervenciones deben ser multi modales (Droppelmann, 2010) . El reconocimiento de
la complejidad de la intervención da cuenta de un problema adicional: si la reinserción no
es simplemente equivalente a la ausencia de condenas penales (o de contactos con el
sistema penal según como se evalúe la reincidencia) sino de una plena integración social,
entonces surge la pregunta sobre cómo evaluar la reinserción como producto de un
conjunto de intervenciones aplicada a sujetos con características y necesidades diversas,
que debe dar lugar a un resultado de múltiples componentes.
Dicha dificultad de estimación ha permitido que sean las mediciones de reincidencia las
que hayan llegado a ser consideradas ampliamente como un indicador de desempeño o
efectividad de las intervenciones orientadas a disminuir la criminalidad. No obstante, las
mediciones de reincidencia deben ser tomadas con cautela a la hora de pronunciarse
sobre la calidad de las intervenciones, ya que se asume que los sujetos sobre los que se
efectúa la intervención habrían seguido cometiendo delitos en igual intensidad y
frecuencia si no hubiesen sido sometidos a una pena. Sin embargo, se sabe que esto no
8
ocurre siempre así, de hecho, en el caso de las personas jóvenes la actividad delictiva
tiene un aumento en intensidad durante la adolescencia que tiende a descender en los
primeros años de la adultez. De esta manera, la reincidencia de un adolescente no
necesariamente es el resultado de una intervención deficiente y, por el contrario, la
ausencia de delitos en una persona de 25 años no necesariamente es fruto de una
reinserción exitosa. Por último, los procesos de intervención sicosocial requieren de un
proceso de maduración para advertir sus resultados (Centro de Estudios en Seguridad
Ciudadana, CESC, 2012).

ii. Intervenciones efectivas en reinserción social

Ahora bien, además de la discusión acerca de la formulación conceptual de la noción de


reinserción, la criminología ha visto evolucionar la opinión acerca de si la reinserción
social es una cuestión posible, y de serlo, cuales son las intervenciones que funcionan.
Las ideas predominantes acerca de la efectividad de las intervenciones han evolucionado
en las últimas décadas. En la década de 1970 se instaló la noción de que no existía
ningún tipo de trabajo con infractores que fuera eficaz en evitar la reincidencia, basados
en publicaciones de Martinson de 1974, referidas a estudios llevados a cabo desde 1945
hasta fines de la década de 1960, sin embargo, las técnicas consideradas ya estaban
obsoletas al momento de la publicación (Droppelmann, 2010). Pese a que su primera
publicación fue fuertemente cuestionada en la metodología utilizada (y a que el mismo
autor llegó a conclusiones completamente opuestas en 1979), los resultados obtenidos
junto a otros estudios que más tarde probaron no haber tenido evidencia suficiente,
prevaleció la idea de tratar el problema de la criminalidad a través de la incapacitación
que produce en encarcelamiento (Droppelmann, 2010) .
Esta noción rápidamente demostró, desde una perspectiva de política pública, ser
demasiado costosa y tener efectos limitados en cuanto a su capacidad de reducir el delito.
A mediados de la década de 1980 en Canadá e Inglaterra, comenzaron a realizarse una
serie de meta análisis que combinaron resultados de diversos estudios destinados a
responder la misma pregunta. Simultáneamente, en Estados Unidos surgió un
movimiento de investigadores que comenzaron a realizar estudios con técnicas
experimentales para medir resultados en programas de rehabilitación de infractores de
ley. Este movimiento concluyó que existían intervenciones, especialmente las
denominadas cognitivo-conductuales y de aprendizaje social, que si generan un impacto
sobre la futura comisión de delitos. Adicionalmente, lograron determinar cuáles eran los
componentes más relevantes que las hacían efectivas en evitar la reincidencia en el
delito, así como aquellos enfoques que no generaban ningún impacto 3. Estas
investigaciones dieron paso al paradigma de las “prácticas efectivas” (Droppelmann,
2010).

3 Por ejemplo, los modelos sicoterapéuticos tradicionales, los modelos médicos, alto nivel de supervisión y encarcelamiento de shock.
9
Aunque todavía hay espacio para mucha investigación y desarrollo sobre la materia, el
énfasis de las últimas décadas ha estado puesto en pasar de la pregunta sobre qué
intervenciones funcionan, hacia la pregunta sobre qué hace que las personas que
cometen delitos cambien, en lo que se ha llamado “enfoque del desistimiento”, es decir
la búsqueda y determinación de aquellos factores que hacen que las personas no sólo
dejen de cometer delitos, sino que mantengan la abstinencia infractora en el largo plazo.
De hecho, la evidencia ha establecido una paradoja interesante: si bien los infractores
adultos normalmente fueron alguna vez infractores juveniles, los infractores juveniles no
suelen convertirse en infractores adultos. Sin embargo, el proceso de maduración no
opera el desistimiento por sí solo, por lo cual el desafío consiste en desentrañar cuales
son las variables involucradas en la edad que dan lugar a este fenómeno, por ejemplo,
cambios biológicos, transiciones sociales y experiencias de vida, es decir, hitos
culturales, biológicos y sociales (Maruna, 2007).
En la perspectiva del desistimiento, hay que tener algunas cuestiones presentes, desde
la política pública. En primer lugar, el desistimiento es un proceso difícil para algunos
infractores persistentes, que habitualmente presentará recaídas en el delito, por lo que
los procesos de reinserción deberían trabajar considerando este elemento. Por otro lado,
el desistimiento sólo puede entenderse en el contexto de las relaciones humanas, por los
que su abordaje no sólo involucra a los funcionarios que supervisan al infractor sino
también a todas las personas que son importantes para el sujeto. Por lo mismo, y porque
el desistimiento implica un descubrimiento del sentido de auto eficacia o de agencia, es
que se debe motivar y respetar su autodeterminación.
Por último, los programas de intervención que sólo se concentran en el aprendizaje de
habilidades o capital humano, no serán suficientes para lograr el desistimiento.
Paralelamente se debe trabajar en la construcción de capital social, en oportunidades
para practicar las nuevas habilidades y experimentar una nueva identidad social (McNeill,
Farrall, Lightowler, & Maruna, 2012).

iii. El trabajo como pilar de la reinserción social en infractores

Como se mencionó en el apartado anterior, una de las dimensiones principales que


típicamente constituyen la intervención en infractores, es la relacionada con el trabajo.
Como se verá a continuación, si bien el abordaje del trabajo es relevante, tiene
características y justificaciones distintas en infractores adultos que frente a infractores
jóvenes. En cualquier caso, debe tenerse presente que la intervención laboral es parte
de un conjunto de intervenciones en otras áreas que pueden confluir y ponerse en
práctica a través del trabajo.
En cuanto a los infractores adultos no hay controversia respecto a los efectos positivos
en la resocialización que tiene el trabajo (Kazemian y Maruna, 2009; Laub y Sampson,
2001 en Morales et. al, 2015). La reincidencia registra una alta correlación con la dificultad
de obtener y mantener un puesto de trabajo, y ésta es una de las dificultades más

10
importantes que se encuentran al egresar de las sanciones. Es por eso que el tiempo que
un adulto pasa en prisión puede ser una oportunidad para aprender un oficio y
desempeñar un trabajo (a veces por primera vez), lo que además permite que en ese
tiempo no se pierdan habilidades adquiridas previamente, si es que las hubiera. Lo
importante es que exista una continuidad entre lo que se aprende en la sanción y lo que
puede potencialmente desempeñarse fuera. Es decir, la oferta de programas debe
considerar las oportunidades del mercado real y apoyar la colocación laboral (Villagra,
2008). Asimismo, se estima que un factor protector, esto es, que disminuye las
probabilidades de abandono del proceso de inserción laboral y de reincidencia en
general, es la inserción en trabajos de alta calidad, en términos de estabilidad y
remuneración de mercado para la función desempeñada. En este sentido, por tanto, los
procesos deben enfatizar la formalidad en la relación laboral y en lo posible evitar los
contratos a plazo fijo o por faena, que involucren una proyección de corto plazo en el
trabajo (Sosa, 2016).
Lo anterior guarda relación también con la evidencia nacional que, aunque no es
abundante, al menos existen estimaciones cuantitativas que han establecido una relación
entre desempleo y delincuencia en Chile. Así, un estudio econométrico realizado por la
Universidad de Talca (De la Fuente, Mejías, & Castro, 2011) a través del uso de panel de
datos, permitió establecer qué factores socioeconómicos, demográficos, disuasorios y de
políticas públicas afectan de manera negativa o positiva la criminalidad. Dentro de los
factores socioeconómicos se determinó que quienes presentan mayor motivación a
cometer delitos son personas que se encuentran bajo la línea de la pobreza, los que
tienen bajo nivel educativo y quienes se encuentran desempleados 4. Lo anterior,
evidentemente, se acompaña de otros factores de orden demográfico (densidad
poblacional, sexo y rango etario) y disuasorios (eficacia policial).
Sin embargo, la evidencia es menos concluyente respecto del impacto del trabajo como
factor de reinserción social en menores de 26 años. En efecto, se observa que el trabajo
es determinante como “punto de inflexión” en la decisión de dejar cometer nuevos delitos
en la medida que se asocia a cierta edad del sujeto. De esta forma aquellos infractores
mayores a los que se provee de un empleo estable muestran una significativa tendencia
al desistimiento, mientras que esto no sería concluyente en los infractores de menor edad,
al menos si se consideran programas de empleo mínimo (de tiempo limitado y/o
asociados al sueldo mínimo) (Uggen, 2000).
Lo anterior no implica que el Estado deba dejar de lado la inserción laboral para los
infractores más jóvenes, porque con ciertas características, el empleo configura un
entorno donde confluyen una serie de circunstancias que sí son efectivas para motivar el
desistimiento en jóvenes, aun cuando por sí solo el trabajo no produzca este resultado.
A edades más tempranas suelen tener más efecto las intervenciones destinadas a
restablecer los lazos con la familia, la pareja y las instituciones educacionales, no
obstante, se reconoce que el trabajo puede impactar en la medida que modela el cambio
en la rutina de los jóvenes y estabiliza una asociación con pares de desempeño prosocial

4 Se entiende por desempleo la situación en que un individuo está dentro de la población económicamente activa, no
tiene empleo, pero lo sigue buscando (De la Fuente, Mejías, & Castro, 2011).
11
(Kazemian y Maruna 2009 en Morales et. al 2015), lo cual, en su conjunto, opera como
un control social informal (Sampson & Laub 1993 en Uggen 2000).
Por otra parte, el empleo resulta de gran interés como objeto de trabajo y de análisis
porque es una de las variables de intervención que se puede trabajar con mayor facilidad
que otras. En efecto, un infractor puede ser derivado a un programa de inserción laboral
u otro similar con el objeto de medir su distinta efectividad o probar la adhesión del sujeto,
sin embargo, las políticas penitenciarias sólo pueden operar indirectamente sobre otras
dimensiones complejas, por ejemplo, las relaciones de pares o los vínculos con una
pareja, por ejemplo (Uggen, 2000).

iv. La condena y sus consecuencias a largo plazo

Como se verá a continuación, es relevante considerar la evidencia que ha establecido


una correlación entre el desempleo en etapas tempranas de la juventud y el desempleo
en la vida adulta y más aún, estudios que han determinado efectos de la sentencia penal
temprana sobre la empleabilidad y niveles futuros de salario. Estas consideraciones
exceden de la función inmediata del trabajo como factor del desistimiento, pero sugieren
que hacerse cargo del empleo en jóvenes especialmente desaventajados por haber sido
condenados, puede tener efectos económico sociales relevantes en el futuro tanto para
ellos como para su familia.
Como antecedente de este tema hay que considerar que altas tasas de desempleo juvenil
en general, es un fenómeno persistente en América Latina y el Caribe, donde la tasa de
desempleo juvenil urbano llegó a 13,3% (2014), proporción que triplica la de los adultos
y es más del doble de la tasa general de desempleo promedio en la región (6,1%, también
en 2014). Adicionalmente, 6 de cada 10 jóvenes se ven obligados a aceptar empleos en
el mercado informal de trabajo, lo que se asocia a malas condiciones laborales, falta de
protección de derechos, bajos salarios y baja productividad (OIT, 2016).
En nuestro país, en los últimos años su magnitud triplica la de las tasas de desempleo
generales, y se estima que, en su mayoría, se trata de jóvenes que pertenecen al 40 por
ciento más vulnerable de la población y de éstos, el 30 por ciento no trabaja ni tampoco
estudia (Centro de Microdatos, 2012). Con todo, el fenómeno nacional y regional sigue
una tendencia que es mundial, donde se ha observado que, en general, el desempleo
juvenil es aproximadamente el doble del desempleo adulto, al menos en los países de la
OECD. Además, aunque existen diferencias entre grupos de países, la probabilidad de
quedar desempleado es mucho mayor para jóvenes ente 15 y 24 años que para cualquier
otro grupo etario (Larraín & Sachs, 2013).
La inactividad juvenil tiene un impacto negativo en la formación de capital humano cuando
están fuera del sistema educativo, lo cual, sumado a la mantención de una situación de
desempleo por largo tiempo, se traduce en la incapacidad que estos jóvenes tendrían
para desarrollar las habilidades propias del trabajo, y de la imposibilidad de acumular
experiencia laboral y formar hábitos de trabajo. En la misma línea, diversos estudios
12
internacionales han comprobado el impacto del desempleo juvenil en el empleo a largo
plazo, encontrando consistentemente una correlación con menores salarios en la adultez
(Coloma & Vial, 2003). En Chile específicamente, un estudio de Larrañaga y Paredes de
1999 determinó, utilizando una metodología de cohorte sintética para una serie de casi
40 años, que existe un efecto permanente del desempleo juvenil en la probabilidad de
estar empleado en la adultez (Larrañaga & Paredes, 1999).
Teniendo lo anterior en cuenta, las consecuencias en la empleabilidad futura para
jóvenes que se encuentran cumpliendo o han cumplido una sanción penal están muy
vinculadas con lo ya descrito y se agregan a dicho efecto. La condena tiene efectos
propios y específicos sobre el empleo a largo plazo, la pobreza y la exclusión social
(Wheelock & Uggen, 2006).
Existen algunos estudios longitudinales que han seguido a infractores jóvenes hasta los
cuarenta años, que han encontrado que éstos tienen más dificultades de entrar y
permanecer en el mercado del trabajo que aquellos que tienen antecedentes de
desempleo juvenil pero que no fueron condenados (Farrington et. al., 2006; Nilsson y
Estrada, 2011, en Verbruggen, 2016). Otros han encontrado que los efectos negativos se
manifiestan tanto en la probabilidad futura de empleo como en la estabilidad del empleo
y además en menores salarios (Freeman, 1991; Sampson y Laub 1993; Fagan y Freeman
1999; Western y Beckett 1999, Pettit y Lyons 2009, citados en Verbruggen, 2016).
Aunque en ocasiones no se encontró que la condena fuese un predictor significativo del
desempleo futuro, por sobre un antecedente de desempleo temprano, este resultado se
dio para hombres (pero no para mujeres) en países de altos ingresos y estándares de
seguridad social, donde no se puede consultar los antecedentes penales a la hora de
contratar y donde las condenas son relativamente cortas, por lo que hay un menor
deterioro del capital humano5 (Verbruggen, 2016).
En efecto, varios estudios han establecido que haber cumplido una condena, acarrea
consecuencias formales e informales que determinan la configuración de una particular
estatificación dentro de las capas más vulnerables de la sociedad, proyectando en el
tiempo un sub grupo que se encuentra aún más desaventajado, y cuya condición tiene
efectos no sólo para los individuos que fueron alguna vez condenados, sino que además
sobre su entorno familiar y comunitario (Wheelock & Uggen, 2006).
Entre las consecuencias formales que se pueden observar en varios países se encuentra
la privación de derechos civiles como votar, postular a ciertos cargos o a formas de
participación ciudadana, afectación de derechos de familia, privación de financiamiento
para completar o proseguir estudios, exclusión de beneficios sociales, etc. Las
consecuencias informales son una serie de efectos negativos relacionados con el
bienestar económico futuro, trayectorias de vida, inestabilidad, pérdida de lazos familiares
y pertenencia a entornos sociales menos cohesionados. En suma, todos estos efectos,
sumados a períodos largos de desempleo no sólo reducen las posibilidades de tener

5En el caso del estudio citado, éste se realizó en Holanda, cuya postura frente al delito es notablemente menos punitiva
que la de los Estados Unidos, donde se han conducido la mayor parte de los estudios sobre la materia, e incluso de
Chile, que exhibe las tasas más elevadas de condena y encarcelamiento de la región.
13
trabajo en la adultez, sino que además disminuyen los ingresos posibles (Wheelock &
Uggen, 2006).
Tomando todo lo anterior en consideración, quizá lo relevante sea observar y valorar el
efecto de la inserción laboral como variable de reinserción social pero además como
forma de mitigar las consecuencias a largo plazo en términos de consolidación o
profundización de la vulnerabilidad social basadas en estigma, la pérdida o
estancamiento de capital humano o la escasa capacidad de dar señales al mercado del
trabajo.

La intersectorialidad en la gestión pública

i. La necesidad de gestión intersectorial en el sistema de justicia juvenil

Habiendo abordado ya las cuestiones conceptuales relacionadas con la reinserción social


y el rol que el trabajo cumple en ese proceso, corresponde abordar algunas nociones
relacionadas a la coordinación, la gestión de las redes y los incentivos. La normativa que
regula la ejecución de las sanciones del sistema juvenil y su financiamiento, establece
que ésta se realice conforme a un modelo de provisión de programas mixto en que tanto
las organizaciones colaboradoras de SENAME como el propio servicio deben orientar los
planes de intervención hacia el reforzamiento de la participación e inserción del joven en
el entorno comunitario en la mayor extensión posible, para lo cual deben establecer
alianzas y coordinaciones con el sector público y privado.
Si bien es SENAME la institución encargada de establecer la coordinación global con
otras instituciones del Estado, son los programas y centros en cada territorio quienes
deben gestionar la red local. En consecuencia, la intersectorialidad y la gestión de las
redes territoriales se constituyen en una parte ineludible y constitutiva de la reinserción
social ya que, al requerir el abordaje de múltiples dimensiones de la vida de cada joven,
necesariamente requerirá activar la red pública especializada en cada área (salud,
educación, tratamiento de adicciones, trabajo, entre otros) y, asimismo, establecer
alianzas y compromisos de trabajo conjunto con actores locales de carácter territorial
donde el joven pueda insertarse poniendo en práctica el conjunto de habilidades y
fortalezas que deben potenciase para una reinserción social efectiva.
La necesidad de abordar la intersectorialidad desde el punto de vista conceptual, radica
en que el diseño legal de la ejecución de las sanciones supone una serie de
coordinaciones entre servicios e instituciones, pero no se advierte en la normativa una
perspectiva de la intersectorialidad como fenómeno contemporáneo de la gestión pública,
que aborde los problemas sociales desde una visión integrada que sobrepase la provisión
de bienes y servicios en forma parcializada desde distintas instituciones.
Esto es relevante ya que los mecanismos de gestión que la ley impone al sistema ejecutor
de sanciones juveniles, supone actuar desde una perspectiva integral y multinivel, como

14
ya se ha expuesto. Sin embargo, la experiencia sugiere que los resultados en reinserción
pueden verse afectados como consecuencia del fraccionamiento institucional que se
hace cargo de los diversos aspectos de la intervención, lo cual lleva muchas veces a la
una incoherencia de éstos (Zambrano, Muñoz, & Andrade, 2014).
Entonces, para potenciar procesos de integración social, especialmente de jóvenes
infractores, se requiere visibilizar, caracterizar y gestionar de forma estratégica los
recursos en distintos niveles. Por una parte, en el nivel socio-comunitario, fortaleciendo
la presencia de redes integradoras y desincentivando las que promueven la
desadaptación social, pero además en el ámbito institucional, activando los recursos de
las redes de pertenencia y los recursos de las instituciones para las necesidades de
desarrollo y requerimientos de intervención (Zambrano, Muñoz, & Andrade, 2014)

ii. ¿Qué se entiende por intersectorialidad?

La intersectorialidad remite a la idea de superación de las barreras que son propias de la


gestión vertical, que impone un modelo de especialización del trabajo que promueve
estructuras compartimentadas, que disgregan el tratamiento de los problemas y dificultan
que la respuesta a ellos responda a una lógica común. Este arquetipo de funcionamiento
fue proyectado como ideal por la racionalidad moderna, particularmente en el sector
público donde se adoptó como norma por excelencia (Echebarría, 1998).

“La transversalidad es una apuesta por la convivencia de la especialización, que


favorece a la profundidad de los conocimientos aplicándolos a los problemas, con
la interdisciplinaridad en su tratamiento. La transversalidad puede aplicarse tanto en
el interior de una misma organización, como entre diferentes organizaciones,
atravesando sus fronteras por la base de la estructura para contribuir a la gestión
conjunta de entornos compartidos.” (Echebarría, 1998)

La intersectorialidad en la gestión pública, en consecuencia, remite a la solución de


problemas sociales, integrando diversos sectores. Sin embargo, dentro de esta noción
hay que considerar que existen distintas connotaciones según la premisa que se adopte
para su análisis.
En primer lugar, es posible sostener que la integración de sectores permite la búsqueda
de soluciones integrales a programas sociales. Esta premisa tiene un fundamento
político, que asume que las políticas públicas tienen por objeto estrategias globales de
desarrollo que deben ser planificadas y llevadas a cabo intersectorialmente. En segundo
lugar, también puede sostenerse que integrar las especialidades de los distintos sectores
permite lograr soluciones a ciertos problemas sociales que resultan más productivas que
desde una perspectiva única. Esta premisa contiene un fundamento técnico que consiste
en valorar las soluciones integradas porque permiten combinar recursos propios de cada
sector que lo que se traduce en mejores soluciones.

15
Como se advierte, la primera premisa contiene una referencia a criterios convencionales
de especialidades que se expresan en sectores de la organización del Estado, como
salud o educación. En la segunda premisa, también se admite la idea tanto de sectores
del Estado como de sectores que respondan a lógicas colectivas, y por lo tanto puede
incorporar la articulación con el sector social y mercantil (Cunill, 2005).
Según la profesora Nuria Cunill, en las múltiples definiciones de intersectorialidad, se
pueden distinguir algunos elementos comunes del término:
• Integración: Frente a la sectorización, que es un ordenamiento de la realidad para
dar curso a una división técnica del trabajo, el desafío de la intersectorialidad
supone la integración conceptual de objetivos, integración administrativa de
algunos procesos, y el “derrumbe” de “feudos” o compartimentos estancos de
funciones.
• Inclusividad: Supone que la intersectorialidad involucra una planificación completa
que incluye desde el diseño hasta la evaluación de las acciones, de manera que
no sólo es un cuestionamiento conceptual de las políticas sociales, sino también
acciones de implementación.
• Mancomunidad: La intersectorialidad requiere compartir recursos,
responsabilidades y acciones, de manera que interpela a la solidaridad en un
contexto de poder.
Se advierte de estos elementos, que la intersectorialidad desafía al menos dos ideas
fundamentales en torno a las cuales tradicionalmente se ha organizado la gestión del
Estado, de una parte, la estructura caracterizada por ministerios o reparticiones que
atienden especializadamente a un sector y de otra parte los mecanismos de asignación
presupuestaria según partidas sectoriales. Pero también, y en forma muy importante,
desafía e impacta las construcciones culturales al interior de organizaciones y
reparticiones públicas, porque demanda trabajar bajo un modelo colaborativo (Cunill,
2005).
Asimismo, para que la cooperación de varios sectores sea posible, se requiere que exista
evidencia y consenso en relación a que cierto problema social no puede resolverse
únicamente con la gestión de un solo actor. Por eso, es posible identificar ciertas
situaciones de la gestión pública que típicamente requieren de un enfoque de
cooperación:

• Temas o problemas que traspasan la esfera de la competencia de un órgano: Es


el caso de cuestiones sociales transversales, como género, pobreza, exclusión
social.
• Proyectos que involucran a una ciudad como un todo: Cuestiones como mejora de
la calidad de vida o desarrollo sustentable requieren este abordaje cuando se
impulsan desde un punto de vista territorial.
• Descentralización de la ejecución de políticas sociales: La gestión intersectorial se
potencia cuando los territorios, por medio de los municipios tienen recursos para
encargarse de los servicios sociales. Este contexto presenta un gran potencial
para superar la desarticulación burocrática en el campo social.

16
• Centralización de la formulación o coordinación de las políticas sociales: Cuando
se requiere elaborar agendas concentradas de desarrollo social o elaborar marcos
comunes de acciones, se tienden a formular procesos articuladores de distintos
sectores. (Cunill, 2005)

La gestión intersectorial supone asumir además, que una buena parte de los sistemas
públicos de diversa naturaleza (por ejemplo, de transportes, de salud o en este caso, de
ejecución de sanciones) tienen el carácter de sistema complejo. Esto quiere decir que
son sistemas de muchas partes, que interactúan entre sí y con el entorno por una
multiplicidad de canales, con algunas partes que tienden a auto organizarse localmente
de formas poco predecibles (Waissbluth, 2008). Teniendo esto presente, hay que dar
paso a la producción de un nuevo modelo de gobierno en que la responsabilidad directiva
no se centra tanto en gerenciar personas y programas, sino en organizar recursos que
frecuentemente pertenecen a otros, para producir valor público, en una malla
multiorganizacional y multisectorial. Esto constituye el concepto de estado en red
(Goldsmith y Eggers, 2004 en Waissbluth, 2008).

Incentivos y programas de apoyo a la capacitación y el empleo

i. ¿Qué son los incentivos u programas de apoyo en el área laboral y de


capacitación?

Un incentivo es algo que promueve que las personas actúen de cierta manera, lo que
puede tratarse de un beneficio o un castigo. En suma, se trata de las condiciones que
determinan la toma de decisiones tomando en cuenta costos y beneficios. En este
sentido, una de las cuestiones esenciales en política pública es el análisis acerca de cómo
las políticas alteran los costos o beneficios que enfrentan los individuos y en
consecuencia su conducta, porque podrían eventualmente, enfrentar efectos que no
deseados (Mankiw, 2012).
Con todo, muchas políticas tienen por objeto explícito hacer un cambio en las decisiones
de las personas. En efecto, una forma que tiene el Estado de lograr mayor equidad en la
distribución del ingreso (cuestión que no se logra necesariamente por medio de la
eficiencia de los mercados) es a través de la introducción de políticas de bonos y
subsidios orientados a reducir el costo de algunas decisiones o, mirado desde otro punto
de vista, aumentar sus beneficios. Es el caso de los subsidios diseñados para que los
empleadores soporten un menor costo al momento de contratar personas pertenecientes
a grupos tradicionalmente desaventajados en el mercado del trabajo (y más afectados
por la pobreza) por ejemplo, mujeres y jóvenes.
Por otra parte, el Estado también puede diseñar programas de apoyo para facilitar la
búsqueda de empleo a través de la promoción de la capacitación, sea para apoyar el
proceso de transición de trabajadores que se desempeñan en industrias en declinación
17
hacia industrias en crecimiento, como para ayudar a grupos vulnerables de la sociedad.
Quienes defienden estos programas sostienen que la economía funcionará en forma más
eficiente en la medida que la fuerza laboral se mantenga más empleada y se reducirán
las desigualdades propias de una economía de mercado, que cambia constantemente
(Mankiw, 2012).
Ahora bien, las políticas destinadas a la capacitación y empleabilidad se orientan a la
reducción de la desigualdad permitiendo a las personas el acceso a mejores sueldos y
un mayor grado de movilidad laboral, dada una mayor contribución marginal a la
productividad. El impacto de los planes de apoyo a la capacitación y empleo pueden
valorarse desde el punto de vista de la formación de capital humano y además como una
forma de señalizar el mercado. Estos conceptos son los que se explican a continuación.

ii. Formación de capital humano y señales de mercado

Desde la primera perspectiva, el capital humano de un país resulta de la suma de


competencias individuales de sus habitantes. Las competencias son el conjunto de
atributos, conocimientos y capacidades que pueden ser aprendidas y que permiten al
sujeto desarrollar exitosamente ciertas actividades y además ampliarlas sucesivamente
en el futuro. Si bien las competencias se relacionan con el acceso mejores trabajos y
remuneraciones, también tienen una dimensión personal, en que ponen al sujeto en
condiciones de establecer buenas relaciones sociales, mantener estilos de vida saludable
y aumentar su participación en el entorno comunitario y político en forma activa
(Larrañaga, y otros, 2014).
Las competencias que conforman el capital humano se adquieren en primer lugar por
medio de la educación primaria, donde se incorporan conocimientos básicos de materias
generales además de actitudes, valores, pensamiento crítico, creatividad. La educación
para el trabajo se materializa más tarde a través de la formación secundaria vocacional
(en nuestro país, educación técnico-profesional) y luego en la educación terciaria por
medio de la adquisición de conocimientos y habilidades específicas, asociados al
desempeño de una profesión u oficio. En este contexto, la capacitación tiene por objeto
dotar a las personas de capacidades para desarrollar durante su ciclo de vida laboral,
actualizando la formación de personas que participan regularmente en el mercado laboral
pero también completando la formación base de quienes no han terminado las etapas
formativas anteriores o que no participan regularmente en el mercado del trabajo
(Larrañaga, y otros, 2014).
Desde otro punto de vista, la capacitación permite resolver la asimetría de información
que existe entre quienes quieren ser contratados (que conocen sus características,
responsabilidad esfuerzo, competencias etc.) y los potenciales empleadores (que no las
conocerán hasta un tiempo después de haber contratado a una persona). En efecto
contar con estudios que se encuentren certificados permite señalar las capacidades al
mercado, es decir a quienes potencialmente podrían contratarlos, quienes no disponen,

18
a priori, de dicha información. Desde una perspectiva económica, las señales son medios
para entregar información sobre la calidad de cierto producto, en este caso, la
productividad de un individuo (Pindyck & Rubinfeld, 2009).
Adicionalmente, para el mercado del trabajo la educación constituye una señal fuerte, es
decir, es una señal que es más fácil de proporcionar para aquellos que tienen una alta
productividad frente a personas de baja productividad, por lo que frente a un potencial
empleador es más probable que esta señal la esté dando una persona de alta
productividad. Esto se opone a señales que son débiles, es decir, aquellas que pueden
ser entregadas por personas de alta o baja productividad por igual, como lo es, por
ejemplo, la apariencia (Pindyck & Rubinfeld, 2009).
En Chile, la política de capacitación y apoyo al empleo se ejecuta fundamentalmente a
través de los instrumentos de que dispone el Estatuto de Capacitación y Empleo,
administrados por el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (SENCE). Lo anterior
implica que no es un sistema integrado con las etapas iniciales de la educación, sino que
se trata de componentes aislados que no se comunican entre sí, donde el énfasis está
puesto en la capacitación en competencias y colocación laboral (Larrañaga, y otros,
2014).
Con todo, dicho Estatuto de Capacitación y Empleo, formulado en su versión actual por
medio de la ley 19.518 de 1997, responde, al menos en la intención declarada por el
Ejecutivo en el mensaje de la ley (Biblioteca del Congreso Nacional, 1997), a la necesidad
principal de generar las condiciones para una permanente formación de capital humano
adecuado a las nuevas necesidades en materia de tecnología e innovación en economías
más dinámicas para mejorar condiciones de productividad. Por otra parte, se esgrimen
razones de equidad, en la medida que subsistirían, pese al desarrollo alcanzado por el
país, amplios espacios de trabajos mal remunerados y escasamente productivos donde
los frutos del crecimiento reciente no benefician a todos los ciudadanos. Se observa
entonces, que la intención del legislador fue promover el incremento de capital humano
que tuviese un impacto en la productividad nacional y además avanzar en la mejora en
el acceso, la calidad y la remuneración de los empleos, por medio de la señalización al
mercado de las competencias adquiridas por medio de la capacitación.

19
III. Antecedentes: sanciones en el sistema juvenil e instrumentos de la red
pública para la inserción laboral

En el presente capítulo se explicarán las características fundamentales del sistema de


ejecución de sanciones que contempla la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente (en
adelante LRPA), con el objeto de proporcionar un contexto que permita comprender la
relevancia de la inserción laboral en la intervención de los jóvenes condenados conforme
a las normas de ésta ley, particularmente aquellos que continúan su cumplimiento
habiendo superado los 18 años de edad.
Para ello, se realizará una descripción general del origen y objetivos primordiales de la
LRPA, se describirán las penas contempladas por la ley y se explicará la forma en que
las sanciones del sistema se gestionan desde el punto de vista institucional, con el objeto
de revisar cuál es la misión que debe cumplir el Estado en el contexto del proceso de
reinserción social de los infractores del sistema adolescente, a diferencia del sistema
adulto.
A continuación, se mostrará la evolución de la composición etaria de los jóvenes que
permanecen en el sistema para comprender el peso que tienen en el sistema los mayores
de edad y las implicancias que ello tiene para abordar la intervención y específicamente
la importancia que cobra la inserción laboral. Finalmente, se describirá la oferta
programática disponible para incorporación al trabajo de la población infractora juvenil.
A partir de esta contextualización del sistema, se pretende abordar la investigación
acerca de cuáles son las formas que adopta la gestión de la inserción laboral efectiva de
jóvenes condenados por la ley de responsabilidad penal adolescente y de qué manera
ésta gestión se realiza coordinadamente con otros sectores para utilizar los incentivos
disponibles para la capacitación y la colocación laboral.

La ley responsabilidad penal adolescente en Chile y sus objetivos.

i. Reforma al sistema de justicia juvenil: la justificación de la ley 20.084.

