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01 Osteopatía pp.

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OSTEOPATÍA:
una ayuda para su hijo

• Un tratamiento suave sin efectos secundarios.


• Cómo actúa frente a los achaques más
frecuentes.
• Lo que uno mismo puede hacer.

Christoph Newiger
Birgit Beinborn

EDITORIAL
PAIDOTRIBO
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Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares


del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción
parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos
la reprografía y el tratamiento informático y la distribución de ejemplares de ella
mediante alquiler o préstamo públicos.

Título original de la obra: Osteopathie: So hilft sie Ihrem Kind


© Trias Verlag im Georg Thieme Verlag, Stuttgart, Germany

Traducción: Eva Nieto Silva

Revisión técnica: Inés Ramirez (Fisioterapeuta)

Director de colección: Antoni Cabot

© 2002, Editorial Paidotribo


C/ Consejo de Ciento, 245 bis, 1º, 1ª
08011 Barcelona
Tel. 93 323 33 11 – Fax 93 453 50 33
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Primera edición:
ISBN: 84-8019-631-9
Maquetación: Editor Service, S.L.
Diagonal, 299 – 08013 Barcelona
Impreso en España por A & M Gràfic S.L.
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Reconocimientos:
Agradecemos cordialmente a Etienne Cloet, D.O. M.R.O.1 (B), Rob Muts,
D.O. M.R.O. (NL), Fermand Schallier, D.O. M.R.O. (B) y Stefanie
Geldschläger su valiosa y profesional asistencia para la elaboración de es-
te libro.
También vaya nuestro mayor agradecimiento a los niños Lisa-Marie, An-
nika, David y Noah, cuyas fotografías han hecho posible la publicación
del presente volumen.

Los autores:
Christoph Newiger
Este periodista y autor (nacido en 1963) ejerce como
profesional liberal en Múnich, donde gestiona su pro-
pio despacho periodístico. Se ocupa desde hace años de
temas médicos y sanitarios. Christoph Newiger es el
autor del primer libro de divulgación científica publica-
do en el ámbito de habla alemana sobre Osteopatía.

Birgit Beinborn D.O. M.R.O.


Esta osteópata diplomada (nacida en 1962) es la orgu-
llosa madre de un niño y dispone, por tanto, de una ex-
periencia propia y viva que corretea cerca de sus pies.
Birgit Beinborn estudió Osteopatía en el College Sut-
herland, la mayor escuela de Osteopatía de Alemania, y
consta con su nombre de soltera como colaboradora de
un libro especializado en medicina osteopática.

1
D.O. M.R.O. (Diplom der Osteopathie, Mitglied im Register der Osteopathen = Diplomado
en Osteopatía, Miembro del Registro de Osteópatas) (N. de la T.)
Esta página dejada en blanco al propósito.
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ÍNDICE

Sobre este libro 11

Prólogo (1) 13

Prólogo (2) 15

¿Qué es la Osteopatía? 17
Así nació la Osteopatía 18
Entender la Osteopatía 19
• La vida es movimiento 19
• Estructura y función 20
• Las fuerzas de curación espontánea del cuerpo 20
• El organismo como unidad indivisible 21
• Sistema vascular y vías de conducción 22
Enfermedades desde el punto de vista osteopático 23
• Cómo se originan los trastornos funcionales 23
• Cómo se compensa el cuerpo 24
• Cuándo aparece una enfermedad 24
Osteopatía infantil 25
• Tratamiento preventivo 25
• Medicina sin medicamentos 26
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6 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Osteopatía, medicina naturista y medicina convencional 29


Las posibilidades y los límites de la Osteopatía 30
• Fundamento científico 30
• Integral e individual 30
• La acción de las manos 31
• El movimiento respiratorio primario 31
Lo que nos ofrece la medicina naturista 32
Medicina convencional y Osteopatía 33

El desarrollo infantil 35
El feto 36
• El desarrollo en el cuerpo de la madre 37
• Las huellas de un embarazo 37
• Problemas durante el embarazo 38
El parto 39
• Desarrollo anatómico correcto 40
• Las huellas de un parto normal 40
• La pelvis 41
El recién nacido y el lactante 41
• El primer año de vida 42
• Exámenes preventivos 43
• Recién nacidos y lactantes en el osteópata 44
El niño pequeño 45
• Emociones, inteligencia y comportamiento 46
• Enfermedades infantiles e infecciones 47
El escolar 48
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Índice 7

• Educación y trato 49
Cómo examinar la salud de su hijo 49
• Observar y comprobar 50

Prevención y tratamiento osteopático 59


El área de la cabeza 60
• Inflamación de los ojos (oftalmia) 60
• Osificación de la sutura craneal (cierre de las fontanelas) 61
• Oclusión defectuosa 62
• Fisura palatina 64
• Deformidades craneales 65
• Tortícolis congénita 66
• Estrabismo 67
• Inflamación del oído medio (otitis) 69
• Sinusitis 71
• Dolor de cabeza 72
• Migraña 74
• Meningitis 75
• Desviación del tabique nasal 79
Las vías respiratorias 80
• Bronquitis aguda 80
• Bronquitis crónica 81
• Pulmonía 83
• Asma 84
• Difteria laríngea (crup, falso crup) 86
• Amigdalitis (anginas) 87
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8 Osteopatía: una ayuda para su hijo

La digestión 89
• Vómitos 89
• Estreñimiento 90
• Diarrea 92
• Catarro gastrointestinal 94
• Cólico de los tres meses 95
• Niño gritón 97
• Niño que regurgita 100
• Apendicitis 101
• Hernia inguinal 102
• Invaginación intestinal 104
• Oclusión intestinal 106
• Gastritis 107
• Hepatitis 108
• Diabetes mellitus 110
• Disfunciones de la glándula tiroides 111
El sistema inmunológico 113
• Neurodermitis (dermatitis atópica) 113
• Fiebre del heno 115
• Erupción cutánea 117
• Incompatibilidad con alimentos 119
• Artritis reumática (artritis crónica juvenil) 120
El sistema nervioso 121
• Epilepsia (ataques cerebrales) 122
• Convulsiones febriles 123
• Parálisis del plexo (paresia del plexo superior e inferior) 124
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Índice 9

El corazón 126
• Fallos cardíacos 126
• Alteraciones del ritmo cardíaco 127
El abdomen 128
• Infecciones de las vías urinarias 128
• Inflamación de los riñones (nefritis) 130
La conducta 132
• Comportamiento agresivo 133
• Orinarse (enuresis) 133
• Tartamudeo 134
• Trastornos del sueño 135
• Bajos rendimientos parciales (disfunción cerebral mínima) 137
• Hiperactividad (ADHD) 138
Enfermedades infantiles clásicas 141
El aparato locomotor 142
• Displasia de cadera, luxación de la articulación de la cadera 142
• Deformidades del pie 143
• Rotación interior de las piernas 145
• Piernas en O y en X 148
• Cifosis (espalda curvada) 149
• Escoliosis 152
• Bloqueo de la cabeza del radio 154
• Fracturas de huesos 155
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10 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Apéndice de consultas 157


Lo que uno mismo puede hacer:
• Inhalación 157
• Solución de glucosa y electrolitos 157
• Enema de infusión de manzanilla 157
• Lavado de las fosas nasales 158
• Infusión para la vejiga y los riñones 158
• Compresa para los riñones (saquitos de flor de heno) 158
• Compresas o envolturas de requesón 158
• Compresas de pantorrilla (compresas de vinagre) 159
• Compresas de cebolla 159
Cómo encontrar un osteópata cualificado 159
• Tratamiento osteopático 160
Bibliografía recomendada 161
Índice alfabético 163
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Sobre este libro 11

Sobre este libro

El presente volumen pretende mostrar cómo puede ayudar la Osteopatía


cuando nuestro hijo enferma. Para ello se han recopilado y descrito 60
enfermedades infantiles diferentes, así como la manera en la que un os-
teópata procede ante cada una de ellas. El diagnóstico y el tratamiento se
sitúan en un primer plano. Puesto que la mayoría de las enfermedades
pueden originarse de múltiples maneras, se han presentado como ejem-
plos sólo algunas de las posibles causas, habiendo renunciado, por el
contrario, a una descripción de cada una de las técnicas osteopáticas
(manipulación o maniobras con la mano). Por un lado porque presupo-
nen unos conocimientos muy precisos de anatomía y, por otro, porque
según el contexto causal de cada enfermedad se pueden utilizar técnicas
muy diferentes.
Para poder valorar mejor la efectividad y las posibilidades de la Osteopa-
tía hemos descrito, también, cómo trata la medicina académica o con-
vencional cada una de las enfermedades. De este modo es fácil poder es-
tablecer una comparación. Los avisos finales denominados “Lo que uno
mismo puede hacer” contienen, la mayoría de las veces, consejos dentro
del área de la medicina naturista que uno mismo puede aplicar.
Es importante para nosotros que no se entienda la Osteopatía como
una “medicina alternativa”, lo cual convierte en superfluas otras for-
mas de la ciencia médica. La Osteopatía es ante todo una rama de la
medicina que guarda estrecha relación con la medicina académica y la
medicina naturista. Justamente ahí es donde estriba una de sus venta-
jas. Para ella lo que cuenta es la salud de nuestros hijos y no la forma
del tratamiento.
Hemos dividido el libro en cinco capítulos. El primero nos introduce
en la Osteopatía. Aclara cómo funciona y qué ventajas ofrece para
nuestro hijo. El segundo capítulo muestra qué lugar ocupa dentro de la
ciencia médica. El tercero describe la evolución del niño desde un pun-
to de vista osteopático. Aquí encontramos también indicaciones con
respecto a los diferentes pasos del desarrollo del niño, así como senci-
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12 Osteopatía: una ayuda para su hijo

llos tests de reacción con los que se puede examinar el desarrollo sen-
somotor infantil. El cuarto capítulo contiene más de 60 sintomatolo-
gías típicas de enfermedades y señala la forma de tratarlas. En el último
capítulo aparece una serie de indicaciones prácticas, como por ejemplo
cómo localizar un buen osteópata y lo que nos puede costar un trata-
miento osteopático.
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Prólogo 13

Prólogo 1

¿A qué niños puede ayudar la Osteopatía y cuáles son las afecciones fren-
te a las que se obtienen buenos resultados? En EE.UU., patria de la Os-
teopatía, se exploró desde un punto de vista osteopático a 1.250 recién
nacidos. Apenas un diez por ciento de los niños presentó unos trastornos
claros, otro diez por ciento podría definirse como sano. ¿Qué ocurre con
el ochenta por ciento restante? Precisamene en estos últimos se centra la
atención de los osteópatas; los niños que, en un sentido tradicional, no
están enfermos, pero quizá “trastean” más que los otros, son más grito-
nes, regurgitan después de comer, no pueden conciliar el sueño, siempre
están resfriados, etc.
Las causas de estos trastornos pueden ser muy diferentes, hasta tal pun-
to que un osteópata no siempre puede descubrirlas. Pero en muchos ca-
sos puede averiguar las limitaciones del movimiento en el niño, que tal
vez sean la causa de los trastornos. El osteópata puede solucionar estas
limitaciones en el movimiento. Para ello utiliza sus amplios conocimien-
tos anatómicos y fisiológicos y realiza con sus manos las adecuadas téc-
nicas osteopáticas. El resultado es, a menudo, asombroso y los trastornos
pueden desaparecer en muy poco tiempo.
No todo trastorno exige siempre un tratamiento osteopático. A veces un
trastorno se limita, simplemente, a “desaparecer”. El niño sale entonces
por sí mismo –y con esto nos remitimos al estudio arriba reseñado– del
conjunto del ochenta por ciento y se sitúa dentro del grupo del diez por
ciento de los niños sanos. Si el trastorno no desaparece puede conducir, en
el peor de los casos, a enfermedades serias. Entonces el niño se encuentra
de repente sumergido en el pequeño grupo con problemas llamativos.
Cuando un osteópata trata a un niño, actúa a menudo de una manera
preventiva: evita que pequeños trastornos se traduzcan en enfermedades
reales. Ésta es una de las dos grandes ventajas de la Osteopatía.
Como padres y lectores es deseable querer conocer exactamente cómo
puede la Osteopatía ayudar a nuestro hijo en ciertos tipos de enfermeda-
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14 Osteopatía: una ayuda para su hijo

des. Por ello hemos señalado y descrito en este libro toda una serie de en-
fermedades y trastornos frecuentes en la edad infantil y cómo son trata-
dos desde el punto de vista osteopático. Sin embargo, hay que conside-
rar que sólo se ha podido tomar en cuenta un pequeño número de en-
fermedades y que no hemos podido dar cabida a un grupo mucho mayor
de trastornos no clarificados, así como de alifares. Para la curación de es-
tos últimos puede ayudar, también en este ámbito, la medicina osteopá-
tica.
Los autores
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Prólogo 15

Prólogo 2

Con la publicación de su primer libro, Osteopathie. Sanftes Heilen mit den


Händen2, Christoph Newiger realizó un importante trabajo para una me-
jor comprensión general de la Osteopatía en Alemania. Ya por aquel en-
tonces me impresionó mucho que se le dedicara una especial atención y
reconocimiento al tema del tratamiento. Por regla general, la asistencia
pediátrica suele ser excelente. La zona oscura para los padres comienza
a causa de las diferentes interpretaciones que se pueden hacer de un
trauma en el nacimiento, partiendo de los posteriores retrasos en el des-
arrollo locomotor e intelectual, hasta que se elige una terapia adecuada.
En el futuro se apostará por el reconocimiento de los primeros síntomas
y por su tratamiento prematuro, por ejemplo, inmediatamente después
del nacimiento.
Marina Ch. Fuhrmann D.O M.R.O.
Directiva VOD
Wiesbaden

2
Véase bibliografía recomendada al final de la presente publicación (N. de la T.)
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¿Qué es la
Osteopatía?
La Osteopatía es una forma
integral de la medicina. Sirve
principalmente para reconocer y
tratar los trastornos funcionales.
El diagnóstico y la terapia se
efectúan con técnicas propias de
esta disciplina y solamente se
realizan con las manos.
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18 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Así nació la Osteopatía


Un médico inició la Osteopatía en EE.UU. Su nombre: Andrew Taylor
Still (1828-1917, véase figura 1). Su padre fue predicador ambulante,
granjero y doctor, y de él aprendió su oficio. Durante la guerra civil ame-
ricana, Still trabajó como cirujano para el ejército de caballería. Eran
otros tiempos, también para la medicina: se tenían escasos conocimien-
tos sobre bacterias y esterilización. La anestesia acababa de descubrirse.
Muchos pacientes fallecían a pesar de que su operación se había desa-
rrollado con éxito satisfactorio, lo cual constituía una frustrante expe-
riencia para cualquier médico. Después de la guerra civil, Still se estable-
ció con su familia en Kansas City, donde estudia en el Colegio de Médi-
cos y Cirujanos. En la ciudad brotó una epidemia de meningitis y Still,
en su condición de médico, tuvo que presenciar cómo morían tres de sus
hijos, uno de ellos adoptado. Los medicamentos no sirvieron y fracasa-
ron las ideas que por aquel entonces existían sobre la medicina.

Figura 1: Andrew Taylor Still,


padre de la Osteopatía.
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¿Qué es la Osteopatía? 19

Still empezó la búsqueda de una nueva forma de entender la salud, la en-


fermedad, el cuerpo humano y lo que debía ser la medicina. Se ocupó de
los huesos, músculos y tendones; analizó sus movimientos y su funcio-
namiento combinado. Investigó la sangre y dedujo rápidamente la im-
portancia del buen funcionamiento del sistema vascular. Still descubrió
que el cuerpo disponía de fuerzas de curación espontánea que, cuando se
estimulaban adecuadamente, podían curar enfermedades. Le fascinó el
hecho de poder provocar esta estimulación mediante la suave presión de
sus manos. Still desarrolló un conocimiento mecánico del cuerpo, para
el cual todo está en movimiento y todo se relaciona.
Así apareció, en 1874, la Osteopatía como una nueva forma de
curación que renunciaba totalmente a los medicamentos. Una
medicina que no trataba síntomas, sino que buscaba las causas
de las enfermedades. Una medicina que no curaba enfermeda-
des, sino que ayudaba al cuerpo a curarlas él mismo.

Entender la Osteopatía

La vida es movimiento
El principio de la Osteopatía es sencillo: la vida es movimiento. Si algo
está vivo, se mueve. Esto sirve tanto para nosotros, los seres vivos, como
para cada una de las estructuras de las que se compone nuestro organis-
mo. Es igual que giremos la cabeza, cerremos los ojos, que nuestro cora-
zón bombee la sangre por el cuerpo o que el intestino empuje, mediante
movimientos peristálticos, el bolo alimenticio a través de su propio inte-
rior; cada una de las estructuras de nuestro cuerpo vive, tiene la capaci-
dad de moverse y se mueve.
Si una estructura tiene un trastorno en su función, cambian sus movi-
mientos. La medida, la dirección, el ritmo o la situación de la tensión se
muestran de forma alterada.
La Osteopatía utiliza esta conexión, pues reconoce los trastornos funcio-
nales desde la base de los movimientos alterados en cada una de las es-
tructuras.
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20 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Sin embargo, no es suficiente con eso; la Osteopatía permite también el


tratamiento de trastornos funcionales. Para ello, el osteópata aplica téc-
nicas propias que realiza con las manos, y ayuda a la estructura afectada
para que vuelva a tomar los movimientos correctos. Si se acepta esta ayu-
da, la estructura tratada puede funcionar otra vez de forma correcta.

Estructura y función
Cada una de las estructuras de nuestro cuerpo, ya sea hueso, articula-
ción, órgano o tejido, sirve para realizar determinadas funciones. A la in-
versa, una función también puede influir en una estructura.
Ilustremos esto con un ejemplo:
La mayoría de los músculos posibilitan un movimiento. Su estructura
determina su función. Los niños que se mueven mucho y, por ejemplo,
practican mucho deporte obtendrán una musculatura más fuerte. La
función aumentada forma por lo tanto la estructura. El efecto de inter-
cambio entre estructura y función constituye un principio de la Osteo-
patía que dice:
La estructura determina la función y la función forma la estruc-
tura.
La dependencia recíproca de estructura y función sirve no sólo para ca-
da una de las áreas del cuerpo, sino también para el organismo como to-
talidad. Sólo cuando las numerosas y diferentes estructuras tienen un
efecto conjunto de manera armónica con su propias y específicas funcio-
nes puede trabajar el organismo en su totalidad.

Las fuerzas de curación espontánea del cuerpo


En la Osteopatía, las fuerzas de curación espontánea desempeñan un
importante papel. Con las fuerzas de curación espontánea están relacio-
nados todos los mecanismos propios el cuerpo, los reflejos y los proce-
sos que ayudan al organismo a curarse. En este proceso cuenta la capa-
cidad de coagulación de la sangre, al igual que la activación del sistema
inmunológico durante una infección, la cicatrización después de una
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¿Qué es la Osteopatía? 21

herida o la regeneración del hueso después de una rotura. El osteópata


trabaja conscientemente con estas fuerzas de autocuración espontánea,
él las apoya en su constante esfuerzo para mantener o recuperar la salud
física.
El osteópata no cura, sino que ayuda al cuerpo a curarse por sí
mismo.

El organismo como unidad indivisible


A los osteópatas les gusta comparar el cuerpo humano con el mecanismo
de un reloj. De manera individual cada uno de los tornillos, muelles y
engranajes no son capaces de nada. Sólo su trabajo en conjunto lleva al
reloj a un correcto funcionamiento.
Para que un trastorno funcional no lleve a todo “el mecanismo” a una si-
tuación de inmovilidad, el cuerpo tiene una capacidad de compensación:
una estructura mitiga las consecuencias de los trastornos funcionales de
otra. El problema radica en que la estructura que acude en ayuda de otras
no puede realizar su propia función en toda su plenitud. Pero entonces
aparece otra estructura y se crea una nueva compensación.
De esta manera, a menudo una causa provocada arrastra toda una cade-
na de compensaciones hasta que en algún lugar o en algún momento la
compensación no puede sostenerse más. Entonces aparece un nuevo
trastorno funcional. Ésta es una de las razones por las que la etiología de
las enfermedades se pueden situar en un lugar totalmente diferente al de
las afecciones que las provocan.
Cuando la Osteopatía busca las causas de las enfermedades re-
corre en sentido inverso, y en la medida de lo posible, la cadena
de compensación. Éste es un viaje que le puede conducir por to-
do el cuerpo.
Volviendo a nuestro mecanismo de relojería, al igual que las partes me-
cánicas de un reloj están dentro de una carcasa, las envolturas de los te-
jidos conjuntivos, las llamadas fascias o aponeurosis, encierran y reco-
rren todos los órganos del cuerpo. Estas aponeurosis pasan unas por
dentro de las otras formando una gran aponeurosis corporal.
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22 Osteopatía: una ayuda para su hijo

En la Osteopatía las aponeurosis desempeñan un papel relevante. Su si-


tuación de tensión indica al osteópata el trastorno de la función. Cuan-
do éste sigue con sus manos la tracción de la aponeurosis, puede detec-
tar a partir de los dolores las propias causas de los síntomas.

Sistema vascular y vías de conducción


Para que cada uno de los órganos del cuerpo pueda funcionar, tiene que
abastecerse ininterrumpidamente. El abastecimiento y el transporte se
efectúa gracias a los sistemas vasculares y las vías de conducción. Si la
circulación es estorbada o se interrumpe, el área afectada enferma. Las
causas de una circulación deficiente incluyen factores graves, como pue-
de ser, por ejemplo, un fallo cardíaco, pero también se pueden dar de-
sencadenantes muy simples, como tensiones, extensiones o compresio-
nes en el tejido que circunda los vasos.
También aquí es recíproca la dependencia. Así como por una parte los
sistemas vasculares y las vías conductoras posibilitan la función y los
movimientos de las estructuras, por otro lado, los movimientos limita-
dos obstaculizan los sistemas vasculares y las vías de conducción en su
función.
Se dan entonces circunstancias agravantes para las fuerzas de curación
espontánea propias del cuerpo. Puesto que éstas utilizan el camino de los
sistemas vasculares y de las vías conductoras para poder causar efecto en
el lugar, si su circulación se obstaculiza, no pueden realizar su cometido.
Exactamente en este punto es donde interviene la Osteopatía.

La técnica de la Osteopatía
Con sus técnicas manuales la Osteopatía intenta recuperar los movimientos que se
han perdido. De esta manera pueden funcionar mejor los sistemas vasculares y las
vías de conducción, así como el abastecimiento y la evacuación, y las fuerzas de
curación espontánea pueden ser útiles para el organismo.
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¿Qué es la Osteopatía? 23

Enfermedades desde el punto


de vista osteopático
Empecemos con el objetivo de cualquier tratamiento: la salud. Ésta se
deja describir fácilmente como aquella situación en la que se encuentra
el organismo cuando tiene la posibilidad de realizar óptimamente todas
sus funciones.
Desde el punto de vista osteopático, la salud consiste en la capa-
cidad del cuerpo de equilibrar influencias. Influencias o influjos
que tienen efecto desde dentro y desde fuera, y son importantes
puesto que nuestro cuerpo las necesita para vivir. Para las in-
fluencias fundamentales hemos desarrollado incluso órganos
sensoriales. Cuando vemos, olemos, escuchamos o sentimos al-
go, estamos percibiendo influjos que nos llegan del exterior.
La salud depende de los influjos externos e internos y de la forma en que
el organismo reacciona ante ellos. La salud no representa, pues, ningún
objetivo que se deba alcanzar, sino más bien un camino a lo largo del
cual nos movemos.
Nuestro organismo se beneficia de muchas influencias como puede ser,
por ejemplo, una alimentación sana. Ésta, por así decirlo, ensancha el ca-
mino de la salud a fin de evitar que éste salga fácilmente de él.
Sin embargo, las influencias pueden atacar por sorpresa al organismo,
como ocurre, por ejemplo, con las lesiones. El influjo tiene entonces
tal violencia que la estructura afectada sufre daños y el organismo en-
ferma.
Eso no impide que, en la mayoría de los casos, el organismo sepa de-
fenderse perfectamente del ataque de prácticamente todas las influen-
cias. La defensa puede realizarse en un corto plazo o necesitar de mucho
tiempo, no tener consecuencias o bien dejar huellas tras de sí.

Cómo se originan los trastornos funcionales


Cuando un influjo deja una huella, ésta se muestra como “impronta” lo
cual, aun cuando no varíe inmediatamente la estructura, por lo menos
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24 Osteopatía: una ayuda para su hijo

perjudica su función. Un trastorno funcional es casi siempre el comien-


zo de una enfermedad y se considera también como una afección osteo-
pática. El osteópata lo identifica en forma de movimientos limitados:
medida, dirección, ritmo de los movimientos o variación en la tensión.

Cómo se compensa el cuerpo


El cuerpo reacciona frente a un trastorno funcional de manera compen-
satoria en la medida de lo posible. Otra estructura, que está anatómica y
fisiológicamente en condiciones, suaviza los efectos de la estructura da-
ñada. Esta compensación, sin embargo, sólo representa una solución de
emergencia, pues favorece exclusivamente a la estructura compensada y
delimita sus propias funciones. Por ello, la capacidad total de funciona-
miento del cuerpo desciende en sus funciones. Si el cuerpo no puede ejer-
citar sus funciones totalmente, se reducen también sus posibilidades de
equilibrar los influjos o de defenderse de ellos sin sufrir consecuencias.
Las compensaciones se pueden alinear, como ya se ha descrito, en suce-
sivas cadenas. Éstas a menudo tienen vigencia si, por su parte, desenca-
denan nuevos trastornos funcionales. Luego se juntan como gotas de
agua en una cuba para recoger el agua de la lluvia. Cuanto más suba el
nivel del agua, menos margen de maniobra le queda al cuerpo para reac-
cionar frente al influjo.

Cuándo aparece una enfermedad


Cuando el cuerpo no puede compensar un trastorno funcional, aparece
un trastorno estructural que, de ordinario, es designado con el nombre de
enfermedad. Sin embargo, el organismo no se rinde. Concentra sus fuer-
zas de curación espontánea sobre el área afectada y reduce el resto de las
demás funciones que no sean consideradas importantes por el momento.
Por eso, cuando estamos enfermos, nos encontramos a menudo cansados
y sin fuerzas y corremos el riesgo de “atrapar” otras enfermedades.
La Osteopatía trata la enfermedad como un trastorno funcional.
Busca su causa y devuelve, mientras le sea posible, a la estructu-
ra afectada sus movimientos originales. Si los movimientos de la
estructura vuelven a ser correctos, dicha estructura puede ha-
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¿Qué es la Osteopatía? 25

cerse cargo de sus funciones de manera renovada. El trastorno


en la estructura lo pueden corregir sólo las fuerzas de curación
espontánea.

Osteopatía infantil
La Osteopatía no establece diferencias de edad. Sin embargo es muy
apropiada para los niños. Las razones saltan a la vista: en ninguna otra
época distinta de la que transcurre entre el nacimiento y la pubertad tie-
nen tanto efecto las influencias externas e internas. Como ninguna otra
etapa, la infancia se caracteriza por el movimiento durante la fase de cre-
cimiento. En ninguna otra fase del desarrollo realiza el organismo tan
grandes cambios anatómicos, fisiológicos y psíquicos. La infancia apare-
ce con el nacimiento. Éste cuenta como un precedente traumático en la
vida de una persona, aun cuando ya no nos acordemos –o quizá por eso.
Ya con el nacimiento pueden aparecer trastornos funcionales y compen-
saciones que, decenios después, pueden llevar a la aparición de síntomas
o favorecer enfermedades.
Cuando observamos la infancia, debemos tener muy presente su origen;
ya el desarrollo embrional en el vientre de la madre marca de manera de-
cisiva al niño y, posteriormente, a la persona adulta.

Tratamiento preventivo
Repitamos otra vez el camino de formación de una enfermedad desde el
punto de vista osteopático. Los influjos pueden desencadenar trastornos
funcionales. El organismo reacciona contra ellos al tiempo que pretende
buscar compensaciones. Si no puede mantener la compensación, apare-
ce un nuevo trastorno funcional. Si no puede compensar el trastorno
funcional, éste conduce a un trastorno estructural. Por último, aparece
una enfermedad.
La Osteopatía ofrece, sobre todo en los niños, la gran ventaja de
poder reaccionar de manera preventiva. En el momento en que
los trastornos funcionales y las compensaciones son reconocidos
y tratados antes de que desemboquen en trastornos estructurales
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26 Osteopatía: una ayuda para su hijo

y en daños, es cuando la Osteopatía actúa de manera preventiva:


evita, en lo posible, la aparición de posteriores enfermedades.
En el tratamiento de las enfermedades infantiles la Osteopatía puede re-
presentar grandes éxitos. Su conocimiento integral del organismo huma-
no y de la aparición de enfermedades le permiten descubrir y tratar al-
gunas causas que la medicina académica apenas podría sospechar. Sin
embargo, la Osteopatía no se debería malinterpretar como una alternati-
va a la ciencia de la curación infantil, sino como un complemento de
ayuda a la misma.

