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Una breve historia de la política monetaria

La política monetaria va siempre de la mano de los tipos de interés y de la


facilidad de crédito a las empresas y consumidores por parte del sistema bancario.
Por lo general, la política monetaria es decidida y ejecutada por los Bancos
Centrales a través de diferentes herramientas siendo las más utilizadas, por su
eficacia y rápido impacto, los tipos de interés y las reservas bancarias ya que a
través de estas dos herramientas se influye directamente en la oferta monetaria.

Durante siglos se utilizaron herramientas más directas basadas en las decisión de


acuñar monedas e imprimir billetes para influir en la cantidad de dinero disponible
y crear crédito. Actualmente estas herramientas se siguen utilizando pero han
quedado relegadas a un segundo plano. Con la creación de redes comerciales
internacionales más grandes, se fijaron precios del oro y la plata de forma global y
así las divisas de cada país pudieron tener un valor determinado frente a divisas
de otras naciones haciendo cada más interesante el uso de los tipos de interés
como herramienta de política monetaria.

El primer país en imprimir papel moneda, o billetes, fue China en el siglo VII. Este
papel moneda era llamado jlaozi y era derivado de cartas de provisión (cartas
reales en las que los súbditos debían entregar determinada mercancía a su
portador, por ejemplo las reales provisiones de los Reyes Católicos a Cristóbal
Colón para sus viajes). El primer gobierno en utilizar billetes como un medio de
pago en circulación predominante fue la dinastía Yuan de China y también fue,
probablemente, el primer gobierno en provocar una hiperinflación al imprimir
billetes casi sin restricción para financiar sus batallas para conservar
su posición en el poder (vea hiperinflación).

Durante este tiempo la política monetaria no estaba separada del poder ejecutivo
(gobierno) y era el propio gobierno quién tomaba las decisiones sobre política
monetaria. En 1694 se produce un hecho importante en la historia de la política
monetaria. En este año se creó el Banco de Inglaterra y entre sus funciones
estaba la responsabilidad de imprimir billetes y respaldar su valor con oro físico.
Comenzó así el camino a la independencia entre la política monetaria y el poder
ejecutivo (aunque no están tan separados como pueda parecer).

Durante el período comprendido entre 1870 y 1920 tuvo lugar la creación de los
bancos centrales de forma generalizada en todo el mundo y nacieron los grandes
bancos centrales existentes hoy en día, como la Reserva Federal de Estados
Unidos que se creó en 1913, propiciado por la industrialización de los países
occidentales y el uso del estándar oro (vea el oro, la otra divisa). La política
monetaria de los bancos centrales se asoció al mantenimiento del tipo de cambio
fijo de la divisa nacional al valor del oro y a comerciar en un rango estrecho con
otras divisas respaldadas también en oro. Para cumplir con este fin, los bancos
centrales comenzaron a establecer los intereses que iban a pagar a sus propios
prestatarios así como los que iban a cobrar a otros bancos que
necesitasen liquidez y recurrieran al Banco Central a pedir crédito ya que
esos tipos de interés afectan al tipo de cambio entre divisas. El mantenimiento del
estándar oro necesitaba ajustes de los tipos de interés prácticamente cada mes.
Quedó plenamente establecido el papel del Banco Central como prestamista de
última instancia (para bancos e instituciones, no para los consumidores) y se fue
demostrando como los tipos de interés del banco central influían en toda la
economía en su conjunto.

En la segunda mitad del siglo XX, la política monetaria más extendida en los
países desarrollados se centraba en el crecimiento de la oferta monetaria y su
efecto sobre la macroeconomía. Esta era la idea principal de los economistas
monetaristas, algunos de los más influyentes fue Milton Friedman, premio Nobel
de ciencias económicas en 1976. Friedman llegó a afirmar que los agregados de
deuda pública contraída por los gobiernos durante etapas de recesión económica
serían financiados por la creación de la misma cantidad de dinero para estimular la
economía. Sin embargo, este tipo de política centrada en objetivos de crecimiento
de la oferta monetaria ha llevado a resultados no tan satisfactorios en varias
ocasiones. Por ejemplo, en 1979 la Reserva Federal de los Estados Unidos se
centró en crear y dar salida a más dinero aumentando la oferta monetaria
disponible para estimular el crecimiento económico; pero no dio resultado. En la
práctica existen complejas relaciones entre la oferta monetaria y otras variables
macroeconómicas que hacen esta política poco práctica. El propio Friedman, en
una entrevista al Financial Times en el 2003 (citada en Free-market economist
Friedman dies aged 94), reconocía que la política monetaria centrada en objetivos
de oferta monetaria había producido menos resultados satisfactorios de los que el
habría esperado.

En la actualidad la política monetaria tiene en cuenta un amplio abanico de


factores y variables, entre los que destacan:

 tipos de interés a corto plazo


 tipos de interés a largo plazo
 velocidad de circulación del dinero
 tipos de cambio
 calidad y calificación de crédito
 bonos de deuda
 gasto/ahorro gubernamental en comparación con gasto/ahorro privado
 flujos internacionales de capital
 derivados financieros como opciones, swaps, contratos de futuros, etc.
Aunque el estándar oro no sea en la actualidad utilizado por ningún gobierno
existen voces partidarias de que se vuelva a implantar. En su defensa critican la
falta de una referencia real para determinar el valor del dinero, el alto riesgo de la
política monetaria y sus posibles consecuencias para la sociedad y el eterno
endeudamiento de los gobiernos. Por su parte, la mayoría de economistas en
contra de la vuelta al estándar oro defienden que al hacerlo se limitaría de forma
drástica la oferta monetaria disponible y que se dificultarían muchas de las
operaciones empresariales, especialmente las internacionales, algunas de ellas
realmente complejas. Pero estos argumentos también son puestos en duda tras la
crisis mundial del 2008.

Política monetaria

Andrés Sevilla
Lectura: 4 min
La política monetaria es la disciplina de la política económica que controla
los factores monetarios para garantizar la estabilidad de precios y el
crecimiento económico.

Aglutina todas las acciones que disponen las autoridades monetarias (los bancos
centrales) para ajustar el mercado de dinero. Mediante la política monetaria los
bancos centrales dirigen la economía para alcanzar unos objetivos
macroeconómicos concretos. Para ello utilizan una serie de factores, como la
masa monetaria o el coste del dinero (tipos de interés). Los bancos centrales
utilizan la cantidad de dinero como variable para regular la economía.

Objetivos de la política monetaria

Mediante el uso de la política monetaria, los países tratan de tener influencia en


sus economías controlando la oferta de dinero y así cumplir con sus objetivos
macroeconómicos, manteniendo la inflación, el desempleo y el crecimiento
económico en valores estables. Sus principales objetivos son:

 Controlar la inflación: Mantener el nivel de precios en un porcentaje estable y


reducido. Si la inflación es muy alta se usaran políticas restrictivas, mientras que si
la inflación es baja o hay deflación, se utilizarán políticas monetarias expansivas.
 Reducir el desempleo: Procurar que haya el mínimo número de personas en
situación de desempleo. Para ello se utilizarán políticas expansivas que impulsen
la inversión y la contratación.
 Conseguir crecimiento económico: Asegurar que la economía del país crece
para poder asegurar empleo y bienestar. Para ello se utilizarán políticas
monetarias expansivas.
 Mejorar el saldo de la balanza de pagos: Vigilar que las importaciones del país
no son mucho más elevadas que las exportaciones, porque podría provocar un
aumento incontrolado de la deuda y decrecimiento económico.

Los objetivos de la política monetaria difícilmente podrán lograrse con el uso de la


política monetaria en solitario. Para conseguirlos será necesario la puesta en
marcha de políticas fiscales que se coordinen con la política monetaria. De
hecho, las políticas monetarias tienen múltiples limitaciones, y por ello, muchos
economistas están en contra de la utilización de estas políticas, asegurando que
pronuncian los ciclos económicos. Además, muchas veces los mecanismos de
la política monetaria no consiguen los objetivos deseados, sino que alteran otros
factores. Por ejemplo, si aumentamos la masa monetaria de una economía para
conseguir crecimiento económico, puede que lo único que consigamos es un
aumento de los precios.

Tipos de política monetaria

Según cuál sea su objetivo podemos separar las políticas monetarias en dos tipos:

 Política monetaria expansiva: Consiste en aumentar la cantidad de dinero en el


país para estimular la inversión y con ello, reducir el desempleo y conseguir
crecimiento económico. Su uso suele provocar inflación.
 Política monetaria restrictiva: Trata de reducir la cantidad de dinero del país con
el fin de reducir la inflación. Cuando sea aplican políticas restrictivas se corre el
riesgo de ralentizar el crecimiento económico, aumentar el desempleo y reducir la
inversión.

Ver cómo afecta la política monetaria a los mercados de divisas

Mecanismos de la política monetaria

Existen varios mecanismos de la política monetaria para llevar a cabo ese tipo
de políticas expansivas o restrictivas, como variar el coeficiente de caja,
modificar las facilidades permanentes o realizar operaciones en el mercado
abierto. Por ejemplo, comprar oro o deuda para introducir dinero en el mercado.

Según la agresividad del mecanismo utilizado podemos distinguir dos tipos de


políticas monetarias:

 Política monetaria convencional: Es aquella que utiliza los mecanismos


tradicionales. Cuando hablamos de mecanismos tradicionales nos referimos a los
tipos de interés oficiales y la previsión de liquidez (por ejemplo, el coeficiente de
caja).
 Política monetaria no convencional: Cuando la política monetaria convencional
no funciona, se utilizan herramientas no convencionales. Es decir, no
tradicionales. El objetivo es inyectar o drenar liquidez a la economía mediante
mecanismos más agresivos.

Ejemplo de política monetaria

Si el Banco Central quisiera que los precios fuesen menores, no tendría más que
disminuir el dinero del mercado. Imaginemos un país llamado Naranjalandia, en el
que los únicos productos que hay son 100 naranjas que valen 2€ cada una. La
velocidad a la que circula el dinero hemos descubierto que es 1 y en total hay 200
monedas de un euro (M = 200). Si el Banco Central de este país quisiera que los
precios fueran la mitad, retirará del mercado 100 monedas. Como ahora solo hay
100 monedas, pero sigue habiendo 100 naranjas, cada naranja tendrá que valer
1€.

