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El Coronel Aureliano Buendía, La Primera Persona Que Nace En

Macondo

cien años de soledad es una novela que narra la historia de la


familia Buendia, iniciando con el romance de Jose Arcadio Buendia
y Ursula Iguaran estos deciden casarse sin el consentimiento de sus
familias. Ursula mantiene sus dudas sobre que un incesto no trae
nada bueno y que la llevara a tener podría un hijo cola de cerdo. A
pesar de todos sus temores lograron casarse. Un vecino llamado
Prudencio Aguilar decía que Jose Arcadio era tan poco hombre que
su mujer no quería consumar su matrimonio, a lo que Jose Arcadio
reacciona matándolo en un enfrentamiento de honor; El fantasma
de Prudencio Aguilar empieza a rondar a Jose Arcadio y a Ursula
hasta que toman la decisión de hacer maletas y fundar un nuevo
pueblo con algunos de sus amigos, llamado Macondo.

Los primeros dos hijos de Jose Arcadio y Ursula fueron Jose Arcadio
y el segundo hijo de la familia y el primero en nacer en Macondo
llamado Aureliano. El tiene una mentalidad y naturaleza filosófica
al igual que su padre, puedo pronosticar acontecimientos, es una
persona bastante solitaria, aunque posee un fuerte carácter. Desde
pequeña tenia el don de poder de mover objetos y realizar eventos
algo paranormales.

Tiene un hijo con Pilar ternera, adivina y dueña de un prostíbulo, a


quien llamaran Aurelio Jose. Pero a pesar de tener un hijo con pilar
su gran amor es Remedios Mascote, una pequeña de apenas nueve
años de edad e hija de Apolinar Mascote. Poco después de su boda
muere Remedios y el coronel enviuda; Sin embargo, al enterarse de
unas trampas montadas por su suegro, decide unirse a la guerra
civil y lucha contra el gobierno. A su regreso a Macondo se dedica a
fabricar pedacitos de oro en su ya antiguo taller.

En distintas ocasiones evito la muerte y el fusilamiento e incluso


sobrevivió a un suicidio, al dispararse en un punto de su pecho
pintado por un médico que adivino sus intensiones ante su
petición, punto en el cual no saldría lastimado ningún órgano vital.
El coronel tuvo 17 hijos con 17 mujeres diferentes durante la
guerra. Luego de padecer el dolor y penurias que trae la guerra,
pierde todo el interés en la batalla, firma un tratado de paz y
regresa a casa. Durante su vejez, pierde toda capacidad de emoción
y de memoria, dedicando todos los días a su vieja labor de fabricar
pescaditos de oro en su antiguo taller de platería; revela así su
dolor más grande, la incapacidad de amar. Muere de viejo un día
sin alguna explicación. Fue el único a quien Fernanda no hizo
blanco de sus berrinches. Es el más profundo ejemplo de soledad
en la obra. Refugio

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