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CAMPO DE ACTUACION PROFESIONAL

La contabilidad tiene diversos campos de actuación profesional, a continuación


mencionaremos y estudiaremos específicamente cada uno de ellos:
 Dependiente
 Independiente municipal
 Gobierno estatal
 Docencia federal
Podemos decir que el campo de actuación profesional es una gran manzana a la que puede
hacer un primer corte en dos mitades, en donde3 una de ellas nos colocaría en el trabajo
independiente y la otra en la actividad dependiente.
La contaduría como actividad dependiente e independiente . . .

INDEPENDIENTE DEPENDIENTE DEPENDIENTE

DESPACHO SECTOR PRIVADO SECTOR PUBLICO

Contabilidad Contador General Secretario de Hacienda

Auditoria Contralor Contador Mayor

Finanzas Gerente de Finanzas De Hacienda

Consultaría Gerente de Presupuesto Contador de

Contador de Impuestos IMSS

DOCENCIA Contador de Costos INFONAVIT

INVESTIGACIÓN Auditor Interno ISSSTE

En el Ejercicio independiente, a esta mitad de la manzana, podemos hacerle una serie de


cortes, de los cuales resultarían las siguientes posibilidades:
Despacho
ya sea solo o agrupado con colegas y profesionales afines, en esta forma, el contador publico
puede brindar los siguientes servicios:
1.- CONTABILIDAD

 Establecimiento de sistemas de contabilidad.


 Registro y captura de transacciones financieras, y presentación de estado
financieros.

 Elaboración de estados financieros para fines específicos , por ejemplo, solicitud


de créditos bancarios y de cualquier otro tipo.
 En general, todo lo referente a servicios contables-financieros, incluyendo por
supuesto la determinación de los impuestos a pagar por sus clientes, materia que
en la actualidad reviste un especial interés.
2.- AUDITORIA

 Financiera
 Fiscal
 Administrativa
3.- FINANZAS

 Análisis e interpretación de estados financieros


 Políticas financieras de la entidad
 Compra de inversiones en valores negociables
 Trámites ante instituciones de crédito, seguros y fianzas.
4.- CONSULTORIA

 En cualquier rama de manera general


 O particular como impuestos, contabilidad, auditoria, costos, finanzas, etc.
Docencia,
actividad hermosa, encaminada a la divulgación y transmisión de los conocimientos
adquiridos, para forjar a las futuras generaciones de contadores públicos, que vendrán a
consolidar nuestra profesión, con altos contenidos de ética y calidad.
Investigación,
otra manera exquisita de trabajar, en la búsqueda de nuevas propuestas, nuevas alternativas
de solución a los problemas con los que día a día, se enfrenta nuestra actividad profesional.
Todo esto basado en la premisa de que la contabilidad no es una ciencia o técnica estática ,
en la cual sus reglas, principios y demás elementos integrantes de su doctrina son ya
verdades fundamentales; sino que son y seguirán siendo soluciones adecuadas al momento y
a las circunstancias imperantes.
DEPENDIENTE
Por lo que respecta a la mitad de la manzana que corresponde al trabajo dependiente,
también podemos volver a cortarla en dos mitades, en una de ellas se encontraría el sector
privado o empresas de iniciativa privada y allí se podrá desarrollar cualquiera de los siguientes
puestos que se mencionan más adelante. Téngase presente que, dentro de este sector, hay
una gran diversidad de tipos se empresas como las comerciales, industriales, de servicios de
asesoría financiera, turismo, etc.
Es pertinente aclarar que la lista propuesta no guarda ningún orden jerárquico, ya que todas
ellas son dignas y requieren personal con características especiales para cada puesto, función
o actividad, además de que nadie es apto para todo, sino para aquello en lo que se optimiza
su potencial y proporciona satisfacción personal.
1. Contador General
2. Contralor.
3. Director o gerente de finanzas.
4. Director o gerente de presupuestos
5. Contador de impuestos
6. Contador de costos
7. Auditor Interno
8. Contador de nóminas
9. Contador de cuentas por cobrar o pagar
10- Director general
11. Gerente General
O bien en el sector público en dependencias de gobierno y, dentro de éstas, los puestos
podrán ser entre otros:
 Secretario de hacienda
 Contador mayor de Hacienda
 Jefe de una oficina federal de Hacienda
 Contador de cualquier dependencia.
CONTABILIDAD ESPECIALIZADA
De las diversas áreas de la contabilidad especializada, hay tres de especial relevancia:
auditoría, fiscalidad, y la contabilidad de las organizaciones sin ánimo de lucro. La auditoría
consiste en la evaluación, por parte de un auditor independiente, de los datos financieros, los
registros contables y los documentos de la empresa, así como de otro tipo de documentación
sobre la empresa que permita verificar la validez de sus registros contables. Las grandes
empresas y las empresas públicas suelen, además, tener un equipo de auditores para que
evalúen las cuentas, pero a veces se ocupan más de controlar la eficiencia operativa y de la
administración que de verificar la veracidad de los datos contables.
El segundo área especializada de la contabilidad se refiere a la fiscalidad (véase Impuesto
sobre la renta). La preparación de las declaraciones de la renta impositiva requiere la recogida
previa de información, y la presentación de los datos de una forma coherente; para ello, tanto
los individuos particulares como las empresas contratan a profesionales especializados, o
contadores públicos nacionales, para hacerles la declaración de la renta, tanto de personas
físicas como de sociedades. Sin embargo, las reglas que determinan cómo se han de pagar
los impuestos rara vez coinciden con la teoría y práctica de la contabilidad. Los reglamentos
impositivos surgen a partir de leyes dictadas por políticos, son interpretadas por los tribunales
y reguladas por determinadas instituciones administrativas. Sin embargo, la mayor parte de la
información necesaria para calcular la base impositiva suele utilizarse también en la
contabilidad, pública y privada, de las empresas. Muchas técnicas son comunes a las dos
áreas.
Una tercer área de contabilidad especializada está constituida por la contabilidad específica
de las organizaciones sin ánimo de lucro, como las universidades públicas, los hospitales, las
iglesias, las fundaciones, los sindicatos y las asociaciones patronales, y las agencias
especializadas de los gobiernos. Estas organizaciones difieren de las empresas de negocios
en que reciben recursos sin prestar a cambio un servicio específico, es decir, sus recursos no
proceden de proporcionar un bien o un servicio a un individuo en concreto; además, son
organizaciones sin ánimo de lucro y por lo tanto no tienen intereses particulares. Por ello,
estas organizaciones llevan un registro contable distinto, así como criterios de medición y
cuentas financieras diferentes.