Antes de la política monetaria restrictiva: 200 x 1 = 2 x 100


Después: 100 x 1 = 1 x 100

Los precios de los productos han pasado a valer 1€.

En la realidad, el problema de esta política monetaria restrictiva en concreto, es


que puede provocar que también disminuya el volumen de la renta de un país.

Oferta de Dinero
Cantidad de dinero presente en la economía. Se trata de un stock compuesto por
el dinero efectivo, es decir, billetes y monedas, y por el dinero bancario. El
problema reside en determinar con exactitud qué se entiende por dinero bancario
pues, en función de ello, la oferta de dinero será una u otra.

Concepto

La oferta de dinero u oferta monetaria es la cantidad de dinero presente en la


economía. Se trata de un stock, es decir, de una cantidad determinada de millones
de euros. Está compuesta por el dinero efectivo, es decir, billetes y monedas y por
el dinero bancario. El problema reside en determinar con exactitud qué se
entiende por dinero bancario pues, en función de ello, la oferta de dinero será una
u otra.

OFERTA MONETARIA
Expresión utilizada en Macroeconomía, a nivel de los agregados económicos
y monetarios.
Oferta Monetaria en inglés monetary supply. Sinónimo de circulante o Medio
Circulante.
Oferta Monetaria eEs el total de Dinero que circula en una economía, y se
encuentra constituido por dinero en efectivo y cuentas de cheques (dinero-crédito).
El Banco Central es la institución que determina la cantidad de Dinero en
circulación, tanto en lo que se refiere a monedas o billetes, como a cuentas de
cheques, ya que controla la Reserva Legal o Depósito legal. Algunos tratadistas
incluyen las tarjetas de crédito como parte del circulante.
OFERTA MONETARIA
Oferta Monetaria: Cantidad nominal de Dinero existente en una economía en un
momento dado.
Son tres los agentes económicos que influyen en la creación de Dinero:
1. Los bancos comerciales, quienes determinan los niveles de Encaje efectivo que
mantendrán.
2. El público, el que decide sobre la preferencia de mantener billetes y monedas y
diversos tipos de depósitos.
3. El Banco Central, que regula la Emisión de Dinero, las tasas de Encaje legal
y la Política Cambiaria a seguir.

DINERO BANCARIO

Está constituido por el total de depósitos a la vista existentes en un momento


determinado en los bancos comerciales.
El Dinero Bancario es cuantitativamente más importante que los billetes y
monedas en circulación, por cuanto la mayoría de las transacciones se realizan
por medio de cheques.
El Dinero mantenido en depósitos a la vista permite a los bancos otorgar
préstamos utilizando dichos depósitos, lo que hace aumentar la cantidad de dinero
existente en la economía.
En otras palabras, los depósitos permiten a los bancos crear más Dinero. Esto se
basa en el hecho de que los cuentacorrentistas no retiran sus depósitos
simultáneamente y, a su vez, a los bancos se les faculta a mantener
como Encaje sólo una fracción del total de los depósitos

Reservas Bancarias
Aquella parte del beneficio de la empresa no distribuido entre los accionistas ni
incorporado al capital social de la misma.

Concepto

Proporción que de las cantidades depositadas por sus clientes en forma de


cuentas corrientes o de ahorro, mantienen las instituciones bancarias en forma de
efectivo o en forma de depósitos en los Bancos Centrales. Pueden hacerlo con
carácter voluntario o por imperativo legal. La existencia de reservas bancarias se
encuentra ligada al propio desarrollo de la actividad de intermediación financiera y
por tanto solo existen en este tipo de negocios. No se deben, pues, confundir este
tipo de reservas con las reservas que dota cualquier empresa. Así en el balance
de cualquier empresa (incluidos los bancos privados), existe una cuenta
denominada Reservas. Con esta denominación genérica se hace referencia a
aquella parte del beneficio de la empresa no distribuido entre los accionistas ni
incorporado al capital social de la misma. Al igual que ocurre con las reservas
bancarias, pueden ser legales u obligatorias (si así lo establece la legislación o los
estatutos de la empresa) o voluntarias cuando la sociedad decide no distribuir los
beneficios.

¿Por qué el negocio bancario debe tener un tipo de reservas específicas?

La labor de los intermediarios financieros en general y de los bancarios en


particular resulta muy importante para el conjunto de la economía. Sin sus
servicios de intermediación gran parte del ahorro generado por los agentes
económicos nunca se transformaría en inversión. Pone en contacto a los agentes
económicos generadores de ahorro con aquellos que necesitan fondos para poder
llevar a cabo sus actividades. Cuando un cliente acude a un banco o a una caja de
ahorros y abre una cuenta corriente en la que deposita parte o la totalidad de sus
ahorros, estos no permanecen en la caja fuerte del banco hasta que los vuelven a
reclamar. El banco o caja los presta a aquellos agentes económicos que necesitan
efectivo para llevar a cabo sus proyectos de inversión o para adquirir otros bienes.
La institución bancaria cobra por ello un tipo de interés, pero también tiene que
pagar a aquellos clientes que mantienen fondos depositados en ella. Esta
actividad constituye la esencia del negocio bancario.

Por otra parte los intermediarios financieros se comprometen a poner a disposición


de sus clientes, cuando estos así lo requieran, los depósitos que en ellos
mantienen. Por ello no pueden prestar la totalidad de los depósitos de sus clientes,
ya que si hicieran esto, no podrían entregarle su depósito a un cliente que así lo
reclamara.

Las reservas bancarias precisamente tienen por objeto garantizar que los
intermediarios bancarios podrán hacer frente a los compromisos que mantienen
frente a sus depositantes. En términos generales, pues, tratan de dotar de
credibilidad al sistema financiero. Al mismo tiempo juegan un papel muy
importante en el diseño y ejecución de la política monetaria, ya que permiten a la
autoridad monetaria drenar o inyectar liquidez en función de las necesidades de la
economía.

Tipos de reservas bancarias

Los bancos han de mantener una proporción de sus depósitos en forma de


efectivo o en forma de depósitos en el Banco Central por ley. Se trata del
denominado coeficiente legal de caja o encaje bancario. Sin embargo, puede
decidir conservar una cantidad en efectivo superior a la establecida por la
autoridad monetaria. En este caso nos encontraríamos ante las denominadas
reservas voluntarias.
Reservas bancarias obligatorias

Se trata de la proporción establecida por la autoridad monetaria que sobre las


cantidades en ellos depositados, los bancos han de mantener en efectivo o en
forma de depósito en el Banco Central. Esto significa que si el coeficiente de caja
es del 3 %, por cada 100 euros que depositemos en el banco, éste deberá
mantener 3 euros en forma de reservas legales, pudiendo prestar los 97 euros
restantes a otros clientes. El coeficiente legal de caja es muy importante, en la
medida en que permite a la autoridad monetaria drenar o inyectar liquidez en el
sistema según las necesidades de la política monetaria. Si resulta necesario
introducir liquidez en el sistema bastará con disminuir el coeficiente legal de caja.
De esta manera y siguiendo con el ejemplo anterior, al disminuir el coeficiente del
3 % al 1 %, el banco podría prestar 2 euros más, provocando con ello una
expansión de la oferta monetaria.

El coeficiente legal de caja en el Eurosistema se sitúa en la actualidad en el 2 % y


se calcula sobre los saldos a fin de mes de determinados pasivos de las entidades
de crédito (depósitos que en ellas mantienen sus clientes), generalmente a plazos
inferiores a dos años que, en conjunto, forman lo que se denomina base de
reservas. Los bancos han de mantener las reservas así determinadas durante el
período de un mes siendo remuneradas al tipo de interés de las operaciones
principales de financiación del Eurosistema. El período de mantenimiento de
reservas se inicia a partir del día de la liquidación de la primera operación principal
de financiación posterior a la reunión del Consejo en la que se hayan tomado
decisiones de política monetaria. La entidad habrá cumplido las exigencias de
mantenimiento de reservas durante el mes si la media de los saldos diarios en su
cuenta en el Banco Central no es inferior a la cantidad exigida.

Reservas bancarias voluntarias

Los bancos pueden mantener en efectivo o en depósitos en el banco emisor una


cantidad superior a la legalmente establecida por dos motivos. En primer lugar por
razones operativas. Al actuar el Banco Central como banco del sistema bancario,
tener cierto volumen de dinero depositado en él permite a los bancos mover de
manera más efectiva dinero entre sus propias sucursales, realizar pagos por
compensación bancaria y en definitiva agilizar cualquier tipo de operaciones con
otros bancos.

El segundo motivo que explica la existencia de estas reservas voluntarias es la


necesidad de liquidez. Como se ha comentado, el banco ha de poder hacer
efectivos los depósitos de sus clientes cuando estos así lo requieran. Si
consideran que puede producirse una gran demanda de efectivo por parte de su
clientela, aumentarán el nivel de sus reservas voluntarias, ya que si no lo hacen se
verán obligados a acudir al mercado interbancario para pedir prestada esa
cantidad a otro banco o al Banco Central (teniendo que pagar por ello un tipo de
interés). En este sentido el nivel de reservas bancarias voluntarias depende tanto
del tipo de interés interbancario como del tipo de interés de otros activos
alternativos. En efecto, cuanto mayor sea el tipo interbancario (r i) más costoso le
será a la entidad obtener efectivo de otras instituciones, por lo que debería
aumentar el exceso de reservas de caja a fin de evitar ese sobrecoste.
Paralelamente, a medida que aumente el tipo de interés de otros activos (r a),
también lo estará haciendo el coste de oportunidad de obtener rentabilidad a unas
cantidades que al estar en efectivo no le proporcionan ningún rendimiento. En este
caso un mayor tipo de interés disminuiría el nivel de reservas voluntarias ya que el
banco optaría por invertir ese exceso de liquidez en esos activos que le
proporcionarían un rendimiento. De esta manera el volumen de reservas
voluntarias sería función de dos tipos de interés:

Rv = f (ri, ra)

Donde existe una relación positiva entre Rv y ri, y negativa entre el volumen de
reservas voluntarias y ra.

