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El Código Sustantivo del Trabajo establece en el artículo 63, dentro de las

causales de despido por justa causa, en su numeral 15 que “será justa causa de
despido de manera unilateral por parte del empleador la enfermedad contagiosa o
crónica del trabajador, que no tenga carácter de profesional, así como cualquiera
otra enfermedad o lesión que lo incapacite para el trabajo, cuya curación no haya
sido posible durante ciento ochenta (180) días. El despido por esta causa no podrá
efectuarse sino al vencimiento de dicho lapso y no exime al empleador de las
prestaciones e indemnizaciones legales y convencionales derivadas de la
enfermedad”.

A su vez la corte subraya que “en ningún caso la limitación de una persona, podrá
ser motivo para obstaculizar una vinculación laboral, a menos que dicha limitación
sea claramente demostrada como incompatible e insuperable en el cargo que se va
a desempeñar. Así mismo, ninguna persona limitada podrá ser despedida o su
contrato terminado por razón de su limitación, salvo que medie autorización de la
oficina de Trabajo.

Además, asevera que, quienes fueren despedidos o su contrato terminado por razón
de su limitación, sin el cumplimiento del requisito previsto en el inciso anterior,
tendrán derecho a una indemnización equivalente a ciento ochenta días del salario,
sin perjuicio de las demás prestaciones e indemnizaciones a que hubiere lugar de
acuerdo con el Código Sustantivo del Trabajo y demás normas que lo modifiquen,
adicionen, complementen o aclaren”.

Esta disposición fue revisada por la Corte en sentencia C-531/00, que declaró la
exequibilidad condicionada del inciso segundo del artículo 26 de la Ley 361 de 1997,
en la que, en su parte considerativa, entre otros, señalo:

En consecuencia, la Corte procederá a integrar al ordenamiento legal referido los


principios de respeto a la dignidad humana, solidaridad e igualdad (C.P., arts. 2o. y
13), así como los mandatos constitucionales que establecen una protección
especial para los disminuidos físicos, sensoriales y síquicos (C.P., arts. 47 y 54), de
manera que, se procederá a declarar la exequibilidad del inciso 2o. del artículo 26
de la Ley 361 de 1997, bajo el entendido de que el despido del trabajador de su
empleo o terminación del contrato de trabajo por razón de su limitación. sin la
autorización de la oficina de Trabajo, no produce efectos jurídicos y sólo es eficaz
en la medida en que se obtenga, la respectiva autorización. En caso de que el
empleador contravenga esa disposición, deberá asumir además de la ineficacia
jurídica de la actuación, el pago de la respectiva indemnización sancionatoria.
Cabe destacar que la indemnización contenida en este inciso es adicional a todas
las demás prestaciones e indemnizaciones a que hubiere lugar según la
normatividad sustantiva laboral (Ley 50 de 1990), como bien se indica en el texto
del inciso 2o. del artículo 26 en estudio.

La Corte define como enfermedad no profesional como: aquel estado patológico


morboso, congénito, o adquirido que sobrevenga al trabajador por cualquier causa,
no relacionada con la actividad específica a que se dedique y determinado por
factores independientes de la clase de labor ejecutada o del medio en que se ha
desarrollado el trabajo.”

Después de esta definición encontramos las siguientes enfermedades no laborales,


como afecciones que no tienen el carácter de profesional, las cuales pueden ser
causales de terminación de contrato laboral entre otras:

 La tuberculosis
 La leucemia
 La insuficiencia renal crónica.
 El cáncer
 Las venéreas crónicas (sífilis, la blenorragia gonorrea, entre otros)
 El sida como una afección de carácter no profesional, en determinadas
circunstancias.

Sin embargo, en el país no existe una tabla oficial específica sobre las patologías
no profesionales.

Según la Corte, el patrono tiene la obligación de pagar las prestaciones e


indemnizaciones al empleado además que las entidades de previsión social y de
atención, por su parte, tienen el deber de prestar los servicios médicos, hospitalarios
y quirúrgicos derivados de la respectiva enfermedad. Esto, advirtió la Corte, aún
luego de terminada la relación laboral.

