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de Energía Geotérmica
Febrero de 2013
TEMA: “Uso de la energía geotérmica para acondicionamiento natural del aire. Posible
energía alternativa para el futuro sustentable”.
Autor Jurado
Director Jurado
TABLAS
FIGURAS
1
A mis amigos de la facultad, con quienes pasamos muchas horas de estudio y en
particular a Hernán Ariel Castro con quien cursé la mayor parte de la carrera.
2
Resumen
3
4
Introducción
0,25
0,00
-0,25
-0,50
1880 1900 1920 1940 1960 1980 2000 2020
t (año)
Figura 1. Incremento de las temperaturas medias globales de la Tierra y los Océanos entre
1880-2010, respecto de la media de 1951-1980. La línea punteada azul es el valor medio entre
1951 y 1980, tomado como referencia. Los círculos rojos son las medias anuales y la línea
gruesa violeta es la media móvil de 5 años. La línea recta verde es un ajuste a la media móvil de
los últimos 30 años. Fuente: NASA GISS [2, 5].
5
Existe un importante consenso en la comunidad científica en relación a que el
incremento del dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera y otros gases de efecto
invernadero (GEI) como el metano (CH4), óxido nitroso (N2O), clorofluorocarbonos
(CFCs), ozono (O3), etc., está relacionado con este calentamiento [1, 3].
El uso intensivo de combustibles fósiles que ha tenido lugar a partir del inicio de
la revolución industrial y más notablemente a partir de la segunda mitad del siglo XX,
ha incrementado el CO2 en la atmósfera. Uno de los grandes desafíos del siglo XXI es
satisfacer las crecientes demandas de energía del mundo, incluir a vastos sectores
sociales de bajos recursos en el uso de la energía y al mismo tiempo disminuir las
emisiones de GEI [3, 6]. Hay fundados indicios que sugieren que el incremento de las
temperaturas globales es consecuencia, en buena medida, de la actividad humana [3, 6,
7]. Por lo tanto, es necesario que disminuyamos nuestras emisiones de GEI y hagamos
un uso más racional y eficiente de la energía [3, 6].
Se sabe que existen causas naturales que afectan el clima de la Tierra. La
ocurrencia de la última glaciación es una evidencia de ello. Entre las causas naturales
que pueden afectar el clima de la Tierra se encuentran: alteraciones en la emisión
energética del Sol, erupciones volcánicas (cenizas y/o aerosoles que afectan el balance
energético) y variaciones en el movimiento de la Tierra alrededor del Sol (precesión1 del
eje de la Tierra, variaciones en la excentricidad de la órbita, etc.).
A pesar de que el clima del planeta cambia en forma constante, nunca hasta
ahora había alcanzado un ritmo como el actual, ni había sido consecuencia de
interferencias humanas de tal magnitud.
El calentamiento global genera alteraciones en los climas del mundo, lo cual
influye sobre los ecosistemas biofísicos (tanto vivos como no vivos) y tiene una serie de
impactos y efectos que repercuten en todo el entorno, en el ser humano, en los animales
y en la vegetación [8].
Hay una gran evidencia que indica que la Tierra tiene oscilaciones climáticas
cuasiperiódicas. En otras palabras, los períodos de glaciaciones se han venido
produciendo con cierta regularidad durante los últimos 2 millones de años. Milutin
Milankovitć (1879-1958) propuso un modelo astronómico para explicar sus causas. Esta
teoría se basa en que la Tierra además de su movimiento de rotación y traslación, se
mueve en una órbita elíptica que tiene una variación en su excentricidad de unos 100 ka
1
Movimiento asociado con el cambio de dirección en el espacio.
6
(1 ka = 1.000 años). Además el eje de la Tierra que tiene una inclinación (tilt) de unos
23º, respecto de la normal al plano de la elíptica, genera las estaciones del año y tiene
una precesión de unos 26 ka. Por otro lado, el ángulo de inclinación de la Tierra
(respecto de la normal de la eclíptica) oscila entre 21,5º y 24,5º en unos 41 ka, este
movimiento se denomina nutación. Como es de suponer estos movimientos presentan
acoplamientos entre ellos que generan los llamados ciclos de Milankovitć que tiene
períodos de aproximadamente 22 ka, 41 ka y 98 ka, en los que se han observado
alteraciones importantes del clima. Esta teoría es ampliamente aceptada aunque se
entiende que los factores astronómicos son disparadores de mecanismos de feedback en
los que interviene la cobertura de nieve y glaciares y la composición de la atmósfera
(GEI) entre otros elementos del sistema climático [7, 9].
Para poner a prueba los modelos de clima es necesario conocer las temperaturas
del pasado. Sin embargo, los registros térmicos estándares, es decir, aquellos basados en
observatorios meteorológicos terrestres son confiables a partir de fines del siglo XIX y
para pocos sitios; principalmente de Europa. Por lo tanto, conocer temperaturas del
pasado se ha transformado en un desafío de gran importancia e interés científico.
Afortunadamente, existen varias técnicas experimentales para determinar las
temperaturas del pasado. Una de ellas consiste en estudiar los perfiles térmicos de la
Tierra a distintas profundidades. Como veremos más adelante la temperatura de la tierra
a cierta profundidad, está relacionada con la temperatura en la superficie en el pasado.
Así estudiando las temperaturas a mayor profundidad, es posible conocer la temperatura
en un pasado más remoto. De hecho, esta técnica experimental es la que deseamos
explorar en este trabajo.
7
características de la construcción y prestaciones de los edificios, la fracción de energía
que se usa en acondicionamiento térmico del aire interior varía de lugar a lugar, pero en
general es una fracción muy significativa de la matriz energética [6].
Figura 2. Usos de la energía en Argentina. Aproximadamente el 18% (58% del 31%) del total
de la energía se utiliza en acondicionamiento térmico de ambientes. Datos de 2010. Fuente:
Secretaría de Energía de la Nación [10].
8
valor medio de la temperatura anual de la superficie. En el caso de la zona central de
Argentina, esta temperatura es del orden de 17,5 °C. Lo interesante es que esta
temperatura es muy próxima a la temperatura de confort a lo largo de todo el año. A
profundidades mayores, entre una decena de metros y unos pocos kilómetros, hay un
gradiente térmico de unos 20 a 30 K/km [12]. De tal modo, si se pudiese hacer circular
el aire a través de tubos enterrados, antes de llegar al interior de los edificios y
viviendas, la Tierra podría utilizarse como sistema de acondicionamiento térmico
natural del aire con el consecuente ahorro de energía y disminución de emisiones de
GEI [13, 14, 15, 16]. El potencial térmico de la tierra puede ser explotado
convenientemente utilizando dispositivos arquitectónicos y estructurales adecuados,
como se ilustra esquemáticamente en la Fig. 3.
Las propiedades térmicas del suelo no son nuevas, ellas se han venido usando
por siglos en las bodegas de almacenamiento de alimentos y en viviendas subterráneas
en muchos lugares de la costa mediterránea y en el norte de África [13], como se
muestra en la foto de la Fig. 4.
9
Figura 4. Ciudad de Gharyan, 60 km al sur de Trípoli, Libia. Pozo cuadrado de unos 10 m de
lado y 8 m de profundidad [18].