El sistema de responsabilidad penal adolescente, tal como lo conocemos en la


actualidad, tiene una vigencia reciente en Chile. En efecto, la ley 20.084, que constituye
la regulación central del sistema se encuentra vigente desde 2007. Su promulgación tuvo
por objeto principal realizar un largamente postergado ajuste de las normas de
persecución penal de los adolescentes a los estándares de la Convención sobre los
Derechos del Niño (en adelante, CDN) tratado sobre derechos humanos firmado y

20
ratificado por Chile el 14 de agosto de 1990, que, por lo mismo, otorga a sus disposiciones
un rango constitucional:
“El presente Proyecto de Ley tiene el propósito de reformar radicalmente la
respuesta del Estado ante los actos que revisten carácter de crimen o simple delito
cuando ellos son cometidos por personas menores de dieciocho años,
introduciendo, por primera vez en Chile, un sistema de responsabilidad penal
especial para los adolescentes mayores de catorce y menores de dieciocho años.
Desde un punto de vista jurídico, esta reforma se fundamenta en que la actual
legislación de menores, en no pocas materias, entra en contradicción con
disposiciones de la Constitución y de la Convención Internacional sobre los
Derechos del Niño y, en algunos casos, directamente vulneran estos cuerpos
jurídicos.”6
En este contexto, es necesario tener en cuenta que el sistema vigente en Chile desde la
Ley de Menores 1967 (pero que recoge un sistema que ya existía desde principios de
siglo) hasta 2007, era un sistema de inspiración tutelar que vulneraba derechos
fundamentales (siendo uno de los elementos más relevantes las garantías procesales)
consagrados tanto en la Constitución como en la Convención de los Derechos del Niño.
El carácter tutelar de la legislación relativa a los menores de edad construía un sistema
de protección paternalista donde el niño era un sujeto de cuidado y auxilio por parte del
Estado, sea que se encontrara en una situación de riesgo social o moral o bien que
hubiesen cometido un delito, todo lo cual, indistintamente se atribuía a una “situación
irregular”, normalmente asociada a la pobreza, respecto de lo cual los jueces estaban en
condiciones de adoptar medidas protectoras de escasa definición normativa, ejecutadas
con pocas opciones de revisión judicial. Esta visión, ponía a sus destinatarios como
sujetos de tutela o enmienda sometidos a una gestión social que excedía los límites de
la acción que un Estado democrático de derecho puede ejercer respecto de las personas
(De Ferari, 2006).
En esta perspectiva, según la antigua normativa penal aplicable a los menores de 18
años, la regla general era la inimputabilidad, sin embargo, el juez de menores debía,
pronunciarse discrecionalmente acerca de su discernimiento. Si el joven era declarado
con discernimiento, podía ser juzgado y sancionado como un adulto, pero en forma
atenuada (se les aplicaba una atenuante muy calificada atendida su condición de
menores de edad). Por otra parte, si era declarado sin discernimiento, se le imponían
medidas de protección de carácter cautelar, las que eran sumamente criticadas porque
se traducían en penas encubiertas, sin las garantías del debido proceso (Santibáñez &
Alarcón, 2009).
En suma, las nociones imperantes en el sistema jurídico nacional consagraban un
sistema en que el adolescente que cometía un delito, fuera o no declarado con
discernimiento, era tratado por vías de acción estatal que no tenían en consideración la

6Mensaje de S.E. el Presidente de la República con que el que se inicia un proyecto de ley que establece un sistema
de responsabilidad de los adolescentes por infracciones a la ley penal. Santiago, 2 de Agosto de 2002.
21
etapa de desarrollo del joven en términos de ofrecer un sistema con las especificidades
necesarias y/o vulneraba persistentemente sus derechos.
Además del ajuste normativo a las disposiciones constitucionales y de la Convención de
los derechos del Niño, el mensaje presidencial con que se inició la tramitación
parlamentaria de la ley 20.084, también hace un segundo orden de justificaciones que
dicen relación con razones de seguridad pública:
“El Estado debe asumir una activa acción contra el delito y conducirla de modo que
la política criminal se convierta en garantía de los derechos de todos los
ciudadanos. Hay que desarrollar un completo sistema judicial y administrativo que
asuma, en el ámbito de la delincuencia de los adolescentes, las tareas de la
prevención del delito, la preservación de la paz social y la seguridad de los
ciudadanos.
Esta reforma fomentará el sentido de responsabilidad de los adolescentes y
permitirá resolver graves conflictos interpersonales, derivados de las infracciones
a la ley penal, a través de un sistema de justicia que garantice los derechos de los
imputados y de las víctimas”7.
De esta forma, el mensaje del proyecto de ley argumenta la necesidad de adoptar
herramientas jurídicas y de política pública adecuadas para generar un sistema complejo
que se hiciera cargo de la prevención del delito con estricta observancia a los derechos
y garantías procesales y, en general, recogiera las disposiciones de los Derechos
Humanos de la Infancia y la Adolescencia que consagran un principio de especialidad.
La especialidad que aludió el proyecto, debía fundamentar un sistema especializado en
todas las fases procesales y durante el control de la ejecución de la sanción, más que
normas específicas aplicadas a los jóvenes. Asimismo, los estándares que conforman la
especialidad y que se derivan de la Convención de los Derechos del Niño son: la celeridad
de las causas con imputados adolescentes, la protección de la vida privada de los jóvenes
en todas las fases del procedimiento, la privación de libertad como último recurso, una
reacción penal adecuada a la edad del adolescente y contenidos de la sanción orientados
a una participación constructiva en la sociedad (Couso & Duce, 2013)
Con todo, hay que notar que las razones de seguridad pública, traducidas en una mayor
intensidad punitiva que la contemplada en el proyecto original, cobraron una relevancia
mayor durante la discusión parlamentaria de la ley, donde se impuso la idea de que una
mayor simetría entre el sistema de justicia adulto y el juvenil tendría mejores resultados
en términos de reincidencia (Cillero B., 2006). Lo anterior, tuvo repercusiones al momento
de generar un sistema sancionatorio de auténtica especialidad y con los atributos
necesarios para alcanzar los objetivos de resocialización (o preventivo especiales
positivos) que la ley declara como principales. En efecto, la forma en que la ley 20.084
se promulgó, contiene reglas especiales en relación al tipo de sanciones como a su forma
de cumplimiento y control de ejecución, sin embargo, en relación a los elementos que
determinan la existencia de una infracción penal y la culpabilidad del autor, prácticamente

7 Ídem.
22
no hay reglas especiales que recojan las particularidades del adolescente que han sido
definidas desde la criminología y la psicología del desarrollo8 (Couso & Duce, 2013).

ii. Principales objetivos de la ley responsabilidad penal adolescente

Sin perjuicio de los reparos que se han formulado al nuevo sistema, la ley 20.084
representó un avance para nuestro país en cuanto a superar el sistema tutelar y ajustarse
a las obligaciones, impuestas por la CDN y sus normas complementarias9, para el
tratamiento que el Estado debe dar a los adolescentes infractores de la ley penal,
obligación que, conviene recordarlo, en nuestro ordenamiento jurídico tiene jerarquía
constitucional conforme a la doctrina mayoritaria10. Por lo mismo, la CDN tiene un rol
determinante en los objetivos de la ley de responsabilidad penal adolescente.
Recogiendo lo dispuesto por la CDN, los objetivos de la ley 20.084 pueden resumirse en
los siguientes, a partir de un objetivo transversal, como es la diferenciación con el sistema
penal de adultos: 1) Privilegio de la desjudicialización y de las alternativas a la sanción
penal, 2) Privilegio de las sanciones no privativas de libertad, 3) Legalidad,
excepcionalidad y brevedad de la privación de libertad cautelar y sancionatoria, 4)
favorecer la conducta conforme a derecho, promover la integración social de los
adolescentes y evitar la reincidencia delictiva (Berrios, 2011).
Siguiendo esta línea, la LRPA hace en su artículo 20, una declaración expresa en relación
al objetivo de las sanciones, donde releva las dos metas principales a los que debe
orientarse su cumplimiento:
“Artículo 20.- Finalidad de las sanciones y otras consecuencias. Las sanciones y
consecuencias que esta ley establece tienen por objeto hacer efectiva la
responsabilidad de los adolescentes por los hechos delictivos que cometan, de tal
manera que la sanción forme parte de una intervención socioeducativa amplia y
orientada a la plena integración social”

8 Desde la psicología del desarrollo se puede identificar: 1) menor capacidad cognitiva para razonar y entender, 2) menor capacidad
de juicio y autocontrol 3) mayor sensibilidad a la pena y vulnerabilidad frente a los efectos negativos de encierro. Desde la criminología
empírica se relevan los siguientes elementos diferenciadores del adolescente frente al delito: 1) normalidad, carácter episódico y
remisión espontánea de la criminalidad, 2) riesgo criminógeno de la reacción penal formal frente a las primeras conductas infractoras,
3) efecto desocializador y criminógeno de la privación de libertad, 4) mayor eficacia intervenciones breves, multidisciplinarias y
desjudicializadas (Couso & Duce, 2013)
9 Los instrumentos complementarios a la CDN, si bien no tienen la fuerza vinculante de ésta para los Estados, constituyen

declaraciones de intenciones y acuerdos de la comunidad internacional que permiten interpretar las normas de la CDN y orientar el
diseño e implementación de políticas públicas. En el ámbito que ocupa éste estudio de caso, éstos instrumentos son: Reglas Mínimas
de Naciones Unidas para la Administración de Justicia de Menores (Reglas de Beijing, 1985); Reglas de las Naciones Unidas para la
Protección de Menores Privados de Libertad (1990) y las Directrices de Naciones Unidas para la Prevención de la Delincuencia Juvenil
(Directrices de Rihad, 1990)
10 El artículo 5° de la Constitución Política de la República presenta una discusión respecto de la jerarquía de los tratados
internacionales sobre derechos humanos al interior del ordenamiento jurídico nacional, al reconocer como limitación a la soberanía,
los derechos esenciales emanados de la naturaleza humana y establecer la obligación de los órganos del Estado de respetar y
promover tales derechos establecidos en la Constitución y en los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren
vigentes. La discusión sobre la jerarquía significa determinar si los derechos esenciales consagrados en tratados internacionales
tienen rango legal, constitucional e incluso supraconstitucional. Aunque existe todavía alguna controversia sobre el punto, la doctrina
nacional en su mayoría y la jurisprudencia de la Corte Suprema, se inclinan por reconocer a estas normas un rango constitucional
(Nash, 2012).
23
Como se observa, la ley hace explícitos y jerarquiza al mismo nivel los objetivos de
responsabilización del adolescente y la intervención orientada a la reinserción social. El
hecho de que el sistema de justicia juvenil consagre objetivos determinados para la
ejecución de las sanciones marca una clara diferencia con la regulación penitenciaria de
los adultos. En efecto, esta última, en lo que dice relación con las penas privativas de
libertad reguladas por el Código Penal, mantienen una completa neutralidad en lo referido
al contenido de la ejecución de la penal, lo que tiene su principal manifestación en que la
regulación del régimen penitenciario se realiza a través de la potestad reglamentaria del
poder ejecutivo, es decir a un nivel jerárquico inferior al legal (Carnevali R. & Maldonado
F., 2013).

Sanciones del sistema penal juvenil: catálogo y características

i. Catálogo de sanciones establecidas por la ley 20.084

Conforme a los objetivos descritos anteriormente, la ley de responsabilidad penal


adolescente estableció un catálogo de 8 sanciones principales, las cuales se establecen
en el Título I de la ley y son las siguientes11:
1.- Amonestación: Consiste en la reprensión verbal del juez al adolescente, realizada en
un acto único y con el objeto de hacerle ver la gravedad del hecho cometido, sus
consecuencias para todos los involucrados e instándolo a cambiar de comportamiento.
2.- Multa: A beneficio fiscal, no superior a las 10 unidades tributarias mensuales.
3.- Reparación del daño: Obligación de resarcir a la víctima el perjuicio causado con la
infracción, sea mediante una prestación en dinero, la restitución o reposición de la cosa
objeto de la infracción o un servicio no remunerado en su favor.
4.- Servicios en beneficio de la comunidad: Realización de actividades no remuneradas
a favor de la colectividad o en beneficio de personas en situación de precariedad. No
podrá exceder en ningún caso de cuatro horas diarias y deberá ser compatible con la
actividad educacional o laboral que el adolescente realice.
5.- Libertad Asistida: La sujeción del adolescente al control de un delegado conforme a
un plan de desarrollo personal basado en programas y servicios que favorezcan su
integración social.
6.- Libertad Asistida Especial: En esta modalidad de libertad asistida, deberá asegurarse
la asistencia del adolescente a un programa intensivo de actividades socioeducativas y
de reinserción social en el ámbito comunitario que permita la participación en el proceso
de educación formal, la capacitación laboral, la posibilidad de acceder a programas de

11 La LRPA contempla también como sanciones accesorias a las principales enumeradas, el comiso de objetos, documentos e
instrumentos del delito según lo dispuesto por el Código Procesal Penal, la prohibición de conducir vehículos motorizados, y la
obligación de someterse a tratamiento por adicción a las drogas o alcohol en atención a las circunstancias del adolescente .
24
tratamiento y rehabilitación de drogas en centros previamente acreditados por los
organismos competentes y el fortalecimiento del vínculo con su familia o adulto
responsable.
7.- Internación en régimen semicerrado con programa de reinserción social: Consiste en
la residencia obligatoria del adolescente en un centro de privación de libertad, sujeto a
un programa de reinserción social a ser desarrollado tanto al interior del recinto como en
el medio libre.
8.- Internación en régimen cerrado con programa de reinserción social: Consiste en la
privación de libertad en un centro especializado para adolescentes, bajo un régimen
orientado al cumplimiento de los objetivos previstos en el artículo 20 de la ley.

ii. Diversificación de la respuesta penal y prevalencia del medio libre

De la descripción precedente se observa la forma en que el legislador resolvió la


respuesta penal con énfasis en las sanciones de medio libre y la excepcionalidad de la
privación de libertad. No obstante, si bien se observa una gama relativamente amplia de
sanciones de medio libre, para su determinación en cada caso particular se establece
una correspondencia directa con la pena que hipotéticamente recibiría de haberse
cometido el delito como adulto, lo que limita la gama de sanciones disponibles para el
caso. Dentro de dicho espectro de sanciones posibles, establece criterios para la
aplicación de la pena concreta, de lo que se sigue que las posibilidades de valorar las
circunstancias personales de cada joven en función de una sanción idónea se ven
limitados. Esta característica también se revela en que la ley, en general, no contempla
un procedimiento específico de adolescentes ni tampoco define un conjunto específico
de circunstancias modificatorias de la responsabilidad penal, aspectos que nuevamente
tensionan el objetivo diferenciador del sistema adulto y el mandato de contenido
educativo de las sanciones12.
Aun cuando el diseño legal presenta algunas limitaciones en cuanto a la idoneidad de las
sanciones, también es necesario decir que la mayoría de las sanciones se cumplen en el
medio abierto, cumpliendo, al menos en lo fundamental, con el mandato de privilegiar las
alternativas a la privación de libertad, como puede verse en la siguiente tabla:

12 Ver artículos 20 al 26 de la Ley 20.084


25
Tabla N°1: Población vigente en sanciones del sistema de ejecución de sanciones al 31 de septiembre de 201413

Sanción Total vigentes Porcentaje


Internación en régimen cerrado 616 6,37%
Internación en régimen semicerrado 467 4,83%
Libertad asistida 2086 21,58%
Libertad asistida especial 3940 40,76%
Servicios en beneficio de la comunidad y 2557 26,45%
reparación del daño

Fuente: Elaboración propia a partir del Boletín Estadístico SENAME, tercer trimestre 2014, disponible en:
http://www.sename.cl/wsename/estructuras.php?name=Content&pa=showpage&pid=153

De la tabla anterior se observa claramente que la población que cumple sentencias en el


sistema juvenil administrado por SENAME se concentra significativamente en las
sanciones de medio libre y, dentro de ellas, en la de libertad asistida especial. Las
sanciones de medio libre no involucran ningún tipo de privación de la libertad, y como se
verá a continuación, se ejecutan por parte de Organizaciones Colaboradoras Acreditadas
por SENAME (OCAS)14.

Gestión institucional de las sanciones juveniles

i. Tipos de administración de sanciones en el sistema juvenil

La LRPA entrega la ejecución de las sentencias (en consecuencia, la operativización del


contenido de reinserción social) al Servicio Nacional de Menores (SENAME). La forma
de administrar las sanciones difiere tratándose de aquellas que se cumplen en libertad15
(sanciones de medio libre) de las que involucran privación de libertad, sean de régimen
cerrado o semicerrado (sanciones de medio cerrado). En el caso de la privación de
libertad, la LRPA dispone que tanto la medida cautelar de internación provisoria como la
sanción de internación en régimen cerrado deben ser de administración directa de
SENAME, en centros que cuentan con una guardia perimetral armada a cargo de
Gendarmería de Chile. Por su parte, los centros semicerrados pueden ser de
administración directa o provistos por Organizaciones Colaboradoras Acreditadas
(OCAS) aunque, hasta la fecha no se ha provisto esta sanción por medio de estas últimas.
En las sanciones de medio libre, la ley dispone que, con el objeto de asegurar la
disponibilidad de programas en todo el territorio, éstas deben ser ejecutadas a través de
13 El Boletín estadístico del tercer trimestre de 2014 es el último de carácter trimestral que se encuentra publicado,
estando a la fecha pendientes de publicación el boletín del cuarto trimestre de 2014 y los que corresponden a 2015 y
2016
14 Las Organizaciones colaboradoras de SENAME (OCAS) son personas jurídicas sin fines de lucro que ejecutan líneas

de acción programáticas del servicio y que son reconocidas como tales por resolución del/la Director/a Nacional, en la
forma y condiciones establecidas por la ley 20.032 y su reglamento.
15 Reparación del daño, Servicios en beneficio de la comunidad, Libertad asistida, Libertad asistida especial. No se

incluye en la esfera de la administración de SENAME las sanciones de Multa y Amonestación, por ser sanciones cuya
ejecución se agota en una audiencia judicial o en el pago de la suma ordenada en la sanción de multa, en consecuencia,
no tienen contenido de intervención.
26
Organizaciones Colaboradoras Acreditadas (OCAS). SENAME debe establecer
convenios con dichas organizaciones y supervisar periódicamente la pertinencia e
idoneidad de los programas, fiscalizando el cumplimiento de sus objetivos. En relación
con la libertad asistida especial se mandata a SENAME para coordinar la red
interinstitucional y de protección del Estado16.
Las sanciones y su forma de administración se resumen en el siguiente cuadro:

Cuadro N°1
Sanciones administradas por SENAME, descripción y tipo de administración

Tipo de sanción Contenido de la sanción Tipo de administración


Internación en régimen Privación de libertad en un centro Ejecución directa de SENAME
cerrado especializado para adolescentes,
bajo un régimen orientado al
cumplimiento de los objetivos
previstos en el artículo 20 de la ley
Internación en régimen Residencia obligatoria del Ejecución directa de SENAME o vía OCAS
semicerrado adolescente en un centro de (hasta la fecha sólo hay administración
privación de libertad, sujeto a un directa)
programa de reinserción social a
ser desarrollado tanto al interior del
recinto como en el medio libre
Libertad asistida En esta modalidad de libertad Ejecución vía OCAS
especial asistida, deberá asegurarse la
asistencia del adolescente a un
programa intensivo de actividades
socioeducativas y de reinserción
social en el ámbito comunitario que
permita la participación en el
proceso de educación formal, la
capacitación laboral, la posibilidad
de acceder a programas de
tratamiento y rehabilitación de
drogas en centros previamente
acreditados por los organismos
competentes y el fortalecimiento
del vínculo con su familia o adulto
responsable
Libertad asistida La sujeción del adolescente al Ejecución vía OCAS
control de un delegado conforme a
un plan de desarrollo personal
basado en programas y servicios
que favorezcan su integración
social.
Reparación del daño Obligación de resarcir a la víctima Ejecución vía OCAS
el perjuicio causado con la
infracción, sea mediante una
prestación en dinero, la restitución
o reposición de la cosa objeto de la
infracción o un servicio no
remunerado en su favor.
Servicios en beneficio Realización de actividades no Ejecución vía OCAS
de la comunidad remuneradas a favor de la
colectividad o en beneficio de
personas en situación de
precariedad. No podrá exceder en

16 Artículos 42 y 43 de la ley 20.084.


27
ningún caso de cuatro horas diarias
y deberá ser compatible con la
actividad educacional o laboral que
el adolescente realice
Fuente: Elaboración propia a partir de lo dispuesto en el Título tercero párrafo primero de la Ley 20.084

ii. La ejecución de sanciones por medio de Organizaciones Colaboradoras

El financiamiento de las OCAS está regulado por la ley N° 20.03217, que establece un
sistema de subvenciones para un conjunto de líneas programáticas del SENAME. Esta
ley, que fue enviada al Congreso antes que la LRPA, ya contenía una definición acerca
del rol de las organizaciones colaboradoras como garantía de aseguramiento de la
atención en todo el territorio y como aporte a la gestión del Estado, atribuyéndoseles un
conocimiento especializado en materia de infancia y sosteniendo que estas
organizaciones de la sociedad civil tienen una responsabilidad compartida con el Estado:
“En el proceso de preparación de esta nueva versión del Proyecto de Ley se ha
tenido especialmente en cuenta, la necesidad de consensuar la reforma al sistema
de subvenciones, en la mayor medida posible, con las instituciones colaboradoras
del SENAME, que comparten con el Estado la responsabilidad y la iniciativa de la
protección de los derechos de los niños. Ello permite, por una parte, aprovechar el
conocimiento y la experiencia de esas instituciones en la materia, y por la otra
pretende alimentar una relación de colaboración y transparencia con quienes han
de seguir siendo un aliado, cada vez más estrecho, del Estado, en una misión que
a ambos les está encomendada”18.
Del propio mensaje de esta ley se desprende que se contempló que SENAME, tanto en
la función de protección como también en la del área de responsabilidad penal
adolescente (que al momento del Mensaje citado era un proyecto de ley que no se había
presentado aún, pero al que se hace referencia) se debían sostener en la máxima
extensión posible en la administración público privada.
De este modelo de provisión mixta, el que a su vez se articula con el objetivo de
reinserción social transversal del sistema de sanciones, se deriva entonces que los
modelos de gestión de redes y de coordinación con el sector público y privado, son una
parte constitutiva del trabajo de intervención. El Reglamento de la Ley 20.084 entrega
expresamente a SENAME19 la coordinación intersectorial con el resto de los órganos de
la administración del Estado en aquellas líneas de intervención que requieren un trabajo
especializado de otras reparticiones públicas. Por otra parte, la intervención debe
desplegarse conforme a las Orientaciones Técnicas que publica SENAME para la

17 Actualmente el Ministerio de Justicia se encuentra trabajando en un proyecto de ley que tiene por objeto una reforma
a la institucionalidad encargada de la protección de niños niñas y adolescentes vulnerados en sus derechos y de la
ejecución de sanciones del sistema juvenil, junto con sus respectivos mecanismos de financiamiento.
18 Mensaje de S.E. el Presidente de la República con el que se inicia un proyecto de ley que establece un sistema de

atención a la niñez y adolescencia a través de la red de colaboradores de SENAME, y su régimen de subvención.


Santiago, 9 de Agosto de 1999.
19 Artículo 24 del Reglamento de la ley 20.084.

28
ejecución de cada sanción, y con arreglo a las cuales, las Organizaciones Colaboradoras
Acreditadas (OCAS) reciben asesoría y supervisión técnica.
Si bien todo lo anterior es fácilmente apreciable frente a las sanciones del medio abierto,
también tiene algunas manifestaciones en el medio cerrado. En efecto, la sanción de
internación en régimen semicerrado comprende intervenciones tanto en el entorno
comunitario como al interior del centro. Sólo en el caso de los centros cerrados las
modalidades de intervención tienen, por razones obvias, otras limitaciones. Sin embargo,
el régimen cerrado también considera el retorno al medio libre a través de permisos de
salida controlados y progresivos. Entre ellos se cuenta un permiso especial contemplado
en el artículo 134 bis del Reglamento de la Ley 20.084 (introducido por una modificación
de Octubre de 2012), que permite una salida de hasta 10 horas diarias para asistir a
establecimientos de capacitación o desempeñar trabajos. Esta posibilidad incorpora
expresamente la posibilidad de que alguna parte de la intervención del régimen cerrado
se efectúe en el entorno comunitario, sea por medio de agentes públicos o privados.
Como se expuso anteriormente, esto tiene relación con una inserción progresiva al medio
libre y con la necesidad de limitar los efectos nocivos que tiene para la reinserción social
de los adolescentes el encierro prolongado.

La población atendida por SENAME en el sistema de justicia juvenil

iii. Edad de imputabilidad y edad de atención

Uno de los hitos importantes que se marcan con la LRPA, en conformidad con la
Convención de las Derechos del Niño fue la determinación de un límite de edad para la
imputabilidad penal, que se estableció en los 14 años. De esta forma las normas
especiales de este sistema se aplican a aquellos jóvenes que han cometido un delito
entre los 14 y los 18 años. Sin embargo, si un joven cumple los 18 años durante el proceso
penal o cumpliendo una pena del sistema juvenil, no se traslada automáticamente al
sistema adulto, sino que debe terminar en el sistema juvenil conforme a lo dispuesto por
el artículo 56 de la LRPA.
Sólo se contempla como excepción, el caso de los jóvenes que permanecen en régimen
cerrado de internación. Respecto de éstos, si restan 6 meses o menos de condena al
momento de cumplir 18 años, deben necesariamente terminar en un centro de SENAME,
pero si restan más de 6 meses, el recinto de cumplimiento se define por parte del juez de
control de ejecución (juez de garantía) previo informe del SENAME que se pronuncie
sobre la conveniencia de la permanencia del joven en su recinto. Con todo, la ley dispone
que aún cuando el joven sea trasladado a recintos de Gendarmería de Chile, las
modalidades de intervención deben ser ejecutadas igualmente conforme a las
disposiciones de la LRPA.

29
iv. Evolución de la edad de la población penal adolescente

Como se advierte de lo anterior, la norma que regula el cumplimiento de la mayoría de


edad claramente entiende que ésta se trataría de una situación marginal de edad dentro
del sistema. No obstante, en la práctica se ha advertido un progresivo aumento en la
edad de los atendidos por el sistema de sanciones juveniles, como se muestra en las
siguientes tablas:

Tabla N°2: Composición de la población vigente en sanciones del sistema de justicia juvenil de SENAME por año y
rango de edad.

2010 2011 2012 2013 2014


14-15 años 1084 1004 1048 1048 949
(9,37%) (8,82%) (9,13%) (9,22%) (8,53%)
16-17 años 5706 4644 4582 4397 4208
(49,35%) (40,81%) (39,94%) (38,68%) (37,84%)
18 + años 4771 5731 5842 5921 5961
(41,26%) (50,36%) (50,92%) (52,09%) (53,61%)
Total 11561 11379 11472 11366 11118
(100%) (100%) (100%) (100%) (100%)

Fuente: Elaboración propia a partir de los Boletines Estadísticos de SENAME (2010 a 2014), disponibles en
http://www.sename.cl/wsename/estructuras.php?name=Content&pa=showpage&pid=155

Gráfico N° 1: Composición de la población vigente en sanciones del sistema de justicia juvenil de SENAME por rango
de edad en porcentaje, según último boletín estadístico publicado

Fuente: Elaboración propia a partir del Boletín Estadístico de SENAME 2014, disponible en
http://www.sename.cl/wsename/estructuras.php?name=Content&pa=showpage&pid=15

30
De las tablas y gráfico anteriores se observa la composición por rangos de edad en la
población vigente en cada año (entre 2010 y 201420, ambos inclusive) del sistema de
justicia juvenil de SENAME. Como se advierte, a diferencia de lo previsto por la ley, los
mayores de 18 años son un porcentaje significativo de la población que cumple
sentencias, alcanzando en el último año para el que se dispone de estadísticas oficiales,
sobre el 53 por ciento de la población atendida, superando paulatinamente a la población
comprendida entre los 16 y 17 años. Sólo la población del rango ente 14 y 15 años
mantiene una participación bastante menor y casi constante a lo largo de los últimos años
en torno al 9 por ciento.
Dentro del grupo de jóvenes que tiene 18 años o más, la distribución entre las distintas
sanciones21 es la siguiente:

Tabla N°3: Distribución de los jóvenes mayores de 18 años en las distintas sanciones administradas por SENAME

2010 2011 2012 2013 2014


CSC 320 353 427 433 449
CRC 470 476 431 406 336
PLA 708 821 813 973 1057
PLE 2177 2592 2590 2543 2519
SBC y RD 654 1042 1164 1197 1223

Fuente: Elaboración propia a partir de los Boletines Estadísticos de SENAME (2010 a 2014), disponibles en
http://www.sename.cl/wsename/estructuras.php?name=Content&pa=showpage&pid=15

20 Las tablas fueron construidas a partir de las vigencias registradas en los Boletines Estadísticos correspondientes al
tercer trimestre de cada año, entre 2010 y 2014, por lo tanto, corresponden a las existencias al 31 de septiembre de
cada año. Esto se debe a que el último boletín publicado corresponde al del tercer trimestre de 2014, estando a la
fecha pendientes de publicación el boletín del cuarto trimestre de 2014 y los que corresponden a 2015 y primer trimestre
de 2016. Dado que el objeto es observar la evolución en la composición de edad entre los condenados, se excluyen
aquellos que permanecen vigentes en los programas de Medidas Cautelares Ambulatorias e Internación Provisoria.
21 Las siglas de las sanciones equivalen a: SCS: Centros semicerrados; CRC: Centros de régimen cerrado; PLA:

Programas de Libertad Asistida; PLE Programas de Libertad Asistida Especial; SBC-RD: Servicios en beneficio de la
comunidad y reparación del daño.
31
Gráfico N°2: Distribución de los jóvenes mayores de 18 años en las distintas sanciones administradas por SENAME,
según último boletín estadístico

Fuente: Elaboración propia a partir de los Boletines Estadísticos de SENAME (2010 a 2014), disponibles en
http://www.sename.cl/wsename/estructuras.php?name=Content&pa=showpage&pid=15

Se observa de la tabla y gráficos anteriores que los jóvenes de 18 años se concentran


mayoritariamente en los programas de Libertad Asistida Especial, sanción que contempla
la intervención más intensiva en el medio libre.
Las razones de la evolución progresiva hacia una mayor edad no han sido del todo
estudiadas. No obstante, puede tener relación con el hecho de que el sistema no cuenta
con mecanismos para concentrar y optimizar el cumplimiento de sanciones en función de
los objetivos de reinserción22, teniendo que cumplirse todas en forma sucesiva, de
manera que un joven puede pasar largo tiempo en el sistema de justicia juvenil por
diversos delitos.
Esta constatación estadística resulta clave para la orientación futura de las políticas
públicas de reinserción de jóvenes infractores. En efecto, si se considera que un
porcentaje importante (incluso mayoritario) de las personas que cumplen sentencias
conforme a la LRPA son adultos, el sistema de ejecución de sanciones debe diseñar de
sus planes y programas considerando el factor de la edad como uno de los primeros
determinantes de su contenido, teniendo en cuenta las especificidades de este rango
etario, que probablemente sean diferentes a las que el sistema originalmente consideró.
Lo anterior no significa que deban desatenderse o postergarse los programas orientados
a adolescentes de menor edad, pero la política pública de reinserción social juvenil debe

22Sólo se contempla la posibilidad de sustitución y remisión de la sentencia: La primera es el cambio de una sanción
a otra menos gravosa en tanto ello parezca más favorable a la integración social del infractor, y la segunda es el término
anticipado de una condena cuando se estime que se ha dado cumplimiento a los objetivos pretendidos con su
imposición (Artículo 53, 54 y 55 de la LRPA).
32
permitir su constante revisión a la luz de la evolución que registre la población atendida,
en términos que le permita siempre constituir una respuesta efectiva.
En el caso de los mayores de 18 años que pertenecen a este sistema, considerando la
etapa del ciclo vital junto con variables socioeconómicas y su importancia como elemento
integrador a una rutina alejada del delito, no es posible soslayar el pilar laboral como un
elemento central del proceso de reinserción social en esta categoría de jóvenes.

