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Fernando Jáuregui Monrroy

42 I EL BANQUETE

6. Eros, que es sobre lo que propone h ab lar Erixím aco, se ha traducido por
Taller de Filosofía
«am o r», y nosotros a veces tam bién por «deseo»:
6.1. Busca el significado de «am or», «erótico», «erotism o» en un dic­
Lectura de "El Banquete" de Platón
cionario.
6.2. Consulta el léxico.
1
6.3. ¿Q ué crees que ha pasado con las palabras?, ¿han cam biado de
significado?
7. P ara los personajes del banquete, tener Eros (ellos d irán «estar poseídos por
Eros») corresponde bastante bien con la situación que llam am os «estar
enamorados de». A m edida que transcurran los discursos se irán dando
cuenta de que es algo más. Haz un poco de introspección (obsérvate a ti
mismo/a) y observa a los demás: ¿qué ocurre cuando uno/a está enamorado/a?
Exprésalo en una redacción de un mínimo de 200 palabras.

III. A c tiv id a d e s

1. Im agina el lugar, la distribución de los invitados, la comida, los sirvientes, etc.


Atrévete a dibujarlo.

[D ISC U RSO DE FEDRO ]


[El origen de Eros]
Así pues, Aristodemo me contó, como os digo, que el
prim ero en empezar a hablar fue Fedro, diciendo que E ros
era un gran dios, admirable entre los hombres y los dioses
por muchas y variadas razones, no siendo la menor la de su
origen.
En efecto — dijo— , entre ellos ser el dios más antiguo es
un honor, y prueba de ello es que nadie, ni poeta ni prosista,
ha hablado de los padres de E ros36. A l contrario, Hesíodo37
afirm a que primero se engendró el Caos «y después Gea, de
amplio seno, sede siempre firme de todas las cosas, y E ros...».
Y con Hesíodo, también Acusilao38 afirma que después del
Caos se engendraron estos dos, Gea y Eros. Y de su origen dice
Parménides: « E ros fue el primero de todos los dioses en quien
pensó».

36 Fedro, el discípulo del sofista H ippias, plan tea el prim er problem a: si Eros es, por
decirlo de m anera aproxim ada, la fuerza generadora, ¿qué es lo que le ha engendrado
a él mismo? En su incom pleta respuesta al problem a distingue entre origen y
generación. Esta m ism a distinción la realizará Pausanias.
37 Fedro parte de los poetas, los primeros educadores en la cultura griega, y entre
estos cita en primer lu gar los primeros versos de la T eogonia de Hesíodo (S. v u a. de C .),
duran te mucho tiem po el «teólogo» oficial.
38 A cusilao era un poeta de Argos, influido por Hesíodo, que floreció hacia el
475 a. de C. Parm énides es el famoso filósofo de E lea de finales del siglo V I a. de C.
EL BANQUETE / 43

c Así, en muchos lugares existe el acuerdo de que Eros se


encuentra entre los dioses más antiguos.

[L a utilidad de Eros\

Y, además de ser el más antiguo, es, para nosotros, causa


de los mayores bienes. Porque, al menos yo, no puedo decir
que exista un bien m ayor para el que acaba de llegar a la
juventud que un am ante* servicial39, y para el amante, un
joven amado *. Pues aquello que, a lo largo de toda su vida,
ha de guiar a los hombres que se proponen vivir de una
m anera virtuosa, ni el parentesco, ni los honores, ni la
riqueza, ni ninguna otra cosa pueden inculcarlo de manera
d tan bella como el erosio *. ¿Y qué es ello? La vergüenza ante los
actos vergonzosos y la emulación ante los actos nobles. Porque
sin estos sentimientos es imposible que una ciudad o un simple
ciudadano puedan acometer obras grandes y nobles. A de­
más, afirmo que un hombre que ama, si llega a ser descubier­
to cometiendo un acto vergonzoso, o sufriéndolo de otro sin
defenderse por cobardía, no sufrirá tanto al ser visto por su
padre, por sus amigos o por cualquier otro, como al ser
e visto41 por su joven amado. Y esto mismo vemos en el amado,
que se avergüenza muy especialmente ante sus amantes cuan­
do se le ve en alguna situación vergonzosa. Si existiera,
por consiguiente, algún medio para que se diera una ciudad
o un ejército compuesto de amantes y amados, no sería posible
una organización mejor que la suya, alejados de todo lo
vergonzoso y emulándose los unos a los otros, y combatiendo
179 juntos semejantes hombres, aun siendo pocos, vencerían, por
decirlo así, a todos los hombres; pues, sin duda, un hombre
enamorado se resignaría peor a ser visto por su amado aban­
donando la formación o arrojando sus armas, que a serlo
por todos los demás, y antes elegiría mil veces morir. Y en
cuanto a abandonar al amado o a no socorrerle en el peligro,