10
Figura 5. Diferentes esquemas para el acondicionamiento térmico de viviendas. Para estas
viviendas se utiliza la energía geotérmica [13, 14, 15, 16].
11
en los predios de la fábrica BASF en Tortuguitas, Provincia de Buenos Aires, para
medir las propiedades térmicas del aire a la salida de los tubos y analizar su potencial
uso en viviendas como sistema de acondicionamiento térmico (Fig. 6).
La CasaE es una casa construida siguiendo las pautas europeas con base a tres
pilares fundamentales: eficiencia energética, materiales de alto rendimiento y diseño-
decoración. Esta construcción promueve el ahorro de consumo de energía y desarrolla
soluciones de vanguardia sobre el uso racional de la energía, lo que implica: protección
del clima, conservación de los recursos y ventajas económicas. Muestra además gran
diversidad de soluciones aplicadas en una vivienda eficiente, sustentable, innovadora y
confortable [20].
La casa cuenta también con un sistema de filtrado de aire y ventilación para la
renovación y climatización del aire de los ambientes, mediante una red de tubos
enterrados de PVC con revestimiento interior antibacteriano. Los tubos fueron provistos
por la firma REHAU [21].
En esta casa se utiliza la capacidad del suelo para almacenar energía y mediante
un intercambiador de calor aire-tierra se hace una contribución importante al logro de la
eficiencia energética [22]. Además de aumentar la calidad de vida dentro del edificio,
también proporciona un importante ahorro de energía mediante el uso de la energía
térmica almacenada en la tierra para pre-acondicionar el aire de ventilación entrante.
Así, los costos de calefacción en invierno pueden disminuir y los costos de inversión en
aire acondicionado en verano también pueden caer, especialmente en grandes edificios.
Al disminuir los requerimientos energéticos es posible lograr condiciones de confort
con equipos más pequeños y por tanto, menos costosos y que a su vez consumen menos
energía.
12
Figura 6. La Casa de Eficiencia Energética en Tortuguitas, Provincia de Buenos Aires,
Argentina.
13
energéticamente eficiente. El aire que se extrae del interior del tubo intercambia energía
con el exterior, calentándolo en invierno y enfriándolo en verano.
Motivados por la problemática expuesta anteriormente, se comenzó la
investigación de las ondas de calor geotérmico con el desarrollo de técnicas simples,
que permiten el estudio experimental y que se exponen a continuación.
14
1. Modelo Teórico de Ondas de Calor
dQ dT
P= = −K.A , (1.1)
dt dz
donde P = dQ/dt es la potencia transmitida a través del área A transversal al eje de la
muestra (Fig. 7), dT/dz representa el gradiente térmico y K es la constante de
conductividad térmica de la barra. El signo negativo indica que el calor siempre fluye en
la dirección de temperatura decreciente.
La constante de conductividad térmica es una medida de la capacidad del
material para conducir el calor e intrínseca al material.
15
A
P=dQ/dt Tfrío
Tcaliente
z
Figura 7. Transmisión del calor a lo largo de una barra metálica. La barra se encuentra aislada
por los lados laterales, posee una longitud L con un extremo caliente (Tcaliente) y el otro frío
(Tfrío).
dQ dT dT dT
= ( ρAdz)c = −K ⋅ A − , (1.2)
dt dt dz z dz z +dz
que puede reescribirse como:
∂T K ∂ 2T
= ⋅ , (1.3)
∂t ρ ⋅ c ∂z 2
de donde obtenernos la ecuación general de difusión del calor o ecuación de Fourier-
Biot [24, 25, 26]:
∂T ∂ 2T
=k 2 , (1.4)
∂t ∂z
donde T(z,t) es la temperatura del elemento infinitesimal en un dado instante t, ver Fig.
8 y k es la difusividad del material, que depende de la conductividad térmica K,
densidad ρ, y calor específico c. De modo que k = K / c.ρ . El término dT/dz es el
gradiente térmico.
16
A
dQ dT
= ( ρAdz)c
dt dt
dz
Consideremos el caso de una barra cuya longitud L sea mucho mayor que su
diámetro. Su extremo izquierdo (z=0) se encuentra en contacto con una fuente térmica
que tiene una temperatura que varía como:
(Tb0 − T00 )
Tb ( z) = Tb0 − z = Tb0 − m ⋅ z, (1.6)
L
aquí Tb0 es la temperatura del extremo izquierdo contiguo a la fuente térmica, que
supondremos coincide con la temperatura superficial del suelo en el caso de la Tierra.
En este análisis hemos despreciado las pérdidas de calor por otros mecanismos, como
convección o radiación, pues suponemos que la aislación térmica de la barra minimiza
17
las pérdidas por otros mecanismos de transmisión de calor. En el caso de la Tierra, esta
simplificación está bien justificada, ya que el Sol, que actúa como la fuente de calor,
calienta por igual toda la superficie y el calor se propaga en la dirección vertical, de
idéntica forma para todos los elementos del suelo que sean adyacentes. También
suponemos que la temperatura de la barra no es mucho mayor que la temperatura
ambiente. Más específicamente suponemos que T00 < 70 ºC, por tanto los efectos de
radiación son despreciables frente a la conducción.
Volviendo al caso en el que el extremo izquierdo de la barra está sometido a una
temperatura oscilante, o que la superficie del suelo esté sometida a variaciones de
irradiación por parte del Sol, la ecuación de difusión del calor será la Ec. (1.5).
Definiendo la temperatura normalizada θ(z,t) = T(z,t) – Tb(z), siendo Tb(z) el
promedio temporal de la temperatura de la barra en la posición z de la Ec. (1.6), la
ecuación que debe satisfacer θ(z,t) es:
∂ 2θ 1 ∂θ
= . , (1.7)
∂z 2 k ∂t
ya que ∂ Tb / ∂z = 0 . La Ec. (1.7) es una ecuación diferencial lineal que puede resolverse
2 2
por separación de variables [27]. Su solución para condiciones de borde periódicas, Ec.
(1.5), puede escribirse como [26, 27, 28]:
θ (z, t ) = A0 exp(−
z z
) cos ω0t ± + φ0 , (1.8)
µ0 µ0
esta expresión representa una onda térmica atenuada que se propaga con velocidad v0
hacia la derecha (–) o hacia la izquierda (+), dependiendo del signo del argumento de la
función coseno. Aquí µ0 representa la distancia de penetración de la onda.
Reemplazando (1.8) en (1.7) obtenemos:
2k p0 ⋅ k λ
µ0 = = = , (1.9)
ω0 π 2π
con λ = 4π ⋅ k ⋅ p0 , (1.10)
18
4π ⋅ k λ
y v0 = = 2kω0 = , (1.11)
p0 p0
donde µ 0 es la longitud de difusión térmica (indicativo de la distancia de penetración de
la onda térmica y tiene las unidades de longitud), v0 es la velocidad de propagación de la
onda, λ es la longitud de onda, p0 su período de oscilación, ω0 es la frecuencia angular
de modulación y k es la constante de difusividad térmica.
