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Cicerone, Daniel

Contaminación y medio ambiente - 1a ed. 1a reimp.- Buenos Aires :


Eudeba, 2007.
210 p. ; 20x14 cm. (Ciencia Joven)

ISBN 978-950-23-1489-1

1. Ecología-Medio Ambiente. I. Título


CDD 570

Eudeba
Universidad de Buenos Aires

1ª edición, 1ª reimpresión: septiembre de 2007

© 2007, Editorial Universitaria de Buenos Aires


Sociedad de Economía Mixta
Av. Rivadavia 1571/73 (1033) Ciudad de Buenos Aires
Tel.: 4383-8025 / Fax: 4383-2202
www.eudeba.com.ar

Diseño de tapa: Silvina Simondet


Diagramación general: Féklix Lucas

Impreso en la Argentina
Hecho el depósito que establece la ley 11.723

No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su almacenamiento en un


sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio,
electrónico, mecánico, fotocopias u otros métodos, sin el permiso previo del Editor.
Agradecimientos

En primer lugar a Miguel de Asúa, quien confió en los autores de esta


propuesta, y a quien debemos la motivación inicial de desarrollar este trabajo.
Luego, a todos los alumnos de grado y posgrado de carreras vinculadas al
medioambiente, quienes con su entusiasmo y trabajo han sido, y seguramente
serán, destacados profesionales o investigadores en algunas de las áreas
temáticas desarrolladas en este libro.
A la UNSAM, en particular a las Escuelas de Posgrado y Ciencia y
Tecnología, en las cuales llevamos a cabo nuestras tareas docentes y de
investigación.
A la Comisión Nacional de Energía Atómica, donde hemos transitado la
mayor parte de nuestra vida profesional.
A colegas, tesistas y pasantes, con quienes compartimos y hemos
compartido el camino de aprender cada día un poco más sobre nuestro
ambiente.
A nuestros amigos y seres queridos.

“Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado,


apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas
satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones
futuras; y tienen el deber de preservarlo.”

Art. 4 de la Constitución Nacional Argentina.

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1. Introducción

La premisa a partir de la cual hemos comenzado a escribir este libro es el


íntimo convencimiento de que la resolución de los problemas ambientales se
asienta en la educación ambiental.
¿Por qué elegimos como título Contaminación y medio ambiente? Porque en
el inconsciente colectivo de los argentinos pueden ser conceptos muy relaciona-
dos. Parece entonces interesante, y a la vez necesario, rescatar la visión ancestral
del ambiente como aquel lugar donde desarrollamos nuestra vida, desmitificando
el carácter maligno de la contaminación para acercarlo más al de perturbación
que limita el desarrollo sustentable o sostenible de una comunidad.
La literatura consultada, referida a los temas que aquí se desarrollarán, mues-
tra que existen abundantes referencias bibliográficas en idioma inglés y algunas
en castellano (muchas de las cuales han sido traducidas del inglés) de aspectos
diversos de la contaminación y del medio ambiente. Predomina el enfoque ecoló-
gico, que acentúa la interacción de los contaminantes con los distintos niveles de
organización de la biota. También se encuentran trabajos orientados hacia la ges-
tión de la contaminación, que buscan minimizar o mitigar el impacto de los con-
taminantes en el medio ambiente. Ninguno de ellos enfoca la temática a partir de
información local.
El conocimiento de la naturaleza de los contaminantes presentes en el
ambiente y de su relación con sus distintos componentes es esencial para el
desarrollo sostenible de una comunidad.
El objetivo que nos llevó a redactar este texto es el de presentar las carac-
terísticas esenciales que hacen a la identidad de los contaminantes, de los
reservorios que los alojan o contienen y de las interacciones entre ambos.
Para ello, realizamos una búsqueda de información relevante a la temática
que se presenta; el análisis crítico del material seleccionado según criterios de
calidad, actualidad y pertinencia, y consultas con investigadores jóvenes que
desarrollan actividades en el ámbito de los temas aquí presentados.

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2. Naturaleza de los reservorios que alojan


a los contaminantes. ¿Dónde se movilizan?

2.1 Introducción a la apreciación de un sistema ambiental


Para comenzar a comprender un sistema en estudio debe en primer lugar
definirse sus componentes. Si de contaminación y medio ambiente vamos a
hablar, entonces comencemos por definir qué se entiende por ambiente.
El diccionario de la Real Academia Española lo define como: “Condicio-
nes o circunstancias físicas, sociales, económicas, etc., de un lugar, una co-
lectividad o una época”.
Según Gómez Orea (2003) el ambiente “es el medio o entorno vital; o sea
el conjunto de factores físico-naturales, sociales, culturales, económicos y
estéticos que interactúan entre sí, con el individuo y con la comunidad en la
que se vive, determinando su forma, carácter, relación y supervivencia. No
debe considerarse pues, como el medio envolvente del hombre, sino como
algo indisociable a él, de su organización y de su progreso”.
El medio físico o natural del ambiente está constituido por los elementos
y procesos del ambiente natural tal como lo encontramos en la actualidad y
sus relaciones con la población. Se proyecta en tres subsistemas:

- Biótico. Organismos vivos (virus, bacterias, hongos, plantas y ani-


males) y materia orgánica muerta (organismos muertos y productos
residuales).
- Abiótico. Hidrosfera (océanos, lagos, ríos, aguas subterráneas poco
profundas), atmósfera (aire) y litosfera (suelos).
- Perceptual. Unidades de paisaje.

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Desarrollo Humano
[Socioeconómico y cultural]

SOCIOECONOMICO Y CULTURAL
Medio Construido, Economía, Población
Educación, Salud, Patrimonio Cultural
AMBIENTE

NATURAL
Abiótico (hidrósfera, atmósfera, litosfera), biótico
(organismos vivos, materia orgánica muerta),
perceptual (paisaje)

Acciones/Actividades

Figura 1: Interacciones e interdependencia de los diversos componentes del ambiente.

El medio socio-económico está constituido por las estructuras y condi-


ciones sociales, histórico culturales y económicas en general, de las
comunidades humanas o de la población de un área determinada.

Los sistemas vivos naturales proporcionan a la humanidad un conjunto de


servicios indispensables e irreemplazables que mantienen la vida en la tierra.
Proveen recursos directos como alimentos, medicinas, materiales de vestir y para
la construcción, etc. Dan servicios funcionales tales como mantener la mezcla
apropiada de gases en la atmósfera, generación y preservación de suelos, evacua-
ción de residuos, restauración de sistemas después de alteraciones, control de
pestes, ciclos de nutrientes y polinización de cosechas.

La totalidad del planeta en si mismo es dependiente


del mantenimiento del medio natural y de la interacción
entre los organismos vivos y los componentes
físico/químicos de la tierra.

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2.1.1 Recursos, funciones y atributos del ambiente

Los recursos naturales pueden ser:


• Renovables. Energía del sol, ciclos biológicos y biogeoquímicos (ciclo
hidrológico del agua, energía y del carbono). Bosques, poblaciones de
animales y plantas, agua, etc.
• No renovables. Si bien tradicionalmente se mencionan como ejemplo
de recursos no renovables a los combustibles fósiles y minerales, hoy
en día deben agregarse aquellos que siendo originalmente renovables
pueden agotarse por un manejo inadecuado. Por ejemplo, maderas
tropicales taladas que no se reponen, animales o plantas que se cazan
o recogen en forma incontrolada, aguas con aportes contaminantes que
degradan su aptitud de uso, etc.
• Recursos abstractos. Animales, plantas y el paisaje natural con usos en
actividades de ocio y turismo (observación de aves, pesca, montañis-
mo, vistas panorámicas).

Entre las funciones del medio físico o natural (por el cual se le atribuyen de-
terminados méritos de conservación, calidad) pueden mencionarse las de provi-
sión de biomasa, minerales, agua, luz, calor, productos agrícolas, forestales, pe-
cuarios y acuícolas. Soporta actividades urbanas, industriales, mineras, agrarias,
de servicios, recreativas, de educación, cultura, ciencia e investigación, monu-
mentos, infraestructura de comunicación, transporte de energía, agua etc. Recep-
ciona los residuos naturales y antropogénicos; regula los procesos que tienen lu-
gar en la atmósfera, hidrosfera, litosfera y biota.
La diversidad biótica o banco genético es un atributo del ambiente. El nú-
mero de especies conocidas actualmente por la ciencia es de alrededor de un
millón y medio y se estima que la biodiversidad global varía de 2 a 50 millones
de especies. Debe verse como un recurso de propiedad común para todo el gé-
nero humano y por tanto sujeta a la “tragedia de los comunes”.1 El medio natu-
ral es un complejo ordenado en el que las especies están armónicamente co-
adaptadas. El ambiente se compone de poblaciones de especies que junto con
otras especies forman comunidades, las cuales integradas al componente abió-
tico del ambiente constituyen los ecosistemas. La variedad de especies resulta
ser entonces una característica del ambiente natural.
La biodiversidad es un recurso básico que actúa como un sistema de apo-
yo a la vida humana. La formación del suelo, la degradación de los residuos,

1
Los costos adicionales de mantenimiento de dicho recurso son compartidos por
todos, no así los beneficios de usufructo (Hardin, 1968).

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la purificación del aire y el agua, los ciclos de nutrientes, la absorción de
energía solar y el mantenimiento de los ciclos biogeoquímico e hidrológico,
dependen todos de las plantas y animales. Los sistemas biológicos naturales
son la culminación de miles de años de evolución y mantienen los procesos
ecológicos sin costo material para nosotros. La pérdida de especies pone en
riesgo al ecosistema. Más allá de un cierto punto, los sistemas ecológicos
pueden quedar tan empobrecidos que se rompen los principales procesos y se
produce una debilitación catastrófica. La destrucción acelerada de la biodi-
versidad mundial está amenazada y con ella, en último término, la capacidad
de la tierra para sostener la vida humana.

2.1.2 Sustentabilidad

La sustentabilidad implica la gestión de todos los valores y recursos natura-


les y humanos para aumentar la riqueza y el bienestar a largo plazo para todos.
El desarrollo sustentable (Informe Bruntland) es aquel que satisface las necesi-
dades de hoy sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones de sa-
tisfacer sus propias necesidades (CNUMAD,2 Río de Janeiro, 1992). Rechaza
las políticas que reducen la base productiva y dejan generaciones futuras con
perspectivas más pobres. Las tecnologías que contribuyen al desarrollo sosteni-
ble incluyen el control de la contaminación, la producción de energía renova-
ble, la gestión de recursos y la investigación científica. Los principios de traba-
jo incluyen el criterio de los “estándares mínimos de seguridad” (SMS), que
trata de aportar un proceso de toma de decisiones para problemas que incluyen
largos períodos de tiempo, grandes incertidumbres (como las probabilidades de
extinción y las irreversibilidades), y la “regla de minimax” (minimizar las pér-
didas máximas), una regla de decisión necesariamente pesimista, desviada
hacia la conservación. El enfoque SMS (Bishop, 1978; Bishop y Ready, 1991)
hace que la conservación sea la opción preferida a menos que se pueda demos-
trar que el coste social de la conservación (por ejemplo, la precedencia de los
beneficios) sea inaceptablemente alto.

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Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo.

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2.1.3 Niveles de organización en el componente biótico

Se reconocen seis niveles principales de organización ecológica:


• Individuos. Poseen funciones fisiológicas. Los organismos individua-
les pertenecen a una especie que incluye a todos aquellos que poten-
cialemente son capaces de reproducirse unos con otros y producir crí-
as fértiles, como es el caso del gusano tubícula Ficopomatus
enigmaticus (Figura 2).

Figura 2: Gusano tubícula Ficopomatus enigmaticus.

• Población. Conjunto de individuos de una misma especie en un lugar


y tiempo concreto. Las poblaciones de una misma especie tienen dife-
rencias genéticas. Las Figura 3 a 5 muestran los tubos calcáreos donde
desarrolla su vida el gusano tubícola Ficopomatus enigmaticus. La fo-
to corresponde a poblaciones estudiadas en la albufera de Mar Chiqui-
ta, provincia de Buenos Aires.

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Figura 3: Tubos calcáreos del Ficopomatus enigmaticus. Fuente: Cicerone, 1995.

Figura 4: Celdas tipo panal de abeja de la superficie de los tubos calcáreos


de Ficopomatus enigmaticus.

Figura 5. Espículas superficiales del Ficopomatus enigmaticus.

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Figura 6: Ecorregiones de la República Argentina. Fuente: Burkart y cols. APN.

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• Ecosistema. Comprende los componentes bióticos y abióticos de un
lugar. Es la combinación de una comunidad y los componentes físicos
y químicos del ambiente local. Burkart y colaboradores definen y de-
limitan las eco-regiones de la Argentina (ver Figura 6). Definen como
tales a “Un territorio geográficamente definido en el que dominan de-
terminadas condiciones geomorfológicos y climáticas relativamente
uniformes o recurrentes, caracterizado por una fisonomía vegetal de
comunidades naturales y seminaturales que comparten un grupo con-
siderable de especies dominantes, una dinámica de condiciones ecoló-
gicas generales y cuyas interacciones son indispensables para su per-
sistencia a largo plazo”.
• Bioma. Área de la superficie terrestre que presentan condiciones si-
milares de clima, suelo y topografía para el asentamiento de formas
de vida. Por ejemplo, Estepas herbáceas o pastizales de la Llanura
Pampeana, Estepas arbustivas de la Patagonia, Selva tropical misio-
nera y tucumana.
• Biosfera. Parte de la tierra y de la atmósfera en la que existe vida.

2.1.4 Procesos en el ecosistema

Existen dos procesos ecológicos importantes que actúan como las mayores
vías de enlace entre el medio biótico y abiótico: el flujo de energía y los ciclos de
nutrientes. Ellos son esenciales para la supervivencia del medio biótico.

2.1.4.1 Flujos de energía

Sobre la tierra, la fuente primaria de energía para la vida es la radiación


solar o luz y esta finalmente es re-irradiada de nuevo al espacio como calor.
El cambio de energía de no-aleatoria (luz) a energía aleatoria (calor) es lo que
permite realizar el trabajo, que es, en definitiva, el que promueve la vida so-
bre la tierra (ver Figura 7).
Una parte de la energía que llega a la tierra como luz se convierte en energía
química, que es la moneda energética de los sistemas vivos. Esta se almacena
mediante la materia orgánica viva o muerta (compuestos basados en carbono). En
los organismos vivos, parte de esa energía (la liberada por la ruptura de productos
químicos complejos como el ATP: adenosín trifosfato) permite realizar trabajo
(locomoción, división celular y reacciones bioquímicas).
Existen dos fuentes de energía en el ambiente: autótrofa y heterótrofa. La
producción autótrofa de materia orgánica es llevada a cabo por las plantas

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verdes en presencia de luz por vía de la fotosíntesis. La producción heterótro-


fa de materia orgánica se lleva a cabo en organismos que importan energía
química de materia orgánica autótrofa por vía de la respiración o combustión.

Figura 7: Analogía hidráulica del flujo de energía en un ecosistema. La energía se


puede imaginar como canalizada a través de tuberías cuyo grosor es proporcional a
las velocidades de flujo de energía. Parte de la luz que no es aprovechada por la bi-
ota vuelve al medio como calor. R = respiración. Adaptada de Odum, 1956.

Las plantas verdes, a partir de una compleja serie de reacciones químicas


impulsadas por la radiación solar, sintetizan moléculas orgánicas ricas en
energía como la glucosa. Este proceso recibe el nombre de fotosíntesis.

12 H2O + 6 CO2 + 709 kcal (hν) → C6H12O6 (hidrato de carbono) +


6 O 2 ↑ + 6 H 2O (1)

La liberación de oxígeno, a partir de la fotosíntesis, es esencial para la vi-


da aeróbica en el ambiente. Así mismo, la formación de complejos de oxíge-
no contribuyó a formar la capa de ozono que, bloqueando la penetración de
los rayos de luz ultravioleta, hizo posible la vida sobre la tierra.

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La fotosíntesis tiene lugar a la luz del día en hojas y tallos de plantas ver-
des. Utiliza la luz en el espectro visible, mucha de la cual se pierde por re-
flexión, dispersión y absorción en la atmósfera y por las nubes y por reflexión
en la superficie de las plantas. De la cantidad total de radiación disponible,
sólo del 1 al 5 % se utiliza en fotosíntesis. La glucosa producida por las plan-
tas se puede simplemente almacenar como sustancia rica en energía en forma
de almidón o puede combinarse con otras moléculas de azúcar para formar
hidratos de carbono como la celulosa, utilizada en la construcción de células
o tejidos de las plantas. Las plantas también necesitan sustancias inorgánicas
como nitrógeno, fósforo, magnesio y hierro, que se obtienen del suelo o de la
atmósfera (por ejemplo nitrógeno, con la ayuda de las bacterias que viven en
las raíces). Estas sustancias se estructuran por medio de reacciones químicas
en sustancias complejas como grasas, proteínas y ácidos nucleicos, que se
utilizan, por ejemplo, para formar tejidos celulares. La producción de materia
orgánica por las plantas se llama producción primaria.
La respiración provee de energía a un organismo mediante una reacción
de combustión.

C6H12O6 + 6 O2 → CO2 + H2O + energía para el trabajo y


mantenimiento + calor (2)

La producción primaria es un parámetro importante a considerar en dife-


rentes ecosistemas. La producción primaria bruta es la cantidad total de ener-
gía química (o biomasa) acumulada por las plantas por unidad de superficie y
unidad de tiempo. Parte de esta se utiliza en el proceso de respiración. La
producción restante, producción primaria neta, se puede utilizar entonces
para el crecimiento y reproducción de la planta; así:

producción primaria neta = producción primaria bruta – respiración (3)

La producción primaria neta resulta ser un 80-90 % de la producción


primaria bruta. Esta última depende principalmente del agua, la luz, los
nutrientes del suelo y la temperatura. Los niveles de producción primaria
varían considerablemente en el globo, pero pueden clasificarse en cuatro
grandes grupos, cada uno con una gama de productividad característica. La
gama normal (1000 a 2000 g.m-2 año) se encuentra en muchos bosques,
algunos pastizales y cosechas altamente productivas de temperatura mode-
rada. Los ecosistemas de gama baja (0 a 250 g.m-2 año) incluyen los desier-
tos, semidesiertos, tundra ártica y aguas oceánicas tropicales. El grupo de
gama media (250 a 1000 g.m-2 año) incluye comunidades no forestales

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(manglares tropicales, pastizales, cultivos de cereales) limitadas por la se-


quía, el frío, los nutrientes, etc.
Todos los heterótrofos, directa o indirectamente, dependen de los produc-
tores primarios. La energía química producida por los productores primarios
y los nutrientes utilizados por las plantas para construir el tejido celular se
pasan a través de una cadena de consumidores –la cadena alimenticia– que
aprovision a cada eslabón de la cadena con energía y nutrientes. Cada pobla-
ción consumidora utiliza energía del alimento consumido para vivir y respirar
y la energía restante se puede usar para ayudar a producir nueva biomasa me-
diante el crecimiento y la reproducción (producción secundaria). Los ecosis-
temas están constituidos por innumerables cadenas alimenticias. Las pobla-
ciones de especies en cada eslabón de las diversas cadenas pueden agruparse
a su vez en lo que se conoce como niveles tróficos (ver Figura 8a).
La energía reunida por las plantas fluye a través de los niveles tróficos a
lo largo de una cadena alimenticia sencilla. La longitud de las cadenas ali-
menticias de pastoreo varía entre 3 y 6 niveles (3-4 niveles para los sistemas
terrestres y de agua dulce, hasta 6 en los ecosistemas marinos). La asociación
de las cadenas alimenticias da origen a las redes alimentarias. La mayor pro-
porción del flujo energético en los sistemas terrestres se produce por des-
composición de materia orgánica.
Un 40 a 80 % de la aportación de energía puede perderse por los herbívo-
ros y un 10 a 50 % por los carnívoros (energía que no participa en la produc-
ción animal, Figura 8b).
Del alimento digerido y asimilado por el cuerpo, el grueso de la energía
se gasta en la respiración para el metabolismo de la actividad. Los insectos
respiran un 63 a 84 % de la energía asimilada, los peces un 91 a 94 % de la
energía asimilada y los mamíferos de 97 a 99 %. La energía se pierde como
calor en el ecosistema (a ello hay que sumarle la pérdida de energía por ex-
creción de productos). Se suele aceptar que hay alrededor de un 10 % de
transferencia de energía entre los niveles tróficos (el 90 % restante de energía
potencial se pierde en el ambiente).

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Figura 8: Pirámide de (a) números y niveles tróficos para un ecosistema y (b) el con-
cepto de la pirámide de energía y el tamaño individual de una cadena alimenticia.

2.1.4.2 Descomposición y reciclado de nutrientes (remineralización)

En los organismos vivos se libera CO2 y H2O en la respiración, productos


nitrogenados excretados del metabolismo (orina en mamíferos, ácido úrico en
aves e insectos). Los organismos muertos y las heces se descomponen por
procesos fisicoquímicos, por acción de detritívoros y organismos reductores.
La mayoría de los procesos de reducción tienen lugar en el suelo (en los
sedimentos, en el fondo de las masas de agua, en los sistemas acuáticos). Las
cadenas alimenticias de los reductores o detritus se basan en los detritos (or-
ganismos muertos, hojas, etc. no digeridos y materia fecal parcialmente dige-
rida y productos residuales del metabolismo excretados). Los consumidores
iniciales son los organismos detritívoros (ingieren y digieren parcialmente los
detritos). Así sucesivamente las distintas poblaciones de detritívoros llevan a
la ruptura final de la materia orgánica en sus constituyentes inorgánicos ori-
ginales: C (ácido carbónico, bicarbonato, carbonato, dióxido de carbono, me-
tano), N (nitratos, nitritos, amonio), P (fosfatos), etc. Estos pasan al suelo,
como sedimentos o se disuelven en agua, quedando disponibles como nu-
trientes para las plantas.

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2.1.5 Ciclos biogeoquímicos: la complejidad del medio natural

2.1.5.1 Ciclo del carbono (CO2/H2O/CaCO3)

El movimiento de los compuestos químicos y elementos tiene lugar a es-


cala global dentro del ambiente. Todas las partes de los sistemas ecológicos
separados a escala local e incluso global están relacionados en último término
por los ciclos biogeoquímicos. Los mismos tienen un número de fases y re-
servas: fase orgánica (en la que los nutrientes circulan rápidamente a través
de las comunidades bióticas por vía de las cadenas alimenticias), fases inor-
gánicas (fase sedimentaria, atmosférica, reserva acuática).

Figura 9: El ciclo biogeoquímico del carbono. Adaptado de Claphan, 1983.

El ciclo biogeoquímico del carbono (Figura 9) recuerda el flujo de energía


a través del ecosistema. Casi todo el carbono que entra a las cadenas alimen-
ticias, se libera de nuevo al ambiente como dióxido de carbono, a partir de la

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respiración y los incendios, en la atmósfera o la tierra, o de la respiración
dentro del agua en el mar. Luego, es reutilizado por las plantas. Se produce
algo de acumulación de carbono en los sedimentos como carbonato/caliza, en
suelos como turba, carbón o como petróleo y gas. Estas fases sedimentarias
pueden liberarse de los depósitos de modo natural por la actividad geológica
como la erosión, volcanes, etc., y por la mano del hombre.
Desde el punto de vista químico, las ecuaciones (leyes de acción de masa)
que describen los distintos procesos son las siguientes:

KH
CO2(g) + H2O ←→ H2CO3 (4)
K1
H2CO3 ←→ HCO3- + H+ (5)

K2
HCO3- ←→ CO32- + H+ (6)
Kps
Ca2+ + CO32- ←→ CaCO3(s) (7)

En ellas, las constantes de equilibrio correspondientes para agua dulce


son KH = 10-1,47, K1 = 10-6,35, K2 = 10-10,33 y Kps = 10-8,42 (a 25 °C y presión
atmosférica).3
La ecuación 4 describe la solubilidad del gas dióxido de carbono en agua
(más conocida como la Ley de Henry). Cabe recordar que la presión de di-
óxido de carbono de una atmósfera limpia es de 10-3,5 atmósferas.
La ecuación 5 involucra la hidratación del dióxido de carbono solubiliza-
do en agua y su posterior disociación en bicarbonato, con liberación de pro-
tones (reacción ácido-base). El bicarbonato (acorde al pH de la solución)
puede estabilizarse como carbonato (ecuación 6). Si la actividad de los iones
carbonato y calcio en solución satisfacen el producto de solubilidad de alguna
de las fases minerales del carbonato de calcio (calcita, aragonita o vaterita) se
establece el equilibrio de solubilidad (sólido-líquido) presentado en la ecua-
ción (7) y precipita una fase sólida (en una columna de agua aparece material
particulado suspendido que puede depositarse en el fondo). Esta fase sólida
3
Estas constantes se encuentran tabuladas y pueden ser consultadas en libros de
texto de química ambiental (Stumm, W., Morgan, J. J., 1996, Aquatic Chemistry:
chemical equilibria and rates in natural waters, 3ra ed., John Wiley & Sons, Inc.,
New York, EEUU), Handbooks de Química y Física (Lide, D. R. (Ed.), CRC Hand-
book of Chemistry and Physics, 2005, 85th Ed., CRC Press, Boca Raton, Florida,
EEUU) e Ingeniería Química y trabajos especializados en la temática.

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puede inestabilizarse por cambios de pH, efectos de dilución, cambios de


temperatura y salinidad. La estabilidad de una fase calcárea en agua y suelo
puede evaluarse a partir de

Ω = IAP / Kps (8)

en la que Ω, IAP y Kps son la saturación, el producto de la actividad iónica y


la constante del producto de solubilidad, respectivamente. El valor de omega
mayor, igual o menor que la unidad muestra que el sistema está sobresatura-
do, saturado y subsaturado respecto de la fase sólida correspondiente.
A las ecuaciones 4-7 deben sumarse las de fotosíntesis y respiración pre-
sentadas anteriormente (ecuaciones 1 y 2).
Nuevamente las especies químicas son la moneda de cambio del flujo de
energía en el ciclo del carbono. ¿A qué energía nos estamos refiriendo? A la
energía libre (∆G) de cada uno de los procesos químicos descritos, en los que

∆G = - RT ln K (9)

R es la constante universal de los gases (0,082 at L K-1 mol-1) y T la tem-


peratura en grados kelvin. K, para una reacción química genérica A + B
←→ C resulta ser

K = a(C)/[a(A) × a(B)] (10)

en la que a(C), a(A) y a(B) son las actividades de A, B y C en solución acuosa.

2.1.5.2 Ciclo del agua

La hidrología se ocupa de estudiar al agua y sus movimientos a lo largo


de las rutas o caminos que conforman el ciclo hidrológico. Es necesario co-
nocer cómo es la distribución espacial y temporal del agua para poder anali-
zar cómo afectan al traslado de los contaminantes.
El ciclo hidrológico comprende la circulación continua de aguas en la at-
mósfera, el subsuelo y las corrientes superficiales.

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Figura 10: Ciclo hidrológico del agua.

El ciclo empieza con la precipitación que se deposita en el suelo en forma


de lluvia, nieve o hielo. Generalmente, la mayor parte del agua se distribuye
por la superficie del terreno en forma de flujo superficial. El flujo superficial
puede llegar a concentrarse formando desde un flujo canalizado hasta una
corriente canalizada, para continuar su acumulación en ríos y alcanzar, fi-
nalmente, el océano. La evaporación del océano lleva el agua una vez más a
la atmósfera, mientras el ciclo continúa.
La porción de precipitación que no se mantiene en la superficie es devuel-
ta a la atmósfera por evaporación o penetra en el suelo por medio de procesos
de filtración. Estas aguas son conducidas al medio subterráneo con la in-
fluencia de la gravedad atravesando inicialmente las zonas no saturadas don-
de los poros existentes entre las partículas del suelo contienen tierra, hume-
dad y aire (material en tres fases diferentes). El agua puede abandonar estas
zonas para pasar a zonas saturadas (todo el espacio entre partículas esta lleno
de agua), o bien permanecer en forma de humedad superficial para ser a con-
tinuación devuelta a la atmósfera por medio de la vegetación, o por acción
animal, en un proceso denominado evapotranspiración.
Una vez que el agua se introduce en una zona saturada del subsuelo con-
tinua fluyendo contribuyendo así al crecimiento de los flujos acuáticos subte-
rráneos. Las aguas subterráneas pueden eventualmente desembocar en co-
rrientes superficiales tales como arroyos, ríos o lagos.

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2.2 Naturaleza del suelo


En esta sección aparecen algunos conceptos fundamentales para avanzar
sobre el entendimiento de la movilización de contaminantes en suelos como
son: la definición del sistema en estudio (¿qué es un suelo?), composición
(minerales que conforman un suelo), textura y estructura (matriz espacial de
un suelo) y estabilidad (su evolución en el tiempo).
De una visión macroscópica del suelo (ver “Definiciones de suelo”) que-
remos pasar a una microscópica en la que el transporte de contaminantes es
función de la reactividad de la matriz del suelo (sitios de reacción disponi-
bles), la naturaleza química del contaminante y la capacidad del carrier (agua
o aire) de “fluir” por aquel.
La variable tiempo aparece a lo largo de la sección asociada a procesos de
meteorización, iluviación y eluviación para la formación de suelos (que, en
definitiva, determinan el grado de evolución de un suelo).
Las estructuras de algunos minerales que se presentan a modo de ejemplo
al finalizar esta sección tratan de introducir el concepto de redes de átomos
constitutivas de los materiales que componen un suelo y que determinan sus
propiedades fisicoquímicas (reactividad).

2.2.1 Definiciones de suelo

Existen numerosas definiciones de suelo:


• Es el medio natural para el crecimiento de plantas.
• Cuerpos naturales independientes, de morfología única, resultado de
una combinación “única” de clima, materia viviente, materiales prima-
rios, edad, etc. La expresión de estos suelos son los horizontes. Todos
estos factores se integran en su morfología.
• Cuerpo natural compuesto por sólidos (minerales y materia orgánica),
líquidos y gases que ocurren en la superficie terrestre, ocupan espacio,
y están caracterizados por horizontes, es decir, capas que pueden dis-
tinguirse respecto del material inicial como resultado de pérdidas,
transferencia, transformaciones de energía y materia sobre la habilidad
de soportar plantas con raíces.
• Sedimentos u otras acumulaciones no consolidadas de partículas pro-
ducidas por la desintegración física y química de las rocas, que pueden
o no contener materia orgánica. (ASTM D653-90, 1995).

23
Todas ellas contienen aspectos esenciales del sistema suelo, aunque difie-
ren en el número de elementos conceptuales involucrados. En particular, la
última es una definición operacional provista por la American Standard Tes-
ting Materials (D653-90,1995).
Se considera que el suelo puede tener como límite superior al aire, agua
poco profunda, plantas y materia orgánica de descomposición vegetal. El
límite inferior es variable, pudiéndose extender desde unos pocos centímetros
a varios metros de profundidad. Desde el punto de vista operativo, se consi-
dera que alcanza hasta los 2 metros.
Dada la variabilidad espacial de las propiedades físicas, químicas y bioló-
gicas que caracterizan un suelo (temperatura, actividad biológica, pH, conte-
nido de sales solubles, contenido de materia orgánica, relación carbono-
nitrógeno, número de microorganismos, fauna, humedad, etc.), se toma como
unidad de muestra al pedón (mínimo volumen a partir del cual se puede des-
cribir y hacer un muestreo de un suelo para representar la naturaleza y arreglo
de sus horizontes y la variabilidad de sus propiedades). Es comparable a la
celda unidad de un mineral, pero de dimensiones bien distintas: cuenta con
un área horizontal mínima de entre 1 y 10 m2.

2.2.2 Composición

El suelo es una mezcla compleja, de composición variable, cuyos componen-


tes principales son: minerales, materia orgánica, agua y aire (Figura 11).

Figura 11: Composición típica de una tierra margosa aluvional (ideal para cultivo)
como las encontradas en la llanura pampeana.

24
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La proporción de aire y agua está sujeta a grandes fluctuaciones. Los sue-


los inorgánicos son los más comunes y tienen entre un 94 a 99% de minera-
les. Los suelos orgánicos o húmicos son característicos de pantanos y cena-
gales. Facilitan la acumulación de materia orgánica (hasta un 95 %).

2.2.3 Perfil del suelo

Los procesos naturales de eluviación e iluviación forman un terreno no


uniforme, heterogéneo en su perfil y estratificado. El primero traslada mate-
riales de un estrato a otro, mientras que el segundo los inmoviliza. Los estra-
tos reciben el nombre de horizontes y el conjunto de los mismos conforman
el perfil del suelo. Este último se desarrolla (evoluciona) como consecuencia
de la erosión atmosférica, la filtración de agua y acumulación de arcillas,
quelatos y material húmico a distintas profundidades.
Los estratos u horizontes de un perfil del suelo se identifican por su textu-
ra, color, estructura y componentes químicos. Entre los mismos podemos
mencionar:

• A (topsoil). Contiene la mayor parte del humus. Los materiales solubles


son removidos por eluviación a través de la percolación del agua.
• B (subsoil). Es la zona de acumulación (iluviación) de sales, arcillas y
algo de material orgánico.
• C. Material primario (excluye rocas duras) poco afectado por procesos
pedogénicos a partir del cual se forma el perfil de suelo.

La Figura 12 muestra un perfil de suelo ubicado en el Embalse Escaba, pro-


vincia de Tucumán (en cercanías del río Singuil, 27º40´39´´S – 65º47´12´´W,
altura: 647msnm) en la que se indican los distintos horizontes que lo componen.
La ficha técnica del mismo puede consultarse en Fernández y col. 2006.

25
Figura 12: Perfil de suelo correspondiente a un entisol ubicado en el Embalse Esca-
ba, provincia de Tucumán. Fuente: Fernández y col. 2006.

La Figura 13 muestra las herramientas típicas utilizadas en el trabajo de


campo durante la caracterización de un perfil de suelos.

26
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Figura 13: Herramientas utilizadas en la caracterización de un perfil de suelos.

raiz
C ám ara de A gua sorbida a
aire partículas

P artícula de suelo

S uelo saturado
con agua

D renaje a agua
subterránea

Figura 14: Distribución de sólidos, agua, aire y biota en el suelo.

27
La Figura 14 presenta un esquema de la distribución de los componentes
del suelo. Los huecos o poros entre las partículas inorgánicas pueden alojar
gases, agua, microorganismos, materia orgánica (humus) y permiten el desarro-
llo radicular de la vegetación que soporta el mismo. Como puede apreciarse,
los componentes conforman una estructura compleja, por la cual los contami-
nantes pueden quedar retenidos o inmovilizados, ser transportados o bien trans-
formados por acción de la naturaleza fisicoquímica y biológica de los mismos.
Comencemos, entonces, por analizar las propiedades relevantes para el trans-
porte de contaminantes en un suelo: el tamaño de las partículas, los minerales
que constituyen el mismo y el tipo de materia orgánica presente.

2.2.4 Tamaño de partículas y reactividad


El sistema internacional (Imp. Bureau Soil Sci, Tech. Comn. 26,1993)
distingue por análisis mecánico o granulométrico las fracciones que se pre-
sentan en la Tabla 1.

GRAVA FINA > 2mm


ARENA GRUESA 2 a 0,2mm
ARENA FINA 0,2 a 0,02 mm
LIMO 0,02 a 0,002 mm
ARCILLA <0,002 mm

Tabla 1: Fracciones de tamaño de partícula de suelo.

La relación de las fracciones arcilla, limo y arena presentes en un horizon-


te de un suelo definen su textura, la cual puede ser arenosa, limosa y arcillosa
(o bien combinaciones entre ellas).
Cabe destacar aquí que a menor tamaño de las partículas que componen el
suelo, mayor es el área superficial expuesta para que los contaminantes pue-
dan interactuar con el mismo. En general, podemos decir que la fracción arci-
lla es más reactiva que el limo, la arena y la grava.

2.2.5 Estructura
Esta propiedad del suelo describe como las partículas del mismo se agregan.
Junto a la textura definen las propiedades de transporte de fluidos en el suelo ya
que determinan el volumen de poros y la distribución de tamaño de los mismos.

28
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2.2.6 Componentes inorgánicos del suelo

Varían entre 99,5% de la fracción sólida (en suelos de regiones muy se-
cas), a menos del 10% (en suelos orgánicos, como por ejemplo los pantanos).

2.2.6.1 Minerales primarios

Son parte del material original o parental (roca) que generó el suelo y que
constituyen las fracciones gruesas (grava, arena y limo) del mismo. Se trans-
forman en minerales secundarios a partir del proceso de meteorización, el
cual engloba a los procesos físicos (temperatura, viento, agua), químicos (re-
acciones redox, de hidratación, hidrólisis, disolución-precipitación) y bioló-
gicos que destruyen a las rocas para formar pequeñas partículas y suelo. Los
procesos de meteorización que actúan sobre el horizonte C reciben el nombre
de meteorización geoquímica, mientras que los que actúan sobre los horizon-
tes A y B reciben el nombre de meteorización edafoquímica.
Algunos ejemplos típicos de meteorización se presentan en la Tabla 2.

Meteorización física • Las diferencias de temperatura entre el día y la noche,


y la distinta dilatación de los minerales que componen
una roca provocan cambios diferenciales de volumen
que con el tiempo suficiente termina provocando el
rompimiento del material original (roca).
• El agua presente en los poros o grietas de una roca
puede congelarse y aumentar su volumen, hecho
que puede favorecer la destrucción de la roca.
Meteorización • Reacciones de oxido reducción (reducción del Fe(III)
química presente en un mineral como la hematita a Fe(II)).
• Reacciones de hidratación (formación de yeso –
CaSO4.2H2O, a partir de anidrita (CaSO4) y agua).
• Reacciones de hidrólisis (formación de ácido metasi-
lícico - HAlSi3O8 a partir de ortoclasa (KAlSi3O8)).
• Reacciones de disolución/precipitación (calcita –
CaCO3, bauxita – Al2O3, hematita – Fe2O3, göetita
– Fe(OH)2).

Tabla 2: Procesos de meteorización física y química.

29
La estabilidad de los minerales depende de la concentración de iones
hidrógeno en el agua o pH de la solución. La disminución del pH (aumento
de la concentración de protones) en un suelo favorece la desestabilización de
minerales tales como los carbonatos y óxidos e hidróxidos de Fe y Al, que
aceleran el proceso de formación o evolución de un suelo. El suelo se acidifi-
ca, pierde nutrientes y cambia sus características físicas (textura y estructura).
El índice de estabilidad de los minerales mide la resistencia a la meteorización.

Muy fácil Yeso, halita, calcita, apatita Biotita, glaucomita,albita, vidrios volcánicos

Montmorillonita

Kaolinita

Rutilo

Muy difícil Circonia

Figura 15: Facilidad con que los minerales pueden meteorizarse.

En la Figura 15 se puede observar que los minerales circonia y rutilo


(óxidos de circonio y titanio) son difícilmente meteorizables a diferencia del
yeso, calcita, biotita, etc. Esta característica de los minerales (intrínsecamente
asociada a su naturaleza química) permite introducir la variable tiempo en la
formación de un suelo. ¿Cuánto tarda en formarse un suelo? Un centímetro
cúbico requiere aproximadamente 30 años. Es por ello que el desarrollo de un
suelo es un proceso en el cual el suelo cambia en el tiempo. Los suelos que
hoy ves en tu entorno son distintos a los que hubo en ese mismo lugar en el
pasado y serán distintos a los que allí estarán en el futuro. En cierta forma,
cabe incorporar el concepto de evolución para describir el proceso por el cual
un suelo se desarrolla a lo largo del tiempo.
La Tabla 3 presenta los minerales característicos de suelos con distinto
grado de meteorización (o evolución). Los minerales más fácilmente meteo-
rizables se encuentran sólo en suelos de meteorización temprana, mientras
que los minerales secundarios (arcillas, óxidos de hierro y aluminio) son los
más representativos de los suelos de meteorización avanzada. Es así que un
suelo evolucionado de la provincia de Misiones tiene un característico color
rojo, indicador de la presencia de óxido de hierro (hematita) más cuarzo y
montmorillonita, mientras que un suelo de meteorización temprana como los
de la provincia de Mendoza, cuentan con carbonatos y sulfatos (calcita, yeso)
como minerales distintivos.

30
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Estado de
Minerales Iones disueltos Material residual Tipo de suelo
meteorización
Arcillas, limonita, hemati- Dominados por
Temprano Biotita K+, Mg2+
ta estos minerales y
Calcita Ca2+, CO32+ Calcita sus materiales
Yeso Ca2+, SO42- Yeso residuales en sue-
Olivino Mg2+, Fe2+ Arcilla, limonita, hematita los jóvenes, espe-
cialmente en re-
Feldespatos (Na, Ca) Na+, Ca2+ Arcillas giones áridas.
Mg2+, Ca2+, Arcillas, limonitas,
Piroxenos
Fe2+ hematita
Intermedio Minerales arcillosos SiO2 Bauxita (trópicos) Suelos de regiones
templadas, cintu-
Muscovita, arcillas
Muscovita K+, SiO2 rones de trigo y
(montmorillonita)
maíz
Avanzado Minerales arcillosos SiO2 Bauxita y óxido de hierro
Trópicos, suelos
Gibbsita Gibbsita
de baja fertilidad
Hematita hematita

Tabla 3: Relación entre grado de meteorización de un suelo, minerales


primarios y secundarios presentes, composición química de sus aguas
de poro y lugar donde se desarrollan.

La composición química de las aguas subterráneas será función del grado


de evolución del suelo, tal cual puede verse en la columna 3 de la Tabla 3,
destacándose que las aguas correspondientes a suelos de meteorización tem-
prana son mas duras (tienen mayor concentración de iones Ca y Mg en solu-
ción) que las de meteorización avanzada. Como ejemplo de agua moderada-
mente dura a dura se menciona la correspondiente al acuífero Puelche, en la
zona de Zárate-Campana, cuya aptitud de uso industrial está limitada al tra-
tamiento de la misma con ablandadores de agua.
Los suelos más evolucionados del país se encuentran sobre el macizo de
Brasilia y corresponden a los oxisoles y ultisoles de la provincia de Misiones
y NE de la provincia de Corrientes, donde el clima (régimen de lluvias y
temperaturas) favorece los procesos de meteorización química y biológica.
La Tabla 4, a modo ilustrativo, presenta las familias de los minerales pri-
marios y secundarios más característicos que componen un suelo.

31
Grupo mineral Nombre Fórmula química
Minerales Primarios
Silicatos Cuarzo, cristobalita, tridimita SiO2
Ópalo SiO2 n H2O
Feldespatos Ortoclasa KAlSi3O8
Albita NaAlSi3O8
Anortita CaAl2Si2O8
Micas Muscovita K(Si3Al)Al2O10(OH)2
Biotita K(Si3Al)(Mg,FeII)3O10(OH)2
Piroxenos Enstatita MgSiO3
Diopsido CaMgSi2O6
Augita Ca(Mg,Fe,Al)(Si,Al)2O6
Anfíboles Tremolita Ca2(Mg5Si8O22(OH)2
Actinolita Ca2Fe5Si8O22(OH)2
Hornblenda (Ca,Na)2(Mg,Fe,Al)5(Si,Al)8O22(OH)2
Olivinos Fosterita Mg2SiO4
Fayalita Fe2SiO4
Zirconia ZrSiO4
Fosfatos Apatita Ca10(F,OH,Cl)2(PO4)6
Óxidos Rutilo y anatasa TiO2
Minerales Secundarios
Carbonatos Calcita y aragonita CaCO3
dolomita CaMgCO3
Azufrados Yeso CaSO4.2H2O
Pirita FeS2
Haluros Halita NaCl
Silicatos laminados Kaolinita Si2Al2O5(OH)4
Clorita (AlSi3)AlMg5O10(OH)8
Esmectita M0,4(AlxSiy)(Al1,3FeIII0,45Mg0,25)O10(OH)
2nH2O
Vermiculita M0,55(AliSij)(Al0,25FeIII0,55Mg2,4)O10(OH)
2nH2O
Óxidos e hidróxidos crista- Gibbsita γ-Al(OH)3
linos
Bohemita α-AlOOH
Goetita α-FeOOH
Hematita α-Fe2O3
Lepidocrocita γ-FeOOH
Maghemita γ-Fe2O3
Pirolusita β-MnO2

Tabla 4: Minerales primarios y secundarios constitutivos de un suelo.