Esta disposición fue revisada por la Corte en sentencia C-531/00, que declaró la
exequibilidad condicionada del inciso segundo del artículo 26 de la Ley 361 de 1997,
en la que, en su parte considerativa, entre otros, señalo:
En consecuencia, la Corte procederá a integrar al ordenamiento legal referido los
principios de respeto a la dignidad humana, solidaridad e igualdad (C.P., arts. 2o. y
13), así como los mandatos constitucionales que establecen una protección
especial para los disminuidos físicos, sensoriales y síquicos (C.P., arts. 47 y 54), de
manera que, se procederá a declarar la exequibilidad del inciso 2o. del artículo 26
de la Ley 361 de 1997, bajo el entendido de que el despido del trabajador de su
empleo o terminación del contrato de trabajo por razón de su limitación. sin la
autorización de la oficina de Trabajo, no produce efectos jurídicos y sólo es eficaz
en la medida en que se obtenga, la respectiva autorización. En caso de que el
empleador contravenga esa disposición, deberá asumir además de la ineficacia
jurídica de la actuación, el pago de la respectiva indemnización sancionatoria.

Expuesto lo anterior, queda claro que la incapacidad de origen común superior


a 180 días ininterrumpidos, se constituye legalmente en justa causa para dar
por terminado el contrato de trabajo, sin embargo y conforme a la estabilidad
reforzada de que gozan las persona con discapacidad de acuerdo a lo previsto en
el artículo 26 de la Ley 361 de 1997 y de lo señalado por la Jurisprudencia
Constitucional antes mencionada, se entenderá que para efectos de la terminación
del contrato laboral, el empleador deberá solicitar previamente a la Dirección
Territorial del Ministerio de la Protección Social correspondiente, el permiso para
que autorice el despido, con los soportes documentales que justifiquen el mismo y
efectuar el pago de la indemnización prevista en el artículo 26 de la Ley 361 de
1997.

Cabe destacar que la indemnización contenida en este inciso es adicional a todas


las demás prestaciones e indemnizaciones a que hubiere lugar según la
normatividad sustantiva laboral (Ley 50 de 1990), como bien se indica en el texto
del inciso 2o. del artículo 26 en estudio.

¿Qué pasa entonces con las incapacidades médicas por enfermedad no


laboral?

En relación con el tiempo máximo para una incapacidad médica, sobre este aspecto
debe distinguirse el tiempo máximo de reconocimiento económico de la prestación
por incapacidad por enfermedad común o profesional a cargo del Sistema General
de Seguridad Social en Salud y el Sistema General de Riesgos Profesionales y el
termino máximo por el cual se expide el certificado médico de incapacidad, en este
orden de ideas tenemos:
La Ley 100 de 1993 en su artículo 206 y el numeral 1.3 de la Circular 11 de 1995 de
la Superintendencia Nacional de Salud, establecen que el Régimen Contributivo del
El Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS) reconocerá las
Incapacidades generadas en Enfermedad General, de conformidad con las
disposiciones legales vigentes. Para el cubrimiento de estos riesgos las Entidades
Promotoras de Salud -(EPS) podrán subcontratar con compañías aseguradoras.
El Régimen Contributivo del SGSS garantiza a sus afiliados cotizantes, entre otros
beneficios, el subsidio en dinero en caso de incapacidad temporal derivada por
enfermedad o accidente ocasionados por cualquier causa de origen no profesional,
y al cual, no tendrán derecho los pensionados cotizantes y los miembros de su grupo
familiar que no estén cotizando al sistema conforme al artículo 28 del decreto 805
de 1998.

¿Qué significa el auxilio por incapacidad?

Se define como el reconocimiento de la prestación de tipo económico y pago de la


misma que hacen las EPS a sus afiliados cotizantes no pensionados, por todo el
tiempo en que estén inhabilitados física o mentalmente para desempeñar en forma
temporal su profesión u oficio habitual. En ningún caso se le pagará a un afiliado al
sistema simultáneamente incapacidad por enfermedad general, incapacidad por
enfermedad profesional y pensión de invalidez absoluta o por gran invalidez.

En este orden, se tiene que la disposición legal del sector privado que fundamenta
el AUXILIO MONETARIO POR ENFERMEDAD NO PROFESIONAL, es el artículo
227 del Código Sustantivo del Trabajo, en virtud del cual en caso de incapacidad
comprobada para desempeñar sus labores, ocasionada por enfermedad no
profesional, el trabajador, sea este dependiente o independiente, tendrá derecho a
que le sea pagado un auxilio monetario hasta por ciento ochenta (180) días, así:
Las (213) partes del salario durante los noventa (90) días y la mitad del salario por
el tiempo restante.

En el caso de que la incapacidad generada por enfermedad no profesional supere


los ciento-ochenta (180) días, no existe obligación legal para la EPS, de continuar
con dicho reconocimiento.

