Está en la página 1de 64

LIBRO 3 DE 3

Nocturno indio
JERMÁN ARGUETA

1
© Jermán Argueta, NOCTURNO INDIO
NÚMERO ESPECIAL DE LA REVISTA
CRÓNICAS Y LEYENDAS MEXICANAS

Poesía y fotografías
Jermán Argueta

Diseño de cubiertas e interiores


Juana Araceli Ordaz Ortiz “El Ánima Sola”

Corrección de pruebas
David Elías Briseño

Impresión y consultoría
IMPRESÓPOLIS
Manuel M. Flores No. 63, Col. Obrera, México D.F.
Tel. 55781491 / 55880057
www.impresopolis.net

Todos los derechos están reservados para nosotros,


pero sí pueden reproducir esta publicación de manera total
o parcial. Y cuando así lo hagan, será gratificante
que se lo hagan saber a esta casa editorial.
© D.R. 2010, Crónicas y Leyendas Mexicanas A.C.
Las Cruces 36-103, Col. Centro, D.F., México, 06090, Tel. 55 42 28 99
cronicas_leyendas@hotmail.com
www.cronicasyleyendasmexicanas.org
México, 2010.
CERTIFICADO DE LICITUD Y CONTENIDO EN TRÁMITE. NÚMERO DE RESERVA
AL TÍTULO EN DERECHOS DE AUTOR EN TRÁMITE. ISSN1665-577X

2
Prólogo de Alexandra Salazar 4
Nocturno Indio 7
Al silencio 16
La sangre tiene el mismo color 17
Suda el negro en los latidos de la tierra 22
El cuerpo 26
Salta la piedra 28
Linaje noble 30
Preñar los ojos 32
Un día cualquiera miro el agua 35
El pescador 37
Piedra de mármol 41
Hijo punitivo del pecado 45
Duermen cruces en las montañas 49
Sudario para inmolar el instante 56
3
Inventario a manera de prólogo

n el escenario, el narrador se estremecía, era


la catarsis de un chamán. Es la primera imagen
que guardo de Jermán Argueta; luego, sumada a otras
que le sucedieron, han formado una película cadencio-
sa sobre su humanidad.
Sin lugar a dudas he admirado desde siempre la
cultura mexicana por la profundidad de su misterio
y el encanto de su lógica, a veces maravillosa, irreal,
palpable. Mil veces he hurgado en su historia y en el
imaginario de sus dioses, guerreros, cantos, códices y
flores de obsidiana, así como en la realidad de los en-
cuentros y desencuentros de sus épocas pasadas y en el
halo circundante de un presente tumultuoso, pintores-
co y siempre cambiante frente al apremio de la moder-
nidad. Creo, que no obstante los conflictos políticos,
económicos y sociales por los que atraviesa, México
es estrella de Belén latinoamericana. Me gusta pensar
que es una nación campeona de lucha libre en materia
de sincretismos, el pan suyo de cada día, que lo mis-
mo nos perfila a su Catedral Metropolitana como un
muestrario de siglos, que una vida cotidiana con diver-
timentos y religiosidad incluida, exótica y sorprenden-
te para el foráneo.

4
Y de estas entrañas que yo misma he visto, Jermán
sale para triunfarse como hijo ante el aliento inerme de
la fatalidad cotidiana, y me enseña en mi perplejidad no
sólo narraciones, también poemas: simbiosis cándida y
precisa entre el designio y el estudio que le ha permitido
embeberse en su propio contexto.
Dueño de la fortuna que es el saberse vivo, con raí-
ces, con pasado y con un espíritu ardoroso que bulle a
cada instante, Jermán ahora nos regala esta poesía que va
de la cadencia, al resquebrajamiento, de la sublimación
al descendimiento, de la noche silente al advenimiento
de un nuevo cielo. Y así, Nocturno indio es un atado de
hachones de olores benditos y unas líneas huelen a de-
voción, otras a inocencia y a sabiduría y también se per-
cibe el aroma ácido de la opresión que un día se revela,
porque el vértigo que produce Al silencio, es como una
piedra que se arroja al vacío para tener únicamente eco
en la rebeldía.
Aquel que quiera entender la fuerza vital cuando es
desbordada, leerá con ansiedad y lascividad estos poe-
mas donde aparecen frenéticos bailes tribales en la urbe,
mujeres enamoradas por pescadores y toda suerte de
aventuras que animarán al lector a emprender sus pro-
pios viajes por la geografía del espíritu. Porque es preci-
samente eso lo que encontré cuando eché a andar por la
poesía de Jermán Argueta: el espíritu esencial del autor,
la hilvanación de la vida y el númen del juglar que nun-
ca muere.
Alexandra Salazar
Palmira, Colombia, año 2010

5
DICEN QUE LOS CLAVOS DE LA CRUZ SE HAN OXIDADO EN OLVIDOS.

...ESTA CENIZA QUE ME HABITA SERÁ UN BARCO NAVEGANDO EN ALTAMAR... EN EL POZO DE


EN EL CRUJIR DE LAS HOJAS LA RAMA DICE SU PROFESÍA... AMAR Y MARTIRIO.
DOS...