De este modo, la expresión (1.8) también puede escribirse como:
θ ( z, t ) = A0 exp(−
z z
) cos ω0t ± + φ0 ,
µ0 µ0
(1.12)
z
= A(z) cos ω0t ± + φ0 ,
µ0
donde las constantes A0 y φ 0 dependen de las condiciones de borde del problema. A(z)
es la amplitud de la onda a la distancia z. La Ec. (1.12) describe una onda viajera, con
amplitud decreciente. Para z=0:
θ (z = 0, t ) = A0 cos(ω0t + φ0 ) . (1.13)
Es decir, en el punto z = 0 la temperatura oscila periódicamente con frecuencia ω0 =
2π/p0.
Según la Ec. (1.12) una onda térmica penetra con amplitud apreciable, distancias
del orden de µ0, o sea unas pocas longitudes de onda. La amplitud se atenúa a 1/e2 ≈
0,135 (13,5 %) de su valor inicial para una distancia z = 2.µ0 = 0,32 λ.
Según las Ecs. (1.9) y (1.11), a medida que el período p0 de la onda es mayor,
mayor será la penetración de la onda térmica y menor su velocidad de propagación.
Asimismo, la onda térmica penetra tanto más y viaja más rápido, cuanto mayor sea la
difusividad del material (k). Este resultado explica por qué las variaciones diarias de
temperatura sólo penetran en el suelo hasta unos 50 cm (con ktierra ≈ 3,8 m2/s y p0 = 24 h
resulta µ0 ≈ 10 cm, λ ≈ 60 cm) [29, 30], en cambio las variaciones anuales (p0 = 365
días) penetran en la Tierra hasta unos 4 ó 5 m (µ0 ≈ 2 m y λ ≈ 8 m) [31, 32]. Las
temperaturas asociadas a la última era glacial (p0 ≈ 10.000 años) estarían entre unos 200
a 300 m de profundidad. De este modo, en las profundidades de la Tierra, quedan
registradas las temperaturas del pasado [32, 26].
19
Este fenómeno de las ondas térmicas, posee una penetración que depende de la
frecuencia o período de la onda y tiene un equivalente electromagnético (para ondas que
se propagan en conductores) que se conoce genéricamente como efecto piel.
Si se realizan mediciones de las temperaturas como función del tiempo,
utilizando varios termómetros conectados a un sistema de toma de datos colocados a
distintas profundidades, sería posible determinar la difusividad de una barra metálica.
Utilizando las Ecs. (1.9) y (1.11) podemos calcular el coeficiente de difusividad térmica
mediante dos maneras distintas:
πµ0 2
k= , (1.14)
p0
2
v0 . p 0
k= . (1.15)
4π
A la primera forma de cálculo del coeficiente de difusividad térmica Ec. (1.14)
se la llama en este trabajo cálculo por “método de atenuación”, y a la segunda Ec. (1.15)
se la llama cálculo por “método de desfasaje”.
20
2. Estudio de Ondas de Calor en una
Barra de Cobre
Para realizar el estudio de las propiedades térmicas del suelo y su potencial uso
como pre-acondicionamiento de ambientes, en primer lugar se abordó el problema
realizando un estudio sencillo de ondas de calor en una barra metálica de cobre. Se
simuló en el laboratorio que la barra de cobre era el suelo y la fuente de calor conectada
a un extremo de la barra era el sol.
2
Observar foto del experimento en el Anexo III: Fotos, Figura 45.
21
Figura 9. Arreglo experimental en una barra metálica de cobre que se encuentra conectada a un
calefactor (soldador, que puede ser encendido de modo periódico). La barra posee seis orificios,
cada uno de los cuales contiene un sensor térmico, todos conectados a una interfase (conversor
analógico-digital). La interfase a su vez, está conectada a una computadora que contiene un
sistema recolector de datos.
22
La Fig. 10 ilustra los resultados de θ(z,t) = T(z,t) – Tb(z), para el período
utilizado. Se puede observar que el calor se propaga en forma de ondas con amplitudes
decrecientes. El termómetro que se encuentra más cerca del calefactor (curva de color
azul) tiene mayor amplitud que aquellos que están más alejados.
3
z= 0 cm z= 10 cm z= 20 cm
2
1
(T-T b) (ºC)
-1
z= 5 cm z= 15 cm z= 25 cm
-2
-3
t(s)
23
2.2.2. Método de Ajuste (datos medidos-expresión teórica)
0,5
0,3
0,1 z(cm)= 20
T (ºC)
x(cm)=20, t)
-0,1 z(cm)= 25
x(cm)=25, t)
-0,3
-0,5
600 780 960 1140 1320
t (s)
0,5
0,3
0,1 z(cm)= 20
T (ºC)
x(cm)=20, t)
-0,1 z(cm)= 25
x(cm)=25, t)
-0,3
-0,5
600 780 960 1140 1320
t (s)
24
Cobre K(w/mk)= 450 k(m2 /s.10-6 )= 144,3
0,5
0,3
0,1 z(cm)= 20
T (ºC)
x(cm)=20, t)
-0,1 z(cm)= 25
x(cm)=25, t)
-0,3
-0,5
600 780 960 1140 1320
t (s)
z(cm)= 0
1
T (ºC)
x(cm)=0, t)
0
z(cm)= 5
-1
x(cm)=5, t)
-2
-3
600 780 960 1140 1320
t (s)
25
1,5
1,0
z(cm)= 10
0,5
x(cm)=10, t)
T (ºC)
0,0
z(cm)= 15
-0,5
x(cm)=15, t)
-1,0
-1,5
600 780 960 1140 1320
t (s)
0,5
0,3
z(cm)= 20
0,1 x(cm)=20, t)
T (ºC)
z(cm)= 25
-0,1
x(cm)=25, t)
-0,3
-0,5
600 780 960 1140 1320
t (s)
26
3
2
z(cm)= 0
1 x(cm)=0, t)
z(cm)= 5
T (ºC)
x(cm)=5, t)
0 z(cm)= 10
x(cm)=10, t)
z(cm)= 15
-1
x(cm)=15, t)
z(cm)= 20
-2 x(cm)=20, t)
z(cm)= 25
x(cm)=25, t)
-3
600 700 800 900 1000
t (s)
27
1,0
0,5
y = -9,1076x + 0,6871
0,0 R² = 0,983
Ln(A(z)/A0)
-0,5
-1,0
-1,5
-2,0
0 0,05 0,1 0,15 0,2 0,25
z (m)
Figura 16. Logaritmo de la amplitud térmica máxima para cada termómetro dividido la
amplitud del primero, en función de la posición z. La distancia z se mide a partir del extremo de
la barra en contacto con el soldador. El período de la señal es: 360s. La línea indica la tendencia
lineal que describen los seis puntos.
La onda térmica penetra más cuanto mayor sea la difusividad del material (k). Este
resultado explica por qué las variaciones diarias de temperatura sólo penetran en el
suelo algunos centímetros, en cambio las variaciones anuales penetran unos 4 ó 5 m.
Este fenómeno de las ondas térmicas de poseer una penetración que depende de la
frecuencia o período de la onda, tiene un equivalente electromagnético (para ondas que
se propagan en conductores). Extrapolando esta idea, se puede inferir que variaciones
seculares de temperatura, penetrarán más profundamente en la tierra. De este modo el
estudio de los perfiles térmicos a distintas profundidades del suelo, nos puede brindar
información de los cambios de temperatura ocurridos en el pasado remoto. Estudiando
los perfiles térmicos de perforaciones en la tierra y en los hielos, podemos reconstruir
las temperaturas del pasado.