32
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2.2.6.2 Minerales secundarios

Son minerales formados a partir de los procesos de meteorización de los


minerales primarios. Entre ellos podemos mencionar a las arcillas (silicatos
laminares, óxidos y minerales no cristalinos de tamaño de partícula menor a 2
µm). Se trata de la fracción más reactiva del suelo producto de su pequeño
tamaño y alta superficie expuesta, y estructura química. A continuación se
presentarán a modo de ejemplo algunas estructuras que representan la natura-
leza química de los mismos. ¡Tené cuidado! Ya hemos llegado al mundo
submicroscópico, en el que las distancias atómicas se miden en amstrongs (A
= 10-10 m). Es en este nivel en el que comienzan a entenderse las interaccio-
nes de los contaminantes con el suelo.

Silicatos laminares
Están constituidos por polímeros inorgánicos de sílica tetraédrica (SiO44-) (ver
Figura 16, y de complejos octaédricos, por ejemplo de aluminio (AlO6n-)). Una
representación esquemática de estos polímeros, que conforman capas tetraé-
dricas y octaédricas puede observarse en la Figura 17.

Figura 16: Tetraedros de SiO2.

33
Figura 17: Estructura polimérica de SiO44- y MX6(m-6b). Los círculos abiertos
en los vértices del poliedro de cada vista en perspectiva pueden verse debajo en una
proyección a lo largo del eje cristalográfico a. X = O (oxígeno), M = Al (aluminio).

Podemos entonces imaginar a los silicatos como un mar de capas tetraé-


dricas de silicio y aluminio superpuestas tal cual se presenta en la Figura 18.

34
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Figura 18: Estructuras de silicatos laminares presentes en suelos.

Óxidos e hidróxidos
Entre los minerales de Fe más abundante está la goetita (α-FeOOH). Se gene-
ra a partir de la ferrihidrita (Fe2O3.2FeOOH. 2,6H2O) que es no cristalina y se
transforma en hematita y göetita. Por su parte, la gibsita es el mineral más abun-
dante de Al. En general, los óxidos e hidróxidos contribuyen a retener compues-
tos tóxicos (metales pesados), actuando como verdaderas barreras de contención
al pasaje de los contaminantes a los acuíferos subterráneos. En nuestro país exis-
ten grupos que trabajan desde hace ya muchos años en el estudio de sus propie-
dades fisicoquímicas. Sus trabajos pueden ser consultados en: Chemical Dissolu-
tion of Metal Oxides – Blesa, Morando Regazzoni, CRC Press, 1994.

2.2.7 Componentes orgánicos del suelo

La materia orgánica, al igual que los componentes inorgánicos del suelo,


definen las propiedades físicas y químicas de los suelos. Mantiene una buena
estructura porosa, lo que permite una mejor aireación, mejorando la retención
de agua. Así mismo, favorece la incorporación de nutrientes tales como cal-
cio, magnesio, potasio, amonio, manganeso, hierro y cobre. Es una fuente de
nitrógeno, fósforo, azufre y elementos traza, los cuales van siendo liberados a

35
medida que la materia orgánica se oxida (mineraliza). Absorbe contaminantes
orgánicos potencialmente tóxicos (pesticidas, herbicidas, etc.) y constituye el
alimento de los microorganismos del suelo, y contribuyendo al proceso de
meteorización. Este último puede ejemplificarse con la disolución ácida de
hidróxido férrico con oxalato de calcio producido por los hongos, el cual se
presenta en la ecuación 11.

6 H+ + 2 Fe(OH)3(s) + 3 CaC2O4(s) → Fe2 (C2O4)3(aq) + 3 Ca2+ (aq) + 6 H2O


(11)

Entre los materiales originales que se incorporan al suelo podemos


mencionar: hidratos de carbono, grasas, aceites, resinas, ácidos (por ej. acético),
lignina, fenoles, taninos, enzimas, hormonas (bajas concentraciones), proteínas,
aminoácidos, alcoholes, aldehidos, etc. La Tabla 5 presenta las principales clases
de compuestos orgánicos en suelos.

Tipo de compuesto Composición Importancia


Humus Residuo resistente a la degra- La mayoría de los compuestos orgánicos
dación proveniente de la mine- mejoran las propiedades físicas de los
ralización de plantas, princi- suelos, el intercambio de nutrientes y los
palmente C, H y O. reservorios de fijación de N.
Grasas, resinas y ceras Lípidos extractables por solven- Algunos suelos desmejoran sus propieda-
tes orgánicos. des físicas debido a un alto contenido de
materia orgánica, pues esta última repele
agua.
Sacáridos Celulosa, almidón, hemicelulo- Principal fuente de alimento para los mi-
sa, goma. croorganismos del suelo. Ayudan a estabi-
lizar agregados del suelo.
Compuestos orgánicos El N se fija al humus, aminoá- Contribuyen con N a la fertilidad del suelo
nitrogenados cidos, aminoazucares
Compuestos de fósforo Ésteres de fosfato, fosfolípidos Fuente de fósforo para las plantas

Tabla 5: Principales clases de compuestos orgánicos en suelos

El 60-80% de estas sustancias se descomponen, de forma macrobiótica,


en alrededor de seis meses para formar el humus o sustancias húmicas (pro-
ceso de humificación). Aunque el contenido de materia orgánica no sobrepa-
sa, por lo general, el 5% y se ubica preponderantemente en el horizonte A,
determina la fertilidad del suelo.
El proceso de formación de las sustancias húmicas es complejo (Tan,
2003) y puede observarse en la Figura 19.

36
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Figura 19: Procesos involucrados en la formación de humus en el suelo.

La lignina es un precursor fundamental del humus al aportar fenoles aro-


máticos. Las proteínas, al degradarse aportan el nitrógeno que está ligado al
humus. La relación nitrógeno-carbono (N/C) en plantas frescas pasa de 1/100
en la biomasa a 1/10 luego de la humificación, que convierte C orgánico en
CO2 para obtener energía.

2.2.7.1 Material húminico en suelos de la llanura pampeana

La llanura pampeana se origina por el relleno sedimentario de una gran fosa


de hundimiento tectónico. Presenta sedimentos superficiales, continentales, de
procesado eólico, con tamaños de grano que van desde texturas arenosas en el
SO a más finas en el NE (limos y arcillas típicas del loess pampeano).
El clima húmedo, las características geoquímicas de los materiales sedi-
mentarios y los ciclos vegetativos del pastizal favorecieron el desarrollo de sue-
los con alto contenido de materia orgánica y nutrientes y horizontes superficia-
les arcillosos. Estos suelos, llamados molisoles, tienen excelente aptitud
agrícola.

37
2.3 Naturaleza de los ambientes acuáticos

2.3.1 El agua dulce

Los sistemas de agua dulce pueden dividirse en lóticos (aguas circulantes) y


leníticos (aguas estancadas). Las características fisicoquímicas distintivas de los
cuerpos de agua dulce (al igual que salada) vienen determinadas por el espacio
físico (entorno) en el que la interacción del lecho con el agua es muy importante.

2.3.1.1 Ríos

Oxígeno: es esencial para la vida animal y de las plantas. Es 30 veces me-


nos abundante en el agua (aproximadamente 9,3 mg–1 a 20 ºC y 1 atm). La
Ley de Henry (en condiciones de solución diluida) permite calcular la con-
centración de oxígeno disuelto ([O2]aq) en función de la presión de oxígeno
en la atmósfera (pO2).4

[O2]aq = KH × pO2 (12)

En la que KH es la constante de Henry para el oxígeno, que a 25 °C toma


el valor de 1,26 × 10–3 M at–1.
La concentración de oxígeno disuelto en agua depende de la temperatura de la
misma, a mayor temperatura, menor solubilidad del gas. La Figura 20 muestra
como varía la solubilidad de O2 en agua a distintas temperaturas.

Figura 20: Variación de la solubilidad de oxígeno con la temperatura.

4
PO2 = 0,21 atm.

38
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El valor de KH para otros gases a distintas temperaturas puede verse en la


Tabla 6.
4 -1
Temperatura KH × 10 , atm
°C Aire N2 O2 CO2 CO H2 H2S CH4
0 1,29 1,05 2,18 76,2 1,58 0,96 206 2,48
10 1,01 0,83 1,70 53,5 1,26 0,87 150 1,87
20 0,84 0,69 1,39 39, 2 1,04 0,81 116 1,48
30 0,72 0,60 1,17 29,9 0,90 0,76 91,1 1,24
40 0,64 0,54 1,04 23,9 0,80 0,74 74,1 1,07

Tabla 6: Variación de la constante de Henry con la temperatura

La concentración de oxígeno disuelto (OD) aumenta con la disminución de


la temperatura, la turbulencia y la mezcla en el agua. Así, naturalmente una
corriente rápida, poco profunda y turbulenta tiene mayores niveles de OD que
un río lento y profundo. Esta característica confina la supervivencia de ciertas
especies de peces, tal el caso del salmón, el cual requiere niveles de OD > 10
mg l-1 en ríos de montaña. Por el contrario, el bagre es más tolerante a cambios
de OD y puede adaptarse a vivir con niveles de OD > 6 mg l-1.
La profundidad del agua también tiene influencia en los niveles de OD. A
mayor profundidad, menor OD (siempre que la principal fuente de O2 sea la
atmósfera).
La salinidad disminuye la concentración de OD (el coeficiente de activi-
dad de especies moleculares se hace mayor que 1 – salting out effect).
Las obras de infraestructura que regulan el agua (diques, represas, etc.)
pueden afectar los niveles de O2 de los ríos. Las perturbaciones, naturales o
introducidas por el hombre, que modifican los niveles de O2 tienen un efecto
significativo en el funcionamiento de comunidades y ecosistemas de agua
dulce. Estos están dominados por macroinvertebrados, incluyendo larvas de
insectos y otros invertebrados como camarones de agua dulce y lombrices
que cumplen un papel importante en los procesos del ecosistema: por ejem-
plo, la descomposición de materia orgánica. La descomposición de materia
orgánica alóctona (la que es introducida por escorrentía agrícola) y los
efluentes industriales con alta DBO,5 dependen fuertemente de la concentra-
ción de oxígeno en un cuerpo de agua dulce.

5
Demanda bioquímica de oxígeno.

39
Corriente: la velocidad de la corriente es un factor físico dominante en el
funcionamiento de los sistemas acuáticos en movimiento. Afecta:
El tipo de sustrato
La naturaleza erosiva del canal del cauce
Los niveles de oxígeno
Las cargas de sedimento
La ecología: plantas, peces, macroinvertebrados bentónicos, etc.

El desgaste (esfuerzo cortante) de la corriente sobre el sustrato es propor-


cional a la velocidad al cuadrado (τ α v2).
La corriente controla la naturaleza del sustrato: las corrientes rápidas dan
lugar a gravas gruesas y guijarros, mientras que las corrientes lentas dan lu-
gar a sedimentos finos, arenas y lodos.
Los diferentes sustratos llevan asociados diferentes especies que depen-
den también de la estabilidad física de los mismos. Las comunidades bentó-
nicas, y el grado de cubierta vegetal en sus orillas (vegetación riparia) actúan
como filtros de nutrientes, trampas de sedimentos y contaminantes, regulado-
res climáticos y refugios de vida silvestre. La presencia/ausencia de vegeta-
ción riparia puede tener efectos significativos sobre la erosión de la ribera.
Para un río típico, a medida que el mismo se desplaza a lo largo de un
sistema fluvial (desde sus nacientes) la velocidad de la corriente disminuye,
la profundidad del agua aumenta (por aporte de tributarios), su temperatura
aumenta con la disminución de altitud y, por lo tanto, los niveles de OD
disminuyen. Estos cambios en los parámetros físicos, conducen a cambios
en las comunidades.

Composición de las aguas naturales: el material disuelto (orgánico e in-


orgánico) de un cuerpo de agua depende de su interacción con los sólidos del
sistema (lecho de un río, estratos de un suelo, material particulado de un lago,
etc.) y los aportes de la atmósfera. La composición química de aguas dulces
refleja los tipos de suelos que se drenan y los usos que se hacen de los mis-
mos tal cual se puede observar en la Tabla 7.

40
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New Hampshire EE.UU. Norfolk, Reino Unido Valle del Rif, Ke-
Rocas ígneas (insolu- Margas y arrastre de nia Matojos y pas-
Parámetros bles), bosque sin pertur- glaciar, zonas agrícolas tizal
Químicos bación bajas
mg l-1 Río Ma-
Lluvia Arroyo Lluvia Arroyo Lluvia
lewa
Na+ 0,12 0,87 1,2 32,5 0,54 9,0
K+ 0,07 0,23 0,74 3,1 0,31 4,3
Mg2+ 0,04 0,38 0,21 6,9 0,23 3,0
Ca2+ 0,16 1,65 3,7 100,0 0,19 8,0
Cl- 0,47 0,55 <1,0 47,0 0,41 4,3
HCO3- 0,006 0,92 0 288,0 1,2 70,0
SO42- 0,72 6,2
pH 4,14 4,92 3,5 7,7

Tabla 7: Composición química de algunas aguas dulces.

En regiones de piedra caliza (CaCO3), los arroyos y lagos tienen elevada


alcalinidad, dureza y pH, mientras que en regiones de granito, las aguas tie-
nen un bajo contenido en sales disueltas, siendo normalmente ácidas. En zo-
nas agrícolas, las aguas se enriquecen en P y N.
Los procesos químicos que influyen en la calidad del agua son las reaccio-
nes ácido-base, los procesos de intercambio entre la atmósfera y el agua, la pre-
cipitación y disolución de fases sólidas, las reacciones de complejación, las
reacciones de oxidación-reducción y los procesos de adsorción-desorción.
La composición química de un agua nos permite evaluar su calidad y, por
lo tanto, su aptitud de uso:
o Como fuente para agua potable
o Para irrigación
o Para recreación
o Para uso industrial
o Para protección de la vida acuática

Iones principales y secundarios. Las Tablas 8 y 9 y la Figura 21 presentan


las especies iónicas principales y secundarias en aguas naturales.

41
Concentraciones en mg/l
Lluvia Agua de Agua Agua Agua Agua sub- Agua de
Ión constitu- río prom. superf. superf. superf. terr. San M. Mar
Grupo iónico (1)
yente mundial embalse Río de la Río Uru- de Tucu-
(1)
R. Hondo Plata guay mán
(1)
(2) (3) (4) (5)
Cationes Ca2+ 0,09 1,5 40 8 6,7 64 400
Mg2+ 0,27 4,1 12 3 3,9 18 1350
Na+ 1,98 6,3 112 19 4 36,8 10500
K+ 0,30 2,3 ND 2,6 1 1,6 380
Aniones HCO3- 0,12 58,4 150 42 28 318 142
SO42- 0,58 11,2 80 18 20 25 2700
Cl- 3,79 7,8 50 19 2,8 4,3 19000
NO3- --- 1,0 --- 0,3 0,5 ---
Caracter. STD 7,13 120 217 122 126 409 34500
generales Dureza -- 56 --- 34 ---
pH 5,7 8 7,3 7,4 7,9
DBO 0,9 4

Tabla 8: Iones principales en aguas naturales


Fuentes: (1) Kiely, 1999; (2)Villagra de Gamundi, 1998, (3)AA-AGOSBA. ILPLA
SHN, 1997 (4) CARU, 1993, (5) García, 1996, ND = No detectado, STD = Sólidos
disueltos totales.

Cationes Aniones
Ba2+ SO32- y S2-
NH4+ B(V), BO43-
Al(III) CO32-
Cu(II) F-
Fe(II) OH-
Sr(II) H2PO4 , HPO42-, PO43-
-

Fe(III) Mn(VII), MnO4-


Mn(II) As(III) y As(V)

Tabla 9: Iones secundarios en aguas naturales.

42
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Figura 21: Intervalos de concentraciones promedio de las sustancias inorgánicas en


las aguas de superficie.

Nutrientes. Entre los principales podemos mencionar al N y P. Son


esenciales para el crecimiento de plantas y organismos. En exceso,
pueden desencadenar el fenómeno de eutroficación.
o Nitrógeno. Componente básico de las proteínas. Utilizado por
los productores primarios en la fotosíntesis (Redfield, 1966).

respiración
106 CO2 + 16 NO3- + HPO4- + 122 H2O + 18 H+ ←→ {C106H263O110N16P} + 138 O2 (13)
fotosíntesis alga

El nitrógeno presenta nueve estados de oxidación. Su mayor concentra-


ción se encuentra en la atmósfera.

43
Figura 22: Ciclo del N en el ambiente.

La Figura 22 presenta el ciclo del N en el ambiente. Las especies químicas de


interés son NH3, N2, NO2-y NO3-. Las plantas, vía fotosíntesis, fijan N2 y lo con-
vierten en NO3-. Los animales sólo consumen N orgánico. En medio acuoso, el
N2 puede fijarse por algas y bacterias. Hoy en día, como se verá a posteriori en
este capítulo, se han hecho más conocidas las formas oxidadas del nitrógeno en la
atmósfera, comúnmente llamadas NOx, las cuales están relacionadas con el fe-
nómeno de calentamiento global y los gases de efecto invernadero.
El N puede introducirse también por aguas residuales domésticas, fecales
o industriales.

o Fósforo. Es el nutriente limitante de la eutroficación. En la naturaleza se


lo encuentra comúnmente en los ortofosfatos (Na3PO4, Na2HPO4,
NaH2PO4, (NH4)2HPO4) y los polifosfatos (Na3(PO3)6, Na3P3O10,
Na4P2O7). También se lo encuentra en todos los organismos vivos, siendo
un importante elemento para la actividad celular (ATP). Los huesos con-
tienen un 60 % de apatitas (Ca5(PO4)3X, X = OH-, Cl-, etc). Dos por cien-
to en peso seco del protoplasma celular es P. Se utiliza en detergentes y
fertilizantes (alrededor del 80 % de la producción de fosfato se destina a

44
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fertilizantes), sustancias químicas, jabones, pesticidas y aleaciones, su-


plementos de comidas para animales, catalizadores, lubricantes e inhibi-
dores de la corrosión. La presencia de P en aguas naturales es producto de
la lixiviación y meteorización de las rocas portadoras de fósforo, la ero-
sión del suelo, las aguas fecales municipales, los efluentes industriales, la
escorrentía agrícola y la precipitación atmosférica.

2.3.1.2 Lagos

Estructura de un lago
Luz. Es una variable relevante en aguas de dinámica baja, como por
ejemplo lagos y ríos grandes y lentos (de llanura). La luz puede ser un
factor limitante de la fotosíntesis para la vida de las plantas acuáticas. En
los lagos existe una clara zonificación dada por las mismas (Figura 23).

Figura 23: Estructura de un lago y subdivisiones del ecosistema lago.

o Zona eufótica. Zona cuya profundidad llega hasta donde la intensidad


media de luz permite que la fotosíntesis iguale a la respiración (punto
de compensación de la luz). Predomina el fitoplancton (algas unicelu-
lares que flotan pasivamente o se mueven en forma limitada). Debajo
del punto de compensación de la luz, la fotosíntesis no es posible. La
energía mínima necesaria para mantener la fotosíntesis es de 0,0003
cal cm-2. En agua de mar, esa energía no llega por debajo de los 200 m
de profundidad. La mayoría de la luz es absorbida o dispersada en los
primeros metros del océano.
o Zona profunda. Carece de plantas. Recibe energía heterótrofa en forma de
lluvia de detritos procedente de las zonas más altas (organismos muertos,
heces, etc.). La vida se vuelve anaerobia (bacterias, hongos).

45
Clasificación de los lagos. Se clasifican sobre la base de su nivel de produc-
ción primaria en:
Oligotróficos. De baja productividad, altos niveles de oxígeno y baja
concentración de nutrientes.
Eutróficos. Niveles de oxígeno disuelto bajo, concentración de nu-
trientes elevada.
Sus principales características se presentan en la Tabla 10.

Carácter Eutrófico Oligotrófico

Tabla 10: Características generales de los lagos eutróficos y oligotróficos.

Los lagos evolucionan en el tiempo por colmatación con sedimentos


transportados por ríos y procedentes de la erosión hasta desaparecer comple-
tamente dejando suelos muy orgánicos.

46
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Figura 24: Estratificación térmica de un lago templado.

Densidad del agua y estratificación térmica. Dado que la densidad del agua tiene
un máximo en derredor de 4 °C, una masa de agua puede flotar sobre otra de dis-
tinta temperatura. Las variaciones estacionales generan un perfil de temperatura
que varía con la profundidad, tal cual se observa en la Figura 24.
En verano, las aguas superficiales se calientan y flotan sobre las más frías
y profundas. La zona en la cual se produce un cambio brusco de la variación
de la temperatura con la profundidad recibe el nombre de termoclina.
Por encima de la termoclina, se encuentra el epilimnion (agua con mayor
temperatura) y por debajo, el hipolimnion (agua con menor temperatura). Su
presencia genera una barrera física que impide el mezclado completo del la-
go. Una vez desaparecida en invierno, el lago se mezcla por completo.
Los lagos ubicados en zonas con inviernos muy fríos sufren una estratifi-
cación inversa (epilimnion de menor temperatura sobre hipolimnion de ma-

47
yor temperatura). Los lagos poco profundos raramente se estratifican; los
muy profundos están permanentemente estratificados.
La estratificación térmica influye sobre los niveles de OD y la provisión
de nutrientes. En verano, la producción primaria del epilimnion se ve limita-
da por la falta de nutrientes proveniente del hipolimnion. En invierno se pro-
duce la recarga de nutrientes al desaparecer la estratificación. De allí que las
floraciones estacionales de fitoplancton son el resultado de la combinación de
luz y los ciclos de OD y de nutrientes del lago. La desoxigenación excesiva
del hipolimnion en verano puede aparecer como resultado de una fuerte eu-
troficación de la masa de agua, provocando perturbaciones dramáticas en el
ecosistema con un descenso de la calidad del recurso hídrico.

2.3.1.3 Agua subterránea

Agua por debajo del nivel freático, de los estratos geológicos donde el es-
pacio de poros está 100 % saturado.

Acuífero. Es una formación de roca portadora de agua. Contiene cantidades


suficientes de ésta para ser explotada y traída a la superficie mediante pozos.
Estos pueden ser:
Confinados. Restringidos por un estrato superior impermeable llama-
do capa acuíclusa que inhibe el movimiento del agua hacia arriba.
Libres. Línea de nivel freático natural con libertad para subir o bajar.

Figura 25: Esquematización de tipos de acuíferos.

48
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Cuando se perforan una serie de pozos en un acuífero confinado, el agua


se elevará y llegará a su propia línea de nivel freático. Esta línea es la piezo-
métrica (debida a la presión hidrostática del acuífero confinado). Es un nivel
teórico si no hay pozos.

2.4 La naturaleza del medio turbulento atmosférico

2.4.1 ¿Qué es la atmósfera?

Llamamos atmósfera a la delgada capa gaseosa que rodea la Tierra. De-


cimos delgada comparándola con el radio terrestre que es de 6.370 km, mien-
tras que la atmósfera concentra la mayor parte de su masa en una distancia
inferior a los 30 km. Su composición química es estable e independiente del
lugar geográfico donde se mida, excepto por el vapor de agua. Es por ello que
se habla de la composición del aire seco.
La estructura química de la atmósfera es como se esquematiza en la Figu-
ra 26 y se presenta en la Tabla 11:
Nobles(Ar)
O2
0.93%
20.96%
Otros
0.03%

N2
78.07%

Figura 26: Estructura química de la atmósfera.

49
Sustancia Concentración (ppm, vol)*
• Nitrógeno 780.000
• Oxígeno 209.400
• Argón 9.300
• Dióxido de carbono 315
• Neón 18
• Helio 5,2
• Metano 1,0 - 1,2
• Criptón 1,0
• Hidrógeno 0,5
• Óxido nitroso 0,5
• Xenón 0,08
• Vapores orgánicos 0,02
• Ozono 0,01 - 0,04

Tabla 11: Estructura química de la atmósfera.

* La unidad ppm, vol también llamada ppmv es el volumen parcial ocupado por
una sustancia determinada en una unidad de volumen de aire. Este cociente se divide
luego por un millón.

El gas más variable de la atmósfera es el vapor de agua pero su importancia


es crucial no sólo para la vida, sino también en el comportamiento de la misma.
En porcentajes másicos absolutos (masa de vapor de agua respecto a la masa de
aire seco en un volumen determinado) varía desde prácticamente 0% hasta valo-
res cercanos al 4%. La presencia del vapor de agua (PM =18) en la atmósfera
(PM = 29) hace que el aire húmedo sea más liviano que el aire seco. El agua pre-
sente en la atmósfera representa, en promedio, el 0,035% del agua dulce del pla-
neta. Está mayoritariamente en la parte baja y se presenta en las tres fases. La fase
gaseosa o vapor de agua puede condensarse y pasar a la forma líquida o sólida
integrando nubes, nieblas, brumas o formando parte de aerosoles.
La cantidad de vapor de agua que contiene la atmósfera en un determina-
do lugar depende de la temperatura. Cuanto mayor es la misma, mayor canti-
dad de vapor de agua puede contener. Si la temperatura desciende, parte del
vapor de agua presente se condensa y pasa a fase líquida (o incluso sólida si
el descenso es brusco). Es lo que se observa en las madrugadas frías cuando
el rocío aparece sobre el suelo.
La presión de vapor, una pequeña fracción de la presión atmosférica, es
proporcional a la cantidad de agua en la atmósfera. Dado que la cantidad de
agua en el aire depende de la temperatura, la humedad absoluta es mayor en
el ecuador que en los polos.

50
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Debido a esta variabilidad, el contenido de agua en la atmósfera se da en tér-


minos de la humedad relativa. Es un factor que interviene en la “sensación térmi-
ca” pues como los seres humanos perdemos calor, entre otros mecanismos por
evaporación de la sudoración, una humedad relativa cercana al 100% indica que
es dificultoso incorporar más vapor de agua al aire circundante.

Humedad relativa = masa vapor agua/masa vapor agua saturación


= presión de vapor de agua/presión saturada
a esa temperatura
Humedad absoluta = masa vapor agua en el volumen/ masa aire

La composición química de la atmósfera seca es aproximadamente constante


e independiente de la latitud. En un 95% se concentra en las zonas más bajas, por
debajo de 15 o 20 km de altitud aunque existen componentes atmosféricos hasta
los 1.000 km (si bien con densidades extremadamente bajas). En la atmósfera se
pueden encontrar en forma de trazas o en pequeños porcentajes, todos los ele-
mentos de la tabla periódica y prácticamente cualquier especie química que admi-
ta una forma gaseosa en las condiciones vigentes de presión y temperatura.
El aire se comporta como un gas ideal y, por lo tanto, su densidad es directa-
mente proporcional a la presión. Es un fluido para el cual tanto la densidad como
la presión varían con la altura respecto al suelo. La curva de la Figura 27 muestra
la variación de la presión con la altura desde el nivel del mar (aproximadamente
1.000mb). A los 30 km, es de únicamente un 1 % de dicho valor.

50
99.9%
1 mb

40
5 mb
Altitud (km)

99%
10 mb
30
25 mb

50 mb
20 90%

10 Everest
50%

0
0 100 300 500 700 900
Presión (mb)

Figura 27: Variación de la presión atmosférica con la altura.

51
2.4.2 Perfiles de temperatura

En un lugar determinado del planeta y a cualquier hora del día, la temperatura


de la atmósfera no varía con la altura. En promedio, el comportamiento de la
temperatura con la altura respecto a la superficie, que analizaremos posteriormen-
te, sigue esquema presentado en la Figura 28. Esta distribución de la temperatura
atmosférica permite dividir a la atmósfera en las siguientes cuatro capas: la tro-
posfera, la estratosfera, la mesosfera y la termosfera.

120

110

100
TERMOESFERA
90

80
MESOESFERA
Altitud (km)

70

60

50 ESTRATOPAUSA

40

30

20
TROPOPAUSA
10
TROPÓSFERA
0
-100 -80 -60 -40 -20 0 20
Temperatura (C)

Figura 28: Variación de la temperatura atmosférica promedio con la altura.

La zona inferior, en la que la temperatura decrece linealmente, se deno-


mina troposfera, y se extiende hasta una franja intermedia de temperatura
constante que se llama tropopausa. Se sitúa entre los 8 km, en las zonas pola-
res, y los 15 km en los trópicos. Se caracteriza por grandes turbulencias y
corrientes de aire, que inducen mezclas en sentido vertical, lo cual sugirió el
nombre de esta zona a partir del término griego ‘tropos’, que significa giro.
En esta región se producen prácticamente todos los fenómenos meteoro-
lógicos, en los que se emiten y dispersan la mayoría de los contaminantes y
es, obviamente, también la que afecta más directamente a los procesos prima-
rios de la vida, como la respiración o el metabolismo vegetal. La temperatura
observada disminuye, en promedio, a razón de unos 6,5 ºC por kilómetro.

52
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Este comportamiento se debe a que el aire se calienta desde la superficie


hacia arriba pues la radiación solar incidente, una vez que se descuenta el
albedo o porción reflejada, es en un 75% absorbida por la superficie de la
Tierra. Como la Tierra se mantiene térmicamente estable, esta energía solar
absorbida es emitida posteriormente por la superficie. La energía se emite de
tres maneras: como radiación electromagnética infrarroja (IR), como calor
latente absorbido por el agua para pasar a fase vapor y que determina la eva-
potranspiración y por movimientos convectivos del aire.
Estos movimientos convectivos implican que el calor emitido por la superfi-
cie terrestre se utiliza para mover masas de aire. De la misma manera, cuando
ponemos agua en un recipiente y calentamos la base del mismo, el calor se
transmite a todo el fluido por convección que puede observarse en la agitación
del agua. Estos movimientos convectivos transmiten el calor a la troposfera que,
por lo tanto, se calienta o se enfría desde la superficie de la Tierra.
Esta convección vertical y también la existencia de convección hori-
zontal, llamada advección, hacen que la atmósfera tenga vigorosos movi-
mientos de mezcla y que sean responsables de su estructura turbulenta.
Después de la troposfera, se produce una zona de temperatura constante
llamada tropopausa y luego se encuentra la estratosfera. La tropopausa tiene
una altura variable con la latitud y la longitud y además tiene variaciones esta-
cionales. Su temperatura media es de 220 °K (-53 °C). La estratosfera se ex-
tiende hasta aproximadamente 50 km y en ella que se producen escasas turbu-
lencias y pocas mezclas de aire verticalmente. El concepto de temperatura de la
estratosfera está asociado al movimiento de los átomos y las moléculas ga-
seosas que la componen. Las moléculas de N2 y parte del O2 se encuentran
disociadas en la estratosfera en átomos de N y O respectivamente. Para dis-
ociarse debieron absorber la radiación solar electromagnética de corta longitud
de onda que corresponde a la zona del ultravioleta C (UVC). Este mecanismo
impide que lleguen a la superficie de la Tierra las radiaciones UVC que traerían
daños biológicos severos. Otra característica destacada de esta zona es la pre-
sencia de la capa de ozono estratosférico que se forma a paretir del O y del O2 y
radiación de energia hv en la zona del ultravioleta B (UVB).
El esquema es aproximadamente:
O + O2 → O3 (14)
O + hν → O2 + O (15)
Este mecanismo de creación y destrucción del ozono es el responsable del fil-
trado de gran parte de la peligrosa radiación UVB. Existen procesos que destru-
yen el ozono pero sin absorber radiación UVB, son los procesos catalíticos que se
incrementaron con el uso de los compuestos CFC (cloro-flúor-carbonados).

53
Por la ausencia de movimientos de aire convectivos hay estratificación
vertical y los contaminantes que allí se inyectan se mueven horizontalmente
sin mezclas verticales y, por lo tanto, circulan por la estratosfera pero, salvo
reacciones químicas, no son dispersados ni removidos de la misma. El rol de
estos contaminantes, particularmente aerosoles, es acumulativo.
En la mesoesfera, el ozono disminuye en densidad y no absorbe significa-
tivamente y por ello se observa que la temperatura disminuye con la altitud.
La termoesfera es donde se produce la disociación del N2 y el O2 por fotólisis
mediante la absorción de UVC.

2.4.3 Dinámica general

Es conveniente estudiar el comportamiento de la atmósfera a partir del


concepto de parcela o porción de aire. Esto es una masa de aire mucho ma-
yor que la masa molecular media, pero cuyo diámetro es pequeño respecto a
los movimientos que realiza como para considerar su comportamiento como
un cuerpo puntual.
Esta masa de aire se mueve debido al efecto combinado de las siguientes
fuerzas:
• Fuerzas de presión
• Fuerzas gravitatoria
• Fuerzas viscosas o de fricción
• Fuerza de Coriolis

En la figura se esquematizan las fuerzas sobre la parcela o porción de aire.

Figura 29: Esquema de las fuerzas actuantes sobre una parcela de aire.

54
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2.4.3.1 Fuerza de Coriolis

Si la Tierra no rotara, el aire se movería directamente de una presión alta


a una presión baja. El movimiento de una masa de aire vista desde la superfi-
cie de la Tierra no es observada de la misma manera por un observador que
estuviese describiendo el movimiento desde un sistema que no rotase (como
es el caso de la Tierra). Como las leyes de Newton de la dinámica sólo valen
para sistemas inerciales, que no se mueven o lo hacen con velocidad constan-
te, para un observador en Tierra los cuerpos que se mueven están afectados
de una fuerza que no tiene una reacción en otro cuerpo y que se denominan
fuerzas inerciales. La fuerza de Coriolis es una fuerza aparente o inercial cau-
sada por la rotación de la Tierra y su efecto más importante es que el viento
parezca cambiar de dirección. Los vientos parecen desviarse hacia la derecha
en el hemisferio norte y hacia la izquierda en el hemisferio sur.

2.4.3.2 Fuerzas de presión y gravitatorias

Son las fuerzas que ejercen sobre la parcela de aire el resto del fluido at-
mosférico que la rodea. Es conveniente analizar por separado el movimiento
en la dirección vertical y en el plano horizontal.
En la dirección vertical el peso de la parcela de aire es equilibrado por las
fuerzas de presión, por lo cual la presión es mayor cerca de la superficie y es
igual al peso por unidad de superficie de la columna de aire por encima de un
determinado nivel. Este cuadro estático se modifica al considerar que la tem-
peratura cambia con la altura. Cuanto mayor es la temperatura de un volumen
de aire, mayor es la presión y, por lo tanto, la parcela "es empujada" por el
aire que la circunda desde regiones de mayor presión vertical a menor presión
vertical además de la compensación del peso. La característica del balance
térmico en la atmósfera es que la radiación solar es absorbida mayoritaria-
mente (el 75% de la radiación solar que no es reflejada es absorbida en la
superficie terrestre) y, por lo tanto, este hecho va a dar lugar a movimientos
convectivos verticales. Estos movimientos son predominantes frente a la
conducción. El aire es un muy mal conductor como se comprueba cuando se
usa el sistema de doble vidrio como aislante, donde se confina una delgada
capa de aire en el interior impidiendo su movimiento.
Las fuerzas de presión horizontales, paralelas a la superficie son las res-
ponsables del viento, elemento básico en la circulación general de la atmósfe-
ra. Todos los movimientos del viento, desde ráfagas pequeñas hasta grandes
masas de aire, contribuyen al transporte del calor y de otras condiciones de la
atmósfera alrededor de la Tierra. La denominación de los vientos depende de

55
la dirección de donde provienen. Así, un "viento del norte" es aquel que sopla
de norte a sur y un "viento del oeste" el que sopla de oeste a este. Cuando los
vientos soplan con mayor frecuencia desde una dirección que desde otra, esta
dirección recibe el nombre de viento prevalente.
El viento se produce por la tendencia de la naturaleza a corregir las diferen-
cias en la presión atmosférica. Así, soplará de las áreas de presión alta a las de
presión baja. La presión que equilibra la fuerza que tiende a mover el aire de la
presión alta a la baja se denomina fuerza del gradiente de presión.
La velocidad del viento aumenta rápidamente con la altura sobre el nivel
del suelo mientras que la fricción disminuye. Por lo general, el viento no es
una corriente constante sino conformada por ráfagas con una dirección lige-
ramente variable, separada por intervalos. Las ráfagas de viento que se pro-
ducen cerca de la Tierra se deben a las irregularidades de la superficie, lo cual
crea remolinos. Que son variaciones de la corriente principal del flujo del
viento. Las irregularidades mayores se producen por convección o transporte
vertical del calor. Estas y otras formas de turbulencia contribuyen al movi-
miento del calor, de la humedad y del polvo en el aire en altura.

2.4.3.3 Fuerzas de fricción

La fricción es una fuerza que se opone al movimiento de las capas de aire y es


siempre opuesta a la dirección de movimiento. Empieza a actuar cerca de la su-
perficie terrestre hasta que llega a altitudes aproximadas de 500 a 1.000 m. Esta
sección de la atmósfera se denomina capa límite planetaria o atmosférica. Por
encima de esta capa, la fricción deja de influir en el viento. La fuerza de Coriolis
y la del gradiente de presión se encuentran balanceadas por encima de la capa
límite planetaria. Se produce un viento que sopla paralelamente con las isobaras
(líneas de presión constante) que se denomina viento geostrófico.
El efecto de la fricción sobre el viento aumenta a medida que éste se acerca a
la superficie terrestre. Mientras más accidentada sea la superficie terrestre, mayor
será la influencia friccional. Por ejemplo, sobre un área urbana el flujo de aire
experimenta más fricción que sobre una gran masa de agua.
El efecto de la fricción en el viento influye significativamente en el trans-
porte de los contaminantes del aire. Cuando una pluma de contaminantes
emerge de una chimenea, es probable que ascienda a través de la capa límite
planetaria (o atmosférica), donde se dispersará horizontalmente en distintas
direcciones. Los contaminantes liberados a diferentes alturas de la atmósfera
podrán moverse en direcciones diferentes.

56
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Influencias topográficas sobre el viento


Las características físicas de la superficie terrestre se denominan rasgos
del terreno o topografía. Los rasgos topográficos no sólo influyen en el calen-
tamiento de la Tierra y del aire que la rodea, sino también en el movimiento
del aire. Como se podría esperar, afectan sobre todo el flujo del aire relativa-
mente cercano a la superficie.
Los rasgos topográficos afectan la atmósfera de dos maneras: térmica-
mente (a través del calor) y geométricamente (o mecánicamente). La turbu-
lencia térmica se produce por el calentamiento diferencial. Los objetos emi-
ten calor en tasas distintas. Por ejemplo, un área con pasto no liberará tanto
calor por unidad de tiempo como una playa de estacionamiento asfaltada.
Veremos a continuación sólo los terrenos planos como ilustración del
comportamiento del viento. Si bien una pequeña parte de la superficie terres-
tre es completamente plana, algunas áreas ligeramente ondulantes del terreno
se consideran como planas para propósitos topográficos.
La turbulencia mecánica del viento sobre un terreno plano está limitada a la
cantidad de accidentes de la superficie, ya sean naturales o hechos por el hombre.
El viento se frena en la superficie y se produce el conocido perfil del viento con
altura. La Figura 30 muestra que la velocidad del viento aumenta con la altitud en
cada uno de los tres tipos de terrenos representados. Las áreas urbanas con cons-
trucciones densas y edificios altos ejercen una fuerza friccional grande sobre el
viento haciendo que disminuya, cambie de dirección y se haga más turbulento.
Por consiguiente, los vientos de gradiente (esto es, los que no se ven afectados
por la fricción) se alcanzan a mayores altitudes cuando se producen sobre áreas
urbanas que cuando lo hacen en zonas rurales.

Figura 30: Variación de la velocidad del viento con la altura.

57
2.4.4 Circulación vertical

La temperatura del aire (en la troposfera) se eleva a medida que la presión


atmosférica aumenta y decrece a medida que ésta disminuye. En lo que res-
pecta a la atmósfera, en la cual la presión del aire decrece con la altitud, la
temperatura normal de la troposfera disminuye con la altura.
Al calentarse la superficie terrestre, una porción de aire cercano a la mis-
ma se vuelve más cálido y comienza a expandirse. Esto hace que la porción
se eleve o flote. Al elevarse también se expande, con lo cual disminuye su
presión y, por lo tanto, también su temperatura. El enfriamiento inicial de una
porción de aire produce el efecto contrario. Es decir, mientras que el aire cá-
lido se eleva y enfría, el aire frío desciende y se calienta.
El grado en el que una porción de aire se eleva o desciende depende de la
relación existente entre su temperatura y la del aire circundante. Mientras
más alta sea la temperatura de la porción de aire, esta se elevará, mientras
más fría, descenderá. Cuando la temperatura de la porción de aire y la del aire
circundante son iguales, no se elevará ni descenderá a menos que sea con la
influencia del flujo del viento.

2.4.4.1 Gradiente vertical de temperatura

El gradiente vertical de temperatura se define como el cambio de la tem-


peratura con la altura. El gradiente vertical promedio de temperatura de la
troposfera es aproximadamente de 6 a 7 °C por km, pero varía mucho según
el lugar y la hora del día. Una disminución de temperatura con la altura se
define como un gradiente vertical negativo y un aumento de la temperatura
con la altura como uno positivo.
Una atmósfera estable resiste la circulación vertical; el aire que se desplaza
verticalmente en ella tiende a regresar a su posición inicial. Esta característica
de la atmósfera le confiere la capacidad de dispersar los contaminantes emiti-
dos al aire. Para comprender la estabilidad atmosférica y su importancia en la
dispersión de la contaminación, es fundamental entender sus mecanismos.

2.4.4.2 Gradiente adiabático seco

Cuando una porción de aire se mueve porque ha absorbido o perdido ca-


lor inicialmente, lo hace sin intercambiar calor con el entorno (se mueve
adiabáticamente).
El gradiente vertical adiabático seco es fijo, totalmente independiente de
la temperatura del aire ambiental. Siempre que una porción de aire seco as-

58
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cienda en la atmósfera, se enfriará a razón de 9,8 °C/1.000 m, independien-


temente de cual haya sido su temperatura inicial o la del aire circundante.
Este gradiente vertical adiabático seco es fundamental en la definición de la
estabilidad atmosférica.

Figura 31: Diagrama adiabático.

En la Figura 31, las líneas punteadas indican el gradiente vertical adiabá-


tico seco con diversas temperaturas al inicio y a lo largo del eje horizontal.
La pendiente de la línea permanece constante, independientemente de su
temperatura inicial en el diagrama.

2.4.3.1 Gradiente vertical adiabático húmedo

Al elevarse, una porción de aire seco que contiene vapor de agua seguirá en-
friándose según el gradiente vertical adiabático seco hasta que alcance su tempe-
ratura de condensación o punto de rocío. En este punto, la presión del vapor de
agua iguala a la del vapor de saturación del aire y una parte del mismo se conden-
sa. La condensación libera calor latente y, por consiguiente, el gradiente de en-
friamiento disminuye. La Figura 32 ilustra este nuevo gradiente, conocido como
gradiente vertical adiabático húmedo. A diferencia del gradiente vertical adiabáti-
co seco, no es constante pues depende de la temperatura y la presión. En la mitad
de la troposfera, se estima un gradiente aproximado de 6 a 7 °C/1.000 m.

59
Figura 32: Gradiente vertical adiabático húmedo.

2.4.4.4 Gradiente ambiental

Figura 33: Gradiente ambiental.

