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Contactos indirectos
Un contacto indirecto se refiere a una persona que toca una parte conductora expuesta
que normalmente no está activa, pero que pasa a estarlo accidentalmente (debido a un
defecto de aislamiento o por cualquier otra causa). [1]
La corriente de defecto o falla eleva la parte conductora expuesta a una tensión que
puede resultar peligrosa y originar una corriente de contacto a través de una persona que toca
esta parte conductora expuesta (ver Figura 3.5). [1]
Para evitar este tipo de contacto los métodos de trabajo más usados son:
Interposición de obstáculos.
La interposición de obstáculos está destinada a evitar el contacto accidental con partes
energizadas, ya que su función es evitar la aproximación involuntaria de cualquier persona a
la instalación. Los obstáculos deben estar adecuadamente fijados pero deben poderse abrir o
retirar a fin de dar acceso a la instalación. Este método de protección se emplea ampliamente
cuando se trata de equipos abiertos en subestaciones, pequeñas cámaras de distribución
soterradas, cubículos funcionales, etc. desde 1 hasta 25 kV de tensión de operación. Para
tensiones superiores se emplea el método de protección por alejamiento de las partes
energizadas. [16]
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Este método de protección es el más usado en las subestaciones eléctricas donde la
distancia de seguridad es un aspecto de primordial importancia en la protección de los
trabajadores. La distancia de seguridad en una subestación se calcula adicionando a las
dimensiones medias del hombre una distancia básica o valor básico que depende de la
tensión de trabajo del sistema. En lugares donde puedan circular equipos se considerará, en
lugar de la altura media de un hombre, la del equipo de mayor altura. [16]
Las cintas para barreras son cintas plásticas resistente al desgaste por rozamiento de un
mínimo de dos pulgadas de ancho, marcadas y coloreadas para indicar claramente al
personal de la naturaleza de los peligros a que pueden estar expuestos si cruzan la línea de la
cinta. [16]
Tales cintas deben ser de color rojo o amarillo para que sean bien visibles.
Generalmente las cintas de color rojo ó rojo con rayas blancas son las preferidas para esta
aplicación. Cualquier color que se escoja debe ser normalizado y utilizado consistentemente
para una misma aplicación. [16]
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Falta de mantenimiento adecuado.
Imprudencia, falta de atención.
Desgaste y rotura normales (o anómalos) del aislamiento, por ejemplo, flexión y
abrasión de los cables de conexión.
Contacto accidental.
Inmersión en agua, etc. Situación en la que el aislamiento ya no resulta eficaz.
[16]
Con el fin de proteger a los usuarios en estas circunstancias, los dispositivos de disparo
rápido y alta sensibilidad basados en la detección de corrientes residuales a tierra (que
pueden atravesar o no a un ser humano o animal) se utilizan para desconectar
automáticamente la fuente de alimentación y con la rapidez suficiente como para evitar
lesiones o incluso la muerte por electrocución de un ser humano. [16]
Esta protección adicional es necesaria en determinados países para los circuitos que
suministran tomas de corriente de hasta 32 A, e incluso superiores, si la ubicación es húmeda
y/o provisional (como instalaciones de trabajo, por ejemplo). [16]
En cualquier caso, están altamente recomendados como protección eficaz contra el riesgo
de contactos tanto directos como indirectos. [16]
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A continuación veremos algunas técnicas de protección que se utilizan en las instalaciones
eléctricas de baja tensión:
Esta medida protectora requiere coordinación entre la conexión a tierra del sistema y las
características de los dispositivos y conductores de protección. Los dispositivos adecuados
para la desconexión automática de la alimentación y capaces de detectar las corrientes de
defecto a tierra son:
Las protecciones garantizadas por los interruptores automáticos equipados con relé
Termomagnético son:
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La protección contra contactos indirectos puede habilitarse a través del relé térmico y el
relé magnético, ya que la corriente de defecto a tierra implica como mínimo una fase; si esta
corriente es lo bastante elevada, puede provocar el disparo del interruptor automático. Como
se explica más adelante en este capítulo, es necesario que el dispositivo de protección esté
coordinado con el sistema de distribución y la modalidad de conexión a tierra de las piezas
conductoras expuestas, de modo que se garantice que no persistan las tensiones de contacto
peligrosas en las piezas conductoras expuestas después del defecto.
La figura 3.6 muestra un ejemplo del recorrido de la corriente de defecto a tierra en un sistema
con el neutro y las piezas conductoras expuestas conectados a dos electrodos de tierra
independientes (sistema TT), y la curva de disparo de un interruptor automático
Termomagnético de tipo Tmax T1B160 R125. [9]
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Figura 3.6: Recorrido de la corriente de defecto a tierra y la curva de disparo de un interruptor
automático con relé termomagnético.
Las protecciones proporcionadas por los interruptores automáticos equipados con relés
electrónicos son completamente análogas a las proporcionadas por los interruptores
automáticos con relé termomagnético. Las funciones de protección implementadas por el relé
electrónico basado en microprocesador permiten implementar la protección contra sobrecarga
(protección L), cortocircuito (protección S e I) y contactos indirectos. [9] Veamos la Figura 3.7:
Los relés electrónicos permiten obtener un ajuste preciso tanto de los tiempos de
disparo como de los umbrales de corriente, de modo que se satisfagan plenamente los
requisitos de la instalación. [9]
La Figura 3.8 muestra el mismo ejemplo que en el caso anterior, pero como dispositivo
de protección se ha instalado un interruptor automático de tipo Tmax T2S160PR221DS-LS/I
In160 con relé electrónico. [9]
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Figura 3.8: características del camino de la corriente de defecto y la curva de disparo de interruptor
automático de tipo Tmax T2S160PR221DS-LS/I In160 con relé electrónico
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En ausencia de un defecto a tierra, la suma vectorial de las corrientes I∆ equivale a
cero; en caso de un defecto a tierra, si el valor I∆ excede la corriente nominal de disparo
residual I∆n, el circuito en la parte del secundario del toroide envía una señal de mando a una
bobina de disparo dedicada, y provoca el disparo del interruptor automático. [9] Veamos en la
Figura 3.10 Algunas formas típicas de este tipo de dispositivos:
Se pueden encontrar en el mercado estos dos tipos comunes de dispositivos contra defectos
a tierra:
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3.4 PUESTA A TIERRA DE LAS INSTALACIONES
Independientemente de las medidas de seguridad que actualmente equipen los
aparatos eléctricos, es necesario que todas las instalaciones eléctricas incorporen redes de
tierra, como medida de protección contra contactos indirectos.[17]
Así pues, en los edificios destinados a viviendas se instalan sistemas de puesta a
tierra, acompañados de interruptores diferenciales de alta sensibilidad que garantizan la
seguridad de las personas. [17]
La finalidad principal de una puesta a tierra es limitar la tensión que con respecto a
tierra, puedan presentar, en un momento dado, las masas metálicas, asegurar la actuación de
las protecciones y eliminar o disminuir el riesgo que supone un daño en los materiales
eléctricos utilizados. [17]
El sistema de protección está basado, principalmente, en no permitir la existencia de
tensiones entre diferentes masas metálicas o entre éstas y el suelo, superiores a 24 V en
viviendas y locales húmedos, o 50 V en locales secos. Estos valores son los máximos que
puede soportar el cuerpo humano sin peligro de lesiones graves. [17]
Para conseguir estos valores de tensión, se equipan las instalaciones con una línea
paralela a los conductores de enlace del edificio que sea capaz de enviar a tierra cualquier
corriente de fuga, derivación, etc., así como las descargas de origen atmosféricos (rayos). [17]
Como muestra la figura 3.11, las instalaciones de puesta a tierra constan de las siguientes
partes:
El terreno.
Tomas de tierra.
Conductor de tierra o línea de enlace con el electrodo de puesta a tierra.
Borne principal de tierra.
Conductor de protección.
Conductor de unión equipotencial principal.
Conductor de equipotencialidad suplementaria.
Masa.
Elemento conductor.
Canalización metálica principal de agua.
[17]
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Figura 3.11: Representación esquemática de un circuito de puesta a tierra.