LA CONTABILIDAD COMO CIENCIA


La Contabilidad puede definirse como una ciencia instrumental que se
ocupa de sistematizar y generalizar los métodos contables, al tiempo que
investiga la consecución de otro nuevos.
Es una ciencia instrumental porque el objeto de su estudio consiste en
instrumentos o métodos. La ciencia de la contabilidad se dirige a la
construcción de un cuerpo metodológico, que proporcione una herramienta
de análisis a otras ciencias, particularmente la economía de la empresa.
Debido a esto ultimo, hay una clara subordinación de la contabilidad
respecto a la economía, y también en gran medida al derecho.
Las obligaciones y derechos que integran el patrimonio de la empresa, su
vida entera en suma, están minuciosamente relacionados por el
ordenamiento jurídico.
Muchas anotaciones contables se hallan obligatoriamente prefijadas por ley
que concede importancia probatoria e impone requisitos formales a la
manera de llevar la teneduría de libros.
A continuación relacionaremos algunas carreras afines con la Contabilidad.
1.4.1 La Macro Contabilidad.
Se define como la contabilidad encaminada al conocimiento de las
magnitudes macroeconómicas es decir, a la determinación en cifras de la
situación económica de un país, también denominada Contabilidad
Nacional. La Contabilidad Nacional presenta tanto las medidas reales de las
variables macroeconómicas tales como la producción y el ingreso, como un
marco conceptual en el que se relacionan unas magnitudes con otras.
La Contabilidad Nacional nos ofrece una medida básica del desempeño de
la economía de la producción de bienes y servicios, y también pone de
manifiesto las relaciones existentes entre las 3 variables macroeconómicas
fundamentales.
La relación que existe entre las 3 variables desempeña un papel importante
en la determinación de los niveles de ingreso y producción en la economía.
A pesar de la sencilla apariencia entre estas 3 relaciones es que existe una
considerable complejidad para relacionar el PNB, con ingreso Nacional y
gasto nacional, estas complicaciones se derivan, en gran medida, por el
efecto que producen los impuestos directos e indirectos, en el ingreso
Nacional en relación con el PNB, y por el efecto del Comercio Exterior.
1.4.2 La Micro Contabilidad.
Se define como la Contabilidad aplicada a unidades económicas
individuales, bien sean personas físicas o sociales, también denominada
Contabilidad de Empresa.
La Microcontabilidad recoge hechos Contable Concretos, finalmente
reconocibles tales como: compras, ventas y comisiones, sin embargo la
Contabilidad Nacional trata de determinar magnitudes económicas con un
notable grado de abstracción, que requieren una cuidadosa definición
previa.
La Microcontabilidad trata de determinar tanto el patrimonio de la empresa
como los resultados obtenidos en un determinado periodo de tiempo.
La Contabilidad Social concede muy poca importancia al estado patrimonial
y dedica lo mejor de sus esfuerzos a la determinación de los flujos
económicos financieros.
1.4.3 Contabilidad Financiera: General o Externa.
Es la encargada de contabilizar las operaciones por medio de las cuales la
empresa se relaciona con el mundo exterior (compras, ventas, financiación).
Su principal cometido es la elaboración de Balances y Cuentas de
Resultado, para ello desarrolla un completo procedimiento de registro de
todas y cada una de las actividades de la empresa que constituyen hechos
contables.
Contabilidad Interna: Es la contabilidad que trata de los procedimientos
empleados para planificar y controlar los procesos de producción.
Analiza los procesos de producción desde el punto de vista cuantitativo, de
costes y rendimientos y proporciona a los directivos de la empresa una
información fundamental, a fin de establecer decisiones de política
empresarial en lo que se refiere a la programación y el control de la
actividad productiva.
2.1 QUE ES CONTABILIDAD
Es la ciencia y técnica que enseña a recopilar, clasificar y registrar de una
forma sistemática y estructural, las operaciones mercantiles realizadas por
una empresa, con el fin de producir informes que, analizados e
interpretados, permitan planear, controlar y tomar decisiones sobre la
actividad de la empresa.
2.2 OBJETIVOS DE LA CONTABILIDAD
 Obtener en cualquier momento una información ordenada y sistemática
sobre el desenvolvimiento económico y financiero de la empresa.
 Establecer en términos monetarios, la cuantía de los bienes, deudas y el
patrimonio que posee la empresa.
 Llevar un control de todos los ingresos y egresos.
 Facilitar la planeación, ya que no solamente da a conocer los efectos de
una operación mercantil, sino que permite prever situaciones futuras.
 Determinar las utilidades o pérdidas obtenidas al finalizar el ciclo contable.
 Servir de fuente fidedigna de información ante terceros.
2.3 CONTABILIDAD DE CAUSACIÓN
Mas conocido como el Principio de causación que significa que los hechos
económicos deben ser reconocidos en el período en el cual se realicen y no
solamente cuando sea recibido o pagado el efectivo o su equivalente.
2.4 PARTIDA DOBLE
El Método de la partida doble, es un principio universal introducido por Fray
Lucas Paciolo, según el cual si se debita una cuenta por un valor, se debe
acreditar otra u otras por igual valor.
Es un sistema universalmente aceptado para el registro contable de
transacciones comerciales. Se fundamenta en el siguiente hecho:
 Cuando una persona vende, hay otra que compra.
 Cuando una persona entrega, hay otra que recibe.
 No puede existir deudor sin acreedor.
 No puede existir acreedor sin deudor.
Tal situación da lugar a los asientos de contabilidad, que no son otra cosa
que el registro de las transacciones u operaciones comerciales en cada una
de las cuentas afectadas.
Esto quiere decir que toda transacción comercial implica: entrega de
mercancías o servicios y entrega de efectivo o aceptación de la deuda.
El principio universal de la Partida Doble significa que en cualquier asiento
contable, la suma de los débitos debe ser igual a la suma de los créditos.
2.5 VENTAJAS DE LA PARTIDA DOBLE
Permite el control matemático de las anotaciones: como siempre se da
entrada y salida simultáneamente a dos valores que se cambian, el
ordenamiento de los mismos en dos columnas separadas; izquierda y
derecha, fija como condición de exactitud que sus respectivas sumas
coincidan entre sí.
Permite incluir en la contabilidad un panorama completo del negocio: no es
solamente el movimiento de valores tangibles lo que se registra; inventarios,
cuentas por cobrar o por pagar por ejemplo, sino también todos los
elementos abstractos que contribuyen a establecer, por diferencia, el total
de gastos y beneficios del ente, haciendo posible conocer sus montos sin
necesidad de formular un balance general.
2.6 ASIENTOS CONTABLES
Son los registros de las operaciones mercantiles en los comprobantes
y libros de contabilidad, pueden ser asientos simples y asientos
compuestos; simple cuando se utilizan dos cuentas, un débito y un crédito;
compuesto cuando se emplean más de dos cuentas.
2.6.1 Comprobantes de Contabilidad.
Las partidas asentadas en los libros de resumen y en aquel donde se
asienten en orden cronológico las operaciones deben estar respaldadas en
comprobantes de contabilidad elaborados previamente. Dichos
comprobantes deben presentarse con fundamento en los soportes, por
cualquier medio y en el idioma castellano.
Los comprobantes de contabilidad deben ser numerados consecutivamente,
con indicación del día de su preparación y de las personas que los hubieren
elaborado y autorizado.
2.6.2 Contenido del comprobante.
 Fecha
 Origen
 Descripción
 Y cuantía de las operaciones, así como las cuentas afectadas con el
asiento.
La descripción de las cuentas y de las transacciones pueden efectuarse por
palabras, códigos o símbolos numéricos, caso en el cual deberá registrarse
en el auxiliar respectivo el listado de códigos o símbolos utilizados según el
concepto a que corresponda.
Los comprobantes de contabilidad pueden elaborarse por resúmenes
periódicos, a lo sumo mensuales.
Los comprobantes de contabilidad deben guardar la debida
correspondencia con los asientos en los libros auxiliares y en aquel en que
se registre en orden.
2.7 ECUACIÓN PATRIMONIAL
La Ecuación patrimonial es la resultante de comparar el activo y el pasivo de
una empresa, con el objeto de obtener el valor del Patrimonio y Capital.
Desde su inicio, toda empresa o ente económico puede expresar su
ecuación patrimonial, la que se conservará a través de toda la vida de la
empresa, aun cuando los valores que involucra aumenten o disminuyan el
Activo o el Pasivo.
2.7.1 Descripción de la Ecuación patrimonial.
Contablemente debe existir equilibrio entre las cuentas reales de Activo, de
Pasivo y de Patrimonio de una empresa. Para determinar el equilibrio entre
estas cuentas, se utiliza una fórmula matemática que da a conocer,
independientemente, el valor del Activo, del pasivo o del Patrimonio,
Al cambiar un Activo por otro Activo el Patrimonio permanece igual.

Leyes y reglamentos que permiten llevar contabilidad.


En la mayoria de los paises las leyes y reglamentos que fijan la obligacion de
llevar contabilidad sufren modificaciones y adiciones conforme van surgiendo
cambios economico,politicos,sociales y culturales .
Código de comercio
Art.33
El comerciantes esta obligado a llevar y mantener un sistema de contabilidad
adecuado.
Artículos, 34, 35, 36, 37, 38.
cualquiera que sea el sistema que se emplee, se deberán llevar debidamente
encuadernados,empastados y foliados el libro mayor,en el libro mayor deberá
anotar,como mínimo y por lo menos una vez al mes,en el libro o los libros de
actas se harán constar todos lo relativo a la marcha del negocio,decisiones que
se tomen en las asambleas o juntas de de socios.
debera llevarse en el idioma castellano no importando si sea extranjero,de no
llevar este requisito sera multado con 25,000.
el comerciante deberá conservar,debidamente archivado los comprobantes
originales de sus operaciones por mínimo de diez años.
Ley del impuesto sobre la renta
Art.58 frac 1 llevar la contabilidad de conformidad con el código fiscal de la
federación, su reglamento de esta ley y efectuar los registros en la misma .
cuando se realicen operaciones en moneda extranjera,estas deberán
registrarse al tipo de cambio aplicable en la fechan que se concierten.
Código fiscal de la federación
Emprendedores:
Altamirano Diana
Buenfil Ileana
Chimal carlos
Gonzales pamela
Magaña Guadalupe
Savedra Ashley
En mexico , las principales disposiciones de estas leyes y su
reglamentos,vigentes al 1º de enero de 2006.
a) Permitirá identificar las operaciones individuales y sus características con los
documentos comprobatorios originales de la misma
b) Permitirá seguir la huella desde las operaciones individuales a las
acumulaciones de sus cifras finales y viceversa
c) permitirá la preparación de los estados que se incluyan en la información
financiera del negocio.
d) Permitirá conectar y seguir la huella entre las cifras de dichos estados.
e)incluirá los sistemas de control y verificación internos necesarios para
impedir la omisión del registro de operaciones,para asegurar la corrección del
registro contable.
art. 58 frac ll. Expedir comprobantes por las actividades que realicen y
conservar una copia de los mismos a disposición de las actividades fiscales. el
servicio de administración tributaria podrá liberar el cumplimiento de esta
obligación o establecer reglas que faciliten su aplicación,mediante
disposiciones de carácter general.
Las personas que de acuerdo con las disposiciones fiscales estén obligadas a
llevar contabilidad, .
I. La contabilidad, para efectos fiscales, se integra por los libros, sistemas y
registros contables, papeles de trabajo, estados de cuenta, cuentas especiales,
libros y registros sociales, control de inventarios y método de valuación, discos
y cintas o cualquier otro medio

Tratándose de personas que enajenen gasolina, diesel, gas natural para


combustión automotriz o gas licuado de petróleo para combustión automotriz,
en establecimientos abiertos al público en general,
II.Los registros o asientos contables a que se refiere la fracción anterior
deberán cumplir con los requisitos que establezca el Reglamento de este
Código.