Jermán Argueta

LA NOCHE LOS CHANEQUES LE PUSIERON CASCABELES A LOS MIE

Obra y martirio
Cristo del Edo. de Hidalgo, 2007.

6
Nocturno
Indio
La palabra formó al ser humano,
las mujeres y los hombres acariciaron lo nombrado;
le dieron luz al firmamento.

En la vastedad del todo mueve la vida destinos.

Todo perdura en el halo del tiempo.


Es la hora de sacar el yute y la coa para sembrar.

Trasnochado el musgo
abraza al árbol de la vida.

Dios se confundió al nombrar las cosas.


Sus hijos le revolotearon los juegos.

Escucho que el Señor no tiene lazos


donde atar los vientos.

Dicen que los clavos de la Cruz


se han oxidado en olvidos.
La tierra árida es llaga por donde se asoman eremitas
y los pobres de amor y abandono.

7
La voz viene de arriba:
el cuerpo no es la envoltura, sólo es una ilusión.
El madero también es la cruz del dolor.

Los súcubos están en los cantos inmaculados


de las doncellas apareadas con los íncubos.
Y
La cauda de criaturas
son lágrimas encrespadas
que enmohecen el espejo macilento.

El vitral en arco iris se asoma en el rosetón,


arrastra la angustia.
Siempre la angustia en el martirio.
Mar y delirio.
Amar y martirio.

Hace frío en el Santo,


quiere huir de su nicho.
Petrificado el corazón ahuyenta
la tentación que va a salvar al hombre.

Rondan danzantes ebrios sus tambores adoloridos.


Incensarios limpian la maldad.
Al porvenir se llega por el sendero de lo finito,
del brazo de la muerte.

8
Desbocado el valle sacude
a los peregrinos que van y vienen;
mienten las tenazas del alacrán.

La hierba duerme a la noche


y despierta la canícula del Señor.

Él no viene a redimir los sueños en el pecado.

Y
Estos dientes fermentan
el descanso de espíritus hambrientos.
El lecho sólo acomoda un espejismo.
El hambre no tiene dios en la mesa.

En los días de ayuno nacieron las quimeras.

Esta ceniza que me habita


será un barco navegando en altamar.

Las ciudades esperan el oleaje


para ser puerto del camposanto.
Ciudad cementerio,
sementera, simiente,
cimiento del cielo.

9
Encadenen al bautisterio
la calavera de San Francisco.
Cierren el libro de San Agustín.
Cuenten los rezos del Rosario
y que el candado de Nonato
calle los infundios y el rencor.

Las escaleras bajan con agua santa


y en el profundis cantan salmos
para el que baja al cementerio,
el que vuela al cielo de pájaros galanos.

Y
El Señor atisba por una rendija sus días de asueto
y se quita la corona para abonar el soplo
de un cometa.

Hay que saborear lo vivido,


el manantial bebe el murmullo
de sus propias voces.

En estos días le hablaré a mis luciérnagas


para alumbrar el camino de mis muertos.

10
De la luna en el camino
sólo recuerdo la embriaguez
del estanque con candelas.
En el pozo de la noche
los chaneques le pusieron
cascabeles a los miedos.
Y
Tanta lluvia socaba las nostalgias en los ojos.

Enmudecen las torres.


Desde ahí el vigía avizora vientos húmedos .
Todo viene con la borrasca y el cántaro del vendaval.

La anciana saca la palma bendita


para quemar las nubes negras con sus cenizas.

No sé si las hojas se apiaden


del árbol que dejan huérfano;
bailan en la liturgia de la tierra.

El rayo cruza un madero,


ha muerto otro Dios.
Huérfanos los humanos de dioses
velan su propia muerte.

11
Y
La vid es amante de la vida,
ramera de la muerte.

Los caracoles sacudieron su penacho;


el viento está quemando
sus voces plañideras.

Y
Que se detengan en la profundidad de la gruta,
la roca me resbala en la mejilla.
La caverna tiene un campanario,
es bóveda por donde habla la fantasía de los siglos.
Rebota la palabra en la bóveda del cuerpo divino.
Bella su palabra, nació en libertad.

Un manuscrito nació en el confinamiento


de una mano, garabatea en mis ojos.
El papel está cansado de exhalar tiempo y tinta.

La escritura también es la clausura,


el recogimiento de la memoria,
de la historia.

Todos estamos en el cautiverio


de la luminaria que se nos apaga

12
cuando se apaga el eco
de la palabra sempiterna.

Y
Éstos, mis huesos ocultos,
también son cavernas,
la luz sólo es un préstamo.
Somos de la oscuridad;
de allá venimos,
para allá vamos.

La transpiración
de la tierra nos llama.

Somos pergaminos,
nos secamos en el fulgor de un abismo.

Y
Al templo le pusieron dos entradas;
la peregrinación se purifica para volver
al pecado.
Pero Dios redime la penitencia de sus hijos,
juega con nuestra levedad.

Y en la consagración se está en estado de gracia.


Yo veo los siete velos de Magdalena.

13
Es la hora de subir a la iluminación...
En mi ombligo una doncella
atrapa y besa peces y mis dedos se ungen
de la humedad novicia.
Y
La vastedad de la cabeza libertaria
ha traído cantos ante el desamparo
y rituales para humanizar el cosmos.

