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Trabajo Nono y Lulu
Trabajo Nono y Lulu
El modelo sanitario español, tanto público como privado, sigue en continuo cambio
evolutivo desde la promulgación de la Ley de 25 de abril de 1986, Ley General de
Sanidad, por la que se organiza en España un Sistema Nacional de Salud (SNS) para
desarrollar un nuevo modelo sanitario que elimine la crisis del modelo sanitario
existente hasta ese momento, crisis motivada en parte por un cambio en el concepto de
salud y en parte por la universalidad de la cobertura sanitaria promulgada por la Carta
Magna de 1978.
El sistema sanitario público distingue entre tres tipos de contratación de personal según
la necesidad de personal sea fija o temporal. Las plazas fijas son cubiertas mediante
concurso-oposición (funcionarios) y las plazas temporales (funcionarios interinos)
mediante bolsa de empleo o a través de la contratación (personal laboral) indefinido,
temporal o eventual, cubriendo mediante este último sistema de contratación las
necesidades coyunturales o extraordinarias del sistema sanitario.
Las principales innovaciones dentro de la gestión indirecta han sido dos diferentes
fórmulas concesionales: las Iniciativas de Financiación Privada (PFI) y las concesiones
sanitarias administrativas, y una fórmula de autogestión profesional: las entidades de
base asociativa (EBAs), entidades privadas participadas mayoritariamente por los
propios profesionales sanitarios que prestan los servicios asistenciales, y que pueden
tener o no ánimo de lucro.
Las reformas emprendidas por las comunidades autónomas han sido las de separar los
organismos financiadores de los organismos de compra y provisión de servicios y de
favorecer la autonomía de gestión. Al separar las funciones de financiación, compra y
provisión de servicios se crea una competencia regulada entre los distintos proveedores
de servicios sanitarios.
Para lograr esta estrategia actual, tanto los dirigentes del sector público como los del
sector privado, necesitan de la incorporación de herramientas de gestión sanitaria
actualizadas; la dirección de gestión estratégica; la logística hospitalaria creando una
central de compras unificada; la externalización de la logística de almacenes para
obtener un flujo de materiales optimo, disminuyendo el estocaje hospitalario;
minimización de costes, tanto de infraestructura física como de personal y recursos
humanos, con optimización de flujo de usuarios y de trabajo, y la gestión de calidad,
control y mejora continua de calidad durante el proceso, ya que hay que partir de la
base de que el objetivo fundamental de la prestación de servicios de salud, tanto
públicos como privados, es la solución satisfactoria de las necesidades y problemas de
la población que queremos asistir.