39 Se refiere a Erixím aco.


40 P ara una explicación de por qué aparece aq u í eros con m inúscula y con artículo,
véase el léxico.
41 L a actuación noble, según Fedro, se origina en el deseo de ser bien visto, en la
ap arien cia. Se busca ser bien visto al actu ar p ara el propio bien. R esalta Fedro la
pasividad: ser visto, ser am ado. R ecorre toda la obra la lucha Poesía-Filosofía,
aparien cia-realid ad , persuasión-conocimiento, im itación-verdad, etc.
44 I EL BANQUETE

nadie es tan cobarde que el propio Eros no penetre en él y


le lleve al valor, dé tal manera que iguale al que es más
b valeroso por naturaleza42. Y, sencillamente, como dijo Ho­
m ero43 «que el dios inspira arrojo a algunos héroes», ese
arrojo lo proporciona E ros a los que aman, nacido de él
mismo.

[Ejemplo 1: La amada que muere, por amor, en el lugar de su amado]


Y sólo los que aman quieren m orir por otro, tanto lo
hombres como las mujeres44. También Alcestis, la hija de
Pelias45, constituye para los griegos un sólido testimonio de
c mis palabras, pues ella sola quiso m orir por su marido, que
tenía padre y madre, a quienes aquélla, por su amor,
aventajó de tal m anera en cariño, que los hizo aparecer
como si fueran extraños a su hijo y emparentados sólo por el
nom bre46. Y esta acción pareció tan hermosa a los hombres e
incluso a los dioses que, aun siendo muchos los que realiza­
ron numerosas y bellas acciones y unos pocos contados
aquellos a quienes los dioses les concedieron esta recompensa
— que su alma regresara de nuevo del Hades a la vida— , a la
de aquélla, en cambio, le permitieron el regreso, admirados
d de su acción47. Así honran también los dioses el esfuerzo y el
valor en lo relacionado con el eros.

42 Eros es un sustituto de la virtud: uno se comporta valerosam ente, no porque sea


valeroso, sino p ara ser visto por su am ante.
43 Iliada, X , 482; X V , 2 62 .,
44 Si bien el tem a y punto de p artid a de la reflexión en torno ^1 eros en esta obra es
la relación hom osexual con los jóvenes, en toda la obra q ueda im plícito que el eros
tam bién está en las m ujeres, y Fedro, Aristófanes y Sócrates lo dicen explícitam ente.
A unque p articip a, en cierta m edida, de su contexto m achista, no es Platón un misógino
caracterizado: considera que tanto hombres como m ujeres pueden ser guerreros y
gobernantes de su ciudad ideal (la R epública, el T im eo), en sus diálogos aparecen
personajes femeninos sabios (D iotim a, A spasia). Como anécdota, podemos contar en el
raquítico núm ero de m ujeres dedicadas a !a filosofía a A xiotea, arcad ia que, según
cuenta Themistios, habiendo leído la R epública, tomó ropas de hombre y fue a oír a
Platón a la A cadem ia (citado por E. F l a c e l i e r e : «A propos du Banquet de X énophon»,
R evue des Etudes Grecques, t. L X X IV , 1961, p. 111).
45 Personaje de la obra de Eurípides que se ofrece a m orir en lu gar de su marido.
Con estos ejemplos, Fedro pasa del Eros m ítico al eros empírico.
46 Nótese que a l mismo tiempo se afirm a que no h ay eros, esto es, deseo sexual, entre
padres e hijos.
47 El eros como deseo que nos llev a a revivir, a trascendernos, será el núcleo de las
enseñanzas de D iotim a. Fedro tam bién introduce el tem a del am or y la muerte,
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[Ejemplo 2: El poeta que esquiva la muerte]


En cambio, a Orfeo, el hijo de Eagro, le despidieron del
Hades sin conseguir su objetivo, mostrándole el fantasma de
su mujer, por la que había ido, y sin dársela, porque les
parecía que se comportaba cobardemente, como citaredo48
que era, y *no había tenido la audacia de morir por su amor
como Alcestis, sino que había urdido una manera de entrar
vivo en el Hades. Por esto mismo le impusieron un castigo e
hicieron que su muerte tuviera lugar a manos de mujeres49.