La elección e instalación de los materiales que aseguren la puesta a tierra deben ser
tales que:
El valor de la resistencia de puesta a tierra esté conforme con las normas de protección
y de funcionamiento de la instalación y se mantenga de esta manera a lo largo del tiempo,
teniendo en cuenta los requisitos generales indicados en la normativa vigente de cada zona o
país y los requisitos particulares de las “Instrucciones técnicas” aplicables a cada instalación.
Las corrientes de defecto a tierra y las corrientes de fuga puedan circular sin peligros,
particularmente desde el punto de vista de solicitaciones térmicas, mecánicas y eléctricas.
La solidez o la protección mecánica quede asegurada con independencia de las
condiciones estimadas de influencias externas.
Contemplen los posibles riesgos debidos a efectos químicos que pudieran afectar a
otras partes metálicas. [17]
El terreno
El terreno es el encargado de disipar las corrientes de fuga o de defecto y las de origen
atmosférico. La resistencia al paso de la corriente entre los electrodos y el terreno define la
resistividad del mismo, permitiéndonos conocer su comportamiento eléctrico.
Un buen contacto entre ellos, facilita el paso de la corriente eléctrica, mientras que un
mal contacto la dificulta. A este valor que define la bondad del contacto se le denomina
resistencia de paso a tierra y se mide en ohmios.
Así pues, a la hora de dimensionar los electrodos sobre un terreno dado, el valor de la
resistencia de paso deberá ser el menor posible. [17]
Tomas de tierra
Se entiende por toma de tierra la parte de la instalación encargada de canalizar,
absorber y disipar las corrientes de defecto o de origen atmosférico que son conducidas a
través de las líneas principales de tierra. Los electrodos utilizados para la toma de tierra son
muy variados, los más frecuentes están formados por:
Barras y tubos.
Pletinas y conductores desnudos.
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Placas.
Anillos o mallas metálicas constituidos por los elementos anteriores o sus
combinaciones.
Otras estructuras enterradas que se demuestre que son apropiadas.
[17]
Conductores de tierra
Se conoce como línea de enlace o conductores de tierra a los que conectan al
conjunto de electrodos con el borne principal o punto de puesta a tierra.
El conexionado entre los componentes de las tierras debe realizarse con sumo
cuidado para garantizar una buena conducción eléctrica y evitar daños en los conductores o
los electrodos. [17]
Los de tierra.
Los de protección.
Los de unión equipotencial principal.
Los de puesta a tierra funcional, si son necesarios.
[17]
Sobre los conductores de tierra y en lugar accesible, debe preverse un dispositivo que
permita medir la resistencia de la toma de tierra (Veamos a figura 3.12). Este dispositivo
puede estar combinado con el borne principal de tierra, debe ser desmontable mediante un
útil, tiene que ser mecánicamente seguro y debe asegurar la continuidad eléctrica. [17]
Estos son los conductores de protección unen las masas de una instalación y los
elementos metálicos que puedan existir, como cañerías, calderas, etc. y cualquier otra masa
importante del edificio, con las líneas de tierra. Los conductores serán de cobre aislados, de
color verde y su sección depende del conductor de fase que acompañe, según la siguiente
tabla. [17]
Los valores de la tabla sólo son válidos para conductores de protección fabricados del
mismo material que los activos. Si la aplicación de la tabla conduce a valores no
normalizados, se tienen que utilizar conductores que tengan la sección normalizada superior
más próxima. Cuando el conductor de protección sea común a varios circuitos, la sección de
ese conductor debe dimensionarse en función de la mayor sección de los conductores de
fase. Como conductores de protección pueden utilizarse:
Conductores en los cables multiconductores o conductores aislados o desnudos que
posean una envolvente común con los conductores activos.
Conductores separados desnudos o aislados.
[17]
Según la NOM 001 SEDE 2005 en el artículo 250 la sección mínima de los conductores
de puesta a tierra de acuerdo al tamaño nominal del mayor conductor de entrada a la
acometida o sección equivalente de conductores en paralelo será la indicada de acuerdo a la
tabla 250-94.[13]
Además nos indica que para determinar el calibre del conductor de tierra, de acuerdo a
la capacidad o ajuste del dispositivo de protección contra sobrecorriente del circuito
involucrado colocado antes de equipos y canalizaciones se tendrán los siguientes valores
mostrados en la Tabla 3.4: [13][5]
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Tabla 3.4: Sección transversal mínima de los conductores de puesta a tierra para canalización
y equipo.
Conductores equipotenciales
En una instalación de tierras, se denominan conductores equipotenciales a aquellos
que conectan eléctricamente todas las masas metálicas de la estructura de un edificio o de un
recinto, con el fin de evitar diferencias de potencial entre ellas. El conjunto forma una red
equipotencial unida a la red de tierra del edificio. Véase la Figura 3.13: [17]
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Figura 3.13: Equipotencialización de tierras independientes.
90
[17]
Si las condiciones de la instalación son tales que pueden dar lugar a tensiones de contacto
superiores a los valores señalados anteriormente, se asegurará la rápida eliminación de la
falta mediante dispositivos de corte adecuados a la corriente de servicio. [17]
La resistencia de un electrodo depende de sus dimensiones, de su forma y de la
resistividad del terreno en el que se establece. Esta resistividad varía frecuentemente de un
punto a otro del terreno, y varía también con la profundidad. [17]
La tabla 3.5 muestra, a título de orientación, unos valores de la resistividad para un cierto
número de terrenos. [17]
La resistencia un electrodo que consista en una varilla, tubería o placa, debe tener
una resistencia a tierra de 25 Ω o menor una vez enterrado. En caso de que la resistencia a
tierra sea mayor que 25 Ω debe complementarse con uno o más electrodos adicionales hasta
obtener este valor de resistencia permisible. [13]
Cuando se instalen varios electrodos de barras, tubos o placas se deben colocar a una
distancia mínima de 1,8 m entre sí y deben estar efectivamente conectados entre sí. El valor
de la resistencia a tierra de los electrodos no debe ser mayor que 25 Ω para casas habitación,
comercios, oficinas o locales considerados como de concentración pública.
NOTA: La instalación en paralelo de varillas de más de 2,4 m aumenta la eficiencia si se
separan más de 1,8 m. [17]
En ningún caso se permite que el valor de resistencia a tierra del sistema de electrodos
de puesta a tierra sea superior a 25 Ω. [13]
91
CAPÍTULO 4
4.1 INTRODUCCIÓN
En este capítulo se explican las diferentes causas por las que se presentan
sobretensiones en las instalaciones eléctricas de baja tensión. Se revisan además las
consecuencias y algunas técnicas para limitar sus efectos destructivos.
No hay duda acerca del peligro que implican las sobretensiones, y de mayor gravedad
se consideran las descargas atmosféricas (los rayos) y sus efectos asociados.
Incendios, lesiones o pérdida de la vida, daños y destrucción a propiedades, pérdidas
significativas de tiempo y de dinero por salidas de operación, debidas a daños en los equipos,
todo esto convierte a los rayos en una seria amenaza. En tanto que los efectos directos de un
rayo son obvios, los efectos secundarios pueden resultar devastadores. Esto resulta
especialmente cierto para líneas de energía e instalaciones con equipo electrónico que es
muy sensible.[10]
Con la evolución de los equipos electrónicos la sensibilidad de dichos equipos a
disturbios eléctricos es mayor, necesitando cuidados especiales en la elaboración y ejecución
de las instalaciones eléctricas. [10] Veamos la figura 4.1:
92
4.2 SOBRETENSIONES
Una sobretensión es una onda o impulso de tensión que se superpone a la tensión
nominal de la red veamos la figura 4.2, produciendo un gran aumento del valor eficaz de la
tensión de la línea durante un período de tiempo muy corto (del orden de μs). [19]
93
Estos dos parámetros afectan al equipo y producen radiaciones electromagnéticas.
Además, la duración de la sobretensión (T) produce un aumento de energía en los circuitos
eléctricos que puede destruir el equipo. [1]
Existen cuatro tipos de sobretensiones que pueden afectar a las cargas y a las
instalaciones eléctricas:
A continuación se presenta algunas cifras acerca del riesgo de las caídas de rayos
Todos los años, en todo el mundo, miles de personas sufren caídas de rayos e
infinidad de animales mueren por este motivo.
