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Comprensión Lectora
Comprensión Lectora
EL ROBOT
Carlos Murciano,
La rana mundana
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“Instrucción directa de la comprensión y fluidez lectoras”
Manuel Martínez López
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“Instrucción directa de la comprensión y fluidez lectoras”
Manuel Martínez López
EL COCODRILO CIRILO
El cocodrilo Cirilo
se baña en la charca verde
y cuando ya tiene frío,
duerme en la arena caliente.
No se pone bañador
porque tiene un traje fuerte
y una cola tan grandota
como de tu pie a mi frente.
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“Instrucción directa de la comprensión y fluidez lectoras”
Manuel Martínez López
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“Instrucción directa de la comprensión y fluidez lectoras”
Manuel Martínez López
CHISTES
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“Instrucción directa de la comprensión y fluidez lectoras”
Manuel Martínez López
Primer chiste:
1. ¿A dónde había ido el protagonista del primer chiste?
2. ¿Sabes explicar qué es un acomodador?
3. ¿Por qué llevará linterna?
4. ¿Crees que es un trabajo fácil? ¿Por qué?
5. ¿Qué pensó cuando vio al señor de esa manera en la butaca?
6. ¿Por qué le llamó la atención?
7. ¿Realmente qué le pasó?
8. ¿Por qué llamaron a la ambulancia?
Segundo chiste:
Tercer chiste:
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“Instrucción directa de la comprensión y fluidez lectoras”
Manuel Martínez López
EL HUESO CANTARÍN
felices flotaban por el aire, muy arriba, como Kolp, el pájaro sagrado:
eran nubes y cielo y fuego y arena, eran risa y llanto y lluvia y sol...
Hermanos Grimm,
Cuentos de niños y del hogar.
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“Instrucción directa de la comprensión y fluidez lectoras”
Manuel Martínez López
LA OVEJA FALSA
Era, pues, un tiempo de mucha hambre para los zorros... y había uno
que no aguantaba. Tenía hambre, es cierto, y todos los rediles estaban
muy altos y con muchos perros. Entonces el zorro dijo:
Aquí no es cosa de ser tonto: hay que ser vivo.
Y se fue hacia el molino, y aprovechando que el molinero estaba
distraído, se revolcó en la harina hasta quedar blanco. Y en la noche se
fue hacia el redil:
Bee, bee - balaba como una oveja -. Salió la pastora, vio un bulto
blanco en la noche y dijo:
Se ha quedado afuera una ovejita.
Y abrió la puerta y metió al zorro. Los perros ladraban y el zorro se
dijo:
Esperaré a que se duerman, lo mismo que las ovejas. Después
buscaré al corderito más gordo y ¡guac!, de un mordisco lo
mataré y luego me lo comeré. Madrugaré y, apenas abran la
puerta, echaré a correr y a ver quién me alcanza.
Y como dijo así lo hizo, pero no llegó a salir. Y es que él no contaba
con el aguacero. Sucedió que llovió y comenzó a quitársele la harina, y
una oveja que estaba su lado vio blanco el suelo y pensó:
¿Qué oveja es ésa que despinta?
Y al ver que era el zorro, se puso a balar. Las demás también lo
vieron entonces y balaron y vinieron los perros y con cuatro mordiscos
lo volvieron cecinas (carne seca y salada)...
Y es lo que digo: siempre hay algo que no está en la cuenta de los
más vivos...
Ciro Alegría,
Fábulas y leyendas americanas
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“Instrucción directa de la comprensión y fluidez lectoras”
Manuel Martínez López
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“Instrucción directa de la comprensión y fluidez lectoras”
Manuel Martínez López
EL FAROLERO
- Soy el farolero
de la Puerta del Sol,
cojo mi escalera
y enciendo el farol.
Soy el farolero
de la Puerta del Sol.
