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Nota del autor

Más de escribir una nota del autor, quisiera


recordar algo referente a las páginas que siguen:
este libro es una obra de ficción inventada por mí
Ni las novelas ni sus lectores ganan nada intentando
descubrir si la historia encierra en si algún hecho
real. Estos intentos atacan la propia idea de que
crear historias es importante, algo así como la base
fundamental de nuestra especie.
Agradezco su colaboración a este respecto
v

Resúmenes de la obra
“Bajo la misma estrella”

Nombre: José
Apellidos: Rodríguez herrera
Curso: Comunicación
Grado: 3
Sección: “B”
Profesora: Ana Quiroz
Año:
Índice
Capítulo 5 1
Capítulo 6 2
Capítulo 7 3
Capítulo 8 4
Capítulo 9 5
Capítulo 10 6
Capítulo 11 7
Capítulo12 8
Capítulo 13 9
Capítulo 14 10
Capítulo 15 11
Capítulo 16 12
Capítulo 17 13
Capítulo 18 14
Capítulo 19 15
CAPITULO 5
Hazel después de lo ocurrido con Isaac estuvo una
semana completa sin hablar con augustus, hasta que
una noche mientras cenaba con sus padres de
augustus la llamó para decirle que por fin le había
mandado un correo electrónico de Peter van Houten
el escritor
Favorito de hazel, augustus le mando un correo
diciéndole lo mucho que le gustaba su libro, el autor
le contesto dándole las gracias, hazel enseguida le
pidió su correo electrónico al dárselo le envió un
correo explicándole lo mucho que le gustaba su libro
y preguntándole dudas que tenía el libro. Pasaron
semanas y el autor seguía sin contestarle. Operaron
a Isaac y la operación fue un desastre finalmente se
quedó ciego.
¡Por fin Peter le contesto al correo! Le contesto
diciéndole que lo sentía pero que no podía aclararle
las dudas por si acaso que ella pudiera publicar lo
que faltaba el libro, le dijo que si quería y podía se
pasara por Ámsterdam y se les aclaraba. Hazel muy
contenta al leerlo se lo dijo a su madrea la cual no le
hizo nada de gracia por que por motivos económicos
le dijo que no.
CAPITULO 6
Al llegar a casa, Hazel le contó a su madre lo que
le había dicho Augustus, le dijo que no porque era
muy pronto prácticamente era un desconocido y
no podría ir sola por su enfermedad, Hazel le pidió
a su madre que fuera con ellos y ella le dijo que se
lo pensaría. Llamó a su amiga Kaitlyn para pedirle
consejos porque era muy veterana en el tema del
amor, al decirle que jugaba al baloncesto en el
North Central enseguida Kaitlyn supo quién era
Augustus, le dijo a Hazel que no perdiera el tiempo
porque era un chico muy guapo, al terminar la
conversación con su amiga, encendió el ordenador
y miro el muro de Caroline Mathers una novia que
tuvo Augustus que padecía cáncer cerebral y
murió. Al ver el muro de Caroline le dio un dolor
de cabeza muy fuerte, nervios y se le quito el
hambre no dejaba de pensar en esa chica. Le
mando un mensaje diciéndolo a Augustus que lo
sentía no podía besarlo por miedo a los problemas
que le voy causar, Augustus contesto bromeando
< deja de coquetear conmigo, es broma Hazel
Grace lose
CAPITULO 7
El dolor increíble de cabeza despertó a Hazel, era
un dolor mortal, la llevaron al hospital y
directamente la metieron en la UCI, tanto Hazel
como sus padres creían que la enfermedad había
desarrollado hacía la cabeza pero al hacerles unas
pruebas el diagnóstico fue que le dolía tanto por
falta de oxigenación. Tras unas pruebas los
resultados fueron buenos los tumores no crecían
y no habían salido más. Augustus no se separó ni
un instante de la sala de espera ya que solo
podrían entrar los familiares, tras estar una
semana ingresada al salir se encuentra a Augustus
al verse solo pudieron soltar una sonrisa de oreja
a oreja, la primera noticia que le contó Augustus a
Hazel fue que no podían ir a Ámsterdam hasta que
no mejorara y que Peter había compartido con
ellos un poco más de su celebro. Augusuts le dio a
Hazel lo que Peter había escrito, al llegar a
casa se puso a leerlo. Al leer lo que había puesto
Hazel quiso llamar a su doctora María para saber
si la dejaría viajar al extranjero.
CAPITULO 8
La familia de Hazel va con ella a una reunión que
hacen cada tanto varios médicos junto con María
para hablar sobre cómo va el cáncer. Y al terminar
quedaron en que seguirán haciendo todo igual
que como lo están haciendo, pero le harán una
limpieza pulmonar más seguida. Hazel aprovechó
la ocasión para preguntarle a María si viajar a
Ámsterdam iba a matarla; pero por una votación
entre todos los médicos, decidieron que es mejor
que se quede en su casa, para evitar riesgos.
Después de cenar, cuando Hazel ya estaba en su
cama por dormir, Gus la llama, así que ella
aprovechó el momento para decirle que no iba a
poder viajar, a lo que él le responde que no le
hubiera avisado a los médicos, y la hubiera llevado
a Ámsterdam sin ningún tipo de obstáculos en el
medio. Luego de un par de bromas Hazel cuelga y
se duerme. La mañana siguiente, Hazel se levanta
y va al patio trasero. El cielo estaba gris y con
muchas nubes, pero aún no llovía.
CAPITULO 9