Los rayos también producen un gran número de incendios, la mayoría de los cuales se
producen en granjas, de modo que destruyen edificios y los dejan inutilizables.
94
Los rayos afectan también a los transformadores, a los dispositivos de medida, a los
electrodomésticos y a todas las instalaciones eléctricas y electrónicas en el sector
residencial e industrial.
Los edificios altos son los que sufren más a menudo caídas de rayos.
El coste de las reparaciones de los daños producidos por los rayos es muy alto.
Es difícil evaluar las consecuencias de las interrupciones producidas en las redes
informáticas y de telecomunicaciones, los defectos en los ciclos de los autómatas y los
defectos en los sistemas de regulación.
[1]
Además, las pérdidas que se producen por las paradas de maquinarias pueden tener
consecuencias financieras que superen el coste del equipamiento destruido por la caída de
rayos (veamos la figura 4.5). [1]
La siguiente tabla 4.1 nos muestra los valores facilitados por el comité de protección
contra rayos (comité técnico 81 de IEC). Como se puede observar, la mitad de las caídas de
rayos presentan una fuerza superior a 33 kA y el 5% son superiores a 85 kA. Por
consiguiente, las fuerzas de energía son muy altas. [1]
Tabla 4.1: Valores de caídas de rayos facilitados por el comité de protección contra rayos
95
Es importante definir la probabilidad de la protección adecuada a la hora de proteger un
lugar. Además, la corriente de un rayo es una corriente de impulso de alta frecuencia (HF) que
alcanza aproximadamente un megahercio. [1]
Efectos térmicos: fusión en los puntos de impacto del rayo y efecto Joule, debido a la
circulación de la corriente, lo que produce incendios.
Efectos electrodinámicos: cuando las corrientes de los rayos circulan en conductores
eléctricos paralelos, provocan fuerzas de atracción o repulsión entre los cables, lo que
produce roturas o deformaciones mecánicas (cables aplastados).
Efectos de combustión: los rayos pueden producir que el aire se expanda y se cree una
sobrepresión que se dispersa en una distancia de varias decenas de metros. Un efecto
de explosión rompe ventanas o divisiones que pueden proyectarse en animales o
personas a varios metros de su posición original. Esta onda de choque al mismo
tiempo se convierte en una onda de sonido: el trueno.
Sobretensiones conducidas tras un impacto en las líneas telefónicas o en las líneas
aéreas eléctricas.
Sobretensiones inducidas por el efecto de radiación electromagnética del canal del
rayo que actúa como antena en varios kilómetros y lo cruza una corriente de impulso
considerable.
El aumento del potencial de tierra por la circulación de la corriente del rayo por la tierra.
Esto explica las caídas de rayos indirectas por tensión de paso y los defectos de los
equipos.
[1]
Sobretensiones de funcionamiento o maniobra
Un cambio brusco en las condiciones de funcionamiento establecidas de una red
eléctrica provoca los fenómenos transitorios. Se trata por lo general de ondas de sobretensión
de oscilación amortiguadas o de alta frecuencia. En la figura 4.6 se muestran las causas de
algunas sobretensiones por maniobras. [1]
Estas sobretensiones presentan las mismas frecuencias que la red (50, 60 o 400 Hz):
97
Sobretensiones producidas por descargas electrostáticas
La siguiente tabla 4.2 que aparece a continuación resume las principales características de
las sobretensiones. [1]
Modo común
Las sobretensiones en modo común se producen entre las partes activas y la tierra: fase/tierra
o neutro/tierra (observar la figura 4.8).
Resultan especialmente peligrosas para los dispositivos cuyas estructuras (masa) se
encuentren conectadas a tierra, debido al riesgo de defecto dieléctrico. [1]
Pararrayos, que constituyen los dispositivos de protección contra rayos más antiguos y
más conocidos.
Cables de guarda.
La jaula mallada o jaula Faraday.
[1]
El pararrayos
El pararrayos es una vara cónica que se coloca en la parte superior del edificio. Está
conectado a tierra mediante uno o varios conductores (Veamos la figura 4.11) [1]
100
Además, el flujo de la corriente de los rayos a la tierra inducirá sobretensiones, por
radiación electromagnética, en los circuitos eléctricos y en los edificios que se van a proteger.
Pueden alcanzar varias decenas de kilovoltios. Por lo tanto, es necesario dividir
simétricamente las corrientes del conductor inferior en dos, cuatro o más, para reducir al
mínimo los efectos electromagnéticos[1]
Cables de guarda
Figura 4.12: Ejemplos de cables de guarda para una edificación y a la derecha de una línea aérea.
Este principio se utiliza para edificios sensibles que alberguen computadoras o equipos
de producción con circuitos integrados. Consiste en la multiplicación simétrica del número de
conductores de bajada a tierra fuera del edificio. Se añaden enlaces horizontales si el edificio
es alto, por ejemplo, cada dos pisos. Los dos conductores se conectan a tierra mediante
conexiones a tierra en cruce. El resultado es una serie de mallas de 15 x 15 m o 10 x 10 m.
Esto produce una conexión equipotencial mejor del edificio y divide las corrientes de los rayos,
de modo que se reducen en gran medida los campos y la inducción electromagnética. Véase
la figura 4.13. [1]
101
Figura 4.13: Ejemplo de jaula mallada o Faraday.
[11]
Se pueden clasificar según el modo en el que están conectados en una instalación: protección
en serie o paralela. [1]
Transformadores
Filtros
Se basan en componentes como resistencias, bobinas de inductancia y condensadores
y se aplican a sobretensiones producidas por perturbaciones industriales y de funcionamiento
correspondientes a una banda de frecuencia claramente definida.
103
Este dispositivo de protección no es adecuado para las perturbaciones de origen
atmosférico. [1]
El principio
Limitadores de tensión.
105
Figura 4.18: Limitador de tensión.
106
Figura 4.20: Ejemplo de tecnología utilizada para la protección secundaria contra sobretensiones e
instalaciones de baja tensión.
Limitadores de sobretensiones.
107
Descripción del limitador de sobretensiones
Donde:
(Iimp): Máxima corriente de Impulso
Valor de cresta de corriente que soporta el limitador con una onda de ensayo 10/350 μs. Esta
magnitud se utiliza para clasificar a los limitadores clase I. [11]
Onda 10/350: Forma de onda de corriente (Véase Figura 4.23) que fluye a través de equipos
cuando éstos están bajo los efectos de una sobretensión producida por la descarga directa de
108
un rayo. 10 significa el tiempo de subida es decir que a 10μs se alcanza el valor de cresta
máximo (al 100%) y 350 significa que a un tiempo de 350 μs la cresta se encuentra a un 50%
en descenso. [19] [10]
Nota: Los Limitadores con Vp menores o iguales a 1,5kV protegen hasta los equipos más
sensibles. Véase la Figura 4.24 donde se muestran las especificaciones de un supresor de
sobretensión para baja tensión: [19]
110
Cuando se produce una sobretensión que supera el umbral de Vc, el limitador de
sobretensiones conduce la energía a tierra en modo diferencial. [11]
El limitador de sobretensiones dispone de un dispositivo de protección térmico interno que
evita que se queme al final de su vida útil. Gradualmente, con el uso normal y tras soportar
varias sobretensiones, el limitador de sobretensiones envejece y se convierte en un
dispositivo conductor. Un indicador visual informa al usuario de la proximidad del fin de su
vida útil. [11] [10]
De la figura anterior podemos decir que en este caso se tomaron las siguientes
consideraciones:
– Corriente por descarga directa de rayo considerada I: 200 kA (solamente el 1% de las
descarga > 200 kA).
– Distribución de la corriente dentro del edificio: 50 % a tierra y 50 % a la red eléctrica (de
acuerdo con los estándares internacionales IEC 61 643-12 Anexo I-1-2).
111
– Distribución igual de la corriente en cada uno de los conductores (3 L + N):
In = 100kA / 4 = 25 KA
[10]
La protección contra cortocircuitos para el fin de la vida útil del limitador se garantiza
cuando el limitador de sobretensiones es desconectado por el automático externo. Veamos la
figura 5.26 donde se muestra la forma correcta para la coordinación entre distintos
dispositivos de protección de una instalación eléctrica: [10]
112
CAPÍTULO 5
PROTECCIÓN CONTRA SOBRECORRIENTE Y
CORTOCIRCUITO.
