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EL

LIBRO
DE
MORMÓN
OTRO TESTAMENTO
DE JESUCRISTO
EL
LIBRO
DE
MORMÓN
OTRO

TESTAMENTO

DE

JESUCRISTO
III

EL

Libro de Mormón
UN RELATO ESCRITO POR
LA MANO DE MORMÓN
SOBRE PLANCHAS
TOMADO DE LAS PLANCHAS DE NEFI

Por tanto, es un compendio de los anales del pueblo de Nefi, ası́


como de los lamanitas—Escrito a los lamanitas, quienes son un resto
de la casa de Israel, y también a los judı́os y a los gentiles—Escrito
por vı́a de mandamiento, por el espı́ritu de profecı́a y de revela-
ción—Escrito y sellado, y escondido para los fines del Señor, con
objeto de que no fuese destruido—Ha de aparecer por el don y el
poder de Dios para que sea interpretado—Sellado por la mano de
Moroni, y escondido para los propósitos del Señor, a fin de que
apareciese en el debido tiempo por medio de los gentiles—A inter-
pretarse por el don de Dios.
Contiene también un compendio tomado del Libro de Éter, el cual
es una relación del pueblo de Jared, que fue esparcido en la ocasión
en que el Señor confundió el lenguaje de los del pueblo, cuando
estaban edificando una torre para llegar al cielo—Lo cual sirve para
mostrar al resto de la casa de Israel cuán grandes cosas el Señor ha
hecho por sus padres; y para que conozcan los convenios del Señor
y sepan que no son ellos desechados para siempre—Y también para
convencer al judı́o y al gentil de que Jesús es el Cristo, el Eterno
Dios, que se manifiesta a sı́ mismo a todas las naciones—Y ahora
bien, si hay faltas, éstas son equivocaciones de los hombres; por
tanto, no condenéis las cosas de Dios, para que aparezcáis sin man-
cha ante el tribunal de Cristo.

Traducción original de las planchas al idioma inglés


por José Smith, hijo.
La primera edición en inglés se publicó en 1830
en Palmyra, Nueva York, E.U.A.
V

INTRODUCCIÓN

E l Libro de Mormón es un volumen de escritura sagrada seme-


jante a la Biblia. Es una historia de la comunicación de Dios con
los antiguos habitantes de las Américas y contiene la plenitud del
evangelio eterno.
Escribieron el libro muchos antiguos profetas por el espı́ritu de
profecı́a y revelación. Sus palabras, escritas sobre planchas de oro,
fueron citadas y compendiadas por un profeta e historiador llamado
Mormón. El registro contiene un relato de dos grandes civiliza-
ciones. Una llegó procedente de Jerusalén en el año 600 a. de J. C.,
y tiempo después se dividió en dos naciones conocidas como los
nefitas y los lamanitas. La otra habı́a llegado mucho antes, cuando el
Señor confundió las lenguas en la Torre de Babel. Este grupo se
conoce con el nombre de jareditas. Después de miles de años, todos
fueron destruidos con excepción de los lamanitas, los cuales son los
principales antecesores de los indios de las Américas.
El acontecimiento de mayor trascendencia que se encuentra regis-
trado en el Libro de Mormón es el ministerio personal del Señor
Jesucristo entre los nefitas poco después de su resurrección. En él se
expone la doctrina del evangelio, se describe el plan de salvación, y
se dice a los hombres lo que deben hacer para lograr la paz en esta
vida y la salvación eterna en la vida venidera.
Después de terminar sus escritos, Mormón entregó la historia a su
hijo Moroni, el cual le agregó unas palabras y escondió las planchas
en el cerro Cumorah. El 21 de septiembre de 1823, el mismo Moroni,
para entonces un ser glorificado y resucitado, se le apareció al profe-
ta José Smith y le instruyó concerniente al antiguo registro y a la
destinada traducción de éste al idioma inglés.
En la ocasión oportuna, se entregaron las planchas a José Smith,
quien las tradujo por el don y el poder de Dios. El libro se publica
hoy en muchos idiomas como testimonio nuevo y adicional de que
Jesucristo es el Hijo del Dios viviente, y de que todos aquellos que
quieran venir a Él y obedecer las leyes y las ordenanzas de su evan-
gelio podrán salvarse.
Concerniente a esta historia, el profeta José Smith dijo: “Declaré a
los hermanos que el Libro de Mormón era el más correcto de todos
los libros sobre la tierra, y la clave de nuestra religión; y que un
hombre se acercarı́a más a Dios al seguir sus preceptos que los de
cualquier otro libro”.
Además de José Smith, el Señor dispuso que otros once hombres
vieran con sus propios ojos las planchas de oro y fueran testigos
especiales de la veracidad y de la divinidad del Libro de Mormón.
VI

Sus testimonios escritos se incluyen en esta obra bajo los tı́tulos “El
Testimonio de Tres Testigos” y “El Testimonio de Ocho Testigos”.
Invitamos a toda persona, dondequiera que se encuentre, a leer el
Libro de Mormón, a meditar en su corazón el mensaje que contiene
y luego a preguntar a Dios, el Padre Eterno, en el nombre de Cristo,
si el libro es verdadero. Quienes ası́ lo hagan y pidan con fe lograrán
un testimonio de la veracidad y la divinidad del libro por el poder
del Espı́ritu Santo. (Véase Moroni 10:3-5.)
Aquellos que obtengan este testimonio divino del Santo Espı́ritu
también llegarán a saber, por el mismo poder, que Jesucristo es el
Salvador del mundo, que José Smith ha sido su revelador y profeta
en estos últimos dı́as, y que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de
los Últimos Dı́as es el reino del Señor que de nuevo se ha establecido
sobre la tierra, en preparación para la segunda venida del Mesı́as.
VII

EL TESTIMONIO DE TRES TESTIGOS


Conste a todas las naciones, tribus, lenguas y pueblos, a quienes
llegare esta obra, que nosotros, por la gracia de Dios el Padre, y de
nuestro Señor Jesucristo, hemos visto las planchas que contienen
esta relación, la cual es una historia del pueblo de Nefi, y también de
los lamanitas, sus hermanos, y también del pueblo de Jared, que
vino de la torre de que se ha hablado. Y también sabemos que han
sido traducidas por el don y el poder de Dios, porque ası́ su voz nos
lo declaró; por tanto, sabemos con certeza que la obra es verdadera.
También testificamos haber visto los grabados sobre las planchas; y
se nos han mostrado por el poder de Dios y no por el de ningún
hombre. Y declaramos con palabras solemnes que un ángel de Dios
bajó del cielo, y que trajo las planchas y las puso ante nuestros ojos,
de manera que las vimos y las contemplamos, ası́ como los grabados
que contenı́an; y sabemos que es por la gracia de Dios el Padre, y de
nuestro Señor Jesucristo, que vimos y testificamos que estas cosas
son verdaderas. Y es maravilloso a nuestra vista. Sin embargo, la voz
del Señor nos mandó que testificásemos de ello; por tanto, para ser
obedientes a los mandatos de Dios, testificamos estas cosas. Y sa-
bemos que si somos fieles en Cristo, nuestros vestidos quedarán
limpios de la sangre de todos los hombres, y nos hallaremos sin
mancha ante el tribunal de Cristo, y moraremos eternamente con Él
en los cielos. Y sea la honra al Padre, y al Hijo, y al Espı́ritu Santo,
que son un Dios. Amén.

Oliver Cowdery
David Whitmer
Martin Harris
VIII

EL TESTIMONIO DE OCHO TESTIGOS


Conste a todas las naciones, tribus, lenguas y pueblos, a quienes
llegare esta obra, que José Smith, hijo, el traductor de ella, nos ha
mostrado las planchas de que se ha hablado, las que tienen la apa-
riencia del oro; y hemos palpado con nuestras manos cuantas hojas
el referido Smith ha traducido; y también vimos los grabados que
contenı́an, todo lo cual tiene la apariencia de una obra antigua y de
hechura exquisita. Y testificamos esto con palabras solemnes, y que
el citado Smith nos ha mostrado las planchas de que hemos hablado,
porque las hemos visto y sopesado, y con certeza sabemos que el
susodicho Smith las tiene en su poder. Y damos nuestros nombres al
mundo en testimonio de lo que hemos visto. Y no mentimos, pues
Dios es nuestro testigo.

Christian Whitmer Hiram Page


Jacob Whitmer Joseph Smith, padre
Peter Whitmer, hijo Hyrum Smith
John Whitmer Samuel H. Smith
IX

EL TESTIMONIO DEL PROFETA JOSÉ SMITH


Las propias palabras del profeta José Smith en cuanto a la aparición
del Libro de Mormón son las siguientes:
“En la noche del... dı́a 21 de septiembre [1823]... me puse a orar
pidiéndole a Dios Todopoderoso...
“Encontrándome ası́, en el acto de suplicar a Dios, vi que se apare-
cı́a una luz en mi cuarto, y que siguió aumentando hasta que la
habitación quedó más iluminada que al mediodı́a; cuando repenti-
namente se apareció un personaje al lado de mi cama, de pie en el
aire, porque sus pies no tocaban el suelo.
“Llevaba puesta una túnica suelta de una blancura exquisita. Era
una blancura que excedı́a a cuanta cosa terrenal jamás habı́a visto
yo; y no creo que exista objeto alguno en el mundo que pudiera
presentar tan extraordinario brillo y blancura. Sus manos estaban
desnudas, y también sus brazos, un poco más arriba de las muñecas;
y de igual manera los pies, ası́ como las piernas, poco más arriba de
los tobillos. También tenı́a descubiertos la cabeza y el cuello, y pude
darme cuenta de que no llevaba puesta más ropa que esta túnica,
porque estaba abierta de tal manera que podı́a verle el pecho.
“No sólo tenı́a su túnica esta blancura singular, sino que toda su
persona brillaba más de lo que se puede describir, y su faz era como
un vivo relámpago. El cuarto estaba sumamente iluminado, pero no
con la brillantez que habı́a en torno de su persona. Cuando lo vi por
primera vez, tuve miedo; mas el temor pronto se apartó de mı́.
“Me llamó por mi nombre, y me dijo que era un mensajero en-
viado de la presencia de Dios, y que se llamaba Moroni; que Dios
tenı́a una obra para mı́, y que entre todas las naciones, tribus y
lenguas se tomarı́a mi nombre para bien y para mal, o sea, que se iba
a hablar bien o mal de mı́ entre todo pueblo.
“Dijo que se hallaba depositado un libro, escrito sobre planchas de
oro, el cual daba una relación de los antiguos habitantes de este
continente, ası́ como del origen de su procedencia. También declaró
que en él se encerraba la plenitud del evangelio eterno cual el Salva-
dor lo habı́a comunicado a los antiguos habitantes.
“Asimismo, que junto con las planchas estaban depositadas dos
piedras en aros de plata, las cuales, aseguradas a un pectoral, for-
maban lo que se llamaba el Urim y Tumim; que la posesión y uso de
estas piedras era lo que constituı́a a los videntes en los dı́as antiguos o
anteriores, y que Dios las habı́a preparado para la traducción del
libro.
* * * * * * *
“Por otra parte, me manifestó que cuando yo recibiera las plan-
chas de que él habı́a hablado —porque aún no habı́a llegado el
X

tiempo para obtenerlas— no habrı́a de enseñarlas a nadie, ni el


pectoral con el Urim y Tumim, sino únicamente a aquellos a quienes
se me mandase que las enseñara; si lo hacı́a, serı́a destruido. Mien-
tras hablaba conmigo acerca de las planchas, se manifestó a mi men-
te la visión de tal modo que pude ver el lugar donde estaban de-
positadas; y con tanta claridad y distinción, que reconocı́ el lugar
cuando lo visité.
“Después de esta comunicación, vi que la luz en el cuarto em-
pezaba a juntarse en derredor del personaje que me habı́a estado
hablando; y ası́ continuó hasta que el cuarto una vez más quedó a
obscuras, exceptuando alrededor de su persona inmediata, cuando
repentinamente vi abrirse algo como un conducto que iba directa-
mente hasta el cielo, y él ascendió hasta desaparecer por completo,
y el cuarto quedó tal como habı́a estado antes de aparecerse esta luz
celestial.
“Me quedé reflexionando sobre la singularidad de la escena, y
maravillándome grandemente de lo que me habı́a dicho este
mensajero extraordinario, cuando en medio de mi meditación de
pronto descubrı́ que mi cuarto empezaba a iluminarse de nuevo, y
en lo que me pareció un instante, el mismo mensajero celestial
apareció una vez más al lado de mi cama.
“Empezó, y otra vez me dijo las mismı́simas cosas que me habı́a
relatado en su primera visita, sin la menor variación; después de lo
cual me informó de grandes juicios que vendrı́an sobre la tierra, con
gran desolación causada por el hambre, la espada y pestilencias; y
que esos penosos juicios vendrı́an sobre la tierra en esta generación.
Habiéndome referido estas cosas, de nuevo ascendió como lo habı́a
hecho anteriormente.
“Ya para entonces eran tan profundas las impresiones que se me
habı́an grabado en la mente, que el sueño habı́a huido de mis ojos,
y yacı́a dominado por el asombro de lo que habı́a visto y oı́do. Pero
cuál no serı́a mi sorpresa al ver de nuevo al mismo mensajero al lado
de mi cama, y oı́rlo repasar o repetir las mismas cosas que antes; y
añadió una advertencia, diciéndome que Satanás procurarı́a tentar-
me (a causa de la situación indigente de la familia de mi padre) a
que obtuviera las planchas con el fin de hacerme rico. Esto él me lo
prohibió, y dijo que, al obtener las planchas, no tuviera presente
más objeto que el de glorificar a Dios, y que ningún otro motivo
influyera en mı́ sino el de edificar su reino; de lo contrario, no
podrı́a obtenerlas.
“Después de esta tercera visita, de nuevo ascendió al cielo como
antes, y otra vez me quedé meditando en lo extraño de lo que
acababa de experimentar; cuando casi inmediatamente después que
XI

el mensajero celestial hubo ascendido la tercera vez, cantó el gallo,


y vi que estaba amaneciendo; de modo que, nuestras conversaciones
deben de haber durado toda aquella noche.
“Poco después me levanté de mi cama y, como de costumbre, fui
a desempeñar las faenas necesarias del dı́a; pero al querer trabajar
como en otras ocasiones, hallé que se me habı́an agotado a tal grado
las fuerzas, que me sentı́a completamente incapacitado. Mi padre,
que estaba trabajando cerca de mı́, vio que algo me sucedı́a y me dijo
que me fuera a casa. Partı́ de allı́ con la intención de volver a casa,
pero al querer cruzar el cerco para salir del campo en que estábamos,
se me acabaron completamente las fuerzas, caı́ inerte al suelo y por
un tiempo no estuve consciente de nada.
“Lo primero que pude recordar fue una voz que me hablaba,
llamándome por mi nombre. Alcé la vista, y vi, a la altura de mi
cabeza, al mismo mensajero, rodeado de luz como antes. Entonces
me relató otra vez todo lo que me habı́a referido la noche anterior,
y me mandó que fuera a mi padre y le hablara acerca de la visión y
mandamientos que habı́a recibido.
“Obedecı́; regresé a donde estaba mi padre en el campo, y le
declaré todo el asunto. Me respondió que era de Dios, y me dijo que
fuera e hiciera lo que el mensajero me habı́a mandado. Salı́ del
campo y fui al lugar donde el mensajero me habı́a dicho que estaban
depositadas las planchas, y debido a la claridad de la visión que habı́a
visto tocante al lugar, en cuanto llegué allı́, lo reconocı́.
“Cerca de la aldea de Manchester, Condado de Ontario, Estado de
Nueva York, se levanta una colina de tamaño regular, y la más
elevada de todas las de la comarca. Por el costado occidental del
cerro, no lejos de la cima, debajo de una piedra de buen tamaño,
yacı́an las planchas, depositadas en una caja de piedra. En el centro,
y por la parte superior, esta piedra era gruesa y redonda, pero más
delgada hacia los extremos; de modo que se podı́a ver la parte cén-
trica sobre la superficie del suelo, mientras que alrededor de la orilla
estaba cubierta de tierra.
“Habiendo quitado la tierra, conseguı́ una palanca que logré intro-
ducir debajo de la orilla de la piedra, y con un ligero esfuerzo la
levanté. Miré dentro de la caja, y efectivamente vi allı́ las planchas,
el Urim y Tumim y el pectoral, como lo habı́a dicho el mensajero. La
caja en que se hallaban estaba hecha de piedras, colocadas en una
especie de cemento. En el fondo de la caja habı́a dos piedras puestas
transversalmente, y sobre éstas descansaban las planchas y los otros
objetos que las acompañaban.
“Intenté sacarlas, pero me lo prohibió el mensajero; y de nuevo se
me informó que aún no habı́a llegado el tiempo de sacarlas, ni lle-
XII

garı́a sino hasta después de cuatro años, a partir de esa fecha; pero
me dijo que debı́a ir a ese lugar precisamente un año después, y que
él me esperarı́a allı́; y que habı́a de seguir haciéndolo ası́ hasta que
llegara el tiempo para obtener las planchas.
“De acuerdo con lo que se me habı́a mandado, acudı́a al fin de
cada año, y en esa ocasión encontraba allı́ al mismo mensajero, y en
cada una de nuestras entrevistas recibı́a de él instrucciones e inteli-
gencia concernientes a lo que el Señor iba a hacer, y cómo y de qué
manera se conducirı́a su reino en los últimos dı́as.
* * * * * * *
“Por fin llegó el momento de obtener las planchas, el Urim y
Tumim y el pectoral. El dı́a veintidós de septiembre de mil ochocien-
tos veintisiete, habiendo ido al fin de otro año, como de costumbre,
al lugar donde estaban depositados, el mismo mensajero celestial
me los entregó con esta advertencia: Que yo serı́a responsable de
ellos; que si permitı́a que se extraviaran por algún descuido o negli-
gencia mı́a, serı́a desarraigado; pero que si me esforzaba con todo mi
empeño por preservarlos hasta que él (el mensajero) viniera por
ellos, entonces serı́an protegidos.
“Pronto supe por qué habı́a recibido tan estrictos mandatos de
guardarlos, y por qué me habı́a dicho el mensajero que cuando
terminara lo que se requerı́a de mı́, él vendrı́a por ellos. Porque no
bien se supo que yo los tenı́a, comenzaron a hacerse los más tenaces
esfuerzos por privarme de ellos. Se recurrió a cuanta estratagema se
pudo inventar para realizar ese propósito. La persecución llegó a ser
más severa y enconada que antes, y grandes números de personas
andaban continuamente al acecho para quitármelos, de ser posible.
Pero mediante la sabidurı́a de Dios, permanecieron seguros en mis
manos hasta que cumplı́ con ellos lo que se requirió de mı́. Cuando
el mensajero, de conformidad con el arreglo, llegó por ellos, se los
entregué; y él los tiene a su cargo hasta el dı́a de hoy, dos de mayo
de mil ochocientos treinta y ocho.”
Para la narración completa, véase la Perla de Gran Precio, José
Smith—Historia, y History of The Church of Jesus Christ of Latter-day
Saints (Historia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últi-
mos Dı́as), tomo 1, capı́tulos 1 al 6, inclusive.
La historia antigua que ası́ salió de la tierra, como la voz de un
pueblo que hablaba desde el polvo, fue traducida a un lenguaje
moderno [el idioma inglés] por el don y el poder de Dios, según la
afirmación divina lo ha atestiguado, y se publicó por primera vez
al mundo en inglés en el año 1830 con el tı́tulo de The Book of
Mormon.
XIII

UNA BREVE EXPLICACIÓN ACERCA DEL

Libro de Mormón
El Libro de Mormón es una historia sagrada de los pueblos de la
América antigua, la cual se grabó en hojas de metal. En el libro
mismo se habla de cuatro clases de planchas de metal:
1. Las Planchas de Nefi, que eran de dos clases: las Planchas Menores
y las Planchas Mayores. Las primeras tenı́an que ver más en par-
ticular con los asuntos espirituales y con el ministerio y las ense-
ñanzas de los profetas, mientras que las segundas se ocupaban
principalmente de la historia seglar de los pueblos a los que se
referı́an (1 Nefi 9:2-4). Sin embargo, desde la época de Mosı́ah,
también en las planchas mayores se incluyeron asuntos de consi-
derable importancia espiritual.
2. Las Planchas de Mormón, que se componen de un compendio de las
Planchas Mayores de Nefi, hecho por Mormón, con muchos co-
mentarios. Estas planchas también contenı́an una continuación de
la historia escrita por Mormón con aditamentos de su hijo Moroni.
3. Las Planchas de Éter, que contienen una historia de los jareditas.
Esta historia la compendió Moroni, el cual añadió comentarios
propios e incorporó dicho compendio en la historia general con el
tı́tulo de “Libro de Éter”.
4. Las Planchas de Bronce , que el pueblo de Lehi llevó de Jerusalén en
el año 600 a. de J. C. Éstas contenı́an “los cinco libros de Moisés...
y asimismo la historia de los judı́os desde su principio... hasta el
comienzo del reinado de Sedequı́as, rey de Judá; y también las
profecı́as de los santos profetas” (1 Nefi 5:11-13). En el Libro de
Mormón aparecen muchos pasajes de estas planchas que citan a
Isaı́as y a otros profetas bı́blicos, ası́ como a varios profetas que la
Biblia no menciona.
El Libro de Mormón se compone de quince partes o divisiones
principales, llamadas, con una sola excepción, libros, cada uno de los
cuales lleva el nombre de su autor principal. La primera parte (o sea,
los primeros seis libros que terminan con el de Omni) es una traduc-
ción de las Planchas Menores de Nefi. Entre los libros de Omni y de
Mosı́ah se encuentra una inserción llamada Las Palabras de Mor-
món. Dicha inserción enlaza la narración grabada en las Planchas
Menores con el compendio que hizo Mormón de las Planchas
Mayores.
La parte más extensa, desde Mosı́ah hasta el capı́tulo 7 de Mor-
món, inclusive, es una traducción del compendio que hizo Mormón
de las Planchas Mayores de Nefi. La parte final, desde el capı́tulo 8
XIV

de Mormón hasta el fin de la obra, fue grabada por Moroni, hijo de


Mormón, el cual, después de terminar la historia de la vida de su
padre, hizo un compendio de la historia jaredita (llamado el Libro
de Éter) y posteriormente añadió las partes que se conocen como el
Libro de Moroni.
Alrededor del año 421 de la era cristiana, Moroni, el último de los
profetas e historiadores nefitas, selló los anales sagrados y los escon-
dió para los fines del Señor, para que apareciesen en los postreros
dı́as, de acuerdo con lo que la voz de Dios predijo por medio de sus
antiguos profetas. En el año 1823 de nuestra era, ese mismo Moroni,
para entonces un ser resucitado, visitó al profeta José Smith y sub-
siguientemente le entregó las planchas grabadas.
Con respecto a esta edición: En las ediciones anteriores del Libro de
Mormón publicadas en inglés, se han perpetuado algunos pequeños
errores que se han reflejado en las traducciones al español. Esta
edición contiene las correcciones que se ha estimado conveniente
hacer a fin de que la obra esté de conformidad con los manuscritos
originales, ası́ como con las primeras ediciones revisadas por el pro-
feta José Smith.
XV

NOMBRE Y ORDEN DE LOS LIBROS DEL

Libro de Mormón
Nombre Página
Primer Libro de Nefi . . . . . . . . . . . . . 1
Segundo Libro de Nefi . . . . . . . . . . . . 62
Libro de Jacob . . . . . . . . . . . . . . . . 139
Libro de Enós . . . . . . . . . . . . . . . . 161
Libro de Jarom . . . . . . . . . . . . . . . . 164
Libro de Omni . . . . . . . . . . . . . . . . 166
Palabras de Mormón . . . . . . . . . . . . . . 169
Libro de Mosı́ah . . . . . . . . . . . . . . . 172
Libro de Alma . . . . . . . . . . . . . . . . 246
Libro de Helamán . . . . . . . . . . . . . . . 445
Tercer Nefi . . . . . . . . . . . . . . . . . 492
Cuarto Nefi . . . . . . . . . . . . . . . . . 561
Libro de Mormón . . . . . . . . . . . . . . . 566
Libro de Éter . . . . . . . . . . . . . . . . 588
Libro de Moroni . . . . . . . . . . . . . . . 626
El Primer Libro de Nefi
SU REINADO Y MINISTERIO

R elato de Lehi, de su esposa Sarı́ah y de sus cuatro hijos, que se


llamaban (empezando por el mayor) Lamán, Lemuel, Sam y
Nefi. El Señor advierte a Lehi que salga de la tierra de Jerusalén,
porque éste profetiza al pueblo sobre su iniquidad, y tratan de qui-
tarle la vida. Lehi viaja tres dı́as por el desierto con su familia. Nefi,
acompañado de sus hermanos, vuelve a la tierra de Jerusalén por los
anales de los judı́os. El relato de sus padecimientos. Toman por
esposas a las hijas de Ismael. Salen para el desierto con sus familias.
Sus padecimientos y aflicciones en el desierto. Rumbo de sus viajes.
Llegan a las grandes aguas. Se rebelan los hermanos de Nefi contra él.
Él los confunde y construye un barco. Dan al lugar el nombre de
Abundancia. Atraviesan los grandes mares hasta llegar a la tierra
prometida, etcétera. Esto es según la narración de Nefi, o en otras
palabras, yo, Nefi, escribı́ estos anales.

CAPÍTULO 1 nocimiento grande de la bon-


dad y los fmisterios de Dios, es-
Nefi da principio a la historia de su cribo, por tanto, la ghistoria de
pueblo—Lehi ve en visión un pilar los hechos de mi vida.
de fuego y lee en un libro de profe- 2 Sı́, hago la relación en el alen-
cı́as — Alaba a Dios, predice la guaje de mi padre, que se com-
venida del Mesı́as y profetiza la des- pone de la ciencia de los judı́os
trucción de Jerusalén—Es perse- y el idioma de los egipcios.
guido por los judı́os. 3 Y sé que la historia que es-
cribo es averdadera; y la escribo

Y O, aNefi, nacı́ de bbuenos


c
padres y recibı́, por tanto,
alguna dinstrucción en toda la
de mi propia mano, con arreglo
a mis conocimientos.
4 Pues sucedió que al comen-
ciencia de mi padre; y habiendo zar el aprimer año del reinado
conocido muchas eaflicciones de bSedequı́as, rey de Judá (mi
durante el curso de mi vida, padre Lehi habı́a morado en
c
siendo, no obstante, altamente Jerusalén toda su vida), llega-
favorecido del Señor todos mis ron muchos dprofetas ese mismo
dı́as; sı́, habiendo logrado un co- año profetizando al pueblo que

[1 nefi] f gee Misterios de Dios. b 2 Cró. 36:10;


1 1a gee Nefi, hijo de Lehi. g gee Escrituras. Jer. 52:3–5; Omni 1:15.
b Prov. 22:1. 2a Mos. 1:2–4; c 1 Cró. 9:3.
c DyC 68:25, 28. Morm. 9:32–33. d 2 Rey. 17:13–15;
gee Padres. 3a 1 Ne. 14:30; Mos. 1:6; 2 Cró. 36:15–16; Jer.
d Enós 1:1; Mos. 1:2–3. Éter 5:1–3; DyC 17:6. 7:25–26. gee Profeta.
gee Enseñar. 4a gee Cronologı́a— [Aproximadamente
e gee Adversidad. 598 a.C. 600 a.C.]
1 NEFI 1:5–15 2
se arrepintiera, o la gran ciudad excedı́a al de las estrellas del fir-
de eJerusalén serı́a destruida. mamento.
5 Aconteció, por tanto, que 11 Y descendieron y avanza-
mientras iba por su camino, mi ron por la faz de la tierra; y el
padre aLehi oró al Señor, sı́, con primero llegó hasta donde esta-
todo su bcorazón, a favor de su ba mi padre, y le dio un alibro y
pueblo. le mandó que lo leyera.
6 Y ocurrió que mientras estaba 12 Y sucedió que mientras leı́a,
orando al Señor, apareció ante fue lleno del aEspı́ritu del Señor.
él, sobre una roca, un apilar de 13 Y leyó, diciendo: ¡Ay, ay
fuego; y fue mucho lo que vio y de ti, Jerusalén, porque he visto
oyó; y se estremeció y tembló tus aabominaciones! Sı́, mi padre
extremadamente por las cosas leyó muchas cosas concernien-
que vio y oyó. tes a bJerusalén: que serı́a des-
7 Y sucedió que volvió a su ca- truida, ası́ como sus habitantes;
sa en Jerusalén, y se echó sobre que muchos perecerı́an por la
su lecho, adominado por el Espı́- espada y muchos serı́an clleva-
ritu y por las cosas que habı́a dos cautivos a Babilonia.
visto. 14 Y acaeció que cuando mi pa-
8 Y dominado de esta manera dre hubo leı́do y visto muchas
por el Espı́ritu, fue arrebatado cosas grandes y maravillosas,
en una avisión, en la que vio prorrumpió en exclamaciones al
abrirse los bcielos, y creyó ver a Señor, tales como: ¡Cuán gran-
Dios sentado en su trono, ro- des y maravillosas son tus obras,
deado de innumerables concur- oh Señor Dios Todopoderoso!
sos de ángeles, en actitud de es- ¡Tu trono se eleva en las alturas
tar cantando y adorando a su de los cielos, y tu poder, y tu
Dios. bondad y misericordia se ex-
9 Y sucedió que vio a Uno que tienden sobre todos los habitan-
descendı́a del cielo, y vio que su tes de la tierra; y porque eres
a
resplandor era mayor que el misericordioso, no dejarás pere-
del sol al mediodı́a. cer a los que aacudan a ti!
10 Y vio también que lo se- 15 Ası́ se expresaba mi padre
guı́an otros adoce, cuyo brillo en alabanzas a su Dios; porque
4e Jer. 26:18; JS—H 1:20. 2 Cró. 36:14.
2 Ne. 1:4; 8a 1 Ne. 5:4. b 2 Rey. 23:27; 24:2;
Hel. 8:20. gee Visión. Jer. 13:13–14;
5a gee Lehi, padre b Ezeq. 1:1; 2 Ne. 1:4.
de Nefi. Hech. 7:55–56; c 2 Rey. 20:17–18;
b Stg. 5:16. 1 Ne. 11:14; 2 Ne. 25:10;
6a Éx. 13:21; Hel. 5:45–49; Omni 1:15.
Hel. 5:24, 43; DyC 137:1. 14a Alma 5:33–36;
DyC 29:12; 9a JS—H 1:16–17. 3 Ne. 9:14.
JS—H 1:16. 10a gee Apóstol.
7a Dan. 10:8; 11a Ezeq. 2:9.
1 Ne. 17:47; 12a DyC 6:15. [Aproximadamente
Moisés 1:9–10; 13a 2 Rey. 24:18–20; 600 a.C.]
3 1 NEFI 1:16–2:1
su alma se regocijaba y todo sas que habı́a visto y oı́do, ası́
su corazón estaba henchido a como las que habı́a leı́do en el
causa de las cosas que habı́a vis- libro, manifestaban claramente
to, sı́, que el Señor le habı́a mos- la venida de un bMesı́as y tam-
trado. bién la redención del mundo.
16 Y yo, Nefi, no doy cuenta 20 Y cuando los judı́os oyeron
completa de lo que mi padre ha esto, se irritaron contra él, sı́, tal
escrito, porque ha escrito mu- como contra los profetas de la
chas cosas que vio en visiones y antigüedad, a quienes habı́an
a
sueños; y ha escrito también echado fuera, y apedreado, y
muchas cosas que aprofetizó y matado; y procuraron también
habló a sus hijos, de las que no quitarle la vida. Pero he aquı́,
daré cuenta entera, yo, Nefi, os mostraré que las
17 sino que haré una relación entrañables bmisericordias del
de los hechos de mi vida. He Señor se extienden sobre todos
aquı́, haré un acompendio de los aquellos que, a causa de su fe, él
b
anales de mi padre sobre plan- ha escogido, para fortalecerlos,
chas que he preparado con mis sı́, hasta tener el poder de librar-
propias manos; por tanto, des- se.
pués que los haya compendia-
do, escribiré la historia de mi
CAPÍTULO 2
propia vida.
18 Por lo tanto, quisiera que su-
pieseis que después que el Se- Lehi lleva a su familia al desierto
ñor hubo mostrado a mi padre junto al Mar Rojo—Abandonan
Lehi tantas cosas maravillosas, sus bienes—Lehi ofrece un sacrifi-
sı́, con respecto a la adestrucción cio al Señor y enseña a sus hijos a
de Jerusalén, he aquı́, mi padre guardar los mandamientos—La-
salió entre el pueblo y empezó a mán y Lemuel murmuran contra su
b
profetizar y a declararles con- padre—Nefi es obediente y ora con
cerniente a lo que él habı́a visto fe; el Señor le habla y es escogido
y oı́do. para gobernar a sus hermanos.
19 Y aconteció que los judı́os se PORQUE he aquı́, aconteció que
a
burlaron de él por las cosas que el Señor habló a mi padre, sı́,
testificó de ellos, porque verda- aun en un sueño, y le dijo: Ben-
deramente les testificó de sus dito eres tú, Lehi, por lo que has
maldades y abominaciones; y hecho; y porque has sido fiel, y
les dio testimonio de que las co- has declarado a este pueblo las

16a 1 Ne. 7:1. b gee Profecı́a, b Alma 34:38;


17a 1 Ne. 9:2–5. profetizar. DyC 46:15.
b 1 Ne. 6:1–3; 19:1–6; 19a 2 Cró. 36:15–16; gee Misericordioso,
2 Ne. 5:29–33; Jer. 25:4; misericordia.
DyC 10:38–46. 1 Ne. 2:13; 7:14.
18a 2 Ne. 25:9–10; b gee Mesı́as. [Aproximadamente
DyC 5:20. 20a Hel. 13:24–26. 600 a.C.]
1 NEFI 2:2–13 4
cosas que yo te mandé, he aquı́, mán; y el valle se extendı́a por
tratan de aquitarte la vida. las riberas del rı́o y llegaba hasta
2 Y sucedió que el Señor le cerca de su desembocadura.
a
mandó a mi padre, en un bsue- 9 Y cuando mi padre vio que
ño, que cpartiese para el desierto las aguas del rı́o desembocaban
con su familia. en la fuente del Mar Rojo, habló
3 Y aconteció que fue a obe- a Lamán, diciendo: ¡Oh, si fue-
diente a la palabra del Señor; ras semejante a este rı́o, fluyen-
por tanto, hizo lo que el Señor le do continuamente en la fuente
mandó. de toda rectitud!
4 Y ocurrió que *salió para el 10 Y dijo también a Lemuel:
desierto; y abandonó su casa, y ¡Oh, si fueras tú semejante a es-
la tierra de su herencia, y su oro, te valle, firme, constante e in-
su plata y sus objetos preciosos, mutable en guardar los manda-
y no llevó nada consigo, salvo a mientos del Señor!
su familia, y provisiones y tien- 11 Esto habló por causa de la
das, y se adirigió al desierto. dureza de cerviz de Lamán y
5 Y descendió por los contor- Lemuel; pues he aquı́, a mur-
nos cerca de las riberas del aMar muraban contra su bpadre en
Rojo, y viajó por el desierto por muchas cosas, porque era un
los lados que están más próxi- hombre cvisionario, y los habı́a
mos a este mar; y viajó por el sacado de la tierra de Jerusalén,
desierto con su familia, integra- abandonando la tierra de su he-
da por Sarı́ah, mi madre, y rencia, y su oro, y su plata y sus
b
Lamán, Lemuel y Sam, mis her- objetos preciosos, para perecer
manos mayores. en el desierto. Y decı́an que
6 Y aconteció que después de habı́a hecho esto por motivo de
haber viajado tres dı́as por el las locas imaginaciones de su
desierto, asentó su tienda en un corazón.
a
valle situado a la orilla de un 12 Y ası́ era como Lamán y Le-
rı́o de agua. muel, que eran los mayores,
7 Y sucedió que erigió un aaltar murmuraban en contra de su
de b piedras y presentó una padre; y hacı́an esto porque no
ofrenda al Señor, y dio cgracias a
conocı́an la manera de proce-
al Señor nuestro Dios. der de aquel Dios que los habı́a
8 Y al rı́o que desaguaba en el creado.
Mar Rojo dio el nombre de La- 1 3 N i c r e ı́ a n t a m p o c o q u e

2 1a 1 Ne. 7:14. 5a 1 Ne. 16:14; gracias,


2a 1 Ne. 5:8; 17:44. DyC 17:1. agradecimiento.
b gee Sueños. b gee Lamán. 11a 1 Ne. 17:17.
c Gén. 12:1; 6a 1 Ne. 9:1. gee Murmurar.
2 Ne. 10:20; Éter 1:42; 7a Gén. 12:7–8; Éx. 24:4; b Prov. 20:20.
Abr. 2:3. Abr. 2:17. c 1 Ne. 5:2–4.
3a gee Obediencia, b Éx. 20:25; 12a Moisés 4:6.
obediente, obedecer. Deut. 27:5–6.
4a 1 Ne. 10:4; 19:8. c gee Acción de [*600 a.C.]
5 1 NEFI 2:14–24
aquella gran ciudad de Jerusa- 1 8 M a s h e a q u ı́ , L a m á n y
lén pudiera ser adestruida con- Lemuel no quisieron escuchar
forme a las palabras de los pro- mis palabras; por lo que, aafligi-
fetas; y eran semejantes a los ju- do por la dureza de sus corazo-
dı́os que estaban en Jerusalén, nes, rogué al Señor por ellos.
los cuales procuraban quitarle la 19 Y aconteció que el Señor
vida a mi padre. me habló, diciendo: Bendito
14 Y aconteció que mi padre les eres tú, Nefi, a causa de tu afe,
habló en el valle de Lemuel con porque me has buscado diligen-
a
poder, pues estaba lleno del Es- temente con humildad de cora-
pı́ritu, al grado de que sus cuer- zón.
pos btemblaron delante de él, y 20 Y según guardéis mis man-
los confundió, de modo que no damientos, aprosperaréis y se-
osaron hablar contra él; por tan- réis conducidos a una btierra de
to, hicieron lo que él les mandó. promisión, sı́, a una tierra que
15 Y vivı́a mi padre en una yo he preparado para vosotros,
tienda. una tierra escogida sobre todas
16 Y sucedió que yo, Nefi, sien- las demás.
do muy joven todavı́a, aunque 21 Y según se rebelen tus her-
grande de estatura, y teniendo manos contra ti, serán asepara-
grandes deseos de conocer los dos de la presencia del Señor.
a
misterios de Dios, clamé por 22 Y según tú guardes mis
tanto al Señor; y he aquı́ que mandamientos, serás puesto
él me bvisitó y centerneció mi por agobernante y maestro so-
corazón, de modo que dcreı́ to- bre tus hermanos.
das las palabras que mi epadre 23 Porque he aquı́, el dı́a en
habı́a hablado; ası́ que no me que se rebelaren contra mı́, yo
rebelé en contra de él como lo los amaldeciré con penosa mal-
habı́an hecho mis hermanos. dición, y no tendrán ningún
17 Y le hablé a Sam, decla- poder sobre tu posteridad, a
rándole las cosas que el Señor menos que ella también se rebe-
me habı́a manifestado por me- lare contra mı́.
dio de su Santo Espı́ritu. Y 24 Y si tu posteridad se rebela-
aconteció que él creyó en mis re contra mı́, ellos les serán por
a
palabras. azote a tus descendientes, para

13a Jer. 13:14; d 1 Ne. 11:5. gee Tierra Prometida.


1 Ne. 1:13. e gee Padre terrenal; 21a 2 Ne. 5:20–24;
14a gee Poder. Profeta. Alma 9:13–15; 38:1.
b 1 Ne. 17:45. 18a Alma 31:24; 22a Gén. 37:8–11;
16a gee Misterios de 3 Ne. 7:16. 1 Ne. 3:29.
Dios. 19a 1 Ne. 7:12; 15:11. 23a Deut. 11:28;
b Sal. 8:4; 20a Josué 1:7; 1 Ne. 12:22–23;
Alma 17:10; 1 Ne. 4:14; DyC 41:1.
DyC 5:16. Mos. 1:7. 24a Josué 23:13;
gee Revelación. b Deut. 33:13–16; Jue. 2:22–23.
c 1 Rey. 18:37; 1 Ne. 5:5; 7:13;
Alma 5:7. Moisés 7:17–18. [Entre 600 y 592 a.C.]
1 NEFI 3:1–13 6
b
estimularlos a que se acuerden quiere, sino que es un manda-
de mı́. miento del Señor.
6 Por lo tanto, ve tú, hijo mı́o, y
el Señor te favorecerá porque
a
CAPÍTULO 3 no has murmurado.
7 Y sucedió que yo, Nefi, dije a
Los hijos de Lehi vuelven a Jerusa- mi padre: aIré y haré lo que el
lén para conseguir las planchas de Señor ha mandado, porque sé
bronce—Labán se niega a entregar- que él nunca da bmandamientos
las—Nefi exhorta y anima a sus a los hijos de los hombres sin
c
hermanos—Labán se apodera de prepararles la vı́a para que
sus bienes y procura matarlos— cumplan lo que les ha mandado.
Lamán y Lemuel golpean a Nefi y 8 Y aconteció que mi padre
a Sam, y son reprendidos por un quedó altamente complacido al
ángel. oı́r estas palabras, porque com-
prendió que el Señor me habı́a
Y ACONTECIÓ que después de ha- bendecido.
blar con el Señor, yo, Nefi, volvı́ 9 Y yo, Nefi, y mis hermanos
a la tienda de mi padre. emprendimos la marcha por el
2 Y sucedió que me habló, di- desierto, con nuestras tiendas,
ciendo: He aquı́, he soñado un para subir a la tierra de Jerusa-
a
sueño, en el que el Señor me lén.
ha mandado que tú y tus her- 10 Y aconteció que cuando hu-
manos volváis a Jerusalén. bimos subido a la tierra de Jeru-
3 Pues he aquı́, Labán tiene los salén, yo y mis hermanos deli-
anales de los judı́os, ası́ como beramos unos con otros.
una agenealogı́a de mis antepa- 11 Y aechamos suertes para ver
sados; y están grabados sobre cuál de nosotros irı́a a la casa de
planchas de bronce. Labán. Y sucedió que la suerte
4 Por lo que el Señor me ha cayó sobre Lamán, y fue y entró
mandado que tú y tus hermanos en la casa de Labán y habló con
vayáis a la casa de Labán, y pro- él mientras estaba sentado en
curéis los anales y los traigáis su casa.
aquı́ al desierto. 12 Y le pidió a Labán los anales
5 Y he aquı́, tus hermanos mur- que estaban grabados sobre las
muran, diciendo que lo que yo planchas de bronce que conte-
les he requerido es cosa difı́cil; nı́an la agenealogı́a de mi padre.
pero no soy yo quien se lo re- 13 Y he aquı́, aconteció que

24b 2 Ne. 5:25. 1 Rey. 17:11–15. 1 Ne. 17:3, 50;


3 2a gee Sueños. gee Fe; Obediencia, DyC 5:34.
3a 1 Ne. 5:14. obediente, obedecer. 11a Neh. 10:34;
6a gee Sostenimiento b gee Mandamientos Hech. 1:26.
de lı́deres de la de Dios. 12a 1 Ne. 3:3; 5:14.
Iglesia. c Gén. 18:14;
7a 1 Sam. 17:32; Filip. 4:13; [Entre 600 y 592 a.C.]
7 1 NEFI 3:14–26
a
Labán se llenó de ira y lo echó anales a fin de que preserve-
de su presencia; y no quiso que mos para nuestros hijos el idio-
él tuviera los anales. Por tanto, ma de nuestros padres;
le dijo: He aquı́, tú eres un la- 20 y también para apreservarles
drón, y te voy a matar. las palabras que han salido de la
14 Pero Lamán huyó de su pre- boca de todos los santos profe-
sencia, y nos contó lo que Labán tas, las cuales les han sido dadas
habı́a hecho. Y empezamos a por el Espı́ritu y poder de Dios,
afligirnos en extremo, y mis her- desde el principio del mundo,
manos estaban a punto de vol- hasta el dı́a de hoy.
ver a mi padre en el desierto. 21 Y aconteció que, hablando
15 Pero he aquı́, yo les dije: Ası́ de este modo, persuadı́ a mis
como el Señor vive, y como no- hermanos a que fueran fieles en
sotros vivimos, no descendere- guardar los mandamientos de
mos hasta nuestro padre en el Dios.
desierto hasta que hayamos 22 Y sucedió que descendimos
cumplido lo que el Señor nos ha a la tierra de nuestra herencia y
mandado. recogimos nuestro aoro, y nues-
16 Por tanto, seamos fieles en tra plata y todos nuestros obje-
guardar los mandamientos del tos preciosos.
Señor. Descendamos, pues, a la 23 Y después de haber recogi-
tierra de la aherencia de nuestro do estas cosas, volvimos a la ca-
padre, pues he aquı́, él dejó oro sa de Labán.
y plata y toda clase de riquezas; 24 Y acaeció que entramos
y ha hecho todo esto a causa de donde estaba Labán, y le pedi-
los bmandamientos del Señor. mos que nos diera los anales
17 Porque sabı́a que Jerusalén que estaban grabados sobre las
debe ser adestruida a causa de la a
planchas de bronce, a cambio
iniquidad del pueblo. de los cuales le entregarı́amos
18 Pues he aquı́, han arechaza- nuestro oro, y nuestra plata, y
do las palabras de los profetas. todas nuestras cosas preciosas.
Por tanto, si mi padre hubiera 25 Y aconteció que cuando La-
permanecido en el paı́s después bán vio nuestros bienes, y que
de habérsele bmandado salir de eran grandes en extremo, él los
a
él, habrı́a perecido también. Por codició; por lo que nos echó
lo que ha sido necesario que sal- fuera y mandó a sus siervos que
ga del paı́s. nos mataran, a fin de apoderar-
19 Y he aquı́, es prudente para se de nuestros bienes.
Dios que obtengamos estos 26 Sucedió, pues, que huimos

16a 1 Ne. 2:4. b 1 Ne. 16:8. 22a 1 Ne. 2:4.


b 1 Ne. 2:2; 4:34. 19a Omni 1:17; 24a 1 Ne. 3:3.
17a 2 Cró. 36:16–20; Mos. 1:2–6. 25a gee Codiciar.
Jer. 39:1–9; 20a gee Escrituras—Las
1 Ne. 1:13. Escrituras deben
18a gee Rebelión. preservarse. [Entre 600 y 592 a.C.]
1 NEFI 3:27–4:3 8
delante de los siervos de Labán, hombre poderoso, y puede
y nos vimos obligados a abando- mandar a cincuenta, sı́, y aun
nar nuestros bienes, que caye- puede matar a cincuenta; luego,
ron en manos de Labán. ¿por qué no a nosotros?
27 Y huimos al desierto sin que
nos alcanzaran los siervos de
Labán, y nos escondimos en la CAPÍTULO 4
oquedad de una roca.
28 Y aconteció que Lamán se Nefi mata a Labán por mandato del
irritó conmigo y también con mi Señor y luego obtiene las planchas
padre; y lo mismo hizo Lemuel, de bronce por una estratagema—
porque se dejó llevar por las pa- Zoram opta por unirse a la familia
labras de Lamán. Por tanto, La- de Lehi en el desierto.
mán y Lemuel nos hablaron
muchas palabras aásperas a no- Y ACONTECIÓ que hablé a mis
sotros, sus hermanos menores, y hermanos diciéndoles: Subamos
hasta nos golpearon con una va- de nuevo a Jerusalén, y seamos
a
ra. fieles en guardar los manda-
29 Y sucedió que mientras nos mientos del Señor, pues he aquı́,
golpeaban con la vara, he aquı́, él es más poderoso que toda la
vino un aángel del Señor y se tierra. ¿Por qué, pues, no ha de
puso ante ellos, y les habló, di- ser más bpoderoso que Labán
ciendo: ¿Por qué golpeáis a con sus cincuenta, o aun con sus
vuestro hermano menor con decenas de millares?
una vara? ¿No sabéis que el Se- 2 Subamos pues, y seamos
a
ñor lo ha escogido para ser bgo- fuertes como bMoisés; porque
bernante sobre vosotros, y esto a él de cierto habló a las aguas del
c
causa de vuestras iniquidades? Mar Rojo y se apartaron a uno y
He aquı́, subiréis de nuevo a Je- otro lado, y nuestros padres sa-
rusalén y el Señor entregará a lieron de su cautividad sobre
Labán en vuestras manos. tierra seca, y los ejércitos de Fa-
30 Y luego que nos hubo habla- raón los persiguieron y se aho-
do, el aángel se fue. garon en las aguas del Mar Rojo.
31 Y después que el ángel hubo 3 He aquı́, a vosotros os consta
partido, Lamán y Lemuel empe- la certeza de esto, y también sa-
zaron otra vez a amurmurar, di- béis que un aángel os ha habla-
ciendo: ¿Cómo es posible que el do; ¿cómo, pues, podéis dudar?
S e ñ o r e n t r e g u e a L a b á n e n Subamos hasta allá; el Señor
nuestras manos? He aquı́, es un puede librarnos como a nues-

28a 1 Ne. 17:17–18. 4 1a gee Valor, valiente; 1 Ne. 17:26;


29a 1 Ne. 4:3; 7:10. Fe. Mos. 7:19.
gee Ángeles. b 1 Ne. 7:11–12. 3a 1 Ne. 3:29–31; 7:10.
b 1 Ne. 2:22. 2a Deut. 11:8.
30a 1 Ne. 16:38. b gee Moisés.
31a gee Murmurar. c Éx. 14:21; [Entre 600 y 592 a.C.]
9 1 NEFI 4:4–17
tros padres, y destruir a Labán bién sabı́a que habı́a intentado
como a los egipcios. quitarme la vida, y que él no
4 Y cuando hube hablado estas querı́a escuchar los manda-
palabras, todavı́a estaban irrita- mientos del Señor; y además, se
dos, y continuaron murmuran- habı́a bapoderado de nuestros
do; sin embargo, me siguieron bienes.
hasta que llegamos a los muros 12 Y sucedió que otra vez me
de Jerusalén. dijo el Espı́ritu: Mátalo, porque
5 Y era ya de noche; e hice que el Señor lo ha puesto en tus ma-
se ocultaran fuera del muro. Y nos;
cuando se hubieron escondido, 13 he aquı́ que el Señor ades-
yo, Nefi, entré furtivamente en truye a los bmalvados para que
la ciudad y me dirigı́ a la casa de se cumplan sus justos designios.
Labán. Es c preferible que muera un
6 E iba aguiado por el Espı́ritu, hombre a dejar que una nación
sin bsaber de antemano lo que degenere y perezca en la incre-
tendrı́a que hacer. dulidad.
7 No obstante, seguı́ adelante, 14 Y cuando yo, Nefi, hube oı́-
y al acercarme a la casa de La- do estas palabras, me acordé de
bán vi a un hombre, y éste habı́a las que el Señor me habı́a habla-
caı́do al suelo delante de mı́, do en el desierto, diciendo: aEn
porque estaba ebrio de vino. tanto que tus descendientes
8 Y al acercarme a él, hallé que guarden mis bmandamientos,
c
era Labán. prosperarán en la d tierra de
9 Y percibiendo su aespada, la promisión.
saqué de la vaina; y el puño era 15 Sı́, y también consideré que
de oro puro, labrado de una ma- no podrı́an guardar los manda-
nera admirable, y vi que la hoja mientos del Señor según la ley
era de un acero finı́simo. de Moisés, a menos que tuvie-
10 Y aconteció que el Espı́ritu ran esa ley.
me acompelió a que matara a La- 16 Y también sabı́a que la aley
bán; pero dije en mi corazón: Yo estaba grabada sobre las plan-
nunca he derramado sangre hu- chas de bronce.
mana. Y me sobrecogı́ y deseé 17 Y además, sabı́a que el Se-
no tener que matarlo. ñor habı́a puesto a Labán en mis
11 Y el Espı́ritu me dijo de nue- manos para este fin: que yo ob-
vo: He aquı́ el aSeñor lo ha pues- tuviese los anales, de acuerdo
to en tus manos. Sı́, y yo tam- con sus mandamientos.

6a gee Espı́ritu Santo; 13a 1 Ne. 17:33–38; de Dios.


Inspiración, inspirar. DyC 98:31–32. c 1 Ne. 2:20.
b Heb. 11:8. b gee Inicuo, iniquidad. d 1 Ne. 17:13–14;
9a 2 Ne. 5:14; DyC 17:1. c Alma 30:47. Jacob 2:12.
10a Alma 14:11. 14a Omni 1:6; Mos. 2:22; 16a gee Ley de Moisés.
11a 1 Sam. 17:41–49. Éter 2:7–12.
b 1 Ne. 3:26. b gee Mandamientos [Entre 600 y 592 a.C.]
1 NEFI 4:18–34 10
18 Por lo que, obedeciendo la quien yo habı́a matado, me si-
voz del Espı́ritu y cogiendo guió.
a Labán por los cabellos, le cor- 27 Y me habló muchas veces
t é l a c a b e z a c o n s u p r o p i a acerca de los ancianos de los ju-
a
espada. dı́os, mientras me dirigı́a hacia
19 Y después que le hube cor- donde estaban mis hermanos
tado la cabeza con su propia es- fuera de las murallas.
pada, tomé las ropas de Labán y 28 Y aconteció que cuando La-
me vestı́ con ellas, poniéndome- mán me vio, se asustó en extre-
las todas, y me ceñı́ los lomos mo, lo mismo que Lemuel y
con su armadura. Sam; y huyeron de mi presen-
20 Y cuando hube hecho todo cia, porque creı́an que era La-
esto, me dirigı́ al lugar donde se bán, y que me habı́a quitado la
hallaba el tesoro de Labán. Y al vida, e iba a matarlos también a
acercarme a ese sitio, encontré ellos.
al asiervo de Labán que guarda- 29 Y aconteció que los llamé, y
ba las llaves del tesoro, e imitan- ellos me oyeron; por tanto, cesa-
do la voz de su amo, le mandé ron de huir de mi presencia.
que me acompañara al lugar del 30 Y cuando el siervo de Labán
tesoro. vio a mis hermanos, empezó a
21 Y él supuso que yo era su temblar, y estaba a punto de
amo Labán, pues vio la ropa y huir de mı́ y volver a la ciudad
también la espada ceñida a mi de Jerusalén.
cintura. 31 Y yo, Nefi, siendo un hom-
22 Y me habló concerniente a bre grande de estatura, y ha-
los ancianos de los judı́os, por- biendo recibido mucha afuerza
que sabı́a que su amo Labán ha- del Señor, prendı́ al siervo de
bı́a estado entre ellos durante la Labán y lo detuve para que no
noche. se escapara.
23 Y le hablé como si yo hubie- 32 Y sucedió que le dije que si
se sido Labán. querı́a escuchar mis palabras,
24 Y también le dije que yo te- ası́ como vive el Señor, y como
nı́a que llevar los grabados, que vivo yo, que si prestaba aten-
estaban sobre las aplanchas de ción a nuestras palabras, le per-
bronce, a mis hermanos mayo- donarı́amos la vida.
res que se hallaban del otro lado 33 Y le hablé, sı́, le hice ajura-
de las murallas. mento de que no tenı́a por qué
25 Y también le mandé que me temer; que serı́a libre como no-
siguiera. sotros si descendı́a con nosotros
26 Y creyendo él que me refe- al desierto.
rı́a a los hermanos de la iglesia, 34 Y también le dije: Cierta-
y que era en verdad Labán, a mente el Señor nos ha amanda-

18a 1 Sam. 17:51. 5:10–22. 33a gee Juramento.


20a 2 Ne. 1:30. 31a Mos. 9:17; 34a 1 Ne. 2:2; 3:16.
24a 1 Ne. 3:12, 19–24; Alma 56:56. [Entre 600 y 592 a.C.]
11 1 NEFI 4:35–5:6
do hacer esto, y ¿no debemos za acerca de sus descendientes y de
ser diligentes en guardar los la preservación de las planchas.
mandamientos del Señor? Por
lo tanto, si desciendes al desier- Y ACONTECIÓ que después de ha-
to adonde está mi padre, habrá ber viajado por el desierto hasta
lugar para ti entre nosotros. donde estaba nuestro padre, he
35 Y sucedió que aZoram cobró aquı́, éste se llenó de gozo; y
ánimo al oı́r las palabras que le también mi madre aSarı́ah se re-
hablé. Ahora bien, Zoram era el gocijó en extremo, porque ver-
nombre de este siervo; y prome- daderamente se habı́a afligido
tió que descenderı́a al desierto a por nosotros;
donde estaba nuestro padre. Sı́, 2 porque creı́a que habı́amos
y también nos hizo juramento perecido en el desierto, y tam-
de que permanecerı́a desde en- bién se habı́a quejado mucho
tonces con nosotros. contra mi padre, acusándolo de
36 Ahora bien, deseábamos visionario, diciendo: Tú nos has
que permaneciera con nosotros sacado de la tierra de nuestra
por esta razón: que los judı́os no herencia, y mis hijos ya no exis-
supieran de nuestra huida al de- ten y nosotros pereceremos en
sierto, no fuera que nos persi- el desierto.
guieran y nos destruyeran. 3 Y según esta manera de ha-
37 Y aconteció que cuando blar, mi madre se habı́a quejado
Zoram se ajuramentó, cesaron contra mi padre.
nuestros temores con respecto a 4 Y habı́a sucedido que mi pa-
él. dre le habı́a hablado, diciendo:
38 Y sucedió que tomamos las Sé que soy hombre avisionario,
planchas de bronce y al siervo porque si no hubiera visto las
de Labán, y partimos para el de- cosas de Dios en una bvisión, no
sierto y viajamos hacia la tienda habrı́a conocido su bondad, sino
de nuestro padre. que hubiera permanecido en Je-
rusalén y perecido con mis her-
CAPÍTULO 5 manos.
5 Pero he aquı́, he obtenido
Sarı́ah se queja contra Lehi— Am- una atierra de promisión y me
bos se regocijan por el regreso de regocijo en estas cosas; sı́, y yo
b
sus hijos—Ofrecen sacrificios— sé que el Señor librará a mis hi-
Las planchas de bronce contienen jos de las manos de Labán, y los
los escritos de Moisés y de los profe- hará volver a nosotros en el de-
tas—En ellas se indica que Lehi es sierto.
descendiente de José—Lehi profeti - 6 Y con estas palabras mi padre

35a 1 Ne. 16:7; gee Juramento. 22–23.


2 Ne. 5:5–6. 5 1a gee Sarı́ah. gee Tierra prometida.
gee Zoram, 4a 1 Ne. 2:11. b gee Fe.
zoramitas. b 1 Ne. 1:8–13.
37a Josué 9:1–21; gee Visión.
Ecle. 5:4. 5a 1 Ne. 2:20; 18:8, [Entre 600 y 592 a.C.]
1 NEFI 5:7–16 12
Lehi consoló a mi madre Sarı́ah, Adán y Eva, nuestros primeros
con respecto a nosotros, mien- padres;
tras viajábamos por el desierto 12 y asimismo la ahistoria de los
hacia la tierra de Jerusalén para judı́os desde su principio, aun
obtener los anales de los judı́os; hasta el comienzo del reinado
7 y cuando volvimos a la tien- de Sedequı́as, rey de Judá;
da de mi padre, se llenaron de 13 y también las profecı́as de
gozo; y mi madre se consoló. los santos profetas desde el
8 Y ella habló, diciendo: Ahora principio, hasta comenzar el rei-
sé con certeza que el Señor ha nado de aSedequı́as, y muchas
a
mandado a mi marido que hu- profecı́as declaradas por boca
ya al desierto; sı́, y también sé de bJeremı́as.
de seguro que el Señor ha prote- 14 Y aconteció que mi padre
gido a mis hijos, los ha librado Lehi también halló sobre las
a
de las manos de Labán y les ha planchas de bronce la genealo-
dado poder para bllevar a cabo gı́a de sus padres, por lo que su-
lo que el Señor les ha mandado. po que descendı́a de bJosé, sı́,
Y según esta manera de hablar aquel José que era hijo de cJacob,
se expresó ella. que fue dvendido para Egipto y
e
9 Y aconteció que se regocija- preservado por la mano del
ron en extremo, y ofrecieron Señor para que salvara del ham-
a
sacrificios y holocaustos al Se- bre a su padre Jacob y a toda su
ñor; y dieron bgracias al Dios de casa.
Israel. 15 Y también fueron alibrados
10 Y después de haber dado del cautiverio y conducidos
gracias al Dios de Israel, mi pa- fuera del paı́s de Egipto por el
dre Lehi tomó los anales que es- mismo Dios que los habı́a pre-
taban grabados sobre las aplan- servado.
chas de bronce, y los examinó 16 Ası́ fue que mi padre Lehi
desde el principio. descubrió la genealogı́a de sus
11 Y vio que contenı́an los cin- antepasados. Y Labán también
co alibros de Moisés, los cuales era descendiente de aJosé, por lo
relataban la historia de la crea- que él y sus padres habı́an lleva-
ción del mundo, y también de do los anales.

8a 1 Ne. 2:2. 12a 1 Cró. 9:1. gee José, hijo de


b 1 Ne. 3:7. gee Escrituras. Jacob.
9a Mos. 2:3; 13a 2 Rey. 24:18; c gee Jacob, hijo de
3 Ne. 9:19–20. Jer. 37:1. Isaac.
gee Ley de Moisés. b Esd. 1:1; d Gén. 37:29–36.
b gee Acción de Jer. 36:17–32; e Gén. 45:4–5.
gracias, 1 Ne. 7:14; 15a Éx. 13:17–18;
agradecimiento. Hel. 8:20. Amós 3:1–2;
10a 1 Ne. 4:24, 38; 13:23. 14a 1 Ne. 3:3, 12. 1 Ne. 17:23–31;
gee Planchas de gee Planchas de DyC 103:16–18; 136:22.
bronce. bronce. 16a 1 Ne. 6:2.
11a 1 Ne. 19:23. b 2 Ne. 3:4;
gee Pentateuco. Alma 10:3. [Entre 600 y 592 a.C.]
13 1 NEFI 5:17–6:6
17 Y cuando mi padre vio to- AHORA bien, yo, Nefi, no doy la
das estas cosas, fue lleno del Es- genealogı́a de mis padres en
a
pı́ritu y empezó a profetizar esta parte de mis anales; ni
acerca de sus descendientes: tampoco la daré en ningún otro
18 Que estas planchas de bron- momento sobre estas bplanchas
ce irı́an a todas las naciones, tri- que estoy escribiendo, porque
bus, lenguas y pueblos que fue- se halla en los anales que mi cpa-
ran de su simiente. dre ha llevado, y por eso no la
19 Por tanto, dijo que estas escribo en esta obra.
planchas anunca perecerı́an, ni 2 Básteme decir que somos
jamás el tiempo las empañarı́a. descendientes de aJosé.
Y profetizó muchas cosas en 3 Y no me parece importante
cuanto a su posteridad. ocuparme en una narración
20 Y sucedió que hasta este completa de todas las cosas de
punto mi padre y yo habı́amos mi padre, porque no se pueden
guardado los mandamientos que escribir sobre aestas planchas,
el Señor nos habı́a mandado. pues deseo el espacio para
21 Y habı́amos obtenido los escribir acerca de las cosas de
anales que el Señor nos habı́a Dios.
mandado, y los escudriñamos y 4 Porque toda mi intención es
descubrimos que eran desea- a
persuadir a los hombres a que
bles; sı́, de gran avalor para no- b
vengan al Dios de Abraham, y
sotros, por motivo de que po- al Dios de Isaac, y al Dios de Ja-
drı́amos bpreservar los manda- cob, y sean salvos.
mientos del Señor para nuestros 5 De modo que no escribo las
hijos. cosas que aagradan al mundo,
22 Por lo tanto, fue en la sabi- sino las que agradan a Dios y a
durı́a del Señor que los llevára- los que no son del mundo.
mos con nosotros mientras via- 6 Por tanto, daré un manda-
jábamos por el desierto hacia la miento a mis descendientes de
tierra de promisión. que no ocupen estas planchas
con cosas que no sean de valor
CAPÍTULO 6 para los hijos de los hombres.

Nefi escribe acerca de las cosas de CAPÍTULO 7


Dios—El propósito de Nefi es per-
suadir a los hombres a venir al Dios Los hijos de Lehi vuelven a Jerusa-
de Abraham y ser salvos. lén e invitan a Ismael y a su familia

19a Alma 37:4–5. c 1 Ne. 1:16–17; la portada del Libro


21a gee Escrituras—El 19:1–6. de Mormón.
valor de las 2a 1 Ne. 5:14–16. b 2 Ne. 9:41, 45, 51.
escrituras. 3a Jacob 7:27; 5a 1 Tes. 2:4;
b 2 Ne. 25:26. Jarom 1:2, 14; P. de Morm. 1:4.
6 1a 2 Ne. 4:14–15. Omni 1:30.
b 1 Ne. 9:2. 4a Juan 20:30–31. Véase [Entre 600 y 592 a.C.]
1 NEFI 7:1–12 14
a unirse a ellos en su viaje—Lamán desierto a la tienda de nuestro
y otros se rebelan—Nefi exhorta a padre.
sus hermanos a tener fe en el Se- 6 Y mientras ı́bamos por el de-
ñor—Lo atan con cuerdas y proyec- sierto, he aquı́ que Lamán y Le-
tan quitarle la vida—Es librado por muel, dos de las hijas, y los dos
a
el poder de la fe—Sus hermanos le hijos de Ismael y sus familias se
piden perdón—Lehi y los que lo rebelaron contra nosotros, es
acompañan ofrecen sacrificios y ho- decir, contra mı́, Nefi, y contra
locaustos. Sam y contra Ismael, y su esposa
y sus otras tres hijas.
Y AHORA quisiera que supieseis 7 Y aconteció que en su rebe-
que cuando mi padre Lehi hu- lión deseaban regresar a la tierra
bo concluido de aprofetizar con- de Jerusalén.
cerniente a su posteridad, el 8 Y yo, Nefi, aafligido por la du-
Señor le habló de nuevo, dicien- reza de sus corazones, les hablé,
do que no convenı́a que él, sı́, a Lamán y a Lemuel, dicien-
Lehi, llevase a su familia sola al do: He aquı́, vosotros sois mis
desierto; sino que sus hijos hermanos mayores y ¿cómo es
debı́an tomar bmujeres por ces- que sois tan duros de corazón, y
posas para levantar posteridad tan ciegos de entendimiento,
para el Señor en la tierra de pro- que tenéis necesidad de que yo,
misión. vuestro hermano menor, tenga
2 Y aconteció que el Señor le que hablaros, sı́, y daros el ejem-
a
mandó que yo, Nefi, y mis plo?
hermanos volviésemos a la 9 ¿Cómo es que no habéis escu-
tierra de Jerusalén, y llevára- chado la palabra del Señor?
mos a Ismael y su familia al de- 10 ¿Cómo es que os habéis aol-
sierto. vidado de haber visto a un án-
3 Y aconteció que yo, Nefi, y gel del Señor?
mis hermanos viajamos aotra 11 Sı́, y ¿cómo es que habéis ol-
vez por el desierto para subir a vidado cuán grandes cosas el
Jerusalén. Señor ha hecho por nosotros,
a
4 Y sucedió que llegamos a la librándonos de las manos de
casa de Ismael, y hallamos favor Labán, y también ayudándonos
ante sus ojos, de modo que pu- a obtener los anales?
dimos anunciarle las palabras 12 Sı́, y ¿cómo es que habéis ol-
del Señor. vidado que el Señor tiene poder
5 Y el Señor ablandó el corazón de hacer todas las acosas según
de Ismael y los de su casa; por su voluntad, para los hijos de
tanto, viajaron con nosotros al los hombres, si es que ejercen la

7 1a 1 Ne. 5:17–19. 6a 2 Ne. 4:10. 11a 1 Ne. 4.


b 1 Ne. 16:7. 8a Alma 31:2; 12a 1 Ne. 17:50;
c gee Matrimonio. Moisés 7:41. Alma 26:12.
2a 1 Ne. 16:7–8. 10a Deut. 4:9;
3a 1 Ne. 3:2–3. 1 Ne. 3:29; 4:3. [Entre 600 y 592 a.C.]
15 1 NEFI 7:13–22
b
fe en él? Por tanto, seámosle Señor, diciendo: ¡Oh Señor, se-
fieles. gún mi fe en ti, lı́brame de las
13 Y si es que le somos fieles, manos de mis hermanos; sı́, da-
obtendremos la atierra de pro- me fuerzas para aromper estas
misión; y sabréis en un tiempo ligaduras que me sujetan!
venidero que será cumplida la 18 Y cuando hube pronuncia-
palabra del Señor respecto a la do estas palabras, he aquı́, fue-
b
destrucción de Jerusalén; por- ron sueltas las ligaduras de mis
que todo cuanto el Señor ha di- manos y de mis pies, y ponién-
cho respecto de su destrucción dome delante de mis hermanos,
se cumplirá. les hablé otra vez.
14 Pues he aquı́, el Espı́ritu del 19 Y aconteció que se enfure-
Señor pronto cesará de luchar cieron conmigo de nuevo y tra-
con ellos; porque han arechaza- taron de apoderarse de mı́; pero
do a los profetas y han arrojado he aquı́, una de las ahijas de Is-
a bJeremı́as en una prisión. Y mael, sı́, y también su madre y
han procurado quitarle la cvida uno de los hijos de Ismael, su-
a mi padre, hasta el punto de plicaron a mis hermanos de tal
hacerlo huir del paı́s. manera que ablandaron sus co-
15 Y ahora bien, he aquı́ os di- razones, y cesaron en sus es-
go que si volvéis a Jerusalén, fuerzos por quitarme la vida.
también pereceréis con ellos. Ası́ 20 Y sucedió que se sintieron
pues, si lo preferı́s, subid allá, y apesadumbrados de su maldad,
recordad las palabras que os ha- al grado de que se humillaron
blo, que si vais, también perece- delante de mı́, suplicándome
réis; porque ası́ me constriñe a que les perdonara aquello que
hablar el Espı́ritu del Señor. habı́an hecho conmigo.
16 Y aconteció que cuando yo, 21 Y aconteció que les aperdo-
Nefi, hube hablado estas pala- né sinceramente todo cuanto
bras a mis hermanos, se irritaron me habı́an hecho, y los exhorté
contra mı́. Y se lanzaron sobre a que pidieran al Señor su Dios
mı́, porque se habı́an enojado que los perdonara. Y aconteció
en extremo, y me aataron con que ası́ lo hicieron. Y después de
cuerdas, pues intentaban quitar- haber orado al Señor, empren-
me la vida, para luego abando- dimos otra vez la marcha hacia
narme en el desierto, a fin de la tienda de nuestro padre.
que fuera devorado por anima- 22 Y aconteció que bajamos a
les salvajes. la tienda de nuestro padre; y
17 Pero aconteció que oré al cuando yo, mis hermanos y to-

12b 1 Ne. 3:7; 15:11. Hel. 8:20–21. 16a 1 Ne. 18:11–15.


13a 1 Ne. 2:20. 14a Ezeq. 5:6; 17a Alma 14:26–28.
gee Tierra prometida. 1 Ne. 1:18–20; 2:13. 19a 1 Ne. 16:7.
b 2 Rey. 25:1–21; gee Rebelión. 21a gee Perdonar.
2 Ne. 6:8; 25:10; b Jer. 37:15–21.
Omni 1:15; c 1 Ne. 2:1. [Entre 600 y 592 a.C.]
1 NEFI 8:1–12 16
da la casa de Ismael hubimos lle- me pareció ver en mi sueño un
gado a la tienda de mi padre, desierto obscuro y lúgubre.
ellos dieron agracias al Señor su 5 Y aconteció que vi a un hom-
Dios; y le ofrecieron bsacrificios bre vestido con un amanto blan-
y holocaustos. co, el cual llegó y se puso delan-
te de mı́.
6 Y sucedió que me habló y me
CAPÍTULO 8 mandó que lo siguiera.
7 Y aconteció que mientras lo
Lehi ve una visión del árbol de la seguı́a, vi que me hallaba en un
vida—Come de su fruto y desea que desierto obscuro y lúgubre.
su familia haga lo mismo—Ve una 8 Y después de haber camina-
barra de hierro, un sendero estrecho do en la obscuridad por el espa-
y angosto y el vapor de tinieblas que cio de muchas horas, empecé a
envuelve a los hombres—Sarı́ah, implorarle al Señor que tuviera
Nefi y Sam comen del fruto, pero a
compasión de mı́, de acuerdo
Lamán y Lemuel no quieren hacer- con la multitud de sus tiernas
lo. misericordias.
Y ACONTECIÓ que habı́amos re- 9 Y aconteció que después de
cogido toda suerte de semillas haber orado al Señor, vi un
a
de toda especie, tanto de granos campo grande y espacioso.
de todas clases, como de todo 10 Y sucedió que vi un aárbol
género de frutas. cuyo bfruto era deseable para
2 Y sucedió que mientras mi hacer a uno feliz.
padre estaba en el desierto, nos 11 Y aconteció que me adelan-
habló, diciendo: He aquı́, he aso- té y comı́ de su afruto; y percibı́
ñado un sueño o, en otras pala- que era de lo más dulce, supe-
bras, he visto una bvisión. rior a todo cuanto yo habı́a pro-
3 Y he aquı́, a causa de las cosas bado antes. Sı́, y vi que su fruto
que he visto, tengo por qué re- era blanco, y excedı́a a toda
b
gocijarme en el Señor por moti- blancura que yo jamás hubiera
vo de aNefi y de Sam; porque visto.
tengo razón para suponer que 12 Y al comer de su fruto, mi
ellos y también muchos de sus alma se llenó de un agozo in-
descendientes se salvarán. menso; por lo que bdeseé que
4 Pero he aquı́, aLamán y Le- participara también de él mi fa-
muel, temo en gran manera por milia, pues sabı́a que su fruto
causa de vosotros; pues he aquı́, era cpreferible a todos los demás.

22a gee Acción de gracias, 4a 1 Ne. 8:35–36. gee Árbol de la vida.


agradecimiento. 5a JS—H 1:30–32. b Alma 32:41–43.
b 1 Ne. 5:9. 8a gee Misericordia, 11a Alma 5:34.
8 2a gee Sueños; misericordioso. b 1 Ne. 11:8.
Revelación. 9a Mateo 13:38. 12a gee Gozo.
b 1 Ne. 10:17. 10a Gén. 2:9; b Alma 36:24.
gee Visión. Apoc. 2:7; 22:2;
3a 1 Ne. 8:14–18. 1 Ne. 11:4, 8–25. [Entre 600 y 592 a.C.]
17 1 NEFI 8:13–26
13 Y al dirigir la mirada en me hallaba; y también pasaba
derredor, por si acaso descubrı́a por donde brotaba el manantial
a mi familia también, vi un arı́o hasta un bcampo grande y espa-
de agua; y corrı́a cerca del ár- cioso a semejanza de un mun-
bol de cuyo fruto yo estaba do.
comiendo. 21 Y vi innumerables concur-
14 Y miré para ver de dónde sos de gentes, muchas de las
procedı́a, y vi su fuente no cuales se estaban apremiando a
muy lejos de mı́; y en su ma- fin de llegar al a sendero que
nantial vi a vuestra madre, Sa- conducı́a al árbol al lado del
rı́ah, y a Sam y a Nefi; y esta- cual me hallaba.
ban allı́ como si no supieran a 22 Y aconteció que se adelanta-
dónde ir. ron y emprendieron la marcha
15 Y aconteció que les hice se- por el sendero que conducı́a al
ñas y también les dije en voz al- árbol.
ta que vinieran hacia mı́ y parti- 23 Y ocurrió que surgió un ava-
ciparan de aquel fruto que era por de tinieblas, sı́, un suma-
preferible a todos los demás. mente extenso vapor de tinie-
16 Y sucedió que vinieron ha- blas, tanto ası́ que los que ha-
cia mı́ y también comieron del bı́an entrado en el sendero se
fruto del árbol. apartaron del camino, de mane-
17 Y aconteció que yo sentı́ de- ra que se desviaron y se perdie-
seos de que Lamán y Lemuel vi- ron.
nieran y comieran también de 24 Y sucedió que vi a otros que
aquel fruto; por tanto, dirigı́ la se adelantaban, y llegaron y se
vista hacia el manantial del rı́o asieron del extremo de la barra
por si acaso los veı́a. de hierro, y avanzaron a través
18 Y aconteció que los vi, pero del vapor de tinieblas, asidos a
a
no quisieron venir hacia mı́ pa- la barra de hierro, hasta que lle-
ra comer del fruto. garon y participaron del afruto
19 Y percibı́ una abarra de hie- del árbol.
rro que se extendı́a por la orilla 25 Y después de haber comido
del rı́o y conducı́a al árbol don- del fruto del árbol, miraron en
de yo estaba. derredor de ellos, como si se ha-
20 Y vi también un sendero llasen aavergonzados.
a
estrecho y angosto que corrı́a a 26 Y yo también dirigı́ la mira-
un lado de la barra de hierro da alrededor, y vi del otro lado
hasta el árbol, al lado del cual del rı́o un edificio grande y aes-

12c 1 Ne. 15:36. 15:23–24. 2 Tim. 1:8;


13a 1 Ne. 12:16–18; 20a Mateo 7:14; Alma 46:21;
15:26–29. 2 Ne. 31:17–20. Morm. 8:38.
18a 2 Ne. 5:20–25. b Mateo 13:38. 26a 1 Ne. 11:35–36; 12:18.
19a Sal. 2:9; 21a gee Camino (vı́a).
Apoc. 12:5; 23a 1 Ne. 12:17; 15:24.
tjs, Rev. 19:15; 24a 1 Ne. 8:10–12.
1 Ne. 8:30; 11:25; 25a Rom. 1:16; [Entre 600 y 592 a.C.]
1 NEFI 8:27–38 18
pacioso que parecı́a erguirse en 33 Y grande era la multitud
el aire, a gran altura de la tierra. que entraba en aquel singular
27 Y estaba lleno de personas, edificio. Y después de entrar en
tanto ancianas como jóvenes, él nos señalaban con dedo de
a
hombres ası́ como mujeres; y la escarnio a mı́ y también a los
ropa que vestı́an era excesiva- que participaban del fruto; pero
mente fina; y se hallaban en aac- no les hicimos caso.
titud de estar burlándose y se- 34 Éstas son las palabras de mi
ñalando con el dedo a los que padre: Pues todos los que les
a
habı́an llegado hasta el fruto y hicieron caso se perdieron.
estaban comiendo de él. 35 Y ni aLamán ni Lemuel co-
28 Y después que hubieron mieron del fruto, dijo mi padre.
a
probado del fruto, se bavergon- 36 Y aconteció que luego que
zaron a causa de los que se mo- mi padre hubo relatado todas las
faban de ellos; y ccayeron en palabras de su sueño o visión,
senderos prohibidos y se per- que fueron muchas, nos dijo que
dieron. a causa de estas cosas que habı́a
29 Y ahora bien, yo, Nefi, no visto en la visión, temı́a en gran
relato atodas las palabras de mi manera por Lamán y Lemuel; sı́,
padre; temı́a que fueran desterrados de
30 pero para ser breve en lo la presencia del Señor.
que escribo, he aquı́, él vio otras 37 Y entonces los exhortó, con
multitudes que avanzaban; y todo el sentimiento de un tierno
a
llegaron y se agarraron del ex- padre, a que escucharan sus
tremo de la abarra de hierro; y consejos, para que quizá el Se-
siguieron hacia adelante, asidos ñor tuviera misericordia de ellos
constantemente a la barra de y no los desechara; sı́, mi padre
hierro, hasta que llegaron, y se les predicó.
postraron, y comieron del fruto 38 Y después de haberles pre-
del árbol. dicado, y también profetizado
31 Y vio también otras amulti- de muchas cosas, les mandó que
tudes que se dirigı́an a tientas guardaran los mandamientos
hacia el grande y espacioso edi- del Señor; y cesó de hablarles.
ficio.
32 Y aconteció que muchos se
ahogaron en las profundidades CAPÍTULO 9
de la afuente; y muchos otros
desaparecieron de su vista, des- Nefi prepara dos juegos de anales—
viándose por senderos extraños. A cada uno se da el nombre de plan -

27a gee Orgullo. 29a 1 Ne. 1:16–17. 34a Éx. 23:2.


28a 2 Pe. 2:19–22. 30a 1 Ne. 15:23–24. 35a 1 Ne. 8:17–18;
b Marcos 4:14–20; 8:38; 31a Mateo 7:13. 2 Ne. 5:19–24.
Lucas 8:11–15; 32a 1 Ne. 15:26–29. 37a gee Familia; Padres.
Juan 12:42–43. 33a gee Persecución,
c gee Apostası́a. perseguir. [Entre 600 y 592 a.C.]
19 1 NEFI 9:1–10:1
chas de Nefi—Las planchas mayo- guerras y contenciones de mi
res contienen una historia seglar; pueblo.
las menores tienen que ver princi- 5 Por tanto, el Señor me ha
palmente con cosas sagradas. mandado hacer estas planchas
Y TODAS estas cosas mi padre para un asabio propósito suyo,
vio, oyó y dijo mientras vivı́a en el cual me es desconocido.
una tienda en el avalle de Le- 6 Pero el Señor asabe todas las
muel, como también muchı́si- cosas desde el principio; por
mas otras cosas más que no se tanto, él prepara la vı́a para rea-
pueden escribir sobre estas lizar todas sus obras entre los hi-
planchas. jos de los hombres; porque, he
2 Ahora bien, ya que he habla- aquı́, él tiene todo bpoder para el
do de estas planchas, he aquı́, cumplimiento de todas sus pala-
no son las mismas sobre las que bras. Y ası́ es. Amén.
escribo la historia completa de
mi pueblo; pues a aaquéllas en CAPÍTULO 10
que hago la relación completa
de mi pueblo he dado el nombre
de Nefi; y por tanto, se llaman Lehi predice la cautividad en Babi-
las planchas de Nefi, conforme a lonia—Habla de la venida entre los
mi propio nombre; y estas plan- judı́os de un Mesı́as, un Salvador,
chas también se llaman las plan- un Redentor—Lehi habla también
chas de Nefi. de la venida del que bautizarı́a al
3 Sin embargo, he recibido un Cordero de Dios—Lehi habla de la
mandato del Señor de que hicie- muerte y de la resurrección del Me-
ra estas planchas para el aobjeto sı́as—Compara el esparcimiento y
especial de que se grabase una el recogimiento de Israel con un oli-
relación del bministerio de mi vo—Nefi habla acerca del Hijo de
pueblo. Dios, del don del Espı́ritu Santo y
4 Sobre las otras planchas se de la necesidad de que haya recti-
debe grabar la historia del reina- tud.
do de los reyes, y las guerras y Y AHORA yo, Nefi, procedo a ha-
contiendas de mi pueblo; por lo cer un relato sobre aestas plan-
tanto, estas planchas son mayor- chas de la historia de mis he-
mente para el ministerio; y las chos, y mi reinado y ministerio;
a
otras son principalmente para ası́ pues, para continuar con mi
el reinado de los reyes, y las relación, debo decir algo más

9 1a 1 Ne. 2:4–6, 8, 14–15; b 1 Ne. 6:3. Moisés 1:6, 35.


16:6. 4a Jacob 1:2–4; gee Omnisciente.
2a 1 Ne. 19:2, 4; P. de Morm. 1:10. b Mateo 28:18.
Jacob 3:13–14; 5a 1 Ne. 19:3; 10 1a 1 Ne. 9:1–5; 19:1–6;
P. de Morm. 1:2–11; P. de Morm. 1:7; Jacob 1:1–4.
DyC 10:38–40. Alma 37:2, 12, 14.
gee Planchas. 6a 2 Ne. 9:20;
3a DyC 3:19. DyC 38:2; [Entre 600 y 592 a.C.]
1 NEFI 10:2–11 20
acerca de las cosas de mi padre ra siempre, a menos que confia-
y también de mis hermanos. se en este Redentor.
2 Porque he aquı́, aconteció 7 Y también les habló acerca de
que luego que mi padre hubo un aprofeta que habrı́a de prece-
concluido de relatar acerca de der al Mesı́as, para preparar la
su asueño, y también de exhor- vı́a del Señor;
tarlos a ejercer toda diligencia, 8 sı́, y que saldrı́a y proclamarı́a
les habló acerca de los judı́os, en el desierto: aPreparad el ca-
3 que después que fuesen des- mino del Señor y enderezad sus
truidos, sı́, esa gran ciudad de sendas, porque entre vosotros se
a
Jerusalén, y muchos de ellos halla uno a quien no conocéis;
fuesen bllevados cautivos a cBa- y más poderoso es que yo, y
bilonia, dvolverı́an otra vez de de quien no soy digno de desa-
acuerdo con el propio y debido tar la correa de su zapato. Y mi
tiempo del Señor, sı́, volverı́an padre habló mucho tocante a
de su cautividad; y después de esta cosa.
volver de su cautividad, posee- 9 Y mi padre dijo que bautiza-
rı́an otra vez la tierra de su he- rı́a en aBetábara, del otro lado
rencia. del Jordán; y también dijo que
4 Sı́, aseiscientos años después b
bautizarı́a con agua; que aun
de la partida de mi padre de bautizarı́a al Mesı́as con agua;
Jerusalén, el Señor Dios levanta- 10 y que después de haber
rı́a a un bprofeta entre los judı́os: bautizado al Mesı́as con agua,
sı́, un cMesı́as, o, en otras pala- verı́a y darı́a testimonio de ha-
bras, un Salvador del mundo. ber bautizado al aCordero de
5 Y también habló concer- Dios, que quitarı́a los pecados
niente a los profetas: del gran del mundo.
número que habı́a atestificado 11 Y aconteció que luego que
de estas cosas referentes a este mi padre hubo dicho estas pala-
Mesı́as de quien él habı́a habla- bras, habló a mis hermanos to-
do, o sea, de este Redentor del cante al evangelio que serı́a pre-
mundo. dicado entre los judı́os, y tam-
6 Por lo tanto, todo el género bién concerniente a que los ju-
humano se hallaba en un estado dı́os adegenerarı́an en la bincre-
perdido y acaı́do, y lo estarı́a pa- dulidad. Y luego que hubiesen

2a 1 Ne. 8. 2 Ne. 6:8–9. 7a 1 Ne. 11:27;


3a Ester 2:6; 4a 1 Ne. 19:8; 2 Ne. 31:4.
2 Ne. 6:8; 2 Ne. 25:19; 3 Ne. 1:1. 8a Isa. 40:3;
Hel. 8:20–21. b 1 Ne. 22:20–21. Mateo 3:1–3.
b 2 Ne. 25:10. c gee Mesı́as. 9a Juan 1:28.
gee Cronologı́a— 5a Jacob 7:11; b gee Juan el Bautista.
587 a.c. Mos. 13:33; 10a gee Cordero de Dios.
c Ezeq. 24:2; Hel. 8:19–24; 11a Jacob 4:14–18.
1 Ne. 1:13; 3 Ne. 20:23–24. b Morm. 5:14.
Omni 1:15. 6a gee Caı́da de Adán
d Jer. 29:10; y Eva. [Entre 600 y 592 a.C.]
21 1 NEFI 10:12–18
c
dado muerte al Mesı́as que ha- cosas que no escribo en este li-
brı́a de venir, y después de ha- bro; porque he escrito en mi
ber sido muerto, dresucitarı́a de a
otro libro cuanto me pareció
entre los muertos y se manifes- conveniente.
tarı́a a los gentiles por medio del 16 Y todas estas cosas, de las
e
Espı́ritu Santo. cuales he hablado, sucedieron
12 Sı́, mucho habló mi padre mientras mi padre vivı́a en una
acerca de los gentiles y también tienda en el valle de Lemuel.
de la casa de Israel, que se les 17 Y aconteció que después
compararı́a a un aolivo, cuyas que yo, Nefi, hube oı́do todas
ramas serı́an desgajadas y bes- las apalabras de mi padre con-
parcidas sobre toda la faz de la cernientes a las cosas que habı́a
tierra. visto en su bvisión, y también las
13 Por tanto, dijo que era nece- cosas que habló por el poder del
sario que fuéramos conducidos Espı́ritu Santo, poder que reci-
unánimemente a la atierra de bió por la fe que tenı́a en el Hijo
promisión, para que se cumplie- de Dios —y el Hijo de Dios era
se la palabra del Señor de que el cMesı́as que habrı́a de venir—
serı́amos dispersados sobre toda yo, Nefi, sentı́ deseos de que
la faz de la tierra. también yo viera, oyera y supie-
14 Y que después que la casa ra de estas cosas, por el poder
de Israel fuese esparcida, serı́a del Espı́ritu Santo, que es el
de nuevo arecogida; o, en una d
don de Dios para todos aque-
palabra, después que los bgenti- llos que lo buscan ediligente-
les hubiesen recibido la pleni- mente, tanto en tiempos fpasa-
tud del evangelio, las ramas na- dos como en el tiempo en que se
turales del colivo, o sea, los res- manifieste él mismo a los hijos
tos de la casa de Israel, serı́an de los hombres.
injertados, o llegarı́an al conoci- 18 Porque él es siempre el amis-
miento del verdadero Mesı́as, su mo ayer, hoy y para siempre; y
Señor y su Redentor. la vı́a ha sido preparada para to-
15 Y con estas palabras mi pa- dos los hombres desde la funda-
dre profetizó y habló a mis her- ción del mundo, si es que se
manos, y también muchas otras arrepienten y vienen a él.

11c gee Jesucristo; esparcimiento de 17a Enós 1:3; Alma 36:17.


Crucifixión. Israel. b 1 Ne. 8:2.
d gee Resurrección. 13a 1 Ne. 2:20. c gee Mesı́as.
e gee Espı́ritu Santo. gee Tierra prometida. d gee Espı́ritu Santo.
12a Gén. 49:22–26; 14a gee Israel—La e Moro. 10:4–5, 7, 19.
1 Ne. 15:12; congregación de f DyC 20:26.
2 Ne. 3:4–5; Israel. 18a Heb. 13:8;
Jacob 5; 6:1–7. b 1 Ne. 13:42; Morm. 9:9;
gee Olivo; Viña del DyC 14:10. DyC 20:12.
Señor. c Jacob 5:8, 52, 54, gee Trinidad.
b 1 Ne. 22:3–8. 60, 68.
gee Israel—El 15a 1 Ne. 1:16–17. [Entre 600 y 592 a.C.]
1 NEFI 10:19–11:7 22
19 Porque el que con diligencia llamamiento y ministerio de los Do-
busca, hallará; y los amisterios ce Apóstoles del Cordero.
de Dios le serán descubiertos PUES sucedió que después que
por el poder del bEspı́ritu Santo, hube deseado conocer las cosas
lo mismo en estos dı́as como que mi padre habı́a visto, y cre-
en tiempos pasados, y lo mis- yendo que el Señor podı́a hacér-
mo en tiempos pasados como melas saber, mientras estaba yo
en los venideros; por tanto, sentado areflexionando sobre
la c vı́a del Señor es un giro esto, fui barrebatado en el Espı́ri-
eterno. tu del Señor, sı́, hasta una cmon-
20 Recuerda, pues, oh hombre, taña extremadamente alta que
que por todos tus hechos serás nunca antes habı́a visto, y sobre
traı́do a ajuicio. la cual nunca habı́a puesto mis
21 Por lo que, si habéis procu- pies.
rado hacer lo malo en los dı́as de 2 Y me dijo el Espı́ritu: He
vuestra aprobación, entonces os aquı́, ¿qué es lo que tú deseas?
halláis bimpuros ante el tribunal 3 Y yo dije: Deseo ver las cosas
de Dios; y ninguna cosa impura que mi padre avio.
puede morar con Dios; ası́ que, 4 Y el Espı́ritu me dijo: ¿Crees
debéis ser desechados para que tu padre vio el aárbol del
siempre. cual ha hablado?
22 Y el Espı́ritu Santo me da 5 Y respondı́: Sı́, tú sabes que
autoridad para que declare estas a
creo todas las palabras de mi
cosas y no las retenga. padre.
6 Y cuando hube pronunciado
estas palabras, el Espı́ritu excla-
CAPÍTULO 11 mó en voz alta: ¡Hosanna al Se-
ñor, el Dios Altı́simo, porque él
Nefi ve el Espı́ritu del Señor y se le es Dios sobre toda la atierra, sı́,
muestra el árbol de la vida en una sobre todo! Y bendito eres tú,
visión—Ve a la madre del Hijo de Nefi, porque bcrees en el Hijo
Dios y aprende acerca de la condes- del Dios Altı́simo; por lo tanto,
cendencia de Dios—Ve el bautis- verás las cosas que has deseado.
mo, el ministerio y la crucifixión del 7 Y he aquı́, esto te será dado
Cordero de Dios—Ve también el por aseñal: que después que ha-

19a gee Misterios de DyC 76:50–62; 4a 1 Ne. 8:10–12;


Dios. Moisés 6:57. 15:21–22.
b gee Espı́ritu Santo. 11 1a DyC 76:19. 5a 1 Ne. 2:16.
c Alma 7:20; gee Meditar. 6a Éx. 9:29;
DyC 3:2; 35:1. b 2 Cor. 12:1–4; 2 Ne. 29:7;
20a Ecle. 12:14; Apoc. 21:10; 3 Ne. 11:14;
2 Ne. 9:46. 2 Ne. 4:25; Moisés 6:44.
gee Juicio Final. Moisés 1:1. b gee Creencia, creer.
21a Alma 34:32–35. c Deut. 10:1; 7a gee Señal.
b 1 Cor. 6:9–10; Éter 3:1.
3 Ne. 27:19; 3a 1 Ne. 8:2–34. [Entre 600 y 592 a.C.]
23 1 NEFI 11:8–22
yas visto el árbol que dio el fruto bién otras ciudades. Y vi la ciu-
que tu padre probó, también ve- dad de Nazaret, y en aella vi a
rás a un hombre que desciende una bvirgen, y era sumamente
del cielo, y lo presenciarás; y hermosa y blanca.
después que lo hayas presencia- 14 Y ocurrió que vi abrirse los
do, bdarás testimonio de que es a
cielos; y un ángel descendió y
el Hijo de Dios. se puso delante de mı́, y me di-
8 Y aconteció que me dijo el Es- jo: Nefi, ¿qué es lo que ves?
pı́ritu: ¡Mira! Y miré y vi un ár- 15 Y le contesté: Una virgen,
bol; y era semejante al aque mi más hermosa y pura que toda
padre habı́a visto; y su belleza otra virgen.
era muy superior, sı́, sobrepuja- 16 Y me dijo: ¿Comprendes la
ba a toda otra belleza; y su condescendencia de Dios?
b
blancura excedı́a a la blancura 17 Y le respondı́: Sé que ama a
de la nieve misma. sus hijos; sin embargo, no sé el
9 Y sucedió que después que significado de todas las cosas.
hube visto el árbol, le dije al Es- 18 Y me dijo: He aquı́, la avir-
pı́ritu: Veo que me has mostra- gen que tú ves es la bmadre del
do el árbol que es más aprecioso Hijo de Dios, según la carne.
que todos. 19 Y aconteció que vi que fue
10 Y me preguntó: ¿Qué de- llevada en el Espı́ritu; y después
seas tú? que hubo sido llevada en el aEs-
11 Y le dije: Deseo saber la ain- pı́ritu por cierto espacio de
terpretación de ello, —pues le tiempo, me habló el ángel, di-
hablaba como habla el hombre; ciendo: ¡Mira!
porque vi que tenı́a la bforma de 20 Y miré, y vi de nuevo a la
hombre. No obstante, yo sabı́a virgen llevando a un aniño en
que era el Espı́ritu del Señor; y sus brazos.
él me hablaba como un hombre 21 Y el ángel me dijo: ¡He aquı́,
habla con otro. el aCordero de Dios, sı́, el bHijo
12 Y aconteció que me dijo: del cPadre Eterno! ¿Compren-
¡Mira! Y miré para verlo, pero des el significado del dárbol que
no lo vi más, pues se habı́a reti- tu padre vio?
rado de mi presencia. 22 Y le contesté, diciendo: Sı́, es
13 Y sucedió que miré, y vi la el aamor de Dios que se derrama
gran ciudad de Jerusalén, y tam- ampliamente en el corazón de

7b gee Testimonio. de Jesús. b gee Jesucristo.


8a 1 Ne. 8:10. 14a Ezeq. 1:1; c gee Trinidad—Dios
b 1 Ne. 8:11. 1 Ne. 1:8. el Padre.
9a 1 Ne. 11:22–25. 18a Isa. 7:14; d 1 Ne. 8:10;
11a Gén. 40:8. Lucas 1:34–35. Alma 5:62.
b Éter 3:15–16. b Mos. 3:8. gee Árbol de la vida.
13a Mateo 2:23. 19a Mateo 1:20. 22a gee Amor.
b Lucas 1:26–27; 20a Lucas 2:16.
Alma 7:10. 21a gee Cordero de
gee Marı́a, madre Dios. [Entre 600 y 592 a.C.]
1 NEFI 11:23–32 24
los hijos de los hombres; por lo 28 Y vi que salió, ejerciendo su
tanto, es más deseable que todas ministerio entre el pueblo con
a
las cosas. poder y gran gloria; y se reu-
23 Y él me habló, diciendo: Sı́, nı́an las multitudes para escu-
y el de mayor a gozo para el charlo; y vi que lo echaron de
alma. entre ellos.
24 Y cuando hubo pronun- 29 Y vi también a otros adoce
ciado estas palabras, me dijo: que lo seguı́an. Y aconteció que
¡Mira! Y miré, y vi al Hijo de fueron llevados en el Espı́ritu de
Dios que a iba entre los hijos delante de mi faz, de modo que
de los hombres; y vi a muchos no los vi más.
que caı́an a sus pies y lo ado- 30 Y aconteció que me habló
raban. de nuevo el ángel, diciendo:
25 Y aconteció que vi que la ¡ M i r a ! Y m i r é , y v i q u e s e
a
barra de hierro que mi padre abrı́an de nuevo los cielos, y que
habı́a visto representaba la pala- descendı́an aángeles sobre los
bra de Dios, la cual conducı́a a la hijos de los hombres; y les mi-
fuente de aguas bvivas o cárbol nistraban.
de la vida; y estas aguas son una 31 Y de nuevo me habló, di-
representación del amor de ciendo: ¡Mira! Y miré, y vi al
Dios; y también vi que el árbol Cordero de Dios que iba entre
de la vida representaba el amor los hijos de los hombres. Y vi
de Dios. a multitudes de personas que
26 Y el ángel me dijo de nuevo: estaban enfermas y afligidas
¡Mira, y ve la acondescendencia con toda clase de males, y con
a
de Dios! demonios y con espı́ritus bim-
27 Y miré, y avi al Redentor del puros; y el ángel me habló y
mundo, de quien mi padre ha- me mostró todas estas cosas.
bı́a hablado, y vi también al Y fueron csanadas por el poder
b
profeta que habrı́a de preparar del Cordero de Dios; y los de-
la vı́a delante de él. Y el Cordero monios y los espı́ritus impuros
de Dios se adelantó y fue cbauti- fueron echados fuera.
zado por él; y después que fue 32 Y aconteció que me habló
bautizado, vi abrirse los cielos, y otra vez el ángel, diciendo: ¡Mi-
al Espı́ritu Santo descender del ra! Y miré, y vi al Cordero de
cielo y reposar sobre él en forma Dios, y que el pueblo lo apresó;
de dpaloma. sı́, vi que el Hijo del eterno Dios

23a gee Gozo. b Mateo 11:10; 30a gee Ángeles.


24a Lucas 4:14–21. 1 Ne. 10:7–10; 31a Marcos 5:15–20;
25a 1 Ne. 8:19. 2 Ne. 31:4. Mos. 3:5–7.
b gee Agua(s) viva(s). c gee Bautismo, gee Diablo.
c Gén. 2:9; bautizar. b gee Espı́ritu—
Alma 32:40–41; d gee Paloma, señal Espı́ritus inmundos.
Moisés 4:28, 31. de la. c gee Sanar, sanidades.
26a 1 Ne. 11:16–33. 28a DyC 138:25–26.
27a 2 Ne. 25:13. 29a gee Apóstol. [Entre 600 y 592 a.C.]
25 1 NEFI 11:33–12:5
fue ajuzgado por el mundo; y yo los Doce Discı́pulos y los Doce
vi, y doy testimonio. Apóstoles juzgarán a Israel; y el es-
33 Y yo, Nefi, vi que fue levan- tado repugnante y sucio de aquellos
tado sobre la acruz e binmolado que degeneran en la incredulidad.
por los pecados del mundo. Y ACONTECIÓ que me dijo el án-
34 Y después que fue muerto, gel: Mira y ve a tu posteridad y
vi a las multitudes de la tierra, y también la posteridad de tus
que estaban reunidas para com- hermanos. Y miré, y vi la atierra
batir contra los apóstoles del de promisión; y vi multitudes
Cordero; porque ası́ llamó a los de gentes, sı́, cual si fuera en tan
doce el ángel del Señor. inmenso número como la arena
35 Y estaban reunidas las mul- del mar.
titudes de la tierra; y vi que se 2 Y sucedió que vi a las multi-
hallaban en un vasto y espacio- tudes reunidas para combatir
so aedificio, semejante al que mi unas contra otras; y vi aguerras
padre vio. Y de nuevo me habló y rumores de guerras, y vi la
el ángel del Señor, diciendo: He gran mortandad causada por la
aquı́ el mundo y su sabidurı́a; sı́, espada entre los de mi pueblo.
he aquı́, la casa de Israel se ha 3 Y aconteció que vi pasar mu-
reunido para combatir contra chas generaciones en guerras y
los doce apóstoles del Cordero. contiendas en la tierra; y vi un
36 Y aconteció que vi, y doy gran número de ciudades, sı́,
testimonio de que el grande y tantas que no las conté.
espacioso edificio representaba 4 Y aconteció que vi un avapor
el aorgullo del mundo; y cayó, y de btinieblas sobre la faz de la
su caı́da fue grande en extremo. tierra de promisión; y vi relám-
Y me habló otra vez el ángel del pagos, y oı́ truenos y terremotos
Señor, diciendo: Ası́ será la des- y toda clase de ruidos estrepito-
trucción de todas las naciones, sos; y vi que se hendieron las
tribus, lenguas y pueblos que rocas y la tierra; y vi montañas
combatan contra los doce após- desplomarse en pedazos; y vi
toles del Cordero. las llanuras tornarse escabrosas;
y vi que se chundieron muchas
CAPÍTULO 12 ciudades; y vi que muchas otras
fueron abrasadas por fuego; y vi
Nefi ve en visión la tierra de promi- muchas que cayeron a tierra por
sión; la rectitud, la iniquidad y la causa de los terremotos.
caı́da de sus habitantes; la venida 5 Y sucedió que después de
del Cordero de Dios entre ellos; que presenciar estas cosas, vi que el

32a Marcos 15:17–20. 35a 1 Ne. 8:26; 12:18. gee Guerra.


33a Juan 19:16–19; 36a gee Orgullo. 4a Hel. 14:20–28.
Mos. 3:9–10; 12 1a gee Tierra b 1 Ne. 19:10.
3 Ne. 27:14. prometida. c 3 Ne. 8:14.
gee Cruz. 2a Enós 1:24;
b gee Expiación, expiar. Morm. 8:7–8. [Entre 600 y 592 a.C.]
1 NEFI 12:6–18 26
a
vapor de tinieblas desaparecı́a miré, y vi que murieron en recti-
de sobre la faz de la tierra; y he tud a tres generaciones; y sus
aquı́, vi multitudes que no ha- vestidos eran blancos, ası́ como
bı́an caı́do a causa de los gran- los del Cordero de Dios; y me
des y terribles juicios del Señor. dijo el ángel: Éstos son emblan-
6 Y vi abrirse los cielos, y al quecidos en la sangre del Cor-
a
Cordero de Dios que descendı́a dero, a causa de su fe en él.
del cielo; y bajó y se manifestó a 12 Y yo, Nefi, también vi a mu-
los que no habı́an caı́do. chos de los de la acuarta genera-
7 Y también vi y doy testimo- ción que murieron en rectitud.
nio de que el Espı́ritu Santo des- 13 Y sucedió que vi reunidas a
cendió sobre otros adoce; y fue- las multitudes de la tierra.
ron ordenados de Dios, y esco- 14 Y el ángel me dijo: He aquı́
gidos. tu posteridad, y también la de
8 Y el ángel me habló, dicien- tus hermanos.
do: He aquı́ los doce discı́pulos 15 Y ocurrió que miré y vi a los
del Cordero que han sido esco- de mi posteridad reunidos en
gidos para ministrar a los de tu multitudes acontra la posteridad
descendencia. de mis hermanos; y se hallaban
9 Y me dijo: ¿Te acuerdas de congregados para la batalla.
los adoce apóstoles del Cordero? 16 Y el ángel me habló, dicien-
He aquı́, ellos son los que bjuz- do: He aquı́ la fuente de aguas
a
garán a las doce tribus de Israel; sucias que tu padre vio; sı́, el
b
por tanto, los doce ministros de rı́o del que habló; y sus profun-
tu posteridad serán juzgados didades son las profundidades
por ellos, pues vosotros sois de del cinfierno.
la casa de Israel. 17 Y los avapores de tinieblas
10 Y estos adoce ministros que son las tentaciones del diablo
tú ves juzgarán a tu posteridad. que bciegan los ojos y endurecen
Y he aquı́, son justos para siem- el corazón de los hijos de los
pre; porque a causa de su fe en hombres, y los conducen hacia
el Cordero de Dios, sus bvestidos caminos canchos, de modo que
son emblanquecidos en su san- perecen y se pierden.
gre. 18 Y el vasto y espacioso aedifi-
11 Y el ángel me dijo: ¡Mira! Y cio que tu padre vio representa

5a 3 Ne. 8:20; 10:9. Alma 5:21–27; inmundo.


6a 2 Ne. 26:1, 9; 13:11–13; b 1 Ne. 8:13; 15:26–29.
3 Ne. 11:3–17. 3 Ne. 27:19–20. c gee Infierno.
7a 3 Ne. 12:1; 19:12–13. 11a 2 Ne. 26:9–10; 17a 1 Ne. 8:23; 15:24;
9a Lucas 6:13. 3 Ne. 27:30–32. DyC 10:20–32.
b Mateo 19:28; 12a Alma 45:10–12; b gee Apostası́a.
DyC 29:12. Hel. 13:5, 9–10; c Mateo 7:13–14.
gee Juicio Final. 3 Ne. 27:32; 18a 1 Ne. 8:26; 11:35–36.
10a 3 Ne. 27:27; 4 Ne. 1:14–27.
Morm. 3:18–19. 15a Morm. 6.
b Apoc. 7:14; 16a gee Inmundicia, [Entre 600 y 592 a.C.]
27 1 NEFI 12:19–13:5
las vanas bilusiones y el corgullo ron en una gente aobscura, re-
de los hijos de los hombres. Y pugnante y bsucia, llena de cocio
un grande y terrible dabismo los y de todo género de abomina-
separa; sı́, la palabra de la ejusti- ciones.
cia del Dios Eterno y el Mesı́as,
que es el Cordero de Dios, de CAPÍTULO 13
quien el Espı́ritu Santo da testi-
monio desde el principio del
mundo hasta hoy, y desde aho- Nefi ve en visión el establecimien-
ra y para siempre. to de la iglesia del diablo entre los
19 Y mientras el ángel pronun- gentiles, el descubrimiento y la co-
ciaba estas palabras, vi que la lonización de las Américas, la pér-
posteridad de mis hermanos dida de muchas partes claras y pre-
combatı́a contra la mı́a, según la ciosas de la Biblia, el estado resul-
palabra del ángel; y a causa del tante de la apostası́a de los gentiles,
orgullo de mi posteridad y de la restauración del evangelio, el
las atentaciones del diablo, vi advenimiento de las Escrituras de
que la posteridad de mis herma- los últimos dı́as y la edificación de
nos bvenció a los de mi descen- Sión.
dencia. Y ACONTECIÓ que el ángel me
20 Y aconteció que miré, y vi habló, diciendo: ¡Mira! Y miré, y
que los de la posteridad de mis vi muchas naciones y reinos.
hermanos habı́an vencido a la 2 Y me dijo el ángel: ¿Qué ves?
mı́a; y se repartieron en multitu- Y yo dije: Veo muchas naciones
des sobre la superficie de la tie- y reinos.
rra. 3 Y me dijo él a mı́: Éstas son
21 Y los vi reunirse en multitu- las naciones y los reinos de los
des; y vi entre ellos aguerras y gentiles.
rumores de guerras; y en gue- 4 Y aconteció que vi entre las
rras y rumores de guerras, vi pa- naciones de los agentiles la for-
sar muchas generaciones. mación de una bgrande iglesia.
22 Y el ángel me dijo: He aquı́ 5 Y el ángel me dijo: He aquı́ la
que éstos adegenerarán en la in- formación de una iglesia que es
credulidad. la más abominable de todas las
23 Y aconteció que vi, que des- demás iglesias, que amata a los
pués que hubieron degenerado santos de Dios, sı́, y los atormen-
en la incredulidad, se convirtie- ta y los oprime, y los unce con

18b Jer. 7:24. 21a Morm. 8:8; ocioso.


c gee Orgullo. Moro. 1:2. 13 4a gee Gentiles.
d Lucas 16:26; gee Guerra. b 1 Ne. 13:26, 34;
1 Ne. 15:28–30. 22a 1 Ne. 15:13; 14:3, 9–17.
e gee Justicia. 2 Ne. 26:15. 5a Apoc. 17:3–6;
19a gee Tentación, tentar. 23a 2 Ne. 26:33. 1 Ne. 14:13.
b Jarom 1:10; b 2 Ne. 5:20–25.
P. de Morm. 1:1–2. c gee Ociosidad, [Entre 600 y 592 a.C.]
1 NEFI 13:6–18 28
un byugo de hierro, y los reduce los descendientes de mis herma-
al cautiverio. nos que se encontraban en la
6 Y aconteció que vi esta agran- tierra prometida.
de y abominable iglesia, y vi que 13 Y aconteció que vi al Espı́ri-
el bdiablo fue su fundador. tu de Dios que obraba sobre
7 Y vi también aoro y plata y otros gentiles, y salieron de su
sedas y escarlatas y linos de fino cautividad, cruzando las mu-
tejido y toda especie de vestidu- chas aguas.
ras preciosas; y vi muchas rame- 14 Y sucedió que vi muchas
a
ras. multitudes de gentiles sobre la
b
8 Y el ángel me habló, dicien- tierra de promisión, y vi que la
do: He aquı́, el oro y la plata, las ira de Dios vino sobre los des-
sedas y escarlatas, y los linos de cendientes de mis hermanos, y
fino tejido, y los preciosos vesti- fueron cdispersados delante de
dos, y las rameras, son lo que los gentiles, y afligidos.
a
desea esta grande y abomina- 15 Y vi que el Espı́ritu del Se-
ble iglesia. ñor estaba sobre los gentiles, y
9 Y también, por motivo de las prosperaron y obtuvieron la
alabanzas del mundo, adestru- a
tierra por herencia; y vi que
yen a los santos de Dios y los eran blancos y muy bbellos y
reducen al cautiverio. hermosos, semejantes a los de
10 Y sucedió que miré, y vi mu- mi pueblo antes que los cmata-
chas aguas; y éstas separaban a ran.
los gentiles de la posteridad de 16 Y aconteció que yo, Nefi,
mis hermanos. vi que los gentiles que habı́an
11 Y aconteció que el ángel me salido de la cautividad se hu-
dijo: He aquı́, la ira de Dios está millaron delante del Señor, y
sobre la posteridad de tus her- el poder del Señor estaba con
a
manos. ellos.
12 Y miré, y vi entre los genti- 17 Y vi que las madres patrias
les a un hombre que estaba se- de los gentiles se hallaban reu-
parado de la posteridad de mis nidas sobre las aguas, y sobre la
hermanos por las muchas aguas; tierra también, para combatirlos.
y vi que el a Espı́ritu de Dios 18 Y vi que el poder de Dios
descendió y obró sobre él; y el estaba con ellos, y también que
hombre partió sobre las muchas la ira de Dios pesaba sobre todos
aguas, sı́, hasta donde estaban aquellos que estaban congrega-

5b Jer. 28:10–14. 9a Apoc. 13:4–7. esparcimiento de


6a DyC 88:94. 12a gee Inspiración, Israel.
gee Diablo—La inspirar. 15a 2 Ne. 10:19.
iglesia del diablo. 14a 2 Ne. 1:11; b 2 Ne. 5:21.
b 1 Ne. 22:22–23. Morm. 5:19–20. c Morm. 6:17–22.
7a Morm. 8:36–38. b gee Tierra prometida. 16a DyC 101:80.
8a Apoc. 18:10–24; c 1 Ne. 22:7–8.
Morm. 8:35–38. gee Israel—El [Entre 600 y 592 a.C.]
29 1 NEFI 13:19–29
dos en contra de ellos para la lu- conforme a la verdad que está
cha. en el Cordero de Dios.
19 Y yo, Nefi, vi que los genti- 25 Por lo tanto, estas cosas pro-
les que habı́an salido de la cauti- ceden en su pureza de los aju-
vidad fueron alibrados por el dı́os a los bgentiles, según la ver-
poder de Dios de las manos de dad que está en Dios.
todas las demás naciones. 26 Y después que proceden
20 Y ocurrió que yo, Nefi, vi por la mano de los doce apósto-
que prosperaron en la tierra; y les del Cordero, de los judı́os aa
vi un alibro, y lo llevaban entre los gentiles, tú ves la formación
ellos. de una biglesia cgrande y abomi-
21 Y me dijo el ángel: ¿Sabes tú nable, que es la más abominable
el significado del libro? de todas las demás iglesias,
22 Y le respondı́: No lo sé. pues, he aquı́, ha ddespojado el
23 Y dijo: He aquı́, proviene de evangelio del Cordero de mu-
la boca de un judı́o. Y yo, Nefi, chas partes que son eclaras y su-
miré el libro; y el ángel me dijo: mamente preciosas, y también
El alibro que ves es una bhistoria ha quitado muchos de los con-
de los cjudı́os, el cual contiene venios del Señor.
los convenios que el Señor ha 27 Y ha hecho todo esto para
hecho con la casa de Israel; y pervertir las rectas vı́as del Se-
también contiene muchas de las ñor, para cegar los ojos y endu-
profecı́as de los santos profetas; recer el corazón de los hijos de
y es una narración semejante a los hombres.
los grabados sobre las dplanchas 28 Por tanto, ves tú que des-
de bronce, aunque menos en pués que el libro ha pasado por
número. No obstante, contienen las manos de esa grande y abo-
los convenios que el Señor ha minable iglesia, se han quitado
hecho con la casa de Israel; por muchas cosas claras y preciosas
tanto, son de gran valor para los del libro, el cual es el libro del
gentiles. Cordero de Dios.
24 Y el ángel del Señor me dijo: 29 Y después que se quitaron
Has visto que el libro salió de la estas cosas claras y de gran va-
boca de un judı́o, y cuando salió lor, va entre todas las naciones
de la boca del judı́o, contenı́a la de los gentiles; y luego que va
plenitud del evangelio del Se- entre todas las naciones de los
ñor, de quien dan testimonio los gentiles, sı́, aun hasta el otro la-
doce apóstoles; y ellos testifican do de las muchas aguas que has

19a 2 Ne. 10:10–14; 25a 2 Ne. 29:4–6; c 1 Ne. 13:4–6; 14:3,


3 Ne. 21:4; Éter 2:12. DyC 3:16. gee Judı́os. 9–17.
20a 1 Ne. 14:23. b gee Gentiles. d Morm. 8:33;
23a 1 Ne. 13:38; 26a Mateo 21:43. Moisés 1:41.
2 Ne. 29:4–12. b gee Apostası́a— e 1 Ne. 14:20–26;
b gee Escrituras. Apostası́a de la AdeF 8.
c 2 Ne. 3:12. Iglesia Cristiana
d 1 Ne. 5:10–13. Primitiva. [Entre 600 y 592 a.C.]
1 NEFI 13:30–35 30
visto, entre los gentiles que han claras y sumamente preciosas
salido del cautiverio, tú ves que del evangelio del Cordero que
—a causa de las muchas cosas ha suprimido esa iglesia aabomi-
claras y preciosas que se han nable, cuya formación tú has
quitado del libro, cosas que eran visto.
claras al entendimiento de los 33 Por tanto, dice el Cordero
hijos de los hombres, según la de Dios: Seré misericordioso
claridad que hay en el Cordero con los gentiles, aun al grado de
de Dios—, a causa de estas cosas visitar al resto de la casa de
que se han suprimido del evan- Israel con gran juicio.
gelio del Cordero, muchı́simos 34 Y aconteció que el ángel del
tropiezan, sı́, de tal modo que Señor me habló, diciendo: He
Satanás tiene gran poder sobre aquı́, dice el Cordero de Dios,
ellos. después que haya visitado al
a
30 No obstante, tú ves que los resto de la casa de Israel —y es-
gentiles que han salido de la te resto del que hablo es la pos-
cautividad, y que, gracias al po- teridad de tu padre— por lo
der de Dios, han sido elevados tanto, después que los haya vi-
sobre todas las demás naciones sitado con juicio, y los haya he-
que hay en la superficie de la rido por la mano de los gentiles,
tierra, que es una tierra escogida y después que los gentiles btro-
sobre todas las demás, la cual es piecen muchı́simo a causa de
la tierra que el Señor Dios dio a las partes más claras y precio-
tu padre por convenio para que sas que fueron suprimidas del
fuese la aherencia de sus descen- c
evangelio del Cordero por esa
dientes; por tanto, ves que el Se- abominable iglesia, que es la
ñor Dios no permitirá que los madre de las rameras, dice el
gentiles destruyan completa- Cordero, seré misericordioso
mente a los de la bmezcla de tu con los gentiles en aquel dı́a,
descendencia que se hallan en- de tal modo que haré dllegar a
tre tus hermanos. ellos, por medio de mi propio
31 Ni permitirá tampoco que poder, mucho de mi evangelio
los gentiles adestruyan a la pos- que será claro y precioso, dice el
teridad de tus hermanos. Cordero.
32 Ni permitirá el Señor Dios 35 Porque he aquı́, dice el Cor-
que los gentiles permanezcan dero: Yo mismo me manifestaré
para siempre en ese horrible es- a los de tu posteridad, por lo
tado de ceguedad, en el que ves que escribirán muchas cosas que
que están a causa de las partes yo les suministraré, las cuales

30a gee Tierra prometida. 32a gee Diablo—La d DyC 10:62.


b Alma 45:10–14. iglesia del diablo. gee Restauración del
31a 2 Ne. 4:7; 10:18–19; 34a gee José, hijo de evangelio.
Jacob 3:5–9; Jacob.
Hel. 15:12; b 1 Ne. 14:1–3;
3 Ne. 16:8–9; 2 Ne. 26:20.
Morm. 5:20–21. c gee Evangelio. [Entre 600 y 592 a.C.]
31 1 NEFI 13:36–41
serán claras y preciosas; y des- los gentiles a ellos, para bcon-
pués que tu posteridad sea des- vencer a los gentiles y al resto
truida y degenere en la incredu- de la posteridad de mis herma-
lidad, lo mismo que la de tus nos, y también a los judı́os que
hermanos, he aquı́ que aestas co- se encontraban esparcidos sobre
sas serán escondidas, a fin de toda la superficie de la tierra, de
que sean manifestadas a los gen- que los escritos de los profetas y
tiles por el don y el poder del de los doce apóstoles del Corde-
Cordero. ro son cverdaderos.
36 Y en ellas estará escrito mi 40 Y el ángel me habló, dicien-
a
evangelio, dice el Cordero, y mi do: Estos aúltimos anales que
b
roca y mi salvación. has visto entre los gentiles, bes-
37 Y abienaventurados aquellos tablecerán la verdad de los cpri-
que procuren establecer a mi meros, los cuales son los de
b
Sión en aquel dı́a, porque ten- los doce apóstoles del Cordero,
drán el c don y el poder del y darán a conocer las cosas
Espı́ritu Santo; y si dperseveran claras y preciosas que se les han
hasta el fin, serán enaltecidos quitado, y manifestarán a todas
en el último dı́a y se salvarán las familias, lenguas y pueblos
en el ereino eterno del Cordero; que el Cordero de Dios es el
y los que f publiquen la paz, Hijo del Eterno Padre, y es el
d
sı́, nuevas de gran gozo, ¡cuán Salvador del mundo; y que
bellos serán sobre las mon- es necesario que todos los hom-
tañas! bres vengan a él, o no serán
38 Y aconteció que vi al resto salvos.
de la posteridad de mis herma- 41 Y han de venir conforme a
nos, y también vi que el alibro las palabras que serán estableci-
del Cordero de Dios, que habı́a das por boca del Cordero; y las
salido de la boca del judı́o, llegó palabras del Cordero se darán a
de los gentiles bal resto de la conocer en los anales de tu pos-
posteridad de mis hermanos. teridad, como también en los
39 Y después que hubo llegado anales de los doce apóstoles del
a ellos, vi otros alibros que vinie- Cordero; por lo que los dos se-
ron por el poder del Cordero, de rán reunidos en auno solo; por-

35a 2 Ne. 27:6; 29:1–2. e gee Gloria celestial. c 1 Ne. 14:30.


gee Libro de f Isa. 52:7; 40a 2 Ne. 26:16–17; 29:12.
Mormón. Mos. 15:14–18; gee Libro de
36a 3 Ne. 27:13–21. 3 Ne. 20:40. Mormón.
b Hel. 5:12; 38a 1 Ne. 13:23; b Morm. 7:8–9.
3 Ne. 11:38–39. 2 Ne. 29:4–6. c gee Biblia.
gee Roca. b Morm. 5:15. d Véase la portada del
37a DyC 21:9. 39a gee Escrituras—Se Libro de Mormón.
b gee Sión. profetiza la Moisés 1:6.
c gee Don del Espı́ritu publicación de las 41a Ezeq. 37:17.
Santo. Escrituras.
d 3 Ne. 27:16. b Ezeq. 37:15–20;
gee Perseverar. 2 Ne. 3:11–12. [Entre 600 y 592 a.C.]
1 NEFI 13:42–14:5 32
que hay bun Dios y un cPastor serán contados entre la posteri-
sobre toda la tierra. dad de tu padre; sı́, serán aconta-
42 Y viene el tiempo en que él dos entre los de la casa de Israel;
se manifestará a todas las nacio- y serán para siempre un pue-
nes, tanto a los ajudı́os como blo bbendito sobre la tierra pro-
también a los gentiles; y des- metida, y no serán llevados más
pués que se haya manifestado a al cautiverio; y la casa de Israel
los judı́os y también a los genti- ya no será confundida.
les, entonces se manifestará a 3 Y ese profundo aabismo que
los gentiles y también a los ju- ha cavado para ellos esa grande
dı́os; y los búltimos serán los pri- y abominable iglesia, la cual es-
meros, y los cprimeros serán los tablecieron el diablo y sus hijos
últimos. para conducir las almas de los
hombres al infierno, sı́, ese pro-
CAPÍTULO 14 fundo abismo que ha sido cava-
do para la destrucción de los
hombres, se llenará con aquellos
Un ángel le informa a Nefi acerca que lo abrieron, hasta su com-
de las bendiciones y las maldiciones pleta destrucción, dice el Corde-
que caerán sobre los gentiles—So- ro de Dios; no la destrucción del
lamente hay dos iglesias: la Iglesia alma, a menos que sea el arro-
del Cordero de Dios y la iglesia del jarla en aquel binfierno que no
diablo — Los santos de Dios son tiene fin.
perseguidos en todas las naciones 4 Porque he aquı́ que esto va
por la iglesia grande y abomina- de conformidad con la cautivi-
ble—El apóstol Juan escribirá to- dad del diablo, y también con la
cante al fin del mundo. justicia de Dios, sobre todos los
Y SUCEDERÁ que si los agentiles que cometan iniquidades y abo-
escucharen al Cordero de Dios minaciones ante él.
el dı́a en que él mismo se mani- 5 Y aconteció que el ángel me
fieste a ellos, tanto en palabra, habló a mı́, Nefi, diciendo: Tú
como también en bpoder, real y has visto que si los gentiles se
verdaderamente, para quitar arrepienten, les irá bien; y tam-
sus ctropiezos, bién sabes acerca de los conve-
2 y no endurecieren sus cora- nios del Señor con la casa de Is-
zones contra el Cordero de Dios, rael; y también has oı́do que el

41b Deut. 6:4; gee Gentiles. Abr. 2:9–11.


Juan 17:21–23; b 1 Tes. 1:5; b 2 Ne. 6:12; 10:8–14;
2 Ne. 31:21. 1 Ne. 14:14; 3 Ne. 16:6–7; 20:27.
c gee Buen Pastor. Jacob 6:2–3. 3a 1 Ne. 22:14;
42a DyC 90:8–9; c Isa. 57:14; DyC 109:25.
107:33; 112:4. 1 Ne. 13:29, 34; b gee Condenación;
b Jacob 5:63. 2 Ne. 26:20. Infierno.
c Lucas 13:30; 2a Gál. 3:7, 29;
1 Ne. 15:13–20. 2 Ne. 10:18–19;
14 1a 3 Ne. 16:6–13. 3 Ne. 16:13; 21:6, 22; [Entre 600 y 592 a.C.]
33 1 NEFI 14:6–14
que no se aarrepienta deberá pe- diablo; de modo que el que no
recer. pertenece a la iglesia del Corde-
6 Por lo tanto, ¡aay de los genti- ro de Dios, pertenece a esa gran-
les, si es que endurecen sus co- de iglesia que es la madre de las
razones contra el Cordero de abominaciones, y es la cramera
Dios! de toda la tierra.
7 Porque viene el dı́a, dice el 11 Y aconteció que miré y vi a
Cordero de Dios, en que haré la ramera de toda la tierra, y se
una obra grande y amaravillosa asentaba sobre muchas aaguas; y
b
entre los hijos de los hombres, tenı́a dominio sobre toda la tie-
una obra que será sempiterna, rra, entre todas las naciones, tri-
ya para una cosa u otra; ya para bus, lenguas y pueblos.
convertirlos a la paz y b vida 12 Y sucedió que vi la iglesia
eterna, o entregarlos a la dureza del Cordero de Dios, y sus nú-
de sus corazones y ceguedad de meros eran apocos a causa de la
sus mentes hasta ser llevados al iniquidad y las abominaciones
cautiverio, y también a la des- de la ramera que se asentaba so-
trucción, tanto temporal como bre las muchas aguas. No obs-
espiritualmente, según la ccau- tante, vi que la iglesia del Cor-
tividad del diablo, de la cual he dero, que eran los santos de
hablado. Dios, se extendı́a también sobre
b
8 Y aconteció que cuando el toda la superficie de la tierra; y
ángel hubo hablado estas pala- sus dominios sobre la faz de la
bras, me dijo: ¿Recuerdas los tierra eran pequeños, a causa de
a
convenios del Padre con la casa la maldad de la gran ramera a
de Israel? Yo le contesté: Sı́. quien yo vi.
9 Y sucedió que me dijo: Mira, 13 Y ocurrió que vi que la gran
y ve esa grande y abominable madre de las abominaciones
iglesia que es la madre de las reunió multitudes sobre toda la
abominaciones, cuyo fundador superficie de la tierra, entre to-
es el adiablo. das las naciones de los gentiles,
10 Y me dijo: He aquı́, no hay para acombatir contra el Corde-
más que ados iglesias solamente; ro de Dios.
una es la iglesia del Cordero de 14 Y aconteció que yo, Nefi, vi
Dios, y la botra es la iglesia del que el poder del Cordero de

5a gee Arrepentimiento, Alma 12:9–11. Apoc. 17:15.


arrepentirse. 8a gee Abraham, b DyC 35:11.
6a 2 Ne. 28:32. convenio de. 12a Mateo 7:14;
7a Isa. 29:14; 9a 1 Ne. 15:35; 3 Ne. 14:14;
1 Ne. 22:8; DyC 1:35. DyC 138:26.
2 Ne. 27:26; 29:1–2; gee Diablo. b DyC 90:11.
DyC 4:1. 10a 1 Ne. 22:23. 13a Apoc. 17:1–6; 18:24;
gee Restauración b 1 Ne. 13:4–6, 26. 1 Ne. 13:5;
del evangelio. c Apoc. 17:5, 15; DyC 123:7–8.
b gee Vida eterna. 2 Ne. 10:16.
c 2 Ne. 2:26–29; 11a Jer. 51:13; [Entre 600 y 592 a.C.]
1 NEFI 14:15–26 34
Dios descendió sobre los santos 18 Y aconteció que el ángel me
de la iglesia del Cordero y sobre habló, diciendo: ¡Mira!
el pueblo del convenio del Se- 19 Y miré, y vi a un hombre
ñor, que se hallaban dispersa- que estaba vestido con un man-
dos sobre toda la superficie de la to blanco.
tierra; y tenı́an por armas su rec- 20 Y el ángel me dijo: ¡He ahı́
titud y el apoder de Dios en gran a
uno de los doce apóstoles del
gloria. Cordero!
15 Y sucedió que vi que la ira 21 He aquı́, él verá y escribirá el
de Dios se aderramó sobre aque- resto de estas cosas; sı́, y tam-
lla grande y abominable iglesia, bién muchas que han sucedido.
de tal modo que hubo guerras 22 Y escribirá también sobre el
y rumores de guerras entre to- fin del mundo.
das las bnaciones y familias de la 23 Por tanto, las cosas que él
tierra. escriba son justas y verdaderas;
16 Y cuando empezó a haber y he aquı́, están escritas en el
a a
guerras y rumores de guerras libro que tú has visto salir de la
entre todas las naciones que boca del judı́o. Y en la época en
pertenecı́an a la madre de las que salieron de la boca del ju-
abominaciones, me habló el án- dı́o, o sea, cuando el libro salió
gel, diciendo: He aquı́, la ira de de la boca del judı́o, las cosas
Dios está sobre la madre de las que estaban escritas eran claras
rameras; y he aquı́, tú ves todas y puras, y las más bpreciosas y
estas cosas; fáciles para el entendimiento de
17 y cuando llegue el adı́a en todos los hombres.
que la bira de Dios sea derrama- 24 Y he aquı́, las cosas que este
a
da sobre la madre de las rame- apóstol del Cordero escribirá
ras, que es la iglesia grande y son muchas de las que tú ya has
abominable de toda la tierra, visto; y he aquı́, el resto tú lo
cuyo fundador es el diablo, en- verás.
tonces, en ese dı́a, empezará la 25 Pero las que verás en ade-
c
obra del Padre, preparando la lante, no escribirás; porque el
vı́a para el cumplimiento de sus Señor Dios ha ordenado que las
d a
convenios que él ha hecho con escriba el apóstol del Cordero
su pueblo que es de la casa de de Dios.
Israel. 26 Y ha habido también otros a

14a Jacob 6:2; b 1 Ne. 22:15–16. 23a 1 Ne. 13:20–24;


DyC 38:32–38. c 3 Ne. 21:7, 20–29. Morm. 8:33.
15a DyC 1:13–14. gee Restauración b 1 Ne. 13:28–32.
b Marcos 13:8; del evangelio. 24a Éter 4:16.
DyC 87:6. d Morm. 8:21, 41. 25a Juan 20:30–31;
16a 1 Ne. 22:13–14; gee Abraham, Apoc. 1:19.
Morm. 8:30. convenio de.
17a gee Últimos dı́as, 20a Apoc. 1:1–3;
postreros dı́as. 1 Ne. 14:27. [Entre 600 y 592 a.C.]
35 1 NEFI 14:27–15:7
quienes el Señor ha mostrado que la justicia de Dios separa a los
todas las cosas, y las han escrito; malos de los justos.
y han sido aselladas, según la
verdad que está en el Cordero, Y OCURRIÓ que después que yo,
para aparecer en su pureza a la Nefi, hube sido arrebatado en el
casa de Israel en el propio y de- espı́ritu, y hube visto todas estas
bido tiempo del Señor. cosas, volvı́ a la tienda de mi pa-
27 Y yo, Nefi, oı́, y testifico que dre.
el nombre del apóstol del Cor- 2 Y sucedió que vi a mis her-
dero era aJuan, según la palabra manos, y estaban disputando
del ángel. entre sı́ concerniente a las cosas
28 Y he aquı́ que a mı́, Nefi, que mi padre les habı́a hablado.
se me prohı́be escribir el resto 3 Porque verdaderamente les
de las cosas que vi y oı́; por lo habló muchas grandes cosas
que me basta con las que he que eran difı́ciles de acompren-
escrito; y no he escrito más der, a menos que uno recurriera
que una pequeña parte de lo al Señor; y como eran duros de
que vi. corazón, no acudı́an al Señor co-
29 Y doy testimonio de que yo mo debı́an.
vi las cosas que mi apadre vio, y 4 Y yo, Nefi, estaba apesadum-
el ángel del Señor me las hizo brado por la dureza de sus cora-
saber. zones, como también a causa de
30 Y ahora ceso de hablar to- las cosas que yo habı́a visto, las
cante a las cosas que vi cuando cuales sabı́a que inevitablemen-
fui llevado en el espı́ritu; y si te habrı́an de suceder, debido a
todas las cosas que vi no están la gran iniquidad de los hijos de
escritas, las que he escrito son los hombres.
a
verdaderas. Y ası́ es. Amén. 5 Y aconteció que me sentı́ aba-
tido por causa de mis aafliccio-
nes, porque las consideraba ma-
yores que cualquier otra cosa,
CAPÍTULO 15 por motivo de la bdestrucción de
mi pueblo, porque yo habı́a vis-
Los de la posteridad de Lehi recibi- to su caı́da.
rán de los gentiles el evangelio en 6 Y aconteció que después de
los postreros dı́as—El recogimiento haber recobrado la afuerza, ha-
de Israel se compara a un olivo cu- blé a mis hermanos, deseando
yas ramas naturales serán injerta- saber la causa de sus disputas.
das nuevamente—Nefi interpreta 7 Y dijeron: He aquı́, no pode-
la visión del árbol de la vida y dice mos comprender las palabras

26a 2 Ne. 27:6–23; 29a 1 Ne. 8. b Enós 1:13; Morm. 6:1.


Éter 3:21–27; 4:4–7; 30a 2 Ne. 33:10–14. 6a Moisés 1:10;
DyC 35:18; 15 3a 1 Cor. 2:10–12; JS—H 1:20, 48.
JS—H 1:65. Alma 12:9–11.
27a Apoc. 1:1–3. 5a gee Adversidad. [Entre 600 y 592 a.C.]
1 NEFI 15:8–16 36
que nuestro padre ha hablado gentiles, es que en los dı́as pos-
concernientes a las ramas natu- treros, cuando nuestros descen-
rales del olivo, y también con dientes hayan adegenerado en
respecto a los gentiles. la incredulidad, sı́, por el espa-
8 Y les dije: ¿Habéis apregunta- cio de muchos años, y muchas
do al Señor? generaciones después que el
b
9 Y me contestaron: No, por- Mesı́as sea manifestado en la
que el Señor no nos da a cono- carne a los hijos de los hombres,
cer tales cosas a nosotros. entonces la plenitud del cevan-
10 He aquı́, les dije: ¿Cómo es gelio del Mesı́as vendrá a los
que no guardáis los manda- gentiles; y de los dgentiles ven-
mientos del Señor? ¿Cómo es drá al resto de nuestra posteri-
que queréis perecer a causa de dad.
la adureza de vuestros corazo- 14 Y en aquel dı́a el resto de los
nes? de nuestra aposteridad sabrán
11 ¿No recordáis las cosas que que son de la casa de Israel, y
el Señor ha dicho: Si no endure- que son el pueblo del bconvenio
céis vuestros corazones, y me del Señor; y entonces sabrán y
a
pedı́s con fe, creyendo que reci- llegarán al cconocimiento de sus
biréis, guardando diligentemen- antepasados, y también al cono-
te mis mandamientos, de seguro cimiento del evangelio de su Re-
os serán manifestadas estas co- dentor, que él ministró a sus pa-
sas? dres. Por tanto, llegarán al cono-
12 He aquı́, os digo que la casa cimiento de su Redentor y de
de Israel fue comparada a un los principios exactos de su doc-
olivo por el Espı́ritu del Señor trina, para que sepan cómo ve-
que estaba en nuestro padre; y nir a él y ser salvos.
he aquı́, ¿no hemos sido desga- 15 Y entonces, ¿no se regocija-
jados de la casa de Israel? ¿No rán en aquel dı́a, y alabarán a su
somos nosotros una arama de la eterno Dios, su aroca y su salva-
casa de Israel? ción? Sı́, ¿no recibirán en aquel
13 Ahora bien, lo que nuestro dı́a la fuerza y nutrición de la
padre quiere decir concerniente verdadera bvid? Sı́, ¿no vendrán
al injerto de las ramas naturales, al verdadero rebaño de Dios?
por medio de la plenitud de los 16 He aquı́, os digo que sı́; se

8a Mos. 26:13; Nefi. convenio de.


Alma 40:3. 13a 1 Ne. 12:22–23; c 2 Ne. 3:12; 30:5;
gee Oración. 2 Ne. 26:15. Morm. 7:1, 9–10;
10a gee Apostası́a. b gee Mesı́as. DyC 3:16–20. Véase
11a Stg. 1:5–6; Enós 1:15; c gee Evangelio. también la portada
Moro. 7:26; d 1 Ne. 13:42; 22:5–10; del Libro de
DyC 18:18. DyC 14:10. Mormón.
gee Pedir. gee Gentiles. 15a gee Roca.
12a Gén. 49:22–26; 14a 2 Ne. 10:2; b Gén. 49:11; Juan 15:1.
1 Ne. 10:12–14; 19:24. 3 Ne. 5:21–26; 21:4–7.
gee Lehi, Padre de b gee Abraham, [Entre 600 y 592 a.C.]
37 1 NEFI 15:17–26
hará memoria de ellos otra vez verı́an a ser confundidos ni es-
entre la casa de Israel; y siendo parcidos otra vez. Y sucedió que
una rama natural del olivo, se- hablé muchas palabras a mis
rán ainjertados en el olivo ver- hermanos, de modo que se tran-
dadero. quilizaron y se bhumillaron ante
17 Y esto es lo que nuestro pa- el Señor.
dre quiere decir; y nos da a en- 21 Y aconteció que de nuevo
tender que no sucederá sino me hablaron, diciendo: ¿Qué
hasta después que los hayan significa esta cosa que nuestro
dispersado los gentiles; y se re- padre vio en un sueño? ¿Qué
fiere a que se llevará a cabo por significado tiene el aárbol que
medio de los gentiles, a fin de vio?
que el Señor manifieste a éstos 22 Y yo les dije: Era una repre-
su poder, precisamente porque sentación del aárbol de la vida.
será arechazado por los judı́os, o 23 Y me dijeron: ¿Qué significa
sea, por los de la casa de Israel. la abarra de hierro, que nuestro
18 Por tanto, nuestro padre no padre vio, que conducı́a al ár-
ha hablado solamente de nues- bol?
tra posteridad, sino también de 24 Y les dije que era la apalabra
toda la casa de Israel, indicando de Dios; y que quienes escu-
el convenio que se ha de cum- charan la palabra de Dios y se
b
plir en los postreros dı́as, con- aferraran a ella, no perecerı́an
venio que el Señor hizo con jamás; ni los vencerı́an las cten-
nuestro padre Abraham, dicien- taciones ni los ardientes ddar-
do: En tu aposteridad serán ben- dos del eadversario para cegar-
ditas todas las familias de la los y llevarlos hasta la des-
tierra. trucción.
19 Y aconteció que yo, Nefi, les 25 Por tanto, yo, Nefi, los ex-
hablé mucho respecto de estas horté a que aescucharan la pala-
cosas; sı́, les hablé concerniente bra del Señor; sı́, les exhorté con
a la arestauración de los judı́os todas las energı́as de mi alma y
en los postreros dı́as. con toda la facultad que poseı́a,
20 Y les repetı́ las palabras de a que obedecieran la palabra de
a
Isaı́as, quien se refirió a la res- Dios y se acordaran siempre de
tauración de los judı́os, o sea, de guardar sus mandamientos en
la casa de Israel; y que después todas las cosas.
que fuesen restaurados, no vol- 26 Y me dijeron: ¿Qué significa

16a Jacob 5:60–68. b 1 Ne. 16:5, 24, 39. gee Tentación, tentar.
17a gee Crucifixión. 21a 1 Ne. 8:10–12. d Efe. 6:16;
18a Gén. 12:1–3; 22a 1 Ne. 11:4, 25; DyC 3:8; 27:17.
Abr. 2:6–11. Moisés 3:9. e gee Diablo.
19a 1 Ne. 19:15. 23a 1 Ne. 8:19–24. 25a DyC 11:2; 32:4;
gee Israel—La 24a gee Palabra de Dios. 84:43–44.
congregación de b 1 Ne. 8:30;
Israel. 2 Ne. 31:20.
20a 1 Ne. 19:23. c 1 Ne. 8:23. [Entre 600 y 592 a.C.]
1 NEFI 15:27–35 38
el arı́o de agua que nuestro pa- dos por sus aobras; sı́, según las
dre vio? obras efectuadas por el cuerpo
27 Y les respondı́ que el aagua temporal en sus dı́as de proba-
que mi padre vio representaba ción.
la binmundicia; y que su mente 33 Por lo tanto, si amorı́an en
se hallaba absorta a tal grado en su iniquidad, tendrı́an que ser
b
otras cosas que no vio la sucie- desechados también, con res-
dad del agua. pecto a las cosas que son espiri-
28 Y les dije que era un aabismo tuales, las cuales se relacionan
horroroso que separaba a los con la rectitud; de modo que de-
inicuos del árbol de la vida, y berán comparecer ante Dios pa-
también de los santos de Dios. r a s e r c j u z g a d o s s e g ú n s u s
d
29 Y les dije que era una repre- obras. Y si sus obras han sido
sentación de aquel ainfierno te- e
inmundicia, por fuerza ellos
rrible que el ángel me dijo habı́a son inmundos; y si son inmun-
sido preparado para los inicuos. dos, por fuerza ellos no pueden
f
30 Y les dije que nuestro padre morar en el reino de Dios; de lo
también vio que la ajusticia de contrario, el reino de Dios tam-
Dios separaba a los malos de los bién serı́a inmundo.
justos; y su resplandor era como 34 Pero he aquı́, os digo que el
el de una llama de fuego que as- reino de Dios no es ainmundo, y
ciende hasta Dios para siempre ninguna cosa impura puede en-
jamás y no tiene fin. trar en el reino de Dios; de mo-
31 Y me preguntaron: ¿Signifi- do que es necesario que se pre-
ca esto el tormento del cuerpo pare un lugar de inmundicia pa-
en los dı́as de aprobación, o sig- ra lo que es inmundo.
nifica el estado final del alma, 35 Y se ha preparado un lugar;
después de la bmuerte del cuer- sı́, aquel ainfierno horroroso de
po temporal, o se refiere a las que he hablado, y quien lo ha
cosas que son temporales? preparado es el bdiablo. Por tan-
32 Y aconteció que les dije que to, el estado final de las almas de
aquello era una representación los hombres es morar en el reino
de cosas temporales ası́ como es- de Dios, o ser expulsados, por
pirituales; porque habrı́a de lle- razón de esa cjusticia a que me
gar el dı́a en que serı́an juzga- he referido.

26a 1 Ne. 8:13. b Alma 40:6, 11–14. DyC 76:50–70;


27a 1 Ne. 12:16. 32a gee Obras. Moisés 6:57.
b gee Inmundicia, 33a Mos. 15:26; 34a gee Inmundicia,
inmundo. Moro. 10:26. inmundo.
28a Lucas 16:26; b Alma 12:12–16; 40:26. 35a 2 Ne. 9:19;
1 Ne. 12:18; c gee Juicio Final. Mos. 26:27.
2 Ne. 1:13. d 3 Ne. 27:23–27. gee Infierno.
29a gee Infierno. e 2 Ne. 9:16; b 1 Ne. 14:9; DyC 1:35.
30a gee Justicia. DyC 88:35. c gee Justicia.
31a Alma 12:24; 42:10; f Sal. 15:1–5; 24:3–4;
Hel. 13:38. Alma 11:37; [Entre 600 y 592 a.C.]
39 1 NEFI 15:36–16:8
36 Ası́ que los malos son dese- ra, porque los dhiere hasta el
chados de entre los justos, y centro.
también de aquel aárbol de la vi- 3 Ahora bien, mis hermanos, si
da, cuyo fruto es el más precioso vosotros fuerais justos y desea-
y el más bapetecible de todos los rais escuchar la verdad y pres-
frutos; sı́, y es el más cgrande de tarle atención, a fin de aandar
todos los ddones de Dios. Y ası́ rectamente delante de Dios, no
hablé a mis hermanos. Amén. murmurarı́ais por causa de la
verdad, ni dirı́ais: Tú hablas co-
sas duras en contra de nosotros.
CAPÍTULO 16 4 Y aconteció que yo, Nefi, ex-
horté a mis hermanos con toda
Los inicuos hallan dura la verdad— diligencia a guardar los manda-
Los hijos de Lehi se casan con las mientos del Señor.
hijas de Ismael—La Liahona marca 5 Y sucedió que se ahumillaron
el camino que deben seguir por el ante el Señor, de tal modo que
desierto—De cuando en cuando se sentı́ gozo y grandes esperanzas
escriben en la Liahona mensajes del de que anduvieran por las sen-
Señor—Muere Ismael; su familia das de la rectitud.
murmura por motivo de sus aflic- 6 Ahora bien, todas estas cosas
ciones. se dijeron y se hicieron mientras
mi padre vivı́a en una tienda en
Y ACONTECIÓ que después que el valle al que dio el nombre de
yo, Nefi, hube terminado de ha- Lemuel.
blar a mis hermanos, he aquı́, 7 Y sucedió que yo, Nefi, tomé
ellos me dijeron: Tú nos has de- por aesposa a una de las bhijas
clarado cosas duras, más de lo de Ismael; e igualmente mis her-
que podemos aguantar. manos se casaron con las hijas
2 Y sucedió que les dije que yo de Ismael, y también cZoram to-
sabı́a que habı́a hablado pala- mó por esposa a la hija mayor
bras duras contra los inicuos, de Ismael.
según la verdad; y a los ajustos 8 Y ası́ cumplió mi padre con
he justificado, y testificado que todos los mandamientos del Se-
ellos habrı́an de ser enaltecidos ñor que le habı́an sido dados. Y
en el postrer dı́a; por tanto, los también yo, Nefi, habı́a sido al-
b
culpables hallan la cverdad du- tamente bendecido del Señor.

36a Gén. 2:9; 2 Ne. 2:15. santidad. 3a DyC 5:21.


b 1 Ne. 8:10–12; b Juan 3:20; gee Andar, andar con
Alma 32:42. 2 Ne. 33:5; Dios.
c DyC 6:13. Enós 1:23; 5a 1 Ne. 16:24, 39; 18:4.
d DyC 14:7. Hel. 14:10. 7a gee Matrimonio.
gee Vida eterna. gee Culpa. b 1 Ne. 7:1.
16 2a En las Escrituras, el c Prov. 15:10; c 1 Ne. 4:35;
término justo 2 Ne. 1:26; 9:40; 2 Ne. 5:5–6.
connota dignidad, Hel. 13:24–26.
integridad y d Hech. 5:33; Mos. 13:7. [Entre 600 y 592 a.C.]
1 NEFI 16:9–20 40
9 Y aconteció que la voz del Se- desierto, llevando la misma
ñor habló a mi padre en la no- dirección, manteniéndonos en
che, y le mandó que a la maña- los parajes más fértiles del de-
na siguiente continuara su ca- sierto que lindaban con el
a
mino por el desierto. Mar Rojo.
10 Y ocurrió que al levantarse 15 Y aconteció que viajamos
mi padre por la mañana, y al di- por el espacio de muchos dı́as,
rigirse a la entrada de la tienda, cazando por el camino lo nece-
con gran asombro vio en el sue- sario para nuestro sustento, con
lo una aesfera de bronce fino, es- nuestros arcos, y nuestras fle-
meradamente labrada; y en la chas, y nuestras piedras y hon-
esfera habı́a dos agujas, una de das.
las cuales marcaba el camino 16 Y seguimos las aindicaciones
que debı́amos seguir por el de- de la esfera, la cual nos dirigió
sierto. por los parajes más fértiles del
11 Y aconteció que recogimos desierto.
cuanto habı́amos de llevar al de- 17 Y después que hubimos via-
sierto, y todo el resto de nues- jado por el espacio de muchos
tras provisiones que el Señor dı́as, plantamos nuestras tien-
nos habı́a dado; y juntamos se- das por algún tiempo, para que
millas de todas clases para llevar de nuevo pudiéramos descansar
al desierto. y obtener alimento para nues-
12 Y sucedió que tomamos tras familias.
nuestras tiendas y partimos pa- 18 Y aconteció que yo, Nefi, al
ra el desierto, allende el rı́o La- salir a cazar, he aquı́, rompı́ mi
mán. arco, que era de aacero fino; y
13 Y aconteció que durante después que rompı́ mi arco, mis
cuatro dı́as seguimos un curso hermanos se enojaron contra mı́
casi hacia el sudsudeste, y asen- a causa de la pérdida de mi arco,
tamos nuestras tiendas otra vez; porque no obtuvimos alimen-
y dimos al lugar el nombre de tos.
Shazer. 19 Y aconteció que volvimos
14 Y acaeció que tomamos sin alimento a nuestras fami-
nuestros arcos y flechas, y sali- lias, y por estar muy fatigadas
mos al desierto a cazar, a fin de a causa de sus viajes, sufrie-
obtener alimento para nuestras ron mucho por la falta de
familias. Y después que hubi- vı́veres.
mos procurado alimentos para 20 Y ocurrió que Lamán y Le-
ellas, volvimos a nuestras fami- muel y los hijos de Ismael empe-
lias en el desierto, al lugar lla- zaron a murmurar en gran ma-
mado Shazer. Y emprendimos nera por motivo de sus padeci-
de nuevo la marcha por el mientos y aflicciones en el de-

10a Alma 37:38–46. 16a 1 Ne. 16:10, 16, 26; 18a 2 Sam. 22:35.
gee Liahona. 18:12;
14a DyC 17:1. Alma 37:38–46. [Entre 600 y 592 a.C.]
41 1 NEFI 16:21–33
sierto; y también mi padre em- 27 Y aconteció que cuando mi
pezó a murmurar contra el Se- padre vio las cosas que estaban
ñor su Dios; sı́, y todos se sen- escritas sobre la esfera, temió y
tı́an sumamente afligidos, tanto tembló en gran manera, y tam-
ası́ que murmuraron contra el bién mis hermanos y los hijos de
Señor. Ismael y nuestras esposas.
21 Ahora bien, sucedió que yo, 28 Y aconteció que yo, Nefi, vi
Nefi, habiéndome afligido con las agujas que estaban en la es-
mis hermanos por la pérdida de fera, y que funcionaban de
mi arco, y como sus arcos ha- acuerdo con la afe, diligencia y
bı́an perdido su elasticidad, em- atención que nosotros les dába-
pezó a dificultársenos en extre- mos.
mo, sı́, a tal grado que no podı́a- 29 Y también se escribı́a sobre
mos obtener alimento. ellas una escritura nueva que
22 Y sucedió que yo, Nefi, ha- era fácil de leer, la que nos daba
a
blé mucho a mis hermanos, por- conocimiento respecto a las
que habı́an endurecido otra vez vı́as del Señor; y se escribı́a y
sus corazones, aun hasta aque- cambiaba de cuando en cuando,
jarse contra el Señor su Dios. según la fe y diligencia que no-
23 Y aconteció que yo, Nefi, hi- sotros le dábamos. Y ası́ vemos
ce un arco de madera, y una fle- que por bpequeños medios el
cha de un palo recto; por tanto, Señor puede realizar grandes
me armé con un arco y una fle- cosas.
cha, y con una honda y piedras, 30 Y aconteció que yo, Nefi, as-
y le dije a mi apadre: ¿A dónde cendı́ hasta la cima de la monta-
debo ir para obtener alimento? ña conforme a las indicaciones
24 Y aconteció que él apregun- dadas sobre la esfera.
tó al Señor, porque se habı́an 31 Y sucedió que maté anima-
humillado a causa de mis pala- les silvestres, de modo que obtu-
bras; pues les dije muchas cosas ve alimento para nuestras fami-
con toda la energı́a de mi alma. lias.
25 Y ocurrió que la voz del Se- 32 Y aconteció que volvı́ a
ñor habló a mi padre; y verda- nuestras tiendas, llevando los
deramente fue areprendido por animales que habı́a matado; y
haber murmurado en contra del cuando vieron que yo habı́a ob-
Señor, a tal grado que sintió una tenido alimento, ¡cuán grande
intensa aflicción. fue su gozo! Y aconteció que se
26 Y sucedió que la voz del Se- humillaron ante el Señor y le
ñor le dijo: Mira la esfera y ve dieron gracias.
las cosas que están escritas. 33 Y ocurrió que reanudamos

22a Éx. 16:8; Núm. 11:1. gee Disciplinar. b 2 Rey. 5:13; Stg. 3:4;
23a Éx. 20:12; 28a Alma 37:40. Alma 37:6–7, 41;
Mos. 13:20. gee Fe. DyC 123:16.
24a gee Oración. 29a gee Entender,
25a Éter 2:14. entendimiento. [Entre 600 y 592 a.C.]
1 NEFI 16:34–17:1 42
nuestra jornada, viajando tros nos consta que él nos mien-
aproximadamente en la misma te; y nos dice estas cosas, y obra
dirección que tomamos al prin- muchas otras por medio de sus
cipio; y después de haber viaja- artificios para engañar nuestros
do por el espacio de muchos ojos, pensando, quizá, que lo-
dı́as, plantamos nuestras tien- grará conducirnos a algún de-
das de nuevo para permanecer sierto extraño; y después de lle-
allı́ algún tiempo. varnos, él tiene pensado hacerse
3 4 Y a c o n t e c i ó q u e m u r i ó nuestro rey y gobernante para
a
Ismael, y fue enterrado en el lu- hacer con nosotros según su vo-
gar llamado Nahom. luntad y placer. Y ası́ era como
35 Y sucedió que las hijas de mi hermano Lamán incitaba sus
Ismael se lamentaron sobrema- corazones a la ira.
nera a causa de la muerte de su 39 Y aconteció que el Señor es-
padre, y por motivo de sus taba con nosotros; sı́, la voz del
a
aflicciones en el desierto; y Señor vino y les habló muchas
murmuraron contra mi padre palabras, y los aamonestó seve-
por haberlas sacado de la tierra ramente; y después que los re-
de Jerusalén, diciendo: Nuestro prendió la voz del Señor, apaci-
padre ha muerto; sı́, y nosotras guaron su cólera y se arrepintie-
hemos andado errantes por el ron de sus pecados, al grado
desierto, y hemos padecido mu- que el Señor nos bendijo otra
cha aflicción, hambre, sed y fati- vez con alimento, de modo que
ga; y después de todos estos su- no perecimos.
frimientos, hemos de perecer de
hambre en el desierto.
36 Y ası́ era como murmuraban CAPÍTULO 17
contra mi padre y también con-
tra mı́; y querı́an volver a Jeru- Se le manda a Nefi construir un
salén. barco — Sus hermanos se le opo-
37 Y Lamán dijo a Lemuel, y nen—Él los exhorta contándoles de
también a los hijos de Ismael: nuevo la historia de los tratos de
He aquı́, amatemos a nuestro pa- Dios con Israel—Nefi se llena del
dre y también a nuestro herma- poder de Dios—Prohı́be a sus her-
no Nefi, el cual se ha impuesto manos que lo toquen, no sea que se
como bgobernante y maestro de marchiten como una caña seca.
nosotros, que somos sus herma-
nos mayores. Y SUCEDIÓ que emprendimos
38 Ahora dice que el Señor ha otra vez nuestro viaje por el de-
hablado con él, y también que sierto, y nos dirigimos casi hacia
ha recibido la ministración de el este de allı́ en adelante. Y via-
a
ángeles. Mas he aquı́, a noso- jamos y pasamos por muchas

34a 1 Ne. 7:2–6. gee Homicidio. 38a 1 Ne. 3:30–31; 4:3.


35a gee Adversidad. b Gén. 37:9–11; 39a gee Disciplinar.
37a 1 Ne. 17:44. 1 Ne. 2:22; 18:10. [Entre 600 y 592 a.C.]
43 1 NEFI 17:2–12
aflicciones en el desierto; y nos regocijamos en extremo
nuestras mujeres dieron a luz cuando llegamos a las playas del
hijos en el yermo. mar; y llamamos al lugar Abun-
2 Y tan grandes fueron las ben- dancia, por causa de su mucha
diciones del Señor sobre noso- fruta.
tros, que aunque vivimos de 7 Y aconteció que después que
carne a cruda en el desierto, yo, Nefi, habı́a estado muchos
nuestras mujeres tuvieron abun- dı́as en la tierra de Abundancia,
dante leche para sus niños, y la voz del Señor vino a mı́,
eran fuertes, sı́, aun como los diciendo: Levántate y sube al
hombres; y empezaron a sopor- monte. Y acaeció que me levan-
tar sus viajes sin murmurar. té y subı́ al monte, y clamé al
3 Y ası́ vemos que los manda- Señor.
mientos de Dios se deben cum- 8 Y aconteció que el Señor me
plir. Y si los hijos de los hombres habló, diciendo: Construirás un
a
guardan los mandamientos de barco, según la amanera que yo
Dios, él los alimenta y los fortifi- te mostraré, para que yo lleve a
ca, y bprovee los medios por los tu pueblo a través de estas
cuales pueden cumplir lo que aguas.
les ha mandado; por tanto, él 9 Y yo dije: Señor, ¿a dónde
nos proporcionó lo necesario debo ir para encontrar el mine-
mientras permanecimos en el ral para fundir, a fin de que yo
desierto. haga las herramientas para
4 Y permanecimos por el espa- construir el barco, según el mo-
cio de muchos años, sı́, *ocho do que tú me has mostrado?
años en el desierto. 10 Y aconteció que el Señor me
5 Y llegamos a la tierra que lla- dijo a dónde debı́a ir para en-
mamos Abundancia, a causa de contrar el mineral a fin de que
sus muchos frutos y también yo hiciera herramientas.
miel silvestre; y el Señor prepa- 11 Y sucedió que yo, Nefi,
ró todo esto para que no pere- hice un fuelle con pieles de ani-
ciéramos. Y vimos el mar, al que males para avivar el fuego; y
dimos el nombre de Irreántum, después que hube hecho el fue-
lo cual, interpretado, significa lle que necesitaba para avivar la
muchas aguas. llama, golpeé dos piedras, la
6 Y aconteció que plantamos una contra la otra, para produ-
nuestras tiendas a orillas del cir fuego.
mar; y a pesar de que habı́amos 12 Porque hasta entonces el Se-
sufrido numerosas aaflicciones y ñor no habı́a permitido que en-
mucha dificultad, sı́, tantas que cendiésemos mucho fuego al
no podemos escribirlas todas, viajar por el desierto; pues dijo:

17 2a 1 Ne. 17:12. obediente, obedecer.


3a Mos. 2:41; b 1 Ne. 3:7.
Alma 26:12. 6a 2 Ne. 4:20.
gee Obediencia, 8a 1 Ne. 18:2. [*592 a.C.]
1 NEFI 17:13–22 44
Yo haré que vuestros alimentos barco, ni creı́an tampoco que
os sean sabrosos para que no habı́a recibido instrucciones del
tengáis que acocerlos; Señor.
13 y también seré vuestra luz 19 Y ahora bien, aconteció que
en el desierto; y aprepararé el yo, Nefi, me sentı́ sumamente
camino delante de vosotros, si afligido a causa de la dureza de
es que guardáis mis manda- su corazón; y cuando ellos vie-
mientos. Por lo tanto, al grado ron que empezaba a afligirme,
que guardéis mis mandamien- se alegraron sus corazones al
tos, seréis conducidos hacia la grado de que se aregocijaron por
tierra bprometida; y csabréis que causa de mı́, diciendo: Sabı́amos
yo soy el que os conduce. que tú no podı́as construir un
14 Sı́, y el Señor también dijo: barco, pues sabı́amos que te fal-
Después que hayáis llegado a la taba juicio; por tanto, no puedes
tierra prometida, asabréis que ejecutar tan grande obra.
yo, el Señor, soy bDios; y que yo, 20 Tú te pareces a nuestro pa-
el Señor, os libré de la destruc- dre, que se dejó llevar por las
a
ción; sı́, que yo os saqué de la imaginaciones locas de su cora-
tierra de Jerusalén. zón; sı́, nos ha sacado de la tie-
15 Por tanto, yo, Nefi, me es- rra de Jerusalén, y hemos anda-
forcé por guardar los manda- do errantes por el desierto estos
mientos del Señor, y exhorté a muchos años; y nuestras muje-
mis hermanos a que fueran fie- res han trabajado, aun estando
les y diligentes. embarazadas; y han dado a luz
16 Y sucedió que hice herra- hijos en el desierto, y han pade-
mientas con el metal que fundı́ cido todo menos la muerte; y
de la roca. habrı́a sido mejor que ellas hu-
17 Y cuando vieron mis herma- bieran muerto antes de salir de
nos que estaba a punto de acons- Jerusalén, que haber pasado por
truir un barco, empezaron a estas aflicciones.
murmurar contra mı́, diciendo: 21 He aquı́, hemos padecido en
Nuestro hermano está loco, el desierto estos muchos años; y
pues se imagina que puede durante este tiempo hubiéra-
construir un barco; sı́, y también mos podido disfrutar de nues-
piensa que puede atravesar es- tras posesiones y de la tierra de
tas grandes aguas. nuestra herencia; sı́, y hubiéra-
18 Y ası́ murmuraron mis her- mos podido ser dichosos.
manos contra mı́, y no quisieron 22 Y sabemos que el pueblo
trabajar, pues no creyeron que que se hallaba en la tierra de Je-
yo era capaz de construir un rusalén era ajusto, porque guar-

12a 1 Ne. 17:2. 14a 2 Ne. 1:4. perseguir.


13a Alma 37:38–39. gee Testimonio. 20a 1 Ne. 2:11.
b 1 Ne. 2:20; b DyC 5:2. 22a 1 Ne. 1:13.
Jacob 2:12. 17a 1 Ne. 18:1–6.
c Éx. 6:7. 19a gee Persecución, [Entre 591 y 590 a.C.]
45 1 NEFI 17:23–33
daba los estatutos y juicios del uno y otro lado, y cruzaron por
Señor, ası́ como todos sus man- tierra seca.
damientos según la ley de Moi- 27 Pero sabéis que los egipcios
sés; por tanto, sabemos que es que componı́an los ejércitos de
un pueblo justo; y nuestro pa- Faraón se ahogaron en el Mar
dre lo ha juzgado, y nos ha saca- Rojo.
do porque escuchamos sus pala- 28 Y también sabéis que los hi-
bras; sı́, y nuestro hermano es jos de Israel fueron alimentados
semejante a él. Y con esta clase con amaná en el desierto.
de palabras mis hermanos mur- 29 Sı́, y también sabéis que
muraban y se quejaban de noso- Moisés, por su palabra, según el
tros. poder de Dios que habı́a en él,
a
23 Y aconteció que yo, Nefi, les hirió la roca, y salió agua, para
hablé, diciendo: ¿Creéis voso- que los hijos de Israel calmasen
tros que nuestros padres, que su sed.
eran los hijos de Israel, habrı́an 30 Y a pesar de ser guiados,
sido librados de las manos de los yendo el Señor su Dios, su Re-
egipcios si no hubiesen escucha- dentor, delante de ellos, condu-
do las palabras del Señor? ciéndolos de dı́a y dándoles luz
24 Sı́, ¿suponéis vosotros que de noche, y haciendo por ellos
habrı́an sido conducidos fuera todo cuanto al hombre le era
a
del cautiverio si el Señor no hu- propio recibir, endurecieron
biese mandado a Moisés que los sus corazones y cegaron sus
a
librara de la esclavitud? mentes e binjuriaron a Moisés y
25 Vosotros sabéis que los hijos al Dios verdadero y viviente.
de Israel se hallaban en la aescla- 31 Y aconteció que según su
vitud; y sabéis que estaban so- palabra los adestruyó; y según
brecargados con btareas gravo- su palabra los bguió; y según su
sas de soportar; por lo tanto, sa- palabra hizo por ellos todas las
béis que debe haber sido cosa cosas; y no se hizo nada salvo
grata para ellos ser librados de que fuese por su palabra.
su servidumbre. 32 Y después que hubieron
26 Y vosotros sabéis que aMoi- cruzado el rı́o Jordán, él los hizo
sés recibió del Señor el manda- fuertes para aarrojar a los habi-
miento de hacer esa gran obra, y tantes de esa tierra, sı́, para es-
que por su bpalabra se dividie- parcirlos hasta su destrucción.
ron las aguas del Mar Rojo, a 33 Y ahora bien, ¿pensáis voso-

24a Éx. 3:2–10; Moisés 1:25. Núm. 14:2–3;


1 Ne. 19:10; 28a Éx. 16:4, 14–15, 35; Ezeq. 20:13–16;
2 Ne. 3:9; 25:20. Núm. 11:7–8; DyC 84:23–25.
25a Gén. 15:13–14. Deut. 8:3; Mos. 7:19. 31a Núm. 26:65.
b Éx. 1:11; 2:11. 29a Éx. 17:6; Núm. 20:11; b 1 Ne. 5:15;
26a Hech. 7:22–39. Deut. 8:15; DyC 103:16–18.
b Éx. 14:21–31; 1 Ne. 20:21. 32a Núm. 33:52–53;
1 Ne. 4:2; Mos. 7:19; 30a DyC 18:18; 88:64–65. Josué 24:8.
Hel. 8:11; DyC 8:3; b Éx. 32:8; [Entre 591 y 590 a.C.]
1 NEFI 17:34–42 46
tros que los habitantes de esa 38 Y conduce a los justos a atie-
tierra, que se hallaban en la tie- rras preciosas, y bdestruye a los
rra de promisión, y que fueron inicuos, y maldice la tierra por
echados por nuestros padres, causa de ellos.
pensáis vosotros que eran jus- 39 Reina en las alturas de los
tos? He aquı́, os digo que no. cielos, porque son su trono; y
34 ¿Pensáis vosotros que nues- esta tierra es el aescabel de sus
tros padres hubieran sido más pies.
favorecidos que ellos si éstos 40 Y ama a los que lo aceptan
hubiesen sido justos? Yo os digo como su Dios. He aquı́, él amó a
que no. nuestros padres, e hizo aconve-
35 He aquı́, el Señor estima a nio con ellos, sı́, con Abraham,
toda acarne igual; el que es bjus- b
Isaac y cJacob; y recordó los
to es cfavorecido de Dios. Pero convenios que habı́a hecho; por
he aquı́, los de este pueblo ha- tanto, los sacó de la tierra de
d
bı́an rechazado toda palabra de Egipto.
Dios, y habı́an llegado a la ma- 41 Y los afligió en el desierto
durez de la iniquidad; y la ple- con su vara, porque aendurecie-
nitud de la ira de Dios estaba so- ron sus corazones aun como vo-
bre ellos. Y el Señor maldijo la sotros lo habéis hecho; y el Se-
tierra contra ellos y la bendijo ñor los afligió a causa de sus ini-
para nuestros padres; sı́, la mal- quidades. Envió bserpientes ar-
dijo contra ellos para su destruc- dientes voladoras entre ellos; y
ción, y la bendijo para nuestros cuando los mordieron, dispuso
padres al grado de que se ense- un medio para que csanaran; y
ñorearon de ella. la tarea que tenı́an que cumplir
36 He aquı́, el Señor acreó la era mirar; y por causa de la dsen-
b
tierra para que fuese chabitada; cillez de la manera, o por ser tan
y ha creado a sus hijos para que fácil, hubo muchos que perecie-
la posean. ron.
37 Y alevanta a la nación justa, 42 Y endurecieron sus corazo-
y destruye a las naciones de los nes de cuando en cuando, y avi-
inicuos. lipendiaron a bMoisés y también

35a Hech. 10:15, 34; 1 Ne. 4:13; 41a 2 Rey. 17:7–23.


Rom. 2:11; Éter 2:10; b Núm. 21:4–9;
2 Ne. 26:23–33. DyC 117:6. Deut. 8:15;
b Sal. 55:22; 38a gee Tierra prometida. Alma 33:18–22.
1 Ne. 22:17. b Lev. 20:22. c Juan 3:13–15;
c 1 Sam. 2:30; 39a Isa. 66:1; 2 Ne. 25:20.
Sal. 97:10; 145:20; DyC 38:17; d Alma 37:44–47;
Alma 13:4; Abr. 2:7. Hel. 8:15.
DyC 82:10. 40a gee Abraham, 42a Núm. 14:1–12.
36a gee Creación, crear. convenio de. gee Rebelión.
b gee Tierra. b Gén. 21:12; b DyC 84:23–24.
c Isa. 45:18; DyC 27:10.
Abr. 3:24–25. c Gén. 28:1–5.
37a Prov. 14:34; d Deut. 4:37. [Entre 591 y 590 a.C.]
47 1 NEFI 17:43–50
a Dios. No obstante, sabéis que béis que por su palabra él puede
por su incomparable poder fue- hacer que los lugares escabrosos
ron conducidos a la tierra de se hagan llanos, y los lugares lla-
promisión. nos se hiendan. Oh, ¿cómo,
43 Y ahora, después de todas pues, podéis ser tan duros de
estas cosas, ha llegado el tiempo corazón?
en que se han vuelto inicuos, sı́, 47 He aquı́, mi alma se parte de
casi hasta la madurez; y no sé angustia por causa de vosotros;
si en este dı́a están a punto de y mi corazón está adolorido,
ser destruidos, porque sé que porque temo que seréis dese-
ciertamente vendrá el dı́a en chados para siempre jamás. He
que deben ser destruidos, salvo aquı́, estoy alleno del Espı́ritu de
unos pocos solamente que serán Dios, a tal extremo que mi cuer-
llevados al cautiverio. po bno tiene fuerzas.
44 Por tanto, el Señor amandó a 48 Y aconteció que cuando hu-
mi padre que partiera para el be hablado estas palabras, se
desierto; y los judı́os también enojaron conmigo, y quisieron
procuraron matarlo; sı́, y bvoso- arrojarme al fondo del mar; y
tros también habéis procurado al acercarse para asirme, les
quitarle la vida. Por tanto, sois hablé, diciendo: En el nombre
homicidas en vuestros corazo- del Dios Todopoderoso, os
nes y sois como ellos. mando que no me a toquéis,
45 Sois aprontos en cometer porque estoy lleno del bpoder
iniquidad, pero lentos en re- de Dios, aun hasta consumirme
cordar al Señor vuestro Dios. la carne; y cualquiera que pon-
Habéis visto a un bángel; y él g a s u s m a n o s s o b r e m ı́ s e
c
os habló; sı́, habéis oı́do su voz marchitará como una caña
de cuando en cuando; y os ha seca; y será como nada ante el
hablado con una voz apacible poder de Dios, porque Dios
y delicada, pero habı́ais cdejado lo herirá.
de sentir, de modo que no 49 Y aconteció que yo, Nefi, les
pudisteis sentir sus palabras; dije que no debı́an murmurar
por tanto, os ha hablado como más contra su padre; tampoco
con voz de trueno que hizo debı́an negarme su trabajo,
temblar la tierra como si fuera a pues Dios me habı́a mandado
partirse. que construyera un barco.
46 Y vosotros también sabéis 50 Y les dije: aSi Dios me hubie-
que por el apoder de su palabra se mandado hacer todas las co-
omnipotente él puede hacer sas, yo podrı́a hacerlas. Si me
que la tierra deje de ser; sı́, y sa- mandara que dijese a esta agua:

44a 1 Ne. 2:1–2. 46a Hel. 12:6–18. gee Poder.


b 1 Ne. 16:37. 47a Miqueas 3:8. c 1 Rey. 13:4–7.
45a Mos. 13:29. b 1 Ne. 19:20. 50a Filip. 4:13; 1 Ne. 3:7.
b 1 Ne. 4:3. 48a Mos. 13:3.
c Efe. 4:19. b 2 Ne. 1:26–27. [Entre 591 y 590 a.C.]
1 NEFI 17:51–18:3 48
Conviértete en tierra, se volve- les dije: Soy vuestro hermano,
rı́a tierra; y si yo lo dijera, se por cierto, vuestro hermano me-
harı́a. nor; por tanto, adorad al Señor
51 Ahora bien, si el Señor tiene vuestro Dios, y honrad a vues-
tan grande poder, y ha hecho tro padre y a vuestra madre pa-
tantos milagros entre los hijos ra que vuestros bdı́as sean largos
de los hombres, ¿cómo es que en la tierra que el Señor vuestro
no puede aenseñarme a cons- Dios os dé.
truir un barco?
52 Y sucedió que yo, Nefi, dije
muchas cosas a mis hermanos, a CAPÍTULO 18
tal grado que quedaron confun-
didos y no pudieron contender Se termina el barco—Se mencionan
contra mı́; ni se atrevieron a po- los nacimientos de Jacob y de José—
ner la mano encima de mı́, ni a El grupo se embarca hacia la tierra
tocarme con sus dedos, sı́, por el prometida—Los hijos de Ismael y
espacio de muchos dı́as. Y no sus esposas toman parte en el holgo-
osaban hacer esto por temor de rio y en la rebelión—Nefi es atado,
consumirse delante de mı́, tan y el barco es impulsado hacia atrás
poderoso era el a Espı́ritu de por una terrible tempestad—Nefi
Dios; y ası́ era como habı́a obra- es liberado, y, por medio de su ora-
do en ellos. ción, cesa la tormenta—El grupo
53 Y sucedió que el Señor me llega a la tierra prometida.
dijo: Extiende de nuevo tu ma-
no hacia tus hermanos, y no se Y ACONTECIÓ que adoraron al
consumirán delante de ti, pero Señor, y fueron conmigo; y la-
los sacudiré, dice el Señor, y es- bramos maderos con maestrı́a
to haré para que sepan que yo singular. Y el Señor me mostra-
soy el Señor su Dios. ba de cuando en cuando la for-
54 Y aconteció que extendı́ ma en que debı́a yo trabajar los
mi mano hacia mis hermanos, y maderos del barco.
no se consumieron delante de 2 Ahora bien, yo, Nefi, no labré
mı́; pero el Señor los sacudió los maderos en la forma apren-
según su palabra que habı́a dida por los hombres, ni cons-
hablado. truı́ el barco según la manera
55 Y ellos entonces dijeron: Sa- del hombre, sino que lo hice se-
bemos con certeza que el Señor gún el modo que me habı́a mos-
está contigo, pues sabemos que trado el Señor; por lo tanto, no
es el poder del Señor lo que nos fue conforme a la manera de los
ha sacudido; y se postraron ante hombres.
mı́, y estaban a punto de aado- 3 Y yo, Nefi, subı́a con frecuen-
rarme, pero no se lo permitı́, y cia al monte y a menudo aoraba

51a Gén. 6:14–16; 55a Hech. 14:11–15. 18 3a gee Oración.


1 Ne. 18:1. b Éx. 20:12;
52a gee Espı́ritu Santo. Mos. 13:20. [Entre 591 y 590 a.C.]
49 1 NEFI 18:4–12
al Señor; por lo que el Señor me 9 Y después de haber sido im-
b
manifestó grandes cosas. pelidos por el viento por el es-
4 Y aconteció que cuando hube pacio de muchos dı́as, he aquı́,
acabado el barco, conforme a la mis hermanos y los hijos de Is-
palabra del Señor, vieron mis mael, y también sus esposas,
hermanos que era bueno y que empezaron a holgarse, de tal
su ejecución era admirable en manera que comenzaron a bai-
extremo; por lo que de nuevo se lar, y a cantar, y a hablar grose-
a
humillaron ante el Señor. ramente, sı́, al grado de olvidar-
5 Y sucedió que llegó a mi pa- se del poder mediante el cual
dre la voz del Señor de que de- habı́an sido conducidos hasta
bı́amos levantarnos y entrar en allı́; sı́, se entregaron a una ru-
el barco. deza desmedida.
6 Y aconteció que al dı́a si- 10 Y yo, Nefi, empecé a temer
guiente, después que hubimos en extremo, no fuese que el Se-
preparado todas las cosas, mu- ñor se enojara con nosotros, y
cha fruta y acarne del desierto, y nos hiriera por nuestras iniqui-
miel en abundancia y provisio- dades, y fuésemos hundidos en
nes según lo que el Señor nos las profundidades del mar. Por
habı́a mandado, entramos en el tanto, yo, Nefi, empecé a hablar-
barco con todas nuestras cargas les seriamente; pero he aquı́, se
a
y nuestras semillas y todo cuan- irritaron contra mı́, diciendo:
to habı́amos traı́do con noso- No queremos que nuestro her-
tros, cada cual según su edad; mano menor nos bgobierne.
por tanto, todos entramos en el 11 Y aconteció que Lamán
barco, con nuestras mujeres y y Lemuel me tomaron y me
nuestros hijos. ataron con unas cuerdas, y me
7 Ahora bien, mi padre habı́a maltrataron mucho; no obstan-
engendrado dos hijos en el de- te, el Señor lo apermitió a fin
sierto; el mayor se llamaba aJa- de mostrar su poder para dar
cob, y bJosé, el menor. cumplimiento a sus palabras
8 Y aconteció que después que que habı́a hablado con respecto
todos hubimos entrado en el a los malvados.
barco, y llevado con nosotros 12 Y aconteció que después
nuestras provisiones y las cosas que me hubieron atado al gra-
que se nos habı́a mandado, nos do de no poder moverme, la
hicimos a la amar; y fuimos im- a
brújula que el Señor habı́a pre-
pelidos por el viento hacia la tie- parado para nosotros cesó de
rra bprometida. funcionar.

3b gee Revelación. gee Tierra 12a 1 Ne. 16:10, 16, 26;


4a 1 Ne. 16:5. prometida. 2 Ne. 5:12;
6a 1 Ne. 17:2. 10a 1 Ne. 17:17–55. Alma 37:38–47;
7a 2 Ne. 2:1. b Gén. 37:9–11; DyC 17:1.
b 2 Ne. 3:1. 1 Ne. 16:37–38;
8a 2 Ne. 10:20. 2 Ne. 1:25–27.
b 1 Ne. 2:20. 11a Alma 14:11. [Entre 591 y 590 a.C.]
1 NEFI 18:13–21 50
13 Por tanto, no supieron por y siendo mis padres de una
dónde habı́an de dirigir el bar- edad muy avanzada, y habien-
co, y en esto se desató una fuer- do padecido mucha aflicción a
te tempestad, sı́, una tempestad causa de sus hijos, cayeron en-
fuerte y terrible, y fuimos fermos, sı́, aun tuvieron que
a
impulsados hacia atrás sobre guardar cama.
las aguas durante tres dı́as; y 18 Y a causa de su dolor y mu-
empezaron a temer en gran ma- cha pena, y la iniquidad de mis
nera que fueran a ahogarse en hermanos, llegaron casi al pun-
el mar. Sin embargo, no me de- to de ser llevados de esta vida
sataban. para volver a su Dios; sı́, sus ca-
14 Y al cuarto dı́a de haber sido bellos blancos estaban a punto
impelidos hacia atrás, la tempes- de ser depositados en el polvo;
tad comenzó a empeorar. sı́, hasta estuvieron a punto de
15 Y sucedió que estábamos a ser sepultados con dolor en las
punto de ser tragados en las aguas.
profundidades del mar. Y des- 19 Y también Jacob y José,
pués que hubimos sido arroja- siendo jóvenes todavı́a, y te-
dos hacia atrás sobre las aguas niendo necesidad de mucho
durante cuatro dı́as, mis herma- sostén, se acongojaron a causa
nos empezaron a aver que los de las aflicciones de su madre;
juicios de Dios estaban sobre y ni ami esposa con sus lágri-
ellos, y que tendrı́an que pere- mas y súplicas, ni tampoco
cer a menos que se arrepintie- mis hijos, lograron ablandar el
ran de sus iniquidades. Por tan- corazón de mis hermanos y
to, se llegaron a mı́ y me desata- conseguir que éstos me solta-
ron las ligaduras de las muñe- ran.
cas, y he aquı́, éstas estaban 20 Y no habı́a nada sino el po-
sumamente hinchadas; y tam- der de Dios, que amenazaba
bién se me habı́an hinchado destruirlos, que ablandara sus
mucho los tobillos, y el dolor era corazones; ası́ que, cuando se
grande. vieron próximos a ser sepulta-
16 No obstante, acudı́a a mi dos en las profundidades del
Dios y lo aalababa todo el dı́a; y mar, se arrepintieron de lo que
no murmuré contra el Señor a habı́an hecho conmigo, tanto ası́
causa de mis aflicciones. que me desataron.
17 Ahora bien, mi padre Lehi 21 Y aconteció que después
les habı́a dicho muchas cosas, y que me hubieron soltado, he
también a los hijos de aIsmael; aquı́, tomé la brújula, y funcionó
pero he aquı́ que ellos profe- conforme a mis deseos. Y ocu-
rı́an muchas amenazas a cual- rrió que oré al Señor; y después
quiera que hablara en mi favor; de haber orado, los vientos cesa-

13a Mos. 1:17. 17a 1 Ne. 7:4–20.