El trabajo en el proceso de reinserción de infractores jóvenes mayores de 18


años

De lo ya revisado, se puede concluir que en el sistema de cumplimiento de sanciones del


sistema juvenil se dan los siguientes fenómenos o características: primero, el sistema de
sanciones está orientado fundamentalmente a la integración social jóvenes por mandato
expreso de la ley y de las disposiciones vinculantes de la Convención sobre los Derechos
del Niño; segundo, el Estado gestiona las sanciones según un diseño de provisión público
privado, (excepto para aquellas sanciones privativas de libertad), con énfasis en el trabajo
de redes intersectoriales y de vínculos con el entorno comunitario; tercero, los jóvenes
que deben cumplir penas en este sistema son en gran medida mayores de edad, en un
porcentaje de participación que ha mostrado un aumento progresivo durante los últimos
años. A continuación, conforme a los objetivos de éste trabajo, se revisará el rol que el
sistema le asigna a la inserción laboral y las formas en que se gestiona este pilar de la
intervención.
En esta materia, hay que tener en cuenta que la evidencia internacional sugiere de
manera consistente que la participación de las personas en actividades delictuales tiene
un inicio, un peak y un declive a través de su ciclo vital. La literatura (Sampson y Laub
1993; Farrall y Calverley 2006; Kazemian y Maruna, 2009, citados en Morales, Chahuán,
Cárcamo, Chamorro y Sosa, 2015) sugiere que, típicamente un adolescente iniciará las
actividades delictuales en los primeros años de la adolescencia, alcanzará su más alto
nivel alrededor los 17 años y declinará hasta eventualmente desaparecer alrededor de
los 26 años. A este fenómeno se le llama desistimiento y su constatación permite advertir
la importancia de intervenir en la trayectoria de la actividad delictual. Considerando los
atributos del sistema y la presencia de los jóvenes mayores de 18 años en él, se advierte
que existe un gran espacio de intervención en el ámbito laboral orientado a promover el
proceso de desistimiento y además generar un impacto positivo en la empleabilidad
futura, como se explicó en el capítulo sobre definiciones conceptuales.
Tanto la LRPA como su reglamento, contempla el trabajo como una de las dimensiones
posibles que pueden formar parte de la intervención de las distintas sanciones, sin
embargo, entrega a cada ejecutor de la sanción, la responsabilidad de gestionarlo
conforme a las características de la sanción y de los jóvenes que atienda23. En ese

23 Esto se aplica tanto a las organizaciones colaboradoras como a los ejecutores directos de SENAME, que articulan
las redes para obtener puestos de trabajo a nivel de los equipos de los centros cerrados o semicerrados según el caso.
33
sentido, cada programa específico debe diseñar su propio modelo y gestionar las redes
comunitarias conforme a sus recursos propios (por ejemplo, detectando y contactando
posibles empleadores y puestos de trabajo disponibles) siguiendo los lineamientos que
proporcionan las orientaciones técnicas.
Por su parte, las orientaciones técnicas entregan los lineamientos teóricos a los que
deben ajustarse los planes de intervención que diseñen los equipos técnicos, pero no
constituyen guías concretas o pormenorizadas que permitan aprovechar o gestionar la
red intersectorial o comunitaria. Esto se debe a que se parte de la noción de que al interior
de cada equipo profesional que ejecuta una sanción, se debe diseñar un sistema de
gestión y articulación con el entorno que considere las particularidades del territorio
donde se desempeña.
En este escenario, la institucionalidad, desde el nivel central, provee de algunas
herramientas generales en la materia, que apoyan el proceso de inserción al mundo del
trabajo, con resultados que no han sido del todo medidos o que son de implementación
muy reciente:

i. Oferta programática de SENAME en materia de capacitación e inserción laboral:

Dentro del catastro de la oferta programática de SENAME (SENAME, 2015), se incluyen


como programas disponibles para los jóvenes que cumplen sentencia, la incorporación a
los planes de capacitación regulares que SENCE ofrece anualmente y la realización de
talleres de empleabilidad, cuya finalidad es el desarrollo de habilidades para
desenvolverse adecuadamente en el mundo laboral, a través de módulos de formación
en competencias laborales. Además, se ofrecen talleres de alfabetización digital que
permiten a los adolescentes ingresar al mundo de la tecnología, al conocimiento de
programas básicos computacionales y manejo de herramientas web.
Las alternativas de capacitación laboral son:
• Alfabetización Digital: Programa de formación para el uso de computadores nivel
usuario avanzado. Consiste en 50 horas de formación en el marco de un convenio
establecido con INJUV.
• Programa Aprendices: Destinado a aquellos adolescentes interesados en un
proyecto laboral como trabajadores dependientes. Se los incorpora a puestos
laborales en empresas con convenio en calidad de aprendices con un instructor
designado por la empresa.
• Becas Individuales para formación en oficios.
• Programas Jóvenes al Bicentenario24

24 Programa que tiene por objeto mejorar la empleabilidad de los y las jóvenes, conectándolos/las al desarrollo de
trayectorias de capacitación que les permitan adquirir las destrezas necesarias para desempeñarse en el mundo del
trabajo a partir del conocimiento de un oficio. Este programa, no obstante estar en el catastro de programas, no se
encuentra vigente.

34
De éstas, las capacitaciones financiadas por SENCE se entregan a través de la
Organizaciones Técnicas de Capacitación (OTEC) que son las instituciones autorizadas
por SENCE para entregar servicios de capacitación usando su financiamiento. Entre ellas
se cuentan universidades, institutos profesionales, centros de formación técnica, liceos
técnicos etc.

ii. Programa de intermediación Laboral, SENAME25:

Durante 2015 se licitó una línea de intervención laboral que tiene por objeto principal
contribuir a la inserción laboral de los jóvenes infractores de ley de ambos sexos,
condenados a sanciones de medio libre y privativos de libertad por la ley 20.084, a través
de un programa que mejore sus condiciones de empleabilidad y los apoye con estrategias
de intermediación laboral que asegure tanto su colocación como mantención laboral en
empleos del área formal.
SENAME fundamenta esta línea de intervención basado en la constatación del progresivo
aumento en la edad de la población atendida, tanto en el medio cerrado como en el medio
libre por lo que la intervención laboral ha cobrado una especial relevancia. De este modo
la propuesta es avanzar respecto de la sola oferta de cursos de capacitación. En efecto,
la participación en estos cursos, conforme se señala en las propias bases de licitación
del programa, no han sido suficientes para una articulación potente de este ámbito, de
manera que el programa plantea la ejecución conjunta de dos modalidades de atención:
• Apresto laboral: Tiene por objeto promover y fortalecer competencias para la
empleabilidad, entregándole a los jóvenes, herramientas que faciliten su inserción
exitosa dentro de su empleo y que contribuyan al mantenimiento de conductas
prosociales adquiridas durante su participación en el programa, además de
aumentar su empleabilidad futura.
• Apoyo psicosocial para la reinserción: Tiene por objeto favorecer y/o fortalecer los
procesos de intermediación laboral y asesorías con las empresas. Esta modalidad
comprende tanto la búsqueda de puestos de trabajo formales, estables y con
remuneraciones que tengan relación con la función que se va a desempeñar, como
el apoyo a los empleadores, en el entendido que los jóvenes que cumplen
condenas se encuentran en un proceso de reinserción que tiene ciertas
particularidades, proceso del que las empresas deben estar conscientes y con el
cual deben comprometerse en el marco de sus políticas de responsabilidad social
empresarial.
El programa está orientado a jóvenes de 18 años (admitiéndose también jóvenes de 17
que tengan hijos). En cuanto a las sanciones, el programa debe cubrir la demanda de las
sanciones de internación en régimen cerrado y semicerrado y las sanciones de libertad
asistida y libertad asistida especial (SENAME, 2015). Este modelo de intervención laboral

25Programa de reinserción para adolescentes infractores a la ley penal en general. Modalidad programa de apoyo
psicosocial para adolescentes privados de libertad/medio libre y línea de atención de apresto laboral para adolescentes
privados de libertad/medio libre
35
se ha implementado conforme al modelo de gestión y financiamiento que le permite al
servicio la ley 20.032, es decir, por medio de la licitación a Organizaciones
Colaboradoras, las cuales, en este caso, deben ser instituciones especializadas en el
ámbito del trabajo que el servicio ha buscado integrar coordinadamente a la oferta
programática disponible. Esta última línea de intervención fue concursada en 2015 y se
comenzó su implementación durante ese año, por lo cual todavía es muy pronto como
para evaluar sus resultados.
La oferta disponible, en todo caso, no ha estado exenta de dificultades, por ejemplo, la
falta de coordinación entre de los cursos impartidos por las OTEC con los tiempos de
respuesta de SENAME, o la desalineación de los cursos ofrecidos, con los intereses de
los jóvenes en condiciones de participar de ellos. Lo anterior permite concluir que no
existe hasta la fecha una oferta amplia y sólida que permita el egreso de los jóvenes del
sistema de justicia juvenil con oportunidades consistentes de empleabilidad (Sosa, 2016).
Por otra parte, estudios sugieren que SENAME, como entidad a cargo de la ejecución de
las sanciones tampoco se ha posicionado como un actor relevante dentro del mercado
del trabajo, estableciendo convenios con el sector público y privado que pueda
constituirse como empleador, ni promoviendo una coordinación intersectorial eficaz en
función de una política nacional con objetivos de largo plazo en materia de inserción
laboral (Sosa, 2016). Esta condición podría deberse al sistema de gestión que la ley
impone a SENAME, que dispone que, al menos en relación a las sanciones de medio
libre, las intervenciones deben ejecutarse por las organizaciones colaboradoras,
reservándose al Servicio la supervisión de la idoneidad y pertinencia de éstas.

Incentivos y planes de apoyo del Estado orientadas a la inserción laboral

Dentro de las herramientas de inserción laboral con que cuenta el Estado, deben contarse
otras dos que se encuentran vigentes y que podrían constituir elementos facilitadores de
la incorporación efectiva de jóvenes al mercado del trabajo. La primera es una
modificación a los requisitos de ingreso a la administración pública, realizada con el objeto
expreso de beneficiar a personas que estén o hayan cumplido sentencia. La segunda es
la política de capacitación y empleo, administrada a través de SENCE.

i. Reforma al Estatuto Administrativo

La ley 18.834, que regula el Estatuto Administrativo se modificó en 2013 en relación a los
requisitos para ingresar a la administración del Estado. Originalmente, el artículo 12 letra
f de dicha ley, entre los requisitos para el ingreso a la función pública, establecía que no
podían ingresar quienes estuvieran condenados por crímenes o simple delito, sin
embargo, la ley 20.702 excluyó de esta prohibición a aquellas personas que postulen a
cargos auxiliares y administrativos, en la medida que hayan sido condenados por ilícitos

36
que tengan sanción de simples delitos (siempre que no sean delitos cometidos por
funcionarios públicos en el ejercicio de sus cargo, establecidos en el título V del Libro II
del Código Penal). De esta forma, el Estado cuenta expresamente con la posibilidad de
incorporar a personas que se encuentren cumpliendo condena, para cierto tipo de cargos.
No obstante, no existe evidencia de que esta herramienta se haya utilizado como una vía
de inserción laboral efectiva para infractores de ley.

ii. Oferta general de programas SENCE

El Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (SENCE) es un organismo técnico del


Estado, con personalidad jurídica de derecho público, que se relaciona con el Gobierno
a través del Ministerio del Trabajo y Previsión Social y tiene como misión mejorar la
empleabilidad de los trabajadores ocupados, personas desocupadas e inactivas, con
especial foco en las más vulnerables, a lo largo de su vida laboral, a través de una gestión
articulada y con calidad de la orientación, capacitación e intermediación laboral, para
contribuir a la productividad de Chile y sus regiones.
Este servicio se crea por medio del DL 1446 de 1976, que estableció el Estatuto de
Capacitación y Empleo y que transformó el antiguo sistema de provisión de capacitación
en forma directa, a un subsidio a la capacitación por medio de una franquicia tributaria,
lo que constituye la herramienta fundamental del sistema. El estatuto buscaba además
promover la creación de una red de prestadores privados.
Las atribuciones de este Servicio como lo conocemos hoy fueron reformuladas y
actualizadas por la ley 19.518 de 14 de octubre de 1997. Una de las principales
incorporaciones que se hizo al sistema de capacitación por medio de ésta reforma, fue la
creación del Fondo Nacional para la Capacitación (FONCAP), administrado por SENCE,
y cuyo objetivo es financiar programas de capacitación para grupos vulnerables de la
población, programas que son definidos por SENCE.
SENCE mantiene una oferta general de apoyo a la empleabilidad que se resume en el
siguiente cuadro, el cual incluye los programas incorporados al catastro de SENAME,
pero además contiene otros programas que podrían son pertinentes y que, como se verá
más adelante, incluso consideran a los jóvenes condenados por la ley penal como
población vulnerable a la cual se dirigen específicamente ciertos programas.
Actualmente, los programas y subsidios orientados a la población joven son los siguientes
• Programa Más Capaz
• Programa Aprendices
• Becas del Fondo de Cesantía Solidario
• Becas Laborales
• Bono Empresa y Negocio
• Programa Capacitación en Oficios
• Programa Capacitación en Oficios Sectorial
• Franquicia Tributaria
37
• Programa de Transferencias al Sector Público
• Subsidio al Empleo Joven
• Bono al Trabajo de la Mujer

38
IV. Análisis de compatibilidad normativa

En este capítulo se realizará un análisis de la dimensión normativa de las políticas y


herramientas de que dispone el Estado para la promoción del empleo, específicamente
determinando aquellas que resultan compatibles con el sistema de justicia juvenil y, por
otra parte, sean significativas y pertinentes respecto de las necesidades de inserción
laboral de los jóvenes que cumplen sentencia según la LRPA. Se entenderá por
compatibilidad la inexistencia de disposiciones que impidan a un joven condenado
acceder a los incentivos y programas, por el hecho de encontrarse cumpliendo una
condena. En un segundo nivel, se evaluará si, a pesar de existir compatibilidad formal, el
perfil de los beneficiarios no coincide (en general) con el de la población juvenil
condenada.

Análisis a la luz del principio de legalidad de la pena

Para realizar este análisis es necesario tener claro que las sentencias restringen o privan
el ejercicio de ciertos derechos fundamentales o imponen ciertas obligaciones en el
sujeto. En uno y otro caso, esta afectación de derechos debe aplicarse restrictivamente
y en ningún caso debe extenderse a otros derechos distintos de aquellos involucrados en
la sentencia. Es por eso que, salvo que la ley disponga otra cosa, las personas
condenadas mantienen el pleno ejercicio de sus derechos constitucionales, de manera
que pueden ser titulares de beneficios y prestaciones entregadas por el Estado sin que
ello pueda, en teoría, ser limitado por dificultades administrativas u operativas.
Lo anterior remite a la idea del contenido restrictivo de las penas y ello no es otra cosa
que una aplicación del principio de legalidad de la pena consagrada en la Constitución y
en el Código Penal. Este principio se establece en el artículo 19 n°3 incisos 8 y 9. Al
establecer el derecho a la igual protección de la ley en el ejercicio de los derechos, la
Constitución prescribe que:
“Ningún delito se castigará con otra pena que la que señale una ley promulgada
con anterioridad a su perpetración, a menos que una nueva ley favorezca al
afectado.
Ninguna ley podrá establecer penas sin que la conducta que se sanciona esté
expresamente establecida en ella.”
Por su parte, el Código Penal recoge este principio en los artículos 1° y 18:
“Art.1°: Es delito toda acción u omisión penada por la ley.”
“Artículo 18: Ningún delito será castigado con otra pena que la que señale una ley
promulgada con anterioridad a su perpetración.

39
Si después de cometido el delito y antes de que se pronuncie sentencia de término,
se promulgare otra ley que exima tal hecho de toda pena o le aplique una menos
rigurosa, deberá arreglarse a ella su juzgamiento.

Si la ley que exima el hecho de toda pena o le aplique una menos rigurosa se
promulgare después de ejecutoriada la sentencia, sea que se haya cumplido o no
la condena impuesta, el tribunal que hubiere pronunciado dicha sentencia, en
primera o única instancia, deberá modificarla, de oficio o a petición de parte. En
ningún caso la aplicación de este artículo modificará las consecuencias de la
sentencia primitiva en lo que diga relación con las indemnizaciones pagadas o
cumplidas o las inhabilidades.”

Como se observa, del principio de legalidad se desprenden dos principios que los
conforman. Por una parte, no existe delito sin ley que lo tipifique 26, y por otra, no existe
otra pena para los delitos tipificados que aquellas que señale la ley. En suma, este
principio cumple una función de garantía en un Estado de Derecho, que como lo
expresara el profesor Enrique Cury:
“….a través de sus distintos significados, traza con firmeza los límites de un campo
en el que las decisiones fundamentales competen exclusivamente a la ley, a fin de
que el ciudadano cuente con la certeza de que es la ley -y sólo ella- le dirá
precisamente lo que debe o no debe hacer a fin de no verse expuesto a la
imposición de la pena, hasta dónde puede llegar sin ser alcanzado por la amenaza
punitiva, e, incluso, la naturaleza y magnitud de las consecuencias a las cuales
se someterá si toma el riesgo de infringir los mandatos o prohibiciones
legales.” (Cury, 1992)
Como consecuencia de lo anterior, puede afirmarse que, si una persona que se encuentra
condenada a una pena que está definida en contenido y alcance por la ley, sólo puede
ver afectados los derechos que la norma correspondiente disponga y no otros, de manera
tal que, cumpliendo los requisitos de elegibilidad para ser sujetos beneficiarios de
políticas públicas del Estado, no existe fundamento alguno para privarlo de ello. Aunque
el principio de legalidad es un mandato para el juez al momento de imponer la sentencia,
también obliga al poder ejecutivo en cuanto ejecutor de las sentencias, el cual, al aplicar
una sentencia más extensiva que la contemplada en la ley y la sentencia, estaría privando
ilegalmente de derechos al condenado.
Considerando todo lo anterior para efectos de este análisis, la ejecución de las sanciones
en el sistema juvenil será compatible con las normas que regulan los incentivos y planes
de apoyo al empleo, en la medida que no existan disposiciones expresas que impidan a
un joven condenado acceder a los incentivos y programas, por el hecho de encontrarse
cumpliendo una condena.
No obstante, el anterior es un análisis general que también debe complementarse con un
examen en un segundo nivel destinado a evaluar si, a pesar de existir compatibilidad

26 Entendiendo por ley las normas que son tales porque se han creado conforme a las disposiciones constitucionales
sobre la materia. En Chile, sólo lo serían las leyes conforme a lo dispuesto por el artículo 1 del Código Civil, excluyendo
otro tipo de normas tales como Decretos Ley y Decretos con fuerza de ley.
40
formal, el perfil de los beneficiarios no coincide (en general) con la población juvenil
condenada.

2) Requisitos del Estatuto Administrativo para ingresar a la administración pública

Un primer incentivo a la contratación que se examinará es el establecido en el Estatuto


Administrativo y en el Estatuto Administrativo para funcionarios municipales. En este
caso, no cabe preguntarse si los jóvenes condenados son o no beneficiarios posibles,
porque se trata de una modificación legal que se realizó con el propósito expreso de
favorecer la inserción laboral de personas condenadas. Con todo, es relevante considerar
cuales son las oportunidades que presenta la norma y problemas que pueden advertirse
desde el punto de vista de la técnica legislativa empleada.

i. Características de la norma y los motivos de su modificación

El Estatuto Administrativo y el Estatuto Administrativo del funcionario municipal tienen


requisitos prácticamente iguales para el ingreso como funcionario de la administración
pública y de la administración municipal. Entre éstos, se contaba como último requisito el
no estar inhabilitado para funciones o cargos públicos ni hallarse condenado por delitos
que tengan asignada la pena de crimen o simple delito27. La ley 20.702 de 15 de octubre
de 2013, introdujo una excepción en ambos estatutos, agregando a este requisito la
siguiente excepción:
“Sin perjuicio de lo anterior, tratándose del acceso a cargos de auxiliares y
administrativos, no será impedimento para el ingreso encontrarse condenado por
ilícito que tenga asignada pena de simple delito, siempre que no sea de aquellos
contemplados en el Título V, Libro II, del Código Penal”
Esto significa que, para un determinado tipo de funciones (auxiliares y administrativos)
no se impide el ingreso a la función pública o municipal por el hecho de tener una pena
restrictiva o privativa de libertad vigente de entre sesenta y un días a cinco años,
destierro, confinamiento menor, extrañamiento menor, relegación menor, inhabilitación
absoluta temporal para cargos, empleos, oficios o profesiones ejercidas en ámbitos
educacionales, o que involucren una relación directa y habitual con personas menores
de edad, suspensión de cargo u oficio público o profesión titular. Todo ello con la única
limitación de que el delito por el que se hubiere condenado no sea de aquellos cometidos
por empleados públicos en el desempeño de sus cargos (Título V Libro II, Código Penal).

27 Los demás requisitos son: 1) ser ciudadano 2) haber cumplido con la ley de movilización y reclutamiento cuando
fuera procedente, 3) tener salud compatible con el cargo, 4) haber aprobado la educación básica y poseer el nivel
educacional o título profesional o técnico que por la naturaleza del empleo exija la ley, 5) no haber cesado en un cargo
público como consecuencia de haber obtenido una calificación deficiente o una medida disciplinaria salvo que hayan
transcurrido más de cinco años desde la fecha de expiración de funciones.
41
Esta modificación fue el resultado de una moción parlamentaria que esgrimió como
fundamento el ampliar las posibilidades de inserción laboral para cierta categoría de
condenados, basada en la idea que este tipo de medidas tendría un impacto en seguridad
ciudadana por su capacidad de proveer un mayor espacio para la integración social de
los condenados, cuestión en la que el Estado podría jugar un rol más activo. En efecto,
se observó la necesidad de servir dos objetivos, por una parte, como ejemplo para motivar
la contratación de personas condenadas por parte del sector privado y por otra, incorporar
al Estado en esta fase de la reinserción social, dado que debe hacerse cargo de dicha
reinserción, pero por otra, tenía prohibición de contratar a estas personas, lo que
constituía una paradoja.

ii. Potenciales problemas en la aplicación de la norma

Si bien se advierte como una oportunidad relevante dado potencial del Estado y la
Municipalidades como empleadores y considerando que además sus reparticiones tienen
presencia extensa a través del territorio nacional, existen algunas cuestiones normativas
no resueltas, que pueden impactar en la efectividad de esta ley en la inserción laboral.
Por una parte, establece una excepción a la prohibición de contratación de personas
condenadas a penas de simple delito, esto es, en lo fundamental, penas de presidio o
reclusión menores, es decir, de sesenta y un día hasta cinco años.
Sin embargo, ambos estatutos exigen en primer lugar, que las personas sean
ciudadanas. Son ciudadanos, conforme al artículo 13 de la Constitución Política de la
República, quienes hayan cumplido dieciocho años de edad y que no hayan sido
condenados a pena aflictiva. Por su parte, el artículo 17 de la Constitución señala que la
calidad de ciudadano se pierde por condena a pena aflictiva.
Respecto de los simples delitos, el artículo 37 del Código Penal establece que se reputan
aflictivas las penas de presidio, reclusión, confinamiento, extrañamiento y relegación
menores en sus grados máximos, esto es en el rango comprendido entre los tres años y
un día y cinco años.
De esta forma, una persona puede estar condenada a una pena de simple delito, pero no
ser ciudadana, de manera que la ley 20.702 podría beneficiar únicamente a quienes estén
condenadas a penas de simple delito de hasta tres años, limitando considerablemente el
universo de quienes podrían aprovechar esta norma.
Si se revisa el proceso de discusión de la ley, se observa que no hubo debate
parlamentario en torno a este punto, de manera que no queda claro si la intención del
legislador fue limitar el beneficio a sujetos que cumplen penas no aflictivas. De hecho,
sólo algunas intervenciones que constan en la historia de la tramitación de la ley
(Biblioteca del Congreso Nacional de Chile, 2013) se refieren a la necesidad de armonizar
la oportunidad de reinserción laboral con la protección de la probidad en la administración
pública por la vía de excluir de la norma a los delitos con pena de crimen y a los simples
delitos cometidos por funcionarios públicos en el desempeño de sus cargos. Sin
42
embargo, no consta que se haya realizado un análisis cuantitativo ni cualitativo respecto
del universo real de sujetos potencialmente beneficiarios en el sistema juvenil y tampoco
en el adulto, por lo que este punto pudo no ser advertido o aclarado. Junto a la falta de
estimaciones reales sobre posibles beneficiarios, tampoco se advierte una discusión (y
tampoco existen desarrollos concretos) sobre la forma de operacionalizar este tipo de
disposiciones que, como resulta evidente, requiere del trabajo conjunto de diversas
instituciones públicas.
Resulta importante reflexionar sobre la importancia de este tipo de análisis o
proyecciones al momento de elaborar normas como la que se ha descrito que, al ser de
derecho público, se interpretan en forma restrictiva. En este sentido, la indefinición en
cuanto a los requisitos y la falta de proyección sobre los posibles efectos de las
disposiciones creadas, naturalmente pueden limitar el impacto esperado de ellas desde
el punto de vista de la política pública28.

Programas del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo SENCE

La franquicia tributaria y los programas de apoyo, constituyen la oferta fundamental de la


red pública a través de SENCE, organismo encargado de ejecutar la política de
capacitación y empleo en Chile. Esta oferta, como se expuso anteriormente tiene por
objeto incrementar el capital social de los sectores vulnerables con un doble objetivo
destinado fortalecer la productividad agregada y también contribuir al desarrollo de una
oferta de trabajo de mejor calidad y mayores remuneraciones.

i. Incentivos y programas de apoyo del SENCE: su compatibilidad con la condena de


jóvenes.

Lo que se presenta continuación es un cuadro en el que se describe el instrumento de la


oferta de SENCE, se presenta la población a la que está orientada y se analiza la

28 Un ejemplo de ello es el dictamen N°88979 de 14 de noviembre de 2014 de la Contraloría General de la República


frente a un a consulta de la Directora del Servicio Nacional de Menores, respecto de la necesidad de exigir la
eliminación de antecedentes penales para la contratación de una persona que contaba con dos condenas por simple
delito, dada la modificación al Estatuto Administrativo introducido por la Ley 20.702. En dicha oportunidad, la
Contraloría resolvió que, atendido que la excepción incorporada al Estatuto Administrativo establece que la persona
puede haber sido condenada “por ilícito que tenga asignada pena de simple delito…”, si el postulante al cargo había
sido condenado por dos delitos, no era posible su incorporación a la administración pública, ya que el tenor literal de
la norma es singular y no plural. En éste caso la interpretación restrictiva no recoge en absoluto la intención del
legislador de favorecer la reinserción social del sujeto ya que, por ejemplo, podría tratarse de delitos de muy baja
entidad, cuya reiteración no es predictiva de imposibilidad de reinsertarse socialmente. También podría ocurrir que
mayoritariamente, los posibles beneficiarios hayan sido condenados por más de un delito, relegando la norma al
desuso.

43
compatibilidad que presentan los instrumentos, a nivel normativo29, con la ejecución de
sentencias del sistema de justicia juvenil, específicamente en Libertad Asistida Especial:

Cuadro N°2
Descripción de programas y subsidios disponibles en la red pública a través de SENCE, Población Objetivo y
análisis de su compatibilidad con la condena penal en el medio libre

Programa Descripción Población potencial Análisis normativo


Apoyo al acceso y Hombres (18 a 29 años) y El programa admite
permanencia en el mercado Mujeres (18 a 64 años) que expresamente como
laboral de mujeres, jóvenes y pertenezcan al 60% más beneficiarios/as a jóvenes
personas con discapacidad vulnerable de la población, infractores de ley.
que se encuentren en que a su vez tengan nula o
situación de vulnerabilidad escasa participación laboral Podrían verse excluidos en
social, mediante la de acuerdo a la Base del la medida que estén
capacitación técnica, Seguro de Cesantía. cursando IV año medio de la
habilidades transversales e Adicionalmente, jóvenes de enseñanza técnico-
Más Capaz intermediación laboral, que 16 y 17 años con profesional o sean alumnos
favorezcan su empleabilidad responsabilidad parental, de institutos profesionales o
personas que estén CFT.
cursando cuarto medio
técnico profesional. En la En este caso, los infractores
línea de discapacidad, deben acreditar al igual que
personas en situación de cualquier postulante, un
discapacidad entre 18 y 64 puntaje máximo en su ficha
años. También podrán de protección social (hoy,
participar hombres registro social de hogares).
infractores de ley entre 14 y La referencia a infractores
40 años y mujeres aumenta el rango de edad en
infractoras de ley hasta los que puede postular éste
64 años. Por último, segmento.
hombres y mujeres El programa no se incluye en
participantes del Programa el catastro de oferta
de Protección de Derechos intersectorial de SENAME.
del SENAME, entre 16 y 24
años.

Es un programa de formación Jóvenes desocupados entre No se excluye a infractores


dual que cuenta con un los 15 y 25 años de edad. Se de ley y está orientado a
componente de formación calcula según la Nueva población joven.
teórica. La empresa debe Encuesta Nacional de
contar con un Maestro Guía, el Empleo. Para población con El programa requiere
cual imparte la formación en la discapacidad no hay límite acreditar haber terminado o
Aprendices empresa y adicionalmente de edad. estar cursando la educación
debe contratar a un básica y media y contiene
Organismo Técnico de requisitos estrictos de
Capacitación (OTEC) o asistencia y aprobación de la
realizar una relatoría interna, capacitación ofrecida por la
para que el aprendiz sea empresa, sujeto al término
capacitado en habilidades que del contrato de trabajo por el
no se desarrollan en el puesto artículo 160 n°7 del Código
de trabajo. del Trabajo (incumplimiento
Entrega una bonificación grave de las obligaciones
mensual de un 50% de un que impone el contrato).
ingreso mínimo mensual por
aprendiz, durante los

29 Para éste análisis se revisaron normas de distinta jerarquía (leyes, decretos, resoluciones) que establecen los
requisitos, objetivos y características de los programas y que se encuentran disponibles en
http://www.sence.cl/portal/Normativa/

44
primeros 12 meses de El joven debe haber suscrito
vigencia del contrato, con la empresa un contrato
tendiente a de aprendizaje conforme al
compensar los costos de artículo 78 y siguientes del
formación en la empresa y, Código del Trabajo.
por una sola vez, una
adicional de hasta 10 Los beneficiarios de este
unidades tributarias programa, no pueden
mensuales por aprendiz, exceder el 10% de
destinada a trabajadores contratados, lo
financiar los costos de la cual puede ser un obstáculo
enseñanza relacionada para las pequeñas
empresas.

El programa es incompatible
con el Subsidio Joven y se
encuentra contemplado en el
catastro de oferta
programática de SENAME

El Programa Becas del Fondo Personas cesantes que Este beneficio se establece
de Cesantía Solidario es un sean beneficiarios activos en la ley 19728 sobre Seguro
beneficio por el cual una del Fondo de Cesantía Obligatorio de Cesantía y en
persona beneficiaria activa del Solidario al momento de la reglamento para acceder a
Fondo de Cesantía Solidario postulación. Es decir, que se los beneficios de la ley
Becas del Fondo puede capacitarse con el encuentre dentro del contenidos en el Decreto
de Cesantía objeto de reinsertarse proceso de certificación de 250 de 2001 del Ministerio
Solidario laboralmente. Es decir, beneficios del FCS. del Trabajo.
corresponde a un programa Requiere afiliación al Seguro
focalizado para quienes y encontrarse cesante por
cuenten con la solicitud de vencimiento del plazo del
prestación del Seguro de contrato, conclusión del
Cesantía con cargo al FCS, trabajo o servicio que dio
aprobada por la origen al contrato, caso
Administradora de Fondos de fortuito o necesidades de la
Cesantía, y vayan a iniciar o empresa.
hayan iniciado el proceso de Si bien éste beneficio no es
certificación de Beneficios del incompatible con la situación
FCS y cuenten con un bajo de condena, lo cierto es que
índice de empleabilidad requiere una inserción
laboral formal previa, lo cual
podría ser escaso en la
población infractora juvenil

Programa de capacitación en Hombres y mujeres de entre Este programa se establece


oficios, con enfoque basado 18 y 65 años que estén en el Decreto 122 de 30 de
en desarrollo de competencias dentro del 60% de la marzo de 1999 que aprueba
Becas Laborales laborales, cuya finalidad es población más vulnerable, el reglamento de la ley
posibilitar el acceso a un según instrumento vigente. 19.518 sobre Estatuto de
trabajo dependiente o Personas con discapacidad capacitación y empleo.
independiente de calidad, a y su familia directa. Los grupos vulnerables
personas vulnerables y/o en Personas infractoras de ley y beneficiarios en específico
situación de riesgo, cesantes, su familia directa. son definidos por el
que buscan trabajo por Adultos mayores, Director/a Nacional de
primera vez o con empleos entendiéndose como SENCE.
precarios o de baja calificación personas mayores de 60 Dentro de su población
laboral. años y hasta 75 años. objetivo incluye
La formación con posibilidad Personas pertenecientes a expresamente a personas
de salida laboral dependiente, pueblos originarios. de 17 años o más,
incluye, además de los Personas con adicciones. infractoras de ley en centros
módulos técnicos Desocupados (cesantes y cerrados, semicerrados,
relacionados con el oficio, personas que buscan semiabiertos, beneficiarios
práctica laboral en alguna trabajo por primera vez). de programas post

45
empresa. Por su parte, la Microempresarios penitenciarios, imputados en
formación con posibilidad de trabajadores por cuenta centros de internación
salida laboral independiente, propia (formales e provisoria, programas de
incluye módulos técnicos informales) libertad asistida y libertad
relacionados con el oficio y pequeños agricultores. asistida especial. Es
módulos relativos a Trabajadores dependientes necesario observar que
competencias transversales, con baja calificación laboral, desde las primeras
relacionales y de gestión de cuyos ingresos no superen resoluciones se ha ido
negocios. El programa se los $400.000. especificando cada vez más
financia con los montos no la población infractora
utilizados (remanentes) de las beneficiaria en el sentido de
empresas usuarias de la ampliarla, ya que
franquicia tributaria de originalmente contemplaba
Capacitación. sólo a los privados de
Los remanentes de la libertad. El programa
franquicia tributaria conforman además acepta a los
un fondo concursable al que familiares directos de éstos
pueden postular proyectos de beneficiarios. Esta población
capacitación y empleo de no debe acreditar la
organizaciones públicas o pertenencia a los segmentos
privadas, que atiendan de vulnerabilidad por medio
población vulnerable. Una vez de ficha de protección social
seleccionados los proyectos u otro instrumento, sólo con
se llama a concurso a las un certificado emitido por
OTEC SENAME o Gendarmería de
Chile.
Este programa no se
incorpora en el catastro de
oferta intersectorial de
SENAME

Es un beneficio que otorga el Dueños, socios y Tener iniciación formal de


Estado por el cual una representantes legales de actividades.
persona puede elegir dónde y micro y pequeñas empresas, Ventas anuales iguales o
en qué capacitarse por medio en conformidad a las inferiores a 25.000 U.F.
del cual se entrega un bono de definiciones del artículo Pertenecer a la categoría de
capacitación. Es un programa segundo de la Ley 20.416, contribuyente del artículo 22
Bono Empresa y dirigido a los dueños, socios y que tengan iniciación de de la Ley sobre Impuesto a la
Negocio representantes legales de actividades, ya sea como Renta, esto es:
Micro y Pequeñas Empresas, persona natural o jurídica, - pequeños mineros
que tengan iniciación de según lo informado por el artesanales
actividades, ya sea como Servicio de Impuestos - pequeños comerciantes
persona natural o jurídica. Internos que desarrollan su actividad
Este bono financia acciones en la vía pública.
de capacitación a elección del - suplementeros.
beneficiario, el cual sólo - propietarios de taller
deberá aportar una matrícula artesanal u obrero.
equivalente al 20% del valor - pescadores artesanales.
del curso, que hará, a la vez En caso de ser trabajador
de garantía. Ésta será por cuenta propia, no tener
devuelta al término del curso cotizaciones previsionales
si lo aprueba en términos de (como trabajador
asistencia y evaluación. dependiente), en los últimos
tres meses.
No hay límite de edad ni
exclusiones por ser
infractor/a. Puede ser una
herramienta a utilizar en un
contexto de intervención
laboral para el autoempleo,
aunque la obligación de
pagar el 20% del curso como

46
garantía puede constituir
una barrera de acceso.

