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LIBRO
DE
MORMÓN
OTRO TESTAMENTO
DE JESUCRISTO
EL
LIBRO
DE
MORMÓN
OTRO
TESTAMENTO
DE
JESUCRISTO
III
EL
Libro de Mormón
UN RELATO ESCRITO POR
LA MANO DE MORMÓN
SOBRE PLANCHAS
TOMADO DE LAS PLANCHAS DE NEFI
INTRODUCCIÓN
Sus testimonios escritos se incluyen en esta obra bajo los tı́tulos “El
Testimonio de Tres Testigos” y “El Testimonio de Ocho Testigos”.
Invitamos a toda persona, dondequiera que se encuentre, a leer el
Libro de Mormón, a meditar en su corazón el mensaje que contiene
y luego a preguntar a Dios, el Padre Eterno, en el nombre de Cristo,
si el libro es verdadero. Quienes ası́ lo hagan y pidan con fe lograrán
un testimonio de la veracidad y la divinidad del libro por el poder
del Espı́ritu Santo. (Véase Moroni 10:3-5.)
Aquellos que obtengan este testimonio divino del Santo Espı́ritu
también llegarán a saber, por el mismo poder, que Jesucristo es el
Salvador del mundo, que José Smith ha sido su revelador y profeta
en estos últimos dı́as, y que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de
los Últimos Dı́as es el reino del Señor que de nuevo se ha establecido
sobre la tierra, en preparación para la segunda venida del Mesı́as.
VII
Oliver Cowdery
David Whitmer
Martin Harris
VIII
garı́a sino hasta después de cuatro años, a partir de esa fecha; pero
me dijo que debı́a ir a ese lugar precisamente un año después, y que
él me esperarı́a allı́; y que habı́a de seguir haciéndolo ası́ hasta que
llegara el tiempo para obtener las planchas.
“De acuerdo con lo que se me habı́a mandado, acudı́a al fin de
cada año, y en esa ocasión encontraba allı́ al mismo mensajero, y en
cada una de nuestras entrevistas recibı́a de él instrucciones e inteli-
gencia concernientes a lo que el Señor iba a hacer, y cómo y de qué
manera se conducirı́a su reino en los últimos dı́as.
* * * * * * *
“Por fin llegó el momento de obtener las planchas, el Urim y
Tumim y el pectoral. El dı́a veintidós de septiembre de mil ochocien-
tos veintisiete, habiendo ido al fin de otro año, como de costumbre,
al lugar donde estaban depositados, el mismo mensajero celestial
me los entregó con esta advertencia: Que yo serı́a responsable de
ellos; que si permitı́a que se extraviaran por algún descuido o negli-
gencia mı́a, serı́a desarraigado; pero que si me esforzaba con todo mi
empeño por preservarlos hasta que él (el mensajero) viniera por
ellos, entonces serı́an protegidos.
“Pronto supe por qué habı́a recibido tan estrictos mandatos de
guardarlos, y por qué me habı́a dicho el mensajero que cuando
terminara lo que se requerı́a de mı́, él vendrı́a por ellos. Porque no
bien se supo que yo los tenı́a, comenzaron a hacerse los más tenaces
esfuerzos por privarme de ellos. Se recurrió a cuanta estratagema se
pudo inventar para realizar ese propósito. La persecución llegó a ser
más severa y enconada que antes, y grandes números de personas
andaban continuamente al acecho para quitármelos, de ser posible.
Pero mediante la sabidurı́a de Dios, permanecieron seguros en mis
manos hasta que cumplı́ con ellos lo que se requirió de mı́. Cuando
el mensajero, de conformidad con el arreglo, llegó por ellos, se los
entregué; y él los tiene a su cargo hasta el dı́a de hoy, dos de mayo
de mil ochocientos treinta y ocho.”
Para la narración completa, véase la Perla de Gran Precio, José
Smith—Historia, y History of The Church of Jesus Christ of Latter-day
Saints (Historia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últi-
mos Dı́as), tomo 1, capı́tulos 1 al 6, inclusive.
La historia antigua que ası́ salió de la tierra, como la voz de un
pueblo que hablaba desde el polvo, fue traducida a un lenguaje
moderno [el idioma inglés] por el don y el poder de Dios, según la
afirmación divina lo ha atestiguado, y se publicó por primera vez
al mundo en inglés en el año 1830 con el tı́tulo de The Book of
Mormon.
XIII
Libro de Mormón
El Libro de Mormón es una historia sagrada de los pueblos de la
América antigua, la cual se grabó en hojas de metal. En el libro
mismo se habla de cuatro clases de planchas de metal:
1. Las Planchas de Nefi, que eran de dos clases: las Planchas Menores
y las Planchas Mayores. Las primeras tenı́an que ver más en par-
ticular con los asuntos espirituales y con el ministerio y las ense-
ñanzas de los profetas, mientras que las segundas se ocupaban
principalmente de la historia seglar de los pueblos a los que se
referı́an (1 Nefi 9:2-4). Sin embargo, desde la época de Mosı́ah,
también en las planchas mayores se incluyeron asuntos de consi-
derable importancia espiritual.
2. Las Planchas de Mormón, que se componen de un compendio de las
Planchas Mayores de Nefi, hecho por Mormón, con muchos co-
mentarios. Estas planchas también contenı́an una continuación de
la historia escrita por Mormón con aditamentos de su hijo Moroni.
3. Las Planchas de Éter, que contienen una historia de los jareditas.
Esta historia la compendió Moroni, el cual añadió comentarios
propios e incorporó dicho compendio en la historia general con el
tı́tulo de “Libro de Éter”.
4. Las Planchas de Bronce , que el pueblo de Lehi llevó de Jerusalén en
el año 600 a. de J. C. Éstas contenı́an “los cinco libros de Moisés...
y asimismo la historia de los judı́os desde su principio... hasta el
comienzo del reinado de Sedequı́as, rey de Judá; y también las
profecı́as de los santos profetas” (1 Nefi 5:11-13). En el Libro de
Mormón aparecen muchos pasajes de estas planchas que citan a
Isaı́as y a otros profetas bı́blicos, ası́ como a varios profetas que la
Biblia no menciona.
El Libro de Mormón se compone de quince partes o divisiones
principales, llamadas, con una sola excepción, libros, cada uno de los
cuales lleva el nombre de su autor principal. La primera parte (o sea,
los primeros seis libros que terminan con el de Omni) es una traduc-
ción de las Planchas Menores de Nefi. Entre los libros de Omni y de
Mosı́ah se encuentra una inserción llamada Las Palabras de Mor-
món. Dicha inserción enlaza la narración grabada en las Planchas
Menores con el compendio que hizo Mormón de las Planchas
Mayores.
La parte más extensa, desde Mosı́ah hasta el capı́tulo 7 de Mor-
món, inclusive, es una traducción del compendio que hizo Mormón
de las Planchas Mayores de Nefi. La parte final, desde el capı́tulo 8
XIV
Libro de Mormón
Nombre Página
Primer Libro de Nefi . . . . . . . . . . . . . 1
Segundo Libro de Nefi . . . . . . . . . . . . 62
Libro de Jacob . . . . . . . . . . . . . . . . 139
Libro de Enós . . . . . . . . . . . . . . . . 161
Libro de Jarom . . . . . . . . . . . . . . . . 164
Libro de Omni . . . . . . . . . . . . . . . . 166
Palabras de Mormón . . . . . . . . . . . . . . 169
Libro de Mosı́ah . . . . . . . . . . . . . . . 172
Libro de Alma . . . . . . . . . . . . . . . . 246
Libro de Helamán . . . . . . . . . . . . . . . 445
Tercer Nefi . . . . . . . . . . . . . . . . . 492
Cuarto Nefi . . . . . . . . . . . . . . . . . 561
Libro de Mormón . . . . . . . . . . . . . . . 566
Libro de Éter . . . . . . . . . . . . . . . . 588
Libro de Moroni . . . . . . . . . . . . . . . 626
El Primer Libro de Nefi
SU REINADO Y MINISTERIO
16a Jacob 5:60–68. b 1 Ne. 16:5, 24, 39. gee Tentación, tentar.
17a gee Crucifixión. 21a 1 Ne. 8:10–12. d Efe. 6:16;
18a Gén. 12:1–3; 22a 1 Ne. 11:4, 25; DyC 3:8; 27:17.
Abr. 2:6–11. Moisés 3:9. e gee Diablo.
19a 1 Ne. 19:15. 23a 1 Ne. 8:19–24. 25a DyC 11:2; 32:4;
gee Israel—La 24a gee Palabra de Dios. 84:43–44.
congregación de b 1 Ne. 8:30;
Israel. 2 Ne. 31:20.
20a 1 Ne. 19:23. c 1 Ne. 8:23. [Entre 600 y 592 a.C.]
1 NEFI 15:27–35 38
el arı́o de agua que nuestro pa- dos por sus aobras; sı́, según las
dre vio? obras efectuadas por el cuerpo
27 Y les respondı́ que el aagua temporal en sus dı́as de proba-
que mi padre vio representaba ción.
la binmundicia; y que su mente 33 Por lo tanto, si amorı́an en
se hallaba absorta a tal grado en su iniquidad, tendrı́an que ser
b
otras cosas que no vio la sucie- desechados también, con res-
dad del agua. pecto a las cosas que son espiri-
28 Y les dije que era un aabismo tuales, las cuales se relacionan
horroroso que separaba a los con la rectitud; de modo que de-
inicuos del árbol de la vida, y berán comparecer ante Dios pa-
también de los santos de Dios. r a s e r c j u z g a d o s s e g ú n s u s
d
29 Y les dije que era una repre- obras. Y si sus obras han sido
sentación de aquel ainfierno te- e
inmundicia, por fuerza ellos
rrible que el ángel me dijo habı́a son inmundos; y si son inmun-
sido preparado para los inicuos. dos, por fuerza ellos no pueden
f
30 Y les dije que nuestro padre morar en el reino de Dios; de lo
también vio que la ajusticia de contrario, el reino de Dios tam-
Dios separaba a los malos de los bién serı́a inmundo.
justos; y su resplandor era como 34 Pero he aquı́, os digo que el
el de una llama de fuego que as- reino de Dios no es ainmundo, y
ciende hasta Dios para siempre ninguna cosa impura puede en-
jamás y no tiene fin. trar en el reino de Dios; de mo-
31 Y me preguntaron: ¿Signifi- do que es necesario que se pre-
ca esto el tormento del cuerpo pare un lugar de inmundicia pa-
en los dı́as de aprobación, o sig- ra lo que es inmundo.
nifica el estado final del alma, 35 Y se ha preparado un lugar;
después de la bmuerte del cuer- sı́, aquel ainfierno horroroso de
po temporal, o se refiere a las que he hablado, y quien lo ha
cosas que son temporales? preparado es el bdiablo. Por tan-
32 Y aconteció que les dije que to, el estado final de las almas de
aquello era una representación los hombres es morar en el reino
de cosas temporales ası́ como es- de Dios, o ser expulsados, por
pirituales; porque habrı́a de lle- razón de esa cjusticia a que me
gar el dı́a en que serı́an juzga- he referido.
10a Alma 37:38–46. 16a 1 Ne. 16:10, 16, 26; 18a 2 Sam. 22:35.
gee Liahona. 18:12;
14a DyC 17:1. Alma 37:38–46. [Entre 600 y 592 a.C.]
41 1 NEFI 16:21–33
sierto; y también mi padre em- 27 Y aconteció que cuando mi
pezó a murmurar contra el Se- padre vio las cosas que estaban
ñor su Dios; sı́, y todos se sen- escritas sobre la esfera, temió y
tı́an sumamente afligidos, tanto tembló en gran manera, y tam-
ası́ que murmuraron contra el bién mis hermanos y los hijos de
Señor. Ismael y nuestras esposas.
21 Ahora bien, sucedió que yo, 28 Y aconteció que yo, Nefi, vi
Nefi, habiéndome afligido con las agujas que estaban en la es-
mis hermanos por la pérdida de fera, y que funcionaban de
mi arco, y como sus arcos ha- acuerdo con la afe, diligencia y
bı́an perdido su elasticidad, em- atención que nosotros les dába-
pezó a dificultársenos en extre- mos.
mo, sı́, a tal grado que no podı́a- 29 Y también se escribı́a sobre
mos obtener alimento. ellas una escritura nueva que
22 Y sucedió que yo, Nefi, ha- era fácil de leer, la que nos daba
a
blé mucho a mis hermanos, por- conocimiento respecto a las
que habı́an endurecido otra vez vı́as del Señor; y se escribı́a y
sus corazones, aun hasta aque- cambiaba de cuando en cuando,
jarse contra el Señor su Dios. según la fe y diligencia que no-
23 Y aconteció que yo, Nefi, hi- sotros le dábamos. Y ası́ vemos
ce un arco de madera, y una fle- que por bpequeños medios el
cha de un palo recto; por tanto, Señor puede realizar grandes
me armé con un arco y una fle- cosas.
cha, y con una honda y piedras, 30 Y aconteció que yo, Nefi, as-
y le dije a mi apadre: ¿A dónde cendı́ hasta la cima de la monta-
debo ir para obtener alimento? ña conforme a las indicaciones
24 Y aconteció que él apregun- dadas sobre la esfera.
tó al Señor, porque se habı́an 31 Y sucedió que maté anima-
humillado a causa de mis pala- les silvestres, de modo que obtu-
bras; pues les dije muchas cosas ve alimento para nuestras fami-
con toda la energı́a de mi alma. lias.
25 Y ocurrió que la voz del Se- 32 Y aconteció que volvı́ a
ñor habló a mi padre; y verda- nuestras tiendas, llevando los
deramente fue areprendido por animales que habı́a matado; y
haber murmurado en contra del cuando vieron que yo habı́a ob-
Señor, a tal grado que sintió una tenido alimento, ¡cuán grande
intensa aflicción. fue su gozo! Y aconteció que se
26 Y sucedió que la voz del Se- humillaron ante el Señor y le
ñor le dijo: Mira la esfera y ve dieron gracias.
las cosas que están escritas. 33 Y ocurrió que reanudamos
22a Éx. 16:8; Núm. 11:1. gee Disciplinar. b 2 Rey. 5:13; Stg. 3:4;
23a Éx. 20:12; 28a Alma 37:40. Alma 37:6–7, 41;
Mos. 13:20. gee Fe. DyC 123:16.
24a gee Oración. 29a gee Entender,
25a Éter 2:14. entendimiento. [Entre 600 y 592 a.C.]
1 NEFI 16:34–17:1 42
nuestra jornada, viajando tros nos consta que él nos mien-
aproximadamente en la misma te; y nos dice estas cosas, y obra
dirección que tomamos al prin- muchas otras por medio de sus
cipio; y después de haber viaja- artificios para engañar nuestros
do por el espacio de muchos ojos, pensando, quizá, que lo-
dı́as, plantamos nuestras tien- grará conducirnos a algún de-
das de nuevo para permanecer sierto extraño; y después de lle-
allı́ algún tiempo. varnos, él tiene pensado hacerse
3 4 Y a c o n t e c i ó q u e m u r i ó nuestro rey y gobernante para
a
Ismael, y fue enterrado en el lu- hacer con nosotros según su vo-
gar llamado Nahom. luntad y placer. Y ası́ era como
35 Y sucedió que las hijas de mi hermano Lamán incitaba sus
Ismael se lamentaron sobrema- corazones a la ira.
nera a causa de la muerte de su 39 Y aconteció que el Señor es-
padre, y por motivo de sus taba con nosotros; sı́, la voz del
a
aflicciones en el desierto; y Señor vino y les habló muchas
murmuraron contra mi padre palabras, y los aamonestó seve-
por haberlas sacado de la tierra ramente; y después que los re-
de Jerusalén, diciendo: Nuestro prendió la voz del Señor, apaci-
padre ha muerto; sı́, y nosotras guaron su cólera y se arrepintie-
hemos andado errantes por el ron de sus pecados, al grado
desierto, y hemos padecido mu- que el Señor nos bendijo otra
cha aflicción, hambre, sed y fati- vez con alimento, de modo que
ga; y después de todos estos su- no perecimos.
frimientos, hemos de perecer de
hambre en el desierto.
36 Y ası́ era como murmuraban CAPÍTULO 17
contra mi padre y también con-
tra mı́; y querı́an volver a Jeru- Se le manda a Nefi construir un
salén. barco — Sus hermanos se le opo-
37 Y Lamán dijo a Lemuel, y nen—Él los exhorta contándoles de
también a los hijos de Ismael: nuevo la historia de los tratos de
He aquı́, amatemos a nuestro pa- Dios con Israel—Nefi se llena del
dre y también a nuestro herma- poder de Dios—Prohı́be a sus her-
no Nefi, el cual se ha impuesto manos que lo toquen, no sea que se
como bgobernante y maestro de marchiten como una caña seca.
nosotros, que somos sus herma-
nos mayores. Y SUCEDIÓ que emprendimos
38 Ahora dice que el Señor ha otra vez nuestro viaje por el de-
hablado con él, y también que sierto, y nos dirigimos casi hacia
ha recibido la ministración de el este de allı́ en adelante. Y via-
a
ángeles. Mas he aquı́, a noso- jamos y pasamos por muchas
15b Sal. 21:9; 3 Ne. 25:1; b 1 Ne. 17:33–40. 23a 1 Ne. 14:10;
DyC 29:9. 20a Juan 4:19; 7:40. 2 Ne. 26:20.
gee Tierra—La b DyC 133:63. gee Supercherı́as
purificación de la 21a Deut. 18:15, 18; sacerdotales.
tierra. Hech. 3:20–23; b Lucas 6:26; Alma 1:3.
16a 1 Ne. 14:17. 1 Ne. 10:4; c 2 Ne. 28:19.
17a 2 Ne. 30:10; 3 Ne. 20:23.
Moisés 7:61. b Sal. 98:9; Moisés 6:57. [Entre 588 y 570 a.C.]
1 NEFI 22:24–31 62
polvo; ellos son los que deben Nefi, os declaro que todas estas
ser dconsumidos como el rastro- cosas deben acontecer según la
jo; y esto según las palabras del carne.
profeta. 28 Pero he aquı́, todas las na-
24 Y rápidamente se acerca el ciones, tribus, lenguas y pue-
tiempo en que los justos han de blos vivirán con seguridad en
ser conducidos como abecerros el Santo de Israel, si es que se
a
de la manada, y el Santo de Is- arrepienten.
rael ha de reinar con dominio, 29 Y ahora, yo, Nefi, concluyo,
y fuerza, y potestad, y gran porque no me atrevo aún a ha-
gloria. blar más tocante a estas cosas.
25 Y arecoge a sus hijos de las 30 Por tanto, mis hermanos,
cuatro partes de la tierra; y quisiera que consideraseis que
cuenta a sus ovejas, y ellas lo las cosas que se han escrito en
conocen; y habrá un redil y un las a planchas de bronce son
b
pastor; y él apacentará a sus verdaderas; y testifican que el
ovejas, y en él hallarán cpasto. hombre debe ser obediente a
26 Y a causa de la rectitud del los mandamientos de Dios.
pueblo del Señor, aSatanás no 31 Por lo tanto, no debéis su-
tiene poder; por consiguiente, poner que mi padre y yo so-
no se le puede desatar por el mos los únicos que las hemos
espacio de bmuchos años; pues atestiguado y también enseña-
no tiene poder sobre el corazón do. Por tanto, si sois obedientes
del pueblo, porque el pueblo a los amandamientos, y perse-
mora en rectitud, y el Santo de veráis hasta el fin, seréis salvos
Israel creina. e n e l p o s t r e r d ı́ a . Y a s ı́ e s .
27 Y ahora bien, he aquı́, yo, Amén.
32b gee Andar, andar con 35a Stg. 1:5. 5a gee Inspiración,
Dios. b gee Oración. inspirar.
34a gee Confianza, c Hel. 10:5. b Mos. 10:13.
confiar. d Deut. 32:4. 6a 1 Ne. 4:35; 16:7;
b Sal. 44:6–8. 5 1a 2 Ne. 4:13–14. 2 Ne. 1:30–32.
c Jer. 17:5; 3a 1 Ne. 16:37–38;
Morm. 3:9; 4:8. Mos. 10:14–15. [Entre 588 y 570 a.C.]
77 2 NEFI 5:7–16
hermano mayor, y su familia, y bronce; y también la besfera o
c
a Jacob y José, mis hermanos brújula que la mano del Señor
menores, y también a mis her- habı́a preparado para mi padre,
manas y a todos los que quisie- de acuerdo con lo que se ha es-
ron ir conmigo. Y todos los que crito.
quisieron acompañarme eran 13 Y aconteció que comenza-
aquellos que creı́an en las bamo- mos a prosperar en extremo, y a
nestaciones y revelaciones de multiplicarnos en el paı́s.