Popular
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“Instrucción directa de la comprensión y fluidez lectoras”
Manuel Martínez López
LA PRINCESA Y EL GUISANTE
Había una vez un príncipe que quería casarse con una princesa,
pero tendría que ser una princesa de verdad. Así que viajó por todo el
mundo para encontrar alguna. Pero siempre hallaba algún problema:
princesas había de sobra, pero que fueran princesas de verdad no
estaba del todo claro; siempre había algo que no estaba del todo bien.
Así que volvió a su casa preocupado, porque tenía muchas ganas de
encontrar una auténtica princesa.
Una noche, hacía un tiempo espantoso. Había relámpagos y truenos,
llovía a cántaros, ¡era horrible! Llamaron a la puerta y el viejo rey fue a
abrir.
Allí fuera había una princesa. ¡Pero, Dios mío, qué aspecto tenía,
con aquella lluvia y aquella tormenta! El agua le escurría por el pelo y la
ropa, le caía desde la nariz a las punteras de los zapatos y salía por los
talones. Y dijo que era una princesa de verdad.
"Bueno, ahora veremos", pensó la anciana reina, pero no dijo nada.
Entró en el dormitorio, quitó toda la ropa de la cama puso un
guisante sobre el somier de tablas, luego cogió veinte colchones, los
puso encima del guisante, y luego veinte edredones de plumas encima
de los colchones.
Allí dormiría aquella noche la princesa.
Por la mañana le preguntaron qué tal había dormido.
¡Oh, terriblemente mal! - dijo la princesa -. Casi no he podido
pegar ojo en toda la noche. Dios sabe lo que habría en esa cama.
Debajo había algo duro y tengo todo el cuerpo lleno de
moratones. ¡Es horrible!
Así pudieron comprobar que era una princesa de verdad, y el
guisante acabó en el museo, y allí sigue para que lo vean..., si no se lo
ha llevado nadie.
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“Instrucción directa de la comprensión y fluidez lectoras”
Manuel Martínez López
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“Instrucción directa de la comprensión y fluidez lectoras”
Manuel Martínez López
A LA RUEDA - RUEDA
A la rueda - rueda,
que cayó del cielo
al agua del río
un lindo lucero.
A la rueda - rueda,
que la princesita
para sus cabellos
quiere la estrellita.
A la rueda - rueda,
que se enoja el rey
y ordena a los pajes
que no se la den.
A la rueda - rueda,
que llega el galán
y a la princesita
se la ofrecerá.
A la rueda - rueda,
que se casarán
y el rey y la reina
a la boda irán.
Juana de Ibarbourou
La poesía infantil.
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“Instrucción directa de la comprensión y fluidez lectoras”
Manuel Martínez López
LA ALFOMBRA VOLADORA
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“Instrucción directa de la comprensión y fluidez lectoras”
Manuel Martínez López
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“Instrucción directa de la comprensión y fluidez lectoras”
Manuel Martínez López
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“Instrucción directa de la comprensión y fluidez lectoras”
Manuel Martínez López
Mi señor de Búho,
estoy preocupada.
Se acerca el invierno,
vendrán las heladas
y mi jirafita
no tiene bufanda.
¿Y dónde encontrarla?
¿No ve que mi hijita
es tan cuellilarga?...
Por más que he buscado,
ninguna le alcanza...
Si que es un problema...
Me tiene apurada.
¡Es usted tan sabio!
Si usted me ayudara...
Ea, ya lo tengo:
hay que fabricarla.
todo va a arreglarse,
tenga usted esperanza.
la amistosa oveja
entregó su lana,
luego hiló el gusano
y tejió la araña.
Va contenta: lleva
toda la garganta
bien abrigadita
con una bufanda
linda, blanca, suave,
larga, larga, larga...
Ángela Figuera Aymerich,
Cuentos tontos para niños listos.
