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Se conoce como El Bogotazo a una serie de disturbios ocurridos en la capital de

Colombia, Bogotá, que fueron consecuencia del asesinato al líder del Partido
Liberal, Jorge Eliécer Gaitán, ocurrido el 9 de abril de 1948.

El autor material del magnicidio, Juan Roa Sierra, fue perseguido y agredido por
una multitud que posteriormente arrastró su cadáver hasta la Casa de Nariño.2

La ola de protestas, que se expandió a otras ciudades y regiones del país,


desencadenó el inicio de la época conocida en el país como «La Violencia», que
terminó diez años después en 1958. Las consecuencias, sin embargo, duraron más de
lo imaginado mediante el conflicto armado interno que ha tenido como protagonistas
a la Fuerza Pública, a grupos guerrilleros y paramilitares, bandas criminales y
carteles de la droga.

Historia
La IX Conferencia Panamericana estaba en plena realización en Bogotá y el principal
objetivo del gobierno de los Estados Unidos en ella era la de convencer a los
países participantes de realizar un acuerdo para declarar el comunismo como una
actividad fuera de la ley. Esta daría comienzo a lo que más tarde se llamaría
Organización de los Estados Americanos (OEA).

Paralelamente, conformado como respuesta a la Conferencia Panamericana y con la


finalidad de protestar contra el intervencionismo estadounidense en varias naciones
de América, se estaba organizando un Congreso Latinoamericano de Estudiantes
financiado por el gobierno peronista. El Congreso Estudiantil fue ideado y
promovido por un estudiante de leyes cubano llamado Fidel Castro, que convocaba
estudiantes de varios países latinoamericanos, entre los que se encontraban Panamá,
Costa Rica, México, Venezuela y Cuba. Entre los estudiantes se encontraba el mismo
Fidel Castro quien había llegado a Bogotá hacia el 31 de marzo y los otros
después.4

Según un acuerdo previo realizado el día anterior entre Gaitán y Fidel (y otros
estudiantes que lo acompañaban), se haría una manifestación que terminaría en la
plaza de Bolívar en la cual Gaitán daría un discurso. Otra cita se había fijado
para hablar del tema hacia las 2:00 de la tarde del 9 de abril, pero esta no
alcanzó a realizarse debido al asesinato del líder liberal.

Dos individuos sospechosos se habían visto unas 18 o 20 veces cerca de las oficinas
de Gaitán pasado el mediodía desde mediados de marzo lo que despertó sospechas en
Pablo López, el ascensorista del edificio quien le expresó sus dudas a la
secretaria de Gaitán.4

A la 1 de la tarde del 9 de abril, estos dos individuos fueron vistos nuevamente,


uno más alto, más delgado y de mayor edad que el otro. Habían estado en la puerta
del edificio o en sus alrededores preparados para la salida de Gaitán. Al ver que
Gaitán salía uno de ellos (probablemente el más alto) le hizo una señal con la
cabeza al otro que se mostraba bastante nervioso. Cuando salió Gaitán por el portón
del edificio, giró hacia el norte con el fin de ir a almorzar con sus amigos que lo
acompañaban, uno junto a él y los otros más atrás. En este momento el hombre más
bajo le dio el paso y le disparó por detrás. El número y frecuencia de los disparos
varía de testigo en testigo: lo cierto es que una bala le dio en la nuca y dos en
el torso, todas mortales. El hombre alto aparentemente se esfumó entre la multitud,
mientras que el más bajo se dio a la retirada retrocediendo y amenazando a los que
podrían seguirlo hasta que el dragoneante de la policía Carlos Alberto Jiménez lo
capturó. A pesar de los cuidados de los policías para protegerlo, la multitud lo
linchó: el hombre fue identificado como Juan Roa Sierra.4

Consecuencias
Inmediatas
Las consecuencias inmediatas del Bogotazo el 9 de abril de 1948 fue el asedio por
tres días de violentas protestas, desórdenes y represión. Un levantamiento popular
en armas se dirigió al Capitolio Nacional para exigir la renuncia del presidente
conservador Mariano Ospina Pérez. Parte de la muchedumbre, aprovechando los
disturbios, se olvidó del magnicidio y su rabia se descargó sobre los locales del
centro de la ciudad, en donde realizaron varios saqueos, incendiaron y destruyeron
los tranvías, iglesias, edificaciones importantes y asaltaron locales. La ciudad
quedó semidestruida.