La cintura no puede soportar


la inmensa gravedad del universo.
Sobre nuestros hombros está
una constelación de imaginarios;
somos infinitos hacedores de lo divino;
somos finitos en la creación.
Llueven estrellas en el treceavo cielo,
los hachones de cera alumbran el parto.

Y sí, el ser humano nació en la levedad


del universo, en el vientre de la madre
y en la tierra que le da cobijo.
Nació de sudores agrios y dulces,
olfacciones, miasmas, secreciones;
luz y escatología para inmolarse en la palabra
que nombra todo lo que toca
y soñar el firmamento.

14
DICEN QUE LOS CLAVOS DE LA CRUZ SE HAN OXIDADO EN OLVIDOS.

...ESTA CENIZA QUE ME HABITA SERÁ UN BARCO NAVEGANDO EN ALTAMAR... EN EL POZO DE


EN EL CRUJIR DE LAS HOJAS LA RAMA DICE SU PROFESÍA... AMAR Y MARTIRIO.
DOS...

Jermán Argueta

LA NOCHE LOS CHANEQUES LE PUSIERON CASCABELES A LOS MIE

Teatro de sombras
Estado de Guerrero, 2005.
15
Al silencio
Al silencio le pido permiso para profanar mis ganas,
las de mis vacíos y filos astillando troncos.

A los troncos les pido una sombra para recostar


mis pensamientos y neblinas que no quieren volver.

A la vuelta le pido su calma para volver a sembrar


los surcos anegados de olvido.

Al olvido le pido licencia para que no hurgue


en las entrañas del fuego que quiere ser siempre fuego.

Al fuego le pido que sea siempre llama ardiendo


en la pradera que reverbera la aventura.

A la aventura le pido que no me abandone


en la mitad del arrollo.
Que me llene siempre las ganas de vivir.

A la vida le pido silencio, cuando llegue el silencio,


para huir de mí.
Para morir en paz.

16
La sangre
tiene
el mismo color
Viene el mensajero.
La tierra negra lame sus pies desnudos.
Miro los soles en su cuerpo.

El sudor de almizcle se esparce al viento.

Han flechado al venado,


se agita el músculo.
Muere el animal.
La sangre tiene el mismo color.

Se estremece el monte,
le han matado a un hijo.

El mensajero detiene su andar,


en el manto de la neblina
mira al venado correr.

17
&
Quiero ser ligero,
ave de cuatrocientas voces.
Plumaje de muchas leyendas.

&
Se despereza de azul la lejanía,
se maquilla de amor por un trueque,
son los vacíos a perpetuidad.

Tras el confesionario
la boca se hincha de agua bendita
y de hierbas amargas.
La mentira se asoma
astillando palabras y dientes.

¿Y cómo estás?, preguntaba.


Y su cuerpo sin esculpir,
ansiaba ser otra vez árbol de la vida.
No podía dormir sin sus raíces.

El Jaguar se fue cuando desapareció


la noble selva.
&
¿Eres tú la puerta,
una salida al universo
y la entrada a la soledad?

18
¿Eres tú el vientre, ósculo
por donde no entra la luz
pero sí el deseo?

Todo es un sendero preñado


y en mis labios nace una polifonía de voces,
subliman el brocal de un claustro.

Y en mis ancestros se carcomen


los muros de las abadías.
Y en el equinoccio
avanza la sombra del camaleón.

La puerta del atrio


también recibe al hijo del sol,
tres personas distintas tienen la misma sombra.

&
En el vado una piedra tiene su saya.
El arcano me cincela las uñas
mientras amanece su verdad.

Nunca pude ver


las grutas que guardaban los misterios;
las leyendas se acostumbraron
a nombrar lo nombrado.

19
¿Por qué el hombre detiene su presente?
¡Herida está la querencia?

¿Por qué el hombre quiere


el regazo del nigromante?
¿Por qué quiere huir del pensamiento que le lacera?

&
Mi sangre tiene hormigas
y éstas horadan la noche, día tras día.
El viento va y viene y me llena de voces.

&
En la copa del volcán está
la savia que bebe y recorre las laderas de la tierra.

Alguien quema el mirador


por donde se besan las ramas.
Es la hora de despeinar la bruma,
la aurora baña la bóveda.

Todo gira, todo gira.


Es un capricho
del camaleón y el jaguar.

20
DICEN QUE LOS CLAVOS DE LA CRUZ SE HAN OXIDADO EN OLVIDOS.

...ESTA CENIZA QUE ME HABITA SERÁ UN BARCO NAVEGANDO EN ALTAMAR... EN EL POZO DE


EN EL CRUJIR DE LAS HOJAS LA RAMA DICE SU PROFESÍA... AMAR Y MARTIRIO.
DOS...

Jermán Argueta

LA NOCHE LOS CHANEQUES LE PUSIERON CASCABELES A LOS MIE

Los flagelantes
Taxco, Guerreo, 2004.

21
Suda el negro
en los l.atidos de la tierra
Es el pregón del palpitar de la madera y el tambor,
las colinas imitan su ciclo sagrado.
Descienden escaleras abajo.
ti, qui, tum, tum, pim, pim, pom, pó

Las manos atraviesan el cielo.