[Ejemplo 3: El amado que muere tras la muerte de su amante]


Y no hicieron así con Aquiles, el hijo de Tetis, a quien
honraron y enviaron a las Islas de los Bienaventurados50,
porque, a pesar de estar enterado por su madre de que
m oriría si m ataba a Héctor y de que, si no lo mataba,
regresaría a su patria y m oriría viejo, tuvo el valor de escoger
el m orir por socorrer y vengar a su amante Patroclo, e
incluso de seguir en la muerte al que acababa de morir. Por
ello le adm iraron y le honraron especialmente los dioses;
porque había tenido en mucho a su am ante51.
Esquilo dice una tontería al afirm ar que Aquiles era el
amante de Patroclo, cuando aquél era más bello no sólo que

tratadísim o en toda la historia de la cultura europea: T ristán e Iseo, Rom eo y Ju lie ta ,


que sólo realizan su am or m uriendo; Eros y Thanatos como principios de la v id a
psíquica según F r e u d ; el tem a cristiano de la Pasión de Jesú s, que perm ite ver q ue la
m uerte por am or llev a a la resuvrección, etc.
48 Citaredo: recitaba poemas acom pañándose de una cítara. El personaje m ítico de
Orfeo era famoso porque su m úsica encantaba a hombres y anim ales. En su caso el eros
como puro egoísmo le lleva a su autodestrucción.
49 P ara recuperar a su m ujer, que hab ía m uerto prem aturam ente, Orfeo logra,
g racias a su m úsica, penetrar en el más allá ; sin em bargo, por no cum plir con las
instrucciones de los dioses infernales, no puede devolver la vida a su mujer. U n a
bellísim a narración de este mito, aunque posterior, se encuentra* en el libro X de las
M etamorfosis, de O v i d i o ( s . i d. C .). El personaje de Orfeo es uno d,e los más antiguos de
la m itología griega; se le rendía culto en los M isterios Orficos, tradición que va unida
al pitagorism o, en la que Platón parece haberse inspirado p ara su teoría de la
inm ortalidad del alm a en los mitos del Fedón y el Fedro. Por ello es extraño que Fedro,
que no es aqu í un personaje negativo, critique al m ítico Orfeo.
50 Esta isla era la parte del M ás a llá donde los elegidos vivían felices.
51 Episodio famosísimo de la lita da , que ocupa los cantos X V Ï al X X I I: Patroclo,
que hab ía acudido a la lucha en a yu d a de los griegos, es m uerto por el troyano Héctor.
Su cadáver es rescatado por su am igo Aquiles, que em prende la venganza, causando
una gran carnicería. T ras m últiples peripecias en las que intervienen muchos dioses,
A quiles da m uerte a H éctor y, agujereando sus talones, arrastra el cadáver con su carro
por el cam po de batalla. L a tradición posterior hizo a A quiles am ado de Patroclo.
46 I EL BANQUETE

Patroclo, sino más que todos los héroes, todavía im berbe y


por tanto mucho más joven, como dice Homero. Pero, si
bien es cierto que los dioses honraron sobremanera esta
b virtud en el amor, sin duda la admiran, se complacen en ella
y la recompensan más cuando el amado ama al amante que
cuando lo hace el amante con el amado. El amante, en
efecto, es más divino que el amado porque está poseído por
el dios. Por ello también honraron más a Aquiles que a
Alcestis, enviándole a las Islas de los Bienaventurados52.

[Conclusión]
Así, yo afirmo que E ros * es el más antiguo, el más digno
de honra y el más poderoso de los dioses para conseguir a los
hombres la virtud y la felicidad, tanto vivos como m uertos53.

EJERCICIOS
2. D ISCU RSO DE FEDRO

Siendo Eros un dios (preolim pico), y dado el hecho de que no era una divinidad de
la polis, Fedro afirm ará, sin embargo, la utilidad de Eros para ésta.