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“Instrucción directa de la comprensión y fluidez lectoras”
Manuel Martínez López
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“Instrucción directa de la comprensión y fluidez lectoras”
Manuel Martínez López
EL CUERVO Y EL CANGREJO
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Manuel Martínez López
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“Instrucción directa de la comprensión y fluidez lectoras”
Manuel Martínez López
EL PRIMER RESFRIADO
Y aquí en la garganta
una hormiga corre
con cien patas largas.
Ay, mi resfriado,
chaquetas, bufandas,
leche calentita
y doce pañuelos
y catorce mantas
y estarse muy quieto
junto a la ventana.
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“Instrucción directa de la comprensión y fluidez lectoras”
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“Instrucción directa de la comprensión y fluidez lectoras”
Manuel Martínez López
EL PÁJARO KANDOWEI
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Manuel Martínez López
LA CINTA AZUL
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Manuel Martínez López
DIVERTIDOS ANIMALES
Un superdotado
En una esquina
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“Instrucción directa de la comprensión y fluidez lectoras”
Manuel Martínez López
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“Instrucción directa de la comprensión y fluidez lectoras”
Manuel Martínez López
MEMORIAS DE UN LOBEZNO
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Manuel Martínez López
EL PEQUEÑO DAVIRÓN
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“Instrucción directa de la comprensión y fluidez lectoras”
Manuel Martínez López
¡Oh vamos!, no era para tanto. Todo lo que debía hacer el pequeño
davirón era seguir ciertas indicaciones. Cruzar siempre las calles
metido en una papelera y tirar los desperdicios en los pasos de
peatones, que para eso están.
¿Entiendes lo que te digo?
Sí señor.
Muy bien.
Si se perdía o dudaba qué camino tomar, que preguntara la dirección
a los relojes. Ellos conocen todos los rincones de la ciudad, porque
están andando continuamente de un lado para otro, ya que, en cuanto
se paran, los dejan olvidados en un cajón y nadie vuelve a hacerles
caso.
Pero, eso sí - advirtió el sabio Davironorio -. Cuando te cruces
con algún reloj, ten mucho cuidado de que no te adelante ni se
quede detrás de ti, porque los relojes no deben adelantarse ni
retrasarse.
Sí señor - dijo Davi-davirón -. Así lo haré.
Y si quieres saber la hora que es, la consultas en cualquier farola
- concluyó el sabio -. Hay docenas de farolas plantadas en las
calles.
Al pequeño davirón le quedaba una duda. Levantó la mirada hacia el
sabio Davironorio y se puso levemente anaranjado.
¿Las farolas no se comen?
No - dictaminó el sabio -. Si así fuera, la gente no tendría modo
de saber la hora.
Todo aclarado. Gracias a consejos tan prudentes, el pequeño davirón
sabía perfectamente cómo comportarse en la ciudad, y podía
marcharse tranquilo, sin temor a percances imprevistos. Con montarse
en un paraguas, cuanto tuviera que recorrer largas distancias, y
taparse la cabeza con un autobús si se ponía a llover, asunto resuelto.
Pilar Mateos,
El pequeño davirón.
PISTA: Un fragmento es una parte de una obra literaria, que no se reproduce completa.
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HA NACIDO UN BECERRO
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Ruben Hilary,
Nube de noviembre.
P I S T A: Capítulo: Cada una de las partes en que suele estar dividido un libro.
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LA ARAÑA
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Manuel Martínez López
EL PIRATA PIRATÓN
En todo el mundo, no creo
que hubo un pirata más feo.
Le faltaba media oreja,
siete dientes y una ceja.
Estaba tuerto de un ojo;
el otro se le torcía,
y era tan cojo, tan cojo,
y era tan malo, tan malo,
que tenía... -¿Qué tenía?
¡Las cuatro patas de palo!
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Manuel Martínez López
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“Instrucción directa de la comprensión y fluidez lectoras”
Manuel Martínez López
Y la cigarra gritó:
Garza, queremos únicamente que nos digas cuál de nosotros
dos canta mejor.