Figura 2: Especialmente indicado para los niños: tratamiento suave y sin


medicamentos.

Medicina sin medicamentos


Al contrario que la medicina académica, la Osteopatía se desarrolla sin
medicamentos, lo que representa una gran ventaja, sobre todo en el tra-
tamiento de niños, ya que apenas existen medicamentos infantiles y, por
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¿Qué es la Osteopatía? 27

motivos éticos, no se permite realizar experimentación de medicamentos


con los niños. Así, esta población infantil recibe la mayoría de las veces
medicamentos que han sido concebidos para los adultos. A pesar de que
en los primeros meses de vida, y debido a su metabolismo aún no total-
mente desarrollado, los niños reaccionan de manera completamente di-
ferente que los adultos ante la acción de los medicamentos. La dosifica-
ción correcta y la administración de los medicamentos sólo las pueden
determinar los médicos experimentados –se trataba, por decirlo de algu-
na manera, de una investigación artificial de medicamentos, pues los
prospectos, en un 80 por ciento de los casos, no contienen ninguna re-
ferencia sobre este tema.
Los niños no pueden beneficiarse de los nuevos avances farma-
céuticos porque éstos los excluyen. En este libro recomendamos
una medicina, que, dentro de sus propios límites, se conduce sin
necesidad de utilizar medicamentos.
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Osteopatía,
medicina
naturista y
medicina
convencional
La Osteopatía unifica en sí
misma la ciencia de la medicina
académica o convencional y
todo el principio de la medicina
naturista, y esto fija su
efectividad. Si no actúa sola,
puede hacerlo a menudo en
combinación o acompañando a
otros métodos curativos.
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30 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Las posibilidades y los límites de la Osteopatía


Ya hemos presentado una de las ventajas fundamentales de la Osteopa-
tía, y es que trata principalmente los trastornos funcionales. Cuando és-
tos demarcan el principio de la enfermedad, entonces la Osteopatía reac-
ciona de manera preventiva: su objetivo es evitar las enfermedades. Sin
embargo, la Osteopatía tiene otros muchos beneficios que ofrecer.

Fundamento científico
La Osteopatía se constituye dentro de las áreas de la Anatomía y la Fisio-
logía dentro de la medicina académica. Gracias a ello los osteópatas dis-
ponen de un buen conocimiento de la medicina académica. Lo tienen
que tener, ya que el que quiera tratar las estructuras corporales sólo con
las manos, debe conocer hasta el menor detalle del organismo. Por eso,
los osteópatas son excepcionales anatomistas y fisiólogos. Conocen con
exactitud la organización del cuerpo humano y saben cómo funciona.
Sin los conocimientos científicos del organismo humano la Osteopatía
no puede funcionar. Esto la diferencia de otros métodos de curación na-
tural.

Integral e individual
La Osteopatía se entiende como una medicina integral porque contem-
pla al cuerpo como una unidad funcional.
Gracias a su conocimiento de las enfermedades y a su formación, la Os-
teopatía trata al paciente siempre de manera individual, pues cada pa-
ciente es único en cuanto a las influencias que constituyen su salud y el
historial de sus enfermedades.
En esto se diferencia la Osteopatía de la medicina académica. Donde el
médico “disgrega” al paciente en áreas individuales, la Osteopatía integra
cada una de las afecciones en un cuadro global; donde se tratan enfer-
medades aisladas, la Osteopatía trata al conjunto de la persona; donde el
paciente se tiene que adaptar a un concepto reglado de tratamiento, la
Osteopatía decide ese tratamiento dependiendo de las características in-
dividuales de cada paciente.
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Osteopatía, medicina naturista y medicina convencional 31

La acción de las manos


Es difícilmente imaginable que un osteópata, sólo palpando con sus
manos, pueda conseguir el correcto funcionamiento de los órganos in-
ternos. Sin embargo, el osteópata, de modo parecido al de un pianista
o un escultor, ha aprendido esta capacidad a lo largo del transcurso de
sus muchos años de formación. Ha ejercitado sus manos para que se
conviertan en instrumentos sensibles, su sentido del tacto se ha agudi-
zado y se ha desarrollado una sensibilidad de profundidad y de espacio.
Por ello puede, gracias a sus exactos conocimientos anatómicos y fi-
siológicos, captar los trastornos y tratarlos con ayuda de técnicas oste-
opáticas.
En la Osteopatía se complementan la ciencia y la habilidad artís-
tica manual para la consecución de una forma propia y efectiva
de la medicina.
La renuncia a instrumentos y aparatos para la formalización de los diag-
nósticos y para el tratamiento reduce posibles fallos en determinadas cir-
cunstancias. El osteópata se “comunica” directamente mediante sus ma-
nos con el organismo del paciente, sin necesitar “intérpretes” técnicos.

El movimiento respiratorio primario


El alumno más destacado de Still, William Garner Sutherland (1873 –
1954), descubrió un fenómeno hasta entonces desconocido, el movi-
miento respiratorio primario. De modo parecido al latido del corazón o
a la respiración, el movimiento respiratorio primario representa uno de
los automatismos del cuerpo humano. Se muestra en forma de movi-
mientos suaves y un osteópata puede percibirlos en todo el cuerpo.
Conforme a esa teoría, estos movimientos se originan gracias a la re-
constitución del fluido cerebroespinal en los ventrículos cerebrales. La
reconstitución se efectúa de ocho a doce veces por minuto. Conduce a
cambios mínimos de presión que se transfieren a las meninges y desde
allí a los huesos móviles del cráneo. Si éstos, debido a un difícil naci-
miento, están bloqueados o se han desplazado, se ejerce una repercu-
sión sobre el mecanismo del movimiento respiratorio primario y con
ello sobre todo el organismo.
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32 Osteopatía: una ayuda para su hijo

La medicina académica conoce la neoformación cíclica del fluido cere-


broespinal, pero cuestiona la movilidad de los huesos del cráneo, al me-
nos en los adultos.
El osteópata utiliza los suaves movimientos del movimiento res-
piratorio primario, así como el médico emplea el pulso o la pre-
sión sanguínea, como un medio de diagnóstico importante.
Aquél puede sentir si son fuertes o débiles, si se producen de
manera armónica y regular, y gracias a ello sacar conclusiones
sobre las compensaciones y los trastornos funcionales o estruc-
turales. El osteópata usa los movimientos del mecanismo pri-
mario de respiración como instrumento para el tratamiento, y
con este instrumento puede verificar su éxito.

Los límites de la Osteopatía


Con todas sus ventajas, la Osteopatía no es un remedio universal. Sus fronteras es-
tán allí donde las fuerzas de curación espontánea corporal no se muestran sufi-
cientes para sanar el organismo. Las enfermedades graves y agudas pueden ser
tratadas de forma acompañada, pero pertenecen al campo de los cuidados de un
médico convencional. La Osteopatía no es una medicina de urgencia, que pueda
salvar vidas en situaciones extremas. Sólo puede ayudar cuando las causas de las
enfermedades están condicionadas orgánicamente. Las enfermedades psíquicas,
con o sin causas somáticas, deberían ir acompañadas de la colaboración en el tra-
tamiento por parte de un psicoterapeuta. A veces se encuentran cuerpos extraños
o sedimentos en el organismo, los cuales no tienen por que empezar a “ponerse en
movimiento” debido a un tratamiento. El osteópata tiene que saberlo antes del tra-
tamiento para poder decidir si ese tratamiento es o no el adecuado.
Un osteópata capacitado conoce exactamente sus límites y en caso necesario en-
vía a sus pacientes al doctor en medicina general o al especialista.

Lo que nos ofrece la medicina naturista


La medicina naturista se distingue por incluir factores naturales –tam-
bién los podemos llamar influencias– para la prevención y el tratamien-
to de las enfermedades. Además de estos factores hay que contar con los
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Osteopatía, medicina naturista y medicina convencional 33

estímulos físicos, como el agua, la luz y el aire, la alimentación y deter-


minadas dietas, y naturalmente también los medicamentos. El paso ha-
cia la medicina convencional es fluido.
Sin embargo, la medicina naturista no es ninguna parte de la práctica de
la medicina que se entiende como convencional, sino que cuenta con
métodos alternativos de curación. Éstos se distinguen por sus caracterís-
ticas, iguales que las de la Osteopatía: todo el principio y el apoyo de las
fuerzas para una curación espontánea o autocuración. El método natu-
rista identifica al paciente como un individuo y hace de ese hallazgo el
principio de su tratamiento.
La verdadera diferencia con respecto a la medicina académica hay que
buscarla en otro lugar: los métodos alternativos de curación se basan la
mayoría de las veces en conceptos que han sido explorados científica-
mente de modo insuficiente o que (hasta ahora) no han podido demos-
trarse. Por eso se cuenta dentro de la llamada medicina experimental con
muchos métodos alternativos de curación, como la homeopatía y la acu-
puntura. Su efectividad justifica su uso. Rechazarlas sólo porque no han
sido explicadas científicamente no tiene sentido desde el punto de vista
del paciente.

Medicina convencional y Osteopatía


La medicina practicada desde el punto de vista científico puede demos-
trar grandes éxitos en todas las áreas relacionadas con la salud. Si se tra-
ta de casos urgentes, de enfermedades graves o agudas, o bien de daños
estructurales condicionados por un traumatismo como fracturas, que-
maduras o heridas, la medicina académica es insustituible. Pero ya que
estos daños estructurales siempre tienen que ver con trastornos funcio-
nales, un osteópata puede tratar estos trastornos de forma compartida.
Esto acelera la curación –siempre que ésta sea posible. Si los daños no se
remedian, la Osteopatía ayuda a sobrellevar mejor la situación.
La Osteopatía se concibe como una forma de medicina independiente
que se complementa a la perfección con la medicina académica conven-
cional.
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El desarrollo
infantil
El desarrollo del niño
desempeña frecuentemente un
papel decisivo en la aparición de
las enfermedades.
El osteópata conoce las
características de un crecimiento
normal. Cuando está tratando a
un niño se informa sobre su
desarrollo e investiga con
especial atención los datos
individuales en relación con los
aspectos de lo que se considera
una evolución normal.
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36 Osteopatía: una ayuda para su hijo

El feto
Han pasado cinco días desde la concepción. El pequeño grupo de células
que se ha desarrollado a partir de una célula fecundada viaja hacia al úte-
ro y anida en la túnica mucosa. Se liberan hormonas y desaparece el pe-
riodo menstrual. A partir de la segunda semana del embrión se transfor-
ma el embrión en tres estratos celulares, las llamadas hojas blastodérmi-
cas. A partir de estas tres “hojas” se origina el individuo. Dentro de las si-
guientes seis semanas esas células empiezan a desempeñar diferentes
funciones. Así aparece cada una de las estructuras corporales.
A partir de la hoja blastodérmica exterior se generan todos los órganos,
que después van a estar en contacto con el mundo exterior. Aquí se
cuentan todos los órganos de los sentidos, la piel con sus poros pilosos,
el esmalte de los dientes, las glándulas sudoríferas y, en la mujer, las glán-
dulas mamarias. También el sistema nervioso central, es decir, el cerebro
y la espina dorsal, así como el sistema nervioso periférico, tienen su ori-
gen en la hoja blastodérmica exterior.
Desde la hoja blastodérmica media se originan los músculos, los huesos
y los cartílagos, así como las aponeurosis que envuelven a todos los ór-
ganos y que revisten las cavidades corporales. Aquí se forman los siste-
mas vasculares sanguíneo y linfático, los tabiques del corazón, el bazo,
los riñones y las glándulas germinativas con sus conductos excretores y
los órganos sexuales.
En la hoja blastodérmica interna se desarrollan las envolturas interiores
de los órganos, es decir, las mucosas del aparato digestivo y el sistema
respiratorio, así como el revestimiento de la vejiga urinaria, las glándulas
tiroides, las amígdalas, el hígado, el páncreas y el timo.

El organismo como una unidad funcional


El conocimiento preciso de un origen común de las diferentes estructuras ayuda al
osteópata en la búsqueda de las causas de enfermedades y trastornos y pone en
claro los motivos por los que el organismo siempre tiene que observarse como una
unidad funcional.
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El desarrollo infantil 37

El desarrollo en el cuerpo de la madre


Se desarrolla la cabeza; la base y la cubierta craneal se desarrollan a par-
tir de la hoja blastodérmica media, el cerebro y los órganos sensoriales a
partir de la hoja blastodérmica exterior. El embrión se hace más grande.
A partir de la séptima semana de embarazo, el embrión tiene un tamaño
de 1,5 cm y se muestran los ojos como unos puntos oscuros, así como los
principios de lo que constituirá la boca y la nariz. Al segundo mes co-
mienza a latir el corazón y toma el abastecimiento propio gracias al cor-
dón umbilical. La cabeza y el cerebro son los que más rápido se desarro-
llan y forman una tercera parte del cuerpo. Al final del tercer mes la for-
mación de los órganos está casi completada. A partir de la decimocuarta
semana están descartados casi todos los peligros de un aborto; el feto y el
organismo de la madre se han adaptado entre tanto de la manera más
adecuada. Se forman los órganos de los sentidos y de los puntos oscuros
que antes se citaban aparecen los ojos, que todavía permanecen cerrados.
En cambio el feto ya pronto podrá oír. Después de cuatro meses y medio
las extremidades están completamente desarrolladas, las manos pueden
agarrar y las piernecillas pueden dar patadas. Con 23 semanas ya es ca-
paz de sobrevivir como prematuro, sin embargo no se ha completado la
madurez necesaria.
A partir del sexto mes el bebé sueña; un mes más tarde abre los ojos y pue-
de percibir luz a través de la piel del vientre de la madre. El bebé se ali-
menta aún mediante el cordón umbilical, pues todavía se prepara para la
respiración y practica los movimientos respiratorios necesarios a partir de
la semana 29. Un mes más tarde, con un peso de más de 2.000 gramos y
una longitud de más de 30 cm, el bebé se da la vuelta y se coloca con la
cabeza hacia la pelvis de la madre. En caso contrario el médico ayuda por
medio de una versión externa. A partir de la semana 37 el bebé está total-
mente desarrollado. Ahora sólo hacen falta las reservas necesarias de
energía para el parto. El bebé aumenta de 20 a 30 gramos diarios.

Las huellas de un embarazo


Para que se produzca un sano desarrollo desde el milimétrico embrión al
bebé de más de tres kilos, el niño necesita dos cosas: espacio y una ópti-
ma alimentación. El espacio lo consigue por sí mismo. El útero, del ta-
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38 Osteopatía: una ayuda para su hijo

maño de una pera, aumenta durante el embarazo hasta alcanzar el volu-


men de un balón de baloncesto. Al mismo tiempo, el feto empuja cada
vez más los órganos internos en la cavidad estomacal –junto con el cam-
bio hormonal, ésta es, a menudo, una razón añadida para los problemas
de estómago y digestivos.
También los dolores de espalda pueden aparecer de esta manera; los ór-
ganos que se han trasladado de su posición normal se han estabilizado a
los lados de la columna vertebral y la pelvis. Su tensión puede causar do-
lores.
El creciente peso del niño puede, además, sobrecargar la columna verte-
bral. Cambia el centro de gravedad corporal y el comportamiento del
movimiento de la madre.
El suministro arterial, venoso y nervioso del niño lo asumen los sistemas
vasculares y las vías de conducción que discurren a la altura de las vérte-
bras lumbares inferiores y del hueso sacro. Si estas áreas indican trastor-
nos funcionales, pueden perjudicar el desarrollo del niño.
Es recomendable seguir las pautas osteopáticas del embarazo.
Así se podrán tratar afecciones preexistentes o esporádicas que
pueden afectar al desarrollo normal del niño.

Problemas durante el embarazo


Los trastornos funcionales del niño pueden tener su causa en un emba-
razo complicado. Así, por ejemplo, un útero demasiado pequeño de la
madre impide un correcto desarrollo del niño, sobre todo de las extremi-
dades. En caso de gemelos, naturalmente, el espacio se hace más estre-
cho y pueden perjudicarse mutuamente en su desarrollo normal.

Si el niño se ha girado, la cabeza descansa en el borde de la pelvis duran-


te el resto del embarazo. Las asimetrías de la pelvis pueden perjudicar al
cráneo del niño.
Los estudios más recientes nos muestran lo importante que es una ali-
mentación sana, la renuncia a fumar y tratar de evitar el estrés. Así, la fal-
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El desarrollo infantil 39

ta de yodo hasta la duodécima semana de embarazo parece perjudicar a


la inteligencia del niño, y el estrés y la alimentación descuidada pueden
provocar en el posterior adulto una hipertensión arterial, diabetes y en-
fermedades cardíacas.

Ningún motivo de preocupación


El ginecólogo conoce todos los consejos necesarios y puede indicarnos todas las
recomendaciones adecuadas para un embarazo sano. Por eso hay que tomar muy
en serio todos los reconocimientos prescritos. A través de ecografías, análisis y
exámenes de sangre, seguidos de un examen del líquido amniótico, el ginecólogo
puede descubrir y tratar a tiempo los posibles trastornos.

El parto
El hambre es lo que trae al niño al mundo. En las últimas semanas antes
del nacimiento el niño desarrolla una demanda insaciable de oxígeno, vi-
taminas y azúcar. El organismo del niño reacciona ante el inminente de-
sabastecimiento y libera una hormona que estimula el apetito. Esto em-
peora, intencionadamente, la situación. En el útero de la madre el ham-
bre no puede aplacarse. Por eso el cerebro libera una hormona de estrés.
Cuando ésta alcanza un determinado nivel, se produce el estrógeno. Una
de sus consecuencias es que comienzan los dolores y se dilata la abertu-
ra uterina. Empieza el viaje hacia el mundo.
El niño se desplaza desde su posición hasta la entrada de la pelvis. La gran
presión en el útero forma al cráneo aún blando y flexible, para que éste
pase a través del canal del parto. En niños que han nacido con presenta-
ción facial, a menudo ocurren grandes derrames de sangre en la cara.
Para protegerse mejor de la fatiga, se liberan grandes cantidades de
adrenalina y de noradrenalina. Éstas impulsan la circulación sanguínea
y la respiración, y se ocupan de que el niño esté despierto después del
nacimiento. La criatura es empujada a través de la entrada de la pelvis
hacia la cavidad pelviana y, dado que este canal está en ángulo recto, el
niño tiene que girarse. Primero presiona viniendo desde arriba contra el
cóccix de la madre y luego, debido a la resistencia del perineo, se gira en
dirección a la salida de la pelvis. En la salida, la cabeza del niño se apo-
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40 Osteopatía: una ayuda para su hijo

ya fuertemente por debajo del hueso púbico, delante o detrás según sea
la presentación del niño. Luego se gira la cabeza generalmente hacia la
derecha y con ella el cuerpo. Los hombros están ahora situados trans-
versalmente con respecto a la pelvis y salen al exterior con el resto del
cuerpo.
Ahora el niño puede respirar y acallar su hambre en el pecho de su
madre.

Desarrollo anatómico correcto


La mayoría de los nacimientos se efectúan, como se ha descrito, median-
te una presentación craneal. Lo primero que sale es la cabeza. Aquí se
puede diferenciar entre presentación cefálica con la cabeza inclinada ha-
cia delante, presentación facial con la cabeza inclinada hacia atrás y la in-
termedia presentación de frente. Mucho más rara es la presentación de
extremidad pélvica con las piernas encogidas o estiradas, y la presenta-
ción transversa; ambas sirven de indicación, en términos generales, para
llevar a cabo una cesárea.
Para el niño (y naturalmente también para la madre) el nacimiento re-
presenta un esfuerzo extremo. El cuerpo del niño utiliza para ello una
gran fuerza física. Desde el punto de vista anatómico, el niño está muy
bien preparado. El tronco blando y moldeable permite, incluso en su
parte más ancha, entre los hombros, una compresión moderada que
no deja secuelas. La fontanela, en la elástica cubierta craneal, posibili-
ta una deformación de la cubierta craneal según la posición en el par-
to. El hueso facial, con un maxilar superior apenas desarrollado y sin
dientes, es demasiado pequeño como para ofrecer resistencia. Bastan-
te más consistente es la base del cráneo en el cuello que, con ayuda de
las membranas, dan a la flexible cabeza una imprescindible estabi-
lidad.

Las huellas de un parto normal


A pesar de ello, el esfuerzo físico que se exige en un alumbramiento nor-
mal puede llegar a dejar auténticas huellas. A fin de cuentas el útero de
la madre presiona el cerebro del niño hasta llegar a darle una forma có-
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El desarrollo infantil 41

nica de hasta dos centímetros de diámetro. La resistencia del perineo en


el giro en la cavidad de la pelvis hace que cada uno de los huesos cranea-
les se empujen. De esta manera se pueden producir derrames sanguíneos
locales en los lugares donde las meninges han quedado laxas.
El paso de la cabeza a través de la estrecha salida de la pelvis puede dis-
locar los huesos de la base craneal y con ello las múltiples vías nerviosas
y sanguíneas. Si los huesos de la base craneal no vuelven a su posición
inicial, a menudo quedan afectadas las vías nerviosas y sanguíneas.
Los hombros, que aparecen después de la cabeza, pueden conducir a in-
clinaciones o giros violentos del cuello con efecto sobre la columna ver-
tebral, los músculos y las aponeurosis.
Aun cuando estas fuerzas afectan sobre todo al área de la cabeza
y del cuello, pueden tener consecuencias en sus diferentes es-
tructuras y en sus funciones, desde el cráneo pasando por la co-
lumna vertebral hasta en la pelvis.

La pelvis
La mayor influencia en el parto la tiene, naturalmente, la madre. Las es-
tructuras y funciones de la pelvis pueden facilitar mucho el parto. Para
ello los músculos que revisten la pelvis y los ligamentos que la unen con
el útero tienen que ser flexibles y estar relajados. También los huesos de
la pelvis deben tener una determinada movilidad para facilitar el paso
por el canal de parto. De este modo la flexión del sacro hace que la en-
trada de la pelvis se ensanche, mientras que a su vez también se ensan-
cha la salida de la misma. Las hormonas que el cuerpo libera al mismo
instante ayudan a esto, pues relajan los ligamentos que hay entre cada
uno de los huesos de la pelvis y posibilitan que ésta aumente de tamaño
durante el parto.

El recién nacido y el lactante


El niño ya está con nosotros, ahora el mundo ejercerá su influencia sobre
él. La protección contra las enfermedades la obtiene a partir de la leche ma-
terna, que es deseable que el recién nacido empiece a tomar poco después
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42 Osteopatía: una ayuda para su hijo

del nacimiento. En los primeros días la leche se presenta en forma de ca-


lostro, un valioso líquido con glóbulos blancos cargados de grasa que ac-
túan contra los posibles causantes de enfermedades. Luego sigue la verda-
dera leche materna, rica en inmunoglobulinas protectoras de infecciones.
El organismo de los recién nacidos tiene que madurar. En primer lugar,
con el nacimiento la circulación sanguínea comienza a trabajar indepen-
dientemente, los pulmones deben empezar a tomar oxígeno y el tracto
digestivo debe tolerar la leche materna. Lo que antes en el cuerpo de la
madre sólo se “ensayaba”, tiene ahora “que llevarse a cabo” para que fun-
cione durante toda una vida.
Por lo general, cada uno de los órganos se adapta a las nuevas circuns-
tancias. Así, es normal que, al comienzo, no todo funcione sin dificulta-
des. La temperatura corporal puede oscilar, la respiración puede ser irre-
gular, el peso del cuerpo puede bajar en los primeros cinco días hasta en
un diez por ciento. La fase de recién nacido termina después de las pri-
meras cuatro semanas. Luego le sigue la fase lactante hasta el final del
primer año de vida.

El grado de madurez del pequeño


El médico tiene diferentes posibilidades de descubrir la madurez de nuestro recién
nacido. La explicación viene dada por la fecha de nacimiento (prematuro, maduro
o posmaduro), el peso (por debajo, normal, sobrepeso) y diferentes características
como pabellones auditivos duros, vello en la parte superior de los hombros, largas
líneas en la planta de los pies y, en los chicos, testículos caídos (descendentes).

El primer año de vida


El bebé se desarrolla muy rápido, del recién nacido dormilón y gritón al
lactante y al niño que, trasteando, descubre el mundo y dice “papá” y
“mamá”, y empieza a desarrollar su propia personalidad y a edificar sus
relaciones sociales. Aumenta el tamaño corporal, el peso y el perímetro
craneal. El bebé aprende a moverse contra la acción de la fuerza de la
gravedad y a coordinar su propio cuerpo. Los múltiples reflejos a los que
reacciona en un principio, se pierden con el tiempo o se instalan en los
diferentes modelos de comportamiento. Los órganos, como por ejemplo
el estómago, crecen debido al aumento de trabajo que deben desempe-
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El desarrollo infantil 43

Figura 3: Desde la conformación de las piernas hasta la migraña; no sólo los lactantes,
sino también los niños pequeños, reaccionan notablemente ante los tratamientos
osteopáticos.

ñar. Los huesos se consolidan, el maxilar superior se desarrolla gracias a


la respiración y al ejercicio propiciado por la lactancia y, posteriormen-
te, por la masticación. Las fontanelas craneales se cierran hacia el final
del segundo año, mientras que el tamaño del cerebro se triplica en este
tiempo.

Exámenes preventivos
La prevención es la mejor medicina. Con una adecuada profilaxis, deter-
minadas enfermedades ni siquiera tienen por que aparecer. Desde el
punto de vista de la medicina académica la prevención significa también
reconocer las enfermedades a tiempo, para tratarlas mejor y eliminar o
paliar sus consecuencias.
En Alemania, los pediatras realizan exámenes preventivos voluntarios
con niños de hasta trece años de edad. La mayoría de las exploraciones
preventivas, seis de cada diez, se dan a lo largo del primer año de vida.
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44 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Cada uno de los exámenes preventivos tiene diferentes puntos como ob-
jetivo esencial. En conjunto, satisfacen las necesidades combinadas que
conlleva el crecimiento del niño. Sus resultados se constatan en la carti-
lla de reconocimiento infantil que las madres deben conservar. Es muy
recomendable mantener la continuidad de la práctica de estos exámenes
preventivos.

Recién nacidos y lactantes en el osteópata


De manera parecida a las exploraciones preventivas del pediatra, la visi-
ta al osteópata sirve sobre todo para la prevención. Los trastornos fun-
cionales que pu dan aparecer debido al embarazo o al nacimiento tienen
que reconocerse y tratarse a tiempo.
Naturalmente, pueden aparecer nuevas influencias durante las primeras
semanas que conduzcan a afecciones que necesiten de un tratamiento
(véase el capítulo siguiente, Prevención y tratamiento osteopático, página
59).
Al comienzo del tratamiento osteopático hay que realizar un extenso his-
torial sobre los antecedentes. El comienzo está en manos de la propia
madre, ya que su historia clínica y las posibles afecciones en el área de la
columna vertebral o de la pelvis pueden haber tenido efectos en el em-
barazo, en el nacimiento y, con ello, en el hijo. El osteópata tiene que co-
nocer cómo ha transcurrido el embarazo y el parto, así como la situación
del niño después del nacimiento y su posterior crecimiento.
Ya durante la anamnesis el osteópata va a observar al niño con mucha
atención, va a hablar con él y a acariciarle. Como en los pacientes adul-
tos, es importante que el pequeño le otorgue su confianza. La presencia
del padre o de la madre, aun cuando no sean imprescindibles, pueden
ayudar considerablemente.
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El desarrollo infantil 45

Figura 4: A los osteópatas les gusta tratar con niños. El trabajo con ellos a menudo
conlleva resultados impresionantes y puede aportar grandes alegrías.

Cuando el osteópata explora al niño con las manos, lo hace con


mucha tranquilidad y buscando la situación más cómoda para el
niño. Puede hacerse en brazos de la madre, en las rodillas del os-
teópata o en la camilla. Independientemente de los posibles sín-
tomas, el osteópata va a examinar todo el organismo, pues la Os-
teopatía es una forma integral de la medicina. Una cosa más: con
relativa frecuencia los recién nacidos y los lactantes se quedan
dormidos durante el reconocimiento.