15a Hel. 12:3. 19a 1 Ne. 7:19; 16:7.
16a Alma 36:28. [Entre 591 y 590 a.C.]
51 1 NEFI 18:22–19:3
ron, y la tempestad se aplacó, y Lehi de Jerusalén—Nefi habla de
hubo gran calma. los sufrimientos y la crucifixión
22 Y sucedió que yo, Nefi, diri- del Señor—Los judı́os serán des-
gı́ el barco de manera que nave- preciados y esparcidos hasta los
gamos de nuevo hacia la tierra últimos dı́as, cuando vuelvan ellos
prometida. al Señor.
23 Y ocurrió que después que
hubimos navegado por el espa- Y ACONTECIÓ que me mandó el
cio de muchos dı́as, *llegamos a Señor, por tanto, hice unas
la tierra aprometida; y avanza- planchas de metal para grabar
mos sobre la tierra, y plantamos sobre ellas la historia de mi pue-
nuestras tiendas; y la llamamos blo. Y sobre las aplanchas que hi-
la tierra prometida. ce, grabé la historia de mi bpa-
24 Y aconteció que empezamos dre, y también nuestros viajes
a cultivar la tierra y a plantar se- en el desierto y las profecı́as de
millas; sı́, sembramos todas las mi padre; y también muchas de
semillas que habı́amos traı́do de mis propias profecı́as he graba-
la tierra de Jerusalén; y sucedió do sobre ellas.
que crecieron extraordinaria- 2 Y yo no sabı́a en la ocasión en
mente; por tanto, fuimos bende- que las hice que el Señor me
cidos en abundancia. mandarı́a hacer aestas planchas;
25 Y ocurrió que encontra- por tanto, la historia de mi pa-
mos en la tierra de promisión, dre, y la genealogı́a de sus pa-
mientras viajábamos por el de- dres, y la mayor parte de todo
sierto, que habı́a animales de cuanto hicimos en el desierto es-
toda especie en los bosques; tán grabadas sobre aquellas pri-
tanto la vaca como el buey, y el meras planchas de que he ha-
asno, y el caballo, y la cabra, y blado; de modo que en las pri-
la cabra montés, y toda clase meras planchas ciertamente se
de animales silvestres, los cuales hace más particular mención de
el hombre podı́a utilizar. Y ha- lo que aconteció antes que yo
llamos toda clase de minerales, hiciera béstas.
tanto oro, como plata, como 3 Y después que hube hecho
cobre. estas planchas, según me fue
mandado, yo, Nefi, recibı́ el
mandamiento de que el ministe-
CAPÍTULO 19 rio y las profecı́as, sus partes
más claras y preciosas, se escri-
Nefi hace unas planchas de metal y biesen sobre aestas planchas; y
graba en ellas la historia de su pue- que las cosas que fuesen escritas
blo—El Dios de Israel vendrá seis- se guardaran para la instrucción
cientos años después de la salida de de mi pueblo que iba a poseer el

23a gee Tierra b 1 Ne. 1:16–17; 6:1–3. 3a Jacob 1:1–4; 3:13–14;


prometida. 2a 2 Ne. 5:30. 4:1–4.
19 1a gee Planchas. b 1 Ne. 9:1–5. [*Probablemente 589 a.C.]
1 NEFI 19:4–10 52
paı́s, y también para otros bsa- 7 Porque las cosas que algunos
bios propósitos, los cuales son hombres consideran que son
conocidos al Señor. de gran valor, tanto para el
4 Por lo que yo, Nefi, grabé una cuerpo como para el alma, otros
historia sobre las otras planchas, las tienen en anada y las hue-
la cual da una relación, o sea, da llan bajo sus pies. Sı́, hasta al
una relación más detallada de mismo Dios de Israel bhuellan
las guerras, y contiendas y des- los hombres bajo sus pies. Digo
trucciones de mi pueblo. Y esto que lo huellan bajo sus pies,
he hecho, y he mandado a mi pero me expresaré de otra ma-
pueblo lo que debe hacer cuan- nera: lo estiman como nada, y
do yo ya no esté; y que estas no dan oı́dos a la voz de sus
planchas deben transmitirse de consejos.
una generación a otra, o sea, de 8 Y he aquı́, él ha de avenir, se-
un profeta a otro, hasta que el gún las palabras del ángel, bseis-
Señor mande otra cosa. cientos años después del tiempo
5 Y más adelante daré cuenta de la salida de mi padre de Jeru-
de cómo ahice estas planchas; y salén.
ahora bien, he aquı́, prosigo de 9 Y el mundo, a causa de su
acuerdo con lo que he hablado; iniquidad, lo juzgará como cosa
y esto lo hago para que se bcon- de ningún valor; por tanto, lo
serven las cosas más sagradas azotan, y él lo soporta; lo hieren
para el conocimiento de mi pue- y él lo soporta. Sı́, aescupen so-
blo. bre él, y él lo soporta, por moti-
6 Sin embargo, no escribo nada vo de su amorosa bondad y su
sobre planchas a no ser que longanimidad para con los hijos
yo lo considere asagrado. Ahora de los hombres.
bien, si yerro, también los de la 10 Y el aDios de nuestros pa-
antigüedad erraron; no que dres, que fueron bllevados fuera
quiera excusarme por causa de de Egipto, fuera de la servidum-
otros hombres, sino por motivo bre, y a quienes también preser-
de la bdebilidad que hay en mı́, vó en el desierto, sı́, el cDios de
según la carne, quiero discul- Abraham, y de Isaac, y el Dios
parme. de Jacob se dentrega a sı́ mismo

3b 1 Ne. 9:4–5; 7a 2 Ne. 33:2; Alma 11:38–39;


P. de Morm. 1:7; Jacob 4:14. 3 Ne. 11:14–15.
DyC 3:19–20; 10:1–51. b gee Rebelión. b Éx. 3:2–10; 6:6;
5a 2 Ne. 5:28–33. 8a gee Jesucristo— 1 Ne. 5:15;
b gee Escrituras—Las Profecı́as acerca de DyC 136:22.
Escrituras deben la vida y muerte c Gén. 32:9;
preservarse. de Jesucristo. Mos. 7:19;
6a Véase la portada b 1 Ne. 10:4; DyC 136:21.
del Libro de 2 Ne. 25:19. gee Jehová.
Mormón. 9a Isa. 50:5–6; d gee Expiación, expiar.
gee Santo (adjetivo). Mateo 27:30.
b Morm. 8:13–17; 10a 2 Ne. 26:12;
Éter 12:23–28. Mos. 7:27; 27:30–31; [Entre 588 y 570 a.C.]
53 1 NEFI 19:11–16
como hombre, según las pala- los gemidos de la tierra, mu-
bras del ángel, en manos de chos de los reyes de las islas del
hombres inicuos para ser elevan- mar se verán constreñidos a
tado, según las palabras de fZe- exclamar por el Espı́ritu de
noc, y para ser gcrucificado, se- Dios: ¡El Dios de la naturaleza
gún las palabras de Neum, y pa- padece!
ra ser enterrado en un hsepul- 13 Y en cuanto a los que se ha-
cro, de acuerdo con las palabras llen en Jerusalén, dice el profeta,
de iZenós, palabras que él habló serán afustigados por todos los
tocante a tres dı́as de jtinieblas, pueblos, porque bcrucifican al
los cuales serán una señal de su Dios de Israel, y apartan sus co-
muerte que se dará a los que ha- razones, desechando señales y
bitaren las islas del mar, y más prodigios, y el poder y la gloria
especialmente dada a los que del Dios de Israel.
son de la kcasa de Israel. 14 Y porque apartan sus cora-
11 Porque ası́ habló el profeta: zones, dice el profeta, y han
Ciertamente el Señor Dios avisi- a
despreciado al Santo de Israel,
tará a toda la casa de Israel en vagarán en la carne y perecerán,
ese dı́a; a algunos con su voz, a y serán un bescarnio y un copro-
causa de su rectitud, para su in- bio, y serán aborrecidos entre
mensa alegrı́a y salvación, y a todas las naciones.
otros con los btruenos y relám- 15 No obstante, dice el profeta,
pagos de su poder, por tempes- cuando llegue el dı́a en que ano
tades, por fuego, por humo y vuelvan más sus corazones con-
vapores de ctinieblas, y por el tra el Santo de Israel, entonces
d
hendimiento de la tierra y él se acordará de los bconvenios
e
montañas que se levantarán. que hizo con sus padres.
12 Y atodas estas cosas cierta- 16 Sı́, entonces se acordará de
mente deben venir, dice el pro- las aislas del mar; sı́, y a todos los
feta bZenós. Y se henderán las que son de la casa de Israel yo
c b
rocas de la tierra; y a causa de recogeré de las cuatro partes de

10e 3 Ne. 27:14. 3 Ne. 8:3, 19–23; 10:9. Mos. 14:3–6.


f Alma 33:15; 34:7; k 3 Ne. 16:1–4. b gee Judı́os.
Hel. 8:19–20; 11a 3 Ne. 9:1–22; c Deut. 28:37;
3 Ne. 10:15–16. DyC 5:16. 1 Rey. 9:7;
gee Escrituras— b Hel. 14:20–27; 3 Ne. 16:9.
Escrituras que se han 3 Ne. 8:5–23. 15a 1 Ne. 22:11–12.
perdido; Zenoc. c Lucas 23:44–45; b gee Abraham,
g 2 Ne. 6:9; Mos. 3:9. 3 Ne. 8:19–20. convenio de.
gee Crucifixión. d 2 Ne. 26:5. 16a 1 Ne. 22:4;
h Mateo 27:60; e 3 Ne. 8:10. 2 Ne. 10:21.
Lucas 23:53; 12a Hel. 14:20–28. b Isa. 49:20–22.
2 Ne. 25:13. b Jacob 5:1. gee Israel—La
i Jacob 6:1; Hel. 15:11. c Mateo 27:51. congregación de
gee Zenós. 13a Lucas 23:27–30. Israel.
j 1 Ne. 12:4–5; b 2 Ne. 10:3.
Hel. 14:20, 27; 14a Isa. 53:3–6; [Entre 588 y 570 a.C.]
1 NEFI 19:17–24 54
la tierra, dice el Señor, según las fin de que supieran acerca de
palabras del profeta Zenós. los hechos del Señor en otras
17 Sı́, y toda la tierra averá la tierras, entre los pueblos de la
salvación del Señor, dice el pro- antigüedad.
feta; toda nación, tribu, lengua y 23 Y les leı́ muchas cosas que
pueblo serán bendecidos. estaban escritas en los alibros de
18 Y yo, Nefi, he escrito estas Moisés; pero a fin de convencer-
cosas a los de mi pueblo, para los más plenamente de que cre-
que tal vez los persuada a que se yeran en el Señor su Redentor,
acuerden del Señor su Reden- les leı́ lo que escribió el profeta
b
tor. Isaı́as; porque capliqué todas
19 Por tanto, hablo a toda la ca- las Escrituras a nosotros mismos
sa de Israel, por si acaso llegasen para nuestro dprovecho e ins-
a obtener aestas cosas. trucción.
20 Pues he aquı́, siento estre- 24 Por tanto, les hablé, dicien-
mecimientos en el espı́ritu, que do: Escuchad las palabras del
me agobian al grado de que se profeta, vosotros que sois un
debilitan todas mis coyunturas, resto de la casa de Israel, una
a
por los que se hallan en Jerusa- rama que ha sido desgajada; es-
lén; porque si el Señor en su mi- cuchad las palabras del profeta
sericordia no me hubiera mani- que fueron escritas a toda la ca-
festado lo concerniente a ellos, sa de Israel, y aplicáoslas a voso-
ası́ como lo habı́a hecho a los an- tros mismos, para que podáis te-
tiguos profetas, yo también ha- ner esperanza, ası́ como vues-
brı́a perecido. tros hermanos de quienes ha-
21 Y ciertamente él mostró a béis sido separados; porque de
los antiguos aprofetas todas las esta manera es como el profeta
cosas bconcernientes a ellos; y ha escrito.
también mostró a muchos to-
cante a nosotros; por tanto, es
preciso que sepamos lo que a
ellos atañe, porque está escrito CAPÍTULO 20
sobre las planchas de bronce.
22 Y aconteció que yo, Nefi, les El Señor revela sus propósitos a
enseñé estas cosas a mis herma- Israel—Israel ha sido escogido en
nos; y sucedió que les leı́ mu- el horno de la aflicción y ha de
chas cosas que estaban grabadas salir de Babilonia—Compárese con
sobre las aplanchas de bronce, a Isaı́as 48.

17a Isa. 40:4–5. 23a Éx. 17:14; Escrituras.


19a Enós 1:16; 1 Ne. 5:11; d 2 Ne. 4:15.
Morm. 5:12; 7:9–10. Moisés 1:40–41. 24a Gén. 49:22–26;
21a 2 Rey. 17:13; b 1 Ne. 15:20; 1 Ne. 15:12;
Amós 3:7. 2 Ne. 25:4–6; 2 Ne. 3:4–5.
gee Profeta. 3 Ne. 23:1.
b 3 Ne. 10:16–17. c gee Escrituras—El
22a 1 Ne. 22:1. valor de las [Entre 588 y 570 a.C.]
55 1 NEFI 20:1–15
ESCUCHAD y oı́d esto, oh casa de de el principio, ni aun antes del
Jacob, que os llamáis del nombre dı́a en que las oı́ste te fueron de-
de Israel, y habéis salido de las claradas, para que no dijeras:
aguas de Judá, o sea, de las He aquı́, yo las sabı́a.
aguas del abautismo, los que ju- 8 Sı́, y tú no oı́ste ni supiste; sı́,
ráis por el nombre del Señor y no se abrió desde entonces tu
hacéis mención del Dios de oı́do; pues sabı́a yo que serı́as
Israel, mas no juráis ni en ver- muy desleal, y fuiste llamado
a
dad ni en rectitud. transgresor desde el vientre.
2 Y no obstante que de la ciu- 9 No obstante, por causa de mi
dad asanta os hacéis nombrar, a
nombre diferiré mi ira, y para
no os bapoyáis en el Dios de Is- alabanza mı́a me contendré pa-
rael, que es el Señor de los Ejér- ra no talarte.
citos. Sı́, el Señor de los Ejércitos 10 He aquı́, te he purificado; te
es su nombre. he escogido en el horno de la
a
3 He aquı́, yo he declarado las aflicción.
cosas aanteriores desde el princi- 11 Por mı́, sı́, por mi propia
pio; y salieron de mi boca, y las causa, lo haré, para que no sea
mostré. De improviso las mos- amancillado mi anombre; y mi
tré. honra bno la daré a otro.
4 Y lo hice porque sabı́a que 12 Óyeme, Jacob, y tú, Israel, a
a
eres obstinado, y nervio de hie- quien llamé; pues yo mismo
rro es tu cerviz, y tu frente de soy; yo el aprimero, yo el bpos-
bronce; trero también.
5 y te las he declarado aun des- 13 Mi mano afundó también la
de el principio; antes que suce- tierra, y mi diestra extendió los
dieran te las manifesté; y las ma- cielos; los llamo, y se presentan
nifesté por temor de que dijeses: juntamente.
Mi aı́dolo las hizo; mis imágenes 14 Juntaos todos vosotros y
de escultura y de fundición oı́d: ¿Quién entre ellos les ha
mandaron estas cosas. anunciado estas cosas? El Señor
6 Lo viste y lo oı́ste todo; y ¿no lo amó; sı́, y acumplirá su pala-
queréis anunciarlo? Y que desde bra que por ellos ha declarado, y
entonces te he mostrado cosas ejecutará su voluntad en bBabi-
nuevas, sı́, cosas ocultas que no lonia, y su brazo caerá sobre los
sabı́as. caldeos.
7 Ahora son creadas, y no des- 15 También dice el Señor: Yo,

20 1a gee Bautismo, 9a 1 Sam. 12:22; Primogénito.


bautizar. Sal. 23:3; b gee Omega.
2a Isa. 52:1. 1 Juan 2:12. 13a Sal. 102:25.
gee Jerusalén. 10a gee Adversidad. gee Creación, crear.
b Es decir, confiar. 11a Jer. 44:26. 14a 1 Rey. 8:56;
3a Isa. 46:9–10. b Isa. 42:8; DyC 64:31; 76:3.
4a Es decir, Israel. Moisés 4:1–4. b gee Babel, Babilonia.
5a gee Idolatrı́a. 12a Apoc. 1:17; 22:13.
8a Sal. 58:3. gee Alfa; [Entre 588 y 570 a.C.]
1 NEFI 20:16–21:4 56
el Señor, he hablado; sı́, lo llamé do esto, y más, no hay apaz para
a declarar, y lo traje; y él hará los inicuos, dice el Señor.
próspero su camino.
16 Allegaos a mı́; no he habla-
CAPÍTULO 21
do en asecreto; desde el princi-
pio, desde el momento en que
se declaró, yo he hablado; y el El Mesı́as será una luz a los genti-
Señor Dios me ha enviado, y su les y pondrá en libertad a los pre-
Espı́ritu. sos—Israel será recogido con poder
17 Y ası́ dice el Señor, aReden- en los últimos dı́as—Reyes serán
tor tuyo, el Santo de Israel: Yo sus ayos—Compárese con Isaı́as
lo he enviado; el Señor tu Dios 49.
que te enseña provechosamen- Y ADEMÁS: ¡Oı́dme, oh casa de Is-
te, que te bguı́a por la vı́a por la rael, todos vosotros los que ha-
que debes andar, él lo ha hecho. béis sido separados y echados
18 Oh, si hubieras escuchado fuera por causa de la iniquidad
mis amandamientos: habrı́a sido de los pastores de mi pueblo; sı́,
entonces tu paz como un rı́o, y todos vosotros que habéis sido
tu rectitud cual las ondas del separados y esparcidos, quienes
mar; sois de mi pueblo, oh casa de Is-
19 y como la arena tu adescen- rael! ¡Oı́dme, aislas del mar, y es-
dencia, y los renuevos de tus cuchad, pueblos blejanos! El Se-
entrañas como los granitos de ñor me llamó desde el vientre;
ella; su nombre no habrı́a sido desde las entrañas de mi madre
cortado, ni raı́do de mi presen- hizo él mención de mi nombre.
cia. 2 Y puso mi boca como espada
20 aSalid de Babilonia, huid de aguda: me cubrió con la sombra
entre los caldeos: declarad con de su mano, y me puso por sae-
voz de cantos; publicadlo, lle- ta pulida; me guardó en su alja-
vadlo hasta lo postrero de la tie- ba;
rra; decid: Redimió el Señor a 3 y me dijo: ¡Mi asiervo eres tú,
Jacob, su bsiervo. oh Israel; en ti seré glorificado!
21 Y no tuvieron ased; los llevó 4 Pero yo dije: Por demás he
por los desiertos; les hizo brotar trabajado, en vano y sin prove-
aguas de la broca; hendió la pe- cho he consumido mi fuerza;
ña, y salieron las aguas. ciertamente mi causa está ante
22 Y a pesar de haber hecho to- el Señor, y mi obra con mi Dios.

16a Isa. 45:19. DyC 133:5-14. 21 1a 1 Ne. 22:4;


17a gee Redentor. b Isa. 44:1–2, 21. 2 Ne. 10:20–22.
b gee Inspiración, 21a Isa. 41:17–20. b DyC 1:1.
inspirar; Revelación. b Éx. 17:6; 3a Lev. 25:55;
18a Ecle. 8:5. Núm. 20:11; Isa. 41:8;
19a Gén. 22:15–19; 1 Ne. 17:29; DyC 93:45–46.
Oseas 1:10. 2 Ne. 25:20.
20a Jer. 51:6; 22a gee Paz. [Entre 588 y 570 a.C.]
57 1 NEFI 21:5–17
5 Ahora bien, dice el Señor 10 No tendrán hambre ni sed,
—que me aformó desde el vien- ni el calor ni el sol los afligirá;
tre para ser su siervo, para hacer porque el que tiene de ellos mi-
volver a él a Jacob—, aun cuan- sericordia los guiará, y los con-
do Israel no sea reunido, con to- ducirá a manantiales de aguas.
do, estimado seré ante los ojos 11 Y tornaré en camino todos
del Señor, y mi fortaleza será el mis montes, y mis acalzadas se-
Dios mı́o. rán elevadas.
6 Y dijo: Poco es que tú me seas 12 ¡Y entonces, oh casa de
siervo para levantar las atribus Israel, he aquı́, aéstos vendrán
de Jacob y restaurar los preser- de lejos; y he aquı́, éstos del
vados de Israel. También te norte y del occidente; y éstos de
pondré por bluz de los cgentiles, la tierra de Sinim!
para que seas mi salvación hasta 13 ¡aCantad, oh cielos, y alégra-
lo postrero de la tierra. te, oh tierra, porque serán asen-
7 Ası́ dice el Señor, el Redentor tados los pies de los que están
de Israel, el Santo suyo, al me- en el oriente! ¡Prorrumpid en
nospreciado del hombre, al abo- alabanzas, oh montes! porque
minado de las naciones, al sier- ellos no serán heridos más, pues
vo de soberanos: Reyes verán y el Señor ha consolado a su pue-
se levantarán; y prı́ncipes tam- blo, y de sus afligidos tendrá mi-
bién adorarán, a causa del Señor sericordia.
que es fiel. 14 Mas he aquı́, Sión ha dicho:
8 Ası́ dice el Señor: ¡En el tiem- El Señor me abandonó, y de mı́
po propicio os he escuchado, oh se ha olvidado mi Señor; pero él
islas del mar, y en el dı́a de sal- mostrará que no.
vación os he ayudado! Y os con- 15 Porque, ¿puede una amujer
servaré, y a ami siervo os daré olvidar a su niño de pecho al
por convenio del pueblo, para grado de no compadecerse del
establecer la tierra, para hacer hijo de sus entrañas? ¡Pues aun
heredar las desoladas hereda- cuando ella se b olvidare, yo
des; nunca me olvidaré de ti, oh casa
9 para que digáis a los apresos: de Israel!
¡Salid!; y a los que están en bti- 16 Pues he aquı́, te tengo gra-
nieblas: ¡Manifestaos! En los ca- bada en las apalmas de mis ma-
minos serán capacentados, y en nos; tus muros están siempre
todas las alturas habrá pastos delante de mı́.
para ellos. 17 Tus hijos se apresurarán

5a Isa. 44:24. Morm. 8:16, 25. 13a Isa. 44:23.


6a gee Israel—Las doce 9a gee Salvación de los 15a gee Mujer(es).
tribus de Israel. muertos. b Isa. 41:17; Alma 46:8;
b DyC 103:8–10; b 2 Ne. 3:5. DyC 61:36.
Abr. 2:10–11. c Ezeq. 34:14. 16a Zac. 13:6.
c 3 Ne. 21:11. 11a Isa. 62:10;
8a 2 Ne. 3:6–15; DyC 133:23–32.
3 Ne. 21:8–11; 12a Isa. 43:5–6. [Entre 588 y 570 a.C.]
1 NEFI 21:18–22:1 58
contra tus destructores; y los rán ante ti, y lamerán el polvo
que te aasolaron se apartarán de tus pies; y sabrás que yo soy
de ti. el Señor; porque los que me ces-
18 ¡Alza tus ojos y mira alrede- peran no serán avergonzados.
dor; todos éstos se han areunido 24 ¿Pues será quitada la presa
y vendrán a ti! Y vivo yo, dice el al poderoso?; o ¿serán librados
Señor, que de todos serás vesti- los cautivos alegı́timos?
da, como de vestidura de ador- 25 Pero ası́ dice el Señor: Aun
no, y de ellos serás ceñida como los cautivos le serán quitados al
novia. poderoso, y la presa del tirano
19 Porque tus sitios desiertos y será librada; porque contenderé
desolados, y la tierra de tu des- con el que contienda contigo, y
trucción, ahora serán demasia- salvaré a tus hijos.
do estrechos por causa de los 26 Y a los que te oprimen haré
a
moradores; y los que te devora- comer su propia carne; y con su
ban serán arrojados lejos. propia sangre serán embriaga-
20 Los niños que tendrás, des- dos como con vino; y bconocerá
pués de haber perdido a los pri- toda carne que yo, el Señor, soy
meros, dirán otra vez a tus oı́- tu Salvador y tu Redentor, el
c
dos: Demasiado estrecho es pa- Fuerte de Jacob.
ra mı́ este sitio; dame lugar para
que yo habite.
21 Entonces adirás en tu cora- CAPÍTULO 22
zón: ¿Quién me engendró a és-
tos, dado que he perdido a mis Israel será esparcido sobre toda la
hijos, y estoy bdesolada, cautiva faz de la tierra—Los gentiles ali-
y voy errante de un lado a otro? mentarán y nutrirán a Israel con el
¿Y quién crió a éstos? He aquı́, evangelio en los últimos dı́as—Is-
fui abandonada; ¿dónde estu- rael será congregado y se salvará, y
vieron éstos? los inicuos arderán como rastrojo—
22 Ası́ dice el Señor Dios: He El reino del diablo será destruido y
aquı́, yo alzaré mi mano a los Satanás será atado.
a
gentiles, y levantaré mi bestan-
darte al pueblo; y traerán en Y ACONTECIÓ que después que
c
brazos a tus hijos, y en hombros yo, Nefi, hube leı́do estas cosas
llevarán a tus hijas. que estaban grabadas sobre las
23 Y areyes serán tus bayos, y a
planchas de bronce, mis herma-
sus reinas, tus nodrizas; con el nos vinieron a mı́, y me dijeron:
rostro hacia la tierra se postra- ¿Qué significan estas cosas que

17a 3 Ne. 21:12–20. 2 Ne. 10:8–9. 26a 1 Ne. 22:13–14.


18a Miqueas 4:11–13. 23a Isa. 60:16. b Mos. 11:22.
21a Es decir, Sión. b 1 Ne. 22:6. c gee Jehová.
b Isa. 54:1; Gál. 4:27. c 2 Ne. 6:13; 22 1a 1 Ne. 19:22;
22a Isa. 66:18–20. DyC 98:2; 2 Ne. 4:2.
b Isa. 11:12; 18:3. 133:10–11, 45.
c 1 Ne. 22:8; 24a 1 Ne. 21:25. [Entre 588 y 570 a.C.]
59 1 NEFI 22:2–8
has leı́do? He aquı́, ¿deben en- Santo de Israel, porque endure-
tenderse conforme a cosas que cerán sus corazones contra él;
son espirituales, que se verifica- por lo que serán dispersados
rán según el espı́ritu, y no se- entre todas las naciones, y se-
gún la carne? r á n a o d i a d o s p o r t o d o s l o s
2 Y yo, Nefi, les contesté: He hombres.
aquı́, la voz del Espı́ritu las ama- 6 No obstante, después que
nifestó al profeta; porque por el sean anutridos por los bgentiles,
b
Espı́ritu son reveladas a los y el Señor haya levantado su
c
profetas todas las cosas que mano sobre los gentiles y los
acontecerán a los hijos de los haya puesto por estandarte, y
hombres según la carne. sus chijos hayan sido llevados en
3 Por tanto, lo que he leı́do tie- los brazos de los gentiles, y sus
ne que ver con cosas atempora- hijas sobre sus hombros, he
les ası́ como espirituales; porque aquı́, estas cosas de que se habla
parece que la casa de Israel será son temporales; porque ası́ son
b
dispersada, tarde o temprano, los convenios del Señor con
sobre toda la superficie de la tie- nuestros padres; y se refiere a
rra, y también entre todas las nosotros en los dı́as venideros,
naciones. y también a todos nuestros her-
4 Y he aquı́, hay muchos de manos que son de la casa de
quienes ningún conocimiento Israel;
tienen ya los que están en Jeru- 7 y significa que viene el
salén; sı́, la mayor parte de todas tiempo, después que toda la
las atribus han sido bllevadas; y casa de Israel haya sido disper-
se encuentran esparcidas acá y sada y confundida, en que
allá sobre las cislas del mar; y el Señor Dios levantará una na-
dónde se hallan, ninguno de ción poderosa entre los agenti-
nosotros sabe, sólo sabemos que les, sı́, sobre la superficie de
se las han llevado. esta tierra; y nuestros descen-
5 Y desde que se las han lle- dientes serán besparcidos por
vado, se han profetizado estas ellos.
cosas concernientes a ellas, ası́ 8 Y después que nuestra poste-
como a todos aquellos que ridad haya sido dispersada, el
más tarde serán dispersados Señor Dios procederá a efectuar
y confundidos a causa del una obra amaravillosa entre los

2a 2 Pe. 1:19–21. 4a gee Israel—Las diez 7a 3 Ne. 20:27.


b gee Espı́ritu Santo. tribus perdidas de b 1 Ne. 13:12–14;
c gee Profecı́a, Israel. 2 Ne. 1:11.
profetizar. b 2 Ne. 10:22. 8a Isa. 29:14;
3a DyC 29:31–34. c 1 Ne. 21:1; 1 Ne. 14:7;
b 1 Ne. 10:12–14; 2 Ne. 10:8, 20. 2 Ne. 27:26.
2 Ne. 25:14–16. 5a 1 Ne. 19:14. gee Restauración del
gee Israel—El 6a 1 Ne. 21:23. evangelio.
esparcimiento de b gee Gentiles.
Israel. c 1 Ne. 15:13. [Entre 588 y 570 a.C.]
1 NEFI 22:9–15 60
b
gentiles, que será de gran cvalor vador y su Redentor, el eFuerte
para nuestra posteridad; por de Israel.
tanto, se compara a que serán 13 Y la sangre de esa grande y
a
nutridos por los gentiles y lleva- abominable iglesia, que es la
dos en sus brazos y sobre sus ramera de toda la tierra, se vol-
hombros. verá sobre su propia cabeza;
9 Y también será de avalor a los porque bguerrearán entre sı́, y la
gentiles; y no solamente a los espada de sus cpropias manos
gentiles, sino ba toda la ccasa de descenderá sobre su propia ca-
Israel, para dar a conocer los beza; y se emborracharán con su
d
convenios del Padre de los cie- propia sangre.
los con Abraham, que dicen: En 14 Y toda anación que luche
tu eposteridad serán fbenditas contra ti, oh casa de Israel, se
todas las familias de la tierra. volverá la una contra la otra, y
b
10 Y quisiera, mis hermanos, caerán en la fosa que cavaron
que supieseis que no pueden para entrampar al pueblo del
ser bendecidas todas las familias Señor. Y todos los que ccomba-
de la tierra, a menos que el Se- tan contra Sión serán destrui-
ñor adesnude su brazo a los ojos dos, y esa gran ramera que ha
de las naciones. pervertido las rectas vı́as del Se-
11 Por lo que, el Señor Dios ñor, sı́, esa grande y abominable
procederá a desnudar su brazo iglesia caerá a dtierra, y grande
a los ojos de todas las naciones, será su caı́da.
al llevar a efecto sus convenios y 15 Porque he aquı́, dice el pro-
su evangelio para con los que feta, se acerca rápidamente el
son de la casa de Israel. tiempo en que Satanás no ten-
12 Por tanto, los sacará otra drá más poder sobre el corazón
vez de su cautividad, y serán de los hijos de los hombres; por-
a
reunidos en las tierras de su que pronto se acerca el dı́a en
herencia; y serán sacados de la que todos los soberbios y todos
obscuridad y de las btinieblas; los que obran inicuamente se-
y sabrán que el cSeñor es su dSal- rán como arastrojo; y está cerca

8b 2 Ne. 10:10–11; 10a Isa. 52:10. b Isa. 60:12;


3 Ne. 16:4–7; 12a gee Israel—La 1 Ne. 14:3;
Morm. 5:19. congregación de DyC 109:25.
c 1 Ne. 15:13–18; Israel. c 2 Ne. 10:13; 27:3.
3 Ne. 5:21–26; 21:7. b gee Tinieblas d Isa. 25:12.
9a 1 Ne. 14:1–5. espirituales. 15a Isa. 5:23–24;
b 2 Ne. 30:1–7. c 2 Ne. 6:10–11. Nahum 1:10;
c 2 Ne. 29:13–14. d gee Salvador. Mal. 4:1;
d Deut. 4:31. e gee Jehová. 2 Ne. 15:24; 26:4–6;
e gee Abraham, 13a gee Diablo—La DyC 64:23–24; 133:64.
convenio de. iglesia del diablo.
f Gén. 12:2–3; b 1 Ne. 14:3, 15–17.
3 Ne. 20:27; c 1 Ne. 21:26.
Abr. 2:9–11. 14a Lucas 21:10. [Entre 588 y 570 a.C.]
61 1 NEFI 22:16–23
el dı́a en que han de ser bquema- ñor vuestro Dios os levantará a
dos. un aprofeta, semejante a mı́; a él
16 Pues está próximo el tiempo oiréis en todo lo que os dijere. Y
en que la plenitud de la aira de sucederá que todos aquellos
Dios será derramada sobre to- que no quieran escuchar a ese
dos los hijos de los hombres; profeta serán bdesarraigados de
porque no consentirá que los entre el pueblo.
inicuos destruyan a los justos. 21 Y ahora bien, yo, Nefi, os de-
17 Por lo tanto, aprotegerá a los claro que este aprofeta de quien
b
justos por su poder, aun cuan- habló Moisés era el Santo de Is-
do tuviese que venir la plenitud rael; por tanto, bjuzgará con jus-
de su ira, y serán preservados ticia.
los justos aun hasta la destruc- 22 Y los justos no tienen por
ción de sus enemigos por fuego. qué temer, pues ellos son los
Por tanto, los justos no tienen que no serán confundidos. Mas
por qué temer; porque ası́ dice es el reino del diablo, el cual se-
el profeta: Se salvarán, aun co- rá edificado entre los hijos de
mo si fuese por fuego. los hombres, el cual está estable-
18 He aquı́, os digo, mis herma- cido entre aquellos que se en-
nos, que estas cosas deben venir cuentran en la carne;
muy pronto; sı́, debe haber san- 23 porque pronto llegará el
gre y fuego y vapor de humo; y tiempo en que todas las aiglesias
es menester que sea sobre la su- que se hayan establecido para
perficie de esta tierra; y sobre- obtener ganancia, y todas las
vendrá a los hombres según la que hayan sido edificadas para
carne, si es que endurecen sus lograr poder sobre la carne, y las
corazones en contra del Santo que se hayan fundado para ha-
de Israel. cerse bpopulares ante los ojos
19 Pues he aquı́, los justos no del mundo, y aquellas que bus-
perecerán; porque ciertamente quen las concupiscencias de la
vendrá el tiempo en que todos carne, y las cosas del mundo, y
los que combatan contra Sión cometan toda clase de iniquida-
serán talados. des, en fin, todos los que perte-
20 Y el Señor ciertamente pre- nezcan al reino del diablo son
parará una vı́a para su pueblo, a los que deberán temer, ctemblar
fin de cumplir las palabras que y estremecerse; ellos son los que
habló Moisés, diciendo: El Se- deben ser humillados hasta el

15b Sal. 21:9; 3 Ne. 25:1; b 1 Ne. 17:33–40. 23a 1 Ne. 14:10;
DyC 29:9. 20a Juan 4:19; 7:40. 2 Ne. 26:20.
gee Tierra—La b DyC 133:63. gee Supercherı́as
purificación de la 21a Deut. 18:15, 18; sacerdotales.
tierra. Hech. 3:20–23; b Lucas 6:26; Alma 1:3.
16a 1 Ne. 14:17. 1 Ne. 10:4; c 2 Ne. 28:19.
17a 2 Ne. 30:10; 3 Ne. 20:23.
Moisés 7:61. b Sal. 98:9; Moisés 6:57. [Entre 588 y 570 a.C.]
1 NEFI 22:24–31 62
polvo; ellos son los que deben Nefi, os declaro que todas estas
ser dconsumidos como el rastro- cosas deben acontecer según la
jo; y esto según las palabras del carne.
profeta. 28 Pero he aquı́, todas las na-
24 Y rápidamente se acerca el ciones, tribus, lenguas y pue-
tiempo en que los justos han de blos vivirán con seguridad en
ser conducidos como abecerros el Santo de Israel, si es que se
a
de la manada, y el Santo de Is- arrepienten.
rael ha de reinar con dominio, 29 Y ahora, yo, Nefi, concluyo,
y fuerza, y potestad, y gran porque no me atrevo aún a ha-
gloria. blar más tocante a estas cosas.
25 Y arecoge a sus hijos de las 30 Por tanto, mis hermanos,
cuatro partes de la tierra; y quisiera que consideraseis que
cuenta a sus ovejas, y ellas lo las cosas que se han escrito en
conocen; y habrá un redil y un las a planchas de bronce son
b
pastor; y él apacentará a sus verdaderas; y testifican que el
ovejas, y en él hallarán cpasto. hombre debe ser obediente a
26 Y a causa de la rectitud del los mandamientos de Dios.
pueblo del Señor, aSatanás no 31 Por lo tanto, no debéis su-
tiene poder; por consiguiente, poner que mi padre y yo so-
no se le puede desatar por el mos los únicos que las hemos
espacio de bmuchos años; pues atestiguado y también enseña-
no tiene poder sobre el corazón do. Por tanto, si sois obedientes
del pueblo, porque el pueblo a los amandamientos, y perse-
mora en rectitud, y el Santo de veráis hasta el fin, seréis salvos
Israel creina. e n e l p o s t r e r d ı́ a . Y a s ı́ e s .
27 Y ahora bien, he aquı́, yo, Amén.

El Segundo Libro de Nefi

R elación de la muerte de Lehi. Los hermanos de Nefi se rebelan


en contra de él. El Señor amonesta a Nefi a salir para el desierto.
Sus viajes por el desierto, etc.

23d 2 Ne. 26:6. 26a Apoc. 20:2; arrepentirse;


24a Amós 6:4; Mal. 4:2; Alma 48:17; Perdonar.
3 Ne. 25:2. DyC 43:31; 45:55; 30a 2 Ne. 4:2.
25a gee Israel—La 88:110; 101:28. 31a Mateo 19:17.
congregación de gee Diablo. gee Mandamientos
Israel. b Jacob 5:76. de Dios.
b gee Buen Pastor. c gee Milenio.
c Sal. 23. 28a gee Arrepentimiento, [Entre 588 y 570 a.C.]
63 2 NEFI 1:1–9
CAPÍTULO 1 demás; una tierra que el Señor
Dios hizo convenio conmigo de
Lehi profetiza acerca de una tierra que serı́a una tierra para la he-
de libertad—Los de su posteridad rencia de mi posteridad. Sı́, el
serán dispersados y afligidos si re- Señor me ha dado esta tierra
chazan al Santo de Israel—Exhorta por cconvenio a mı́ y a mis hijos
a sus hijos a ceñirse con la armadu- para siempre, y también para to-
ra de la rectitud. dos aquellos que la mano del Se-
ñor conduzca de otros paı́ses.

Y ACONTECIÓ que después


que yo, Nefi, hube conclui-
do de enseñar a mis hermanos,
6 Por tanto, yo, Lehi, profetizo
según el Espı́ritu que obra en
mı́, que anadie vendrá a esta tie-
nuestro apadre Lehi les habló mu- rra a menos que sea traı́do por la
chas cosas también, y les recor- mano del Señor.
dó cuán grandes cosas el Señor 7 Por tanto, esta tierra está
a
habı́a hecho por ellos al sacarlos consagrada a quienes él traiga.
de la tierra de Jerusalén, Y en caso de que le sirvan según
2 y les habló de sus arebeliones los mandamientos que él ha da-
sobre las aguas, y de las miseri- do, será para ellos una tierra de
b
cordias de Dios al salvarles la vi- libertad; por lo que nunca se-
da, para que no fuesen hundi- rán reducidos al cautiverio; si tal
dos en el mar; sucediere, será por causa de la
3 y también les habló tocante a iniquidad; porque si abunda la
la tierra de promisión que ha- iniquidad, cmaldita será la tierra
bı́an obtenido, de cuán miseri- por causa de ellos; pero para los
cordioso habı́a sido el Señor en justos será bendita para siem-
advertirnos que saliéramos de la pre.
tierra de Jerusalén. 8 Y he aquı́, es prudente que
4 Porque he aquı́, les dijo, he esta tierra no llegue todavı́a al
visto una avisión, por la cual yo conocimiento de otras naciones;
sé que Jerusalén está destruida; pues he aquı́, muchas naciones
y si hubiésemos permanecido sobrellenarı́an la tierra, de mo-
en bJerusalén, también habrı́a- do que no habrı́a lugar para una
mos cperecido. herencia.
5 Pero, dijo él, a pesar de nues- 9 Por tanto, yo, Lehi, he obteni-
tras aflicciones, hemos obtenido do la promesa de que, asi aque-
una atierra de promisión, una llos que el Señor Dios trae de la
tierra bescogida sobre todas las tierra de Jerusalén obedecen sus

[2 nefi] c Alma 9:22. gee Libertad.


1 1a gee Patriarca, 5a gee Tierra prometida. c Alma 45:10–14, 16;
patriarcal. b Éter 2:9–10. Morm. 1:17;
2a 1 Ne. 18:9–20. c gee Convenio. Éter 2:8–12.
4a gee Visión. 6a 2 Ne. 10:22. 9a 2 Ne. 4:4;
b 2 Rey. 24:14–15; 7a Mos. 29:32; Alma 9:13.
Jer. 44:2; 1 Ne. 1:4; Alma 46:10, 20.
Hel. 8:20. b 2 Ne. 10:11. [Entre 588 y 570 a.C.]
2 NEFI 1:10–16 64
mandamientos, bprosperarán so- poder, y les quitará la tierra de
bre la superficie de esta tierra y sus posesiones, y hará que sean
b
serán preservados de todas las dispersados y afligidos.
demás naciones, a fin de que 12 Sı́, al pasar de una genera-
posean esta tierra para sı́ mis- ción a otra habrá aefusión de
mos. Y en caso de que cguarden sangre y grandes calamidades
sus mandamientos, serán ben- entre ellos; por lo tanto, hijos
decidos sobre la superficie de la mı́os, quisiera que recordaseis,
tierra; y no habrá quien los mo- sı́, quisiera que escuchaseis mis
leste ni les quite la tierra de su palabras.
herencia; y habitarán seguros 13 ¡Oh que despertaseis; que
para siempre. despertaseis de ese profundo
10 Pero he aquı́, cuando llegue sueño, sı́, del sueño del ainfier-
el dı́a en que degeneren en la no, y os sacudieseis de las es-
incredulidad, después de haber pantosas bcadenas que os tienen
recibido tan grandes bendicio- atados, cadenas que sujetan a
nes de la mano del Señor —te- los hijos de los hombres a tal
niendo el conocimiento de la grado que son llevados cautivos
creación de la tierra y de todos al eterno cabismo de miseria y
los hombres, conociendo las angustia!
grandes y maravillosas obras del 14 ¡Despertad y levantaos del
Señor desde la creación del polvo! ¡Escuchad las palabras de
mundo, habiéndoseles dado el un a padre tembloroso, cuyo
poder para hacer todas las cosas cuerpo pronto tendréis que en-
por la fe; teniendo todos los tregar a la frı́a y silenciosa btum-
mandamientos desde el princi- ba, de donde ningún viajero
pio, y habiendo sido conducidos puede volver; unos dı́as más, y
por su infinita bondad a esta seguiré el ccamino de toda la tie-
preciosa tierra de promisión— rra!
he aquı́, digo que si llega el dı́a 15 Pero he aquı́, el Señor ha
a
en que rechacen al Santo de Is- redimido a mi alma del infier-
rael, el verdadero aMesı́as, su no; he visto su gloria, y estoy
Redentor y su Dios, he aquı́, los para siempre envuelto entre los
b
juicios del que es justo descen- brazos de su camor.
derán sobre ellos. 16 Y mi deseo es que os acor-
11 Sı́, él traerá sobre ellos a déis de observar los aestatutos y
a
otras naciones, a las que dará los juicios del Señor; he aquı́,

9b Deut. 29:9. b Alma 12:9–11. b Jacob 6:5;


c gee Obediencia, c 1 Ne. 15:28–30; Alma 5:33;
obediente, obedecer. Hel. 3:29–30. 3 Ne. 9:14.
10a gee Mesı́as. 14a gee Padres. c Rom. 8:39.
11a 1 Ne. 13:12–20; b gee Muerte fı́sica. gee Amor.
Morm. 5:19–20. c Josué 23:14. 16a Deut. 4:5–8;
b 1 Ne. 22:7. 15a Alma 36:28. 2 Ne. 5:10–11.
12a Morm. 1:11–19; 4:11. gee Expiación,
13a gee Infierno. expiar. [Entre 588 y 570 a.C.]
65 2 NEFI 1:17–25
ésta ha sido la ansiedad de mi corazón, unidos en todas las co-
alma desde el principio. sas, para que no descendáis al
17 Mi corazón ha estado ago- cautiverio;
biado de pesar de cuando en 22 para que no seáis maldeci-
cuando, pues he temido que por dos con una grave maldición; ni
la dureza de vuestros corazo- que tampoco traigáis el desagra-
nes, el Señor vuestro Dios vinie- do de un Dios ajusto sobre voso-
se en la plenitud de su aira sobre tros para la condenación, sı́, la
vosotros, y fueseis btalados y eterna condenación del cuerpo
destruidos para siempre; y del alma.
18 o que una maldición os so- 23 Despertad, hijos mı́os; ce-
breviniera por el espacio de ñı́os con la aarmadura de la rec-
a
muchas generaciones; y fueseis titud. Sacudı́os de las cadenas
castigados por la espada y por el con las cuales estáis sujetos, y
hambre, y fueseis aborrecidos, y salid de la obscuridad, y levan-
llevados según la voluntad y taos del polvo.
cautividad del bdiablo. 24 No os rebeléis más en contra
19 ¡Oh hijos mı́os, que no os su- de vuestro hermano, cuyas ma-
cedan estas cosas, sino que seáis nifestaciones han sido gloriosas,
un pueblo escogido y afavoreci- y quien ha guardado los manda-
do del Señor! Mas he aquı́, há- mientos desde la época en que
gase su voluntad, porque sus salimos de Jerusalén; y el cual
b
vı́as son para siempre justas. ha sido un instrumento en las
20 Y él ha dicho: aSi guardáis manos de Dios para traernos a
mis bmandamientos, cprospera- la tierra de promisión; porque si
réis en la tierra; pero si no guar- no hubiese sido por él, habrı́a-
dáis mis mandamientos, seréis mos perecido de ahambre en el
desechados de mi presencia. desierto; no obstante, habéis in-
21 Y ahora bien, para que mi tentado bquitarle la vida; sı́, y él
alma se regocije en vosotros, y ha padecido mucha angustia a
mi corazón salga de este mundo causa de vosotros.
con gozo por causa vuestra, a 25 Y yo temo y tiemblo en ex-
fin de que no sea yo llevado con tremo que por causa de vosotros
pena y dolor a la tumba, levan- él padezca de nuevo; porque he
taos del polvo, hijos mı́os, y sed aquı́, lo habéis acusado de que
a
hombres, y estad resueltos en pretendió poder y aautoridad
b
una sola voluntad y con un solo sobre vosotros; mas yo sé que él

17a 2 Ne. 5:21–24; 20a Jarom 1:9; b Moisés 7:18.


Alma 3:6–19. Mos. 1:6–7; 22a DyC 3:4.
b Mos. 12:8. Alma 9:13–14. 23a Efe. 6:11–17.
18a 1 Ne. 12:20–23. b Lev. 26:3–14; 24a 1 Ne. 16:32.
b gee Diablo. Joel 2:23–26. b 1 Ne. 16:37.
19a gee Escoger, c Sal. 67:6; 25a Gén. 37:9–11.
escogido. Mos. 2:21–25.
b Oseas 14:9. 21a 1 Sam. 4:9; 1 Rey. 2:2. [Entre 588 y 570 a.C.]
2 NEFI 1:26–2:2 66
no ha procurado poder ni auto- de la tierra de Jerusalén, y sé
ridad sobre vosotros; sino que que tú eres un amigo fiel de mi
ha procurado la gloria de Dios y hijo Nefi para siempre.
vuestro propio bienestar eterno. 31 Por lo tanto, porque has si-
26 Y habéis murmurado por- do fiel, tu posteridad será ben-
que él ha sido claro con voso- decida acon su posteridad, para
tros. Decı́s que ha recurrido a la que vivan prósperamente por
a
aspereza; decı́s que se ha enoja- largo tiempo sobre la faz de esta
do con vosotros; mas he aquı́, tierra; y nada, a menos que sea
que su severidad fue el rigor del la iniquidad entre ellos, dañará
poder de la palabra de Dios que ni perturbará su prosperidad so-
estaba en él; y lo que vosotros bre la superficie de esta tierra
llamáis ira fue la verdad, según para siempre.
la que se halla en Dios, la cual él 32 Ası́ pues, si guardáis los
no pudo reprimir, expresándose mandamientos del Señor, él ha
intrépidamente concerniente a consagrado esta tierra para la
vuestras iniquidades. seguridad de tu posteridad con
27 Y es menester que el apoder la de mi hijo.
de Dios esté con él, aun hasta
mandaros que obedezcáis. Mas
he aquı́, no fue él, sino el bEspı́ri- CAPÍTULO 2
tu del Señor que en él estaba, el
cual le cabrió la boca para que La redención viene por medio del
hablara, de modo que no la po- Santo Mesı́as—La libertad para es-
dı́a cerrar. coger (el albedrı́o) es esencial para la
28 Y ahora bien, hijo mı́o, La- existencia y el progreso—Adán ca-
mán, y también Lemuel y Sam, yó para que los hombres existie-
y también vosotros, hijos mı́os, sen—Los hombres son libres para
que sois hijos de Ismael, he aquı́, escoger la libertad y la vida eterna.
si escucháis la voz de Nefi, no
pereceréis. Y si lo escucháis, os Y AHORA, Jacob, te hablo a ti: Tú
dejo una abendición, sı́, mi pri- eres mi aprimer hijo nacido en
mera bendición. los dı́as de mi tribulación en el
29 Pero si no queréis escuchar- desierto. Y he aquı́, tú has pade-
lo, retiro mi aprimera bendición, cido aflicciones y mucho pesar
sı́, mi bendición, y quedará so- en tu infancia a causa de la ru-
bre él. deza de tus hermanos.
30 Y ahora te hablo a ti, Zoram: 2 No obstante, Jacob, mi primer
He aquı́, tú eres el asiervo de La- hijo nacido en el desierto, tú co-
bán; no obstante, has sido traı́do noces la grandeza de Dios; y él

26a Prov. 15:10; b DyC 121:43. 31a 2 Ne. 5:6.


1 Ne. 16:2; c DyC 33:8. 2 1a 1 Ne. 18:7.
Moro. 9:4; 28a gee Primogenitura.
DyC 121:41–43. 29a Abr. 1:3.
27a 1 Ne. 17:48. 30a 1 Ne. 4:20, 35. [Entre 588 y 570 a.C.]
67 2 NEFI 2:3–10
consagrará tus aflicciones para 6 Por tanto, la aredención viene
tu provecho. en el Santo bMesı́as y por medio
3 Por consiguiente, tu alma se- de él, porque él es lleno de cgra-
rá bendecida, y vivirás en segu- cia y de verdad.
ridad con tu hermano Nefi; y 7 He aquı́, él se ofrece a sı́ mis-
tus dı́as se emplearán al ser- mo en asacrificio por el pecado,
vicio de tu Dios. Por tanto, yo sé para satisfacer las demandas de
que tú estás redimido a causa de la ley, por todos los de corazón
la justicia de tu Redentor; por- quebrantado y de espı́ritu con-
que has visto que en la plenitud trito; y por nadie más se pueden
de los tiempos él vendrá para satisfacer las bdemandas de la
traer la salvación a los hombres. ley.
4 Y en tu juventud has avisto su 8 Por lo tanto, cuán grande es
gloria; por lo tanto, bienaventu- la importancia de dar a conocer
rado eres, ası́ como lo serán estas cosas a los habitantes de la
aquellos a favor de quienes él tierra, para que sepan que nin-
ejercerá su ministerio en la car- guna carne puede morar en la
ne; porque el Espı́ritu es el mis- presencia de Dios, asino por me-
mo, ayer, hoy y para siempre. Y dio de los méritos, y misericor-
la vı́a está preparada desde la dia, y gracia del Santo Mesı́as,
caı́da del hombre, y la salvación quien da su vida, según la car-
es bgratuita. ne, y la vuelve a tomar por el
5 Y los hombres son suficiente- poder del Espı́ritu, para efectuar
mente instruidos para adiscernir la bresurrección de los muertos,
el bien del mal; y la ley es dada siendo el primero que ha de re-
a los hombres. Y por la ley nin- sucitar.
guna carne se bjustifica, o sea, 9 De manera que él es las pri-
por la ley los hombres son cdesa- micias para Dios, pues él ainter-
rraigados. Sı́, por la ley temporal cederá por todos los hijos de los
fueron desterrados; y también hombres; y los que crean en él
por la ley espiritual perecen en serán salvos.
cuanto a lo que es bueno, y 10 Y por motivo de la interce-
llegan a ser desdichados para sión hecha por a todos, todos
siempre. los hombres vienen a Dios; de

4a 2 Ne. 11:3; Jacob 7:5. Hel. 14:15–18. Mos. 4:8; 5:8;


b gee Gracia. 6a 1 Ne. 10:6; Alma 38:9.
5a Moro. 7:16. 2 Ne. 25:20; b 1 Cor. 15:20;
b Rom. 3:20; Alma 12:22–25. Alma 7:12; 12:24–25;
2 Ne. 25:23; gee Plan de 42:23.
Alma 42:12–16. redención. gee Resurrección.
gee Justificación, b gee Mesı́as. 9a Isa. 53:1–12;
justificar. c Juan 1:14, 17; Mos. 14:12; 15:8–9.
c 1 Ne. 10:6; Moisés 1:6. 10a gee Redentor.
2 Ne. 9:6–38; 7a gee Expiación, expiar.
Alma 11:40–45; 12:16, b Rom. 10:4.
24; 42:6–11; 8a 2 Ne. 25:20; 31:21; [Entre 588 y 570 a.C.]
2 NEFI 2:11–16 68
modo que comparecen ante su 1 3 Y s i d e c ı́ s q u e a n o h a y
presencia para que él los bjuz- ley, decı́s también que no hay
gue de acuerdo con la verdad y pecado. Si decı́s que no hay pe-
c
santidad que hay en él. Por cado, decı́s también que no hay
tanto, los fines de la ley que el rectitud. Y si no hay rectitud, no
Santo ha dado, para la imposi- hay felicidad. Y si no hay recti-
ción del castigo que se ha fijado, tud ni felicidad, tampoco hay
el cual castigo que se ha fijado castigo ni miseria. Y si estas
se halla en oposición a la felici- cosas no existen, Dios bno existe.
dad que se ha fijado, para cum- Y si no hay Dios, nosotros no
plir los fines de la dexpiación; existimos, ni la tierra; porque
11 porque es preciso que ha- no habrı́a habido creación de
ya una aoposición en todas las cosas, ni para actuar ni para que
cosas. Pues de otro modo, mi se actúe sobre ellas; por con-
primer hijo nacido en el desier- siguiente, todo se habrı́a desva-
to, no se podrı́a llevar a efecto necido.
la rectitud ni la iniquidad, ni 14 Y ahora bien, hijos mı́os, os
tampoco la santidad ni la mise- hablo estas cosas para vuestro
ria, ni el bien ni el mal. De modo provecho e instrucción; porque
que todas las cosas necesaria- hay un Dios, y él ha acreado to-
mente serı́an un solo conjunto; das las cosas, tanto los cielos co-
por tanto, si fuese un solo cuer- mo la tierra y todo cuanto en
po, habrı́a de permanecer co- ellos hay; tanto las cosas que ac-
mo muerto, no teniendo ni vida túan como aquéllas sobre las
ni muerte, ni corrupción ni in- cuales se bactúa.
corrupción, ni felicidad ni mise- 15 Y para realizar sus eternos
a
ria, ni sensibilidad ni insensibi- designios en cuanto al objeto
lidad. del hombre, después que hubo
12 Por lo tanto, tendrı́a que ha- creado a nuestros primeros pa-
ber sido creado en vano; de mo- dres, y los animales del campo,
do que no habrı́a habido ningún y las aves del cielo, y en fin, to-
a
objeto en su creación. Esto, das las cosas que se han creado,
pues, habrı́a destruido la sabi- era menester una oposición; sı́,
durı́a de Dios y sus eternos de- el bfruto cprohibido en oposición
signios, y también el poder, y al dárbol de la vida, siendo dulce
la misericordia, y la bjusticia de el uno y amargo el otro.
Dios. 16 Por lo tanto, el Señor Dios le

10b gee Juicio Final. para el hombre. b Gén. 3:6;


c gee Santidad. b gee Justicia. Alma 12:21–23.
d 2 Ne. 9:7, 21–22, 26; 13a 2 Ne. 9:25. c Gén. 2:16–17;
Alma 22:14; 33:22; b Alma 42:13. Moisés 3:17.
34:9. 14a gee Creación, crear. d Gén. 2:9;
11a DyC 29:39; 122:5–9. b DyC 93:30. 1 Ne. 15:22, 36;
gee Adversidad. 15a Isa. 45:18; Alma 32:40.
12a DyC 88:25–26. Alma 42:26;
gee Tierra—Se creó Moisés 1:31, 39. [Entre 588 y 570 a.C.]
69 2 NEFI 2:17–25
concedió al hombre que aobrara que se barrepintiesen mientras
por sı́ mismo. De modo que el se hallaran en la carne; por lo
hombre no podı́a actuar por sı́ a tanto, su estado llegó a ser un
menos que lo batrajera lo uno o estado de cprobación, y su tiem-
lo otro. po fue prolongado, conforme a
17 Y yo, Lehi, de acuerdo con los mandamientos que el Señor
las cosas que he leı́do, debo su- Dios dio a los hijos de los hom-
poner que un aángel de Dios ha- bres. Porque él dio el manda-
bı́a bcaı́do del cielo, según lo que miento de que todos los hom-
está escrito; por tanto, se convir- bres se arrepintieran; pues mos-
tió en un cdiablo, habiendo pro- tró a todos los hombres que es-
curado lo malo ante Dios. taban dperdidos a causa de la
18 Y porque habı́a caı́do del transgresión de sus padres.
cielo, y llegado a ser miserable 22 Pues, he aquı́, si Adán no
para siempre, aprocuró igual- hubiese transgredido, no habrı́a
mente la miseria de todo el gé- caı́do, sino que habrı́a permane-
nero humano. Por tanto, dijo a cido en el jardı́n de Edén. Y to-
b
Eva, sı́, esa antigua serpiente, das las cosas que fueron creadas
que es el diablo, el padre de to- habrı́an permanecido en el mis-
das las cmentiras, ası́ le dijo: Co- mo estado en que se hallaban
me del fruto prohibido, y no después de ser creadas; y ha-
morirás, sino que serás como brı́an permanecido para siem-
Dios, dconociendo el bien y el pre, sin tener fin.
mal. 23 Y no hubieran tenido ahijos;
19 Y después que Adán y Eva por consiguiente, habrı́an per-
hubieron acomido del fruto pro- manecido en un estado de ino-
hibido, fueron echados del jar- cencia, sin sentir gozo, porque
dı́n de bEdén, para cultivar la no conocı́an la miseria; sin hacer
tierra. lo bueno, porque no conocı́an el
20 Y tuvieron hijos, sı́, la afami- pecado.
lia de toda la tierra. 24 Pero he aquı́, todas las cosas
21 Y los dı́as de los hijos de los han sido hechas según la sabi-
a
hombres fueron prolongados, durı́a de aquel que todo lo asabe.
según la voluntad de Dios, para 25 aAdán bcayó para que los

16a 2 Ne. 10:23; c 2 Ne. 28:8; gee Arrepentimiento,


Alma 12:31. Moisés 4:4. arrepentirse.
gee Albedrı́o. d Gén. 3:5; c gee Mortal,
b DyC 29:39–40. Alma 29:5; mortalidad.
17a gee Diablo. Moro. 7:15–19. d Jacob 7:12.
b Isa. 14:12; 2 Ne. 9:8; 19a Alma 12:31. 23a Moisés 5:11.
Moisés 4:3–4; gee Caı́da de Adán 24a gee Trinidad.
Abr. 3:27–28. y Eva. 25a gee Adán.
c gee Diablo. b gee Edén. b Moisés 6:48.
18a 2 Ne. 28:19–23; 20a DyC 138:38–39. gee Caı́da de Adán
3 Ne. 18:18; 21a Alma 12:24; y Eva.
DyC 10:22–27. Moisés 4:23–25.
b gee Eva. b Alma 34:32. [Entre 588 y 570 a.C.]
2 NEFI 2:26–3:3 70
hombres existiesen; y cexisten los a
cautivar, de hundiros en el bin-
hombres para que tengan dgozo. fierno, a fin de poder reinar so-
26 Y el aMesı́as vendrá en la bre vosotros en su propio reino.
plenitud de los tiempos, a fin de 30 Os he hablado estas pocas
b
redimir a los hijos de los hom- palabras a todos vosotros, hijos
bres de la caı́da. Y porque son mı́os, en los últimos dı́as de mi
redimidos de la caı́da, han llega- probación; y he escogido la bue-
do a quedar clibres para siem- na parte, según las palabras del
pre, discerniendo el bien del profeta. Y no tengo ninguna
mal, para actuar por sı́ mismos, otra intención sino el eterno
y no para que se actúe sobre bienestar de vuestras almas.
ellos, a menos que sea por el cas- Amén.
tigo de la dley en el grande y úl-
timo dı́a, según los mandamien-
CAPÍTULO 3
tos que Dios ha dado.
27 Ası́ pues, los hombres son
a
libres según la carne; y les son José, en Egipto, vio a los nefitas en
dadas todas las cosas que para visión—Profetizó en cuanto a José
ellos son propias. Y son libres Smith, el vidente de los últimos
para bescoger la libertad y la vi- dı́as; en cuanto a Moisés, que libra-
da ceterna, por medio del gran rı́a a Israel; y en cuanto al adveni-
Mediador de todos los hombres, miento del Libro de Mormón.
o escoger la cautividad y la Y AHORA te hablo a ti, José, mi
a
muerte, según la cautividad y el postrer hijo. Tú naciste en el
poder del diablo; pues él busca desierto de mis aflicciones; sı́, tu
que todos los hombres sean mi- madre te dio a luz en la época
serables como él. de mis mayores angustias.
28 Y ahora bien, hijos mı́os, 2 Y el Señor te consagre tam-
quisiera que confiaseis en el bién a ti esta a tierra, la cual
gran aMediador y que escucha- es una tierra tan preciosa, por
seis sus grandes mandamientos; herencia tuya y la herencia de
y sed fieles a sus palabras y es- tu posteridad con tus herma-
coged la vida eterna, según la nos, para vuestra seguridad
voluntad de su Santo Espı́ritu; perpetua, si es que guardáis
29 y no escojáis la muerte eter- los mandamientos del Santo de
na según el deseo de la carne y la Israel.
iniquidad que hay en ella, que da 3 Y ahora bien, José, mi último
al espı́ritu del diablo el poder de h i j o , a q u i e n h e t r a ı́ d o d e l

25c gee Mortal, Hel. 14:30. Alma 12:11.


mortalidad. d gee Ley. b gee Infierno.
d Moisés 5:10. 27a Gál. 5:1; 3 1a 1 Ne. 18:7.
gee Gozo; Hombre(s). Moisés 6:56. 2a 1 Ne. 2:20.
26a gee Mesı́as. b gee Albedrı́o. gee Tierra prometida.
b gee Plan de c gee Vida eterna.
redención. 28a gee Mediador.
c Alma 42:27; 29a Rom. 6:16–18; [Entre 588 y 570 a.C.]
71 2 NEFI 3:4–12
desierto de mis aflicciones, el te. Y a él daré el mandamiento
Señor te bendiga para siempre, de que efectúe una obra para
porque tu posteridad no será el fruto de tus lomos, sus her-
enteramente adestruida. manos, la cual será de mucho
4 Porque he aquı́, tú eres el fru- valor para ellos, aun para llevar-
to de mis lomos; y yo soy des- los al conocimiento de los con-
cendiente de aJosé que fue lleva- venios que yo he hecho con tus
do bcautivo a Egipto. Y grandes padres.
fueron los convenios que el Se- 8 Y le daré el mandamiento de
ñor hizo con José. que ano haga ninguna otra obra,
5 Por lo tanto, José realmente sino la que yo le mande. Y lo
a
vio nuestro dı́a. Y recibió del haré grande a mis ojos, porque
Señor la promesa de que del ejecutará mi obra.
fruto de sus lomos el Señor 9 Y será grande como aMoisés,
Dios levantarı́a una brama cjusta de quien dije que os lo levanta-
a la casa de Israel; no el Mesı́as, rı́a para blibrar a mi pueblo, ¡oh
sino una rama que iba a ser des- casa de Israel!
gajada, mas no obstante, serı́a 10 Y levantaré a Moisés para li-
recordada en los convenios del brar a tu pueblo de la tierra de
Señor de que el dMesı́as serı́a Egipto.
manifestado a ellos en los últi- 11 Pero del fruto de tus lomos
mos dı́as, con el espı́ritu de po- levantaré a un vidente, y a él da-
der, para sacarlos de las etinie- ré apoder para llevar mi palabra
blas a la luz; sı́, de la obscuri- a los de tu descendencia; y no
dad oculta y del cautiverio a la solamente para llevarles mi pa-
libertad. labra, dice el Señor, sino para
6 Porque José en verdad testifi- convencerlos de mi palabra que
có diciendo: El Señor mi Dios le- ya se habrá declarado entre
vantará a un avidente, el cual se- ellos.
rá un vidente escogido para los 12 Por lo tanto, el fruto de tus
del fruto de mis blomos. lomos aescribirá, y el fruto de
7 Sı́, José verdaderamente dijo: los lomos de bJudá cescribirá; y
Ası́ me dice el Señor: Levantaré lo que escriba el fruto de tus
a un avidente escogido del fruto lomos, y también lo que escri-
de tus lomos, y será altamente ba el fruto de los lomos de
estimado entre los de tu simien- J u d á , c r e c e r á n j u n t a m e n t e

3a 2 Ne. 9:53. c Jacob 2:25. 9a Moisés 1:41.


4a Gén. 39:1–2; 45:4; d 2 Ne. 6:14; b Éx. 3:7–10;
49:22–26; DyC 3:16–20. 1 Ne. 17:24.
1 Ne. 5:14–16. e Isa. 42:16. 11a DyC 5:3–4.
b Gén. 37:29–36. 6a 3 Ne. 21:8–11; 12a gee Libro de
5a tjs, Gén. 50:24–38; Morm. 8:16. Mormón.
2 Ne. 4:1–2. gee Vidente. b 1 Ne. 13:23–29.
b Gén. 49:22–26; b DyC 132:30. c gee Biblia.
1 Ne. 15:12; 19:24. 7a gee Smith, hijo, José.
gee Viña del Señor. 8a DyC 24:7, 9. [Entre 588 y 570 a.C.]
2 NEFI 3:13–22 72
para dconfundir las falsas doc- en una vara, y le daré prudencia
trinas, y poner fin a las con- para escribir. Mas no desataré su
tenciones, y establecer la paz lengua para que hable mucho,
entre los del fruto de tus lo- porque no lo haré grande en
mos, y e llevarlos al f conoci- cuanto a la palabra. Pero le aes-
miento de sus padres en los pos- cribiré mi ley, con el dedo de mi
treros dı́as, y también al conoci- propia mano, y prepararé a un
b
miento de mis convenios, dice portavoz para él.
el Señor. 18 Y también me dijo el Señor:
13 Y de la debilidad él será he- Levantaré a uno para el fruto de
cho fuerte, el dı́a en que mi obra tus lomos, y prepararé para él
empiece entre todo mi pueblo un portavoz. Y he aquı́, le con-
para restaurarte, oh casa de Is- cederé que escriba la escritura
rael, dice el Señor. del fruto de tus lomos, para el
14 Y ası́ profetizó José, dicien- fruto de tus lomos; y el portavoz
do: He aquı́, el Señor bendecirá de tus lomos la declarará.
a ese vidente, y los que traten de 19 Y las palabras que él escriba
destruirlo serán confundidos; serán las que yo en mi sabidurı́a
porque se cumplirá esta prome- juzgue conveniente que lleguen
sa que he recibido del Señor to- al fruto de tus lomos; y será co-
cante al fruto de mis lomos. He mo si los del afruto de tus lomos
aquı́, estoy seguro del cumpli- les hubiesen clamado bdesde el
miento de esta promesa; polvo, porque conozco su fe.
15 y su anombre será igual que 20 Y aclamarán desde el polvo;
el mı́o; y será igual que el bnom- sı́, el arrepentimiento a sus her-
bre de su padre. Y será semejan- manos, sı́, aun después de haber
te a mı́, porque aquello que el pasado sobre ellos muchas ge-
Señor lleve a efecto por su ma- neraciones. Y sucederá que su
no, por el poder del Señor, guia- clamor saldrá, sı́, según la senci-
rá a mi pueblo a la salvación. llez de sus palabras.
16 Sı́, José ası́ profetizó: Estoy 21 A causa de su fe sus apala-
seguro de esto, ası́ como estoy bras saldrán de mi boca a sus
seguro de la promesa de Moisés; hermanos, que son el fruto de
porque el Señor me ha dicho: tus lomos; y la debilidad de sus
a
Preservaré a tu descendencia palabras yo fortaleceré en su fe,
para siempre. a fin de que recuerden mi con-
17 Y ha dicho el Señor: Levan- venio que hice con tus padres.
taré a un Moisés; y le daré poder 22 Y ahora bien, he aquı́, mi hi-

12d Ezeq. 37:15–20; b JS—H 1:3. Morm. 9:30;


1 Ne. 13:38–41; 16a Gén. 45:1–8. Moro. 10:27.
2 Ne. 29:8; 33:10–11. 17a Deut. 10:2, 4; 20a 2 Ne. 26:16;
e Moro. 1:4. Moisés 2:1. Morm. 8:23.
f 1 Ne. 15:14; b Éx. 4:16. 21a 2 Ne. 29:2.
2 Ne. 30:5; 19a DyC 28:8.
Morm. 7:1, 5, 9–10. b Isa. 29:4;
15a DyC 18:8. 2 Ne. 27:13; 33:13; [Entre 588 y 570 a.C.]
73 2 NEFI 3:23–4:7
jo José, ası́ fue como aprofetizó 2 Porque he aquı́, él verdade-
mi padre de antaño. ramente profetizó acerca de to-
23 Por lo tanto, bendito eres da su posteridad; y no hay mu-
por causa de este convenio; por- chas a profecı́as mayores que
que tus descendientes no serán las que él escribió. Y profetizó
destruidos, pues escucharán las concerniente a nosotros y nues-
palabras del libro. tras generaciones venideras; y
24 Y se levantará entre ellos está escrito en las planchas de
uno poderoso que efectuará bronce.
mucho bien, tanto en palabras 3 Por tanto, luego que mi pa-
como en obras, siendo un ins- dre hubo concluido de hablar
trumento en las manos de Dios, concerniente a las profecı́as de
con gran fe, para obrar potentes José, llamó a la familia de La-
maravillas y realizar aquello que mán, sus hijos y sus hijas, y les
es grande a la vista de Dios, para dijo: He aquı́, mis hijos e hijas,
efectuar mucha restauración a vosotros que sois los hijos e hi-
la casa de Israel y a la posteridad jas de mi aprimogénito, quisiera
de tus hermanos. que escuchaseis mis palabras.
25 Y ahora bien, bendito eres 4 Porque el Señor Dios ha di-
tú, José. He aquı́, eres pequeño; cho que: aAl grado que guardéis
escucha, por tanto, las palabras mis mandamientos, prospera-
de tu hermano Nefi, y será he- réis en el paı́s; y si no guardáis
cho contigo de conformidad con mis mandamientos, seréis dese-
las palabras que he hablado. Re- chados de mi presencia.
cuerda las palabras de tu padre, 5 Mas he aquı́, mis hijos e hijas,
que está para morir. Amén. no puedo descender a la tumba
sin dejar sobre vosotros una
a
bendición; porque he aquı́, sé
CAPÍTULO 4
que si sois instruidos en la bsen-
da que debéis seguir, no la
Lehi aconseja y bendice a su posteri- abandonaréis.
dad—Muere y es sepultado—Nefi 6 Por tanto, si sois maldeci-
se glorı́a en la bondad de Dios— dos, he aquı́, dejo mi bendición
Nefi pone su confianza en el Señor sobre vosotros, para que os sea
para siempre. quitada la maldición, y recaiga
Y ahora yo, Nefi, hablo respecto sobre la acabeza de vuestros pa-
a las profecı́as de las cuales ha dres.
hablado mi padre, concernien- 7 Por tanto, a causa de mi ben-
tes a aJosé, que fue llevado a dición el Señor Dios ano permiti-
Egipto. rá que perezcáis; por tanto, se-

22a 2 Ne. 3:5. 5a gee Bendiciones 7a 2 Ne. 30:3–6;


4 1a Gén. 39:1–2. patriarcales. DyC 3:17–18.
2a 2 Ne. 3:5. b Prov. 22:6.
3a gee Primogénito. 6a DyC 68:25–29.
4a 2 Ne. 1:9. [Entre 588 y 570 a.C.]
2 NEFI 4:8–17 74
rá bmisericordioso con vosotros aconteció que murió y fue se-
y con vuestra posteridad para pultado.
siempre. 13 Y aconteció que no muchos
8 Y aconteció que luego que mi dı́as después de su muerte, La-
padre hubo concluido de hablar mán, Lemuel y los hijos de Is-
a los hijos de Lamán, hizo venir mael se enojaron conmigo a
ante él a los hijos e hijas de Le- causa de las amonestaciones del
muel. Señor.
9 Y les habló diciendo: He aquı́, 14 Porque yo, Nefi, me sentı́a
mis hijos e hijas, vosotros que constreñido a hablarles según la
sois hijos e hijas de mi segundo palabra de él; porque yo les ha-
hijo, he aquı́, os dejo la misma bı́a hablado muchas cosas, y
bendición que dejé a los hijos e también mi padre, antes de mo-
hijas de Lamán; por consiguien- rir; y muchas de estas palabras
te, no seréis destruidos por com- están escritas sobre mis aotras
pleto, sino que al fin vuestra planchas, porque una parte con
descendencia será bendecida. más historia está escrita sobre
10 Y ocurrió que cuando mi pa- mis otras planchas.
dre hubo concluido de hablar 15 Y sobre aéstas escribo las co-
con ellos, he aquı́, se dirigió a los sas de mi alma, y muchas de las
hijos de aIsmael, sı́, y a todos los Escrituras que están grabadas
de su casa. sobre las planchas de bronce.
11 Y luego que hubo acabado Porque mi alma se deleita en las
de hablarles, habló a Sam, di- Escrituras, y mi corazón las bme-
ciendo: Bendito eres tú y tu pos- dita, y las escribo para la cins-
teridad, pues heredarás el paı́s, trucción y el beneficio de mis hi-
ası́ como tu hermano Nefi; y tu jos.
posteridad será contada con la 16 He aquı́, mi aalma se deleita
de él; y tú serás aun como tu en las cosas del Señor, y mi bco-
hermano, y tu posteridad será razón medita continuamente en
como la suya, y tú serás bende- las cosas que he visto y oı́do.
cido todos tus dı́as. 17 Sin embargo, a pesar de la
12 Y aconteció que después gran abondad del Señor al mos-
que mi padre, Lehi, hubo habla- trarme sus grandes y maravillo-
do a todos los de su casa, según sas obras, mi corazón exclama:
los sentimientos de su corazón y ¡Oh, b miserable hombre que
el Espı́ritu del Señor que habı́a soy! Sı́, mi corazón se entristece
en él, mi padre envejeció. Y a causa de mi carne. Mi alma se

7b 1 Ne. 13:31; b gee Meditar; 17a 2 Ne. 9:10;


2 Ne. 10:18–19; Escrituras. DyC 86:11.
Jacob 3:5–9; c 1 Ne. 19:23. b Rom. 7:24.
Hel. 15:12–13. 16a gee Acción de
10a 1 Ne. 7:6. gracias,
14a 1 Ne. 1:16–17; 9:4. agradecimiento.
15a 1 Ne. 6:4–6. b gee Corazón. [Entre 588 y 570 a.C.]
75 2 NEFI 4:18–32
aflige a causa de mis iniquida- hijos de los hombres los ha visi-
des. tado con tanta misericordia,
18 Me veo circundado a causa ¿apor qué ha de llorar mi cora-
de las tentaciones y pecados que zón, y permanecer mi alma en el
tan fácilmente me aasedian. valle del dolor, y mi carne des-
19 Y cuando deseo regocijar- hacerse, y mi fuerza desfallecer
me, mi corazón gime a causa de por causa de mis aflicciones?
mis pecados; no obstante, sé en 27 Y ¿por qué he de aceder al
quién he confiado. pecado a causa de mi carne? Sı́,
20 Mi Dios ha sido mi apoyo; él ¿y por qué sucumbiré a las bten-
me ha guiado por entre mis taciones, de modo que el malig-
aflicciones en el desierto; y me no tenga lugar en mi corazón
ha preservado sobre las aguas para destruir mi cpaz y contris-
del gran mar. tar mi alma? ¿Por qué me enojo
21 Me ha llenado con su aamor a causa de mi enemigo?
hasta consumir mi carne. 28 ¡Despierta, alma mı́a! No
22 Ha confundido a mis aene- desfallezcas más en el pecado.
migos hasta hacerlos temblar ¡Regocı́jate, oh corazón mı́o, y
delante de mı́. no des más lugar al aenemigo de
23 He aquı́, él ha oı́do mi cla- mi alma!
mor durante el dı́a, y me ha da- 29 No vuelvas a enojarte a cau-
do conocimiento en avisiones sa de mis enemigos. No debilites
durante la noche. mi fuerza por motivo de mis
24 Y de dı́a se ha fortalecido mi aflicciones.
confianza en ferviente aoración 30 ¡Regocı́jate, oh mi corazón,
ante él; sı́, he elevado mi voz a y clama al Señor y dile: Oh
las alturas; y descendieron án- Señor, te alabaré para siempre!
geles y me ministraron. Sı́, mi alma se regocijará en ti,
25 Y mi cuerpo ha sido acondu- mi Dios, y la aroca de mi salva-
cido en las alas de su Espı́ritu ción.
hasta montañas muy altas; y mis 31 ¿Redimirás mi alma, oh Se-
ojos han visto grandes cosas, sı́, ñor? ¿Me librarás de las manos
demasiado grandes para el de mis enemigos? ¿Harás que yo
hombre; por lo tanto, se me tiemble al aparecer el apecado?
mandó que no las escribiera. 32 ¡Estén cerradas continua-
26 Entonces, si he visto tan mente delante de mı́ las puertas
grandes cosas, si el Señor en su del infierno, pues quebrantado
condescendencia para con los está mi acorazón y contrito mi

18a Rom. 7:21–23; Moisés 1:1–2. gee Roca.


Heb. 12:1; Alma 7:15. 26a Sal. 43:5. 31a Rom. 12:9;
21a gee Amor. 27a Rom. 6:13. Alma 13:12.
22a 1 Ne. 17:52. b gee Tentación, tentar. 32a gee Corazón
23a gee Visión. c gee Paz. quebrantado.
24a Stg. 5:16; 1 Ne. 2:16. 28a gee Diablo.
25a 1 Ne. 11:1; 30a 1 Cor. 3:11. [Entre 588 y 570 a.C.]
2 NEFI 4:33–5:6 76
espı́ritu! ¡No cierres, oh Señor, y edifican un templo—Por motivo
las puertas de tu justicia delante de su incredulidad, los lamanitas
de mı́, para que yo bande por la son separados de la presencia del
senda del apacible valle, para Señor, son maldecidos, y se convier-
que me ciña al camino llano! ten en azote para los nefitas.
33 ¡Oh Señor, envuélveme con
el manto de tu justicia! ¡Prepara, HE aquı́, sucedió que yo, Nefi,
oh Señor, un camino para que clamé mucho al Señor mi Dios,
escape delante de mis enemi- por motivo de la aira de mis her-
gos! ¡Endereza mi sendero de- manos.
lante de mı́! No pongas tropiezo 2 Pero he aquı́, su ira aumentó
en mi camino, antes bien despe- contra mı́, a tal grado que trata-
ja mis vı́as ante mı́; y no obstru- ron de quitarme la vida.
yas mi sendero, sino más bien 3 Sı́, murmuraron contra mı́,
las vı́as de mi enemigo. diciendo: Nuestro hermano me-
34 ¡Oh Señor, en ti he puesto nor piensa agobernarnos, y nos
mi confianza, y en ti aconfiaré ha sobrevenido mucha angus-
para siempre! No pondré mi tia por causa de él. Matémos-
bconfianza en el brazo de la car- lo, pues, para que ya no seamos
ne; porque sé que maldito es afligidos más por causa de sus
aquel que cconfı́a en el brazo de palabras. Porque he aquı́, no
la carne. Sı́, maldito es aquel que queremos que él sea nuestro
pone su confianza en el hombre, gobernante; pues a nosotros,
o hace de la carne su brazo. sus hermanos mayores, nos co-
35 Sı́, sé que Dios dará aliberal- rresponde gobernar a este pue-
mente a quien pida. Sı́, mi Dios blo.
me dará, si no bpido cimpropia- 4 Ahora bien, no escribo sobre
mente. Por lo tanto, elevaré ha- estas planchas todo lo que mur-
cia ti mi voz; sı́, clamaré a ti, mi muraron contra mı́. Pero me
Dios, roca de mi rectitud. He basta con decir que trataron de
aquı́, mi voz ascenderá para quitarme la vida.
siempre hacia ti, mi droca y mi 5 Y aconteció que el Señor me
a
Dios eterno. Amén. advirtió a mı́, bNefi, que me
apartara de ellos y huyese al de-
sierto, con todos los que quisie-
CAPÍTULO 5 ran acompañarme.
6 Sucedió, pues, que yo, Nefi,
Los nefitas se separan de los lama- tomé a mi familia, y también a
a
nitas, cumplen con la ley de Moisés, Zoram y su familia, y a Sam, mi

32b gee Andar, andar con 35a Stg. 1:5. 5a gee Inspiración,
Dios. b gee Oración. inspirar.
34a gee Confianza, c Hel. 10:5. b Mos. 10:13.
confiar. d Deut. 32:4. 6a 1 Ne. 4:35; 16:7;
b Sal. 44:6–8. 5 1a 2 Ne. 4:13–14. 2 Ne. 1:30–32.
c Jer. 17:5; 3a 1 Ne. 16:37–38;
Morm. 3:9; 4:8. Mos. 10:14–15. [Entre 588 y 570 a.C.]
77 2 NEFI 5:7–16
hermano mayor, y su familia, y bronce; y también la besfera o
c
a Jacob y José, mis hermanos brújula que la mano del Señor
menores, y también a mis her- habı́a preparado para mi padre,
manas y a todos los que quisie- de acuerdo con lo que se ha es-
ron ir conmigo. Y todos los que crito.
quisieron acompañarme eran 13 Y aconteció que comenza-
aquellos que creı́an en las bamo- mos a prosperar en extremo, y a
nestaciones y revelaciones de multiplicarnos en el paı́s.
Dios; y por este motivo escucha- 14 Y yo, Nefi, tomé la aespada
ron mis palabras. de Labán, y conforme a ella hice
7 Y llevamos nuestras tiendas y muchas espadas, no fuera que,
todo cuanto nos fue posible, y de algún modo, los del pueblo
viajamos por el desierto por el que ahora se llamaban blamani-
espacio de muchos dı́as. Y des- tas cayeran sobre nosotros y nos
pués que hubimos viajado du- destruyeran; porque yo conocı́a
rante muchos dı́as, plantamos su odio contra mı́ y mis hijos y
nuestras tiendas. aquellos que eran llamados mi
8 Y mi pueblo quiso que diéra- pueblo.
mos el nombre de aNefi a ese si- 15 Y enseñé a mi pueblo a
tio; por tanto, lo llamamos Nefi. construir edificios y a trabajar
9 Y todos los que se hallaban con toda clase de madera, y de
a
conmigo optaron por llamarse hierro, y de cobre, y de bronce,
el apueblo de Nefi. y de acero, y de oro, y de plata y
10 Y nos afanamos por cumplir de minerales preciosos que ha-
con los juicios, y los estatutos y bı́a en gran abundancia.
mandamientos del Señor en to- 16 Y yo, Nefi, edifiqué un
das las cosas, según la aley de a
templo, y lo construı́ según
Moisés. el modelo del btemplo de Salo-
11 Y el Señor estaba con noso- món, salvo que no se constru-
tros, y prosperamos en gran ma- yó de tantos materiales cpre-
nera; porque plantamos semi- ciosos, pues no se hallaban en
llas, y a cambio, cosechamos esa tierra; por tanto, no se pudo
abundantemente. Y empezamos edificar como el templo de
a criar rebaños, manadas y ani- Salomón. Pero la manera de su
males de toda clase. construcción fue semejante a
12 Y yo, Nefi, también habı́a la del templo de Salomón; y
traı́do los anales que estaban su obra fue sumamente her-
grabados sobre las aplanchas de mosa.

6b gee Amonestación, gee Planchas. b gee Lamanitas.


amonestar. b Mos. 1:16. 15a Éter 10:23.
8a Omni 1:12, 27; c 1 Ne. 16:10, 16, 26; 16a gee Templo, Casa del
Mos. 9:1–4; 28:1. 18:12, 21; Señor.
9a Jacob 1:13–14. Alma 37:38–47; b 1 Rey. 6; 2 Cró. 3.
10a 2 Ne. 11:4. DyC 17:1. c DyC 124:26–27.
gee Ley de Moisés. 14a 1 Ne. 4:9; Jacob 1:10;
12a Mos. 1:3–4. P. de Morm. 1:13. [Entre 588 y 570 a.C.]
2 NEFI 5:17–29 78
17 Y aconteció que yo, Nefi, hi- ro, para que no atrajeran a los
ce que mi pueblo fuese aindus- de mi pueblo.
trioso y que trabajase con sus 22 Y ası́ dice el Señor Dios: Ha-
manos. ré que sean arepugnantes a tu
18 Y aconteció que ellos qui- pueblo, a no ser que se arrepien-
sieron que yo fuera su arey. Pe- tan de sus iniquidades.
ro yo, Nefi, deseaba que no tu- 23 Y malditos serán los descen-
vieran rey; no obstante, hice dientes de aquel que se amezcle
por ellos cuanto estaba en mi con la posteridad de ellos; por-
poder. que serán maldecidos con la
19 Y he aquı́, se habı́an cumpli- misma maldición. Y el Señor lo
do las palabras del Señor a mis habló; y ası́ fue.
hermanos, palabras que habló 24 Y a causa de la maldición
en cuanto a ellos, que yo serı́a su que vino sobre ellos, se convir-
a
gobernante y su bmaestro. Por tieron en un pueblo aocioso, lle-
tanto, yo habı́a sido su gober- no de maldad y astucia, y caza-
nante y maestro, según los man- ban animales salvajes en el de-
datos del Señor, hasta la ocasión sierto.
en que trataron de quitarme la 25 Y el Señor Dios me dijo: Se-
vida. rán un azote a tus descendien-
20 Por tanto, se cumplió la pa- tes para estimularlos a que se
labra que el Señor me habló, di- acuerden de mı́; y si no se acuer-
ciendo: Por cuanto ellos a no dan de mı́, ni escuchan mis pa-
quieren escuchar tus palabras, labras, los castigarán hasta la
serán bseparados de la presencia destrucción.
del Señor. Y he aquı́, fueron se- 26 Y acaeció que yo, Nefi, acon-
parados de su presencia. sagré a Jacob y a José para que
21 Y él habı́a hecho caer la fuesen sacerdotes y maestros so-
a
maldición sobre ellos, sı́, una bre la tierra de mi pueblo.
penosa maldición, a causa de su 27 Y aconteció que vivimos de
iniquidad. Porque he aquı́, ha- una manera feliz.
bı́an endurecido sus corazones 2 8 *Y h a b ı́a n t r a n s c u r r i d o
contra él, de modo que se ha- treinta años desde que salimos
bı́an vuelto como un pedernal; de Jerusalén.
por tanto, ya que eran blancos y 29 Y yo, Nefi, habı́a llevado los
sumamente bellos y bdeleitables, anales de mi pueblo hasta en-
el Señor Dios hizo que los cu- tonces sobre mis planchas, las
briese una cpiel de color obscu- que yo habı́a hecho.

17a Gén. 3:19; DyC 42:42. b 4 Ne. 1:10. 24a gee Ociosidad,
18a Jacob 1:9, 11. c 2 Ne. 26:33; ocioso.
19a 1 Ne. 2:22. 3 Ne. 2:14–16. 26a Jacob 1:18–19;
b gee Enseñar. 22a 1 Ne. 12:23. Mos. 23:17.
20a 2 Ne. 2:21. 23a gee Matrimonio—El
b Alma 9:14. matrimonio entre
21a gee Maldecir, personas de distintas
maldiciones. religiones. [*569 a.C.]
79 2 NEFI 5:30–6:6
30 Y sucedió que el Señor Dios habiendo sido consagrado por
me dijo: Haz aotras planchas; y mi hermano Nefi, a quien tenéis
grabarás sobre ellas muchas co- por arey o protector, y de quien
sas que son gratas a mis ojos, pa- dependéis para que os dé segu-
ra el beneficio de tu pueblo. ridad, he aquı́, vosotros sabéis
31 Por tanto, yo, Nefi, para ser que os he hablado muchı́simas
obediente a los mandatos del cosas.
Señor, fui e hice aestas planchas 3 Sin embargo, os hablo otra
sobre las cuales he grabado estas vez, porque anhelo el bienestar
cosas. de vuestras almas. Sı́, grande es
32 Y grabé lo que es agradable mi preocupación por vosotros, y
a Dios. Y si mi pueblo se com- a vosotros mismos os consta que
place con las cosas de Dios, se siempre lo ha sido. Porque os he
complacerá con mis grabados exhortado con toda diligencia y
que están sobre estas planchas. os he enseñado las palabras de
33 Y si mi pueblo desea saber la mi padre; y os he hablado to-
parte más particular de la histo- cante a todas las cosas que están
ria de mi pueblo, debe buscarla escritas, desde la creación del
en mis otras planchas. mundo.
34 Y bástame decir que habı́an 4 Y ahora bien, he aquı́, quisie-
transcurrido *cuarenta años, y ra hablaros acerca de cosas que
ya habı́amos tenido guerras y son y que están por venir; por
contiendas con nuestros herma- tanto, os leeré las palabras de
a
nos. Isaı́as. Y son las palabras que mi
hermano ha deseado que os de-
clare. Y os hablo para vuestro
CAPÍTULO 6
bien, para que conozcáis y glori-
fiquéis el nombre de vuestro
Jacob narra la historia judı́a: El cau- Dios.
tiverio de los judı́os en Babilonia y 5 Ahora bien, las palabras que
su regreso; el ministerio y la cruci- os leeré son las que habló Isaı́as
fixión del Santo de Israel; la ayuda acerca de toda la casa de Israel;
recibida de los gentiles; y la restau- por tanto, se os pueden aplicar,
ración de los judı́os en los últimos porque pertenecéis a la casa de
dı́as cuando crean en el Mesı́as. Israel. Y hay muchas cosas que
LAS palabras de Jacob, hermano Isaı́as ha hablado, las cuales se
de Nefi, las cuales habló al pue- os pueden aplicar, pues sois de
blo de Nefi: la casa de Israel.
2 He aquı́, amados hermanos 6 Y éstas son las palabras: aAsı́
mı́os, que yo, Jacob, habiendo si- dice el Señor Dios: He aquı́, yo
do llamado por Dios y ordenado alzaré mi mano a los gentiles, y
conforme a su santo orden, y levantaré mi bestandarte a los

30a 1 Ne. 19:1–6. 4a 3 Ne. 23:1.


31a gee Planchas. 6a Isa. 49:22–23.
6 2a Jacob 1:9, 11. b gee Pendón. [*559 a.C.]
2 NEFI 6:7–14 80
pueblos; y traerán en brazos a 11 Por lo que, después que
tus hijos, y en hombros llevarán sean echados de un lado a otro,
a tus hijas. pues ası́ dice el ángel, muchos
7 Y reyes serán tus ayos, y sus serán afligidos en la carne, y no
reinas, tus nodrizas; con el ros- se les permitirá perecer a causa
tro hacia la tierra se postrarán de las oraciones de los fieles; y
ante ti y lamerán el polvo de tus serán dispersados y heridos y
pies; y sabrás que yo soy el Se- odiados; sin embargo, el Señor
ñor; porque los que me aesperan será misericordioso con ellos,
no serán avergonzados. para que a cuando lleguen al
b
8 Y ahora yo, Jacob, quisiera conocimiento de su Redentor,
hablar algo concerniente a estas sean creunidos de nuevo en las
palabras. Porque he aquı́, el tierras de su herencia.
Señor me ha manifestado que 12 Y benditos son los agentiles,
los que se hallaban en aJerusa- acerca de quienes el profeta ha
lén, de donde vinimos, han escrito; porque he aquı́, si es
sido destruidos y b llevados que se arrepienten y no luchan
cautivos. contra Sión, ni se unen a esa
9 No obstante, el Señor me ha grande y babominable iglesia,
mostrado que a volverán otra serán salvos; porque el Señor
vez. Y también me ha mostrado Dios cumplirá sus cconvenios
que el Señor Dios, el Santo de que ha hecho a sus hijos; y por
Israel, se ha de manifestar a esta causa el profeta ha escrito
ellos en la carne; y que después estas cosas.
que se haya manifestado, lo azo- 13 Por tanto, los que luchen
tarán y lo bcrucificarán, según contra Sión y contra el pueblo
las palabras del ángel que me lo del convenio del Señor lamerán
comunicó. el polvo de sus pies; y el pueblo
10 Y después que hayan empe- del Señor no será aavergonzado.
dernido sus corazones y endu- Porque los del pueblo del Señor
recido sus cervices contra el son aquellos que lo besperan;
Santo de Israel, he aquı́, los ajui- pues todavı́a esperan la venida
cios del Santo de Israel vendrán del Mesı́as.
sobre ellos. Y se aproxima el dı́a 14 Y he aquı́, según las pala-
en que serán heridos y afligidos. bras del profeta, el Mesı́as se

7a Moisés 1:6; 9a 1 Ne. 10:3. 12a 1 Ne. 14:1–2;


DyC 133:45. b 1 Ne. 19:10, 13; 2 Ne. 10:9–10.
8a Ester 2:6; Mos. 3:9; b gee Diablo—La
1 Ne. 7:13; 3 Ne. 11:14–15. iglesia del diablo.
2 Ne. 25:10; gee Crucifixión. c gee Abraham,
Omni 1:15; 10a Mateo 27:24–25. convenio de.
Hel. 8:20–21. 11a 1 Ne. 22:11–12; 13a 3 Ne. 22:4.
b 2 Rey. 24:10–16; 2 Ne. 9:2. b Isa. 40:31;
25:1–12. b Oseas 3:5. 1 Ne. 21:23;
gee Israel—El c gee Israel—La DyC 133:45.
esparcimiento de congregación de
Israel. Israel. [Entre 559 y 545 a.C.]
81 2 NEFI 6:15–7:4
dispondrá por asegunda vez a CAPÍTULO 7
restaurarlos; por lo tanto, cuan-
do llegue el dı́a en que en él Isaı́as habla en lenguaje mesiáni-
crean, él se bmanifestará a ellos co—El Mesı́as tendrá lengua de sa-
con poder y gran gloria, hasta la bios—Entregará sus espaldas al he-
c
destrucción de sus enemigos, y ridor—No será confundido—Com-
no será destruido ninguno que párese con Isaı́as 50.
crea en él.
15 Y los que no crean en él se- SÍ, porque esto dice el Señor:
rán adestruidos tanto por bfuego, ¿Te he repudiado yo, o te he
como por tempestades, y por tem- echado de mi lado para siem-
blores de tierra, por la efusión pre? Pues ası́ dice el Señor:
de sangre y por cpestilencia y ¿Dónde está la carta de divorcio
por hambre. Y sabrán que el Se- de tu madre? ¿A quién te he
ñor es Dios, el Santo de Israel. abandonado, o a cuál de mis
16 ¿aPues será quitada la presa acreedores te he vendido? Sı́, ¿a
al poderoso? o ¿será librado el quién te he vendido? He aquı́,
cautivo blegı́timo? por vuestras maldades os habéis
a
17 Empero ası́ dice el Señor: vendido, y por vuestras iniqui-
Aun los acautivos le serán qui- dades es repudiada vuestra
tados al poderoso, y la presa madre.
del tirano será librada; porque 2 Por tanto, cuando vine, no
el Dios b Fuerte c librará a su hubo nadie; cuando allamé, na-
pueblo del convenio. Pues ası́ die respondió. Oh casa de Israel,
dice el Señor: Yo contenderé ¿se ha acortado mi mano para
con aquellos que contiendan no redimir?, o ¿no hay en mı́
contigo; poder para librar? He aquı́, con
18 y a los que te oprimen daré mi reprensión hago secar el
b
de comer su propia carne; y mar; vuelvo sus crı́os en desier-
con su propia sangre serán em- tos, sus dpeces hieden porque
briagados como con vino dul- las aguas se han secado, y mue-
ce; y conocerá toda carne que ren de sed.
yo, el Señor, soy tu Salvador 3 Visto de aobscuridad los cie-
y tu a Redentor, el b Fuerte de los, y de bcilicio hago su cubierta.
Jacob. 4 El Señor Dios me dio alengua

14a Isa. 11:11; del convenio del Alma 5:37.


2 Ne. 25:17; 29:1. Señor, como dice b Éx. 14:21;
b 2 Ne. 3:5. en el vers. 17. Sal. 106:9;
c 1 Ne. 22:13–14. 17a 1 Ne. 21:25. DyC 133:68–69.
15a 2 Ne. 10:16; 28:15; b gee Jehová. c Josué 3:15–16.
3 Ne. 16:8. c 2 Rey. 17:39. d Éx. 7:21.
gee Últimos dı́as, 18a gee Redentor. 3a Éx. 10:21.
postreros dı́as. b Gén. 49:24; b Apoc. 6:12.
b Jacob 6:3. Isa. 60:16. 4a Lucas 2:46–47.
c DyC 97:22–26. 7 1a gee Apostası́a.
16a Isa. 49:24–26. 2a Prov. 1:24–25;
b Es decir, el pueblo Isa. 65:12; [Entre 559 y 545 a.C.]
2 NEFI 7:5–8:6 82
de sabios para saber hablarte en de mi mano: en angustia yace-
sazón, oh casa de Israel. Cuando réis.
estás cansada, él vela de aurora
a aurora; él abre mi oı́do para
CAPÍTULO 8
que oiga como los sabios.
5 El Señor Dios me abrió el
a
oı́do, y no fui rebelde ni me tor- En los últimos dı́as, el Señor conso-
né atrás. lará a Sión y recogerá a Israel—Los
6 Entregué mis espaldas al ahe- redimidos irán a Sión en medio de
ridor, y mis mejillas a los que gran gozo—Compárese con Isaı́as
arrancaban la barba. No escondı́ 51 y 52:1-2.
mi rostro de la humillación ni OÍDME, los que seguı́s la rectitud.
del esputo. Mirad a la aroca de donde fuis-
7 Porque el Señor Dios me ayu- teis cortados, y al hueco de la
dará, de modo que no seré con- cantera de donde os sacaron.
fundido. Por eso he puesto mi 2 Mirad a Abraham vuestro
a
rostro como pedernal, y sé que padre, y a bSara que os dio a
no seré avergonzado. luz; porque lo llamé a él solo, y
8 Y el Señor está cerca, y me lo bendije.
justifica. ¿Quién contenderá 3 Porque el Señor consolará a
a
conmigo? Presentémonos jun- Sión; consolará todas sus sole-
tos. ¿Quién es mi adversario? dades y tornará su bdesierto en
Acérquese a mı́, y yo lo heriré Edén, y su soledad en huerto
con la fuerza de mi boca. del Señor. Allı́ habrá alegrı́a y
9 Porque el Señor Dios me ayu- gozo, alabanza y voz de melo-
dará. Y todos los que me aconde- dı́a.
nen, he aquı́, todos envejecerán 4 ¡Atiende a mi palabra, oh
como ropa de vestir, y la polilla pueblo mı́o, y escúchame, na-
se los comerá. ción mı́a!, porque de mı́ saldrá
10 ¿Quién hay entre vosotros una aley y estableceré mi justicia
que teme al Señor, que obedece para bluz del pueblo.
la avoz de su siervo, que anda en 5 Cercana está mi justicia; sali-
tinieblas y carece de luz? do ha mi asalvación, y mi brazo
11 He aquı́, todos vosotros que juzgará a los pueblos. En mı́ es-
encendéis fuego, que os rodeáis perarán las bislas, y en mi brazo
de centellas, andad a la luz de confiarán.
vuestro afuego y de las centellas 6 Alzad a los cielos vuestros
que encendisteis. Esto os vendrá ojos, y mirad la tierra abajo; por-

5a DyC 58:1. 2a Gén. 17:1–8; Isa. 2:3.


6a Mateo 27:26; DyC 132:49. gee Evangelio.
2 Ne. 9:5. b Gén. 24:36. b gee Luz, luz de Cristo.
9a Rom. 8:31. 3a gee Sión. 5a gee Salvación.
10a DyC 1:38. b Isa. 35:1–2, 6–7. b 2 Ne. 10:20.
11a Jue. 17:6. 4a O sea, enseñanza,
8 1a gee Roca. doctrina. [Entre 559 y 545 a.C.]
83 2 NEFI 8:7–19
que los acielos se bdesvanecerán eres tú para btemer al hombre,
como humo, y la tierra se cenve- que es mortal, y al hijo del
jecerá como ropa de vestir; y de h o m b r e , q u e s e r á c o m o e l
c
igual manera perecerán sus mo- heno?
radores. Pero mi salvación será 13 ¿Y para aolvidar al Señor tu
para siempre, y mi justicia no Hacedor, que extendió los cielos
será abrogada. y fundó la tierra; y temer conti-
7 Oı́dme, los que conocéis la nuamente todos los dı́as a causa
rectitud, pueblo en cuyo cora- del furor del opresor, como si
zón he escrito mi ley: No temáis estuviera presto para destruir?
la afrenta del hombre, ni tengáis ¿Y en dónde está el furor del
a
miedo de sus ultrajes. opresor?
8 Porque como a vestidura los 14 El cautivo desterrado se da
comerá la polilla, como a la lana prisa para ser suelto, para que
los consumirá el gusano. Pero no muera en la celda, ni le falte
mi justicia permanecerá perpe- su pan.
tuamente, y mi salvación de ge- 15 Pero yo soy el Señor tu Dios,
neración en generación. cuyas aolas se embravecieron; el
9 ¡Despierta, despierta; vı́stete Señor de los Ejércitos es mi
de apoder, oh brazo del Señor! nombre.
Despierta como en los dı́as anti- 16 Y en tu boca he puesto mis
guos. ¿No eres tú el que cortó a palabras, y con la sombra de mi
Rahab e hirió al dragón? mano te cubrı́, para yo extender
10 ¿No eres tú el que secó el los cielos, y fundar los cimientos
mar, las aguas del gran abismo; de la tierra, y decir a Sión: He
quien tornó las profundidades aquı́, tú eres mi apueblo.
del mar en camino, apara que 17 ¡Despierta, despierta, leván-
pasaran los redimidos? tate, oh Jerusalén, tú que has be-
11 Por tanto, los aredimidos del bido de la mano del Señor el
a
Señor volverán e irán a Sión cáliz de su bfuror; que has bebi-
b
cantando; y perpetuo gozo y do del cáliz de temor hasta las
santidad habrá sobre sus cabe- heces!
zas; alegrı́a y regocijo alcanza- 18 De todos los hijos que dio a
rán, y huirán el dolor y el cllan- luz, no hay quien la guı́e; ni
to. quien la tome de la mano, de to-
12 aYo soy aquél; sı́, yo soy el dos los hijos que crió.
que os consuela. He aquı́, ¿quién 19 A ti han venido estos dos

6a 2 Pe. 3:10. 10a Isa. 35:8. 13a Jer. 23:27.


b En hebreo, ser 11a gee Redención, 15a 1 Ne. 4:2.
dispersados. redimido, redimir. 16a 2 Ne. 3:9; 29:14.
Sal. 102:25–27. b Isa. 35:10. 17a Isa. 29:9;
c En hebreo, c Apoc. 21:4. Jer. 25:15.
descomponerse. 12a DyC 133:47; 136:22. b Lucas 21:24.
7a Sal. 56:4, 11; b Jer. 1:8.
DyC 122:9. c Isa. 40:6–8;
9a DyC 113:7–8. 1 Pe. 1:24. [Entre 559 y 545 a.C.]
2 NEFI 8:20–9:3 84
a
hijos que te compadecerán —tu CAPÍTULO 9
asolamiento y destrucción, y el
hambre y la espada— y ¿con Los judı́os serán reunidos en todas
quién te consolaré yo? sus tierras de promisión—La Ex-
20 Tus hijos desfallecieron con piación rescata al hombre de la Caı́-
excepción de estos dos; se ha- da — Los cuerpos de los muer-
llan tendidos en las encrucija- tos saldrán de la tumba; y sus es-
das de todas las calles; como to- pı́ritus, del infierno y del paraı́so—
ro salvaje en una red, llenos es- Serán juzgados—La Expiación res-
tán del furor del Señor, de la re- cata de la muerte, del infierno, del
prensión de tu Dios. diablo y del tormento sin fin—Los
21 Por tanto, oye esto ahora, justos serán salvos en el rei-
tú, afligida y aebria, mas no de no de Dios—Se exponen las con-
vino, secuencias del pecado—El Santo de
22 ası́ dice tu Señor, el Señor y Israel es el guardián de la puerta.
tu Dios que aaboga la causa de
su pueblo: He aquı́, he quitado AHORA bien, amados hermanos
de tu mano el cáliz de temor, las mı́os, he leı́do estas cosas para
heces del cáliz de mi furor; nun- que sepáis de los aconvenios del
ca más lo volverás a beber. Señor que ha concertado con to-
23 Sino lo apondré en manos da la casa de Israel,
de los que te afligen, los que di- 2 que él ha declarado a los
jeron a tu alma: Póstrate para judı́os por boca de sus santos
que pasemos por encima; y tú profetas, aun desde el principio,
pusiste tu cuerpo como el suelo, de generación en generación,
y como la calle, para los que pa- hasta que llegue la época en que
saran por encima. sean arestaurados a la verdadera
24 ¡aDespierta, despierta, vı́ste- iglesia y redil de Dios, cuando
te de tu bpoder, oh cSión! ¡Vı́ste- sean breunidos en las ctierras de
te tus ropas de hermosura, oh su herencia, y sean establecidos
Jerusalén, ciudad santa! Porque en todas sus tierras de promi-
d
nunca más vendrá a ti el incir- sión.
cunciso ni el inmundo. 3 He aquı́, mis amados herma-
25 ¡Sacúdete del polvo, aleván- nos, os hablo estas cosas para
tate y toma asiento, oh Jerusa- que os regocijéis y alevantéis
lén! ¡Suelta las bataduras de tu vuestras cabezas para siempre, a
cuello, oh cautiva hija de Sión! causa de las bendiciones que el

19a Apoc. 11:3. del polvo y sentarse b gee Israel—La


21a 2 Ne. 27:4. con decoro, al ser al congregación de
22a Jer. 50:34. fin redimida. Israel.
23a Zac. 12:9. b DyC 113:9–10. c 2 Ne. 10:7–8.
24a Isa. 52:1–2. 9 1a gee Abraham, gee Tierra prometida.
b DyC 113:7–8. convenio de. 3a tjs, Sal. 24:7–10.
c gee Sión. 2a 2 Ne. 6:11.
d Joel 3:17. gee Restauración del
25a Es decir, levantarse Evangelio. [Entre 559 y 545 a.C.]
85 2 NEFI 9:4–9
Señor Dios conferirá a vuestros 7 Por tanto, es preciso que sea
hijos. una aexpiación binfinita, pues a
4 Porque sé que habéis escudri- menos que fuera una expiación
ñado mucho, un gran número infinita, esta corrupción no po-
de vosotros, para saber acerca drı́a revestirse de incorrupción.
de cosas futuras; por tanto, yo De modo que el cprimer juicio
sé que vosotros sabéis que nues- que vino sobre el hombre habrı́a
tra carne tiene que perecer y tenido que dpermanecer infini-
morir; no obstante, en nuestro tamente. Y siendo ası́, esta carne
a
cuerpo veremos a Dios. tendrı́a que descender para pu-
5 Sı́, yo sé que sabéis que él se drirse y desmenuzarse en su
manifestará en la carne a los de madre tierra, para no levantarse
Jerusalén, de donde vinimos, jamás.
porque es propio que sea entre 8 ¡Oh, la asabidurı́a de Dios, su
b
ellos; pues conviene que el gran misericordia y cgracia! Porque
a
Creador se deje someter al he aquı́, si la dcarne no se levan-
hombre en la carne y muera por tara más, nuestros espı́ritus ten-
b
todos los hombres, a fin de que drı́an que estar sujetos a ese
todos los hombres queden suje- ángel que ecayó de la presencia
tos a él. del Dios Eterno, y se convirtió
6 Porque ası́ como la muerte ha en el fdiablo, para no levantarse
pasado sobre todos los hombres, más.
para cumplir el misericordioso 9 Y nuestros espı́ritus habrı́an
a
designio del gran Creador, tam- llegado a ser como él, y nosotros
bién es menester que haya un serı́amos diablos, aángeles de un
poder de bresurrección, y la re- diablo, para ser bseparados de la
surrección debe venir al hombre presencia de nuestro Dios y per-
por motivo de la ccaı́da; y la caı́- manecer con el padre de las
c
da vino a causa de la transgre- mentiras, en la miseria como él;
sión; y por haber caı́do el hom- sı́, iguales a ese ser que dengañó a
bre, fue ddesterrado de la pre- nuestros primeros padres, quien
sencia del Señor. se e transforma casi en f ángel

4a Job 19:26; 7a gee Expiación, Moisés 4:3–4;


Alma 11:41–45; expiar. Abr. 3:27–28.
42:23; b Alma 34:10. f gee Diablo.
Hel. 14:15; c Mos. 16:4–5; 9a Jacob 3:11;
Morm. 9:13. Alma 42:6, 9, 14. Alma 5:25, 39.
5a gee Creación, crear. d Mos. 15:19. b Apoc. 12:7–9.
b Juan 12:32; 8a Job 12:13; c gee Mentiras.
2 Ne. 26:24; Abr. 3:21. d Gén. 3:1–13;
3 Ne. 27:14–15. gee Sabidurı́a. Mos. 16:3;
6a gee Plan de b gee Misericordioso, Moisés 4:5–19.
redención. misericordia. e 2 Cor. 11:14;
b gee Resurrección. c gee Gracia. Alma 30:53.
c gee Caı́da de Adán d DyC 93:33–34. f DyC 129:8.
y Eva. e Isa. 14:12;
d 2 Ne. 2:5. 2 Ne. 2:17–18; [Entre 559 y 545 a.C.]
2 NEFI 9:10–15 86
de luz, e incita a los hijos de los 13 ¡Oh cuán grande es el aplan
hombres a combinaciones gse- de nuestro Dios! Porque por
cretas de asesinato y a toda es- otra parte, el bparaı́so de Dios
pecie de obras secretas de tinie- ha de entregar los espı́ritus de
blas. los justos, y la tumba los cuer-
10 ¡Oh cuán grande es la bon- pos de los justos; y el espı́ritu
dad de nuestro Dios, que pre- y el cuerpo son crestaurados de
para un medio para que escape- nuevo el uno al otro, y todos
mos de las garras de este terri- los hombres se tornan inco-
ble monstruo; sı́, ese monstruo, rruptibles e dinmortales; y son
a
muerte e binfierno, que llamo la almas vivientes, teniendo un
e
muerte del cuerpo, y también la conocimiento fperfecto seme-
muerte del espı́ritu! jante a nosotros en la carne, sal-
11 Y a causa del medio de are- vo que nuestro conocimiento
dención de nuestro Dios, el será perfecto.
Santo de Israel, esta bmuerte de 14 Por lo que tendremos un
a
la cual he hablado, que es la conocimiento perfecto de toda
temporal, entregará sus muer- nuestra bculpa, y nuestra impu-
tos; y esta muerte es la tumba. reza, y nuestra c desnudez; y
12 Y esta amuerte de que he los djustos, hallándose evestidos
hablado, que es la muerte es- de fpureza, sı́, con el gmanto de
piritual, entregará sus muertos; rectitud, tendrán un conoci-
y esta muerte espiritual es el miento perfecto de su gozo y de
b
infierno. De modo que la su rectitud.
muerte y el infierno han de 15 Y acontecerá que cuando
entregar sus muertos, y el in- todos los hombres hayan pasa-
fierno ha de entregar sus espı́ri- do de esta primera muerte a
tus cautivos, y la tumba sus vida, de modo que hayan llega-
cuerpos cautivos, y los cuerpos do a ser inmortales, deben com-
y los c espı́ritus de los hom- parecer ante el a tribunal del
bres serán drestaurados los unos Santo de Israel; y entonces vie-
a los otros; y es por el poder ne el bjuicio, y luego deben ser
de la resurrección del Santo juzgados según el santo juicio
de Israel. de Dios.

9g gee Combinaciones 13a gee Plan de c Morm. 9:5.


secretas. redención. d gee Rectitud, recto.
10a Mos. 16:7–8; b DyC 138:14–19. e Prov. 31:25.
Alma 42:6–15. gee Paraı́so. f gee Pureza, puro.
b gee Infierno. c Alma 11:43. g DyC 109:76.
11a gee Libertador. d gee Inmortal, 15a gee Juicio Final.
b gee Muerte fı́sica. inmortalidad. b Sal. 19:9;
12a gee Muerte e DyC 130:18–19. 2 Ne. 30:9.
espiritual. f gee Perfecto.
b DyC 76:81–85. 14a Mos. 3:25;
c gee Espı́ritu. Alma 5:18.
d gee Resurrección. b gee Culpa. [Entre 559 y 545 a.C.]
87 2 NEFI 9:16–24
16 Y tan cierto como vive el Se- Santo de Israel! Pues él alibra
ñor, porque el Señor Dios lo ha a sus santos de ese b terrible
dicho, y es su apalabra eterna monstruo, el diablo y muerte e
que no puede b dejar de ser, c
infierno, y de ese lago de fuego
aquellos que son justos serán y azufre, que es tormento sin
justos todavı́a, y los que son fin.
c
inmundos serán dinmundos to- 20 ¡Oh, cuán grande es la asan-
davı́a; por lo tanto, los inmun- tidad de nuestro Dios! Pues él
dos son el ediablo y sus ánge- b
sabe todas las cosas, y no existe
les; e irán al f fuego eterno, nada sin que él lo sepa.
preparado para ellos; y su tor- 21 Y viene al mundo para asal-
mento es como un g lago de var a todos los hombres, si éstos
fuego y azufre, cuya llama as- escuchan su voz; porque he
ciende para siempre jamás, y no aquı́, él sufre los dolores de to-
tiene fin. dos los hombres, sı́, los bdolores
17 ¡Oh, la grandeza y la ajusti- de toda criatura viviente, tanto
cia de nuestro Dios! Porque él hombres como mujeres y niños,
ejecuta todas sus palabras, y que pertenecen a la familia de
c
han salido de su boca, y su ley se Adán.
debe cumplir. 22 Y sufre esto a fin de que la
18 Mas he aquı́, los justos, los resurrección llegue a todos los
a
santos del Santo de Israel, hombres, para que todos com-
aquellos que han creı́do en el parezcan ante él en el gran dı́a
Santo de Israel, quienes han so- del juicio.
portado las bcruces del mundo y 23 Y él manda a todos los hom-
menospreciado la vergüenza de bres que se aarrepientan y se
ello, éstos cheredarán el dreino b
bauticen en su nombre, tenien-
de Dios que fue preparado para do perfecta fe en el Santo de Is-
ellos edesde la fundación del rael, o no pueden ser salvos en
mundo, y su gozo será completo el reino de Dios.
para fsiempre. 24 Y si no se arrepienten, ni
19 ¡Oh, la grandeza de la mi- creen en su anombre, ni se bauti-
sericordia de nuestro Dios, el zan en su nombre, ni bperseve-

16a 1 Rey. 8:56; DyC 63:17. DyC 38:2.


DyC 1:38; 17a gee Justicia. 21a gee Salvación.
Moisés 1:4. 18a gee Santo b DyC 18:11; 19:18.
b DyC 56:11. (sustantivo). c gee Adán.
c gee Inmundicia, b Lucas 14:27. 23a gee Arrepentimiento,
inmundo. c DyC 45:58; 84:38. arrepentirse.
d 1 Ne. 15:33–35; d gee Exaltación. b gee Bautismo,
Alma 7:21; e Alma 13:3. bautizar.
Morm. 9:14; f gee Vida eterna. 24a gee Jesucristo—El
DyC 88:35. 19a DyC 108:8. tomar sobre sı́ el
e gee Diablo. b 1 Ne. 15:35. nombre de Jesucristo.
f Mos. 27:28. c gee Infierno. b gee Perseverar.
g Apoc. 21:8; 20a gee Santidad.
2 Ne. 28:23; b Alma 26:35; [Entre 559 y 545 a.C.]
2 NEFI 9:25–34 88
ran hasta el fin, deben ser ccon- ligno! ¡Oh las bvanidades, y las
denados; pues el Señor Dios, el flaquezas, y las necedades de los
Santo de Israel, lo ha dicho. hombres! Cuando son cinstrui-
25 Por tanto, él ha dado una dos se creen dsabios, y no escu-
a
ley; y donde bno se ha dado chan el econsejo de Dios, porque
ninguna ley, no hay castigo; y lo menosprecian, suponiendo
donde no hay castigo, no hay que saben por sı́ mismos; por
condenación; y donde no hay tanto, su sabidurı́a es locura, y
condenación, las misericordias de nada les sirve; y perecerán.
del Santo de Israel tienen dere- 29 Pero bueno es ser instruido,
cho a reclamarlos por motivo de si ahacen caso de los bconsejos
la expiación; porque son libra- de Dios.
dos por el poder de él. 30 Mas ¡ay de los aricos, aque-
26 Porque la aexpiación satisfa- llos que son ricos según las co-
ce lo que su bjusticia demanda sas del mundo! Pues porque son
de todos aquellos a quienes cno ricos desprecian a los bpobres, y
se ha dado la dley, por lo que persiguen a los mansos, y sus
son librados de ese terrible corazones están en sus tesoros;
monstruo, muerte e infierno, y por tanto, su tesoro es su dios. Y
del diablo, y del lago de fuego y he aquı́, su tesoro perecerá con
azufre, que es tormento sin fin; ellos también.
y son restaurados a ese Dios que 31 ¡Ay de los sordos que no
les dio ealiento, el cual es el San- quieren aoı́r!, porque perecerán.
to de Israel. 32 ¡Ay de los ciegos que no
27 ¡Pero ay de aquel a quien la quieren ver!, porque perecerán
a
ley es dada; sı́, que tiene todos también.
los mandamientos de Dios, co- 33 ¡Ay de los incircuncisos de
mo nosotros, y que los quebran- corazón!, porque el conocimien-
ta, y malgasta los dı́as de su pro- to de sus iniquidades los herirá
bación, porque su estado es te- en el postrer dı́a.
rrible! 34 ¡Ay del aembustero!, porque
28 ¡Oh ese sutil aplan del ma- será arrojado al binfierno.

24c gee Condenación. DyC 93:33; 30a Lucas 12:34;


25a Stg. 4:17. Abr. 5:7. 1 Tim. 6:10;
gee Ley. 27a Lucas 12:47–48. DyC 56:16.
b Rom. 4:15; 28a Alma 28:13. b gee Pobres.
2 Ne. 2:13; b gee Vanidad, vano. 31a Ezeq. 33:30–33;
Alma 42:12–24. c Lucas 16:15; Mateo 11:15;
gee Responsabilidad, 2 Ne. 26:20; 28:4, 15. Mos. 26:28;
responsable. d Prov. 14:6; DyC 1:2, 11, 14;
26a 2 Ne. 2:10; Jer. 8:8–9; Moisés 6:27.
Alma 34:15–16. Rom. 1:22. 34a Prov. 19:9.
gee Expiación, expiar. gee Orgullo; gee Honestidad,
b gee Justicia. Sabidurı́a. honradez; Mentiras.
c Mos. 3:11. e Alma 37:12. b gee Infierno.
d Mos. 15:24; gee Aconsejar.
DyC 137:7. 29a 2 Ne. 28:26.
e Gén. 2:7; b Jacob 4:10. [Entre 559 y 545 a.C.]
89 2 NEFI 9:35–44
35 ¡Ay del asesino que amata mas los justos no las temen,
intencionalmente!, porque bmo- porque aman la verdad y son
rirá. constantes.
36 ¡Ay de los que cometen afor- 41 Ası́ pues, amados hermanos
nicaciones!, porque serán arro- mı́os, avenid al Señor, el Santo.
jados al infierno. Recordad que sus sendas son
37 Sı́, ¡ay de aquellos que aado- justas. He aquı́, la b vı́a para
ran ı́dolos!, porque el diablo de el hombre es cangosta, mas se
todos los diablos se deleita en halla en lı́nea recta ante él; y el
ellos. guardián de la dpuerta es el San-
38 Y en fin, ¡ay de todos aque- to de Israel; y allı́ él no emplea
llos que mueren en sus peca- ningún sirviente, y no hay otra
dos!, porque avolverán a Dios, y entrada sino por la puerta; por-
verán su rostro y quedarán en que él no puede ser engañado,
sus pecados. pues su nombre es el Señor
39 ¡Oh, mis amados hermanos, Dios.
recordad la horridez de trans- 42 Y al que llamare, él abrirá; y
gredir contra ese Dios Santo, y los asabios, y los instruidos, y los
también lo horrendo que es su- que son ricos, que se binflan a
cumbir a las seducciones de ese causa de su conocimiento y su
a
astuto ser! Tened presente que sabidurı́a y sus riquezas, sı́, éstos
ser de bánimo carnal es cmuerte, son los que él desprecia; y a me-
y ser de ánimo espiritual es dvi- nos que desechen estas cosas, y
da eeterna. se consideren cinsensatos ante
40 ¡Oh, amados he r manos Dios y desciendan a las profun-
mı́os, escuchad mis palabras! didades de la dhumildad, él no
Recordad la grandeza del Santo les abrirá.
de Israel. No digáis que he ha- 43 Mas las cosas del sabio y del
blado cosas duras contra voso- prudente les serán aencubiertas
tros, porque si lo hacéis, ultrajáis para siempre; sı́, esa felicidad
la averdad; pues he hablado las que está preparada para los san-
palabras de vuestro Hacedor. Sé tos.
que las palabras de verdad son 44 ¡Oh, mis queridos herma-
b
duras contra toda impureza; nos, recordad mis palabras! He

35a Éx. 20:13; d Prov. 11:19. 2 Ne. 33:9;


Mos. 13:21. e gee Vida eterna. Hel. 3:29–30.
b gee Pena de muerte. 40a gee Verdad. d 2 Ne. 31:9, 17–18;
36a 3 Ne. 12:27–29. b 1 Ne. 16:2; 3 Ne. 14:13–14;
gee Castidad. 2 Ne. 28:28; 33:5. DyC 43:7; 137:2.
37a gee Idolatrı́a. 41a 1 Ne. 6:4; 42a Mateo 11:25.
38a Alma 40:11, 13. Jacob 1:7; b gee Orgullo.
39a 2 Ne. 28:20–22; 32:8; Omni 1:26; c 1 Cor. 3:18–21.
Mos. 2:32; 4:14; Moro. 10:30–32. d gee Humildad,
Alma 30:53. b 2 Ne. 31:17–21; humilde.
b Rom. 8:6. Alma 37:46; 43a 1 Cor. 2:9–16.
gee Carnal. DyC 132:22, 25.
c gee Muerte espiritual. c Lucas 13:24; [Entre 559 y 545 a.C.]
2 NEFI 9:45–52 90
aquı́, me quito mis vestidos y los cosas? ¿Atormentarı́a yo vues-
sacudo ante vosotros; ruego al tras almas si vuestras mentes
Dios de mi salvación que me mi- fueran puras? ¿Serı́a yo franco
re con su ojo que atodo lo escu- con vosotros, según la claridad
driña; por tanto, sabréis, en el de la verdad, si os hallaseis li-
postrer dı́a, cuando todos los bres del pecado?
hombres sean juzgados según 48 He aquı́, si fueseis santos, os
sus obras, que el Dios de Israel habları́a de cosas santas; pero
vio que bsacudı́ vuestras iniqui- como no sois santos, y me consi-
dades de mi alma, y que me pre- deráis como maestro, es menes-
sento con tersura ante él, y es- ter que os a enseñe las conse-
toy climpio de vuestra sangre. cuencias del bpecado.
45 ¡Oh, mis queridos herma- 49 He aquı́, mi alma aborrece el
nos, apartaos de vuestros peca- pecado, y mi corazón se deleita
dos! Sacudid de vosotros las aca- en la rectitud; y aalabaré el santo
denas de aquel que quiere ata- nombre de mi Dios.
ros fuertemente; venid a aquel 50 Venid, hermanos mı́os, to-
Dios que es la broca de vuestra dos los que tengáis sed, venid a
salvación. las aaguas; y venga aquel que no
46 Preparad vuestras almas pa- tiene dinero, y compre y coma;
ra ese dı́a glorioso en que se ad- sı́, venid y comprad vino y le-
ministrará ajusticia al justo; sı́, el che, sin bdinero y sin precio.
dı́a del bjuicio, a fin de que no os 51 Por lo tanto, no gastéis dine-
encojáis de miedo espantoso; ro en lo que no tiene valor, ni
para que no recordéis vuestra vuestro atrabajo en lo que no
horrorosa cculpa con claridad, y puede satisfacer. Escuchadme
os sintáis constreñidos a excla- diligentemente, y recordad las
mar: ¡Santos, santos son tus jui- palabras que he hablado; y ve-
cios, oh Señor Dios dTodopode- nid al Santo de Israel y bsaciaos
roso; mas reconozco mi culpa; de lo que no perece ni se puede
violé tu ley, y mı́as son mis corromper, y deléitese vuestra
transgresiones; y el diablo me alma en la plenitud.
ha atrapado, por lo que soy pre- 52 He aquı́, amados hermanos
sa de su terrible miseria! mı́os, recordad las palabras de
47 Mas he aquı́, mis hermanos, vuestro Dios; orad a él conti-
¿conviene que yo os despierte nuamente durante el dı́a, y dad
a
a la terrible realidad de estas gracias a su santo nombre en

44a Jacob 2:10. b gee Juicio Final. b Alma 42:27.


b Jacob 1:19. c Mos. 3:25. 51a Isa. 55:1–2.
c Jacob 2:2; d 1 Ne. 1:14; b 2 Ne. 31:20; 32:3;
Mos. 2:28. Moisés 2:1. 3 Ne. 12:6.
45a 2 Ne. 28:22; 48a Alma 37:32. 52a gee Acción de gracias,
Alma 36:18. b gee Pecado. agradecimiento.
b gee Roca. 49a 1 Ne. 18:16.
46a gee Justicia. 50a gee Agua(s) viva(s). [Entre 559 y 545 a.C.]
91 2 NEFI 9:53–10:6
la noche. Alégrese vuestro cora- sas para nosotros según la car-
zón. ne; por tanto, ası́ como se me ha
53 Y considerad cuán grandes manifestado que muchos de
son los aconvenios del Señor, y nuestros hijos perecerán en la
cuán grandes sus condescen- carne a causa de la increduli-
dencias para con los hijos de los dad, Dios, sin embargo, tendrá
hombres; y a causa de su gran- misericordia de muchos; y nues-
deza, y su gracia y bmisericordia, tros hijos serán restaurados para
nos ha prometido que los de que obtengan aquello que les
nuestra posteridad no serán dará el verdadero conocimiento
completamente destruidos, se- de su Redentor.
gún la carne, sino que los pre- 3 Por tanto, como os dije, debe
servará; y en generaciones futu- ser menester que Cristo —pues
ras llegarán a ser una crama jus- anoche me dijo el aángel que ése
ta de la casa de Israel. serı́a su nombre— bvenga entre
54 Y ahora bien, mis hermanos, los judı́os, entre aquellos que
quisiera hablaros más; pero ma- son de los más inicuos del mun-
ñana os declararé el resto de mis do; y ellos lo ccrucificarán. Por-
palabras. Amén. que ası́ conviene a nuestro Dios,
y no hay ninguna otra nación
sobre la tierra que dcrucificarı́a a
CAPÍTULO 10
su eDios.
4 Porque si se efectuasen entre
Los judı́os crucificarán a su Dios— otras naciones los grandes ami-
Serán dispersados hasta que empie- lagros, se arrepentirı́an y sa-
cen a creer en Él—América será brı́an que él es su Dios.
una tierra de libertad donde ningún 5 Mas a causa de asupercherı́as
rey gobernará—Reconciliaos con sacerdotales e iniquidades, los
Dios y lograd la salvación por me- de Jerusalén endurecerán su
dio de su gracia. cerviz contra él, para que sea
Y AHORA bien, yo, Jacob, os ha- crucificado.
blo otra vez, amados hermanos 6 Ası́ que, por motivo de sus
mı́os, concerniente a esta arama iniquidades, vendrán sobre
justa de la cual he hablado. ellos destrucciones, hambres,
2 Pues he aquı́, las apromesas pestes y efusión de sangre; y los
que hemos logrado son prome- que no sean destruidos serán

53a gee Convenio. 3a 2 Ne. 25:19; DyC 45:52–53.


b gee Misericordioso, Jacob 7:5; d Lucas 23:20–24.
misericordia. Moro. 7:22. e 1 Ne. 19:10.
c gee Viña del Señor. b gee Jesucristo— 4a gee Milagros.
10 1a 1 Ne. 15:12–16; Profecı́as acerca de la 5a Lucas 22:2.
2 Ne. 3:5; vida y muerte de gee Supercherı́as
Jacob 5:43–45. Jesucristo. sacerdotales.
2a 1 Ne. 22:8; c 1 Ne. 11:33;
3 Ne. 5:21–26; 21:4–7. Mos. 3:9; [Entre 559 y 545 a.C.]
2 NEFI 10:7–17 92
a
dispersados entre todas las na- 12 Y fortificaré esta tierra con-
ciones. tra todas las otras naciones.
7 Pero he aquı́, ası́ dice el aSe- 13 Y el que acombata contra
ñor Dios: bCuando llegue el dı́a Sión bperecerá, dice Dios.
en que crean en mı́, que yo soy 14 Porque quien levante rey
Cristo, he hecho convenio con contra mı́, perecerá; pues yo, el
sus padres que entonces serán Señor, el arey de los cielos, seré
restaurados en la carne, sobre su rey, y eternamente seré una
b
la tierra, a las tierras de su he- luz para aquellos que oigan mis
rencia. palabras.
8 Y acontecerá que serán acon- 15 Por lo tanto, por esta causa,
gregados de su larga dispersión, a fin de que se cumplan mis
desde las bislas del mar y desde a
convenios que he concertado
las cuatro partes de la tierra; y con los hijos de los hombres,
serán grandes a mis ojos las na- que realizaré para ellos mientras
ciones de los gentiles, dice Dios, estén en la carne, he de destruir
en llevarlos a las tierras de su las obras bsecretas de ctinieblas, y
herencia. de asesinatos, y de abominacio-
9 aSı́, los reyes de los genti- nes.
les les serán por ayos, y sus rei- 16 De modo que quien pugne
nas por nodrizas; por tanto, contra aSión, tanto judı́o como
grandes son las bpromesas del gentil, esclavo como libre, varón
Señor a los gentiles, porque él como mujer, perecerá; pues son
b
lo ha dicho, y ¿quién puede ellos los que constituyen la ra-
disputarlo? mera de toda la tierra; porque
c
10 Mas he aquı́, esta tierra, dice aquellos que dno son conmigo,
e
Dios, será la tierra de tu heren- contra mı́ son, dice nuestro
cia, y los agentiles serán bende- Dios.
cidos sobre la tierra. 17 Porque acumpliré mis pro-
11 Y esta tierra será una tierra mesas que he hecho a los hijos
de alibertad para los gentiles; y no de los hombres, que realizaré
habrá breyes sobre la tierra que para ellos mientras estén en la
se levanten sobre los gentiles. carne.

6a 1 Ne. 19:13–14. DyC 3:19–20. secretas.


gee Israel—El 10a 2 Ne. 6:12. c gee Tinieblas
esparcimiento de 11a gee Libertad, libre. espirituales.
Israel. b Mos. 29:31–32. 16a gee Sión.
7a gee Señor. 13a 1 Ne. 22:14, 19. b 1 Ne. 13:4–5.
b 2 Ne. 25:16–17. b Isa. 60:12. c 1 Ne. 14:10.
8a gee Israel—La 14a Alma 5:50; d 1 Ne. 22:13–23;
congregación de DyC 38:21–22; 2 Ne. 28:15–32;
Israel. 128:22–23; 3 Ne. 16:8–15;
b 1 Ne. 22:4; Moisés 7:53. Éter 2:9.
2 Ne. 10:20–22; b gee Luz, luz de Cristo. e Mateo 12:30.
DyC 133:8. 15a gee Convenio. 17a DyC 1:38.
9a Isa. 49:22–23. b Hel. 3:23.
b 1 Ne. 22:8–9; gee Combinaciones [Entre 559 y 545 a.C.]
93 2 NEFI 10:18–25
18 Por consiguiente, mis ama- mesas del Señor para los que
dos hermanos, ası́ dice nuestro se hallan en las aislas del mar;
Dios: Afligiré a tu posteridad por tanto, ya que dice islas,
por mano de los agentiles; no debe haber más que ésta, y
obstante, ablandaré el corazón también las habitan nuestros
de los gentiles para que les hermanos.
sean como un padre; por tanto, 22 Porque he aquı́, el Señor
los gentiles serán bbendecidos y Dios ha allevado a algunos de
c
contados entre los de la casa la casa de Israel, de cuando en
de Israel. cuando, según su voluntad y
19 Por tanto, aconsagraré esta placer. Y ahora bien, he aquı́, el
tierra a tu posteridad, y a aque- Señor se acuerda de todos los
llos que sean contados entre los que han sido dispersados; por
de tu posteridad, como la tierra tanto, se acuerda de nosotros
de su herencia, para siempre; también.
porque es una tierra escogida, 23 Anı́mense, pues, vuestros
me dice el Señor, sobre todas corazones, y recordad que sois
a
las otras tierras; por tanto, es libres para bobrar por vosotros
mi voluntad que me adoren mismos, para cescoger la vı́a de
todos los hombres que en ella la muerte interminable, o la vı́a
moren, dice Dios. de la vida eterna.
20 Ahora bien, amados her- 24 Por tanto, mis amados her-
manos mı́os, en vista de que manos, reconciliaos con la vo-
nuestro clemente Dios nos ha luntad de Dios, y no con la vo-
dado tan gran conocimiento luntad del diablo y la carne; y
acerca de estas cosas, acordé- recordad, después de haberos
monos de él, y dejemos a un reconciliado con Dios, que tan
lado nuestros pecados, y no in- sólo en la agracia de Dios, y por
clinemos la cabeza, porque no ella, sois bsalvos.
somos desechados; sin embar- 25 Ası́ pues, Dios os levante
go, hemos sido aexpulsados de de la muerte por el poder de
la tierra de nuestra herencia; la resurrección, y también de
pero se nos ha guiado a una la muerte eterna por el poder
btierra mejor, pues el Señor ha de la aexpiación, a fin de que
hecho del mar nuestro ccamino, seáis recibidos en el reino eter-
y nos hallamos en una disla del no de Dios, para que lo alabéis
mar. por medio de la divina gracia.
21 Pero grandes son las pro- Amén.

18a Lucas 13:28–30; 19a 2 Ne. 3:2. 23a gee Albedrı́o.


DyC 45:7–30. 20a 1 Ne. 2:1–4. b 2 Ne. 2:16.
b Efe. 3:6. b 1 Ne. 2:20. c Deut. 30:19.
c Gál. 3:7, 29; gee Tierra prometida. 24a gee Gracia.
1 Ne. 14:1–2; c 1 Ne. 18:5–23. b gee Salvación.
3 Ne. 16:13; 21:6, d Isa. 11:10–12. 25a gee Expiación, expiar.
22; 30:2; 21a 1 Ne. 19:15–16; 22:4.
Abr. 2:9–11. 22a 1 Ne. 22:4. [Entre 559 y 545 a.C.]
2 NEFI 11:1–8 94
CAPÍTULO 11 5 Y mi alma también se deleita
en los aconvenios que el Señor
Jacob vio a su Redentor—La ley de ha hecho a nuestros antepasa-
Moisés simboliza a Cristo y prueba dos; sı́, mi alma se deleita en
que Él vendrá. su gracia, y en su justicia, y po-
der, y misericordia en el gran y
AHORA bien, aJacob habló mu- eterno plan de redención de la
chas otras cosas a mi pueblo en muerte.
esa ocasión; sin embargo, sola- 6 Y mi alma se deleita en com-
mente he hecho bescribir estas probar a mi pueblo que asalvo
cosas, porque lo que he escrito que Cristo venga, todos los
me basta. hombres deben perecer.
2 Y ahora yo, Nefi, escribo más 7 Porque si ano hay Cristo, no
de las palabras de aIsaı́as, por- hay Dios; y si Dios no existe, no-
que mi alma se deleita en sus sotros no existimos, porque no
palabras. Porque aplicaré sus habrı́a habido bcreación. Mas
palabras a mi pueblo, y las en- hay un Dios, y es Cristo; y él vie-
viaré a todos mis hijos, pues él ne en la plenitud de su propio
verdaderamente vio a mi bRe- tiempo.
dentor, tal como yo lo he visto. 8 Y ahora escribo algunas de
3 Y mi hermano Jacob tam- las palabras de Isaı́as, para que
bién lo aha visto como lo he visto aquellos de mi pueblo que vean
yo; por tanto, transmitiré las pa- estas palabras eleven sus cora-
labras de ellos a mis hijos, para zones y se regocijen por todos
probarles que mis palabras son los hombres. Ahora bien, éstas
verdaderas. Por tanto, ha dicho son las palabras, y podéis apli-
Dios, por las palabras de btres es- cároslas a vosotros y a todos los
tableceré mi palabra. No obstan- hombres.
te, Dios envı́a más testigos y
confirma todas sus palabras.
4 He aquı́, mi alma se deleita en CAPÍTULO 12
a
comprobar a mi pueblo la ver-
dad de la bvenida de Cristo; por- Isaı́as ve el templo de los postreros
que con este fin se ha dado la dı́as, el recogimiento de Israel, el
c
ley de Moisés; y todas las cosas juicio y la paz milenarios—Los al-
que han sido dadas por Dios al tivos y los inicuos serán humillados
hombre, desde el principio del a la Segunda Venida—Compárese
mundo, son sı́mbolo de él. con Isaı́as 2.

11 1a 2 Ne. 6:1–10. Éter 5:2–4; DyC 5:11. 5a gee Abraham,


b 2 Ne. 31:1. 4a 2 Ne. 31:2. convenio de.
2a 3 Ne. 23:1. b Jacob 4:5; 6a Mos. 3:15.
b gee Redentor. Jarom 1:11; 7a 2 Ne. 2:13.
3a 2 Ne. 2:3; Alma 25:15–16; b gee Creación, crear.
Jacob 7:5. Éter 12:19.
b 2 Ne. 27:12; c 2 Ne 5:10. [Entre 559 y 545 a.C.]
95 2 NEFI 12:1–12
L O que a vio b Isaı́as, hijo de desamparado a tu pueblo, la ca-
Amoz, concerniente a Judá y Je- sa de Jacob, porque allenos están
rusalén: de los modos de oriente, y escu-
2 Y acontecerá en los postreros chan a los agoreros como los bfi-
dı́as, que el amonte de la bcasa listeos, y con los hijos de extran-
del Señor será establecido como jeros se cenlazan.
cabeza de los cmontes, y será 7 Su tierra también está llena
exaltado sobre los collados, y de plata y oro, sus tesoros no
todas las naciones correrán tienen fin; también su tierra está
hacia él. llena de caballos, y sus carros
3 Y vendrán muchos pueblos y son sin número.
dirán: Venid, y subamos al mon- 8 Su tierra también está llena
te del Señor, a la casa del Dios de aı́dolos; adoran la obra de sus
de Jacob; y nos enseñará acerca propias manos, aquello que han
de sus caminos, y acaminaremos hecho sus mismos dedos.
por sus sendas; porque de Sión 9 Y el hombre vil ano se inclina,
saldrá la bley, y de Jerusalén la ni el grande se humilla; por tan-
palabra del Señor. to, no lo perdones.
4 Y ajuzgará entre las naciones, 10 ¡Oh malvados, meteos en la
y reprenderá a muchos pueblos; peña y aescondeos en el polvo!
y forjarán sus espadas en rejas Porque el temor del Señor y la
de arado, y sus lanzas en hoces. gloria de su majestad os herirán.
No alzará espada nación contra 11 Y sucederá que la mirada al-
nación, ni se adiestrarán más tiva del hombre será abatida, y
para la guerra. la soberbia de los hombres será
5 Venid, oh casa de Jacob, y ca- humillada, y sólo el Señor será
minemos a la luz del Señor; sı́, exaltado en aquel dı́a.
venid, porque todos os habéis 12 Porque el adı́a del Señor de
a
descarriado, cada cual por sus los Ejércitos pronto vendrá so-
sendas de maldad. bre todas las naciones, sı́, sobre
6 Por lo que tú, oh Señor, has cada una; sı́, sobre el borgulloso

12 1a En hebreo, khazah, fijarse. creencias extranjeras.


que significa 2a Joel 3:17. Sal. 106:35.
“prever”, lo que gee Sión. b gee Filisteos.
quiere decir que b gee Templo, Casa del c En hebreo, se dan la
Isaı́as recibió el Señor. mano con, o hacen
mensaje por medio c DyC 49:25. convenio con.
de una visión del 3a gee Andar, andar con 8a gee Idolatrı́a.
Señor. Dios. 9a Es decir, ante Dios; en
b En los capı́tulos del b En hebreo, enseñanza lugar de ello, adora
12 al 24 de 2 Nefi, o doctrina. ı́dolos.
Nefi cita de las gee Evangelio. 10a Alma 12:14.
planchas de bronce 4a 2 Ne. 21:2–9. 12a gee Segunda venida
los capı́tulos del 2–14 5a 2 Ne. 28:14; de Jesucristo.
de Isaı́as. Hay Mos. 14:6; b Mal. 4:1; 2 Ne. 23:11;
algunas diferencias Alma 5:37. DyC 64:24.
en el texto, en las 6a Es decir, llenos de
cuales el lector debe enseñanzas y [Entre 559 y 545 a.C.]
2 NEFI 12:13–13:5 96
y soberbio, y sobre todo el que nas de los peñascos, porque el
se ensalza; y serán abatidos. temor del Señor vendrá sobre
13 Sı́, y el dı́a del Señor vendrá ellos, y los herirá la majestad de
sobre todos los cedros del Lı́ba- su gloria, cuando se levante pa-
no, porque son altos y erguidos; ra estremecer la tierra terrible-
y sobre todas las encinas de Ba- mente.
sán; 22 Dejaos del ahombre, cuyo
14 y sobre todos los montes al- aliento está en su nariz; pues,
tos, y sobre todos los collados; y ¿en qué debe ser estimado?
sobre todas las naciones que se
ensalcen, y sobre todo pueblo;
15 y sobre toda torre alta, y so- CAPÍTULO 13
bre todo muro reforzado;
16 y sobre todos los barcos del Judá y Jerusalén serán castigadas
a
mar, y sobre toda nave de Tar- por su desobediencia—El Señor li-
sis, y sobre todos los panoramas tiga con su pueblo y lo juzga—Las
agradables. hijas de Sión son maldecidas y ator-
17 Y la altivez del hombre será mentadas por sus costumbres mun-
abatida, humillada será la sober- danas—Compárese con Isaı́as 3.
bia de los hombres; y sólo el
Señor será ensalzado en aaquel PORQUE he aquı́ que el Señor, el
dı́a. Señor de los Ejércitos, quita de
18 Y quitará por completo los Jerusalén y de Judá el apoyo y el
ı́dolos. sostén; todo sustento de pan, y
19 Y los hombres se meterán en todo socorro de agua;
las cavernas de las rocas y en las 2 el valiente y el hombre de
cuevas de la tierra, porque el te- guerra, el juez y el profeta, el
mor del Señor caerá sobre ellos prudente y el anciano;
y la gloria de su majestad los he- 3 el capitán de cincuenta, y el
rirá, cuando se levante para es- hombre respetable, y el conseje-
tremecer la tierra terriblemente. ro, y el artı́fice diestro, y el hábil
20 En aquel dı́a a arrojará el orador.
hombre a los topos y murciéla- 4 Y niños les pondré por prı́n-
gos sus ı́dolos de plata y sus ı́do- cipes, y niños pequeños serán
los de oro que se ha hecho para sus gobernantes.
adorarlos; 5 Y el pueblo se hará violencia
21 para meterse en las hendi- unos a otros, y cada cual contra
duras de las rocas y en las caver- su prójimo. El niño se portará

16a La versión griega 12:16 tiene las dos. depender del hombre
(Septuaginta) tiene Sal. 48:7; Ezeq. 27:25. mortal, el cual tiene
una frase que el 17a Es decir, el dı́a de la poco poder
hebreo no tiene, y el venida del Señor en comparado con Dios.
hebreo tiene una gloria. Moisés 1:10.
frase que el griego no 20a En hebreo, abandonar.
tiene; pero 2 Nefi 22a Es decir, dejad de [Entre 559 y 545 a.C.]
97 2 NEFI 13:6–18
altivamente con el anciano, y el 12 Los opresores de mi pueblo
villano contra el noble. son niños, y mujeres lo gobier-
6 Cuando el hombre tomare a nan. ¡Oh pueblo mı́o, los que te
a
su hermano, de la familia de su guı́an te hacen errar, y pervier-
padre, y le dijere: Tú tienes ten el curso de tus sendas!
manto, sé tú nuestro gobernan- 13 El Señor se levanta para ali-
te, y no sea esta aruina bajo tu tigar, se pone en pie para juzgar
mano, al pueblo.
7 éste jurará en aquel dı́a, di- 14 Vendrá el Señor a juicio
ciendo: No seré el a sanador, contra los ancianos de su pueblo
pues en mi casa no hay ni pan ni y contra sus aprı́ncipes; porque
qué vestir; no me hagáis gober- habéis bdevorado la cviña y el
d
nante del pueblo. despojo del epobre en vuestras
8 Pues aarruinada está Jerusa- casas.
lén, y bJudá caı́da; porque sus 15 ¿Qué pretendéis? Majáis a
lenguas y sus obras han sido mi pueblo, y moléis las caras de
contra el Señor para provocar los pobres, dice el Señor Dios de
los ojos de su gloria. los Ejércitos.
9 La apariencia de sus rostros 16 Dice además el Señor: Por
testifica en contra de ellos, y pu- cuanto las hijas de Sión son alti-
blica que su pecado es como el vas, y andan con cuello erguido
de a Sodoma, y no lo pueden y ojos desvergonzados, y cami-
ocultar. ¡Ay de sus almas!, por- nan como si abailaran, y produ-
que han allegado el mal para sı́ cen tintineo con los pies;
mismos. 17 herirá, pues, el Señor la
10 Decid a los justos que a ellos mollera de las hijas de Sión con
les irá abien, porque comerán sarna, y adescubrirá su desnu-
del fruto de sus obras. dez.
11 ¡Ay de los impı́os!, porque 18 En aquel dı́a quitará el Se-
perecerán; pues el pago de sus ñor la ostentación de sus ajor-
manos vendrá sobre ellos. cas, y aredecillas, y blunetas;

13 6a Isa. 3:6. 14a En hebreo, 18a Es probable que se


7a En hebreo, el que gobernantes o lı́deres. trate de redecillas
venda una herida; es b En hebreo, consumido para el cabello. Las
decir, no puedo o quemado. autoridades en la
resolver vuestros c Isa. 5:7. materia no siempre
problemas. d Es decir, ganancia concuerdan con
8a Jer. 9:11. ilı́cita. respecto a la ı́ndole
b Lam. 1:3. e 2 Ne. 28:12–13. de los adornos de
9a Gén. 19:1, 4–7, 16a Es decir, caminar con mujer que se
24–25. pasos cortos y mencionan en los
gee Homosexualidad. rápidos de un modo versı́culos 18–23.
10a Deut. 12:28. afectado. b Es decir, adornos en
12a Isa. 9:16. 17a Modismo hebraico forma de luna en
13a En hebreo, contender. que significa cuarto creciente.
Miq. 6:2; “avergonzarlas,
DyC 45:3–5. humillarlas”. [Entre 559 y 545 a.C.]
2 NEFI 13:19–14:6 98
19 los collares, y los brazaletes, lo déjanos llevar tu nombre para
y los arebociños; quitar nuestro aoprobio.
20 las cofias, los adornos de las 2 En aquel dı́a el arenuevo del
piernas, los tocados, los pomitos Señor será bello y glorioso, y el
de olor y los zarcillos; fruto de la tierra excelente y
21 los anillos, y los joyeles para hermoso para los de Israel que
la nariz; hayan escapado.
22 las amudas de ropa de gala, 3 Y acontecerá que los que fue-
y los mantos, y las tocas, y las ren dejados en Sión, y los que
bolsas; quedaren en Jerusalén, serán
23 los aespejos, y los linos finos, llamados santos, todos los que
y los rebozos, y los velos. en Jerusalén estén inscritos en-
24 Y sucederá que en lugar de tre los vivientes,
perfumes, habrá hediondez; y 4 acuando el Señor haya blava-
a
soga en lugar de cinturón; y en do la inmundicia de las hijas de
lugar de cabellos peinados, cal- Sión, y limpiado la sangre de Je-
vicie; y en lugar de mantos, cili- rusalén de en medio de ella con
cio; y bquemadura en lugar de espı́ritu de juicio y con espı́ritu
hermosura. de cardimiento.
25 Tus varones caerán a espa- 5 Y creará el Señor, sobre toda
da, y tus fuertes en la batalla. morada del monte de Sión, y so-
26 Y sus puertas se lamentarán bre sus asambleas, una anube y
y enlutarán, y ella, desolada, se humo de dı́a, y resplandor de
sentará en tierra. fuego y llamas de noche, por-
que sobre toda la gloria de Sión
habrá una defensa.
CAPÍTULO 14 6 Y habrá un tabernáculo para
sombra contra el calor del dı́a, y
Sión y sus hijas serán redimidas y para arefugio y abrigo contra el
purificadas en el dı́a milenario— turbión y contra el aguacero.
Compárese con Isaı́as 4.
Y EN aquel dı́a siete mujeres CAPÍTULO 15
echarán mano de un hombre,
diciendo: Nuestro propio pan La viña del Señor (Israel) será aso-
comeremos, y con nuestra pro- lada, y su pueblo será esparcido—
pia ropa nos vestiremos; tan só- Les sobrevendrán calamidades en

19a En hebreo, velos. 14 1a Es decir, el estigma b gee Lavado,


22a En hebreo, ropas del no haberse lavamientos, lavar.
resplandecientes. casado ni haber c Mal. 3:2–3; 4:1.
23a O sea, ropas tenido hijos. 5a Éx. 13:21.
transparentes. 2a Isa. 60:21; 2 Ne. 3:5; 6a Isa. 25:4;
24a En hebreo, andrajos. Jacob 2:25. DyC 115:6.
b O sea, señal de 4a Es decir, cuando el
quemadura (marca Señor haya
de la esclavitud). purificado la tierra. [Entre 559 y 545 a.C.]
99 2 NEFI 15:1–14
su estado apóstata y de esparci- los Ejércitos es la casa de Israel,
miento—El Señor alzará pendón a y los hombres de Judá son su
las naciones y recogerá a Israel— planta deleitosa. Y él esperaba
Compárese con Isaı́as 5. justicia, y he aquı́ vileza; recti-
tud, y he aquı́ clamor.
Y ENTONCES cantaré a mi muy 8 ¡Ay de los que juntan acasa
amado el acantar de mi amado con casa, hasta no haber más lu-
respecto de su viña. Mi amado gar, para quedar bsolos en me-
tenı́a una viña en un collado dio de la tierra!
muy fértil. 9 En mis oı́dos ha dicho el Se-
2 Y la cercó y despedregó y la ñor de los Ejércitos: En verdad,
plantó de avides escogidas, y muchas casas han de quedar
edificó una torre en medio de asoladas, y grandes y hermosas
ella, y también hizo un lagar; y ciudades quedarán sin habitan-
esperaba que diese uvas, y dio tes.
uvas silvestres. 10 Sı́, diez yugadas de viña
3 Ahora pues, oh habitantes de producirán un abato; y un ho-
Jerusalén y varones de Judá, mer de semilla producirá una
juzgad, os ruego, entre mı́ y mi efa.
viña. 11 ¡Ay de los que se levantan
4 ¿Qué más podı́a hacerse por temprano por la mañana para
a
mi viña que yo no haya hecho? seguir la embriaguez; que con-
¿Por qué, cuando esperaba que tinúan hasta la noche, hasta que
produjese uvas, uvas silvestres los enciende el bvino!
produjo? 12 Arpas, vihuelas, tamboriles,
5 Pues ahora os diré lo que voy flautas y vino hay en sus ban-
a hacer con mi viña: Le aquitaré quetes; mas no a observan la
su vallado, y será consumida; obra del Señor, ni consideran las
derribaré su cerca, y será holla- obras de sus manos.
da; 13 Por tanto, mi pueblo ha ido
6 y la asolaré; no será podada en cautiverio, porque carece de
a
ni cavada, sino que en ella cre- conocimiento; y perecen de
cerán acardos y espinos; tam- hambre sus nobles, y su multi-
bién mandaré a las nubes que tud se seca de sed.
no bderramen lluvia sobre ella. 14 Por tanto, el infierno ensan-
7 Porque la aviña del Señor de chó su seno, y abrió su boca des-

15 1a Es decir, El profeta 6a Isa. 7:23; 32:13. los pobres.


compone el cántico o b Jer. 3:3. 10a Ezeq. 45:10–11.
parábola poética de 7a gee Viña del Señor. 11a Prov. 23:30–32.
una viña, en el que 8a Miqueas 2:1–2. b gee Palabra de
pone de manifiesto la b Es decir, para Sabidurı́a.
misericordia de Dios quedarse a morar 12a Sal. 28:5.
y la indiferencia de solos. Los ricos 13a Oseas 4:6.
Israel. terratenientes gee Conocimiento.
2a Jer. 2:21. absorben las
5a Sal. 80:12. pequeñas fincas de [Entre 559 y 545 a.C.]
2 NEFI 15:15–27 100
medidamente; y allá descenderá sus propios ojos, y prudentes
la gloria de ellos, y su multitud, delante de sı́ mismos!
y su algazara, y el que en ello se 22 ¡Ay de los que son valientes
huelga. para beber vino, y varones fuer-
15 Y el hombre vil será humi- tes para mezclar licores;
llado, y el varón poderoso será 23 que justifican al inicuo por
abatido, y los ojos del altivo se- cohecho, y aquitan al justo su
rán bajados. rectitud!
16 Mas el Señor de los Ejércitos 24 Por tanto, ası́ como el afuego
será ensalzado en ajuicio, y el devora el brastrojo, y la llama
Dios Santo será santificado en consume la cpaja, su raı́z será
justicia. podredumbre, y sus flores se
17 Entonces los corderos pace- desvanecerán como polvo; por-
rán según su costumbre, y los que han desechado la ley del Se-
lugares desolados de los ricos ñor de los Ejércitos, y han ddes-
los comerán los extraños. preciado la palabra del Santo de
18 ¡Ay de los que arrastran la Israel.
iniquidad con cuerdas de avani- 25 Por esta causa se encendió
dad, y el pecado bcomo si fuera el furor del Señor contra su pue-
con coyundas de carro; blo, y extendió contra él su ma-
19 quienes dicen: Dése prisa; no, y lo hirió; y se estremecieron
a
haga presto su obra para que los collados, y sus cadáveres
podamos b verla; acérquese y fueron destrozados en medio de
venga el consejo del Santo las calles. Con todo esto, no se
de Israel para que lo conozca- ha aplacado su aira, sino que
mos! aún está extendida su mano.
20 ¡Ay de los que a lo malo alla- 26 Y alzará aestandarte a las na-
man bueno, y a lo bueno malo; ciones de lejos, y les bsilbará des-
que ponen btinieblas por luz, y de el cabo de la tierra; y he aquı́
luz por tinieblas; que ponen lo que cvendrán presto y acelera-
amargo por dulce, y lo dulce por damente; y entre ellos no habrá
amargo! cansado, ni quien tropiece.
21 ¡Ay de los que son asabios a 27 Nadie dormitará ni se dor-

16a gee Jesucristo— 21a Prov. 3:5–7; d 2 Sam. 12:7–9.


Es juez. 2 Ne. 28:15. 25a DyC 63:32;
18a gee Vanidad, vano. 23a Es decir, quitan al Moisés 6:27.
b Es decir, están justo sus derechos 26a gee Pendón.
amarrados a sus legı́timos. b El silbido será la
pecados como las 24a Abd. 1:18; señal del
bestias a su carga. Mal. 4:1–2; recogimiento.
19a Jer. 17:15. 2 Ne. 20:17. Isa. 7:18;
b Es decir, no creerán b Joel 2:5; 2 Ne. 29:2.
en el Mesı́as sino 1 Ne. 22:15, 23; c gee Israel—La
hasta que lo vean. 2 Ne. 26:4, 6; congregación de
20a Moro. 7:14, 18; DyC 64:23–24; 133:64. Israel.
DyC 64:16; 121:16. c Lucas 3:17;
b 1 Juan 1:6. Mos. 7:29–31. [Entre 559 y 545 a.C.]
101 2 NEFI 15:28–16:10
mirá; a ninguno le será desata- el rostro, con dos los pies, y con
do el cinto de los lomos, ni se le dos volaban.
romperá la correa de sus zapa- 3 Y el uno exclamaba al otro,
tos; diciendo: ¡Santo, santo, santo es
28 sus flechas estarán aguza- el Señor de los Ejércitos; toda la
das, y todos sus arcos entesados; tierra está llena de su gloria!
y los cascos de sus caballos serán 4 Y a la voz del que clamaba, se
como de pedernal, las ruedas de estremecieron los aquiciales de
sus carros como torbellino y su las puertas, y la casa se llenó de
rugido como de león. humo.
29 Rugirán como aleoncillos; sı́, 5 Entonces dije yo: ¡Ay de mı́!,
bramarán y se echarán sobre la pues soy aperdido; porque soy
presa, y la llevarán seguros, y no hombre de labios inmundos, y
habrá quien se la quite. habito entre un pueblo de labios
30 Y en aquel dı́a rugirán con- inmundos; por cuanto mis ojos
tra ellos como el bramido del han visto al Rey, el Señor de los
mar; y si miraren hacia la tierra, Ejércitos.
he aquı́, tinieblas y tribulación, y 6 Entonces voló hacia mı́ uno
la luz se obscurecerá en sus cie- de los serafines con un acarbón
los. encendido en la mano, el cual
habı́a tomado del altar con las
tenazas;
CAPÍTULO 16 7 y tocó con él sobre mi boca, y
dijo: He aquı́, esto ha tocado tus
Isaı́as ve al Señor—Son perdona- labios, y tu ainiquidad es quita-
dos los pecados de Isaı́as—Él es lla- da, y borrado es tu pecado.
mado a profetizar—Profetiza que 8 Y luego oı́ la voz del Señor
los judı́os rechazarán las enseñan- decir: ¿A quién enviaré, y quién
zas de Cristo—Un resto volverá— irá por nosotros? Entonces dije:
Compárese con Isaı́as 6. Heme aquı́, envı́ame a mı́.
9 Y él dijo: Ve y di a este pue-
EN el aaño en que murió el rey blo: Oı́d bien, mas no entendie-
Uzı́as, vi también al Señor senta- ron; ved por cierto, mas no per-
do sobre un trono alto y enalte- cibieron.
cido, y las faldas de su ropa lle- 10 Deja que se endurezca el co-
naban el templo. razón de este pueblo, y que se en-
2 Encima del trono estaban los torpezcan sus oı́dos, y que sean
a
serafines; cada uno de ellos te- cerrados sus ojos; no sea que
nı́a seis alas; con dos se cubrı́an vea con sus ojos, y aoiga con sus

29a 3 Ne. 21:12–13. 5a En hebreo, cortado, 6a Es decir, un sı́mbolo


16 1a Es decir, hacia aniquilado; es decir, de purificación.
750 a.C. acongojado al 7a gee Remisión de
2a gee Querubines. reconocer tanto sus pecados.
4a En hebreo, temblaron propios pecados 10a Mateo 13:14–15.
los cimientos de los como los de su
umbrales. pueblo. [Entre 559 y 545 a.C.]
2 NEFI 16:11–17:10 102
oı́dos, y entienda con su cora- zón de su pueblo, como los ár-
zón, y sea convertido y sanado. boles del bosque se sacuden con
11 Yo entonces dije: Señor, el viento.
¿hasta cuándo? Y él respondió: 3 Entonces dijo el Señor a
Hasta que las ciudades queden Isaı́as: Sal ahora a encontrar a
asoladas y sin habitantes, y las Acaz, tú y tu hijo aSear-jasub, al
casas sin hombre, y la tierra en- extremo del conducto del estan-
teramente desierta; que superior, por el camino del
12 y el Señor haya aechado le- campo del lavador;
jos a los hombres, porque habrá 4 y dile: Ten cuidado, y perma-
gran desolación en medio de la nece tranquilo; no atemas, ni
tierra. desfallezca tu corazón por estos
13 Mas todavı́a quedará una dos cabos de tizón encendidos
décima parte, y volverá, y será que humean, por causa de la fu-
consumida; como el terebinto y riosa ira de Rezı́n y de Siria, y
como la encina que guardan en del hijo de Remalı́as.
sı́ su substancia cuando echan 5 Porque Siria, Efraı́n y el hijo
sus hojas; ası́ la santa semilla se- de Remalı́as han tomado mal
rá su asubstancia. acuerdo contra ti, diciendo:
6 Subamos contra Judá y hosti-
guémosla, y aabramos brecha en
CAPÍTULO 17
ella para nosotros, y pongámos-
le rey en su centro; sı́, al hijo de
Efraı́n y Siria guerrean contra Ju- Tabeel.
dá—Cristo nacerá de una virgen— 7 Ası́ dice el Señor Dios: No
Compárese con Isaı́as 7. subsistirá ni acontecerá.
Y EN los dı́as de Acaz, hijo de 8 Porque la cabeza de Siria es
Jotam, hijo de Uzı́as, rey de Ju- Damasco, y la cabeza de Damas-
dá, aconteció que Rezı́n, rey de co, Rezı́n; y dentro de sesenta y
Siria, y Peca, hijo de Remalı́as, cinco años, Efraı́n será quebran-
rey de Israel, vinieron sobre Je- tado hasta dejar de ser pueblo.
rusalén para combatirla, mas no 9 Y la cabeza de Efraı́n es Sa-
pudieron prevalecer contra ella. maria, y la cabeza de Samaria, el
2 Y fue dado el aviso a la casa hijo de Remalı́as. Si ano creéis,
de David, diciendo: Siria se ha de cierto no permaneceréis.
confederado con aEfraı́n. Y se le 10 Además, habló el Señor otra
estremeció el corazón, y el cora- vez a Acaz, diciendo:

12a 2 Rey. 17:18, 20. Israel del norte se ataque; a esos dos
13a Es decir, al igual que le conoció por el reyes les queda poco
el árbol, aunque sus nombre de Efraı́n, fuego.
hojas sean que era la tribu 6a En hebreo, dividirla.
esparcidas, la vida y principal del norte. 9a 2 Cró. 20:20.
el potencial de 3a En hebreo, el
producir semilla remanente volverá.
permanecen en él. 4a Es decir, no te
17 2a Es decir, a todo alarmes ante el [Entre 559 y 545 a.C.]
103 2 NEFI 17:11–25
11 Pide para ti una aseñal del en las hendiduras de las rocas, y
Señor tu Dios; pı́dela ya sea aba- en todo zarzal y en toda mata.
jo en lo profundo, o en lo alto 20 En aquel dı́a aafeitará el Se-
arriba. ñor con navaja alquilada, por
12 Mas dijo Acaz: No pediré, ni los de la otra parte del rı́o, por el
a b
tentaré al Señor. rey de Asiria, la cabeza y pelos
13 Y él respondió: Oı́d ahora de los pies; y también raerá la
vosotros, ¡oh casa de David! ¿Es barba.
cosa pequeña para vosotros mo- 21 Y acontecerá en aquel dı́a
lestar a los hombres, que moles- que un hombre acriará una vaca
téis también a mi Dios? y dos ovejas;
14 Por tanto, el Señor mismo os 22 y acontecerá que por la
dará una señal: He aquı́ que una abundancia de leche que ellas
a
virgen concebirá y dará a luz darán, comerá mantequilla; por-
un hijo, y llamará su nombre que mantequilla y miel comerán
b
Emanuel. todos los que permanecieren en
15 Mantequilla y miel comerá, la tierra.
hasta que sepa desechar lo malo 23 Y sucederá que en aquel dı́a,
y escoger lo bueno. todo lugar en donde habı́a mil
16 Porque antes que el aniño vides que valı́an mil siclos de
a
sepa desechar lo malo y escoger plata, se quedará para cardos y
lo bueno, la tierra que tú aborre- espinas.
ces será abandonada de sus bdos 24 Con flechas y arcos los hom-
reyes. bres entrarán allá, porque toda
17 El Señor atraerá sobre ti, so- la tierra será cardos y espinas.
bre tu pueblo y sobre la casa de 25 Y a todos los collados que
tu padre, dı́as cuales nunca han fueren cavados con azada, no
venido desde el dı́a en que llegarán por temor a los cardos
b
Efraı́n se apartó de Judá, esto y espinas, mas serán para pasto
es, al rey de Asiria. de bueyes y para ser pisados de
18 Y acontecerá que en aquel ganado amenor.
dı́a el Señor asilbará a la mosca
que está en la parte lejana de
Egipto, y a la abeja que se halla CAPÍTULO 18
en la tierra de Asiria.
19 Y vendrán y se establecerán Cristo será por tropezadero y piedra
todas en los valles desolados, y de tropiezo—Buscad al Señor y no

11a gee Señal. 17a 2 Cró. 28:19–21. 21a Es decir, sólo


12a Es decir, poner a b 1 Rey. 12:16–19. quedarán unos pocos
prueba. 18a O sea, silbar; es decir, sobrevivientes que se
14a gee Virgen. dar la señal, basten a sı́ mismos.
b En hebreo, Dios con convocar. Isa. 5:26. 23a O sea, piezas de plata.
nosotros. 20a Es decir, esa tierra 25a En hebreo, ovejas, o
gee Emanuel. será despoblada por cabras.
16a 2 Ne. 18:4. un invasor extranjero.
b 2 Rey. 15:30; 16:9. b 2 Rey. 16:5–9. [Entre 559 y 545 a.C.]
2 NEFI 18:1–14 104
a los adivinos que atisban—Volve- sobre todos sus arroyos y pasará
os a la ley y al testimonio para reci- sobre todas sus riberas.
bir orientación — Compárese con 8 Y afluirá por Judá; se desbor-
Isaı́as 8. dará e inundará; y llegará hasta
la garganta; y la extensión de
ADEMÁS, la palabra del Señor me sus alas llenará la anchura de tu
dijo: Toma una tabla grande, y tierra, ¡oh bEmanuel!
escribe en ella con caracteres de 9 ¡aReunı́os, oh pueblos, y se-
hombre tocante a aMaher-sha- réis quebrantados! ¡Escuchad,
lal-hash-baz. todos vosotros los de paı́ses leja-
2 Y tomé por atestigos fieles nos; ceñı́os, y seréis quebranta-
para atestiguar, al sacerdote dos; apercibı́os, y seréis que-
Urı́as y a Zacarı́as, hijo de Jebe- brantados!
requı́as. 10 Reunı́os en consejo, y será
3 Y me allegué a la aprofetisa, y anulado; hablad palabra, y no
concibió y dio a luz un hijo. En- permanecerá; aporque Dios está
tonces me dijo el Señor: Llámalo con nosotros.
Maher-shalal-hash-baz. 11 Porque el Señor de este mo-
4 Pues he aquı́, antes que el do me habló con mano fuerte, y
a
niño bsepa decir: Padre mı́o y me instruyó que no anduviese
madre mı́a, serán quitadas las ri- por el camino de este pueblo, di-
quezas de Damasco y el cdespo- ciendo:
jo de Samaria delante del rey de 12 No llaméis aconspiración a
Asiria. todo lo que este pueblo llama
5 Y me habló el Señor otra vez, conspiración; ni temáis lo que
diciendo: ellos temen, ni tengáis miedo.
6 Por cuanto este pueblo dese- 13 Al Señor de los Ejércitos
cha las aguas de aSiloé, que co- santificad; y sea él vuestro ate-
rren plácidamente, y se huelga mor, y sea él vuestro miedo.
con bRezı́n y el hijo de Remalı́as; 14 Y él será por a santuario;
7 el Señor, pues, hará subir so- pero por tropezadero y bpiedra
bre aellos las aguas del rı́o, fuer- de tropiezo a las dos casas de
tes y muchas, es decir, al rey de Israel; por trampa y lazo a los
Asiria y toda su gloria; y subirá habitantes de Jerusalén.

18 1a Es decir, la del norte primero. confabulaciones


destrucción es 8a Es decir, Asiria secretas con otras
inminente. también penetrará en gentes por razones
2a gee Testigo. Judá. de seguridad.
3a Es decir, su esposa. b gee Emanuel. 13a Es decir, ser reverente
4a 2 Ne. 17:16. 9a Es decir, formar y humilde ante Dios.
b Isa. 8:4. alianzas. 14a Ezeq. 11:15–21.
c 2 Rey. 15:29. 10a Es decir, Judá (la b 1 Pe. 2:4–8;
6a Gén. 49:10; tierra de Emanuel) se Jacob 4:14–15.
tjs, Gén. 50:24. salvará. Sal. 46:7.
b Isa. 7:1. 12a Es decir, Judá no debe
7a Es decir, sobre Israel atenerse a [Entre 559 y 545 a.C.]
105 2 NEFI 18:15–19:4
15 Y muchos de ellos atropeza- y serán expulsados a las tinie-
rán y caerán; y serán quebranta- blas.
dos, entrampados y apresados.
16 Ata el testimonio; sella la
a CAPÍTULO 19
ley entre mis discı́pulos.
17 Y yo esperaré al Señor, el
cual aoculta su cara de la casa de Isaı́as habla del Mesı́as—El pueblo
Jacob, y en él confiaré. que andaba en tinieblas verá una
18 He aquı́, yo y los hijos que gran luz—Un niño nos es naci-
el Señor me ha dado somos a do—Será el Prı́ncipe de Paz y rei-
Israel por aseñales y presagios nará sobre el trono de David —
de parte del Señor de los Ejérci- Compárese con Isaı́as 9.
tos, que habita en el monte de SIN embargo, la obscuridad no
Sión. será como lo fue en su oprobio,
19 Y cuando os dijeren: Pre- cuando él primero afligió ligera-
guntad a los aevocadores, y a los mente la atierra de Zabulón y la
b
adivinos que atisban y hablan de Neftalı́, y después la angustió
entre dientes: ¿No c debe un más penosamente por la costa
pueblo consultar a su Dios para del Mar Rojo, del otro lado del
que los vivos oigan d de los Jordán, en Galilea de las nacio-
muertos? nes.
20 ¡A la ley y al testimonio! Y si 2 El pueblo que andaba en ati-
no ahablaren conforme a esta nieblas ha visto una gran luz;
palabra, es porque no hay luz sobre los que moraban en la tie-
en ellos. rra de la sombra de muerte, la
21 Y a pasarán por la tierra, luz ha resplandecido.
duramente acosados y ham- 3 Tú has multiplicado la nación
brientos; y acontecerá que cuan- y aaumentado el gozo; se ale-
do tengan hambre, se enojarán gran delante de ti, como se re-
y maldecirán a su rey y a su gocijan en la siega; como se ale-
Dios, y alzarán la vista hacia gran los hombres cuando se re-
arriba. parten el despojo.
22 Y mirarán hacia la tierra, y 4 Porque has quebrado el yugo
contemplarán tribulación y ti- de su carga, y la vara de su hom-
nieblas, obscuridad de angustia; bro, y el cetro de su opresor.

15a Mateo 21:42–44. “Un remanente llevado al cautiverio


16a En hebreo, volverá”. porque no escucharı́a
enseñanzas, o 2 Ne. 17:3; 18:3. y serı́a desobediente.
doctrina. 19a Lev. 20:6. 19 1a Mateo 4:12–16.
gee Evangelio. b Es decir, hechiceros, 2a La “obscuridad” y las
17a Isa. 54:8. evocadores. “tinieblas” eran la
18a Es decir, el nombre de c 1 Sam. 28:6–20. apostası́a y el
Isaı́as y de sus hijos d O sea, a favor de. cautiverio; la “gran
significan 20a Es decir, los médiums luz” es Cristo.
respectivamente: espiritistas (también 3a Isa. 9:3.
“Jehová salva”, “El en los vers. 21–22).
precipita la presa” y 21a Es decir, Israel serı́a [Entre 559 y 545 a.C.]
2 NEFI 19:5–20 106
5 Porque toda batalla del gue- esto, no se ha mitigado su bira,
rrero es con ruido estruendoso y sino que su mano aún está ex-
con vestidos revolcados en san- tendida.
gre; pero esto será con quema- 13 Pero el pueblo no se avuelve
dura y pábulo de fuego. hacia aquel que lo castiga, ni
6 Porque un aniño nos es naci- busca al Señor de los Ejércitos.
do, un hijo nos es dado; y sobre 14 Por tanto, el Señor cortará
sus hombros estará el bprincipa- de Israel cabeza y cola, rama y
do; y se llamará su nombre Ad- caña, en un mismo dı́a.
mirable, Consejero, Dios cFuer- 15 El anciano es la cabeza; y el
te, Padre dEterno, Prı́ncipe de profeta que enseña mentiras es
e
Paz. la cola.
7 Del aumento de su adominio 16 Porque los caudillos de este
y paz no bhabrá fin, sobre el tro- pueblo lo hacen errar; y los que
no de David y sobre su reino, a ellos guı́an son destruidos.
fin de disponerlo y confirmarlo 17 Por tanto, el Señor no se
con juicio y con justicia, desde complacerá en sus jóvenes, ni
ahora y para siempre. El celo del de sus huérfanos y viudas ten-
Señor de los Ejércitos hará esto. drá amisericordia; porque todos
8 El Señor envió su palabra a son hipócritas y malhechores, y
Jacob, y cayó en aIsrael. toda boca habla b necedades.
9 Y la sabrá todo el pueblo, has- Con todo esto, no se ha mitiga-
ta Efraı́n y los habitantes de Sa- do su ira, sino que su cmano aún
maria, que con soberbia y alti- está extendida.
vez de corazón dicen: 18 Porque la maldad quema
10 Los ladrillos han caı́do, mas como fuego; devorará los cardos
construiremos con piedra labra- y espinas; y levantará llama en
da; derribados han sido los sicó- lo espeso de los bosques, y as-
moros, mas los repondremos cenderán como humo en remo-
con cedros. linos.
11 Por lo tanto, el Señor dis- 19 Por la ira del Señor de los
pondrá a los adversarios de aRe- Ejércitos se obscurecerá la tierra,
zı́n contra él, y juntará a sus y el pueblo será como pábulo de
enemigos; fuego; anadie tendrá piedad de
12 los sirios por delante y los su hermano.
filisteos por detrás, y a boca lle- 20 Y el hombre arrebatará a su
na adevorarán a Israel. Con todo diestra, y sentirá hambre; y aco-

6a Isa. 7:14; profético que sigue 13a Amós 4:6–12.


Lucas 2:11. (vers. 8–21) es una 17a gee Misericordioso,
b Mateo 28:18. amonestación a las misericordia.
c Tito 2:13–14. diez tribus del b 2 Ne. 9:28–29.
d Alma 11:38–39, 44. norte, llamadas c Jacob 5:47; 6:4.
e Juan 14:27. Israel. 19a Miqueas 7:2–6.
7a gee Gobierno. 11a 2 Rey. 16:5–9. 20a Deut. 28:53–57.
b Dan. 2:44. 12a 2 Rey. 17:6, 18.
8a Es decir, el mensaje b Isa. 5:25; 10:4. [Entre 559 y 545 a.C.]
107 2 NEFI 19:21–20:13
merá a su siniestra, y no queda- el báculo en su mano es asu in-
rá satisfecho; cada cual comerá dignación!
la carne de su propio brazo: 6 Lo enviaré acontra una na-
21 aManasés a bEfraı́n, y Efraı́n ción hipócrita, y contra el pue-
a Manasés; y ambos estarán blo de mi ira le encargaré que se
contra cJudá. Con todo esto, no lleve los despojos, y arrebate la
se ha mitigado su ira, sino que presa, y los pise como el lodo de
su mano aún está extendida. las calles.
7 Aunque no es tal su designio,
ni en su corazón lo piensa ası́;
CAPÍTULO 20
en su corazón sólo está el des-
truir y exterminar naciones no
La destrucción de Asiria es un sı́m- pocas.
bolo de la destrucción de los inicuos 8 Pues dice: ¿No son reyes to-
a la Segunda Venida—Pocas perso- dos mis prı́ncipes?
nas quedarán después que el Señor 9 ¿No es Calno como Carque-
venga de nuevo—El resto de los de mis, Hamat como Arfad, y Sa-
Jacob volverán en ese dı́a—Compá- maria como Damasco?
rese con Isaı́as 10. 10 Ası́ como ami mano ha esta-
¡AY de aquellos que establecen blecido los reinos de los ı́dolos,
decretos injustos y ponen por y cuyas imágenes grabadas han
escrito la opresión que prescri- sobrepujado a las de Jerusalén y
ben, a las de Samaria,
2 para apartar del ajuicio a los 11 ¿no haré con Jerusalén y sus
necesitados y para quitar el de- ı́dolos como hice a Samaria y sus
recho a los pobres de mi pueblo; ı́dolos?
para que las bviudas sean su pre- 12 Por tanto, sucederá que
sa y para robar a los huérfanos! cuando el Señor haya ejecutado
3 ¿Y qué haréis en el dı́a de la su obra completa sobre el monte
a
visitación, y en la desolación de Sión y Jerusalén, yo castigaré
que vendrá de lejos? ¿A quién el afruto del soberbio corazón
iréis para que os ayude? ¿En del rey de bAsiria y la gloria de
dónde dejaréis vuestra gloria? su altiva mirada.
4 Sin mı́ se doblegarán ante los 13 Porque adice: Mediante el
cautivos, y entre los muertos poder de mi mano he hecho es-
caerán. Con todo esto, no se ha tas cosas, y con mi sabidurı́a,
mitigado su ira, sino que su ma- pues soy prudente; y he quitado
no aún está extendida. los confines de los pueblos, y les
5 ¡Oh asirio, la vara de mi ira, y he saqueado sus tesoros y he

21a gee Manasés. 5a Isa. 10:5. b Sof. 2:13.


b gee Efraı́n. 6a Es decir, contra Israel. 13a Es decir, el rey de
c gee Judá. 10a Es decir, la mano del rey Asiria (habla en los
20 2a O sea, Justicia. de Asiria (vers. 10–11). vers. 13-14).
b gee Viuda. 12a Es decir, la altiva
3a Es decir, castigo. jactancia. [Entre 559 y 545 a.C.]
2 NEFI 20:14–26 108
derribado, como hombre valien- de su bosque serán en número
te, a los habitantes; que un niño podrá contarlos.
14 y mi mano halló, cual nido, 20 Y sucederá en aaquel dı́a
las riquezas del pueblo; y co- que el resto de Israel, y los que
mo se recogen los huevos aban- hayan escapado de la bcasa de
donados, ası́ recogı́ de toda la Jacob, nunca más se capoyarán
tierra; y no hubo quien movie- en aquel que los hirió, sino que
se el ala, ni abriese la boca, ni se apoyarán con verdad en el
piase. Señor, el Santo de Israel.
15 ¿aSe jactará el bhacha con- 21 El aresto retornará, sı́, el res-
tra aquel que con ella corta? to de Jacob, al Dios fuerte.
¿Se exaltará la sierra contra el 22 Porque aunque tu pueblo
que la mueve? ¡Como si se enal- Israel fuere como la arena
teciese la vara contra aquel del mar, sin embargo, un resto
que la levanta, o se engrande- de él volverá; la a consuma-
ciese el bastón como si no fuera ción decretada b rebosará en
palo! rectitud.
16 Por tanto, el Señor, el Señor 23 Porque el Señor Dios de los
de los Ejércitos, enviará flaque- Ejércitos ahará la consumación
za entre sus robustos; y bajo asu ya determinada en toda la tie-
gloria encenderá una llama, co- rra.
mo llama de fuego. 24 Por lo tanto, ası́ dice el Se-
17 Y la luz de Israel será por ñor Dios de los Ejércitos: Pueblo
fuego, y su Santo por llama, y mı́o que moras en Sión, no te-
quemarán y abrasarán en un dı́a mas al asirio. Con vara te herirá,
sus cardos y espinas; y levantará su palo contra ti a la
a
18 y consumirán la gloria de su manera de Egipto.
bosque y de su campo fructı́fe- 25 Mas de aquı́ a poco tiempo
ro, aalma y cuerpo; y serán como cesarán la indignación y mi có-
el desfallecimiento de un aban- lera para su destrucción.
derado. 26 Y el Señor de los Ejércitos
19 Y los árboles que aqueden levantará un azote contra él,

15a En todas las 17–19). b Es decir, aun cuando


metáforas de este 18a Es decir, Asiria sobrevenga el castigo,
versı́culo se formula desaparecerá habrá misericordia.
la misma pregunta: completamente. 23a Es decir, llevará a
¿Prevalecerá el 19a Es decir, el remanente cabo la destrucción
hombre (p. ej., el del ejército de Asiria. decretada.
rey de Asiria) contra 20a Es decir, los últimos 24a Es decir, como lo
Dios? dı́as. hicieron los egipcios
b Es decir, el profeta b Amós 9:8–9. en tiempos
compara al rey con c Es decir, depender de. anteriores.
una herramienta. 21a Isa. 11:11–12.
16a Es decir, la del rey 22a DyC 63:34.
de Asiria (véanse gee Mundo—El fin
también los vers. del mundo. [Entre 559 y 545 a.C.]
109 2 NEFI 20:27–21:6
semejante a la matanza de aMa- CAPÍTULO 21
dián en la peña de Horeb; y ası́
como su vara fue sobre el mar, La vara del tronco de Isaı́ (Cristo)
ası́ la levantará él a la manera de juzgará con justicia—En el Mile-
Egipto. nio, el conocimiento de Dios cubrirá
27 Y acontecerá en aquel dı́a la tierra—El Señor levantará pen-
que será quitada su acarga de so- dón a las naciones y recogerá a
bre tus hombros, y su yugo de Israel—Compárese con Isaı́as 11.
tu cerviz; y el yugo será destrui-
do a causa de la bunción. Y SALDRÁ una avara del btronco
28 aHa llegado hasta Ayat, ha de cIsaı́, y un vástago retoñará
pasado a Migrón; en Micmas ha de sus raı́ces.
guarecido sus carros. 2 Y sobre él reposará el aEspı́ri-
29 Han pasado el paso; se han tu del Señor; el espı́ritu de sabi-
alojado en Geba; Ramá tiembla; durı́a y de entendimiento, el es-
Gabaa de Saúl ha huido. pı́ritu de consejo y de poder, el
30 Alza la voz, ¡oh hija de Ga- espı́ritu de conocimiento y de
lim! Haz que se oiga hasta Lais, temor del Señor;
¡oh pobre Anatot! 3 y le dará penetrante entendi-
31 Madmena ha sido abando- miento en el temor del Señor; y
nada; los habitantes de Gebim no ajuzgará según la vista de sus
se juntan para huir. ojos, ni reprenderá por lo que
32 Aún permanecerá él ese dı́a oigan sus oı́dos;
en Nob; levantará su mano con- 4 sino que con ajusticia juzgará
tra el monte de la hija de Sión, el a los pobres, y breprenderá con
collado de Jerusalén. equidad por los cmansos de la
33 He aquı́, el Señor, Jehová de tierra; y con la vara de su boca
los Ejércitos, desgajará la rama herirá la tierra, y con el aliento
con terror; y serán talados los de de sus labios matará al impı́o.
a
gran estatura, y los altivos se- 5 Y la justicia será el ceñidor de
rán humillados. sus lomos, y la fidelidad el cin-
34 Y cortará con hierro las es- turón de sus ariñones.
pesuras de los bosques, y el Lı́- 6 Y morará también el lobo con
bano caerá por mano de uno el cordero, y el leopardo con el
poderoso. cabrito se acostará; el becerro, el

26a Gén. 25:1–2; Señor contra ellos. Heb. 7:14. gee Isaı́.
Jue. 7:25. 33a Hel. 4:12–13. 2a Isa. 61:1–3.
27a Isa. 14:25. 21 1a DyC 113:3–4. 3a Juan 7:24.
b gee Ungido, el. b DyC 113:1–2. 4a Sal. 72:2–4;
28a Se describe el c Isaı́ era el padre de Mos. 29:12.
avance de los David; se hace b En hebreo, decidir.
ejércitos asirios hacia referencia a la lı́nea c gee Mansedumbre,
Jerusalén; en seguida genealógica real de manso.
(vers. 33–34), se David en la que Jesús 5a O sea, cintura.
describe, con sentido habı́a de nacer.
figurado, el juicio del Miqueas 5:2; [Entre 559 y 545 a.C.]
2 NEFI 21:7–16 110
leoncillo y el cebón andarán 13 La aenvidia de Efraı́n tam-
juntos, y un niño los pastoreará. bién se disipará, y los enemigos
7 Y la vaca y la osa pacerán, sus de Judá serán talados; Efraı́n no
b
crı́as se echarán juntas; y el león envidiará a cJudá, ni Judá hosti-
comerá paja como el buey. gará a Efraı́n;
8 Y el niño de pecho jugará so- 14 sino que avolarán sobre los
bre la cueva del aáspid, y el re- hombros de los filisteos hacia el
cién destetado extenderá su ma- occidente; saquearán juntos a
no sobre la caverna de la vı́bora. los de oriente; sobre Edom y
9 No adañarán, ni destruirán Moab pondrán su mano, y los
en todo mi santo monte; porque hijos de Ammón los obedece-
la tierra estará llena del bconoci- rán.
miento del Señor, como las 15 Y el Señor destruirá del todo
aguas cubren el mar. la alengua del mar de Egipto; y
10 Y en aaquel dı́a habrá una con su viento impetuoso exten-
b
raı́z de Isaı́, la cual estará pues- derá su mano sobre el rı́o, y lo
ta por pendón cal pueblo; los herirá en sus siete brazos y hará
d
gentiles la buscarán, y su des- que los hombres pasen por él a
canso será glorioso. pie enjuto.
11 Y acontecerá en aquel dı́a, 16 Y habrá acamino real, des-
que el Señor volverá a extender de Asiria, para el resto de su
su mano, por a segunda vez, pueblo que hubiere quedado,
para recobrar los restos de su como lo hubo para Israel el dı́a
pueblo que quedaren, de Asi- en que subió de la tierra de
ria, y de Egipto, y de Patros, y Egipto.
de Cus, y de Elam, y de Sinar,
y de Hamat, y de las islas del
mar. CAPÍTULO 22
12 Y levantará apendón a las
naciones, y congregará a los En los dı́as del Milenio todos los
b
desterrados de Israel, y creunirá hombres alabarán al Señor—Él mo-
a los dispersos de Judá de los rará entre ellos—Compárese con
cuatro cabos de la tierra. Isaı́as 12.