El verdadero perfil de la temperatura del aire ambiental o gradiente verti-


cal prevalente o atmosférico es el resultado de complejas interacciones pro-
ducidas por factores meteorológicos, generalmente se verifica que, existe una
disminución en la temperatura con la altura. Como se indica en la Figura 33,
el perfil de la temperatura puede variar considerablemente con la altitud. Al-
gunas veces puede alcanzar gradientes mayores que el adiabático seco y en

60
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otras ocasiones, menores. El fenómeno producido cuando la temperatura au-


menta con la altitud se conoce como inversión de la temperatura. En la Figura
34 se muestra que esta inversión se produce en elevaciones de 1200 a 1700
m. Esta situación es importante principalmente en la contaminación del aire
porque limita la circulación vertical de éste.

Figura 34: Inversión de temperatura.

2.4.4.5 Ejemplo de movimiento vertical de una masa de aire

Una porción de aire que se mueve por haber adquirido o perdido calor
inicialmente se puede asemejar a un globo. La Figura 35 indica tres mane-
ras en que el gradiente adiabático influye en la flotabilidad. En cada situa-
ción, el globo se infla con aire a 20° C en el nivel del suelo y luego se colo-
ca a una altura de 1 km. El aire del globo se expandirá y enfriará a
aproximadamente 10° C. La elevación o caída del globo, posteriormente,
dependerá de la temperatura y la densidad del aire circundante. En la situa-
ción "A", el globo se elevará porque permanece más cálido y menos denso
que el aire circundante. En la situación "B", se hundirá porque es más frío y
denso. En la situación "C", no se moverá porque tiene la misma temperatu-
ra y densidad que el aire circundante.

61
Figura 35: Tres maneras en que el gradiente adiabático influye en la flotabilidad.

Los mismos principios se aplican para las condiciones reales de la atmós-


fera cuando una porción de aire se calienta cerca de la superficie y se eleva, y
otra desciende para tomar su lugar. El gradiente vertical ambiental controla el
grado en el que una porción de aire puede elevarse o descender.

2.4.4.6 Capa y altura de mezcla

Cuando una parcela de aire se eleva o desciende en forma adiabática, el


punto en el que la porción de aire que sube y se enfría en el gradiente vertical
adiabático seco intersecta la "línea" perfil de la temperatura ambiental se co-
noce como altura de mezcla y la zona entre esa línea horizontal y el suelo
como capa de mezcla (ver Figura 36). Este es el nivel máximo al que la por-
ción de aire puede ascender. Cuando no se produce ninguna intersección
(cuando el gradiente vertical ambiental es mucho mayor que el gradiente ver-
tical adiabático), la altura de mezcla se puede extender a mayores alturas en
la atmósfera. El aire que se encuentra debajo de la altura de mezcla conforma
la capa de mezcla o mezclado. Mientras más profunda sea esta capa, mayor
será el volumen de aire disponible para la dispersión de los contaminantes.

62
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Figura 36: Altura de la mezcla.

2.4.5 Estabilidad de la atmósfera

El grado de estabilidad atmosférica se determina a partir de la diferencia


de temperatura entre una porción de aire y el aire circundante. Este contraste
puede causar el movimiento vertical de la porción (esto es, su elevación o
caída). Hay tres condiciones básicas que describen la estabilidad general de la
atmósfera: inestables, neutrales y estables.

2.4.5.1 Condiciones inestables

La Figura 37 muestra la diferencia entre la temperatura de una porción de


aire que se eleva desde la superficie y el aire circundante. Como la parcela, al
elevarse, encuentra a su alrededor una temperatura menor, sigue subiendo.
Los movimientos verticales se amplifican.

63
Figura 37: Diferencia de temperatura entre el verdadero gradiente vertical
de temperatura del ambiente y el gradiente vertical adiabático seco.

La Figura 38 muestra condiciones ligeramente inestables y condiciones


muy inestables.

Figura 38: Condiciones ligeramente inestables y condiciones muy inestables


de la atmósfera.

Las condiciones inestables más comunes se producen durante los días so-
leados con vientos de bajas velocidades y fuerte insolación. La Tierra absorbe
rápidamente el calor y transfiere parte de éste a la capa de aire superficial. Si

64
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las propiedades térmicas de la superficie son uniformes, es posible que exista


una masa flotante de aire, o numerosas porciones de aire si dichas propieda-
des varían.
Otra condición que puede conducir a la inestabilidad atmosférica es la
producción de ciclones (sistema de presión baja), caracterizados por aire as-
cendente, nubes y precipitación.

2.4.5.2 Condiciones neutrales

Cuando el gradiente vertical de la temperatura del ambiente es el mismo


que el gradiente vertical adiabático seco, la atmósfera se encuentra en estabi-
lidad neutral (ver Figura 39). Estas condiciones no estimulan ni inhiben el
movimiento vertical del aire. La condición neutral es importante porque
constituye el límite entre las condiciones estables y las inestables. Se produce
durante los días con viento o cuando una capa de nubes impide el calenta-
miento o enfriamiento fuerte de la superficie terrestre.

Figura 39: Condición neutral.

2.4.5.3 Condiciones estables

Cuando el gradiente vertical ambiental es menor que el gradiente vertical


adiabático, el aire es estable y resiste la circulación vertical. Este es un gra-
diente vertical subadiabático. El aire que se eleva verticalmente permanecerá
más frío y, por lo tanto, más denso que el aire circundante. Una vez que se
retira la fuerza de elevación, el aire que se elevó regresará a su posición ori-

65
ginal. Las condiciones estables se producen durante la noche, cuando el vien-
to es escaso o nulo.

Figura 40: Condición estable de la atmósfera.

2.4.5.4 Ejemplos de condiciones de estabilidad atmosférica

La Figura 41 representa las diversas categorías de estabilidad mediante el


ejemplo de un cochecito que se encuentra en una posición y se lo desplaza de la
misma dándole un impulso. Este impulso mecánico que recibe el cochecito es
equivalente al impulso térmico que recibe, por ejemplo, el aire cercano a la
superficie de la Tierra. La Figura 41 (a) describe condiciones atmosféricas es-
tables pues cuando se elimina la fuerza de elevación, el coche regresa a su po-
sición original. La Figura 41(b) describe condiciones neutrales. Cuando se ejer-
ce una fuerza sobre el mismo, este se mueve mientras la fuerza se mantenga.
Cuando esta es eliminada, el coche se detiene y permanece en su nueva posi-
ción. Esta condición representa la estabilidad neutral. La Figura 41 (c) describe
condiciones inestables. Una vez que se ha ejercido una fuerza sobre el coche,
este continúa moviéndose incluso después de que se ha eliminado la fuerza.

66
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Figura 41: Diversas categorías de estabilidad mediante el ejemplo de un carro que


se encuentra en una posición y se lo desplaza de la misma dándole un impulso.

2.4.6 Inversiones térmicas

Una inversión se produce cuando la temperatura del aire aumenta con la


altura. Esta situación es muy común pero, generalmente, está confinada a una
capa relativamente superficial.
Es importante, pues, los contaminantes emitidos por encima o por debajo
de una capa invertida no penetran en ella sino que quedan entrampados. Por
lo general, las altas concentraciones de contaminantes del aire están relacio-
nadas con las inversiones ya que éstas inhiben la dispersión vertical de los
mismos. Los tres tipos de inversión principales se deben a diversas interac-
ciones atmosféricas y presentan diferentes períodos de duración.

2.4.6.1 Inversión por radiación

La inversión por radiación es el tipo más común de inversión y se produce


con el enfriamiento acelerado de la superficie terrestre. A medida que la Tierra se
enfría, la capa de aire cercana a la superficie también lo hace. Si este aire se enfría
a una temperatura menor que la del aire de la capa superior, se vuelve muy esta-
ble y la capa de aire cálido impide cualquier movimiento vertical.

67
Las inversiones por radiación, generalmente, se producen desde las horas
finales de la tarde hasta las primeras de la mañana, con el cielo despejado y
vientos calmados, cuando el efecto de enfriamiento es mayor. Las mismas con-
diciones que conducen a las inversiones nocturnas por radiación, determinan la
inestabilidad durante el día. Los ciclos de inestabilidad a lo largo del día y las
inversiones durante la noche son relativamente comunes. Por consiguiente, los
efectos de las inversiones por radiación generalmente son de corta duración.
Los contaminantes que quedan entrampados debido a las inversiones son dis-
persados por la vigorosa mezcla vertical producida cuando la inversión se inte-
rrumpe después del amanecer. La Figura 42 ilustra este ciclo diurno.

Figura 42: Ciclo diurno de las inversiones por radiación.

Sin embargo, en algunos casos el calentamiento diario que sigue a una inver-
sión nocturna por radiación puede no ser lo suficientemente fuerte para disminuir
la capa de inversión. Por ejemplo, una niebla espesa puede acompañar la inver-
sión y reducir el efecto de la luz solar al día siguiente. En condiciones adecuadas,
la inversión por radiación puede extenderse durante varios días con altas concen-
traciones de contaminantes entrampados. Es muy probable que esta situación
ocurra en un valle cerrado, donde el movimiento nocturno descendente del aire
frío puede reforzar una inversión por radiación y propiciar la formación de niebla.
En los lugares donde las inversiones por radiación son comunes y tienden
a estar relativamente cerca de la superficie, las chimeneas altas que emiten
contaminantes sobre la capa de inversión pueden ayudar a reducir las concen-
traciones de estas sustancias en el nivel superficial.

68
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2.4.6.2 Inversión por subsidencia

La inversión por subsidencia, generalmente,6 está asociada con los antici-


clones (sistemas de alta presión). El aire de un anticiclón desciende y fluye
hacia afuera con una rotación que sigue la dirección de las agujas del reloj. A
medida que el aire desciende, la mayor presión existente en altitudes menores
lo comprime y calienta. Por lo general, este calentamiento se produce con un
gradiente más acelerado que el gradiente vertical ambiental. Durante el día se
produce la capa de inversión que con frecuencia se eleva a cientos de metros
sobre la superficie. Los días despejados y sin nubes característicos de los an-
ticiclones propician las inversiones por radiación, de modo que se puede pro-
ducir una inversión superficial durante la noche y una elevada durante el día.
Si bien la capa de mezcla que se encuentra debajo de la inversión puede va-
riar diariamente, nunca será muy profunda. Este proceso se esquematiza en la
Figura 43.

Figura 43: Inversión por subsidencia.

A diferencia de las que se producen por radiación, las inversiones por


subsidencia tienen una duración relativamente larga. Esto se debe a su rela-
ción tanto con los anticiclones semipermanentes centrados en cada océano
como con los anticiclones migratorios de movimiento lento.

6
Hundimiento paulatino del aire.

69
Cuando un anticiclón se estanca, los contaminantes emitidos dentro de la
capa de mezcla no se pueden diluir. Como resultado, es probable que las con-
centraciones de contaminantes se eleven durante algunos días. Los casos más
graves de contaminación del aire en Estados Unidos se han producido o bien
por un anticiclón migratorio estancado (por ejemplo, el de Nueva York en
noviembre de 1966 y el de Pensilvania en octubre de 1948) o bien el antici-
clón semipermanente del Pacífico (Los Ángeles).

2.4.6.3 Inversiones por advección

La convección en la dirección horizontal se denomina advección y las in-


versiones por advección están relacionadas con ese flujo horizontal del aire
cálido. Cuando este se mueve sobre una superficie fría, los procesos de con-
ducción y convección enfrían el aire más cercano a la superficie y conducen a
una inversión basada en la superficie. Este tipo de inversión es más común
durante el invierno, cuando el aire cálido pasa sobre una superficie cubierta
de nieve o extremadamente fría, como se esquematiza en la Figura 44.

Figura 44: Esquema de generación de una zona de inversión térmica por advección.

70
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3. Presentación de la naturaleza
fisicoquímica de los contaminantes:
¿quiénes son?

3.1 Definición de contaminación


En el Capítulo 2 se ha definido y presentado las características del am-
biente. Nos ocuparemos a continuación de la contaminación y los contami-
nantes, el segundo componente de nuestro sistema en estudio. Dejaremos
para el próximo capítulo las interacciones que se producen entre ambos para
así, finalmente, comprender cómo se movilizan en el ambiente.
Comencemos entonces por la definición que nos proporciona el Dicciona-
rio de la Real Academia Española (Vigésima Segunda Edición):
Contaminación: (del latín, contaminatio, -onis). F. Acción y efecto de
contaminar o contaminarse, es decir, alterar nocivamente la pureza o las con-
diciones normales de una cosa o un medio por agentes químicos o físicos.
Se entiende por contaminante a una sustancia que aparece en el ambiente,
al menos en parte, como resultado de las actividades humanas, y que tiene un
efecto nocivo sobre el entorno. Convivimos con los contaminantes producto
de las actividades desarrolladas por el hombre. Hacia fines de la década del
ochenta se estimaron unos 63.000 productos químicos en uso. A comienzos
de los ochenta, se registraron 100.000 nuevas sustancias químicas en la
Unión Europea, las cuales se han ido clasificando según su impacto en los
seres humanos y el ambiente (por ejemplo, toxicidad oral aguda, irritabilidad
al contacto con la piel, mutagenicidad, carcinogenicidad y peligro para el
ambiente acuático, ver Figura 45).
Cuando una sustancia química es clasificada como peligrosa, todos los
productos que contienen dicha sustancia deben identificarse adecuadamente a
fin de utilizarlos en forma segura.

71
Figura 45: Crecimiento del número de sustancias clasificadas en la Unión
Europea desde 1993 a 2001. Se adjunta el número de nuevas sustancias que son
declaradas cada año y las que son declaradas obsoletas.
Fuente: Agencia de Protección Ambiental Danesa.

La legislación argentina, a través de la ley 24051 de Residuos Peligrosos


y su Decreto Reglamentario correspondiente (N° 831/93) de generación, ma-
nipulación, transporte y tratamiento de los mismos, enumera las sustancias
químicas que son nocivas para los seres humanos y para el ambiente.
Cabe destacar que cada sustancia química cuenta con un número de regis-
tro que la identifica (Chemical Abstract Service Registry number o CAS
number) y una MSDS (hoja de datos de seguridad) que presenta la identifica-
ción del producto, la composición o información de sus ingredientes, los
riesgos para la salud, medidas de primeros auxilios, medidas en caso de in-
cendios, accidentes, manipulación y almacenamiento, protección personal
frente a exposiciones, propiedades físicas y químicas, estabilidad y reactivi-
dad, información toxicológica, ecológica, consideraciones para su disposición
y transporte, así como también información sobre regulación. En el sitio de
internet de la OHSAH (Ocupational Health & Safe Agency for Healthcare,
http://www.ohsah.bc.ca/index.php?section_id=393&) podrás encontrar in-
formación al respecto. A modo de ejemplo, la Figura 2 presenta la informa-
ción sintetizada que provee una MSDS del renombrado DDT y que es provis-
ta por NIOSH (National Institute for Occupational Safety and Health de los
EEUU, http://www.cdc.gov/niosh/npg/npgd0174.html).
No todas las sustancias químicas son contaminantes. No todos los contami-
nantes son producidos por el hombre. Algunos afectan el medio físico y generan

72
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condiciones que son menos favorables para el desarrollo de la vida en un ecosis-


tema (nutrientes como fósforo y nitrato eutrofican ecosistemas acuáticos aumen-
tando la turbidez de los mismos y, por ende, dificultando la penetración de la
luz); otros son directamente tóxicos a los organismos (Moriarty, 1990). Estos
incluyen a algunos metales, compuestos organoclorados como los herbicidas,
pesticidas, dioxinas e iones radiactivos, entre otros.

Publicación NIOSH No. 2005-151:


NIOSH Guía de bolsillo para productos químicos peligrosos
DDT CAS
50-29-3
(C6H4Cl)2CHCCl3 RTECS1
KJ3325000
Límites de exposición NIOSH REL: Ca 2
IDLH 3
Ca [500 mg/m3] Ver: 50293

Descripción física
Cristales incoloros o polvo blanco opaco con un leve olor aromático
[pesticida]
4 5 6 7
MR: 354,5 PE: 110 °C PF: 108,3 °C Sol: Insoluble
(Descompone)
8 9
PV: 0,0000002 Sp.Gr: 0,99
mmHg
Sólido Combustible
1. Regis by of Toxic effects of Chemical Substances.
2. Recomendad Expoure Limits (REL). Ca = Potencial Carcinógeno Ocupacional
3. Inmediately Dangerous to Live or Health (Inmediatamente peligroso para la vida o
la salud).
4. Masa molecular relativa.
5. Punto de Ebullición.
6. Punto de Fusión.
7. Solubilidad en agua.
8. Presión de vapor.
9. Gravedad específica.

73
Incompatibilidades & reactividades
Fuertes oxidantes, alcalino
Métodos de medición
NIOSH S274 (II-3)
Protección personal & sanidad Primeros auxilios
Piel: prevenir el contacto con la piel Ojos: lavar inmediatamente
Ojos: prevenir el contacto con los ojos Piel: lavar con jabón rápida-
Lavado de piel: cuando existe conta- mente
minación, diariamente Respiración: Soporte respira-
Remover: cuando existe humedad o torio
contaminación Ingestión: Atención médica
Cambio: diario inmediata
Proveer: lavado de ojos, empapado
rápido
Recomendaciones respiratorias
NIOSH
A concentraciones por encima del NIOSH REL, o donde no se en-
cuentra determinado el REL a cualquier concentración detectable:
Rutas de exposición
inhalación absorción por piel ingestión contacto con piel u ojos
Síntomas
Irritación de ojos, piel; parestesia lingual, labios, cara; temblores; ansiedad,
vértigo, confusión, malestar, dolor de cabeza, debilidad; convulsiones; pa-
resis de manos; vómitos; [potencial carcinógeno ocupacional]
Órganos atacados
Ojos, piel, sistema nervioso central, riñones, hígado, sistema nervio-
so periférico
Sitios de cáncer
[en animales: hígado, pulmones & tumores linfáticos]

Figura 46: Información sintetizada de una MSDS de DDT. Adaptada de Niosh Pocket
Guide to Chemical Hazards, http://www.cdc.gov/niosh/npg/npgd0174.html

La toxicidad de los contaminantes dependerá de su concentración, forma


química o especiación y de su persistencia en el ambiente. Sabemos que hay ele-
mentos químicos que son utilizados por los organismos para el desarrollo de sus

74
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procesos vitales. Es el caso de algunos metales como Cu y Zn que son esenciales


para la vida en concentraciones pequeñas (trazas). Por el contrario, el Pb, el Hg y
el Al no tienen un papel fisiológico conocido y son altamente tóxicos para los
organismos. No basta con conocer que un contaminante está presente en el am-
biente. Para determinar su toxicidad debemos saber su concentración y si se en-
cuentra disponible o no para los seres vivos, es decir, si se encuentra en una for-
ma química que puede ser asimilada por un organismo. La biodisponibilidad de
los compuestos químicos depende de su especiación química.
En su forma metálica, el Hg no es tóxico. Sin embargo, como se verá a
continuación, en su forma metilada (Hg-CH3) puede incorporarse y transpor-
tarse con facilidad entre los distintos eslabones tróficos de un ecosistema.
Otro caso bien conocido por los ambientalistas dedicados a determinación de
calidad de aguas o aptitud de uso es el del cromo hexavalente (Cr(VI)), el
cual es mucho más tóxico que la forma trivalente del mismo.
Algunos contaminantes desaparecen del ambiente muy rápidamente. Se
dice que tienen un tiempo de vida media corto, o sea, el 50 % de la forma
tóxica del mismo desaparece rápidamente. Muchos herbicidas entran en esta
categoría, no así los PCBs y compuestos organoclorados que deben su toxici-
dad, fundamentalmente, a su enorme persistencia en el ambiente, la cual se
estima en décadas o generaciones. El ejemplo más conocido es el del insecti-
cida organoclorado DDT (Dicloro Difenil Tricloroetano), el cual permanece
ampliamente distribuido en el planeta, a pesar de haber sido prohibida su uti-
lización internacional hace mucho tiempo atrás.

3.2 Bioacumulación y biomagnificación


El término bioacumulación hace referencia a la acumulación neta, con el
paso del tiempo, de metales (u otras sustancias persistentes) en un organismo
a partir de fuentes tanto bióticas (otros organismos) como abióticas (suelo,
aire y agua). Muchos contaminantes que se encuentran diluidos en el medio
pueden magnificar su concentración dentro de las células y membranas de los
organismos alcanzando altos niveles de peligrosidad. Este proceso tiene lugar
a partir de los mecanismos naturales por los que las células y, por tanto, los
organismos obtienen sus nutrientes, elementos y vitaminas básicos.
La biomagnificación se produce a nivel del ecosistema. Ocurre cuando la
concentración de un contaminante tóxico aumenta a medida que ascendemos
en los eslabones tróficos del ecosistema (ver Figura 47).

75
EL HOMBRE, AVES

PECES

ZOOPLANCTON-ZOOBENTOS

FITOPLANCTON

Figura 47: La biomagnificación de un contaminante se producirá a través de la ca-


dena trófica. Se han elegido en este esquema especies que forman parte de la biodi-
versidad de la Franja Costera Sur del Río de la Plata (Fuente: Gómez, Rodríguez
Capítulo, 2000. Fitoplancton: 1) Anabaena spiroides, 9) Oscillatoria tenuis, 24) Fran-
ceia ovalis, 45) Pediastrum duplex, 49) Scenedesmus acuminatus; Zoobentos: 84)
Camptocercus australis, 89) Leydigia acanthocercoides, 106) Paracyclops fimbriatus;
Peces: 17) Prochilodus lineatus (Sábalo) y 22) Salminus maxillosus (Dorado); Laurus
atlanticus (Gaviota cangrejera), Phoemicopertus chilenisis (Flamenco Rosado).

Aquellos contaminantes que son persistentes, móviles, solubles en grasas y


activos biológicamente tienen mayores chances de biomagnificarse. Entre los
mismos podemos citar al DDT, los PCBs, PAHs, algunos metales, etc. Los pesti-
cidas y herbicidas, actualmente utilizados, no tienden a biomagnificarse pues su
persistencia en el ambiente es muy baja.
Entre los ejemplos típicos de biomagnificación puede citarse el de la
acumulación de DDT en las cadenas alimentarias. Este insecticida organoclo-
rado fue utilizado para controlar insectos vectores de enfermedades como la
malaria y el tifus durante la Segunda Guerra Mundial y en la agricultura a
partir de 1945. Fue prohibido su uso en Europa y EE.UU. a partir de 1970. Su
tiempo de vida medio varía entre 2 y 15 años en suelos y aguas subterráneas,

76
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y entre 28 y 56 días para aguas superficiales (US Environmental Protection


Agency. 1989).7 Debido al uso del DDT en pesticidas, la población de halco-
nes peregrinos (Falco peregrinus) fue diezmada en los años cincuenta. Uno
de los subproductos de la descomposición del DDT (el DDE) comenzó a
acumularse en los cuerpos de las aves, hecho que provocó una disminución
del espesor de los huevos puestos por las hembras con el consiguiente rom-
pimiento de los mismos durante la incubación. Este fenómeno fue observado
tanto en Europa (Newton, 1979. Population Ecology of Raptors, Poyser, Ber-
khamstead) como en Estados Unidos.

Figura 48: Somormujo (Podiceps grisegana).

Entre los años 1949 y 1957 se pulverizó el Lago Clear, California,


EE.UU., con un producto muy cercano al DDT (DDD) con el objeto de redu-
cir moscas de agua. Si bien la población disminuyó cerca del 99%, hacia
1951 se reestableció casi totalmente. En 1954, luego de utilizar una dosis
mayor de pesticida, se observó una mortandad de somormujos (Podiceps gri-
segena, Figura 48), los cuales tenían una concentración de DDD 80.000 ve-
ces superior a la medida en el agua del lago, reduciéndose su población de
3.000 a 300 individuos hacia fines de los años 50 (Hunt y Bischuff, 1960).

7
Environmental Fate and Effects Division, Pesticide Environmental Fate One
Line Summary: DDT (p, p'). Washington, DC.; Augustijn-Beckers, P.W.M., Hornsby,
A.G. and Wauchope, R.D. 1994. SCS/ARS/CES Pesticide Properties Database for
Environmental Decisionmaking II. Additional Properties Reviews of Environmental
Contamination and Toxicology, Vol. 137.).

77
3.3 Exposición a los contaminantes
Los organismos expuestos a más de un contaminante pueden presentar efec-
tos tóxicos aditivos, antagónicos o sinérgicos (Mason 1993). Guderian (1977)
expuso plantas de espinacas a distintos tipos de contaminación atmosférica (aire
normal, aire contaminado con ácido clorhídrico (HCl), aire contaminado con di-
óxido de azufre (SO2) y una mezcla de ambos. Midió el efecto tóxico de los con-
taminantes a partir de la velocidad de fotosíntesis (Figura 49).
Disminución de la velocidad de

100
90
80
fotosíntesis (%)

70
60
50
40
30
20
10
0
Aire Normal Aire+HCl Aire+SO2 Aire+HCl+SO2

Figura 49: Efecto tóxico de los contaminantes a partir de la velocidad de fotosíntesis.

Se puede observar que la disminución de la velocidad de fotosíntesis de


las plantas de espinacas es claramente mayor (50 %) cuando HCl y SO2 actú-
an sinérgicamente, dando una reducción total superior a la de los productos
individuales. Este resultado es ciertamente significativo pues indica que la
predicción de los efectos de los contaminantes sobre los organismos y los
ecosistemas es compleja, debiéndose tener cuidado en la interpretación de los
datos de ensayos de toxicidad que son llevados a cabo para especies indivi-
duales en condiciones de exposición de un contaminante.
La exposición de un organismo a una mezcla de contaminantes puede te-
ner efecto nulo, letal o subletal. En el caso de ser nulo, nos referimos a una
sustancia que es biológicamente inerte para ese organismo (aunque puede no
serlo para otro). Si el efecto es letal, debe definirse la concentración a la cual
lo es. Para ello se utilizan protocolos que definen la toxicidad de sustancias y
las dosis letales basadas en: LD50 y LC50 (dosis o concentración letal de un
compuesto tóxico a la cual mueren el 50 % de los organismos cuando se ex-
ponen a esa concentración durante un tiempo t –normalmente 48 h). Estos

78
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valores reflejan el efecto de un contaminante sobre un organismo en el labo-


ratorio y pueden no reflejar lo que ocurre en el ambiente.
Si bien en apariencia pueden parecer menos peligrosos que los letales, los
efectos subletales pueden ser mayores sobre la población. Por ejemplo, los
efectos subletales pueden manifestarse sobre el nivel genético, bioquímico,
fisiológico, del comportamiento o del ciclo de vida. Podemos mencionar co-
mo ejemplo el daño que pueden provocar los contaminantes sobre los genes
(ADN) o embriones en desarrollo (huevos de pájaros), hecho que puede afec-
tar en forma significativa a toda la población. Los efectos subletales no son
sencillos de identificar pues no siempre se conoce el intervalo de variación de
los patrones bioquímicos, fisiológicos, del comportamiento o del ciclo de
vida de los organismos. El uso de biomarcadores bioquímicos ha permitido
avanzar en la identificación de efectos subletales.

3.4 Factores ambientales que afectan la toxicidad


No basta con saber que un contaminante está presente en el ambiente. Debe-
mos saber también en qué forma química y en qué concentración se encuentra.
Un compuesto químico en el suelo, el agua o el aire está sujeto a variables físicas
(presión, temperatura y humedad), químicas (pH, potencial redox, salinidad) y
biológicas (presencia de microorganismos, contenido de materia orgánica, etc.)
que determinan su forma estable en el sistema en estudio, definiendo su capaci-
dad de movilizarse en el ambiente y su biodisponibilidad.
En la Tabla 12 se presentan los procesos fisicoquímicos (alguno de ellos
mediados por microorganismos) que determinan la estabilidad, movilidad o
transporte y biodisponibilidad de compuestos químicos en el ambiente.

79
PROCESO REACCIÓN EJEMPLOS
SOLUBILIDAD CO2 (g) ↔ CO2 (aq) Gases en agua
FOTÓLISIS O3 + hν (≤ 310 nm) → • O + O2; Formación de ozono y radica-
• O + H2O → 2 OH les oxhidrilo en la tropósfera
NO2 + hν → NO + O
HIDRÓLISIS Al(H2O)63+ ↔ Al(H2O)5OH2+ + H+ Metales en agua (subterránea,
superficial y de poro).
2-cloro-s-triazina + H+ ↔ 2-hidroxi- Materia orgánica en agua
s-triazina+
PRECIPITACIÓN/ Me2+ + S2- ↔ MeS(s) Formación de sulfuros,
DISOLUCIÓN Me2+ + CO32- ↔ MeCO3(s) carbonatos,
Men+ + PO43- ↔ Me3(PO4)n (s) fosfatos y
Men+ + nH2O ↔ Me(OH)n + H+ óxidos de metales (Al, Mn, etc.)
REDOX Cr(III) ↔ Cr(VI) + 3 e Cr(III) a Cr(VI)
2Hg0 ↔ Hg2 2+ + 2 e Hg metálico a Hg(I) y Hg(II)
As(III) ↔ As(V) + 2 e As(III) a As(V)
Cn (H2O)n + 3/2 nO2 ↔ nCO2(g) + Materia orgánica en suelos
nH2O
COMPLEJACIÓN Cu2+ + LH2 ↔ L-Cu + 2H+ (L = Metales con materia orgánica
C6H4O22-) Quimisorción de Metales en
>Fe-OH + Me(H2O)6n+ ↔ >Fe-O- óxidos
M(H2O)5(n-1)+ + H3O+
INTERCAMBIO >Ca2+ + Sr2+ ↔ >Sr2+ + Ca2+ Metales en suelos
IÓNICO

Tabla 12: Procesos fisicoquímicos que determinan la estabilidad, movilidad o trans-


porte, y biodisponibilidad de compuestos químicos en el ambiente. g= gaseoso;
aq=acuoso; hν=radiación; >=indica que se trata de una especie química superficial.

3.5 Tipos de contaminantes


De acuerdo con la naturaleza química de los mismos y su presencia en los
distintos reservorios podemos clasificarlos en:

80
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3.5.1 Elementos traza

Dentro de este grupo de contaminantes encontramos a los metales (ele-


mentos que conducen la electricidad, tienen brillo metálico y son maleables,
forman cationes y óxidos básicos), entre los cuales los más conocidos son los
metales pesados. La definición de metales pesados es arbitraria e imprecisa.
Algunos la utilizan refiriéndose al grupo de elementos entre cobre (Cu) y
plomo (Pb), con masas atómicas entre 63,54 y 207,2 y gravedad específica
mayor que 4.0, incluyendo también Ni, Co y hasta Cr, Fe y Mn. A esta defi-
nición se suman otras basadas en otras propiedades químicas y la toxicidad
(Duffus, 2002). Se asume que los metales y compuestos que forman parte del
mismo son tóxicos o ecotóxicos, hecho que no tiene sustento químico ni toxi-
cológico. Por el contrario, los organismos vivos requieren en cantidades pe-
queñas (a nivel de trazas) metales como Co, Cu, Mn, Mo, V, Sr y Zn. Tam-
bién es cierto que niveles altos de los mismos pueden perjudicar a los
organismos. Otros metales como Hg, Pb y Cd no parecen tener un efecto be-
néfico sobre la biota, generando su bioacumulación un riesgo para la salud.

3.5.1.1 Clasificación

Una clasificación más adecuada de los metales para su uso en cuestiones


ambientales deberá estar relacionada con los procesos biológicos y ambienta-
les relevantes, debiendo proveer una base científica para la consideración de
su forma química en el ambiente (especiación química), biodisponibilidad,
rol funcional y toxicidad.
La Figura 50 muestra una clasificación tentativa de los metales basada en
el último nivel de ocupación de la subcapa electrónica del átomo y su
significación biológica.

Bloque s. Los iones de metales alcalinos son muy móviles. Normalmente


forman complejos débiles, actuando como electrolitos del seno de una solu-
ción (por ejemplo, Na y K). Los alcalino-terreo forman complejos más esta-
bles. A nivel biológico tienen funciones más especializadas actuando como
promotores estructurales y activadores de enzimas. Ninguno tiene un química
redox significativa para los sistemas vivos.

Bloque p. Química redox limitada. Forman complejos más estables que


los del bloque s. Los números atómicos más elevados del grupo se enlazan
fuertemente con el sulfuro, siendo esa su principal causa de toxicidad.

81
Bloque d. Comportamiento redox y formación de complejos dispar en los
metales de este grupo. Tienen rol catalítico en la acción enzimática.

Bloque f. Ídem anterior. Normalmente no son importantes para la activi-


dad biológica. Pueden ser importantes a nivel de contaminación.

Otra clasificación posible es la basada en el comportamiento ácido de


Lewis de los iones metálicos, el cual determina la interacción de los mismos
con los sistemas vivos. Los metales se clasifican en Clase A, B e Intermedios
acorde a su afinidad por distintos ligandos. La Figura 50 muestra la ubicación
de los mismos en la tabla periódica y la Tabla 13 las principales característi-
cas de los mismos.

Figura 50: Tabla periódica que muestra los metales clasificados como:
Clase A, B y C intermedios. Adaptado de Duffus, 2002.

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Metales Clase A (Duros) Ácidos de Lewis (aceptores de Li, Be, Na, Mg, Al, K, Ca,
electrones) de pequeño tamaño y Sc, Ti, Fe(III), Rb, Sr, Y,
baja polarizabilidad (dureza). Zr, Cs, Ba, La, Hf, Fr, Ra,
Uniones iónicas Ac, Th.
Metales Clase B (Suaves) Ácidos de Lewis (aceptores de Cu(I), Pd, Ag, Cd, Ir, Pt,
electrones) de gran tamaño y alta Au, Hg, Ti, Pb(II).
polarizabilidad (suave). Uniones
más covalentes
Metales Intermedios V, Cr, Mn, Fe(II), Co, Ni,
(Borderline) Cu(II), Zn, Rh, Pb(IV), Sn.

Tabla 13: Principales características de los metales ubicados


en las distintas clases.

Otra clasificación de los mismos puede llevarse a cabo teniendo en cuenta


su relación carga/radio.

Según esta clasificación, encontramos cuatro grupos de metales: cationes


solubles y débilmente hidratados (Cs, Tl, Rb, K, Ag, Na), cationes solubles y
fuertemente hidratados (Ba, Pb, Sr, Hg, Ca, Cd, Mn, Fe, Zn, Cu, Co, Ni, Mg,
Li), fácilmente precipitables (Sc, Zn, Ti, Cr, Mn, Fe, Al, Be, Sb, V) y aniones
solubles (Mo, Cr, As, Si, P, N, C, S).

3.5.1.2 Disponibilidad

La disponibilidad de un contaminante es función de:

1. Procesos químicos (mencionados en la Tabla 12). Cada contaminante


puede presentarse en la naturaleza en diversos estados de oxidación, com-
plejos solubles con distintos ligandos orgánicos e inorgánicos, formando
parte de distintas fases solubles o insolubles.
2. Procesos físicos (los mencionados en el Capítulo III)
3. Procesos biológicos (reacciones mediadas por microorganismos: ab-
sorción, hidrólisis, óxido-reducción, metilación, solubilización, etc.).

En general, la toxicidad aguda a plantas y microorganismos está más rela-


cionada con la concentración de la especie activa del contaminante (por
ejemplo, metal libre en solución); mientras que la toxicidad crónica depende
de la concentración total del contaminante y de su constancia en el tiempo.

83
3.5.1.3 Movilidad

Los factores que controlan la movilidad de los contaminantes son:

1. Especiación química: forma química y naturaleza del contaminante


2. Naturaleza química de la matriz con la que interactúa el contaminante:
composición química del aire, agua y suelo, a la que debe sumarse la na-
turaleza mineralógica de este último. En general, los elementos traza se
concentran más en material particulado de textura arcillosa (silicatos y
óxidos) que en aquellos de textura arenosa o gravosa. Como se ha visto en
el Capítulo I, el tamaño de las partículas determina el área y, por tanto, el
número de sitios activos para que los contaminantes interactúen con las
mismas. A mayor área (menor tamaño de partícula), más favorecidos se
verán los procesos de la interfaz sólido-líquido o sólido-gas como inter-
cambio iónico y complejación superficial (ver Tabla 12). La presencia de
materia orgánica (por ejemplo, humus en suelos o disuelta en agua) favo-
rece la concentración de elementos traza a partir del proceso de compleja-
ción. Por último, los pH levemente alcalinos a alcalinos del agua y suelo
desplazan los equilibrios de disolución/precipitación de las fases estables
de los elementos trazas hacia la formación de las mismas; favorecen el in-
tercambio de cationes metálicos y la formación de complejos superficiales.
3. Naturaleza física y biológica del ambiente en el que se alojará el contami-
nante. Aquí nos referimos a las fuerzas físicas que movilizan a los ele-
mentos en el ambiente: los vientos, las corrientes marinas, el flujo de un
río, la percolación de agua a través de un suelo, etc.; y, a los procesos físi-
cos y químicos mediados por la biota. Por caso, la presencia de raíces en
el suelo influye sobre la estructura del mismo y por ende sobre las propie-
dades de transporte de agua. Así mismo, favorecen los procesos de inter-
cambio de iones tomando nutrientes del suelo, cationes o aniones, y libe-
rando protones o hidroxilos para mantener la electroneutralidad); pueden
incorporar contaminantes y biomagnificarlos.

3.5.1.4 Funciones biológicas y toxicidad de elementos traza

La Tabla 14 presenta la función biológica de algunos elementos traza y su


toxicidad a plantas y animales catalogadas como altas (H), medias (M) o ba-
jas (L). Los números entre paréntesis presentan la concentración del elemento
en tejido de hoja (expresado en µg/g de material seco o ppm) que muestra
toxicidad en plantas que no son altamente sensitivas o tolerantes (adaptado de
McBride, M., 1994).

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Elemento Función biológica Fitotoxicidad Toxicidad en


mamíferos
Ag No conocida H (5-10) H
Al Puede activar enzimas M (50-200) L
As No conocida en animales. Es un cons- MH (5-20) H
tituyente de los fosfolípidos en algas y
hongos
B Esencial en plantas. Constituyente del M (50-200) L
fosfogluconato
Ba No conocida L (500) H (formas solubles)
Be No conocida MH (10-50) H
Cd No conocida MH (5-30) H (veneno acumulativo)
Co Esencial en mamíferos. Cofactor de MH (15-30) M
numerosas enzimas. Participa en la
fijación simbiótica de nitrógeno
Cr Puede estar involucrado en el MH (5-30) H (Cr(VI)); M(Cr(III))
metabolismo de azúcar en mamíferos
Cu Esencial a todos los organismos. MH (20-100) M
Cofactor en enzimas redox
Fe Esencial para todos los organismos. L (>1000) L
Cofactor enzimático. Forma parte de
la hemoglobina
Hg No conocido H (1-3) H (soluble o en formas
volátiles). Veneno
acumulativo
Mn Esencial para todos los organismos. LM (300-500) M
Cofactor enzimático. Involucrado en el
proceso de fotosíntesis.
Mo Esencial para casi todos los organismos. M (10-50) M
Cofactor enzimático en la fijación de N2 y
reducción de NO3-.
Ni No conocida en mamíferos. Puede ser MH (10-100) M
esencial para las plantas. Se lo en-
cuentra en la enzima ureasa.
Pb No conocida M (30-300) H Veneno acumulativo
Sb No conocida M (150) H
Tl No conocida MH (20) H

85
V Requerida por las algas verdes. Pue- H (5-10) H
de estar involucrado en la fijación de
N2. Constituyente de la porfirina y el
grupo hemo.
Zn Esencial para todos los organismos. LM (100-400) LM
Cofactor enzimático

Tabla 14: Función biológica de algunos elementos traza y su toxicidad en plantas


y animales. Adaptado de McBreide, 1994.

3.5.1.5 Cromo, plomo y mercurio

Cromo
El cromo es un metal de transición duro, frágil, gris acerado y brillante.
Se lo encuentra en el grupo 6 de la Tabla Periódica (Intermedios, según la
clasificación oportunamente presentada). Es muy resistente a la corrosión. Su
estado de oxidación más alto es el +6, siendo estos compuestos muy oxidan-
tes. Los estados de oxidación +4 y +5 son poco frecuentes, mientras que los
estados más estables son +2 y +3. También es posible obtener compuestos en
los que el cromo presente estados de oxidación más bajos, pero son bastante
raros. En suelos, el estado de oxidación más estable suele ser +3, un catión
muy inmóvil que se compleja fuertemente con materia orgánica y se quimi-
sorbe en óxidos y silicatos arcillosos. Puede sustituir al Fe(III) en estructuras
minerales y precipitar bajo la forma insoluble Cr(OH)3 a pH alcalinos. Por lo
tanto, el Cr(III) está raramente disponible para las plantas, al menos para sue-
los no muy ácidos.
A pH elevado, el Cr(III) puede oxidarse a Cr(VI), CrO42-, su forma más
tóxica. Este oxoanión se adsorbe en menor medida que el Cr(III), aumentan-
do su movilidad y su disponibilidad.
El Cromo es un elemento esencial para los organismos vivos. La concen-
tración típica de Cr en aguas superficiales es de 1 µg/l y su valor en la corteza
terrestre oscila entre 11 y 317 mg/kg. Su valor en suelos oscila entre 7 y 221
mg/kg (promedio rango mundial).
La Legislación Argentina ha adoptado para Cr los niveles guía de calidad
de agua, suelo y aire que se presentan en la Tabla 15.

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Cr (Total) Cr (VI)
Fuente de agua de bebida humana con trata- 50 50
miento convencional (µg/l)
Protección de vida acuática agua dulce superficial 20 (Protección de peces)
(µg/l) 2 (incluye fito y zooplancton)
Protección de vida acuática aguas saladas su- 18
perficiales (µg/l)
Protección de vida acuática aguas salobres su- 50
perficiales (µg/l)
Agua para irrigación (µg/l) 100
Agua para bebida de ganado (µg/l) 1000 -
Agua para recreación - -
Calidad de suelos (µg g-1 peso seco) 40 (Uso agrícola) 8
50 (Uso residencial) 8
300 (Uso industrial) -
Calidad de aire ambiental (µg/m3) 0,0015 (30 min)

Tabla 16: Niveles guía de calidad de Agua, Suelo y Aire para Cr.