El niño pequeño
A partir de un año el niño ya se sienta a la mesa. Una alimentación nor-
mal (baja en sal y poco condimentada) ha sustituido a la leche materna
y al complemento adicional de alimentación. Para crecer, el niño necesi-
ta sustancias nutritivas y las vitaminas y minerales que contienen los ali-
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 46

46 Osteopatía: una ayuda para su hijo

mentos normales. El tamaño aumenta anualmente de cinco a siete centí-


metros, el peso, de dos a tres kilos. Sin embargo, las proporciones varían,
pues el cuerpo no crece por igual. Al principio, con un año, el perímetro
del pecho empieza a superar al del cráneo, comienza lo que se denomina
la transformación. Si la cabeza del recién nacido significa un cuarto de la
longitud total del cuerpo, en un adulto es de un octavo, mientras que las
piernas miden la mitad de la longitud del cuerpo comparándolo con el
tercio del niño.
Crecen los dientes. Los primeros dientes aparecen como muy tarde al co-
mienzo del segundo año, en muchos niños a veces mucho antes. A la
edad de tres años se ha completado la dentadura de leche con 20 dientes.
Unos tres años después comienza el cambio dental.

Así examina el médico el crecimiento


Aun cuando el crecimiento ocurre de manera individual, su desarrollo se efectúa
de manera muy similar en la mayoría de los niños. El médico examina el creci-
miento mediante los llamados somatogramas. Estas tablas contienen valores re-
glados que establecen una comparación entre la edad y el peso y tamaño corporal
que les corresponde. Así, el médico puede diferenciar entre crecimiento alto o ba-
jo, sobrepeso y peso bajo, delgadez y adiposidad.

Emociones, inteligencia y comportamiento


El crecimiento se muestra en el desarrollo emocional de los niños. La
formación de una personalidad propia aparece con el esfuerzo de conse-
guir una independencia y, a menudo, se expresa por medio de reacciones
obstinadas. El niño supera pronto el primario miedo natural a la separa-
ción. Los amigos y otras personas de referencia fuera del ámbito familiar
ganan importancia.
Evoluciona el lenguaje. Éste aparece por imitación y presupone una in-
tensa observación. Los sonidos silábicos que pronunciaba el niño van
siendo sustituidos por palabras. Se forma un pequeño vocabulario que se
va ampliando continuamente y permite al niño, a partir aproximada-
mente de los tres años, intercambiar palabras. La capacidad de entender
el lenguaje se desarrolla más rápido que el propio acto de hablar. Si la
evolución del lenguaje va por detrás de los propios pensamientos y de los
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 47

El desarrollo infantil 47

deseos, podría ocurrir que el niño comenzara a tartamudear. Ésta es una


aparición circunstancial que la mayoría de las veces desaparece cuando
se alcanza la edad escolar.
La inteligencia aumenta. Ya de lactantes los niños aprenden que para
conseguir un fin existe un medio probado: llorar cuando se necesita al-
go. La inteligencia se muestra también a partir de una experimentación
activa con los propios juguetes. El juego exige una concentración y esti-
mula la fantasía. Pronto el pensamiento se hace más complejo. El pensa-
miento lógico y causal se solapan y forman un requisito para la posterior
estancia en la escuela.
El desarrollo corporal y emocional de los niños no ocurre de forma es-
pontánea. Requieren de la actuación de influencias, lo mismo que suce-
de con el tema de la higiene personal. Entre los dos y los tres años los ni-
ños aprenden a vaciar conscientemente el intestino y la vejiga. Sólo en-
tonces pueden mostrar su efecto las medidas de educación que se les ha-
ya deseado inculcar.

Enfermedades infantiles e infecciones


La edad infantil es un tiempo propicio para los enfriamientos y las enfer-
medades infecciosas. En el descubrimiento del mundo que le rodea el ni-
ño se encuentra a la fuerza con bacterias y virus. La mayoría de las en-
fermedades infantiles se adquieren por contagio. El organismo reacciona
fuertemente, a veces con fiebre, erupciones cutáneas e inflamaciones.
Las complicaciones son posibles, pero relativamente raras. El tratamien-
to se limita por ello a los síntomas que las acompañan. Sólo en caso de
infecciones bacterianas (por ejemplo, la escarlatina) el médico prescribi-
rá antibióticos.
Ante cada infección el cuerpo reacciona con la formación de las llamadas
Memory-cells (células de memoria). Si aparece el mismo agente patóge-
no, éstas se “acuerdan” de la anterior infección y se ocupan de que la de-
fensa corporal sea más rápida y efectiva. De este modo cada infección re-
fuerza las propias defensas. Por ello, no hay que preocuparse demasiado
si al niño, por ejemplo, le gotea a menudo la nariz, ya que las pequeñas
infecciones ayudan a construir el sistema inmunológico infantil. Si el ni-
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48 Osteopatía: una ayuda para su hijo

ño sufre de una infección durante una semana sin que ésta desaparezca,
entonces hay que consultar a un médico y, una vez vencida la infección,
a un osteópata para que examine sistemáticamente las funciones de de-
fensa.

Vacunaciones preventivas: sí o no
Los médicos académicos advierten muchas veces de las posibles complicaciones
y de los trastornos permanentes de las enfermedades infantiles. Por ello aconsejan
las vacunaciones preventivas. Muchos médicos naturistas ven, por el contrario, las
enfermedades infantiles como circunstancias que acompañan de forma normal al
desarrollo, y por ello actúan vigilando sobre las posibles consecuencias de los
efectos secundarios de la vacuna preventiva.

Hay que consultar con el pediatra y el osteópata sobre los pros y los contras de ca-
da una de las vacunas preventivas, y dejarse instruir y aconsejar de la forma más
plena posible. Sólo de esta manera se puede tomar una decisión responsable que
actúe positivamente sobre el niño (véase página 141).

El escolar
El gran cambio llega con el comienzo de la ida al colegio, ya que a partir
de ese momento el niño se encuentra con una serie de imposiciones en
el ámbito físico, intelectual y psíquico que, generalmente, le llegan de
procedencia externa. Para ello necesita de la seguridad de sus padres al
tiempo que persigue una independencia personal. Ésta es una contradic-
ción que lleva a algunos conflictos.
El médico escolar es el que debe concluir si el niño está en plenas condi-
ciones para la asistencia al colegio, es decir, es “susceptible de escolari-
zación”. Básicamente los niños tienen que mostrar madurez para cum-
plir con los requisitos que exige el colegio y que suponen un desarrollo
físico y psíquico, así como las necesarias experiencias que obtienen de la
asistencia al colegio desde la infancia. Sin embargo, no sirve de nada la
capacidad de aprender si el niño no da indicios de querer ir al colegio y
si no dispone del correspondiente desarrollo del lenguaje.
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El desarrollo infantil 49

El colegio y la Osteopatía
El organismo del niño se ha “adaptado” hasta este momento. Se han superado las
enfermedades infantiles sin problema, mientras que los grandes cambios hormo-
nales de la pubertad aún están reprimidos. Ahora sin embargo se exige mucho a
la psique. Como muy tarde es en el colegio cuando su hijo comienza a tener ex-
periencias negativas y positivas con el mundo que crecientemente se va haciendo
real. Todas estas influencias actúan en el niño.
Recordemos el principio de la Osteopatía: es una forma integral de la medicina; tra-
ta el cuerpo, pero tiene siempre en cuenta el intelecto y el espíritu del paciente.
Con estas influencias se puede originar algún conflicto psíquico que, si no se re-
conoce a tiempo y se soluciona, conduce a cambios en el comportamiento o a en-
fermedades psicosomáticas.

Educación y trato
La mayor influencia sobre el niño la tienen los padres. La forma en que
eduquen a su hijo y traten con él condicionará su desarrollo y lo marca-
rá durante toda la vida.
Por suerte se han superado los tiempos en los que se exigía al hijo una
obediencia ciega y, si era necesario, se le recordaba tal precepto con el
bastón. Por el contrario, una educación enfrentada contra toda autoridad
es igualmente un fracaso.
El “dorado camino central” está entre ambas situaciones: los niños nece-
sitan por un lado una atención total y el amor de sus padres y, al mismo
tiempo, una imprescindible medida de consecuencia y claridad en su
educación. Los padres constituyen, por así decirlo, la cubertería con la
que su hijo va a tomar la necesaria “alimentación emocional”.

Cómo examinar la salud de su hijo

NUESTRO CONSEJO
Confíe en su propia intuición cuando se trate de la salud de su hijo. Nadie conoce
y entiende al niño mejor que sus padres. El niño depende formalmente de la ma-
dre, sobre todo cuando está condicionado por la edad y aún no puede decir si le
pasa algo y dónde.
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50 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Observar y comprobar
Los padres disfrutan de una ventaja con respecto al pediatra y al osteó-
pata; ellos son los que mejor conocen al niño porque pasan la mayor par-
te del tiempo con él. La madre ama, alimenta, cuida y educa a su hijo, y
observa, además, la evolución de su salud. El niño crece, aumenta de ta-
maño y de peso. Aprende a moverse, a coordinar su propio peso (desa-
rrollo sensomotor), y va madurando su personalidad según su voluntad
propia (desarrollo emocional).
Cuando aparecen síntomas agudos y alarmantes, hay que buscar conse-
jo y, dado el caso, llamar a un médico. Pero también son importantes los
pequeños y menos llamativos trastornos y modos de comportamiento, a
los que hay que prestar la necesaria atención.
¿Es el niño fundamentalmente activo o se muestra más bien perezoso?
¿Mueve ambos brazos de igual modo o antepone una parte del cuerpo?
¿Cómo reacciona al contacto? ¿Se deja acariciar la cabeza o se aparta?
¿Se agarra a menudo una oreja con la mano?
Hay que preguntar al médico y al osteópata todo lo que nos venga a la
imaginación. Como ya se ha comentado, hay también que confiar en la
propia intuición. Con ella, la mayoría de las veces se acertará.

La succión del dedo pulgar


¿Hemos caído en la cuenta de que los niños se chupan de modo dife-
rente el pulgar? Éste puede meterse enteramente en la boca o bien que-
darse en los labios o chuparse más hacia la parte derecha que hacia la iz-
quierda del maxilar. Algunos niños prefieren el dedo medio o el anular;
unos se chupan los dedos durante años, y otros lo hacen sólo durante
un tiempo.
Chuparse los dedos es el resultado de una necesidad de succionar y está
asociado a un comportamiento muy normal entre los lactantes y los ni-
ños pequeños. Para el pediatra, el chuparse los dedos sólo se convierte en
un problema cuando se prolonga por encima del tercer año de edad.
Otro significado para el osteópata lo aportan las diferentes formas de
chuparse los dedos, pueden dar importantes indicaciones con respecto a
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El desarrollo infantil 51

posibles trastornos funcionales. Mediante la distinta posición del pulgar,


el niño se puede adaptar a menudo instintivamente a un trastorno fun-
cional. Chupa de tal manera que su propio organismo tiene menores pro-
blemas posibles frente a un trastorno funcional existente. De esta mane-
ra el niño apoya inconscientemente sus propias fuerzas de curación es-
pontánea.
Pero esto no debe constituir motivo de preocupación. No siempre tiene
por qué haber un trastorno funcional detrás de la manera de chuparse el
pulgar. El osteópata lo examinará.

Pasos del desarrollo


El desarrollo infantil no se efectúa de una forma continuada, sino por pa-
sos sucesivos. La mayoría de los niños alcanza cada nivel de desarrollo
más o menos al mismo tiempo. Sin embargo, éste se realiza de manera in-
dividual. El acceso más o menos tardío a un determinado nivel no es nin-
gún síntoma de un trastorno existente. Si, por ejemplo, el bebé prefiere
estar tumbado decúbito supino, probablemente aprenderá antes a sen-
tarse. Por el contrario, si el bebé prefiere estar tumbado en decúbito pro-
no empezará antes a gatear. La siguiente tabla enumera una serie de ni-
veles de desarrollo que el niño debería alcanzar en el plazo de un año.
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52 Osteopatía: una ayuda para su hijo

• Tabla 1: Desde el nacimiento hasta ponerse de pie

Edad Capacidades adquiridas

Con 4 semanas El bebé gira la cabeza de un lado para otro en la posición


de decúbito supino. Observa caras, responde con
sonrisas y pronuncia sonidos inarticulados.
Con 8 semanas El bebé sostiene la cabeza cuando se le sienta. Puede
controlar sus manos y, en decúbito supino, pasarse un
objeto de una mano a otra. Sigue con la vista hasta un
giro de 180 grados, ríe y grita.
Con 12 semanas El bebé levanta la cabeza en decúbito prono. Alcanza
objetos que están a su alcance, sonríe espontáneamente
y juega con sus dedos.
Con 4 meses El bebé se gira por sí mismo desde la posición de
decúbito supino a la de decúbito prono.
Hasta 6 meses El bebé se alegra de poderse girar y tiene cambios de
humor. Puede girarse y controlar la posición de la cabeza.
Agarra objetos fuera de su propio alcance, puede coger
dos objetos a la vez y se resiste a que le quiten los
juguetes.
Del 7º al 8º mes El bebé puede sentarse sólo, se arrastra por el suelo y
puede mantenerse en pie con ayuda ajena. Dice de
manera inconexa “mamá” y “papá” e imita sonidos del
lenguaje.
Del 8º al 9º mes El bebé gatea, se sienta y se levanta sujetándose a algo.
Puede golpear juguetes entre sí y aprende a palmear o
decir adiós con la mano. El bebé se extraña.
10º mes El bebé puede agarrar cosas con el pulgar y los demás
dedos (agarre de pinzas) y bebe de una taza.
11º mes El bebé puede expresar deseos sin gritar y dice
coherentemente “mamá” y “papá”.
A partir del primer año El bebé se levanta por sí mismo y permanece de pie.
Agita cosas, tira objetos y muestra alegría ante las
personas de su confianza.
Hasta el 16º mes El bebé puede andar por sí mismo sin ayuda y se agacha
a recoger los juguetes.
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El desarrollo infantil 53

Así se comprueban los reflejos y los modos de comportamiento


Con los sencillos tests que siguen podemos, independientemente de la
edad, comprobar el desarrollo sensomotor de nuestro hijo.

Tests en posición de decúbito supino:


➤ Reflejo imán (hasta el segundo mes)
Presionar con ambos pulgares las plantas de los pies. Alternando, retirar
despacio los pulgares. Las piernas del bebé se estiran para mantener el
contacto con los pulgares (véase figura 5).

Figura 5: Reflejo imán.

➤ Reflejo prensil palmar (hasta el quinto mes)


Presionar con un dedo sobre la parte interior de la palma del bebé. La
mano agarra el dedo por completo (véase figura 6).
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54 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Figura 6: Reflejo prensil palmar.

➤ Reflejo cervical tónico asimétrico (hasta el sexto mes)


Se trata de una simple observación con el bebé tumbado en decúbito su-
pino. Si gira la cabeza hacia un lado, la pierna y el brazo del mismo lado
se estiran, mientras que en el otro lado, se flexionan.

➤ Reflejo cervical tónico simétrico (del noveno al duodécimo mes)


Inclinar ligeramente hacia delante la cabeza del bebé, en dirección al pe-
cho. El niño estira las piernas y flexiona los brazos. Cuando se le ende-
reza otra vez la cabeza, encoge las piernas y estira los brazos.

Tests en la posición de decúbito prono:


➤ Reflejo de espina dorsal (hasta el segundo mes)
Presionar ligeramente con el dedo la columna vertebral lateralmente,
aproximadamente a la altura del talle. La espalda se estira como un arco;
la pierna y el brazo del correspondiente lado se estiran.
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El desarrollo infantil 55

Figura 7: Reacción Bauer.

➤ Reacción Bauer (hasta el cuarto mes)


Presionar con los pulgares las plantas de los pies. El bebé se arrastra al-
ternativamente (véase figura 7).

➤ Reflejo de posición de laberinto (desde el segundo hasta el


duodécimo mes)
Tumbar al niño boca abajo. Éste levanta la cabeza, para orientarse.

Tests de pie:
➤ Reflejo de echar a andar (hasta el segundo mes)
Sostener al niño verticalmente de manera que sienta el suelo bajo sus
pies. Alternativamente mueve el pie que toca el suelo y estira el otro has-
ta que éste toca el suelo y vuelve a encogerse (véase figura 8).
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56 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Figura 8. Reflejo
de echar a andar.

➤ Reacción de subida de escalón (hasta el segundo mes)


Sostener verticalmente al niño, de manera que con el pie toque ligera-
mente un borde. El bebé “sube” ese borde (véase figura 9).

➤ Reacción Landau (desde el cuarto hasta el duodécimo mes)


Sostener horizontalmente al niño al tiempo que se le sujeta por la parte
superior del tronco. El bebé levanta la cabeza y estira las piernas.
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El desarrollo infantil 57

Figura 9:
Reacción de
subida de escalón.

➤ Disposición al salto (a partir del quinto mes)


Sostener al niño con ambas manos, suspendido y en vertical. Las manos
lo deben agarrar por la parte superior del tronco. Si ahora se le dirige la
cabeza hacia abajo con un movimiento de caída al suelo, el bebé estirará
los brazos para protegerse.
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Prevención y
tratamiento
osteopático
A menudo los osteópatas
tratan las enfermedades de
una manera diferente a la de
los médicos, pues tienen un
conocimiento integral del
cuerpo humano y ponderan
de distinta forma determinados
tipos de contextos anatómicos
y fisiológicos. De este modo
consiguen a menudo, y
sin tener que recurrir
a medicamentos ni a
intervenciones invasivas,
éxitos en tratamientos
de larga duración.
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60 Osteopatía: una ayuda para su hijo

El área de la cabeza
Frecuentemente el cráneo dificulta el tratamiento médico en la zona de
la cabeza. Esto es diferente para la Osteopatía, cuyas técnicas permiten
realizar un tratamiento a través de este revestimiento, por eso puede
complementar muy bien a la medicina académica en caso de problemas
y trastornos en el área de la cabeza.

Inflamación de los ojos (oftalmia)


El conducto lagrimal está cerrado, lo cual impide la libre salida de los
fluidos lagrimales. Las bacterias se concentran y multiplican, inflamán-
dose el saco lagrimal. Sin tratamiento, la inflamación persiste durante se-
manas y a menudo vuelve a aparecer de nuevo cuando dejan de utilizar-
se los medicamentos

Identificar de manera correcta


Aparece un lagrimeo de uno o los dos ojos. Se forma pus en el ángulo interno de
los mismos. Uno o ambos sacos lagrimales se presentan inflamados.

Así procede el médico:


El médico presiona sobre el saco lagrimal con el fin de despejar el co-
rrespondiente conducto de las lágrimas. Si es necesario, receta gotas con-
tra la infección de los ojos. Si reaparece la inflamación se procede a son-
dar el canal lagrimal.

Así ayuda el osteópata:


En caso de una movilidad deficiente de los huesos craneales circundantes
y de las membranas, las mucosas del canal lagrimal no tienen un correc-
to riego sanguíneo y se dificulta la salida de los fluidos lagrimales. Se pro-
duce una inflamación cuando se acumulan y se multiplican las bacterias.
El osteópata alivia y recupera con sus manos la deficiencia en la movili-
dad, por lo que el fluido lagrimal puede volver a circular libremente. Para
que no vuelva a aparecer la inflamación, busca y trata las causas de la fal-
ta de movilidad sobre esta área. Las causas pueden residir en un parto di-
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Prevención y tratamiento osteopático 61

fícil, cuando cada uno de los huesos del cráneo o de la cara se “encajan o
se vuelven rígidos”. El hecho de “volverse rígidos” puede provenir de al-
guna otra causa como, por ejemplo, en el caso de ser transmitida desde las
fascias del cráneo.

Lo que uno mismo puede hacer:


Lavar el ojo con agua templada, previamente hervida, (1% de solución
salina: 2,5 gramos de sal de mesa = 1 cucharilla de café en un cuarto de
litro de agua). Realizar un masaje diario en el canal y el saco lagrimales.
Resulta muy fácil aprender la técnica que nos puede enseñar el médico.

Osificación de la sutura craneal (cierre de las fontanelas)


Entre cada uno de los huesos craneales se encuentran las suturas cranea-
les. Si éstas se fusionan al crecer antes de tiempo, se habla de una osifi-
cación. Las causas de un cierre prematuro de la sutura craneal en la edad
infantil están condicionadas genéticamente en un 10 a un 20 por ciento
de los casos; en las restantes situaciones las causas son desconocidas.

Identificar de la manera correcta


El cráneo crece excesivamente en una dirección. En algunos casos, la creciente pre-
sión del cerebro conduce a somnolencia, vómitos y ataques espasmódicos.

Así procede el médico:


El médico examina el cráneo con rayos X para valorar el grado de osifi-
cación y la posible limitación del crecimiento del cerebro. Los padres mi-
den regularmente el perímetro craneal. Si el crecimiento sigue un ritmo
normal, el médico renuncia a una terapia y sólo en casos excepcionales
se separan, mediante una operación quirúrgica, los huesos craneales a lo
largo de la sutura.

Así ayuda el osteópata:


Desde el punto de vista osteopático, la sutura craneal tiene una función
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62 Osteopatía: una ayuda para su hijo

de bisagra, ya que posibilita la movilidad de cada uno de los huesos cra-


neales entre sí. Su movilidad es necesaria para un crecimiento normal y
un funcionamiento saludable en la edad adulta.
Con técnicas propias y manuales, el osteópata intenta despejar la sutura
craneal y con ello las tensiones relacionadas en el cráneo y en el cuerpo.
Así se aumenta la movilidad de los huesos craneales o, por lo menos, se
mantiene la movilidad existente para poder evitar un posible enclaustra-
miento en el desarrollo físico del cerebro.

Oclusión defectuosa
La oclusión defectuosa indica una incorrecta posición relativa entre los
maxilares inferior y superior. A menudo está condicionada hereditaria-
mente. Las formaciones defectuosas, como el labio leperino, la boca u
hocico de lobo3 o la fisura palatina, pueden conducir a una mordedura
defectuosa, al igual que un parto difícil, un accidente o succionarse los
dedos durante demasiado tiempo. Las oclusiones defectuosas no sólo
afectan a la masticación, sino que también pueden influir en la locución
y la deglución.

Identificar de manera correcta


Clara diferenciación entre la oclusión inferior y superior. El maxilar superior y el in-
ferior –observados lateralmente– están nítidamente desplazados y, si se observan
de frente, se recubren uno al otro.

Así procede el médico:


Las dentaduras defectuosas las trata el dentista o el ortodoncista. De-
pendiendo del tipo y gravedad del defecto de la oclusión, se trata con
aparatos dentales o placas fijas o desmontables. Estos aparatos “obli-
gan” a que los dientes y los maxilares crezcan en la posición adecua-
da. Las dentaduras más defectuosas se tratan también mediante ci-
rujía.

3
Corresponde al término médico “queilognatopalatosquisis”. (N. de la T.)
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Prevención y tratamiento osteopático 63

Así ayuda el osteópata:


La mayoría de las veces los trastornos funcionales del cráneo y en el área
limítrofe del cuello y de la columna vertebral conducen a malformacio-
nes de la dentadura. Éstas pueden aparecer fácilmente porque el creci-
miento y la posición del maxilar superior dependen de la movilidad del
cráneo anterior, y la posición del maxilar inferior depende de la movili-
dad del cráneo posterior. Si, por ejemplo, el hueso temporal muestra una
movilidad limitada, este defecto se transfiere al hueso maxilar inferior,
que está unido con el hueso temporal por la articulación. La consecuen-
cia es un crecimiento alterado del maxilar inferior.
El osteópata busca las causas de la limitada movilidad, que pueden si-
tuarse en el área de las suturas craneales, maxilares, el cuello, la laringe
o en la zona cervical de la columna vertebral. En sintonía y colaboración
conjunta con un dentista se puede tratar mucho más rápido una denta-
dura defectuosa. El tratamiento se debería llevar a cabo antes de los diez
años, porque después de esta edad la mandíbula llega a su completo des-
arrollo.

Figura 10: La postura del maxilar inferior y superior se examinan con el niño sentado,
puesto que una oclusión defectuosa afecta principalmente al masticar, y masticar se
hace casi siempre sentado.
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64 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Fisura palatina
Esta malformación en el paladar aparece como media en uno de cada mil
partos, y con más frecuencia en los niños que en las niñas. Se da desde la
tercera a la octava semana de embarazo.

Identificar de manera correcta


Una fisura congénita en el paladar blando o duro, a menudo junto con una hendi-
dura en el labio superior y en el maxilar superior.

Así procede el médico:


La fisura palatina se cierra muy bien hoy en día por procedimientos qui-
rúrgicos. Inmediatamente después del nacimiento, el recién nacido es
examinado por un ortodoncista y por un cirujano maxilar, quienes ela-
boran un plan adecuado para la operación. Para estimular el crecimien-
to y posibilitar una correcta alimentación, a los lactantes se les coloca
una placa en el maxilar superior. Lo primero que se cierra es la fisura de
los labios, le siguen el paladar blando y el maxilar superior, el velo pala-
tino y el paladar duro.
Si es necesario, se realizan posteriores intervenciones correctoras (ope-
ración para la restitución del aspecto de las aletas nasales y el puente na-
sal, así como la locución).

Así ayuda el osteópata:


En el caso de una fisura palatina no se puede evitar la intervención qui-
rúrgica. El osteópata intentará atenuar al máximo los problemas que
pueda originar la operación, porque cada intervención operativa acarrea
cicatrices que limitan la movilidad en el área craneal y facial. Un trata-
miento osteopático entre operación y operación y después de éstas con-
seguirá un incremento de la vitalidad del niño y su capacidad de com-
pensación. Éste podrá entonces adaptarse mejor a la fisura palatina que
ha sido operada. De esta manera, se evitan las posteriores operaciones de
corrección y se estimula positivamente la capacidad del lenguaje.
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Prevención y tratamiento osteopático 65

IMPORTANTE
Hay que poner énfasis entre la buena colaboración existente entre el ortodoncista,
el cirujano maxilar, el pediatra y el osteópata (así como, en el caso de problemas
en el habla, el logopeda). Sólo así se puede tratar con éxito la fisura palatina y sus
consecuencias.

Deformidades craneales
Las deformidades en el cráneo se originan la mayoría de las veces duran-
te el embarazo o en el parto. También después se puede deformar el crá-
neo si, a causa de un cuello torcido, el niño duerme siempre sobre el mis-
mo lado y el correspondiente lateral del cráneo se “aplana”.

Identificar de manera correcta


El cráneo muestra una forma asimétrica. Un lado es más alto o más ancho que el
otro. Un ojo puede situarse más arriba que el otro, y la nariz puede estar torcida.

Así procede el médico:


En la mayoría de los casos las deformidades del cráneo desaparecen con
el crecimiento del niño. Para el médico no representan ningún trastorno
real, por lo que se limita a controlar un crecimiento adecuado.

Así ayuda el osteópata:


Desde el punto de vista osteopático las deformidades craneales pueden
reducir la movilidad de cada uno de los huesos del cráneo y limitar el
mecanismo primario de respiración. A la inversa, una movilidad limita-
da de determinados huesos puede desencadenar una deformidad. Por
ello puede aparecer toda una serie de síntomas, como trastornos de suc-
ción, flato y trastornos del lenguaje, o bien se puede retrasar todo el des-
arrollo motor. Los síntomas permanecen aun después de la desaparición
de la deformidad craneal. Es por ello importante para el osteópata cono-
cer exactamente estas deformidades y localizar las limitaciones de la mo-
vilidad, que se pueden encontrar en el área de la base del cráneo, sin que
por ello se tenga que descartar ningún otro lugar del cuerpo. El osteópa-
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 66

66 Osteopatía: una ayuda para su hijo

ta trata estos trastornos funcionales con sus técnicas manuales. Así, la


deformidad craneal se corrige con mayor rapidez y los síntomas provo-
cados por ella desaparecen.

Tortícolis congénita
Para el médico convencional la tortícolis congénita tiene, en la mayoría
de los casos, un origen muscular, y consiste en un desequilibrio de los
músculos simétricos de giro de la cabeza (esternocleidomastoideos). És-
te tiene su recorrido, desde la parte trasera de la cabeza, lateralmente por
el cuello hasta el esternón y la clavícula izquierda y derecha.
La tortícolis congénita puede originarse durante el embarazo o en el par-
to. También las posturas defectuosas o incorrectas de la cabeza pueden
conducir a un cuello torcido, por ejemplo cuando el niño no puede oír o
ver correctamente de un lado.

Identificar de manera correcta


La mayoría de las veces este trastorno se observa unas semanas después del par-
to. El niño tiene tendencia a inclinar predominantemente la cabeza hacia un lado y
la gira hacia el lado contrario.

Así procede el médico:


El médico examina la vista y el oído para determinar un comportamien-
to propio de la tortícolis. Puede descartar una posible meningitis a través
de un test y el correspondiente trabajo de laboratorio. Para el tratamien-
to de niños pequeños el médico protege la nuca con un cojín para prac-
ticar una extensión hacia el lado contrario. Por lo demás, el cuello torci-
do condicionado muscularmente se trata con gimnasia. Sólo en pocos
casos se separa el músculo esternocleidomastoideo por procedimientos
quirúrgicos para normalizar una postura defectuosa.

