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A partir del compromiso electoral del Gobierno del MAS, y dando cumplimiento a los
resultados del Referéndum vinculante del 18 de julio de 2004, en mayo de 2005 se
promulga la Ley de Hidrocarburos (LH), que define la política nacional de
hidrocarburos y sus principios, y, entre otras medidas, establece que el
aprovechamiento de los hidrocarburos deberá promover el desarrollo integral,
sustentable y equitativo del país; el Gobierno, a través del Poder Ejecutivo, sería el
responsable de destinar los ingresos nacionales provenientes de la exportación e
industrialización del gas boliviano a la atención de la educación, salud, caminos y
empleos, principalmente.
Hasta 2017 se lograron beneficiar con algún bono social el 48,9% de la población
total, representando a 5,4 millones de bolivianos beneficiados con alguna
transferencia condicionada en efectivo (Bono Juancito Pinto, Renta Dignidad y Bono
Juana Azurduy). Con estas transferencias se busca mejorar el ingreso de las
personas, contribuir a la reducción de la tasa de deserción escolar y de mortalidad
materna-infantil, y otorgar una vejez digna a los adultos mayores. En este marco, el
gobierno nacional garantizó la sostenibilidad del pago de los bonos sociales
mediante fuentes de ingreso que permanecerán en el tiempo.
Además, en los últimos tres años se fue fortaleciendo la política social con la
creación del Subsidio Universal Prenatal por la Vida, el complemento nutricional
para el adulto mayor “Carmelo”, el bono bachiller destacado, entre otros. En
contraste, muchos países vecinos realizaron recortes presupuestarios en sus
políticas sociales, aspecto que limitó la creación de nuevas medidas en pro de sus
ciudadanos.
“Fomentando el acceso,
permanencia y finalización de los
estudios escolares de las
niñas, niños y jóvenes de todas las unidades educativas fiscales”
Antes del 2006, no existía ningún incentivo económico para los niños y jóvenes
estudiantes, orientado a fomentar el acceso, permanencia y finalización de los
estudios escolares de las niñas, niños y jóvenes de todas las unidades educativas
fiscales y de convenio. Sin embargo, desde el 2006 mediante Decreto Supremo N°
28899 de 26 de octubre de 2006 se creó el Bono Juancito Pinto que fue establecido
para incentivar la matriculación, permanencia y culminación del año escolar de la
población estudiantil.
Este bono consiste en un pago único anual de Bs200, que inicialmente se otorgaba
a niñas y niños del nivel primario de unidades educativas públicas y de convenio.
Este incentivo económico se ha ido ampliando progresivamente y a partir de 2014,
se extendió cubriendo a la totalidad de estudiantes del nivel primario y secundario.
En el 2006 fueron beneficiados 1.084.967 niñas y niños, durante estos últimos doce
años se duplicó la cantidad de personas que se incorporaron al pago del Bono
Juancito Pinto.
Así, en 2017 recibieron el bono 2.184.436 estudiantes. Esta medida fue realizada
gracias a la nacionalización de los recursos naturales y la recuperación de empresas
estratégicas que permitieron la generación de excedentes para ser destinados a la
inversión social y la redistribución de ingresos. En este sentido, las entidades
públicas que ahora son propiedad de todos los bolivianos financian el cien por ciento
del Bono Juancito Pinto con parte de sus utilidades.
Las empresas que financian este Bono son: YPFB, ENTEL, ABE, ASPB, BOA, DAB,
COMIBOL, Empresa Minera de Huanuni, Colquiri y Coro Coro, COFADENA, TAB,
ENDE, EMV, Banco Unión, “Mi Teleférico”, SABSA, “Bolivia TV”, EBA,
LACTEOSBOL (0,2%), EBC y saldos no ejecutados del Bono Juancito Pinto de la
gestión 2016. Por tanto, el pago del bono es posible gracias al crecimiento
económico y la sostenibilidad financiera de las empresas públicas.
Renta Dignidad
El valor del beneficio es diferenciado en Rentistas (personas que perciben una renta
de jubilación o pensión de jubilación) y No Rentistas (adultos mayores que no
reciben ingresos de ningún sistema de Seguridad Social). Es importante señalar
que los beneficiarios No Rentistas pueden acumular voluntariamente sus pagos
mensuales hasta un máximo de doce meses y cobrarlo una vez al año.
Asimismo, los Rentistas cobran mensualmente el monto establecido en su boleta
de renta o pensión de jubilación. El monto pagado de la Renta Dignidad es
financiado con el Fondo de la Renta Dignidad de Vejez (FRUV) cuyos recursos
provienen de dos fuentes:
Hasta antes del 2009, no existía ninguna ayuda económica por parte de los
gobiernos de turno, para madres gestantes, niñas y niños que no contaban con un
seguro médico. En el marco del Decreto Supremo N° 066 de 3 de abril de 2009, se
creó el Bono Juana Azurduy, con el propósito de mejorar la salud y nutrición de las
mujeres gestantes y de niñas y niños menores a dos años de edad que no cuenten
con un seguro médico.
En este sentido, consiste en el pago de Bs50 por cada control prenatal, teniendo
que asistir a cuatro en total, posteriormente, por el parto y post parto asistido por
personal médico se otorga Bs120 y doce pagos bimensuales de Bs125 por cada
uno de los controles del niño o niña hasta los dos años, haciendo un total de Bs1.820
en un período aproximado de 33 meses. Entre el 2009 y 2017, se consiguió
beneficiar a más de 1,9 millones de personas.
A l 2017, el Bono Juana Azurduy tuvo una cobertura de 1.955.823 madres y niños,
de los cuales se beneficiaron a 846.202 madres y 1.109.621 niñas y niños cuya
participación presenta el 43,3% y 56,7%, respectivamente del total de esta
población. Al 2017 también se lograron beneficiar a 214.075 madres y se invirtió un
monto de Bs250 millones con el TGN como fuente de financiamiento. A nivel
departamental, el mayor número de beneficiarios se encuentran en La Paz que
representó el 26,6% del total de la población favorecida, Santa Cruz con 20,6% y
Cochabamba con 19,2%.
Hasta la gestión 2010, dicho bono se financió casi en su totalidad con recursos
provenientes de los rendimientos generados por la inversión de las Reservas
Internacionales Netas (RIN) transferidos al TGN y en una pequeña proporción con
transferencias del Ministerio de Salud dirigidos principalmente a cubrir gastos
operativos. A partir de la gestión 2011, el programa contó también con
financiamiento de recursos de crédito externo del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID) y del Banco Mundial (BM).
En el año 2015, se amplió el beneficio a este sector vulnerable de la población
mediante la creación del “Subsidio Universal Prenatal por la Vida”. Esta medida
consiste en la entrega de cuatro paquetes de productos en especie equivalentes
cada uno a Bs300, que tiene como requisito principal la verificación del cumplimiento
de los controles prenatales por el Bono Juana Azurduy.