III. Los registros o asientos que integran la contabilidad se llevarán en medios


electrónicos conforme lo establezcan el Reglamento de este Código y las
disposiciones de carácter general

ARTICULO 30
ARTICULO 30. LAS PERSONAS OBLIGADAS A LLEVAR CONTABILIDAD deberán
CONSERVARLA A disposición DE LAS AUTORIDADES FISCALES DE
CONFORMIDAD CON LA fracción III DEL ARTICULO

28 DE ESTE CODIGO.
(REFORMADO MEDIANTE DECRETO PUBLICADO EN EL DIARIO OFICIAL DE LA
federación EL 9 DE DICIEMBRE DE 2013)
LAS PERSONAS QUE NO ESTEN OBLIGADAS A LLEVAR CONTABILIDAD DEBERAN
CONSERVAR EN SU DOMICILIO A DISPOSICION DE LAS AUTORIDADES, TODA
DOCUMENTACION RELACIONADA CON EL CUMPLIMIENTO DE LAS
DISPOSICIONES FISCALES.

Universidad tecnológica de cancùn


CONTABILIDAD 1

Lic. Solis Curiel Gabriela

Referencias.
F
lores, L., & Flores, E. E. L. (2001). Primer curso de contabilidad.

SECCIÓN TERCERA DE LA CONTABILIDAD


REGLAS EN MATERIA DE SISTEMAS Y REGISTROS CONTABLES DE
CONFORMIDAD CON EL ARTÍCULO 28 DEL CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN.

ARTICULO 26. LOS SISTEMAS Y REGISTROS CONTABLES , DEBERAN LLEVARSE


POR LOS CONTRIBUYENTES MEDIANTE INSTRUMENTOS O RECURSOS QUE
MEJOR CONVENGA PERO DEBERAN SASTIFACER COMO MINIMO LOS
REQUISITOS QUE PERMITAN:
I) IDENTIFICAR CADA OPERACIÓN O ACTO, JUNTO CON LA DOCUMENTACION.
II) IDENTIFICAR CADA INVERSION REALIZADA.
III) RELACIONAR CADA OPERACIÓN, ACTO O ACTIVIDAD CON LOS SALDOS
FINALES.
IV) FORMULAR ESTADOS DE POSICION FINANCIERA.
V) ASEGURAR REGISTRO TOTAL DE OPERACIONES.
VI) IDENTIFICAR DISTRIBUCIONES QUE SE DEBEN CANCELAR O DEVOLVER.

ARTICULO 27: LOS CONTRIBUYENTES PODRAN USAR LOS REGISTROS QUE MAS
CONSIDEREN POSIBLE SIEMPRE Y CUANDO CUMPLA CON LOS REQUISITOS PARA
CADA CASO.
CUANDO EL SISTEMA MANUAL O MECANICO, EL CONTRIBUYENTE DEBERA
LLEVAR EL LIBRO DIARIO Y EL MAYOR.