A Hazel y a Gus les gustaría tener vidas más


corrientes. Algunos dirían que no han nacido con
estrella, que su mundo es injusto. Hazel y Gus son
solo adolescentes, pero si algo les ha enseñado el
cáncer que ambos padecen es que no hay tiempo
para lamentaciones, porque, nos guste o no, solo
existe el hoy y el ahora. Y por ello, con la intención
de hacer realidad el mayor deseo de Hazel -
conocer a su escritor favorito -, cruzarán juntos el
Atlántico para vivir una aventura contrarreloj, tan
catártica como desgarradora. Destino:
Amsterdam, el lugar donde reside el enigmático y
malhumorado escritor, la única persona que tal vez
pueda ayudarles a ordenar las piezas del enorme
puzzle del que forman parte.
CAPITULO 10
La madre de Hazel la despierta a eso de las 5 AM,
aunque el vuelo sale a las 12 del mediodía, e insiste
en revisar todo más de 7 veces.
Luego de desayunar y de despedirse del Señor
Lancaster, pasaron a buscar a Augustus por su casa,
y después de un buen rato, apareció con una camisa
dentro de unos jeans, y un cigarrillo Camel Light
colgando de la comisura de la boca.
Cuando llegaron al aeropuerto, pasaron por la
observación, así que Hazel tuvo que sacarse la
bombona y los tubos de oxígeno que la rodeaban
para poder pasar. Llegaron a la puerta de embarque
una hora antes de lo que debían, y cuando los
asientos de alrededor de la puerta empezaron a
llenarse, Gus fue por una hamburguesa, dejando a
Hazel y a su madre solas. Alrededor de una hora
después, volvió y los tres juntos se subieron al avión.
Gus se sentó en el asiento de la ventana, Hazel en el
del medio y la madre en el asiento del pasillo.
Luego de hablar un rato, una azafata apareció para
mencionarle a Augustus que estaba prohibido fumar
en el avión.
CAPITULO 11
Al llegar a Ámsterdam, se suben a un taxi y este los
lleva a Filosoof, el hotel en el que se hospedarán los
tres días. En una habitación se quedarían Hazel y su
madre, y en otra Augustus.
Ansiosa, la mamá le pregunta a Hazel si quería ir al
Parque de Ámsterdam (que estaba al lado del hotel),
pero ella estaba verdaderamente cansada como
para volver a salir, así que decidió tomarse una
siesta.
Cuando despertó, vio a la madre sentada a su lado
leyendo una guía. Al ver a su hija despierta, la madre
le mencionó que esa noche Gus y ella (Hazel) irían a
cenar a un muy lujoso restaurante.
Luego de un rato, Hazel fue a cambiarse. Se puso un
vestido azul sin mangas con unas manoletinas y
leotardos, ya que amaba ser más baja que él. A las 6
en punto, Gus tocó la puerta de la habitación; lucía
un hermoso traje negro, con una camisa celeste claro
debajo, y una fina corbata negra.
Al restaurant se llegaba en tranvía. Y cuando
bajaron, una mujer rubia los estaba esperando para
llevarlos a su mesa.
CAPITULO 12
Hazel se despertó a las 4 de la madrugada. Y
después de releer un poco de “Un dolor imperial”,
su madre despertó y llegó un camarero a traerles
el desayuno. Luego se bañó, se peinó y se puso
unas converse, un jean oscuro y una remera azul
claro, con una pipa, que abajo decía “no es una
pipa”, era algo así como una metáfora. Y justo
cuando estaba por subir a la habitación de
Augustus para verificar si ya se había despertado,
él toca la puerta. Hazel la abre y luego se van
juntos, ya que la madre decidió que no los
acompañaría.
Cuando llegaron a la casa de Van Houten,
estuvieron un largo tiempo hasta que alguien se
presente; pero de repente la puerta se abrió, y un
señor barrigudo, con mucha barba, poco pelo y
mejillas caídas apareció. Al verlos, cerró la puerta