28
que mejor ajusta estos datos se puede obtener la velocidad de propagación de la onda v0,
a partir de cuyo valor se puede obtener el de la constante de difusividad térmica
mediante la Ec. (1.15). La Fig. 17 muestra los resultados obtenidos.
0,30
0,15
0,10 vo =v0,191
0 = 0,19 cm/scm/s
± 0,005
0,05
0,00
500 550 600 650 700
t (s)
Figura 17. Perfil de profundidad en función del tiempo que tardó en producirse la máxima
temperatura en cada uno de los seis termómetros. La línea indica la tendencia lineal que
describen los puntos.
3
El mejor valor de k se calculó mediante promedio ponderado (Ref. S. Gil y otros, Física re-Creativa).
29
Debido al hecho que las ondas de período corto (alta frecuencia) decaen más
rápido que las ondas de períodos largos (baja frecuencia), las variaciones diarias, p0 = 1
día, decaen a unos 50 cm de la superficie. Las ondas térmicas anuales, p0 = 1 año,
penetran un par de metros. En cambio las asociadas a las glaciaciones, p0 ≈ 10 ka, se
encuentran a unos 200 a 300 metros. De este modo, en las profundidades de la tierra,
quedan registradas las temperaturas del pasado [32, 26].
Esta parte del trabajo ilustra un sistema experimental sencillo para estudiar las
ondas térmicas y para determinar la difusividad para distintos metales. Los resultados de
difusividad se correlacionan bien, dentro de los errores experimentales, con los
tabulados. Los datos obtenidos en las tres metodologías utilizadas en los experimentos
con la barra metálica de cobre fueron comparados entre sí, concluyéndose que aquellos
basados en el método de desfasaje y atenuación, tienen menos error que con el método
de ajuste.
Se observa que las ondas de calor se propagan con una velocidad finita a través
de la barra metálica. La amplitud de la onda térmica se va atenuando a medida que nos
alejamos de la fuente de calor.
Este experimento ilustra al mismo tiempo el fenómeno de difusión de calor y
una técnica experimental para determinar las temperaturas del pasado de la Tierra.
30
3. Estudio de Ondas de Calor en el
Suelo
4
Interface Vernier (LabQuest) controlada por el programa Logger Pro 3.8 de la compañía Vernier
Software, Ref. www.vernier.com
5
Observar foto en Anexo III: Fotos, Figura 46.
31
El estudio experimental de la propagación de calor en el suelo suministró
resultados interesantes.
Figura 18. Esquema del arreglo experimental para medir las ondas térmicas del suelo a diversas
profundidades.
La tasa de medición utilizada para registrar las temperaturas fue 60 s, o sea que
se midió la temperatura una vez cada minuto. Las Figs. 19 y 20 ilustran los resultados
32
de θ(z,t) = T(z,t) – Tb(z) del ensayo realizado en la UNSAM y del realizado en el INTI,
respectivamente. Se observa que el calor se propaga en forma de ondas, con amplitudes
decrecientes. El termómetro que se encuentra más cerca de la superficie de la tierra
(curva azul) tiene mayor amplitud que aquellos que están más alejados. La profundidad,
z, está definida como positiva desde la superficie del suelo hacia la profundidad,
siendo z = 0 en la superficie (interfase suelo - aire).
z= 6,5 cm z= 20,8 cm
6
4
(T-T b)( ºC)
-2
z= 15,2 cm z= 31 cm
-4
0 25 50 75 100 125 150 175 200
t (hs.)
Figura 19. Variación de la temperatura en distintas profundidades de la sonda como función del
tiempo. Estos datos fueron medidos desde el día 4 de febrero de 2011 hasta el día 13 de febrero
del mismo año, en el suelo de la UNSAM. Los valores máximos y mínimos para los distintos
termómetros se alcanzan en distintos tiempos.
7
5 z = 20 cm
z = 0 cm
3
(T- Tb) (°C)
1
-1
-3
z = 10 cm z = 30 cm
-5
-7
0 25 50 75 100
t (hs.)
6
En el INTI se utilizó las temperaturas brindadas por el Servicio Meteorológico Nacional como
temperatura en la superficie del suelo (z = 0 cm).
33
debe a que el calor en el suelo se propaga en forma de ondas y al cortarse el suministro
de calor (desde el atardecer al anochecer) llegan a un máximo en el primer termómetro,
esta onda tarda un tiempo en alcanzar los demás termómetros, retrasando el momento en
que alcanzan su respectivo máximo.
El cálculo de la constante de difusividad térmica se realizó mediante dos
métodos diferentes [26], con el primero midiendo la atenuación de la amplitud térmica
en función de la profundidad (método de atenuación) y con el segundo método
midiendo la velocidad de propagación de la onda térmica (método de desfasaje).
1,0
0,5
y = -9,064x + 1,282
R² = 0,999
0,0
Ln(A(z)/A0 )
-0,5
-1,0
-1,5
-2,0
0,05 0,10 0,15 0,20 0,25 0,30
z (m)
34
La línea indica la tendencia lineal que describen los cuatro puntos. El período de la señal es: 24
hs.
1,5
1,0
0,5
Ln(A(z)/A0)
y = -8,944x + 1,164
R² = 0,999
0,0
-0,5
-1,0
-1,5
-2,0
0 0,05 0,1 0,15 0,2 0,25 0,3 0,35
z (m)
Figura 22. Logaritmo de la amplitud térmica máxima en función de la posición z, desde la
superficie de la Tierra hasta cada uno de los termómetros, INTI. La línea indica la tendencia
lineal que describen los cuatro puntos. El período de la señal es: 24 hs.
35
0,30
y = 7,546E-06x + 0,089
R² = 0,958
0,25
0,20
z (m)
vo = 68 ± 10 cm/d
0,15
0,10
0,05
0,00
0 5000 10000 15000 20000 25000 30000
t (s)
Figura 23. Perfil de profundidad en función del tiempo que tardó en producirse la máxima
temperatura en cada uno los termómetros, UNSAM. La línea indica la tendencia exponencial
que describen los puntos. El período de la señal es: 24 hs.
0,40
y = 6,879E-06x - 0,003
R² = 0,997
0,30
z (m)
0,20
vo = 59 ± 2 cm/d
0,10
0,00
0 5000 10000 15000 20000 25000 30000 35000 40000
t (s)
Figura 24. Perfil de profundidad en función del tiempo que tardó en producirse la máxima
temperatura en cada uno los termómetros, INTI. La línea indica la tendencia exponencial que
describen los puntos. El período de la señal es: 24 hs.
36
Coeficiente de Experimental Tabulado
difusividad 2
(m /s.10 ) -6
(m2/s.10-6)
térmica (k) UNSAM INTI Arcilla Arena
Método de
0,44±0,03 0,45±0,04
atenuación (µ o)
0,26-0,4 0,296-0,521
Método de
0,4±0,1 0,33±0,04
desfasaje (vo)
Mejor valor de k 0,44±0,03 0,39±0,03 0,26-0,4 0,296-0,521
Tabla 3.1. Coeficientes de difusividad térmica (k) del suelo de la UNSAM e INTI. Se comparan
los coeficientes de difusividad térmica (k) tabulados para la arena, para la arcilla y los hallados
experimentalmente por los dos métodos propuestos, UNSAM e INTI7.