5.1 INTRODUCCIÓN
Al circular corriente eléctrica por o a través de un conductor, un elemento, un aparato,
un motor, un equipo o todo un sistema eléctrico, se produce en todos y cada uno de ellos un
calentamiento, al transformarse parte de la energía eléctrica en energía térmica; ésta última
dentro de las instalaciones eléctricas no es deseable, a este efecto se le conoce como
pérdidas por efecto JOULE (I2R). [2]
Si el calentamiento producido es excesivo y por lapsos de tiempo considerables, llegan
hasta a quemarse los elementos, aparatos, motores, equipos, etc., sin embargo, en todos los
casos empiezan por dañarse los aislamientos y cuando ello ocurre, se producen fallas en el
sistema eléctrico provocando un riesgo de choque eléctrico a personas o la aparición de un
cortocircuito. Para regular el paso de la corriente en forma general y para casos particulares,
se dispone de listones fusibles, interruptores termomagnéticos y protecciones de otro tipo, que
evitan el paso de corrientes mayores a las previstas; los dispositivos de protección de las
instalaciones eléctricas aprovechan el efecto producido por la circulación excesiva de
corriente eléctrica para impedir el paso de corrientes peligrosas al circuito al cual protegen.
Por lo anterior en el diseño de las instalaciones eléctricas, se deben considerar no sólo
las corrientes nominales de servicio, sino también las sobrecorrientes debidas a las
sobrecargas y a los cortocircuitos. [8]
En este capítulo revisaremos las causas, las consecuencias y algunos métodos de
protección cuando se presentan sobrecorrientes en las instalaciones eléctricas de baja
tensión.
Figura 5.1: Las sobrecargas son causadas por un exceso en el consumo de energía de una
instalación. El cortocircuito puede causar incluso incendios del inmueble donde se encuentre dicha
instalación.
Características de un cortocircuito.
Las corrientes de cortocircuito son muy superiores a las corrientes de carga en
condiciones normales de servicio, y producen esfuerzos térmicos y electrodinámicos muy
importantes sobre los distintos componentes de las instalaciones, pudiendo provocar daños
irreparables sobre los componentes de las instalaciones sino son eliminadas rápidamente.
Por lo tanto el conocimiento de las mismas, en los distintos puntos de la instalación, será
indispensable para el diseño de los distintos componentes como ser: barras, cables,
dispositivos de maniobra y protección, etc. [6]
Para el diseño de una instalación y elegir adecuadamente los dispositivos de protección
debemos conocer las corrientes de cortocircuito máximas y mínimas en los distintos niveles.
[6]
114
Corrientes de cortocircuito máximas
Tipos de fallas
Los tipos de cortocircuitos que estudiaremos en este capítulo son los siguientes:
115
(a) Cortocircuito entre tres líneas de fase (trifásico)
(b) Cortocircuito entre dos líneas de fase (bifásico)
(c) Cortocircuito entre una línea de fase y el conductor neutro (monofásico a neutro)
(d) Cortocircuito entre una línea de fase y el conductor de tierra (monofásico a tierra)
[6]
116
Figura 5.4: Cortocircuito monofásico a Neutro
117
La amplitud de la corriente de cortocircuito depende fundamentalmente del momento
en que la falla ocurra, de la duración, de la ubicación y la topología. [6]
Según la Figura 5.6, la amplitud máxima (Im), de esta corriente es equivalente a raíz de
dos veces el valor rms (Irms). Normalmente los métodos de cálculo de corriente de
cortocircuito entregan como solución a sus ecuaciones, corrientes simétricas de valores rms,
las que en general son de menor amplitud (incluso al convertirlas en valores máximos), que
las corrientes del tipo asimétricas. Estas corrientes se les llaman de esta forma debido a que
las amplitudes de sus semiciclos positivos y negativos son de distinto valor, es decir, la
semionda alterna característica no es simétrica respecto al eje de coordenadas. Véase la
Figura 5.7: [6]
Duración de la falla
En función de la duración de la falla (tiempo de existencia sin despeje por los órganos
de protección), la corriente de cortocircuito puede presentar tres valores característicos,
subtransitorio, transitorio y permanente. Veamos la Figura 5.8: [6]
119
Tal como lo señala la Figura 5.8, una corriente de cortocircuito asimétrica, puede
convertirse en simétrica, solo cuando la falla alcanza su estado permanente.
Lamentablemente si el defecto permanece el tiempo necesario para alcanzar el estado
simétrico, la instalación eléctrica se destruiría en prácticamente su totalidad. [6]
La ubicación de la falla
La amplitud de la corriente de cortocircuito desde el punto de vista del cálculo, está dada
en función de la ley de ohm, es decir, que la corriente es inversamente proporcional a la
impedancia. [6]
La impedancia de cortocircuito mayoritariamente está dada por la impedancia de los
conductores que se verían involucrados en el camino de circulación de la corriente, luego
entre más cerca del transformador de alimentación se produzca el defecto, la impedancia de
cortocircuito tendrá un valor menor que si la falla ocurriese en el punto más alejado de la
fuente. En otras palabras, si la falla ocurre en las proximidades del transformador, la corriente
de cortocircuito tendrá una amplitud mayor que si esta ocurriese en el punto más alejado. [6]
Elemento Fuente
El elemento fuente para el estudio del cortocircuito en redes interiores está compuesto
por la red eléctrica de alimentación externa (sistema en media tensión), y el transformador
particular del cliente en el caso de que sea del tipo alta tensión. En el caso de las
instalaciones de baja tensión, el sistema está compuesto por la red de alimentación externa
en media tensión, y el transformador de distribución más próximo al empalme (acometida) del
cliente. Veamos la figura 5.9: [6]
120
Figura 5.9: Componentes del elemento fuente
La impedancia del sistema (Zs) se determina tanto para el caso de clientes en alta
como en baja tensión, por medio de la siguiente ecuación (1): [6]
121
Ecuación (1)
Según lo anterior, los esquemas representativos serían los que se muestran en la figura 5.11:
[6]
Para el caso de los clientes de baja tensión, la impedancia de las líneas de distribución de
la compañía es dificultoso determinarla, luego se aconseja que se considere que el empalme
122
eléctrico de la instalación interior, está ubicado directamente en los bornes del secundario del
transformador de la compañía. Según esto, los esquemas finales serían los mostrados en la
figura 5.12: [6]
Figura 5.12: Impedancias del elemento fuente (Simplificado para clientes de baja tensión)
Ecuación (3)
123
Tabla 5.1: Impedancias porcentuales típicas de transformadores.
Ecuación (4)
La pérdida en el cobre del transformador es un dato que debería conocerse por medio
de la ficha técnica o catálogo del fabricante de la máquina. Lamentablemente en la práctica,
este dato es normalmente desconocido, luego para conocerlo (en ausencia del dato del
fabricante), se recomienda utilizar la siguiente información que se muestra en la tabla 5.2: [6]
124
Tabla 5.2: Perdidas típicas en el cobre de transformadores.
Ecuación (5)
Ecuación (6)
125
La resistividad del material que normalmente es de cobre, se debe trabajar en función de la
elevación de temperatura producida por la circulación de la corriente de cortocircuito durante
el tiempo de extinción de la falla. [6]
Como se indico en párrafos anteriores, el tiempo de operación máxima de las protecciones
termomagnéticas en presencia de un cortocircuito es de 10 (ms). Por ensayos se ha
determinado que durante este tiempo la temperatura en el conductor involucrado puede
alcanzar aproximadamente 82,5°C. [6]
La resistividad de un conductor es dependiente de la variación de la temperatura en forma
lineal, es decir, si la temperatura aumenta la resistividad también se eleva. En general, la
resistividad de los conductores de cobre a 20°C es de 0,018 (Ωxmm2/m), o expresada en un
submúltiplo tendremos un valor de 18 (mΩxmm2/m). La tarea entonces es determinar la
resistividad del cobre a una temperatura de 82,5 °C. [6]
Luego de realizar las operaciones correspondientes tenemos que la resistividad final a
82.5°C en (mΩxmm2/m) es: [6]
ρcc 82.5°c = 22.5 mΩxmm2/m
La reactancia de los conductores de cobre depende de la siguiente Ecuación (7): [6]
Ecuación (7)
La amplitud simétrica de la corriente de falla está dada en función de los elementos que
intervienen en el camino de circulación del cortocircuito, y es representada por la ley de ohm.
