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CRÍTICAS «DEFENSIO

Be Francisco SÜAREZ

IOS RELATOS Por Gonzalo FERNANDEZ DELA MORA m. C. S. I. C, Manaría,


0CH y Wf> .páginas.
{Tiene de (o póa, 1.* de Mirador.)

una lánguida y engañosa erotomams.


No exhibe otra situación que la del hom-
F RANCISCO Suárez es la mes alta cum- larse, segim FSggis. en el siglo XIV, y sé
bre de la orografía filosófica española. reduoe a la afirmación de que tos reyes s61<$
De sus obras no estrictamente teoló- son responsables ante' Dios, de quien.' reci-
gicas se han traducido al castellano el "Tra- ben directamente si -poder, -por lo q¡ue los
bado de las leyes" CTorrubiano, <i&&& y ss.) subditos •han de acatar siempre 2a autori-
bre y la mujer frente a frente, sorpren- y las monumentales "Disputaciones metafí- dad • regia. ¡Esta íue. la- doctrina que 4es-
diéndose, insinuándose y, finalmente» ca- sicas (Rábade, 1960 y ss.). Paitaban "De arroiió Jacobo.I para robustecer su auto-
zando y dejándose cazar a través de un Anima" (1621) y "Defensio fldei" (1613>, ridad en lo religioso y mi te temporal. La
juego convencional en que se traslucen Este libro, verdadero hito del pensamiento posición suareztiana es .«santamente antí-
todáis las arterias dd sexo. Son, pues, no- político renacentista, es el último de loj? -*u- poda: "J3 «apremo -poder •político fue con-
velas eróticas, sexuales, en las que, si bien -yos que Suárez vio publicado. Lo escribid * ferido directamente par Dios... a'.Xa tota-
el lenguaje y 1% técnica son disímula- instancias del Papa Paulo V para apoyar lidad 4el pueblo aJ ¿cuerpo de Ja conrani-
dores y ramplones, gravita y se impone a la Iglesia romana en su *a-s|.*' Jjuego "el -poder
obsesivamente, monótonamente, el solo pugna con la cismática .•olitico e» -democrático,
motivo de la atracción genésica. de Inglaterra. Las cir- :.íiaatrass .no ée eambie"s
cunstancias son lamosas. . s decir, ers- tanto que la
En cuanto a la literatura de "tiros'*, si Jacobo I había exigido •acifetia-d no lo transfiera
bien proclama siempre el triunfo de los de sus subditos im ju- .• w a persona o un gru-
buenos sobre los malos, su influencia «». í&tnento de fidelidad pcf" t-e. Hada, twes, de áere-
la mente de los muchachos no es menos el cual le reconocían vsxi 'ho divino dte los- reyes:
nefastít que ia de la "novela rosa" en U poder absoluto en lo es- ningún Moisar-ca recibe
imaginación sobreexcitada de las chicas,. piritual y en lo terrenal . ,oa recibido el poder
Crea-en ellos, al par de una concepción. M Pontífice uroíhibíó a ir&efcaj»,c;jit« . ñ e Dios,
absurda y equivocada de las relaciones íos católicos que lo pres- íno'mediante la %'dinn.-
sociales, \ui sentido reverencial por la' taran. Frente a la deci- ad y i» constitución ha-
fuerza, por Ja astucia y por las solucio- sión papal, el Monarca ..«ts»". ¿Quiere esto de-
nes drásticas e inapelables. Les hace de- inglés, que era muy te- tr tsde los piíeblos pae-
sear inconscientemente, claro es, un tipo mas y bastante docto, es- < ¡en áesíronar a sus rao-
cribió una "Apología pro o limitar su -po-
de vida y «na especie de sociedad simple Juramento" C1608), que y dwotrar Jas fey««?
y ruda^de valores elementales, th que p u b l i c ó anónima. Le g Suárea, no: "una
baste un arrebato de valor físico para contestó, bajo el nom- ve¿ qct» el itey^ ;ha recibí»
imponerse a los demás. Propugnan, pues, bré de un modesto cléri- do del j>üeblo el poder
un retroceso a situaciones imaginarias, go, el cardenal Beiarmi- meeüa»te d o n a c i ó n , o
inverosímiles y, en todo caso, ya supera» no, con el opúsculo titu- ©<Hitraí.o, el pueblo ya O&
das afortunadamente. £1 muchacho se lado "Responsío" (1809). P. francisco Saáfeí. puede quitar al FU^f este
deja seducir por un clima antisocial y a La duplica ás Jacobo i Molina,) dere-oho" ni. "una T««
ello se deben tal vez en gran medida esos no se h i z o espejar, y . ^ sometido « iimites el PKS-
brotes de brutalidad en cuadrilla que aso- aquel mismo año reimprimió, j& con su der del Rey, -puede él jHtetós restringirlo
lan de cuando en cuando las calles de las propio nombre, la controvertida "Apología", más de lo que lo hisso *tv eí «loniento de
grandes ciudades. Despertar, primero; ro- a la que añadió un prefacio y un cátalo^? la pritaem, traslación o pacto". Sólo se