La oferta monetaria y las reservas bancarias

El volumen de reservas efectivamente mantenidas por el sistema bancario


constituye uno de los factores determinantes de la oferta monetaria, es decir, de la
cantidad de dinero presente en la economía. Precisamente por eso constituye uno
de los pilares de la instrumentación de la política monetaria. En el caso de la
Unión Monetaria Europea, el Banco Central Europeo se sirve de tres instrumentos:
las operaciones de mercado abierto, las denominadas facilidades permanentes y
el coeficiente de caja, para determinar el tipo de interés a corto plazo y así influir
sobre la cantidad de dinero en circulación, con el objetivo de conseguir la
estabilidad de precios en la zona euro. En este sentido directamente mediante la
variación del coeficiente legal de caja, e indirectamente al afectar con los
instrumentos al tipo de interés a corto plazo, el Banco Central influye sobre el nivel
de reservas bancarias, pudiendo drenar o inyectar liquidez en la economía con el
fin de luchar contra la inflación.

Relación entre oferta monetaria y base monetaria

Cabrera, Gutiérrez y Miguel (pp.130 y 131) explican que:

La base monetaria define la cantidad de dinero en circulación, es decir, la oferta


monetaria, a través de lo que se conoce como el multiplicador monetario.
Considerando la base monetaria y su ponderación por un factor (multiplicador
monetario) se obtiene la oferta de dinero. El multiplicador no es más que una
relación de reservas bancarias, circulante y depósitos, que nos indica la capacidad
de creación de dinero. Es decir, tomando en cuenta el nivel y tipo de depósitos en
la banca, cuánto dinero debe estar en circulación, de modo que se garantice el
equilibrio entre el dinero en circulación y la capacidad de respaldo de la banca
central y la banca comercial.
Cabe señalar que como los depósitos tienen diversas características, el
multiplicador variará según se esté considerando una definición amplia o
restringida de la oferta de dinero. La ecuación fundamental de la oferta monetaria
es:

M = (m) (b)

Donde:

M= oferta monetaria
(m) = multiplicador monetario
B = base monetaria.

Esta fórmula permite conocer el proceso mediante el cual aumenta o disminuye la


oferta monetaria, a través de los cambios en el multiplicador y en la base
monetaria. De manera que: si se conoce el valor del multiplicador, dada la base
monetaria se puede encontrar la oferta de dinero. Si se considera que la estructura
del medio circulante refleja la forma en que el público distribuye sus medios de
pago, es decir, una parte la deposita en una cuenta de cheques y otra parte la
retiene en su poder, es posible construir un multiplicador más realista
considerando sólo al agregado monetario M1.

Multiplicador de M1

donde:

e= circulante
d= depósitos en cuenta corriente
r = reserva bancaria en Banco central

De este modo la oferta de dinero, es igual a:

M = base monetaria

En términos generales podemos decir que:

Oferta de dinero = Base Monetaria x Multiplicador


Oferta de dinero / Base Monetaria = Multiplicador

Alcance de la Oferta Monetaria

Los diferentes tipos de dinero son típicamente clasificados como Ms, y por lo
general van desde M0 (reducida) hasta M3 (más amplia):

 M0: el total de monedas y billetes (base monetaria).


 M1: La cantidad total de M0 (billete / moneda), sin contar la la cantidad en
posesión del sistema bancario privado, más la cantidad de saldo de cuentas a
la vista.
 M2: M1 + cuenta con más de ahorro, cuentas del mercado monetario, fondos
minoristas del mercado monetario, y los depósitos a plazo inferiores a
$100.000 ( en el caso de EEUU).
 M3: M2 + todos los otros activos monetarios (depósitos a plazo de elevado
importe, total de saldos de fondos del mercado monetario), depósitos de
divisas y repos.

Alcance de la oferta monetaria

En una economía desarrollada no es fácil establecer una línea que diferencie entre
los activos que pueden ser denominados dinero y los demás. Puesto que se
entiende que dinero es cualquier cosa que pueda ser usada en pago por una
deuda, hay una variedad de formas de definir o medir la oferta del dinero y en
concreto en la medición del dinero bancario. Las formas más restrictivas de medir
la oferta tienen en cuenta sólo esas formas de dinero disponibles para
transacciones inmediatas, mientras que definiciones más amplias consideran
dinero el almacenamiento de algo de valor. Las medidas más comunes son M0 (la
más restrictiva), M1, M2, M3, M4.

 M0: el total de toda moneda física (billetes + monedas), más cuentas bancarias
depositadas en los Bancos Centrales
 M1: M0 + cantidades en cuentas corrientes (estrictamente oferta monetaria)
 M2: M1 + cuentas de ahorros, cuentas de economía de mercado y cuentas de
certificados de depósito. Menores de US $ 100.000
 M3: M2 + todos los demás tipos de certificados de depósito, depósitos en
moneda extranjera
 M4:M3 + el cuasi-dinero (pagarés y otros instrumentos financieros muy poco
líquidos)
Después del 23 de marzo de 2006 la información estadística M4 deja de ser
publicada por el Banco de la Reserva Federal de los Estados Unidos. Poco
después desaparece el M3. Los otros tipos de medida de oferta de dinero se
continúan publicando en detalle.

DEMANDA DE DINERO
Expresión utilizada en Macroeconomía, a nivel de los agregados económicos
y monetarios.
En inglés money demand.
Está constituida por la suma de las necesidades de efectivo que, en un momento
dado, tienen los individuos y las empresas.
DEMANDA DE DINERO
La Demanda por una Mercancía que cumple a la vez la Función de medio de
pago y de reservorio de Valor. El Dinero, en tanto medio de pago, no es
demandado en realidad por sí mismo, sino como un medio para la obtención
de Bienes y servicios. La naturaleza precisa de la Demanda monetaria es un
tópico central de la moderna Macroeconomía, y como tal ha sido debatido
ampliamente en los últimos años.
Al respecto existen dos posiciones: la del keynesianismo y la del Monetarismo. La
primera de ellas sostiene que tres motivos dan origen a la Demanda monetaria:
a) existen necesidades derivadas de las transacciones que realizan los individuos
y las empresas, quienes necesitan dinero para sus adquisiciones de Bienes y
servicios;
b) los individuos demandan dinero guiados también por la precaución, como una
forma de protegerse ante contingencias imprevistas;
c) existe un tercer motivo, el especulativo, que lleva a demandar Dinero cuando
la Rentabilidad de otros activos, por ejemplo bonos o títulos, no resulta suficiente.
Cuando se calcula la Rentabilidad de los bonos deben tomarse en cuenta no sólo
los pagos de intereses sino además la posibilidad de tener pérdidas
o Ganancias de Capital. Si la esperada pérdida de Capital es mayor que
el Ingreso por intereses el resultado neto será negativo, y los individuos preferirán
retener o demandar dinero, no bonos o títulos; esto último, sin embargo,
dependerá también de las Expectativas existentes.
La Teoría Cuantitativa del Dinero, en contraste con la anterior, sólo consideraba
el primero de los motivos mencionados: la Necesidad de obtener Dinero con el
propósito de realizar transacciones. La Demanda de dinero M, en este caso,
resulta una proporción constante, k, del Ingreso Y, el cual, cuando se toma junto
con el promedio de nivel de Precios, determinará el volumen de transacciones
que es posible realizar.
El keynesianismo objetó esta conclusión: al postular la existencia de
una Demanda monetaria que tiene sus fuentes en la precaución o
la Especulación, Keynes sostuvo que la Demanda puede variar grandemente en
el corto Plazo, a partir básicamente de cambios en la velocidad de circulación,
afectando así directamente el nivel de los Precios.
El moderno Monetarismo, desarrollado básicamente por Milton Friedmann, parte
de la Teoría Cuantitativa del Dinero de Fisher y acepta que puede haber
cambios en la velocidad de circulación del Dinero en el corto plazo, pero afirma
que, en el largo Plazo, tal velocidad es esencialmente constante.
Friedmann llegó a esta conclusión después de hacer un estudio empírico de la
historia monetaria de los Estados Unidos, a través del cual respaldó sólidamente
su posición respecto al tema. Corolarios de sus proposiciones es que
la Inflación es causada por el total de la masa monetaria Disponible y que las
políticas de estabilización keynesianas llevan inevitablemente a este fenómeno.
No obstante, sus ideas no son aún aceptadas por todos los economistas, pues el
tema continúa abierto a la discusión.
En todo caso se acepta que la Demanda de dinero no es sólo
una Función del Ingreso o de las tasas de Interés vigentes, sino de la tasa de
retorno de un amplio espectro de diferentes activos físicos y financieros, lo cual
influye decisivamente en la demanda específica de dinero. Los individuos actúan
así procurando que la tasa de retorno marginal sea igual con respecto a todos los
activos físicos y financieros disponibles.
El Dinero, por lo tanto, es visto como un sustituto de cualquiera de los otros
activos, y la Demanda del mismo resulta por lo tanto una Función de las tasas de
retorno de todos ellos. No se trata, por lo tanto, de la comparación exclusiva con el
nivel de las tasas de Interés vigentes, sino de una comparación que abarca
entonces todos los activos que puedan adquirirse por el público.