[6]
Las expresiones que nos permiten determinar esta amplitud simétrica son:
Ecuación (8)
126
(b) Cortocircuito bifásico: [6]
Ecuación (9)
Ecuación (10)
Ecuación (11)
127
(e) Cortocircuito monofásico a tierra en sistema TT: [6]
Ecuación (12)
A continuación se presenta la ecuación (13) que determina ese valor de factor de potencia: [6]
Ecuación (13)
128
Figura 5.13: Grafica para la obtención del factor de asimetría.
Ecuación (14)
129
en la falla de cortocircuito, para que sean capaz de soportarlos, y en el caso de las
protecciones termomagnéticas y fusibles, también despejarlos. [8]
Las instalaciones eléctricas requieren siempre de la protección contra cortocircuitos
donde quiera que exista esta falla. La corriente de cortocircuito se debe calcular en cada nivel
de la instalación, con el propósito de determinar las características del equipo requerido para
soportarla y/o eliminarla.[1]
Fusibles
Como hemos visto en los párrafos anteriores, para proteger a los equipos y en general
a las instalaciones eléctricas contras las sobrecorrientes (sobrecarga y cortocircuito), se
utilizan dispositivos que las detectan y pueden interrumpirlas en un cierto tiempo, tal es el
caso de los fusibles o los interruptores termomagnéticos usados en las instalaciones ya sean
residenciales, industriales o comerciales. [8]
Los fusibles se consideran como los dispositivos más antiguos en la protección contra
sobrecorrientes y su desarrollo original se debe a Edison, cuando inicio el crecimiento de la
industria eléctrica hacia finales de 1800s; todo esto con el resultado del descubrimiento de la
lámpara eléctrica que fue el principio formal de la utilización de la energía eléctrica y con esto
de todo tipo de instalaciones eléctricas. [8]
El principio de operación de los fusibles se podría decir que es el mismo con algunas
pequeñas variantes, también existen diferencias desde el punto de vista constructivo. Estas
diferencias se presentan principalmente, dependiendo de si se trata de fusibles de baja
tensión (menores a 1000 volts) o en alta tensión, para aplicaciones residenciales o
industriales, para ser coordinados con otros elementos de protección que no son fusibles o
con fusibles. Algunos tipos constructivos se indican a continuación en las Figura 5.14, donde
se muestran los tipos básicos de fusibles, el cartucho, el de navaja y el de tipo rosca. [8]
130
Aun cuando, como se ha mencionado, los fusibles representan uno de los elementos
más antiguos en su uso dentro de los sistemas eléctricos, se han tenido avances muy
importantes en la comprensión de su funcionamiento, sus materiales y su construcción. [8]
Actualmente los fusibles se siguen usando para proporcionar protección a lámparas y
circuitos de alumbrado, pero también para proteger motores de altas corrientes, o bien
dispositivos electrónicos de estado sólido que manejan valores de corrientes muy bajas. [8]
Ahora veamos en la figura 5.15 las partes generales de las que consta un fusible
convencional:
Como se ha mencionado antes, los fusibles se pueden encontrar en una gran variedad,
como por ejemplo: los tipo rosca enchufables, de uso en casa habitación, los tipo cartucho en
base de casquillo para aplicaciones diversas hasta 60A., los tipo casquillos con terminales de
navaja para corrientes de 70A a 600A. [8]
Para la selección de fusibles y de interruptores de disparo inverso, se deben considerar
los siguientes valores normalizados de corriente eléctrica nominal de acuerdo a la NOM-001-
SEDE-2005: 15 A, 20 A, 25 A, 30 A, 35 A, 40 A, 45 A, 50 A, 60 A, 70 A, 80 A, 90 A, 100 A,
110 A, 125 A, 150 A, 175 A, 200 A, 225 A, 250 A, 300 A, 350 A, 400 A, 450 A, 500 A, 600 A,
700 A, 800 A, 1 000 A, 1 200 A, 1 600 A, 2000 A, 2 500 A, 3 000 A, 4 000 A, 5 000 A y 6 000
A. Se consideran como tamaños normalizados los fusibles de 1 A, 3 A, 6 A, 10 A y 601 A. Se
permite el uso de fusibles e interruptores automáticos de tiempo inverso con valores de
corriente nominal diferentes a los valores indicados en este inciso. [13]
Los fusibles, como los interruptores operan con una curva inversa de tiempo-corriente
diseñada para interrumpir rápidamente los cortocircuitos, permitiendo por tiempos más largos
las sobrecargas temporales o bien las corrientes de arranque de motores. [8]
La curva característica tanto de un fusible, como la de un interruptor, se traza en papel
log-log y tiene una banda de operación en lugar de una curva sencilla, la curva inferior de esta
131
banda indica el tiempo mínimo de fusión; en tanto que, la curva superior indica el tiempo
máximo de libramiento o interrupción. Véase la Figura 5.16. [8]
El tiempo total de interrupción, es la suma del tiempo requerido por el elemento fusible
para fundirse más el subsecuente tiempo de arqueo. [8]
Figura 5.17: Forma de onda de la corriente de falla mostrando la operación del fusible para limitar la
corriente. Y el diagrama esquemático de un fusible limitador de corriente.
El elemento fusible ideal para la limitación máxima de corriente debe poseer baja
conductividad, poca masa para reducir el tiempo de calentamiento y un punto muy alto y
definido de fusión. [8]
Existen condiciones en las que un fusible debe tener un punto de fusión elevado, pero
a la vez permitir el paso de sobrecorrientes por periodos de tiempo definidos, este es el caso
de los fusibles usados para la protección de motores, que deben permitir sobrecargas y las
133
corrientes de arranque. Estos fusibles se conocen como de “retardo de tiempo” y tienen dos
elementos en serie. Véase la Figura 5.18: [8]
Que son aquellos tipo tapón (con rosca) o de tipo cartucho, denominados clase H y que tienen
capacidad para interrumpir corrientes de falla de forma segura hasta unos 10,000A, pero no son
limitadores de corriente. Generalmente, su aplicación se encuentra entre los 250V y 600V,
con corrientes de hasta 600A. [8]
CLASE J. Los Fusibles Clase J, son limitadores de corriente y están diseñados para operar
a 600V, o menores. Tienen capacidad para interrumpir corrientes de falla hasta de 20,000
Amperes, su valor de corriente nominal puede llegar a ser hasta 600A. [8]
CLASE K. Estos son fusibles limitadores de corriente con tres designaciones; K-1, K-5 y K-
9, cada clasificación tiene límites específicos de corriente pico que circulan por ellos y de
valores I2t. Las capacidades interruptivas, para los: K-1, K-5 y K-9, son 50,000A, 100,000A y
200,000A, respectivamente. [8]
134
Estos fusibles se designan, como con retardo de tiempo, si son capaces de conducir hasta
5 veces sus corrientes nominales por al menos 10 segundos. [8]
CLASE T. Estos son relativamente nuevos dentro de la familia de los fusibles, y están
diseñados para ser usados en instalaciones compactas. Su capacidad interruptiva llega hasta
los 200,000 Amperes, con corrientes nominales de hasta 600 Amperes, en los rangos de
voltaje de: 250V y 600V. [8]
A continuación en la tabla 5.3 se muestran los valores estándar de corriente en amperes para
fusibles de baja tensión: [8]
Tabla 5.3 Valores estándar de corriente en Amperes para fusibles de baja tensión.
135
La protección contra fallas por sobrecorrientes que se logran con el uso de fusibles que
tienen la misma función que la de los interruptores termomagnéticos y es necesario en
aquellas aplicaciones de los fusibles que se coordinen sus características con las de los
dispositivos de control empleados, para proteger adecuadamente los circuitos y componentes.
Los fabricantes proporcionan tres tipos de datos básicos para los fusibles, que son: [8]
Las curvas tiempo-corriente. Estas curvas muestran los tiempos de fusión a distintos
valores de corriente.