Simpatizantes liberales de la policía se sublevaron y repartieron armas a la


revuelta, mientras que otra parte de la policía abrió fuego sobre las protestas.
Los disturbios se extendieron por toda Colombia en donde fueron atacada las sedes
conservadoras de distintas regiones.

Debido a la presencia de tantos líderes extranjeros por la conferencia panamericana


que dio nacimiento a la OEA la noticia se extendió por todo el mundo y empezaron
algunas investigaciones provenientes del exterior con muchas suposiciones del autor
intelectual como: los conservadores, la CIA o el gobierno de Mariano Ospina Pérez.

El saldo de víctimas varía de entre 500 y 3 000 personas; los daños materiales por
los incendios fueron de 142 construcciones, incluyendo casas particulares, hoteles
del centro de Bogotá. Algunos edificios, como el Observatorio Astronómico Nacional
y la Plaza cultural la Santamaría, se salvaron gracias a estar alejadas del centro
de las manifestaciones.111213

Generales
Las consecuencias generales del Bogotazo fue el inicio de una escalada bélica entre
liberales y conservadores, en una guerra civil no declarada en un periodo de la
historia conocida como “La Violencia”. En esa época, surgieron los primeros grupos
de autodefensas armadas comunistas, que se convertirían en las futuras guerrillas
de las FARC y el ELN.

Gaitán fue un líder importante para la sociedad de su época, pero tras su asesinato
se convirtió en un símbolo histórico nacional, al mismo nivel de un prócer de la
independencia colombiana.111213

Conmemoraciones

Monumento Histórico de Jorge Eliecer Gaitán en Tenjo.


Conmemorar los hechos trágicos del 9 de abril de 1948, el magnicidio de Jorge
Eliecer Gaitán y las protestas populares que terminaron con la vida de entre 500 y
3000 personas, siempre ha sido espacio de disputa política y social, en donde no
hay un único discurso por el sentido del pasado, la memoria histórica y el
empoderamiento cultural. Las condiciones políticas y de conflicto armado interno
hacen variar la forma de recordar y conmemorar el 9 de abril, de tal forma que es
posible caracterizar tres grandes periodos, La Violencia, El Frente Nacional y pos
Frente Nacional.

La Violencia (1949-1957)
Con el levantamiento popular del 9 de abril se dio inicio a la época de “La
Violencia” en donde se enfrentaban simpatizantes del partido liberal y conservador,
sin haberse declarado una guerra civil; incluso en la conmemoración de esta fecha
se dieron disputas en las que los conservadores le daban significado de “primer
golpe” mientras para los liberales es de “la revolución frustrada” o “el día que
murió la esperanza”.

Durante la época de la violencia, la conmemoración liberal o popular del 9 de abril


fue muy restringida, ese día se declaraba el estado de sitio. Existía un temor
general en las élites conservadoras respecto a la fecha, con la posibilidad que se
repitieran los levantamientos populares. Y con cierta razón, pues la conmemoración
del 9 de abril confirmaba la capacidad movilizadora de la memoria.

Por ejemplo, en la primera conmemoración del 9 de abril de 1949, el Partido Liberal


organizó una gran manifestación que calculó la prensa, en más de 100.000 personas,
en actos de diversas expresiones como desfiles, misas, concentración en el Parque
Nacional, marcha de antorchas, conmemoración cuyo discurso principal era la retoma
del poder liberal en las próximas elecciones de 1950.