Así ayuda el osteópata:


El osteópata controla si existe un desequilibrio del músculo esternoclei-
domastoideo. Si fuera éste el caso, busca la causa del desequilibrio. A
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Prevención y tratamiento osteopático 67

Figura 11: La osteópata “palpa” el músculo que recorre lateralmente la cabeza.

menudo, el nervio cerebral que abastece al músculo está irritado. Este


nervio cerebral transcurre a través de un orificio o foramen situado entre
dos huesos craneales. Si éstos están limitados en su movilidad, pueden
dar lugar a una irritación del nervio cerebral. Los motivos de la rigidez
de los huesos son causa de controversia y no se dispone, todavía, de una
explicación satisfactoria. El osteópata no sólo trata la rigidez, sino que
busca también las causas para tratarla.
Los trastornos de otros nervios cerebrales pueden desencadenar también
una tortícolis, al igual que un trastorno funcional entre la parte posterior
de la cabeza y la primera vértebra de la columna.

Estrabismo
Aproximadamente entre un 3 y un 4% de los niños bizquea. La causa
suele estar en unos músculos oculares desiguales que conducen a una
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68 Osteopatía: una ayuda para su hijo

diferente refracción de la luz en los ojos. También la hipermetropía,


una paralización de la musculatura ocular, los trastornos de un sistema
nervioso central o los tumores pueden provocar estrabismo. Debido a
la diferente refracción de la luz se originan imágenes dobles que difi-
cultan la visión al niño que, mientras fija la posición de los objetos con
un ojo, ejerce la visión con el otro, lo que imposibilita una visión co-
rrecta. Si no se trata, el ojo afectado pierde, con el tiempo, la capacidad
de visión.

Identificar de manera correcta


Los ojos no miran paralelamente hacia delante. Un ojo se desvía del eje central ha-
cia dentro o hacia fuera.

Así procede el médico:


El médico examina la causa y el tipo de bizqueo, el ángulo de estrabismo
y la posible falta de visión. Con lentes prismáticas valora la diferente re-
fracción de la luz. Tapando al ojo más sano se fuerza la vista con el ojo
más débil. El tratamiento comienza ya en el primer año de vida, luego,
en caso necesario, se complementa con una operación antes de empezar
a asistir al colegio.

Así ayuda el osteópata:


Muchos trastornos pueden tener sus causas en una irritación de los ner-
vios cerebrales. También el estrabismo. Así, por poner un ejemplo, el
sexto nervio cerebral abastece un músculo que mueve el ojo hacia fuera.
Si este nervio se irrita en su paso desde el comienzo del hueso temporal
hasta el hueso esfenoides (conducto de Dorello), entonces el músculo no
puede trabajar correctamente y el ojo no puede girar hacia fuera.
El osteópata busca las causas del estrabismo. Si, como en este caso, la ri-
gidez de los huesos conduce a una irritación del nervio cerebral, enton-
ces intenta aliviar esa rigidez y la correspondiente irritación. Si el nervio
ya no está irritado, puede volver a funcionar normalmente el músculo
del ojo.
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Prevención y tratamiento osteopático 69

Lo que uno mismo puede hacer:


Dependiendo de la causa del estrabismo puede hacerse necesaria la colo-
cación de parches oculares o gafas. Se debe explicar al niño que estas me-
didas son necesarias y sólo transitorias.

Inflamación del oído medio (otitis)


Los lactantes y los niños pequeños sufren a menudo de inflamaciones en
el oído medio. Las causas radican, por regla general, en infecciones bac-
terianas o víricas en el ámbito de la faringe y la nariz que, a través de la
trompa de Eustaquio, llegan hasta el oído medio. El área se inflama y se
hincha. En caso de alergias o amígdalas crecidas, la inflamación del oído
medio aparece con mayor frecuencia.

Identificar de manera correcta


Fuerte dolor en uno o ambos oídos. Fiebre, a veces asociada con gran inquietud y
vómitos. Los lactantes a menudo se agarran el oído afectado. Las inflamaciones
del oído medio que tienen una causa bacteriana afectan casi siempre a un oído, las
víricas, a ambos.

Así procede el médico:


El médico procede a explorar la cavidad nasofaríngea y los oídos. En
caso de una infección bacteriana, tiene sentido recetar antibióticos y
suministrar gotas antiinflamatorias para la nariz. Contra el dolor y la
fiebre sirven de ayuda los zumos y supositorios. El médico procura
evitar que la inflamación del oído llegue hasta el hueso de detrás de
la oreja.

Así ayuda el osteópata:


La mayoría de las veces el oído medio se inflama cuando las mucosas en
el área de la trompa de Eustaquio y el oído medio muestran una movili-
dad demasiado baja. Entonces la secreción que contiene bacterias y virus
no se elimina correctamente y se origina la inflamación.
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70 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Figura 12: Así se exploran las tensiones en el cráneo y la movilidad de los huesos
craneales.

La limitada movilidad genera a menudo tensiones en el cráneo, por


ejemplo debido a un parto difícil. La causa, sin embargo, puede ser com-
pletamente distinta e incluso traspasarse a través de las fascias al cráneo.
Otra causa puede residir en un sistema inmunológico débil.
El osteópata localiza las tensiones y busca sus causas para tratar ambos
aspectos.

Lo que uno mismo puede hacer:


Una compresa de cebolla alivia los dolores, como también el calor de un
gorro o una bolsa de agua caliente. A veces también puede servir una
bolsa de hielo. Los tratamientos con infrarrojos o inhalaciones hacen que
baje la inflamación de la mucosa. ¡En estas actuaciones hay que vigilar
constantemente al niño!
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 71

Prevención y tratamiento osteopático 71

IMPORTANTE
Una inflamación aguda del oído medio es un caso de consulta médica obligatoria.
Puesto que vuelve a aparecer frecuentemente, se recomienda hacer una preven-
ción osteopática con el fin de evitar un tratamiento continuado de antibióticos.

Sinusitis
La parte facial del cráneo muestra diferentes espacios; son los llamados
senos nasales, que están revestidos de mucosas y conectados con la na-
riz. Estas mucosas se inflaman en caso de una sinusitis, la mayoría de las
veces debido a infecciones víricas o bacterianas. Según la edad del niño,
pueden verse afectadas diferentes mucosas.

Identificar de manera correcta


Se forma un flujo de secreción nasal amarillo verdoso. Una fuerte tos irritante dos
o tres horas después de conciliar el sueño y poco después de despertar. Huesos de
la cara sensibles a la presión. Dolor de cabeza, sobre todo cuando está se inclina
hacia delante.

Así procede el médico:


Una sinusitis vírica se cura por sí misma en un plazo de una a dos sema-
nas. El médico receta gotas antiinflamatorias para la nariz.
En caso de una infección bacteriana, el médico toma un frotis para defi-
nir las bacterias atacantes y administrar el antibiótico correspondiente.

Así ayuda el osteópata:


El osteópata hace un tratamiento parecido al caso de la inflamación de
oído. Aquí, las mucosas en las fosas nasales tienen una falta de movilidad
y propician una inflamación bacteriana o vírica.
El osteópata busca las tensiones en el área craneal y sus consecuencias
para tratar ambos casos.
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 72

72 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Lo que uno mismo puede hacer:


El aire fresco es bueno. Los tratamientos con infrarrojos y las inhalacio-
nes de soluciones salinas o de manzanilla son buenas para rebajar la in-
flamación de las mucosas.
¡En estos casos hay que prestar atención al niño!
Los lavados de nariz con una solución de sal tienen un gran efecto (véa-
se página 158). Desgraciadamente la aspiración por la nariz es incómo-
da, por lo que no suele ser aceptada por todos los niños.
Son más cómodos y más fáciles de aplicar los pulverizadores y sprays
(aerosoles) nasales de sal marina que se venden en las farmacias (por
ejemplo, Rhinomer), sobre todo en los niños pequeños.

Dolor de cabeza
El dolor de cabeza tiene diferentes causas. Puede deberse a enfermedades
infantiles y a resfriados, se puede originar por estrés o por sobreesfuer-
zos, o bien puede indicar malas posturas, o ser consecuencia de choques
o golpes en la cabeza.

Identificar de manera correcta


Los dolores de cabeza aparecen solos o con síntomas como fiebre, mareo, resfria-
dos o tos. Se dan de pronto o a determinadas horas del día, y están localizados
exactamente o difusamente por toda la cabeza.

Así procede el médico:


A través de la exacta descripción de los dolores de cabeza, de cuándo y có-
mo aparecen, así como de un diagnóstico diferencial, el médico busca una
enfermedad desencadenante para luego poder tratarla adecuadamente.

Así ayuda el osteópata:


Cuando el dolor de cabeza reaparece sin un motivo aparente, es aconse-
jable llevar a su hijo a un osteópata, quien –a menudo sucede– tal vez sea
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Prevención y tratamiento osteopático 73

Figura 13: También los


problemas en la función
desintoxicante del hígado
pueden conducir a
dolores de cabeza. Aquí
se explora la movilidad
del hígado.

capaz de encontrar la razón de un dolor que la medicina convencional


no ha podido localizar. La causa, por ejemplo, puede radicar en una caí-
da o en una enfermedad sufridas hace ya mucho tiempo. El osteópata
busca las causas para tratarlas. Los conflictos psíquicos pueden desenca-
denar también dolores de cabeza. El osteópata trabaja entonces con téc-
nicas que tienen un efecto de estabilización emocional del niño, propi-
ciando su tranquilidad en el enfrentamiento con la situación o, median-
te el aumento de su vitalidad, evitando una acusada sensibilidad al efec-
to de los esfuerzos. Existen tantos tratamientos osteopáticos como posi-
bles causas de dolores de cabeza.
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74 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Lo que uno mismo puede hacer:


Si el dolor de cabeza aparece por sí solo, en principio lo único que el ni-
ño necesita es tranquilidad, oscuridad y paños fríos (en caso necesario,
un analgésico suave).

Migraña
Las contracciones con calambres y la dilatación de los vasos de la cabeza
y el cerebro provocan presuntamente migraña. Los dolores de cabeza que
aparecen en forma de ataque se heredan, aparecen más a menudo en las
niñas que en los niños y afectan sobre todo a niños bien dotados psíqui-
camente, sensibles y ambiciosos.

Identificar de manera correcta


Dolores de cabeza intensos, repentinos y que reaparecen en la misma mitad de la
cabeza y de forma punzante. Acompañados de mareos, náuseas y, a veces, tras-
tornos en la visión y sensación de sordera.

Así procede el médico:


El médico trata la migraña con medicamentos, y, dado el caso, también
con una terapia a largo plazo. Para ello es importante que pueda excluir
otras causas para el dolor de cabeza. Como medicamento se utiliza la lla-
mada ergotamina, que palia los dolores, pero que puede retardar el cre-
cimiento y, en las niñas, el desarrollo de las glándulas mamarias.

Así ayuda el osteópata:


Puesto que la migraña se origina la mayoría de las veces debido a tras-
tornos de riego sanguíneo de los vasos de la cabeza y del cerebro, el os-
teópata busca, para poder tratarlas, las causas sobre todo en la zona de
las estructuras del sistema nervioso vegetativo. Si, por ejemplo, existe un
desequilibrio entre el simpático y el parasimpático, entonces los vasos de
la cabeza obtienen informaciones falsas sobre las zonas angostas y las di-
latadas de los vasos sanguíneos. Esto puede conducir a la migraña.
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 75

Prevención y tratamiento osteopático 75

Si en lugar de esto el riego de la sangre está restringido en la cabeza, se


puede llegar a una obstrucción que provoca constantes dolores de cabe-
za. La migraña también puede venir provocada por toxinas que se han
acumulado en el cuerpo. El osteópata examina por ello también los ór-
ganos encargados de la desintoxicación y la excreción, como el hígado y
los riñones.

IMPORTANTE
El tratamiento de la migraña debería tener en cuenta imprescindiblemente el as-
pecto psíquico en niños inteligentes, sensibles y ambiciosos. Hay que ponerse en
la misma situación en la que el niño se encuentra, y para ello las conversaciones
pueden ser grandes colaboradoras.

Meningitis
El cerebro está rodeado por las meninges, cuya inflamación puede estar
causada por bacterias o virus. Los agentes patógenos atacan principal-

Figura 14: Una meningitis la mayoría de las veces deja como consecuencia unas
adherencias en cada una de las meninges. La osteópata intenta liberarlas; en la figura
actúa sobre la zona del cráneo.
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76 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Figura 15: Para recuperar la movilidad de las membranas que transcurren


verticalmente (meninges, meninges espinales), se tienen que liberar primero las
membranas horizontales –aquí se actúa en el área de la apertura superior del tórax.

Figura 16: A continuación sigue la liberación del diafragma como membrana


horizontal más apartada.
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 77

Prevención y tratamiento osteopático 77

Figura 17: La limitación de movilidad de una meningitis puede afectar a la pelvis. Con
técnicas adecuadas, la osteópata elimina las limitaciones.

mente a través de la sangre (90%) o directamente a las meninges (por


ejemplo, inflamación del oído medio) y aparecen en el fluido (líquido ce-
falorraquídeo) existente entre la meninges interior y media. Del 80 al 90 %
de las meningitis bacterianas aparece en los primeros cinco años. Tam-
bién las paperas, el sarampión y la rubéola pueden ser causa de una me-
ningitis.

Identificar de manera correcta


Intensos dolores de cabeza, mucha fiebre, vómitos, entumecimiento de la nuca, in-
clinación hacia atrás del tronco, latido más lento del corazón, intranquilidad.
En un lactante: fontanelas abovedadas hacia fuera, coloración roja y azul de la piel,
sensibilidad al roce, falta de hambre, vómitos.
Test: En la postura de decúbito supino, el niño no es capaz de llegar con el pie al
mentón, porque la extensión de las meninges afectadas le produce dolor.
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 78

78 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Así procede el médico:


El médico hospitaliza al niño y se procede a analizar el líquido cefalorra-
quídeo en busca de bacterias o virus. Las meningitis bacterianas se tratan
en el hospital con antibióticos. En caso de meningitis víricas sólo se pue-
de, con la excepción del virus del herpes, tratar sintomáticamente el do-
lor y la fiebre. Después de la estancia en el hospital, el médico realiza
controles para reconocer a tiempo posibles complicaciones, como por
ejemplo trastornos en el movimiento o pérdida de oído, y tratarlas.

Así ayuda el osteópata:


Como en cualquier enfermedad grave, el osteópata puede actuar sólo en
colaboración con otros especialistas e intentar evitar las posibles conse-
cuencias. Después de una meningitis quedan muchas veces adherencias
meníngeas. Tales adherencias estorban la movilidad de las meninges y
afectan al flujo del líquido. Esto puede cambiar el metabolismo en el ám-
bito del sistema central nervioso, y llegar a afectar a todo el aparato lo-
comotor y conducir a trastornos sensoriales y de crecimiento.
El osteópata examina las circunstancias por las que existe una tensión de
las meninges y procede a tratarlas. A menudo se ha frenado el mecanis-
mo primario de respiración y con él toda la vitalidad, lo que se expresa
en cansancio, apatía y entumecimiento.
También se explora el sistema nervioso periférico, que transcurre desde
el cerebro y la espina dorsal pasando por los nervios hasta el tronco y las
extremidades, ya que el recubrimiento de estos nervios representa, des-
de el punto de vista osteopático, una continuación de las meninges. De
esta manera algún trastorno funcional en una zona periférica puede vol-
ver a llevar a una meningitis.

Lo que uno mismo puede hacer:


La compañía ayuda mucho al niño durante su estancia en el hospital.
En muchos centros hospitalarios los padres del enfermo pueden hospe-
darse.
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 79

Prevención y tratamiento osteopático 79

Desviación del tabique nasal


El tabique divide la cavidad nasal en dos fosas casi simétricas, las cuales
están compuestas por tres cornetes cada una. Desde el punto de vista de
la medicina convencional, la desviación del tabique nasal está siempre
conectada con el crecimiento o se sufre como consecuencia de un trau-
matismo.

Identificar de manera correcta


Casi siempre existe dificultad para la respiración, con catarro de larga duración,
propensión a hemorragias nasales, sinusitis y meningitis, catarro bronquial y fa-
ringe inflamada.

Así procede el médico:


Siempre que la desviación del tabique nasal conduzca a los síntomas arri-
ba descritos, se recoloca por medios quirúrgicos o se procede a la extrac-
ción de un cornete, si es necesario en combinación con una operación de
las fosas nasales.

Así ayuda el osteópata:


El fino y cartilaginoso tabique nasal está unido en la parte superior con
el hueso esfenoides y por debajo con el paladar óseo. Su movilidad de-
pende del hueso esfenoides, en el que se fijan muchas importantes mem-
branas del cráneo. Los trastornos funcionales de cada membrana o en el
área de la base del cráneo (como, por ejemplo, se pueden originar en el
parto) influyen en la función del hueso esfenoides y con ello también en
la del tabique nasal. Si se tira por ejemplo del hueso esfenoides hacia la
derecha, automáticamente se mueve el tabique nasal hacia un lado y per-
manece torcido.
Si por el contrario aparece una escoliosis, entonces las meninges pueden
ocasionar en la columna vertebral una tensión sobre la abertura occipital
y sobre el hueso etmoides, donde terminan los vasos anteriores de tipo
membranoso de la hoz del cerebro. Esta tensión puede provocar un tras-
torno funcional del tabique nasal.
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 80

80 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Si el niño es todavía relativamente pequeño y el cráneo aún está crecien-


do, se puede recuperar una función óptima y estar en la mejor situación
posible con ayuda del desarrollo del crecimiento.

Las vías respiratorias


Puesto que los pulmones están bien protegidos por las costillas sólo se
puede llegar a ellos a través de la audición, la palpación y la técnica de los
aparatos. De esta manera se examinan y registran la posición y el tamaño,
pero apenas cada una de sus funciones. Es distinta la forma de actuar des-
de el punto de vista osteopático, cuyas técnicas permiten un diagnóstico
y un tratamiento hasta en lo más profundo de las estructuras.

Bronquitis aguda
Las bifurcaciones de la tráquea hacia los pulmones, los bronquios, están
revestidas por mucosas que se inflaman, la mayoría de las veces, debido
a una infección vírica. Una bronquitis aguda debería remitir en dos se-
manas como plazo máximo.

Identificar de manera correcta


Una tos seca, a menudo acompañando a una respiración “crepitante”. Después dos
o tres días con abundantes expectoraciones viscosas y blanquecinas. El lactante o
el niño no pueden escupir la mucosidad sino que se la tragan.

Así procede el médico:


El médico ausculta el pulmón y obtiene radiografías en diferentes situa-
ciones. Contra la fuerte tos, receta antitusígeno o soluciones expectoran-
tes y, en caso de fiebre, sugiere reposo en la cama. Contra una tos con-
vulsiva sirven de ayuda los medicamentos que dilatan los bronquios. En
caso de una inflamación bacteriana, que generalmente aparece como una
enfermedad secundaria, el médico receta antibióticos la mayoría de las
veces.
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 81

Prevención y tratamiento osteopático 81

Así ayuda el osteópata:


Una bronquitis aguda que cursa sin complicaciones y desaparece rápida-
mente no precisa de la actuación del osteópata. Otro es el caso si el niño
sufre a menudo de bronquitis o como consecuencia de ésta se origina
una pulmonía (véase también Pulmonía, página 83, y Bronquitis crónica a
continuación del presente apartado).

Lo que uno mismo puede hacer:


La expectoración de mucosidades no se puede contrarrestar con calman-
tes pectorales. El niño tiene que ser capaz de expectorar por sí mismo la
bronquitis. Contra la bronquitis ayudan los expectorantes, espasmolíti-
cos y las envolturas o compresas de requesón, así como el tratamiento
por medio de infrarrojos. La bronquitis crónica conduce a cambios pul-
monares localizados.

Bronquitis crónica
Las causas de la propiamente denominada bronquitis crónica son las
frecuentes y repetidas infecciones de origen bacteriano en las vías res-
piratorias. La bronquitis crónica lleva a alteraciones pulmonares loca-
lizadas.

Identificar de manera correcta


Tos de larga duración o de frecuente reaparición con o sin expectoración (véase
también Bronquitis aguda, página 80). La intensidad varía.

Así procede el médico:


El médico reconoce la bronquitis crónica a través de la auscultación y de
los rayos X. Trata las infecciones según su causa así como la sintomática
de la tos. También las alergias, el asma, los defectos inmunológicos, la
mucoviscidosis y los cuerpos extraños respirados pueden conducir a una
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 82

82 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Figura 18: Así recupera la osteópata la movilidad de los lóbulos pulmonares.

tos persistente. El médico tiene que ser capaz de determinar las últimas
causas.

Así ayuda el osteópata:


Al osteópata le interesa conocer la causa por la que el organismo no es
capaz de defenderse de las infecciones. Una posible causa es la falta de
movilidad en la región pulmonar, de modo que se acumulan una y otra
vez las bacterias hasta provocar la infección. Es esta falta de movilidad la
que el osteópata intenta recuperar. También puede ocurrir que las defen-
sas corporales estén en una deficiente situación generalizada. El osteó-
pata examina, entre otras áreas, los centros de defensa del sistema linfá-
tico, al igual que el centro de la vitalidad, en la parte posterior del cráneo.
Si encuentra trastornos funcionales, intenta eliminarlos para que los
puntos afectados funcionen mejor (véase también Pulmonía, página 83).
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 83

Prevención y tratamiento osteopático 83

Lo que uno mismo puede hacer:


Las cargas psíquicas pueden reducir las defensas del cuerpo. Hay que es-
tar al lado del niño, compartiendo sus problemas y ayudándole. Se debe
cuidar de que disponga de una alimentación equilibrada y rica en vita-
minas (véase también Bronquitis aguda, página 80).

Pulmonía
El tejido del pulmón (alvéolos pulmonares y bronquiolos) se inflama. En
la mayoría de los casos la causa es un ataque vírico, que provoca la infla-
mación después de un tiempo de incubación de 4 a 5 días. La fuerte-
mente infecciosa pulmonía o neumonía puede ser la consecuencia de un
resfriado o una bronquitis, pero aparece a menudo como epidemia anual
en diciembre y enero. Cuanto más joven sea el niño, más grave es el pro-
ceso.

Identificar de manera correcta


Tos, respiración rápida, a veces disnea. Las aletas nasales se mueven al respirar. En
el lactante y en el niño, al inspirar se tensa la piel de la zona del pecho y del cue-
llo. Fiebre alta intermitente, a menudo acompañada de dolor de estómago, de ca-
beza y fatiga.

Así procede el médico:


El médico oye el estertor típico en el pulmón y determina al agente pa-
tógeno gracias a la secreción de la faringe. Una infección vírica se trata
sintomáticamente, seguida de medicamentos que bajen la fiebre. Si la
pulmonía es muy duradera, el médico receta antibióticos para evitar una
posterior infección bacteriana. Una neumonía bacteriana se trata inme-
diatamente con antibióticos.

Así ayuda el osteópata:


Una pulmonía aguda no es tratada por un osteópata. En caso de una len-
ta recuperación o una reaparición de la inflamación, el osteópata busca
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 84

84 Osteopatía: una ayuda para su hijo

las causas para tratarlas. Como en todas las inflamaciones que arraigan
en el cuerpo, también la pulmonía radica, la mayoría de las veces, en un
problema de falta de movilidad de los órganos afectados. Los agentes pa-
tógenos se pueden instalar en el pulmón sólo porque no se evacuan con
facilidad. En el caso de la neumonía, el diafragma puede presionar el pul-
món y dificultar su movilidad. La causa puede estar en tensiones del
tracto gastrointestinal o en un trastorno en la función del propio dia-
fragma, en la que el nervio que controla su función (Nervus phrenicus) en
la zona de la tercera o cuarta vértebra del cuello también está irritado.
Una pulmonía puede indicar una defensa general deficiente. Por eso el
osteópata examina también otras zonas del cuerpo con funciones defen-
sivas.
Incluso un trastorno funcional en los riñones puede provocar una neu-
monía. Los ácidos que el riñón no puede eliminar son “traspasados” a los
pulmones y se hace perceptible un aliento ácido. El pulmón compensa,
por lo tanto, el déficit de la función de los riñones, disminuye sus pro-
pias funciones y queda propenso a los ataques infecciosos.
También el centro vital en la zona posterior de la cabeza puede estar da-
ñado debido a un parto difícil. Aquí están los nervios del cráneo, que en-
tre otras cosas rigen la función cardíaca, la digestión y la respiración. Los
niños son propicios a trastornos para los que un organismo adulto ha si-
do capaz de encontrar a menudo posibilidades compensatorias.

IMPORTANTE
El tratamiento de una pulmonía pertenece al ámbito del médico. Según sea la edad
y el peso, se puede prescribir un ingreso hospitalario.

Asma
El asma aparece hasta en un 10% de la población infantil, y es conside-
rada entre ésta como la enfermedad más habitual. Después de la pu-
bertad, un 40% de los asmáticos queda libre de molestias. El asma apa-
rece cuando la mucosa bronquial es hipersensible a alergénicos, infla-
maciones de las vías respiratorias y cuerpos extraños, o bien reacciona
ante irritaciones fisicoquímicas. Esto hace que aumenten las mucosi-
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 85

Prevención y tratamiento osteopático 85

Figura 19: El intestino puede afectar a la función del pulmón. Aquí la osteópata
explora la flexibilidad del intestino delgado.

dades en la mucosa bronquial y la musculatura respiratoria se convul-


sione.

Identificar de manera correcta


Aparece en forma de ataque. Primero tos y luego respiración rápida; luego una ver-
dadera falta de aire. Costosa espiración con un sonido sibilante típico.

Así procede el médico:


El médico puede encontrar los agentes patógenos mediante la ausculta-
ción y los tests de esfuerzo y alérgicos. Según sea la causa, la gravedad, la
duración y la frecuencia se pueden tratar el asma y los ataques asmáticos
con medicamentos (cortisona, corticoides, simpaticomiméticos). El
agente patógeno desencadenante del asma debería evitarse en la medida
de lo posible.
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86 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Así ayuda el osteópata:


Si el asma tiene un condicionante alérgico, el osteópata procede de ma-
nera parecida a otras enfermedades alérgicas (véase Neurodermitis, pági-
na 113), Incompatibilidad con alimentos, página 119 y Fiebre del heno, pá-
gina 115): explora y trata el sistema linfático de defensa que promueve
muchas alergias provocadas por la inmunoglobulina.
El asma se origina a veces también por una disfunción de la mucosa in-
testinal. Esta conexión puede afectar al desarrollo embrional: la mucosa
intestinal y la bronquial proceden de la hoja blastodérmica interna. Un
trastorno de la mucosa intestinal puede alterar con el tiempo, y debido a
un acoplamiento de reacción neurológico u hormonal, la mucosa bron-
quial y provocar asma.
El intestino puede influir sobre todo en los pulmones. Si está muy rígi-
do, presiona el diafragma hacia arriba y afecta al pulmón. Si no hay una
tensión adecuada, el diafragma se sitúa demasiado bajo y no puede suje-
tar suficientemente al pulmón. Así, los trastornos pulmonares (como el
asma) pueden agravarse.
En el tratamiento, el osteópata no sólo explora el área pectoral con los
pulmones, diafragma, costillas y vértebras, sino también el área intesti-
nal, para poder solucionar los posibles trastornos funcionales.

Lo que uno mismo puede hacer


Se puede practicar la complicada espiración que aparece en caso de un
ataque asmático. Los terapeutas de respiración ayudan a su hijo.

Difteria laríngea (crup, falso crup)


La difteria laríngea es la mayoría de las veces una inflamación vírica de
las mucosas de la laringe. Por eso aparece a menudo entre los uno y cin-
co años. Las mucosas aumentan y aprisionan la hendidura de la laringe.
Si ésta no es lo suficientemente grande a la edad aproximada de ocho
años, se da la típica tos de gañido.
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 87

Prevención y tratamiento osteopático 87

Identificar de manera correcta


La difteria laríngea se expresa a través de una tos de tipo gañido, ronquera, aspi-
ración ruidosa, seguida de dificultad en la respiración y angustia.

Así procede el médico:


Las estancias en el campo con un ambiente fuertemente húmedo debilitan
la difteria laríngea. Contra la inflamación ayudan los medicamentos para
inhalar. En casos de necesidad el médico receta supositorios con cortisona.