3. De la Contabilidad Mercantil Artículo 32° Todo comerciante debe llevar en idioma castellano su
contabilidad, la cual comprenderá, obligatoriamente, el libro Diario, el libro Mayor y el de
Inventarios. Podrá llevar, además, todos los libros auxiliares que estimara conveniente para el
mayor orden y claridad de sus operaciones. Artículo 33° El libro Diario y el de Inventarios no
pueden ponerse en uso sin que hayan sido previamente presentados al Tribunal o Registrador
Mercantil, en los lugares donde los haya, o al Juez ordinario de mayor categoría en la localidad
donde no existan aquellos funcionarios, a fin de poner en el primer folio de cada libro nota de los
que éste tuviere, fechada y firmada por el juez y su Secretario o por el Registrador Mercantil. Se
estampará en todas las demás hojas el Sello de la oficina. Artículo 34° En el libro Diario se
asentarán, día por día, las operaciones que haga el comerciante, de modo que cada partida
exprese claramente quién es el acreedor y quién el deudor, en la negociación a que se refiere, o se
resumirán mensualmente, por lo menos, los totales de esas operaciones siempre que, en este
caso, se conserven todos los documentos que permitan comprobar tales operaciones, día por día.
No obstante, los comerciantes por menor, es decir, los que habitualmente sólo vendan al detal,
directamente al consumidor, cumplirán con la obligación que impone este artículo con sólo asentar
diariamente un resumen de las compras y ventas hechas al contado, y detalladamente las que
hicieran a crédito, y los pagos y cobros con motivo de éstas. Artículo 35° Todo comerciante, al
comenzar su giro y al fin de cada año, hará en el libro de Inventarios una descripción estimatoria de
todos sus bienes, tanto muebles como inmuebles y de todos sus créditos, activos y pasivos,
vinculados o no a su comercio. El inventario debe cerrarse con el balance y la cuenta de ganancias
y pérdidas; ésta debe demostrar con evidencia y verdad los beneficios obtenidos y las pérdidas
sufridas. Se hará mención expresa de las fianzas otorgadas, así como de cualesquiera otras
obligaciones contraídas bajo condición suspensiva con anotación de la respectiva contrapartida.
Los inventarios serán firmados por todos los interesados en el establecimiento de comercio que se
hallen presentes en su formación. Artículo 36° Se prohíbe a los comerciantes: 1º Alterar en los
asientos el orden y la fecha de las operaciones descritas. 2º Dejar blancos en el cuerpo de los
asientos o a continuación de ellos. 3º Poner asientos al margen y hacer interlineaciones,
raspaduras o enmendaduras. 4º Borrar los asientos o partes de ellos. 5º Arrancar hojas, alterar la
encuadernación o foliatura y mutilar alguna parte de los libros. Artículo 37° Los errores y omisiones
que se cometieron al formar un asiento se salvarán en otro distinto, en la fecha en que se notare la
falta. Artículo 38° Los libros llevados con arreglo a los artículos anteriores podrán hacer prueba
entre comerciantes por hechos de comercio. Respecto a otra persona que no fuere comerciante,
los asientos de los libros sólo harán fe contra su dueño; pero la otra parte no podrá aceptar lo
favorable sin admitir también lo adverso que ellos contengan. Artículo 39° Para que los libros
auxiliares de contabilidad, llevados por los comerciantes, puedan ser aprovechados en juicio por
éstos, han de reunir todos los requisitos que se prescriben con respecto de los libros necesarios.
Artículo 40 ° No se podrá hacer pesquisa de oficio por Tribunal ni autoridad alguna, para inquirir si
los comerciantes llevan o no libros, o si éstos están o no arreglados a las prescripciones de este
Código. Artículo 41° Tampoco podrá acordarse de oficio ni a instancia de parte, la manifestación y
examen general de los libros de comercio, sino en los casos de sucesión universal, comunidad de
bienes, liquidación de sociedades legales o convencionales y quiebra o atraso. Artículo 42° En el
curso de una causa podrá el Juez ordenar, aun de oficio, la presentación de los libros de comercio,
sólo para el examen y compulsa de lo que tenga relación con la cuestión que se ventila, lo cual
deberá designarse previa y determinadamente; pero no podrá obligarse a un comerciante a
trasladar sus libros fuera de su oficina mercantil, pudiendo someterse el examen o compulsa, a un
Juez del lugar donde se llevaren los libros. Artículo 43° Si uno de los litigantes ofrece estar y pasar
por lo que constare de los libros de su contender, y éste se niega a exhibirlos sin causa suficiente a
juicio del Tribunal de Comercio, el Tribunal podrá deferir el juramento a la otra parte, o decidir la
controversia por lo que resulte de los libros de éste, si fuere comerciante y aquéllos estuvieren
llevados en debida forma. Artículo 44° Los libros y sus comprobantes deben ser conservados
durante diez años, a partir del último asiento de cada libro3. De la Contabilidad Mercantil Artículo
32° Todo comerciante debe llevar en idioma castellano su contabilidad, la cual comprenderá,
obligatoriamente, el libro Diario, el libro Mayor y el de Inventarios. Podrá llevar, además, todos los
libros auxiliares que estimara conveniente para el mayor orden y claridad de sus operaciones.
Artículo 33° El libro Diario y el de Inventarios no pueden ponerse en uso sin que hayan sido
previamente presentados al Tribunal o Registrador Mercantil, en los lugares donde los haya, o al
Juez ordinario de mayor categoría en la localidad donde no existan aquellos funcionarios, a fin de
poner en el primer folio de cada libro nota de los que éste tuviere, fechada y firmada por el juez y
su Secretario o por el Registrador Mercantil. Se estampará en todas las demás hojas el Sello de la
oficina. Artículo 34° En el libro Diario se asentarán, día por día, las operaciones que haga el
comerciante, de modo que cada partida exprese claramente quién es el acreedor y quién el
deudor, en la negociación a que se refiere, o se resumirán mensualmente, por lo menos, los totales
de esas operaciones siempre que, en este caso, se conserven todos los documentos que permitan
comprobar tales operaciones, día por día. No obstante, los comerciantes por menor, es decir, los
que habitualmente sólo vendan al detal, directamente al consumidor, cumplirán con la obligación
que impone este artículo con sólo asentar diariamente un resumen de las compras y ventas hechas
al contado, y detalladamente las que hicieran a crédito, y los pagos y cobros con motivo de éstas.
Artículo 35° Todo comerciante, al comenzar su giro y al fin de cada año, hará en el libro de
Inventarios una descripción estimatoria de todos sus bienes, tanto muebles como inmuebles y de
todos sus créditos, activos y pasivos, vinculados o no a su comercio. El inventario debe cerrarse con
el balance y la cuenta de ganancias y pérdidas; ésta debe demostrar con evidencia y verdad los
beneficios obtenidos y las pérdidas sufridas. Se hará mención expresa de las fianzas otorgadas, así
como de cualesquiera otras obligaciones contraídas bajo condición suspensiva con anotación de la
respectiva contrapartida. Los inventarios serán firmados por todos los interesados en el
establecimiento de comercio que se hallen presentes en su formación. Artículo 36° Se prohíbe a los
comerciantes: 1º Alterar en los asientos el orden y la fecha de las operaciones descritas. 2º Dejar
blancos en el cuerpo de los asientos o a continuación de ellos. 3º Poner asientos al margen y hacer
interlineaciones, raspaduras o enmendaduras. 4º Borrar los asientos o partes de ellos. 5º Arrancar
hojas, alterar la encuadernación o foliatura y mutilar alguna parte de los libros. Artículo 37° Los
errores y omisiones que se cometieron al formar un asiento se salvarán en otro distinto, en la fecha
en que se notare la falta. Artículo 38° Los libros llevados con arreglo a los artículos anteriores
podrán hacer prueba entre comerciantes por hechos de comercio. Respecto a otra persona que no
fuere comerciante, los asientos de los libros sólo harán fe contra su dueño; pero la otra parte no
podrá aceptar lo favorable sin admitir también lo adverso que ellos contengan. Artículo 39° Para
que los libros auxiliares de contabilidad, llevados por los comerciantes, puedan ser aprovechados
en juicio por éstos, han de reunir todos los requisitos que se prescriben con respecto de los libros
necesarios. Artículo 40 ° No se podrá hacer pesquisa de oficio por Tribunal ni autoridad alguna,
para inquirir si los comerciantes llevan o no libros, o si éstos están o no arreglados a las
prescripciones de este Código. Artículo 41° Tampoco podrá acordarse de oficio ni a instancia de
parte, la manifestación y examen general de los libros de comercio, sino en los casos de sucesión
universal, comunidad de bienes, liquidación de sociedades legales o convencionales y quiebra o
atraso. Artículo 42° En el curso de una causa podrá el Juez ordenar, aun de oficio, la presentación
de los libros de comercio, sólo para el examen y compulsa de lo que tenga relación con la cuestión
que se ventila, lo cual deberá designarse previa y determinadamente; pero no podrá obligarse a un
comerciante a trasladar sus libros fuera de su oficina mercantil, pudiendo someterse el examen o
compulsa, a un Juez del lugar donde se llevaren los libros. Artículo 43° Si uno de los litigantes
ofrece estar y pasar por lo que constare de los libros de su contender, y éste se niega a exhibirlos
sin causa suficiente a juicio del Tribunal de Comercio, el Tribunal podrá deferir el juramento a la
otra parte, o decidir la controversia por lo que resulte de los libros de éste, si fuere comerciante y
aquéllos estuvieren llevados en debida forma. Artículo 44° Los libros y sus comprobantes deben
ser conservados durante diez años, a partir del último asiento de cada libro3. De la Contabilidad