Dios; y por este motivo escucha- 14 Y yo, Nefi, tomé la aespada
ron mis palabras. de Labán, y conforme a ella hice
7 Y llevamos nuestras tiendas y muchas espadas, no fuera que,
todo cuanto nos fue posible, y de algún modo, los del pueblo
viajamos por el desierto por el que ahora se llamaban blamani-
espacio de muchos dı́as. Y des- tas cayeran sobre nosotros y nos
pués que hubimos viajado du- destruyeran; porque yo conocı́a
rante muchos dı́as, plantamos su odio contra mı́ y mis hijos y
nuestras tiendas. aquellos que eran llamados mi
8 Y mi pueblo quiso que diéra- pueblo.
mos el nombre de aNefi a ese si- 15 Y enseñé a mi pueblo a
tio; por tanto, lo llamamos Nefi. construir edificios y a trabajar
9 Y todos los que se hallaban con toda clase de madera, y de
a
conmigo optaron por llamarse hierro, y de cobre, y de bronce,
el apueblo de Nefi. y de acero, y de oro, y de plata y
10 Y nos afanamos por cumplir de minerales preciosos que ha-
con los juicios, y los estatutos y bı́a en gran abundancia.
mandamientos del Señor en to- 16 Y yo, Nefi, edifiqué un
das las cosas, según la aley de a
templo, y lo construı́ según
Moisés. el modelo del btemplo de Salo-
11 Y el Señor estaba con noso- món, salvo que no se constru-
tros, y prosperamos en gran ma- yó de tantos materiales cpre-
nera; porque plantamos semi- ciosos, pues no se hallaban en
llas, y a cambio, cosechamos esa tierra; por tanto, no se pudo
abundantemente. Y empezamos edificar como el templo de
a criar rebaños, manadas y ani- Salomón. Pero la manera de su
males de toda clase. construcción fue semejante a
12 Y yo, Nefi, también habı́a la del templo de Salomón; y
traı́do los anales que estaban su obra fue sumamente her-
grabados sobre las aplanchas de mosa.
17a Gén. 3:19; DyC 42:42. b 4 Ne. 1:10. 24a gee Ociosidad,
18a Jacob 1:9, 11. c 2 Ne. 26:33; ocioso.
19a 1 Ne. 2:22. 3 Ne. 2:14–16. 26a Jacob 1:18–19;
b gee Enseñar. 22a 1 Ne. 12:23. Mos. 23:17.
20a 2 Ne. 2:21. 23a gee Matrimonio—El
b Alma 9:14. matrimonio entre
21a gee Maldecir, personas de distintas
maldiciones. religiones. [*569 a.C.]
79 2 NEFI 5:30–6:6
30 Y sucedió que el Señor Dios habiendo sido consagrado por
me dijo: Haz aotras planchas; y mi hermano Nefi, a quien tenéis
grabarás sobre ellas muchas co- por arey o protector, y de quien
sas que son gratas a mis ojos, pa- dependéis para que os dé segu-
ra el beneficio de tu pueblo. ridad, he aquı́, vosotros sabéis
31 Por tanto, yo, Nefi, para ser que os he hablado muchı́simas
obediente a los mandatos del cosas.
Señor, fui e hice aestas planchas 3 Sin embargo, os hablo otra
sobre las cuales he grabado estas vez, porque anhelo el bienestar
cosas. de vuestras almas. Sı́, grande es
32 Y grabé lo que es agradable mi preocupación por vosotros, y
a Dios. Y si mi pueblo se com- a vosotros mismos os consta que
place con las cosas de Dios, se siempre lo ha sido. Porque os he
complacerá con mis grabados exhortado con toda diligencia y
que están sobre estas planchas. os he enseñado las palabras de
33 Y si mi pueblo desea saber la mi padre; y os he hablado to-
parte más particular de la histo- cante a todas las cosas que están
ria de mi pueblo, debe buscarla escritas, desde la creación del
en mis otras planchas. mundo.
34 Y bástame decir que habı́an 4 Y ahora bien, he aquı́, quisie-
transcurrido *cuarenta años, y ra hablaros acerca de cosas que
ya habı́amos tenido guerras y son y que están por venir; por
contiendas con nuestros herma- tanto, os leeré las palabras de
a
nos. Isaı́as. Y son las palabras que mi
hermano ha deseado que os de-
clare. Y os hablo para vuestro
CAPÍTULO 6
bien, para que conozcáis y glori-
fiquéis el nombre de vuestro
Jacob narra la historia judı́a: El cau- Dios.
tiverio de los judı́os en Babilonia y 5 Ahora bien, las palabras que
su regreso; el ministerio y la cruci- os leeré son las que habló Isaı́as
fixión del Santo de Israel; la ayuda acerca de toda la casa de Israel;
recibida de los gentiles; y la restau- por tanto, se os pueden aplicar,
ración de los judı́os en los últimos porque pertenecéis a la casa de
dı́as cuando crean en el Mesı́as. Israel. Y hay muchas cosas que
LAS palabras de Jacob, hermano Isaı́as ha hablado, las cuales se
de Nefi, las cuales habló al pue- os pueden aplicar, pues sois de
blo de Nefi: la casa de Israel.
2 He aquı́, amados hermanos 6 Y éstas son las palabras: aAsı́
mı́os, que yo, Jacob, habiendo si- dice el Señor Dios: He aquı́, yo
do llamado por Dios y ordenado alzaré mi mano a los gentiles, y
conforme a su santo orden, y levantaré mi bestandarte a los
16a La versión griega 12:16 tiene las dos. depender del hombre
(Septuaginta) tiene Sal. 48:7; Ezeq. 27:25. mortal, el cual tiene
una frase que el 17a Es decir, el dı́a de la poco poder
hebreo no tiene, y el venida del Señor en comparado con Dios.
hebreo tiene una gloria. Moisés 1:10.
frase que el griego no 20a En hebreo, abandonar.
tiene; pero 2 Nefi 22a Es decir, dejad de [Entre 559 y 545 a.C.]
97 2 NEFI 13:6–18
altivamente con el anciano, y el 12 Los opresores de mi pueblo
villano contra el noble. son niños, y mujeres lo gobier-
6 Cuando el hombre tomare a nan. ¡Oh pueblo mı́o, los que te
a
su hermano, de la familia de su guı́an te hacen errar, y pervier-
padre, y le dijere: Tú tienes ten el curso de tus sendas!
manto, sé tú nuestro gobernan- 13 El Señor se levanta para ali-
te, y no sea esta aruina bajo tu tigar, se pone en pie para juzgar
mano, al pueblo.
7 éste jurará en aquel dı́a, di- 14 Vendrá el Señor a juicio
ciendo: No seré el a sanador, contra los ancianos de su pueblo
pues en mi casa no hay ni pan ni y contra sus aprı́ncipes; porque
qué vestir; no me hagáis gober- habéis bdevorado la cviña y el
d
nante del pueblo. despojo del epobre en vuestras
8 Pues aarruinada está Jerusa- casas.
lén, y bJudá caı́da; porque sus 15 ¿Qué pretendéis? Majáis a
lenguas y sus obras han sido mi pueblo, y moléis las caras de
contra el Señor para provocar los pobres, dice el Señor Dios de
los ojos de su gloria. los Ejércitos.
9 La apariencia de sus rostros 16 Dice además el Señor: Por
testifica en contra de ellos, y pu- cuanto las hijas de Sión son alti-
blica que su pecado es como el vas, y andan con cuello erguido
de a Sodoma, y no lo pueden y ojos desvergonzados, y cami-
ocultar. ¡Ay de sus almas!, por- nan como si abailaran, y produ-
que han allegado el mal para sı́ cen tintineo con los pies;
mismos. 17 herirá, pues, el Señor la
10 Decid a los justos que a ellos mollera de las hijas de Sión con
les irá abien, porque comerán sarna, y adescubrirá su desnu-
del fruto de sus obras. dez.
11 ¡Ay de los impı́os!, porque 18 En aquel dı́a quitará el Se-
perecerán; pues el pago de sus ñor la ostentación de sus ajor-
manos vendrá sobre ellos. cas, y aredecillas, y blunetas;
12a 2 Rey. 17:18, 20. Israel del norte se ataque; a esos dos
13a Es decir, al igual que le conoció por el reyes les queda poco
el árbol, aunque sus nombre de Efraı́n, fuego.
hojas sean que era la tribu 6a En hebreo, dividirla.
esparcidas, la vida y principal del norte. 9a 2 Cró. 20:20.
el potencial de 3a En hebreo, el
producir semilla remanente volverá.
permanecen en él. 4a Es decir, no te
17 2a Es decir, a todo alarmes ante el [Entre 559 y 545 a.C.]
103 2 NEFI 17:11–25
11 Pide para ti una aseñal del en las hendiduras de las rocas, y
Señor tu Dios; pı́dela ya sea aba- en todo zarzal y en toda mata.
jo en lo profundo, o en lo alto 20 En aquel dı́a aafeitará el Se-
arriba. ñor con navaja alquilada, por
12 Mas dijo Acaz: No pediré, ni los de la otra parte del rı́o, por el
a b
tentaré al Señor. rey de Asiria, la cabeza y pelos
13 Y él respondió: Oı́d ahora de los pies; y también raerá la
vosotros, ¡oh casa de David! ¿Es barba.
cosa pequeña para vosotros mo- 21 Y acontecerá en aquel dı́a
lestar a los hombres, que moles- que un hombre acriará una vaca
téis también a mi Dios? y dos ovejas;
14 Por tanto, el Señor mismo os 22 y acontecerá que por la
dará una señal: He aquı́ que una abundancia de leche que ellas
a
virgen concebirá y dará a luz darán, comerá mantequilla; por-
un hijo, y llamará su nombre que mantequilla y miel comerán
b
Emanuel. todos los que permanecieren en
15 Mantequilla y miel comerá, la tierra.
hasta que sepa desechar lo malo 23 Y sucederá que en aquel dı́a,
y escoger lo bueno. todo lugar en donde habı́a mil
16 Porque antes que el aniño vides que valı́an mil siclos de
a
sepa desechar lo malo y escoger plata, se quedará para cardos y
lo bueno, la tierra que tú aborre- espinas.
ces será abandonada de sus bdos 24 Con flechas y arcos los hom-
reyes. bres entrarán allá, porque toda
17 El Señor atraerá sobre ti, so- la tierra será cardos y espinas.
bre tu pueblo y sobre la casa de 25 Y a todos los collados que
tu padre, dı́as cuales nunca han fueren cavados con azada, no
venido desde el dı́a en que llegarán por temor a los cardos
b
Efraı́n se apartó de Judá, esto y espinas, mas serán para pasto
es, al rey de Asiria. de bueyes y para ser pisados de
18 Y acontecerá que en aquel ganado amenor.
dı́a el Señor asilbará a la mosca
que está en la parte lejana de
Egipto, y a la abeja que se halla CAPÍTULO 18
en la tierra de Asiria.
19 Y vendrán y se establecerán Cristo será por tropezadero y piedra
todas en los valles desolados, y de tropiezo—Buscad al Señor y no
26a Gén. 25:1–2; Señor contra ellos. Heb. 7:14. gee Isaı́.
Jue. 7:25. 33a Hel. 4:12–13. 2a Isa. 61:1–3.
27a Isa. 14:25. 21 1a DyC 113:3–4. 3a Juan 7:24.
b gee Ungido, el. b DyC 113:1–2. 4a Sal. 72:2–4;
28a Se describe el c Isaı́ era el padre de Mos. 29:12.
avance de los David; se hace b En hebreo, decidir.
ejércitos asirios hacia referencia a la lı́nea c gee Mansedumbre,
Jerusalén; en seguida genealógica real de manso.
(vers. 33–34), se David en la que Jesús 5a O sea, cintura.
describe, con sentido habı́a de nacer.
figurado, el juicio del Miqueas 5:2; [Entre 559 y 545 a.C.]
2 NEFI 21:7–16 110
leoncillo y el cebón andarán 13 La aenvidia de Efraı́n tam-
juntos, y un niño los pastoreará. bién se disipará, y los enemigos
7 Y la vaca y la osa pacerán, sus de Judá serán talados; Efraı́n no
b
crı́as se echarán juntas; y el león envidiará a cJudá, ni Judá hosti-
comerá paja como el buey. gará a Efraı́n;
8 Y el niño de pecho jugará so- 14 sino que avolarán sobre los
bre la cueva del aáspid, y el re- hombros de los filisteos hacia el
cién destetado extenderá su ma- occidente; saquearán juntos a
no sobre la caverna de la vı́bora. los de oriente; sobre Edom y
9 No adañarán, ni destruirán Moab pondrán su mano, y los
en todo mi santo monte; porque hijos de Ammón los obedece-
la tierra estará llena del bconoci- rán.
miento del Señor, como las 15 Y el Señor destruirá del todo
aguas cubren el mar. la alengua del mar de Egipto; y
10 Y en aaquel dı́a habrá una con su viento impetuoso exten-
b
raı́z de Isaı́, la cual estará pues- derá su mano sobre el rı́o, y lo
ta por pendón cal pueblo; los herirá en sus siete brazos y hará
d
gentiles la buscarán, y su des- que los hombres pasen por él a
canso será glorioso. pie enjuto.
11 Y acontecerá en aquel dı́a, 16 Y habrá acamino real, des-
que el Señor volverá a extender de Asiria, para el resto de su
su mano, por a segunda vez, pueblo que hubiere quedado,
para recobrar los restos de su como lo hubo para Israel el dı́a
pueblo que quedaren, de Asi- en que subió de la tierra de
ria, y de Egipto, y de Patros, y Egipto.
de Cus, y de Elam, y de Sinar,
y de Hamat, y de las islas del
mar. CAPÍTULO 22
12 Y levantará apendón a las
naciones, y congregará a los En los dı́as del Milenio todos los
b
desterrados de Israel, y creunirá hombres alabarán al Señor—Él mo-
a los dispersos de Judá de los rará entre ellos—Compárese con
cuatro cabos de la tierra. Isaı́as 12.
9a
3 Ne. 11:8–15. 11a Éter 2:15. evangelio.
b
3 Ne. 17:7–9. 12a 2 Ne. 25:18. 16a Isa. 29:4;
c
4 Ne. 1:1–4. b 2 Ne. 30:7; Moro. 10:27;
d
1 Ne. 12:11–12; Morm. 5:14. Moisés 7:62.
3 Ne. 27:30–32. gee Judı́os. gee Libro de
e Alma 45:10–12; c Morm. 3:21. Mormón.
Hel. 13:9–10. 13a gee Espı́ritu Santo. 17a 2 Ne. 29:12.
10a Alma 45:9–14; 14a gee Últimos dı́as,
Morm. 8:1–9. postreros dı́as.
b gee Infierno. b gee Restauración del [Entre 559 y 545 a.C.]
2 NEFI 26:18–28 122
harán entre ellos, y serán escri- asesinato y de las obras de tinie-
tas y selladas en un libro; y blas; sı́, y los lleva del cuello con
aquellos que hayan degenerado cordel de lino, hasta que los ata
en la incredulidad no las ten- para siempre jamás con sus
drán, porque bprocuran destruir fuertes cuerdas.
las cosas de Dios. 23 Porque he aquı́, amados
18 Por tanto, ası́ como los que hermanos mı́os, os digo que el
han sido destruidos fueron tala- Señor Dios no obra en la obscu-
dos prestamente, y la multitud ridad.
de sus fuertes será como el aras- 24 Él no hace nada a menos
trojo que desaparece, sı́, ası́ dice que sea para el beneficio del
el Señor Dios: Será en un instan- mundo; porque él aama al mun-
te, repentinamente. do, al grado de dar su propia vi-
19 Y sucederá que los que ha- da para traer a btodos los hom-
yan degenerado en la increduli- bres a él. Por tanto, a nadie man-
dad serán aheridos por mano de da él que no participe de su sal-
los gentiles. vación.
20 Y los gentiles se ensalzan 25 He aquı́, ¿acaso exclama él a
con la asoberbia de sus ojos, y alguien, diciendo: Apártate de
han btropezado a causa de lo mı́? He aquı́, os digo que no; an-
grande de su ctropezadero, y tes bien, dice: aVenid a mı́, voso-
han establecido muchas digle- tros, todos los extremos de la
sias; sin embargo, menosprecian tierra, bcomprad leche y miel sin
el poder y los milagros de Dios, dinero y sin precio.
y se predican su propia sabidu- 26 He aquı́, ¿ha mandado él a
rı́a y su propia einstrucción, para alguno que salga de las sinago-
enriquecerse y fmoler la faz de gas, o de las casas de adoración?
los pobres. He aquı́, os digo que no.
21 Y se edifican muchas igle- 27 ¿Ha mandado él a alguien
sias que causan aenvidias, y con- que no participe de su asalva-
tiendas, y malicia. ción? He aquı́, os digo que no,
22 Y también existen combina- sino que la ha bdado gratuita-
ciones asecretas, como en los mente para todos los hombres; y
tiempos antiguos, según las ha mandado a su pueblo que
combinaciones del diablo, por- persuada a todos los hombres a
que él es el fundador de todas que se carrepientan.
estas cosas; sı́, el fundador del 28 He aquı́, ¿ha mandado el
12a 2 Ne. 11:3; Éter 5:2–4; 14a 2 Ne. 28:29–30; 21a Éter 5:1.
DyC 5:11, 15; 17:1. Éter 4:8. 22a gee Testigos del Libro
b Deut. 19:15. 15a Isa. 29:11–12; de Mormón.
13a 2 Ne. 3:19–20; JS—H 1:65. 23a gee Milagros.
33:13–15; 16a gee Supercherı́as
Moro. 10:27. sacerdotales. [Entre 559 y 545 a.C.]
2 NEFI 27:24–34 126
manifestaré al mundo que soy el do del constructor: No tenı́a in-
b
mismo ayer, hoy y para siem- teligencia?
pre; y no obro entre los hijos de 28 Pero he aquı́, dice el Señor
los hombres sino de cconformi- de los Ejércitos: Enseñaré a los
dad con su fe. hijos de los hombres que de
24 Y otra vez acontecerá que el aquı́ a muy poco tiempo el Lı́ba-
Señor dirá a aquel que lea las no se convertirá en campo fértil;
palabras que le han de ser entre- y el campo fértil será apreciado
gadas: como un bosque.
25 aPor cuanto este pueblo se 29 aY en aquel dı́a los sordos
me acerca con su boca, y con sus oirán las palabras del libro, y los
labios me bhonra, mas su cora- ojos de los ciegos verán de en
zón ha alejado de mı́, y su temor medio de la obscuridad y de las
para conmigo les es inculcado tinieblas.
por los cpreceptos de los hom- 30 Y los amansos también au-
bres, mentarán, y su bgozo será en el
26 procederé yo, por tanto, a Señor; y los pobres entre los
ejecutar una obra amaravillosa hombres se regocijarán en el
entre este pueblo; sı́, una obra Santo de Israel.
b
maravillosa y un prodigio; por- 31 Porque ası́ como vive el Se-
que la sabidurı́a de sus sabios e ñor, verán que el aviolento es re-
instruidos perecerá, y el enten- ducido a la nada, y es consumi-
dimiento de sus prudentes será do el escarnecedor; y todos los
escondido. que velan por la iniquidad son
27 Y ¡aay de aquellos que pro- talados;
curan con afán esconder sus de- 32 y los que hacen aofensor al
signios del Señor! Y sus obras se hombre por una palabra, y tien-
hacen en las tinieblas, y dicen: den trampa al que reprende a la
b
¿Quién nos ve?, y ¿quién nos puerta, y capartan al justo por
conoce? Y dicen también: Cier- una pequeñez.
tamente tu obra de trastornar 33 Por tanto, el Señor que redi-
las cosas de arriba abajo será es- mió a Abraham ası́ dice, respec-
timada como el barro del balfare- to a la casa de Jacob: Ahora Ja-
ro. Mas he aquı́, dice el Señor de cob no se avergonzará, ni su ros-
los Ejércitos, les mostraré que tro se pondrá pálido.
conozco todas sus obras. ¿Pues 34 Mas cuando él avea a sus hi-
acaso dirá la obra del artı́fice: Él jos, obra de mis manos, en su
no me hizo?, o ¿dirá lo construi- centro, santificarán ellos mi
El Libro de Jacob
HERMANO DE NEFI
39a Jacob 5:20, 23, 25. 44a Éter 13:20–21. b gee Mundo—El fin
40a Morm. 6:6–18. 46a 3 Ne. 27:11. del mundo.
41a 2 Ne. 26:24. 47a 2 Ne. 28:32;
43a 2 Ne. 1:5. Jacob 6:4. [Entre 544 y 510 a.C.]
JACOB 5:49–60 154
será ésta la causa de la corrup- para mı́, para que cuando lle-
ción de los árboles de tu viña? guen a tener suficiente fuerza
49 Y aconteció que el Señor de tal vez me produzcan buen fru-
la viña dijo al siervo: Vayamos y to, y me glorı́e aún en el fruto
cortemos los árboles de la viña y de mi viña.
echémoslos al fuego para que 55 Y aconteció que tomaron
no obstruyan el terreno de mi del árbol natural que se habı́a
viña, porque he hecho todo. vuelto silvestre, e injertaron en
¿Qué más pude yo haber hecho los árboles naturales que tam-
por mi viña? bién se habı́an vuelto silvestres.
50 Mas he aquı́, el siervo dijo al 56 Y también tomaron de los
Señor de la viña: Déjala un poco árboles naturales que se habı́an
a
más. vuelto silvestres, e injertaron en
51 Y dijo el Señor: Sı́, la dejaré su árbol original.
un poco más, porque me aflige 57 Y el Señor de la viña dijo al
que tenga que perder los árbo- siervo: No arranques las ramas
les de mi viña. silvestres de los árboles, sino
52 Por tanto, tomemos algu- aquellas que son las más amar-
nas de las aramas de éstos que gas; y en ellas injertarás de
he plantado en las partes más acuerdo con lo que he dicho.
bajas de mi viña, e injertémos- 58 Y de nuevo nutriremos los
las en el árbol del cual procedie- árboles de la viña, y podaremos
ron; y arranquemos del árbol sus ramas; y arrancaremos de
esas ramas cuyo fruto es el más los árboles aquellas ramas que
amargo, e injertemos en su han madurado, que deben pere-
lugar las ramas naturales del cer, y las echaremos al fuego.
árbol. 59 Y hago esto para que quizá
53 Y haré esto para que no pe- sus raı́ces se fortalezcan a causa
rezca el árbol, a fin de que quizá de su buena calidad; y que, a
preserve sus raı́ces para mi pro- causa del cambio de ramas, lo
pio fin. bueno sobrepuje a lo malo.