El cromo se obtiene a partir de la cromita (FeCr2O4), calentando la misma


en presencia de aluminio o silicio (mediante un proceso de reducción).
Aproximadamente la mitad de la cromita se extrae de Sudáfrica. También se
obtiene en grandes cantidades en Kazajistán, India y Turquía. Los depósitos
aún sin explotar son abundantes, pero están geográficamente concentrados en
Kazajistán y el sur de África.
En el año 2000 se procesaron aproximadamente quince millones de tone-
ladas de cromita, la mayor de la cual parte se empleó para aleaciones (cerca
de un 70%), por ejemplo para obtener ferrocromo (una aleación de cromo y
hierro, con algo de carbono). Otra parte (un 15% aproximadamente) se em-
pleó directamente como material refractario y, el resto, en la industria quími-
ca para obtener diferentes compuestos de cromo.
El hombre ha contaminado el ambiente con compuestos de cromo. Su pe-
ligrosidad depende de su estado de oxidación, siendo el Cr(VI) 100 a 1.000
veces más tóxico que el Cr(III). En su forma más oxidada, reduce el creci-
miento de las plantas, causa severas eczemas e inflamaciones en la piel de los
seres humanos y puede producir cáncer.
La industria metalúrgica se cuenta entre las principales fuentes antropogéni-
cas de Cr. Allí se lo utiliza para aportar resistencia a la corrosión (el acero inoxi-
dable contiene más de un 8 % en cromo) y un acabado brillante (en procesos de

87
cromado donde se deposita una capa protectora mediante electrodeposición).
También se lo utiliza en el anodizado del aluminio. Durante las distintas etapas de
producción de acero, pequeñas partículas de Cr llegan al aire en la forma de pol-
vo y lo contaminan. El cromo forma parte de los procesos de galvanizado, cuyos
efluentes suelen tener altas concentraciones del metal.
Sus cromatos y óxidos se emplean en colorantes y pinturas. En general,
sus sales se emplean, debido a sus variados colores, como mordientes. Se
emplea también como pigmento, catalizador para la producción de Cr metáli-
co, para impresiones, en la industria petrolera (utilizado como anticorrosivo),
en inflamables, etc.
Es común el uso del cromo y de alguno de sus óxidos como catalizadores,
por ejemplo, en la síntesis de amoníaco (NH3).
En el curtido del cuero es frecuente emplear el denominado "curtido al
cromo" en el que se emplea hidroxisulfato de cromo (III) (Cr(OH)(SO4)).
Para preservar la madera se suelen utilizar sustancias químicas que se fi-
jan a la misma protegiéndola. Entre estas sustancias se emplea óxido de cro-
mo (VI) (CrO3).
Cuando en el corindón (α-Al2O3) se sustituyen algunos iones de aluminio
por iones de cromo se obtiene el rubí; esta gema se puede emplear, por ejem-
plo, en láseres.
El dióxido de cromo (CrO2) se empleaba para fabricar las cintas magnéti-
cas empleadas en los casetes y daban mejores resultados que con óxido de
hierro (Fe2O3) debido a que presentan una mayor coercitividad.

Plomo
El plomo es un elemento químico del grupo 14 de la tabla periódica. Es
maleable, inelástico, se funde con facilidad a 327,5 ºC y ebulle a 1740 ºC.
Sus estados de oxidación químicas son +2 y +4. Es relativamente resistente al
ataque de ácido sulfúrico y ácido clorhídrico, disolviéndose con lentitud en
ácido nítrico. El plomo es anfótero. Se presenta bajo la forma de sales, óxi-
dos, compuestos organometálicos o bien disuelto en solución.
En suelos se lo encuentra principalmente bajo el estado de oxidación +2. Se
comporta como un metal Clase B (ácido de Lewis suave). Forma sulfuros muy
insolubles (PbS). Se compleja fuertemente con la materia orgánica, quimisor-
biéndose en óxidos y silicatos arcillosos. Puede precipitar como carbonato,
hidróxido o fosfato a pH levemente básicos. En ambientes alcalinos puede mo-
vilizarse formando complejos con materia orgánica e hidroxilos. En presencia
de Mn puede oxidarse a Pb(IV), un ión muy insoluble (Intermedio, según la
clasificación oportunamente presentada).

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El Pb es el metal menos móvil del suelo, especialmente bajo condiciones


reductoras y neutras (no ácidas). Se bioacumula en el humus de la superficie
de los suelos y en la raíz de las plantas. No suelen encontrarse evidencias de
lixiviación del mismo en los distintos horizontes del suelo, como así tampoco
evidencia de su transporte a la parte superior de las plantas.
Los niveles de Pb en agua de río oscilan en 0,3 µg/l; en la corteza terrestre
se halla entre 1 y 32 ppm.
La Legislación Argentina ha adoptado para Pb los niveles guía de calidad
de agua, suelo y aire que se presentan en la Tabla 16.

Pb (Total)
Fuente de agua de bebida humana con tratamiento con- 50
vencional (µg/l)
Protección de vida acuática agua dulce superficial (µg/l) 1 Dureza 0-60 mg l-1 CaCO3
2 Dureza 60-120 mg l-1 CaCO3
4 Dureza 120-180 mg l-1 CaCO3
7 Dureza >180 mg l-1 CaCO3
Protección de vida acuática aguas saladas superficiales 10
(µg/l)
Protección de vida acuática aguas salobres superficiales 10
(µg/l)
Agua para irrigación (µg/l) 5000
Agua para bebida de ganado (µg/l) 100
Agua para recreación (µg/l) -
Calidad de suelos (valores en µg/g peso seco) 375 (Uso agrícola)
500 (Uso residencial)
1000 (Uso industrial)
Calidad de aire ambiental (valor en (µg/m3) 0,002 (30 min)

Tabla 16: Niveles guía de calidad de agua, suelo y aire para Pb.

Se han extraído grandes volúmenes de Pb los cuales han sido concentra-


dos, utilizados e incorporados nuevamente al medioambiente. En la actuali-
dad, las concentraciones de Pb en el mismo son altas.
Los compuestos de plomo son tóxicos y han producido envenenamiento de
trabajadores por su uso inadecuado y por una exposición excesiva a los mismos.
Sin embargo, en la actualidad el envenenamiento por plomo es raro en virtud a la
aplicación industrial de controles modernos, tanto de higiene como relacionados
con la ingeniería. El mayor peligro proviene de la inhalación de vapor o de polvo.

89
En el caso de los compuestos organoplúmbicos, la absorción a través de la piel
puede llegar a ser significativa. Algunos de los síntomas de envenenamiento por
plomo son dolor de cabeza, vértigo e insomnio. En los casos agudos, por lo común
se presenta estupor, el cual progresa hasta el coma y termina en la muerte. El con-
trol médico de los empleados que se encuentren relacionados con el uso de plomo
comprende pruebas clínicas de los niveles de este elemento en la sangre y en la
orina. Con un control de este tipo y la aplicación apropiada de control de ingeniería,
el envenenamiento industrial causado por el plomo puede evitarse por completo.
Industrialmente, sus compuestos más importantes son los óxidos de plo-
mo y el tetraetilo de plomo. Forma aleaciones con muchos metales y, en ge-
neral, se emplea en esta forma en la mayor parte de sus aplicaciones. Todas
las aleaciones formadas con estaño, cobre, arsénico, antimonio, bismuto,
cadmio y sodio tienen importancia industrial.
El plomo rara vez se encuentra en su estado elemental. El mineral más común
es el sulfuro de plomo, la galena. Los otros minerales de importancia comercial
son el carbonato (cerusita) y el sulfato (anglesita) que son mucho más raros.
También se encuentra plomo en varios minerales de uranio y de torio, ya que
proviene directamente de la desintegración radiactiva (decaimiento radiactivo).
Los minerales comerciales pueden contener tan poco plomo como el 3%, pero lo
más común es un contenido de poco más o menos el 10%. Los minerales se con-
centran hasta alcanzar un contenido del 40% o más antes de fundirse.
Su uso más amplio se encuentra en la fabricación de acumuladores. Otras
aplicaciones importantes son la fabricación de tetraetilplomo, forros para ca-
bles, elementos de construcción, pigmentos, soldadura suave, municiones y
plomadas para pesca.
Se están desarrollando compuestos organoplúmbicos para aplicaciones
como son la de catalizadores en la fabricación de espuma de poliuretano,
tóxicos para las pinturas navales con el fin de inhibir la incrustación en los
cascos, agentes biocidas contra las bacterias grampositivas, protección de la
madera contra el ataque de los barrenillos y hongos marinos, preservadores
para el algodón contra la descomposición y el moho, agentes molusquicidas,
agentes antihelmínticos, agentes reductores del desgaste en los lubricantes e
inhibidores de la corrosión para el acero.
Merced a su excelente resistencia a la corrosión, el plomo encuentra un am-
plio uso en la construcción, en particular en la industria química. Es resistente al
ataque por parte de muchos ácidos, porque forma su propio revestimiento protec-
tor de óxido (pasivación). Como consecuencia de esta característica ventajosa, el
plomo se utiliza mucho en la fabricación y el manejo del ácido sulfúrico.
Durante mucho tiempo se ha empleado el plomo como pantalla protectora
para las máquinas de rayos X. En virtud de las aplicaciones cada vez más

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amplias de la energía atómica, se han vuelto cada vez más importantes las
aplicaciones del plomo como blindaje contra la radiación.

Mercurio
El mercurio es un elemento químico del grupo 12 de la tabla periódica. Es un
metal plateado que a temperatura ambiente es un líquido. Se alea fácilmente con
muchos otros metales como el oro o la plata produciendo amalgamas, salvo con
el hierro. Es insoluble en agua y soluble en ácido nítrico.
El Hg es un elemento metálico Clase B (ácido de Lewis suave). Además
de mercurio metálico, podemos encontrarlo en su estado de oxidación +1 y
+2. Se lo encuentra principalmente en el mineral cinabrio (HgS). Su forma
más estable en la naturaleza es la oxidada (Hg2+). Bajo condiciones reductoras
puede aparecer la especie Hg22+, aunque su intervalo de estabilidad es pequeño.
El Hg0 (elemental) puede fácilmente formarse por reacciones químicas y bioquí-
micas (mediadas por microorganismos). La forma elemental es volátil y su vapor
es extremadamente tóxico. La flora microbiana puede metilar Hg formando com-
puestos orgánicos volátiles del tipo (CH3)2Hg que son bioacumulables y
representan un riesgo para la salud. Así mismo, bajo condiciones reductoras, el
Hg2+ puede precipitar como HgS. La Figura 51 presenta las principales vías de
transformación del Hg en el ambiente.

Figura 51: Principales vías de transformación de Hg en el ambiente.

Debido a la variedad de compuestos químicos que puede formar, es difícil


predecir en forma simple su movilidad. Se puede, sin embargo, decir que en

91
condiciones oxidantes ácidas, predomina Hg2+ el cual puede complejarse con
materia orgánica con grupos carboxilos y fenólicos (en forma moderada) y
fuertemente con grupos sulfidrilos y sulfuros. La movilidad de la especie +2
dependerá entonces de la concentración de estos grupos funcionales en la
materia orgánica presente.
La adsorción de Hg2+ está limitada a óxidos y silicatos arcillosos en con-
diciones de pH elevados. La forma libre de esta especie ve limitada su con-
centración por la insolubilidad de las fases estables Hg(OH)2 y HgS. En estos
casos, la movilidad es pequeña y acotada a la capacidad de formación de
compuestos volátiles del elemento.
En general, la acumulación de Hg en suelos se correlaciona positivamente
con el porcentaje de materia orgánica del suelo.
Los compuestos volátiles de Hg son tóxicos y corrosivos y más pesados
que el aire. El Hg es dañino por inhalación, ingestión y contacto. Es un ele-
mento muy irritante para la piel, ojos y las vías respiratorias. Los efectos in-
mediatos que puede producir por inhalación son: escozor de la garganta, do-
lor de cabeza, náuseas, pérdida del apetito y debilidad muscular. Por contacto
con los ojos y la piel produce enrojecimiento e irritación. Por ingestión puede
provocar vómitos, diarrea, pérdida del apetito y debilidad muscular. La expo-
sición prolongada o repetida puede provocar lesiones en riñones, cerebro y
sistema nervioso. Es incompatible con el ácido nítrico concentrado, el aceti-
leno, el amoníaco, el cloro y los metales.
Su uso más antiguo, aparte de la extracción de oro y plata, fue en la confec-
ción de espejos, que aún hoy día se aplica. Es utilizado por la industria eléctrica
(rectificadores, osciladores, electrodos, baterías, lámparas de vapor de mercurio,
tubos de rayos X, enchufes, lámparas fluorescentes), en la industria química (con-
fección de ácido acético, hidróxido de sodio). Se utiliza también en instrumentos
de medición (termómetros, barómetros) y como catalizador. En los últimos tiem-
pos ha ido desapareciendo de algunos productos: por ejemplo, las baterías de
mercurio son reemplazadas por otras de Ni/Cd, etc.
Otro uso del mercurio se dirige a la industria de explosivos, y también
ha sido notable su uso por los dentistas como compuesto principal en los
empastes de muelas, que ha sido sustituido hace poco tiempo (en los países
más desarrollados) por el bismuto de propiedades semejantes, ligeramente
menos tóxico.
También ha tenido usos en medicina a través de mercoquinol (oxiquino-
linsulfonato de mercurio) y del hidrargirol (parafeniltoniato o parafenolsulfo-
nato de mercurio), este último como antiséptico, al igual que otro muchos
como el hidrargol, el hidrargiroseptol, el yoduro mercúrico, el cloroyoduro
mercúrico, el mercuriol, etc.

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Desde que fue prohibido su uso en funguicidas, la mayor parte de los re-
siduos industriales de mercurio provienen de la fabricación de cloroálcalis.

Distribución
La combustión de hidrocarburos fósiles genera emisiones de Hg a la at-
mósfera. El Hg metálico suele ser liberado al agua por las plantas productoras
de cloroálcalis, y tanto el fenil como metilmercurio pueden hallarse en agua.
La mena más importante del mercurio es el cinabrio.
Los valores típicos de mercurio en agua dulce superficial son de 0,07 µg l-1.
En rocas y suelos las concentraciones oscilan entre 0,02 y 0,45 mg kg-1 (in-
tervalo promedio mundial).
La Legislación Argentina ha adoptado para Hg los niveles guía de calidad
de agua, suelo y aire que se presentan en la Tabla 17.

Hg (Total)
Fuente de agua de bebida humana con tratamiento Convencional (µg/l) 1
Protección de vida acuática agua dulce superficial (µg/l) 0,1
Protección de vida acuática aguas saladas superficiales (µg/l) 0,1
Protección de vida acuática aguas salobres superficiales (µg/l) 0,1
Agua para irrigación (µg/l) -
Agua para bebida de ganado (µg/l) 3
Agua para recreación (µg/l) -
Calidad de suelos (valores en µg/g peso seco) 0,8 (Uso agrícola)
2 (Uso residencial)
20 (Uso industrial)
Calidad de aire ambiental (valores en µg/m3) -

Tabla 17: Niveles guía de calidad de agua, suelo y aire para Hg.

Contaminación por metales de los sedimentos del Riachuelo


La cuenca Matanza-Riachuelo ocupa una superficie de 2.240 km2, área en
la que recorre 64 km (ocho corresponden al Riachuelo) antes de desembocar
en el Río de la Plata. Tiene una población de aproximadamente 3.500.000
habitantes. Abarca parte de la Capital Federal y once partidos de la provincia
de Buenos Aires (Marcos Paz, Gral. La Heras, Cañuelas, Merlo, Morón, Al-
mirante Brown, La Matanza, Esteban Echeverría, Lomas de Zamora, Lanús,
Avellaneda y Capital Federal). Sólo el 45 % de la población tiene cloacas

93
(1.700.000 personas utilizan pozos negros o cámaras sépticas) y el 65 % po-
see agua potable. Ver Figura 52.

Figura 52: Cuenca Matanza-Riachuelo.

El caudal mínimo promedio del Río, en ausencia de vertidos cloacales e


industriales, es de 250.000 m3 día-1. En su transcurso recibe el aporte de
368.000 m3 día-1 de aguas servidas domiciliarias y 88.500 m3día-1 de residuos
industriales. Los valores de oxígeno disuelto hallados en Puente La Noria y
hasta su desembocadura en el Río de la Plata son inferiores a 0,5 mgO2 l-1. De
las 800 empresas más contaminantes de la cuenca, el 10% son las responsa-
bles del 90 % del volcado de líquidos. El 51 % de la materia orgánica volcada
en el curso de agua corresponde a efluentes industriales.
La Tabla 18 muestra la firma espectral del agua del Riachuelo (intervalos
de variación de los parámetros fisicoquímicos presentados).

Parámetro Intervalo de valores Niveles guía establecidos para


la Cuenca del Plata
(Uso IV – Protección de la Vida Acuática)
Alcalinidad 400 a 500 mg l-1 CaCO3 No tiene valor de referencia
pH 7,5 a 8 6,5-8,5
Oxigeno Disuelto 0 mg/l en la desemboca- >5
dura

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DBO5 26,2 mg/l en la desembo- <3


cadura
Bacterias colif. Tot. 10000 NMP /100ml -
Cloruros 100 a 150 mg/l -
Sulfatos 200 a 300 mg/l -
Calcio 30 a 60 mg/l -
Magnesio 20 a 25 mg/l -
Sodio 300 a 400 mg/l -
Potasio 25 a 50 mg/l -
Conductividad 1500 a 2000 µS/cm -
Amonio 7,3 a 7,8 mg/l <0,02
Nitratos 0,23 a 0,63 mg/l -
Sulfuros 0,9 a 3,4 mg/l -
Arsénico 50 µg/L <50
Cadmio 0,2 µg/L <0,2
Cianuro 10 µg/L <5
Cromo total 36 µg/L <2
Mercurio 5 µg/L <0,1
Plomo 16 µg/L <1
Fenoles 10 µg/L <1
As 24 mg/ kg en sedimentos (20, Uso agrícola)
Cd 62 mg/ kg en sedimentos (3, Uso agrícola)
Cu 360 mg/ kg en sedimentos (150, Uso agrícola)
Hg 11 mg/ kg en sedimentos (0,8, Uso agrícola)
Pb 390 mg/ kg en sedimentos (375, Uso agrícola)
Cr 1390 mg/ kg en sedimentos (750, Uso agrícola)

Tabla 18: Calidad del agua del Riachuelo. En negrita se destacan los parámetros
que superan los niveles guía.

Los sedimentos (lodos) del lecho del Riachuelo se encuentran contamina-


dos con cromo, plomo y mercurio. Para el caso del primero, a la altura del
Puente Victorino de la Plaza, se encontró la máxima concentración de la
Cuenca, alcanzando valores de 7.000 mg/kg, los cuales están casi 10 veces
por encima del valores guía. La contaminación por cromo es el mayor pro-
blema del arroyo Morales y del Riachuelo, no así en el río Matanza.

95
Con respecto al Pb, a la altura del Puente la Noria se ha detectado el
máximo valor de toda la Cuenca. Las concentraciones halladas (alrededor
de1 600 mg/kg) superan en cinco veces el valor del nivel guía, hecho que
probablemente indique una fuente de contaminación puntual. La Cuenca Ma-
tanza-Riachuelo está contaminada con Pb, aunque esta no presenta el grado
de importancia que tienen las de Hg y Cr.
Finalmente, para el caso del Hg se ha encontrado que para los lodos del
arroyo Morales, la concentración supera ocho veces el nivel guía; encontrán-
dose el máximo de la Cuenca en los puentes Uriburu y Ferroviario Bryan,
donde los valores superan entre 15 y 17 veces el nivel guía.

Plomo en aire
En la localidad de Abra Pampa, Jujuy, se llevó a cabo una investigación epi-
demiológica sobre contaminación por Pb en relación con una fundición de Pb
ubicada en dicha ciudad. Los resultados mostraron que un 59 % de los niños de
Abra Pampa excedieron el límite de 15 ug/dl de Pb en sangre (nivel más bajo de
efecto adverso) y el 20% superaba los 25 ug/dl (umbral para el inicio de investi-
gaciones médicas). Las muestras de suelos mostraron una concentración prome-
dio de 3.800 ppm de Pb en cercanías de la fundición y de 50 ppm a 1 km de dis-
tancia (Banco Mundial, 1995).

3.5.1.8 Arsénico

El As se encuentra ubicado en el grupo 15 de la tabla periódica. Es capaz


de formar oxoaniones a los pHs encontrados en aguas naturales (6,5 – 8,5)
tanto en condiciones reductoras como oxidantes. Se presenta en la naturaleza
con los estados de oxidación –3, 0, +3, +5, pero en aguas naturales se encuen-
tran mayoritariamente los oxoaniones trivalentes (arsenitos, AsO33-) y penta-
valentes (arseniatos, AsO43-). Las formas orgánicas de As se producen a partir
de la actividad microbiológica. El potencial redox y el pH son los factores
más importantes que controlan la especiación del As (ver Figura 53).
El arsénico (As) es un metaloide (presenta propiedades intermedias entre
metales y no metales) que se encuentra en la atmósfera, el suelo, rocas, aguas
naturales y organismos. Se moviliza a través de una combinación de procesos
naturales, entre los cuales podemos mencionar: la meteorización, la actividad
biológica y las emisiones volcánicas. El hombre favorece su movilización a
través de la actividad minera, la combustión de combustibles fósiles, el uso
en pesticidas, herbicidas y como preservante en el tratamiento de maderas,
etc. Si bien su empleo como pesticida y herbicida ha decrecido en las últimas
décadas, su uso en la preservación de la madera es muy extendido.

96
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Figura 53: Vías de transformación del As en el ambiente.

La mayoría de los problemas ambientales asociados al As están vincula-


dos a su impacto en la salud y son el resultado de su movilización natural o
antropogénica en el ambiente.
El agua para consumo humano es la fuente natural de As que mayor efec-
to tiene sobre la salud, encontrándose las mayores concentraciones de este
contaminante en el agua subterránea.
Entre las enfermedades más graves provocadas por el As se encuentra el
Hidroarsenisismo Crónico Regional Endémico (HACRE), el cual produce
una serie de manifestaciones dermatológicas y viscerales. Entre sus efectos se
destacan las lesiones de cáncer de piel, vejiga, riñón, hígado y pulmón.
La legislación argentina ha adoptado para el As los niveles guía de cali-
dad de agua, suelo y aire que se presentan en la Tabla 19.

Abundancia y distribución
La concentración de As en aguas naturales varía en más de cuatro órdenes de
magnitud dependiendo de la fuente de la cual provienen. En condiciones natura-
les las mayores concentraciones de As se encuentran en aguas subterráneas como
resultado de la interacción agua-roca y las condiciones físicas y geoquímicas que
presentan los acuíferos para el transporte y acumulación del As.
El As entra en la atmósfera a partir de la erosión del viento, emisiones
volcánicas, volatilización a partir de los suelos, aerosoles marinos y polución,
regresando a la superficie terrestre como precipitación húmeda y seca. Se
estima que las fuentes antropogénicas del As atmosférico son alrededor del
70% del flujo global del As.
La línea de base para las concentraciones de As encontradas en el agua de
lluvia y en la nieve en zonas rurales es de 0,03 µg l-1. En zonas afectadas por
emisiones volcánicas, combustión del carbón y la actividad minera presentan
concentraciones de As más elevadas en las precipitaciones (0,5 µg l-1).

97
La línea de base para la concentración de As en ríos es de 0,1 – 0,8 µg l-1, pe-
ro en algunos casos puede sobrepasar los 2 µg l-1. Esta varía de acuerdo con la
composición del agua de recarga y la litología de la zona. Se encontraron concen-
traciones relativamente altas de As en áreas en las cuales los ríos sufren la des-
carga de aguas subterráneas, así como también por el ingreso de efluentes con
altos contenidos del mismo.
Las concentraciones encontradas en los lagos son muy cercanas a las en-
contradas en los ríos (< 0,1 µg l-1).
La concentración promedio de As en agua de mar presenta muy pequeñas
variaciones, siendo de aproximadamente 1,5 µg l-1. La concentración en los
estuarios es más variable debido a la mezcla de agua dulce y salada. Los va-
lores típicos encontrados son menores a 4 µg l-1.
En aguas subterráneas, la línea de base de concentración de As es menor a
10 µg l-1en la mayoría de los países. Sin embargo existen valores reportados
en la literatura que varían entre 0,5 y 5000 µg l-1 en distintas condiciones de
pH y potencial redox.
Se determinaron concentraciones elevadas de As en agua de poro extraída
de sedimentos no consolidados y también en aquellas con aportes de aguas geo-
termales, en condiciones anóxicas o de contaminación producida por activida-
des mineras.
A partir de la revisión de la evidencia acumulada de los efectos tóxicos y cró-
nicos del As en el hombre asociados al agua, las autoridades de distintos países
han establecido límites regulando su contenido. Por ejemplo, para el agua para
consumo humano, la World Health Organization (WHO), la Comisión Europea,
Japón, Canadá y EE.UU. fijaron como valor máximo permitido el de 10 µg l-1.

Protección de vida acuática (agua dulce y salobre superficial) 50 µg l-1


Protección de vida acuática, agua saladas superficiales 0,5 µg l-1
Aguas para irrigación 100 µg l-1
Aguas para bebida de ganado 500 µg l-1
Calidad de suelos, uso agrícola 20 µg peso seco-1
Calidad de suelos, uso residencial 30 µg peso seco-1
Calidad de suelos, uso industrial 50 µg peso seco-1
Calidad de aire ambiental 0,01

Tabla 19: Niveles guía de calidad de agua, suelo y aire para As.
El As se encuentra en aproximadamente 200 minerales en forma elemen-
tal, como arseniuros, sulfuros, óxidos, arseniatos y arsenitos. Algunos de los
minerales más comunes se presentan en la Tabla 20.

98
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Mineral Composición
As elemental As
Nicolita NiAs
Rejalgar AsS
Oropimento As2S3
Cobaltita CoAsS
Arsenopirita FeAsS
Tenantita (Cu,Fe)12As4S13
Enargita Cu3AsS4
Arsenolita As2O3
Claudetita As2O3
Scorodita FeAsO4.2H2O
Annaberita (Ni,Co)3(AsO4)2.8H2O
Hoernesita Mg3(AsO4)2.8H2O
Hematolita (Mn, Mg)4Al(AsO4)(OH)8

Tabla 20. Minerales en los que se puede encontrar el As.

La química del As es similar a la del azufre, por lo tanto, las concentra-


ciones más elevadas de As se encuentran en aquellos minerales que poseen
azufre siendo el más importante la arsenopirita. El As reemplaza al S en la
estructura cristalina de los minerales sulfurosos.
Se han encontrado altas concentraciones de As en óxidos minerales e
hidróxidos de metales (Fe, Mn) ya sea porque forma parte de su estructura crista-
lina o se encuentran adsorbidos sobre su superficie. También se encuentra adsor-
bido en las arcillas y en la superficie de la calcita, y minerales de fosfato.
El As puede sustituir al Si4+, Al3+, Fe3+ y Ti4+, en muchas otras estructu-
ras minerales.
La concentración de As en las rocas ígneas es relativamente baja (1,5 mg
Kg-1 en promedio). Las que tienen sílice en su composición tienen un conte-
nido de As mayor. Los vidrios volcánicos presentan concentraciones leve-
mente más altas con un promedio de 5,9 mg Kg-1. Las rocas volcánicas, en
especial las cenizas, están relacionadas con aguas con elevadas concentracio-
nes de As. En las rocas metamórficas, las concentraciones reflejan el conte-
nido del mismo en el material parental (rocas ígneas). La mayoría tiene un
promedio menor o igual a 5 mg Kg-1 (valores similares a los que se encuen-
tran en sedimentos) dependiendo esto de su textura y mineralogía.
En suelos, la línea de base de concentración de As es de 5 –10 mg Kg-1.
Los suelos de turbas y pantanos tienen concentraciones promedio de 13 mg

99
Kg-1 debido a la presencia de fases minerales de sulfuros estables en condi-
ciones reductoras. Sin embargo, la fuente dominante de As en los suelos es
geoquímica y depende de la concentración presente en el material parental y
de las descargas adicionales debido a la acción del hombre.
Finalmente, en la atmósfera la concentración de As es relativamente baja
y sólo se ve incrementada por emisiones industriales, combustión de combus-
tibles fósiles y la actividad volcánica. La concentración en áreas limpias está
alrededor de 10-5–10-3 µg m-3, encontrándose la mayoría del mismo en el ma-
terial particulado.

El As en la República Argentina
Las primeras manifestaciones patológicas del HACRE datan de principios
de siglo y fueron conocidas como la “enfermedad de Bell Ville”, ciudad don-
de se observó el mayor número de enfermos. El mejor conocimiento de esta
enfermedad y su tratamiento en distintos centros urbanos dieron la pauta de
que la zona afectada era mucho mayor, abarcando las provincias de Buenos
Aires, Córdoba, La Pampa, Santa Fe, Santiago del Estero, Chaco, Salta, Tu-
cumán, Catamarca, Formosa y San Luis.
En toda la zona de la llanura Chaco-Pampeana (centro y norte del país),
diversos autores han adjudicado el origen del arsénico en el agua subterrá-
nea a la presencia de ceniza y vidrio volcánico en los sedimentos loéssicos
de la región.
En la provincia de Catamarca se llevaron a cabo estudios que revelaron
altos contenidos de As en el agua en el Departamento La Paz y el Departa-
mento de Antofagasta de la Sierra donde se encontraron niveles de As en
aguas subterráneas con valores de entre 0,01 mg l-1 y 0,17 mg l-1.
En la región centro norte de la provincia de Buenos Aires, las variaciones
hidroquímicas espaciales pueden relacionarse con el modo de transporte y
deposición de la ceniza volcánica, el tipo y composición química y edad de la
erupción, así como también con la dinámica del agua subterránea y las condi-
ciones climáticas de cada sector.
En el noroeste de la provincia de Tucumán los valores de As encontrados
en aguas subterráneas se encuentran asociados a las cenizas volcánicas distri-
buidas en el loess.
En los Departamentos de La Banda y Robles de la provincia de Santiago
del Estero se detectaron casos de hidroarsenisismo desde el año 1983, y muer-
tes provocadas por ingesta de aguas con contenidos de As mayores que 1 mg l-
1
. Dado que existe un horizonte de cenizas volcánicas entre los 2 y 3,5 metros
de profundidad, el contenido de As en el agua ha ido aumentando como conse-
cuencia de quedar estas cenizas incluidas en la zona de saturación.

100
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En la provincia de Mendoza se encontró As en el agua de un oasis en el


Departamento de Lavalle. El estudio hidroquímico informó que la presencia
de As en el agua subterránea se debe a las cenizas volcánicas que acompañan
a los sedimentos aluviales de numerosas cuencas hidrográficas ubicadas en la
vertiente oriental de la precordillera.
En la Tabla 21 se muestran las zonas de As en nuestro país, su extensión
y concentración promedio.
2
Ubicación Área (km ) As (µg l-1)
SE de Buenos Aires 6.000 100-200
SE de Córdoba 10.000 19-3.810
N de La Pampa 8.000 As(III) = 4-215
As(V) = 4-5.280
Buenos Aires, Bahía Blanca 46.000 < 400
O de Chaco Local 100-800
S de Santa Fe 40.000 100-700
NE de Santiago del Estero Local 100-800
Santiago del Estero 1.800 10-4.800
Tucumán 4.300 > 50

Tabla 21: Concentración de As encontradas en aguas subterráneas de la República


Argentina. Adaptado de Czeiniczyniec, M., 2006, Estudios fundamentales de reten-
ción de As(V) en sólidos suspendidos y matrices de materiales biogénicos de HAP,
capítulo 1. Tesis DCyTM Q-UNSAM, en redacción.

En nuestro país al menos 1,2 millones de personas, predominantemente


de zonas rurales, dependen del agua de bebida proveniente de aguas subterrá-
neas con concentraciones de As que exceden los 0,05 mg l-1. Como se mostró
anteriormente, el área más afectada es la llanura Chaco-Pampeana donde cer-
ca del 18 % de los habitantes no satisfacen sus necesidades básicas. Alrede-
dor del 17 % de la población total vive en comunidades rurales con menos de
2.000 habitantes, mientras que el 12 % vive en zonas dispersas con menos de
50 habitantes. Los acuíferos subterráneos con altas concentraciones de As
son su única fuente de agua potable disponible durante todo el año.

101
3.5.2 Los contaminantes atmosféricos

3.5.2.1 Compuestos con azufre

Dióxido de azufre (SO2)


El SO2 es un gas incoloro y no inflamable que presenta un olor acre e irri-
tante a concentraciones superiores a 3 ppmv.8 Es 2,2 veces más pesado que el
aire, a pesar de lo cual se desplaza rápidamente en la atmósfera. Es un gas
inestable muy soluble en agua (11,3 g en 100 cm3 a 20 ºC). Su disolución
genera los iones SO3H- y SO3-2. La propiedad más notable del SO2 es su po-
der reductor. Debido a sus efectos nocivos y las concentraciones permitidas
de en aire están reguladas en la mayoría de los países.
Las principales fuentes naturales de emisión son las volcánicas, que con-
tribuyen con alrededor de un 20% al total de SO2 en la atmósfera. Estimacio-
nes globales aseveran que las emisiones naturales de SO2 representan sólo un
tercio de las emisiones totales siendo, por lo tanto, un gas cuya presencia en
la atmósfera está fuertemente incrementada por la actividad humana.
Las principales fuentes antropogénicas de emisión son:
(1) La producción energética y térmica, por el consumo de combustibles
que contienen azufre. Es un elemento que se encuentra presente en diversas
proporciones en una gran parte de los combustibles fósiles, tanto sólidos como
líquidos. En los combustibles, procede del azufre presente en las proteínas de la
materia viva (plantas y organismos marinos) que existieron en el pasado y que
al fosilizarse dieron origen al combustible. El carbón es el combustible con
mayor cantidad de azufre. En gas y petróleo, el S es prácticamente eliminado
durante el procesamiento de los mismos. De ahí que los vehículos que utilizan
combustibles a partir de petróleo refinado, no constituyen una fuente grave de
contaminación de SO2.
(2) Los procesos de elaboración industrial: la contaminación industrial por
SO2 procede a menudo de las operaciones de fundición. La mayor parte de los
metales utilizados en la naturaleza vienen en forma de compuestos que tienen
azufre, por ejemplo, el cobre (CuFeS2 y Cu2S), zinc (ZnS) y plomo (PbS). Estos
compuestos primarios sulfurosos se concentran y luego se queman en presencia
de aire, con el fin de convertir los sulfuros en óxidos, que se reducen con mayor
facilidad. Una reacción típica de esta categoría es:

2 ZnS + 3 O2 ↔ 2 ZnO + 2 SO2 (16)

8
Partes por millón en volumen.

102
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El SO2 no es estable en la atmósfera, debido a procesos de oxidación o depo-


sición, siendo su tiempo de residencia promedio de alrededor de 24 horas. La
oxidación, que da origen a otros compuestos, puede ocurrir por vía homogénea o
heterogénea (acuosa o en partículas) siendo más efectiva la oxidación hetero-
génea. El SO2 es llevado al suelo tanto como gas (deposición seca) o arrastrado
por la lluvia (deposición húmeda). En la superficie, se adsorbe en el suelo o agua,
en materiales, o se incorpora al metabolismo de plantas.

Trióxido de azufre (SO3)


Es un gas incoloro y muy reactivo que puede condensarse fácilmente hasta
formar un líquido (punto de ebullición 44,8 ºC). En condiciones normales no se
encuentra SO3 en la atmósfera debido a que reacciona rápidamente, con el vapor
de agua de la atmósfera, formando H2SO4. La combustión de cualquier sustancia
que contenga azufre producirá SO2 y SO3. La cantidad relativa de óxidos forma-
dos no depende significativamente de la cantidad de oxígeno presente (a diferen-
cia de los óxidos de carbono). El dióxido siempre se forma en cantidades superio-
res en las condiciones de cualquier combustión. La cantidad de SO3 producida
depende de las condiciones de la reacción, especialmente de la temperatura y
oscila entre el 1% y el 10% del total de ócidos producidos. El SO3 es considerado
un contaminante secundario debido a que resulta de la oxidación homogénea del
SO2 y la descomposición de los sulfatos presentes en los combustibles.

Sulfuro de hidrógeno (SH2)


Es un gas inflamable que se caracteriza por su olor nauseabundo (huevo
podrido). Una de las fuentes naturales de emisión es la descomposición de
materia orgánica. Los pantanos, turberas y lodazales son emisores de H2S-
Las erupciones volcánicas generan cierta cantidad de H2S, pero a nivel global
la fuente natural mayoritaria son los procesos de descomposición biológica.
Entre las fuentes antropogénicas de emisión figuran las combustiones mal
reguladas, pues cuando éstas se efectúan con defecto de oxígeno, el azufre de
los combustibles fósiles se transforma en H2S. También se produce durante
procesos industriales como procesado del papel, plantas de agua residuales,
hornos de coquería y fabricación de acero (ver Tabla 22).
Una vez en la atmósfera, el H2S se oxida rápidamente a SO2 por el oxíge-
no atómico y molecular, y por el ozono.

103
Origen Flujo (Tg/a)* Sumideros Flujo (Tg/a)
Decaimiento biológico 32 Lluvias -43
Volcanes 3 Deposición seca -28
Sales marinas 44 Océanos -73
Antropogénico 65
Total 144 Total -144

Tabla 22: Balance global del S atmosférico (en cualquiera de sus formas químicas).
Tg/a= 1015 g de S emitidos por año.

3.5.2.2 Compuestos del nitrógeno

Entre los compuestos más importantes de este grupo sobresalen los óxi-
dos de nitrógeno y el amoníaco. El nitrógeno forma óxidos en sus distintos
estados de oxidación de los que sólo el óxido nitroso (N2O), el óxido de ni-
trógeno (NO) y el dióxido de nitrógeno (NO2) aparecen en concentraciones
apreciables en la atmósfera.

Óxido nitroso (N2O)


Es el llamado gas de la risa. Es un gas incoloro, producido mayoritaria-
mente por causas naturales por los microorganismos del suelo que provocan
la degradación del nitrógeno de las proteínas (bacterias en suelos). Si bien se
produce industrialmente para ser empleado como anestésico, es inerte quími-
camente a temperatura ambiente y no es un contaminante pero sí un gas de
efecto invernadero Sólo cuando llega a la estratosfera, se elimina a causa de
reacciones de fotodisociación.

Óxido nítrico y dióxido de nitrógeno (NOx)


En la atmósfera, ambos compuestos están relacionados pues parte del NO2
proviene de la oxidación del NO. Es por ello que, si bien tienen distintas pro-
piedades químicas, para el análisis de los contaminantes en aire, suele hablarse
de concentraciones de NOx (la suma de ambas concentraciones).
El NO es un gas incoloro, no inflamable no tóxico e inodoro. El NO2 es
un gas pardo-rojizo. No es inflamable pero sí tóxico y se caracteriza por un
olor muy asfixiante.
El NO se produce en la naturaleza, por procesos biológicos, combustiones
y por fijación del N2 al O2 atmosférico en el ciclo del nitrógeno. Las emisio-
nes naturales de NO2 tienen su principal origen en las descomposiciones bio-
lógicas. Estas emisiones naturales producen lo que se denomina concentra-
ción de fondo de NOx que algunos cálculos estiman es inferior a 10 µg/m3.

104
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El origen antropogénico principal de NOx es la combustión a alta tempe-


ratura de los combustibles fósiles aunque también se emiten a partir de fábri-
cas de compuestos nitrogenados, fertilizantes y explosivos.
El NO es un contaminante primario y se forma en los procesos de combustión
a alta temperatura, cuando el oxígeno y el nitrógeno atmosférico, se disocian a
esas temperaturas y dan lugar a la siguiente reacción endotérmica:

N2 + O2 → 2 NO (17)

La reacción continúa hasta alcanzar el equilibrio químico, que depende de va-


riables tales como: temperatura, concentración de cada gas y movimiento de la
mezcla de gases por las zonas con diferentes temperaturas, presiones y concen-
traciones. Si el efluente de la combustión, que contiene NO, se enfría lentamente
a medida que es emitido, el NO vuelve a convertirse en N2 y O2. Cuando a la
combustión le sigue un rápido enfriamiento, el equilibrio no se produce y se man-
tienen elevadas las concentraciones de NO en los gases de emisión.
Inmediatamente después de emitidos los efluentes a través de chimeneas, tu-
berías, etc., y antes que se dispersen, existen elevadas concentraciones y tempera-
turas por lo que una parte del NO presente se oxida a NO2. Esta fracción puede
variar entre el 0,5 % y el 10% de los NOx totales generados. En las concentracio-
nes presentes en la atmósfera esta reacción es lenta y no se produce en forma
apreciable, salvo en episodios de alta contaminación.
El NO2 juega un papel muy importante en la fotoquímica de la baja atmósfe-
ra: La radiación solar que llega a la troposfera tiene preponderantemente longitu-
des de onda que corresponden al visible, entre 400 y 700 nm), y a una parte de la
radiación ultravioleta de longitud de onda superior a 290 nm. Por lo tanto, las
especies absorbentes de radiación que interesan, desde el punto de vista de la con-
taminación del aire, son aquellas que absorben en la región del espectro com-
prendida entre 300 y 400 nm. Ninguno de los contaminantes primarios, SO2, NO
o CO, absorben cantidades apreciables de radiación solar en las longitudes de
onda típicas de la baja atmósfera. Únicamente NO2, lo hace en cantidades impor-
tantes. Cuando éste absorbe radiación de longitudes de onda menores de 370 nm,
se descompone según la reacción:

NO2 + hν NO + O

Entre 300 y 370 nm, se disocian un 90% de las moléculas de NO2. Por
encima de los 370 nm, el porcentaje decrece rápidamente y si la longitud de
onda es superior a 420 nm no se produce disociación, sino fluorescencia y/o
desactivación.

105
El principal proceso responsable de la eliminación de NOx de la atmósfera
es la conversión de los óxidos en ácido nítrico (HNO3) que es luego elimina-
do de la atmósfera en forma de nitratos con la lluvia.

Amoníaco (NH3)
Es un gas incoloro, de olor característico. El umbral de olor en aire está
entre 1 ppmv (0,8 mg m-3) y 5 ppmv. No existe ninguna evidencia de efectos
cancerígenos o genotóxicos. La llamada dosis ECNC (Environmental Dosis of
No Concern), que determina cuándo es tóxica su concentración, es de 180 mg
m-3. Sólo existe riesgo ante exposiciones agudas debidas generalmente a acci-
dentes (ceguera temporaria, daños oculares, irritación de la glotis). El umbral
para efectos irritantes es 16 mg m-3 a 50 mg m-3, mientras la concentración
letal estimada para el hombre es 5000 mg m-3.
Las fuentes naturales de emisión están conectadas con la actividad bioló-
gica. En particular, la descomposición de sustancias vegetales y animales
libera cantidades apreciables de amoníaco. La actividad humana también
genera amoníaco, como por ejemplo los procesos de elaboración industrial
(plantas de fertilizantes, ácido nítrico, fábricas de productos orgánicos, ver
Tabla 23).
En el aire, la concentración de amoníaco es muy baja. Los niveles eleva-
dos encontrados se deben a escapes accidentales de origen industrial.
El NH3 reacciona en la atmósfera con agua para formar NH4+, tanto en fa-
se gaseosa como líquida. También es oxidado a NO3.

Fuente Tg de N/año
Combustión fósil 21 (14-28)
Quema biomasa 12 (4-24)
Rayos eléctricos 8 (2-20)
Bacterias del suelo 8 (4-16)
Oxidación de NH3 0-10
Procesos biológicos o fotolíticos en océanos 1
Estratósfera 0,5
TOTAL 25-99
Sumideros: remoción húmeda 12-42
Remoción seca 11-22
23-64

Tabla 23: Balance de los NOx.

106
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3.5.2.3 Compuestos de carbono

Los compuestos inorgánicos más importantes del carbono son el monó-


xido de carbono (CO) y el dióxido de carbono (CO2). El 99% del carbono en
la atmósfera está bajo la forma de CO2.

Dióxido de carbono (CO2)


Es un gas incoloro, inodoro, químicamente inerte a temperatura ambiente
y más denso que el aire. No es considerado un contaminante, por ser un com-
ponente de la atmósfera. Sin embargo, las actividades del hombre han produ-
cido un aumento de su concentración promedio. Este aumento está ligado a
potenciales modificaciones climáticas por ser un gas de efecto invernadero
debido a su absorción de la radiación infrarroja terrestre. El incremento de su
concentración sí puede ser considerado como contaminación.
Su fuente natural de emisión es principalmente la respiración de la biota.
La quema de combustibles fósiles, para la producción de energía, calefacción
y el transporte es la principal fuente antropogénica de CO2 debido a que es el
producto final de toda combustión completa de compuestos carbonosos.
En la atmósfera, la fotosíntesis de las plantas verdes y la absorción oceá-
nica son los principales mecanismos de remoción. El CO2 es soluble en agua
encontrándose la mayor reserva del mismo en los océanos. La velocidad de
intercambio del CO2 atmosférico con la gran reserva del océano es relativa-
mente lenta, y su solubilidad está limitada por la gran cantidad de carbonatos
y bicarbonatos. Es por ello que un gran aumento de la presión parcial de CO2
en la atmósfera se refleja en un incremento relativamente pequeño de la con-
centración del CO2 oceánico (un aumento de un 10% de la presión parcial del
CO2 atmosférico conduce a un incremento de sólo un 0,6% de la concentra-
ción de CO2 en el mar).