8a Pequeña serpiente c Neh. 1:9; 1 Rey. 12:16–20). En


venenosa de Egipto. 1 Ne. 22:10–12; los últimos dı́as se
9a Isa. 2:4. gee Milenio. DyC 45:24–25. reconciliarán.
b DyC 101:32–33; 130:9. gee Israel—La Ezeq. 37:16–22.
10a Es decir, los últimos congregación de gee Envidia.
dı́as. JS—H 1:40. Israel. c gee Judá.
b Rom. 15:12; 13a Jer. 3:18. 14a Es decir, atacar las
DyC 113:5–6. b Las tribus laderas occidentales
c O sea, a él. encabezadas por Judá que eran territorio
d DyC 45:9–10. y Efraı́n eran filisteo.
11a 2 Ne. 6:14; 25:17; históricamente 15a Zac. 10:11.
29:1. adversarias (después 16a Isa. 35:8; DyC 133:27.
12a gee Pendón. de los sucesos que se
b 3 Ne. 15:15; 16:1–4. describen en [Entre 559 y 545 a.C.]
111 2 NEFI 22:1–23:9
Y DIRÁS en aquel dı́a: ¡Te alabaré, 2 ¡Levantad abandera sobre lo
oh Señor! Aunque estabas eno- alto del monte, alzadles la voz;
jado conmigo, tu ira se ha apar- señalad con la mano para que
tado, y me has consolado. entren por las puertas de los no-
2 He aquı́, Dios es mi salva- bles!
ción; a confiaré y no temeré, 3 He dado mandamiento a mis
porque el Señor bJehová es mi a
santificados; he llamado asimis-
fortaleza y mi canción; y tam- mo a mis valientes, porque mi
bién ha llegado a ser salvación ira no está sobre los que se huel-
para mı́. gan con mi gloria.
3 Por tanto, con gozo sacaréis 4 El estruendo de la multitud
a
agua de las fuentes de la salva- en las montañas, como de un
ción. gran pueblo, un tumultuoso rui-
4 Y en aquel dı́a diréis: ¡aAla- do de los areinos de las naciones
b
bad al Señor, aclamad su nom- congregadas; el Señor de los
bre, sus obras pregonad entre el Ejércitos dispone las tropas para
pueblo, declarad que su nombre la batalla.
es ensalzado! 5 Vienen de un paı́s lejano,
5 ¡aCantad al Señor!, porque él de lo postrero de los cielos, sı́,
ha hecho cosas admirables; esto el Señor y las armas de su in-
es sabido por toda la tierra. dignación, para destruir toda la
6 ¡aDa voces y canta, oh mora- tierra.
dora de Sión!, porque grande es 6 ¡Aullad, porque el dı́a del
el Santo de Israel en medio de ti. Señor está cerca! Vendrá co-
mo destrucción del Todopode-
roso.
CAPÍTULO 23
7 Por tanto, todas las manos se
debilitarán; el corazón de todo
La destrucción de Babilonia es un hombre desfallecerá;
sı́mbolo de la destrucción que habrá 8 y se llenarán de miedo; an-
a la Segunda Venida—Será un dı́a gustias y dolores se apoderarán
de ira y de venganza—Babilonia (el de ellos; se mirarán asombrados
mundo) caerá para siempre—Com- los unos a los otros; sus rostros
párese con Isaı́as 13. serán como llamas.
a
CARGA de bBabilonia que vio 9 He aquı́ que el dı́a del Señor
Isaı́as, hijo de Amoz: viene, cruel, con indignación e

22 2a Mos. 4:6; Hel. 12:1. de fatalidad. DyC 133:5, 7, 14.


b Éx. 15:2; Sal. 83:18. b La histórica gee Babel, Babilonia.
gee Jehová. destrucción de la 2a O sea, pendón.
3a gee Agua(s) viva(s). malvada Babilonia, gee Pendón.
4a gee Acción de profetizada en Isa. 13 3a O sea, santos.
gracias, y 14, se ha hecho 4a Zac. 14:2–3.
agradecimiento. sı́mbolo de la b Zac. 12:3.
5a DyC 136:28. destrucción final de
6a Isa. 54:1; Sof. 3:14. todo el mundo
23 1a Es decir, un mensaje inicuo. [Entre 559 y 545 a.C.]
2 NEFI 23:10–22 112
ira ardiente para asolar la tierra; 18 Sus arcos también destroza-
y araer de ella a los pecadores. rán a los mancebos; y no ten-
10 Porque las estrellas de los drán compasión del fruto del
cielos y sus constelaciones no vientre; ni sus ojos perdonarán
darán su luz; el asol se obscure- a los niños.
cerá al salir, y la luna no hará 19 Y Babilonia, la gloria de los
resplandecer su luz. reinos, aornamento de la exce-
11 Y acastigaré al mundo por su lencia de los caldeos, vendrá a
maldad, y a los impı́os por su ser como cuando Dios destruyó
iniquidad; y haré cesar la arro- a bSodoma y a Gomorra.
gancia de los bsoberbios, y abati- 20 Nunca más será ahabitada,
ré la altivez de los terribles. ni morarán en ella de genera-
12 Y haré al avarón más precio- ción en generación; el árabe no
so que el oro fino, y más que el plantará tienda allı́, ni pastores
oro de Ofir al hombre. tendrán allı́ manadas;
13 Por tanto, haré temblar los 21 sino que las fieras del ade-
cielos, y la tierra se amoverá de sierto se echarán allı́, y sus casas
su lugar en la ira del Señor de estarán llenas de animales au-
los Ejércitos, y en el dı́a de su llantes; y allı́ morarán búhos y
furiosa indignación. allı́ danzarán los bsátiros.
14 Y será como la corza aperse- 22 Y los animales silvestres
guida, y como oveja sin pastor; de las islas aullarán en sus de-
y cada cual se volverá a su pro- soladas acasas, y los bdragones
pio pueblo, y huirá a su propia en sus palacios deleitosos; y
tierra. su tiempo está cerca, y su dı́a
15 Todo el que fuere orgulloso no será prolongado. Pues la
será traspasado; sı́, y todo el que destruiré prestamente; sı́, por-
se hubiere juntado con los ma- que tendré compasión de mi
los, caerá por la espada. pueblo, mas los impı́os perece-
16 Sus niños también serán es- rán.
trellados ante sus ojos; sus casas
serán saqueadas, y violadas sus
mujeres. CAPÍTULO 24
17 He aquı́, incitaré contra ellos
a los medos, quienes no estima- Israel será recogido y disfrutará de
rán la plata ni el oro, ni los codi- reposo milenario—Lucifer fue echa-
ciarán. do del cielo por su rebelión—Israel

9a gee Tierra—La final de la tierra. b En hebreo, machos


purificación de la 14a O sea, el ciervo cabrı́os, o demonios.
tierra. perseguido. 22a En hebreo, palacios.
10a gee Mundo—El fin 19a Es decir, vanidad. b En hebreo, (quizá)
del mundo. b Gén. 19:24–25; chacales, perros
11a Mal. 4:1. Deut. 29:23; salvajes.
b DyC 64:24. 2 Ne. 13:9.
12a Isa. 4:1–4. 20a Jer. 50:3, 39–40.
13a gee Tierra—El estado 21a Isa. 34:14–15. [Entre 559 y 545 a.C.]
113 2 NEFI 24:1–13
triunfará de Babilonia (el mun- con golpe continuo, aquel que
do)—Compárese con Isaı́as 14. gobernaba a las naciones con sa-
ña, es perseguido, y nadie lo im-
PORQUE el Señor tendrá piedad pide.
de Jacob, y todavı́a aescogerá a 7 Toda la tierra descansa y está
Israel, y lo establecerá en su pro- en paz; los hombres prorrum-
pia tierra; y bextranjeros se jun- pen en acantos.
tarán con ellos y se unirán a la 8 Sı́, los aabetos se regocijan por
casa de Jacob. causa de ti, y también los cedros
2 Y los apueblos los tomarán y del Lı́bano, diciendo: Desde que
los llevarán a su lugar; sı́, desde tú bcaı́ste, no ha subido ccorta-
lejos hasta los extremos de la tie- dor contra nosotros.
rra; y retornarán a sus btierras 9 El ainfierno abajo se conmue-
de promisión. Y la casa de Israel ve para recibirte a tu llegada; te
los poseerá, y la tierra del Señor ha despertado a los bmuertos, sı́,
será para csiervos y siervas; y a todos los prı́ncipes de la tierra;
cautivarán a aquellos de quie- a todos los reyes de las naciones
nes fueron cautivos; y regirán a ha levantado de sus tronos.
sus opresores. 10 Todos éstos darán voces y te
3 Y sucederá en aquel dı́a, que dirán: ¿También tú te debilitaste
el Señor te hará adescansar de tu como nosotros? ¿Como nosotros
angustia y de tu temor, y del du- has llegado a ser?
ro cautiverio en el que te viste 11 Tu pompa descendió al se-
obligado a servir. pulcro; ya no se oye sonido de
4 Y acontecerá en aquel dı́a, tus liras; gusanos son tu lecho, y
que tomarás este proverbio con- gusanos te cubren.
tra el rey de aBabilonia, y dirás: 12 ¡ a Cómo caı́ste del cielo,
¡Cómo ha cesado el opresor, có- oh bLucifer, hijo de la mañana!
mo ha fenecido la ciudad de ¡Has sido cortado hasta el suelo,
oro! tú que debilitabas a las nacio-
5 El Señor ha quebrantado la nes!
vara de los impı́os, el cetro de 13 Porque dijiste en tu cora-
los gobernantes. zón: aAscenderé hasta el cielo;
6 El que herı́a al pueblo en ira por encima de las estrellas de

24 1a Zac. 1:17. b Es decir, desde que alba. Se habla de


b Isa. 60:3–5, 10. moriste. Lucifer como del
2a Es decir, otras c En hebreo, el cortador soberano del mundo
naciones ayudarán a (de árboles) no ha inicuo (Babilonia),
Israel. venido contra el que gobierna
b gee Tierra prometida. nosotros. toda maldad.
c Isa. 60:14. 9a gee Infierno. gee Diablo;
3a Josué 1:13; b Es decir, espı́ritus Lucifer o Lucero.
DyC 84:24. desincorporados. 13a Moisés 4:1–4.
4a gee Babel, Babilonia. 12a DyC 76:26.
7a Isa. 55:12. b En hebreo, lucero
8a En hebreo, cipreses. matutino, hijo del [Entre 559 y 545 a.C.]
2 NEFI 24:14–27 114
b
Dios levantaré mi trono, y me malhechores para siempre no
sentaré también sobre el monte será reconocida.
de la congregación, hacia los la- 21 Preparad matanza para sus
dos del bnorte; hijos por las ainiquidades de sus
14 ascenderé por encima de las padres; para que no se levanten,
alturas de las nubes; seré seme- ni posean la tierra, ni llenen de
jante al Altı́simo. ciudades la faz del mundo.
15 Mas tú precipitado serás 22 Porque yo me levantaré con-
hasta el infierno, a los lados del tra ellos, dice el Señor de los
a
abismo. Ejércitos; y raeré de Babilonia el
16 Te mirarán ade cerca los que a
nombre y residuo, hijo y bsobri-
te vieren, y te contemplarán y no, dice el Señor.
dirán: ¿Es éste el hombre que hi- 23 Y la convertiré en amorada
zo temblar la tierra, que sacudió de avetoros y en lagunas de
los reinos; agua; y la barreré con escoba de
17 que hizo del mundo un de- destrucción, dice el Señor de los
sierto, y destruyó sus ciudades, Ejércitos.
y nunca abrió la cárcel a sus pre- 24 El Señor de los Ejércitos ha
sos? jurado, diciendo: Ciertamente
18 Todos los reyes de las nacio- como lo he pensado, ası́ sucede-
nes, sı́, todos yacen en gloria, ca- rá; y como lo he propuesto, ası́
da uno en su apropia casa; será confirmado;
19 mas tú echado eres de tu 25 que al aasirio traeré a mi tie-
sepulcro como rama aabomina- rra, y en bmis collados lo hollaré;
ble, como residuo de aquellos entonces será apartado de ellos
que fueron muertos, atravesa- el cyugo de él, y la carga de él
dos por la espada, que descien- será quitada de sus hombros.
den a las piedras del babismo; 26 Éste es el propósito que se
como cadáver hollado bajo los ha determinado sobre toda la
pies. tierra; y ésta, la mano que se ex-
20 No serás sepultado junto tiende sobre atodas las naciones.
con ellos, porque has desolado 27 Porque el Señor de los Ejér-
tu tierra y has hecho perecer a citos ha propuesto, y ¿quién lo
tu pueblo; la aposteridad de los abrogará? Su mano está exten-

13b Es decir, la morada rechazada, cortada 701 a.C. (vers. 24–27).


de los dioses según y desechada. 2 Rey. 19:32–37;
la creencia de los b Es decir, el mismı́simo Isa. 37:33–38.
babilonios. fondo. b Es decir, los montes
Sal. 48:2. 20a Sal. 21:10–11; 37:28. de Judá y de Israel.
15a 1 Ne. 14:3. b gee Inicuo, iniquidad. c Isa. 10:27.
16a En hebreo, te mirarán 21a Éx. 20:5. 26a Es decir, al fin todas
con los ojos 22a Prov. 10:7. las naciones
entrecerrados y b Job 18:19. mundanas serán ası́
reflexionarán sobre ti. 23a Isa. 34:11–15. derribadas.
18a Es decir, su sepultura 25a El tema cambia al
familiar. ataque y a la derrota
19a Es decir, rama de Asiria en Judá, [Entre 559 y 545 a.C.]
115 2 NEFI 24:28–25:4
dida, y ¿quién la hará tornar Jerusalén—Los nefitas observan la
atrás? ley de Moisés y creen en Cristo, que
28 El aaño en que murió el rey es el Santo de Israel.
b
Acaz fue esta carga. AHORA bien, yo, Nefi, hablo algo
29 No te regocijes tú, Filistea con relación a las palabras que
toda, por haberse quebrado la he escrito, palabras que fueron
vara del que te herı́a; porque de pronunciadas por boca de
la raı́z de la culebra saldrá el ás- Isaı́as. Pues he aquı́, Isaı́as habló
pid, y su fruto será una ardiente muchas cosas que a muchos de
serpiente voladora. los de mi pueblo les fue adifı́cil
30 Y los primogénitos de los comprender, porque no saben
pobres comerán, y los meneste- concerniente a la manera de
rosos reposarán seguros; y haré profetizar entre los judı́os.
morir de hambre a tu raı́z, y él 2 Porque yo, Nefi, no les he en-
matará a tu residuo. señado muchas cosas respecto
31 ¡Aúlla, oh puerta! ¡Clama, de las costumbres de los judı́os;
oh ciudad! Tú, Filistea entera, porque sus aobras fueron obras
disuelta estás; porque del norte de tinieblas, y sus hechos fueron
vendrá un humo, y ninguno hechos de abominaciones.
quedará solo en su tiempo de- 3 Por tanto, escribo a mi pue-
terminado. blo, a todos aquellos que en lo
32 ¿Qué responderán entonces futuro reciban estas cosas que
los mensajeros de las naciones? yo escribo, para que conozcan
Que el Señor fundó a aSión, y los juicios de Dios y sepan que
que los bpobres de su pueblo se vienen sobre todas las naciones,
c
acogerán a ella. según la palabra que él ha decla-
rado.
CAPÍTULO 25 4 Por tanto, escuchad, oh pue-
blo mı́o, que sois de la casa de
Nefi se deleita en la claridad—En Israel, y dad oı́dos a mis pala-
los últimos dı́as se entenderán las bras; pues aunque las palabras
profecı́as de Isaı́as—Los judı́os vol- de Isaı́as no os son claras a voso-
verán de Babilonia, crucificarán al tros, sin embargo, son claras pa-
Mesı́as y serán dispersados y azota- ra todos aquellos que son llenos
dos — Serán restaurados cuando del aespı́ritu de bprofecı́a. Pero
crean en el Mesı́as—Éste vendrá os declaro una profecı́a, de
por vez primera seiscientos años acuerdo con el espı́ritu que hay
después de haber salido Lehi de en mı́; por tanto, profetizaré se-

28a Es decir, hacia b 2 Rey. 16:20. 4a gee Espı́ritu Santo.


720 a.C., se profetizó 32a gee Sión. b gee Profecı́a,
esta destrucción b Sof. 3:12. profetizar.
acerca de los c O sea, buscarán
filisteos y se vaticinó refugio en ella.
que Judá serı́a 25 1a 2 Ne. 25:5–6.
protegido. 2a 2 Rey. 17:13–20. [Entre 559 y 545 a.C.]
2 NEFI 25:5–11 116
gún la cclaridad que en mı́ ha ca que se realicen, los hombres
habido desde la ocasión en que sabrán de seguro.
salı́ de Jerusalén con mi padre; 8 Por tanto, son de avalor a los
porque, he aquı́, mi alma se de- hijos de los hombres; y a los que
leita en la claridad para con mi suponen que no lo son, yo ha-
pueblo, a fin de que aprenda. blaré más particularmente, y li-
5 Sı́, y mi alma se deleita en las mitaré mis palabras a mi bpropio
palabras de aIsaı́as, porque salı́ pueblo; porque sé que serán
de Jerusalén, y mis ojos han vis- de gran valor para ellos en los
to las cosas de los bjudı́os, y sé c
postreros dı́as, porque entonces
que ellos entienden las cosas de las entenderán; por consiguien-
los profetas, y no hay ningún te, es para su bien que las he es-
otro pueblo que entienda, como crito.
ellos, las cosas que fueron pro- 9 Y ası́ como una generación
nunciadas a los judı́os, salvo ha sido adestruida entre los ju-
que sean instruidos conforme a dı́os a causa de la iniquidad, de
la manera de las cosas de los ju- igual manera han sido destrui-
dı́os. dos de generación en genera-
6 Mas he aquı́, yo, Nefi, no ción, según sus iniquidades; y
he enseñado a mis hijos confor- ninguno de ellos ha sido des-
me a la manera de los judı́os; truido jamás sin que se lo hayan
b
pero yo mismo he morado en predicho los profetas del Señor.
Jerusalén, por lo que sé acerca 10 Por tanto, les ha sido dicho
de las regiones circunvecinas; concerniente a la destrucción
y he mencionado a mis hijos que vendrı́a sobre ellos inme-
acerca de los juicios de Dios diatamente después que saliera
que han aacontecido entre los mi padre de Jerusalén; sin em-
judı́os, de acuerdo con todo lo bargo, endurecieron sus corazo-
que Isaı́as ha hablado, y no lo nes, y conforme a mi profecı́a,
escribo. han sido adestruidos, salvo aque-
7 Mas, he aquı́, procedo con mi llos que fueron bllevados cauti-
propia profecı́a, de acuerdo con vos a Babilonia.
mi aclaridad, en la que sé que 11 Y hablo esto a causa del es-
nadie puede errar; sin embargo, pı́ritu que está en mı́. Y a pesar
en los dı́as en que se cumplan de que han sido llevados, volve-
las profecı́as de Isaı́as, en la épo- rán otra vez y poseerán la tierra

4c 2 Ne. 31:3; 33:5–6; valor de las 1 Ne. 1:13.


Jacob 4:13. Escrituras. 10a 1 Ne. 7:13;
5a 1 Ne. 19:23; b Enós 1:13–16; 2 Ne. 6:8;
3 Ne. 23:1. Morm. 5:12–15; Omni 1:15;
b gee Judı́os. DyC 3:16–20. Hel. 8:20–21.
6a 2 Ne. 6:8; c gee Últimos dı́as, b 2 Rey. 24:14;
Hel. 8:20–21. postreros dı́as. Jer. 52:3–16.
7a 2 Ne. 32:7; 9a Jer. 39:4–10;
Alma 13:23. Mateo 23:37–38.
8a gee Escrituras—El b Amós 3:7; [Entre 559 y 545 a.C.]
117 2 NEFI 25:12–18
de Jerusalén; por tanto, serán 15 Por tanto, los ajudı́os serán
nuevamente arestaurados a la b
dispersados entre todas las na-
tierra de su herencia. ciones; sı́, y también cBabilonia
12 Pero he aquı́, habrá entre será destruida; por consiguien-
ellos guerras y rumores de te, otras naciones dispersarán a
guerras; y cuando llegue el los judı́os.
dı́a en que el aUnigénito del Pa- 16 Y después que hayan sido
dre, sı́, el Padre del cielo y de dispersados, y el Señor Dios
la tierra, se manifieste él mismo los haya castigado por otros
a ellos en la carne, he aquı́, lo pueblos, por el espacio de mu-
rechazarán por causa de sus chas generaciones, sı́, de gene-
iniquidades, y la dureza de sus ración en generación, hasta que
corazones, y lo duro de su cer- sean persuadidos a a creer en
viz. Cristo, el Hijo de Dios, y la ex-
13 He aquı́, lo acrucificarán; y piación, que es infinita para
después de ser puesto en un todo el género humano; y cuan-
b
sepulcro por el espacio de ctres do llegue ese dı́a en que crean
dı́as, se dlevantará de entre los en Cristo, y adoren al Padre en
muertos, con salvación en sus su nombre, con corazones puros
alas; y todos los que crean en su y manos limpias, y no esperen
nombre serán salvos en el reino más a otro Mesı́as, entonces, en
de Dios. Por tanto, mi alma se esa época, llegará el dı́a en que
deleita en profetizar concer- sea menester que crean estas
niente a él, porque he evisto su cosas.
dı́a, y mi corazón magnifica su 17 Y el Señor volverá a exten-
santo nombre. der su mano por segunda vez
14 Y he aquı́, acontecerá que para arestaurar a su pueblo de
después que el aMesı́as haya re- su estado perdido y caı́do. Por
sucitado de entre los muertos, y tanto, él procederá a efectuar
se haya manifestado a su pue- una obra bmaravillosa y un pro-
blo, a cuantos quieran creer en digio entre los hijos de los hom-
su nombre, he aquı́, Jerusalén bres.
será bdestruida otra vez; porque 18 Por consiguiente, él les ma-
¡ay de aquellos que combatan nifestará sus apalabras, las cua-
contra Dios y el pueblo de su les los bjuzgarán en el postrer
iglesia! dı́a, porque les serán dadas con

11a Esd. 1:1–4; 14a gee Mesı́as. gee Restauración


Jer. 24:5–7. b Lucas 21:24; del evangelio.
12a gee Unigénito. JS—M 1:1–18. b Isa. 29:14;
13a Lucas 23:33. 15a gee Judı́os. 2 Ne. 27:26;
b Juan 19:41–42; b Neh. 1:8–9; 3 Ne. 28:31–33.
1 Ne. 19:10. 2 Ne. 10:6. 18a 2 Ne. 29:11–12;
c Lucas 24:6–7; c gee Babel, Babilonia. 33:11, 14–15.
Mos. 3:10. 16a 2 Ne. 10:6–9; 30:7; b gee Juicio Final.
d gee Resurrección. Morm. 5:14.
e 1 Ne. 11:13–34. 17a 2 Ne. 21:11–12; 29:1. [Entre 559 y 545 a.C.]
2 NEFI 25:19–23 118
el fin de cconvencerlos del ver- sı́, he aquı́ os digo que ası́ como
dadero Mesı́as que ellos recha- estas cosas son verdaderas, y
zaron; y para convencerlos de como el Señor Dios vive, no
que no deben esperar más a un hay otro enombre dado debajo
Mesı́as que ha de venir, pues del cielo sino el de este Jesu-
no ha de venir otro, salvo que cristo, de quien he hablado,
sea un Mesı́as dfalso que enga- mediante el cual el hombre
ñe al pueblo; porque no hay si- pueda ser salvo.
no un Mesı́as de quien los pro- 21 De modo que por esta cau-
fetas han hablado, y ese Mesı́as sa el Señor Dios me ha prome-
es el que los judı́os rechazarán. tido que estas cosas que aescri-
19 Pues, según las palabras de bo serán guardadas, y preser-
los profetas, el aMesı́as viene vadas y entregadas a los de mi
b
seiscientos años a partir de la posteridad, de generación en
ocasión en que mi padre salió generación, para que se cumpla
de Jerusalén; y según las pala- la promesa hecha a José, que su
bras de los profetas, y también l i n a j e n o b p e r e c e r ı́ a j a m á s ,
la palabra del cángel de Dios, su mientras durase la tierra.
nombre será Jesucristo, el Hijo 22 Por tanto, estas cosas irán
de Dios. de generación en generación
20 Y ahora bien, hermanos mientras dure la tierra; e irán
mı́os, he hablado claramente de acuerdo con la voluntad y
para que no podáis errar; y co- deseo de Dios; y por ellas serán
mo vive el Señor Dios, que asa- a
juzgadas las naciones que las
có a Israel de la tierra de Egip- posean, según las palabras que
to, y dio poder a Moisés para están escritas.
b
sanar a las naciones después 23 Porque nosotros trabajamos
de haber sido mordidas por las diligentemente para escribir, a
serpientes ponzoñosas, si po- fin de apersuadir a nuestros hi-
nı́an sus ojos en la cserpiente jos, ası́ como a nuestros herma-
que él levantó ante ellas, y tam- nos, a creer en Cristo y a recon-
bién le dio poder para que hi- ciliarse con Dios; pues sabemos
riera la dpeña y brotara el agua; que es por la bgracia por la que

18c 2 Ne. 26:12–13. c Núm. 21:8–9; 2 Ne. 3:16;


d gee Anticristo. Alma 33:19; Alma 46:24–27.
19a gee Jesucristo— Hel. 8:14–15. 22a 2 Ne. 29:11; 33:10–15;
Profecı́as acerca de la d Éx. 17:6; 3 Ne. 27:23–27.
vida y la muerte de Núm. 20:11; 23a gee Niño(s).
Jesucristo. 1 Ne. 17:29; 20:21. b Rom. 3:23–24;
b 1 Ne. 10:4; e Oseas 13:4; 2 Ne. 2:4–10;
3 Ne. 1:1, 13. Hech. 4:10–12; Mos. 13:32;
c 2 Ne. 10:3. Mos. 5:8; Alma 42:12–16;
20a Éx. 3:7–10; Moisés 6:52. DyC 138:4.
1 Ne. 17:24, 31; 19:10. gee Salvador. gee Gracia.
b Juan 3:14; 21a 2 Ne. 27:6–14.
1 Ne. 17:41. b Amós 5:15; [Entre 559 y 545 a.C.]
119 2 NEFI 25:24–30
nos salvamos, después de chacer viz; por tanto, os he hablado cla-
cuanto podamos; ramente, para que no os podáis
24 y a pesar de que creemos en equivocar. Y las palabras que he
Cristo, aobservamos la ley de hablado quedarán como un btes-
Moisés, y besperamos anhelosa- timonio contra vosotros; pues
mente y con firmeza en Cristo, bastan para censeñar a cualquier
hasta que la ley sea cumplida. hombre la senda verdadera;
25 Pues para este fin se dio la porque la senda verdadera con-
a
ley; por tanto, para nosotros la siste en creer en Cristo y no ne-
ley ha bmuerto, y somos vivifica- garlo; porque al negarlo, tam-
dos en Cristo a causa de nuestra bién negáis a los profetas y la
fe; guardamos, empero, la ley, a ley.
causa de los mandamientos. 29 Y ahora bien, he aquı́, os di-
26 Y ahablamos de Cristo, nos go que la senda verdadera es
regocijamos en Cristo, predica- creer en Cristo y no negarlo; y
mos de Cristo, bprofetizamos de Cristo es el Santo de Israel; por
Cristo y escribimos según nues- tanto, debéis inclinaros ante él y
tras profecı́as, para que cnues- adorarlo con todo vuestro apo-
tros hijos sepan a qué fuente der, mente y fuerza, y con toda
han de acudir para la dremisión vuestra alma; y si hacéis esto, de
de sus pecados. ninguna manera seréis desecha-
27 Por lo tanto, hablamos con- dos.
cerniente a la ley para que nues- 30 Y hasta donde fuere necesa-
tros hijos sepan que la ley ya no rio, debéis observar las prácticas
rige; y, entendiendo que la ley y las aordenanzas de Dios hasta
ya no rige, amiren ellos adelante que sea cumplida la ley que fue
hacia aquella vida que está en dada a Moisés.
Cristo, y sepan con qué fin fue
dada la ley. Y para que, después
de cumplirse la ley en Cristo, no CAPÍTULO 26
endurezcan contra él sus cora-
zones, cuando la ley tenga que Cristo ejercerá su ministerio entre
ser abrogada. los nefitas—Nefi prevé la destruc-
28 Y ahora bien, he aquı́, pue- ción de los de su pueblo—Éstos ha-
blo mı́o, sois gente adura de cer- blarán desde el polvo—Los gentiles

23c Stg. 2:14–26. b Rom. 7:4–6. esperar anhelosa-


gee Obras. 26a Jacob 4:12; mente en Cristo
24a Jacob 4:4–5. Jarom 1:11; como mirar hacia lo
b La expresión en Mos. 3:13. futuro a Cristo.
inglés “look forward b Lucas 10:23–24. 28a Mos. 3:14.
to” que se traduce c gee Niño(s). b gee Testimonio.
aquı́ significa tanto d gee Remisión de c 2 Ne. 33:10.
esperar anhelosa- pecados. 29a Deut. 6:5;
mente en Cristo 27a La expresión en Mar. 12:29–31.
como mirar hacia lo inglés “look forward 30a gee Ordenanzas.
futuro a Cristo. to” que se traduce
25a gee Ley de Moisés. aquı́ significa tanto [Entre 559 y 545 a.C.]
2 NEFI 26:1–9 120
establecerán iglesias falsas y combi- fetas y a los santos, las profun-
naciones secretas—El Señor prohı́- didades de la tierra los atraga-
be que los hombres empleen las su- rán, dice el Señor de los Ejérci-
percherı́as sacerdotales. tos; y bmontañas los cubrirán, y
torbellinos los arrebatarán, y
Y DESPUÉS que Cristo haya aresu- edificios caerán sobre ellos y los
citado de entre los muertos, se desmenuzarán y reducirán a
os bmanifestará a vosotros, mis polvo.
hijos, y mis amados hermanos, y 6 Y serán visitados con true-
las palabras que él os hable se- nos, y relámpagos, y terremo-
rán la cley que observaréis. tos, y con toda clase de destruc-
2 Pues he aquı́, os digo que he ciones; porque el fuego de la
visto que pasarán muchas gene- ira del Señor se encenderá con-
raciones, y habrá grandes gue- tra ellos, y serán como rastrojo,
rras y contiendas entre mi pue- y el dı́a que viene los consumi-
blo. rá, dice el Señor de los Ejérci-
3 Y después que el Mesı́as haya tos.
venido, se darán a mi pueblo 7 ¡Oh, el dolor y la angustia de
a
señales de su bnacimiento, y mi alma por la pérdida de los de
también de su muerte y resu- mi pueblo que serán muertos!
rrección; y grande y terrible será Porque yo, Nefi, lo he visto, y
aquel dı́a para los malvados, casi me consume ante la presen-
porque perecerán; y perecen cia del Señor; pero tengo que
porque rechazan a los profetas y clamar a mi Dios: ¡Tus vı́as son
a
a los santos, y los apedrean y los justas!
matan; por lo que el clamor de 8 Pero he aquı́, los justos que
la csangre de los santos ascende- escuchan las palabras de los
rá desde la tierra hasta Dios en profetas y no los destruyen, sino
contra de ellos. que aesperan anhelosamente y
4 Por tanto, el dı́a que viene con firmeza en Cristo, aguar-
a
abrasará a todos los soberbios y dando las señales que son decla-
a los que obran inicuamente, di- radas, a pesar de todas las bper-
ce el Señor de los Ejércitos, por- secuciones, he aquı́, son ellos los
que serán como rastrojo. que cno perecerán.
5 Y a los que matan a los pro- 9 Mas el Hijo de Justicia se les

26 1a 3 Ne. 11:1–12. Morm. 8:27. anhelosamente en


b 1 Ne. 11:7; 12:6. 4a 3 Ne. 8:14–24; 9:3, 9. Cristo como mirar
c 3 Ne. 15:2–10. 5a 1 Ne. 19:11; hacia lo futuro a
3a 1 Ne. 12:4–6. 3 Ne. 10:14. Cristo.
gee Señal. b 3 Ne. 8:10; 9:5–8. b gee Persecución,
b gee Jesucristo— 7a gee Justicia. perseguir.
Profecı́as acerca de la 8a La expresión en c 3 Ne. 10:12–13.
vida y la muerte de inglés “look forward
Jesucristo. to” que se traduce
c Gén. 4:10; aquı́ significa tanto
2 Ne. 28:10; esperar [Entre 559 y 545 a.C.]
121 2 NEFI 26:10–17
a
aparecerá; y él los bsanará, y ñales y maravillas entre los hijos
tendrán cpaz con él hasta que de los hombres, según su fe.
hayan transcurrido dtres genera- 14 Mas he aquı́, os profetizo
ciones, y muchos de la ecuarta concerniente a los apostreros
generación hayan fallecido en dı́as, los dı́as en que el Señor
rectitud. Dios bmanifestará estas cosas a
10 Y cuando estas cosas hayan los hijos de los hombres.
transcurrido, sobrevendrá a mi 15 Después que mi posteridad
pueblo una presta adestrucción; y la posteridad de mis herma-
porque a pesar del dolor de mi nos hayan degenerado en la in-
alma, yo la he visto; por tanto, credulidad, y hayan sido heri-
sé que acontecerá; y ellos se dos por los gentiles; sı́, después
venden por nada; porque como que el Señor Dios haya acampa-
recompensa de su orgullo y su do en contra de ellos por todos
necedad, segarán destrucción; lados, y los haya sitiado con ba-
porque se entregan al diablo, y luarte y levantado fuertes con-
escogen las obras de tinieblas tra ellos; y después que hayan
más bien que la luz; por tanto, sido abatidos hasta el polvo, aun
tendrán que bajar al binfierno. hasta dejar de existir, con todo
11 Porque el Espı́ritu del Señor esto, las palabras de los justos
no asiempre luchará con el hom- serán escritas, y las oraciones de
bre. Y cuando el Espı́ritu cesa de los fieles serán oı́das, y todos los
luchar con el hombre, entonces que hayan degenerado en la in-
viene una presta destrucción, y credulidad no serán olvidados;
esto contrista mi alma. 16 porque aquellos que serán
12 Y ası́ como hablé acerca de destruidos les ahablarán desde
a
convencer a los bjudı́os de que la tierra, y sus palabras susurra-
Jesús es el cverdadero Cristo, es rán desde el polvo, y su voz será
menester que los gentiles tam- como uno que evoca a los espı́ri-
bién sean convencidos de que tus; porque el Señor Dios le da-
Jesús es el Cristo, el Dios Eterno; rá poder para que susurre con-
13 y que se manifiesta por el cerniente a ellos, como si fuera
poder del a Espı́ritu Santo a desde la tierra; y su habla susu-
cuantos en él creen; sı́, a toda rrará desde el polvo.
nación, tribu, lengua y pueblo, 17 Porque ası́ dice el Señor
obrando grandes milagros, se- Dios: aEscribirán las cosas que se

9a
3 Ne. 11:8–15. 11a Éter 2:15. evangelio.
b
3 Ne. 17:7–9. 12a 2 Ne. 25:18. 16a Isa. 29:4;
c
4 Ne. 1:1–4. b 2 Ne. 30:7; Moro. 10:27;
d
1 Ne. 12:11–12; Morm. 5:14. Moisés 7:62.
3 Ne. 27:30–32. gee Judı́os. gee Libro de
e Alma 45:10–12; c Morm. 3:21. Mormón.
Hel. 13:9–10. 13a gee Espı́ritu Santo. 17a 2 Ne. 29:12.
10a Alma 45:9–14; 14a gee Últimos dı́as,
Morm. 8:1–9. postreros dı́as.
b gee Infierno. b gee Restauración del [Entre 559 y 545 a.C.]
2 NEFI 26:18–28 122
harán entre ellos, y serán escri- asesinato y de las obras de tinie-
tas y selladas en un libro; y blas; sı́, y los lleva del cuello con
aquellos que hayan degenerado cordel de lino, hasta que los ata
en la incredulidad no las ten- para siempre jamás con sus
drán, porque bprocuran destruir fuertes cuerdas.
las cosas de Dios. 23 Porque he aquı́, amados
18 Por tanto, ası́ como los que hermanos mı́os, os digo que el
han sido destruidos fueron tala- Señor Dios no obra en la obscu-
dos prestamente, y la multitud ridad.
de sus fuertes será como el aras- 24 Él no hace nada a menos
trojo que desaparece, sı́, ası́ dice que sea para el beneficio del
el Señor Dios: Será en un instan- mundo; porque él aama al mun-
te, repentinamente. do, al grado de dar su propia vi-
19 Y sucederá que los que ha- da para traer a btodos los hom-
yan degenerado en la increduli- bres a él. Por tanto, a nadie man-
dad serán aheridos por mano de da él que no participe de su sal-
los gentiles. vación.
20 Y los gentiles se ensalzan 25 He aquı́, ¿acaso exclama él a
con la asoberbia de sus ojos, y alguien, diciendo: Apártate de
han btropezado a causa de lo mı́? He aquı́, os digo que no; an-
grande de su ctropezadero, y tes bien, dice: aVenid a mı́, voso-
han establecido muchas digle- tros, todos los extremos de la
sias; sin embargo, menosprecian tierra, bcomprad leche y miel sin
el poder y los milagros de Dios, dinero y sin precio.
y se predican su propia sabidu- 26 He aquı́, ¿ha mandado él a
rı́a y su propia einstrucción, para alguno que salga de las sinago-
enriquecerse y fmoler la faz de gas, o de las casas de adoración?
los pobres. He aquı́, os digo que no.
21 Y se edifican muchas igle- 27 ¿Ha mandado él a alguien
sias que causan aenvidias, y con- que no participe de su asalva-
tiendas, y malicia. ción? He aquı́, os digo que no,
22 Y también existen combina- sino que la ha bdado gratuita-
ciones asecretas, como en los mente para todos los hombres; y
tiempos antiguos, según las ha mandado a su pueblo que
combinaciones del diablo, por- persuada a todos los hombres a
que él es el fundador de todas que se carrepientan.
estas cosas; sı́, el fundador del 28 He aquı́, ¿ha mandado el

17b Enós 1:14. Morm. 8:28. 25a Alma 5:33–35;


18a Morm. 5:16–18. e Morm. 9:7–8; 3 Ne. 9:13–14.
19a 3 Ne. 16:8–9; 2 Ne. 9:28. b Isa. 55:1–2.
20:27–28. f Isa. 3:15; 2 Ne. 13:15. 27a gee Salvación.
20a gee Orgullo. 21a gee Envidia. b Efe. 2:8; 2 Ne. 25:23.
b 1 Ne. 13:29, 34. 22a gee Combinaciones c gee Arrepentimiento,
gee Apostası́a. secretas. arrepentirse.
c Ezeq. 14:4. 24a Juan 3:16.
d 1 Ne. 14:10; 22:23; b 3 Ne. 27:14–15. [Entre 559 y 545 a.C.]
123 2 NEFI 26:29–27:1
Señor a alguien que no participe 33 Porque ninguna de estas
de su bondad? He aquı́, os digo: iniquidades viene del Señor,
No; sino que atodo hombre tiene porque él hace lo que es bue-
tanto privilegio como cualquier no entre los hijos de los hom-
otro, y nadie es excluido. bres; y nada hace que no sea
29 Él manda que no haya su- claro para los hijos de los hom-
percherı́as; porque he aquı́, son bres; y él invita a todos ellos
a
supercherı́as sacerdotales el a que vengan a él y participen
que los hombres prediquen y se de su bondad; y a nadie de
constituyan a sı́ mismos como los que a él vienen adesecha,
una luz al mundo, con el fin de sean negros o blancos, esclavos
obtener lucro y balabanza del o libres, varones o mujeres; y
mundo; pero no buscan el bien se acuerda de los bpaganos; y
c
de Sión. todos son iguales ante Dios,
30 He aquı́, el Señor ha veda- tanto los judı́os como los gen-
do esto; por tanto, el Señor Dios tiles.
ha dado el mandamiento de
que todos los hombres ten-
CAPÍTULO 27
gan acaridad, y esta caridad es
b
amor. Y a menos que tengan
caridad, no son nada. Por tanto, Tinieblas y apostası́a cubrirán la
si tuviesen caridad, no permiti- tierra en los últimos dı́as—El Libro
rı́an que pereciera el obrero en de Mormón saldrá a luz—Tres tes-
Sión. tigos darán testimonio del libro—
31 Mas el obrero en aSión tra- El hombre instruido dirá que no
bajará para Sión; porque si tra- puede leer el libro sellado—El Se-
baja por bdinero, perecerá. ñor ejecutará una obra maravillosa
32 Y además, el Señor Dios y un prodigio — Compárese con
ha amandado a los hombres no Isaı́as 29.
cometer homicidio; no mentir; MAS he aquı́ que en los aúltimos
no robar; no tomar el nombre dı́as, o sea, en los dı́as de los
del Señor su Dios en bvano; no gentiles, sı́, he aquı́ que todas las
envidiar; no tener malicia; no naciones de los gentiles, y tam-
contender unos con otros; no bién los judı́os, tanto los que
cometer fornicaciones; y no vengan a esta tierra como los
hacer ninguna de estas cosas; que se hallen sobre otras tierras,
porque los que tal hagan, pere- sı́, sobre todas las tierras del
cerán. mundo, he aquı́, estarán ebrios

28a Rom. 2:11; 31a gee Sión. b Alma 26:37.


1 Ne. 17:33–35. b Jacob 2:17–19; c Rom. 2:11;
29a gee Supercherı́as DyC 11:7; 38:39. 1 Ne. 17:35.
sacerdotales. 32a gee Mandamientos 27 1a gee Últimos dı́as,
b DyC 121:34–37. de Dios. postreros dı́as.
30a Moro. 7:47–48. b gee Profanidad.
gee Caridad. 33a Hech. 10:9–35,
b gee Amor. 44–45. [Entre 559 y 545 a.C.]
2 NEFI 27:2–11 124
de iniquidad y de toda clase de Dios os amanifestará las palabras
abominaciones. de un blibro; y serán las palabras
2 Y cuando venga ese dı́a, los de los que han dormido.
visitará el Señor de los Ejércitos 7 Y he aquı́, el libro estará ase-
con truenos y con terremotos, y llado; y en él habrá una brevela-
con un gran estruendo, y con ción de Dios, desde el principio
borrasca, y con tempestad, y con del mundo, hasta su cfin.
la allama de fuego devorador. 8 Por lo tanto, a causa de las
3 Y todas las a naciones que cosas que están aselladas, bno se
b
pugnen contra Sión y que la entregarán estas cosas selladas
acongojen, serán como sueño en el dı́a de las maldades y abo-
de visión nocturna; sı́, les será minaciones del pueblo. Por tan-
como al hambriento que sueña; to, les será retenido el libro;
y he aquı́, come, mas despierta y 9 mas el libro será entregado a
su alma está vacı́a; o como un un ahombre, y él entregará las
sediento que sueña; y he aquı́, palabras del libro, que son las
bebe, pero cuando despierta, es- palabras de aquellos que han
tá desfallecido, y su alma siente dormido en el polvo, y entrega-
hambre; sı́, aun ası́ será con la rá estas palabras a botro;
multitud de todas las naciones 10 mas no entregará las pala-
que pugnen contra el monte de bras que están selladas, ni tam-
Sión. poco entregará el libro. Porque
4 Porque he aquı́, todos voso- el libro será sellado por el poder
tros que obráis iniquidad, dete- de Dios, y la revelación que fue
neos y asombraos, porque grita- sellada se guardará en el libro
réis y clamaréis; sı́, estaréis hasta que llegue el propio y de-
ebrios, mas no de vino; titubea- bido tiempo del Señor en que
réis, mas no de licor. aparezcan; porque he aquı́, re-
5 Porque he aquı́, el Señor ha velan todas las cosas desde la
derramado sobre vosotros el es- fundación del mundo hasta su
pı́ritu de un profundo sueño; fin.
pues he aquı́ que habéis cerrado 11 Y vendrá el dı́a en que las
vuestros ojos y rechazado a los palabras del libro, que fueron
profetas; y a vuestros gobernan- selladas, se leerán desde los te-
tes y a los videntes él ha cubier- chos de las casas; y serán leı́das
to a causa de vuestra iniquidad. por el poder de Cristo, y se are-
6 Y acontecerá que el Señor velarán a los hijos de los hom-

2a Isa. 24:6; 66:15–16; gee Libro de Éter 4:5–6.


Jacob 6:3; Mormón. 9a DyC 17:5–6.
3 Ne. 25:1. 7a Isa. 29:11–12; b JS—H 1:64–65.
3a Isa. 29:7–8. Éter 3:25–27; 4:4–7. 11a Lucas 12:3;
b 1 Ne. 22:14. b Mos. 8:19. Morm. 5:8;
6a Jarom 1:2; c Éter 13:1–12. DyC 121:26–31.
Morm. 5:12–13. 8a Éter 5:1.
b 2 Ne. 26:16–17; 29:12. b 3 Ne. 26:9–12; [Entre 559 y 545 a.C.]
125 2 NEFI 27:12–23
bres todas las cosas jamás habi- gloria del mundo, y para obte-
das entre ellos, y cuantas habrá ner alucro dirán esto, y no para
aun hasta el fin de la tierra. la gloria de Dios.
12 Por tanto, el dı́a en que se 17 Y el hombre dirá: No puedo
entregue el libro al hombre de traer el libro, porque está sella-
quien he hablado, quedará ocul- do.
to dicho libro de los ojos del 18 Entonces dirá el instruido:
mundo para que no lo vea ojo No puedo leerlo.
alguno, salvo atres btestigos que 19 Por tanto, acontecerá que el
lo verán por el poder de Dios, Señor Dios de nuevo entregará
además de aquel a quien el libro el libro y las palabras que contie-
será entregado; y testificarán de ne al que no es instruido, el cual
la verdad del libro y de las cosas dirá: No soy instruido.
que contiene. 20 Entonces el Señor Dios le di-
13 Y nadie más lo verá, sino rá: Los instruidos no las leerán
unos pocos, conforme a la vo- porque las han rechazado, y yo
luntad de Dios, para dar testi- puedo efectuar mi propia obra;
monio de su palabra a los hijos por tanto, tú leerás las palabras
de los hombres; porque el Señor que yo te daré.
Dios ha dicho que las palabras 21 No atoques las cosas que es-
de los fieles habları́an cual si tán selladas, pues las manifesta-
fuera de aentre los muertos. ré en mi propio y debido tiem-
14 Por tanto, el Señor Dios po; porque mostraré a los hijos
procederá a sacar a luz las pala- de los hombres que puedo eje-
bras del libro; y en la boca de cutar mi propia obra.
cuantos testigos a él le plazca, 22 Por tanto, cuando hayas leı́-
establecerá su palabra; y ¡ay de do las palabras que te he man-
aquel que arechace la palabra de dado, y obtenido los atestigos
Dios! que te he prometido, entonces
15 Mas he aquı́, acontecerá que sellarás otra vez el libro, y lo
el Señor Dios dirá a aquel a esconderás para mis propósitos,
quien entregará el libro: Toma a fin de que yo preserve las pa-
estas palabras que no están se- labras que no has leı́do, hasta
lladas y entrégalas a otro, para que en mi propia sabidurı́a me
que las muestre al instruido, di- parezca oportuno revelar todas
ciendo: Te ruego que aleas esto. las cosas a los hijos de los hom-
Y el instruido dirá: Trae aquı́ el bres.
libro, y yo las leeré. 23 Porque he aquı́, yo soy Dios;
16 Y ahora bien, por causa de la y soy un Dios de amilagros; y

12a 2 Ne. 11:3; Éter 5:2–4; 14a 2 Ne. 28:29–30; 21a Éter 5:1.
DyC 5:11, 15; 17:1. Éter 4:8. 22a gee Testigos del Libro
b Deut. 19:15. 15a Isa. 29:11–12; de Mormón.
13a 2 Ne. 3:19–20; JS—H 1:65. 23a gee Milagros.
33:13–15; 16a gee Supercherı́as
Moro. 10:27. sacerdotales. [Entre 559 y 545 a.C.]
2 NEFI 27:24–34 126
manifestaré al mundo que soy el do del constructor: No tenı́a in-
b
mismo ayer, hoy y para siem- teligencia?
pre; y no obro entre los hijos de 28 Pero he aquı́, dice el Señor
los hombres sino de cconformi- de los Ejércitos: Enseñaré a los
dad con su fe. hijos de los hombres que de
24 Y otra vez acontecerá que el aquı́ a muy poco tiempo el Lı́ba-
Señor dirá a aquel que lea las no se convertirá en campo fértil;
palabras que le han de ser entre- y el campo fértil será apreciado
gadas: como un bosque.
25 aPor cuanto este pueblo se 29 aY en aquel dı́a los sordos
me acerca con su boca, y con sus oirán las palabras del libro, y los
labios me bhonra, mas su cora- ojos de los ciegos verán de en
zón ha alejado de mı́, y su temor medio de la obscuridad y de las
para conmigo les es inculcado tinieblas.
por los cpreceptos de los hom- 30 Y los amansos también au-
bres, mentarán, y su bgozo será en el
26 procederé yo, por tanto, a Señor; y los pobres entre los
ejecutar una obra amaravillosa hombres se regocijarán en el
entre este pueblo; sı́, una obra Santo de Israel.
b
maravillosa y un prodigio; por- 31 Porque ası́ como vive el Se-
que la sabidurı́a de sus sabios e ñor, verán que el aviolento es re-
instruidos perecerá, y el enten- ducido a la nada, y es consumi-
dimiento de sus prudentes será do el escarnecedor; y todos los
escondido. que velan por la iniquidad son
27 Y ¡aay de aquellos que pro- talados;
curan con afán esconder sus de- 32 y los que hacen aofensor al
signios del Señor! Y sus obras se hombre por una palabra, y tien-
hacen en las tinieblas, y dicen: den trampa al que reprende a la
b
¿Quién nos ve?, y ¿quién nos puerta, y capartan al justo por
conoce? Y dicen también: Cier- una pequeñez.
tamente tu obra de trastornar 33 Por tanto, el Señor que redi-
las cosas de arriba abajo será es- mió a Abraham ası́ dice, respec-
timada como el barro del balfare- to a la casa de Jacob: Ahora Ja-
ro. Mas he aquı́, dice el Señor de cob no se avergonzará, ni su ros-
los Ejércitos, les mostraré que tro se pondrá pálido.
conozco todas sus obras. ¿Pues 34 Mas cuando él avea a sus hi-
acaso dirá la obra del artı́fice: Él jos, obra de mis manos, en su
no me hizo?, o ¿dirá lo construi- centro, santificarán ellos mi

23b Heb. 13:8. evangelio. 31a Isa. 29:20.


c Heb. 11; Éter 12:7–22. b Isa. 29:14; 2 Ne. 25:17. 32a Lucas 11:54.
25a Isa. 29:13. 27a Isa. 29:15. b Amós 5:10.
b Mateo 15:8. b Jer. 18:6. c 2 Ne. 28:16.
c 2 Ne. 28:31. 29a Isa. 29:18. 34a Isa. 29:23–24.
26a 1 Ne. 22:8; 30a gee Mansedumbre,
2 Ne. 29:1–2. manso.
gee Restauración del b DyC 101:36. [Entre 559 y 545 a.C.]
127 2 NEFI 27:35–28:8
nombre y santificarán al Santo los que hayan establecido igle-
de Jacob, y temerán al Dios de sias, mas no para el Señor;
Israel. 4 y contenderán una con otra;
35 Y también los que aerraron y sus sacerdotes disputarán en-
en espı́ritu vendrán al conoci- tre sı́, y enseñarán con su acono-
miento; y los que murmuraron cimiento, y negarán al Espı́ritu
b
aprenderán doctrina. Santo, el cual inspira a hablar.
5 Y aniegan el bpoder de Dios,
el Santo de Israel, y dicen al
CAPÍTULO 28
pueblo: Escuchadnos y oı́d
nuestro precepto; pues he aquı́,
En los últimos dı́as se establecerán hoy cno hay Dios, porque el Se-
muchas iglesias falsas—Enseñarán ñor y Redentor ha acabado su
doctrinas falsas, vanas e insensa- obra y ha dado su poder a los
tas — Abundará la apostası́a por hombres;
motivo de los maestros falsos—El 6 he aquı́, escuchad mi precep-
diablo enfurecerá el corazón de los to: Si dijeren que hay un mila-
hombres—Él enseñará todo género gro hecho por la mano del Se-
de doctrinas falsas. ñor, no lo creáis, pues hoy ya no
Y AHORA bien, hermanos mı́os, es un Dios de amilagros; ya ha
he aquı́ que os he hablado se- terminado su obra.
gún el Espı́ritu me ha constreñi- 7 Sı́, y habrá muchos que dirán:
a
do; por tanto, sé que ciertamen- Comed, bebed y divertı́os, por-
te se han de verificar. que mañana moriremos; y nos
2 Y las cosas que se escribirán, irá bien.
procedentes del alibro, serán de 8 Y también habrá muchos que
gran bvalor para los hijos de los dirán: Comed, bebed y diver-
hombres, y particularmente pa- tı́os; no obstante, temed a Dios,
ra nuestra posteridad, que es un pues él ajustificará la comisión
resto de la casa de Israel. de unos cuantos pecados; sı́,
b
3 Porque sucederá en aquel dı́a mentid un poco, aprovechaos
que las aiglesias que se hayan es- de alguno por causa de sus pala-
tablecido, mas no para el Señor, bras, tended ctrampa a vuestro
dirán la una a la otra: ¡He aquı́ prójimo; en esto no hay mal; y
que yo, yo soy la del Señor!; y haced todas estas cosas, porque
dirán las demás: ¡Yo, yo soy la mañana moriremos; y si es que
del Señor! Y ası́ hablarán todos somos culpables, Dios nos dará

35a 2 Ne. 28:14; 4 Ne. 1:25–29; 8a Morm. 8:31.


DyC 33:4. Morm. 8:28, 32–38. b DyC 10:25;
b Dan. 12:4. 4a 2 Ne. 9:28. Moisés 4:4.
28 2a gee Libro de 5a 2 Ne. 26:20. gee Mentiras.
Mormón. b 2 Tim. 3:5. c Prov. 26:27;
b 1 Ne. 13:34–42; 22:9; c Alma 30:28. 1 Ne. 14:3.
3 Ne. 21:6. 6a Morm. 8:26; 9:15–26.
3a 1 Cor. 1:10–13; 7a 1 Cor. 15:32;
1 Ne. 22:23; Alma 30:17–18. [Entre 559 y 545 a.C.]
2 NEFI 28:9–19 128
algunos azotes, y al fin nos sal- porque son enseñados por los
varemos en el reino de Dios. preceptos de los hombres.
9 Sı́, y habrá muchos que de es- 15 ¡Oh los asabios, los instrui-
ta manera enseñarán falsas, va- dos y los ricos que se inflan con
nas e ainsensatas bdoctrinas; y se el borgullo de sus corazones, y
engreirán en sus corazones, y todos aquellos que predican fal-
tratarán afanosamente de ocul- sas doctrinas, y todos aquellos
tar sus designios del Señor, y que cometen fornicaciones y
sus obras se harán en las tinie- pervierten el recto camino del
blas. Señor! ¡cAy, ay, ay de ellos, dice
10 Y la asangre de los santos el Señor Dios Todopoderoso,
clamará desde el suelo contra porque serán arrojados al infier-
ellos. no!
11 Sı́, todos se han salido de la 16 ¡Ay de aquellos que a re-
a
senda; se han bcorrompido. pudian al justo por una peque-
12 A causa del aorgullo, y a ñez y vilipendian lo que es bue-
causa de falsos maestros y falsa no, y dicen que no vale nada!
doctrina, sus iglesias se han Porque llegará el dı́a en que
corrompido y se ensalzan; se el Señor Dios visitará súbita-
han infatuado a causa de su or- mente a los habitantes de la tie-
gullo. rra; y el dı́a en que hayan llega-
13 a Roban a los b pobres por do al bcolmo sus iniquidades,
motivo de sus bellos santuarios; perecerán.
roban a los pobres por razón de 17 Mas he aquı́, si los habitan-
sus ricas vestiduras; y persiguen tes de la tierra se arrepienten de
a los mansos y a los pobres de sus iniquidades y abominacio-
corazón, porque se han engreı́- nes, no serán destruidos, dice el
do con su corgullo. Señor de los Ejércitos.
14 Llevan aerguida la cerviz, y 18 Mas he aquı́, esa grande y
enhiesta la cabeza; sı́, y por mo- abominable iglesia, la aramera
tivo del orgullo, de la iniquidad, de toda la tierra, tendrá que
b
de abominaciones y fornicacio- desplomarse, y grande será su
nes, todos se han bextraviado, caı́da.
salvo unos pocos que son los 19 Porque el reino del diablo
humildes discı́pulos de Cristo; ha de aestremecerse, y los que a
sin embargo, son guiados de tal él pertenezcan deben ser provo-
manera que a menudo yerran cados a arrepentirse, o el bdiablo

9a Ezeq. 13:3; Hel. 13:29. DyC 33:4. c 3 Ne. 29:5.


b Mateo 15:9. 12a Prov. 28:25. 16a Isa. 29:21.
10a Apoc. 6:9–11; 13a Ezeq. 34:8. b Éter 2:9–10.
2 Ne. 26:3; b Hel. 4:12. 18a Apoc. 19:2.
Morm. 8:27; c Alma 5:53. b 1 Ne. 14:3, 17.
Éter 8:22–24; 14a Prov. 21:4. 19a 1 Ne. 22:23.
DyC 87:7. b Isa. 53:6. b Alma 34:35.
11a Hel. 6:31. 15a Prov. 3:5–7.
b Morm. 8:28–41; b gee Orgullo. [Entre 559 y 545 a.C.]
129 2 NEFI 28:20–31
los prenderá con sus sempiter- 26 Sı́, ¡ay de aquel que aescucha
nas ccadenas, y serán movidos a los preceptos de los hombres, y
cólera, y perecerán; niega el poder de Dios y el don
20 porque he aquı́, en aquel dı́a del Espı́ritu Santo!
él aenfurecerá los corazones de 27 Sı́, ¡ay de aquel que dice:
los hijos de los hombres, y los Hemos recibido, y no anecesita-
agitará a la ira contra lo que es mos más!
bueno. 28 Y por fin, ¡ay de todos aque-
21 Y a otros los apacificará y los llos que tiemblan, y están aeno-
adormecerá con seguridad car- jados a causa de la verdad de
nal, de modo que dirán: Todo Dios! Pues he aquı́, aquel que
va bien en Sión; sı́, Sión prospe- está edificado sobre la broca,
ra, todo va bien. Y ası́ el bdiablo la recibe con gozo; y el que
engaña sus almas, y los conduce está fundado sobre un cimiento
astutamente al infierno. arenoso, tiembla por miedo de
22 Y he aquı́, a otros los lison- caer.
jea y les cuenta que no hay 29 ¡Ay del que diga: Hemos re-
a
infierno; y les dice: Yo no soy cibido la palabra de Dios, y ano
b
el diablo, porque no lo hay; y necesitamos más de la palabra
ası́ les susurra al oı́do, hasta de Dios, porque ya tenemos su-
que los prende con sus terribles ficiente!
b
cadenas, de las cuales no hay 30 Pues he aquı́, ası́ dice el
rescate. Señor Dios: Daré a los hijos de
23 Sı́, son atrapados por la los hombres lı́nea por lı́nea, pre-
muerte y el infierno; y la muer- cepto por aprecepto, un poco
te, el infierno y el diablo, y todos aquı́ y un poco allı́; y benditos
los que hayan caı́do en su poder son aquellos que escuchan mis
deben presentarse ante el trono preceptos y prestan atención a
de Dios y ser ajuzgados según mis consejos, porque aprende-
sus obras, de donde tendrán rán bsabidurı́a; pues a quien cre-
que ir al lugar preparado para ciba, le daré dmás; y a los que
ellos, sı́, un blago de fuego y azu- digan: Tenemos bastante, les
fre, que es tormento sin fin. será quitado aun lo que tuvie-
24 Por tanto, ¡ay del reposado ren.
en Sión! 31 ¡Maldito es aquel que pone
25 ¡Ay de aquel que exclama: su aconfianza en el hombre, o
Todo está bien! hace de la carne su brazo, o es-

19c Alma 12:11. 26a 2 Ne. 9:29. DyC 98:12.


20a DyC 10:20–27. 27a Alma 12:10–11. b gee Sabidurı́a.
21a Morm. 8:31. 28a 2 Ne. 9:40; 33:5. c Lucas 8:18.
b 2 Ne. 9:39. gee Rebelión. d Alma 12:10;
22a gee Infierno. b Mateo 7:24–27. DyC 50:24.
b Alma 36:18. gee Roca. 31a DyC 1:19–20.
23a gee Jesucristo—Es 29a 2 Ne. 27:14; Éter 4:8.
juez; Juicio Final. b 2 Ne. 29:3–10.
b 2 Ne. 9:16, 19, 26. 30a Isa. 28:9–13; [Entre 559 y 545 a.C.]
2 NEFI 28:32–29:5 130
cucha los preceptos de los hom- hecho a ti, Nefi, y también a tu
bres, salvo cuando sus precep- padre, que me acordarı́a de tu
tos sean dados por el poder del posteridad; y que las apalabras
Espı́ritu Santo! de tu posteridad procederı́an de
32 ¡aAy de los gentiles, dice el mi boca a tu posteridad; y mis
Señor Dios de los Ejércitos! Por- palabras bresonarán hasta los ex-
que no obstante que les exten- tremos de la tierra, por cestan-
deré mi brazo de dı́a en dı́a, me darte a los de mi pueblo que son
negarán. Sin embargo, si se arre- de la casa de Israel;
pienten y vienen a mı́, seré mi- 3 y porque mis palabras reso-
sericordioso con ellos, porque narán— muchos de los gentiles
mi bbrazo está extendido todo el dirán: ¡Una aBiblia! ¡Una Biblia!
dı́a, dice el Señor Dios de los ¡Tenemos una Biblia, y no pue-
Ejércitos. de haber más Biblia!
4 Mas ası́ dice el Señor Dios:
Oh necios, tendrán una Biblia; y
CAPÍTULO 29 procederá de los ajudı́os, mi an-
tiguo pueblo del convenio. ¿Y
Muchos gentiles rechazarán el Li- qué agradecimiento manifiestan
bro de Mormón—Dirán: “No nece- a los bjudı́os por la cBiblia que de
sitamos más Biblia”—El Señor ha- ellos recibieron? Sı́, ¿qué preten-
bla a muchas naciones—Él juzgará den decir con eso los gentiles?
al mundo de acuerdo con los libros ¿Recuerdan ellos los afanes y los
que se escriban. trabajos y las aflicciones de los
judı́os, y su diligencia para con-
MAS he aquı́ que habrá muchos migo en llevar la salvación a los
—el dı́a en que yo proceda a eje- gentiles?
cutar una obra amaravillosa en- 5 Oh gentiles, ¿os habéis acor-
tre ellos, a fin de que yo recuer- dado de los judı́os, mi antiguo
de mis bconvenios que he hecho pueblo del convenio? No; sino
con los hijos de los hombres, que los habéis maldecido y aabo-
para que extienda mi mano por rrecido, y no habéis procurado
c
segunda vez, para restaurar a restaurarlos. Mas he aquı́, yo ha-
los de mi pueblo que son de la ré volver todas estas cosas sobre
casa de Israel; vuestra propia cabeza; porque
2 y también para que yo re- yo, el Señor, no he olvidado a
cuerde las promesas que te he mi pueblo.

32a 1 Ne. 14:6. gee Israel—La gee Biblia; Libro de


b Jacob 5:47; 6:4. congregación de Mormón.
29 1a 2 Ne. 27:26. Israel. 4a DyC 3:16.
gee Restauración del 2a 2 Ne. 3:18–21. b gee Judı́os.
evangelio. b Isa. 5:26; 2 Ne. 15:26; c gee Judá—El palo de
b gee Abraham, Moro. 10:28. Judá.
convenio de. c 1 Ne. 21:22. 5a 3 Ne. 29:8.
c 2 Ne. 6:14; gee Pendón.
21:11–12; 25:17. 3a 1 Ne. 13:23–25. [Entre 559 y 545 a.C.]
131 2 NEFI 29:6–13
6 ¡Oh necio, que dirás: Una aBi- terminada mi obra; ni se acabará
blia; tenemos una Biblia y no hasta el fin del hombre; ni desde
necesitamos más Biblia! ¿Ten- entonces para siempre jamás.
drı́ais una Biblia, de no haber si- 10 Ası́ que no por tener una Bi-
do por los judı́os? blia debéis suponer que contie-
7 ¿No sabéis que hay más de ne todas mis apalabras; ni tam-
una nación? ¿No sabéis que yo, poco debéis suponer que no he
el Señor vuestro Dios, he acrea- hecho escribir otras más.
do a todos los hombres, y que 11 Porque mando a atodos los
me acuerdo de los que viven en hombres, tanto en el este, como
las bislas del mar; y que gobierno en el oeste, y en el norte, ası́ co-
arriba en los cielos y abajo en la mo en el sur y en las islas del
tierra; y manifiesto mi palabra a mar, que bescriban las palabras
los hijos de los hombres, sı́, so- que yo les hable; porque de los
c
bre todas las naciones de la tie- libros que se escriban djuzgaré
rra? yo al mundo, cada cual según
8 ¿Por qué murmuráis por te- sus obras, conforme a lo que es-
ner que recibir más de mi pala- té escrito.
bra? ¿No sabéis que el testimo- 12 Porque he aquı́, hablaré a
nio de ados naciones os es un los ajudı́os, y lo escribirán; y ha-
b
testigo de que yo soy Dios, que blaré también a los nefitas, y és-
me acuerdo tanto de una nación tos lo bescribirán; y también ha-
como de otra? Por tanto, hablo blaré a las otras tribus de la casa
las mismas palabras, ası́ a una de Israel que he conducido le-
como a otra nación. Y cuando jos, y lo escribirán; y también
las dos cnaciones se junten, el hablaré a ctodas las naciones de
testimonio de las dos se juntará la tierra, y ellas lo escribirán.
también. 13 Y acontecerá que los ajudı́os
9 Y hago esto para mostrar a tendrán las palabras de los nefi-
muchos que soy el amismo ayer, tas, y los nefitas tendrán las pa-
hoy y para siempre; y que decla- labras de los judı́os; y los nefitas
ro mis palabras según mi volun- y los judı́os tendrán las palabras
tad. Y no supongáis que porque de las btribus perdidas de Israel;
hablé una bpalabra, no puedo y éstas poseerán las palabras de
hablar otra; porque aún no está los nefitas y los judı́os.

6a 1 Ne. 13:38. 10a gee Escrituras—Se b 1 Ne. 13:38–42;


7a gee Creación, crear. profetiza la 2 Ne. 26:17.
b 1 Ne. 22:4. publicación de las c 2 Ne. 26:33.
8a Ezeq. 37:15–20; Escrituras. 13a Morm. 5:12–14.
1 Ne. 13:38–41; 11a Alma 29:8. b gee Israel—Las diez
2 Ne. 3:12. b 2 Tim. 3:16. tribus perdidas de
b Mateo 18:16. c gee Libro de la vida. Israel.
gee Testigo. d 2 Ne. 25:22;
c Oseas 1:11. 33:11, 14–15.
9a Heb. 13:8. gee Juicio Final.
b gee Revelación. 12a 1 Ne. 13:23–29. [Entre 559 y 545 a.C.]
2 NEFI 29:14–30:6 132
14 Y sucederá que mi pueblo, pienten son el pueblo del acon-
que es de la acasa de Israel, será venio del Señor; y cuantos bju-
reunido sobre las tierras de sus dı́os no se arrepientan serán ta-
posesiones; y mi palabra se reu- lados; porque el Señor no hace
nirá también en buna. Y mani- convenio con nadie sino con
festaré a los que luchen contra aquellos que se carrepienten y
mi palabra y contra mi pueblo, creen en su Hijo, que es el Santo
que es de la ccasa de Israel, que de Israel.
yo soy Dios, y que hice dconve- 3 Y ahora quisiera profetizaros
nio con Abraham de que me algo más acerca de los judı́os y
acordarı́a de su eposteridad fpa- los gentiles. Porque después
ra siempre. que aparezca el libro de que he
hablado, y se haya escrito para
los gentiles y sellado nueva-
CAPÍTULO 30 mente para los fines del Señor,
habrá muchos que acreerán las
Los gentiles convertidos serán con- palabras que estén escritas; y
b
tados entre los del pueblo del conve- ellos las llevarán al resto de
nio—Muchos lamanitas y muchos nuestra posteridad.
judı́os creerán en la palabra y llega- 4 Y entonces el resto de nues-
rán a ser deleitables—Israel será tra posteridad sabrá acerca de
restaurado y los inicuos serán des- nosotros: cómo fue que salimos
truidos. de Jerusalén, y que ellos son
descendientes de los judı́os;
Y AHORA bien, he aquı́, amados 5 y el evangelio de Jesucristo
hermanos mı́os, quisiera habla- será declarado entre aellos; por
ros; porque yo, Nefi, no quisiera lo que bles será restaurado el
c
permitiros suponer que sois más conocimiento de sus padres, co-
justos de lo que serán los genti- mo también el conocimiento de
les. Pues he aquı́, a no ser que Jesucristo que hubo entre sus
guardéis los mandamientos de padres.
Dios, todos pereceréis igual- 6 Y entonces se regocijarán;
mente; y a causa de las palabras porque sabrán que es una ben-
que se han dicho, no debéis su- dición para ellos de la mano de
poner que los gentiles serán to- Dios; y las escamas de tinieblas
talmente destruidos. empezarán a caer de sus ojos; y
2 Porque he aquı́, os digo que antes que pasen muchas gene-
cuantos de los gentiles se arre- raciones entre ellos, se converti-

14a Jer. 3:17–18. e DyC 132:30. b 1 Ne. 22:8–9.


b Ezeq. 37:16–17. f Gén. 17:7. 5a 3 Ne. 21:3–7, 24–26.
c 1 Ne. 22:8–9. 30 2a Gál. 3:26–29. b DyC 3:20.
d Gén. 12:1–3; b Mateo 8:10–13. c 1 Ne. 15:14;
1 Ne. 17:40; gee Judı́os. 2 Ne. 3:12;
3 Ne. 20:27; Abr. 2:9. c gee Arrepentimiento, Morm. 7:1, 9–10.
gee Abraham, arrepentirse.
convenio de. 3a 3 Ne. 16:6–7. [Entre 559 y 545 a.C.]
133 2 NEFI 30:7–18
rán en una gente pura y adelei- becerro, el leoncillo y el cebón
table. andarán juntos; y un niño los
7 Y acontecerá que los ajudı́os pastoreará.
que estén dispersos empeza- 13 Y la vaca y la osa pacerán;
rán también a creer en Cristo; sus crı́as se echarán juntas;
y bcomenzarán a congregarse y el león comerá paja como el
sobre la faz de la tierra; y buey.
cuantos crean en Cristo tam- 14 Y el niño de pecho jugará
bién llegarán a ser una gente e n l a c u e v a d e l á s p i d , y e l
deleitable. recién destetado extenderá la
8 Y sucederá que el Señor Dios mano sobre la caverna del
empezará su obra entre todas basilisco.
las naciones, tribus, lenguas y 15 No dañarán, ni destruirán
pueblos, para llevar a cabo la en todo mi santo monte; porque
restauración de su pueblo sobre la tierra estará llena del conoci-
la tierra. miento del Señor, como las
9 Y con justicia ajuzgará el bSe- aguas cubren el mar.
ñor Dios a los pobres, y con 16 Por tanto, las cosas de ato-
equidad reprenderá por los das las naciones serán divulga-
c
mansos de la tierra. Y herirá a la das; sı́, todas las cosas se darán
tierra con la vara de su boca, y a b conocer a los hijos de los
con el aliento de sus labios ma- hombres.
tará al impı́o. 17 No hay nada secreto que no
10 Porque rápidamente se haya de ser arevelado; no hay
acerca el atiempo en que el Se- obra de tinieblas que no haya de
ñor Dios ocasionará una gran salir a luz; nada hay sellado so-
b
división entre el pueblo, y des- bre la tierra que no haya de ser
truirá a los inicuos; y cpreserva- desatado.
rá a su pueblo, sı́, aun cuando 18 Por tanto, todas las cosas
tenga que ddestruir a los malva- que han sido reveladas a los hi-
dos por fuego. jos de los hombres serán revela-
11 Y la ajusticia será el ceñidor das en aquel dı́a; y Satanás ano
de sus lomos, y la fidelidad el tendrá más poder sobre el cora-
cinturón de sus riñones. zón de los hijos de los hombres
12 Y entonces amorará el lobo por mucho tiempo. Y ahora,
con el cordero; y el leopardo amados hermanos mı́os, doy fin
con el cabrito se acostará, y el a mis palabras.

6a DyC 49:24; 109:65. b DyC 63:53–54. 16a DyC 101:32–35;


7a 2 Ne. 29:13–14. c Moisés 7:61. 121:28–29.
b 2 Ne. 25:16–17. d 1 Ne. 22:15–17, 23. b Éter 4:6–7.
9a 2 Ne. 9:15. gee Tierra—La 17a DyC 1:2–3.
b Isa. 11:4–9. purificación de la 18a Apoc. 20:1–3;
c gee Mansedumbre, tierra. Éter 8:26.
manso. 11a Isa. 11:5–9.
10a gee Últimos dı́as, 12a Isa. 65:25.
postreros dı́as. gee Milenio. [Entre 559 y 545 a.C.]
2 NEFI 31:1–10 134
CAPÍTULO 31 cerniente a ese aprofeta que el
Señor me ha mostrado, el cual
Nefi explica por qué fue bautizado ha de bautizar al bCordero de
Cristo—Los hombres deben seguir Dios, que quitará los pecados
a Cristo, ser bautizados, recibir el del mundo.
Espı́ritu Santo y perseverar hasta el 5 Ahora bien, si el Cordero de
fin para ser salvos—El arrepenti- Dios, que es santo, tiene necesi-
miento y el bautismo son la puerta dad de ser abautizado en el agua
que conduce a la senda estrecha y para cumplir con toda justicia,
angosta — Los que guarden los ¡cuánto mayor es, entonces, la
mandamientos después de su bau- necesidad que tenemos noso-
tismo tendrán la vida eterna. tros, siendo pecadores, de ser
bautizados, sı́, en el agua!
Y A H O R A, amados hermanos 6 Y ahora, quisiera pregunta-
mı́os, yo, Nefi, ceso de aprofeti- ros, amados hermanos mı́os,
zaros. Y no puedo escribir sino ¿cómo cumplió el Cordero de
unas cuantas cosas que de cierto Dios con toda justicia bautizán-
sé que han de acontecer; ni tam- dose en el agua?
poco puedo escribir más que 7 ¿No sabéis que era santo?
unas pocas de las palabras de mi Mas no obstante que era santo,
hermano Jacob. él muestra a los hijos de los
2 Por tanto, las cosas que he es- hombres que, según la carne, él
crito me bastan, con excepción se humilla ante el Padre, y testi-
de unas pocas palabras que de- fica al Padre que le serı́a aobe-
bo hablar acerca de la adoctrina diente al observar sus manda-
de Cristo; por tanto, os hablaré mientos.
claramente, según la claridad de 8 Por tanto, después que fue
mis profecı́as. bautizado con agua, el Espı́ritu
3 Porque mi alma se deleita en Santo descendió sobre él en
a
la claridad; porque ası́ es como forma de bpaloma.
el Señor Dios obra entre los hi- 9 Y además, esto muestra a los
jos de los hombres. Porque el hijos de los hombres la angostu-
Señor Dios ailumina el entendi- ra de la senda, y la estrechez de
miento; pues él habla a los hom- la apuerta por la cual ellos deben
bres de acuerdo con el bidioma entrar, habiéndoles él puesto el
de ellos, para que entiendan. ejemplo por delante.
4 Por tanto, quisiera que recor- 10 Y dijo a los hijos de los hom-
daseis que os he hablado con- bres: aSeguidme. Por tanto, mis

31 1a 2 Ne. 25:1–4. b gee Cordero de Dios. b gee Paloma, señal


2a 2 Ne. 11:6–7. 5a Mateo 3:11–17. de la.
3a gee Luz, luz de gee Bautismo, 9a 2 Ne. 9:41;
Cristo. bautizar. 3 Ne. 14:13–14;
b DyC 1:24. 7a Juan 5:30. DyC 22:4.
4a 1 Ne. 10:7; 11:27. gee Obediencia, 10a Mateo 4:19; 8:22; 9:9.
gee Juan el obediente, obedecer.
Bautista. 8a 1 Ne. 11:27. [Entre 559 y 545 a.C.]
135 2 NEFI 31:11–17
amados hermanos, ¿podemos del Hijo, diciendo: Después de
b
seguir a Jesús, a menos que es- haberos arrepentido de vuestros
temos dispuestos a guardar los pecados y testificado al Padre,
mandamientos del Padre? por medio del bautismo de
11 Y el Padre dijo: Arrepentı́os, agua, que estáis dispuestos a
arrepentı́os y sed bautizados en guardar mis mandamientos, y
el nombre de mi Amado Hijo. habéis recibido el bautismo de
12 Y además, vino a mı́ la voz fuego y del Espı́ritu Santo y po-
del Hijo, diciendo: A quien se déis hablar con una nueva len-
bautice en mi nombre, el Padre gua, sı́, con la lengua de ángeles,
a
dará el Espı́ritu Santo, como a si después de esto me anegáis,
mı́; por tanto, bseguidme y ha- b
mejor os habrı́a sido no haber-
ced las cosas que me habéis vis- me conocido.
to hacer. 15 Y oı́ la voz del Padre que
13 Por tanto, amados herma- decı́a: Sı́, las palabras de mi
nos mı́os, sé que si seguı́s al Hi- Amado son verdaderas y fieles.
jo con ı́ntegro propósito de Aquel que persevere hasta el
corazón, sin acción hipócrita y fin, éste será salvo.
sin engaño ante Dios, sino con 16 Y ahora bien, amados her-
verdadera intención, arrepin- manos mı́os, por esto sé que a
tiéndoos de vuestros pecados, menos que el hombre aperseve-
testificando al Padre que es- re hasta el fin, siguiendo el
b
táis dispuestos a tomar sobre ejemplo del Hijo del Dios vi-
vosotros el nombre de Cristo viente, no puede ser salvo.
por medio del a bautismo, sı́, 17 Por tanto, haced las cosas
siguiendo a vuestro Señor y Sal- que os he dicho que he visto
vador y descendiendo al agua, que hará vuestro Señor y Re-
según su palabra, he aquı́, en- dentor; porque por esta razón
tonces recibiréis el Espı́ritu San- se me han mostrado, para que
to; sı́, entonces viene el bbau- sepáis cuál es la puerta por la
tismo de fuego y del Espı́ritu que debéis entrar. Porque la
Santo; y entonces podéis hablar puerta por la cual debéis entrar
con clengua de ángeles y pro- es el arrepentimiento y el abau-
rrumpir en alabanzas al Santo tismo en el agua; y entonces vie-
de Israel. ne una bremisión de vuestros
14 Mas he aquı́, amados her- pecados por fuego y por el Espı́-
manos mı́os, ası́ vino a mı́ la voz ritu Santo.

10b Moro. 7:11; c 2 Ne. 32:2–3. b gee Jesucristo—El


DyC 56:2. 14a Mateo 10:32–33; ejemplo de Jesucristo.
12a gee Don del Espı́ritu Alma 24:30; 17a Mos. 18:10.
Santo. DyC 101:1–5. gee Bautismo,
b Lucas 9:57–62; gee Pecado bautizar.
Juan 12:26. imperdonable. b gee Remisión de
13a Gál. 3:26–27. b 2 Pe. 2:21. pecados.
b gee Don del Espı́ritu 16a Alma 5:13; 38:2;
Santo; Fuego. DyC 20:29. [Entre 559 y 545 a.C.]
2 NEFI 31:18–32:3 136
18 Y entonces os halláis en este manos mı́os, ésta es la asenda; y
a
estrecho y angosto bcamino que b
no hay otro camino, ni cnombre
conduce a la vida eterna; sı́, ha- dado debajo del cielo por el cual
béis entrado por la puerta; ha- el hombre pueda salvarse en el
béis obrado de acuerdo con los reino de Dios. Y ahora bien, he
mandamientos del Padre y del aquı́, ésta es la ddoctrina de Cris-
Hijo; y habéis recibido el Espı́ri- to, y la única y verdadera doctri-
tu Santo, que da ctestimonio del na del ePadre, y del Hijo, y del
Padre y del Hijo, para que se Espı́ritu Santo, que son fun Dios,
cumpla la promesa hecha por él, sin fin. Amén.
que lo recibirı́ais si entrabais en
la senda.
CAPÍTULO 32
19 Y ahora bien, amados her-
manos mı́os, después de haber
entrado en esta estrecha y an- Los ángeles hablan por el poder del
gosta senda, quisiera preguntar Espı́ritu Santo—Los hombres de-
si ya quedó a hecho todo. He ben orar y adquirir ası́ el conoci-
aquı́, os digo que no; porque no miento que imparte el Espı́ritu San-
habéis llegado hasta aquı́ sino to.
por la palabra de Cristo, con bfe Y AHORA bien, he aquı́, amados
inquebrantable en él, cconfiando hermanos mı́os, supongo que
ı́ntegramente en los méritos de estaréis meditando en vuestros
aquel que es poderoso para sal- corazones en cuanto a lo que
var. debéis hacer después que ha-
20 Por tanto, debéis a seguir yáis entrado en la senda. Mas he
adelante con firmeza en Cristo, aquı́, ¿por qué meditáis estas co-
teniendo un fulgor perfecto de sas en vuestros corazones?
b
esperanza y camor por Dios y 2 ¿No os acordáis que os dije
por todos los hombres. Por tan- que después que hubieseis areci-
to, si marcháis adelante, ddelei- bido el Espı́ritu Santo, podrı́ais
tándoos en la palabra de Cristo, hablar con blengua de ángeles?
y eperseveráis hasta el fin, he ¿Y cómo podrı́ais hablar con
aquı́, ası́ dice el Padre: Tendréis lengua de ángeles sino por el
la vida eterna. Espı́ritu Santo?
21 Y ahora bien, amados her- 3 Los aángeles hablan por el

18a 1 Ne. 8:20. “hacer banquete o tomar sobre sı́ el


b Prov. 4:18. festı́n”. Es decir, nombre de Jesucristo.
gee Camino (vı́a). disfrutar de la d Mateo 7:28;
c Hech. 5:29–32. palabra de Dios como Juan 7:16–17.
19a Mos. 4:10. de un banquete. e gee Trinidad.
b gee Fe. e gee Perseverar. f 3 Ne. 11:27, 35–36.
c DyC 3:20. 21a Hech. 4:10–12; gee Unidad.
20a gee Andar, andar 2 Ne. 9:41; 32 2a 3 Ne. 9:20.
con Dios. Alma 37:46; b 2 Ne. 31:13.
b gee Esperanza. DyC 132:22, 25. 3a gee Ángeles.
c gee Amor. b Mos. 3:17.
d Más literalmente: c gee Jesucristo—El [Entre 559 y 545 a.C.]
137 2 NEFI 32:4–33:1
poder del Espı́ritu Santo; por lo 8 Y ahora bien, amados herma-
que declaran las palabras de nos mı́os, percibo que aún estáis
Cristo. Por tanto, os dije: bDelei- meditando en vuestros corazo-
taos en las palabras de Cristo; nes; y me duele tener que habla-
porque he aquı́, las palabras de ros concerniente a esto. Porque
Cristo os dirán todas las cosas si escuchaseis al Espı́ritu que en-
que debéis hacer. seña al hombre a aorar, sabrı́ais
4 Por tanto, si después de ha- que os es menester orar; porque
ber hablado yo estas palabras, el espı́ritu bmalo no enseña al
no podéis entenderlas, será por- hombre a orar, sino le enseña
que no apedı́s ni llamáis; ası́ que que no debe orar.
no sois llevados a la luz, sino 9 Mas he aquı́, os digo que de-
que debéis perecer en las tinie- béis aorar siempre, y no desma-
blas. yar; que nada debéis hacer ante
5 Porque he aquı́, os digo otra el Señor, sin que primero oréis
vez, que si entráis por la senda y al Padre en el bnombre de Cris-
recibı́s el Espı́ritu Santo, él os to, para que él os consagre vues-
mostrará todas las cosas que de- tra acción, a fin de que vuestra
béis hacer. obra sea para el cbeneficio de
6 He aquı́, ésta es la doctrina de vuestras almas.
Cristo, y no se dará otra doctri-
na sino hasta después que él se CAPÍTULO 33
os a manifieste en la carne. Y
cuando se os manifieste en la
carne, las cosas que él os diga os Las palabras de Nefi son verdade-
esforzaréis por cumplir. ras—Éstas testifican de Cristo—
7 Y ahora bien, yo, Nefi, no Aquellos que crean en Cristo cree-
puedo decir más; el Espı́ritu ha- rán en las palabras de Nefi, las cua-
ce cesar mis palabras, y quedo a les se presentarán como testimonio
solas para lamentar a causa de la ante el tribunal del juicio.
a
incredulidad, y la maldad, y la Y AHORA bien, yo, Nefi, no pue-
ignorancia y la obstinación de do escribir todas las cosas que se
los hombres; porque no quieren enseñaron entre mi pueblo; ni
buscar conocimiento, ni enten- soy tan apoderoso para escribir
der el gran conocimiento, cuan- como para hablar; porque cuan-
do les es dado con claridad, do un hombre bhabla por el po-
sı́, con toda la bclaridad de la der del Santo Espı́ritu, el poder
palabra. del Espı́ritu Santo lo lleva al co-

3b Más literalmente: 6a 3 Ne. 11:8. DyC 75:11.


“hacer banquete o 7a gee Incredulidad. b Moisés 5:8.
festı́n”. Es decir, b 2 Ne. 31:2–3; c Alma 34:27.
disfrutar de la Jacob 4:13. 33 1a Éter 12:23–24.
palabra de Dios como 8a gee Oración. b DyC 100:7–8.
de un banquete. b Mos. 4:14.
Véase Jer. 15:16. gee Diablo.
4a gee Pedir. 9a 3 Ne. 20:1; [Entre 559 y 545 a.C.]
2 NEFI 33:2–11 138
razón de los hijos de los hom- glorı́o en la verdad; me glorı́o
bres. en mi Jesús, porque él ha aredi-
2 Pero he aquı́, hay muchos mido mi alma del infierno.
que aendurecen sus corazones 7 Tengo acaridad para con mi
contra el Espı́ritu Santo, de mo- pueblo, y gran fe en Cristo de
do que no tiene cabida en ellos; que ante su tribunal hallaré a
por tanto, desechan muchas co- muchas almas sin mancha.
sas que están escritas y las consi- 8 Tengo caridad para con el
a
deran como nada. judı́o; digo judı́o, porque me
3 Mas yo, Nefi, he escrito lo refiero a aquellos de quienes vi-
que he escrito; y lo estimo de ne.
gran avalor, especialmente para 9 Tengo también caridad para
mi pueblo. Porque continua- con los agentiles. Mas he aquı́,
mente bruego por ellos de dı́a, y para ninguno de éstos puedo te-
mis ojos bañan mi almohada de ner esperanza, a menos que se
b
noche a causa de ellos; y clamo a reconcilien con Cristo y entren
mi Dios con fe, y sé que él oirá por la cpuerta angosta, y dcami-
mi clamor. nen por la esenda estrecha que
4 Y sé que el Señor Dios consa- guı́a a la vida, y continúen en la
grará mis oraciones para el be- senda hasta el fin del dı́a de pro-
neficio de mi pueblo. Y las pala- bación.
bras que he escrito en debilidad 10 Y ahora bien, mis amados
serán hechas afuertes para ellos; hermanos, y también vosotros
pues los bpersuaden a hacer el los judı́os y todos los extremos
bien; les hacen saber acerca de de la tierra, escuchad estas pala-
sus padres; y hablan de Jesús, y bras y acreed en Cristo; y si no
los persuaden a creer en él y a creéis en estas palabras, creed
perseverar hasta el fin, que es la en Cristo. Y si creéis en Cristo,
c
vida eterna. creeréis en estas bpalabras, por-
5 Y hablan aásperamente con- que son las cpalabras de Cristo, y
tra el pecado, según la bclaridad él me las ha dado; y denseñan a
de la verdad; por tanto, nadie se todos los hombres que deben
enojará con las palabras que he hacer lo bueno.
escrito, a menos que sea del es- 11 Y si no son las palabras de
pı́ritu del diablo. Cristo, juzgad; porque en el
6 Me glorı́o en la claridad; me postrer dı́a Cristo os manifestará

2a Hel. 6:35–36. 2 Ne. 9:40. Dios.


3a gee Escrituras—El b 2 Ne. 31:3; Jacob 4:13. e Hel. 3:29–30;
valor de las 6a gee Redención, DyC 132:22.
Escrituras. redimido, redimir. 10a gee Creencia, creer.
b Enós 1:9–12; 7a gee Caridad. b gee Libro de
P. de Morm. 1:8. 8a gee Judı́os. Mormón.
4a Éter 12:26–27. 9a gee Gentiles. c Moro. 10:27–29.
b Moro. 7:13. b gee Expiación, expiar. d 2 Ne. 25:28.
c gee Vida eterna. c 2 Ne. 9:41.
5a 1 Ne. 16:1–3; d gee Andar, andar con [Entre 559 y 545 a.C.]
139 2 NEFI 33:12–JACOB 1:2
con apoder y gran gloria que son Adiós, hasta que venga ese gran
sus palabras; y ante su btribunal dı́a.
nos veremos cara a cara, voso- 14 Y vosotros, los que no que-
tros y yo, y sabréis que él me ha réis participar de la bondad de
mandado escribir estas cosas, a Dios, ni respetar las apalabras de
pesar de mi debilidad. los judı́os, ni mis bpalabras, ni las
12 Y ruego al Padre en el nom- palabras que saldrán de la boca
bre de Cristo que muchos de no- del Cordero de Dios, he aquı́,
sotros, si no todos, nos salvemos me despido de vosotros para
en su areino, en ese grande y siempre, porque estas palabras
postrer dı́a. os c condenarán en el postrer
13 Y ahora bien, amados her- dı́a.
manos mı́os, todos los que sois 15 Pues lo que sello en la tierra
de la casa de Israel, y todos vo- será presentado contra vosotros
sotros, ¡oh extremos de la tierra!, ante el atribunal del juicio; por-
os hablo como la voz de uno que ası́ me lo ha mandado el Se-
que a clama desde el polvo: ñor, y yo debo obedecer. Amén.

El Libro de Jacob
HERMANO DE NEFI

P alabras de su predicación a sus hermanos. Confunde a un hom-


bre que trata de derribar la doctrina de Cristo. Algunas palabras
acerca de la historia del pueblo de Nefi.

CAPÍTULO 1 Lehi habı́a salido de Jerusalén;


por tanto, Nefi me dio a mı́, aJa-
Jacob y José procuran persuadir a cob, un bmandato respecto de
los hombres a creer en Cristo y a las cplanchas menores sobre las
guardar sus mandamientos—Mue- cuales estas cosas están graba-
re Nefi—Predomina la iniquidad das.
entre los nefitas. 2 Y me dio a mı́, Jacob, un man-
dato de que escribiera sobre es-

P ORQUE he aquı́, aconteció


que ya habı́an pasado *cin-
cuenta y cinco años desde que
tas planchas algunas de las co-
sas que considerara yo más pre-
ciosas; y que no tratara más que

11a Éter 5:4; Moro. 7:35. c 2 Ne. 29:11; b Jacob 7:27.


b Apoc. 20:12; Éter 4:8–10. c 2 Ne. 5:28–33;
Moro. 10:34. 15a P. de Morm. 1:11. Jacob 3:13–14.
12a gee Gloria celestial. gee Planchas.
13a Isa. 29:4; 2 Ne. 26:16. [jacob]
14a gee Biblia. 1 1a gee Jacob, hijo de
b gee Libro de Mormón. Lehi. [*544 a.C.]
JACOB 1:3–11 140
ligeramente la historia de este en la dprovocación en los dı́as de
pueblo, llamado el pueblo de tentación, cuando los hijos de
Nefi. Israel estaban en el edesierto.
3 Porque dijo que la historia de 8 Por tanto, quisiera Dios que
su pueblo deberı́a grabarse so- persuadiéramos a todos los
bre sus otras planchas, y que yo hombres a no arebelarse contra
debı́a conservar estas planchas Dios para bprovocarlo a ira, sino
y transmitirlas a mi posteridad, que todos los hombres creyeran
de generación en generación. en Cristo y contemplaran su
4 Y que si hubiese predicacio- muerte, y sufrieran su ccruz, y
nes que fuesen sagradas, o reve- soportaran la vergüenza del
lación que fuese grande, o pro- mundo; por tanto, yo, Jacob, to-
fecı́as, yo deberı́a grabar sus mo a mi cargo cumplir con el
puntos principales sobre estas mandato de mi hermano Nefi.
planchas, y tratar estas cosas 9 Y Nefi empezaba a envejecer,
cuanto me fuera posible, por y vio que pronto habı́a de amo-
causa de Cristo y por el bien de rir; por tanto, bungió a un hom-
nuestro pueblo. bre para que fuera rey y director
5 Porque, por causa de la fe y el de su pueblo, según los reina-
gran afán, verdaderamente se dos de los creyes.
nos habı́a hecho saber concer- 10 Y como el pueblo amaba a
niente a nuestro pueblo y las co- Nefi en extremo, porque habı́a
sas que le habı́an de asobrevenir. sido para ellos un gran protec-
6 Y también tuvimos muchas tor, pues habı́a empuñado la
a
revelaciones y el espı́ritu de mu- espada de Labán en su defensa,
cha profecı́a; por tanto, sabı́a- y habı́a trabajado toda su vida
mos de aCristo y su reino, que por su bienestar,
habı́a de venir. 11 por tanto, el pueblo querı́a
7 Por lo que trabajamos dili- conservar la memoria de su
gentemente entre los de nuestro nombre, y a quienquiera que
pueblo, a fin de persuadirlos a gobernara en su lugar, lo llama-
a
venir a Cristo, y a participar de rı́an Nefi segundo, Nefi tercero,
la bondad de Dios, para que en- etcétera, según los reinados de
traran en su breposo, no fuera los reyes; y ası́ los llamó el pue-
que de algún modo él jurase en blo, cualesquiera que fuesen sus
su ira que no centrarı́an, como nombres.

5a 1 Ne. 12. DyC 84:23–25. 9a 2 Ne. 1:14.


6a 1 Ne. 10:4–11; d Heb. 3:8. b gee Unción.
19:8–14. e Núm. 26:65; c 2 Ne. 6:2; Jarom 1:7.
7a 2 Ne. 9:41; 1 Ne. 17:23–31. 10a 1 Ne. 4:9; 2 Ne. 5:14;
Omni 1:26; 8a gee Rebelión. P. de Morm. 1:13;
Moro. 10:32. b 1 Ne. 17:30; Mos. 1:16; DyC 17:1.
b gee Descansar, Alma 12:36–37;
descanso (reposo). Hel. 7:18.
c Núm. 14:23; c tjs, Mateo 16:25–26;
Deut. 1:35–37; Lucas 14:27. [Entre 544 y 510 a.C.]
141 JACOB 1:12–2:2
12 Y aconteció que Nefi murió. de este pueblo, por mano de
13 Ahora bien, los del pueblo Nefi.
que no eran alamanitas eran bne- 19 Y magnificamos nuestro
a
fitas; no obstante, se llamaban oficio ante el Señor, tomando
nefitas, jacobitas, josefitas, czora- sobre nosotros la bresponsabili-
mitas, lamanitas, lemuelitas e is- dad, trayendo sobre nuestra
maelitas. propia cabeza los pecados del
14 Mas yo, Jacob, no los distin- pueblo si no le enseñábamos la
guiré en adelante por estos palabra de Dios con toda dili-
nombres, sino que allamaré la- gencia; para que, trabajando
manitas a los que busquen la con todas nuestras fuerzas, su
destrucción del pueblo de Nefi, sangre no manchara nuestros
y a los que simpaticen con Nefi, vestidos; de otro modo, su csan-
llamaré bnefitas, o cpueblo de gre caerı́a sobre nuestros vesti-
Nefi, según los reinados de los dos, y no serı́amos hallados sin
reyes. mancha en el postrer dı́a.
15 Y aconteció que el pueblo
de Nefi, bajo el reinado del se-
CAPÍTULO 2
gundo rey, empezó a ser duro
de corazón y a entregarse un
tanto a prácticas inicuas, de- Jacob condena el amor a las rique-
seando tener muchas aesposas y zas, el orgullo y la falta de casti-
concubinas, a semejanza de Da- dad—Los hombres pueden buscar
vid en la antigüedad, y también riquezas con el fin de ayudar a sus
Salomón, su hijo. semejantes—Jacob condena la prác-
16 Sı́, y también empezaron a tica desautorizada del matrimonio
buscar mucho oro y plata, y a plural—El Señor se deleita en la
ensalzarse un tanto en el orgu- castidad de las mujeres.
llo. PALABRAS que Jacob, hermano
17 Por tanto, yo, Jacob, les ha- de Nefi, dirigió al pueblo de Ne-
blé estas palabras, mientras les fi, después de la muerte de Nefi:
enseñaba en el atemplo, habien- 2 Pues bien, mis amados her-
do primeramente obtenido mi manos, yo, Jacob, según la res-
b
mandato del Señor. ponsabilidad bajo la cual me ha-
18 Porque yo, Jacob, y mi her- llo ante Dios, de magnificar mi
mano José, habı́amos sido acon- oficio con seriedad, y para lim-
sagrados sacerdotes y maestros piar mis vestidos de vuestros

13a Enós 1:13; c 2 Ne. 5:9. 18a 2 Ne. 5:26.


DyC 3:18. 15a DyC 132:38–39. 19a gee Oficial, oficio.
b gee Nefitas. 17a 2 Ne. 5:16. b DyC 107:99–100.
c 1 Ne. 4:35; gee Templo, Casa gee Mayordomı́a,
4 Ne. 1:36–37. del Señor. mayordomo.
14a Mos. 25:12; b gee Llamado, c 2 Ne. 9:44.
Alma 2:11. llamado por Dios,
b 2 Ne. 4:11. llamamiento. [Entre 544 y 510 a.C.]
JACOB 2:3–12 142
a
pecados, he subido hoy hasta el palabra de Dios; sı́, la palabra
templo para declararos la pala- que sana el alma herida.
bra de Dios. 9 Por tanto, agobia mi alma el
3 Y vosotros mismos sabéis que sea constreñido, por el es-
que hasta aquı́ he sido diligen- tricto mandamiento que recibı́
te en el oficio de mi llamamien- de Dios, a amonestaros según
to; pero hoy me agobia el peso vuestros crı́menes y agravar
de un deseo y afán mucho ma- las heridas de los que ya están
yor por el bien de vuestras al- heridos, en lugar de consolarlos
mas, que el que hasta ahora he y sanar sus heridas; y a los
sentido. que no han sido heridos, en lu-
4 Pues he aquı́, hasta ahora ha- gar de que se adeleiten con la
béis sido obedientes a la palabra placentera palabra de Dios, co-
del Señor que os he dado. locar puñales para traspasar
5 Mas he aquı́, escuchadme y sus almas y herir sus delicadas
sabed que con la ayuda del om- mentes.
nipotente Creador del cielo y de 10 Mas a pesar de la magnitud
la tierra, puedo hablaros tocante de la tarea, debo obrar según
a vuestros apensamientos, cómo los estrictos amandamientos de
es que ya empezáis a obrar en el Dios, y hablaros concerniente a
pecado, pecado que para mı́ es vuestras iniquidades y abomi-
muy abominable, sı́, y abomina- naciones, en presencia de los
ble para Dios. puros de corazón y los de cora-
6 Sı́, contrista mi alma, y me zón quebrantado, y bajo la mira-
hace encoger de vergüenza ante da del ojo bpenetrante del Dios
la presencia de mi Hacedor, el Omnipotente.
tener que testificaros concer- 11 Por tanto, debo deciros la
niente a la maldad de vuestros verdad, conforme a la aclaridad
corazones. de la palabra de Dios. Porque he
7 Y también me apena tener aquı́, al dirigirme al Señor, la pa-
que ser tan aaudaz en mis pala- labra vino a mı́, diciendo: Jacob,
bras relativas a vosotros, delante sube hasta el templo mañana, y
de vuestras esposas e hijos, mu- declara a este pueblo la palabra
chos de los cuales son de senti- que te daré.
mientos sumamente tiernos, 12 Y ahora bien, he aquı́, her-
b
castos y delicados ante Dios, co- manos mı́os, ésta es la palabra
sa que agrada a Dios; que os declaro, que muchos de
8 y supongo que han subido vosotros habéis empezado a
hasta aquı́ para oı́r la agradable buscar oro, plata y toda clase de

2 5a Alma 12:3; 9a Más literalmente: 10a gee Mandamientos


DyC 6:16. “hacer banquete o de Dios.
gee Trinidad. festı́n.” Es decir, b 2 Ne. 9:44.
7a DyC 121:43. disfrutar de la 11a 2 Ne. 25:4; 31:2–3.
b gee Virtud. palabra de Dios como
8a Alma 31:5. de un banquete. [Entre 544 y 510 a.C.]
143 JACOB 2:13–22
a
minerales preciosos que tan co- manos como a vosotros mismos;
piosamente abundan en esta y sed afables con todos y libera-
b
tierra, que para vosotros y les con vuestros abienes, para
vuestra posteridad es una tierra que bellos sean ricos como voso-
de promisión. tros.
13 Y tan benignamente os ha 18 Pero antes de buscar arique-
favorecido la mano de la provi- zas, buscad el breino de Dios.
dencia, que habéis obtenido 19 Y después de haber logra-
muchas riquezas; y porque al- do una esperanza en Cristo
gunos de vosotros habéis adqui- obtendréis riquezas, si las bus-
rido más abundantemente que cáis; y las buscaréis con el fin
vuestros hermanos, os aenvane- de ahacer bien: para vestir al
céis con el orgullo de vuestros desnudo, alimentar al ham-
corazones, y andáis con el cuello briento, libertar al cautivo y su-
erguido y la cabeza en alto por ministrar auxilio al enfermo y al
causa de vuestras ropas costo- afligido.
sas, y perseguı́s a vuestros her- 20 Y ahora bien, hermanos
manos porque suponéis que mı́os, os he hablado acerca del
sois mejores que ellos. orgullo; y aquellos de vosotros
14 Y ahora bien, hermanos que habéis afligido a vuestro
mı́os, ¿suponéis que Dios os jus- prójimo, y lo habéis perseguido
tifica en esto? He aquı́, os digo a causa del orgullo de vuestros
que no; antes bien, os condena; corazones por las cosas que Dios
y si persistı́s en estas cosas, sus os dio, ¿qué tenéis que decir de
juicios os sobrevendrán acelera- esto?
damente. 21 ¿No creéis que tales cosas
15 ¡Oh, si él os mostrara que son abominables para aquel que
puede traspasaros, y que con creó toda carne? Y ante su vista
una mirada de su ojo puede hu- un ser es tan precioso como el
millaros hasta el polvo! otro. Y toda carne viene del pol-
16 ¡Oh, si os librara de esta ini- vo; y con el mismo fin él los ha
quidad y abominación! ¡Oh, si creado: para que guarden sus
a
escuchaseis la palabra de sus mandamientos y lo glorifiquen
mandamientos, y no permitie- para siempre.
seis que este aorgullo de vues- 22 Y ahora ceso de hablaros
tros corazones destruyera vues- concerniente a este orgullo. Y si
tras almas! no fuera que debo hablaros de
17 Considerad a vuestros her- un crimen más grave, mi cora-

12a 1 Ne. 18:25; 17a gee Limosna; gee Riquezas.


Hel. 6:9–11; Bienestar. b Lucas 12:22–31.
Éter 10:23. b 4 Ne. 1:3. 19a Mos. 4:26.
b 1 Ne. 2:20. 18a 1 Rey. 3:11–13; 21a DyC 11:20;
gee Tierra prometida. Marcos 10:17–27; Abr. 3:25–26.
13a Morm. 8:35–39. 2 Ne. 26:31;
16a gee Orgullo. DyC 6:7. [Entre 544 y 510 a.C.]
JACOB 2:23–34 144
zón se regocijarı́a grandemente 29 Por lo tanto, este pueblo
a causa de vosotros. guardará mis mandamientos,
23 Mas la palabra de Dios me dice el Señor de los Ejércitos,
agobia a causa de vuestros deli- o amaldita sea la tierra por su
tos más graves. Porque he aquı́, causa.
dice el Señor: Este pueblo em- 30 Porque si yo quiero levantar
a
pieza a aumentar en la iniqui- posteridad para mı́, dice el Se-
dad; no entiende las Escrituras, ñor de los Ejércitos, lo mandaré
porque trata de justificar sus a mi pueblo; de lo contrario, mi
fornicaciones, a causa de lo que pueblo obedecerá estas cosas.
se escribió acerca de David y su 31 Porque yo, el Señor, he visto
hijo Salomón. el dolor y he oı́do el lamento de
24 He aquı́, David y aSalomón las hijas de mi pueblo en la tie-
en verdad tuvieron muchas bes- rra de Jerusalén; sı́, y en todas
posas y concubinas, cosa que las tierras de mi pueblo, a causa
para mı́ fue abominable, dice el de las iniquidades y abomina-
Señor. ciones de sus maridos.
25 Por tanto, el Señor dice ası́: 32 Y no permitiré, dice el Señor
He sacado a este pueblo de la de los Ejércitos, que el clamor de
tierra de Jerusalén por el poder las bellas hijas de este pueblo,
de mi brazo, a fin de levantar que he conducido fuera de la
para mı́ una rama ajusta del fru- tierra de Jerusalén, ascienda a
to de los lomos de José. mı́ contra los varones de mi
26 Por tanto, yo, el Señor Dios, pueblo, dice el Señor de los Ejér-
no permitiré que los de este citos.
pueblo hagan como hicieron los 33 Porque no llevarán cautivas
de la antigüedad. a las hijas de mi pueblo, a causa
27 Por tanto, hermanos mı́os, de su ternura, sin que yo los vi-
oı́dme y escuchad la palabra del site con una terrible maldición,
Señor: Pues entre vosotros nin- aun hasta la destrucción; por-
gún hombre tendrá sino auna que no cometerán afornicacio-
esposa; y concubina no tendrá nes como los de la antigüedad,
ninguna; dice el Señor de los Ejércitos.
28 porque yo, el Señor Dios, 34 Y ahora bien, he aquı́, her-
me deleito en la acastidad de las manos mı́os, sabéis que estos
mujeres. Y las fornicaciones son mandamientos fueron dados a
una abominación para mı́; ası́ nuestro padre Lehi; por tanto,
dice el Señor de los Ejércitos. los habéis conocido antes; y ha-

24a 1 Rey. 11:1; Alma 26:36. 30a Mal. 2:15;


Neh. 13:25–27. gee Lehi, Padre DyC 132:61–66.
b 1 Rey. 11:1–3; de Nefi. 33a gee Sensual,
Esd. 9:1–2; 27a DyC 42:22; 49:16. sensualidad;
DyC 132:38–39. gee Matrimonio. Inmoralidad sexual.
25a Gén. 49:22–26; 28a gee Castidad.
Amós 5:15; 2 Ne. 3:5; 29a Éter 2:8–12. [Entre 544 y 510 a.C.]
145 JACOB 2:35–3:6
béis incurrido en una gran con- de corazón puro, levantad vues-
denación, porque habéis hecho tra cabeza y recibid la placente-
estas cosas que no debı́ais haber ra palabra de Dios, y adeleitaos
hecho. en su amor!; pues podéis hacer-
35 He aquı́, habéis cometido lo para siempre, si vuestras
a
mayores iniquidades que nues- mentes son bfirmes.
tros hermanos los lamanitas. 3 ¡Pero ay, ay de vosotros que
Habéis quebrantado los corazo- no sois puros de corazón, que
nes de vuestras tiernas esposas hoy os halláis ainmundos ante
y perdido la confianza de vues- Dios!, porque a menos que os
tros hijos por causa de los malos arrepintáis, la tierra será malde-
ejemplos que les habéis dado; y cida por causa vuestra; y los la-
los sollozos de sus corazones as- manitas, que no son inmundos
cienden a Dios contra vosotros. como vosotros, aunque bmalde-
Y a causa de lo estricto de la pa- cidos con severa maldición, os
labra de Dios que desciende castigarán aun hasta la destruc-
contra vosotros, han perecido ción.
muchos corazones, traspasados 4 Y el tiempo velozmente viene
de profundas heridas. en que, a menos que os arrepin-
táis, ellos poseerán la tierra de
vuestra herencia, y el Señor
CAPÍTULO 3
Dios aapartará a los justos de en-
tre vosotros.
Los puros de corazón reciben la pla- 5 He aquı́ que los lamanitas,
centera palabra de Dios—La recti- vuestros hermanos, a quienes
tud de los lamanitas es mayor que la aborrecéis por su inmundicia y
de los nefitas—Jacob amonesta con- la maldición que les ha venido
tra la fornicación, la lascivia y todo sobre la piel, son más justos que
pecado. vosotros; porque no han aolvi-
MAS he aquı́ que yo, Jacob, qui- dado el mandamiento del Señor
siera dirigirme a vosotros, los que fue dado a nuestro padre,
que sois puros de corazón. Con- de no tener sino una esposa y
fiad en Dios con mentes firmes, ninguna concubina, y que no se
y orad a él con suma fe, y él os cometieran fornicaciones entre
consolará en vuestras afliccio- ellos.
nes, y abogará por vuestra cau- 6 Y se esfuerzan por guardar
sa, y hará que la justicia descien- este mandamiento; por tanto, a
da sobre los que buscan vuestra causa de esta observancia en
destrucción. cumplir con este mandamiento,
2 ¡Oh todos vosotros que sois el Señor Dios no los destruirá,

35a Jacob 3:5–7. Dios como de un b 1 Ne. 12:23.


3 2a Más literalmente: banquete. 4a Omni 1:5–7, 12–13.
“hacer banquete o b Alma 57:26–27. 5a Jacob 2:35.
festı́n”. Es decir, 3a gee Inmundicia,
disfrutar del amor de inmundo. [Entre 544 y 510 a.C.]
JACOB 3:7–14 146
sino que será amisericordioso chad mis palabras; estimulad las
para con ellos, y algún dı́a llega- facultades de vuestras almas; sa-
rán a ser un pueblo bendito. cudı́os para que adespertéis del
7 He aquı́, sus maridos aaman a sueño de la muerte; y libraos de
sus esposas, y sus esposas aman los sufrimientos del binfierno
a sus maridos, y sus esposos y para que no lleguéis a ser cánge-
esposas aman a sus hijos; y su les del diablo, para ser echados
incredulidad y su odio contra en ese lago de fuego y azufre
vosotros se deben a la iniquidad que es la segunda dmuerte!
de sus padres; por tanto, ¿cuán- 12 Ahora bien, yo, Jacob, hablé
to mejores sois vosotros que muchas cosas más al pueblo de
ellos a la vista de vuestro gran Nefi, amonestándolo contra la
a
Creador? fornicación y la blascivia y toda
8 ¡Oh hermanos mı́os, temo clase de pecados, declarándole
que a no ser que os arrepintáis las terribles consecuencias de
de vuestros pecados, su piel será estas cosas.
más blanca que vuestra piel, 13 Y ni la centésima parte de
cuando seáis llevados con ellos los actos de este pueblo, que
ante el trono de Dios! empezaba ya a ser numeroso, se
9 Por tanto, os doy un manda- puede escribir sobre aestas plan-
miento, el cual es la palabra de chas; pero muchos de sus he-
Dios, que no los injuriéis más a chos están escritos sobre las
causa del color obscuro de su planchas mayores, y sus gue-
piel, ni tampoco debéis ultrajar- rras, y sus contenciones, y los
los por su inmundicia; antes reinados de sus reyes.
bien, debéis recordar vuestra 14 Estas planchas se llaman las
propia inmundicia y recordar planchas de Jacob, y fueron he-
que la de ellos vino por causa de chas por la mano de Nefi. Y doy
sus padres. fin a estas palabras.
10 Por tanto, debéis recordar a
vuestros ahijos, cómo habéis afli-
gido sus corazones a causa del CAPÍTULO 4
ejemplo que les habéis dado; y
recordad también que por moti- Todos los profetas adoraron al Pa-
vo de vuestra inmundicia po- dre en el nombre de Cristo—El acto
déis llevar a vuestros hijos a la de Abraham de ofrecer a su hijo
destrucción, y sus pecados se- Isaac fue una semejanza de Dios y
rán acumulados sobre vuestra de su Unigénito—Los hombres de-
cabeza en el postrer dı́a. ben reconciliarse con Dios por me-
11 ¡Oh hermanos mı́os, escu- dio de la Expiación—Los judı́os re -

6a 2 Ne. 4:3, 6–7; b gee Infierno. Inicuo, iniquidad.


Hel. 15:10–13. c 2 Ne. 9:8–9. 13a 1 Ne. 19:1–4;
7a gee Familia; Amor. d gee Muerte espiritual. Jacob 1:1–4.
10a gee Niño(s). 12a gee Fornicación.
11a Alma 5:6–9. b gee Concupiscencia; [Entre 544 y 510 a.C.]
147 JACOB 4:1–7
chazarán la piedra que sirve de su gloria muchos siglos antes
fundamento. de su venida; y no solamente
tenı́amos nosotros una espe-
AHORA bien, he aquı́, aconteció ranza de su gloria, sino tam-
que yo, Jacob, habı́a ministrado bién todos los santos bprofetas
mucho a mi pueblo de palabra que vivieron antes que noso-
(y no puedo escribir sino muy tros.
pocas de mis palabras por lo di- 5 He aquı́, ellos creyeron en
fı́cil que es grabar nuestras pa- Cristo y aadoraron al Padre en
labras sobre planchas), y sabe- su nombre; y también nosotros
mos que lo que escribamos so- adoramos al Padre en su nom-
bre planchas debe permanecer; bre. Y con este fin guardamos
2 mas lo que escribamos sobre la b ley de Moisés, dado que
c
cualquiera otra cosa que no sea orienta nuestras almas hacia él;
planchas, ha de perecer y des- y por esta razón se nos santifica
vanecerse; pero podemos escri- como obra justa, ası́ como le
bir sobre planchas unas cuantas fue contado a Abraham en el
palabras que darán a nuestros desierto el ser obediente a los
hijos, y también a nuestros mandamientos de Dios al ofre-
amados hermanos, una peque- cer a su hijo Isaac, que es una
ña medida de conocimiento semejanza de Dios y de su Hijo
d
concerniente a nosotros, o sea, Unigénito.
a sus padres; 6 Por tanto, escudriñamos los
3 y en esto nos regocijamos; profetas, y tenemos muchas re-
y obramos diligentemente para velaciones y el espı́ritu de apro-
grabar estas palabras sobre fecı́a; y teniendo todos estos
b
planchas, esperando que nues- testimonios, logramos una es-
tros amados hermanos y nues- peranza, y nuestra fe se vuelve
tros hijos las reciban con cora- inquebrantable, al grado de
zones agradecidos, y las consi- que verdaderamente podemos
c
deren para que sepan con go- mandar en el dnombre de Je-
zo, no con pesar, ni con despre- sús, y los árboles mismos nos
cio, lo que atañe a sus primeros obedecen, o los montes, o las
padres. olas del mar.
4 Porque hemos escrito estas 7 No obstante, el Señor Dios
cosas para este fin, que sepan nos manifiesta nuestra adebili-
que nosotros asabı́amos de Cris- dad para que sepamos que es
to y tenı́amos la esperanza de por su gracia y sus grandes

4 4a gee Jesucristo. Mos. 13:27, 30; profetizar.


b Lucas 24:25–27; Alma 25:15–16. b gee Testigo.
Jacob 7:11; gee Ley de Moisés. c gee Poder.
Mos. 13:33–35; c Gál. 3:24. d Hech. 3:6–16;
DyC 20:26. d Gén. 22:1–14; 3 Ne. 8:1.
5a Moisés 5:8. Juan 3:16–18. 7a Éter 12:27.
b 2 Ne. 25:24; gee Unigénito.
Jarom 1:11; 6a gee Profecı́a, [Entre 544 y 510 a.C.]
JACOB 4:8–14 148
condescendencias para con los reconciliaos con él por medio
hijos de los hombres por las de la aexpiación de Cristo, su
b
que tenemos poder para hacer Unigénito Hijo, y podréis obte-
estas cosas. ner la cresurrección, según el
8 ¡He aquı́, grandes y maravi- poder de la resurrección que
llosas son las obras del Señor! está en Cristo, y ser presenta-
¡Cuán a inescrutables son las dos como las dprimicias de Cris-
profundidades de sus bmiste- to a Dios, teniendo fe y habien-
rios; y es imposible que el hom- do obtenido una buena espe-
bre descubra todos sus cami- ranza de gloria en él, antes que
nos! Y nadie hay que cconozca se manifieste en la carne.
sus dsendas a menos que le sean 12 Y ahora bien, amados mı́os,
reveladas; por tanto, no despre- no os maravilléis de que os diga
ciéis, hermanos, las revelacio- estas cosas; pues ¿por qué no
nes de Dios. hablar de la aexpiación de Cris-
9 Pues he aquı́, por el poder to, y lograr un perfecto conoci-
de su apalabra el bhombre apa- miento de él, ası́ como el cono-
reció sobre la faz de la tierra, cimiento de una resurrección y
la cual fue creada por el poder del mundo venidero?
de su palabra. Por tanto, si Dios 13 He aquı́, mis hermanos,
pudo hablar, y el mundo fue; el que profetizare, profetice al
y habló, y el hombre fue crea- entendimiento de los hombres;
do, ¿por qué, pues, no ha de porque el a Espı́ritu habla la
poder mandar la c tierra o la verdad, y no miente. Por tanto,
obra de sus manos sobre su su- habla de las cosas como real-
perficie, según su voluntad y mente bson, y de las cosas co-
placer? mo realmente serán; ası́ que
10 Por tanto, hermanos, no estas cosas nos son manifesta-
procuréis aaconsejar al Señor, das cclaramente para la salva-
antes bien aceptad el consejo ción de nuestras almas. Mas he
de su mano. Porque he aquı́, aquı́, nosotros no somos los
vosotros mismos sabéis que él únicos testigos de estas cosas;
aconseja con b sabidurı́a, con porque Dios las declaró tam-
justicia y con gran misericordia bién a los profetas de la anti-
sobre todas sus obras. güedad.
11 Ası́ pues, amados hermanos, 14 Pero he aquı́, los judı́os fue-

8a Rom. 11:33–36. b gee Creación, crear; c gee Resurrección.


b DyC 19:10; 76:114. Hombre(s). d Mos. 15:21–23; 18:9;
gee Misterios de c Hel. 12:8–17. Alma 40:16–21.
Dios. 10a 2 Ne. 9:28–29; 12a 2 Ne. 25:26.
c 1 Cor. 2:9–16; Alma 37:12, 37; 13a gee Espı́ritu Santo;
Alma 26:21–22. DyC 3:4, 13. Verdad.
gee Conocimiento. b gee Omnisciente; b DyC 93:24.
d Isa. 55:8–9. Sabidurı́a. c Alma 13:23.
9a Morm. 9:17; 11a gee Expiación, expiar.
Moisés 1:32. b Heb. 5:9. [Entre 544 y 510 a.C.]
149 JACOB 4:15–5:4
ron un pueblo de adura cerviz; no ser que de algún modo se de-
y bdespreciaron las palabras de bilite mi firmeza en el Espı́ritu, y
claridad, y mataron a los profe- tropiece por motivo de mi gran
tas, y procuraron cosas que no ansiedad por vosotros.
podı́an entender. Por tanto, a
causa de su cceguedad, la cual
CAPÍTULO 5
vino por traspasar lo señalado,
es menester que caigan; porque
Dios les ha quitado su claridad y Jacob cita las palabras de Zenós en
les ha entregado muchas cosas cuanto a la alegorı́a del olivo culti-
que dno pueden entender, por- vado y el olivo silvestre—Éstos son
que ası́ lo desearon; y porque ası́ una similitud de Israel y los genti-
lo desearon, Dios lo ha hecho, a les—Se representan el esparcimien-
fin de que tropiecen. to y el recogimiento de Israel—Se
15 Y ahora el Espı́ritu me im- hacen alusiones a los nefitas y a los
pulsa a mı́, Jacob, a profetizar, lamanitas y a toda la casa de Is-
porque percibo por las indica- rael—Los gentiles serán injertados
ciones del Espı́ritu que hay en en Israel—Finalmente la viña será
mı́, que a causa del atropiezo de quemada.
los judı́os, ellos brechazarán la HE aquı́, hermanos mı́os, ¿no os
c
roca sobre la cual podrı́an edifi- acordáis de haber leı́do las pala-
car y tener fundamento seguro. bras del profeta aZenós, las cua-
16 Mas he aquı́ que esta aroca, les habló a la casa de Israel, di-
según las Escrituras, llegará a ciendo:
ser el grande, y el último, y el 2 ¡Escuchad, oh casa de Israel,
único y seguro bfundamento so- y oı́d las palabras mı́as, que soy
bre el cual los judı́os podrán un profeta del Señor!
edificar. 3 Porque he aquı́, ası́ dice el Se-
17 Y ahora bien, amados mı́os, ñor: Te compararé, oh casa de
a
¿cómo será posible que éstos, Israel, a un bolivo cultivado que
después de haber rechazado un hombre tomó y nutrió en su
c
el fundamento seguro, puedan viña; y creció y envejeció y em-
a
jamás edificar sobre él, para pezó a dsecarse.
que sea la principal piedra an- 4 Y acaeció que salió el amo de
gular? la viña, y vio que su olivo empe-
18 He aquı́, amados hermanos zaba a secarse, y dijo: Lo poda-
mı́os, os aclararé este misterio, a ré, y cavaré alrededor de él, y lo

14a Mateo 23:37–38; 1 Cor. 1:23; 5 1a gee Zenós.


2 Ne. 25:2. 2 Ne. 18:13–15. 3a Ezeq. 36:8. gee Israel.
b 2 Cor. 11:3; b 1 Ne. 10:11. b Rom. 11:17–24.
1 Ne. 19:7; c gee Piedra del gee Olivo.
2 Ne. 33:2. ángulo; Roca. c DyC 101:44.
c Isa. 44:18; 16a Sal. 118:22–23. gee Viña del Señor.
Rom. 11:25. b Isa. 28:16; Hel. 5:12. d gee Apostası́a.
d 2 Ne. 25:1–2. 17a Mateo 19:30;
15a Isa. 8:13–15; DyC 29:30. [Entre 544 y 510 a.C.]
JACOB 5:5–17 150
nutriré para que tal vez eche que se cavara alrededor, y se
ramas nuevas y tiernas, y no podara y se nutriera, y dijo a
perezca. su siervo: Me aflige que tenga
5 Y aconteció que lo podó, y q u e p e r d e r e s t e á r b o l ; p o r
cavó alrededor de él, y lo nutrió tanto, para que tal vez pueda
según su palabra. yo preservar sus raı́ces a fin de
6 Y sucedió que después de que no perezcan y pueda yo
muchos dı́as empezó a echar al- preservarlas para mı́, he hecho
gunos retoños pequeños y tier- esto.
nos, mas he aquı́, la copa prin- 12 Por tanto, ve; cuida el árbol
cipal empezó a secarse. y nútrelo, según mis palabras.
7 Y ocurrió que lo vio el amo 13 Y éstos yo a pondré en la
de la viña, y dijo a su siervo: parte más baja de mi viña, don-
Me aflige que tenga que perder de bien me parezca, esto no te
e s t e á r b o l ; p o r t a n t o , v e , y incumbe; y lo hago a fin de pre-
arranca las ramas de un olivo servar para mı́ las ramas natu-
a
silvestre y tráemelas aquı́; y rales del árbol; y también con
arrancaremos esas ramas princi- objeto de guardar para mı́ su
pales que empiezan a marchi- fruto para la estación; porque
tarse, y las echaremos en el fue- me aflige que tenga que perder
go para que se quemen. este árbol y su fruto.
8 Y he aquı́, dijo el Señor de la 14 Y aconteció que el Señor de
viña, tomaré muchas de estas la viña se marchó, y escondió
ramas nuevas y tiernas y las in- las ramas naturales del olivo
jertaré donde yo quiera, y no cultivado en las partes más ba-
importa si acaso la raı́z de este jas de la viña, unas en una par-
árbol perece, yo puedo conser- te y otras en otra, según su vo-
var su fruto para mı́; por tanto, luntad y placer.
tomaré estas ramas nuevas y 15 Y sucedió que pasó mucho
tiernas, y las injertaré donde yo tiempo, y el Señor de la viña di-
quiera. jo a su siervo: Ven, descenda-
9 Toma las ramas del olivo sil- mos a la viña para que poda-
vestre, e injértalas en alugar de mos trabajar en ella.
ellas; y estas que he cortado, las 16 Y aconteció que el Señor de
echaré al fuego y las quemaré, a la viña y también su siervo ba-
fin de que no obstruyan el te- jaron a la viña a trabajar; y su-
rreno de mi viña. cedió que el siervo dijo a su
10 Y aconteció que el siervo amo: He aquı́, mira; contempla
del Señor de la viña hizo según el árbol.
la palabra de su amo, e injertó 17 Y ocurrió que el Señor de la
las ramas del olivo asilvestre. viña miró y vio el árbol en el
11 Y el Señor de la viña hizo que se habı́an injertado las ra-

7a Rom. 11:17, 24. 10a gee Gentiles.


9a Rom. 1:13. 13a 1 Ne. 10:12. [Entre 544 y 510 a.C.]
151 JACOB 5:18–26
mas del olivo silvestre; y habı́a dijo a su amo: ¿Cómo fue que
retoñado y comenzado a dar viniste aquı́ a plantar este árbol,
a
fruto; y vio que era bueno, y o esta rama del árbol? Porque
su fruto era semejante al fruto he aquı́, era el sitio más estéril
natural. de todo el terreno de tu viña.
18 Y dijo al siervo: He aquı́, las 22 Y le dijo el Señor de la vi-
ramas del árbol silvestre han al- ña: No me aconsejes. Yo sabı́a
canzado la humedad de la raı́z, que era un lugar estéril; por eso
por lo que la raı́z ha producido te dije que lo he nutrido tan
mucha fuerza; y a causa de la largo tiempo, y tú ves que ha
mucha fuerza de la raı́z, las ra- dado mucho fruto.
mas silvestres han dado fruto 23 Y aconteció que el Señor de
cultivado. Ası́ que, si no hu- la viña dijo a su siervo: Mira
biéramos injertado estas ramas, acá, he aquı́, he plantado otra
el árbol habrı́a perecido. Y he rama del árbol también; y tú sa-
aquı́, ahora guardaré mucho bes que esta parte del terreno
fruto que el árbol ha produci- era peor que la primera. Pero
do; y su fruto lo guardaré para mira el árbol. Lo he nutrido to-
mı́ mismo, para la estación. do este tiempo, y ha producido
19 Y sucedió que el Señor de mucho fruto; por tanto, recóge-
la viña dijo al siervo: Ven, va- lo y guárdalo para la estación a
mos a la parte más baja de la fin de que yo lo preserve para
viña, y veamos si las ramas na- mı́ mismo.
turales del árbol no han dado 24 Y aconteció que el Señor de
mucho fruto también, a fin de la viña dijo otra vez a su siervo:
que pueda yo guardar su fruto Mira acá y ve otra arama que
para la estación, para mı́ mis- también he plantado; he aquı́,
mo. también la he nutrido, y ha
20 Y aconteció que fueron a producido fruto.
donde el amo habı́a escondido 25 Y dijo al siervo: Mira hacia
las ramas naturales del árbol, y acá y ve la última. He aquı́, ésta
dijo al siervo: Mira éstas; y vio la he plantado en terreno abue-
que la aprimera habı́a dado mu- no, y la he nutrido todo este
cho fruto, y también vio que tiempo; y sólo parte del árbol
era bueno. Y dijo al siervo: To- ha dado fruto cultivado, y la
b
ma de su fruto y guárdalo para otra parte del árbol ha produ-
la estación, a fin de que yo lo cido fruto silvestre; he aquı́, he
preserve para mı́ mismo; pues, nutrido este árbol igual que los
dijo él, lo he nutrido mucho otros.
tiempo, y ha producido fruto 26 Y sucedió que el Señor de la
abundante. viña dijo al siervo: Arranca las
21 Y aconteció que el siervo ramas que no han producido

17a Juan 15:16. Alma 16:17; b 3 Ne. 10:12–13.


20a Jacob 5:39. 3 Ne. 15:21–24.
24a Ezeq. 17:22–24; 25a 1 Ne. 2:20. [Entre 544 y 510 a.C.]
JACOB 5:27–38 152
fruto abueno y échalas en el fue- tro trabajo, de nada me sirve; y
go. me aflige ahora que tenga que
27 Mas he aquı́, el siervo le di- perder este árbol.
jo: Podémoslo, y cavemos alre- 33 Y el Señor de la viña dijo al
dedor de él, y nutrámoslo un siervo: ¿Qué haremos por el ár-
poco más, a fin de que tal vez te bol, para que de nuevo pueda
dé buen fruto, para que lo guar- yo preservar buen fruto de él
des para la estación. para mı́ mismo?
28 Y aconteció que el Señor de 34 Y el siervo dijo a su amo: He
la viña y su siervo nutrieron to- aquı́, a causa de que injertaste
dos los árboles frutales de la vi- las ramas del olivo silvestre, és-
ña. tas han nutrido sus raı́ces, de
29 Y aconteció que habı́a pasa- modo que están vivas y no han
do mucho tiempo, y el Señor de perecido; por tanto, ves que es-
la viña dijo a su asiervo: Ven, tán buenas todavı́a.
descendamos a la viña para que 35 Y aconteció que el Señor de
trabajemos de nuevo en ella. la viña dijo a su siervo: Ningún
Porque he aquı́, se acerca el provecho me deja el árbol, y sus
b
tiempo, y el cfin viene pronto; raı́ces no me benefician nada, en
por tanto, debo guardar fruto tanto que produzca mal fruto.
para la estación, para mı́ mismo. 36 No obstante, sé que las raı́-
30 Y sucedió que el Señor de la ces son buenas; y para mi pro-
viña y el siervo descendieron a pio fin las he preservado; y a
la viña; y llegaron al árbol cuyas causa de su mucha fuerza, hasta
ramas naturales habı́an sido aquı́ han producido buen fruto
arrancadas, y se habı́an injerta- de las ramas silvestres.
do las ramas silvestres en su lu- 37 Mas he aquı́, las ramas sil-
gar; y he aquı́, estaba cargado vestres han crecido y han aso-
de toda aclase de fruto. brepujado a sus raı́ces; y debido
31 Y aconteció que el Señor de a que las ramas silvestres han
la viña probó el fruto, cada clase sobrepujado a las raı́ces, ha pro-
según su número. Y el Señor de ducido mucho fruto malo; y
la viña dijo: He aquı́, por largo porque ha producido tanto fru-
tiempo hemos nutrido este ár- to malo, ves que ya empieza a
bol, y he guardado para mı́ mu- perecer; y pronto llegará a la
cho fruto, para la estación. madurez para ser echado al fue-
32 Pero he aquı́, esta vez ha go, a menos que algo hagamos
producido mucho fruto, y no para preservarlo.
hay aninguno que sea bueno. Y 38 Y aconteció que el Señor de
he aquı́, hay toda clase de fruto la viña dijo a su siervo: Descen-
malo; y no obstante todo nues- damos a los parajes más bajos

26a Mateo 7:15–20; postreros dı́as. 32a JS—H 1:19.


Alma 5:36; DyC 97:7. c 2 Ne. 30:10; 37a DyC 45:28–30.
29a DyC 101:55; 103:21. Jacob 6:2.
b gee Últimos dı́as, 30a gee Apostası́a. [Entre 544 y 510 a.C.]
153 JACOB 5:39–48
de la viña, y veamos si las ramas dujo buen fruto, y parte de él
naturales han producido tam- dio fruto silvestre; y porque no
bién mal fruto. le arranqué sus ramas y las eché
39 Y aconteció que descendie- al fuego, he aquı́, han sobrepu-
ron a los parajes más bajos de la jado a la rama buena de modo
viña. Y ocurrió que vieron que que ésta se ha secado.
el fruto de las ramas naturales se 46 Y ahora bien, he aquı́, no
habı́a corrompido también; sı́, el obstante todo el cuidado que
a
primero, y el segundo, y el últi- hemos dado a mi viña, sus árbo-
mo también; y todos se habı́an les se han corrompido, de modo
corrompido. que no dan buen fruto; y yo ha-
40 Y el fruto asilvestre del últi- bı́a esperado preservar a éstos, a
mo habı́a sobrepujado a esa par- fin de haber guardado su fruto
te del árbol que produjo buen para la estación, para mı́ mismo.
fruto, de tal modo que la rama Mas he aquı́, se han vuelto co-
se habı́a marchitado y secado. mo el olivo silvestre, y no valen
41 Y aconteció que el Señor de nada sino para ser acortados y
la viña lloró, y dijo al siervo: echados al fuego; y me aflige
¿aQué más pude haber hecho que tenga que perderlos.
por mi viña? 47 ¿Pero qué más pude yo ha-
42 He aquı́, yo sabı́a que todo ber hecho en mi viña? ¿He rela-
el fruto de la viña, exceptuando jado mi mano de modo que no
éstos, se habı́a corrompido. Y la he nutrido? No, la he nutrido
ahora éstos, que en un tiempo y cavado alrededor; la he poda-
habı́an producido buen fruto, do y abonado; y he aextendido
se han corrompido también; y la mano casi todo el dı́a, y el bfin
ahora todos los árboles de mi vi- se acerca. Y me aflige que tenga
ña para nada sirven sino para que talar todos los árboles de mi
ser cortados y echados en el fue- viña, y echarlos en el fuego para
go. que sean quemados. ¿Quién es
43 Y he aquı́ que este último, el que ha corrompido mi viña?
cuya rama se ha marchitado, lo 48 Y acaeció que el siervo dijo a
planté en un terreno afértil; sı́, el su amo: ¿No será la altura de tu
que para mı́ era el más escogido viña? ¿No habrán sobrepujado
de todos los demás parajes de sus ramas a las raı́ces que son
mi viña. buenas? Y a causa de que las ra-
44 Y tú viste que también derri- mas han sobrepujado a sus raı́-
bé lo que aobstruı́a este pedazo ces, he aquı́ que aquéllas crecie-
de tierra, a fin de que yo pudie- ron más aprisa que la fuerza de
ra plantar este árbol en su lugar. las raı́ces, tomando fuerza para
45 Y viste que parte de él pro- sı́ mismas. He aquı́, digo: ¿No

39a Jacob 5:20, 23, 25. 44a Éter 13:20–21. b gee Mundo—El fin
40a Morm. 6:6–18. 46a 3 Ne. 27:11. del mundo.
41a 2 Ne. 26:24. 47a 2 Ne. 28:32;
43a 2 Ne. 1:5. Jacob 6:4. [Entre 544 y 510 a.C.]
JACOB 5:49–60 154
será ésta la causa de la corrup- para mı́, para que cuando lle-
ción de los árboles de tu viña? guen a tener suficiente fuerza
49 Y aconteció que el Señor de tal vez me produzcan buen fru-
la viña dijo al siervo: Vayamos y to, y me glorı́e aún en el fruto
cortemos los árboles de la viña y de mi viña.
echémoslos al fuego para que 55 Y aconteció que tomaron
no obstruyan el terreno de mi del árbol natural que se habı́a
viña, porque he hecho todo. vuelto silvestre, e injertaron en
¿Qué más pude yo haber hecho los árboles naturales que tam-
por mi viña? bién se habı́an vuelto silvestres.
50 Mas he aquı́, el siervo dijo al 56 Y también tomaron de los
Señor de la viña: Déjala un poco árboles naturales que se habı́an
a
más. vuelto silvestres, e injertaron en
51 Y dijo el Señor: Sı́, la dejaré su árbol original.
un poco más, porque me aflige 57 Y el Señor de la viña dijo al
que tenga que perder los árbo- siervo: No arranques las ramas
les de mi viña. silvestres de los árboles, sino
52 Por tanto, tomemos algu- aquellas que son las más amar-
nas de las aramas de éstos que gas; y en ellas injertarás de
he plantado en las partes más acuerdo con lo que he dicho.
bajas de mi viña, e injertémos- 58 Y de nuevo nutriremos los
las en el árbol del cual procedie- árboles de la viña, y podaremos
ron; y arranquemos del árbol sus ramas; y arrancaremos de
esas ramas cuyo fruto es el más los árboles aquellas ramas que
amargo, e injertemos en su han madurado, que deben pere-
lugar las ramas naturales del cer, y las echaremos al fuego.
árbol. 59 Y hago esto para que quizá
53 Y haré esto para que no pe- sus raı́ces se fortalezcan a causa
rezca el árbol, a fin de que quizá de su buena calidad; y que, a
preserve sus raı́ces para mi pro- causa del cambio de ramas, lo
pio fin. bueno sobrepuje a lo malo.
54 Y he aquı́, todavı́a están 60 Y porque he preservado las
vivas las raı́ces de las ramas na- ramas naturales y sus raı́ces, y
turales del árbol que planté he injertado nuevamente las ra-
donde me pareció bien; por tan- mas naturales en su árbol origi-
to, a fin de que yo las conserve nal y he preservado las raı́ces de
también para mi propio fin, su árbol original, para que quizá
tomaré de las ramas de este ár- los árboles de mi viña produz-
bol, y las a injertaré en ellas. can nuevamente buen afruto; y
Sı́, injertaré en ellas las ramas que yo tenga de nuevo gozo en
de su árbol original, para que el fruto de mi viña, y tal vez me
yo preserve también las raı́ces alegre en extremo porque he

50a Jacob 5:27. Israel.


52a gee Israel—La 54a 1 Ne. 15:12–16.
congregación de 60a Isa. 27:6. [Entre 544 y 510 a.C.]
155 JACOB 5:61–71
preservado las raı́ces y las ramas raı́ces resulten demasiado fuer-
del primer fruto; tes para el injerto, y éste perez-
61 ve, pues, y llama asiervos ca, y pierda yo los árboles de mi
para que btrabajemos diligente- viña.
mente con todo nuestro empe- 66 Porque me aflige que tenga
ño en la viña, a fin de que poda- que perder los árboles de mi vi-
mos preparar el camino para ña; por tanto, quitarás lo malo a
que yo produzca otra vez el fru- medida que crezca lo bueno, pa-
to natural, el cual es bueno y ra que la raı́z y la copa tengan
más precioso que cualquier otro igual fuerza, hasta que lo bueno
fruto. sobrepuje a lo malo, y lo malo
62 Por tanto, vayamos y traba- sea talado y echado en el fuego,
jemos con nuestra fuerza esta a fin de que no obstruya el terre-
última vez; porque he aquı́, se no de mi viña; y ası́ barreré lo
acerca el fin, y ésta es la última malo de mi viña.
vez que podaré mi viña. 67 Y de nuevo injertaré las ra-
63 Injerta las ramas; empieza mas del árbol natural en el árbol
por las aúltimas, para que sean natural;
las primeras, y que las primeras 68 e injertaré las ramas del ár-
sean las últimas; y cava alrede- bol natural en las ramas natura-
dor de los árboles, viejos ası́ co- les del árbol; y ası́ las juntaré
mo nuevos, los primeros y los otra vez para que produzcan el
últimos; y los últimos y los pri- fruto natural, y serán uno.
meros, a fin de que todos sean 69 Y lo malo será aechado fue-
nutridos de nuevo por la postre- ra, sı́, fuera de todo el terreno de
ra vez. mi viña; pues he aquı́, tan sólo
64 Por tanto, cava alrededor de esta vez podaré mi viña.
ellos, y pódalos, y abónalos de 70 Y aconteció que el Señor de
nuevo por última vez, porque el la viña envió a su asiervo, y éste
fin se acerca. Y si acaso estos úl- fue e hizo lo que el Señor le ha-
timos injertos crecen y produ- bı́a mandado, y trajo otros sier-
cen el fruto natural, entonces les vos; y eran bpocos.
prepararás el camino para que 71 Y les dijo el Señor de la viña:
crezcan. Id y atrabajad en la viña con to-
65 Y a medida que empiecen a das vuestras fuerzas. Porque he
crecer, quitarás las ramas que aquı́, ésta es la búltima vez que
dan fruto amargo, según la fuer- nutriré mi viña; porque el fin se
za y el tamaño de las buenas; y aproxima y la estación viene rá-
no aquitarás todas las ramas ma- pidamente; y si vosotros traba-
las de una vez, no sea que las jáis conmigo con toda vuestra

61a Jacob 6:2; DyC 24:19. 69a 1 Ne. 22:15–17, 23; Jacob 6:2–3;
b DyC 39:11, 13, 17. 2 Ne. 30:9–10. DyC 33:3–4.
63a 1 Ne. 13:42; 70a DyC 101:55; 103:21. b DyC 39:17; 43:28–30.
Éter 13:10–12. b 1 Ne. 14:12.
65a DyC 86:6–7. 71a Mateo 21:28; [Entre 544 y 510 a.C.]
JACOB 5:72–77 156
fuerza, os cregocijaréis en el fru- mi voluntad; y he preservado el
to que recogeré para mı́ mismo, fruto natural que es bueno, aun
para el tiempo que pronto llega- como lo fue en el principio. Y
a
rá. benditos sois, porque a causa
72 Y sucedió que los siervos de que habéis sido diligentes en
fueron y trabajaron con todas obrar conmigo en mi viña, y ha-
sus fuerzas; y el Señor de la viña béis guardado mis mandamien-
también trabajó con ellos; y en tos, y me habéis traı́do otra vez
todo obedecieron los mandatos el fruto bnatural, de modo que
del Señor de la viña. mi viña ya no está más corrom-
73 Y empezó de nuevo a pro- pida, y lo malo se ha echado
ducirse el fruto natural en la vi- fuera, he aquı́, os regocijaréis
ña; y las ramas naturales co- conmigo a causa del fruto de mi
menzaron a crecer y a medrar viña.
en sumo grado; y empezaron 76 Pues he aquı́, por amucho
luego a arrancarse las ramas sil- tiempo guardaré del fruto de mi
vestres y a echarse fuera; y con- viña para mı́ mismo, para la es-
servaron iguales la raı́z y la co- tación, la cual se aproxima ve-
pa, según su fuerza. lozmente; y por la última vez he
74 Y ası́ trabajaron con toda di- nutrido mi viña, y la he podado,
ligencia, según los mandamien- y he cavado alrededor de ella, y
tos del Señor de la viña, sı́, hasta la he abonado; por tanto, guar-
que lo malo hubo sido echado daré de su fruto para mı́ mismo,
de la viña, y el Señor hubo lo- por mucho tiempo, de acuerdo
grado para sı́ que los árboles con lo que he hablado.
volviesen nuevamente al fruto 77 Y cuando llegue la ocasión
natural; y llegaron a ser como en que nuevamente vuelva el
a
un cuerpo; y los frutos fueron mal fruto a mi viña, entonces
iguales, y el Señor de la viña ha- haré recoger lo bueno y lo malo;
bı́a preservado para sı́ mismo el y lo bueno preservaré para mı́, y
fruto natural, que fue suma- lo malo arrojaré a su propio lu-
mente precioso para él desde el gar. Y entonces viene la aesta-
principio. ción y el fin; y haré que mi viña
75 Y aconteció que cuando el sea bquemada con fuego.
Señor de la viña vio que su fruto
era bueno y que su viña ya no CAPÍTULO 6
estaba corrompida, llamó a sus
siervos y les dijo: He aquı́, he- El Señor recobrará a Israel en los
mos nutrido mi viña esta última últimos dı́as—El mundo será que-
vez; y veis que he obrado según mado con fuego—Los hombres de -

71c DyC 18:10–16. gee Milenio. b gee Mundo—El fin


74a DyC 38:27. 77a Apoc. 20:2–10; del mundo.
75a 1 Ne. 13:37. DyC 29:22–24;
b gee Israel. 43:29–33;
76a 1 Ne. 22:24–26. 88:110–116. [Entre 544 y 510 a.C.]
157 JACOB 6:1–9
ben seguir a Cristo para evitar el 5 Por tanto, amados hermanos
lago de fuego y azufre. mı́os, os suplico con palabras so-
lemnes que os arrepintáis y ven-
Y AHORA bien, he aquı́, mis her- gáis con ı́ntegro propósito de
manos, como os dije que iba a corazón, y os aalleguéis a Dios
profetizar, he aquı́, ésta es mi como él se allega a vosotros. Y
profecı́a: Que las cosas que ha- mientras su bbrazo de misericor-
bló este profeta aZenós concer- dia se extienda hacia vosotros a
nientes a los de la casa de Israel, la luz del dı́a, no endurezcáis
en las cuales los comparó a un vuestros corazones.
olivo cultivado, ciertamente han 6 Sı́, hoy mismo, si queréis oı́r
de acontecer. su voz, no endurezcáis vuestros
2 Y el dı́a en que el Señor de corazones; pues, ¿por qué que-
nuevo extienda su mano por se- réis amorir?
gunda vez para arecobrar a su 7 Porque he aquı́, después de
pueblo será el dı́a, sı́, aun la últi- haber sido nutridos por la bue-
ma vez, en que los bsiervos del na palabra de Dios todo el dı́a,
Señor saldrán con cpotestad de ¿produciréis mal fruto, para que
él para dnutrir y podar su eviña; seáis atalados y echados en el
y después de eso, pronto ven- fuego?
drá el ffin. 8 He aquı́, ¿rechazaréis estas
3 ¡Y cuán benditos los que ha- palabras? ¿Rechazaréis las pala-
yan trabajado diligentemente bras de los profetas; y rechaza-
en su viña! ¡Y cuán malditos los réis todas las palabras que se
que sean echados a su propio han hablado en cuanto a Cristo,
lugar! Y el mundo será aquema- después que tantos han hablado
do con fuego. acerca de él? ¿y negaréis la bue-
4 ¡Y cuán misericordioso es na palabra de Cristo y el poder
nuestro Dios para con nosotros!, de Dios y el adon del Espı́ritu
porque él se acuerda de la casa Santo, y apagaréis el Santo Espı́-
de aIsrael, de las raı́ces ası́ como ritu, y haréis irrisión del gran
de las ramas; y les extiende sus plan de redención que se ha dis-
b
manos todo el dı́a; y son una puesto para vosotros?
gente cobstinada y contenciosa; 9 ¿No sabéis que si hacéis estas
pero cuantos no endurezcan sus cosas, el poder de la redención y
corazones serán salvos en el rei- de la resurrección que está en
no de Dios. Cristo os llevará a presentaros

6 1a Jacob 5:1. f 2 Ne. 30:10. 3 Ne. 9:14.


2a 1 Ne. 22:10–12; 3a 2 Ne. 27:2; 6a Ezeq. 18:21–23.
DyC 110:11. Jacob 5:77; 7a Alma 5:51–52;
gee Restauración del 3 Ne. 25:1. 3 Ne. 27:11–12.
evangelio. 4a 2 Sam. 7:24. 8a gee Don del Espı́ritu
b Jacob 5:61. b Jacob 5:47. Santo.
c 1 Ne. 14:14. c Mos. 13:29.
d Jacob 5:71. 5a gee Unidad.
e gee Viña del Señor. b Alma 5:33–34; [Entre 544 y 510 a.C.]
JACOB 6:10–7:6 158
con vergüenza y con terrible entre el pueblo de Nefi un hom-
a
culpa ante el btribunal de Dios? bre que se llamaba Sherem.
10 Y según el poder de la ajusti- 2 Y aconteció que empezó a
cia, porque la justicia no puede predicar entre los del pueblo, y
ser negada, tendréis que ir a a declararles que no habrı́a nin-
aquel blago de fuego y azufre, gún Cristo; y predicó muchas
cuyas llamas son inextinguibles cosas que lisonjeaban al pueblo;
y cuyo humo asciende para e hizo esto para derribar la doc-
siempre jamás; y este lago de trina de Cristo.
fuego y azufre es ctormento dsin 3 Y trabajó diligentemente
fin. para desviar el corazón del pue-
11 ¡Oh amados hermanos mı́os, blo, a tal grado que desvió a
arrepentı́os, pues, y entrad por muchos corazones; y sabiendo
la puerta aestrecha, y continuad él que yo, Jacob, tenı́a fe en Cris-
en el camino que es angosto, to, que habı́a de venir, buscó
hasta que obtengáis la vida eter- mucho una oportunidad para
na! verse conmigo.
12 ¡Oh, sed aprudentes! ¿Qué 4 Y era un hombre instruido,
más puedo decir? pues tenı́a un conocimiento
13 Por último, me despido de perfecto de la lengua del pue-
vosotros, hasta que os vuelva a blo; por tanto, podı́a emplear
ver ante el placentero tribunal mucha lisonja y mucha elo-
de Dios, tribunal que hiere al cuencia, según el poder del
malvado con aterrible espanto y diablo.
miedo. Amén. 5 Y tenı́a la esperanza de des-
prenderme de la fe, a pesar de
las muchas arevelaciones y lo
CAPÍTULO 7 mucho que yo habı́a visto con-
cerniente a estas cosas; porque
Sherem niega a Cristo, contiende yo en verdad habı́a visto ánge-
con Jacob, demanda una señal y es les, y me habı́an ministrado. Y
herido por Dios—Todos los profe- también habı́a oı́do la voz del
tas han hablado de Cristo y su ex- Señor hablándome con sus pro-
piación—Los nefitas han pasado su pias palabras de cuando en
vida errantes, nacidos en la tribula- cuando; por tanto, yo no podı́a
ción y aborrecidos por los lamani- ser descarriado.
tas. 6 Y aconteció que me vino a
ver, y de esta manera me habló,
Y ACONTECIÓ que después de diciendo: Hermano Jacob, mu-
transcurrir algunos años, vino cho he buscado la oportunidad

9a Mos. 15:26. gee Infierno. 13a Alma 40:14.


gee Culpa. c gee Condenación. 7 5a 2 Ne. 11:3;
b gee Juicio Final. d DyC 19:10–12. Jacob 2:11.
10a gee Justicia. 11a 2 Ne. 9:41.
b 2 Ne. 28:23. 12a Morm. 9:28. [Entre 544 y 510 a.C.]
159 JACOB 7:7–17
para hablar contigo, porque he 12 Y esto no es todo. Se me ha
oı́do, y también sé, que mucho manifestado, porque he oı́do y
andas, predicando lo que llamas visto; y también me lo ha mani-
el evangelio o la doctrina de festado el apoder del Espı́ritu
Cristo. Santo; por consiguiente, yo sé
7 Y has desviado a muchos de que si no se efectuara una expia-
los de este pueblo, de manera ción, se bperderı́a todo el género
que pervierten la recta vı́a de humano.
Dios y no aguardan la ley de 13 Y aconteció que me dijo:
Moisés, que es el camino verda- Muéstrame una aseñal mediante
dero; y conviertes la ley de Moi- este poder del Espı́ritu Santo,
sés en la adoración de un ser por medio del cual sabes tanto.
que dices vendrá de aquı́ a mu- 14 Y le dije: ¿Quién soy yo para
chos siglos. Y ahora bien, he que tiente a Dios para que te
aquı́, yo, Sherem, te declaro que muestre una señal en esto que
esto es una blasfemia, pues na- tú sabes que es averdad? Sin em-
die sabe en cuanto a tales cosas; bargo, la negarás, porque eres
porque nadie bpuede declarar lo del bdiablo. No obstante, no sea
que está por venir. Y ası́ era co- hecha mi voluntad; mas si Dios
mo Sherem contendı́a contra te hiriere, séate por señal de que
mı́. él tiene poder tanto en el cielo
8 Mas he aquı́ que el Señor como en la tierra; y también de
Dios derramó su aEspı́ritu en mi que Cristo vendrá. ¡Y sea hecha
alma, de tal modo que lo con- tu voluntad, oh Señor, y no la
fundı́ en todas sus palabras. mı́a!
9 Y le dije: ¿Niegas tú al Cristo 15 Y sucedió que cuando yo,
que ha de venir? Y él dijo: Si hu- Jacob, hube hablado estas pala-
biera un Cristo, no lo negarı́a; bras, el poder del Señor vino so-
mas sé que no hay Cristo, ni lo bre él, de tal modo que cayó a
ha habido, ni jamás lo habrá. tierra. Y sucedió que fue alimen-
10 Y le dije: ¿Crees tú en las tado por el espacio de muchos
Escrituras? Y dijo él: Sı́. dı́as.
11 Y le dije yo: Entonces no las 16 Y aconteció que él dijo al
entiendes; porque en verdad pueblo: Reunı́os mañana, por-
testifican de Cristo. He aquı́, te que voy a morir; por tanto, de-
digo que ninguno de los profe- seo hablar al pueblo antes que
tas ha escrito ni aprofetizado sin yo muera.
que haya hablado concerniente 17 Y aconteció que a la mañana
a este Cristo. siguiente la multitud se hallaba

7a Jacob 4:5. Mos. 13:33–35; 13a Mateo 16:1–4;


b Alma 30:13. DyC 20:26. Alma 30:43–60.
8a gee Inspiración, gee Jesucristo. gee Señales.
inspirar. 12a gee Trinidad—Dios 14a Alma 30:41–42.
11a Apoc. 19:10; el Espı́ritu Santo; b Alma 30:53.
1 Ne. 10:5; Espı́ritu Santo.
Jacob 4:4; b 2 Ne. 2:21. [Entre 544 y 510 a.C.]
JACOB 7:18–26 160
reunida; y les habló claramente mi clamor y contestado mi ora-
y negó las cosas que les habı́a ción.
enseñado, y confesó al Cristo y 23 Y sucedió que la paz y el
el poder del Espı́ritu Santo y la amor de Dios nuevamente se
ministración de ángeles. restablecieron entre el pueblo; y
a
18 Y les dijo claramente que escudriñaron las Escrituras; y
habı́a sido aengañado por el po- no hicieron más caso de las pa-
der del bdiablo. Y habló del in- labras de este hombre inicuo.
fierno, y de la eternidad, y del 24 Y aconteció que se idearon
castigo eterno. muchos medios para arescatar a
19 Y dijo: Temo que haya co- los lamanitas y restaurarlos al
metido el pecado aimperdona- conocimiento de la verdad; mas
ble, pues he mentido a Dios; todo fue en bvano, porque se de-
porque negué al Cristo, y dije leitaban en cguerras y en el dde-
que creı́a en las Escrituras, y és- rramamiento de sangre, y abri-
tas en verdad testifican de él. Y gaban un eodio eterno contra
porque he mentido a Dios de es- nosotros, sus hermanos; y de
te modo, temo mucho que mi si- continuo buscaban el modo de
tuación sea bterrible; pero me destruirnos por el poder de sus
confieso a Dios. armas.
20 Y acaeció que después que 25 Por tanto, el pueblo de Nefi
hubo dicho estas palabras, no se fortificó contra ellos con sus
pudo hablar más, y aentregó el armas y con todo su poder, con-
espı́ritu. fiando en el Dios y aroca de su
21 Y cuando los de la multitud salvación; por tanto, pudieron
hubieron presenciado que él ha- ser, hasta el momento, vencedo-
bı́a dicho estas cosas cuando es- res de sus enemigos.
taba a punto de entregar el espı́- 26 Y aconteció que yo, Jacob,
ritu, se asombraron en extremo; empecé a envejecer; y como la
tanto ası́ que el poder de Dios historia de este pueblo se lleva
descendió sobre ellos, y fueron en las aotras planchas de Nefi,
a
dominados de modo que caye- concluyo, por tanto, esta rela-
ron a tierra. ción, declarando que la he escri-
22 Y ahora bien, esto me com- to según mi mejor conocimien-
plació a mı́, Jacob, porque lo ha- to, diciendo que el tiempo se
bı́a pedido a mi Padre que esta- nos ha pasado, y nuestras bvidas
ba en el cielo; pues él habı́a oı́do también han pasado como si

18a Alma 30:53. 23a Alma 17:2. 26a 1 Ne. 19:1–6;


gee Engañar, 24a Enós 1:20. Jarom 1:14–15.
engaño. b Enós 1:14. gee Planchas.
b gee Diablo. c Mos. 10:11–18. b Stg. 4:14.
19a gee Pecado d Jarom 1:6;
imperdonable. Alma 26:23–25.
b Mos. 15:26. e 2 Ne. 5:1–3;
20a Jer. 28:15–17. Mos. 28:2.
21a Alma 19:6. 25a gee Roca. [Entre 544 y 510 a.C.]
161 JACOB 7:27–ENÓS 1:6
fuera un sueño, pues somos un cro. Por tanto, dije a mi hijo
a
pueblo solitario y solemne, Enós: Toma estas planchas. Y
errantes, desterrados de Jerusa- le declaré lo que mi hermano
lén, nacidos en la tribulación, Nefi me habı́a b mandado, y
en un desierto, y aborrecidos prometió obedecer los manda-
por nuestros hermanos, cosa mientos. Y doy fin a mis escri-
que ha provocado guerras y tos sobre estas planchas, y lo
contenciones; de manera que que he escrito ha sido poco; y
nos hemos lamentado en el me despido del lector, esperan-
curso de nuestras vidas. do que muchos de mis herma-
27 Y yo, Jacob, vi que pronto nos lean mis palabras. Adiós,
tendrı́a que descender al sepul- hermanos.

El Libro de Enós

Enós ora con potente oración y lo- 3 He aquı́, salı́ a cazar bes-
gra el perdón de sus pecados—La tias en los bosques; y las pa-
voz del Señor penetra su mente, y labras que frecuentemente
le promete salvación para los lama- habı́a oı́do a mi padre hablar,
nitas en un dı́a futuro—Los nefi- en cuanto a la vida eterna y
tas procuran restaurar a los lama- el agozo de los santos, bpene-
nitas — Enós se regocija en su traron mi corazón profunda-
Redentor. mente.
4 Y mi alma tuvo ahambre; y

H
b
a
E aquı́, aconteció que yo,
Enós, sabı́a que mi padre
era un varón justo, pues me
me barrodillé ante mi Hacedor,
y clamé a él con potente cora-
ción y súplica por mi propia al-
c
instruyó en su idioma y tam- ma; y clamé a él todo el dı́a; sı́,
bién me crió en ddisciplina y y cuando anocheció, aún eleva-
amonestación del Señor —y ba mi voz en alto hasta que lle-
bendito sea el nombre de mi gó a los cielos.
Dios por ello— 5 Y vino a mı́ una avoz, dicien-
2 y os diré de la alucha que tu- do: Enós, tus pecados te son
ve ante Dios, antes de recibir la perdonados, y serás bendecido.
b
remisión de mis pecados. 6 Y yo, Enós, sabı́a que Dios no

27a Enós 1:1. d Efe. 6:4. b 1 Ne. 10:17–19;


b Jacob 1:1–4. 2a Gén. 32:24–32; Alma 36:17–21.
Alma 8:10. 4a 2 Ne. 9:51; 3 Ne. 12:6.
[enós] gee Arrepentimiento, b gee Reverencia.
1 1a gee Enós, hijo de arrepentirse. c gee Oración.
Jacob. b gee Remisión de 5a gee Revelación.
b 2 Ne. 2:2–4. pecados.
c 1 Ne. 1:1–2. 3a gee Gozo. [Entre 510 y 421 a.C.]
ENÓS 1:7–16 162
podı́a mentir; por tanto, mi cul- 12 Y aconteció que después
pa fue expurgada. que hube aorado y me hube afa-
7 Y dije yo: Señor, ¿cómo se lle- nado con toda diligencia, me di-
va esto a efecto? jo el Señor: Por tu fe, te conce-
8 Y él me dijo: Por tu afe en deré conforme a tus bdeseos.
Cristo, a quien nunca jamás has 13 Y ahora bien, he aquı́, éste
oı́do ni visto. Y pasarán muchos era el deseo que anhelaba de él:
años antes que él se manifieste Que si acaso mi pueblo, el pue-
en la carne; por tanto, ve, tu fe blo nefita, cayera en transgre-
te ha bsalvado. sión, y fuera de algún modo
a
9 Ahora bien, sucedió que destruido, y los lamanitas no lo
cuando hube oı́do estas pala- fueran, que el Señor Dios bpre-
bras, empecé a aanhelar el bien- servara una historia de mi pue-
estar de mis hermanos los nefi- blo, los nefitas, aun cuando fue-
tas; por tanto, bderramé toda mi ra por el poder de su santo bra-
alma a Dios por ellos. zo, para que algún dı́a futuro
10 Y mientras ası́ me hallaba fuera cllevada a los lamanitas,
luchando en el espı́ritu, he aquı́, para que tal vez fueran dcondu-
la voz del Señor de nuevo pene- cidos a la salvación;
tró mi amente, diciendo: Visitaré 14 porque por ahora nuestros
a tus hermanos según su dili- esfuerzos para restaurarlos a la
gencia en guardar mis manda- verdadera fe han sido en avano.
mientos. Les he bdado esta tie- Y juraron en su ira que, de ser
rra, y es una tierra santa; y no la posible, bdestruirı́an nuestros
c
maldigo sino por causa de ini- anales junto con nosotros, y
quidad. Por tanto, visitaré a tus también todas las tradiciones de
hermanos según lo que he di- nuestros padres.
cho; y sus transgresiones haré 15 Por tanto, sabiendo yo que
bajar con dolor sobre su propia el Señor Dios podı́a apreservar
cabeza. nuestros anales, le suplicaba
11 Y después que yo, Enós, hu- continuamente, pues él me ha-
be oı́do estas palabras, mi fe en bı́a dicho: Cualquier cosa que
el Señor empezó a ser inque- pidas con fe, creyendo que reci-
brantable; y oré a él con mucho birás en el nombre de Cristo, la
y prolongado ahı́nco por mis obtendrás.
hermanos, los lamanitas. 16 Y yo tenı́a fe, y le imploré al

8a Éter 3:12–13. b 1 Ne. 2:20. Éter 12:22;


gee Fe. c Éter 2:7–12. DyC 3:18.
b Mateo 9:22. 12a Morm. 5:21; 9:36. d Alma 9:17.
9a 1 Ne. 8:12; b Sal. 37:4; 14a Jacob 7:24.
Alma 36:24. 1 Ne. 7:12; b Morm. 6:6.
b 2 Ne. 33:3; Hel. 10:5. 15a gee Escrituras—
P. de Morm. 1:8; 13a Morm. 6:1, 6. Deben preservarse
Alma 34:26–27. b P. de Morm. 1:6–11; las Escrituras.
10a gee Inspiración, Alma 37:2.
inspirar; Mente. c Alma 37:19; [Entre 510 y 421 a.C.]
163 ENÓS 1:17–26
Señor que apreservara los bana- que carne cruda; y de continuo
les; e hizo convenio conmigo de trataban de destruirnos.
que los charı́a llegar a los lama- 21 Y aconteció que el pueblo
nitas en el propio y debido tiem- de Nefi cultivó la tierra, y apro-
po de él. dujo toda clase de granos y de
17 Y yo, Enós, sabı́a que se ha- frutos, y crió rebaños de reses, y
rı́a según el convenio que él ha- manadas de toda clase de gana-
bı́a hecho; por tanto, mi alma do, y cabras y cabras monteses,
quedó tranquila. y también muchos caballos.
18 Y me dijo el Señor: Tus pa- 22 Y hubo muchı́simos aprofe-
dres también me han solicitado tas entre nosotros; y la gente era
b
esto; y les será concedido según obstinada y dura de entendi-
su fe; porque su fe fue semejan- miento.
te a la tuya. 2 3 Y n o h a b ı́ a n a d a , s a l v o
19 Y sucedió que yo, Enós, an- un extremado arigor, bpredica-
duve entre el pueblo de Nefi, ción y profecı́as de guerras y
profetizando de cosas venideras contiendas y destrucciones, y
c
y dando testimonio de las cosas recordándoles continuamente
que yo habı́a oı́do y visto. la muerte, y la duración de la
20 Y testifico que el pueblo eternidad, y los juicios y poder
de Nefi procuró diligentemente de Dios, y todas estas cosas, agi-
restaurar a los lamanitas a la ver- tándolos dconstantemente para
dadera fe en Dios. Pero nuestros mantenerlos en el temor del Se-
a
esfuerzos fueron en vano, pues ñor. Y digo que nada, salvo es-
su odio era implacable, y se de- tas cosas y mucha claridad en el
jaron llevar de su mala naturale- habla, podrı́a evitar que se pre-
za, por lo que se hicieron salva- cipitaran rápidamente a la des-
jes y feroces, y una gente bsan- trucción. Y de esta manera es
guinaria, llena de cidolatrı́a e como escribo acerca de ellos.
inmundicia, alimentándose de 24 Y vi guerras entre los nefitas
animales de rapiña, viviendo en y los lamanitas en el curso de
tiendas y andando errantes por mis dı́as.
el desierto, con una faja corta de 25 Y sucedió que empecé a en-
piel alrededor de los lomos, y vejecer; y ya habı́an transcurri-
con la cabeza afeitada; y su des- do *ciento setenta y nueve años
treza se hallaba en el darco, en la desde el tiempo en que nuestro
cimitarra y en el hacha. Y mu- padre Lehi asalió de Jerusalén.
chos de ellos no comı́an más 26 Y vi que pronto tendrı́a que

16a 3 Ne. 5:13–15; c Mos. 9:12. b gee Predicar.


DyC 3:19–20; gee Idolatrı́a. c Hel. 12:3.
10:46–50. d Mos. 10:8. d Jarom 1:12;
b gee Libro de 21a Mos. 9:9. Alma 31:5.
Mormón. 22a P. de Morm. 1:16–18. 25a 1 Ne. 2:2–4.
c 2 Ne. 27:6. b Jarom 1:3.
20a Moro. 9:6. 23a 1 Ne. 16:2;
b Jarom 1:6. 2 Ne. 33:5. [*420 a.C.]
ENÓS 1:27–JAROM 1:4 164
a
descender a mi sepultura, ha- reposo, que es con mi Reden-
biendo sido influido por el po- tor, porque sé que en él reposa-
der de Dios a predicar y a profe- ré. Y me regocijo en el dı́a en
tizar a este pueblo y declarar la que mi ser bmortal se vestirá de
c
palabra según la verdad que es- inmortalidad, y estaré delante
tá en Cristo; y la he declarado de él; entonces veré su faz con
todos mis dı́as, y en ello me he placer, y él me dirá: Ven a mı́,
regocijado más que en lo del tú, que bendito eres; hay un lu-
mundo. gar preparado para ti en las
d
27 Y pronto iré al lugar de mi mansiones de mi Padre. Amén.

El Libro de Jarom

Los nefitas guardan la ley de Moi- mis padres han escrito? ¿Acaso
sés, miran adelante hacia la venida no han revelado ellos el plan de
de Cristo y prosperan en la tierra— salvación? Os digo que sı́; y esto
Muchos profetas trabajan con dili- me basta.
gencia para conservar al pueblo en 3 He aquı́, conviene que se
el camino de la verdad. haga mucho entre este pueblo,
a causa de la dureza de sus

A HORA bien, he aquı́, yo,


Jarom, escribo unas pocas
palabras de acuerdo con el
corazones, y la sordera de sus
oı́dos, y la ceguedad de sus
mentes, y la adureza de sus cer-
mandato de mi padre, Enós, pa- vices; no obstante, Dios es mi-
ra que sea preservada nuestra sericordioso en sumo grado con
a
genealogı́a. ellos, y hasta ahora no los ha
2 Y como aestas planchas son b
barrido de la superficie de la
b
pequeñas, y ya que estas cosas tierra.
se cescriben con el propósito de 4 Y hay muchos entre nosotros
beneficiar a nuestros hermanos que reciben muchas arevelacio-
los dlamanitas, es preciso, pues, nes, porque no todos son obsti-
que escriba un poco; pero no es- nados. Y todos los que no son
cribiré lo de mis profecı́as ni de de dura cerviz, y tienen fe, go-
mis revelaciones. Pues, ¿qué zan de bcomunión con el Santo
más podrı́a yo escribir de lo que Espı́ritu, el cual se manifiesta a

27a gee Descansar, [jarom] 3a Enós 1:22–23.


descanso (reposo). 1 1a 1 Ne. 3:12; 5:14. b Éter 2:8–10.
b gee Mortal, 2a Jacob 3:14; 4a Alma 26:22;
mortalidad. Omni 1:1. Hel. 11:23;
c gee Inmortal, b 1 Ne. 6:1–6. DyC 107:18–19.
inmortalidad. c gee Escrituras—El gee Revelación.
d Juan 14:2–3; valor de las Escrituras. b gee Espı́ritu Santo.
Éter 12:32–34; d 2 Ne. 27:6;
DyC 72:4; 98:18. Morm. 5:12. [*420 a.C.]
165 JAROM 1:5–11
los hijos de los hombres según sas, y en finas obras de madera,
su fe. en edificios, y en mecanismos, y
5 Y ahora bien, he aquı́, habı́an también en hierro y cobre, y en
pasado ya *doscientos años, y el bronce y acero, elaborando todo
pueblo de Nefi se habı́a hecho género de herramientas de va-
fuerte en el paı́s. Se esforzaban rias clases para cultivar la tierra,
por aguardar la ley de Moisés y y aarmas de guerra, sı́, la flecha
santificar el dı́a de breposo ante puntiaguda, y la aljaba, y el dar-
el Señor. Y no cprofanaban ni do, y la jabalina y todo prepara-
tampoco dblasfemaban; y las le- tivo para la guerra.
yes del paı́s eran sumamente es- 9 Y estando ası́ preparados pa-
trictas. ra hacer frente a los lamanitas,
6 Y estaban esparcidos sobre éstos no prevalecieron contra
gran parte de la superficie de la nosotros, sino que se cumplió la
tierra, y los lamanitas también. Y palabra que el Señor habló a
éstos eran mucho más numero- nuestros padres, diciendo: Se-
sos que los nefitas, y se deleita- gún guardéis mis mandamien-
ban en el aasesinato y bebı́an la tos, prosperaréis en la tierra.
sangre de animales. 10 Y aconteció que los profetas
7 Y sucedió que muchas veces del Señor amonestaron al pue-
vinieron a la batalla contra no- blo de Nefi, según la palabra de
sotros, los nefitas. Pero nuestros Dios, que si ellos no guardaban
a
reyes y dirigentes eran grandes los mandamientos, sino que
hombres en la fe del Señor; y caı́an en transgresión, serı́an
a
enseñaron a la gente las vı́as del destruidos de sobre la faz de la
Señor; por lo tanto, resistimos a tierra.
los lamanitas y los lanzamos de 11 Por tanto, los profetas y los
nuestras btierras, y empezamos sacerdotes y los maestros traba-
a fortificar nuestras ciudades, y jaron diligentemente, exhortan-
los sitios de nuestra herencia, do con toda longanimidad al
cualesquiera que fuesen. pueblo a la diligencia, enseñan-
8 Y nos multiplicamos en sumo do la aley de Moisés y el objeto
grado, y nos extendimos sobre para el cual fue dada, persua-
la superficie de la tierra, y llega- diéndolos a bmirar adelante ha-
mos a ser sumamente ricos en cia el Mesı́as y a creer en su ve-
oro, y en plata y en cosas precio- nida ccomo si ya se hubiese veri-

5a 2 Ne. 25:24; b P. de Morm. 1:14. esperar anhelosa-


Alma 34:13–14. 8a Mos. 10:8. mente en Cristo
b Éx. 35:2. 10a 1 Ne. 12:19–20; como mirar hacia lo
gee Dı́a de reposo. Omni 1:5. futuro a Cristo. Véase
c gee Profanidad. 11a Jacob 4:5; 2 Ne. 11:4;
d gee Blasfemar, Alma 25:15–16. Éter 12:18–19.
blasfemia. b La expresión en c 2 Ne. 25:24–27;
6a Jacob 7:24; inglés “look forward Mos. 3:13; 16:6.
Enós 1:20. to” que se traduce
7a Jacob 1:9, 11, 15. aquı́ significa tanto [*399 a.C.]
JAROM 1:12–OMNI 1:4 166
ficado. Y fue de esta manera co- 14 Y yo, Jarom, no escribo
mo les enseñaron. más, porque las planchas son
12 Y sucedió que por obrar ası́, pequeñas. Pero he aquı́, herma-
evitaron que los del pueblo fue- nos mı́os, podéis recurrir a las
sen adestruidos de sobre la faz a
otras planchas de Nefi, pues
de la tierra; pues bcompungie- he aquı́, sobre ellas está graba-
ron sus corazones con la pala- da la historia de nuestras gue-
bra, exhortándolos sin cesar a rras, según los escritos de los
que se arrepintieran. reyes, o lo que ellos hicieron
13 Y aconteció que habı́an escribir.
transcurrido *doscientos treinta 15 Y entrego estas planchas en
y ocho años en guerras y con- manos de mi hijo Omni, para
tiendas y disensiones, durante que se lleven según los amanda-
gran parte del tiempo. mientos de mis padres.

El Libro de Omni

Omni, Amarón, Quemis, Abina- espada para proteger a mi pue-


dom y Amalekı́, cada uno, a su vez, blo, los nefitas, de caer en ma-
llevan los anales—Mosı́ah descubre nos de los lamanitas, sus enemi-
el pueblo de Zarahemla, el cual ha- gos. Mas he aquı́, en cuanto a
bı́a llegado de Jerusalén en la época mı́, yo soy inicuo, y no he guar-
de Sedequı́as—Mosı́ah es nombra- dado los estatutos y manda-
do rey—Los mulekitas habı́an des- mientos del Señor como debı́a
cubierto a Coriántumr, el último de haberlo hecho.
los jareditas—El rey Benjamı́n su- 3 Y sucedió que habı́an trans-
cede a Mosı́ah—Los hombres deben currido †doscientos setenta y
ofrecer su alma como ofrenda a seis años, y habı́amos tenido
Cristo. muchas épocas de paz; y habı́a-
mos tenido muchas épocas de

H E aquı́, sucedió que yo,


Omni, habiéndome man-
dado mi padre Jarom que es-
serias guerras y derramamiento
de sangre. Sı́, y en fin habı́an pa-
sado ‡doscientos ochenta y dos
cribiera algo sobre estas plan- años, y yo habı́a guardado estas
chas, para preservar nuestra planchas según los amandatos
genealogı́a, de mis padres; y las entregué a
2 quisiera, por tanto, que su- mi hijo Amarón. Y ası́ termino.
pieseis que durante el curso de 4 Y ahora yo, Amarón, escribo
mi vida combatı́ mucho con la las cosas que vaya a escribir, y

12a Éter 2:10. [omni]


b Alma 31:5. 1 3a Jacob 1:1–4;
14a 1 Ne. 9:2–4. Jarom 1:15. [*361 a.C. †323 a.C.
15a Jacob 1:1–4. ‡317 a.C.]
167 OMNI 1:5–14
que son pocas, en el libro de mi da a muchos de los lamanitas
padre. en defensa de mis hermanos.
5 He aquı́, sucedió que habı́an 11 Y he aquı́, la historia de es-
pasado ya *trescientos veinte te pueblo está grabada sobre
años, y la parte más inicua de planchas que guardan los re-
los nefitas fue adestruida. yes, según las generaciones; y
6 Porque el Señor no quiso yo no sé de ninguna revelación
permitir, después que los hubo salvo lo que se ha escrito, ni
sacado de la tierra de Jerusalén, profecı́a tampoco; por tanto, es
y guardado y protegido de caer suficiente lo que está escrito. Y
en las manos de sus enemigos, con esto concluyo.
sı́, no quiso permitir que deja- 12 He aquı́, soy Amalekı́, hijo
sen de verificarse las palabras de Abinadom. He aquı́, os ha-
que habló a nuestros padres, blaré algo concerniente a Mo-
diciendo: Si no guardáis mis sı́ah, que fue hecho rey de la
mandamientos, no prosperaréis tierra de Zarahemla; pues he
en la tierra. aquı́, le advirtió el Señor que
7 Por tanto, el Señor los visitó huyera de la tierra de aNefi, y
con grandes juicios; no obstan- que cuantos quisieran escuchar
te, preservó a los justos para la voz del Señor también debe-
que no perecieran, y los libró rı́an bpartir de la tierra con él
de las manos de sus enemigos. hacia el desierto.
8 Y sucedió que entregué las 13 Y sucedió que obró según
planchas a mi hermano Que- el Señor le habı́a mandado. Y
mis. cuantos quisieron escuchar la
9 Ahora yo, Quemis, lo poco voz del Señor salieron de la
que escribo lo hago en el mis- tierra para el desierto, y fue-
mo libro que mi hermano; pues ron conducidos por muchas
he aquı́, vi que lo último que predicaciones y profecı́as. Y
escribió, él lo escribió de su continuamente fueron amones-
propia mano; y lo escribió el tados por la palabra de Dios,
mismo dı́a en que me lo entre- y guiados por el poder de
gó. Y de este modo llevamos su brazo a través del desierto,
los anales, porque es según los hasta que llegaron a la tierra
mandamientos de nuestros pa- que se llama la tierra de Zara-
dres. Y ası́ termino. hemla.
10 He aquı́, yo, Abinadom, soy 14 Y descubrieron a un pueblo
hijo de Quemis. He aquı́, suce- llamado el pueblo de a Zara-
dió que vi mucha guerra y con- hemla. Ahora bien, hubo gran
tención entre mi pueblo, los ne- alegrı́a entre el pueblo de Zara-
fitas, y los lamanitas; y con mi hemla; y también Zarahemla se
propia espada he quitado la vi- regocijó en extremo porque el

5a Jarom 1:9–10. b Jacob 3:4.


12a 2 Ne. 5:6–9. 14a gee Zarahemla. [*279 a.C.]
OMNI 1:15–25 168
a
Señor habı́a enviado al pueblo unieron; y bMosı́ah fue nom-
de Mosı́ah con las bplanchas de brado para ser su rey.
bronce que contenı́an los anales 20 Y acaeció que en los dı́as de
de los judı́os. Mosı́ah, se le trajo una piedra
15 Y he aquı́, sucedió que Mo- grande con grabados; y él ainter-
sı́ah descubrió que la agente de pretó los grabados por el don y
Zarahemla habı́a salido de Jeru- poder de Dios.
salén en la época en que bSede- 21 Y relataban la historia de un
quı́as, rey de Judá, fue llevado tal aCoriántumr y la matanza de
cautivo a Babilonia. su pueblo. Y el pueblo de Zara-
16 Y viajaron por el desierto, y hemla descubrió a Coriántumr;
la mano del Señor los condujo, a y vivió con ellos por el término
través de las grandes aguas, a la de nueve lunas.
tierra donde Mosı́ah los encon- 22 También relataban algunas
tró; y allı́ habı́an morado desde palabras acerca de los padres de
aquel tiempo. Coriántumr. Y sus primeros pa-
17 Y en la época en que Mosı́ah dres vinieron de la atorre, en la
los descubrió, habı́an llegado a ocasión en que el Señor bcon-
ser numerosos en extremo. No fundió el lenguaje del pueblo; y
obstante, habı́an tenido muchas el rigor del Señor cayó sobre
guerras y graves contiendas, y ellos, de acuerdo con sus juicios,
de cuando en cuando habı́an que son justos; y sus chuesos se
caı́do por la espada; y su idioma hallan esparcidos en la tierra del
se habı́a corrompido, y no ha- norte.
bı́an llevado aanales consigo, y 23 He aquı́ yo, Amalekı́, nacı́ en
negaban la existencia de su los dı́as de Mosı́ah, y he vivido
Creador; y ni Mosı́ah ni su pue- hasta ver su muerte; y su hijo
a
blo podı́an entenderlos. Benjamı́n reina en su lugar.
18 Pero aconteció que Mosı́ah 24 Y he aquı́, he visto una gue-
hizo que se les enseñara su idio- rra seria en los dı́as del rey Ben-
ma. Y sucedió que después de jamı́n, y mucho derramamiento
haber sido instruidos en el idio- de sangre entre nefitas y lama-
ma de Mosı́ah, Zarahemla dio nitas. Mas he aquı́, que los nefi-
una genealogı́a de sus padres, tas los superaron en gran mane-
según su memoria; y está escri- ra; sı́, a tal grado que el rey Ben-
ta, mas no en estas planchas. jamı́n arrojó a los lamanitas de
19 Y aconteció que el pueblo la tierra de Zarahemla.
de Zarahemla y el de Mosı́ah se 25 Y aconteció que empecé a

14b 1 Ne. 3:3, 19–20; b Omni 1:12. Mos. 28:17;


5:10–22. 20a Mos. 8:13–19. Éter 1:33.
15a Mos. 25:2. gee Vidente. c Mos. 8:8.
b Jer. 39:1–10; 21a Éter 12:1. 23a P. de Morm. 1:3.
Hel. 8:21. gee Coriántumr.
17a Mos. 1:2–6. 22a Éter 1:1–5.
19a Mos. 25:13. b Gén. 11:6–9; [Entre 279 y 130 a.C.]
169 OMNI 1:26–PALABRAS DE MORMÓN 1:1
envejecer; y no teniendo des- 27 Y ahora quisiera decir al-
cendencia, y sabiendo que el go concerniente a cierto gru-
rey aBenjamı́n es un varón jus- po que fue al desierto para vol-
to ante el Señor, le bentregaré, ver a la tierra de Nefi; por-
por tanto, estas planchas, ex- que habı́a muchos que desea-
hortando a todos los hombres ban poseer la tierra de su he-
a que vengan a Dios, el Santo rencia.
de Israel, y crean en la profecı́a 28 De modo que partieron para
y en revelaciones y en la mi- el desierto. Y su caudillo, siendo
nistración de ángeles, en el don un hombre fuerte, poderoso y
de hablar en lenguas, en el don obstinado, provocó, por tanto,
de interpretación de lenguas, una contienda entre ellos; y to-
y en todas las cosas que son dos, menos cincuenta, fueron
c a
buenas; porque nada hay, que muertos en el desierto, y éstos
sea bueno, que no venga del Se- retornaron a la tierra de Zara-
ñor; y lo que es malo viene del hemla.
diablo. 29 Y aconteció que también lle-
26 Y ahora bien, mis amados varon consigo a otros, hasta un
hermanos, quisiera que avinie- número considerable, y otra vez
seis a Cristo, el cual es el Santo emprendieron su viaje para el
de Israel, y participaseis de su desierto.
salvación y del poder de su re- 30 Y yo, Amalekı́, tenı́a un her-
dención. Sı́, venid a él y bofreced- mano que también fue con ellos;
le vuestras almas enteras como y desde entonces nada he sabi-
c
ofrenda, y continuad dayunan- do de ellos. Y estoy para descen-
do y orando, y perseverad hasta der a mi sepultura; y aestas plan-
el fin; y ası́ como vive el Señor, chas están llenas. Y doy fin a mi
seréis salvos. narración.

Las Palabras de Mormón

Mormón compendia las planchas


mayores de Nefi—Coloca las plan-
chas menores junto con las otras
Y AHORA bien, yo, aMormón,
estando a punto de entregar
en manos de mi hijo Moroni los
planchas—El rey Benjamı́n esta- anales que he estado haciendo,
blece la paz en la tierra. he aquı́ que he presenciado casi

25a P. de Morm. 1:17–18; Alma 29:2; [palabras de mormón]


Mos. 29:13. Moro. 10:32. 1 1a 3 Ne. 5:9–12;
b P. de Morm. 1:10. b gee Sacrificios. Morm. 1:1–4; 8:1, 4–5.
c Alma 5:40; c 3 Ne. 9:20. gee Mormón, profeta
Éter 4:12; d gee Ayunar, ayuno. nefita.
Moro. 7:15–17. 28a Mos. 9:1–4.
26a Jacob 1:7; 30a 1 Ne. 6:1–6. [Entre 279 y 130 a.C.]
PALABRAS DE MORMÓN 1:2–9 170
toda la destrucción de mi pue- tros hasta el dı́a de hoy, y cuan-
blo, los nefitas. tas se extienden más allá de este
2 Y es después de amuchos si- dı́a ciertamente se cumplirán—,
glos de la venida de Cristo, 5 escogı́, por tanto, aestas cosas
*cuando entrego estos anales en para concluir mi relato sobre
manos de mi hijo; y supongo ellas, y tomaré de las bplanchas
que él presenciará la completa de Nefi este resto de mi registro;
destrucción de los de mi pueblo. y no puedo escribir ni la ccenté-
Pero Dios conceda que él les so- sima parte de las cosas de mi
breviva, a fin de que escriba algo pueblo.
concerniente a ellos, y un poco 6 Mas he aquı́, tomaré estas
concerniente a Cristo, para que planchas que contienen estas
tal vez algún dı́a pueda bbenefi- profecı́as y revelaciones, y las
ciarlos. pondré con el resto de mis ana-
3 Y ahora hablo algo referente les, porque me son preciosas, y
a lo que he escrito; porque des- sé que serán preciosas para mis
pués que hube hecho un acom- hermanos.
pendio de las bplanchas de Nefi, 7 Y hago esto para un asabio
hasta el reinado de este rey Ben- propósito; pues ası́ se me susu-
jamı́n, del cual habló Amalekı́, rra, de acuerdo con las impre-
busqué entre los canales que ha- siones del Espı́ritu del Señor
bı́an sido entregados en mis ma- que está en mı́. Y ahora bien, no
nos, y encontré estas planchas sé todas las cosas; mas el Señor
b
que contenı́an esta breve narra- sabe todas las cosas que han de
ción de los profetas, desde Jacob suceder; por tanto, él obra en mı́
hasta el reinado de este rey para que yo proceda conforme a
d
Benjamı́n, y también muchas su voluntad.
de las palabras de Nefi. 8 Y mi aoración a Dios es con-
4 Y acomplacido con las cosas cerniente a mis hermanos, que
que se hallan escritas en estas ellos vuelvan una vez más al co-
planchas, a causa de las profe- nocimiento de Dios, sı́, la reden-
cı́as de la venida de Cristo, y sa- ción de Cristo, para que de nue-
biendo mis padres que muchas vo sean un pueblo bdeleitable.
de ellas se han cumplido —sı́, y 9 Y ahora yo, Mormón, proce-
yo también sé que se han cum- do a concluir mis anales, los cua-
plido cuantas cosas se han pro- les tomo de las planchas de Ne-
fetizado concernientes a noso- fi; y lo hago según el saber y el

2a Morm. 6:5–6. 4a 1 Ne. 6:5. DyC 3:12–20;


b DyC 3:16–20. 5a Es decir, las cosas que 10:1–19, 30–47.
3a DyC 10:44. le han complacido y b gee Omnisciente.
b DyC 10:38–40. que se mencionan en 8a 2 Ne. 33:3–4;
c Mos. 1:6; el vers. 4. Enós 1:11–12.
Hel. 3:13–15; b 1 Ne. 9:2. b 2 Ne. 30:6.
Morm. 4:23. c 3 Ne. 5:8–11; 26:6–12. [*Aproximadamente
d Omni 1:23. 7a 1 Ne. 9:5; 19:3; 385 d.C.]
171 PALABRAS DE MORMÓN 1:10–18
entendimiento que Dios me ha 14 Y con la fuerza del Señor
dado. pugnaron contra sus enemigos,
10 Por lo que, aconteció que hasta que hubieron matado a
después que Amalekı́ hubo aen- muchos miles de los lamanitas.
tregado estas planchas en ma- Y sucedió que contendieron
nos del rey Benjamı́n, éste las contra los lamanitas hasta que
tomó y las puso con las botras los hubieron echado fuera de las
planchas que contenı́an anales tierras de su herencia.
que los creyes habı́an transmiti- 15 Y ocurrió que después de
do de generación en genera- haber habido falsos aCristos, y
ción, hasta los dı́as del rey Ben- de haber sido cerradas sus bo-
jamı́n. cas, y ellos castigados según sus
11 Y fueron transmitidas de ge- crı́menes;
neración en generación, desde 16 y después de haber habido
el rey Benjamı́n hasta que han falsos profetas y falsos predica-
llegado a a mis manos. Y yo, dores y maestros entre el pue-
Mormón, ruego a Dios que sean blo, y después de haber sido cas-
preservadas desde hoy en ade- tigados todos estos según sus
lante. Y sé que serán preserva- crı́menes; y después de haber
das, porque sobre ellas están es- habido mucha contención y
critas grandes cosas, por las cua- muchas deserciones a los lama-
les mi pueblo y sus hermanos nitas, he aquı́, sucedió que el rey
serán bjuzgados en el grande y Benjamı́n, con la ayuda de los
postrer dı́a, según la palabra de santos aprofetas que habı́a entre
Dios que está escrita. su pueblo
12 Y ahora bien, en cuanto a 17 —pues he aquı́, el rey Ben-
este rey Benjamı́n, él tuvo algu- jamı́n era un hombre asanto y
nas contiendas entre su propio reinaba sobre su pueblo con
pueblo. justicia; y habı́a muchos san-
13 Y sucedió también que los tos hombres en el paı́s, y de-
ejércitos de los lamanitas des- claraban la palabra de Dios
cendieron de la atierra de Nefi con b poder y con autoridad;
para pelear contra su pueblo. y ejercı́an mucha cseveridad a
Mas he aquı́, el rey Benjamı́n causa de la obstinación del
reunió a sus ejércitos y les hizo pueblo—
frente; y luchó con la fuerza de 18 ası́ pues, con la ayuda de és-
su propio brazo, con la bespada tos, trabajando con todas las
de Labán. fuerzas de su cuerpo y las facul-

10a Omni 1:25, 30. 3 Ne. 27:23–27. 17a Alma 13:26.


b 1 Ne. 9:4. 13a Omni 1:12. b Alma 17:2–3.
c Jarom 1:14. b 1 Ne. 4:9; 2 Ne. 5:14; c Moro. 9:4;
11a 3 Ne. 5:8–12; Jacob 1:10; Mos. 1:16; DyC 121:41–43.
Morm. 1:1–5. DyC 17:1.
b 2 Ne. 25:18; 29:11; 15a gee Anticristo. [Aproximadamente
33:11–15; 16a Enós 1:22. 385 d.C.]
MOSÍAH 1:1–5 172
tades de su alma entera, y lo mı́n nuevamente estableció la
mismo los profetas, el rey Benja- paz en el paı́s.