54 Y he aquı́, todavı́a están 60 Y porque he preservado las
vivas las raı́ces de las ramas na- ramas naturales y sus raı́ces, y
turales del árbol que planté he injertado nuevamente las ra-
donde me pareció bien; por tan- mas naturales en su árbol origi-
to, a fin de que yo las conserve nal y he preservado las raı́ces de
también para mi propio fin, su árbol original, para que quizá
tomaré de las ramas de este ár- los árboles de mi viña produz-
bol, y las a injertaré en ellas. can nuevamente buen afruto; y
Sı́, injertaré en ellas las ramas que yo tenga de nuevo gozo en
de su árbol original, para que el fruto de mi viña, y tal vez me
yo preserve también las raı́ces alegre en extremo porque he
61a Jacob 6:2; DyC 24:19. 69a 1 Ne. 22:15–17, 23; Jacob 6:2–3;
b DyC 39:11, 13, 17. 2 Ne. 30:9–10. DyC 33:3–4.
63a 1 Ne. 13:42; 70a DyC 101:55; 103:21. b DyC 39:17; 43:28–30.
Éter 13:10–12. b 1 Ne. 14:12.
65a DyC 86:6–7. 71a Mateo 21:28; [Entre 544 y 510 a.C.]
JACOB 5:72–77 156
fuerza, os cregocijaréis en el fru- mi voluntad; y he preservado el
to que recogeré para mı́ mismo, fruto natural que es bueno, aun
para el tiempo que pronto llega- como lo fue en el principio. Y
a
rá. benditos sois, porque a causa
72 Y sucedió que los siervos de que habéis sido diligentes en
fueron y trabajaron con todas obrar conmigo en mi viña, y ha-
sus fuerzas; y el Señor de la viña béis guardado mis mandamien-
también trabajó con ellos; y en tos, y me habéis traı́do otra vez
todo obedecieron los mandatos el fruto bnatural, de modo que
del Señor de la viña. mi viña ya no está más corrom-
73 Y empezó de nuevo a pro- pida, y lo malo se ha echado
ducirse el fruto natural en la vi- fuera, he aquı́, os regocijaréis
ña; y las ramas naturales co- conmigo a causa del fruto de mi
menzaron a crecer y a medrar viña.
en sumo grado; y empezaron 76 Pues he aquı́, por amucho
luego a arrancarse las ramas sil- tiempo guardaré del fruto de mi
vestres y a echarse fuera; y con- viña para mı́ mismo, para la es-
servaron iguales la raı́z y la co- tación, la cual se aproxima ve-
pa, según su fuerza. lozmente; y por la última vez he
74 Y ası́ trabajaron con toda di- nutrido mi viña, y la he podado,
ligencia, según los mandamien- y he cavado alrededor de ella, y
tos del Señor de la viña, sı́, hasta la he abonado; por tanto, guar-
que lo malo hubo sido echado daré de su fruto para mı́ mismo,
de la viña, y el Señor hubo lo- por mucho tiempo, de acuerdo
grado para sı́ que los árboles con lo que he hablado.
volviesen nuevamente al fruto 77 Y cuando llegue la ocasión
natural; y llegaron a ser como en que nuevamente vuelva el
a
un cuerpo; y los frutos fueron mal fruto a mi viña, entonces
iguales, y el Señor de la viña ha- haré recoger lo bueno y lo malo;
bı́a preservado para sı́ mismo el y lo bueno preservaré para mı́, y
fruto natural, que fue suma- lo malo arrojaré a su propio lu-
mente precioso para él desde el gar. Y entonces viene la aesta-
principio. ción y el fin; y haré que mi viña
75 Y aconteció que cuando el sea bquemada con fuego.
Señor de la viña vio que su fruto
era bueno y que su viña ya no CAPÍTULO 6
estaba corrompida, llamó a sus
siervos y les dijo: He aquı́, he- El Señor recobrará a Israel en los
mos nutrido mi viña esta última últimos dı́as—El mundo será que-
vez; y veis que he obrado según mado con fuego—Los hombres de -
El Libro de Enós
Enós ora con potente oración y lo- 3 He aquı́, salı́ a cazar bes-
gra el perdón de sus pecados—La tias en los bosques; y las pa-
voz del Señor penetra su mente, y labras que frecuentemente
le promete salvación para los lama- habı́a oı́do a mi padre hablar,
nitas en un dı́a futuro—Los nefi- en cuanto a la vida eterna y
tas procuran restaurar a los lama- el agozo de los santos, bpene-
nitas — Enós se regocija en su traron mi corazón profunda-
Redentor. mente.
4 Y mi alma tuvo ahambre; y
H
b
a
E aquı́, aconteció que yo,
Enós, sabı́a que mi padre
era un varón justo, pues me
me barrodillé ante mi Hacedor,
y clamé a él con potente cora-
ción y súplica por mi propia al-
c
instruyó en su idioma y tam- ma; y clamé a él todo el dı́a; sı́,
bién me crió en ddisciplina y y cuando anocheció, aún eleva-
amonestación del Señor —y ba mi voz en alto hasta que lle-
bendito sea el nombre de mi gó a los cielos.
Dios por ello— 5 Y vino a mı́ una avoz, dicien-
2 y os diré de la alucha que tu- do: Enós, tus pecados te son
ve ante Dios, antes de recibir la perdonados, y serás bendecido.
b
remisión de mis pecados. 6 Y yo, Enós, sabı́a que Dios no
El Libro de Jarom
Los nefitas guardan la ley de Moi- mis padres han escrito? ¿Acaso
sés, miran adelante hacia la venida no han revelado ellos el plan de
de Cristo y prosperan en la tierra— salvación? Os digo que sı́; y esto
Muchos profetas trabajan con dili- me basta.
gencia para conservar al pueblo en 3 He aquı́, conviene que se
el camino de la verdad. haga mucho entre este pueblo,
a causa de la dureza de sus
El Libro de Omni
El Libro de Mosíah
20a gee Gozo. 23a DyC 56:16. c Zac. 7:10; Alma 1:27.
21a gee Servicio; 24a Marcos 12:44. gee Limosna.
Bienestar. 25a DyC 56:17. d Isa. 58:10–11;
22a Mateo 7:1–2; 26a gee Andar, andar con DyC 104:17–18.
Juan 7:24. Dios. [Aproximadamente
b 1 Juan 3:17. b Jacob 2:17–19. 124 a.C.]
MOSÍAH 4:28–5:5 186
estas cosas con prudencia y or- tonces son llamados por el nombre
den; porque no se exige que un de Cristo—El rey Benjamı́n los ex-
hombre corra más aaprisa de lo horta a ser firmes e inmutables en
que sus fuerzas le permiten. Y buenas obras.
además, conviene que sea dili- Y AHORA bien, aconteció que
gente, para que ası́ gane el ga- cuando el rey Benjamı́n hubo
lardón; por tanto, todas las co- hablado ası́ a su pueblo, mandó
sas deben hacerse en orden. indagar entre ellos, deseando
28 Y quisiera que recordaseis saber si creı́an las palabras que
que el que de entre vosotros pi- les habı́a hablado.
da prestado a su vecino, debe 2 Y todos clamaron a una voz,
devolver aquello que pide pres- diciendo: Sı́, creemos todas las
tado, de acuerdo con lo que pro- palabras que nos has hablado; y
meta; pues de lo contrario, co- además, sabemos de su certeza
meteréis pecado y tal vez hagáis y verdad por el Espı́ritu del Se-
que vuestro vecino peque tam- ñor Omnipotente, el cual ha
bién. efectuado un potente acambio
29 Y por último, no puedo de- en nosotros, o sea, en nuestros
ciros todas las cosas mediante corazones, por lo que ya no te-
las cuales podéis cometer peca- nemos más disposición a obrar
do; porque hay varios modos y b
mal, sino a hacer lo bueno con-
medios, tantos que no puedo tinuamente.
enumerarlos. 3 Y también nosotros mismos,
30 Pero esto puedo deciros, por medio de la infinita bondad
que si no os acuidáis a vosotros de Dios y las manifestaciones de
mismos, y vuestros bpensamien- su Espı́ritu, tenemos grandes vi-
tos, y vuestras cpalabras y vues- siones de aquello que está por
tras obras, y si no observáis los venir; y si fuere necesario, po-
mandamientos de Dios ni perse- drı́amos profetizar de todas las
veráis en la fe de lo que habéis cosas.
oı́do concerniente a la venida de 4 Y es la fe que hemos tenido
nuestro Señor, aun hasta el fin en las cosas que nuestro rey nos
de vuestras vidas, debéis pere- ha hablado lo que nos ha lleva-
cer. Y ahora bien, ¡oh hombre!, do a este gran conocimiento,
recuerda, y no perezcas. por lo que nos regocijamos con
un gozo tan sumamente gran-
CAPÍTULO 5 de.
5 Y estamos dispuestos a con-
Los santos llegan a ser hijos e hijas certar un aconvenio con nuestro
de Cristo por medio de la fe—En - Dios de hacer su voluntad y ser
15a gee Palabra de 21a Mos. 12:2; 20:21; 24a Miqueas 3:4;
Sabidurı́a. 21:13–15; 23:21–23. Mos. 21:15.
19a DyC 3:4. 22a Éx. 20:5; 25a Isa. 1:15; 59:2.
gee Orgullo. Deut. 6:15; [*Aproximadamente
20a gee Abinadı́. Mos. 13:13. 150 a.C.]
201 MOSÍAH 11:27–12:4
hubo hablado Abinadı́ estas Abinadı́ comienza a enseñarles los
palabras, se enojaron con él y Diez Mandamientos.
trataron de quitarle la vida; Y ACONTECIÓ que *después de
mas el Señor lo libró de sus dos años, Abinadı́ vino entre
manos. ellos disfrazado, de modo que
27 Ahora bien, cuando el rey no lo conocieron, y empezó a
Noé se hubo enterado de las pa- profetizar entre ellos, diciendo:
labras que Abinadı´ habı´a habla- Ası́ me ha mandado el Señor, di-
do al pueblo, también se llenó ciendo: Abinadı́, ve y profetiza a
de ira y dijo: ¿Quién es Abinadı́, los de mi pueblo, porque han
para que yo y mi pueblo seamos endurecido su corazón en con-
juzgados por él?, o ¿aquién es el tra de mis palabras; no se han
Señor para que traiga sobre mi arrepentido de sus malas obras;
pueblo tan grande aflicción? por lo tanto, los avisitaré con mi
28 Os mando traer aquı́ a Abi- ira; sı́, con mi furiosa ira los visi-
nadı´para matarlo, porque e´l ha taré en sus iniquidades y abomi-
dicho estas cosas para incitar a naciones.
los de mi pueblo a la ira unos 2 Sı́, ¡ay de esta generación! Y
con otros, y para suscitar con- el Señor me dijo: Extiende tu
tenciones entre los de mi pue- mano y profetiza, diciendo: Ası́
blo; por tanto, lo mataré. dice el Señor: Acontecerá que
29 Y los ojos del pueblo se ha- los de esta generación, a causa
llaban acegados; por tanto, ben- de sus iniquidades, serán lleva-
durecieron sus corazones contra dos al acautiverio, y serán heri-
las palabras de Abinadı́, y trata- dos en la b mejilla; sı́, y por
ron de apresarlo desde ese mo- los hombres serán impelidos y
mento en adelante. Y el rey Noé muertos; y los buitres del aire y
endureció su corazón contra la los perros, sı́, y los animales sal-
palabra del Señor, y no se arre- vajes devorarán su carne.
pintió de sus malas obras. 3 Y acontecerá que la avida del
rey Noé se estimará igual que
un vestido en un bhorno ardien-
CAPÍTULO 12 te; porque sabrá que yo soy el
Señor.
Abinadı́ es encarcelado por profeti- 4 Y acontecerá que heriré a este
zar la destrucción del pueblo y la pueblo mı́o con penosas aflic-
muerte del rey Noé—Los sacerdo- ciones; sı́, con hambre y con
a
tes falsos citan las Escrituras y fin- pestilencia; y haré que baúllen
gen observar la ley de Moisés— todo el dı́a.
27a Éx. 5:2; Mos. 12:13. 2a Mos. 11:21; 20:21; 4a DyC 97:26.
29a Moisés 4:4. 21:13–15; 23:21–23. b Mos. 21:9–10.
b Alma 33:20; b Mos. 21:3–4.
Éter 11:13. 3a Mos. 12:10. [*Aproximadamente
12 1a Isa. 65:6. b Mos. 19:20. 148 a.C. ]
MOSÍAH 12:5–18 202
5 Sı́, y haré que les aten acar- 12 Y además, dice que serás co-
gas sobre sus espaldas; y serán mo la flor del cardo, que cuando
arreados como mudos asnos. está completamente madura, si
6 Y acontecerá que enviaré gra- el viento sopla, es arrastrada so-
nizo entre ellos, y los herirá; y bre la faz de la tierra; y afirma
también serán heridos por el que el Señor lo ha declarado. Y
viento aoriental; y los binsectos dice que todo esto te sobreven-
también abrumarán sus tierras y drá a menos que te arrepientas;
devorarán su grano. y esto a causa de tus iniquida-
7 Y serán heridos con gran pes- des.
tilencia; y haré todo esto por 13 Y ahora bien, oh rey, ¿qué
motivo de sus ainiquidades y sus gran mal has hecho, o qué gran-
abominaciones. des pecados ha cometido tu
8 Y acontecerá que, a menos pueblo para que Dios nos con-
que se arrepientan, los adestrui- dene, o este hombre nos juz-
ré totalmente de sobre la faz gue?
de la tierra; sin embargo, deja- 14 Y he aquı́, oh rey, nos halla-
rán tras sı́ un bregistro, y lo pre- mos sin culpa, y tú, oh rey, no
servaré para otras naciones que has pecado; por lo tanto, este
poseerán la tierra; sı́, esto haré hombre ha mentido concernien-
para que yo revele las abomi- te a ti, y ha profetizado en vano.
naciones de este pueblo a otras 15 Y he aquı́, somos fuertes; no
naciones. Y muchas cosas pro- caeremos en la esclavitud ni se-
fetizó Abinadı́ contra este pue- remos llevados cautivos por
blo. nuestros enemigos; sı́, y tú has
9 Y aconteció que se enojaron prosperado en la tierra, y tam-
con él; y lo aprehendieron y lo bién has de prosperar.
llevaron atado ante el rey, y di- 16 Mira, aquı́ está el hombre; lo
jeron al rey: He aquı́, hemos entregamos en tus manos; pue-
traı́do ante ti a un hombre que des hacer con él lo que bien te
ha profetizado el mal concer- parezca.
niente a tu pueblo, y dice que 17 Y sucedió que el rey Noé
Dios lo destruirá. hizo que fuese encarcelado Abi-
10 Y también profetiza lo malo nadı́; y dio órdenes de que se
en cuanto a tu vida, y dice que convocara a los a sacerdotes,
tu vida será semejante a un ves- para reunirse en concilio con
tido en un horno ardiente. ellos sobre lo que debı́a hacer
11 Y más aún, dice que serás con él.
como una caña; sı́, como una ca- 18 Y aconteció que le dijeron al
ña seca del campo, la cual las rey: Tráelo aquı́ para que lo in-
bestias pisan y es hollada con terroguemos; y el rey mandó
los pies. que fuese traı́do ante ellos.
27a gee Ley de Moisés. c gee Expiación, expiar. 32a 2 Ne. 25:23–25.
b 3 Ne. 9:19–20; 15:4–5. 29a Josué 1:7–8. 33a 1 Ne. 10:5;
28a Gál. 2:16. b Alma 46:8. Jacob 4:4; 7:11.
gee Redención, 30a Éx. 20. 34a Mos. 7:27; 15:1–3.
redimido, redimir; b gee Ordenanzas. gee Trinidad.
Salvación. c Jacob 4:5. 35a Isa. 26:19; 2 Ne. 2:8.
b Gál. 2:21; 31a Mos. 16:14;
Mos. 3:14–15; Alma 25:15. [Aproximadamente
Alma 25:15–16. gee Simbolismo. 148 a.C.]
207 MOSÍAH 14:1–12
tercede por los transgresores — no aabrió su boca; fue llevado
Compárese con Isaı́as 53. como bcordero al degolladero, y
como la oveja permanece muda
S Í , ¿no dice Isaı́as: Quién ha ante sus trasquiladores, ası́ él no
creı́do nuestro mensaje, y a abrió su boca.
quién se ha manifestado el bra- 8 De la prisión y del juicio fue
zo del Señor? quitado, y ¿quién declarará su
2 Porque crecerá delante de él generación? Porque fue arran-
como una planta tierna, y como cado de la tierra de los vivien-
raı́z de tierra seca; no hay en él tes; por las transgresiones de mi
parecer ni hermosura; y cuando pueblo fue herido.
lo veamos, no habrá en él buen 9 Con los inicuos dispuso él su
parecer para que lo deseemos. sepultura, y con los aricos fue en
3 Despreciado y rechazado de su muerte; porque no habı́a he-
los hombres; varón de dolores y cho bmal, ni hubo engaño en su
experimentado en quebranto; y boca.
como que escondimos de él el 10 Mas quiso el Señor quebran-
rostro; fue menospreciado y no tarlo; le ha causado aflicción;
lo estimamos. cuando hagas de su alma ofren-
4 Ciertamente él ha allevado da por el pecado, él verá su ali-
nuestros b pesares y sufrido naje, prolongará sus dı́as y el
nuestros dolores; sin embargo, placer del Señor prosperará en
lo hemos tenido por golpeado, su mano.
herido de Dios y afligido. 11 Verá el afán de su alma,
5 Mas él herido fue por nues- y quedará satisfecho; con su
tras atransgresiones, golpeado conocimiento, mi justo siervo
por nuestras iniquidades; y el justificará a muchos; porque
a
castigo de nuestra paz fue sobre llevará las iniquidades de
él; y con sus llagas somos bsana- ellos.
dos. 12 Por tanto, le repartiré una
6 Todos nosotros nos hemos porción con los grandes; y él di-
descarriado como aovejas, nos vidirá el botı́n con los fuertes,
hemos apartado, cada cual por porque derramó su alma hasta
su propio camino; y el Señor ha la muerte, y fue contado con los
puesto sobre él las iniquidades transgresores; y llevó los peca-
de todos nosotros. dos de muchos e aintercedió por
7 Fue oprimido y afligido, pero los transgresores.
25a Mos. 21:3. 26a Mos. 7:9. [Entre 147 y 122 a.C.]
MOSÍAH 20:7–18 220
del pueblo de Limhi, pues pen- ron las heridas, y lo llevaron an-
saron que habı́a sido el pueblo te Limhi, y dijeron: He aquı́ el
de Limhi. rey de los lamanitas; habiendo
7 Por tanto, hicieron avanzar sido herido, cayó entre sus
sus ejércitos; sı́, hasta el rey mis- muertos, y lo abandonaron, y he
mo marchó a la cabeza de su aquı́, lo hemos traı́do ante ti; y
pueblo; y subieron a la tierra de ahora matémoslo.
Nefi para destruir al pueblo de 14 Pero les dijo Limhi: No lo
Limhi. mataréis, antes bien traedlo acá
8 Ahora bien, Limhi los habı́a para que yo lo vea. Y lo trajeron.
descubierto desde la torre, sı́, él Y le dijo Limhi: ¿Por qué razón
descubrió todos sus preparati- has venido a la guerra contra
vos para la guerra; por tanto, mi pueblo? He aquı́, mi pueblo
reunió a su pueblo y les puso no ha violado el ajuramento que
una emboscada en los campos y te hice; ¿por qué, pues, habrı́ais
en los bosques. de quebrantar vosotros el jura-
9 Y aconteció que cuando lle- mento que hicisteis a mi pue-
garon los lamanitas, el pueblo blo?
de Limhi empezó a caer sobre 15 Y luego dijo el rey: He que-
ellos desde sus emboscadas, y brantado mi juramento porque
comenzaron a matarlos. los de tu pueblo se llevaron a
10 Y ocurrió que la batalla se las hijas de mi pueblo; por tan-
hizo sumamente violenta, pues to, en mi enojo hice que mi pue-
pelearon como los leones por su blo viniese a la guerra contra el
presa. tuyo.
11 Y sucedió que el pueblo de 16 Ahora bien, Limhi nada ha-
Limhi empezó a echar a los la- bı́a oı́do respecto de este asunto;
manitas delante de ellos, a pesar por tanto, dijo: Buscaré entre mi
de que su número no era ni la pueblo, y quien haya hecho tal
mitad del de los lamanitas. Mas cosa perecerá. De manera que
ellos aluchaban por sus vidas, y mandó hacer una pesquisa en-
por sus esposas, y por sus hijos; tre el pueblo.
por lo tanto, se esforzaron y 17 Y cuando aGedeón, que era
combatieron como dragones. el capitán del rey, oyó estas co-
12 Y aconteció que hallaron en- sas, fue al rey y le dijo: Te ruego
tre el número de sus muertos que te refrenes y no busques en-
al rey de los lamanitas; aunque tre este pueblo, ni lo culpes de
no estaba muerto, pues habı́a esto.
sido herido y abandonado en el 18 ¿Pues no te acuerdas de los
campo de batalla, tan precipita- sacerdotes de tu padre, a quie-
da habı́a sido la fuga de su pue- nes este pueblo trató de des-
blo. truir? ¿Y no están ellos en el de-
13 Y lo recogieron y le venda- sierto? ¿Y no son ellos los que se
12a Mos. 10:8; Hel. 1:14. 16a Mos. 29:42. b Alma 1:7–15; 14:16.