Su dios las llena de esperanza.
Ocre es la subida para encontrar el milagro.

Tras la cortina de cemento la vida es de sudores.


Son olfacciones de la raza.
Se escucha, el camino arrastra,
el conjuro levanta música de madera.
ti, qui, tum, tum, pim, pim, pom, pó

Todos miran, desean, sólo dos bailan.


Frenética la candencia, contorsionan la piel negra.
tam, pim, pim, pom, pom, pom

La negra tarde se duerme para no llover.

22
Retumba el árbol en su corazón,
pom, pom, pom, pá
está vivo, hablan sus manos mulatas.
Las raíces marcan gestos, rostros.
Grandes caderas se mueven energetizadas,
desplazan a otras para bailar en círculo,
el ritual nace en el vientre.
pom, pom, pom, pá

La madera suena, templa la carne.


Nace la fiesta en el ritual del asfalto.
Suda el negro en los latidos de la tierra.
tam, pim, pim, pom, pom, pom, pó

Los ojos miran el halo de San Agustín.


Él baila en las manos negras
y en la candencia del tambor.
ti, qui, tum, tum, pim, pim, pom, pó
La capa roja, el sombrero rojo purifican.
Es San Agustín, danza con sus devotos.

Guarapita, licor para encender las entrañas.


De mano en mano, de boca en boca.
El fuego dentro busca el ritmo del tum, tum,
ti, qui, tum, tum, pim, pim, pom, pó

23
DICEN QUE LOS CLAVOS DE LA CRUZ SE HAN OXIDADO EN OLVIDOS.

...ESTA CENIZA QUE ME HABITA SERÁ UN BARCO NAVEGANDO EN ALTAMAR... EN EL POZO DE


EN EL CRUJIR DE LAS HOJAS LA RAMA DICE SU PROFESÍA... AMAR Y MARTIRIO.
DOS...

Jermán Argueta

LA NOCHE LOS CHANEQUES LE PUSIERON CASCABELES A LOS MIE

Mascara y demonios
Ocumichu, 2010.

24
Una mulata diosa abre la boca y se llena de humedad.
Es cueva por donde se anuncia el sexo divino.

Las cuentas de cerámica se trenzan serpientes,


el pelo es una cascada sobre la espalda que exuda.

Tum, tum, las piernas negras tiemblan su fuerza,


se agitan sensuales para buscar el amor.
Es la raíz de la sangre negra,
es el fuego que incendia el vientre.
pa, ta, pam, pum, pum, pa, ta, pam, pum, pum

El vientre es vértice que agita la falda,


las piernas son de ébano y fantasía.

La fiesta se moja de rocío


y las manos abiertas al cielo
se llenan de bendiciones.
Gracia divina.

Es sábado
y la negritud baila la raíz
y el corazón de madera.
pa, ta, pam, pum, pum, pa, ta, pam, pum, pum
tam, tum, tum, pom, pom, pó

25
El cuerpo
En el follaje de tu pelo sólo veo la noche,
bebo el agua de la piel que purifica.
Me hundo en el abismo.
Juego en tus inmensos valles,
me invitas a subir por tus laderas.

Se incendia la noche,
renace en el encuentro de las cenizas.

26
DICEN QUE LOS CLAVOS DE LA CRUZ SE HAN OXIDADO EN OLVIDOS.

...ESTA CENIZA QUE ME HABITA SERÁ UN BARCO NAVEGANDO EN ALTAMAR... EN EL POZO DE


EN EL CRUJIR DE LAS HOJAS LA RAMA DICE SU PROFESÍA... AMAR Y MARTIRIO.
DOS...

Jermán Argueta

LA NOCHE LOS CHANEQUES LE PUSIERON CASCABELES A LOS MIE

Que la noche abra su camino


La Mujer Dormida, 2005.

27
Salta
la piedra
Fuma la pipa madera vieja
y al salto del agua la piedra baila
y me salta la niña arropada de orgullo.
Expósitos muñecos de papel bailen alegres
que a la niña le nacieron olas y las lleva al mar.
Arenas doradas de alebrijes vengan
que la niña ha llegado al puerto de sus corales
para volar en las alas de las gaviotas
y en el corazón de un corcel celeste.

28
DICEN QUE LOS CLAVOS DE LA CRUZ SE HAN OXIDADO EN OLVIDOS.

...ESTA CENIZA QUE ME HABITA SERÁ UN BARCO NAVEGANDO EN ALTAMAR... EN EL POZO DE


EN EL CRUJIR DE LAS HOJAS LA RAMA DICE SU PROFESÍA... AMAR Y MARTIRIO.
DOS...

Jermán Argueta
LA NOCHE LOS CHANEQUES LE PUSIERON CASCABELES A LOS MIE

Mi nina Amairani
Santa Fé, 2003.

29
Linaje noble
Entre la desesperanza,
la muerte acechando.

Ella noble y de linaje miserable,


acercó sus lágrimas marchitas
a los labios de él.

Ahí bebió…
los últimos vapores de la vida.