Así ayuda el osteópata:


El osteópata busca la causa por la que la infección se ha instalado en la
laringe. Para ello controla la movilidad de todos los huesos y cartílagos
en el área del cuello, así como en la columna, las vértebras superiores y
las costillas. Soluciona trastornos funcionales, facilita la fluidez en el área
del cuello y en la apertura de la caja torácica, al igual que en las fascias
del cuello, y controla el funcionamiento de la musculatura de ayuda a la
respiración.
Como en cada infección, el osteópata examina el sistema inmunológico.
También la mucosa de la laringe, al igual que la del pulmón, tiene el mis-
mo origen embrional que la mucosa intestinal (véase Asma, página 84).
Ésta procede de la hoja blastodérmica interior. Por eso, en caso de difte-
ria laríngea, el osteópata explora el intestino para ver las posibles disfun-
ciones y tratarlas.

Lo que uno mismo puede hacer


Realizar vapores en el baño con ayuda de infusiones de manzanilla. El ai-
re húmedo y caliente disminuye la ronquera y reduce la inflamación.

Amigdalitis (anginas)
La mayoría de las veces las bacterias (estreptococos), en algunas ocasio-
nes también los virus, provocan una inflamación de las amígdalas.
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 88

88 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Identificar de manera correcta


Se ven claramente enrojecidas, inflamadas; en caso necesario se sigue un trata-
miento con supositorios. Grandes problemas de deglución y, a veces, fiebre.

Así procede el médico:


El médico reconoce la amigdalitis en las amígdalas enrojecidas e hin-
chadas y puede determinar los agentes patógenos mediante un frotis fa-
ríngeo. Una amigdalitis de origen bacteriano casi siempre se trata con
penicilina; una inflamación vírica sólo se trata sintomáticamente. Si no
se trata, una amigdalitis aguda puede fácilmente desembocar en una in-
flamación del oído medio. Si el niño es propenso a una amigdalitis fre-
cuente y crónica, el médico propondrá una extracción mediante la co-
rrespondiente operación quirúrgica.

Así ayuda el osteópata:


Las inflamaciones infecciosas, como la amigdalitis, las trata el osteópata
sólo si reaparecen frecuentemente o son crónicas. El osteópata busca en-
tonces su origen, y para ello siempre examina el sistema inmunológico.
La mayoría de las veces la falta de movilidad obstaculiza la eliminación
de las secreciones víricas o bacterianas. En la amigdalitis, el osteópata
examina la movilidad de techo óseo de la faringe, la base del hueso pos-
terior de la cabeza, así como la flexibilidad del conducto del esófago y los
cartílagos de la garganta. Si descubre una movilidad limitada, la libera
con sus técnicas manuales.

Lo que uno mismo puede hacer


Los niños no siempre tienen trastornos al tragar, sino que simplemente
les duele el abdomen y no tienen apetito. Para estar seguros de que se tra-
ta de una amigdalitis, un fuerte enrojecimiento. Contra la hinchazón y
las molestias al tragar, ayudan las compresas de requesón, así como ha-
cer gárgaras con infusión de hojas de salvia.
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Prevención y tratamiento osteopático 89

La digestión
El conducto gastrointestinal obtiene por medio de los alimentos toda la
energía que el cuerpo precisa para vivir. Por lo tanto, es muy importante
su correcto funcionamiento. El osteópata siempre intenta mantener el
tracto digestivo lo más ágil posible y, por lo tanto, siempre preparado pa-
ra el eficaz ejercicio de su función.

Vómitos
Las causas de los vómitos son muy variadas. El vómito puede ser una re-
acción espontánea del estómago por intolerancia o incompatibilidad
frente a algún tipo de alimento, o bien puede aparecer como uno de los
síntomas que acompañan a una enfermedad.

IMPORTANTE
En los lactantes o en los niños pequeños, en casos de vómitos ininterrumpidos es
necesario actuar urgentemente, ya que en un intervalo que oscila entre las seis y
las doce horas se puede llegar a una pérdida de líquidos y electrolitos capaces de
causar la muerte.

Identificar de manera correcta


Los vómitos pueden ser abundantes o débiles, acompañados de eructos o con
saliva. Pueden tener composiciones muy distintas y exhalar por ello diferentes
olores.

Así procede el médico:


Para un diagnóstico adecuado es importante conocer la edad del niño, el
tipo y la composición del vómito, y la fecha y hora en que ocurre, igual
que, si es posible, las dolencias que lo acompañan, como fiebre, sudor
frío y dolores abdominales. El médico tratará el vómito según sea su ori-
gen.
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 90

90 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Así ayuda el osteópata:


Para el osteópata el vómito es un síntoma y, como tal, no recibe trata-
miento. Pero esto va más allá, pues el vómito sirve bien como mecanis-
mo de protección o bien para eliminar rápidamente virus, bacterias, ve-
nenos u otras sustancias dañinas. Por lo tanto, no en todos los casos es
aconsejable detener de un modo inmediato los vómitos. Al osteópata le
interesa mucho más el motivo por el que el niño vomita, es decir, ante
qué trastorno presente el organismo reacciona con vómitos. Con sus ma-
nos buscará estos trastornos para luego tratarlos.

Lo que uno mismo puede hacer


En casos de estómagos revueltos, y tras los vómitos, administrar duran-
te algunas horas infusiones de manzanilla, melisa, menta o naranja, des-
pués algún bizcocho y, si se diera el caso, una alimentación sencilla de di-
gerir. A menudo una botella caliente sobre el estómago propicia la calma
y estabilidad del mismo. Ante todo, sólo se deben aplicar aquellas prác-
ticas que resulten agradables al niño.
En casos de vómitos ininterrumpidos, puede ser muy beneficiosa una so-
lución de electrolitos, bien adquirida en el mercado o realizada por uno
mismo, ya que así se equilibrará la pérdida de materias alimenticias (véa-
se Solución de glucosa y electrolitos página 157).

Estreñimiento
Los niños tienen muy diversos hábitos de comportamiento en la defeca-
ción, pero cuando la frecuencia de las deposiciones disminuye clara-
mente, el proceso de evacuación se ve acompañado de dolores y, por lo
tanto, de detención de las heces, se habla de un estreñimiento.

Identificar de manera correcta


Por lo menos tres días sin proceso de evacuación (según la Organización Mun-
dial de la Salud). El proceso de deposición es doloroso y las heces son duras y
secas.
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 91

Prevención y tratamiento osteopático 91

Figura 20: A menudo, el estreñimiento es causado por limitaciones de movimiento en


el tracto digestivo. En la imagen la osteópata trata de volver a restablecer la movilidad
del duodeno.

Así procede el médico:


Un ano siempre taponado por los excrementos o un estreñimiento cró-
nico indican un obstáculo mecánico, un movimiento intestinal limitado
o un funcionamiento defectuoso del mecanismo de eliminación. En este
caso, el médico debe buscar exactamente los orígenes, ya que, a menu-
do, el estreñimiento se produce por motivo de una alimentación incom-
pleta o incorrecta. Después el médico lo tratará con una dieta que de-
pende de la edad del paciente, una lavativa o un laxante suave que no
produzca hábito. También pueden existir causas físicas que produzcan el
estreñimiento. Deben ser reconocidas y solucionadas.

Así ayuda el osteópata:


Desde un punto de vista osteopático, una frecuencia de evacuación de
una vez al día se considera como normal; todo lo que se aleje de esta
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 92

92 Osteopatía: una ayuda para su hijo

norma debe ser analizado, ya que se pueden producir, por ejemplo, es-
pasmos en la región terminal del intestino grueso (colon sigmoide). En
los niños, a veces las causas pueden surgir de problemas psíquicos de
“descompresión”. El intestino grueso en general, y el colon sigmoide en
particular, son órganos competentes para la eliminación. Si trabajan de
un modo reducido, puede ser un síntoma de que la “eliminación” está
trastornada por cargas psíquicas. El osteópata palpa todo el tracto di-
gestivo para encontrar el posible motivo del estreñimiento. Para ello,
elimina las tensiones y limitaciones de movimiento que se encuentren
en la zona del tracto digestivo y los órganos reguladores de las hormo-
nas (páncreas, hígado, riñones, vesícula biliar). Comprueba las posibles
funciones erróneas del simpático y el parasimpático. El primero impide
el movimiento intestinal (peristáltico), mientras que el segundo lo fa-
vorece.

Lo que uno mismo puede hacer


Debe prestarse atención a la administración de una comida equilibrada y
de líquido en cantidad suficiente. Los zumos de frutas y las frutas como
peras, ciruelas, albaricoques o higos favorecen la digestión. En casos de
problemas psíquicos, se pueden solucionar escuchándolos y hablando
de ellos.

Diarrea
Los orígenes de una diarrea pueden ser muy diversos. La mayoría de las
veces esconden tras de sí una reacción de protección del intestino frente
a un alimento estropeado o que no se puede utilizar. También un acceso
de virus o de bacterias, cuando afectan a las funciones intestinales (cata-
rro gastrointestinal), pueden conducir a una diarrea, lo mismo que pue-
de ocurrir en casos de alergia, apendicitis, mucoviscidosis y celiaquía. La
diarrea supone un importante problema, sobre todo en los niños peque-
ños, ya que por causa de las deyecciones se pierde gran cantidad de lí-
quidos y sales que el cuerpo necesita inexcusablemente.
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 93

Prevención y tratamiento osteopático 93

Identificar de manera correcta


Son típicas las deyecciones líquidas hasta llegar a acuosas; la mayoría de las veces
hay dolores estomacales y no hay control, o es escaso, del vaciado intestinal. A
menudo va unida a fiebre y vómitos.

Así procede el médico:


El médico busca los orígenes de la diarrea para, si fuera necesario, tra-
tarla a base de medicamentos. En todos los casos aconsejará la admi-
nistración de una solución de electrolitos y recomendará medidas die-
téticas.

Así ayuda el osteópata:


La diarrea es un síntoma y, como tal, desde un punto de vista osteopá-
tico no debe tratarse directamente. El organismo reacciona con una
diarrea frente a trastornos existentes que el osteópata, lo mismo que el
médico, deben intentar descubrir. Así, se puede ocasionar una diarrea
por excitación, en la zona del cráneo o de las vértebras cervicales, de
los nervios intestinales; también puedo provenir por haber existido,
en el momento del nacimiento, un trauma umbilical (véase el aparta-
do Cólico de los tres meses, página 95). A través de un entendimiento
completo del organismo humano, el osteópata puede advertir esta re-
lación y sus orígenes y más adelante puede tratarla manualmente con
éxito.

Lo que uno mismo puede hacer


Póngase preferente atención a que el niño ingiera líquidos en gran canti-
dad (soluciones de electrolitos obtenidas en la farmacia, o bien Solución
de glucosa y electrolitos, véase página 157, té oscuro y suave, agua mine-
ral). Tras la diarrea administrar alimentos fáciles de digerir (bizcochos,
manzanas ralladas, zanahorias, arroz y copos de avena).
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 94

94 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Catarro gastrointestinal
Numerosos virus, bacterias y parásitos pueden atacar la mucosa del es-
tómago y del intestino o bien trastornar el balance hídrico y de sales en
el intestino provocar una diarrea (véase, en páginas anteriores, este apar-
tado). La enfermedad evoluciona de un modo bien distinto según sea la
edad del niño.

IMPORTANTE
Un acceso de rotavirus puede conducir, en lactantes y niños muy pequeños, a es-
tados con peligro de muerte, también puede darse el caso por alergia a la leche de
vaca. Cuanto más pequeño sea el niño, más rápidamente lleva la diarrea ininte-
rrumpida a pérdidas de líquidos y minerales con peligro de muerte. Es preciso ac-
tuar inmediatamente y pedir consejo al médico.

Identificar de manera correcta


Diarrea ininterrumpida, con o sin vómitos, y pérdida de apetito.

Así procede el médico:


El catarro gastrointestinal se trata con la ingestión de soluciones de elec-
trolitos y con la correspondiente dieta. En casos especialmente severos el
médico procederá a recetar medicamentos.

Así ayuda el osteópata:


En estados agudos no se realiza un tratamiento osteopático. Tras un
catarro gastrointestinal o cuando éste todavía se está produciendo, el
osteópata comprueba la causa por la que pueden haberse establecido
los agentes patógenos. Unas defensas corporales débiles favorecen la
reproducción de los catarros gastrointestinales. También en las adhe-
rencias por motivo de viejas inflamaciones (intestino ciego) o tras
operaciones se ve limitado el movimiento intestinal del tracto estó-
mago-intestino y esto favorece el asentamiento de agentes patógenos.
Según los orígenes encontrados, el osteópata puede, a través de sus
manos, o bien activar la resistencia del cuerpo, o bien disolver las ad-
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 95

Prevención y tratamiento osteopático 95

Figura 21. El páncreas


desempeña un papel muy
importante en el
metabolismo del tracto
gastrointestinal. Por lo
tanto, la Osteopatía
controla su función
después de haberse
producido un catarro.

herencias y limitaciones de movimiento (véase también Diarrea, pá-


gina 92).

Cólico de los tres meses


El cólico de los tres meses aparece de un modo muy frecuente en niños
desde la segunda semana de vida hasta los tres o cuatro meses. Los mé-
dicos suponen que los orígenes son trastornos en el tracto estómago-in-
testino, provocados por incompatibilidades de alimentación, alimenta-
ción errónea, bebida precipitada o un aparato digestivo no madurado.
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 96

96 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Identificar de manera correcta


Quejas prolongadas y continuas, sobre todo por las noches. Las piernas se agitan,
estirándose y encogiéndose. Dolores en la región umbilical. Ventosidades.

Así procede el médico:


En el momento que el médico excluya las causas más importantes, trata-
rá los síntomas del cólico de tres meses a base de medicamentos.

Así ayuda el osteópata:


El osteópata estudia los motivos por los que se producen trastornos en el
tracto estómago-intestino. Así, los estudios americanos han dado por re-
sultado que la sensibilidad psíquica de la madre durante el embarazo
puede ser un punto de arranque para los problemas de intestino del lac-
tante, ya que el niño es testigo, a través de las conexiones hormonales, de
todas las situaciones de estrés que confluyan en la madre. Los contra-
tiempos existenciales, como pueden ser el rechazo del niño por parte de
la madre o los problemas graves de la pareja, pueden influir en el niño de
un modo psíquico, mental o corporal. Estas situaciones de estrés fuera
de lo normal no sólo se fijan en el cuerpo de la madre, sino también en
el niño. A través del tratamiento de los trastornos psíquicos y funciona-
les del niño, el osteópata ayuda a menudo a resolver las cargas mentales.
Otros orígenes muy distintos para los trastornos del tracto estómago-in-
testino se basan en la zona de las vértebras cervicales o de la base del crá-
neo. Se muestran en forma de asimetrías o compresión que se han origi-
nado durante el embarazo o en el momento del parto, e influyen en los
nervios intestinales que salen de la base del cráneo, que son los que con-
trolan la digestión. Si estos nervios están excitados aparecen los trastor-
nos típicos. El osteópata trata entonces el cólico de los tres meses elimi-
nando, con las manos, las asimetrías y compresiones producidas.
También los denominados traumas umbilicales pueden provocar los có-
licos de tres meses. Se producen cuando, tras el nacimiento, el cordón
umbilical se seca demasiado pronto y todavía no se ha eliminado. Por
ello, el niño siente un miedo existencial fuerte y reacciona de un modo
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 97

Prevención y tratamiento osteopático 97

reflejo con tensiones en el estómago, que pueden manifestarse en forma


de cólicos de los tres meses.

Lo que uno mismo puede hacer


Las infusiones con semillas de comino, hinojo o anís, tanto solas como en
la misma proporción con té, ayudan a reducir las ventosidades. Son con-
venientes suaves masajes abdominales en el sentido de las agujas del reloj
y la utilización de ungüentos contra ventosidades que se venden en las
farmacias.

Niño gritón
Se denominan niños gritones a los niños pequeños que, sin motivos apa-
rentes, gritan constantemente y son muy difíciles de consolar. Los moti-
vos de los gritos pueden ser muy variados.

Identificar de manera correcta


Quejas prolongadas y continuas, aparentemente sin motivos, también después de
haberle cambiado los pañales o de haberle dado de mamar. A menudo ocurre por
la tarde o por la noche.

Así procede el médico:


Una vez que el médico ha descartado posibles motivos más graves, se de-
be suponer que el punto de arranque es un cólico de los tres meses y, por
ello, el niño debe ser tratado sintomáticamente.

Así ayuda el osteópata:


Para un lactante o un niño pequeño los gritos son la única posibilidad de
comunicar sus problemas. Incluso cuando el niño señale a distintas par-
tes del cuerpo, los dolores pueden estar situados en un lugar totalmente
distinto. La mayoría de los niños sólo a partir de los seis años están ca-
pacitados para localizar exactamente los dolores que les aquejan. Por lo
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 98

98 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Figura 22: Hay muchos motivos por los que un niño puede gritar a menudo e
incansablemente. Para descubrir los motivos, la Osteopatía examina el mecanismo de
respiración primario en el cráneo.

Figura 23: Aquí se despejan las vías de desagüe del sistema vascular.
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Prevención y tratamiento osteopático 99

Figura 24: También las lesiones en el tracto digestivo pueden provocar gritos
constantes. Aquí la osteópata examina la tensión del intestino.

Figura 25: En este caso, la osteópata despeja las limitaciones de movimiento del
intestino ciego.
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 100

100 Osteopatía: una ayuda para su hijo

tanto, el osteópata examina siempre el organismo al completo. Un posi-


ble motivo para los gritos constantes pueden ser las asimetrías o com-
presiones, provocadas durante el embarazo o en el momento del naci-
miento, en la zona de las vértebras cervicales o en la base del cráneo. No
sólo pueden dañar los nervios cerebrales, sino que pueden llevar a un es-
tado de tensión constante de las meninges.
Las meninges revisten la superficie interior del cerebro y discurren a lo
largo del canal vertebral hasta la parte inferior de la columna. La com-
presión de las meninges puede dar lugar a desasosiego e indisposiciones
que el niño expresa por medio de gritos. El osteópata, con sus manos,
puede reducir esas presiones.

Niño que regurgita


Muchos lactantes y niños pequeños hacen que vuelva a salir por la boca
el alimento, incluso el ya tragado. Estas “regurgitaciones” suelen desapa-
recer pasados algunos meses. Como origen se supone un tracto estóma-
go-intestino poco maduro.

Identificar de manera correcta


Expulsión de la alimentación tras el último trago o bocado, en el caso de lactantes
y niños pequeños.

Así procede el médico:


El médico debe asegurarse, para poder descartarlos, que no hay orígenes
más graves, como podrían ser las malformaciones del tubo digestivo, in-
flamación de las meninges o invaginación del intestino, lo que haría que
el niño fuera perdiendo peso por las expulsiones de alimento. Contra la
regurgitación el médico, en caso de emergencia, recetará medicamentos
que pueden calmar la irritación del centro del vómito, que se encuentra
localizado en el cerebro.

Así ayuda el osteópata:


En el caso de los cólicos de los tres meses o de niños que gritan, los orí-
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 101

Prevención y tratamiento osteopático 101

genes de la regurgitación se pueden encontrar en la zona de las cervica-


les o del cráneo. Las asimetrías o compresiones que se han podido pro-
ducir durante el embarazo o en el momento del nacimiento influyen en
el nervio glosofaríngeo, situado en la base del cráneo, que es el que con-
trola los músculos para mamar y tragar. De este modo aparecen los típi-
cos trastornos que el niño compensa al ir creciendo.
Otro posible motivo pueden ser las tensiones en la zona de la entrada al
estómago. La mayoría de las veces se ocasionan a través de una tensión
continua del diafragma e impiden un cierre completo del cardias. La ali-
mentación que se ha ingerido vuelve a salir.

IMPORTANTE
¡No confundir las regurgitaciones con los vómitos ininterrumpidos! En caso de lac-
tantes y niños pequeños, los vómitos pueden llevar a una pérdida de líquidos, con
peligro incluso para la vida (véase página 89). Tenga en cuenta que, a pesar de las
regurgitaciones, el niño se queda con parte de la comida. En caso de una intole-
rancia de alimentación (véase página 119) ayudará mucho un tratamiento de la
constitución desde el punto de vista homeopático.

Apendicitis
El apéndice vermiforme que pende del intestino grueso puede sufrir una
inflamación por muy diversos motivos de origen bacteriano. La inflama-
ción aparece más en los chicos que en las niñas, la mayoría de las veces
entre edades comprendidas entre los 4 y los 12 años.

Identificar de manera correcta


Dolores abdominales, en especial en el hipogastrio derecho. La pared abdominal es-
tá contraída. La pierna derecha doblada y una ligera cojera hacen remitir los dolo-
res. A menudo va unida a malestar, vómitos, estreñimiento o diarrea y fiebre leve.

Así procede el médico:


Los dolores de presión y distensión son típicos cuando se presiona el hi-
pogastrio derecho. Un elevado número de glóbulos blancos y la fiebre in-
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 102

102 Osteopatía: una ayuda para su hijo

dican que adicionalmente se está dando una inflamación. Sin embargo,


la inflamación del intestino ciego es muy difícil de diagnosticar en niños
pequeños. El médico procederá la mayoría de las veces operando, y de
inmediato se quitará el apéndice inflamado para, de ese modo, poder evi-
tar complicaciones más serias como podría ser la perforación del ciego.

Así ayuda el osteópata:


El osteópata no trata las inflamaciones agudas del intestino ciego, pero in-
tenta encontrar los motivos de dicha inflamación, que pueden ser muy di-
versos y que deben ser tratados de acuerdo con la importancia que tienen.
No siempre las inflamaciones de intestino ciego son tan graves como pa-
ra ser operadas de un modo inmediato. Si la inflamación remite, perma-
necen adherencias en el tejido, lo que impide que los órganos corres-
pondientes tengan su movilidad y, con ello, se obstaculiza su función. El
osteópata intenta disolver cuidadosamente, ayudado por sus técnicas,
estas adherencias. Lo mismo es válido tras las operaciones: aquí las cica-
trices de la operación pueden limitar la capacidad de movilidad y de fun-
ción, por ejemplo del intestino. El osteópata intentará volver a restable-
cer la movilidad perdida.

IMPORTANTE
En casos de síntomas de una inflamación aguda del ciego, debemos dirigirnos de
inmediato al médico. Por regla general, éste aconsejará el transporte urgente del
niño al hospital infantil más cercano.

Hernia inguinal
La cavidad abdominal está recubierta por una membrana denominada
peritoneo. Si el peritoneo penetra en el conducto inguinal se habla de
una hernia inguinal. En los chicos afecta también a parte del intestino,
en las chicas, a los ovarios y a la trompa uterina. Las hernias inguinales
aparecen sobre todo antes de cumplir el año, y en los chicos aparecen
nueve veces más que en las chicas.
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Prevención y tratamiento osteopático 103

Identificar de manera correcta


Formación abombada visible en la ingle, en los chicos sobre todo en la parte dere-
cha, que, mediante una cuidadosa presión ejercida en posición de decúbito supi-
no, vuelve a su lugar.

Así procede el médico:


En un baño de agua caliente el médico puede intentar, a través de ligeras
presiones, reducir la hernia. Si está estrangulada, es inminente la necro-
sis del órgano afectado. En tales casos se debe realizar rápidamente una
intervención quirúrgica.

Así ayuda el osteópata:


La predisposición a futuras hernias inguinales se produce, la mayoría de
las veces, en el transcurso del último mes de embarazo. En los chicos, las
hernias inguinales aparecen mucho más a menudo, ya que en ese tiempo
los testículos pasan desde la cavidad abdominal al escroto. Si en ese lap-
so aparecen trastornos, se puede producir un pliegue en el peritoneo.
Tras el nacimiento, la presión elevada en la zona abdominal puede llevar
a que, al toser o gritar, parte del intestino entre en ese pliegue.
Si la hernia no está estrangulada, se recomienda tratarla de un modo os-
teopático para, de ese modo, intentar evitar la operación. El osteópata
buscará, para proceder a tratarlos, los orígenes de esa elevada presión en
la cavidad abdominal. A menudo encontrará tensiones en el diafragma,
en la pelvis menor y en el intestino, y procurará irlas disolviendo. Cuan-
do reduzca la presión en la zona abdominal, el intestino no soportará un
esfuerzo tan notable sobre el pliegue y la hernia se podrá cerrar. El niño,
hasta estar totalmente curado de la hernia, deberá llevar un ligamento in-
guinal para que la presión producida, por ejemplo, al toser, estornudar o
reír, no vuelva a reproducir la hernia.

IMPORTANTE
La hernia inguinal aguda corresponde a los cuidados del médico. Atención con las
chicas: la palpación de la hernia inguinal puede dañar el ovario.
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 104

104 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Figura 26: En casos de


pliegues en el peritoneo
pueden resbalar partes
del intestino delgado en
la zona de la ingle. Por lo
tanto, la osteópata
examina, estando situado
el niño en posición
erguida, la zona y la
función del intestino
delgado.

Invaginación intestinal
En la invaginación intestinal resbala una parte del intestino en forma de
manguera en la parte que le sigue. Los movimientos peristálticos del in-
testino hacen que la parte invaginada siga avanzando. A menudo, el ori-
gen está en una movilidad excesiva o un divertículo del intestino. Las in-
vaginaciones del intestino suelen ocurrir entre el tercer mes de vida y el
comienzo del tercer año.
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Prevención y tratamiento osteopático 105

Figura 27: La osteópata disuelve, cuidadosamente, la invaginación intestinal, aquí en


la zona del transcurso entre el intestino delgado y el grueso.

Identificar de manera correcta


Dolores abdominales fuertes, a menudo con retortijones. Palidez, intranquilidad,
estados de cansancio, a veces también diarrea con mucosidad sanguinolenta y/o
vómitos.

Así procede el médico:


El médico diagnostica la invaginación intestinal con un enema opaco de
contraste, rayos X o con ultrasonidos. A menudo, el enema puede hacer
que la invaginación se anule. Si no ocurre así, se hace necesario realizar
una operación quirúrgica.

Así ayuda el osteópata:


El osteópata puede, a menudo, localizar una invaginación intestinal me-
diante la palpación con las manos. Si la invaginación está diagnosticada
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 106

106 Osteopatía: una ayuda para su hijo

por el médico o por el osteópata, este último intentará, empleando sus


manos, que desaparezca. Para ello, colocará sus dedos en una parte de la
invaginación palpada y la irá disolviendo muy lentamente, utilizando los
movimientos propios del intestino. De este modo se puede intentar elu-
dir la intervención quirúrgica.

Oclusión intestinal
En el caso de una oclusión intestinal, se impide, total o parcialmente, el
transporte de la papilla alimenticia a través del tracto gastrointestinal.
Estos trastornos, con peligro de muerte, pueden estar condicionados,
por ejemplo a través de cuerpos extraños, es decir, mecánicamente, o
bien a través de parálisis de los movimientos del intestino, es decir, fun-
cionalmente. Una oclusión intestinal puede cursar de modo agudo, cró-
nico o repetitivo.

Identificar de manera correcta


Malestar que aparece de modo súbito o que se va intensificando, ventosidades,
fuertes dolores abdominales, estómago hinchado y con sensibilidad al contacto,
vómitos abundantes. Con fiebre también se hace posible la aparición de un shock
(sudor frío, palidez, pulso débil).

Así procede el médico:


El médico determina la oclusión intestinal con una toma de rayos X es-
tando el enfermo en posición erguida, o bien a través de ultrasonidos. En
muy raras ocasiones la oclusión se puede disolver sin un procedimiento
quirúrgico.

Así ayuda el osteópata:


La operación de oclusión intestinal trae consigo adherencias que, a tra-
vés de la formación de cicatrices, aparecen en todas las capas del tejido.
El osteópata las disuelve con una técnica manual e intenta restablecer la
movilidad del intestino. De ese modo previene contra una nueva oclu-
sión. Adicionalmente, el osteópata examina el sistema nervioso vegetati-
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Prevención y tratamiento osteopático 107

vo. Si los nervios intestinales (Nervus vagus) que provocan la oclusión


están dañados en su función, pudiera ocurrir que ésta fuera la causa que
influya en el movimiento del intestino (peristáltico) y pueda favorecer a
la creación de una nueva oclusión intestinal.

IMPORTANTE
Una oclusión intestinal aguda debe tratarse médicamente de forma inmediata. En
caso de sospecha se hace preciso avisar inmediatamente al médico de urgencia.

Gastritis
La gastritis es la inflamación de la mucosa del estómago. Se produce
cuando éste produce demasiados ácidos. Estos ácidos atacan a la mu-
cosa y a la pared estomacal situada debajo. Si no se trata adecuada-
mente, la gastritis puede llevar a una úlcera (Ulcus) de duodeno o de
estómago. La gastritis puede aparecer en niños pequeños, pero es
muy rara en niñas. Se puede transmitir hereditariamente. Entre tan-
to, hay que basarse en que la inflamación se produce, en un 80% de
los casos, mediante la acción de una bacteria (Helicobacter pylori).
También las cargas psíquicas o los medicamentos pueden provocar la
gastritis.