Por su parte, los conservadores se manifestaron anticipadamente a la primera


conmemoración el 2 de abril de 1949, celebrando la victoria de las autoridades en
el levantamiento del 9 de abril, juzgando y condenando la actitud del Partido
Liberal y proclamando a Laureano Gómez como candidato a la presidencia de 1950.

En este periodo de La Violencia, la conmemoración del 9 de abril se constituyó por


parte de la élite conservadora, en una contra conmemoración, aclamando lo que
llamaron “la revolución del orden” y el triunfo del presidente Mariano Ospina Pérez
y de las fuerzas militares que apagaron el levantamiento. Esta contra conmemoración
duro más de 20 años, pero no es algo que perdure en la memoria general de la
sociedad comparado al Bogotazo.111213

El Frente Nacional (1958-1975)


Durante el Frente Nacional, la conmemoración del 9 de abril se libró de
limitaciones y restricciones para la escenificación pública de grandes
manifestaciones, que se convirtieron en tribuna para distintos sectores políticos.

En esta época existían dudas sobre quién sería el verdadero vocero del movimiento
popular y representante de las aspiraciones del pueblo como lo hiciera Gaitán. El
oficialismo liberal fogueaba a jóvenes y viejos políticos, pero simultáneamente,
los que se consideraban voceros del pueblo como la Anapo, el MRL y el Partido
Comunista se apropiaban del discurso gaitanista, considerándose así mismo como la
“legitima herencia” del caudillo.111213

Post Frente Nacional (1975-Presente)


Desde las dos últimas décadas del siglo XX y hasta la actualidad del siglo XXI,
está en declive la memoria histórica y la conmemoración del 9 de abril; a
diferencia de décadas anteriores, son menos masivas y menos apasionadas en la
actual cultura popular y en lo simbólico.

La conmemoración tiende a ser marginal debido a la escalada de violencia que sufre


el país desde 1960, producto del conflicto armado interno de la nación (que tiene
su génesis en el Pacto de Sitges que acabó La Violencia y creó el Frente Nacional
entre liberales y conservadores, marginando otras opciones políticas), con
magnicidios como el de los candidatos presidenciales Bernardo Jaramillo Ossa,
Carlos Pizarro Leongomez y Luis Carlos Galán Sarmiento, además de otros personajes
importantes en la vida política de país como Jaime Pardo Leal, Álvaro Gómez Hurtado
y Jaime Garzon, dejando la conmemoración del 9 de abril sin el mismo poder
explicativo de hace 40 años y sin la misma capacidad de interpelación a las
generaciones actuales. Incluso, durante el gobierno de Álvaro Uribe, se intentó
minimizar y hasta desconocer esta conmemoración.

En el año 2011, como una forma para no olvidar esta fecha se aprobó, por parte del
entonces presidente Juan Manuel Santos, la Ley 1448, en la que se declara
conmemorar el 9 de abril como el "Día de la Memoria Histórica y Solidaridad con las
Víctimas del Conflicto Armado".111213 En la conmemoración del año 2017 hecha en el
Congreso Gloria Gaitán, hija de Jorge Eliecer Gaitán e invitada habitual de esta
fecha en el legislativo, acusó al expresidente y entonces senador Álvaro Uribe de
perseguirla políticamente durante su gobierno, al haberle levantado 41 procesos
judiciales en su contra, como forma de silenciarla por responsabilizar a la CIA de
la Operación Pantomima ejecutada contra su padre, y por denunciar las operaciones
oscuras que realizó la agencia de inteligencia estadounidense durante el desarrollo
del Plan Colombia, ejecutado en su mandato.1415

En la conmemoración del año 2018, la Comisión de la Verdad de Colombia (creada en


el marco de los Acuerdos de La Habana para la desmovilización de la guerrilla de
las FARC) anunció que solicitará a la Fiscalía General de la Nación declarar el
magnicidio de Jorge Eliecer Gaitán como delito de lesa humanidad, para así reabrir
la investigación sobre las verdaderas causas que motivaron el asesinato.1

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