El Libro de Mosíah

CAPÍTULO 1 de bronce, diciendo: Hijos mı́os,


quisiera que recordaseis que si
El rey Benjamı́n enseña a sus hijos no fuera por estas aplanchas, que
el idioma y las profecı́as de sus pa- contienen estos anales y estos
dres—Se habı́an preservado su reli- mandamientos, habrı́amos pa-
gión y su civilización por motivo de decido en la bignorancia, aun
los anales que estaban grabados en ahora mismo, no conociendo los
las diversas planchas—Mosı́ah es misterios de Dios;
nombrado rey y se le encomiendan 4 porque no habrı́a sido posible
los anales y otras cosas. que nuestro padre Lehi hubiese

Y ENTONCES no hubo más


contiendas en toda la atierra
de Zarahemla, entre todo el
recordado todas estas cosas para
haberlas enseñado a sus hijos,
de no haber sido por la ayuda
pueblo que pertenecı́a al rey de estas planchas; porque ha-
Benjamı́n, de modo que el rey biendo sido instruido en el
a
Benjamı́n gozó de una paz con- idioma de los egipcios, él pudo
tinua todo el resto de sus dı́as. leer estos grabados y enseñarlos
2 Y aconteció que tenı́a tres hi- a sus hijos, para que ası́ éstos los
jos; y les puso por nombre Mo- enseñaran a sus hijos, y de este
sı́ah, Helorum y Helamán. E hi- modo cumplieran los manda-
zo que fueran ainstruidos en to- mientos de Dios, aun hasta el
do el bidioma de sus padres, a tiempo actual.
fin de que ası́ llegaran a ser 5 Os digo, hijos mı́os, que si no
hombres de entendimiento; y fuera por estas cosas, las cuales
que supiesen concerniente a las se han guardado y apreservado
profecı́as que habı́an sido decla- por la mano de Dios para que
radas por boca de sus padres, las nosotros pudiéramos bleer y en-
cuales les fueron entregadas por tender acerca de sus cmisterios,
la mano del Señor. y siempre tener sus manda-
3 Y también los instruyó con mientos ante nuestros ojos, aun
respecto a los anales que esta- nuestros padres habrı́an dege-
ban grabados sobre las planchas nerado en la incredulidad, y

[mosíah] b Alma 37:8–9. c gee Misterios de


1 1a Omni 1:13. 4a JS—H 1:64. Dios.
2a Mos. 4:14–15; 5a gee Escrituras—Las
DyC 68:25, 28. Escrituras deben
b Morm. 9:32. preservarse. [Aproximadamente
3a gee Planchas. b Deut. 6:6–8. 130 a.C.]
173 MOSÍAH 1:6–14
habrı́amos sido como nuestros 10 De modo que *mandó traer
hermanos, los lamanitas, que a Mosı́ah a su presencia; y éstas
nada saben de estas cosas, y ni son las palabras que le habló, di-
siquiera las creen cuando se las ciendo: Hijo mı́o, quisiera que
enseñan, a causa de las dtradi- hicieses una proclamación por
ciones de sus padres, las cuales toda esta tierra, entre toda esta
no son correctas. gente, o sea, el apueblo de Zara-
6 ¡Oh hijos mı́os, quisiera que hemla y el pueblo de Mosı́ah
recordaseis que estas palabras que viven en la tierra, para que
son verdaderas, y también que por este medio se reúnan; por-
estos anales son averdaderos! Y que mañana proclamaré a este
he aquı́, también las planchas de mi pueblo por mi propia boca,
Nefi, que contienen los anales y que tú eres brey y gobernante
las palabras de nuestros padres de este pueblo que el Señor Dios
desde el tiempo en que salieron nos ha dado.
de Jerusalén hasta ahora, son 11 Y además, daré a los de este
verdaderas; y podemos saber de pueblo un anombre, para que de
su certeza porque las tenemos ese modo se destaquen sobre to-
ante nuestros ojos. dos los pueblos que el Señor
7 Y ahora bien, hijos mı́os, qui- Dios ha traı́do de la tierra de Je-
siera que os acordaseis de aescu- rusalén; y lo hago porque han
driñarlas diligentemente, para sido diligentes en guardar los
que en esto os beneficiéis; y qui- mandamientos del Señor.
siera que bguardaseis los man- 12 Y les daré un nombre que
damientos de Dios para que jamás será borrado, sino por
c
prosperéis en la tierra, de acuer- causa de atransgresión.
do con las dpromesas que el Se- 13 Sı́, y te digo además, que si
ñor hizo a nuestros padres. este pueblo altamente favoreci-
8 Y muchas cosas más enseñó do del Señor cae en atransgre-
el rey Benjamı́n a sus hijos, que sión, y se convierte en una gen-
no están escritas en este libro. te perversa y adúltera, el Señor
9 Y aconteció que después que los abandonará, para que ası́ lle-
el rey Benjamı́n hubo acabado guen a ser bdébiles como sus
de enseñar a sus hijos, enveje- hermanos; y no los cpreservará
ció, y vio que muy pronto debı́a más por su incomparable y mi-
ir por el camino de toda la tie- lagroso poder, como hasta aquı́
rra; por tanto, le pareció oportu- ha preservado a nuestros pa-
no conferir el reino a uno de sus dres.
hijos. 14 Porque te digo que si no

5d Mos. 10:11–17. Alma 50:20–22. 12a gee Pecado.


6a 1 Ne. 1:3; c Sal. 122:6; 1 Ne. 2:20. 13a Heb. 6:4–6.
2 Ne. 33:10–11; d Alma 9:12–14. b Hel. 4:24–26.
Moro. 10:27. 10a Omni 1:14. c DyC 103:8–10.
7a gee Escrituras. b Mos. 2:30. [*Aproximadamente
b Mos. 2:22; 11a Mos. 5:8–12. 124 a.C.]
MOSÍAH 1:15–2:4 174
hubiese extendido su brazo pa- hasta el templo para oı́r las
ra la preservación de nues- palabras que su padre les ha-
tros padres, éstos habrı́an caı́do bları́a.
en manos de los lamanitas, y
habrı́an sido vı́ctimas de su
CAPÍTULO 2
odio.
15 Y sucedió que después que
el rey Benjamı́n hubo acabado El rey Benjamı́n habla a los de su
de hablar estas palabras a su hi- pueblo—Refiere la equidad, justicia
jo, le encargó todos los asuntos y espiritualidad de su reino—Les
del reino. aconseja servir a su Rey Celestial—
16 Y además, le encargó los Los que se rebelen contra Dios pa-
anales que estaban grabados decerán una angustia semejante a
sobre las a planchas de bron- un fuego inextinguible.
c e ; y t a m b i é n l a s p l a n c h a s Y SUCEDIÓ que después que Mo-
de Nefi; y también la bespada sı́ah hubo hecho lo que su padre
de Labán y la cesfera o direc- le habı́a mandado, y hubo pro-
tor que condujo a nuestros pa- clamado por toda la atierra, el
dres por el desierto, la cual pueblo se congregó de todas
la mano del Señor preparó pa- partes, a fin de subir hasta el
ra que por ese medio fuesen templo para oı́r las palabras que
dirigidos, cada cual según la el rey Benjamı́n les iba a hablar.
atención y diligencia que a él 2 Y hubo un número muy cre-
le daban. cido, sı́, tantos ası́ que no los
17 Por tanto, dado que no fue- contaron; porque se habı́an
ron fieles, no prosperaron ni multiplicado extremadamente,
progresaron en su viaje, sino y se habı́an hecho grandes en el
que fueron a impelidos hacia paı́s.
atrás e incurrieron en el desa- 3 Y también llevaron de las
a
grado de Dios; y por tanto, fue- primicias de sus rebaños, para
ron heridos con hambre y seve- que ofrecieran bsacrificios y cho-
ras aflicciones para hacerles re- locaustos dsegún la ley de Moi-
cordar sus deberes. sés;
18 Y aconteció, pues, que Mo- 4 y también para que dieran
sı́ah fue e hizo lo que su padre le gracias al Señor su Dios, que los
habı́a mandado, y proclamó a habı́a sacado de la tierra de Jeru-
toda la gente que se hallaba en salén, y los habı́a librado de las
la tierra de Zarahemla, para que manos de sus enemigos, y les
ası́ se reuniera, a fin de subir habı́a adesignado hombres jus-

16a Mos. 1:3. 2 1a Es decir, todo el Alma 30:3; 34:13–14.


b 1 Ne. 4:8–19; territorio nefita. 4a gee Llamado,
P. de Morm. 1:13; 3a Gén. 4:4. llamado por Dios,
DyC 17:1. b gee Sacrificios. llamamiento.
c 1 Ne. 16:10. c 1 Ne. 5:9. [Aproximadamente
17a 1 Ne. 18:12–13. d 2 Ne. 25:24; 124 a.C.]
175 MOSÍAH 2:5–12
tos como bmaestros, y también a se fuesen escritas y enviadas a
un hombre justo para ser su rey, aquellos que se hallaban fuera
el cual habı́a establecido la paz del alcance de su voz, para que
en la ctierra de Zarahemla, y les también éstos recibiesen sus pa-
habı́a enseñado a dguardar los labras.
mandamientos de Dios, a fin de 9 Y éstas son las palabras que él
a
que se regocijaran y estuvieran habló e hizo escribir: Hermanos
llenos de eamor para con Dios y mı́os, todos los que os habéis
todos los hombres. congregado, vosotros que po-
5 Y aconteció que cuando lle- déis oı́r las palabras que os de-
garon al templo, plantaron sus clararé hoy; porque no os he
tiendas en los alrededores, cada mandado subir hasta aquı́ para
hombre según su afamilia, que b
tratar livianamente las palabras
se componı́a de su esposa, y sus que os hable, sino para que me
c
hijos y sus hijas, y los hijos e hi- escuchéis, y abráis vuestros oı́-
jas de éstos, desde el mayor has- dos para que podáis oı́r, y vues-
ta el menor, cada familia separa- tros dcorazones para que podáis
da la una de la otra. entender, y vuestras e mentes
6 Y plantaron sus tiendas alre- para que los fmisterios de Dios
dedor del templo, cada hombre sean desplegados a vuestra vis-
con la puerta de su atienda dan- ta.
do hacia el templo, para que ası́ 10 No os he mandado subir
se quedaran en sus tiendas y hasta aquı́ para que me atemáis,
oyeran las palabras que el rey ni para que penséis que yo de
Benjamı́n les iba a hablar; mı́ mismo sea más que un ser
7 porque tan grande era la mortal.
multitud, que el rey Benjamı́n 11 Sino que soy como vosotros,
no podı́a enseñarles a todos sujeto a toda clase de enferme-
dentro de los muros del templo; dades de cuerpo y mente; sin
de modo que hizo construir una embargo, he sido elegido por es-
torre, para que por ese medio su te pueblo, y ungido por mi pa-
pueblo oyera las palabras que él dre, y la mano del Señor permi-
les iba a hablar. tió que yo fuese gobernante y
8 Y aconteció que empezó a rey de este pueblo; y su incom-
hablar a su pueblo desde la to- parable poder me ha guardado
rre; y no todos podı́an oı́r sus y preservado, para serviros con
palabras, a causa de lo inmenso todo el poder, mente y fuerza
de la multitud; por tanto, man- que el Señor me ha concedido.
dó que las palabras que él habla- 12 Os digo que ası́ se me ha

4b Mos. 18:18–22. 6a Éx. 33:8–10. e gee Mente.


gee Enseñar. 9a Mos. 8:3. f gee Misterios de
c Omni 1:12–15. b DyC 6:12. Dios.
d Juan 15:10. c gee Escuchar. 10a gee Temor.
e gee Amor. d Mos. 12:27; [Aproximadamente
5a gee Familia. 3 Ne. 19:33. 124 a.C.]
MOSÍAH 2:13–21 176
permitido emplear mis dı́as en 17 Y he aquı́, os digo estas co-
vuestro servicio, aun hasta el sas para que aprendáis asabidu-
dı́a de hoy; y no he procurado rı́a; para que sepáis que cuando
de vosotros aoro, ni plata, ni nin- os halláis al bservicio de vuestros
c
guna otra clase de riquezas; semejantes, sólo estáis al servi-
13 ni he permitido que se os cio de vuestro Dios.
encierre en calabozos, ni que os 18 He aquı́, me habéis llamado
esclavicéis los unos a los otros, vuestro rey; y si yo, a quien lla-
ni que asesinéis, ni depredéis, ni máis vuestro rey, trabajo para
a
robéis, ni cometáis adulterio; ni serviros, ¿no debéis trabajar vo-
tampoco he permitido que co- sotros para serviros unos a
metáis iniquidad en forma algu- otros?
na, y os he enseñado que debéis 19 Y he aquı́ también, si yo, a
guardar los mandamientos del quien llamáis vuestro rey, quien
Señor, en todas las cosas que él ha pasado sus dı́as a vuestro ser-
os ha mandado, vicio, y sin embargo, ha estado
14 y aun yo mismo he atrabaja- al servicio de Dios, merezco al-
do con mis propias manos a fin gún agradecimiento de voso-
de poder serviros, y que no fue- tros, ¡oh, cómo debı́ais dar
a
seis abrumados con tributos, ni gracias a vuestro Rey Celestial!
que cayera sobre vosotros cosa 20 Os digo, mis hermanos, que
alguna que fuese pesada de lle- si diereis todas las gracias y aala-
var; y de todas estas cosas que banza que vuestra alma entera
he hablado, vosotros mismos es capaz de poseer, a ese bDios
sois testigos este dı́a. que os ha creado, y os ha guar-
15 Con todo, hermanos mı́os, dado y preservado, y ha hecho
no he hecho estas cosas para va- que os regocijéis, y os ha conce-
nagloriarme, ni las digo para dido que viváis en paz unos con
acusaros por ese medio, sino otros,
que hablo estas cosas para que 21 os digo que si sirvieseis a
sepáis que hoy puedo respon- aquel que os ha creado desde el
der ante Dios con la aconciencia principio, y os está preservando
limpia. dı́a tras dı́a, dándoos aliento
16 He aquı́, os digo que por ha- para que podáis vivir, moveros
beros dicho que habı́a empleado y obrar según vuestra apropia
mi vida en vuestro servicio, no voluntad, y aun sustentándoos
deseo yo jactarme, pues sólo he momento tras momento, digo
estado al servicio de Dios. que si lo sirvieseis con toda

12a Hech. 20:33–34. gee Servicio. 20a 1 Ne. 18:16.


14a 1 Cor. 9:18. c gee Hermano(s), b gee Trinidad.
15a gee Conciencia. hermana(s). 21a gee Albedrı́o.
17a gee Sabidurı́a. 18a Mateo 20:26–27.
b Mateo 25:40; 19a gee Acción de
Stg. 1:27; gracias, [Aproximadamente
DyC 42:29–31. agradecimiento. 124 a.C.]
177 MOSÍAH 2:22–31
vuestra alma, todavı́a serı́ais ser- 27 Por tanto, como os dije que
vidores binútiles. os habı́a servido, aandando con
22 Y he aquı́, todo cuanto él os la conciencia limpia delante de
requiere es que guardéis sus Dios, ası́ en esta ocasión os he
mandamientos; y os ha prometi- hecho congregar, a fin de que se
do que si aguardáis sus bmanda- me halle sin culpa, y vuestra
b
mientos, prosperaréis en la tie- sangre no sea sobre mı́ cuando
rra; y él nunca cvarı́a de lo que comparezca para que Dios me
ha dicho; por tanto, si dguardáis juzgue por las cosas que me ha
sus mandamientos, él os bendi- mandado concerniente a voso-
ce y os hace prosperar. tros.
23 Y ahora bien, en primer lu- 28 Os digo que os he hecho
gar, él os ha creado y os ha con- congregar para que pueda
a
cedido vuestras vidas, por lo limpiar mis vestidos de vuestra
que le sois deudores. sangre, en este perı́odo de tiem-
24 Y en segundo lugar, él re- po en que estoy a punto de des-
quiere que hagáis lo que os ha cender a mi sepultura, para des-
mandado; y si lo hacéis, él os cender en paz, y mi bespı́ritu in-
a
bendice inmediatamente; y por mortal se una a los ccoros celes-
tanto, os ha pagado. Y aún le tes, para cantar alabanzas a un
sois deudores; y lo sois y lo se- Dios justo.
réis para siempre jamás; ası́ 29 Y además, os digo que os he
pues, ¿de qué tenéis que jacta- hecho congregar a fin de decla-
ros? raros que ya no puedo ser vues-
25 Y ahora pregunto: ¿Podéis tro maestro ni vuestro rey;
decir algo de vosotros mismos? 30 porque aun ahora mismo mi
Os respondo: No. No podéis de- cuerpo entero tiembla en extre-
cir que sois aun como el polvo mo, mientras me esfuerzo en
de la tierra; sin embargo, fuisteis hablaros; mas el Señor Dios me
a
creados del bpolvo de la tierra; sostiene y me ha permitido que
mas he aquı́, éste pertenece a os hable; y me ha mandado
quien os creó. que os declare hoy que mi hijo
26 Y ni yo, sı́, yo, a quien lla- Mosı́ah es rey y gobernante
máis vuestro rey, soy mejor de vuestro.
lo que sois vosotros, porque soy 31 Y ahora bien, hermanos
del polvo también. Y veis que he mı́os, quisiera que obraseis co-
envejecido, y que estoy para en- mo lo habéis hecho hasta ahora.
tregar esta forma mortal a su Ası́ como habéis guardado mis
madre tierra. mandamientos y también los de

21b Lucas 17:7–10. 24a gee Bendecido, b Jacob 1:19.


22a Lev. 25:18–19; bendecir, bendición. 28a Jacob 2:2.
2 Ne. 1:9. 25a gee Creación, crear. b gee Espı́ritu.
b gee Mandamientos b Gén. 3:19; c Morm. 7:7.
de Dios. Jacob 2:21.
c DyC 3:1–2. 27a gee Andar, andar [Aproximadamente
d DyC 14:7; 58:2–3. con Dios. 124 a.C.]
MOSÍAH 2:32–38 178
mi padre, y habéis prosperado, época en que nuestro padre Le-
y se os ha librado de caer en ma- hi salió de Jerusalén;
nos de vuestros enemigos, de 35 y además, todo aquello que
igual manera, si guardáis los nuestros padres han declarado
mandamientos de mi hijo, o sea, hasta ahora. Y he aquı́ también,
los mandamientos de Dios que hablaron aquello que el Señor
él os comunicará, prosperaréis les mandó; por tanto, son justos
en la tierra, y vuestros enemigos y verdaderos.
no tendrán poder sobre voso- 36 Y ahora bien, os digo, her-
tros. manos mı́os, que después de ha-
32 Mas cuidaos, ¡oh pueblo ber sabido y de haber sido ins-
mı́o!, no sea que surjan acon- truidos en todas estas cosas, si
tenciones entre vosotros, y op- transgredı́s y obráis contra lo
téis por obedecer al espı́ritu que se ha hablado, de modo que
malo, del cual habló mi padre os separáis del Espı́ritu del Se-
Mosı́ah. ñor, para que no tenga cabida
33 Porque he aquı́, se ha decre- en vosotros para guiaros por las
tado un ¡ay! para aquel que sendas de la sabidurı́a, a fin de
quiera obedecer ese espı́ritu; que seáis bendecidos, prospera-
pues si opta por obedecerlo, y dos y preservados,
permanece y muere en sus pe- 37 os digo que el hombre que
cados, bebe acondenación para esto hace, ése se declara en are-
su propia alma; porque recibe belión manifiesta contra Dios;
como salario un castigo beter- por tanto, prefiere obedecer al
no, por haber violado la ley de mal espı́ritu y se convierte en
Dios contra su propio conoci- enemigo de toda rectitud; por
miento. tanto, el Señor no tiene lugar en
34 Os digo que no hay ningu- él, porque no habita en templos
b
no de entre vosotros, salvo impuros.
vuestros niños pequeños que no 38 De manera que si ese hom-
han sido instruidos en cuanto a bre no se aarrepiente, y perma-
estas cosas, que no sepa que es- nece y muere enemigo de Dios,
táis eternamente en deuda con las demandas de la divina bjusti-
vuestro Padre Celestial de en- cia despiertan en su alma in-
tregarle todo lo que tenéis y mortal un vivo sentimiento de
sois; y además que no haya sido su propia cculpa que lo hace re-
instruido concerniente a los troceder de la presencia del Se-
anales que contienen las profe- ñor, y le llena el pecho de culpa,
cı́as que han sido declaradas por dolor y angustia, que es como
los santos profetas, aun hasta la un fuego inextinguible, cuya lla-

32a 3 Ne. 11:29–30. gee Rebelión. c gee Culpa.


33a gee Condenación. b Alma 7:21.
b DyC 19:6, 10–12. 38a gee Arrepentimiento,
37a Mos. 3:12; arrepentirse. [Aproximadamente
Hel. 8:24–25. b gee Justicia. 124 a.C.]
179 MOSÍAH 2:39–3:5
ma asciende para siempre ja- brotará de cada poro al expiar los
más. pecados del mundo—Su nombre es
39 Y ahora os digo que la amise- el único mediante el cual llega la
ricordia no puede reclamar a ese salvación—Los seres humanos pue-
hombre; por tanto, su destino fi- den despojarse del hombre natural y
nal es padecer un tormento sin hacerse santos por medio de la Ex-
fin. piación—El tormento de los ini-
40 ¡Oh todos vosotros, ancia- cuos será como un lago de fuego y
nos, y también vosotros, jóve- azufre.
nes, y vosotros, niños, que po-
déis entender mis palabras Y otra vez quisiera llamaros la
—porque os he hablado clara- atención, hermanos mı́os, por-
mente para que podáis enten- que tengo algo más que declara-
der—, os ruego que despertéis ros; pues he aquı́, tengo cosas
el arecuerdo de la terrible situa- que deciros sobre lo que está
ción de aquellos que han caı́do por venir.
en transgresión! 2 Y las cosas que os diré me
41 Y además, quisiera que con- han sido reveladas por un aán-
sideraseis el bendito y afeliz es- gel de Dios. Y me dijo: Despier-
tado de aquellos que guardan ta; y desperté; y he aquı́ que él
los mandamientos de Dios. Por- estaba ante mı́.
que he aquı́, ellos son bbendeci- 3 Y me dijo: Despierta y oye las
dos en todas las cosas, tanto palabras que te voy a decir;
temporales como espirituales; y pues he aquı́, vengo a declararte
a
si continúan cfieles hasta el fin, alegres nuevas de gran gozo.
son recibidos en el dcielo, para 4 Porque el Señor ha oı́do tus
que ası́ moren con Dios en un oraciones, y ha juzgado en cuan-
estado de interminable felici- to a tu rectitud y me ha enviado
dad. ¡Oh recordad, recordad para declarártelas, a fin de que
que estas cosas son verdaderas!, te regocijes; y para que las de-
porque el Señor Dios lo ha de- clares a los de tu pueblo, a fin de
clarado. que ellos también se llenen de
gozo.
5 Porque he aquı́ que viene el
CAPÍTULO 3 tiempo, y no está muy distante,
en que con poder, el aSeñor Om-
El rey Benjamı́n continúa su dis- nipotente que reina, que era y
curso—El Señor Omnipotente mi- que es de eternidad en eterni-
nistrará entre los hombres en un ta- dad, descenderá del cielo entre
bernáculo de barro—La sangre le los hijos de los hombres; y mo-

39a Alma 34:8–9, 15–16. gee Gozo. 3 2a gee Ángeles.


gee Misericordia, b gee Bendecido, 3a Lucas 2:10–11.
misericordioso. bendecir, bendición. 5a gee Jehová.
40a Alma 5:18. c DyC 6:13. [Aproximadamente
41a 4 Ne. 1:15–18. d gee Cielo. 124 a.C.]
MOSÍAH 3:6–13 180
rará en un btabernáculo de ba- aun después de todo esto, lo
rro, e irá entre los hombres efec- considerarán como hombre, y
tuando grandes cmilagros, tales dirán que está cendemoniado, y
como sanar a los enfermos, resu- lo dazotarán, y lo ecrucificarán.
citar a los muertos, hacer que los 10 Y al atercer dı́a bresucitará de
cojos anden, y que los ciegos re- entre los muertos; y he aquı́, se
ciban su vista, y que los sordos presenta para cjuzgar al mundo;
oigan, y curar toda clase de en- y he aquı́, todas estas cosas se
fermedades. hacen para que descienda un
6 Y echará fuera los ademonios, justo juicio sobre los hijos de los
o los malos espı́ritus que moran hombres.
en el corazón de los hijos de los 11 Pues he aquı́, y también su
a
hombres. sangre bexpı́a los pecados de
7 Y he aquı́, sufrirá atentacio- aquellos que han c caı́do por
nes, y dolor en el cuerpo, bham- la transgresión de Adán, que
bre, sed y fatiga, aún más de lo han muerto sin saber la volun-
que el hombre puede csufrir sin tad de Dios concerniente a
morir; pues he aquı́, la dsangre ellos, o que han pecado por
d
le brotará de cada poro, tan ignorancia.
grande será su eangustia por la 12 ¡Mas ay, ay de aquel que sa-
iniquidad y abominaciones de be que se está arebelando contra
su pueblo. Dios! Porque a ninguno de éstos
8 Y se llamará aJesucristo, el viene la salvación, sino por me-
b
Hijo de Dios, el cPadre del cielo dio del arrepentimiento y la fe
y de la tierra, el Creador de en el bSeñor Jesucristo.
todas las cosas desde el princi- 13 Y el Señor Dios ha enviado a
pio; y su d madre se llamará sus santos profetas entre todos
e
Marı́a. los hijos de los hombres, para
9 Y he aquı́, él viene a los su- declarar estas cosas a toda fami-
yos, para que la asalvación lle- lia, nación y lengua, para que
gue a los hijos de los hombres, ası́, quienes creyesen que Cristo
mediante la bfe en su nombre; y habrı́a de venir, esos mismos re-

5b Mos. 7:27; c Hel. 14:12; 2 Ne. 25:13;


Alma 7:9–13. 3 Ne. 9:15. Hel. 14:20–27.
c Mateo 4:23–24; d Mateo 1:16; b gee Resurrección.
Hech. 2:22; 1 Ne. 11:14–21. c gee Juicio, juzgar.
1 Ne. 11:31. e gee Marı́a, madre 11a gee Sangre.
gee Milagros. de Jesús. b gee Expiación, expiar.
6a Marcos 1:32–34. 9a gee Salvación. c gee Caı́da de Adán
7a gee Tentación, tentar. b gee Fe. y Eva.
b Mateo 4:1–2. c Juan 8:48. d 2 Ne. 9:25–26.
c DyC 19:15–18. d Marcos 15:15. 12a Mos. 2:36–38;
d Lucas 22:44. e Lucas 18:33; Hel. 8:25.
e Isa. 53:4–5. 1 Ne. 19:10; gee Rebelión.
8a gee Trinidad—Dios 2 Ne. 10:3. b gee Señor.
el Hijo. gee Crucifixión. [Aproximadamente
b Alma 7:10. 10a Mateo 16:21; 124 a.C.]
181 MOSÍAH 3:14–21
cibiesen la aremisión de sus pe- juicio es justo; y el niño que
cados y se regocijasen con un muere en su infancia no perece;
gozo sumamente grande, baun mas los hombres beben conde-
como si él ya hubiese venido en- nación para sus propias almas,
tre ellos. a menos que se humillen y se
a
14 Con todo, el Señor Dios vio vuelvan como niños pequeños,
que su pueblo era gente de dura y crean que la salvación fue, y
cerviz, y les designó una ley, sı́, es, y ha de venir en la sangre
la aley de Moisés. b
expiatoria de Cristo, el Señor
15 Y les mostró muchas seña- Omnipotente, y por medio de
les, y maravillas, y ası́mbolos, y ella.
figuras, concernientes a su veni- 19 Porque el hombre anatural
da; y también les hablaron san- es enemigo de Dios, y lo ha sido
tos profetas referente a su veni- desde la bcaı́da de Adán, y lo
da; y sin embargo, endurecieron será para siempre jamás, a me-
sus corazones, y no compren- nos que se csometa al influjo del
dieron que la bley de Moisés na- Santo dEspı́ritu, y se despoje del
da logra salvo que sea por la ex- hombre natural, y se haga esanto
piación de su sangre. por la expiación de Cristo el Se-
16 Y aun si fuese posible que ñor, y se vuelva como un fniño:
los aniños pequeños pecasen, no sumiso, manso, humilde, pa-
podrı́an salvarse; mas te digo que ciente, lleno de amor y dispues-
son bbenditos; pues he aquı́, ası́ to a someterse a cuanto el Señor
como en Adán, o por naturale- juzgue conveniente imponer
za, ellos caen, ası́ también la san- sobre él, tal como un niño se so-
gre de Cristo expı́a sus pecados. mete a su padre.
17 Y además, te digo que ano se 20 Y además, te digo que ven-
dará otro nombre, ni otra senda drá el dı́a en que el aconocimien-
ni medio, por el cual la bsalva- to de un Salvador se esparcirá
ción llegue a los hijos de los por btoda nación, tribu, lengua y
hombres, sino en el nombre de pueblo.
c
Cristo, el Señor Omnipotente, y 21 Y he aquı́, cuando llegue ese
por medio de ese nombre. dı́a, nadie, salvo los niños pe-
18 Pues he aquı́, él juzga, y su queños, será hallado asin culpa

13a gee Remisión de 2 Ne. 31:21. c 2 Cró. 30:8.


pecados. b gee Salvación. d Moro. 10:4–5.
b 2 Ne. 25:24–27; c gee Jesucristo—El gee Espı́ritu Santo.
Jarom 1:11. tomar sobre sı́ el e gee Santo
14a gee Ley de Moisés. nombre de Jesucristo. (sustantivo).
15a gee Jesucristo— 18a Mateo 18:3. f 3 Ne. 9:22.
Simbolismos o b Mos. 4:2; 20a DyC 3:16.
sı́mbolos de Hel. 5:9. b gee Obra misional.
Jesucristo. 19a 1 Cor. 2:11–14; 21a gee Responsabilidad,
b Mos. 13:27–32. Mos. 16:2–3. responsable.
16a gee Niño(s). gee Hombre natural.
b Moro. 8:8–9. b gee Caı́da de Adán [Aproximadamente
17a Hech. 4:10–12; y Eva. 124 a.C.]
MOSÍAH 3:22–4:2 182
b
ante Dios, sino por el arrepenti- lago de fuego y azufre, cuyas
miento y la fe en el nombre del llamas son inextinguibles, y cu-
Señor Dios Omnipotente. yo humo asciende para siempre
22 Y aun ahora, cuando hayas jamás. Ası́ me ha mandado el
enseñado a los de tu pueblo las Señor. Amén.
cosas que el Señor tu Dios te ha
mandado, ya no son hallados
entonces sin culpa a la vista de CAPÍTULO 4
Dios, sino de acuerdo con las
palabras que te he hablado. El rey Benjamı́n continúa su dis-
23 Y ahora he declarado las pa- curso—La salvación llega por cau-
labras que el Señor Dios me ha sa de la Expiación—Creed en Dios
mandado. para que seáis salvos—Retened la
24 Y ası́ dice el Señor: Estarán remisión de vuestros pecados me-
como reluciente testimonio con- diante la fidelidad—Impartid de
tra los de este pueblo en el dı́a vuestros bienes a los pobres—Ha-
del juicio, y por ellas serán juz- ced todas las cosas con prudencia y
gados, todo hombre según sus en orden.
obras, ya sea que fueren buenas
o que fueren malas. Y AHORA bien, aconteció que
25 Y si fueren malas, serán cuando el rey Benjamı́n hubo
consignados al horrendo aespec- concluido de hablar las palabras
táculo de su propia culpa y que le habı́an sido comunicadas
abominaciones, que los hará por el ángel del Señor, miró a su
retroceder de la presencia del alrededor hacia la multitud, y
Señor a un estado de bmiseria y he aquı́, habı́an caı́do a tierra,
tormento sin fin, de donde no porque el atemor del Señor ha-
podrán ya volver; por tanto, bı́a venido sobre ellos.
han bebido condenación para 2 Y se habı́an visto a sı́ mismos
sus propias almas. en su propio estado acarnal, aún
b
26 Por consiguiente, han bebi- menos que el polvo de la tierra.
do de la copa de la ira de Dios, la Y todos a una voz clamaron, di-
cual tan imposible le serı́a a la ciendo: ¡Oh, ten misericordia, y
justicia negársela, como haberle aplica la sangre cexpiatoria de
negado a aAdán que cayera por Cristo para que recibamos el
participar del bfruto prohibido; perdón de nuestros pecados, y
por tanto, la cmisericordia ya no sean purificados nuestros cora-
podrı́a reclamarlos para siempre zones; porque creemos en Jesu-
jamás. cristo, el Hijo de Dios, que dcreó
27 Y su atormento es como un el cielo y la tierra y todas las co-

25a Alma 5:18; 12:14–15. c gee Misericordia, 2a gee Carnal.


b Morm. 8:38. misericordioso. b Hel. 12:7–8.
26a Morm. 9:12. 27a gee Culpa. c Mos. 3:18; Hel. 5:9.
b Gén. 3:1–12; b 2 Ne. 9:16; Jacob 6:10; d gee Creación, crear.
2 Ne. 2:15–19; DyC 76:36. [Aproximadamente
Alma 12:21–23. 4 1a gee Temor. 124 a.C.]
183 MOSÍAH 4:3–10
sas; el cual bajará entre los hijos ción a aquel que pusiera su
d
de los hombres! confianza en el Señor y fuera
3 Y aconteció que después de diligente en guardar sus man-
que hubieron hablado estas pa- damientos, y perseverara en
labras, el Espı́ritu del Señor des- la fe hasta el fin de su vida,
cendió sobre ellos, y fueron quiero decir la vida del cuerpo
llenos de gozo, habiendo reci- mortal—,
bido la aremisión de sus peca- 7 digo que éste es el hombre
dos, y teniendo paz de b con- que recibe la salvación, por me-
ciencia a causa de la gran cfe dio de la expiación que fue pre-
que tenı́an en Jesucristo que parada desde la fundación del
habı́a de venir, según las pala- mundo para todo el género hu-
bras que el rey Benjamı́n les mano que ha existido desde la
a
habı́a hablado. caı́da de Adán, o que existe, o
4 Y el rey Benjamı́n abrió otra que existirá jamás hasta el fin
vez su boca y empezó a hablar- del mundo.
les, diciendo: Mis amigos y her- 8 Y éste es el medio por el cual
manos, parentela y pueblo mı́o, viene la salvación. Y ano hay
quisiera otra vez llamaros la otra salvación aparte de ésta de
atención, para que podáis oı́r y que se ha hablado; ni hay tam-
entender el resto de las palabras poco otras condiciones según
que os hable. las cuales el hombre pueda ser
5 Porque he aquı́, si el conoci- salvo, sino por las que os he di-
miento de la bondad de aDios en cho.
esta ocasión ha despertado en 9 Creed en Dios; creed que él
vosotros el sentido de vuestra existe, y que creó todas las co-
nulidad y vuestro estado indig- sas, tanto en el cielo como en la
no y caı́do tierra; creed que él tiene toda
a
6 —os digo que si habéis llega- sabidurı́a y todo poder, tanto
do al aconocimiento de la bon- en el cielo como en la tierra;
dad de Dios, y de su incompara- creed que el hombre no bcom-
ble poder, y su sabidurı́a, su pa- prende todas las cosas que el Se-
ciencia y su longanimidad para ñor puede comprender.
con los hijos de los hombres; y 10 Y además, creed que debéis
también la bexpiación que ha si- a
arrepentiros de vuestros peca-
do preparada desde la cfunda- dos, y abandonarlos, y humilla-
ción del mundo, a fin de que ros ante Dios, y pedid con since-
por ese medio llegara la salva- ridad de corazón que él os bper-

3a gee Remisión de d Sal. 36:7; 2 Ne. 22:2; 9a Rom. 11:33–34;


pecados. Hel. 12:1. Jacob 4:8–13.
b gee Conciencia. gee Confianza, confiar. b Isa. 55:9.
c gee Fe. 7a gee Caı́da de Adán 10a gee Arrepentimiento,
5a Moisés 1:10. y Eva. arrepentirse.
6a gee Trinidad. 8a Hech. 4:12; b DyC 61:2.
b gee Expiación, expiar. 2 Ne. 31:21; [Aproximadamente
c Mos. 15:19. Mos. 3:17. 124 a.C.]
MOSÍAH 4:11–18 184
done; y ahora bien, si ccreéis to- cada uno según lo que le corres-
das estas cosas, mirad que las ponda.
d
hagáis. 14 Ni permitiréis que vuestros
a
11 Y otra vez os digo, según di- hijos anden hambrientos ni
je antes, que ası́ como habéis lle- desnudos, ni consentiréis que
gado al conocimiento de la glo- quebranten las leyes de Dios, ni
ria de Dios, o si habéis sabido de que bcontiendan y riñan unos
su bondad, y aprobado su amor, con otros y sirvan al diablo, que
y habéis recibido la bremisión de es el maestro del pecado, o sea,
vuestros pecados, lo que ocasio- el espı́ritu malo de quien nues-
na tan inmenso gozo en vues- tros padres han hablado, ya que
tras almas, ası́ quisiera que re- él es el enemigo de toda recti-
cordaseis y retuvieseis siempre tud.
en vuestra memoria la grandeza 15 Mas les aenseñaréis a bandar
de Dios, y vuestra propia cnuli- por las vı́as de la verdad y la se-
dad, y su dbondad y longanimi- riedad; les enseñaréis a camarse
dad para con vosotros, indignas mutuamente y a servirse el uno
criaturas, y os humillaseis aun al otro.
en las profundidades de la ehu- 16 Y además, vosotros mismos
mildad, finvocando el nombre a
socorreréis a los que necesiten
del Señor diariamente, y perma- vuestro socorro; impartiréis de
neciendo firmes en la fe de lo vuestros bienes al necesitado; y
que está por venir, que fue no permitiréis que el bmendigo
anunciado por boca del ángel. os haga su petición en vano, y
12 Y he aquı́, os digo que si ha- sea echado fuera para perecer.
céis esto, siempre os regocija- 17 Tal vez adirás: El hombre ha
réis, y seréis llenos del aamor de traı́do sobre sı́ su miseria; por
Dios y siempre bretendréis la re- tanto, detendré mi mano y no le
misión de vuestros pecados; y daré de mi alimento, ni le im-
aumentaréis en el conocimiento partiré de mis bienes para evitar
de la gloria de aquel que os creó, que padezca, porque sus casti-
o sea, en el conocimiento de lo gos son justos.
que es justo y verdadero. 18 Mas, ¡oh hombre!, yo te digo
13 Y no tendréis deseos de in- que quien esto hiciere tiene
juriaros el uno al otro, sino de gran necesidad de arrepentirse;
vivir apacı́ficamente, y de dar a y a menos que se arrepienta de

10c Mateo 7:24–27. 12a gee Amor. gee Enseñar.


d 2 Ne. 31:19–21. b Mos. 4:26; b gee Andar, andar con
11a Alma 36:24–26. Alma 4:13–14; 5:26–35; Dios.
b gee Remisión de DyC 20:31–34. c Mos. 18:21.
pecados. 13a gee Pacificador. 16a gee Caridad; Servicio.
c Moisés 1:10. 14a 1 Tim. 5:8; b Deut. 15:7–11;
d Éx. 34:6; DyC 83:4. Prov. 21:13;
Moro. 8:3. b gee Contención, Isa. 10:1–2.
e gee Humildad, contienda. 17a Prov. 17:5.
humilde. 15a DyC 68:25–28; [Aproximadamente
f gee Oración. Moisés 6:58. 124 a.C.]
185 MOSÍAH 4:19–27
lo que ha hecho, perece para Dios, a quien también vuestra
siempre, y no tiene parte en el vida pertenece; y con todo, nin-
reino de Dios. guna petición hacéis, ni os arre-
19 Pues he aquı́, ¿no somos to- pentı́s de lo que habéis hecho.
dos mendigos? ¿No depende- 23 Os digo: ¡Ay de tal hombre,
mos todos del mismo Ser, sı́, de porque sus bienes perecerán
Dios, por todos los bienes que con él! Y digo estas cosas a los
tenemos; por alimento y vesti- que son aricos en lo que toca a
do; y por oro y plata y por las las cosas de este mundo.
riquezas de toda especie que 24 Y además, digo a los pobres,
poseemos? vosotros que no tenéis, y sin
20 Y he aquı́, ahora mismo ha- embargo, tenéis suficiente para
béis estado invocando su nom- pasar de un dı́a al otro; me refie-
bre, suplicando la remisión de ro a todos vosotros que rehusáis
vuestros pecados. ¿Y ha permiti- al mendigo porque no tenéis;
do él que hayáis pedido en va- quisiera que en vuestros corazo-
no? No; él ha derramado su Es- nes dijeseis: No doy porque no
pı́ritu sobre vosotros, y ha he- tengo, mas si tuviera, adarı́a.
cho que vuestros corazones se 25 Ahora bien, si decı́s esto en
llenaran de aalegrı́a, y ha hecho vuestros corazones, quedáis sin
callar vuestras bocas de modo culpa; de otro modo, sois acon-
que no pudisteis expresaros, tan denados; y vuestra condenación
extremadamente grande fue es justa, pues codiciáis lo que no
vuestro gozo. habéis recibido.
21 Y ahora bien, si Dios, que os 26 Y ahora bien, por causa de
ha creado, de quien dependéis estas cosas que os he hablado
por vuestras vidas y por todo —es decir, a fin de retener la re-
lo que tenéis y sois, os concede misión de vuestros pecados de
cuanta cosa justa le pedı́s con fe, dı́a en dı́a, para que aandéis sin
creyendo que recibiréis, ¡oh có- culpa ante Dios—, quisiera que
mo debéis entonces aimpartiros de vuestros bienes bdieseis al
c
el uno al otro de vuestros bienes! pobre, cada cual según lo que
22 Y si ajuzgáis al hombre que tuviere, tal como dalimentar al
os pide de vuestros bienes para hambriento, vestir al desnudo,
no perecer, y lo condenáis, visitar al enfermo, y ministrar
cuánto más justa será vuestra para su alivio, tanto espiritual
condenación por haberle bnega- como temporalmente, según sus
do vuestros bienes, los cuales no necesidades.
os pertenecen a vosotros sino a 27 Y mirad que se hagan todas

20a gee Gozo. 23a DyC 56:16. c Zac. 7:10; Alma 1:27.
21a gee Servicio; 24a Marcos 12:44. gee Limosna.
Bienestar. 25a DyC 56:17. d Isa. 58:10–11;
22a Mateo 7:1–2; 26a gee Andar, andar con DyC 104:17–18.
Juan 7:24. Dios. [Aproximadamente
b 1 Juan 3:17. b Jacob 2:17–19. 124 a.C.]
MOSÍAH 4:28–5:5 186
estas cosas con prudencia y or- tonces son llamados por el nombre
den; porque no se exige que un de Cristo—El rey Benjamı́n los ex-
hombre corra más aaprisa de lo horta a ser firmes e inmutables en
que sus fuerzas le permiten. Y buenas obras.
además, conviene que sea dili- Y AHORA bien, aconteció que
gente, para que ası́ gane el ga- cuando el rey Benjamı́n hubo
lardón; por tanto, todas las co- hablado ası́ a su pueblo, mandó
sas deben hacerse en orden. indagar entre ellos, deseando
28 Y quisiera que recordaseis saber si creı́an las palabras que
que el que de entre vosotros pi- les habı́a hablado.
da prestado a su vecino, debe 2 Y todos clamaron a una voz,
devolver aquello que pide pres- diciendo: Sı́, creemos todas las
tado, de acuerdo con lo que pro- palabras que nos has hablado; y
meta; pues de lo contrario, co- además, sabemos de su certeza
meteréis pecado y tal vez hagáis y verdad por el Espı́ritu del Se-
que vuestro vecino peque tam- ñor Omnipotente, el cual ha
bién. efectuado un potente acambio
29 Y por último, no puedo de- en nosotros, o sea, en nuestros
ciros todas las cosas mediante corazones, por lo que ya no te-
las cuales podéis cometer peca- nemos más disposición a obrar
do; porque hay varios modos y b
mal, sino a hacer lo bueno con-
medios, tantos que no puedo tinuamente.
enumerarlos. 3 Y también nosotros mismos,
30 Pero esto puedo deciros, por medio de la infinita bondad
que si no os acuidáis a vosotros de Dios y las manifestaciones de
mismos, y vuestros bpensamien- su Espı́ritu, tenemos grandes vi-
tos, y vuestras cpalabras y vues- siones de aquello que está por
tras obras, y si no observáis los venir; y si fuere necesario, po-
mandamientos de Dios ni perse- drı́amos profetizar de todas las
veráis en la fe de lo que habéis cosas.
oı́do concerniente a la venida de 4 Y es la fe que hemos tenido
nuestro Señor, aun hasta el fin en las cosas que nuestro rey nos
de vuestras vidas, debéis pere- ha hablado lo que nos ha lleva-
cer. Y ahora bien, ¡oh hombre!, do a este gran conocimiento,
recuerda, y no perezcas. por lo que nos regocijamos con
un gozo tan sumamente gran-
CAPÍTULO 5 de.
5 Y estamos dispuestos a con-
Los santos llegan a ser hijos e hijas certar un aconvenio con nuestro
de Cristo por medio de la fe—En - Dios de hacer su voluntad y ser

27a DyC 10:4. c Mateo 15:18–20. b Alma 19:33.


30a Alma 12:14. gee Profanidad. 5a Mos. 18:10.
gee Velar. 5 2a Alma 5:14.
b Marcos 7:18–23. gee Nacer de Dios, [Aproximadamente
gee Pensamientos. nacer de nuevo. 124 a.C.]
187 MOSÍAH 5:6–13
obedientes a sus mandamientos de ser obedientes hasta el fin de
en todas las cosas que él nos vuestras vidas.
mande, todo el resto de nues- 9 Y sucederá que quien hiciere
tros dı́as, para que no traigamos esto, se hallará a la diestra de
sobre nosotros un tormento bsin Dios, porque sabrá el nombre
fin, como lo ha declarado el cán- por el cual es llamado; pues será
gel, para que no bebamos del cá- llamado por el nombre de Cristo.
liz de la ira de Dios. 10 Y acontecerá que quien no
6 Ahora bien, estas palabras tome sobre sı́ el nombre de Cris-
eran las que de ellos deseaba el to, tendrá que ser llamado por
rey Benjamı́n; y por lo tanto, les algún aotro nombre; por tanto,
dijo: Habéis declarado las pala- se hallará a la bizquierda de Dios.
bras que yo deseaba; y el conve- 11 Y quisiera que también re-
nio que habéis hecho es un con- cordaseis que éste es el anombre
venio justo. que dije que os darı́a, el cual
7 Ahora pues, a causa del con- nunca serı́a borrado, sino por
venio que habéis hecho, seréis transgresión; por tanto, tened
llamados aprogenie de Cristo, cuidado de no transgredir, para
hijos e hijas de él, porque he que el nombre no sea borrado
aquı́, hoy él os ha bengendrado de vuestros corazones.
espiritualmente; pues decı́s que 12 Yo os digo: Quisiera que os
vuestros ccorazones han cambia- acordaseis de aconservar siem-
do por medio de la fe en su pre escrito este nombre en vues-
nombre; por tanto, habéis dnaci- tros corazones para que no os
do de él y habéis llegado a ser halléis a la izquierda de Dios, si-
sus ehijos y sus hijas. no que oigáis y conozcáis la voz
8 Y bajo este atı́tulo sois blibra- por la cual seréis llamados, y
dos, y cno hay otro tı́tulo por también el nombre por el cual él
medio del cual podáis ser libra- os llamará.
dos. No hay otro dnombre dado 13 Porque ¿cómo aconoce un
por el cual venga la salvación; hombre al amo a quien no ha
por tanto, quisiera que etoma- servido, que es un extraño para
seis sobre vosotros el nombre de él, y se halla lejos de los pensa-
Cristo, todos vosotros que ha- mientos y de las intenciones de
béis hecho convenio con Dios su corazón?

5b Mos. 3:25–27. nacer de nuevo. 10a Alma 5:38–39.


c Mos. 3:2. e DyC 11:30. b Mateo 25:33.
7a Mos. 27:24–26; 8a O sea, encabeza- 11a Mos. 1:11–12.
Moisés 6:64–68. miento. Es decir, gee Jesucristo—El
gee Hijos e hijas de Cristo es la cabeza. tomar sobre sı́ el
Dios. b Rom. 6:18; Gál. 5:1; nombre de Jesucristo.
b gee Engendrado, Hel. 14:30. 12a DyC 18:23–25.
engendrar. c Hech. 4:10, 12; 13a Mos. 26:24–27.
c gee Corazón. Alma 21:9.
d Mos. 15:10–11. d Mos. 26:18. [Aproximadamente
gee Nacer de Dios, e Hech. 11:26; Alma 46:15. 124 a.C.]
MOSÍAH 5:14–6:7 188
14 Y además, ¿toma un hombre que no hubiese hecho convenio
un asno que pertenece a su veci- y tomado sobre sı́ el nombre de
no, y lo guarda? Yo os digo que Cristo.
no; ni siquiera permitirá que 3 Y además, aconteció que cuan-
pazca entre sus rebaños, sino do el rey Benjamı́n hubo dado
que lo ahuyentará y lo echará fin a todas estas cosas, y hubo
fuera. Os digo que ası́ será entre consagrado a su hijo aMosı́ah
vosotros si no sabéis el nombre para que fuera el gobernante y
por el cual se os llame. rey de su pueblo, y le hubo da-
15 Por tanto, quisiera que fue- do todo cargo concerniente al rei-
seis firmes e inmutables, abun- no, y también hubo bnombrado
dando siempre en buenas obras sacerdotes para censeñar al pue-
para que Cristo, el Señor Dios blo, a fin de que ası́ pudiesen oı́r y
Omnipotente, pueda asellaros saber los mandamientos de Dios,
como suyos, a fin de que seáis y despertar en ellos el recuerdo
llevados al cielo, y tengáis salva- del djuramento que habı́an he-
ción sin fin, y vida eterna me- cho, despidió a la multitud; y se
diante la sabidurı́a, y poder, y volvieron, cada cual, según sus
justicia, y misericordia de aquel familias, a sus propias casas.
que bcreó todas las cosas en el 4 Y aMosı́ah empezó a reinar
cielo y en la tierra, el cual es en lugar de su padre. *Y comen-
Dios sobre todo. Amén. zó a reinar en el trigésimo año
de su vida; y en total habı́an
transcurrido unos cuatrocientos
CAPÍTULO 6 setenta y seis años desde el
b
tiempo en que Lehi salió de
El rey Benjamı́n registra los nom- Jerusalén.
bres de los del pueblo y nombra sa- 5 Y el rey Benjamı́n vivió tres
cerdotes para que les enseñen — años más, y †murió.
Mosı́ah reina como rey justo. 6 Y sucedió que el rey Mosı́ah
Y AHORA bien, el rey Benjamı́n anduvo en las sendas del Señor,
consideró prudente, después de y observó sus juicios y sus esta-
haber acabado de hablar al pue- tutos, y guardó sus mandamien-
blo, atomar los nombres de to- tos en todas las cosas que el Se-
dos los que habı́an hecho con- ñor le mandó.
venio con Dios de guardar sus 7 Y el rey Mosı́ah hizo que su
mandamientos. pueblo labrara la tierra. Y tam-
2 Y sucedió que no hubo ni un bién él mismo labraba la tierra
alma, salvo los niños pequeños, para que ası́ ano fuese oneroso a

15a gee Vocación 3a Mos. 1:10; 2:30. Benjamı́n.


(llamamiento) y b gee Ordenación, b 1 Ne. 1:4.
elección; Santificación. ordenar. 7a 2 Cor. 11:9.
b Col. 1:16; Mos. 4:2; c Alma 4:7.
Alma 11:39. d Mos. 5:5–7. [*Aproximadamente 124 a.C.
6 1a DyC 128:8. 4a gee Mosı́ah, hijo de †Aproximadamente 121 a.C.]
189 MOSÍAH 7:1–10
su pueblo, a fin de obrar de ellos uno llamado Ammón, un
acuerdo con lo que su padre ha- hombre fuerte y poderoso, y
bı́a hecho en todas las cosas. Y descendiente de Zarahemla; y
no hubo contención entre todo también era su caudillo.
su pueblo por el espacio de tres 4 Y no sabı́an el rumbo que de-
años. bı́an seguir en el desierto para
subir a la tierra de Lehi-Nefi;
por tanto, anduvieron errantes
CAPÍTULO 7
muchos dı́as por el desierto, sı́,
hasta cuarenta dı́as anduvieron
Ammón descubre la tierra de Lehi- errantes.
Nefi, donde reina Limhi—El pue- 5 Y después que hubieron an-
blo de Limhi se halla bajo el yugo de dado errantes cuarenta dı́as, lle-
los lamanitas—Limhi relata la his- garon a un collado al norte de la
toria de ellos—Un profeta (Abina- tierra de aShilom, y allı́ planta-
dı́) habı́a testificado que Cristo es el ron sus tiendas.
Dios y el Padre de todas las cosas— 6 Y Ammón tomó a tres de sus
Aquellos que siembren inmundicia hermanos, y se llamaban Ama-
segarán el torbellino, y aquellos que lekı́, Helem y Hem, y descendie-
depositen su confianza en el Señor ron a la tierra de aNefi.
serán librados. 7 Y he aquı́ que dieron con el
Y AHORA bien, aconteció que rey del pueblo que vivı́a en la
después que hubo tenido paz tierra de Nefi y en la tierra de
continua por el término de Shilom; y los rodeó la guardia
tres años, el rey Mosı́ah tuvo de- del rey, y fueron apresados y
seos de saber de la gente que atados y encarcelados.
a
fue a morar a la tierra de Lehi- 8 Y ocurrió que después de ha-
Nefi, o sea, a la ciudad de Lehi- ber estado en la cárcel dos dı́as,
Nefi; porque su pueblo nada los llevaron otra vez delante del
habı́a sabido de ellos desde la rey, y les soltaron las ligaduras;
ocasión en que salieron de la y estaban ante el rey, y se les
tierra de bZarahemla; de modo permitió, o más bien, se les man-
que lo importunaban con su dó que respondieran a las pre-
insistencia. guntas que él les hiciera.
2 Y sucedió que el *rey Mosı́ah 9 Y les dijo: He aquı́, yo soy
a
concedió que dieciséis de los Limhi, hijo de Noé, que fue hijo
hombres fuertes del pueblo su- de Zeniff, quien salió de la tierra
biesen a la tierra de Lehi-Nefi de Zarahemla para heredar esta
para indagar concerniente a sus tierra que era la tierra de sus pa-
hermanos. dres, y el cual fue hecho rey por
3 Y ocurrió que al dı́a siguiente la voz del pueblo.
emprendieron el viaje, e iba con 10 Y ahora deseo saber la razón

7 1a Omni 1:27–30. 6a 2 Ne. 5:8. [*Aproximadamente


b Omni 1:13. 9a Mos. 11:1. 121 a.C.]
5a Mos. 9:6, 8, 14.
MOSÍAH 7:11–19 190
por la cual os habéis atrevido a aquı́, nuestros hermanos ahora
aproximaros a los muros de la nos librarán de nuestro cautive-
ciudad, cuando yo mismo me rio, o sea, de las manos de los
hallaba fuera de la puerta con lamanitas, y seremos sus escla-
mis guardias. vos; porque es mejor ser escla-
11 Y por este motivo he permi- vos de los nefitas que pagar tri-
tido que fueseis preservados, buto al rey de los lamanitas.
para que yo pudiera interroga- 16 Y ahora bien, el rey Limhi
ros, pues de otro modo, habrı́a mandó a sus guardias que no
hecho que mis guardias os eje- volvieran a atar a Ammón ni a
cutaran. Os es permitido hablar. sus hermanos, sino hizo que
12 Y ahora bien, cuando Am- fueran al collado que se hallaba
món vio que le era permitido al norte de Shilom, y trajeran a
hablar, fue y se inclinó ante el sus hermanos a la ciudad para
rey; y, levantándose otra vez, que comieran, bebieran y des-
dijo: ¡Oh rey!, estoy muy agra- cansaran de los trabajos de su
decido ante Dios hoy dı́a por es- viaje; porque habı́an padecido
tar vivo aún, y porque se me muchas cosas; habı́an padecido
permite hablar; y trataré de ha- hambre, sed y fatiga.
blar osadamente; 17 Y ahora bien, aconteció que
13 porque estoy seguro de que al dı́a siguiente, el rey Limhi
si me hubieses conocido, no ha- envió una proclamación a to-
brı́as permitido que me pusie- dos los de su pueblo, a fin de
ran estas ligaduras. Pues soy que se congregasen en el atem-
Ammón, descendiente de Zara- plo para oı́r las palabras que él
hemla, y he subido desde la tie- les iba a hablar.
rra de aZarahemla para indagar 18 Y acaeció que cuando se hu-
tocante a nuestros hermanos que bieron congregado, les habló de
Zeniff trajo de aquella tierra. este modo, diciendo: ¡Oh pue-
14 Y ocurrió que luego que hu- blo mı́o, levantad vuestras cabe-
bo oı́do las palabras de Ammón, zas y consolaos!, porque he
Limhi se alegró en extremo, y aquı́, el tiempo está próximo, o
dijo: Ahora sé de seguro que no está muy lejano, cuando ya
mis hermanos que se hallaban no estaremos sujetos a nuestros
en la tierra de Zarahemla viven enemigos a pesar de que nues-
aún. Y ahora me regocijaré, y tras muchas luchas han sido en
mañana haré que mi pueblo se vano; sin embargo, creo que to-
regocije también. davı́a queda por hacer una lu-
15 Porque he aquı́, nos halla- cha eficaz.
mos bajo el yugo de los lamani- 19 Por tanto, levantad vuestras
tas, y se nos ha aimpuesto un tri- cabezas y regocijaos, y poned
buto gravoso de soportar. Y he vuestra confianza en aDios, en

13a Omni 1:12–15. 17a 2 Ne. 5:16. [Aproximadamente


15a Mos. 19:15. 19a Éx. 3:6; 1 Ne. 19:10. 121 a.C.]
191 MOSÍAH 7:20–27
ese Dios que fue el Dios de mitad del aumento de nuestros
Abraham, de Isaac y de Jacob; y rebaños y nuestros hatos; y el
además, ese Dios que bsacó a los rey de los lamanitas nos exige la
hijos de Israel de la tierra de mitad de cuanto tenemos o po-
Egipto, e hizo que cruzaran a seemos, o nuestras vidas.
pie el Mar Rojo sobre tierra seca, 23 Y bien, ¿no es esto gravoso
y los alimentó con cmaná para de soportar? ¿Y no es grande es-
que no pereciesen en el desier- ta aflicción nuestra? He aquı́,
to; y muchas otras cosas hizo él cuán gran razón tenemos noso-
por ellos. tros para lamentarnos.
20 Y además, ese mismo Dios 24 Sı́, os digo que grandes son
ha atraı́do a nuestros padres de las razones que tenemos para la-
la tierra de Jerusalén, y ha soste- mentarnos; porque he aquı́,
nido y preservado a su pueblo, cuántos de nuestros hermanos
aun hasta ahora; y he aquı́, es han sido muertos, y su sangre
por causa de nuestras iniquida- ha sido derramada en vano, y
des y abominaciones que él nos todo por causa de la iniquidad.
ha traı́do al cautiverio. 25 Porque si este pueblo no hu-
21 Y todos vosotros sois hoy biese caı́do en la transgresión, el
testigos de que Zeniff, que fue Señor no habrı́a permitido que
hecho rey de este pueblo, con este gran mal les hubiera sobre-
un aexceso de celo por heredar venido. Mas he aquı́, no quisie-
la tierra de sus padres, fue enga- ron oı́r sus palabras, sino que
ñado por la astucia y estratage- surgieron contenciones entre
ma del rey Lamán, quien hizo ellos, al grado de verter sangre
un tratado con el rey Zeniff, y entre ellos mismos.
entregó en sus manos la pose- 26 Y han matado a un aprofeta
sión de parte de la tierra, o sea, del Señor; sı́, un hombre escogi-
la ciudad de Lehi-Nefi, la ciu- do de Dios que les habló de sus
dad de Shilom y la tierra circun- iniquidades y abominaciones, y
vecina; profetizó de muchas cosas que
22 e hizo todo esto con el único han de acontecer, sı́, aun la ve-
objeto de asubyugar o esclavizar nida de Cristo.
a este pueblo. Y he aquı́, noso- 27 Y porque les declaró que
tros actualmente pagamos tribu- Cristo era el aDios, el Padre de
to al rey de los lamanitas, que todas las cosas, y que tomarı́a
equivale a la mitad de nuestro sobre sı́ la imagen de hombre, y
maı́z, y de nuestra cebada, y serı́a la bimagen conforme a la
aun de todos nuestros granos, cual el hombre fue creado en el
sean de la clase que fueren; y la principio; en otras palabras, dijo

19b Éx. 12:40–41; 20a 1 Ne. 2:1–4. b Gén. 1:26–28;


Alma 36:28. 21a Mos. 9:1–3. Éter 3:14–17;
c Éx. 16:15, 35; 22a Mos. 10:18. DyC 20:17–18.
Núm. 11:7–8; 26a Mos. 17:12–20. [Aproximadamente
Josué 5:12. 27a gee Trinidad. 121 a.C.]
MOSÍAH 7:28–8:5 192
que el hombre fue creado a ima- CAPÍTULO 8
gen de cDios, y que Dios bajarı́a
entre los hijos de los hombres, y Ammón enseña al pueblo de Lim-
tomarı́a sobre sı́ carne y sangre, hi—Se entera de las veinticuatro
e irı́a sobre la faz de la tierra. planchas jareditas—Los videntes
28 Y ahora bien, porque dijo pueden traducir anales antiguos—
esto, le quitaron la vida; e hicie- No hay don mayor que el que posee
ron muchas cosas más que traje- un vidente.
ron sobre ellos la ira de Dios.
Por tanto, ¿quién se puede asom- Y ACONTECIÓ que después que el
brar de que se hallen en el cau- rey Limhi hubo acabado de ha-
tiverio, y sean heridos con tan blar a su pueblo, porque les dijo
grandes aflicciones? muchas cosas, y sólo algunas de
29 Porque he aquı́, el Señor ha ellas he escrito en este libro, él
dicho: No asocorreré a los de mi relató a su pueblo todo lo con-
pueblo en el dı́a de su transgre- cerniente a sus hermanos que se
sión, sino que obstruiré sus ca- hallaban en la tierra de Zara-
minos para que no prosperen; y hemla.
sus hechos serán como piedra 2 E hizo que Ammón se pre-
de tropiezo delante de ellos. sentara ante la multitud, y le re-
30 Y también dice: Si mi pueblo firiese todo cuanto habı́a sucedi-
siembra ainmundicia, bsegará el do a sus hermanos desde la épo-
tamo de ella en el torbellino; y ca en que Zeniff partió de la tie-
su efecto es veneno. rra, hasta el tiempo en que él
31 Y dice además: Si mi pueblo mismo vino de allı́.
siembra inmundicia segará el 3 Y Ammón también les decla-
viento aoriental, el cual trae des- ró las últimas palabras que el
trucción inmediata. rey Benjamı́n les habı́a enseña-
32 Y ahora bien, he aquı́, la do, y las explicó al pueblo del
promesa del Señor se ha cum- rey Limhi para que entendieran
plido, y vosotros sois heridos y todas las palabras que él habló.
afligidos. 4 Y sucedió que después de ha-
33 Mas si os atornáis al Señor ber hecho todo esto, el rey Lim-
con ı́ntegro propósito de cora- hi despidió a la multitud e hizo
zón, y ponéis vuestra confianza que cada uno se volviera a su
en él, y le servı́s con toda la dili- propia casa.
gencia del alma, si hacéis esto, 5 Y ocurrió que hizo que le lle-
él, de acuerdo con su propia vo- varan a Ammón las planchas
luntad y deseo, os librará del que contenı́an los aanales de su
cautiverio. pueblo, desde el tiempo en que

27c Mos. 13:33–34; inmundo. Mos. 12:6.


15:1–4. b Gál. 6:7–8; 33a Morm. 9:6.
29a 1 Sam. 12:15; DyC 6:33. 8 5a Mos. 9–22.
2 Cró. 24:20. gee Siega. [Aproximadamente
30a gee Inmundicia, 31a Jer. 18:17; 121 a.C.]
193 MOSÍAH 8:6–14
salieron de la tierra de Zara- cobre, y están perfectamente
hemla, para que él las leyera. conservados.
6 Ahora bien, en cuanto Am- 11 Y más aún, han traı́do espa-
món hubo leı́do la historia, el das cuyas guarniciones se han
rey lo interrogó para saber si consumido, y cuyas hojas esta-
podı́a interpretar idiomas; y le ban carcomidas de herrumbre; y
respondió Ammón que no po- no hay en la tierra quien pueda
dı́a. interpretar el lenguaje o los gra-
7 Y le dijo el rey: Hallándome bados que están sobre las plan-
apesadumbrado por las afliccio- chas. Por esto te dije: ¿Puedes
nes de mi pueblo, hice que cua- traducir?
renta y tres de los de mi pueblo 12 Y te pregunto además: ¿Sa-
emprendieran un recorrido por bes tú de alguien que pueda tra-
el desierto, para que por ese me- ducir? Porque deseo que estos
dio hallasen la tierra de Zara- anales sean traducidos a nues-
hemla, a fin de apelar a nuestros tro idioma; pues quizá nos da-
hermanos para que nos libraran rán conocimiento de un resto
del cautiverio. del pueblo que ha sido destrui-
8 Y estuvieron perdidos en el do, del cual procedieron estos
desierto por el espacio de mu- anales; o tal vez nos harán saber
chos dı́as, y a pesar de su dili- de este mismo pueblo que ha si-
gencia, no encontraron la tierra do destruido; y deseo saber la
de Zarahemla, sino que retorna- causa de su destrucción.
ron aquı́ después de haber via- 13 Luego Ammón le dijo: Pue-
jado por una tierra entre mu- do de seguro decirte, oh rey, de
chas aguas, y de haber descu- un hombre que puede atraducir
bierto una región llena de hue- los anales; pues él tiene algo con
sos de hombres y bestias, y tam- lo que puede mirar y traducir
bién estaba cubierta de ruinas todos los anales que son de fe-
de edificios de todas clases; y cha antigua; y es un don de
descubrieron una tierra que ha- Dios. Y las cosas se llaman bin-
bı́a sido habitada por un pueblo térpretes, y nadie puede mirar
tan numeroso como las huestes en ellos a menos que le sea man-
de Israel. dado, no sea que busque lo que
9 Y como testimonio de la ver- no debe, y ası́ perezca. Y a quien
dad de las cosas que habı́an se le manda mirar en ellos, a ése
dicho, han traı́do aveinticuatro se le llama cvidente.
planchas que están llenas de 14 Y he aquı́, el rey del pueblo
grabados, y son de oro puro. que se halla en la tierra de Zara-
10 Y he aquı́, también han traı́- hemla es el hombre a quien se
do apetos, los cuales son de gran manda hacer estas cosas, y es el
tamaño; y son de bbronce y de que tiene este alto don de Dios.

9a Éter 1:1–2. 13a Mos. 28:10–17.


10a Éter 15:15. b gee Urim y Tumim. [Aproximadamente
b Éter 10:23. c gee Vidente. 121 a.C.]
MOSÍAH 8:15–9:2 194
15 Y dijo el rey que un vidente los hombres, pues ni buscan sabi-
es mayor que un profeta. durı́a, ni desean que ella los rija!
16 Y Ammón dijo que un vi- 21 Sı́, son como un rebaño
dente es también revelador y silvestre que huye del pastor, y
profeta; y que no hay mayor se esparce, y es perseguido y de-
don que un hombre pueda te- vorado por los animales de la
ner, a menos que posea el poder selva.
de Dios, que nadie puede tener;
sin embargo, el hombre puede
recibir gran poder de Dios. Los Anales de Zeniff—Un rela-
17 Mas un vidente puede saber to de su pueblo desde la época
de cosas que han pasado y tam- en que salieron de la tierra de
bién de cosas futuras; y por este Zarahemla hasta la época en
medio todas las cosas serán re- que fueron librados de las ma-
veladas, o mejor dicho, las cosas nos de los lamanitas.
secretas serán manifestadas, y Comprende los capı́tulos
las cosas ocultas saldrán a la luz; 9 al 22 inclusive.
y lo que no es sabido, ellos lo
darán a conocer; y también ma-
CAPÍTULO 9
nifestarán cosas que de otra ma-
nera no se podrı́an saber.
18 Ası́ Dios ha dispuesto un Zeniff conduce a un grupo de los de
medio para que el hombre, por Zarahemla para poseer la tierra de
la fe, pueda efectuar grandes Lehi-Nefi—El rey lamanita les per-
milagros; por tanto, llega a ser mite poseer la tierra—Hay guerra
un gran beneficio para sus se- entre los lamanitas y el pueblo de
mejantes. Zeniff.
19 Y ahora bien, cuando Am- Yo, Zeniff, habiendo sido ins-
món hubo acabado de hablar es- truido en todo el idioma de los
tas palabras, el rey se regocijó en nefitas y habiendo tenido cono-
extremo y dio gracias a Dios, di- cimiento de la atierra de Nefi, o
ciendo: Sin duda estas planchas sea, la tierra de la primera he-
encierran un agran misterio, y rencia de nuestros padres, y *ha-
estos intérpretes fueron induda- biendo sido enviado como espı́a
blemente preparados con objeto entre los lamanitas para que ob-
de desplegar todos los misterios servase sus fuerzas —a fin de
de esta ı́ndole a los hijos de los que nuestro ejército cayera so-
hombres. bre ellos y los destruyera— mas
20 ¡Oh cuán maravillosas son cuando vi lo bueno que habı́a
las obras del Señor, y cuán largo entre ellos, no quise que fuesen
tiempo soporta él a su pueblo; sı́, destruidos.
y cuán ciego e impenetrable es 2 Por tanto, contendı́ con mis
el entendimiento de los hijos de hermanos en el desierto, pues

19a Éter 3:21–28; 4:4–5. Omni 1:12. [*Aproximadamente


9 1a 2 Ne. 5:5–8; 200 a.C.]
195 MOSÍAH 9:3–13
querı́a que nuestro jefe hiciera 7 Y también mandó que su
un tratado con ellos; pero sien- gente saliera de esa tierra; y yo y
do hombre severo y sanguina- mi pueblo entramos en ella a fin
rio, él mandó que me quitaran la de poseerla.
vida; mas fui rescatado por la 8 Y empezamos a construir edi-
efusión de mucha sangre; por- ficios y a reparar los muros de la
que padre luchó contra padre, y ciudad; sı́, las murallas de la ciu-
hermano contra hermano, hasta dad de Lehi-Nefi y de la ciudad
que la mayor parte de nuestro de Shilom.
ejército fue destruida en el de- 9 Y empezamos a cultivar la
sierto; y los que sobrevivimos tierra, sı́, con toda clase de semi-
retornamos a la tierra de Zara- llas, con semillas de maı́z, de tri-
hemla a comunicar ese relato a go y de cebada, con neas y con
sus esposas y a sus hijos. sheum, y con semillas de toda
3 Y sin embargo, yo, con un ex- clase de frutas; y empezamos a
ceso de celo por heredar la tie- multiplicarnos y a prosperar en
rra de nuestros padres, junté a la tierra.
cuantos deseaban ir para poseer 10 Ahora bien, fue por la astu-
la tierra, y de nuevo emprendi- cia y artimaña del rey Lamán,
mos nuestro viaje al desierto pa- para areducir a mi pueblo a la
ra subir a aquella tierra; mas fui- servidumbre, que él cedió la tie-
mos heridos con hambre y gra- rra para que la poseyéramos no-
ves aflicciones, pues éramos tar- sotros.
dos en acordarnos del Señor 11 Por tanto, sucedió que des-
nuestro Dios. pués que hubimos vivido en la
4 No obstante, después de an- tierra por el término de *doce
dar errantes por el desierto mu- años, el rey Lamán empezó a
chos dı́as, plantamos nuestras inquietarse, por si de alguna
tiendas en el lugar en que nues- manera mi pueblo se hacı́a
tros hermanos habı́an perecido, fuerte en la tierra, y ası́ ellos
el cual se hallaba cerca de la tie- no podrı́an dominarlo y esclavi-
rra de nuestros padres. zarlo.
5 Y aconteció que con cuatro 12 Porque eran una gente pe-
de mis hombres entré otra vez rezosa e aidólatra; por tanto, de-
en la ciudad hasta donde estaba seaban hacernos sus esclavos a
el rey, a fin de conocer su dispo- fin de hartarse con el trabajo de
sición, y saber si podı́a ir con nuestras manos; sı́, para saciarse
mi pueblo y poseer la tierra en con los rebaños de nuestros
paz. campos.
6 Y entré a ver al rey, el cual 13 Por tanto, aconteció que el
hizo pacto conmigo para que yo rey Lamán comenzó a incitar a
poseyera la tierra de Lehi-Nefi y su pueblo para que contendiera
la tierra de Shilom. con el mı́o; por lo que empezó a

10a Mos. 7:21–22. gee Idolatrı́a. [*Aproximadamente


12a Enós 1:20. 188 a.C.]
MOSÍAH 9:14–10:5 196
haber guerras y contiendas en la muertos. Y he aquı́, para nuestro
tierra. gran pesar y lamentación, dos-
14 Porque en el *decimotercer cientos setenta y nueve de nues-
año de mi reinado en la tierra de tros hermanos fueron muertos.
Nefi, estando mi pueblo abre-
vando y apacentando sus reba-
CAPÍTULO 10
ños y cultivando sus tierras, allá
al sur de la tierra de Shilom vino
sobre ellos una numerosa hues- Muere el rey Lamán—Los de su
te de lamanitas, y empezaron a pueblo son salvajes y feroces, y
matarlos y a llevarse sus rebaños creen en tradiciones falsas—Zeniff
y el maı́z de sus campos. y su pueblo prevalecen en contra de
15 Sı́, y ocurrió que huyeron, ellos.
todos aquellos a quienes no al- Y SUCEDIÓ que de nuevo em-
canzaron, hasta la ciudad de pezamos a establecer el reino y a
Nefi, y me pidieron protección. poseer otra vez la tierra en paz.
16 Y aconteció que los armé Y mandé hacer armas de guerra
con arcos y con flechas, con es- de todas clases, para que de ese
padas y con cimitarras, con ma- modo yo tuviera armas para mi
zas y con hondas, y con cuanto pueblo, para el dı́a en que los
género de armas pudimos in- lamanitas volvieran a la guerra
ventar; y yo y mi pueblo salimos contra mi pueblo.
a la batalla en contra de los la- 2 Y puse guardias alrededor de
manitas. la tierra, a fin de que los lamani-
17 Sı́, con la fuerza del Señor tas no cayesen de nuevo de im-
salimos a la batalla contra los la- proviso sobre nosotros y nos
manitas; porque yo y mi pueblo destruyesen; y ası́ protegı́ a mi
clamamos fervientemente al Se- pueblo y mis rebaños, y evité
ñor para que nos librara de las que cayeran en manos de nues-
manos de nuestros enemigos, tros enemigos.
porque se despertó en nosotros 3 Y sucedió que heredamos la
el recuerdo de la liberación de tierra de nuestros padres duran-
nuestros padres. te muchos años; sı́, †por el espa-
18 Y Dios aoyó nuestro clamor cio de veintidós años.
y contestó nuestras oraciones; y 4 E hice que los hombres culti-
salimos con su fuerza; sı́, sali- varan la tierra y produjeran
a
mos contra los lamanitas, y en granos y frutos de todas clases.
un dı́a y una noche matamos a 5 E hice que las mujeres hila-
tres mil cuarenta y tres; los ma- ran y se afanaran, y trabajaran y
tamos hasta que los hubimos ex- tejieran toda suerte de linos fi-
pulsado de nuestra tierra. nos; sı́, y atelas de todas clases
19 Y yo mismo con mis propias para que cubriéramos nuestra
manos ayudé a enterrar a sus desnudez; y ası́ prosperamos en

18a Mos. 29:20. 5a Alma 1:29. [*Aproximadamente 187 a.C.


10 4a Mos. 9:9. †Aproximadamente 178 a.C.]
197 MOSÍAH 10:6–14
la tierra, ası́ gozamos de conti- 10 Y aconteció que salimos a la
nua paz en la tierra por el espa- batalla contra los lamanitas, y
cio de veintidós años. hasta yo, en mi avanzada edad,
6 Y aconteció que el rey aLa- fui a la batalla contra los lamani-
mán murió, y su hijo empezó a tas. Y ocurrió que salimos a la lid
reinar en su lugar. Y empezó a con la afuerza del Señor.
incitar a su pueblo a rebelarse 11 Ahora bien, los lamanitas
en contra del mı́o; ası́ que co- nada sabı́an concerniente al Se-
menzaron a prepararse para la ñor ni a la fuerza del Señor; por
guerra y para venir a la batalla tanto, confiaban en su propia
contra mi pueblo. fuerza. Con todo, eran gente
7 Mas yo habı́a enviado a mis fuerte, según la fuerza del hom-
espı́as a los alrededores de la bre.
tierra de aShemlón, para descu- 12 Eran un pueblo a salvaje,
brir sus preparativos, para guar- feroz y sanguinario, creyentes
darme de ellos a fin de que no e n l a b t r a d i c i ó n d e s u s p a -
vinieran sobre mi pueblo y lo dres, que era ésta: Creı́an que
destruyeran. fueron echados de la tierra de
8 Y sucedió que subieron por el Jerusalén a causa de las iniqui-
lado norte de la tierra de Shi- dades de sus padres, y que
lom, con sus numerosas hues- sus hermanos los ultrajaron en
tes: hombres aarmados con bar- el desierto, y que también fue-
cos y con flechas, con espadas y ron agraviados mientras cruza-
con cimitarras, con piedras y ban el mar.
con hondas; y llevaban afeitada 13 Y más aún, que los habı́an
y desnuda la cabeza, y estaban tratado injustamente mientras
ceñidos con una faja de cuero se hallaban en la tierra de su
a
alrededor de sus lomos. primera herencia, después de
9 Y aconteció que hice que haber atravesado el mar; y todo
las mujeres y los niños de mi esto porque Nefi fue más fiel en
pueblo se ocultaran en el de- guardar los mandamientos del
sierto; e hice también que todos Señor; por tanto, fue bfavoreci-
mis hombres ancianos que po- do del Señor porque el Señor
dı́an llevar armas, ası́ como to- oyó sus oraciones y las contestó;
dos mis hombres jóvenes que y él tomó el mando en su viaje
podı́an portar armas, se reunie- por el desierto.
ran para ir a la batalla contra los 14 Y sus hermanos se enojaron
lamanitas; y los coloqué en sus con él porque no aentendı́an la
filas, cada hombre según su manera de proceder del Señor;
edad. y también se birritaron con él so-

6a Mos. 9:10–11; 24:3. confiar. 14a 1 Ne. 15:7–11.


7a Mos. 11:12. 12a Alma 17:14. b 1 Ne. 18:10–11.
8a Jarom 1:8. b 2 Ne. 5:1–3.
b Alma 3:4–5. 13a 1 Ne. 18:23. [*Aproximadamente
10a gee Confianza, b 1 Ne. 17:35. 178 a.C.]
MOSÍAH 10:15–11:3 198
bre las aguas, porque endurecie- te los echamos de nuestra tierra,
ron sus corazones contra el Se- y los matamos con gran mortan-
ñor. dad, tantos que no los contamos.
15 Y además, se enfurecieron 21 Y aconteció que de nuevo
con él cuando hubieron llegado volvimos a nuestra propia tie-
a la tierra prometida, porque de- rra, y mi pueblo empezó otra vez
cı́an que él habı́a arrebatado de a guardar sus rebaños y a culti-
sus manos el amando del pue- var sus tierras.
blo; y trataron de matarlo. 22 Y ahora bien, yo, habiendo
16 Y además, se ensañaron con envejecido, *conferı́ el reino a
él porque salió para el desierto, uno de mis hijos; por tanto, no
como el Señor le habı́a manda- digo más. Y ruego que el Señor
do, y llevó consigo los aanales bendiga a mi pueblo. Amén.
que estaban grabados en las
planchas de bronce, porque de-
cı́an ellos que él los habı́a broba- CAPÍTULO 11
do.
17 Y por tanto, han enseñado a
sus hijos a que los aborrezcan, y El rey Noé reina inicuamente—Se
que los asesinen, y que les roben deleita en una vida desenfrenada
y los despojen, y que hagan con sus esposas y concubinas —
cuanto puedan para destruirlos; Abinadı́ profetiza que el pueblo cae-
por tanto, sienten un odio eter- rá en el cautiverio — El rey Noé
no contra los hijos de Nefi. procura quitarle la vida.
18 Precisamente por esta cau- Y SUCEDIÓ que Zeniff confirió el
sa, el rey Lamán, mediante su reino a Noé, uno de sus hijos;
astucia y mentirosa estratage- por tanto, Noé empezó a reinar
ma, y sus halagadoras prome- en su lugar; y no anduvo por las
sas, me engañó, para que trajera sendas de su padre.
a mi pueblo a esta tierra, a fin 2 Pues he aquı́, no guardó los
de que ellos lo destruyeran; sı́, mandamientos de Dios, sino
y hemos padecido todos estos que anduvo en pos de los de-
años en la tierra. seos de su propio corazón. Y
19 Y ahora bien, yo, Zeniff, tuvo muchas esposas y aconcu-
después de haber dicho todas binas. E b hizo que su pueblo
estas cosas acerca de los lamani- pecara e hiciera lo que era abo-
tas a los de mi pueblo, los animé minable delante del Señor. Sı́,
a que salieran a luchar con toda cometieron cfornicaciones y toda
su fuerza y pusieran su confian- clase de iniquidades.
za en el Señor; por tanto, lucha- 3 E impuso un tributo de la
mos contra ellos cara a cara. quinta parte de cuanto poseı́an:
20 Y aconteció que nuevamen- la quinta parte de su oro y de su

15a 2 Ne. 5:3. 11 2a Jacob 3:5. c 2 Ne. 28:15.


16a 2 Ne. 5:12. b 1 Rey. 14:15–16; [*Probablemente 160 a.C.
b Alma 20:10, 13. Mos. 29:31. Entre 160 y 150 a.C.]
199 MOSÍAH 11:4–14
plata, y la quinta parte de su dera fina, y estaba adornado de
a
ziff, y de su cobre, y de su bron- oro y plata y cosas preciosas.
ce y de su hierro; y la quinta 10 Y también mandó que sus
parte de sus animales cebados, y artesanos elaboraran toda clase
también la quinta parte de todos de obras finas dentro de los mu-
sus granos. ros del templo: de madera fina,
4 E hizo todo esto para soste- y de cobre, y de bronce.
nerse a sı́ mismo, y a sus esposas 11 Y los asientos que se reser-
y a sus concubinas; y también a varon para los sumos sacerdo-
sus sacerdotes y a las esposas y tes, que eran más altos que todos
las concubinas de ellos; de este los demás asientos, él los adornó
modo habı́a cambiado los asun- con oro puro; e hizo construir
tos del reino. un antepecho delante de ellos,
5 Pues destituyó a todos los sa- sobre el cual podı́an sostener sus
cerdotes que su padre habı́a con- cuerpos y sus brazos mientras
sagrado, y en su lugar consagró hablaban falsas y vanas palabras
a otros, aquellos que se envane- a su pueblo.
cı́an con el orgullo de sus cora- 12 Y ocurrió que edificó una
a
zones. torre cerca del templo, sı́, una
6 Sı́, y de esta manera eran man- torre muy alta, tan alta ası́ que
tenidos en su pereza y en su desde su cima podı́a ver la tierra
idolatrı́a y sus fornicaciones, con de Shilom, y también la tierra de
los tributos que el rey Noé habı́a Shemlón, que poseı́an los lama-
impuesto sobre los de su pueblo; nitas; y aun podı́a ver toda la
de modo que trabajaban mucho región circunvecina.
para sostener la iniquidad. 13 Y aconteció que hizo cons-
7 Sı́, y también se volvieron truir muchos edificios en la tie-
idólatras, porque los engañaron rra de Shilom; e hizo que se
las vanas y lisonjeras palabras construyera una gran torre so-
del rey y de los sacerdotes, por- bre el collado que estaba al nor-
que les hablaban palabras lison- te de la tierra de Shilom, el cual
jeras. habı́a sido un refugio para los
8 Y sucedió que el rey Noé hijos de Nefi cuando huyeron
construyó muchos edificios ele- de la tierra; e hizo esto con las
gantes y espaciosos; y los ador- riquezas que obtenı́a mediante
nó con obras finas de madera, y los tributos de su pueblo.
con toda clase de cosas precio- 14 Y sucedió que entregó su co-
sas, de oro y de plata, de hierro, razón a sus riquezas; y pasaba el
de bronce, de ziff y de cobre. tiempo en vivir desenfrenadamen-
9 Y también edificó para sı́ un te con sus esposas y sus concubi-
amplio palacio, y un trono en nas; y también sus sacerdotes pa-
medio, todo lo cual era de ma- saban el tiempo con rameras.

3a En hebreo, palabra a “enchapar en


parecida a metal”.
“resplandeciente”, y 12a Mos. 19:5–6. [Entre 160 y 150 a.C.]
MOSÍAH 11:15–26 200
15 Y aconteció que plantó vi- ellos un hombre que se llama-
ñas en varias partes del paı́s; y ba aAbinadı́; *y salió entre ellos
construyó lagares e hizo vino en y empezó a profetizar, diciendo:
abundancia; por tanto, se con- He aquı́, ası́ dice el Señor, y
virtió en abebedor de vino, y lo ası́ me ha mandado, diciendo:
mismo hizo su pueblo. Ve y di a esta gente: Ası́ dice el
16 Y sucedió que los lamanitas Señor: ¡Ay de los de este pue-
empezaron a venir sobre su blo!, porque he visto sus abomi-
pueblo, sobre grupos pequeños, naciones, y sus iniquidades, y
y a matarlos en sus campos, y sus fornicaciones, y a menos
mientras cuidaban sus rebaños. que se arrepientan, los visitaré
17 Y el rey Noé envió guardias con mi ira.
a los alrededores de la tierra pa- 21 Y a menos que se arrepien-
ra contenerlos, mas no envió un tan y se vuelvan al Señor su
número suficiente, y los lamani- Dios, he aquı́, los entregaré en
tas cayeron sobre ellos y los ma- manos de sus enemigos; sı́, y se-
taron, y se llevaron muchos de rán reducidos al acautiverio, y
sus rebaños fuera de la tierra; ası́ serán afligidos por mano de sus
empezaron los lamanitas a des- enemigos.
truirlos y a derramar su odio so- 22 Y sucederá que sabrán que
bre ellos. yo soy el Señor su Dios, y que
18 Y aconteció que el rey Noé soy un Dios aceloso, que visito
envió a sus tropas en contra las iniquidades de mi pueblo.
de ellos, y los lamanitas fueron 23 Y acontecerá que a menos
rechazados, o sea, los hicieron que este pueblo se arrepienta y
retroceder por un tiempo, por se vuelva al Señor su Dios, será
lo que volvieron, regocijándose llevado al cautiverio; y nadie lo
con su botı́n. librará, salvo el Señor, el Dios
19 Y ahora bien, a causa de esta Todopoderoso.
gran victoria, se envanecieron 24 Sı́, y acontecerá que cuando
con el orgullo de sus corazones, ellos clamen a mı́, seré alento en
y se ajactaron de su propia fuer- oı́r sus lamentos; sı́, y permitiré
za, diciendo que cincuenta de que sus enemigos los aflijan.
ellos podı́an contra miles de los 25 Y a menos que se arrepien-
lamanitas; y ası́ se jactaban y se tan en cilicio y ceniza, y clamen
deleitaban en la sangre y en ver- fuertemente al Señor su Dios,
ter la sangre de sus hermanos; y no aoiré sus ruegos ni los libraré
esto a causa de la iniquidad de de sus aflicciones; y ası́ dice el
su rey y sacerdotes. Señor, y ası́ me ha mandado.
20 Y aconteció que habı́a entre 26 Y acaeció que cuando les

15a gee Palabra de 21a Mos. 12:2; 20:21; 24a Miqueas 3:4;
Sabidurı́a. 21:13–15; 23:21–23. Mos. 21:15.
19a DyC 3:4. 22a Éx. 20:5; 25a Isa. 1:15; 59:2.
gee Orgullo. Deut. 6:15; [*Aproximadamente
20a gee Abinadı́. Mos. 13:13. 150 a.C.]
201 MOSÍAH 11:27–12:4
hubo hablado Abinadı́ estas Abinadı́ comienza a enseñarles los
palabras, se enojaron con él y Diez Mandamientos.
trataron de quitarle la vida; Y ACONTECIÓ que *después de
mas el Señor lo libró de sus dos años, Abinadı́ vino entre
manos. ellos disfrazado, de modo que
27 Ahora bien, cuando el rey no lo conocieron, y empezó a
Noé se hubo enterado de las pa- profetizar entre ellos, diciendo:
labras que Abinadı´ habı´a habla- Ası́ me ha mandado el Señor, di-
do al pueblo, también se llenó ciendo: Abinadı́, ve y profetiza a
de ira y dijo: ¿Quién es Abinadı́, los de mi pueblo, porque han
para que yo y mi pueblo seamos endurecido su corazón en con-
juzgados por él?, o ¿aquién es el tra de mis palabras; no se han
Señor para que traiga sobre mi arrepentido de sus malas obras;
pueblo tan grande aflicción? por lo tanto, los avisitaré con mi
28 Os mando traer aquı́ a Abi- ira; sı́, con mi furiosa ira los visi-
nadı´para matarlo, porque e´l ha taré en sus iniquidades y abomi-
dicho estas cosas para incitar a naciones.
los de mi pueblo a la ira unos 2 Sı́, ¡ay de esta generación! Y
con otros, y para suscitar con- el Señor me dijo: Extiende tu
tenciones entre los de mi pue- mano y profetiza, diciendo: Ası́
blo; por tanto, lo mataré. dice el Señor: Acontecerá que
29 Y los ojos del pueblo se ha- los de esta generación, a causa
llaban acegados; por tanto, ben- de sus iniquidades, serán lleva-
durecieron sus corazones contra dos al acautiverio, y serán heri-
las palabras de Abinadı́, y trata- dos en la b mejilla; sı́, y por
ron de apresarlo desde ese mo- los hombres serán impelidos y
mento en adelante. Y el rey Noé muertos; y los buitres del aire y
endureció su corazón contra la los perros, sı́, y los animales sal-
palabra del Señor, y no se arre- vajes devorarán su carne.
pintió de sus malas obras. 3 Y acontecerá que la avida del
rey Noé se estimará igual que
un vestido en un bhorno ardien-
CAPÍTULO 12 te; porque sabrá que yo soy el
Señor.
Abinadı́ es encarcelado por profeti- 4 Y acontecerá que heriré a este
zar la destrucción del pueblo y la pueblo mı́o con penosas aflic-
muerte del rey Noé—Los sacerdo- ciones; sı́, con hambre y con
a
tes falsos citan las Escrituras y fin- pestilencia; y haré que baúllen
gen observar la ley de Moisés— todo el dı́a.

27a Éx. 5:2; Mos. 12:13. 2a Mos. 11:21; 20:21; 4a DyC 97:26.
29a Moisés 4:4. 21:13–15; 23:21–23. b Mos. 21:9–10.
b Alma 33:20; b Mos. 21:3–4.
Éter 11:13. 3a Mos. 12:10. [*Aproximadamente
12 1a Isa. 65:6. b Mos. 19:20. 148 a.C. ]
MOSÍAH 12:5–18 202
5 Sı́, y haré que les aten acar- 12 Y además, dice que serás co-
gas sobre sus espaldas; y serán mo la flor del cardo, que cuando
arreados como mudos asnos. está completamente madura, si
6 Y acontecerá que enviaré gra- el viento sopla, es arrastrada so-
nizo entre ellos, y los herirá; y bre la faz de la tierra; y afirma
también serán heridos por el que el Señor lo ha declarado. Y
viento aoriental; y los binsectos dice que todo esto te sobreven-
también abrumarán sus tierras y drá a menos que te arrepientas;
devorarán su grano. y esto a causa de tus iniquida-
7 Y serán heridos con gran pes- des.
tilencia; y haré todo esto por 13 Y ahora bien, oh rey, ¿qué
motivo de sus ainiquidades y sus gran mal has hecho, o qué gran-
abominaciones. des pecados ha cometido tu
8 Y acontecerá que, a menos pueblo para que Dios nos con-
que se arrepientan, los adestrui- dene, o este hombre nos juz-
ré totalmente de sobre la faz gue?
de la tierra; sin embargo, deja- 14 Y he aquı́, oh rey, nos halla-
rán tras sı́ un bregistro, y lo pre- mos sin culpa, y tú, oh rey, no
servaré para otras naciones que has pecado; por lo tanto, este
poseerán la tierra; sı́, esto haré hombre ha mentido concernien-
para que yo revele las abomi- te a ti, y ha profetizado en vano.
naciones de este pueblo a otras 15 Y he aquı́, somos fuertes; no
naciones. Y muchas cosas pro- caeremos en la esclavitud ni se-
fetizó Abinadı́ contra este pue- remos llevados cautivos por
blo. nuestros enemigos; sı́, y tú has
9 Y aconteció que se enojaron prosperado en la tierra, y tam-
con él; y lo aprehendieron y lo bién has de prosperar.
llevaron atado ante el rey, y di- 16 Mira, aquı́ está el hombre; lo
jeron al rey: He aquı́, hemos entregamos en tus manos; pue-
traı́do ante ti a un hombre que des hacer con él lo que bien te
ha profetizado el mal concer- parezca.
niente a tu pueblo, y dice que 17 Y sucedió que el rey Noé
Dios lo destruirá. hizo que fuese encarcelado Abi-
10 Y también profetiza lo malo nadı́; y dio órdenes de que se
en cuanto a tu vida, y dice que convocara a los a sacerdotes,
tu vida será semejante a un ves- para reunirse en concilio con
tido en un horno ardiente. ellos sobre lo que debı́a hacer
11 Y más aún, dice que serás con él.
como una caña; sı́, como una ca- 18 Y aconteció que le dijeron al
ña seca del campo, la cual las rey: Tráelo aquı́ para que lo in-
bestias pisan y es hollada con terroguemos; y el rey mandó
los pies. que fuese traı́do ante ellos.

5a Mos. 21:3. 7a DyC 3:18. 17a Mos. 11:11.


6a Jer. 18:17; Mos. 7:31. 8a Alma 45:9–14. [Aproximadamente
b Éx. 10:1–12. b Morm. 8:14–16. 148 a.C.]
203 MOSÍAH 12:19–32
19 Y empezaron a interrogarlo ber de mı́ lo que estas cosas sig-
con el fin de confundirlo, para nifican?
ası́ tener de qué acusarlo; pero 26 Yo os digo: ¡Ay de vosotros
él les respondió intrépidamente por pervertir las vı́as del Señor!
e hizo frente a todas sus pre- Porque si entendéis estas cosas,
guntas, sı́, los llenó de asombro; no las habéis enseñado. Por tan-
pues los aresistió en todas sus to, habéis pervertido las vı́as del
preguntas y los confundió en Señor.
todas sus palabras. 27 No habéis aplicado vuestros
20 Y sucedió que uno de ellos corazones para aentender; por
le dijo: ¿Qué significan las pala- tanto, no habéis sido sabios.
bras que están escritas, y que ¿Qué, pues, enseñáis a este pue-
nuestros padres han enseñado, blo?
diciendo: 28 Y dijeron: Enseñamos la ley
21 ¡aCuán hermosos sobre las de Moisés.
montañas son los pies de aquel 29 Y de nuevo les dijo: Si en-
que trae buenas nuevas; que señáis la aley de Moisés, ¿cómo
publica la paz; que trae gratas es que no la cumplı́s? ¿Por qué
nuevas del bien; que publica la entregáis vuestros corazones a
salvación; que dice a Sión: Tu las riquezas? ¿Por qué cometéis
b
Dios reina; fornicaciones y disipáis vues-
22 tus centinelas levantarán la tro vigor con rameras, sı́, y ha-
voz; unánimes cantarán, porque céis que este pueblo cometa pe-
verán ojo a ojo cuando el Señor cado, de modo que el Señor ten-
haga volver a Sión! ga motivo para enviarme a pro-
23 ¡Prorrumpid en alegrı́a! fetizar contra este pueblo, sı́,
¡Cantad juntamente lugares de- aun un gran mal contra este
solados de Jerusalén, porque el pueblo?
Señor ha consolado a su pueblo, 30 ¿No sabéis que hablo la ver-
ha redimido a Jerusalén!; dad? Sı́, sabéis que hablo la ver-
24 el Señor ha desnudado su dad, y deberı́ais temblar ante
santo abrazo a la vista de todas Dios.
las naciones, y todos los extre- 31 Y sucederá que seréis heri-
mos de la tierra verán la salva- dos por vuestras iniquidades,
ción de nuestro Dios? pues habéis dicho que enseñáis
25 Y luego les dijo Abinadı́: la ley de Moisés. Y ¿qué sabéis
¿Sois vosotros asacerdotes, y de- concerniente a la ley de Moisés?
cı́s que enseñáis a este pueblo, y ¿aViene la salvación por la ley
que entendéis el espı́ritu de pro- de Moisés? ¿Qué decı́s vosotros?
fecı́a, y sin embargo, queréis sa- 32 Y respondieron y dijeron

19a DyC 100:5–6. 27a gee Entender, Alma 25:16.


21a Isa. 52:7–10; entendimiento.
Nahum 1:15. 29a gee Ley de Moisés.
24a 1 Ne. 22:11. b gee Adulterio. [Aproximadamente
25a Mos. 11:5. 31a Mos. 3:15; 13:27–32; 148 a.C.]
MOSÍAH 12:33–13:7 204
que la salvación venı́a por la ley tenemos que ver con él? Pues
de Moisés. está loco.
33 Mas les dijo Abinadı́: Sé que 2 Y avanzaron y trataron de
si guardáis los mandamientos echarle mano; mas él los resistió,
de Dios, seréis salvos; sı́, si guar- y les dijo:
dáis los mandamientos que el 3 No me toquéis, porque Dios
Señor dio a Moisés en el monte os herirá si me echáis mano,
de aSinaı́, diciendo: porque no he comunicado el
34 aYo soy el Señor tu Dios, que mensaje que el Señor me mandó
te he b sacado de la tierra de que diera; ni tampoco os he di-
Egipto, de la casa de servidum- cho lo que apedisteis que dijera;
bre. por tanto, Dios no permitirá que
35 No tendrás aotro Dios delan- yo sea destruido en este mo-
te de mı́. mento.
36 No te harás ninguna imagen 4 Mas debo cumplir los man-
tallada, ni ninguna semejanza damientos que Dios me ha
de cosa alguna que esté arriba mandado; y porque os he di-
en el cielo, ni de cosas que estén cho la verdad, estáis enojados
abajo en la tierra. conmigo. Y más aún, porque
37 Y luego les dijo Abinadı́: he hablado la palabra de Dios,
¿Habéis hecho todo esto? Yo os me habéis juzgado de estar
digo: No; no lo habéis hecho. ¿Y loco.
habéis aenseñado a este pueblo 5 Y ahora bien, aconteció que
que debe observar todas estas después que Abinadı́ hubo ha-
cosas? Os digo que no; no lo ha- blado estas palabras, el pueblo
béis hecho. del rey Noé no se atrevió a
echarle mano, porque el Espı́ri-
CAPÍTULO 13 tu del Señor estaba sobre él, y
su rostro aresplandecı́a con un
brillo extraordinario, aun como
Abinadı́ es protegido por poder divi- el de Moisés en el monte de
no—Enseña los Diez Mandamien- Sinaı́, mientras hablaba con el
tos—La salvación no viene por la Señor.
ley de Moisés únicamente—Dios 6 Y habló Abinadı́ con apoder y
mismo efectuará la Expiación y re- autoridad de Dios; y continuó
dimirá a su pueblo. sus palabras, diciendo:
Y AHORA bien, cuando el rey hu- 7 Vosotros veis que no tenéis
bo oı́do estas palabras, dijo a sus poder para matarme; por tanto,
sacerdotes: Llevaos a este indi- concluyo mi mensaje. Sı́, y per-
viduo, y matadlo; porque, ¿qué cibo que os ahiere hasta el cora-

33a Éx. 19:9, 16–20; 35a Oseas 13:4. 6a gee Poder.


Mos. 13:5. gee Idolatrı́a. 7a 1 Ne. 16:2.
34a Éx. 20:2–4. 37a Mos. 13:25–26.
b Éx. 12:51; 1 Ne. 17:40; 13 3a Mos. 12:20–24. [Aproximadamente
Mos. 7:19. 5a Éx. 34:29–35. 148 a.C.]
205 MOSÍAH 13:8–25
zón, porque os digo la verdad el Señor no tendrá por inocente
acerca de vuestras iniquidades. al que tomare su nombre en va-
8 Sı́, y mis palabras os llenan de no.
maravilla, de asombro y de cóle- 16 Acuérdate del dı́a de arepo-
ra. so para santificarlo.
9 Mas doy fin a mi mensaje; y 17 Seis dı́as trabajarás, y harás
entonces no importa a dónde toda tu obra;
vaya, con tal de que yo sea sal- 18 mas el dı́a séptimo, el repo-
vo. so del Señor tu Dios, no harás
10 Mas esto os digo: Lo que ha- ningún trabajo, tú, ni tu hijo, ni
gáis conmigo después de esto, tu hija, ni tu criado, ni tu criada,
será como ası́mbolo y sombra de ni tu ganado, ni el extranjero
cosas venideras. que se halle dentro de tus puer-
11 Y ahora os leo el resto de los tas;
a
mandamientos de Dios, porque 19 porque en aseis dı́as el Señor
percibo que no están escritos en hizo el cielo, y la tierra, y el mar,
vuestros corazones; percibo que y todo lo que en ellos hay; por
habéis estudiado y enseñado la consiguiente, el Señor bendijo
iniquidad la mayor parte de el dı́a de reposo y lo santificó.
vuestras vidas. 20 aHonra a tu padre y a tu ma-
12 Ahora bien, recordaréis que dre, para que se prolonguen tus
os dije: No te harás ninguna dı́as sobre la tierra que el Señor
imagen tallada, ni ninguna se- tu Dios te da.
mejanza de cosas que estén arri- 21 No amatarás.
ba en el cielo, o que estén abajo 22 No cometerás aadulterio. No
b
en la tierra, o en las aguas deba- robarás.
jo de la tierra. 23 No dirás afalso testimonio
13 Y además: No te postrarás contra tu prójimo.
ante ellas, ni las servirás; porque 24 No acodiciarás la casa de tu
yo, el Señor tu Dios, soy un Dios prójimo, no codiciarás la mujer
celoso, que visito las iniquida- de tu prójimo, ni su criado, ni su
des de los padres sobre los hijos, criada, ni su buey, ni su asno, ni
hasta la tercera y la cuarta gene- cosa alguna que sea de tu próji-
ración de los que me aborrecen; mo.
14 y manifiesto misericordia a 25 Y aconteció que después
miles de los que me aman y que Abinadı́ hubo dado fin a es-
guardan mis mandamientos. tas palabras, les dijo: ¿Habéis
15 No tomarás el nombre del enseñado a este pueblo que de-
Señor tu Dios en vano; porque be procurar hacer todas estas

10a Mos. 17:13–19; 21a Mateo 5:21–22; gee Mentiras.


Alma 25:10. DyC 42:18. 24a gee Codiciar.
11a Éx. 20:1–17. gee Homicidio.
16a gee Dı́a de reposo. 22a gee Adulterio.
19a Gén. 1:31. b gee Robar, robo. [Aproximadamente
20a Marcos 7:10. 23a Prov. 24:28. 148 a.C.]
MOSÍAH 13:26–35 206
cosas, a fin de guardar estos 31 Mas he aquı́, os digo que to-
mandamientos? das estas cosas eran ası́mbolos
26 Os digo que no; porque si de cosas futuras.
lo hubieseis hecho, el Señor no 32 Y bien, ¿entendieron la ley?
habrı́a hecho que yo viniera y Os digo que no; no todos enten-
profetizara el mal sobre este dieron la ley; y esto a causa de la
pueblo. dureza de sus corazones; pues
27 Ahora bien, habéis dicho no entendı́an que ningún hom-
que la salvación viene por la ley bre podı́a ser salvo asino por me-
de Moisés. Yo os digo que es dio de la redención de Dios.
preciso que guardéis la aley de 33 Pues he aquı́, ¿no les profe-
Moisés aún; mas os digo que tizó Moisés concerniente a la
vendrá el tiempo cuando ya bno venida del Mesı́as, y que Dios
será necesario guardar la ley de redimirı́a a su pueblo? Sı́, y aun
a
Moisés. todos los profetas que han pro-
28 Y además, os digo que la fetizado desde el principio del
a
salvación no viene sólo por la mundo, ¿no han hablado ellos
b
ley; y si no fuera por la cexpia- más o menos acerca de estas
ción que Dios mismo efectuará cosas?
por los pecados e iniquidades 34 ¿No han dicho ellos que
a
de los de su pueblo, éstos inevi- Dios mismo bajarı́a entre los hi-
tablemente perecerı́an, a pesar jos de los hombres, y tomarı́a so-
de la ley de Moisés. bre sı́ la forma de hombre, e irı́a
29 Y ahora os digo que se hizo con gran poder sobre la faz de la
necesario que se diera una ley a tierra?
los hijos de Israel, sı́, una ley 35 Sı́, y ¿no han dicho también
muy aestricta; porque eran una que llevarı́a a efecto la aresurrec-
gente de dura cerviz, bpresta pa- ción de los muertos, y que él mis-
ra hacer el mal y lenta para acor- mo serı́a oprimido y afligido?
darse del Señor su Dios;
30 por tanto, les fue dada una
a
ley; sı́, una ley de prácticas y CAPÍTULO 14
b
ordenanzas, una ley que tenı́an
que cobservar estrictamente de Isaı́as habla en cuanto al Mesı́as—
dı́a en dı́a, para conservar vivo Se exponen la humillación y los su-
en ellos el recuerdo de Dios y su frimientos del Mesı́as—Él hace de
deber para con él. su alma ofrenda por el pecado e in -

27a gee Ley de Moisés. c gee Expiación, expiar. 32a 2 Ne. 25:23–25.
b 3 Ne. 9:19–20; 15:4–5. 29a Josué 1:7–8. 33a 1 Ne. 10:5;
28a Gál. 2:16. b Alma 46:8. Jacob 4:4; 7:11.
gee Redención, 30a Éx. 20. 34a Mos. 7:27; 15:1–3.
redimido, redimir; b gee Ordenanzas. gee Trinidad.
Salvación. c Jacob 4:5. 35a Isa. 26:19; 2 Ne. 2:8.
b Gál. 2:21; 31a Mos. 16:14;
Mos. 3:14–15; Alma 25:15. [Aproximadamente
Alma 25:15–16. gee Simbolismo. 148 a.C.]
207 MOSÍAH 14:1–12
tercede por los transgresores — no aabrió su boca; fue llevado
Compárese con Isaı́as 53. como bcordero al degolladero, y
como la oveja permanece muda
S Í , ¿no dice Isaı́as: Quién ha ante sus trasquiladores, ası́ él no
creı́do nuestro mensaje, y a abrió su boca.
quién se ha manifestado el bra- 8 De la prisión y del juicio fue
zo del Señor? quitado, y ¿quién declarará su
2 Porque crecerá delante de él generación? Porque fue arran-
como una planta tierna, y como cado de la tierra de los vivien-
raı́z de tierra seca; no hay en él tes; por las transgresiones de mi
parecer ni hermosura; y cuando pueblo fue herido.
lo veamos, no habrá en él buen 9 Con los inicuos dispuso él su
parecer para que lo deseemos. sepultura, y con los aricos fue en
3 Despreciado y rechazado de su muerte; porque no habı́a he-
los hombres; varón de dolores y cho bmal, ni hubo engaño en su
experimentado en quebranto; y boca.
como que escondimos de él el 10 Mas quiso el Señor quebran-
rostro; fue menospreciado y no tarlo; le ha causado aflicción;
lo estimamos. cuando hagas de su alma ofren-
4 Ciertamente él ha allevado da por el pecado, él verá su ali-
nuestros b pesares y sufrido naje, prolongará sus dı́as y el
nuestros dolores; sin embargo, placer del Señor prosperará en
lo hemos tenido por golpeado, su mano.
herido de Dios y afligido. 11 Verá el afán de su alma,
5 Mas él herido fue por nues- y quedará satisfecho; con su
tras atransgresiones, golpeado conocimiento, mi justo siervo
por nuestras iniquidades; y el justificará a muchos; porque
a
castigo de nuestra paz fue sobre llevará las iniquidades de
él; y con sus llagas somos bsana- ellos.
dos. 12 Por tanto, le repartiré una
6 Todos nosotros nos hemos porción con los grandes; y él di-
descarriado como aovejas, nos vidirá el botı́n con los fuertes,
hemos apartado, cada cual por porque derramó su alma hasta
su propio camino; y el Señor ha la muerte, y fue contado con los
puesto sobre él las iniquidades transgresores; y llevó los peca-
de todos nosotros. dos de muchos e aintercedió por
7 Fue oprimido y afligido, pero los transgresores.

14 4a Alma 7:11–12. 7a Marcos 15:3. 10a Mos. 15:10–13.


b Mateo 8:17. gee Jesucristo. 11a Lev. 16:21–22;
5a Mos. 15:9; b gee Cordero de Dios; 1 Pe. 3:18;
Alma 11:40. Pascua. DyC 19:16–19.
b 1 Pe. 2:24–25. 9a Mateo 27:57–60; 12a 2 Ne. 2:9; Mos. 15:8;
6a Mateo 9:36; Marcos 15:27, 43–46. Moro. 7:27–28.
2 Ne. 28:14; gee José de Arimatea. [Aproximadamente
Alma 5:37. b Juan 19:4. 148 a.C.]
MOSÍAH 15:1–10 208
CAPÍTULO 15 burle de él, y lo bazote, y lo eche
fuera, y lo crepudie.
Por qué Cristo es el Padre ası́ como 6 Y tras de todo esto, después
el Hijo—Él intercederá por los hi- de obrar muchos grandes mila-
jos de los hombres y tomará sobre sı́ gros entre los hijos de los hom-
las transgresiones de los de su pue- bres, será conducido, sı́, asegún
blo—Ellos y todos los santos profe- dijo Isaı́as: Como la oveja per-
tas son su posteridad—Él lleva a manece muda ante el trasquila-
efecto la Resurrección—Los niños dor, ası́ él no babrió su boca.
pequeños tienen vida eterna. 7 Sı́, aun de este modo será lle-
vado, acrucificado y muerto, la
Y LUEGO les dijo Abinadı́: Qui- carne quedando sujeta hasta la
siera que entendieseis que aDios muerte, la bvoluntad del Hijo
mismo descenderá entre los hi- siendo absorbida en la voluntad
jos de los hombres, y b redi- del Padre.
mirá a su pueblo. 8 Y ası́ Dios rompe las aligadu-
2 Y porque amorará en la carne, ras de la muerte, habiendo lo-
será llamado el Hijo de Dios, y grado la bvictoria sobre la muer-
habiendo sujetado la carne a la te; dando al Hijo poder para cin-
voluntad del bPadre, siendo el terceder por los hijos de los
Padre y el Hijo, hombres,
3 el Padre aporque fue bconce- 9 habiendo ascendido al cielo,
bido por el poder de Dios; y el henchidas de misericordia sus
Hijo, por causa de la carne; por entrañas, lleno de compasión
lo que llega a ser el Padre e Hijo; por los hijos de los hombres; in-
4 y son aun Dios, sı́, el verdade- terponiéndose entre ellos y la
ro bPadre cEterno del cielo y de justicia; habiendo quebrantado
la tierra. los lazos de la muerte, tomado
5 Y ası́ la carne, habiéndose su- sobre ası́ la iniquidad y las trans-
jetado al Espı́ritu, o el Hijo al Pa- gresiones de ellos, habiéndolos
dre, siendo un Dios, asufre ten- redimido y bsatisfecho las exi-
taciones, pero no cede a ellas, si- gencias de la justicia.
no que permite que su pueblo se 10 Y ahora os digo: ¿Quién de-

15 1a 1 Tim. 3:16; Alma 7:10; 3 Ne. 1:14. Mos. 14:7.


Mos. 13:33–34. 4a Deut. 6:4; 7a gee Crucifixión.
gee Jesucristo. Juan 17:20–23. b Lucas 22:42; Juan
b gee Redención, gee Trinidad. 6:38; 3 Ne. 11:11.
redimido, redimir. b Mos. 3:8; Hel. 14:12; 8a Mos. 16:7;
2a Mos. 3:5; 7:27; 3 Ne. 9:15; Éter 4:7. Alma 22:14.
Alma 7:9–13. c Alma 11:39. b Oseas 13:14;
b Isa. 64:8; Juan 10:30; 5a Lucas 4:2; 1 Cor. 15:55–57.
14:8–10; Mos. 5:7; Heb. 4:14–15. c 2 Ne. 2:9.
Alma 11:38–39; b Juan 19:1. 9a Isa. 53; Mos. 14:5–12.
Éter 3:14. c Marcos 8:31; b gee Expiación, expiar.
3a DyC 93:4. Lucas 17:25.
b Lucas 1:31–33; 6a Isa. 53:7. [Aproximadamente
Mos. 3:8–9; b Lucas 23:9; Juan 19:9; 148 a.C.]
209 MOSÍAH 15:11–21
clarará su generación? He aquı́, que han publicado la salvación
os digo que cuando su alma ha- y dicen a Sión: ¡Tu Dios reina!
ya sido tornada en ofrenda por 15 Y ¡oh cuán hermosos fueron
el pecado, él verá su aposteri- sus pies sobre las montañas!
dad. Y ahora, ¿qué decı́s voso- 16 Y más aún: ¡Cuán hermosos
tros? ¿Quién será su posteri- son sobre las montañas los pies
dad? de aquellos que aún están publi-
11 He aquı́, os digo que quien cando la paz!
ha oı́do las palabras de los apro- 17 Y además: ¡Cuán hermosos
fetas, sı́, todos los santos profe- son sobre las montañas los pies
tas que han profetizado concer- de aquellos que en lo futuro pu-
niente a la venida del Señor, os blicarán la paz; sı́, desde hoy en
digo que todos aquellos que han adelante y para siempre!
escuchado sus palabras y creı́do 18 Y he aquı́, os digo que esto
que el Señor redimirá a su pue- no es todo. Porque ¡cuán her-
blo, y han esperado anhelosa- mosos son sobre las montañas
mente ese dı́a para la remisión los apies de aquel que trae bue-
de sus pecados, os digo que és- nas nuevas, que es el fundador
tos son su posteridad, o sea, son de la bpaz, sı́, el Señor, que ha
los herederos del breino de Dios. redimido a su pueblo; sı́, aquel
12 Porque éstos son aquellos que ha concedido la salvación a
cuyos pecados aél ha tomado so- su pueblo!
bre sı́; éstos son aquellos por 19 Porque si no fuera por la re-
quienes ha muerto, para redi- dención que ha hecho por su
mirlos de sus transgresiones. Y pueblo, la cual fue preparada
bien, ¿no son ellos su posteri- desde la afundación del mundo,
dad? os digo que de no haber sido
13 Sı́, ¿y no lo son los profetas, por esto, todo el género huma-
todo aquel que ha abierto su bo- no habrı́a bperecido.
ca para profetizar, que no ha 20 Mas he aquı́, las ligaduras
caı́do en transgresión, quiero de la muerte serán quebranta-
decir, todos los santos profetas das; y el Hijo reinará y tendrá
desde el principio del mundo? poder sobre los muertos; por
Os digo que ellos son su posteri- tanto, llevará a efecto la resu-
dad. rrección de los muertos.
14 Y éstos son los que han apu- 21 Y viene una resurrección, sı́,
blicado la paz, los que han traı́- una aprimera resurrección; sı́,
do gratas nuevas del bien, los una resurrección de aquellos

10a Isa. 53:10; 12a Mos. 14:12; DyC 128:19.


Mos. 5:7; 27:25; Alma 7:13; 11:40–41. b Juan 16:33. gee Paz.
Moro. 7:19. 14a Isa. 52:7; Rom. 10:15; 19a Mos. 4:6.
11a DyC 84:36–38. 1 Ne. 13:37; b 2 Ne. 9:6–13.
b gee Reino de Dios o Mos. 12:21–24. 21a Alma 40:16–21.
de los cielos; gee Obra misional. [Aproximadamente
Salvación. 18a 3 Ne. 20:40; 148 a.C.]
MOSÍAH 15:22–31 210
que han existido, que existen y todos aquellos que han pereci-
que existirán hasta la resurrec- do en sus pecados desde el
ción de Cristo, pues ası́ será lla- principio del mundo, que por
mado él. su propia voluntad se han re-
22 Y la resurrección de todos belado contra Dios, que han
los profetas, y todos aquellos sabido los mandamientos de
que han creı́do en sus pala- Dios, y no quisieron observar-
bras, o sea, todos aquellos que los, déstos son los que eno tie-
han guardado los mandamien- nen parte en la primera resu-
tos de Dios, se realizará en rrección.
la primera resurrección; por 27 Por tanto, ¿no deberı́ais
tanto, ellos son la primera re- temblar? Porque la salvación no
surrección. viene a ninguno de éstos, por
23 Éstos son levantados para cuanto el Señor no ha redimido
a
vivir con Dios, el cual los ha a ninguno de los tales; ni tam-
redimido; de modo que tienen poco puede redimirlos; porque
vida eterna por medio de Cristo, el Señor no puede contradecirse
el cual ha bquebrantado las ata- a sı́ mismo; pues no puede ne-
duras de la muerte. gar a la ajusticia cuando ésta re-
24 Y éstos son los que tienen clama lo suyo.
parte en la primera resurrec- 28 Y ahora bien, os digo que
ción; y éstos son los que han vendrá el tiempo en que la sal-
muerto en su ignorancia, antes vación del Señor será adeclarada
que Cristo viniese, no habiéndo- a toda nación, tribu, lengua y
seles declarado la asalvación. Y pueblo.
ası́ el Señor efectúa la restaura- 29 ¡Sı́, tus acentinelas levanta-
ción de éstos; y participan en la rán sus voces, oh Señor! Unáni-
primera resurrección, o sea, tie- mes cantarán, porque verán ojo
nen vida eterna, habiéndolos re- a ojo, cuando el Señor hiciere
dimido el Señor. volver a Sión.
25 Y los aniños pequeños tam- 30 ¡Prorrumpid en gozo! ¡Can-
bién tienen vida eterna. tad juntamente, soledades de
26 Mas he aquı́, atemed y tem- Jerusalén! Porque el Señor ha
blad ante Dios; porque tenéis consolado a su pueblo, ha redi-
razón para temblar; pues el Se- mido a Jerusalén.
ñor no redime a ninguno de los 31 El Señor ha desnudado su
que se b rebelan contra él, y santo brazo a la vista de todas
c
mueren en sus pecados; sı́, las naciones, y todos los extre-

23a Sal. 24:3–4; Salvación de los d Alma 40:19.


1 Ne. 15:33–36; niños pequeños. e DyC 76:81–86.
DyC 76:50–70. 26a Deut. 5:29; 27a Alma 34:15–16; 42:1.
b gee Muerte fı́sica. Jacob 6:9. 28a gee Obra misional.
24a 2 Ne. 9:25–26; b 1 Ne. 2:21–24. 29a gee Velar.
DyC 137:7. c Ezeq. 18:26;
25a DyC 29:46; 137:10. 1 Ne. 15:32–33; [Aproximadamente
gee Salvación— Moro. 10:26. 148 a.C.]
211 MOSÍAH 16:1–8
mos de la tierra verán la salva- de que toda la humanidad lle-
ción de nuestro Dios. gara a ser carnal, sensual y
diabólica, ediscerniendo el mal
CAPÍTULO 16 del bien, y sujetándose al dia-
blo.
4 De modo que toda la huma-
Dios redime a los hombres de su es- nidad estaba a perdida; y he
tado caı́do y perdido—Los que son aquı́, se habrı́a perdido eterna-
de naturaleza carnal permanecen mente si Dios no hubiese resca-
como si no hubiera habido reden- tado a su pueblo de su estado
ción—Cristo hace posible la resu- caı́do y perdido.
rrección a la vida eterna o a la con- 5 Pero recordad que quien per-
denación sin fin. siste en su propia naturaleza
a
Y AHORA bien, aconteció que carnal, y sigue las sendas del
d e s p u é s q u e A b i n a d ı́ h u b o pecado y la rebelión contra
hablado estas palabras, exten- Dios, permanece en su estado
dió la mano y dijo: Vendrá el caı́do, y el diablo tiene todo po-
dı́a en que todos verán la asal- der sobre él. Por tanto, queda
vación del Señor; en que toda como si no se hubiera hecho
nación, tribu, lengua y pueblo ninguna bredención, siendo ene-
verán ojo a ojo, y bconfesarán migo de Dios; y también el dia-
ante Dios que sus juicios son blo es enemigo de Dios.
justos. 6 Ahora bien, si Cristo no hu-
2 Y entonces los malvados se- biese venido al mundo, hablan-
rán aechados fuera, y tendrán do de cosas futuras acomo si ya
motivo para aullar y bllorar, la- hubiesen acontecido, no habrı́a
mentar y crujir los dientes; y es- habido redención.
to porque no quisieron escuchar 7 Y si Cristo no hubiese resuci-
la voz del Señor; por tanto, el tado de los muertos, o si no hu-
Señor no los redime. biese roto las ligaduras de la
3 Porque son acarnales y diabó- muerte, para que el sepulcro no
licos, y el bdiablo tiene poder so- tuviera victoria, ni la muerte
a
bre ellos; sı́, aquella antigua ser- aguijón, no habrı́a habido resu-
piente que cengañó a nuestros rrección.
primeros padres, que fue la cau- 8 Mas hay una aresurrección;
sa de su dcaı́da; que fue la causa por tanto, no hay victoria para

16 1a gee Salvación. b 2 Ne. 9:8–9. b gee Redención,


b Mos. 27:31. gee Diablo. redimido, redimir.
2a DyC 63:53–54. c Gén. 3:1–13; 6a Mos. 3:13.
b Mateo 13:41–42; Moisés 4:5–19. 7a Oseas 13:14;
Lucas 13:28; d gee Caı́da de Adán Mos. 15:8, 20.
Alma 40:13. y Eva. 8a Alma 42:15.
3a Gál. 5:16–25; e 2 Ne. 2:17–18, 22–26. gee Resurrección.
Mos. 3:19. 4a Alma 42:6–14.
gee Hombre 5a Alma 41:11. [Aproximadamente
natural. gee Carnal. 148 a.C.]
MOSÍAH 16:9–17:2 212
el sepulcro, y el aguijón de la temblar y arrepentiros de vues-
b
muerte es consumido en Cristo. tros pecados, y recordar que so-
9 Él es la aluz y la vida del mun- lamente en Cristo y mediante él
do; sı́, una luz que es infinita, podéis ser salvos?
que nunca se puede extinguir; 14 Ası́ pues, si enseñáis la aley
sı́, y también una vida que es in- de Moisés, enseñad también
finita, para que no haya más que es un sı́mbolo de aquellas
muerte. cosas que están por venir;
10 Y esto que es mortal se vesti- 15 enseñadles que la redención
rá de ainmortalidad, y esta co- viene por medio de Cristo el Se-
rrupción se vestirá de incorrup- ñor, que es el verdadero Padre
a
ción, y todos serán llevados a Eterno. Amén.
b
comparecer ante el tribunal de
Dios, para ser cjuzgados por él
según sus obras, ya fueren bue- CAPÍTULO 17
nas o malas
11 —si fueren buenas, a la re- Alma cree las palabras de Abinadı́
surrección de una avida eterna y y las escribe—Abinadı́ padece la
felicidad; y si fueren malas, a la muerte por fuego—Profetiza enfer-
resurrección de una bcondena- medades y muerte por fuego sobre
ción eterna, pues son entrega- sus asesinos.
dos al diablo que los ha sujeta-
do, lo cual es la condenación—; Y ACONTECIÓ que cuando Abi-
12 habiendo obrado según su nadı́ hubo concluido estas pala-
propia voluntad y deseos carna- bras, el rey mandó a los a sa-
les; nunca habiendo invocado al cerdotes que se lo llevaran e hi-
Señor mientras los brazos de la ciesen que padeciera la muerte.
a
misericordia se extendı́an hacia 2 Pero habı́a entre ellos uno cu-
ellos; porque los brazos de la yo nombre era aAlma, también
misericordia se extendieron ha- descendiente de Nefi. Y era un
cia ellos, y no quisieron; habien- hombre joven, y bcreyó las pala-
do sido amonestados por sus bras que Abinadı́ habı́a hablado,
iniquidades, y sin embargo, no porque estaba enterado de la
las abandonaron; y se les man- iniquidad que Abinadı́ habı́a de-
dó arrepentirse, y con todo, no clarado contra ellos; por tanto,
quisieron arrepentirse. empezó a interceder con el rey
13 Y ahora bien, ¿no debéis para que no se enojara con Abi-

8b Isa. 25:8; inmortalidad. 15a Mos. 3:8; 5:7;


1 Cor. 15:54–55; b gee Juicio Final. Éter 3:14.
Morm. 7:5. c Alma 41:3–6. 17 1a Mos. 11:1, 5–6.
9a DyC 88:5–13. 11a gee Vida eterna. 2a Mos. 23:6, 9–10.
gee Luz, luz de b gee Condenación. gee Alma, padre.
Cristo. 12a gee Misericordia, b Mos. 26:15.
10a Alma 40:2. misericordioso. [Aproximadamente
gee Inmortal, 14a gee Ley de Moisés. 148 a.C.]
213 MOSÍAH 17:3–18
nadı́, sino que le permitiera par- gre ainocente, y esto también
tir en paz. quedará como testimonio en
3 Pero el rey se irritó más, e hi- contra de ti en el postrer dı́a.
zo que Alma fuera echado de 11 Y ahora el rey Noé estaba a
entre ellos, y envió a sus siervos punto de soltarlo, porque temı́a
tras de él para que lo mataran. su palabra; sı́, tenı́a miedo de
4 Mas él huyó de ellos y se es- que los juicios de Dios cayeran
condió, de modo que no lo ha- sobre él.
llaron. Y estando escondido mu- 12 Mas los sacerdotes dieron
chos dı́as, aescribió todas las pa- voces contra Abinadı́, y empeza-
labras que Abinadı́ habı́a habla- ron a acusarlo, diciendo: Ha vi-
do. tuperado al rey. Por tanto, el rey
5 Y sucedió que el rey mandó fue incitado a la ira en contra de
a sus guardias que rodearan a él, y lo entregó para que lo ma-
Abinadı́ y se lo llevaran; y lo ata- taran.
ron y lo echaron en la cárcel. 13 Y sucedió que se lo llevaron
6 Y después de tres dı́as, ha- y lo ataron; y torturaron su car-
biendo consultado con sus sa- ne con brasas, sı́, hasta la muer-
cerdotes, mandó el rey que fue- te.
ra llevado otra vez ante él. 14 Y cuando las llamas empe-
7 Y le dijo: Abinadı́, hemos en- zaban a quemarlo, clamó a ellos,
contrado una acusación contra diciendo:
ti, y mereces la muerte. 15 He aquı́, ası́ como habéis
8 Porque has dicho que aDios obrado conmigo, ası́ acontecerá
mismo bajará entre los hijos de que vuestros descendientes ha-
los hombres; y ahora, a causa de rán que muchos padezcan los
esto se te quitará la vida, a me- dolores que yo padezco, sı́, los
nos que te retractes de todas las dolores de la amuerte por fuego;
palabras que has hablado para y esto porque creen en la salva-
mal contra mı́ y mi pueblo. ción del Señor su Dios.
9 Luego le dijo Abinadı́: Te di- 16 Y ocurrirá que vosotros se-
go que no me retractaré de las réis afligidos con toda clase de
palabras que te he hablado con- enfermedades, a causa de vues-
cernientes a este pueblo, porque tras iniquidades.
son verdaderas; y para que se- 17 Sı́, y seréis aheridos por to-
pas que son ciertas, he permiti- dos lados, y seréis echados y
do que yo caiga en tus manos. dispersados de un lado al otro,
10 Sı́, y padeceré aun hasta la ası́ como una manada de gana-
muerte, y no me retractaré de do silvestre es acosada por sal-
mis palabras, y permanecerán vajes y feroces bestias.
como testimonio en contra de ti. 18 Y en aquel dı́a os cazarán, y
Y si me matas, derramarás san- caeréis en manos de vuestros

4a gee Escrituras. 15a Mos. 13:9–10;


8a Mos. 13:25, 33–34. Alma 25:4–12. [Aproximadamente
10a Alma 60:13. 17a Mos. 21:1–5, 13. 148 a.C.]
MOSÍAH 17:19–18:8 214
enemigos; y entonces padece- y la muerte de Cristo, y su resu-
réis, ası́ como yo padezco, los rrección y ascensión al cielo.
dolores de la amuerte por fuego. 3 Y enseñaba a cuantos querı́an
19 Ası́ ejecuta Dios su avengan- oı́r su palabra. Y los instruı́a se-
za sobre aquellos que destruyen cretamente para que no llegara
a su pueblo. ¡Oh Dios, recibe mi a oı́dos del rey. Y muchos creye-
alma! ron en sus palabras.
20 Y ahora bien, *cuando Abi- 4 Y aconteció que cuantos le
nadı́ hubo dicho estas palabras, creyeron fueron a un alugar lla-
cayó, habiendo padecido la mado Mormón, nombre que ha-
muerte por fuego; sı́, habiéndo- bı́a recibido del rey, y el cual se
sele ejecutado porque no quiso hallaba en las fronteras del paı́s,
negar los mandamientos de Dios, y a veces, o sea, por estaciones,
habiendo sellado la verdad de estaba infestado de animales
sus palabras con su muerte. salvajes.
5 Y ahora bien, habı́a en Mor-
món una fuente de agua pura, y
CAPÍTULO 18
Alma allı́ acudı́a; y cerca del
agua habı́a un paraje poblado
Alma predica secretamente—De- de árboles pequeños, donde se
clara el convenio del bautismo y ocultaba, durante el dı́a, de las
bautiza en las aguas de Mormón— pesquisas del rey.
Organiza la Iglesia de Cristo y or- 6 Y aconteció que cuantos le
dena sacerdotes—Éstos se mantie- creı́an, se dirigı́an allı́ para oı́r
nen con el trabajo de sus manos y sus palabras.
enseñan al pueblo—Alma y su pue- 7 Y sucedió que †después de
blo huyen del rey Noé al desierto. muchos dı́as, se hallaba reunido
Y SUCEDIÓ que Alma, quien ha- un buen número en el paraje de
bı́a huido de los siervos del rey Mormón, para oı́r las palabras
Noé, se aarrepintió de sus peca- de Alma. Sı́, todos los que creı́an
dos e iniquidades, y fue secreta- en su palabra se habı́an reunido
mente entre el pueblo, y empe- para oı́rlo. Y les aenseñó, y les
zó a enseñar las palabras de Abi- predicó el arrepentimiento y la
nadı́; redención y la fe en el Señor.
2 sı́, concerniente a lo que ha- 8 Y aconteció que les dijo: He
bı́a de venir, y también acerca aquı́ las aguas de Mormón (por-
de la resurrección de los muer- que ası́ se llamaban); y ya que
tos y la aredención del pueblo, a
deseáis entrar en el bredil de
que iba a realizarse por medio Dios y ser llamados su pueblo, y
del bpoder, y los padecimientos, estáis cdispuestos a llevar las

18a Mos. 19:18–20. b gee Expiación, expiar. Jesucristo.


19a gee Venganza. 4a Alma 5:3. c gee Compasión.
18 1a Mos. 23:9–10. 7a Alma 5:11–13.
2a gee Redención, 8a DyC 20:37. [*Aproximadamente 148 a.C.
redimido, redimir. b gee Iglesia de †Aproximadamente 147 a.C.]
215 MOSÍAH 18:9–17
cargas los unos de los otros para 13 Y cuando hubo dicho estas
que sean ligeras; palabras, el aEspı́ritu del Señor
9 sı́, y estáis dispuestos a llorar vino sobre él, y dijo: Helam, te-
con los que lloran; sı́, y a conso- niendo bautoridad del Dios To-
lar a los que necesitan de con- dopoderoso, te cbautizo como
suelo, y ser atestigos de Dios en testimonio de que has hecho
todo tiempo, y en todas las co- convenio de servirle hasta que
sas y en todo lugar en que estu- mueras en cuanto al cuerpo
vieseis, aun hasta la muerte, pa- mortal; y sea derramado sobre ti
ra que seáis redimidos por Dios, el Espı́ritu del Señor, y concéda-
y seáis contados con los de la te él vida eterna mediante la
b d
primera resurrección, para que redención de Cristo, a quien él
tengáis cvida eterna; ha preparado desde la efunda-
10 os digo ahora, si éste es el ción del mundo.
deseo de vuestros corazones, 14 Y después que Alma hubo
¿qué os impide ser a bautiza- dicho estas palabras, él y Helam
dos en el nombre del Señor, se asepultaron juntamente en el
como testimonio ante él de agua; y se levantaron y salieron
que habéis concertado un bcon- del agua regocijándose, pues
venio con él de que lo serviréis fueron llenos del Espı́ritu.
y guardaréis sus mandamien- 15 Y de nuevo tomó Alma a
tos, para que él derrame su Es- otro, y entró por segunda vez
pı́ritu más abundantemente so- en el agua, y lo bautizó como
bre vosotros? habı́a hecho con el primero, sólo
11 Y ahora bien, cuando los del que no se sumergió a sı́ mismo
pueblo hubieron oı́do estas pa- otra vez en el agua.
labras, batieron sus manos de 16 Y de esta manera bautizó a
gozo y exclamaron: Ése es el de- todos los que fueron al paraje
seo de nuestros corazones. de Mormón, y eran en número
12 Y luego sucedió que Alma unas doscientas cuatro almas; sı́,
tomó a Helam, que era uno de y fueron a bautizados en las
los primeros, y fue y entró en aguas de Mormón, y fueron lle-
el agua, y clamó, diciendo: ¡Oh nos de la bgracia de Dios.
Señor, derrama tu Espı́ritu so- 17 Y fueron llamados la iglesia
bre tu siervo para que haga de Dios, o la aiglesia de Cristo,
esta obra con santidad de cora- desde ese tiempo en adelante. Y
zón! aconteció que quienquiera que

9a gee Obra misional; b AdeF 1:5. inmersión.


Testificar; Testigo. gee Sacerdocio. 16a Mos. 25:18.
b Mos. 15:21–26. c 3 Ne. 11:23–26; b gee Gracia.
c gee Vida eterna. DyC 20:72–74. 17a 3 Ne. 26:21; 27:3–8.
10a 2 Ne. 31:17. d gee Redención, gee Iglesia de
gee Bautismo, redimido, redimir. Jesucristo.
bautizar. e Moisés 4:2; 5:9.
b gee Convenio. 14a gee Bautismo,
13a gee Espı́ritu Santo. bautizar—Por [Entre 147 y 122 a.C.]
MOSÍAH 18:18–29 216
era bautizado por el poder y au- bı́a ordenado, atrabajaran con
toridad de Dios, era agregado a sus propias manos para su sos-
su iglesia. tén.
18 Y aconteció que Alma, tenien- 25 Y se designó un dı́a de cada
do aautoridad de Dios, ordenó semana en el que debı́an reunir-
sacerdotes; sı́, un sacerdote por se para enseñar al pueblo y para
a
cada cincuenta de ellos ordenó adorar al Señor su Dios; y tam-
él para predicarles y para bense- bién habı́an de juntarse cuantas
ñarles en cuanto a las cosas per- veces les fuera posible.
tenecientes al reino de Dios. 26 Y los sacerdotes no habı́an
19 Y les mandó que no enseña- de depender del pueblo para su
ran nada, sino las cosas que él sostén; sino que por su obra ha-
habı́a enseñado, y que habı́an bı́an de recibir la agracia de Dios,
sido declaradas por boca de los a fin de fortalecerse en el Espı́ri-
santos profetas. tu, teniendo el bconocimiento de
20 Sı́, les mandó que no apredi- Dios, para enseñar con poder y
caran nada, salvo el arrepenti- autoridad de Dios.
miento y la fe en el Señor, que 27 Y además, Alma mandó que
habı́a redimido a su pueblo. el pueblo de la iglesia diera de
21 Y les mandó que no hubiera sus bienes, acada uno de confor-
a
contenciones entre uno y otro, midad con lo que tuviera; si te-
sino que fijasen su vista hacia nı́a en más abundancia, debı́a
adelante con buna sola mira, te- dar más abundantemente; y del
niendo una fe y un bautismo, te- que tenı́a poco, sólo poco se de-
niendo entrelazados sus corazo- bı́a requerir; y al que no tuviera,
nes con cunidad y amor el uno se le habrı́a de dar.
para con el otro. 28 Y ası́ debı́an dar de sus bie-
22 Y ası́ les mandó predicar. Y nes, de su propia y libre volun-
ası́ se convirtieron en ahijos de tad y buenos deseos para con
Dios. Dios, a aquellos sacerdotes que
23 Y les mandó que observaran estuvieran necesitados, sı́, y a
el dı́a de areposo y lo santifica- toda alma desnuda y meneste-
ran; y también que todos los rosa.
dı́as dieran gracias al Señor su 29 Y esto les dijo él a ellos, ha-
Dios. biéndoselo mandado Dios; y
a
24 Y además, les mandó que anduvieron rectamente ante
los sacerdotes, a quienes él ha- Dios, bayudándose el uno al otro

18a gee Sacerdocio. 22a Mos. 5:5–7; b gee Conocimiento.


b gee Enseñar. Moisés 6:64–68. 27a Hech. 2:44–45;
20a DyC 15:6; 18:14–16. 23a Mos. 13:16–19; 4 Ne. 1:3.
21a 3 Ne. 11:28–30. DyC 59:9–12. 29a gee Andar, andar con
gee Contención, 24a Hech. 20:33–35; Dios.
contienda. Mos. 27:3–5; b gee Bienestar.
b Mateo 6:22; Alma 1:26.
DyC 88:67–68. 25a gee Adorar.
c gee Unidad. 26a gee Gracia. [Entre 147 y 122 a.C.]
217 MOSÍAH 18:30–19:7
temporal y espiritualmente, se- CAPÍTULO 19
gún sus necesidades y caren-
cias. Gedeón intenta matar al rey Noé—
30 Y ahora bien, aconteció que Los lamanitas invaden la tierra—
todo esto se hizo en Mormón, sı́, El rey Noé padece la muerte por
al lado de las aaguas de Mor- fuego—Limhi reina como monarca
món, en el bosque inmediato a tributario.
las aguas de Mormón; sı́, el pa-
raje de Mormón, las aguas de Y ACONTECIÓ que el ejército del
Mormón, el bosque de Mormón, rey volvió, después de haber
¡cuán hermosos son a los ojos de buscado en vano al pueblo del
aquellos que allı́ llegaron al co- Señor.
nocimiento de su Redentor; sı́, y 2 Y ahora bien, he aquı́, las
cuán benditos son, porque le fuerzas del rey eran pequeñas,
cantarán alabanzas para siem- pues habı́an sido reducidas, y
pre! empezó a haber una división
31 Y se hicieron estas cosas en entre el resto del pueblo.
las afronteras del paı́s, para que 3 Y la parte menor empezó a
no llegaran al conocimiento del proferir amenazas contra el rey,
rey. y empezó a haber una gran con-
32 Mas he aquı́, sucedió que tención entre ellos.
el rey, habiendo descubierto 4 Ahora bien, habı́a entre ellos
un movimiento entre los del un hombre que se llamaba Ge-
pueblo, envió a sus siervos deón; y como era un hombre
para vigilarlos. Por tanto, el dı́a fuerte y enemigo del rey, sacó,
en que estaban reuniéndose por tanto, su espada y juró en su
para oı́r la palabra del Señor ira que matarı́a al rey.
fueron denunciados ante el 5 Y aconteció que peleó con
rey. el rey, y cuando el rey vio que
33 Y el rey dijo que Alma esta- estaba a punto de vencerlo,
ba incitando al pueblo a que se huyó, y corrió, y se subió a
rebelara contra él; por tanto, en- la atorre que estaba cerca del
vió a su ejército para que los templo.
destruyera. 6 Y Gedeón lo siguió, y estaba a
34 Y aconteció que Alma y el punto de subir a la torre para
pueblo del Señor se aenteraron matar al rey, y éste dirigió la mi-
de la venida del ejército del rey; rada hacia la tierra de Shemlón,
por tanto, tomaron sus tiendas y y he aquı́ que el ejército de los
sus familias, y partieron para el lamanitas estaba ya dentro de
desierto. las fronteras del paı́s.
35 Y eran en número unas cua- 7 Y luego el rey gritó con toda
trocientas cincuenta almas. la angustia de su alma, dicien-

30a Mos. 26:15. 34a Mos. 23:1.


31a Mos. 18:4. 19 5a Mos. 11:12. [Entre 147 y 122 a.C.]
MOSÍAH 19:8–22 218
do: Gedeón, perdóname la vida, rey Noé en manos de los lama-
porque los lamanitas están ya nitas, y que entregaran sus bie-
sobre nosotros, y nos destrui- nes, sı́, la mitad de todo lo que
rán; sı́, destruirán a mi pueblo. poseı́an: la mitad de su oro, su
8 Ahora bien, el rey no estaba plata y todas sus cosas precio-
tan interesado en su pueblo, co- sas, y ası́ debı́an pagar tributo al
mo en su propia vida; sin em- rey de los lamanitas de año en
bargo, Gedeón le perdonó la vi- año.
da. 16 Ahora bien, entre los cauti-
9 Y el rey mandó al pueblo que vos se hallaba uno de los hijos
huyera delante de los lamanitas, del rey, cuyo nombre era aLim-
y él mismo salió delante de hi.
ellos; y huyeron al desierto con 17 Y Limhi no deseaba que su
sus mujeres y sus hijos. padre fuese destruido; sin em-
10 Y sucedió que los lamanitas bargo, Limhi, siendo hombre
los persiguieron, y los alcanza- justo, no ignoraba las iniquida-
ron y empezaron a matarlos. des de su padre.
11 Y sucedió que mandó el rey 18 Y aconteció que Gedeón en-
que todos los hombres abando- vió hombres al desierto secreta-
naran a sus esposas e hijos, y mente para buscar al rey y a los
huyesen de los lamanitas. que estaban con él; y sucedió
12 Ahora bien, hubo muchos que dieron con el pueblo en el
que no quisieron abandonarlos, desierto, con todos menos el rey
sino que prefirieron quedarse y y sus sacerdotes.
perecer con ellos. Y los demás 19 Ahora bien, los del pueblo
abandonaron a sus esposas e hi- habı́an jurado en sus corazones
jos, y huyeron. que volverı́an a la tierra de Nefi;
13 Y aconteció que aquellos y si sus esposas e hijos habı́an
que permanecieron con sus es- sido asesinados, ası́ como los
posas y sus hijos hicieron que que se habı́an quedado con
sus bellas hijas avanzaran e in- ellos, procurarı́an vengarse y
tercedieran con los lamanitas perecerı́an también con ellos.
para que no los mataran. 20 Y el rey les mandó que no
14 Y sucedió que los lamanitas volvieran; y se enojaron con el
se compadecieron de ellos, por- rey, e hicieron que padeciera,
que los cautivó la hermosura de aun hasta la amuerte por fuego.
sus mujeres. 21 Y estaban a punto de pren-
15 De manera que los lamani- der a los sacerdotes también, y
tas les perdonaron la vida, y los quitarles la vida, y éstos huye-
tomaron cautivos y los llevaron ron de ellos.
de vuelta a la tierra de Nefi, y les 22 Y aconteció que estaban ya
permitieron poseer la tierra con para volver a la tierra de Nefi, y
la condición de que pusieran al dieron con los hombres de Ge-

16a Mos. 7:9. Alma 25:11.


20a Mos. 17:13–19; [Entre 147 y 122 a.C.]
219 MOSÍAH 19:23–20:6
deón. Y los hombres de Gedeón manitas no los molestaron ni
les refirieron todo lo que habı́a trataron de destruirlos.
acontecido a sus esposas y sus
hijos, y que los lamanitas les ha-
CAPÍTULO 20
bı́an concedido que poseyeran
la tierra, pagándoles como tri-
buto la mitad de todo cuanto Los sacerdotes del rey Noé raptan a
poseyeran. algunas de las hijas de los lamani-
23 Y el pueblo informó a la tas—Los lamanitas emprenden la
gente de Gedeón que habı́an guerra contra Limhi y su pueblo—
matado al rey, y que sus sacer- Los lamanitas son rechazados y pa-
dotes habı́an huido de ellos al cificados.
interior del desierto. Y HABÍA en Shemlón un paraje
24 Y aconteció que después donde las hijas de los lamanitas
de haber terminado la ceremo- se reunı́an para cantar, para bai-
nia, volvieron a la tierra de lar y para divertirse.
Nefi, regocijándose porque sus 2 Y aconteció que un dı́a se ha-
esposas e hijos no habı́an sido llaba reunido un reducido nú-
asesinados; y dijeron a Gedeón mero de ellas para cantar y bai-
lo que habı́an hecho con el lar.
rey. 3 Ahora bien, los sacerdotes del
25 Y aconteció que el rey de los rey Noé, avergonzados de vol-
lamanitas les ajuró que su pue- ver a la ciudad de Nefi, sı́, y te-
blo no los matarı́a. miendo también que el pueblo
26 Y también Limhi, siendo hi- les quitara la vida, no se atre-
jo del rey, habiéndole conferido vı́an a volver a sus esposas y sus
a
el pueblo el reino, juró al rey de hijos.
los lamanitas que su pueblo le 4 Y habiendo permanecido en
pagarı́a tributo, sı́, la mitad de el desierto, y habiendo descu-
todo lo que poseı́an. bierto a las hijas de los lamani-
27 Y aconteció que Limhi em- tas, se ocultaron y las acecha-
pezó a instituir el reino y a esta- ron;
blecer la paz entre el pueblo. 5 y cuando no habı́a más que
28 Y el rey de los lamanitas pu- unas pocas de ellas reunidas
so guardias alrededor de la tie- para bailar, ellos salieron de
rra, para retener al pueblo de sus lugares secretos, y las toma-
Limhi, con objeto de que no ron y se las llevaron al desierto;
partiera para el desierto; y man- sı́, se llevaron a veinticuatro de
tenı́a a sus guardias con el tribu- las hijas de los lamanitas al de-
to que recibı́a de los nefitas. sierto.
29 Y el rey Limhi gozó de paz 6 Y aconteció que cuando los
continua en su reino por el es- lamanitas echaron de menos a
pacio de dos años, porque los la- sus hijas, se enojaron contra los

25a Mos. 21:3. 26a Mos. 7:9. [Entre 147 y 122 a.C.]
MOSÍAH 20:7–18 220
del pueblo de Limhi, pues pen- ron las heridas, y lo llevaron an-
saron que habı́a sido el pueblo te Limhi, y dijeron: He aquı́ el
de Limhi. rey de los lamanitas; habiendo
7 Por tanto, hicieron avanzar sido herido, cayó entre sus
sus ejércitos; sı́, hasta el rey mis- muertos, y lo abandonaron, y he
mo marchó a la cabeza de su aquı́, lo hemos traı́do ante ti; y
pueblo; y subieron a la tierra de ahora matémoslo.
Nefi para destruir al pueblo de 14 Pero les dijo Limhi: No lo
Limhi. mataréis, antes bien traedlo acá
8 Ahora bien, Limhi los habı́a para que yo lo vea. Y lo trajeron.
descubierto desde la torre, sı́, él Y le dijo Limhi: ¿Por qué razón
descubrió todos sus preparati- has venido a la guerra contra
vos para la guerra; por tanto, mi pueblo? He aquı́, mi pueblo
reunió a su pueblo y les puso no ha violado el ajuramento que
una emboscada en los campos y te hice; ¿por qué, pues, habrı́ais
en los bosques. de quebrantar vosotros el jura-
9 Y aconteció que cuando lle- mento que hicisteis a mi pue-
garon los lamanitas, el pueblo blo?
de Limhi empezó a caer sobre 15 Y luego dijo el rey: He que-
ellos desde sus emboscadas, y brantado mi juramento porque
comenzaron a matarlos. los de tu pueblo se llevaron a
10 Y ocurrió que la batalla se las hijas de mi pueblo; por tan-
hizo sumamente violenta, pues to, en mi enojo hice que mi pue-
pelearon como los leones por su blo viniese a la guerra contra el
presa. tuyo.
11 Y sucedió que el pueblo de 16 Ahora bien, Limhi nada ha-
Limhi empezó a echar a los la- bı́a oı́do respecto de este asunto;
manitas delante de ellos, a pesar por tanto, dijo: Buscaré entre mi
de que su número no era ni la pueblo, y quien haya hecho tal
mitad del de los lamanitas. Mas cosa perecerá. De manera que
ellos aluchaban por sus vidas, y mandó hacer una pesquisa en-
por sus esposas, y por sus hijos; tre el pueblo.
por lo tanto, se esforzaron y 17 Y cuando aGedeón, que era
combatieron como dragones. el capitán del rey, oyó estas co-
12 Y aconteció que hallaron en- sas, fue al rey y le dijo: Te ruego
tre el número de sus muertos que te refrenes y no busques en-
al rey de los lamanitas; aunque tre este pueblo, ni lo culpes de
no estaba muerto, pues habı́a esto.
sido herido y abandonado en el 18 ¿Pues no te acuerdas de los
campo de batalla, tan precipita- sacerdotes de tu padre, a quie-
da habı́a sido la fuga de su pue- nes este pueblo trató de des-
blo. truir? ¿Y no están ellos en el de-
13 Y lo recogieron y le venda- sierto? ¿Y no son ellos los que se

20 11a Alma 43:45. 17a Mos. 19:4–8.


14a Mos. 19:25–26. [Entre 147 y 122 a.C.]
221 MOSÍAH 20:19–21:5
han robado a las hijas de los la- de los lamanitas se inclinó ante
manitas? ellos, e intercedió a favor del
19 Y ahora bien, he aquı́, decla- pueblo de Limhi.
ra al rey estas cosas, para que él 26 Y cuando los lamanitas vie-
las diga a su pueblo, y se pacifi- ron a los del pueblo de Limhi,
quen con nosotros; porque he que venı́an sin armas, les tuvie-
aquı́, ya se están preparando pa- ron acompasión y se pacificaron
ra venir contra nosotros; y ves con ellos, y volvieron con su rey
también que somos pocos. en paz a su propia tierra.
20 Y he aquı́, vienen con sus
numerosas huestes; y a menos
CAPÍTULO 21
que el rey los pacifique con no-
sotros, pereceremos.
21 ¿Pues no se han acumplido Los lamanitas hieren y derrotan al
las palabras de Abinadı́ que él pueblo de Limhi—Llega Ammón y
profetizó contra nosotros? Y to- el pueblo de Limhi se convierte—Le
do esto porque no quisimos oı́r hablan a Ammón de las veinticua-
las palabras del Señor, ni aban- tro planchas jareditas.
donar nuestras iniquidades. Y ACONTECIÓ que Limhi y su
22 Y ahora pacifiquemos al rey, pueblo volvieron a la ciudad de
y sujetémonos al juramento que Nefi, y nuevamente empezaron
le hemos hecho, porque es me- a habitar la tierra en paz.
jor que estemos en el cautiverio 2 Y aconteció que después de
que perder nuestras vidas; por muchos dı́as, los lamanitas em-
tanto, demos fin al derrama- pezaron otra vez a incitarse a la
miento de tanta sangre. ira contra los nefitas, y empeza-
23 Y Limhi declaró al rey todas ron a introducirse por las fron-
las cosas concernientes a su pa- teras de la tierra circunvecina.
dre y a los asacerdotes que ha- 3 Ahora bien, no se atrevı́an a
bı́an huido al desierto, a quienes matarlos, a causa del juramento
atribuyó el rapto de sus hijas. que su rey habı́a hecho a Limhi;
24 Y aconteció que el rey se pa- pero los golpeaban en las ameji-
cificó con el pueblo de Limhi, y llas e imponı́an su autoridad so-
les dijo: Salgamos sin armas a bre ellos; y empezaron a poner
encontrar a mi pueblo; y os ase- pesadas bcargas sobre sus hom-
guro con juramento, que los de bros, y a arrearlos como lo ha-
mi pueblo no matarán al vues- rı́an a un mudo asno.
tro. 4 Sı́, se hizo todo esto para que
25 Y aconteció que siguieron al se cumpliera la palabra del Se-
rey, y salieron sin armas a en- ñor.
contrar a los lamanitas. Y suce- 5 Y las aflicciones de los nefitas
dió que los encontraron; y el rey eran grandes; y no habı́a mane-

21a Mos. 12:1–8. 21 3a Mos. 12:2.


23a Mos. 19:21, 23. b Mos. 12:5.
26a gee Compasión. [Entre 147 y 122 a.C.]
MOSÍAH 21:6–18 222
ra de que se libraran de las ma- y los que no fueron muertos se
nos de los lamanitas, porque és- volvieron a la ciudad de Nefi.
tos los habı́an cercado por todos 13 Y se humillaron aun hasta el
lados. polvo, sujetándose al yugo de la
6 Y aconteció que el pueblo esclavitud, sometiéndose a ser
empezó a quejarse al rey a causa heridos, y a ser arreados de un
de sus aflicciones, y empezaron lado a otro y a llevar cargas, se-
a sentir deseos de salir a la bata- gún la voluntad de sus enemi-
lla en contra de los lamanitas. Y gos.
molestaron gravemente al rey 14 Y se ahumillaron hasta lo
con sus quejas; por lo que él les más profundo de la humildad y
permitió que obrasen según sus clamaron fuertemente a Dios; sı́,
deseos. todo el dı́a clamaban ellos a su
7 Y se congregaron otra vez, y Dios para que los librara de sus
se pusieron sus armaduras, y sa- aflicciones.
lieron contra los lamanitas para 15 Ahora bien, el Señor fue
a
echarlos fuera de su tierra. lento en oı́r su clamor a causa
8 Y aconteció que los lamanitas de sus iniquidades; sin embar-
los vencieron y los rechazaron, go, oyó sus clamores y empezó a
y mataron a muchos de ellos. ablandar el corazón de los lama-
9 Y hubo gran allanto y lamen- nitas, de modo que empezaron
tación entre los del pueblo de a aligerar sus cargas; no obstan-
Limhi, la viuda llorando por su te, el Señor no juzgó oportuno
marido, el hijo y la hija llorando librarlos del cautiverio.
por su padre, y los hermanos 16 Y ocurrió que empezaron a
por sus hermanos. prosperar gradualmente en la
10 Ahora bien, habı́a muchas tierra, y comenzaron a producir
viudas en la tierra, y lloraban grano con más abundancia, y re-
con todas sus fuerzas dı́a tras baños y ganados; de modo que
dı́a, porque se habı́a apoderado no padecieron hambre.
de ellas un temor inmenso a los 17 Mas habı́a un gran número
lamanitas. de mujeres, mayor que el que
11 Y aconteció que sus conti- habı́a de hombres; por tanto, el
nuos llantos provocaron al resto rey Limhi mandó que cada
del pueblo de Limhi a la ira con- hombre adiera para el sostén de
tra los lamanitas; y salieron a la las bviudas y sus hijos, a fin de
batalla otra vez; pero se vieron que no perecieran de hambre; e
nuevamente rechazados, su- hicieron esto a causa del gran
friendo muchas pérdidas. número que habı́a sido muerto.
12 Sı́, y salieron aun por tercera 18 Ahora bien, el pueblo de Lim-
vez, y sufrieron la misma suerte; hi se conservaba unido en un

9a Mos. 12:4. 15a Prov. 15:29; b gee Viuda.


14a Mos. 29:20. Mos. 11:23–25;
gee Humildad, DyC 101:7–9.
humilde. 17a Mos. 4:16, 26. [Entre 147 y 122 a.C.]
223 MOSÍAH 21:19–30
cuerpo hasta donde le era posi- 24 Mas cuando supo que no lo
ble; y aseguraron sus granos y eran, sino que más bien eran sus
sus rebaños; hermanos, y que éstos habı́an
19 y el rey mismo no arriesgaba venido de la tierra de Zara-
su persona fuera de los muros hemla, se llenó de un gozo in-
de la ciudad sin llevar a sus menso.
guardias consigo, temiendo caer 25 Ahora bien, antes de la lle-
de una u otra manera en manos gada de Ammón, el rey Limhi
de los lamanitas. habı́a enviado un apequeño nú-
20 E hizo que su pueblo vigila- mero de hombres en b busca
ra la tierra circunvecina, por si de la tierra de Zarahemla; mas
acaso de alguna manera podı́an no pudieron dar con ella, y se
aprehender a aquellos sacerdo- perdieron en el desierto.
tes que habı́an huido al desierto, 26 Sin embargo, hallaron una
quienes habı́an raptado a las tierra que habı́a sido poblada; sı́,
a
hijas de los lamanitas, y quie- una tierra que estaba cubierta
nes habı́an hecho caer sobre de ahuesos secos; sı́, una tierra
ellos tan grande destrucción. que habı́a sido poblada y des-
21 Pues deseaban aprehender- truida; y habiendo creı́do que
los para castigarlos; porque ha- era la tierra de Zarahemla, ellos
bı́an entrado de noche en la tie- se volvieron a la tierra de Nefi,
rra de Nefi, y se habı́an llevado llegando a los confines del paı́s
su grano y muchas de sus cosas no muchos dı́as antes de la veni-
preciosas; por tanto, los estaban da de Ammón.
acechando. 27 Y llevaron consigo una his-
22 Y aconteció que no hubo toria, sı́, una historia del pueblo
más disturbios entre los lamani- cuyos huesos habı́an hallado; y
tas y el pueblo de Limhi, aun estaba grabada sobre planchas
*hasta el tiempo en que aAm- de metal.
món y sus hermanos llegaron a 28 Ahora bien, Limhi nueva-
la tierra. mente se llenó de alegrı́a al sa-
23 Y el rey, hallándose fuera de ber, por boca de Ammón, que el
las puertas de la ciudad con sus rey Mosı́ah tenı́a un a don de
guardias, descubrió a Ammón y Dios mediante el cual podı́a in-
a sus hermanos; y suponiendo terpretar tales grabados; sı́, y
que eran los sacerdotes de Noé, Ammón se regocijó también.
hizo que fueran aprehendidos, 29 No obstante, Ammón y sus
atados y echados en la acárcel. Y hermanos se llenaron de tristeza
si hubieran sido los sacerdotes porque tantos de sus hermanos
de Noé, los habrı́a mandado habı́an sido muertos;
matar. 30 y también porque el rey Noé

20a Mos. 20:5. b Mos. 7:14.


22a Mos. 7:6–13. 26a Mos. 8:8.
23a Hel. 5:21. 28a Omni 1:20–22; [*Aproximadamente
25a Mos. 8:7. Mos. 28:11–16. 121 a.C.]
MOSÍAH 21:31–22:3 224
y sus sacerdotes habı́an provo- puestos a servir a Dios con todo
cado al pueblo a cometer tantos su corazón; no obstante, aplaza-
pecados y maldades contra ron la ocasión; y más adelante
Dios; y también lamentaron la se adará el relato de su bautismo.
a
muerte de Abinadı́, ası́ como la 36 Y ahora todo el aafán de Am-
b
partida de Alma y de la gente món y sus hombres, y el del rey
que salió con él, los cuales ha- Limhi y su pueblo, era librarse
bı́an formado una iglesia de de las manos de los lamanitas y
Dios mediante la fuerza y el po- del cautiverio.
der de Dios, y la fe en las pala-
bras que Abinadı́ habı́a declara-
CAPÍTULO 22
do.
31 Sı́, lamentaron su partida,
porque no sabı́an a dónde ha- Se hacen planes para que el pueblo
bı́an huido. Y gustosamente se se libre del yugo de los lamanitas—
habrı́an unido a ellos, porque Se emborracha a los lamanitas—El
también éstos habı́an concerta- pueblo se escapa, vuelve a Zara-
do un convenio con Dios, de hemla y se hace súbdito del rey Mo-
servirle y guardar sus manda- sı́ah.
mientos. Y ACONTECIÓ que Ammón y el
32 Y ahora bien, desde la llega- rey Limhi empezaron a consul-
da de Ammón, el rey Limhi tam- tar con el pueblo en cuanto a có-
bién habı́a hecho convenio con mo podrı́an librarse del cautive-
Dios, ası́ como muchos de los de rio; y aun hicieron reunir a todo
su pueblo, de servirle y guardar el pueblo; y ası́ obraron para sa-
sus mandamientos. ber el parecer del pueblo tocan-
33 Y aconteció que el rey Limhi te al asunto.
y muchos de su pueblo desea- 2 Y aconteció que no hallaron
ban ser bautizados; mas no ha- manera de librarse del cautive-
bı́a en la tierra quien tuviera la rio, sino el de tomar a sus muje-
a
autoridad de Dios. Y Ammón se res e hijos, y sus rebaños, sus
negó a hacer esto, por conside- manadas y sus tiendas, y huir al
rarse un siervo indigno. desierto; porque siendo tan nu-
34 Por tanto, no se organizaron merosos los lamanitas, era im-
en iglesia en esa ocasión, espe- posible que el pueblo de Limhi
rando en el Espı́ritu del Señor. contendiera con ellos, creyendo
Ahora deseaban ser como Alma poder librarse de la servidum-
y sus hermanos, que habı́an hui- bre por medio de la espada.
do al desierto. 3 Y aconteció que Gedeón se
35 Estaban deseosos de ser adelantó y llegó ante el rey, y le
bautizados como atestación y dijo: ¡Oh rey!, hasta ahora has
testimonio de que estaban dis- oı́do muchas veces mis palabras,

30a Mos. 17:12–20. 35a Mos. 25:17–18.


b Mos. 18:34–35. 36a O sea, los estudios, [Aproximadamente
33a gee Autoridad. los planes, etc. 121 a.C.]
225 MOSÍAH 22:4–16
cuando hemos combatido con más vino como regalo; y ellos
nuestros hermanos los lamani- bebieron abundantemente del
tas. vino que el rey Limhi les habı́a
4 Y ahora bien, ¡oh rey!, si no enviado.
me has juzgado de ser siervo 11 Y aconteció que el pueblo
inútil, o si hasta aquı́ tú has es- del rey Limhi salió de noche pa-
cuchado en algún grado mis pa- ra el desierto con sus rebaños y
labras, y te han sido útiles, ası́ sus manadas, y rodearon por la
deseo que escuches mis pala- tierra de Shilom en el desierto, y
bras en esta ocasión, y seré tu fijaron su curso hacia la tierra de
servidor y rescataré a este pue- Zarahemla, y Ammón y sus her-
blo de la servidumbre. manos los iban guiando.
5 Y le concedió el rey que ha- 12 Y habı́an llevado consigo al
blara; y Gedeón le dijo: desierto todo su oro, su plata y
6 He aquı́, el pasaje que queda sus cosas preciosas que podı́an
hacia atrás, que atraviesa el mu- acarrear, y también sus provi-
ro posterior, a espaldas de la siones; y emprendieron su viaje.
ciudad. Los lamanitas, o sea, los 13 Y después de estar en el de-
guardias de los lamanitas, se sierto muchos dı́as, llegaron a la
emborrachan de noche; expida- tierra de Zarahemla, y se unie-
mos, pues, una proclamación ron al pueblo de Mosı́ah y fue-
entre todos los de este pueblo, ron sus súbditos.
que junten sus rebaños y gana- 14 Y sucedió que Mosı́ah los re-
dos, para arrearlos al desierto cibió con gozo; y también reci-
durante la noche. bió sus a anales, ası́ como los
b
7 Y yo iré conforme a tu man- anales que habı́a encontrado el
dato, y pagaré el último tributo pueblo de Limhi.
de vino a los lamanitas, y se em- 15 Y aconteció que cuando los
borracharán; y saldremos por el lamanitas descubrieron que el
pasaje secreto, a la izquierda de pueblo de Limhi habı́a partido
su campo, cuando se hallen bo- de la tierra durante la noche,
rrachos y dormidos. enviaron un ejército al desierto
8 Ası́ partiremos con nuestras para perseguirlos.
mujeres y nuestros hijos, nues- 16 Y después de perseguirlos
tros rebaños y nuestros ganados dos dı́as, no pudieron seguir
para el desierto; y viajaremos más el rastro; por tanto, se per-
bordeando la tierra de Shilom. dieron en el desierto.
9 Y sucedió que el rey escuchó
las palabras de Gedeón.
10 Y el rey Limhi hizo que su Una relación de Alma y del pueblo
pueblo juntara sus rebaños; y del Señor, que fueron echados al
envió el tributo de vino a los la- desierto por el pueblo del rey Noé.
manitas; y también les envió Comprende los capı́tulos 23 y 24.

22 14a Mos. 8:5. [Aproximadamente


b Mos. 8:9. 121 a.C.]
MOSÍAH 23:1–13 226
CAPÍTULO 23 a otra, ni un hombre se conside-
rará mejor que otro; os digo
Alma se niega a ser rey—Presta pues, no conviene que tengáis
servicio como sumo sacerdote — rey.
El Señor castiga a su pueblo y 8 Sin embargo, si fuera posible
los lamanitas se apoderan de la tie- que siempre tuvieseis hombres
rra de Helam — Amulón, jefe de justos por reyes, bien os serı́a te-
los sacerdotes inicuos del rey ner rey.
Noé, gobierna bajo el monarca 9 Mas recordad la ainiquidad
lamanita. del rey Noé y sus sacerdotes;
AHORA bien, Alma, habiendo si- y yo mismo bcaı́ en la trampa e
do advertido por el Señor de hice muchas cosas abominables
que las tropas del rey Noé cae- a la vista del Señor, lo que me
rı́an sobre ellos, y habiéndolo ocasiono´ angustioso arrepenti-
hecho saber a su pueblo, por miento;
tanto, reunieron sus rebaños, y 10 no obstante, después de
tomaron de su grano, y salieron mucha atribulación, el Señor oyó
para el desierto, seguidos por mi clamor y contestó mis oracio-
las tropas del rey Noé. nes, y me ha hecho instrumento
2 Y el Señor los fortaleció, de en sus manos para traer a btan-
modo que la gente del rey Noé tos de vosotros al conocimiento
no pudo alcanzarlos para des- de su verdad.
truirlos. 11 Sin embargo, en esto no me
3 Y por el espacio de ocho dı́as glorı́o, porque soy indigno de
huyeron en el desierto. gloriarme.
4 Y llegaron a una tierra, sı́, 12 Y ahora os digo, el rey Noé
una tierra muy hermosa y pla- os ha oprimido, y habéis sido es-
centera, una tierra de aguas pu- clavos de él y de sus sacerdotes,
ras. y ellos os han conducido a la ini-
5 Y plantaron sus tiendas, y quidad; por tanto, fuisteis ata-
empezaron a labrar la tierra y dos con las acadenas de la ini-
comenzaron a construir edifi- quidad.
cios; sı́, eran industriosos y tra- 13 Y ahora bien, ya que habéis
bajaron mucho. sido librados de estas ligaduras
6 Y la gente deseaba que Alma por el poder de Dios, sı́, de las
fuera su rey, porque su pueblo manos del rey Noé y su pueblo,
lo amaba. y también de las ligaduras de la
7 Mas él les dijo: He aquı́, no es iniquidad, ası́ deseo que os
a
prudente que tengamos rey; mantengáis firmes en esta bli-
porque ası́ dice el Señor: aNo bertad con que habéis sido liber-
estimaréis a una carne más que tados, y que no confiéis en cnin-

23 7a Mos. 27:3–5. 10a DyC 58:4. b gee Libertad.


9a Prov. 16:12; b Mos. 18:35. c Mos. 29:13.
Mos. 11:1–15. 12a 2 Ne. 28:19–22.
b Mos. 17:1–4. 13a Gál. 5:1. [Entre 145 y 121 a.C.]
227 MOSÍAH 23:14–29
gún hombre para que sea rey pueblo; sı́, él prueba su bpacien-
sobre vosotros. cia y su fe.
14 Ni confiéis en nadie para 22 Sin embargo, quien pone su
que sea vuestro a maestro ni a
confianza en él será benaltecido
vuestro ministro, a menos que en el postrer dı́a. Sı́, y ası́ fue con
sea un hombre de Dios, que an- este pueblo.
de en sus vı́as y guarde sus 23 Porque he aquı́, os mostra-
mandamientos. ré que fueron reducidos a la
15 Ası́ instruyó Alma a su pue- servidumbre, y nadie podı́a li-
blo, a fin de que cada uno aama- brarlos sino el Señor su Dios,
ra a su prójimo como a sı́ mismo, sı́, el Dios de Abraham e Isaac y
para que no hubiese bconten- Jacob.
ción entre ellos. 24 Y sucedió que los libró, y les
16 Y Alma era su asumo sacer- manifestó su gran poder; y
dote, por ser el fundador de su grande fue el gozo de ellos.
iglesia. 25 Porque he aquı́, aconteció
17 Y sucedió que nadie reci- que mientras se hallaban en la
bı́a aautoridad para predicar ni tierra de Helam, sı́, en la ciudad
para enseñar, sino de Dios, por de Helam, mientras labraban el
medio de Alma. Por tanto, él terreno circunvecino, he aquı́,
consagraba a todos los sacer- un ejército lamanita se hallaba
dotes y a todos los maestros en las fronteras de la tierra.
de ellos; y nadie era consagra- 26 Ocurrió entonces que los
do a menos que fuera hombre hermanos de Alma huyeron de
justo. sus campos y se reunieron en la
18 Por tanto, velaban por su ciudad de Helam; y temieron en
pueblo, y lo asustentaban con gran manera por motivo de la
cosas pertenecientes a la recti- llegada de los lamanitas.
tud. 27 Pero salió Alma y fue entre
19 Y ocurrió que empezaron a ellos, y los exhortó a que no te-
prosperar grandemente en la mieran, sino que se acordaran
tierra; y la llamaron la tierra de del Señor su Dios, y él los libra-
Helam. rı́a.
20 Y aconteció que se multipli- 28 Por tanto, calmaron sus te-
caron y prosperaron en sumo mores y empezaron a implorar
grado en la tierra de Helam; y al Señor que ablandara el cora-
edificaron una ciudad a la que zón de los lamanitas, a fin de
llamaron la ciudad de Helam. que les perdonaran la vida, y la
21 Con todo, el Señor conside- de sus esposas y de sus hijos.
ra conveniente acastigar a su 29 Y aconteció que el Señor

14a Mos. 18:18–22. Sacerdocio. 22a gee Confianza,


15a gee Amor. 18a 1 Tim. 4:6. confiar.
b 3 Ne. 11:28–29. 21a Hel. 12:3; DyC 98:21. b 1 Ne. 13:37.
16a Mos. 26:7. gee Disciplinar.
17a gee Autoridad; b gee Paciencia. [Entre 145 y 121 a.C.]
MOSÍAH 23:30–24:2 228
ablandó el corazón de los lama- hubo enseñado el camino que
nitas. Y Alma y sus hermanos conducı́a a la tierra de Nefi, los
avanzaron y se entregaron en lamanitas no quisieron cumplir
manos de ellos; y los lamanitas su promesa, sino que pusieron
a
se posesionaron de la tierra de guardias alrededor de la tierra
Helam. de Helam, sobre Alma y sus her-
30 Ahora bien, los ejércitos la- manos.
manitas que habı́an seguido al 38 Y los demás partieron pa-
pueblo del rey Limhi habı́an es- ra la tierra de Nefi; y parte de
tado perdidos en el desierto por ellos retornaron a la tierra de
muchos dı́as. Helam y llevaron consigo a las
31 Y he aquı́, habı́an encontra- esposas y también a los hijos
do a aquellos sacerdotes del rey de los guardias que habı́an deja-
Noé en un paraje que llamaron do atrás.
Amulón; y éstos habı́an empe- 39 Y el rey de los lamanitas le
zado a poseer el paı́s de Amulón habı́a concedido a Amulón que
y a labrar la tierra. fuese rey y gobernante de su
32 Y el nombre del jefe de esos pueblo que se hallaba en la tie-
sacerdotes era Amulón. rra de Helam; no obstante, no
33 Y aconteció que Amulón su- tendrı́a poder para hacer cosa
plicó a los lamanitas; y envió alguna que fuese contraria a la
también a las mujeres de estos voluntad del rey de los lamani-
sacerdotes, que eran las ahijas de tas.
los lamanitas, para que aboga-
ran con sus hermanos por que
CAPÍTULO 24
no destruyesen a sus maridos.
34 Y los lamanitas tuvieron
a
compasión de Amulón y sus Amulón persigue a Alma y a su
hermanos, y no los destruyeron pueblo—Se les quitará la vida si
a causa de sus esposas. oran—El Señor alivia sus cargas
35 Y Amulón y sus hermanos para que les parezcan ligeras—Los
se unieron a los lamanitas, y an- libra de la servidumbre y vuelven a
daban por el desierto buscando Zarahemla.
la tierra de Nefi cuando descu- Y ACONTECIÓ que Amulón ha-
brieron la tierra de Helam, que lló gracia a los ojos del rey de los
poseı́an Alma y sus hermanos. lamanitas; por tanto, éste les
36 Y aconteció que los lamani- concedió a él y a sus hermanos
tas prometieron a Alma y a sus que fuesen nombrados maestros
hermanos que si les indicaban el de su pueblo; sı́, del pueblo que
camino que conducı́a a la tierra se hallaba en la tierra de
de Nefi, les concederı́an su vida Shemlón, y en la tierra de Shi-
y su libertad. lom, y en la tierra de Amulón.
37 Pero después que Alma les 2 Porque los lamanitas habı́an

33a Mos. 20:3–5. 37a Mos. 24:8–15.


34a gee Compasión. [Entre 145 y 121 a.C.]
229 MOSÍAH 24:3–14
tomado posesión de todas estas persiguieran a los hijos de
tierras; por lo tanto, el rey de los ellos.
lamanitas habı́a nombrado re- 9 Porque Amulón conocı́a a
yes en todas estas tierras. Alma y sabı́a que habı́a sido
a
3 Ahora bien, el nombre del rey uno de los sacerdotes del rey,
de los lamanitas era Lamán, ha- y que era el que creyó en las
biéndosele dado el nombre de palabras de Abinadı́, y fue echa-
su padre, y se llamaba, por tan- do de ante el rey, y por tanto,
to, el rey Lamán. Y era rey de un estaba enojado con él; pues es-
pueblo numeroso. taba sujeto al rey Lamán; sin
4 Y nombró maestros de entre embargo, ejerció autoridad so-
los hermanos de Amulón para bre ellos y les impuso btareas y
todas las tierras que poseı́a su les fijó capataces.
pueblo; y ası́ se empezó a ense- 10 Y aconteció que fueron tan
ñar el idioma de Nefi entre todo grandes sus aflicciones, que em-
el pueblo de los lamanitas. pezaron a clamar fervorosamen-
5 Y eran gente amigable los te a Dios.
unos con los otros; no obstante, 11 Y Amulón les mandó que
no conocı́an a Dios; ni les ense- cesaran sus clamores, y les puso
ñaron los hermanos de Amulón guardias para vigilarlos, a fin de
cosa alguna concerniente al Se- que al que descubriesen invo-
ñor su Dios, ni la ley de Moisés, cando a Dios fuese muerto.
ni les enseñaron las palabras de 12 Y Alma y su pueblo no alza-
Abinadı́; ron la voz al Señor su Dios, pero
6 pero sı́ les enseñaron que de- sı́ le aderramaron sus corazones;
bı́an llevar sus anales, y que se y él entendió los pensamientos
escribiesen unos a otros. de sus corazones.
7 Y ası́ los lamanitas empeza- 13 Y aconteció que la voz del
ron a aumentar en riquezas, y Señor vino a ellos en sus aflic-
comenzaron a negociar unos ciones, diciendo: Alzad vuestras
con otros y a fortalecerse; y co- cabezas y animaos, pues sé del
menzaron a ser gente astuta y convenio que habéis hecho con-
sabia, según la sabidurı́a del migo; y yo haré convenio con
mundo; sı́, una gente muy sagaz mi pueblo y lo libraré del cauti-
que se deleitaba en todo género verio.
de iniquidades y pillaje, menos 14 Y también aliviaré las cargas
entre sus propios hermanos. que pongan sobre vuestros
8 Y ahora bien, sucedió que hombros, de manera que no po-
Amulón empezó a imponer su dréis sentirlas sobre vuestras es-
a
autoridad sobre Alma y sus paldas, mientras estéis en servi-
hermanos; y comenzó a perse- dumbre; y esto haré yo para que
guirlos y a hacer que sus hijos me seáis atestigos en lo futuro, y

24 8a DyC 121:39. 12a gee Oración.