Mercantil Artículo 32° Todo comerciante debe llevar en idioma castellano su contabilidad, la cual
comprenderá, obligatoriamente, el libro Diario, el libro Mayor y el de Inventarios. Podrá llevar,
además, todos los libros auxiliares que estimara conveniente para el mayor orden y claridad de sus
operaciones. Artículo 33° El libro Diario y el de Inventarios no pueden ponerse en uso sin que
hayan sido previamente presentados al Tribunal o Registrador Mercantil, en los lugares donde los
haya, o al Juez ordinario de mayor categoría en la localidad donde no existan aquellos funcionarios,
a fin de poner en el primer folio de cada libro nota de los que éste tuviere, fechada y firmada por el
juez y su Secretario o por el Registrador Mercantil. Se estampará en todas las demás hojas el Sello
de la oficina. Artículo 34° En el libro Diario se asentarán, día por día, las operaciones que haga el
comerciante, de modo que cada partida exprese claramente quién es el acreedor y quién el
deudor, en la negociación a que se refiere, o se resumirán mensualmente, por lo menos, los totales
de esas operaciones siempre que, en este caso, se conserven todos los documentos que permitan
comprobar tales operaciones, día por día. No obstante, los comerciantes por menor, es decir, los
que habitualmente sólo vendan al detal, directamente al consumidor, cumplirán con la obligación
que impone este artículo con sólo asentar diariamente un resumen de las compras y ventas hechas
al contado, y detalladamente las que hicieran a crédito, y los pagos y cobros con motivo de éstas.
Artículo 35° Todo comerciante, al comenzar su giro y al fin de cada año, hará en el libro de
Inventarios una descripción estimatoria de todos sus bienes, tanto muebles como inmuebles y de
todos sus créditos, activos y pasivos, vinculados o no a su comercio. El inventario debe cerrarse con
el balance y la cuenta de ganancias y pérdidas; ésta debe demostrar con evidencia y verdad los
beneficios obtenidos y las pérdidas sufridas. Se hará mención expresa de las fianzas otorgadas, así
como de cualesquiera otras obligaciones contraídas bajo condición suspensiva con anotación de la
respectiva contrapartida. Los inventarios serán firmados por todos los interesados en el
establecimiento de comercio que se hallen presentes en su formación. Artículo 36° Se prohíbe a los
comerciantes: 1º Alterar en los asientos el orden y la fecha de las operaciones descritas. 2º Dejar
blancos en el cuerpo de los asientos o a continuación de ellos. 3º Poner asientos al margen y hacer
interlineaciones, raspaduras o enmendaduras. 4º Borrar los asientos o partes de ellos. 5º Arrancar
hojas, alterar la encuadernación o foliatura y mutilar alguna parte de los libros. Artículo 37° Los
errores y omisiones que se cometieron al formar un asiento se salvarán en otro distinto, en la fecha
en que se notare la falta. Artículo 38° Los libros llevados con arreglo a los artículos anteriores
podrán hacer prueba entre comerciantes por hechos de comercio. Respecto a otra persona que no
fuere comerciante, los asientos de los libros sólo harán fe contra su dueño; pero la otra parte no
podrá aceptar lo favorable sin admitir también lo adverso que ellos contengan. Artículo 39° Para
que los libros auxiliares de contabilidad, llevados por los comerciantes, puedan ser aprovechados
en juicio por éstos, han de reunir todos los requisitos que se prescriben con respecto de los libros
necesarios. Artículo 40 ° No se podrá hacer pesquisa de oficio por Tribunal ni autoridad alguna,
para inquirir si los comerciantes llevan o no libros, o si éstos están o no arreglados a las
prescripciones de este Código. Artículo 41° Tampoco podrá acordarse de oficio ni a instancia de
parte, la manifestación y examen general de los libros de comercio, sino en los casos de sucesión
universal, comunidad de bienes, liquidación de sociedades legales o convencionales y quiebra o
atraso. Artículo 42° En el curso de una causa podrá el Juez ordenar, aun de oficio, la presentación
de los libros de comercio, sólo para el examen y compulsa de lo que tenga relación con la cuestión
que se ventila, lo cual deberá designarse previa y determinadamente; pero no podrá obligarse a un
comerciante a trasladar sus libros fuera de su oficina mercantil, pudiendo someterse el examen o
compulsa, a un Juez del lugar donde se llevaren los libros. Artículo 43° Si uno de los litigantes
ofrece estar y pasar por lo que constare de los libros de su contender, y éste se niega a exhibirlos
sin causa suficiente a juicio del Tribunal de Comercio, el Tribunal podrá deferir el juramento a la
otra parte, o decidir la controversia por lo que resulte de los libros de éste, si fuere comerciante y
aquéllos estuvieren llevados en debida forma. Artículo 44° Los libros y sus comprobantes deben
ser conservados durante diez años, a partir del último asiento de cada libro3. De la Contabilidad
Mercantil Artículo 32° Todo comerciante debe llevar en idioma castellano su contabilidad, la cual
comprenderá, obligatoriamente, el libro Diario, el libro Mayor y el de Inventarios. Podrá llevar,
además, todos los libros auxiliares que estimara conveniente para el mayor orden y claridad de sus
operaciones. Artículo 33° El libro Diario y el de Inventarios no pueden ponerse en uso sin que
hayan sido previamente presentados al Tribunal o Registrador Mercantil, en los lugares donde los
haya, o al Juez ordinario de mayor categoría en la localidad donde no existan aquellos funcionarios,
a fin de poner en el primer folio de cada libro nota de los que éste tuviere, fechada y firmada por el
juez y su Secretario o por el Registrador Mercantil. Se estampará en todas las demás hojas el Sello
de la oficina. Artículo 34° En el libro Diario se asentarán, día por día, las operaciones que haga el
comerciante, de modo que cada partida exprese claramente quién es el acreedor y quién el
deudor, en la negociación a que se refiere, o se resumirán mensualmente, por lo menos, los totales
de esas operaciones siempre que, en este caso, se conserven todos los documentos que permitan
comprobar tales operaciones, día por día. No obstante, los comerciantes por menor, es decir, los
que habitualmente sólo vendan al detal, directamente al consumidor, cumplirán con la obligación
que impone este artículo con sólo asentar diariamente un resumen de las compras y ventas hechas
al contado, y detalladamente las que hicieran a crédito, y los pagos y cobros con motivo de éstas.
Artículo 35° Todo comerciante, al comenzar su giro y al fin de cada año, hará en el libro de
Inventarios una descripción estimatoria de todos sus bienes, tanto muebles como inmuebles y de
todos sus créditos, activos y pasivos, vinculados o no a su comercio. El inventario debe cerrarse con
el balance y la cuenta de ganancias y pérdidas; ésta debe demostrar con evidencia y verdad los
beneficios obtenidos y las pérdidas sufridas. Se hará mención expresa de las fianzas otorgadas, así
como de cualesquiera otras obligaciones contraídas bajo condición suspensiva con anotación de la
respectiva contrapartida. Los inventarios serán firmados por todos los interesados en el
establecimiento de comercio que se hallen presentes en su formación. Artículo 36° Se prohíbe a los
comerciantes: 1º Alterar en los asientos el orden y la fecha de las operaciones descritas. 2º Dejar
blancos en el cuerpo de los asientos o a continuación de ellos. 3º Poner asientos al margen y hacer
interlineaciones, raspaduras o enmendaduras. 4º Borrar los asientos o partes de ellos. 5º Arrancar
hojas, alterar la encuadernación o foliatura y mutilar alguna parte de los libros. Artículo 37° Los
errores y omisiones que se cometieron al formar un asiento se salvarán en otro distinto, en la fecha
en que se notare la falta. Artículo 38° Los libros llevados con arreglo a los artículos anteriores
podrán hacer prueba entre comerciantes por hechos de comercio. Respecto a otra persona que no
fuere comerciante, los asientos de los libros sólo harán fe contra su dueño; pero la otra parte no
podrá aceptar lo favorable sin admitir también lo adverso que ellos contengan. Artículo 39° Para
que los libros auxiliares de contabilidad, llevados por los comerciantes, puedan ser aprovechados
en juicio por éstos, han de reunir todos los requisitos que se prescriben con respecto de los libros
necesarios. Artículo 40 ° No se podrá hacer pesquisa de oficio por Tribunal ni autoridad alguna,
para inquirir si los comerciantes llevan o no libros, o si éstos están o no arreglados a las
prescripciones de este Código. Artículo 41° Tampoco podrá acordarse de oficio ni a instancia de
parte, la manifestación y examen general de los libros de comercio, sino en los casos de sucesión
universal, comunidad de bienes, liquidación de sociedades legales o convencionales y quiebra o
atraso. Artículo 42° En el curso de una causa podrá el Juez ordenar, aun de oficio, la presentación
de los libros de comercio, sólo para el examen y compulsa de lo que tenga relación con la cuestión
que se ventila, lo cual deberá designarse previa y determinadamente; pero no podrá obligarse a un
comerciante a trasladar sus libros fuera de su oficina mercantil, pudiendo someterse el examen o
compulsa, a un Juez del lugar donde se llevaren los libros. Artículo 43° Si uno de los litigantes
ofrece estar y pasar por lo que constare de los libros de su contender, y éste se niega a exhibirlos
sin causa suficiente a juicio del Tribunal de Comercio, el Tribunal podrá deferir el juramento a la
otra parte, o decidir la controversia por lo que resulte de los libros de éste, si fuere comerciante y
aquéllos estuvieren llevados en debida forma. Artículo 44° Los libros y sus comprobantes deben
ser conservados durante diez años, a partir del último asiento de cada libro3. De la Contabilidad