Teoría Keynsesiana

Demanda de dinero en el pensamiento keynesiano[editar]


Keynes2 clasificaba en tres los motivos por los que los sujetos económicos desean
mantener saldos líquidos:

1. Motivo transacción: abarca la liquidez necesaria para poder hacer frente a


las transacciones cotidianas. Las personas necesitan conservar una cierta
cantidad de dinero para realizar las transacciones ordinarias. Como norma
general, el saldo monetario medio que una persona debe mantener para
fines de transacción, disminuye al aumentar la frecuencia de sus ingresos.
También se puede afirmar que el saldo monetario que los ciudadanos, en
conjunto, desean mantener con fines transacción depende directamente
del nivel de renta. No parece ser muy sensible a los tipos de interés.
2. Motivo precaución: para hacer frente a contingencias imprevistas. Keynes
pensaba que no dependía del tipo de interés, aunque posteriormente
algunos discípulos suyos como Harrod han puesto en cuestión esta
afirmación.
3. Motivo especulación: el inversor que espera que el tipo de interés suba a
corto plazo y por tanto, disminuya la cotización de los bonos, preferirá
mantener sus ahorros en forma de dinero a la espera que se produzca
efectivamente ese aumento del tipo de interés. Siempre que el interés
esperado sea mayor que el vigente, los inversores mantendrán sus ahorros
en forma de dinero, por lo que la demanda de dinero por motivo
especulación estará inversamente relacionado con el tipo de interés.
Cuanto mayor sea este, menos probable será que el inversor espere que el
tipo de interés vaya a subir en el futuro. Este motivo de demanda de dinero
fue una completa innovación de Keynes que no era contemplado por los
clásicos, que negaban por tanto cualquier relación de la demanda de
dinero con los tipos de interés.
Existe un interés crítico por debajo del cual ningún inversor espera que el tipo de
interés vaya a bajar, sino que por el contrario espera que en todo caso va a subir,
por lo que todos los inversores deciden mantener sus ahorros en forma de dinero
a la espera que el tipo de interés vuelva a subir. En esa situación, por más dinero
que se emita, no hará descender el tipo de interés, puesto que los inversores
mantendrán el nuevo dinero en forma líquida, a la espera que vuelva a subir el tipo
de interés: se entra en una situación que se ha denominado "trampa de la liquidez"
en la que por más dinero que se inyecte a la economía, el tipo de interés no puede
bajar.
Combinando todos los factores estudiados se llega a la conclusión de que la
demanda de dinero es un función que básicamente depende de dos factores, la
renta monetaria y los tipos de interés.

Equilibro de mercado

El equilibro de mercado es una situación que se da cuando a los precios que


éste ofrece, aquellas personas que compran o consumen un bien o servicio,
pueden adquirir las cantidades que deseen, y los que ofrecen ese bien o
servicio, pueden vender todas sus existencias.

La cantidad y el precio que se fija, queda determinado a través de las curvas de


oferta y demanda de ese bien o servicio. Si el precio es muy alto, los
productores u oferentes estarán ofreciendo más de lo que se demanda, por lo
tanto, existirán cantidades que no pueden vender, de este modo, reducirán sus
precios y su producción. Por otro lado, si el precio es bajo, las cantidades
demandadas serán superiores a las ofrecidas, por lo que habrá escasez, y
algunos consumidores estarán dispuestos a pagar más dinero por ese bien.
El punto de equilibrio será aquel dónde se cortan las curvas de oferta y de
demanda y, a su vez, se igualen los precios y las cantidades.
Representando el mercado en equilibrio, punto en el que se encuentran la oferta y
demanda, se deduce que para ese punto de equilibrio existe un precio de
equilibrio (P*) y una cantidad de equilibrio (Q*).

El equilibrio de mercado al que se igualan los precios y las cantidades, no significa


que sea justo desde el punto de vista social, porque habrá consumidores que no
puedan pagar el precio de equilibrio, siendo un elemento muy importante a tener
en cuenta dado que ese bien o servicio puede ser de primera necesidad,
quedando excluido del mercado.

En realidad, lo cierto es que el equilibrio de mercado, si se alcanza, no se


mantiene durante el tiempo, debido a que cambian las condiciones de mercado
por factores de oferta y demanda, como por ejemplo, variaciones en los precios de
los factores, cambios en las modas, avances tecnológicos, etc. Hay otro
componente a tener en cuenta, y es el poder de algunas empresas para
establecer el precio, reduciendo la producción para conseguir elevados precios y,
como consecuencia, obtener importantes beneficios.
https://es.wikipedia.org/wiki/Demanda_de_dinero

https://www.eco-finanzas.com/diccionario/D/DEMANDA_DE_DINERO.htm

https://www.gestiopolis.com/que-son-la-oferta-monetaria-y-la-base-monetaria/

http://www.economia48.com/spa/d/reservas-bancarias/reservas-bancarias.htm

http://diccionarioempresarial.wolterskluwer.es/Content/Documento.aspx?params=H4sIAAAAAAA
EAMtMSbF1jTAAASMzA0NLtbLUouLM_DxbIwMDS0NDIwOQQGZapUt-
ckhlQaptWmJOcSoARBnRkzUAAAA=WKE
El mercado de dinero
1. El mercado de dinero

2. La oferta de dinero (oferta monetaria)

3. La demanda de dinero

4. Equilibrio del mercado de dinero

5. Situaciones de desequilibrio

6. Alteraciones del mercado

1. El mercado de dinero
El dinero es un bien y como tal, es ofertado y demandado por los agentes
económicos. Por lo tanto, su precio (el tipo de interés) se determinará en función
de la oferta y la demanda de dinero que exista en un momento determinado.

Como vemos, nos encontramos con todos los elementos fundamentales para que
exista un mercado. En este caso, el mercado de dinero, cuya función principal es
poner en contacto a los oferentes de dinero con los demandantes de dinero para
conciliar sus necesidades.

Mercado de dinero

 oferentes: ahorradores que necesitan invertir su capital


(prestamistas)
 demandantes: inversores que necesitan dinero para financiar sus
proyectos (prestatarios).

Pero para que este mercado funcione, es necesaria la actuación de instituciones que
actúen como mediadores entre los agentes económicos que desean ahorrar e
invertir su dinero y los que solicitan préstamos para financiar sus proyectos.

A cambio, por esta actividad de intermediación (y por otras) estas instituciones


obtienen, como beneficio, la diferencia entre el tipo de interés que les cobran a los
prestatarios y el que les abonan a los ahorradores.

Estamos hablando de los intermediarios financieros y, más específicamente,


de los bancos privados, que además de realizar estas funciones de intermediación,
intervienen en la oferta monetaria del país mediante la creación del dinero
bancario (ver el artículo"La creación del dinero bancario").

Los Intermediarios financieros canalizan el ahorro de los prestamistas


(unidades de gasto con superávit) hacia los prestatarios (unidades de gasto con
déficit).

Intermediarios financieros son la Bolsa de valores, el mercado de bonos y el sistema bancario,


pero son los bancos los únicos intermediarios que pueden crear dinero y, por consiguiente,
influir directamente en la oferta monetaria.

Precisamente, para controlar esta creación de dinero por parte de los bancos,
aparece una cuarta figura, imprescindible para el correcto funcionamiento del
mercado de dinero: el banco central de cada país.

El banco central, máxima autoridad en materia monetaria de un país, además de


poseer el monopolio de la emisión del dinero legal (billetes y monedas), tiene la
misión de controlar la cantidad de dinero que circula en la economía del país
(oferta monetaria), vigilando y supervisando el sector de la banca. Su principal
función es llevar a cabo la ejecución de la política monetaria del estado, con el
objetivo de mantener la estabilidad de los precios, el mantenimiento del empleo y
el crecimiento económico del país.

Para ello, dispone de diversos instrumentos, como los coeficientes legales, las
operaciones de mercado abierto y las facilidades permanentes, que veremos en el
apartado 6 de este artículo, "Alteraciones del mercado de dinero" y más
extensamente en el artículo "La Política monetaria".

Así, por ejemplo, mediante la fijación de el coeficiente de caja, establecen las


reservas mínimas que deben mantener los bancos privados, limitando con ello la
cantidad de dinero bancario que pueden crear.

Por lo tanto, en el mercado de dinero interactúan: por un lado, el banco central,


encargado de controlar la cantidad de dinero de la economía (oferta
monetaria ), y por otro lado, los agentes económicos, demandando dinero según
sus necesidades (demanda monetaria).
2. La oferta de dinero (la oferta monetaria)
El dinero que circula en una economía está compuesto por el efectivo en manos del
púbico y los depósitos bancarios (ver el artículo "El dinero"). Pues bien, estas
masas son las que conforman lo que se conoce como oferta monetaria.

Asimismo, existen diferentes depósitos bancarios y cada uno con distinta liquidez
y disponibilidad. Según como agrupemos (agreguemos) cada uno de los
componentes de la oferta monetaria, obtendremos diferentes agregados
monetarios.

Oferta monetaria
Cantidad de dinero en circulación en la economía de un país.

Es la suma del efectivo en manos del público (billetes y monedas)

y los depósitos bancarios que

existen en una economía

en un momento determinado.

Existe una base común sobre la definición de estos agregados monetarios que
podemos resumir de la siguiente forma:

M1: formado por el efectivo en circulación más los depósitos a la vista.

M2: formado por el M1 más los depósitos de ahorro.

M3: formado por el M2 más los depósitos a plazo y otros componentes.


Sin embargo, esta disposición puede variar por cada país, ya que sus bancos
centrales determinan su composición. Así, en el Eurosistema, se han definido los
tres siguientes agregados monetarios para la zona del euro:

 Agregado monetario estrecho, conocido por M1, compuesto por el efectivo en


circulación (billetes y monedas) y por los depósitos a la vista.

 Agregado monetario intermedio, conocido por M2, compuesto por los


pasivos incluidos en M1 y los depósitos a plazo de hasta dos años (depósitos a
plazo a corto plazo) y los depósitos disponibles con preaviso de hasta tres meses
(depósitos de ahorro a corto plazo).

 Agregado monetario amplio, conocido por M3, compuesto por los pasivos
incluidos en M2 y los instrumentos negociables (cesiones temporales,
participaciones en fondos del mercado monetario y los valores de renta fija de
hasta dos años). Este agregado, al ser el más estable, es el que se ha tomado para
definir un valor de referencia para el crecimiento del dinero.
En Estados Unidos, por ejemplo, la Reserva Federal (su autoridad monetaria) solo utiliza dos
agregados para medir la oferta monetaria: el M1, muy similar al M1 que se utiliza en la zona
euro (efectivo en circulación y depósitos a la vista) y el M2, que abarca el M1 y otros activos
llamados cuasi-dinero (hasta 2006 también utilizaba un tercero, el M3, pero quedó
descartado por considerarse que no era útil).