30
DICEN QUE LOS CLAVOS DE LA CRUZ SE HAN OXIDADO EN OLVIDOS

...ESTA CENIZA QUE ME HABITA SERÁ UN BARCO NAVEGANDO EN ALTAMAR... EN EL POZO DE


EN EL CRUJIR DE LAS HOJAS LA RAMA DICE SU PROFESÍA... AMAR Y MARTIRIO.
DOS...

Jermán Argueta

LA NOCHE LOS CHANEQUES LE PUSIERON CASCABELES A LOS MIE

El cuetero
Estado de Morelos, 2007.

31
Preñar los ojos
Llueve y un pájaro bebe aguamarina.
Se queja la dama en el desvelo de su selva.
Mustia la gota escurre al lince de cera.

A las tres de la mañana


la Catarina vuelve a morir.

Hay un canto de sándalo en la danza de las manos.

En las alturas
miro engalanado el hueco del cielo.
Me acuclillo en el frío de la comarca.

Mis ojos, siempre nobles, son un prodigio,


me ofrecen el firmamento.

Las estrellas guerreras


cepillan su pelo de diamantina.

¿Quién sacude tanto polvo blanco?

Estoy despierto.

32
Mi zapato duerme su constelación
amamantada de alegradoras.

Y a la noche se le mete el frío,


y el cuentero quiere despertar
a los aparecidos del universo.

¿Alguien tiene un cielo


para preñar mis ojos?

33
DICEN QUE LOS CLAVOS DE LA CRUZ SE HAN OXIDADO EN OLVIDOS.

...ESTA CENIZA QUE ME HABITA SERÁ UN BARCO NAVEGANDO EN ALTAMAR... EN EL POZO DE


EN EL CRUJIR DE LAS HOJAS LA RAMA DICE SU PROFESÍA... AMAR Y MARTIRIO.
DOS...

Jermán Argueta

LA NOCHE LOS CHANEQUES LE PUSIERON CASCABELES A LOS MIE

Un espejo para la Catedral


Zócalo del D.F., 2003.

34
Un día cualquiera
miro el agua
Son los nervios
los que se arrastran
y el estero acomoda su espuma
turbulenta.
Un ojo que mira es bendición
y ve la arboleda del peñasco,
todos están espulgando
la tarde anaranjada.
Una lima corre a las manos del niño.
Hay que llevar a la enferma a la boca del río,
el brujo está en su mirada cristalina.
Al alba va a recoger los males del alma.
Le canta una oración a los muertos.

35
DICEN QUE LOS CLAVOS DE LA CRUZ SE HAN OXIDADO EN OLVIDOS.

...ESTA CENIZA QUE ME HABITA SERÁ UN BARCO NAVEGANDO EN ALTAMAR... EN EL POZO DE


EN EL CRUJIR DE LAS HOJAS LA RAMA DICE SU PROFESÍA... AMAR Y MARTIRIO.
DOS...

Jermán Argueta

LA NOCHE LOS CHANEQUES LE PUSIERON CASCABELES A LOS MIE

El custodio de la tumba
Cuernavaca, Morelos, 2007.

36
El pescador
Vienen viudas a venerar
al señor de la coronación.
En sus enaguas traen nardos de la noche,
y las estrellas duermen en el vientre de un remolino.
Son las canoas las que mecen el insomnio,
es la herradura de la laguna.

A los lejos, las sombras descansan para no mirar,


hay silencio en los manglares.
La noche escucha,
la mujer gime la entrega.
La enamora el pescador.
Ella le da las gracias a la virgen
por la cadencia de las aguas
y el aletear de su mariposa nocturna.

Hay una luna nueva que a tientas


macera los pechos de la iglesia al cielo.

37
Detengan las torres,
quieren caricias
en el campanario.

Es ya de madrugada.
La mujer se va a dormir.
Lleva en sus humedades
los peces del pescador.

38
DICEN QUE LOS CLAVOS DE LA CRUZ SE HAN OXIDADO EN OLVIDOS.

...ESTA CENIZA QUE ME HABITA SERÁ UN BARCO NAVEGANDO EN ALTAMAR... EN EL POZO DE


EN EL CRUJIR DE LAS HOJAS LA RAMA DICE SU PROFESÍA... AMAR Y MARTIRIO.
DOS...

Jermán Argueta

LA NOCHE LOS CHANEQUES LE PUSIERON CASCABELES A LOS MIE

Llanto a perpetuidad
Panteón de Dolores, 2007.

39
DICEN QUE LOS CLAVOS DE LA CRUZ SE HAN OXIDADO EN OLVIDOS

...ESTA CENIZA QUE ME HABITA SERÁ UN BARCO NAVEGANDO EN ALTAMAR... EN EL POZO DE


EN EL CRUJIR DE LAS HOJAS LA RAMA DICE SU PROFESÍA... AMAR Y MARTIRIO.
DOS...

Jermán Argueta

LA NOCHE LOS CHANEQUES LE PUSIERON CASCABELES A LOS MIE

Tzompantli
Cementerio de Mixquic, 2001.
40
Piedra
de mármol
La roca saca los colmillos
y bebe agua de sus heridas.
En sus filos se alista para sangrar la cima.

Hay en la profundidad hojas secas


y flores silvestres que arañan la tierra
por donde no ha de pisar el hombre.