Monóxido de carbono
El CO es el contaminante del aire más ampliamente distribuido y abundante
de los que se encuentran en la capa inferior de la atmósfera. Es un gas a todas las
temperaturas superiores a su punto de ebullición (192 ºC), es incoloro, inodoro e
insípido. Presenta una densidad del 96,5% de la del aire y no es apreciablemente
soluble en agua. Sus efectos perjudiciales a la salud provienen de la formación de
carboxihemoglobina. Los glóbulos rojos de la sangre tienen mayor afinidad con
el CO que con el O2 y esto produce una menor oxigenación del organismo.
El origen natural mayoritario del CO atmosférico es la oxidación del me-
tano (CH4) y, puesto que gran parte esté de la atmósfera se produce por des-

107
composición anaeróbica de la materia orgánica, cabe afirmar que estos proce-
sos constituyen una fuente natural de CO.
La formación del CO natural transcurre en dos etapas:

• Oxidación de CH4 a formaldehído por radicales hidróxilos (OH).


• Fotólisis del formaldehído.
Puesto que la oxidación del metano se inicia por radicales hidróxilo, para
que se produzca la reacción se necesita una fuente de OH, especie que se
forma en la descomposición fotoquímica del ozono y posterior reacción del
oxígeno atómico con el vapor de agua.

O3 + hν → O2 + O (19)

O + H2O → 2 OH (20)

La importancia del ozono en la reacción inicial de oxidación del CH4 explica


el que esta fuente de CO se considere como de naturaleza fotoquímica.
Los océanos constituyen la segunda gran fuente de CO atmosférico. Las
algas y otras fuentes biológicas aportan cantidades sustanciales de CO a las
aguas superficiales. Éste se libera luego a la atmósfera.
La formación de CO antropogénico es, generalmente, el resultado de al-
gunos de los siguientes procesos:

(1) Combustión incompleta del carbono o de compuestos que los contengan.


Este proceso tiene lugar cuando el oxígeno disponible es inferior a la can-
tidad necesaria para una combustión completa que es la que produce CO2. De
forma simplificada, las reacciones del C presente en el combustible con el O2
del aire sigue los siguientes pasos:

2C + O2 2 CO (21)

2 CO + O2 2 CO2 (22)

La primera reacción es diez veces más rápida que la segunda, de manera que
el CO es un producto intermedio en la reacción total de combustión. Pero es un
producto final si hay déficit de oxígeno en las inmediaciones del carburante,
hecho que también sucede cuando el aire y el combustible están poco mezclados.

(2) Reacción a elevada temperatura entre el CO2 y materiales que contie-


nen carbono

108
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La reacción implicada en este proceso es:

CO2 + C 2 CO (23)

Es una reacción que tiene lugar con rapidez a elevadas temperaturas, co-
munes en muchos mecanismos industriales, como los altos hornos. El CO
desprendido allí actúa como agente reductor en la producción de hierro a par-
tir de minerales de óxido de hierro. No obstante, puede escapar cierta canti-
dad de CO a la atmósfera y actuar como contaminante.

(3) Disociación del CO2 a temperaturas altas


El CO2 y el CO se encuentran en equilibrio a elevadas temperaturas, se-
gún la ecuación:

CO2 ↔ CO + O (24)

Las temperaturas elevadas favorecen la producción de CO y O. Por ejem-


plo, a 1745 ºC se obtiene el 1% de disociación del CO2 en CO y O y este por-
centaje se eleva al 5% a 1940 ºC.
La concentración de CO en el aire depende de la tasa de emisión a la atmósfe-
ra y de las tasas de dispersión y eliminación. En las zonas urbanas, los motores
de combustión interna del transporte son la fuente más importante de emisión.
Existen mecanismos naturales de remoción del CO atmosférico. A pesar
de la continua descarga de CO a la atmósfera, los niveles ambientales prome-
dio de CO han cambiado muy poco lo que evidencia la eficiencia de los pro-
cesos naturales que eliminan el mismo de la atmósfera.
Los posibles mecanismos de eliminación de CO son los siguientes:

(1) Reacción de CO con los radicales hidróxilo (OH) en la troposfera:

CO + OH → CO2 + H (25)

Esta reacción se da fácilmente en regiones de intensa actividad fotoquímica.

(2) Migración a la estratosfera y reacción con OH


La eficacia de la estratosfera como sumidero químico de CO depende del
ritmo al cual el CO puede ser transportado hasta la estratosfera. Las medidas
del perfil vertical de la concentración de CO indican que ésta permanece
aproximadamente constante a través de la troposfera, con una disminución
brusca en la estratosfera por encima de la tropopausa para permanecer cons-
tante, pero con una concentración inferior, en el resto de la estratosfera.

109
(3) Eliminación del CO en el suelo
El CO puede ser descompuesto en la superficie de la Tierra por mecanis-
mos biológicos, habiéndose identificado catorce especies de hongos como
agentes activos. Experimentos con CO marcado radiactivamente indican que
el proceso de eliminación implica la oxidación del CO a CO2.
Los suelos cultivados son menos efectivos en la eliminación de CO que
los cubiertos por vegetación natural. La diferencia se atribuye a la carencia
relativa de materia orgánica de los primeros respecto a los suelos naturales.
Los suelos tropicales son los más activos, mientras que los desérticos los me-
nos, en cuanto a eliminación de CO. Las plantas superiores poseen, asimis-
mo, capacidad de absorción de CO. Por tanto, la captación biológica del CO
es un factor muy importante para la reducción de las concentraciones de CO
troposférico en las proximidades de la superficie terrestre.

3.5.2.5 Smog fotoquímico y ozono

En muchas ciudades el principal problema de contaminación es el llama-


do smog fotoquímico. El origen de este término puede rastrearse en los co-
mienzos del siglo XIV, pues el carbón era el combustible principal y la pre-
sencia de humos era un grave problema atmosférico. Smog es una palabra
originada en Londres, Inglaterra (smoke-fog) donde las condiciones meteoro-
lógicas eran particularmente propicias para el desarrollo de episodios de con-
taminación.
Actualmente, se denomina smog a una mezcla de contaminantes de origen
primario (NOx e hidrocarburos volátiles) con otros secundarios, entre los cuales
se destaca el ozono (O3). Esta mezcla oscurece la atmósfera dejando un aire
teñido de color marrón rojizo, cargado de componentes dañinos para los seres
vivos y los materiales. Aunque prácticamente en todas las ciudades del mundo
hay problemas con este tipo de contaminación, es especialmente importante en
las que están en lugares con clima seco, cálido y soleado, y tienen muchos ve-
hículos. El verano es la peor estación para la formación de smog. Este problema
se ve agravado en ciudades como Los Ángeles (EE.UU.) o Santiago (Chile)
donde se establecen frecuentemente condiciones meteorológicas (inversiones
térmicas atmosféricas) que dificultan la ventilación vertical.
Las reacciones fotoquímicas que originan este fenómeno suceden cuando
la mezcla de óxidos de nitrógeno e hidrocarburos volátiles emitida por los
automóviles y el oxígeno atmosférico reaccionan, inducidos por la luz solar,
en un complejo sistema de reacciones que acaba formando ozono.
El ozono es un gas de color azulado que tiene un fuerte olor. Es altamente
reactivo e inestable, pudiéndose sentir su olor después de las tormentas eléc-

110
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tricas, ya que es uno de los mecanismos de formación. Cumple dos papeles


totalmente distintos según se encuentre en la estratosfera o en la troposfera.
El ozono estratosférico es imprescindible para que la vida se mantenga en
la superficie del planeta porque absorbe radiación en la zona del espectro
electromagnético correspondiente al ultravioleta B (UVB) entre 280 y 320
nm, la cual es perjudicial para la salud y produce además daños mutagéni-
cos. Conviene mencionar que la radiación ultravioleta C (UVC) comprendida
entre 200 y 280 nm no llega a la troposfera, pues es absorbida en la disocia-
ción del N2 y el O2 en la estratosfera.
El ozono troposférico se forma debido a causas antropogénicas por reac-
ciones inducidas por la luz solar en las que participan, principalmente los
óxidos de nitrógeno y los hidrocarburos presentes en el aire. Tiene también
un origen natural por procesos biogeoquímicos. En las atmósferas limpias
aparece en concentraciones traza.
La formación del smog fotoquímico requiere de: luz solar, NOx, COV y
temperaturas superiores a los 18 °C.
Las concentraciones de los óxidos de nitrógeno y el ozono están determi-
nadas por el constante intercambio químico dado por las ecuaciones 18, 19 y
26, en las que la longitud de onda de la radiación solar absorbida, hν, es infe-
rior a 370 nm.
NO + O3 → NO2 + O2 (26)
La intervención de radicales orgánicos volátiles (R) permite la formación
de NO2 por un camino alternativo, tal cual se muestra en la ecuación 27.

NO + RO2 → NO2 + otros productos (27)

Como resultado, estos compuestos orgánicos volátiles, principalmente


producidos por los automóviles incrementan la presencia de NO2 y permiten
que se produzcan elevadas concentraciones de ozono. El NO2 también reac-
ciona con diversos radicales para producir otros compuestos tóxicos.
Si alguno de los cuatro integrantes (NOx, COV, O2 y luz solar) no está
presente, las concentraciones de ozono disminuyen. En las grandes ciudades,
a la hora de mayor tráfico y en días claros y tibios se dan estas condiciones y
la ciudad aparece envuelta en una bruma rojiza (por la presencia del NO2) y
una atmósfera altamente oxidante que causa serios daños ambientales.

3.5.2.6 Sustancias tóxicas

Las sustancias tóxicas en la atmósfera (incluidos en las llamadas sustan-


cias peligrosas) son aquellos contaminantes que son reconocidos o sospecha-

111
dos de causar cáncer, o bien sus efectos son acumulativos o pueden causar da-
ños genéticos. La identificación exacta de los mismos es un proceso en continua
revisión. La EPA9 identifica 188 contaminantes atmosféricos tóxicos cuya enu-
meración y descripción se puede consultar en el sitio correspondiente:
http://www.epa.gov/ttn/atw. Los ejemplos de contaminantes tóxicos incluyen
benceno –que se encuentra en la nafta–; percloroetileno –que se emite por solven-
tes usados durante procesos de limpieza secos– y cloruro de metileno que se usa
como solvente y removedor de pintura. Otros tóxicos de esta lista incluyen dioxi-
nas, asbestos, tolueno, y metales como cadmio, mercurio, cromo, y compuestos
de plomo. Veremos someramente algunos de estos grupos.

El asbesto
El asbesto (o amianto), mal conductor de la electricidad, es un mineral fi-
broso y no combustible. Estas cualidades lo convirtieron en un elemento ideal
para diversos materiales de construcción, por ejemplo: dispositivos de aisla-
miento de habitaciones, cubrimientos para techos y productos de cemento,
recubrimientos de frenos y hasta ropa. Está presente en el aire como material
particulado en suspensión. Las características fusiformes de los asbestos lo
hacen particularmente hábil para llegar al nivel alveolar. También su efecto
se acentúa ya que no sólo constituye un potente tóxico pulmonar, sino que
también ejerce un fuerte efecto potenciador de otros factores carcinogénicos.
La exposición al asbesto es más común en su extracción y procesamiento, así
como en el uso de materiales de construcción y demolición de estructuras que
lo contienen.

Los halógenos y sus compuestos


Los elementos clasificados como halógenos son el flúor, el cloro, el bro-
mo y el yodo. A menudo se combinan con el carbón para formar una clase de
compuestos orgánicos halogenados (un grupo de productos químicos suma-
mente diverso y tóxico) con diversos usos industriales y domésticos. Los pro-
ductos finales incluyen plásticos, plaguicidas, solventes y otros productos
químicos. Algunos de los compuestos halogenados más comunes son el cloro
(Cl2), el fluoruro de hidrógeno (HF), tetracloruro de carbono, el cloroformo,
el percloroetileno, el fosgeno, el tricloroetileno y el cloruro de vinilo.
Su intervención en los compuestos fluocarbonados (CFC) contribuye a la
destrucción de la capa de ozono estratosférica. El HCl (cloruro de hidrógeno)
es un factor condicionante de la lluvia ácida y además es un contaminante
muy común emitido por una variedad de industrias

9
Environmental Protection agency de EE.UU.

112
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3.5.2.7 Partículas

Los contaminantes atmosféricos que no están en forma de gas se denomi-


nan con el nombre genérico de partículas o material particulado en suspen-
sión (MP). Comprenden todos los compuestos químicos en forma sólida o
líquida con excepción del agua pura.
En este tipo de contaminantes es importante analizar el tamaño, la forma
y la composición química. El diámetro aerodinámico es el parámetro gene-
ralmente empleado para expresar tamaño y depende de la forma y también de
la distribución de la densidad de la partícula (ver Figura 54).

d
d

Figura 54: Diámetro aerodinámico de partículas atmosféricas y fuerzas aplicadas


sobre las mismas.

Las partículas están afectadas por la fuerza peso (P) y por el empuje
hidrodinámico del aire circundante (E). Este empuje es proporcional a la ve-
locidad pero tiene un valor límite que puede ser igual o inferior al peso. En el
primer caso se alcanza una velocidad límite de caída. A modo de ejemplo en
la Tabla 254 se presentan los datos de velocidad límite (vs) para partículas de
densidad de 1g cm-3 (agua).

d(µ m) 1 5 10 50
vs (cm s-1) 0,004 0,08 0,03 8

Tabla 24: Velocidad límite para partículas de densidad de 1 g cm-3.

Las partículas de diámetro superior a 10 µm, en condiciones de calma atmos-


férica, se depositan por acción de la gravedad en tiempos relativamente cortos
pues tienen velocidades de unos centímetros por segundo. Estas partículas consti-
tuyen la materia sedimentable (MPS), conocida con el nombre genérico de polvo.

113
Las partículas de diámetro inferior a 10 µm no sedimentan fácilmente y
forman en el aire suspensiones estables dotadas de movimiento browniano. Se
denominan con el nombre de partículas en suspensión o aerosoles. Los térmi-
nos aerosol y partícula en suspensión se utilizan a veces indistintamente pues lo
aerosoles se definen como dispersiones de sólidos o líquidos en un medio ga-
seoso. Las palabras neblinas, humo y emanación tienen razones históricas; las
neblinas están compuestas por gotas de líquidos, en suspensión; los humos
usualmente consisten en partículas de hollín producidas por combustión, y las
emanaciones son vapores condensados de sustancias tanto orgánicas como me-
tálicas. Una vez que están en la atmósfera, su tamaño, número y composición
química puede variar por diferentes mecanismos, hasta que finalmente los aero-
soles son eliminados por procesos naturales. Estos diferentes mecanismos actú-
an en mayor o menor medida dependiendo del tamaño de los aerosoles, aunque
globalmente el tiempo de vida medio de los aerosoles en la troposfera es bajo, y
como máximo de una semana. Cuando la emisión de los aerosoles se produce
cerca del suelo, los mecanismos de eliminación más importantes son los de tipo
mecánico: impacto y deposición sobre superficies o sobre el propio suelo. Sin
embargo, en emisiones por encima de los 100 m suele ser más importante el
mecanismo de arrastre húmedo.
La forma de la partícula casi define la fase física que presentan. Si las par-
tículas están en fase líquida la forma es esférica, sí están en fase sólida, po-
seen formas muy variables, raramente esféricas. El tamaño está relacionado
con los mecanismos de formación. Existen dos procesos básicos de forma-
ción de aerosoles: por reacciones químicas en fase heterogénea a partir de
compuestos gaseosos, y por generación mecánica.
Las partículas pueden tener origen primario o secundario. Las primarias
son aquellas emitidas directamente por las fuentes en forma de partícula, tales
como el polvo desprendido de materiales en almacenamiento abierto o las
partículas de humo emitidas por una chimenea. Las secundarias consisten en
partículas producidas en la misma atmósfera a causa, por ejemplo, de reac-
ciones químicas donde compuestos gaseosos pueden condensarse en forma
de partículas. Las partículas primarias son de todos los tamaños, en cambio
las secundarias son principalmente muy pequeñas.
Las fuentes naturales más importantes de partículas primarias incluyen el
polvo levantado por el viento, el aerosol marino, los volcanes y los incendios
de bosques. Las fuentes naturales secundarias incluyen los ciclos del C, S y
N, cuyos compuestos en fase gaseosa pueden reaccionar con vapor de agua y
condensarse en partículas. Por ejemplo, la oxidación de H2S y SO2 para pro-
ducir aerosoles. Alrededor de un 50% del H2S y del SO2 presentes en la at-
mósfera son finalmente transformado en sulfato en tiempos del orden de una

114
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semana. La vegetación emite grandes cantidades de hidrocarburos, en parti-


cular compuestos del tipo de los terpenos. Una vez introducidos en la atmós-
fera, estos hidrocarburos toman parte en las reacciones fotoquímicas, produ-
ciendo una gran cantidad de partículas pequeñas (diámetro inferior a 0,1 µm).
Se estima que estas nubes de partículas son las responsables de las nieblas
azuladas observadas en los bosques.
Las fuentes antropogénicas primarias de partículas resultan de los resi-
duos del quemado de combustibles, procesos de elaboración industrial, tráfi-
co automotor, incineración de residuos, etc.
Desde el punto de vista de la salud, interesan las partículas con diámetros
aerodinámicos menores a 10 µm, pues son las únicas que llegan al pulmón.
Además, se suelen distinguir las que tienen diámetros menores a 2,5 µm pues
llegan hasta el interior de los alvéolos pulmonares. A estas últimas se las lla-
ma partículas finas. La separación general entre partículas finas y gruesas es
importante pues:

Sus fuentes de emisión son distintas.


Son eliminadas de la atmósfera por distintos mecanismos.
Tienen distinta composición química, dado que determinados compuestos
tienen tendencia a formar aglomerados de mayor tamaño que otros.
Requieren técnicas de control y mitigación distintas.

Algunas propiedades de los aerosoles


El aerosol natural consta de:
Partículas de polvo levantadas por el viento con un diámetro superior
a 0,5 µm. Constituye la fracción mayoritaria en cuanto a masa del ae-
rosol atmosférico (44% de las emisiones globales a nivel terrestre). La
mayor emisión a escala global de este tipo de partícula se produce en
regiones áridas o semiáridas. La composición química de estas partí-
culas varía de una región a otra dependiendo de las características y
composición de los suelos. En general se observa la presencia de los
elementos de Ca, Si, Mg y Al.
Partículas muy pequeñas (diámetro < 0,4µm) resultantes de reacciones fo-
toquímicas entre el ozono y los hidrocarburos emitidos por la vegetación.
Partículas muy pequeñas resultantes de reacciones fotoquímicas en las
que intervienen gases tales como O2S, SH2, NH3 y O3.
Partículas emitidas por las erupciones volcánicas.

115
Partículas provenientes de la evaporación del agua del mar y que tie-
nen esencialmente la composición de la sal NaCl y un diámetro supe-
rior a 0,5 µm.

Los aerosoles artificiales se componen de:


Partículas sólidas formadas durante procesos de combustión y emiti-
das directamente (con alto contenido de carbón) (humos).
Partículas con un diámetro inferior a 0,5 µm resultantes de reacciones
químicas secundarias en las que intervienen hidrocarburos, sin quemar
o parcialmente quemados y óxidos de nitrógeno.

Los aerosoles carbonáceos


o La característica común es la presencia de C en su composición. Para su
estudio, se distingue generalmente entre carbono elemental (EC) y mate-
ria orgánica (OM), y se expresa la masa de carbono total (TC) como la
suma de OM + EC. Los compuestos de carbono orgánicos, por otra parte,
pueden ser emitidos directamente a la atmósfera (por fuentes naturales y
antropogénicas) o formarse por condensación de compuestos orgánicos
volátiles (COVs, también de origen natural o antropogénico).
o La emisión de compuestos orgánicos de origen natural se produce
esencialmente a través de la vegetación, la superficie de los océanos y
los suelos, y puede dar lugar a partículas tanto primarias como secun-
darias en la atmósfera.
o El material particulado carbonoso primario de origen antropogénico,
por el contrario, tiene su principal fuente en la generación eléctrica
(procesos de combustión). Dentro de las ciudades es necesario desta-
car las emisiones del tráfico, y en especial las de los vehículos diesel,
cuya contribución a los niveles de materia carbonosa es cinco veces
superior a la de los motores de nafta. Sin embargo, también emiten los
motores nafteros antiguos y los motores durante su arranque en frío.
o Las partículas de carbono antropogénico de origen secundario,
aproximadamente el 50% proviene de la evaporación de nafta y las
emisiones de los vehículos. Asimismo, contribuyen a los niveles de
OM la fabricación y manipulación de pinturas y disolventes.

116
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FUENTE EMISIONES (Tg/año)


Erosión de suelos y rocas 50-250
Incendios de bosques 1-50
Sales marinas 300
Volcanes 25-150
Partículas formadas a partir de emisiones gaseosas natura-
345-1100
les de H2S, NH3, NOx e HC
TOTAL 721-1850

Tabla 25: Estimación global para material particulado de diámetro menor a 20 µm.

3.5.3 Nutrientes

Elementos o compuestos químicos necesarios para el metabolismo de los


organismos, su crecimiento y funcionamiento. Algunos de ellos son conside-
rados esenciales pues los organismos no pueden sintetizarlos y deben ser
provistos por el medio. En el caso de referirnos a nutrientes en agua y suelos,
pensamos en los necesarios para el desarrollo de los productores primarios
(organismos fotosintéticos). Estos incluyen al P, N, Mg, Fe, S, K y Ca. Sin
embargo, estos elementos en concentraciones no adecuadas pueden provocar
un impacto adverso a la calidad del agua debido a su capacidad de promover
el crecimiento de plantas y algas (pudiendo derivar en el proceso denominado
eutrofización) o bien afectar la salud.
En general, los responsables de desencadenar este proceso son el P y el N
(macronutrientes) a través de sus especies químicas estables en agua: amonio,
nitritos, nitratos y ortofosfatos.
Las fuentes de N y P son variables, tanto naturales como antropogénicas.
Respecto de estas, podemos mencionar a los fertilizantes nitrogenados (urea,
uan y can) y fosforados, detergentes, solventes industriales (HNO3 y H3PO4),
estiércoles de ganado, deshechos cloacales, etc. N y P llegan a las aguas su-
perficiales (ríos, lagos) y subterráneas por descarga directa o percolación del
agua de lluvia en el suelo.
Efectos agudos: niveles altos de nitratos en agua para consumo humano pue-
den llegar a causar hasta la muerte. En el caso de chicos, se debe a la conversión
de nitrato a nitrito en el organismo, lo cual puede interferir en su capacidad de
transporte de oxígeno hacia la sangre (metahemoglobinemia). Esta puede ser una
condición aguda en la cual la salud se deteriora rápidamente en un período de
días. Los síntomas incluyen falta de aire y la piel toma un color azulado.

117
Efectos crónicos: los nitratos y nitritos tienen el potencial de causar diure-
sis y aumentar depósitos de almidón.

3.5.3.1 Un problema ambiental y de salud pública: la contaminación


de los acuíferos del Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA)

El acuífero Puelches en el Área Metropolitana de Buenos Aires ha sido


intensivamente explotado para el abastecimiento del conurbano bonaerense.
El aprovechamiento creció hasta la sobre-explotación, provocando una inver-
sión generalizada del flujo natural del agua subterránea. A mediados de los
años 80, la situación resultante se traducía en una intrusión salina a lo largo
de la zona costera del río de la Plata y contaminación con aguas cloacales del
área metropolitana desde los ríos y valles. Lo anterior se ha agravado por
fenómenos de filtración vertical de las aguas contaminadas, con alto conteni-
do de organismos patógenos, nitratos y arsénico.
En la Capital Federal y el conglomerado urbano de Buenos Aires, durante
los últimos 30 años, más de 500 pozos de abastecimiento de agua potable
tuvieron que ser retirados de servicio a causa de problemas de calidad provo-
cados por una explotación irracional del acuífero. Ello obedeció a los eleva-
dos contenidos de nitratos por pozos ubicados en zonas agrícolas, la saliniza-
ción por sobre-explotación y la contaminación industrial) (ver Figura 55).
Se trata del problema más severo de contaminación que debe ser atendi-
do prioritariamente en el AMBA. El número de personas afectadas es alto,
al igual que sus efectos sobre los niveles de menores ingresos. El impacto
sobre la salud es moderado a alto y la irreversibilidad es alta (Banco Mun-
dial, 1995).

118
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Figura 55: Problema de la contaminación de las aguas subterráneas


que abastecen el Área Metropolitana de Buenos Aires.

La sustitución del agua subterránea por el agua del Río de la Plata para el
abastecimiento de la zona metropolitana, aunque parcial y escalonada, ha
provocado el fenómeno inverso: la reaparición de la capa freática donde
había prácticamente desaparecido, con niveles que subieron hasta menos de
1m de profundidad, creando la saturación de pozos sépticos domiciliarios, el
anegamiento de sótanos, cocheras, túneles y depósitos subterráneos, así como
algunos efectos adversos sobre las fundaciones de edificios y otras obras.
Los costos ambientales, originados por la sobre-explotación de las aguas sub-
terráneas, seguida por el abandono de los pozos y la subida de la capa freática
incluyen: los costos del aprovechamiento de otra fuente del recurso para sus-
tituir a las aguas subterráneas del Puelches, y el costo del anegamiento de la
infraestructura urbana (Banco Mundial, 1995).

3.5.4 Compuestos orgánicos

3.5.4.1 Materia orgánica

La materia orgánica presente en el ambiente reconoce distintos orígenes:


la aportada por los productores primarios (vía fotosíntesis), la resultante de
los procesos vitales de los organismos vivos incluido el hombre (respira-

119
ción/oxidación), la aportada por los procesos antropogénicos (explotación de
combustibles fósiles, producción industrial, la agricultura, la ganadería, etc.).
Entre los compuestos orgánicos presentes en aguas no contaminadas pode-
mos encontrar proteínas, lípidos (grasas, ceras, aceites y cadenas hidrocarbona-
das), carbohidratos (celulosa, almidón, hemicelulosa y lignina), porfirinas y pig-
mentos vegetales (clorofila, carotenos y xantofilas), y sustancias húmicas. A ellos
debemos agregar aquellos compuestos de origen antropogénico: detergentes, di-
solventes, pinturas, pesticidas, herbicidas, combustibles, entre otros.
La materia orgánica y sus productos de degradación decaen hasta llegar
finalmente a convertirse en compuestos inorgánicos (de carbono, nitrógeno,
fósforo, azufre, etc.). A este proceso lo denominamos remineralización. Pue-
de llevarse a cabo en procesos aerobios (tienen lugar en presencia de oxíge-
no) o anaerobios (en ausencia de oxígeno); en forma química (mediada por
agentes químico, como por ejemplo oxígeno) o bien en forma biológica (me-
diada por microorganismos, por ejemplo las bacterias). En este último caso,
nos referimos a este proceso con el nombre de biodegradación o degradación
biológica. La materia orgánica susceptible de ser degradada por este proceso
se dice que es biodegradable.
La naturaleza química de la materia orgánica determina su biodegrada-
bilidad. Los compuestos orgánicos de bajo peso molecular y cadenas poco
ramificadas son más fácilmente degradables que aquellos de peso molecular
elevado, con cadenas muy ramificadas y que presentan estructura de anillos o
unidades aromáticas. Aquellos compuestos orgánicos con grupos funcionales
alcohol, éter, amino, carbonilo o carboxilo, se degradan con mayor facilidad
que los que contienen halógenos, grupos nitro o ácidos sulfónicos.
La temperatura influye sobre la biodegradabilidad de los compuestos or-
gánicos, en tanto afecta los procesos biológicos de los microorganimos pre-
sentes en el medio, muchos de ellos agentes de descomposición de los mis-
mos. Si se da tiempo suficiente a los microorganismos presentes en el
ambiente y condiciones adecuadas (nutrientes, pH, salinidad, etc.), habrá al-
guna especie que se adapte y logre descomponer hasta el compuesto orgánico
más complejo que se conoce.
Entre los compuestos orgánicos sintéticos y naturales que se consideran
no fácilmente biodegradables encontramos a la celulosa, el aserrín de madera,
los taninos, etc. Los no biodegradables agrupan a los pesticidas organoclora-
dos, bifenilos policlorados, hidrocarburos aromáticos policíclicos, los cuales
tienen tiempos de residencia muy elevados en el ambiente, pudiendo de esta
forma verse favorecida su bioacumulación.
Existen diversos parámetros fisicoquímicos que se ocupan de medir la
cantidad de materia orgánica en agua. Entre ellos podemos mencionar a la

120
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Demanda Bioquímica de Oxígeno (DBO), Demanda Química de Oxígeno


(DQO), Carbono Total (CT), Carbono Inorgánico (CI) y Carbono Orgánico
Total (COT). La DQO mide la cantidad de oxidante consumido durante el
proceso de oxidación de todos los compuestos orgánicos presentes en agua.
La DBO mide la cantidad de oxígeno que se consume en el proceso degrada-
ción microbiológica de materia orgánica (es decir evalúan la cantidad de ma-
teria orgánica biodegradable que hay presente en el sistema). Por último, CT,
CI y TOC miden la evolución del CO2 (g) resultante de la oxidación o com-
bustión de una muestra de agua.

Contaminación de las aguas de la cuenca del Río Salí


La Figura 56 muestra la ubicación de la Cuenca del Río Salí en la Provin-
cia de Tucumán.
La calidad de sus aguas superficiales está notablemente alterada como
consecuencia del vertido incontrolado de efluentes urbanos e industriales y de
la alteración de sus regímenes hídricos producida por la creación de embalses
o desviaciones para riego.
Los efluentes vertidos a los ríos de la cuenca derivan de las industrias
azucarera (28% de la carga total de efluentes), citrícola (13%), mataderos
(20%), plantas de tratamiento de líquidos cloacales (28%), embotelladoras
(7%) y otras actividades que suman el 16% restante de la carga contaminante.
De estos residuos, el 84% se vierte a los ríos mientras que un 7% se utiliza
para riego y el 9% restante se deposita en lagunas. Por lo general, la actividad
industrial se concentra en las cuencas bajas de los ríos de la provincia por lo
cual es este sector el que presenta los mayores problemas de contaminación.

121
Figura 56: La Cuenca del Río Salí, Tucumán, Argentina. Los círculos llenos mues-
tran sitios de monitoreo de calidad de agua.

El oxígeno disuelto es un buen indicador de la calidad de la contamina-


ción por materia orgánica. Cuanto mayor es la cantidad de ésta vertida a un
cuerpo de agua, menor es la cantidad de oxígeno disuelto presente en el mis-
mo producto del incremento de la actividad microbiológica (aumenta el ali-
mento disponible) y la oxidación química.

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Durante la época de la zafra azucarera y citrícola (invierno, época de es-


tiaje), se produce un intenso vertido de residuos orgánicos al río que crean
condiciones anóxicas. Durante todos esos meses, la concentración de oxígeno
es nula, sobre todo en el tramo inferior de los principales ríos que desembo-
can en la cuenca media y baja del Río Salí, hecho que limita en gran manera
los procesos de autodepuración de materia orgánica en dichos cuerpos de
agua, superándose con creces su capacidad de asimilación natural (MCTy-
MA-SAyDS, 1995).
En los meses de verano, cuando ya ha terminado la zafra y el caudal de los rí-
os aumenta considerablemente por el incremento en las lluvias, el contenido de
oxígeno disuelto se recupera, alcanzando valores próximos a los de saturación.
La relación DBO/DQO es de gran importancia para determinar el tipo de con-
taminación del agua y la biodegradabilidad de la materia contaminante. Se encon-
tró, sobre la base del análisis de la variación estacional y espacial de los ríos de la
cuenca media y baja del río Salí, que aquellos que no están alterados mediante
aportes importantes de materia orgánica biodegradable presentan valores de
DBO/DQO < 0,1. La relación sube en los ríos que reciben una importante carga
orgánica (0,1 y 0,4), si bien sus valores todavía indican una significativa contri-
bución de la materia orgánica no biodegradable en la carga total.
Las condiciones reductoras presentes durante los meses de invierno pro-
ducen no sólo malos olores, sino también cambios en la especiación de algu-
nos elementos, por ejemplo el azufre. En la cuenca alta su concentración pa-
rece estar ajustada por el equilibrio de disolución y precipitación del yeso
(CaSO4), mineral que forma parte de los sedimentos del lecho. En la cuenca
media, se produce una marcada disminución en los contenidos de sulfato
producto de las condiciones fuertemente reductoras generadas por el vertido
de efluentes orgánicos en el río Salí y el río Colorado y que favorecen la re-
ducción de los mismos tal como se observa en la ecuación 28.

2 CH2O + SO42- ↔ H2S + 2 HCO3- (28)


Cabe destacar que a valores de oxígeno disuelto inferiores al intervalo de
3 a 5 mg/l los peces, según la especie, migran a otras zonas. A valores meno-
res que 2 mg/l, el agua resulta propensa a la anaerobiosis hecho que imposibi-
lita su uso para casi todos los fines e impide la vida de la gran mayoría de la
flora y fauna acuática.
Dadas las características de las actividades económicas que se realizan en
Tucumán, casi ninguno de los residuos generados por ellas tienen carácter
tóxico-acumulativo. Se trata, fundamentalmente, de compuestos orgánicos
biodegradables, hecho que indicaría que la disminución o supresión de sus

123
vertidos conduciría a una pronta restitución de la calidad del agua de los
cuerpos hídricos de la cuenca (MCTyMA-SAyDS, 1995).

3.5.4.2 PCBs

Los bifenilos policlorados (PCBs) son una familia de compuestos orgáni-


cos formados a partir de la cloración del bifenilo (C12H10) y de estructura ge-
neral C12H10-xClx (1 < x < 10). La Figura 57 presenta la convención de la
American Chemical Society para la asignación numérica de las sustituciones
en el bifenilo.

5’ 6’ 2’ 3

4’ 4

3’ 2’ 6 5

Figura 57: Asignación numérica de las sustituciones en el bifenilo según la conven-


ción de la American Chemical Society.

Los PCBs comerciales son mezclas de hasta 209 compuestos clorados in-
dividuales (conocidos como congéneres). Se vendieron con diversos nombres
comerciales, el más conocido de los cuales fue el correspondiente a la serie
AROCLOR. Por ejemplo el Aroclor 1260 es un congéner de 12 átomos de
carbono y 60 % de contenido de cloro en masa.
Dado que las estructuras químicas de los congéneres son similares, su distri-
bución en el ecosistema también lo es. En general, difieren en su biodegradabili-
dad y en su solubilidad y presión de vapor. La baja solubilidad en agua (0,016 a
640 µg l-1, siendo los más clorados los menos solubles), baja volatilidad [3,3×10-4
< KH(atm m3 mol-1) < 5×10-5 a 20 °C] y la falta de reactividad los hace responsa-
bles de los efectos biológicos que experimentan los organismos vivos.
Los PCBs son solubles en la mayoría de los solventes orgánicos, aceites y
grasas. Son resistentes a una variedad de oxidantes y permanecen inalterados
aún en presencia de oxígeno o metales activos a altas temperaturas. No se
degradan fácilmente. Dada su gran estabilidad termodinámica, se necesita
invertir gran cantidad de energía (calor) para su degradación. La biodegrada-
ción es, en general, lenta.
Entre las principales aplicaciones de los mismos podemos destacar su uso
como fluido dieléctrico en capacitores y transformadores, fluidos de transfe-

124
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rencia de calor, fluidos hidráulicos, aceites lubricantes y como aditivos en


pesticidas, pinturas, adhesivos, selladores, plásticos, fijador para microscopía,
etc. Su empleo comercial fue muy difundido gracias a su estabilidad química
y baja inflamabilidad.
Los PCBs son contaminantes orgánicos persistentes (POP) y globales (se
ha encontrado PCBs en pingüinos de la Antártida y en el Ártico). El principal
mecanismo de transporte es la evaporación del mismo desde el suelo y la su-
perficie de las aguas. Una vez que ingresa a la atmósfera es distribuido por
los vientos a escala planetaria. Las concentraciones en las precipitaciones
varían entre 0,001 y 0,25 g l-1. Dada su resistencia a la degradación, persisten
en suelos, aguas, sedimentos y la biota, acumulándose en tejidos grasos,
hecho que permite su biomagnificación en los distintos niveles tróficos.
El grado de cloración es el que determina la persistencia. En general, los
bifenilos mono, di y triclorados se degradan (química y bioquímicamente) en
forma relativamente rápida, mientras que los restantes son más resistentes.
Dado que la tendencia de los PCBs a asociarse con una fase determinada es
función del grado de cloración, aquellos con mayor número de cloros tienden a
depositarse cerca de las fuentes de emisión, mientras que los de más bajo número
de cloración (1 ó 2) pueden permanecer en la atmósfera en forma permanente. Al
igual que muchos de los contaminantes gaseosos, se incorporan a las aguas super-
ficiales y al suelo por vía húmeda (lluvia, nieve y partículas) o deposición seca
(partículas). Su distribución en agua y suelos también dependerá del grado de
cloración, ya que los menos clorados (más solubles en agua) permanecerán en
solución, mientras que el resto permanecerán adsorbidos al material particulado
suspendido o bien a los minerales constitutivos del suelo.
Se han asociado efectos adversos de tipo dermatológico (cloracné), reproduc-
tivo, de desarrollo, endocrino (interrupción de la acción de la tiroides), hepático
(aumento de enzimas hepáticas en sangre) e inmunológico, a la exposición de
personas a PCBs. Esta asociación se basa en: estudios sobre trabajadores de in-
dustrias expuestos a cantidades elevadas de PCBs (la exposición tiene lugar a
través de la absorción por la piel o inhalación); episodios de intoxicación masiva
en Japón (incidente de Yuso, 1968) y Taiwan (incidente de Yu-Chen, 1979) y
estudios de adultos y niños que consumieron pescado contaminado.
La Environmental Protection Agency (EPA) considera a los PCBs como
probables carcinógenos humanos basada en los resultados obtenidos usando
altas dosis de PCBs en estudios con animales, los cuales muestran claramente
que estos contaminantes causan hepatocarcinomas, tumores pituitarios, leu-
cemia, linfomas y tumores del tracto gastrointestinal.
Los PCBs dejaron de fabricarse en EE.UU. en 1977 y la mayoría de los
gobiernos de Europa Occidental prohibieron su uso en 1979.

125
Plaguicidas y PCBs en sedimentos de la Franja Costera Sur del Río de la Plata
En la Figura 58 se presentan los resultados del análisis de residuos de plagui-
cidas clorados y PCBs en muestras de sedimentos superficiales de la Franja Cos-
tera Sur del Río de la Plata (Janiot y col., 1997). El perfil de distribución por gru-
pos de congéneres de PCBs, considerando el total de analitos para todas las
muestras, exhibe predominancia de penta y hexaclorobifenilos en un intervalo de
concentraciones de entre 5,8 y 13 ng/g de sedimento seco. Los análisis de mues-
tras testigo en profundidad mostraron una acumulación creciente hacia la superfi-
cie, estimándose un factor de acumulación agua-sedimento de 1.200. De la rela-
ción entre PCBs totales y plaguicidas totales para cada estación de muestreo se
determinó que los mayores aportantes de contaminación industrial son el Ria-
chuelo, los canales Santo Domingo, Sarandí y el desagüe cloacal de Berazategui.
La Figura 58 muestra los valores comparados de PCBs y plaguicidas en los dis-
tintos sitios monitoreados.

Figura 58: Pesticidas y PCBs en sedimentos de la Franja Costera Sur del Río
de la Plata.

Por su parte, Colombo y col. (1990) determinaron la distribución de pes-


ticidas bifenilos clorados individuales en los compartimentos bióticos y abió-
ticos de la desembocadura de Río Santiago en el Río de la Plata.

126
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3.5.4.3 Dioxinas y furanos

Las dioxinas, cuyo nombre genérico es policloro dibenzo-p-dioxinas


(PCDD), es un grupo de 75 compuestos formados por un núcleo básico de
dos anillos de benceno unidos por dos átomos de oxígeno en el cual puede
haber como sustitutos de uno a ocho átomos de cloro. La dioxina más estu-
diada y más tóxica es la tetracloro-dibenzo-p-dioxina, conocida comúnmente
como TCDD.
Los furanos cuyo nombre genérico es policloro-dibenzofuranos (PCDF)
es un grupo de 135 compuestos de estructura y efectos similares a las dioxi-
nas y cuyas fuentes de generación son las mismas. Cuando se hace referencia
a las dioxinas como contaminantes, se incluye también a los furanos.
Las dioxinas y furanos no son producidos comercialmente ni se les conoce
ninguna utilidad o aplicación. Son un subproducto de procesos industriales en
los que interviene el cloro, por ejemplo en la producción del plástico PVC, de
plaguicidas y disolventes organoclorados. Se producen, en general, durante los
procesos de combustión de compuestos a temperaturas no adecuadas, de sus-
tancias que tienen carbono y cloro en su molécula, como ocurre en la incinera-
ción de algunos residuos plásticos, de los policlorobifenilos (PCB) o durante
incendios accidentales de materiales o productos clorados.
Las dioxinas y furanos tienen varias características comunes: son muy
tóxicos, son activos fisiológicamente en dosis extremadamente pequeñas, son
persistentes, son bioacumulables en los tejidos grasos de los organismos y se
biomagnifican. Esto significa que aumentan su concentración progre-
sivamente a lo largo de las cadenas alimenticias. Por su persistencia pueden
viajar grandes distancias siendo arrastrados por las corrientes atmosféricas,
marinas o de agua dulce, y mediante la migración de los organismos que los
han bioacumulado.
La principal vía de exposición de las dioxinas y furanos para los seres
humanos es la ingestión de alimentos contaminados, especialmente carne y
productos lácteos. La presencia de dioxinas y furanos en estos alimentos se
debe a la deposición y transporte atmosférico a grandes distancias desde las
fuentes de emisión.
Otras vías de exposición importantes en ciertas poblaciones incluyen: a)
el consumo de pescado contaminado directamente por las descargas de dioxi-
nas y furanos o por el depósito en aguas superficiales a partir de la atmósfera;
b) la inhalación de dioxinas y furanos en lugares próximos a las fuentes de
emisión atmosférica y c) ciertas exposiciones ocupacionales, por ejemplo de
trabajadores de las industrias que producen compuestos clorados.

127
Gestión de la Contaminación de la Industria de Pulpa y Papel de Celulosa
La mayoría del papel se produce a partir de fibras de celulosa. Alrededor
de las dos terceras partes provienen de la madera y el tercio restante, del pa-
pel reciclado. América del Norte lidera la producción de pulpa, seguidos por
la Comunidad europea, Japón, China y los países de la ex Unión Soviética.
Se observa una clara disparidad en el consumo de papel entre los países
desarrollados y en vías de desarrollo. Por ejemplo, el consumo de papel de un
ciudadano Chino representa el 2 % del consumo de un ciudadano de Estados
Unidos.
Entre las principales etapas que involucra la producción de papel pode-
mos mencionar:

1. Producción de materia prima, explotación y transporte. Nos referimos


a las fuentes de fibra de celulosa tales como papel reciclado, madera
virgen (pino o eucalipto), bagazo, paja de cereales o cultivos industria-
les como bambú, sorgo, lino, etc. En todos los casos debe ser cultivada
y cosechada, para luego ser transportada para su procesamiento en
plantas industriales
2. Procesos Industriales
La materia prima es procesada para tranformarla en papel, hecho que
requiere de agregado de reactivos y de la salida de sólidos y efluentes
líquidos y gaseosos. Se requiere de espacio, fuentes de energía y agua.
a. Preparación de la materia prima y almacenamiento. En el caso de
madera, requiere del descortezado de la misma y su desintegración
en chips de tamaño adecuado.
b. Pulpeo. Todas las materias primas utilizadas contienen fibras de
celulosa, las que constituyen el 50 % del peso seco de las mismas.
El objetivo del pulpeo es separar las fibras del material total. Los
componentes remanentes (hemicelulosa y lignina) deben ser trata-
dos y constituyen las principales fuentes de contaminación poten-
cial de pulpeo químico. De los 3 métodos de pulpeo existentes:
mecánico, químico, y combinación de los 2 primeros, el más utili-
zado es el segundo. El método químico separa las fibras de la ma-
teria prima solubilizando los compuestos no celulósicos en un licor
de cocción a alta temperatura y presión. El pulpeo químico permite
producir un papel de major calidad, pero a su vez es más deman-
dante de controles a fin de mitigar su potencial impacto ambiental,
siendo el capital y los costos operativos mayores que aquellos del
pulpeo mecánico. El método Kraft al sulfato es el método químico
de pulpeo dominante a nivel mundial.