La cantidad de dinero que circula en una economía (oferta monetaria) debe


corresponder con las necesidades reales de intercambios que exige dicha economía,
y éstas, vendrán dadas por la cantidad de bienes y servicios que se produzcan en el
país (el PIB).

Es decir, la oferta monetaria de un país debe ser justamente la que su economía


necesite para que funcione adecuadamente en ese momento, ya que de lo contrario,
generarían desajustes y desequilibrios económicos, dando lugar a escenarios de
inflación o desempleo.

Ante estos escenarios, se justifica la intervención del estado mediante su política


monetaria, tomando las medidas necesarias para controlar la cantidad de dinero
existente en la economía. En este sentido, hay que señalar que una decisión de
incrementar la oferta monetaria debería corresponder siempre con un aumento
real en la oferta de bienes y servicios; es decir, debería obedecer a una necesidad
originada por el aumento de la producción.

Si la producción de un país no registra ningún aumento y la autoridad monetaria


decide emitir más billetes y moneda (incremento de la oferta monetaria), se
provocaría un exceso de dinero en circulación. Esto significaría que se está
poniendo en manos del público una mayor cantidad de dinero que la que
corresponde, con lo que percibirán mayor poder de compra, incrementándose la
demanda de bienes y servicios, mientras su oferta permanece invariable y, por
consiguiente, se generaría una subida de los precios que podría desembocar en
inflación.

El objetivo principal de la Política monetaria es el control de la cantidad de dinero


que hay en circulación en un país, intentando adecuarla al nivel de producción
evitando así un exceso de la oferta monetaria que conduzca a un escenario de
inflación.

También podríamos encontrarnos con un escenario opuesto: insuficiente cantidad


de dinero en circulación para adquirir todo lo que se produce. Esto supondría que
habría recursos sin aprovechar, generándose una situación de desempleo.

Para hacer frente a cada uno de estos escenarios, existen diferentes tipos de
política monetaria (expansivas y restrictivas) que aplicarán los bancos centrales
dependiendo de la situación económica en la que se encuentre en ese momento el
país (en el artículo "La política monetaria" se desarrolla extensamente estos tipos
de política).

Controlar la oferta monetaria implica, automáticamente, controlar el precio del


dinero y éste no es otro que el tipo de interés (porcentaje de interés, entendido
éste como la renta que se debe pagar por el uso de un dinero prestado).

Efectivamente, el dinero es un bien y como tal, es ofertado y demandado por los


agentes económicos y, por lo tanto, tiene un precio al que se intercambia. Este
precio es el tipo de interés.

TIPO DE INTERÉS

Es el coste que se paga por el uso del dinero. Es el porcentaje de interés que hay
que pagar por disponer de capitales ajenos durante un período de tiempo
determinado.

En una economía de mercado, este precio del dinero (el tipo de interés) estaría
fijado por la ley de la oferta y la demanda. Sin embargo, en la actualidad, la
mayoría de los países están regidos por un sistema de economía mixta, en la que el
Estado interviene en el mercado de dinero mediante su política monetaria. En este
sentido, la oferta monetaria está controlada por la autoridad monetaria de cada
país (banco central, que en España, por ejemplo, es el Banco de España, que tiene
como referencia al Banco Central Europeo y en EE.UU. la Reserva Federal).

Por este motivo, si representamos en el eje de abscisas la cantidad ofrecida de


dinero y en el eje de ordenadas el tipo de interés, obtendremos una línea recta
paralela al eje de ordenadas. Es lo que se conoce como la curva de oferta del
dinero.

La curva de oferta de dinero (OM) es una línea recta vertical trazada


sobre el nivel de oferta monetaria elegido por el banco central (M*)

Según el tipo de política monetaria aplicada por las autoridades monetarias, la


oferta monetaria variará en un sentido o en otro. Una política monetaria expansiva
incrementará la cantidad de dinero desplazándose la curva de oferta monetaria
hacia la derecha (OM1). En cambio, una política monetaria restrictiva, reducirá la
cantidad de dinero, desplazando la curva de oferta monetaria hacia la izquierda
(OM2).

Pero esto ya lo veremos más detalladamente en los siguientes apartados y, por


supuesto, en el artículo dedicado a la Política monetaria.
De momento, podemos concluir que la oferta monetaria, junto con el tipo de
interés, son las variables de las que disponen los bancos centrales para controlar
la cantidad de dinero en circulación y, con ello, intentar acelerar o frenar la
actividad económica de un país. Para efectuar este control, disponen básicamente
de los siguientes instrumentos, cuyo desarrollo puede verse en el apartado 4.3 del
artículo "La Política monetaria": a) Los coeficientes legales, b) las operaciones de
mercado abierto y c) las facilidades permanentes.

3. La demanda de dinero (demanda monetaria)


La demanda de dinero es la cantidad de dinero en efectivo (billetes, monedas y
depósitos a la vista) que los agentes económicos desean mantener en un momento
determinado.

Al igual que ocurre con la oferta monetaria, la demanda de dinero de una economía
también depende del volumen de intercambios que se realicen; es decir, de la
actividad económica y, por lo tanto, estará relacionada con la producción nacional
del país (con su PIB).

Para saber los motivos por los cuales se demanda dinero, solo tenemos que recodar
sus funciones.

Los agentes económicos necesitan disponer de cierta cantidad de dinero para


efectuar sus pagos diarios y sus transacciones económicas (medio de pago).
Por otro lado, como precaución ante posibles gastos imprevistos y para tener
suficiente capacidad para realizar transacciones en el futuro, el dinero se atesora en
forma de ahorro (depósito de valor).

Motivos por los que se demanda dinero

 transacciones
 ahorro
 especulación
 activo financiero

Además, mediante la administración del dinero, se puede conseguir más dinero


(invertir el dinero para obtener más dinero). Es lo que se conoce como
especulación. En este sentido, podemos afirmar que el dinero también se
demanda como activo financiero (depósito de valor), siendo, evidentemente, el
activo más seguro.

Sin embargo, mantener cierto volumen de dinero en efectivo tiene un coste; el


coste de oportunidad, ya que al retenerlo en nuestro poder, se está renunciando a
los intereses que generaría si estuviera invertido en algún producto bancario.

3.1 El coste de oportunidad

Efectivamente, si cierta cantidad de dinero se encuentra en un depósito bancario,


estará generando unos intereses. Si se decide sacarlo para mantenerlo en efectivo,
se deja de obtener esos intereses. Es decir, al optar por mantener ese dinero en
efectivo se renuncia al cobro de unos intereses. Pues bien, a los intereses que se
renuncian se les conoce como coste de oportunidad.

Por lo tanto, si los tipos de interés aumentan, aumentará también el coste de


oportunidad y, por consiguiente, será aconsejable reducir los fondos líquidos
existentes (éste es uno de los motivos por los que las empresas intentan ajustar al
mínimo sus saldos de tesorería cuando suben los tipos de interés).
Consecuentemente, se reducirá la demanda de dinero.

3.2 El tipo de interés

La demanda de dinero también está vinculada, como la oferta monetaria, con el


tipo de interés. Con el dinero, al igual que ocurre con un bien normal, se cumple la
ley de la demanda: si disminuye su precio (si disminuye el tipo de interés), la
cantidad demandada de dinero aumentará, ya que será más accesible y barato la
obtención de un préstamo; y si suben los tipos de interés, la cantidad demandada
de dinero disminuirá (todo ello, manteniéndose constantes los demás factores).
Si representamos en el eje de abscisas la cantidad demandada de dinero y en el eje
de ordenadas el tipo de interés, obtendremos la curva de demanda del dinero.
Debido a la relación inversa que existe entre la demanda de dinero y el tipo de
interés, esta curva será decreciente, con pendiente negativa.

Curva de la demanda de dinero

Es una curva que muestra las cantidades de dinero que los agentes económicos
están dispuesto a demandar (a mantener en efectivo) para diferentes niveles de
tipos de interés, en un momento determinado.

Coste de oportunidad

de mantener dinero en efectivo

Intereses a los que se renuncian por no tener el dinero en una cuenta bancaria
remunerada.

A mayor tipo de interés, mayor coste de oportunidad de mantener dinero en


efectivo.

Por lo tanto, a mayor tipo de interés, menor demanda de dinero, y


viceversa.

Cuando baja el tipo de interés,

aumenta la cantidad demandada de dinero.

Cuando aumenta el tipo de interés, disminuye la cantidad demandada de


dinero.
Un cambio en el tipo de interés, permaneciendo constantes
los demás
factores, provoca un cambio en la cantidad demandada de
dinero y,
por consiguiente, produce un movimiento a lo largo de su
curva.
Pero además del tipo de interés, existen otros factores que deben ser considerados
a la hora de demandar dinero. Nos estamos refiriendo a los determinantes de la
demanda de dinero.

3.3 Determinantes de la demanda de dinero

- El nivel de precios. Ante una subida de precios de los bienes y servicios


(inflación), los agentes económicos necesitarán más dinero para mantener su nivel
de gastos y, por consiguiente, se demandará más cantidad de dinero.

- La renta de los consumidores. A medida que aumenta la renta de las


economías domésticas, aumenta su nivel de consumo, requiriendo más cantidad
de dinero, aumentando, por lo tanto, la demanda de dinero.
- La incertidumbre. Cualquier indicio de que nuestro dinero invertido en el
sistema financiero corre algún riesgo, puede provocar su retirada para mantenerlo
en efectivo, aumentando así su demanda.

Hemos visto antes que un cambio en el tipo de interés provoca un cambio en la


cantidad demandada de dinero y, por consiguiente, produce un movimiento a lo
largo de su curva.

Sin embargo, un cambio en cualquier otro factor distinto del tipo de interés (nivel
de precios, renta o incertidumbre), provocará un cambio en la demanda de
dinero que se traduce, como vemos en el gráfico de la derecha, en un
desplazamiento de la curva de demanda de dinero:

Determinantes de la demanda de dinero

 Tipo de interés
 Nivel de precios
 Renta consumidor
 Incertidumbre

 hacia la derecha, si el efecto es positivo sobre la demanda, es decir, si ésta


aumenta, o

 hacia la izquierda, si el efecto es negativo sobre la demanda, es decir, si ésta


disminuye.
Un cambio en cualquier otro factor distinto del tipo de interés, permaneciendo
constantes los demás factores, provoca un cambio en la demanda de

dinero y, por consiguiente, produce un movimiento a lo largo de su curva.