15a Alma 3:3. 19a Alma 3:1–2, 26; 4:2.
b Omni 1:13–15. 20a Alma 6:7. [87 a.C.]
ALMA 2:25–37 252
de los a amlicitas, y con gran Señor, ten misericordia y salva
asombro vimos a una numerosa mi vida a fin de que yo sea un
hueste de lamanitas en la tierra instrumento en tus manos para
de Minón, más allá de la tierra salvar y preservar a este pueblo!
de Zarahemla, en dirección de 31 Y cuando Alma hubo dicho
la tierra de bNefi; y he aquı́, los estas palabras, contendió de
amlicitas se han unido a ellos; nuevo contra Amlici; y a tal gra-
25 y han caı́do sobre nuestros do fue fortalecido, que mató a
hermanos en esa tierra; y están Amlici con la espada.
huyendo ante ellos con sus re- 32 Y también se batió con el rey
baños, y sus esposas, y sus niños de los lamanitas, pero el rey hu-
hacia nuestra ciudad; y a menos yó de Alma, y envió a sus guar-
que nos demos prisa, se apode- dias para contender con él.
rarán de nuestra ciudad, y nues- 33 Mas Alma, con sus guardias,
tros padres, y nuestras esposas y combatió con los guardias del
nuestros niños serán muertos. rey de los lamanitas hasta que
26 Y aconteció que los del pue- los mató y los hizo retroceder.
blo de Nefi alzaron sus tiendas y 34 Y ası́ despejó el terreno, o
partieron del valle de Gedeón más bien la ribera, que se halla-
hacia su ciudad, que era la ciu- ba al oeste del rı́o Sidón, arro-
dad de aZarahemla. jando a las aguas del Sidón los
27 Y he aquı́, mientras estaban cuerpos de los lamanitas muer-
cruzando el rı́o Sidón, los lama- tos, a fin de que su pueblo tuvie-
nitas y los amlicitas, casi tan anu- ra espacio para pasar y conten-
merosos como las arenas del der con los lamanitas y los amli-
mar, cayeron sobre ellos para citas que se hallaban del lado
destruirlos. occidental del rı́o Sidón.
28 Sin embargo, la mano del 35 Y aconteció que cuando to-
Señor afortaleció a los nefitas, dos hubieron cruzado el rı́o Si-
habiéndole ellos rogado fervo- dón, los lamanitas y los amlicitas
rosamente que los librara de las empezaron a huir delante de
manos de sus enemigos; por ellos, a pesar de ser tan numero-
tanto, el Señor oyó su clamor y sos que no podı́an ser contados.
los fortaleció, y los lamanitas y 36 Y huyeron delante de los
los amlicitas cayeron ante ellos. nefitas hacia el desierto que se
29 Y aconteció que Alma luchó hallaba al oeste y al norte, más
con Amlici cara a cara con la es- allá de las fronteras de la tierra;
pada; y lucharon tenazmente y los nefitas los persiguieron
uno con otro. con vigor y los mataron.
30 Y sucedió que Alma, siendo 37 Sı́, les salieron por todas
un hombre de Dios y teniendo partes, y fueron muertos y per-
mucha afe, clamó, diciendo: ¡Oh seguidos, hasta esparcirlos por
52b Jacob 5:46; 6:7; 54a gee Santificación. DyC 133:5, 14.
3 Ne. 27:11–12. 55a Sal. 109:15–16; c Deut. 29:20;
53a 1 Ne. 19:7. Jacob 2:17; Moro. 6:7;
b gee Orgullo. Hel. 6:39–40. DyC 20:8.
c 2 Ne. 28:11–14; 57a gee Buen Pastor. 58a gee Libro de la vida.
Morm. 8:36–39. b Esd. 6:21; 9:1;
d Sal. 62:10; Neh. 9:2; [Aproximadamente
DyC 56:16–18. 2 Tes. 3:6; 83 a.C.]
265 ALMA 5:61–6:7
que no dejéis entrar ningún lo- 3 Y también sucedió que aque-
bo rapaz entre vosotros, para llos que eran de la iglesia y que
que no seáis destruidos. no se aarrepintieron de sus ini-
61 Y ahora bien, yo, Alma, os quidades ni se humillaron ante
mando, con las palabras de Dios —me refiero a los que se
a
aquel que me ha mandado a habı́an ensalzado en el borgullo
mı́, que os esforcéis por cumplir de sus corazones— éstos fueron
con las palabras que os he ha- desechados, y sus nombres fue-
blado. ron cborrados, de modo que no
62 Os hablo por vı́a de manda- los contaban entre los de los jus-
miento a vosotros que pertene- tos.
céis a la iglesia; y por vı́a de invi- 4 Y ası́ empezaron a establecer
tación os hablo a los que no per- el orden de la iglesia en la ciu-
tenecéis a ella, diciendo: Venid dad de Zarahemla.
y bautizaos para arrepentimien- 5 Ahora bien, quisiera que en-
to, a fin de que también partici- tendieseis que la palabra de
péis del fruto del aárbol de la vi- Dios era accesible a todos; que a
da. nadie se le negaba el privilegio
de congregarse para oı́r la pala-
CAPÍTULO 6 bra de Dios.
6 No obstante, se mandó a los
hijos de Dios que se congrega-
La Iglesia en Zarahemla se purifica ran frecuentemente, y se unie-
y se pone en orden—Alma va a Ge- ran en aayuno y ferviente ora-
deón a predicar. ción por el bien de las almas de
Y SUCEDIÓ que después que hu- aquellos que no conocı́an a
bo concluido de hablar a los de Dios.
la iglesia establecida en la ciu- 7 Y sucedió que después que
dad de Zarahemla, Alma aor- hubo formulado estas reglas, Al-
denó sacerdotes y bélderes por ma se retiró de ellos, sı́, de la
la imposición de sus cmanos, se- iglesia que se hallaba en la ciu-
gún el orden de Dios, para pre- dad de Zarahemla, y cruzó al la-
sidir la iglesia y dvelar por ella. do este del rı́o Sidón, al avalle de
2 Y aconteció que de los que Gedeón, donde se habı́a edifica-
no pertenecı́an a la iglesia, quie- do una ciudad que se llamaba
nes se arrepentı́an de sus peca- Gedeón, la cual se hallaba en el
dos, eran abautizados para arre- valle llamado Gedeón, el nom-
pentimiento y recibidos en la bre de aquel a quien Nehor bma-
iglesia. tó con la espada.
9b 2 Ne. 2:6. gee Gracia. b gee Espı́ritu Santo. 15a gee Abraham.
10a DyC 84:18–22. c gee Pureza, puro. b Gén. 14:18–20;
b gee Arrepentimiento, d Mos. 5:2; Mal. 3:8–10.
arrepentirse. Alma 19:33. gee Diezmar, diezmo.
11a Moisés 6:59–60. e Prov. 8:13; 16a gee Ordenanzas.
b 1 Ne. 12:10; Alma 37:29. b gee Simbolismo.
Alma 5:21–27; 13a Lucas 3:8. 18a gee Sacerdocio de
3 Ne. 27:19–20. 14a DyC 84:14. Melquisedec.
12a Rom. 8:1–9. tjs, Gén. 14:25–40. [Aproximadamente
gee Santificación. gee Melquisedec. 82 a.C.]
ALMA 13:19–27 290
b
arrepintieron; y Melquisedec es- peregrinos en una tierra extra-
tableció la paz en la tierra du- ña; por tanto, somos altamente
rante sus dı́as; por tanto, fue lla- favorecidos, porque nos han si-
mado el prı́ncipe de paz, pues do declaradas estas alegres nue-
era rey de Salem; y reinó bajo su vas en todas partes de nuestra
padre. viña.
19 Hubo amuchos antes que él, 24 Porque he aquı́, aángeles las
y también hubo muchos des- están declarando a muchos en
pués, mas bninguno fue mayor nuestra tierra en este tiempo, y
que él; por tanto, han hecho de esto con objeto de preparar el
él mención más particular. corazón de los hijos de los hom-
20 Bien, no necesito detallar el bres para recibir su palabra al
asunto; lo que he dicho puede tiempo de su venida en su glo-
ser suficiente. He aquı́, tenéis las ria.
a
Escrituras por delante, y si que- 25 Y ahora solamente espera-
réis btergiversarlas, será para mos oı́r las alegres nuevas de su
vuestra destrucción. venida que nos serán declara-
21 Y ocurrió que cuando les das por la boca de ángeles; por-
hubo dicho estas palabras, Alma que el tiempo viene, y no asabe-
extendió su mano hacia ellos y mos cuán pronto será. Quisiera
clamó con voz potente, dicien- Dios que fuera en mis dı́as; pero
do: Ahora es el momento de sea más tarde o más temprano,
a
arrepentirse, porque el dı́a de la en ello me regocijaré.
salvación se acerca; 26 Y por la boca de ángeles se
22 sı́, y por la aboca de ángeles hará saber a hombres ajustos y
la voz del Señor lo declara a to- santos, al tiempo de su venida,
das las naciones; sı́, lo declara para que se cumplan las pala-
para que reciban alegres nuevas bras de nuestros padres, de con-
de gran gozo; sı́, y proclama es- formidad con lo que han habla-
tas alegres nuevas entre todo su do concerniente a él, que fue de
pueblo; sı́, aun a aquellos que se acuerdo con el espı́ritu de pro-
hallan esparcidos sobre la su- fecı́a que habı́a en ellos.
perficie de la tierra; por tanto, 27 Y ahora bien, hermanos
han llegado hasta nosotros. mı́os, adeseo desde lo más ı́nti-
23 Y nos son manifestadas en mo de mi corazón, sı́, con gran
términos aclaros para que enten- angustia, aun hasta el dolor, que
damos, de modo que no erre- escuchéis mis palabras, y dese-
mos; y se hace ası́ porque somos chéis vuestros pecados, y no de-
23b gee Confianza, 29a 1 Ne. 14:3. 33a gee Nacer de Dios,
confiar. b gee Misericordia, nacer de nuevo.
25a Alma 18:2–5. misericordioso. [Aproximadamente
28a Alma 19:16. 31a Alma 18:36–39. 90 a.C.]
ALMA 19:34–20:8 310
que ya no tenı́an más deseos de rey tratará de quitarte la vida;
hacer lo bmalo. pero irás a la tierra de Middoni;
34 Y he aquı́, muchos declara- pues he aquı́, tu hermano Aarón
ron al pueblo que habı́an visto y también Muloki y Amma se
a
ángeles y habı́an conversado hallan en la cárcel.
con ellos; y ası́ les habı́an habla- 3 Y aconteció que cuando hubo
do acerca de Dios y de su justi- oı́do esto, Ammón dijo a Lamo-
cia. ni: He aquı́, mi hermano y mis
35 Y sucedió que hubo muchos compañeros se hallan encarcela-
que creyeron en sus palabras; y dos en Middoni, y voy para li-
cuantos creyeron, fueron abauti- bertarlos.
zados; y se convirtieron en un 4 Entonces Lamoni le dijo a
pueblo justo, y establecieron Ammón: Sé que con la afuerza
una iglesia entre ellos. del Señor puedes hacer todas
36 Y ası́ se inició la obra del Se- las cosas. Mas he aquı́, iré conti-
ñor entre los lamanitas; ası́ em- go a la tierra de Middoni, por-
pezó el Señor a derramar su Es- que el rey de esa tierra, cuyo
pı́ritu sobre ellos; y vemos que nombre es Antiomno, es mi ami-
su brazo se extiende a a todo go; por tanto, voy a la tierra de
pueblo que quiera arrepentirse Middoni para congraciarme con
y creer en su nombre. el rey, y él sacará a tus herma-
nos de la bcárcel. Luego le dijo
Lamoni: ¿Quién te dijo que tus
CAPÍTULO 20
hermanos estaban encarcela-
dos?
El Señor envı́a a Ammón a Middoni 5 Y Ammón le dijo: Nadie me
para que libre a sus hermanos en- lo ha dicho sino Dios; y me dijo:
carcelados—Ammón y Lamoni se Ve y libra a tus hermanos, por-
encuentran con el padre de Lamoni, que están en la cárcel en la tierra
que es rey de toda esa tierra—Am- de Middoni.
món obliga al anciano rey a aprobar 6 Y cuando Lamoni hubo oı́do
la liberación de sus hermanos. esto, hizo que sus siervos alista-
Y SUCEDIÓ que después que hu- ran sus acaballos y sus carros.
bieron establecido una iglesia 7 Y dijo a Ammón: Ven, iré
en esa tierra, el rey Lamoni de- contigo a la tierra de Middoni, y
seó que Ammón lo acompañara allı́ abogaré con el rey para que
a la tierra de Nefi, para presen- saque a tus hermanos de la cár-
tarlo a su padre. cel.
2 Y la voz del Señor llegó a Am- 8 Y acaeció que mientras Am-
món, diciendo: No subirás a la món y Lamoni se dirigı́an allá,
tierra de Nefi, pues he aquı́, el encontraron al padre de Lamo-
33b Mos. 5:2; Alma 13:12. 36a 2 Ne. 26:33; 6a Alma 18:9–10.
34a gee Ángeles. Alma 5:33.
35a gee Bautismo, 20 4a Alma 26:12. [Aproximadamente
bautizar. b Alma 20:28–30. 90 a.C.]
311 ALMA 20:9–22
ni, que era rey ade toda esa tie- profetas santos del Dios verda-
rra. dero.
9 Y he aquı́, el padre de Lamo- 16 Y cuando su padre hubo oı́-
ni le dijo: ¿Por qué no concurris- do estas palabras, se enojó con
te a la afiesta el gran dı́a en que él y sacó su espada para derri-
festejé a mis hijos y a mi pueblo? barlo a tierra.
10 Y también dijo: ¿Adónde 17 Pero Ammón se adelantó, y
vas con este nefita, que es uno le dijo: He aquı́, no matarás a tu
de los hijos de un amentiroso? hijo; no obstante, amejor serı́a
11 Y aconteció que Lamoni le que él cayera y no tú; porque he
dijo adónde iba, porque tenı́a aquı́, él se ha barrepentido de
miedo de ofenderlo. sus pecados; mas si tú, en este
12 Y también le explicó la causa momento cayeses en tu ira, tu
de su demora en su propio rei- alma no podrı́a ser salva.
no, por lo que no habı́a asistido 18 Y conviene, además, que te
a la fiesta que su padre habı́a reprimas; porque si amataras a
preparado. tu hijo, siendo él inocente, su
13 Y cuando Lamoni le hubo sangre clamarı́a desde el suelo
dicho todas estas cosas, he aquı́, al Señor su Dios, para que la
para asombro de él, su padre se venganza cayera sobre ti; y tal
enojó con él y dijo: Lamoni, vas vez perderı́as tu balma.
a librar a estos nefitas que son 19 Y cuando Ammón le hubo
hijos de un embustero. He aquı́, dicho estas palabras, aquél res-
él robó a nuestros padres; y aho- pondió, diciendo: Sé que si yo
ra sus hijos han venido también matase a mi hijo, derramarı́a
entre nosotros a fin de engañar- sangre inocente; porque eres tú
nos con sus astucias y sus menti- quien has tratado de destruirlo.
ras, para despojarnos otra vez 20 Y extendió su mano para
de nuestros bienes. matar a Ammón; pero éste le re-
14 Luego el padre de Lamoni sistió sus golpes, y además le hi-
le ordenó que matara a Ammón rió el brazo de manera que no
con la espada. Y también le pudo hacer uso de él.
mandó que no fuera para la tie- 21 Y cuando el rey vio que Am-
rra de Middoni, sino que volvie- món podı́a matarlo, empezó a
ra con él a la tierra de aIsmael. suplicarle que le perdonara la
15 Mas le dijo Lamoni: No ma- vida.
taré a Ammón, ni volveré a la 22 Pero Ammón levantó su es-
tierra de Ismael, sino que iré a la pada y le dijo: He aquı́, te heriré
tierra de Middoni para librar a a menos que me concedas que
los hermanos de Ammón, por- saquen a mis hermanos de la
que sé que son hombres justos y prisión.
[Aproximadamente 74 a.C.]
339 ALMA 30:27–34
vendrá. Mas he aquı́, os digo el juez superior que gobernaba
q u e n o s a b é i s s i h a b r á u n todo el paı́s.
Cristo. Y también decı́s que será 30 Y aconteció que cuando fue
muerto por los a pecados del llevado ante Alma y el juez su-
mundo; perior, continuó del mismo mo-
27 y ası́ lleváis a este pueblo en do que en la tierra de Gedeón;
pos de las insensatas tradiciones sı́, prosiguió hasta ablasfemar.
de vuestros padres y conforme a 31 Y prorrumpió en palabras
vuestros propios deseos; y los muy aaltaneras delante de Alma,
tenéis sometidos, como si fuera y vilipendió a los sacerdotes y a
en el cautiverio, para saciaros los maestros, acusándolos de
del trabajo de sus manos, de desviar al pueblo en pos de las
modo que no se atreven a levan- tontas tradiciones de sus pa-
tar la vista con valor, ni se atre- dres, a fin de hartarse con el tra-
ven a gozar de sus propios dere- bajo del pueblo.
chos y privilegios. 32 Entonces le dijo Alma: Tú
28 Sı́, no se atreven a hacer uso sabes que no nos aprovechamos
de lo que les pertenece, no sea del trabajo de este pueblo; pues
que ofendan a sus sacerdotes, he aquı́, yo he trabajado, desde
los cuales los uncen al yugo se- el principio del gobierno de los
gún sus deseos, y les han hecho jueces hasta ahora, con mis pro-
creer, por sus tradiciones, y sus pias manos para mi sostén, a pe-
sueños, caprichos, visiones y sar de mis muchos viajes por el
misterios fingidos, que si no paı́s para declarar la palabra de
obran conforme a sus palabras, Dios a mi pueblo.
ofenderán a algún ser descono- 33 Y a pesar del mucho trabajo
cido que dicen que es Dios, un que he hecho en la iglesia, nun-
ser que nunca se ha visto ni ca he recibido ni siquiera un ase-
conocido, que nunca existió ni nine por mi trabajo, ni tampoco
existirá. ninguno de mis hermanos, sino
29 Ahora bien, cuando el sumo al ocupar el asiento judicial; y
sacerdote y el juez superior vie- en este caso, hemos recibido so-
ron la dureza de su corazón, sı́, lamente según la ley por nues-
cuando vieron que vilipendiaba tro tiempo.
aun a Dios, no quisieron res- 34 De modo que si no recibi-
ponder a sus palabras, sino que mos nada por nuestro trabajo en
hicieron que fuese atado; y lo la iglesia, ¿qué nos beneficia tra-
entregaron en manos de los ofi- bajar en la iglesia, aparte de de-
ciales, y lo enviaron a la tierra clarar la verdad para regocijar-
de Zarahemla, para que allı́ nos en el agozo de nuestros her-
compareciera ante Alma y ante manos?
17a DyC 76:17, 32, 50–51. d Alma 42:23. 24a Isa. 26:19.
18a Mateo 27:52–53. 23a Es decir, el espı́ritu. 26a 1 Ne. 15:33;
19a Mos. 15:26. DyC 88:15–17. Alma 12:16.
20a gee Ascensión. gee Alma. b Alma 11:37.
21a Lucas 23:39–43. b 2 Ne. 9:12–13;
b gee Paraı́so. Alma 11:40–45. [Aproximadamente
c gee Infierno. c gee Cuerpo. 73 a.C.]
ALMA 41:1–7 372
malas; y beben las heces de una cia de Dios que los hombres sean
b
amarga copa. juzgados según sus cobras; y si
sus hechos fueron buenos en
esta vida, y buenos los deseos
CAPÍTULO 41
de sus corazones, que también
sean ellos drestituidos a lo que es
En la Resurrección, los hombres re- bueno en el postrer dı́a.
sucitan a un estado de felicidad sin 4 Y si sus obras son malas, les
fin o a una miseria interminable— serán arestituidas para mal. Por
La maldad nunca fue felicidad— tanto, todas las cosas serán res-
Los hombres que se hallan en un tablecidas a su propio orden; to-
estado carnal se encuentran sin do a su forma natural —la bmor-
Dios en el mundo—En la restaura- talidad levantada en inmortali-
ción, toda persona recibe de nuevo dad; la ccorrupción en incorrup-
las caracterı́sticas y los atributos ción— levantado a una felicidad
que haya logrado en el estado terre- d
sin fin para heredar el reino de
nal. Dios, o a una miseria intermina-
Y AHORA bien, hijo mı́o, tengo al- ble para heredar el reino del
go que decirte sobre la restaura- diablo; uno por una parte y otro
ción de que se ha hablado; por- por la otra;
que he aquı́, algunos han atergi- 5 uno levantado a la dicha, de
versado las Escrituras y se han acuerdo con sus deseos de felici-
b
desviado lejos a causa de esto. dad, o a lo bueno, según sus de-
Y veo que tu mente también ha seos del bien; y el otro al mal,
estado preocupada en cuanto a según sus deseos de maldad;
este asunto; mas he aquı́, te lo porque ası́ como ha deseado ha-
explicaré. cer mal todo el dı́a, ası́ recibirá
2 Te digo, hijo mı́o, que el plan su recompensa de maldad cuan-
de la restauración es indispen- do venga la noche.
sable en la justicia de Dios, por- 6 Y ası́ sucede por la otra parte.
que es necesario que todas las Si se ha arrepentido de sus pe-
cosas sean restablecidas a su cados y ha deseado la rectitud
propio orden. He aquı́, es preciso hasta el fin de sus dı́as, de igual
y justo, según el poder y la resu- manera será recompensado en
rrección de Cristo, que el alma rectitud.
del hombre sea restituida a su 7 aÉstos son los redimidos del
cuerpo, y que al cuerpo le sean Señor; sı́, los que son librados,
restauradas todas sus apartes. los que son rescatados de esa in-
3 Y es indispensable en la ajusti- terminable noche de tinieblas, y
[Aproximadamente 64 a.C.]