128
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c. Blanqueo. La pulpa puede ser blanqueada o no según las necesida-


des. Por ejemplo, para embalajes, suele ser utilizada sin blanqueo.
Para el pulpeo químico, los agentes utilizados en el blanqueo (Cl2,
ClO2, H2O2 o O2 o O3) definen la tecnología a emplear: CE (cloro
elemental), ECF (libre de cloro elemental) y TCF (totalmente libre
de cloro). La CE es la menos utilizada en la actualidad pues se ha
comprobado que genera emisiones al aire de dioxinas y furanos, y
en agua de compuestos orgánicos halogenados adsorbibles (AOX).
La EFC minimiza la producción de los mismos, mientras que la
TFC no los produce.
d. Producción de Papel. Las fábricas de papel pueden estar integradas o
no a las de pulpeo. En este ultimo caso, la pulpa es secada antes de
su envío a la productora de papel. El tipo de proceso involucrado en
la producción de papel depende del tipo de calidad requerido por el
mismo. Los principales grados de calidad incluyen: cultural (libros,
diarios, de escritura), para envoltorio (packaging, corrugado), cartón,
industrial (cigarrillos), tissue (de baño, pañuelos, servilletas).
e. Transporte. Las materias primas, productos finales, subproductos y
residuos necesitan ser transportados dentro o fuera de la planta de
producción.

En Argentina se encuentran instaladas plantas de producción de pulpa,


pulpa y blanqueado, pulpa-blanqueado-producción de papel y producción de
papel. Tienen distintas antigüedades y por lo tanto utilizan distintas tecnolo-
gías, en particular de blanqueado. Es por ello que su impacto al ambiente es
bien dispar.”El desempeño ambiental de las plantas más antiguas es deplora-
ble” (Banco Mundial, 1995), mientras que las más modernas tienen emisio-
nes comparables con las de los países escandinavos dedicados a la produc-
ción de pulpa por el método Kraft. Alguna de ellas, ha obtenido certificación
ISO 14001 para sus operaciones forestales. Unas y otras declaran políticas
ambientales que promueven prácticas amigables para con el ambiente. Será
deber de la autoridad correspondiente fiscalizar el cumplimiento de la norma-
tiva ambiental vigente (desde el Procedimiento de Evaluación de Impacto
Ambiental hasta el de Auditoría Ambiental).

3.5.4.4 Hidrocarburos

Se conocen decenas de millones de hidrocarburos. Se encuentran en los


tres estados físicos (gas, líquido y sólido) a temperatura ambiente. El estado
físico característico de cada uno está relacionado con la estructura molecular

129
y, en particular, con el número de átomos de carbono que forman la molécu-
la. Los que contienen de uno a cuatro átomos de C son gases a temperatura
ambiente, mientras que aquellos con cinco o más son líquidos o sólidos. En
general, la tendencia al estado sólido aumenta con el número de átomos de
carbono.

Compuestos orgánicos volátiles (COV)


Son aquellos hidrocarburos que existen en la atmósfera en fase gaseosa, o
sea aquellos que contienen un número de átomos de carbono igual o inferior
a cinco.
Sólo se mencionarán algunos de los COV más comunes. Algunos son
inocuos a elevadas concentraciones y otros cancerígenos.
La mayor parte de los COVs entran a la atmósfera procedentes de fuentes na-
turales, como en el caso del CO y los NOx. Casi todas estas fuentes implican
procesos biológicos, a pesar de que unas pocas incluyen actividad geotérmica y
procesos que tienen lugar en yacimientos de carbón, gas natural y petróleo. El
metano (CH4), el hidrocarburo más simple, se libera en la atmósfera en cantida-
des mayores que cualquier otro. Las reacciones de descomposición bacteriana
representan la fuente primaria, y las cantidades más copiosas se generan en pan-
tanos, marismas y otras masas de agua. Las plantas, en particular los árboles,
también son fuentes naturales de hidrocarburos en la atmósfera.
Las mayores fuentes de emisión están asociadas a procesos de combus-
tión así como también a la refinación y transporte del petróleo. Los caños de
escape de los automóviles son la principal fuentes de COVs en zonas urbanas
dando lugar a la presencia de metano, etano y propano en el aire. También los
hidrocarburos de las naftas se pierden en forma de vapor durante el llenado
de camiones cisterna, de los tanques de las estaciones y de los tanques de
nafta de los automóviles.
El tolueno y el m-xileno tienen también origen en los escapes de automo-
tores y origen industrial en razón de su importancia como solvente. La evapo-
ración de solventes orgánicos, que en su mayoría contienen tolueno, es otra
fuente importante. Estos solventes forman parte importante (entre el 40% y el
80%) de pinturas, barnices, lacas, revestimientos y otros productos similares
que se evaporan parcialmente durante o después de la aplicación. Los proce-
sos implicados en la fabricación de estos productos constituyen fuentes po-
tenciales de COVs.
Como el metano es el hidrocarburo gaseoso mayoritario y sus fuentes na-
turales son importantes, una medida significativa del nivel del deterioro de la
calidad de aire es la presencia (o el aumento respecto al nivel de fondo) de
otros compuestos orgánicos volátiles distintos del metano. Es por ello que, en

130
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general, se mide para su control los llamados (COVNM) que son concentra-
ciones de COVs sin contar la concentración de metano.
Los COVs son eliminados espontáneamente en la atmósfera y el meca-
nismo específico dependerá de la especie individual que se considere. En
zonas urbanas, la transformación en otros compuestos orgánicos en presencia
de óxidos de nitrógeno da lugar a la presencia del smog

Hidrocarburos totales de petróleo (HTP)


El término hidrocarburos totales de petróleo (abreviados TPH en inglés)
describe a una gran familia de varios cientos de compuestos químicos origi-
nados a partir de petróleo crudo. Son una mezcla de productos químicos
compuestos principalmente de hidrógeno y carbono. Los científicos han divi-
dido a los HTP en grupos de hidrocarburos de petróleo que se comportan en
forma similar en el suelo o el agua. Estos grupos se llaman fracciones de
hidrocarburos de petróleo. Cada fracción contiene una gran cantidad de pro-
ductos químicos individuales.
Entre las sustancias químicas que pueden encontrarse en los HTP pode-
mos mencionar al hexano, combustibles de aviones de reacción, aceites mine-
rales, benceno, tolueno, xilenos, naftalina y fluoreno, como también otros
productos de petróleo y componentes de las naftas. Sin embargo, es probable
que muestras de HTP contengan solamente algunas, o una mezcla de estas
sustancias químicas.
Los HTP pueden entrar al ambiente a raíz de accidentes, de emisiones in-
dustriales, o como subproductos de uso comercial o privado. Pueden ser libe-
rados directamente al agua por escapes o derrames. Las fracciones menos
densas flotarán en el agua y formarán una capa superficial, mientras que las
más densas se depositarán en los sedimentos del fondo.
No todas las fracciones son biodegradables, permaneciendo alguna de ellas
fuertemente adsorbidas sobre material particulado o en el suelo por largo tiempo.
Las rutas de exposición son variadas e incluyen la entrada por vías aéreas
(por respiración en estaciones de servicio, el uso de productos químicos en el
hogar o el trabajo, o el uso de ciertos pesticidas), por ingesta (consumo de
agua contaminada), por trabajar en ocupaciones que usan productos de petró-
leo, vivir en un área cerca de un derrame o escape, o por contacto con tierra
contaminada, etc.
Algunos de los compuestos de esta familia pueden afectar al sistema ner-
vioso, producir dolores de cabeza y mareo, provocar efectos en sangre, el
sistema inmunitario, los pulmones, la piel y los ojos.
Estudios en animales han demostrado efectos a los pulmones, el sistema
nervioso central, el hígado y los riñones a causa de la exposición a compues-

131
tos de los HTP. También se ha demostrado que ciertos compuestos de los
mismos pueden afectar la reproducción y al feto en animales.
El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC, por
sus siglas en inglés) ha determinado que el benceno (uno de los compuestos
de los HTP) es carcinogénico en seres humanos. También se ha determinado
que el benzopireno (otro compuesto de los HTP) es probablemente carcino-
génico en seres humanos al igual que la gasolina. La mayoría de los otros
compuestos no son clasificables en cuanto a su carcinogenicidad.

Gestión de la Contaminación de la industria petrolera


Las operaciones de la rama productiva petrolera han sido una de las princi-
pales fuentes de contaminación ambiental. En el pasado, las persistentes emi-
siones (algunas de ellas con sustancias tóxicas) han resultado en un daño al
suelo, el agua y el aire. Las actividades de perforación y explotación producen
grandes cantidades de agua de muy alta salinidad y corrosividad que suponen
un serio riesgo para el ambiente. En la actualidad, las mismas son reinyectadas
en pozos, pantanos y lagunas de separación. La contaminación ambiental pro-
vocada por estas fuentes fue particularmente severa en Puerto Hernández, Neu-
quén, donde alrededor de 30000 m3 por día fueron descargados en una impor-
tante fuente de agua para consumo humano (Banco Mundial, 1995).
Los desafíos que hoy encuentra este sector en su relación con el ambiente
están relacionados con la adecuada gestión de los barros de las operaciones de
perforación, los cuales suelen contener plomo y componentes tóxicos. Así
mismo la evaluación de pasivos ambientales provocados por la presencia de
pozos abandonados y cañerías con inadecuado mantenimiento en los campos
de producción se hace necesaria, como medida primera de evaluación del ries-
go para el suelo, las aguas subterráneas y el aire. Sumados a estos se deben
mencionar la adecuada gestión ambiental de los impactos provocados por las
refinerías. En el caso de Refinería La Plata se constató que fue la responsable
de la contaminación detectada en el sitio y alrededores (Banco Mundial, 1995).
La regulación nacional de 1992 solicita distintos requerimientos para to-
dos los aspectos de la exploración, explotación, producción y refinamiento de
petróleo. Prescribe evaluaciones de impacto ambiental, obliga la integración
de medidas de protección en la planificación de proyectos petroleros, y define
criterios apropiados para reducir emisiones al aire, efluentes al agua y conta-
minación de suelos. Autoriza a la Secretaría de Energía a aplicar estas consi-
deraciones en las aprobaciones de licencias y operaciones del sector.

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4. Movilización de los contaminantes


en el ambiente: ¿cómo se movilizan
en los distintos reservorios del planeta?

La emisión de sustancias contaminantes al medio ambiente es inevitable,


tanto como resultado de procesos industriales como por el tratamiento y eli-
minación de residuos. Al ser liberadas al medio ambiente, las sustancias con-
taminantes circulan y sufren alteraciones dependiendo de varios factores na-
turales y artificiales que se relacionan entre sí. Por esta razón, para llevar a
cabo un manejo responsable y adecuado de los residuos tóxicos, es necesario
comprender en que forma las sustancias contaminantes son liberadas al me-
dio ambiente, cómo es su desplazamiento y cuál es su destino final.

4.1 Emisión de sustancias contaminantes


La emisión de sustancias contaminantes se produce en alguno de los tres
estados de la materia, como se detalla a continuación:

• Vertidos contaminados sobre aguas superficiales


LÍQUIDO
• Filtraciones a aguas subterráneas
• Emanaciones volátiles de superficies de lagunas
EMISIÓN GASEOSO
• Descarga directa a la atmósfera de chimeneas
• Emisión de partículas a la atmósfera
SÓLIDO
• Emisión de sólidos suspendidos en aguas

Los vertidos de contaminantes pueden ser realizados en forma controlada


o incontrolada. Los vertidos controlados forman parte de las prácticas habi-
tuales del manejo de residuos tóxicos por parte de cualquier actividad de fa-
bricación o de tratamientos de residuos. El objetivo de controlar los vertidos
consiste en poder manejar la emisión de sustancias contaminantes para dis-
minuir los daños ocasionados al medio ambiente.

133
Los vertidos incontrolados no son manejados directamente por los res-
ponsables de las instalaciones que los emiten, Siendo algunos de ellos previ-
sibles de algún modo y otros accidentales.

CONTROLADOS • Manejo de residuos tóxicos


VERTIDOS CON- • Gases emitidos por incineradoras
TAMINANTES INCONTROLADOS • Ruptura de tuberías
• Fugas de depósitos subterráneos

4.1.1 Vertidos acuáticos

Las aguas son un medio excelente para el traslado de sustancias contami-


nantes en la naturaleza. Las principales fuentes de vertido son:

4.1.1.1 Vertidos controlados

Prácticamente todas las instalaciones industriales y comerciales generan


aguas residuales. Teniendo en cuenta que la recuperación de este tipo de aguas
nunca es total, la descarga controlada sobre aguas superficiales (arroyos, ríos o
lagos) siempre dará origen, aunque sea de modo insignificante, al vertido de sus-
tancias contaminantes en el medio ambiente. Algunos ejemplos son:
• Operaciones de depuración de incineradoras con aguas refrigeradas.
• Aguas procedentes de operaciones de limpieza de instalaciones de reciclaje.
El vertido de residuos tóxicos en aguas subterráneas no suele ser tan habi-
tual. En general, la mayoría de los vertidos de sustancias contaminantes sue-
len ser sustancias no tóxicas producidas en los estratos superiores del suelo.
Entre estos ejemplos se encuentra la utilización de pesticidas sobre terrenos
de cultivos y el empleo de drenaje en granjas.

4.1.1.2 Vertidos incontrolados

Se producen tanto en aguas superficiales como subterráneas. En general


esta clase de vertidos es el resultado de procesos naturales, aunque pueden
ser producido por la actividad humana. Un ejemplo típico es el caso del lixi-
viado de vertederos.
Lixiviado es el líquido que se genera cuando el agua entra en contacto con
residuos tóxicos, filtrándose lentamente a través de ellos, y eventualmente
infiltrándose en aguas subterráneas. Los líquidos que pueden causar procesos
de lixiviado son:

134
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• Precipitaciones sobre el vertedero


• Flujo superficial que desemboca en el vertedero
• Aguas subterráneas que penetran en las capas inferiores del vertedero
• Derrame de líquidos sobre el terreno del vertedero.

4.1.2 Emisiones atmosféricas

Los contaminantes son emitidos a la atmósfera desde diversas fuentes. De


acuerdo con sus características físicas pueden clasificarse en: concentradas o
también llamadas puntuales, como es el caso de las emisiones desde chimeneas;
extensas o de área, como en las emanaciones de vapores desde tanques expuestos
al ambiente; o bien, deberse a emisiones lineales como son las emisiones de los
escapes de vehículos de una carretera.
Los contaminantes se pueden emitir con temperaturas muy distintas al
ambiente, con velocidades iniciales significativas. Pueden tratarse de material
particulado, o de gases más o menos pesados que el aire. Pueden ser emisio-
nes continuas, intermitentes o aisladas. La característica común que se asume
en todos los casos es que en cada instante la masa de contaminantes que se
emite es mucho menor que la masa de aire en la cual se van a dispersar y, por
lo tanto, la emisión de contaminantes no alterará las propiedades de la atmós-
fera en la cual se dispersarán.
El tipo de descarga de contaminantes que ha recibido más atención es la
que se libera desde fuentes puntuales como las chimeneas. Las chimeneas son
de diferentes tamaños. Puede tratarse de una pequeña chimenea en el techo
de un edificio o de una chimenea elevada. Su función es descargar los conta-
minantes a suficiente altura desde la superficie terrestre para que estos pue-
dan dispersarse en la atmósfera antes de llegar al suelo. Si bien todas son
iguales, las chimeneas más altas dispersan mejor los contaminantes que las
más bajas debido a que la pluma o penacho tiene que viajar a través de una
capa atmosférica más profunda antes de llegar al nivel del suelo. A medida
que la pluma viaja, se extiende y dispersa. Por acción del viento, al movi-
miento vertical se le superpone otro horizontal de arrastre.
La combinación de los movimientos verticales y horizontales del aire in-
fluye en el comportamiento de las plumas de fuentes puntuales (chimeneas).
Si bien más adelante se estudiará en detalle cómo se dispersan, ciertos com-
portamientos pueden entenderse sólo a partir de los perfiles de temperatura
del aire observados teniendo en cuenta que los movimientos de las masas de
aire, con contaminantes que forman la pluma, son adiabáticos (sin intercam-

135
biar calor con el ambiente). A continuación se describirán los diversos tipos
de plumas característicos de diferentes condiciones de estabilidad.
La pluma de espiral se produce en condiciones muy inestables debido a la
turbulencia del aire. Mientras las condiciones inestables generalmente son favo-
rables para la dispersión de los contaminantes, puede ocurrir que se produzcan
altas concentraciones momentáneas en el nivel del suelo si los remolinos de la
pluma llegan cerca de la superficie (ver Figura 59 y sección 2.4.5.1).

Figura 59: Perfil de temperaturas inestable y pluma de espiral.

La pluma de abanico se produce en condiciones estables. El gradiente de


inversión inhibe el movimiento vertical sin impedir el horizontal y la pluma
se puede extender a varios kilómetros de la fuente. Las plumas de abanico
ocurren con frecuencia en las primeras horas de la mañana durante una inver-
sión por radiación (ver Figura 60 y sección 2.4.5.3).

Figura 60: Perfil de temperaturas estable y pluma de abanico.

136
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La pluma de cono es característica de las condiciones neutrales o ligera-


mente estables (ver Figura 61 y sección .2.4.5.2).

Figura 61: Perfil de temperaturas estable y pluma de cono.

La pluma de flotación ocurre cuando el punto de emisión está por encima


de la altura de inversión. Esta inversión actúa como una barrera para la mez-
cla vertical. Cuando las condiciones son inestables sobre una inversión, la
descarga de una pluma por encima de la misma da lugar a una dispersión
efectiva sin concentraciones elevadas a nivel del suelo cerca de la fuente (ver
Figura 62 y sección 2.4.6).

Figura 62: Perfil de temperaturas con inversión y pluma de flotación.

La pluma de fumigación ocurre cuando ésta se libera justo debajo de una


capa de inversión. Es probable que se desarrolle una grave situación de con-
taminación del aire. Las concentraciones de contaminantes en el nivel del

137
suelo pueden ser muy altas. Esta situación se puede prevenir si las chimeneas
son suficientemente altas (ver Figura 63).

Figura 63: Perfil de temperaturas con inversión y pluma de fumigación.

4.2 Movilización de contaminantes


El transporte de sustancias contaminantes depende fuertemente del medio
en que se encuentran. Por esta razón, es necesario conocer la distribución
espacial y temporal de los fluidos para entender como afectan al traslado de
los contaminantes.

4.2.1 Procesos hidrológicos

Los procesos hidrológicos (ver Figura 10) son un factor importante tanto en
la movilización como en el destino de sustancias contaminantes. Ellos proveen
los principales caminos de transporte y el medio (por ejemplo el agua) para la
mayoría de los procesos de transformación química y biológica. En ausencia de
los procesos del ciclo hidrológico no habría transporte acuático de ninguna sus-
tancia natural o antropogénica y, eventualmente, no existiría ningún proceso de
transformación biológica, ya que no habría vida en la Tierra.
En los sistemas acuáticos, los procesos de lluvia –escorrentía– evapora-
ción tienen un efecto directo sobre los procesos de transporte y transforma-
ción de las sustancias contenidas en el agua. A continuación se detalla cual es
el papel de cada uno de ellos.

138
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4.2.1.1 Precipitación
La cantidad, intensidad y duración de las precipitaciones afectan el trans-
porte de los contaminantes en alguna de las siguientes formas:
• Proveen la energía cinética necesaria para el desprendimiento de partícu-
las de sedimento y de sus contaminantes asociados. Cuanto mayor es la
intensidad de la lluvia y/o granizo mayor es la energía cinética.
• Determinan la cantidad de agua superficial y subterránea disponible,
para el transporte de contaminantes. Cuanto mayor es la duración de la
lluvia más agua habrá.
• Por medio de la precipitación, los contaminantes atmosféricos alcan-
zan la superficie del suelo, en un proceso denominado “deposición
húmeda”, que constituye la mayor parte de la carga de contaminantes
de la atmósfera.

4.2.1.2 Escorrentía
El agua superficial y subterránea es la que provee la energía y el medio de
transporte para las sustancias que estaban presentes naturalmente o que fue-
ron introducidas por el hombre. Consecuentemente, todos los procesos que
influyen en la escorrentía también lo hacen en los procesos de transporte.
La porción de agua de precipitación que no llega a la superficie para conver-
tirse en escorrentía es interceptada y/o retenida por el follaje de las plantas en un
proceso llamado intercepción. Este proceso en principio disminuye el agua de la
escorrentía y, en consecuencia, la posibilidad de transporte de los contaminantes.
Sin embargo, los contaminantes atmosféricos (especialmente, las sustan-
cias ácidas) también son interceptados por la vegetación. Estos contaminantes
causan el deterioro de la misma y, por lo tanto, una disminución de la inter-
cepción y un aumento de la escorrentía. Es decir, la intercepción produce
tanto efectos positivos como negativos con relación al transporte y transfor-
mación de los contaminantes.

4.2.1.3 Evapotranspiración
La evapotranspiración representa alrededor del 70% de la precipitación anual,
por lo que es el mecanismo dominante del ciclo hidrológico y, consecuentemente,
de los procesos de transporte debido a aguas superficiales o subterráneas. Por otro
lado, la transpiración es un mecanismo de transformación biológica muy impor-
tante que gobierna la captación de agua y nutrientes por las plantas.
La intercepción junto con la evapotranspiración hacen que la flora se con-
vierta en un factor relevante para el control de los procesos hidrológicos y de
transporte y transformación de contaminantes. Así mismo, la vegetación for-
ma una barrera significativa, por medio de la detención física y de la capta-

139
ción bioquímica, a los flujos superficiales y subterráneos de nutrientes y con-
taminantes.

4.1.2.4 Infiltración
La porción de precipitación que no se evapora ni se convierte en escorren-
tía puede ser infiltrada en el suelo. El agua infiltrada puede retornar a la at-
mósfera por medio de la transpiración o contribuir a la humedad del suelo, al
interflujo cercano a la superficie o al agua subterránea.
Desde el punto de vista del transporte de los contaminantes presentes so-
bre la superficie del terreno (fertilizantes, barros cloacales, contaminantes
atmosféricos), la infiltración será la que determine la cantidad y el ritmo a la
cual estos contaminantes son lixiviados en el terreno o viajan hacia aguas
superficiales o subterráneas.
Una vez que los contaminantes alcanzan las aguas superficiales, el trans-
porte dependerá fuertemente del movimiento del flujo de agua en el que se
encuentren.
• En los ríos, el agua se mueve debido a la pendiente del tercero. Mientras
más pronunciada sea, más rápido fluye el agua.
• En lagos y reservorios, los procesos de transporte de constituyentes del
agua particulados y disueltos están relacionados a las corrientes de agua
inducidas por uno de los siguientes fenómenos:
– Corrientes causadas por ingreso o salida de agua
– Corrientes inducidas por el viento, incluyendo olas y turbulencia
– Corrientes de densidad
Mientras que las corrientes causadas por ingreso o salida de agua son sig-
nificativas sobre todo en los embalses, las corrientes de densidad lo son
en los lagos profundos térmicamente estratificados, y las corrientes indu-
cidas por el viento dominan el patrón de flujo en la mayoría de los lagos.
• Todo movimiento de agua bajo la capa freática es del tipo de flujo saturado.
Desde un punto de vista bidimensional, el movimiento de agua puede ser ver-
tical hacia abajo o lateralmente como interflujo. La velocidad del movimiento
depende del terreno en que se encuentra como se verá a continuación.

4.2.2 Flujo de aguas subterráneas. La Ley de Darcy

La ley de Darcy permite describirl el flujo de aguas en el medio subterrá-


neo. Esta ley fue descubierta por Darcy a mediados del siglo XIX luego de
realizar una serie de experimentos de filtración de aguas. En la Figura 64 se

140
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muestra el esquema experimental utilizado que consiste en una columna de


arena pura por la cual puede ingresar y egresar agua.

Nivel de agua afluente


∆h
Nivel de agua efluente
h1

h2

Referencia

Area transversal

L
Figura 64: Experimento de Darcy.

Por medio de este experimento, Darcy determinó que el flujo de agua que
circula por un medio poroso depende de:
• Las propiedades geométricas del sistema: área transversal (A) y longitud (L)
• Las condiciones de flujo: diferencia de presión entre los extremos del sis-
tema: (h1 – h2)
Resulta evidente que, a igualdad de las otras variables del sistema, el flujo que
circula por el medio poroso crece en forma directa con la diferencia de presión
aplicada y con el área de flujo disponible, y decrece cuando aumenta la longitud.
Sobre esta base, la ley de Darcy se expresa matemáticamente como se presenta
en la ecuación 29:

( h1 − h 2 ) (29)
Q=k A
L

en la que Q es la cantidad de flujo (cm3/s), A es el área transversal del flujo


(cm2), h1 es la carga en el punto 1 (cm), h2 es la carga en el punto 2 (cm), L es
la longitud de la columna (cm) y k es una constante denominada conductivi-
dad hidráulica (cm/s) que constituye una propiedad del medio poroso.
La conductividad hidráulica es una medida de la capacidad de los
materiales para el transporte de agua, siendo un parámetro de orden de
magnitud. Los materiales impermeables pueden poseer una conductividad
hidráulica de 1x10-9 cm/s, mientras que la de la grava limpia es de 1x105
cm/s. Es decir, la grava es 1x1014 veces más permeable que la arcilla.

141
En la Tabla 26 se presentan los valores de conductividad hidráulica para
varios materiales geológicos, valores que sirven como punto de partida para
calcular el flujo de aguas subterráneas.

Tipo de suelo k (cm/s)


Grava limpia 1x105 - 1,0
Arena pura o mezcla con grava 1,0 – 1x10-3
Arena fina y sedimentos 1x10-2 – 1x10-6
Sedimentos arcillosos y arcilla 1x10-5 – 1x10-9

Tabla 26: Valores típicos de conductividad hidráulica k en distintos materiales geológicos.

Debe tenerse en cuenta que los valores de conductividad hidráulica para un


determinado material pueden depender de su historia previa o de su formación.
Por ejemplo: una muestra de arcilla glacial puede tener una conductividad
hidráulica: k = 1x10-7cm/s, pero, si la arcilla se encuentra muy fracturada, el
flujo a través de ellas es considerablemente superior a de una arcilla no fractu-
rada, por lo tanto, su conductividad hidráulica cambiará notablemente.
Volviendo a la ley de Darcy, la ecuación (29) se puede reescribir, con el
fin de obtener Q/A con unidades de velocidad, del siguiente modo:

( h1 − h 2 ) (30)
Q/A=k
L

en la que Q/A = v es el flujo de Darcy o velocidad de Darcy. Por lo que, la


ecuación (30) se expresa como:

( h1 − h 2 ) (31)
v=k
L

Ahora nos podemos preguntar: ¿es posible calcular mediante la ley de


Darcy la velocidad real de una "partícula" de agua, o lo que es lo mismo, su
velocidad de filtración a través de un medio poroso? En el experimento de
Darcy el agua fluye debido a la diferencia de presión producida por la dife-
rencia (h1 – h2), a través de un área transversal total A, en la que A incluye
tanto el área de los sólidos (arena) como el área de los espacios vacíos. Sin
embargo, el agua solamente atraviesa los espacios vacíos fluyendo “en torno”
de las sustancias sólidas, por lo que la velocidad de filtración será diferente a
la velocidad de Darcy.

142
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Para definir la velocidad de filtración se debe tener en cuenta no sólo el


área transversal total, sino también el área de los espacios vacíos, según la
siguiente expresión:

A (32)
vs = v
Av

en la que vs es la velocidad media de filtración en un medio poroso, v es la ve-


locidad de Darcy, A el área transversal total del flujo y Av, el área transversal
efectiva del flujo, es decir, la correspondiente a los espacios vacíos.
En el terreno subterráneo, cuando el suelo es de tipo saturado como la arena
empleada en el experimento de Darcy, el material se encuentra en dos fases, ya
que todos los espacios vacíos han sido ocupados por el agua (Figura 65).

aire agua Vv
agua
VT
material Vs
material

Suelo no saturado Suelo saturado

Figura 65. Diagrama de fase de un medio poroso.

El suelo saturado se puede representar de forma volumétrica con el si-


guiente diagrama de fase:

V T = Vv + Vs (33)

en el que: VT es volumen total, Vv = volumen de los espacios vacíos y Vs =


volumen de sólidos. Una propiedad importante del suelo, que condiciona el
flujo de agua subterránea, es la porosidad (n) definida como el volumen de
espacios vacíos dividido por el volumen total, es decir:

n = (Vv / VT) (34)

Los valores de porosidad pueden variar desde cero (ningún espacio vacío)
hasta 1 (espacio vacío total sin sustancias sólidas), siendo lo más habitual en

143
el medio ambiente natural, una porosidad entre 0,20 y 0,70. La Tabla 27
muestra una lista de rangos de porosidad representativos de varios materiales
geológicos. En general, las rocas tienen menores porosidades que los suelos,
las gravas, las arenas y los sedimentos aluvionales.

Material n
Depósitos no consolidados
grava 0,25 - 0,40
arena 0,25 – 0,50
sedimento aluvional 0,35 – 0,50
arcilla 0,40 – 0,70
Rocas
basalto fracturado 0,05 – 0,50
piedra caliza 0,05- 0,50
arenizca 0,05 – 0,50
dolomita 0,00 – 0,20
pizarra 0,00 – 0,10
roca cristalina fracturada 0,00 - 0,10
roca cristalina densa 0,00 – 0,05

Tabla 27: Rango de valores de porosidad de distintos materiales geológicos.

La porosidad también se puede definir en función del área total (A) y el


área específica de los espacios vacíos (Av) de la siguiente forma:

n = (Av / A) (35)

Sustituyendo esta definición de porosidad en la ecuación (32) da como re-


sultado que la velocidad de filtración media equivale a la velocidad de Darcy
dividido la porosidad:

v
vs = (36)
n
Esta expresión indica que la velocidad de filtración media es mayor que la ve-
locidad de Darcy y, por lo tanto, el tiempo real de traslado de una “partícula” de
agua a lo largo de un medio poroso es menor al establecido por la ley de Darcy.

144
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Resumiendo, se puede decir que la ley de Darcy permite describir a escala


macroscópica el flujo subterráneo en un medio poroso, sin mencionar los pro-
blemas de traslado de una partícula de agua entre los diversos espacios vacíos.

4.2.3 Mecanismos de transporte de sustancias contaminantes

En el flujo superficial y en el medio subterráneo es posible encontrar sus-


tancias contaminantes en diversos estados. Las que se encuentran disueltas en
agua se denominan solubles, siendo el agua la sustancia disolvente. La causa
principal del transporte de sustancias contaminantes disueltas es el propio
movimiento del flujo de agua. A este proceso se lo denomina advección.
La Figura 66 se ilustra esquemáticamente un flujo de agua que contiene
sustancias contaminantes disueltas (solubles) circulando a través de un medio
poroso. A escala microscópica el medio poroso se encuentra compuesto por
partículas sólidas discretas y por espacios porosos o vacíos. Cuando el agua
fluye a través de él, se choca con las partículas sólidas y altera su curso natu-
ral circulando hacia la derecha y/o izquierda de forma tal de rodear el obstá-
culo. Este proceso tiene como resultado una mezcla del flujo de aguas cono-
cida como dispersión (también llamado dispersión mecánica o dispersión
hidráulica). Es decir, las sustancias contaminantes se reparten hacia zonas
que no ocuparían normalmente

Agua con sustancias contaminantes disueltas

Partícula
sólida

Medio
poroso
a escala
microscópica
Rutas tortuosas
del flujo

Dirección global del flujo

Figura 66: Esquema de dispersión en un medio poroso.

En el caso de la Figura 66 se supone que el agua penetra en el medio poroso


con una concentración conocida Co de sustancias contaminantes. Esta masa com-
puesta por agua y sustancias contaminantes disueltas se denomina lodo, siendo la
zona por donde ingresa el foco puntual. Como resultado de la dispersión, la masa

145
de sustancias contaminantes se expande en un volumen progresivamente mayor,
lo que produce una disminución de su concentración o dilución.
El análisis de traslado de sustancias contaminantes también se puede rea-
lizar con un experimento de laboratorio similar al de Darcy (Figura 67). En
este caso la sustancia contaminante es introducida por uno de los extremos de
la columna en forma continua y siempre con la misma concentración, en un
proceso denominado origen continuo.
A la salida de la columna se mide la concentración de sustancias contami-
nantes en función del tiempo. Si no se produjera dispersión, el agua que sale se
encontraría libre de sustancias contaminantes hasta que el flujo con contami-
nantes llegue a la salida. El tiempo necesario para que esto ocurra quedaría de-
terminado por la velocidad de filtración. Sin embargo, si la dispersión se pro-
duce entonces las sustancias contaminantes consiguen alcanzar el flujo de
salida a mayor velocidad que la dada por la velocidad de filtración. Por lo tanto,
en el instante en que se detecta por primera vez una sustancia contaminante
(denominado tiempo de ruptura), su concentración es bastante inferior a la
concentración de entrada Co (Figura 67).

Figura 67: Consecuencias de la dispersión en el traslado de sustancias contaminantes a


través de un medio poroso.

146
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El traslado y expansión de sustancias contaminantes en el medio subte-


rráneo se denomina pluma. En la Figura 68 se presenta una pluma en diferen-
tes instantes de tiempo, mostrando las consecuencias de la dispersión de sus-
tancias contaminantes en dos casos distintos. En el caso (a) el origen se
encuentra en un foco puntual de suministro continuo, similar al goteo produ-
cido en un depósito subterráneo de almacenamiento de residuos. En el instan-
te t1 las sustancias contaminantes se trasladan debido al movimiento del flujo
de agua, extendiéndose lateralmente por efecto de la dispersión. A tiempos
mayores, la pluma continúa trasladándose y expandiéndose, con la conse-
cuente dilución.
En el caso (b) aparecen plumas alternativas moviéndose en la dirección de
flujo, provocadas por hechos aislados (lodos), como por ejemplo vertidos. A
medida que la pluma avanza, va disminuyendo su concentración debido a la
dispersión.

origen
origen

t1 Dirección del flujo


t2
t3

(a) (b)

Figura 68: Traslado de una pluma de contaminantes en un medio poroso. (a) Foco
puntual continuo. (b) Foco puntual único.

En resumen, el transporte de sustancias contaminantes a través de un me-


dio poroso se produce fundamentalmente gracias a la advección, variando su
concentración como resultado de la dispersión.
Además de los procesos de advección y dispersión, las sustancias conta-
minantes (en particular, sus componentes iónicos y moleculares) se trasladan
de zonas de mayor concentración a zonas de menor concentración por causa
de la difusión. Otros términos considerados sinónimos de difusión son: difu-
sión molecular, difusión iónica y autodifusión.

147
Este proceso se puede ver claramente en un experimento de laboratorio de
Darcy en el que no hay diferencias de carga hidráulica entre los dos extremos
(Figura 69). A t0 se introduce una sustancia contaminante en la columna, por
lo tanto, se produce una concentración C0 en su extremo izquierdo y una con-
centración cero en el extremo de la derecha, que manifiestan diferentes con-
centraciones entre los extremos de la muestra. Dado que no existe diferencia
de carga hidráulica, el flujo de Darcy y, por lo tanto, el traslado advectivo es
nulo. Sin embargo, las sustancias contaminantes se trasladan a través de la
muestra como resultado del “gradiente químico de concentración”, obtenién-
dose una concentración final inferior a C0 a la salida de la columna. El gra-
diente de concentración es la relación que existe entre la diferencia de con-
centraciones de sustancias contaminantes y la distancia existente entre esas
concentraciones.

Figura 69: Consecuencias de la difusión en el traslado de sustancias contaminantes


sin transporte advectivo.

148
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En general, el transporte advectivo y los procesos de dispersión son los que


producen el traslado de sustancias contaminantes en medios de conductividad
hidráulica mediana y alta. En terrenos de baja conductividad hidráulica, entre
los que se incluyen los revestimientos arcillosos de las instalaciones de gestión
de residuos, el transporte por difusión suele ser el mecanismo predominante.

4.2.4 Traslado real de sustancias contaminantes

El traslado real de sustancias contaminantes es mucho más complejo que los


mecanismos básicos descritos en el punto anterior, ya que existe una gran varie-
dad de procesos mecánicos, químicos y biológicos que afectan al movimiento de
los contaminantes. Algunos de ellos contribuyen a retardar su traslado, mientras
que otros pueden provocar su aceleración. En las Tablas 12 y 28 se detallan los
procesos naturales que afectan al transporte de sustancias contaminantes.

Tipo de Proceso Proceso


Proceso mecánicos (físicos) Difusión
Advección
Dispersión
Flujo medio fracturado
Flujo de líquidos en fase no acuosa
Procesos químicos Reacciones de oxidación y reducción
Intercambio de iones
Complejación
Precipitación
Reparto en fase inmiscible
Sorción
Procesos biológicos Degradación aeróbica
Degradación anaerobia
Cometabolismo
Absorción biológica

Tabla 28: Procesos naturales que afectan al traslado de sustancias contaminantes en


el ambiente.

149
4.2.4.1 Procesos mecánicos

Flujo en medio fracturado: el modelo de transporte de sustancias contaminantes


en medios porosos puede ser aplicado en la mayoría de los terrenos, pero existen
otros casos en los que el suelo se encuentra fracturado. En estos casos, el flujo y
traslado de sustancias contaminantes se producirá, sobre todo, a lo largo de grie-
tas y fracturas, y no a través del cuerpo poroso, ya que el flujo tiende más a ser
canalizado que a ser filtrado por medios porosos.

Líquidos en fase no acuosa (LFNA): la predicción del traslado de sustancias


contaminantes se complica con la presencia de líquidos en fase no acuosa.
Muchos compuestos líquidos orgánicos se caracterizan por su inmiscibilidad,
es decir, su escasa solubilidad en agua. Estos compuestos se dan frecuente-
mente en fases líquidas independientes, normalmente con distinta densidad y
viscosidad del agua. Por lo tanto, su transporte será independiente del flujo
de agua y dependerá principalmente de la pendiente de la capa freática o de la
estratificación del subsuelo.

El efecto que producen los procesos químicos y biológicos sobre el trans-


porte de sustancias contaminantes se desarrollará más adelante.

4.2.5 Matemática del transporte de materia

En esta sección se desarrollarán las ecuaciones matemáticas que permiten


describir el transporte de materia mediante los procesos de advección, difu-
sión y dispersión.
Se define el transporte de masa como el flujo o movimiento de un com-
ponente de un lugar a otro (ej.: contaminante vertido al río). Con el objeto de
simplificar los cálculos matemáticos, se asume que los contaminantes no su-
fren reacciones biológicas, químicas o físicas. Por lo tanto, la concentración
CA (mol/l) de un dado material A puede considerarse, en una dimensión, co-
mo una función de la posición y el tiempo:
CA = CA (x,t) (37)
Como se muestra en la Figura 70, el flujo del material A (qx) va de una
zona de mayor concentración (C2) otra de menor concentración (C1). Por lo
tanto se dice que existe un gradiente de concentración. El gradiente de con-
centración A se define como la variación de su concentración con respecto a
la variación en la posición:

150
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∆ C A C2 − C1 (38)
=
∆ x x 2 − x1

Flujo de C
salida
Flujo de
entrada C1
C2
flujo qx

x1 x2 x
∆x

Figura 70: Difusión molecular.

La Ley de Fick establece que: “El flujo de un material, a través del área
de la sección transversal del fluido, es proporcional al gradiente de concen-
tración del material en el fluido”. Es decir:

∆ CA (39)
q x = − DM
∆x

en la que qx: es el flujo del material que se transfiere en la dirección x (en


unidades cgs, [q]=g cm-2 s-1), DM: es el coeficiente de difusión molecular,
que con el signo negativo indica que el transporte se produce desde zonas de
mayores a menores concentraciones ([DM]= cm2 s-1).
Cuando las variaciones de concentración y de posición son muy pequeñas
(infinitesimales) se trabaja con derivadas, por lo que la ley de Fick se escribe:

∂ CA
q = − DM (40)
∂x

4.2.5.1 Difusión
Las ecuaciones que gobiernan la difusión de contaminantes en un fluido
se basan en la ley de Fick, que provoca un flujo neto de contaminantes de la
zona de mayor concentración a la de menor concentración.
Si se vierte una masa de contaminante en un fluido en reposo, como ya se
vio anteriormente, se puede suponer que el transporte se produce sólo por

151
difusión molecular. Por simplicidad se supone que la difusión se produce sólo
en la dirección x.
Cuando se analiza el flujo de materia a través de un volumen estático
(Figura 71), se debe cumplir el balance de masa, esto es:

“Variación de la cantidad de material A en el volumen = flujo de entrada


– flujo de salida”

Flujo de masa de salida

Flujo de masa de entrada

dx

Figura 71: Continuidad y difusión en un volumen elemental.