Un aumento de la demanda de dinero desplaza su curva hacia la derecha


aumentando la cantidad demandada de dinero con cada tipo de interés.

Una disminución de la demanda de dinero desplaza su curva hacia la izquierda


reduciendo la cantidad de dinero demandada con cada tipo de interés.

Muy importante

No se debe confundir "cambios en la cantidad demandada" con "cambios en la


demanda"

Un cambio en el tipo de interés provoca un cambio en la cantidad demandada


de dinero, produciendo un movimiento sobre su curva de demanda.

Un cambio de cualquier factor diferente del tipo de interés provocará un cambio


en la demanda de dinero, produciendo un desplazamiento de toda su curva de
demanda.

4. Equilibrio de mercado de dinero

Una vez estudiadas la oferta y la demanda monetaria, estamos preparados para


analizar el mercado de dinero, determinar su tipo de interés de equilibrio y, por
tanto, el equilibrio de dicho mercado.

Como ya se ha apuntado en el apartado anterior, la demanda de dinero es


decreciente respecto al tipo de interés: si disminuye éste, la cantidad demandada
de dinero aumentará, y si sube, la cantidad demandada de dinero disminuirá. Es
decir, entre la demanda de dinero y su tipo de interés existe una relación inversa.
Por lo tanto, nos encontraremos con que la curva de demanda de dinero es
decreciente, con pendiente negativa.

Sin embargo, la oferta monetaria es independiente del tipo de interés, ya que está
controlada por el banco central. Es una decisión de política económica que no
depende del tipo de interés. Es por ello, por lo que la curva de oferta de dinero
es una recta vertical paralela al eje de ordenadas, cuya intersección con el eje de
abscisas es la oferta monetaria fijada por el banco central, M*.

Pues bien, la intersección entre la curva de demanda de dinero, que


representa la cantidad de dinero que los agentes económicos desean tener, y la
curva de oferta de dinero, que representa la cantidad dinero que pone el banco
central en circulación, determina el punto de equilibrio de mercado de
dinero (E), que lleva a un tipo de interés de equilibrio ie.

Punto de equilibrio del mercado de dinero

Punto en el que coinciden la cantidad de dinero que los agentes económicos desean
demandar

y la cantidad ofrecida por el banco central.

De esta forma, podemos afirmar que

el equilibrio de mercado de dinero


se alcanza cuando coinciden la demanda y la oferta de dinero, dando lugar a un tipo
de interés de equilibrio y una cantidad de dinero de equilibrio.

Equilibrio de mercado de dinero

Situación en la que, a un determinado tipo de interés, coinciden la cantidad de


dinero que los bancos centrales están dispuesto a poner en circulación con la
cantidad que los agentes económicos desean mantener.

En el siguiente apartado vamos a demostrar por qué ie es el tipo tipo de interés


de mercado.

5. Situaciones de desequilibrio
Hemos visto que el tipo de interés y la cantidad de equilibrio de mercado de dinero
se encuentran en la intersección de sus curvas de oferta y demanda. Sin embargo,
puede ocurrir que, en un momento dado, el tipo de interés de mercado no sea el
tipo de interés de equilibrio y, por lo tanto, ya no se igualen oferta y demanda.
Veamos los dos casos que se pueden dar:

a. El tipo de interés de mercado es superior al tipo de interés de equilibrio

b. El tipo de interés de mercado es inferior al tipo de interés de equilibrio

a) Si el tipo de interés fuera superior al tipo de interés de equilibrio (punto


A), la cantidad demandada de dinero MA sería inferior que la cantidad ofrecida de
dinero (M*), fijada por el banco central.

Dicho de otra forma, para entendernos: la cantidad de dinero que desean


mantener los agentes económicos (MA) sería inferior a la que ofrece el banco
central (M*).

Por lo tanto, como mantienen más dinero del que desean, intentarán deshacerse
de una parte de éste comprando otros activos rentables, como por ejemplo, los
bonos, aumentando así su demanda y provocando, por consiguiente, una subida de
su precio y una disminución de su rentabilidad.

Esta disminución de su rentabilidad hace que el tipo de interés baje desde iA, y lo
hará mientras que los agentes económicos sigan demandando bonos, hasta llegar a
la situación en la que la cantidad de dinero que deseen mantener sea igual a la que
está disponible en realidad, M*. Es decir, hasta que el tipo de interés sea ie,
alcanzaándose así el punto de equilibrio E

En el punto A, el tipo de interés, iA, es mayor que el tipo de interés de equilibrio, ie, y
la correspondiente cantidad demandada de dinero, MA, es menor que la oferta
monetaria, M*.

b) Si el tipo de interés fuera inferior al tipo de interés de equilibrio (punto


B), significaría que los agentes económicos desearán obtener más dinero del que
mantienen.

Es decir, la demanda deseada de dinero por parte de los agentes económicos


(MB) sería mayor a la que mantienen (M*).

Por consiguiente, comenzarán a demandar dinero. Para ello, actuarán de forma


contraria a la descrita en el apartado anterior, es decir, comenzarán a vender bonos
(u otros activos rentables) para recuperar el dinero invertido. Este aumento de
venta de bonos provocará una bajada de su precio y un aumento de su rentabilidad,
incrementándose, por consiguiente, el tipo de interés.

Mientras continúe la venta de bonos, el tipo de interés seguirá subiendo desde iB


hasta que los agentes económicos deseen mantener la cantidad de dinero que está
disponible en realidad. Es decir, hasta que el tipo de interés sea ie y estemos otra
vez en el punto de equilibrio E.

En el punto B, el tipo de interés, iB, es menor que ie, y la correspondiente cantidad


demandada de dinero, MB, es mayor que la oferta monetaria, M*.

6. Alteraciones del mercado. Cambios en el equilibrio


La situación de equilibrio de mercado de dinero que hemos visto anteriormente no
se mantiene de forma indefinida en el tiempo. Los cambios frecuentes que sufre su
demanda (por variaciones del nivel de precio, las preferencias y las rentas de los
consumidores) y su oferta (por las decisiones en la política monetaria de los
bancos centrales) hacen trasladar sus respectivas curvas provocando un
movimiento constante del punto de equilibrio.

Para examinar estos desplazamientos y sus efectos sobre la cantidad de dinero y el


tipo de interés de equilibrio, debemos averiguar si el factor afecta a la oferta o a la
demanda, cómo le afecta (si la incrementa o la reduce) y observar gráficamente sus
desplazamientos hasta alcanzar la nueva situación de equilibrio.

6.1 Cambios en la demanda de dinero


En el apartado dedicado a la demanda de dinero se explicaba detalladamente los
cambios que puede sufrir la demanda, motivados por la variación de uno de los
factores distinto al tipo de interés, provocando un desplazamiento de su curva de
demanda:
Determinantes

 Nivel de precios
 Renta consumidor
 Incertidumbre

 hacia la derecha, si el efecto es positivo sobre la demanda, es


decir, si aumenta, o

 hacia la izquierda, si el efecto es negativo sobre la demanda, es decir, si


disminuye.

Analicemos estos dos tipos de desplazamientos.

Partimos de unas curvas de oferta y demanda del dinero, OM y DM1 y su punto de


equilibrio E.

Supongamos que se incrementa la renta de los consumidores. Como ya hemos


explicado anteriormente, al aumentar su renta requerirán más cantidad de dinero,
aumentando, por lo tanto, la demanda de dinero. Por consiguiente, la curva de
demanda se desplaza hacia la derecha (de DM1 a DM2), desarrollándose un exceso
de demanda, ya que al tipo de interés ie la demanda de dinero ahora es M1,
mientras que la cantidad ofrecida de dinero permanece en M*.

El efecto que producirá este exceso de demanda (M1 - M*) será un aumento del
tipo de interés, tendiendo hacia un tipo de interés de equilibrio ie', donde la
demanda de dinero iguala otra vez a la cantidad ofrecida de dinero, obteniéndose
un nuevo punto de equilibrio E'.

El caso contrario, un descenso de la demanda (un desplazamiento de la curva hacia


la izquierda, de DM2 a DM1), provocará un exceso de oferta y, por consiguiente,
hará que el tipo de interés de equilibrio descienda de ie' a ie.
Un incremento de la demanda de dinero supone un desplazamiento de su
curva hacia la derecha provocando una subida del tipo de interés.

Un descenso de la demanda de dinero supone un desplazamiento de su curva


hacia la izquierda provocando una bajada del tipo de interés.

Como ya hemos indicado anteriormente, en el mercado de dinero, el tipo de interés


está determinado por la oferta y la demanda de dinero. Sin embargo, la autoridad
monetaria puede ajustar la oferta monetaria para alcanzar un objetivo de tipo de
interés.
Para ello, dispone de diversos instrumentos, como los coeficientes legales, las
operaciones de mercado abierto y las facilidades permanentes (en el artículo "La
Política monetaria" se explica cada uno de ellos).

Por lo tanto, si el banco central desea modificar el tipo de interés, hará variar la
cantidad de dinero en circulación, la oferta monetaria, que al interactuar con la
demanda, dará lugar a un nuevo tipo de interés.

La oferta de dinero es controlada por la autoridad monetaria. De ahí, que la representación de


su curva sea una línea recta paralela al eje de ordenadas, donde M* (intersección de la recta
con el eje de abscisas) representa la oferta monetaria fijada por el banco central.

6.2 Cambios en la oferta de dinero


Pues bien, en este apartado vamos a examinar cómo el banco central puede
modificar el tipo de interés mediante ajustes en la oferta monetaria.

6.2.1 Aumento de la oferta monetaria. Política monetaria expansiva

Supongamos que el banco central desea bajar los tipos de interés. Para ello, tendrá
que aumentar la oferta monetaria mediante los instrumentos que dispone:
reduciendo los coeficientes legales de caja, operando en el mercado abierto
comprando títulos o concediendo nuevos créditos a los bancos (facilidades
permanentes). Veamos el proceso.