411 ALMA 52:33–53:2
33 Y aconteció que Jacob, sien- que no quisieron; y aquellos que
do su caudillo, siendo también no quisieron entregar sus espa-
a
zoramita, y teniendo un espı́ri- das fueron prendidos y atados,
tu indomable, encabezó a los la- y les fueron quitadas sus armas
manitas a la batalla con extre- de guerra, y los obligaron a mar-
mada furia contra Moroni. char con sus hermanos a la tie-
34 Pues como Moroni estorba- rra de Abundancia.
ba el curso de su marcha, por 40 Y el número de prisioneros
tanto, Jacob estaba resuelto a que tomaron fue mayor que el
matarlos y a abrirse paso hasta n ú m e r o d e l o s q u e h a b ı́ a n
la ciudad de Mulek. Mas he muerto; sı́, mayor que el núme-
aquı́, Moroni y sus hombres ro de los que habı́an muerto de
eran más fuertes; por lo tanto, ambas partes.
no cedieron el paso a los lama-
nitas.
35 Y aconteció que pelearon de CAPÍTULO 53
ambos lados con mucha furia; y
hubo muchos muertos, tanto de Se emplea a los prisioneros lamani-
una parte como de otra; sı́, y tas para fortificar la ciudad de
Moroni fue herido, y Jacob cayó Abundancia—Las disensiones en-
muerto. tre los nefitas dan lugar a las victo-
36 Y con tal ı́mpetu acometió rias lamanitas—Helamán toma el
Lehi su retaguardia, con sus mando de los dos mil jóvenes del
hombres fuertes, que los lama- pueblo de Ammón.
nitas de la retaguardia entrega-
ron sus armas de guerra; y los Y S U C E D I Ó que les pusieron
demás, en su mucha confusión, guardias a los prisioneros lama-
no sabı́an por dónde ir o atacar. nitas, y los obligaron a que fue-
37 Y Moroni, viendo su confu- ran y enterraran a sus muertos,
sión, les dijo: Si traéis vuestras sı́, y también a los muertos de
armas de guerra y las entregáis, los nefitas, y Moroni les puso
he aquı́, cesaremos de derramar guardias para vigilarlos mien-
vuestra sangre. tras desempeñaban sus trabajos.
38 Y acaeció que cuando los la- 2 Y aMoroni fue a la ciudad de
manitas hubieron oı́do estas pa- Mulek, acompañado de Lehi, y
labras, sus capitanes en jefe, to- tomó el mando de la ciudad, y
dos los que no habı́an muerto lo confirió a Lehi. Y he aquı́, este
en la batalla, avanzaron y echa- Lehi era el que habı́a estado con
ron sus armas de guerra a los Moroni en la mayor parte de to-
pies de Moroni, y también man- das sus batallas; y era un hom-
daron a sus hombres que hicie- bre semejante a Moroni, y se re-
ran lo mismo. gocijaban en la seguridad del
39 Mas he aquı́, hubo muchos uno y del otro; sı́, se amaban el
[Entre 65 y 63 a.C.]
ALMA 56:35–46 422
los lamanitas se hallaba aposta- volverse a la derecha ni a la
do en la ciudad de Antipara; sı́, izquierda por temor a quedar
el más numeroso. rodeados; ni yo tampoco querı́a
35 Y aconteció que cuando sus volverme a un lado ni al otro
espı́as se lo hubieron informa- por miedo de que me alcanza-
do, salieron con su ejército y ran, y no pudiéramos soste-
marcharon contra nosotros. nernos en contra de ellos, y
36 Y sucedió que huimos de- nos mataran y se escaparan;
lante de ellos hacia el norte. Y de modo que huimos por el de-
ası́ llevamos en pos de nosotros sierto todo ese dı́a hasta que
al ejército más fuerte de los la- obscureció.
manitas; 41 Y acaeció que nuevamente,
37 sı́, hasta una distancia con- al rayar el alba, vimos a los la-
siderable, de tal modo que cuan- manitas encima de nosotros, y
do vieron al ejército de Anti- huimos delante de ellos.
pus que los perseguı́a vigoro- 42 Pero aconteció que no nos
samente, no se volvieron ni a habı́an perseguido gran distan-
la derecha ni a la izquierda, cia cuando hicieron alto; y era la
sino que continuaron su mar- mañana del tercer dı́a del sépti-
cha en lı́nea recta tras de noso- mo mes.
tros; y suponemos que su in- 43 Y no sabı́amos si los habı́a
tención era matarnos antes que alcanzado Antipus, pero dije a
Antipus los alcanzara, y esto mis hombres: He aquı́ no sabe-
para no ser rodeados por nues- mos si se han detenido con obje-
tros hombres. to de que marchemos contra
38 Y viendo Antipus nuestro ellos para apresarnos en su
peligro, aceleró la marcha de su trampa;
ejército; pero he aquı́, llegó la 44 por lo tanto, ¿qué decı́s, hijos
noche; por tanto, ellos no nos al- mı́os? ¿queréis ir a combatirlos?
canzaron, ni pudo Antipus al- 45 Y te digo, mi amado herma-
canzarlos a ellos; por lo tanto, no Moroni, que jamás habı́a vis-
acampamos durante la noche. to yo tan grande avalor, no, ni
39 Y aconteció que antes de ra- aun entre todos los nefitas.
yar el alba, he aquı́, ya venı́an 46 Pues como yo siempre los
los lamanitas detrás de nosotros. habı́a llamado hijos mı́os (pues
Ahora bien, no tenı́amos la fuer- eran todos muy jóvenes), he
za suficiente para contender aquı́, me contestaron de esta
con ellos; sı́, yo no quise permi- manera: Padre, he aquı́, nuestro
tir que mis hijitos cayesen en Dios está con nosotros y no nos
sus manos; por tanto, continua- dejará caer; ası́ pues, avance-
mos nuestra marcha, y nos diri- mos. No matarı́amos a nuestros
gimos hacia el desierto. hermanos si nos dejasen en paz;
40 Y ellos no se atrevı́an a por tanto, avancemos, no sea
[Aproximadamente 63 a.C.]
ALMA 57:20–30 426
lamanitas e hicieron morir a tro ejército, ani uno solo de ellos
cuantos se les oponı́an. habı́a perecido; sı́, y no hubo en-
20 Y mientras que el resto de tre ellos uno solo que no hubie-
nuestro ejército se encontraba a se recibido muchas heridas.
punto de ceder ante los lamani- 26 Y su preservación fue asom-
tas, he aquı́, estos dos mil sesen- brosa para todo nuestro ejército;
ta permanecieron firmes e im- sı́, que ellos hubiesen sido libra-
pávidos. dos mientras que hubo un mi-
21 Sı́, y obedecieron y procura- llar de nuestros hermanos que
ron cumplir con exactitud toda fueron muertos. Y lo atribuimos
orden; sı́, y les fue hecho según con justicia al milagroso apoder
su fe; y me acordé de las pala- de Dios, por motivo de su ex-
bras que, según me dijeron, sus traordinaria bfe en lo que se les
a
madres les habı́an enseñado. habı́a enseñado a creer: que ha-
22 Y he aquı́, es a éstos, mis hi- bı́a un Dios justo, y que todo
jos, y a los hombres que habı́a- aquel que no dudara, serı́a
mos elegido para escoltar a los preservado por su maravilloso
prisioneros, a quienes debemos poder.
esta gran victoria; porque fue- 27 Ésta, pues, fue la fe de aque-
ron ellos los que vencieron a los llos de que he hablado; son jó-
lamanitas; por tanto, los hicie- venes, y sus mentes son firmes,
ron retroceder hasta la ciudad y ponen su confianza en Dios
de Manti. continuamente.
23 Y nosotros retuvimos nues- 28 Y ocurrió que después de
tra ciudad de Cumeni, y no fui- haber atendido a nuestros heri-
mos todos destruidos por la es- dos, y de haber enterrado a
pada; no obstante, habı́amos su- nuestros muertos, y también a
frido grandes bajas. los muertos de los lamanitas,
24 Y aconteció que después que eran muchos, he aquı́, inte-
de haber huido los lamanitas, rrogamos a Gid concerniente a
inmediatamente di órdenes de los prisioneros con los que ha-
que mis hombres que habı́an si- bı́an empezado a descender a la
do heridos fuesen recogidos de tierra de Zarahemla.
entre los muertos, e hice que les 29 Y era Gid el capitán en jefe
vendaran sus heridas. de la escolta que se habı́a nom-
25 Y aconteció que doscientos, brado para custodiarlos hasta allá.
de mis dos mil sesenta, se ha- 30 Y éstas son las palabras que
bı́an desmayado por la pérdida Gid me dijo: He aquı́, partimos
de sangre. Sin embargo, me- para descender a la tierra de Za-
diante la bondad de Dios, y para rahemla con nuestros prisione-
nuestro gran asombro, y tam- ros. Y aconteció que encontra-
bién para el gozo de todo nues- mos a los espı́as de nuestros
[Aproximadamente 63 a.C.]
ALMA 58:25–38 430
pezaron a retroceder de nuevo hallan en esta ocasión en nues-
al desierto, sı́, por el mismo ca- tro poder; y nuestros padres, y
mino por el que habı́an venido. nuestras mujeres, y nuestros hi-
25 Y he aquı́, llegó la noche y jos están volviendo a sus casas,
plantaron sus tiendas, porque todos menos aquellos que los la-
los capitanes en jefe de los lama- manitas han tomado presos y se
nitas habı́an supuesto que los han llevado.
nefitas estarı́an rendidos por 32 Mas he aquı́, nuestros ejérci-
motivo de su marcha; y pensan- tos son pequeños para retener
do que habı́an perseguido a to- tan gran número de ciudades y
do el ejército, ningún cuidado tan grandes posesiones.
tenı́an concerniente a la ciudad 33 Mas he aquı́, confiamos
de Manti. en nuestro Dios, que nos ha da-
26 Y aconteció que al caer la do la victoria en esas tierras, a
noche, hice que mis hombres no tal grado que hemos adquirido
durmieran, sino que empren- aquellas ciudades y tierras que
dieran la marcha por otro cami- eran nuestras.
no hacia la tierra de Manti. 34 Ahora bien, no sabemos el
27 Y debido a ésta, nuestra motivo por el cual el gobierno
marcha nocturna, he aquı́, cuan- no nos concede más fuerzas; ni
do amaneció nos encontrába- estos hombres que han venido a
mos más allá de los lamanitas, nosotros saben por qué no he-
de manera que llegamos antes mos recibido mayores fuerzas.
que ellos a la ciudad de Manti. 35 He aquı́, no sabemos si ha-
28 Y ası́ sucedió que, por me- béis fracasado y os habéis lleva-
dio de esta estratagema, nos do las fuerzas para esa parte de
apoderamos de la ciudad de la tierra; si ası́ es, no es nuestro
Manti sin la efusión de sangre. deseo murmurar.
29 Y aconteció que cuando los 36 Mas si no es ası́, he aquı́, te-
ejércitos de los lamanitas se memos que haya alguna adisen-
acercaron a la ciudad, y vieron sión en el gobierno, de modo
que estábamos preparados para que no mandan más hombres
resistirlos, se asombraron en ex- en nuestro auxilio; porque sabe-
tremo y les sobrevino un gran mos que son más numerosos
temor, a tal grado que huyeron que los que han enviado.
al desierto. 37 Mas he aquı́, no importa.
30 Sı́, y acaeció que los ejércitos Confiamos en que Dios nos ali-
de los lamanitas huyeron de to- brará, no obstante lo débiles que
da esta parte de la tierra. Pero estén nuestros ejércitos, sı́, y nos
he aquı́, se han llevado consigo librará de las manos de nuestros
a muchas mujeres y niños. enemigos.
31 Y alas ciudades que los lama- 38 He aquı́, estamos en el año
nitas habı́an tomado, todas se veintinueve, en las postrimerı́as,
[Aproximadamente 61 a.C.]
441 ALMA 62:26–35
ellos; y mataron a muchos, y a 31 Y acaeció que cuando vie-
muchos otros los cercaron y los ron los lamanitas que Moroni
tomaron prisioneros; y el resto marchaba contra ellos, nueva-
de ellos huyó a la tierra de Mo- mente se atemorizaron y huye-
roni, que se hallaba cerca de las ron ante el ejército de Moroni.
playas del mar. 32 Y sucedió que Moroni y
26 Y ası́ Moroni y Pahorán su ejército los persiguieron de
se habı́an apoderado de la ciu- ciudad en ciudad, hasta que se
dad de Nefı́ah sin la pérdida de encontraron con Lehi y Teán-
una sola alma; y hubo muchos cum; y los lamanitas huyeron
de los lamanitas que fueron de Lehi y Teáncum por las tie-
muertos. rras cerca de las orillas del mar,
27 Y aconteció que muchos de hasta que llegaron a la tierra
los lamanitas que eran prisione- de Moroni.
ros desearon unirse al apueblo 33 Y los ejércitos de los lamani-
de Ammón y ser un pueblo libre. tas se habı́an reunido todos, de
28 Y sucedió que a cuantos lo modo que se hallaban en un so-
desearon, les fue concedido se- lo grupo en la tierra de Moroni;
gún sus deseos. y Ammorón, el rey de los lama-
29 De modo que todos los pri- nitas, estaba también con ellos.
sioneros lamanitas se unieron al 34 Y aconteció que Moroni y
pueblo de Ammón, y empeza- Lehi y Teáncum acamparon con
ron a trabajar en sumo grado, la- sus ejércitos en los alrededores
brando la tierra, cultivando toda de las fronteras de la tierra de
especie de granos y criando re- Moroni, de modo que los lama-
baños y ganados de todas cla- nitas quedaron rodeados en la
ses; y ası́ se vieron los nefitas ali- frontera por el desierto al sur, y
viados de un gran peso; sı́, al en la frontera por el desierto al
grado de que fueron aliviados este.
de todos los prisioneros lamani- 35 Y ası́ acamparon durante la
tas. noche. Pues he aquı́, los nefitas,
30 Y ahora bien, aconteció que y los lamanitas también, se ha-
después que hubo ocupado la llaban fatigados por motivo de
ciudad de Nefı́ah —habiendo la extensa marcha; por tanto, no
tomado muchos prisioneros, lo intentaron ninguna estratage-
cual redujo apreciablemente los ma durante la noche, excepto
ejércitos de los lamanitas, y ha- Teáncum; porque estaba irrita-
biendo rescatado a muchos nefi- do en extremo en contra de Am-
tas que habı́an sido prisioneros, morón, al punto de que él consi-
cosa que reforzó considerable- deraba que Ammorón y su her-
mente su ejército— Moroni par- mano Amalickı́ah habı́an sido la
a
tió de la tierra de Nefı́ah para la causa de aquella grande y larga
tierra de Lehi. guerra entre ellos y los lamani-
El Libro de Helamán
[Aproximadamente 51 a.C.]
HELAMÁN 1:28–2:4 448
habı́an apoderado de la capital, apoderó nuevamente de la ciu-
que era la ciudad de Zarahemla; dad de Zarahemla, e hizo que
y marchaban por las partes prin- los prisioneros lamanitas aban-
cipales de la tierra, matando al donaran el paı́s en paz.
pueblo con gran mortandad, 34 Y ası́ concluyó el año cua-
tanto hombres, como mujeres y renta y uno del gobierno de los
niños, apoderándose de muchas jueces.
ciudades y de muchas plazas
fuertes. CAPÍTULO 2
28 Pero cuando Moronı́ah se
dio cuenta de esto, envió inme-
diatamente a Lehi con un ejér- Helamán, hijo de Helamán, llega a
cito para que los atajara antes ser juez superior—Gadiantón diri-
que llegaran a la tierra de Abun- ge la banda de Kishkumen — Un
dancia. siervo de Helamán mata a Kishku-
29 Y ası́ lo hizo; y los atajó an- men y la banda de Gadiantón huye
tes que llegaran a la tierra de al desierto.
Abundancia, y les dio la batalla, Y ACONTECIÓ que en el año *cua-
de modo que empezaron a re- renta y dos del gobierno de los
troceder hacia la tierra de Zara- jueces, después que Moronı́ah
hemla. hubo restablecido la paz entre
30 Y sucedió que Moronı́ah los los nefitas y los lamanitas, he
atajó en su retirada y los comba- aquı́ que no habı́a quien ocupa-
tió, de modo que se tornó en una se el asiento judicial; por tanto,
batalla muy sangrienta; sı́, pere- empezó a haber de nuevo una
cieron muchos, y entre el núme- contención entre el pueblo con-
ro de los que murieron también cerniente a quién debı́a ocupar
fue hallado aCoriántumr. el puesto.
31 Y he aquı́, los lamanitas no 2 Y ocurrió que la voz del pue-
podı́an retroceder, ni por el nor- blo eligió a Helamán, hijo de
te, ni por el sur, ni por el este, ni Helamán, para ocupar el asiento
por el oeste, porque los nefitas judicial.
los tenı́an rodeados por todas 3 Mas he aquı́, aKishkumen,
partes. que habı́a asesinado a Pahorán,
32 Y ası́ Coriántumr habı́a pre- se puso al acecho para destruir
cipitado a los lamanitas en me- también a Helamán; y lo apoya-
dio de los nefitas, a tal grado ron los de su banda, quienes ha-
que estaban en su poder; y él bı́an concertado un pacto para
mismo pereció, y los lamanitas que nadie supiera de su iniqui-
se rindieron en manos de los ne- dad.
fitas. 4 Porque habı́a un tal aGadian-
33 Y ocurrió que Moronı́ah se tón, el cual era sumamente ex-
43a 3 Ne. 17:24; 19:14. b gee Dones del 51a Alma 31:5.
44a gee Gozo. Espı́ritu.
45a 3 Ne. 9:20; 47a gee Paz.
Éter 12:14. 48a 1 Ne. 1:8. [*29 a.C.]
461 HELAMÁN 6:2–12
ta y dos del gobierno de los jue- 7 Y he aquı́, hubo paz en toda
ces, y los lamanitas, la mayorı́a la tierra, de modo que los nefitas
de ellos, se habı́an vuelto un iban a cualquier parte de la tie-
pueblo justo, al grado de que su rra que querı́an, ya fuera entre
a
rectitud excedı́a a la de los nefi- los nefitas o los lamanitas.
tas, debido a su firmeza y su 8 Y aconteció que también los
constancia en la fe. lamanitas iban a donde querı́an,
2 Porque he aquı́, habı́a mu- bien fuese entre los lamanitas, o
chos de los nefitas que se habı́an entre los nefitas; y ası́ tenı́an in-
vuelto ainsensibles e impeniten- tercambio libre los unos con los
tes y extremadamente inicuos, a otros, para comprar y vender, y
tal extremo que rechazaban la para sacar utilidades, según sus
palabra de Dios y toda predica- deseos.
ción y profecı́a que llegaba entre 9 Y sucedió que tanto los lama-
ellos. nitas como los nefitas se hicie-
3 No obstante, los miembros de ron sumamente ricos; y tenı́an
la iglesia se alegraron muchı́si- gran abundancia de oro, y de
mo por la conversión de los la- plata, y de toda clase de metales
manitas, sı́, por la iglesia de Dios preciosos, tanto en la tierra del
que se habı́a establecido entre sur como en la tierra del norte.
ellos. Y unos y otros se aherma- 10 Ahora bien, la tierra del
naron, y se regocijaron unos con sur se llamaba Lehi, y la del
otros, y sintieron gran gozo. norte se llamaba aMulek, por el
4 Y ocurrió que muchos de los hijo de Sedequı́as; porque el
lamanitas descendieron a la tie- Señor condujo a Mulek a la tie-
rra de Zarahemla, y declararon rra del norte, y a Lehi a la tierra
a los nefitas la forma en que fue- del sur.
ron aconvertidos, y los exhorta- 11 Y he aquı́, habı́a en ambas
ron a la fe y al arrepentimiento. tierras toda clase de oro, y de
5 Sı́, y muchos predicaron con plata, y de minerales preciosos
sumamente grande poder y au- de todo género; y habı́a también
toridad, de modo que conduje- ingeniosos artı́fices que trabaja-
ron a muchos a la más profunda ban y refinaban toda especie de
humildad, para ser los humildes minerales; y de este modo se hi-
discı́pulos de Dios y el Cordero. cieron ricos.
6 Y sucedió que muchos de los 12 Cultivaron grano en abun-
lamanitas partieron para la tie- dancia, tanto en el norte como
rra del norte; y Nefi y Lehi fue- en el sur; y prosperaron sobre-
ron también a la atierra del norte manera, ası́ en el norte como en
para predicar al pueblo. Y ası́ el sur. Y se multiplicaron y se
concluyó el año sesenta y tres. hicieron sumamente fuertes en
24a gee Inicuo, iniquidad. 27a Moisés 5:18–33. Moro. 7:12, 17;
25a Alma 37:27–32. 28a Gén. 11:1–4; Éter 1:3. Moisés 4:4.
26a Moisés 5:29, 49–52. b Éter 8:9, 15–25.
b 3 Ne. 6:28; 29a Hel. 2:4–13. [Aproximadamente
Moisés 4:6–12. 30a Alma 5:39–42; 25 a.C.]
HELAMÁN 6:32–41 464
mino de la rectitud, y ahollaron parte más inicua de ellos, de
con los pies los mandamientos modo que esta banda de ladro-
de Dios, y se apartaron a sus nes quedó enteramente destrui-
propios caminos, y se fabricaron da entre los lamanitas.