En el crujir de las hojas la rama dice su profecía:


“Llegarán los que desprecian tu habla,
los que no acunan los silencios
que resguardan la noche”.

Una piedra de mármol, mitad calavera mitad luna,


se interpone en la cuesta.
Mira hacia sus adentros,
se ha cobijado con el parto de la serpiente.
Los cascabeles descienden en el eco del peñasco.

Los sudores dulces del paladar y musgo


son efluvios de la tierra negra.
Cicatrices en el vientre para la hormiga reina.

41
Ahí esperan las raíces suspendidas en la nada,
arrastran manos callosas, sombras para sepultar
los graznidos del zopilote.

Al chillido del mono,


un penacho de caracoles y cascabeles
detiene el crepúsculo.

La piedra de mármol,
mitad calavera mitad luna,
sofoca a las bestias del camino.

Hay que subir a la cima donde habita


el soplo de la muerte en las hebras de la vida.

42
DICEN QUE LOS CLAVOS DE LA CRUZ SE HAN OXIDADO EN OLVIDOS

...ESTA CENIZA QUE ME HABITA SERÁ UN BARCO NAVEGANDO EN ALTAMAR... EN EL POZO DE


EN EL CRUJIR DE LAS HOJAS LA RAMA DICE SU PROFESÍA... AMAR Y MARTIRIO.
DOS...

Jermán Argueta

LA NOCHE LOS CHANEQUES LE PUSIERON CASCABELES A LOS MIE

La Villa de Guadalupe, 2008.


43
DICEN QUE LOS CLAVOS DE LA CRUZ SE HAN OXIDADO EN OLVIDOS.

...ESTA CENIZA QUE ME HABITA SERÁ UN BARCO NAVEGANDO EN ALTAMAR... EN EL POZO DE


EN EL CRUJIR DE LAS HOJAS LA RAMA DICE SU PROFESÍA... AMAR Y MARTIRIO.
DOS...

Jermán Argueta

LA NOCHE LOS CHANEQUES LE PUSIERON CASCABELES A LOS MIE

Cristo de la columna
Querétaro, 2006.
44
Hijo punitivo
del pecado
De su venia la tierra es madre y diosa.

La ladera sujeta peñascos


para que no sea polvo y abono.
No quieren dejar pasar a la serpiente,
dormita soles en su boca amarga.

Todo desde arriba se nos mete en los ojos


como si lo omnipotente fuera privilegio.

Soy murciélago, papalote y águila.


Soy arcángel, hijo punitivo del pecado.

El Bien como expiación,


es la mentira piadosa de los dioses.

Una piedra baja vacía al fondo del alma


y el penitente la carga, la hace suya.

Amanece la tierra y se llena de neblina,


la montaña despierta y navega en mis ojos.

45
Respiro
Respiro...
y en la respiración me miro por dentro.
El pensamiento es una cauda de aire fresco.
El pensamiento ensancha mi pecho.
Inhalo, y dentro de mí busco los motivos
y salen trebejos, memoria;
son más hilachos del ayer.

El suspiro es un aire caliente de nostalgia,


amor, desamor, tristeza o simplemente una fuga.

El suspiro acomoda el pasado,


distiende las almas en pena.
Y la exhalación atrapa un pensamiento,
emprende su vuelo, las más de las veces,
sin aduanas ni alcabalas.
Sin fronteras.

¿Dónde empieza a vagar el pensamiento?


En el punto finito, eje de una mirada.
Los ojos fingen que miran.

La mirada mira hacia adentro;


aquí se encuentra la vida,

46
la soñada, la que se alimenta sola
y camina sin rumbo.

Sonríe la mirada y descansa el alma.


Y el pecho deja escapar un aire tibio, lleno;
efímeros jinetes ésos de la exhalación.

Respiro
hondo, profundo.
Me miro por dentro.
Soy yo,
un barco en el brumal del espejo.
Navego...

47
DICEN QUE LOS CLAVOS DE LA CRUZ SE HAN OXIDADO EN OLVIDOS.

...ESTA CENIZA QUE ME HABITA SERÁ UN BARCO NAVEGANDO EN ALTAMAR... EN EL POZO DE


EN EL CRUJIR DE LAS HOJAS LA RAMA DICE SU PROFESÍA... AMAR Y MARTIRIO.
DOS...

Jermán Argueta

LA NOCHE LOS CHANEQUES LE PUSIERON CASCABELES A LOS MIE

Temascalcingo, 2006.
48
Duermen cruces
en las montañas
Duermen cruces
en el santuario de Chalma

En la gracia sacudes la noche para hablar.


Sólo la luna toma a tientas las sombras.
Las cortinas disfrutan su paseo por el muro.

Conjuro de ojos,
tiemblan en el oleaje de la montaña.

El arcángel extendió su manta en la madrugada,


despierto saluda al insomnio.

Hilos hilvanan
silencios de la noche.
Se han ido en la fuga
del campanario.

Desnuda la silueta, se la comen los pensamientos.

¿Serían las dos de la mañana?


Sábanas meditabundas no duermen

49
y los nocturnos vigías acompañan a los amantes.
El grillo mece su canto en los naranjales.

Se va la piel de las migajas en la nave de ruidos.