Mercantil Artículo 32° Todo comerciante debe llevar en idioma castellano su contabilidad, la cual
comprenderá, obligatoriamente, el libro Diario, el libro Mayor y el de Inventarios. Podrá llevar,
además, todos los libros auxiliares que estimara conveniente para el mayor orden y claridad de sus
operaciones. Artículo 33° El libro Diario y el de Inventarios no pueden ponerse en uso sin que
hayan sido previamente presentados al Tribunal o Registrador Mercantil, en los lugares donde los
haya, o al Juez ordinario de mayor categoría en la localidad donde no existan aquellos funcionarios,
a fin de poner en el primer folio de cada libro nota de los que éste tuviere, fechada y firmada por el
juez y su Secretario o por el Registrador Mercantil. Se estampará en todas las demás hojas el Sello
de la oficina. Artículo 34° En el libro Diario se asentarán, día por día, las operaciones que haga el
comerciante, de modo que cada partida exprese claramente quién es el acreedor y quién el
deudor, en la negociación a que se refiere, o se resumirán mensualmente, por lo menos, los totales
de esas operaciones siempre que, en este caso, se conserven todos los documentos que permitan
comprobar tales operaciones, día por día. No obstante, los comerciantes por menor, es decir, los
que habitualmente sólo vendan al detal, directamente al consumidor, cumplirán con la obligación
que impone este artículo con sólo asentar diariamente un resumen de las compras y ventas hechas
al contado, y detalladamente las que hicieran a crédito, y los pagos y cobros con motivo de éstas.
Artículo 35° Todo comerciante, al comenzar su giro y al fin de cada año, hará en el libro de
Inventarios una descripción estimatoria de todos sus bienes, tanto muebles como inmuebles y de
todos sus créditos, activos y pasivos, vinculados o no a su comercio. El inventario debe cerrarse con
el balance y la cuenta de ganancias y pérdidas; ésta debe demostrar con evidencia y verdad los
beneficios obtenidos y las pérdidas sufridas. Se hará mención expresa de las fianzas otorgadas, así
como de cualesquiera otras obligaciones contraídas bajo condición suspensiva con anotación de la
respectiva contrapartida. Los inventarios serán firmados por todos los interesados en el
establecimiento de comercio que se hallen presentes en su formación. Artículo 36° Se prohíbe a los
comerciantes: 1º Alterar en los asientos el orden y la fecha de las operaciones descritas. 2º Dejar
blancos en el cuerpo de los asientos o a continuación de ellos. 3º Poner asientos al margen y hacer
interlineaciones, raspaduras o enmendaduras. 4º Borrar los asientos o partes de ellos. 5º Arrancar
hojas, alterar la encuadernación o foliatura y mutilar alguna parte de los libros. Artículo 37° Los
errores y omisiones que se cometieron al formar un asiento se salvarán en otro distinto, en la fecha
en que se notare la falta. Artículo 38° Los libros llevados con arreglo a los artículos anteriores
podrán hacer prueba entre comerciantes por hechos de comercio. Respecto a otra persona que no
fuere comerciante, los asientos de los libros sólo harán fe contra su dueño; pero la otra parte no
podrá aceptar lo favorable sin admitir también lo adverso que ellos contengan. Artículo 39° Para
que los libros auxiliares de contabilidad, llevados por los comerciantes, puedan ser aprovechados
en juicio por éstos, han de reunir todos los requisitos que se prescriben con respecto de los libros
necesarios. Artículo 40 ° No se podrá hacer pesquisa de oficio por Tribunal ni autoridad alguna,
para inquirir si los comerciantes llevan o no libros, o si éstos están o no arreglados a las
prescripciones de este Código. Artículo 41° Tampoco podrá acordarse de oficio ni a instancia de
parte, la manifestación y examen general de los libros de comercio, sino en los casos de sucesión
universal, comunidad de bienes, liquidación de sociedades legales o convencionales y quiebra o
atraso. Artículo 42° En el curso de una causa podrá el Juez ordenar, aun de oficio, la presentación
de los libros de comercio, sólo para el examen y compulsa de lo que tenga relación con la cuestión
que se ventila, lo cual deberá designarse previa y determinadamente; pero no podrá obligarse a un
comerciante a trasladar sus libros fuera de su oficina mercantil, pudiendo someterse el examen o
compulsa, a un Juez del lugar donde se llevaren los libros. Artículo 43° Si uno de los litigantes
ofrece estar y pasar por lo que constare de los libros de su contender, y éste se niega a exhibirlos
sin causa suficiente a juicio del Tribunal de Comercio, el Tribunal podrá deferir el juramento a la
otra parte, o decidir la controversia por lo que resulte de los libros de éste, si fuere comerciante y
aquéllos estuvieren llevados en debida forma. Artículo 44° Los libros y sus comprobantes deben
ser conservados durante diez años, a partir del último asiento de cada libro3. De la Contabilidad
Mercantil Artículo 32° Todo comerciante debe llevar en idioma castellano su contabilidad, la cual
comprenderá, obligatoriamente, el libro Diario, el libro Mayor y el de Inventarios. Podrá llevar,
además, todos los libros auxiliares que estimara conveniente para el mayor orden y claridad de sus
operaciones. Artículo 33° El libro Diario y el de Inventarios no pueden ponerse en uso sin que
hayan sido previamente presentados al Tribunal o Registrador Mercantil, en los lugares donde los
haya, o al Juez ordinario de mayor categoría en la localidad donde no existan aquellos funcionarios,
a fin de poner en el primer folio de cada libro nota de los que éste tuviere, fechada y firmada por el
juez y su Secretario o por el Registrador Mercantil. Se estampará en todas las demás hojas el Sello
de la oficina. Artículo 34° En el libro Diario se asentarán, día por día, las operaciones que haga el
comerciante, de modo que cada partida exprese claramente quién es el acreedor y quién el
deudor, en la negociación a que se refiere, o se resumirán mensualmente, por lo menos, los totales
de esas operaciones siempre que, en este caso, se conserven todos los documentos que permitan
comprobar tales operaciones, día por día. No obstante, los comerciantes por menor, es decir, los
que habitualmente sólo vendan al detal, directamente al consumidor, cumplirán con la obligación
que impone este artículo con sólo asentar diariamente un resumen de las compras y ventas hechas
al contado, y detalladamente las que hicieran a crédito, y los pagos y cobros con motivo de éstas.
Artículo 35° Todo comerciante, al comenzar su giro y al fin de cada año, hará en el libro de
Inventarios una descripción estimatoria de todos sus bienes, tanto muebles como inmuebles y de
todos sus créditos, activos y pasivos, vinculados o no a su comercio. El inventario debe cerrarse con
el balance y la cuenta de ganancias y pérdidas; ésta debe demostrar con evidencia y verdad los
beneficios obtenidos y las pérdidas sufridas. Se hará mención expresa de las fianzas otorgadas, así
como de cualesquiera otras obligaciones contraídas bajo condición suspensiva con anotación de la
respectiva contrapartida. Los inventarios serán firmados por todos los interesados en el
establecimiento de comercio que se hallen presentes en su formación. Artículo 36° Se prohíbe a los
comerciantes: 1º Alterar en los asientos el orden y la fecha de las operaciones descritas. 2º Dejar
blancos en el cuerpo de los asientos o a continuación de ellos. 3º Poner asientos al margen y hacer
interlineaciones, raspaduras o enmendaduras. 4º Borrar los asientos o partes de ellos. 5º Arrancar
hojas, alterar la encuadernación o foliatura y mutilar alguna parte de los libros. Artículo 37° Los
errores y omisiones que se cometieron al formar un asiento se salvarán en otro distinto, en la fecha
en que se notare la falta. Artículo 38° Los libros llevados con arreglo a los artículos anteriores
podrán hacer prueba entre comerciantes por hechos de comercio. Respecto a otra persona que no
fuere comerciante, los asientos de los libros sólo harán fe contra su dueño; pero la otra parte no
podrá aceptar lo favorable sin admitir también lo adverso que ellos contengan. Artículo 39° Para
que los libros auxiliares de contabilidad, llevados por los comerciantes, puedan ser aprovechados
en juicio por éstos, han de reunir todos los requisitos que se prescriben con respecto de los libros
necesarios. Artículo 40 ° No se podrá hacer pesquisa de oficio por Tribunal ni autoridad alguna,
para inquirir si los comerciantes llevan o no libros, o si éstos están o no arreglados a las
prescripciones de este Código. Artículo 41° Tampoco podrá acordarse de oficio ni a instancia de
parte, la manifestación y examen general de los libros de comercio, sino en los casos de sucesión
universal, comunidad de bienes, liquidación de sociedades legales o convencionales y quiebra o
atraso. Artículo 42° En el curso de una causa podrá el Juez ordenar, aun de oficio, la presentación
de los libros de comercio, sólo para el examen y compulsa de lo que tenga relación con la cuestión
que se ventila, lo cual deberá designarse previa y determinadamente; pero no podrá obligarse a un
comerciante a trasladar sus libros fuera de su oficina mercantil, pudiendo someterse el examen o
compulsa, a un Juez del lugar donde se llevaren los libros. Artículo 43° Si uno de los litigantes
ofrece estar y pasar por lo que constare de los libros de su contender, y éste se niega a exhibirlos
sin causa suficiente a juicio del Tribunal de Comercio, el Tribunal podrá deferir el juramento a la
otra parte, o decidir la controversia por lo que resulte de los libros de éste, si fuere comerciante y
aquéllos estuvieren llevados en debida forma. Artículo 44° Los libros y sus comprobantes deben
ser conservados durante diez años, a partir del último asiento de cada libro3. De la Contabilidad