25
20
T (ºC)
15
10 T_med
T_máx
5
T_mín
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
t (meses)
Figura 25. Temperaturas mínimas, medias y máximas en función del tiempo (1944-2010). La
curva roja representa la temperatura media mensual y las curvas naranja y verde representan la
temperatura máxima y mínima media mensual, respectivamente. La línea horizontal representa
la temperatura media anual.
7
El mejor valor de k se calculó mediante promedio ponderado (Ref. S. Gil y otros, Física re-Creativa).
37
En la Fig. 26 se muestran las temperaturas brindadas por el Servicio
Meteorológico Nacional (SMN) a diferentes profundidades del suelo, tomadas en el año
1981. Se observan también los ajustes logrados con la aplicación de la Ec. (1.12), para
el valor del coeficiente de difusividad térmica hallado (Tabla 3.1). Como se ve, el
modelo reproduce en general el comportamiento de los datos brindados por el SMN. La
letra z representa las temperaturas brindada por el SMN y x las temperaturas halladas
mediante cálculo (ver leyenda en el gráfico siguiente).
30 z(m)=0,05
x(m)=0,05, t)
25
z(m)=0,1
20 x(m)=0,1, t)
T(ºC)
z(m)=1
15 x(m)=1, t)
z(m)=2
10
x(m)=2, t)
z(m)=3
5
x(m)=3, t)
Fecha
Figura 26 . Temperaturas brindadas por el SMN a diferentes profundidades del suelo con sus
respectivas curvas teóricas en función del tiempo.
38
27
25
Verano (enero) T ≈ 19,8 ºC
23
21
T (ºC)
19
17
15
Invierno (julio) T ≈ 18,2 ºC
13
11
0 1 2 3 4 5 6
z (m)
Figura 27. Variación de la temperatura del suelo para distintas profundidades, en verano (curva
roja) y en invierno (curva verde).
39
Se aplicó la Ec. (1.12), para el valor del coeficiente de difusividad térmica hallado
(Tabla 3.1) para obtener el gráfico que a continuación se presenta:
Figura 28. Variación de la temperatura del suelo en distintas profundidades, para cada mes del
año.
Esta parte del trabajo ilustra un sistema experimental para estudiar las ondas
térmicas en la Tierra y determinar la constante de difusividad térmica del suelo, y con
este valor obtener la caracterización térmica del suelo. Los resultados de difusividad
térmica se comparan bien con el tabulado para la arcilla.
En el suelo, la velocidad de las ondas anuales es tal que demoran un mes en
recorrer un metro. La amplitud de la onda térmica se va atenuando a medida que
aumenta la profundidad. A una profundidad del orden de 4,4 m, se produce una
inversión de la temperatura. En verano, a esta profundidad, encontramos el terreno más
frío que su valor medio anual y en invierno esta zona del suelo está más caliente que su
40
valor medio anual. Por tal motivo esta región del suelo se convierte en un lugar óptimo
para colocar un intercambiador térmico con el interior de las viviendas o comercios, que
podría usarse por sí mismo, o acompañado de una bomba de calor, en un
acondicionador de aire muy interesante de explotar.
Este experimento ilustra que es factible el uso de calor geotérmico para el
acondicionamiento térmico de ambientes interiores de viviendas y edificios, con un
ahorro considerable de energía y disminuyendo las emisiones de gases de efecto de
invernadero.
41
42
4. Análisis de Ondas de Calor en el
Suelo por Diferencias Finitas
Una vez realizadas las pruebas en terreno para estudiar las propiedades térmicas
del suelo, los datos obtenidos de las mediciones de las temperaturas a través del tiempo
a diferentes profundidades, se asemejan a la función de la forma f(t)=T(t,z). Conocemos
los valores de esta función en intervalos de tiempo ∆t. En otras palabras, conocemos
fn=T(tn) en forma de una tabla de (tn, fn).
El objetivo de este capítulo es desarrollar un modelo de cálculo de propagación
de las ondas de calor del suelo, con la finalidad de modelar las temperaturas del suelo a
diferentes profundidades z, halladas en el Capítulo 3. Se trata de buscar un método de
cálculo capaz de ofrecer una solución aproximada de la ecuación general de conducción
del calor, que permita conseguir resultados suficientemente precisos y que no requiera
el empleo de ordenadores con elevada capacidad de memoria. El modelo desarrollado
aquí es adecuado para el caso unidimensional, en el que T es sólo función de una
variable espacial z, y del tiempo t. En este caso se utiliza el método de diferencias
finitas que permite la resolución aproximada de ecuaciones diferenciales en derivadas
parciales, definidas en recintos finitos. Es una herramienta numérica que se ha utilizado
para determinar soluciones aproximadas en diversos problemas de ingeniería.
La ecuación de régimen transitorio, con propiedades constantes y sin generación
de calor, llamada ecuación de calor, en una dimensión z viene dada por [33]:
1
= , (4.1)
43
La segunda derivada se halla a partir de la primera, Ec. (4.2); y si utilizamos una
aproximación de diferencias finitas, obtenemos la siguiente ecuación:
+∆ , −2 , + −∆ , −2 +
≈ = . (4.3)
∆ ∆
∆ 1
−2 + = − = − , (4.4)
∆
o también
−
=2 − + , (4.5)
44
el tiempo futuro t(i+1)=(i+1)∆t queda expresada en función de las temperaturas de los
nodos de los tres puntos adyacentes en el presente ti=i∆t, como se observa en la
siguiente ecuación:
= + −2 + . (4.6)
t (días)
∆m
i+1
Ti+1m
∆t
i
Tim-1 Tim Tim+1
i-1 z (m)
m-1 m m+1
45
26 T(z=1 m) , t)
T(z=0,9 m) , t)
24
T(z=0,8 m) , t)
T(z=0,7 m) , t)
22
T(z=0,6 m) , t)
T (ºC)
20 T(z=0,5 m) , t)
T(z=0,4 m) , t)
18
T(z=0,3 m) , t)
16 T(z=0,2 m) , t)
T(z=0,1 m) , t)
14
- 10 20 30 40 50 60
t (días)
Figura 30. Predicción teórica de las temperaturas en función del tiempo a diferentes
profundidades del suelo, mediante el método de diferencias finitas.
60
26 T(z=0,1 m) , t) T(z=0,1 m)
T(z=0,2 m) , t) T(z=0,2 m)
T(z=0,3 m) , t) T(z=0,3 m) 50
24
T(z=0,9 m) , t) T(z=0,9 m)
Precip.
40
Precipitación (mm)
22
T (ºC)
30
20
18 20
16 10
14 0
0 10 20 30 40 50 60
t (días)
Figura 31. Temperaturas medidas y teóricas a diferentes profundidades en función del tiempo,
INTI 8. Las líneas rectas en color rosa indican días con precipitación y su medida. Estos datos
fueron obtenidos desde el día 28 de marzo de 2012 hasta el día 29 de mayo del mismo año, en el
suelo del INTI.