de un portazo, y empezó a discutir con Lidewij,
diciéndole que no era enserio la idea de que vayan
hasta su casa. Pero, como no le quedó más
remedio, -de una manera muy despreciable- los
invitó a entrar.
CAPITULO 13
La madre de Hazel, Hazel y Gus van a una cafetería
a desayunar, y aprovechan para contarle lo que pasó
con Peter Van Houten, pero de una manera
divertida. Augustus interpretaba el papel del escritor
y Hazel él de ella misma. Después de contarle todo,
le dicen que fueron a la casa de Ana Frank (sin
mencionar el beso ni lo ocurrido en la habitación de
Gus). Y al terminar, la madre los deja solos para que
hablen tranquilos. Gus se notaba triste, así que
deciden volver al hotel.
Ya en la habitación de Hazel, él le cuenta que,
cuando se recuperó, le empezó a doler la cadera, así
que fue a hacerse un escáner. Y en los resultados, las
células cancerígenas brillaban, como si Gus fuera un
árbol de navidad. Las había en el hígado, en la cadera
izquierda, alrededor del pecho, por todas partes.
Había empezado un tratamiento, pero lo dejó para
viajar a Ámsterdam.
Hazel intentó animarlo, y él fingió estar mejor. Le
dijo que estaba en una montaña rusa que no hacía
más que subir, y ella le contestó que es un privilegio
y una responsabilidad subir ese camino con él. Por
último, acordaron que iban a conseguir poder vivir
con ello.
CAPITULO 14
En el vuelo de vuelta a Indianápolis, Hazel y Gus
beben un poco de champán, hasta que en un
momento, a él le empieza a agarrar un fuerte dolor
en el pecho; Hazel le da una pastilla, la toma e
inmediatamente se duerme.
Al llegar a Estados Unidos, el papá de Hazel los está
esperando a los tres. Y luego de llevar a Gus a su casa,
decide quedarse con su hija a mirar realities en el
sillón comiendo pizza.
Al otro día Hazel va a la casa de Gus, y mientras él
duerme una siesta conectado a diferentes aparatos
y pastillas por los tratamientos a los que se está
sometiendo, ella le cuenta a los padres todo lo que
hicieron en Ámsterdam. Al rato llega Isaac, y cuando
Gus se despierta, habla con su amigo y le cuenta que
tiene novia. Hazel le pregunta si hay noticias de
Mónica, y él le dice que no.
Entonces Gus, enfadado por lo que le hizo Mónica
con su amigo, le dice a Hazel que tome 4 euros.
Todos suben al auto, ella compra una docena de
huevos como su novio le había pedido, y van a la casa
de Mónica. Allí sacan la huevera. Y Augustus con
Isaac empiezan a tirarle huevos al auto de la ex novia
del ciego
CAPITULO 15
Unos días después, en la casa de Gus, sus padres, los
míos, Gus y yo estábamos todos apretados alrededor
de la mesa del comedor, comiendo pimientos
cubiertos en un mantel que, según el padre de Gus, la
última vez que fue usado fue en el siglo anterior.
Mi padre: Emily, este risotto….
Mi madre: Es sólo delicioso… ...
La madre de Gus: Oh, gracias. Estaré encantada de
darte la receta.
Gus, al tragar un mordisco: Sabes, es el primer sabor
que estoy recibiendo que no es Oranjee.
Yo: Buena observación, Gus. Esta comida, mientras
que deliciosa, no sabe cómo Oranjee. Mi madre: Hazel.
Gus: Sabe cómo…
Yo: Comida.
Gus: Sí, precisamente. Sabe a comida, excelentemente
preparada. Pero no sabe, ¿cómo lo pongo de forma
delicada…?
Yo: No sabe exactamente como si Dios mismo hubiera
preparado el cielo en series de cinco platos que luego
fueron servidos acompañados de varias bolas
luminosas de fermentación, burbujeante plasma
mientras reales y literales flores flotaban alrededor del
lado del canal de la mesa.
Gus: Buena frase.
CAPITULO 16
Un día típico en las últimas etapas de Gus: Fui a su