Investigando encontramos en este aspecto que: De conformidad con las normas


precitadas, en el Sistema General de Seguridad Social en Salud, el reconocimiento
y pago de incapacidades por contingencias de origen común, es hasta por el termino
de 180 días, por lo que, en caso de que la incapacidad de origen común supere los
ciento chenta (180) días, no existe obligación legal para la EPS.
También encontramos que en referencia al Sistema General de Riesgos Profesional
y conforme a lo dispuesto en el artículo 3 de la Ley 776 de 2002, el período durante
el cual se reconoce la prestación por incapacidad temporal por enfermedad de
origen profesional o accidente de trabajo será hasta por ciento ochenta (180) días,
que podrán ser prorrogados hasta por períodos que no superen otros ciento ochenta
(180) días continuos adicionales, cuando esta prórroga se determine como
necesaria para el tratamiento del afiliado, o para culminar su rehabilitación y en
cuanto a la expedición del certificado de incapacidad temporal, el cual se define
como el documento que expide el médico u odontólogo tratante, en el cual se hace
constar la inhabilidad, el riesgo que la origina y el tiempo de duración de la
incapacidad temporal o de la licencia del afiliado, debe observarse que en la
normatividad que regula el Sistema General de Seguridad Social en Salud no se ha
establecido una norma que en forma expresa determine el tiempo máximo para una
incapacidad médica, por lo cual y sin perjuicio de las disposiciones internas de cada
EPS, de manera analógica se podrá acudir a lo dispuesto en el artículo 10 de la
Resolución 2266 de 1998, en el cual se establece:

En concordancia La Expedición De Certificado De Incapacidad. Aclaramos que


“El médico u odontólogo tratante y competente para expedir certificados de
incapacidad determina el periodo de incapacidad Y expide el respectivo certificado
inicial hasta por un máximo de treinta (30) días, los cuales puede prorrogar, según
su criterio clínico, hasta un total de ciento ochenta (180) días -por períodos de
máximo treinta (30) días cada uno “

Adicionalmente, es pertinente advertir según la constitución y el código sustantivo


del trabajo que: la decisión respecto de la situación del trabajador corresponderá
única y exclusivamente al empleador, la cual deberá adoptarse en derecho y con
observancia plena de las disposiciones que rigen en materia laboral, siendo claro
que este Ministerio de conformidad con lo establecido en el artículo 486 del CST,
modificado por el artículo 20 de la Ley 584 de 2000, no se encuentra facultado para
declarar derechos individuales, ni definir controversias cuya decisión está atribuida
a los jueces, como tampoco, para determinar el monto de las prestaciones sociales
y demás obligaciones pecuniarias que con ocasión de la terminación del contrato
de trabajo deba cancelar el empleador al trabajador.
Ejemplarizando, si sólo cuando el virus no es adquirido durante la práctica de una
labor remunerada, se convierte en una enfermedad no laboral, que sucede entonces
cuando:

Una enfermera se punza con la aguja de una jeringa, al manejar pruebas de sangre
de un paciente y se infecta de sida con la aguja, esa no sería una enfermedad no
profesional, por cuanto la adquirió en desarrollo de su trabajo.

La corte aclara….

El sida sólo adquiere el carácter de no profesional en aquellos eventos en que no


se trata de una enfermedad profesional. Es decir, la adquirida como consecuencia
del trabajo. Aunque por su parte algunos legisladores están realizando un análisis
jurídico de la sentencia, y de forma conjunta con el Ministerio de Trabajo se están
uniendo para tratar de modificar el Decreto 2351 de 1965, y a la luz de las ciencias
médicas pues desde 1988 la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la
Organización Mundial de la Salud (OMS) acordaron que el sida no era una
enfermedad contagiosa sino transmisible, y, por lo tanto, se le debe garantizar el
trabajo a estas personas.
Saltan entonces algunas preguntas.

¿Pueden despedir a un trabajador por cualquier tipo de enfermedad?

No, el despido por enfermedad debe ser por una enfermedad de origen común, es
decir, aquella que no tiene su origen en la actividad laboral del trabajador. Esta debe
ser: Crónica, contagiosa o debe imposibilitar el desarrollo del trabajo.
Debe ser una enfermedad cuya curación no debe haber sido posible durante un
período de 180 días. Además, existe para la terminación del contrato, el empleador
deberá dar aviso al trabajador con anticipación no menor de quince (15) días.

¿Qué pasa cuando se trata de una enfermedad de origen profesional?

Si es una enfermedad de origen profesional, es decir, proveniente de la actividad


laboral, se seguirán las normas dispuestas por el sistema de riesgos laborales,
donde no procede el despido laboral.

Legislación en salud ocupacional y riesgos profesionales, Carlos Luis Ayala, tercera


edición, 2004-2005.
Código sustantivo del trabajo
www.accounter.co/.../terminacion-del-contrato-de-trabajo-por-enfermedad-o-incapaci...
Aporte de: Jaime Alvarez

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