Programa que busca generar Hombres y mujeres de entre Este programa regulado en
competencias laborales en 18 a 65 años; hombres y el Decreto 42 y 95 de 2011
personas que se encuentren mujeres de 16 y 17 años que del Ministerio del Trabajo
en situación de vulnerabilidad tengan responsabilidad establece como
Capacitación en con el propósito de aumentar parental. Deben pertenecer beneficiarios expresamente
Oficios la probabilidad de encontrar al 60% más vulnerable de la a jóvenes infractores pero
un empleo de calidad y/o en población, de acuerdo al hace referencia a aquellos
caso de trabajadores instrumento de focalización privados de libertad o que
independientes, aumentar los vigente. residan en centros de
ingresos. Respecto de las personas detención hogares u otros
El resultado esperado del privadas de libertad en establecimientos similares.
programa es la colocación recintos penitenciarios y Con todo, ello no excluye a
laboral de los beneficiarios menores que residan en quienes cumplen sanción en
dentro de los primeros tres centros de detención, el medio libre, ya que la
meses desde el término del hogares de menores u otros referencia a la internación en
programa de formación, por recintos de similares centros tiene relación con la
medio de un contrato de características y que no necesidad de acreditar la
trabajo escrito. posean el instrumento de pertenencia al sector social
vulnerabilidad, se entenderá vulnerable requerido.
siempre que cumplen el De hecho, este programa si
requisito de vulnerabilidad. estás incorporado al catastro
Asimismo, respecto de de oferta programática
personas con discapacidad, SENAME
dicha condición deberá ser
certificada de acuerdo a la
ley o por un facultativo
habilitado

Busca aumentar las Hombres y mujeres de entre Este programa, es similar al


posibilidades de inserción 18 a 65 años que anterior pero orientado a
Capacitación en laboral de hombres y mujeres pertenezcan al 60% más necesidades sectoriales
Oficios Sectorial entre 18 y 65 años, mediante vulnerable de la población, específicas no excluye a la
un modelo de capacitación entendiendo como tales población infractora ni la
integral orientada a las aquellos que acrediten incorpora por
necesidades de capital menos de 13.484 puntos en consideraciones especiales
humano de los sectores la ficha de protección social de cumplimiento de
productivos como minería, o instrumento equivalente. requisitos como en el caso
acuicultura, transporte, anterior. Con todo. El rango
forestal, montaje, retail, de edad es compatible con la
agrícola. composición etaria de los
Para determinar la oferta se jóvenes condenados.
realiza un levantamiento de
las necesidades de
capacitación por sector y
luego se licitan los cursos.

La Franquicia Tributaria es un Personas mayores de 15 Las acciones de


incentivo tributario que años que pertenezcan a la capacitación pueden
permite a las empresas fuerza de trabajo. Entre los efectuarse antes de la
contribuyentes clasificadas en 15 y los 18 años, deben vigencia de la relación
la Primera Categoría de la Ley considerarse los requisitos laboral siempre que sea
sobre Impuesto a la Renta, especiales para dichos necesario para el buen
descontar del pago de contratos que contempla el funcionamiento de la
impuestos, los gastos Código del Trabajo. empresa o en consideración
Franquicia relacionados con capacitación La franquicia también puede a la estacionalidad de la
Tributaria y/o evaluación y certificación beneficiar a personas antes actividad que desarrollan.
de competencias laborales, en de iniciar la relación laboral y Ésta modalidad puede
un monto de hasta el 1% de la después de extinguida ésta constituir una buena
planilla anual de en las formas contempladas oportunidad de inserción
remuneraciones imponibles. por la ley 19.518.

47
La empresa puede administrar laboral, ya que la población
directamente la franquicia infractora no está excluida.
tributaria o hacerlo a través de En la modalidad de pre
un Organismo Técnico contrato, la empresa y el
Intermedio para Capacitación futuro trabajador deben
(OTIC) que actúa como ente firmar un contrato de
intermediario ante SENCE. La capacitación, cuya vigencia
capacitación la puede realizar no debe exceder de dos
directamente la empresa, o meses.
bien contratando los servicios El artículo 33 de la ley
de un Organismo Técnico de 19.518 señala que éste tipo
Capacitación (OTEC) de contrataciones, cuando
acreditado en SENCE. En superen el 10 por ciento de
ambos casos el SENCE debe la dotación permanente, el
aprobar previamente el curso cincuenta por ciento debe
a impartir. beneficiar a personas
La franquicia es la discapacitadas o
herramienta fundamental pertenecientes a grupos
contemplada por el Estatuto vulnerables definidos como
de Capacitación. beneficiarios para
programas públicos
administrados por el
Ministerio del Trabajo,
Planificación y cooperación
del Servicio Nacional de la
Mujer (hoy Ministerio),
SENAME y otro Ministerios o
Servicios. El Director
Nacional de SENCE tiene la
facultad para determinar
anualmente los grupos
beneficiarios.
Actualmente, por medio de
la resolución exenta 5414 de
30 de diciembre de 2015,
entre los beneficiarios se
encuentran los jóvenes
mayores de 16 años
atendidos por programas de
SENAME.
En suma, los jóvenes
infractores pueden
beneficiarse de ésta
franquicia tributaria y están
dentro de los grupos
vulnerables a los que debe
orientarse el 50% de la
capacitación pre contrato,
cuando ésta exceda el 10%
de la dotación total de la
empresa, junto con otros 15
grupos definidos.

El programa consiste en la Fuerzas Armadas de Chile: Este tipo de transferencias


transferencia monetaria a seis Conscriptos de las tres están previstas en el artículo
organismos de la ramas de las FF.AA (Ejército 68 de la ley 19.518.
administración del Estado: de Chile, Armada de Chile y Según el convenio vigente,
Fuerzas Armadas, Fuerza Aérea de Chile), los beneficiarios son
Gendarmería, SENAME e procedentes de todas las adolescentes (hombres y
INDAP para organizar, regiones del país. • Servicio mujeres) mayores de 14
Transferencias al administrar y desarrollar Nacional de Menores: años, a los cuales se les
Sector Público programas de capacitación en Adolescentes de 14 años de hubiera aplicado una medida
oficio para la población edad, ingresados a centros y o sanción penal bajo la ley
proveniente de los quintiles programas de la Ley N°20.084, en especial

48
socioeconómicos más bajos, Nº20.084 a nivel nacional, a aquellos con
en riesgo social y/o vulnerado los cuales se les hubiera responsabilidad parental,
en sus derechos. Cada aplicado una medida o usuarios de programas y
Institución Pública suscribe sanción penal bajo la Ley centros del Área de Justicia
anualmente convenio de Nº20.084, en especial, Juvenil y excepcionalmente
colaboración con el Servicio aquellos con a la población del Área de
Nacional de Capacitación y responsabilidad parental. • Protección.
Empleo (SENCE) y define en Gendarmería de Chile: Según información
conjunto con el servicio la Personas imputadas, publicada por SENCE, para
estrategia de intervención a procesadas y condenadas 2016, por vía de éste
realizar. La capacitación en de los sistemas programa se beneficiarán
oficio se imparte mediante tres penitenciarios cerrado, 350 usuarios de SENAME
modalidades de ejecución: 1) abierto y post penitenciario y en todo el país.
directa en que la propia a jóvenes de secciones
institución pública desarrolla juveniles del país. • Instituto
los cursos con el recurso de Desarrollo Agropecuario:
humano e infraestructura; 2) a Pequeños productores
través de licitación con un agrícolas usuarios de INDAP
Organismo Técnico de en los distintos territorios
Capacitación (OTEC); y Mixta, rurales, o a un familiar
aplicando las modalidades directo que participe en la
anteriores explotación de la unidad
productiva agropecuaria.

Es un aporte en dinero que Jóvenes entre 18 y 24 años El subsidio no excluye a


beneficia tanto a trabajadores inclusive que representan al ningún joven en el rango
y empleadores y que tiene por 40% de la población más entre los 18 y los 24 años
Subsidio al objeto mejorar el sueldo de los vulnerable del país. inclusive.
Empleo Joven trabajadores entre 18 y 24 Entre los requisitos se
años inclusive que perciben cuentan acreditar una renta
salarios bajos, es decir, que máxima y adema pertenecer
representan al 40% de la al segmento del 40 por
población más vulnerable del ciento más vulnerable de la
país. población lo que debe
El subsidio se entrega a los acreditase a través del
empleadores por sus Registro Social de Hogares.
trabajadores dependientes Si el joven es mayor de 21
que: a) tengan entre 18 y años, debe acreditar haber
menos de 25 años de edad, b) cursado la enseñanza media
que el trabajador integre un completa.
hogar que se encuentre dentro
del 40% más pobre de la
población de Chile y c) que las
remuneraciones brutas del
trabajador sean inferiores a
los 360.000 pesos brutos
mensuales. En cuanto a los
trabajadores, se requiere que
cumplan con los requisitos a)
y b) anteriores y que sus
rentas brutas anuales no
superen los 4.320.000 pesos
anuales. El subsidio beneficia
también a aquellos jóvenes
que sean trabajadores
independientes

El Bono al Trabajo de la Mujer Mujeres entre 25 a 59 años Si bien este programa no


consiste en un aporte pertenecientes al 40% más excluye a mujeres
Bono al Trabajo monetario con cargo fiscal, vulnerable de la población infractoras de ley, el rango
de la Mujer que forma parte del Ingreso que se encuentran de edades considerada hace
Ético Familiar, pagado trabajando. que de existir casos de
directamente a las mujeres posibles beneficiarias sea
trabajadoras que hayan anecdótico y excepcional,

49
postulado y que cumplan los más si se considera que se
requisitos de acceso, y a sus trata de mujeres que deben
empleadores. estar trabajando, por lo que
Es incompatible con el la compatibilidad con la
Subsidio al Empleo Joven población infractora juvenil
femenina es remota.

Del análisis efectuado en el cuadro anterior puede observarse que, en principio, la


franquicia tributaria y todos los programas financiados con cargo al Fondo Nacional de
Capacitación, es decir todos los instrumentos que componen actualmente el Estatuto de
Capacitación y Empleo, son compatibles con el hecho de que sus potenciales
beneficiarios sean personas infractoras de la ley penal. En sus respectivas normativas no
existen exclusiones de esta naturaleza.
También se puede constatar que una cantidad significativa de programas se considera
expresamente a los jóvenes condenados por la ley de responsabilidad penal adolescente
como uno de los segmentos vulnerables de la población a los cuales estarían
específicamente orientados los programas o parte de ellos (franquicia tributaria,
programas Más Capaz, Becas Laborales, Capacitación en Oficios, Transferencias al
Sector Público).
En suma, se puede concluir que el sistema de programas y subsidios que conforman el
Estatuto de capacitación y empleo, en términos normativos no contiene exclusiones de
acceso para la población que se encuentra cumpliendo sanciones, sea en el sistema
adulto como jóvenes en el sistema de justicia juvenil establecido por la ley 20.084 y,
además, en algunos casos explicita a esta población como grupo vulnerable a la cual se
dirige especialmente este tipo de oferta pública.

50
V. Análisis sobre la base del trabajo de campo

Como se explicó en la introducción de este estudio de caso, en el trabajo de campo se


utilizó una metodología cualitativa de carácter exploratorio y descriptivo para determinar
la interacción y compatibilidad de ciertos procesos del sistema público que confluyen en
la generación de acciones de inserción laboral de infractores del sistema de justicia
juvenil, desde la lógica interna y experiencia de sus actores clave. Los actores clave
entrevistados fueron: Profesionales de nivel nacional del Ministerio de Justicia, del
Servicio Nacional de Menores (SENAME) y del Servicio Nacional de Capacitación y
Empleo (SENCE), profesionales de organizaciones colaboradoras de SENAME que
ejecutan programas de Libertad Asistida Especial en diversas comunas de la Región
Metropolitana y profesionales de organizaciones colaboradoras de SENAME que
ejecutan el Programa de Intermediación Laboral en la Región Metropolitana.
Adicionalmente se recogió la opinión de un grupo de jóvenes infractores en proceso de
reinserción laboral por medio de un grupo focal. Este grupo se realizó con ocho jóvenes
que en ese momento participaban en un programa de intermediación laboral en la región
metropolitana, lo cual implica que la institución colaboradora ejecutora de este programa
es una de las que tiene mayor cantidad de años de experiencia en trabajo de
intermediación laboral, desde antes de constituirse como organización colaboradora de
SENAME. Es relevante explicitar este aspecto ya que el programa de intermediación
laboral, como parte de la oferta programática de SENAME es muy reciente, de manera
que los programas disponibles a lo largo del territorio son heterogéneos tanto por las
características locales, como por su experiencia, recursos disponibles, consolidación de
redes, etc. En suma, el ejercicio realizado sólo da cuenta de ese grupo.
Los jóvenes que participaron (todos mayores de 18 años) se encontraban cumpliendo
alguna sanción, y en el contexto de dicha sanción fueron derivados al programa de
intermediación laboral como parte de su plan de intervención. No todos se encontraban
cumpliendo en ese momento una sanción de libertad asistida especial, pero todos habían
cumplido esta sanción en algún momento.
Conforme a la posición de los distintos actores en el sistema, se diseñaron pautas de
entrevistas que dieran cuenta de las principales dimensiones de análisis que cada actor
estaba en condiciones de aportar desde la posición que ocupan en el sistema. Es en
función de estas dimensiones que se presentarán los resultados a continuación. En todo
caso, a modo de introducción y como antecedente se exponen las nociones generales
sobre los elementos esenciales que, en opinión de los entrevistados compone el
concepto de reinserción social y laboral.

51
Apreciaciones generales sobre el concepto de reinserción social y laboral

Las entrevistas se iniciaron con una pregunta acerca que entienden por reinserción social
y reinserción laboral cada uno de los actores entrevistados. El supuesto que motiva esta
pregunta inicial es que la forma en que cada actor del sistema entiende este proceso
determina también la forma en que lleva a cabo su gestión dentro del sistema.
Entre los actores entrevistados hubo consenso que superada cierta edad, la inserción
laboral es una componente crucial de la reinserción social, a diferencia de lo que ocurre
con los adolescentes de menor edad del sistema. En este sentido, una adecuada
inserción laboral sería un indicador relevante (aunque no único ni definitivo) de la voluntad
de alejarse de conductas asociadas al delito. Por lo mismo, muchas veces identifican
inserción laboral con reinserción social, en los rangos etarios mayores.
En la reflexión de los actores se puede observar que se reitera la idea de que la
reinserción social, y dentro de ésta, la inserción laboral, forma parte del diseño y
desarrollo de un proyecto de vida autónomo. De esta forma, entienden la intervención de
los programas de sanciones como una forma de acompañar al joven en un proceso de
determinación de sus propias motivaciones, adquirir habilidades para sostener una
actividad laboral estable y contar con una fuente de ingresos legítima, pero siempre
orientado conseguir un proyecto de vida satisfactorio que tenga su origen en una decisión
libre de los jóvenes, que puedan ejecutar con autonomía, entendida como el ejercicio
pleno de sus derechos y el acceso permanente a las políticas sociales que sean
necesarias.
En cuanto a la ausencia de reincidencias o de contacto con el sistema penal en cualquier
forma, esto aparece como una consecuencia de largo plazo de la intervención, pero la
experiencia común es que el joven puede presentar retrocesos, sin que ello sea predictivo
del fracaso del plan de intervención. En general se articula una idea de reinserción social
y laboral, en torno a tres ideas principales: Proyecto de vida, autonomía y proceso de
construcción conjunta.

i. Proyecto de vida

Para los actores del sistema, la reinserción social involucra una evolución que se inicia
en el diseño de un proyecto personal hasta su concreción y que toma forma a medida
que los jóvenes visualizan una forma de vida que quieren alcanzar, en función de
conductas pro sociales, y no delictivas, donde el trabajo tiene un rol central:
“…es un trabajo de mitigación de factores de riesgos, de promover también ciertas
habilidades y de construir un proyecto de vida, que integra al trabajo.” (Jefe
Técnico, Programa de Libertad Asistida Especial)
“Entonces, en esta franja el chiquillo está alrededor de los 17 de años de edad
cumplidos ya hay una necesidad distinta, porque efectivamente el chiquillo genera
52
su proyecto de vida asociado a una inserción laboral, formal o informal…” (Director,
Programa de Libertad Asistida Especial)
“…incorporar la variable de empleabilidad para que los chiquillos que han estado
con sancionados o privados de libertad tengan herramientas reales para
incorporarse a la sociedad y no tan solo del tipo administrativo, sino que también
herramientas concretas para que el día de mañana sean autónomos, generar
ingresos, generar proyectos de vida vinculados a los temas de autonomía laboral.”
(Profesional nivel nacional, SENCE)

ii. Autonomía y participación

También se observa que el principal atributo que se le asigna al proyecto de vida, como
elemento de la reinserción social, es que éste debe ser autónomo, lo que se entiende
como la situación en que el joven está consciente y ejerce plenamente sus derechos,
accede a políticas sociales y participa en formas múltiples en la comunidad en que
desempeña este proyecto de vida:
“… yo tengo la percepción que inserción laboral se toma como igual a colocación
laboral, como al último eslabón, o sea está inserto laboralmente, si tiene un trabajo,
pero hay otro montón de factores que influyen y que tiene que ver con la inserción
laboral, no solamente cumplir jornada marcar tarjeta e irte para la casa, es tener
redes, ser parte de la comunidad, ser parte del sindicato, redes compartidas con
tus compañeros, participar de ciertos grupos que se dan a nivel laboral, lo otro es
solamente, no sé, pagar un sueldo nomas.” (Jefe Técnico, Programa de
Intermediación Laboral)
“..los chicos transitan, viven una especie de tránsito permanente entre espacios en
donde acceden a capital cultural, a contenidos, a valores, a costumbres de la
sociedad chilena y en otros casos no pueden hacerlo, por sobre todo por
marginalidad económica, por lo que denomina exclusión del mercado, por lo que
denomina también como exclusión de las políticas públicas(…) mi lógica
de reinserción social, tiene que ver, o la comprensión que yo tengo de reinserción
social tiene que ver con que ese tránsito más que intermitente, sea más
permanente en el lado del acceso” (Director, Programa de Intermediación Laboral)
“Las debilidades que ha tenido la política pública para que tanto ellos como sus
familias puedan permanecer de alguna manera con un nivel de vínculo y de acceso
a derechos y garantías dentro de los gobiernos locales, dentro de las políticas de
salud, de las políticas educativas y empezar a tener un grado de inclusión
importante en términos de mercado a través de acceso a trabajo, vivienda y otros
tipos de espacios, que sea más permanente. Eso es lo primero.” (Director,
Programa de Intermediación Laboral)

53
iii. Proceso de construcción conjunta

El hecho de que se entienda la reinserción social y laboral como un proceso, implica que
se visualiza como un estado que se construye con el joven en forma progresiva, dentro
del cual se van instalando ciertas habilidades y logros, pero que no tiene un hito de logro
específico o que esté exento de retrocesos. Asimismo, debe estar basado en las
motivaciones personales de cada joven, el que debe participar activamente del diseño de
su proceso.
En este contexto, se releva especialmente el hecho de que el proceso de intervención
con los jóvenes no tiene necesariamente una evolución lineal porque se trata de personas
que han estado expuestas a una historia de exclusión, frustraciones y vulneración de
derechos, por lo que el proceso de ajuste a sus motivaciones y aspiraciones propias es
crucial como elemento reparador y de adherencia al proceso de reinserción socio-laboral:
“…están acostumbrados a vidas de frustraciones, de oportunidades perdidas, de
desesperanza, entonces yo lo entiendo como una cadena bien compleja donde
tiene que haber un buen diagnóstico, un fortalecimiento y desarrollo de aspectos
más blandos, capacitaciones, colocación laboral y seguimiento.” (Jefe Técnico,
Programa de Intermediación Laboral)
“Pero es netamente un proceso y los chiquillos que en ocasiones presentan no
motivación, sino que más bien como curiosidad por incursionar en el mundo
laboral, ellos desertan rápidamente porque es más bien un tema
exploratorio. Entonces con ellos tenemos menos éxito que con los chiquillos que
trabajamos la motivación y hacemos un trabajo más a mediano plazo. Pero desde
ahí lo entendemos”. (Delegada, Programa de Libertad asistida Especial)

DIMENSIÓN 1: Diseño técnico de la intervención laboral

Esta dimensión tiene por objeto conocer las variables consideradas para diseñar la
intervención en el área laboral que deben realizar las organizaciones colaboradoras,
conforme a las orientaciones técnicas elaboradas por el SENAME. A partir de 2015 se
licitó el Programa de Intermediación Laboral a instituciones especializadas, que se hacen
cargo de ese ámbito conforme a un modelo técnico diseñado por SENAME al que
acceden los jóvenes que cumplen los requisitos de este programa. No obstante, las
sanciones, como ya se ha visto, siguen siendo responsables de abordar el aspecto laboral
como parte de una intervención integral para la reinserción social, respecto de aquellos
jóvenes que no acceden a dicho programa.
Esta dimensión se alimentó de las entrevistas a los profesionales de nivel nacional del
Ministerio de Justicia y de SENAME y tuvieron por objeto capturar la perspectiva de los
actores encargados de las decisiones estratégicas del sistema de justicia juvenil en el

54
caso del ministerio de Justicia y del diseño técnico de los programas de sanciones en el
caso de SENAME.
Desde sus respectivas posiciones, estos profesionales no mantienen ni ejecutan
directamente la intervención con los jóvenes, sin embargo, tienen a su cargo la asesoría
técnica de los programas de sanciones y del programa de intermediación laboral, y han
participado de la elaboración de sus respectivas orientaciones técnicas. Asimismo,
mantienen la supervisión de los programas a nivel nacional y, por lo tanto, pueden dar
cuenta de sus características a nivel global y de su evolución en el tiempo.
En esta materia, las profesionales del Ministerio de Justicia y de SENAME reconocen
que, desde que entró en vigencia la ley 20.084 sobre responsabilidad penal adolescente
hasta la fecha, lo que ha definido los lineamientos en materia laboral ha sido el progresivo
aumento en la edad de los jóvenes condenados. El sistema de ejecución de sanciones
juveniles mantiene un alto porcentaje de mayores de edad, respecto de los cuales la
oferta inicialmente considerada, que tenía foco en lo educativo no era suficiente.
Aunque completar la escolaridad sigue siendo un objetivo prioritario, lo cierto es que se
existen muchos jóvenes que tienen hijos u otras responsabilidades familiares, o que por
su edad se hace imperativo que adquieran autonomía económica y una proyección en el
mercado del trabajo y no en la comisión de delitos. Esto ha significado desafíos
institucionales importantes toda vez que todo el diseño del sistema estaba pensado para
la atención de menores de edad donde el foco de intervención se concentraría
fundamentalmente en la escuela, relaciones familiares, adicciones, etc.

“Mira yo creo que lo primero que hay que despejar acá, es que nos demoramos un
buen rato en reconocer a la población que íbamos a atender, de pensar que
íbamos a atender a niños de 14 años que llegaban chiquititos y que por lo tanto a
lo único que había que trabajar era la escuela a reconocer que la población que
vamos a atender era mayor de edad (…). Nos encontramos con jóvenes que
muchas veces son jefes de hogar, que tienen hijos y que por lo tanto buscar
realmente una alternativa laboral que les permita tener un sustento se transforma
en una necesidad. Mayoritariamente yo creo que va por ahí el tema desde donde
nace la necesidad de generar un diseño técnico que se haga cargo de esto.”
(Profesional, Ministerio de Justicia)
“La población objetivo con la cual nosotros intervenimos ya no es la misma que
hace 10 años atrás, los jóvenes mayores de 18 años en caso de los privativos lo
constituye alrededor del 73% y los medio libre son más o menos el 60%, desde
ahí los focos de intervención también se fueron readecuando, porque la alternativa
para los que cometían delito no es solamente educación, tenía que mostrarle a los
jóvenes otra posibilidad, el tema de la reinserción laboral cobrara vigencia desde
ahí, entonces tuvimos que readecuar el foco de intervención. Si bien siempre la
apuesta es que puedan terminar con su enseñanza básica y media, tenemos

55
jóvenes de 25 y 26 años, por lo tanto, la oferta no podría seguir siendo educación.”
(Profesional Departamento Justicia Juvenil, SENAME).
Dicho lo anterior, y considerando que el tiempo ha ido consolidando la tendencia hacia el
aumento de la edad entre la población vigente en el sistema de ejecución de sanciones
juveniles, los profesionales del Ministerio de Justicia explican que la presión sobre el
componente laboral no pudo ser resuelto del todo por las colaboradoras que ejecutan las
sanciones de medio libre.
Por una parte, porque las licitaciones y el modelo de subvención estarían establecidos
en la ley para un rango de intervenciones que, en el mejor de los casos, permite una
gestión en el ámbito de la capacitación, pero que no necesariamente en el de la
colocación laboral. Por otra parte, las orientaciones técnicas y el modelo de supervisión
asociado a esas licitaciones se mantienen ajustadas a las necesidades originalmente
concebidas por la ley, de manera que las colaboradoras no tienen verdaderos incentivos
ni se ven obligadas a innovar respecto de la intervención.
“Es que hay un minuto que, o sea hay un tema que es normativo y es como está
diseñada la ley 20.032 y lo que se paga por cada una de las intervenciones y la
capacidad que tiene el Servicio de supervisar lo que hace el colaborador. O sea,
yo creo que el tema de cómo está el diseño institucional en esa materia hace que
no se pueda innovar demasiado. Porque en el fondo ellos cumplen con
determinadas exigencias, y trabajar con mayor profundidad una línea nueva, como
es la inserción laboral, era muy difícil porque necesitaban profesionales distintos
(...) tenían que ponerle un componente adicional a lo que se exigía en las
orientaciones técnicas y eso en el fondo cuesta recursos que no necesariamente
están cubiertos por la subvención y no sé si había un incentivo para los
colaboradores de hacerlo.” (Profesional, Ministerio de Justicia)
En este escenario, se optó por introducir un nuevo Programa de Intermediación Laboral,
que se ejecutaría por instituciones especializadas en intermediación laboral, cuyas bases
técnicas y modelo de intervención se realizaron recogiendo la experiencia y metodología
de instituciones que ya venían trabajando el tema con infractores, pero fuera del sistema
de subvenciones.
“Mira, en el 2014 nosotros como Departamento elaboramos 2 modelos técnicos,
uno que es el modelo de formación laboral para CRC que intentaba operativizar lo
que planteábamos en términos de inserción laboral y el módulo formación laboral
para libertad asistida y libertad asistida especial. Esos dos modelos técnicos lo que
intentaban era todo el trabajo que tenía que ver inserción laboral, como primer
lugar hacer un buen diagnóstico, los intereses, la motivaciones, las habilidades de
los jóvenes, luego una segunda etapa de capacitaciones, luego una fase de
habilitación, ya que muchas de las falencias tiene que ver con habilidades blandas,
apresto, y el último objetivo es el que tiene que ver con la intermediación laboral
que tiene que ver con este contacto con las empresas y generar apertura de cupos
laborales. Los primeros objetivos los equipos técnicos dijeron que podían ser
desarrollados, sin embargo, los equipos levantaron que todos los procesos de
56
intermediación laboral eran muy difíciles dado su recurso humano.” (Profesional
Departamento Justicia Juvenil, SENAME)
Además de las consideraciones al modelo de subvenciones y las limitaciones impuestas
por las orientaciones técnicas, existen algunos factores que considerar en relación a la
gestión propia de las Organizaciones Colaboradoras que inciden en que el sistema pueda
adaptarse a las nuevas necesidades relacionadas con el trabajo que fueron surgiendo.
Respecto de este punto se relevan aspectos positivos y negativos por parte los
profesionales entrevistados. El principal aspecto positivo destaca que, en términos
generales, al no tener las restricciones de las instituciones públicas, las organizaciones
colaboradoras tendrían una mayor capacidad de adaptarse a nuevas condiciones y
probar formas de intervención.
Desde ese punto de vista se les reconoce que muchas veces las nuevas necesidades
que presenta la población atendida son detectadas y visibilizadas por las organizaciones
colaboradoras antes que por los funcionarios públicos que se desempeñan en las
sanciones de ejecución directa. Sin embargo, a diferencia de éstos, contarían con un
respaldo institucional más frágil para materializar su mayor flexibilidad en una gestión de
mejor calidad.
“Yo creo que los colaboradores lo que sí han hecho bien es en términos de
desarrollo técnico es de ir levantando las nuevas necesidades, en ese sentido yo
creo que ellos son un aporte importante, o sea, muchas veces al Estado le cuesta
más asumir una realidad que al actual colaborador.” (Profesional, Ministerio de
Justicia)
“El tema con los colaboradores, yo pienso que a veces el Estado es mucho más
rígido, los colaboradores se permiten explorar más, desde esa perspectiva no creo
que ha sido una dificultad que hayan tenido que enfrentado ellos, pero también
pasa que, como la contrapartida de eso, es que los colaboradores tienen
menos sustento institucional para poder llevar adelante sus funciones y que a
veces si es necesario” (Profesional, Ministerio de Justicia)
Ahora bien, se plantea una crítica en el sentido de que, frente al progresivo aumento de
la edad de las personas atendidas y de su necesidad de inserción laboral, no se elaboró
una línea de trabajo sólida en materia laboral quedando esa área bastante desatendida.
Esto último habría tendido a agudizarse con la incorporación de los programas de
intermediación laboral en 2015.
Las razones para esto, serían de dos tipos, por una parte, el eje laboral no es
exhaustivamente evaluado por parte de SENAME, de manera que pierde relevancia
frente a otros ejes que si se supervisan sistemáticamente. Por otra parte, es necesario
considerar que cuando un joven que está condenado demuestra motivación por el trabajo
y reúne las condiciones como para desempeñarse en el mundo laboral, en general se
trata de personas que han avanzado exitosamente en su proceso de reinserción social.
Esto plantea la disyuntiva entre avanzar en la intervención o bien solicitar una sustitución
de la sanción por otra menos gravosa o una remisión.
57
Hay que recordar que la posibilidad de que el joven pueda ir saliendo del sistema penal
en base a un proceso de reinserción adecuado también es un objetivo de la ley de
responsabilidad penal adolescente. En base a ese criterio, muchas veces las
colaboradoras tienden a apoyar sustituciones o remisiones de sanciones sin un protocolo
de acción claramente fundamentado, es decir, lo hacen cuando se presentan indicios de
un proceso bien encaminado (señalizado en parte por la motivación laboral) pero sin tener
indicadores claros de que los procesos de inserción laboral están del todo consolidados.
En otras palabras, frente a un joven que ha cumplido con su plan de intervención
individual en forma adecuada, las colaboradoras en muchos casos prefieren optar
prontamente a sustituciones o remisiones que profundizar el apoyo en algún área de
intervención.
De hecho, desde SENAME la opinión manifestada en la entrevista es que se generan
sustituciones y remisiones de la sanción cuando el joven está aún en una situación muy
vulnerable desde su proceso de reinserción.
“Como no es un eje que es evaluado, no está en ningún indicador, no hay ninguna
evaluación de parte del SENAME, yo tengo la sensación que se tomó con bastante
ligereza y desde ese punto de vista los coordinadores de PLA y PLE no se tomaron
esto con la real importancia que le estábamos dando al tema laboral (…)Como
estos cabros además son los que mejor comportamiento tienen y mejor proceso,
generalmente como programa generas remisiones, se van de las sanciones,
entonces generas un foco que son chicos sacados con pinzas efectivamente, pero
que no terminaban un proceso como nosotros quisiéramos proyectarlo en termino
de reinserción real.” (Profesional Departamento Justicia Juvenil, SENAME)
“Muchos de los programas tendieron a entender que seguir manteniéndolo
también era vulnerador o que estabas sobre interviniendo a un cabro que no lo
requería, y finalmente esos cabros terminaban siendo simplemente un caso de
control de firma.” (Profesional Departamento Justicia Juvenil, SENAME)