casa alrededor del mediodía, después de que
hubiera comido y vomitado el desayuno. Me
encontró en la puerta en su silla de ruedas, ya no
era el chico hermoso y musculoso que me miró en
el grupo de apoyo, pero todavía medio sonriente,
todavía fumando su cigarrillo sin encender, sus ojos
azules brillantes y viv...os. Almorzamos con sus
padres en la mesa del comedor. Sándwiches de
mantequilla de maní y jalea y espárragos de la
noche anterior. Gus no comió. Le pregunté cómo
estaba sintiéndose.
—Genial —dijo—. ¿Y tú?
—Bien. ¿Qué hiciste anoche?
—Dormí bastante. Quiero escribirte una
continuación, Hazel Grace, pero estoy tan
malditamente cansado todo el tiempo.
—Simplemente puedes contármela —dije.
—Bueno, voy por mi análisis pre-Van Houten del
Hombre Tulipán Holandés. No es un estafador, pero
no es tan rico como dejaba ver.
— ¿Y qué hay de la mamá de Anna?
—No he establecido una opinión allí. Paciencia,
Saltamontes —Augustus sonrió.
CAPITULO 17
Una mañana, un mes después de haber
regresado a casa de Ámsterdam, manejé a su
casa. Sus padres me dijeron que aún seguía
durmiendo abajo, así que golpeé fuerte la
puerta del sótano antes de entrar, luego
pregunté: — ¿Gus? Lo encontré murmurando
en un lenguaje de su propia creación. Se había
orinado en la cama. Fue horrible. De verdad, ni
siquiera podía mirar. Sólo... grité a sus padres
que bajaran, y fui arriba mientras lo limpiaban.
Cuando bajé, estaba despertando lentamente
de los narcóticos del desesperante día. Arreglé
las almohadas para que así pudiéramos jugar
Contrainsurgencia en el desnudo colchón sin
sabanas, pero él estaba tan cansado y tan fuera
de eso que casi apestó tanto como yo, y no
duramos ni cinco minutos antes de que ambos
estuviéramos muertos. Ninguna muerte heroica
y elegante, tampoco, solo unas sin importancia.
CAPITULO 18
Desperté con el sonido de mi teléfono tocando una
canción de The Hectic Glow. La favorita de Gus. Eso
significaba que él estaba llamando… o que alguien más
estaba llamando desde su móvil. Miré mi reloj alarma:
2:35 AM. Se ha ido, pensé mientras todo en mi interior
colapsaba en un sólo movimiento. Apenas pude graznar
un:
— ¿Hola?
Esperé por el sonido del...a voz de unos padres
aniquilados.
—Hazel Grace —dijo débilmente Augustus.
—Oh, gracias a Dios que eres tú. Hola. Hola, te amo.
—Hazel Grace, estoy en la estación de servicio. Algo va
mal. Tienes que ayudarme.
— ¿Qué? ¿Dónde estás?
—En la carretera entre la ochenta y seis y Ditch. Hice algo
mal con el tubo-G y no puedo arreglarlo y…
—Llamaré al novecientos once. —No, no, no, no, no, no,
ellos me llevarán al hospital. Hazel escúchame. No llames
al novecientos once ni a mis padres o nunca te
perdonaré, por favor sólo ven, por favor, sólo ven y
arregla mi condenado tubo-G. Yo sólo, Dios, esta es la
cosa más estúpida. No quiero que mis padres sepan que
no estoy. Por favor. Tengo la medicina conmigo;
simplemente no consigo administrarla. Por favor —Él
estaba llorando. Nunca lo había oído sollozar de esta
forma excepto afuera de su casa antes de Ámsterdam.
CAPITULO 19
Después de unos días, Gus volvió a su casa,
pero con más medicamentos.
Un día, Hazel fue como de costumbre a la casa
de su novio, y al entrar se encuentra con las
hermanas, los cuñados, los sobrinos y los
padres. Gus estaba durmiendo, pero cuando
despertó pidió ir al patio trasero. Todos lo
acompañaron, mientras le preguntaban si
necesitaba algo, lo halagaban y demás cosas
que les hacen a las personas enfermas. Ese fue
el último día bueno que pasó con Gus hasta el
Ultimo Día Bueno.

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