Para qué dormir si tu cuerpo es diamante


y desde ahí miras la hechura del pueblo nebuloso,
y esperas.
Y cuando el ánimo deja de ser espera,
cabalgas entregada en la revelación sacramental.
Y tú al grito,
eres enredadera, evanescencia y locura.
Flagelas besos.
Te absuelvo en mis venas.

¿Escuchas?
Es la mariposa, besa presagios
en el agua de tu mano.

Los ríos llevan rehiletes de personitas que se mojan.


Alegres nos recostamos en la piedra redonda,
barca sobre el agua purificada del convento.

Somos bandidos salpicados del rocío santo


y le robamos al Señor pastor sus ovejas
que andan sueltas en los cielos.

50
¿Recuerdas?
Eres la niña descalza
y tu madre te acompaña en la lengua
y en el barco culinario.

Un pasaje para los amorosos de la gentilidad.


Savia corriendo en el vino, en la sangre. ¡Salud!

La cuesta lleva a la cueva del misterio.


Escaleras esmaltadas de pasos peregrinos.

Caracol, tambor, cirios, penachos, teponaztle.


Que suden piernas, atrios, sacerdotisas.
Baila el danzante al dios sufriente.
Los dioses atisban desde los cielos.

Incensario en tu cuerpo,
se tiñen fronteras de dientes, no hay dolor.

Con tu mano tomas todo, nada.


Se alza con el cáliz cuerpo exudado,
tendido para depositar tu rostro
y las semillas en el vientre.

Coronas del bautisterio amanecen.


Neblina para tu cielo recién nacido.

51
DICEN QUE LOS CLAVOS DE LA CRUZ SE HAN OXIDADO EN OLVIDOS.

...ESTA CENIZA QUE ME HABITA SERÁ UN BARCO NAVEGANDO EN ALTAMAR... EN EL POZO DE


EN EL CRUJIR DE LAS HOJAS LA RAMA DICE SU PROFESÍA... AMAR Y MARTIRIO.
DOS...

Jermán Argueta
LA NOCHE LOS CHANEQUES LE PUSIERON CASCABELES A LOS MIE

Temascalcingo, 2006.

52
La puerta falsa del monasterio aguarda.
Despertar osamentas de cristal y madera.
Del pasillo a la escalinata entran los mendicantes,
se esfuman fantasmas por la puerta falsa.
En el ojo de buey entra la luz, cae cera en los óleos.
Por los siglos de los siglos.

Concilio de hablantes de latín,


nosotros descansamos en el precipicio de una rama.

Es buen día, ámbar la tarde,


para dejar al bronce llamar a penitentes.
Es la hora de comer campanas agridulces.

Las reliquias, fastuoso silencio.

Ellos bajan suplicantes.


Ellos suben reconfortados.
Son también sangre consagrada
en los pechos de Mayahuel.

Junto al comal del camino


se cuecen tortillas azules.
¡Señora, atícele al carbón,
el hambre está libre de pecado!

53
DICEN QUE LOS CLAVOS DE LA CRUZ SE HAN OXIDADO EN OLVIDOS.

...ESTA CENIZA QUE ME HABITA SERÁ UN BARCO NAVEGANDO EN ALTAMAR... EN EL POZO DE


EN EL CRUJIR DE LAS HOJAS LA RAMA DICE SU PROFESÍA... AMAR Y MARTIRIO.
DOS...

Jermán Argueta

LA NOCHE LOS CHANEQUES LE PUSIERON CASCABELES A LOS MIE

Los cruciferos
Temascalcngo, 2006.

54
En los pregones
las tinajas con néctar del agave
fermentan la magia en espejos blancos.

¿Ya es hora?
¡Ah!, siento que tus ojos
son el oleaje de mareos.

¡Regazo para los presagios!


Sólo aquí en la tierra está la entrada a la gloria.

Una santa desterrada de la hornacina


llega a posarse en su asiento de raíces,
come fruta, bebe vino, mira las aguas del socorro.
Injuria miedos al amanecer.

No amanece aún.
Aguardo la gracia, sombra en el desvelo.
Estoy en vigilia, despierto en tu insomnio.

Duermen cruces en las montañas.

55
Sudario para inmolar
el instante
Para Ella, para la mujer
que está tejida de mariposas.

Estoy velando tu apacible rostro.


No quiero dormir,
un murmullo viene del desierto.
Tú eres la arena que me baña.
Mi desnudez es frágil.
Quiero soñarme en tu sueño.

Desnuda la madrugada,
ya no duerme.

Tan etéreo como la ausencia,


el frío se anida en el regazo.

Todo tan dispuesto en las manos.


Son diez ríos que recorren las dunas de la piel.

¿Qué es lo que detiene la noche?


Tú estás hecha de instantes a perpetuidad.

56
¿Por qué estoy ahora solo?
Tú me habitas como sol y soledad.

Y yo digo que mis diez ríos


quieren ser raíz en tu vientre,
cáliz que despierte toda la noche.
Ofrenda para el chamán y jaguar.

¿Por qué la doncella


está hecha de arena?

Las líneas de las manos quieren atrapar lo incierto.

Ahora el vino de tu luna reposa sobre mi cama,


es el abrazo de la gacela que duerme conmigo.