de las presuntas-falsedades de Belarmino. excepttitta "determinados casos", como te
bustecer, después; y, por último, desatar El cardenal volvió al contraataque ¡y reedi- "propia -defensa... ante la tiranía".
ese haz de energías bestiales es preparar tó, ya firmada, su "Besponsio", aumenta-
el camino de la delincuencia juvenil o, lo da con una refutación de los últimos ar- Esta teoría, que, según Kanke y Gterfce,
que es peor aún. propiciar la violencia gumentos regios. Desencadenadas las hos- es el fundamento de la rasooJana, toe ob-
adulta de los linchamientos, de los atra- tilidades dialécticas al más alto nivel, se jeto de una (tüfensiv» general por- parte de
cos y de tos campos de concentración. generalizó la polémica entre los segundo- los tratadistas católicos del siglo 2CTX. To
¿Qué importa que ganen los buenos si es nes de uno y otro bando. Las citas bíbli- creo que la raás grave obijeción que se
a través de mi zarzal de iniquidades ex- cas y los silogismos cruzaban el canal de puede formular a Suáre» -no está en «1
la Mancha como si fuesen proyectiles. principio fundamentaí. a mi jiüclo eviden-
puestas con la mayor sangre fría y el te, de siue la soberanía ooiTesponde al
más embrutecedor realismo, que hacen En estas circunstancias, la intervención pueblo, sítto en las ..limitaciones que, im-
del asesinato y de la extorsión los mejores . de Suárez, que era la máxima cabeza de la presionado ^por las citeunstancias absolu-
argumentos para triunfar? ¿Para qué es- cristiandad, fue la apelación al arma de- tistas de su tiem-po y por H. temor a \m
tudiar, para qué trabajar, para qué esfor- finitiva. La "Defensa de la fe católica con- revoluciones, introdujo en su esquema,
zarse en comprender? tra los errores de la secta anglicana y res- /.Cómo puiede adinitirse que «na comuni-
puesta a la Apología del juramento de fi- dad que ha dado «a consentimiento a. un.
Estos son, a nuestro entender, los delidad" vio la luz en Coimbra, y se reim- régimen, ya no puede modificarlo jamás?
verdaderos y más peligrosos relatos in- primió luego hasta ocho veces, aunque nun- ¿Por qué razón han de aceptar los níetow
morales, más que nada, porque son ab- ca ha sido traducida integramente a una la Constitución de sus abuelos? El coro-
solutamente falsos y porque inoculan su lengua moderna. Consta de seis libros, cpie lario suareziano de que no se puede re-
corrupción en el área de la conciencia en ¡a edición principe ocupan 7S0 folios. cortar el poder rea! más de lo que se de-
subrepticiamente, % través de una aduana A pesar de su relativa brevedad, el más im- cidió en el momento de la instauraci4»
torpemente confiada, con el beneplácito portante es el tercero, atara publicado se- monárquica es 'arbitrario, no encaja en el
y eí "nihil obstat'' de quienes muestran, gún texto crítico bilingüe de SU, Bereña, y conjunto de la teoría, y está contradicho
por otro lado, un rigor inquisitorial para con un e x t e n s o estudio preliminar de por la experiencia. Ahora bien, si se eli-
otra clase de literatura que, suministrada K. Elorduy. Kl capítulo primordial es el se- mina esta reserva, ¿no es evidente «IUE
gundo: "Acarea de si el poder político pro- en Suá/rez está la más profunda rafe *
escalonadamente, bajo una atenta vigi- cede directamente de Dios". En esta quin- Rousseau? Sin ctada, no coinciden; pero-
lancia clasificadora y dosificadora, podría, cena de páginas están algunas cíe las tesis tóes por «us respectivos preswpuestos ÍEo-
sin duda, ayudar a los futuros hombres y políticas más discutidas de los tiempos mo- sófícos que por su idea úe la tifcuteridaé
mujeres, contribuyendo a formar en ellos dernos, no sólo por los angUcanos, a los popular de la soberaniA. Lo que en puri-
una conciencia y una sensibilidad acor- <|tse íhmn dirigidas, sino jjor, pensadores de dad les separares el Dereeiho NatttfeiL "1®
des con el mundo en que han de vivir, las teadeiwrias más ortodoxas. Dos son las ' sustancia afirmativa de 1» "Defensio" IK
porque no basta desear lo bueno, sino que teccjpn&s primordiales de la "Etefensio", es sorprendenteBiente modex-na, como po-
ABCes preciso
(Madrid)saber elegir los mejores
- 22/07/1965, Página 19cami- «nafilosófica y-otra metodológica. dría :p«n-sar un lector superficial; ti<?r»e 1?
^
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