Mercantil Artículo 32° Todo comerciante debe llevar en idioma castellano su contabilidad, la cual
comprenderá, obligatoriamente, el libro Diario, el libro Mayor y el de Inventarios. Podrá llevar,
además, todos los libros auxiliares que estimara conveniente para el mayor orden y claridad de sus
operaciones. Artículo 33° El libro Diario y el de Inventarios no pueden ponerse en uso sin que
hayan sido previamente presentados al Tribunal o Registrador Mercantil, en los lugares donde los
haya, o al Juez ordinario de mayor categoría en la localidad donde no existan aquellos funcionarios,
a fin de poner en el primer folio de cada libro nota de los que éste tuviere, fechada y firmada por el
juez y su Secretario o por el Registrador Mercantil. Se estampará en todas las demás hojas el Sello
de la oficina. Artículo 34° En el libro Diario se asentarán, día por día, las operaciones que haga el
comerciante, de modo que cada partida exprese claramente quién es el acreedor y quién el
deudor, en la negociación a que se refiere, o se resumirán mensualmente, por lo menos, los totales
de esas operaciones siempre que, en este caso, se conserven todos los documentos que permitan
comprobar tales operaciones, día por día. No obstante, los comerciantes por menor, es decir, los
que habitualmente sólo vendan al detal, directamente al consumidor, cumplirán con la obligación
que impone este artículo con sólo asentar diariamente un resumen de las compras y ventas hechas
al contado, y detalladamente las que hicieran a crédito, y los pagos y cobros con motivo de éstas.
Artículo 35° Todo comerciante, al comenzar su giro y al fin de cada año, hará en el libro de
Inventarios una descripción estimatoria de todos sus bienes, tanto muebles como inmuebles y de
todos sus créditos, activos y pasivos, vinculados o no a su comercio. El inventario debe cerrarse con
el balance y la cuenta de ganancias y pérdidas; ésta debe demostrar con evidencia y verdad los
beneficios obtenidos y las pérdidas sufridas. Se hará mención expresa de las fianzas otorgadas, así
como de cualesquiera otras obligaciones contraídas bajo condición suspensiva con anotación de la
respectiva contrapartida. Los inventarios serán firmados por todos los interesados en el
establecimiento de comercio que se hallen presentes en su formación. Artículo 36° Se prohíbe a los
comerciantes: 1º Alterar en los asientos el orden y la fecha de las operaciones descritas. 2º Dejar
blancos en el cuerpo de los asientos o a continuación de ellos. 3º Poner asientos al margen y hacer
interlineaciones, raspaduras o enmendaduras. 4º Borrar los asientos o partes de ellos. 5º Arrancar
hojas, alterar la encuadernación o foliatura y mutilar alguna parte de los libros. Artículo 37° Los
errores y omisiones que se cometieron al formar un asiento se salvarán en otro distinto, en la fecha
en que se notare la falta. Artículo 38° Los libros llevados con arreglo a los artículos anteriores
podrán hacer prueba entre comerciantes por hechos de comercio. Respecto a otra persona que no
fuere comerciante, los asientos de los libros sólo harán fe contra su dueño; pero la otra parte no
podrá aceptar lo favorable sin admitir también lo adverso que ellos contengan. Artículo 39° Para
que los libros auxiliares de contabilidad, llevados por los comerciantes, puedan ser aprovechados
en juicio por éstos, han de reunir todos los requisitos que se prescriben con respecto de los libros
necesarios. Artículo 40 ° No se podrá hacer pesquisa de oficio por Tribunal ni autoridad alguna,
para inquirir si los comerciantes llevan o no libros, o si éstos están o no arreglados a las
prescripciones de este Código. Artículo 41° Tampoco podrá acordarse de oficio ni a instancia de
parte, la manifestación y examen general de los libros de comercio, sino en los casos de sucesión
universal, comunidad de bienes, liquidación de sociedades legales o convencionales y quiebra o
atraso. Artículo 42° En el curso de una causa podrá el Juez ordenar, aun de oficio, la presentación
de los libros de comercio, sólo para el examen y compulsa de lo que tenga relación con la cuestión
que se ventila, lo cual deberá designarse previa y determinadamente; pero no podrá obligarse a un
comerciante a trasladar sus libros fuera de su oficina mercantil, pudiendo someterse el examen o
compulsa, a un Juez del lugar donde se llevaren los libros. Artículo 43° Si uno de los litigantes
ofrece estar y pasar por lo que constare de los libros de su contender, y éste se niega a exhibirlos
sin causa suficiente a juicio del Tribunal de Comercio, el Tribunal podrá deferir el juramento a la
otra parte, o decidir la controversia por lo que resulte de los libros de éste, si fuere comerciante y
aquéllos estuvieren llevados en debida forma. Artículo 44° Los libros y sus comprobantes deben
ser conservados durante diez años, a partir del último asiento de cada libro3. De la Contabilidad
Mercantil Artículo 32° Todo comerciante debe llevar en idioma castellano su contabilidad, la cual
comprenderá, obligatoriamente, el libro Diario, el libro Mayor y el de Inventarios. Podrá llevar,
además, todos los libros auxiliares que estimara conveniente para el mayor orden y claridad de sus
operaciones. Artículo 33° El libro Diario y el de Inventarios no pueden ponerse en uso sin que
hayan sido previamente presentados al Tribunal o Registrador Mercantil, en los lugares donde los
haya, o al Juez ordinario de mayor categoría en la localidad donde no existan aquellos funcionarios,
a fin de poner en el primer folio de cada libro nota de los que éste tuviere, fechada y firmada por el
juez y su Secretario o por el Registrador Mercantil. Se estampará en todas las demás hojas el Sello
de la oficina. Artículo 34° En el libro Diario se asentarán, día por día, las operaciones que haga el
comerciante, de modo que cada partida exprese claramente quién es el acreedor y quién el
deudor, en la negociación a que se refiere, o se resumirán mensualmente, por lo menos, los totales
de esas operaciones siempre que, en este caso, se conserven todos los documentos que permitan
comprobar tales operaciones, día por día. No obstante, los comerciantes por menor, es decir, los
que habitualmente sólo vendan al detal, directamente al consumidor, cumplirán con la obligación
que impone este artículo con sólo asentar diariamente un resumen de las compras y ventas hechas
al contado, y detalladamente las que hicieran a crédito, y los pagos y cobros con motivo de éstas.
Artículo 35° Todo comerciante, al comenzar su giro y al fin de cada año, hará en el libro de
Inventarios una descripción estimatoria de todos sus bienes, tanto muebles como inmuebles y de
todos sus créditos, activos y pasivos, vinculados o no a su comercio. El inventario debe cerrarse con
el balance y la cuenta de ganancias y pérdidas; ésta debe demostrar con evidencia y verdad los
beneficios obtenidos y las pérdidas sufridas. Se hará mención expresa de las fianzas otorgadas, así
como de cualesquiera otras obligaciones contraídas bajo condición suspensiva con anotación de la
respectiva contrapartida. Los inventarios serán firmados por todos los interesados en el
establecimiento de comercio que se hallen presentes en su formación. Artículo 36° Se prohíbe a los
comerciantes: 1º Alterar en los asientos el orden y la fecha de las operaciones descritas. 2º Dejar
blancos en el cuerpo de los asientos o a continuación de ellos. 3º Poner asientos al margen y hacer
interlineaciones, raspaduras o enmendaduras. 4º Borrar los asientos o partes de ellos. 5º Arrancar
hojas, alterar la encuadernación o foliatura y mutilar alguna parte de los libros. Artículo 37° Los
errores y omisiones que se cometieron al formar un asiento se salvarán en otro distinto, en la fecha
en que se notare la falta. Artículo 38° Los libros llevados con arreglo a los artículos anteriores
podrán hacer prueba entre comerciantes por hechos de comercio. Respecto a otra persona que no
fuere comerciante, los asientos de los libros sólo harán fe contra su dueño; pero la otra parte no
podrá aceptar lo favorable sin admitir también lo adverso que ellos contengan. Artículo 39° Para
que los libros auxiliares de contabilidad, llevados por los comerciantes, puedan ser aprovechados
en juicio por éstos, han de reunir todos los requisitos que se prescriben con respecto de los libros
necesarios. Artículo 40 ° No se podrá hacer pesquisa de oficio por Tribunal ni autoridad alguna,
para inquirir si los comerciantes llevan o no libros, o si éstos están o no arreglados a las
prescripciones de este Código. Artículo 41° Tampoco podrá acordarse de oficio ni a instancia de
parte, la manifestación y examen general de los libros de comercio, sino en los casos de sucesión
universal, comunidad de bienes, liquidación de sociedades legales o convencionales y quiebra o
atraso. Artículo 42° En el curso de una causa podrá el Juez ordenar, aun de oficio, la presentación
de los libros de comercio, sólo para el examen y compulsa de lo que tenga relación con la cuestión
que se ventila, lo cual deberá designarse previa y determinadamente; pero no podrá obligarse a un
comerciante a trasladar sus libros fuera de su oficina mercantil, pudiendo someterse el examen o
compulsa, a un Juez del lugar donde se llevaren los libros. Artículo 43° Si uno de los litigantes
ofrece estar y pasar por lo que constare de los libros de su contender, y éste se niega a exhibirlos
sin causa suficiente a juicio del Tribunal de Comercio, el Tribunal podrá deferir el juramento a la
otra parte, o decidir la controversia por lo que resulte de los libros de éste, si fuere comerciante y
aquéllos estuvieren llevados en debida forma. Artículo 44° Los libros y sus comprobantes deben
ser conservados durante diez años, a partir del último asiento de cada libro3. De la Contabilidad
