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Los sistemas de mobiliario que se aplican en la actualidad para la estimulación temprana en los
niños de 6 meses a 3 años de edad, no proporcionan una ayuda eficiente, divertida, didáctica,
tampoco se consideran aspectos de reciclado de materiales por ende no se han logrado factores
novedosos para un buen uso a este tipo de materiales. Otro aspecto es que el mobiliario para
cualquier espacio, se centra únicamente en cumplir con una función lo cual no ayuda al niño a
estimularse de una forma divertida, práctica y útil, además no se ha visto la conveniencia para la
intervención en estos temas por parte de los diseñadores mediante un estudio previo que
proporcione un desempeño y desarrollo requerido para la estimulación, también se ha detectado
que no se ha cumplido con el objetivo de reducción de la contaminación.
Optimizar el desarrollo normal del niño.• Prevenir la aparición de algún déficit en el desarrollo del
niño.• Atender las necesidades del familia.• Aminorar los efectos de una discapacidad.
Estimulación temprana Corresponde a un aprendizaje activo por parte de los infantes, que ha base
de actividades promueve un desarrollo social, afectivo y cognitivo de manera ordenada y
sistemática. Aquí se ven involucrados los niños como actores principales del desarrollo y los
profesionales a cargo como mediadores y promotores del aprendizaje. (MIES, 2013). Hay diversos
criterios sobre lo que se considera estimulación temprana, algunos autores señalan que es el
estímulo que se le da al infante por aprender desde los 0 a los 2 años, otros dicen que la
estimulación llega hasta los 6 años de vida. Otros autores señalan a este concepto desde el punto
de la biología, en donde un agente externo provoca una reacción a una acción, por tanto se
provoca una interacción. La estimulación temprana debe ser compatible con el entorno familiar,
es decir posibilitada para ser practicada en casa junto a los padres y profesional, atendida por
personas preparadas en el tema. Por ejemplo en países subdesarrollados se ha hecho mayor
énfasis en el tema, para niños en condiciones de pobreza, pues son considerados de alto riesgo
ambiental, biológico y social.
La Declaración Universal de los Derechos del Niño establece entre sus principios que la población
infantil tiene derecho a crecer y desarrollarse en buena salud, y establece la obligatoriedad de
proporcionar cuidados especiales en la etapa prenatal y postnatal, tanto al niño como a su madre.
En procura de la calidad de vida presente y futura de los niños con alguna limitación neurológica,
es necesario resaltar la necesidad de impulsar la atención temprana para consolidarla, ya que es
una de las intervenciones más rentables a largo plazo por su eficacia y carácter preventivo
Está comprobado que el ser humano se estimula desde que está en el vientre de su madre y
aprende del mundo que le rodea desde el momento del alumbramiento, a partir del cual se
encuentra en un constante proceso educativo, y aún más, experimentando estímulos que
desarrollan el autoaprendizaje.
El rápido desarrollo del cerebro durante los años preescolares es crucial y depende del ambiente
en el que el niño se desarrolle. La edad preescolar, considerada como aquella etapa del desarrollo
que abarca desde el nacimiento hasta los 6 o 7 años, y que en la mayor parte de los sistemas
educaciones coincide en términos generales con el ingreso a la escuela, es considerada por
muchos como el período mas significativo en la formación del individuo, pues en la misma se
estructuran las bases fundamentales de las particularidades físicas y formaciones psicológicas de la
personalidad, que en las sucesivas etapas del desarrollo se consolidarán y perfeccionarán La
nutrición, el cuidado y la lactancia materna afectan directamente las conexiones que se originan
en el cerebro durante este período. Cuando el recién nacido recibe cuidado adecuado, estará
mejor preparado para ingresar a la escuela y a tiempo para aprender.
La ciencia también está incrementando las demostraciones acerca de los efectos del desarrollo del
cerebro en los primeros años sobre la salud física, mental (sus competencias y habilidades) y su
conducta a lo largo de toda la vida.
El desarrollo del cerebro depende de los genes El desarrollo del cerebro está determinado por
con los que se nace. la interacción compleja entre los genes con los
que se nace y las experiencias que se viven.
Las experiencias vividas antes de los tres años Las primeras experiencias tienen un impacto
de edad tienen un impacto limitado en el decisivo sobre la arquitectura del cerebro y
desarrollo posterior. sobre la naturaleza y el alcance de las
capacidades del adulto.
Una relación segura entre la persona que Las intervenciones tempranas, no sólo crean
cuida el niño, crea un contexto favorable para el contexto, sino que afectan directamente la
el desarrollo temprano y el aprendizaje. manera en la que se interconecta el cerebro.
El desarrollo del cerebro es lineal: la capacidad El desarrollo del cerebro es no-lineal: existen
del cerebro para aprender y cambiar crece de momentos claves para la adquisición de
forma constante a medida que el niño avanza diferentes tipos de conocimiento y
hacia la edad adulta. habilidades.
El cerebro del menor de dos años es mucho Cuando los niños cumplen los tres años, su
menos activo que el cerebro de un estudiante cerebro es doblemente más activo que el de
de universidad. los adultos. Los niveles de actividad
descienden durante la adolescencia.
documento de la Declaración de los Derechos del Niño, en 1959, enfocado como una forma
especializada de atención a los niños y niñas que nacen en condiciones de alto riesgo biológico y
social, y en el que se privilegia a aquellos que provienen de familias marginales, carenciadas o
necesitadas. Es decir, como una forma de estimulación a los niños y niñas discapacitados,
disminuidos o minusválidos.
condiciones deficitarias de índole biológica, como resulta con las alteraciones que involucran
funciones del sistema nervioso central, entre ellos los infantes prematuros y postmaduros; los
menores con lesión directa en este sistema, tales como daños encefálicos, las disfunciones
cerebrales y los daños sensoriales; los que tuvieran alteraciones genéticas, como los Síndromes
de Down, las cardiopatías, las leucosis; y finalmente, los niños y niñas con trastornos de
inadaptación precoz, bien fueran menores perturbados emocionalmente por fallo de las relaciones
para todos los niños y niñas, sino para aquellos carenciados, con limitaciones físicas o
sensoriales, con déficits ambientales, familiares y sociales, lo cual va a traer en el curso de los
años, y cuando ya la estimulación en las primeras edades se valora para todos los niños y niñas,
Pero en los primeros tiempos de acuñación del concepto, éste se restringió a los niños en
riesgo y así, cuando ya se plantea que hacer con estos niños y niñas, se difunde el término de
intervención temprana, que en cierta medida señala el carácter clínico de la estimulación, más
hacia grupos específicos de población, identificados por sus condiciones de riesgo, con el fin de
prevenir un problema específico, lo que lo ubica en la prevención primaria, tratarlo para evitar un
daño potencial, o sea a nivel de prevención secundaria, o buscar la rehabilitación del individuo
dendrítica de los contactos sinápticos, así como el alertamiento y activación del sistema nervioso
central, lo que en cierta medida incluso impregnó los programas iniciales de estimulación
temprana dirigidos a los niños y niñas que no estaban en situación de riesgo, como se analizará
más adelante.