DIMENSIÓN 2: Supervisión y asesoría técnica de la intervención laboral

Dentro del modelo de gestión para las sanciones que se cumplen en el medio libre, si
bien la ejecución de la sanción y otros programas como el de intermediación laboral, la
realizan las organizaciones colaboradoras con las que se firma un convenio tras una
licitación pública, SENAME mantiene respecto de estas instituciones la asesoría técnica
y supervisión permanente del cumplimiento de las obligaciones financieras y de
desempeño que adquieren las colaboradoras, con el fin de preservar el estándar de
atención que la ley de responsabilidad penal adolescente requiere.
Esta dimensión tuvo por objetivo recoger el aporte que significa el proceso de supervisión
y asesoría técnica para evaluar el trabajo que realizan las colaboradoras en materia de
inserción laboral, en el entendido que este proceso constituye el vínculo permanente
entre SENAME y sus colaboradoras y es el espacio que por definición está destinado al
58
levantamiento de información que permita retroalimentar el sistema acerca de problemas,
buenas prácticas, nudos críticos, etc.
La reflexión que se realiza desde el Ministerio de Justicia y SENAME con respecto a los
procesos de supervisión y asesoría de las organizaciones colaboradoras, es que éste
sirve específicamente para los fines de acreditar que se cumplen formalmente las
prestaciones establecidas en el convenio, pero que no tiene la capacidad de recoger
información relevante respecto de la evolución de los procesos de intervención o de los
pormenores del desempeño que permita realizar reflexiones o conclusiones generales
sobre la gestión del sistema. Se orienta a un cumplimiento de categorías contractuales.
En este sentido, la percepción de los profesionales entrevistados es de una instancia
cuyo potencial como insumo de información se pierde, en parte por la forma en que está
diseñado el instrumento de supervisión y también porque los supervisores, dependientes
de las direcciones regionales serían muy pocos en relación a los programas que deben
abarcar.
“Lo que pasa con los procesos de supervisión y asesoría técnica es que en general
están pensados como programas y no colaboradoras o sistema, entonces muchas
veces y por diversos motivos, porque existen pocos supervisores para la cantidad
de programas, porque muchas veces en las orientaciones que debe seguir la
supervisión no son suficientemente claras, etc… básicamente es cumplimiento de
lo que se comprometió en el convenio, básicamente es eso.” (Profesional,
Ministerio de Justicia)
Por otra parte, la información no se recoge por ámbito de intervención como trabajo,
educación, salud, etc., sino que en general para la intervención sicosocial como una
categoría global.
“Yo te diría que ese foco tan especial como de supervisión del UJJ 30 en el
programa de sanción para el ámbito laboral no ha sido así, la supervisión del foco
es mas de intervención psicosocial pero no centrada en el tema programa de
intermediación laboral, quizás podría ser una buena propuesta para incluirla como
foco, un foco educativo, otro foco el de drogas, no ha sido un foco así de
profundizado” (Profesional Departamento Justicia Juvenil, SENAME)
La información específica sobre cada aspecto de la intervención se levanta fuera del
proceso de supervisión, a partir de la resolución de contingencias o consultas específicas
que las organizaciones colaboradoras realizan a los supervisores y éstos a su vez a los
profesionales de nivel nacional.
Aun cuando el proceso de supervisión regular para las sanciones no incluye focos
específicos, se ha intentado implementar un proceso de evaluación periódica del
programa de intermediación laboral. Sin embargo, en este caso, la debilidad radica en
que el programa ha contemplado poca capacitación para el nivel regional (especialmente
los supervisores), por lo cual, la información, las preguntas y decisiones finalmente

30 Unidades de Justicia Juvenil. Unidades dependientes de las Direcciones Regionales de SENAME que representan en el nivel
regional al Departamento de Justicia Juvenil y a las que pertenecen organizacionalmente los supervisores de los programas.
59
escalan hasta la Dirección Nacional, donde la gestión del programa de intermediación
laboral y todos los aspectos que tienen que ver con capacitación y empleo están a cargo
de sólo una profesional.
“…por ejemplo la supervisora UJJ ve que la directora o el equipo técnico no dan el
ancho, entonces voy a la región, hago un análisis con la directora y con las
personas que están trabajando y efectivamente no dan el ancho y esa directora se
cambia. Si bien el UJJ no tiene todos los elementos, pide asesoría y yo voy a
terreno, y asesoramos” (Profesional Departamento Justicia Juvenil, SENAME)
“…en las bases estipulamos que habrá una asesoría nacional y una regional pero
lo que ha pasado en la práctica que cualquier pregunta que sale en un programa
de intermediación laboral me rebota a mí y yo contesto, entonces desde ese punto
de vista no ha sido muy fluido el tema de la asesoría en terreno. Como además es
una línea programática nueva, no todos los supervisores de las UJJ fueron
especializados en esto (…) pero en el fondo los supervisores han ido a supervisar
los programas y ahí han aprendido más que en cualquier otro lado, no ha sido una
asesoría, más bien un aprendizaje desde la región.” (Profesional Departamento
Justicia Juvenil, SENAME)

DIMENSIÓN 3: Diseño técnico de programas y subsidios del SENCE

Como se ha expuesto anteriormente, SENAME tiene la obligación de coordinarse a través


de convenios con el resto de la red pública con el objeto de contar con intervenciones
especializadas de las reparticiones que las tengan a cargo, en distintos ámbitos. En
materia laboral, las políticas de capacitación y apoyo empleo se ejecutan a través del
Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (SENCE)31.
El sistema de capacitación y empleo cuenta con una herramienta fundamental,
establecida por la ley 19.518, que consagra el nuevo estatuto de capacitación y empleo,
que es la Franquicia Tributaria. Adicionalmente existe el Fondo de Capacitación, con
cargo al cual se financian programas de capacitación y empleo orientados a la población
más vulnerable32. Otros incentivos (subsidios), han sido creados por medio de leyes
especiales. Esta dimensión tuvo por objeto conocer los objetivos que persiguen los
programas de SENCE, la forma en que éstos se diseñan, la población específica a la que
están orientados y su pertinencia y los resultados observados respecto de su población
objetivo.
Los objetivos fundamentales de los instrumentos con que cuenta SENCE intentan
mantenerse en línea con la misión institucional y tienen por objeto, por una parte, la
formación progresiva de capital humano que permita a las personas que participan del

31 Como herramienta adicional de inserción laboral, específica para personas condenadas, también se ha considerado en éste trabajo
a la modificación legal introducida al Estatuto Administrativo por la ley 20.702. Sin embargo, la norma requiere de coordinación con
un grupo indeterminado de reparticiones públicas por lo que el análisis de su utilización se revisará en las dimensiones siguientes.
32 Los detalles de la franquicia tributaria y los demás programas del Fondo de Capacitación pueden ser revisados en el capítulo III.
sección 3).
60
sistema de capacitación, ir mejorando su empleabilidad y sus ingresos. Es decir, se
combina una noción de habilitación que señala al mercado de trabajo mayores
habilidades para la obtención de mejores remuneraciones en un contexto de un objetivo
mayor, que es el de impactar en la productividad nacional. En opinión de los profesionales
entrevistados, a lo largo del tiempo han cambiado algunos énfasis, nombres y
componentes de apoyo, pero en términos generales, los objetivos fundamentales de los
programas y subsidios se ha mantenido, en línea con la definición institucional.
Respecto del diseño de los programas se explica que lo primero que se toma en cuenta
es un levantamiento territorial de necesidades de capacitación y empleo a satisfacer con
el objeto de generar cursos que sean pertinentes a las necesidades económicas de cada
zona del país.
Una segunda fase tiene que ver con la definición de la población objetivo a la que se
orientarán los programas, primero a través de un ejercicio de caracterización general, que
se alimenta también con necesidades de formación que reciben desde algunos sectores
productivos específicos, por ejemplo, minería, transporte, energía.
Finalmente, existen determinadas necesidades para ciertas poblaciones cuya atención
es exclusiva de ciertas instituciones y que requieren incorporar el ámbito de capacitación
laboral como parte de la intervención que realizan y por lo tanto, solicitan su inclusión
como población objetivo (como por ejemplo SENAME, SENADIS, INJUV) una vez que el
programa ya está diseñado. En ese caso, ellos incorporan a esta población solicitada sin
calificar la pertinencia para ese grupo en particular.
“Bueno lo genérico, hay un diseño en que vemos cuanta población potencial,
población objetivo y caracterización de usuario, los primeros ejercicios son algo
abstractos (…) los levantamientos los da SENAME a partir de la información que
ellos tienen, para ese caso en particular nosotros no asumimos el rol de
caracterizar e identificar a las poblaciones objetivo, esa es pega del SENAME.”
(Jefe de Departamento de Capacitación a Personas, SENCE)
A lo anterior, se agrega una fase de medición de resultados que permita ir ajustando el
programa.
Si bien se realiza la incorporación de población objetivo descrita, reconocen que el diseño
programático se realiza enteramente por SENCE sin intervención de otras instituciones
que atienden a grupos vulnerables específicos.
“No, en realidad la oferta programática en cuanto a sus bases de licitación,
componente técnico se hace dentro de SENCE, con los equipos técnicos y con
sus respectivas direcciones regionales, eso es básico. Ahora dependiendo si se
está atendiendo a una población muy particular se conversa con la institución, pero
en general se hace un diseño al interior de SENCE junto a sus equipos técnicos
tanto a nivel nacional como regional” (Jefe de Departamento de Capacitación a
Personas, SENCE)

61
Respecto de esto, reconoce que se pueden producir problemas de pertinencia de los
programas respecto de poblaciones objetivo específica, sin embargo, abordar el tema de
la pertinencia es algo que parece ser ajeno a la gestión regular de los programas que
ofrece SENCE.
“…mira yo creo que es bueno transparentar que en general los programas son
capaces de ser buenos paraguas para la intervención pero que no logran definir
mecanismos específicos para ciertas poblaciones. Que la gente puede entrar,
puede entrar, ahora como desde el diseño inicial desde las bases técnicas se
asegura un mecanismo que sea 100% pertinente para poblaciones objetivos, eso
es otro el ejercicio” (Jefe de Departamento de Capacitación a Personas, SENCE)
Desde SENCE, en materia de diseño de los programas se advierte que esta es
precisamente la brecha que obstaculiza una participación efectiva de la población
objetivo. En este aspecto creen que es necesario tomar decisiones que vayan en la línea
de personalizar las bases de los programas a distintos públicos objetivos o bien
gestionando proyectos específicos, incluso en forma directa y no por vía de prestadores.
Sin embargo, reconocen que cerrar esta brecha requiere que la institución pueda lograr
ciertos avances de gestión.
Los profesionales entrevistados coinciden en que la evaluación de los resultados de los
programas regulares es más bien de seguimiento de los aspectos administrativos de cada
uno, a modo de evaluación de procesos. Sin embargo, no se ha abordado una medición
respecto a la pertinencia o incluso si el programa está llegando efectivamente a la
población objetivo. Sólo hay un mayor control en relación al programa Capacitación en
Oficios.
Sin embargo, explican que en el caso específico de la población que atiende SENAME
existe un problema adicional de registro de información. En relación a los jóvenes
cumpliendo condena en centros cerrados se puede llevar un control adecuado, pero en
relación a quienes están en medio libre, por ejemplo, en libertad asistida especial,
acceden a cursos cerrados especialmente destinados a SENAME pero ocurre que
también algunos acceden a los programas como público general sin conocimiento de las
sanciones o del Servicio, de manera que para evaluar la pertinencia de los programas o
la cobertura respecto de jóvenes condenados primero se requiere estar en condiciones
de levantar la cobertura real además de la registrada por las sanciones. En este punto se
revela nuevamente la importancia de los registros de información, pero también la
debilidad del seguimiento de los casos por parte de las organizaciones colaboradoras
que ejecutan las sanciones.
Para resolver esto se estaría trabajando en un sistema de interoperabilidad de datos que
permita además hacer un seguimiento de la trayectoria de los jóvenes en la colocación
laboral posterior a la participación en los programas.

62
DIMENSIÓN 4: Gestión de los planes de inserción laboral a nivel individual

Esta dimensión tuvo por objeto realizar una recopilación de las diversas acciones y
prácticas que regularmente se ejecutan a nivel individual, es decir, de cada adolescente
que cumple una condena, para llevar a cabo el componente laboral de los planes de
intervención individual en la sanción de libertad asistida especial y también en los
programas de intermediación laboral. Como se ha explicado anteriormente, las
organizaciones colaboradoras de SENAME que ejecutan los programas diseñan sus
intervenciones conforme a las orientaciones técnicas que elabora el servicio, pero tienen
autonomía para definir las acciones específicas que implementan en el territorio donde
actúan. De esta manera, se intentó identificar las prácticas concretas que dan forma a los
planes de inserción laboral.
Dado que se trata de un proceso complejo y a veces heterogéneo, el análisis se realizó
en función de las siguientes variables: selección de los jóvenes en condiciones de iniciar
un proceso de inserción laboral, planificación y ejecución, identificación de oportunidades
laborales, seguimiento y evaluación del proceso de inserción laboral.

Selección de los jóvenes en condiciones de iniciar un proceso de inserción laboral


En relación a esta variable, hay que hacer una distinción entre los programas de la
sanción de libertad asistida especial y los ejecutores de los programas de intermediación
laboral. Lo anterior es porque en el primer caso, la intervención es integral, es decir, debe
abarcar todas las dimensiones en que el joven la requiera (salud física y mental,
escolaridad, adicciones, laboral, etc.) y, una vez que el plan de intervención ya ha
avanzado y el joven cumple los requisitos establecidos en las orientaciones técnicas
respectivas, entonces puede derivarse a un programa especializado de intermediación
laboral (PIL) durante el cumplimiento de la sanción. Con todo, ello no excluye que los
programas de sanción puedan intervenir en el ámbito de la inserción laboral con aquellos
jóvenes que no son incorporados a un programa de intermediación laboral específico,
situación en la que, habitualmente, el programa de libertad asistida especial pone el
énfasis en el desarrollo de competencias para la empleabilidad y apresto laboral.
Entre los profesionales ejecutores de la sanción de libertad asistida especial, existe una
opinión concordante respecto del perfil de los jóvenes que son atendidos por el programa
y que presentan necesidades de inserción laboral. Se trata habitualmente de jóvenes de
más de 18 años, que han pasado ya algún tiempo dentro del sistema de justicia juvenil
transitando entre varias sanciones y que manifiestan expresamente la necesidad de
elaborar un proyecto de vida en torno a una actividad no delictiva, incorporando la variable
laboral a sus motivaciones personales.

63
Por otra parte, es necesario destacar que, en opinión de los profesionales, en una parte
importante de los casos la motivación está asociada al hecho de tener hijos33:
“Chiquillos de 17 años hacía arriba, hombres (porque no tenemos más que
hombres) con un inicio de una conducta de desistir la infracción de ley; chiquillos
que tienen la necesidad de ir construyendo un proyecto de vida paralelo, o
alternativo, mejor dicho. O sea, donde efectivamente desista la conducta de
infractora y se comienza a proyectar esta inserción laboral como un proyecto de
vida y que el chiquillo también te la va significando. Esta idea de decir como que
“ya me cansé” de la infracción de ley.” (Director, Programa de Libertad Asistida
Especial)
“Los chiquillos ya cuando tienen 19 años, 20 ya aspiran a otros espacios, más
formales, más de generar ingresos de otra forma, pero por lo general son chiquillos
que van a ser papás, es el tema de la edad y también llega un momento en que
los chiquillos ya cuando han estado con muchas sanciones o han estado privados
de libertad también es el momento en que ellos deciden generar ingresos de otra
forma, no desde la condición del ilícito.” (Delegada, programa de Libertad Asistida
Especial)
Es muy importante mencionar que, en opinión de los profesionales de los programas de
libertad asistida especial, la detección de la motivación personal hacia el desistimiento
del delito y de inicio de un nuevo proyecto de vida se materializa a través del
acompañamiento y el juicio experto de los delegados de la sanción, cuyo vínculo con el
joven sería determinante. Sin embargo, esto se contrapone con la alta rotación de
delegados, cuestión que, como se verá más adelante en este análisis, se identifica como
un nudo crítico por la mayoría de los actores del sistema y por los propios jóvenes
identificaron esto como el aspecto más negativo de su paso por los programas de libertad
asistida especial.
Cuando se detecta que hay una motivación estable hacia el trabajo, se comienza a
trabajar en diversas habilidades “blandas” (puntualidad, responsabilidad, tolerancia a la
frustración, etc.). Adicionalmente, se verifica que reúna otras condiciones esenciales para
la inserción laboral como ausencia de consumo problemático de drogas, ausencia de
conductas sostenidas de infracción de ley y que exista una voluntad libre y la disposición
no sea fruto de la coacción de familiares o la pareja, por ejemplo.
En el caso de los programas de intermediación laboral, son programas a los que los
jóvenes que cumplen una sanción son derivados cuando cumplen los requisitos de ser
mayores de edad (o de 17 años con responsabilidad parental), no tener consumo
problemático de drogas, no tener problemas de salud física o mental incompatibles con
el trabajo y presentar motivación personal.

33 Esta apreciación se confirma, como se verá más adelante, con lo expresado por los propios jóvenes en el grupo focal. Asimismo,
los profesionales de los programas de intermediación laboral también coinciden en que la principal motivación de los jóvenes para
visualizar un proyecto de vida alejado del delito y asociado a un trabajo legítimo es el hecho de convertirse en padres. De hecho, en
algunos casos, señalan que quienes fracasan en su inserción laboral son mayoritariamente quienes no tienen hijos.

64
Los jóvenes que ingresan a este programa específico en el contexto de la sanción, deben
tener un cierto nivel de avance en sus planes de intervención individual que, como se ha
señalado, abarca áreas más amplias que el trabajo. En este sentido, el avance tiene que
manifestarse en adherencia a su programa de sanción y que éste haya sido pertinente y
que de esta manera se advierta que el joven no presenta recurrencia en las conductas
delictivas.
Los avances que se requieren implican que el acceso a un programa de intermediación
laboral constituye una fase avanzada del proceso de intervención individual de los
jóvenes. Por lo mismo, los profesionales de estos programas ponen énfasis en la
importancia de una adecuada derivación por parte de los programas de libertad asistida
especial. En este punto, creen que hay un gran déficit en el diagnóstico que se hace al
interior de los programas de sanciones, no sólo respecto del ámbito motivacional, sino
que también de los requisitos objetivos:
“Hemos descubierto que, en alrededor del 40% de los casos hay uno de los
requisitos que está mal diagnosticado. Eso es lo primero, o sea de 100 cabros,
sólo 60 vienen bien derivados, los otros 40 están mal derivados, no cumplen
algunos de los requisitos formales, eso es lo primero. Y después cuando hacemos
la distinción respecto del cumplimiento de los requisitos formales, convocamos a
los chiquillos para un proceso de selección que nosotros lo denominamos proceso
de selección por competencia, pero que incluye un primer análisis que es como de
ratificación de datos personales y de complementos de la sanción en general.”
(Director, Programa de Intermediación Laboral)
“Es un desafío para las colaboradoras, para los ASR34, para los centros de
menores cerrados, es para todo el equipo la preparación que tiene que tener, no
es llegar y recibir cualquier chiquillo porque no están preparados y eso es otra
frustración más. Al final ese chiquillo deserta o es despedido, porque no se trabajó
previamente sus necesidades que son más importantes a veces que un trabajo.
Pero hay también una necesidad económica que los programas quieren suplir
rápidamente y que al final es un fracaso. Al final los chiquillos desertan o reinciden”
(Coordinador Técnico, Programa de Intermediación Laboral)

Planificación y ejecución del proceso de inserción laboral según las necesidades de los
jóvenes
En cuanto a los programas de libertad asistida especial, los profesionales de ese sistema
establecen ciertas metas u objetivos de intervención, pero éstos parecen estar
condicionados a la periodicidad con la cual deben presentar los informes de avance del
plan de intervención individual al tribunal, lo cual, evidentemente obedece a una
obligación legal, pero no necesariamente son los períodos necesarios para conseguir o
verificar hitos en el proceso de intervención, el que tiene una dinámica propia.

34 Programa de apoyo sicosocial para adolescentes privados de libertad y en medio libre


65
“Ese proceso se planifica en primera instancia, nosotros lo informamos cada tres
meses a tribunales respecto al proceso de los chiquillos. Está estipulado en ese
informe que vamos a trabajar durante los siguientes tres meses, el informe de
avance que se llama. Pero también trabajamos un plan de acción junto con los
chiquillos” (Delegada, Programa de Libertad Asistida Especial)
“Claro yo creo que, en todos jóvenes, cuando tienen estas oportunidades de
proyectar la intervención cada tres meses, vamos orientando un poquito el camino
frente a ese objetivo en este caso. Y se va midiendo también los logros, o los
micro logros (como le llamamos nosotros) cada tres meses y vamos tratando de
buscar la nivelación o habilitación” (Jefe Técnico, Programa de Libertad Asistida
Especial)
Aun cuando en el programa de sanción esta planificación no obedezca a una metodología
concreta, sino que las acciones se deciden caso a caso, ésta se realiza en conjunto con
el joven, con el cual se establecen algunos “micro logros” de un plan de acción, tales
como elaborar un currículum, obtener documentación, solicitar una entrevista, inscribirse
en la OMIL35, etc. Los micro logros además estarían vinculados a consolidar habilidades
básicas que permitan cierta estabilidad una vez obtenido el trabajo: puntualidad, relación
con la autoridad, conductas adecuadas en espacios de trabajo, desarrollo de rutinas, etc.
En cuanto a los programas de intermediación laboral, éstos sí tienen una metodología
que orienta la planificación de las acciones. Esta metodología está recogida en las bases
técnicas de licitación, pero algunos programas de mayor experiencia, la han ido
complementando a medida que han hecho aprendizajes en la práctica.
La metodología incluye, en términos generales, un diagnóstico de motivaciones y
detección de habilidades, apresto previo a la colocación y finalmente colocación laboral.
El tiempo y modalidades en que esto se realiza puede variar entre un modelo y otro, pero
lo concreto es que el programa cuenta con un método definido. Por otra parte, este
programa, dada su especificidad, realiza un trabajo con los empleadores, donde se
prepara a ciertos referentes dentro de la empresa para conocer las particularidades de
los jóvenes infractores y estar en condiciones de guiar, en el lugar de trabajo, el
desempeño del joven.
Esto último es una diferencia importante con los programas de libertad asistida especial,
ya que éstos, al no tener el objetivo de trabajo específico de los programas de
intermediación laboral ni su metodología, enfrentan cada colocación laboral en forma
distinta. En ocasiones se contactan con el empleador para facilitar la supervisión del joven
y a veces no toman contacto con éste, principalmente porque los jóvenes prefieren que
no se sepa que están cumpliendo una sanción, por temor al despido o la discriminación,
lo cual, naturalmente, dificulta el seguimiento.

Identificación de oportunidades de inserción en el entorno comunitario e institucional

35 Oficina Municipal de Información Laboral


66
En relación a esta variable, se intentó establecer de qué forma los programas de las
organizaciones colaboradoras concretan las oportunidades de inserción laboral a nivel
territorial. Respecto de esto existen también diferencias entre los programas de
intermediación laboral y los programas de libertad asistida especial entrevistados. Los
primeros, al ser programas especializados en un ámbito de la intervención y además
porque los que fueron entrevistados (región metropolitana) tienen un desarrollo y
experiencia de varios años anteriores a la formalización del programa por parte de
SENAME, establecen convenios con empresas donde es la institución la que presenta el
programa, a los postulantes y asesora a la empresa en el proceso, relacionándose a nivel
institucional36.
“…esta institución ya tiene 6 años de historia y por lo tanto ocupamos esa historia
para conseguir redes de referidos, de alguna manera. Y hay gente que nos refiere
con otras empresas, ocupamos mucho eso, que es como la confianza y los
referidos, la red de referidos.” (Director, Programa de Intermediación Laboral)
“Estamos todos los días buscando a través de referidos o buscando nosotros
mismos, quien es el gerente de una empresa que nos interesa, donde nos parece
un buen lugar para trabajar, tratando de presentarse y presentar el programa y en
eso se nos va la vida, o sea, hay lugares en donde nos reciben a la semana y hay
lugares donde nos demoramos y logramos gestionar cupos de trabajo en un mes
y hay otros lugares donde nos hemos demorado un año, un año y medio en las
relaciones.” (Director, Programa de Intermediación Laboral)
En este sentido, los programas de intermediación laboral entrevistados señalaron que en
su caso los avala tener una trayectoria que hace que las empresas confíen en ellos
porque han visto un trabajo serio y porque su gestión no está completamente asociada a
SENAME. En esto coinciden los profesionales de libertad asistida especial, quienes
señalaron que para ellos, como ejecutores de sanción, están más identificados con
SENAME lo cual se percibe como un antecedente que no siempre es favorable frente a
posibles empleadores.
Por su parte, los programas de libertad asistida especial excepcionalmente realizan
alianzas directamente con empleadores que puedan proyectarse a mediano o largo
plazo. Por regla general se acompaña al joven a inscribirse a la OMIL y a través de la
OMIL se definen los posibles cupos disponibles. Aunque los profesionales de los
programas de libertad asistida especial señalan no recibir un trato especial por parte de
estas oficinas, lo cierto es que en general tienen una buena acogida por su parte y en
ocasiones han logrado llevar a cabo algunas estrategias conjuntas que han sido
beneficiosas para la gestión.
“Es una cosa que es de lo espontáneo, de las necesidades que vamos
construyendo. OMIL nos abre puertas, que en un plano más comunal. OMIL opera

36
Los programas recientes, creados a partir de la licitación de 2015, en rasgos generales comparten esta metodología que está
indicada en las bases de licitación. Al momento de hacerse la investigación, su implementación era demasiado reciente como para
identificar, en la práctica, las formas que esto pudiese haber adoptado, especialmente en ciudades más pequeñas.
67
para muchas comunas, y no tenemos preferencias nosotros” (Director, Programa
de Libertad Asistida Especial)
“O sea, OMIL es una puerta grande y entran todos, y dentro de todos debemos
pesquisar” (Director, Programa de Libertad Asistida Especial)
“Con la OMIL tuvimos que ir a presentarnos como programa y generar las
confianzas para recibir a ciertos chicos y para que ellos también nos puedan nutrir
de la oferta laboral que tienen ellos, nos presentamos, ofertamos también nuestra
colaboración frente a determinadas temáticas. Nos vieron participar en unas
charlas a empleadores desde los perfiles de infracción, desde cómo se trabajaba
el desistimiento del consumo de drogas. Entonces a nosotros nos brindaron ese
servicio, ellos nos retribuían eso…” (Jefe Técnico, Programa de Libertad Asistida
Especial)
Con todo, tanto las relaciones como el trabajo conjunto varían entre cada programa los
que gestionan este recurso en forma autónoma. Asimismo, señalan que el hecho de
concretar las oportunidades de trabajo o capacitación por medio de la OMIL en muchos
casos es útil para no revelar que el joven está cumpliendo una sanción del sistema juvenil.
Por otra parte, beneficia que el joven genere vínculos y utilice los recursos y servicios
municipales en forma autónoma, aunque requiera acompañamiento en un principio.

Seguimiento y evaluación del proceso de inserción laboral realizado por los jóvenes
Como se ha dicho, en el caso de los programas de sanción, la evaluación de los procesos
se muestra en primer lugar asociada al informe trimestral al tribunal. Los programas de
libertad asistida especial, quienes tienen esa obligación, manifiestan que hacen una
revisión del proceso al momento de dar cuenta de la evolución del plan de intervención
individual al juez de garantía respectivo, donde fundamentalmente se toma en cuenta la
permanencia o deserción de un trabajo como indicador de éxito o de retroceso.
Sin embargo, tanto en libertad asistida especial como en los programas de intermediación
laboral coinciden en que los avances del joven deben estar sujetos constantemente a
pequeñas evaluaciones que buscan establecer la consecución progresiva de micro
logros. El concepto de micro logros es crucial en la intervención porque es el que provee
de la información más rica acerca de cómo el joven va logrando la inserción e idealmente,
desplazándose hacia el desistimiento.
Ingresar a un trabajo y mantenerse él no se lograría sino a través de la construcción y
consolidación de progresiva de habilidades que permiten ir sumando estos micro logros,
por ejemplo, constancia en la asistencia, puntualidad en la llegada, desarrollar relaciones
adecuadas y de respeto con los pares, control de impulsos, tolerancia a la frustración,
autonomía, etc. Dado que el proceso es individual y cotidiano, suele estar a cargo del
delegado de cada joven.
Los entrevistados coinciden en que es frecuente que los jóvenes infractores deserten
rápidamente de sus primeras experiencias laborales. Si bien lo deseable es lograr cierta
68
estabilidad y permanencia, desistir prontamente (dentro del primer mes, por ejemplo) es
muy habitual y no por ello se considera que no se deba seguir trabajando en esta área.
El monitoreo por micro logros permite dar visibilidad a los factores que apoyan el proceso
y los que los dificultan.
“El Asesor Laboral junto con el Jefe Técnico de programa y la Directora de
programa son los que están llamados a estar 25/8 digo yo, porque en realidad hay
disponibilidad permanente telefónica o presencial como para asistir al joven o
asistir a la empresa dependiendo de las necesidades que se vayan dando. Y las
evaluaciones se van dando una especie de triangulación de información. Una con
las evaluaciones de la aplicación de nuestras técnicas de intervención, entonces
cada vez que se interviene con el joven se hace un proceso de evaluación chiquitito
...” (Director, Programa de Intermediación Laboral)
“Entonces claro, si lo evaluamos de forma trimestral a lo mejor la inserción puede
ser considerada como un proceso exitoso. Si lo evaluamos al término del
cumplimiento de la sanción, no basta con que el joven se haya asistido, tiene que
ver con que se haya mantenido, con una conducta estable en el tiempo, y donde
haya mostrado también responsabilización y compromiso frente a esa actividad.
Entonces nosotros evaluamos varios indicadores.” (Jefe Técnico, Programa de
Libertad Asistida Especial).