8
Ver extensión de este gráfico desde el día 28/05/2012 hasta el 02/08/2012 en el Anexo I: Ondas de Calor
del Suelo.
46
actúa como un filtro paso bajo. Las frecuencias altas son atenuadas paulatinamente a
medida que penetramos en la tierra. La temperatura posee un rango de variación muy
amplio en los primeros centímetros de profundidad del suelo. Sin embargo, la variación
se va reduciendo conforme aumenta la profundidad [36].
La radiación solar calienta la superficie del suelo durante el día y ésta se enfría a
lo largo de la noche. Las lluvias pueden producir rápidos y marcados cambios en las
temperaturas superficiales del suelo (como se observa en el día 55, Fig. 31) y puede
disminuir la radiación a causa de las nubes generadas en las tormentas y la energía que
produce la evaporación del suelo, aumentando su humedad y su conductividad [37].
A partir del ajuste adecuado de los datos teóricos con los medidos, se hizo un
análisis de las temperaturas en la superficie del suelo en función del tiempo con el
mismo modelo, para poder compararlas con las temperaturas del ambiente brindadas por
el servicio meteorológico[38].
La Fig. 32 muestra el ajuste entre los datos de temperatura ambiente brindados
por el SMN y los calculados mediante el método de diferencias finitas para la
profundidad z=0.
T(z=0 m) , t)
29
T(SMN)
24
19
T(ºC)
14
4
0 10 20 30 40 50 60
t(días)
Figura 32. Temperaturas del SMN y teóricas calculadas mediante el método de diferencias
finitas en función del tiempo. Los datos de temperatura del SMN a 2 m de altura corresponden a
la curva azul y los datos calculados en la superficie del suelo, mediante el método de diferencias
finitas, corresponden a la curva roja. Datos del día 28 de marzo de 2012 hasta el día 29 de mayo
del mismo año.
47
temperatura del aire, aunque estas capas están generalmente más calientes que el aire a
lo largo de todo el año. Las temperaturas del suelo están influenciadas por la cobertura
de la superficie del suelo, especialmente por los residuos orgánicos u otros tipos de
cubiertas [40].
A continuación se muestran los resultados de las temperaturas obtenidas
mediante diferencias finitas a diferentes profundidades del suelo en función del tiempo,
para ello se tomó de base las temperaturas brindadas por el SMN desde el año 2007
hasta el año 2010.
30 T(z=0 m) , t)
25 T(z=0,35 m) , t)
T(z=0,7 m) , t)
20
T (ºC)
T(z=1,05 m) , t)
15
T(z=1,4 m) , t)
10 T(z=1,75 m) , t)
T(z=3,5 m) , t)
5
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
39
40
41
42
43
44
45
46
47
48
49
50
t (meses)
48
5. La Tierra como Acondicionador
de Aire Natural
Una vez estudiadas las propiedades térmicas del suelo, se realizó otra
experiencia de campo en una casa con eficiencia energética ubicada en Tortuguitas,
Provincia de Buenos Aires, denominada CasaE. Esta casa, de propiedad de la empresa
BASF, fue facilitada para realizar el estudio que a continuación se detalla.
Se tomaron datos experimentales en la CasaE y a partir de ellos se puso a prueba
un modelo de intercambio de calor entre el suelo y el aire.
49
ser muy buenos conductores de calor, pueden transmitirlo por convección. Mientras que
la conducción implica moléculas y/o electrones que se mueven en microscópicas
distancias y chocan, en la convección interviene el movimiento de muchas moléculas en
movimiento colectivo [42, 43].
En este modelo, la convección es de carácter forzado. Esto es así, porque el aire
es forzado a fluir por el tubo cilíndrico mediante medios externos (ventilador o bomba).
El tramo de tubo es suficientemente largo como para lograr la transferencia deseada de
calor. La convección es interna porque el aire fluye confinado por completo por la
superficie interna del tubo.
!" .
. = = # ℎ − . !) ≈ ) * ℎ − ,
! %&'(
(5.1)
50
donde D es el diámetro del tubo, v es la velocidad media en la tubería, ρ es la densidad
del fluido y µ es la viscosidad del fluido. Cuando el valor del número de Reynolds es
inferior a 2.300 el flujo es laminar, en cambio por encima de ese valor en general es
turbulento y si supera 10.000 es altamente turbulento. En la CasaE, el modelo
experimental usado, el número de Re calculado en la tubería fue de 71.900, es decir, por
encima de 10.000, el flujo es entonces altamente turbulento.
En el caso de flujo forzado turbulento existen correlaciones experimentales que
permiten evaluar el coeficiente h. La correlación que se utiliza en este modelo es la
correlación de Sieder y Tate (1936), la cual se utiliza en aplicaciones en donde la
diferencia de la temperatura de la superficie y del fluido es significativa. Es válida para
los rangos de Re mayores a 10.000. La correlación de Sieder y Tate para flujo en
tuberías en régimen altamente turbulento propone:
<,= <,@
45. 6 <,= <,@
89 = 0,023 +, . >? = 0,023 A B . >? , (5.3)
7
donde, Nu es el número de Nusselt (hD/K), Re es el número de Reynolds y Pr es el
número de Prandtl, que es un adimensional que representa el cociente entre la
difusividad de cantidad de movimiento (µ/ρ) y la difusividad térmica (K/ρcp). La
correlación de Sieder y Tate es válida para los rangos de Pr entre 0,7 y 16.700. Para el
cálculo del coeficiente de transferencia de calor se utiliza la siguiente ecuación:
89. C
ℎ= , (5.4)
4
donde h es el coeficiente de transferencia de calor por convección, Nu es el número de
Nusselt, K es la conductividad térmica del fluido y D el diámetro del tubo. La Ec. (5.4)
también puede escribirse de la siguiente manera:
51
5.2. Modelo del Sistema Intercambio de Calor Suelo -
Aire
•
d Q = m& a c a T1 ( x + dx ) − m& a c a T1 ( x ), (5.6)
donde, ca y m
& a = ρa.Qa son el calor específico, y el flujo másico de aire en el tubo,
respectivamente. Del balance energético en el elemento infinitesimal considerado
tenemos:
dT1 h.dA
=− ⋅ (Tm − T1 ) . (5.7)
dt m& a .c a
La Ec. (5.1) también puede escribirse en forma diferencial como:
∆T 1
dQ& conv. = h ⋅ dA.(T1 − Tm ) = , con Rconv. = . (5.8)
Rconv. dA.h
52
e
a = !"/!
Ks
Kt . .
T1 macaT1(x) T macaT1(x+dx)
x
T2
Figura 34. Modelo de tubo enterrado conteniendo aire. Transferencia de calor a lo largo de un
cilindro de radio interno a y espesor e cuyas temperaturas son T1 y T2. En el gráfico de la
derecha se observa el volumen de control, región limitada por la línea punteada verde, para el
análisis de flujo a través de la tubería.
1 1
δℜconv. = = . (5.9)
dA.h (2π .a.dx).ha
La resistencia térmica por conducción en la pared del tubo se obtiene mediante la
siguiente ecuación, en la que se considera al tubo como una capa cilíndrica larga,
e
ln1 +
δℜtubo =
a (5.10)
.