9a Mos. 17:1–4; 23:9. 14a gee Testigo.
b Mos. 21:3–6. [Entre 145 y 121 a.C.]
MOSÍAH 24:15–25:1 230
para que sepáis de seguro que cias a Dios porque habı́a sido
yo, el Señor Dios, visito a mi misericordioso con ellos, y ali-
pueblo en sus baflicciones. viado sus cargas, y los habı́a li-
15 Y aconteció que las cargas brado del cautiverio; porque es-
que se imponı́an sobre Alma y taban en servidumbre, y nadie
sus hermanos fueron aliviadas; podı́a librarlos sino el Señor su
sı́, el Señor los afortaleció de mo- Dios.
do que pudieron soportar sus 22 Y dieron gracias a Dios, sı́,
b
cargas con facilidad, y se some- todos sus hombres y todas sus
tieron alegre y cpacientemente a mujeres y todos sus niños que
toda la voluntad del Señor. podı́an hablar elevaron sus vo-
16 Y sucedió que era tan gran- ces en alabanzas a su Dios.
de su fe y su paciencia, que la 23 Y ahora el Señor dijo a
voz del Señor vino a ellos otra Alma: Date prisa, y sal tú y
vez, diciendo: Consolaos, por- este pueblo de esta tierra, por-
que mañana os libraré del cauti- que los lamanitas han desperta-
verio. do y te persiguen; por tanto,
17 Y dijo a Alma: Tú irás delan- sal de esta tierra, y yo deten-
te de este pueblo, y yo iré conti- dré a los lamanitas en este valle
go, y libraré a este pueblo del para que no persigan más a este
a
cautiverio. pueblo.
18 Y aconteció que durante la 24 Y aconteció que salieron del
noche Alma y su pueblo junta- valle y emprendieron su viaje
ron sus rebaños y también parte por el desierto.
de su grano; sı́, toda la noche 25 Y *después de haber estado
estuvieron reuniendo sus reba- en el desierto doce dı́as, llega-
ños. ron a la tierra de Zarahemla; y el
19 Y en la mañana el Señor hi- rey Mosı́ah también los recibió
zo que cayera un a profundo con gozo.
sueño sobre los lamanitas; sı́, y
todos sus capataces se hallaban
CAPÍTULO 25
profundamente dormidos.
20 Y Alma y su pueblo partie-
ron para el desierto; y luego que Los del pueblo de Zarahemla (mu-
hubieron viajado todo el dı́a, lekitas) se convierten en nefitas—
plantaron sus tiendas en un va- Se enteran de la gente de Alma y de
lle, y dieron al valle el nombre la de Zeniff—Alma bautiza a Limhi
de Alma, porque él los guió por y a todo su pueblo—Mosı́ah autori-
el desierto. za a Alma para que organice la Igle-
21 Sı́, y en el valle de Alma ex- sia de Dios.
presaron efusivamente sus agra- ENTONCES el rey Mosı́ah hizo

14b gee Adversidad. gee Paciencia. gracias,


15a Mateo 11:28–30. 17a gee Cautiverio. agradecimiento.
b Alma 31:38; 33:23. 19a 1 Sam. 26:12. [*Aproximadamente
c DyC 54:10. 21a gee Acción de 120 a.C.]
231 MOSÍAH 25:2–14
que se congregase todo el pue- llenos de un gozo sumamente
blo. grande.
2 Ahora bien, no habı́a tantos 9 Por otra parte, cuando pensa-
de los hijos de Nefi, o sea, tantos ron en sus hermanos que ha-
de aquellos que eran descen- bı́an sido muertos por los lama-
dientes de Nefi, como de los del nitas, se llenaron de tristeza, y
a
pueblo de Zarahemla, el cual aun derramaron muchas lágri-
era descendiente de bMulek, y mas de dolor.
de aquellos que salieron con él 10 Además, cuando pensaron
al desierto. en la cercana bondad de Dios y
3 Y no eran tantos los del pue- su poder para libertar a Alma y
blo de Nefi y los del pueblo de sus hermanos de las manos de
Zarahemla, como lo eran los la- los lamanitas y de la servidum-
manitas; sı́, no eran ni la mitad bre, alzaron la voz y dieron gra-
de su número. cias a Dios.
4 Y ahora bien, todo el pueblo 11 Y más aún, cuando pensa-
de Nefi se hallaba reunido, y ron en los lamanitas, que eran
también todo el pueblo de Zara- sus hermanos, y en su condición
hemla; y se hallaban congrega- de pecado y corrupción, se lle-
dos en dos grupos. naron de adolor y angustia por
5 Y sucedió que Mosı́ah leyó, e el bienestar de sus balmas.
hizo que se leyeran los anales de 12 Y aconteció que aquellos
Zeniff a su pueblo; sı́, leyó los que eran hijos de Amulón y sus
anales del pueblo de Zeniff des- hermanos, quienes se habı́an ca-
de la época en que salieron de la sado con las hijas de los lamani-
tierra de Zarahemla, hasta que tas, se disgustaron con la con-
volvieron otra vez. ducta de sus padres y no quisie-
6 Y también leyó la narración ron llevar más el nombre de sus
de Alma y sus hermanos, y to- padres; por consiguiente, adop-
das sus aflicciones, desde el dı́a taron el nombre de Nefi, para
en que salieron de la tierra de ser llamados hijos de Nefi y ser
Zarahemla, hasta la ocasión en contados entre los que eran lla-
que volvieron. mados nefitas.
7 Y cuando Mosı́ah hubo ter- 13 Ahora bien, todos los del
minado de leer los anales, su pueblo de Zarahemla fueron
a
pueblo que moraba en el paı́s se contados entre los nefitas, y se
llenó de admiración y asombro. hizo ası́ porque el reino no se
8 Pues no sabı́an ellos qué pen- habı́a conferido a nadie sino a
sar, porque cuando vieron a aquellos que eran descendien-
aquellos que habı́an sido alibra- tes de Nefi.
dos del cautiverio, se sintieron 14 Y aconteció que cuando Mo-

25 2a Omni 1:13–19. 11a Mos. 28:3–4; 13a Omni 1:19.


b Hel. 6:10. Alma 13:27.
gee Mulek. b gee Alma—El valor [Probablemente entre
8a Mos. 22:11–13. de las almas. 120 y 100 a.C.]
MOSÍAH 25:15–26:1 232
sı́ah hubo concluido de hablar y tes grupos llamados iglesias; y
de leer al pueblo, fue su deseo cada iglesia tenı́a sus sacerdotes
que Alma también les hablara. y sus maestros; y todo sacerdote
15 Y Alma les habló mientras se predicaba la palabra según le
hallaban reunidos en grandes era comunicada por boca de Al-
grupos; y fue de grupo en gru- ma.
po, predicando al pueblo el arre- 22 Y ası́, a pesar de que habı́a
pentimiento y la fe en el Señor. muchas iglesias, todas eran
a
16 Y exhortó al pueblo de Lim- una, sı́, la iglesia de Dios; por-
hi y sus hermanos, todos aque- que nada se predicaba en todas
llos que habı́an sido librados de ellas sino el arrepentimiento y la
la servidumbre, a que recorda- fe en Dios.
ran que fue el Señor quien los 23 Ahora pues, eran siete las
libró. iglesias que habı́a en la tierra de
17 Y sucedió que después que Zarahemla. Y sucedió que quie-
Alma hubo enseñado al pueblo nes deseaban tomar sobre sı́ el
a
muchas cosas, y hubo acabado nombre de Cristo, o sea, el de
de hablarles, que el rey Limhi Dios, se unı́an a las iglesias de
sintió deseos de bautizarse; y to- Dios;
do su pueblo sintió el deseo de 24 y se llamaban el apueblo de
bautizarse también. Dios. Y el Señor derramó su Es-
18 Por tanto, Alma entró en el pı́ritu sobre ellos, y fueron ben-
agua y los abautizó; sı́, los bauti- decidos, y prosperaron en la tie-
zó de la manera como lo hizo rra.
con sus hermanos en las baguas
de Mormón; sı́, y cuantos bauti-
CAPÍTULO 26
zó pertenecieron a la iglesia de
Dios; y esto por causa de su cre-
encia en las palabras de Alma. Los incrédulos conducen al pecado a
19 Y aconteció que el rey Mo- muchos miembros de la Iglesia—Se
sı́ah le concedió a Alma que es- promete a Alma la vida eterna—
tableciera iglesias por toda la Aquellos que se arrepientan y sean
tierra de Zarahemla, y le dio bautizados lograrán el perdón—
a
poder para ordenar sacerdotes Los miembros de la Iglesia que ha-
y maestros en cada iglesia. yan pecado y que se arrepientan y se
20 Ahora bien, se hizo ası́ por- confiesen a Alma y al Señor serán
que era tanta la gente, que un perdonados; de lo contrario, no se-
solo maestro no podı́a dirigirla; rán contados entre los de la Iglesia.
ni todos podı́an oı́r la palabra de Y A C O N T E C I Ó que habı́a mu-
Dios en una asamblea; chos de los de la nueva genera-
21 se reunı́an, pues, en diferen- ción que no pudieron entender

18a Mos. 21:35. 23a gee Jesucristo—El 24a gee Convenio.


b Mos. 18:8–17. tomar sobre sı́ el
19a gee Sacerdocio. nombre de [Probablemente entre
22a Mos. 18:17. Jesucristo. 120 y 100 a.C.]
233 MOSÍAH 26:2–14
las palabras del rey Benjamı́n, cerdotes; y éstos los llevaron an-
pues eran niños pequeños en la te Alma, que era el asumo sacer-
ocasión en que él habló a su dote.
pueblo; y no creı́an en la tradi- 8 Ahora bien, el rey Mosı́ah ha-
ción de sus padres. bı́a dado a Alma la autoridad so-
2 No creı́an lo que se habı́a di- bre la iglesia.
cho tocante a la resurrección de 9 Y aconteció que Alma no sa-
los muertos, ni tampoco creı́an bı́a nada de ellos; pero habı́a
lo concerniente a la venida de muchos testigos en contra de
Cristo. ellos; sı́, la gente se presentaba y
3 Ası́ que, por motivo de su in- testificaba de su iniquidad en
credulidad no podı́an aentender abundancia.
la palabra de Dios; y se endure- 10 Tal cosa no habı́a sucedido
cieron sus corazones. en la iglesia previamente; por
4 Y no quisieron bautizarse ni tanto, Alma se turbó en su espı́-
tampoco unirse a la iglesia. Y ritu, e hizo que fueran llevados
constituyeron un pueblo sepa- ante el rey.
rado en cuanto a su fe, y ası́ que- 11 Y le dijo al rey: He aquı́ el
daron desde entonces, en su es- gran número que hemos traı́do
tado acarnal e inicuo, porque no ante ti, a quienes sus hermanos
querı́an invocar al Señor su acusan; sı́, y han sido sorprendi-
Dios. dos en diversas iniquidades. Y
5 Ahora bien, durante el reina- no se arrepienten de sus malda-
do de Mosı́ah, sus números no des; por tanto, los hemos traı́do
eran ni la mitad de los del pue- ante ti para que tú los juzgues
blo de Dios; mas por causa de según sus delitos.
las adisensiones entre los herma- 12 Mas el rey Mosı́ah dijo a Al-
nos, se hicieron más numerosos. ma: He aquı́, yo no los juzgo;
6 Porque sucedió que con sus por tanto, los aentrego en tus
palabras lisonjeras engañaron a manos para ser juzgados.
muchos que eran de la iglesia, y 13 Y el espı́ritu de Alma nueva-
les hicieron cometer muchos pe- mente se turbó; y fue y pregun-
cados; de modo que se hizo ne- tó al Señor qué debı́a hacer en
cesario que cuando aquellos que cuanto a ese asunto, porque te-
fueran de la iglesia cometieran mı́a hacer lo malo a la vista de
pecado, ésta debı́a aamonestar- Dios.
los. 14 Y sucedió que después que
7 Y aconteció que fueron lleva- hubo derramado su alma entera
dos ante los sacerdotes, y los a Dios, la voz del Señor vino a
maestros los entregaron a los sa- él, diciendo:

26 3a gee Entender, contienda. 12a DyC 42:78–93.


entendimiento. 6a Alma 5:57–58; 6:3.
4a gee Hombre natural. gee Amonestación,
5a gee Apostası́a; amonestar. [Probablemente entre
Contención, 7a Mos. 29:42. 120 y 100 a.C.]
MOSÍAH 26:15–29 234
15 Bendito eres tú, Alma, y quien recibas, deberá creer en
benditos son aquellos que fue- mi nombre; y yo lo bperdonaré
ron bautizados en las aaguas de liberalmente.
Mormón. Bendito eres por cau- 23 Porque soy yo quien atomo
sa de tu extremada bfe en tan só- sobre mı́ los pecados del mun-
lo las palabras de mi siervo Abi- do; porque soy yo el que he
b
nadı́. creado al hombre; y soy yo el
16 Y benditos son ellos a causa que concedo un lugar a mi dies-
de su extremada fe en tan sólo tra al que crea hasta el fin.
las palabras que tú les has habla- 24 Porque he aquı́, en mi nom-
do. bre son llamados; y si me acono-
17 Y bendito eres porque has cen, saldrán; y tendrán un lugar
establecido una aiglesia entre es- a mi diestra eternamente.
te pueblo; y serán establecidos, 25 Y acontecerá que cuando
y ellos serán mi pueblo. suene la asegunda trompeta, en-
18 Sı́, bendito es este pueblo tonces saldrán los que nunca me
b
que está dispuesto a llevar mi conocieron, y comparecerán an-
a
nombre; porque en mi nombre te mı́.
serán llamados; y son mı́os. 26 Y entonces sabrán que yo
19 Y porque me has consultado soy el Señor su Dios, que soy su
concerniente al transgresor, Redentor; mas ellos no quisie-
bendito eres. ron ser redimidos.
20 Mi siervo eres tú; y hago 27 Y entonces les confesaré que
convenio contigo de que ten- jamás los aconocı́; e birán al fue-
drás la vida aeterna; y me servi- go ceterno, preparado para el
rás y saldrás en mi nombre y diablo y sus ángeles.
reunirás mis ovejas. 28 Por tanto, te digo que al que
21 Y el que quiera oı́r mi voz no quiera aescuchar mi voz, no
será mi aoveja; y lo recibirás en lo admitirás en mi iglesia, por-
la iglesia, y yo también lo recibi- que a éste no lo recibiré en el
ré. último dı́a.
22 Porque he aquı́, ésta es mi 29 Te digo, por tanto: Ve; y al
iglesia: Quienquiera que sea que transgrediere contra mı́, lo
a a
bautizado, será bautizado para juzgarás de bacuerdo con los
arrepentimiento. Y aquel a pecados que haya cometido; y si

15a Mos. 18:30. 22a 2 Ne. 9:23. 27a Mateo 7:21–23.


b Mos. 17:2. gee Bautismo, b Lucas 13:27.
gee Fe. bautizar. c DyC 76:43–44.
17a Mos. 25:19–24. b gee Perdonar; 28a 2 Ne. 9:31;
18a Mos. 1:11; 5:8. Remisión de DyC 1:14.
gee Jesucristo—El pecados. 29a gee Juicio, juzgar.
tomar sobre sı́ el 23a gee Redentor. b gee Responsabilidad,
nombre de Jesucristo. b gee Creación, crear. responsable.
20a gee Elegidos; 24a Juan 17:3.
Elección; Vida eterna. 25a DyC 88:99, 109. [Probablemente entre 120
21a gee Buen Pastor. b DyC 76:81–86. y 100 a.C.]
235 MOSÍAH 26:30–39
c
confiesa sus pecados ante ti y ron contados entre el pueblo de
mı́, y se darrepiente con sinceri- la iglesia; y sus nombres fueron
a
dad de corazón, a éste has de borrados.
e
perdonar, y yo lo perdonaré 37 Y sucedió que Alma reguló
también. todos los asuntos de la iglesia; y
30 Sı́, y acuantas veces mi pue- empezaron nuevamente a tener
blo se barrepienta, le perdonaré paz y a prosperar grandemente
sus transgresiones contra mı́. en los asuntos de la iglesia, an-
31 Y también os aperdonaréis dando con circunspección ante
vuestras ofensas los unos a los Dios, admitiendo a muchos y
otros; porque en verdad os digo bautizando a muchos.
que el que no perdona las ofen- 38 Y todas estas cosas hicieron
sas de su prójimo, cuando éste Alma y sus consiervos que diri-
dice que se arrepiente, tal ha gı́an la iglesia, andando con to-
traı́do sobre sı́ la condenación. da diligencia, enseñando la pa-
32 Y ahora te digo: Ve; y el que labra de Dios en todas las cosas,
no quiera arrepentirse de sus padeciendo toda clase de aflic-
pecados no será contado entre ciones y sufriendo persecucio-
mi pueblo; y esto se observará nes de todos aquellos que no
desde ahora en adelante. pertenecı́an a la iglesia de Dios.
33 Y aconteció que cuando Al- 39 Y amonestaban a sus herma-
ma hubo oı́do estas palabras, las nos, y también recibı́an aamo-
escribió para conservarlas, y pa- nestación, cada uno por la pala-
ra juzgar al pueblo de la iglesia bra de Dios, de acuerdo con sus
según los mandamientos de pecados, o sea, los pecados que
Dios. habı́a cometido, habiéndoles
34 Y aconteció que Alma fue y, mandado Dios que boraran sin
de acuerdo con la palabra del cesar y dieran cgracias en todas
Señor, juzgó a los que habı́an si- las cosas.
do sorprendidos en la iniquidad.
35 Y a quienes se arrepintieron CAPÍTULO 27
de sus pecados, y los aconfesa-
ron, él los contó entre el pueblo Mosı́ah prohı́be la persecución y es-
de la iglesia; tablece la igualdad—Alma, hijo, y
36 y los que no quisieron con- los cuatro hijos de Mosı́ah procuran
fesar sus pecados, ni arrepentir- destruir la Iglesia—Se les aparece
se de su iniquidad, tales no fue- un ángel y les manda que abando -

29c 3 Ne. 1:25. Mos. 29:19–20. 39a gee Amonestación,


gee Confesar, 31a 3 Ne. 13:14–15; amonestar.
confesión. DyC 64:9–10. b 2 Ne. 32:8–9.
d gee Arrepentimiento, 35a gee Confesar, c gee Acción de
arrepentirse. confesión. gracias,
e gee Perdonar. 36a Éx. 32:33; agradecimiento.
30a Moro. 6:8. Alma 1:24.
b Ezeq. 33:11, 15–16; gee Libro de la vida; [Probablemente entre
Hech. 3:19–20; Excomunión. 120 y 100 a.C.]
MOSÍAH 27:1–10 236
nen su camino de maldad—Alma los de enfermedad o de gran ne-
queda mudo—Todo el género hu- cesidad; y haciendo estas cosas,
mano debe nacer otra vez para lo- abundaron en la bgracia de Dios.
grar la salvación—Alma y los hijos 6 Y otra vez empezó a haber
de Mosı́ah proclaman gratas nue- mucha paz en el paı́s; y la gente
vas. comenzó a ser muy numerosa y
a esparcirse sobre la superficie
Y SUCEDIÓ que las persecucio- de la tierra, sı́, hacia el norte y
nes que los incrédulos infligı́an hacia el sur, al este y al oeste,
sobre la iglesia llegaron a ser tan edificando grandes ciudades
graves que los de la iglesia em- y aldeas en todas partes de la
pezaron a murmurar y a quejar- tierra.
se a los que los dirigı́an concer- 7 Y el Señor los visitó y los hizo
niente al asunto; y ellos se que- prosperar, y llegaron a ser un
jaron a Alma. Y Alma presentó pueblo numeroso y rico.
el caso ante el rey de ellos, Mo- 8 Ahora bien, los hijos de Mo-
sı́ah, y éste consultó con sus sa- sı́ah se hallaban entre los incré-
cerdotes. dulos; y también se contaba en-
2 Y aconteció que el rey Mo- tre ellos uno de los ahijos de Al-
sı́ah envió una proclamación ma, llamado Alma, igual que su
por todo el paı́s de que ningún padre; no obstante, se convirtió
incrédulo debı́a a perseguir a en un hombre muy malvado e
b
persona alguna que pertenecie- idólatra. Y era un hombre de
ra a la iglesia de Dios. muchas palabras, y lisonjeó mu-
3 Y se estableció un estricto cho al pueblo; por lo que indujo
mandamiento entre todas las a muchos de los del pueblo a
iglesias de que no debı́a haber que imitaran sus iniquidades.
persecuciones entre ellos; que 9 Y llegó a ser un gran estorbo
debı́a haber aigualdad entre to- para la prosperidad de la iglesia
dos los hombres; de Dios, agranjeándose el cora-
4 que no permitieran que el or- zón del pueblo, causando mu-
gullo ni la soberbia alteraran su cha disensión entre la gente,
a
paz; que todo hombre bestima- dando oportunidad para que el
ra a su prójimo como a sı́ mismo, enemigo de Dios ejerciera su
trabajando con sus propias ma- poder sobre ellos.
nos para su sostén. 10 Ahora bien, aconteció que
5 Sı́, y todos sus sacerdotes y mientras se ocupaba en destruir
maestros debı́an atrabajar con la iglesia de Dios —porque iba
sus propias manos para su sos- secretamente con los hijos de
tén en todos los casos, salvo en Mosı́ah, tratando de destruir la

27 2a gee Persecución, 5a Mos. 18:24, 26. 9a 2 Sam. 15:1–6.


perseguir. b gee Gracia.
3a Mos. 23:7; 29:32. 8a gee Alma, hijo de
4a gee Paz. Alma. [Probablemente entre
b gee Estimar. b gee Idolatrı́a. 120 y 100 a.C.]
237 MOSÍAH 27:11–20
iglesia y descarriar al pueblo del blar la tierra? ¿y no me ves ante
Señor, cosa contraria a los man- ti? Y soy enviado de Dios.
damientos de Dios, y aun del 16 Ahora te digo: Ve, y re-
rey—, cuerda la cautividad de tus
11 pues como ya os dije, mien- padres en la tierra de Helam y
tras iban aquı́ y allá arebelándo- en la tierra de Nefi; y recuer-
se contra Dios, he aquı́, se les da cuán grandes cosas él ha
b
apareció el cángel del Señor; y hecho por ellos; pues estaban
descendió como en una nube; y en servidumbre, y él los ha
a
les habló como con voz de true- libertado. Y ahora te digo, Al-
no que hizo temblar el suelo so- ma, sigue tu camino, y no
bre el cual estaban; trates más de destruir la iglesia,
12 y tan grande fue su asombro para que las oraciones de ellos
que cayeron por tierra, y no sean contestadas, aun cuando
comprendieron las palabras que tú, por ti mismo, quieras ser
les habló. desechado.
13 Sin embargo, clamó otra 17 Y sucedió que éstas fueron
vez, diciendo: Alma, levántate y las últimas palabras que el ángel
acércate, pues ¿por qué persi- habló a Alma, y se fue.
gues tú la iglesia de Dios? Por- 18 Y luego Alma y los que esta-
que el Señor ha dicho: aÉsta es ban con él cayeron al suelo otra
mi iglesia, y yo la estableceré; y vez, porque grande fue su
nada la hará caer sino la trans- asombro; pues con sus propios
gresión de mi pueblo. ojos habı́an visto a un ángel del
14 Y dijo además el ángel: Señor; y su voz fue como true-
He aquı́, el Señor ha oı́do las no, que conmovió la tierra; y
a
oraciones de su pueblo, y tam- comprendieron que no habı́a
bién las oraciones de su sier- nada, sino el poder de Dios, que
vo Alma, que es tu padre; por- pudiera sacudir la tierra y ha-
que él ha orado con mucha fe cerla temblar como si fuera a
en cuanto a ti, para que seas partirse.
traı́do al conocimiento de la ver- 19 Ahora bien, fue tan grande
dad; por tanto, con este fin he el asombro de Alma que quedó
venido para convencerte del mudo, de modo que no pudo
poder y la autoridad de Dios, abrir la boca; sı́, y quedó tan dé-
para que las boraciones de sus bil que no pudo mover las ma-
siervos sean contestadas según nos; por tanto, lo alzaron los
su fe. que estaban con él, y lo llevaron
15 Y he aquı́, ¿puedes ahora inerte, sı́, hasta dejarlo tendido
disputar el poder de Dios? Pues, ante su padre.
he aquı́, ¿no hace mi voz tem- 20 Y repitieron a su padre todo

11a gee Rebelión. 13a gee Jesucristo—Es 16a Mos. 23:1–4.


b Hech. 9:1–9; cabeza de la Iglesia.
Alma 8:15. 14a Alma 10:22. [Probablemente entre
c gee Ángeles. b Morm. 9:36–37. 120 y 100 a.C.]
MOSÍAH 27:21–31 238
lo que les habı́a sucedido; y su dimidos por Dios, convirtiéndo-
padre se regocijó, porque sabı́a se en sus hijos e hijas;
que era el poder de Dios. 26 y ası́ llegan a ser nuevas
21 E hizo que se reuniera una criaturas; y a menos que hagan
multitud para que presenciaran esto, de aningún modo pueden
lo que el Señor habı́a hecho por heredar el reino de Dios.
su hijo, y también por los que 27 Os digo que de no ser ası́,
estaban con él. deberán ser desechados; y esto
22 E hizo que se reunieran los lo sé, porque yo estaba a punto
sacerdotes; y empezaron a ayu- de ser desechado.
nar y a rogar al Señor su Dios 28 No obstante, después de pa-
que abriera la boca de Alma pa- sar mucha tribulación, arrepin-
ra que pudiera hablar, y tam- tiéndome casi hasta la muerte,
bién para que sus miembros re- el Señor en su misericordia ha
cibieran su fuerza, a fin de que tenido a bien arrebatarme de un
a
los ojos del pueblo fueran abier- fuego eterno, y he nacido de
tos para ver y conocer la bondad Dios.
y gloria de Dios. 29 Mi alma ha sido redimida de
23 Y aconteció que después la hiel de amargura, y de los la-
que hubieron ayunado y orado zos de iniquidad. Me hallaba en
por el espacio de dos dı́as y el más tenebroso abismo; mas
dos noches, los miembros de ahora veo la maravillosa luz de
Alma recobraron su fuerza, y Dios. aAtormentaba mi alma un
se puso de pie y comenzó a ha- suplicio eterno; mas he sido res-
blarles, diciéndoles que se ani- catado, y mi alma no siente más
maran; dolor.
24 porque, dijo él, me he arre- 30 Rechacé a mi Redentor, y
pentido de mis pecados, y el Se- negué lo que nuestros padres
ñor me ha aredimido; he aquı́, habı́an declarado; mas ahora,
he nacido del Espı́ritu. para que prevean que él vendrá,
25 Y el Señor me dijo: No te y que se acuerda de toda criatu-
maravilles de que todo el géne- ra que ha creado, él se manifes-
ro humano, sı́, hombres y muje- tará a todos.
res, toda nación, tribu, lengua y 31 Sı́, atoda rodilla se doblará, y
pueblo, deban anacer otra vez; toda lengua confesará ante él.
sı́, nacer de Dios, ser bcambiados Sı́, en el postrer dı́a, cuando to-
de su estado ccarnal y caı́do, a dos los hombres se presenten
un estado de rectitud, siendo re- para ser bjuzgados por él, enton-

24a 2 Ne. 2:6–7. gee Nacer de Dios, 31a Filip. 2:9–11;


gee Redención, nacer de nuevo. Mos. 16:1–2;
redimido, redimir. b Mos. 3:19; 16:3. DyC 88:104.
25a Rom. 6:3–11; c gee Carnal. b gee Jesucristo—Es
Mos. 5:7; 26a Juan 3:5. juez.
Alma 5:14; 28a 2 Ne. 9:16. [Probablemente entre
Moisés 6:59. 29a Mos. 2:38. 120 y 100 a.C.]
239 MOSÍAH 27:32–28:2
ces confesarán que él es Dios; do todas las cosas que habı́an
y los que vivan csin Dios en el visto y explicando las profecı́as
mundo entonces confesarán que y las Escrituras a cuantos desea-
el juicio de un castigo eterno so- ban oı́rlos.
bre ellos es justo; y se estreme- 36 Y ası́ fueron instrumentos
cerán y temblarán, y se encoge- en las manos de Dios para llevar
rán bajo la mirada de su ojo dque a muchos al conocimiento de la
todo lo penetra. verdad, sı́, al conocimiento de
32 Y aconteció que de allı́ en su Redentor.
adelante, Alma y los que esta- 37 ¡Y cuán benditos son! Pues
a
ban con él cuando el ángel se les publicaron la paz; proclamaron
b
apareció empezaron a enseñar gratas nuevas del bien; y decla-
al pueblo, viajando por toda la raron al pueblo que el Señor rei-
a
tierra, proclamando a todo el na.
pueblo las cosas que habı́an oı́-
do y visto, y predicando la pala- CAPÍTULO 28
bra de Dios con mucha tribula-
ción, perseguidos en gran ma-
nera por los que eran incrédu- Los hijos de Mosı́ah recibirán la vi-
los, y golpeados por muchos de da eterna—Salen a predicar a los
ellos. lamanitas—Valiéndose de las dos
33 Pero a pesar de todo esto, piedras de vidente Mosı́ah traduce
impartieron mucho consuelo a las planchas jareditas.
los de la iglesia, confirmando su AHORA bien, aconteció que des-
fe y exhortándolos con longani- pués que los ahijos de Mosı́ah
midad y mucho afán a guardar hubieron hecho todas estas co-
los mandamientos de Dios. sas, *llevaron un pequeño nú-
34 Y cuatro de ellos eran los mero de personas consigo, y
a
hijos de Mosı́ah; y se llamaban volvieron a su padre el rey, y le
Ammón, y Aarón, y Omner e expresaron su deseo de que les
Himni; y éstos eran los nombres concediera subir a la tierra de
b
de los hijos de Mosı́ah. Nefi, con aquellos que habı́an
35 Y viajaron por toda la tierra escogido, para predicar las cosas
de Zarahemla y entre todo el que habı́an oı́do, e impartir la
pueblo que se hallaba bajo el palabra de Dios a sus hermanos
reinado del rey Mosı́ah, esfor- los lamanitas,
zándose celosamente por repa- 2 para que tal vez los trajeran
rar todos los daños que habı́an al conocimiento del Señor su
causado a la iglesia, confesando Dios, y los convencieran de la
todos sus pecados, proclaman- iniquidad de sus padres; y quizá

31c Alma 41:11. Mosı́ah. 28 1a Mos. 27:34.


d gee Trinidad. 37a Isa. 52:7; b Omni 1:12–13;
32a Es decir, por todo el Mos. 15:14–17. Mos. 9:1.
territorio nefita. gee Predicar. [*Aproximadamente
34a gee Ammón, hijo de b gee Evangelio. 92 a.C.]
MOSÍAH 28:3–14 240
pudieran curarlos de su aodio eterna; y yo alibraré a tus hijos
por los nefitas, para que tam- de las manos de los lamanitas.
bién fueran conducidos a rego- 8 Y aconteció que Mosı́ah con-
cijarse en el Señor su Dios, para cedió que fuesen e hiciesen de
que fuesen amigables los unos acuerdo con lo que solicitaban.
con los otros y no hubiese más 9 Y aemprendieron su viaje ha-
contenciones en toda la tierra cia el desierto para ir a predicar
que el Señor su Dios les habı́a la palabra entre los lamanitas; y
dado. más adelante haré una brelación
3 Pues estaban deseosos de de sus hechos.
que la salvación fuese declarada 10 Ahora bien, el rey Mosı́ah
a toda criatura, porque no po- no tenı́a a quien conferir el rei-
dı́an asoportar que balma huma- no, porque no hubo ninguno de
na alguna pereciera; sı́, aun el sus hijos que quisiera aceptarlo.
solo pensamiento de que alma 11 Por tanto, tomó los anales
alguna tuviera que padecer un que estaban grabados sobre las
c a
tormento sin fin los hacı́a estre- planchas de bronce, y también
mecer y temblar. las planchas de Nefi, y todas las
4 Y ası́ obró en ellos el Espı́ritu cosas que él habı́a guardado y
del Señor, porque habı́an sido conservado de acuerdo con los
los más aviles pecadores. Y el Se- mandamientos de Dios, des-
ñor, en su infinita bmisericordia, pués de traducir y hacer que se
juzgó prudente perdonarlos; no escribiera la historia que estaba
obstante, padecieron mucha an- sobre las bplanchas de oro que el
gustia de alma por causa de sus pueblo de Limhi habı́a encon-
iniquidades, sufriendo mucho, trado, las cuales le fueron entre-
y temiendo ser rechazados para gadas por mano de Limhi;
siempre. 12 y esto lo hizo por motivo del
5 Y aconteció que durante mu- gran anhelo de su pueblo; por-
chos dı́as le suplicaron a su pa- que estaban deseosos en extre-
dre que los dejara subir a la tie- mo de saber acerca de aquel
rra de Nefi. pueblo que habı́a sido destrui-
6 Y el rey Mosı́ah fue y pregun- do.
tó al Señor si debı́a dejar ir a sus 13 Y las tradujo por medio de
hijos entre los lamanitas para aquellas dos apiedras que esta-
predicar la palabra. ban colocadas en los dos aros de
7 Y el Señor dijo a Mosı́ah: Dé- un arco.
jalos ir; porque muchos creerán 14 Ahora bien, estas cosas fue-
en sus palabras, y tendrán vida ron preparadas desde el princi-

2a Jacob 7:24. DyC 19:10–12. 11a gee Planchas de


3a Alma 13:27; 4a Mos. 27:10. bronce.
3 Ne. 17:14; b gee Misericordia, b gee Planchas de oro.
Moisés 7:41. misericordioso. 13a gee Urim y Tumim.
b gee Alma—El valor 7a Alma 19:22–23.
de las almas. 9a Alma 17:6–9. [Aproximadamente
c Jacob 6:10; b Alma 17–26. 92 a.C.]
241 MOSÍAH 28:15–29:3
pio, y se transmitieron de gene- habı́a guardado, y las entregó
ración en generación con objeto a Alma, el hijo de Alma; sı́, to-
de interpretar idiomas; dos los anales, y también los bin-
15 y la mano del Señor las ha térpretes, y se los entregó; y
preservado y guardado, para le mandó que los guardara y
c
que él pudiera manifestar, a to- conservara, y también que lle-
da criatura que ocupase la tie- vara una historia del pueblo,
rra, las iniquidades y abomina- y los transmitiera de genera-
ciones de su pueblo; ción en generación, ası́ como
16 y el que tiene estos objetos se habı́an transmitido desde el
es llamado avidente, según la tiempo en que Lehi salió de
costumbre de los dı́as antiguos. Jerusalén.
17 Ahora bien, después que
Mosı́ah hubo acabado de tradu-
CAPÍTULO 29
cir estos anales, he aquı́, daban
una historia del pueblo aexter-
minado, desde la época en que Mosı́ah propone que se elijan jueces
fueron destruidos remontándo- en lugar de un rey—Los reyes ini-
se hasta la construcción de la cuos conducen a su pueblo al peca-
b
gran torre, cuando el Señor do—Alma, hijo, es nombrado juez
c
confundió el lenguaje del pue- superior por la voz del pueblo—
blo y fueron esparcidos por toda También es el sumo sacerdote en-
la superficie de la tierra, sı́, y cargado de la Iglesia—Mueren Mo-
aun desde esa época hasta la sı́ah y el padre de Alma.
creación de Adán. AHORA bien, cuando Mosı́ah hu-
18 Y esta narración hizo que el bo hecho esto, indagó por todo
pueblo de Mosı́ah se afligiera en el paı́s, entre todo el pueblo, pa-
extremo, sı́, se llenaron de triste- ra enterarse de su parecer con-
za; no obstante, les proporcionó cerniente a quién habı́a de ser
mucho conocimiento, y en esto su rey.
se regocijaron. 2 Y aconteció que la voz del
19 Y se escribirá este relato más pueblo se expresó, diciendo:
adelante; pues he aquı́, convie- Deseamos que tu hijo Aarón sea
ne que todos se enteren de las nuestro rey y nuestro gobernan-
cosas que se han escrito en esta te.
historia. 3 Pero Aarón habı́a subido a la
20 Y como ya os he dicho, des- tierra de Nefi, de modo que el
pués que el rey Mosı́ah hubo rey no podı́a conferirle el reino;
hecho esto, tomó las planchas ni lo habrı́a aceptado Aarón; ni
de abronce y todas las cosas que ninguno de los otros ahijos de

16a Mos. 8:13–18. 20a Alma 37:3–10. 29 3a Mos. 27:34.


gee Vidente. b gee Urim y Tumim.
17a Mos. 8:7–12. c gee Escrituras—
b Éter 1:1–5. Deben preservarse [Aproximadamente
c Gén. 11:6–9. las Escrituras. 92 a.C.]
MOSÍAH 29:4–14 242
Mosı́ah tampoco estaba dispues- él y también este pueblo come-
to a asumir el reino. tieran mucho pecado.
4 Por tanto, el rey Mosı́ah se 10 Ahora bien, seamos pruden-
comunicó otra vez con el pue- tes; preveamos estas cosas y ha-
blo; sı́, aun les mandó un escrito, gamos aquello que asegurará la
y éstas fueron las palabras que paz de este pueblo.
se escribieron, y decı́an: 11 Por tanto, seré vuestro rey el
5 He aquı́, pueblo mı́o, o her- resto de mis dı́as; sin embargo,
a
manos mı́os, porque como a ta- nombremos bjueces para que
les os estimo, deseo que medi- juzguen a este pueblo según
téis sobre el asunto que se os su- nuestra ley; y arreglaremos de
plica considerar, por cuanto de- otra manera los asuntos de este
seáis tener arey. pueblo, pues nombraremos
6 Ahora bien, os declaro que hombres sabios como jueces,
aquel a quien el reino pertenece quienes juzgarán a este pueblo
por derecho ha declinado el rei- según los mandamientos de
no, y no quiere asumir el reino. Dios.
7 Y si se nombrara a otro en su 12 Ahora bien, es mejor que el
lugar, he aquı́, temo que surgi- hombre sea juzgado por Dios
rı́an contenciones entre voso- más bien que por el hombre,
tros; y quién sabe si mi hijo, a porque los juicios de Dios son
quien pertenece el reino, se tor- siempre justos, mas los juicios
narı́a a la ira y se llevarı́a tras sı́ del hombre no siempre lo son.
a una parte de este pueblo, lo 13 Por tanto, si fuese posible
cual ocasionarı́a guerras y con- que tuvieseis por reyes a hom-
tiendas entre vosotros, que se- bres ajustos que establecieran las
rı́an la causa del derramamiento leyes de Dios y juzgaran a este
de mucha sangre y de la perver- pueblo según sus mandamien-
sión de las vı́as del Señor, sı́, y tos, sı́, si tuvieseis por reyes a
destruirı́an las almas de mu- hombres que hicieran lo que mi
chos. padre bBenjamı́n hizo por este
8 Os digo, por tanto, que sea- pueblo, os digo que si tal fuese
mos prudentes y consideremos siempre el caso, entonces con-
estas cosas, porque no tenemos vendrı́a que siempre tuvieseis
ningún derecho de destruir a mi reyes para que os gobernaran.
hijo, ni de destruir a otro que 14 Y aun yo mismo he obrado
fuese nombrado en su lugar. con todo el poder y las faculta-
9 Y si mi hijo se volviese nue- des que he poseı́do, para ense-
vamente a su orgullo y cosas va- ñaros los mandamientos de
nas, se retractarı́a de lo que ha- Dios y para establecer la paz en
bı́a dicho y reclamarı́a su dere- todo el paı́s, a fin de que no hu-
cho al reino, cosa que harı́a que biera guerras ni contenciones, ni

5a 1 Sam. 8:9–19. 13a Mos. 23:8, 13–14.


11a Mos. 29:25–27. b P. de Morm. 1:17–18. [Aproximadamente
b Éx. 18:13–24. 92 a.C.]
243 MOSÍAH 29:15–26
robo, ni rapiña, ni asesinatos, ni dia hacia aquellos que ponen su
d
iniquidades de ninguna clase. confianza en él.
15 Y a quienquiera que ha co- 21 Y he aquı́, os digo que no
metido iniquidad, he acastigado podéis destronar a un rey inicuo
de acuerdo con el delito que ha sino mediante mucha conten-
cometido, según la ley que nos ción y el derramamiento de mu-
han dado nuestros padres. cha sangre.
16 Ahora bien, os digo que por 22 Pues he aquı́, tiene sus
a
motivo de que no todos los cómplices en iniquidad y con-
hombres son justos, no convie- serva a sus guardias alrededor
ne que tengáis un rey o reyes de él; y deshace las leyes de los
para que os gobiernen. que han reinado en justicia an-
17 Pues he aquı́, ¡cuánta aini- tes de él; y huella con sus pies
quidad un rey bmalo hace come- los mandamientos de Dios;
ter; sı́, y cuán grande destruc- 23 y formula leyes y las envı́a
ción! entre su pueblo; sı́, leyes según
18 Sı́, acordaos del rey Noé, su su propia amaldad; y al que no
a
iniquidad y sus abominaciones, las obedece, hace que sea des-
y también la iniquidad y las abo- truido; y contra los que se rebe-
minaciones de su pueblo. Consi- lan envı́a sus ejércitos para com-
derad la gran destrucción que batirlos, y si puede, los destru-
cayó sobre ellos; y también a ye; y de este modo es como un
causa de sus iniquidades fueron rey inicuo pervierte las vı́as de
reducidos a la bservidumbre. toda rectitud.
19 Y si no hubiese sido por 24 Y ahora bien, he aquı́, os di-
la interposición de su omnis- go: No conviene que tales abo-
ciente Creador, y esto a causa minaciones vengan sobre voso-
de su sincero arrepentimiento, tros.
inevitablemente habrı́an perma- 25 Por tanto, escoged jueces,
necido en el cautiverio hasta por medio de la voz de este
ahora. pueblo, para que seáis juzgados
20 Mas he aquı́, los libró por- de acuerdo con las leyes que
que se ahumillaron ante él; y nuestros padres os han dado,
porque bclamaron a él poderosa- las cuales son correctas, y fue-
mente, los libró del cautiverio; y ron dadas a ellos por la mano
ası́ es como en todos los casos el del Señor.
Señor obra con su poder entre 26 Ahora bien, no es cosa co-
los hijos de los hombres, exten- mún que la voz del pueblo de-
diendo su brazo de cmisericor- see algo que sea contrario a lo

15a Alma 1:32–33. Éter 6:22–23. d gee Confianza,


17a Alma 46:9–10. 20a Mos. 21:13–15. confiar.
b Mos. 23:7–9. b Éx. 2:23–25; 22a 1 Rey. 12:8–14.
18a Mos. 11:1–15. Alma 43:49–50. 23a gee Inicuo, iniquidad.
b 1 Sam. 8:10–18; c Ezeq. 33:11, 15–16; [Aproximadamente
Mos. 12:1–8; Mos. 26:30. 92 a.C.]
MOSÍAH 29:27–36 244
a
que es justo; pero sı́ es común desigualdad deje de existir en
que la parte menor del pueblo esta tierra, especialmente entre
desee lo que no es justo; por este mi pueblo; mas deseo que
tanto, esto observaréis y ten- esta tierra sea una tierra de bli-
dréis por ley: Trataréis vuestros bertad, y que ctodo hombre go-
asuntos según la voz del pue- ce igualmente de sus derechos
blo. y privilegios, en tanto que el
27 Y asi llega la ocasión en que Señor juzgue conveniente que
la voz del pueblo escoge la ini- habitemos y heredemos la tie-
quidad, entonces es cuando los rra, sı́, mientras permanezca
juicios de Dios descenderán so- cualquiera de los de nuestra
bre vosotros; sı́, entonces es posteridad sobre la superficie
cuando él os visitará con gran de la tierra.
destrucción, sı́, como hasta aquı́ 33 Y muchas cosas más les es-
la ha mandado sobre esta tie- cribió el rey Mosı́ah, haciéndo-
rra. les ver todas las pruebas y tri-
28 Ahora bien, si tenéis jueces, bulaciones de un rey justo; sı́,
y ellos no os juzgan según la todas las congojas del alma por
ley que ha sido dada, podéis su pueblo; y también todas las
hacer que sean juzgados por quejas del pueblo a su rey; y
un juez superior. les explicó todo esto.
29 Y si vuestros jueces supe- 34 Y les dijo que tales cosas no
riores no dictaren juicios justos, debı́an existir; sino que la carga
haréis que un número pequeño debı́a estar sobre todo el pue-
de vuestros jueces menores se blo, para que todo hombre lle-
reúna, y ellos juzgarán a vues- vara su parte.
tros jueces superiores, según la 35 Y también les hizo ver to-
voz del pueblo. das las desventajas bajo las cua-
30 Y os mando que hagáis es- les se afanarı́an si los goberna-
tas cosas en el temor del Señor; ba un rey inicuo;
y os ordeno que hagáis esto, y 36 sı́, todas las iniquidades y
que no tengáis rey; para que si abominaciones, y todas las gue-
este pueblo comete pecados e rras y contenciones, y derrama-
iniquidades, éstos recaigan so- miento de sangre, y el hurto y
bre su propia cabeza. la rapiña, y la comisión de for-
31 Pues he aquı́, os digo que nicaciones y toda clase de ini-
las iniquidades de sus reyes quidades que no pueden ser
han causado los pecados de enumeradas, diciéndoles que
mucha gente; por tanto, sus ini- aquellas cosas no debı́an existir,
quidades recaen sobre la cabe- que eran expresamente repug-
za de sus reyes. nantes a los mandamientos de
32 Y ahora deseo yo que esta Dios.

27a Alma 10:19. gee Libertad. [Aproximadamente


32a Alma 30:11. c Alma 27:9. 92 a.C.]
b 2 Ne. 1:7; 10:11.
245 MOSÍAH 29:37–47
37 Y aconteció que después 41 Y sucedió que nombraron
a
que el rey Mosı́ah hubo envia- jueces para que los gobernaran
do estas palabras entre los del o juzgaran según la ley; y ası́ lo
pueblo, éstos quedaron con- hicieron en toda la tierra.
vencidos de la verdad de sus 42 Y aconteció que Alma fue
palabras. nombrado para ser el primer
38 Por tanto, abandonaron sus juez superior; y era también
deseos de tener rey, y se sintie- el sumo sacerdote, habiéndole
ron ansiosos en extremo de que conferido su padre el oficio, y
todo hombre tuviese igual habiéndole encargado todos los
oportunidad por toda la tierra; asuntos de la iglesia.
sı́, y todo hombre expresó el 43 Y ocurrió que Alma aandu-
deseo de estar dispuesto a res- vo en los caminos del Señor, y
ponder por sus propios peca- guardó sus mandamientos, y
dos. juzgó con justicia; y hubo con-
39 Aconteció, por tanto, que se tinua paz en la tierra.
reunieron en grupos por toda 44 Y ası́ *empezó el gobierno
la tierra, para dar su parecer de los jueces en toda la tierra
concerniente a quiénes habrı́an de Zarahemla, entre todo el
de ser sus jueces para juzgar- pueblo que se llamaba nefitas;
los de acuerdo con la aley que y Alma fue el primer juez su-
les habı́a sido dada; y se alegra- perior.
ron en extremo a causa de la 45 Y sucedió que falleció su
b
libertad que se les habı́a conce- padre, teniendo ya ochenta y
dido. dos años de edad, y habiendo
40 Y aumentó el amor que vivido para cumplir los manda-
sentı́an por Mosı́ah; sı́, lo esti- mientos de Dios.
maban más que a cualquier 46 Y aconteció que Mosı́ah
otro hombre; porque no lo te- falleció también, en el trigési-
nı́an por un tirano que buscaba motercer año de su reinado,
ganancias, sı́, ese lucro que co- a la edad de a sesenta y tres
rrompe el alma; porque él no años; y hacı́a por todo qui-
les habı́a exigido riquezas, ni se nientos nueve años desde la
habı́a deleitado en derramar ocasión en que Lehi salió de
sangre; sino que habı́a estable- Jerusalén.
cido la apaz en la tierra, y habı́a 47 Y ası́ terminó el reinado
concedido a su pueblo que se de los reyes sobre el pueblo
librara de toda clase de servi- de Nefi; y ası́ llegaron a su
dumbre; por tanto, lo estima- fin los dı́as de Alma, que fue
ban, sı́, extraordinariamente, en el fundador de la iglesia de
sumo grado. ellos.

39a Alma 1:14. 41a Mos. 29:11. 46a Mos. 6:4.


b gee Libertad. 43a gee Andar, andar con
40a gee Pacificador. Dios. [*91 a.C.]
El Libro de Alma
HIJO DE ALMA

L a narración de Alma, que era hijo de Alma, y el primer juez supe-


rior del pueblo de Nefi, y también el sumo sacerdote que presi-
dı́a la Iglesia. Una relación del gobierno de los jueces y de las gue-
rras y contenciones que hubo entre el pueblo. Además, la narración
de una guerra entre los nefitas y los lamanitas, según los anales de
Alma, el primer juez superior.

CAPÍTULO 1 asiento judicial, le llevaron un


a
hombre para ser juzgado, un
Nehor enseña doctrinas falsas, es- hombre de gran estatura y nota-
tablece una iglesia, introduce la ble por su mucha fuerza.
supercherı́a sacerdotal y mata a 3 Y éste habı́a andado entre el
Gedeón—Nehor es ejecutado por pueblo, predicándole lo que él
a
motivo de sus crı́menes—Se difun- decı́a ser la palabra de Dios,
b
den entre el pueblo la supercherı́a importunando a la iglesia, de-
sacerdotal y las persecuciones—Los clarando que todo sacerdote y
sacerdotes se sostienen con su pro- maestro debı́a hacerse cpopular;
pio trabajo, el pueblo cuida de los y que no ddebı́an trabajar con
pobres y la Iglesia prospera. sus manos, sino que el pueblo
debı́a sostenerlos.

A HORA bien, sucedió que en


el primer año del gobierno
de los jueces, que de allı́ en ade-
4 Y también testificaba al pue-
blo que todo el género humano
se salvarı́a en el postrer dı́a, y
lante continuó sobre el pueblo que no tenı́an por qué temer ni
de Nefi, pues el rey Mosı́ah se temblar, sino que podı́an levan-
habı́a aido por la vı́a de toda la tar la cabeza y regocijarse; por-
tierra, habiendo peleado la bue- que el Señor habı́a creado a to-
na batalla, andando rectamente dos los hombres, y también los
ante Dios, no dejando quien habı́a redimido a todos; y al fin
reinara en su lugar; sin embar- todos los hombres tendrı́an vida
go, habı́a establecido bleyes que eterna.
el pueblo reconocı́a; por tanto, 5 Y sucedió que tanto enseñó
tenı́an la obligación de some- estas cosas, que muchos creye-
terse a las leyes que él habı́a ron en sus palabras, y fueron
formulado. tantos que comenzaron a soste-
2 Y aconteció que en el primer nerlo y a darle dinero.
año del gobierno de Alma en el 6 Y empezó a envanecerse con

[alma] 2a Alma 1:15. 1 Ne. 22:23.


1 1a Mos. 29:46. 3a Ezeq. 13:3. d Mos. 18:24, 26; 27:5.
b Jarom 1:5; Alma 4:16; b gee Anticristo. [Aproximadamente
Hel. 4:22. c Lucas 6:26; 91 a.C.]
247 ALMA 1:7–16
el orgullo de su corazón, y a ha introducido la asupercherı́a
usar ropa muy lujosa; sı́, y aun sacerdotal entre este pueblo. Y
empezó a establecer una aigle- he aquı́, no sólo eres culpable
sia de acuerdo con lo que pre- de dicha supercherı́a, sino que
dicaba. has tratado de imponerla por la
7 Y aconteció que yendo a espada; y si la supercherı́a sa-
predicar a los que creı́an en su cerdotal fuese impuesta sobre
palabra, dio con un hombre este pueblo, resultarı́a en su en-
que pertenecı́a a la iglesia de tera destrucción.
Dios, sı́, uno de sus maestros, 13 Y tú has derramado la san-
y empezó a disputar vigorosa- gre de un hombre justo, sı́, un
mente con él, a fin de desca- hombre que ha hecho mucho
rriar al pueblo de la iglesia; mas bien entre este pueblo; y si te
el hombre lo resistió, amones- perdonásemos, su sangre ven-
tándolo con las a palabras de drı́a sobre nosotros por aven-
Dios. ganza.
8 Y este hombre se llamaba 14 Por tanto, se te condena a
a
Gedeón; y era el mismo que morir, conforme a la ley que
fue el instrumento en las ma- nos ha dado Mosı́ah, nuestro
nos de Dios para librar del cau- último rey, y la cual este pue-
tiverio al pueblo de Limhi. blo ha reconocido; por tanto,
9 Ahora bien, porque Gedeón este pueblo debe asujetarse a la
lo resistió con las palabras de ley.
Dios, se encolerizó con Ge- 15 Y aconteció que lo tomaron
deón, y sacó su espada y empe- —y se llamaba aNehor— y lo
zó a darle golpes. Y Gedeón llevaron a la cima del cerro de
estaba ya muy entrado en años; Manti, y allı́ se le hizo admitir,
por tanto, no pudo aguantar o mejor dicho, admitió entre
sus golpes, de modo que amu- los cielos y la tierra, que lo que
rió por la espada. habı́a enseñado al pueblo era
10 Y el pueblo de la iglesia contrario a la palabra de Dios;
aprehendió al hombre que lo y allı́ padeció una bmuerte ig-
mató, y fue llevado ante Alma nominiosa.
para ser ajuzgado según los crı́- 16 No obstante, no cesó con
menes que habı́a cometido. esto la difusión de la super-
11 Y sucedió que compareció cherı́a sacerdotal en la tierra;
ante Alma y se defendió con p o r q u e h a b ı́ a m u c h o s q u e
mucha audacia. amaban las vanidades del mun-
12 Mas Alma le dijo: He aquı́, do, y salieron predicando doc-
ésta es la primera vez que se trinas falsas; y lo hicieron

6a 1 Ne. 14:10. 12a 2 Ne. 26:29. 15a Alma 1:2.


7a gee Palabra de Dios. gee Supercherı́as b Deut. 13:1–9.
8a Mos. 20:17; 22:3. sacerdotales.
9a Alma 6:7. 13a gee Venganza. [Aproximadamente
10a Mos. 29:42. 14a gee Pena de muerte. 91 a.C.]
ALMA 1:17–26 248
por causa de las ariquezas y los a
persecución entre ellos mis-
honores. mos.
17 Sin embargo, no se atrevı́an 22 Sin embargo, hubo entre
a amentir, por si llegaba a saber- ellos muchos que empezaron a
se, por miedo a la ley, porque llenarse de orgullo, y a conten-
los embusteros eran castigados; der acaloradamente con sus ad-
por tanto, aparentaban predi- versarios, aun hasta golpearse;
car según su creencia, y la ley sı́, se daban puñetazos el uno al
no podı́a ejercer poder alguno otro.
e n n i n g ú n h o m b r e p o r b s u 2 3 E s t o a c o n t e c i ó e n e l
creencia. *segundo año del gobierno de
18 Y no se atrevı́an a ahurtar, Alma, y fue causa de mucha
por temor a la ley, porque éstos aflicción para la iglesia; sı́, fue
eran castigados; ni tampoco se la causa de mucha tribulación
atrevı́an a robar ni a asesinar, en ella.
porque el basesino era castigado 24 Porque muchos de ellos en-
con la pena de cmuerte. durecieron sus corazones, y sus
19 Pero aconteció que los que nombres fueron aborrados, de
no pertenecı́an a la iglesia de modo que no los recordaron
Dios empezaron a perseguir a más entre el pueblo de Dios. Y
los que pertenecı́an a ella y ha- también muchos se bretiraron
bı́an tomado sobre sı́ el nombre de entre ellos.
de Cristo. 25 Ahora bien, esto fue una
20 Sı́, los perseguı́an y los in- dura prueba para los que se
juriaban con toda clase de pala- mantuvieron constantes en la
bras, y esto a causa de su hu- fe; sin embargo, fueron firmes
mildad; porque no eran orgu- e inamovibles en guardar los
llosos a sus propios ojos, y por- mandamientos de Dios, y so-
que se impartı́an mutuamente brellevaron apacientemente la
la palabra de Dios, sin adinero y persecución que se les impo-
sin precio. nı́a.
21 Ahora bien, habı́a una es- 26 Y cuando los sacerdotes de-
tricta ley entre el pueblo de jaban su trabajo para impartir
la iglesia, que ningún hombre la palabra de Dios a los del
que perteneciese a la iglesia pueblo, éstos también dejaban
se pusiera a perseguir a aque- sus alabores para oı́r la palabra
llos que no pertenecı́an a la de Dios. Y después que el sa-
iglesia, y que no debı́a haber cerdote les habı́a impartido la

16a gee Riquezas; c gee Pena de muerte. b Alma 46:7.


Vanidad, vano. 20a Isa. 55:1–2. gee Apostası́a.
17a gee Honestidad, 21a gee Persecución, 25a gee Paciencia.
honradez; Mentiras. perseguir. 26a Mos. 18:24, 26;
b Alma 30:7–12; 24a Éx. 32:33; 27:3–5.
AdeF 1:11. Mos. 26:36;
18a gee Robar, robo. Alma 6:3. [*Aproximadamente
b gee Homicidio. gee Excomunión. 90 a.C. ]
249 ALMA 1:27–33
palabra de Dios, todos volvı́an ninguno que estuviese bdesnu-
diligentemente a sus labores; y do, o que estuviese hambriento,
el sacerdote no se consideraba o sediento, o enfermo, o que no
mejor que sus oyentes, porque hubiese sido nutrido; y no po-
el predicador no era de más esti- nı́an el corazón en las riquezas;
ma que el oyente, ni el maestro por consiguiente, eran genero-
era mejor que el discı́pulo; y ası́ sos con todos, ora ancianos, ora
todos eran iguales y todos traba- jóvenes, esclavos o libres, varo-
jaban, todo hombre bsegún su nes o mujeres, pertenecieran o
fuerza. no a la iglesia, sin hacer cdistin-
27 Y de conformidad con lo ción de personas, si estaban ne-
que tenı́a, todo hombre arepar- cesitadas.
tı́a de sus bienes a los bpobres, y 31 Y ası́ prosperaron y llegaron
a los necesitados, y a los enfer- a ser mucho más ricos que los
mos y afligidos; y no usaban ro- que no pertenecı́an a su iglesia.
pa costosa; no obstante, eran 32 Porque los que no pertene-
aseados y atractivos. cı́an a su iglesia se entregaban a
28 Y ası́ dispusieron los asun- las hechicerı́as, y a la aidolatrı́a o
tos de la iglesia; y ası́ empeza- el bocio, y a cchismes, denvidias y
ron nuevamente a tener conti- contiendas; vestı́an ropas costo-
nua paz, a pesar de todas sus sas, se eensalzaban en el orgullo
persecuciones. de sus propios ojos, perseguı́an,
29 Ahora bien, debido a la es- mentı́an, hurtaban, robaban y
tabilidad de la iglesia, empeza- cometı́an fornicaciones y asesi-
ron a aenriquecerse en gran ma- natos y toda clase de maldad;
nera, teniendo en abundancia sin embargo, se ponı́a en vigor
todas las cosas que necesitaban: la ley contra los transgresores
una abundancia de rebaños y hasta donde era posible.
manadas, y toda clase de anima- 33 Y sucedió que por aplicárse-
les cebados, y también una les ası́ la ley, cada uno padecien-
abundancia de grano, y de oro, do de acuerdo con lo que habı́a
y de plata y de objetos preciosos hecho, se apaciguaron más, y no
en abundancia, y abundancia de se atrevieron a cometer iniqui-
b
seda y de lino de fino tejido, y dad alguna que se supiera, de
de toda clase de buenas telas modo que hubo mucha paz en-
sencillas. tre el pueblo de Nefi hasta el
30 Y ası́, en sus aprósperas cir- quinto año del gobierno de los
cunstancias no desatendı́an a jueces.

26b Mos. 4:27; 30a Jacob 2:17–19. d gee Envidia.


DyC 10:4. b gee Pobres. e Jacob 2:13;
27a gee Limosna. c Alma 16:14; Alma 31:25;
b Lucas 18:22; DyC 1:35. Morm. 8:28.
Mos. 4:26; 32a gee Idolatrı́a. gee Orgullo.
DyC 42:29–31. b gee Ociosidad,
29a gee Riquezas. ocioso. [Aproximadamente
b Alma 4:6. c gee Maledicencia. 90 a.C.]
ALMA 2:1–12 250
CAPÍTULO 2 pueblo por toda la tierra, todo
hombre según su opinión, ya
Amlici intenta hacerse rey y lo re- fuera a favor o en contra de
chaza la voz del pueblo—Sus parti- Amlici, en grupos separados,
darios lo hacen rey—Los amlicitas ocasionando muchas disputas y
combaten contra los nefitas y son grandes a contenciones entre
derrotados—Los lamanitas y los unos y otros.
amlicitas unen sus fuerzas y son 6 Y ası́ se reunieron para ex-
vencidos—Alma mata a Amlici. presar sus opiniones concer-
Y ACONTECIÓ que al principio del nientes al asunto; y las presen-
*quinto año de su gobierno, em- taron ante los jueces.
pezó a surgir la contención en- 7 Y aconteció que la voz del
tre el pueblo, pues cierto hom- pueblo resultó en contra de
bre llamado Amlici —hombre Amlici, de modo que no fue he-
muy astuto, sı́, versado en la sa- cho su rey.
bidurı́a del mundo, siendo de la 8 Ahora bien, esto causó mu-
orden del hombre que asesinó a cha alegrı́a en el corazón de los
a
Gedeón con la espada, y que que estaban en contra de él; pe-
fue ejecutado según la ley— ro Amlici incitó a la ira a aque-
2 y este Amlici se habı́a atraı́do llos que estaban a su favor en
a muchos con su astucia; sı́, a contra de los que no lo apoya-
tantos que empezaron a ser ban.
muy fuertes; y comenzaron a es- 9 Y ocurrió que se reunieron y
forzarse por establecer a Amlici consagraron a Amlici para que
como rey del pueblo. fuese su rey.
3 Ahora bien, esto alarmó mu- 10 Y cuando Amlici fue nom-
cho a la gente de la iglesia, y brado su rey, les mandó que to-
también a todos aquellos que no maran las armas en contra de
habı́an sido atraı́dos por las per- sus hermanos; y lo hizo para
suasiones de Amlici; porque sa- subyugarlos a él.
bı́an que, según su ley, la avoz 11 Ahora bien, la gente de
del pueblo debı́a instituir aque- Amlici se distinguı́a con el nom-
llas cosas. bre de Amlici, llamándose aamli-
4 Por tanto, si Amlici llegara a citas; y los demás se llamaban
b
granjearse la voz del pueblo, da- nefitas o el pueblo de Dios.
do que era un hombre perverso, 12 Por tanto, los nefitas estaban
los aprivarı́a de sus derechos y enterados del intento de los
privilegios de la iglesia; porque amlicitas, y, por consiguiente, se
su intención era destruir la igle- prepararon para enfrentarse a
sia de Dios. ellos; sı́, se armaron con espadas
5 Y sucedió que se reunió el y con cimitarras, con arcos y con

2 1a Alma 1:8. Hel. 5:2. Mos. 25:12;


3a Mos. 29:25–27; 5a 3 Ne. 11:29. Alma 3:11.
Alma 4:16. 11a Alma 3:4.
4a Alma 10:19; b Jacob 1:13–14; [*87 a.C.]
251 ALMA 2:13–24
flechas, con piedras y con hon- que empezaron a huir delante
das, y con todo género de aar- de ellos.
mas de guerra de todas clases. 19 Y sucedió que los nefitas
13 Y ası́ quedaron preparados persiguieron a los amlicitas todo
para hacer frente a los amlicitas ese dı́a, y los mataron con tan
al tiempo de su llegada. Y se grande estrago, que el número
nombraron capitanes, y capita- de los amlicitas amuertos llegó a
nes mayores, y capitanes en je- doce mil quinientas treinta y
fe, según sus números. dos almas; y de los nefitas fue-
14 Y aconteció que Amlici armó ron muertas seis mil quinientas
a sus hombres con todo género sesenta y dos almas.
de armas de guerra de todas cla- 20 Y acaeció que cuando Alma
ses; y también nombró jefes y ya no pudo perseguir más a los
caudillos sobre su gente para amlicitas, hizo que su gente
que los condujeran a la guerra plantara sus tiendas en el valle
contra sus hermanos. de Gedeón, a valle que ası́ se
15 Y sucedió que los amlicitas llamaba por Gedeón, a quien
b
llegaron al cerro de Amnihu, Nehor mató con la espada; y
que quedaba al este del arı́o Si- en este valle los nefitas levan-
dón, el cual pasaba junto a la taron sus tiendas para pasar la
b
tierra de Zarahemla, y allı́ em- noche.
pezaron a hacer la guerra a los 21 Y Alma envió espı́as para
nefitas. que siguieran al resto de los
16 Ahora bien, Alma, que era amlicitas, a fin de poder saber
a
juez superior y gobernador del sus planes y sus conspiraciones,
pueblo de Nefi, fue con su gen- para que por ese medio él se
te, sı́, con sus capitanes y capita- guardara de ellos, a fin de evitar
nes en jefe, sı́, a la cabeza de sus que su pueblo fuese destruido.
ejércitos, a combatir a los amlici- 22 Y los que envió a vigilar
tas. el campo de los amlicitas se lla-
17 Y empezaron a matar a los maban Zeram, y Amnor, y Man-
amlicitas sobre el cerro al este ti, y Limher; éstos fueron los
del Sidón. Y los amlicitas con- que partieron con sus hombres
tendieron contra los nefitas con para espiar el campo de los
gran vigor, al grado que muchos amlicitas.
de los nefitas cayeron ante los 23 Y aconteció que por la ma-
amlicitas. ñana retornaron al campo de los
18 Sin embargo, el Señor forta- nefitas con gran prisa, asombra-
leció la mano de los nefitas, de dos en gran manera, y llenos de
modo que hirieron a los amlici- mucho temor, diciendo:
tas con tan grande mortandad, 24 He aquı́, seguimos el campo

12a Mos. 10:8; Hel. 1:14. 16a Mos. 29:42. b Alma 1:7–15; 14:16.
15a Alma 3:3. 19a Alma 3:1–2, 26; 4:2.
b Omni 1:13–15. 20a Alma 6:7. [87 a.C.]
ALMA 2:25–37 252
de los a amlicitas, y con gran Señor, ten misericordia y salva
asombro vimos a una numerosa mi vida a fin de que yo sea un
hueste de lamanitas en la tierra instrumento en tus manos para
de Minón, más allá de la tierra salvar y preservar a este pueblo!
de Zarahemla, en dirección de 31 Y cuando Alma hubo dicho
la tierra de bNefi; y he aquı́, los estas palabras, contendió de
amlicitas se han unido a ellos; nuevo contra Amlici; y a tal gra-
25 y han caı́do sobre nuestros do fue fortalecido, que mató a
hermanos en esa tierra; y están Amlici con la espada.
huyendo ante ellos con sus re- 32 Y también se batió con el rey
baños, y sus esposas, y sus niños de los lamanitas, pero el rey hu-
hacia nuestra ciudad; y a menos yó de Alma, y envió a sus guar-
que nos demos prisa, se apode- dias para contender con él.
rarán de nuestra ciudad, y nues- 33 Mas Alma, con sus guardias,
tros padres, y nuestras esposas y combatió con los guardias del
nuestros niños serán muertos. rey de los lamanitas hasta que
26 Y aconteció que los del pue- los mató y los hizo retroceder.
blo de Nefi alzaron sus tiendas y 34 Y ası́ despejó el terreno, o
partieron del valle de Gedeón más bien la ribera, que se halla-
hacia su ciudad, que era la ciu- ba al oeste del rı́o Sidón, arro-
dad de aZarahemla. jando a las aguas del Sidón los
27 Y he aquı́, mientras estaban cuerpos de los lamanitas muer-
cruzando el rı́o Sidón, los lama- tos, a fin de que su pueblo tuvie-
nitas y los amlicitas, casi tan anu- ra espacio para pasar y conten-
merosos como las arenas del der con los lamanitas y los amli-
mar, cayeron sobre ellos para citas que se hallaban del lado
destruirlos. occidental del rı́o Sidón.
28 Sin embargo, la mano del 35 Y aconteció que cuando to-
Señor afortaleció a los nefitas, dos hubieron cruzado el rı́o Si-
habiéndole ellos rogado fervo- dón, los lamanitas y los amlicitas
rosamente que los librara de las empezaron a huir delante de
manos de sus enemigos; por ellos, a pesar de ser tan numero-
tanto, el Señor oyó su clamor y sos que no podı́an ser contados.
los fortaleció, y los lamanitas y 36 Y huyeron delante de los
los amlicitas cayeron ante ellos. nefitas hacia el desierto que se
29 Y aconteció que Alma luchó hallaba al oeste y al norte, más
con Amlici cara a cara con la es- allá de las fronteras de la tierra;
pada; y lucharon tenazmente y los nefitas los persiguieron
uno con otro. con vigor y los mataron.
30 Y sucedió que Alma, siendo 37 Sı́, les salieron por todas
un hombre de Dios y teniendo partes, y fueron muertos y per-
mucha afe, clamó, diciendo: ¡Oh seguidos, hasta esparcirlos por

24a Alma 3:4, 13–18. 27a Jarom 1:6.


b 2 Ne. 5:8. 28a Deut. 31:6.
26a Omni 1:14, 18. 30a gee Fe. [87 a.C.]
253 ALMA 2:38–3:8
el oeste y por el norte, hasta que de grano, hollados por las hues-
llegaron al desierto que se lla- tes de hombres.
maba Hermounts; y era esa parte 3 Y cuantos lamanitas y amlici-
del yermo que estaba infestada tas perecieron sobre la ribera del
de animales salvajes y voraces. rı́o Sidón fueron arrojados en
38 Y aconteció que muchos las aaguas del rı́o; y he aquı́, sus
murieron de sus heridas en el huesos se hallan en las bprofun-
desierto, y fueron devorados didades del mar, y son muchos.
por aquellos animales y también 4 Y los aamlicitas se distinguı́an
por los buitres del aire; y sus de los nefitas porque se habı́an
b
huesos han sido descubiertos y marcado con rojo la frente, a la
amontonados sobre la tierra. manera de los lamanitas; sin
embargo, no se habı́an rapado la
cabeza como los lamanitas.
CAPÍTULO 3
5 Pues éstos se rapaban la cabe-
za; y andaban adesnudos, con
Los amlicitas se habı́an hecho una excepción de una faja de piel
marca, de acuerdo con las profe- que ceñı́an alrededor de sus lo-
cı́as—Los lamanitas habı́an sido mos, y también su armadura
maldecidos por su rebelión—Los que llevaban ceñida alrededor
hombres traen sobre sı́ su propia de ellos, y sus arcos, y sus fle-
maldición—Los nefitas derrotan a chas, y sus piedras y sus hondas,
otro ejército lamanita. etcétera.
Y SUCEDIÓ que los nefitas que no 6 Y la piel de los lamanitas era
fueron amuertos por las armas obscura, conforme a la señal que
de guerra, luego que hubieron fue puesta sobre sus padres, la
sepultado a los que habı́an pere- cual fue una amaldición sobre
cido —y el número de los muer- ellos por motivo de su transgre-
tos no se contó a causa de la sión y su rebelión en contra de
magnitud de su número— des- sus hermanos Nefi, Jacob, José y
pués que hubieron sepultado a Sam, que fueron hombres justos
sus muertos, todos se volvieron y santos.
a sus tierras y sus casas, y a sus 7 Y sus hermanos intentaron
esposas y a sus hijos. destruirlos; por lo tanto, fueron
2 Ahora bien, muchas mujeres maldecidos; y el Señor Dios pu-
y muchos niños habı́an pereci- so una aseñal sobre ellos, sı́, so-
do por la espada, ası́ como gran bre Lamán y Lemuel, y también
cantidad de sus rebaños y ma- sobre los hijos de Ismael y en las
nadas; y también fueron des- mujeres ismaelitas.
truidos muchos de sus campos 8 Y se hizo esto para distinguir

3 1a Alma 2:19; 4:2. 5a Enós 1:20; maldiciones.


3a Alma 2:15. Mos. 10:8; 7a 1 Ne. 12:23.
b Alma 44:22. Alma 42:18–21.
4a Alma 2:11. 6a 2 Ne. 5:21; 26:33.
b Alma 3:13–19. gee Maldecir, [87 a.C.]
ALMA 3:9–19 254
a su posteridad de la posteridad éstas son las palabras que él dijo
de sus hermanos, para que por a Nefi: He aquı́, he maldecido a
ese medio el Señor Dios preser- los lamanitas, y pondré sobre
vara a su pueblo, a fin de que no ellos una señal para que ellos y
se a mezclaran ni creyeran en su posteridad queden separa-
b
tradiciones incorrectas que cau- dos de ti y de tu posteridad, des-
sarı́an su destrucción. de hoy en adelante y para siem-
9 Y aconteció que quien mez- pre, salvo que se arrepientan de
claba su simiente con la de los su iniquidad y se avuelvan a mı́,
lamanitas traı́a la misma maldi- para que yo tenga misericordia
ción sobre sus descendientes. de ellos.
10 Por tanto, todo el que se de- 15 Y además: Pondré una señal
jaba desviar por los lamanitas sobre aquel que mezcle su si-
recibı́a ese nombre, y le era miente con la de tus hermanos,
puesta una señal. para que sean maldecidos tam-
11 Y aconteció que quienes no bién.
creı́an en las atradiciones de los 16 Y además: Pondré una señal
lamanitas, sino que creı́an en sobre el que pelee contra ti y tu
aquellos anales que fueron traı́- posteridad.
dos de la tierra de Jerusalén, ası́ 17 Y digo también que quien se
como en las tradiciones de sus separe de ti, no se llamará más
padres, que eran correctas, y tu posteridad; y te bendeciré a
creı́an en los mandamientos de ti, y al que fuere llamado tu des-
Dios y los guardaban, eran cendencia, desde hoy en ade-
llamados los nefitas, o el pueblo lante y para siempre; y éstas
de Nefi, desde entonces en fueron las promesas del Señor a
adelante. Nefi y a su posteridad.
12 Y son ellos los que han lle- 18 Ahora bien, los amlicitas no
vado los aanales verdaderos de sabı́an que estaban cumpliendo
su pueblo, y también del pueblo las palabras de Dios cuando em-
de los lamanitas. pezaron a marcarse la frente; sin
13 Ahora volveremos otra vez embargo, se habı́an arebelado
a los amlicitas, porque también abiertamente contra Dios; por
sobre ellos fue puesta una ase- tanto, fue menester que la mal-
ñal; sı́, ellos mismos se pusieron dición cayera sobre ellos.
la señal; sı́, una marca roja sobre 19 Ahora bien, quisiera que en-
la frente. tendieseis que ellos trajeron so-
14 De este modo queda cum- bre sı́ mismos la amaldición; y de
plida la palabra de Dios, porque igual manera todo hombre que

8a gee Matrimonio—El 11a Alma 17:9–11. gee Rebelión.


matrimonio entre 12a Mos. 1:6; 19a 2 Ne. 5:21–25;
personas de distintas Éter 4:6–11. Alma 17:15.
religiones. 13a Alma 3:4.
b Mos. 10:11–18; 14a 2 Ne. 30:4–6.
Alma 9:16. 18a 4 Ne. 1:38. [87 a.C.]
255 ALMA 3:20–4:3
es maldecido trae sobre sı́ su felicidad eterna o miseria eter-
propia condenación. na, de acuerdo con el espı́ritu
20 Aconteció, pues, que no mu- que quisieron obedecer, ya fue-
chos dı́as después de la batalla se un espı́ritu bueno, ya malo.
que emprendieron en la tierra 27 Pues todo hombre recibe su
a
de Zarahemla los lamanitas y salario de aquel a quien quiere
b
amlicitas, otro ejército lamanita obedecer, y esto según las pala-
vino sobre el pueblo de Nefi, en bras del espı́ritu de profecı́a; por
el amismo lugar donde el primer tanto, sea hecho conforme a la
ejército se habı́a batido con los verdad. Y ası́ terminó el quinto
amlicitas. año del gobierno de los jueces.
21 Y sucedió que se envió un
ejército para echarlos de su tie-
CAPÍTULO 4
rra.
22 Y el propio Alma, por estar
afligido con una aherida, no fue Alma bautiza a miles de conver-
esta vez a la batalla contra los sos—Surge la iniquidad en la Igle-
lamanitas, sia y el progreso de ésta disminu-
23 sino que envió contra ellos ye—Nefı́ah es nombrado juez supe-
un numeroso ejército, el cual su- rior—Alma, en calidad de sumo sa-
bió y mató a muchos de los la- cerdote, se dedica al ministerio.
manitas, y echó al resto de ellos Y SUCEDIÓ que en el †sexto año
fuera de las fronteras de su tie- del gobierno de los jueces sobre
rra. el pueblo de Nefi, no hubo con-
24 Y entonces volvieron otra tenciones ni guerras en la atierra
vez y empezaron a establecer la de Zarahemla.
paz en la tierra, sin ser molesta- 2 Mas el pueblo estaba afligido,
dos por sus enemigos durante sı́, sumamente afligido por la
a
algún tiempo. pérdida de sus hermanos, y
25 Ahora bien, todas estas co- también por la pérdida de sus
sas se hicieron, sı́, todas estas rebaños y manadas, y por la
guerras y contiendas comenza- pérdida de sus campos de grano
ron y terminaron en el *quinto que los lamanitas habı́an holla-
año del gobierno de los jueces. do y destruido.
26 Y en un año millares y dece- 3 Y eran tan grandes sus aflic-
nas de millares de almas fueron ciones, que no habı́a quien no
enviadas al mundo eterno, para tuviera motivo para lamentarse;
recibir su arecompensa confor- y creı́an que eran los juicios de
me a sus obras, ya fuesen bue- Dios enviados sobre ellos a cau-
nas o fuesen malas; para recibir sa de sus iniquidades y sus abo-

20a Alma 2:24. b Rom. 6:16; 2a Alma 2:19; 3:1–2, 26.


22a Alma 2:29–33. Hel. 14:29–31.
26a gee Obras. gee Obediencia,
27a Mos. 2:31–33; obediente, obedecer.
Alma 5:41–42. 4 1a Omni 1:12–19. [*87 a.C. †86 a.C.]
ALMA 4:4–11 256
minaciones; por consiguiente, sacerdotes y élderes en la igle-
se despertó en ellos el recuerdo sia; sı́, muchos de ellos se sintie-
de su deber. ron afligidos en extremo por la
4 Y empezaron a establecer la iniquidad que vieron que habı́a
iglesia más completamente; sı́, y surgido entre los de su pueblo.
muchos fueron abautizados en 8 Porque vieron y observaron
las aguas de Sidón y se unieron con gran dolor que los del pue-
a la iglesia de Dios; sı́, los bauti- blo de la iglesia empezaban a
zó Alma, a quien su padre, Al- ensalzarse en el aorgullo de sus
ma, habı́a consagrado bsumo sa- ojos, y a fijar sus corazones en
cerdote del pueblo de la iglesia. las riquezas y en las cosas vanas
5 Y s u c e d i ó q u e e n e l a ñ o del mundo, de modo que em-
*séptimo del gobierno de los pezaron a despreciarse unos a
jueces hubo unas tres mil qui- otros, y a perseguir a aquellos
nientas almas que se unieron a que bno creı́an conforme a la
la aiglesia de Dios y se bautiza- propia voluntad y placer de
ron. Y ası́ terminó el séptimo ellos.
año del gobierno de los jueces 9 Y ası́, en este octavo año del
sobre el pueblo de Nefi; y hubo gobierno de los jueces, empezó
continua paz todo ese tiempo. a haber grandes acontenciones
6 Y aconteció que en el año †oc- entre los de la iglesia; sı́, habı́a
b
tavo del gobierno de los jueces, envidias y conflictos, malicia,
los de la iglesia empezaron a lle- persecución y orgullo, aun exce-
narse de orgullo por motivo de diendo al orgullo de aquellos
sus grandes ariquezas, y sus bde- que no pertenecı́an a la iglesia
licadas sedas, y sus linos de teji- de Dios.
dos finos, y por motivo de sus 10 Y ası́ terminó el año octavo
muchos rebaños y manadas, y del gobierno de los jueces; y la
su oro y su plata, y toda clase de iniquidad de los de la iglesia fue
objetos preciosos que habı́an un gran tropiezo para los que
obtenido por su industria; y en no pertenecı́an a ella; y ası́ la
todas estas cosas se envanecie- iglesia empezó a detenerse en
ron en el orgullo de sus ojos, su progreso.
porque empezaron a usar vesti- 11 Y sucedió que al ‡principio
dos muy costosos. del año nono, Alma vio la ini-
7 Ahora bien, esto fue causa de quidad de la iglesia, y también
mucha aflicción para Alma, sı́, y vio que el aejemplo de la iglesia
para muchos de los que él habı́a empezaba a conducir a los que
a
consagrado para ser maestros, eran incrédulos de una iniqui-

4a Mos. 18:10–17. 7a gee Autoridad. b gee Envidia.


b Mos. 29:42. 8a gee Orgullo; 11a 2 Sam. 12:14;
5a Mos. 25:18–23; Vanidad, vano. Alma 39:11.
3 Ne. 26:21. b Alma 1:21.
6a gee Riquezas. 9a gee Contención, [*85 a.C. †84 a.C.
b Alma 1:29. contienda. ‡83 a.C.]
257 ALMA 4:12–19
dad a otra, causando con ello la que sobre ellos amontonaba el
destrucción del pueblo. resto de su pueblo, y viendo to-
12 Sı́, vio una desigualdad muy da su adesigualdad, comenzó a
grande entre el pueblo, algunos afligirse en extremo; sin embar-
que se ensalzaban en su orgullo, go, no le faltó el Espı́ritu del Se-
despreciando a otros, volviendo ñor.
las espaldas al anecesitado y al 16 Y escogió a un hombre sabio
desnudo, y a aquellos que te- de entre los élderes de la iglesia,
nı́an bhambre, y a los que tenı́an y lo facultó, según la avoz del
sed, y a los que estaban enfer- pueblo, para que tuviera el po-
mos y afligidos. der de decretar bleyes, de con-
13 Ahora bien, esto fue un gran formidad con las que se habı́an
motivo de lamentaciones entre dado, y ponerlas en vigor con-
el pueblo, mientras que otros se forme a la iniquidad y los crı́me-
humillaban, socorriendo a los nes del pueblo.
que necesitaban su socorro, a sa- 17 Y este hombre se llamaba
ber, arepartiendo de sus bienes Nefı́ah, y fue nombrado ajuez
al pobre y al necesitado, dando superior; y ocupó el asiento ju-
de comer al hambriento y su- dicial para juzgar y gobernar al
friendo toda clase de bafliccio- pueblo.
nes por ccausa de Cristo, quien 18 Ahora bien, Alma no le con-
habı́a de venir según el espı́ritu cedió el oficio de ser sumo sa-
de profecı́a, cerdote sobre la iglesia, sino que
14 aesperando anhelosamente retuvo el oficio de sumo sacer-
ese dı́a, breteniendo de ese mo- dote para sı́; mas entregó a Ne-
do la remisión de sus pecados; fı́ah el asiento judicial.
llenándose de gran calegrı́a a 19 E hizo esto para poder salir
causa de la resurrección de los él amismo entre los de su pue-
muertos, de acuerdo con la vo- blo, o sea, entre el pueblo de Ne-
luntad y el poder y la liberación fi, a fin de predicarles la bpalabra
de Jesucristo de las ligaduras de de Dios para cdespertar en ellos
la muerte. el drecuerdo de sus deberes, y
15 Y ahora bien, aconteció que para abatir, por medio de la pa-
Alma, habiendo visto las aflic- labra de Dios, todo el orgullo y
ciones de los humildes discı́pu- las artimañas, y todas las con-
los de Dios y las persecuciones tenciones que habı́a entre su

12a Isa. 3:14; Jacob 2:17. anhelosamente en 16a Alma 2:3–7.


b Mos. 4:26. Cristo como mirar b Alma 1:1, 14, 18.
13a gee Limosna. hacia lo futuro a 17a Alma 50:37.
b gee Adversidad. Cristo. 19a Alma 7:1.
c 2 Cor. 12:10. b Mos. 4:12; b Alma 31:5;
14a La expresión en Alma 5:26–35. DyC 11:21–22.
inglés “look forward gee Justificación, c Enós 1:23.
to” que se traduce justificar. d Mos. 1:17; Hel. 12:3.
aquı́ significa tanto c gee Gozo. [Aproximadamente
esperar 15a DyC 38:27; 49:20. 83 a.C.]
ALMA 4:20–5:5 258
pueblo, porque no vio otra ma- A CONTECIÓ, pues, que *Alma
nera de rescatarlos sino con la empezó a aproclamar la palabra
fuerza de un etestimonio puro de bDios al pueblo, primero en
en contra de ellos. la tierra de Zarahemla, y desde
20 Y ası́, a principios del año allı́ por toda la tierra.
nono del gobierno de los jueces 2 Y éstas son las palabras que,
sobre el pueblo de Nefi, Alma según su propio registro, habló
entregó el asiento judicial a aNe- al pueblo de la iglesia que se ha-
fı́ah, y se concretó completa- llaba establecida en la ciudad de
mente al bsumo sacerdocio del Zarahemla, diciendo:
santo orden de Dios, y a dar tes- 3 Yo, Alma, habiendo sido
a
timonio de la palabra, de acuer- consagrado por mi padre Alma
do con el espı́ritu de revelación para ser bsumo sacerdote sobre
y profecı́a. la iglesia de Dios, ya que él tenı́a
el poder y la cautoridad de Dios
para hacer estas cosas, he aquı́,
Las palabras que Alma, el Sumo os digo que él empezó a estable-
Sacerdote según el santo orden cer una iglesia en la tierra que se
de Dios, proclamó al pueblo en sus hallaba en las fronteras de Nefi;
ciudades y aldeas por todo el paı́s. sı́, la dtierra que era llamada la
Comprende el capı́tulo 5. tierra de Mormón; sı́, y bautizó a
sus hermanos en las aguas de
Mormón.
CAPÍTULO 5 4 Y he aquı́, os digo que fueron
a
librados de las manos del pue-
Para lograr la salvación, los hom- blo del rey Noé por la misericor-
bres deben arrepentirse y guardar dia y el poder de Dios.
los mandamientos, nacer de nuevo, 5 Y después de esto, he aquı́,
purificar sus vestidos mediante la fueron reducidos a la a servi-
sangre de Cristo, ser humildes, dumbre por la mano de los la-
despojarse del orgullo y de la envi- manitas en el desierto; sı́, os di-
dia, y hacer las obras de rectitud— go que se hallaban en el cautive-
El Buen Pastor llama a su pueblo— rio, y nuevamente el Señor los
Los que hacen obras malas son hijos libró de la bservidumbre por el
del diablo—Alma testifica de la ve- poder de su palabra; y se nos
racidad de su doctrina y manda a trajo a esta tierra, y aquı́ empe-
los hombres que se arrepientan— zamos a establecer la iglesia de
Los nombres de los justos serán es- Dios por toda esta tierra tam-
critos en el libro de la vida. bién.

19e gee Testimonio. 3a gee Ordenación, 4a Mos. 23:1–3.


20a Alma 8:12. ordenar. 5a Mos. 23:37–39;
b Mos. 29:42; b Alma 4:4, 18, 20. 24:8–15.
Alma 5:3, 44, 49. c Mos. 18:13; b Mos. 24:17.
5 1a Alma 4:19. 3 Ne. 11:25. [*Aproximadamente
b Alma 5:61. d Mos. 18:4; 3 Ne. 5:12. 83 a.C.]
259 ALMA 5:6–15
6 Y ahora, he aquı́ os digo, me. Y os digo que son salvos.
hermanos mı́os, vosotros los 10 Y os pregunto ahora: ¿Se-
que pertenecéis a esta iglesia, gún qué condiciones son asal-
¿habéis retenido suficientemen- vos? Sı́, ¿en qué se fundaban
te en la memoria el cautiverio para esperar la salvación? ¿Por
de vuestros padres? Sı́, ¿y ha- qué motivo fueron librados de
béis retenido suficientemente las ligaduras de la muerte, sı́, y
en la memoria la misericordia y de las cadenas del infierno tam-
longanimidad de Dios para con bién?
ellos? Y además, ¿habéis reteni- 11 He aquı́, os lo puedo decir.
do suficientemente en la me- ¿No creyó mi padre Alma en
moria que él ha rescatado sus las palabras que se declararon
almas del infierno? por boca de a Abinadı́? ¿Y no
7 He aquı́, él cambió sus cora- fue él un santo profeta? ¿No
zones; sı́, los despertó de un habló las palabras de Dios, y las
profundo sueño, y despertaron creyó mi padre Alma?
en cuanto a Dios. He aquı́, se 12 Y según su fe, se realizó un
hallaban en medio de la obscu- gran acambio en su corazón. He
ridad; no obstante, la luz de aquı́, os digo que todo esto es
la sempiterna palabra iluminó verdad.
sus almas; sı́, los tenı́an ceñidos 13 Y he aquı́, él apredicó la pa-
las aligaduras de la muerte y labra a vuestros padres, y en
las bcadenas del infierno, y los sus corazones también se efec-
esperaba una eterna destruc- tuó un gran cambio; y se humi-
ción. llaron, y pusieron su bconfianza
8 Y os pregunto ahora, herma- en el Dios verdadero y cvivien-
nos mı́os: ¿Fueron destruidos? te. Y he aquı́, fueron fieles has-
He aquı́, os digo que no; no lo ta el dfin; por tanto, fueron sal-
fueron. vos.
9 Y o s p r e g u n t o t a m b i é n : 14 Y ahora os pregunto, her-
¿Fueron quebrantadas las liga- manos mı́os de la iglesia: ¿Ha-
duras de la muerte, y desata- béis anacido espiritualmente de
das las cadenas del infierno Dios? ¿Habéis recibido su ima-
que los tenı́an atados? Os di- gen en vuestros rostros? ¿Ha-
go que sı́; fueron desatadas, y béis experimentado este gran
b
sus almas se ensancharon, y cambio en vuestros corazones?
cantaron del amor que redi- 15 ¿Ejercéis la fe en la reden-

7a Mos. 15:8. 13a Mos. 18:7. gee Nacer de Dios,


b Alma 12:11; b gee Confianza, nacer de nuevo.
DyC 138:23. confiar. b Rom. 8:11–17;
10a gee Salvación; Plan c Morm. 9:28; Mos. 5:2; Moisés 6:65.
de redención. DyC 20:19. gee Conversión,
11a Mos. 17:1–4. d gee Perseverar. convertir.
12a gee Conversión, 14a Mos. 27:24–27; [Aproximadamente
convertir. Alma 22:15. 83 a.C.]
ALMA 5:16–24 260
ción de aquel que os acreó? ¿bMi- a
imagen de Dios grabada en
ráis hacia adelante con el ojo vuestros semblantes?
de la fe y veis este cuerpo mor- 20 Os digo: ¿Podéis pensar en
tal levantado en inmortalidad, ser salvos cuando os habéis so-
y esta corrupción c levantada metido para quedar asujetos al
en incorrupción, para presenta- diablo?
ros ante Dios y ser djuzgados 21 Os digo que en aquel dı́a sa-
de acuerdo con las obras que bréis que no podéis ser asalvos;
se han hecho en el cuerpo mor- porque nadie puede ser salvo a
tal? menos que sus bvestidos hayan
16 Os digo: ¿Podéis imaginaros sido lavados hasta quedar blan-
oı́r la voz del Señor en aquel dı́a, cos; sı́, sus vestidos deben ser
diciéndoos: Venid a mı́, abendi- c
purificados hasta quedar lim-
tos, porque, he aquı́, vuestras pios de toda mancha, mediante
obras han sido obras de rectitud la sangre de aquel de quien
sobre la faz de la tierra? nuestros padres han hablado, el
17 ¿O suponéis que podréis cual habrá de venir para redimir
mentir al Señor en aquel dı́a, y a su pueblo de sus pecados.
a
decir: Señor, nuestras obras 22 Y os pregunto ahora, her-
han sido justas sobre la faz de la manos mı́os: ¿Cómo se sentirá
tierra; y que entonces él os sal- cualquiera de vosotros, si com-
vará? parecéis ante el tribunal de
18 O de lo contrario, ¿podéis Dios, con vuestros vestidos man-
imaginaros llevados ante el tri- chados de a sangre y de toda
bunal de Dios con vuestras al- clase de binmundicia? He aquı́,
mas llenas de culpa y remordi- ¿qué testificarán todas estas co-
miento, teniendo un recuerdo sas contra vosotros?
de toda vuestra culpa; sı́, un are- 23 He aquı́, ¿no atestificarán
cuerdo perfecto de todas vues- que sois asesinos, sı́, y también
tras iniquidades; sı́, un recuerdo que sois culpables de todo géne-
de haber desafiado los manda- ro de iniquidades?
mientos de Dios? 24 He aquı́, hermanos mı́os,
19 Os digo: ¿Podréis mirar a ¿suponéis que semejante ser
Dios en aquel dı́a con un cora- pueda tener un lugar donde
zón puro y manos limpias? ¿Po- sentarse en el reino de Dios, con
a
dréis alzar la vista, teniendo la Abraham, con Isaac, y con Ja-

15a gee Creación, crear. d gee Juicio Final. Alma 13:11–13;


b La expresión en 16a Mateo 25:31–46. 3 Ne. 27:19–20.
inglés “look forward 17a 3 Ne. 14:21–23. c gee Pureza, puro.
to” que se traduce 18a Ezeq. 20:43; 22a Isa. 59:3.
aquı́ significa tanto 2 Ne. 9:14; b gee Inmundicia,
esperar Mos. 3:25; inmundo.
anhelosamente en Alma 11:43. 23a Isa. 59:12.
Cristo como mirar 19a 1 Juan 3:1–3. 24a Lucas 13:28.
hacia lo futuro a 20a Mos. 2:32.
Cristo. 21a gee Salvación. [Aproximadamente
c gee Resurrección. b 1 Ne. 12:10; 83 a.C.]
261 ALMA 5:25–34
cob, y también todos los santos aquı́, debéis disponeros pronta-
profetas, cuyos vestidos están mente; porque el reino de los
limpios y se hallan sin mancha, cielos pronto se acerca, y el que
puros y blancos? no esté preparado no tendrá vi-
25 Os digo que no; y a menos da eterna.
que hagáis a nuestro Creador 29 He aquı́, digo: ¿Hay entre
embustero desde el principio, o vosotros quien no esté despoja-
penséis que ha mentido desde do de la aenvidia? Os digo que
el principio, no podéis suponer éste no está preparado; y quisie-
que tales seres puedan hallar lu- ra que se preparase pronto, por-
gar en el reino de los cielos; sino que la hora está cerca, y no sabe
que serán echados fuera, por- cuándo llegará el momento;
que son ahijos del reino del dia- porque tal persona no se halla
blo. sin culpa.
26 Y ahora os digo, hermanos 30 Y además, os digo: ¿Hay en-
mı́os, si habéis experimentado tre vosotros quien se aburle de
un acambio en el corazón, y si su hermano, o que acumule per-
habéis sentido el deseo de can- secuciones sobre él?
tar la b canción del amor que 31 ¡Ay de tal persona, por-
redime, quisiera preguntaros: que no está preparada; y el
¿cPodéis sentir esto ahora? tiempo está cerca en que debe
27 ¿Habéis caminado, con- arrepentirse, o no puede ser
servándoos airreprensibles de- salva!
lante de Dios? Si os tocase 32 Sı́, ¡ay de todos vosotros,
a
morir en este momento, ¿po- obradores de iniquidad! ¡Arre-
drı́ais decir, dentro de voso- pentı́os, arrepentı́os, porque el
tros, que habéis sido suficiente- Señor Dios lo ha dicho!
mente bhumildes? ¿que vues- 33 He aquı́, él invita a atodos
tros vestidos han sido lavados los hombres, pues a todos ellos
y blanqueados mediante la san- se extienden los bbrazos de mi-
gre de Cristo, que vendrá para sericordia, y él dice: Arrepen-
c
redimir a su pueblo de sus pe- tı́os, y os recibiré.
cados? 34 Sı́, dice él: aVenid a mı́, y
28 He aquı́, ¿os halláis despoja- participaréis del bfruto del árbol
dos del aorgullo? Si no, yo os di- de la vida; sı́, comeréis y bebe-
go que no estáis preparados pa- réis clibremente del dpan y de las
ra comparecer ante Dios. He aguas de la vida;

25a 2 Ne. 9:9. humilde. b Jacob 6:5; 3 Ne. 9:14.


26a gee Conversión, c gee Redención, 34a 2 Ne. 26:24–28;
convertir. redimido, redimir. 3 Ne. 9:13–14.
b Alma 26:13. 28a gee Orgullo. b 1 Ne. 8:11; 15:36.
c Mos. 4:12; 29a gee Envidia. c 2 Ne. 9:50–51;
DyC 20:31–34. 30a gee Maledicencia. Alma 42:27.
27a gee Justificación, 32a Sal. 5:5. d gee Pan de vida.
justificar. 33a Alma 19:36; [Aproximadamente
b gee Humildad, 3 Ne. 18:25. 83 a.C.]
ALMA 5:35–44 262
35 sı́, venid a mı́ y haced obras aquı́, os digo que quien niega
de rectitud, y no seréis talados y esto es un cembustero e dhijo del
arrojados al fuego. diablo.
36 Porque he aquı́, el tiempo 40 Porque os digo que todo lo
está cerca en que todo aquel que que es abueno viene de Dios; y
no adiere buen fruto, o sea, el todo lo que es malo, del diablo
que no hiciere las obras de recti- procede.
tud, tendrá razón para gritar y 41 Por lo tanto, si un hombre
lamentarse. hace abuenas obras, él escucha la
37 ¡Oh obradores de iniquidad, voz del buen pastor y lo sigue;
vosotros que os habéis engreı́do pero el que hace malas obras, és-
con las avanidades del mundo, te se convierte en bhijo del dia-
vosotros que habéis declarado blo, porque escucha su voz y lo
conocer las sendas de la recti- sigue.
tud, y, sin embargo, os habéis 42 Y el que hace esto tendrá
b
descarriado como covejas sin que recibir de él su asalario; por
pastor, no obstante que un pas- consiguiente, recibe como su
tor os ha dllamado, y os está lla- b
salario la cmuerte, en cuanto a
mando aún, pero vosotros no las cosas que pertenecen a la
queréis eescuchar su voz! rectitud, ya que está muerto a
38 He aquı́, os digo que el buen toda buena obra.
a
pastor os llama; sı́, y os llama en 43 Y ahora bien, hermanos
su propio nombre, el cual es el mı́os, quisiera que me escucha-
nombre de Cristo; y si no que- seis, porque hablo con la fuerza
réis dar boı́dos a la voz del cbuen de mi alma; porque, he aquı́, os
pastor, al dnombre por el cual he hablado claramente de modo
sois llamados, he aquı́, no sois que no podéis errar, o sea, he
las ovejas del buen pastor. hablado según los mandamien-
39 Y si no sois las ovejas del tos de Dios.
buen pastor, ¿de qué arebaño 44 Porque soy llamado para
sois? He aquı́, os digo que el hablar de este modo, según el
b a
diablo es vuestro pastor, y vo- santo orden de Dios que está
sotros sois de su rebaño; y ahora en Cristo Jesús; sı́, se me manda
bien, ¿quién puede negarlo? He que me levante y testifique a es-

36a Mateo 3:10; 7:15–20; DyC 101:7. 41a 3 Ne. 14:16–20.


3 Ne. 14:19; c 3 Ne. 15:24; 18:31. gee Obras.
DyC 97:7. d Mos. 5:8; b Mos. 16:3–5;
37a gee Vanidad, vano. Alma 34:38. Alma 11:23.
b 2 Ne. 12:5; 28:14; 39a Mateo 6:24; 42a Alma 3:26–27;
Mos. 14:6. Lucas 16:13. DyC 29:45.
c Mateo 9:36. b Mos. 5:10. b Rom. 6:23.
d Prov. 1:24–27; gee Diablo. c Hel. 14:16–18.
Isa. 65:12. c 1 Juan 2:22. gee Muerte espiritual.
e Jer. 26:4–5; d 2 Ne. 9:9. 44a Alma 13:6.
Alma 10:6. 40a Omni 1:25;
38a gee Buen Pastor. Éter 4:12; [Aproximadamente
b Lev. 26:14–20; Moro. 7:12, 15–17. 83 a.C.]
263 ALMA 5:45–52
te pueblo las cosas que han ha- sı́, los pecados de todo hombre
blado nuestros padres concer- que crea firmemente en su nom-
nientes a lo que está por venir. bre.
45 Y esto no es todo. ¿No supo- 49 Y ahora os digo que éste es
néis que asé de estas cosas yo el aorden según el cual soy lla-
mismo? He aquı́, os testifico que mado, sı́, para predicar a mis
yo sé que estas cosas de que he amados hermanos, sı́, y a todo el
hablado son verdaderas. Y ¿có- que mora sobre la tierra; sı́, a
mo suponéis que yo sé de su predicar a todos, ora ancianos o
certeza? jóvenes, ora esclavos o libres; sı́,
46 He aquı́, os digo que el San- os digo, a los de edad avanzada
to Espı́ritu de Dios me las hace y también a los de edad media-
a
saber. He aquı́, he bayunado y na y a la nueva generación; sı́,
orado muchos dı́as para poder para declararles que deben arre-
saber estas cosas por mı́ mismo. pentirse y bnacer de nuevo.
Y ahora sé por mı́ mismo que son 50 Sı́, el Espı́ritu ası́ dice: Arre-
verdaderas; porque el Señor Dios pentı́os todos vosotros, extre-
me las ha manifestado por su San- mos de la tierra, porque el reino
to Espı́ritu; y éste es el espı́ritu de los cielos está cerca; sı́, el Hijo
de crevelación que está en mı́. de Dios viene en su agloria, en
47 Y además, os digo que ası́ se su fuerza, majestad, poder y do-
me ha revelado, que las palabras minio. Sı́, amados hermanos
que nuestros padres han habla- mı́os, os digo que el Espı́ritu di-
do son verdaderas, aun de con- ce: He aquı́ la gloria del bRey de
formidad con el espı́ritu de pro- toda la tierra; y también el Rey
fecı́a que en mı́ se halla, el cual del cielo brillará muy pronto en-
también es por la manifestación tre todos los hijos de los hom-
del Espı́ritu de Dios. bres.
48 Os digo yo que sé por mı́ 51 Y me dice también el Espı́ri-
mismo, que cuanto os diga con- tu, sı́, me clama con voz potente,
cerniente a lo que ha de venir es diciendo: Ve y di a los de este
verdad; y os digo que sé que Je- pueblo: Arrepentı́os, porque a
sucristo vendrá; sı́, el Hijo, el menos que os arrepintáis, de
Unigénito del Padre, lleno de ningún modo podréis heredar
gracia, de misericordia y de ver- el reino de los acielos.
dad. Y he aquı́, él es el que viene 52 Y además, os digo que el Es-
a quitar los pecados del mundo, pı́ritu declara: He aquı́, el aha-

45a gee Testimonio. nacer de nuevo. gee Jesucristo; Reino


46a 1 Cor. 2:9–16. 50a gee Gloria; Segunda de Dios o de los
b gee Ayunar, ayuno. venida de Jesucristo. cielos.
c gee Revelación. b Sal. 24; Mateo 2:2; 51a gee Cielo.
49a gee Llamado, Lucas 23:2; 52a Lucas 3:9;
llamado por Dios, 2 Ne. 10:14; DyC 97:7.
llamamiento; DyC 38:21–22;
Sacerdocio. 128:22–23; [Aproximadamente
b gee Nacer de Dios, Moisés 7:53. 83 a.C.]
ALMA 5:53–60 264
cha está puesta a la raı́z del ár- arrojados al fuego, a menos que
bol; por lo tanto, todo árbol que se arrepientan prontamente.
no produzca buen fruto, será 57 Y a todos vosotros que de-
b
talado y echado al fuego; sı́, un seáis seguir la voz del abuen pas-
fuego que no puede ser consu- tor, ahora os digo: Salid de entre
mido, un fuego inextinguible. los inicuos, y conservaos bapar-
He aquı́, y tened presente, el te, y no toquéis sus cosas in-
Santo lo ha dicho. mundas; pues he aquı́, sus nom-
53 Y ahora os digo, amados bres serán cborrados, a fin de
hermanos mı́os: ¿Podéis resistir que los nombres de los inicuos
estas palabras? Sı́, ¿podéis dese- no sean contados entre los nom-
char estas cosas y ahollar con los bres de los justos, para que se
pies al Santo de Israel? Sı́, ¿po- cumpla la palabra de Dios, que
déis inflaros con el borgullo de dice: Los nombres de los inicuos
vuestros corazones? Sı́, ¿persis- no serán mezclados con los
tiréis aún en usar ropas ccosto- nombres de los de mi pueblo;
sas y en poner vuestros corazo- 58 porque los nombres de los
nes en las vanidades del mun- justos serán escritos en el alibro
do, en vuestras driquezas? de la vida, y a ellos les concede-
54 Sı́, ¿persistiréis en suponer ré una herencia a mi diestra. Y
que unos sois mejores que ahora bien, hermanos mı́os,
otros? Sı́, ¿persistiréis en perse- ¿qué tenéis que decir en contra
guir a vuestros hermanos que se de esto? Os digo que si habláis
humillan y caminan según el en contra de ello, nada importa;
santo orden de Dios, en virtud porque la palabra de Dios debe
de lo cual han entrado en esta cumplirse.
iglesia —habiendo sido asantifi- 59 Pues, ¿qué pastor hay entre
cados por el Santo Espı́ritu— y vosotros que, teniendo muchas
hacen obras dignas de arrepen- ovejas, no las vigila para que no
timiento? entren los lobos y devoren su
55 Sı́, ¿persistiréis en volver rebaño? Y he aquı́, si un lobo en-
vuestras espaldas al apobre y al tra en medio de su rebaño, ¿no
necesitado, y en negarles vues- lo echa fuera? Sı́, y por último, si
tros bienes? puede destruirlo, lo hará.
56 Y por último, a todos voso- 60 Y ahora os digo que el buen
tros que queréis persistir en pastor os llama; y si escucháis su
vuestra iniquidad, os digo que voz, os conducirá a su redil y se-
éstos son los que serán talados y réis sus ovejas; y él os manda

52b Jacob 5:46; 6:7; 54a gee Santificación. DyC 133:5, 14.
3 Ne. 27:11–12. 55a Sal. 109:15–16; c Deut. 29:20;
53a 1 Ne. 19:7. Jacob 2:17; Moro. 6:7;
b gee Orgullo. Hel. 6:39–40. DyC 20:8.
c 2 Ne. 28:11–14; 57a gee Buen Pastor. 58a gee Libro de la vida.
Morm. 8:36–39. b Esd. 6:21; 9:1;
d Sal. 62:10; Neh. 9:2; [Aproximadamente
DyC 56:16–18. 2 Tes. 3:6; 83 a.C.]
265 ALMA 5:61–6:7
que no dejéis entrar ningún lo- 3 Y también sucedió que aque-
bo rapaz entre vosotros, para llos que eran de la iglesia y que
que no seáis destruidos. no se aarrepintieron de sus ini-
61 Y ahora bien, yo, Alma, os quidades ni se humillaron ante
mando, con las palabras de Dios —me refiero a los que se
a
aquel que me ha mandado a habı́an ensalzado en el borgullo
mı́, que os esforcéis por cumplir de sus corazones— éstos fueron
con las palabras que os he ha- desechados, y sus nombres fue-
blado. ron cborrados, de modo que no
62 Os hablo por vı́a de manda- los contaban entre los de los jus-
miento a vosotros que pertene- tos.
céis a la iglesia; y por vı́a de invi- 4 Y ası́ empezaron a establecer
tación os hablo a los que no per- el orden de la iglesia en la ciu-
tenecéis a ella, diciendo: Venid dad de Zarahemla.
y bautizaos para arrepentimien- 5 Ahora bien, quisiera que en-
to, a fin de que también partici- tendieseis que la palabra de
péis del fruto del aárbol de la vi- Dios era accesible a todos; que a
da. nadie se le negaba el privilegio
de congregarse para oı́r la pala-
CAPÍTULO 6 bra de Dios.
6 No obstante, se mandó a los
hijos de Dios que se congrega-
La Iglesia en Zarahemla se purifica ran frecuentemente, y se unie-
y se pone en orden—Alma va a Ge- ran en aayuno y ferviente ora-
deón a predicar. ción por el bien de las almas de
Y SUCEDIÓ que después que hu- aquellos que no conocı́an a
bo concluido de hablar a los de Dios.
la iglesia establecida en la ciu- 7 Y sucedió que después que
dad de Zarahemla, Alma aor- hubo formulado estas reglas, Al-
denó sacerdotes y bélderes por ma se retiró de ellos, sı́, de la
la imposición de sus cmanos, se- iglesia que se hallaba en la ciu-
gún el orden de Dios, para pre- dad de Zarahemla, y cruzó al la-
sidir la iglesia y dvelar por ella. do este del rı́o Sidón, al avalle de
2 Y aconteció que de los que Gedeón, donde se habı́a edifica-
no pertenecı́an a la iglesia, quie- do una ciudad que se llamaba
nes se arrepentı́an de sus peca- Gedeón, la cual se hallaba en el
dos, eran abautizados para arre- valle llamado Gedeón, el nom-
pentimiento y recibidos en la bre de aquel a quien Nehor bma-
iglesia. tó con la espada.

61a Alma 5:44. d DyC 52:39. Alma 1:24; 5:57–58.


62a 1 Ne. 8:10; 11:21–23. 2a gee Bautismo, gee Excomunión.
6 1a gee Ordenación, bautizar. 6a gee Ayunar, ayuno.
ordenar. 3a Mos. 26:6. 7a Alma 2:20.
b gee Elder (anciano). b gee Orgullo. b Alma 1:9.
c gee Manos, c Éx. 32:33; [Aproximadamente
imposición de. Mos. 26:36; 83 a.C.]
ALMA 6:8–7:6 266
8 Y Alma fue a la iglesia que se mi boca, pues me he visto total-
hallaba establecida en el valle de mente limitado al btribunal, con
Gedeón, y empezó a declarar la tantos asuntos que no pude visi-
palabra de Dios según la revela- taros antes.
ción de la verdad de la palabra 2 Y ni aun en esta ocasión ha-
que sus padres habı́an hablado brı́a podido venir, si no fuera
y de acuerdo con el espı́ritu de que se ha adado el asiento judi-
profecı́a que estaba en él, con- cial a otro para que gobierne en
forme al atestimonio de Jesucris- mi lugar. Y el Señor con gran
to, el Hijo de Dios, que habrı́a de misericordia me ha concedido
venir para redimir a su pueblo que venga a vosotros.
de sus pecados, y de acuerdo 3 Y he aquı́, he venido con
con el santo orden mediante el grandes esperanzas y con mu-
cual Alma habı́a sido llamado. Y cho anhelo de hallar que os ha-
ası́ está escrito. Amén. bı́ais humillado ante Dios y que
habı́ais continuado suplicando
su gracia; de hallar que estabais
Las palabras de Alma que, según sin culpa ante él, y de no halla-
sus propios anales, dirigió al pue- ros en el terrible dilema en que
blo de Gedeón. estaban vuestros hermanos en
Comprende el capı́tulo 7. Zarahemla.
4 Pero bendito sea el nombre
de Dios, porque me ha dado a
CAPÍTULO 7 saber, sı́, me ha concedido el
inmenso gozo de saber que
Cristo nacerá de Marı́a—Él soltará nuevamente se hallan fundados
las ligaduras de la muerte y tomará en la senda de la justicia de
sobre sı́ los pecados de su pueblo— Dios.
Aquellos que se arrepientan, se bau- 5 Y confı́o en que, según el
ticen y guarden los mandamientos Espı́ritu de Dios que está en
tendrán la vida eterna—La inmun- mı́, también pueda yo sentir
dicia no puede heredar el reino de gozo por causa de vosotros; no
Dios—Se requieren la humildad, la obstante, no deseo que mi gozo
fe, la esperanza y la caridad. por vosotros venga a causa
de tantas aflicciones y angus-
H E aquı́, amados hermanos tia que he sentido por los her-
mı́os, ya que se me ha permitido manos de Zarahemla; porque
venir a vosotros, trataré, por he aquı́, mi gozo por causa
tanto, de ahablaros en mi len- de ellos viene después de pa-
guaje, sı́, por mi propia boca, en sar por mucha aflicción y an-
vista de que es la primera vez gustia.
que os hablo con las palabras de 6 Mas he aquı́, confı́o en que

8a Apoc. 19:10. b Mos. 29:42. [Aproximadamente


7 1a Alma 4:19. 2a Alma 4:16–18. 83 a.C.]
267 ALMA 7:7–13
no os halléis en un estado de dad por sus sendas, que son rec-
tanta incredulidad como lo esta- tas; porque he aquı́, el reino de
ban vuestros hermanos; espero los cielos está cerca, y el Hijo de
que no os hayáis envanecido Dios bviene sobre la faz de la tie-
con el orgullo de vuestros cora- rra.
zones; sı́, confı́o en que no ha- 10 Y he aquı́, anacerá de bMarı́a,
yáis puesto vuestros corazones en Jerusalén, que es la ctierra
en las riquezas y las vanidades de nuestros antepasados, y sien-
del mundo; sı́, confı́o en que no do ella dvirgen, un vaso precio-
adoréis aı́dolos, sino que adoréis so y escogido, a quien se hará
al Dios verdadero y bviviente, y sombra y econcebirá por el po-
que esperéis anhelosamente, der del Espı́ritu Santo, dará a
con una fe sempiterna, la remi- luz un hijo, sı́, aun el Hijo de
sión de vuestros pecados que ha Dios.
de venir. 11 Y él saldrá, sufriendo dolo-
7 Pues he aquı́, os digo que res, aaflicciones y tentaciones de
muchas cosas han de venir; y he todas clases; y esto para que se
aquı́, hay una que es más impor- cumpla la palabra que dice: To-
tante que todas las otras, pues mará sobre sı́ los dolores y las
he aquı́, no está muy lejos el adı́a enfermedades de su pueblo.
en que el Redentor viva y venga 12 Y tomará sobre sı́ la amuerte,
entre su pueblo. para soltar las ligaduras de
8 He aquı́, no digo que vendrá la muerte que sujetan a su pue-
entre nosotros mientras esté blo; y sus enfermedades tomará
morando en su cuerpo terrenal; él sobre sı́, para que sus entra-
pues he aquı́, el Espı́ritu no me ñas sean llenas de misericordia,
ha dicho que tal serı́a el caso. según la carne, a fin de que se-
Ahora bien, con respecto a ello, gún la carne sepa cómo bsoco-
no sé; pero esto sı́ sé, que el Se- rrer a los de su pueblo, de acuer-
ñor Dios tiene poder para hacer do con las enfermedades de
todas las cosas que van de con- ellos.
formidad con su palabra. 13 Ahora bien, el Espı́ritu asabe
9 Mas he aquı́, el Espı́ritu me todas las cosas; sin embargo, el
ha dicho esto: Proclama a este Hijo de Dios padece según la
pueblo, diciendo: aArrepentı́os y carne, a fin de btomar sobre sı́ los
preparad la vı́a del Señor, y an- pecados de su pueblo, para bo-

6a 2 Ne. 9:37; Hel. 6:31. Jesús. 12a 2 Ne. 2:8;


b Dan. 6:26. c 1 Cró. 9:3; Alma 12:24–25.
7a Alma 9:26. 2 Cró. 15:9; gee Crucifixión.
9a Mateo 3:2–4; 1 Ne. 1:4; b Heb. 2:18; 4:15;
Alma 9:25. 3 Ne. 20:29. DyC 62:1.
b Mos. 3:5; 7:27; 15:1–2. d 1 Ne. 11:13–21. 13a gee Trinidad.
10a Isa. 7:14; e Mateo 1:20; b Mos. 15:12.
Lucas 1:27. Mos. 15:3. gee Expiación, expiar.
b Mos. 3:8. 11a Isa. 53:3–5; [Aproximadamente
gee Marı́a, madre de Mos. 14:3–5. 83 a.C.]
ALMA 7:14–22 268
rrar sus transgresiones según el yo sé que las creéis es por la ma-
poder de su redención; y he nifestación del Espı́ritu que hay
aquı́, éste es el testimonio que en mı́. Y ahora, por motivo de
hay en mı́. que vuestra fe es grande en es-
14 Ahora os digo que debéis to, sı́, concerniente a lo que os
arrepentiros y anacer de nuevo; he hablado, grande es mi gozo.
pues el Espı́ritu dice que si no 18 Porque como os dije desde
nacéis otra vez, no podéis here- el principio, deseaba mucho que
dar el reino de los cielos. Venid, no estuvieseis en el estado de
pues, y sed bautizados para arre- dilema semejante a vuestros
pentimiento, a fin de que seáis hermanos; y he hallado que se
lavados de vuestros pecados, pa- han realizado mis deseos.
ra que tengáis fe en el Cordero 19 Porque percibo que andáis
de Dios, que quita los pecados por las sendas de la rectitud.
del mundo, que es poderoso pa- Veo que os halláis en el camino
ra salvar y para limpiar de toda que conduce al reino de Dios; sı́,
iniquidad. percibo que estáis enderezando
15 Sı́, os digo, venid y no te- sus asendas.
máis, y desechad todo pecado, 20 Veo que se os ha hecho sa-
pecado que fácilmente os aen- ber, por el testimonio de su pa-
vuelve, que os liga hasta la des- labra, que él no puede aandar en
trucción; sı́, venid y adelantaos, sendas tortuosas; ni se desvı́a de
y manifestad a vuestro Dios que aquello que ha dicho; ni hay en
estáis dispuestos a arrepentiros él sombra de apartarse de la de-
de vuestros pecados y a concer- recha a la izquierda, o del bien
tar un convenio con él de guar- al mal; por tanto, su curso es un
dar sus mandamientos, y testifi- giro eterno.
cádselo hoy, yendo a las aguas 21 Y él no habita en templos
a
del bautismo. impuros; y ni la suciedad ni co-
16 Y el que hiciere esto y guar- sa inmunda alguna pueden ser
dare los mandamientos de Dios recibidas en el reino de Dios;
de allı́ en adelante, se acordará por tanto, os digo que vendrá el
que le digo, sı́, se acordará que tiempo, sı́, y será en el postrer
le he dicho, según el testimonio dı́a, en que el que sea binmundo
del Santo Espı́ritu que testifica permanecerá en su inmundicia.
en mı́, que tendrá la vida eterna. 22 Y ahora bien, mis queridos
17 Y ahora bien, amados her- hermanos, os he dicho estas co-
manos mı́os, ¿creéis estas cosas? sas a fin de despertar en voso-
He aquı́, os digo que sı́, yo sé tros el sentido de vuestro deber
que las creéis; y la forma en que para con Dios, para que andéis

14a gee Nacer de Dios, DyC 3:2. Morm. 9:14;


nacer de nuevo. 21a 1 Cor. 3:16–17; 6:19; DyC 88:35.
15a 2 Ne. 4:18. Mos. 2:37;
19a Mateo 3:3. Alma 34:36.
20a 1 Ne. 10:19; b 1 Ne. 15:33–35; [Aproximadamente
Alma 37:12; 2 Ne. 9:16; 83 a.C.]
269 ALMA 7:23–8:4
sin culpa delante de él, para que vuestras casas y tierras, y sobre
caminéis según el santo orden vuestros rebaños y manadas y
de Dios, conforme al cual se os t o d o c u a n t o p o s e á i s , s o b r e
ha recibido. vuestras mujeres y vuestros hi-
23 Y ahora quisiera que fueseis jos, según vuestra fe y buenas
a
humildes, que fueseis sumisos obras, desde ahora en adelante
y dóciles; fáciles de persuadir; y para siempre. Y ası́ he dicho.
llenos de paciencia y longanimi- Amén.
dad; siendo moderados en to-
das las cosas; siendo diligentes
CAPÍTULO 8
en guardar los mandamientos
de Dios en todo momento; pi-
diendo las cosas que necesitéis, Alma predica y bautiza en Melek—
tanto espirituales como tempo- Es rechazado en Ammonı́ah y parte
rales; siempre dando gracias a de allı́—Un ángel le manda que
Dios por las cosas que recibı́s. vuelva y proclame el arrepenti-
24 Y mirad que tengáis afe, es- miento al pueblo—Amulek lo recibe
peranza y caridad, y entonces y los dos predican en Ammonı́ah.
siempre abundaréis en buenas Y SUCEDIÓ que Alma retornó de
obras. la atierra de Gedeón, después de
25 Y el Señor os bendiga y haber enseñado al pueblo de
guarde vuestros vestidos sin Gedeón muchas cosas que no
mancha, para que al fin seáis lle- pueden ser escritas, habiendo
vados para sentaros en el reino establecido allı́ el orden de la
de los cielos con Abraham, Isaac iglesia, como lo habı́a hecho an-
y Jacob, y los santos profetas teriormente en la tierra de Zara-
que han existido desde el princi- hemla, sı́, volvió a su propia ca-
pio del mundo, para jamás salir, sa en Zarahemla, para descansar
conservando vuestros vestidos de las obras que habı́a efectua-
sin amancha, ası́ como los de do.
ellos están sin mancha. 2 Y ası́ terminó el año nono del
26 Y ahora bien, amados her- gobierno de los jueces sobre el
manos mı́os, os he hablado estas pueblo de Nefi.
palabras de acuerdo con el Espı́- 3 Y ocurrió que a principios del
ritu que testifica dentro de mı́, y *décimo año del gobierno de los
mi alma se regocija en extremo jueces sobre el pueblo de Nefi,
por motivo de la suma diligen- Alma salió de allı́ y viajó a la tie-
cia y cuidado con que habéis rra de Melek, al oeste del arı́o Si-
atendido a mi palabra. dón, cerca de las fronteras del
27 Y ahora bien, repose sobre desierto.
vosotros la apaz de Dios, y sobre 4 Y empezó a enseñar al pue-

23a gee Humildad, Moro. 7:33–48. 3a Alma 16:6–7.


humilde. 25a 2 Pe. 3:14.
24a 1 Cor. 13:1–13; 27a gee Paz.
Éter 12:30–35; 8 1a Alma 2:20; 6:7. [*82 a.C. ]
ALMA 8:5–15 270
blo en la tierra de Melek de con- concediera bautizarlos para arre-
formidad con el asanto orden de pentimiento.
Dios, por medio del cual habı́a 11 Sin embargo, endurecieron
sido llamado; y empezó a ense- sus corazones, y le dijeron: He
ñar al pueblo por toda la tierra aquı́, sabemos que eres Alma; y
de Melek. sabemos que eres sumo sacerdo-
5 Y sucedió que vino a él la te de la iglesia que has estableci-
gente de todos los contornos de do en muchas partes de la tierra,
la tierra que estaba del lado del según vuestra tradición; pero
desierto. Y se bautizaron por to- nosotros no somos de tu iglesia,
da la tierra; y no creemos en tan insensatas
6 de modo que cuando hubo tradiciones.
concluido su obra en Melek, se 12 Y ahora sabemos que por no
fue de allı́ y viajó tres dı́as hacia ser de tu iglesia, tú no tienes
el norte de la tierra de Melek; y ninguna autoridad sobre noso-
llegó a una ciudad que se llama- tros; y tú has entregado el asien-
ba Ammonı́ah. to judicial a aNefı́ah, de modo
7 Ahora bien, entre el pueblo que no eres nuestro juez supe-
de Nefi era costumbre dar a sus rior.
tierras, ciudades y aldeas, sı́, a 13 Ahora bien, cuando el pue-
todas sus pequeñas aldeas, el blo hubo dicho esto y resistido
nombre de su primer poseedor; todas sus palabras, y lo hubo ul-
y ası́ fue con la tierra de Ammo- trajado, y escupido sobre él, y
nı́ah. hecho que fuese echado de su
8 Y ocurrió que cuando hubo ciudad, él partió de allı́ y se diri-
llegado a la ciudad de Ammo- gió hacia la ciudad llamada Aa-
nı́ah, Alma empezó a predicar- rón.
les la palabra de Dios. 14 Y aconteció que mientras
9 Pero Satanás se habı́a aapode- viajaba hacia allá, agobiado por
rado en sumo grado del corazón la aflicción, pasando por mucha
a
de los habitantes de la ciudad tribulación y angustia en el
de Ammonı́ah; por lo tanto, no alma por causa de la iniquidad
quisieron escuchar las palabras de la gente que se hallaba en la
de Alma. ciudad de Ammonı́ah, sucedió
10 No obstante, Alma se aesfor- que mientras agobiaba a Alma
zó mucho en el espı́ritu, bimplo- esta aflicción, he aquı́, se le apa-
rando a Dios en cferviente ora- reció un bángel del Señor, di-
ción que derramara su Espı́ritu ciendo:
sobre el pueblo que se hallaba 15 Bendito eres, Alma; por tan-
en la ciudad; y que también le to, levanta la cabeza y regocı́ja-

4a DyC 107:2–4. 10a Alma 17:5. 14a gee Adversidad.


gee Sacerdocio de b Enós 1:1–12. b Alma 10:7–10, 20.
Melquisedec. c 3 Ne. 27:1. gee Ángeles.
9a 2 Ne. 28:19–22; gee Oración. [Aproximadamente
DyC 10:20. 12a Alma 4:20. 82 a.C.]
271 ALMA 8:16–28
te, pues tienes mucho por qué que serás una bendición para mı́
alegrarte; pues has sido fiel en y para mi casa.
guardar los mandamientos de 21 Y sucedió que este hombre
Dios, desde la ocasión en que lo recibió en su casa; y se llama-
recibiste de él tu primer mensa- ba aAmulek; y trajo pan y carne
je. He aquı́, yo soy quien te lo y los puso delante de Alma.
a
comuniqué. 22 Y ocurrió que Alma comió
16 Y he aquı́, soy enviado para pan y quedó satisfecho; y aben-
mandarte que vuelvas a la dijo a Amulek y a su casa, y dio
ciudad de Ammonı́ah y predi- gracias a Dios.
ques otra vez a los habitantes 23 Y después que hubo comido
de esa ciudad; sı́, predı́cales. y quedado satisfecho, dijo a
Sı́, diles que a menos que se Amulek: Soy Alma, y soy el asu-
arrepientan, el Señor Dios los mo sacerdote de la iglesia de
a
destruirá. Dios en toda esta tierra.
17 Pues he aquı́, ahora mismo 24 Y he aquı́, he sido llamado
están proyectando destruir la li- para predicar la palabra de Dios
bertad de tu pueblo (pues ası́ di- entre todo este pueblo, de
ce el Señor), cosa que es contra- acuerdo con el espı́ritu de reve-
ria a los estatutos y juicios y lación y profecı́a; y estuve en es-
mandamientos que él ha dado a ta tierra, y no quisieron recibir-
su pueblo. me, sino que me aecharon fuera
18 Y aconteció que después y estaba a punto de volver las
que hubo recibido su mensaje espaldas a esta tierra para siem-
del ángel del Señor, Alma se pre.
volvió prestamente a la tierra de 25 Mas he aquı́, se me ha man-
Ammonı́ah. Y entró en la ciudad dado que vuelva otra vez y pro-
por otro camino; sı́, por el que fetice a este pueblo; sı́, y que tes-
queda al sur de la ciudad de tifique en contra de ellos con-
Ammonı́ah. cerniente a sus iniquidades.
19 Y tuvo hambre al entrar en 26 Y ahora bien, Amulek, ben-
la ciudad, y dijo a un hombre: dito eres tú porque me has ali-
¿Quieres dar algo de comer a un mentado y hospedado; porque
humilde siervo de Dios? tenı́a hambre, pues habı́a ayu-
20 Y le dijo el hombre: Soy ne- nado muchos dı́as.
fita, y sé que eres un santo pro- 27 Y Alma permaneció muchos
feta de Dios, porque tú eres el dı́as con Amulek, antes de em-
hombre de quien un aángel dijo pezar a predicar al pueblo.
en una visión: Tú lo recibirás. 28 Y sucedió que el pueblo se
Por tanto, ven conmigo a mi ca- envileció aún más en sus iniqui-
sa, y te daré de mi alimento; y sé dades.

15a Mos. 27:11–16. 22a Alma 10:11.


16a Alma 9:12, 18, 24. 23a Alma 5:3, 44, 49;
20a Alma 10:7–9. 13:1–20. [Aproximadamente
21a gee Amulek. 24a Alma 8:13. 82 a.C.]
ALMA 8:29–9:6 272
29 Y llegó la palabra a Alma, CAPÍTULO 9
diciendo: Ve; y también di a mi
siervo Amulek que salga y pro-
Alma manda al pueblo de Ammo-
fetice a este pueblo, diciendo:
a nı́ah que se arrepienta—El Señor
Arrepentı́os, porque ası́ dice el
será misericordioso para con los la-
Señor: A menos que os arrepin-
manitas en los últimos dı́as—Si los
táis, visitaré a este pueblo en mi
nefitas abandonan la luz, serán des-
ira; sı́, y no desviaré mi furiosa
truidos por los lamanitas—El Hijo
ira.
de Dios viene pronto—Él redimirá
30 Y salió Alma, y también
a aquellos que se arrepientan, se
Amulek, entre el pueblo para de-
bauticen y tengan fe en su nombre.
clararle las palabras de Dios; y
fueron llenos del Espı́ritu Santo. Y ADEMÁS, yo, Alma, habiéndo-
31 Y les fue dado tal apoder, me mandado Dios que tomara a
que no pudieron ser encerrados Amulek y fuera y predicara de
en calabozos, ni fue posible que nuevo a este pueblo, o sea, el
hombre alguno los matara; sin pueblo que vivı́a en la ciudad de
embargo, no ejercieron su bpo- Ammonı́ah, sucedió que al em-
der sino hasta que fueron ata- pezar yo a predicarles, ellos co-
dos con cuerdas y echados en la menzaron a contender conmigo
cárcel. Y se hizo ası́ para que el diciendo:
Señor manifestara su poder en 2 ¿Quién eres tú? ¿Te supones
ellos. que vamos a creer en el testimo-
32 Y sucedió que salieron y em- nio de aun hombre, aunque nos
pezaron a predicar y a profeti- predicara que la tierra iba a de-
zar al pueblo, de acuerdo con el jar de ser?
espı́ritu y el poder que el Señor 3 Mas no entendı́an las pala-
les habı́a dado. bras que hablaban; pues no sa-
bı́an que la tierra iba a dejar de
ser.
Las palabras de Alma y también 4 Y también dijeron: No creere-
las palabras de Amulek, que se mos en tus palabras, aunque
declararon al pueblo que se ha- profetices que esta gran ciudad
llaba en la tierra de Ammonı́ah. ha de ser destruida en aun dı́a.
Además, son encarcelados y li- 5 Ahora bien, ellos no sabı́an
brados por el milagroso poder que Dios podı́a hacer tan mara-
de Dios que estaba en ellos, se- villosas obras, porque eran gen-
gún los anales de Alma. te de corazón empedernido y
Comprende los capı́tulos dura cerviz.
9 al 14 inclusive. 6 Y dijeron: ¿aQuién es Dios,

29a Alma 9:12, 18. b Alma 14:17–29. Moisés 5:16.


gee Arrepentimiento, 9 2a Deut. 17:6.
arrepentirse. 4a Alma 16:9–10. [Aproximadamente
31a 1 Ne. 1:20. 6a Éx. 5:2; Mos. 11:27; 82 a.C.]
273 ALMA 9:7–16
que bno envı́a a este pueblo más el reino de Dios. Mas he aquı́, no
autoridad que la de un hombre es esto todo: él os ha mandado
para declararle la verdad de co- arrepentir, o de lo contrario, os
a
sas tan grandes y maravillosas? destruirá completamente de so-
7 Y avanzaron para asirme, bre la superficie de la tierra; sı́,
mas he aquı́, no lo hicieron. Y os visitará con su ira, y en su
b
los enfrenté con intrepidez para furiosa ira él no se desviará.
declararles, sı́, les testifiqué osa- 13 He aquı́, ¿no os acordáis de
damente, diciendo: las palabras que habló a Lehi,
8 He aquı́, ¡oh ageneración mal- diciendo: aSi guardáis mis man-
vada y perversa, cómo os habéis damientos, prosperaréis en la
olvidado de la tradición de tierra? Y además se ha dicho: Si
vuestros padres! Sı́, ¡qué pronto no guardáis mis mandamientos,
os habéis olvidado de los man- seréis separados de la presencia
damientos de Dios! del Señor.
9 ¿No os acordáis que nuestro 14 Ahora quisiera que recorda-
padre Lehi fue traı́do de Jerusa- seis que los lamanitas, por cuan-
lén por la amano de Dios? ¿No to no han guardado los manda-
os acordáis que él guió a todos a mientos de Dios, han sido asepa-
través del desierto? rados de la presencia del Señor.
10 ¿Y habéis olvidado tan Vemos, pues, que la palabra del
pronto cuántas veces él libró a Señor se ha cumplido en esto, y
nuestros padres de las manos de los lamanitas han quedado se-
sus enemigos, y los preservó de parados de su presencia, desde
ser destruidos, sı́, por las manos el principio de sus transgresio-
de sus propios hermanos? nes en esta tierra.
11 Sı́, y de no haber sido por su 15 Os digo, sin embargo, que
incomparable poder, y su mise- será más atolerable para ellos en
ricordia, y su longanimidad para el dı́a del juicio, que para voso-
con nosotros, inevitablemente tros, si permanecéis en vuestros
habrı́amos sido barridos de la pecados; sı́, y aun más tolerable
faz de la tierra mucho antes de para ellos en esta vida que para
esta época, y quizá habrı́amos vosotros, a menos que os arre-
sido condenados a un estado de pintáis.
a
interminable miseria y angustia. 16 Porque son muchas las pro-
12 He aquı́, ahora os digo que mesas que se aextienden a los la-
él os manda que os arrepintáis; manitas; pues es por causa de
y a menos que os arrepintáis, de las btradiciones de sus padres
ningún modo podréis heredar que han permanecido en su es-

6b Alma 10:12. b Alma 8:29. 15a Mateo 11:22, 24.


8a Alma 10:17–25. 13a 2 Ne. 1:20; 16a Alma 17:15.
9a 1 Ne. 2:1–7. Mos. 1:7; b Mos. 18:11–17.
11a Mos. 16:11. Alma 37:13.
12a Alma 8:16; 10:19, 14a 2 Ne. 5:20–24; [Aproximadamente
23, 27. Alma 38:1. 82 a.C.]
ALMA 9:17–23 274
tado de cignorancia; por tanto, lengua o pueblo; después de ha-
el Señor les será misericordioso bérseles amanifestado, de acuer-
y dprolongará su existencia en la do con sus deseos, y su fe y ora-
tierra. ciones, todas las cosas concer-
17 Y un dı́a se les apersuadirá a nientes a lo que ha sido, a lo que
creer en su palabra, y a saber de es y a lo que está por venir;
la incorrección de las tradicio- 21 después de haberlos visita-
nes de sus padres; y muchos de do el Espı́ritu de Dios; habiendo
ellos se salvarán, porque el Se- conversado con ángeles y ha-
ñor será misericordioso con to- biéndoles hablado la voz del Se-
dos los que binvocaren su nom- ñor; y teniendo el espı́ritu de
bre. profecı́a y el espı́ritu de revela-
18 Mas he aquı́, os digo que ción, y también muchos dones,
si persistı́s en vuestra iniqui- el don de hablar en lenguas, y el
dad, vuestros dı́as no serán pro- don de predicar, y el don del Es-
longados sobre la tierra, porque pı́ritu Santo, y el don de atradu-
los alamanitas serán enviados cir;
contra vosotros; y si no os arre- 22 sı́, y después que Dios los
a
pentı́s, vendrán en un dı́a que rescató de la tierra de Jerusa-
no sabéis, y seréis visitados con lén por la mano del Señor; des-
una bdestrucción completa; y pués de haber sido librados del
será según la furiosa cira del hambre y de la enfermedad, y
Señor. de todo género de dolencias
19 Porque no os permitirá que de toda clase; después de haber
viváis en vuestras iniquidades sido fortalecidos en la guerra
para destruir a su pueblo. Os di- para que no fuesen destruidos;
go que no; más bien permitirı́a después de haber sido librados
que los lamanitas adestruyesen a del b cautiverio una vez tras
todo su pueblo que es llamado otra, y guardados y preservados
el pueblo de Nefi, si acaso llega- hasta hoy; y han sido prospe-
re a bcaer en pecados y transgre- rados hasta ser ricos en todas
siones, después de haber tenido las cosas;
tanta luz y tanto conocimiento 23 he aquı́, os digo que si este
dados por el Señor su Dios; pueblo, que ha recibido tantas
20 sı́, después de haber sido un bendiciones de la mano del Se-
pueblo tan altamente favoreci- ñor, transgrediere contra la luz
do del Señor; sı́, después de ha- y conocimiento que tiene, os di-
ber sido favorecidos más que go que si tal fuere el caso, que si
cualquiera otra nación, tribu, cayere en transgresión, será mu-

16c Mos. 3:11. c Alma 8:29. Mos. 8:13–19;


d Hel. 15:10–12. 19a 1 Ne. 12:15, 19–20; 28:11–17.
17a Enós 1:13. Alma 45:10–14. 22a 2 Ne. 1:4.
b Alma 38:5; DyC 3:8. b Alma 24:30. b Mos. 27:16.
18a Alma 16:2–3. 20a gee Revelación. [Aproximadamente
b Alma 16:9. 21a Omni 1:20; 82 a.C.]
275 ALMA 9:24–34
cho más atolerable para los la- do; si han sido justas, bsegarán
manitas que para ellos. la salvación de sus almas, según
24 Porque he aquı́, las aprome- el poder y redención de Jesu-
sas del Señor se extienden a los cristo; y si han sido malas, sega-
lamanitas, mas no son para vo- rán la ccondenación de sus al-
sotros si transgredı́s; porque ¿no mas, según el poder y cautivi-
ha prometido expresamente el dad del diablo.
Señor, y decretado firmemente, 29 Ahora bien, he aquı́, ésta es
que si os rebeláis contra él, se- la voz del ángel que proclama al
réis enteramente destruidos de pueblo.
sobre la faz de la tierra? 30 Y ahora bien, mis aamados
25 Y por esta causa, para que hermanos, porque sois mis her-
no seáis destruidos, el Señor ha manos y habı́ais de ser amados,
enviado a su ángel para visitar a y debı́ais dar frutos dignos de
muchos de los de su pueblo, de- arrepentimiento, ya que vues-
clarándoles que deben salir y tros corazones se han endureci-
clamar fuertemente a este pue- do por completo contra la pala-
blo, diciendo: aArrepentı́os, por- bra de Dios, y sois un pueblo
b
que el reino de los cielos está perdido y caı́do.
cerca; 31 Ahora bien, aconteció que
26 y de aquı́ a apocos dı́as el cuando yo, Alma, hube hablado
Hijo de Dios vendrá en su glo- estas palabras, he aquı́, el pue-
ria; y su gloria será la gloria del blo se enojó conmigo porque les
b
Unigénito del Padre, lleno de dije que eran gente de corazón
c
gracia, equidad y verdad; lleno obstinado y de dura acerviz.
de paciencia, dmisericordia y lon- 32 Y también se enojaron con-
ganimidad, pronto para eoı́r los migo porque les dije que eran
clamores de su pueblo y contes- un pueblo perdido y caı́do, y
tar sus oraciones. trataron de asirme para encarce-
27 Y he aquı́, viene para aredi- larme.
mir a aquellos que sean bbauti- 33 Pero sucedió que el Señor
zados para arrepentimiento, por no permitió que se apoderaran
medio de la fe en su nombre. de mı́ en esa ocasión y me echa-
28 Por tanto, preparad la vı́a ran en la cárcel.
del Señor, porque está cerca la 34 Y aconteció que Amulek se
hora en que todos los hombres adelantó y empezó a predicarles
recibirán el pago de sus aobras, también. Mas no todas las apala-
de acuerdo con lo que hayan si- bras de Amulek se han escrito;

23a Mateo 11:22–24. misericordioso. c gee Condenación.


24a 2 Ne. 30:4–6; e Deut. 26:7. 30a 1 Juan 4:11.
DyC 3:20. 27a gee Redención, b Alma 12:22.
25a Alma 7:9; Hel. 5:32. redimido, redimir. 31a 2 Ne. 25:28;
26a Alma 7:7. b gee Bautismo, Mos. 3:14.
b gee Unigénito. bautizar. 34a Alma 10.
c gee Gracia. 28a DyC 1:10; 6:33. [Aproximadamente
d gee Misericordia, b Sal. 7:16. 82 a.C.]
ALMA 10:1–7 276
no obstante, parte de ellas se chas riquezas por medio de mi
han escrito en este libro. industria.
5 No obstante todo esto, nunca
he sabido mucho acerca de las
CAPÍTULO 10 sendas del Señor ni de sus amis-
terios ni de su maravilloso po-
Lehi era descendiente de Mana- der. Dije que nunca habı́a sabi-
sés—Amulek relata el mandato del do mucho de estas cosas; mas he
ángel de que atendiera a Alma— aquı́, me equivoco, porque he
Las oraciones de los justos hacen visto mucho de sus misterios y
que el pueblo sea preservado—Los de su maravilloso poder; sı́, aun
abogados y los jueces inicuos esta- en la preservación de la vida de
blecen el fundamento de la destruc- este pueblo.
ción del pueblo. 6 Sin embargo, endurecı́ mi co-
razón, porque fui allamado mu-
É S T A S son las a palabras que chas veces, y no quise boı́r; de
b
Amulek predicó al pueblo que modo que sabı́a concerniente a
se hallaba en la tierra de Ammo- estas cosas, mas no querı́a saber;
nı́ah, diciendo: por lo tanto, seguı́ rebelándome
2 Soy Amulek; soy hijo de Gid- contra Dios, en la iniquidad de
dona, que era hijo de Ismael, mi corazón, hasta el cuarto dı́a
que era descendiente de Amina- de este séptimo mes, en el déci-
dı́; y fue aquel mismo Aminadı́ mo año del gobierno de los jue-
que interpretó la escritura que ces.
se hallaba sobre el muro del 7 Mientras me dirigı́a a ver a
templo, la cual fue escrita por el un pariente muy cercano, he
dedo de Dios. aquı́, se me apareció un aángel
3 Y Aminadı́ era descendiente del Señor y me dijo: Amulek,
de Nefi, que era hijo de Lehi, vuélvete a tu propia casa por-
que vino de la tierra de Jerusa- que darás de comer a un profeta
lén, y el cual era descendiente del Señor; sı́, un hombre santo
de aManasés, que era hijo de que es un varón escogido de
b
José, el que fue cvendido para Dios; porque ha bayunado mu-
Egipto por sus hermanos. chos dı́as a causa de los pecados
4 Y he aquı́, soy también hom- de este pueblo, y tiene hambre;
bre de no poca reputación entre y lo crecibirás en tu casa y lo ali-
todos los que me conocen; sı́, mentarás, y él te bendecirá a ti y
tengo muchos parientes y aami- a tu casa; y la bendición del Se-
gos, y también he logrado mu- ñor reposará sobre ti y tu casa.

10 1a Alma 9:34. c Gén. 37:29–36. 7a Alma 8:20.


b Alma 8:21–29. 4a Alma 15:16. b Alma 5:46; 6:6.
3a Gén. 41:51; 5a gee Misterios de gee Ayunar, ayuno.
1 Cró. 9:3. Dios. c Hech. 10:30–35.
b gee José, hijo de 6a Alma 5:37. [Aproximadamente
Jacob. b DyC 39:9. 82 a.C.]
277 ALMA 10:8–17
8 Y sucedió que obedecı́ la voz 13 Sin embargo, hubo algunos
del ángel, y me volvı́ rumbo a entre ellos que pensaron inte-
mi casa. Y mientras allı́ me diri- rrogarlos para que por medio de
gı́a, encontré al a hombre del sus astutas atretas pudieran en-
cual me dijo el ángel: Lo recibi- redarlos con sus propias pala-
rás en tu casa; y he aquı́, era este bras, a fin de obtener testimonio
mismo hombre que os ha estado contra ellos, con objeto de en-
hablando concerniente a las co- tregarlos a sus jueces para que
sas de Dios. fueran juzgados de acuerdo con
9 Y me dijo el ángel que es un la ley, y fueran ejecutados o en-
hombre asanto; por tanto, yo sé carcelados, según el crimen que
que es un hombre santo, porque pudieran fraguar o atestiguar
lo declaró un ángel de Dios. en contra de ellos.
10 Y además, sé que las cosas 14 Ahora bien, estos hombres
de que ha testificado son verda- que buscaban la manera de des-
deras; porque he aquı́, os digo: truirlos eran aabogados que el
Ası́ como vive el Señor, ha en- pueblo empleaba o nombraba
viado a su aángel para manifes- para administrar la ley cuando
tarme estas cosas; y ha hecho es- habı́a procesos, o sea, cuando se
to mientras este Alma ha bmora- juzgaban los crı́menes del pue-
do en mi casa. blo ante los jueces.
11 Pues he aquı́, ha abendecido 15 Y estos abogados estaban
mi casa, me ha bendecido a mı́, versados en todos los artificios y
y a las mujeres de mi casa, y a astucia del pueblo; y esto era
mis hijos, y a mi padre, y a mis para habilitarlos a fin de que
parientes; sı́, ha bendecido a to- fueran diestros en su profesión.
dos los de mi parentela, y la 16 Y sucedió que empezaron a
bendición del Señor ha descen- interrogar a Amulek para ası́ ha-
dido sobre nosotros, de acuerdo cer que se contradijera en sus
con las palabras que habló. palabras, o impugnar las pala-
12 Ahora bien, cuando Amulek bras que hablara.
hubo pronunciado estas pala- 17 Ahora bien, no sabı́an que
bras, el pueblo comenzó a asom- Amulek podı́a conocer sus in-
brarse, viendo que habı́a amás tenciones. Pero ocurrió que al
de un testigo que daba testimo- comenzar a interrogarlo, él aper-
nio de las cosas de que se les cibió sus pensamientos, y les di-
acusaba, y también de las cosas jo: ¡Oh bgeneración malvada y
que habı́an de venir, de acuerdo perversa, vosotros, abogados e
con el espı́ritu de profecı́a que hipócritas, puesto que estáis po-
habı́a en ellos. niendo los cimientos del diablo!;

8a Alma 8:19–21. 12a Alma 9:6. DyC 6:16.


9a gee Santo (adjetivo). 13a Alma 11:21. b Mateo 3:7;
10a Alma 11:30–31. 14a Alma 10:24; Alma 9:8.
b Alma 8:27. 11:20–21; 14:18. [Aproximadamente
11a Alma 8:22. 17a Alma 12:3; 20:18, 32; 82 a.C.]
ALMA 10:18–26 278
porque estáis armando c ase- serı́a por el hambre, por pesti-
chanzas y trampas para enredar lencia y por la espada.
a los santos de Dios. 23 Mas es por las aoraciones de
18 Estáis tramando planes para los justos que sois preservados;
a
pervertir las sendas de los jus- ahora pues, si desecháis a los
tos y traer la ira de Dios sobre justos de entre vosotros, enton-
vuestras cabezas, hasta destruir ces el Señor no detendrá su ma-
por completo a este pueblo. no, sino que en su furiosa ira
19 Sı́, bien dijo Mosı́ah, nuestro vendrá contra vosotros; enton-
último rey, cuando estaba para ces seréis afligidos por el ham-
entregar el reino —no teniendo bre, por pestilencia, y por la es-
a quien dejarlo y mandando pada; y el btiempo pronto viene,
que este pueblo se gobernara a menos que os arrepintáis.
por su propia voz— sı́, bien dijo 24 Y sucedió que los del pueblo
él que si llegaba el dı́a en que la se irritaron aún más contra
voz de este pueblo aescogiera la Amulek, y gritaron, diciendo:
iniquidad, es decir, si llegaba la Este hombre vilipendia nuestras
ocasión en que los de este pue- leyes, que son justas, y a nues-
blo cayeran en transgresión, se tros sabios abogados que hemos
halları́an prestos para ser des- elegido.
truidos. 25 Pero Amulek extendió su
20 Y ahora os digo que el Señor mano y les gritó con mayor
bien juzga vuestras iniquidades; fuerza, diciendo: ¡Oh genera-
bien proclama a este pueblo por ción malvada y perversa! ¿Por
la voz de sus aángeles: Arrepen- qué habrá asido Satanás tan
tı́os, arrepentı́os, porque el rei- fuertemente vuestros corazo-
no de los cielos está cerca. nes? ¿por qué queréis someteros
21 Sı́, bien anuncia por la voz a él para que os domine, para
de sus ángeles: aDescenderé en- a
cegar vuestros ojos al grado de
tre mi pueblo con equidad y jus- no querer entender, de acuerdo
ticia en mis manos. con su verdad, las palabras que
22 Sı́, y os digo que si no fuera se hablan?
por las aoraciones de los justos 26 Pues he aquı́, ¿he testificado
que actualmente hay en la tie- en contra de vuestra ley? Es que
rra, ahora mismo serı́ais visita- no entendéis. Decı́s que he ha-
dos con una destrucción com- blado contra vuestra ley; mas no
pleta; sin embargo, no serı́a por es ası́, sino que he hablado a fa-
un bdiluvio, como sucedió con la vor de vuestra ley, para vuestra
gente en los dı́as de Noé, sino condenación.

17c DyC 10:21–27. 22a Stg. 5:16; 23a gee Oración.


18a Hech. 13:10. Mos. 27:14–16. b Alma 34:32–35.
19a Mos. 29:27; b Gén. 8:21; 25a 2 Cor. 4:4; Alma 14:6.
Alma 2:3–7; Hel. 5:2. 3 Ne. 22:8–10.
20a Alma 8:14–16; 13:22. gee Diluvio en los [Aproximadamente
21a Mos. 13:34. tiempos de Noé. 82 a.C.]
279 ALMA 10:27–11:4
27 Y he aquı́, os digo que la ini- lidad—No hay muerte después de
quidad de vuestros aabogados y la Resurrección.
vuestros jueces está empezando AHORA bien, en la ley de Mo-
a establecer el fundamento de la sı́ah constaba que todo el que
destrucción de este pueblo. fuera juez de la ley, o aquellos
28 Y aconteció que cuando que fueran nombrados jueces,
Amulek hubo hablado estas pa- habı́an de percibir su salario de
labras, el pueblo gritó en contra acuerdo con el tiempo que em-
de él, diciendo: Ahora sabemos plearan en juzgar a los que les
que este hombre es hijo del dia- llevaban para ser juzgados.
blo, porque nos ha amentido; 2 Ası́ que, si un hombre era
pues ha vituperado nuestra ley. deudor de otro, y no le pagaba
Y ahora dice que no ha hablado la deuda, se daba la queja al
en contra de ella. juez; y éste ejercı́a su autoridad
29 Y además, ha vituperado a y despachaba oficiales para que
nuestros abogados y a nuestros llevaran al deudor ante él; y él
jueces. juzgaba al hombre de acuerdo
30 Y sucedió que los abogados con la ley y la evidencia presen-
inculcaron en sus corazones que tada en contra de él; y ası́ se
se acordaran de aquellas cosas obligaba al deudor a pagar lo
contra él. que debı́a, o se le despojaba de
31 Y habı́a entre ellos uno cuyo lo que tenı́a, o se le echaba de
nombre era Zeezrom. Y era el entre la gente por estafador y
principal aacusador de Amulek ladrón.
y Alma, siendo uno de los más 3 Y el juez recibı́a sus honora-
diestros entre ellos, pues trami- rios según su tiempo: un senine
taba muchos asuntos entre los de oro por dı́a, o un senum de
del pueblo. plata, que equivalı́a a un senine
32 Ahora bien, la mira de estos de oro; y esto de acuerdo con la
abogados era el lucro; y logra- ley que se habı́a dado.
ban sus ganancias según su 4 Y éstos son los nombres de
empleo. las diferentes monedas de su
oro y de su plata según su valor;
CAPÍTULO 11 y los nombres provienen de los
nefitas, porque no contaban se-
Se describe el sistema monetario de gún el modo de los judı́os que
los nefitas—Amulek disputa con vivı́an en Jerusalén; ni medı́an
Zeezrom—Cristo no salvará a las como lo hacı́an los judı́os, sino
personas en sus pecados — Sola- que habı́an alterado su modo de
mente los que hereden el reino de los contar y medir, de acuerdo con
cielos serán salvos — Todos los la voluntad y circunstancias del
hombres se levantarán en inmorta- pueblo en cada generación, has-

27a Lucas 11:45–52. 31a Alma 11:20–36. [Aproximadamente


28a Alma 14:2. 82 a.C.]
ALMA 11:5–25 280
ta el gobierno de los jueces que 19 Y un antión de oro equivalı́a
fueron aestablecidos por el rey a tres shiblones.
Mosı́ah. 20 Ahora bien, era con el único
5 Ahora bien, su computación objeto de lucrar, pues les paga-
es la siguiente: Un senine de ban según sus servicios, por lo
oro, un seón de oro, un shum de que incitaban a la gente a moti-
oro y un limna de oro; nes y a toda clase de desórdenes
6 un senum de plata, un amnor y maldades, para tener más tra-
de plata, un ezrom de plata y un bajo con objeto de aobtener di-
ontı́ de plata. nero, de acuerdo con los litigios
7 Un senum de plata equivalı́a que les eran presentados; por
a un senine de oro, y el uno o el tanto, agitaron al pueblo contra
otro valı́a una medida de ceba- Alma y Amulek.
da, y también una medida de to- 21 Y este Zeezrom empezó a
da otra clase de grano. interrogar a Amulek, diciendo:
8 Ahora bien, el valor de un ¿Me responderás a algunas pre-
seón de oro era el doble del guntas que voy a hacerte? Y
valor de un senine; Zeezrom era un hombre diestro
9 y el valor de un shum de oro en los aartificios del diablo a fin
era el doble del de un seón; de destruir lo que era bueno;
10 y un limna de oro equivalı́a por lo que dijo a Amulek: ¿Me
al valor de todos. contestarás las preguntas que te
11 Y un amnor de plata valı́a voy a hacer?
dos senumes; 22 Y le dijo Amulek: Sı́, si va de
12 y un ezrom de plata valı́a acuerdo con el aEspı́ritu del Se-
cuatro senumes; ñor que hay en mı́; porque nada
13 y un ontı́ equivalı́a al valor diré que sea contrario al Espı́ritu
de todos. del Señor. Y le dijo Zeezrom: He
14 Ahora bien, éste era el valor aquı́ seis ontı́es de plata; te los
de las cantidades menores de su daré todos si niegas la existencia
manera de calcular: de un Ser Supremo.
15 Un shiblón era la mitad de 23 Luego dijo Amulek: ¡aOh hi-
un senum; por tanto, un shiblón jo del infierno! ¿Por qué me
b
valı́a media medida de cebada; tientas? ¿Ignoras tú que los jus-
16 y un shiblum era la mitad de tos no ceden a tales tentaciones?
un shiblón; 24 ¿Crees que no hay Dios? Yo
17 y un léah era la mitad de un te digo: No, tú sabes que hay un
shiblum. Dios, pero le tienes más amor a
18 Éstas, pues, eran sus can- ese alucro que a él.
tidades según su manera de 25 Y ahora me has mentido an-
contar. te Dios. Tú me dijiste: He aquı́,

11 4a Mos. 29:40–44. 23a Alma 5:41. Tito 1:11.


20a Alma 10:32. b gee Tentación,
21a Alma 10:13. tentar. [Aproximadamente
22a gee Espı́ritu Santo. 24a 1 Tim. 6:10; 82 a.C.]
281 ALMA 11:26–41
te daré estos seis ontı́es que son 36 Luego Amulek le dijo de
de gran valor, cuando en tu co- nuevo: He aquı́, tú has mentido;
razón tenı́as la intención de re- pues dices que hablé como si tu-
tenerlos; y sólo era tu deseo que viera la autoridad para mandar
yo negara al Dios verdadero y a Dios, porque dije que no sal-
viviente, y ası́ tuvieras motivo vará a su pueblo en sus pecados.
para destruirme. Mas he aquı́ 37 Y te vuelvo a decir que no
que por este gran mal recibirás puede salvarlos en sus apeca-
tu recompensa. dos; porque yo no puedo negar
26 Y Zeezrom le dijo: ¿Dices tú su palabra, y él ha dicho que
b
que hay un Dios verdadero y vi- ninguna cosa impura puede
viente? heredar el creino del cielo; por
27 Y dijo Amulek: Sı́, hay un tanto, ¿cómo podéis ser salvos a
Dios verdadero y viviente. menos que heredéis el reino de
28 Y Zeezrom dijo: ¿Hay más los cielos? Ası́ que no podéis ser
de un Dios? salvos en vuestros pecados.
29 Y él respondió: No. 38 Luego Zeezrom de nuevo le
30 Luego Zeezrom le dijo otra dijo: ¿Es el Hijo de Dios el mis-
vez: ¿Cómo sabes estas cosas? mo Padre Eterno?
31 Y él dijo: Un aángel me las 39 Y le dijo Amulek: Sı́, él es el
a
ha manifestado. Padre Eterno mismo del cielo y
32 Y Zeezrom dijo otra vez: de la tierra, y de btodas las cosas
¿Quién es el que vendrá? ¿Es el que en ellos hay; es el principio
Hijo de Dios? y el fin, el primero y el último;
33 Y él le dijo: Sı́. 40 y vendrá al amundo para
b
34 Y Zeezrom nuevamente di- redimir a su pueblo; y ctomará
jo: ¿Salvará a su pueblo aen sus sobre sı́ las transgresiones de
pecados? Y Amulek contestó y aquellos que crean en su nom-
le dijo: Te digo que no, porque bre; y éstos son los que tendrán
le es imposible negar su palabra. vida eterna, y a nadie más viene
35 Entonces Zeezrom dijo al la salvación.
pueblo: Mirad que recordéis es- 41 Por tanto, los malvados per-
tas cosas; pues él ha dicho que manecen como si no se hubiese
no hay sino un Dios; no obstan- hecho a ninguna redención, a
te, dice que el Hijo de Dios ven- menos que sea el rompimiento
drá, mas no salvará a su pueblo, de las ligaduras de la muerte;
como si tuviese él la autoridad pues he aquı́, viene el dı́a en
para mandar a Dios. que btodos se levantarán de los

31a Alma 10:7–10. de los cielos. DyC 19:16–19.


34a Hel. 5:10–11. 39a Isa. 9:6. 41a Alma 12:18;
37a 1 Cor. 6:9–10. b Col. 1:16; Mos. 4:2. DyC 88:33.
b 1 Ne. 15:33; 40a gee Mundo. b Apoc. 20:12–13;
Alma 40:26; b Rom. 11:26–27. Alma 42:23.
3 Ne. 27:19. c Éx. 34:6–7; Isa. 53:5;
gee Impı́o. 1 Juan 2:2; [Aproximadamente
c gee Reino de Dios o Mos. 14:5; 15:12; 82 a.C.]
ALMA 11:42–46 282
muertos y comparecerán delan- te del cuerpo mortal y tam-
te de Dios, y serán cjuzgados se- bién acerca de la a resurrec-
gún sus obras. ción del cuerpo mortal. Te digo
42 Ahora bien, hay una muer- que este cuerpo terrenal se
b
te que se llama la muerte tem- levanta como cuerpo cinmortal,
poral; y la muerte de Cristo de- es decir, de la muerte, sı́, de
satará las a ligaduras de esta la primera muerte a vida, de
muerte temporal, de modo que modo que no pueden dmorir ya
todos se levantarán de esta más; sus espı́ritus se unirán a
muerte. sus cuerpos para no ser sepa-
43 El espı́ritu y el cuerpo serán rados nunca más; por lo que
a
reunidos otra vez en su perfec- esta unión se torna eespiritual
ta forma; los miembros ası́ como e inmortal, para no volver a
las coyunturas serán restaura- ver corrupción.
dos a su propia forma, tal como 46 Ahora bien, cuando Amulek
nos hallamos ahora; y seremos hubo hablado estas palabras, el
llevados ante Dios, conociendo pueblo comenzó a asombrarse
tal como ahora conocemos, y en extremo otra vez, y Zeezrom
tendremos un vivo brecuerdo de empezó también a temblar. Y ası́
toda nuestra cculpa. terminaron las palabras de
44 Pues bien, esta restauración Amulek, o sea, esto es todo lo
vendrá sobre todos, tanto viejos que he escrito.
como jóvenes, esclavos ası́ como
libres, varones ası́ como muje-
res, malvados ası́ como justos; y CAPÍTULO 12
no se perderá ni un solo pelo de
su cabeza, sino que todo será Alma disputa con Zeezrom—Los
a
restablecido a su perfecta for- misterios de Dios se dan a conocer
ma, o en el cuerpo, cual se en- únicamente a los fieles—Los hom-
cuentra ahora, y serán llevados bres son juzgados por sus pensa-
a comparecer ante el tribunal de mientos, creencias, palabras y
Cristo el Hijo, y Dios el bPadre, y obras—Los inicuos padecerán la
el Santo Espı́ritu, que son cun muerte espiritual—Esta vida terre-
Eterno Dios, para ser djuzgados nal es un estado de probación—El
según sus obras, sean buenas o plan de redención lleva a efecto la
malas. Resurrección y, por medio de la fe,
45 Ahora bien, he aquı́, te he la remisión de los pecados—Los que
hablado concerniente a la muer- se arrepienten tienen derecho a re -

41c gee Juicio Final. 44a Alma 41:12–15. b gee Resurrección.


42a Alma 12:16. b gee Trinidad—Dios c gee Inmortal,
43a 2 Ne. 9:13; el Padre. inmortalidad.
Alma 40:23. c 3 Ne. 11:27, 36. d Apoc. 21:4;
b 2 Ne. 9:14; gee Trinidad. DyC 63:49; 88:116.
Mos. 3:25; d Apoc. 20:12–13. e 1 Cor. 15:44.
Alma 5:18. 45a Alma 40:23; [Aproximadamente
c gee Culpa. DyC 88:16. 82 a.C.]
283 ALMA 12:1–9
clamar la misericordia por medio cordaras que lo que a ti te digo,
del Hijo Unigénito. lo digo a todos.
6 Y he aquı́, os digo a todos
ENTONCES Alma, notando que que esto fue una trampa del
las palabras de Amulek habı́an adversario, la cual ha tendido
callado a Zeezrom, pues vio que para entrampar a este pueblo,
Amulek lo habı́a sorprendido en a fin de sujetaros a él, para
sus a mentiras y ardides para ligaros con sus acadenas y enca-
destruirlo, y viendo que Zeez- denaros a la destrucción sempi-
rom, bconsciente de su culpabili- terna, según el poder de su
dad, empezaba a temblar, Alma cautiverio.
a b r i ó s u b o c a y c o m e n z ó 7 Ahora bien, cuando Alma hu-
a hablarle y a afirmar las pala- bo hablado estas palabras, Zeez-
bras de Amulek, y a explicar rom empezó a temblar sobrema-
las cosas, o aclarar las Escritu- nera, porque más y más se con-
ras más de lo que Amulek ha- vencı́a del poder de Dios; y tam-
bı́a hecho. bién estaba convencido de que
2 Y las palabras que Alma ha- Alma y Amulek sabı́an de él,
bló a Zeezrom las oyó la gente pues se habı́a convencido de
que se hallaba alrededor; por- que conocı́an los pensamientos
que era grande la multitud, y de e intenciones de su corazón;
este modo habló él: porque les era dado el poder pa-
3 Bien, Zeezrom, ya que se te ra saber de aquellas cosas de
ha sorprendido en tus mentiras acuerdo con el espı́ritu de pro-
y artificios, pues no solamente fecı́a.
has mentido a los hombres, sino 8 Y Zeezrom empezó a interro-
que has mentido a Dios; porque garlos solı́citamente a fin de sa-
he aquı́, él conoce todos tus ber más concerniente al reino de
a
pensamientos, y ya ves que tus Dios. Y dijo a Alma: ¿Qué signi-
pensamientos nos son manifes- fica esto que ha dicho Amulek,
tados por su Espı́ritu; con respecto a la resurrección
4 y ves que sabemos que tu de los muertos, que todos se le-
plan era un plan sutilı́simo, se- vantarán de los muertos, justos
gún la astucia del diablo, para ası́ como injustos, y que serán
mentir y engañar a este pueblo, llevados para comparecer ante
a fin de incitarlo contra nosotros Dios para ser juzgados según
para que nos injuriaran y echa- sus obras?
ran fuera. 9 Y Alma empezó a explicarle
5 Y éste fue un plan de tu aad- estas cosas, diciendo: A muchos
versario; y él ha ejercido su po- les es concedido conocer los
a
der en ti. Ahora quisiera que re- misterios de Dios; sin embargo,

12 1a Alma 11:20–38. DyC 6:16. gee Misterios de


b gee Conciencia. 5a gee Diablo. Dios.
3a Jacob 2:5; 6a Alma 5:7–10. [Aproximadamente
Alma 10:17; 9a Alma 26:22. 82 a.C.]
ALMA 12:10–16 284
se les impone un mandamiento de que no se halla en nosotros,
estricto de que no han de darlos entonces nuestra condición será
a conocer bsino de acuerdo con terrible, porque seremos conde-
aquella porción de su palabra nados.
que él concede a los hijos de los 14 Porque nuestras apalabras
hombres, conforme a la aten- nos condenarán, sı́, todas nues-
ción y la diligencia que le rin- tras obras nos condenarán; no
den. nos hallaremos sin mancha, y
10 Y, por tanto, el que aendure- nuestros pensamientos también
ce su corazón recibe la bmenor nos condenarán. Y en esta terri-
porción de la palabra; y al que ble condición no nos atrevere-
c
no endurece su corazón le es mos a mirar a nuestro Dios, sino
d
dada la mayor parte de la pala- que nos darı́amos por felices si
bra, hasta que le es concedido pudiéramos mandar a las pie-
conocer los misterios de Dios al dras y bmontañas que cayesen
grado de conocerlos por com- sobre nosotros, para que nos
c
pleto. escondiesen de su presencia.
11 Y a los que endurecen sus 15 Mas esto no puede ser; ten-
corazones les es dada la menor dremos que ir y presentarnos
a
porción de la palabra, hasta que ante él en su gloria, y en su po-
nada bsaben concerniente a sus der, y en su fuerza, majestad y
misterios; y entonces el diablo dominio, y reconocer, para
los lleva cautivos y los guı́a se- nuestra eterna avergüenza, que
gún su voluntad hasta la des- todos sus bjuicios son rectos; que
trucción. Esto es lo que signifi- él es justo en todas sus obras y
can las ccadenas del dinfierno. que es misericordioso con los hi-
12 Y Amulek ha hablado con jos de los hombres, y que tiene
claridad acerca de la amuerte y todo poder para salvar a todo
de ser levantados de esta exis- hombre que crea en su nombre
tencia mortal a un estado de in- y dé fruto digno de arrepenti-
mortalidad, y ser llevados ante miento.
el tribunal de Dios para ser bjuz- 16 Y ahora bien, he aquı́, os di-
gados según nuestras obras. go que entonces viene una
13 Ası́ que, si nuestros corazo- muerte, sı́, una segunda amuer-
nes se han endurecido, sı́, si he- te, la cual es una muerte espiri-
mos endurecido nuestros cora- tual; entonces es cuando aquel
zones contra la palabra, al grado que muera en sus pecados, en

9b Juan 16:12; DyC 50:24. 14a Mateo 12:36; Stg. 3:6;


Alma 29:8; 11a Mateo 25:29. Mos. 4:29–30.
3 Ne. 26:8–11; b gee Apostası́a. b Oseas 10:8; 2 Ne. 26:5.
Éter 4:7. c Juan 8:34; c Job 34:22; 2 Ne. 12:10.
10a 2 Ne. 28:27; Éter 4:8. 2 Ne. 28:19. 15a Mos. 3:25.
b DyC 93:39. d Prov. 9:18; 2 Ne. 2:29. b 2 Pe. 2:9. gee Justicia.
c gee Humildad, gee Infierno. 16a gee Muerte espiritual.
humilde. 12a Alma 11:41–45.
d 2 Ne. 28:30; b gee Juicio Final. [Aproximadamente 82 a.C.]
285 ALMA 12:17–24
cuanto a la bmuerte temporal, rubines y una espada encendida
c
padecerá también una muerte al oriente del jardı́n de bEdén,
espiritual; sı́, morirá en cuanto a no fuese que nuestros primeros
las cosas que atañen a la recti- padres entrasen y comiesen del
tud. fruto del árbol de la vida y vivie-
17 Entonces es cuando sus tor- sen para siempre? Vemos, pues,
mentos serán como un alago de que ninguna posibilidad habı́a
fuego y azufre, cuya llama as- de que viviesen para siempre.
ciende para siempre jamás; en- 22 Luego le dijo Alma: Esto es
tonces es cuando serán ligados a lo que estaba a punto de expli-
una sempiterna destrucción, se- car. Vemos que Adán acayó por
gún el poder y cautividad de Sa- comer del bfruto prohibido, se-
tanás, pues él los habrá sujetado gún la palabra de Dios; y ası́ ve-
a su voluntad. mos que por su caı́da, toda la
18 Os digo que entonces se ha- humanidad llegó a ser pueblo
c
llarán como si no se hubiese he- perdido y caı́do.
cho aninguna redención; por- 23 Y he aquı́, te digo que de
que no pueden ser redimidos de haber sido posible que Adán hu-
acuerdo con la justicia de Dios; biese acomido del fruto del árbol
y no pueden bmorir, dado que de la vida en esa ocasión, no ha-
no hay más corrupción. brı́a habido muerte, y la palabra
19 Y sucedió que cuando Alma habrı́a resultado nula, y habrı́a
hubo terminado de hablar estas colocado a Dios en el papel de
palabras, la gente empezó a embustero, porque él habı́a di-
asombrarse más; cho: bSi comieres, de cierto mori-
20 pero habı́a un tal Antiona, el rás.
cual era un gobernante princi- 24 Y vemos que la amuerte vie-
pal entre ellos, que se adelantó y ne sobre el género humano; sı́,
le dijo: ¿Qué es esto que has di- la muerte de que ha hablado
cho de que el hombre resucitará Amulek, que es la muerte tem-
de los muertos y será cambiado poral; no obstante, se le conce-
de este estado mortal al ainmor- dió un tiempo al bhombre en el
tal, y que el alma nunca puede cual pudiera arrepentirse; ası́
morir? que esta vida llegó a ser un esta-
21 ¿Qué significa la Escritura do de probación; un tiempo de
que dice que Dios colocó aque- c
preparación para presentarse

16b Alma 11:40–45. inmortalidad. Mos. 3:26.


c 1 Ne. 15:33; 21a Gén. 3:24; c Mos. 16:4–5.
Alma 40:26. Alma 42:2; 23a Alma 42:2–9.
17a Apoc. 19:20; 21:8; Moisés 4:31. b Gén. 2:17.
Mos. 3:27. gee Querubines. 24a gee Muerte fı́sica.
18a Alma 11:41. b gee Edén. b 2 Ne. 2:21;
b Apoc. 21:4; 22a gee Caı́da de Adán Moisés 5:8–12.
Alma 11:45; y Eva. c Alma 34:32–35.
DyC 63:49. b Gén. 3:6; [Aproximadamente
20a gee Inmortal, 2 Ne. 2:15–19; 82 a.C.]
ALMA 12:25–32 286
ante Dios; un tiempo de prepa- que éstos supieran acerca de las
rarse para ese estado sin fin del cosas que él habı́a dispuesto pa-
cual hemos hablado, que viene ra ellos;
después de la resurrección de 29 por tanto, envió aángeles pa-
los muertos. ra conversar con ellos, los cuales
25 Ahora bien, si no hubiese si- hicieron que los hombres con-
do por el aplan de redención, templaran la gloria de Dios.
que fue establecido desde la 30 Y de allı́ en adelante empe-
fundación del mundo, no habrı́a zaron los hombres a invocar su
habido b resurrección de los nombre; por tanto, Dios acon-
muertos; mas se instituyó un versó con ellos y les hizo saber
plan de redención que llevará a del bplan de redención que se
efecto la resurrección de los habı́a preparado desde la cfun-
muertos, de la cual se ha habla- dación del mundo; y esto él les
do. manifestó según su fe y arre-
26 Y he aquı́, si nuestros prime- pentimiento y sus obras santas.
ros padres hubieran podido 31 Por tanto, dio amandamien-
participar del aárbol de la vida, tos a los hombres, habiendo
habrı́an sido miserables para éstos transgredido previamente
siempre, no teniendo un estado los b primeros mandamientos
preparatorio; y de este modo, el concernientes a las cosas que
b
plan de redención se habrı́a eran temporales, llegando a ser
frustrado, y la palabra de Dios como dioses, cdiscerniendo el
hubiera quedado nula y sin bien del mal, colocándose, o
efecto. siendo colocados, en condicio-
27 Mas he aquı́, no fue ası́, an- nes de dactuar según su volun-
tes bien se adecretó que los hom- tad y placer, ya para hacer el
bres murieran; y después de la mal, ya para hacer el bien;
muerte deben presentarse para 32 por tanto, después de ha-
ser bjuzgados, sı́, ese mismo jui- berles dado a aconocer el plan
cio de que hemos hablado, que de redención, Dios les dio man-
es el fin. damientos de no cometer ini-
28 Y después que Dios hubo quidad, el castigo de lo cual se-
dispuesto que estas cosas sobre- rı́a una segunda bmuerte, que
vinieran a los hombres, he aquı́, era una muerte eterna respecto
vio entonces que era necesario de las cosas pertenecientes a la

25a gee Plan de DyC 42:48. b Gén. 2:16–17;


redención. b gee Juicio Final. 2 Ne. 2:18–19.
b 2 Ne. 2:8; 29a Moro. 7:25, 31; c Gén. 3:22–23;
Alma 7:12; 42:23. DyC 29:42. Moisés 4:11.
26a Gén. 2:9; 30a Moisés 5:4–5; 6:51. d 2 Ne. 2:16.
1 Ne. 15:36; b gee Plan de gee Albedrı́o.
Alma 32:40. redención. 32a Moisés 5:4–9.
b Alma 34:8–16; c Mos. 18:13; b gee Muerte espiritual.
42:6–28; Alma 13:3, 5, 7–8.
Moisés 6:59–62. 31a gee Mandamientos [Aproximadamente
27a Job 7:1; Heb. 9:27; de Dios. 82 a.C.]
287 ALMA 12:33–13:1
rectitud; porque en éstos el plan la última muerte, ası́ como la
de redención no tendrı́a poder, primera.
pues de acuerdo con la suprema 37 Ası́ pues, hermanos mı́os, ya
bondad de Dios, las obras de la que sabemos estas cosas, y son
c
justicia no podı́an ser destrui- verdaderas, arrepintámonos y
das. no endurezcamos nuestros co-
33 Pero Dios llamó a los hom- razones para no aprovocar al Se-
bres, en el nombre de su Hijo ñor nuestro Dios a que haga
(pues éste era el plan de reden- descender su ira sobre nosotros
ción que se estableció), dicien- en éstos, sus segundos manda-
do: Si os arrepentı́s y no endu- mientos que nos ha dado; mas
recéis vuestros corazones, en- entremos en el b descanso de
tonces tendré misericordia de Dios, que está preparado según
vosotros por medio de mi Hijo su palabra.
Unigénito;
34 por tanto, el que se arre- CAPÍTULO 13
pienta, y no endurezca su cora-
zón, tendrá derecho a reclamar
la amisericordia, por medio de Los hombres son llamados a ser su-
mi Hijo Unigénito, para la bre- mos sacerdotes por causa de su gran
misión de sus pecados; y ellos fe y buenas obras—Deben enseñar
entrarán en mi cdescanso. los mandamientos—Mediante la
35 Y el que endureciere su co- rectitud son santificados y entran
razón, y cometiere iniquidad, he en el reposo del Señor—Melquise-
aquı́, juro en mi ira que no en- dec fue uno de éstos—Ángeles de-
trará en mi descanso. claran alegres nuevas por todas par-
36 Y ahora bien, hermanos tes—Revelarán la realidad de la ve-
mı́os, he aquı́, os digo que si nida de Cristo.
endurecéis vuestros corazones, Y ADEMÁS, hermanos mı́os, qui-
no entraréis en el descanso del siera dirigir vuestros pensa-
Señor; por tanto, vuestra iniqui- mientos hacia la época en que
dad lo provoca a que él envı́e el Señor Dios dio estos man-
su ira sobre vosotros como en damientos a sus hijos; y qui-
la aprimera provocación, sı́, se- siera que os acordaseis de que
gún su palabra en la última el Señor Dios aordenó sacerdo-
provocación como también en tes, según su santo orden, que
la primera, para la eterna bdes- era según el orden de su Hijo,
trucción de vuestras almas; por para enseñar estas cosas al
tanto, según su palabra, para pueblo.

32c Mos. 15:27; c gee Descansar, Jacob 1:8;


Alma 34:15–16; 42:15. descanso (reposo). Hel. 7:18.
34a gee Misericordia, 36a Jacob 1:7–8; b Alma 13:6–9.
misericordioso. Alma 42:6, 9, 14. 13 1a Abr. 2:9, 11.
b gee Remisión de b gee Condenación. [Aproximadamente
pecados. 37a 1 Ne. 17:30; 82 a.C.]
ALMA 13:2–9 288
2 Y esos sacerdotes fueron or- sición que sus hermanos; ası́ se
denados según el aorden de su preparó este santo llamamiento
Hijo, de una bmanera que harı́a desde la fundación del mundo
saber al pueblo el modo de es- para aquellos que no endure-
perar anhelosamente a su Hijo cieran sus corazones, haciéndo-
para recibir la redención. se en la expiación y por medio
3 Y ésta es la manera confor- de la expiación del Hijo Unigé-
me a la cual fueron ordenados, nito, que fue preparado;
habiendo sido allamados y bpre- 6 y ası́ son llamados mediante
parados desde la c fundación este santo llamamiento y orde-
del mundo de acuerdo con la nados al sumo sacerdocio del
d
presciencia de Dios, por causa santo orden de Dios, para ense-
de su fe excepcional y buenas ñar sus mandamientos a los hi-
obras, habiéndoseles concedido jos de los hombres, para que
primeramente eescoger el bien también entren en su areposo;
o el mal; por lo que, habiendo 7 este sumo sacerdocio era se-
escogido el bien y ejercido una gún el orden de su Hijo, el cual
f
fe sumamente grande, son glla- orden existı́a desde la funda-
mados con un santo llama- ción del mundo, o en otras pa-
miento, sı́, con ese santo llama- labras, es asin principio de dı́as
miento que, con una redención ni fin de años, preparado de
preparatoria y de conformidad eternidad en eternidad, según
b
con ella, se dispuso para tales su presciencia de todas las co-
seres. sas;
4 Y ası́, por motivo de su fe, 8 ahora bien, de esta manera
han sido allamados a este santo los aordenaban: Eran llamados
llamamiento, mientras que con un santo llamamiento, y
otros rechazaban el Espı́ritu de ordenados con una santa orde-
Dios a causa de la dureza de nanza, y tomaban sobre sı́ el
sus corazones y la ceguedad de sumo sacerdocio del santo or-
su mente, cuando de no haber den; y este llamamiento, orde-
sido por esto, hubieran podido nanza y sumo sacerdocio no
tener tan grande bprivilegio co- tienen principio ni fin;
mo sus hermanos. 9 por tanto, llegan a ser asumos
5 O en una palabra, al princi- sacerdotes para siempre, según
pio se hallaban en la amisma po- el orden del Hijo, el Unigénito

2a DyC 107:2–4. f gee Fe. descanso (reposo).


b Alma 13:16. g gee Llamado, 7a Heb. 7:3.
3a DyC 127:2. llamado por Dios, b gee Trinidad.
gee Elección; llamamiento; 8a DyC 84:33–42.
Preordenación. Sacerdocio. gee Sacerdocio de
b DyC 138:55–56. 4a Éter 12:10. Melquisedec.
c Alma 12:25, 30. b 1 Ne. 17:32–35. 9a gee Sumo sacerdote.
gee Vida preterrenal. 5a 2 Ne. 26:28.
d DyC 38:2. 6a Alma 12:37; 16:17. [Aproximadamente
e gee Albedrı́o. gee Descansar, 82 a.C.]
289 ALMA 13:10–18
del Padre, el cual no tiene prin- 14 Sı́, humillaos ası́ como el
cipio de dı́as ni fin de años, y es pueblo en los dı́as de aMelquise-
lleno de bgracia, equidad y ver- dec, quien también fue un sumo
dad. Y ası́ es. Amén. sacerdote según este mismo or-
10 Pues como decı́a respecto al den de que he hablado, que
santo orden, o sea, este asumo también tomó sobre sı́ el sumo
sacerdocio, hubo muchos que sacerdocio para siempre.
fueron ordenados y llegaron a 15 Y fue a este mismo Melqui-
ser sumos sacerdotes de Dios; y sedec a quien aAbraham pagó
b
fue por motivo de su fe excep- diezmos; sı́, aun nuestro padre
cional y barrepentimiento, y su Abraham pagó como diezmo
rectitud ante Dios, porque prefi- una décima parte de todo lo que
rieron arrepentirse y obrar rec- poseı́a.
tamente más bien que perecer; 16 Y estas aordenanzas se con-
11 por tanto, fueron llamados ferı́an según esta manera, para
según este santo orden, y fue- que por ese medio el pueblo es-
ron asantificados, y sus bvestidos perara anhelosamente al Hijo
fueron blanqueados mediante la de Dios, ya que era un bsı́mbolo
sangre del Cordero. de su orden, es decir, era su or-
12 Ahora bien, ellos, después den, y esto para esperar anhelo-
de haber sido asantificados por samente de él la remisión de sus
el bEspı́ritu Santo, habiendo sido pecados a fin de entrar en el re-
blanqueados sus vestidos, en- poso del Señor.
contrándose cpuros y sin man- 17 Pues bien, este Melquisedec
cha ante Dios, no podı́an ver el era rey de la tierra de Salem; y
d
pecado sino con erepugnancia; su pueblo habı́a aumentado en
y hubo muchos, muchı́simos, la iniquidad y abominaciones;
que fueron purificados y entra- sı́, se habı́an extraviado todos;
ron en el reposo del Señor su se habı́an entregado a todo gé-
Dios. nero de iniquidades;
13 Y ahora bien, hermanos 18 pero Melquisedec, habiendo
mı́os, quisiera que os humilla- ejercido una fe poderosa, y reci-
seis ante Dios y dieseis afrutos bido el oficio del sumo sacerdo-
dignos de arrepentimiento, para cio según el a santo orden de
que también podáis entrar en Dios, predicó el arrepentimien-
ese reposo. to a su pueblo. Y he aquı́, se

9b 2 Ne. 2:6. gee Gracia. b gee Espı́ritu Santo. 15a gee Abraham.
10a DyC 84:18–22. c gee Pureza, puro. b Gén. 14:18–20;
b gee Arrepentimiento, d Mos. 5:2; Mal. 3:8–10.
arrepentirse. Alma 19:33. gee Diezmar, diezmo.
11a Moisés 6:59–60. e Prov. 8:13; 16a gee Ordenanzas.
b 1 Ne. 12:10; Alma 37:29. b gee Simbolismo.
Alma 5:21–27; 13a Lucas 3:8. 18a gee Sacerdocio de
3 Ne. 27:19–20. 14a DyC 84:14. Melquisedec.
12a Rom. 8:1–9. tjs, Gén. 14:25–40. [Aproximadamente
gee Santificación. gee Melquisedec. 82 a.C.]
ALMA 13:19–27 290
b
arrepintieron; y Melquisedec es- peregrinos en una tierra extra-
tableció la paz en la tierra du- ña; por tanto, somos altamente
rante sus dı́as; por tanto, fue lla- favorecidos, porque nos han si-
mado el prı́ncipe de paz, pues do declaradas estas alegres nue-
era rey de Salem; y reinó bajo su vas en todas partes de nuestra
padre. viña.
19 Hubo amuchos antes que él, 24 Porque he aquı́, aángeles las
y también hubo muchos des- están declarando a muchos en
pués, mas bninguno fue mayor nuestra tierra en este tiempo, y
que él; por tanto, han hecho de esto con objeto de preparar el
él mención más particular. corazón de los hijos de los hom-
20 Bien, no necesito detallar el bres para recibir su palabra al
asunto; lo que he dicho puede tiempo de su venida en su glo-
ser suficiente. He aquı́, tenéis las ria.
a
Escrituras por delante, y si que- 25 Y ahora solamente espera-
réis btergiversarlas, será para mos oı́r las alegres nuevas de su
vuestra destrucción. venida que nos serán declara-
21 Y ocurrió que cuando les das por la boca de ángeles; por-
hubo dicho estas palabras, Alma que el tiempo viene, y no asabe-
extendió su mano hacia ellos y mos cuán pronto será. Quisiera
clamó con voz potente, dicien- Dios que fuera en mis dı́as; pero
do: Ahora es el momento de sea más tarde o más temprano,
a
arrepentirse, porque el dı́a de la en ello me regocijaré.
salvación se acerca; 26 Y por la boca de ángeles se
22 sı́, y por la aboca de ángeles hará saber a hombres ajustos y
la voz del Señor lo declara a to- santos, al tiempo de su venida,
das las naciones; sı́, lo declara para que se cumplan las pala-
para que reciban alegres nuevas bras de nuestros padres, de con-
de gran gozo; sı́, y proclama es- formidad con lo que han habla-
tas alegres nuevas entre todo su do concerniente a él, que fue de
pueblo; sı́, aun a aquellos que se acuerdo con el espı́ritu de pro-
hallan esparcidos sobre la su- fecı́a que habı́a en ellos.
perficie de la tierra; por tanto, 27 Y ahora bien, hermanos
han llegado hasta nosotros. mı́os, adeseo desde lo más ı́nti-
23 Y nos son manifestadas en mo de mi corazón, sı́, con gran
términos aclaros para que enten- angustia, aun hasta el dolor, que
damos, de modo que no erre- escuchéis mis palabras, y dese-
mos; y se hace ası́ porque somos chéis vuestros pecados, y no de-

19a Hel. 8:18; arrepentirse. 24a Alma 10:10; 39:19.


DyC 84:6–16; 22a Alma 10:20. 25a 1 Ne. 10:4; 3 Ne. 1:13.
107:40–55. 23a 2 Ne. 25:7–8; 26a Amós 3:7;
b DyC 107:1–4. 31:3; 32:7; Lucas 2:8–11.
20a gee Escrituras. Jacob 4:13; 27a Mos. 28:3.
b 2 Pe. 3:16; Alma 41:1. Éter 12:39. [Aproximadamente
21a gee Arrepentimiento, b Jacob 7:26. 82 a.C.]
291 ALMA 13:28–14:5
moréis el dı́a de vuestro arre- Amulek son liberados, y sus perse-
pentimiento; guidores son muertos.
28 sino que os humilléis ante el Y SUCEDIÓ que después que Al-
Señor, e invoquéis su santo ma concluyó de hablar a los del
nombre, y aveléis y oréis ince- pueblo, muchos de ellos creye-
santemente, para que no seáis ron en sus palabras, y empeza-
b
tentados más de lo que podáis ron a arrepentirse y a escudri-
resistir, y ası́ seáis guiados por el ñar las aEscrituras.
Santo Espı́ritu, volviéndoos hu- 2 Pero la mayor parte de ellos
mildes, cmansos, sumisos, pa- deseaban destruir a Alma y a
cientes, llenos de amor y de to- Amulek, porque estaban irrita-
da longanimidad; dos con Alma a causa de la acla-
29 ateniendo fe en el Señor; te- ridad de sus palabras a Zeez-
niendo la esperanza de que reci- rom; y también decı́an que
biréis la vida eterna; siempre te- Amulek les habı́a bmentido, y
niendo el b amor de Dios en habı́a vituperado su ley, y tam-
vuestros corazones para que en bién a sus abogados y jueces.
el postrer dı́a seáis enaltecidos y 3 Y también estaban enojados
entréis en su creposo. con Alma y Amulek; y porque
30 Y el Señor os conceda el habı́an testificado tan claramen-
arrepentimiento para que no te contra sus maldades, procu-
provoquéis su ira sobre voso- raban deshacerse de ellos secre-
tros, para que no seáis atados tamente.
con las cadenas del ainfierno, 4 Mas aconteció que no lo hi-
para que no sufráis la segunda cieron, sino que los tomaron y
b
muerte. los ataron con fuertes cuerdas, y
31 Y Alma habló muchas otras los llevaron ante el juez supe-
palabras al pueblo, las cuales no rior de la tierra.
están escritas en este libro. 5 Y se presentó el pueblo y tes-
tificó contra ellos, declarando
CAPÍTULO 14 que habı́an vituperado la ley, ası́
como a sus abogados y jueces de
Alma y Amulek son encarcelados y la tierra, y a toda la gente que
golpeados — Los creyentes y sus habı́a en la tierra; y que también
Santas Escrituras son echados al habı́an testificado que no habı́a
fuego—El Señor recibe a estos már- sino un Dios, y que iba a enviar
tires en gloria—Los muros de la a su Hijo entre los hombres, pe-
cárcel se parten y caen—Alma y ro que éste no los salvarı́a; y

28a gee Oración; Velar. gee Caridad. gee Escrituras.


b 1 Cor. 10:13. c DyC 84:24. 2a Alma 12:3–7.
c gee Mansedumbre, 30a gee Condenación; b Alma 10:27.
manso; Paciencia. Infierno.
29a Alma 7:24. b gee Muerte espiritual. [Aproximadamente
b DyC 20:31; 76:116. 14 1a 2 Rey. 22:8–13. 82 a.C.]
ALMA 14:6–14 292
muchas otras cosas semejantes quemados y destruidos por fue-
testificó la gente contra Alma y go.
Amulek. Y esto se hizo ante el 9 Y ocurrió que tomaron a Al-
juez superior de la tierra. ma y Amulek y los llevaron al
6 Y aconteció que Zeezrom se lugar del martirio para que pre-
hallaba asombrado de las pala- senciaran la destrucción de los
bras que se habı́an hablado; que eran consumidos por el fue-
y sabı́a también acerca de la go.
ceguedad de la mente que él 10 Y cuando Amulek vio los
habı́a causado entre el pueblo dolores de las mujeres y los ni-
con sus palabras mentirosas; y ños que se consumı́an en la ho-
s u a l m a e m p e z ó a s e n t i r s e guera, se condolió también, y
a
atormentada por la bconcien- dijo a Alma: ¿Cómo podemos
cia de su propia culpa; sı́, em- presenciar esta horrible escena?
pezaron a rodearlo los dolores Extendamos, pues, nuestras ma-
del infierno. nos y ejerzamos el apoder de
7 Y sucedió que empezó a cla- Dios que está en nosotros, y sal-
mar al pueblo, diciendo: He vémoslos de las llamas.
aquı́, yo soy aculpable, y estos 11 Mas le dijo Alma: El Espı́ritu
hombres son sin mancha ante me impide extender la mano;
Dios. Y empezó a abogar por pues he aquı́, el Señor los recibe
ellos desde ese momento, mas el para sı́ mismo en agloria; y él
pueblo lo escarneció diciendo: permite que el pueblo les haga
¿Estás tú también poseı́do del esto, según la dureza de sus co-
diablo? Y escupieron sobre él y razones, para que los bjuicios
lo b echaron de entre ellos; y que en su ira envı́e sobre ellos
también a todos los que creı́an sean justos; y la c sangre del
d
en las palabras que Alma y inocente será un testimonio
Amulek les habı́an hablado; y en su contra, sı́, y clamará fuer-
los echaron fuera, y enviaron temente contra ellos en el pos-
hombres para que los apedrea- trer dı́a.
ran. 12 Entonces Amulek dijo a Al-
8 Y juntaron a sus esposas e hi- ma: He aquı́, quizá nos quemen
jos, y mandaron echar al fuego a a nosotros también.
todo aquel que creı́a, o al que se 13 Y Alma dijo: Hágase según
le habı́a enseñado a creer en la la voluntad del Señor. Mas he
palabra de Dios; y también tra- aquı́, nuestra obra no se ha cum-
jeron sus anales, que contenı́an plido; por tanto, no nos quema-
las Santas Escrituras, y los arro- rán.
jaron también al fuego para ser 14 Y aconteció que cuando se

6a Alma 15:5. 11a gee Gloria. c gee Mártir, martirio.


b gee Conciencia. b Sal. 37:8–13; d Mos. 17:10.
7a Alma 11:21–37. Alma 60:13;
b Alma 15:1. DyC 103:3. [Aproximadamente
10a Alma 8:30–31. gee Justicia. 82 a.C.]
293 ALMA 14:15–23
hubieron consumido los cuer- ¿Por qué no respondéis a las pa-
pos de los que habı́an sido echa- labras de este pueblo? ¿Ignoráis
dos al fuego, como también los que tengo poder para echaros
anales que habı́an arrojado jun- en las llamas? Y les mandó que
to con ellos, el juez superior hablaran; mas ellos no le contes-
de la tierra vino y se puso delan- taron nada.
te de Alma y Amulek, estando 20 Y sucedió que se retiraron y
ellos atados, y los golpeó en se fueron, mas volvieron al dı́a
las mejillas con la mano, y les siguiente; y el juez golpeó a
dijo: Después de lo que habéis Alma y a Amulek de nuevo en
visto, ¿predicaréis otra vez a los las mejillas. Y muchos también
de este pueblo que serán arroja- avanzaron y los golpearon, di-
dos en un alago de fuego y azu- ciendo: ¿Os pondréis otra vez
fre? a juzgar a este pueblo y a
15 He aquı́, ya veis que no tu- condenar nuestra ley? Si tenéis
visteis poder para salvar a los tan grande poder, ¿por qué
que habı́an sido arrojados al no os alibertáis a vosotros mis-
fuego; ni tampoco los ha salva- mos?
do Dios porque eran de vuestra 21 Y les dijeron muchas cosas
fe. Y el juez los golpeó otra vez semejantes, crujiendo los dien-
en las mejillas, y les preguntó: tes, y escupiendo sobre ellos, y
¿Qué decı́s en favor de vosotros diciendo: ¿Cómo nos veremos
mismos? cuando seamos condenados?
16 Y este juez era de la orden y 22 Y muchas cosas semejantes,
la fe de aNehor, aquel que mató sı́, toda suerte de cosas pareci-
a Gedeón. das les dijeron; y ası́ se burlaron
17 Y aconteció que ni Alma ni de ellos por muchos dı́as. Y los
Amulek le contestaron; y los privaron de alimento para que
abofeteó otra vez, y los entregó padecieran hambre, y de agua
a los oficiales para que los echa- para que tuvieran sed; y tam-
ran en la cárcel. bién les quitaron la ropa para
18 Y cuando habı́an estado tres que estuvieran desnudos; y ası́
dı́as en la prisión, vinieron mu- estaban atados con fuertes cuer-
chos aabogados, y jueces, y sa- das, y encerrados en la cárcel.
cerdotes, y maestros, que eran 23 Y aconteció, después de ha-
de la fe de Nehor; y entraron en ber padecido ası́ por muchos
la cárcel para verlos, y les pre- dı́as (y fue el duodécimo dı́a del
guntaron en cuanto a muchas décimo mes, del *décimo año
palabras; mas no les contestaron del gobierno de los jueces sobre
nada. el pueblo de Nefi), que el juez
19 Y aconteció que el juez se superior de la tierra de Ammo-
puso delante de ellos y les dijo: nı́ah, y muchos de sus maestros

14a Alma 12:17. 18a Alma 10:14; 11:20.


16a Alma 1:7–15. 20a Mateo 27:39–43. [*81 a.C.]
ALMA 14:24–15:1 294
y abogados, fueron a la prisión 28 Y Alma y Amulek salieron
donde Alma y Amulek se halla- de la prisión, y no sufrieron da-
ban atados con cuerdas. ño, porque el Señor les habı́a
24 Y llegó ante ellos el juez su- concedido poder según su fe
perior y los golpeó nuevamente, que estaba en Cristo. Y salieron
y les dijo: Si tenéis el poder de luego de la cárcel; y fueron asol-
Dios, libraos de estas ligaduras, tados de sus ligaduras; y la pri-
y entonces creeremos que el Se- sión habı́a caı́do a tierra, y todos
ñor destruirá a este pueblo se- los que estaban dentro de sus
gún vuestras palabras. paredes murieron, menos Alma
25 Y sucedió que todos avanza- y Amulek; y éstos se dirigieron
ron y los golpearon, diciéndoles luego a la ciudad.
las mismas palabras, aun hasta 29 Y los del pueblo, habiendo
el último; y cuando éste les hu- oı́do un gran estruendo, llega-
bo hablado, el apoder de Dios ron corriendo en multitudes pa-
descendió sobre Alma y Amu- ra saber la causa; y cuando vie-
lek, y se levantaron y se pusie- ron salir a Alma y Amulek de la
ron de pie. prisión, y que los muros de ésta
26 Y Alma clamó, diciendo: habı́an caı́do, se apoderó de
¿Cuánto tiempo, oh Señor, su- ellos un pavor inmenso, y huye-
friremos estas grandes aafliccio- ron de la presencia de Alma y
nes? ¡Oh Señor!, fortalécenos Amulek, ası́ como una cabra con
según nuestra fe que está en su crı́a huye de dos leones; y ası́
Cristo hasta tener el poder para huyeron ellos de la presencia de
librarnos. Y rompieron las cuer- Alma y Amulek.
das con las que estaban atados;
y cuando los del pueblo vieron
CAPÍTULO 15
esto, empezaron a huir, porque
el temor a la destrucción cayó
sobre ellos. Alma y Amulek van a Sidom y esta-
27 Y aconteció que su temor blecen una iglesia—Alma sana a
fue tan grande que cayeron al Zeezrom, el cual se une a la Igle-
suelo y no llegaron a la puerta sia—Muchos son bautizados, y la
que conducı́a fuera de la aprisión; Iglesia prospera—Alma y Amulek
y la tierra se estremeció fuerte- parten para Zarahemla.
mente, y los muros de la cárcel Y SUCEDIÓ que se mandó a Al-
se partieron en dos y cayeron al ma y Amulek que salieran de
suelo; y al caer mataron al juez aquella ciudad; y partieron y lle-
superior y a los abogados y sa- garon a la tierra de Sidom; y he
cerdotes y maestros que habı́an aquı́, en ese lugar hallaron a to-
golpeado a Alma y a Amulek. dos los que habı́an salido de la

25a Alma 8:31. 27a Hech. 16:26;


26a Stg. 5:10–11; Éter 12:13.
Mos. 17:10–20; 28a Jacob 4:6; [Aproximadamente
DyC 121:7–8. 3 Ne. 28:19–22. 81 a.C.]
295 ALMA 15:2–15
tierra de aAmmonı́ah, los cuales 6 Y aconteció que Alma le dijo,
habı́an sido bexpulsados y ape- tomándolo de la mano: ¿aCrees
dreados porque creyeron en las en el poder de Cristo para sal-
palabras de Alma. var?
2 Y les relataron todo lo que 7 Y él respondió y dijo: Sı́, creo
habı́a sido de sus aesposas e hi- todas las palabras que has ense-
jos, y también concerniente a ñado.
ellos y al bpoder que los habı́a 8 Y dijo Alma: Si crees en la re-
librado. dención de Cristo, tú puedes ser
a
3 Y también Zeezrom yacı́a en- sanado.
fermo en Sidom, con una fiebre 9 Y él dijo: Sı́, yo creo según tus
ardiente causada por las gran- palabras.
des tribulaciones mentales que 10 Entonces Alma clamó al Se-
sus ainiquidades le habı́an oca- ñor, diciendo: ¡Oh Señor Dios
sionado; porque creı́a que Alma nuestro, ten misericordia de es-
y Amulek ya no existı́an, y que te hombre y asánalo según su fe
habı́an sido muertos a causa de que está en Cristo!
la iniquidad de él. Y este gran 11 Y cuando Alma hubo dicho
pecado, con sus muchos otros estas palabras, Zeezrom de un
a
pecados, tanto le atormentaban salto se puso de pie y empezó a
su mente, que se agravó y no andar; y esto causó un gran
hallaba alivio; por tanto, empe- asombro entre todo el pueblo, y
zó a consumirlo una fiebre abra- la noticia de ello se extendió por
sadora. toda la tierra de Sidom.
4 Mas cuando oyó que Alma y 12 Y Alma bautizó a Zeezrom
Amulek se hallaban en la tierra en el Señor; y desde entonces
de Sidom, su corazón empezó a empezó Zeezrom a predicar al
animarse, e inmediatamente les pueblo.
envió un mensaje, rogando que 13 Y Alma estableció una igle-
fuesen a verlo. sia en la tierra de Sidom, y con-
5 Y sucedió que ellos fueron in- sagró sacerdotes y maestros en
mediatamente, en atención al la tierra para que bautizaran en
mensaje que les habı́a enviado; el Señor a todos los que desea-
y entraron en la casa de Zeez- ran bautizarse.
rom; y lo hallaron en cama, en- 14 Y aconteció que hubo mu-
fermo y muy grave de una fie- chos; porque llegaron en grupos
bre ardiente; y también su men- de toda la comarca alrededor de
te estaba sumamente afligida Sidom, y fueron bautizados.
por causa de sus iniquidades; y 15 Mas en cuanto a los habitantes
al verlos les extendió la mano, y que se hallaban en la tierra de
les suplicó que lo sanaran. Ammonı́ah, continuaron sien-

15 1a Alma 16:2–3, 9, 11. 3a Alma 14:6–7. 11a Hech. 3:1–11.


b Alma 14:7. 6a Marcos 9:23.
2a Alma 14:8–14. 8a gee Sanar, sanidades. [Aproximadamente
b Alma 14:28. 10a Marcos 2:1–12. 81 a.C.]
ALMA 15:16–16:3 296
do una gente de corazón empe- CAPÍTULO 16
dernido y dura cerviz; y no se
arrepintieron de sus pecados, Los lamanitas destruyen a la gente
pues atribuı́an al diablo todo el de Ammonı́ah—Zoram dirige a los
poder de Alma y Amulek; por- nefitas al triunfo sobre los lamani-
que eran de la fe de aNehor, y tas—Alma, Amulek y muchos otros
no creı́an en el arrepentimiento predican la palabra—Enseñan que,
de sus pecados. después de su resurrección, Cristo
16 Y sucedió que Alma y Amu- se aparecerá a los nefitas.
lek —y Amulek habı́a aabando-
nado todo su oro, su plata y sus Y SUCEDIÓ que en el año *un-
objetos preciosos que se halla- décimo del gobierno de los jue-
ban en la tierra de Ammonı́ah, ces sobre el pueblo de Nefi,
por la palabra de Dios; y habı́a el dı́a cinco del segundo mes
sido brechazado por los que an- —habiendo existido mucha
tes eran sus amigos, y también paz en la tierra de Zarahemla,
por su padre y sus parientes. pues no habı́a habido guerras
17 Por tanto, después que Al- ni contenciones por determi-
ma hubo establecido la iglesia n a d o n ú m e r o d e a ñ o s , a u n
en Sidom, viendo un gran acam- hasta el quinto dı́a del segun-
bio, sı́, viendo que el pueblo do mes del año undécimo—
habı́a refrenado el orgullo de resonó por todo el paı́s el grito
sus corazones y que habı́a em- de guerra.
pezado a bhumillarse ante Dios, 2 Porque he aquı́, los ejércitos
y a reunirse en sus santuarios de los lamanitas habı́an pasado
para cadorar a Dios ante el altar, las fronteras del paı́s, por el lado
d
velando y orando sin cesar del desierto, sı́, hasta la ciudad
que fuesen librados de Satanás, de aAmmonı́ah, y empezaron a
y de la emuerte y de la destruc- matar a la gente y a destruir la
ción— ciudad.
18 pues como dije, habiendo 3 Y aconteció que antes que los
visto Alma todas estas cosas, to- nefitas pudieran levantar un
mó consigo a Amulek y se diri- ejército suficiente para recha-
gió a la tierra de Zarahemla, y lo zarlos del paı́s, ya habı́an ades-
llevó a su propia casa, y lo aten- truido a la gente que se hallaba
dió en sus tribulaciones y lo for- en la ciudad de Ammonı́ah, co-
taleció en el Señor. mo también a algunos en las
19 Y ası́ terminó el año décimo fronteras de la tierra de Noé, y a
del gobierno de los jueces sobre otros los llevaron cautivos al de-
el pueblo de Nefi. sierto.