Y aquí estás, y la ofrenda eres tú.

El andar de tus pies descalzos


desciende en el manto y vientre
para incendiar lo que tu boca besa.

No duerme la mano que acaricia.


Su presente sólo navega
en la simiente del cielo.

Tú deletreas mi piel en la caricia.

57
DICEN QUE LOS CLAVOS DE LA CRUZ SE HAN OXIDADO EN OLVIDOS.

...ESTA CENIZA QUE ME HABITA SERÁ UN BARCO NAVEGANDO EN ALTAMAR... EN EL POZO DE


EN EL CRUJIR DE LAS HOJAS LA RAMA DICE SU PROFESÍA... AMAR Y MARTIRIO.
DOS...

Jermán Argueta
LA NOCHE LOS CHANEQUES LE PUSIERON CASCABELES A LOS MIE

La piel del cactus


Ciudad de México, 2004.

58
No había volutas ni caracolas en el suspiro.
Sólo estabas en la satisfacción y la lujuria
y tu puerto era tocado por un arcángel.
(Disoluto y envuelto en tantos vientos,
ya no tiene alas, se incendiaron en la madrugada).

El deseo teje otro plumaje a la diestra de la mariposa,


extasiada, se mira en el alba.
Espejo para mirarte cabalgando en la crin de la aurora.

Mi boca es sabia,
bebe la calma de la boca vuestra.

¿Dónde está la muñeca que no olvida la orfandad?


El viaje es el eterno retorno a la semilla.
El fruto soy yo, barro para que tus manos
de orfebre me tallen de madera e incienso.
Yo soy el día y la infinita noche que se alimenta
del eterno retorno. Espiral del tiempo.

Las lágrimas son sal y agua,


purifican la sangre y el dolor.

La herida debe estar abierta al sol,


ya no duele el dolor en el ritual.

59
DICEN QUE LOS CLAVOS DE LA CRUZ SE HAN OXIDADO EN OLVIDOS.

...ESTA CENIZA QUE ME HABITA SERÁ UN BARCO NAVEGANDO EN ALTAMAR... EN EL POZO DE


EN EL CRUJIR DE LAS HOJAS LA RAMA DICE SU PROFESÍA... AMAR Y MARTIRIO.
DOS...

Jermán Argueta
LA NOCHE LOS CHANEQUES LE PUSIERON CASCABELES A LOS MIE

Ciudad de México, 2004.


60
Que ya no llore el abrazo de tantos abrazos.
Dicen que el cielo rojo es el manto
por donde han de bajar la vigilia y la doncella
para redimir al náufrago y al gitano.

La muñeca ahora se baña


en la danza y en el canto del caracol.
¿Escuchas a la niña de los pies alados?
No duerme, parpadea la noche.

Y dicen que el cielo rojo


es el manto por donde ha de bajar el gitano
para exorcizar el cuerpo y los miedos de la doncella.

Ser pez y ave en la noche de la laguna.


Luna, luna de mar. Amar vuestra luna.

Aljibe para los ojos que no duermen.


De una flor mariposa brotan lunas y soles.

¿Lloran la lluvia y los ayeres?


Por ahí te veo descender.
Eres el vientre de los cuatrocientos pétalos.
Flor sol de cempasúchil.
Vientre de luz para volver a volar.

61
¿Cuándo hablará el Jaguar si acecha la urna?

En los cuatro puntos cardinales


de la Plaza nocturna alguien canta.
Es ella, baja a encender el leño
por donde nunca se ha de apagar el fuego.
Ha entregado los latidos
y su sangre es la savia que alimenta al Jaguar.

Habla la mujer del manto rojo,


y de sus alas nacen otras mariposas,
sudario para inmolar el instante.

¿Quién es el Nigromante?
Que diga por qué se incendian
las cenizas de todos los sueños.

¿Vuestro nicho tibio es floración de luciérnagas?


Musgo para profanar la hornacina
y devoción para la beata y el animal en celo.
Sacramentemos el verbo follar.

Que sea así,


porque en mis manos los presagios
son lunas que se levantan como una llamarada,
redondas y anaranjadas.

62
Que sea así,
porque ahora quiero alzar la copa
de mi verde herencia para decirle a la mujer
que de mí sólo espere la palabra.
Sí, la que habla desde los puertos sin olvido.

Sí, para decirle que hay silencios,


y ellos no quieren dormir.

El silencio es voz que me habita

Mujer, ya no hay silencio


¿Escuchas el murmullo?

Mujer, llueve, ¿escuchas?


Siempre serás lluvia de arena
y sudario para inmolar el instante.

63
N OCTURN O INDI O
se terminó de editar el viernes
5 de febrero del año 2010, fecha
en que festejamos a San
Felipe de Jesús, primer
santo mexicano.

Año de Dios
2010

Va mi gratitud para los amig@s y familiares


que son fuente de los veneros de lo imaginario
y la reinvención que me acompaña con la escritura,
así como a Araceli Ordaz El Ánima Sola
y a Raúl Herrera. Todos ellos están aquí voluntaria
e involuntariamente, con la palabra que viene
del rumor de la lluvia o el tatuaje del diseño.
Jermán Argueta

64

También podría gustarte