DIMENSIÓN 5: Compatibilidad operativa entre ejecución de sanciones e


instrumentos de apoyo al empleo

Los incentivos y programas de apoyo al empleo de que dispone el Estado, en general


están diseñados para beneficio de la población de menores ingresos en general y no
necesariamente recogen las particularidades de los jóvenes que cumplen sentencia,
aunque éstos sean legalmente elegibles para el uso de dichos instrumentos de política
pública. El objetivo de esta dimensión fue recoger las dificultades operativas que esto
puede presentar o bien, la forma en que éstas se han resuelto. Por otra parte, en el caso
del incentivo específico introducido al Estatuto Administrativo y Administrativo Municipal,
se trata de un recurso normativo para la inserción laboral en la administración pública,
que requeriría coordinación con instituciones de múltiple naturaleza, por lo tanto, se tuvo
por objeto exponer los obstáculos operativos que pudieron haberse presentado.
Para el análisis de esta dimensión se tuvo en cuenta tanto las dificultades y facilitadores
que los profesionales de los programas enfrentan para utilizar los recursos de la red
pública en materia de capacitación y apoyo al empleo como también sus apreciaciones
sobre los recursos necesarios y propuestas para resolver las dificultades.
Dificultades y facilitadores observados en el uso de incentivos y programas de apoyo al
empleo por parte de jóvenes elegibles

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Los operadores de programas entrevistados expresaron dificultades que se relacionan
estrechamente entre sí pero que se identifican como de una naturaleza distinta:
• Problemas del diseño de los programas
En relación a las dificultades observadas en este ámbito, los profesionales de los
programas de intermediación laboral y los programas de libertad asistida especial
destacan en primer lugar y como problema global, la falta de adecuación del diseño de
los programas de SENCE a las particularidades de la población condenada,
especialmente a la población condenada juvenil, estableciendo requisitos rígidos que son
difíciles de satisfacer. Dentro de este diagnóstico general se pueden identificar varios
problemas.
En primer lugar, señalan que los programas de capacitación y empleo suelen exigir una
escolaridad mínima que puede ser enseñanza media completa y en otros casos
enseñanza básica completa. En el caso de los jóvenes infractores esto es sumamente
complejo porque en su mayoría se trata de personas que han desertado del sistema
escolar por lo cual presentan severos retrasos educativos, pero a una edad en que el
trabajo, por razones de subsistencia, resulta prioritario.
Por otra parte, ocurre que en los casos que han logrado nivelar los estudios, esto se ha
hecho durante la permanencia en centros de cumplimiento de sanción de régimen
cerrado, por lo que normalmente, los conocimientos adquiridos son muy inferiores al del
resto de la población, incluso de la población vulnerable general, de manera que aun
cumpliéndose en lo formal el requisito, las competencias para enfrentar este tipo de
formación e intermediación laboral son muy escasas.
“La principal dificultad es el tema de la escolaridad, es súper complejo porque
nuestros chiquillos tienen un desfase escolar importante” (Delegada, Programa de
Libertad Asistida Especial)
“Hay una cosa muy importante. La focalización (de los programas) no está dentro
de todo este perfil. Yo te puedo describir un perfil, deserción escolar en cuarto
básico, quinto básico, que volvió a nivelarse cuando estuvo en internación
provisoria en el CIP37 o está haciendo una condena en el Centro de Régimen
Cerrado, donde cursa octavo básico (pero no corresponde en realidad a octavo
básico). Pregúntale las habilidades duras de un octavo básico, ¿qué es una
ecuación? ¿qué es esa cuestión?, me dicen ellos. O sea, el perfil que trabajamos
nosotros no da cuenta de la descripción que se hace en un organismo.” (Director,
Programa de Libertad Asistida Especial)
“…es que hay una definición de requisitos sobre todo en temas educativos, que
hoy día los margina” (Director, Programa Intermediación Laboral)
“… si SENCE se abriera a la posibilidad de que para éste tipo de población el
requisito educativo no fuera una condicionante, yo te diría que facilitaría mucho
más las cosas. Porque nosotros no lo hemos comprobado, porque yo creo que

37 Centro de Internación Provisoria (medida cautelar).


70
necesitamos hacer un estudio país, pero sí hay alguna evidencia general que te
permite decir que Chile funciona sin tener a mucha población con cuarto medio,
entonces hay como una obsesión de los programas públicos, porque todos tengan
cuarto medio…” (Director, Programa Intermediación Laboral)
Con todo, desde un programa de intermediación laboral se entregó una interesante
perspectiva sobre la dinámica entre el trabajo y la educación formal. La experiencia de
este programa es que, en muchas ocasiones, si para un joven condenado existe la
posibilidad de insertarse laboralmente aún sin cumplir requisitos de educación formal
(como educación media completa) el proceso general se ve facilitado. Además, una vez
que el joven logra generar condiciones de satisfacción de necesidades materiales
suficientes, es frecuente que la motivación por completar los estudios surja naturalmente
como paso siguiente y necesario para lograr mejores perspectivas de trabajo. Entonces,
el proceso es inverso y es el propio trabajo que da lugar a completar la escolaridad.
“Mejoremos la educación, pero en términos de las posibilidades de empleabilidad
de quienes hoy día son mano de obra disponible para trabajar y para agregar valor
en términos de ese trabajo, tu no necesitas gente con cuarto medio y octavo básico
tampoco. A nosotros en muchas empresas que nos dicen "necesito que sepa leer
y escribir, sumar y restar y chao. Porque las capacitaciones en específico son
mías, o sea yo lo entreno para que sepa hacer la pega que tiene que hacer" y no
tiene que tener cuarto medio ni PSU, no tiene que saber álgebra en específico. Y
lo que nos ha pasado, es que los chicos una vez que entran al mundo laboral
empiezan a detectar que para poder crecer y mejorar sus condiciones de
empleabilidad, si tienen que volver a estudiar, entonces la necesidad educativa se
vuelve perentoria después de que ya estás con las necesidades económicas y
laboral satisfechas, de alguna manera.” (Director, Programa Intermediación
Laboral)
Un segundo problema de diseño, se relaciona con que las OTEC ofrecen cursos que se
ejecutan sólo si se cuenta con un número mínimo de postulantes. En este sentido,
señalaron que muchas veces no tienen un número suficiente de candidatos que estén en
condiciones y además presenten una motivación específica por el programa ofrecido. Si
eso ocurre, muchas veces el programa no se ejecuta perjudicando al grupo que si tenía
interés.
“Piden, aquí hay un tema transversal también, 20 chiquillos, y si no tienes esos 20,
no se hace el curso, ¿Qué haces con esos 10 que si tenían ganas?” (Director,
Programa de Libertad Asistida Especial)
Otro problema relacionado con el diseño de los programas es la exigencia habitual de
contar con un determinado puntaje en la ficha de protección social, hoy, registro social
de hogares. En opinión de los profesionales de los programas de intermediación laboral,
los programas de libertad asistida especial muchas veces derivan jóvenes sin los
instrumentos elementales para cerrar procesos de reinserción social, tales como el
registro social de hogares. Por otra parte, cuando se confecciona, muchas veces el joven

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no cuenta con el puntaje requerido, pero no porque no pertenezca a los sectores más
vulnerables sino por la estimación del ingreso familiar.
“Uno pensaría que por ser joven SENAME, o por ser joven de Justicia Juvenil,
todos están sujetos a cumplir los requisitos del subsidio, pero sucede que no
necesariamente. Porque hay algunos jóvenes que o no cumplen por el corte de
ficha de protección social o porque tenemos que partir desde cero, porque hay
algunos que no tienen aplicación del ahora registro social de hogares y por lo tanto
hay que partir desde el origen, de que tengan su evaluación y todo el cuento y nos
toca con que en algunos casos teniendo la evaluación no son sujetos de los
beneficios. Porque el ingreso familiar o la evaluación que se hace del ingreso
familiar los saca del corte para acceso al subsidio.” (Director, Programa
Intermediación Laboral)
“A veces no cumplen, recordemos que mucho tiempo atrás los datos que se
entregan era si tenía refrigerador, televisor y muchas cosas, entonces esos
jóvenes cuando andaban en malos pasos cumplían con esas cosas, entonces el
perfil era de una persona con mayor ingreso en relación a lo que ellos realmente
pueden obtener, entonces eso le infla el puntaje” (Director, Programa
Intermediación Laboral)
• Preparación de las OTEC ejecutoras de los programas para infractores
Los ejecutores de sanciones y de programa de libertad asistida especial coinciden en que
finalmente los programas son ejecutados por las OTEC, instituciones que no reciben
ninguna preparación para trabajar con jóvenes condenados, que constituye una
población que tiene un perfil más complejo que el resto de la población, en términos de
que presentan características tales como conductas de riesgo difíciles de erradicar,
trastornos del aprendizaje, dificultades en el control de impulsos, consumo esporádico
(no problemático) de drogas etc. Los profesionales estiman que, en el caso de los
infractores, los programas debiesen enfatizar el aprendizaje práctico por sobre el teórico,
ser más personalizados y contar con profesores que hayan sido capacitados para esto.
“Con las OTEC que he tenido la oportunidad de intercambiar experiencias, primero
tiene que ver con el manejo de los jóvenes. Desde que nace el curso es mucho más
complejo, a veces tener 10 cupos para jóvenes que no son infractores de ley, es
distinto a tener 10 cupos con infractores de ley, son mucho más demandantes,
aumentan las conductas de riesgo, son más inmediatos, muchos tienen trastornos
como déficit atencional, hiperactividad, han tenido consumo de sustancias.”
(Coordinador Técnico, Programa de Intermediación Laboral).
• Difusión de la información relacionada con la oferta pública
Un aspecto en que hubo algunas discrepancias ente los programas de libertad asistida
especial y los programas de intermediación laboral, es en el tema de la información y
difusión de la oferta disponible en la red pública. Reconocen como un problema
fundamental la falta de conocimiento de los programas disponibles en los que los jóvenes

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tienen preferencias de acceso e incluso un desconocimiento general de la forma en que
funciona el estatuto de capacitación.
“Desconocimiento de la red, según temática, yo creo que hay un desconocimiento.
O sea, no hay medios de difusión, no hay una mesa que centralice, que
“operacionalice” la red. Yo creo que pasa mucho eso.” (Jefe Técnico, Programa
de Libertad Asistida Especial)
“Falta un flujo comunicacional mucho más expedito, que podamos tener acceso a
la información. Hay mucha información que imagino que no tenemos acceso”
(Delegada, Libertad Asistida Especial)
“Hay una falta de coordinación entre los distintos estamentos públicos, nos pasó
eso de solicitar una información, no es que eso no me corresponde a mí, esto de
del Ministerio de Desarrollo Social, no del Trabajo, no es que aquí debieses
coordinarte con el programa ejecutor de las sanciones, no ese certificado te lo da
el Ministerio de Educación. Hay un montón de cosas no resueltas, yo te diría que
muchas de las personas que trabajan ahí no lo saben, falta de claridad en los
protocolos y flujogramas” (Coordinador Técnico, Programa de Intermediación
Laboral)
Los programas atribuyen esta falta de información a una debilidad en el liderazgo de
SENAME, específicamente en sus direcciones regionales desde donde, según relatan,
sólo se les hace llegar periódicamente la disponibilidad en determinados cursos de
capacitación, sin que se les entregue una visión general del sistema con un análisis de
los distintos programas. Reconocen que hay un trabajo en una mesa de capacitación,
pero en que los objetivos se centran en transmitir información general sobre las
licitaciones en curso, y sobre los criterios de selección de los jóvenes para ello.
“En términos ya más globales de cómo dialoga SENAME con el Ministerio del
Trabajo y con SENCE, lo que nos llega a nosotros es muy poco. Más que nada
está focalizado en lo que son capacitaciones más específicas. De hecho, el
SENAME levantó una mesa de capacitación donde van todas las colaboradoras y
lo que nos cuentan ellos es lo que están comprando, lo que se va a licitar.”
(Director, Programa de Libertad Asistida Especial)
Las diferencias de apreciación entre los programas de libertad asistida especial y los
programas de intermediación laboral se advierten en relación a su propio rol en la
obtención de la información y en su aprovechamiento. Los profesionales de libertad
asistida especial sostienen que ellos llevan a cabo programas a los que se les solicita
una intervención en múltiples niveles y que tienen poca capacidad de abordar en detalle
cuestiones relacionadas con las intervenciones más específicas, como la laboral.
“Son cabros que han sido abandonados, maltratados, en que en sus sectores han
sido de alguna manera poco invertidos en términos desde el equipamiento
territorial (…) Entonces a estos programas se les pide demasiado, inserten un
infractor de ley. Pero cuando el infractor de ley llega acá, ya llegó con una
trayectoria muy compleja.” (Director, Programa de Libertad Asistida Especial)
73
Por otra parte, cada programa opera en territorios acotados por lo que su capacidad de
articular redes más amplias es escasa. En este sentido explican que les hace falta, como
se menciona en las citas anteriores, el respaldo institucional y estratégico de SENAME
para movilizar la red en distintos niveles y para integrar las visiones sobre los casos.
“O sea si hay convenios para trabajar con jóvenes Infractores de ley, tiene que
estar dirigido por una entidad, que debiera ser la Unidad de Justicia Juvenil38 (a mí
criterio), y que la Unidad de Justicia Juvenil debería armarme esas redes
territoriales de discusión de caso y ver cómo operamos la red local (…) yo siempre
cuando voy a SENAME, frente a determinadas cosas yo siempre digo que trabajar
en la complementariedad suena muy bonito, es muy discursivo, pero la
complementariedad es una responsabilidad para los todos los que intervienen, no
sólo de los delegados. Y obviamente que esa responsabilidad tiene que ver con
una gestión de programas, con iniciativa, con considerar la articulación de red
como herramienta del proceso” (Jefe Técnico, Programa de Libertad Asistida
especial)
Los programas de intermediación laboral tienen una apreciación algo distinta sobre este
punto. En general tienen un conocimiento algo más pormenorizado del funcionamiento
del estatuto de capacitación. Dado que son instituciones especializadas en inserción
laboral, tienen una gestión más proactiva al momento de recoger información, la que
obtienen sobre la base de sus propios recursos. Reconocen también que reciben poca
colaboración de SENAME, la que se manifiesta en traspaso de información de forma
administrativa y no como parte de una gestión estratégica u operativa.
“Creo que falta más gente operativa en las redes de dirección regional y nacional
de conseguir cosas, no de mesas, porque hay mesas que llevan años trabajando,
mesa con Gendarmería, de SENAME con educación (…) entonces sí, si algo que
falta son gestores que conozcan la realidad, que salgan, vayan allá, golpeen esta
puerta, gestionen la inclusión.” (Director, Programa de Intermediación Laboral)
“Cero. O sea, es muy administrativo, es como entrega de información, pero en éste
año al menos y durante la ejecución del PIL, ha sido una sola vez y de parte de
una profesional técnica, no necesariamente es un lineamiento estratégico del
programa ni un lineamiento de SENAME en específico. O sea, a nivel regional hay
súper poca colaboración.” (Director, Programa de Intermediación Laboral)
Sin embargo, la diferencia entre ambos programas radica en que en éstos se mostraron
cautelosos respecto de requerir hoy mayor liderazgo del servicio. Coinciden en que dadas
las condiciones actuales y más allá de los problemas que hoy se conocen de SENAME,
existe una trayectoria de desprestigio institucional que hace que, a nivel simbólico,
asociarse a este servicio genera resistencia, tanto en el sector público como privado. En
consecuencia, en este momento, estos programas prefieren gestionar la red en forma
autónoma y no amparados en el liderazgo de SENAME.

38Unidad de las Direcciones Regionales de SENAME encargadas de la asesoría y supervisión de los


programas en el territorio.
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“SENAME está ampliamente cuestionado, no se confía, incluso antes de todo esto.
El mismo sector público te cierra las puertas, tuve una mala experiencia. Más vale
el trabajo personal que por representación de una institución” (Director, Programa
de Intermediación Laboral)
“Y además hay un tema simbólico, pero que tiene que ver en cómo se percibe al
Estado como ejecutor de éste tipo de programas, o sea Gendarmería es una muy
mala marca y SENAME también es muy mala marca. Entonces hay desconfianza
en extremo respecto de cualquier cosa que venga con esa marca asociada.”
(Director, Programa de Intermediación Laboral)
• Falta de operacionalización de oportunidades en la administración pública
En relación a la posibilidad de utilizar la administración pública como espacio de inserción
laboral, conforme a la modificación introducida al Estatuto Administrativo y al Estatuto
Administrativo Municipal en 2013, sólo uno de los entrevistados conocía esta posibilidad
y por lo tanto pudo pronunciarse sobre las dificultades para aprovecharla.
En su opinión, para que sea operativa, debe diseñarse un proyecto liderado por SENAME
(y Gendarmería de Chile) que cuente con objetivos estratégicos y que abra espacios en
diversas reparticiones de la administración pública y municipal que posteriormente
puedan servir de referente para impulsar la inserción laboral de infractores en el sector
privado. No obstante, en su opinión, las instituciones involucradas no han liderado
iniciativas de esa naturaleza, estando actualmente la norma en completo desuso, lo que
se explicaría simplemente por inacción.
“Si, pero, pero es que en ese sentido también tienes que tener un líder de proyecto
y no hay. O sea, ni Gendarmería ni SENAME han asumido el liderazgo (...)
necesitas a alguien que lo haga, y que lo haga con visión estratégica y no hay
nadie y en el Ministerio tampoco (…) desidia, falta de visión estratégica, prejuicio”
(Director, Programa de Intermediación Laboral)
Consultados sobre cuáles son los elementos o factores facilitadores para el uso efectivo
de programas e incentivos para la inserción laboral, los actores que pertenecen a los
programas de libertad asistida especial y de intermediación laboral, manifestaron
unánimemente que todo el proceso de gestión de la red pública para la inserción laboral
descansa en la gestión individual de cada programa y de los recursos que logren movilizar
desde sus posibilidades locales, dada la información que manejan y la motivación de sus
profesionales.
En ese sentido, los elementos facilitadores se relacionan exclusivamente con las alianzas
locales que son capaces de establecer y mantener en el tiempo, en el caso de los
programas de libertad asistida especial. En el caso de los programas de intermediación
laboral entrevistados, identifican como ventaja adicional su trayectoria institucional previa
a su constitución como Organización Colaboradora de SENAME, que hace que se les
identifique con una gestión seria y metodológicamente efectiva, lo que prima sobre la
identificación con el servicio.

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Recursos necesarios y propuestas para resolver las dificultades descritas

Esta variable tuvo por objeto recoger las herramientas, acciones o formas de gestión que,
en opinión de los profesionales de Libertad Asistida Especial y de los Programas de
Intermediación Laboral, serían necesarias para superar las dificultades en el uso de los
incentivos y programas de apoyo al empleo. Es necesario precisar que, si bien se
recogieron propuestas relacionadas con este tema específico, los ejecutores también
aportaron consideraciones generales sobre la ejecución de las sanciones del sistema de
justicia juvenil que de alguna forma tienen un impacto en la gestión de la inserción laboral
y en general en un resultado exitoso de reinserción social de largo plazo.

• Ajuste de los criterios de admisibilidad a programas e incentivos


Sobre este punto coinciden todos los profesionales. La descripción de los programas de
capacitación y apoyo al empleo recogen a la población en términos puramente formales
sin dar cuenta de las características que realmente tienen, especialmente en materia de
retrasos educativos. En este sentido señalan que los requisitos deben flexibilizarse para
que puedan admitirse a una mayor cantidad de infractores. Sin embargo, también señalan
que eso idealmente pasa porque las instituciones especializadas en capacitación se
involucren efectivamente y adquieran conocimiento directo y en terreno del trabajo en
sanciones, que se perciben desde este ámbito de acción como instituciones más bien
pasivas en relación con estos usuarios.
“…se pierden muchos cursos, mucha plata, yo creo que lo primero es que estas
instituciones de capacitación de formación laboral se muevan un poquitito y vayan
donde están los jóvenes, hablo de medios privativos, semicerrados, programas de
sanción, yo tengo la experiencia que las instituciones no bajan al terreno, a lo
operativo. Las instituciones tienen que bajar, tiene que acercarse, no solo el
delegado (…) yo considero que muchos planes se generan desde el escritorio, sin
tener en cuenta las condiciones en las que están los chiquillos, ya sea medio libre
de los espacios que tiene o también dentro de los privativos, creo que falta que la
instituciones se acerquen más y conversen, bajen un poco de los edificios de las
oficina y vayan a mostrar la oferta, vayan a educar en torno a la oferta”
(Coordinador Técnico, Programa de Intermediación Laboral)
“Tiene que ser una cosa más flexible, porque efectivamente nosotros trabajamos
con chiquillos que no tienen esos criterios para incorporarse. Puede haber un
criterio, que no consuman drogas, por ejemplo. Mi realidad (…) cuando yo hago
las entrevistas de ingreso, el 80% de los chiquillos te manifiesta el consumo de
marihuana. No son drogas duras, no, no es pasta base, cocaína, es marihuana.
No es consumo problemático (…) pero trabajamos con la realidad, o sea, si una
chiquilla viene para acá y me dice “pucha tío, tuve relaciones sexuales con mi
pololo ayer”, ¿y te cuidaste? No. Anda al consultorio y pídete la píldora del día
después. O sea, esa es la ley de responsabilidad penal adolescente que trabajo
76
yo ¿te fijas?, si vamos a forzar a la respuesta pública, que se esfuerce por ver la
realidad como tiene que verla.” (Director, Programa de Libertad Asistida Especial)
“Cuando uno pide ayuda la respuesta es: es que no tengo, es que tengo que tener
30 cabros. Pero es una población compleja, con otras características, no te pido
que hagan programas específicos para ellos, pero la metodología tiene que ser
diferente.” (Director, Programa de Intermediación Laboral)
• Sistemas de información integrados
Como se relevó anteriormente, los flujos de información sobre las posibilidades de la red
pública es una dificultad que todos los entrevistados manifestaron. El manejo de
información común para todos los actores del sistema involucrados en los procesos de
reinserción es clave, tanto para conocer la oferta disponible como para poder evaluar la
pertinencia de ésta a las necesidades de los jóvenes y generar mecanismos de
retroalimentación. Como se observa, la información compartida tiene una función
fundamental en varias dimensiones, sin embargo, globalmente, podría decirse que lo que
permite es la gestión eficiente de casos, evitando omisiones y redundancias en la
intervención y posibilitando la evaluación.
“Yo te diría que hay una cuestión básica que tiene que ver con interoperabilidad
de las bases de datos, que es primordial para lograr tener de alguna manera cruces
de información que permitan identificar mejor necesidades y personas potenciales
de intervención.” (Director, Programa de Intermediación Laboral)
“Entonces como que siempre el trabajo es parcelado sin que haya una
interconexión entre los intervinientes, eso es lo que se ve, no hay como una
integralidad del caso (…) Si tú me preguntas, reuniones de infancia y adolescencia
adonde se convocan a los intervinientes, son pocos (…) O sea, que en el programa
al que yo derivo sepan qué puedan esperar de mí como programa que está
interviniendo.” (Jefe Técnico, Programa de Libertad Asistida Especial)
En relación al manejo de información integral, desde los Programas de Intermediación
Laboral se levantó, nuevamente, el tema específico relativo al rol de los delegados de
Libertad Asistida Especial.
Los delegados son los profesionales que mantienen el contacto permanente con los
jóvenes y diseñan, supervisan y evalúan en cumplimiento del Plan de Intervención
Individual, por lo tanto, son quienes deben manejar el estado de la intervención las
múltiples dimensiones que se ha establecido. Sin embargo, la experiencia de los
Programas de Intermediación Laboral (que reciben a los jóvenes derivados de los
programas una vez que, teóricamente, ya se registran avances significativos en el plan)
es que los delegados transmiten información muy incompleta y de baja calidad lo que se
traduce, por una parte, en derivaciones inadecuadas y por otra, en diagnósticos e
intervenciones deficitarios que tienen que complementarse o subsidiarse por parte de los
programas de intermediación laboral.

77
El déficit de información que manejan y transmiten los delegados radicaría según su
opinión, en la altísima rotación de estos profesionales (cuestión muy sensible para los
jóvenes también) y la cantidad de casos que maneja cada uno. No obstante, también
atribuyen este fenómeno a lo que refieren como limitadas competencias de los delegados
para llevar adelante el trabajo de diagnóstico, intervención y evaluación.
“Tienes una figura que debiese abarcar mucho de eso, que es el delegado. El
delegado es quien está encargado de la sanción de los jóvenes y el joven tiene
que cumplir con un plan de intervención, y siempre en ese plan habrá objetivos
ocupacionales, educacionales, de salud mental, familiar o cultural, etc. Por lo tanto
ya debiesen tener una persona encargada que conozca bien la oferta para los
jóvenes infractores (…) Pero yo creo que pasa por la falta de recurso humano y
también creo que muchos delegados no están preparados, recién egresados,
mucha rotación de personal (…) Entonces el delegado debiese cumplir un rol
fundamental. Ellos son el principal estandarte para estos chiquillos del medio libre,
es una figura en la cual debiese manejar todo del caso” (Coordinador Técnico,
Programa de Intermediación Laboral)
“…llegaban chiquillos acá que no conocían a sus delegados, porque además hay
tema de rotación de delegados tremenda. Llegaban chiquillos acá, que habían
hablado con los delegados, pero que, en realidad, el diagnóstico que se había
hecho sobre ellos era pésimo (…) No solo no entienden el programa de
empleabilidad, yo creo que no entienden las nociones básicas de un diagnóstico
de intervención, de un plan de intervención o de un plan de reinserción. Hay muy
poca claridad respecto a eso” (Director, Programa de Intermediación Laboral)

• Especialización de los organismos de capacitación


Otra dimensión del ajuste a las características propias de la población juvenil condenada,
es la propuesta relativa a que aquellos organismos (OTEC) que entregan las
capacitaciones, se especialicen en mayor medida para entregar una formación efectiva
en este perfil. Se trata de que, además del diseño de los programas de la red pública,
aquellos a quienes se licita su ejecución tengan alguna especialización.
“Yo te diría que lo otro, por ejemplo, que los requisitos de capacitación y los
organismos de capacitación fueran un poquito más especializados para la
población infractora de ley, porque algunos del registro especial, trabajan con
población vulnerable, pero no trabajan con infractores de ley.” (Director, Programa
de Intermediación Laboral)
“Esta es una población diferente que necesita otro apoyo, y la capacitación debería
ser diferente, en el sentido de que aquí las OTEC que vienen han sido muy
agradecidas de los dos meses de trabajo de habilidades blandas porque si no, no
puedes avanzar, yo creo que falta eso.” (Director, Programa de Intermediación
Laboral)

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• Otras recomendaciones
Vale la pena recoger algunas reflexiones generales realizadas sobre la ejecución de las
sanciones y sobre ciertas nociones imperantes relacionadas con la capacitación y el
trabajo. En este sentido, son recomendaciones que dicen relación con que la inserción
laboral no responda solamente a desistir del delito, sino que entregue herramientas para
el crecimiento laboral futuro y además se relacione con la pertinencia de la oferta para
participar de los objetivos de desarrollo económico nacionales.
En primer lugar, desde un programa de intermediación laboral se critica que desde
SENAME y también desde el diseño de los programas de capacitación y apoyo al empleo,
existe cierto sesgo hacia oficios que podrían ser calificados como elementales y que
entregan poco valor y proyección a las competencias de un joven. En ese sentido, este
es un obstáculo serio para movilizar una mayor motivación y expectativas por parte de
los jóvenes y, además desde una perspectiva amplia, para que la población vulnerable
se incorpore a mercados dinámicos con herramientas que le permitan paulatinamente
progresar su condición socioeconómica.
“Y además lo otro es que yo creo que se ha instalado en SENAME como que hay
que buscar empleabilidad pero sobre la base de algunos rubros y oficios más o
menos estándar para población pobre. Entonces le siguen dando la gastronomía,
le siguen dando a la...no sé, nosotros seguimos con grúa y con algo de albañilería
pero porque tenemos un mandante clarito en eso, pero no hay una opción por
romper el esquema respeto a los procesos de capacitación, entonces por decirte,
agregar nuevas tecnologías, seguimos enseñando electricidad básica, y la malla
curricular no está asociada por ejemplo a terminar con un técnico electromecánico
dentro de un cumplimiento de sanción(… ) yo creo que hay que pegarse saltos, o
sea si vas a hacer gastronomía, haz gastronomía gourmet, genera toda la
capacitación como para que tengas un chef a la salida, pero si vas a tener a una
persona que va a hacer papas fritas y sopaipillas...” (Director, Programa de
Intermediación Laboral).
“O sea, tienes que capacitar a alguien para que además tenga licencia D para
manejar retroexcavadora, para que además tenga, no sé, para que sepa
construcción, pero éste tipo de construcción, que no sea sólo un pegador clavos,
que sepa armar estructuras metálicas de alta especialización. Ese tipo de cosas,
si tú vas en una lógica en donde la gente queda habilitada para moverse en un
mercado súper complejo y no que quede habilitado para hacer pan amasado, para
cortar el pelo, para maquillar, para pintar las uñas, como en el caso de los cabros
del SENAME para hacer orfebrería y muebles.” (Director, Programa de
Intermediación Laboral)
Esta perspectiva en relación a la pertinencia de la oferta, se pudo observar también en la
apreciación de los jóvenes sobre las capacitaciones recibidas, como se verá más
adelante.

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Por otra parte, se mencionó que la oferta está diseñada pensando fundamentalmente en
trabajo formal y dependiente. Si bien uno de los objetivos deseados de la inserción laboral
es que los jóvenes se incorporen a espacios en que exista formalidad laboral y respeto
de sus derechos como trabajadores, lo cierto es que el modelo no incorpora cuestiones
como el autoempleo, y la oferta pública al respecto es muy escasa hacia este tipo de
población. Esto es muy relevante ya que las nociones de inserción laboral que prevalecen
en el sistema de justicia no incorporan, por ejemplo, la relevancia de los ciclos
económicos que pueden hacer que esta modalidad adquiera mucha importancia en
momentos de mayor desempleo.
“Entonces cuando tienes las tasas de desempleo que tiene Chile hoy día, o las
tasas de empleo con un nivel de conformaciones, en donde casi el 40% de la
estadística es empleo precario, es súper complejo pensar en que la solución va
solo por capacitar. Porque finalmente tienes un montón de gente súper
capacitada, pero en donde no hay trabajo. Los ciclos económicos son súper
determinantes en eso.” (Director, Programa de Intermediación Laboral)
Adicionalmente, hay cuestiones de territorialidad en que la inmensa mayoría del empleo
disponible en algunas zonas del país es trabajo informal, por temporada por ejemplo y
esa realidad no se recoge en los modelos de inserción laboral del sistema de justicia
juvenil.

DIMENSIÓN 6: Coordinación intersectorial

La ley 20.084, en su artículo 42 dispone que: “En la modalidad de libertad asistida


especial se asegurará la intervención de la red institucional y de protección del Estado,
según se requiera. Será responsabilidad del Servicio Nacional de Menores la
coordinación con los respectivos servicios públicos.” A su turno, el reglamento de la ley
establece que esta coordinación debe realizarse a través de convenios a los que se debe
dar seguimiento. La exigencia de la ley responde al reconocimiento de la naturaleza
multidimensional de las intervenciones y por lo tanto la necesidad ineludible de vincularse
con las instituciones públicas a cargo de políticas sociales especializadas.
Con todo, la ley no establece un sistema de gestión intersectorial o define prácticas ni
obligaciones de coordinación interinstitucional, esta dimensión tuvo por objeto analizar
las formas que esta coordinación adopta en la práctica en el ámbito laboral.
Como ya se ha adelantado en el análisis de las dimensiones anteriores, la relación y
coordinación institucional que se mantiene desde SENAME para el apoyo al empleo es
únicamente con SENCE en función de los programas del estatuto de capacitación. La
norma que permite a personas condenadas por simples delitos acceder a trabajos
auxiliares y administrativos en la administración pública y municipal, es una disposición
que no ha sido implementada. En consecuencia, no ha habido coordinación con otras
reparticiones del Estado.

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Las razones del desuso de la norma no son claras, pero fundamentalmente se esgrime
falta de planificación de un proceso de difusión y un plan de operativización de la política
que hubiese acompañado al proyecto de ley. Como no existió una planificación de esta
naturaleza, la implementación quedó sujeta, en último término, a las prioridades de la
autoridad del momento.
“…lo que yo creo que hace falta es institucionalizar todo lo que tiene que ver con
gestión intersectorial y en los distintos niveles, o sea nacional, regional y local. Y
es importante que esté institucionalizado porque es la forma en que tú puedes
dirigir de mejor manera porque nosotros como profesionales, o sea por mucho que
yo haya tenido un cargo de jefatura tengo ciertas limitaciones, si no es una
prioridad para la autoridad, no lo impulsa la autoridad, a mí me cuesta mucho
convocar” (Profesional, Ministerio de Justicia)
Desde SENAME reconocen que no se han generado acciones para implementar la
norma, sin embargo, la profesional entrevistada estimó que ello requeriría de personal
especialmente dedicado a esa tarea, la cual además reconoce sería muy necesaria,
especialmente para los programas de intermediación laboral de regiones, que son muy
pequeños y por lo tanto no tienen capacidad de gestión para desarrollar ese tipo de
coordinaciones, convenios y modelos de trabajo.
“Yo pienso que aquí en el Servicio debiese haber una persona encargada de
generar ese tipo de relaciones para generar convenios macro y que después le
llegue esa posibilidad regiones, porque otra cosa que nos han levantado los
programas de intermediación laboral es que se sienten muy solos en esta gestión
y requerirían una participación mucho más grande por parte del Director Regional.”
(Profesional Departamento Justicia Juvenil, SENAME)
En concordancia con la falta de implementación descrita, es relevante señalar que los
profesionales de los programas de libertad asistida especial manifestaron no conocer en
absoluto dicha norma. Por su parte, sólo uno de los dos programas de intermediación
laboral conocía la disposición y además había realizado gestiones para poder
operativizarla y generar espacios de inserción laboral en ese ámbito, sin éxito.
“No, no tenía ni siquiera conocimiento, y me declaro incompetente frente a eso.”
(Jefe Técnico, Programa de Libertad Asistida Especial)
“Lo había leído por el diario, pero en lo concreto no está puesto acá.” (Director,
Programa de Libertad Asistida Especial)
“Hemos tratado de acceder a la Asociación Chilena de Municipalidades, a
municipios en específicos y tenemos una idea de proyecto súper concreta que se
la pusimos sobre la mesa al Ministerio de Justicia a la Unidad de Reinserción, pero
que nunca nos han pescado” (Director, Programa de Intermediación Laboral)
En cuanto a la relación institucional con SENCE para la gestión de capacitación y apoyo
al empleo, si bien existe una relación fluida, es una relación que ha pasado por distintas
etapas. Existen períodos en que la colaboración ha sido más estrecha y en otras es una

81
relación más formal que de gestión efectiva. En cualquier caso, la coordinación no es un
modo institucionalizado de gestión que tenga por objeto crear valor público en conjunto,
sino que más bien descansa en la voluntad de profesionales específicos que muestran
una especial motivación por llevar a cabo ciertos programas.
Por otra parte, desde el Ministerio de Justicia se advierte que la gestión intersectorial se
focaliza preferentemente en hacer efectivas ciertas prestaciones e incluso ampliarlas,
pero en ningún caso se trata de un trabajo pensado para el diseño conjunto de una
respuesta pública.
“Hay una relación de coordinación entre servicio y servicio, entre el SENCE y el
SENAME para ver cómo se coordina el acceso a las prestaciones, eso diría yo que
es, de los jóvenes de Justicia Juvenil a los programas de SENCE. Yo diría que
eso es la situación de la coordinación” (Profesional, Ministerio de Justicia)
“Es que sabes lo que pasa que yo creo, desde mi experiencia, es que (las
relaciones) son buenas. Pero por ejemplo SENCE saca un programa cuya
población objetivo puede ser nuestra población, pero después de que saca el
programa habla con SENAME, no antes. Entonces tu cuando lo vas a implementar
te encuentras con los problemas, cuando en el diseño pudiste haber tenido la
conversación y poder orientado mejor. Por ejemplo, lo que pasó con Mas Capaz.”
(Profesional, Ministerio de Justicia)
En conclusión, el trabajo intersectorial se inicia y adquiere su máxima relevancia cuando
se hace necesario destrabar el acceso a las prestaciones de la red aun cuando las
voluntades de los profesionales involucrados estén totalmente comprometidas en el
trabajo conjunto.
Desde SENAME se describe una relación interinstitucional muy activa y de mucha
colaboración, centrada fundamentalmente en la asignación de cupos y recursos para
capacitaciones, además de operativizar el acceso a ciertos programas que ya existen.
“Excelente, o sea SENCE está al 100% con nosotros cosa que nosotros le
proponemos SENCE lo hace, lo ejecuta y es de una eficiencia… la gente reacciona
a los 5 minutos, hablaste con el jefe ahora y a los 5 minutos te llegan los correos
de todas nuestras contrapartes técnicas de SENCE, yo hoy trabajo con 6 personas
distintas de SENCE.” (Profesional Departamento Justicia Juvenil, SENAME)
Sin embargo, se sustenta fuertemente en la convicción de los profesionales que trabajan
estos temas por parte de ambas instituciones, pero no en una política institucional
permanente. Lo anterior se manifiesta claramente cuando se advierte que recién se están
comenzando a analizar en conjunto las posibilidades del estatuto de capacitación para la
población condenada:
“Bueno, ellos nos mandaron cuales son los instrumentos que ellos ocupan,
también hay todo un trabajo ahí, tengo que analizar los que ocupan para ver si hay
alguno que sirve para nuestra población, estamos empezando a hacer eso.”
(Profesional Departamento Justicia Juvenil, SENAME)