15a Alma 1:2–15. 17a Alma 16:21. e gee Muerte espiritual.


16a Lucas 14:33; b gee Humildad, 16 2a Alma 15:1, 15–16.
Alma 10:4. humilde. 3a Alma 9:18.
b gee Persecución, c gee Adorar.
perseguir. d gee Oración; Velar. [*81 a.C.]
297 ALMA 16:4–13
4 Y sucedió que los nefitas de- bı́an llevado, y no se habı́a per-
seaban rescatar a los que habı́an dido ni uno solo de los cautivos.
sido llevados cautivos al desier- Y sus hermanos los llevaron pa-
to. ra que poseyeran sus propias
5 Por tanto, aquel que habı́a si- tierras.
do nombrado capitán en jefe de 9 Y ası́ terminó el año undéci-
los ejércitos de los nefitas (y se mo de los jueces, y los lamanitas
llamaba Zoram, y tenı́a dos hi- habı́an sido echados del paı́s, y
jos, Lehi y Aha), sabiendo él y el pueblo de Ammonı́ah habı́a
sus dos hijos que Alma era el su- sido adestruido; sı́, toda alma vi-
mo sacerdote de la iglesia, y ha- viente de los ammoniahitas ha-
biendo oı́do que tenı́a el espı́ritu bı́a sido bdestruida, y también su
de profecı́a, se dirigieron a él y gran ciudad, la cual decı́an que
desearon saber de él a dónde Dios no podı́a destruir a causa
querı́a el Señor que fueran en el de su grandeza.
desierto en busca de sus herma- 10 Mas he aquı́ que en un asolo
nos que los lamanitas se habı́an dı́a quedó desolada; y los perros
llevado cautivos. y las bestias feroces del desierto
6 Y ocurrió que Alma apregun- destrozaron los cadáveres.
tó al Señor concerniente al asun- 11 Sin embargo, después de
to. Y Alma volvió y les dijo: He muchos dı́as se amontonaron
aquı́, los lamanitas cruzarán el sus cadáveres sobre la faz de la
rı́o Sidón en la tierra desierta del tierra, y los cubrieron superfi-
sur, bien lejos, más allá de las cialmente. Y tan grande era la
fronteras de la tierra de Manti. Y hediondez, que por muchos
he aquı́, allı́ los encontraréis, al años la gente no fue a tomar po-
este del rı́o Sidón, y allı́ el Señor sesión de la tierra de Ammo-
os entregará a vuestros herma- nı́ah. Y la llamaron la Desola-
nos que los lamanitas han lleva- ción de los Nehores; porque
do cautivos. eran de la fe de aNehor los que
7 Y sucedió que Zoram y sus perecieron; y sus tierras queda-
hijos cruzaron el rı́ o Sidón ron desoladas.
con sus ejércitos y marcharon 12 Y los lamanitas no volvieron
más allá de las fronteras de a la guerra contra los nefitas
Manti, en la tierra desierta del *hasta el año decimocuarto del
sur que quedaba al este del gobierno de los jueces sobre el
rı́o Sidón. pueblo de Nefi. Y ası́, durante
8 Y embistieron a los ejércitos tres años, el pueblo de Nefi go-
de los lamanitas, y los lamanitas zó de continua paz en toda la
fueron esparcidos y echados al tierra.
desierto; y rescataron a sus her- 13 Y Alma y Amulek salieron a
manos que los lamanitas se ha- predicar el arrepentimiento al

6a Alma 43:23–24. b Alma 25:1–2.


9a Alma 8:16; 9:18–24; 10a Alma 9:4. [*Aproximadamente
Morm. 6:15–22. 11a Alma 1:15; 24:28–30. 78 a.C.]
ALMA 16:14–21 298
pueblo en sus atemplos, y en sus y c envidias, y contiendas, y
santuarios, y también en sus bsi- malicia y vituperios; y el hurto,
nagogas, las cuales se habı́an el robo, el pillaje, el asesinato,
construido a la manera de los la comisión de adulterio, y to-
judı́os. do género de lujuria, procla-
14 Y comunicaban la palabra mando que tales cosas no de-
de Dios sin cesar a cuantos que- bı́an existir;
rı́an oı́rlos, y no hacı́an aacep- 19 declarando las cosas que
ción de personas. pronto habı́an de acontecer; sı́,
15 Y ası́ salieron Alma, Amulek proclamando la avenida del Hijo
y también muchos otros que ha- de Dios, sus padecimientos y
bı́an sido elegidos para la obra, a muerte, y también la resurrec-
predicar la palabra en todo el ción de los muertos.
paı́s. Y se generalizó el estableci- 20 Y muchos del pueblo pre-
miento de la iglesia por toda la guntaron acerca del lugar don-
comarca, en toda la región cir- de el Hijo de Dios habı́a de
cunvecina, entre todo el pueblo venir; y se les enseñó que se
a
de los nefitas. aparecerı́a a ellos bdespués de
16 Y ano habı́a desigualdad en- su resurrección; y el pueblo oyó
tre ellos; y el Señor derramó su esto con gran gozo y alegrı́a.
Espı́ritu sobre toda la faz de la 21 Y después que la iglesia
tierra a fin de preparar la mente quedó establecida por toda la
de los hijos de los hombres, o sea, tierra —habiéndose logrado la
preparar sus bcorazones para re- a
victoria sobre el diablo, y predi-
cibir la palabra que se enseñarı́a cándose la palabra de Dios en su
entre ellos en el dı́a de su venida, pureza en toda la tierra y derra-
17 a fin de que no se endure- mando el Señor sus bendiciones
cieran contra la palabra, para sobre la gente— ası́ terminó el
que no fuesen incrédulos y pro- año decimocuarto del gobierno
cediesen a la destrucción; sino de los jueces sobre el pueblo de
que recibieran la palabra con Nefi.
gozo, y que, como arama, fuesen
injertados en la verdadera bvid
para que entraran en el creposo Una relación de los hijos de Mo-
del Señor su Dios. sı́ah, que renunciaron a sus dere-
18 Y los asacerdotes que salie- chos al reino por la palabra de
ron entre la gente predicaron Dios y subieron a la tierra de Nefi
contra toda mentira, y bengaños, para predicar a los lamanitas; sus

13a 2 Ne. 5:16. b gee Viña del Señor. Jesucristo.


b Alma 21:4–6, 20. c Alma 12:37; 13:10–13. 20a 2 Ne. 26:9;
14a Alma 1:30. 18a Alma 15:13. 3 Ne. 11:7–14.
16a Mos. 18:19–29; b gee Engañar, engaño. b 1 Ne. 12:4–6.
4 Ne. 1:3. c gee Envidia. 21a Alma 15:17.
b gee Corazón 19a gee Jesucristo—
quebrantado. Profecı́as acerca de la [Aproximadamente
17a Jacob 5:24. vida y muerte de 78 a.C.]
299 ALMA 17:1–8
padecimientos y liberación, se- y aayuno; por tanto, tenı́an el es-
gún los anales de Alma. pı́ritu de profecı́a y el espı́ritu
Comprende los capı́tulos de revelación, y cuando bense-
17 al 27 inclusive. ñaban, lo hacı́an con poder y
autoridad de Dios.
4 Y habı́an estado enseñando
CAPÍTULO 17 la palabra de Dios entre los la-
Los hijos de Mosı́ah tienen el espı́ri- manitas *por el espacio de ca-
tu de profecı́a y de revelación—Ca- torce años, y habı́an logrado
da cual va por su propio camino pa- mucho aéxito en btraer a muchos
ra declarar la palabra a los lamani- al conocimiento de la verdad; sı́,
tas—Ammón va a la tierra de Is- por el poder de sus palabras
mael y se hace siervo del rey Lamo- muchos fueron traı́dos ante el
ni—Ammón salva los rebaños del altar de Dios para invocar su
rey y mata a los enemigos de éste nombre y cconfesar sus pecados
junto a las aguas de Sebús. ante él.
5 Y éstas son las circunstancias
Y ACONTECIÓ que mientras Al- que los acompañaron en sus
ma iba viajando hacia el sur, de viajes, pues pasaron muchas
la tierra de Gedeón a la tierra de aflicciones; padecieron mucho,
Manti, he aquı́, para asombro tanto corporal como mental-
suyo, aencontró a los bhijos de mente, tal como hambre, sed, fa-
Mosı́ah que viajaban hacia la tiga y también se aesforzaron
tierra de Zarahemla. mucho en el espı́ritu.
2 Estos hijos de Mosı́ah estaban 6 Ahora bien, éstos fueron sus
con Alma en la ocasión en que el viajes: Se adespidieron de su pa-
ángel se le apareció por aprime- dre Mosı́ah en el primer año de
ra vez; por tanto, Alma se alegró los jueces, después de haber bre-
muchı́simo de ver a sus herma- husado el reino que su padre
nos; y lo que aumentó más su deseaba conferirles, y que tam-
gozo fue que aún eran sus her- bién era la voluntad del pueblo;
manos en el Señor; sı́, y se ha- 7 no obstante, partieron de la
bı́an fortalecido en el conoci- tierra de Zarahemla, y llevaron
miento de la verdad; porque sus espadas, y sus lanzas, sus ar-
eran hombres de sano entendi- cos, sus flechas y sus hondas; e
miento, y habı́an bescudriñado hicieron esto para proveerse de
diligentemente las Escrituras pa- alimento mientras estuvieran en
ra conocer la palabra de Dios. el desierto.
3 Mas esto no es todo; se ha- 8 Y ası́ partieron para el desier-
bı́an dedicado a mucha oración to, con su grupo que habı́an es-

17 1a Alma 27:16. b gee Enseñar—Enseñar 5a Alma 8:10.


b Mos. 27:34. con el espı́ritu. 6a Mos. 28:1, 5–9.
2a Mos. 27:11–17. 4a Alma 29:14. b Mos. 29:3.
b gee Escrituras. b gee Obra misional.
3a gee Ayunar, ayuno; c gee Confesar,
Oración. confesión. [*Desde 91 hasta 77 a.C.]
ALMA 17:9–17 300
cogido, para subir a la tierra de la tierra de los lamanitas, se ase-
Nefi a predicar la palabra de pararon unos de otros, confian-
Dios a los lamanitas. do en el Señor en que se volve-
9 Y sucedió que viajaron mu- rı́an a reunir al fin de su bcose-
chos dı́as por el desierto, y ayu- cha; porque creı́an que la obra
naron y a oraron mucho para que habı́an emprendido era
que el Señor concediera que grande.
una porción de su Espı́ritu los 14 Y ciertamente era grande,
acompañase y estuviese con porque habı́an emprendido la
ellos, a fin de que fuesen un predicación de la palabra de
b
instrumento en las manos de Dios a un pueblo asalvaje, empe-
Dios para llevar a sus hermanos, dernido y feroz; un pueblo que
los lamanitas, si posible fuese, al se deleitaba en asesinar a los ne-
conocimiento de la verdad, al fitas, y en robarles y despojar-
conocimiento de la depravación los; y tenı́an el corazón puesto
de las ctradiciones de sus pa- en las riquezas, o sea, en el oro,
dres, las cuales no eran correc- y la plata y las piedras preciosas;
tas. sı́, además, procuraban posesio-
10 Y sucedió que el Señor los narse de estas cosas asesinando
a
visitó con su bEspı́ritu, y les di- y despojando, para no tener que
jo: Sed cconsolados; y fueron trabajar por ellas con sus pro-
consolados. pias manos.
11 Y les dijo también el Señor: 15 De modo que eran un pue-
Id entre los lamanitas, vuestros blo muy indolente; muchos de
hermanos, y estableced mi pala- ellos adoraban ı́dolos, y la amal-
bra; empero seréis apacientes en dición de Dios habı́a caı́do sobre
las congojas y aflicciones, para ellos a causa de las btradiciones
que les déis buenos ejemplos en de sus padres; sin embargo, las
mı́; y os haré instrumentos en promesas del Señor se exten-
mis manos, para la salvación de dı́an a ellos mediante las condi-
muchas almas. ciones del arrepentimiento.
12 Y aconteció que se anima- 16 Por esta acausa, pues, fue
ron los corazones de los hijos de que los hijos de Mosı́ah habı́an
Mosı́ah, ası́ como los que esta- emprendido la obra, para que
ban con ellos, para ir a los lama- quizá los condujeran al arrepen-
nitas a declararles la palabra de timiento; para que tal vez los
Dios. trajeran al conocimiento del
13 Y sucedió que cuando hu- plan de redención.
bieron llegado a las fronteras de 17 De manera que se separaron

9a Alma 25:17. c Alma 26:27. 3 Ne. 2:15–16.


gee Oración. 11a Alma 20:29. b Alma 9:16–24; 18:5.
b Mos. 23:10; gee Paciencia. 16a Mos. 28:1–3.
Alma 26:3. 13a Alma 21:1.
c Alma 3:10–12. b Mateo 9:37.
10a DyC 5:16. 14a Mos. 10:12. [Aproximadamente
b gee Espı́ritu Santo. 15a Alma 3:6–19; 90 a.C.]
301 ALMA 17:18–29
unos de otros, y fueron entre Ammón, e hizo que le soltaran
ellos, cada uno a solas, según la las ligaduras; y querı́a que él to-
palabra y poder de Dios que le mara por esposa a una de sus
era concedido. hijas.
18 Ahora bien, siendo Ammón 25 Mas le dijo Ammón: No, si-
el principal entre ellos, o más no seré tu siervo. Por tanto, Am-
bien él les ministraba, se separó món se hizo siervo del rey La-
de ellos después de haberlos moni. Y sucedió que lo pusieron
a
bendecido según sus varias cir- con otros siervos para que cui-
cunstancias, habiéndoles comu- dara los rebaños de Lamoni, se-
nicado la palabra de Dios, o mi- gún la costumbre de los lamani-
nistrado a ellos antes de su par- tas.
tida; y ası́ iniciaron sus respecti- 26 Y después de haber estado
vos viajes por el paı́s. tres dı́as al servicio del rey,
19 Y Ammón fue a la tierra de mientras iba con los siervos la-
Ismael, que ası́ se llamaba por manitas, llevando sus rebaños al
los hijos de aIsmael, los cuales abrevadero que se llamaba las
también se hicieron lamanitas. aguas de Sebús —y todos los la-
20 Y al entrar Ammón en la tie- manitas llevaban allı́ sus reba-
rra de Ismael, los lamanitas lo ños para que bebieran—,
tomaron y lo ataron como acos- 27 de modo que mientras Am-
tumbraban atar a todos los nefi- món y los siervos del rey lleva-
tas que caı́an en sus manos y lle- ban sus rebaños al abrevadero,
varlos ante el rey; y ası́ se dejaba he aquı́, un cierto número de la-
al gusto del rey matarlos, o rete- manitas, que ya habı́an estado
nerlos en el cautiverio, o echar- allı́ para abrevar sus rebaños, se
los en la cárcel, o desterrarlos, levantaron y dispersaron los re-
según su voluntad y placer. baños de Ammón y los siervos
21 Y ası́ Ammón fue llevado del rey, y los esparcieron de tal
ante el rey que gobernaba en la modo que huyeron por todas
tierra de Ismael; y se llamaba partes.
Lamoni, y era descendiente de 28 Entonces los siervos del rey
Ismael. empezaron a murmurar, dicien-
22 Y el rey preguntó a Ammón do: Ahora el rey nos matará co-
si era su deseo vivir en esa tierra mo lo ha hecho con nuestros
entre los lamanitas, o sea, entre hermanos, porque sus rebaños
el pueblo del rey. fueron dispersados por la mal-
23 Y le dijo Ammón: Sı́; deseo dad de estos hombres. Y empe-
morar entre este pueblo por al- zaron a llorar amargamente, di-
gún tiempo; sı́, y quizá hasta el ciendo: ¡He aquı́, nuestros reba-
dı́a que muera. ños ya están esparcidos!
24 Y sucedió que el rey Lamoni 29 Y lloraban por temor a per-
quedó muy complacido con der la vida. Ahora bien, cuando

18a gee Bendecido, 19a 1 Ne. 7:4–6. [Aproximadamente


bendecir, bendición. 90 a.C.]
ALMA 17:30–39 302
Ammón vio esto, se le llenó de de sus hombres podı́a matarlo a
gozo el corazón, porque dijo: su gusto, pues no sabı́an que el
Manifestaré mi poder, o sea, el Señor habı́a prometido a Mo-
poder que está en mı́, a estos sı́ah que alibrarı́a a sus hijos de
mis consiervos, recogiendo es- las manos de ellos; ni sabı́an na-
tos rebaños para el rey, a fin de da en cuanto al Señor; por tan-
ganar el corazón de mis consier- to, se deleitaban en la destruc-
vos, para encaminarlos a creer ción de sus hermanos, y por esta
en mis palabras. razón avanzaron para esparcir
30 Y tales eran los pensamien- los rebaños del rey.
tos de Ammón, al ver las aflic- 36 Pero aAmmón se adelantó y
ciones de aquellos a quienes él empezó a arrojarles piedras con
llamaba sus hermanos. su honda; sı́, con gran fuerza
31 Y ocurrió que los alentó con lanzó piedras contra ellos; y ası́
sus palabras, diciendo: Herma- mató a bcierto número de ellos,
nos mı́os, sed de buen ánimo, y de modo que empezaron a
vayamos a buscar los rebaños, y asombrarse de su poder; no obs-
los recogeremos y los traeremos tante, estaban enojados por cau-
otra vez al abrevadero; y ası́ pre- sa de sus hermanos muertos, y
servaremos los rebaños del rey, estaban resueltos a hacerlo caer;
y no nos matará. viendo, pues, que cno podı́an
32 Y sucedió que salieron a pegarle con sus piedras, avanza-
buscar los rebaños, y siguieron a ron con mazas para matarlo.
Ammón; y corrieron con mucha 37 Mas he aquı́, que con su es-
ligereza y atajaron los rebaños pada Ammón le cortaba el brazo
del rey y los juntaron en el abre- a todo el que levantaba la maza
vadero otra vez. para herirlo; porque resistió sus
33 Y aquellos hombres se dis- golpes, hiriéndoles los brazos
pusieron otra vez para esparcir con el filo de su espada, al grado
sus rebaños; pero Ammón dijo a que empezaron a asombrarse y
sus hermanos: Cercad los reba- a huir delante de él; sı́, y eran no
ños para que no huyan; yo voy pocos en número; y los hizo
a contender con estos hombres huir por la fuerza de su brazo.
que dispersan nuestros rebaños. 38 Y habı́an caı́do seis de ellos
34 Hicieron, por tanto, lo que por la honda, mas sólo a su ca-
Ammón les mandó, y él avanzó becilla mató con la espada; y
y se dispuso a contender con los Ammón cortó cuantos brazos se
que estaban cerca de las aguas levantaron contra él, y no fue-
de Sebús; y eran no pocos en ron pocos.
número. 39 Y cuando los hubo hecho
35 Por tanto, no temı́an a Am- huir bastante lejos, regresó; y
món, porque suponı́an que uno dieron agua a sus rebaños, y los

35a Mos. 28:7; b Alma 18:16.


Alma 19:22–23. c Alma 18:3. [Aproximadamente
36a Éter 12:15. 90 a.C.]
303 ALMA 18:1–7
llevaron otra vez a los pastos del mas esto sı́ sabemos, que los
rey; y entonces se presentaron enemigos del rey ano lo pueden
delante del rey llevando los bra- matar; ni pueden esparcir los re-
zos que Ammón habı́a cortado baños del rey cuando él se halla
con su espada, que eran los de con nosotros, por causa de su
aquellos que intentaron matar- destreza y gran fuerza; por tan-
lo; y los llevaron al rey como tes- to, sabemos que es amigo del
timonio de las cosas que habı́an rey. Y ahora bien, ¡oh rey!, no
hecho. creemos que un hombre tenga
tanto poder, pues sabemos que
no se le puede matar.
CAPÍTULO 18 4 Y cuando el rey oyó estas pa-
labras, les dijo: Ahora sé que es
El rey Lamoni supone que Ammón el Gran Espı́ritu; y ha descendi-
es el Gran Espı́ritu—Ammón en- do en esta ocasión para salvar
seña al rey acerca de la Creación, vuestras vidas, a fin de que ano
de los tratos de Dios con los hom- os matara como lo hice con
bres y de la redención que viene vuestros hermanos. Este es el
por medio de Cristo—Lamoni cree Gran Espı́ritu de quien han ha-
y cae a tierra como si estuviera blado nuestros padres.
muerto. 5 Y ésta era la tradición de La-
Y ACONTECIÓ que el rey Lamo- moni, la cual habı́a recibido de
ni hizo que sus siervos se pre- su padre, que habı́a un aGran
sentaran y testificaran de todas Espı́ritu. Pero a pesar de que
las cosas que habı́an visto con- creı́an que habı́a un Gran Espı́ri-
cernientes al asunto. tu, suponı́an que todo lo que
2 Y cuando todos hubieron da- hacı́an era justo; no obstante,
do testimonio de lo que habı́an Lamoni empezó a temer en su-
presenciado, y el rey se enteró mo grado por miedo de haber
de la fidelidad de Ammón al de- hecho mal con matar a sus sier-
fender sus rebaños, y también vos;
de su gran poder en luchar con- 6 pues habı́a quitado la vida a
tra aquellos que trataron de ma- muchos de ellos porque sus her-
tarlo, se asombró en extremo y manos les habı́an dispersado
dijo: Seguramente es algo más sus rebaños en el abrevadero; y
que un hombre. He aquı́, ¿no se- porque les habı́an esparcido sus
rá éste el Gran Espı́ritu, que en- rebaños fueron muertos.
vı́a tan grandes castigos sobre 7 Y era la costumbre de estos
este pueblo por motivo de sus lamanitas colocarse cerca de las
asesinatos? aguas de Sebús para esparcir los
3 Y respondieron ellos al rey, y rebaños del pueblo, y ası́ llevar-
dijeron esto: Si es el Gran Espı́ri- se a su propia tierra muchos de
tu o un hombre, no sabemos; los que eran esparcidos, pues

18 3a Alma 17:34–38. 5a Alma 19:25–27. [Aproximadamente


4a Alma 17:28–31. gee Trinidad. 90 a.C.]
ALMA 18:8–20 304
entre ellos era una manera de rey, pues consideraban que sus
robar. reyes eran poderosos; y por eso
8 Y sucedió que el rey Lamoni le dijo: Rabbánah, el rey desea
preguntó a sus siervos, dicien- que te quedes.
do: ¿En dónde está este hombre 14 De modo que Ammón se
que tiene tan grande poder? volvió hacia el rey y le dijo:
9 Y le dijeron: He aquı́, está ¿Qué quieres que haga por ti,
dando de comer a tus caballos. oh rey? Mas el rey no le contestó
Ahora bien, antes que salieran por el espacio de una hora, se-
a abrevar sus rebaños, el rey gún el tiempo de ellos, porque
habı́a mandado a sus siervos no sabı́a qué decirle.
que prepararan sus caballos y 15 Y sucedió que Ammón le di-
carros y lo llevaran a la tierra jo otra vez: ¿Qué deseas de mı́?
de Nefi; porque el padre de La- Mas el rey no le contestó.
moni, que era el rey de toda 16 Y aconteció que Ammón,
esa tierra, habı́a mandado pre- estando lleno del Espı́ritu de
parar una gran fiesta en la tierra Dios, percibió los apensamien-
de Nefi. tos del rey. Y le dijo: ¿Es porque
10 Y cuando oyó el rey Lamoni has oı́do que defendı́ a tus sier-
que Ammón estaba preparando vos y tus rebaños, y maté a siete
sus caballos y sus carros, se de sus hermanos con la honda
asombró más a causa de la fide- y con la espada, y les corté
lidad de Ammón, y dijo: Cierta- los brazos a otros, a fin de de-
mente no ha habido entre todos fender tus rebaños y tus sier-
mis siervos ninguno que haya vos? ¿He aquı́, es esto lo que
sido tan fiel como este hombre; causa tu asombro?
pues se acuerda de todas mis ór- 17 Yo te digo: ¿A qué se debe
denes para ejecutarlas. que te maravilles tanto? He aquı́,
11 Ahora de seguro sé que es soy un hombre, y soy tu siervo;
el Gran Espı́ritu, y quisiera que por tanto, cualquier cosa que
viniese a verme, pero no me desees, que sea justa, yo la haré.
atrevo. 18 Y cuando el rey hubo oı́do
12 Y aconteció que cuando hu- estas palabras, se maravilló de
bo alistado los caballos y los ca- nuevo, porque vio que Ammón
rros para el rey y sus siervos, podı́a adiscernir sus pensamien-
Ammón entró en donde estaba tos; mas no obstante, el rey La-
el rey, y observó que el semblan- moni abrió su boca, y le dijo:
te del rey habı́a cambiado; por ¿Quién eres? ¿Eres tú ese Gran
tanto, estaba a punto de retirar- Espı́ritu que bsabe todas las co-
se de su presencia. sas?
13 Y le dijo uno de los siervos 19 Le respondió Ammón, y di-
del rey: Rabbánah, que interpre- jo: No lo soy.
tado significa poderoso o gran 20 Y dijo el rey: ¿Cómo sabes

16a Alma 12:3. don de. [Aproximadamente


18a gee Discernimiento, b gee Trinidad. 90 a.C.]
305 ALMA 18:21–36
los pensamientos de mi cora- ado todas las cosas que hay so-
zón? Puedes hablar sin temor y bre la tierra; mas no sé de los
decirme concerniente a estas co- cielos.
sas; y dime, también, con qué 30 Y le dijo Ammón: El cielo es
poder mataste y cortaste los bra- un lugar donde moran Dios y
zos a mis hermanos que espar- todos sus santos ángeles.
cieron mis rebaños. 31 Y el rey Lamoni dijo: ¿Está
21 Ahora bien, si me explicas por encima de la tierra?
concerniente a estas cosas, te 32 Y dijo Ammón: Sı́, y su mira-
daré cuanto deseares; y si nece- da está sobre todos los hijos de
sario fuere, te protegeré con mis los hombres; y conoce todos los
a
ejércitos; pero sé que eres más pensamientos e intenciones del
poderoso que todos ellos; no corazón; porque por su mano
obstante, te concederé cuanto todos fueron creados desde el
de mı́ desees. principio.
22 Entonces Ammón, siendo 33 Y dijo el rey Lamoni: Creo
prudente pero sin malicia, dijo a todas estas cosas que has habla-
Lamoni: ¿Escucharás mis pala- do. ¿Eres enviado por Dios?
bras, si te digo mediante qué po- 34 Y Ammón le dijo: Soy un
der hago estas cosas? Esto es lo hombre; y en el principio el
a
que de ti deseo. hombre fue creado a imagen
23 Y le respondió el rey, y dijo: de Dios; y su Santo Espı́ritu me
Sı́, creeré todas tus palabras. Y ha llamado para benseñar estas
ası́ ingeniosamente lo acompro- cosas a los de este pueblo, a
metió. fin de que lleguen al conoci-
24 Y Ammón empezó a hablar- miento de lo que es justo y
le aosadamente, y le dijo: ¿Crees verdadero;
que hay un Dios? 35 y mora en mı́ parte de ese
a
25 Y él respondió, y le dijo: Ig- Espı́ritu, el cual me da bconoci-
noro lo que eso significa. miento, y también poder, de
26 Y entonces dijo Ammón: conformidad con mi fe y mis de-
¿Crees tú que existe un Gran Es- seos que están en Dios.
pı́ritu? 36 Y cuando Ammón hubo di-
27 Y él contestó: Sı́. cho estas palabras, empezó por
28 Y dijo Ammón: Este es Dios. la creación del mundo, y tam-
Y dijo de nuevo Ammón: ¿Crees bién la creación de Adán; y le
que este Gran Espı́ritu, que es declaró todas las cosas concer-
Dios, creó todas las cosas que nientes a la caı́da del hombre, y
hay en el cielo y en la tierra? le arepitió y explicó los anales y
29 Y él dijo: Sı́, creo que ha cre- las Santas bEscrituras del pue-

23a Y ası́ ingeniosamente 34a Mos. 7:27; b gee Conocimiento.


Ammón lo Éter 3:13–16. 36a Mos. 1:4; Alma 22:12;
comprometió. b gee Enseñar—Enseñar 37:9.
24a Alma 38:12. con el Espı́ritu. b gee Escrituras.
32a Amós 4:13; 35a gee Inspiración, [Aproximadamente
3 Ne. 28:6; DyC 6:16. inspirar. 90 a.C.]
ALMA 18:37–19:5 306
blo, las cuales los cprofetas ha- tuviera muerto por el espacio de
bı́an declarado, aun hasta la dos dı́as y dos noches; y su es-
época en que su padre Lehi sa- posa y sus hijos e hijas lloraron
lió de Jerusalén. por él según la costumbre de los
37 Y también les relató (porque lamanitas, lamentando en extre-
se dirigı́a al rey y a sus siervos) mo su pérdida.
todos los viajes de sus padres
por el desierto, y todos sus pa- CAPÍTULO 19
decimientos de hambre y sed, y
sus afanes, etcétera.
38 Y les refirió también concer- Lamoni recibe la luz de la vida eter-
niente a las rebeliones de La- na y ve al Redentor—Los de su casa
mán y Lemuel y los hijos de Is- caen a tierra dominados por el Espı́-
mael, sı́, les relató todas sus re- ritu y muchos de ellos ven ánge-
beliones; y les explicó todos los les—Ammón es preservado mila-
anales y las Escrituras, desde la grosamente—Bautiza a muchos y
época en que Lehi salió de Jeru- establece una iglesia entre ellos.
salén hasta entonces. Y SUCEDIÓ que después de dos
39 Mas eso no es todo; porque dı́as y dos noches, estaban ya
les explicó ael plan de redención para llevar su cuerpo y ponerlo
que fue preparado desde la fun- en un sepulcro que habı́an he-
dación del mundo; y también cho con el fin de sepultar a sus
les hizo saber concerniente a la muertos.
venida de Cristo, y les dio a co- 2 Y la reina, habiendo oı́do de
nocer todas las obras del Señor. la fama de Ammón, le mandó
40 Y sucedió que después que decir que deseaba que él fuera a
hubo dicho todas estas cosas, y verla.
las explicó al rey, éste creyó to- 3 Y ocurrió que Ammón hizo lo
das sus palabras; que se le mandó, y entró a ver a
41 y empezó a clamar al Señor, la reina y le preguntó qué de-
diciendo: ¡Oh Señor, ten miseri- seaba que él hiciera.
cordia! ¡Según tu abundante 4 Y le dijo ella: Los siervos de
a
misericordia que has tenido pa- mi marido me han hecho saber
ra con el pueblo de Nefi, tenla que eres un aprofeta de un Dios
para mı́ y mi pueblo! Santo, y que tienes el poder de
42 Y cuando hubo dicho esto, hacer muchas obras grandes en
cayó a tierra como si estuviera su nombre.
muerto. 5 Por tanto, si tal es el caso, qui-
43 Y aconteció que sus siervos siera que fueses a ver a mi mari-
lo levantaron y lo llevaron a su do, porque ha estado tendido
esposa, y lo tendieron sobre una en su cama por el espacio de dos
cama; y permaneció como si es- dı́as y dos noches; y dicen algu-

36c Hech. 3:18–21. 41a gee Misericordia,


39a gee Plan de misericordioso. [Aproximadamente
redención. 19 4a gee Profeta. 90 a.C.]
307 ALMA 19:6–14
nos que no está muerto, pero 10 Y le dijo Ammón: Bendita
otros afirman que está muerto, y eres por tu fe excepcional; y te
que hiede, y que deberı́a ser se- digo, mujer, que nunca ha habi-
pultado; mas según mi parecer do tan grande afe entre todo el
no hiede. pueblo nefita.
6 Y esto era lo que Ammón de- 11 Y sucedió que ella veló cerca
seaba, pues sabı́a que el rey La- de la cama de su marido, desde
moni se hallaba bajo el poder de ese momento hasta la hora del
Dios; sabı́a que el obscuro avelo dı́a siguiente que Ammón habı́a
de incredulidad se estaba disi- señalado para que él se levanta-
pando de su mente, y la bluz que ra.
iluminaba su mente, que era la 12 Y sucedió que se levantó, se-
luz de la gloria de Dios, que era gún las palabras de Ammón; y
una maravillosa luz de su bon- al levantarse, extendió la mano
dad, sı́, esta luz habı́a infundido hacia la mujer, y le dijo: ¡Bendi-
tal gozo en su alma, que la nube to sea el nombre de Dios, y ben-
de obscuridad se habı́a desvane- dita eres tú!
cido, y la luz de la vida eterna se 13 Porque ciertamente como tú
habı́a encendido dentro de su vives, he aquı́, he visto a mi Re-
alma; sı́, sabı́a que esto habı́a do- dentor; y vendrá, y anacerá de
minado el cuerpo natural del una bmujer, y redimirá a todo
rey, y que habı́a sido transporta- ser humano que crea en su
do en Dios. nombre. Y cuando hubo dicho
7 Por tanto, esto que la reina le estas palabras, se le hinchió el
solicitó era lo único que él de- corazón, y cayó otra vez de go-
seaba. Ası́ pues, entró para ver zo; y cayó también la reina, do-
al rey según lo que la reina minada por el Espı́ritu.
habı́a deseado de él; y vio al rey, 14 Y viendo Ammón que el Es-
y supo que no estaba muerto. pı́ritu del Señor se derramaba,
8 Y dijo a la reina: No está según sus aoraciones, sobre los
muerto, sino que duerme en lamanitas, sus hermanos, que
Dios, y mañana se levantará habı́an sido la causa de tanta
otra vez; por tanto, no lo ente- tristeza entre los nefitas, o sea,
rréis. entre todo el pueblo de Dios,
9 Y le dijo Ammón: ¿Crees tú por motivo de sus iniquidades y
esto? Y ella le dijo: No tengo de sus btradiciones, cayó él de
más testimonio que tu palabra y rodillas y empezó a derramar su
la palabra de nuestros siervos; alma en oración y acción de gra-
no obstante, creo que se hará se- cias a Dios por lo que habı́a he-
gún lo que has dicho. cho por sus hermanos; y tam-

6a 2 Cor. 4:3–4. 13a gee Jesucristo— 14a DyC 42:14.


gee Velo. Profecı́as acerca de la b Mos. 1:5.
b gee Luz, luz de vida y muerte de
Cristo. Jesucristo. [Aproximadamente
10a Lucas 7:9. gee Fe. b 1 Ne. 11:13–21. 90 a.C.]
ALMA 19:15–23 308
bién cayó, dominado de cgozo; caı́dos en tierra al rey y a la rei-
de modo que los tres habı́an na y sus siervos; y todos yacı́an
d
caı́do a tierra. allı́ como si estuvieran muertos;
15 Ahora bien, cuando los sier- y también vieron a Ammón, y
vos del rey vieron que habı́an he aquı́, era nefita.
caı́do, empezaron también a 19 Y comenzó la gente a mur-
clamar a Dios, porque el temor murar entre sı́, diciendo algunos
del Señor se habı́a apoderado que era un gran mal que habı́a
de ellos también, pues eran caı́do sobre ellos o sobre el rey y
a
los que se habı́an presentado su casa, porque él habı́a permiti-
delante del rey y le habı́an do que el nefita apermaneciera
testificado del gran poder de en la tierra.
Ammón. 20 Mas otros los reprendieron
16 Y sucedió que invocaron diciendo: El rey ha traı́do este
con ahı́nco el nombre del Señor, mal sobre su casa porque mató a
hasta que todos hubieron caı́do sus siervos cuyos rebaños ha-
a tierra, salvo una mujer lamani- bı́an sido dispersados en las
a
ta cuyo nombre era Abish, la aguas de Sebús.
cual se habı́a convertido al Se- 21 Y también los reprendieron
ñor muchos años antes a causa aquellos hombres que habı́an
de una notable visión de su pa- estado en las aguas de Sebús
dre; y habı́an aesparcido los reba-
17 de modo que se habı́a con- ños que pertenecı́an al rey;
vertido al Señor, y nunca lo ha- porque estaban enfurecidos
bı́a dado a conocer. Por tanto, con Ammón a causa del número
cuando vio que todos los siervos de sus hermanos que él habı́a
de Lamoni habı́an caı́do a tierra, matado en las aguas de Sebús,
y que también su ama, la reina, mientras defendı́a los rebaños
y el rey y Ammón se hallaban del rey.
caı́dos en el suelo, supo que era 22 Y uno de ellos, cuyo herma-
el poder de Dios, y pensando no habı́a acaı́do por la espada de
que esa oportunidad de hacer Ammón, enojado en extremo
saber a la gente lo que habı́a su- con éste, sacó su espada y avan-
cedido entre ellos, y que el con- zó para dejarla caer sobre Am-
templar aquella escena los aha- món, a fin de matarlo; y al le-
rı́a creer en el poder de Dios, co- vantar la espada para herirlo, he
rrió, pues, de casa en casa, ha- aquı́, cayó muerto.
ciéndolo saber al pueblo. 23 Ası́ vemos que a Ammón no
18 Y empezaron a juntarse en se le podı́a matar, porque el aSe-
la casa del rey. Y vino una multi- ñor habı́a dicho a Mosı́ah, su pa-
tud, y para su asombro vieron dre: Lo protegeré, y será hecho

14c gee Gozo. 19a Alma 17:22–23. 23a Mos. 28:7;


d Alma 27:17. 20a Alma 17:26; 18:7. Alma 17:35.
15a Alma 18:1–2. 21a Alma 17:27; 18:3. [Aproximadamente
17a Mos. 27:14. 22a Alma 17:38. 90 a.C.]
309 ALMA 19:24–33
con él según tu fe; por tanto, reuniera la multitud, y cuando
Mosı́ah lo bencomendó al Señor. vio la contención que habı́a en-
24 Y sucedió que cuando la tre ellos, se contristó hasta de-
multitud vio que el hombre que rramar lágrimas.
levantó la espada para matar a 29 Y sucedió que fue y tomó
Ammón habı́a caı́do muerto, el a la reina de la mano, para tal
terror se apoderó de ellos, y no vez levantarla del suelo; y en
se atrevieron a extender la ma- cuanto le tocó la mano, ella
no para tocarlo, ni a ninguno de s e p u s o d e p i e y c l a m ó e n
aquellos que habı́an caı́do; y alta voz, diciendo: ¡Oh bendito
empezaron a maravillarse nue- Jesús, que me ha salvado de un
a
vamente entre sı́ acerca de cuál terrible infierno! ¡Oh Dios ben-
serı́a la causa de ese gran poder, dito, ten bmisericordia de este
o qué significarı́an todas aque- pueblo!
llas cosas. 30 Y cuando hubo dicho esto,
25 Y aconteció que hubo mu- trabó las manos, rebosando de
chos entre ellos que dijeron que gozo y hablando muchas pala-
Ammón era el aGran Espı́ritu, y bras que no fueron compren-
otros decı́an que lo habı́a envia- didas; y hecho esto, tomó de
do el Gran Espı́ritu; la mano al rey Lamoni, y he
26 pero otros los reprendı́an a aquı́, éste se levantó y se puso
todos, diciendo que era un mons- en pie.
truo enviado por los nefitas pa- 31 Y en el acto, viendo él la
ra atormentarlos. contención entre los de su pue-
27 Y habı́a algunos que de- blo, se adelantó y empezó a re-
cı́an que el Gran Espı́ritu habı́a prenderlos y a enseñarles las
a
enviado a Ammón para afligir- palabras que habı́a oı́do de la
los por causa de sus iniquida- boca de Ammón; y cuantos oye-
des; y que era el Gran Espı́ritu ron sus palabras creyeron y se
que siempre habı́a atendido convirtieron al Señor.
a los nefitas, que siempre los 32 Pero hubo muchos entre
habı́a librado de sus manos; ellos que no quisieron oı́r sus
y decı́an que ese Gran Espı́ritu palabras; por tanto, siguieron su
era el que habı́a destruido a camino.
tantos de sus hermanos, los 33 Y aconteció que cuando
lamanitas. Ammón se levantó, también él
28 Y ası́ la contención entre les ministró, y lo mismo hicieron
ellos empezó a ser sumamente todos los siervos de Lamoni; y
acalorada. Y mientras ası́ se ha- todos declararon al pueblo la
llaban contendiendo, llegó la misma cosa: Que habı́a habido
a
criada que habı́a hecho que se un acambio en sus corazones, y

23b gee Confianza, 29a 1 Ne. 14:3. 33a gee Nacer de Dios,
confiar. b gee Misericordia, nacer de nuevo.
25a Alma 18:2–5. misericordioso. [Aproximadamente
28a Alma 19:16. 31a Alma 18:36–39. 90 a.C.]
ALMA 19:34–20:8 310
que ya no tenı́an más deseos de rey tratará de quitarte la vida;
hacer lo bmalo. pero irás a la tierra de Middoni;
34 Y he aquı́, muchos declara- pues he aquı́, tu hermano Aarón
ron al pueblo que habı́an visto y también Muloki y Amma se
a
ángeles y habı́an conversado hallan en la cárcel.
con ellos; y ası́ les habı́an habla- 3 Y aconteció que cuando hubo
do acerca de Dios y de su justi- oı́do esto, Ammón dijo a Lamo-
cia. ni: He aquı́, mi hermano y mis
35 Y sucedió que hubo muchos compañeros se hallan encarcela-
que creyeron en sus palabras; y dos en Middoni, y voy para li-
cuantos creyeron, fueron abauti- bertarlos.
zados; y se convirtieron en un 4 Entonces Lamoni le dijo a
pueblo justo, y establecieron Ammón: Sé que con la afuerza
una iglesia entre ellos. del Señor puedes hacer todas
36 Y ası́ se inició la obra del Se- las cosas. Mas he aquı́, iré conti-
ñor entre los lamanitas; ası́ em- go a la tierra de Middoni, por-
pezó el Señor a derramar su Es- que el rey de esa tierra, cuyo
pı́ritu sobre ellos; y vemos que nombre es Antiomno, es mi ami-
su brazo se extiende a a todo go; por tanto, voy a la tierra de
pueblo que quiera arrepentirse Middoni para congraciarme con
y creer en su nombre. el rey, y él sacará a tus herma-
nos de la bcárcel. Luego le dijo
Lamoni: ¿Quién te dijo que tus
CAPÍTULO 20
hermanos estaban encarcela-
dos?
El Señor envı́a a Ammón a Middoni 5 Y Ammón le dijo: Nadie me
para que libre a sus hermanos en- lo ha dicho sino Dios; y me dijo:
carcelados—Ammón y Lamoni se Ve y libra a tus hermanos, por-
encuentran con el padre de Lamoni, que están en la cárcel en la tierra
que es rey de toda esa tierra—Am- de Middoni.
món obliga al anciano rey a aprobar 6 Y cuando Lamoni hubo oı́do
la liberación de sus hermanos. esto, hizo que sus siervos alista-
Y SUCEDIÓ que después que hu- ran sus acaballos y sus carros.
bieron establecido una iglesia 7 Y dijo a Ammón: Ven, iré
en esa tierra, el rey Lamoni de- contigo a la tierra de Middoni, y
seó que Ammón lo acompañara allı́ abogaré con el rey para que
a la tierra de Nefi, para presen- saque a tus hermanos de la cár-
tarlo a su padre. cel.
2 Y la voz del Señor llegó a Am- 8 Y acaeció que mientras Am-
món, diciendo: No subirás a la món y Lamoni se dirigı́an allá,
tierra de Nefi, pues he aquı́, el encontraron al padre de Lamo-

33b Mos. 5:2; Alma 13:12. 36a 2 Ne. 26:33; 6a Alma 18:9–10.
34a gee Ángeles. Alma 5:33.
35a gee Bautismo, 20 4a Alma 26:12. [Aproximadamente
bautizar. b Alma 20:28–30. 90 a.C.]
311 ALMA 20:9–22
ni, que era rey ade toda esa tie- profetas santos del Dios verda-
rra. dero.
9 Y he aquı́, el padre de Lamo- 16 Y cuando su padre hubo oı́-
ni le dijo: ¿Por qué no concurris- do estas palabras, se enojó con
te a la afiesta el gran dı́a en que él y sacó su espada para derri-
festejé a mis hijos y a mi pueblo? barlo a tierra.
10 Y también dijo: ¿Adónde 17 Pero Ammón se adelantó, y
vas con este nefita, que es uno le dijo: He aquı́, no matarás a tu
de los hijos de un amentiroso? hijo; no obstante, amejor serı́a
11 Y aconteció que Lamoni le que él cayera y no tú; porque he
dijo adónde iba, porque tenı́a aquı́, él se ha barrepentido de
miedo de ofenderlo. sus pecados; mas si tú, en este
12 Y también le explicó la causa momento cayeses en tu ira, tu
de su demora en su propio rei- alma no podrı́a ser salva.
no, por lo que no habı́a asistido 18 Y conviene, además, que te
a la fiesta que su padre habı́a reprimas; porque si amataras a
preparado. tu hijo, siendo él inocente, su
13 Y cuando Lamoni le hubo sangre clamarı́a desde el suelo
dicho todas estas cosas, he aquı́, al Señor su Dios, para que la
para asombro de él, su padre se venganza cayera sobre ti; y tal
enojó con él y dijo: Lamoni, vas vez perderı́as tu balma.
a librar a estos nefitas que son 19 Y cuando Ammón le hubo
hijos de un embustero. He aquı́, dicho estas palabras, aquél res-
él robó a nuestros padres; y aho- pondió, diciendo: Sé que si yo
ra sus hijos han venido también matase a mi hijo, derramarı́a
entre nosotros a fin de engañar- sangre inocente; porque eres tú
nos con sus astucias y sus menti- quien has tratado de destruirlo.
ras, para despojarnos otra vez 20 Y extendió su mano para
de nuestros bienes. matar a Ammón; pero éste le re-
14 Luego el padre de Lamoni sistió sus golpes, y además le hi-
le ordenó que matara a Ammón rió el brazo de manera que no
con la espada. Y también le pudo hacer uso de él.
mandó que no fuera para la tie- 21 Y cuando el rey vio que Am-
rra de Middoni, sino que volvie- món podı́a matarlo, empezó a
ra con él a la tierra de aIsmael. suplicarle que le perdonara la
15 Mas le dijo Lamoni: No ma- vida.
taré a Ammón, ni volveré a la 22 Pero Ammón levantó su es-
tierra de Ismael, sino que iré a la pada y le dijo: He aquı́, te heriré
tierra de Middoni para librar a a menos que me concedas que
los hermanos de Ammón, por- saquen a mis hermanos de la
que sé que son hombres justos y prisión.

8a Alma 22:1. 17a Alma 48:23. b DyC 42:18.


9a Alma 18:9. b Alma 19:12–13.
10a Mos. 10:12–17. 18a gee Homicidio. [Aproximadamente
14a Alma 17:19. 90 a.C.]
ALMA 20:23–30 312
23 Entonces el rey, temiendo hablado, ası́ como de las pala-
perder la vida, dijo: Si me per- bras que habı́a hablado su hijo
donas la vida, te concederé Lamoni; por tanto, estaba ade-
cuanto me pidas, hasta la mitad seoso de aprenderlas.
del reino. 28 Y aconteció que Ammón y
24 Y cuando Ammón vio que Lamoni prosiguieron su viaje
habı́a hecho según su voluntad hacia la tierra de Middoni. Y La-
con el anciano rey, le dijo: Si moni halló gracia a los ojos del
concedes que mis hermanos rey de esa tierra; por tanto, saca-
sean sacados de la prisión, y ron de la prisión a los hermanos
también que Lamoni retenga su de Ammón.
reino, y que ya no estés enojado 29 Y cuando Ammón los vio, se
con él, sino que le permitas entristeció mucho, porque he
obrar según sus propios deseos aquı́, se hallaban desnudos y te-
en acualquier cosa que él consi- nı́an la piel sumamente excoria-
dere, entonces te perdonaré la da, por haber estado atados con
vida; de otro modo, te derribaré fuertes cuerdas; y también ha-
a tierra. bı́an padecido hambre, sed y
25 Y cuando Ammón hubo di- toda clase de aflicciones; sin em-
cho estas palabras, empezó el rey bargo, fueron apacientes en to-
a alegrarse a causa de su vida. dos sus sufrimientos.
26 Y cuando vio que Ammón 30 Pues resultó que fue su
no tenı́a ningún deseo de des- suerte haber caı́do en manos
truirlo, y cuando vio también el de gente más obstinada y más
gran amor que tenı́a por su hijo dura de cerviz; por tanto, no
Lamoni, se asombró en sumo quisieron hacer caso de sus pa-
grado, y dijo: Porque todo lo labras, y los habı́an expulsado,
que has deseado es que libre a y los habı́an golpeado, y echa-
tus hermanos y permita que mi do de casa en casa y de lugar
hijo Lamoni retenga su reino, en lugar hasta que llegaron
he aquı́, te concederé que mi hi- a la tierra de Middoni; y allı́
jo retenga su reino desde ahora los aprehendieron y echaron
y para siempre; y no lo goberna- en la cárcel, y los ataron con
a
ré más. fuertes cuerdas, y los tuvieron
27 Y te concederé también que encarcelados muchos dı́as, y
tus hermanos sean sacados de la fueron librados por Lamoni y
cárcel, y que tú y tus hermanos Ammón.
vengáis a verme en mi reino,
porque tendré muchos deseos
de verte. Pues el rey estaba Una relación de la predicación de
sumamente asombrado de las Aarón y Muloki y sus compañe-
palabras que Ammón habı́a ros entre los lamanitas.

24a Alma 21:21–22. 29a Alma 17:11.


27a gee Humildad, 30a Alma 26:29. [Aproximadamente
humilde. 90 a.C.]
313 ALMA 21:1–8
Comprende los capı́tulos edificado sinagogas según la
a
21 al 26 inclusive. orden de los nehores; porque
muchos de los amalekitas y de
los amulonitas pertenecı́an a la
CAPÍTULO 21 orden de los nehores.
5 Por tanto, al entrar Aarón en
Aarón enseña a los amalekitas acer- una de sus sinagogas para pre-
ca de Cristo y su expiación—Aarón dicar a la gente, y mientras les
y sus hermanos son encarcelados en estaba hablando, he aquı́, se le-
Middoni—Después de ser librados, vantó un amalekita y empezó a
enseñan en las sinagogas y logran contender con él, diciendo:
convertir a muchas personas—La- ¿Qué es eso que has testificado?
moni concede la libertad religiosa al ¿Has visto tú a un aángel? ¿Por
pueblo en la tierra de Ismael. qué a nosotros no se nos apare-
AHORA bien, cuando Ammón y cen ángeles? He aquı́, ¿no es es-
sus hermanos se asepararon en ta gente tan buena como la tu-
las fronteras de la tierra de los ya?
lamanitas, he aquı́ que Aarón 6 También dices que a menos
emprendió su viaje a la tierra que nos arrepintamos, perecere-
que los lamanitas llamaban Jeru- mos. ¿Cómo es que sabes tú el
salén, nombre dado en memoria pensamiento e intención de
del paı́s natal de sus padres; y se nuestros corazones? ¿Cómo sa-
encontraba allá, en las fronteras bes que tenemos de qué arre-
de Mormón. pentirnos? ¿Cómo sabes que no
2 Y los lamanitas, los amaleki- somos un pueblo justo? He
tas y el pueblo de aAmulón ha- aquı́, hemos edificado santua-
bı́an edificado una gran ciudad rios, y nos reunimos para adorar
que se llamaba Jerusalén. a Dios. Creemos por cierto que
3 Ahora bien, los lamanitas Dios salvará a todos los hom-
eran de por sı́ bastante obstina- bres.
dos, mas los amalekitas y los 7 E n t o n c e s l e d i j o A a r ó n :
amulonitas lo eran aún más; por ¿Crees que el Hijo de Dios ven-
tanto, hicieron endurecer el co- drá para redimir al género hu-
razón de los lamanitas para que mano de sus pecados?
aumentaran en la maldad y en 8 Y le dijo el hombre: No cree-
sus abominaciones. mos que sepas tal cosa. No cree-
4 Y sucedió que Aarón llegó a mos en estas insensatas tradicio-
la ciudad de Jerusalén, y prime- nes. No creemos que tú sepas de
a
ro empezó a predicar a los ama- cosas futuras, ni tampoco cree-
lekitas. Y comenzó a predicarles mos que tus padres ni nuestros
en sus sinagogas, pues habı́an padres supieron concerniente a

21 1a Alma 17:13, 17. 4a Alma 1:2–15.


2a Mos. 24:1; 5a Mos. 27:11–15.
Alma 25:4–9. 8a Jacob 7:1–8. [Entre 90 y 77 a.C.]
ALMA 21:9–21 314
las cosas que hablaron, de lo que vención de Lamoni y Ammón, y
está por venir. fueron alimentados y vestidos.
9 Y Aarón empezó a explicarles 15 Y salieron otra vez para
las Escrituras concernientes a la declarar la palabra; y ası́ fue-
venida de Cristo y también la ron librados de la cárcel por
resurrección de los muertos; y primera vez; y ası́ habı́an pa-
que ano habrı́a redención para la decido.
humanidad, salvo que fuese por 16 E iban por dondequiera que
la muerte y padecimientos de los guiaba el aEspı́ritu del Señor,
Cristo, y la bexpiación de su san- predicando la palabra de Dios
gre. en toda sinagoga de los ama-
10 Y aconteció que al empe- lekitas, o en toda asamblea de
zar a explicarles estas cosas, se los lamanitas, en donde los ad-
enojaron con él y empezaron mitı́an.
a hacerle burla; y no quisieron 17 Y sucedió que el Señor em-
escuchar las palabras que ha- pezó a bendecirlos de tal modo
blaba. que llevaron a muchos al cono-
11 Por tanto, cuando vio que cimiento de la verdad; sı́, acon-
no querı́an oı́r sus palabras, sa- vencieron a muchos de que ha-
lió de la sinagoga y llegó a una bı́an pecado, y de que las tradi-
aldea que se llamaba Ani-Anti, y ciones de sus padres no eran co-
allı́ encontró a Muloki, predi- rrectas.
cándoles la palabra; y también a 18 Y aconteció que Ammón y
Amma y sus hermanos. Y con- Lamoni volvieron de la tierra de
tendieron con muchos sobre la Middoni a la tierra de Ismael,
palabra. que era la tierra de su herencia.
12 Y aconteció que vieron que 19 Y el rey Lamoni no quiso
los del pueblo endurecı́an sus permitir que Ammón lo sirviera
corazones; por tanto, partieron ni que fuera su siervo,
y llegaron a la tierra de Middo- 20 sino que hizo edificar sina-
ni; y predicaron la palabra a gogas en la tierra de Ismael; e
muchos, y pocos creyeron en las hizo que se reunieran los de su
palabras que enseñaban. pueblo, o sea, aquellos a quienes
13 Sin embargo, Aarón y cierto él gobernaba.
número de sus hermanos fue- 21 Y se regocijó en ellos y les
ron aprehendidos y encarcela- enseñó muchas cosas. Y tam-
dos; y los demás huyeron de la bién les declaró que eran un
tierra de Middoni a las regiones pueblo que se hallaba bajo la au-
inmediatas. toridad de él, y que eran un
14 Y los que fueron encarcela- pueblo libre; que se hallaban li-
dos apadecieron muchas cosas; bres de las opresiones del rey,
y fueron librados por la inter- su padre; porque su padre le ha-

9a Mos. 5:8; 14a Alma 20:29. 17a DyC 18:44.


Alma 38:9. 16a Alma 22:1.
b gee Expiación, expiar. [Entre 90 y 77 a.C.]
315 ALMA 21:22–22:7
bı́a concedido que gobernara al rra, bsalvo la tierra de Ismael; y
pueblo que se hallaba en la tie- era el padre de Lamoni.
rra de Ismael y en toda la región 2 Y sucedió que entró a verlo
circunvecina. en el palacio del rey, con sus
22 Y también les declaró que hermanos, y se inclinó delante
gozarı́an de la alibertad de ado- del rey, y le dijo: He aquı́, ¡oh
rar al Señor su Dios según sus rey!, somos los hermanos de
deseos, en cualquier lugar en Ammón, a quienes tú has alibra-
que estuvieran, si éste se en- do de la cárcel.
contraba en la tierra que esta- 3 Y ahora, ¡oh rey!, si tú nos
ba bajo la autoridad del rey concedes la vida, seremos tus
Lamoni. siervos. Y les dijo el rey: Levan-
23 Y Ammón predicó al pueblo taos, porque os concederé vues-
del rey Lamoni; y aconteció que tras vidas, y no permitiré que
les enseñó todas las cosas con- seáis mis siervos; pero sı́ insis-
cernientes a la rectitud. Y los ex- tiré en que me ministréis, por-
hortaba diariamente con toda que mi mente ha estado algo
diligencia, y ellos prestaban perturbada por razón de la
atención a su palabra, y eran ce- generosidad y grandeza de las
losos en guardar los manda- palabras de vuestro hermano
mientos de Dios. Ammón; y deseo saber la causa
por la cual él no ha subido des-
de Middoni contigo.
CAPÍTULO 22
4 Y Aarón dijo al rey: He aquı́,
el Espı́ritu del Señor lo ha llama-
Aarón enseña al padre de Lamoni do a otra parte; ha ido a la tierra
acerca de la Creación, la caı́da de de Ismael a instruir al pueblo de
Adán y el plan de redención por Lamoni.
medio de Cristo—El rey y todos 5 Luego el rey les dijo: ¿Qué
los de su casa se convierten—Se ex- es esto que habéis dicho con-
plica la forma en que se dividı́a cerniente al Espı́ritu del Señor?
la tierra entre los nefitas y los lama- H e a q u ı́ , e s t o e s l o q u e m e
nitas. turba.
Y AHORA bien, mientras Am- 6 Y además, ¿qué significa esto
món ası́ enseñaba al pueblo de que Ammón dijo: aSi os arrepen-
Lamoni continuamente, volve- tı́s, seréis salvos, y si no os arre-
remos a la historia de Aarón y pentı́s, seréis desechados en el
sus hermanos; porque después postrer dı́a?
que partió de la tierra de Mid- 7 Y Aarón le respondió y le di-
doni, el Espı́ritu lo aguió a la tie- jo: ¿Crees que hay un Dios? Y le
rra de Nefi hasta la casa del rey dijo el rey: Sé que los amalekitas
que gobernaba toda esa tie - dicen que hay un Dios, y les he

22a DyC 134:1–4; 22 1a Alma 21:16–17. 6a Alma 20:17–18.


AdeF 1:11. b Alma 21:21–22.
gee Libertad. 2a Alma 20:26. [Entre 90 y 77 a.C.]
ALMA 22:8–16 316
concedido que edifiquen san- que fue preparado c desde la
tuarios a fin de que se reúnan fundación del mundo, por me-
para adorarlo. Y si ahora tú di- dio de Cristo, para cuantos qui-
ces que hay un Dios, he aquı́, yo sieran creer en su nombre.
a
creeré. 14 Y en vista de que el hombre
8 Y cuando Aarón oyó esto, su habı́a a caı́do, éste no podı́a
b
corazón empezó a regocijarse y merecer nada de sı́ mismo;
dijo: He aquı́, ciertamente como mas los padecimientos y muer-
tú vives, ¡oh rey!, hay un Dios. te de Cristo cexpı́an sus peca-
9 Y dijo el rey: ¿Es Dios aquel dos mediante la fe y el arrepen-
a
Gran Espı́ritu que trajo a nues- timiento, etcétera; y que él que-
tros padres de la tierra de Jeru- branta las ligaduras de la muer-
salén? te, para arrebatarle la victoria
10 Y Aarón le dijo: Sı́, él es a la dtumba, y que el aguijón de
ese Gran Espı́ritu, y él ha acrea- la muerte sea consumido en
do todas las cosas, tanto en el la esperanza de gloria; y Aarón
cielo como en la tierra. ¿Crees le explicó todas estas cosas al
esto? rey.
11 Y dijo él: Sı́, creo que el Gran 15 Y aconteció que después
Espı́ritu creó todas las cosas, y que Aarón le hubo explicado es-
deseo que me informes concer- tas cosas, dijo el rey: ¿aQué haré
niente a todas estas cosas y para lograr esta vida eterna de
a
creeré tus palabras. que has hablado? Sı́, ¿qué haré
12 Y aconteció que al ver que el para bnacer de Dios, desarrai-
rey creerı́a sus palabras, Aarón gando de mi pecho este espı́ritu
e m p e z ó p o r l a c r e a c i ó n d e inicuo, y recibir el Espı́ritu de
Adán, aleyendo al rey las Escri- Dios para que sea lleno de gozo,
turas, de cómo creó Dios al y no sea desechado en el postrer
hombre a su propia imagen, y dı́a? He aquı́, dijo él, daré ccuan-
que Dios le dio mandamientos, to poseo; sı́, abandonaré mi rei-
y que, a causa de la transgre- no a fin de recibir este gran go-
sión, el hombre habı́a caı́do. zo.
13 Y Aarón le explicó las Escri- 16 Mas Aarón le dijo: Si tú ade-
turas, desde la a creación de seas esto, si te arrodillas delante
Adán, exponiéndole la caı́da del de Dios, sı́, si te arrepientes de
hombre, y su estado carnal, y todos tus pecados y te postras
también el bplan de redención ante Dios e invocas con fe su

7a DyC 46:13–14. c 2 Ne. 9:18. 15a Hech. 2:37.


9a Alma 18:18–28. 14a gee Caı́da de Adán b Alma 5:14, 49.
10a gee Creación, crear. y Eva. c Mateo 13:44–46;
11a gee Creencia, creer. b 2 Ne. 25:23; 19:16–22.
12a 1 Ne. 5:10–18; Alma 42:10–25. 16a gee Conversión,
Alma 37:9. c Alma 34:8–16. convertir.
13a Gén. 1:26–28. gee Expiación, expiar.
b gee Plan de d Isa. 25:8;
redención. 1 Cor. 15:55. [Entre 90 y 77 a.C.]
317 ALMA 22:17–26
nombre, creyendo que recibirás, 21 Y cuando la reina vio el te-
entonces obtendrás la besperan- mor de los siervos, también ella
za que deseas. empezó a sentir gran miedo de
17 Y sucedió que cuando Aa- que le sobreviniera algún mal. Y
rón hubo dicho estas palabras, mandó a sus siervos que fueran
el rey se ahumilló de rodillas an- y llamaran al pueblo para que
te el Señor, sı́, se postró hasta el mataran a Aarón y a sus herma-
polvo, y bclamó fuertemente di- nos.
ciendo: 22 Ahora bien, cuando Aarón
18 ¡Oh Dios!, Aarón me ha di- vio la determinación de la reina,
cho que hay un Dios; y si hay un y conociendo también la dureza
Dios, y si tú eres Dios, ¿te darı́as de corazón del pueblo, temió
a conocer a mı́?, y abandonaré que se reuniera una multitud y
todos mis pecados para cono- que hubiera una gran contienda
certe, y para que sea levantado y disturbio entre ellos; por tan-
de entre los muertos y sea salvo to, extendió su mano y levantó
en el postrer dı́a. Y cuando el al rey del suelo, y le dijo: Leván-
rey hubo dicho estas palabras, tate. Y él se puso de pie y reco-
cayó como herido de muerte. bró su fuerza.
19 Y aconteció que sus siervos 23 Esto se efectuó en presencia
corrieron e informaron a la rei- de la reina y muchos de los sier-
na de lo que le habı́a pasado al vos. Y cuando lo vieron, se ma-
rey. Y fue ella a donde estaba el ravillaron en gran manera y em-
rey; y cuando lo vio tendido co- pezaron a temer. Y el rey se ade-
mo si estuviera muerto, y tam- lantó y empezó a aministrarles.
bién a Aarón y a sus hermanos Y a tal grado ejerció su ministe-
de pie allı́ como si ellos hubie- rio, que toda su casa se bconvir-
sen sido la causa de su caı́da, se tió al Señor.
enojó con ellos y mandó que sus 24 Y se habı́a reunido una mul-
siervos, o sea, los siervos del rey, titud, a causa de la orden de la
los prendieran y los mataran. reina, y empezaron a surgir se-
20 Mas los siervos habı́an visto rias murmuraciones entre ellos
la causa de la caı́da del rey; por por causa de Aarón y sus her-
tanto, no se atrevieron a echar manos.
mano a Aarón y sus hermanos, e 25 Mas el rey se adelantó entre
intercedieron ante la reina, di- ellos y les ministró. Y se apaci-
ciendo: ¿Por qué nos mandas guaron con Aarón y los que es-
matar a estos hombres, cuando taban con él.
uno de ellos es más apoderoso 26 Y sucedió que cuando el rey
que todos nosotros? Por tanto, vio que el pueblo se habı́a paci-
caeremos ante ellos. ficado, hizo que Aarón y sus

16b Éter 12:4. 23a gee Ministrar, convertir.


17a DyC 5:24. ministro; Predicar;
b gee Oración. Enseñar.
20a Alma 18:1–3. b gee Conversión, [Entre 90 y 77 a.C.]
ALMA 22:27–32 318
hermanos se pusieran en medio bı́an echado. Y ası́ los nefitas se
de la multitud, y que les predi- hallaban casi rodeados por los
caran la palabra. lamanitas; sin embargo, los nefi-
27 Y aconteció que el rey en- tas se habı́an posesionado de to-
vió una aproclamación por toda da la parte norte de la tierra que
la tierra, entre todos los de colindaba con el desierto, en los
su pueblo que vivı́an en sus do- manantiales del rı́o Sidón, del
minios, los que se hallaban en este al oeste, por el lado del de-
todas las regiones circunveci- sierto; por el norte hasta llegar a
nas, los cuales colindaban con la tierra que llamaban aAbun-
el mar por el este y el oeste, y dancia.
estaban separados de la tierra 30 Y lindaba con la tierra que
de bZarahemla por una angosta ellos llamaban aDesolación, la
faja de terreno desierto que cual estaba tan al norte, que lle-
se extendı́a desde el mar del es- gaba hasta la tierra que habı́a si-
te hasta el mar del oeste, y por do poblada y sus habitantes des-
las costas del mar, y los lı́mites truidos, de bcuyos huesos ya he-
del desierto que se hallaba ha- mos hablado, la cual fue descu-
cia el norte, cerca de la tierra bierta por el pueblo de Zara-
de Zarahemla, por las fronteras hemla, por ser el sitio de su cpri-
de Manti, cerca de los manan- mer desembarque.
tiales del rı́o Sidón, yendo del 31 Y de allı́ llegaron hasta el
este hacia el oeste; y ası́ estaban desierto del sur. De modo que
separados los lamanitas de los a la tierra hacia el norte se le
nefitas. llamó aDesolación, y a la tie-
28 Ahora bien, la parte más rra hacia el sur, se le llamó
a
perezosa de los lamanitas vivı́a Abundancia, que es la tierra que
en el desierto, y moraba en tien- está llena de toda clase de ani-
das; y se hallaban esparcidos males silvestres, parte de los
por el desierto hacia el oeste, en cuales habı́an llegado de la tie-
la tierra de Nefi; sı́, y también al rra del norte en busca de ali-
oeste de la tierra de Zarahemla, mento.
en las fronteras a orillas del mar, 32 Pues bien, la adistancia no
y en el oeste en la tierra de Nefi, era sino de dı́a y medio de viaje
en el sitio de la primera herencia para un nefita, por la lı́nea de
de sus padres, y ası́ a lo largo del Abundancia y la tierra de Deso-
mar. lación, desde el mar del este al
29 Y también habı́a muchos la- del oeste; y ası́ la tierra de Nefi y
manitas hacia el este cerca del la tierra de Zarahemla casi se
mar, donde los nefitas los ha- hallaban rodeadas de agua, y

27a Alma 23:1–4. Morm. 4:1–3. 31a Hel. 3:5–6.


b Omni 1:13–17. b Mos. 8:7–12; 32a Hel. 4:7.
28a 2 Ne. 5:22–25. 28:11–19.
29a Alma 52:9; 63:5. c Hel. 6:10.
30a Alma 50:34; [Entre 90 y 77 a.C.]
319 ALMA 22:33–23:4
habı́a una pequeña blengua de que no debı́an echar mano a
tierra entre la tierra hacia el nor- Ammón, ni a Aarón, ni a Om-
te y la tierra hacia el sur. ner, ni a Himni, ni a ninguno de
33 Y sucedió que los nefitas ha- sus hermanos que anduviesen
bı́an poblado la tierra de Abun- predicando la palabra de Dios,
dancia, desde el mar del este en cualquier lugar donde se ha-
hasta el del oeste; y ası́ los nefi- llaran, en la parte de su tierra
tas, en su sabidurı́a, habı́an cer- que fuese.
cado con sus guardias y ejérci- 2 Sı́, envió un decreto entre
tos a los lamanitas por el sur, pa- ellos, que no debı́an prenderlos
ra que de ese modo no tuvieran para atarlos, ni echarlos a la cár-
más posesiones en el norte, y ası́ cel; ni tampoco debı́an escupir
no pudieran invadir la tierra ha- sobre ellos, ni golpearlos, ni
cia el norte. echarlos de sus sinagogas, ni
34 Por tanto, los lamanitas no azotarlos; ni tampoco debı́an
podı́an tener más posesiones si- apedrearlos, sino que tendrı́an
no en la tierra de Nefi y en el entrada libre a sus casas y tam-
desierto que la rodeaba. Ası́ que bién a sus templos y santuarios;
en esto fueron prudentes los ne- 3 y ası́ podrı́an salir a predicar
fitas, pues como los lamanitas la palabra según sus deseos;
eran sus enemigos, ası́ no los porque el rey se habı́a converti-
acometerı́an por todos lados; y do al Señor, ası́ como toda su ca-
también tendrı́an un paı́s donde sa; por tanto, envió su procla-
refugiarse según sus deseos. mación a su pueblo por toda la
35 Y ahora, después de haber tierra, a fin de que la palabra de
dicho esto, vuelvo a la historia Dios no fuese obstruida, sino
de Ammón y Aarón, Omner e que se extendiera por toda esa
Himni y sus hermanos. tierra, para que su pueblo se
convenciera concerniente a las
inicuas atradiciones de sus pa-
CAPÍTULO 23 dres, y se convencieran de que
todos ellos eran hermanos, y
Se proclama la libertad religiosa— que no habı́an de matar, ni des-
Se convierten los lamanitas de siete pojar, ni robar, ni cometer adul-
tierras y ciudades — Se ponen el terio, ni cometer ninguna clase
nombre de anti-nefi-lehitas y son li- de iniquidad.
brados de la maldición—Los ama- 4 Y aconteció que cuando el
lekitas y los amulonitas rechazan la rey hubo enviado esta procla-
verdad. mación, Aarón y sus hermanos
fueron de ciudad en ciudad, y
Y HE aquı́, sucedió que el rey de de una casa de adoración a otra,
los lamanitas envió una aprocla- estableciendo iglesias y consa-
mación entre todo su pueblo, grando sacerdotes y maestros

32b Alma 50:34. 3a Alma 26:24.


23 1a Alma 22:27. [Entre 90 y 77 a.C.]
ALMA 23:5–17 320
entre los lamanitas por toda esa ta que se hallaba en la ciudad de
tierra, para que predicaran y en- Nefi;
señaran la palabra de Dios entre 12 y también el pueblo lamani-
ellos; y ası́ fue como empezaron ta que se hallaba en la tierra de
a
ellos a lograr mucho éxito. Shilom, y los que se hallaban en
5 Y miles llegaron al conoci- la tierra de Shemlón, y en la ciu-
miento del Señor, sı́, miles llega- dad de Lemuel, y en la ciudad
ron a creer en las atradiciones de de Shimnilom.
los nefitas; y se les enseñó lo 13 Y éstos son los nombres de
que contenı́an los banales y las las ciudades lamanitas que se
a
profecı́as que se han transmiti- convirtieron al Señor; y son és-
do aun hasta estos dı́as. tos los que abandonaron las ar-
6 Y tan cierto como vive el Se- mas de su rebelión; sı́, todas sus
ñor, que cuantos creyeron, o armas de guerra; y todos eran
sea, cuantos llegaron al conoci- lamanitas.
miento de la verdad por la pre- 14 Y los amalekitas no se acon-
dicación de Ammón y sus her- virtieron, salvo uno solo; ni nin-
manos, según el espı́ritu de re- guno de los bamulonitas; antes
velación y de profecı́a, y el bien endurecieron sus corazo-
poder de Dios que obraba mila- nes, como también el corazón
gros en ellos, sı́, os digo, que de los lamanitas en esa parte
ası́ como vive el Señor, cuan- de la tierra donde vivı́an; sı́, y
tos lamanitas creyeron en su todas sus aldeas y todas sus
predicación y fueron aconverti- ciudades.
dos al Señor, b nunca más se 15 Por tanto, hemos nombrado
desviaron. todas las ciudades de los lama-
7 Porque se convirtieron en un nitas en las que se arrepintieron
pueblo justo; abandonaron las y llegaron al conocimiento de la
armas de su rebelión de modo verdad, y fueron convertidos.
que no pugnaron más en contra 16 Y aconteció que el rey y los
de Dios, ni tampoco en contra que se convirtieron deseaban te-
de ninguno de sus hermanos. ner un nombre, para que por
8 Y éstos son alos que fueron ese medio se distinguieran de
convertidos al Señor: sus hermanos; por tanto, con-
9 El pueblo lamanita que se ha- sultó el rey con Aarón y muchos
llaba en la tierra de Ismael; de sus sacerdotes, concerniente
10 y también el pueblo lamani- al nombre que debı́an adoptar
ta que se hallaba en la tierra de para distinguirse.
Middoni; 17 Y sucedió que se pusieron el
11 y también el pueblo lamani- nombre de aanti-nefi-lehitas; y

5a Alma 37:19. b Alma 27:27. b Mos. 23:31–39.


b Alma 63:12. 8a Alma 26:3, 31. 17a gee Anti-nefi-lehitas.
gee Escrituras. 12a Mos. 22:8, 11.
6a gee Conversión, 13a Alma 53:10.
convertir. 14a Alma 24:29. [Entre 90 y 77 a.C.]
321 ALMA 23:18–24:8
fueron llamados por ese nom- hijo, y le dio el nombre de Anti-
bre, y dejaron de ser llamados Nefi-Lehi.
lamanitas. 4 Y murió el rey precisamente
18 Y empezaron a ser una gen- el año en que los lamanitas em-
te muy industriosa; sı́, y se vol- pezaron sus preparativos para
vieron amistosos con los nefitas; la guerra contra el pueblo de
por lo tanto, establecieron rela- Dios.
ciones con ellos, y la amaldición 5 Ahora bien, cuando Ammón
de Dios no los siguió más. y sus hermanos, y todos los que
lo habı́an acompañado, vieron
los preparativos de los lamani-
CAPÍTULO 24 tas para destruir a sus herma-
nos, se dirigieron a la tierra de
Los lamanitas atacan al pueblo de Midián, donde Ammón encon-
Dios—Los anti-nefi-lehitas se rego- tró a todos sus hermanos; y de
cijan en Cristo y son visitados por allı́ fueron a la tierra de Ismael a
ángeles — Prefieren padecer la fin de reunirse en aconsejo con
muerte antes que defenderse—Se Lamoni y también con su her-
convierten más lamanitas. mano Anti-Nefi-Lehi acerca de
lo que debı́an hacer para defen-
Y ACONTECIÓ que los amaleki- derse de los lamanitas.
tas y los amulonitas y los lama- 6 Y no hubo uno solo de los
nitas que se hallaban en la tierra que se habı́an convertido al Se-
de Amulón, y también en la tie- ñor que quisiera tomar las ar-
rra de Helam, y los que estaban mas contra sus hermanos; ni si-
en la tierra de aJerusalén, y en quiera preparativos de guerra
resumen, en todas las tierras cir- quisieron hacer; sı́, y también su
cunvecinas, que no habı́an sido rey les mandó que no lo hicie-
convertidos ni habı́an tomado ran.
sobre sı́ el nombre de bAnti-Ne- 7 Y éstas son las palabras que
fi-Lehi, fueron provocados a ira dirigió al pueblo concerniente al
contra sus hermanos por los asunto: Doy gracias a mi Dios,
amalekitas y los amulonitas. amado pueblo mı́o, porque
2 Y su odio contra ellos llegó a nuestro gran Dios en su bondad
ser sumamente intenso, a tal nos ha enviado estos hermanos
grado que empezaron a rebelar- nuestros, los nefitas, para predi-
se contra su rey, al punto de que carnos y para convencernos
ya no quisieron que fuera su concerniente a las atradiciones
rey; por tanto, tomaron las ar- de nuestros inicuos padres.
mas contra el pueblo de Anti- 8 Y he aquı́, doy gracias a mi
Nefi-Lehi. gran Dios por habernos dado
3 Y el rey confirió el reino a su una porción de su Espı́ritu para

18a 1 Ne. 2:23; 24 1a Alma 21:1. 7a Mos. 1:5.


2 Ne. 30:5–6; b Alma 25:1, 13.
3 Ne. 2:14–16. 5a Alma 27:4–13. [Entre 90 y 77 a.C.]
ALMA 24:9–16 322
ablandar nuestros corazones, de tengamos nuestras espadas para
modo que hemos iniciado rela- que no se manchen con la san-
ciones con estos hermanos, los gre de nuestros hermanos; por-
nefitas. que si las manchásemos otra
9 Y he aquı́, también le agra- vez, quizá ya no podrı́an ser
a
dezco a mi Dios que, por haber limpiadas por medio de la san-
iniciado estas relaciones, nos ha- gre del Hijo de nuestro gran
yamos convencido de nuestros Dios, que será derramada para
a
pecados y de los muchos asesi- la expiación de nuestros peca-
natos que hemos cometido. dos.
10 Y también le doy gracias a 14 Y el gran Dios ha tenido mi-
mi Dios, sı́, a mi gran Dios, por- sericordia de nosotros, y nos ha
que nos ha concedido que nos dado a conocer estas cosas para
arrepintamos de estas cosas, y que no perezcamos; sı́, nos ha
también porque nos ha aperdo- dado a conocer estas cosas anti-
nado nuestros muchos pecados cipadamente, porque él ama
y asesinatos que hemos cometi- nuestras aalmas ası́ como ama a
do, y ha depurado nuestros co- nuestros hijos; por consiguien-
razones de toda bculpa, por los te, en su misericordia nos visita
méritos de su Hijo. por medio de sus ángeles, para
11 Pues he aquı́, hermanos que el bplan de salvación nos sea
mı́os, en vista de que (por ser dado a conocer, tanto a nosotros
nosotros los más perdidos de to- como a las generaciones futuras.
dos los hombres) nos ha costado 15 ¡Oh cuán misericordioso es
tanto arrepentirnos de todos nuestro Dios! Y he aquı́, ya que
nuestros pecados y de los mu- nos ha costado tanto lograr que
chos asesinatos que hemos co- nos sean quitadas nuestras man-
metido, y lograr que Dios los chas, y que nuestras espadas se
a
quitara de nuestros corazones, vuelvan lustrosas, escondámos-
porque a duras penas pudimos las a fin de que conserven su
arrepentirnos lo suficiente ante brillo, como testimonio a nues-
Dios para que él quitara nuestra tro Dios en el dı́a final, el dı́a en
mancha; que seamos llevados para com-
12 ahora pues, muy amados parecer ante él para ser juzga-
hermanos mı́os, ya que Dios ha dos, de que no hemos mancha-
quitado nuestras manchas, y do nuestras espadas en la san-
nuestras espadas se han vuelto gre de nuestros hermanos, des-
lustrosas, no las manchemos de que él nos comunicó su pala-
más con la sangre de nuestros bra y nos limpió por ello.
hermanos. 16 Y ahora bien, hermanos
13 He aquı́, os digo que no. Re- mı́os, si nuestros hermanos in-

9a DyC 18:44. 13a Apoc. 1:5. b gee Plan de


10a Dan. 9:9. 14a gee Alma—El valor redención.
b gee Culpa. de las almas.
11a Isa. 53:4–6. [Entre 90 y 77 a.C.]
323 ALMA 24:17–24
tentan destruirnos, he aquı́, es- sea, enterraron sus armas de
conderemos nuestras espadas, guerra en bien de la paz.
sı́, las enterraremos en lo pro- 20 Y sucedió que sus herma-
fundo de la tierra para que se nos, los lamanitas, hicieron los
conserven lustrosas, como testi- preparativos para la guerra, y
monio en el último dı́a, de que llegaron a la tierra de Nefi con la
nunca las hemos usado; y si intención de destruir al rey y
nuestros hermanos nos destru- poner a otro en su lugar, y tam-
yen, he aquı́, airemos a nuestro bién destruir al pueblo de Anti-
Dios y seremos salvos. Nefi-Lehi en toda la tierra.
17 Y aconteció que cuando el 21 Ahora bien, cuando los del
rey hubo dado fin a estas pala- pueblo vieron que venı́an con-
bras, estando reunido todo el tra ellos, salieron a encontrarlos,
pueblo, tomaron ellos sus espa- y se apostraron hasta la tierra
das y todas las armas que se usa- ante ellos y empezaron a invo-
ban para derramar sangre hu- car el nombre del Señor; y en
mana, y las aenterraron profun- esta actitud se hallaban cuando
damente en la tierra. los lamanitas empezaron a caer
18 E hicieron esto, porque a sobre ellos y a matarlos con la
su modo de ver, era un testi- espada.
monio a Dios, y también a los 22 Y ası́, sin encontrar resisten-
hombres, de que anunca más cia alguna, mataron a mil y cin-
volverı́an a usar armas para de- co de ellos; y sabemos que son
rramar sangre humana; y esto benditos, porque han ido a mo-
hicieron, prometiendo y ha- rar con su Dios.
ciendo bconvenio con Dios de 23 Y cuando los lamanitas vie-
que antes que derramar la ron que sus hermanos no huı́an
sangre de sus hermanos, ellos de la espada, ni se volvı́an a
c
darı́an sus propias vidas; y an- la derecha ni a la izquierda,
tes que privar a un hermano, sino que se tendı́an y aperecı́an,
ellos le darı́an; y antes que pa- y alababan a Dios aun en el
sar sus dı́as en la ociosidad, acto mismo de perecer por la
trabajarı́an asiduamente con sus espada,
manos. 24 sı́, cuando los lamanitas vie-
19 Y ası́ vemos que cuando es- ron esto, se aabstuvieron de ma-
tos lamanitas llegaron a conocer tarlos; y hubo muchos cuyos co-
la verdad y a creer en ella, se razones se habı́an bconmovido
mantuvieron afirmes, y prefirie- dentro de ellos por los de sus
ron padecer hasta la muerte an- hermanos que habı́an caı́do por
tes que pecar; y ası́ vemos que la espada, pues se arrepintieron
enterraron sus armas de paz, o de lo que habı́an hecho.

16a Alma 40:11–15. c gee Sacrificios. 24a Alma 25:1.


17a Hel. 15:9. 19a gee Fe. b gee Compasión.
18a Alma 53:11. 21a Alma 27:3.
b gee Convenio. 23a Alma 26:32. [Entre 90 y 77 a.C.]
ALMA 24:25–25:4 324
25 Y aconteció que arrojaron al pueblo ha sido ailuminado por
suelo sus armas de guerra y no el Espı́ritu de Dios, y ha poseı́do
las quisieron volver a tomar, un gran bconocimiento de las
porque los atormentaban los cosas concernientes a la recti-
asesinatos que habı́an cometido; tud, y entonces ccae en el peca-
y se postraron, igual que sus do y la transgresión, llega a ser
hermanos, confiando en la cle- más empedernido, y ası́ su con-
mencia de aquellos que tenı́an dición es dpeor que si nunca hu-
las armas alzadas para matarlos. biese conocido estas cosas.
26 Y sucedió que el número de
los que se unieron al pueblo de
CAPÍTULO 25
Dios aquel dı́a fue mayor que el
de los que habı́an sido muertos;
y aquellos que habı́an muerto Se extienden las agresiones lamani-
eran personas justas; por tanto, tas—Los descendientes de los sa-
no tenemos razón para dudar cerdotes de Noé perecen, tal como lo
que se asalvaron. profetizó Abinadı́—Se convierten
27 Y no habı́a un solo hombre muchos lamanitas y se unen al pue-
inicuo entre los que perecieron; blo de Anti-Nefi-Lehi—Creen en
pero hubo más de mil que llega- Cristo y observan la ley de Moisés.
ron al conocimiento de la ver- Y HE aquı́, aconteció que aque-
dad; ası́ vemos que el Señor llos lamanitas se irritaron más
obra de muchas amaneras para porque habı́an matado a sus
la salvación de su pueblo. hermanos; por tanto, juraron
28 Y la mayorı́a de los lamani- vengarse de los nefitas; y por
tas que mataron a tantos de sus lo pronto no intentaron más
hermanos eran amalekitas y destruir al pueblo de aAnti-Nefi-
amulonitas, de los cuales la ma- Lehi,
yor parte pertenecı́a a la aorden 2 sino que tomaron sus ejérci-
de los bnehores. tos y fueron a las fronteras de la
29 Y entre los que se unieron al tierra de Zarahemla, y cayeron
pueblo del Señor, no hubo anin- sobre los que se hallaban en la
guno que fuese amalekita o tierra de Ammonı́ah, y los ades-
amulonita, o que perteneciese a truyeron.
la orden de Nehor, sino que 3 Y después de esto tuvieron
eran descendientes directos de muchas batallas con los nefitas,
Lamán y Lemuel. en las cuales fueron rechazados
30 Y ası́ podemos discernir cla- y destruidos.
ramente que después que un 4 Y entre los lamanitas que mu-

26a Apoc. 14:13. 30a Mateo 12:45. d 2 Pe. 2:20–21.


27a Isa. 55:8–9; b Heb. 10:26; 25 1a gee Anti-nefi-
Alma 37:6–7. Alma 47:36. lehitas.
28a Alma 21:4. c 2 Ne. 31:14; 2a Alma 8:16; 16:9.
b Alma 1:15; 2:1, 20. Alma 9:19.
29a Alma 23:14. gee Apostası́a. [Entre 90 y 77 a.C.]
325 ALMA 25:5–14
rieron, se hallaban casi todos los 9 Y he aquı́, los lamanitas los
a
descendientes de Amulón y sus persiguen hasta el dı́a de hoy; y
hermanos, que eran los sacerdo- ası́ se cumplieron las palabras
tes de Noé; y perecieron por de Abinadı́ respecto de los des-
mano de los nefitas; cendientes de los sacerdotes
5 y el resto de ellos, habiendo que hicieron que él padeciera la
huido al desierto del este, y ha- muerte por fuego.
biendo usurpado el poder y la 10 Porque les dijo: Lo que aha-
autoridad sobre los lamanitas, gáis conmigo será un sı́mbolo de
hicieron que muchos de los la- cosas futuras.
manitas amuriesen por fuego a 11 Y Abinadı́ fue el primero
causa de su creencia; que padeció la amuerte por fue-
6 porque muchos de a ellos, go, por causa de su fe en Dios;
después de haber padecido mu- y lo que quiso decir fue que
chas pérdidas y tantas afliccio- muchos padecerı́an la muerte
nes, empezaron a recordar las por fuego, ası́ como él habı́a
b
palabras que Aarón y sus her- padecido.
manos les habı́an predicado en 12 Y dijo a los sacerdotes de
su tierra; de modo que empeza- Noé que sus descendientes cau-
ron a descreer las ctradiciones sarı́an que a muchos los mata-
de sus padres, y a creer en el ran de la misma manera como él
Señor, y que él daba gran poder lo fue, y que ellos serı́an esparci-
a los nefitas; y ası́ se convirtie- dos y muertos, ası́ como la oveja
ron muchos de ellos en el de- que no tiene pastor es persegui-
sierto. da y muerta por animales fero-
7 Y aconteció que aquellos cau- ces; y he aquı́, se cumplieron
dillos que eran el resto de los estas palabras, porque fueron
descendientes de aAmulón hi- dispersados por los lamanitas, y
cieron que se aplicara la pena de acosados y heridos.
b
muerte, sı́, a cuantos creyeran 13 Y aconteció que cuando los
en estas cosas. lamanitas vieron que no po-
8 Ahora bien, este martirio hizo dı́an dominar a los nefitas, se
que muchos de sus hermanos se volvieron a su propia tierra; y
llenaran de ira; y empezó a ha- muchos se fueron a vivir a
ber contiendas en el desierto; y la tierra de Ismael y a la tierra de
los lamanitas empezaron a aper- Nefi, y se unieron al pueblo de
seguir y a matar a los descen- Dios, que era el pueblo de
a
dientes de Amulón y sus herma- Anti-Nefi-Lehi.
nos; y éstos huyeron al desierto 14 Y también ellos aenterraron
del este. sus armas de guerra, como lo

4a Mos. 23:35. 7a Alma 21:3; 24:1, 13a Alma 23:16–17.


5a Mos. 17:15. 28–30. 14a Alma 24:15; 26:32.
6a Es decir, los b gee Mártir, martirio.
lamanitas. 8a Mos. 17:18.
b Alma 21:9. 10a Mos. 13:10.
c Alma 26:24. 11a Mos. 17:13. [Entre 90 y 77 a.C.]
ALMA 25:15–26:5 326
habı́an hecho sus hermanos; y CAPÍTULO 26
empezaron a ser una gente jus-
ta; y caminaron por las vı́as del Ammón se glorı́a en el Señor—El
Señor y se esforzaron por obser- Señor fortalece a los fieles y les da
var sus mandamientos y estatu- conocimiento—Por medio de la fe,
tos. los hombres pueden llevar a miles
15 Sı́, y observaban la ley de de almas al arrepentimiento—Dios
Moisés; porque era necesario tiene todo poder y comprende todas
que la observaran todavı́a, pues las cosas.
no se habı́a cumplido entera-
mente. Mas a pesar de la aley Y ÉSTAS son las palabras de Am-
de Moisés, esperaban anhelosa- món a sus hermanos, las cuales
mente la venida de Cristo, dicen ası́: Mis hermanos, y her-
considerando la ley mosaica manos mı́os en la fe, he aquı́, os
como un bsı́mbolo de su veni- digo, cuán gran motivo tenemos
da y creyendo que debı́an guar- para regocijarnos, porque ¿pu-
dar aquellas prácticas cexterio- dimos habernos imaginado,
res hasta que él les fuese reve- cuando asalimos de la tierra de
lado. Zarahemla, que Dios nos conce-
16 Pero no creı́an que la asalva- derı́a tan grandes bendiciones?
ción viniera por la bley de Moi- 2 Y ahora os pregunto: ¿Qué
sés, sino que la ley de Moisés bendiciones grandes nos ha
servı́a para fortalecer su fe en concedido? ¿Podéis decirlo?
Cristo; y ası́, mediante la fe, 3 He aquı́, respondo por voso-
retenı́an la cesperanza de sal- tros; porque nuestros hermanos
vación eterna, confiando en el los lamanitas se hallaban en la
espı́ritu de profecı́a que habló obscuridad, sı́, aun en el más te-
de aquellas cosas que habı́an de nebroso abismo; mas he aquı́,
a
venir. ¡cuántos de ellos han sido guia-
17 Y he aquı́ que Ammón, Aa- dos a ver la maravillosa luz de
rón, Omner, Himni y sus her- Dios! Y ésta es la bendición que
manos se regocijaron grande- se ha conferido sobre nosotros,
mente por el éxito que habı́an que hemos sido hechos binstru-
logrado entre los lamanitas, mentos en las manos de Dios
viendo que el Señor les habı́a para realizar esta gran obra.
concedido conforme a sus aora- 4 He aquı́, amiles de ellos se re-
ciones, y que también les habı́a gocijan, y han sido traı́dos al re-
cumplido su palabra en cada dil de Dios.
detalle. 5 He aquı́, el acampo estaba

15a Jacob 4:5; Jarom 1:11. b 2 Ne. 11:4. b 2 Cor. 4:5;


gee Ley de Moisés. c 1 Tes. 5:8–9. Mos. 23:10.
b Mos. 3:14–15; 16:14. 17a Alma 17:9. 4a Alma 23:5.
c Mos. 13:29–32. 26 1a Mos. 28:9; 5a Juan 4:35–37;
16a Mos. 12:31–37; Alma 17:6–11. DyC 4:4.
13:27–33. 3a Alma 23:8–13. [Entre 90 y 77 a.C.]
327 ALMA 26:6–15
maduro, y benditos sois voso- Ammón hubo dicho estas pala-
tros, porque metisteis la bhoz y bras, lo reprendió su hermano
segasteis con vuestra fuerza; sı́, Aarón, diciendo: Ammón, temo
trabajasteis todo el dı́a; ¡y he que tu gozo te conduzca a la jac-
aquı́ el número de vuestras cga- tancia.
villas! Y serán recogidas en los 11 Pero Ammón le dijo: No me
a
graneros para que no se desper- jacto de mi propia fuerza ni en
dicien. mi propia sabidurı́a, mas he
6 Sı́, las tormentas no las abati- aquı́, mi bgozo es completo; sı́,
rán en el postrer dı́a; sı́, ni serán mi corazón rebosa de gozo, y
perturbadas por los torbellinos; me regocijaré en mi Dios.
mas cuando venga la atempes- 12 Sı́, yo sé que nada soy; en
tad, serán reunidas en su lugar cuanto a mi fuerza, soy débil;
para que la tempestad no pene- por tanto, no me ajactaré de mı́
tre hasta donde estén; sı́, ni se- mismo, sino que me gloriaré en
rán impelidas por los fuertes mi Dios, porque con su bfuerza
vientos a donde el enemigo puedo hacer todas las cosas; sı́,
quiera llevarlas. he aquı́ que hemos obrado mu-
7 Mas he aquı́, se hallan en ma- chos grandes milagros en esta
nos del Señor de la acosecha, y tierra, por los cuales alabaremos
son suyas, y las blevantará en el su nombre para siempre jamás.
postrer dı́a. 13 He aquı́, a cuántos miles de
8 ¡Bendito sea el nombre de nuestros hermanos ha librado él
nuestro Dios! ¡aCantémosle loor; de los tormentos del ainfierno, y
sı́, demos bgracias a su santo se sienten movidos a bcantar del
nombre, porque él obra rectitud amor redentor; y esto por el po-
para siempre! der de su palabra que está en
9 Porque si no hubiésemos su- nosotros; por consiguiente, ¿no
bido desde la tierra de Zara- tenemos mucha razón para re-
hemla, éstos, nuestros carı́simos gocijarnos?
y amados hermanos que tanto 14 Sı́, tenemos razón de alabar-
nos han amado, aún se halları́an lo para siempre, porque es el
atormentados por su aodio con- Dios Altı́simo, y ha soltado a
tra nosotros, sı́, y habrı́an sido nuestros hermanos de las acade-
también extranjeros para con nas del infierno.
Dios. 15 Sı́, se hallaban rodeados de
10 Y aconteció que cuando eternas tinieblas y destrucción;

5b Joel 3:13. b gee Acción de b Sal. 18:32–40;


c DyC 33:7–11; 75:2, 5. gracias, Filip. 4:13;
6a Hel. 5:12; agradecimiento. 1 Ne. 17:3.
3 Ne. 14:24–27. 9a Mos. 28:1–2. 13a gee Infierno.
7a gee Siega. 11a 2 Cor. 7:14. b Alma 5:26.
b Mos. 23:22; b DyC 18:14–16. 14a Alma 12:11.
Alma 36:28. gee Gozo.
8a DyC 25:12. 12a Jer. 9:24; Alma 29:9. [Entre 90 y 77 a.C.]
ALMA 26:16–24 328
mas he aquı́, él los ha traı́do a por ası́ decirlo, cuando pienso
su aluz eterna; sı́, a eterna sal- en ello! He aquı́, él no ejerció su
vación; y los circunda la incom- justicia sobre nosotros, sino que
parable munificencia de su en su gran misericordia nos ha
amor; sı́, y hemos sido instru- hecho salvar ese sempiterno
a
mentos en sus manos para rea- abismo de muerte y de miseria,
lizar esta grande y maravillosa para la salvación de nuestras
obra. almas.
16 Por lo tanto, agloriémonos; 21 Y he aquı́, hermanos mı́os,
sı́, nos bgloriaremos en el Señor; ¿qué hombre anatural hay que
sı́, nos regocijaremos porque conozca estas cosas? Os digo
es completo nuestro gozo; sı́, que no hay quien bconozca estas
alabaremos a nuestro Dios para cosas sino el compungido.
siempre. He aquı́, ¿quién puede 22 Sı́, al que se aarrepiente y
gloriarse demasiado en el Se- ejerce la bfe y produce buenas
ñor? Sı́, ¿y quién podrá decir obras y ora continuamente sin
demasiado de su gran poder, y cesar, a éste le es permitido co-
de su cmisericordia y de su lon- nocer los cmisterios de Dios; sı́, a
ganimidad para con los hijos éste le será permitido revelar co-
de los hombres? He aquı́, os di- sas que nunca han sido revela-
go que no puedo expresar ni la das; sı́, y a éste le será concedido
más mı́nima parte de lo que llevar a miles de almas al arre-
siento. pentimiento, ası́ como a noso-
17 ¿Quién se hubiera imagina- tros se nos ha permitido traer a
do que nuestro Dios fuera tan estos nuestros hermanos al arre-
misericordioso como para sacar- pentimiento.
nos de nuestro estado terrible, 23 ¿No os acordáis, hermanos
pecaminoso y corrompido? mı́os, que dijimos a nuestros
18 He aquı́, salimos aun con hermanos en la tierra de Zara-
ira, con potentes amenazas, pa- hemla que subı́amos a la tierra
ra adestruir su iglesia. de Nefi para predicar a nuestros
19 ¿Por qué, entonces, no nos hermanos los lamanitas, y que
entregó a una terrible destruc- se burlaron de nosotros?
ción? Sı́, ¿por qué no dejó caer la 24 Pues nos dijeron: ¿Suponéis
espada de su justicia sobre no- que podéis traer a los lamanitas
sotros y nos condenó a la deses- al conocimiento de la verdad?
peración eterna? ¿Suponéis que podéis conven-
20 ¡Oh, casi se me va el alma, cer a los lamanitas de la inco-

15a gee Luz, luz de 18a Mos. 27:8–10. gee Arrepentimiento,


Cristo. 20a 2 Ne. 1:13; arrepentirse.
16a Rom. 15:17; Hel. 3:29–30. b gee Fe.
1 Cor. 1:31. 21a gee Hombre natural. c gee Misterios de
b 2 Cor. 10:15–18; b 1 Cor. 2:9–16; Dios.
DyC 76:61. Jacob 4:8.
c Sal. 36:5–6. 22a Alma 36:4–5. [Entre 90 y 77 a.C.]
329 ALMA 26:25–33
rrección de las atradiciones de sas y les hemos enseñado; y los
sus padres, cuando son un pue- hemos instruido en sus calles, sı́,
blo tan bobstinado, cuyo cora- y los hemos instruido sobre sus
zón se deleita en el derrama- collados; y también hemos en-
miento de sangre; cuyos dı́as los trado en sus templos y sus sina-
han pasado en la más vil iniqui- gogas y les hemos enseñado; y
dad; cuyas sendas han sido las nos han echado fuera, y hemos
sendas del transgresor desde el sido objeto de burlas, y han es-
principio? Recordaréis, herma- cupido sobre nosotros y golpea-
nos mı́os, que ası́ se expresaron. do nuestras mejillas, y hemos si-
25 Y además dijeron: Tomemos do apedreados y aprehendidos
las armas contra ellos para que y atados con fuertes cuerdas y
los destruyamos a ellos y su ini- puestos en la prisión; y por el
quidad de sobre la tierra, no sea poder y sabidurı́a de Dios he-
que nos invadan y nos destru- mos salido libres otra vez.
yan. 30 Y hemos sufrido toda clase
26 Mas he aquı́, amados her- de aflicciones, y todo esto para
manos mı́os, vinimos al desier- que tal vez pudiéramos ser el
to, no con la intención de des- medio de salvar a algún alma; y
truir a nuestros hermanos, sino nos imaginamos que nuestro
a
con objeto de salvar, tal vez, al- gozo serı́a completo, si quizá
gunas de sus almas. pudiéramos ser el medio de sal-
27 Y cuando nuestros corazo- var a algunos.
nes se hallaban desanimados, y 31 He aquı́, ahora podemos ex-
estábamos a punto de regresar, tender la vista y ver los frutos de
he aquı́, el Señor nos aconsoló, y nuestra labor, y ¿son pocos? Os
nos dijo: Id entre vuestros her- digo que no; son amuchos. Sı́, y
manos los lamanitas, y sufrid podemos testificar de su sinceri-
con bpaciencia vuestras cafliccio- dad, por motivo de su amor por
nes, y os daré el éxito. sus hermanos y por nosotros
28 Y he aquı́, hemos venido y también.
hemos estado entre ellos, y he- 32 Porque, he aquı́, prefieren
a
mos sido pacientes en nuestros sacrificar sus vidas antes que
padecimientos, y hemos sopor- arrebatar la vida aun a su ene-
tado todo género de privacio- migo; y han benterrado sus ar-
nes; sı́, hemos viajado de casa mas de guerra profundamente
en casa, confiando en las miseri- en la tierra a causa de su amor
cordias del mundo; no solamen- por sus hermanos.
te en las misericordias del mun- 33 Y he aquı́, ahora os pregun-
do, sino en las de Dios. to: ¿Ha habido amor tan grande
29 Y hemos entrado en sus ca- en toda la tierra? He aquı́, os di-

24a Mos. 10:11–17. c Alma 20:29–30. 32a Alma 24:20–24.


b Mos. 13:29. gee Adversidad. b Alma 24:15.
27a Alma 17:9–11. 30a DyC 18:15–16.
b gee Paciencia. 31a Alma 23:8–13. [Entre 90 y 77 a.C.]
ALMA 26:34–27:2 330
go que no, no lo ha habido, ni 37 Ahora bien, hermanos mı́os,
aun entre los nefitas. vemos que Dios se acuerda
34 Porque he aquı́, ellos toma- de todo apueblo, sea cual fue-
rı́an las armas contra sus herma- re la tierra en que se hallaren;
nos; no se dejarı́an matar. Pero sı́, él tiene contado a su pue-
he aquı́ cuántos de éstos han sa- blo, y sus entrañas de miseri-
crificado sus vidas; y sabemos cordia cubren toda la tierra.
que han ido a su Dios por causa É s t e e s m i g o z o y m i g r a n
de su amor y por su odio al pe- agradecimiento; sı́, y daré gra-
cado. cias a mi Dios para siempre.
35 Ahora bien, ¿no tenemos ra- Amén.
zón para regocijarnos? Sı́, os di-
go que desde el principio del
CAPÍTULO 27
mundo no ha habido hombres
que tuviesen tan grande razón
para regocijarse como nosotros El Señor manda a Ammón que con-
la tenemos; sı́, y mi gozo se des- duzca al pueblo de Anti-Nefi-Lehi
borda, hasta el grado de gloriar- a un lugar donde esté seguro—Al
me en mi Dios; porque él tiene encontrarse con Alma, el gozo de
todo apoder, toda sabidurı́a y to- Ammón es tan grande que se le
do entendimiento; él bcompren- agotan las fuerzas — Los nefitas
de todas las cosas, y es un Ser ceden a sus hermanos del pueblo
c
misericordioso, aun hasta la sal- de Anti-Nefi-Lehi la tierra de Jer-
vación, para con aquellos que són — Se les llama el pueblo de
quieran arrepentirse y creer en Ammón.
su nombre. Y ACONTECIÓ que cuando aque-
36 Ahora bien, si esto es jactan- llos lamanitas que habı́an ido a
cia, ası́ me jactaré; porque esto la guerra contra los nefitas vie-
es mi vida y mi luz, mi gozo y mi ron, después de sus muchos es-
salvación, y mi redención de la fuerzos por destruirlos, que era
angustia eterna. Sı́, bendito sea en vano procurar su destruc-
el nombre de mi Dios que ha te- ción, se volvieron otra vez a la
nido presente a este pueblo, el tierra de Nefi.
cual es una arama del árbol de 2 Y sucedió que los amalekitas
Israel, y se ha perdido de su estaban llenos de ira a causa de
tronco en una tierra extraña; sı́, sus pérdidas; y cuando vieron
digo yo, bendito sea el nombre que no podı́an vengarse de los
de mi Dios que ha velado por nefitas, empezaron a agitar al
nosotros, bperegrinos en una tie- pueblo a la ira en contra de sus
a
rra extraña. hermanos, el pueblo de bAnti-

35a gee Poder. Jacob 2:25; 5:25. b Alma 25:1.


b DyC 88:41. b Jacob 7:26. gee Anti-nefi-lehitas.
c gee Misericordia, 37a Hech. 10:34–35;
misericordioso. 2 Ne. 26:33.
36a Gén. 49:22–26; 27 2a Alma 43:11. [Entre 90 y 77 a.C.]
331 ALMA 27:3–15
Nefi-Lehi; por lo tanto, empeza- 9 Mas le dijo Ammón: Es con-
ron a destruirlos otra vez. tra la ley de nuestros hermanos,
3 Y este pueblo anuevamente que fue establecida por mi pa-
se negó a tomar las armas, y se dre, que haya aesclavos entre
dejaron matar según la volun- ellos; por tanto, descendamos y
tad de sus enemigos. confiemos en la misericordia de
4 Ahora bien, cuando Ammón nuestros hermanos.
y sus hermanos vieron esta obra 10 Mas el rey le dijo: Pregunta
de destrucción entre aquellos al Señor; y si él nos dice que va-
que tanto amaban, y entre aque- yamos, iremos; de otro modo,
llos que tanto los habı́an amado pereceremos en la tierra.
—porque los trataban como si 11 Y aconteció que Ammón fue
fuesen ángeles enviados de y preguntó al Señor, y el Señor
Dios para salvarlos de una eter- le dijo:
na destrucción— por tanto, 12 Saca a este pueblo de esta
cuando Ammón y sus hermanos tierra para que no perezca; pues
vieron esta extensa obra de des- Satanás tiene fuertemente asido
trucción, fueron movidos a el corazón de los amalekitas,
compasión y adijeron al rey: quienes incitan a los lamanitas a
5 Reunamos a este pueblo del la ira en contra de sus herma-
Señor y descendamos a la tierra nos, para que los maten; por
de Zarahemla, a nuestros her- tanto, sal de esta tierra; y bendi-
manos los nefitas, y huyamos tos son los de este pueblo en es-
de las manos de nuestros ene- ta generación, porque los pre-
migos para que no seamos des- servaré.
truidos. 13 Y sucedió que Ammón fue
6 Mas les dijo el rey: He aquı́, y le declaró al rey todas las
los nefitas nos destruirán a cau- palabras que el Señor le habı́a
sa de los muchos asesinatos y dicho.
pecados que contra ellos hemos 14 Y reunieron a toda su gente,
cometido. sı́, a todo el pueblo del Señor; y
7 Y dijo Ammón: Iré y pregun- juntaron todos sus rebaños y
taré al Señor, y si él nos dice que hatos, y salieron de la tierra, y
vayamos a nuestros hermanos, llegaron al desierto que dividı́a
¿iréis vosotros? la tierra de Nefi de la de Zara-
8 Y le dijo el rey: Sı́, si el Señor hemla, y llegaron cerca de las
nos dice que vayamos, iremos a fronteras de la tierra.
nuestros hermanos y seremos 15 Y aconteció que Ammón les
sus esclavos hasta compensarlos dijo: He aquı́, yo y mis herma-
por los muchos asesinatos y pe- nos iremos a la tierra de Zara-
cados que hemos cometido en hemla, y vosotros os quedaréis
contra de ellos. aquı́ hasta que volvamos; y pro-

3a Alma 24:21–26. 9a Mos. 2:13; 29:32,


4a Alma 24:5. 38, 40. [Entre 90 y 77 a.C.]
ALMA 27:16–25 332
baremos el corazón de nuestros 22 Y sucedió que vino la voz
hermanos para ver si quieren del pueblo diciendo: He aquı́,
que entréis en su tierra. cederemos la tierra de Jersón,
16 Y mientras Ammón viajaba que se halla al este junto al mar,
por la tierra, sucedió que él y sus y colinda con la tierra de Abun-
hermanos se encontraron con dancia, y queda al sur de la tie-
Alma en el alugar de que se ha rra de Abundancia; y esta tierra
hablado; y he aquı́, fue un en- de Jersón es la que daremos a
cuentro gozoso. nuestros hermanos por heren-
17 Y tan grande fue el agozo de cia.
Ammón que lo colmó; sı́, se ex- 23 Y he aquı́, colocaremos a
tasió en el gozo de su Dios, al nuestros ejércitos entre la tierra
grado de que se le bagotaron las de Jersón y la tierra de Nefi para
fuerzas; y cayó a tierra cotra vez. proteger a nuestros hermanos
18 ¿Y no fue éste un gozo in- en la tierra de Jersón; y hacemos
menso? He aquı́, éste es un gozo esto por nuestros hermanos a
que nadie recibe sino el que ver- causa de su temor a empuñar
daderamente se arrepiente y las armas en contra de sus her-
humildemente busca la felici- manos, no sea que cometan
dad. pecado; y este gran temor suyo
19 Y el gozo de Alma, al en- provino a causa del profundo
contrar a sus hermanos, fue arrepentimiento habido en ellos
verdaderamente grande, como por motivo de sus muchos
también el gozo de Aarón, de asesinatos y su terrible iniqui-
Omner y de Himni; mas he aquı́ dad.
que su gozo no sobrepujó a sus 24 Y he aquı́, haremos esto por
fuerzas. nuestros hermanos, para que
20 Y sucedió, entonces, que Al- hereden la tierra de Jersón; y los
ma condujo a sus hermanos de protegeremos de sus enemigos
regreso a la tierra de Zarahemla, con nuestros ejércitos, con la
aun hasta su propia casa. Y fue- condición de que nos den una
ron y relataron al ajuez superior parte de sus bienes para ayudar-
todo cuanto les habı́a aconteci- nos, a fin de sostener nuestros
do en la tierra de Nefi, entre sus ejércitos.
hermanos los lamanitas. 25 Y aconteció que cuando
21 Y aconteció que el juez su- Ammón hubo oı́do esto, se vol-
perior envió una proclamación vió, y también Alma con él, al
por todo el paı́s, en la que de- pueblo de Anti-Nefi-Lehi en el
seaba saber la voz del pueblo desierto, donde habı́an planta-
respecto a la admisión de sus do sus tiendas, y les hizo saber
hermanos, que eran el pueblo todas estas cosas. Y Alma tam-
de Anti-Nefi-Lehi. bién les relató su aconversión,

16a Alma 17:1–4. c Alma 19:14. 25a Mos. 27:10–24.


17a gee Gozo. 20a Alma 4:16–18.
b 1 Ne. 1:7. [Entre 90 y 77 a.C.]
333 ALMA 27:26–28:4
con Ammón, Aarón y sus her- CAPÍTULO 28
manos.
26 Y sucedió que causó un go- Los lamanitas son derrotados en
zo inmenso entre ellos. Y des- una batalla tremenda—Decenas de
cendieron a la tierra de Jersón, y millares mueren—Los malos son
tomaron posesión de esa tierra; condenados a un estado de angustia
y los nefitas los llamaron el pue- interminable; los justos logran una
blo de Ammón; por tanto, se felicidad perpetua.
distinguieron por ese nombre
de allı́ en adelante. Y ACONTECIÓ que después que el
27 Y se hallaban entre el pue- pueblo de Ammón quedó esta-
blo de Nefi, y también eran con- blecido en la tierra de aJersón, y
tados entre el pueblo que era de se hubo organizado también
la iglesia de Dios. Y se distin- una iglesia en la tierra de Jersón,
guı́an por su celo para con Dios, y los ejércitos de los nefitas fue-
y también para con los hombres; ron colocados alrededor de la
pues eran completamente ahon- tierra de Jersón, sı́, por todas las
rados y rectos en todas las cosas; fronteras que circundaban la
y eran bfirmes en la fe de Cristo, tierra de Zarahemla, he aquı́, los
aun hasta el fin. ejércitos de los lamanitas habı́an
28 Y miraban con el mayor seguido a sus hermanos al de-
horror el derramar la sangre sierto.
de sus hermanos; y nunca se 2 De modo que se libró una ba-
les pudo inducir a tomar las ar- talla tremenda; sı́, como nunca
mas contra sus hermanos; y no se habı́a conocido entre todos
veı́an la muerte con ningún gra- los habitantes de la tierra, desde
do de terror, a causa de su espe- el dı́a en que Lehi salió de Jeru-
ranza y conceptos de Cristo y salén; sı́, y decenas de millares
la resurrección; por tanto, para de los lamanitas fueron muertos
ellos la muerte era consumida y esparcidos.
por la victoria de Cristo sobre 3 S ı́ , y t a m b i é n h u b o u n a
ella. matanza tremenda entre el
29 Por consiguiente, padecı́an pueblo de Nefi; sin embargo,
la amuerte más terrible y afren- los lamanitas fueron arechaza-
tosa que sus hermanos pudie- dos y dispersados, y el pueblo
ran infligirles, antes que tomar de Nefi volvió otra vez a su
la espada o la cimitarra para he- tierra.
rirlos. 4 Y fue un tiempo en que se
30 De modo que eran un pue- oyó gran llanto y lamentación
blo celoso y amado, un pueblo por toda la tierra, entre todo el
altamente favorecido del Señor. pueblo de Nefi;

27a gee Honestidad, 29a Alma 24:20–23. 3a Alma 30:1.


honradez. 28 1a Alma 27:22;
b Alma 23:6. 30:1, 19. [Entre 90 y 77 a.C.]
ALMA 28:5–14 334
5 sı́, el lamento de las viudas les están a consumiéndose en
llorando por sus maridos, y de montones sobre la superficie de
los padres llorando por sus hi- la tierra; sı́, y muchos miles bllo-
jos, y la hija por el hermano, sı́, y ran por la pérdida de sus pa-
el hermano por el padre; de mo- rientes, porque tienen motivo
do que el grito de angustia se para temer, según las promesas
oı́a entre todos ellos, llorando del Señor, que sean condenados
por sus parientes que habı́an a un estado de angustia intermi-
perecido. nable.
6 Y ciertamente fue un dı́a lú- 12 Por otra parte, muchos otros
gubre; sı́, un tiempo de solemni- miles lamentan por cierto la pér-
dad, y un tiempo de mucho dida de sus parientes; no obs-
a
ayuno y oración. tante, se regocijan y se alegran
7 Y ası́ termina el año decimo- en la esperanza, y aun saben, se-
quinto del gobierno de los jue- gún las apromesas del Señor,
ces sobre el pueblo de Nefi; que serán levantados para mo-
8 y éste es el relato de Ammón rar a la diestra de Dios, en un
y sus hermanos, sus jornadas en estado de felicidad perpetua.
la tierra de Nefi, sus padeci- 13 Y ası́ vemos cuán grande es
mientos en la tierra, sus congo- la adesigualdad del hombre a
jas y sus aflicciones, su aincom- causa del pecado y la transgre-
prensible gozo, y la acogida y sión y el poder del diablo, que
seguridad de los hermanos en la viene por los astutos bplanes
tierra de Jersón. Y el Señor, el que ha urdido para enredar el
Redentor de todos los hombres, corazón de los hombres.
bendiga sus almas para siempre. 14 Y ası́ vemos el gran llama-
9 Y ésta es la narración de las miento de diligencia a los hom-
guerras y contenciones entre los bres para obrar en las aviñas del
nefitas, y también de las guerras Señor; y ası́ vemos el gran moti-
entre los nefitas y lamanitas; *y vo del dolor, como también del
el año decimoquinto del gobier- gozo: dolor a causa de la muerte
no de los jueces ha concluido. y destrucción entre los hombres,
10 Y desde el año primero al y gozo a causa de la bluz de Cris-
decimoquinto, se ha consumado to para vida.
la destrucción de muchos miles
de vidas; sı́, se ha desarrollado
una escena terrible de efusión CAPÍTULO 29
de sangre.
11 Y los cuerpos de muchos mi- Alma desea proclamar el arrepenti-
les yacen bajo la tierra, mientras miento con celo angélico—El Señor
que los cuerpos de muchos mi- concede maestros a todas las nacio -

6a Alma 30:2. DyC 42:45–46. 14a gee Viña del Señor.


8a Alma 27:16–19. 12a Alma 11:41. b gee Luz, luz de
11a Alma 16:11. 13a 1 Ne. 17:35. Cristo.
b Alma 48:23; b 2 Ne. 9:28. [*76 a.C.]
335 ALMA 29:1–11
nes—Alma se regocija en la obra zo o el remordimiento de bcon-
del Señor y en el éxito de Ammón y ciencia.
sus hermanos. 6 Ahora bien, en vista de que
sé estas cosas, ¿por qué he de
¡OH, si fuera yo un ángel y se me desear algo más que hacer la
concediera el deseo de mi cora- obra a la que he sido llamado?
zón, para salir y hablar con la 7 ¿Por qué he de desear ser un
trompeta de Dios, con una voz ángel para poder hablar a todos
que estremeciera la tierra, y pro- los extremos de la tierra?
clamar el arrepentimiento a to- 8 Pues he aquı́, el Señor les
do pueblo! concede a atodas las naciones
2 Sı́, declararı́a yo a toda alma, que, de su propia nación y blen-
como con voz de trueno, el arre- gua, enseñen su palabra, sı́, con
pentimiento y el plan de reden- sabidurı́a, cuanto él cjuzgue con-
ción: Que deben arrepentirse y veniente que tengan; por lo tan-
a
venir a nuestro Dios, para que to, vemos que el Señor aconseja
no haya más dolor sobre toda la en sabidurı́a, de conformidad
superficie de la tierra. con lo que es justo y verdadero.
3 Mas he aquı́, soy hombre, y 9 Sé lo que el Señor me ha
peco en mi deseo; porque debe- mandado, y en ello me glorı́o. Y
rı́a estar conforme con lo que el no me aglorı́o en mı́ mismo, sino
Señor me ha concedido. en lo que el Señor me ha man-
4 No deberı́a, en mis deseos, dado; sı́, y ésta es mi gloria, que
perturbar los firmes decretos de quizá sea un instrumento en las
un Dios justo, porque sé que él manos de Dios para conducir a
concede a los hombres según lo algún alma al arrepentimiento;
que adeseen, ya sea para muerte y éste es mi gozo.
o para vida; sı́, sé que él concede 10 Y he aquı́, cuando veo a mu-
a los hombres, sı́, les decreta de- chos de mis hermanos verdade-
cretos que son inalterables, se- ramente arrepentidos, y que
gún la bvoluntad de ellos, ya sea vienen al Señor su Dios, mi alma
para salvación o destrucción. se llena de gozo; entonces re-
5 Sı́, y sé que el bien y el mal cuerdo alo que el Señor ha he-
han llegado ante todos los hom- cho por mı́, sı́, que ha oı́do mi
bres; y quien no puede discernir oración; sı́, entonces recuerdo
el bien del mal, no es culpable; su misericordioso brazo que ex-
mas el que aconoce el bien y el tendió hacia mı́.
mal, a éste le es dado según sus 11 Sı́, y me acuerdo también de
deseos, sea que desee el bien o la cautividad de mis padres;
el mal, la vida o la muerte, el go- porque ciertamente sé que el

29 2a Omni 1:26; gee Discernimiento, 9a Alma 26:12.


3 Ne. 21:20. don de. 10a Mos. 27:11–31.
4a Sal. 37:4. b gee Conciencia.
b gee Albedrı́o. 8a 2 Ne. 29:12.
5a 2 Ne. 2:18, 26; b DyC 90:11. [Aproximadamente
Moro. 7:15–19. c Alma 12:9–11. 76 a.C.]
ALMA 29:12–30:3 336
a
Señor los libró de la servidum- haga según mis palabras, ası́ co-
bre, y ası́ estableció su iglesia; mo he dicho. Amén.
sı́, el Señor Dios, el Dios de
Abraham, el Dios de Isaac, y el
CAPÍTULO 30
Dios de Jacob, los libró del cauti-
verio.
12 Sı́, siempre he recordado el Korihor, el anticristo, se burla
cautiverio de mis padres, y ese de Cristo, de la Expiación y del espı́-
mismo Dios que los alibró de las ritu de profecı́a—Enseña que no
manos de los egipcios, los libró hay Dios, ni caı́da del hombre, ni
de la servidumbre. castigo por el pecado, ni Cristo—
13 Sı́, y ese mismo Dios estable- Alma testifica que Cristo vendrá y
ció su iglesia entre ellos, sı́, y ese que todas las cosas indican que
mismo Dios me ha llamado con hay un Dios—Korihor exige una
un santo llamamiento para que señal y queda mudo—El diablo se
predique la palabra a este pue- le habı́a aparecido a Korihor en
blo, y me ha concedido mucho forma de ángel y le habı́a enseñado
éxito, en lo cual mi agozo es ca- lo que debı́a decir—Atropellan a
bal. Korihor y lo pisotean hasta que
14 Pero no me regocijo en mi muere.
propio éxito solamente, sino HE aquı́, aconteció que después
que mi gozo es más completo a que el apueblo de Ammón que-
causa del aéxito de mis herma- dó establecido en la tierra de
nos que han subido a la tierra de Jersón, sı́, y también después
Nefi. que los lamanitas fueron barroja-
15 He aquı́, han trabajado so- dos del paı́s, y sus muertos fue-
bremanera, y han producido ron sepultados por la gente de
mucho fruto; y cuán grande se- esa tierra
rá su recompensa. 2 —y no fueron contados sus
16 Y cuando pienso en el éxito muertos por ser tan numerosos,
de estos mis hermanos, se trans- ni tampoco lo fueron los de los
porta mi alma como si fuera a nefitas—, aconteció que des-
separarse del cuerpo, tan gran- pués que hubieron sepultado a
de es mi gozo. sus muertos, y también después
17 Y ahora conceda Dios que de los dı́as de ayuno, de llanto y
estos mis hermanos se sienten de oración (y fue durante el año
en el reino de Dios; sı́, y también decimosexto del gobierno de los
todos aquellos que son el fruto jueces sobre el pueblo de Nefi),
de sus obras, para que ya no sal- empezó a haber continua paz
gan más, sino que lo alaben para por toda la tierra.
siempre; y Dios conceda que se 3 Sı́, y el pueblo se esforzaba en

11a Mos. 24:16–21; 14a Alma 17:1–4. b Alma 28:1–3.


Alma 5:3–5. 30 1a Alma 27:25–26.
12a Éx. 14:30–31. gee Anti-nefi-lehitas. [Aproximadamente
13a DyC 18:14–16. 76 a.C.]
337 ALMA 30:4–16
guardar los mandamientos del gado con la pena de amuerte; y
Señor; y obedecı́a estrictamente si robaba, también se le castiga-
las aordenanzas de Dios, según ba; y si hurtaba, también era cas-
la ley de Moisés; porque se le tigado; y si cometı́a adulterio,
enseñaba a bobservar la ley de era también castigado; sı́, por to-
Moisés hasta que fuese cumpli- das estas iniquidades se le casti-
da. gaba.
4 Y ası́ fue que no hubo distur- 11 Porque habı́a una ley de que
bios entre el pueblo en todo el todos los hombres debı́an ser
año decimosexto del gobierno juzgados según sus crı́menes.
de los jueces sobre el pueblo de Sin embargo, no habı́a ninguna
Nefi. ley contra la creencia de un
5 Y sucedió que a principios hombre; por tanto, era castiga-
del año decimoséptimo del go- do sólo por los crı́menes que hu-
bierno de los jueces hubo conti- biese cometido; por tanto, todos
nua paz. se hallaban en posición aigual.
6 Pero sucedió que a *fines del 12 Y este anticristo, cuyo nom-
año decimoséptimo llegó un bre era Korihor (y la ley no po-
hombre a la tierra de Zara- dı́a constreñirlo), empezó a pre-
hemla, y era un aanticristo, por- dicar al pueblo que no habrı́a
que empezó a predicar al pue- ningún Cristo. Y de esta manera
blo contra las profecı́as que ha- predicaba, diciendo:
bı́an declarado los profetas con- 13 ¡Oh vosotros que estáis sub-
cernientes a la venida de Cristo. yugados por una loca y vana es-
7 Pues no habı́a ley alguna peranza! ¿Por qué os sujetáis
contra la acreencia de ningún con semejantes locuras? ¿Por
hombre; porque era expresa- qué esperáis a un Cristo? Pues
mente contrario a los manda- ningún hombre puede saber
mientos de Dios que hubiera acerca de lo porvenir.
una ley que colocara a los hom- 14 He aquı́, estas cosas que lla-
bres en posición desigual. máis profecı́as, que decı́s que las
8 Porque ası́ dicen las Escritu- transmiten los santos profetas,
ras: aEscogeos hoy a quién sir- he aquı́, no son más que insen-
váis. satas tradiciones de vuestros pa-
9 De modo que si un hombre dres.
deseaba servir a Dios, tenı́a el 15 ¿Cómo sabéis que son cier-
privilegio; o más bien, si creı́a en tas? He aquı́, no podéis saber de
Dios, tenı́a el privilegio de ser- las cosas que no aveis; por lo
virlo; pero si no creı́a en él, no tanto, no podéis saber si habrá
habı́a ley que lo castigara. un Cristo.
10 Mas si asesinaba, era casti- 16 Miráis hacia lo futuro, y de-

3a gee Ley de Moisés. 7a Alma 1:17. 11a Mos. 29:32.


b 2 Ne. 25:24–27; 8a Josué 24:15. 15a Éter 12:5–6.
Alma 25:15. gee Albedrı́o.
6a gee Anticristo. 10a gee Pena de muerte. [*74 a.C.]
ALMA 30:17–26 338
cı́s que veis la remisión de vues- la tierra de Gedeón, y empezó a
tros pecados. Mas he aquı́, esto predicarles también; y he aquı́,
no es sino el efecto de una men- no tuvo mucho éxito, porque lo
te desvariada; y este trastorno tomaron y lo ataron y lo lleva-
mental resulta de las tradiciones ron ante el sumo sacerdote, y
de vuestros padres que os indu- también el juez superior del
cen a creer en cosas que no exis- paı́s.
ten. 22 Y aconteció que el sumo sa-
17 Y muchas otras cosas pa- cerdote le dijo: ¿Por qué andas
recidas les habló, diciéndoles pervirtiendo las vı́as del Señor?
que no se podı́a hacer ninguna ¿Por qué enseñas a este pueblo
expiación por los pecados de que no habrá Cristo, para inte-
los hombres, sino que en esta rrumpir su gozo? ¿Por qué ha-
vida a cada uno le tocaba de blas contra todas las profecı́as
acuerdo con su habilidad; por de los santos profetas?
tanto, todo hombre prosperaba 23 Y el nombre del sumo sa-
según su genio, todo hombre cerdote era Giddona. Y Korihor
conquistaba según su fuerza; le dijo: Porque no enseño las
y no era ningún crimen el que insensatas tradiciones de vues-
un hombre hiciese cosa cual- tros padres, y porque no ense-
quiera. ño a este pueblo a subyugarse
18 Y ası́ les predicaba, desvian- bajo las insensatas ordenanzas
do el corazón de muchos, ha- y prácticas establecidas por
ciéndoles erguir sus cabezas en antiguos sacerdotes para usur-
su iniquidad; sı́, incitando a mu- par poder y autoridad sobre
chas mujeres, y también hom- ellos, para tenerlos en la igno-
bres, a cometer fornicaciones, rancia, a fin de que no levan-
diciéndoles que cuando morı́a ten la cabeza, sino que se hu-
el hombre, allı́ terminaba todo. millen de acuerdo con vuestras
19 Y este hombre fue también a palabras.
la tierra de Jersón para predicar 24 Decı́s que éste es un pueblo
estas cosas entre los del pueblo libre. He aquı́, os digo que se ha-
de Ammón, que en un tiempo lla en el cautiverio. Decı́s que
fueron el pueblo de los lamani- esas antiguas profecı́as son ver-
tas. daderas. He aquı́, os digo que
20 Mas he aquı́, éstos fueron no sabéis si son verdaderas.
más prudentes que muchos de 25 Decı́s que éste es un pueblo
los nefitas, porque lo tomaron y culpable y caı́do a causa de la
lo ataron y lo llevaron ante Am- transgresión de un padre. He
món, que era un sumo sacerdo- aquı́, os digo que un niño no es
te de ese pueblo. culpable por causa de sus pa-
21 Y sucedió que hizo que fue- dres.
se echado de esa tierra. Y llegó a 26 También decı́s que Cristo

[Aproximadamente 74 a.C.]
339 ALMA 30:27–34
vendrá. Mas he aquı́, os digo el juez superior que gobernaba
q u e n o s a b é i s s i h a b r á u n todo el paı́s.
Cristo. Y también decı́s que será 30 Y aconteció que cuando fue
muerto por los a pecados del llevado ante Alma y el juez su-
mundo; perior, continuó del mismo mo-
27 y ası́ lleváis a este pueblo en do que en la tierra de Gedeón;
pos de las insensatas tradiciones sı́, prosiguió hasta ablasfemar.
de vuestros padres y conforme a 31 Y prorrumpió en palabras
vuestros propios deseos; y los muy aaltaneras delante de Alma,
tenéis sometidos, como si fuera y vilipendió a los sacerdotes y a
en el cautiverio, para saciaros los maestros, acusándolos de
del trabajo de sus manos, de desviar al pueblo en pos de las
modo que no se atreven a levan- tontas tradiciones de sus pa-
tar la vista con valor, ni se atre- dres, a fin de hartarse con el tra-
ven a gozar de sus propios dere- bajo del pueblo.
chos y privilegios. 32 Entonces le dijo Alma: Tú
28 Sı́, no se atreven a hacer uso sabes que no nos aprovechamos
de lo que les pertenece, no sea del trabajo de este pueblo; pues
que ofendan a sus sacerdotes, he aquı́, yo he trabajado, desde
los cuales los uncen al yugo se- el principio del gobierno de los
gún sus deseos, y les han hecho jueces hasta ahora, con mis pro-
creer, por sus tradiciones, y sus pias manos para mi sostén, a pe-
sueños, caprichos, visiones y sar de mis muchos viajes por el
misterios fingidos, que si no paı́s para declarar la palabra de
obran conforme a sus palabras, Dios a mi pueblo.
ofenderán a algún ser descono- 33 Y a pesar del mucho trabajo
cido que dicen que es Dios, un que he hecho en la iglesia, nun-
ser que nunca se ha visto ni ca he recibido ni siquiera un ase-
conocido, que nunca existió ni nine por mi trabajo, ni tampoco
existirá. ninguno de mis hermanos, sino
29 Ahora bien, cuando el sumo al ocupar el asiento judicial; y
sacerdote y el juez superior vie- en este caso, hemos recibido so-
ron la dureza de su corazón, sı́, lamente según la ley por nues-
cuando vieron que vilipendiaba tro tiempo.
aun a Dios, no quisieron res- 34 De modo que si no recibi-
ponder a sus palabras, sino que mos nada por nuestro trabajo en
hicieron que fuese atado; y lo la iglesia, ¿qué nos beneficia tra-
entregaron en manos de los ofi- bajar en la iglesia, aparte de de-
ciales, y lo enviaron a la tierra clarar la verdad para regocijar-
de Zarahemla, para que allı́ nos en el agozo de nuestros her-
compareciera ante Alma y ante manos?

26a Isa. 53:4–7. 31a Hel. 13:22. 34a gee Gozo.


30a gee Blasfemar, 33a Alma 11:3. [Aproximadamente
blasfemia. 74 a.C.]
ALMA 30:35–47 340
35 ¿Por qué dices, pues, que le me muestras una aseñal para
predicamos a este pueblo para que me convenza de que hay un
lucrar, cuando tú de ti mismo Dios, sı́, muéstrame que tiene
sabes que no recibimos nada? poder, y entonces quedaré con-
¿Crees tú que engañamos a este vencido de la verdad de tus pa-
pueblo y que eso es lo que causa labras.
tanto gozo en sus corazones? 44 Mas Alma le dijo: Ya has te-
36 Y Korihor le respondió: Sı́. nido bastantes señales; ¿quieres
37 Y entonces Alma le dijo: tentar a tu Dios? ¿Dirás: Mués-
¿Crees que hay un Dios? trame una señal, cuando tienes
38 Y él contestó: No. el testimonio de atodos estos tus
39 Y Alma le dijo: ¿Negarás hermanos, y también de todos
nuevamente que hay un Dios, y los santos profetas? Las Escritu-
negarás también al Cristo? Pues ras están delante de ti; sı́, y bto-
he aquı́, te digo: Yo sé que hay das las cosas indican que hay un
un Dios, y también que Cristo Dios, sı́, aun la ctierra y todo
vendrá. cuanto hay sobre ella, sı́, y su
d
40 Ahora bien, ¿qué evidencia movimiento, sı́, y también to-
tienes de que no hay aDios, o de dos los eplanetas que se mueven
que Cristo no va a venir? Te di- en su orden regular testifican
go que no tienes ninguna salvo que hay un Creador Supremo.
tu propia palabra únicamente. 45 ¿Y a pesar de esto andas
41 Mas he aquı́, yo tengo todas desviando el corazón de este
las cosas como atestimonio de pueblo, testificándole que no
que estas cosas son verdaderas; hay Dios? ¿Negarás todavı́a, a
y también tú tienes todas las co- pesar de todos estos testimo-
sas como testimonio para ti de nios? Y dijo él: Sı́, negaré, a me-
que son verdaderas; y ¿las nega- nos que me muestres una señal.
rás? ¿Crees que estas cosas son 46 Y aconteció que Alma le di-
verdaderas? jo: He aquı́, estoy afligido por
42 He aquı́, yo sé que lo crees, causa de la dureza de tu cora-
pero estás poseı́do de un espı́ri- zón, sı́, que aún quieras resistir
tu de mentira, y has desechado al espı́ritu de la verdad, para
el Espı́ritu de Dios de manera que sea destruida tu alma.
que no puede tener cabida en ti; 47 Mas he aquı́, amejor es que
pero el diablo tiene poder sobre tu alma se pierda a que seas el
ti, y te lleva de un lado al otro, medio de llevar a muchas almas
inventando artimañas para des- a la destrucción por tus menti-
truir a los hijos de Dios. ras y tus palabras lisonjeras; por
43 Y Korihor le dijo a Alma: Si tanto, si vuelves a negar, he

40a Sal. 14:1. 44a Mos. 13:33–34. e Moisés 6:63.


41a gee Testigo. b Sal. 19:1; 47a 1 Ne. 4:13.
43a Jacob 7:13–21; DyC 88:47.
DyC 46:8–9. c Job 12:7–10. [Aproximadamente
gee Señal. d Hel. 12:11–15. 74 a.C.]
341 ALMA 30:48–57
aquı́, Dios te herirá a fin de que ñado el diablo; pues se me bapa-
quedes mudo, para que nunca reció en forma de ángel, y me
más abras la boca para engañar dijo: Ve y rescata a este pueblo,
otra vez a los de este pueblo. porque todos se han extraviado
48 Entonces Korihor le dijo: No en pos de un Dios desconocido.
niego la existencia de un Dios, Y me dijo: cNo hay Dios; sı́, y me
mas no creo que haya un Dios; y enseñó lo que habı́a de decir. Y
también digo que tú no sabes he enseñado sus palabras; y las
que hay un Dios; y a menos enseñé porque deleitaban a la
que me muestres una señal, no mente dcarnal; y las enseñé has-
creeré. ta que hube logrado mucho éxi-
49 Y Alma le dijo: Esto te daré to, al grado que realmente lle-
por señal: aQuedarás mudo se- gué a creer que eran ciertas; y
gún mis palabras; y digo que en por esta razón me opuse a la
el nombre de Dios quedarás verdad, hasta traer esta gran
mudo de modo que no podrás maldición sobre mı́.
expresarte más. 54 Y cuando hubo expresado
50 Y cuando Alma hubo dicho esto, le suplicó a Alma que roga-
estas palabras, Korihor quedó ra a Dios, para que le fuese qui-
mudo, según las palabras de Al- tada la maldición.
ma, de modo que ya no podı́a 55 Mas le dijo Alma: Si te fuera
expresarse. quitada esta maldición, de nue-
51 Ahora bien, cuando el juez vo volverı́as a desviar el corazón
superior vio esto, extendió su de este pueblo; por tanto, hága-
mano y escribió a Korihor, di- se contigo según la voluntad del
ciendo: ¿Estás convencido del Señor.
poder de Dios? ¿En quién que- 56 Y sucedió que la maldición
rı́as que Alma te manifestara no fue quitada a Korihor; sino
su señal? ¿Querı́as que afligiera que lo echaron fuera, y andaba
a otros para mostrarte una se- de casa en casa, mendigando
ñal? He aquı́, te ha mostrado sus alimentos.
una señal; y ahora, ¿disputarás 57 Y la noticia de lo que le ha-
más? bı́a sucedido a Korihor fue pu-
52 Y Korihor extendió la mano blicada inmediatamente por to-
y escribió, diciendo: Sé que es- do el paı́s; sı́, el juez superior en-
toy mudo, porque no puedo vió la proclamación a todo el
hablar; y sé que nada, sino el pueblo de la tierra, declarando a
poder de Dios, pudo haber traı́- los que habı́an creı́do en las pa-
do esto sobre mı́; sı́, y yo siem- labras de Korihor que debı́an
pre a he sabido que habı́a un arrepentirse sin demora, no fue-
Dios. se que les sobrevinieran los mis-
53 Mas he aquı́, me ha aenga- mos castigos.

49a 2 Cró. 13:20. b 2 Cor. 11:14; d gee Carnal.


52a Alma 30:42. 2 Ne. 9:9. [Aproximadamente
53a Jacob 7:14. c Sal. 10:4. 74 a.C.]
ALMA 30:58–31:5 342
58 Y aconteció que todos se tas estaban pervirtiendo las vı́as
convencieron de la iniquidad de del Señor, y que Zoram, su jefe,
Korihor; por tanto, todos se con- estaba induciendo el corazón de
virtieron de nuevo al Señor; y los del pueblo a que se apostra-
esto dio fin a la iniquidad que ran ante bı́dolos mudos, su cora-
Korihor promulgó. Y Korihor zón empezó nuevamente a cafli-
iba de casa en casa, mendigando girse a causa de la iniquidad del
pan para su sostén. pueblo.
59 Y aconteció que mientras 2 Porque le era motivo de mu-
iba entre el pueblo, sı́, entre cho apesar a Alma saber de la
unos que se habı́an separado de iniquidad entre su pueblo; por
los nefitas y habı́an tomado el tanto, su corazón se afligió en
nombre de zoramitas, por ser extremo por causa de la separa-
guiados por un hombre llamado ción de los zoramitas de los nefi-
Zoram, y mientras iba entre tas.
ellos, he aquı́, lo atropellaron y 3 Ahora bien, los zoramitas se
lo pisotearon hasta que murió. habı́an reunido en una tierra
60 Y ası́ vemos el fin de aquel que llamaban Antiónum, situa-
que pervierte las vı́as del Señor; da al este de la tierra de Zara-
y ası́ vemos que el adiablo no hemla, que se hallaba casi conti-
b
amparará a sus hijos en el pos- gua a la costa del mar, al sur de
trer dı́a, sino que los arrastra la tierra de Jersón, que también
aceleradamente al cinfierno. colindaba con el desierto del
sur, el cual estaba lleno de lama-
nitas.
CAPÍTULO 31 4 Y los nefitas temı́an en gran
manera que los zoramitas esta-
Alma encabeza una misión para blecieran relaciones con los la-
traer de nuevo al redil a los zorami- manitas, y resultara en una pér-
tas apóstatas—Los zoramitas nie- dida muy grande para los nefi-
gan a Cristo, creen en un concepto tas.
falso de elección y adoran con ora- 5 Y como la apredicación de la
ciones fijas—Los misioneros se ven b
palabra tenı́a gran propensión
llenos del Espı́ritu Santo — Sus a cimpulsar a la gente a hacer lo
aflicciones son consumidas en el go- que era justo —sı́, habı́a surtido
zo de Cristo. un efecto más potente en la
Y SUCEDIÓ que después del fin mente del pueblo que la espada
de Korihor, habiendo recibido o cualquier otra cosa que les ha-
Alma noticias de que los zorami- bı́a acontecido— por tanto, Al-

60a gee Diablo. c Alma 35:15. Alma 36:26.


b Alma 3:26–27; 2a Mos. 28:3; c Jarom 1:11–12;
5:41–42; DyC 29:45. 3 Ne. 17:14; DyC 11:2.
c gee Infierno. Moisés 7:41.
31 1a Éx. 20:5; Mos. 13:13. 5a Enós 1:23; Alma 4:19. [Aproximadamente
b 2 Ne. 9:37. gee Predicar. 74 a.C.]
gee Idolatrı́a. b Heb. 4:12; Jacob 2:8;
343 ALMA 31:6–17
ma consideró prudente que pu- hallaron que los zoramitas ha-
sieran a prueba la virtud de la bı́an edificado sinagogas, y que
palabra de Dios. se congregaban un dı́a de la se-
6 Ası́ pues, tomó a Ammón, a mana, el cual llamaban el dı́a del
Aarón y a Omner; y dejó a Him- Señor; y adoraban de una ma-
ni en la iglesia de Zarahemla; nera que Alma y sus hermanos
mas llevó consigo a los primeros nunca habı́an visto;
tres, y también a Amulek y a 13 porque habı́an erigido en el
Zeezrom, los cuales se hallaban centro de su sinagoga una plata-
en Melek; y también llevó a dos forma que llegaba más alto que
de sus hijos. la cabeza, y en cuya parte supe-
7 Pero no llevó al mayor de sus rior sólo cabı́a una persona.
hijos, que se allamaba Helamán; 14 De manera que el que de-
y los nombres de los que llevó seaba a adorar, tenı́a que ir y
consigo eran Shiblón y Corian- ocupar esta parte superior, y ex-
tón; y éstos son los nombres de tender las manos hacia el cielo, y
los que fueron con él entre los clamar en voz alta, diciendo:
b
zoramitas para predicarles la 15 ¡Santo, Santo Dios; creemos
palabra. que eres Dios, y creemos que
8 Y los zoramitas eran adisiden- eres santo, y que fuiste un espı́-
tes nefitas; por lo tanto, les ha- ritu, y que eres un espı́ritu y que
bı́a sido predicada la palabra de serás un espı́ritu para siempre!
Dios. 16 ¡Santo Dios, creemos que tú
9 Pero habı́an acaı́do en gran- nos has separado de nuestros
des errores, pues no se esforza- hermanos; y no creemos en la
ban por guardar los manda- tradición de nuestros hermanos
mientos de Dios ni sus estatutos, que les fue transmitida por las
según la ley de Moisés. puerilidades de sus padres; mas
10 Ni tampoco observaban las creemos que nos has aescogido
prácticas de la iglesia, de perse- para ser tus bsantos hijos; y tam-
verar en la oración y súplicas a bién nos has dado a conocer que
Dios diariamente, para no en- no habrá Cristo!
trar en tentación. 17 ¡Mas tú eres el mismo ayer,
11 Sı́, y en fin, pervertı́an las hoy y para siempre; y nos has
a
vı́as del Señor en muchı́simos elegido para que seamos salvos,
casos; por lo tanto, por esta ra- mientras que todos los que nos
zón, Alma y sus hermanos fue- rodean son elegidos para ser
ron a su tierra para predicarles arrojados por tu ira al infierno;
la palabra. y por esta santidad, oh Dios, te
12 Y cuando llegaron a su tie- damos gracias; y también te da-
rra, he aquı́, para su asombro mos gracias porque nos has ele-

7a gee Helamán, hijo de 9a gee Apostası́a. 17a gee Vanidad, vano.


Alma. 14a Mateo 6:1–7.
b Alma 30:59. 16a Alma 38:13–14. [Aproximadamente
8a Alma 24:30. b Isa. 65:3, 5. 74 a.C.]
ALMA 31:18–30 344
gido, a fin de que no seamos lle- zón, pues vio que eran una gen-
vados en pos de las necias tradi- te inicua y perversa; sı́, vio que
ciones de nuestros hermanos sus corazones estaban puestos
que los someten a una creencia en el oro, y en la plata, y en toda
en Cristo, lo que conduce sus clase de objetos finos.
corazones a apartarse lejos de ti, 25 Sı́, y también vio que por
Dios nuestro! motivo de su orgullo sus corazo-
18 Y de nuevo te damos las nes se aensalzaban con gran jac-
gracias, oh Dios, porque somos tancia.
un pueblo electo y santo. Amén. 26 Y elevó su voz al cielo y aex-
19 Y aconteció que después clamó, diciendo: ¡Oh Señor!,
que Alma, sus hermanos y sus ¿hasta cuándo permitirás que
hijos hubieron oı́do estas oracio- tus siervos moren aquı́ en la car-
nes, se asombraron sobremane- ne, para presenciar tan grave
ra. iniquidad entre los hijos de los
20 Pues he aquı́, cada uno iba y hombres?
ofrecı́a estas mismas oraciones. 27 He aquı́, ¡oh Dios!, te ainvo-
21 Y el nombre que daban a es- can; y sin embargo, sus corazo-
te sitio era Rameúmptom, que nes son consumidos en su orgu-
interpretado quiere decir el san- llo. He aquı́, ¡oh Dios!, te llaman
to púlpito. con su boca a la vez que se han
22 Y desde este púlpito ofrecı́a, engreı́do, hasta binflarse gran-
cada uno de ellos, la misma ora- demente, con las vanidades del
ción a Dios, dando las gracias a mundo.
su Dios porque los habı́a escogi- 28 He ahı́, ¡oh Dios mı́o!, sus
do, y porque no los llevó en pos suntuosos vestidos, y sus ani-
de la tradición de sus hermanos, llos, sus abrazaletes, sus orna-
y porque sus corazones no fue- mentos de oro y todos sus obje-
ron cautivados para creer en co- tos preciosos con que se ador-
sas venideras, de las cuales nada nan; y he aquı́, sus corazones es-
sabı́an. tán puestos en estas cosas, y aún
23 Y después que todos los del ası́ te invocan, diciendo: Gracias
pueblo daban gracias de esta te damos, ¡oh Dios!, porque
manera, regresaban a sus casas, te somos un pueblo escogido,
a
sin volver a hablar de su Dios mientras que los otros perece-
hasta que nuevamente se junta- rán.
ban alrededor del santo púlpito 29 Sı́, y dicen que tú les has da-
para ofrecer gracias según su do a conocer que no habrá Cris-
manera. to.
24 Ahora bien, cuando Alma 30 ¡Oh Señor Dios!, ¿hasta
vio esto, se aangustió su cora- cuándo consentirás que exista

23a Stg. 1:21–25. 26a Moisés 7:41–58. 28a Isa. 3:16–24.


24a Gén. 6:5–6. 27a Isa. 29:13. [Aproximadamente
25a Jacob 2:13; Alma 1:32. b gee Orgullo. 74 a.C.]
345 ALMA 31:31–32:1
tal perversidad e infidelidad en- ma hubo dicho estas palabras,
a
tre este pueblo? ¡Oh Señor, da- puso sus bmanos sobre todos
me fuerzas para sobrellevar mis aquellos que estaban con él. Y
flaquezas; porque soy débil, y he aquı́, al imponerles las ma-
semejante iniquidad entre este nos, fueron llenos del Espı́ritu
pueblo contrista mi alma! Santo.
31 ¡Oh Señor, mi corazón se 37 Y tras esto se separaron
halla afligido en sumo grado; unos de otros, asin preocuparse
consuela mi alma aen Cristo! por lo que habı́an de comer, ni
¡Oh Señor, concédeme que ten- por lo que habı́an de beber, ni
ga fuerzas para sufrir con pa- por lo que habı́an de vestir.
ciencia estas aflicciones que 38 Y el Señor les proveyó a fin
vendrán sobre mı́, a causa de la de que no padeciesen hambre,
iniquidad de este pueblo! ni tuviesen sed; sı́, y también les
32 ¡Oh Señor, consuela mi al- dio fuerza para que no padecie-
ma y concédeme el éxito, ası́ co- sen ningún género de aafliccio-
mo a mis consiervos que se ha- nes que no fuesen consumidas
llan conmigo; sı́, Ammón y Aa- en el gozo de Cristo. Y esto
rón y Omner, como también aconteció según la oración de
Amulek y Zeezrom, y también Alma; y esto porque oró con bfe.
mis ados hijos! Sı́, conforta a to-
dos éstos, ¡oh Señor! Sı́, consue-
la sus almas en Cristo. CAPÍTULO 32
33 ¡Concédeles que tengan
fuerza para poder sobrellevar Alma enseña a los pobres, cuyas
las aflicciones que les sobreven- aflicciones los habı́an humillado—
drán por motivo de las iniquida- La fe es una esperanza en aquello
des de este pueblo! que no se ve y que es verdadero—
34 ¡Oh Señor, aconcédenos lo- Alma testifica que ángeles minis-
grar el éxito al traerlos nueva- tran a hombres, a mujeres y a ni-
mente a ti en Cristo! ños—Alma compara la palabra a
35 ¡He aquı́, sus aalmas son pre- una semilla—Ésta se debe plantar
ciosas, oh Señor, y muchos de y nutrir—Entonces crece hasta lle-
ellos son nuestros hermanos; gar a ser un árbol del cual se recoge
por tanto, danos, oh Señor, po- el fruto de la vida eterna.
der y sabidurı́a para que poda- Y ACAECIÓ que salieron y em-
mos traer a éstos, nuestros her- pezaron a predicar al pueblo la
manos, nuevamente a ti! palabra de Dios, entrando en
36 Y aconteció que cuando Al- sus sinagogas y en sus casas; sı́,

31a Juan 16:33. b gee Manos, Alma 33:23.


32a Alma 31:7. imposición de. b gee Fe.
34a 2 Ne. 26:33. 37a Mateo 6:25–34;
35a gee Alma—El valor 3 Ne. 13:25–34.
de las almas. 38a Mateo 5:10–12; [Aproximadamente
36a 3 Ne. 18:36–37. Mos. 24:13–15; 74 a.C.]
ALMA 32:2–12 346
y aun predicaron la palabra en sa de nuestra suma pobreza; y
sus calles. no tenemos un lugar para ado-
2 Y sucedió que después de rar a nuestro Dios. He aquı́,
trabajar mucho entre ellos, em- ¿cqué haremos?
pezaron a tener éxito entre la 6 Y cuando Alma oyó esto,
clase apobre; pues he aquı́, éstos volvió su rostro directamente
eran echados de las sinagogas a h a c i a é l , y l o s o b s e r v ó c o n
causa de la pobreza de sus ro- gran gozo; porque vio que sus
a
pas. aflicciones realmente los ha-
3 Por tanto, no les era permiti- bı́an bhumillado, y que se halla-
do entrar en sus sinagogas para ban cpreparados para oı́r la pala-
adorar a Dios porque eran con- bra.
siderados como la hez; por tan- 7 Por tanto, no dijo más a la
to, eran pobres; sı́, sus hermanos otra multitud; sino que extendió
los consideraban como la esco- la mano y clamó a los que veı́a,
ria; de modo que eran apobres aquellos que en verdad estaban
en cuanto a las cosas del mun- arrepentidos, y les dijo:
do, y también eran pobres de 8 Veo que sois a mansos de
corazón. corazón; y si es ası́, benditos
4 Y mientras Alma estaba ense- sois.
ñando y hablando al pueblo so- 9 He aquı́, vuestro hermano ha
bre el cerro Onida, fue a él una dicho: ¿Qué haremos?, porque
gran multitud compuesta de somos echados de nuestras sina-
aquellos de quienes hemos esta- gogas, de modo que no pode-
do hablando, de aquellos que mos adorar a nuestro Dios.
eran apobres de corazón a causa 10 He aquı́, os digo: ¿Suponéis
de su pobreza en cuanto a las que no podéis aadorar a Dios
cosas del mundo. más que en vuestras sinagogas?
5 Y llegaron a Alma; y el prin- 11 Y además, quisiera pregun-
cipal entre ellos le dijo: He tar: ¿Suponéis que no debéis
aquı́, ¿ a qué harán éstos, mis adorar a Dios sino una vez por
hermanos? Pues son desprecia- semana?
dos por todos los hombres a 12 Yo os digo que está bien que
causa de su pobreza; sı́, y más seáis echados de vuestras sina-
particularmente por nuestros gogas, para que seáis humildes
sacerdotes, porque nos han y aprendáis asabidurı́a; porque
b
echado de nuestras sinagogas, es necesario que aprendáis sabi-
que con tanto trabajo hemos durı́a; porque es por motivo de
edificado con nuestras propias que sois echados, debido a que
manos; y nos han echado a cau- vuestros hermanos os despre-

32 2a gee Pobres. c Hech. 2:37–38. 8a Mateo 5:3–5.


3a Alma 34:40. 6a gee Adversidad. 10a gee Adorar.
4a gee Pobres—Pobres b gee Humildad, 12a Ecle. 4:13.
de espı́ritu. humilde.
5a Prov. 18:23. c Alma 16:16–17; [Aproximadamente
b Alma 33:10. DyC 101:8. 74 a.C.]
347 ALMA 32:13–23
cian a causa de vuestra suma nos muestras una aseñal del cie-
b
pobreza, que habéis llegado a la lo, de seguro luego sabremos; y
humildad de corazón; pues ne- entonces creeremos.
cesariamente se os hace ser hu- 18 Ahora yo os pregunto: ¿Es
mildes. fe esto? He aquı́, os digo que no;
13 Y porque sois obligados a porque si un hombre sabe una
ser humildes, benditos sois; por- cosa, no tiene necesidad de
a
que en ocasiones el hombre, si creer, porque la sabe.
se ve obligado a ser humilde, 19 Y ahora bien, ¿cuánto más
busca el arrepentimiento; y de maldito es aquel que aconoce la
seguro, el que se arrepienta ha- voluntad de Dios y no la cum-
llará misericordia; y quien halle ple, que el que sólo cree o sola-
misericordia y apersevere hasta mente tiene motivo para creer, y
el fin, será salvo. cae en transgresión?
14 Y como ya os he dicho, que 20 Ahora bien, sobre este asun-
por haber sido obligados a ser to vosotros habéis de juzgar. He
humildes, fuisteis bendecidos, aquı́, os digo que ası́ es por una
¿no suponéis que son más ben- parte como lo es por la otra; y a
decidos aún aquellos que se hu- todo hombre se hará según sus
millan verdaderamente a causa obras.
de la palabra? 21 Y ahora bien, como decı́a
15 Sı́, el que verdaderamente concerniente a la afe: La fe no es
se humille y se arrepienta de sus tener un conocimiento perfecto
pecados, y persevere hasta el de las cosas; de modo que si te-
fin, será bendecido; sı́, bendeci- néis fe, tenéis besperanza en co-
do mucho más que aquellos sas que cno se ven, y que son
que se ven obligados a ser hu- verdaderas.
mildes por causa de su extrema 22 Y ahora bien, he aquı́, ahora
pobreza. os digo, y quisiera que recorda-
16 Por tanto, benditos son seis, que Dios es misericordioso
aquellos que se ahumillan sin para con todos los que creen en
verse obligados a ser humildes; su nombre; por tanto, él desea
o más bien, en otras palabras, ante todo que creáis, sı́, en su
bendito es el que cree en la pala- palabra.
bra de Dios, y es bautizado sin 23 Y ahora bien, él comunica su
obstinación de corazón; sı́, sin palabra a los hombres por me-
habérsele llevado a conocer la dio de ángeles; sı́, ano sólo a los
palabra, o siquiera compelido a hombres, sino a las mujeres
saber, antes de creer. también. Y esto no es todo; mu-
17 Sı́, hay muchos que dicen: Si chas veces les son dadas a los

12b Prov. 16:8. 18a Éter 12:12, 18. c Éter 12:6.


13a Alma 38:2. 19a Juan 15:22–24. 23a Joel 2:28–29.
16a gee Humildad, 21a Juan 20:29;
humilde. Heb. 11. [Aproximadamente
17a gee Señal. b gee Esperanza. 74 a.C.]
ALMA 32:24–33 348
b
niños palabras que confunden na, y no la echáis fuera por
al sabio y al erudito. vuestra dincredulidad, resistien-
24 Y ahora bien, amados her- do al Espı́ritu del Señor, he aquı́,
manos mı́os, ya que habéis de- empezará a hincharse en vues-
seado saber de mı́ qué debéis tro pecho; y al sentir esta sensa-
hacer, porque sois afligidos y ción de crecimiento, empezaréis
desechados —y no quiero que a decir dentro de vosotros: Debe
penséis que es mi intención ser que ésta es una semilla bue-
juzgaros sino de acuerdo con lo na, o que la palabra es buena,
que es verdad— porque empieza a ensanchar mi
25 porque no quiero decir que alma; sı́, empieza a iluminar mi
e
todos vosotros habéis sido com- entendimiento; sı́, empieza a
pelidos a humillaros; porque ser deliciosa para mı́.
verdaderamente creo yo que 29 He aquı́, ¿no aumentarı́a es-
entre vosotros hay algunos que to vuestra fe? Os digo que sı́; sin
se humilları́an, pese a las cir- embargo, no ha llegado a ser un
cunstancias en que se hallaran. conocimiento perfecto.
26 Pues como dije acerca de la 30 Mas he aquı́, al paso que la
fe, que no era un conocimiento semilla se hincha y brota y em-
perfecto, ası́ es con mis palabras. pieza a crecer, entonces no po-
No podéis, al principio, saber a déis menos que decir que la se-
la perfección acerca de su vera- milla es buena; pues he aquı́, se
cidad, ası́ como tampoco la fe es hincha y brota y empieza a cre-
un conocimiento perfecto. cer. Y, he aquı́, ¿no fortalecerá
27 Mas he aquı́, si despertáis y esto vuestra fe? Sı́, fortalecerá
aviváis vuestras facultades hasta vuestra fe, porque diréis: Sé que
experimentar con mis palabras, ésta es una buena semilla; por-
y ejercitáis un poco de fe, sı́, que, he aquı́, brota y empieza a
aunque no sea más que un ade- crecer.
seo de creer, dejad que este de- 31 Y he aquı́, ¿estáis seguros
seo obre en vosotros, sı́, hasta ahora de que es una semilla
creer de tal modo que deis cabi- buena? Os digo que sı́; porque
da a una porción de mis pala- toda semilla produce según su
bras. propia aespecie.
28 Compararemos, pues, la pa- 32 Por tanto, si una semilla cre-
labra a una asemilla. Ahora bien, ce, es semilla buena; pero si no
si dais lugar para que sea sem- crece, he aquı́ que no es buena;
brada una bsemilla en vuestro por lo tanto, es desechada.
c
corazón, he aquı́, si es una se- 33 Y he aquı́, por haber proba-
milla verdadera, o semilla bue- do el experimento y sembrado

23b Mateo 11:25; 28a Alma 33:1. entendimiento.


Lucas 10:21; b Lucas 8:11. 31a Gén. 1:11–12.
3 Ne. 26:14–16; c gee Corazón.
DyC 128:18. d Mateo 17:20. [Aproximadamente
27a Marcos 11:24. e gee Entender, 74 a.C.]
349 ALMA 32:34–42
la semilla, y porque ésta se hin- 38 Mas si adesatendéis el árbol,
cha, y brota, y empieza a crecer, y sois negligentes en nutrirlo,
sabéis por fuerza que la semilla he aquı́, no echará raı́z; y cuan-
es buena. do el calor del sol llegue y lo
34 Y ahora bien, he aquı́, ¿es abrase, se secará porque no tie-
perfecto vuestro aconocimiento? ne raı́z, y lo arrancaréis y lo
Sı́, vuestro conocimiento es per- echaréis fuera.
fecto en esta cosa, y vuestra bfe 39 Y esto no es porque la semi-
queda inactiva; y esto porque lla no haya sido buena, ni tam-
sabéis, pues sabéis que la pala- poco es porque su fruto no sea
bra ha henchido vuestras almas, deseable; sino porque vuestro
a
y también sabéis que ha brota- terreno es estéril y no queréis
do, que vuestro entendimiento nutrir el árbol; por tanto, no po-
empieza a iluminarse y vuestra dréis obtener su fruto.
c
mente comienza a ensancharse. 40 Y por lo mismo, si no culti-
35 Luego, ¿no es esto verdade- váis la palabra, mirando hacia
ro? Os digo que sı́, porque es adelante con el ojo de la fe a su
a
luz; y lo que es luz, es bueno, fruto, nunca podréis recoger el
porque se puede discernir; por fruto del aárbol de la vida.
tanto, debéis saber que es bue- 41 Pero si cultiváis la palabra,
no; y ahora bien, he aquı́, ¿es sı́, y nutrı́s el árbol mientras em-
perfecto vuestro conocimiento piece a crecer, mediante vuestra
después de haber gustado esta fe, con gran diligencia y con
a
luz? paciencia, mirando hacia ade-
36 He aquı́, os digo que no; ni lante a su fruto, echará raı́z; y he
tampoco debéis dejar a un lado aquı́, será un árbol que bbrotará
vuestra fe, porque tan sólo ha- para vida eterna.
béis ejercitado vuestra fe para 42 Y a causa de vuestra adili-
sembrar la semilla, a fin de lle- gencia, y vuestra fe y vuestra
var a cabo el experimento para paciencia al nutrir la palabra pa-
saber si la semilla era buena. ra que eche raı́z en vosotros, he
37 Y he aquı́, a medida que el aquı́ que con el tiempo recoge-
árbol empiece a crecer, diréis: réis su bfruto, el cual es suma-
Nutrámoslo con gran cuidado mente precioso, y el cual es más
para que eche raı́z, crezca y nos dulce que todo lo dulce, y más
produzca fruto. Y he aquı́, si lo blanco que todo lo blanco, sı́, y
cultiváis con mucho cuidado, más puro que todo lo puro; y
echará raı́z, y crecerá, y dará comeréis de este fruto hasta
fruto. quedar satisfechos, de modo

34a gee Conocimiento. 38a gee Apostası́a. DyC 63:23.


b Éter 3:19. 39a Mateo 13:5. 42a gee Diligencia.
c gee Mente. 40a Gén. 2:9; b 1 Ne. 8:10–12.
35a Juan 3:18–21. 1 Ne. 15:36.
gee Luz, luz de 41a gee Paciencia. [Aproximadamente
Cristo. b Alma 33:23; 74 a.C.]
ALMA 32:43–33:10 350
que no tendréis hambre ni ten- que os han enseñado, es que no
dréis sed. las entendéis.
43 Entonces, hermanos mı́os, 3 ¿No recordáis haber leı́do lo
segaréis el galardón de vuestra que aZenós, el profeta de la anti-
fe, y vuestra diligencia, y pa- güedad, ha dicho concerniente
ciencia, y longanimidad, espe- a la oración o badoración?
rando que el árbol os dé fruto. 4 Porque dijo: Eres misericor-
dioso, ¡oh Dios!, porque has oı́do
mi oración, aun cuando me ha-
CAPÍTULO 33 llaba en el desierto; sı́, fuiste mi-
sericordioso cuando oré concer-
Zenós enseñó que los hombres de- niente a aquellos que eran mis
a
ben orar y adorar en todo lugar, y enemigos, y tú los volviste a mı́.
que los juicios se apartan a causa 5 Sı́, ¡oh Dios!, y fuiste miseri-
del Hijo—Zenoc enseñó que la mi- cordioso conmigo cuando te in-
sericordia se concede a causa del Hi- voqué en mi acampo, cuando
jo—Moisés levantó en el desierto clamé a ti en mi oración, y tú me
un sı́mbolo del Hijo de Dios. oı́ste.
6 Y además, ¡oh Dios!, cuando
Y DESPUÉS que Alma hubo ha- volvı́ a mi casa, me oı́ste en mi
blado estas palabras, le manda- oración.
ron preguntar si habı́an de creer 7 Y cuando entré en mi aapo-
en aun Dios para obtener este sento y oré a ti, ¡oh Señor!, tú
fruto del cual habı́a hablado, o me oı́ste.
cómo debı́an sembrar la bsemi- 8 Sı́, eres misericordioso con
lla, o sea, la palabra a que se ha- tus hijos, cuando te invocan pa-
bı́a referido, la cual él dijo que ra ser oı́dos de ti, y no de los
debı́a sembrarse en sus corazo- hombres; y tú los oirás.
nes, o de qué manera debı́an 9 Sı́, ¡oh Dios!, tú has sido mise-
empezar a ejercitar su fe. ricordioso conmigo y has oı́do
2 Y Alma les dijo: He aquı́, ha- mis súplicas en medio de tus
béis dicho que ano podéis ado- congregaciones.
rar a vuestro Dios porque sois 10 Sı́, y también me has escu-
echados de vuestras sinagogas. chado cuando mis enemigos me
Mas he aquı́, os digo que si su- han adesechado y despreciado;
ponéis que no podéis adorar a sı́, oı́ste mis lamentos, y se en-
Dios, os equivocáis gravemente, cendió tu enojo contra mis ene-
y debéis escudriñar las bEscritu- migos, y los visitaste en tu ira
ras; si suponéis que esto es lo con acelerada destrucción.

33 1a 2 Ne. 31:21; Escrituras que se 7a Mateo 6:5–6;


Mos. 15:2–4. han perdido; Alma 34:26.
b Alma 32:28–43. Zenós. 10a Alma 32:5.
2a Alma 32:5. b gee Adorar.
b Alma 37:3–10. 4a Mateo 5:44. [Aproximadamente
3a gee Escrituras— 5a Alma 34:20–25. 74 a.C.]
351 ALMA 33:11–22
11 Y me oı́ste por motivo de do; no son éstos los únicos que
mis aflicciones y mi sinceridad; han hablado concerniente al Hi-
y es a causa de tu Hijo que has jo de Dios.
sido tan misericordioso conmi- 19 He aquı́, aMoisés habló de
go; por tanto, clamaré a ti en to- él; sı́, y he aquı́, fue blevantado
das mis aflicciones, porque en ti un csı́mbolo en el desierto, para
está mi gozo; pues a causa de tu que quien mirara a él, viviera; y
Hijo has apartado tus juicios de muchos miraron y vivieron.
mı́. 20 Pero fueron pocos los que
12 Y entonces les dijo Alma: comprendieron el significado
¿Creéis estas aEscrituras que los de esas cosas, y esto a causa de
antiguos escribieron? la dureza de sus corazones. Mas
13 He aquı́, si las creéis, debéis hubo muchos que fueron tan
creer lo que aZenós dijo; pues he obstinados que no quisieron mi-
aquı́, declaró: A causa de tu Hijo rar; por tanto, perecieron. Aho-
has apartado tus juicios. ra bien, la razón por la que no
14 Y ahora bien, hermanos quisieron mirar fue que no cre-
mı́os, quisiera preguntar si ha- yeron que los asanarı́a.
béis leı́do las Escrituras. Y si lo 21 Oh hermanos mı́os, si fue-
habéis hecho, ¿cómo podéis no rais sanados con tan sólo mirar
creer en el Hijo de Dios? para quedar sanos, ¿no mirarı́ais
15 Porque ano está escrito que inmediatamente?, o ¿preferirı́ais
solamente Zenós habló de estas endurecer vuestros corazones
cosas, sino también bZenoc ha- en la incredulidad, y ser perezo-
bló de ellas. sos y no mirar, para ası́ perecer?
16 Pues he aquı́ que él dijo: Es- 22 Si es ası́, ¡ay de vosotros!
tás enojado, ¡oh Señor!, con los Pero si no, mirad y aempezad a
de este pueblo, porque no quie- creer en el Hijo de Dios, que
ren comprender tus misericor- vendrá para redimir a los de su
dias que les has concedido a pueblo, y que padecerá y morirá
causa de tu Hijo. para b expiar los pecados de
17 Y ası́ veis, hermanos mı́os, ellos; y que se clevantará de en-
que un segundo profeta de la tre los muertos, lo cual efectuará
antigüedad ha testificado del la dresurrección, a fin de que to-
Hijo de Dios, y porque la gente dos los hombres comparezcan
no quiso entender sus palabras, ante él, para ser juzgados en el
lo aapedrearon hasta la muerte. dı́a postrero, sı́, el dı́a del juicio,
18 Mas he aquı́, esto no es to- según sus eobras.

12a gee Escrituras. b Juan 3:14; b Alma 22:14; 34:8–9.


13a Alma 34:7. Hel. 8:14–15. c gee Resurrección.
15a Jacob 4:4. c Núm. 21:9; d Alma 11:44.
b 1 Ne. 19:10; Alma 34:7. 2 Ne. 25:20; e gee Obras.
17a gee Mártir; Martirio. Mos. 3:15.
19a Deut. 18:15, 18; 20a 1 Ne. 17:40–41. [Aproximadamente
Alma 34:7. 22a Alma 32:27–28. 74 a.C.]
ALMA 33:23–34:8 352
23 Y ahora bien, hermanos se os enseñaron ampliamente
mı́os, quisiera que aplantaseis a
estas cosas antes de vuestra di-
esta palabra en vuestros corazo- sensión de entre nosotros.
nes, y al empezar a hincharse, 3 Y como le habéis pedido a mi
nutridla con vuestra fe. Y he amado hermano que os haga sa-
aquı́, llegará a ser un árbol que ber lo que debéis hacer, a causa
b
crecerá en vosotros para vida de vuestras aflicciones; y él os
eterna. Y entonces Dios os con- ha dicho algo para preparar
ceda que sean ligeras vuestras vuestras mentes; sı́, y os ha ex-
c
cargas mediante el gozo de su hortado a que tengáis fe y pa-
Hijo. Y todo esto lo podéis hacer ciencia;
si queréis. Amén. 4 sı́, a que tengáis la fe suficien-
te para aplantar la palabra en
vuestros corazones, para que
CAPÍTULO 34 probéis el experimento de su
bondad.
Amulek testifica que la palabra está 5 Y hemos visto que el gran in-
en Cristo para la salvación—Si no terrogante que ocupa vuestras
se efectúa una expiación, todo el gé- mentes es si la palabra está en el
nero humano deberá perecer—Toda Hijo de Dios, o si no ha de haber
la ley de Moisés señala hacia el sa- Cristo.
crificio del Hijo de Dios—El plan 6 Y también habéis visto que
eterno de la redención se basa en la mi hermano os ha comprobado
fe y en el arrepentimiento—Orad muchas veces, que la apalabra
por bendiciones materiales y espiri- está en Cristo para la salvación.
tuales — Esta vida es cuando el 7 Mi hermano ha recurrido a
hombre debe prepararse para com- las palabras de Zenós, de que la
parecer ante Dios—Labrad vuestra redención viene por medio del
salvación con temor ante Dios. Hijo de Dios; y también a las pa-
Y ACONTECIÓ que después que labras de Zenoc; y también se ha
Alma les hubo hablado estas pa- referido a Moisés, para probar
labras, se sentó en el suelo, y que estas cosas son verdaderas.
a
Amulek se levantó y empezó a 8 Y he aquı́, ahora yo os atestifi-
instruirlos, diciendo: caré de mı́ mismo que estas co-
2 Hermanos mı́os, me parece sas son verdaderas. He aquı́, os
imposible que ignoréis las cosas digo que yo sé que Cristo ven-
que se han hablado concernien- drá entre los hijos de los hom-
tes a la venida de Cristo, de bres para tomar sobre sı́ las
quien nosotros enseñamos que transgresiones de su pueblo, y
es el Hijo de Dios; sı́, yo sé que que b expiará los pecados del

23a Alma 33:1; 34:4. 2a Alma 16:13–21. b gee Expiación, expiar.


b Alma 32:41; 4a Alma 33:23.
DyC 63:23. 6a Juan 1:1, 14.
c Alma 31:38. 8a gee Testificar. [Aproximadamente
34 1a Alma 8:21. 74 a.C.]
353 ALMA 34:9–17
mundo, porque el Señor Dios lo será preciso que se ponga, afin al
ha dicho. derramamiento de sangre; en-
9 Porque es necesario que se tonces quedará cumplida la bley
realice una aexpiación; pues se- de Moisés; sı́, será totalmente
gún el gran bplan del Dios Eter- cumplida, sin faltar ni una jota
no, debe efectuarse una expia- ni una tilde, y nada se habrá
ción, o de lo contrario, todo el perdido.
género humano inevitablemen- 14 Y he aquı́, éste es el asignifi-
te debe perecer; sı́, todos se han cado entero de la bley, pues todo
endurecido; sı́, todos han ccaı́do ápice señala a ese gran y postrer
c
y están perdidos, y, de no ser sacrificio; y ese gran y postrer
por la expiación que es necesa- sacrificio será el Hijo de Dios, sı́,
rio que se haga, deben perecer. infinito y eterno.
10 Porque es preciso que haya 15 Y ası́ él trae la asalvación
un gran y postrer asacrificio; sı́, a cuantos crean en su nombre;
no un sacrificio de hombre, ni ya que es el propósito de este
de bestia, ni de ningún género último sacrificio poner en efecto
de ave; pues no será un sacrifi- las entrañas de misericordia,
cio humano, sino debe ser un que sobrepujan a la justicia y
b
sacrificio cinfinito y eterno. proveen a los hombres la mane-
11 Y no hay hombre alguno ra de tener bfe para arrepenti-
que sacrifique su propia sangre, miento.
la cual expı́e los pecados de 16 Y ası́ la amisericordia satisfa-
otro. Y si un hombre mata, he ce las exigencias de la bjusticia, y
aquı́, ¿tomará nuestra ley, que ciñe a los hombres con brazos
es ajusta, la vida de su hermano? de seguridad; mientras que
Os digo que no. aquel que no ejerce la fe para
12 Sino que la ley exige la vida arrepentimiento queda expues-
de aquel que ha cometido aho- to a las exigencias de toda la ley
micidio; por tanto, no hay nada, de la cjusticia; por lo tanto, úni-
a no ser una expiación infinita, camente para aquel que tiene fe
que responda por los pecados para arrepentimiento se realiza-
del mundo. rá el gran y eterno dplan de la
13 De modo que es menester redención.
que haya un gran y postrer sa- 17 Por tanto, hermanos mı́os,
crificio; y entonces se pondrá, o Dios os conceda empezar a ejer-

9a Alma 33:22. 12a gee Pena de muerte; arrepentimiento.


b Alma 12:22–33; Homicidio. 16a gee Misericordia,
Moisés 6:62. 13a 3 Ne. 9:17, 19–20. misericordioso.
c gee Caı́da de Adán b 3 Ne. 15:5. b gee Justicia.
y Eva. 14a Alma 30:3. c Alma 12:32.
10a Moisés 5:6–7. b gee Ley de Moisés. d gee Plan de
b gee Sacrificios. c DyC 138:35. redención.
c 2 Ne. 9:7. 15a gee Salvación.
11a Deut. 24:16; b O sea, la fe que [Aproximadamente
Mos. 29:25. conduce al 74 a.C.]
ALMA 34:18–32 354
citar vuestra afe para barrepenti- ası́ como por el bienestar de los
miento, para que empecéis a im- que os rodean.
plorar su santo nombre, a fin de 28 Y he aquı́, amados herma-
que tenga misericordia de voso- nos mı́os, os digo que no pen-
tros; séis que esto es todo; porque si
18 sı́, imploradle misericordia, después de haber hecho todas
porque es poderoso para salvar. estas cosas, volvéis la espalda al
a
19 Sı́, humillaos y persistid en indigente y al desnudo, y no vi-
la oración a él. sitáis al enfermo y afligido, y si
20 Clamad a él cuando estéis no bdais de vuestros bienes, si
en vuestros campos, sı́, por to- los tenéis, a los necesitados, os
dos vuestros rebaños. digo que si no hacéis ninguna
21 aClamad a él en vuestras de estas cosas, he aquı́, vuestra
c
casas, sı́, por todos los de vues- oración es en dvano y no os vale
tra casa, tanto por la mañana, nada, y sois como los hipócritas
como al mediodı́a y al atarde- que niegan la fe.
cer. 29 Por tanto, si no os acordáis
22 Sı́, clamad a él contra el po- de ser acaritativos, sois como la
der de vuestros enemigos. escoria que los refinadores dese-
23 Sı́, aclamad a él contra el chan (por no tener valor) y es
b
diablo, que es el enemigo de to- hollada por los hombres.
da crectitud. 30 Y ahora bien, hermanos
24 Clamad a él por las cosechas mı́os, después de haber recibido
de vuestros campos, a fin de que vosotros tantos testimonios, ya
prosperéis en ellas. que las Santas Escrituras testifi-
25 Clamad por los rebaños de can de estas cosas, yo quisiera
vuestros campos para que au- que vinieseis y dieseis afruto pa-
menten. ra arrepentimiento.
26 Mas esto no es todo; debéis 31 Sı́, quisiera que vinieseis
derramar vuestra alma en vues- y no endurecieseis más vues-
tros aaposentos, en vuestros si- tros corazones; porque he aquı́,
tios secretos y en vuestros yer- hoy es el tiempo y el adı́a de
mos. vuestra salvación; y por tanto, si
27 Sı́, y cuando no estéis cla- os arrepentı́s y no endurecéis
mando al Señor, dejad que are- vuestros corazones, inmediata-
bosen vuestros bcorazones, en- mente obrará para vosotros el
tregados continuamente en ora- gran plan de redención.
ción a él por vuestro bienestar, 32 Porque he aquı́, esta vida

17a gee Fe. 26a Mateo 6:5–6. 29a gee Caridad.


b gee Oración. 27a gee Meditar. 30a Mateo 3:8;
21a Sal. 5:1–3; b gee Corazón. Alma 13:13.
3 Ne. 18:21. 28a gee Pobres. 31a Rom. 13:11–12.
23a 3 Ne. 18:15, 18. b gee Limosna.
b gee Diablo. c Mateo 15:7–8. [Aproximadamente
c gee Rectitud, recto. d Moro. 7:6–8. 74 a.C.]
355 ALMA 34:33–39
es cuando el hombre debe apre- el diablo tiene todo poder sobre
pararse para comparecer ante vosotros; y éste es el estado final
Dios; sı́, el dı́a de esta vida es el del malvado.
dı́a en que el hombre debe eje- 36 Y sé esto, porque el Señor ha
cutar su obra. dicho que no mora en templos
a
33 Y como os dije antes, ya que impuros, sino en los corazones
habéis tenido tantos testimo- de los bjustos es donde mora; sı́,
nios, os ruego, por tanto, que no y también ha dicho que los jus-
a
demoréis el dı́a de vuestro tos se sentarán en su reino, para
b
arrepentimiento hasta el fin; ya no volver a salir; y sus vesti-
porque después de este dı́a de dos serán blanqueados por me-
vida, que se nos da para prepa- dio de la sangre del Cordero.
rarnos para la eternidad, he 37 Y ahora bien, amados her-
aquı́ que si no mejoramos nues- manos mı́os, quisiera que recor-
tro tiempo durante esta vida, daseis estas cosas, y que alabra-
entonces viene la c noche de seis vuestra salvación con temor
d
tinieblas en la cual no se puede ante Dios; y que no negaseis
hacer obra alguna. más la venida de Cristo;
34 No podréis decir, cuando os 38 que no acontendieseis más
halléis ante esa terrible acrisis: en contra del Espı́ritu Santo, si-
Me arrepentiré, me volveré a mi no que lo recibieseis, y que to-
Dios. No, no podréis decir esto; maseis sobre vosotros el bnom-
porque el mismo espı́ritu que bre de Cristo; que os humillaseis
posea vuestros cuerpos al salir aun hasta el polvo y cadoraseis a
de esta vida, ese mismo espı́ritu Dios, en cualquier lugar en que
tendrá poder para poseer vues- estuviereis, en espı́ritu y en ver-
tro cuerpo en aquel mundo dad; y que vivieseis cada dı́a en
d
eterno. acción de gracias por las mu-
35 Porque si habéis demorado chas misericordias y bendiciones
el dı́a de vuestro arrepentimien- que él confiere sobre vosotros.
to, aun hasta la muerte, he aquı́, 39 Sı́, y también os exhorto,
os habéis asujetado al espı́ritu hermanos mı́os, a estar conti-
del diablo y él os bsella como co- nuamente aprontos para orar
sa suya; por tanto, se ha retirado para que no seáis desviados por
de vosotros el Espı́ritu del Señor las btentaciones del diablo, para
y no tiene cabida en vosotros, y que no os venza, ni lleguéis a ser

32a 2 Ne. 2:21; 34a Alma 40:13–14. Alma 5:38.