2π ⋅ Kt ⋅ dx
Para el caso del suelo la resistencia térmica se calcula a partir de la siguiente ecuación:
ln[2 z /( a + e)]
δℜ suelo (1) = , (5.11)
2π ⋅ K s ⋅ dx
se considera al suelo que rodea al tubo como un cilindro isotérmico de longitud dx
enterrado en un medio semi-infinito.
T1°
Ks
T2 z
dx
Figura 35. Modelo de conducción a través del suelo. El suelo posee una conductividad Ks, el
cilindro se encuentra a una profundidad z y a una temperatura T2. La superficie está a una
temperatura T1⁰. Cilindro de diámetro D=2.(a + e) y longitud dx.
53
La resistencia total asociada a la transferencia de calor entre el aire dentro del tubo y el
terreno será:
• (T1 − T2 )
dQ = − , con (5.12)
δℜtotal
o bien
−1
e 2z
ln1 + ln
dT1 2π ⋅ Kt 1 a (a + e) dx
=− ⋅ + + ⋅ dx = − . (5.15)
(T1 ( x) − T2 ) ca ρa ⋅ Qa ha .a Kt Ks λ(1)
Esta ecuación puede ser integrada para dar el resultado buscado, es decir T1(x):
− x / λ(1)
T1 ( x) = T2 + (T1 − T2 ) ⋅ e
o
, (5.16)
con
donde T1⁰ es la temperatura del aire a la entrada del tubo, T2 es la temperatura del suelo
a la profundidad donde se encuentran los tubos enterrados y T1(x) es la temperatura del
aire después de recorrer una distancia x en el tubo.
Otra manera de simular el tubo enterrado consiste en suponer que está inmerso
en un medio infinito a una determinada temperatura como se ilustra en la Fig. 36.
54
T1
z
Ks Dint Dext
T2 T2
Figura 36. Modelo de conducción a través de una capa cilíndrica de suelo. El suelo posee una
conductividad Ks, y una temperatura T2. Cilindro de diámetro interno Dint = 2.(a + e), diámetro
externo Dext = 2z y longitud dx. La superficie está a una temperatura T1.
La resistencia total asociada a la transferencia de calor entre el aire dentro del tubo y el
terreno en este caso será:
o bien
−1
e z
ln1 + ln
dT1 2π ⋅ Kt 1 a (a + e) dx
=− ⋅ + + ⋅ dx = − . (5.21)
(T1 ( x) − T2 ) ca ρ a ⋅ Qa ha .a Kt Ks λ( 2)
Integrando la Ec. (5.21) obtenemos la Ec. (5.22) anteriormente indicada, pero esta vez
con lambda igual a:
− x / λ( 2 )
T1 ( x) = T2 + (T1 − T2 ) ⋅ e
o
, (5.22)
55
donde
ca ρ a ⋅ Qa K t ln[z /(a + e)]
λ( 2 ) = ⋅ + ln(1 + e / a) + K t . (5.23)
2π ⋅ K t ha .a Ks
Comparando la expresión (5.17) con la (5.23), se observa que son casi idénticas
excepto por el argumento dentro del logaritmo 2 z /( a + e) en la Ec. (5.17) y z /( a + e )
en la Ec. (5.22). La diferencia entre ambos modelos es:
ca ρ a ⋅ Qa
λ(1) − λ( 2 ) = ⋅ ln(2). (5.24)
2π .K s
La velocidad del aire dentro del tubo del intercambiador geotérmico aire-tierra
se mantuvo entre 3 y 5 m/s.
9
Ver dimensiones del tubo en el Anexo III: Fotos, Figura 48.
10
Ver torre de entrada en el Anexo III: Fotos, Figura 47.
56
La Fig. 37 muestra las temperaturas del aire a la entrada y a la salida del tubo en
función de los días, desde el 16 de marzo de 2012 hasta el 4 de mayo del mismo año. En
el gráfico se pueden observar dos curvas: la de color rojo representa las temperaturas del
aire a la entrada del tubo y la de color azul representa las temperaturas del aire a la
salida del mismo.
35
30 T_Salida= 21,5 ± 1,5 °C
25
20
T (°C)
15
10
T_Entrada (°C)
5
T_Salida (°C)
0
0 7 14 21 28 35 42 49
t (días)
Figura 37. Variación de la temperatura en la entrada y salida del tubo en función de los días.
Temperaturas de entrada del aire al tubo (curva roja) y a la salida del mismo (curva azul), pre-
acondicionado. Los registros térmicos se obtuvieron a lo largo de 49 días desde el día 16 de
marzo de 2012 hasta el 4 de mayo del mismo año. Se observa que la temperatura de salida del
tubo oscila entre 20 ºC y 23 ºC, rango de temperatura de confort11.
En la figura se puede apreciar que las temperaturas de salida del tubo de unos
21,5 ± 1,5°C se mantienen prácticamente constantes a través de los días. Dicha
regularidad en el nivel de la temperatura se podría aprovechar de forma muy efectiva
para fines de calefacción, con ayuda de una bomba de calor o para fines de
refrigeración, con la ayuda de la misma máquina funcionando en modo de refrigeración.
11
Ver extensión de este gráfico desde el día 28/05/2012 hasta el 02/08/2012 en el Anexo II: Temperatura
Entrada/Salida CasaE.
57
35
Casa E T_Entrada (°C)
30
SMN
25
20
T (°C)
15
10
0
0 7 14 21 28 35 42
t (días)
Figura 38. Comparación de las temperaturas obtenidas a la entrada del tubo de la CasaE con las
del SMN.
25
T_Salida (°C)
24
T_Salida_Teórica (°C)
23
22
T(°C)
21
20
19
18
17
0 7 14 21 28 35 42 49
t (días)
Figura 39. Temperaturas medidas y teóricas en función del tiempo, a la salida del tubo de la
CasaE.
58
Como se observa en la Fig. 39 los resultados obtenidos mediante el método
teórico se aproximan a los datos experimentales medidos a la salida del tubo de la
CasaE.
El valor de lambda calculado a partir de los datos tomados de la CasaE fue entre
31,45 y 37,43 m para los diferentes métodos propuestos, sin embargo para poder ajustar
los datos de la Fig. 39, se tuvo que utilizar un valor de lambda de 29 m. En la Tabla 5.1
se pueden observar los valores calculados de lambda y el peso que tiene cada término en
las ecuaciones propuestas, el término dominante es λsuelo.
Modelo λconv. λtubo λsuelo λtotal
λ(1) 31,85 37,43
0,7 4,88
λ(2) 25,87 31,45
Tabla 5.1. Comparación del valor de lambda calculado para los dos modelos propuestos. En la
primera fila se observan los resultados obtenidos a partir de la Ec. (5.17) y en la segunda, los
resultados obtenidos a partir de la Ec. (5.23).
33
Verano
31 T (⁰C) = 31
T (⁰C) = 29
29
T (⁰C) = 27
T(ºC)
27 T (⁰C) = 25
25
23
21
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 110
x (m)
Figura 40. Variación de temperaturas del aire en verano en función de la longitud del tubo.