Las curvas corriente-limitación. Que muestran los picos de corriente para distintos
valores de corrientes simétricas
Otras curvas y tablas. Donde se muestran el valor I2t y los niveles de daño para
diferentes fusibles a valores específicos de corrientes de falla
[8]
Interruptores Magnéticos
136
Figura 5.19: Curva característica de un disparo magnético.
Interruptores Térmicos
Son interruptores automáticos que reaccionan ante sobreintensidades ligeramente
superiores a la nominal, asegurando una desconexión en un tiempo lo suficientemente corto
para no perjudicar ni a la red ni a los receptores asociados con él. [14]
Para provocar la desconexión, aprovechan la deformación de una lámina bimetálica,
que se curva en función del calor producido por la corriente al pasar a través de ella. Véase la
Figura 5.20: [14]
137
Figura 5.21: Curva característica de un disparo térmico
Interruptores Termomagnéticos
138
Figura 5.22: Interruptores termomagnéticos y sus partes características.
Poseen tres sistemas de desconexión: manual, térmico y magnético. Cada uno puede
actuar independientemente de los otros, estando formada su curva de disparo por la
superposición de ambas características, magnética y térmica. [14]
139
Figura 5.21: Curva característica de un termomagnético.
Si comparamos los fusibles con los termomagnéticos veremos cómo estos últimos
presentan una mayor seguridad y prestaciones ya que interrumpen circuitos con más rapidez
y capacidad de ruptura que los fusibles normales. Después, a la hora de restablecer el
circuito, no se precisa ningún material ni persona experta, basta presionar un botón o mover
un resorte que se halla perfectamente aislado y visible. [14]
Por contra, un fusible requiere el gasto de compra de un cartucho nuevo, su colocación en la
base, sometida a tensión y una persona lo bastante capacitada para efectuar estas
operaciones. Estas molestias ocasionadas por la fusión de un fusible, llevan en muchas
ocasiones a colocar cartuchos inadecuados, por personas inexpertas, ignorando el peligro
que esto puede ocasionar a las personas y aparatos que con él van asociados. [14]
Cuando se trata de termomagnéticos tripolares, si una fase sufre perturbaciones, al
disparar su polo arrastra a los otros dos y desconecta completamente el sistema. Si este
circuito se hubiera protegido sólo con tres fusibles, se fundiría el correspondiente a la fase
perjudicada y dejaría a todo el sistema en marcha con sólo dos fases, con los consiguientes
peligros de averías que tal estado acarrea en determinados circuitos. [14]
140
Naturalmente los fusibles son imprescindibles en cuadros generales de protección y en
todos aquellos casos en que se desee una protección adicional. [14]
Otra aplicación muy interesante de los termomagnéticos la tenemos en la posibilidad de
su desconexión a distancia, ya que algunos modelos se fabrican con la particularidad de
poder acoplarles una bobina llamada de emisión (accionada con la aparición de una tensión)
o de mínima tensión (accionada cuando la tensión desaparece), encargada de accionar el
resorte de desconexión del termomagnético. [14]
Curvas de Disparo
Curva B
Curva C
Curva D
[14]
A continuación se exponen cada una de las curvas por separado, estudiando para cada
una de ellas la forma que presentan y las aplicaciones en las que se utilizan.
CURVA B
Estos termomagnéticos actúan entre 1,1 y 1,4 veces la intensidad nominal In en la zona
térmica y en su zona magnética entre un 3In y 5In, o 3,2In y 4,8In, según el tipo de aparato.
Permiten realizar la protección de las personas para longitudes mayores que con la
curva C, siendo indicado para instalaciones de líneas y generadores. Así, por ejemplo, en un
termomagnético de intensidad nominal 10A, para una intensidad de 20A., la desconexión la
efectuará el elemento térmico en un tiempo comprendido entre 20 seg. y 200 seg. Para una
intensidad de 50A, la desconexión la efectuará el elemento magnético en un tiempo que
estará entre 0,01 y 0,009 seg. Veamos la figura 5.22: [14]
141
Figura 5.22: Ejemplo de una Curva B
CURVA C
142
Figura 5.23: Ejemplo de Curva C.
CURVA D
143
Figura 5.24: Ejemplo de cura D.
Por otra parte, los relés térmicos tienen una curva de disparo fija y está prevista para
motores con arranque normal, es decir, con tiempos de arranque del orden de 5 a 10
segundos, veamos la figura 5.26. [14]
En los casos de arranque difícil (p.e. en centrifugadoras, molinos, grandes ventiladores,
etc.), que tienen un mayor tiempo de arranque, la curva de disparo resulta demasiado rápida y
el relé térmico dispararía durante el arranque. Para evitar esto hay que recurrir a algún
procedimiento especial como puentear el térmico durante el arranque o alimentarlo a través
de transformadores saturables. Esto además de encarecer considerablemente el arrancador,
supone emplear procedimientos sin fundamento físico porque en realidad lo que se hace es
engañar a la protección. [14]
Así pues, el sistema de protección por relés térmicos bimetálicos es generalmente
utilizado por ser, con mucho, el más simple y económico, pero no por ello se deben dejar de
considerar sus limitaciones, entre las cuales podemos destacar las siguientes:
Figura 5.26: Protección de una carga trifásica por falla de una fase. Y enseguida la curva
característica de un relé térmico por bilaminas.
146
Figura 5.27: Dispositivo de protección por sonda térmica y su curva de funcionamiento
Como las sondas miden exclusivamente la temperatura del punto en que hacen
contacto, es necesario colocarlas en los puntos más críticos del arrollamiento del motor;
generalmente en el fondo de las ranuras o en las cabezas de bobina del lado de salida del
aire. Esto obliga a efectuar su montaje de forma cuidadosa durante la fase de bobinado del
motor para asegurar un buen contacto térmico, veamos la figura 5.28. [14]
Además de los problemas que lleva la colocación de la sonda hay otro factor que
condiciona decisivamente este sistema de protección. A pesar de su pequeña masa (como
una cabeza de cerilla), la sonda reacciona con un cierto retardo definido por su constante de
tiempo térmica, que en la práctica suele ser del orden de 8 a 10 segundos. [14]
Esta inercia térmica, normalmente olvidada, es un factor muy importante a tener en cuenta
sobre todo en casos de sobrecargas bruscas o bloqueo del rotor. [14]
Así, en la figura 5.29 representamos la variación de temperatura en función del tiempo,
en un motor hipotético M1 sometido a una densidad de corriente de 20 A/mm 2, y la
correspondiente curva de temperatura de su sensor (CTP). Igualmente representamos la de
147
un motor M2 sometido a una densidad de corriente de 50 A/mm 2, y la de su sensor. En ambos
motores suponemos que sus aislantes son del tipo B. [14]
Los interruptores automáticos de motor utilizan el mismo principio de protección que los
interruptores termomagnéticos, veamos la Figura 5.30. Son aparatos diseñados para ejercer
hasta 4 funciones:
148
1.- Protección contra sobrecargas.
2.- Protección contra cortocircuitos.
3.- Maniobras normales manuales de cierre y apertura.
4.- Señalización.
[14]
Figura 5.30: Interruptor automático de un motor y su curva característica que sigue los
mismos principios del interruptor termomagnético.
149
Figura 5.31: Diferencias entre dos métodos de alimentación para un motor.
Como ya hemos dicho, estos interruptores disponen de una protección térmica. Cada
uno de los tres polos del interruptor automático dispone de un disparador térmico de
sobrecarga consistente en unos bimetales por los cuales circula la intensidad del motor. En
caso de una sobrecarga el disparo se produce en un tiempo definido por su curva
característica. La intensidad de disparo térmico es regulable dentro de ciertos límites. Por
ejemplo para el modelo KTA3 de Sprecher como el de las Figura 5.30 y 5.32 existen 13
modelos con intensidades comprendidas entre 0,1 A hasta 25 A. disponiendo cada uno de
ellos de un campo de reglaje determinado. [14]
La protección magnética o disparador magnético de cortocircuito consiste en un
electroimán por cuyo arrollamiento circula la corriente del motor y cuando esta alcanza un
valor determinado se acciona bruscamente un núcleo percutor que libera la retención del
mecanismo de disparo, obteniéndose la apertura de contactos en un tiempo inferior a 1 ms.
