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También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar,

Luc 18:2 diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre.
Luc 18:3 Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme
justicia de mi adversario.
Luc 18:4 Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni
temo a Dios, ni tengo respeto a hombre,
Luc 18:5 sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo
de continuo, me agote la paciencia. Era impaciente
Luc 18:6 Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto.
Luc 18:7 ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se
tardará en responderles?
Luc 18:8 Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará
fe en la tierra?

Esta parábola se menciona porque hay una necesidad.


- La necesidad es de orar siempre.
- Y no desmayar.

La parábola de la viuda y el juez (vers. 1–8) enfatiza la importancia de perseverar en la oración


a la luz de la inminente venida del “Hijo del Hombre”
Ni temía a Dios ni respetaba a hombre alguno. Esta frase indica que este juez no tenía ninguna
razón para hacer lo correcto: no tenía principios espirituales ni morales.
Era impaciente.
Acaso no hará Dios con sus escogidos, Dios es justo y tiene escogidos.
Pero cuando venga hallara fe.
El problema no está en Dios, esta es en las personas.
Falta de fe. Me lleva a menguar en la oración,
La oración es demostración de dependencia, demostración de que le cree a Dios.
- fe. Es decir, la fe que inspira una oración persistente
La fe me ubica en la oración y la oración me aumenta la fe.
- Insistir en nuestras oraciones hasta obtener respuesta no significa una repetición sin
fin,
- ni estar en reuniones de oración prolongadas y tediosas.
- La oración perseverante implica ser constantes en nuestras peticiones delante de Dios,
como si viviéramos por Él de día en día, con la certeza de que responderá.
- Cuando vivimos por fe, no debemos rendirnos.
- Dios puede demorar su respuesta, pero siempre tendrá buenas razones y no debemos
confundirlas con negligencia de su parte.
- Al persistir en la oración, crecemos en carácter, fe y esperanza.
La oración proporciona aliento y protección contra el desaliento, mientras se demora el
retorno de Cristo.
Lucas 11/
Luc 11:5 Les dijo también: ¿Quién de vosotros que tenga un amigo, va a él a medianoche y le
dice: Amigo, préstame tres panes,
Luc 11:6 porque un amigo mío ha venido a mí de viaje, y no tengo qué ponerle delante;
Luc 11:7 y aquél, respondiendo desde adentro, le dice: No me molestes; la puerta ya está
cerrada, y mis niños están conmigo en cama; no puedo levantarme, y dártelos?
Luc 11:8 Os digo, que aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo por su
importunidad se levantará y le dará todo lo que necesite.
Luc 11:9 Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
Luc 11:10 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
Luc 11:11 ¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en
lugar de pescado, le dará una serpiente?
Luc 11:12 ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?
Luc 11:13 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto
más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?
No hay razones para dejar de orar.
Antes hay razones para orar.
- Aumenta la fe.
- Me da esperanza para la venida del señor o arrebatamiento.
- El me brinda confianza para que hable con él.
- Aumenta el gozo de la salvación.
- Mi relación con cristo crece.
- Porque se puede pedir. Porque se puede buscar, porque se puede llamar.
- Porque ya no hay pared de separación.

18: 8 pero cuando venga hallará fe en la tierra:


La pregunta de Cristo es que si cuando Él regrese sus creyentes estarán todavía esperándolo.
La persecución puede hacer que los fieles pierdan el entusiasmo.
Al hacer esta pregunta, Jesús exhorta a los creyentes a no perder su ánimo.
A no perder la esperanza, de que el viene y nos premiara. El viene y nos bendecirá. Nos
salvara, nos arrebatara, e incluso nos vengara.

Hermanos sigue orando, sigue clamando, sigue esperando en él. Mientras llega su respuesta
alaba a Dios, y entienda que en ese tiempo de espera Dios te quiere enseñar algo.
Heb 11:39 Y todos estos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo
prometido;
Heb 11:40 proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos
perfeccionados aparte de nosotros.

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