I. C o m p re n s ió n d e l tex to

1. R ecu erd a las características del personaje. ¿Qué piensas de él aho ra que has
leído su intervención?
2. El origen de E ros:
2.1. ¿H ay u n a paradoja en ver cuál es?
2.2. ¿En qué consiste?
2.3. ¿Q ué es Eros p ara Fedro?
3. ¿Qué produce en los individuos?
4. ¿Qué utilidad tiene para la polis?
5. ¿Q ué ilustran los ejemplos que pone?
6 . D ivide el discurso en tres partes y ponle un título a cada una.
7. ¿Puedes encontrar una explicación a lo que afirm a en el penúltim o párrafo
de su discurso, que los dioses recompensan la virtud de los hombres cuando el
am ado am a al am ante?

52 Fedro usa el ejem plo p ara recalcar la im portancia del am ado, del pasivo, del que
es visto, de él mismo. V éase D o v e r , K. J .: «Eros and N omos», B ulletin o f Institute o f
C lassical Studies, U niversity of London, núm 11, 1964, p. 33, y el léxico.
53 Eros aparece así como ordenador: del Cosmos y de la Polis. Obsérvese tam bién, en
cuanto al tem a del Am or y la M uerte, que la últim a p alab ra de su discurso se refiere a
ésta.
EL BANQUETE / 47

Π. E la b o ra c ió n d e lo s c o n te n id o s (escoge uno)

1. Fedro se apoya en algunas citas; averigua:


1.1. ¿Q uién era Hesíodo?
1.2. ¿Q ué son la IUada y la O disea?
1.3. ¿Por qué el prim er discurso parte de lo dicho por los poetas?
2. ¿Crees, como Fedro, que las personas enam oradas se com portan mejor? ¿Por
que?
3. El morir por am or, según Fedro, es beneficioso p ara la polis. ¿Qué opinas de
ello?
4. Como te habrás dado cuenta, los personajes de este diálogo tienen una
m anera de ver la sexualidad diferente de la nuestra. Como hemos dicho en
las notas 44 y 55, es totalm ente erróneo ver esta obra como un intento de
ju stificar la hom osexualidad m asculina, puesto que era norm al en su socie­
d ad . T ras consultar el dossier, haz u n a redacción de 200 palabras, como
m ínim o, sobre el tema.

ΙΠ. A c tiv id a d e s

1. Con libros de arte o diapositivas, echa una ojeada a la iconografía de la


A tenas del 400 a. de C.

[D ISC U R SO DE PAUSAN IAS]


Tales fueron, más o menos, las palabras que pronunció
Fedro. Después de Fedro hubo algunos otros de los que
Aristodemo no se acordaba bien54. Dejándolos de lado, me
refirió el discurso de Pausanias55. Este dijo:

[Distinción entre dos -Eras]


— No me parece, Fedro, que nos haya sido bien propues­
to el tema; que se nos haya invitado simplemente a hacer un

54 Por m edio de este recurso, Platón da verosim ilitud a l B anquete y a l mismo tiem po
le perm ite escoger una m uestra representativa de opiniones sobre el eros. Recuérdese
una-yez m ás que hab la Apolodoro.
; 66 S i Fedro h ab ía com enzado la ronda de discursos refiriéndose al saber de base, es
decir, a las enseñanzas de los poetas, la pregunta que puede ayudarnos a entender el
discurso de Pausanias, discípulo de Pródico, es: ¿todo deseo es bueno? Como observa
F o u c a u l t (op. cit, p. 2 0 9 ) y recocemos en el dossier, los deseos en la sociedad griega
clásica no son buenos o m alos según su estructura, sino según su objeto y la m anera de
llevarlos a cabo. En nuestra sociedad, sin em bargo, se considera que h ay deseos que son
perversos en sí mismos. P ara Pausanias lo que está m al no es desear hombres o m ujeres,
sino la m anera de rea liz a r este deseo. T am bién h ay que ev ita r la tendencia ingenua,
m uy generalizad a entre los com entaristas, a ver este discurso como una m era
justificació n de la hom osexualidad m asculina, justificació n innecesaria en una sociedad
en la que era norm al este tipo de relación. El tem a de la hom osexualidad m asculina,
como el de la fidelidad conyugal, etc., eran, sin em bargo, objeto de reflexión m oral.

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