Partimos de una situación de equilibrio, con unas curvas de oferta y demanda,


OM1 y DM, un tipo de interés de equilibrio ie, una oferta monetaria fijada por el
banco central M*1 y un punto de equilibrio E.

Supongamos que ahora el banco central decide bajar el tipo de interés. Para ello,
aumentará la oferta monetaria (con los instrumentos descritos anteriormente).
Esto provocará que su curva se desplace hacia la derecha (de OM1 a OM2),
creando un exceso de oferta, ya que al tipo de interés ie la oferta ahora es M*2,
mientras que la cantidad demandada permanece en M*1.

Ante esta situación, los agentes económicos intentarán colocar este exceso de
dinero (M*2 - M*1) en forma de bonos. Es decir, comenzarán a comprar bonos, lo
que provocará un aumento de su precio. Al existir una relación inversa entre el
precio de los bonos y su rendimiento, éste comenzará a disminuir; es decir,
comenzará a bajar el tipo de interés, que tenderá hacia un nuevo tipo de interés de
equilibrio ie'. Debido a esta bajada, la cantidad demandada de dinero empezará a
incrementarse (desde M*1) hasta igualarse a la cantidad ofrecida de dinero (hasta
M*2), obteniéndose un nuevo punto de equilibrio E'.

Política monetaria expansiva

Los bancos centrales bajan el tipo de interés aumentando la oferta monetaria.

OM1 a OM2: Exceso de oferta monetaria, que provoca aumento de la demanda de bonos.

ie a ie' : Disminución del tipo de interés mientras aumente el precio de los bonos.

M*1 y M*2: Aumento de la cantidad demandada de dinero a medida que disminuye el tipo de
interés.

Así hemos visto cómo el banco central puede bajar el tipo de interés ajustando la
oferta monetaria al alza. Es una medida que se utiliza para reactivar la economía (o
en momentos de crisis), ya que al bajar los tipos de interés los préstamos son más
accesibles y, por lo tanto, aumenta el consumo y la inversión, con lo que se
consigue aumentar la demanda agregada del país. Es lo que se conoce como una
política monetaria expansiva.

Un aumento de la oferta
monetaria provoca una

disminución del tipo de interés

(política monetaria expansiva)

Al disponer los bancos de más dinero, estarán dispuestos a prestar más cantidad
(aumenta el volumen de préstamos), lo cual hace más barato su precio; es decir,
baja el tipo de interés.

Como consecuencia de esta bajada del tipo de interés, tanto familias como
empresas estarán dispuesta a adquirir más bienes y servicios que antes,
aumentando así el consumo y la inversión (aumenta la demanda agregada).

6.2.2 Disminución de la oferta monetaria. Política monetaria


restrictiva

Analicemos ahora el caso en el que el banco central desea subir los tipos de interés.
Para ello, tendrá que reducir la oferta monetaria empleando los instrumentos
señalados, pero con acciones contrarias: incrementando los coeficientes legales de
caja, operando en el mercado abierto vendiendo títulos o reduciendo los créditos a
los bancos (facilidades permanentes). Veamos el proceso.

Una reducción de la oferta monetaria provocará un desplazamiento de la curva de


oferta hacia la izquierda (de OM1 a OM2), creando un exceso de demanda, ya que
al tipo de interés ie la oferta ahora es M*2, mientras que la cantidad demandada
de dinero permanece en M*1.

Ante esta situación, en la que los agentes económicos necesitan liquidez,


comenzarán a vender sus bonos (aumenta la oferta de bonos), lo que provocará una
disminución de su precio y, por consiguiente, un aumento del tipo de interés de
mercado (desde ie hasta ie') y una disminución de la cantidad de dinero ofrecida

de M*1 a M*2, obteniéndose un nuevo punto de equilibrio E', donde la demanda


de dinero igualará otra vez a la cantidad ofrecida de dinero.

De esta forma, hemos demostrado que el banco central puede subir el tipo de
interés ajustando la oferta monetaria a la baja.
Política monetaria restrictiva

Los bancos centrales suben el tipo de interés disminuyendo la oferta monetaria.

OM1 a OM2: Exceso de demanda de dinero, que provoca aumento de la oferta de bonos.

ie a ie' : Aumento del tipo de interés mientras disminuya el precio de los bonos.

M*1 y M*2: Disminución de la cantidad demandada de dinero a medida que aumenta el tipo
de interés.

Esta medida se suele aplicar, principalmente, para contener la inflación,


especialmente en épocas de crecimiento económico, ya que al subir los tipos de
interés los préstamos se hacen más caros, reduciéndose la capacidad de consumo y
de inversión de las familias y las empresas, con lo que se consigue disminuir la
demanda agregada del país. Es lo que se conoce como una política monetaria
restrictiva.

Un reducción de la oferta

monetaria provoca un

incremento del tipo de interés

(política monetaria restrictiva)


En un intento de resumir todo lo expuesto en este apartado, se muestra el cuadro
de la derecha.

En dicho cuadro se describe cómo debe utilizar la autoridad monetaria de cada país
los distintos instrumentos de los que disponen para hacer variar el tipo de interés
mediante ajustes en la oferta monetaria, dando lugar a los dos tipos de política
monetaria: expansiva, consistente en aumentar la oferta monetaria para reducir
el tipo de interés, o restrictiva, con la intención de aumentar el tipo de interés
mediante la reducción de la oferta monetaria.

Evidentemente, la expansiva se aplica cuando la economía está atravesando un


período de recesión o de crisis y, por consiguiente, existe un alto nivel de
desempleo, y la restrictiva cuando la economía está atravesando un período de
bonanza o un escenario de riesgo de aumento de la inflación.

Al disponer los bancos de menos dinero, estarán dispuestos a prestar menos


cantidad (desciende el volumen de préstamos), lo cual hace más caro su precio; es
decir, aumenta el tipo de interés.

Como consecuencia de esta subida del tipo de interés, tanto a las familias como a
las empresas les será más caro los préstamos y, por lo tanto, más gravoso adquirir
los bienes y servicios que antes, reduciéndose así el consumo y la inversión
(disminuye la demanda agregada).
4. La Política Monetaria
Política Monetaria: Conjunto de decisiones que toma la autoridad monetaria de
cada país, respecto a la fijación del tipo de interés y el control de la cantidad de
dinero en circulación (oferta monetaria), con el fin de facilitar el crecimiento
económico, reducir el desempleo y alcanzar la estabilidad de precios.

La Política económica

1. Definición

2. Objetivos y tipos

3. La Política Fiscal

4. La Política Monetaria

4.1. Variables de la Política Monetaria

4.2. Tipos de Política Monetaria

4.2.1. Política Monetaria Expansiva

4.2.2. Política Monetaria Restrictiva

4.3. Instrumentos de la Política Monetaria

4.4. La Política monetaria en la UEM

Aunque también persigue el crecimiento económico

y el pleno empleo,

el objetivo principal de la política monetaria es la

estabilidad de los precios


Política monetaria: Rama de la política económica que configura la cantidad de
dinero y los tipos de interés, con el objetivo de mantener la estabilidad de la
actividad económica y contribuir a su crecimiento, mediante el control del empleo y
la inflación.

4.1 Variables de la Política Monetaria


Sabemos que el dinero es el medio que se utiliza para el intercambio de bienes y
servicios.

Pues bien, la cantidad de dinero que circula en una economía (oferta monetaria)
tiene que corresponder con las necesidades reales de intercambios que exige dicha
economía, que vendrá dada por la cantidad de bienes y servicios que se produzcan
(el PIB).

OFERTA MONETARIA

Cantidad total de dinero (billetes,

monedas y dinero bancario) que está en circulación en la economía de un país.

La cantidad de dinero disponible en una economía debe ser igual

a la necesaria para adquirir los bienes y servicios producidos (PIB)

Efectivamente, la oferta monetaria de un país debe ser justamente la que su


economía necesite para que funcione adecuadamente, en ese momento, ya que de
lo contrario se generarían desajustes y desequilibrios económicos, dando lugar a
escenarios de inflación o desempleo.

Por lo tanto, una decisión de incrementar la oferta monetaria debería corresponder


con un aumento en la oferta de bienes y servicios; es decir, debería obedecer a una
necesidad originada por el aumento de la producción.

Si la producción de un país no registra ningún aumento y la autoridad monetaria


decide emitir más billetes y moneda (incremento de la oferta monetaria), se
provocaría un exceso de dinero en circulación. Esto significaría que se está
poniendo en manos del público una mayor cantidad de dinero que la que
corresponde, con lo que percibirán mayor poder de compra, incrementándose la
demanda de bienes y servicios, mientras su oferta permanece invariable y, por
consiguiente, se generaría una subida de los precios que podría desembocar en
inflación.

También es posible un escenario opuesto: insuficiente cantidad de dinero en


circulación para adquirir todo lo que se produce. Esto supondría que habría
recursos sin aprovechar, generándose una situación de desempleo.
Es en estas situaciones, cuando la política monetaria debe intervenir, tomando las
medidas necesarias para controlar la cantidad de dinero existente en la economía,
con el objetivo de influir sobre el nivel general de los precios y el empleo.

El objetivo principal de la Política monetaria es el control de la cantidad de dinero

que hay en circulación en un país, intentando adecuarla al nivel de producción y

evitando así un exceso de la oferta monetaria que conduzca a un escenario de


inflación.

Controlar la oferta monetaria implica, automáticamente, controlar el precio del


dinero y éste no es otro que el tipo de interés (porcentaje de interés, entendido
éste como la renta que se debe pagar por el uso de un dinero prestado).

En una economía de mercado, este precio del dinero (el tipo de interés) estaría
fijado por la ley de la oferta y la demanda. Sin embargo, en la actualidad, la
mayoría de los países están regidos por un sistema de economía mixta, en la que el
Estado interviene en el mercado de dinero mediante su política monetaria.

TIPO DE INTERÉS

Es el coste que se paga por el uso del dinero.

Es el porcentaje de interés que hay que pagar por disponer de capitales ajenos
durante un período de tiempo determinado.