La garza respondió:
Entonces, acercaos para que os oiga bien.
El sapo dijo a la cigarra:
Quién sabe si nos convendría más no acercarnos y dar por
terminado el asunto.
Pero la cigarra estaba convencida de que iba a ganar y,
dominada por la vanidad, dijo:
Vamos, tu voz es más fea y ahora temes perder.
El sapo lleno de cólera, contestó:
Ahora oirás lo que es cantar.
Y a grandes saltos se acercó a la garza, seguida de la cigarra. La
garza se dio la vuelta y ordenó al sapo:
Canta ahora.
El sapo se puso a cantar, indiferente a todo, seguro del triunfo y,
mientras tanto, la garza se comió a la cigarra. Cuando el sapo
terminó, dijo la garza:
Ahora, seguirá la discusión en mi buche. - Y también se lo
comió. Y la garza, satisfecha de su acción, encogió una pata y
siguió mirando tranquilamente el agua.
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“Instrucción directa de la comprensión y fluidez lectoras”
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NARRADOR: Una historia antigua cuenta que una hormiga vivía aburrida y
triste porque estaba sola. Como no tenía hijos y quería tener compañía cogió a
un erizo, a una araña, a una tortuga y a una abeja recién nacidos. Se los llevó
a su casa y los crió como hijos. Pero ya grandecitos, cada uno se fue a vivir por
su cuenta y abandonaron a la hormiga.
Con el tiempo, la hormiga se hizo vieja y cayó enferma. Llamó a su vecina,
una liebre muy corretona, y le dijo:
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PEGASÍN (NOVELA)
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Carmen Vázquez-Vigo,
Cuatro o tres manzanas verdes.
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Manuel Martínez López
ANIMALES MARAVILLOSOS
BEBÉ EN EL BOLSILLO
El pequeño canguro nace dos veces. La hembra da a luz un embrión de 0'75
a 1 gr. de peso, todo rosado, sin ojos ni orejas que pasará desde el vientre de
la madre hasta la bolsa marsupial. Allí se instalará y se adherirá a la tetina.
Doscientos treinta y cinco días después, ya muy desarrollado (pesará entre
los 2 y los 4 kg.), dejará su blando refugio, cediendo el sitio a otro bebé,
acabado de nacer. Mamará durante algún tiempo. Dos meses más tarde será
adulto y podrá hacer la vida normal de un canguro.
EL ECO RESPONDE
El delfín ve con sus "gritos". Emite una serie de gruñidos, silbidos y otros
ruidos. Los sonidos se reflejan sobre los obstáculos. Las vibraciones del eco le
muestran la forma, naturaleza y talla del blanco. Puede, de esta manera,
descubrir su entorno a más de 1 km. de distancia. Si busca una presa, emite
los gritos muy agudos. Puede descubrir un pez a 10 m., en la más absoluta
oscuridad.
RECORD DE VELOCIDAD
El guepardo es el más rápido de los mamíferos. Puede alcanzar en 2
segundo una velocidad de 75 km/h, e incluso llegar hasta los 110 km/h.
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“Instrucción directa de la comprensión y fluidez lectoras”
Manuel Martínez López
¡Que locura! En su carrera, el guepardo echa su cola hacia atrás, las patas
posteriores tocan el suelo antes que las delanteras y su columna vertebral, muy
flexible, se arquea, alargándose en cada brinco. ¡Corre hasta perder el aliento!.
248. Muchos de estos animales viven en los zoos. Anímate y haznos el dibujo
de un zoológico o de alguno de estos animales.
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“Instrucción directa de la comprensión y fluidez lectoras”
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¡Ding, dong!
¿Está el señor Cabra?
No, es en el segundo Beeeeee.
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“Instrucción directa de la comprensión y fluidez lectoras”
Manuel Martínez López
1. ¿Por qué el señor del primer chiste no puede dar la hora a quien le
pregunta?