Alma 12:24; 42:4–6. 35a 2 Ne. 28:19–23. c gee Adorar.
33a Hel. 13:38; b 2 Ne. 9:9. d Sal. 69:30;
DyC 45:2. 36a Mos. 2:37; DyC 59:7.
b gee Arrepentimiento, Alma 7:21; gee Acción de
arrepentirse. Hel. 4:24. gracias,
c Juan 9:4; b gee Rectitud, recto. agradecimiento.
DyC 45:17. 37a Filip. 2:12. 39a gee Velar.
d gee Tinieblas 38a gee Contención, b gee Tentación, tentar.
espirituales; Muerte contienda. [Aproximadamente
espiritual. b Mos. 5:8; 74 a.C.]
ALMA 34:40–35:9 356
sus súbditos en el último dı́a; les habı́an sido predicadas, se
porque he aquı́, él no os recom- irritaron a causa de la palabra,
pensa con cninguna cosa buena. porque destruı́a sus aartimañas;
40 Y ahora bien, amados her- por tanto, no quisieron escuchar
manos mı́os, quisiera exhortaros las palabras.
a que tengáis apaciencia, y que 4 Y enviaron y reunieron por
soportéis toda clase de afliccio- toda esa tierra a todos los habi-
nes; que no bvituperéis a aque- tantes, y consultaron con ellos
llos que os desechan a causa de acerca de las palabras que se ha-
vuestra suma pobreza, no sea bı́an hablado.
que lleguéis a ser pecadores co- 5 Mas sus gobernantes, sus sa-
mo ellos; cerdotes y sus maestros no per-
41 sino que tengáis paciencia y mitieron que el pueblo conocie-
soportéis esas congojas, con una ra sus deseos; por tanto, inqui-
firme esperanza de que algún rieron privadamente la opinión
dı́a descansaréis de todas vues- de todo el pueblo.
tras aflicciones. 6 Y aconteció que después de
haberse enterado de la opinión
de todo el pueblo, los que esta-
CAPÍTULO 35 ban a favor de las palabras que
habı́an hablado Alma y sus her-
La predicación de la palabra destru- manos fueron desterrados del
ye las artimañas de los zoramitas— paı́s; y eran muchos; y también
Expulsan a los convertidos, los cua- llegaron a la tierra de Jersón.
les se unen al pueblo de Ammón en 7 Y sucedió que Alma y sus
Jersón—Alma se aflige por la ini- hermanos les ministraron.
quidad de su pueblo. 8 Ahora bien, el pueblo de los
zoramitas se enojó con el pueblo
Y ACONTECIÓ que después que de Ammón que estaba en Jer-
Amulek hubo dado fin a estas són; y el gobernante principal
palabras, se separaron de la de los zoramitas, siendo un
multitud y se fueron a la tierra hombre muy inicuo, se comuni-
de Jersón. có con los del pueblo de Am-
2 Sı́, y el resto de los hermanos, món, instándolos a que echaran
después que hubieron predica- fuera de su tierra a cuantos de
do la palabra a los zoramitas, lle- los de ellos llegaran a esa tierra.
garon también a la tierra de Jer- 9 Y profirió muchas amenazas
són. contra ellos. Mas el pueblo de
3 Y sucedió que cuando los Ammón no tuvo miedo de sus
más influyentes de entre los zo- palabras; por tanto, no los echa-
ramitas se hubieron consultado ron fuera, sino que recibieron
concerniente a las palabras que a todos los zoramitas pobres

39c Alma 30:60. 35 3a gee Supercherı́as


40a gee Paciencia. sacerdotales. [Aproximadamente
b DyC 31:9. 74 a.C.]
357 ALMA 35:10–16
que llegaron a ellos; y los aali- Jersón, y han tomado las armas
mentaron y los vistieron y les para defenderse a sı́ mismos, y a
dieron tierras por herencia y sus esposas, sus hijos y sus tie-
los atendieron según sus necesi- rras.
dades. 15 Y Alma estaba afligido por la
10 Y esto provocó a los zorami- iniquidad de su pueblo, sı́, por
tas a la ira contra el pueblo de las guerras, y la efusión de san-
Ammón, y empezaron a mez- gre y contiendas que existı́an
clarse con los lamanitas, y a inci- entre ellos; y habiendo salido a
tarlos también a ira contra ellos. declarar la palabra, o enviado
11 Y ası́ los zoramitas y los la- para declarar la palabra a los ha-
manitas empezaron a hacer pre- bitantes de todas las ciudades, y
parativos para la guerra contra viendo que el corazón del pue-
el pueblo de Ammón y también blo empezaba a endurecerse y a
contra los nefitas. sentirse aofendido a causa de lo
12 Y ası́ acabó el año *decimo- estricto de la palabra, su cora-
séptimo del gobierno de los jue- zón se angustió en extremo.
ces sobre el pueblo de Nefi. 16 Por tanto, hizo que sus hijos
13 Y el pueblo de Ammón par- se reunieran para dar a cada
tió de la tierra de Jersón y se fue uno de ellos su aencargo, sepa-
a la tierra de Melek, y dio lugar radamente, respecto de las cosas
en la tierra de Jersón a los ejérci- concernientes a la rectitud. Y te-
tos de los nefitas, a fin de que nemos una relación de sus man-
contendieran con los ejércitos damientos que les dio, según su
de los lamanitas y los ejércitos propia historia.
de los zoramitas; y ası́ empezó
una guerra entre los lamanitas y
los nefitas en el decimoctavo Los mandamientos de Alma a su
año del gobierno de los jueces; y hijo Helamán.
más adelante se hará una arela- Comprende los capı́tulos 36 y 37.
ción de sus guerras.
14 Y Alma, Ammón y sus her-
manos, y también los dos hijos CAPÍTULO 36
de Alma, regresaron a la tierra de
Zarahemla, después de haber Alma testifica a Helamán acerca de
sido instrumentos en las manos su conversión tras haber visto a un
de Dios para llevar a amuchos ángel—Padeció las penas de un al-
de los zoramitas al arrepen- ma condenada, invocó el nombre de
timiento; y cuantos se arrepin- Jesús y entonces nació de Dios—
tieron fueron expulsados de su Un dulce gozo llenó su alma—Vio
tierra; pero tienen tierras concursos de ángeles que alababan a
para su herencia en la tierra de Dios—Muchos conversos han pro -

9a Mos. 4:26. 14a Alma 35:6. mayordomo.


gee Bienestar. 15a gee Apostası́a.
13a Alma 43:3. 16a gee Mayordomı́a, [*74 a.C.]
ALMA 36:1–12 358
bado y visto como él ha probado y 6 Porque yo andaba con los hi-
visto. jos de Mosı́ah, tratando de ades-
a
HIJO mı́o, da oı́do a mis pala- truir la iglesia de Dios; mas
bras, porque te juro que al gra- he aquı́, Dios envió a su santo
do que guardes los mandamien- ángel para detenernos en el
tos de Dios, prosperarás en la camino.
tierra. 7 Y he aquı́, nos habló como
2 Quisiera que hicieses lo que con voz de trueno, y toda la tie-
yo he hecho, recordando el cau- rra atembló bajo nuestros pies;
tiverio de nuestros padres; por- y todos caı́mos al suelo porque
que estaban en el acautiverio, y el btemor del Señor nos sobrevi-
nadie podı́a rescatarlos salvo no.
que fuese el bDios de Abraham, 8 Mas he aquı́, la voz me dijo:
y el Dios de Isaac, y el Dios de ¡Levántate! Y me levanté y me
Jacob; y él de cierto, los libró en puse de pie y vi al ángel.
sus aflicciones. 9 Y me dijo: A menos que tú,
3 Y ahora bien, ¡oh mi hijo He- por ti mismo, quieras ser des-
lamán!, he aquı́, estás en tu ju- truido, no trates más de destruir
ventud, y te suplico, por tanto, la iglesia de Dios.
que escuches mis palabras y 10 Y aconteció que caı́ al suelo;
aprendas de mı́; porque sé que y por el espacio de atres dı́as y
quienes pongan su confianza en tres noches no pude abrir mi bo-
Dios serán sostenidos en sus ca, ni hacer uso de mis miem-
a
tribulaciones, y sus dificultades bros.
y aflicciones, y serán benalteci- 11 Y el ángel me dijo más co-
dos en el postrer dı́a. sas que mis hermanos oyeron,
4 Y no quisiera que pensaras mas yo no las oı́. Porque al oı́r
que yo asé de mı́ mismo; no de las palabras —a menos que tú,
lo temporal, sino de lo espiri- por ti mismo, quieras ser des-
tual; no de la mente bcarnal, sino truido, no trates más de destruir
de Dios. la iglesia de Dios— me sentı́ he-
5 Ahora bien, he aquı́, te digo rido de tan grande temor y
que si no hubiese anacido de asombro de que tal vez fuese
Dios, bno habrı́a sabido estas co- destruido, que caı́ al suelo y no
sas; pero por boca de su santo oı́ más.
ángel, Dios me ha hecho saber 12 Pero me martirizaba un tor-
estas cosas, no por cdignidad al- mento aeterno, porque mi alma
guna en mı́. estaba atribulada en sumo gra-

36 1a Hel. 5:9–14. gee Conocimiento. 7a Mos. 27:18.


2a Mos. 23:23; 24:17–21. b gee Carnal. b gee Temor—Temor
b Éx. 3:6; Alma 29:11. 5a gee Nacer de Dios, de Dios.
3a Rom. 8:28. nacer de nuevo. 10a Mos. 27:19–23.
b Mos. 23:21–22. b Alma 26:21–22. 12a DyC 19:11–15.
4a 1 Cor. 2:11; c gee Dignidad, digno. [Aproximadamente
Alma 5:45–46. 6a Mos. 27:10. 73 a.C.]
359 ALMA 36:13–24
do, y atormentada por todos en este pensamiento, clamé
mis pecados. dentro de mi corazón: ¡Oh Je-
13 Sı́, me acordaba de todos sús, Hijo de Dios, ten misericor-
mis pecados e iniquidades, por dia de mı́ que estoy aen la hiel
causa de los cuales yo era aator- de amargura, y ceñido con las
mentado con las penas del in- eternas bcadenas de la muerte!
fierno; sı́, veı́a que me habı́a re- 19 Y he aquı́ que cuando pensé
belado contra mi Dios y que no esto, ya no me pude acordar
habı́a guardado sus santos man- más de mis dolores; sı́, dejó de
a
damientos. atormentarme el recuerdo de
14 Sı́, y habı́a asesinado a mu- mis pecados.
chos de sus hijos, o más bien, los 20 Y ¡oh qué agozo, y qué luz
habı́a conducido a la destrucción; tan maravillosa fue la que vi! Sı́,
sı́, y por último, mis iniquidades mi alma se llenó de un gozo tan
habı́an sido tan grandes que el profundo como lo habı́a sido mi
sólo pensar en volver a la pre- dolor.
sencia de mi Dios atormentaba 21 Sı́, hijo mı́o, te digo que no
mi alma con indecible horror. podı́a haber cosa tan intensa ni
15 ¡Oh si a fuera desterrado tan amarga como mis dolores.
—pensaba yo— y aniquilado en Sı́, hijo mı́o, y también te digo
cuerpo y alma, a fin de no ser que por otra parte no puede ha-
llevado para comparecer ante la ber cosa tan intensa y dulce co-
presencia de mi Dios para ser mo lo fue mi gozo.
juzgado por mis bobras! 22 Sı́, me pareció ver —ası́ co-
16 Y por tres dı́as y tres noches mo nuestro padre aLehi vio— a
me vi atormentado, sı́, con las Dios sentado en su trono, ro-
penas de un alma acondenada. deado de innumerables concur-
17 Y aconteció que mientras ası́ sos de ángeles en actitud de estar
me agobiaba este tormento, cantando y alabando a su Dios;
mientras me aatribulaba el re- sı́, y mi alma anheló estar allı́.
cuerdo de mis muchos pecados, 23 Mas he aquı́, mis miembros
he aquı́, también me acordé de recobraron su afuerza, y me pu-
haber oı́do a mi padre profetizar se de pie, y manifesté al pueblo
al pueblo concerniente a la veni- que habı́a bnacido de Dios.
da de un Jesucristo, un Hijo de 24 Sı́, y desde ese dı́a, aun has-
Dios, para expiar los pecados ta ahora, he trabajado sin cesar
del mundo. para traer almas al arrepenti-
18 Y al concentrarse mi mente miento; para traerlas a aprobar

13a gee Culpa. remordimiento. b Alma 5:14.


15a Apoc. 6:15–17; b 2 Ne. 9:45; 28:22; gee Nacer de Dios,
Alma 12:14. Alma 12:11; nacer de nuevo.
b Alma 41:3; Moisés 7:26. 24a 1 Ne. 8:12;
DyC 1:9–10. 19a gee Culpa. Mos. 4:11.
16a gee Condenación. 20a gee Gozo.
17a 2 Cor. 7:10. 22a 1 Ne. 1:8. [Aproximadamente
18a Es decir, con intenso 23a Moisés 1:10. 73 a.C.]
ALMA 36:25–37:2 360
el sumo gozo que yo probé; pa- la aservidumbre y del cautiverio
ra que también nazcan de Dios de cuando en cuando, hasta este
y sean bllenas del Espı́ritu Santo. dı́a. Y yo siempre he retenido el
25 Sı́, y he aquı́, ¡oh hijo mı́o!, el recuerdo de su cautiverio; sı́, y
Señor me concede un gozo ex- tú también debes recordar su
tremadamente grande en el fru- cautiverio como lo he hecho yo.
to de mis obras; 30 Mas he aquı́, hijo mı́o, esto
26 porque a causa de la apala- no es todo; porque tú debes sa-
bra que él me ha comunicado, ber, como yo sé, que al agrado
he aquı́, muchos han nacido de que guardes los mandamientos
Dios, y han probado como yo he de Dios, prosperarás en la tierra;
probado, y han visto ojo a ojo, y debes saber también que si no
como yo he visto; por tanto, guardas los mandamientos de
ellos saben acerca de estas cosas Dios, serás separado de su pre-
de que he hablado, como yo sé; sencia. Y esto es según su pala-
y el conocimiento que tengo bra.
viene de Dios.
27 Y he sido sostenido en tribu-
CAPÍTULO 37
laciones y dificultades de todas
clases, sı́, y en todo género de
aflicciones; sı́, Dios me ha libra- Las planchas de bronce y otras Es-
do de la cárcel, y de ligaduras, y crituras se conservan para conducir
de la muerte; sı́, y pongo mi a las almas a la salvación—Los ja-
confianza en él, y todavı́a me reditas fueron destruidos por moti-
a
librará. vo de su iniquidad—Los juramen-
28 Y sé que me alevantará en el tos y los convenios secretos de ellos
postrer dı́a para morar con él deben esconderse del pueblo—Con-
en bgloria; sı́, y lo alabaré para sulta al Señor en todos tus he-
siempre; porque ha csacado a chos—Ası́ como la Liahona guió a
nuestros padres de Egipto y ha los nefitas, de igual manera la pala-
hundido a los degipcios en el bra de Cristo guı́a a los hombres a la
Mar Rojo; y por su poder guió a vida eterna.
nuestros padres a la tierra pro- Y AHORA, Helamán, hijo mı́o, te
metida; sı́, y los ha librado de la mando que tomes los aanales
servidumbre y del cautiverio de que me han sido bconfiados;
cuando en cuando. 2 y también te mando que lle-
29 Sı́, y también ha sacado a ves una historia de este pueblo,
nuestros padres de la tierra de como lo he hecho yo, sobre las
Jerusalén; y por su sempiterno planchas de Nefi; y que conser-
poder también los ha librado de ves sagradas todas estas cosas

24b 2 Ne. 32:5; b gee Gloria. Alma 50:19–22.


3 Ne. 9:20. c Éx. 12:51. 37 1a Alma 45:2–8.
gee Espı́ritu Santo. d Éx. 14:26–27. b Mos. 28:20.
26a Alma 31:5. 29a Mos. 24:17; 27:16;
27a Sal. 34:17. Alma 5:5–6. [Aproximadamente
28a 3 Ne. 15:1. 30a 2 Ne. 1:9–11; 73 a.C.]
361 ALMA 37:3–12
que he guardado, ası́ como yo 8 Y hasta aquı́ ha sido según la
las he preservado; porque se sabidurı́a de Dios que estas co-
conservan para un asabio propó- sas sean preservadas; pues he
sito. aquı́, han aensanchado la me-
3 Y estas aplanchas de bronce moria de este pueblo, sı́, y han
que contienen estos grabados, convencido a muchos del error
que tienen sobre ellas la narra- de sus caminos, y los han traı́do
ción de las Sagradas Escrituras y al conocimiento de su Dios para
la genealogı́a de nuestros ante- la salvación de sus almas.
cesores, aun desde el principio, 9 Sı́, te digo que si no ahubiese
4 he aquı́, nuestros padres han sido por estas cosas que estos
profetizado que deben ser con- anales contienen, las cuales es-
servadas y entregadas de una tán sobre estas planchas, Am-
generación a otra, y que deben món y sus hermanos no habrı́an
ser guardadas y preservadas podido bconvencer a tantos mi-
por la mano del Señor hasta que les de los lamanitas de las tradi-
vayan a toda nación, tribu, len- ciones erróneas de sus padres;
gua y pueblo, a fin de que lle- sı́, estos anales y sus cpalabras
guen a saber de los amisterios los llevaron al arrepentimiento,
que contienen. es decir, los llevaron al conoci-
5 Y he aquı́, si son conservadas, miento del Señor su Dios, y a
deben retener su brillo; sı́, y re- regocijarse en Jesucristo su Re-
tendrán su brillo; sı́, y también dentor.
todas las planchas que contie- 10 ¿Y quién sabe si no serán
nen lo que es escritura sagrada. el medio para traer a muchos
6 Ahora bien, tal vez pienses miles de ellos al conocimiento
que esto es alocura de mi parte; de su Redentor, sı́, y también
mas he aquı́, te digo que por a muchos miles de nuestros
medio de cosas b pequeñas y obstinados hermanos nefitas
sencillas se realizan grandes co- que hoy endurecen sus cora-
sas; y en muchos casos, los pe- zones en el pecado y las ini-
queños medios confunden a los quidades?
sabios. 11 Y todavı́a no me han sido
7 Y el Señor Dios se vale de revelados plenamente estos mis-
a
medios para realizar sus gran- terios; por tanto, me refrenaré.
des y eternos designios; y por 12 Y quizás sea suficiente si so-
medios muy bpequeños el Señor lamente digo que se conservan
confunde a los sabios y realiza la para un sabio propósito, el cual
salvación de muchas almas. es conocido por Dios; porque él

2a Enós 1:13–18; P. de Dios. Mos. 1:3–5.


Morm. 1:6–11; 6a 1 Cor. 2:14. 9a Mos. 1:5.
Alma 37:9–12. b 1 Ne. 16:28–29; b Alma 18:36; 22:12.
3a 1 Ne. 5:10–19. DyC 64:33; 123:15–17. c gee Evangelio.
gee Planchas de 7a Isa. 55:8–9.
bronce. b 2 Rey. 5:1–14. [Aproximadamente
4a gee Misterios de 8a 2 Tim. 3:15–17; 73 a.C.]
ALMA 37:13–21 362
a
dirige con sabidurı́a todas sus poderoso para cumplir todas
obras, y sus sendas son rectas, y sus palabras.
su curso es bun giro eterno. 17 Porque él cumplirá todas las
13 ¡Oh recuerda, recuerda, hijo promesas que te haga, pues ha
mı́o, Helamán, cuán aestrictos cumplido sus promesas que él
son los mandamientos de Dios! ha hecho a nuestros padres.
Y él ha dicho: bSi guardáis mis 18 Porque les prometió que
mandamientos, cprosperaréis en a
preservarı́a estas cosas para un
la tierra; pero si no guardáis sus sabio propósito suyo, a fin de
mandamientos, seréis desecha- manifestar su poder a las gene-
dos de su presencia. raciones futuras.
14 Y ahora recuerda, hijo mı́o, 19 Y he aquı́, ha cumplido un
que Dios te ha aconfiado estas propósito, sı́, la restauración de
cosas que son bsagradas, que a
muchos miles de los lamanitas
él ha conservado sagradas, y al conocimiento de la verdad; y
que también guardará y pre- en ellas él ha manifestado su po-
servará para un csabio propósi- der, y también manifestará aún
to suyo, para manifestar su en ellas su poder a generaciones
b
poder a las generaciones futu- futuras; por tanto, serán preser-
ras. vadas.
15 Y ahora bien, he aquı́, te di- 20 Por lo que te mando, hijo
go por el espı́ritu de profecı́a, mı́o, Helamán, que seas diligen-
que si quebrantas los manda- te en cumplir todas mis pala-
mientos de Dios, he aquı́, estas bras, y que seas diligente en
cosas que son sagradas te serán guardar los mandamientos de
quitadas por el poder de Dios, y Dios tal como están escritos.
serás entregado a Satanás para 21 Y ahora te hablaré acerca de
que te zarandee como tamo an- aquellas aveinticuatro planchas;
te el viento. que las guardes para que sean
16 Pero si guardas los manda- manifestados a este pueblo los
mientos de Dios y cumples con misterios, y las obras de tinie-
estas cosas que son sagradas, se- blas, y sus hechos bsecretos, o
gún el Señor te mande (pues de- sea, los hechos secretos de aquel
bes recurrir al Señor en todas las pueblo que fue destruido; sı́,
cosas que tengas que hacer con que todos sus asesinatos, y ro-
ellas), he aquı́, ningún poder de bos, y sus pillajes, y todas sus
la tierra ni del infierno te las maldades y abominaciones pue-
puede aquitar, porque Dios es dan ser manifestados a este pue-

12a 2 Ne. 9:28; Alma 50:20. Morm. 7:8–10.


Jacob 4:10. 14a DyC 3:5. 21a Éter 1:1–5.
b 1 Ne. 10:19; b gee Santo (adjetivo). b gee Combinaciones
Alma 7:20. c 1 Ne. 9:3–6. secretas.
13a 2 Ne. 9:41. 16a JS—H 1:59.
b Alma 9:13; 18a DyC 5:9.
3 Ne. 5:22. 19a Alma 23:5. [Aproximadamente
c Mos. 1:7; b Enós 1:13; 73 a.C.]
363 ALMA 37:22–30
blo; sı́, y que preserves estos 27 Y ahora bien, hijo mı́o, te
c
intérpretes. mando que retengas todos sus
22 Porque he aquı́, el Señor juramentos, y sus pactos, y sus
vio que su pueblo empezaba a acuerdos en sus abominaciones
obrar en tinieblas, sı́, a cometer secretas; y todas sus aseñales y
asesinatos y abominaciones en sus prodigios retendrás para
secreto; por tanto, dijo el Señor que este pueblo no los conozca,
que si no se arrepentı́an, serı́an no sea que por ventura tam-
destruidos de sobre la superfi- bién caigan en las tinieblas y
cie de la tierra. sean destruidos.
23 Y dijo el Señor: Prepararé 28 Porque he aquı́, hay una
a
para mi siervo Gazelem una maldición sobre toda esta tie-
a
piedra que brillará en las tinie- rra de que sobrevendrá una
blas hasta dar luz, a fin de ma- destrucción a todos los obrado-
nifestar a los de mi pueblo que res de tinieblas, según el poder
me sirven, sı́, para manifestar- de Dios, cuando lleguen al col-
les los hechos de sus hermanos, mo; por tanto, es mi deseo que
sı́, sus obras secretas, sus obras este pueblo no sea destruido.
de obscuridad, y sus maldades 29 Por consiguiente, esconde-
y abominaciones. rás de este pueblo esos planes
24 Y se prepararon estos intér- secretos de sus juramentos y
pretes, hijo mı́o, para que se sus apactos, y solamente le da-
cumpliera la palabra que Dios rás a conocer sus maldades, sus
habló, diciendo: asesinatos y sus abominaciones;
25 aSacaré de las tinieblas a la y le enseñarás a baborrecer tales
luz todos sus hechos secretos y maldades y abominaciones y
sus abominaciones; y a menos asesinatos; y también debes en-
que se arrepientan, los bdestrui- señarle que esta gente fue des-
ré de sobre la superficie de la truida por motivo de sus mal-
tierra; y descubriré todos sus dades y abominaciones y asesi-
secretos y abominaciones a to- natos.
da nación que en lo futuro po- 30 Porque he aquı́, asesinaron
sea la tierra. a todos los profetas del Señor
26 Y vemos, hijo mı́o, que no que llegaron entre ellos para
se arrepintieron; por tanto, han declararles en cuanto a sus ini-
sido destruidos, y hasta aho- quidades; y la sangre de los
ra se ha cumplido la palabra que asesinaron clamó al Señor
de Dios; sı́, sus abominacio- su Dios para que los vengara
nes secretas han salido de las de aquellos que fueron sus ase-
tinieblas, y nos han sido reve- sinos; y ası́ los juicios de Dios
ladas. descendieron sobre estos obra-

21c gee Urim y Tumim. 27a Hel. 6:22. b Alma 13:12.


23a Mos. 8:13. 28a Alma 45:16;
25a DyC 88:108–110. Éter 2:7–12. [Aproximadamente
b Mos. 21:26. 29a Hel. 6:25. 73 a.C.]
ALMA 37:31–41 364
dores de tinieblas y de combina- afectos de tu corazón se funden
ciones secretas. en el Señor para siempre.
31 Sı́, y maldita sea la tierra por 37 aConsulta al Señor en todos
siempre jamás para esos obra- tus hechos, y él te dirigirá para
dores de tinieblas y combinacio- bien; sı́, cuando te acuestes por
nes secretas, aun hasta su des- la noche, acuéstate en el Señor,
trucción, a menos que se arre- para que él te cuide en tu sueño;
pientan antes que lleguen al col- y cuando te levantes por la ma-
mo. ñana, rebose tu corazón de bgra-
32 Y ahora bien, hijo mı́o, re- titud a Dios; y si haces estas co-
cuerda las palabras que te he sas, serás enaltecido en el pos-
hablado; no confı́es esos planes trer dı́a.
secretos a este pueblo, antes 38 Y ahora, hijo mı́o, tengo al-
bien, inculca en ellos un aodio go que decir concerniente a lo
perpetuo contra el pecado y la que nuestros padres llaman es-
iniquidad. fera o director, o que ellos lla-
33 a Predı́cales el arrepenti- maron aLiahona, que interpreta-
miento y la fe en el Señor Jesu- do quiere decir brújula; y el Se-
cristo; enséñales a humillarse, y ñor la preparó.
a ser bmansos y humildes de co- 39 Y he aquı́, ningún hombre
razón; enséñales a resistir toda puede trabajar con tan singular
c
tentación del diablo, con su fe maestrı́a. Y he aquı́, fue prepa-
en el Señor Jesucristo. rada para mostrar a nuestros pa-
34 Enséñales a no cansarse dres el camino que habı́an de se-
nunca de las buenas obras, sino guir por el desierto.
a ser mansos y humildes de co- 40 Y obró por ellos según su afe
razón; porque éstos hallarán en Dios; por tanto, si tenı́an fe
a
descanso para sus almas. para creer que Dios podı́a hacer
35 ¡Oh recuerda, hijo mı́o, y que aquellas agujas indicaran el
aprende asabidurı́a en tu juven- camino que debı́an seguir, he
tud; sı́, aprende en tu juventud aquı́, ası́ sucedı́a; por tanto, se
a guardar los mandamientos de obró para ellos este milagro, ası́
Dios! como muchos otros milagros
36 Sı́, e aimplora a Dios todo tu que diariamente se obraban por
sostén; sı́, sean todos tus hechos el poder de Dios.
en el Señor, y dondequiera que 41 Sin embargo, por motivo de
fueres, sea en el Señor; deja que que se efectuaron estos milagros
todos tus pensamientos se diri- por medios apequeños, se les
jan al Señor; sı́, deja que los manifestaron obras maravillo-

32a 2 Ne. 4:31. Mateo 11:28–30. 38a 1 Ne. 16:10; 18:12;


33a gee Predicar. 35a gee Sabidurı́a. DyC 17:1.
b gee Mansedumbre, 36a gee Oración. 40a 1 Ne. 16:28.
manso. 37a Jacob 4:10; 41a Alma 37:6–7.
c gee Tentación, tentar. DyC 3:4. [Aproximadamente
34a Sal. 37:4–7; b DyC 46:32. 73 a.C.]
365 ALMA 37:42–38:2
sas. Mas fueron perezosos y se ası́ les fue dispuesto, para que
c
olvidaron de ejercer su fe y dili- viviesen si miraban; ası́ también
gencia, y entonces esas obras es con nosotros. La vı́a está pre-
maravillosas cesaron, y no pro- parada, y si queremos mirar, po-
gresaron en su viaje. dremos vivir para siempre.
42 Por tanto, se demoraron en 47 Y ahora bien, hijo mı́o, ase-
el desierto, o sea, no siguieron gúrate de cuidar estas cosas sa-
un curso directo, y fueron afligi- gradas; sı́, asegúrate de acudir a
dos con hambre y sed por causa Dios para que vivas. Ve entre
de sus transgresiones. este pueblo y declara la palabra
43 Y ahora quisiera que enten- y sé juicioso. Adiós, hijo mı́o.
dieses, hijo mı́o, que estas cosas
tienen un significado simbólico;
Los mandamientos de Alma a su
porque ası́ como nuestros pa-
hijo Shiblón.
dres no prosperaron por ser len-
tos en prestar atención a esta Comprende el capı́tulo 38.
brújula (y estas cosas eran tem-
porales), ası́ es con las cosas que CAPÍTULO 38
son espirituales.
44 Pues he aquı́, tan fácil es
prestar atención a la apalabra de Shiblón fue perseguido por causa de
Cristo, que te indicará un curso la rectitud—La salvación está en
directo a la felicidad eterna, co- Cristo, el cual es la vida y la luz del
mo lo fue para nuestros padres mundo—Refrena todas tus pasio-
prestar atención a esta brújula nes.
que les señalaba un curso direc- HIJO mı́o, da oı́do a mis pala-
to a la tierra prometida. bras, porque te digo, como dije a
45 Y ahora digo: ¿No se ve en Helamán, que al grado que
esto un sı́mbolo? Porque tan guardes los mandamientos de
cierto como este director trajo a Dios, prosperarás en la tierra; y
nuestros padres a la tierra pro- si no guardas los mandamientos
metida por haber seguido sus de Dios, serás separado de su
indicaciones, ası́ las palabras de presencia.
Cristo, si seguimos su curso, nos 2 Y ahora bien, hijo mı́o, confı́o
llevan más allá de este valle de en que tendré gran gozo en ti,
dolor a una tierra de promisión por tu firmeza y tu fidelidad pa-
mucho mejor. ra con Dios; porque ası́ como
46 Oh hijo mı́o, no seamos ape- has empezado en tu juventud a
rezosos por la facilidad que pre- confiar en el Señor tu Dios, ası́
senta la bsenda; porque ası́ suce- espero que acontinúes obede-
dió con nuestros padres; pues ciendo sus mandamientos; por-

44a Sal. 119:105; b Juan 14:5–6; Hel. 8:15; 3 Ne. 15:9.


1 Ne. 11:25; 2 Ne. 9:41; 31:17–21; 38 2a Alma 63:1–2.
Hel. 3:29–30. DyC 132:22, 25. [Aproximadamente
46a 1 Ne. 17:40–41. c Juan 11:25; 73 a.C.]
ALMA 38:3–14 366
que bendito es el que bpersevera más amargo dolor y angustia de
hasta el fin. alma; y no fue sino hasta que
3 Te digo, hijo mı́o, que ya he imploré misericordia al Señor
tenido gran gozo en ti por razón Jesucristo que recibı́ la aremisión
de tu fidelidad y tu diligencia, de mis pecados. Pero he aquı́,
tu paciencia y tu longanimidad clamé a él y hallé paz para mi
entre los azoramitas. alma.
4 Porque sé que estuviste ata- 9 Y te he dicho esto, hijo mı́o,
do; sı́, y también sé que fuiste para que aprendas sabidurı́a,
apedreado por motivo de la pa- para que aprendas de mı́ que
labra; y sobrellevaste con apa- a
no hay otro modo o medio
ciencia todas estas cosas, porque por el cual el hombre pueda
el Señor estaba bcontigo; y ahora ser salvo, sino en Cristo y por
sabes que el Señor te libró. medio de él. He aquı́, él es la vi-
5 Y ahora bien, hijo mı́o, Shi- da y la bluz del mundo. He aquı́,
blón, quisiera que recordaras él es la palabra de verdad y de
que en proporción a tu aconfian- rectitud.
za en Dios, serás blibrado de tus 10 Y ası́ como has empezado a
tribulaciones, y tus cdificultades, enseñar la palabra, ası́ quisiera
y tus aflicciones, y serás enalte- yo que continuases enseñando;
cido en el postrer dı́a. y quisiera que fueses diligente y
6 Y no quisiera que pensaras, moderado en todas las cosas.
hijo mı́o, que sé estas cosas de 11 Procura no ensalzarte en el
mı́ mismo, sino que el Espı́ritu orgullo; sı́, procura no ajactarte
de Dios que está en mı́ es el que de tu propia sabidurı́a, ni de tu
me da a conocer estas cosas; mucha fuerza.
porque si no hubiera anacido de 12 Usa valentı́a, mas no altivez;
Dios, no las habrı́a sabido. y procura también refrenar to-
7 Mas he aquı́, el Señor en su das tus pasiones para que estés
gran misericordia envió a su lleno de amor; procura evitar la
a
ángel para declararme que de- ociosidad.
bı́a cesar la obra de bdestrucción 13 No ores como lo hacen los
entre su pueblo. Sı́, y he visto a zoramitas, pues has visto que
un ángel cara a cara, y me habló, ellos oran para ser oı́dos de los
y su voz fue como el trueno, y hombres y para ser alabados por
sacudió toda la tierra. su sabidurı́a.
8 Y ocurrió que durante tres 14 No digas: Oh Dios, te doy
dı́as y tres noches me vi en el gracias porque somos amejores

2b 2 Ne. 31:15–20; c DyC 3:8; 121:7–8. 8a gee Remisión de


3 Ne. 15:9; 27:6, 16–17. 6a Alma 36:26; pecados.
3a Alma 31:7. DyC 5:16. 9a Hel. 5:9.
4a gee Paciencia. gee Nacer de Dios, b Mos. 16:9.
b Rom. 8:35–39. nacer de nuevo. 11a gee Orgullo.
5a Alma 36:27. 7a Mos. 27:11–17. 14a Alma 31:16.
gee Confianza, confiar. b Alma 26:17–18; [Aproximadamente
b Mateo 11:28–30. 36:6–11. 73 a.C.]
367 ALMA 38:15–39:8
que nuestros hermanos, sino di hizo tu hermano. Y esto es lo
más bien: Oh Señor, perdona mi que tengo en contra de ti: Tú
b
indignidad, y acuérdate de mis seguiste jactándote de tu fuerza
hermanos con misericordia. Sı́, y tu sabidurı́a.
reconoce tu indignidad ante 3 Y esto no es todo, hijo mı́o.
Dios en todo tiempo. Tú hiciste lo que para mı́ fue
15 Y el Señor bendiga tu alma y penoso; porque abandonaste el
te reciba en el postrer dı́a en su ministerio y te fuiste a la tierra
reino, para sentarte en paz. de Sirón, en las fronteras de los
Ahora ve, hijo mı́o, y enseña la lamanitas, tras la aramera Isabel.
palabra a este pueblo. Sé juicio- 4 Sı́, ella se aconquistó el cora-
so. Adiós, hijo mı́o. zón de muchos; pero no era ex-
cusa para ti, hijo mı́o. Tú debiste
haber atendido al ministerio
Los mandamientos de Alma a su que se te confió.
hijo Coriantón. 5 ¿No sabes tú, hijo mı́o, que
Comprende los capı́tulos a
estas cosas son una abomina-
39 al 42 inclusive. ción a los ojos del Señor; sı́, más
abominables que todos los peca-
CAPÍTULO 39 dos, salvo el derramar sangre
inocente o el negar al Espı́ritu
Santo?
El pecado sexual es una abomina- 6 Porque he aquı́, si aniegas al
ción—Los pecados de Coriantón Espı́ritu Santo, una vez que ha-
impidieron que los zoramitas reci- ya morado en ti, y sabes que lo
bieran la palabra—La redención niegas, he aquı́, es un pecado
de Cristo es retroactiva para la sal- que es bimperdonable; sı́, y al
vación de los fieles que la antece- que asesina contra la luz y el co-
dieron. nocimiento de Dios, no le es fá-
HIJO mı́o, tengo algo más que cil obtener cperdón; sı́, hijo mı́o,
decirte de lo que dije a tu her- te digo que no le es fácil obtener
mano; porque he aquı́, ¿no has perdón.
observado la constancia de tu 7 Y ahora bien, hijo mı́o, quisie-
hermano, su fidelidad y su dili- ra Dios que no hubieses sido
a
gencia al guardar los manda- culpable de tan gran delito. No
mientos de Dios? He aquı́, ¿no persistirı́a en hablar de tus deli-
te ha dado un buen ejemplo? tos, para atormentar tu alma, si
2 Porque tú no hiciste tanto ca- no fuera para tu bien.
so de mis palabras, entre el pue- 8 Mas he aquı́, tú no puedes
blo de los azoramitas, como lo ocultar tus delitos de Dios; y a

14b Lucas 18:10–14. 5a gee Inmoralidad c DyC 64:10.


39 2a Alma 38:3. sexual. gee Perdonar.
3a gee Sensual, 6a DyC 76:35–36. 7a gee Culpa.
sensualidad. b gee Pecado [Aproximadamente
4a Prov. 7:6–27. imperdonable. 73 a.C.]
ALMA 39:9–18 368
menos que te arrepientas, se le- 13 que te vuelvas al Señor con
vantarán como testimonio con- toda tu mente, poder y fuerza;
tra ti en el postrer dı́a. que no induzcas más el corazón
9 Hijo mı́o, quisiera que te arre- de los demás a hacer lo malo,
pintieses y abandonases tus pe- sino más bien, vuelve a ellos, y
a
cados, y no te dejases llevar más reconoce tus faltas y la maldad
por las aconcupiscencias de tus que hayas cometido.
ojos, sino que te brefrenaras de 14 No abusques las riquezas ni
todas estas cosas; porque a me- las vanidades de este mundo,
nos que hagas esto, de ningún porque he aquı́, no las puedes
modo podrás heredar el reino llevar contigo.
de Dios. ¡Oh recuerda, y com- 15 Y ahora bien, hijo mı́o, qui-
prométete, y abstente de estas siera decirte algo concerniente a
cosas! la venida de Cristo. He aquı́, te
10 Y te mando que te compro- digo que él es el que ciertamen-
metas a consultar con tus her- te vendrá a quitar los pecados
manos mayores en tus empre- del mundo; sı́, él viene para de-
sas; porque he aquı́, eres joven, clarar a su pueblo las gratas
y necesitas ser fortalecido por nuevas de la salvación.
tus hermanos. Y atiende a sus 16 Y éste fue, hijo mı́o, el mi-
consejos. nisterio al cual fuiste llamado,
11 No te dejes llevar por nin- para declarar estas alegres nue-
guna cosa vana ni insensata; no vas a este pueblo, a fin de pre-
permitas que el diablo incite tu parar sus mentes; o más bien,
corazón otra vez en pos de esas para que la salvación viniera
inicuas rameras. He aquı́, oh hi- a ellos, a fin de que preparen
jo mı́o, cuán gran iniquidad has la mente de sus ahijos para oı́r
traı́do sobre los azoramitas; por- la palabra en el tiempo de su
que al observar ellos tu bconduc- venida.
ta, no quisieron creer en mis pa- 17 Y ahora tranquilizaré un po-
labras. co tu mente sobre este punto.
12 Y ahora el Espı́ritu del Señor He aquı́, te maravillas de por
me dice: aManda a tus hijos que qué se deben saber estas cosas
hagan lo bueno, no sea que des- tan anticipadamente. He aquı́ te
vı́en el corazón de muchos has- digo, ¿no es un alma tan precio-
ta la destrucción. Por tanto, hijo sa para Dios ahora, como lo será
mı́o, te mando, en el temor de en el tiempo de su venida?
Dios, que te abstengas de tus 18 ¿No es tan necesario que el
iniquidades; plan de redención se dé a cono-

9a gee Carnal. 12a gee Mandamientos 16a gee Familia—Las


b 3 Ne. 12:30. de Dios; Enseñar. responsabilidades de
11a Alma 35:2–14. 13a Mos. 27:34–35. los padres.
b Rom. 2:21–23; 14a Mateo 6:25–34;
14:13; Jacob 2:18–19; [Aproximadamente
Alma 4:11. DyC 6:6–7; 68:31–32. 73 a.C.]
369 ALMA 39:19–40:9
cer a este pueblo, ası́ como a sus que cpermanecen ocultos, que
hijos? nadie los conoce sino Dios mis-
19 ¿No le es tan fácil al Señor mo. Pero te manifiesto una cosa
enviar a su ángel en esta época que he preguntado diligente-
para declarar estas gozosas nue- mente a Dios para saber concer-
vas a nosotros tanto como a niente a la resurrección.
nuestros hijos, como lo será des- 4 He aquı́, se ha señalado una
pués del tiempo de su venida? época en que todos se alevanta-
rán de los muertos. Mas cuándo
vendrá este tiempo, nadie lo sa-
CAPÍTULO 40 be; pero Dios sabe la hora que
está señalada.
Cristo lleva a cabo la resurrección 5 Ahora bien, con respecto a
de todos los hombres—Los muertos que si habrá una primera, o una
a
que han sido justos van al paraı́so y segunda o una tercera vez en
los malvados a las tinieblas de afue- que los hombres han de resuci-
ra para esperar el tiempo de su resu- tar de los muertos, nada impor-
rrección—Todo será restablecido a ta; pues Dios bsabe todas estas
su propia y perfecta forma en la Re- cosas; y bástame saber que tal es
surrección. el caso: que hay un tiempo se-
ñalado en que todos se levanta-
Y AHORA bien, hijo mı́o, he aquı́ rán de los muertos.
algo más que quisiera decirte, 6 Debe haber, pues, un interva-
porque veo que tu mente está lo entre el tiempo de la muerte y
preocupada con respecto a la re- el de la resurrección.
surrección de los muertos. 7 Y ahora quisiera preguntar:
2 He aquı́, te digo que no hay ¿Qué sucede con las aalmas de
resurrección, o en otras pala- los hombres desde este tiempo
bras, quiero decir que este cuer- de la muerte hasta el momento
po mortal no se reviste de ain- señalado para la resurrección?
mortalidad, esta corrupción no 8 Ahora bien, nada importa si
se breviste de incorrupción, sino hay más de una época señalada
c
hasta después de la venida de para que resuciten los hombres,
Cristo. porque no todos mueren de una
3 He aquı́, él efectúa la aresu- vez, y esto no importa; todo es
rrección de los muertos. Mas he como un dı́a para Dios, y sólo
aquı́, hijo mı́o, la resurrección para los hombres está medido el
no ha llegado aún. Ahora bien, tiempo.
te descubro un misterio; no obs- 9 Por tanto, se ha designado a
tante, hay muchos bmisterios los hombres una época en que

40 2a Mos. 16:10–13. b gee Misterios de b gee Trinidad.


gee Inmortal, Dios. 7a Alma 40:21;
inmortalidad. c DyC 25:4; 124:41. DyC 138.
b 1 Cor. 15:53–54. 4a Juan 5:28–29. gee Alma.
c 1 Cor. 15:20. 5a Mos. 26:24–25; [Aproximadamente
3a gee Resurrección. DyC 43:18; 76:85. 73 a.C.]
ALMA 40:10–16 370
han de resucitar de los muertos; del Espı́ritu del Señor, porque
y hay un intervalo entre el tiem- escogieron las malas obras en
po de la muerte y el de la resu- lugar de las buenas; por lo que
rrección. Y ahora bien, concer- el espı́ritu del diablo entró en
niente a este espacio de tiempo, ellos y se posesionó de su casa—
qué sucede con las almas de los éstos serán echados a las atinie-
hombres es lo que he pregunta- blas de afuera; habrá b llan-
do diligentemente al Señor para tos y lamentos y el crujir de
saber; y es acerca de esto de lo dientes, y esto a causa de su
que yo sé. propia iniquidad, pues fueron
10 Y cuando llegue el tiempo llevados cautivos por la volun-
en que todos resuciten, enton- tad del diablo.
ces sabrán que Dios conoce to- 14 Ası́ que éste es el estado
das las aépocas que le están se- de las almas de los amalvados;
ñaladas al hombre. sı́, en tinieblas y en un estado
11 Ahora bien, respecto al esta- de terrible y bespantosa espera
do del alma entre la amuerte y de la ardiente indignación de
la resurrección, he aquı́, un án- la ira de Dios sobre ellos; y
gel me ha hecho saber que los ası́ permanecen en este cestado,
espı́ritus de todos los hombres, como los justos en el paraı́so,
en cuanto se separan de este hasta el tiempo de su resurrec-
cuerpo mortal, sı́, los espı́ritus ción.
de todos los hombres, sean bue- 15 Ahora bien, hay algunos
nos o malos, son llevados de que han entendido que este es-
b
regreso a ese Dios que les dio tado de felicidad y este estado
la vida. de miseria del alma, antes de
12 Y sucederá que los espı́ritus la resurrección, era una prime-
de los que son justos serán reci- ra resurrección. Sı́, admito que
bidos en un estado de afelicidad puede llamarse resurrección,
que se llama bparaı́so: un estado esta transición del espı́ritu o el
de cdescanso, un estado de dpaz, alma, y su consignación a la feli-
donde descansarán de todas sus cidad o a la miseria, de acuer-
aflicciones, y de todo cuidado y do con las palabras que se han
pena. hablado.
13 Y entonces acontecerá que 16 Y he aquı́, también se ha di-
los espı́ritus de los malvados, sı́, cho que hay una aprimera bresu-
los que son malos —pues he rrección, una resurrección de to-
aquı́, no tienen parte ni porción dos cuantos hayan existido,

10a Hech. 17:26. c gee Descansar, b Jacob 6:13;


11a Lucas 16:22–26; descanso (reposo). Moisés 7:1.
1 Pe. 3:18–19; 4:6; d DyC 45:46. c Alma 34:34.
DyC 76:71–74; 138. gee Paz. 16a Jacob 4:11;
b Ecle. 12:7; 13a gee Infierno. Mos. 15:21–23.
2 Ne. 9:38. b Mateo 8:12; b gee Resurrección.
12a gee Gozo. Mos. 16:2. [Aproximadamente
b gee Paraı́so. 14a DyC 138:20. 73 a.C.]
371 ALMA 40:17–26
existen o existirán, hasta la resu- digo, que hay un aintervalo en-
rrección de Cristo de entre los tre la muerte y la resurrección
muertos. del cuerpo, y un estado del alma
17 Ahora bien, no suponemos en bfelicidad o en cmiseria, hasta
que esta primera resurrección, el tiempo que Dios ha señalado
de que se ha hablado en estos para que se levanten los muer-
términos, sea la resurrección de tos, y sean reunidos el alma y el
las almas y su aconsignación a la cuerpo, y dllevados a compare-
felicidad o a la miseria. No pue- cer ante Dios, y ser juzgados se-
des suponer que esto es lo que gún sus obras.
quiere decir. 22 Sı́, esto lleva a efecto la res-
18 He aquı́, te digo que no; sino tauración de aquellas cosas que
que significa la reunión del alma se han declarado por boca de los
con el cuerpo, de los que hayan profetas.
existido desde los dı́as de Adán 23 El aalma será brestaurada al
hasta la aresurrección de Cristo. c
cuerpo, y el cuerpo al alma; sı́, y
19 Mas si las almas y los cuer- todo miembro y coyuntura se-
pos de aquellos de quienes se ha rán restablecidos a su cuerpo; sı́,
hablado serán reunidos todos ni un cabello de la cabeza se
de una vez, los malos ası́ como perderá, sino que todo será res-
los justos, no lo digo; bástame tablecido a su propia y perfecta
decir que todos se levantarán; o forma.
en otras palabras, su resurrec- 24 Y ahora bien, hijo mı́o, ésta
ción se verificará aantes que la es la restauración que se ha
a
de aquellos que mueran des- anunciado por boca de los pro-
pués de la resurrección de Cris- fetas.
to. 25 Y entonces los justos res-
20 Y no digo, hijo mı́o, que su plandecerán en el reino de Dios.
resurrección venga al tiempo de 26 Mas he aquı́, una terrible
a
la de Cristo; mas, he aquı́, lo doy muerte sobreviene a los ini-
como mi opinión, que las almas cuos; porque mueren en cuanto
y los cuerpos de los justos serán a las cosas concernientes a la
reunidos al tiempo de la resu- rectitud; pues son impuros, y
rrección de Cristo y su aascen- nada bimpuro puede heredar el
sión al cielo. reino de Dios; sino que son
21 Mas si esto sucederá al tiem- echados fuera y consignados a
po de la resurrección de él o participar de los frutos de sus la-
después, no lo digo; pero esto sı́ bores o sus obras, que han sido

17a DyC 76:17, 32, 50–51. d Alma 42:23. 24a Isa. 26:19.
18a Mateo 27:52–53. 23a Es decir, el espı́ritu. 26a 1 Ne. 15:33;
19a Mos. 15:26. DyC 88:15–17. Alma 12:16.
20a gee Ascensión. gee Alma. b Alma 11:37.
21a Lucas 23:39–43. b 2 Ne. 9:12–13;
b gee Paraı́so. Alma 11:40–45. [Aproximadamente
c gee Infierno. c gee Cuerpo. 73 a.C.]
ALMA 41:1–7 372
malas; y beben las heces de una cia de Dios que los hombres sean
b
amarga copa. juzgados según sus cobras; y si
sus hechos fueron buenos en
esta vida, y buenos los deseos
CAPÍTULO 41
de sus corazones, que también
sean ellos drestituidos a lo que es
En la Resurrección, los hombres re- bueno en el postrer dı́a.
sucitan a un estado de felicidad sin 4 Y si sus obras son malas, les
fin o a una miseria interminable— serán arestituidas para mal. Por
La maldad nunca fue felicidad— tanto, todas las cosas serán res-
Los hombres que se hallan en un tablecidas a su propio orden; to-
estado carnal se encuentran sin do a su forma natural —la bmor-
Dios en el mundo—En la restaura- talidad levantada en inmortali-
ción, toda persona recibe de nuevo dad; la ccorrupción en incorrup-
las caracterı́sticas y los atributos ción— levantado a una felicidad
que haya logrado en el estado terre- d
sin fin para heredar el reino de
nal. Dios, o a una miseria intermina-
Y AHORA bien, hijo mı́o, tengo al- ble para heredar el reino del
go que decirte sobre la restaura- diablo; uno por una parte y otro
ción de que se ha hablado; por- por la otra;
que he aquı́, algunos han atergi- 5 uno levantado a la dicha, de
versado las Escrituras y se han acuerdo con sus deseos de felici-
b
desviado lejos a causa de esto. dad, o a lo bueno, según sus de-
Y veo que tu mente también ha seos del bien; y el otro al mal,
estado preocupada en cuanto a según sus deseos de maldad;
este asunto; mas he aquı́, te lo porque ası́ como ha deseado ha-
explicaré. cer mal todo el dı́a, ası́ recibirá
2 Te digo, hijo mı́o, que el plan su recompensa de maldad cuan-
de la restauración es indispen- do venga la noche.
sable en la justicia de Dios, por- 6 Y ası́ sucede por la otra parte.
que es necesario que todas las Si se ha arrepentido de sus pe-
cosas sean restablecidas a su cados y ha deseado la rectitud
propio orden. He aquı́, es preciso hasta el fin de sus dı́as, de igual
y justo, según el poder y la resu- manera será recompensado en
rrección de Cristo, que el alma rectitud.
del hombre sea restituida a su 7 aÉstos son los redimidos del
cuerpo, y que al cuerpo le sean Señor; sı́, los que son librados,
restauradas todas sus apartes. los que son rescatados de esa in-
3 Y es indispensable en la ajusti- terminable noche de tinieblas, y

41 1a 2 Pe. 1:20; 3:16; juzgar. c 1 Cor. 15:51–55.


Alma 13:20. c gee Obras. d gee Vida eterna.
b gee Apostası́a. d Hel. 14:31. 7a DyC 76:50–70.
2a Alma 40:23. 4a Alma 42:28.
3a gee Justicia. b 2 Ne. 9:12–13;
b gee Responsabilidad, DyC 138:17. [Aproximadamente
responsable; Juicio, gee Resurrección. 73 a.C.]
373 ALMA 41:8–15
ası́ se sostienen o caen; pues he ponerla en una condición que
aquı́, son sus bpropios jueces, ya se opone a su naturaleza?
para obrar el bien o para obrar el 13 Oh, hijo mı́o, tal no es el ca-
mal. so; sino que el significado de la
8 Y los decretos de Dios son palabra restauración es volver
a
inalterables; por tanto, se ha de nuevo mal por mal, o carnal
preparado el camino para que por carnal, o diabólico por dia-
todo aquel que quiera, ande por bólico; bueno por lo que es bue-
él y sea salvo. no, recto por lo que es recto, jus-
9 Y ahora bien, he aquı́, hijo to por lo que es justo, misericor-
mı́o, no te arriesgues a a una dioso por lo que es misericor-
ofensa más contra tu Dios so- dioso.
bre esos puntos de doctrina, 14 Por tanto, hijo mı́o, procura
en los cuales hasta ahora te ser misericordioso con tus her-
has arriesgado a cometer peca- manos; trata con ajusticia, bjuzga
dos. con rectitud, y haz lo cbueno sin
10 No vayas a suponer, porque cesar; y si haces todas estas co-
se ha hablado concerniente a la sas, entonces recibirás tu galar-
restauración, que serás restaura- dón; sı́, la dmisericordia te será
do del pecado a la felicidad. He restablecida de nuevo; la justicia
aquı́, te digo que la a maldad te será restaurada otra vez; se te
nunca fue felicidad. restituirá un justo juicio nueva-
11 Y ası́, hijo mı́o, todos los mente; y se te recompensará de
hombres que se hallan en un es- nuevo con lo bueno.
tado anatural, o más bien dirı́a, 15 Porque lo que de ti salga,
en un estado bcarnal, están en la volverá otra vez a ti, y te será
hiel de amargura y en las liga- restituido; por tanto, la palabra
duras de la iniquidad; se en- restauración condena al peca-
cuentran csin Dios en el mundo, dor más plenamente, y en nada
y han obrado en contra de la na- lo justifica.
turaleza de Dios; por tanto, se
hallan en un estado que es con-
trario a la naturaleza de la felici- CAPÍTULO 42
dad.
12 Y he aquı́, ¿significa la pala- El estado terrenal es un tiempo de
bra restauración tomar una cosa probación que permite al hombre
de un estado natural y colocarla arrepentirse y servir a Dios—La
en un estado innatural, o sea, Caı́da trajo la muerte temporal y

7b 2 Ne. 2:26; Isa. 57:20–21; honradez.


Alma 42:27; Hel. 13:38. b Juan 7:24; DyC 11:12.
Hel. 14:30. 11a Mos. 3:19. c DyC 6:13; 58:27–28.
gee Albedrı́o. gee Hombre natural. d gee Misericordia,
8a DyC 1:38. b gee Carnal. misericordioso.
9a DyC 42:23–28. c Efe. 2:12. [Aproximadamente
10a Sal. 32:10; 14a gee Honestidad, 73 a.C.]
ALMA 42:1–8 374
espiritual sobre todo el género hu- de la vida, y comiera y viviera
mano—La redención se realiza por para siempre, el Señor Dios co-
medio del arrepentimiento—Dios locó querubines y la espada en-
mismo expı́a los pecados del mun- cendida, para que el hombre no
do—La misericordia es para aque- comiera del fruto.
llos que se arrepienten—Todos los 4 Y ası́ vemos que le fue conce-
demás quedan sujetos a la justicia dido al hombre un tiempo para
de Dios—La misericordia viene a que se arrepintiera; sı́, un tiem-
causa de la Expiación—Sólo se sal- po de aprobación, un tiempo pa-
van los que verdaderamente se arre- ra arrepentirse y servir a Dios.
pienten. 5 Porque he aquı́, si Adán hu-
biese extendido su mano inme-
Y AHORA bien, hijo mı́o, perci- diatamente, y comido del árbol
bo que hay algo más que inquie- de la vida, habrı́a vivido para
ta tu mente, algo que no puedes siempre, según la palabra de
comprender, y es concerniente Dios, sin tener un tiempo para
a la ajusticia de Dios en el castigo arrepentirse; sı́, y también ha-
del pecador; porque tratas de brı́a sido vana la palabra de
suponer que es una injusticia Dios, y se habrı́a frustrado el
que el pecador sea consignado a gran plan de salvación.
un estado de miseria. 6 Mas he aquı́, le fue señalado
2 He aquı́, hijo mı́o, te explicaré al hombre que amuriera —por
esto. Pues, he aquı́, luego que tanto, como fueron separados
el Señor Dios aexpulsó a nues- del árbol de la vida, ası́ iban a
tros primeros padres del jardı́n ser separados de la faz de la tie-
de bEdén, para cultivar la tierra rra— y el hombre se vio perdido
de la que fueron tomados, sı́, sa- para siempre; sı́, se tornó en
b
có al hombre, y colocó al extre- hombre caı́do.
mo oriental del jardı́n de Edén 7 Y ahora bien, ves por esto
c
querubines, y una espada en- que nuestros primeros padres
cendida que daba vueltas por fueron aseparados de la presen-
todos lados, para guardar el cia del Señor, tanto temporal co-
d
árbol de la vida, mo espiritualmente; y ası́ vemos
3 vemos, pues, que el hombre que llegaron a ser personas li-
habı́a llegado a ser como Dios, bres de seguir su propia bvolun-
conociendo el bien y el mal; y tad.
para que no extendiera su ma- 8 Y he aquı́, no era prudente
no, y tomara también del árbol que el hombre fuese rescatado

42 1a 2 Ne. 26:7; d Gén. 2:9. Hel. 14:16.


Mos. 15:26–27. 4a Alma 34:32–33. gee Muerte espiritual.
gee Justicia. 6a gee Muerte fı́sica. b gee Albedrı́o.
2a Gén. 3:23–24; b Mos. 16:3–5.
Moisés 4:28–31. gee Caı́da de Adán
b gee Edén. y Eva. [Aproximadamente
c gee Querubines. 7a 2 Ne. 2:5; 9:6; 73 a.C.]
375 ALMA 42:9–17
de esta muerte temporal, por- do probatorio, sı́, este estado
que esto habrı́a destruido el preparatorio; porque a menos
gran aplan de felicidad. que fuera por estas condiciones,
9 Por tanto, como el alma nun- la misericordia no podrı́a surtir
ca podı́a morir, y ya que la acaı́- efecto, salvo que destruyese la
da habı́a traı́do una muerte es- obra de la justicia. Pero la obra
piritual, ası́ como una temporal, de la justicia no podı́a ser des-
sobre todo el género humano, truida; de ser ası́, Dios cdejarı́a
es decir, fueron separados de la de ser Dios.
presencia del Señor, se hizo me- 14 Y ası́ vemos que toda la hu-
nester que la humanidad fuese manidad se hallaba acaı́da, y que
rescatada de esta muerte espiri- estaba en manos de la bjusticia;
tual. sı́, la justicia de Dios que los so-
10 Por tanto, ya que se habı́an metı́a para siempre a estar sepa-
vuelto a carnales, sensuales y rados de su presencia.
diabólicos por bnaturaleza, este 15 Ahora bien, no se podrı́a
estado de cprobación llegó a ser realizar el plan de la misericor-
para ellos un estado para prepa- dia salvo que se efectuase una
rarse; se tornó en un estado pre- expiación; por tanto, Dios mis-
paratorio. mo aexpı́a los pecados del mun-
11 Y ten presente, hijo mı́o, do, para realizar el plan de la
b
que de no ser por el plan de re- misericordia, para apaciguar
dención (dejándolo a un lado), las demandas de la cjusticia, pa-
sus almas serı́an amiserables en ra que Dios sea un Dios dper-
cuanto ellos murieran, por estar fecto, justo y misericordioso
separados de la presencia del también.
Señor. 16 Mas el arrepentimiento no
12 Y no habrı́a medio de redi- podı́a llegar a los hombres a me-
mir al hombre de este estado nos que se fijara un castigo,
caı́do, que él mismo se habı́a igualmente aeterno como la vida
ocasionado por motivo de su del alma, opuesto al plan de la
propia desobediencia; felicidad, tan eterno también co-
13 por tanto, según la justicia, mo la vida del alma.
el aplan de redención no podı́a 17 Y ¿cómo podrı́a el hombre
realizarse sino de acuerdo con arrepentirse, a menos que ape-
las condiciones del barrepenti- cara? ¿cómo podrı́a pecar, si no
miento del hombre en este esta- hubiese bley? y ¿cómo podrı́a

8a Alma 34:9; b gee Arrepentimiento, misericordioso.


Moisés 6:62. arrepentirse. c gee Justicia.
9a gee Caı́da de Adán c 2 Ne. 2:13–14. d 3 Ne. 12:48.
y Eva. 14a Alma 22:13–14. 16a DyC 19:10–12.
10a gee Carnal. b 2 Ne. 2:5. 17a gee Pecado.
b gee Hombre natural. 15a 2 Ne. 9:7–10; b Rom. 4:15.
c gee Mortal, mortalidad. Mos. 16:7–8.
11a 2 Ne. 9:7–9. gee Expiación, expiar. [Aproximadamente
13a gee Plan de redención. b gee Misericordia, 73 a.C.]
ALMA 42:18–28 376
haber una ley sin que hubiese muertos; y la resurrección de los
un castigo? muertos lleva a los hombres de
d
18 Mas se fijó un castigo, y se regreso a la presencia de Dios;
dio una ley justa, la cual trajo el y ası́ son restaurados a su pre-
remordimiento de aconciencia al sencia, para ser ejuzgados según
hombre. sus obras, de acuerdo con la ley
19 Ahora bien, de no haberse y la justicia.
dado una ley de que el hombre 24 Pues he aquı́, la justicia ejer-
que aasesina debe morir, ¿ten- ce todos sus derechos, y tam-
drı́a miedo de morir si matase? bién la misericordia reclama
20 Y también, si no hubiese cuanto le pertenece; y ası́, nadie
ninguna ley contra el pecado, se salva sino los que verdadera-
los hombres no tendrı́an miedo mente se arrepienten.
de pecar. 25 ¿Qué, supones tú que la mi-
21 Y si no se hubiese dado anin- sericordia puede robar a la ajus-
guna ley, ¿qué podrı́a hacer la ticia? Te digo que no, ni un ápi-
justicia si los hombres pecasen? ce. Si fuera ası́, Dios dejarı́a de
¿o la misericordia? Pues no ten- ser Dios.
drı́an derecho a reclamar al 26 Y de este modo realiza Dios
hombre. sus grandes y eternos apropó-
22 Mas se ha dado una ley, y se sitos, que fueron preparados
b
ha fijado un castigo, y se ha con- desde la fundación del mun-
cedido un aarrepentimiento, el do. Y ası́ se realiza la salvación
cual la misericordia reclama; de y la redención de los hombres,
otro modo, la justicia reclama al y también su destrucción y
ser humano y ejecuta la ley, y la miseria.
ley impone el castigo; pues de 27 Por tanto, oh hijo mı́o, ael
no ser ası́, las obras de la justicia que quiera venir, puede venir a
serı́an destruidas, y Dios dejarı́a beber libremente de las aguas
de ser Dios. de la vida; y quien no quiera ve-
23 Mas Dios no cesa de ser nir, no está obligado a venir; pe-
Dios, y la amisericordia reclama ro en el postrer dı́a le será bres-
al que se arrepiente; y la miseri- taurado según sus chechos.
cordia viene a causa de la bex- 28 Si ha deseado hacer lo ama-
piación; y la expiación lleva a lo, y no se ha arrepentido du-
efecto la cresurrección de los rante sus dı́as, he aquı́, lo malo

18a gee Conciencia. Alma 7:12; 11:41–45; 27a Alma 5:34;


19a gee Homicidio. 12:24–25; Hel. 14:30.
21a 2 Ne. 9:25–26; Hel. 14:15–18; gee Albedrı́o.
Mos. 3:11. Morm. 9:13. b Alma 41:15.
22a gee Arrepentimiento, d Alma 40:21–24. c Isa. 59:18;
arrepentirse. e gee Juicio Final. Apoc. 20:12.
23a gee Misericordia, 25a gee Justicia. 28a Alma 41:2–5.
misericordioso. 26a 2 Ne. 2:14–30;
b gee Expiación, expiar. Moisés 1:39. [Aproximadamente
c 2 Ne. 2:8; 9:4; b Alma 13:3; 3 Ne. 1:14. 73 a.C.]
377 ALMA 42:29–43:6
le será devuelto, según la res- tad, sus familias y su religión—Los
tauración de Dios. ejércitos de Moroni y de Lehi ro-
29 Y ahora bien, hijo mı́o, qui- dean a los lamanitas.
siera que no dejaras que te per-
turbaran más estas cosas, y sólo Y ACONTECIÓ que los hijos de Al-
deja que te preocupen tus peca- ma salieron entre el pueblo para
dos, con esa zozobra que te con- declararle la palabra. Y el mismo
ducirá al arrepentimiento. Alma no pudo descansar, y tam-
30 ¡Oh hijo mı́o, quisiera que bién salió.
no negaras más la justicia de 2 Y no diremos más acerca de
Dios! No trates de excusarte en su predicación, sino que predi-
lo más mı́nimo a causa de tus caron la palabra y la verdad de
pecados, negando la justicia de acuerdo con el espı́ritu de pro-
Dios. Deja, más bien, que la jus- fecı́a y revelación; y predicaron
ticia de Dios, y su misericordia y según el asanto orden de Dios,
su longanimidad dominen por mediante el cual se les habı́a lla-
completo tu corazón; y permite mado.
que esto te ahumille hasta el pol- 3 Y vuelvo ahora a una narra-
vo. ción de las guerras entre los ne-
31 Y ahora bien, oh hijo mı́o, fitas y los lamanitas, en el año
eres llamado por Dios para pre- *decimoctavo del gobierno de
dicar la palabra a este pueblo. los jueces.
Ve, hijo mı́o; declara la palabra 4 Porque he aquı́, aconteció
con verdad y con circunspec- que los azoramitas se hicieron la-
ción, para que lleves almas al manitas; por tanto, al principio
arrepentimiento, a fin de que el del año decimoctavo, los nefitas
gran plan de misericordia pue- vieron que los lamanitas venı́an
da reclamarlas. Y Dios te conce- contra ellos; de modo que hicie-
da según mis palabras. Amén. ron preparativos para la guerra,
sı́, reunieron sus ejércitos en la
tierra de Jersón.
CAPÍTULO 43 5 Y ocurrió que los lamanitas
vinieron con sus miles; y llega-
Alma y sus hijos predican la pala- ron a la tierra de Antiónum, que
bra—Los zoramitas y otros disi- es la tierra de los zoramitas; y
dentes nefitas se hacen lamanitas— era su caudillo un hombre lla-
Los lamanitas emprenden la guerra mado Zerahemna.
contra los nefitas—Moroni arma a 6 Y como los amalekitas eran
los nefitas con armadura protecto- por naturaleza de una disposi-
ra—El Señor revela a Alma la es- ción más ruin y sanguinaria que
trategia de los lamanitas—Los nefi- los lamanitas, Zerahemna, por
tas defienden sus hogares, su liber - tanto, nombró capitanes en jefe

30a gee Humildad, Melquisedec.


humilde. 4a Alma 35:2–14; 52:33. [*Aproximadamente
43 2a gee Sacerdocio de 74 a.C.]
ALMA 43:7–18 378
sobre los lamanitas, y todos eran tanto, les dieron tierras para su
amalekitas y zoramitas. herencia.
7 E hizo esto con objeto de pre- 13 Y el pueblo de Ammón en-
servar el odio que sentı́an con- tregó a los nefitas gran parte de
tra los nefitas, a fin de subyugar- sus bienes para sostener a sus
los para realizar sus designios. ejércitos; y ası́ los nefitas se vie-
8 Pues he aquı́, sus intenciones ron compelidos a hacer frente
eran incitar a la ira a los lamani- ellos solos a los lamanitas, los
tas contra los nefitas; e hizo esto cuales eran un conjunto de los
para usurpar un gran poder so- hijos de Lamán y Lemuel y los
bre ellos, y también para subyu- hijos de Ismael, y todos los disi-
gar a los nefitas, sometiéndolos dentes nefitas, que eran ama-
al cautiverio. lekitas y zoramitas, y los ades-
9 Ahora bien, el propósito de cendientes de los sacerdotes de
los nefitas era proteger sus tie- Noé.
rras y sus casas, sus aesposas y 14 Y estos descendientes eran
sus hijos, para preservarlos de casi tan numerosos como los ne-
las manos de sus enemigos; y fitas; y ası́ los nefitas se vieron
también preservar sus derechos obligados a combatir contra sus
y sus privilegios, sı́, y también hermanos hasta la efusión de
su blibertad, para poder adorar a sangre.
Dios según sus deseos. 15 Y ocurrió que al juntarse los
10 Porque sabı́an que si llega- ejércitos de los lamanitas en la
ban a caer en manos de los la- tierra de Antiónum, he aquı́, los
manitas, éstos destruirı́an a ejércitos de los nefitas estaban
cualquiera que en aespı́ritu y en preparados para hacerles frente
verdad badorara a Dios, el Dios en la tierra de Jersón.
verdadero y viviente. 16 Y el jefe de los nefitas, o sea,
11 Sı́, y también sabı́an del ex- el hombre que habı́a sido nom-
tremado odio de los lamanitas brado capitán en jefe de los nefi-
para con sus ahermanos, quie- tas —y el capitán en jefe tomó el
nes eran el pueblo de Anti-Nefi- mando de todos los ejércitos de
Lehi, los cuales se llamaban el los nefitas— y se llamaba Moro-
pueblo de Ammón. Y éstos no ni;
querı́an tomar las armas, sı́, ha- 17 y Moroni tomó todo el man-
bı́an hecho un convenio y no lo do y dirección de sus guerras. Y
querı́an quebrantar; por tanto, no tenı́a más que veinticinco
si caı́an en manos de los lamani- años de edad cuando fue nom-
tas serı́an destruidos. brado capitán en jefe de los ejér-
12 Y los nefitas no iban a per- citos de los nefitas.
mitir que fuesen destruidos; por 18 Y aconteció que se encontró

9 a Alma 44:5; 46:12. b gee Adorar. 13a Alma 25:4.


b gee Libertad. 11a Alma 24:1–3, 5, 20; [Aproximadamente
10a Juan 4:23–24. 25:1, 13; 27:2, 21–26. 74 a.C.]
379 ALMA 43:19–27
con los lamanitas en las fronte- los ejércitos de Moroni supieran
ras de Jersón, y su gente estaba hacia dónde se habı́an dirigido.
armada con espadas, con cimita- 23 Pero sucedió que tan pronto
rras y con toda clase de armas como salieron para el desierto,
de guerra. Moroni envió espı́as a vigilar su
19 Y cuando los ejércitos de los campo; y sabiendo también de
lamanitas vieron que el pueblo las profecı́as de Alma, Moroni le
de Nefi, o que Moroni, habı́a envió ciertos hombres para pe-
preparado a su gente con petos dirle que preguntara al Señor
a
y con broqueles, sı́, y con escu- hacia dónde habı́an de marchar
dos también para protegerse la los ejércitos de los nefitas para
cabeza, y también estaban vesti- defenderse de los lamanitas.
dos con ropa gruesa 24 Y ocurrió que la palabra del
20 —y el ejército de Zerahem- Señor vino a Alma, y él informó
na no se hallaba preparado con a los mensajeros de Moroni que
ninguna de estas cosas; sola- los ejércitos de los lamanitas es-
mente tenı́an sus espadas y sus taban rodeando por el desierto
cimitarras, sus arcos y sus fle- para llegar a la tierra de Manti, a
chas, sus piedras y sus hondas; fin de iniciar un ataque contra la
y estaban adesnudos, con excep- parte más débil del pueblo. Y
ción de una piel que llevaban esos mensajeros fueron y comu-
ceñida alrededor de sus lomos; nicaron la noticia a Moroni.
sı́, todos estaban desnudos, me- 25 Y Moroni, dejando parte de
nos los zoramitas y los amaleki- su ejército en la tierra de Jersón,
tas; no fuese que de algún modo
21 mas no iban armados con una parte de los lamanitas en-
petos ni con escudos—, por tan- trase en esa tierra y tomase po-
to, temieron en gran manera a sesión de la ciudad, tomó el res-
los ejércitos de los nefitas por to de su ejército y marchó a la
causa de su armadura, a pesar tierra de Manti.
de ser su número mucho mayor 26 E hizo que toda la gente de
que el de los nefitas. aquella parte del paı́s se reunie-
22 Y he aquı́, aconteció que no ra para la lucha contra los lama-
se atrevieron a avanzar contra los nitas, a fin de adefender sus tie-
nefitas en las fronteras de Jer- rras y su paı́s, sus derechos y sus
són; por tanto, salieron de la tie- libertades; por tanto, estaban
rra de Antiónum para el desier- preparados para la hora de la
to, e hicieron un rodeo en el de- llegada de los lamanitas.
sierto, allá por los manantiales 27 Y ocurrió que Moroni hizo
del rı́o Sidón, para llegar a la tie- que su ejército se escondiera en
rra de Manti y tomar posesión el valle que se hallaba cerca de
de ella; porque no suponı́an que la ribera del rı́o Sidón, del lado

20a Enós 1:20. 26a DyC 134:11. [Aproximadamente


23a Alma 48:16. 74 a.C.]
ALMA 43:28–40 380
oeste del mismo rı́o, en el de- gido por un hombre llamado
a
sierto. Lehi, y éste condujo a sus tro-
28 Y Moroni colocó espı́as alre- pas por el lado del este y rodeó
dedor, a fin de saber cuándo lle- a los lamanitas por la retaguar-
garı́a el ejército de los lamanitas. dia.
29 Y como Moroni conocı́a la 36 Y ocurrió que cuando vie-
intención de los lamanitas, que ron que los nefitas venı́an con-
era destruir a sus hermanos, o tra ellos por la retaguardia, los
dominarlos y llevarlos al cauti- lamanitas se volvieron y empe-
verio, a fin de establecer un rei- zaron a contender con el ejérci-
no para sı́ mismos en toda esa to de Lehi.
tierra; 37 Y empezó la mortandad en
30 y sabiendo también que el ambos lados, pero fue más terri-
único deseo de los nefitas era ble entre los lamanitas, porque
preservar sus tierras, su aliber- su adesnudez quedaba expuesta
tad y su iglesia, no consideró, a los fuertes golpes de los nefi-
por tanto, que fuera pecado de- tas con sus espadas y cimitarras,
fenderlos mediante la estratage- que herı́an de muerte casi a ca-
ma; de modo que se enteró, por da golpe.
medio de sus espı́as, del rumbo 38 Mientras que de la otra par-
que iban a tomar los lamanitas. te, de cuando en cuando caı́a un
31 Por consiguiente, dividió su hombre entre los nefitas por la
ejército, y trajo una parte de espada y la pérdida de sangre,
ellos al valle y los escondió al ya que tenı́an protegidas las
este y al sur del cerro de Ripla; partes más vitales del cuerpo, o
32 y ocultó al resto en el valle sea, que las partes más vitales
del oeste, al oeste del rı́o Sidón, del cuerpo estaban protegidas
y ası́ hasta las fronteras de la tie- de los golpes de los lamanitas
rra de Manti. por sus apetos, sus escudos y sus
33 Y habiendo colocado ası́ a su cascos; y ası́ los nefitas sembra-
ejército según su deseo, quedó ron la muerte entre los lamani-
preparado para recibirlos. tas.
34 Y acaeció que los lamanitas 39 Y aconteció que los lamani-
subieron por el norte del cerro, tas se espantaron a causa de la
donde se hallaba escondida una gran destrucción entre ellos, al
parte del ejército de Moroni. grado de que empezaron a huir
35 Y luego que los lamanitas hacia el rı́o Sidón.
hubieron pasado el cerro de Ri- 40 Y Lehi y sus hombres los
pla, y entrado en el valle, y em- persiguieron; y fueron ahuyen-
pezado a cruzar el rı́o Sidón, el tados por Lehi hasta dentro de
ejército que se hallaba escondi- las aguas de Sidón, y atravesa-
do al sur del cerro, que era diri- ron las aguas de Sidón; y Lehi

30a Alma 46:12, 35. 37a Alma 3:5. [Aproximadamente


35a Alma 49:16. 38a Alma 44:8–9. 74 a.C.]
381 ALMA 43:41–50
b
detuvo a sus ejércitos en la ribe- libertades, sus esposas y sus hi-
ra del rı́o Sidón, para que no lo jos, y todo cuanto poseı́an; sı́,
cruzaran. por sus ritos de adoración y su
41 Y sucedió que Moroni y sus iglesia.
fuerzas salieron al encuentro de 46 Y estaban haciendo lo que
los lamanitas en el valle del lado sentı́an que era su adeber para
opuesto del rı́o Sidón, y empe- con su Dios; porque el Señor les
zaron a caer sobre ellos y a ma- habı́a dicho, y también a sus pa-
tarlos. dres: bSi no sois culpables de la
c
42 Y los lamanitas huyeron de primera ofensa, ni de la segun-
ellos otra vez hacia la tierra de da, no os dejaréis matar por ma-
Manti; y de nuevo los acometie- no de vuestros enemigos.
ron los ejércitos de Moroni. 47 Y además, el Señor ha di-
43 Ahora bien, en esta ocasión cho: aDefenderéis a vuestras fa-
los lamanitas lucharon extraor- milias aun hasta la efusión de
dinariamente; sı́, jamás se habı́a sangre. Ası́ que, por esta causa
sabido que los lamanitas comba- los nefitas luchaban contra los
tieran con tan extremadamente lamanitas, para defenderse a sı́
grande fuerza y valor; no, ni mismos, y a sus familias, y sus
aun desde el principio. tierras, su paı́s, sus derechos y
44 Y los animaban los azorami- su religión.
tas y los amalekitas, que eran 48 Y aconteció que cuando los
sus principales capitanes y cau- hombres de Moroni vieron la fe-
dillos, y también Zerahemna, su rocidad e ira de los lamanitas,
capitán en jefe, o caudillo prin- estuvieron a punto de retroce-
cipal y comandante; sı́, pelearon der y huir de ellos. Y Moroni,
como dragones, y muchos de los percibiendo su intención, envió
nefitas perecieron por su mano; e inspiró sus corazones con es-
sı́, porque partieron en dos mu- tos pensamientos, sı́, pensa-
chos de sus cascos, y atravesa- mientos de sus tierras, de su li-
ron muchos de sus petos, y a bertad, sı́, de estar libres del cau-
muchos les cortaron los brazos; tiverio.
y de este modo fue como los la- 49 Y aconteció que se volvieron
manitas atacaron en su furiosa contra los lamanitas, y aclama-
ira. ron a una voz al Señor su Dios, a
45 No obstante, inspiraba a los favor de su libertad y de estar
nefitas una causa mejor, pues libres del cautiverio.
no estaban aluchando por mo- 50 Y empezaron a resistir a los
narquı́a ni poder, sino que lu- lamanitas con vigor; y en esa
chaban por sus hogares y sus misma hora en que oraron al Se-

44a Alma 43:6. DyC 98:33–36. Mos. 29:20.


45a Alma 44:5. c 3 Ne. 3:21;
b gee Libertad. DyC 98:23–24.
46a gee Deber. 47a DyC 134:11. [Aproximadamente
b Alma 48:14; 49a Éx. 2:23–25; 74 a.C.]
ALMA 43:51–44:5 382
ñor por su libertad, los lamani- táis en nuestras manos; sin em-
tas empezaron a huir delante de bargo, no queremos mataros.
ellos, y huyeron hasta las aguas 2 He aquı́, no hemos venido a
de Sidón. luchar contra vosotros para de-
51 Ahora bien, los lamanitas rramar vuestra sangre en busca
eran más numerosos, sı́, eran de poder; ni tampoco deseamos
más del doble del número de los imponer el yugo del cautiverio
nefitas; no obstante, fueron per- sobre ninguno. Pero ésta es pre-
seguidos hasta quedar reunidos cisamente la razón por la cual
en un grupo, en el valle sobre la habéis venido contra nosotros;
ribera del rı́o Sidón. sı́, y estáis enfurecidos con noso-
52 De modo que los ejércitos tros a causa de nuestra religión.
de Moroni los cercaron; sı́, por 3 Mas ya veis que el Señor está
ambos lados del rı́o, pues he con nosotros, y veis que os ha
aquı́ que al este se hallaban los entregado en nuestras manos. Y
hombres de Lehi. ahora quisiera que entendieseis
53 Por tanto, cuando Zerahem- que esto se hace con nosotros
na vio a los hombres de Lehi al por causa de nuestra religión y
este del rı́o Sidón, y a los ejérci- nuestra fe en Cristo. Y ya veis
tos de Moroni al oeste del rı́o, y que no podéis destruir ésta,
que los nefitas los tenı́an cerca- nuestra fe.
dos, el terror se apoderó de 4 Veis ahora que ésta es la ver-
ellos. dadera fe de Dios; sı́, veis que
54 Y Moroni, viendo su terror, Dios nos sostendrá y guardará y
mandó a sus hombres que para- preservará mientras le seamos
ran de derramar su sangre. fieles a él, a nuestra fe y a nues-
tra religión; y nunca permitirá el
Señor que seamos destruidos, a
CAPÍTULO 44 no ser que caigamos en trans-
gresión y neguemos nuestra fe.
Moroni manda a los lamanitas ha- 5 Y ahora yo os mando, Zera-
cer un convenio de paz o resignarse hemna, en el nombre de ese om-
a ser destruidos—Zerahemna re- nipotente Dios que ha fortaleci-
chaza la oferta y la batalla se reanu- do nuestros brazos de modo
da—Los ejércitos de Moroni derro- que hemos logrado poder sobre
tan a los lamanitas. vosotros, por nuestra fe, por
nuestra religión, y por anuestros
Y SUCEDIÓ que pararon y se reti- ritos de adoración, y por nuestra
raron a un paso de ellos. Y Mo- iglesia, y por el sagrado sostén
roni dijo a Zerahemna: He aquı́, que debemos a nuestras esposas
Zerahemna, ano queremos ser y nuestros hijos, por esa bliber-
sanguinarios. Tú sabes que es- tad que nos une a nuestras tie-

44 1a Alma 43:45. b gee Libertad. [Aproximadamente


5a gee Ordenanzas. 74 a.C.]
383 ALMA 44:6–13
rras y a nuestra patria; sı́, y tam- que nos ha entregado en vues-
bién por la conservación de la tras manos; sino que creemos
sagrada palabra de Dios, a la que es vuestra astucia lo que os
que debemos toda nuestra feli- ha salvado de nuestras espadas.
cidad; y por todo lo que más He aquı́, son vuestros apetos y
amamos; vuestros escudos lo que os ha
6 sı́, y esto no es todo; por to- preservado.
do el anhelo que tenéis de vivir, 10 Y cuando Zerahemna hubo
os mando que nos entreguéis acabado de hablar estas pala-
vuestras armas de guerra, y no bras, Moroni le devolvió la espa-
derramaremos vuestra sangre, da y las armas de guerra que ha-
sino que os perdonaremos la vi- bı́a recibido, diciendo: He aquı́,
da, si os vais por vuestro camino terminaremos la lucha.
y no volvéis más a guerrear con- 11 Porque no puedo retractar-
tra nosotros. me de las palabras que he habla-
7 Y si no hacéis esto, he aquı́, do; por tanto, ası́ como vive el
estáis en nuestras manos, y Señor, no os iréis, a menos que
mandaré a mis hombres que cai- os vayáis con un juramento de
gan sobre vosotros e inflijan en que no volveréis a la lucha con-
vuestros cuerpos las heridas de tra nosotros. Y ya que estáis en
muerte, de modo que seáis ex- nuestras manos, derramaremos
terminados; y entonces veremos vuestra sangre en el suelo, u os
quién tendrá poder sobre este someteréis a las condiciones que
pueblo; sı́, veremos quiénes se- os he propuesto.
rán llevados al cautiverio. 12 Y cuando Moroni hubo di-
8 Y acaeció que cuando Zera- cho estas palabras, Zerahemna
hemna hubo oı́do estas pala- recogió su espada, y se enojó
bras, se adelantó y entregó su con Moroni, y se lanzó hacia él
espada y su cimitarra y su arco para matarlo; mas al levantar su
en manos de Moroni, y le di- espada, he aquı́, uno de los sol-
jo: He aquı́ nuestras armas de dados de Moroni le asestó un
guerra; te las entregaremos, golpe que la echó por tierra y le
mas no nos permitiremos hace- quebró la empuñadura; y tam-
ros un ajuramento que sabemos bién hirió a Zerahemna, de mo-
que quebrantaremos, y también do que le cortó el cuero cabellu-
nuestros hijos; mas toma nues- do, el cual cayó al suelo. Y Zera-
tras armas de guerra, y déjanos hemna se retiró de ellos entre
salir para el desierto; de otro sus soldados.
modo, retendremos nuestras es- 13 Y sucedió que el soldado
padas, y venceremos o morire- que se hallaba cerca, el mismo
mos. que habı́a herido a Zerahemna,
9 He aquı́, no somos de vuestra tomó del cabello la piel que ha-
fe; no creemos que sea Dios el bı́a caı́do al suelo, y la colocó en

8a gee Juramento. 9a Alma 43:38. [Aproximadamente


74 a.C.]
ALMA 44:14–24 384
la punta de su espada, y la ex- ser destruidos, clamó fuerte-
tendió hacia ellos, diciendo en mente a Moroni, prometiéndole
voz alta: que él y su pueblo harı́an un
14 Ası́ como ha caı́do al suelo convenio con ellos de que anun-
este cuero cabelludo, que es el ca más volverı́an a la guerra
de vuestro caudillo, ası́ caeréis contra ellos, si les perdonaban la
vosotros a tierra, si no entregáis vida a los que quedaban.
vuestras armas de guerra y salı́s 20 Y aconteció que Moroni hi-
con un convenio de paz. zo que cesara otra vez la matan-
15 Y hubo muchos que, al oı́r za entre el pueblo. Y recogió las
estas palabras y al ver el cuero armas de guerra de los lamani-
cabelludo sobre la espada, fue- tas; y después que hubieron he-
ron heridos de temor; y muchos cho un aconvenio de paz con él,
avanzaron y echaron sus armas se les permitió salir para el de-
de guerra a los pies de Moroni, e sierto.
hicieron un aconvenio de paz. Y a 21 Y no se contó el número de
cuantos hicieron convenio se les sus muertos a causa de ser tan
permitió salir para el desierto. inmenso; sı́, el número de sus
16 Ahora bien, aconteció que muertos fue grande en extremo,
Zerahemna estaba enfurecido, e ası́ entre los nefitas como entre
incitó al resto de sus soldados a los lamanitas.
la ira, para que lucharan con 22 Y aconteció que echaron sus
mayor fuerza contra los nefitas. muertos en las aguas de Sidón,
17 Y Moroni estaba irritado por y han sido llevados y han que-
la terquedad de los lamanitas; dado sepultados en las profun-
por tanto, mandó a su gente que didades del mar.
cayera encima de ellos y los ex- 23 Y los ejércitos de los nefitas,
terminara. Y acaeció que em- o sea, de Moroni, se volvieron y
pezaron a matarlos; sı́, y los llegaron a sus hogares y a sus
lamanitas combatieron con sus tierras.
espadas y con su fuerza. 24 Y ası́ *terminó el año deci-
18 Mas he aquı́, su piel desnu- moctavo del gobierno de los
da y sus cabezas descubiertas jueces sobre el pueblo de Nefi. Y
estaban expuestas a las afiladas ası́ concluyeron los anales de Al-
espadas de los nefitas. Sı́, he ma que fueron escritos sobre las
aquı́, fueron acribillados y heri- planchas de Nefi.
dos; sı́, y cayeron con suma ra-
pidez ante las espadas de los
nefitas y empezaron a ser derri- La historia del pueblo de Nefi y
bados, tal como lo habı́a profe- sus guerras y disensiones en los
tizado el soldado de Moroni. dı́as de Helamán, según los
19 Entonces Zerahemna, al ver anales que Helamán escribió en
que todos estaban a punto de sus dı́as.

15a 1 Ne. 4:37; 19a Alma 47:6.


Alma 50:36. 20a Alma 62:16–17. [*73 a.C.]
385 ALMA 45:1–13
Comprende los capı́tulos mandamientos con todo mi co-
45 al 62 inclusive. razón.
8 Entonces le dijo Alma: Bendi-
to eres; y el Señor te hará apros-
CAPÍTULO 45
perar en esta tierra.
9 Mas he aquı́, tengo algo que
Helamán cree las palabras de Alma a
profetizarte; pero lo que yo te
—Alma profetiza la destrucción de profetice, no lo divulgarás; sı́, lo
los nefitas—Bendice y maldice la que yo te profetice no se dará a
tierra—Puede ser que Alma haya conocer sino hasta que la profe-
sido arrebatado por el Espı́ritu, co- cı́a sea cumplida; por tanto, escri-
mo lo fue Moisés—Aumenta la di- be las palabras que voy a decir.
sensión en la Iglesia. 10 Y éstas son las palabras: He
Y HE aquı́, aconteció que el pue- aquı́, según el espı́ritu de revela-
blo de Nefi se regocijó en extre- ción que hay en mı́, yo percibo
mo porque el Señor de nuevo lo que este mismo pueblo, los nefi-
habı́a librado de las manos de tas, degenerará en la aincreduli-
sus enemigos; por tanto, le die- dad dentro de bcuatrocientos
ron gracias al Señor su Dios; sı́, y años a partir de la época en que
a
ayunaron y oraron mucho, y Jesucristo se manifieste a ellos.
adoraron a Dios con un gozo in- 11 Sı́, y entonces verán guerras
mensamente grande. y pestilencias; sı́, hambres y el
2 Y sucedió en el año decimo- derramamiento de sangre, hasta
noveno del gobierno de los jue- que el pueblo de Nefi sea aexter-
ces sobre el pueblo de Nefi, que minado.
Alma fue a su hijo Helamán, y 12 Sı́, y esto porque degenera-
le dijo: ¿Crees las palabras que rán en la incredulidad, y se tor-
te hablé concernientes a estos narán a las obras de tinieblas y
a a
anales que se han llevado? lascivia y toda clase de iniqui-
3 Y Helamán le dijo: Sı́; yo dades; sı́, te digo que porque pe-
creo. carán contra tan grande luz y
4 Y agregó Alma: ¿Crees en Je- conocimiento, sı́, te digo que
sucristo, que ha de venir? desde ese dı́a, no morirá toda la
5 Y él dijo: Sı́, creo todas las cuarta generación antes que
palabras que tú has hablado. venga esta gran iniquidad.
6 Y Alma añadió en seguida: 13 Y cuando llegue ese gran
¿aGuardarás mis mandamientos? dı́a, he aquı́, rápidamente se
7 Y él dijo: Sı́, guardaré tus aproxima la hora en que los que

45 1a gee Ayunar, Alma 48:15–16, 25. Morm. 8:6–7.


ayuno. 9a gee Profecı́a, 11a Jarom 1:10;
2a Alma 37:1–5; 50:38. profetizar. Morm. 8:2–3, 6–7.
6a gee Mandamientos 10a gee Apostası́a; 12a gee Concupiscencia.
de Dios; Obediencia, Incredulidad.
obediente, obedecer. b 1 Ne. 12:10–15;
8a 1 Ne. 4:14; Hel. 13:9; [*73 a.C.]
ALMA 45:14–22 386
hoy son, o sea, la posteridad de hemla como si fuera a la tierra
los que hoy se cuentan entre el de Melek. Y ocurrió que no se
pueblo de Nefi, ano se contarán volvió a saber de él; y de su
más entre el pueblo de Nefi. muerte y de su entierro, nada
14 Mas quienes quedaren, y no sabemos.
fueren destruidos en ese grande 19 He aquı́, esto sı́ sabemos,
y terrible dı́a, serán acontados que fue un hombre justo; y se
entre los lamanitas, y se volve- afirmó en la iglesia que fue arre-
rán como ellos, todos, menos batado por el Espı́ritu, o asepul-
unos pocos que se llamarán los tado por la mano del Señor, ası́
discı́pulos del Señor; y a éstos como lo fue Moisés. Mas he
los lamanitas los perseguirán aquı́, las Escrituras dicen que el
b
hasta que sean exterminados. Y Señor tomó a Moisés para sı́; y
a causa de la iniquidad, esta suponemos que también ha re-
profecı́a será cumplida. cibido a Alma para sı́ en el espı́-
15 Y sucedió que después que ritu; por tanto, es por esta razón
Alma hubo dicho estas cosas a que nada sabemos concerniente
Helamán, lo bendijo, y a sus a su muerte y entierro.
otros hijos también; asimismo 20 Y aconteció, al *principio
bendijo la tierra por el bien de del año decimonoveno del go-
los ajustos. bierno de los jueces sobre el
16 Y declaró: Ası́ dice el Señor pueblo de Nefi, que Helamán
Dios: aMaldita será la tierra, sı́, salió entre el pueblo para decla-
esta tierra, para la destrucción rarle la palabra.
de toda nación, tribu, lengua y 21 Pues he aquı́, a causa de sus
pueblo que obre inicuamente, guerras con los lamanitas, y las
cuando haya llegado al colmo; y muchas pequeñas disensiones y
ası́ como he dicho acontecerá, disturbios que habı́a habido en-
porque ésta es la maldición y la tre los del pueblo, se hizo nece-
b
bendición de Dios sobre la tie- sario que se declarase entre ellos
rra, porque el Señor no puede la apalabra de Dios; sı́, y que se
considerar el pecado con el más estableciera una reglamentación
c
mı́nimo grado de tolerancia. en toda la iglesia.
17 Y cuando Alma hubo dicho 22 Por tanto, Helamán y sus
estas palabras, bendijo a la aigle- hermanos salieron para estable-
sia; sı́, a todos aquellos que per- cer la iglesia de nuevo en toda la
maneciesen firmes en la fe des- tierra, sı́, en toda ciudad por to-
de ese tiempo en adelante. da la tierra que poseı́a el pueblo
18 Y cuando Alma hubo hecho de Nefi. Y acaeció que nombra-
esto, salió de la tierra de Zara- ron sacerdotes y maestros por

13a Hel. 3:16. Alma 37:31; Jesucristo.


14a Moro. 9:24. Éter 2:8–12. 19a gee Seres trasladados.
b Moro. 1:1–3. b DyC 130:21. 21a Alma 31:5.
15a Alma 46:10; 62:40. c DyC 1:31.
16a 2 Ne. 1:7; 17a gee Iglesia de [*73 a.C.]
387 ALMA 45:23–46:9
toda la tierra, en todas las igle- llenos de ira contra sus herma-
sias. nos era un hombre grande y
23 Y sucedió que después que fuerte; y se llamaba Amalickı́ah.
Helamán y sus hermanos hubie- 4 Y Amalickı́ah ambicionaba
ron nombrado sacerdotes y ser rey; y los que estaban irrita-
maestros en las iglesias, surgió dos también querı́an que él fue-
una a disensión entre ellos, y ra su rey; y éstos eran, en su ma-
no quisieron hacer caso de las yorı́a, los jueces amenores del
palabras de Helamán y sus her- paı́s, y codiciaban el poder.
manos; 5 Y los habı́an persuadido las
24 sino que se volvieron orgu- adulaciones de Amalickı́ah, de
llosos, envaneciéndose su cora- que si lo apoyaban y lo instituı́an
zón por motivo de sus enormes como su rey, él los pondrı́a por
a
riquezas; por tanto, se hicieron gobernantes sobre el pueblo.
ricos a sus bpropios ojos, y no 6 Ası́ los arrastró Amalickı́ah a
quisieron hacer caso de las pala- las disensiones, a pesar de las
bras de ellos, para andar recta- predicaciones de Helamán y sus
mente ante Dios. hermanos; sı́, a pesar del suma-
mente atento cuidado con que
velaban por la iglesia, pues eran
CAPÍTULO 46 sumos sacerdotes de la iglesia.
7 Y hubo muchos en la iglesia
Amalickı́ah conspira para hacerse que creyeron en las lisonjeras
rey—Moroni levanta el estandarte palabras de Amalickı́ah; por
de la libertad—Anima al pueblo a tanto, se separaron de la iglesia;
defender su religión—Los creyen- y ası́, los asuntos del pueblo de
tes verdaderos son llamados cristia- Nefi se hallaban sumamente
nos—Se preservará un resto de la inestables y peligrosos, no obs-
posteridad de José—Amalickı́ah y tante su gran avictoria que ha-
los disidentes huyen a la tierra de bı́an logrado sobre los lamani-
Nefi—Los que no sostienen la cau- tas, y sus grandes alegrı́as que
sa de la libertad son ejecutados. habı́an sentido por haberlos li-
brado la mano del Señor.
Y ACONTECIÓ que cuantos no 8 Ası́ vemos cuán rápidamente
quisieron escuchar las palabras se olvidan del Señor su Dios los
de Helamán y sus hermanos hijos de los hombres; sı́, cuán
a
se unieron contra ellos. prestos son para cometer ini-
2 Y he aquı́, estaban irritados quidad y dejarse llevar por el
en extremo, a tal grado que esta- maligno.
ban resueltos a quitarles la vida. 9 Sı́, y también vemos la gran
a
3 Y el jefe de los que estaban maldad que un hombre suma-

23a 3 Ne. 11:28–29. 46 4a Mos. 29:11, 28–29. 9a Mos. 29:17–18.


24a gee Riquezas. 7a Alma 44:19–20.
b gee Orgullo. 8a Hel. 12:2, 4–5. [73 a.C.]
ALMA 46:10–20 388
mente inicuo hace que ocurra pertenecı́an a la iglesia, ası́ eran
entre los hijos de los hombres. llamados por aquellos que no
10 Sı́, vemos que por ser un eran de la iglesia de Dios.
hombre de sutiles artimañas, y 15 Y los que pertenecı́an a la
un hombre de muchas palabras iglesia eran fieles; sı́, todos los
lisonjeras, Amalickı́ah incitó el que eran creyentes verdaderos
corazón de mucha gente a obrar en Cristo gozosamente tomaron
inicuamente; sı́, y a tratar de sobre sı́ el anombre de Cristo, o
destruir la iglesia de Dios, y des- sea, bcristianos, como les decı́an,
truir el fundamento de alibertad por motivo de su creencia en
que Dios les habı́a concedido, o Cristo que habı́a de venir.
sea, la bendición que Dios habı́a 16 Y por tanto, Moroni rogó en
enviado sobre la faz de la tierra esa ocasión que fuese favoreci-
por el bien de los bjustos. da la causa de los cristianos y la
11 Y aconteció que cuando Mo- libertad de la tierra.
roni, que era el comandante en 17 Y sucedió que después que
a
jefe de los ejércitos nefitas, su- hubo derramado su alma a Dios,
po de estas disensiones, se eno- dio a todo el territorio que se ha-
jó con Amalickı́ah. llaba al sur de la tierra de aDeso-
12 Y sucedió que rasgó su túni- lación, sı́, y en una palabra, a to-
ca; y tomó un trozo y escribió da esa tierra, ası́ en el norte co-
en él: aEn memoria de nuestro mo en el sur el nombre: Una tie-
Dios, nuestra religión, y liber- rra escogida y la tierra de liber-
tad, y nuestra paz, nuestras es- tad.
posas y nuestros hijos; y lo colo- 18 Y dijo: Ciertamente Dios no
có en el extremo de un asta. permitirá que nosotros, que so-
13 Y se ajustó su casco y su pe- mos despreciados porque toma-
to y sus escudos, y se ciñó los mos sobre nosotros el nombre
lomos con su armadura; y tomó de Cristo, seamos hollados y
el asta, en cuyo extremo se ha- destruidos sino hasta que lo
llaba su túnica rasgada (y la lla- provoquemos por nuestras pro-
mó el estandarte de la libertad), pias transgresiones.
y se inclinó hasta el suelo y rogó 19 Y cuando Moroni hubo di-
fervorosamente a su Dios, que cho estas palabras, fue entre el
las bendiciones de libertad des- pueblo, haciendo ondear en el
cansaran sobre sus hermanos aire el trozo rasgado de su aro-
mientras permaneciese un gru- pa, para que todos vieran la ins-
po de cristianos para poseer la cripción que habı́a escrito sobre
tierra, la parte rasgada, y clamando en
14 porque todos los creyentes alta voz, diciendo:
verdaderos de Cristo, quienes 20 He aquı́, todos aquellos que

10a 2 Ne. 1:7; 12a Neh. 4:14; 1 Pe. 4:16.


Mos. 29:32. Alma 44:5. 17a Alma 22:30–31.
b 2 Ne. 1:7. 15a Mos. 5:7–9. 19a gee Pendón.
11a Alma 43:16–17. b Hech. 11:26; [73 a.C.]
389 ALMA 46:21–28
quieran preservar este estandar- ca sus hermanos hicieron peda-
te sobre la tierra, vengan con la zos; sı́, y ahora acordémonos de
fuerza del Señor y hagan conve- guardar los mandamientos de
nio de que mantendrán sus de- Dios, o nuestros hermanos ha-
rechos y su religión, para que el rán pedazos nuestras ropas, y
Señor Dios los bendiga. seremos echados en la cárcel, o
21 Y aconteció que cuando vendidos, o muertos.
Moroni hubo proclamado estas 24 Sı́, preservemos nuestra li-
palabras, he aquı́, los del pueblo bertad como un aresto de José.
vinieron corriendo, ceñidos sus Sı́, recordemos las palabras de
lomos con sus armaduras, ras- Jacob, antes de su muerte, pues
gando sus vestidos en señal o he aquı́, vio que parte del resto
como convenio de que no aban- de la túnica de José se habı́a
donarı́an al Señor su Dios; o en conservado y no se habı́a dete-
otras palabras, que si llegaban a riorado. Y dijo: Ası́ como este
quebrantar los mandamientos resto de la ropa de mi hijo se ha
de Dios, o caı́an en transgresión, conservado, ası́ preservará Dios
y se aavergonzaban de tomar so- un bresto de la posteridad de mi
bre ellos el nombre de Cristo, el hijo, y la tomará para sı́, mien-
Señor los destrozarı́a ası́ como tras que el resto de la posteridad
ellos habı́an rasgado sus vesti- de José perecerá, ası́ como el res-
dos. to de su túnica.
22 Y éste fue el convenio que 25 Y he aquı́, esto entristece mi
hicieron, y arrojaron sus vesti- alma; no obstante, se deleita mi
dos a los pies de Moroni, dicien- alma en mi hijo por esa parte de
do: Hacemos convenio con su posteridad que Dios tomará
nuestro Dios de que seremos para sı́.
destruidos, como lo fueron 26 He aquı́, ası́ fue como se ex-
nuestros hermanos en la tierra presó Jacob.
del norte, si llegamos a caer en 27 Y ahora bien, ¿quién puede
transgresión; sı́, él puede arro- saber si el resto de los descen-
jarnos a los pies de nuestros dientes de José, que perecerán
enemigos, ası́ como hemos arro- como su túnica, no son éstos
jado nuestros vestidos a tus que se han separado de noso-
pies, para ser hollados, si cae- tros? Sı́, y aun lo seremos noso-
mos en transgresión. tros mismos si no nos mantene-
23 Y Moroni les dijo: He aquı́, mos firmes en la fe de Cristo.
somos un resto de la posteridad 28 Y aconteció que cuando Mo-
de Jacob; sı́, somos un resto de la roni hubo dicho estas palabras,
a
posteridad de bJosé, cuya ctúni- fue, y también envió a todas las

21a 1 Ne. 8:25–28; Jacob. b 2 Ne. 3:5–24;


Morm. 8:38. c Gén. 37:3, 31–36. Éter 13:6–7.
23a Gén. 49:22–26; 24a Amós 5:15;
1 Ne. 5:14–15. 3 Ne. 5:21–24;
b gee José, hijo de 10:17. [73 a.C.]
ALMA 46:29–38 390
partes del paı́s en donde habı́a puesto; y se dirigió al desierto y
disensiones, y reunió a todos atajó las fuerzas de Amalickı́ah.
los que estaban deseosos de 33 Y sucedió que huyó Amalic-
conservar su libertad, con obje- kı́ah con un pequeño número
to de oponerse a Amalickı́ah de sus hombres, y los demás
y a los que se habı́an separado, fueron entregados en manos de
que se llamaban amalickiahi- Moroni y llevados a la tierra de
tas. Zarahemla.
29 Y ocurrió que cuando Ama- 34 Ahora bien, Moroni, habien-
lickı́ah vio que los del pueblo de do sido anombrado por los jue-
Moroni eran más numerosos ces superiores y la voz del pue-
que los amalickiahitas, y tam- blo, tenı́a, por consiguiente, po-
bién vio que su gente estaba du- der, de acuerdo con su volun-
dando de la justicia de la causa tad, entre los ejércitos de los ne-
que habı́an emprendido, te- fitas, para establecer y ejercer
miendo, por tanto, no lograr su autoridad sobre ellos.
objeto, tomó a los de su pueblo 35 Y aconteció que a todo ama-
que quisieron ir y partió para la lickiahita que se negaba a hacer
tierra de Nefi. convenio de sostener la causa
30 Pero a Moroni no le pareció de la libertad, a fin de preservar
conveniente que los lamanitas un gobierno libre, él hizo que tal
fuesen fortalecidos más; por fuese ejecutado; y muy pocos
consiguiente, pensó atajar a los hubo que rechazaron el conve-
del pueblo de Amalickı́ah, o to- nio de libertad.
marlos y hacerlos volver, y eje- 36 Y sucedió, también, que hi-
cutar a Amalickı́ah; sı́, porque zo que se enarbolara el estan-
sabı́a que éste provocarı́a a los darte de la libertad sobre todas
lamanitas a la ira contra ellos, y las torres que se hallaban en to-
los incitarı́a a que salieran a da la tierra que poseı́an los nefi-
combatirlos; y sabı́a que Amalic- tas; y ası́, Moroni plantó el es-
kı́ah lo harı́a para lograr sus tandarte de la libertad entre los
propósitos. nefitas.
31 Por tanto, Moroni juzgó 37 Y de nuevo empezaron a
prudente tomar sus ejércitos, tener paz en el paı́s, y ası́ pre-
que se habı́an reunido y arma- servaron la paz en la tierra has-
do, y habı́an hecho convenio de ta cerca del *fin del año deci-
conservar la paz. Y acaeció que monoveno del gobierno de los
tomó su ejército y marchó con jueces.
sus tiendas para el desierto a fin 38 Y Helamán y los asumos sa-
de detener el paso de Amalic- cerdotes también mantuvieron
kı́ah en el desierto. el orden en la iglesia; sı́, por el
32 Y aconteció que obró de espacio de cuatro años tuvieron
acuerdo con lo que habı́a dis- mucha paz y gozo en la iglesia.

34a Alma 43:16. 38a Alma 46:6. [*72 a.C.]


391 ALMA 46:39–47:5
39 Y acaeció que hubo muchos los lamanitas expidió una pro-
que murieron, acreyendo firme- clamación por toda su tierra, en-
mente que el Señor Jesucristo tre todo su pueblo, de que se
habı́a redimido sus almas; por lo juntasen otra vez para ir a la lu-
que salieron del mundo con re- cha contra los nefitas.
gocijo. 2 Y ocurrió que después que se
40 Y hubo algunos que murie- hubo circulado la proclamación
ron de fiebres, que en ciertas entre ellos, tuvieron gran temor;
épocas del año eran muy fre- sı́, temı́an disgustar al rey, y
cuentes en el paı́s —pero no también temı́an ir a la lucha
murieron tantos de las fiebres, contra los nefitas, no fuera que
por razón de las excelentes cua- les costara la vida. Y sucedió que
lidades de las muchas aplantas y no quisieron, o sea, la mayor
raı́ces que Dios habı́a preparado parte de ellos no quiso obedecer
para destruir la causa de aque- las órdenes del rey.
llas enfermedades, a las cuales 3 Y luego aconteció que el rey
la gente estaba sujeta por la na- se encolerizó por motivo de su
turaleza del clima—, desobediencia; por tanto, dio a
41 pero hubo muchos que mu- Amalickı́ah el mando de la parte
rieron de vejez; y los que murie- de su ejército que fue obediente
ron en la fe de Cristo son afelices a sus órdenes, y le mandó que
en él, como debemos suponer. fuera y los obligara a tomar las
armas.
4 Y he aquı́, esto era lo que
CAPÍTULO 47 Amalickı́ah deseaba; pues sien-
do un hombre muy hábil para lo
Amalickı́ah se vale de la traición, el malo, ideó en su corazón un
asesinato y la intriga para hacerse plan para destronar al rey de los
rey de los lamanitas—Los disiden- lamanitas.
tes nefitas son más inicuos y feroces 5 Y ahora bien, habı́a logrado
que los lamanitas. el mando de esas partes de los
lamanitas que estaban a favor
VOLVEMOS ahora, en nuestros del rey, y buscó granjearse la
anales, a Amalickı́ah y a los que voluntad de aquellos que no
a
huyeron con él al desierto; eran obedientes; de modo que
pues he aquı́, él habı́a tomado a avanzó al sitio que se llamaba
a
los que lo habı́an seguido, y se Onida, porque allı́ habı́an hui-
fue a la btierra de Nefi entre los do todos los lamanitas; pues ha-
lamanitas, e incitó a los lamani- bı́an descubierto que el ejército
tas a la ira contra el pueblo de se acercaba, y pensando que iba
Nefi, al grado de que el rey de para destruirlos, huyeron, por

39a Moro. 7:3, 41. 47 1a Alma 46:33. 5a Alma 32:4.


40a DyC 89:10. b 2 Ne. 5:5–8;
41a Apoc. 14:13. Omni 1:12–13. [72 a.C.]
ALMA 47:6–17 392
tanto, a Onida, al lugar de las 12 Y aconteció que cuando
armas. vio que no podı́a conseguir que
6 Y habı́an nombrado a un Lehonti bajara de la montaña,
hombre como rey y caudillo so- Amalickı́ah ascendió al monte
bre ellos, habiendo fijado en sus casi hasta el campo de Lehonti;
mentes una firme resolución de y envió por cuarta vez su comu-
que no los obligarı́an a ir contra nicación a Lehonti, pidiéndole
los nefitas. que bajara y que llevara a sus
7 Y sucedió que se habı́an reu- guardias consigo.
nido en la cima de la montaña 13 Y sucedió que cuando Le-
que se llamaba Antipas, en pre- honti hubo descendido con sus
paración para la batalla. guardias hasta donde estaba
8 Mas no era la intención de Amalickı́ah, éste le propuso que
Amalickı́ah entrar en batalla bajara con su ejército durante la
con ellos de acuerdo con las ór- noche, y cercara en sus campa-
denes del rey; sino que, he aquı́, mentos a aquellos sobre quienes
su designio era granjearse la el rey le habı́a dado el mando, y
buena voluntad de los ejércitos que los entregarı́a en manos de
de los lamanitas, a fin de colo- Lehonti, si éste lo nombraba a él
carse a la cabeza de ellos, y des- (Amalickı́ah) jefe segundo de
tronar al rey y apoderarse del todo el ejército.
reino. 14 Y ocurrió que Lehonti bajó
9 Y he aquı́, hizo que su ejérci- con sus hombres y cercaron
to plantara sus tiendas en el va- a los hombres de Amalickı́ah;
lle que se encontraba cerca del de modo que antes de desper-
monte Antipas. tar, al romper el dı́a, estaban
10 Y aconteció que al llegar la rodeados por los ejércitos de
noche envió una embajada se- Lehonti.
creta al monte Antipas, pidien- 15 Y aconteció que cuando se
do al jefe de los que se hallaban vieron cercados, le suplicaron a
sobre el monte, cuyo nombre Amalickı́ah que les permitiera
era Lehonti, que bajara al pie de unirse a sus hermanos para que
la montaña porque deseaba ha- no fuesen destruidos. Y esto era
blar con él. precisamente lo que Amalickı́ah
11 Y sucedió que cuando Le- deseaba.
honti recibió el mensaje, no se 16 Y acaeció que entregó a sus
atrevió a bajar al pie de la mon- hombres, acontrario a las órde-
taña. Y ocurrió que Amalickı́ah nes del rey. Y esto era lo que
le envió una segunda comuni- procuraba Amalickı́ah, para rea-
cación, solicitando que bajara. Y lizar su proyecto de destronar al
acaeció que Lehonti no quiso rey.
bajar; y Amalickı́ah envió por 17 Ahora bien, era costumbre
tercera vez. de los lamanitas, si mataban a su

16a Alma 47:3. [72 a.C.]


393 ALMA 47:18–32
caudillo principal, nombrar al ron, y los siervos de Amalickı́ah
jefe segundo en su lugar. pregonaron, diciendo:
18 Y sucedió que Amalickı́ah 26 He aquı́, los siervos del rey
hizo que uno de sus siervos le han dado una puñalada en el
administrase veneno a Lehon- corazón; y ha caı́do, y ellos han
ti, poco a poco, hasta que mu- huido. He aquı́, venid y ved.
rió. 27 Y sucedió que Amalickı́ah
19 Y cuando murió Lehonti, los dio órdenes de que sus ejércitos
lamanitas nombraron a Amalic- avanzaran para ver qué le habı́a
kı́ah como su jefe y comandante sucedido al rey; y cuando llega-
general. ron al lugar y hallaron al rey
20 Y ocurrió que Amalickı́ah tendido en su sangre, Amalic-
marchó con sus ejércitos (por- kı́ah fingió estar lleno de ira, y
que habı́a logrado sus deseos) dijo: Quienquiera que haya
a la tierra de Nefi, a la ciudad amado al rey salga a perseguir
de Nefi, que era la ciudad a sus siervos para quitarles la
principal. vida.
21 Y el rey salió con sus guar- 28 Y aconteció que al oı́r estas
dias para recibirlo, pues supo- palabras, todos los que amaban
nı́a que Amalickı́ah habı́a obe- al rey avanzaron y salieron tras
decido sus órdenes, y que habı́a los siervos del rey.
reunido a tan grande ejército 29 Y cuando éstos vieron que
para ir a la batalla contra los los perseguı́a un ejército, nue-
nefitas. vamente se llenaron de miedo;
22 Mas he aquı́, al salir el rey a y huyeron al desierto, y llega-
recibirlo, Amalickı́ah hizo que ron a la tierra de Zarahemla,
sus siervos salieran a encontrar y se unieron al apueblo de Am-
al rey. Y fueron y se postraron món.
delante del rey, como para reve- 30 Y el ejército que los perse-
renciarlo a causa de su grande- guı́a se volvió, habiéndolos se-
za. guido en vano; y ası́ Amalickı́ah
23 Y sucedió que el rey exten- se conquistó el corazón del pue-
dió la mano para levantarlos, blo por medio de su fraude.
como se acostumbraba entre los 31 Y sucedió que a la mañana
lamanitas, en señal de paz, cos- siguiente entró en la ciudad de
tumbre que habı́an tomado de Nefi con sus ejércitos y tomó
los nefitas. posesión de la ciudad.
24 Y aconteció que cuando hu- 32 Y aconteció que cuando la
bo levantado del suelo al prime- reina supo que habı́an matado
ro, he aquı́, éste apuñaló al rey al rey —porque Amalickı́ah ha-
en el corazón; y el rey cayó a bı́a enviado una embajada a la
tierra. reina para informarle que el rey
25 Y los siervos del rey huye- habı́a sido asesinado por sus

29a Alma 43:11–12. gee Anti-nefi-lehitas. [72 a.C.]


ALMA 47:33–48:2 394
siervos, y que él los habı́a perse- ción y la misma información
guido con su ejército, pero que que los nefitas, sı́, habiendo sido
fue en vano porque lograron es- instruidos en el mismo bconoci-
caparse—, miento del Señor, no obstante,
33 de manera que cuando la es extraño relatar que no mucho
reina recibió este mensaje, con- después de sus disensiones,
testó a Amalickı́ah, pidiéndole ellos se volvieron más duros e
c
que perdonara a los habitantes impenitentes, y más salvajes,
de la ciudad; y también le mani- inicuos y feroces que los lamani-
festó su deseo de que fuera a tas, empapándose en las tradi-
verla, y también le pidió que lle- ciones de los lamanitas, entre-
vara testigos con él para testifi- gándose a la indolencia y a toda
car concerniente a la muerte del clase de lascivias; sı́, olvidándo-
rey. se enteramente del Señor su
34 Y acaeció que Amalickı́ah Dios.
llevó al mismo siervo que habı́a
asesinado al rey, y a todos los
CAPÍTULO 48
que estuvieron con él; y entra-
ron en donde estaba la reina, al
lugar donde se sentaba; y todos Amalickı́ah incita a los lamanitas
le testificaron que el rey habı́a contra los nefitas—Moroni prepara
sido asesinado por sus propios a su pueblo para defender la causa
siervos; y dijeron también: Han de los cristianos—Moroni se rego-
huido; ¿no testifica esto en con- cija en la libertad e independencia, y
tra de ellos? Y ası́ convencieron es un poderoso hombre de Dios.
a la reina, concerniente a la Y ACONTECIÓ que en cuanto hu-
muerte del rey. bo logrado Amalickı́ah el reino,
35 Y sucedió que Amalickı́ah empezó a incitar el corazón de
procuró el favor de la reina, y la los lamanitas contra el pueblo
tomó por esposa; y ası́, por me- de Nefi; sı́, nombró algunos
dio de su fraude, y con la ayuda hombres para que desde sus to-
de sus astutos siervos, consiguió rres hablaran a los lamanitas en
el reino; sı́, fue reconocido como contra de los nefitas.
rey en toda esa tierra, entre todo 2 Y ası́ incitó sus corazones en
el pueblo lamanita, que se acom- contra de los nefitas, a tal grado
ponı́a de los lamanitas y los le- que para *fines del año decimo-
muelitas y los ismaelitas, y todos noveno del gobierno de los jue-
los disidentes nefitas, desde el ces, habiendo realizado sus de-
reinado de Nefi hasta el tiempo signios hasta este punto, sı́, ha-
presente. biendo sido nombrado rey de
36 Ahora bien, estos adisiden- los lamanitas, también quiso rei-
tes, teniendo la misma instruc- nar sobre toda la tierra, sı́, sobre

35a Jacob 1:13–14. Alma 24:30.


36a gee Apostası́a. c Jer. 8:12.
b Heb. 10:26–27; [*72 a.C.]
395 ALMA 48:3–13
todos los que se hallaban en esa también muros de piedra para
tierra, nefitas ası́ como lamani- cercarlos, en los contornos de
tas. sus ciudades y en las fronteras
3 Habı́a, por tanto, logrado su de sus tierras; sı́, por toda la
propósito, pues habı́a endureci- tierra.
do el corazón de los lamanitas y 9 Y en sus fortificaciones más
cegado sus mentes, y los habı́a débiles colocó el mayor número
incitado a la ira, a tal grado que de hombres; y ası́ fortificó y re-
habı́a reunido una hueste nu- forzó la tierra que poseı́an los
merosa para ir a la batalla en nefitas.
contra de los nefitas. 10 Y de este modo se estuvo
4 Porque estaba resuelto, debi- preparando para adefender su
do al crecido número de los de libertad, sus tierras, sus espo-
su pueblo, a subyugar a los nefi- sas, sus hijos y su paz, a fin de
tas y reducirlos al cautiverio. vivir para el Señor su Dios, y
5 De modo que nombró capita- preservar lo que sus enemigos
nes en ajefe de entre los zorami- llamaban la causa de los cris-
tas, por estar éstos más familiari- tianos.
zados con la fuerza de los nefi- 11 Y era Moroni un hombre
tas, y sus sitios de refugio, y los fuerte y poderoso, un hombre
puntos más vulnerables de sus de un aentendimiento perfecto;
ciudades; por tanto, los puso sı́, un hombre que no se deleita-
por capitanes en jefe sobre sus ba en derramar sangre; un hom-
ejércitos. bre cuya alma se regocijaba en
6 Y sucedió que levantaron su la libertad e independencia de
campo y se dirigieron hacia la su paı́s, y en que sus hermanos
tierra de Zarahemla por el de- se libraran de la servidumbre y
sierto. la esclavitud;
7 Ahora bien, aconteció que 12 sı́, un hombre cuyo corazón
mientras Amalickı́ah ası́ habı́a se henchı́a de agradecimiento a
estado adquiriendo poder por su Dios por los muchos privile-
medio del fraude y del engaño, gios y bendiciones que otorgaba
Moroni, por otra parte, habı́a es- a su pueblo; un hombre que tra-
tado apreparando la mente de bajaba en gran manera por el
a
los del pueblo para que fueran bienestar y la seguridad de su
fieles al Señor su Dios. pueblo.
8 Sı́, él habı́a estado fortalecien- 13 Sı́, y era un hombre firme en
do los ejércitos de los nefitas la fe de Cristo; y habı́a ajurado
y construyendo pequeños fuer- defender a su pueblo, sus dere-
tes o sitios de refugio, levantan- chos, su paı́s y su religión, aun
do parapetos de tierra alrede- cuando tuviera que derramar su
dor de sus ejércitos, y erigiendo sangre.

48 5a Alma 43:6. 11a gee Entender, 13a Alma 46:20–22.


7a Alma 49:8. entendimiento.
10a Alma 46:12–13. 12a gee Bienestar. [72 a.C.]
ALMA 48:14–23 396
14 Ahora bien, se enseñaba a mejante a Ammón, el hijo de
los nefitas a defenderse contra Mosı́ah; sı́, y como los otros hi-
sus enemigos, aun hasta la efu- jos de Mosı́ah; sı́, y también
sión de sangre, si necesario fue- como Alma y sus hijos, porque
se; sı́, y también se les enseñaba todos ellos eran hombres de
a anunca provocar a nadie, sı́, y a Dios.
nunca levantar la espada, salvo 19 Y he aquı́, Helamán y sus
que fuese contra un enemigo, y hermanos no prestaban menor
que fuese para defender sus vi- servicio al pueblo que Moroni;
das. porque predicaban la palabra de
15 Y ésta era su fe, que si lo Dios y bautizaban para arrepen-
hacı́an, Dios los prosperarı́a en timiento a cuantos querı́an oı́r
la tierra, o en otras palabras, si sus palabras.
eran fieles en guardar los man- 20 Y ası́ fue que salieron, y los
damientos de Dios, él los pros- del pueblo se ahumillaron a cau-
perarı́a en la tierra; sı́, los amo- sa de las palabras de ellos, al
nestarı́a a huir o a prepararse grado de que fueron altamente
b
para la guerra, según el peligro favorecidos del Señor, y ası́ se
en que se vieran; vieron libres de guerras y con-
16 y también, que Dios les ma- tenciones entre ellos, sı́, por el
nifestarı́a a dónde debı́an ir para espacio de cuatro años.
defenderse de sus enemigos, y 21 Mas como ya he dicho, a fi-
haciendo esto, el Señor los libra- nes del año decimonoveno, sı́, a
rı́a; y ésta era la fe de Moroni, y pesar de la paz que habı́a entre
su corazón se gloriaba en ello; ellos, se vieron obligados, contra
no en la aefusión de sangre, sino su voluntad, a contender con
en hacer bien, en preservar a su sus hermanos los lamanitas.
pueblo, sı́, en obedecer los man- 22 Sı́, y en resumen, no obstan-
damientos de Dios, sı́, y en resis- te su mucha renuencia, sus gue-
tir la iniquidad. rras con los lamanitas no cesa-
17 Sı́, en verdad, en verdad os ron durante muchos años.
digo que si todos los hombres 23 Y les apesaba tener que to-
hubieran sido, y fueran y pudie- mar las armas en contra de los
ran siempre ser como Moroni, lamanitas, porque no se deleita-
he aquı́, los poderes mismos del ban en la efusión de sangre; sı́, y
infierno se habrı́an sacudido pa- no sólo eso, sino que los afligı́a
ra siempre; sı́, el adiablo jamás ser ellos el medio por el cual
tendrı́a poder sobre el corazón tantos de sus hermanos serı́an
de los hijos de los hombres. enviados de este mundo a un
18 He aquı́, era un hombre se- mundo eterno, sin estar prepa-

14a Alma 43:46–47; 17a 1 Ne. 22:26; 23a DyC 42:45.


3 Ne. 3:20–21; 3 Ne. 6:15.
Morm. 3:10–11; 20a gee Humildad,
DyC 98:16. humilde.
16a Alma 55:19. b 1 Ne. 17:35. [72 a.C.]
397 ALMA 48:24–49:7
rados para presentarse ante su para defenderse de las flechas y
Dios. piedras de los lamanitas, pues
24 Sin embargo, no podı́an per- he aquı́, luchaban con piedras y
mitirse entregar sus vidas para con flechas.
que sus aesposas e hijos fueran 3 He aquı́, dije que la ciudad de
a
masacrados por la bárbara cruel- Ammonı́ah habı́a sido recons-
dad de aquellos que en un tiem- truida. Os digo que sı́, que fue
po fueron sus hermanos; sı́, y se reconstruida en parte; y porque
habı́an bseparado de su iglesia, y los lamanitas la habı́an destrui-
se habı́an ido de entre ellos y sa- do una vez, a causa de la iniqui-
lido para destruirlos, uniéndose dad del pueblo, pensaron que
a los lamanitas. nuevamente les serı́a presa fácil.
25 Sı́, no podı́an soportar que 4 Mas he aquı́, cuán grande fue
sus hermanos se regocijaran en su desengaño; porque los nefi-
la sangre de los nefitas, mientras tas habı́an levantado un parape-
hubiese quien guardara los to de tierra alrededor de ellos,
mandamientos de Dios, pues la tan alto que los lamanitas no po-
promesa del Señor era que si dı́an lanzar contra ellos sus pie-
guardaban sus mandamientos dras y flechas con buen efecto,
prosperarı́an en la tierra. ni tampoco podı́an caer sobre
ellos sino por la entrada.
CAPÍTULO 49 5 Y en esta ocasión los capita-
nes principales de los lamanitas
se asombraron en extremo, a
Los invasores lamanitas no pueden causa del acierto de los nefitas
tomar las ciudades fortificadas de en preparar sus plazas fuertes.
Ammonı́ah y Noé — Amalickı́ah 6 Pues los caudillos de los la-
maldice a Dios y jura beber la san- manitas habı́an pensado, a cau-
gre de Moroni — Helamán y sus sa de su gran número, sı́, habı́an
hermanos continúan fortaleciendo a supuesto que tendrı́an el privi-
la Iglesia. legio de caer sobre ellos como
Y SUCEDIÓ que en el *undécimo antes lo habı́an hecho; sı́, y tam-
mes del año decimonoveno, el bién se habı́an preparado con
dı́a diez del mes, se vio que los escudos y con petos; y también
ejércitos de los lamanitas se se habı́an preparado con vesti-
acercaban hacia la tierra de Am- dos de pieles, sı́, vestidos muy
monı́ah. gruesos para cubrir su desnu-
2 Y he aquı́, la ciudad habı́a si- dez.
do reconstruida, y Moroni habı́a 7 Y habiéndose preparado de
colocado un ejército cerca de los esta manera, pensaron que fácil-
lı́mites de la ciudad, y habı́an le- mente dominarı́an y sujetarı́an
vantado un parapeto de tierra a sus hermanos bajo el yugo del

24a Alma 46:12. 49 3a Alma 16:2–3, 9, 11.


b gee Apostası́a. [*72 a.C.]
ALMA 49:8–18 398
cautiverio, o los matarı́an y los habı́a fortificado, o sea, que ha-
masacrarı́an a su gusto. bı́a construido afortalezas para
8 Pero he aquı́, para su mayor cada ciudad en toda la tierra cir-
asombro, ellos estaban aprepara- cunvecina; por tanto, marcha-
dos para recibirlos de una ma- ron adelante a la tierra de Noé
nera como nunca se habı́a cono- con una firme resolución; sı́, sus
cido entre los hijos de Lehi. Y capitanes principales se adelan-
estaban preparados para com- taron y juraron que destruirı́an
batir a los lamanitas según las a la gente de aquella ciudad.
instrucciones de Moroni. 14 Mas he aquı́, para su asom-
9 Y sucedió que los lamanitas, bro, la ciudad de Noé, que antes
o sea, los amalickiahitas, se habı́a sido un punto débil, aho-
asombraron en sumo grado de ra, debido a Moroni, se habı́a
ver su manera de prepararse pa- hecho fuerte, sı́, y aun excedı́a a
ra la guerra. la fuerza de la ciudad de Ammo-
10 Ahora bien, si el rey Amalic- nı́ah.
k ı́ a h h u b i e r a l l e g a d o d e l a 15 Y he aquı́, en esto Moroni
a
tierra de Nefi a la cabeza de su fue sabio; pues habı́a supuesto
ejército, quizás habrı́a hecho que se espantarı́an ante la ciu-
que los lamanitas atacaran a los dad de Ammonı́ah; y como la
nefitas en la ciudad de Ammo- ciudad de Noé previamente ha-
nı́ah, porque he aquı́, a él no le bı́a sido la parte más débil de la
importaba la sangre de su pue- tierra, consiguientemente mar-
blo. charı́an allı́ para dar batalla;
11 Mas he aquı́, Amalickı́ah no y ası́ sucedió conforme a sus
vino en persona a la batalla. Y deseos.
sus capitanes principales no 16 Y he aquı́, Moroni habı́a
osaron atacar a los nefitas en la nombrado a Lehi para ser el ca-
ciudad de Ammonı́ah, pues Mo- pitán en jefe de los hombres de
roni habı́a alterado el manejo de esa ciudad; y era el amismo Lehi
los asuntos entre los nefitas, al que luchó con los lamanitas en
grado de que los lamanitas se el valle al este del rı́o Sidón.
vieron frustrados a causa de sus 1 7 Y h e a q u ı́ , s u c e d i ó q u e
lugares de refugio y no pudie- cuando los lamanitas descubrie-
ron asaltarlos. ron que Lehi tenı́a el mando de
12 Por tanto, se retiraron al de- la ciudad, se vieron otra vez
sierto, y levantaron su campo y contrariados, pues temı́an a Le-
marcharon hacia la tierra de hi en sumo grado; sin embargo,
Noé, pensando que serı́a el se- sus capitanes en jefe habı́an ju-
gundo sitio más favorable para rado atacar la ciudad; por tanto,
atacar a los nefitas. hicieron avanzar a sus ejércitos.
13 Pues no sabı́an que Moroni 18 Pero he aquı́, los lamanitas

8a Alma 48:7–10. Alma 47:1.


10a 2 Ne. 5:8; 13a Alma 48:8.
Omni 1:12; 16a Alma 43:35. [72 a.C.]
399 ALMA 49:19–27
no podı́an entrar en sus plazas terraplenes, los llenaron en par-
fuertes sino por la entrada, a te con sus cuerpos muertos y
causa de la altura del parapeto heridos.
que se habı́a erigido, y la pro- 23 Y ası́ los nefitas domina-
fundidad del foso que se habı́a ron en todo a sus enemigos; y
cavado alrededor, excepto a la ası́ intentaron los lamanitas
entrada. destruir a los nefitas hasta que
19 Y ası́ los nefitas estaban pre- fueron muertos todos sus capi-
parados para destruir a todos tanes en jefe; sı́, y murieron
los que intentaran ascender por más de mil lamanitas, mientras
cualquier otro lado para pene- qu e , p or ot r a pa rte, n o f ue
trar en el fuerte, lanzándoles muerta ni una sola alma de los
piedras y flechas. nefitas.
20 Y ası́ se hallaban prepara- 24 Hubo unos cincuenta que
dos, sı́, un grupo de sus hom- fueron heridos, los cuales ha-
bres más fuertes, con sus espa- bı́an estado expuestos a las fle-
das y sus hondas, para derribar chas de los lamanitas en la en-
a cuantos intentaran penetrar trada, pero los protegieron sus
en su plaza fuerte por la entra- escudos, y sus petos, y sus cas-
da; y ası́ estaban preparados cos, de modo que sólo recibie-
para defenderse contra los la- ron heridas en las piernas, muy
manitas. graves muchas de ellas.
21 Y sucedió que los capitanes 25 Y aconteció que cuando los
de los lamanitas llevaron a sus lamanitas vieron que todos sus
ejércitos frente al lugar de la en- capitanes en jefe habı́an sido
trada, y empezaron a contender muertos, huyeron al desierto. Y
con los nefitas, con objeto de pe- sucedió que volvieron a la tierra
netrar en su plaza fuerte; pero de Nefi para informar a su rey
he aquı́, fueron rechazados va- Amalickı́ah, que era nefita de
rias veces, de tal manera que nacimiento, concerniente a sus
fueron heridos con una inmen- grandes pérdidas.
sa mortandad. 26 Y ocurrió que se enfureció
22 Y cuando vieron que no po- en extremo con su pueblo, por-
dı́an dominar a los nefitas por la que no habı́a realizado su deseo
entrada, empezaron a socavar en cuanto a los nefitas; no los
sus terraplenes, a fin de hacer habı́a sujetado al yugo del cauti-
un pasaje para llegar a los ejérci- verio.
tos de ellos, para combatir con 27 Sı́, se enfureció en extremo;
igualdad; pero he aquı́ que en y amaldijo a Dios, y también a
esta tentativa fueron arrasados Moroni, haciendo bjuramento
por las piedras y las flechas que de que beberı́a su sangre; y esto
les lanzaron; y en lugar de lle- porque Moroni habı́a guardado
nar sus fosos, derrumbando los los mandamientos de Dios, ha-

27a gee Blasfemar, b Hech. 23:12.


blasfemia. [72 a.C.]
ALMA 49:28–50:9 400
ciendo los preparativos para sal- que sus ejércitos empezaran a
vaguardar a su pueblo. levantar montones de tierra
28 Y sucedió, por otra parte, alrededor de todas las ciudades,
que el pueblo de Nefi dio agra- por toda la tierra que poseı́an
cias al Señor su Dios por su in- los nefitas.
comparable poder en librarlos 2 Y sobre estos montones de
de las manos de sus enemigos. tierra hizo colocar vigas, sı́,
29 Y ası́ concluyó el año deci- obras de maderos erigidas a la
monoveno del gobierno de los altura de un hombre, alrededor
jueces sobre el pueblo de Nefi. de las ciudades.
30 Sı́, y hubo paz continua en- 3 E hizo que sobre estas obras
tre ellos, y sumamente grande de maderos se construyeran es-
prosperidad en la iglesia a causa tacadas por todos lados; y eran
de su atención y diligencia que altas y fuertes.
daban a la palabra de Dios, la 4 E hizo que se erigieran torres
cual les era declarada por Hela- más altas que estas estacadas, e
mán, Shiblón, Coriantón, y Am- hizo construir resguardos en es-
món y sus hermanos, sı́, y por tas torres, para que las piedras y
todos los que habı́an sido orde- las flechas de los lamanitas no
nados según el asanto orden de los hirieran.
Dios, habiendo sido bautizados 5 Y las dispusieron para lanzar
para arrepentimiento y envia- piedras desde su cumbre, según
dos a predicar entre el pueblo. su voluntad y fuerza, y matar a
quien intentara aproximarse a
las murallas de la ciudad.
CAPÍTULO 50 6 Ası́ fue como Moroni preparó
fortificaciones alrededor de to-
Moroni fortifica las tierras de los das las ciudades en toda esa tie-
nefitas—Construyen muchas ciu- rra, contra la llegada de sus ene-
dades nuevas—Los nefitas padecie- migos.
ron guerras y destrucciones en los 7 Y aconteció que Moroni hizo
dı́as de sus iniquidades y abomina- que avanzaran sus ejércitos al
ciones—Teáncum derrota a Mo- desierto del este; sı́, y fueron y
riantón y a sus disidentes—Muere arrojaron a todos los lamanitas
Nefı́ah y su hijo Pahorán ocupa el que estaban en el desierto del
asiento judicial. este hasta sus propias tierras, las
cuales se hallaban al sur de la
Y ACONTECIÓ que Moroni no ce- tierra de Zarahemla;
só de hacer preparativos para la 8 y la tierra de Nefi se extendı́a
guerra ni para defender a su en lı́nea recta del mar del este al
pueblo de los lamanitas, porque del oeste.
al *principio del año veinte del 9 Y sucedió que cuando Moro-
gobierno de los jueces, él hizo ni hubo echado a todos los la-

28a gee Acción de agradecimiento.


gracias, 30a Alma 43:2. [*72 a.C.]
401 ALMA 50:10–21
manitas del desierto del este, sur, cerca de la lı́nea de las pose-
que se hallaba al norte de las tie- siones de los lamanitas.
rras de sus propias posesiones, 14 E iniciaron también la fun-
hizo que los habitantes que esta- dación de una ciudad entre la
ban en la tierra de Zarahemla y de Moroni y la de Aarón, unien-
en el territorio circunvecino se do las fronteras de Aarón y Mo-
fuesen al desierto del este, hasta roni; y a la ciudad o tierra, ellos
las fronteras cercanas al mar, y dieron el nombre de Nefı́ah.
tomaran posesión del paı́s. 15 Y en ese mismo año también
10 Y también colocó ejércitos al empezaron a construir muchas
sur, en las fronteras de sus pose- ciudades en el norte, una de un
siones, e hizo que levantaran modo particular, a la que dieron
a
fortificaciones para proteger a el nombre de Lehi, la cual se ha-
sus ejércitos y a su pueblo de las llaba en el norte junto a la orilla
manos de sus enemigos. del mar.
11 Y ası́ aisló todas las fortifica- 16 Y ası́ concluyó el año veinte.
ciones de los lamanitas en el de- 17 Y en estas prósperas circuns-
sierto del este; sı́, y también en tancias se encontraba el pueblo
el oeste, fortificando la lı́nea di- de Nefi a *principios del año
visoria entre los nefitas y lama- veintiuno del gobierno de los
nitas, entre la tierra de Zara- jueces sobre el pueblo de Nefi.
hemla y la tierra de Nefi, desde 18 Y prosperaron muchı́simo, y
el mar del oeste, pasando por se hicieron muy ricos; sı́, y se
los manantiales del rı́o Sidón; y multiplicaron y se hicieron fuer-
los nefitas poseı́an toda la tierra tes en la tierra.
hacia el norte; sı́, toda la tierra 19 Y ası́ vemos cuán misericor-
que se hallaba al norte de la tie- diosos y justos son todos los ac-
rra de Abundancia, según la vo- tos del Señor para el cumpli-
luntad de ellos. miento de todas sus palabras a
12 Y ası́ Moroni, con sus ejérci- los hijos de los hombres; sı́, po-
tos, que aumentaban de dı́a en demos ver que aun en esta oca-
dı́a a causa de la seguridad de la sión se confirman sus palabras
protección que sus obras les oca- que él habló a Lehi, diciendo:
sionaban, trató de hacer cesar la 20 Benditos sois tú y tus hijos;
fuerza y el poder de los lamani- y ellos serán bendecidos, y al
tas sobre las tierras de sus pose- grado que guarden mis manda-
siones, para que no tuvieran mientos, ellos prosperarán en la
ninguna potestad sobre ellas. tierra. Mas recuerda que si no
13 Y aconteció que los nefitas guardan mis mandamientos, se-
iniciaron la fundación de una rán aseparados de la presencia
ciudad, y dieron a la ciudad el del Señor.
nombre de Moroni; y se hallaba 21 Y vemos que estas promesas
cerca del mar del este, y hacia el se han verificado en el pueblo

50 10a Alma 49:18–22. 20a DyC 1:14. [*71 a.C.]


ALMA 50:22–32 402
de Nefi; porque han sido sus ri- entre ellos, al grado de que los
ñas y sus contenciones, sı́, sus de Moriantón tomaron las ar-
asesinatos y sus robos, su idola- mas contra sus hermanos, y es-
trı́a, sus fornicaciones y sus abo- taban resueltos a matarlos con la
minaciones que habı́a entre espada.
ellos, lo que les trajo sus guerras 27 Mas he aquı́, los que poseı́an
y sus destrucciones. la tierra de Lehi huyeron al
22 Y aquellos que fueron fieles campamento de Moroni y le pi-
en guardar los mandamientos dieron ayuda, pues he aquı́, en
del Señor fueron librados en to- ellos no estaba el mal.
da ocasión, mientras que milla- 28 Y sucedió que cuando los
res de sus hermanos inicuos han del pueblo de Moriantón, que
sido condenados al cautiverio, o eran guiados por un hombre lla-
a perecer por la espada, o a de- mado Moriantón, se enteraron
generar en la incredulidad y de que el pueblo de Lehi habı́a
mezclarse con los lamanitas. huido al campamento de Moro-
23 Pero he aquı́, jamás hubo ni, temieron en extremo, no fue-
época más a dichosa entre el se que el ejército de Moroni die-
pueblo de Nefi, desde el tiempo ra sobre ellos y los destruyera.
de Nefi, que en los dı́as de Mo- 29 Por tanto, Moriantón incul-
roni, sı́, en esta época, en el año có en sus corazones que debı́an
veintiuno del gobierno de los huir a la tierra que quedaba al
jueces. norte, la cual se hallaba cubierta
24 Y aconteció que el año vein- de grandes extensiones de agua,
tidós del gobierno de los jueces y tomar posesión de la tierra ha-
terminó también en paz; sı́, y cia el norte.
también el año veintitrés. 30 Y he aquı́, habrı́an realizado
25 Y sucedió que al *principiar este plan (cosa que habrı́a sido
el año veinticuatro del gobierno motivo de lamentar), mas he
de los jueces, también hubiera aquı́, Moriantón, siendo muy
habido paz entre el pueblo de iracundo, se enojó con una de
Nefi, de no haber sido por una sus siervas, a la cual acometió y
a
contención que surgió entre golpeó mucho.
ellos concerniente a la tierra de 31 Y aconteció que ella huyó y
Lehi y la tierra de Moriantón, llegó al campamento de Moroni,
que colindaba con la de Lehi; y y le comunicó todo lo concer-
ambas se hallaban junto a la ori- niente al asunto, y también las
lla del mar. intenciones de ellos de huir a la
26 Porque he aquı́, el pueblo tierra hacia el norte.
que poseı́a la tierra de Morian- 32 Y he aquı́, el pueblo que se
tón reclamaba parte de la tierra hallaba en la tierra de Abundan-
de Lehi; por lo que empezó a cia, o mejor dicho, Moroni, te-
haber una acalorada contención mı́a que éstos escucharan las pa-

23a Mos. 2:41. contienda.


25a gee Contención, [*68 a.C.]
403 ALMA 50:33–40
labras de Moriantón y se unie- y se efectuó una unión entre
ran a la gente de él, y ası́ toma- ellos y los del pueblo de Lehi; y
ran posesión de aquellas partes también ellos fueron restableci-
de la tierra, cosa que hubiera dos en sus tierras.
originado graves consecuencias 37 Y aconteció que en el mismo
entre el pueblo de Nefi, sı́, con- año en que volvió a establecerse
secuencias que hubieran ocasio- la paz entre el pueblo de Nefi,
nado la pérdida de su alibertad. murió Nefı́ah, el segundo juez
33 Por tanto, Moroni envió un superior, habiendo ocupado el
ejército con sus pertrechos, para asiento judicial con perfecta rec-
atajar al pueblo de Moriantón a titud delante de Dios.
fin de contener su fuga hacia la 38 Sin embargo, se habı́a nega-
tierra del norte. do a recibir de Alma esos anales
34 Y aconteció que no los al- y esas cosas que Alma y sus pa-
canzaron sino hasta que hubie- dres estimaban como sumamen-
ron llegado a las fronteras de la te sagrados; por tanto, Alma los
tierra de aDesolación; y allı́ los habı́a entregado a su hijo Hela-
atajaron, cerca del estrecho paso mán.
que conducı́a, por el lado del 39 He aquı́, sucedió que nom-
mar, a la tierra del norte, sı́, por braron al hijo de Nefı́ah para
el mar, al oeste y al este. ocupar el asiento judicial en el
35 Y sucedió que el ejército que lugar de su padre; sı́, fue nom-
fue enviado por Moroni, al brado juez superior y goberna-
mando de un hombre llamado dor del pueblo, con un juramen-
Teáncum, se encontró con el to y la ordenanza sagrada de
pueblo de Moriantón; y tan obs- juzgar con rectitud, y de preser-
tinado se mostró el pueblo de var la paz y la libertad del pue-
Moriantón (incitado por su ini- blo, y concederle sus sagrados
quidad y sus palabras lisonje- privilegios de adorar al Señor su
ras), que empezó una batalla en- Dios, sı́, de sostener y mantener
tre ellos, en la cual Teáncum la causa de Dios toda su vida, y
mató a Moriantón, y derrotó a juzgar a los malvados según sus
los de su ejército, y los tomó pri- delitos.
sioneros y regresó al campa- 40 Y he aquı́, se llamaba Paho-
mento de Moroni. Y ası́ conclu- rán. Y Pahorán ocupó el asiento
yó el año veinticuatro del go- de su padre, y empezó a gober-
bierno de los jueces sobre el nar al pueblo de Nefi a la con-
pueblo de Nefi. clusión del año veinticuatro.
36 Y ası́ fue llevado de regreso
el pueblo de Moriantón. Y ha- CAPÍTULO 51
biendo ellos hecho convenio de
guardar la paz, fueron restable- Los realistas procuran modificar la
cidos en la tierra de Moriantón, ley y establecer un rey—Pahorán y

32a gee Libertad. 34a Alma 46:17. [Aproximadamente 67 a.C.]


ALMA 51:1–9 404
los hombres libres reciben el apoyo 5 Y sucedió que aquellos que
de la voz del pueblo—Moroni obli- querı́an que Pahorán fuese des-
ga a los realistas a defender su paı́s tituido del asiento judicial fue-
o padecer la muerte—Amalickı́ah y ron llamados realistas, porque
los lamanitas se apoderan de mu- deseaban que se modificara la
chas ciudades fortificadas—Teán- ley de tal manera que se derri-
cum rechaza la invasión lamanita y bara el gobierno libre y se esta-
mata a Amalickı́ah en su tienda. bleciera un rey sobre el paı́s.
6 Y los que deseaban que Paho-
Y ACONTECIÓ que a *principios rán continuase como juez supe-
del año veinticinco del gobierno rior de la tierra tomaron sobre sı́
de los jueces sobre el pueblo de el nombre de hombres libres; y
Nefi, habiendo ellos establecido ası́ hubo esta división entre
la paz entre el pueblo de Lehi y ellos, porque los hombres libres
el pueblo de Moriantón, en lo habı́an jurado o hecho convenio
concerniente a sus tierras, y ha- de mantener sus derechos y los
biendo comenzado el año vein- privilegios de su religión me-
ticinco en paz, diante un gobierno libre.
2 aunque no conservaron por 7 Y sucedió que la voz del pue-
mucho tiempo una paz comple- blo decidió este asunto de su
ta en la tierra, porque empezó contención. Y aconteció que la
a surgir entre el pueblo una voz del pueblo se declaró a fa-
disensión concerniente a Paho- vor de los hombres libres, y Pa-
rán, el juez superior; porque he horán retuvo el asiento judicial,
aquı́, parte del pueblo deseaba lo cual causó mucho regocijo
que se modificaran algunos entre los hermanos de Pahorán,
puntos particulares de la ley. ası́ como entre muchos de los
3 Pero he aquı́, Pahorán no amigos de la libertad, los cuales
quiso modificar ni permitir que también hicieron callar a los rea-
se modificara la ley; de modo listas, de modo que no se atre-
que no atendió a los que habı́an vieron a oponerse, sino que se
expresado su parecer en un me- vieron obligados a mantener la
morial con respecto a la modifi- causa de la libertad.
cación de la ley. 8 Ahora bien, los que estaban a
4 Por tanto, aquellos que esta- favor de los reyes eran personas
ban deseosos de que se modifi- de ailustre linaje que deseaban
cara la ley se enojaron con él, y ser reyes; y los apoyaban aque-
no quisieron que continuase llos que ambicionaban poder y
como juez superior de la tierra; autoridad sobre el pueblo.
de modo que se provocó una 9 Pero he aquı́, fue ésta una
disputa acalorada sobre el época muy crı́tica para que hu-
asunto; pero no llegó a la efu- biera tales disensiones entre el
sión de sangre. pueblo de Nefi; pues he aquı́,

51 8a gee Orgullo. [*67 a.C.]


405 ALMA 51:10–18
Amalickı́ah de nuevo habı́a in- ron tomar las armas para defen-
citado el corazón del pueblo der su paı́s.
lamanita contra el pueblo de 14 Y sucedió que cuando Mo-
los nefitas, y estaba reuniendo roni vio esto, y también vio que
soldados de todas partes de los lamanitas estaban llegando a
su tierra, y armándolos, y pre- las fronteras de la tierra, se eno-
parándose para la guerra con jó en extremo a causa de la obs-
toda diligencia; porque habı́a tinación de aquellos a quienes él
a
jurado beber la sangre de tan diligentemente habı́a procu-
Moroni. rado preservar; sı́, se enojó en
10 Mas he aquı́, ya veremos extremo; se le llenó el alma de
que la promesa que él hizo re- ira en contra de ellos.
sultó desatinada; no obstante, se 15 Y aconteció que envió un
preparó a sı́ mismo y a sus ejér- memorial, con la voz del pueblo,
citos para ir a la batalla contra al gobernador del paı́s, pidién-
los nefitas. dole que lo leyera, y le diera a él
11 Mas sus ejércitos no eran (Moroni) la facultad o para obli-
tan numerosos como antes lo gar a aquellos disidentes a de-
habı́an sido, a causa de los mu- fender su paı́s o para quitarles la
chos miles que habı́an perecido vida.
por mano de los nefitas; mas no 16 Porque su primera conside-
obstante sus grandes pérdidas, ración era hacer cesar aquellas
Amalickı́ah habı́a reunido a un contiendas y disensiones entre
ejército admirablemente gran- el pueblo; pues he aquı́, esto ha-
de, por lo que no tuvo miedo de bı́a sido previamente una causa
ir a la tierra de Zarahemla. de toda su destrucción. Y suce-
12 Sı́, aun Amalickı́ah mismo dió que fue concedido de acuer-
llegó al frente de los lamanitas. do con la voz del pueblo.
Y fue en el año veinticinco del 17 Y aconteció que Moroni dio
gobierno de los jueces; y esto órdenes de que su ejército mar-
fue al mismo tiempo en que em- chara contra aquellos realistas
pezaban a allanar sus contencio- para abatir su orgullo y su gran-
nes concernientes a Pahorán, el deza, y humillarlos hasta el pol-
juez superior. vo, o hacerles tomar las armas y
13 Y aconteció que cuando los apoyar la causa de la libertad.
hombres que eran llamados rea- 18 Y ocurrió que los ejércitos
listas supieron que los lamanitas marcharon en contra de ellos; y
venı́an a la batalla contra ellos, abatieron su orgullo y su gran-
se alegraron en su corazón; y se deza, al grado de que al levantar
negaron a tomar las armas; por- sus armas de guerra para pelear
que tan irritados estaban con el contra los hombres de Moroni,
juez superior, y también con los fueron talados y derribados a
a
hombres libres, que no quisie- tierra.

9a Alma 49:26–27. 13a Alma 46:10–16. [Aproximadamente 67 a.C.]


ALMA 51:19–28 406
19 Y sucedió que hubo cuatro que Amalickı́ah se apoderó de la
mil de esos adisidentes que fue- ciudad, sı́, se posesionó de todas
ron talados por la espada; y sus sus fortificaciones.
jefes que no murieron en la ba- 24 Y los que huyeron de la ciu-
talla fueron tomados y encarce- dad de Moroni llegaron a la ciu-
lados, porque no hubo tiempo dad de Nefı́ah; y también los
para juzgarlos en esa ocasión. habitantes de la ciudad de Lehi
20 Y el resto de aquellos disi- se reunieron y se prepararon, y
dentes, más bien que caer a tie- quedaron listos para hacer fren-
rra por la espada, se rindieron al te a los lamanitas en la batalla.
a
estandarte de la libertad, y se 25 Pero aconteció que Amalic-
les obligó a izar el estandarte so- kı́ah no permitió que los lamani-
bre sus torres, y en sus ciudades, tas marcharan contra la ciudad
y a tomar las armas en defensa de Nefı́ah para combatir, sino
de su paı́s. que los detuvo junto a las costas
21 Y ası́ acabó Moroni con del mar, dejando hombres en
aquellos realistas, de modo que cada ciudad para mantenerla y
no hubo nadie que fuese conoci- defenderla.
do por el apelativo de realista; y 26 Y ası́ avanzó, apoderándose
ası́ dio fin a la obstinación y or- de muchas ciudades: la ciudad
gullo de aquellos que decı́an te- de Nefı́ah, y la ciudad de Lehi, y
ner sangre noble; y fueron obli- la ciudad de Moriantón, y la ciu-
gados a humillarse igual que sus dad de Omner, y la ciudad de
hermanos y a luchar valiente- Gid, y la ciudad de Mulek, todas
mente por su libertad del cauti- las cuales se hallaban situadas
verio. en las fronteras del este, junto al
22 Pero he aquı́, ocurrió que mar.
mientras aMoroni estaba resol- 27 Y ası́, por la astucia de Ama-
viendo las guerras y contiendas lickı́ah, los lamanitas con sus in-
entre los de su propio pueblo, e numerables huestes se habı́an
imponiéndoles la paz y la civili- apoderado de muchas ciudades,
zación, y haciendo arreglos para todas las cuales estaban fortifi-
prepararse para la guerra contra cadas sólidamente de acuerdo
los lamanitas, he aquı́, éstos con las afortificaciones de Moro-
habı́an entrado en la tierra de ni; y todas las cuales proporcio-
Moroni, que estaba situada jun- naban plazas fuertes para los la-
to al mar. manitas.
23 Y sucedió que los nefitas no 28 Y sucedió que avanzaron
tenı́an suficientes fuerzas en la hasta las fronteras de la tierra de
ciudad de Moroni; por tanto, Abundancia, arrojando a los ne-
Amalickı́ah los desalojó, matan- fitas delante de ellos y matando
do a muchos de ellos; y sucedió a muchos.

19a Alma 60:16. 22a gee Moroni, capitán. [Aproximadamente


20a Alma 46:12–13. 27a Alma 48:8–9. 67 a.C.]
407 ALMA 51:29–52:2
29 Pero ocurrió que les salió al tienda del rey, y le hincó una
encuentro Teáncum, el mismo jabalina en el corazón; y causó
que habı́a amatado a Moriantón instantáneamente la muerte del
y atajado a su pueblo en su fu- rey, de modo que no despertó a
ga. sus siervos.
30 Y sucedió que igualmente 35 Y volvió a escondidas a su
detuvo a Amalickı́ah, mientras propio campamento; y he aquı́,
éste marchaba con su numeroso sus hombres estaban durmien-
ejército para posesionarse de la do; y los despertó y les dijo todo
tierra de Abundancia, como lo que habı́a hecho.
también de la tierra hacia el nor- 36 Y mandó que su ejército se
te. aprestara, no fuese que los la-
31 Mas he aquı́ que se contra- manitas hubieran despertado y
rió al ser rechazado por Teán- vinieran contra ellos.
cum y sus hombres, porque 37 Y ası́ concluye el año veinti-
eran grandes guerreros; pues cinco del gobierno de los jueces
cada uno de los hombres de sobre el pueblo de Nefi; y ası́
Teáncum sobrepujaba a los la- terminan los dı́as de Amalic-
manitas en su fuerza y en su kı́ah.
destreza guerrera, al grado de
que lograron aventajar a los la-
CAPÍTULO 52
manitas.
32 Y sucedió que los acosaron,
a tal grado que los mataron aun Ammorón sucede a Amalickı́ah co-
hasta que obscureció. Y aconte- mo rey de los lamanitas—Moroni,
ció que Teáncum y sus hombres Teáncum y Lehi dirigen a los nefi-
plantaron sus tiendas en las tas en una guerra victoriosa contra
fronteras de la tierra de Abun- los lamanitas—Se vuelve a tomar
dancia; y Amalickı́ah plantó sus la ciudad de Mulek, y Jacob el zora-
tiendas sobre las playas, en los mita cae muerto.
linderos a orillas del mar; y ası́ Y SUCEDIÓ que en el año *veinti-
fueron rechazados. séis del gobierno de los jueces
33 Y sucedió que cuando hubo sobre el pueblo de Nefi, he aquı́,
anochecido, Teáncum y su sier- cuando despertaron los lamani-
vo salieron furtivamente de no- tas en la primera mañana del
che, y entraron en el campa- primer mes, he aquı́, descubrie-
mento de Amalickı́ah; y he aquı́, ron que Amalickı́ah yacı́a muer-
el sueño habı́a vencido a los la- to en su propia tienda; y vieron
manitas por motivo de su mu- también que Teáncum estaba
cha fatiga, causada por los tra- listo para combatirlos ese dı́a.
bajos y el calor del dı́a. 2 Y cuando los lamanitas
34 Y sucedió que Teáncum se vieron esto, tuvieron miedo; y
introdujo secretamente en la abandonaron su propósito de

29a Alma 50:35. [*66 a.C.]


ALMA 52:3–12 408
marchar a la tierra del norte, y 8 Y Moroni también le envió
retrocedieron con todo su ejér- órdenes de retener a todos los
cito a la ciudad de Mulek, y bus- prisioneros que cayeran en sus
caron protección en sus fortifi- manos; porque como los lama-
caciones. nitas habı́an tomado a muchos
3 Y sucedió que el hermano de prisioneros, él debı́a retener a
Amalickı́ah fue nombrado rey todos los prisioneros lamanitas
del pueblo; y se llamaba Ammo- como rescate de aquellos que los
rón; de modo que se nombró al lamanitas habı́an capturado.
rey Ammorón, hermano del rey 9 Y también le envió órdenes
Amalickı́ah, para reinar en su de que fortificara la tierra de
lugar. Abundancia y asegurara el aes-
4 Y acaeció que dio órdenes de trecho paso que conducı́a a la
que su pueblo conservara aque- tierra del norte, no fuese que los
llas ciudades que ellos habı́an lamanitas tomasen ese punto y
tomado por la efusión de san- tuvieran el poder para acosarlos
gre; porque no habı́an tomado por todos lados.
ninguna ciudad sin que hubie- 10 Y Moroni también le hizo
ran perdido mucha sangre. saber sus deseos de que fuera
5 Y ahora bien, Teáncum vio fiel en conservar esa parte de la
que los lamanitas estaban re- tierra, y que aprovechara toda
sueltos a conservar esas ciuda- oportunidad para acometer a
des que habı́an tomado, ası́ co- los lamanitas en aquella parte,
mo aquellas partes de la tierra hasta donde pudiera, por si tal
de las que se habı́an apoderado; vez lograba volver a tomar, por
y viendo también la enormidad estratagema o de alguna otra
de su número, no le pareció manera, las ciudades que les ha-
conveniente a Teáncum inten- bı́an arrebatado de sus manos; y
tar atacarlos en sus fuertes, que también fortificara y refor-
6 sino que detuvo a sus hom- zara las ciudades circunvecinas
bres en los alrededores, como si que no habı́an caı́do en manos
estuviera preparándose para la de los lamanitas.
guerra; sı́, y verdaderamente se 11 Y también le dijo: Me unirı́a
estaba preparando para defen- a vosotros, mas he aquı́, los la-
derse contra ellos, alevantando manitas están sobre nosotros en
muros alrededor y disponiendo las fronteras de la tierra por el
sitios de refugio. mar del oeste; y he aquı́, marcho
7 Y aconteció que ası́ continuó contra ellos; por lo tanto, no
preparándose para la guerra, puedo ir a vosotros.
hasta que Moroni le hubo envia- 12 Y el rey (Ammorón) habı́a
do un gran número de hombres salido de la tierra de Zarahemla,
para reforzar su ejército. y habı́a informado a la reina

52 6a Alma 50:1–6; 9a Alma 22:32; [Aproximadamente


53:3–5. Morm. 2:29. 66 a.C.]
409 ALMA 52:13–21
concerniente a la muerte de su la ciudad de Mulek y avanzar
hermano; y habı́a reunido un con su ejército contra los lama-
gran número de hombres, y ha- nitas; pero vio que era imposible
bı́a marchado contra los nefitas vencerlos mientras estuviesen
en las fronteras junto al mar del dentro de sus fortificaciones;
oeste. por tanto, abandonó su propósi-
13 Y de este modo estaba tra- to y se volvió a la ciudad de
tando de hostigar a los nefitas y Abundancia para esperar la lle-
llevarse tras de sı́ a una parte de gada de Moroni, a fin de refor-
las fuerzas nefitas a aquella par- zar su ejército.
te de la tierra, y al mismo tiem- 18 Y aconteció que Moroni lle-
po habı́a mandado a aquellos gó con su ejército a la tierra de
que habı́a dejado para ocupar Abundancia, a fines del año
las ciudades que habı́a tomado, veintisiete del gobierno de los
que también ellos acosaran a los jueces sobre el pueblo de Nefi.
nefitas en las fronteras cerca del 19 Y a †principios del año vein-
mar del este, y tomaran pose- tiocho, Moroni, Teáncum y mu-
sión de sus tierras hasta donde chos de los capitanes en jefe tu-
les fuera posible, según la fuerza vieron un consejo de guerra pa-
de sus ejércitos. ra decidir qué debı́an hacer para
14 Y en esas peligrosas circuns- que los lamanitas salieran a la
tancias se encontraban los nefi- batalla contra ellos, o de algún
tas a la conclusión del año vein- modo atraerlos para sacarlos de
tiséis del gobierno de los jueces sus fuertes, a fin de vencerlos y
sobre el pueblo de Nefi. tomar otra vez la ciudad de Mu-
15 Pero he aquı́, aconteció que lek.
en el año *veintisiete del gobier- 20 Y sucedió que mandaron
no de los jueces, Teáncum, por embajadas al ejército de los la-
órdenes de Moroni —y éste ha- manitas, que protegı́a la ciudad
bı́a colocado ejércitos para pro- de Mulek, a su caudillo, cuyo
teger las fronteras del sur y del nombre era Jacob, invitándolo a
oeste de la tierra, y habı́a inicia- que saliera con sus ejércitos pa-
do la marcha hacia la tierra de ra enfrentarse con ellos en las
Abundancia para ayudar a Teán- llanuras entre las dos ciudades.
cum con sus hombres a recon- Mas he aquı́, Jacob, que era zo-
quistar las ciudades que habı́an ramita, no quiso salir con su
perdido—, ejército para enfrentarse con
16 y ocurrió que Teáncum ha- ellos en el llano.
bı́a recibido órdenes de atacar la 21 Y aconteció que Moroni, no
ciudad de Mulek, y reconquis- teniendo esperanzas de enfren-
tarla, de ser posible. tarse con ellos en iguales cir-
17 Y sucedió que Teáncum hi- cunstancias, ideó, por tanto, un
zo los preparativos para atacar plan para engañar a los lamani-

[*65 a.C. †64 a.C.]


ALMA 52:22–32 410
tas para que salieran de sus for- al encuentro de los lamanitas,
talezas. cuando volvieran de perseguir a
22 Por lo tanto, hizo que Teán- Teáncum.
cum tomara un pequeño núme- 27 Y sucedió que los lamanitas
ro de hombres y marchara cerca persiguieron a Teáncum hasta
de la costa del mar; y Moroni y que llegaron cerca de la ciudad
su ejército marcharon de noche de Abundancia, y entonces les
por el desierto, al oeste de la ciu- salieron al encuentro Lehi y un
dad de Mulek; y ası́, por la ma- pequeño ejército, que habı́an
ñana, cuando los guardias de quedado para proteger la ciu-
los lamanitas hubieron descu- dad.
bierto a Teáncum, corrieron y se 28 Y he aquı́, cuando los capi-
lo dijeron a Jacob, su caudillo. tanes en jefe de los lamanitas
23 Y acaeció que los ejércitos vieron que Lehi con su ejército
de los lamanitas avanzaron con- marchaba contra ellos, huyeron
tra Teáncum, suponiendo que con mucha confusión, temiendo
con su número podrı́an vencer a no poder llegar a la ciudad de
Teáncum por motivo de su re- Mulek antes que los alcanzara
ducido número. Y al ver Teán- Lehi; porque estaban fatigados
cum que los ejércitos de los la- a causa de su marcha, y los
manitas venı́an contra él, empe- hombres de Lehi se hallaban
zó a retroceder hacia el norte descansados.
por la costa del mar. 29 Ahora bien, los lamanitas no
24 Y ocurrió que cuando los la- sabı́an que Moroni habı́a estado
manitas vieron que empezaba a a su retaguardia con su ejército;
huir, cobraron ánimo y lo persi- y todo lo que temı́an era a Lehi
guieron vigorosamente. Y mien- y a sus hombres.
tras Teáncum iba ası́ alejando a 30 Y Lehi no deseaba alcanzar-
los lamanitas, que lo perseguı́an los sino hasta que encontrasen a
en vano, he aquı́, Moroni dio ór- Moroni y su ejército.
denes de que parte de su ejérci- 31 Y sucedió que antes que los
to que lo acompañaba, entrara lamanitas hubiesen retrocedido
en la ciudad y tomara posesión mucho, los nefitas los rodearon,
de ella. los hombres de Moroni por un
25 Y ası́ lo hicieron, y mataron lado, y los de Lehi por el otro,
a todos los que habı́an quedado todos ellos descansados y llenos
para proteger la ciudad, sı́, a to- de vigor; mas los lamanitas esta-
dos los que no quisieron entre- ban fatigados a causa de su lar-
gar sus armas de guerra. ga marcha.
26 Y ası́ se habı́a apoderado 32 Y Moroni mandó a sus hom-
Moroni de la ciudad de Mulek bres que cayeran sobre ellos
con parte de su ejército, mien- hasta que hubiesen entregado
tras él marchaba con el resto sus armas de guerra.

[Aproximadamente 64 a.C.]
411 ALMA 52:33–53:2
33 Y aconteció que Jacob, sien- que no quisieron; y aquellos que
do su caudillo, siendo también no quisieron entregar sus espa-
a
zoramita, y teniendo un espı́ri- das fueron prendidos y atados,
tu indomable, encabezó a los la- y les fueron quitadas sus armas
manitas a la batalla con extre- de guerra, y los obligaron a mar-
mada furia contra Moroni. char con sus hermanos a la tie-
34 Pues como Moroni estorba- rra de Abundancia.
ba el curso de su marcha, por 40 Y el número de prisioneros
tanto, Jacob estaba resuelto a que tomaron fue mayor que el
matarlos y a abrirse paso hasta n ú m e r o d e l o s q u e h a b ı́ a n
la ciudad de Mulek. Mas he muerto; sı́, mayor que el núme-
aquı́, Moroni y sus hombres ro de los que habı́an muerto de
eran más fuertes; por lo tanto, ambas partes.
no cedieron el paso a los lama-
nitas.
35 Y aconteció que pelearon de CAPÍTULO 53
ambos lados con mucha furia; y
hubo muchos muertos, tanto de Se emplea a los prisioneros lamani-
una parte como de otra; sı́, y tas para fortificar la ciudad de
Moroni fue herido, y Jacob cayó Abundancia—Las disensiones en-
muerto. tre los nefitas dan lugar a las victo-
36 Y con tal ı́mpetu acometió rias lamanitas—Helamán toma el
Lehi su retaguardia, con sus mando de los dos mil jóvenes del
hombres fuertes, que los lama- pueblo de Ammón.
nitas de la retaguardia entrega-
ron sus armas de guerra; y los Y S U C E D I Ó que les pusieron
demás, en su mucha confusión, guardias a los prisioneros lama-
no sabı́an por dónde ir o atacar. nitas, y los obligaron a que fue-
37 Y Moroni, viendo su confu- ran y enterraran a sus muertos,
sión, les dijo: Si traéis vuestras sı́, y también a los muertos de
armas de guerra y las entregáis, los nefitas, y Moroni les puso
he aquı́, cesaremos de derramar guardias para vigilarlos mien-
vuestra sangre. tras desempeñaban sus trabajos.
38 Y acaeció que cuando los la- 2 Y aMoroni fue a la ciudad de
manitas hubieron oı́do estas pa- Mulek, acompañado de Lehi, y
labras, sus capitanes en jefe, to- tomó el mando de la ciudad, y
dos los que no habı́an muerto lo confirió a Lehi. Y he aquı́, este
en la batalla, avanzaron y echa- Lehi era el que habı́a estado con
ron sus armas de guerra a los Moroni en la mayor parte de to-
pies de Moroni, y también man- das sus batallas; y era un hom-
daron a sus hombres que hicie- bre semejante a Moroni, y se re-
ran lo mismo. gocijaban en la seguridad del
39 Mas he aquı́, hubo muchos uno y del otro; sı́, se amaban el

33a Alma 31:12. 53 2a Alma 48:16–17. [Aproximadamente 64 a.C.]


ALMA 53:3–10 412
uno al otro; y también los amaba nitas en la tierra de Nefi; y ası́
todo el pueblo de Nefi. también habı́a construido un
3 Y sucedió que después que fuerte para retener a sus prisio-
los lamanitas hubieron acabado neros.
de enterrar a sus muertos, como 7 Y sucedió que no intentó más
también a los muertos de los ne- presentar batalla contra los la-
fitas, los condujeron de regreso a manitas ese año, sino que em-
la tierra de Abundancia; y Teán- pleó a sus hombres en prepara-
cum, por órdenes de Moroni, les tivos de guerra, sı́, y en la cons-
hizo emprender la obra de cavar trucción de fortificaciones para
un foso alrededor de la tierra, o protegerse de los lamanitas, sı́, y
sea, la ciudad de Abundancia. en la tarea de liberar a sus muje-
4 E hizo que levantaran un apa- res e hijos del hambre y de la
rapeto de maderos sobre el bor- aflicción, y en la de proveer vı́-
de interior del foso; y echaron la veres para su ejército.
tierra del foso contra el parape- 8 Y aconteció que los ejércitos
to de vigas; y ası́ hicieron traba- de los lamanitas sobre el mar
jar a los lamanitas hasta que hu- del oeste, hacia el sur, durante
bieron cercado la ciudad de la ausencia de Moroni motiva-
Abundancia con una fuerte mu- da por algunas intrigas entre
ralla de vigas y tierra de una al- los nefitas, las que causaron di-
tura extraordinaria. sensiones entre ellos, habı́an ga-
5 Y esta ciudad se convirtió nado algún terreno a los nefitas,
desde entonces en una plaza su- sı́, al grado de que se habı́an
mamente fuerte; y en esta ciu- apoderado de varias de sus
dad guardaron a los prisioneros ciudades en aquella parte de
lamanitas; sı́, dentro de una mu- la tierra.
ralla que les habı́an hecho le- 9 Y ası́, por causa de la iniqui-
vantar con sus propias manos. dad entre ellos, sı́, por las disen-
Pues Moroni se vio obligado a siones e intrigas entre ellos mis-
hacer que los lamanitas trabaja- mos, los nefitas se vieron en las
ran porque era fácil vigilarlos más crı́ticas circunstancias.
mientras trabajaban; y él querı́a 10 Y he aquı́, ahora tengo algo
disponer de todas sus fuerzas que decir concerniente a alos del
cuando atacara a los lamanitas. pueblo de Ammón, que en un
6 Y aconteció que de este modo principio eran lamanitas, pero
Moroni habı́a logrado una victo- que se habı́an b convertido al
ria sobre uno de los mayores Señor mediante Ammón y sus
ejércitos de los lamanitas, y se hermanos, o mejor dicho, por el
habı́a apoderado de la ciudad poder y la palabra de Dios; y
de Mulek, que era una de las habı́an sido conducidos a la tie-
plazas más fuertes de los lama- rra de Zarahemla, y los nefitas

4a Alma 50:2–3. b Alma 23:8–13. [Aproximadamente


10a Alma 27:24–26. 64 a.C.]
413 ALMA 53:11–21
los habı́an protegido desde en- 16 Mas he aquı́, aconteció que
tonces. tenı́an muchos hijos que no ha-
11 Y por motivo de su jura- bı́an concertado ningún conve-
mento, se les habı́a refrenado nio de que no tomarı́an sus ar-
de tomar las armas contra sus mas de guerra para defenderse
hermanos; porque habı́an he- contra sus enemigos; por tanto,
cho juramento de a no verter cuantos podı́an portar armas se
más sangre; y de acuerdo con su reunieron en esa ocasión, y se
juramento, hubieran perecido; hicieron llamar nefitas.
sı́, ellos se habrı́an dejado caer 17 E hicieron un convenio de
en manos de sus hermanos, si luchar por la libertad de los nefi-
no hubiera sido por la compa- tas, sı́, de proteger la tierra hasta
sión y gran amor que Ammón y con su vida; sı́, hicieron conve-
sus hermanos habı́an sentido nio de que jamás renunciarı́an a
por ellos. su alibertad, sino que lucharı́an
12 Y por esta razón fueron con- en toda ocasión para proteger a
ducidos a la tierra de Zara- los nefitas y a sı́ mismos del cau-
hemla; y desde entonces los ha- tiverio.
bı́an aprotegido los nefitas. 18 Y he aquı́, hubo dos mil de
13 Pero sucedió que cuando estos jóvenes que concertaron
vieron el peligro, y las muchas este convenio y tomaron sus ar-
aflicciones y tribulaciones que mas de guerra para defender su
los nefitas padecı́an por ellos, se patria.
llenaron de compasión y sintie- 19 Y he aquı́, como hasta en-
ron adeseos de tomar las armas tonces nunca habı́an sido des-
en defensa de su paı́s. ventaja alguna para los nefitas,
14 Pero he aquı́, cuando esta- se tornaron, en esta ocasión, en
ban ya para tomar sus armas de un fuerte apoyo; porque toma-
guerra, los convencieron las ron sus armas de guerra y qui-
persuasiones de Helamán y sus sieron que Helamán fuese su
hermanos, pues estaban a punto caudillo.
de aquebrantar el bjuramento 20 Y todos ellos eran jóvenes,
que habı́an hecho. y sumamente valientes en cuan-
15 Y Helamán temı́a que de ha- to a aintrepidez, y también en
cerlo perderı́an sus almas. Por cuanto a vigor y actividad; mas
tanto, todos los que habı́an con- he aquı́, esto no era todo; eran
certado este convenio se vieron hombres que en todo momento
obligados a ver a sus hermanos se mantenı́an bfieles a cualquier
vadear sus dificultades, en sus cosa que les fuera confiada.
peligrosas circunstancias en esta 21 Sı́, eran hombres verı́dicos y
época. serios, pues se les habı́a enseña-

11a Alma 24:17–19. b gee Juramento. b gee Integridad.


12a Alma 27:23. 17a Alma 56:47.
13a Alma 56:7. gee Libertad. [Aproximadamente
14a Núm. 30:2. 20a gee Valor, valiente. 64 a.C.]
ALMA 53:22–54:7 414
do a guardar los mandamientos los prisioneros de Moroni, o sea,
de Dios y a aandar rectamente los prisioneros que él habı́a to-
ante él. mado, no se hallaba ni una sola
22 Y aconteció que Helamán mujer ni un solo niño; por lo
marchó al frente de sus ados mil tanto, Moroni recurrió a una es-
soldados jóvenes para ayudar al tratagema para conseguir de los
pueblo en las fronteras de la tie- lamanitas el mayor número po-
rra hacia el sur, cerca del mar sible de prisioneros nefitas.
del oeste. 4 De modo que escribió una
23 Y ası́ concluyó el año vein- epı́stola y la envió con el siervo
tiocho del gobierno de los jue- de Ammorón, el mismo que ha-
ces sobre el pueblo de Nefi. bı́a traı́do una epı́stola a Moroni.
Y éstas son las palabras que es-
cribió a Ammorón, diciendo:
CAPÍTULO 54
5 He aquı́, Ammorón, te he es-
crito algunas palabras tocante a
Ammorón y Moroni hacen gestio- esta guerra que has emprendido
nes para efectuar el canje de prisio- contra mi pueblo, o mejor dicho,
neros—Moroni exige que los lama- que tu ahermano ha emprendi-
nitas se retiren y cesen sus ataques do en contra de ellos, y la cual
asesinos—Ammorón exige que los estás aún resuelto a continuar
nefitas entreguen sus armas y se después de su muerte.
sujeten a los lamanitas. 6 He aquı́, quisiera decirte algo
Y SUCEDIÓ que a principios del concerniente a la a justicia de
año *veintinueve del gobierno Dios y la espada de su omnipo-
de los jueces, aAmmorón mandó tente ira que se cierne sobre
decir a Moroni que deseaba un vosotros, a menos que os arre-
canje de prisioneros. pintáis y retiréis vuestros ejérci-
2 Y aconteció que para Moroni tos hasta vuestras propias tie-
esta solicitud fue motivo de mu- rras, o sea, la tierra de vuestras
cho gozo, porque deseaba que posesiones, que es la tierra de
las provisiones que se impar- Nefi.
tı́an para el sostén de los prisio- 7 Sı́, quisiera decirte estas cosas
neros lamanitas fuesen para el si fueras capaz de hacerles caso;
sostén de su propio pueblo; y sı́, te dirı́a concerniente a ese ho-
además, deseaba contar con su rrible ainfierno que está pronto
propio pueblo para reforzar su para recibir a tales basesinos co-
ejército. mo tú y tu hermano lo habéis
3 Ahora bien, los lamanitas ha- sido, a menos que os arrepintáis
bı́an tomado cautivos a muchas y renunciéis a vuestros propósi-
mujeres y niños, y entre todos tos asesinos, y os retiréis con

21a gee Andar, andar 5a Alma 48:1. gee Homicidio.


con Dios. 6a gee Justicia.
22a Alma 56:3–5. 7a gee Infierno.
54 1a Alma 52:3. b Alma 47:18, 22–24. [*63 a.C.]
415 ALMA 54:8–18
vuestras tropas a vuestras pro- rencia; sı́, y será sangre por
pias tierras. sangre, sı́, vida por vida; y os
8 Pero ası́ como anteriormente acometeré hasta que seáis des-
habéis desechado estas cosas, y truidos de sobre la faz de la
habéis luchado contra el pueblo tierra.
del Señor, de igual manera pue- 13 He aquı́, estoy con ira, lo
do esperar que lo volváis a ha- mismo que mi pueblo; habéis
cer. intentado asesinarnos, y noso-
9 Mas he aquı́, estamos pre- tros sólo hemos procurado de-
parados para recibiros; sı́, y a fendernos. Mas he aquı́, si in-
menos que renunciéis a vues- tentáis de nuevo destruirnos,
tros propósitos, he aquı́, causa- nosotros procuraremos destrui-
réis que la ira de ese Dios que ros a vosotros; sı́, y nos esforza-
habéis rechazado caiga sobre remos por obtener nuestra tie-
vosotros para vuestra completa rra, la tierra de nuestra primera
destrucción. herencia.
10 Pero ası́ como vive el Señor, 14 Ahora concluyo mi epı́stola.
nuestros ejércitos vendrán so- Soy Moroni, uno de los jefes del
bre vosotros, a menos que os re- pueblo de los nefitas.
tiréis, y de aquı́ a poco seréis vi- 15 Y aconteció que al recibir
sitados con muerte, porque re- Ammorón esta epı́stola, se eno-
tendremos nuestras ciudades y jó; y escribió otra epı́stola a Mo-
nuestras tierras; sı́, y preservare- roni, y éstas son las palabras que
mos nuestra religión y la causa escribió, diciendo:
de nuestro Dios. 16 Soy Ammorón, rey de los
11 Pero he aquı́, me parece que lamanitas; soy hermano de
te hablo de estas cosas en vano; Amalickı́ah, a quien habéis aase-
o me parece que eres un ahijo sinado. He aquı́, vengaré su san-
del infierno; concluiré, pues, mi gre sobre vosotros; sı́, y caeré so-
epı́stola, diciéndote que no can- bre vosotros con mis ejércitos,
jearé prisioneros, sino con la porque no temo vuestras ame-
condición de que entreguéis un nazas.
hombre y su esposa y sus hijos 17 Pues he aquı́, vuestros pa-
por cada prisionero; si tal fuere dres agraviaron a sus hermanos,
el caso, haré el canje. al grado de robarles su aderecho
12 Y he aquı́, si no haces esto, de gobernar, cuando justamen-
marcharé contra vosotros con te les pertenecı́a.
mis ejércitos; sı́, armaré aun a las 18 Mas he aquı́, si entregáis
mujeres y los niños, e iré contra vuestras armas, y os sujetáis a
vosotros y os seguiré hasta que os gobiernen aquellos a
vuestra propia tierra, que es la quienes legı́timamente pertene-
tierra de anuestra primera he- ce el gobierno, entonces haré

11a Juan 8:42–44. 17a 2 Ne. 5:1–4;


12a 2 Ne. 5:5–8. Mos. 10:12–17. [Aproximadamente
16a Alma 51:34. 63 a.C.]
ALMA 54:19–55:5 416
que mi pueblo abandone sus ar- CAPÍTULO 55
mas y deje de estar en guerra.
19 He aquı́, has proferido mu- Moroni se niega a canjear prisione-
chas amenazas contra mı́ y con- ros—Se induce a los guardias la-
tra mi pueblo; mas he aquı́, tus manitas a embriagarse y se libera a
amenazas no nos intimidan. todos los prisioneros nefitas—Se
20 No obstante, con gusto con- toma la ciudad de Gid sin derrama-
cederé el canje de prisioneros, miento de sangre.
de acuerdo con tu proposición, Y SUCEDIÓ que cuando Moroni
a fin de conservar mis provisio- hubo recibido esta epı́stola, se
nes para mis hombres de gue- enojó aún más, porque sabı́a
rra; y emprenderemos una gue- que Ammorón tenı́a un conoci-
rra que será sin fin, ya para sub- miento perfecto de su afraude;
yugar a los nefitas a nuestra au- sı́, sabı́a que Ammorón sabı́a
toridad, o exterminarlos para que no era una causa justa la
siempre. que lo habı́a llevado a empren-
21 Y concerniente a ese Dios der la guerra contra el pueblo
que, según dices, hemos recha- de Nefi.
zado, he aquı́, no conocemos a 2 Y dijo: He aquı́, no canjearé
tal ser; ni vosotros tampoco; pe- prisioneros con Ammorón, a
ro aun suponiendo que existiera menos que renuncie a su propó-
semejante ser, bien puede ser sito, como le he expresado en mi
que él nos haya hecho a noso- epı́stola; porque no le permitiré
tros ası́ como a vosotros. que adquiera más poder del que
22 Y si es que hay un diablo y ha conseguido.
un infierno, he aquı́, ¿no os en- 3 He aquı́, conozco el lugar
viará él allı́ para vivir con mi donde guardan los lamanitas a
hermano al cual habéis asesina- los de mi pueblo que han toma-
do, de quien insinuáis que ha do prisioneros; y ya que Ammo-
ido a tal lugar? Pero he aquı́, es- rón no ha aceptado lo de mi
tas cosas no importan. epı́stola, he aquı́, le haré según
23 Soy Ammorón, y soy des- mis palabras; sı́, sembraré muer-
cendiente de aZoram, aquel a te entre ellos hasta que pidan la
quien vuestros padres obligaron paz.
y trajeron de Jerusalén. 4 Y ocurrió que cuando Moroni
24 Y he aquı́, soy un intrépido hubo dicho estas palabras, hizo
lamanita; he aquı́, se ha em- que se buscara entre sus hom-
prendido esta guerra para ven- bres, por si acaso hallaba entre
gar sus agravios, y para mante- ellos a uno que fuera descen-
ner y obtener sus derechos al diente de Lamán.
gobierno; y concluyo mi epı́sto- 5 Y sucedió que encontraron a
la a Moroni. uno, cuyo nombre era Lamán; y

23a 1 Ne. 4:31–35. 55 1a Alma 47:12–35. [Aproximadamente 63


a.C.]
417 ALMA 55:6–19
era auno de los siervos del rey 13 Y sucedió que bebieron del
que Amalickı́ah habı́a asesina- vino liberalmente; y les fue
do. agradable al gusto; por lo tan-
6 Y Moroni hizo que Lamán y to, bebieron más abundante-
un pequeño número de sus mente; y era fuerte, pues se
hombres fueran a los guardias habı́a preparado para que tu-
que vigilaban a los nefitas. viera fuerza.
7 Y los nefitas estaban bajo cus- 14 Y aconteció que bebieron y
todia en la ciudad de Gid; por lo se alegraron; y dentro de poco
tanto, Moroni designó a Lamán, todos estaban ebrios.
e hizo que lo acompañara un re- 15 Y cuando Lamán y sus hom-
ducido número de hombres. bres vieron que todos estaban
8 Y cuando anocheció, Lamán borrachos y durmiendo profun-
fue a los guardias que estaban damente, se volvieron a Moroni,
vigilando a los nefitas, y he y le refirieron todas las cosas
aquı́, lo vieron venir y le grita- que habı́an acontecido.
ron; pero él les dijo: No temáis; 16 Ahora bien, esto resultó de
he aquı́, soy lamanita. Nos he- acuerdo con el proyecto de
mos escapado de los nefitas, y Moroni, y él habı́a preparado a
están dormidos; y he aquı́, he- sus hombres con armas de gue-
mos traı́do de su vino con noso- rra; y fue a la ciudad de Gid,
tros. mientras los lamanitas se halla-
9 Y cuando los lamanitas oye- ban profundamente dormidos
ron estas palabras, lo recibieron y ebrios, y echaron armas de
con gozo, y le dijeron: Danos de guerra a los prisioneros, de
tu vino para que bebamos; nos modo que todos quedaron ar-
alegramos de que hayas traı́do mados
vino contigo, porque estamos 17 —sı́, hasta sus mujeres, y
cansados. cuantos de sus niños eran capa-
10 Pero Lamán les dijo: Guar- ces de manejar armas de gue-
demos nuestro vino hasta que rra— cuando Moroni hubo ar-
salgamos a la batalla contra los mado a todos aquellos prisione-
nefitas. Pero estas palabras sólo ros; y se hizo todo esto en pro-
les estimularon sus deseos de fundo silencio.
beber del vino; 18 Sin embargo, si hubieran
11 porque, dijeron ellos, esta- despertado a los lamanitas, he
mos cansados; por tanto, beba- aquı́ estaban borrachos, y los
mos del vino, y dentro de poco n e f i t a s l o s h a b r ı́ a n p o d i d o
recibiremos nuestra ración de matar.
vino, la cual nos fortalecerá para 19 Mas he aquı́, éste no era el
salir contra los nefitas. deseo de Moroni; pues no se de-
12 Y Lamán les dijo: Podéis ha- leitaba en el asesinato ni en el
a
cer lo que bien os parezca. derramamiento de sangre, an-

5a Alma 47:29. 19a Alma 48:16. [Aproximadamente 63 a.C.]


ALMA 55:20–32 418
tes bien se deleitaba en salvar a lamanitas, a quienes habı́a he-
su pueblo de la destrucción; y cho prisioneros, emprendieran
por esta razón, para no incurrir la aobra de reforzar las fortifica-
en una injusticia, no quiso caer ciones alrededor de la ciudad de
sobre los lamanitas en su borra- Gid.
chera y destruirlos. 26 Y sucedió que cuando hubo
20 Pero habı́a logrado sus de- fortificado la ciudad de Gid con-
seos; pues habı́a armado a los forme a sus deseos, hizo que sus
prisioneros nefitas que estaban prisioneros fuesen conducidos
dentro de las murallas de la ciu- a la ciudad de Abundancia; y
dad, y los habı́a habilitado para también resguardó esa ciudad
que tomaran posesión de aque- con una fuerza sumamente
llos sitios que estaban dentro de poderosa.
las murallas. 27 Y ocurrió que a pesar de to-
21 Y entonces hizo que los hom- das las intrigas de los lamanitas,
bres que estaban con él se apar- los nefitas retuvieron y prote-
taran a un paso de ellos y cerca- gieron a todos los prisioneros
ran a los ejércitos lamanitas. que habı́an tomado, y también
22 Y he aquı́, esto se hizo de conservaron todo el terreno y
noche, de modo que al desper- la ventaja que habı́an recon-
tar los lamanitas a la mañana si- quistado.
guiente, vieron que estaban cer- 28 Y ocurrió que ası́ empeza-
cados por los nefitas por fuera, y ron otra vez los nefitas a triun-
que por dentro sus prisioneros far y a recuperar sus derechos y
estaban armados. sus privilegios.
23 Y ası́ vieron que los nefitas 29 Muchas veces intentaron los
los tenı́an en su poder; y en es- lamanitas rodearlos de noche,
tas circunstancias comprendie- pero en estas tentativas perdie-
ron que no era conveniente que ron muchos prisioneros.
pelearan contra los nefitas; de 30 Y muchas veces intentaron
modo que sus capitanes en jefe hacer beber de su vino a los ne-
les pidieron sus armas de gue- fitas, a fin de matarlos con vene-
rra, y las llevaron y las echaron a no o por embriaguez.
los pies de los nefitas, pidiendo 31 Pero he aquı́, los nefitas no
misericordia. fueron lentos en aacordarse del
24 Y he aquı́, esto era lo que Señor su Dios en su hora de
Moroni deseaba. Los hizo pri- aflicción. No podı́an hacerlos
sioneros de guerra y tomó pose- caer en sus trampas; sı́, no be-
sión de la ciudad, e hizo libertar bı́an de su vino sin que primero
a todos los prisioneros nefitas; y dieran de él a algunos de los pri-
se unieron al ejército de Moroni, sioneros lamanitas.
y lo reforzaron en gran manera. 32 Y ası́ tuvieron cuidado de
25 Y aconteció que hizo que los no dejarse administrar veneno;

25a Alma 53:3–5. 31a Alma 62:49–51. [Aproximadamente 63 a.C.]