La cantidad de material A dentro del volumen se puede expresar en tér-


minos de su concentración CA, y su variación con el tiempo como:

∂ CA (41)
∂t

La diferencia entre el flujo de entrada y de salida del material A es la va-


riación del flujo a lo largo del volumen:

∂q (42)

∂x

Por lo tanto, matemáticamente se puede escribir el balance de masa como:

∂ CA ∂q (43)
=−
∂t ∂x

152
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A esta ecuación se la denomina ecuación de continuidad y se puede plantear


independientemente de cual sea el proceso de transporte, ya que representa la
conservación de la masa del material A dentro de un volumen elemental.
Utilizando la definición de flujo dada por la ley de Fick en la ecuación
(40) y sustituyéndola en la ecuación (43) se obtiene:

∂ CA ∂ ∂ CA ⇒
=− (− D M )
∂t ∂x ∂x
∂ CA ∂ 2 CA (44)
= DM
∂t ∂ x2

La ecuación 44 se conoce como la ecuación de la difusión, que se aplica a


la difusión de un contaminante en un fluido estático.
Cuando el fluido no es estático, existen dos enfoques para representar tan-
to las propiedades de ese fluido como la difusión en el mismo. Son los enfo-
ques de Euler y de Lagrange. En la aproximación euleriana, se establece un
sistema de referencia fijo (habitualmente, en el foco emisor), y se tratan de
resolver las ecuaciones de balance de materia, energía y cantidad de movi-
miento. La aproximación lagrangiana utiliza dos sistemas de coordenadas,
uno fijo (el foco emisor) para el movimiento general de los contaminantes en
el flujo y otro móvil, que se desplaza con el volumen inicial para describir
sus propiedades.
Ambos enfoques son alternativas válidas al mismo problema y admiten
las mismas aproximaciones con el fin de obtener una solución analítica. Si
bien el resultado es el mismo, la aproximación euleriana se adapta mejor a la
comparación con mediciones promedios que se hacen en un punto fijo del
espacio. En este texto sólo se tratará el enfoque euleriano.
Si una masa de contaminante se encuentra en un fluido en movimiento, el
transporte será tanto por difusión como por el movimiento del fluido (advección).
El flujo del material A constará, por lo tanto, de dos términos, uno debido a la
difusión (ley de Fick) y otro a la velocidad con que se mueve el fluido:

∂ CA
q = Difusión de Fick + Advección = − D M + Vx CA (45)
∂x

en la que Vx es la velocidad del fluido o velocidad advectiva instantánea en la


dirección x.
Planteando nuevamente la ecuación 43 de continuidad para el nuevo flujo
de material (ec. 45), se obtiene

153
∂ CA ∂q ⇒ ∂ CA ∂ ∂ CA (46)
=− =− ( − DM + Vx C A )
∂t ∂x ∂t ∂x ∂x

Finalmente la ecuación de advección – difusión queda de la siguiente


forma:
∂ CA ∂ 2 CA ∂ CA (47)
= DM 2
− Vx
∂t ∂x ∂x

Cuando el transporte de materia se realiza en un fluido en movimiento,


generalmente se usa el término dispersión para referirse tanto a la difusión
molecular como a la dispersión si bien son dos procesos diferentes. Esto se
debe a que en la mayoría de los casos la velocidad a la que se produce la di-
fusión molecular es mucho menor que la velocidad del fluido, por lo que el
proceso de difusión es despreciable frente a la dispersión.
La ecuación básica unidimensional de transporte por advección, difusión
y dispersión de sustancias contaminantes es:

∂C ∂2 C ∂C (48)
= Dx − Vx
∂t ∂ x2 ∂x

en la que: Dx es el coeficiente de dispersión hidrodinámica donde se tienen en


cuenta tanto los procesos de dispersión como los de difusión molecular. Dx =
DM + αLVx siendo αL el coeficiente de dispersividad longitudinal en la direc-
ción x.
La ecuación 48 se puede generalizar para un movimiento tridimensional:

∂C ∂2 C ∂2 C ∂2 C ∂C ∂C ∂C (49)
= Dx + Dy + Dz − ( Vx + Vy + Vz )
∂t ∂ x2 ∂ y2 ∂ z2 ∂x ∂y ∂z

El problema de transporte se vuelve más complejo cuando el contaminan-


te es un reactivo químico, en tales situaciones se deben tener en cuenta las
posibles reacciones internas (químicas, físicas o biológicas) que sufra el con-
taminante y que resultan en un cambio de la cantidad de sustancia dentro del
volumen elemental de control.
También pueden existir fuentes externas o sumideros que varían tanto en
el espacio como en el tiempo. Las externas se refieren a materiales que entran
al flujo de agua proveniente de fuentes localizadas fuera de él, tales como
fuentes puntuales (descarga de efluentes) y no puntuales (aporte superficial y

154
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subterráneo a un canal o a un lago). Los sumideros externos son los asocia-


dos a la remoción del flujo de agua por la acción de tomas de agua, remoción
de maleza acuática, pesca, etc.
Esto hace que la ecuación de transporte sea aun más compleja, ya que a
los términos de dispersión, difusión y advección se le debe agregar el término
reactivo (R), cuya forma matemática dependerá del tipo de reacción, y el de
fuentes externas o sumideros (S) que depende de la posición y del tiempo. Así,
la ecuación de transporte unidimensional (ec. 48) se expresa como:

∂C ∂2 C ∂C (50)
= Dx − Vx + R + S ( x, t )
∂t ∂ x2 ∂x

4.2.6 Difusión de los contaminantes en la atmósfera

El proceso físico por el cual los contaminantes emitidos en un punto del


espacio en un cierto instante se dispersan en todas las direcciones posibles en
tiempos posteriores es la difusión molecular. Su fundamento está en la teoría
cinética de los gases. El aire se comporta como un gas ideal pues está com-
puesto mayoritariamente por N2, O2 y Ar cuyas moléculas tienen diámetros
del orden de los 10-10 m, camino libre medio de 10-7 m, velocidades medias
de 400 m s-1 lo que implica 109 choques por segundo. Este movimiento mole-
cular incesante provoca que, por choques al azar, las moléculas del contami-
nante se dispersen o difundan en el medio atmosférico.

4.2.6.1 Dificultades y limitaciones de la difusión molecular


en la atmósfera

Para resolver la ecuación de difusión de un fluido en movimiento (ec. 47)


es necesario conocer la velocidad del aire en todos los puntos, desde la emi-
sión hasta la recepción. Independientemente de la dificultad de conocer exac-
tamente cómo se mueve el aire en todo punto y lugar, existe otro aspecto im-
portante. Supongamos el caso más sencillo, que es que queremos obtener la
solución de la ecuación de difusión en condiciones de calma, cuando la velo-
cidad del viento que medimos es prácticamente nula (ec. 44). Las constantes
de difusividad de distintas sustancias en aire han sido medidas y se presentan
en la Tabla 29.

155
DM (m2 s-1)
Sustancia
(P = 1000mb, T=25oC)
Amoníaco (NH3) 2,29 10-5
Disulfuro de carbono (CS2) 1,07 10-5
Hidrocarburos 0,5 - 1,6 10-5

Tabla 29: Constante de difusividad de diversas sustancias en aire.

El coeficiente de difusión molecular en aire es muy pequeño y este hecho va a


implicar que la difusión molecular en aire sea un proceso muy lento. Por ejemplo,
en el caso mencionado de una atmósfera calma, una masa de un hidrocarburo
volátil que se desprende durante el proceso de llenado del tanque de nafta de un
automóvil, tardaría del orden de los cientos de horas en ser olida por una persona
situada a 5m del punto de emisión (se obtiene resolviendo las ecuaciones). Este
resultado es obviamente incoherente con lo observado.
Esto implica que la difusión en la atmósfera se debe realizar con una constan-
te de difusividad mucho mayor que la de difusión molecular. La respuesta a esta
contradicción está en la naturaleza turbulenta del comportamiento de las masas de
aire que constituyen la atmósfera. La descripción de la dinámica molecular no es
sencilla e implica conocer el comportamiento detallado de la atmósfera. Veremos
sólo los aspectos generales involucrados en la evaluación de la difusión de con-
taminantes en situaciones relativamente sencillas.

4.2.6.2 Difusión de contaminantes emitidos desde una chimenea

Sea una chimenea descargando sus emisiones que contienen un contami-


nante X

Figura 72: Esquema de vertido de contaminantes desde una chimenea.

156
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Se observa que si bien la dirección promedio del viento es la indicada en


la Figura 63, los contaminantes se mueven en la dirección vertical (y en la
dirección perpendicular al viento).
La característica de la atmósfera es su turbulencia y, por lo tanto, la compo-
nente vertical del viento (lo mismo ocurre con las otras dos componentes del
vector velocidad) fluctúa en el tiempo como se esquematiza en la Figura 73.

3
velocidad en una dirección

1
0 10 20 30 40 50
tiempo (escala arbitraria)

Figura 73: Esquema posible para la variación de la componente vertical


de la velocidad del viento.

El interés no está en conocer los valores instantáneos de las concentra-


ciones de los contaminantes o velocidades del viento, sino sólo su valor pro-
medio en un tiempo típico T (usualmente 1 hora). Es lo que hace el Servicio
Meteorológico cuando informa la velocidad y la dirección del viento en una
determinada hora. Está dando el valor promedio. Por ende, tanto para la con-
centración como para cualquier componente de la velocidad podemos consi-
derar que en un instante, el valor que adquieren es el del promedio (que no
varía en el intervalo T), más una fluctuación alrededor del mismo.
El viento no tiene, en general, una velocidad neta vertical y esto implica
que no hay flujo convectivo o de transporte (el viento no arrastra en prome-
dio a los contaminantes en dirección vertical). Sin embargo, debido al térmi-
no turbulento hay un flujo neto vertical promedio pues aunque las parcelas de
aire con contaminantes se mueven hacia arriba y hacia abajo, llevan más con-
taminantes hacia una dirección que hacia la otra.

157
La imagen de transporte neto, aunque hecho con movimientos hacia un
lado y hacia el otro, puede ejemplificarse con un tren que va y viene entre el
centro y un suburbio. El tren lleva a la mañana más pasajeros en una direc-
ción que en la otra y, por lo tanto, aunque la velocidad media del tren es cero
(pues se mueve tanto hacia un lado como el otro) hay un transporte neto de
pasajeros en una dirección.
El mismo comportamiento se observa para la difusión de los conta-
minantes en el plano horizontal pero en dirección perpendicular a la dirección
del viento. La velocidad media del viento en esa dirección (que es el eje y) es
cero, pero la turbulencia del movimiento del aire produce una dispersión de
los contaminantes.
En la dirección del movimiento del viento, el transporte dado por su velo-
cidad es dominante respecto a las fluctuaciones.

4.2.6.3 Parametrización de la turbulencia

Aunque no profundicemos en el tratado de la turbulencia, se puede decir


que no existe un tratamiento analítico completo que permita describir el mo-
vimiento turbulento a partir de las ecuaciones básicas de la fluido-dinámica.
Se resuelve mediante parametrizaciones, es decir, con la introducción de
constantes que reproducen mediciones realizadas.
Analicemos la dispersión de contaminantes desde una chimenea. El pena-
cho tiene una forma que cambia instante a instante. Si sacamos fotografías en
cada momento y luego construimos una fotografía promedio, entonces se
obtiene una forma suave que es aproximadamente la siguiente

Figura 73: Perfil promedio de las concentraciones de los contaminantes emitidos


desde una chimenea.

158
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En el promedio temporal (en un período T que usualmente es del orden de


una hora) se observa que:
– Hay una línea central de simetría (centro del penacho o pluma).
– La concentración de contaminantes decrece a uno y otro lado de dicha
línea tanto en la dirección z como en la dirección y (no representada
en la figura).
– La dispersión es más extensa a medida que nos alejamos del punto de
emisión.
– Estas características se pueden representar muy bien por una función
que es la función gaussiana.
La función gaussiana es la solución de la ecuación de difusión para un fo-
co emisor puntual que emite contaminantes sin velocidad inicial y temperatu-
ra igual a la ambiente cuando el fluido, en este caso el aire, se mueve con ve-
locidad constante en la dirección x.
Esto no ocurre con los contaminantes emitidos desde una chimenea pues
son en general producto de la combustión de material fósil a altas temperatu-
ras. Se puede, sin embargo, comenzar suponiendo que el efluente se encuentra
a temperatura ambiente y luego incorporar este efecto a posteriori.
Hemos visto que la difusión molecular es muy lenta y no contribuye a la
dispersión de contaminantes a partir de un punto emisor. Es entonces que
conviene definir un flujo turbulento. Para el transporte turbulento en la direc-
ción vertical (z), en analogía con el molecular, se introduce una constante Kz
para la difusión turbulenta en la dirección z.

∂C (51)
q = −Kz
∂z

en la que q es el flujo másico turbulento y C es la concentración media


(promediada en el tiempo T). Esta constante Kz se determina experimen-
talmente a partir de medir q y C. Algo análogo se hace en la dirección y (in-
troduciendo Ky).
Se observa que
a) Kz no depende de la naturaleza de la especie química que se dispersa.
b) En la troposfera Kz depende de:
– la velocidad del viento y la rugosidad de la superficie (factores que de-
terminan la turbulencia mecánica de las masas de aire)
– el calentamiento de la superficie del suelo (determina la intensidad de
los movimientos convectivos o turbulencia térmica)

159
– la altura del centro del penacho respecto al suelo ( determina el tama-
ño de los remolinos que disminuyen en promedio hasta desaparecer a
elevadas alturas)
Un valor típico es Kz = 2x105 cm2 s-1 (comparar con el valor de D = 2x10-5
2 -1
cm s para aire a 20º C).
La mayor aproximación que se hace, llamada aproximación gaussiana, es
que los valores de Kz (y también de Ky) son iguales en todo el espacio y esto
equivale a suponer una turbulencia homogénea. Usualmente, también se des-
precia la turbulencia en la dirección del viento pues el transporte es el meca-
nismo dominante en esa dirección.

4.2.6.4 Distribución gaussiana

La solución de la ecuación de difusión para las emisiones de una fuente


puntual situada a una altura H (que luego veremos que no coincide con la
altura física de la chimenea), que puede dispersarse sin limitaciones hacia
todos lados cuando el aire se mueve en la dirección x con una velocidad v,
está esquematizada en la Figura 75.

Figura 66. Distribución gaussiana de concentraciones de contaminantes


emitidos continuamente desde una altura H.

Los coeficientes σy y σz se obtienen a partir de las constantes Ky y Kz,


pues en su aproximación más sencilla:

160
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2K y x 2K z x (52)
σy = ; σz =
v v

Esto significa que a medida que los contaminantes son transportados por
el viento en la dirección x, se dispersan en las direcciones perpendiculares a
esta dirección.
En lugar de dar los valores de Ky y de Kz, la abrumadora mayoría de la li-
teratura establece los valores para σy y σz. Estas son funciones crecientes de
la distancia del punto emisor.
La concentración de la dispersión de contaminantes se hace en estado es-
tacionario que significa que la descripción es independiente del tiempo. La
fuente, en este caso una chimenea, emite continuamente una carga de conta-
minantes con una razón Q (masa de contaminantes emitida por una unidad de
tiempo). Lo hace desde el punto del espacio:

r F = ( x F = 0, y F = 0, z F = H) (53)

En ausencia de obstáculos, la solución de la ecuación de difusión con


coeficientes turbulentos σy y σz. conocidos es:

  y 
2
    
2

C(x, y, z) =
Q
exp − 0,5   exp − 0,5 z − H   (54)
2π vσ zσ y  σ    σ 
  y     z  

Pero la dispersión tiene obstáculos. Cuando los contaminantes llegan al


suelo se reflejan, total o parcialmente en el mismo. Este obstáculo se tiene
matemáticamente en cuenta con el denominado método de las imágenes. Es
como si hubiese una chimenea virtual, bajo tierra a una altura -H de manera
que desde la superficie, se suman ambas contribuciones modelando así la
reflexión de los gases contaminantes al llegar al piso. La Figura 76 ilustra
este concepto:

161
chimenea
Contribución por reflexión
en el suelo

chimenea vir-
tual

Figura 76: Método de los espejos para forzar la reflexión de la pluma en el suelo.

En el caso de reflexión total, típico de contaminantes gaseosos, la suma


de ambas chimeneas (una real y otra virtual) da la concentración en el punto
receptor (x,y,z), tal cual se presenta en la ecuación 55.

Q   y 
2
   z−H 
2
  z + H   
2

C(x, y, z) = exp − 0.5   exp − 0.5   + exp − 0.5   


2π vσ zσ y σ 

  y  
    σ z     σ z   
(55)

Esta ecuación permite estimar la concentración de un contaminante que se


emite desde una chimenea. Se la conoce con el nombre de ecuación gaussia-
na y es utilizada en muchos países como la ecuación básica para comenzar a
estimar impactos ambientales atmosféricos con valor regulatorio.
Es conveniente reiterar ciertos conceptos:
• Esta ecuación corresponde a un promedio temporal. Es lo que sucede entre
un instante t y otro t + T, donde es típico tomar T como un lapso de una
hora. Es por ejemplo el promedio entre las 16:00 horas y las 17:00 horas.
• Esta ecuación permite conocer la concentración promedio de contami-
nantes en un punto del espacio, es decir, permite estimar la masa por
unidad de volumen (concentración) en un punto. En realidad, en un
pequeño volumen de aire centrado en el punto (x,y,z).
• La chimenea emite constantemente una misma cantidad Q de conta-
minantes por unidad de tiempo durante el período T.

162
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• Las unidades de C son (masa contaminante)/(volumen de aire) (una


unidad puede ser mg/m3). El volumen de aire depende de la tempera-
tura y, por lo tanto, se debe dar dicho parámetro para pasar de estas
unidades a otras como ppmv.
• La velocidad y la dirección del viento no se modifican durante ese período
de promediado T. Esta velocidad del viento corresponde a la del centro de
la pluma que está a la altura de emisión o altura de chimenea.
• La dependencia con la distancia x no aparece en forma explícita, pero se
debe recordar que tanto σy como σz son funciones, que se suponen cono-
cidas, de la distancia x. Son además funciones monótonamente crecientes.

4.2.6.5 Dependencia de la difusión de las condiciones de la turbulencia


atmosférica

Cuanto más inestable es la atmósfera, mayor es la difusión pues aumenta


la magnitud de los movimientos turbulentos. A su vez la velocidad del viento
influye sobre las condiciones de la difusión pues a medida que aumenta la
velocidad del viento, el transporte se hace importante frente a los movimien-
tos convectivos turbulentos en las direcciones perpendiculares a la velocidad
del viento. Las condiciones de nubosidad también limitan el transporte de
calor desde el suelo hacia arriba. Durante la noche, debido a que el suelo no
recibe radiación solar, y la atmósfera se estabiliza.
Todas estas variables que determinan el estado de la atmósfera dan paráme-
tros de difusión distintos. Se debe a Pasquill la clasificación de las condiciones
atmosféricas en seis clases basadas en cinco categorías de velocidad del viento
superficial: tres tipos de insolación diurna y dos tipos de nubosidad nocturna.
Estos tipos de estabilidad se denominan clases de estabilidad Pasquill-Gifford.

Día Noche
Velocidad Radiación solar incidente
Fuerte Moderada Débil 4/8 ≤
viento (m/s) a Nubosi-
(mayor que (entre 25 y (menor que Nubosidad
10 m de altura dad≤3/8
50 cal/cm h) 50 cal/cm h) 25 cal/cm2 h)
2 2
≤ 7/8
<2 A A-B B F F
2–3 A-B B C E F
3–5 B B-C C D E
5–6 C C-D D D D
>6 C D D D D

Tabla 30: Clasificación de las condiciones de estabilidad de la atmósfera


según Pasquill-Gifford.

163
Como puede verse en la Tabla 30, las estabilidades A, B y C representan
las horas diurnas con condiciones inestables. La estabilidad D, los días o no-
ches con cielo cubierto con condiciones neutrales. Las estabilidades E y F, las
condiciones nocturnas estables, que se basan en la cantidad de cobertura de
nubes. Por consiguiente, la clasificación A representa condiciones de gran
inestabilidad y la clasificación F, de gran estabilidad.
La clasificación de los niveles de insolación se puede llevar a cabo ya sea
midiendo la radiación global, o de acuerdo con la información de la altura del
sol y de la altura de la base de las nubes (que son dos parámetros medidos por
los Servicios Meteorológicos en forma rutinaria).
Los coeficientes σy (horizontal) y σz (vertical) dependen de las condicio-
nes de estabilidad atmosférica y aumentan a medida que las condiciones at-
mosféricas se hacen menos estables (van de F a A).

4.2.6.6 Dependencia de la difusión de las condiciones del suelo

Incluso en los casos más sencillos de terreno plano, sin elevaciones ni de-
presiones, la rugosidad de la superficie determina las condiciones de turbu-
lencia mecánica y, por lo tanto, las condiciones de difusión. Esto se ha visto
al estudiar la velocidad del viento en función de la altura. En el caso del estu-
dio de la difusión sobre el suelo, se suele considerar sólo dos tipos de rugosi-
dad del terreno:
• Baja rugosidad: corresponde a zonas rurales, sin edificación considerable.
• Alta rugosidad: corresponde a zonas urbanas con edificación importante.
La rugosidad del suelo, también, influye sobre cómo se relaciona la velo-
cidad del viento en el punto de emisión (a la altura de la chimenea) con la que
se mide regularmente con los anemómetros del Servicio Meteorológico que
lo hacen a una altura de 10 m.

4.2.6.7 Hacia la realidad: altura efectiva de chimenea

Los gases emitidos por las chimeneas tienen una velocidad inicial vertical
y, además, un momento térmico inicial dado que se emiten altas temperatu-
ras. Su densidad inicial es menor que el aire circundante y entonces se eleva.
A medida que los gases de escape turbulentos son emitidos se mezclan con el
aire del ambiente. Esta mezcla del aire en la pluma se denomina arrastre.
Durante el arrastre, la pluma aumenta su diámetro mientras viaja a sotavento
(en dirección del viento).
La combinación del momento cinético y el momento térmico o flotabili-
dad de los gases hace que estos se eleven. Este fenómeno, conocido como

164
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elevación de la pluma, permite que los contaminantes se dispersen desde una


altura superior a la altura real de la chimenea. La altura final de la pluma,
conocida como altura efectiva de chimenea (H), es la suma de la altura física
de la chimenea (hs) y la elevación de la pluma (∆h). La elevación de la pluma
depende de las características físicas de la chimenea y del efluente (gas de
chimenea, ver Figura 77). La diferencia de temperatura entre el gas de la chi-
menea (Ts) y el aire ambiental (Ta) determina la densidad de la pluma, que
influye en su elevación. Además, la velocidad de los gases de la chimenea,
que es una función del diámetro de la chimenea y de la tasa volumétrica del
flujo de los gases de escape, determina el momento cinético de la pluma.

Figura 77: Esquema de la altura efectiva de emisión.

Una vez emitida, la velocidad inicial vertical del penacho disminuye rápi-
damente debido al arrastre producido por la entrada de aire que hace que este
se incline. El penacho adquiere entonces un momento cinético horizontal. A
mayor velocidad del viento, más horizontal será el momento cinético total.
Como en general, la velocidad del viento aumenta con la altura desde el sue-
lo, a medida que la pluma continúa elevándose, los vientos más fuertes hacen
que se incline aún más. Este proceso persiste hasta que la pluma parece hori-
zontal al suelo. El punto donde la pluma parece horizontal puede alcanzarse a
una distancia considerable de la chimenea.
En una atmósfera inestable, la flotabilidad de la pluma aumenta a medida
que se eleva, lo cual hace que se incremente la altura final de la pluma. En
una atmósfera estable, la flotabilidad de la pluma disminuye a medida que se
eleva. Por último, en una atmósfera neutral, permanece constante.

165
La pluma pierde flotabilidad a través del mismo mecanismo que la hace
serpentear: el viento. Como se muestra en la Figura 78, la pluma arrastra el
aire atmosférico hacia su interior. A mayor velocidad del viento, más rápida
será esta mezcla. El arrastre del aire ambiental hacia la pluma por acción del
viento, le "quita" flotabilidad muy rápidamente, de modo que durante los días
con mucho viento la pluma no se eleva muy alto sobre la chimenea.

Figura 78: Esquema de la pérdida de flotabilidad de la pluma por


arrastre de aire atmosférico.

4.3 Destino de las sustancias contaminantes


A diferencia de los procesos mecánicos, presentados en la Tabla 28, que
afectan al transporte de sustancias contaminantes, los procesos químicos y
microbiológicos afectan al destino de las sustancias contaminantes, contribu-
yendo al frenado de su movimiento o a la atenuación de su concentración.
• Frenado: es consecuencia de los procesos que impiden el traslado de sus-
tancias contaminantes, ya sea por su eliminación o debido a que son inmovi-
lizadas. Las sustancias inmovilizadas no sufren transformaciones. Por lo tan-
to, los procesos de frenado son reversibles y las sustancias frenadas pueden
volver a su estado soluble tras un cierto período de tiempo. Entre los ejem-
plos de reacciones químicas que tienen como resultado un proceso de frenado
se incluyen la sorción y la precipitación.

166
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• Atenuación: incluye dos clases distintas de procesos:


– Eliminación irreversible: es un proceso de atenuación que, a diferencia del
frenado, produce una reducción de la masa de la sustancia contaminante.
Uno de los ejemplos más comunes es el traspaso de sustancias contami-
nantes a medios diferentes, como es el caso de la volatilización.
– Transformación de la estructura molecular de la sustancia, similar a
las que se producen en las reacciones de oxidación y reducción.

En la Tabla 31 se presentan los distintos procesos que afectan al destino


de sustancias contaminantes.

Proceso Tipo de sust. química Consecuencia


Sorción Orgánica Frenado
Precipitación Inorgánica Frenado
Intercambio de iones Inorgánica Frenado
Filtración Orgánica / inorgánica Frenado
Redox Orgánica / inorgánica Transformación / Frenado
Biodegradación Orgánica Transformación
Volatilización Orgánica Eliminación por traspaso intermedio

Tabla 31: Procesos naturales que influyen en el destino de las sustancias contaminantes.

4.3.1 Procesos de frenado

Los procesos de frenado provocan la sorción de sustancias orgánicas, el


intercambio de iones y la precipitación de sustancias inorgánicas; reacciones
que tienen como resultado una disminución del movimiento de sustancias
contaminantes respecto a su flujo habitual.

4.3.1.1 Porción

Se produce cuando los contaminantes interactúan física y químicamente


con grupos superficiales de las partículas atmosféricas, suspendidas en agua y
de suelo. Al igual que la dispersión y la dilución, la sorción puede reducir la
masa de los contaminantes pero no los elimina. Se debe tener en cuenta que
la sorción es, en general, reversible. Cuando la concentración de sustancias
disueltas disminuye y la cantidad de sustancias químicas sorbidas se eleva se

167
produce el proceso de sorción. Esto supone una limitación en el empleo de
tecnologías de limpieza basadas en el proceso de sorción.

4.3.1.2 Intercambio iónico

Es un proceso en el cual los iones son sorbidos por las superficies del sue-
lo que contienen cargas opuestas. Este fenómeno es debido a las fuerzas elec-
trostáticas que tienden a equilibrar la carga superficial de las partículas con
una carga equivalente y opuesta de iones libres. La capacidad de que un de-
terminado tipo de partículas sufra retenciones o intercambio de iones se mide
con la capacidad de intercambio de iones. Por ejemplo, la arcilla se caracteri-
za por una mayor capacidad de intercambio que la que poseen otras partículas
inorgánicas, debido a que grandes áreas superficiales poseen muchas zonas
con carga negativa. En la Tabla 32 se presentan los valores de intercambio de
cationes de algunos minerales presentes en suelos.

Mineral arcilloso Capacidad de intercambio de iones (meq / 100g)


Caolinita 3 -15
Ilita 10 – 40
Esmectita 80 – 150
Atapulgita 20 - 30

Tabla 32: Capacidad de intercambio de cationes de minerales arcillosos.

4.3.1.3 Precipitación

Es el proceso opuesto a la disolución y consiste en el pasaje de una sus-


tancia disuelta a una fase sólida. La fracción de sustancia que se separa de la
solución se denomina precipitado. Es un proceso, en general, de tipo reversi-
ble, ya que si la concentración de la sustancia disuelta desciende a un valor
inferior al de su solubilidad, podría producirse la disolución de las sustancias
previamente precipitadas. Este proceso es aplicable en particular a metales
pesados como níquel, mercurio, cromo y plomo.

4.3.1.4 Filtración

Es un proceso físico de frenado producido por la obstrucción de los espa-


cios porosos, debido a la acumulación de partículas sólidas. Puede ser debido
a la precipitación o a la acumulación de partículas disueltas.

168
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4.3.2 Procesos de atenuación

Los procesos principales de atenuación relacionados con la transforma-


ción de sustancias contaminantes son las reacciones de oxidación y reducción
provocadas por medios químicos o biológicos y la volatilización.

4.3.2.1 Reducción y oxidación química

Las reacciones de oxidación y reducción química (redox) pueden producir-


se tanto con sustancias orgánicas como inorgánicas. La oxidación consiste en
una pérdida de electrones (la sustancia química que cede el electrón es la que
sufre el proceso de oxidación) y la reducción es el caso contrario, la ganancia
de electrones. En la Tabla 33 se presentan ejemplos de cambio de propiedades
de transporte de funció del estado de oxidación del contaminante.

Elemento Ion Consecuencias


Fe+3 Baja solubilidad
Hierro
Fe+2 Muy soluble
Cr+6 Tóxico: relativamente móvil
Cromo
Cr+3 Adsorción fuerte a la superficie
Se+6 Mayor movilidad y menor toxicidad
Selenio
Se+4 Mayor toxicidad y menor movilidad

Tabla 33: Propiedades de transporte según estado de oxidación del contaminante.

4.3.2.2 Reducción y oxidación biológica o biodegradación

La biodegradación es un proceso en el cual los microorganismos naturales


(levaduras, hongos o bacterias) descomponen o degradan sustancias orgáni-
cas contaminantes, transformándolas en sustancias menos tóxicas o inocuas.
Puede producirse en presencia de oxígeno (en condiciones aerobias) o sin él
(en condiciones anaerobias). Los microorganismos, al igual que los seres
humanos, se nutren de las sustancias orgánicas y obtienen energía. En el pro-
ceso de biodegradación, los microorganismos descomponen a los contami-
nantes orgánicos principalmente en dióxido de carbono y agua en el caso de
la biodegradación aerobia (Figura 79). Por medio de procesos de biodegrada-
ción es posible eliminar eficazmente del suelo y de las aguas subterráneas
muchos contaminantes orgánicos como: petróleo, gasolina, compuestos
BTEX (benceno, tolueno, etilbenceno y xilenos) y solventes.

169
Figura 79: Esquema de la biodegradación aeróbia del suelo.

4.3.2.3 Volatilización

Consiste en el pasaje de las sustancias químicas disueltas a la fase gaseo-


sa, con su consecuente dispersión en la atmósfera. La volatilización puede
producirse a partir de una sustancia libre, de la humedad del suelo o de las
aguas subterráneas.

4.4 Modelos de transporte

¿Qué es un modelo matemático? Un modelo matemático se define como


una descripción, por medio de herramientas matemáticas, de un hecho o fe-
nómeno del mundo real. El objetivo de utilizarlo es entender ampliamente un
fenómeno y predecir su comportamiento en el futuro. Es importante mencio-
nar que un modelo no reproduce en forma exacta los fenómenos de la vida
real, de hecho, se trata de una idealización. Por lo tanto, no hay que confundir
nunca el modelo con la realidad que éste representa.
El proceso para elaborar un modelo matemático es el siguiente:
1. En primer lugar es necesario realizar un estudio del proceso físico, quími-
co o biológico a modelar con el fin de identificar los principales meca-
nismos involucrados en dicho proceso.
2. Luego se deben formular hipótesis lo suficientemente simples que permi-
tan desarrollar una expresión matemática que refleje la conducta real del
sistema. El tipo de expresión a utilizar va a depender de la complejidad
del sistema a modelar. En muchos casos puede ser suficiente una expre-
sión algebraica sencilla o una ecuación diferencial, o en casos más com-
plejos, un conjunto de ecuaciones diferenciales.

170
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3. La fase posterior se conoce con el nombre de calibracion y consiste en


adecuar un conjunto de datos de entrada (conocidos o medidos
experimentalmente) hasta que las predicciones obtenidas se ajusten a los
datos observados. Cuando las condiciones observadas y las predichas son
similares, el modelo se considera calibrado. En caso contrario, se deberá
reiniciar el proceso revisando las hipótesis realizadas.
La modelización se puede simplificar, generalmente, como se muestra en
la Figura 80:

Figura 80: Esquema simplificado de la construcción de un modelo.

Tras la verificacion del modelo, este puede ser aplicado a la gestión de la


contaminación del siguiente modo:
• Como herramienta para comprender los procesos del traslado de
sustancias contaminantes.
• Como medio para determinar los parámetros de flujo y traslado.
• Para predecir las concentraciones de sustancias contaminantes tanto
actuales como futuras en zonas de riesgo eventual .

171
• Para la asesoría respecto a propuestas de recuperación de zonas
contaminadas.
• Para predecir la concentración de sustancias contaminantes residuales
tras la aplicación de acciones recuperadoras concretas.

4.4.1 Modelos de transporte en aguas y suelos

Los modelos de transporte en aguas y suelos son muy variados y depen-


den del medio en que se está estudiando el fenómeno. Sin embargo, todos se
focalizan en una descripción más o menos detallada (en el tiempo y/o en el
espacio) de los principales mecanismos de generación, transporte y transfor-
mación de sustancias contaminantes.
En general, estos modelos están integrados por submodelos que tienen su
origen en distintas disciplinas como: hidrología, agricultura, ciencia de sue-
los, biología, química, física, etc. Los submodelos se acoplan según el si-
guiente orden:
• Modelos de generación de contaminantes: describen las fuentes de
emisión de contaminantes.
• Modelos hidrológicos: describen los procesos de lluvia – escorrentía
(superficial y subterránea) teniendo en cuenta los subprocesos de eva-
potranspiración, infiltración y almacenamiento por detención superfi-
cial. Además de las componentes de flujo: flujo sobre terreno, interflu-
jo, flujo cercano a la superficie y flujo canalizado.
• Modelos de transporte de partículas de suelo: describen los procesos
para el desprendimiento, movimiento almacenamiento y detención del
partículas del suelo.
• Modelos de transformación material: describen las reacciones quími-
cas, biológicas, bioquímicas y físicas que ocurren entre las fases líqui-
da y sólida de la escorrentía, tales como sorción, descomposición
química y biológica, disolución, etc.
• Modelos de las aguas receptoras: describen el escurrimiento, el trans-
porte de masa y las reacciones, incluyendo fuentes de contaminación
puntuales y distribuidas.
Los submodelos también se pueden clasificar con respecto a la escala es-
pacial en que son aplicados:
• Modelos de parámetros concentrados: tratan al medio como una sola
unidad homogénea, concentrando sus características a través de
ecuaciones empíricas.

172
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• Modelos de parámetros distribuidos: dividen al sistema en celdas, a


cada una de las cuales se le asigna parámetros y factores uniformes,
tales como conductividad del suelo, pendiente, etc. Las ecuaciones de
movimiento y transporte de masa se resuelven numéricamente.

Por otra parte, con respecto a la escala temporal puede efectuarse la si-
guiente distinción:
• Modelos de largo plazo o de estado estacionario: describen sólo la va-
riación espacial de las condiciones de flujo y carga a lo largo del sis-
tema. Estos modelos no son aptos para simular eventos de escorrentía,
pero se utilizan para analizar cuales serán los efectos de posibles estra-
tegias de remediación de zonas contaminadas.
• Modelos de eventos: pueden simular la respuesta del sistema a eventos
importantes, como por ejemplo lluvia o derretimiento de nieve. Tienen la
ventaja de requerir una cantidad moderada de datos hidrometeorológicos.
• Modelos de aplicación continua: pueden ser similares a los de eventos,
pero requieren largos registros de datos hidrometeorológicos y necesi-
tan mucho tiempo de cálculo computacional.

4.4.2 Modelos de dispersión de calidad del aire

Los modelos de dispersión de calidad del aire consisten en un grupo de


ecuaciones matemáticas que sirven para interpretar y predecir las concentra-
ciones de contaminantes causadas por la dispersión y por el impacto de las
plumas de contaminación. Estos modelos requieren el conocimiento de las
diferentes condiciones meteorológicas, incluidos los factores relacionados
con la temperatura, la velocidad del viento, la estabilidad y la topografía.
Existen varios tipos genéricos de modelos entre los cuales cabe mencio-
nar en forma preferencial los gaussianos. Estos modelos emplean la ecuación
de distribución gaussiana y son ampliamente usados para estimar el impacto
de contaminantes no reactivos. En el caso de fuentes de áreas urbanas que
presentan contaminantes reactivos, no son aplicables y se debe recurrir a mo-
delos numéricos apropiados que requieren una información extremadamente
detallada sobre la fuente y la cinética química de los contaminantes de la at-
mósfera. También se emplean modelos estadísticos cuando la información
científica sobre los procesos químicos y físicos de una fuente están incomple-
tos o vagos. Por último, están los modelos físicos completos, que se basan en
modelos del fluido o en datos obtenidos en los túneles aerodinámicos de

173
viento. Este último tipo de modelos es muy complejo aunque en ciertos casos
es la única solución posible.
La selección de un modelo de calidad del aire depende del tipo de conta-
minantes emitidos, de la complejidad de la fuente y del tipo de topografía que
rodea la instalación. Algunos contaminantes se forman a partir de la combi-
nación de contaminantes precursores. Por ejemplo, el ozono en el nivel del
suelo se forma cuando los compuestos orgánicos volátiles (COV) y los óxi-
dos de nitrógeno (NOx) actúan bajo la acción de la luz solar. Los modelos
para predecir las concentraciones de ozono en el nivel del suelo emplearían la
tasa de emisión de COV y NOx como datos de entrada. Además, algunos
contaminantes reaccionan fácilmente una vez que son emitidos a la atmósfe-
ra. Estas reacciones reducen las concentraciones y puede ser necesario consi-
derarlas en el modelo. La complejidad de la fuente también desempeña un
papel en la selección.
Existen numerosos modelos desarrollados para evaluar concentraciones
ambientales de contaminantes de distintas características. Para homogeneizar
los resultados obtenidos frente a una misma fuente de emisión, algunas agen-
cias ambientales gubernamentales indican el uso de algún modelo específico,
en su mayoría gaussianos, algunos de ellos de libre disponibilidad. En parti-
cular la EPA tiene un sitio en Internet (www.epa.gov/ttn/sram) en donde es
posible acceder a los que se definen como modelos regulatorios. También allí
existe una amplia información respecto de este tema, y el documento que
explica los lineamientos básicos de estos modelos, es la Guideline on Air
Quality Models, Revised (EPA-450/2-78-027R). Existe un documento muy
interesante para estimar el impacto de fuentes fijas, que se denomina Scree-
ning Procedures for Estimating the Air Quality Impact of Stationary Sources,
Revised (EPA-450/R-92-019).

4.4.2.1 Modelos de sondeo y refinados

Para lugares ubicados a sotavento de la fuente en terrenos relativamente


planos, las concentraciones de contaminantes se pueden determinar por me-
dio de la ecuación gaussiana. Estos modelos han sido computarizados con lo
cual se simplifican mucho los cálculos de la concentración de contaminantes,
hecho que permite aplicarlos en una variedad de escenarios. La aplicación de
estos modelos puede darse en dos niveles: un nivel de sondeo y otro refinado.
El modelo de sondeo se realiza antes del refinado para obtener un pano-
rama inicial del tipo de concentración de contaminantes que se producirá de-
bido a una determinada fuente. Asumen el “peor de los casos” para las condi-
ciones meteorológicas y presupuestos simplificados del terreno. Por

174
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consiguiente, los resultados son conservadores e indican que aunque se refine


el modelo, no se deberían esperar que las estimaciones de la concentración de
contaminantes sean mayores. El modelado de sondeo, generalmente, se reali-
za en primer término, con vistas a identificar cualquier fuente que implicará
un problema para la calidad del aire.
El segundo nivel de análisis es el modelado refinado. Este nivel consiste
en cálculos más analíticos y complejos. Requiere información más detallada
sobre la fuente, las condiciones meteorológicas y el terreno, así como mejor
número de datos de entrada. Al incluir información más detallada en el
modelo, se pueden obtener estimaciones más exactas y descriptivas sobre la
concentración de los contaminantes para las áreas que rodean a la fuente.

4.4.2.2 Transporte de largo alcance

Los modelos gaussianos no se consideran exactos para determinar las


concentraciones de contaminantes a distancias mayores de 50 km de la fuen-
te. Sin embargo, debido a diversas situaciones atmosféricas, los contaminan-
tes pueden ser transportados más allá de ese límite. Algunos contaminantes
como los compuestos de azufre, partículas finas y el ozono, que no se remue-
ven rápidamente de la atmósfera, pueden ser transportados a distancias leja-
nas. Es necesario utilizar modelos atmosféricos de gran escala que toman en
cuenta variables atmosféricas adicionales tales como la luz solar y la precipi-
tación.

175
5. Herramientas de gestión de
la contaminación: ¿Cómo mitigar
los efectos de la contaminación?

5.1 Evaluación del Impacto Ambiental

5.1.1 Impacto ambiental

La resolución 501-1995 de la SA y DS (ex SRN y AH), que aprueba la


Guía Ambiental General, define al impacto ambiental “…como la diferencia
entre las condiciones ambientales que existirían con la implementación de un
proyecto y las condiciones ambientales que existen sin el mismo”.

5.1.2 Evaluación de impacto ambiental (EIA)

Es un procedimiento que perminte de garantizar un examen sistemático


de los efectos ambientales de una acción propuesta y de sus alternativas (Co-
nesa Fernández-Vítora, 1996). La EIA es un instrumento de gestión ambien-
tal que asegura un proceso de toma de decisiones adecuado al interés público.
Permite identificar y valorar los impactos (efectos potenciales) de proyectos,
planes, programas o acciones normativas relativas a los componentes fisico-
químicos, bióticos, culturales y socioeconómicos del entorno. Tiene como
propósito principal animar a que se considere el medio ambiente en la plani-
ficación y en la toma de decisiones con la finalidad de definir actuaciones
que sean más compatibles con el medio ambiente, acorde con las políticas y
objetivos definidos por la Política Ambiental de la Nación. Debe presentar
impactos ambientales significativos, informando al público sobre alternativas
“razonables” para evitar o reducir los impactos adversos.

176
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5.1.3 Evaluación ambiental estratégica (EAE)

El procedimiento EIA es aplicado a políticas, planes y programas de go-


bierno. Se debe llevar a cabo al momento de producirse una propuesta de
gobierno. La Figura 81 muestra un típico ejemplo de cómo debiera aplicarse
la EAE para la construcción de una autopista. Nótese las distintas instancias
administrativas y categorías de actuación que requieren EAE. Si bien la pro-
pia construcción de la autopista requiere una EIA, esta seguramente tendrá un
impacto ambiental manejable de producirse en las actuaciones previas, las
EAE correspondientes .

Figura 81: Relaciones existentes entre las políticas, planes, programas y proyectos y
las evaluaciones ambientales estratégicas y los estudios de impacto ambiental.

Un ejemplo interesante en nuestro país de aplicación de EAE lo constituye la


provincia de Mendoza, que ha formulado un Estudio Ambiental estratégico del
“Programa de Desarrollo Productivo de la provincia de Mendoza”. El mismo
tiene por objetivo evaluar mediante un estudio ambiental estratégico las impli-
cancias ambientales del desarrollo que será promovido por los circuitos productivos

177
previstos en el Programa, analizando los impactos directos e indirectos, incluyen-
do los sinérgicos derivados de actividades paralelas.
Este estudio deberá definir los impactos asociados a cuatro subprogramas
previstos a saber: (I) apoyo para el aumento de la competitividad de las PyMEs,
(II) desarrollo de infraestructura pública de apoyo a la actividad productiva,
(III) modernización de los servicios del estado para apoyo a la actividad pro-
ductiva y (IV) formación técnico-profesional, capacitando los recursos huma-
nos para su reinserción laboral. Podrás encontrar más información sobre este
estudio en el Instituto Nacional del Agua (http://www.ina.gov.ar).

5.1.4 Estudio de impacto ambiental (EsIA)

Es un componente fundamental del procedimiento administrativo de una


EIA. Se trata de un informe técnico (estudio) en el cual se identifican los
efectos provocados por las acciones de un proyecto sobre el ambiente, se
ponderan y valoran cuali o cuantitativamente los mismos, se proponen medi-
das para evitar, minimizar, corregir o compensar los impactos adversos y op-
timizar los positivos, definiéndose un Plan de Vigilancia Ambiental con el fin
de verificar y estimar la operatividad de aquellas.

5.1.5 Declaración de impacto ambiental (DIA)

Es un informe, avalado por un equipo técnico, en el que se presentan los


resultados de los estudios para la evaluación final por parte de los decisores.
Puede ser sometido a consulta pública, según establezca el procedimiento.

5.1.6 Dictamen ambiental (DA)

Es un documento público emitido por la autoridad competente mediante


el cual se revisan procedimiento y resultados de la EIA y en tal sentido se
aprueba, condiciona o rechaza el proyecto y la DIA.

