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El sesgo actor-observador
Curiosamente, cuando se trata de explicar nuestro propio comportamiento, tendemos
por oposici�n a cometer error con un sesgo fundamental opuesto de atribuci�n. O
sea, somos m�s propensos a culpabilizar a las fuerzas externas que a nuestras
caracter�sticas personales, lo cual se ha denominado como el sesgo del actor-
observador.
Una posible raz�n por la cual ocurre este fen�meno es que poseemos m�s informaci�n
sobre nuestra propia situaci�n que acerca de la de los dem�s, cuando se trata de
explicar nuestras propias acciones, poseemos mayor informaci�n acerca de nosotros
mismos y de las variables situacionales en juego.
Sin embargo cuando se trata de explicar el comportamiento de otra persona, estamos
en desventaja, tenemos insuficiente informaci�n y solo contamos con aquella que es
f�cilmente observable.
No es de sorprender, que las personas caigan f�cilmente en el sesgo de actor-
observador cuando realizan atribuciones con respecto a extra�os, porque conocemos
m�s acerca de nuestras propias circunstancias y de quienes nos rodean por lo cual
somos capaces de percibir su punto de vista que en comparaci�n a quien no
conocemos.