59
longitud del tubo ubicado a 2 m de profundidad en el suelo, según el modelo expuesto
en este capítulo, Ec. (5.17).
23
21
19
17
Invierno
T (ºC)
15
T (⁰C) = 13
13
11 T (⁰C) = 11
9 T (⁰C) = 9
7 T (⁰C) = 7
5
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 110
x (m)
Figura 41. Variación de temperaturas del aire en invierno en función de la longitud del
tubo.
En las Figs. 40 y 41 se puede observar que aunque haya una gran variación de
temperatura ambiente (tanto en verano como en invierno), en una longitud del tubo
próxima a 100 m la temperatura del aire es cercana a la de confort entre 20 y 23 °C.
Se obtuvo un buen ajuste entre las mediciones de temperatura del aire a la salida
del tubo y las calculadas teóricamente mediante el modelo del sistema de intercambio
de calor suelo - aire, explicado en este Capítulo.
El modelo del sistema de intercambio de calor suelo – aire permite calcular la
longitud del tubo para obtener la mayor eficiencia posible mediante el uso de tubos
enterrados como pre-acondicionamiento de ambientes, dependiendo de la temperatura
ambiente del lugar donde se los quiera colocar.
A través del estudio de campo se pudo comprobar que el sistema de
intercambiador de calor aire-tierra utilizado en la CasaE, produjo un flujo de aire a la
salida con temperatura prácticamente constante y muy próxima a los requerimientos de
“confort” para una vivienda. Este sistema puede complementarse con el uso de una
bomba de calor que funciona como un calefactor o un refrigerador según la época del
año, si fuese necesario regular la temperatura en unos pocos grados.
60
Se describe la potencialidad de los tubos enterrados como un sistema efectivo
para reducir los consumos de energía para acondicionamiento térmico de ambientes y se
comprueba su efectividad en la Provincia de Buenos Aires. Estos resultados podrían
extenderse a un amplio rango de la geografía Argentina. La reducción en el uso de la
energía actualmente utilizada, generaría también reducción de las emisiones de gases de
efecto invernadero (GEI). Dado que en Argentina, el consumo de energía para
acondicionamiento de ambientes es del orden del 18% del consumo total del país, la
utilización de tubos enterrados con este fin podría ser de mucha efectividad para reducir
nuestras importaciones de gas natural.
En todos los casos, para lograr una efectividad adecuada se requiere de una
buena aislación térmica de la envolvente de las viviendas. En su versión más simple, los
sistemas de tubos enterrados podrían utilizarse en viviendas de interés social, para
poblaciones de bajos recursos. Además, los ahorros en importación de gas, podrían
aprovecharse para estimular el desarrollo de muchas industrias nacionales que
producirían lo necesario para la implementación de este sistema de tubos enterrados,
generando riqueza y empleo a nuestros conciudadanos.
61
62
6. Recapitulación de la tesis
63
o comercios, un acondicionador de aire muy interesante de explotar, que podría usarse
solo o acompañado de una bomba de calor.
Por último se realizó una medición del intercambio de calor en tubos enterrados
en un prototipo real, la Casa E de la Empresa BASF, ubicada en Tortuguitas, Provincia
de Buenos Aires. En esta casa, que cuenta con un sistema de tubos enterrados, se realizó
una medición prolongada (6 meses) de la temperatura de entrada y salida del aire. Los
resultados muestran que efectivamente el sistema de tubos enterados funciona
adecuadamente como sistema pre-acondicionador de aire. Se desarrolló un modelo
simplificado para interpretar el intercambio de calor que se produce en el sistema de
tubos enterrados.
35
Temp. media diaria
Refrigeración (DGD_R)
30
Tmáx
25
Zona de Confort
T (ºC)
20
15 Tmín
10
Calefacción (DGD_C)
5
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
t (meses)
Figura 42. Temperatura media diaria a lo largo de un año, curva roja. Las líneas horizontales Tmáx y Tmín
delimitan la zona de confort. El área sombreada verde indica el valor del déficit grado día de refrigeración
(DGD_R). El área sombreada naranja indica el valor del déficit grado día de calefacción (DGD_C). El
mismo concepto puede aplicarse a cada día con las temperaturas horarias.
64
El déficit grado día de refrigeración (DGD_R) se puede estimar como:
65
66
7. Conclusiones Finales
12
http://www.enargas.gov.ar/
67
generaría una reducción significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero
(GEI).
Los sistemas de tubos enterrados pueden usarse por sí solos o como parte de un
sistema más completo y elaborado, que incluye por ejemplo la utilización de bombas de
frio-calor y renovadores de aire energéticamente eficientes. En todos los casos, para
lograr una efectividad adecuada se requiere de una buena aislación térmica de la
envolvente de las viviendas. En su versión más simple, los sistemas de tubos enterrados
podrían utilizarse en viviendas de interés social, para poblaciones de bajos recursos.
Estos tipos de sistemas de pre-acondicionamiento de aire, combinados con el
aprovechamiento de la energía solar térmica para el calentamiento de agua y adecuada
aislación de las envolventes, podrían reducir significativamente las emisiones de GEI y
lograr un autoabastecimiento de gas natural en Argentina. Los ahorros en importación
podrían aprovecharse para estimular el desarrollo de muchas industrias nacionales que
producirían los artefactos necesarios, generando riqueza y empleo a nuestros
conciudadanos.
68
8. Anexo I: Ondas de Calor del Suelo en el INTI
60
25
Z = 10 cm
50
Z = 30 cm
20
40
Z = 90 cm
Precipitación (mm)
T(ºC)
30
15
Z = 20 cm
20
10
10
5 0
t (días)
Figura 43.Variación de la temperatura en distintas profundidades de la sonda en función del tiempo. Las líneas rectas verticales en color rosa indican los días
de precipitación y las medidas de la misma. Los datos fueron tomados desde el día 28 de marzo de 2012 hasta el 2 de agosto del mismo año, medidos en el
suelo del INTI.
69
70
9. Anexo II: Temperatura Entrada/Salida CasaE
35
T_Entrada(°C)
30
T_Salida (°C)
25
20
T(°C)
15
10
0
0 7 14 21 28 35 42 49 56 63 70 77 84 91 98 105 112 119 126 133 140 147 154
t (días)
Figura 44.Variación de las temperaturas de entrada y salida del tubo en función del tiempo. Tubos enterrados en la CasaE. Temperaturas de entrada de aire al
tubo (curva roja) y a la salida del mismo (curva azul), pre-acondicionado. Los registros térmicos se obtuvieron desde el 16 de marzo de 2012 hasta el 22 de
agosto del mismo año.
71
72
10. Anexo III: Fotos
Figura 46. Trabajo de campo, sonda enterrada en el INTI para medir las ondas de calor a
diferentes profundidades del suelo.
73
Figura 47. Intercambiador geotérmico aire-tierra en la CasaE de BASF. A la izquierda la
alumna Leila Mora Iannelli de la UNSAM, a la derecha el Lic. Jorge Fiora de INTI, Energía.
Figura 48. Dimensiones del tubo de REHAU (diámetro y espesor), enterrado en el suelo de la
CasaE.
74
11. Bibliografía
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