Está en la página 1de 6

ECONOMÍA & ENERGÍA

Humberto Zambon

¿Qué es el excedente económico?

El concepto de “excedente” resulta clave para comprender, primero el origen de la


civilización, luego la forma en que las sociedades se organizan y, finalmente, el
nacimiento y desarrollo del capitalismo.

La idea del excedente económico estaba instalada en los economistas clásicos de


fines del siglo XVIII y las siete décadas del XIX. Luego desapareció de la literatura
económica hasta que en los años ’50 del siglo pasado lo rescató Paul Baran. Baran
fue un destacado economista norteamericano (aunque nacido en Rusia, se radicó
desde muy pequeño en ese país) y que junto a Paul Sweezy y Leo Huberman
publicaron la revista Monthly Review que se convirtió en vocero de los sectores
progresistas estadounidenses. Vale recordar que la revista también se publicó en
castellano en Buenos Aires, por Liliana Martín e Irene Mizrahi, entre julio de 1963
y junio de 1966, fecha del golpe del general Onganía.

El libro más conocido de Barán es “La política económica del crecimiento” (publicado
en castellano por Fondo de Cultura Económica, 1959), en el que define al excedente
económico como la diferencia entre lo producido por el trabajo humano y el consumo
que debe realizar el productor (y su familia) para poder subsistir.

1
El nacimiento de la civilización – Productividad y excedente
Fíjense ustedes que en una economía de subsistencia no hay excedente económico.
Es lo que ocurrió al menos durante los primeros 90.000 años de la existencia como
especie del homo sapiens, que en grupos nómades salió de África y se distribuyó
sobre toda la tierra.
1. Dedicado por entero a recolectar frutos o cazar animales comestibles, cuando se
producía un enfrentamiento con otro grupo no tenía sentido tomar prisioneros,
ya que el producido por el trabajo del capturado alcanzaba sólo para la
subsistencia del mismo: o se los incorporaba como iguales o, lo más probable, se
los mataba.
2. Recién cuando el hombre aprendió a domesticar animales (actividad pecuaria) y
plantas (agricultura), aumentó la productividad de su trabajo y apareció el
excedente económico.
3. Se volvió sedentario, radicándose a la orilla de los ríos o lagos; a partir de este
momento tuvo sentido hacer trabajar al semejante para apoderarse del
excedente que podía generar, dando lugar al nacimiento de la esclavitud.
4. Simultáneamente, para los vencedores fue necesario organizarse para mantener
a los esclavos como tales y asegurar que trabajasen y, también, para establecer
las formas de distribución de ese excedente. Aparece la división social del
trabajo, el desarrollo del Estado y del poder policial y militar y de las normas
jurídicas que regulan las relaciones entre los hombres.
5. Con el excedente económico aparece también la posibilidad que un grupo de
hombres subsista sin verse obligado a la producción material de los bienes
necesarios para ese fin, pudiendo dedicar su tiempo al arte o al conocimiento. Es
el nacimiento de la civilización.
Técnicas, relaciones, destino
Para el conocimiento de una sociedad interesa responder a los siguientes
interrogantes
1) ¿Cómo se genera el excedente económico? Es decir con qué técnicas y con qué
relaciones sociales se produce;
2) ¿Cómo se distribuye el excedente? y
3) ¿Cuál es el destino que se da a ese excedente?
Con respecto al primer interrogante, las técnicas de producción y las relaciones
sociales entre los hombres (por ejemplo, hombres libres y esclavos) están
íntimamente asociadas. Por ejemplo, en Alejandría, en el siglo I, Herón desarrolló
una aplicación de la fuerza del vapor creando juguetes autopropulsados; ni a él ni a
sus contemporáneos se les ocurrió utilizar esa energía para ahorrar trabajo humano,
como se hizo en Inglaterra en el siglo XVIII dando comienzo a la revolución

2
industrial: en la civilización antigua el esclavo era tan barato que no tenía sentido
reemplazarlo por otra fuente energética.

Con respecto al segundo interrogante, es importante saber la forma que adquiere la


distribución del excedente. En principio, con el modo de producción esclavista, son
los hombres libres quienes lo usufrutuan, pero cambian la manera de participación
de los distintos sectores que componen la sociedad, dando lugar a diferentes
civilizaciones con sus propias características distintivas, como fueron la sumeria, la
del antiguo Egipto, Grecia, Roma, los mayas o los incas.

Consumo y acumulación. Destino del excedente

El destino del excedente ha sido, en general, el consumo de las clases sociales


dominantes. En algunas civilizaciones, ese excedente ha sido tan grande que,
superando largamente las necesidades de subsistencia de aquellas, parte del mismo
fue dedicado a consumos permanentes o a destinos no productivos pero de largo
plazo, como fue la edificación de las pirámides egipcias o mayas o las imponentes
catedrales europeas.

El primer sistema que le dio un destino productivo al excedente fue el capitalismo.