249. ¿Qué encontraron los dos que se perdieron en el desierto?
250. ¿Cuál ha sido tu chiste preferido?
251. Indica las palabras que no pertenecen al campo semántico de animales:
Cabra - cordero - lápiz - vaca - tela - mono - colchón.
252. Dibuja, en forma de historieta, el último chiste.
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“Instrucción directa de la comprensión y fluidez lectoras”
Manuel Martínez López
Sábado, 10 de agosto
Querida abuela:
Se ha armado un cacao... (eso lo dice Paul cuando hay gran
excitación). Paul y yo navegábamos con el bote hinchable.
Jugábamos a que éramos náufragos y buscábamos una isla. Pero,
como había mucha gente en la orilla, remamos un poco mar
adentro.
Cuando se es un náufrago, la gente molesta. ¡Los náufragos
tienen que estar solos! Mar adentro, donde estábamos solos de
verdad, descubrimos una roca.
"¡Tierra a la vista!", gritó Paul, y nos abrazamos porque por fin
estábamos salvados.
Remamos hasta la roca y subimos a ella. Paul también quería
subir el bote para que no se fuera flotando.
Pero el bote se enganchó con un saliente de la roca y, al tirar
nosotros más fuerte, hizo "rasss" y el muy estúpido se rajó y se fue
todo el aire.
Paul no llevaba su flotador y no se veía a nadie en toda el agua.
Berreé pidiendo ayuda, pero no me oyó nadie. También hice
señales con los brazos, pero nadie me vio.
Paul empezó a llorar. Pero, a pesar de eso, no admitió que no
sabía nadar. Dijo que había tiburones en el agua y por eso no podía
nadar hasta la orilla. ¡Y yo no sabía si tendría fuerzas para nadar
hasta allí!
Jamás lo había probado en una distancia tan larga. Pero, como
Paul lloraba dando gritos, lo probé. Bajé por las rocas, mientras
rezaba: "Ángel de la guarda...". Y me tiré al agua. ¡No estaba tan
lejos! Y no tuve que habérmelas con ninguna ola gigante.
Mamá y la mamá de Paul estaban tomando el sol en la playa.
Fueron nadando con el colchón hinchable hasta las rocas y
remolcaron a Paul. Yo me quedé en la playa. Estaba demasiado
cansada como para ir y volver otra vez.
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Christine Nöstlinger,
Querida abuela, tu Susi.
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“Instrucción directa de la comprensión y fluidez lectoras”
Manuel Martínez López
El agua había ocupado las calles y abierto con su fuerza puertas y ventanas.
Flotaban aquí y allá muebles y enseres, animales ahogados, trozos de
vallas, ramas que golpeaban la casa arrastradas por la corriente...
Agarrada con todas sus fuerzas al tablón de madera, asustada y confusa,
Andrea comprendió que el río se había desbordado, provocando aquella
inundación.
Miró hacia el lugar donde estaba el embalse y vio... ¡vio cómo una montaña
de agua se abalanzaba sobre los campos y tapaba, con vertiginosa velocidad,
cuento encontraba a su paso! Un violento golpe de agua arrancó el tablón que
sujetaba el tejadillo y, aún aferrada a él, llamó desesperadamente a su abuela,
a su padre, a su madre y a su hermano, antes de perder el conocimiento. Ya no
volvería a verlos.
Un equipo de salvamento la recogió, milagrosamente viva todavía, entre las
ramas de un árbol casi completamente sumergido, y desde la pequeña barca
en que la subieron contempló un paisaje nuevo y desolador: su pueblo parecía
haber sido tragado por el agua y el barro. Sencillamente, había desaparecido.
Desapareció mi pueblo, yo lo vi... - cuenta Andrea con lágrimas en los
ojos a sus nuevos hermanitos de la Aldea Infantil S.O.S. cada vez que
llueve.