5.1.7 Evaluación de impacto ambiental en la legislación nacional

La Constitución Nacional, en su artículo 41, consagra el derecho al ambiente:


“Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto

178
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para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las
necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tie-
nen el deber de preservarlo”.
Legitima, en su artículo 43, a toda persona que se sienta afectada en el
ejercicio de su derecho, al Defensor del Pueblo y a las asociaciones que ten-
gan como fines la preservación ambiental a interponer acción de amparo:
“Toda persona puede interponer acción expedita y rápida de amparo, siempre
que no exista otro medio judicial más idóneo, contra todo acto u omisión de
autoridades públicas o de particulares, que en forma actual o inminente lesio-
ne, restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, de-
rechos y garantías reconocidos por esta Constitución, un tratado o una ley. En
el caso, el juez podrá declarar la inconstitucionalidad de la norma en que se
funde el acto u omisión lesiva. Podrán interponer esta acción contra cualquier
forma de discriminación y en lo relativo a los derechos que protegen al am-
biente, a la competencia, al usuario y al consumidor, así como a los derechos
de incidencia colectiva en general, el afectado, el defensor del pueblo y las
asociaciones que propendan a esos fines, registradas conforme a la ley, la que
determinará los requisitos y formas de su organización…”.
La ley Nº 25.675, Ley General del Ambiente, establece que el mismo es un
bien jurídicamente protegido y fija los presupuestos mínimos para el logro de una
gestión sustentable y adecuada del ambiente, la preservación y protección de la
diversidad biológica y la implementación del desarrollo sustentable (Art. 1). Es
una declaración de la Política Ambiental de la Nación, cuyos objetivos cruzan
todas las áreas de gobierno a partir del enfoque de EIA, el cual conjuga elementos
de las Ciencias sociales y Naturales con Técnicas de Desarrollo Ambiental.
En su Artículo 2º define los objetivos de la política ambiental nacional:
– Asegurar la preservación, conservación, recuperación y mejoramiento
de la calidad de los recursos ambientales, tanto naturales como cultu-
rales, en la realización de las diferentes actividades antrópicas;
– Promover el mejoramiento de la calidad de vida de las generaciones
presentes y futuras, en forma prioritaria;
– Fomentar la participación social en los procesos de toma de decisión;
– Promover el uso racional y sustentable de los recursos naturales;
– Mantener el equilibrio y dinámica de los sistemas ecológicos;
– Asegurar la conservación de la diversidad biológica;
– Prevenir los efectos nocivos o peligrosos que las actividades antrópicas
generan sobre el ambiente para posibilitar la sustentabilidad ecológica,
económica y social del desarrollo;

179
– Promover cambios en los valores y conductas sociales que posibiliten
el desarrollo sustentable, a través de una educación ambiental, tanto en
el sistema formal como en el no formal;
– Organizar e integrar la información ambiental y asegurar el libre acce-
so de la población a la misma;
– Establecer un sistema federal de coordinación interjurisdiccional, para la
implementación de políticas ambientales de escala nacional y regional
– Establecer procedimientos y mecanismos adecuados para la minimi-
zación de riesgos ambientales, para la prevención y mitigación de
emergencias ambientales y para la recomposición de los daños cau-
sados por la contaminación ambiental.

Entre los instrumentos de la política y la gestión ambiental se citan (Art. 8):


– El ordenamiento ambiental del territorio
– La evaluación de impacto ambiental
– El sistema de control sobre el desarrollo de las actividades antrópicas
– La educación ambiental
– El sistema de diagnóstico e información ambiental
– El régimen económico de promoción del desarrollo sustentable y or-
denamiento ambiental

5.1.7.1 Ordenamiento ambiental

El proceso de ordenamiento ambiental (Art. 10) “...deberá asegurar el uso


ambientalmente adecuado de los recursos ambientales, posibilitar la máxima
producción y utilización de los diferentes ecosistemas, garantizar la mínima
degradación y desaprovechamiento y promover la participación social, en las
decisiones fundamentales del desarrollo sustentable. Asimismo, en la locali-
zación de las distintas actividades antrópicas y en el desarrollo de asenta-
mientos humanos, se deberá considerar, en forma prioritaria:

– La vocación de cada zona o región, en función de los recursos


ambientales y la sustentabilidad social, económica y ecológica;
– La distribución de la población y sus características particulares;
– La naturaleza y las características particulares de los diferentes biomas;
– Las alteraciones existentes en los biomas por efecto de los asenta-
mientos humanos, de las actividades económicas o de otras activida-
des humanas o fenómenos naturales;
– La conservación y protección de ecosistemas significativos...”

180
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5.1.7.2 Evaluación de impacto ambiental

Toda obra o actividad que, en el territorio de la Nación, sea susceptible de


degradar el ambiente, alguno de sus componentes, o afectar la calidad de vida
de la población, en forma significativa, estará sujeta a un procedimiento de
evaluación de impacto ambiental, previo a su ejecución (Art. 11).
Las personas físicas o jurídicas darán inicio al procedimiento con la pre-
sentación de una declaración jurada, en la que se manifieste si las obras o
actividades afectarán el ambiente. Las autoridades competentes determinarán
la presentación de un estudio de impacto ambiental, cuyos requerimientos
estarán detallados en ley particular y, en consecuencia, deberán realizar una
evaluación de impacto ambiental y emitir una declaración de impacto am-
biental en la que se manifieste la aprobación o rechazo de los estudios pre-
sentados (Art. 12).
Los estudios de impacto ambiental deberán contener, como mínimo, una
descripción detallada del proyecto de la obra o actividad a realizar, la identi-
ficación de las consecuencias sobre el ambiente, y las acciones destinadas a
mitigar los efectos negativos (Art. 13).
Las personas físicas y jurídicas, públicas o privadas, deberán proporcionar
la información que esté relacionada con la calidad ambiental y referida a las
actividades que desarrollan. Todo habitante podrá obtener de las autoridades
la información ambiental que administren y que no se encuentre contemplada
legalmente como reservada (Art. 16).
Existen sitios en internet donde podrás encontrar la legislación nacional y
provincial referida a EIA; como por ejemplo http://infoleg.mecom.gov.ar y
http//www.estricplan.com.ar.

La política ambiental nacional es la que regula los intereses ambientales


y públicos.

51.8 Inventario ambiental

Descripción del medio en un área donde se plantea ubicar una determina-


da actuación. Incluye los siguientes elementos:

– Medio natural
- Medio fisicoquímico
• Suelos
• Geología

181
• Topografía
• Recursos hídricos superficiales y subterráneos
• Calidad del agua, aire y suelo
• Climatología
- Medio biológico
• Flora y fauna
• Diversidad biológica
• Estabilidad del ecosistema
– Medio socioeconómico y cultural
- Medio cultural
• Lugares arqueológicos
• Recursos estéticos
• Recursos históricos
- Medio socioeconómico
• Tendencias demográficas
• Indicadores de bienestar humano
• Sistemas educativos
• Redes de transporte
• Infraestructura: agua, luz, gas
• Gestión de residuos
• Servicios públicos

La descripción del emplazamiento (inventario ambiental) es el primer pa-


so en el proceso de EIA.

5.1.9 Sistema ideal de EIA

– Se aplica a proyectos con Impacto Ambiental significativo


– Compara alternativas de los proyectos propuestos, técnicas de gestión
y medidas de corrección.
– Genera un Estudio de Impacto Ambiental donde se jerarquizan los
probables impactos y definen sus características.
– Incluye una amplia participación pública y procedimientos administra-
tivos vinculantes de revisión.
– Proporciona información para toma de decisiones.
– Con capacidad para ser obligatorio.
– Incluye procedimientos de seguimiento y control.

182
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5.1.10 Profesionales involucrados en la EIA

La Evaluación de Impacto Ambiental debe estar firmada por un profesio-


nal independiente o consultora que previamente ha registrado su firma en el
registro provincial o nacional habilitado a tal fin y que lo avala para llevar a
cabo esta tarea. Los EsIA, dependiendo del proyecto y la naturaleza del me-
dio afectado, pueden incluir estudios elaborados por sociólogos, abogados,
historiadores, geógrafos, paisajistas, médicos, arqueólogos, planificadores,
ingenieros, arquitectos, biólogos, geólogos, químicos, profesionales de carre-
ras ambientales, etc.

Los organismos nacionales, provinciales y municipales se ven involucra-


dos en el proceso de EIA a través de sus profesionales asociados.

5.1.11 Screening, scoping y estudio preliminar en el proceso EIA

Figura 82: Marco conceptual del screening y del scoping en el proceso EIA.

El screening evalúa si la acción de un promotor de proyecto necesita un


estudio de impacto ambiental para esa futura acción.
El scoping se centra principalmente en determinar los temas e impactos espe-
cíficos que se necesitan tratarse en un estudio de impacto ambiental integral.
El estudio preliminar determina si los impactos previstos de la actuación
tendrán un efecto significativo sobre la calidad del medio humano.

¿Cómo decidir si se debe realizar un Estudio de Impacto Ambiental (EsIA)?


Por ejemplo, el Banco Mundial (1989) ha establecido categorías basadas
en los tipos o tamaños de los proyectos:
• Proyectos que normalmente requieren EsIA (Cat. A)
• Proyectos que pueden necesitar una revisión ambiental (Cat. B).

183
• Proyectos que normalmente no necesitan EsIA (Cat. C).
• Proyectos ambientalmente beneficiosos o de restitución ambiental (Cat. D).

El proceso de screening puede llegar a las siguientes conclusiones referi-


das a la instalación de un proyecto en un determinado emplazamiento:

• Hay efectos adversos no significativos


• Hay efectos adversos significativos que son recuperables
• Hay efectos adversos significativos que se podrían o no recuperar
• Existe incertidumbre sobre los efectos ambientales
• Se desconocen los efectos
• Se preveen efectos adversos significativos

5.1.12 Ciclo del procedimiento de EIA

La Figura 83 muestra el ciclo que recorre un proyecto durante el proceso


de Evaluación de Impacto Ambiental.

EIA: estructura clásica

4.
1. Análisis
Identificación
del proyecto
de acciones

8. Medidas
Decisión 3. Previsión 6. 7. Valoración
correctivas.
de efectos Identificación de los
de Plan de
elaborar de impactos Impactos
vigilancia
la EIA
5.
2. Definición Identificación
del entorno 9. Audiencia
de factores
Pública

Recopilación
de 11. 10.
información Declaración Confección
de Impacto del informe
Selección de la Ambiental final
metodología a aplicar en
cada una de las etapas del
proceso de EIA

Figura 83: Etapas de la EIA.

184
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Una vez que el promotor de un proyecto toma la decisión de llevar a cabo


una EIA (sea esta voluntaria o pedida por la legislación), el profesional o
equipo encargado de su desarrollo, realiza una intensa búsqueda de informa-
ción relacionada con:

• El marco regulatorio del EIA


• Las características del proyecto
• Características del entorno
• EIA previas de proyectos similares
• Niveles guía de calidad ambiental en el ámbito del emplazamiento

Luego analiza en detalle las características del proyecto (objetivo, activi-


dades que desarrollará, etc.), tanto en su etapa de implementación (por ejem-
plo, construcción) como en su etapa de funcionamiento.
A continuación define las características del emplazamiento. Aquí se
debe mencionar que no solo debe tenerse en cuenta el predio donde se ubi-
cará el proyecto, sino también el área donde se espera que el mismo tenga
influencia (alcance). Este es el momento de trazar una línea de base am-
biental o estado de situación previa del emplazamiento al momento de co-
menzar a funcionar el proyecto (ver inventario ambiental). La línea de base
ambiental incluye entre otros aspectos las características y calidad de los
suelos, el agua, los acuíferos y el aire, como así también una descripción de
los recursos bióticos, socioeconómicos, históricos, culturales, paisajísticos,
etc. propio del lugar del emplazamiento.
El conocimiento del proyecto y del emplazamiento permite prever los
efectos (impactos) que el primero puede provocar en el segundo. Efectos o
impactos pueden considerarse sinónimos. Pueden ser ecológicos, estéticos,
históricos, culturales, económicos, sociales o asociados a la salud.
Para identificar con certeza los posibles impactos a producirse, se definen
las acciones (actividades del proyecto) que pueden causar efectos sobre los
factores (o elementos) ambientales.
En los estudios de impacto ambiental la forma clásica de relacionar cau-
sas (acciones) con efectos sobre el ambiente (factores) es la que utiliza ma-
trices simples, como por ejemplo la matriz de Leopold que se presenta en la
Figura 84.

185
Caracteristicas Fisicas y
Condiciones biológicas Factores culturales
Quimicas
Estética e
Atmósfe- Instalaciones fabricadas y
Tierra Agua Flora Fauna interés Estatus Cultural
ra actividades
humano
Sue- Subte- Anima- Redes Redes
Cualidades
los rránea les Construc- de de
Calidad Árboles Aves de espacio Salud Empleo
Cali- Re- terres- ciones trans- servi-
abierto
dad carga tres porte cios
Limpieza del - ML - ML
- ML (r) - L (r) + M (i) +M (i) + ML (r) - L (r)
A - Modificación predio (r) (r)
del régimen Depresion de la - ML
- L (i) - ML (r) - ML (i)
napa de agua (r)
Nivelación del
- L (i) - ML (r) + ML (r) - L (r)
terreno
Construccion del
+ ML (r)
obrador
- ML
Excavar y rellenar - L (i) - ML (r) + ML (r) - M (r)
(r)
B - Tranforma-
ción del suelo y Construccion de - ML
- L (i) - ML (r) + L (r) - L (r) - ML (r)
construcción cimientos (r)
Construccion de
infraestructura - ML (r) + L (r) - ML (r) - ML (r)
basica
Conexión de
servicios e ingreso + L (r) - ML (r) - ML (r)
de equipamiento
+
D - Alteración
Parquizacion + L (i) + L (i) ML + M (i) + ML (r)
de terrenos
(i)
Acumulación de
restos , rechazos y - L (r) - ML (r) - ML (r)
sobrantes
F - Acumulación
Vertido de - ML
y tratamiento de - ML (r)
efluentes líquidos (r)
residuos
Emisiones de
chimeneas y tubos - ML (r)
de escape
-
Incendio - M (r) - S (i)
S(r)
G – Accidentes Derrames y - ML
- ML (r)
escapes (r)
Fallas operativas - S (i)

Figura 84. Matriz de identificación y valoración de impactos de la etapa


de construcción de un centro de salud en la Ciudad de Buenos Aires.
ML = muy leve, L = leve, S = significativo, i = irreversible, r = reversible,
+ = positivo, - = negativo.

Una vez identificados los impactos, se procede a su valorización teniendo


en cuenta los siguientes criterios:

• Análisis del contexto. ¿Afecta a la sociedad en su conjunto?


• Intensidad. Evalúa la gravedad del impacto a partir de la considera-
ción de la existencia de incumplimiento de contenidos de Leyes Fede-
rales, provinciales y locales; de su afección a la salud pública o segu-
ridad; de las características singulares de un área geográfica: recursos
históricos, culturales, parques, suelos de primera calidad, humedales,
ríos naturales, áreas ecológicamente críticas; del grado de conflicto

186
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social; del grado de incertidumbre o de riesgos desconocidos de los


posibles efectos sobre el medio humano; si se trata de un caso testigo
(leading case), si existen efectos acumulativos, si hay afectación ad-
versa a distritos, emplazamientos, autopistas, estructuras u objetos ca-
talogados o elegibles para incluir en los catálogos de patrimonio histó-
rico o nacional, pérdida de recursos históricos culturales o científicos;
si se afecta a especies en peligro, etc.

Se debe hacer una valorización de la importancia técnica, pública, legal y po-


lítica de los componentes ambientales. Se puede establecer lo significativo del
impacto relacionando el grado de alteración con un cierto estándar o umbral.
Entre los umbrales o referencias utilizadas para la evaluación de la signi-
ficación de un impacto encontramos:

• Prioridad más elevada. Umbrales legales.


• Prioridad muy elevada. Umbrales funcionales. Afectan el funcionamiento
del ecosistema lo suficiente para destruir recursos importantes para la na-
ción o la biósfera, en forma irreversible o no recuperable.
• Prioridad elevada. Umbrales normativos. Establecidos por normas sociales
(nivel local o regional) asociados a intereses sociales o económicos.
• Prioridad moderada. Umbrales controvertidos. Fuente de conflicto en-
tre varios individuos, grupos de interés u organizaciones.
• Prioridad baja. Umbrales de preferencia. Forman parte de las preferencias
de individuos, grupos u organizaciones y no de la sociedad en su conjunto.

La probabilidad de que los impactos superen el umbral pueden ser: alta,


baja o despreciable.
Los impactos pueden ubicarse en las siguientes categorías:

• Beneficioso o adverso
• Reversible mediante procesos naturales o irreversible
• Recuperable mediante técnicas de gestión o irrecuperable
• De corto o largo plazo
• Temporal o continuo
• Que ocurre durante la fase de construcción o durante la fase de explo-
tación
• Local, regional, nacional o global
• Accidental o previsto
• Directo o indirecto
• Acumulado o simple

187
La siguiente etapa de la EIA se ocupa de presentar las medidas preventi-
vas, de corrección o mitigación de los posibles impactos adversos al ambiente
con la finalidad de: aprovechar las oportunidades que brinda el medio para
una mejor performance ambiental del proyecto; anular, atenuar, corregir y
compensar los efectos adversos del proyecto sobre el ambiente y, de
incrementar, mejorar y potenciar los efectos positivos que pudieran existir.
A modo de ejemplo, se citan algunas de las medidas que pueden sugerirse
en este capítulo del EIA.

• Medidas protectoras. Evitan la aparición de un efecto modificando


elementos definitorios de una actividad (tecnología, diseño, traslado,
tamaño, materias primas, etc.).
• Medidas correctoras. Se aplican a efectos reversibles. Anulan, atenú-
an, corrigen o modifican acciones y efectos sobre procesos producti-
vos, condiciones de funcionamiento (filtros, disminución de ruido,
etc.), factores del medio como agente transmisor (promueven el au-
mento de caudal, aireación de aguas, etc.).
• Medidas compensatorias. Se aplican a impactos irreversibles e inevi-
tables. Contrapesan la alteración de un factor ambiental a través del
pago por restitución ambiental, la creación de zonas verdes, etc.

En esta etapa de la EIA se sugiere la implementación de estas medidas en


un Plan de Gestión Ambiental del Proyecto, el cual incluye un Plan de Moni-
toreo y Vigilancia del cumplimiento de los objetivos de calidad ambiental
que se han declarado.
Llegado a este punto, se elabora un borrador de EIA, el cual se presenta
en Audiencia Pública. Luego de incorporadas las sugerencias habidas en la
misma, se presenta a la autoridad competente el documento final (Declara-
ción de Impacto Ambiental), la cual emite un documento público (Dictamen
Ambiental), en el cual se aprueba, condiciona o rechaza el proyecto y la DIA.

5.1.13 Participación pública

Es un elemento esencial del procedimiento EIA. Cuanto antes se involu-


cra a la población en el proceso de Evaluación de Impacto Ambiental, más
fácilmente pueden encontrarse alternativas a soluciones conflictivas. La par-
ticipación del público se consigue mediante:

188
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• Proceso de consultas (scoping), en los que se determina el ámbito


(scope) de los aspectos ambientales que han de tratarse en el estudio
de impacto.
• Un programa de participación pública durante el estudio de Evalua-
ción de Impacto Ambiental.
• Proceso de revisión del borrador del estudio de impacto.
• Audiencias públicas en las que se presentan los resultados de la EIA
(previo inicio del proyecto).

5.1.13.1 ¿Cómo planificar las consultas?

Se deben comenzar cuando se cuenta con información suficiente vinculada al


proyecto que se desea llevar adelante y al emplazamiento donde se producirá la
afectación del ambiente. Es conveniente elaborar un documento preliminar con
dicha información y diseñar un proceso de consultas específico para cada actua-
ción que requiera el proyecto. Toda información vinculada a los resultados de
estas consultas debe ser de público conocimiento. Asimismo, se deben planificar
y dirigir cuidadosamente todas las reuniones públicas, teniendo cuidado de incor-
porar (en forma planificada) los comentarios que se reciban.

5.1.13.2 ¿Cómo favorecer la participación pública?

Se deben realizar esfuerzos para involucrar al público en los procedimien-


tos EIA. No sólo deben emitirse avisos públicos de audiencias, exposiciones,
disponibilidad de documentos ambientales, sino que también pueden llegar a
subvencionarse las audiencias públicas. Asimismo, se debe demandar del
público la información que sea necesaria; exponer con claridad las fuentes de
información y Estudios de Impacto sobre procesos EIA, para finalmente in-
corporar los comentarios recibidos sobre el mismo.

189
5.2 Tecnologías para el tratamiento de suelos y aguas
contaminados y el control de emisiones industriales

5.2.1 Métodos de tratamiento y eliminación de contaminantes


en suelos

5.2.1.1 Niveles guía de calidad de suelos

El decreto 831/93 de la ley 24051 de residuos peligrosos define en su


Anexo II, Tabla 9, los niveles guía de calidad de suelo acorde a los siguientes
usos: agrícola, residencial e industrial.

5.2.1.2 Tecnologías disponibles

En esta sección se presentarán muy sucintamente las principales tecnolo-


gías involucradas en la remediación y restitución de suelos contaminados. El
objetivo perseguido por los autores es familiarizar al lector con las mismas,
proveyendo de la literatura básica en la temática, para que si lo desea, pueda
consultarla con la finalidad de profundizar en las características y alcances de
las mismas.
La Tabla 34 presenta una selección de métodos de tratamiento y elimina-
ción de contaminantes en suelos.

Procesos Stripping por aire Es un proceso de transferencia de Se lo utiliza en la depu-


fisicoquímicos masa que aumenta la volatiliza- ración de aguas subte-
ción de los componentes del agua rráneas contaminadas
mediante el paso del aire a través con compuestos orgáni-
la misma. Se mejora de esta cos volátiles (COV) en
forma la transferencia entre las concentraciones meno-
fases aire y agua. res a 200 mg/l.
Extracción por Consiste en el paso de una corrien- Se emplea en la elimi-
vapor del suelo te de vapor a través del suelo, nación de COV de la
hecho que provoca la transferencia zona no saturada en
de los contaminantes desde la agua del suelo (zona
matriz del suelo a la corriente de vadosa).
vapor. Puede llevarse a cabo in
situ o ex situ.

190
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Adsorción por Proceso mediante el cual un Utilizado para la elimi-


carbón contaminante soluble (adsorbato) nación de compuestos
es eliminado del agua por contac- orgánicos en aguas
to con un sólido (adsorbente). El subterráneas,
carbón utilizado es procesado superficiales y en aire.
adecuadamente a fin de aumen-
tar su área superficial (Carbón
Activado).
Stripping por Al igual que el stripping por aire, Utilizado para remover
vapor se basa en la transferencia de los compuestos orgánicos
compuestos orgánicos desde la volátiles y semivolátiles
fase líquida a la gaseosa. de aguas subterráneas
y aguas residuales.
Oxidación Proceso mediante el cual se Utilizado para el trata-
química transforma o mineraliza química- miento de compuestos
mente un contaminante, en gene- orgánicos clorados,
ral de naturaleza orgánica. Los mercaptanos, fenoles y
productos obtenidos (CO2 y H2O) moléculas inorgánicas
van al ambiente. Los intermedia- tales como cianuro.
rios tóxicos suelen derivarse a
tratamiento biológico. Entre los
oxidantes más comúnmente
utilizados figuran: ozono, peróxido
de hidrógeno y cloro.
Procesos de Proceso de separación de conta- Utilizadas en la purifica-
Membrana minantes del agua que utiliza una ción de aguas
barrera para el flujo (membrana)
la cual permite el paso del agua,
iones o moléculas pequeñas. Sin
embargo, en la mayoría de las
aplicaciones, la solución fluye
paralelamente a la membrana y la
transferencia del soluto o solvente
se realiza mediante la aplicación
directa en la solución de corriente
eléctrica (electrodialisis) o de altas
presiones (ósmosis inversa y
ultrafiltración).

191
Métodos Biorecuperación El método se basa en la biode- Se lo utiliza para tratar
biológicos in situ gradación natural espontánea el agua subterránea
que tiene lugar en el subsuelo, contaminada y el sub-
el cual es acelerado a partir de suelo que contiene
la estimulación y mantenimiento contaminantes, en ge-
de las poblaciones microbianas neral de tipo orgánico.
del mismo. Actúa sobre los
contaminantes libres, adsorbi-
dos y disueltos.
Tratamiento en En este método, los residuos son Se lo utiliza en la reme-
fase de lechada suspendidos en agua en un reac- diación de fangos sóli-
tor de mezcla para formar una dos o suelos contami-
lechada. Al igual que en los tra- nados con
tamientos convencionales biológi- contaminantes de natu-
cos, el proceso incluye las etapas raleza orgánica.
de mezcla y aereación, deserción
y biodegradación.
Tratamiento en Amplia clase de métodos bioló- Utilizado para la reme-
fase sólida gicos que realizan el tratamien- diación de suelos con-
to de fangos, sólidos y suelos taminados con com-
contaminados en condiciones puestos orgánicos e
de contenido de agua libre inorgánicos (por ejem-
mínima. Incluye: tratamientos plo metales).
sobre el terreno (incorporación
controlada de residuos a los
horizontes superiores del sue-
lo), compostaje (degradación de
residuos junto con importantes
cantidades de sustancias orgá-
nicas adicionadas mezcladas
en pilas, hileras, etc.), y amon-
tonamiento (por aireación de
pilas de residuos y suelos con-
taminados).
La eliminación de contaminan-
tes no solo incluye la biodegra-
dación, sino también la lixivia-
ción y volatilización.
Estabilización Proceso donde se mezclan los Se utilizan en la recupera-
y solidificación aditivos con los residuos para ción de vertederos de
minimizar la velocidad de mi- residuos peligrosos, el
gración de los contaminantes tratamiento de residuos
del residuo y reducir la toxicidad procedentes de otros

192
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de éste. Es decir que se lo defi- procesos de eliminación, y


ne como un proceso mediante el tratamiento de terrenos
el cual los contaminantes que- contaminados donde
dan total o parcialmente confi- intervienen grandes canti-
nados por la adición de un me- dades de suelos contami-
dio soporte aglomerante. nados.
Métodos Incineradores de Métodos diseñados para des- Se aplica a residuos
térmicos inyección líquida truir los componentes orgánicos líquidos bombeables. El
de los residuos y los suelos residuo se quema en
para transformarlos en CO2 y una cámara de combus-
H2O. Pueden tratar residuos tión.
Incineradores de líquidos y sólidos. Se aplica a residuos
residuos sólidos sólidos, los cuales pue-
den quemarse en sus-
pensión (aserrín), en
una parrilla (incinerado-
res municipales de resi-
duos sólidos) o en un
horno sólido (residuos
peligrosos)

Tabla 34: Tecnologías involucradas en la remediación y restitución de suelos.

5.2.2 Métodos de tratamiento y eliminación de contaminantes


en aguas

5.2.2.1 Niveles Guía de Calidad de Aguas

El decreto 831/93 de la ley 24051 de residuos peligrosos define en su


Anexo II, Tablas 1-8, los niveles guía de calidad de agua acorde a los
siguientes usos: fuente de agua de bebida humana con tratamiento convencio-
nal, protección de la vida acuática (agua dulce superficial, salada superficial,
salobres superficiales), agua para irrigación, agua para bebida de ganado,
para recreación y pesca industrial.

5.2.2.3 Tratamientos convencionales de aguas

La Tabla 35 presenta los tratamientos utilizados para purificar agua, se-


gún los contaminantes que contienen.

193
Contaminante Sistema de tratamiento Desinfección
Hipoclorito de sodio
Bacterias, protozoarios,
Filtración Fotocatalizadores
virus y hongos
Ozono o peróxido
Coagulación con sulfato de aluminio o cal Hipoclorito de sodio
Sólidos suspendidos y
Sedimentación Fotocatalizadores
sedimentables
Filtración Ozono o peróxido
Enmascarantes a base de tripolifosfatos
Oxidación por cloración Hipoclorito de sodio
Oxidación con aire Ozono o peróxido
Fe y Mn
Oxidación con aire + ozono La presencia de Fe y Mn puede
Coagulación interferir con los fotocatalizadores
Filtración
Oxidación con aire y/o ozono
Coagulación con cal Hipoclorito de sodio. Es factible
Coagulación con compuestos de hierro que la combinación de cloro con
As
Fraccionamiento As resulte perjudicial
Clarificación Ozono o peróxido
Filtración
Hipoclorito de sodio
Coagulación con sulfato de aluminio o cal
Fotocatalizadores
Materia orgánica Sedimentación
Ozono o peróxido
Filtración
Radicación UV
Coagulación con cal
Oxidación / Coagulación / Floculación
Coagulación con compuestos de Fe o de Hipoclorito de sodio
Dureza calcio Fotocatalizadores
Fraccionamiento Ozono o peróxido
Clarificación
Filtración
Hipoclorito de sodio
Ozono o peróxido
Modificación al pH
Será necesario garantizar la au-
H 2S Desgasificación
sencia de metales para poder usar
Filtración
fotocatalizadores
Radicación UV
Hipoclorito de sodio. La combina-
ción del cloro con compuestos
orgánicos aromáticos o con feno-
Coagulación con sulfato de aluminio o cal
Color, humus, algas, les puede causar compuestos
Sedimentación
limos, etc. peligrosos para la salud
Filtración
Fotocatalizadores
Ozono o peróxido
Radicación UV
Metales: Cr, Co, Li, Ni, Coagulación con sulfato de aluminio u óxido Hipoclorito de sodio
Zn y otros de hierro / Sedimentación y filtración Ozono o peróxido

194
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El hipoclorito de sodio no es ade-


cuado, su combinación con com-
puestos orgánicos aromáticos o
con fenoles puede causar com-
Plaguicidas y nutrientes
puestos peligrosos para la salud
Ozono o peróxido
Fotocatalizadores
UV

Tabla 35: Tratamientos utilizados en la purificación de aguas.

5.2.3 Control de emisiones industriales

Las emisiones industriales de gases al aire están reguladas en nuestro país por
el Decreto 831/93, Anexo II, Tabla 10 y, a modo de ejemplo, las siguientes nor-
mas y decretos de la Nación: Decreto Nº 481 / 2000 (Reducción de gases con
efecto invernadero), Ley Nº 23724 (Apruébase El convenio de Viena para pro-
tección de la capa de ozono), Ley Nº 23778 (Protocolo de montreal relativo a
sustancias agotadoras de la capa de ozono), Ley Nº 24040 (Sustancias agotadoras
de la capa de ozono), Resolución Nº 250 / 1994 (Clasificación de las distintas
categorías cuánticas de generadores de residuos peligrosos líquidos, gaseosos y
mixtos), Resolución Nº 61 / 1999 (Aceptación de los resultados sobre control de
la emisión de gases contaminantes, ruidos y radiaciones parásitas provenientes de
automotores), Resolución Nº 528 / 2001 (Adoptar para la extracción de muestras
de gases y de la medición de su concentración en el aire ambiente), Resolución
Nº 731 / 2005 (Bases para la certificación, a partir del 01-01-2007, de emisiones
gaseosas en nuevos modelos de vehículos livianos alimentados con combustibles
líquidos, su ensayo y cumplimiento de los límites de acuerdo con la Directiva
Europea 1998/69/CE (Etapa A)).
Para cumplir estos estándares, la industria utiliza una serie de tecnologías de
reducción de emisiones. Los residuos volcados al aire contienen contaminantes
gaseosos y partículas de distintas densidades, tamaños de partícula, volatilidad,
etc. Los mismos deben estar perfectamente caracterizados a fin de seleccionar
adecuadamente la tecnología a emplear. Entre las propiedades más importantes
a conocer y mensurar de una corriente gaseosa figuran: la composición quími-
ca, el caudal o velocidad de flujo, la temperatura y la presión. Junto a esta in-
formación, podemos considerar: la variabilidad de la composición, caudal,
temperatura y presión de la corriente durante la puesta en marcha y parada de la
planta; la explosividad de la corriente (punto de inflamación, temperatura de
auto-ignición, el límite explosivo inferior o LEL, etc.) y, las propiedades corro-
sivas de una corriente, tanto en líquidos como en gases.

195
En general, la adecuada gestión de residuos y, en particular, la que reduce
emisiones a la atmósfera supone: minimizar la cantidad de residuos brutos
generados en los procesos de producción, recuperar parte de los mismos y
reciclarlos y, en última instancia, destruirlos o verterlos.
La purificación de una corriente gaseosa implica la manipulación de sus
propiedades físicas, químicas y biológicas. ¿Cuáles son entonces las propie-
dades de cada componente que necesitamos conocer para seleccionar la tec-
nología adecuada, además de la información antes mencionada?
En principio, necesitamos la fórmula y peso molecular de cada compo-
nente, sus puntos de ebullición y congelación, su solubilidad, propiedades de
adsorción y absorción, comportamiento químico y reactividad, calores de
absorción, de condensación y de solución, distribución de tamaño de partícu-
la y densidades de sólidos, umbral de olores, efectos en la salud, pH y curva
de presión de vapor.
El tipo de equipo a elegir (incineradores, torres de adsorción, condensadores,
filtros, lavadores, torres de absorción, dispositivos de recolección de partículas)
será función de los contaminantes que se quieran minimizar. En una primera
aproximación podemos agruparlos en tres familias: orgánicos volátiles (cualquier
sustancia o mezcla orgánica que puede liberar vapor a la atmósfera y con poten-
cial de causar efectos ambientales a bajos niveles atmosféricos –(Capítulo 3, sec-
ción 3.5.4.4)–, compuestos inorgánicos y materia particulada (sección 3.5.2). La
Tabla 36 presenta las aplicaciones de los equipos mencionados (metodologías)
para la reducción de las distintas familias de contaminantes.

Método Compuestos Compuestos Materia parti- Fundamento


orgánicos inorgánicos culada
Incineración Combustión
Adsorción Sólido poroso granular, gene-
ralmente Carbono activado
que por fuerzas de van der
Waals adsorbe moléculas
orgánicas al estado gaseoso;
también por quimisorción de
moléculas orgánicas que pro-
ducen olores (mercaptanos)
Condensación
Absorción De un gas en un líquido
Filtración Separación de partículas por
tamaño

196
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Precipitadores Separación de partículas por


electrostáticos carga
Lavadores Utilizan un líquido rociado
para separar las partículas

197
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201
Sobre los autores

Daniel Cicerone es licenciado en Oceanografía, Orientación Química Ma-


rina y doctor en Química de la Universidad Nacional del Sur. Siendo becario
de la CICPBA, llevó a cabo su trabajo de tesis doctoral con la dirección del
doctor Miguel A. Blesa con lugar de trabajo en la FCEyN-UBA y la UAQ-
CNEA. Ha llevado a cabo estudios posdoctorales en Environmental Sciences
Division, Oak Ridge National Laboratory, Oak Ridge, Tennessee, EE.UU,
gracias a una beca CONICET. Es investigador de la Comisión Nacional de
Energía Atómica (Principal B) y Profesor Asociado de la Universidad Nacio-
nal de General San Martín. Es el responsable del proyecto de investigación
básica orientada "Movilización de contaminantes en sistemas naturales". Autor
de libros, capítulos de libros y publicaciones científicas (con referato) de circula-
ción nacional e internacional en temas medioambientales. Ha puesto particular
dedicación a la formación de recursos humanos a partir del dictado de cursos de
grado y posgrado (Doctorado en Ciencia y Tecnología Mención Química y
Maestría en Gestión Ambiental de la UNSAM, Especialización en Ciencias
Químicas y del Ambiente, UBA) y la dirección de tesis de licenciatura, maestría
y doctorado. En el ámbito de la extensión a la comunidad, ha realizado estudios
de calidad de agua y suelo, evaluaciones de pasivos ambientales y de impacto
ambiental por requerimientos del sector público y privado.

Silvia Reich es doctora en Física de la UBA, profesora de la Licenciatura


en Análisis Ambiental de la Escuela de Ciencia y Tecnología de la UNSAM
y profesora en el Ciclo Básico Común de la UBA. Ha trabajado en temas de
Física Nuclear y Sistemas Complejos y desde 1993 ha focalizado su interés
en el área ambiental, más específicamente en el estudio de la difusión de la
contaminación atmosférica y en el desarrollo de estrategias para detectar el
vínculo entre fuente y receptor. También participa en el proyecto de Nariz
Electrónica de la CNEA que fue inicialmente pensado para detectar gases de
interés ambiental. Tiene intensa actividad docente de grado y posgrado y es

202
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autora de publicaciones científicas (con referato) en revistas especializadas


en la temática ambiental de circulación nacional e internacional, capítulos de
libros y un libro.

Paula Sánchez Proaño es licenciada en Ciencias Física y doctora en Cien-


cias Físicas de la Universidad de Buenos. Su tesis doctoral la realizó con la
dirección del doctor Alberto Pochettino en la Comisión Nacional de Energía
Atómica. Actualmente se desempeña como investigadora de la Escuela de
Posgrado de la Universidad de General San Martín y Profesora Adjunta de la
Universidad Tecnológica Nacional. Forma parte del proyecto de investiga-
ción básica orientada "Movilización de Contaminantes en sistemas natura-
les". Se ha especializado en la caracterización microestructural y modelado
de la deformación plástica de materiales de uso nuclear; y en la modelización
de procesos físicos que tienen lugar en materiales sintéticos y naturales de
significación ambiental. Publica en revistas con referato nacionales e interna-
cionales y participa regularmente de congresos nacionales e internacionales.

203
Índice

Agradefimientos .........................................................................................5

1. Introducción ............................................................................................6

2. La naturaleza de los reservorios que alojan a los contaminantes.


¿Dónde se movilizan? .................................................................................7
2.1 Introducción a la apreciación de un sistema ambiental......................7
2.1.1 Recursos, funciones y atributos del ambiente ...........................9
2.1.2 Sustentabilidad ........................................................................10
2.1.3 Niveles de organización en el componente biótico .................11
2.1.4 Procesos en el ecosistema .......................................................14
2.1.5 Ciclos biogeoquímicos: la complejidad del medio natural......14
2.2 Naturaleza del suelo. .......................................................................23
2.2.1 Definición del suelo ...............................................................23
2.2.2 Composición ...........................................................................24
2.2.3 Perfil del suelo ........................................................................25
2.2.4 Tamaño de partículas y reactividad.........................................28
2.2.5 Estructura ................................................................................28
2.2.6 Componentes orgánicos ..........................................................29
2.2.7 Componentes orgánicos del suelo ...........................................35
2.3 Naturaleza de los ambientes acuáticos.............................................38
2.3.1 El agua dulce...........................................................................38
2.4 La naturaleza del medio turbulento atmosférico..............................49
2.4.1 ¿Qué es la atmósfera?..............................................................49
2.4.2 Perfiles de temperatura............................................................52
2.4.3 Dinámica general ...................................................................54
2.4.4 Circulación Vertical ...............................................................58
2.4.5 Estabilidad de la atmósfera .....................................................63
2.4.6 Inversiones térmicas................................................................67

4. Presentación de la naturaleza fisicoquímica de los contaminantes:


¿Quiénes son? ...........................................................................................71
3.1 Definición de contaminación ...........................................................71
Material de distribución gratuita – prohibida su venta

3.2 Bioacumulación y biomagnificación ..............................................75


3.3 Exposición a los contaminantes ......................................................78
3.4 Factores ambientales que afectan la toxicidad ................................79
3.5 Tipos de contaminantes ..................................................................80
3.5.1 Elementos de traza .................................................................81
3.5.2 Los contaminantes atmosféricos ..........................................102
3.5.3 Nutrientes ..............................................................................117
3.5.4 Componentes orgánicos .......................................................119

4. Movilización de los contaminantes en el ambiente:


¿Cómo se movilizan en los distintos reservorios del planeta? ............133
4.1 Emisión de sustancias contaminantes ............................................133
4.2 Vertidos acuáticos..........................................................................134
4.2.1 Emisiones atmosféricas.........................................................135
4.2 Movilización de los contaminantes................................................138
4.2.1 Procesos hidrológicos............................................................138
4.2.2 Flujo de aguas subterráneas. La Ley de Darcy......................140
4.2.3 Mecanismos de transporte de sustancias contaminantes .......145
4.2.4 Traslado real de sustancias contaminantes............................149
4.2.5 Matemática del transporte de materia ...................................150
4.2.6 Difusión de los contaminantes en la atmósfera .....................155
4.3 Destino de las sustancias contaminantes........................................166
4.3.1 Proceso de frenado ................................................................167
4.3.2 Proceso de atenuación ...........................................................169
4.4 Modelos de transporte....................................................................170
4.4.1 Modelos de transporte en aguas y suelos ..............................172
4.4.2 Modelos de dispersión de calidad del aire.............................173

5. Herramientas de gestión de la contaminación: ¿Cómo mitigar


los efectos de la contaminación? ............................................................176
5.1 Evaluación del Impacto Ambiental................................................176
5.1.1 Impacto ambiental.................................................................176
5.1.2 Evaluación del impacto ambiental (EIA) ..............................176
5.1.3 Evaluación ambiental estratégica (EAE)...............................177
5.1.4 Estudio del impacto ambiental (EsIA) ..................................178
5.1.5 Declaración del impacto ambiental (DIA) ............................178
5.1.6 Dictamen ambiental (DA) .....................................................178
5.1.7 Evaluación del impacto ambiental en la legislación nacional178
5.1.8 Inventario ambiental ............................................................181
5.1.9 Sistema ideal del EIA............................................................182
5.1.10 Profesionales involucrados en la EIA .................................183
5.1.11 Screening, scoping y estudio preliminar en el proceso EIA 183
5.1.12 Ciclos de EIA ......................................................................184
5.1.13 Participación pública...........................................................188
5.2 Tecnologías para el tratamiento de suelos y aguas contaminadas
y el control de las emisiones industriales.............................................190
5.2.1 Métodos de tratamiento y eliminación de contaminantes
en suelos.........................................................................................190
5.2.2 Métodos de tratamiento y eliminación de contaminantes en agua
193
5.2.3 Control de emisiones industriales ........................................195

8. Bibliografía .........................................................................................198

Sobre los autores .....................................................................................203

206
Colección Ciencia joven

1
Una expedición al mundo subatómico. Átomos, núcleos
y partículas elementales
Daniel de Florian
2
Números combinatorios y probabilidades
Ricardo Miró
3
Las plantas, entre el suelo y el cielo
Jorge Casal
4
Introducción a la geología. El planeta de los dragones de piedra
Andrés Folguera, Víctor A. Ramos y Mauro Spagnuolo (coords.)
5
Biomateriales. Una mejor calidad de vida
Gustavo S. Duffó
6
Reproducción humana
Marta Tesone
7
La física y la edad de la información
Marcelo J. Rozenberg
8
Biodiversidad y ecosistemas. La naturaleza en funcionamiento
Claudio M. Ghersa
9
100 años de relatividad
Diego Harari y Diego Mazzitelli
10
Entre el calamar y el camello. O del control del medio interno
Carlos Amorena y Alejandra Goldman
Material de distribución gratuita – prohibida su venta

11
Por los senderos de la noche. Guía de viaje para mochileros del Universo
Pedro Saizar
12
La física de los instrumentos musicales
Javier Luzuriaga y Raúl O. Pérez
13
La intimidad de las moléculas de la vida. De los genes a las proteínas
Martín Vázquez
14
El lenguaje de las neuronas
Osvaldo Uchitel
15
Biología marina
Pablo E. Penchaszadeh y Martín I. Brögger
16
El universo de las radiaciones
Jorge Fernández Niello
17
Construyendo con átomos y moléculas
Índigo
18
Evolución y selección natural
Esteban Hasson
19
El aire y el agua en nuestro planeta
Inés Camilloni y Carolina Vera
20
Respuesta inmune. Anticuerpos, alergias, vacunas y reproducción humana
Ana Cauerhff, Guillermo Horacio Docena, Carlos Alberto Fossati
y Fernando Alberto Goldbaum
21
Contaminación y medio ambiente
Daniel Cicerone

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