En resumen, los bancos centrales disponen de dos variables con las

que pueden intentar acelerar o frenar la actividad económica del país:

la oferta monetaria y los tipos de interés.

4.2 Tipos de Política Monetaria


Antes de emprender con los diferentes tipos de política monetaria, es necesario
saber que entre estas dos variables, oferta monetaria y tipos de interés, existe
una relación indirecta:

1) Un aumento de la cantidad de dinero en circulación (oferta monetaria)


provoca una disminución del tipo de interés.
Efectivamente, al disponer los bancos de más dinero, estarán dispuestos a prestar
más cantidad (aumenta el volumen de préstamos), lo cual hace más barato su
precio; es decir, baja el tipo de interés.

Como consecuencia de esta bajada del tipo de interés, tanto familias como
empresas estarán dispuesta a adquirir más bienes y servicios que antes,
aumentando así el consumo y la inversión.

2) Al contrario, una reducción del volumen de dinero (oferta monetaria) hará


que los bancos dispongan de menos dinero y prestarán entonces menos cantidad
que antes (desciende el volumen de préstamos), incrementándose, por lo tanto,
el tipo de interés.

Como consecuencia de esta subida del tipo de interés, tanto a las familias como a
las empresas les será más caro los préstamos y, por lo tanto, más gravoso adquirir
los bienes y servicios que antes, reduciéndose así el consumo y la inversión.

Una vez vista esta relación entre Oferta monetaria y el tipo de interés, estamos en
disposición de analizar los diferentes tipos de Política monetaria que se aplicarán,
dependiendo del problema con los que se enfrente la economía de un país,
desempleo o inflación:
 Para hacer frente al desempleo la autoridad monetaria responderá
con un recorte de los tipos de interés o con un aumento de la oferta
monetaria.

 Para hacer frente a la inflación, aplicará medidas de signo


contrario: aumento de los tipos de interés y/o disminución de la
oferta monetaria.

Estas dos formas, totalmente contrarias, de aplicar la política monetaria son


conocidas como:

 Política Monetaria expansiva: se aplica cuando existe una baja


actividad económica (insuficiencia de Demanda agregada) y, por lo
tanto, hay capacidad productiva sin utilizar, generándose
desempleo (generalmente en épocas de recesión o de crisis). Su
objetivo es estimular la economía, mediante el aumento de la
oferta monetaria y la bajada de los tipos de interés.

 Política Monetaria restrictiva: se aplica cuando la actividad


económica es excesiva (exceso de demanda agregada) y existe, por
lo tanto, riesgo de una elevación significativa de la inflación. Su
objetivo es estabilizar los precios mediante la reducción de la
oferta económica y la subida de los tipos de interés.

Evidentemente, dependiendo de la situación económica en la que se encuentre el


país (en expansión o en recesión económica) los bancos centrales aplicarán cada
una de estas políticas monetarias.
Una insuficiencia de la demanda agregada puede venir provocada por la
decisión de las familias y empresas de ahorrar en lugar de gastar o invertir. Las
medidas monetarias expansivas buscan precisamente estimular estos agentes con
la intención de aumentar la producción de bienes y servicios y, para ello, tratarán
de influir en los mercados para que los bancos concedan mayor crédito a las
familias y a las empresas.

Al contrario, un exceso de la demanda agregada conlleva, por la ley de la


oferta y la demanda, a una subida constante de los precios, desembocando
irremediablemente a una situación de inflación. Ante este escenario, las medidas
monetarias restrictiva buscan frenar la capacidad de gasto y de inversión de las
familias y las empresas y, para ello, intentarán influir en los mercados para que los
bancos concedan menos préstamos a estos agentes económicos.

4.2.1 Política Monetaria Expansiva


Como se ha indicado anteriormente, cuando la oferta monetaria (cantidad de
dinero en manos del público) no es suficiente para adquirir todo lo que la economía
es capaz de producir, existe capacidad productiva sin utilizar y, por lo tanto, se
produce desempleo.

Para eliminar este desempleo, la autoridad monetaria (banco central) tendrá que
aumentar la oferta monetaria o reducir los tipos de interés.

 Aumentar la oferta monetaria: Al aumentar la cantidad de dinero,


aumentará la capacidad de gastos (de las familias) y de inversión (de las empresas),
con lo que aumentará la producción (y la demanda agregada), que influirá
positivamente sobre el empleo.

 Reducir los tipos de interés: Al bajar los tipos de interés (dinero más barato),
disminuye el coste de los préstamos y existirá un mayor acceso a ellos. Por
consiguiente, tanto las familias como las empresas tendrán más capacidad para
consumir e invertir, aumentando así la producción y el empleo.

Evidentemente, con la aplicación de estas medidas (aumento de la oferta monetaria


y disminución de los tipos de interés), además del aumento de la producción y del
empleo, se generará subida de los precios y, posiblemente, inflación.
Las medidas más destacadas de la política monetaria expansiva son:

aumentar la oferta monetaria y reducir los tipos de interés.

Suelen aplicarse cuando la economía está atravesando un período de recesión

o de crisis y, por consiguiente, está sufriendo un alto nivel de desempleo.

4.2.2 Política Monetaria Restrictiva

Cuando existe un exceso de dinero en circulación (sin haberse registrado un


incremento de la producción), existe riesgo de subida de precios (inflación).

Para paliar este riesgo, el gobierno puede contraer la demanda utilizando las
mismas variables que la política monetaria expansiva (oferta monetaria y tipo de
interés), pero en sentido contrario: reducir la oferta monetaria o aumentar
los tipo de interés:
 Disminuir la oferta monetaria. El estado, mediante los
instrumentos que dispone (lo veremos en el próximo apartado)
puede disminuir la cantidad de dinero en circulación, con lo que
reducirá la capacidad de consumo y de inversión de las familias y
las empresas. Con esto se consigue disminuir la demanda agregada
y, por la ley de la oferta y la demanda, una bajada de los precios
(reducción de la inflación).

 Aumentar los tipos de interés. Con ello se incrementan los


costes de los préstamos y, por lo tanto, se limita el acceso a obtener
dinero (familias y empresas verán recortadas sus capacidades para
consumir e invertir). Esta disminución del consumo y de la
inversión se traducirá en un descenso de la demanda agregada, de
la producción y del nivel general de los precios (reducción de la
inflación).

Evidentemente, con la aplicación de estas medidas (disminución de la oferta


monetaria y aumento de los tipos de interés), además de la bajada de los precios, se
generará disminución de la producción y, por consiguiente, disminución del
empleo.
Las medidas más destacadas de la política monetaria restrictiva son:

reducir la oferta monetaria y aumentar los tipo de interés.

Suelen aplicarse cuando la economía está atravesando un período de

bonanza o un escenario de riesgo de aumento de la inflación.


Resumiendo

Como hemos podido comprobar en este apartado, los mecanismos, objetivos y


efectos de la

política monetaria expansiva

(para luchar contra el desempleo)

son los contrarios a los de la

política monetaria restrictiva

(para luchar contra la inflación)


Las políticas monetarias necesarias para combatir

desempleo e inflación son completamente opuestas

4.3 Instrumentos de la Política Monetaria


Hasta aquí hemos visto que las autoridades monetarias pueden regular la actividad
económica de un país variando la cantidad de dinero que circula en su
economía.

Aquí tenemos que hacer una puntualización. El banco central puede influir en la
oferta monetaria, pero no controlarla directamente. Lo que sí puede controlar
realmente es la base monetaria (efectivo en manos del público más las reservas
bancarias) y, a través de ella, influir en la oferta monetaria (para profundizar en
esta cuestión, se recomienda leer el apartado 5. Relación entre la Base monetaria y
la Oferta monetaria, del artículo "La creación del dinero bancario").

Pero, ¿cómo consigue el banco central hacer aumentar o disminuir la oferta


monetaria?
En este apartado vamos a ver los tres instrumentos básicos de los que disponen los
bancos centrales para influir en la evolución de la oferta monetaria de un país:

a. Los coeficientes legales


b. Las operaciones de mercado abierto
c. Las facilidades permanentes

a) Los coeficientes legales

Consiste en la proporción que sobre sus pasivos los bancos están obligados por ley,
a mantener como reserva en el Banco Central (reservas mínimas obligatorias),
siendo el más significativo el coeficiente legal de caja (más detalle en el artículo "La
creación de dinero bancario").

Si la autoridad monetaria decide aumentar este coeficiente, obligará a los bancos a


tener más reservas, con lo que disminuirá su capacidad de prestar dinero y, por lo
tanto, se reducirá la oferta monetaria. En cambio, si decide reducirlo, la oferta
monetaria aumentará.

b) Las operaciones de mercado abierto

Es el instrumento más utilizado cuando la autoridad monetaria considera que es


necesario incidir sobre la oferta monetaria, sin alterar el coeficiente de caja, y
consiste en la compra y venta de títulos públicos por parte del banco central.

Para expandir la oferta monetaria, el banco central comprará, por ejemplo, pagarés
a las instituciones financieras y a particulares. Es decir, el banco central dará
dinero a cambio de unos títulos (se trata realmente de un préstamo del banco
central a los bancos, los cuales tendrán que pagar unos intereses).

Con ello, creará exceso de cantidad de dinero en los bancos, con lo que estos
tendrán más capacidad de prestar aumentando así el crédito.
Para contraer la oferta monetaria, actuará de forma contraria: venderá bonos a los
bancos. Esto supone retirada de dinero de la economía, ya que el banco central
entrega unos títulos a los bancos a cambio de dinero.

Otra forma de proceder con este instrumento sería aumentando o disminuyendo el


tipo de interés oficial del dinero.

c) Las facilidades permanentes

Tiene como objetivo facilitar a los bancos la labor de ajustar sus coeficientes de
caja. Para ello, el banco central permite, a las entidades bancarias, solicitarle dinero
diariamente (créditos), en el caso de que necesiten liquidez, o depositarle dinero si
tienen excedentes.
De esta forma, a la vez que permite que los bancos puedan ajustar su coeficiente de
caja continuamente, se consigue variar la cantidad de dinero de la economía:
aumentándola si concede nuevos créditos a los bancos, o reduciéndola si disminuye
estos créditos.

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