ı́dolos con su oro y su plata. 38 Y aconteció, por otra parte,
32 Y sucedió que todas estas que los nefitas los reforzaron y
iniquidades vinieron sobre ellos los apoyaron, empezando por
en el término de ano muchos los más perversos de entre ellos,
años, al grado de que la mayor hasta que se hubieron exten-
parte habı́a venido sobre ellos dido por toda la tierra de los ne-
en el año sesenta y siete del go- fitas, y hubieron seducido a la
bierno de los jueces sobre el mayor parte de los justos, hasta
pueblo de Nefi. que hubieron llegado a creer en
33 Y aumentaron en sus iniqui- sus obras, y participar de su bo-
dades en el año *sesenta y ocho tı́n, y unirse a ellos en sus secre-
también, para la gran tristeza y tos asesinatos y combinaciones.
lamentación de los justos. 39 Y de este modo lograron la
34 Y ası́ vemos que los nefitas administración exclusiva del go-
empezaron a degenerar en la bierno, al grado de que hollaron
incredulidad, y a aumentar en con los pies, e hirieron y mal-
la perversidad y abominaciones, trataron y volvieron la espalda a
mientras que los lamanitas em- los apobres y a los mansos, y a
pezaron a crecer en gran mane- los humildes discı́pulos de Dios.
ra en el conocimiento de su 40 Y ası́ vemos que se hallaban
Dios; sı́, empezaron a guardar en un estado terrible, y que esta-
sus estatutos y mandamientos, y ban amadurando para una des-
a caminar en verdad y rectitud trucción sempiterna.
delante de él. 41 Y sucedió que ası́ concluyó
35 Y ası́ vemos que el Espı́ritu el año sesenta y ocho del gobier-
del Señor empezó a aretirarse de no de los jueces sobre el pueblo
los nefitas a causa de la iniquidad de Nefi.
y la dureza de sus corazones.
36 Y ası́ vemos que el Señor
comenzó a derramar su Espı́ritu LA PROFECÍA DE NEFI, EL HIJO DE
sobre los lamanitas, por motivo H ELAMÁN — Dios amenaza al
de su inclinación y disposición a pueblo de Nefi con visitarlo en
creer en sus palabras. su ira, hasta su entera destruc-
37 Y sucedió que los lamanitas ción, a menos que se arrepienta
persiguieron a la banda de la- de sus iniquidades. Dios hiere a
drones de Gadiantón; y predi- los del pueblo de Nefi con una
caron la palabra de Dios entre la peste; se arrepienten y vuelven
22a gee Jesucristo—Pro- 25a Mos. 2:36–38; 3:12. 27a Hel. 9:3, 15.
fecı́as acerca de la b Hel. 5:8; b Hel. 9:6, 26–38.
vida y muerte de 3 Ne. 13:19–21. 28a Hel. 6:26–30.
Jesucristo. c DyC 10:20–23;
24a Alma 30:44; 121:23–25.
Moisés 6:63. 26a gee Fornicación. [Entre 23 y 20 a.C.]
471 HELAMÁN 9:3–14
que está muerto, entonces cree- ron de ellos, y los ataron y los
remos que las otras palabras que encarcelaron. Y se expidió una
ha hablado son también verda- proclamación de que el juez ha-
deras. bı́a sido asesinado, y que se ha-
3 Y ocurrió que corrieron con bı́a aprehendido y encarcelado
todas sus fuerzas, y llegaron al a los homicidas.
asiento judicial; y he aquı́, el 10 Y sucedió que a la mañana
juez superior habı́a caı́do a tie- siguiente, el pueblo se juntó pa-
rra, y ayacı́a en su propia sangre. ra hacer duelo y para aayunar
4 Y he aquı́, cuando vieron es- en el sepelio del gran juez supe-
to, se asombraron en extremo, a rior que habı́a sido asesinado.
tal grado que cayeron al suelo; 11 Y asimismo, aquellos jueces
porque no habı́an creı́do las pa- que estuvieron presentes en el
labras de Nefi concernientes al jardı́n de Nefi y oyeron sus pa-
juez superior. labras también asistieron al se-
5 Pero ahora, cuando vieron, pelio.
creyeron; y se apoderó de ellos 12 Y sucedió que inquirieron
el temor de que descendieran entre el pueblo, diciendo: ¿Dón-
sobre el pueblo todos los casti- de están los cinco que fueron
gos que Nefi habı́a declarado; enviados para indagar concer-
por tanto, temblaron y cayeron niente a que si estaba muerto el
al suelo. juez superior? Y contestaron y
6 E inmediatamente después dijeron: Respecto de esos cinco
que el juez fue asesinado —y su hombres que decı́s que habéis
hermano, disfrazado, lo habı́a enviado, nada sabemos; pero
apuñalado y habı́a huido—, los hay cinco que son los asesinos, a
siervos del juez corrieron y avi- quienes hemos echado en la cár-
saron al pueblo, pregonando el cel.
asesinato entre ellos; 13 Y aconteció que los jueces
7 y he aquı́, el pueblo se juntó pidieron que los trajeran; y los
en el sitio del asiento judicial; y trajeron, y he aquı́, eran los cin-
he aquı́, para su asombro vieron co que fueron enviados; y he
a aquellos cinco hombres que aquı́, los jueces los interrogaron
habı́an caı́do al suelo. para saber concerniente al asun-
8 Y he aquı́, el pueblo no sabı́a to, y ellos les refirieron todo
nada acerca de la multitud que cuanto habı́an hecho, diciendo:
se habı́a reunido en el ajardı́n de 14 Corrimos y llegamos al sitio
Nefi; por tanto, dijeron entre sı́: del asiento judicial, y cuando vi-
Estos hombres son los que han mos todas las cosas, precisamen-
asesinado al juez, y Dios los ha te cual Nefi las habı́a testificado,
herido para que no huyan de nos asombramos a tal grado que
nosotros. caı́mos al suelo; y cuando nos
9 Y aconteció que se apodera- recobramos de nuestro asom-
[Entre 23 y 20 a.C.]
HELAMÁN 10:2–13 474
2 Y sucedió que Nefi se dirigió ción, de acuerdo con la iniqui-
hacia su propia casa, ameditan- dad de este pueblo.
do sobre las cosas que le habı́a 7 He aquı́, te doy poder, de que
manifestado el Señor. cuanto asellares en la tierra, sea
3 Y acaeció que mientras ası́ sellado en los cielos; y cuanto
meditaba —hallándose muy des- desatares en la tierra, sea desa-
animado por motivo de la per- tado en los cielos; y ası́ tendrás
versidad de los nefitas, sus se- poder entre este pueblo.
cretas obras de tinieblas, y sus 8 De manera que si dijeres a
asesinatos, y sus robos, y toda este templo que se parta por la
clase de iniquidades— sucedió mitad, será hecho.
que mientras meditaba de esta 9 Y si dijeres a esta amontaña:
manera en su corazón, he aquı́, Derrúmbate y vuélvete llana, ası́
llegó a él una voz, diciendo: será hecho.
4 Bienaventurado eres tú, Nefi, 10 Y he aquı́, si dijeres que Dios
por las cosas que has hecho; herirá a este pueblo, ası́ aconte-
porque he visto que has declara- cerá.
do ainfatigablemente a este pue- 11 Y ahora bien, he aquı́, te
blo la palabra que te he dado. Y mando que vayas y declares a
no les has tenido miedo, ni te este pueblo que ası́ dice el Señor
has afanado por tu bpropia vida, Dios, que es el Todopoderoso:
antes bien, has procurado mi A menos que os arrepintáis,
c
voluntad y el cumplimiento de seréis heridos, sı́, hasta la ades-
mis mandamientos. trucción.
5 Y porque has hecho esto tan 1 2 Y h e a q u ı́ , s u c e d i ó q u e
infatigablemente, he aquı́, te cuando el Señor hubo hablado
bendeciré para siempre, y te ha- estas palabras a Nefi, éste se de-
ré poderoso en palabra y en he- tuvo y no llegó a su propia casa,
cho, en fe y en obras; sı́, al grado sino que se volvió a las multitu-
de que atodas las cosas te serán des que se hallaban esparcidas
hechas según tu bpalabra, por- sobre la superficie de la tierra y
que tú cno pedirás lo que sea empezó a declararles la palabra
contrario a mi voluntad. del Señor que se le habı́a habla-
6 He aquı́, tú eres Nefi, y yo soy do concerniente a su destruc-
Dios. He aquı́, te lo declaro, en ción, si no se arrepentı́an.
presencia de mis ángeles, que 13 Y he aquı́, a pesar del gran
tendrás poder sobre este pue- milagro que Nefi habı́a efectua-
blo, y herirás la tierra con aham- do en hacerles saber tocante a la
bre, y con pestilencia y destruc- muerte del juez superior, endu-
Tercer Nefi
El Libro de Nefi
13a Hel. 14:24; 3 Ne. 6:8. 19a Lucas 23:44. 23a 1 Ne. 19:10.
14a 1 Ne. 12:4. 20a Éx. 10:21–22.
18a Hel. 14:21–22. b 1 Ne. 12:5; 19:11. [34 d.C.]
513 3 NEFI 8:24–9:7
que no se vio ninguna luz; y hu- Y SUCEDIÓ que se oyó una avoz
bo grandes lamentaciones, gri- entre todos los habitantes de la
tos y llantos continuamente en- tierra, por toda la superficie de
tre todo el pueblo; sı́, grandes esta tierra, clamando:
fueron los gemidos del pueblo 2 ¡Ay, ay, ay de este pueblo!
por motivo de las tinieblas y la ¡aAy de los habitantes de toda la
gran destrucción que les habı́a tierra, a menos que se arrepien-
sobrevenido. tan; porque el diablo se brı́e y
24 Y en un lugar se les oı́a la- sus ángeles se regocijan, a causa
mentarse, diciendo: ¡Oh, si nos de la muerte de los bellos hijos e
hubiésemos arrepentido antes hijas de mi pueblo; y es por mo-
de este grande y terrible dı́a, y tivo de sus iniquidades y abomi-
entonces se habrı́an salvado naciones que han caı́do!
nuestros hermanos, y no se hu- 3 He aquı́, he quemado con
bieran quemado en aquella gran fuego la gran ciudad de Zara-
ciudad de aZarahemla! hemla, y los habitantes de ella.
25 Y en otro lugar se les oı́a 4 Y he aquı́, he hecho que esa
quejarse y lamentarse, diciendo: gran ciudad de Moroni se hun-
¡Oh, si nos hubiésemos arrepen- da en las profundidades del
tido antes de este grande y terri- mar, y que se ahoguen sus habi-
ble dı́a, y no hubiésemos mata- tantes.
do y apedreado y echado fuera 5 Y he aquı́, he cubierto de tie-
a los profetas, entonces nuestras rra esa gran ciudad de Moro-
madres y nuestras bellas hijas y nı́ah, y los habitantes de ella,
nuestros niños habrı́an sido pre- para ocultar sus iniquidades y
servados, y no enterrados en esa sus abominaciones de ante mi
gran ciudad de Moronı́ah! Y ası́, faz, para que la sangre de los
grandes y terribles eran los ge- profetas y de los santos no as-
midos del pueblo. cienda más hasta mı́ en contra
de ellos.
6 Y he aquı́, hice que se hun-
CAPÍTULO 9 diera la ciudad de Gilgal, y que
sus habitantes fueran sepulta-
dos en lo profundo de la tierra;
En medio de las tinieblas, la voz de 7 sı́, y la ciudad de Onı́ah y sus
Cristo proclama la destrucción de habitantes, y la de Mocum y sus
muchas personas y ciudades por habitantes, y la ciudad de Jeru-
motivo de sus iniquidades—Cristo salén y sus habitantes; y he he-
también proclama su propia divini- cho que las aaguas ocupen sus
dad, anuncia que la ley de Moisés se lugares, para ocultar sus malda-
ha cumplido e invita a los hombres a des y abominaciones de ante mi
venir a Él y ser salvos. faz, a fin de que la sangre de los
14a gee Escrituras—El 15a gee Mártir, martirio. 18a Hech. 1:9–11.
valor de las 16a Hel. 8:19–20. 19a 3 Ne. 11:12–15.
Escrituras. 17a 2 Ne. 3:4–5;
b 1 Ne. 19:11; Alma 46:24;
2 Ne. 26:5. 3 Ne. 5:23–24. [34 d.C.]
3 NEFI 11:1–12 518
Y ACONTECIÓ que se hallaba reu- 6 Y he aquı́, la tercera vez en-
nida una gran multitud del pue- tendieron la voz que oyeron; y
blo de Nefi en los alrededores les dijo:
del templo que se encontraba 7 He aquı́ a mi aHijo Amado,
b
en la tierra de Abundancia, y en quien me complazco, en
estaban maravillándose y asom- quien he glorificado mi nombre:
brándose entre sı́, y mostrándo- a él oı́d.
se los unos a los otros el agrande 8 Y aconteció que al entender,
y maravilloso cambio que se ha- dirigieron la vista hacia el cielo
bı́a verificado. otra vez; y he aquı́, avieron a un
2 Y también estaban conver- Hombre que descendı́a del cie-
sando acerca de este Jesucristo, lo; y estaba vestido con una tú-
de quien se habı́a dado la aseñal nica blanca; y descendió y se
tocante a su muerte. puso en medio de ellos. Y los
3 Y aconteció que mientras ası́ ojos de toda la multitud se fija-
conversaban, unos con otros, ron en él, y no se atrevieron a
oyeron una avoz como si viniera abrir la boca, ni siquiera el uno
del cielo; y miraron alrededor, al otro, y no sabı́an lo que signi-
porque no entendieron la voz ficaba, porque suponı́an que era
que oyeron; y no era una voz un ángel que se les habı́a apare-
áspera ni una voz fuerte; no cido.
obstante, y a pesar de ser una 9 Y aconteció que extendió la
voz bsuave, penetró hasta lo más mano, y habló al pueblo, dicien-
profundo de los que la oyeron, do:
de tal modo que no hubo parte 10 He aquı́, yo soy Jesucristo,
de su cuerpo que no hiciera es- de quien los profetas testifica-
tremecer; sı́, les penetró hasta el ron que vendrı́a al mundo.
alma misma, e hizo arder sus co- 11 Y he aquı́, soy la aluz y la
razones. vida del mundo; y he bebido de
4 Y sucedió que de nuevo oye- la amarga bcopa que el Padre
ron la voz, y no la entendieron. me ha dado, y he glorificado al
5 Y nuevamente por tercera Padre, ctomando sobre mı́ los
vez oyeron la voz, y aguzaron el pecados del mundo, con lo cual
oı́do para escucharla; y tenı́an la me he sometido a la dvoluntad
vista fija en dirección del soni- del Padre en todas las cosas des-
do; y miraban atentamente ha- de el principio.
cia el cielo, de donde venı́a el 12 Y sucedió que cuando Jesús
sonido. hubo hablado estas palabras,
14 1a tjs, Mateo 7:1–2; 13a Lucas 13:24; 2 Ne. 28:9, 12, 15.
Juan 7:24. 3 Ne. 27:33. 19a Mateo 3:10;
2a Morm. 8:19. b DyC 132:25. Alma 5:36–41;
5a Juan 8:3–11. 14a 2 Ne. 9:41; 31:9, DyC 97:7.
6a gee Santo (adjetivo). 17–18; DyC 22:1–4. 20a Lucas 6:43–45;
7a 3 Ne. 27:29. b 1 Ne. 8:20. Moro. 7:5.
gee Oración. c 1 Ne. 14:12.
12a gee Compasión. 15a Jer. 23:21–32; [34 d.C.]
3 NEFI 14:22–15:5 528
voluntad de mi Padre que está son las otras ovejas a quienes se re -
en los cielos. firió en Jerusalén—Por causa de la
22 En aquel dı́a muchos me iniquidad, el pueblo del Señor en Je-
a
dirán: Señor, Señor, ¿no hemos rusalén no sabe acerca de las ovejas
profetizado en tu nombre, y en esparcidas de Israel.
tu nombre no hemos echado de- Y ACONTECIÓ que cuando Jesús
monios, y no hemos hecho, en hubo concluido estas palabras,
tu nombre, muchas obras mila- miró alrededor a la multitud, y
grosas? les dijo: He aquı́, habéis oı́do las
23 Y entonces les declararé: cosas que enseñé antes que as-
Nunca os aconocı́, bapartaos de cendiera a mi Padre; por tanto, a
mı́, obradores de iniquidad. cualquiera que se acuerde de es-
24 Por tanto, cualquiera que tas palabras mı́as, y las ahaga, lo
oye estas palabras mı́as, y las ha- b
exaltaré en el postrer dı́a.
ce, lo compararé a un hombre 2 Y sucedió que cuando Jesús
prudente que edificó su casa so- hubo dicho estas palabras, per-
bre una aroca; cibió que habı́a algunos entre
25 y descendió la alluvia, y vi- ellos que se maravillaban, y se
nieron los torrentes, y soplaron preguntaban qué deseaba él
los vientos, y dieron con ı́mpetu concerniente a la aley de Moisés;
contra aquella casa; y no bcayó, porque no entendı́an la palabra
porque estaba fundada sobre de que las cosas viejas habı́an
una roca. pasado, y que todas las cosas se
26 Y todo el que me oye estas habı́an vuelto nuevas.
palabras, y no las hace, será 3 Y les dijo: No os maravilléis
comparado al hombre insensato de que os dije que las cosas anti-
que edificó su casa sobre la aare- guas habı́an pasado, y que todas
na: las cosas se habı́an vuelto nue-
27 y descendió la lluvia, y vi- vas.
nieron los torrentes, y soplaron 4 He aquı́, os digo que se ha
los vientos, y dieron con ı́mpetu cumplido la aley que fue dada a
contra aquella casa; y cayó, y Moisés.
grande fue su caı́da. 5 He aquı́, soy ayo quien di la
ley, y soy el que hice convenio
CAPÍTULO 15 con mi pueblo Israel; por tanto,
la ley se cumple en mı́, porque
Jesús anuncia que la ley de Moisés he venido para bcumplir la ley;
se ha cumplido en Él—Los nefitas por tanto, tiene fin.
22a gee Dispensaciones. b Isa. 2:2–4; 3 Ne. 24:1. 28a gee Israel—La con-
b 2 Ne. 10:18–19; 26a 1 Ne. 14:17; gregación de Israel.
3 Ne. 16:13. 3 Ne. 21:6–7. 29a Isa. 52:12; 3 Ne. 20:42.
23a 3 Ne. 20:22; b gee Israel—Las diez 22 1a gee Cantar.
Éter 13:1–12. tribus perdidas de 2a gee Estaca.
gee Nueva Jerusalén. Israel.
25a 1 Ne. 13:37. 27a 3 Ne. 16:4–5. [34 d.C.]
547 3 NEFI 22:4–17
dará las naciones agentiles, y Señor que tiene misericordia
hará que se habiten las ciudades de ti.
desoladas. 11 ¡Oh afligida, azotada por la
4 No temas, porque no serás tempestad, y sin hallar consue-
avergonzada, ni te perturbes, lo! He aquı́ que yo cimentaré tus
porque no serás aabochornada; a
piedras con bellos colores, y
porque te olvidarás del oprobio con zafiros echaré tus cimientos.
de tu juventud, y no te acorda- 12 Tus ventanas haré de ága-
rás del reproche de tu juventud, tas, y tus puertas de carbúncu-
y del reproche de tu viudez los, y todos tus recintos haré de
nunca más te acordarás. piedras deleitables.
5 Porque tu Hacedor, tu Mari- 13 Y atodos tus hijos serán ins-
do, el Señor de los Ejércitos es truidos por el Señor; y grande
su nombre; y tu Redentor, el será la paz de tus hijos.
Santo de Israel, será llamado el 14 En arectitud serás estableci-
Dios de toda la tierra. da; estarás lejos de la opresión,
6 Porque como a mujer dejada porque no temerás, y del terror,
y afligida de espı́ritu, te llamó el porque no se acercará a ti.
Señor, y como a esposa de la ju- 15 He aquı́, de cierto se han de
ventud, cuando fuiste repudia- reunir en contra de ti, mas no por
da, dice tu Dios. parte mı́a; quien se juntare en
7 Por un breve momento te de- contra de ti, caerá por tu causa.
jé, mas con grandes misericor- 16 He aquı́, he creado al herre-
dias te recogeré. ro que sopla el carbón en el fue-
8 Con un poco de ira escondı́ go, y que saca la herramienta
mi rostro de ti por un momento, para su obra; y he creado al aso-
mas con misericordia eterna lador para destruir.
tendré acompasión de ti, dice el 17 Ninguna arma forjada en
Señor tu Redentor. contra de ti prosperará; y toda
9 Porque aası́ como las baguas lengua que se levantare contra
de Noé; porque ası́ como he ti en juicio, tú condenarás. Esta
jurado que las aguas de Noé es la herencia de los siervos del
nunca más cubrirán la tierra, Señor, y su rectitud viene de mı́,
asimismo he jurado que contigo dice el Señor.
no me enojaré.
10 Porque los amontes desapa-
recerán y los collados serán qui- CAPÍTULO 23
tados, pero mi bondad no se
b
apartará de ti, ni será quitado Jesús aprueba las palabras de
el convenio de mi paz, dice el Isaı́as—Manda al pueblo que escu-
20a Éter 4:18. 26a 3 Ne. 24:16. 29a Mateo 7:7; 3 Ne. 14:7.
b gee Bautismo, bauti- gee Libro de la vida. 30a Juan 17:12.
zar—Indispensable. 27a 1 Ne. 12:9–10; 31a 3 Ne. 28:23.
c gee Santificación. Morm. 3:19. b 3 Ne. 9:11–13; 10:12.
d DyC 4:2. b gee Jesucristo—El c gee Gozo.