La intensidad de funcionamiento del disparador magnético es de 11 a 18 veces la
intensidad de reglaje, correspondiente a los valores máximo y mínimo del campo de reglaje.
Otra característica interesante en este tipo de aparatos es la limitación de la corriente
de cortocircuito por la propia resistencia interna del interruptor, correspondiente a los
bimetales, disparadores magnéticos y contactos. Este efecto disminuye a medida que
aumenta la intensidad nominal del aparato. [14]
Gracias al diseño optimizado de las piezas de los contactos y de las cámaras de
extinción, estos aparatos tienen un poder de corte muy elevado.
Una tecla de conexión START y otra de desconexión STOP o RESET permiten el
mando manual del interruptor, lo cual le faculta para que en ciertos circuitos se pueda
prescindir del contactor. [14]
Un botón giratorio, situado a un costado del interruptor, permite seleccionar la función T
"TRIP", de disparo con señalización y bloqueo de la reconexión directa. Esta función tiene la
misión de que en el caso de disparo por sobrecarga o cortocircuito la tecla STOP se desplace
150
a una posición intermedia, aproximadamente a la mitad de su carrera total, indicando con ello
el motivo de la desconexión. Para efectuar la nueva conexión manual es necesario pulsar a
fondo la tecla STOP. [14]
Estos interruptores, en su lateral izquierdo, disponen de un alojamiento para la
colocación de un bloque de contactos auxiliares. Un contacto normalmente cerrado y otro
normalmente abierto pueden servirnos para todas aquellas funciones de señalización que
deseemos. [14]
También es posible desconectar a distancia estos interruptores, ya que se dispone, en
su lateral derecho, de alojamiento para colocar una bobina de disparo por emisión de tensión,
o una bobina de disparo por mínima tensión. [14]
Con todo lo dicho sobre los interruptores automáticos de motores KTA3- 25 (Véase la
Figura 5.32), es posible llegar a la conclusión de que aunque estos interruptores no supongan
el sistema ideal de protección, pueden sustituir ventajosamente a los grupos fusibles/relés
térmicos utilizados para la protección de motores. [14]
151
CAPÍTULO 6
6.1 INTRODUCCIÓN
Este capítulo tiene como objetivo adquirir una visión global de la aparamenta eléctrica
de baja tensión. Las normas nacionales e internacionales definen la manera en que se deben
llevar a cabo los circuitos eléctricos de las instalaciones eléctricas de baja tensión y las
funciones y limitaciones de los diversos dispositivos de conmutación, que se denominan
colectivamente aparamenta.
Independientemente de estas normas, cada fabricante de elementos de instalaciones
eléctricas mantienen sus propios métodos de fabricación y ofertan sus productos con su
propio diseño en lo que se refiere al aspecto constructivo de dicho elemento, pero
coincidiendo con las mismas funciones operativas que realiza cualquier otro elemento de otro
fabricante con similares especificaciones.
Por lo anterior es de suma importancia tener en cuenta la mejor opción del mercado, al
momento de elegir nuestros dispositivos de protección de una instalación eléctrica; pero
siempre teniendo en cuenta que aun cuando la aparamenta eléctrica realiza la misma función
de protección, en el mercado se encontraran con distintos formas constructivas.
Clasificación
Por su función:
• De maniobra
• De protección
• De medida
• De regulación
• De control
[18]
152
Por su tensión:
Por su emplazamiento:
• De montaje interior
• De montaje exterior o intemperie
[18]
• No protegidos o abiertos
• Protegidos con envolvente metálica
[18]
Por su utilización:
• Instalaciones domésticas
• Instalaciones industriales
• Instalaciones comerciales
• Redes eléctricas de producción, transporte y distribución
[18]
Definiciones relativas a la aparamenta eléctrica
Aparamenta de maniobra
Aplicado a los aparatos de conexión y apertura y a su combinación con aparatos de
control, de medida, de protección y de regulación asociados a ellos, así como a los conjuntos
de tales aparatos con las conexiones, accesorios, envolventes y soportes correspondientes
destinados, en principio, a la maniobra de aparatos que utilizan energía eléctrica. [18]
Maniobra
Paso de los contactos móviles de una posición a otra adyacente. Una maniobra podrá
ser de cierre o de apertura.
Ciclo de maniobra
Sucesión de maniobras de una a otra posición con regreso a la posición inicial.
Secuencia de maniobra
Sucesión de maniobras especificadas, efectuadas con intervalos de tiempo
especificados.
153
Circuito principal
Conjunto de piezas conductoras de un aparato de maniobra introducidas en el circuito,
que tiene por función su cierre o su apertura.
Circuito de mando
Conjunto de piezas conductoras de un aparato de maniobra introducidas en el circuito,
utilizando para ordenar la maniobra de cierre o apertura, o ambas.
Circuitos auxiliares
Conjunto de piezas conductoras destinadas a un circuito distinto del principal y de los
de mando, y que responden a funciones complementarias tales como señalización,
enclavamientos, etc.
Polo
Parte constituyente de un aparato de maniobra asociada exclusivamente a un camino
conductor eléctricamente separado y perteneciente a su circuito principal.
Contacto principal
Contacto introducido en el circuito principal del aparato de maniobra, previsto para
soportar, en posición cerrado, la intensidad del circuito del principal.
Contacto de arco
Contacto previsto para que en él se establezca el arco. Puede ser parte integrante del
contacto principal, o estar separado, con la misión de que abra después o cierre antes que el
contacto principal.
Disparador
Dispositivo conectado mecánicamente a un interruptor que provoca la apertura
automática del mismo.
154
Interruptor cuyos contactos móviles vuelven a la posición abierto y permanecen en ella
cuando se ordena la maniobra de apertura, incluso una vez iniciada la maniobra de cierre y
aunque se mantenga la orden de cierre.
Tiempo de apertura
Intervalo de tiempo que media entre el instante en que, estando el interruptor en
posición cerrado, la intensidad del circuito principal alcanza el valor de funcionamiento del
disparador por máxima intensidad y el instante de la separación de los contactos de arco en
todos los polos.
En los interruptores automáticos disparados por una fuente cualquiera de energía
exterior, el tiempo de apertura se medirá a partir del instante de aplicación de la fuente de
energía exterior.
Tiempo de arco
Intervalo de tiempo que media entre el instante de la primera iniciación del arco y el
instante de la extinción final del arco en todos los polos.
Tiempo de corte
Intervalo de tiempo que media entre el principio del tiempo de apertura y el fin del
tiempo del arco, o sea la suma de los tiempos de apertura y de arco.
Magnitudes Características
Las características nominales o asignadas principales en la aparamenta son:
• Tensión nominal
• Nivel de aislamiento
• Corriente nominal
[18]
• Poder de corte
• Poder de cierre
• Corriente de corta duración admisible
• Secuencia de maniobra
• Intensidad límite térmica
• Intensidad límite dinámica
[18]
155
Y en la aparamenta de protección y de medida:
Nivel de aislamiento
Eventualmente por:
• Tensión de ensayo a las sobretensiones de maniobra.
[18]
Corriente de corte
Corriente en un polo del interruptor, o del contactor, en el instante de cebado del arco
en el curso de una maniobra de apertura. [18]
Poder de cierre
Valor máximo de cresta de la corriente prevista que el interruptor o contactor es capaz
de establecer bajo una tensión dada y en las condiciones prescritas de empleo y
comportamiento. [18]
156
Poder de corte
Valor de la corriente prevista de corte que el aparato de maniobra es capaz de
interrumpir bajo una tensión dada y en las condiciones prescritas de empleo y
comportamiento. [18]
Tensión aplicada
Tensión que se tiene entre bornes de un polo del aparato de maniobra inmediatamente
antes de que se establezca la corriente. [18]
Tensión de restablecimiento
Tensión que aparece entre los bornes del aparato después de la interrupción de la
corriente. [18]
• Calentamiento
• Aislamiento
• Esfuerzos mecánicos
[1]
Calentamiento
Comporta el estudio de los fenómenos que dan lugar en la aparamenta a la producción
de calor; efecto Joule, imantación alternativa, corrientes de Foucault, pérdidas dieléctricas,
etc., así como de los medios de evacuación del mismo. [18]
Aislamiento
Comprende el estudio del campo eléctrico, la influencia del medio ambiente y la
alteración con el tiempo de las propiedades dieléctricas de los aislantes, así como el
conocimiento y la aplicación de nuevos aislantes gaseosos, líquidos y sólidos. [18]
157
El progreso de las máquinas y aparatos eléctricos está íntimamente ligado al desarrollo
de nuevos materiales aislantes. [18]
Esfuerzos mecánicos
El problema de los esfuerzos mecánicos tiene su origen, por una parte, en las fuerzas
electrodinámicas que se manifiestan entre conductores próximos cuando son recorridos por
corrientes eléctricas y por otra en las dilataciones que los mismos experimentan al calentarse.