Mercantil Artículo 32° Todo comerciante debe llevar en idioma castellano su contabilidad, la cual
comprenderá, obligatoriamente, el libro Diario, el libro Mayor y el de Inventarios. Podrá llevar,
además, todos los libros auxiliares que estimara conveniente para el mayor orden y claridad de sus
operaciones. Artículo 33° El libro Diario y el de Inventarios no pueden ponerse en uso sin que
hayan sido previamente presentados al Tribunal o Registrador Mercantil, en los lugares donde los
haya, o al Juez ordinario de mayor categoría en la localidad donde no existan aquellos funcionarios,
a fin de poner en el primer folio de cada libro nota de los que éste tuviere, fechada y firmada por el
juez y su Secretario o por el Registrador Mercantil. Se estampará en todas las demás hojas el Sello
de la oficina. Artículo 34° En el libro Diario se asentarán, día por día, las operaciones que haga el
comerciante, de modo que cada partida exprese claramente quién es el acreedor y quién el
deudor, en la negociación a que se refiere, o se resumirán mensualmente, por lo menos, los totales
de esas operaciones siempre que, en este caso, se conserven todos los documentos que permitan
comprobar tales operaciones, día por día. No obstante, los comerciantes por menor, es decir, los
que habitualmente sólo vendan al detal, directamente al consumidor, cumplirán con la obligación
que impone este artículo con sólo asentar diariamente un resumen de las compras y ventas hechas
al contado, y detalladamente las que hicieran a crédito, y los pagos y cobros con motivo de éstas.
Artículo 35° Todo comerciante, al comenzar su giro y al fin de cada año, hará en el libro de
Inventarios una descripción estimatoria de todos sus bienes, tanto muebles como inmuebles y de
todos sus créditos, activos y pasivos, vinculados o no a su comercio. El inventario debe cerrarse con
el balance y la cuenta de ganancias y pérdidas; ésta debe demostrar con evidencia y verdad los
beneficios obtenidos y las pérdidas sufridas. Se hará mención expresa de las fianzas otorgadas, así
como de cualesquiera otras obligaciones contraídas bajo condición suspensiva con anotación de la
respectiva contrapartida. Los inventarios serán firmados por todos los interesados en el
establecimiento de comercio que se hallen presentes en su formación. Artículo 36° Se prohíbe a los
comerciantes: 1º Alterar en los asientos el orden y la fecha de las operaciones descritas. 2º Dejar
blancos en el cuerpo de los asientos o a continuación de ellos. 3º Poner asientos al margen y hacer
interlineaciones, raspaduras o enmendaduras. 4º Borrar los asientos o partes de ellos. 5º Arrancar
hojas, alterar la encuadernación o foliatura y mutilar alguna parte de los libros. Artículo 37° Los
errores y omisiones que se cometieron al formar un asiento se salvarán en otro distinto, en la fecha
en que se notare la falta. Artículo 38° Los libros llevados con arreglo a los artículos anteriores
podrán hacer prueba entre comerciantes por hechos de comercio. Respecto a otra persona que no
fuere comerciante, los asientos de los libros sólo harán fe contra su dueño; pero la otra parte no
podrá aceptar lo favorable sin admitir también lo adverso que ellos contengan. Artículo 39° Para
que los libros auxiliares de contabilidad, llevados por los comerciantes, puedan ser aprovechados
en juicio por éstos, han de reunir todos los requisitos que se prescriben con respecto de los libros
necesarios. Artículo 40 ° No se podrá hacer pesquisa de oficio por Tribunal ni autoridad alguna,
para inquirir si los comerciantes llevan o no libros, o si éstos están o no arreglados a las
prescripciones de este Código. Artículo 41° Tampoco podrá acordarse de oficio ni a instancia de
parte, la manifestación y examen general de los libros de comercio, sino en los casos de sucesión
universal, comunidad de bienes, liquidación de sociedades legales o convencionales y quiebra o
atraso. Artículo 42° En el curso de una causa podrá el Juez ordenar, aun de oficio, la presentación
de los libros de comercio, sólo para el examen y compulsa de lo que tenga relación con la cuestión
que se ventila, lo cual deberá designarse previa y determinadamente; pero no podrá obligarse a un
comerciante a trasladar sus libros fuera de su oficina mercantil, pudiendo someterse el examen o
compulsa, a un Juez del lugar donde se llevaren los libros. Artículo 43° Si uno de los litigantes
ofrece estar y pasar por lo que constare de los libros de su contender, y éste se niega a exhibirlos
sin causa suficiente a juicio del Tribunal de Comercio, el Tribunal podrá deferir el juramento a la
otra parte, o decidir la controversia por lo que resulte de los libros de éste, si fuere comerciante y
aquéllos estuvieren llevados en debida forma. Artículo 44° Los libros y sus comprobantes deben
ser conservados durante diez años, a partir del último asiento de cada libro3. De la Contabilidad
Mercantil Artículo 32° Todo comerciante debe llevar en idioma castellano su contabilidad, la cual
comprenderá, obligatoriamente, el libro Diario, el libro Mayor y el de Inventarios. Podrá llevar,
además, todos los libros auxiliares que estimara conveniente para el mayor orden y claridad de sus
operaciones. Artículo 33° El libro Diario y el de Inventarios no pueden ponerse en uso sin que
hayan sido previamente presentados al Tribunal o Registrador Mercantil, en los lugares donde los
haya, o al Juez ordinario de mayor categoría en la localidad donde no existan aquellos funcionarios,
a fin de poner en el primer folio de cada libro nota de los que éste tuviere, fechada y firmada por el
juez y su Secretario o por el Registrador Mercantil. Se estampará en todas las demás hojas el Sello
de la oficina. Artículo 34° En el libro Diario se asentarán, día por día, las operaciones que haga el
comerciante, de modo que cada partida exprese claramente quién es el acreedor y quién el
deudor, en la negociación a que se refiere, o se resumirán mensualmente, por lo menos, los totales
de esas operaciones siempre que, en este caso, se conserven todos los documentos que permitan
comprobar tales operaciones, día por día. No obstante, los comerciantes por menor, es decir, los
que habitualmente sólo vendan al detal, directamente al consumidor, cumplirán con la obligación
que impone este artículo con sólo asentar diariamente un resumen de las compras y ventas hechas
al contado, y detalladamente las que hicieran a crédito, y los pagos y cobros con motivo de éstas.
Artículo 35° Todo comerciante, al comenzar su giro y al fin de cada año, hará en el libro de
Inventarios una descripción estimatoria de todos sus bienes, tanto muebles como inmuebles y de
todos sus créditos, activos y pasivos, vinculados o no a su comercio. El inventario debe cerrarse con
el balance y la cuenta de ganancias y pérdidas; ésta debe demostrar con evidencia y verdad los
beneficios obtenidos y las pérdidas sufridas. Se hará mención expresa de las fianzas otorgadas, así
como de cualesquiera otras obligaciones contraídas bajo condición suspensiva con anotación de la
respectiva contrapartida. Los inventarios serán firmados por todos los interesados en el
establecimiento de comercio que se hallen presentes en su formación. Artículo 36° Se prohíbe a los
comerciantes: 1º Alterar en los asientos el orden y la fecha de las operaciones descritas. 2º Dejar
blancos en el cuerpo de los asientos o a continuación de ellos. 3º Poner asientos al margen y hacer
interlineaciones, raspaduras o enmendaduras. 4º Borrar los asientos o partes de ellos. 5º Arrancar
hojas, alterar la encuadernación o foliatura y mutilar alguna parte de los libros. Artículo 37° Los
errores y omisiones que se cometieron al formar un asiento se salvarán en otro distinto, en la fecha
en que se notare la falta. Artículo 38° Los libros llevados con arreglo a los artículos anteriores
podrán hacer prueba entre comerciantes por hechos de comercio. Respecto a otra persona que no
fuere comerciante, los asientos de los libros sólo harán fe contra su dueño; pero la otra parte no
podrá aceptar lo favorable sin admitir también lo adverso que ellos contengan. Artículo 39° Para
que los libros auxiliares de contabilidad, llevados por los comerciantes, puedan ser aprovechados
en juicio por éstos, han de reunir todos los requisitos que se prescriben con respecto de los libros
necesarios. Artículo 40 ° No se podrá hacer pesquisa de oficio por Tribunal ni autoridad alguna,
para inquirir si los comerciantes llevan o no libros, o si éstos están o no arreglados a las
prescripciones de este Código. Artículo 41° Tampoco podrá acordarse de oficio ni a instancia de
parte, la manifestación y examen general de los libros de comercio, sino en los casos de sucesión
universal, comunidad de bienes, liquidación de sociedades legales o convencionales y quiebra o
atraso. Artículo 42° En el curso de una causa podrá el Juez ordenar, aun de oficio, la presentación
de los libros de comercio, sólo para el examen y compulsa de lo que tenga relación con la cuestión
que se ventila, lo cual deberá designarse previa y determinadamente; pero no podrá obligarse a un
comerciante a trasladar sus libros fuera de su oficina mercantil, pudiendo someterse el examen o
compulsa, a un Juez del lugar donde se llevaren los libros. Artículo 43° Si uno de los litigantes
ofrece estar y pasar por lo que constare de los libros de su contender, y éste se niega a exhibirlos
sin causa suficiente a juicio del Tribunal de Comercio, el Tribunal podrá deferir el juramento a la
otra parte, o decidir la controversia por lo que resulte de los libros de éste, si fuere comerciante y
aquéllos estuvieren llevados en debida forma. Artículo 44° Los libros y sus comprobantes deben
ser conservados durante diez años, a partir del último asiento de cada libro

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