Identificar de manera correcta


Son típicos los dolores abdominales, la falta de apetito o el rechazo a los alimen-
tos, intranquilidad y vómitos, pudiendo darse el caso de que éstos sean sanguino-
lentos.

Así procede el médico:


El médico detecta las inflamaciones y úlceras por medio de una gastros-
copia. El tratamiento de una gastritis bacteriana se realiza de un modo
medicamentoso mediante una terapia de combinación de corta duración
con remedios para el estómago y antibióticos (terapia triple o de erradi-
cación).
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 108

108 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Así ayuda el osteópata:


Una gastritis aguda debe ponerse en manos del médico. Si el estómago
sólo está ligeramente irritado, si la gastritis está algo atenuada o es cró-
nica, puede ser tratada por el osteópata para evitar un retroceso o un em-
peoramiento. Para ello examinará, sobre todo, la movilidad de cada uno
de los ámbitos del aparato digestivo que produce las hormonas y contro-
la los ácidos del estómago. También se comprueban de un modo general
la movilidad y funcionalidad de la hipófisis, el hipotálamo y el sistema
nervioso vegetativo. Si el osteópata determina que se dan limitaciones
del movimiento, debe tratarlas.

Hepatitis
La hepatitis es una inflamación vírica infecciosa del hígado que se divi-
de, según los agentes patógenos, en los grupos A, B, C, D y E. Los niños
suelen padecer la del grupo A, y en muy raras ocasiones, la del B. La he-
patitis A se transfiere a través de una infección provocada por suciedad,
por alimentos infectados o por el agua; la hepatitis B se contagia a través
de los fluidos corporales.

Identificar de manera correcta


Es normal que en la hepatitis se dé una coloración amarillenta de la piel y la escle-
rótica. Dolores abdominales en la zona del epigastrio derecho, fiebre ligera, debi-
lidad, orina oscura, deyecciones de color claro, prurito.

Así procede el médico:


El médico puede detectar en las heces la existencia de agentes patógenos
y también a través de los valores modificados del serum en la sangre. Co-
mo ocurre en la mayoría de las enfermedades víricas, el médico no pue-
de tratar la hepatitis de un modo directo, sino que prescribe reposo en
cama y advierte que, aunque ocurre en raras ocasiones, se pueden dar
complicaciones.
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Prevención y tratamiento osteopático 109

Figura 28: Así


comprueba la osteópata
si se han transferido
tensiones fasciales desde
el hígado al resto del
cuerpo.

Así ayuda el osteópata:


Cuando se da la enfermedad de la hepatitis existe a menudo una deter-
minada sensibilidad. Cuando el hígado, por motivo de una movilidad
afectada, sólo se puede defender de forma defectuosa contra los virus o
está demasiado ocupado con otros procesos de defensa, reconstrucción o
reestructuración, no puede realizar una defensa adicional frente a los vi-
rus. La mayoría de las veces una combinación de ambas circunstancias
provoca la hepatitis.
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 110

110 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Para la movilidad defectuosa se plantean varios y diversos orígenes. Pue-


de ser un hígado aumentado de tamaño que no está colocado en el lugar
habitual, en el denominado paquete intestinal, sino que cuelga pendien-
do de su sujeción superior. A menudo, el motivo puede ser una tensión
disminuida en la zona intestinal. De modo contrario, también puede dar-
se una tensión excesiva que limita al hígado en sus funciones.
También un drenaje defectuoso puede afectar al hígado y, por lo tanto,
aumentar su sensibilidad frente a las infecciones. El osteópata busca los
posibles orígenes. Se muestran en forma de limitaciones de movimiento
y estados de tensión en la zona del hígado y el intestino. Así, por una par-
te, puede actuar muy bien de un modo preventivo y también, conjunta-
mente, tratar de un modo efectivo la hepatitis.

IMPORTANTE
La hepatitis pertenece al campo de acción del médico. Las medidas de higiene pre-
vienen frente a las infecciones.

Diabetes mellitus
La diabetes es una enfermedad del metabolismo y se caracteriza por una
carencia de la hormona insulina. La insulina regula los cristales de glu-
cosa sanguínea necesarios para las células. Si falta, el azúcar (glucosa)
puede no ser absorbido por las células, sino que se queda en la sangre.
En lugar de eso, las células queman albúminas propias del cuerpo y gra-
sa. El organismo elimina el azúcar sobrante a través de los riñones. Los
niños padecen la enfermedad de la diabetes a partir del cuarto año. La
diabetes se puede producir por herencia, posiblemente también debido a
determinadas enfermedades víricas, así como a influencias medioam-
bientales que activan reacciones inmunológicas.

Identificar de manera correcta


Es normal la existencia de sed intensa, elevada segregación de orina, pérdida de
peso a pesar de una alimentación suficiente, cansancio y disminución de la capa-
cidad corporal.
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 111

Prevención y tratamiento osteopático 111

Así procede el médico:


El médico detecta la diabetes a través de valores elevados de azúcar en la
sangre y en la orina. Su terapia apunta a la normalización de los cristales
de glucosa sanguínea. Para ello inyecta diariamente las dosis de insulina
necesarias.
Las tablas de equivalencia para el intercambio de alimentos ayudan a
crear una dieta variada que procure una reducción del azúcar. El depor-
te (trabajo corporal) ayuda a reducir la necesidad de insulina y a mejorar
su efecto.

Así ayuda el osteópata:


El osteópata sirve de colaborador para el tratamiento medicamentoso del
diabético. Con sus técnicas puede mejorar la absorción de insulina por
parte de las células y ayuda a reducir las típicas oscilaciones de los valo-
res de insulina que se obtienen tras la administración de las inyecciones.
También examina y trata todo el sistema hormonal que está en conexión
con la diabetes. Finalmente, puede prevenir posibles complicaciones,
por ejemplo en el corazón, los pies y los ojos, así como una polineuro-
patía.

Lo que uno mismo puede hacer


El niño debe aprender a ser responsable y a actuar de un modo indepen-
diente con respecto a su enfermedad. Hay que ayudarle enseñándole a
elaborar una dieta diabética.

Disfunciones de la glándula tiroides


La glándula tiroides, situada en el cuello, produce hormonas que son ne-
cesarias para el desarrollo, el crecimiento y la inteligencia. Para ello el ti-
roides necesita de la aportación de yodo.
Una función disminuida innata y adquirida (hipotiroidismo) lleva, en un
estado no tratado, a un desarrollo corporal y mental ralentizado.
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112 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Una función incrementada de la glándula (hipertiroidismo) acelera el


metabolismo y conduce, entre otras cosas, a estados de nerviosismo, pér-
dida de peso y reducción de la concentración.

Identificar de manera correcta


Funcionamiento disminuido del tiroides: formación de bocio, estreñimiento, po-
breza de movimiento, piel seca.
Funcionamiento incrementado del tiroides: formación de bocio, nerviosismo, tras-
tornos en el sueño, palpitaciones, globos oculares salidos, pérdida de peso.

Así procede el médico:


El médico mide en la sangre las hormonas que produce el tiroides y con
ello comprueba la función defectuosa. En caso de una subfunción, las
hormonas que faltan se suplen de un modo medicamentoso, y en caso de
una superfunción, se suministran medicamentos para contener la pro-
ducción de hormonas. Detectada y tratada a tiempo, la función defec-
tuosa de la glándula tiroides no plantea problemas, pero debe ser exami-
nada regularmente.

Así ayuda el osteópata:


El osteópata comprueba todo el sistema hormonal que está en contacto
con el tiroides, para asegurarse de su correcta actuación. Si detecta tras-
tornos en la función, procede a tratarlos.
También las tensiones en la zona de la glándula tiroides trastornan, a la
larga, su función. El osteópata busca las posibles causas para la pérdida
de movimiento. Para ello examina concienzudamente la zona del cue-
llo, el cráneo, la apertura superior del tórax, así como todo el cuerpo.
Una pérdida de movimiento local se suele encontrar en la zona de la fas-
cia del cuello o bien en forma de tensiones entre el cartílago cricoides,
el tiroides y el hueso hioides y la mandíbula inferior que, por encima de
las estructuras musculares y fasciales, están en estrecho contacto con el
hueso hioides. También los trastornos de función en la columna verte-
bral pueden reforzar la pérdida de movimiento de la glándula tiroides.
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Prevención y tratamiento osteopático 113

Figura 29: ¿Qué movilidad tienen las estructuras en la zona del tiroides? La osteópata
examina el cuello del niño.

El osteópata disuelve las limitaciones de movimiento, de modo que la


glándula pueda seguir funcionando de un modo normal.

Lo que uno mismo puede hacer


Cuidar fundamentalmente que, en caso de subfunción de la glándula ti-
roides, se suministre una alimentación rica en yodo.

El sistema inmunológico
Neurodermitis (dermatitis atópica)
La neurodermitis se encuentra entre una de las enfermedades más co-
munes entre los niños. Aparece a partir del tercer mes y se acentúa cla-
ramente a partir de la pubertad. Las neurodermitis surgen como unas
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 114

114 Osteopatía: una ayuda para su hijo

reacciones alérgicas que, normalmente, son debidas a causas desconoci-


das (sustancias existentes en el medio ambiente). El sistema nervioso
vegetativo y la producción sebácea se ven trastornados.

Identificar de manera correcta


Piel generalmente seca y pálida. Partes de piel enrojecidas y con fuertes picores y,
en el caso de lactantes, erupciones supurantes y escarificación o formación de cos-
tras (sobre todo en la cara, frente y cuello); en los niños se dan erupciones secas y
descamadas (la mayoría de las veces en el cuello, brazos y articulaciones). Claras
marcas por rascarse.

Así procede el médico:


El médico reconoce la neurodermitis por los síntomas descritos y por la
cantidad claramente elevada de anticuerpos sensibles de la piel encon-
trados en el serum de la sangre (IgE = Inmunoglobulina E). El trata-
miento se hace de forma individual. Frente a los fuertes picores ayudan
algunos medicamentos, y, en casos extremos, pomadas que contengan
cortisona. La piel seca debe ser constantemente hidratada; la alimenta-
ción equilibrada y las curas climáticas mejoran el estado de la piel.

Así ayuda el osteópata:


La reacción de defensa alérgica ocurre, en la mayoría de los casos, en los
alrededores de la última sección del intestino delgado. Allí se encuen-
tran en el tejido conjuntivo los centros de defensa linfáticos, en los que
se crea la inmunoglobulina (anticuerpos) (véase también Fiebre del he-
no, página 115). El osteópata los examina así como otros centros de de-
fensa linfáticos (como, por ejemplo, el bazo) y los trata según las dis-
tintas necesidades. Para llegar a una referencia clara sobre la incompati-
bilidad de alimentos, es decir, para saber ante qué alimentos el niño re-
acciona de una forma sensible, el osteópata recomienda que se realice
una dieta de rotación (sólo cada cuatro días se repite la ingestión de de-
terminadas combinaciones de alimentos. El niño come cierto día un ti-
po de alimento determinado, y luego lo volverá a hacer cuatro días des-
pués). Así, el cuerpo puede digerir mejor esos alimentos a los que es
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 115

Prevención y tratamiento osteopático 115

sensible y se pueden reconocer claramente los alimentos que provocan


esta sensibilidad.
Si la neurodermitis no se trata, puede ocurrir que los síntomas desapa-
rezcan, pero el problema se adentrará cada vez más profundamente en
el organismo y puede provocar otros síntomas como, por ejemplo, el
asma.

Lo que uno mismo puede hacer


Hay que poner en marcha las medidas oportunas que pueden evitar, o al
menos impedir en su mayor grado, los alergénicos comunes, como son
el polvo doméstico, las mascotas caseras o el humo del tabaco. La lana,
un calor excesivo o una humedad demasiado alta pueden empeorar el es-
tado. Se debe ayudar al niño a evitar o reducir el estrés.

Fiebre del heno


La fiebre del heno es una forma de catarro alérgico. La mucosa de la na-
riz reacciona de forma hipersensible ante determinados pólenes de los
árboles, hierbas y otras plantas. Se inflama y produce una abundante mu-
cosidad líquida. También los ojos y la faringe se ven afectados. Los niños
sufren de fiebre del heno desde los tres o los cuatro años. La fiebre del he-
no puede transformarse con el tiempo en un asma (bronquial) alérgico.

Identificar de manera correcta


Un tipo de resfriado que ocurre en determinadas épocas del año. La mayoría de las
veces acompañado de ojos enrojecidos y llorosos.

Así procede el médico:


El médico puede reducir con medicamentos la reacción alérgica. Si
fuera necesario, puede llevar a cabo una hiposensibilización (este tra-
tamiento dura aproximadamente tres años). Para ello determina a tra-
vés de un test de sangre y cutáneo el tipo de polen causante de la fie-
bre del heno. La sustancia que provoca la alergia se inyecta en peque-
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 116

116 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Figura 30: Tratamiento preventivo: la osteópata examina la movilidad del bazo. En


este órgano están los centros linfáticos de defensa. Si los trastornos funcionales se
reconocen y se tratan a tiempo, se pueden evitar o reducir las enfermedades que
aparecen posteriormente, como la fiebre del heno.

ñas cantidades. De este modo el niño puede llegar a perder su hiper-


sensibilidad.

Así procede el osteópata:


Para el osteópata la fiebre del heno es una reacción de hipersensibiliza-
ción del sistema linfático de defensa. Dicho de manera simplificada, di-
cho sistema reacciona demasiado rápido y produce demasiada inmuno-
globulina E (IgE).
La causa de esto puede ser, por ejemplo, un mal trabajo conjunto de la
flora intestinal y el sistema linfático de defensa. También la acumulación
de toxinas en el área del sistema linfático de defensa al final del intestino
delgado, así como la falta de movilidad, pueden contribuir a que se pro-
duzca demasiado IgE.
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 117

Prevención y tratamiento osteopático 117

Junto al sistema linfático de defensa, el osteópata explora siempre la sa-


lida en el área nasofaríngea. Trata los trastornos funcionales que se han
observado y, con el fin de que el sistema linfático de defensa pueda reac-
cionar con normalidad, recupera la movilidad limitada del intestino del-
gado.

Lo que uno mismo puede hacer


Evitar, en la medida de lo posible, el contacto con el polen; huir de los
prados en proceso de floración o de la hierba recién cortada. Estar aten-
to a las épocas de polen.

Erupción cutánea
La erupción cutánea puede acompañar a enfermedades infantiles, como
el sarampión, la escarlatina o la rubéola. Puede provocarse bien a través
del contacto (por ejemplo, ortigas), o por incompatibilidad con determi-
nados alimentos (leche, pescado, nueces, fresas) o medicamentos. La
erupción cutánea se origina a menudo como reacción alérgica del cuer-
po ante determinadas sustancias que le provocan alergia (alergeno).

Identificar de manera correcta


La mayoría de las veces se da una alteración repentina de la piel, como enrojeci-
miento, hinchazón, formación de pústulas o habones. A menudo existe prurito.

Así procede el médico:


Es importante que la erupción no vaya acompañada de un shock anafi-
láctico. El shock es la forma más grave de una reacción alérgica y condu-
ce a fallos en la circulación. En estos casos, el médico tiene que interve-
nir inmediatamente.
En el caso de una erupción “normal” el médico intenta descubrir los
alergenos a partir de los tests de alergia (pruebas cutáneas de picor o
escarificación, test de fricción, etc.). La propia erupción se trata con me-
dicamentos (DNCG, antihistamínicos). Una hiposensibilización (véase
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 118

118 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Fiebre del heno, página 115) se recomienda sólo cuando la erupción cutá-
nea viene provocada por una alergia al veneno de insectos.

Así ayuda el osteópata:


Las verdaderas alergias siempre van acompañadas de una creciente pro-
ducción de inmunoglobulina E. La causa suelen ser los trastornos fun-
cionales de la defensa linfática, que aquí conducen a una erupción cutá-
nea. Para su tratamiento, el osteópata actúa de la misma manera que en
el caso de la fiebre del heno (véase Fiebre del heno, página 115).
La erupción puede producirse también debido a trastornos que alteren el
proceso de asimilación y eliminación de alimentos. Frecuentemente es-
tos trastornos se producen en la segunda sección del duodeno. Aquí el
cuerpo “reconoce” si el alimento es digerible y le añade las necesarias en-
zimas, procedentes del hígado, bilis y páncreas, para proceder a su des-
doblamiento. Si, por el contrario, la relación entre el “reconocimiento
del alimento” y el abastecimiento de la enzima se hace en forma defec-
tuosa, puede alterase el proceso de excreción. El organismo responde
atacando a la piel, puesto que ésta, junto con el tracto, los riñones, la ve-
jiga y los pulmones, pertenece al conjunto de los órganos excretores del
cuerpo.
Pero el trastorno puede encontrarse en cualquier otra parte, por ejem-
plo en el intestino grueso, que es el encargado de la desintoxicación. Si
éste está, por ejemplo, limitado en su movilidad, la consiguiente desin-
toxicación se produce en la piel, lo que puede llevar a una erupción cu-
tánea.
El osteópata examina el organismo en busca de este tipo de disfunciones
y las trata para que la asimilación y la excreción de los alimentos puedan
transcurrir normalmente y desaparezca la erupción cutánea.

Lo que uno mismo puede hacer


Para toda forma de alergia: se deben evitar, en la medida de lo posible, las
sustancias que provocan las alergias, así como las materias colorantes y
conservantes.
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Prevención y tratamiento osteopático 119

Incompatibilidad con alimentos


Cuando la mucosa intestinal es dañada a causa de una convulsión vírica,
los recién nacidos y los lactantes hasta el tercer mes pueden desarrollar
una llamada intolerancia a las proteínas de la leche de vaca. Reaccionan
alérgicamente a las proteínas de la leche de vaca con vómitos, descom-
posición y erupciones cutáneas. También otros alimentos que contienen
albúmina, como el queso, los champiñones, los pescados, los mariscos,
chocolates y determinadas clases de fruta, pueden provocar una incom-
patibilidad. La mayoría de las veces se trata de alimentos que el niño to-
ma por primera vez. La alergia puede aparecer de manera inesperada en
alimentos que, hasta ese momento, eran compatibles. Es importante que
la reacción alérgica no cause un shock anafiláctico, el cual, en caso de
aparecer, debe tratarse inmediatamente.

Figura 31: El tratamiento del hígado tiene un importantísimo papel dentro del
metabolismo y, por supuesto, en las incompatibilidades alimentarias.
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 120

120 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Identificar de manera correcta


Aparecen erupciones cutáneas, tos, resfriado y dolor abdominal, así como flato y
descomposición. Las reacciones pueden producirse en minutos, horas o días.

Así procede el médico:


El médico intenta determinar claramente los alimentos que provocan la
alergia a través de una encuesta y un test de provocación. La mayoría de
las veces la alergia se evita sin problemas con una dieta adecuada. Des-
pués de una dieta de uno a dos años, el niño suele volver a tolerar los ali-
mentos que antes le provocaban la alergia.

Así ayuda el osteópata:


El osteópata actúa aquí del mismo modo que en el caso de la erupción
cutánea (véase página 117). Busca los trastornos funcionales que alteran
la digestión y la excreción, y que conducen a una intolerancia de los ali-
mentos; también examina el sistema linfático de defensa para determinar
si la intolerancia alimentaria está condicionada por una alergia.

Lo que uno mismo puede hacer


Hay que observar la composición de los alimentos. Los que se suminis-
tren por primera vez deben ser administrados de forma aislada; después
de suministrarlos, hay que esperar unos tres días antes de utilizar otros
distintos. Evitar materias colorantes y conservantes.

Artritis reumática (artritis crónica juvenil)


La artritis crónica juvenil abarca un grupo de enfermedades en las arti-
culaciones que muestran cuadros clínicos independientes y que se desa-
rrollan de manera diferente. Así, pueden estar afectados los órganos in-
ternos y puede aparecer fiebre. Las inflamaciones en las articulaciones
conducen a alteraciones estructurales. Relacionadas con los dolores se
pueden originar posturas defectuosas y posteriores deformidades. Posi-
blemente, la artritis reumática se origina a través de infecciones, estrés o
debido a una deficiencia del sistema inmunológico.
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Prevención y tratamiento osteopático 121

Identificar de manera correcta


Varias articulaciones inflamadas y doloridas, la mayoría de las veces en los pies, ro-
dillas o dedos. A menudo ocurre de forma masiva. Es típico el anquilosamiento por
las mañanas.

Así procede el médico:


El médico determina exactamente el tipo de artritis reumática. Con me-
dicamentos intenta, a largo plazo, contener el proceso inflamatorio. En
casos más graves se recetan también preparados con cortisona. Para evi-
tar las posturas defectuosas y las posteriores deformidades, se realiza lo
antes posible un tratamiento de gimnasia para enfermos.

Así ayuda el osteópata:


El osteópata no puede contribuir en la curación de la artritis reumática,
pero sí ayudar a mitigar los dolores. Para ello fomenta el riego sanguíneo
de las articulaciones, en las que se liberan por ejemplo aponeurosis, cáp-
sulas articulares y ligamentos, y con ello se tratan las estructuras que
contienen los vasos en el área de la articulación. La mejora en el riego
sanguíneo permite un transporte efectivo al tejido conjuntivo y las arti-
culaciones de las sustancias analgésicas. El osteópata puede colaborar en
el tratamiento de la artritis reumática y prevenir empeoramientos.

Lo que uno mismo puede hacer


Practicar en casa, conjuntamente con el niño, los ejercicios gimnásticos
necesarios. Proporcionar al niño el apoyo necesario. Pedir al médico que
fije una dieta adecuada y evitar el aire frío y húmedo.

El sistema nervioso
Los trastornos neurológicos pueden tener múltiples causas a las que no
siempre se puede seguir la pista. El osteópata las reconoce a menudo me-
diante los trastornos funcionales o a través de las situaciones claras de
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 122

122 Osteopatía: una ayuda para su hijo

tensión en el tejido circundante. Si procede a aliviarlas, se mejoran a me-


nudo las posibilidades de curación.

Epilepsia (ataques cerebrales)


Los ataques epilépticos se originan cuando el cerebro envía demasiados
impulsos eléctricos o cuando, por el contrario, estos impulsos son insu-
ficientes. Los músculos se convulsionan, aparecen contracciones y tras-
tornos en la conciencia. En caso de un ataque grave (Gran Mal) el niño
se desmaya por un corto espacio de tiempo, no puede controlar la vejiga
ni el intestino y corre el riesgo de autolesionarse (mordedura de lengua).
La epilepsia se puede originar debido a lesiones o a consecuencia de tu-
mores o inflamaciones, pero no siempre se pueden descubrir las causas
de una actividad cerebral defectuosa.

Identificar de manera correcta


Ataque grave: Pérdida de la conciencia, convulsiones, vaciado de vejiga e intesti-
no, contracciones musculares; finalmente, sueño por cansancio.
Ataque leve: Corta suspensión de la conciencia en forma de ligera ausencia men-
tal, contracciones musculares, percepción defectuosa, convulsiones.

Así procede el médico:


El médico determina lo más claramente posible mediante la exploración
neurológica (entre otras cosas mediante la medición de la actividad eléc-
trica cerebral, EEG = Electroencefalograma) la causa de la epilepsia. Se-
gún el ataque y el diagnóstico del EEG, el médico elige el medicamento
adecuado, cuyos efectos colaterales tiene que vigilar constantemente.

Así ayuda el osteópata:


La Osteopatía puede ayudar con efectividad al tratamiento médico de la
epilepsia. Desde el punto de vista osteopático, la epilepsia no es ninguna
enfermedad, sino un síndrome, es decir, representa una concentración
de síntomas. Igual de diferentes que las causas son también los métodos
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 123

Prevención y tratamiento osteopático 123

de tratamiento osteopáticos de la epilepsia. El objetivo siempre es el mis-


mo: aliviar tantos trastornos funcionales como sea posible para activar
las fuerzas de curación espontánea que existen en el cuerpo. La epilepsia
se muestra al osteópata sobre todo en forma de tensiones de los huesos,
membranas y vasos craneales y corporales. Al tiempo que con sus técni-
cas resuelve estas tensiones o por lo menos las alivia, ayuda al cerebro a
un funcionamiento lo más perfecto posible.

Lo que uno mismo puede hacer


Poner atención a fin de que el niño no se autolesione en uno de los ata-
ques. Se le debe mantener tumbado y alejado de objetos duros. Un pa-
ñuelo o una bufanda entre los dientes lo protegerá de morderse la len-
gua.

Convulsiones febriles
Cuando la fiebre sube rápidamente los niños, sobre todo entre los seis
meses y los cinco años, pueden reaccionar con una convulsión febril. La
propensión a convulsiones febriles se suele heredar. Una convulsión le-
ve de fiebre dura como mucho unos cinco minutos; una más grave pue-
de durar más del doble y provocar trastornos en el habla y parálisis.

Identificar de manera correcta


Fiebre que sube rápidamente, pérdida repentina del sentido, los músculos sufren
convulsiones o se quedan fláccidos; finalmente sueño, por cansancio.

Así procede el médico:


El médico tiene que descartar, con ayuda de una punción lumbar, la in-
flamación del sistema nervioso (meningitis) como consecuencia de la
convulsión febril. El propio acceso de fiebre puede ser tratado, de mane-
ra sintomática, con medicamentos que, a partir de los 38 grados, hagan
bajar la misma, y con medicamentos que traten las convulsiones (casi
siempre Diazepam).
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124 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Así ayuda el osteópata:


El centro de temperaturas de la parte posterior de la cabeza regula la tem-
peratura corporal. En el caso de una convulsión febril, esta regulación se
encuentra alterada. El osteópata examina con sus manos la movilidad de
la parte posterior de la cabeza y explora todo el organismo en busca de
las posibles consecuencias en la alteración de la regulación. Examina so-
bre todo el bazo, el hígado y los riñones, es decir, los órganos que tienen
competencia en la elaboración y eliminación de agentes. Finalmente, la
convulsión febril puede estar ocasionada por un sistema inmunológico
débil. Según sea la causa, se tratará con técnicas específicas.
Lo que uno mismo puede hacer
Observar los aumentos de temperatura y tomar medidas para bajar la fiebre
(véase Compresas de pantorrilla, página 159, Enema de infusión de manzani-
lla, página 157). Hay que tomar disposiciones precautorias para que el ni-
ño no se lesione con las convulsiones (véase Epilepsia, página 122).

Parálisis del plexo (paresia del plexo superior e inferior)


El plexo braquial designa un entrelazamiento de vasos y nervios que sa-
le de la columna vertebral a la altura del cuello y pasa por debajo de la
clavícula en dirección al brazo. Durante el nacimiento, un fuerte estira-
miento del hombro o un giro desmedido de la cabeza pueden desgarrar
el plexo y dañar sus fibras nerviosas. La consecuencia son parálisis en el
brazo afectado.

Identificar de manera correcta


El brazo afectado no muestra reflejos. Si se levanta, vuelve a caer flojamente. En la
parálisis inferior del plexo no hay reflejo de agarre, la mano toma una “posición en
garra o en pata”.

Así procede el médico:


No siempre se reconoce la parálisis del plexo en un lactante, pero con el
tiempo puede desencadenar un crecimiento irregular. Mientras que las
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Prevención y tratamiento osteopático 125

Figura 32: Un desgarro deja su huella en las aponeurosis. Por ello la osteópata explora
la aponeurosis en el área de la clavícula, el brazo, la caja torácica y el cuello.

raíces nerviosas no estén demasiado dañadas, hay buenas posibilidades


de curación con una terapia física y masajes de movimiento.

Así ayuda el osteópata:


El osteópata examina todas las estructuras nerviosas y vasculares que ro-
dean el área del cuello en la zona de la columna, ya que también han po-
dido ser afectadas por el desgarro. Cuando estas estructuras, después del
tratamiento, pueden abastecer de nuevo con normalidad a las fibras ner-
viosas dañadas, mejoran las posibilidades de curación, dado que un
abastecimiento óptimo puede tener un mejor efecto en las fuerzas de cu-
ración espontánea del cuerpo. Los nervios no se tratan específicamente.
El osteópata resuelve asimismo otros trastornos funcionales que encuen-
tra, o para que el organismo no tenga que solucionarlos y pueda concen-
trarse en la autocuración del plexo paralizado.
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 126

126 Osteopatía: una ayuda para su hijo

El corazón
Fallos cardíacos
Los fallos cardíacos son, por regla general, alteraciones hereditarias del
músculo cardíaco. Pueden ser genéticos u originarse desde la tercera a la
octava semana de embarazo a causa de la ingestión de medicamentos o
infecciones o enfermedades de la madre. Los fallos cardíacos pueden
aparecer en diferentes áreas del corazón, como lesiones valvulares o co-
mo orificios entre las dos cámaras del corazón (defecto en el septo del
ventrículo). No siempre son tan graves las deficiencias cardíacas como
para exigir ser tratadas mediante una operación quirúrgica. A menudo
involucionan por sí mismas.