23a 3 Ne. 26:16. ejemplo de Jesucristo. 32a 2 Ne. 26:9–10;
25a 2 Ne. 33:10–15; c Mateo 5:48; Alma 45:10, 12.
P. de Morm. 1:11. 3 Ne. 12:48.
b 1 Ne. 15:32–33. 28a Juan 20:17. [34–35 d.C.]
3 NEFI 27:33–28:7 556
ası́ como lo fue el hijo de perdi- seáis de mı́ después que haya
ción; porque me venderán por ido al Padre?
plata y por oro, y por aquello 2 Y contestaron todos, salvo
que la bpolilla corrompe, y que tres, diciendo: Deseamos que
los ladrones minan y hurtan. Y después que hayamos vivido
en aquel dı́a los visitaré, sı́, ha- hasta la edad del hombre, que
ciendo volver sus obras sobre nuestro ministerio al cual nos
sus propias cabezas. has llamado se termine, a fin de
33 Y aconteció que cuando que vengamos presto a ti en tu
Jesús hubo concluido estas pa- reino.
labras, dijo a sus discı́pulos: 3 Y él les dijo: Benditos sois
Entrad por la puerta aestrecha, porque deseasteis esto de mı́;
porque estrecha es la puerta, y por tanto, después que hayáis
angosto el camino que conduce llegado a los setenta y dos años
a la vida, y pocos son los que lo de edad, vendréis a mı́ en mi
hallan; pero ancha es la puerta, reino; y conmigo hallaréis are-
y espacioso el camino que con- poso.
duce a la muerte, y muchos son 4 Y cuando les hubo hablado,
los que lo transitan, hasta que se volvió hacia los tres y les dijo:
llega la noche, en la que nadie ¿Qué queréis que haga por
puede trabajar. vosotros, cuando haya ido al
Padre?
CAPÍTULO 28 5 Y se contristó el corazón de
ellos, porque no se atrevı́an a
decirle lo que deseaban.
Nueve de los Doce desean, y se les 6 Y él les dijo: He aquı́, aconoz-
promete una herencia en el reino de co vuestros pensamientos, y ha-
Cristo cuando mueran—Los Tres béis deseado lo que de mı́ deseó
Nefitas desean, y se les concede, po- b
Juan, mi amado, quien me
der sobre la muerte para permane- acompañó en mi ministerio, an-
cer en la tierra hasta que Jesús ven- tes que yo fuese levantado por
ga de nuevo—Son trasladados y los judı́os.
ven cosas que no es lı́cito declarar, y 7 Por tanto, más benditos sois
ahora se encuentran ministrando vosotros, porque anunca proba-
entre los hombres. réis la bmuerte; sino que viviréis
Y SUCEDIÓ que cuando Jesús hu- para ver todos los hechos del
bo dicho estas palabras, habló a Padre para con los hijos de los
sus discı́pulos, uno por uno, di- hombres, aun hasta que se cum-
ciéndoles: ¿Qué es lo que de- plan todas las cosas según la
34a Éter 4:8–12. 39a gee Tentación, tentar. b Morm. 5:14, 20.
b gee Profeta. b gee Santificación.
35a Hel. 12:2. c gee Santidad.
38a gee Seres trasladados. 29 1a 2 Ne. 30:3–8. [34–35 d.C.]
3 NEFI 29:3–30:2 560
c
bras del Señor, que han decla- hijo de perdición, para quien
rado los santos profetas, se cum- no hubo misericordia, según la
plirán todas; y no tendréis que palabra de Cristo.
decir que el Señor ademora su 8 Sı́, y ya no tenéis que aescar-
venida a los hijos de Israel. necer ni bdesdeñar a los judı́os,
3 Y no tenéis por qué imagina- ni hacer burla de cellos, ni de
ros en vuestros corazones que ninguno del resto de la casa de
son en vano las palabras que se Israel; porque he aquı́, el Señor
han hablado, pues he aquı́, el se acuerda de su convenio con
Señor se acordará del convenio ellos, y hará con ellos según lo
que ha hecho con su pueblo de que ha jurado.
la casa de Israel. 9 Por tanto, no vayáis a supo-
4 Y cuando veáis que estas pa- ner que podéis volver la mano
labras aparecen entre vosotros, derecha del Señor a la izquier-
no desdeñéis ya más los hechos da, para que no ejecute su juicio
del Señor, porque la aespada de para el cumplimiento del conve-
su bjusticia se halla en su diestra; nio que ha hecho a la casa de
y he aquı́, si en aquel dı́a des- Israel.
preciáis sus obras, él hará que
pronto os alcance. CAPÍTULO 30
5 ¡aAy de aquel que bdesdeñe
los hechos del Señor; sı́, ay de
aquel que cniegue al Cristo y sus Se manda a los gentiles de los últi-
obras! mos dı́as arrepentirse, venir a Cris-
6 Sı́, ¡ a ay de aquel que nie- to y ser contados entre los de la casa
gue las revelaciones del Señor, de Israel.
y del que diga que el Señor ¡OÍD, oh gentiles, y escuchad las
ya no obra por revelación, ni palabras de Jesucristo, el Hijo
por profecı́a, ni por bdones, ni del Dios viviente, las cuales él
por lenguas, ni por sanidades, me ha amandado que hable con-
ni por el poder del Espı́ritu cerniente a vosotros! Pues he
Santo! aquı́, él me manda escribir, di-
7 Sı́, y ¡ay de aquel que en ese ciendo:
dı́a diga, para obtener alucro, 2 ¡Tornaos, todos vosotros agen-
que Jesucristo no puede hacer tiles, de vuestros caminos de
ningún bmilagro! Porque el que maldad; y barrepentı́os de vues-
diga esto vendrá a ser como el tras obras malas, de vuestras
Cuarto Nefi
El Libro de Nefi
13a 3 Ne. 28:2, 12. 16a gee Rebelión. 18a Hel. 13:18–20;
14a Moro. 10:8–18, 24. b Morm. 8:10. Éter 14:1–2.
b gee Espı́ritu Santo. 17a 2 Ne. 1:7; [*Aproximadamente
c gee Incredulidad. Alma 45:10–14, 16. 326 d.C.]
MORMÓN 2:2–13 568
2 Aconteció, pues, que a los toda la faz de la tierra, ası́ entre
*dieciséis años de edad salı́ con- los nefitas como entre los lama-
tra los lamanitas a la cabeza de nitas; y por toda la superficie de
un ejército nefita; de modo que la tierra habı́a una revolución
ya habı́an transcurrido trescien- completa.
tos veintiséis años. 9 Y los lamanitas tenı́an un rey,
3 Y ocurrió que en el año tres- y se llamaba Aarón; y vino con-
cientos veintisiete, los lamanitas tra nosotros con un ejército de
vinieron contra nosotros con cuarenta y cuatro mil. Y he aquı́,
una fuerza sumamente grande, yo le hice frente con cuarenta y
al grado de que llenaron de te- dos mil. Y aconteció que lo de-
mor a mis ejércitos; de modo rroté con mi ejército, de modo
que no quisieron luchar, y em- que huyó delante de mı́. Y he
pezaron a retroceder hacia los aquı́, ocurrió todo esto, y habı́an
paı́ses del norte. pasado ya †trescientos treinta
4 Y sucedió que llegamos a la años.
ciudad de Angola, y tomamos 10 Y sucedió que los nefitas
posesión de la ciudad, e hicimos empezaron a arrepentirse de su
los preparativos para defender- iniquidad, y a llorar tal como
nos de los lamanitas. Y aconte- lo habı́a profetizado el profeta
ció que fortificamos la ciudad Samuel; porque he aquı́, nadie
con nuestra fuerza; pero a pesar podı́a conservar lo que era suyo,
de todas nuestras fortificacio- por motivo de los ladrones, y los
nes, los lamanitas vinieron so- bandidos, y los asesinos, y las
bre nosotros y nos echaron de la artes mágicas, y las brujerı́as que
ciudad. habı́a en la tierra.
5 Y también nos arrojaron de la 11 De modo que empezó a
tierra de David. haber quejidos y lamentaciones
6 Y emprendimos la marcha y en toda la tierra a causa de estas
llegamos a la tierra de Josué, cosas; y con más particularidad
que se hallaba en las fronteras entre el pueblo de Nefi.
del oeste cerca del mar. 12 Y sucedió que cuando yo,
7 Y aconteció que reunimos a Mormón, vi sus lamentos, y sus
nuestro pueblo con toda la rapi- quejidos, y su pesar delante del
dez posible, para concentrarlo Señor, mi corazón empezó a re-
en un solo grupo. gocijarse dentro de mı́, cono-
8 Pero he aquı́, la tierra estaba ciendo las misericordias y la lon-
llena de ladrones y lamanitas; y ganimidad del Señor, suponien-
no obstante la gran destrucción do, por tanto, que él serı́a mise-
que se cernı́a sobre los de mi ricordioso con ellos para que se
pueblo, no se arrepintieron de tornaran de nuevo en un pue-
sus iniquidades; de modo que blo justo.
hubo sangre y mortandad por 13 Pero he aquı́, fue en vano
17a 2 Ne. 30:3–8; 3 Ne. 29:1. 20a gee Juicio Final. d 2 Ne. 26:12;
18a Mateo 19:28; b DyC 27:11. Mos. 7:27.
Lucas 22:29–30; 21a DyC 3:20. 22a Alma 29:1.
DyC 29:12. b gee Judı́os.
19a 1 Ne. 12:9–10. c 2 Ne. 25:18. [*363 d.C.]
573 MORMÓN 4:3–14
hasta la tierra de Desolación; y tas, se jactaron otra vez de su
mientras todavı́a se hallaban fuerza; y salieron confiados en
cansados, cayó sobre ellos una su propio poder, y nuevamente
nueva tropa de lamanitas; y hu- tomaron la ciudad de Desola-
bo una recia batalla, al grado de ción.
que los lamanitas se posesiona- 9 Y todas estas cosas habı́an
ron de la ciudad de Desolación, acontecido, y perecieron miles
y mataron a muchos de los nefi- de ambas partes, tanto entre los
tas, y tomaron un gran número nefitas como entre los lamani-
de prisioneros. tas.
3 Y el resto huyó y se incorporó 10 Y sucedió que ya habı́a pa-
a los habitantes de la ciudad de sado el año trescientos sesenta y
Teáncum; y ésta se hallaba si- seis, y vinieron otra vez los la-
tuada en la frontera, por la costa manitas a la batalla contra los
del mar, y también estaba próxi- nefitas; y sin embargo, los nefi-
ma a la ciudad de Desolación. tas no se arrepentı́an de lo malo
4 Y fue aporque los ejércitos de que habı́an cometido, sino que
los nefitas acometieron a los la- persistı́an continuamente en su
manitas, que empezaron a ser iniquidad.
destruidos; pues de no haber si- 11 Y es imposible que la lengua
do por eso, los lamanitas no los relate, o que el hombre escriba
habrı́an vencido. una descripción completa de la
5 Pero he aquı́, los castigos de horrible escena de sangre y
Dios sobrevendrán a los inicuos; mortandad que existı́a entre el
y es por los inicuos que los ini- pueblo, ası́ nefitas como lamani-
cuos son acastigados; porque tas; y todo corazón se habı́a en-
son ellos los que incitan el cora- durecido, de modo que se delei-
zón de los hijos de los hombres taban en derramar sangre conti-
a derramar sangre. nuamente.
6 Y sucedió que los lamani- 12 Y jamás habı́a habido tan
tas hicieron preparativos para grande ainiquidad entre todos
avanzar contra la ciudad de los hijos de Lehi, ni aun entre
Teáncum. toda la casa de Israel, según las
7 Y ocurrió que en el año tres- palabras del Señor, como la que
cientos sesenta y cuatro los la- habı́a entre este pueblo.
manitas avanzaron contra la 13 Y sucedió que los lamanitas
ciudad de Teáncum, con objeto se apoderaron de la ciudad de
de apoderarse de ella también. Desolación, y fue porque su
a
8 Y aconteció que los nefitas los número excedı́a al de los nefi-
rechazaron y los hicieron huir. tas.
Y cuando los nefitas vieron que 14 Y también marcharon con-
habı́an hecho huir a los lamani- tra la ciudad de Teáncum, y
26a Isa. 29:4; 2 Ne. 33:13. 28a 2 Tim. 3:1–7; 31a 2 Ne. 28:21–22.
b Morm. 9:15–26; 1 Ne. 14:9–10; b 2 Ne. 28:8.
Moro. 7:27–29, 33–37. 2 Ne. 28:3–32; c Alma 41:11.
c 2 Ne. 26:15–16; DyC 33:4. 33a gee Supercherı́as
Morm. 9:30; 29a Joel 2:28–32; sacerdotales.
Moro. 10:27. 2 Ne. 27:2–3. b 1 Ne. 13:26–29.
27a Éter 8:22–24; b 1 Ne. 19:11; c gee Condenación.
DyC 87:6–7. DyC 45:39–42.
b gee Combinaciones 30a Mateo 24:6;
secretas. 1 Ne. 14:15–17. [Entre 400 y 421 d.C.]
MORMÓN 8:35–9:2 584
35 He aquı́, os hablo como si os go, permitı́s que el hambrien-
hallaseis presentes, y sin embar- to, y el necesitado, y el desnu-
go, no lo estáis. Pero he aquı́, Je- do, y el enfermo, y el afligido
sucristo me os ha mostrado, y pasen a vuestro lado, sin hacer-
conozco vuestras obras. les caso?
36 Y sé que aandáis según el 40 Sı́, ¿por qué formáis vues-
orgullo de vuestros corazones; tras abominaciones asecretas pa-
y no hay sino unos pocos que ra obtener lucro, y dais lugar a
no se benvanecen por el orgullo que las viudas y también los
de sus corazones, al grado de huérfanos lloren ante el Señor,
vestir ropas csuntuosas, y de lle- y también que la sangre de sus
gar a la envidia, las contiendas, padres y sus maridos clame al
la malicia y las persecuciones, Señor, desde el suelo, venganza
y toda clase de iniquidades; y sobre vuestra cabeza?
vuestras iglesias, sı́, sin excep- 41 He aquı́, la espada de la ven-
ción, se han contaminado a ganza se cierne sobre vosotros;
causa del orgullo de vuestros y pronto viene el dı́a en que él
a
corazones. vengará la sangre de los santos
37 Porque he aquı́, amáis el adi- en vosotros, porque no soporta-
nero, y vuestros bienes, y vues- rá más sus clamores.
tros costosos vestidos, y el ador-
no de vuestras iglesias, más de CAPÍTULO 9
lo que amáis a los pobres y los
necesitados, los enfermos y los
afligidos. Moroni llama al arrepentimiento a
38 ¡Oh vosotros, corruptos, aquellos que no creen en Cristo—Él
vosotros, hipócritas, vosotros, proclama a un Dios de milagros,
maestros, que os vendéis por que da revelaciones y derrama do-
lo que se corrompe! ¿Por qué nes y señales sobre los fieles—Los
h a b é i s m a n c i l l a d o l a s a n t a milagros cesan por causa de la in-
iglesia de Dios? ¿Por qué os credulidad—Las señales siguen a
a
avergonzáis de tomar sobre aquellos que creen—Se exhorta a
vosotros el nombre de Cristo? los hombres a ser prudentes y guar-
¿Por qué no consideráis que es dar los mandamientos.
mayor el valor de una felicidad Y AHORA hablo también concer-
sin fin que esa bmiseria que jamás niente a aquellos que no creen
termina? ¿Es acaso por motivo en Cristo.
de la calabanza del mundo? 2 He aquı́, ¿creeréis en el dı́a de
39 ¿Por qué os adornáis con lo vuestra visitación —he aquı́,
que no tiene vida, y sin embar- cuando venga el Señor, sı́, ese
36a gee Andar, andar 38a Rom. 1:16; 2 Tim. 1:8; 40a gee Combinaciones
con Dios. 1 Ne. 8:25–28; secretas.
b Jacob 2:13. Alma 46:21. 41a 1 Ne. 22:14.
c Alma 5:53. b Mos. 3:25.
37a 2 Ne. 28:9–16. c 1 Ne. 13:9. [Entre 400 y 421 d.C.]
585 MORMÓN 9:3–12
a
gran dı́a cuando la btierra se nombre de Jesús, para que quizá
plegará como un rollo, y los ele- se os halle sin mancha, cpuros,
mentos se cderretirán con ar- hermosos y blancos, en aquel
diente calor, sı́, ese gran dı́a en grande y postrer dı́a, habiendo
que seréis llevados para compa- sido purificados por la sangre
recer ante el Cordero de Dios— del dCordero.
diréis entonces que no hay 7 Y también os hablo a vosotros
Dios? que anegáis las revelaciones de
3 ¿Seguiréis entonces negando Dios y decı́s que ya han cesado,
al Cristo, o podréis mirar al Cor- que no hay revelaciones, ni pro-
dero de Dios? ¿Suponéis que fecı́as, ni dones, ni sanidades, ni
moraréis con él, estando cons- hablar en lenguas, ni la binter-
cientes de vuestra culpa? ¿Su- pretación de lenguas.
ponéis que podrı́ais ser felices 8 He aquı́, os digo que aquel
morando con ese santo Ser, que niega estas cosas no conoce
mientras atormentara vuestras el aevangelio de Cristo; sı́, no ha
almas una sensación de culpa leı́do las Escrituras; y si las ha
de haber siempre violado sus le- leı́do, no las bcomprende.
yes? 9 Pues, ¿no leemos que Dios es
4 He aquı́, os digo que serı́ais el amismo ayer, hoy y para siem-
más desdichados, morando en pre, y que en él no hay variación
la presencia de un Dios santo y ni sombra de cambio?
justo, con la conciencia de vues- 10 Ahora bien, si os habéis ima-
tra impureza ante él, que si vi- ginado a un dios que varı́a, y en
vierais con las almas acondena- quien hay sombra de cambio,
das en el binfierno. entonces os habéis imaginado a
5 Porque he aquı́, cuando se un dios que no es un Dios de
os haga ver vuestra adesnudez milagros.
delante de Dios, y también la 11 Mas he aquı́, yo os mostraré
gloria de Dios y la santidad de a un Dios de milagros, sı́, el Dios
Jesucristo, ello encenderá una de Abraham, y el Dios de Isaac,
llama de fuego inextinguible en y el Dios de Jacob; y es ese mis-
vosotros. mo aDios que creó los cielos y la
6 aVolveos, pues, oh bincrédu- tierra, y todas las cosas que hay
los, volveos al Señor; clamad en ellos.
fervientemente al Padre en el 12 He aquı́, él creó a Adán, y
El Libro de Éter
12c gee Luz, luz de 17a 3 Ne. 21:1–9, 28. 19a Mos. 2:41;
Cristo. 18a 3 Ne. 27:20; DyC 6:13.
d Juan 8:12; Alma 38:9. Moro. 7:34. gee Jesucristo—El
13a 3 Ne. 12:2–3. b Juan 3:3–5. tomar sobre sı́ el
14a DyC 121:26–29. gee Bautismo, bauti- nombre de Cristo.
15a 2 Ne. 27:10. zar—Indispensable. b 2 Ne. 9:18.
16a Apoc. 1:1; c gee Dones del 5 1a 2 Ne. 27:7–8, 21;
1 Ne. 14:18–27. Espı́ritu. Éter 4:4–7.
599 ÉTER 5:2–6:5
prohibido, a menos que en lo fu- Y AHORA yo, Moroni, procedo a
turo Dios lo juzgue prudente. dar la historia de Jared y su her-
2 Y he aquı́, tal vez tengas el mano.
privilegio de mostrar las plan- 2 Porque sucedió que des-
chas a aaquellos que ayudarán a pués que el Señor hubo prepa-
sacar a luz esta obra; rado las apiedras que el herma-
3 y por el poder de Dios se no de Jared habı́a llevado al
mostrarán a atres; por tanto, bsa- monte, el hermano de Jared des-
brán con certeza que estas cosas cendió del monte, y colocó las
son cverdaderas. piedras en los barcos que se ha-
4 Y en boca de tres atestigos se bı́an preparado, una en cada ex-
establecerán estas cosas; y el tes- tremo; y he aquı́, dieron luz a
timonio de tres, y esta obra, en los barcos.
la cual se mostrará el poder de 3 Y ası́ hizo el Señor que las
Dios y también su palabra, de piedras brillaran en las tinieblas
la cual el Padre, y el Hijo, y el para dar luz a los hombres, mu-
Espı́ritu Santo dan testimonio; jeres y niños, a fin de que no
y todo esto se levantará como atravesaran las grandes aguas
testimonio contra el mundo en en la obscuridad.
el postrer dı́a. 4 Y sucedió que cuando hu-
5 Y si es que se arrepienten y bieron preparado todo género
a
vienen al Padre en el nombre de alimentos, para que con ellos
de Jesús, serán recibidos en el pudieran subsistir sobre las
reino de Dios. aguas, ası́ como alimentos para
6 Y ahora bien, si es que no ten- sus rebaños y hatos, y cual-
go autoridad para estas cosas, quier bestia o animal o ave
juzgad vosotros; porque sabréis que llevasen consigo, he aquı́,
que tengo autoridad cuando me cuando hubieron hecho todas
veáis, y comparezcamos delante estas cosas, entraron en sus
de Dios en el postrer dı́a. Amén. naves o barcos y se hicieron a
la mar, encomendándose al
Señor su Dios.