¡Y todos comprenden por qué tiene miedo a la lluvia y a las tormentas!
Por eso, cuando el día se nubla, el campo se pone gris y el viento inclina las
ramas de los árboles, la madre de su hogar infantil prepara una alegre
merienda e invita a muchos niños de la Aldea. Ellos procuran distraer a Andrea
con mil juegos y mil historias entretenidas. Así, apoyándose en su cariño y su
amistad, la niña que vio desaparecer un pueblo se siente acompañada y
segura...
¡Incluso cuando hay tormenta!
Sofía de Hasburgo,
Al final, un hogar.
1. PISTA: Relato de
aventuras: Narración sobre
hechos extraños o peligrosos
que no ocurren todos los días.
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“Instrucción directa de la comprensión y fluidez lectoras”
Manuel Martínez López
Ingredientes:
250 g. de fresas.
125 g. de frambuesas.
2 melocotones.
2 plátanos.
1 pera.
1 naranja.
1/2 limón.
Azúcar.
Exprime el zumo de la naranja y el limón y viértelo en una
ensaladera. Quita el corazón a la pera, pártela y échala en la
ensaladera. Pela los plátanos y échalos también, en rodajas.
Mezcla la fruta con el zumo. Esto impide que se ponga fea. Parte
los melocotones por la mitad y quítales el hueso. Pela y corta los
melocotones. Lava y seca las fresas y las frambuesas. Quita los
tallos de las fresas y parte por la mitad las que sean grandes. Echa
los melocotones, las fresas y las frambuesas en la ensaladera.
Espolvorea azúcar sobre la fruta y muévelo con cuidado. Ponlo a
enfriar en la nevera durante una hora o así.
Ángela Wilkes, Cosas dulces.
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“Instrucción directa de la comprensión y fluidez lectoras”
Manuel Martínez López
Cada año hay más gente viviendo en la Tierra, pero la cantidad de agua de
que disponemos sigue siendo la misma. Cuando abrimos un grifo, el agua que
sale viene de las mismas reservas bajo tierra, de los mismos ríos y arroyos.
Si has pasado un día sin agua te habrás dado cuenta de lo valiosa que es.
Pero, con un poco de cuidado, puedes usar el agua sin derrocharla.
¿Sabes que lo que tú haces repercute sobre nuestros arroyos, lagos, río y
océanos? Vivas donde vivas, tus acciones influyen sobre lo que les pase a
ellos y a los animales que de ellos dependen. Piensa en todas las formas en
que los seres humanos han usado esos océanos y vías fluviales: como fuente
de alimento y energía, como transporte, como basurero y como lugar de
diversión. Los océanos parecían tan vastos y nuestros manantiales parecían
tan abundantes que no hemos sido cuidadosos con ellos. Ahora debemos
pensar y actuar de manera diferente. Debemos reparar el daño que se ha
hecho.
Por suerte, todos nosotros podemos ayudar a proteger nuestros lagos,
arroyos, ríos y océanos. Al ser un buscador de escapes, un ahorrador de agua
o un amigo de la playa, puedes cambiar las cosas. Y puedes divertirte al mismo
tiempo.
LO QUE TÚ PUEDES HACER:
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“Instrucción directa de la comprensión y fluidez lectoras”
Manuel Martínez López
OBSÉRVALO TÚ MISMO
¿En cuánto tiempo sale un litro de agua por el grifo?
Para averiguarlo, toma un recipiente medidor (una botella cortada de agua o
de leche sirve también) y consigue un reloj para cronometrar.
Pon el recipiente bajo el grifo.
Abre el grifo y cronometra.
¿Cuánto tiempo has empleado en llenar el recipiente?
Piensa que en todo el país la gente está derrochando agua de esa manera.
¡No hagas lo mismo!
(Cuando termines el experimento, no desperdicies el agua: dásela a alguna
planta sedienta. ¡Bien hecho!)
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