Identificar de manera correcta


Prevalece un cansancio extremo y una baja capacidad de rendimiento corporal.
También es típica la cianosis: labios, dedos de la mano y de los pies de un tono de
color azulado.

Así procede el médico:


Frecuentemente el médico reconoce una disfunción cardíaca al escuchar
los típicos soplos en el corazón. Con otros métodos, como un electro-
cardiograma y una toma de rayos X, puede consolidar su diagnóstico. Si
fuera necesario, decidiría una operación cardíaca para corregir el defecto
existente.

Así ayuda el osteópata:


En caso de una deficiencia cardíaca, el osteópata puede ayudar sobre to-
do después de la operación y aliviar manualmente las adherencias de te-
jidos consecuentes a la operación. Con ello consigue para el corazón una
mejor movilidad y reduce su esfuerzo durante cada latido.
Además, es importante que en el niño con problemas cardíacos se otor-
gue el máximo “crédito” posible a su propio sistema inmunológico y vi-
talidad. El osteópata soluciona también muchos trastornos funcionales
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 127

Prevención y tratamiento osteopático 127

en todo el organismo. De esta forma el cuerpo puede mantener atentas


todas sus defensas contra posibles infecciones.

IMPORTANTE
Cuando hay deficiencia cardiaca, el músculo cardíaco es especialmente receptivo
a infecciones. Se debe proteger al niño contra estas infecciones y dejarse aconse-
jar por un médico cuando aparezcan.

Alteraciones del ritmo cardíaco


Cuando entre el ritmo normal de latidos del corazón se intercala un lati-
do antes de tiempo (extrasístole) o es demasiado rápido (taquicardia), se
habla de alteraciones del ritmo cardíaco. Estas alteraciones pueden ser un
indicativo de deficiencias cardiacas, enfermedades de corazón o de una
inflamación del músculo cardíaco (miocarditis). A menudo, y sin tener
un origen claro, aparecen en los niños alteraciones del ritmo cardíaco.

Identificar de manera correcta


Palpitaciones o sensación de que el corazón va descompasado o se para.

Así procede el médico:


El médico tiene que clarificar siempre el origen de la alteración cardíaca
para descubrir posibles deficiencias cardiacas o inflamaciones del mús-
culo cardíaco. Las extrasístoles, cuando aparecen después de operacio-
nes cardiacas por una miocarditis aguda o en enfermedades cardíacas en
general, se tratan con medicamentos. El médico intenta remediar una ta-
quicardia aguda por medio de reflejos que aumentan la actividad del pa-
rasimpático. Si la taquicardia aparece varias veces a la semana, será trata-
da con medicamentos mediante una terapia prolongada.

Así ayuda el osteópata:


Si el médico no encuentra ninguna causa para la alteración del ritmo car-
díaco, es aconsejable una visita al osteópata. Desde el punto de vista os-
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 128

128 Osteopatía: una ayuda para su hijo

teopático aparecen varias evidencias con respecto a las alteraciones car-


díacas. Así, por ejemplo, pueden estar en tensión los sistemas de sus-
pensión del corazón y “frenarle” en su movilidad.
También el diafragma sobre el que se halla el corazón y que está muy
unido a las estructuras ligamentosas, cuando está alterado en su función
puede desencadenar alteraciones del ritmo cardíaco. Estas alteraciones
se originan cuando el nervio que controla el diafragma (Nervus phreni-
cus) es alterado en el área de la columna cervical. Una tensión demasia-
do grande o demasiado pequeña en el tracto intestinal puede presionar al
diafragma demasiado arriba o abajo. Finalmente, también pueden apa-
recer tensiones en el área posterior de la cabeza, donde está el centro de
la actividad cardíaca o en el área del sistema nervioso vegetativo, puesto
que desde aquí se dirige el latido automático del corazón. El osteópata
conoce estas relaciones y busca las consiguientes alteraciones, que palpa
con sus manos y puede aliviar en la mayoría de los casos.

Lo que uno mismo puede hacer


En caso de sospecha de una inflamación del músculo cardíaco se debe
proceder a examinar médicamente al niño. Hay que procurar evitarle es-
fuerzos físicos.

El abdomen
Infecciones de las vías urinarias
Cuando aparecen bacterias patógenas que se infiltran de la uretra a la
vejiga urinaria, se pueden inflamar la uretra, los uréteres, la vejiga y
también los riñones. Las infecciones de las vías urinarias se originan
sobre todo debido a una alteración en el transporte de orina, a una de-
fensas bajas y a malformaciones de los riñones. Son las infecciones bac-
terianas más frecuentes. Como en las niñas se da una mejor accesibili-
dad a la uretra y ésta es mucho más corta, enferman hasta cinco veces
más que los niños.
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Prevención y tratamiento osteopático 129

Identificar de manera correcta


En el lactante o en el niño pequeño: fiebre alta, a menudo abdomen hinchado, des-
composición y vómitos.
En niños algo mayores: micción dolorosa, necesidad frecuente de orinar, enuresis
nocturna.

Así procede el médico:


El médico reconoce la infección de las vías urinarias debido al gran nú-
mero de bacterias y leucocitos en la orina. Con ultrasonidos busca las
posibles malformaciones que incidan en la infección de las vías urina-
rias para tratarlas, en caso de necesidad, mediante una operación qui-
rúrgica. El médico procura que la infección no alcance o dañe a los ri-
ñones. Contra los agentes patógenos, receta antibióticos. También las
infecciones que vuelven a aparecer se tratan con antibióticos (profilaxis
de reinfección).

Así ayuda el osteópata:


En caso de una infección de las vías urinarias el osteópata descubre que
la mayoría de las veces hay tensiones en el área de la vejiga urinaria y en
todo el tracto urogenital, muy frecuentemente bastante antes de que la
inflamación se haga aguda. Si el osteópata encuentra en la exploración
tensiones en esta área, puede tratar de manera preventiva una posible in-
flamación de la vejiga. Por lo tanto, se debe consultar a un osteópata si se
observan en el niño dificultades al orinar. A menudo se evitan inflama-
ciones dolorosas y agudas.
Las afecciones de la vejiga urinaria tienen, a veces, también un origen
psíquico, pues la vejiga es un órgano que pertenece al propio “territorio”
del niño. Si a éste no le es posible conseguir un espacio propio, que es
una forma de expresar sus propios progresos, entonces suele presentar
esta enfermedad o muestra alteraciones como orinarse en la cama. El
conflicto psíquico se ha traspasado, de este modo, a la vejiga. Junto con
el tratamiento manual osteopático es necesario pedir consejo.
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130 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Lo que uno mismo puede hacer


Hay que suministrar mucha agua al niño (véase Infusiones para la vejiga
y los riñones, página 158) y proporcionarle calor en el abdomen y en los
pies.

Inflamación de los riñones (nefritis)


El riñón es el filtro más importante del cuerpo y es responsable de la eli-
minación de sustancias impuras, agua, sal y ácidos. A una inflamación
aguda de los riñones le sigue a menudo una infección, como una amig-
dalitis o la escarlatina. El cuerpo reacciona ante los agentes patógenos
(antígenos) con la formación de anticuerpos. Para ello se forman los lla-
mados complejos antígenos-anticuerpos, que se depositan en el sistema
de filtros de los riñones y provocan allí la inflamación. La mayoría de las
veces aparece en los niños a partir de los tres años.

Identificar de manera correcta


Los síntomas típicos son la fiebre, el mareo y el dolor de cabeza, orina oscura o con
sangre, dolores en el área de los riñones y párpados hinchados. Aparece a menu-
do después de una inflamación de garganta o después de la escarlatina.

Así procede el médico:


Una exploración sanguínea, a menudo también una prueba de análisis
de orina y un frotis de faringe, sirven al médico para probar la inflama-
ción de los riñones. Para el tratamiento receta altas dosis de penicilina,
que debe tomarse durante dos semanas, y si es necesario, descanso en ca-
ma. Mientras los riñones no hayan sufrido daños irreversibles, en la ma-
yoría de los casos la inflamación remite.

Así ayuda el osteópata:


Como en otras infecciones el osteópata no trata una inflamación de los
riñones en estado agudo, sino que trata de manera preventiva (véase In-
fecciones de las vías urinarias, página 128) o después de que haya desa-
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Prevención y tratamiento osteopático 131

Figura 33: Una nefritis


puede limitar los
movimientos propios
de los riñones. A través
de una suave palpación,
la osteópata puede
examinar los
movimientos
independientes
de los riñones.

parecido. Con sus manos palpa las alteraciones funcionales de los riño-
nes y las libera para que los órganos vuelvan a su movilidad original. Su
exploración no se limita sólo a los riñones, sino que encierra toda el área
urogenital y el hígado como órganos excretores.
Mientras que la inflamación aguda se trata por la medicina convencional
con penicilina, el osteópata examina también la función intestinal y el
sistema inmunológico. La penicilina en altas dosis destruye la flora in-
testinal y debilita en general las defensas del cuerpo.
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132 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Lo que uno mismo puede hacer


Proporcionar calor a la zona de los riñones y los pies del niño. También
ayudan las envolturas para los riñones. Para reducir los efectos secunda-
rios, se puede sustituir la penicilina por medios curativos homeopáticos.

La conducta

Así ayuda el osteópata en las alteraciones del comportamiento


Los conflictos, los problemas psíquicos, las situaciones de sobrecarga, depresivas
o de angustia dejan frecuentemente tras de sí huellas en la estructura del cuerpo.
Estos problemas provocan tensiones, por ejemplo dolor de estómago en casos de
angustia, o influyen en determinadas funciones, como por ejemplo en las de la ve-
jiga. En estos casos los osteópatas ayudan con tratamientos de acompañamiento.
Mientras que el médico o el psicoterapeuta se centran en el problema psíquico, el
osteópata trata las condiciones de la tensión y las alteraciones funcionales. Es de-
cir, practica una terapia de ámbito corporal sobre una alteración del comporta-
miento y ayuda a resolverla.
El principio psicosomático, sin embargo, sirve también a la inversa: así como la
psique deja huellas en el cuerpo, también el cuerpo influye a la mente con respec-
to al comportamiento. El osteópata “reconoce” en un niño con alteraciones de con-
ducta múltiples cambios funcionales y circunstancias de tensión. Éstas se alimen-
tan de la vitalidad del niño, porque el cuerpo tiene que utilizar su energía, a pesar
de estas alteraciones y tensiones, y funcionar correctamente. Como los niños re-
accionan de modo inconsciente y muestran un comportamiento alterado; unos ac-
túan continuamente en el campo de la disconformidad y se comportan agresiva-
mente; otros eligen el camino del mínimo esfuerzo. Todos estos niños reaccionan
con inseguridad y tardan más en expresarse.
Las causas de estas alteraciones funcionales del comportamiento en pocos casos
pueden buscarse en el embarazo. Así, por ejemplo, el hecho de orinarse en la ca-
ma se debe con relativa frecuencia a tensiones en el área del plexo nervioso que
controla la vejiga (Plexus sacralis), así como a alteraciones funcionales en el área
de este órgano.
Básicamente, el osteópata intenta solucionar las alteraciones funcionales para que
el cuerpo vuelva a funcionar. De esta manera el niño vuelve a encontrar un equili-
brio psicológico.
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Prevención y tratamiento osteopático 133

Comportamiento agresivo
La agresividad es uno de los modos de comportamiento más típicos y lla-
mativos. El crecimiento del propio cuerpo, los problemas psicosociales o
la desviación provocada por una constitución irregular son la mayoría de
las veces los ámbitos en los que hay que buscar las causas de un com-
portamiento alterado. Con la agresividad los niños expresan problemas
insuperables. En el niño pequeño se puede traducir en una expresión de
agresividad el conflicto que surge entre la autoafirmación y la necesidad
de ayuda; en el escolar, la agresividad indica la mayoría de las veces el
fracaso de un papel dentro de un ámbito social.

Identificar de manera correcta


En el niño pequeño: rebeldía, desobediencia, rechazo de la comida.
En el escolar: inclinación a las disputas y la violencia.

Así procede el médico:


El médico o el psicoterapeuta intentan descubrir mediante la conversa-
ción el problema o los problemas que son insuperables para el niño. Só-
lo así puede encontrar las causas y ayudarle a eliminarlas. Al mismo
tiempo, tienen que averiguar los llamados factores de protección para re-
forzar su influencia positiva. El trabajo en conjunto con los padres es
muy importante para el éxito del tratamiento.

Lo que uno mismo puede hacer


Con la agresividad los niños suelen alcanzar frecuentemente muchos de
sus objetivos particulares. Por eso debemos ser consecuentes y precisos
en su educación. Se les impondrán reglas y se les exigirá que las cumplan.

Orinarse (enuresis)
Se habla de este tema cuando, una vez cumplidos los cinco años, los ni-
ños se orinan varias veces a la semana en la cama o encima. O cuando,
después de haberse mantenido secos durante bastante tiempo, vuelven a
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134 Osteopatía: una ayuda para su hijo

vaciar su vejiga de manera incontrolada. Las causas de este comporta-


miento pueden estar condicionadas orgánicamente, relacionadas con un
control tardío sobre la vejiga o ser de naturaleza psicológica.

Identificar de una manera correcta


Frecuentemente micción nocturna en la cama, menos frecuente orinarse durante el
día (véase arriba).

Así procede el médico:


El médico explora al niño para poder descartar lesiones orgánicas, infec-
ciones de las vías urinarias o enfermedades como la diabetes. Posterior-
mente se actúa de forma psicoterapéutica frente a la enuresis. Se tienen
que descubrir y tratar las situaciones conflictivas o las decepciones por
las que el niño reacciona orinándose. Mientras que las depresiones ten-
gan su influencia en este comportamiento, el médico puede recetar anti-
depresivos. A un niño con unos siete años le pueden ayudar a evitar la
enuresis nocturna los aparatos despertadores eléctricos que suenan
cuando hay una pequeña pérdida de orina.

Lo que uno mismo puede hacer


Hay que evitar que el niño se sienta culpable o fracasado. A menudo ayu-
da, si tiene la suficiente edad o conocimiento, el mostrar al niño las con-
secuencias de mojar la cama (cambiar las sábanas). Se pueden señalar los
días libres de orina en la cama en un calendario de éxitos.

Tartamudeo
El tartamudeo se origina cuando la exigencia de decir algo y las posibili-
dades de expresarse no concuerdan. El miedo al fracaso, a la revelación
de secretos o a la deslealtad pueden provocar trastornos del lenguaje. El
tartamudeo se consolida cuando hay un trastorno funcional del sistema
nervioso central (véase Bajos rendimientos parciales, página 137) y se re-
fuerzan los miedos al fracaso del afectado mediante interrupciones, re-
peticiones, críticas o burlas. En los niños de preescolar, el tartamudeo es
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Prevención y tratamiento osteopático 135

una cosa muy normal y pasajera, ya que su capacidad de entender el len-


guaje se desarrolla más rápido que la del propio habla.

Identificar de manera correcta


Se interrumpe la fluidez del lenguaje. Se repiten los sonidos, letras, sílabas, partes
de la oración o de palabras, o bien salen de manera forzada sonidos acompañados
de gestos y mímica.

Así procede el médico:


El médico trata el tartamudeo cuando llega a la conclusión de que ya no
se trata de una situación pasajera, sino que se consolida y no mejora. En
un primer plano aconseja a los padres para que ayuden a eliminar en el
niño el temor al fracaso. La falta de seguridad en el habla la puede aliviar
un logopeda. Si fuera necesario, el médico recetará tranquilizantes y an-
tidepresivos.

Lo que uno mismo puede hacer


Se debe reducir la inhibición a hablar que exista en el niño. Para ello es
preciso escucharle y dejarle hablar libremente, hacer menos preguntas,
no forzarle a hablar, no interrumpirle y tomar en cuenta el tartamudeo.

Trastornos del sueño


La necesidad de dormir en los niños depende de la edad y es muy dife-
rente según cada individuo. Los niños no duermen de un tirón hasta los
seis años, aproximadamente; antes es normal que se despierten varias ve-
ces por la noche. Pero cuando duermen a menudo intranquilos o per-
manecen despiertos, se habla de trastornos del sueño. Desde el punto de
vista de la medicina convencional, las causas son en escasas ocasiones de
naturaleza orgánica. La mayoría de las veces expresan problemas, situa-
ciones conflictivas, experiencias inmaduras o circunstancias depresivas
en el sistema nervioso vegetativo y afectan al niño en su sueño normal.
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136 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Figura 34: Las tensiones


en el área del cráneo
pueden llevar a
trastornos en el
comportamiento, como
son las disfunciones del
sueño. Aquí la osteópata
trata la base craneal para
aliviar las tensiones.

Identificar de manera correcta


Frecuentemente el niño no puede dormir, tiene un sueño intranquilo, se despierta
asustado y con pesadillas.

Así procede el médico:


Los trastornos del sueño apenas son tratados médicamente mientras no
tengan una causa orgánica o depresiva. Sólo en casos excepcionales el mé-
dico recomienda somníferos suaves o un tratamiento psicoterapéutico.
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 137

Prevención y tratamiento osteopático 137

Lo que uno mismo puede hacer


Una conversación cada noche con el niño le va a ayudar a asimilar las
experiencias del día antes de dormirse. Una infusión también
tranquiliza.

Bajos rendimientos parciales


(disfunción cerebral mínima)
Los trastornos cerebrales del sistema nervioso central pueden tener toda
una serie de diferentes repercusiones sobre la atención, percepción, el
control de la actividad, el aprendizaje, la motricidad y la coordinación de
los órganos sensoriales. La mayoría de las veces los síntomas no son per-
ceptibles y, mientras permanezcan ocultos y sin tratamiento, tienen un
efecto pernicioso en el desarrollo del niño. Las causas de los trastornos
funcionales pueden haberse heredado mediante daños durante el emba-
razo o el parto, o ser consecuencia de la falta de experiencias. Los rendi-
mientos bajos parciales típicos son por ejemplo dificultades en la escri-
tura o en la lectura (legastenia) y dificultades en el cálculo (discálculo,
aritmastenia).

Identificar de manera correcta


Puede depender de que exista un efectivo escaso rendimiento parcial muy dife-
renciado. Aquí la mayoría de las veces sólo sirve la intuición y la comparación con
otros niños de su edad.

Así procede el médico:


A menudo, el médico (neurólogo, psicólogo) puede diagnosticar exacta-
mente con diferentes métodos (por ejemplo, electroencefalograma =
EEG) y tests los bajos rendimientos parciales existentes. La mayoría de
los bajos rendimientos parciales se pueden tratar positivamente por pro-
cedimientos pedagógicos o psicoterapéuticos en el ámbito extraescolar o
en tratamientos complementarios al colegio. Es fundamental el trabajo
conjunto de padres, terapeutas y profesores.
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 138

138 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Así ayuda el osteópata:


Rendimientos específicos, como por ejemplo el cálculo, la escritura y la
lectura, tienen sus centros en el cerebro, desde donde son dirigidos.
Cuando los huesos craneales y las membranas que rodean estos centros
están dañados en su función, puede llegarse a un desarrollo más lento o
limitado de los centros, puesto que también su movilidad está limitada, y
mostrarse como bajos rendimientos parciales.
Los rendimientos parciales con estas causas se pueden tratar muy bien de
manera osteopática. El osteópata puede solucionar estas disfunciones y con
ello posibilita el desarrollo normal de los centros afectados. Los bajos ren-
dimientos parciales se pueden reducir o pueden desaparecer totalmente.

IMPORTANTE
Los bajos rendimientos parciales pueden conducir a inseguridad y dudas. Hay que
procurar al niño la seguridad que necesita. Deben buscarse los consejos del tera-
peuta.

Hiperactividad (ADHD)
Falta de atención por hiperactividad
Los niños hiperactivos se muestran desmedidamente impulsivos y tie-
nen grandes dificultades para controlarse. Su comportamiento les con-
duce rápidamente a la marginación. Los médicos suponen la causa la fal-
ta de atención por hiperactividad en un trastorno en el metabolismo del
cerebro, el cual carece de la suficiente dopamina. La hiperactividad afec-
ta a un doce por ciento de los niños, casi sólo afecta a los chicos y pare-
ce ser hereditaria.

Identificar de manera correcta


Falta de atención, irritabilidad, incapacidad para permanecer sentado, ensoñacio-
nes a lo largo del día, hablar continuamente, falta de memoria, agresividad.

Así procede el médico:


La hiperactividad se trata bien y con relativo éxito ciertos medicamentos.
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Prevención y tratamiento osteopático 139

Figura 35: La
hiperactividad se muestra
a través de muchos
trastornos funcionales y
diferentes circunstancias
de tensión. Aquí la
osteópata trata las
aponeurosis del tronco
superior con el cuello y
la cabeza.

ternativamente a los medios terapéuticos, la hiperactividad puede ser


tratada incidiendo en la tarea de inculcar al niño, paso a paso, la necesi-
dad de controlar mejor su conducta, de manera que aprenda a pensar an-
tes de actuar.
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 140

140 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Así ayuda el osteópata:


El osteópata “reconoce” a los niños hiperactivos de acuerdo con múlti-
ples disfunciones y/o circunstancias de tensión generalizadas en el orga-
nismo; contra las cuales el cuerpo trabaja continuamente. Este trabajo
constante se expresa hacia el exterior y se muestra a través de un com-
portamiento hiperactivo.
Cuando el osteópata soluciona cada uno de los trastornos funcionales y
las circunstancias de tensión, se disminuye el “gasto de trabajo” del cuer-
po contra sí mismo. El organismo puede volver mejor y más rápido a la
tranquilidad. El osteópata consigue en casos de hiperactividad buenos
resultados de tratamiento.

Lo que uno mismo puede hacer


Debemos ser precisos en el planteamiento de unas sencillas reglas de
educación. Debe existir un determinado tiempo diario durante el cual
nos podamos dedicar totalmente al niño. No hay que oponerse cuando
nuestro hijo “ponga en marcha” alguna idea y hay que premiarle siempre
que supere con éxito alguna situación.
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Prevención y tratamiento osteopático 141

Enfermedades infantiles clásicas

Así ayuda el osteópata en las enfermedades infantiles


Las enfermedades infantiles como la poliomielitis, la difteria, el sarampión, las pa-
peras, la rubéola, la escarlatina y la varicela son enfermedades infecciosas que, de-
pendiendo de diversos agentes patógenos, afectan a diferentes órganos e influyen
en sus funciones.
Desde la visión de la medicina convencional, las enfermedades infantiles se tratan
por regla general mediante vacunas. Desde el punto de vista osteopático, y siem-
pre que se dé la circunstancia de que el niño esté perfectamente sano, no son
aconsejables las vacunaciones. Para contar con una salud plena hay que tener en
cuenta una alimentación equilibrada, una reacción normal ante, por ejemplo, el ca-
so de resfriados, un crecimiento saludable y la carencia de trastornos funcionales.
Por último, el osteópata puede hacer un reconocimiento. Si el niño está completa-
mente sano, entonces su organismo es lo suficientemente fuerte como para supe-
rar sin consecuencias gran número de enfermedades infantiles. Si el niño, por el
contrario, enfermara a menudo, se hace aconsejable una vacunación. Sin embar-
go, el niño tiene que estar en la situación de soportar el efecto de la vacuna, ya
que, a fin de cuentas, se le inyectan agentes patógenos debilitados, lo que repre-
senta una carga para el organismo.
El osteópata puede examinar primero las posibles repercusiones de una vacuna. Así,
por ejemplo, para una vacunación contra las paperas (parotiditis) el osteópata exa-
mina entre otros el páncreas y las glándulas parótidas, así como todos los tejidos
que se han originado a partir de la hoja blastodérmica interior, puesto que es ahí
donde se establece el causante de las paperas. Para una vacunación contra la tos fe-
rina se controla principalmente la tráquea, la garganta y los pulmones. En el caso de
la vacunación contra la parálisis infantil, se examina sobre todo la médula espinal y
las meninges; contra la difteria, sobre todo el intestino delgado, y contra la rubéo-
la, las amígdalas y el bazo. Si se descubren trastornos funcionales, el osteópata
procede a su tratamiento con el fin de que los correspondientes órganos funcionen
correctamente y resistan mejor los agentes patógenos causantes de la infección.
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142 Osteopatía: una ayuda para su hijo

El aparato locomotor
Las afecciones ortopédicas frecuentemente no tienen sus causas en el
sistema óseomuscular, sino en las áreas responsables del manteni-
miento vital. Si su función está amenazada, el cuerpo las compensa
con sistemas “menos importantes”, como es el de los músculos y
huesos.

Displasia de cadera, luxación


de la articulación de la cadera
A veces no se ha formado del todo la cavidad cotiloidea, que está plana y
no puede sujetar bien la cabeza del hueso del fémur (displasia de cade-
ra). La cabeza se desliza ligeramente fuera de la cavidad cotiloidea (luxa-
ción de la articulación de la cadera). Las displasias de cadera son congé-
nitas y aparecen hasta en un 4% de los recién nacidos. La mayoría se co-
rrigen por sí mismas, pero, en caso contrario, acarrean daños en la arti-
culación y acortamientos musculares.

Identificar de manera correcta


Las piernas están limitadas en la abducción diferenciadamente (limitación de la ab-
ducción de los muslos); a menudo a simple vista o mediante el tacto se puede des-
cubrir un salto brusco en la articulación de la cadera.

Así procede el médico:


El médico prescribe el llamado “pantalón separador”, que sostiene el fé-
mur en su posición correcta para que la cavidad cotiloidea pueda for-
marse libre de carga. Se corrige la luxación y se mantiene en reposo me-
diante vendajes y escayolas. Las operaciones en casos de un tratamiento
prematuro suelen hacerse necesarias en muy pocas ocasiones.

Así ayuda el osteópata:


Una posible causa de un defecto del anillo pelviano y las luxaciones que
se deduzcan de ello pueden ser las anomalías de presentación, o por lo
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Prevención y tratamiento osteopático 143

Figura 36: En caso de una displasia de cadera, la osteópata examina la rotación de la


misma.

menos determinadas posiciones del embrión en el útero de la madre. De


ello se desprende que muchos niños que llegan al mundo en una pre-
sentación de nalgas sufran de displasia. Las diferentes posturas afectan al
desarrollo de la cadera.
El osteópata puede advertir esta alteración del tejido e intentar tratarla
para influir positivamente en el consiguiente desarrollo de la cadera.
¡Los pantalones para la abducción no son recomendables desde el punto
de vista de la osteopatía!

Deformidades del pie


Cuando la posición o la forma del pie muestran alteraciones se habla de
una deformidad en el pie. La mayoría de las veces es hereditaria (pie con-
trahecho), pero puede originarse también por posturas defectuosas, co-
mo pueda ser una constante postura lateral o boca abajo en el lactante, o
causada por enfermedades como la artritis.
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144 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Identificar de manera correcta


El pie no apoya ni se mueve de forma normal. A menudo no se ve la deformidad.
(Atención: de todos modos se debe tener en cuenta que, fisiológicamente, todos
los niños tienen los pies planos hasta el tercer año de vida.)

Así procede el médico:


El médico trata las deformidades del pie según el tipo y la gravedad. A
menudo sirve la llamada redresión manual, es decir, una corrección de la
mala postura, que se realiza manualmente bien por el médico o bien por
los padres. Si es necesario se incluyen escayolas, tablillas de soporte o
plantillas. A veces también puede requerirse una operación en los liga-
mentos, tendones, cápsulas y huesos. La gimnasia de pies y dedos afian-
za la corrección.

Así ayuda el osteópata:


Desde el punto de vista osteópatico no basta sólo con tratar la deformi-
dad del pie, ya que ésta es sólo la expresión de un trastorno que tiene su
origen en algún lugar todavía no localizado. Así, por ejemplo, las malas
posturas o las tensiones de las aponeurosis pueden llevar a deformidades
en los pies (véase, seguidamente Nuestro consejo). El osteópata busca las
causas de estos trastornos para tratarlos mientras sea posible. Así posibi-
lita que la deformidad se pueda corregir mejor. En casos de deformidades
graves del pie o después de las operaciones quirúrgicas, el osteópata pue-
de trabajar también de manera sintomática con el fin de disminuir la
“tensión” que se da en el pie y en todo el cuerpo.

Lo que uno mismo puede hacer


Si el médico ha prescrito gimnasia para hacer en casa, es muy importan-
te que el niño realice los ejercicios con regularidad.
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Prevención y tratamiento osteopático 145

Nuestro consejo
¡Examinemos el efecto que tienen las aponeurosis en nuestro propio pie! En posi-
ción de pie y descalzo, cerremos los ojos y respiremos profunda y regularmente,
concentrándonos en nuestros pies. Pronto observaremos cómo el arco del pie ba-
ja al inspirar y sube al espirar. Aunque los pies y el pulmón no estén relacionados
entre sí, la respiración se hace notar en éstos.
La transferencia se produce por medio de la aponeurosis (la envoltura del tejido
conjuntivo). Recogemos los movimientos del pulmón y del diafragma al respirar,
los transferimos bajo tensión y se vuelven a distender, “tirando” de este modo del
arco del pie.