A estos problemas, la aparamenta de maniobra añade otros dos más: [18]
El problema de la ruptura
Viene impuesto por la inevitable necesidad de pasar por la formación de un arco
eléctrico, fenómeno cuyo estudio constituye una de las partes de la electrotecnia más
complejas. [18]
Aparamenta de Maniobra
Tiene por misión establecer o interrumpir la corriente en uno o varios circuitos bajo
condiciones previstas de servicio, sin daños significativos para el aparato y sin perturbar la
explotación. [18]
• Seccionadores
• Interruptores
• Contactores
[18]
Seccionador
Aparato mecánico de conexión que por razones de seguridad, en posición de abierto
asegura una distancia de seccionamiento que satisface unas condiciones específicas.
Un seccionador es capaz de abrir o cerrar un circuito cuando la corriente a interrumpir o
a establecer es despreciable o cuando no se produce ningún cambio notable de tensión en los
bornes de cada uno de los polos del seccionador.
Debe ser capaz de soportar las corrientes que se presenten en condiciones normales
del circuito y capaz de soportar durante un tiempo especificado, las corrientes que se
presentan en condiciones anormales, como las de cortocircuito. [18]
Interruptor
Aparato mecánico de conexión capaz de establecer, soportar e interrumpir la corriente
en las condiciones normales del circuito y circunstancialmente las condiciones específicas de
158
sobrecarga en servicio, así como soportar, durante un tiempo determinado, intensidades tales
como las de cortocircuito.
Es un aparato sin distancia de seccionamiento y en consecuencia aparecerá asociado
a un seccionador. [18]
Interruptor seccionador
Interruptor que en posición de apertura satisface las condiciones de aislamiento
especificadas para un seccionador. También es llamado seccionador en carga. [18]
Contactor
Aparato mecánico de conexión, con una sola posición de reposo, que puede ser la de
abierto o la de cerrado, accionado por cualquier forma de energía, menos la manual, y capaz
de establecer, soportar e interrumpir corrientes en condiciones normales de circuito, incluidas
las condiciones de sobrecarga en servicio. Ciertos contactores pueden ser capaces de
establecer o interrumpir corrientes de cortocircuito. [18]
A tenor de la fuente de energía que obliga al contactor a mantener la posición de
trabajo, se distinguen los siguientes tipos: [18]
Contactor electromagnético
El esfuerzo lo suministra un electroimán.
Contactor neumático
El esfuerzo proviene de un dispositivo de aire comprimido, sin utilizar medios eléctricos.
Contactor electroneumático
El dispositivo de aire comprimido es maniobrado por electroválvulas.
Los contactores son aparatos capaces de efectuar elevados ciclos de maniobras eléctricas
de cierre y apertura por hora.
Aparamenta de protección
Tiene como misión evitar o reducir, en la medida de lo posible, los efectos perjudiciales de las
situaciones anormales que se pueden presentar en una instalación.
Todos estos elementos fueron presentados y descritos en los capítulos anteriores, se
vieron de manera general conductores, canalizaciones, interruptores automáticos
(termomagnéticos, diferenciales, guardamotores, limitadores de sobretensiones, etc.),
fusibles, elementos de puesta a tierra, etc.
159
Cuadros eléctricos
Un cuadro de distribución, cuadro eléctrico o tablero de distribución es uno de los
componentes principales de una instalación eléctrica, en el se protegen cada uno de los
distintos circuitos en los que se divide la instalación a través fusibles, protecciones
termomagnéticas, diferenciales entre otros dispositivos. Al menos existe un cuadro principal
por instalación, como ocurre en la mayoría de las viviendas, y desde éste pueden alimentarse
uno o más cuadros secundarios, como ocurre normalmente en instalaciones industriales y
grandes comercios. [20]
Los cuadros eléctricos constituyen puntos nodales en una red y pueden albergar en
ellos todo tipo de aparamenta de maniobra, de protección, de regulación y control, de medida
y los accesorios relacionados con ella. [20]
• Fija.
• Extraíble.
• Seccionable. [20]
Los cuadros eléctricos de baja tensión son, sin lugar a dudas, los elementos de la
instalación eléctrica que están más sujetos a la intervención directa del personal (maniobras,
mantenimiento, etc.) y debido a ello los usuarios demandan requisitos de seguridad cada vez
más elevados. [20]
En los últimos años, muchos usuarios han hecho hincapié en la seguridad de los
cuadros eléctricos con miras a uno de los fenómenos electrofísicos más intensos y
destructivos: el arco eléctrico. [20]
A diferencia de lo que sucede en los dispositivos de interrupción, en los que el
fenómeno de arco entra dentro de las condiciones normales de funcionamiento, en los
cuadros de baja tensión el arco eléctrico es una anomalía grave y que se da con rara
frecuencia. [20]
Sin embargo, cuando el arco eléctrico se produce en el interior de un cuadro de baja
tensión, da lugar a sobrepresiones internas y sobrecalentamientos locales que pueden
provocar solicitaciones mecánicas y térmicas de carácter notable en sus componentes.
Además, los materiales afectados pueden generar productos de descomposición
calientes, gases o vapores que, a causa de la sobrepresión, casi siempre son expulsados al
exterior de la envolvente poniendo en gran riesgo la seguridad del operador. [20]
160
CONCLUSIONES
La utilización de la energía eléctrica constituye un elemento de suma importancia en el
desarrollo de las naciones, pues en cada actividad desarrollada por el ser humano se
encuentra directa o indirectamente su uso, pero aunado a esta utilización se encuentra un
eminente riesgo de accidentes en personas o riesgo de dañar los mismos equipos, esto último
cuando la instalación o los equipos eléctricos no son los adecuados para su uso o las
instalaciones son realizadas por personas con mínima experiencia.
En los últimos años, la seguridad en las instalaciones eléctricas de baja tensión ha ido
cobrando una creciente importancia. Este aspecto también se ha visto completado desde el
punto de vista normativo y son numerosos los usuarios que anteponen la seguridad a
cualquier otro requisito en su instalación eléctrica.
Por lo anterior debemos recordar que el buen funcionamiento y seguridad de una
instalación eléctrica depende del cumplimiento de las normas y reglamentos que rigen las
características específicas que deben de tener las Instalaciones Eléctricas y sus respectivos
elementos que las constituyen. Recordemos que para que un dispositivo funcione
correctamente y de manera segura, debe ser conectado con las especificaciones requeridas
y en condiciones óptimas.
Las instalaciones eléctricas no se consideran a prueba de fallas, pues durante su
funcionamiento se pueden encontrar fenómenos fuera del alcance del diseño previo de la
instalación; y es aquí donde sobresale la importancia de tener un amplio conocimiento de las
situaciones que pudieran suceder y sus posibles consecuencias, es por ello que la elección
de los dispositivos de protección de instalaciones eléctricas de baja tensión, deben
seleccionarse en forma adecuada con base a un previo estudio de la instalación, ya que son
capaces de reducir los riesgos de accidentes eléctricos al presentarse fallas.
En este trabajo hemos considerado entre otros aspectos a tres tipos de fallas de forma
general, tratando de explicar sus causas y consecuencias en la instalación y el riesgo que
pudieran representar a elementos del circuito o a personas que utilizan la instalación:
Sobrecarga y cortocircuito
Fallas de aislamiento (Riesgo de contactos eléctricos con las personas)
Sobretensiones (Por descargas atmosféricas, por conmutaciones o maniobras)
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