82
En lo que si se advierte una gestión intersectorial de una naturaleza distinta, orientada a
proporcionar en conjunto una respuesta de mayor productividad, es lo que se describe
desde SENAME como avanzar para elaborar un sistema interoperable de datos o en el
diseño de componentes transversales de habilidades blandas en una línea de cursos de
capacitación. No obstante, parecen ser esfuerzos aislados, especialmente si se considera
que, como ya se explicó, en la Dirección Nacional de SENAME la coordinación del
Servicio con SENCE está a cargo de sólo una persona.
Tanto desde SENAME como desde el Ministerio de Justicia coinciden en que, en éste y
en todos los ámbitos de la ejecución de sanciones, la debilidad de la coordinación
intersectorial se manifiesta principalmente en que se pierde la visión integrada de la
intervención, que permita gestionar casos en lugar de entregar intervenciones
fragmentadas que se traducen en atención ineficaz o en sobre intervención de los
jóvenes.
“Yo creo que todo el mundo entiende que la gestión intersectorial es algo
importante y es algo necesario, el punto es que como nosotros tenemos políticas
tan fragmentadas que creo yo, que es un poco tarde cuando nos sentamos a
conversar con el otro (…). Porque es muy raro que éste joven que es una sola
persona tenga la intervención de la sanción, por una parte, la intervención de
intermediación laboral por otra distinta, separada de su delegado que es el que se
supone que gestiona su caso, eso sí yo lo veo como una complejidad” (Profesional,
Ministerio de Justicia)
Desde la perspectiva de SENCE, los profesionales también reconocen que la
colaboración interinstitucional ha tenido períodos de mayor y menor intensidad. Explican
que actualmente, están tratando de instalar formas de trabajo fluidas y expeditas,
enfatizando en la gestión conjunta, porque respecto del acceso efectivo a programas,
como menciona un profesional del departamento de Capacitación a Personas: “No hay
barreras de entrada, pero tampoco hay nadie empujando para que suceda.” (Profesional,
Departamento de Capacitación a Personas)
En lo que parece que se ha avanzado, es en compartir información, pero aún es a nivel
de programas. Y el intercambio de información es distinto según cada programa. Además,
está orientada a fines específicos, como por ejemplo, que las direcciones regionales
conozcan a tiempo los períodos de postulación. En suma, se destaca un esfuerzo
conjunto pero que está enfocado en solucionar problemas más que gestionar
coordinadamente para realizar análisis y mejoras progresivas.
“Lo que se ha hecho últimamente es intensificar el trabajo con nuestra contraparte
con prácticamente todos los programas que ofrece SENCE, con el Departamento
de Capacitación de Personas y considerando todas las particularidades que tiene
cada programa. Por ejemplo, con el programa Aprendices se está llevando a cabo
una coordinación mucho más afiatada entre las direcciones regionales de ambas
instituciones para que conozcan a tiempo la apertura que tiene este programa para
la postulación de personas que sean parte de SENAME” (Profesional,
Departamento de Capacitación a Personas)
83
“Eso se ha hecho, pero no en termino globales como lo estamos planteando
ahora, con todos los programas, ese análisis ha sido más particularizado por los
programas, la contraparte técnica lo hace con su contraparte de SENAME, es más
particular” (Jefe del Departamento de Capacitación a Personas, SENCE)
Con todo, se advierte que entre los profesionales de SENCE existe claridad respecto de
ciertas metas u óptimos de gestión intersectorial hacia los que creen que es necesario
avanzar. Los profesionales de SENCE confirman que el buen momento por el que pasan
las relaciones institucionales depende casi completamente de la voluntad de los
profesionales que deben llevar a cabo los programas desde las respectivas instituciones.
Por ello, más allá de los avances que están tratando de implementar, creen que se
requiere una visión de sistema y conforme a una política de Estado sumado a una real
capacidad de gestión a nivel regional.
“Básicamente necesitamos capacidad de gestión a nivel regional de ambas
instituciones, las voluntades están, los programas están, como nos aseguramos
que la oferta realmente llegue. Eso, más que grandes acuerdos conceptuales o
convenios, capacidad de gestión regional. Regional, ese es el nivel más operativo.”
(Jefe del Departamento de Capacitación a Personas, SENCE)
“Y no está demás mencionar una política de estado al respecto, obviamente
estando supeditados al momento político de cada gobierno sin perjuicio de ello,
sería importante generar una política de estado donde se genere una red de
reinserción social que se componga y se aglutine con todos los organismos
públicos que participamos en esta red.” (Jefe del Departamento de Capacitación a
Personas, SENCE)
Las características del trabajo intersectorial ente SENCE y SENAME que se han descrito,
pueden observarse claramente en la gestión de los programas de libertad asistida
especial y programas de intermediación laboral. En estos programas se observa un
amplio desconocimiento de los ejecutores de sanción acerca del estatuto de capacitación,
la forma en que opera y los programas que lo componen. No hay claridad sobre aquellos
programas en que las personas condenadas constituyen una de las poblaciones objetivo
preferentes, ni cuáles son los requisitos para que los jóvenes que atienden hagan uso de
éstos. Su vínculo con SENCE es prácticamente inexistente, se limita a la recepción
periódica de oferta en ciertos cupos en capacitaciones determinadas que llegan a través
de SENAME, respecto de los cuales ellos evalúan cuales son pertinentes para los jóvenes
que atienden y en adelante, toman contacto con la propia OTEC.
En general, su ámbito de gestión sobre esta materia se circunscribe a las OMIL de los
territorios donde operan y a las capacitaciones y oportunidades que llegan a su
conocimiento a través de ellas. Otro vínculo importante es a través de algunas ONG que
ofrecen cursos, capacitaciones y en algunos casos intermediación laboral. Sólo los
programas de intermediación laboral entrevistados mostraron un conocimiento algo más
acabado de los programas disponibles en la red pública.

84
“Conocemos en términos de capacitación lo que es este organismo del Hogar de
Cristo, Infocap, y todas las ofertas que hay respecto a esos ámbitos de
capacitación que es a través de esta Fundación. Hay otra Fundación que funciona
para el lado de Santa Rosa, pero no me acuerdo el nombre.” (Director, Programa
de Libertad Asistida Especial)
“Nosotros no nos vinculamos directamente con SENCE. Lo que hace sí el
SENAME en su lógica intersectorial, por ahí está requiriendo algunas
capacitaciones que las compran y la ofertan a nosotros. Pero que nosotros
tengamos con SENCE relación, yo creo que hace años.” (Director, Programa de
Libertad Asistida Especial)
Los operadores entrevistados también manifestaron que ellos no se vinculan localmente
con SENCE y que no mantienen un flujo de información con SENAME respecto de la
oferta disponible y que ellos pudiesen usar autónomamente. Con todo, reconocen el
esfuerzo que se ha hecho en el último tiempo a través de una mesa de trabajo de
capacitación que reúne a representantes de todos los actores a nivel nacional, sin
embargo, en el mismo sentido del resto de los entrevistados, señalan que el flujo de
comunicación y la gestión interinstitucional se pierde a nivel regional que es con quienes
ellos se vinculan en la gestión cotidiana.
“No, no hay una información regional. De hecho, se asignaron en este nuevo
periodo de gobierno, las direcciones regionales abrieron el cargo de gestores inter
institucionales. Pero fue netamente algo de asesor al Director Regional (de
SENAME). Fue hacia arriba, digamos. No es que nosotros tengamos un
coordinador que nos envía información de la oferta del servicio público, no es así”
(Director, Programa de Intermediación Laboral)
“Cero. O sea, es muy administrativo, es como entrega de información, pero en éste
año al menos y durante la ejecución del PIL, ha sido una sola vez y de parte de
una profesional técnica, no necesariamente es un lineamiento estratégico del
programa ni un lineamiento de SENAME en específico. O sea, a nivel regional hay
súper poca colaboración.” (Director, Programa de Intermediación Laboral)
Al haber poco conocimiento en los programas de libertad asistida especial, no es posible
dar cuenta de la utilización de las herramientas de la red pública de capacitación y apoyo
al empleo, de manera de poder discriminar cuáles programas son más efectivos que
otros.

DIMENSIÓN 7 Análisis del grupo focal con jóvenes participando en programa


de intermediación laboral

En esta investigación también se quiso recoger la opinión de jóvenes que se encuentran


en proceso de inserción laboral a través de un programa de intermediación laboral. La
importancia de sus opiniones radica en que son ellos los usuarios de los programas y

85
políticas del Estado a través del proceso de reinserción social. En este, caso se trata de
jóvenes que han permanecido, en la mayoría de los casos en libertad asistida especial,
pero además han pasado por otras penas como centros cerrados, semicerrados o libertad
asistida simple.
Para esta parte de la investigación se realizó un grupo focal, donde se formularon
preguntas en torno los siguientes ejes:
• Apreciaciones sobre su experiencia en los programas de libertad asistida
especial
• Opiniones sobre las capacitaciones recibidas en los programas de
sanciones
• Motivación para el trabajo
• Participación en el programa de intermediación laboral.
Si bien los jóvenes, evidentemente no pueden dar cuenta de aspectos de la gestión
institucional, si pueden relatar la forma en que reciben la intervención.
Con todo, previo al análisis es necesario tener en cuenta que, según la opinión unánime
de los actores del sistema entrevistados, los jóvenes que participan de los programas de
intermediación laboral son aquellos que registran los mayores avances en sus planes de
intervención individual, y que tienen también los mejores niveles de cumplimiento en las
sanciones. Por lo mismo, se trata de jóvenes muy motivados y, de alguna manera los
jóvenes de mejor pronóstico en materia de reinserción social.

Apreciaciones sobre su experiencia en los programas de libertad asistida especial

En general los jóvenes valoraron el apoyo que reciben en los programas para terminar
estudios, obtener beneficios sociales y capacitaciones. Sin embargo, se advierte que las
acciones que despliegan los programas de sanciones sólo son útiles para aquellos que
tienen motivación personal para reinsertarse. En otras palabras, las gestiones son
exitosas respecto de quienes ya ha tomado la decisión de iniciar un proyecto de vida que
comience a desarrollarse en torno a conductas pro sociales, pero no necesariamente
respecto de casos más complejos, cuyo incumplimiento no tendría mayores
consecuencias.
“Yo firmo hace 3 años con libertad asistida especial por una condena de 3 años y
otra de 3 años más. Y ahí en realidad te apoyan harto, te apoyan en estudios, en
capacitarte, te dan hartos beneficios y es por uno no más, si no querí no vai a ir
nunca. Y ellos ayudan más a los que quieren hacer un cambio, la motivación...”
“Yo creo que todos tiene la misma forma de trabajo, te ayudan a terminar tus
estudios, si querí trabajar te ayudan a buscar trabajo. Tratan de ayudar al joven a
reintegrarse a la sociedad más que nada, eso es lo que están tratando de hacer
yo cacho, es mi forma de verlo. Pero eso depende más de uno más que nada”

86
Por otra parte, consultados sobre lo que no les gusta de los programas de sanciones, la
opinión unánime fue que lo más difícil es el permanente cambio de delegados, aspecto
que también fue destacado como un problema importante en relación a otras
dimensiones de análisis. Los jóvenes identificaron la rotación como una fuente de
ansiedad importante, especialmente al enfrentar audiencias judiciales y en general, como
la pérdida de un importante lazo de confianza.
“El cambio de delegada, llevai meses y agarrai confianza y el cambio y como que
empieza todo de nuevo, y ahí donde empieza a fallar.”
“Me pasó varias veces, tenía citación a audiencia, iba con el delegado y ni sabía
cómo se llamaba, y él hablaba cosas que ni yo sabía en cambio con mi delegada
ella sabía mi proceso en que estaba yo y todo, es difícil.”
Por otra parte, la valoración positiva de sus respectivos programas se explica en buena
medida por haberlos derivado al programa de intermediación laboral, que creen es donde
efectivamente se produjo un cambio importante de actitud.
“A mí en mí programa lo que más me ha ayudado es postularme aquí, a
Reinventarse. Mi encargada de caso me hablo del tema, y a mí no me interesó
mucho, me habló meses antes que podía ser una oportunidad. Después cuando
ya quedaba poco me dijo si estaba seguro que quería ir, vinimos en una van y fue
lo mejor que me podría haber pasado. Porque acá yo tuve un cambio de verdad,
no en mi programa, en mi programa me ayudaron a reforzar los estudios, pero acá
en la fundación fue cuando yo realmente cambié.”
Respecto de lo que cambiarían de los programas fundamentalmente tiene que ver con
los talleres. En su opinión éstos solo sirven como pasatiempo sin mayor utilidad, y que
se usan sólo para demostrar buena conducta.
“Que hubieran más oportunidades laborales y que los talleres sean realmente
necesarios para personas que están ahí, porque hay talleres simples que te
ayudan a distraerte tu mente un rato y con suerte participan. Igual hay talleres
buenos, pero no sé, algo que te ayude, pa una persona dentro del ambiente
delictual, que no se vaya dando cuenta sino de a poco, para que esa mente vaya
buscando un espacio para desempeñarse en el tema laboral.”
Respecto de esto, y como se verá reiteradamente en adelante al ser consultados sobre
las capacitaciones, los jóvenes no distinguen bien entre lo que es un taller ocupacional o
de uso de tiempo libre de lo que es una capacitación con fines laborales en la sanción.
Esto resulta muy llamativo porque puede ser un indicador de baja calidad de las
capacitaciones o de la falta de preparación de los relatores o los profesores, que podrían
no comunicar efectivamente la funcionalidad en el mundo del trabajo de las competencias
adquiridas.

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Capacitaciones recibidas

En relación a este punto, se les preguntó primero por su experiencia en las capacitaciones
y experiencias laborales obtenidas en el contexto del cumplimiento de la libertad asistida
especial, previo al ingreso al programa de intermediación laboral.
Nuevamente, frente a la pregunta sobre las actividades en las que se habían capacitado
en el programa de libertad asistida especial, se advierte una confusión ente actividades
de capacitación y talleres artesanales o de uso de tiempo libre.
“Yo el 2012 hice gastronomía y saqué el primer lugar y me gané un microondas
profesional. Hice taller de pilografía y ese era implementado en la casa, como
nunca hacía na. Y de ahí me trasladaron a Til – Til y ahí me metí a construcción,
hice mueblería I, II y III, hice artesanías el 2013, electricidad, construcción de
nuevo.”
“Yo hice chocolatería, artesanía, muebles, mecánica, cuero, mueblería, mosaico,
peluche, soldadura y redes.”
Además de la confusión de talleres y capacitaciones, se puede ver que no hay una
planificación consistente de las capacitaciones, orientadas según la motivación de los
jóvenes u orientada al desarrollo de competencias cada vez más complejas en un área o
en áreas complementarias. Tampoco hay, conforme al relato de los jóvenes, una
proyección hacia una colocación laboral.
“Era más para cumplir la rutina, después ya no tenía nada más que hacer porque
las hice todas. Vitrofusión, cuero, gastronomía, todas las áreas, pa hacer trabajo
no más po, y eso deberían ver, a la persona que se le agoten las instancias ver la
posibilidad esté trabajando, porque esa es la idea igual po. Lo hice más que eso
aprender cosas nuevas.”
“A mi igual me llamaba la atención porque todos iban y como no hacía nada,
después fui a todos los talleres, las cosas que haciai se las regalaban a tu familia
pa la visitas y pa distraerte la mente que te ayudaba bastante.”
Probablemente por las mismas razones, tampoco consideran que fueran aprendizajes
motivantes o donde pudieran advertir un interés vocacional. El único que destacaron,
precisamente tenía un componente de proyección muy simple como abrir una cuenta
bancaria (aunque éste se verificó en un centro de régimen cerrado y no en libertad
asistida especial).
“Cuando hacían las capacitaciones son más talleres que capacitaciones, en tu
tiempo libre, diario, o varios días de taller, pero yo nunca lo encontré como ya esto
voy a hacer yo (…) allá terminaste, elegí otro taller, te dan tu diploma, chao”
“Donde veíamos el resultado, eso nos gusta a nosotros. Eso fue un buen proyecto
lo que hizo La Araucana en esa cárcel, tipo escuela, les ayudaban a abrirse una
cuenta corriente, ayudaban a venderlas pa darle platita pa su casita.”

88
Motivación para el trabajo

En este punto, vale la pena mencionar que la mayoría de ellos tenía experiencias en
trabajos informales a muy temprana edad. Esto es relevante, porque estas experiencias
en trabajo informal son necesarias de integrar en el trabajo de apresto laboral, tanto para
rescatar sus aspectos positivos como para reflexionar sobre los negativos.
“Yo sí, trabajé en packing, en las uvas, peras, he pasado casi por todas las frutas.”
“Nosotros sí, en restaurant, en Chicureo, en todas nos echaron, pero trabajamos
juntos. Yo tenía 13 y él tenía 14. Llegamos a un packing de cereza, y no nos
querían recibir por la edad y él dijo que tenía 15, y yo me hice pasar por él y él por
otra persona. Y el primer día les gustó como trabajamos así que trabajamos como
por 3 meses. Pero todo sin contrato.”
Un punto crucial en relación a la motivación, tal como lo relatan los profesionales de las
sanciones y de los programas, es el hecho de tener hijos. En general ese es el punto de
inflexión en el proyecto de vida, y es lo que, según señalan, los hizo interesarse en ser
derivados desde el programa de libertad asistida especial hacia el programa de
intermediación laboral.
“A mí me motivó mi hijo, mi hijo nació el 5 de octubre, cuando supe que iba a ser
papá, no es que mi hijo es hermoso, mi pareja, mi familia, mi padre que falleció
hace poco, que no era mi papá biológico, era la pareja de mi papá, y todos esos
problemas me motivaron más a seguir aquí.”
“A mí me hablaron de esto como 3 - 4 meses antes que yo supiera que iba a ser
papá. Yo nunca, o sea aquí igual me ha costado avanzar laboralmente, pero
cuando llegué a esta empresa, sentía que podía tener la oportunidad.”
“Cuando nació mi hijo igual y justo era mayor de edad, yo mayor de edad siempre
pensé que me iba a vivir sólo sin mi mamá, y ahora estoy arrendando mi pieza con
mi pareja y con mi hijo, esperando que mi sueldo esté más alto y arrendar un
departamento.”
“Yo trabajé en la construcción y ahí me di cuenta que el trabajo de fuerza era fome,
mi encargada de caso me explicó cómo era este sistema y ella me motivó a venir,
me dijo que había capacitaciones, que daban la plata para el pasaje, por mi hijo
igual, cambiar la vida y saber que voy a tener algo para establecerme.”

Participación en el Programa de Intermediación Laboral

En la última parte se les preguntó por su experiencia en el programa de intermediación


laboral. En este punto es necesario advertir que el grupo focal se realizó en Santiago
donde operan los programas de mayor experiencia y recursos.
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Respecto a los aprendizajes hechos en el programa, los jóvenes expresan que el
programa no sólo les ha dado herramientas para el trabajo, sino que habilidades sociales,
autoestima, sentido de pertenencia, a relacionarse con otras personas, etc.
“Familia, amigos, todo, poder trabajar en equipo, unido, ayuda.”
“Somos una familia, la mejor generación, la 2016.”
“Valores, amistad, cariño, respeto, empatía, no hablar en coa, muchos años, a mí
me costó señorita, mi mamá me decía deja de decir esas palabras, se ríen todos
como familia. Mi mamá me dijo una vez que anotara todas las palabras y me dijo
que iba a hacer un diccionario.”
“El respeto en la calle, porque ahora las personas andan todas enojadas,
empujando, ahora me empujan y no digo na, ahora hasta pago la micro, acá nos
han brindado mucho apoyo, en todo sentido, ahora nos queda responder de la
manera que ellos esperan.”
Sin embargo, este proceso ha sido difícil para ellos, especialmente aprender a controlar
sus impulsos.
“Ser responsable, tener una rutina diaria, disciplina, pero aquí he aprendido, he
avanzado.”
“A mí me ordenaron entero, yo venía con la mentalidad de cambiar, vestirme
distinto, hablar distinto, faltaba mucho al liceo y a mi programa y me retaban, no
hacía nada. Acá fue un orden, me levanto a las 4 y tanto de la mañana, tomo la
micro, tomo desayuno, prendo la calefacción, espero a algún compañero para
jugar ping pong, nos vamos a trabajar, veo un rato a mi hijo y a mi pareja, me voy
a estudiar, me voy en el auto a estudiar, estudio, hago dormir a mi hijo y me
duermo. Me ordenaron totalmente.”
“Pasar tanto tiempo con personas que tienen un genio, un carácter, pero igual
hemos tenido roces entre nosotros, algunos son puntúos, eso me desagrada, me
ha molestado, está mejorando, pero a veces igual hay caídas.”
“Como dice mi compañero, eso siempre ha estado, pero lo bueno es que nosotros
nos entendimos y conversamos entre nosotros, tenemos la confianza necesaria
de conversarlo entre nosotros mismos, y nos decimos no sé por qué peleamos, de
tontos nomas. En otras instancias, hubiesen seguido con la pelea, no hubiésemos
dejado de lado el orgullo, eso aprendimos”

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VI. Conclusiones

Desde una perspectiva general, se puede concluir que nuestro país cuenta con un
sistema de responsabilidad penal adolescente que fue diseñado para ejecutar las
sanciones penales de jóvenes que hubieren cometido delitos entre los 14 y 18 años,
privilegiando su cumplimiento en el medio libre. Sin embargo, a casi diez años de la
entrada en vigencia de la ley 20.084, se ha hecho evidente que las quienes cumplen este
tipo de penas se compone mayoritariamente de personas mayores de edad, por lo cual,
algunos focos de la intervención sicosocial que en su momento se tuvieron presente para
el diseño institucional del sistema, en gran medida han perdido vigencia.
De estar fuertemente orientado a la nivelación educacional y a la reincorporación al
sistema escolar, hoy es necesario atender otras variables que son pertinentes e
insoslayables para la vida adulta como el trabajo, tanto en su aspecto formativo como
para la generación de ingresos que permitan una vida autónoma conforme a la etapa de
la vida y para contribuir a la mantención de los hijos o familias. Por lo mismo, y como se
ha descrito a lo largo de esta investigación, la inserción laboral se planifica y ejecuta
desde la sanción o desde la sanción en conjunto con un programa de intermediación
laboral especializado incorporado a la oferta programática de SENAME en 2015, al que
son derivados los jóvenes que cumplen los requisitos para ingresar al programa.
En este escenario, el objetivo de la investigación fue describir la forma en que se gestiona
la inserción laboral tanto desde los programas de libertad asistida especial como de los
programas de intermediación laboral, con énfasis en la gestión intersectorial, tomando en
consideración que en las sanciones en medio libre, específicamente la de libertad asistida
especial, el Estado (a través de SENAME) debe asegurar la intervención del resto de las
instituciones públicas que provean de intervenciones especializadas. Esta obligación se
basa en el reconocimiento que las intervenciones para la reinserción social tienen un
carácter multidimensional en que requiere del uso intensivo de políticas públicas
sectoriales a las que los jóvenes deben tener acceso en forma plena.
En el ámbito del trabajo, la coordinación intersectorial para la capacitación y apoyo al
empleo, se materializa fundamentalmente en la relación con el Servicio Nacional de
Capacitación y Empleo (SENCE). Este servicio administra la herramienta fundamental
del Estatuto de Capacitación que es la franquicia tributaria. Por otra parte, diseña y
administra una serie de programas específicos que se financian con cargo al Fondo de
Capacitación, y que están destinados a satisfacer las necesidades de capacitación e
inserción laboral de la población más vulnerable del país.
En relación a estos programas, el análisis de la normativa de diversa jerarquía que los
regulan revela que no existen, desde este punto de vista, obstáculos para que las
personas condenadas accedan a los programas vigentes. Es más, no sólo no existen
disposiciones expresas que prohíban el acceso de jóvenes condenados, sino que varios
de ellos consideran expresamente a las personas que cumplen condena como población
objetivo del programa. No obstante, el Catastro de la Oferta Programática publicado por

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SENAME no los contempla como oferta disponible a todos los programas a los que podría
accederse.
Adicionalmente, se consideró como parte de la oferta pública de apoyo a la inserción
laboral, la modificación efectuada por medio de la ley 20.702 a los requisitos del Estatuto
administrativo y Estatuto administrativo municipal que permite a personas condenadas a
penas de simples delitos, ser contratadas en puestos auxiliares y administrativos.
Evidentemente, esta norma no cuenta con las características de ser un programa general
de apoyo al empleo, sin embargo, es una herramienta de inserción social elaborada
específicamente para personas que cumplen condena. La implementación de esta norma
requiere de la gestión coordinada de los ejecutores de sanciones con una amplia variedad
de reparticiones públicas que podrían ser potenciales empleadores. En este caso,
naturalmente, no cabe hablar de compatibilidad, pero un examen detenido de la norma
revela que su alcance podría ser inferior al originalmente previsto, al combinarse la
exigencia de la ciudadanía para el ingreso a la administración pública que contiene el
estatuto administrativo. Por otra parte, la norma hace referencia a un único ilícito, lo que
también puede ser un obstáculo para su uso.
Con todo, no se encontraron antecedentes de que esta norma haya sido implementada
e incorporada como parte de las estrategias de inserción laboral del sistema de justicia
juvenil, de manera que no fue posible analizar el potencial real de una norma de esta
naturaleza, ni los problemas que se hubiesen presentado en la práctica. Tampoco consta
que en la discusión parlamentaria se haya realizado un estudio o proyección sobre la
cantidad o el perfil de personas condenadas que podrían beneficiarse. En suma, y como
se verá, es una oportunidad que no ha sido aprovechada por falta de implementación.
A continuación, se presentan las principales conclusiones en base a las dimensiones de
análisis que se plantearon para recoger la información de los actores del sistema. Para
ello, se debe tener en consideración que, entre los actores entrevistados, el proceso de
reinserción social y dentro de éste el de inserción laboral, se entiende desde una
perspectiva que da forma a su gestión dentro del sistema.
Desde la visión de los actores, a partir de cierta edad, la inserción laboral es una
componente clave de la reinserción social, a diferencia de lo que ocurre con los
adolescentes de menor edad del sistema. En este sentido, el inicio de un proceso de
inserción laboral sería un indicador relevante (aunque no único ni definitivo) de la voluntad
de alejarse de conductas asociadas al delito. Por lo mismo, muchas veces identifican
inserción laboral con reinserción social, en los rangos etarios mayores.
La reinserción social involucra una evolución que se inicia en el diseño de un proyecto
personal hasta su concreción y que toma forma a medida que los jóvenes visualizan una
forma de vida que quieren alcanzar, en función de conductas pro sociales, y no delictivas,
donde el trabajo tiene un rol central. También se observa que el principal atributo que se
le asigna al proyecto de vida, como elemento de la reinserción social, es que éste debe
ser autónomo, lo que se entiende como la situación en que el joven está consciente y
ejerce plenamente sus derechos, accede a políticas sociales y participa en formas
múltiples en la comunidad en que desempeña este proyecto de vida.
92
El hecho de que se entienda la reinserción social y laboral como un proceso, implica que
se visualiza como un estado que se construye paulatinamente en conjunto con el joven,
dentro del cual se van instalando ciertas habilidades y logros, pero que no tiene un hito
de logro específico o que esté exento de retrocesos. Asimismo, debe estar basado en las
motivaciones personales de cada joven, el que debe participar activamente del diseño de
su proceso.
En este contexto, se releva especialmente el hecho de que el proceso de intervención
con los jóvenes no tiene necesariamente una evolución lineal porque se trata de personas
que han estado expuestas a una historia de exclusión, frustraciones y vulneración de
derechos, por lo que el proceso de ajuste a sus motivaciones y aspiraciones propias es
crucial como elemento reparador y de adherencia al proceso de reinserción socio-laboral.

Conclusiones en base a dimensiones de análisis

Diseño técnico de la intervención laboral en las sanciones

Respecto de esta dimensión, una primera conclusión es que el diseño técnico de la


inserción laboral en la ejecución de las sanciones del sistema de responsabilidad penal
adolescente ha respondido tardíamente a la necesidad de incorporación al ámbito del
trabajo que se manifiesta en jóvenes mayores de edad, que constituyen un porcentaje
mayoritario de la sanción de libertad asistida especial. Lo anterior, porque el sistema fue
creado pensando en la intervención de adolescentes menores de edad cuya principal
necesidad sería trabajar en la permanencia en el sistema escolar. No obstante, a medida
que ha transcurrido el tiempo, la prevalencia de mayores de edad en las sanciones del
sistema juvenil ha forzado un cambio en los énfasis de la oferta programática de
SENAME.
Frente a esta realidad, el sistema de ejecución de sanciones, que gestiona la libertad
asistida especial por medio de organizaciones colaboradoras de SENAME, tendría
escaso margen de recursos para incorporar nuevas líneas de trabajo y, por otro lado,
tampoco se han incorporado oportunamente incentivos para hacerlo. Lo anterior es
porque tanto la asignación de recursos como la supervisión realizada por parte de
SENAME se orientan al cumplimiento formal de los requerimientos de atención que se
formulan en las orientaciones técnicas emanadas de dicho Servicio, por lo que no hay
una necesidad real de innovar e ir adaptando la intervención a la evolución de la población
atendida.
Estos factores motivaron que la respuesta institucional de SENAME para diseñar su
oferta programática especializada en el ámbito de la inserción laboral para jóvenes
condenados, se realizara por medio de una nueva línea de intervención, con recursos
adicionales, llamada Programa de Intermediación Laboral, y no por la vía de reformular
las condiciones de gestión, recursos ni las orientaciones técnicas de las organizaciones
colaboradoras que ejecutan la libertad asistida especial con este fin. Los programas de
93
intermediación laboral reciben a los candidatos que son derivados desde las sanciones
conforme a ciertos requisitos que los hacen, en principio, idóneos para iniciar un trabajo
especializado en este ámbito
La incorporación de los programas de intermediación laboral es reciente como para
pronunciarse sobre sus resultados, sin embargo, se produce una dualidad en el abordaje
de la intervención laboral que resulta compleja de justificar. En efecto, quienes cumplan
todos los requisitos del programa de intermediación laboral podrán acceder a este
programa especializado, pero existe otro grupo que debe abordar su necesidad de
trabajar la inserción laboral desde el mismo programa de sanción, con las limitaciones
que éstas tienen en la materia, ya que como se explicó, la incorporación de los programas
de intermediación laboral ha tenido como efecto que los programas de libertad asistida
especial hayan desatendido el área laboral, lo que tiene como principal efecto, que las
derivaciones al programa de intermediación laboral sean de muy baja calidad.
Esto resulta problemático, porque, existirían dos estándares de intervención laboral, con
metodologías y recursos diferentes para cumplir con este objetivo, lo que en principio (y
al menos en los programas cuyos profesionales fueron entrevistados) discrimina los
resultados posibles en esta materia. Por ejemplo, la planificación de los procesos de
inserción laboral se realiza, en las dos modalidades, sobre la base del establecimiento
de acciones que están orientadas a alcanzar progresivamente ciertos micro logros que
van consolidando la inserción. El proceso también se evalúa en función de los micro
logros propuestos, pero, en el caso de los programas de intermediación laboral estos
pasos se realizan en el contexto de una metodología estandarizada, a diferencia de los
programas de libertad asistida especial, en que el proceso se diseña caso a caso.
Por otra parte, las características de los jóvenes que se encuentran en condiciones de
iniciar un proceso de inserción laboral, hacen que se genere una tensión entre dos de los
objetivos de la LRPA. En efecto, uno de los fines principales del sistema de justicia juvenil
es disminuir progresivamente la intensidad de la respuesta punitiva del Estado a medida
que se van cumpliendo los objetivos de reinserción social a través de la remisión y
sustitución de la pena, y, por otra parte, el Estado debe apoyar los procesos de
reinserción social por un tiempo suficiente de manera de poder consolidarlos.
Dado que los jóvenes que presentan las características necesarias para iniciar un
proceso de inserción laboral habitualmente son quienes tienen mejor adherencia a la
sanción y tienen muy buenos niveles de cumplimiento, también existe respecto de ellos
buenos argumentos para solicitar una sustitución o una remisión de la condena. Las
organizaciones colaboradoras que ejecutan la libertad asistida especial no tendrían
criterios claros para resolver la disyuntiva entre promover una salida progresiva del
sistema penal o bien avanzar hacia un programa especializado de inserción laboral.

94
Supervisión y asesoría técnica de la intervención laboral

Según la opinión de los actores entrevistados, el proceso de supervisión de las


organizaciones colaboradoras está enfocado fundamentalmente en comprobar el
cumplimiento en términos formales de las obligaciones contraídas por medio del convenio
suscrito entre SENAME y las organizaciones colaboradoras, pero no son un medio idóneo
para recoger información acerca de los resultados de la gestión en áreas específicas. Es
posible que, por esta misma razón no se advierta un proceso sistemático de asesoría
técnica que pudiese mantener actualizados los estándares de intervención. La
información pormenorizada se recoge a partir de consultas que se generan a partir de
contingencias, pero el proceso de supervisión no da lugar a conclusiones o evaluaciones
generales de mayor profundidad acerca del desempeño de las colaboradoras en áreas
específicas, por lo cual, difícilmente podría estructurarse un sistema robusto y pertinente
de asesoría técnica.
Adicionalmente, aunque se ha intentado establecer un canal de asesoría de nivel regional
en el ámbito laboral, lo cierto es que frente a las contingencias las regiones han mostrado
poca capacidad de respuesta, debiendo intervenir la única profesional a cargo de la
intervención laboral del Departamento de Justicia Juvenil de la Dirección Nacional, lo cual
alerta sobre que, más allá del esfuerzo y compromiso de la persona a cargo a nivel
nacional, el sistema de asesoría técnica es bastante vulnerable.
En este punto se advierte un aspecto que aparece como nudo crítico a propósito de varias
dimensiones de análisis: el rol que cumplen las Direcciones Regionales de SENAME.
Efectivamente, en ésta como en otras dimensiones se advierte que la gestión de este
nivel está centrada en una supervisión formal pero no resuelve contingencias locales, las
cuales escalan para su resolución hasta el nivel nacional.