Rotación interior de las piernas


En los niños pequeños se ve muy a menudo una posición de las piernas
giradas hacia dentro (en antetorsión). Esta rotación hacia dentro desapa-

Figura 37: Una exploración


osteopática empieza de pie. La
osteópata busca las anormalidades
en la postura del niño.
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146 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Figura 38: Las causas de una rotación interior de las piernas pueden “encontrarse” en
todo el cuerpo. Por eso, la osteópata busca siempre en todo el organismo, aquí en el
área del abdomen.

Figura 39: Una rotación interior se transmite casi siempre a través de la aponeurosis.
En la foto vemos un tratamiento de aponeurosis de la pierna derecha en la posición de
decúbito supino.
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Prevención y tratamiento osteopático 147

Figura 40: Para aliviar la tracción de las aponeurosis, se tiene que compensar
manualmente la función de la pelvis.

rece la mayoría de las veces con los estirones de crecimiento entre los seis
y ocho años. A veces, sin embargo, la rotación interior permanece. Como
toda mala postura, la rotación interior de las piernas conduce a esfuerzos
unilaterales o parciales de las articulaciones afectadas. Si no se trata, se
originan trastornos de las articulaciones y en la postura.

Identificar de manera correcta


Al andar se ve claramente una posición de las piernas giradas hacia dentro, las ar-
ticulaciones apuntan hacia dentro. A veces también se da el llamado tropiezo de
rodillas.

Así procede el médico:


El médico corrige una rotación interna continua con medios ortopédicos
(por ejemplo, plantillas y tablillas de sujeción). También ayudan los ejer-
cicios gimnásticos.
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148 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Así ayuda el osteópata:


Desde el punto de vista osteopático la rotación interna de las piernas es
una expresión visible de un trastorno funcional que tiene su causa en
otros sitios del cuerpo. Así, por ejemplo, se descubre que a menudo en el
caso de tener unas piernas de rotación interna existen tensiones en el
área del abdomen. Por medio de las aponeurosis unidas entre ellas, estas
tensiones se transfieren a la estructura de las piernas y “tiran” hacia den-
tro de las piernas. Cuando un osteópata trata una rotación interior, pri-
mero busca el trastorno funcional que lo ha desencadenado y su causa,
para poder tratarlos con la máxima eficacia. Según cual sea la causa, uti-
liza para ello diferentes técnicas.
Las situaciones psíquicas, como una reserva exagerada, también pueden
mostrarse en la postura del cuerpo. El cuerpo “se cierra” y se gira hacia
el interior. En el área de las piernas esto puede conducir a una rotación
hacia dentro.

Lo que uno mismo puede hacer


Es importante para un avance en el tratamiento la práctica regular de los
ejercicios prescritos. Debemos ayudar al niño en estos casos.

Piernas en O y en X
Durante el crecimiento los ejes de las piernas se alteran. Los lactantes
presentan, según su postura en la matriz de la madre, piernas en O. Con
la postura erecta éstas desaparecen a partir del cuarto año, y se convier-
ten en piernas en X. Antes de la pubertad las piernas se suelen volver rec-
tas, el muslo y la tibia se colocan alineados. Si las piernas permanecen en
X y en O tienen que ser examinadas y tratadas para evitar trastornos pos-
turales y de las articulaciones.

Identificar de manera correcta


Una claramente visible conformación de las piernas en O (curvadas hacia fuera) o
en X (rodillas juntas) a partir del sexto año.
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Prevención y tratamiento osteopático 149

Así procede el médico:


Las piernas en O pueden indicar raquitismo (falta de vitamina D); las
piernas en X, una baja tensión de la musculatura (hipotonía). También
las lesiones en la zona de la rodilla pueden provocar piernas en O o en X.
Mientras que el médico puede verificar esto, observa la evolución. Sólo
interviene por medio de procesos estáticos en las piernas en O o en X co-
rrigiendo la mayoría las veces la alteración con tablillas de sujeción o
plantillas.

Así ayuda el osteópata:


El osteópata examina la forma estática del niño en su totalidad. Quiere
encontrar por qué el cuerpo necesita las piernas en X o en O para fun-
cionar mejor. Desde su punto de vista, todo el organismo está interrela-
cionado mediante tracciones de las aponeurosis. Si en cualquier sitio
aparece un aumento de tensión en éstas, dicha tensión puede transferir-
se a todo el cuerpo y encontrar en la zona de la articulación de la rodilla
sus posibilidades compensatorias. Para ello, el cuerpo elige siempre la
zona de compensación que esté menos cargada. A menudo una mala po-
sición de la pelvis, así como trastornos funcionales del tracto intestinal o
en el abdomen, conducen a alteraciones en los ejes de las piernas de uno
o ambos lados. Teóricamente el trastorno funcional que las provoca pue-
de estar en cualquier punto del cuerpo. El osteópata busca este trastorno
funcional y sus causas, para tratar ambos.

Cifosis (espalda curvada)


Cuando la columna vertebral está considerablemente y desde hace tiempo
curvada hacia delante, se habla de una cifosis. Desde el punto de vista de
la medicina convencional, determinadas enfermedades (paresia cerebral
infantil, parálisis infantil, raquitismo), una debilitación o alteración de
cualquiera de las vértebras pueden provocar una cifosis (Scheuermann).
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150 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Identificar de manera correcta


La columna vertebral está curvada hacia delante en el área del pecho y no es posi-
ble conseguir una “remisión de la curvatura”.

Así procede el médico:


El médico examina si la curvatura de la columna vertebral se puede so-
lucionar por sí misma o mediante ejercicios deportivos (postura defec-
tuosa) o si la deformación ha quedado consolidada (forma defectuosa).
Gracias a los rayos X se pueden descubrir las posibles alteraciones de las
vértebras. La cifosis se trata dependiendo de las causas que la provocan.
Para el tratamiento de una cifosis leve es suficiente con hacer gimnasia;
en casos más graves se lleva circunstancialmente un corsé. Las operacio-
nes se efectúan en pocas ocasiones.

Así ayuda el osteópata:


El osteópata busca primero las causas de la cifosis. Para él no es ni mu-
cho menos tan importante la posición de la columna vertebral como su
impecable funcionamiento. Junto con las causas que el médico busca, el
osteópata observa y examina la forma estática del niño en la zona visce-
ral, es decir, el área abdominal y pectoral. Ahí encuentra a menudo
–condicionado por ejemplo por una alimentación habitual consistente
en comida basura (fast food), sustancias perniciosas u otras– trastornos
funcionales en el tracto intestinal, que se pueden mostrar como una
pérdida de la tensión. La relación con la columna vertebral la represen-
ta el hígado. Este órgano, relativamente pesado, está sujeto mediante li-
gamentos a la columna vertebral y al cinturón humeral, y normalmente
se apoya en el intestino. Si el intestino tiene demasiado poca tensión, al
hígado le falta esa sujeción, por lo que cuelga de sus ligamentos y entra
en tracción. Para que pueda seguir funcionando sin ningún problema,
el cuerpo se inclina hacia delante. Así, el hígado obtiene otra vez su apo-
yo. Lo que empieza como una simple compensación, puede llevar a lar-
go plazo a un verdadero trastorno funcional de la columna vertebral y a
posteriores malformaciones. También la creciente tensión de los liga-
mentos del corazón o un trastorno funcional de los pulmones pueden
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Prevención y tratamiento osteopático 151

Figura 41: Para notar las


causas de la cifosis, la
osteópata examina con
sus manos la función de
la columna vertebral.

provocar una cifosis. Estos trastornos funcionales los puede solucionar


el osteópata.
Si la cifosis ya ha provocado la malformación, el osteópata ayuda a com-
pensar el cuerpo lo mejor posible.

Lo que uno mismo puede hacer


El niño debería practicar suficiente deporte, ya que la mayoría de los de-
portes refuerzan la musculatura y exigen coordinación. Así se evitan las
posturas defectuosas que se consolidan más tarde. (Desde el punto de
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152 Osteopatía: una ayuda para su hijo

vista osteopático, el deporte exige la movilidad de cada uno de los órga-


nos y de todo el cuerpo; el refuerzo de la musculatura ocupa un lugar se-
cundario.)

Escoliosis
La escoliosis indica una desviación lateral de la columna vertebral. La de-
bilidad muscular, determinadas enfermedades o las alteraciones de las
vértebras pueden ser los causantes de una escoliosis. Pero en un 85% de
todos los casos las causas de una escoliosis son desconocidas. Las deno-
minadas escoliosis idiopáticas aparecen cuatro veces más en las chicas
que en los chicos.

Identificar de manera correcta


La columna vertebral se muestra inclinada hacia un lado, en caso de una fuerte
desviación, existe un leve abombamiento en la zona lumbar y encima una “giba en
las costillas” que transcurre transversalmente.

Así procede el médico:


Mientras no se descubran las causas, el médico trata la escoliosis según
cual sea el grado de desviación. Las desviaciones leves se examinan con
regularidad. A partir de unos 10 grados suele prescribirse un tratamiento
gimnástico. Las desviaciones más graves pueden tratarse con un corsé o,
en caso de necesidad, mediante una intervención quirúrgica.

Así ayuda el osteópata:


Al igual que en la cifosis, el osteópata busca las causas de la escoliosis.
Para ello se sitúan en un plano principal las aponeurosis que, de modo
parecido a las cuerdas que sujetan el mástil del velero, están unidas a la
columna vertebral. Si predomina una tracción desde un lado, el mástil se
tuerce hacia ese lado, mientras que la columna vertebral, con capacidad
de movimiento, equilibra esta tracción mediante una desviación contra-
ria. Entonces la columna vertebral toma la forma típica de la escoliosis.
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Prevención y tratamiento osteopático 153

Figura 42: Tratamiento


preventivo: Una tracción
de las aponeurosis se
puede advertir ya notar
en la edad lactante,
mucho antes de que
aparezca la escoliosis. Si
se soluciona, se evita la
escoliosis.

Un causante de la escoliosis podría ser por ejemplo una posición prefija-


da o alterada del riñón, así como tensiones en el diafragma, grandes ci-
catrices de operaciones, una posición defectuosa de la pelvis o piernas de
diferente longitud. También pueden provocar una escoliosis las limita-
ciones de movimiento en el área del hueso esfenoides en el cráneo, las
cuales ponen en tensión las meninges que pasan por el canal de la co-
lumna vertebral.
Mientras la escoliosis no se haya consolidado, el osteópata puede evitar
con su tratamiento una malformación. Si ya ha aparecido una malforma-
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154 Osteopatía: una ayuda para su hijo

ción escoliótica, intenta mantener su movilidad para que no provoque


dolores.

Lo que uno mismo puede hacer


También sirve para la escoliosis leve: El niño debería practicar suficiente
deporte, para así reforzar la musculatura (véase también Cifosis, página
149).

Bloqueo de la cabeza del radio


El hueso del antebrazo que transcurre por el lado del pulgar, el radio, de-
semboca con su cabeza en la articulación del codo y allí es sujetado me-
diante ligamentos. En un niño de hasta cuatro o cinco años la cabeza del
radio, que aún no está completamente formada, puede dislocarse con re-
lativa frecuencia, por ejemplo cuando al jugar se tira de la mano hacia
arriba. El radio se bloquea detrás del segundo hueso del antebrazo. El
nervio radial afectado por esto paraliza el brazo.

Identificar de manera correcta


El niño tiene dolores. El brazo cuelga flexionado con las palmas de la mano hacia
dentro y no puede moverse.

Así procede el médico:


Mediante un rápido giro hacia fuera y la flexión del antebrazo, el médi-
co puede colocar otra vez la cabeza del radio.

Así ayuda el osteópata:


El osteópata trata la luxación de la cabeza del radio del mismo modo.

Lo que uno mismo puede hacer


Prevenga y evite tirar de las manos del niño desde la espalda hacia arriba.
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Prevención y tratamiento osteopático 155

Fracturas de huesos
Los huesos se pueden fracturar debido a una influencia violenta, por
ejemplo con caídas o accidentes.

Identificar de manera correcta


Según el tipo de fractura, un fuerte dolor local, hinchazón, incapacidad de movi-
miento, casi siempre postura incorrecta de la zona afectada.

Así procede el médico:


El médico se cerciora de la fractura a través de la toma de rayos X. Si fue-
ra necesario, se anestesia y luego se inmoviliza la fractura con una esca-
yola hasta la curación. Determinadas fracturas (casi siempre en huesos
largos) tienen que intervenirse quirúrgicamente e inmovilizarse con cla-
vos y placas.

Así ayuda el osteópata:


Una fractura frena la continuidad del hueso y trastorna su crecimiento.
La fractura origina un daño en la estructura del hueso, frena su función
e influye en las estructuras de los tejidos circundantes. Después de la cu-
ración de la fractura, el osteópata intenta recuperar la continuidad del
hueso. Devuelve a las aponeurosis circundantes su movilidad interrum-
pida por la fractura y resuelve el trastorno funcional del hueso.
No todas las fracturas deben tener un tratamiento osteopático posterior.
En caso de problemas en serie, como hinchazones debido a una conges-
tión venosa y/o linfática, es conveniente que el osteópata haga un exa-
men.

IMPORTANTE
Las fracturas son siempre de incumbencia del médico.
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Apéndice de consultas
Lo que uno mismo puede hacer

Inhalación
(Sinusitis, página 71)
Echar dos cucharadas soperas de flores de manzanilla en un recipiente
con un litro de agua hirviendo. Dejar en reposo de dos a tres minutos.
Para hacer las inhalaciones, debe colocarse una toalla que cubra el reci-
piente y la cabeza del niño. Al principio hay que mantenerle alejado de
los vapores ardientes. ¡Vigile al niño en todo momento cuando esté in-
halando!

Solución de glucosa y electrolitos


(según la OMS, Organización Mundial de la Salud)
(Vómitos, página 89; Diarrea, página 92; Catarro gastrointestinal, página
94)
En un cuarto de litro de agua hervida echar una cucharadita de sal, una
de levadura, una taza de zumo de naranja (o dos plátanos machacados)
y cuatro cucharadas de azúcar de caña. Administrar, según la edad y las
ganas de beber, hasta tres tazas diarias.

Enema de infusión de manzanilla


(Convulsiones febriles, página 123)
Echar una cucharada de flores de manzanilla en un litro de agua calien-
te y dejar reposar durante unos diez minutos. Luego hay que colarlo, de-
jarlo enfriar hasta alcanzar la temperatura ambiente, y verterlo en un irri-
gador de goma. Lubricar la punta e introducir, con cuidado, el enema en
el ano y luego vaciar lentamente. En caso de necesidad, repetir hasta cua-
tro veces por semana.
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158 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Lavado de las fosas nasales


(Sinusitis, página 71)
Disolver dos cucharaditas de sal en un cuarto de litro de agua caliente.
Echar la solución en una taza grande y aspirar fuertemente por cada ori-
ficio nasal. Así llega hasta la faringe, lo que permite que ésta se enjuague
antes de la expulsión del líquido. (Alternativa para los niños pequeños:
aerosoles para la nariz, que se venden en la farmacia, con sal marina, sin
conservantes ni gas.)

Infusiones para la vejiga y los riñones


(Infecciones de las vías urinarias, página 128)
Dos cucharaditas de hojas de equiseto (cola de caballo) por taza. Dejar
reposar en agua caliente durante media hora y luego colar. Son también
muy adecuadas las hojas machacadas de gayuba (uva de oso, uva ursi,
uvaduz): una cucharadita por cuarto de litro de agua caliente. Suminis-
trar hasta tres tazas al día.

Compresa para los riñones (saquitos de flor de heno)


(Inflamación de los riñones (nefritis), página 130)
Llenar con flores de heno unos saquitos de lino de unos cinco centímetros
de altura o colocar el heno en el centro de un pañuelo, cuyas esquinas se
doblen, de manera que se obtenga un paquetito. Empapar el paquetito
con agua caliente, dejar reposar durante 15 minutos y escurrirlo. Luego
meterlo en un trapo de lino, colocándolo en la zona afectada, y ponerle un
paño de lana encima. Dejar así durante el tiempo que persista el calor en
los saquitos. ¡Cuidado con la flor de heno, pues destiñe!

Compresas o envolturas de requesón


(Bronquitis aguda, página 80)
Untar un trozo de requesón frío del grueso de un dedo en un trapo de li-
no. Enrollar la parte untada alrededor del cuello y cubrir la compresa con
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 159

Apéndice de consultas 159

un trapo seco y una bufanda gruesa. Quitar la compresa en cuanto se se-


que el requesón. Lavar el cuello con agua templada y secar cuidadosa-
mente. Repetir la operación hasta tres veces al día.

Compresas de pantorrilla (compresas de vinagre)


(Convulsiones febriles, página 123)
Echar un poco de vinagre en agua fría. Empapar dos toallas en ella y es-
currirlas cuidadosamente. Enrollar las compresas fuertemente alrededor
de cada pantorrilla y envolver por encima con toallas. Dejar en reposo du-
rante 15 minutos, luego retirar las compresas, lavar las piernas con agua
templada y secar bien. En caso de necesidad, repetir después de una hora.

Compresas de cebolla
(Inflamación del oído medio (otitis), página 69)
Picar finamente una o dos cebollas. Echar los trocitos en un pañuelo, do-
blarlo y colocar la compresa sobre el oído afectado. Sujetar la compresa
con una bufanda o con una venda de gasa.

Cómo encontrar un osteópata cualificado


La Osteopatía se practica por médicos, practicantes paramédicos y fisio-
terapeutas. No es una profesión autónoma y controlada legalmente, como
ocurre en los EE UU y en Inglaterra. Por eso, teóricamente, cualquiera
que haya asistido a un curso de fin de semana de medicina osteopática
puede llamarse osteópata. Sin embargo, la Osteopatía no es una ciencia
para curar que se aprenda rápidamente y con sencillez. Su gran efectivi-
dad exige unos conocimientos anatómicos y fisiológicos exactos, unas
manos sensibles y una gran responsabilidad. Por eso debemos tener muy
en cuenta que el osteópata que trate a nuestro hijo posea una formación
de muchos años, cualificada y reconocida. Para encontrar un osteópata es
recomendable dirigirse al registro de osteópatas de España.
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160 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Registro de Osteópatas de España


c/ Diputación, 273, 1° 2ª
08007 Barcelona

Los osteópatas que han terminado una formación poseen el título D.O.
M.R.O. (Diplomado en Osteopatía, Miembro del Registro de Osteópa-
tas). Este título está protegido por la ley y garantiza una formación reco-
nocida y cualificada.
Desde el punto de vista legislativo sólo pueden practicar la Osteopatía
médicos y –con algunas limitaciones– practicantes paramédicos. Los fi-
sioterapeutas necesitan para la práctica de esta actividad indicación y
prescripción médica.
Básicamente cualquier osteópata cualificado puede tratar a niños. Sin
embargo, existen osteópatas especializados en el tratamiento infantil. En
caso de duda, pregunte a su osteópata sobre su experiencia con niños.
Dado el caso nos recomendará a algún colega.

Tratamiento osteopático
Mientras no haya que tratar enfermedades graves ni crónicas, la expe-
riencia dicta que unas seis sesiones son suficientes para conseguir al-
gún éxito en el tratamiento. La duración de cada sesión depende del
paciente y de su dolencia. Por lo general, va desde los cuarenta y cinco
minutos hasta una hora. Los precios del tratamiento oscila entre 60 o
75 euros. La mayoría de los seguros no se hacen cargo de los servicios
osteopáticos. Consulte esto previamente con su aseguradora médica.
01 Osteopatía pp. 001-169 26/5/03 11:12 Página 161

Bibliografía recomendada 161

Bibliografía recomendada

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con suaves masajes). TRIAS, Stuttgart 1998.
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de Jong, Th. / Köster, M.: Ist mein Kind denn zu verwöhnt?(¿Está mimado mi hijo?).
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Frenkel, X.: Spielerisch lernen 2: So entdeckt Ihr Kleinkind die Welt (Aprender ju-
gando nº 2: Así descubre el mundo tu bebé). TRIAS, Stuttgart 1999.
Götz, S.: Spielerisch lernen 4: So begleiten Sie Ihr Kind durch die Grundschule
(Aprender jugando nº 4: Cómo acompañar a tu hijo durante la escuela prima-
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Hermann-Röttgen, M.: Unser Kind spricht nicht richtig (Nuestro hijo no habla co-
rrectamente). TRIAS, Stuttgart 1997.
Hook, G. / Brax, L.: Gesunde Babys. Das erste Lebensjahr: Mögliche Krankenheiten
und ihre Symptome. Richtig reagieren in Notfallsituationen (Bebés sanos. El pri-
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162 Osteopatía: una ayuda para su hijo

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Seiler, Th.: Erste Hilfe bei Babys und Kindern. Wie Sie im Notfall schnell und richtig
reagieren (Primeros auxilios para bebés y niños. Cómo actuar rápida y correcta-
mente ante casos de urgencia). TRIAS, Stuttgart 1998.
Sonntag, K.: Spielerisch lernen 1: Wie Sie Ihr Baby liebevoll fördern (Aprender ju-
gando nº 1: Cómo estimular cariñosamente a tu hijo). TRIAS, Stuttgart 1999.
Weber-Multhaupt, C.: So hilft mir die Chirotherapie (Así ayuda la Quiroterapia).
TRIAS, Stuttgart 1998.
Zukunft-Huber, B.: Die ungestörte Entwicklung Ihres Babys (Desarrollo sin interfe-
rencias de tu bebé). TRIAS, Stuttgart 1998.
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Índice alfabético 163

Índice alfabético

A
Abertura occipital 79
Aborto 37
Acupuntura 33
Adherencias 75
Afección osteopática 23
Afecciones de la vejiga urinaria 129
Alergénicos 84
Alergia a la leche de vaca 94
Alimentación sana 23, 38
Alteraciones de comportamiento 132
Alteraciones del ritmo cardíaco 127
Alumbramiento 40
Anatomía 30
Anomalías de presentación 142
Antibióticos 47
Aparato digestivo 36
Aparato locomotor 78
Aponeurosis (fascias) 21
Articulación inflamada 121
Ataque epiléptico 122

B
Boca (u hocico) de lobo
– queilognatopalatosquisis 62
Bronquios 81

C
Cabeza del radio 154
Calostro 42
Capacidad disminuida 110
Capacidades adquiridas 52
Cartilla de reconocimiento infantil 44
Catarro bronquial 79
Cavidad nasofaríngea 69
Celiaquía 92
Centro de la vitalidad 82
Centro del vómito 100
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164 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Cierre de las fontanelas 61


Colon sigmoides 92
Columna vertebral, zona cervical 63
Compensación 21
Complejo antígeno-anticuerpo 130
Complicaciones 47
Compresiones 100
Concepto del tratamiento 30
Conflictos 132
Conformación de las piernas 148
Congestión linfática 155
Congestión venosa 155
Crecimiento 46
Cristales de glucosa sanguínea 110
Crup falso 86
Cuello 63

D
Deformidades craneales 65
Depresiones 134
Desarrollo del lenguaje 48
Desarrollo embrional 25
Desarrollo emocional 50
Desarrollo sensomotor 50
Diafragma 76
Diarrea 92
Dieta de rotación 114
Dificultades en el cálculo 137
Dificultades en la lectura y escritura 137
Difteria laríngea 86
Disnea 83
Disputa 133
Dolores abdominales 101, 105, 107, 108
Dolores de cabeza, intensos 78
Dolores de espalda 38
Dolores en la región umbilical 96
Dopamina 138
Duodeno 118

E
Educación 49
Embarazo 39
Embrión 37
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Índice alfabético 165

Enfermedad 24
Enfermedades, psíquicas 32
Entumecimiento de la nuca 78
Entumecimiento matutino 120
Eructos 89
Erupción supurante 114
Escarificación 114
Escolar 48
Escoliosis idiopática 152
Estrabismo 67
Estreptococos 87
Estrés 38
Evacuación dolores de la 90
Examen preventivo 43
Expectoración 81

F
Fallos cardíacos 126
Feto 37, 38
Fisiología 30
Fisura palatina 62, 63
Flato 65
Fluido cerebroespinal 31
Flujo de secreción nasal 71
Forma defectuosa 149
Formación de bocio 112
Formación de la cadera 142
Formalización del diagnóstico 31
Fuerzas para la curación espontánea 19
Fumar 38

H
Helicobacter pylori 107
Hemorragia nasal 79
Heridas 33
Higiene 47
Hipertensión arterial 39
Hojas blastodérmicas 36
Homeopatía 33
Hoz del cerebro 79
Hueso esfenoides 79
Hueso etmoides 79
Hueso sacro 38
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166 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Hueso temporal 63

I
Infección 20
Infección 48
Infección por suciedad 108
Inflamación de los ojos 60
Inmunoglobulina 42
Inteligencia 39
Intervenciones correctoras 64
Intestino grueso 92
Intolerancia a la proteína de la leche de vaca 119
Intuición 50

L
Labio leperino 62
Lactante 41
Lágrimas 60
Laringe 63
Leche materna 41
Limitación de la abducción de los muslos 142
Líquido (cefalorraquídeo) 77

M
Mareos 74
Masajes abdominales 97
Maxilar inferior 62
Mecanismo de respiración primario 31
Medicamentos 26
Medicina académica o convencional 29
Medicina de urgencia 32
Medicina naturista 29, 33
Medicina, integral 30
Membranas 40, 76
Memory - Cells (células de memoria) 47
Meninges 31
Meninges espinales 76
Meningitis 66
Metabolismo 27
Micción dolorosa 128
Migraña 73
Modelo de comportamiento 42
Mucosa bronquial 84
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Índice alfabético 167

Mucosa intestinal 86
Mucoviscidosis 81
Músculos oculares 68

N
Náuseas 74
Necesidad de orinar, frecuente 128
Nervio cerebral 66
Nervios intestinales 107
Nerviosismo 112

O
Oclusión defectuosa 62
Oftalmia 60
Oídos 69
Ojos, lagrimeo de los 60
Organismo 36
Órganos internos 31
Osteopatía 17

P
Paladar 79
Parasimpático 74, 92
Paresia cerebral infantil 149
Parto 37, 39
Pasos del desarrollo 51
Pérdida de líquidos y electrolitos 89
Pérdida de peso 110, 111
Perímetro craneal 42
Peristáltico 92
Peso 46
Pies 143
Posición de las piernas 145
Postura defectuosa 66, 149
Prematuro 37
Presentación cefálica 40
Presentación de extremidad pélvica 40
Presentación de frente 40
Presentación facial 39
Presentación transversa 40
Problemas de deglución 87
Problemas psíquicos 132
Pruebas de alergia 117
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168 Osteopatía: una ayuda para su hijo

Prurito 108
Psique 49
Pulmones 42

Q
Quemaduras 33

R
Raquitismo 148, 149
Rebeldía 133
Recién nacido 42
Recién nacido, madurez 42
Reducción de la concentración 112
Reflejo 20
Reflejo prensil 124
Respiración 42
Respiración crepitante 80
Riñones 84
Rotavirus 94

S
Saliva 89
Salud 23
Secreción de la faringe 83
Sedimentos 32
Sensación de sordera 74
Sentido del tacto 31
Shock, anafiláctico 117
Simpático 74, 92
Sistema inmunológico 20, 48
Sistema nervioso central 36
Sistema nervioso periférico 36
Sistema nervioso vegetativo 74
Sistema vascular 22
Somatograma 46
Spray – aerosol nasal de sal marina 72
Still, Andrew Taylor 18
Succión del dedo pulgar 50
Susceptible de escolarización 48
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Índice alfabético 169

Sutherland, William Garner 31


Sutura craneal, osificación de la 61

T
Tamaño corporal 42, 46
Tejidos, compresión 22
Tejidos, extensión 22
Tejidos, tensión 22
Temor al fracaso 135
Temperatura corporal 42
Test de esfuerzo y alérgico 85
Tortícolis congénita 66
Tos irritante 71
Tos seca 80
Toxinas 75
Tracto digestivo 42
Transformación 46
Trastorno estructural 24
Trastornos de succión 65
Trastornos del lenguaje 65
Trastornos en la visión 74
Trastornos funcionales 20
Tratamiento de la constitución 101
Trauma umbilical 96
Trompa de Eustaquio 69
Tumores 68

U
Úlcera, Ulcus 107
Uretra 128
Útero 36

V
Vacunaciones preventivas 48
Vejiga urinaria 128
Versión, externa 37
Vértebra lumbar 38
Virus del herpes 78
Vitalidad 132

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