CAPÍTULO 6 5 Y ocurrió que el Señor Dios
hizo que soplara un viento afu-
Los vientos impelen los barcos jare- rioso sobre la superficie de las
ditas a la tierra prometida—El pue- aguas, hacia la tierra prometida;
blo alaba al Señor por su bondad— y ası́ fueron echados de un lado
Orı́ah es nombrado rey—Mueren a otro por el viento sobre las
Jared y su hermano. olas del mar.
7 5a Éter 6:23.
603 ÉTER 7:20–8:5
20 Y el paı́s quedó dividido; y bı́a hecho por sus padres, trayén-
hubo dos reinos: el reino de dolos a através del gran mar a la
Shule, y el reino de Cohor, hijo tierra prometida; de modo que
de Noé. juzgó con justicia todos sus dı́as.
21 Y Cohor, hijo de Noé, hizo
que su pueblo fuera a la batalla CAPÍTULO 8
contra Shule, en la que éste los
derrotó y mató a Cohor.
22 Y Cohor tenı́a un hijo llama- Hay luchas y contiendas por el rei-
do Nimrod; y Nimrod entregó no—Para matar al rey, Akish esta-
el reino de Cohor a Shule, y ha- blece una combinación secreta regi-
lló gracia ante los ojos de Shule; da por un juramento—Las combi-
por tanto, éste lo colmó de favo- naciones secretas son del diablo y
res y obró en el reino de Shule causan la destrucción de las nacio-
según sus deseos. nes—Se amonesta a los gentiles
23 Y en el reinado de Shule modernos en cuanto a la combina-
también llegaron entre el pue- ción secreta que procurará destruir
blo profetas, enviados del Se- la libertad de todas las tierras, na-
ñor, profetizando que las iniqui- ciones y paı́ses.
dades y la aidolatrı́a del pueblo Y SUCEDIÓ que Shule engendró a
estaban trayendo una maldición Omer, y éste reinó en su lugar.
sobre la tierra, y que serı́an des- Y Omer engendró a Jared; y
truidos si no se arrepentı́an. Jared engendró hijos e hijas.
24 Y aconteció que el pueblo 2 Y Jared se sublevó contra su
ultrajó a los profetas, y se burló padre, y fue y habitó en la tierra
de ellos. Y sucedió que el rey de Het. Y sucedió que lisonjeó a
Shule sometió a juicio a todos muchos, por motivo de sus pala-
los que injuriaban a los profetas. bras astutas, hasta que hubo lo-
25 Y expidió una ley por toda grado la mitad del reino.
la tierra, la cual facultaba a los 3 Y cuando hubo logrado la mi-
profetas para ir a donde quisie- tad del reino, le hizo la guerra a
ran; y a causa de esto se logró su padre, y llevó cautivo a su
que el pueblo se arrepintiera. padre; y lo hizo servir en el cau-
26 Y por haberse arrepentido el tiverio;
pueblo de sus iniquidades e ido- 4 y en los dı́as del reinado de
latrı́as, el Señor los perdonó, y Omer, éste permaneció cautivo
empezaron otra vez a prosperar la mitad de sus dı́as. Y ocurrió
en la tierra. Y aconteció que que engendró hijos e hijas, en-
Shule engendró hijos e hijas en tre ellos a Esrom y Coriántumr;
su vejez. 5 y éstos se enojaron en extre-
27 Y no hubo más guerras en mo por los actos de Jared, su
los dı́as de Shule; y recordó las hermano, al grado de que reu-
grandes cosas que el Señor ha- nieron un ejército y le hicieron
34a Alma 34:34; 35a DyC 5:24. 5a Jacob 3:5; Mos. 11:2.
DyC 101:8. 10 2a Éter 6:1–12.
ÉTER 10:9–19 610
a haber guerra otra vez en la titud, por lo que no fue favoreci-
tierra, al grado de que mataron do por el Señor.
a Riplákish, y echaron a sus des- 14 Y su hermano se levantó en
cendientes de la tierra. rebelión en contra de él, y por
9 Y sucedió que después del este medio lo redujo al cautive-
transcurso de muchos años, rio; y permaneció cautivo todos
Moriantón, que era descendien- sus dı́as; y engendró hijos e hi-
te de Riplákish, reunió un ejér- jas en el cautiverio; y en su
cito de desterrados, y fue e hizo vejez engendró a Levı́, y murió.
la guerra al pueblo, y se apode- 15 Y ocurrió que Levı́ sirvió en
ró de muchas ciudades; y la el cautiverio durante cuarenta y
guerra se agravó muchı́simo, y dos años, tras la muerte de su
duró por el espacio de muchos padre. Y le hizo la guerra al rey
años; y él logró subyugar a toda de la tierra, y por este medio lo-
la tierra, y se estableció como gró para sı́ el reino.
rey de toda la tierra. 16 Y después que hubo logrado
10 Y después de haberse esta- para sı́ el reino, hizo lo que era
blecido como rey, aligeró las car- justo a los ojos del Señor; y el
gas del pueblo, con lo cual se pueblo prosperó en la tierra; y
atrajo la simpatı́a del pueblo, y él vivió hasta una edad muy
lo ungieron para que fuera su avanzada, y engendró hijos e
rey. hijas; y también engendró a
11 Y obró rectamente con el Corom, a quien ungió por rey
pueblo, mas no consigo mismo, en su lugar.
por motivo de sus muchas forni- 17 Y sucedió que Corom hizo
caciones; por consiguiente, fue lo que era recto a los ojos del
desechado de la presencia del Señor todos sus dı́as; y engen-
Señor. dró muchos hijos e hijas; y des-
12 Y sucedió que Moriantón pués de haber vivido muchos
edificó muchas ciudades, y du- años, murió, ası́ como el resto de
rante su reinado el pueblo se los de la tierra; y Kish reinó en
hizo sumamente rico, tanto en su lugar.
edificios como en oro y plata, y 18 Y ocurrió que Kish también
en cosechas de granos, y en ha- murió, y Lib reinó en su lugar.
tos y rebaños, y en aquellas co- 19 Y aconteció que Lib también
sas que les habı́an sido restitui- hizo lo que era recto a los ojos
das. del Señor. Y en los dı́as de Lib
13 Y vivió Moriantón hasta una fueron destruidas las serpientes
a
edad muy avanzada, y entonces venenosas; de modo que fue-
engendró a Kim; y Kim reinó en ron a las tierras del sur con obje-
lugar de su padre, y reinó ocho to de procurar alimento para la
años, y murió su padre. Y acon- gente del paı́s, porque la región
teció que Kim no reinó con rec- abundaba en animales del bos-
13a Mos. 16:2. 20a gee Juicio, juzgar. 23a Éter 1:6; 15:33–34.
15a gee Rebelión. 21a Éter 13:20–21. 12 1a Éter 13:13–31.
ÉTER 12:2–12 614
2 Y aÉter era profeta del Señor; monio sino hasta después de la
d
por tanto, Éter salió en los dı́as prueba de vuestra fe.
de Coriántumr y empezó a pro- 7 Porque fue por la fe que Cris-
fetizar al pueblo, porque no se to se manifestó a nuestros pa-
le podı́a brestringir, debido al dres, después que él hubo resu-
Espı́ritu del Señor que habı́a citado de los muertos; y no se
en él. manifestó a ellos sino hasta des-
3 Porque a clamaba desde la pués que tuvieron fe en él; por
mañana hasta la puesta del sol, consiguiente, fue indispensable
exhortando a los del pueblo a que algunos tuvieran fe en él,
creer en Dios para arrepenti- puesto que no se mostró al
miento, no fuese que quedaran mundo.
b
destruidos, diciéndoles que por 8 Pero por motivo de la fe de
medio de la cfe todas las cosas se los hombres, él se ha manifesta-
cumplen: do al mundo, y ha glorificado
4 de modo que los que creen el nombre del Padre, y prepara-
en Dios pueden tener la firme do un medio por el cual otros
a
esperanza de un mundo mejor, pueden ser partı́cipes del don
sı́, aun un lugar a la diestra de celestial, para que tengan espe-
Dios; y esta esperanza viene por ranza en las cosas que no han
la fe, proporciona un bancla a las visto.
almas de los hombres y los hace 9 Por lo tanto, vosotros tam-
seguros y firmes, abundando bién podéis tener esperanza, y
siempre en cbuenas obras, sien- participar del don, si tan sólo
do impulsados a dglorificar a tenéis fe.
Dios. 10 He aquı́, fue por la fe que los
5 Y acaeció que Éter profetizó de la antigüedad fueron allama-
al pueblo cosas grandes y mara- dos según el santo orden de
villosas, las cuales no creyeron, Dios.
porque no las veı́an. 11 Por tanto, la ley de Moisés
6 Y ahora yo, Moroni, quisiera se dio por la fe. Mas en el don de
hablar algo concerniente a estas su Hijo, Dios ha preparado un
cosas. Quisiera mostrar al mun- camino más aexcelente; y es por
do que la afe es las cosas que se la fe que se ha cumplido.
b
esperan y cno se ven; por tanto, 12 Porque si no hay afe entre
no contendáis porque no veis, los hijos de los hombres, Dios
porque no recibı́s ningún testi- no puede hacer ningún bmila-
13a Alma 14:26–29. 16a gee Milagros. b Éter 3:6. gee Velo.
14a Hel. 5:50–52. b Heb. 11:7–40. 20a Éter 3:4.
b Hel. 5:45; 17a 3 Ne. 28:7; 21a Éter 3:25–26.
3 Ne. 9:20. Morm. 8:10–12. b Éter 3:20;
15a Alma 17:29–39. 19a 2 Ne. 11:1–4; DyC 67:10–13.
b Es decir, como se Jacob 4:4–5; 22a Enós 1:13.
relata en Alma, Jarom 1:11; 23a Morm. 8:17; 9:33.
capı́tulos 17–26. Alma 25:15–16. b 2 Ne. 33:1.
ÉTER 12:25–33 616
mos escribir sino poco, a causa que la afe, la esperanza y la cari-
de la torpeza de nuestras ma- dad conducen a mı́, la fuente de
nos. He aquı́, no nos has hecho toda rectitud.
fuertes en aescribir, como al her- 29 Y yo, Moroni, habiendo oı́-
mano de Jared; porque le conce- do estas palabras, me consolé, y
diste que las cosas que él escri- dije: ¡Oh Señor, hágase tu justa
biera fuesen tan potentes como voluntad!, porque sé que obras
tú lo eres, al grado de dominar con los hijos de los hombres se-
al hombre al leerlas. gún su fe;
25 También has hecho grandes 30 porque el hermano de Jared
y potentes nuestras palabras, al dijo al monte de Zerı́n: ¡aApárta-
grado de que no las podemos te!; y se apartó. Y si él no hubie-
escribir; ası́ que, cuando escri- ra tenido fe, el monte no se ha-
bimos, vemos nuestra debilidad, brı́a movido; por tanto, tú obras
y tropezamos por la manera de después que los hombres tienen
colocar nuestras palabras; y te- fe.
mo que los gentiles se aburlen 31 Pues ası́ te manifestaste a
de nuestras palabras. tus discı́pulos; porque después
26 Y cuando hube dicho esto, que tuvieron afe y hablaron en
el Señor me habló, diciendo: Los tu nombre, te mostraste a ellos
insensatos hacen aburla, mas se con gran poder.
lamentarán; y mi gracia es sufi- 32 Y también me acuerdo de
ciente para los mansos, para que que has dicho que tienes prepa-
no saquen provecho de vuestra rada una morada para el hom-
debilidad; bre, sı́, entre las amansiones de
27 y si los hombres vienen a mı́, tu Padre, en lo cual el hombre
les mostraré su adebilidad. bDoy puede tener una b esperanza
a los hombres debilidad para más excelente; por tanto, el
que sean humildes; y basta mi hombre debe tener esperanza, o
c
gracia a todos los hombres que no puede recibir una herencia
se dhumillan ante mı́; porque si en el lugar que tú has prepara-
se humillan ante mı́, y tienen fe do.
en mı́, entonces haré que las co- 33 Y además, recuerdo que tú
sas edébiles sean fuertes para has dicho que has a amado al
ellos. mundo, aun al grado de dar tu
28 He aquı́, mostraré a los gen- vida por el mundo, a fin de vol-
tiles su debilidad, y les mostraré verla a tomar, con objeto de pre-
15 1a Éter 13:20–21.
ÉTER 15:11–20 624
Coriántumr arremetieron con- lucharon todo ese dı́a, y no
tra los hombres de Shiz, de triunfaron.
modo que los vencieron y los 16 Y aconteció que al llegar la
hicieron retroceder ante ellos; noche, se hallaban rendidos de
y huyeron hacia el sur, y plan- cansancio y se retiraron a sus
taron sus tiendas en un lugar campamentos; y después que
llamado Ogat. se hubieron retirado a sus cam-
11 Y aconteció que el ejército pamentos, empezaron a gemir
de Coriántumr plantó sus tien- y a lamentarse por los que ha-
das junto al cerro de Rama; y bı́an muerto entre su pueblo; y
era el mismo cerro en donde mi tan grandes eran sus gritos, ge-
padre Mormón aocultó los ana- midos y lamentos, que hendı́an
les que eran sagrados, para los el aire en sumo grado.
fines del Señor. 17 Y sucedió que a la mañana
12 Y sucedió que reunieron a siguiente de nuevo salieron a
toda la gente que no habı́a pe- la batalla; y grande y terrible
recido sobre toda la faz de la fue aquel dı́a; sin embargo, no
tierra, con excepción de Éter. triunfaron; y cuando llegó la
13 Y aconteció que Éter pre- noche, otra vez hendieron el
senció todos los hechos del aire con sus lamentos, sus gri-
pueblo; y vio que la gente que tos y gemidos por la pérdida de
estaba por Coriántumr se juntó los que habı́an muerto de su
al ejército de Coriántumr; y pueblo.
que la gente que estaba por 18 Y sucedió que Coriántumr
Shiz se unió al ejército de Shiz. de nuevo escribió una epı́stola
14 De manera que durante a Shiz, pidiendo que no volvie-
cuatro años estuvieron reco- ra al combate, sino que tomara
giendo al pueblo, a fin de jun- el reino y perdonara la vida de
tar a todos los que se hallaban los del pueblo.
sobre la superficie de la tierra, y 19 Y he aquı́, el Espı́ritu del
para recibir cuanta fuerza les Señor habı́a dejado de luchar
fuera posible lograr. con ellos, y aSatanás se habı́a
15 Y sucedió que cuando to- apoderado completamente de
dos se hubieron unido, cada sus corazones; porque se ha-
cual al ejército que preferı́a, bı́an entregado a la dureza de
con sus esposas y sus hijos sus corazones y a la ceguedad
—habiendo armado a los hom- de sus mentes, a fin de que fue-
bres, ası́ como a las mujeres y sen destruidos; por tanto, vol-
a los niños, con armas de gue- vieron a la batalla.
rra, con escudos, y a petos, y 20 Y ocurrió que combatieron
cascos, y estando vestidos para t o d o e s e d ı́ a , y a l l l e g a r l a
la guerra—, marcharon el uno noche durmieron sobre sus
contra el otro a la batalla; y espadas.
CAPÍTULO 1 CAPÍTULO 2
Moroni escribe para el beneficio de Jesús dio a los doce discı́pulos nefi-
los lamanitas—Se mata a todo ne- tas poder para conferir el don del
fita que no niegue al Cristo. Espı́ritu Santo.
18b tjs, Mateo 7:1–2; b Moisés 5:58. b Isa. 53:12; Mos. 14:12.
Lucas 6:37; Juan 7:24. gee Angeles. 28a Rom. 12:9;
19a DyC 84:45–46. 24a 2 Ne. 2:5. DyC 98:11.
b Mos. 15:10–12; 27:25. 25a Alma 12:28–30. b 1 Juan 2:1; 2 Ne. 2:9.
gee Hijos e hijas de 26a 3 Ne. 18:20. gee Abogado.
Dios. gee Oración.
22a gee Trinidad. 27a gee Milagros. [Entre 400 y 421 d.C.]
MORONI 7:30–39 632
ángeles de ministrar a los hijos manos mı́os, si resulta que estas
de los hombres. cosas de que os hablo son verda-
30 Porque he aquı́, se sujetan a deras, y en el apostrer dı́a Dios
él para ejercer su ministerio de os mostrará con bpoder y gran
acuerdo con la palabra de su gloria que son verdaderas, y si
mandato, manifestándose a los son verdaderas, ¿ha cesado el
que tienen una fe fuerte y una dı́a de los milagros?
mente firme en toda forma de 36 ¿O han cesado los ángeles
santidad. de aparecer a los hijos de los
31 Y el oficio de su ministerio hombres? ¿O les ha aretenido él
es llamar a los hombres al arre- el poder del Espı́ritu Santo? ¿O
pentimiento; y cumplir y llevar lo hará, mientras dure el tiem-
a efecto la obra de los convenios po, o exista la tierra, o haya so-
del Padre, los cuales él ha hecho bre la faz de ella un hombre a
con los hijos de los hombres; quien salvar?
y preparar la vı́a entre los hijos 37 He aquı́, os digo que no;
de los hombres, declarando la porque es por la fe que se obran
a
palabra de Cristo a los vasos es- milagros; y es por la fe que
cogidos del Señor, para que den aparecen ángeles y ejercen su
testimonio de él. ministerio a favor de los hom-
32 Y obrando de este modo, bres; por tanto, si han cesado
el Señor Dios prepara la senda estas cosas, ¡ay de los hijos de
para que el resto de los hombres los hombres, porque es a causa
tengan afe en Cristo, a fin de que de la bincredulidad, y todo es
el Espı́ritu Santo tenga cabida inútil!
en sus corazones, según su po- 38 Porque, según las palabras
der; y de este modo el Padre de Cristo, ningún hombre pue-
lleva a efecto los convenios que de ser salvo a menos que tenga
ha hecho con los hijos de los fe en su nombre; por tanto, si
hombres. estas cosas han cesado, la fe
33 Y Cristo ha dicho: aSi tenéis también ha cesado; y terrible es
fe en mı́, tendréis poder para la condición del hombre, pues
hacer cualquier cosa que me sea se halla como si no se hubiera
b
conveniente. efectuado redención alguna.
34 Y él ha dicho: aArrepentı́os, 39 Mas he aquı́, mis amados
todos vosotros, extremos de la hermanos, opino de vosotros
tierra, y venid a mı́, y sed bauti- cosas mejores, porque juzgo que
zados en mi nombre, y tened fe tenéis fe en Cristo a causa de
en mı́, para que seáis salvos. vuestra mansedumbre; porque
35 Y ahora bien, amados her- si no tenéis fe en él, entonces no
20a Hel. 6:34–35. 25a gee Expiación, expiar. 2a Morm. 8:4, 13–14.
22a Morm. 8:3. b gee Vida eterna. gee Escrituras—Se
b Mal. 3:7; Hel. 13:11; c gee Mente. profetiza la
3 Ne. 10:6; 24:7. 26a Lucas 22:69; publicación de las
23a Morm. 4:11–12. Hech. 7:55–56; Escrituras.
b Éter 15:15–31. Mos. 5:9;
24a Alma 45:14. Alma 28:12. [*Aproximadamente
b Morm. 6:6. 10 1a DyC 10:48. 421 d.C.]
MORONI 10:3–17 640
que os haya hablado unas pala- de los hombres, lo mismo hoy, y
bras por vı́a de exhortación. mañana, y para siempre.
3 He aquı́, quisiera exhortaros 8 Y además os exhorto, herma-
a que, cuando leáis estas cosas, nos mı́os, a que no neguéis los
a
si Dios juzga prudente que las dones de Dios, porque son mu-
leáis, recordéis cuán misericor- chos, y vienen del mismo Dios.
dioso ha sido el Señor con los Y hay bdiversas maneras de ad-
hijos de los hombres, desde la ministrar estos dones, pero es el
creación de Adán hasta el tiem- mismo Dios que obra todas las
po en que recibáis estas cosas, y cosas en todo; y se dan a los
que lo ameditéis en vuestros bco- hombres por las manifestacio-
razones. nes del Espı́ritu de Dios para be-
4 Y cuando recibáis estas cosas, neficiarlos.
quisiera exhortaros a que apre- 9 Porque he aquı́, aa uno le es
guntéis a Dios el Eterno Padre, dado por el Espı́ritu de Dios
en el nombre de Cristo, si bno b
enseñar la palabra de sabidurı́a;
son verdaderas estas cosas; y si 10 y a otro, enseñar la palabra
pedı́s con un corazón csincero, de conocimiento por el mismo
con dverdadera intención, te- Espı́ritu;
niendo efe en Cristo, él os fmani- 11 y a otro, una afe sumamente
festará la gverdad de ellas por el grande; y a otro, los dones de
b
poder del Espı́ritu Santo; sanar por el mismo Espı́ritu;
5 y por el poder del Espı́ritu 12 y además, a otro, obrar po-
Santo podréis aconocer la bver- derosos amilagros;
dad de todas las cosas. 13 y además, a otro, profetizar
6 Y cualquier cosa que es bue- concerniente a todas las cosas;
na, es justa y verdadera; por lo 14 y además, a otro, ver ánge-
tanto, nada que sea bueno niega les y espı́ritus ministrantes;
al Cristo, antes bien, reconoce 15 y además, a otro, todo géne-
que él existe. ro de lenguas;
7 Y por el poder del Espı́ritu 16 y además, a otro, la interpre-
Santo podréis saber que él exis- tación de idiomas y diversas cla-
te; por lo que quisiera exhorta- ses de alenguas.
ros a que no neguéis el poder de 17 Y todos estos dones vienen
Dios; porque él obra por poder, por el Espı́ritu de Cristo; y vie-
a
de acuerdo con la fe de los hijos nen a todo hombre, respectiva-