Diseño técnico de programas y subsidios del SENCE

El diseño de los programas de capacitación y empleo se realiza en forma exclusiva desde


SENCE en base a información general recogida por el mismo servicio (a nivel territorial y
atendiendo necesidades de sectores productivos específicos en las distintas zonas del
país) desde donde se define en términos muy generales la población objetivo a la que los
programas de van a orientar.
Posteriormente, la incorporación como beneficiarios de grupos especiales se realiza en
la medida que lo solicitan las instituciones interesadas respecto de programas ya
definidos, con lo cual es difícil sostener que hay una gestión auténticamente integrada o
que tenga la capacidad de entregar respuestas públicas de mayor valor para esos grupos
específicos. Las instituciones como SENAME, interesadas en la inclusión de ciertos
grupos como beneficiarios preferentes, por ejemplo, tampoco participan en la
implementación de los programas de capacitación y empleo. La consecuencia de este
95
tipo de gestión es la generación de barreras de acceso para grupos como los jóvenes
condenados, que no son visibles ya que su incorporación a los programas se agota en la
inclusión formal como población objetivo, pero no toma en cuenta sus particularidades al
momento de definir los contenidos.
Es más, desde un punto de vista más general, las entrevistas realizadas permiten advertir
que el análisis de la pertinencia de los programas de capacitación y empleo para los
distintos grupos vulnerables (no sólo personas condenadas) que constituyen poblaciones
objetivo, es un ejercicio que no parece estar consolidado, lo cual podría comprometer la
eficacia general del estatuto de capacitación y empleo en alcanzar sus objetivos y la
eficiencia del gasto público en esta materia. Con todo, ésta es una reflexión que excede
la actual investigación y más bien se inscribe en el análisis sobre la efectividad de las
políticas de capacitación en Chile.

Gestión de los planes de inserción laboral a nivel individual

En esta dimensión de análisis, que tuvo por objeto analizar las distintas acciones que
llevan a cabo tanto los programas de libertad asistida especial como los programas de
intermediación laboral respecto de los jóvenes que atienden, pueden relevarse algunos
aspectos importantes que enfrenta la gestión de las acciones destinadas a la inserción
laboral desde la selección de los jóvenes que están en condiciones de iniciar este proceso
hasta la evaluación individual de cada uno.
Los jóvenes que presentan una mayor motivación hacia la inserción laboral,
habitualmente son mayores de edad, que han permanecido un tiempo prolongado en el
sistema de justicia juvenil, muchas veces transitando por varias sanciones. Un factor muy
relevante es el hecho de tener hijos, lo cual se identifica como un elemento decisivo en
la formulación de un proyecto de vida asociado a una fuente de ingresos legítima. Este
factor se confirmó, como se verá, por los propios jóvenes en el grupo focal.
La alta rotación de los delegados de libertad asistida especial aparece como nudo crítico
para el funcionamiento de los planes de inserción laboral, nudo que se reitera en otras
dimensiones. Estos profesionales, que deben ser el vínculo cotidiano y de confianza con
el joven, no tienen una estabilidad mínima en sus cargos que posibilite la observación en
el tiempo y un juicio profesional para advertir si el joven tiene la motivación necesaria, y
determinar el tipo de apoyo que va a requerir durante el proceso de inserción laboral.
Por otra parte, es el vínculo cercano con cada joven a su cargo lo que permite realizar
derivaciones adecuadas a los programas de intermediación laboral cuando corresponda,
sin embargo, el funcionamiento de este último programa se obstaculiza frecuentemente
por derivaciones de mala calidad desde los programas de libertad asistida especial.
En lo que concuerdan ambos programas y se releva como un concepto importante para
la planificación y el seguimiento y evaluación del proceso de inserción laboral es la noción
de micro logros. Los micro logros son pequeños hitos, asociados a conductas cotidianas
96
que son las que van consolidando la inserción laboral. Visualizar estos micro logros es
crucial para poder realizar un acompañamiento eficaz.
Otra cuestión clave que aparece en este análisis es que la asociación institucional con
SENAME puede ser perjudicial para la gestión de las acciones de inserción laboral frente
a potenciales empleadores e incluso con el resto de la red pública, lo cual levanta el
cuestionamiento de acerca del rol de liderazgo que debería cumplir el servicio en materia
de inserción social y cuáles son sus posibilidades de ejercer ese rol en la actualidad.
Respecto de esto, es necesario que las modificaciones institucionales que se
actualmente se planifican se hagan cargo del efecto que tiene su imagen en la gestión
de los programas.
Finalmente, una cuestión clave que vuelve a presentarse a nivel individual, es la pregunta
acerca de cómo resolver la existencia de dos formas diferentes de enfrentar la inserción
laboral con estándares y metodologías distintas. La intervención que se realiza a través
de los programas de intermediación laboral tiene una metodología determinada de trabajo
tanto con jóvenes como con los empleadores con que se vinculan. Los programas de
libertad asistida especial, planifican este tipo de intervención caso a caso para los jóvenes
que no ingresan al programa de intermediación laboral.
No resulta del todo claro que cada programa tenga un ámbito de acción definido y
coordinado. Si es que los programas de libertad asistida especial trabajasen, en el
contexto de la intervención multidimensional, en la adquisición de habilidades para el
trabajo y el apresto laboral, y una vez que ese proceso se encuentre en una etapa de
consolidación, realizaran la derivación a la última etapa del proceso que sería la de
intermediación laboral, podría advertirse un ciclo coordinado. Sin embargo, la experiencia
de los profesionales entrevistados indica que los programas de intermediación laboral
frecuentemente deben abordar aspectos de la intervención no trabajadas en la sanción,
y, a su vez, las sanciones también realizan acciones de intermediación laboral dentro de
su ámbito de acción y sus territorios.

Compatibilidad operativa entre ejecución de sanciones e instrumentos de apoyo al


empleo

Las entrevistas realizadas a quienes ejecutan cotidianamente las acciones de inserción


laboral revelan dificultades que, en su conjunto, conforman un escenario que obstaculiza
el acceso efectivo a programas de capacitación y de apoyo al empleo a los jóvenes
condenados. Estas dificultades se relacionan principalmente con el diseño de programas,
el que, como se advirtió anteriormente, no recoge particularidades de esta población,
especialmente en lo que se refiere a la satisfacción de requisitos de escolaridad mínima,
que los jóvenes habitualmente no cumplen. Otras características de diseño como número
mínimo de postulantes y requerimientos de puntaje en Registro Social de Hogares
también inciden en el bajo acceso.

97
Asimismo, algunas capacitaciones tienen poca efectividad porque las OTEC en su
mayoría no están preparadas para trabajar con jóvenes del perfil que tienen los jóvenes
infractores. Aun cuando tengan experiencia en el trabajo con población vulnerable, este
grupo requiere un tipo de aprendizaje diferente que, debe tenerse en cuenta a la hora de
ofrecer cursos de capacitación.
El hecho que el diseño de los programas no recoja la realidad de los jóvenes condenados
no resulta extraño considerando el análisis de la dimensión acerca del diseño de los
programas SENCE, en que se aprecia claramente que la inclusión de ciertas poblaciones
vulnerables específicas obedece a una solicitud institucional respecto de políticas de
capacitación y empleo que ya se encuentran previamente diseñadas, de manera que se
puede hablar de una inclusión formal pero no necesariamente efectiva. Esta lógica de
diseño impide desde ya que pueda hablarse de coordinación efectiva, la que requiere la
planificación conjunta de las instituciones u organismos involucrados.
Otro aspecto de gran relevancia resulta ser el relacionado con la difusión de información.
La opinión de los profesionales entrevistados es que existe una generalizada falta de
conocimiento acerca de los programas disponibles en la red pública, las preferencias de
acceso, etc. La información que se entrega es fundamentalmente acerca de cupos
disponibles y licitaciones en curso, pero no hay análisis conjunto entre las organizaciones
colaboradoras y SENAME que signifique una planificación de la inserción laboral. Existe
consenso en relación a que la debilidad en este punto radica en SENAME,
particularmente en sus direcciones regionales (con quienes los programas de libertad
asistida especial y de intermediación laboral se relacionan directamente) que en opinión
de los entrevistados no ejerce un rol de apoyo a la gestión. Si bien desde los programas
de libertad asistida especial se reclama mayor liderazgo de estas direcciones en la
articulación con la red pública y privada, los programas de intermediación laboral señalan
que la vinculación con el servicio tiende a perjudicar la gestión.
En relación a la utilización de la modificación al Estatuto Administrativo como herramienta
para la inserción laboral no se puede hablar de dificultades operativas porque casi la
totalidad de los profesionales entrevistados desconocían absolutamente esta posibilidad.
La escasa información recogida al respecto indica que la norma sencillamente no ha sido
implementada ni se han considerado las propuestas que permitan aprovecharla.
Finalmente, es importante destacar que en torno a esta dimensión vuelve a aparecer
como nudo crítico la alta rotación de delegados de libertad asistida especial. Al
permanecer poco tiempo en el sistema, no llegan a conocer bien a los jóvenes, sus
necesidades y características, como tampoco al sistema de ejecución de sanciones en
profundidad, por lo cual no tienen la capacidad de utilizar las oportunidades disponibles
en la red pública y tampoco de retroalimentar al sistema con información de calidad.

98
Coordinación intersectorial

La información recogida mediante las entrevistas da cuenta de una coordinación entre


instituciones públicas que se focaliza en la resolución de problemas que obstaculizan el
acceso a programas de capacitación y empleo. No hay, como se había advertido
anteriormente, una participación conjunta desde el diseño que tenga por objeto optimizar
la calidad de la respuesta pública frente a las necesidades de capacitación y empleo de
jóvenes condenados, que permita monitorear los resultados de dichos programas en los
procesos de reinserción social ni retroalimentar el sistema para una mejora continua. Por
otra parte, las relaciones interinstitucionales que se mantienen dependen casi
exclusivamente de la motivación de los profesionales que están a cargo, por lo que la
fluidez y efectividad del trabajo conjunto es bastante vulnerable.
Hay que decir que, en muchos casos, un tipo de gestión intersectorial efectiva que se
inscriba en una política nacional de reinserción social, es una necesidad que casi todos
los profesionales entrevistados identifican como urgente, no sólo para dotar al sistema
de mayor eficiencia, sino porque el proceso de intervención de los jóvenes se vería
comprometida cuando acceden a las políticas públicas en forma fragmentada.
En esta dimensión de análisis vuelve a aparecer como un nudo problemático la gestión
de las direcciones regionales (tanto por parte de SENAME como SENCE). Estas
direcciones aparecen dotadas de muy poca capacidad de gestión capaz de operativizar
los programas y acuerdos disponibles. La falta de foco en la gestión de estas direcciones
tiene como resultados que los programas de libertad asistida especial y de intermediación
laboral tengan muy poco conocimiento acerca de las posibilidades de la red pública en
materia de capacitación y empleo, ya que no serían efectivas en la difusión de
información. En general, los programas no consideran que establezcan relaciones de
cooperación con las direcciones regionales.
Finalmente, las entrevistas confirman que las oportunidades de inserción laboral en la
administración pública introducida en 2013 al Estatuto administrativo no se han
concretado por falta de implementación y decisión de la autoridad. No se ha formulado ni
liderado acción alguna tendiente a establecer en conjunto con otras reparticiones públicas
y municipalidades con el objeto de abrir espacios de inserción laboral para personas
condenadas.

Análisis del grupo focal con jóvenes participando en programa de intermediación laboral

En relación a esta dimensión puede concluirse en primer lugar que, desde la perspectiva
de los jóvenes, un avance exitoso en los procesos de reinserción social, y de inserción
laboral en particular, se relaciona con el esfuerzo personal de avanzar en su programa,
sin que el incumplimiento de todo o parte de la sanción tenga ninguna consecuencia. Esto
pone de manifiesto la pregunta relacionada con el desistimiento, es decir, respecto de los
99
jóvenes que han logrado un proceso de inserción laboral positivo ¿es una consecuencia
de las intervenciones de los programas a que asisten o es parte del proceso normal de
desistimiento?
Los jóvenes valoran más el programa especializado de intermediación laboral que los
programas de sanciones en cuanto a su capacidad de consolidar un cambio de vida
importante, de hecho, consideran que lo más valioso del programa de libertad asistida
especial es la derivación hecha a dicho programa de intermediación laboral.
En este análisis, y en relación a lo que se reitera en otras dimensiones, aparece también
la rotación de delegados como lo peor del programa de sanción, que perjudica un lazo
de confianza importante y que los expone a malos resultados en las audiencias.
Otra conclusión relevante es que los jóvenes no lograron distinguir entre talleres de uso
del tiempo libre, capacitaciones y otro tipo de actividades realizadas en libertad asistida
especial, donde describen una especie de colección de cursos sin continuidad unos con
otros y a los que no les ven proyección útil hacia una actividad laboral. Lo anterior puede
sugerir falta de planificación, falta de consideración hacia los intereses de los jóvenes e
incluso una baja calidad de los cursos o bien relatores poco calificados para transmitir los
usos posibles de las capacitaciones recibidas.
Finalmente, consideran mejor articulados y dotados de una real proyección al mundo del
trabajo a los programas de intermediación laboral, donde creen que realmente se
consolidará su proceso de desistimiento ya que perciben logros en cuanto a lo laboral
pero también en habilidades personales y autoestima. En este contexto, los jóvenes
transmiten muchas ganas de reinsertarse, teniendo como principal fuente de motivación
el hecho de tener hijos.

Consideraciones finales y desafíos

Durante los años de vigencia de la ley de responsabilidad penal adolescente, la gestión


intersectorial para la inserción laboral se ha concentrado fundamentalmente en la
resolución de problemas y obstáculos de acceso a programas sociales por parte de
jóvenes condenados. De esta forma, y con períodos de mayor o menor colaboración, se
trata de una gestión reactiva a diseños realizados en forma compartimentada dentro de
la administración pública, con poco o nulo análisis de los flujos reales de beneficiarios
posibles y menos de estimaciones de resultados esperados.
Pese a que las instituciones responsables de la inserción laboral de jóvenes condenados
han tratado de avanzar en un trabajo institucional conjunto que permita aprovechar los
instrumentos disponibles de forma intensiva, esto no parece ser el fruto de una
planificación institucional orientada a generar soluciones productivas en esta materia,
sino que más bien obedece a la voluntad personal de los profesionales involucrados. De
esta manera, la coordinación que se han esforzado por implementar depende únicamente
de la permanencia de estas personas en sus cargos, prueba de ello es que, en el caso

100
de la inserción laboral, hay sólo una profesional encargada en el Departamento de
Justicia Juvenil de SENAME.
Por otra parte, el hecho de que nunca se haya implementado la norma que permite
incorporar a la administración pública a personas que se encuentran cumpliendo condena
revela poca disposición por parte de la autoridad a liderar un proceso de trabajo conjunto
con diversas reparticiones, que pudiera generar experiencia, aprendizaje y recopilación
de buenas prácticas de inserción laboral que puedan alimentar el sistema de mayor
conocimiento y por ende, respuestas públicas de mejor calidad e incluso innovadoras.
Las consecuencias de esto son observables en la experiencia que reportaron los jóvenes.
El trabajo de campo reveló que, en su percepción, las capacitaciones recibidas por los
fueron indistinguibles de los talleres de recreación y ocupación de tiempo libre y además
señalaron que no existía ninguna continuidad entre los diversos cursos recibidos, ni una
proyección laboral visible a partir de ellos. El relato de los jóvenes describe una sucesiva
“colección” de cursos que resultaron en aprendizajes básicos e incoherentes entre sí.
En este sentido, resulta interesante el trabajo y la metodología desplegada por los
recientemente incorporados programas de intermediación laboral, donde los jóvenes sí
reconocen recibir una preparación coherente con el desempeño en el mundo del trabajo.
Aun así, todavía hace falta algo más de tiempo de observación, de sistematización de la
experiencia y de evaluación, especialmente porque, aunque comparten orientaciones
técnicas, los programas son muy distintos a lo largo del país y responden en su gestión
a realidades territoriales que no se pueden soslayar a la hora de evaluarlos.
Es importante destacar también los nudos críticos que se reiteran en las dimensiones de
análisis. En primer lugar, la alta rotación de delegados de libertad asistida especial se
releva como un problema para la adherencia de los jóvenes a los procesos de reinserción
social perjudicando un importante lazo de confianza. Desde otros puntos de vista la baja
permanencia de estos funcionarios redunda en una escasa capacidad de observación de
los casos que permita un juicio acabado sobre las motivaciones de los jóvenes, el tipo de
apoyo y acompañamiento que requieren.
Adicionalmente, los delegados de libertad asistida especial que permanecen escaso
tiempo en sus funciones no alcanzan a conocer en detalle los pormenores del sistema de
ejecución de sanciones de adolescentes, sus fundamentos teóricos como tampoco, en
este caso, las oportunidades de la red pública para la capacitación y empleo. En este
escenario, su capacidad de retroalimentar a los distintos niveles del sistema con
información de calidad también es escasa.
Un segundo nudo crítico tiene que ver con el rol que cumplirían las direcciones regionales
de SENAME. En las diversas dimensiones de análisis se aprecia que éstas direcciones
se centran primordialmente en la supervisión del cumplimento formal de los convenios
entre las OCAS y SENAME, pero la asesoría técnica y la capacidad de gestión es escasa.
Por una parte, estas direcciones no tendrían la capacidad de resolver autónomamente
contingencias a nivel territorial, sino que éstas escalan mayoritariamente hasta la
dirección nacional para su manejo.
101
De otra parte, las direcciones regionales también tendrían una muy débil gestión de la
información sobre las oportunidades de la red pública en materia de capacitación y
empleo y menos ejercerían un liderazgo local. En consecuencia, no constituyen una
instancia de apoyo a la gestión de los programas de sanción y de intermediación laboral
que operan en el respectivo territorio. De hecho, los programas señalan no tener una
relación de colaboración con sus direcciones, sólo de supervisión.
La información recopilada también plantea desafíos de investigación futura sobre
inserción laboral que serán especialmente necesarios de cara a las modificaciones
institucionales que probablemente se verifiquen en SENAME, en lo que respecta a la
ejecución de las sanciones del sistema juvenil. Por una parte, resulta necesario
determinar cuáles son los resultados reales que tienen en los procesos de reinserción
social, la oferta pública de apoyo al empleo, cuando éstos son efectivamente usados. Si
bien esta cuestión se inscribe en un contexto más amplio sobre el impacto del sistema
de capacitación en general en Chile en la formación de capital humano, lo cierto es que
también es relevante observar en qué medida éstas políticas optimizan el gasto respecto
de poblaciones vulnerables especialmente definidas.
Por otra parte, constituye un desafío interesante abordar sobre otras formas de entender
el empleo más allá la relación laboral dependiente. Este enfoque es fundamental como
forma de acceder a espacios de trabajo formal con los debidos resguardos de derechos
laborales y previsionales, sin embargo, los ciclos económicos, la realidad productiva en
las regiones e incluso los atributos personales, hacen que deba integrarse también dentro
de la metodología de inserción laboral de jóvenes infractores el emprendimiento y el
autoempleo, cuestiones que se abordan actualmente en forma marginal. Además, existen
zonas del país donde el trabajo por temporada, por ejemplo, es predominante y, por lo
tanto, deben existir formas de integrar adecuadamente esta realidad local en la
reinserción social.
Finalmente, pero no por ello menos importante, es imperativo abordar la inserción laboral
con enfoque de género. Las mujeres que cumplen condena en el sistema de justicia
juvenil son muy pocas y por lo mismo, son habitualmente invisibilizadas para la oferta de
reinserción social. Se requiere determinar intereses específicos, necesidades y
pertinencia para una inserción laboral efectiva y alejada de estereotipos respecto de este
grupo, que actualmente parece estar al margen de la oferta.

102
Anexo A: Operacionalización de Variables y Pauta Entrevista (profesionales de
las OCAS ejecutoras sanción libertad asistida especial y programas de
inserción laboral)

Dimensión Definición operacional Variables Pauta de entrevistas


de la dimensión
Pregunta inicial

Apreciaciones generales ¿Podría comentar como usted


sobre el concepto de entiende la reinserción social juvenil
reinserción social y en nuestro país?
laboral ¿Puede explicar, en términos
generales, qué entiende por
inserción laboral?

A. Gestión de los Recopilación de diversas Selección de los 1 ¿Cuál es, en su opinión, el perfil
planes de inserción acciones y prácticas que jóvenes en habitual de los jóvenes atendidos en
laboral regularmente se condiciones de los PLE y sus necesidades de
ejecutan para llevar a iniciar un proceso de inserción laboral?
cabo el componente inserción laboral 2 ¿Podría explicar cómo define
laboral de los planes de cuando un joven está en
intervención individual. condiciones de iniciar un proceso de
inserción laboral?
Planificación y 3 ¿Puede decirme de qué manera
ejecución del se planifica el proceso de inserción
proceso de laboral?
inserción según las 4. ¿Qué necesidades de los jóvenes
necesidades de los se tienen en cuenta para la
jóvenes planificación?
5 ¿Cómo es que se definen las
acciones específicas que incluye
ese proceso?
Identificación de 6 ¿Puede explicar como se
oportunidades de concretan y mantienen las
inserción en el oportunidades de trabajo a nivel
entorno comunitario territorial?
e institucional
Evaluación del 7 ¿Cómo es que se realiza la
proceso de evaluación del proceso de inserción
inserción laboral laboral de los jóvenes?
realizado por los
jóvenes
B. Gestión Análisis del uso que Grado de 8 ¿Puede decirme cuales son
intersectorial en el hacen los ejecutores de conocimiento que programas de apoyo al empleo
nivel las sanciones de los tienen los ejecutores conoce? ¿Cuáles son los
territorial/individual incentivos y programas de sanciones acerca incentivos?
de apoyo al empleo de de incentivos y 9 ¿Es frecuente que intercambie
que dispone el Estado, programas información éstos con el
entendiendo que la ley disponibles departamento de justicia juvenil de
20.084 dispone que la SENAME?
intervención de los
jóvenes condenados
debe ejecutarse Utilización efectiva 10 ¿Puede explicarme cuales son
preferentemente en el de los programas e programas de apoyo al empleo que
entorno comunitario y incentivos frecuentemente utiliza? ¿por qué
usando los recursos de la disponibles en los para utiliza éstos y no otros?
red pública. procesos de
intervención
individual

103
Impacto observado 11 ¿Cuál es su evaluación respecto
de los programas e de los beneficios que éstos
incentivos en los programas e incentivos tienen en el
procesos proceso de reinserción laboral del
individuales de joven?
inserción laboral.
C. Compatibilidad Los incentivos y Dificultades 12 En su opinión, ¿cuales son las
operativa entre los programas de apoyo al observadas en el principales dificultades (si es que las
programas e empleo de que dispone uso de incentivos y hay) que observa para la utilización
incentivos para el el Estado, en general programas de apoyo de programas e incentivos de apoyo
empleo y la están diseñados para al empleo por parte al empleo?
ejecución de las beneficio de la población de jóvenes
sanciones de menores ingresos en elegibles.
juveniles general y no Facilitadores 13 En su opinión, ¿cuales son los
necesariamente recoge observados para el elementos o factores facilitadores
las particularidades del uso de incentivos y para el uso de programas e
joven que cumple programas de apoyo incentivos y de apoyo?
sentencia, aunque éste
sea legalmente elegible
Recursos 14 Puede explicar desde su
para el uso de dichos
instrumentos de política necesarios y experiencia ¿qué herramientas o
pública, lo que puede propuestas para acciones se requieren para resolver
derivar en dificultades resolver las las dificultades para usar mas
operativas. Por otra dificultades intensivamente programas e
parte, el incentivo descritas incentivos y de apoyo disponibles?
especifico introducido al (en caso que existan dificultades)
Estatuto Administrativo y
Administrativo Municipal
requiere coordinación
con instituciones de
múltiple naturaleza

104
Anexo B: Operacionalización de Variables y Pauta Entrevista (M. de Justicia y
Departamento de justicia juvenil SENAME)

Dimensión Definición operacional Variables Pauta de entrevistas


de la dimensión

Pregunta inicial ¿Podría comentar como usted


entiende la reinserción social juvenil
Apreciaciones generales en nuestro país?
sobre el concepto de
reinserción social y ¿Puede explicar, en términos
laboral generales, qué entiende por
inserción laboral?

A. Diseño técnico Las sanciones de medio Necesidades de la 1 ¿Puede explicar cuáles son los
de la intervención deben ejecutarse por población atendida factores y necesidades de los
laboral organizaciones tomadas en cuenta jóvenes que determinan el diseño
colaboradoras (OCAS), para el diseño de las técnico de la inserción laboral?
conforme a las OOTT sobre la
Orientaciones Técnicas materia.
elaboradas por el
Departamentos de
Justicia Juvenil de
SENAME.
Importancia de la 2 ¿Cómo podría describir la
La dimensión laboral de
dimensión laboral importancia que ha ido adquiriendo
los planes de
de la intervención el trabajo para los procesos de
intervención eran parte
que justifica la reinserción social?
del trabajo de
incorporación de los
intervención de las
PIL
colaboradoras, pero a
partir de 2015 se licitó el Diagnóstico de la 3 En su opinión, ¿cuáles son las
Programa de ejecución del principales fortalezas de la gestión
Intervención Laboral aspecto laboral de la de las OCAS?
(PIL) a instituciones intervención por
especializadas, que se parte de las OCAS 4 En su opinión, ¿Qué aspectos de
hacen cargo de ese que justifica la la gestión de la OCAS resulta
ámbito conforme a un decisión de necesario reforzar por medio de la
modelo técnico diseñado fortalecer la licitación de los PIL?
por SENAME. inserción laboral

105
B. Supervisión y SENAME debe Diagnóstico sobre la 5 ¿Podría describir como se realiza
asesoría técnica de supervisar información el proceso de asesoría técnica de la
la intervención periódicamente y prestar recogida en los OCAS ejecutoras de los programas
laboral asesoría técnica a las procesos de de libertad asistida especial y de los
OCAS. La dimensión asesoría y programas de inserción laboral?
laboral de los planes de supervisión
intervención eran parte 6 En su opinión, respecto a la
del trabajo de asesoría y evaluación ¿Cuál es la
intervención de las información más relevante que se
colaboradoras, pero a levanta de ambos procesos para la
partir de 2015 se licitó el gestión del departamento técnico?
Programa de
7 En su opinión ¿Cuáles son los
Intervención Laboral a
aspectos de la gestión de las OCAS
instituciones
que requieren mayor supervisión y
especializadas, que se
asesoría?
hacen cargo de ese
ámbito. También son
colaboradoras que son
supervisadas por
SENAME.

C. Coordinación La ley 20.084, en su Instituciones con 8 ¿Cuáles son las instituciones con
intersectorial artículo 42 dispone que: que SENAME se que SENAME se vincula y coordina
“En la modalidad de relaciona para para utilizar los programas de apoyo
libertad asistida especial utilizar los e incentivos? (Considerando que,
se asegurará la programas de apoyo aparte de SENCE, la reforma al
intervención de la red al empleo e Estatuto Administrativo permite la
institucional y de incentivos incorporación de personas
disponibles condenadas a ciertas funciones de
protección del Estado, la administración pública)
según se requiera. Será
responsabilidad del
Servicio Nacional de
Menores la Características de la 9 ¿Cómo podría describir las
coordinación que características principales de la
coordinación con los mantiene SENAME coordinación que mantiene con
respectivos servicios con otras otras instituciones del Estado para la
públicos.” instituciones de la inserción laboral
red pública
A su turno, el reglamento 10 ¿Puede explicar cuáles son las
de la ley establece que principales debilidades y fortalezas
ésta coordinación debe de dicha coordinación?
realizarse a través de
convenios a los que se 11 ¿Cómo describiría las principales
debe dar seguimiento. dificultades operativas para usar los
programas e incentivos de apoyo al
empleo disponibles?

12 Puede explicar desde su


experiencia ¿qué herramientas o
acciones se requieren para resolver
las dificultades para usar mas
intensivamente programas e
incentivos y de apoyo disponibles?
(en caso que existan dificultades)

106
Anexo C: Operacionalización de Variables y Pauta Entrevista (profesionales
SENCE)

Dimensión Definición operacional Variables Pauta de entrevistas


de la dimensión

Pregunta inicial ¿Cómo cree que se vincula la


inserción laboral juvenil con la
Apreciaciones generales reinserción social en nuestro país?
sobre el rol de la
inserción laboral y la
reinserción social de
infractores

A. Diseño técnico El sistema de Objetivos de las 1.- ¿Puede explicar cuáles son los
de los subsidios y capacitación y empleo herramientas de principales objetivos que persiguen
programas de cuenta con una capacitación e los incentivos y programas
capacitación y herramienta inserción laboral de administrados por SENCE?
apoyo al empleo de fundamental, establecida que dispone SENCE
SENCE por la ley 19.518, que 2.- Estos objetivos, ¿se han
establece el nuevo mantenido en el tiempo o han
estatuto de capacitación evolucionado? ¿Qué factores
y empleo, que es la explican la evolución, si la hubiere?
Franquicia Tributaria.
Diseño de los 3.- ¿Qué criterios o necesidades se
Adicionalmente existe el
programas y toman en cuenta para el contenido
Fondo de Capacitación,
pertinencia respecto de cada programa?
con cargo al cual se
de la población a la
financian programas de 4.- ¿Qué criterios o necesidades se
que se orientan los
capacitación y empleo toman en cuenta para definir la
incentivos
orientados a la población población objetivo de cada
mas vulnerable. programa?
Otros incentivos 5.- En el diseño de programas y
(subsidios), han sido definición de la población objetivo
creados por medio de ¿se realizan consultas a otras
leyes especiales. instituciones especializadas? (Ej:
SENAME; Ministerio de la Mujer,
INJUV)

6.- ¿Se realiza alguna evaluación


periódica acerca de la pertinencia
de los programas respecto de la
población objetivo?

Evaluación del 7.- ¿Puede describir el impacto o


impacto de resultados observados de los
programas y programas en la población objetivo
subsidios en la y en particular de infractores
población a la que se jóvenes?
orientan

B. Coordinación Dentro de la población Operacionalización 8.- ¿Podría explicar qué gestiones


intersectorial beneficiaria de los del acceso de los se realizan para facilitar el acceso
programas e incentivos infractores jóvenes a de infractores jóvenes a los
administrados por programas y subsidios?

107
SENCE, se encuentran los programas y 9.- ¿Existen mecanismos para
en muchos casos, los subsidios monitorear la utilización de
jóvenes infractores a programas e incentivos por parte de
partir de los 18 años (en infractores?
algunos casos 17, si es
que tienen Formas de trabajo y 10.- ¿Qué tipo de coordinación
responsabilidad canales de mantiene con SENAME, en relación
parental). En otros información y a la población infractora?
casos, si bien no se les retroalimentación
entre SENCE y 11.- Existe algún tipo de flujo de
declara expresamente
SENAME información permanente entre
como población
ambas instituciones?
vulnerable, sus
requisitos no los 12.- ¿Puede describir los canales
excluyen como de retroalimentación, análisis y
potenciales mejoramiento progresivo entre
beneficiarios. Por otra ambas instituciones?
parte, los planes de
intervención para el 13.- ¿Puede explicar de que podría
objetivo de reinserción mejorarse la información y gestión
social en justicia juvenil intersectorial con SENAME?
son multidimensionales,
para lo cual, por mandato
legal, SENAME debe
realizar las
coordinaciones con el
resto de la red pública
para las intervenciones
especializadas.

108
Anexo D: Guía de preguntas para grupo focal de jóvenes condenados a Libertad
Asistida Especial, insertos en programas específicos de intermediación laboral
(PIL)

Presentación y descripción de la actividad

I. Apreciaciones sobre su experiencia en los PLE

1 ¿Cómo fue su paso por los programas de Libertad Asistida Especial?

2 ¿Qué fue lo que más les gustó del PLE?

3 ¿Qué cosas fueron las más difíciles en el PLE?

4 ¿En qué creen que el PLE los ayudó?

5 ¿Cómo creen que podrían mejorar los PLE?

II. Capacitaciones recibidas

5 ¿Han participado en capacitaciones? ¿en qué actividades se han capacitado?

6 Las capacitaciones que recibieron ¿eran en actividades que les interesaban?

7 Si no lo eran, ¿en qué les hubiese gustado capacitarse?

8 ¿Qué les gustó de las capacitaciones?

9 ¿Qué no les gustó de las capacitaciones?

10 ¿Creen que las capacitaciones les sirvieron? ¿Por qué?

III. Motivación para el trabajo

9 Cuando ingresaron al PLE, ¿habían trabajado alguna vez?

10 ¿Qué tipo de trabajos habían hecho?

11 ¿Cuándo sintieron que querían insertarse en un trabajo formal como en el que están (o van a empezar)
ahora?

12 ¿Qué es lo que más los motiva a insertarse en un trabajo formal?

IV. Participación en el Programa de Intermediación Laboral

14 ¿Qué sienten que han aprendido en éste programa?

15 ¿Qué ha sido lo más difícil?

16 ¿Qué ha sido lo que más les ha gustado?

17 ¿Qué esperan lograr a partir del programa de intermediación laboral?

18 Si pudieran elegir ¿Qué agregarían o eliminarían de sus programas de intermediación laboral?

• Agradecimientos y despedida

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