Desde sus comienzos, la posición en la escala social estaba dada por la acumulación
individual de capital, de forma tal que los primeros capitalistas eran austeros y
trabajadores, tratando de consumir sólo lo necesario y acumular la mayor cantidad
posible. Como el objetivo era maximizar la ganancia, la introducción de una
innovación tecnológica que disminuyera costos le daba al innovador una posición
privilegiada, hasta que se divulgaba y desaparecía la ganancia adicional y quedaba
abierto para una nueva innovación que repetía la historia. El capitalismo se
caracterizó por revolucionar permanentemente a los medios de producción, elevando
en progresión geométrica la productividad del trabajo humano.

Hoy existe la posibilidad de generar un excedente económico tan grande que con
pocas horas de trabajo diario de todos los adultos se podría asegurar una vida digna
y confortable para todos los habitantes de la tierra.

La realidad es otra. La situación mundial es muy distinta: por ejemplo, los 225
habitantes más ricos del planeta tienen una riqueza mayor que el ingreso anual del
50% de la población más pobre. Mientras unos pocos nadan en la abundancia otros
sufren desocupación, marginación e imposibilidad de acceder a bienes materiales y
culturales básicos. La irracionalidad de esta situación es evidente. Se hace
imprescindible crear otros modos de producción, es decir, generar nuevas reglas de
distribución del excedente económico que permitan lograr, a nivel mundial, una
sociedad más equitativa

3
El excedente agrícola y el surgimiento de las primeras civilizaciones

Ubicación de las primeras civilizaciones en el mundo

LA IMPORTANCIA DEL EXCEDENTE AGRÍCOLA

De una economía de subsistencia a una economía de excedente


Cuando las sociedades sólo producen para satisfacer sus necesidades de alimentación y abrigo se
dice que practican una economía de subsistencia.

Con el descubrimiento de la agricultura y con la división del trabajo durante el Neolítico, los
seres humanos comenzaron a producir más de lo que necesitaban para subsistir.
A este tipo de economía, que permite producir más de lo que se puede consumir, los historiadores
lo llaman economía de excedente.

Importancia del excedente agrícola y el surgimiento de la vida urbana


Por primera vez comenzaron a sobrar alimentos. A partir de ese momento, con la comida
asegurada, las sociedades pudieron disponer de mayor tiempo para dedicarse a otras tareas. Con
la economía de excedente, los pueblos pudieron almacenar alimentos para consumirlos en épocas
de sequía y, además, realizar intercambios regulares, es decir, comerciar con otros pueblos. Al
principio, este intercambio comercial se realizaba a través del trueque. Mediante este sistema, los
excedentes se podían intercambiar por productos que la aldea necesitaba y no producía. La
existencia del excedente permitió también que un sector de la población abandonara el trabajo
de la tierra para dedicarse a otro tipo de actividades. Algunos grupos comenzaron a especializarse
en otros oficios. Así surge una primera división social del trabajo.
Las sociedades siguieron siendo agrícolas, porque la mayoría de la población trabajaba en la
agricultura y la ganadería, que eran las actividades económicas principales. Pero aparecieron
otros grupos sociales: comerciantes, artesanos, sacerdotes, soldados, gobernantes.

La economía de excedente permitió que estas personas, que no trabajaban en la agricultura,


pudieran alimentarse de lo que producía la mayoría. De este modo, comenzaron a reflejarse las
diferencias de riqueza y de poder en la sociedad.

4
El desarrollo de la vida sedentaria, las nuevas formas de organizar la economía en las aldeas y la
diferenciación social plantearon la necesidad de construir viviendas más cómodas, y edificios,
como los templos, donde se almacenaban las cosechas, se realizaban ceremonias religiosas y se
ejercían las funciones de gobierno.

Poco a poco fue diferenciándose el espacio rural de un nuevo espacio: el urbano. Las primeras
ciudades se convirtieron en verdaderos centros de poder.

Estas ciudades-estados tenían un gobierno central, fuerte y organizado. Desde ese momento, allí
vivirían gobernantes, funcionarios, sacerdotes, comerciantes, es decir, todos aquellos que no
producían su propio alimento, sino que vivían del excedente producido por agricultores y
pastores.

Ejemplo de una aldea del Neolítico

5
LAS CIVILIZACIONES FLUVIALES

En el 3.000 a C, aproximadamente, se produce un hecho transcendental, la aparición de la


escritura, momento en que los historiadores sitúan el nacimiento de la Historia.

Durante la Edad de los Metales aparecen las primeras ciudades gobernadas por un rey. Estos
reyes quieren ampliar sus dominios y mediante pactos o mediante la guerra lograron formar
grandes imperios.

Las primeras civilizaciones reciben el nombre de civilizaciones fluviales, porque nacen junto
a grandes ríos.
Estas civilizaciones fueron:
Mesopotamia entre el Tigris y el Éufrates.
Egipto junto al Nilo
India junto al Indo
China alrededor de los ríos Huang-Ho y Yangtsé Kiang

Las civilizaciones fluviales tienen tres características:


Poder político fuerte. El rey dictaba las leyes, mandaba el ejercito y cumplía funciones religiosas.
Crearon un cuerpo de funcionarios y grandes ejércitos.

Sociedad muy jerarquizada. La población estaba dividida en privilegiados, poseían las tierras, la
riqueza y los cargos importantes y una mayoría sometida.

Se construían grandes obras. Los reyes construyeron canales, palacios, templos y tumbas, para
demostrar su poder.

También podría gustarte