419 ALMA 55:33–56:8
porque si el vino envenenaba a Señor como en las tribulaciones
un lamanita, también envene- de nuestra guerra; he aquı́, mi
narı́a a un nefita; y ası́ hacı́an querido hermano, tengo algo
con todos sus licores. que decirte concerniente a
33 Y aconteció que llegó a ser nuestra guerra en esta parte de
preciso que Moroni hiciera pre- la tierra.
parativos para atacar la ciudad 3 He aquı́, ados mil de los hijos
de Moriantón, pues he aquı́, los de aquellos hombres que Am-
lamanitas, con su trabajo, ha- món trajo de la tierra de Nefi
bı́an fortificado la ciudad de —y ya estás enterado de que és-
Moriantón, de tal manera que se tos eran descendientes de La-
habı́a convertido en una plaza mán, el hijo mayor de nuestro
sumamente fuerte. padre Lehi;
34 Y continuamente estaban 4 y no necesito repetirte con-
trayendo nuevas fuerzas a esa cerniente a sus tradiciones ni a
ciudad, y también nuevos abas- su incredulidad, pues tú sabes
tecimientos de provisiones. acerca de todas estas cosas—;
35 Y ası́ concluyó el año veinti- 5 por tanto, bástame decirte
nueve del gobierno de los jue- que dos mil de estos jóvenes
ces sobre el pueblo de Nefi. han tomado sus armas de gue-
rra, y pidieron que yo fuese su
jefe; y hemos salido para defen-
CAPÍTULO 56
der nuestro paı́s.
6 Y también sabes del aconve-
Helamán envı́a una epı́stola a Mo- nio que hicieron sus padres de
roni en la que le relata el estado de que no tomarı́an las armas de
la guerra con los lamanitas—Anti- guerra en contra de sus herma-
pus y Helamán logran una gran nos para derramar sangre.
victoria sobre los lamanitas—Los 7 Mas en el año veintiséis,
dos mil jóvenes bajo el mando de cuando vieron nuestras aflic-
Helamán luchan con fuerza mila- ciones y tribulaciones que pade-
grosa, y ninguno de ellos muere. cı́amos por ellos, se hallaban a
Y SUCEDIÓ que al *principiar el punto de a violar el convenio
año treinta del gobierno de los que habı́an hecho, y tomar sus
jueces, el segundo dı́a del pri- armas de guerra en nuestra de-
mer mes, Moroni recibió una fensa.
epı́stola de Helamán en la que le 8 Pero yo no quise permitirles
relataba los asuntos del pueblo que violaran este convenio que
en aquella parte de la tierra. habı́an hecho, creyendo que
2 Y éstas son las palabras que Dios nos fortalecerı́a, de tal mo-
escribió, diciendo: Mi muy ama- do que no padecerı́amos más
do hermano Moroni, tanto en el por motivo de la observancia

56 3a Alma 53:22. 7a Alma 53:13–15.


6a Alma 24:17–18. [*62 a.C.]
ALMA 56:9–20 420
del juramento que habı́an he- rom, y la ciudad de Cumeni, y la
cho. ciudad de Antipara.
9 Pero he aquı́ una cosa en la 15 Y éstas son las ciudades que
cual podemos regocijarnos mu- poseı́an cuando llegué a la ciu-
cho; porque sucedió que en el dad de Judea; y hallé a Antipus
año *veintiséis, yo, Helamán, y sus hombres trabajando con
marché al frente de estos dos todas sus fuerzas para fortificar
mil jóvenes hasta la ciudad de la ciudad.
Judea para ayudar a Antipus, a 16 Sı́, y se hallaban abatidos,
quien habı́as nombrado jefe so- tanto en el cuerpo como en el
bre el pueblo en aquella parte espı́ritu, porque habı́an comba-
de la tierra. tido valientemente durante el
10 E incorporé a mis dos mil dı́a y trabajado de noche para
hijos (porque son dignos de ser conservar sus ciudades; ası́ que
llamados hijos) al ejército de habı́an padecido grandes aflic-
Antipus, y con esta fuerza él se ciones de todas clases.
regocijó en extremo; pues he 17 Y ahora estaban resueltos a
aquı́, los lamanitas habı́an redu- vencer en ese sitio, o a morir;
cido su ejército, porque las fuer- por tanto, bien podrás imagi-
zas de ellos habı́an matado a un narte que esta pequeña fuerza
gran número de nuestros hom- que traje conmigo, sı́, esos hijos
bres, por lo cual tenemos motivo mı́os, les proporcionó gran es-
para lamentarnos. peranza y mucho gozo.
11 No obstante, podemos con- 18 Y aconteció que cuando
solarnos en esto, que han muer- los lamanitas vieron que Anti-
to en la causa de su patria y de pus habı́a recibido más fuerzas
su Dios; sı́, y son afelices. para su ejército, se vieron obli-
12 Y los lamanitas también gados, por órdenes de Ammo-
habı́an retenido a muchos pri- rón, a no salir a la batalla contra
sioneros, todos los cuales son la ciudad de Judea, ni contra
capitanes en jefe, porque a nin- nosotros.
gún otro han dejado con vida. 19 Y ası́ el Señor nos favoreció;
Y suponemos que se hallan porque si nos hubieran acometi-
en este momento en la tierra do en nuestra debilidad, tal vez
de Nefi, si es que no los han habrı́an destruido nuestro pe-
matado. queño ejército; pero en esto fui-
13 Y éstas son las ciudades mos preservados.
de las cuales los lamanitas se 20 Ammorón les habı́a manda-
han posesionado derramando la do que conservaran aquellas
sangre de tantos de nuestros va- ciudades que habı́an tomado. Y
lientes hombres: ası́ terminó el año veintiséis. Y a

14 La tierra de Manti o ciudad principios del año veintisiete,
de Manti, y la ciudad de Zeez- nos habı́amos preparado para la

11a Alma 28:12. [*66 a.C. †65 a.C.]


421 ALMA 56:21–34
defensa, tanto nuestra ciudad muchas provisiones de los pa-
como nosotros mismos. dres de mis dos mil hijos.
21 Y deseábamos que los lama- 28 Y también nos fueron envia-
nitas viniesen contra nosotros; dos dos mil hombres de la tierra
porque no querı́amos atacarlos de Zarahemla. Y ası́ quedamos
en sus plazas fuertes. prevenidos con diez mil hom-
22 Y aconteció que mantuvi- bres, y provisiones para ellos, y
mos espı́as en los alrededores, también para sus mujeres y sus
con objeto de reconocer los mo- hijos.
vimientos de los lamanitas, para 29 Y los lamanitas, viendo que
que no nos pasaran de noche ni ası́ de dı́a en dı́a nuestras fuer-
de dı́a para lanzar un ataque zas aumentaban, y que llegaban
contra nuestras otras ciudades provisiones para nuestro sostén,
que se hallaban al norte. empezaron a temer, y comenza-
23 Porque sabı́amos que en ron a salir para ver si les era po-
aquellas ciudades no eran sufi- sible acabar con el suministro de
cientemente fuertes para hacer- provisiones y refuerzos que nos
les frente; por tanto, querı́amos llegaba.
caer sobre su retaguardia, en ca- 30 Y cuando vimos que los la-
so de que pasaran junto a noso- manitas empezaban a inquietar-
tros, y ası́ acometerlos por la re- se de esta manera, quisimos em-
taguardia al mismo tiempo que plear contra ellos alguna estra-
fuesen atacados por la vanguar- tagema. Por lo tanto, Antipus
dia. Pensábamos que los podrı́a- me dio la orden de salir con mis
mos vencer; mas, he aquı́, nos pequeños hijos hacia una ciu-
vimos frustrados en éstos nues- dad inmediata, como si estu-
tros deseos. viéramos llevando provisiones
24 No se atrevı́an a pasar con allá.
todo su ejército por donde está- 31 Y habı́amos de pasar cerca
bamos, ni se atrevı́an a pasar de la ciudad de Antipara, como
con parte de él, no fuese que no si fuéramos a la ciudad más allá,
tuvieran la fuerza suficiente y sobre las orillas del mar.
cayeran. 32 Y sucedió que salimos, como
25 Ni tampoco se atrevı́an a si lleváramos nuestras provisio-
marchar contra la ciudad de Za- nes, para ir a aquella ciudad.
rahemla; ni osaban atravesar los 33 Y ocurrió que salió Antipus
manantiales del rı́o Sidón, hacia con parte de su ejército, dejan-
la ciudad de Nefı́ah; do el resto para la defensa de la
26 y ası́, con sus fuerzas esta- ciudad. Pero no salió hasta que
ban resueltos a conservar las yo hube partido con mi peque-
ciudades que habı́an tomado. ño ejército, y me acerqué a la
27 Y ocurrió que en el segundo ciudad de Antipara.
mes de este año, nos llegaron 34 Y el ejército más fuerte de

[Entre 65 y 63 a.C.]
ALMA 56:35–46 422
los lamanitas se hallaba aposta- volverse a la derecha ni a la
do en la ciudad de Antipara; sı́, izquierda por temor a quedar
el más numeroso. rodeados; ni yo tampoco querı́a
35 Y aconteció que cuando sus volverme a un lado ni al otro
espı́as se lo hubieron informa- por miedo de que me alcanza-
do, salieron con su ejército y ran, y no pudiéramos soste-
marcharon contra nosotros. nernos en contra de ellos, y
36 Y sucedió que huimos de- nos mataran y se escaparan;
lante de ellos hacia el norte. Y de modo que huimos por el de-
ası́ llevamos en pos de nosotros sierto todo ese dı́a hasta que
al ejército más fuerte de los la- obscureció.
manitas; 41 Y acaeció que nuevamente,
37 sı́, hasta una distancia con- al rayar el alba, vimos a los la-
siderable, de tal modo que cuan- manitas encima de nosotros, y
do vieron al ejército de Anti- huimos delante de ellos.
pus que los perseguı́a vigoro- 42 Pero aconteció que no nos
samente, no se volvieron ni a habı́an perseguido gran distan-
la derecha ni a la izquierda, cia cuando hicieron alto; y era la
sino que continuaron su mar- mañana del tercer dı́a del sépti-
cha en lı́nea recta tras de noso- mo mes.
tros; y suponemos que su in- 43 Y no sabı́amos si los habı́a
tención era matarnos antes que alcanzado Antipus, pero dije a
Antipus los alcanzara, y esto mis hombres: He aquı́ no sabe-
para no ser rodeados por nues- mos si se han detenido con obje-
tros hombres. to de que marchemos contra
38 Y viendo Antipus nuestro ellos para apresarnos en su
peligro, aceleró la marcha de su trampa;
ejército; pero he aquı́, llegó la 44 por lo tanto, ¿qué decı́s, hijos
noche; por tanto, ellos no nos al- mı́os? ¿queréis ir a combatirlos?
canzaron, ni pudo Antipus al- 45 Y te digo, mi amado herma-
canzarlos a ellos; por lo tanto, no Moroni, que jamás habı́a vis-
acampamos durante la noche. to yo tan grande avalor, no, ni
39 Y aconteció que antes de ra- aun entre todos los nefitas.
yar el alba, he aquı́, ya venı́an 46 Pues como yo siempre los
los lamanitas detrás de nosotros. habı́a llamado hijos mı́os (pues
Ahora bien, no tenı́amos la fuer- eran todos muy jóvenes), he
za suficiente para contender aquı́, me contestaron de esta
con ellos; sı́, yo no quise permi- manera: Padre, he aquı́, nuestro
tir que mis hijitos cayesen en Dios está con nosotros y no nos
sus manos; por tanto, continua- dejará caer; ası́ pues, avance-
mos nuestra marcha, y nos diri- mos. No matarı́amos a nuestros
gimos hacia el desierto. hermanos si nos dejasen en paz;
40 Y ellos no se atrevı́an a por tanto, avancemos, no sea

45a Alma 53:20–21. [Entre 65 y 63 a.C.]


423 ALMA 56:47–57
que derroten al ejército de Anti- yó sobre su retaguardia con sus
pus. dos mil, y empezaron a matarlos
47 Hasta entonces nunca ha- en gran cantidad, al grado que
bı́an combatido; no obstante, no todo el ejército de los lamanitas
temı́an la muerte, y estimaban se detuvo y se volvió contra He-
más la alibertad de sus padres lamán.
que sus propias vidas; sı́, sus 53 Y cuando la gente de Anti-
b
madres les habı́an enseñado pus vio que los lamanitas se ha-
que si no dudaban, Dios los li- bı́an vuelto, reconcentraron a
brarı́a. sus hombres y otra vez acome-
48 Y me repitieron las palabras tieron la retaguardia de los la-
de sus madres, diciendo: No du- manitas.
damos que nuestras madres lo 54 Y aconteció, entonces, que
sabı́an. nosotros, el pueblo de Nefi, la
49 Y aconteció que me volvı́ gente de Antipus y yo con mis
con mis dos mil jóvenes contra dos mil, rodeamos a los lamani-
esos lamanitas que nos habı́an tas y los matamos; sı́, al grado de
perseguido. Y he aquı́, los ejérci- que se vieron obligados a entre-
tos de Antipus los habı́an alcan- gar sus armas y rendirse como
zado, y habı́a principiado una prisioneros de guerra.
batalla terrible. 55 Y aconteció que cuando se
50 Y el ejército de Antipus, fati- nos rindieron, he aquı́, conté a
gado de tan larga marcha en tan aquellos jóvenes que habı́an
poco tiempo, estaba a punto de combatido conmigo, temiendo
caer en manos de los lamanitas; que muchos de ellos hubiesen
y si yo no hubiera vuelto con perdido la vida.
mis dos mil, los lamanitas ha- 56 Pero he aquı́, para mi mayor
brı́an logrado su propósito. alegrı́a hallé que ani una sola al-
51 Porque Antipus habı́a caı́do ma habı́a caı́do a tierra; sı́, y ha-
por la espada, ası́ como muchos bı́an combatido como con la
de sus caudillos, por motivo de fuerza de Dios; sı́, nunca se ha-
su fatiga ocasionada por la rapi- bı́a sabido que hombres comba-
dez de su marcha; por tanto, los tieran con tan milagrosa fuerza;
hombres de Antipus, confusos y con tanto ı́mpetu cayeron so-
por la muerte de sus caudillos, bre los lamanitas, que los llena-
empezaron a ceder ante los la- ron de espanto; y por esta razón
manitas. los lamanitas se rindieron como
52 Y sucedió que los lamanitas prisioneros de guerra.
se animaron y comenzaron a 57 Y como no tenı́amos lugar
perseguirlos; y ası́ los lamanitas para nuestros prisioneros, a fin
estaban persiguiéndolos con de vigilarlos para que no se los
gran vigor, cuando Helamán ca- llevaran los ejércitos de los lama-

47a Alma 53:16–18. gee Madre.


b Alma 57:21. 56a Alma 57:25; 58:39. [Entre 65 y 63 a.C.]
ALMA 57:1–9 424
nitas, los enviamos, por tanto, a para marchar contra la ciudad
la tierra de Zarahemla, y con de Antipara.
ellos a una parte de los hombres 4 Pero la gente de Antipara
de Antipus que no murieron; y abandonó la ciudad, y huyó a
tomé al resto y los incorporé con las otras ciudades que poseı́an,
mis jóvenes aammonitas, y mar- para fortificarlas; y de este mo-
chamos de regreso a la ciudad do la ciudad de Antipara cayó
de Judea. en nuestras manos.
5 Y ası́ concluyó el año veintio-
cho del gobierno de los jueces.
CAPÍTULO 57 6 Y sucedió que a *principios
del año veintinueve, recibimos
Helamán relata la toma de la ciudad un abastecimiento de provisio-
de Antipara, la rendición de la ciu- nes de la tierra de Zarahemla y
dad de Cumeni y la defensa poste- sus alrededores, y también un
rior de ésta—Los jóvenes ammoni- refuerzo de seis mil hombres pa-
tas luchan con valentı́a; todos son ra nuestro ejército, además de
heridos, pero ninguno de ellos mue- sesenta de los ahijos de los am-
re—Gid da un informe de la muer- monitas que habı́an llegado pa-
te y huida de los prisioneros lama- ra unirse a sus hermanos, mi pe-
nitas. queña compañı́a de dos mil. Y
he aquı́, éramos fuertes; sı́, y nos
Y A C O N T E C I Ó que recibı́ una trajeron abundancia de provi-
epı́stola del rey Ammorón, en siones.
la que me decı́a que si yo le 7 Y aconteció que era nuestro
entregaba los prisioneros de deseo trabar batalla con el ejér-
guerra que habı́amos tomado, cito que estaba colocado para
él nos entregarı́a la ciudad de proteger la ciudad de Cumeni.
Antipara. 8 Y he aquı́, te manifestaré que
2 Pero envié una epı́stola al no tardamos en realizar nuestro
rey, de que estábamos seguros deseo; sı́, con nuestro fuerte
de que nuestras fuerzas eran su- ejército, o sea, con una parte de
ficientes para tomar la ciudad nuestro fuerte ejército, rodea-
de Antipara con nuestras tro- mos la ciudad de Cumeni du-
pas; y que con entregarle los rante la noche, un poco antes
prisioneros por esa ciudad nos que recibieran un abastecimien-
considerarı́amos imprudentes, y to de provisiones.
que sólo entregarı́amos nues- 9 Y ocurrió que estuvimos
tros prisioneros a canje de otros. acampados alrededor de la ciu-
3 Y Ammorón rechazó mi epı́s- dad durante varias noches; pero
tola, porque no querı́a hacer el dormı́amos sobre nuestras espa-
canje de prisioneros; por lo tan- das y ponı́amos guardias, a fin
to, empezamos los preparativos de que los lamanitas no cayeran

57a Alma 27:26; 57 6a Alma 53:16–18.


53:10–11, 16. [*63 a.C.]
425 ALMA 57:10–19
sobre nosotros durante la noche que se hubieron entregado co-
y nos mataran, cosa que intenta- mo prisioneros de guerra.
ron muchas veces; pero cuantas 15 Por tanto, nos fue menester
veces lo intentaron, se vertió su o quitarles la vida o custodiar-
sangre. los, espada en mano, hasta la
10 Llegaron por fin sus provi- tierra de Zarahemla; y además,
siones, y estaban ya a punto de nuestras provisiones apenas
entrar en la ciudad durante la eran suficientes para nuestra
noche. Y en lugar de ser lamani- propia gente, a pesar de lo que
tas, éramos nosotros los nefitas; habı́amos tomado de los lamani-
por tanto, nos apoderamos de tas.
ellos y de sus provisiones. 16 Y en estas circunstancias crı́-
11 Y no obstante que los lama- ticas, llegó a ser un asunto grave
nitas quedaron privados de su determinar concerniente a estos
sostén de esta manera, aún esta- prisioneros de guerra. No obs-
ban resueltos a retener la ciu- tante, determinamos enviarlos a
dad; por tanto, se hizo necesario la tierra de Zarahemla; por tan-
que tomáramos aquellas provi- to, escogimos una parte de nues-
siones y las enviáramos a Judea, tros hombres, y les encargamos
y nuestros prisioneros a la tierra nuestros prisioneros para des-
de Zarahemla. cender con ellos a la tierra de
12 Y acaeció que no habı́an pa- Zarahemla.
sado muchos dı́as, cuando los 17 Pero sucedió que volvieron
lamanitas empezaron a perder a la mañana siguiente; mas no
toda esperanza de recibir ayu- les preguntamos acerca de los
da; por tanto, entregaron la ciu- prisioneros, porque he aquı́, los
dad en nuestras manos; y ası́ ha- lamanitas ya estaban sobre no-
bı́amos realizado nuestros pro- sotros, y volvieron oportuna-
yectos de apoderarnos de la ciu- mente para salvarnos de caer en
dad de Cumeni. manos de los lamanitas. Pues he
13 Pero ocurrió que nuestros aquı́, Ammorón habı́a enviado
prisioneros eran tan numerosos en su auxilio un nuevo abasteci-
que, a pesar de nuestro gran nú- miento de provisiones y tam-
mero, nos vimos obligados a bién un numeroso ejército.
emplear todas nuestras fuerzas 18 Y sucedió que los hombres
para vigilarlos, o quitarles la vi- que habı́amos enviado con los
da. prisioneros llegaron oportuna-
14 Porque he aquı́, se subleva- mente para contenerlos cuando
ban en grandes números, y pe- estaban a punto de vencernos.
leaban con piedras, con palos o 19 Pero he aquı́, mi pequeña
cualquier cosa que llegara a sus compañı́a de dos mil sesenta
manos, de modo que matamos a combatió desesperadamente; sı́,
más de dos mil de ellos después se mantuvieron firmes ante los

[Aproximadamente 63 a.C.]
ALMA 57:20–30 426
lamanitas e hicieron morir a tro ejército, ani uno solo de ellos
cuantos se les oponı́an. habı́a perecido; sı́, y no hubo en-
20 Y mientras que el resto de tre ellos uno solo que no hubie-
nuestro ejército se encontraba a se recibido muchas heridas.
punto de ceder ante los lamani- 26 Y su preservación fue asom-
tas, he aquı́, estos dos mil sesen- brosa para todo nuestro ejército;
ta permanecieron firmes e im- sı́, que ellos hubiesen sido libra-
pávidos. dos mientras que hubo un mi-
21 Sı́, y obedecieron y procura- llar de nuestros hermanos que
ron cumplir con exactitud toda fueron muertos. Y lo atribuimos
orden; sı́, y les fue hecho según con justicia al milagroso apoder
su fe; y me acordé de las pala- de Dios, por motivo de su ex-
bras que, según me dijeron, sus traordinaria bfe en lo que se les
a
madres les habı́an enseñado. habı́a enseñado a creer: que ha-
22 Y he aquı́, es a éstos, mis hi- bı́a un Dios justo, y que todo
jos, y a los hombres que habı́a- aquel que no dudara, serı́a
mos elegido para escoltar a los preservado por su maravilloso
prisioneros, a quienes debemos poder.
esta gran victoria; porque fue- 27 Ésta, pues, fue la fe de aque-
ron ellos los que vencieron a los llos de que he hablado; son jó-
lamanitas; por tanto, los hicie- venes, y sus mentes son firmes,
ron retroceder hasta la ciudad y ponen su confianza en Dios
de Manti. continuamente.
23 Y nosotros retuvimos nues- 28 Y ocurrió que después de
tra ciudad de Cumeni, y no fui- haber atendido a nuestros heri-
mos todos destruidos por la es- dos, y de haber enterrado a
pada; no obstante, habı́amos su- nuestros muertos, y también a
frido grandes bajas. los muertos de los lamanitas,
24 Y aconteció que después que eran muchos, he aquı́, inte-
de haber huido los lamanitas, rrogamos a Gid concerniente a
inmediatamente di órdenes de los prisioneros con los que ha-
que mis hombres que habı́an si- bı́an empezado a descender a la
do heridos fuesen recogidos de tierra de Zarahemla.
entre los muertos, e hice que les 29 Y era Gid el capitán en jefe
vendaran sus heridas. de la escolta que se habı́a nom-
25 Y aconteció que doscientos, brado para custodiarlos hasta allá.
de mis dos mil sesenta, se ha- 30 Y éstas son las palabras que
bı́an desmayado por la pérdida Gid me dijo: He aquı́, partimos
de sangre. Sin embargo, me- para descender a la tierra de Za-
diante la bondad de Dios, y para rahemla con nuestros prisione-
nuestro gran asombro, y tam- ros. Y aconteció que encontra-
bién para el gozo de todo nues- mos a los espı́as de nuestros

21a Alma 56:47–48. 26a gee Poder. [Aproximadamente


25a Alma 56:56. b gee Fe. 63 a.C.]
427 ALMA 57:31–58:4
ejércitos, que habı́an sido envia- de los que han muerto hayan
a
dos para vigilar el campamento entrado en el reposo de su
de los lamanitas. Dios.
31 Y nos gritaron, diciendo: He
aquı́, los ejércitos de los lamani-
tas marchan hacia la ciudad de CAPÍTULO 58
Cumeni; y he aquı́, caerán sobre
ellos, sı́, y destruirán a nuestra Helamán, Gid y Teómner se apode-
gente. ran de la ciudad de Manti por me-
32 Y sucedió que nuestros pri- dio de una estratagema—Huyen
sioneros oyeron sus gritos, lo los lamanitas—Los hijos del pueblo
que hizo que cobraran ánimo; y de Ammón son preservados al de-
se rebelaron contra nosotros. fender firmemente su libertad y su
33 Y aconteció que por motivo fe.
de su rebelión, hicimos que Y HE aquı́, aconteció que ahora
nuestras espadas descendieran nuestro siguiente objetivo era
sobre ellos. Y ocurrió que se lan- tomar la ciudad de Manti; pero
zaron en masa contra nuestras he aquı́, no habı́a manera de ha-
espadas, con lo cual resultó cerles salir de la ciudad con
muerta la mayor parte de ellos; nuestras pequeñas fuerzas.
y los demás se abrieron paso y Pues he aquı́, se acordaban de lo
huyeron de nosotros. que previamente les habı́amos
34 Y he aquı́, cuando huyeron hecho; por consiguiente, no po-
y no los pudimos alcanzar, em- dı́amos aengañarlos para que sa-
prendimos la marcha rápida- lieran de sus plazas fuertes.
mente hacia la ciudad de Cume- 2 Y tan numerosos eran, mu-
ni; y he aquı́, llegamos a tiempo cho más que nuestro ejército,
para ayudar a nuestros herma- que no nos atrevı́amos a atacar-
nos a retener la ciudad. los en sus plazas fuertes.
35 Y he aquı́, nuevamente so- 3 Sı́, y se hizo necesario que
mos librados de las manos de pusiéramos a nuestros hombres
nuestros enemigos. Y bendito es a defender aquellas partes de la
el nombre de nuestro Dios por- tierra que habı́amos recuperado
que, he aquı́, él es quien nos ha de nuestras posesiones; de ma-
librado; sı́, el que ha hecho esta nera que fue menester esperar
gran cosa por nosotros. hasta que recibiéramos más re-
36 Y acaeció que cuando yo, fuerzos de la tierra de Zara-
Helamán, hube oı́do estas pala- hemla, y también un nuevo
bras de Gid, me llené de un go- abastecimiento de provisiones.
zo muy grande a causa de la 4 Y sucedió que envié una em-
bondad de Dios en protegernos bajada al gobernador de nuestra
para que no pereciéramos to- tierra para darle a conocer las
dos; sı́, y confı́o en que las almas circunstancias de nuestro pue-

36a Alma 12:34. 58 1a Alma 52:21; 56:30. [Aproximadamente 63 a.C.]


ALMA 58:5–14 428
blo. Y ocurrió que esperamos bre nuestra tierra para nuestra
para recibir provisiones y fuer- caı́da y entera destrucción.
zas de la tierra de Zarahemla. 10 Por lo tanto, derramamos
5 Pero he aquı́ que esto nos be- nuestras almas a Dios en ora-
nefició muy poco; porque los la- ción, pidiéndole que nos fortale-
manitas también estaban reci- ciera y nos librara de las manos
biendo muchas fuerzas de dı́a de nuestros enemigos, sı́, y que
en dı́a, y también muchas provi- también nos diera la fuerza para
siones; y tales eran nuestras cir- retener nuestras ciudades, nues-
cunstancias en esta época. tras tierras y nuestras posesio-
6 Y los lamanitas salı́an en con- nes para el sostén de nuestro
tra de nosotros de cuando en pueblo.
cuando, resueltos a destruirnos 11 Sı́, y sucedió que el Señor
por estratagema; no obstante, nuestro Dios nos consoló con la
no podı́amos ir a la batalla con- seguridad de que nos librarı́a; sı́,
tra ellos por motivo de sus refu- de tal modo que habló paz a
gios y sus plazas fuertes. nuestras almas, y nos concedió
7 Y sucedió que esperamos una gran fe, e hizo que en él pu-
en estas difı́ciles circunstancias siéramos la esperanza de nues-
por el espacio de muchos me- tra liberación.
ses, hasta que estábamos a 12 Y cobramos ánimo con nues-
punto de perecer por falta de tro pequeño refuerzo que habı́a-
alimentos. mos recibido, y se hizo fija en
8 Pero acaeció que recibimos nosotros la determinación de
vı́veres, los cuales venı́an custo- vencer a nuestros enemigos, y
a
diados por un ejército de dos preservar nuestras tierras y po-
mil hombres para auxiliarnos; sesiones, nuestras esposas y
y ésta fue toda la ayuda que nuestros hijos, y la causa de
recibimos para defendernos nuestra blibertad.
nosotros mismos y a nuestro 13 Y ası́ avanzamos con toda
paı́s de caer en manos de nues- nuestra fuerza contra los lama-
tros enemigos; sı́, para conten- nitas que estaban en la ciudad
der contra un enemigo que era de Manti; y plantamos nuestras
innumerable. tiendas por el lado del desierto
9 Y la causa de estos aprietos que se hallaba cerca de la ciu-
nuestros, o sea, el motivo por el dad.
cual no nos mandaban más fuer- 14 Y sucedió que a la mañana
zas, nosotros lo ignorábamos; siguiente, cuando los lamanitas
por tanto, nos afligimos y tam- vieron que estábamos a la orilla
bién nos llenamos de temor, no del desierto que se hallaba cerca
fuese que de algún modo los de la ciudad, mandaron sus es-
juicios de Dios descendieran so- pı́as alrededor de nosotros para

12a Alma 46:12–13; b gee Libertad. [Aproximadamente


Morm. 2:23. 63 a.C.]
429 ALMA 58:15–24
descubrir el número y la fuerza 19 Y sucedió que los lamani-
de nuestro ejército. tas nos persiguieron con gran
15 Y aconteció que, cuando rapidez, porque estaban suma-
vieron que no éramos muy mente deseosos de alcanzar-
fuertes según nuestro número, nos para matarnos; por lo tanto,
y temiendo que los aisláramos nos siguieron hasta el desierto;
de sus provisiones a menos y pasamos por en medio de
que salieran a luchar contra no- Gid y Teómner de tal manera
sotros y nos mataran, y supo- que los lamanitas no los descu-
niendo también que podrı́an brieron.
destruirnos fácilmente con sus 20 Y aconteció que cuando hu-
numerosas huestes, empezaron, bieron pasado los lamanitas, o
por tanto, sus preparativos pa- sea, cuando hubo pasado el
ra salir a la batalla contra noso- ejército, Gid y Teómner salieron
tros. de donde estaban escondidos y
16 Y cuando vimos que se esta- cortaron el paso a los espı́as la-
ban preparando para venir con- manitas para que no volviesen a
tra nosotros, he aquı́, hice que la ciudad.
Gid se escondiese en el desierto 21 Y ocurrió que, habiéndolos
con un pequeño número de aislado, corrieron a la ciudad y
hombres, y que también Teóm- cayeron sobre los guardias que
ner y un pequeño número de habı́an quedado para defender
hombres se ocultaran en el de- la ciudad, de tal manera que los
sierto. destruyeron y ocuparon la ciu-
17 Y Gid y sus hombres esta- dad.
ban a la derecha, y los otros a la 22 Y se logró esto porque los
izquierda; y cuando se hubieron lamanitas permitieron que todo
ocultado de esa manera, he su ejército, salvo unos cuantos
aquı́, yo permanecı́, con el resto guardias, se dejara llevar al de-
de mi ejército, en el mismo lugar sierto.
donde primeramente habı́amos 23 Y ocurrió que por este me-
plantado nuestras tiendas, para dio Gid y Teómner se habı́an
la ocasión en que los lamanitas apoderado de sus plazas fuer-
salieran a la batalla. tes. Y aconteció que después de
18 Y aconteció que salieron los haber viajado mucho por el de-
lamanitas con su numeroso ejér- sierto, fijamos nuestro curso ha-
cito en contra de nosotros. Y cia la tierra de Zarahemla.
cuando hubieron salido, y esta- 24 Y cuando los lamanitas vie-
ban a punto de caer sobre noso- ron que iban marchando hacia
tros con la espada, hice que mis la tierra de Zarahemla, temieron
hombres, aquellos que estaban en gran manera, no fuese que se
conmigo, retrocedieran hacia el tratara de un plan para llevarlos
desierto. a la destrucción; por tanto, em-

[Aproximadamente 63 a.C.]
ALMA 58:25–38 430
pezaron a retroceder de nuevo hallan en esta ocasión en nues-
al desierto, sı́, por el mismo ca- tro poder; y nuestros padres, y
mino por el que habı́an venido. nuestras mujeres, y nuestros hi-
25 Y he aquı́, llegó la noche y jos están volviendo a sus casas,
plantaron sus tiendas, porque todos menos aquellos que los la-
los capitanes en jefe de los lama- manitas han tomado presos y se
nitas habı́an supuesto que los han llevado.
nefitas estarı́an rendidos por 32 Mas he aquı́, nuestros ejérci-
motivo de su marcha; y pensan- tos son pequeños para retener
do que habı́an perseguido a to- tan gran número de ciudades y
do el ejército, ningún cuidado tan grandes posesiones.
tenı́an concerniente a la ciudad 33 Mas he aquı́, confiamos
de Manti. en nuestro Dios, que nos ha da-
26 Y aconteció que al caer la do la victoria en esas tierras, a
noche, hice que mis hombres no tal grado que hemos adquirido
durmieran, sino que empren- aquellas ciudades y tierras que
dieran la marcha por otro cami- eran nuestras.
no hacia la tierra de Manti. 34 Ahora bien, no sabemos el
27 Y debido a ésta, nuestra motivo por el cual el gobierno
marcha nocturna, he aquı́, cuan- no nos concede más fuerzas; ni
do amaneció nos encontrába- estos hombres que han venido a
mos más allá de los lamanitas, nosotros saben por qué no he-
de manera que llegamos antes mos recibido mayores fuerzas.
que ellos a la ciudad de Manti. 35 He aquı́, no sabemos si ha-
28 Y ası́ sucedió que, por me- béis fracasado y os habéis lleva-
dio de esta estratagema, nos do las fuerzas para esa parte de
apoderamos de la ciudad de la tierra; si ası́ es, no es nuestro
Manti sin la efusión de sangre. deseo murmurar.
29 Y aconteció que cuando los 36 Mas si no es ası́, he aquı́, te-
ejércitos de los lamanitas se memos que haya alguna adisen-
acercaron a la ciudad, y vieron sión en el gobierno, de modo
que estábamos preparados para que no mandan más hombres
resistirlos, se asombraron en ex- en nuestro auxilio; porque sabe-
tremo y les sobrevino un gran mos que son más numerosos
temor, a tal grado que huyeron que los que han enviado.
al desierto. 37 Mas he aquı́, no importa.
30 Sı́, y acaeció que los ejércitos Confiamos en que Dios nos ali-
de los lamanitas huyeron de to- brará, no obstante lo débiles que
da esta parte de la tierra. Pero estén nuestros ejércitos, sı́, y nos
he aquı́, se han llevado consigo librará de las manos de nuestros
a muchas mujeres y niños. enemigos.
31 Y alas ciudades que los lama- 38 He aquı́, estamos en el año
nitas habı́an tomado, todas se veintinueve, en las postrimerı́as,

31a Alma 51:14. 37a 2 Rey. 17:38–39. [Aproximadamente


36a Alma 61:1–5. 63 a.C.]
431 ALMA 58:39–59:5
y ocupamos nuestras tierras; y manitas se apoderan de la ciudad de
los lamanitas han huido a la tie- Nefı́ah—Moroni se irrita contra el
rra de Nefi. gobierno.
39 Y estos hijos del pueblo de Y A C O N T E C I Ó q u e e n e l a ñ o
Ammón, de quienes he hablado *treinta del gobierno de los jue-
tan favorablemente, están con- ces sobre el pueblo de Nefi, des-
migo en la ciudad de Manti; y el pués que Moroni hubo recibido
Señor los ha sostenido, sı́, y los y leı́do la aepı́stola de Helamán,
ha librado de caer por la espada, se regocijó en sumo grado por el
a tal grado que ani uno solo de bienestar, sı́, el gran éxito que
ellos ha muerto. Helamán habı́a tenido en apo-
40 Mas he aquı́, han recibido derarse de las tierras que habı́an
muchas heridas; no obstante, perdido.
permanecen firmes en esa ali- 2 Sı́, y lo dio a conocer a toda
bertad con la que Dios los ha he- su gente, en toda la tierra que
cho libres; y son diligentes en rodeaba la parte donde él se ha-
acordarse del Señor su Dios de llaba, para que se regocijaran
dı́a en dı́a; sı́, se esfuerzan por también.
obedecer sus estatutos y sus jui- 3 Y sucedió que inmediata-
cios y sus mandamientos conti- mente envió auna epı́stola a bPa-
nuamente; y su fe es fuerte en horán, solicitando que hiciera
las profecı́as concernientes a lo reunir hombres para fortalecer a
que está por venir. Helamán, o sea, los ejércitos de
41 Y ahora bien, mi amado her- Helamán, de modo que éste pu-
mano Moroni, que el Señor diera fácilmente defender aque-
nuestro Dios, que nos ha redi- lla parte del paı́s que tan mila-
mido y nos ha hecho libres, te grosamente habı́a logrado re-
conserve continuamente en su conquistar.
presencia; sı́, y que favorezca a 4 Y aconteció que cuando Mo-
este pueblo, al grado de que roni hubo enviado esta epı́stola
tengáis éxito en posesionaros de a la tierra de Zarahemla, él em-
todo lo que los lamanitas nos pezó otra vez a idear un plan
han quitado, que era para nues- para conquistar el resto de las
tro sostén. Y ahora, he aquı́, posesiones y ciudades que los
concluyo mi epı́stola. Soy Hela- lamanitas les habı́an quitado.
mán, hijo de Alma. 5 Y sucedió que mientras Mo-
roni ası́ se estaba preparando
para ir a la batalla contra los la-
CAPÍTULO 59 manitas, he aquı́, el pueblo de
Nefı́ah, que se habı́a congrega-
Moroni pide a Pahorán que refuerce do de la ciudad de Moroni, de la
los ejércitos de Helamán—Los la- ciudad de Lehi y de la ciudad de

39a Alma 56:56. 59 1a Alma 56:1. b Alma 50:40.


40a gee Libertad. 3a Alma 60:1–3. [*62 a.C.]
ALMA 59:6–60:3 432
Moriantón, fue acometido por de las maldades del pueblo; y
los lamanitas. esto por razón de los triunfos de
6 Sı́, incluso los que habı́an si- los lamanitas sobre ellos.
do obligados a huir de la tierra 13 Y sucedió que Moroni se
de Manti y de las regiones inme- irritó contra el gobierno a causa
diatas habı́an llegado y se ha- de su aindiferencia en lo concer-
bı́an unido a los lamanitas en es- niente a la libertad de su paı́s.
ta parte de la tierra.
7 Ası́ que, siendo sumamente
CAPÍTULO 60
numerosos, y llegándoles re-
fuerzos dı́a tras dı́a, avanzaron
contra el pueblo de Nefı́ah, por Moroni se queja a Pahorán de la ne-
órdenes de Ammorón, y empe- gligencia del gobierno para con los
zaron a matarlos con extremada ejércitos—El Señor permite que los
mortandad. justos sean muertos—Los nefitas
8 Y eran tan numerosos sus deben usar todo su poder y medios
ejércitos, que el resto del pueblo para librarse de sus enemigos —
de Nefı́ah se vio obligado a huir Moroni amenaza luchar contra el
delante de ellos; y llegaron y se gobierno a menos que se proporcio-
unieron al ejército de Moroni. ne ayuda a sus ejércitos.
9 Ahora bien, como Moroni ha- Y SUCEDIÓ que escribió otra vez
bı́a supuesto que mandarı́an al gobernador de la tierra, que
hombres a la ciudad de Nefı́ah era Pahorán, y éstas son las pa-
para ayudar al pueblo a retener labras que escribió, diciendo: He
esa ciudad, y sabiendo que era aquı́, dirijo mi epı́stola a Paho-
más fácil impedir que la ciudad rán, de la ciudad de Zarahemla,
cayese en manos de los lamani- el cual es el ajuez superior y go-
tas que volvérsela a quitar, pen- bernador de la tierra, y también
só que defenderı́an esa ciudad a todos los que este pueblo ha
con facilidad. elegido para gobernar y dirigir
10 Por lo tanto, retuvo todas los asuntos de esta guerra.
sus tropas para preservar los si- 2 Porque he aquı́, tengo algo
tios que habı́a reconquistado. que decirles por vı́a de repro-
11 Y ahora bien, cuando vio bación; pues he aquı́, vosotros
Moroni que se habı́a perdido la mismos sabéis que se os ha
ciudad de Nefı́ah, se apesadum- nombrado para reclutar hom-
bró en extremo y empezó a du- bres y armarlos con espadas y
dar, a causa de las maldades del con cimitarras, y con todo géne-
pueblo, si no caerı́an en manos ro de armas de guerra de todas
de sus hermanos. clases, y enviarlos contra los la-
12 Y ası́ sucedió con todos sus manitas, en cualquier parte que
capitanes en jefe. También du- invadiesen nuestra tierra.
daron y se maravillaron a causa 3 Y he aquı́, os digo que yo

13a Alma 58:34; 61:2–3. 60 1a Alma 50:39–40. [Aproximadamente 62 a.C.]


433 ALMA 60:4–13
mismo, y también mis hombres, tras provisiones, a tal grado
ası́ como Helamán y sus hom- que muchos han combatido y
bres, hemos padecido suma- dado sus vidas por motivo de
mente grandes sufrimientos; sı́, su gran ansiedad que sen-
aun hambre, sed, fatiga y aflic- tı́an por el bienestar de este
ciones de toda clase. p u e b l o , s ı́ , y l o h a n h e c h o
4 Mas he aquı́, no murmura- cuando estaban a punto de ape-
rı́amos ni nos quejarı́amos, si recer de hambre, a causa de
esto fuera todo lo que hemos vuestra gran negligencia para
padecido. con ellos.
5 Mas he aquı́, grande ha sido 10 Y ahora bien, amados her-
la matanza entre nuestro pue- manos mı́os —porque deberı́ais
blo; sı́, miles han caı́do por la ser amados; sı́, y deberı́ais ha-
espada, mientras que pudo ha- beros preocupado más diligen-
ber sido diferente, si hubieseis temente por el bienestar y la
proporcionado a nuestros ejér- libertad de los de este pueblo;
citos suficiente fuerza y ayuda. pero he aquı́, los habéis descui-
Sı́, grande ha sido vuestra ne- dado a tal grado que la sangre
gligencia para con nosotros. de miles de ellos descenderá
6 Y he aquı́, ahora deseamos sobre vuestra cabeza pidiendo
saber la causa de esta suma- venganza; sı́, porque conocidos
mente grande negligencia; sı́, le eran a Dios todos sus clamo-
deseamos conocer el motivo de res y todos sus padecimien-
vuestro estado insensible. tos—,
7 ¿Creéis que podéis sentaros 11 he aquı́, ¿os imagináis que
sobre vuestros tronos en un podrı́ais sentaros en vuestros
estado de insensible estupor, tronos y que, debido a la in-
mientras vuestros enemigos es- mensa bondad de Dios, voso-
tán sembrando la muerte alre- tros podrı́ais no hacer nada y él
dedor de vosotros? Sı́, mientras os librarı́a? He aquı́, si habéis
asesinan a miles de vuestros supuesto esto, lo habéis hecho
hermanos; en vano.
8 sı́, los mismos que han con- 12 ¿ a Suponéis que, por ha-
fiado en que les deis protec- ber sido muertos tantos de
ción, sı́, que os han colocado en vuestros hermanos, ha sido a
posición tal que podı́ais haber- causa de su iniquidad? Os di-
los ayudado, sı́, podı́ais haber- go que si habéis supuesto esto,
les enviado tropas para haber- habéis supuesto en vano; por-
los reforzado, y haber salvado a que os digo, hay muchos que
miles de ellos de caer por la es- han caı́do por la espada; y he
pada. aquı́, es para vuestra condena-
9 M a s h e a q u ı́ , e s t o n o e s ción;
todo; les habéis negado vues- 13 porque el Señor permite

9a Alma 58:7. 12a Lucas 13:1–5. [Aproximadamente 62 a.C.]


ALMA 60:14–20 434
que los ajustos sean muertos pa- sa de tanta efusión de sangre
ra que su justicia y juicios sobre- entre nosotros; sı́, si hubiésemos
vengan a los malos. Por tanto, avanzado contra ellos con la
no debéis suponer que se pier- fuerza del Señor, habrı́amos dis-
den los justos porque los matan; persado a nuestros enemigos
mas he aquı́, entran en el reposo porque se habrı́a efectuado se-
del Señor su Dios. gún el cumplimiento de la pala-
14 Y he aquı́, os digo que mu- bra de él.
cho temo que los castigos de 17 Mas he aquı́, ahora los lama-
Dios desciendan sobre este pue- nitas vienen sobre nosotros,
blo por razón de su extremada apoderándose de nuestras tie-
desidia; sı́, por la desidia de rras y asesinando a nuestro pue-
nuestro gobierno y su extrema- blo con la espada, sı́, a nuestras
da negligencia para con sus her- mujeres y a nuestros hijos, y
manos, sı́, para con los que han también se los están llevando
perecido. cautivos, haciéndoles padecer
15 Porque si no hubiera sido aflicciones de todas clases; y es-
por la aperversidad que comen- to a causa de la gran perversi-
zó primeramente por los que es- dad de aquellos que aspiran al
tán a la cabeza, habrı́amos resis- poder y a la autoridad, sı́, esos
tido a nuestros enemigos y ası́ realistas.
no hubieran logrado poder so- 18 Pero, ¿por qué he de exten-
bre nosotros. derme tanto concerniente a este
16 Sı́, de no haber sido por la asunto? Porque no sabemos si a
a
guerra que surgió entre noso- lo mejor vosotros mismos estáis
tros; sı́, si no hubiese sido por ambicionando la autoridad. No
esos brealistas que causaron tan- sabemos si a lo mejor vosotros
ta efusión de sangre entre noso- mismos sois traidores a vuestro
tros mismos; sı́, si cuando está- paı́s.
bamos contendiendo entre no- 19 ¿O es que nos habéis desa-
sotros mismos, hubiésemos uni- tendido porque os halláis en el
do nuestras fuerzas como pre- centro de nuestro paı́s y estáis
viamente lo hemos hecho; sı́, rodeados de seguridad, por lo
de no haber sido por ese anhelo que no hacéis que se nos man-
de poder y autoridad que sobre den alimentos, ası́ como hom-
nosotros tuvieron esos realistas; bres, para fortalecer nuestros
si hubiesen sido fieles a la causa ejércitos?
de nuestra libertad y se hubie- 20 ¿Os habéis olvidado de los
sen unido a nosotros y salido mandamientos del Señor vues-
en contra de nuestros enemigos, tro Dios? Sı́, ¿habéis olvidado la
en lugar de alzar sus espadas cautividad de nuestros padres?
contra nosotros, que fue la cau- ¿Habéis olvidado las muchas

13a Alma 14:10–11; 16a Alma 51:16–19.


DyC 42:46–47. b Alma 51:5, 8. [Aproximadamente
15a Alma 51:9, 13. 62 a.C.]
435 ALMA 60:21–29
veces que hemos sido librados 25 Y a menos que aceptéis mi
de las manos de nuestros ene- epı́stola, y declaréis y me mani-
migos? festéis un aespı́ritu verdadero
21 ¿O suponéis que el Señor de libertad, y os esforcéis por
aún nos librará mientras noso- fortalecer y reforzar nuestros
tros nos sentamos sobre nues- ejércitos, y les suministréis ali-
tros tronos sin hacer uso de los mentos para su manutención,
medios que el Señor ha dispues- he aquı́, dejaré parte de mis
to para nosotros? hombres libres para preservar
22 Sı́, ¿os sentaréis ociosos esta parte de nuestra tierra, y los
mientras os rodean millares, sı́, encomendaré a la fuerza y las
decenas de millares que tam- bendiciones de Dios, para que
bién se sientan ociosos, mientras ningún otro poder obre contra
que alrededor, en las fronteras ellos,
del paı́s, millares están cayendo 26 y esto por motivo de su gran
por la espada, sı́, heridos y san- fe y de su paciencia en sus tribu-
grientos? laciones,
23 ¿Os suponéis que Dios os 27 y vendré a vosotros; y si hu-
tendrá por inocentes mientras biere entre vosotros quien aspi-
os sentáis inertes y presenciáis rare a la libertad, sı́, aun cuando
estas cosas? He aquı́, os digo quede siquiera una chispa de li-
que no. Ahora bien, quisiera que bertad, he aquı́, instigaré insu-
recordaseis que Dios ha dicho rrecciones entre vosotros hasta
que lo ainterior del vaso se ha de que aquellos que quieren usur-
limpiar primero, y entonces lo par el poder y la autoridad de-
exterior se limpiará también. jen de existir.
24 Y a menos que os arrepin- 28 Sı́, he aquı́, no temo ni vues-
táis de lo que habéis hecho, y tro poder ni vuestra autoridad,
empecéis a ser diligentes, y nos sino es mi aDios a quien yo te-
enviéis vı́veres y hombres, y mo; y es de acuerdo con sus
también a Helamán, para que él mandamientos que yo tomo mi
conserve las partes de nuestro espada para defender la causa
paı́s que ha reconquistado, y pa- de mi paı́s; y es por motivo de
ra que nosotros también recon- vuestra iniquidad que hemos
quistemos el resto de nuestras sufrido tantas pérdidas.
posesiones en estas partes, he 29 He aquı́, ya es tiempo, sı́, la
aquı́, será conveniente que no hora está cerca en que, salvo
luchemos más contra los lama- que os afanéis por la defensa de
nitas hasta que primero haya- vuestro paı́s y de vuestros pe-
mos limpiado lo interior de queñitos, la aespada de la justi-
nuestro vaso, sı́, la gran cabeza cia ya se cierne sobre vosotros;
de nuestro gobierno. sı́, y caerá sobre vosotros y os

23a Mateo 23:25–26. 29a Hel. 13:5;


25a Alma 51:6; 61:15. 3 Ne. 2:19. [Aproximadamente
28a Hech. 5:26–29. 62 a.C.]
ALMA 60:30–61:3 436
visitará hasta vuestra completa provisiones y de vuestros hom-
destrucción. bres, y también a Helamán.
30 He aquı́, espero ayuda de 35 Y he aquı́, si no lo hacéis ası́,
vosotros; y a menos que nos su- marcharé al instante hacia voso-
ministréis auxilio, he aquı́, ven- tros; porque Dios no permitirá
go contra vosotros, sı́, en la tie- que perezcamos de hambre; por
rra de Zarahemla, y os heriré tanto, él nos dará de vuestros
con la espada al grado de que alimentos, aunque tenga que ser
no tendréis más poder para im- a fuerza de espada. Mirad, pues,
pedir el progreso de este pueblo que cumpláis la palabra de Dios.
en la causa de nuestra libertad. 36 He aquı́, soy Moroni, vues-
31 Pues he aquı́, el Señor no tro capitán en jefe. No abusco
consentirá que viváis y aumen- poder, sino que trato de abatir-
téis en vuestras iniquidades pa- lo. No busco los honores del
ra destruir a su justo pueblo. mundo, sino la gloria de mi Dios
32 He aquı́, ¿podéis suponer y la libertad y el bienestar de mi
que el Señor os preservará a vo- paı́s. Y ası́ concluyo mi epı́stola.
sotros y vendrá a juicio contra
los lamanitas, cuando han sido
las tradiciones de sus padres lo CAPÍTULO 61
que ha provocado su odio, sı́, y
lo han intensificado aquellos di- Pahorán informa a Moroni de la in-
sidentes que se han separado de surrección y rebelión contra el go-
nosotros, mientras que vuestra bierno—Los realistas se apoderan
iniquidad proviene de vuestro de Zarahemla y conciertan una
amor por la gloria y las vanida- alianza con los lamanitas—Paho-
des del mundo? rán solicita ayuda militar contra los
33 Sabéis que transgredı́s las rebeldes.
leyes de Dios, y sabéis que las Y HE aquı́, aconteció que poco
holláis con vuestros pies. He después que hubo enviado su
aquı́, el Señor me dice: Si los que epı́stola al gobernador del paı́s,
habéis nombrado gobernadores Moroni recibió una epı́stola de
a
no se arrepienten de sus peca- Pahorán, el gobernador. Y éstas
dos e iniquidades, iréis a la bata- son las palabras que recibió:
lla contra ellos. 2 Yo, Pahorán, gobernador de
34 Y he aquı́, yo, Moroni, estoy este paı́s, envı́o estas palabras a
obligado, según el convenio que Moroni, capitán en jefe del ejér-
he hecho de obedecer los man- cito. He aquı́, Moroni, te digo
damientos de mi Dios; por lo que no me regocijo por vuestras
tanto, quisiera que os sujetaseis grandes aaflicciones, sı́, ello con-
a la palabra de Dios, y me envia- trista mi alma.
seis rápidamente de vuestras 3 Mas he aquı́, hay quienes se

36a DyC 121:39–42. 2a Alma 60:3–9. [Aproximadamente


61 1a Alma 50:39–40. 62 a.C.]
437 ALMA 61:4–14
regocijan en vuestras afliccio- y éste ha escrito al rey de los la-
nes; sı́, al grado de que se han manitas, y ha concertado una
sublevado contra mı́, y también alianza con él; y en esta alianza
los de mi pueblo que son ahom- ha convenido en retener la ciu-
bres libres; sı́, y los que se han dad de Zarahemla, retención
sublevado son sumamente nu- que él supone hará posible que
merosos. los lamanitas conquisten el resto
4 Y son esos que han tratado de la tierra, y él serı́a nombrado
de arrebatarme el asiento judi- rey de este pueblo, cuando los
cial los que han sido los causan- lamanitas lo hayan conquistado.
tes de esta gran iniquidad; por- 9 Ahora bien, me has censura-
que se han valido de muchas li- do en tu epı́stola, pero no im-
sonjas y han desviado el cora- porta; no estoy enojado, antes
zón de mucha gente, lo cual se- bien, me regocijo en la grandeza
rá la causa de grave aflicción en- de tu corazón. Yo, Pahorán, no
tre nosotros; ellos han detenido ambiciono el poder, sino única-
nuestras provisiones, y han inti- mente retener mi asiento judi-
midado a nuestros hombres li- cial, a fin de conservar los dere-
bres de modo que no han ido a chos y la libertad de mi pueblo.
vosotros. Mi alma permanece firme en esa
5 Y he aquı́, me han hecho re- libertad en la que Dios nos ha
troceder ante ellos, y he huido a hecho alibres.
la tierra de Gedeón con cuantos 10 Y he aquı́, resistiremos la
hombres me ha sido posible reu- iniquidad aun hasta el derrama-
nir. miento de sangre. Nosotros no
6 Y he aquı́, he enviado una verterı́amos la sangre de los la-
proclamación por toda esta par- manitas si permaneciesen en su
te de la tierra; y he aquı́, se nos propia tierra.
están uniendo diariamente a to- 11 No verterı́amos la sangre de
mar las armas en defensa de su nuestros hermanos, si no se al-
paı́s y su alibertad, y para vengar zaran en rebeldı́a y tomaran la
nuestros agravios. espada contra nosotros.
7 Y han venido a nosotros, a tal 12 Nos someterı́amos al yugo
grado que aquellos que se han de la servidumbre si lo exigiera
alzado en rebeldı́a contra noso- la justicia de Dios, o si él nos
tros son desafiados; sı́, al punto mandara que lo hiciéramos.
de que nos temen, y no se atre- 13 Mas he aquı́, él no nos man-
ven a salir a la batalla contra da que nos sujetemos a nuestros
nosotros. enemigos, sino que pongamos
8 Se han apoderado de la tie- en él nuestra aconfianza, y él
rra, o sea, de la ciudad de Zara- nos librará.
hemla; se han nombrado un rey, 14 Por lo tanto, mi querido her-

3a Alma 51:6–7. DyC 88:86.


6a gee Libertad, libre. 13a gee Fe; Confianza, [Aproximadamente
9a Juan 8:31–36; confiar. 62 a.C.]
ALMA 61:15–62:2 438
mano Moroni, resistamos al mal, mos hacer, si serı́a justo marchar
y el mal que no podamos resistir contra nuestros hermanos.
con nuestras palabras, sı́, tal 20 Pero has dicho que a menos
como las rebeliones y disensio- que se arrepientan, el Señor te
nes, aresistámoslo con nuestras ha mandado ir contra ellos.
espadas para que retengamos 21 Procura afortalecer a Lehi y
nuestra libertad, para que nos a Teáncum en el Señor; diles
regocijemos en el gran privile- que no teman porque Dios los
gio de nuestra iglesia y en la librará, sı́, y también a todos
causa de nuestro Redentor y aquellos que se mantienen fir-
nuestro Dios. mes en esa libertad con que
15 Por lo tanto, ven a mı́ rápi- Dios los ha hecho libres. Y ahora
damente con unos pocos de tus concluyo mi epı́stola a mi ama-
hombres, y deja el resto al man- do hermano Moroni.
do de Lehi y de Teáncum; dales
facultad para conducir la guerra
CAPÍTULO 62
en esa parte de la tierra, según
el aEspı́ritu de Dios, que tam-
bién es el espı́ritu de libertad Moroni parte para ayudar a Paho-
que está en ellos. rán en la tierra de Gedeón—Se eje-
16 He aquı́, les he enviado al- cuta a los realistas que se niegan
gunas provisiones para que no a defender su paı́s — Pahorán y
perezcan hasta que puedas ve- Moroni se apoderan nuevamente
nir a mı́. de la ciudad de Nefı́ah—Muchos
17 Reúne cuantas fuerzas pue- de los lamanitas se unen al pueblo
das en el curso de tu marcha de Ammón—Teáncum mata a Am-
hacia acá, y marcharemos rápi- morón y es muerto a su vez—Los
damente contra esos disidentes, lamanitas son arrojados de la tierra,
con la fuerza de nuestro Dios y se establece la paz — Helamán
según la fe que hay en noso- vuelve al ministerio y edifica a la
tros. Iglesia.
18 Y nos apoderaremos de la Y ACONTECIÓ que cuando Moro-
ciudad de Zarahemla a fin de ni hubo recibido esta epı́stola,
obtener más vı́veres para enviar su corazón cobró ánimo y se lle-
a Lehi y a Teáncum; sı́, marcha- n ó d e u n g o z o s u m a m e n t e
remos contra ellos con la fuerza grande a causa de la fidelidad
del Señor, y daremos fin a esta de Pahorán, de que no era él
gran iniquidad. también un atraidor a la libertad
19 Ası́ pues, Moroni, me alegro ni a la causa de su patria.
de haber recibido tu epı́stola, 2 Pero también se afligió en
porque me hallaba algo inquieto extremo por la iniquidad de los
concerniente a lo que deberı́a- que habı́an desalojado a Paho-

14a Alma 43:47. 21a Zac. 10:12.


15a 2 Cor. 3:17. 62 1a Alma 60:18. [Aproximadamente
gee Espı́ritu Santo. 62 a.C.]
439 ALMA 62:3–13
rán del asiento judicial; sı́, en 8 Y he aquı́ que Pacus fue
una palabra, por motivo de muerto y sus hombres fueron
aquellos que se habı́an subleva- tomados prisioneros; y Pahorán
do contra su paı́s y también con- fue restablecido en su asiento
tra su Dios. judicial.
3 Y sucedió que Moroni llevó 9 Y a los hombres de Pacus se
consigo a un pequeño número les hizo su juicio, según la ley, y
de hombres, según los deseos también a esos realistas que ha-
de Pahorán, y dio a Lehi y Teán- bı́an sido tomados y encarcela-
cum el mando del resto de su dos; y los aejecutaron según la
ejército, y emprendió su marcha ley; sı́, todos esos hombres de
hacia la tierra de Gedeón. Pacus y esos realistas, que más
4 Y enarboló el aestandarte de bien que tomar las armas en de-
b
libertad en cuanto lugar entró, fensa de su paı́s querı́an luchar
y reunió a cuantos refuerzos pu- contra él, fueron ejecutados.
do en su marcha hacia la tierra 10 Y ası́ se hizo preciso que se
de Gedeón. observara estrictamente esta ley
5 Y sucedió que miles se con- para la seguridad de su patria;
gregaron en torno de su estan- sı́, y a cualquiera que hallaban
darte y tomaron sus espadas en negando su libertad, le ejecuta-
defensa de su libertad para no ban sin dilación, de acuerdo con
caer en el cautiverio. la ley.
6 Y ası́, cuando Moroni hubo 11 Y ası́ concluyó el año treinta
reunido a cuantos hombres pu- del gobierno de los jueces sobre
do durante su marcha, llegó a la el pueblo de Nefi; y Moroni y
tierra de Gedeón; y juntando Pahorán habı́an restaurado la
sus fuerzas con las de Pahorán, paz a la tierra de Zarahemla, en-
llegaron a ser sumamente fuer- tre su propio pueblo, habiendo
tes, sı́, más fuertes aún que los impuesto la muerte a todos los
hombres de Pacus, que era el que no eran fieles a la causa de
a
rey de aquellos disidentes que la libertad.
habı́an expulsado a los bhom- 12 Y aconteció que a *princi-
bres libres de la tierra de Zara- pios del año treinta y uno del
hemla y se habı́an apoderado de gobierno de los jueces sobre el
esa tierra. pueblo de Nefi, Moroni inme-
7 Y aconteció que Moroni y diatamente hizo que se manda-
Pahorán descendieron con sus sen provisiones a Helamán, y
ejércitos hasta la tierra de Zara- que también se enviara un ejér-
hemla, y marcharon contra la cito de seis mil hombres para
ciudad, y se enfrentaron con los ayudarle a preservar aquella
hombres de Pacus, de modo que parte de la tierra.
salieron a la batalla. 13 Y también hizo que se man-

4a Alma 46:12–13, 36. 6a Alma 61:4–8.


gee Pendón. b Alma 51:5–7.
b gee Libertad. 9a gee Pena de muerte. [*61 a.C.]
ALMA 62:14–25 440
dara un ejército de seis mil hom- valor, y viendo sus grandes
bres, con cantidad suficiente de multitudes, los lamanitas no se
vı́veres, a los ejércitos de Lehi y atrevieron a salir contra ellos;
de Teáncum. Y aconteció que se por tanto, no salieron a la bata-
hizo esto con objeto de fortificar lla ese dı́a.
el paı́s contra los lamanitas. 20 Y al caer la noche, Moroni
14 Y sucedió que Moroni y Pa- salió en la obscuridad de la no-
horán, dejando un grupo consi- che y subió a lo alto de la mura-
derable de hombres en la tierra lla para espiar en qué parte de la
de Zarahemla, emprendieron su ciudad acampaban los lamanitas
marcha con un ejército numero- con sus ejércitos.
so hacia la tierra de Nefı́ah, re- 21 Y ocurrió que se hallaban
sueltos a conquistar a los lama- hacia el oriente, cerca de la en-
nitas de esa ciudad. trada; y todos estaban dormi-
15 Y sucedió que mientras dos. Y Moroni se volvió a su
avanzaban hacia esa tierra, cap- ejército e hizo que prepararan
turaron a un grupo grande de rápidamente fuertes cuerdas y
lamanitas, y mataron a muchos escalas, para descolgarse desde
de ellos y se apoderaron de sus lo alto de la muralla a la parte
provisiones y sus armas de gue- interior.
rra. 22 Y aconteció que Moroni hi-
16 Y acaeció que después de zo que sus hombres avanzaran y
haberlos capturado, les hicieron subieran a lo alto de la muralla,
concertar un convenio de que y se descolgaran en esa parte de
no volverı́an a tomar sus armas la ciudad, sı́, el lado occidental,
de guerra contra los nefitas. donde no estaban acampados
17 Y cuando hubieron hecho los lamanitas con sus ejércitos.
este convenio, los enviaron a 23 Y sucedió que todos se des-
habitar con el pueblo de Am- colgaron dentro de la ciudad
món; y eran como unos cuatro durante la noche, por medio de
mil los que no habı́an perecido. sus fuertes cuerdas y sus esca-
18 Y sucedió que cuando los las; de modo que al amanecer,
hubieron enviado, continuaron ya todos estaban dentro de los
su marcha hacia la tierra de muros de la ciudad.
Nefı́ah. Y aconteció que cuando 24 Y cuando despertaron los
hubieron llegado a la ciudad, lamanitas y vieron que los ejér-
plantaron sus tiendas en las lla- citos de Moroni estaban dentro
nuras de Nefı́ah, cerca de esa de los muros, se atemorizaron
ciudad. en extremo, a tal grado que hu-
19 Y Moroni deseaba que los yeron por el paso.
lamanitas salieran a la batalla 25 Y cuando vio Moroni que
contra ellos en las llanuras; pero huı́an delante de él, hizo que
conociendo su extraordinario sus hombres avanzaran contra

[Aproximadamente 61 a.C.]
441 ALMA 62:26–35
ellos; y mataron a muchos, y a 31 Y acaeció que cuando vie-
muchos otros los cercaron y los ron los lamanitas que Moroni
tomaron prisioneros; y el resto marchaba contra ellos, nueva-
de ellos huyó a la tierra de Mo- mente se atemorizaron y huye-
roni, que se hallaba cerca de las ron ante el ejército de Moroni.
playas del mar. 32 Y sucedió que Moroni y
26 Y ası́ Moroni y Pahorán su ejército los persiguieron de
se habı́an apoderado de la ciu- ciudad en ciudad, hasta que se
dad de Nefı́ah sin la pérdida de encontraron con Lehi y Teán-
una sola alma; y hubo muchos cum; y los lamanitas huyeron
de los lamanitas que fueron de Lehi y Teáncum por las tie-
muertos. rras cerca de las orillas del mar,
27 Y aconteció que muchos de hasta que llegaron a la tierra
los lamanitas que eran prisione- de Moroni.
ros desearon unirse al apueblo 33 Y los ejércitos de los lamani-
de Ammón y ser un pueblo libre. tas se habı́an reunido todos, de
28 Y sucedió que a cuantos lo modo que se hallaban en un so-
desearon, les fue concedido se- lo grupo en la tierra de Moroni;
gún sus deseos. y Ammorón, el rey de los lama-
29 De modo que todos los pri- nitas, estaba también con ellos.
sioneros lamanitas se unieron al 34 Y aconteció que Moroni y
pueblo de Ammón, y empeza- Lehi y Teáncum acamparon con
ron a trabajar en sumo grado, la- sus ejércitos en los alrededores
brando la tierra, cultivando toda de las fronteras de la tierra de
especie de granos y criando re- Moroni, de modo que los lama-
baños y ganados de todas cla- nitas quedaron rodeados en la
ses; y ası́ se vieron los nefitas ali- frontera por el desierto al sur, y
viados de un gran peso; sı́, al en la frontera por el desierto al
grado de que fueron aliviados este.
de todos los prisioneros lamani- 35 Y ası́ acamparon durante la
tas. noche. Pues he aquı́, los nefitas,
30 Y ahora bien, aconteció que y los lamanitas también, se ha-
después que hubo ocupado la llaban fatigados por motivo de
ciudad de Nefı́ah —habiendo la extensa marcha; por tanto, no
tomado muchos prisioneros, lo intentaron ninguna estratage-
cual redujo apreciablemente los ma durante la noche, excepto
ejércitos de los lamanitas, y ha- Teáncum; porque estaba irrita-
biendo rescatado a muchos nefi- do en extremo en contra de Am-
tas que habı́an sido prisioneros, morón, al punto de que él consi-
cosa que reforzó considerable- deraba que Ammorón y su her-
mente su ejército— Moroni par- mano Amalickı́ah habı́an sido la
a
tió de la tierra de Nefı́ah para la causa de aquella grande y larga
tierra de Lehi. guerra entre ellos y los lamani-

27a gee Anti-nefi-lehitas. 35a Alma 48:1. [Aproximadamente 61 a.C.]


ALMA 62:36–44 442
tas, la cual habı́a sido el motivo 40 Y habı́a habido asesinatos, y
de tantas batallas y efusión de contenciones, y disensiones, y
sangre, sı́, y de tanta hambre. toda clase de iniquidades entre
36 Y sucedió que Teáncum, el pueblo de Nefi; no obstante,
en su ira, entró en el campo de por el bien de los ajustos, sı́, a
los lamanitas, y se descolgó de causa de las oraciones de los jus-
las murallas de la ciudad. Y fue tos, fueron preservados.
de sitio en sitio, con una cuer- 41 Mas he aquı́, por motivo de
da, de modo que halló al rey; y la sumamente larga continua-
le aarrojó una jabalina que lo hi- ción de la guerra entre los nefi-
rió cerca del corazón. Pero he tas y los lamanitas, muchos se
aquı́, el rey despertó a sus sier- habı́an vuelto insensibles por
vos antes de morir, por lo que motivo de la extremadamente
persiguieron a Teáncum y lo larga duración de la guerra; y
mataron. muchos se ablandaron a causa
37 Y sucedió que cuando Lehi de sus aaflicciones, al grado de
y Moroni supieron que Teán- que se humillaron delante de
cum habı́a muerto, se afligieron Dios con la más profunda hu-
en extremo; porque he aquı́, ha- mildad.
bı́a sido un hombre que habı́a 42 Y ocurrió que después que
luchado valerosamente por su hubo fortificado aquellas partes
patria, sı́, un verdadero amigo de la tierra que más expuestas
de la libertad; y habı́a padecido estaban a los lamanitas, hasta
muchı́simas aflicciones suma- que quedaron suficientemente
mente graves. Mas he aquı́, ha- fuertes, Moroni volvió a la ciu-
bı́a muerto, y habı́a seguido el dad de Zarahemla; y Helamán
camino de toda la tierra. también se volvió al lugar de su
38 Y ocurrió que a la mañana herencia; y nuevamente quedó
siguiente, Moroni avanzó y ca- establecida la paz entre el pue-
yó sobre los lamanitas, a tal gra- blo de Nefi.
do que los hirieron con gran es- 43 Y Moroni entregó el mando
trago; y los arrojaron de la tie- de sus ejércitos a su hijo, cuyo
rra; y los lamanitas huyeron, ası́ nombre era Moronı́ah; y se reti-
que no volvieron contra los ne- ró a su propia casa a fin de pasar
fitas en esa época. el resto de sus dı́as en paz.
39 Y ası́ *llegó a su fin el año 44 Y Pahorán volvió a su asien-
treinta y uno del gobierno de los to judicial; y Helamán empren-
jueces sobre el pueblo de Nefi; y dió otra vez la predicación de la
ası́ habı́an tenido guerras, y efu- palabra de Dios al pueblo; pues
sión de sangre, y hambre, y por causa de tantas guerras y
aflicción por el espacio de mu- contenciones, se habı́a hecho
chos años. necesario que de nuevo se hicie-

36a Alma 51:33–34. 41a gee Adversidad.


40a Alma 45:15–16. [*60 a.C.]
443 ALMA 62:45–63:4
ra una reglamentación en la ron fuertes y prosperaron en la
iglesia. tierra.
45 Por tanto, Helamán y sus 52. Y sucedió que se hicieron
hermanos salieron y declararon todas estas cosas. Y murió Hela-
la palabra de Dios con mucho mán en el año *treinta y cinco
poder, aconvenciendo a mucha del gobierno de los jueces sobre
gente de sus iniquidades, lo que el pueblo de Nefi.
los hizo arrepentirse de sus pe-
cados y ser bautizados para el
CAPÍTULO 63
Señor su Dios.
46 Y ocurrió que otra vez esta-
blecieron la iglesia de Dios por Shiblón y, después de él, Helamán
toda la tierra. se hacen cargo de los anales sagra-
47 Sı́, y se establecieron regla- dos—Muchos nefitas viajan a la
mentos concernientes a la ley; y tierra del norte—Hagot construye
fueron elegidos sus ajueces y barcos que navegan en el mar del
jueces superiores. oeste—Moronı́ah vence a los lama-
48 Y el pueblo de Nefi una vez nitas en una batalla.
más empezó a aprosperar en la Y OCURRIÓ que a †principios del
tierra, y de nuevo comenzó a año treinta y seis del gobierno
multiplicarse y a hacerse suma- de los jueces sobre el pueblo de
mente fuerte en la tierra. Y co- Nefi, aShiblón se hizo cargo de
menzaron a hacerse muy ricos. los bsagrados objetos que Alma
49 Mas no obstante sus rique- habı́a entregado a Helamán.
zas, su poder y su prosperidad, 2 Y Shiblón era un hombre jus-
no se ensalzaron en el orgullo to; y anduvo rectamente ante
de sus ojos, ni fueron lentos en Dios, y procuró hacer el bien
acordarse del Señor su Dios, si- continuamente, y guardar los
no que se humillaron profunda- mandamientos del Señor su
mente delante de él. Dios; y su hermano también lo
50 Sı́, recordaban cuán grandes hizo.
cosas habı́a hecho el Señor por 3 Y sucedió que murió Moroni
ellos: cómo los habı́a librado de también; y ası́ concluyó el año
la muerte, y del cautiverio, y de treinta y seis del gobierno de los
cárceles, y de todo género de jueces.
aflicciones, y los habı́a rescatado 4 Y aconteció que en el año

de las manos de sus enemigos. treinta y siete del gobierno de
51 Y oraban al Señor su Dios los jueces, hubo una compañı́a
continuamente, al grado de que numerosa de hombres, sı́, la
él los bendijo de acuerdo con su cantidad de cinco mil cuatro-
palabra, de modo que se hicie- cientos hombres, con sus espo-

45a DyC 18:44. 63 1a Alma 38:1–2.


47a Mos. 29:39. b Alma 37:1–12.
48a Alma 50:20. gee Santo (adjetivo). [*57 a.C. †56 ‡55 a.C.]
ALMA 63:5–15 444
sas y sus hijos, que salieron de la *treinta y nueve del gobierno
tierra de Zarahemla para la tie- de los jueces, también murió
rra que se hallaba al anorte. Shiblón; y Coriantón habı́a par-
5 Y acaeció que Hagot, siendo tido para la tierra del norte en
un hombre de extraordinaria un barco, para llevar provisio-
curiosidad, fue, por tanto, y nes a la gente que habı́a ido a
construyó un barco sumamente aquella tierra.
grande en los confines de la tie- 11 Por tanto, fue menester que
rra de Abundancia, cerca de la Shiblón entregara, antes de mo-
tierra de Desolación, y lo echó a rir, aquellos objetos sagrados al
la mar del oeste, cerca de la aes- hijo de aHelamán, que también
trecha lengua de tierra que con- se llamaba Helamán, habiéndo-
ducı́a a la tierra del norte. sele dado el nombre de su pa-
6 Y he aquı́, entraron en él mu- dre.
chos de los nefitas y se hicieron 12 Y he aquı́, todos aquellos
a
a la mar con muchas provisio- grabados que se hallaban en
nes, y también muchas mujeres manos de Helamán se escribie-
y niños; y se dirigieron hacia el ron y se enviaron entre los hijos
norte. Y ası́ concluyó el año de los hombres por toda la tie-
treinta y siete. rra, con excepción de aquellas
7 Y en el año treinta y ocho, partes que Alma habı́a manda-
este hombre construyó otros do que bno se enviaran.
barcos. Y el primer barco tam- 13 No obstante, aquellas cosas
bién volvió, y muchos otros en- debı́an guardarse sagradas, y
a
traron en él; y también llevaron transmitirse de una generación
consigo gran cantidad de provi- a otra; por tanto, se habı́an en-
siones, y partieron otra vez ha- tregado en este año a Helamán,
cia la tierra del norte. antes de la muerte de Shiblón.
8 Y acaeció que nunca más se 14 Y también ocurrió que en
volvió a saber de ellos; y supo- este año hubo algunos disiden-
nemos que se ahogaron en las tes que se habı́an unido a los la-
profundidades del mar. Y suce- manitas; y de nuevo fueron pro-
dió que otro barco también se vocados a la ira contra los nefi-
hizo a la vela; y adónde fue no tas.
lo sabemos. 15 Y también en este mismo
9 Y sucedió que en este año hu- año llegaron con un ejército nu-
bo mucha gente que salió hacia meroso para la guerra contra el
la tierra del anorte; y ası́ conclu- pueblo de aMoronı́ah, o sea, el
yó el año treinta y ocho. ejército de Moronı́ah, en la cual
10 Y aconteció que en el año fueron vencidos y arrojados

4a Alma 22:31. miento del libro de 15a Alma 62:43.


5a Alma 22:32; Helamán.
Éter 10:20. 12a Alma 18:36.
9a Hel. 3:11–12. b Alma 37:27–32.
11a Véase el encabeza- 13a Alma 37:4. [*53 a.C.]
445 ALMA 63:16–HELAMÁN 1:6
otra vez a sus propias tierras, 17 Y ası́ concluyó la narración
sufriendo grandes pérdidas. de Alma y de Helamán, su hijo,
16 Y ası́ terminó el año treinta y también de Shiblón, que era
y nueve del gobierno de los jue- hijo de Alma.
ces sobre el pueblo de Nefi.

El Libro de Helamán

U n relato de los nefitas. Sus guerras, contiendas y disensiones.


También las profecı́as de muchos santos profetas, antes de la
venida de Cristo, según los anales de Helamán, que era hijo de
Helamán, y también según los anales de sus hijos, hasta la venida de
Cristo. Además, se convierten muchos lamanitas. Un relato de la
conversión de éstos. Un relato de la rectitud de los lamanitas y de las
iniquidades y las abominaciones de los nefitas, según los anales de
Helamán y de sus hijos, hasta la venida de Cristo, relato que se llama
el Libro de Helamán.

CAPÍTULO 1 cuál de los hermanos, que eran


hijos de Pahorán, iba a ocupar el
Pahorán, hijo, llega a ser el juez su- asiento judicial.
perior y es asesinado por Kishku- 3 Y éstos son los nombres de
men—Pacumeni ocupa el asiento los que se disputaban el asiento
judicial — Coriántumr dirige los judicial, quienes también causa-
ejércitos lamanitas, se apodera de ron la contención entre el pue-
Zarahemla y mata a Pacumeni— blo: Pahorán, Paanqui y Pacu-
Moronı́ah derrota a los lamanitas y meni.
se vuelve a apoderar de Zarahemla; 4 Ahora bien, éstos no eran
Coriántumr es muerto. todos los hijos de Pahorán,
porque tenı́a muchos, sino que

Y HE aquı́, aconteció que al


*principiar el año cuarenta
del gobierno de los jueces sobre
eran los que se disputaban el
asiento judicial; por tanto, oca-
sionaron tres divisiones entre
el pueblo de Nefi, empezó a sur- el pueblo.
gir una grave dificultad entre el 5 Sucedió, sin embargo, que
pueblo nefita. la avoz del pueblo eligió a Pa-
2 Porque he aquı́, aPahorán ha- horán para ser juez superior
bı́a muerto, y habı́a seguido el y gobernador del pueblo de
camino de toda la tierra; por Nefi.
tanto, comenzó a haber una gra- 6 Y sucedió que cuando Pacu-
ve contención concerniente a meni vio que no podı́a obtener
[helamán] 5a Mos. 29:26–29.
1 2a Alma 50:40. [*52 a.C.]
HELAMÁN 1:7–17 446
el asiento judicial, se unió a la manera que no pudieron des-
voz del pueblo. cubrirlos a todos; pero a cuan-
7 Pero he aquı́, Paanqui y aque- tos hallaron, los condenaron a
a
llos del pueblo que querı́an que muerte.
él los gobernara, se enojaron en 13 Y he aquı́, de acuerdo con la
extremo; por tanto, estaba a voz del pueblo, nombraron a
punto de incitarlos a que se su- Pacumeni para que fuera juez
blevaran contra sus hermanos. superior y gobernador del pue-
8 Y aconteció que cuando esta- blo, para regir en lugar de su
ba para hacer esto, he aquı́, lo hermano Pahorán; y fue según
apresaron y lo juzgaron según su derecho. Y todo esto ocurrió
la voz del pueblo, y fue conde- en el año cuarenta del gobierno
nado a muerte, porque se habı́a de los jueces; y llegó a su fin.
rebelado y habı́a intentado des- 14 Y acaeció que en el año
truir la alibertad del pueblo. *cuarenta y uno del gobierno de
9 Mas cuando aquellos que los jueces, los lamanitas junta-
querı́an que él fuese su gober- ron un ejército innumerable, y
nador vieron que habı́a sido lo armaron con espadas, y con
condenado a muerte, se enoja- cimitarras, y con arcos, y flechas,
ron; y he aquı́, enviaron a un tal y cascos, y con petos, y con toda
Kishkumen al asiento judicial especie de escudos de varias cla-
de Pahorán, el cual asesinó a ses.
Pahorán mientras ocupaba el 15 Y llegaron otra vez para tra-
asiento judicial. bar la batalla con los nefitas; y
10 Y los siervos de Pahorán lo los guiaba un hombre que se lla-
persiguieron; pero he aquı́, fue maba Coriántumr, y era descen-
tan rápida la fuga de Kishku- diente de Zarahemla; y era un
men, que nadie pudo alcanzar- disidente de entre los nefitas, y
lo. un hombre fuerte y de grande
11 Y volvió a aquellos que lo estatura.
habı́an enviado, y todos hicie- 16 Por lo que, el rey de los la-
ron convenio, jurando por su manitas, cuyo nombre era Tuba-
eterno Hacedor, que no dirı́an a lot, hijo de aAmmorón, supo-
nadie que Kishkumen habı́a niendo que Coriántumr, por ser
asesinado a Pahorán. tan poderoso, podrı́a hacer fren-
12 Por lo tanto, Kishkumen te a los nefitas con su fuerza y
no fue reconocido entre el pue- gran sabidurı́a, al grado de que
blo de Nefi, porque se hallaba con mandarlo someterı́a a los
disfrazado en la ocasión en que nefitas,
asesinó a Pahorán. Y Kishku- 17 incitó, por tanto, a los lama-
men y los de su banda, que ha- nitas a la ira, y reunió a sus ejér-
bı́an hecho convenio con él, se citos, y les nombró a Corián-
mezclaron entre el pueblo de tal tumr para que fuera su caudillo,

8a gee Libertad. 16a Alma 52:3.


12a gee Pena de muerte. [*51 a.C.]
447 HELAMÁN 1:18–27
y les mandó que emprendieran encerrado en prisiones, y que él
la marcha hacia la tierra de Za- se habı́a apoderado de la plaza
rahemla para luchar contra los más fuerte de toda esa tierra, co-
nefitas. bró ánimo su corazón al grado
18 Y sucedió que por razón de de que se dispuso a avanzar
tanta contención y tanta dificul- contra toda la tierra.
tad en el gobierno, no habı́an 23 Ası́ que no se detuvo en la
conservado guardias suficientes tierra de Zarahemla, sino que
en la tierra de Zarahemla; por- emprendió la marcha con un
que no se habı́an supuesto que ejército grande hacia la ciudad
los lamanitas se atreverı́an a in- de Abundancia; pues tenı́a la
vadir el centro de sus tierras pa- determinación de avanzar y
ra atacar la gran ciudad de Zara- abrirse paso con la espada para
hemla. apoderarse de las partes de la
19 Pero sucedió que Corián- tierra hacia el norte.
tumr marchó al frente de su nu- 24 Y creyendo que las fuerzas
merosa hueste, y cayó sobre los principales de los nefitas se en-
habitantes de la ciudad; y su contraban en el centro de la tie-
marcha fue tan sumamente rá- rra, marchó adelante sin darles
pida, que no hubo tiempo para tiempo para reunirse, sino en
que los nefitas reunieran sus pequeños grupos; y de esta ma-
ejércitos. nera se lanzaban sobre ellos y
20 Por lo tanto, Coriántumr los hacı́an caer a tierra.
mató a los guardias que estaban 25 Pero he aquı́ que esta mar-
a la entrada de la ciudad, y con cha de Coriántumr por el centro
todo su ejército entró en ella, y de sus tierras dio a Moronı́ah
mataron a cuantos los resistı́an, una gran ventaja, a pesar de la
a tal grado que tomaron toda la magnitud del número de nefitas
ciudad. que habı́an perecido.
21 Y sucedió que Pacumeni, 26 Pues he aquı́, Moronı́ah no
que era el juez superior, huyó habı́a supuesto que los lamani-
delante de Coriántumr hasta los tas se atreverı́an a invadir el
muros de la ciudad. Y aconteció centro de la tierra, sino que asal-
que Coriántumr lo hirió contra tarı́an las ciudades fronterizas
la muralla de tal modo que mu- como lo habı́an hecho hasta en-
rió; y ası́ llegaron a su fin los tonces; por tanto, Moronı́ah ha-
dı́as de Pacumeni. bı́a hecho que sus ejércitos fuer-
22 Y ahora bien, cuando Co- tes protegieran aquellas partes
riántumr vio que tenı́a en su po- cerca de las fronteras.
der la ciudad de Zarahemla, y 27 Mas he aquı́, los lamanitas
vio que los nefitas habı́an huido no se habı́an atemorizado, como
delante de ellos, y que los ha- él querı́a, sino que habı́an entra-
bı́an matado, y que los habı́an do en el centro de la tierra y se

[Aproximadamente 51 a.C.]
HELAMÁN 1:28–2:4 448
habı́an apoderado de la capital, apoderó nuevamente de la ciu-
que era la ciudad de Zarahemla; dad de Zarahemla, e hizo que
y marchaban por las partes prin- los prisioneros lamanitas aban-
cipales de la tierra, matando al donaran el paı́s en paz.
pueblo con gran mortandad, 34 Y ası́ concluyó el año cua-
tanto hombres, como mujeres y renta y uno del gobierno de los
niños, apoderándose de muchas jueces.
ciudades y de muchas plazas
fuertes. CAPÍTULO 2
28 Pero cuando Moronı́ah se
dio cuenta de esto, envió inme-
diatamente a Lehi con un ejér- Helamán, hijo de Helamán, llega a
cito para que los atajara antes ser juez superior—Gadiantón diri-
que llegaran a la tierra de Abun- ge la banda de Kishkumen — Un
dancia. siervo de Helamán mata a Kishku-
29 Y ası́ lo hizo; y los atajó an- men y la banda de Gadiantón huye
tes que llegaran a la tierra de al desierto.
Abundancia, y les dio la batalla, Y ACONTECIÓ que en el año *cua-
de modo que empezaron a re- renta y dos del gobierno de los
troceder hacia la tierra de Zara- jueces, después que Moronı́ah
hemla. hubo restablecido la paz entre
30 Y sucedió que Moronı́ah los los nefitas y los lamanitas, he
atajó en su retirada y los comba- aquı́ que no habı́a quien ocupa-
tió, de modo que se tornó en una se el asiento judicial; por tanto,
batalla muy sangrienta; sı́, pere- empezó a haber de nuevo una
cieron muchos, y entre el núme- contención entre el pueblo con-
ro de los que murieron también cerniente a quién debı́a ocupar
fue hallado aCoriántumr. el puesto.
31 Y he aquı́, los lamanitas no 2 Y ocurrió que la voz del pue-
podı́an retroceder, ni por el nor- blo eligió a Helamán, hijo de
te, ni por el sur, ni por el este, ni Helamán, para ocupar el asiento
por el oeste, porque los nefitas judicial.
los tenı́an rodeados por todas 3 Mas he aquı́, aKishkumen,
partes. que habı́a asesinado a Pahorán,
32 Y ası́ Coriántumr habı́a pre- se puso al acecho para destruir
cipitado a los lamanitas en me- también a Helamán; y lo apoya-
dio de los nefitas, a tal grado ron los de su banda, quienes ha-
que estaban en su poder; y él bı́an concertado un pacto para
mismo pereció, y los lamanitas que nadie supiera de su iniqui-
se rindieron en manos de los ne- dad.
fitas. 4 Porque habı́a un tal aGadian-
33 Y ocurrió que Moronı́ah se tón, el cual era sumamente ex-

30a Hel. 1:15. 4a gee Gadiantón,


2 3a Hel. 1:9. ladrones de. [*50 a.C.]
449 HELAMÁN 2:5–14
perto en muchas palabras, y 9 Y esto agradó extremada-
también en su sutileza para lle- mente a Kishkumen, pues pen-
var a cabo la obra secreta de ase- só que iba a poder cumplir su
sinato y robo; por tanto, llegó a designio; pero he aquı́, mientras
ser jefe de la banda de Kishku- se dirigı́an al asiento judicial, el
men. siervo de Helamán apuñaló a
5 De manera que los lisonjeó, Kishkumen en el corazón, de
ası́ como a Kishkumen, dicién- manera que cayó muerto sin un
doles que si lo colocaban en el solo gemido. Corrió entonces el
asiento judicial, concederı́a que siervo y le comunicó a Helamán
los que pertenecı́an a su banda todo lo que habı́a visto, y oı́do, y
fuesen colocados en puestos de hecho.
poder y autoridad entre el pue- 10 Y aconteció que Helamán
blo; por tanto, Kishkumen pro- mandó aprehender a esa banda
curó destruir a Helamán. de ladrones y asesinos secre-
6 Y sucedió que mientras se di- tos, a fin de ejecutarlos según
rigı́a hacia el asiento judicial pa- la ley.
ra destruir a Helamán, he aquı́, 11 Mas he aquı́, cuando Ga-
uno de los siervos de Helamán, d i a n t ó n s e e n t e r ó d e q u e
que habı́a ido de noche y habı́a Kishkumen no volvı́a, temió ser
logrado, usando un disfraz, un destruido; por lo tanto, hizo que
conocimiento de los planes que su banda lo siguiera. Y huyeron
habı́a urdido esta banda para de la tierra, por un camino se-
destruir a Helamán, creto, al desierto; de modo que
7 aconteció que al encontrar a cuando Helamán los mandó
Kishkumen, le dio una señal; aprehender, no pudieron ha-
por lo que éste le divulgó el ob- llarlos en ninguna parte.
jeto de su pretensión, suplicán- 12 Y en adelante se dirá más de
dole que lo condujera al asiento este Gadiantón; y de este modo
judicial para asesinar a Hela- concluyó el año cuarenta y dos
mán. del gobierno de los jueces sobre
8 Y cuando el siervo de Hela- el pueblo de Nefi.
mán se enteró de todo lo que 13 Y he aquı́, a la conclusión de
habı́a en el corazón de Kishku- este libro veréis que este aGa-
men, y que su intención era ase- diantón probó ser la ruina, sı́,
sinar, y que también el objeto de casi la completa destrucción del
los que pertenecı́an a su banda pueblo de Nefi.
era matar, y robar, y obtener po- 14 He aquı́, no me refiero al fin
der (y éste era su asecreto plan del libro de Helamán, sino al fin
y su combinación), el siervo de del libro de Nefi, del cual he to-
Helamán le dijo a Kishkumen: mado toda la relación que he es-
Vamos al asiento judicial. crito.

8a 2 Ne. 10:15. secretas.


gee Combinaciones 13a Hel. 6:18; 4 Ne. 1:42. [50 a.C.]
HELAMÁN 3:1–11 450
CAPÍTULO 3 habitantes que habı́an heredado
la tierra previamente.
Muchos nefitas emigran a la tierra 6 Y no habı́a parte del paı́s que
del norte—Construyen casas de ce- estuviese desolada, salvo por
mento y llevan muchos anales— falta de madera; pero a causa
Decenas de miles de personas se de la inmensidad de la adestruc-
convierten y son bautizadas—La ción del pueblo que antes habı́a
palabra de Dios conduce a los hom- habitado la tierra, la llamaron
b
bres a la salvación—Nefi, hijo de desolada.
Helamán, ocupa el asiento judicial. 7 Y no habı́a sino muy poca
madera sobre la superficie de la
Y ACONTECIÓ que en el año *cua- tierra, por lo que la gente que
renta y tres del gobierno de los fue allá se volvió sumamente ex-
jueces, no hubo contenciones perta en obras de cemento; por
entre el pueblo de Nefi, aparte tanto, construyeron casas de ce-
de un poco de orgullo que se mento en las cuales habitaron.
manifestó en la iglesia, lo que 8 Y sucedió que se multiplica-
causó unas leves disensiones ron y se extendieron, y salieron
entre la gente, las cuales queda- de la tierra del sur para la tierra
ron resueltas hacia fines del año del norte, y se diseminaron a tal
cuarenta y tres. grado que empezaron a cubrir
2 Y no hubo contención entre la superficie de toda esa tierra,
la gente durante el año cuarenta desde el mar del sur hasta el
y cuatro; ni hubo mucha con- mar del norte, y desde el mar
tención en el año cuarenta y cin- del aoeste hasta el mar del este.
co. 9 Y los que se hallaban en la
3 Y ocurrió que en el año †cua- tierra del norte vivı́an en tien-
renta y seis, sı́, hubo mucha con- das y en casas de cemento, y de-
tención y muchas disensiones, jaban crecer cuanto árbol brota-
por las cuales hubo muchı́simos ra de la faz de la tierra, para que
que salieron de la tierra de Zara- en lo sucesivo tuvieran madera
hemla, y se dirigieron a la tierra para construir sus casas, sı́, sus
del anorte, para heredar la tierra. ciudades, y sus templos, y sus
4 Y viajaron una inmensa dis- sinagogas, y sus santuarios, y to-
tancia, a tal grado que llegaron a da clase de edificios.
a
grandes extensiones de aguas y 10 Y aconteció que por estar
muchos rı́os. tan sumamente escasa la made-
5 Sı́, y se esparcieron por todas ra en la tierra del norte, envia-
partes de aquella tierra, por to- ban mucha por medio de aem-
dos los parajes que no habı́an barcaciones.
quedado desolados y sin made- 11 Y ası́ habilitaron a la gente
ra, por motivo de los numerosos de la tierra del norte para que

3 3a Alma 63:4. 6a Mos. 21:25–27. 10a Alma 63:5–8.


4a Mos. 8:8; b Alma 22:31.
Morm. 6:4. 8a Alma 22:27, 32. [*49 a.C. †46 a.C.]
451 HELAMÁN 3:12–22
edificasen muchas ciudades, han mezclado con los lamanitas
tanto de madera como de ce- hasta bdejar de llamarse nefitas,
mento. volviéndose inicuos, y salvajes,
12 Y aconteció que muchos que y feroces, sı́, hasta convertirse
eran del apueblo de Ammón, en lamanitas.
que eran lamanitas de naci- 17 Y vuelvo ahora a mi narra-
miento, partieron también para ción; por tanto, lo que he referi-
esa tierra. do habı́a sucedido después de
13 Y hay muchos anales de los haber habido grandes contien-
hechos de este pueblo, conser- das, y alborotos, y guerras, y di-
vados por muchos de los de este sensiones entre el pueblo de
pueblo, anales particulares y Nefi.
muy extensos concernientes a 18 Y concluyó el año cuarenta
ellos. y seis del gobierno de los jueces.
14 Mas he aquı́, no puede in- 19 Y aconteció que hubo toda-
cluirse en esta obra la centési- vı́a gran contención en la tierra
ma parte de los hechos de este durante el año *cuarenta y siete,
pueblo, sı́, la historia de los la- sı́, y también en el año cuarenta
manitas y de los nefitas, y sus y ocho.
guerras, y contiendas, y disen- 20 No obstante, Helamán ocu-
siones, y sus predicaciones, y pó el asiento judicial con justicia
sus profecı́as, y sus embarcacio- y equidad; sı́, se esforzó por ob-
nes y construcción de barcos, servar los estatutos, y los juicios,
y su edificación de atemplos, y y los mandamientos de Dios;
de sinagogas, y de sus santua- e hizo lo que era recto a la vista
rios; y su rectitud, y sus iniqui- de Dios continuamente; y an-
dades, y sus asesinatos, y sus ro- duvo en las vı́as de su padre, de
bos, y sus pillajes, y todo tal modo que prosperó en la
género de abominaciones y for- tierra.
nicaciones. 21 Y ocurrió que tuvo dos hi-
15 Pero he aquı́, hay muchos jos. Al mayor dio el nombre de
a
libros y muchos anales de todas Nefi, y al menor el nombre de
b
clases; y los han llevado mayor- Lehi. Y empezaron a crecer en
mente los nefitas. el Señor.
16 Y los nefitas los han atrans- 22 Y aconteció que hacia fines
mitido de una generación a otra, del año cuarenta y ocho del go-
sı́, hasta que han caı́do en trans- bierno de los jueces sobre el
gresión y han sido asesinados, pueblo de Nefi, empezaron a ce-
robados y perseguidos, y echa- sar, en grado pequeño, las gue-
dos, y muertos, y esparcidos so- rras y contiendas entre el pue-
bre la superficie de la tierra, y se blo de los nefitas.

12a Alma 27:21–26. Alma 37:4. b gee Lehi, misionero


14a 2 Ne. 5:16; Jacob 1:17; b Alma 45:12–14. nefita.
3 Ne. 11:1. 21a gee Nefi, hijo de
16a 1 Ne. 5:16–19; Helamán. [*45 a.C.]
HELAMÁN 3:23–34 452
23 Y sucedió que en el año ran creer en el nombre de Jesu-
*cuarenta y nueve del gobierno cristo, que es el Hijo de Dios.
de los jueces se estableció una 29 Sı́, vemos que todo aquel
paz continua en la tierra, todo que quiera, puede asirse a la
a
menos las combinaciones secre- palabra de Dios, que es bviva y
tas que aGadiantón, el ladrón, poderosa, que partirá por me-
habı́a establecido en las partes dio toda la astucia, los lazos y
más pobladas de la tierra, com- las artimañas del diablo, y guia-
binaciones que en aquel tiempo rá al hombre de Cristo por un
no eran del conocimiento de camino estrecho y cangosto, a
aquellos que estaban a la cabe- través de ese eterno dabismo de
za del gobierno; por tanto, no miseria que se ha dispuesto pa-
fueron destruidas. ra hundir a los inicuos,
24 Y ocurrió que en este mis- 30 y depositará su alma, sı́, su
mo año hubo una prosperidad alma inmortal, a la adiestra de
sumamente grande en la igle- Dios en el reino de los cielos,
sia, de tal modo que miles se para sentarse con Abraham,
unieron a la iglesia y fueron con Isaac, y con Jacob, y con to-
bautizados para arrepenti- dos nuestros santos padres, pa-
miento. ra no salir más.
25 Y tan grande fue la prospe- 31 Y en este año hubo gozo
ridad de la iglesia, y tantas las continuo en la tierra de Zara-
bendiciones que se derramaron hemla, y en todas las regiones
sobre el pueblo, que aun los circunvecinas, sı́, en toda la tie-
propios sumos sacerdotes y rra que poseı́an los nefitas.
maestros se maravillaron en ex- 32 Y aconteció que hubo paz y
tremo. un gozo inmenso durante el
26 Y aconteció que la obra del resto del año cuarenta y nueve;
Señor prosperó, a tal grado que sı́, y también hubo continua paz
se bautizaron muchas almas e y gran gozo en el año cincuen-
ingresaron a la iglesia de Dios, ta del gobierno de los jueces.
sı́, hasta decenas de miles. 33 Y en el año † cincuenta y
27 Ası́ vemos que el Señor uno del gobierno de los jueces
es misericordioso para con to- también hubo paz, con excep-
dos aquellos que, con la sinceri- ción del orgullo que empezó a
dad de su corazón, quieran in- insinuarse en la iglesia; no den-
vocar su santo nombre. tro de la iglesia de Dios, sino en
28 Sı́, ası́ vemos que la apuerta el corazón de aquellos que pro-
del cielo está abierta para bto- fesaban pertenecer a ella.
dos, sı́, para todos los que quie- 34 Y se ensalzaron en el aorgu-

23a Hel. 2:4. b Heb. 4:12; 34a gee Orgullo.


28a 2 Ne. 31:9, 17. DyC 11:2.
b Hech. 10:28; c 2 Ne. 9:41; 33:9.
Rom. 2:10–11. d 1 Ne. 15:28–30.
29a gee Palabra de Dios. 30a Mateo 25:33–34. [*43 a.C. †41 a.C.]
453 HELAMÁN 3:35–4:5
llo, al grado de perseguir a mu- de la tierra de Zarahemla—Las de-
chos de sus hermanos. Y ésta rrotas les sobrevienen a los nefitas
fue una iniquidad muy grande por motivo de su maldad—La Igle-
que hizo que la parte más hu- sia decae, y el pueblo se vuelve débil,
milde del pueblo sufriera gran- igual que los lamanitas.
des persecuciones y pasara mu-
chas aflicciones. Y SUCEDIÓ que en el año †cin-
35 No obstante, aayunaron y cuenta y cuatro hubo muchas
b
oraron frecuentemente, y se disensiones en la iglesia, y tam-
volvieron más y más fuertes en bién hubo una acontienda entre
su chumildad, y más y más fir- el pueblo, al grado de que se de-
mes en la fe de Cristo, hasta rramó mucha sangre.
henchir sus almas de gozo y de 2 Y los rebeldes fueron muer-
consolación; sı́, hasta la dpurifi- tos y echados de la tierra, y
cación y esantificación de sus co- se fueron al rey de los lama-
razones, santificación que viene nitas.
de fentregar el corazón a Dios. 3 Y aconteció que trataron de
36 Y sucedió que el año cin- incitar a los lamanitas a la gue-
cuenta y dos también concluyó rra contra los nefitas; mas he
en paz, salvo el desmedidamen- aquı́, los lamanitas temı́an en
te grande orgullo que habı́a en- extremo, a tal grado que no qui-
trado en el corazón del pueblo; sieron escuchar las palabras de
y fue por motivo de sus grandes aquellos disidentes.
a
riquezas y su prosperidad en la 4 Pero acaeció que en el año
tierra; y aumentaba en ellos dı́a cincuenta y seis del gobierno de
tras dı́a. los jueces, hubo adisidentes que
37 Y aconteció que Helamán se pasaron de los nefitas a los
murió en el año *cincuenta y lamanitas; y junto con los otros
tres del gobierno de los jueces; y lograron provocarlos a la ira
Nefi, su hijo mayor, empezó a contra los nefitas; y todo aquel
gobernar en su lugar. Y ocurrió año se estuvieron preparando
que ocupó el asiento judicial para la guerra.
con justicia y equidad; sı́, guar- 5 Y en el año ‡cincuenta y siete
dó los mandamientos de Dios y fueron a la batalla contra los ne-
anduvo en las vı́as de su padre. fitas, y dieron principio a la obra
de muerte; sı́, al grado de que en
el año cincuenta y ocho del go-
CAPÍTULO 4 bierno de los jueces lograron
apoderarse de la tierra de Zara-
Los disidentes nefitas y los lamani- hemla; sı́, y también de todas las
tas unen sus fuerzas y se apoderan tierras, hasta la que se encontra-

35a gee Ayunar, ayuno. d gee Pureza, puro. 4 1a 3 Ne. 11:29.


b gee Oración. e gee Santificación. 4a Hel. 5:17.
c gee Humildad, f 2 Cró. 30:8; Mos. 3:19.
humilde. 36a gee Riquezas. [*39 a.C. †38 a.C. ‡35 a.C.]
HELAMÁN 4:6–14 454
ba cerca de la tierra de Abun- ellos; sı́, y se hallaba también en-
dancia. tre aquellos que profesaban per-
6 Y los nefitas y los ejércitos de tenecer a la iglesia de Dios.
Moronı́ah fueron rechazados 12 Y fue por el aorgullo de sus
hasta la tierra de Abundancia. corazones, por razón de sus in-
7 Y allı́ se fortificaron contra los mensas briquezas, sı́, fue a causa
lamanitas desde el mar del oeste de haber oprimido a los cpobres,
hasta el este; y esta lı́nea que ha- negando su alimento a los que
bı́an fortificado, y en la cual ha- tenı́an hambre, y sus vestidos a
bı́an apostado sus tropas para los que estaban desnudos, e hi-
defender su paı́s del norte, era riendo a sus humildes herma-
una jornada de un dı́a para un nos en sus mejillas, burlándose
nefita. de lo que era sagrado, negando
8 Y ası́ fue como esos disiden- el espı́ritu de profecı́a y de re-
tes nefitas, con la ayuda de un velación, asesinando, robando,
numeroso ejército lamanita, se mintiendo, hurtando, cometien-
habı́an apoderado de todas las do adulterio, levantándose en
posesiones de los nefitas que se grandes contiendas y desertan-
hallaban en la tierra del sur; y do y yéndose a la tierra de Nefi,
todo esto aconteció en los años entre los lamanitas.
cincuenta y ocho y cincuenta y 13 Y a causa de su gran perver-
nueve del gobierno de los jue- sidad y su ajactancia de su pro-
ces. pio poder, fueron abandonados
9 Y sucedió que en el año se- a su propia fuerza; de modo que
senta del gobierno de los jueces, no prosperaron, sino que los la-
Moronı́ah y sus ejércitos logra- manitas los afligieron, e hirie-
ron ocupar muchas partes del ron, y echaron delante de ellos,
paı́s; sı́, reconquistaron muchas hasta que los nefitas habı́an per-
ciudades que habı́an caı́do en dido la posesión de casi todas
manos de los lamanitas. sus tierras.
10 Y aconteció que en el año 14 Pero he aquı́, Moronı́ah pre-
*sesenta y uno del gobierno de dicó muchas cosas al pueblo por
los jueces, lograron recuperar motivo de su iniquidad, y tam-
hasta la mitad de sus posesio- bién aNefi y Lehi, que eran los
nes. hijos de Helamán, predicaron
11 Ahora bien, ni estas grandes muchas cosas a los del pueblo,
pérdidas para los nefitas ni la te- sı́, y les profetizaron muchas
rrible mortandad que hubo en- cosas concernientes a sus ini-
tre ellos habrı́an acontecido, de quidades, y lo que les sobreven-
no haber sido por su maldad y drı́a si no se arrepentı́an de sus
su abominación que habı́a entre pecados.

12a Abd. 1:3–4; 2 Ne. 9:42. 14a Hel. 3:21.


DyC 101:42. c DyC 42:30–31.
b 1 Tim. 6:17; 13a gee Orgullo. [*31 a.C.]
455 HELAMÁN 4:15–26
15 Y sucedió que se arrepintie- 22 y que habı́an alterado y ho-
ron; y a medida que se arrepen- llado con los pies las aleyes de
tı́an, comenzaban a prosperar. Mosı́ah, o sea, aquello que el Se-
16 Porque cuando vio Moro- ñor le mandó que diera al pue-
nı́ah que se arrepintieron, se blo; y vieron que se habı́an co-
aventuró a conducirlos de un rrompido sus leyes, y que ellos
lugar a otro, y de ciudad en ciu- se habı́an vuelto un pueblo ini-
dad, hasta que lograron recupe- cuo, a tal grado que eran inicuos
rar la mitad de todas sus propie- a semejanza de los lamanitas.
dades y la mitad de todas sus 23 Y por motivo de su iniqui-
tierras. dad, la iglesia habı́a empezado a
a
17 Y ası́ concluyó el año sesen- decaer; y comenzaron a dejar
ta y uno del gobierno de los jue- de creer en el espı́ritu de profe-
ces. cı́a y en el espı́ritu de revela-
18 Y aconteció que en el año ción; y los juicios de Dios se cer-
*sesenta y dos del gobierno de nı́an sobre ellos.
los jueces, Moronı́ah no pudo 24 Y vieron que se habı́an vuel-
recuperar más posesiones de los to adébiles como sus hermanos
lamanitas. los lamanitas, y que el Espı́ritu
19 De manera que abandona- del Señor no los preservaba
ron su proyecto de reconquistar más; sı́, se habı́a apartado de
el resto de sus tierras, porque ellos, porque el bEspı́ritu del Se-
tan numerosos eran los lamani- ñor no habita en templos cin-
tas, que les fue imposible a los mundos;
nefitas sobrepujarlos; por lo que 25 por lo tanto, el Señor cesó
Moronı́ah puso a todos sus ejér- de preservarlos por su milagro-
citos a defender aquellas partes so e incomparable poder, por-
que él habı́a tomado. que habı́an caı́do en un estado
20 Y sucedió, por motivo de la de aincredulidad y terrible ini-
magnitud del número de los la- quidad; y vieron que los lamani-
manitas, que los nefitas temie- tas eran sumamente más nume-
ron en gran manera, no fuese rosos que ellos, y que a menos
que los vencieran, y fueran ho- que se ballegaran al Señor su
llados, y muertos y destruidos. Dios, tendrı́an que perecer ine-
21 Sı́, empezaron a recordar vitablemente.
las profecı́as de Alma, y también 26 Pues he aquı́, vieron que la
las palabras de Mosı́ah; y vieron fuerza de los lamanitas era tan
que habı́an sido una gente du- grande como la suya propia,
ra de cerviz, y que habı́an des- hombre por hombre. Y de este
preciado los mandamientos de modo habı́an caı́do en esta gran
Dios; transgresión; sı́, de esta manera

22a Alma 1:1. b gee Espı́ritu Santo. 25a gee Incredulidad.


23a gee Apostası́a. c Mos. 2:37; b Jacob 6:5.
24a Mos. 1:13. Alma 7:21; 34:36. [*30 a.C.]
HELAMÁN 5:1–8 456
se habı́an vuelto débiles, a causa de ellos; y arenunció al asiento
de su transgresión, en el térmi- judicial, y se dedicó a predicar la
no de ano muchos años. palabra de Dios todo el resto de
sus dı́as, y también su hermano
Lehi, todo el resto de sus dı́as;
CAPÍTULO 5 5 porque se acordaban de las
palabras que su padre Helamán
Nefi y Lehi se dedican a predicar— les habı́a hablado. Y éstas son las
Sus nombres los inducen a regir palabras que habı́a hablado:
sus vidas conforme al modelo de sus 6 He aquı́, hijos mı́os, quiero
antepasados—Cristo redime a aque- que os acordéis de guardar los
llos que se arrepienten—Nefi y Le- mandamientos de Dios; y qui-
hi logran convertir a muchos, son siera que declaraseis al pueblo
encarcelados y son envueltos como estas palabras. He aquı́, os he
por fuego—Una nube de obscuri- dado los nombres de nuestros
dad cubre a trescientas personas— primeros apadres que salieron
Tiembla la tierra, y una voz manda de la tierra de Jerusalén; y he
a los hombres que se arrepientan— hecho esto para que cuando re-
Nefi y Lehi conversan con ángeles, cordéis vuestros nombres, los
y los de la multitud son rodeados recordéis a ellos; y cuando os
por fuego. acordéis de ellos, recordéis sus
obras; y cuando recordéis sus
Y ACONTECIÓ que en este *mismo obras, sepáis por qué se dice y
año, he aquı́, aNefi entregó el también se escribe, que eran
b
asiento judicial a un hombre lla- buenos.
mado Cezóram. 7 Por lo tanto, hijos mı́os, qui-
2 Porque como la avoz del pue- siera que hicieseis lo que es bue-
blo establecı́a sus leyes y sus no, a fin de que se diga, y tam-
gobiernos, y los que bescogieron bién se escriba, de vosotros, ası́
lo malo eran más numerosos como se ha dicho y escrito de
que los que eligieron lo bueno, ellos.
estaban, por tanto, madurando 8 Y ahora bien, hijos mı́os, he
para la destrucción, porque se aquı́, hay algo más que deseo de
habı́an corrompido las leyes. vosotros, y este deseo es que no
3 Sı́, y no sólo esto; eran un hagáis estas cosas para vanaglo-
pueblo de dura cerviz, a tal gra- riaros, sino que hagáis estas co-
do que no podı́an ser goberna- sas para haceros un atesoro en el
dos por la ley ni por la justicia, cielo; sı́, el cual es eterno y no se
sino para su destrucción. desvanece; sı́, para que tengáis
4 Y sucedió que Nefi estaba fas- ese b precioso don de la vida
tidiado a causa de la iniquidad eterna que, según tenemos mo-

26a Alma 46:8; b Alma 10:19. 8a 3 Ne. 13:19–21.


Hel. 12:3–4. 4a Alma 4:15–20. b DyC 14:7.
5 1a Hel. 3:37. 6a 1 Ne. 1:1, 5.
2a Mos. 29:25–27. b 2 Ne. 33. [*30 a.C.]
457 HELAMÁN 5:9–17
tivo para suponer, se ha conce- cuando el diablo lance sus im-
dido a nuestros padres. petuosos vientos, sı́, sus dardos
9 ¡Oh recordad, recordad, hi- en el torbellino, sı́, cuando todo
jos mı́os, las apalabras que el su granizo y furiosa ctormenta
rey Benjamı́n habló a su pue- os azoten, esto no tenga poder
blo! Sı́, recordad que no hay para arrastraros al abismo de
otra manera ni medio por los miseria y angustia sin fin, a
cuales el hombre pueda ser sal- causa de la roca sobre la cual
vo, sino por la sangre bexpiato- estáis edificados, que es un fun-
ria de Jesucristo, que ha de ve- damento seguro, un funda-
nir; sı́, recordad que él viene mento sobre el cual, si los hom-
para credimir al dmundo. bres edifican, no caerán.
10 Y acordaos también de las 13 Y sucedió que éstas fueron
a
palabras que Amulek habló a las palabras que Helamán aen-
Zeezrom en la ciudad de Am- señó a sus hijos; sı́, les enseñó
monı́ah; pues le dijo que el Se- muchas cosas que no se han es-
ñor de cierto vendrı́a para redi- crito, y también muchas cosas
mir a su pueblo; pero que no que están escritas.
vendrı́a para redimirlos en sus 14 Y se acordaron de sus pala-
pecados, sino para redimirlos bras; y por tanto, guardando
de sus pecados. los mandamientos de Dios, sa-
11 Y ha recibido poder, que le lieron a enseñar la palabra de
ha sido dado del Padre, para Dios entre todo el pueblo de
redimir a los hombres de sus Nefi, comenzando por la ciu-
pecados por motivo del arre- dad de Abundancia.
pentimiento; por tanto, ha aen- 15 Y de allı́ fueron a la ciudad
viado a sus ángeles para decla- de Gid; y de la ciudad de Gid a
rar las nuevas de las condi- la ciudad de Mulek;
ciones del arrepentimiento, el 16 y ası́, de una ciudad a otra,
cual conduce al poder del Re- hasta que hubieron ido entre
dentor, para la salvación de sus todo el pueblo de Nefi que
almas. se hallaba en la tierra del sur;
12 Y ahora bien, recordad, hi- y de allı́ fueron a la tierra de
jos mı́os, recordad que es sobre Zarahemla, entre los lama-
la aroca de nuestro Redentor, nitas.
el cual es Cristo, el Hijo de 17 Y sucedió que predicaron
Dios, donde debéis establecer con gran poder, a tal grado que
vuestro bfundamento, para que confundieron a muchos de

9a Mos. 2:9. obedecen los ángulo; Roca.


b Mos. 3:17–18. mandamientos. b Isa. 28:16; Jacob 4:16.
gee Expiación, expiar. 10a Alma 11:34. c 3 Ne. 14:25, 27.
c gee Redención, 11a Alma 13:24–25. 13a Mos. 1:4.
redimido, redimir. 12a Mateo 7:24–27;
d gee Mundo—Las DyC 6:34; Moisés 7:53. [Aproximadamente
personas que no gee Piedra del 30 a.C.]
HELAMÁN 5:18–28 458
aquellos adisidentes que se ha- 23 Y sucedió que Nefi y Lehi
bı́an apartado de los nefitas, de fueron envueltos como por
a
modo que se adelantaron y fuego, de modo que no se atre-
confesaron sus pecados, y fue- vieron a echarles mano por
ron bautizados para arrepenti- miedo de ser quemados. No
miento, e inmediatamente vol- obstante, Nefi y Lehi no se que-
vieron a los nefitas para tratar maban; y se hallaban como si
de repararles los agravios que estuviesen en medio del fuego,
habı́an causado. y no se quemaban.
18 Y acaeció que Nefi y Lehi 24 Y cuando vieron que los
predicaron a los lamanitas con rodeaba un apilar de fuego, y
tan gran poder y autoridad, que no los quemaba, sus cora-
porque se les habı́a dado poder zones cobraron ánimo.
y autoridad para ahablar, y tam- 25 Porque vieron que los la-
bién les habı́a sido indicado lo manitas no se atrevı́an a echar-
que debı́an hablar, les mano; ni se atrevı́an a acer-
19 por lo tanto, hablaron, para cárseles, sino que estaban como
el gran asombro de los lamani- si hubieran quedado mudos de
tas, hasta aconvencerlos, a tal asombro.
grado que ocho mil de los la- 26 Y ocurrió que Nefi y Lehi
manitas que se hallaban en la se adelantaron y empezaron a
tierra de Zarahemla y sus alre- hablarles, diciendo: No te-
dedores fueron bautizados para máis, porque he aquı́, es Dios
arrepentimiento, y se conven- quien os ha manifestado esta
cieron de la iniquidad de las maravilla, con lo cual os es
tradiciones de sus padres. mostrado que no podéis echar
20 Y sucedió que Nefi y Lehi mano de nosotros para matar-
partieron de allı́ para ir a la tie- nos.
rra de Nefi. 27 Y he aquı́, cuando hubie-
21 Y aconteció que los capturó ron dicho estas palabras, tem-
un ejército lamanita, y los echa- bló la tierra fuertemente, y los
ron en la aprisión, sı́, en la mis- muros de la prisión se sacu-
ma prisión en que los siervos dieron como si estuviesen a
de Limhi habı́an echado a Am- punto de caer al suelo; pero he
món y sus hermanos. aquı́, no cayeron; y los que
22 Y después de haber estado se hallaban en la prisión eran
muchos dı́as en la prisión, sin lamanitas y nefitas que eran
alimento, he aquı́, llegaron a la disidentes.
prisión para sacarlos a fin de 28 Y sucedió que los cubrió una
matarlos. nube de aobscuridad, y se apo-

17a Hel. 4:4. convertir; Obra DyC 29:12;


18a DyC 100:5–8. misional. JS—H 1:16.
gee Profecı́a, 21a Mos. 7:6–7; 21:23. 28a Éx. 14:20.
profetizar. 23a Éx. 3:2. [Aproximadamente
19a gee Conversión, 24a Éx. 14:24; 1 Ne. 1:6; 30 a.C.]
459 HELAMÁN 5:29–41
deró de ellos un espantoso e im- 34 Y aconteció que los lamani-
ponente temor. tas no podı́an huir a causa de la
29 Y aconteció que llegó una nube de tinieblas que los cubrı́a;
a
voz como si hubiera proveni- sı́, y también estaban sin poder
do de encima de la nube de obs- moverse debido al temor que les
curidad, diciendo: Arrepentı́os, habı́a sobrevenido.
arrepentı́os, y no intentéis más 35 Y habı́a entre ellos uno que
destruir a mis siervos, a quienes era nefita de nacimiento, que
os he enviado para declarar habı́a pertenecido en otro tiem-
buenas nuevas. po a la iglesia de Dios, pero se
30 Y ocurrió que cuando oye- habı́a separado de ella.
ron esta voz, y percibieron que 36 Y sucedió que se volvió y,
no era una voz de trueno, ni he aquı́, vio los semblantes de
una voz de un gran ruido tu- Nefi y Lehi a través de la nube
multuoso, mas he aquı́, era una de tinieblas; y he aquı́, abrillaban
voz aapacible de perfecta suavi- en gran manera, aun como los
dad, cual si hubiese sido un su- rostros de ángeles. Y vio que
surro, y penetraba hasta el alma alzaron sus ojos al cielo; y se ha-
misma; llaban en actitud de estar ha-
31 y a pesar de la suavidad de blando o dirigiendo la voz a al-
la voz, he aquı́, la tierra tembló gún ser a quien contemplaban.
fuertemente, y otra vez se sacu- 37 Y ocurrió que este hombre
dieron los muros de la prisión gritó a los de la multitud para
como si fueran a derribarse; y he que se volvieran y miraran. Y he
aquı́, no se disipó la nube de ti- aquı́, les fue dado poder para
nieblas que los habı́a envuelto. volverse y mirar; y vieron las ca-
32 Y he aquı́, nuevamente vino ras de Nefi y de Lehi.
la voz, diciendo: Arrepentı́os, 38 Y dijeron al hombre: He
arrepentı́os, porque el reino de aquı́, ¿qué significan todas estas
los cielos está cerca; y no procu- cosas, y con quién conversan es-
réis más destruir a mis siervos. Y tos hombres?
sucedió que la tierra tembló de 39 Y este hombre se llamaba
nuevo y los muros se sacudie- Amı́nadab, y les dijo: Conversan
ron. con los ángeles de Dios.
33 Y también por tercera vez 40 Y sucedió que le dijeron los
vino la voz, y les habló palabras lamanitas: ¿aQué haremos para
maravillosas que el hombre no que sea quitada esta nube de ti-
puede expresar; y temblaron nieblas que nos cubre?
otra vez los muros, y se estreme- 41 Y les dijo Amı́nadab: Debéis
a
ció la tierra, como si fuera a arrepentiros y clamar a la voz,
partirse. hasta que tengáis bfe en Cristo,

29a 3 Ne. 11:3–14. Hech. 6:15. b gee Fe.


30a 1 Rey. 19:12; 40a Hech. 2:37–39.
DyC 85:6. 41a gee Arrepentimiento, [Aproximadamente
36a Éx. 34:29–35; arrepentirse. 30 a.C.]
HELAMÁN 5:42–6:1 460
de quien os enseñaron Alma, vieron abrirse los acielos; y des-
Amulek y Zeezrom; y cuando cendieron ángeles del cielo y les
hagáis esto, será quitada la nube ministraron.
de tinieblas que os cubre. 49 Y eran como unas trescien-
42 Y aconteció que empezaron tas almas las que vieron y oye-
todos a clamar a la voz de aquel ron estas cosas; y les fue man-
que habı́a hecho temblar la tie- dado que fueran y no se maravi-
rra; sı́, clamaron hasta que se llaran, ni tampoco dudaran.
dispersó la nube de tinieblas. 50 Y ocurrió que fueron, y ejer-
43 Y sucedió que cuando mira- cieron su ministerio entre el
ron a su derredor, y vieron que pueblo, declarando en todas las
se habı́a disipado la nube de ti- regiones inmediatas las cosas
nieblas que los cubrı́a, he aquı́, que habı́an oı́do y visto, de tal
vieron que estaban arodeados, manera que se convencieron de
sı́, cada uno de ellos, por una co- ellas la mayor parte de los lama-
lumna de fuego. nitas, a causa de la grandeza de
44 Y Nefi y Lehi estaban en las evidencias que habı́an recibi-
medio de ellos; sı́, se hallaban do.
rodeados; sı́, se hallaban como si 51 Y cuantos se aconvencieron
estuvieran en medio de llamas dejaron sus armas de guerra, ası́
de fuego; sin embargo, ni los da- como su odio y las tradiciones
ñó ni incendió los muros de la de sus padres.
prisión; y fueron llenos de ese 52 Y sucedió que entregaron a
a
gozo que es inefable y lleno de los nefitas las tierras de sus po-
gloria. sesiones.
45 Y he aquı́, el aSanto Espı́ritu
de Dios descendió del cielo y CAPÍTULO 6
entró en sus corazones; y fueron
llenos como de fuego, y bexpre-
saron palabras maravillosas. Los lamanitas justos predican a los
46 Y sucedió que llegó a ellos nefitas inicuos — Ambos pueblos
una voz; sı́, una voz agradable, prosperan durante una época de paz
cual si fuera un susurro, dicien- y abundancia—Lucifer, el autor del
do: pecado, incita el corazón de los ini-
47 ¡aPaz, paz a vosotros por cuos y el de los ladrones de Gadian-
motivo de vuestra fe en mi Bien tón a los asesinatos y las abomina-
Amado, que era desde la funda- ciones—Los ladrones se apoderan
ción del mundo! del gobierno nefita.
48 Y cuando oyeron esto, alza- Y ACONTECIÓ que todas estas
ron la vista como para ver de cosas se habı́an efectuado para
dónde venı́a la voz; y he aquı́, cuando *concluyó el año sesen-

43a 3 Ne. 17:24; 19:14. b gee Dones del 51a Alma 31:5.
44a gee Gozo. Espı́ritu.
45a 3 Ne. 9:20; 47a gee Paz.
Éter 12:14. 48a 1 Ne. 1:8. [*29 a.C.]
461 HELAMÁN 6:2–12
ta y dos del gobierno de los jue- 7 Y he aquı́, hubo paz en toda
ces, y los lamanitas, la mayorı́a la tierra, de modo que los nefitas
de ellos, se habı́an vuelto un iban a cualquier parte de la tie-
pueblo justo, al grado de que su rra que querı́an, ya fuera entre
a
rectitud excedı́a a la de los nefi- los nefitas o los lamanitas.
tas, debido a su firmeza y su 8 Y aconteció que también los
constancia en la fe. lamanitas iban a donde querı́an,
2 Porque he aquı́, habı́a mu- bien fuese entre los lamanitas, o
chos de los nefitas que se habı́an entre los nefitas; y ası́ tenı́an in-
vuelto ainsensibles e impeniten- tercambio libre los unos con los
tes y extremadamente inicuos, a otros, para comprar y vender, y
tal extremo que rechazaban la para sacar utilidades, según sus
palabra de Dios y toda predica- deseos.
ción y profecı́a que llegaba entre 9 Y sucedió que tanto los lama-
ellos. nitas como los nefitas se hicie-
3 No obstante, los miembros de ron sumamente ricos; y tenı́an
la iglesia se alegraron muchı́si- gran abundancia de oro, y de
mo por la conversión de los la- plata, y de toda clase de metales
manitas, sı́, por la iglesia de Dios preciosos, tanto en la tierra del
que se habı́a establecido entre sur como en la tierra del norte.
ellos. Y unos y otros se aherma- 10 Ahora bien, la tierra del
naron, y se regocijaron unos con sur se llamaba Lehi, y la del
otros, y sintieron gran gozo. norte se llamaba aMulek, por el
4 Y ocurrió que muchos de los hijo de Sedequı́as; porque el
lamanitas descendieron a la tie- Señor condujo a Mulek a la tie-
rra de Zarahemla, y declararon rra del norte, y a Lehi a la tierra
a los nefitas la forma en que fue- del sur.
ron aconvertidos, y los exhorta- 11 Y he aquı́, habı́a en ambas
ron a la fe y al arrepentimiento. tierras toda clase de oro, y de
5 Sı́, y muchos predicaron con plata, y de minerales preciosos
sumamente grande poder y au- de todo género; y habı́a también
toridad, de modo que conduje- ingeniosos artı́fices que trabaja-
ron a muchos a la más profunda ban y refinaban toda especie de
humildad, para ser los humildes minerales; y de este modo se hi-
discı́pulos de Dios y el Cordero. cieron ricos.
6 Y sucedió que muchos de los 12 Cultivaron grano en abun-
lamanitas partieron para la tie- dancia, tanto en el norte como
rra del norte; y Nefi y Lehi fue- en el sur; y prosperaron sobre-
ron también a la atierra del norte manera, ası́ en el norte como en
para predicar al pueblo. Y ası́ el sur. Y se multiplicaron y se
concluyó el año sesenta y tres. hicieron sumamente fuertes en

6 1a Hel. 13:1. convertir. Hel. 8:21.


2a Rom. 1:28–32. 6a Alma 63:4–9;
3a gee Hermandad. Hel. 3:11–12.
4a gee Conversión, 10a Mos. 25:2–4; [29 a.C.]
HELAMÁN 6:13–22 462
la tierra. Y criaron muchos reba- to, empezaron a cometer asesi-
ños y hatos, sı́, muchos animales natos asecretos, y a robar y hur-
gordos. tar, para obtener riquezas.
13 Y he aquı́, sus mujeres tra- 18 Y he aquı́, estos asesinos y
bajaban e hilaban, y elaboraban ladrones eran una banda que
toda clase de telas, de lino fina- habı́an formado Kishkumen y
a
mente tejido y ropa de toda es- Gadiantón. Y sucedió que aun
pecie para cubrir su desnudez. entre los nefitas habı́a muchos
Y ası́ pasó en paz el año sesenta de los de la banda de Gadian-
y cuatro. tón. Mas he aquı́, eran más nu-
14 Y en el año *sesenta y cinco merosos entre la parte más ini-
también tuvieron gran gozo y cua de los lamanitas; y eran co-
paz, sı́, y mucha predicación y nocidos como los ladrones y
muchas profecı́as concernientes asesinos de Gadiantón.
a lo que estaba por venir. Y ası́ 19 Y fueron ellos los que ase-
pasó el año sesenta y cinco. sinaron a Cezóram, el juez su-
15 Y ocurrió que en el año †se- perior, y a su hijo, mientras ocu-
senta y seis del gobierno de los paban el asiento judicial; y he
jueces, he aquı́, aCezóram fue aquı́, no los descubrieron.
asesinado por mano desconoci- 20 Y sucedió que cuando los
da mientras se hallaba en el lamanitas descubrieron que ha-
asiento judicial. Y aconteció que bı́a ladrones entre ellos, se afli-
en ese mismo año también fue gieron en extremo; y se valieron
asesinado su hijo, a quien el de cuantos medios habı́a en su
pueblo habı́a nombrado en su poder para destruirlos de sobre
lugar. Y ası́ terminó el año se- la faz de la tierra.
senta y seis. 21 Mas he aquı́, Satanás incitó
16 Y a ‡principios del año se- el corazón de la mayorı́a de los
senta y siete, empezó de nuevo nefitas, a tal grado que se unie-
el pueblo a tornarse sumamente ron a esas bandas de ladrones, y
inicuo. participaron en sus convenios y
17 Porque he aquı́, el Señor los sus juramentos de que se prote-
habı́a bendecido tan largo tiem- gerı́an y se preservarı́an unos a
po con las riquezas del mundo, otros en cualesquiera circuns-
que no habı́an sido provocados tancias difı́ciles en que se encon-
a la ira, a guerras, ni al derrama- trasen, a fin de que no fuesen
miento de sangre; por consi- castigados por sus asesinatos, y
guiente, empezaron a poner sus sus robos, y sus hurtos.
corazones en sus riquezas; sı́, 22 Y acaeció que tenı́an sus ase-
empezaron a buscar la manera ñas, sı́, sus señas y sus palabras
de obtener el lucro a fin de ele- secretas; y esto a fin de recono-
varse unos sobre otros; por tan- cer al hermano que hubiese con-

15a Hel. 5:1. 22a gee Combinaciones


17a 3 Ne. 9:9. secretas.
18a Hel. 2:4, 12–13. [*27 a.C. †26 a.C. ‡25 a.C.]
463 HELAMÁN 6:23–31
certado el convenio, para que, naba a su hermano Abel, el
cualquiera que fuese la iniqui- mundo no lo sabrı́a. Y desde en-
dad que su hermano cometiera, tonces conspiró con Caı́n y sus
no lo perjudicara su hermano, secuaces.
ni tampoco aquellos que perte- 28 Y es también aquel mismo
necieran a la banda y hubieran ser el que inculcó en el corazón
hecho este convenio. del pueblo el aconstruir una to-
23 Y ası́ podrı́an asesinar, y rre suficientemente alta para lle-
robar, y hurtar, y cometer forni- gar al cielo. Y fue el mismo ser
caciones y toda clase de iniqui- que engañó a ese pueblo que vi-
dades en oposición a las leyes no a esta tierra de aquella torre;
de su patria, ası́ como a las leyes el que esparció las obras de ti-
de su Dios. nieblas y de abominaciones so-
24 Y cualquiera de los que per- bre toda la superficie de la tie-
teneciesen a esa banda que re- rra, hasta que arrastró al pueblo
velase al mundo sus ainiquida- a una destrucción bcompleta y a
des y sus abominaciones, debı́a un infierno eterno.
ser juzgado, no según las leyes 29 Sı́, es el mismo ser que incul-
de su patria, sino de acuerdo có en el corazón de aGadiantón
con las leyes de su iniquidad, las que continuara las obras de ti-
cuales les habı́an dado Gadian- nieblas y de asesinatos secretos;
tón y Kishkumen. y él lo ha propagado desde el
25 Y he aquı́, son estos ajura- principio del hombre hasta hoy.
mentos y pactos secretos los que 30 Y he aquı́, es él el aautor de
Alma mandó a su hijo que nun- todo pecado; y he aquı́, él pro-
ca se divulgaran al mundo, no paga sus obras de tinieblas y
fuera que llegasen a ser un me- asesinatos secretos, y les trans-
dio para conducir al pueblo a la mite sus conspiraciones, y sus
destrucción. juramentos, y sus pactos, y sus
26 Y he aquı́, estos juramentos planes de terrible maldad, de
y pactos asecretos no llegaron a generación en generación, de
Gadiantón de los anales confia- acuerdo con el dominio que lo-
dos a Helamán; mas he aquı́, los gre en el corazón de los hijos de
inculcó en el corazón de Ga- los hombres.
diantón aquel bmismo ser que 31 Y he aquı́, él habı́a logrado
indujo a nuestros primeros pa- mucho dominio en el corazón
dres a que comiesen del fruto de los nefitas; sı́, al grado de que
prohibido; se habı́an vuelto sumamente
27 sı́, aquel mismo ser que inicuos; sı́, y la mayor parte de
conspiró con aCaı́n, que si asesi- ellos se habı́an apartado del ca-

24a gee Inicuo, iniquidad. 27a Moisés 5:18–33. Moro. 7:12, 17;
25a Alma 37:27–32. 28a Gén. 11:1–4; Éter 1:3. Moisés 4:4.
26a Moisés 5:29, 49–52. b Éter 8:9, 15–25.
b 3 Ne. 6:28; 29a Hel. 2:4–13. [Aproximadamente
Moisés 4:6–12. 30a Alma 5:39–42; 25 a.C.]
HELAMÁN 6:32–41 464
mino de la rectitud, y ahollaron parte más inicua de ellos, de
con los pies los mandamientos modo que esta banda de ladro-
de Dios, y se apartaron a sus nes quedó enteramente destrui-
propios caminos, y se fabricaron da entre los lamanitas.
ı́dolos con su oro y su plata. 38 Y aconteció, por otra parte,
32 Y sucedió que todas estas que los nefitas los reforzaron y
iniquidades vinieron sobre ellos los apoyaron, empezando por
en el término de ano muchos los más perversos de entre ellos,
años, al grado de que la mayor hasta que se hubieron exten-
parte habı́a venido sobre ellos dido por toda la tierra de los ne-
en el año sesenta y siete del go- fitas, y hubieron seducido a la
bierno de los jueces sobre el mayor parte de los justos, hasta
pueblo de Nefi. que hubieron llegado a creer en
33 Y aumentaron en sus iniqui- sus obras, y participar de su bo-
dades en el año *sesenta y ocho tı́n, y unirse a ellos en sus secre-
también, para la gran tristeza y tos asesinatos y combinaciones.
lamentación de los justos. 39 Y de este modo lograron la
34 Y ası́ vemos que los nefitas administración exclusiva del go-
empezaron a degenerar en la bierno, al grado de que hollaron
incredulidad, y a aumentar en con los pies, e hirieron y mal-
la perversidad y abominaciones, trataron y volvieron la espalda a
mientras que los lamanitas em- los apobres y a los mansos, y a
pezaron a crecer en gran mane- los humildes discı́pulos de Dios.
ra en el conocimiento de su 40 Y ası́ vemos que se hallaban
Dios; sı́, empezaron a guardar en un estado terrible, y que esta-
sus estatutos y mandamientos, y ban amadurando para una des-
a caminar en verdad y rectitud trucción sempiterna.
delante de él. 41 Y sucedió que ası́ concluyó
35 Y ası́ vemos que el Espı́ritu el año sesenta y ocho del gobier-
del Señor empezó a aretirarse de no de los jueces sobre el pueblo
los nefitas a causa de la iniquidad de Nefi.
y la dureza de sus corazones.
36 Y ası́ vemos que el Señor
comenzó a derramar su Espı́ritu LA PROFECÍA DE NEFI, EL HIJO DE
sobre los lamanitas, por motivo H ELAMÁN — Dios amenaza al
de su inclinación y disposición a pueblo de Nefi con visitarlo en
creer en sus palabras. su ira, hasta su entera destruc-
37 Y sucedió que los lamanitas ción, a menos que se arrepienta
persiguieron a la banda de la- de sus iniquidades. Dios hiere a
drones de Gadiantón; y predi- los del pueblo de Nefi con una
caron la palabra de Dios entre la peste; se arrepienten y vuelven

31a 1 Ne. 19:7. 39a Sal. 109:16; DyC 18:6.


32a Alma 46:8. Alma 5:54–56;
35a Mos. 2:36; DyC 56:16.
DyC 121:37. 40a Hel. 5:2; 11:37; [*24 a.C.]
465 HELAMÁN 7:1–10
a él. Samuel, un lamanita, profe- del gobierno, para regir y obrar
tiza a los nefitas. según su voluntad, a fin de ob-
Comprende los capı́tulos tener riquezas y la gloria del
a
7 al 16 inclusive. mundo, y además, para más
fácilmente cometer adulterio, y
robar, y matar, y obrar según
CAPÍTULO 7 sus propios deseos—;
6 y esta gran iniquidad habı́a
Nefi es rechazado en el norte y vuel- sobrevenido a los nefitas en el
ve a Zarahemla—Ora en la torre de espacio de no muchos años; y
su jardı́n y luego dice al pueblo que cuando Nefi vio esto, su cora-
si no se arrepiente perecerá. zón se llenó de dolor dentro de
HE aquı́, aconteció que en el año su pecho, y exclamó con la an-
*sesenta y nueve del gobierno gustia de su alma:
de los jueces sobre los nefitas, 7 ¡Oh, si hubiese vivido en los
Nefi, el hijo de Helamán, avolvió dı́as en que mi padre Nefi pri-
de la tierra del norte a la tierra mero salió de la tierra de Jerusa-
de Zarahemla, lén, para haberme regocijado
2 porque †habı́a ido entre los con él en la tierra de promisión!
que se hallaban en la tierra del Entonces su pueblo era fácil de
norte, y les predicó la palabra persuadir, firme en guardar los
de Dios, y les profetizó muchas mandamientos de Dios, y tardo
cosas; en dejarse llevar a la iniquidad;
3 y ellos rechazaron todas sus y era pronto para escuchar las
palabras, de modo que no pudo palabras del Señor.
permanecer entre ellos, y volvió 8 Sı́, si hubiesen sido aquellos
a su paı́s natal. dı́as los mı́os, entonces mi alma
4 Y al ver al pueblo en un esta- se habrı́a regocijado en la recti-
do de tan terrible iniquidad, y que tud de mis hermanos.
aquellos ladrones de Gadiantón 9 Pero he aquı́, es mi comisión
ocupaban los asientos judiciales que éstos sean mis dı́as, y que mi
—habiendo usurpado el poder alma sea llena de angustia por la
y la autoridad del paı́s, pasando iniquidad de mis hermanos.
por alto los mandamientos de 10 Y he aquı́, esto aconteció en
Dios y en ningún sentido siendo una torre que se hallaba en el
rectos ante él, negando la justi- jardı́n de Nefi, jardı́n que estaba
cia a los hijos de los hombres, cerca del camino real que con-
5 condenando a los justos por ducı́a al mercado principal que
motivo de su rectitud, dejando habı́a en la ciudad de Zara-
ir impunes al culpable y al mal- hemla; ası́ que Nefi se habı́a
vado por causa de su dinero; y arrodillado en esta torre que es-
además de esto, siendo sosteni- taba en su jardı́n, la cual tam-
dos en sus puestos, a la cabeza bién se hallaba cerca de la puer-

7 1a Hel. 6:6. 5a Mateo 13:22; 16:26. [*23 a.C.]


HELAMÁN 7:11–22 466
ta del jardı́n que daba al cami- tı́os! ¿aPor qué deseáis morir?
no real. ¡Volveos, volveos al Señor vues-
11 Y sucedió que pasaron cier- tro Dios! ¿Por qué os ha aban-
tos hombres por allı́, y vieron a donado él?
Nefi en la torre mientras derra- 18 Es porque habéis endure-
maba su alma a Dios; y corrie- cido vuestros corazones; sı́, no
ron y dijeron al pueblo lo que queréis escuchar la voz del
a
habı́an visto; y vino la gente en buen pastor; sı́, lo habéis bpro-
multitudes para conocer la cau- vocado a la ira contra vosotros.
sa de tanta lamentación por las 19 Y a menos que os arre-
maldades del pueblo. pintáis, he aquı́, en lugar de
a
12 Y cuando se levantó Nefi, juntaros, él os dispersará, de
vio las multitudes de personas modo que seréis por comida a
que se habı́an reunido. los perros y a los animales sal-
13 Y sucedió que abrió su boca vajes.
y les dijo: He aquı́, ¿apor qué ra- 20 Oh, ¿cómo pudisteis haber
zón os habéis congregado? ¿pa- olvidado a vuestro Dios, el mis-
ra que os hable de vuestras ini- mo dı́a en que os ha librado?
quidades? 21 Mas he aquı́, lo hacéis para
14 ¡Sı́, porque he subido a mi obtener lucro, para ser alabados
torre para derramar mi alma a por los hombres, sı́, y para ad-
mi Dios, a causa del gran pesar quirir oro y plata. Y habéis
de mi corazón por motivo de puesto vuestros corazones en
vuestras iniquidades! las riquezas y en las cosas vanas
15 Y por razón de mi llanto de este mundo, por las cuales
y lamentaciones os habéis reu- asesináis, y robáis, y hurtáis, y
nido, y os maravilláis; sı́, y te- levantáis afalso testimonio con-
néis gran necesidad de estar tra vuestro prójimo, y cometéis
admirados; sı́, deberı́ais estar toda clase de iniquidades.
maravillados de haberos dejado 22 Y por esta causa os sobre-
llevar de modo que el diablo ha vendrá el infortunio, a menos
asido tan fuertemente vuestros que os arrepintáis. Porque si no
corazones. os arrepentı́s, he aquı́, esta gran
16 Sı́, ¿cómo pudisteis haber ciudad, y también todas esas
cedido a las seducciones de grandes ciudades que están
aquel que está tratando de lan- alrededor, que se hallan en la
zar vuestras almas a una mise- tierra de nuestra posesión, os
ria sin fin y angustia intermi- serán quitadas de modo que no
nable? habrá lugar en ellas para voso-
17 ¡Oh, arrepentı́os, arrepen- tros; porque he aquı́, el Señor

13a Mateo 3:5–8. gee Buen Pastor. Mateo 15:19–20.


17a Ezeq. 18:23, 31–32. b Jacob 1:8;
18a Ezeq. 34:12; Alma 12:36–37.
Juan 10:14–16; 19a 3 Ne. 10:4–7.
Alma 5:38–41, 57–60. 21a Éx. 20:16; [Entre 23 y 20 a.C.]
467 HELAMÁN 7:23–8:3
no os dará la afuerza para resis- táis, pereceréis; sı́, aun vuestras
tir a vuestros enemigos, como lo tierras os serán arrebatadas, y
ha hecho hasta ahora. seréis destruidos de sobre la faz
23 Porque he aquı́, ası́ dice el de la tierra.
Señor: No manifestaré mi fuer- 29 He aquı́, no os digo de mı́
za a los inicuos, a uno más que mismo que sucederán estas co-
al otro, salvo a los que se arre- sas, porque no es de mı́ mismo
pientan de sus pecados y escu- que asé estas cosas; mas he aquı́,
chen mis palabras. Por tanto, qui- sé que son verdaderas porque el
siera que comprendieseis, her- Señor Dios me las ha hecho sa-
manos mı́os, que será amejor pa- ber; por tanto, testifico que su-
ra los lamanitas que para voso- cederán.
tros, a menos que os arrepintáis.
24 Porque he aquı́, ellos son CAPÍTULO 8
más justos que vosotros, porque
no han pecado en contra de ese
gran conocimiento que vosotros Los jueces corruptos procuran inci-
habéis recibido; por lo tanto, el tar al pueblo en contra de Nefi—
Señor será misericordioso con Abraham, Moisés, Zenós, Zenoc,
ellos; sı́, aprolongará sus dı́as y Ezı́as, Isaı́as, Jeremı́as, Lehi y Nefi,
aumentará su posteridad, aun todos ellos testificaron de Cristo—
cuando vosotros seáis completa- Por inspiración, Nefi anuncia el
mente bdestruidos, a menos que asesinato del juez superior.
os arrepintáis. Y ACONTECIÓ que cuando Nefi
25 Sı́, ¡ay de vosotros a causa hubo dicho estas palabras, he
de esa gran abominación que ha aquı́, estaban presentes unos
surgido entre vosotros; y os ha- hombres que eran jueces, los
béis unido a ella, sı́, a esa banda cuales también pertenecı́an a la
a
secreta que fue establecida por banda secreta de Gadiantón; y
Gadiantón! se llenaron de ira y gritaron
26 Sı́, ¡os sobrevendrá el ainfor- contra él, diciendo al pueblo:
tunio por motivo de ese orgullo ¿Por qué no prendéis a este
que habéis dejado que entre en hombre, y lo lleváis para que sea
vuestros corazones, que os ha condenado según el delito que
ensalzado más de lo que es bue- ha cometido?
no, por motivo de vuestras 2 ¿Por qué miráis a este hom-
grandes briquezas! bre, y lo escucháis vilipendiar a
27 Sı́, ¡ay de vosotros a causa este pueblo y nuestra ley?
de vuestras iniquidades y abo- 3 Porque he aquı́, Nefi les ha-
minaciones! bı́a hablado concerniente a la
28 Y a menos que os arrepin- corrupción de su ley; sı́, muchas

22a Mos. 7:29. b Alma 9:19. 29a Alma 5:45–46.


23a Hel. 15:11–15. 25a Hel. 3:23.
24a Alma 9:16; 26a Isa. 5:8–25.
DyC 5:33. b Jacob 2:13. [Entre 23 y 20 a.C.]
HELAMÁN 8:4–13 468
cosas les declaró Nefi que no se des. Y he aquı́, son muchas, y él
a
pueden escribir; y nada dijo que sabe todas las cosas que nos so-
fuese contrario a los manda- brevendrán tan cierto como co-
mientos de Dios. noce nuestras iniquidades;
4 Y aquellos jueces estaban irri- 9 sı́, y he aquı́, si no hubiese
tados contra él, porque les aha- sido profeta, no habrı́a podido
bló claramente concerniente a testificar concerniente a esas co-
sus obras secretas de tinieblas; sas.
sin embargo, no osaron ellos 10 Y sucedió que los que que-
mismos echar mano de él, pues rı́an destruir a Nefi se contu-
temı́an que el pueblo clamara vieron a causa de su temor, de
contra ellos. modo que no le echaron mano.
5 Por tanto, gritaron al pueblo, Por tanto, empezó a hablarles
diciendo: ¿Por qué permitı́s que de nuevo, viendo que se habı́a
nos injurie este hombre? Pues, granjeado el favor de algunos, a
he aquı́, él condena a todo este tal grado que los otros tuvieron
pueblo hasta la destrucción; sı́, y miedo.
también dice que estas grandes 11 De modo que se sintió cons-
ciudades nuestras nos han de treñido a hablarles más, dicien-
ser arrebatadas, de modo que do: He aquı́, hermanos mı́os,
no habrá lugar en ellas para no- ¿no habéis leı́do que Dios dio
sotros. poder a un hombre, sı́, a Moisés,
6 Y sabemos que esto es impo- para herir las aguas del aMar Ro-
sible, porque he aquı́, somos po- jo, y se dividieron a un lado y a
derosos, y nuestras ciudades otro, de tal modo que los israeli-
son grandes; por tanto, nuestros tas, que fueron nuestros padres,
enemigos no pueden tener do- pasaron por tierra seca, y las
minio sobre nosotros. aguas volvieron sobre los ejérci-
7 Y ocurrió que ası́ incitaron al tos de los egipcios y se los traga-
pueblo a la ira en contra de Nefi, ron?
y suscitaron contenciones entre 12 Y he aquı́, si Dios dio a este
ellos; porque hubo algunos que hombre tanto poder, ¿por qué,
gritaron: Dejad a este hombre pues, disputáis entre vosotros, y
en paz, porque es un hombre decı́s que él no me ha dado po-
bueno y las cosas que él dice der para saber acerca de los jui-
ciertamente acontecerán, a me- cios que caerán sobre vosotros si
nos que nos arrepintamos; no os arrepentı́s?
8 sı́, he aquı́, todos los castigos 13 Mas he aquı́, no solamente
de que nos ha testificado caerán negáis mis palabras, sino tam-
sobre nosotros; porque sabemos bién negáis todas las palabras
que nos ha testificado con acier- que nuestros padres han decla-
to tocante a nuestras iniquida- rado, y también las palabras que

8 4a 1 Ne. 16:2–3. 1 Ne. 17:26; Moisés 1:25.


8a Hel. 7:29. Mos. 7:19;
11a Éx. 14:16; DyC 8:2–3; [Entre 23 y 20 a.C.]
469 HELAMÁN 8:14–22
habló este hombre, Moisés, a 19 Y ahora bien, quisiera que
quien le fue dado tanto poder, supieseis que aun desde la épo-
sı́, las palabras que él ha hablado ca de Abraham ha habido mu-
concernientes a la venida del chos profetas que han testifica-
Mesı́as. do de estas cosas; sı́, he aquı́, el
14 Sı́, ¿no testificó él que ven- profeta aZenós testificó osada-
drı́a el Hijo de Dios? Y ası́ como mente; y por tal razón lo mata-
él alevantó la serpiente de bron- ron;
ce en el desierto, ası́ será levan- 20 y he aquı́, también aZenoc,
tado aquel que ha de venir. y también Ezı́as, y también
b
15 Y ası́ como cuantos miraron Isaı́as, y cJeremı́as (Jeremı́as fue
a esa serpiente avivieron, de la el mismo profeta que testificó de
misma manera cuantos miraren la destrucción de dJerusalén), y
al Hijo de Dios con fe, teniendo ahora sabemos que Jerusalén
un espı́ritu contrito, bvivirán, sı́, fue destruida, según las pala-
esa vida que es eterna. bras de Jeremı́as. ¿Entonces, por
16 Y he aquı́, no sólo Moisés qué no ha de venir el Hijo de
testificó de estas cosas, sino tam- Dios, según su profecı́a?
bién atodos los santos profetas, 21 ¿Y negaréis ahora que la
desde los dı́as de él aun hasta ciudad de aJerusalén fue des-
los dı́as de Abraham. truida? ¿Diréis que los bhijos
17 Sı́, y he aquı́, aAbraham vio de Sedequı́as no fueron muer-
la venida del Mesı́as, y se llenó tos, todos salvo cMulek? Sı́, ¿y
de alegrı́a y se regocijó. no veis que la posteridad de
18 Sı́, y he aquı́, os digo que Sedequı́as está con nosotros, y
Abraham no fue el único que que fue echada de la tierra de
supo de estas cosas, sino que Jerusalén? Mas he aquı́ esto no
hubo amuchos, antes de los dı́as es todo:
de Abraham, que fueron llama- 22 Nuestro padre Lehi fue
dos según el orden de Dios, sı́, echado de Jerusalén porque tes-
según el borden de su Hijo; y es- tificó de estas cosas. Nefi tam-
to con objeto de que se mostrase bién dio testimonio de estas co-
a los del pueblo, muchos miles sas, y también casi todos nues-
de años antes de su venida, que tros padres, sı́, hasta el dı́a de
la redención vendrı́a a ellos. hoy; sı́, han dado testimonio de

14a Núm. 21:6–9; Juan 8:56. c 1 Ne. 5:13; 7:14.


2 Ne. 25:20; 18a Alma 13:19; d Jer. 26:18;
Alma 33:19–22. DyC 84:6–16; 136:37. 1 Ne. 1:4.
gee Jesucristo—Sim- b gee Sacerdocio de 21a 2 Ne. 6:8;
bolismos o sı́mbolos Melquisedec. Omni 1:15.
de Jesucristo. 19a Alma 34:7. b 2 Rey. 25:7;
15a 1 Ne. 17:41; 20a 1 Ne. 19:10; Jer. 39:6; 52:10.
Alma 37:45–47; 3 Ne. 10:15–16. c Ezeq. 17:22–23;
3 Ne. 15:9. gee Escrituras— Hel. 6:10.
b Juan 11:25. Escrituras que se
16a Jacob 4:4–5; 7:11. han perdido.
17a Gén. 22:8–14; b Isa. 53. [Entre 23 y 20 a.C.]
HELAMÁN 8:23–9:2 470
la avenida de Cristo, y han mira- judicial e investigad; he aquı́,
do hacia adelante, y se han re- vuestro juez ha sido asesinado,
gocijado en su dı́a que está por y ayace en su propia sangre; y
venir. lo ha asesinado su bhermano,
23 Y he aquı́, él es Dios, y está que ambiciona ocupar el asiento
con ellos, y se manifestó a ellos, judicial.
de modo que él los redimió; y 28 Y he aquı́, ambos pertene-
ellos lo glorificaron a causa de lo cen a vuestra banda secreta, cu-
que está por venir. yos aautores son Gadiantón y
24 Y ahora bien, ya que sabéis ese ser maligno que trata de
estas cosas, y no las podéis ne- destruir las almas de los hom-
gar a menos que mintáis, habéis, bres.
por tanto, pecado en esto, por-
que habéis rechazado todas es-
tas cosas a pesar de tantas evi- CAPÍTULO 9
dencias que habéis recibido; sı́,
vosotros habéis recibido atodas Los mensajeros encuentran al juez
las cosas, tanto las cosas que es- superior muerto en el asiento judi-
tán en el cielo como todas las cial—Son encarcelados y más ade-
cosas que están en la tierra, lante se les pone en libertad—Por
como testimonio de que son inspiración, Nefi identifica a Seán-
verdaderas. tum como el asesino — Algunos
25 Mas he aquı́, habéis recha- aceptan a Nefi como profeta.
zado la verdad y os habéis are-
belado contra vuestro santo Y HE aquı́, aconteció que cuando
Dios; y aun hoy mismo, en lugar Nefi hubo hablado estas pala-
de haceros btesoros en los cielos, bras, ciertos hombres que esta-
donde nada corrompe, y donde ban entre ellos corrieron al
nada impuro puede entrar, es- asiento judicial; sı́, y eran cinco
táis acumulando ira para voso- los que fueron, y decı́an entre sı́,
tros, para el dı́a del cjuicio. mientras iban:
26 Sı́, aun ahora mismo, a 2 He aquı́, ahora sabremos con
causa de vuestros asesinatos, y certeza si este hombre es profeta
vuestra afornicación e iniqui- y si Dios le ha mandado que nos
dad, estáis madurando para la profetice cosas tan maravillosas.
eterna destrucción; sı́, y os so- He aquı́, nosotros no creemos
brevendrá pronto, a menos que que lo haya hecho; ni creemos
os arrepintáis. que sea profeta; no obstante, si
27 Sı́, he aquı́, está ahora a resulta cierto lo que ha dicho
vuestras puertas; sı́, id al asiento concerniente al juez superior,

22a gee Jesucristo—Pro- 25a Mos. 2:36–38; 3:12. 27a Hel. 9:3, 15.
fecı́as acerca de la b Hel. 5:8; b Hel. 9:6, 26–38.
vida y muerte de 3 Ne. 13:19–21. 28a Hel. 6:26–30.
Jesucristo. c DyC 10:20–23;
24a Alma 30:44; 121:23–25.
Moisés 6:63. 26a gee Fornicación. [Entre 23 y 20 a.C.]
471 HELAMÁN 9:3–14
que está muerto, entonces cree- ron de ellos, y los ataron y los
remos que las otras palabras que encarcelaron. Y se expidió una
ha hablado son también verda- proclamación de que el juez ha-
deras. bı́a sido asesinado, y que se ha-
3 Y ocurrió que corrieron con bı́a aprehendido y encarcelado
todas sus fuerzas, y llegaron al a los homicidas.
asiento judicial; y he aquı́, el 10 Y sucedió que a la mañana
juez superior habı́a caı́do a tie- siguiente, el pueblo se juntó pa-
rra, y ayacı́a en su propia sangre. ra hacer duelo y para aayunar
4 Y he aquı́, cuando vieron es- en el sepelio del gran juez supe-
to, se asombraron en extremo, a rior que habı́a sido asesinado.
tal grado que cayeron al suelo; 11 Y asimismo, aquellos jueces
porque no habı́an creı́do las pa- que estuvieron presentes en el
labras de Nefi concernientes al jardı́n de Nefi y oyeron sus pa-
juez superior. labras también asistieron al se-
5 Pero ahora, cuando vieron, pelio.
creyeron; y se apoderó de ellos 12 Y sucedió que inquirieron
el temor de que descendieran entre el pueblo, diciendo: ¿Dón-
sobre el pueblo todos los casti- de están los cinco que fueron
gos que Nefi habı́a declarado; enviados para indagar concer-
por tanto, temblaron y cayeron niente a que si estaba muerto el
al suelo. juez superior? Y contestaron y
6 E inmediatamente después dijeron: Respecto de esos cinco
que el juez fue asesinado —y su hombres que decı́s que habéis
hermano, disfrazado, lo habı́a enviado, nada sabemos; pero
apuñalado y habı́a huido—, los hay cinco que son los asesinos, a
siervos del juez corrieron y avi- quienes hemos echado en la cár-
saron al pueblo, pregonando el cel.
asesinato entre ellos; 13 Y aconteció que los jueces
7 y he aquı́, el pueblo se juntó pidieron que los trajeran; y los
en el sitio del asiento judicial; y trajeron, y he aquı́, eran los cin-
he aquı́, para su asombro vieron co que fueron enviados; y he
a aquellos cinco hombres que aquı́, los jueces los interrogaron
habı́an caı́do al suelo. para saber concerniente al asun-
8 Y he aquı́, el pueblo no sabı́a to, y ellos les refirieron todo
nada acerca de la multitud que cuanto habı́an hecho, diciendo:
se habı́a reunido en el ajardı́n de 14 Corrimos y llegamos al sitio
Nefi; por tanto, dijeron entre sı́: del asiento judicial, y cuando vi-
Estos hombres son los que han mos todas las cosas, precisamen-
asesinado al juez, y Dios los ha te cual Nefi las habı́a testificado,
herido para que no huyan de nos asombramos a tal grado que
nosotros. caı́mos al suelo; y cuando nos
9 Y aconteció que se apodera- recobramos de nuestro asom-

9 3a Hel. 8:27. 10a gee Ayunar, ayuno.


8a Hel. 7:10. [Entre 23 y 20 a.C.]
HELAMÁN 9:15–27 472
bro, he aquı́, nos encerraron en lo, y reconoce tu delito; he aquı́
la prisión. este dinero, y además, te perdo-
15 Ahora bien, en cuanto al naremos la vida, si nos lo haces
asesinato de este hombre, no sa- saber y admites el pacto que has
bemos quién lo habrá hecho; y hecho con él.
sólo sabemos esto, que corrimos 21 Pero Nefi les dijo: ¡Oh ain-
y vinimos, según vuestros de- sensatos, incircuncisos de cora-
seos, y he aquı́, estaba muerto, zón, pueblo ciego y bduro de
según las palabras de Nefi. cerviz! ¿Sabéis cuánto tiempo el
16 Aconteció, entonces, que los Señor vuestro Dios os permitirá
jueces explicaron el asunto al que continuéis en vuestro esta-
pueblo, y clamaron contra Nefi, do pecaminoso?
diciendo: He aquı́, sabemos que 22 Ya deberı́ais empezar a gri-
este Nefi debe haberse conveni- tar y a alamentaros a causa de la
do con alguien para matar al gran destrucción que ahora mis-
juez, y luego divulgárnoslo, a mo os espera, a menos que os
fin de convertirnos a su fe, para arrepintáis.
enaltecerse como un gran hom- 23 He aquı́, decı́s que me he
bre, elegido de Dios y un profe- puesto de acuerdo con un hom-
ta. bre para que asesinara a Seezó-
17 Y he aquı́, ahora descubrire- ram, nuestro juez superior. Mas
mos a este hombre, y confesará he aquı́, os digo que esto se debe
su delito, y nos hará saber el a que os he testificado para que
verdadero asesino de este juez. supieseis de este asunto; sı́, co-
18 Y ocurrió que el dı́a del mo testimonio a vosotros de que
sepelio pusieron en libertad a tenı́a conocimiento de la perver-
aquellos cinco. No obstante, és- sidad y las abominaciones que
tos riñeron a los jueces por las hay entre vosotros.
palabras que habı́an proferido 24 Y porque he hecho esto, de-
contra Nefi, y contendieron con cı́s que me he puesto de acuer-
ellos, uno por uno, al grado de do con un hombre para que
que los confundieron. hiciera esta cosa; sı́, porque os
19 No obstante, los jueces hi- he mostrado esta señal, estáis
cieron que Nefi fuese aprehen- enojados conmigo, y procuráis
dido y atado y llevado ante la destruir mi vida.
multitud; y empezaron a inte- 25 Y he aquı́, ahora os mostraré
rrogarlo de diferentes maneras, otra señal, y veré si en esto pro-
a fin de hacerle contradecirse curaréis destruirme.
para condenarlo a muerte; 26 He aquı́, os digo: Id a la casa
20 y le dijeron: Tú eres cómpli- de Seántum, que es el ahermano
ce; ¿quién es el hombre que ha de Seezóram, y decidle:
cometido este asesinato? Dı́nos- 27 ¿Se ha puesto de acuerdo

21a Hech. 7:51. 22a Mos. 7:24.


b gee Rebelión. 26a Hel. 8:27. [Entre 23 y 20 a.C.]
473 HELAMÁN 9:28–10:1
contigo Nefi, el profeta fingido, también según las palabras, él
que profetiza tanto mal sobre confesó.
este pueblo, para asesinar a See- 38 Y fue traı́do para comprobar
zóram, tu hermano? que él era el verdadero asesino,
28 Y he aquı́, él os dirá: No. de modo que dieron su libertad
29 Entonces le diréis: ¿Has ase- a los cinco, lo mismo que a Nefi.
sinado tú a tu hermano? 39 Y hubo algunos de los nefi-
30 Y se llenará de miedo, y no tas que creyeron en las palabras
sabrá qué responder. Y he aquı́, de Nefi; y hubo también algu-
os lo negará; y aparentará estar nos que creyeron por causa del
asombrado y os declarará que es testimonio de los cinco, porque
inocente. éstos se habı́an convertido mien-
31 Mas he aquı́, lo examinaréis, tras estuvieron en la prisión.
y hallaréis sangre en las faldas 40 Y hubo algunos de los del
de su manto. pueblo que dijeron que Nefi era
32 Y cuando hayáis visto esto, profeta.
diréis: ¿De dónde viene esta 41 Y hubo otros que dijeron:
sangre? ¿Acaso no sabemos que He aquı́, es un dios; porque si
es la sangre de tu hermano? no fuera un dios, no podrı́a sa-
33 Entonces temblará, y se ber de todas las cosas; pues he
pondrá pálido, como si le hubie- aquı́, nos ha declarado los pen-
se llegado la muerte. samientos de nuestros corazo-
34 Y luego diréis vosotros: Por nes, y también nos ha dicho co-
este temor y esta palidez que ha sas; y aun ha traı́do a nuestro
venido a tu semblante, he aquı́, conocimiento el verdadero ase-
sabemos que eres culpable. sino de nuestro juez superior.
35 Y entonces vendrá sobre él
mayor temor; y luego os confe-
CAPÍTULO 10
sará, y no negará más que él ha
cometido este asesinato.
El Señor da a Nefi el poder para
36 Y luego os dirá que yo, Nefi,
sellar—Recibe el poder para atar y
n o s é n a d a c o n c e r n i e n t e a l
desatar en la tierra y en el cielo—
asunto a menos que me haya si-
Manda al pueblo que se arrepienta,
do dado por el poder de Dios. Y
o si no, perecerá—El Espı́ritu lo lle-
entonces sabréis que soy un
va de multitud en multitud.
hombre honrado, y que soy en-
viado de Dios a vosotros. Y ACONTECIÓ que surgió una di-
37 Y aconteció que fueron e hi- visión entre el pueblo, de tal
cieron de acuerdo con lo que modo que se separaron, unos
Nefi les habı́a dicho. Y he aquı́, por un lado y otros por otro, y
las palabras que él habı́a dicho siguieron sus caminos, dejando
resultaron ciertas; pues según a Nefi solo mientras se hallaba
las palabras, Seántum negó; y en medio de ellos.

[Entre 23 y 20 a.C.]
HELAMÁN 10:2–13 474
2 Y sucedió que Nefi se dirigió ción, de acuerdo con la iniqui-
hacia su propia casa, ameditan- dad de este pueblo.
do sobre las cosas que le habı́a 7 He aquı́, te doy poder, de que
manifestado el Señor. cuanto asellares en la tierra, sea
3 Y acaeció que mientras ası́ sellado en los cielos; y cuanto
meditaba —hallándose muy des- desatares en la tierra, sea desa-
animado por motivo de la per- tado en los cielos; y ası́ tendrás
versidad de los nefitas, sus se- poder entre este pueblo.
cretas obras de tinieblas, y sus 8 De manera que si dijeres a
asesinatos, y sus robos, y toda este templo que se parta por la
clase de iniquidades— sucedió mitad, será hecho.
que mientras meditaba de esta 9 Y si dijeres a esta amontaña:
manera en su corazón, he aquı́, Derrúmbate y vuélvete llana, ası́
llegó a él una voz, diciendo: será hecho.
4 Bienaventurado eres tú, Nefi, 10 Y he aquı́, si dijeres que Dios
por las cosas que has hecho; herirá a este pueblo, ası́ aconte-
porque he visto que has declara- cerá.
do ainfatigablemente a este pue- 11 Y ahora bien, he aquı́, te
blo la palabra que te he dado. Y mando que vayas y declares a
no les has tenido miedo, ni te este pueblo que ası́ dice el Señor
has afanado por tu bpropia vida, Dios, que es el Todopoderoso:
antes bien, has procurado mi A menos que os arrepintáis,
c
voluntad y el cumplimiento de seréis heridos, sı́, hasta la ades-
mis mandamientos. trucción.
5 Y porque has hecho esto tan 1 2 Y h e a q u ı́ , s u c e d i ó q u e
infatigablemente, he aquı́, te cuando el Señor hubo hablado
bendeciré para siempre, y te ha- estas palabras a Nefi, éste se de-
ré poderoso en palabra y en he- tuvo y no llegó a su propia casa,
cho, en fe y en obras; sı́, al grado sino que se volvió a las multitu-
de que atodas las cosas te serán des que se hallaban esparcidas
hechas según tu bpalabra, por- sobre la superficie de la tierra y
que tú cno pedirás lo que sea empezó a declararles la palabra
contrario a mi voluntad. del Señor que se le habı́a habla-
6 He aquı́, tú eres Nefi, y yo soy do concerniente a su destruc-
Dios. He aquı́, te lo declaro, en ción, si no se arrepentı́an.
presencia de mis ángeles, que 13 Y he aquı́, a pesar del gran
tendrás poder sobre este pue- milagro que Nefi habı́a efectua-
blo, y herirás la tierra con aham- do en hacerles saber tocante a la
bre, y con pestilencia y destruc- muerte del juez superior, endu-

10 2a gee Meditar. c 2 Ne. 4:35; Jacob 4:6;


4a gee Diligencia. DyC 46:30. Morm. 8:24;
b gee Sacrificios. 6a Hel. 11:4–18. Éter 12:30.
c 3 Ne. 11:11. 7a Mateo 16:19. 11a Hel. 5:2.
5a 3 Ne. 18:20; gee Sellamiento,
DyC 88:63–65. sellar.
b Enós 1:12. 9a Mateo 17:20; [Entre 23 y 20 a.C.]
475 HELAMÁN 10:14–11:6
recieron sus corazones y no es- vı́e lluvia—Nefi y Lehi reciben mu-
cucharon las palabras del Señor. chas revelaciones—Los ladrones de
14 Por tanto, Nefi les declaró la Gadiantón se hacen fuertes en la
palabra del Señor, diciendo: A tierra.
menos que os arrepintáis, ası́ di-
ce el Señor, seréis heridos aun Y ACONTECIÓ que en el año *se-
hasta la destrucción. tenta y dos del gobierno de los
15 Y aconteció que cuando Ne- jueces, aumentaron las conten-
fi les hubo declarado la palabra, ciones, de tal modo que hubo
he aquı́, aún ası́ endurecieron guerras por toda la tierra, entre
sus corazones, y no quisieron todo el pueblo de Nefi.
escuchar sus palabras; por tan- 2 Y era esta banda asecreta de
to, lo vituperaron y trataron de ladrones la que perpetraba esta
apoderarse de él para arrojarlo obra de destrucción e iniquidad;
en la prisión. y esta guerra duró todo aquel
16 Mas he aquı́, el poder de año; y también continuó duran-
Dios fue con él; y no pudieron te el año †setenta y tres.
apoderarse de él para encarce- 3 Y sucedió que en este año
larlo, porque el Espı́ritu lo arre- Nefi clamó al Señor, diciendo:
bató y lo llevó de entre ellos. 4 ¡Oh Señor, no permitas que
17 Y sucedió que ası́ fue en el este pueblo sea destruido por la
Espı́ritu, de multitud en multi- espada! Más bien, ¡oh Señor!,
tud, declarando la palabra de haya ahambre sobre la tierra pa-
Dios, hasta que se la hubo decla- ra hacerles recordar al Señor su
rado a todos ellos, o sea, la hubo Dios, y tal vez se arrepientan y
mandado entre todo el pueblo. se vuelvan a ti.
18 Y aconteció que no quisie- 5 Y ası́ fue hecho, según las pa-
ron escuchar sus palabras; y co- labras de Nefi. Y hubo un ham-
menzó a haber disensiones, de bre muy severa en la tierra, en-
tal modo que hubo división en- tre todo el pueblo de Nefi. Y ası́
tre ellos y empezaron a matarse continuó el hambre en el año

unos a otros con la espada. setenta y cuatro; y cesó la des-
19 Y ası́ concluyó el año seten- trucción por la espada, pero se
ta y uno del gobierno de los jue- agravó por causa del hambre.
ces sobre el pueblo de Nefi. 6 Y continuó esta obra de des-
trucción también en el año §se-
tenta y cinco; porque la tierra
CAPÍTULO 11 fue herida de modo que quedó
seca, y no produjo grano en la
Nefi persuade al Señor a que cambie época del grano; y toda la tierra
la guerra por el hambre—Muchas fue herida, ası́ entre los lamani-
personas perecen—Se arrepienten, tas como entre los nefitas, de
y Nefi clama al Señor para que en - modo que fueron afligidos a tal

11 2a Hel. 6:18–24; 4a 1 Rey. 17:1; [*20 a.C. †19 a.C.


11:25–26. Hel. 10:6. ‡18 a.C. §17 a.C.]
HELAMÁN 11:7–18 476
grado que perecieron por milla- tu ardiente ira, y haz que cese
res en las partes más inicuas del esta hambre en esta tierra!
paı́s. 13 ¡Oh Señor, escúchame y
7 Y ocurrió que los del pueblo concede que sea hecho según
vieron que estaban a punto de mis palabras, y envı́a alluvia so-
perecer de hambre, y empeza- bre la faz de la tierra para que
ron a aacordarse del Señor su produzca su fruto, y su grano en
Dios, y también empezaron a la época del grano!
acordarse de las palabras de 14 Oh Señor, tú escuchaste
a
Nefi. mis palabras cuando dije: Haya
8 Y los del pueblo empezaron hambre, para que cese la des-
a suplicar a sus jueces superio- trucción por la espada. Y sé que
res y a sus jefes que dijeran a también en esta ocasión escu-
Nefi: He aquı́, sabemos que eres charás mis palabras, porque di-
un hombre de Dios; suplica, jiste: Si este pueblo se arrepien-
pues, al Señor nuestro Dios que te, lo perdonaré.
aparte de nosotros esta hambre, 15 Sı́, ¡oh Señor!, tú ves que
no sea que se cumplan todas se han arrepentido a causa del
las apalabras que has hablado hambre y la peste y la destruc-
concernientes a nuestra des- ción que les han sobrevenido.
trucción. 16 Y ahora, oh Señor, ¿no apar-
9 Y aconteció que los jueces ha- tarás tu ira y probarás otra vez
blaron a Nefi según las palabras si te servirán? Y si ası́ fuere, oh
que se habı́an solicitado. Y suce- Señor, puedes bendecirlos de
dió que cuando Nefi vio que el acuerdo con tus palabras que
pueblo se habı́a arrepentido, y has hablado.
se habı́a humillado y vestido de 17 Y aconteció que en el año
cilicio, clamó otra vez al Señor, *setenta y seis, el Señor apartó
diciendo: su indignación del pueblo e hi-
10 Oh Señor, he aquı́, este zo que la alluvia cayera sobre la
pueblo se arrepiente; y ha ex- tierra, de modo que produjo su
terminado de entre ellos la ban- fruto en la época de su fruto. Y
da de Gadiantón, de modo que sucedió que produjo su grano
ha desaparecido; y han escondi- en la época de su grano.
do sus planes secretos en la 18 Y he aquı́, el pueblo se rego-
tierra. cijó y glorificó a Dios, y se llenó
11 Y ahora, oh Señor, apártese de alegrı́a toda la faz de la tierra;
de ellos tu ira a causa de su hu- y no intentaron más destruir a
mildad, y apacı́güese tu enojo Nefi, sino que lo estimaron co-
con la destrucción de esos hom- mo un agran profeta y varón de
bres inicuos que ya has talado. Dios, que tenı́a gran poder y au-
12 ¡Oh Señor, desvı́a tu ira, sı́, toridad que Dios le habı́a dado.

7a Hel. 12:3. 14a Hel. 11:4.


8a Hel. 10:11–14. 17a Deut. 11:13–17.
13a 1 Rey. 18:1, 41–46. 18a Hel. 10:5–11. [*16 a.C.]
477 HELAMÁN 11:19–28
19 Y he aquı́, su hermano Lehi 24 Y aconteció que en el año

no era amenos grande que él en ochenta del gobierno de los
cuanto a las cosas concernientes jueces sobre el pueblo de Nefi,
a la rectitud. hubo un cierto número de los
20 Y ası́ aconteció que el pue- disidentes nefitas que algunos
blo de Nefi empezó a prosperar años antes se habı́an pasado a
de nuevo en la tierra, y comen- los lamanitas y habı́an tomado
zaron a edificar sus lugares de- sobre sı́ el nombre de lamanitas,
siertos, y empezaron a multipli- y también cierto número que
carse y a extenderse hasta que eran descendientes verdaderos
cubrieron toda la superficie de de los lamanitas, habiendo sido
la tierra, tanto hacia el norte co- incitados a la ira por aquéllos,
mo hacia el sur, desde el mar del es decir, aquellos disidentes,
oeste hasta el mar del este. que emprendieron, por tanto,
21 Y ocurrió que el año setenta una guerra contra sus herma-
y seis concluyó en paz. Y el año nos.
setenta y siete también comenzó 25 Y cometı́an asesinatos y ro-
en paz; y la aiglesia se extendió bos; y entonces se refugiaban en
por toda la faz de la tierra, y la las montañas, y en el desierto, y
mayor parte del pueblo, tanto en parajes secretos, ocultándose
lamanitas como nefitas, perte- para que no los descubriesen,
necı́a a la iglesia; y hubo una aumentando sus números dia-
paz muy grande en la tierra; riamente a causa de que habı́a
y ası́ concluyó el año setenta y disidentes que se unı́an a ellos.
siete. 26 Y ası́ con el tiempo, sı́, en el
22 Y también gozaron de paz término de no muchos años, se
en el año setenta y ocho, con ex- convirtieron en una banda su-
cepción de unas pocas contro- mamente grande de ladrones;
versias concernientes a los pun- y buscaron todos los planes se-
tos de doctrina que los profetas cretos de Gadiantón; y ası́ llega-
habı́an establecido. ron ellos a ser los ladrones de
23 Y en el año *setenta y nueve Gadiantón.
empezó a haber muchas conten- 27 Y he aquı́, estos ladrones
ciones. Pero sucedió que Nefi, causaron grandes estragos, sı́,
Lehi y muchos de sus hermanos una gran destrucción, ası́ entre
que sabı́an concerniente a los el pueblo de Nefi, como también
verdaderos puntos de la doctri- entre el pueblo de los lamanitas.
na, pues recibı́an muchas are- 28 Y sucedió que se hizo nece-
velaciones diariamente; por lo sario que se diera fin a esta obra
tanto, predicaron al pueblo, de de destrucción; de modo que
modo que hicieron cesar sus enviaron un ejército de hom-
contenciones ese mismo año. bres fuertes al desierto y a las

19a Hel. 5:36–44. 23a Alma 26:22;


21a gee Iglesia de DyC 107:19.
Jesucristo. [*13 a.C. †12 a.C.]
HELAMÁN 11:29–12:2 478
montañas, a fin de buscar esa dades, de nuevo los hizo acor-
banda de ladrones y destruirlos. darse del Señor su Dios.
29 Mas he aquı́, sucedió que en 35 Y ası́ concluyó el año ochen-
ese mismo año el ejército fue re- ta y uno del gobierno de los jue-
chazado aun hasta sus propias ces.
tierras; y ası́ concluyó el año 36 Y en el año ochenta y dos,
ochenta del gobierno de los jue- empezaron otra vez a aolvidarse
ces sobre el pueblo de Nefi. del Señor su Dios. Y empezaron
30 Y ocurrió que al comenzar el a aumentar en su iniquidad du-
año *ochenta y uno, salieron rante el año ochenta y tres; y no
otra vez contra esta banda de la- enmendaron su conducta en el
drones, y destruyeron a mu- año ochenta y cuatro.
chos; y también entre ellos hubo 37 Y aconteció que en el año

mucha destrucción. ochenta y cinco, se afianzaron
31 Y de nuevo se vieron obliga- cada vez más en su orgullo y en
dos a volver del desierto y de las su iniquidad; y ası́, otra vez es-
montañas a sus propias tierras, taban madurando para la des-
por razón del extremadamente trucción.
crecido número de esos ladro- 38 Y ası́ concluyó el año ochen-
nes que infestaban las montañas ta y cinco.
y el desierto.
32 Y aconteció que ası́ conclu-
CAPÍTULO 12
yó este año. Y continuaron au-
mentando los ladrones y hacién-
dose fuertes, al grado de que de- Los hombres son inconstantes, in-
safiaron a todos los ejércitos de sensatos y prontos a cometer iniqui-
los nefitas, y de los lamanitas dad—El Señor castiga a su pue-
también; e hicieron descender blo—La insignificancia de los hom-
un temor muy grande sobre la bres se compara con el poder de
gente por toda la superficie de Dios—En el dı́a del juicio, los hom-
la tierra. bres tendrán la vida eterna o la con-
33 Sı́, porque cayeron sobre denación eterna.
muchas partes de la tierra, y les Y ASÍ podemos ver cuán falso e
causaron grandes destrozos; sı́, inconstante es el corazón de los
mataron a muchos, y a otros se hijos de los hombres; sı́, pode-
llevaron cautivos al desierto; mos ver que el Señor en su
sı́, y más particularmente a sus grande e infinita bondad bendi-
mujeres y sus niños. ce y hace aprosperar a aquellos
34 Ahora bien, esta gran cala- que en él ponen su bconfianza.
midad que sobrevino a los del 2 Sı́, y podemos ver que es pre-
pueblo por causa de sus iniqui- cisamente en la ocasión en que

36a Alma 46:8. b Sal. 36:7–8; gee Confianza, confiar.


12 1a 2 Cró. 26:5; 2 Ne. 22:2;
Sal. 1:2–3. Mos. 4:6. [*11 a.C. †7 a.C.]
479 HELAMÁN 12:3–13
hace prosperar a su pueblo, sı́, prestos para jactarse y cometer
en el aumento de sus campos, toda clase de aquello que es ini-
sus hatos y sus rebaños, y en quidad; y cuán lentos son en
oro, en plata y en toda clase de acordarse del Señor su Dios y en
objetos preciosos de todo géne- dar oı́do a sus consejos; sı́, cuán
ro y arte; preservando sus vidas lentos son en bandar por las vı́as
y librándolos de las manos de de la prudencia!
sus enemigos; ablandando el co- 6 He aquı́, no desean que los
a
razón de sus enemigos para que gobierne y reine sobre ellos el
no les declaren guerras; sı́, y en Señor su Dios que los ha bcrea-
una palabra, haciendo todas las do; a pesar de su gran benevo-
cosas para el bienestar y felici- lencia y su misericordia para
dad de su pueblo; sı́, entonces con ellos, desprecian sus conse-
es la ocasión en que aendurecen jos, y no quieren que él sea su
sus corazones, y se olvidan del guı́a.
Señor su Dios, y bhuellan con los 7 ¡Oh cuán grande es la ainsig-
pies al Santo; sı́, y esto a causa nificancia de los hijos de los
de su comodidad y su extrema hombres; sı́, son menos aún que
prosperidad. el polvo de la tierra!
3 Y ası́ vemos que excepto que 8 Porque he aquı́, el polvo de la
el Señor acastigue a su pueblo tierra se mueve acá y allá, par-
con muchas aflicciones, sı́, a me- tiéndose por la mitad según el
nos que lo visite con muerte y mandato de nuestro gran y eter-
con terror, y con hambre y con no Dios.
toda clase de pestilencias, no se 9 Sı́, he aquı́, ante su voz tiem-
b
acuerda de él. blan y se aestremecen las colinas
4 ¡Oh cuán insensatos y cuán y las montañas.
vanos, cuán malignos y diabóli- 10 Y por el apoder de su voz
cos, y cuán aprontos a cometer son despedazadas y se vuelven
iniquidad y cuán lentos en ha- llanas, sı́, semejantes a un valle.
cer lo bueno son los hijos de los 11 Sı́, por el poder de su voz
hombres! ¡Sı́, cuán prestos son a tiembla atoda la tierra;
escuchar las palabras del malig- 12 sı́, por el poder de su voz, se
no y a poner su bcorazón en las cimbran los fundamentos, aun
vanidades del mundo! hasta el mismo centro.
5 ¡Sı́, cuán prestos están para 13 Sı́, y si dice a la tierra: Mué-
ensalzarse en el aorgullo; sı́, cuán vete, se mueve.

2a gee Apostası́a. 5a Prov. 29:23. Mos. 4:19;


b Alma 5:53; gee Orgullo. Moisés 1:10.
3 Ne. 28:35. b gee Andar, andar 9a 3 Ne. 22:10.
3a Mos. 23:21; con Dios. 10a 1 Ne. 17:46.
DyC 98:21; 101:8. 6a Isa. 45:9; 11a Morm. 5:23;
b Amós 4:6–11. DyC 58:30; Éter 4:9.
4a Éx. 32:8. Moisés 7:32–33.
b Mateo 15:19; b DyC 60:4. [Aproximadamente
Heb. 3:12. 7a Isa. 40:15, 17; 7 a.C.]
HELAMÁN 12:14–26 480
14 Sı́, y si dice a la atierra: bVuél- por esta razón, para que los
vete atrás, para que se calargue hombres sean salvos, se ha de-
el dı́a muchas horas, es hecho. clarado el arrepentimiento.
15 Y ası́, según su palabra, la 23 Por tanto, benditos son
tierra se vuelve hacia atrás, y al aquellos que quieran arrepentir-
hombre le parece que el sol se se y escuchar la voz del Señor su
ha quedado estacionario; sı́, y Dios, porque son éstos los que
he aquı́, ası́ es, porque cierta- serán asalvos.
mente la tierra es la que se mue- 24 Y Dios conceda, en su gran
ve y no el sol. plenitud, que los hombres sean
16 Y he aquı́, también, si dice a llevados al arrepentimiento y
las aaguas del gran mar: bSecaos, las buenas obras, para que les
ası́ es hecho. sea restaurada gracia por agra-
17 He aquı́, si dice a esta mon- cia, según sus obras.
taña: Levántate y ave y cae sobre 25 Y yo quisiera que todos los
esa ciudad, para que sea ente- hombres fuesen salvos. Pero lee-
rrada, he aquı́, se hace. mos que habrá algunos que se-
18 Y he aquı́, si un hombre rán desechados en el gran y
a
oculta un tesoro en la tierra, y postrer dı́a, sı́, que serán echa-
el Señor dijere: bMaldito sea, dos de la presencia del Señor;
por motivo de la iniquidad de 26 sı́, que serán condenados a
aquel que lo ha escondido, he un estado de miseria sin fin, en
aquı́, será maldito. cumplimiento de las palabras
19 Y si el Señor dijere: Maldito que dicen: Los que hayan hecho
seas para que nadie te encuentre el bien, tendrán avida eterna; y
desde hoy para siempre jamás, los que hayan hecho el mal, re-
he aquı́, nadie lo obtiene desde cibirán bcondenación eterna. Y
entonces para siempre jamás. ası́ es. Amén.
20 Y he aquı́, si el Señor dijere a
un hombre: Maldito seas para
siempre por causa de tus iniqui- La profecı́a de Samuel el Lama-
dades, será hecho. nita a los nefitas.
21 Y si el Señor dijere: Por cau- Comprende los capı́tulos
sa de tus iniquidades serás sepa- 13 al 15 inclusive.
rado de mi presencia, él hará
que ası́ sea.
22 ¡Y ay de aquel a quien él di- CAPÍTULO 13
jere esto! Porque ası́ se hará con
aquel que obre iniquidad, y no Samuel el Lamanita profetiza la
podrá ser salvo. De modo que destrucción de los nefitas, a menos

14a Josué 10:12–14. 18a Morm. 1:18; Juan 5:28–29;


b Isa. 38:7–8. Éter 14:1. Rom. 6:13.
c 2 Rey. 20:8–11. b Hel. 13:17. b gee Condenación.
16a Mateo 8:27. 23a gee Salvación.
b Isa. 44:27; 51:10. 24a gee Gracia. [Aproximadamente
17a 3 Ne. 8:10. 26a Mateo 25:46; 7 a.C.]
481 HELAMÁN 13:1–10
que se arrepientan—Ellos y sus ri- ga a los de este pueblo que la
a
quezas son maldecidos—Rechazan espada de la justicia se cierne
y apedrean a los profetas, los rodean sobre ellos; y no pasarán cuatro-
los demonios y buscan la felicidad cientos años sin que caiga sobre
cometiendo iniquidades. ellos la espada de la justicia.
6 Sı́, una grave adestrucción es-
Y SUCEDIÓ que en el año *ochen- pera a los de este pueblo, y cier-
ta y seis persistieron los nefitas tamente les sobrevendrá, y nada
todavı́a en sus maldades, sı́, en puede salvar a los de este pue-
gran iniquidad, mientras que los blo sino el arrepentimiento y la
a
lamanitas se esforzaron riguro- fe en el Señor Jesucristo, que de
samente por guardar los man- seguro vendrá al mundo, y pa-
damientos de Dios, según la ley decerá muchas cosas y morirá
de Moisés. por su pueblo.
2 Y aconteció que en este año 7 Y he aquı́, un aángel del Se-
un tal Samuel, un lamanita, lle- ñor me lo ha declarado, y él
gó a la tierra de Zarahemla y impartió balegres nuevas a mi
empezó a predicar al pueblo. Y alma. Y he aquı́, fui enviado a
ocurrió que por muchos dı́as vosotros para declarároslo tam-
predicó el arrepentimiento al bién, a fin de que recibieseis
pueblo, y lo echaron fuera, y se buenas nuevas; pero he aquı́, no
hallaba a punto de regresar a su quisisteis recibirme.
propia tierra. 8 Por tanto, ası́ dice el Señor:
3 Mas he aquı́, vino a él la voz Debido a la dureza del corazón
del Señor de que volviera otra del pueblo de los nefitas, a me-
vez y profetizara al pueblo to- nos que se arrepientan, les
das las cosas que le vinieran al quitaré mi palabra, y les aretira-
a
corazón. ré mi Espı́ritu, y no los tolera-
4 Y aconteció que no permitie- ré más, y volveré el corazón
ron que él entrase en la ciudad; de sus hermanos en contra de
por tanto, fue y se subió sobre la ellos.
muralla, y extendió la mano y 9 Y no pasarán acuatrocientos
clamó en alta voz, y profetizó al años sin que yo haga que sean
pueblo todas las cosas que el heridos; sı́, los visitaré con la es-
Señor le puso en el corazón. pada, y con hambre, y con pesti-
5 Y les dijo: He aquı́, yo, Sa- lencia.
muel, un lamanita, declaro las 10 Sı́, los visitaré en mi ardiente
palabras del Señor que él pone ira, y habrá algunos de la acuarta
en mi corazón; y he aquı́, él me generación, de vuestros enemi-
ha puesto en el corazón que di- gos, que vivirán para presenciar

13 1a Hel. 15:4–5. Hel. 15:17. 10a 1 Ne. 12:12;


3a DyC 100:5. 7a Alma 13:26. 2 Ne. 26:9;
5a Alma 60:29; b Isa. 52:7. 3 Ne. 27:32.
3 Ne. 2:19. 8a Hel. 6:35.
6a Alma 45:10–14; 9a Alma 45:10–12. [*6 a.C.]
HELAMÁN 13:11–20 482
vuestra completa destrucción; deón, por la iniquidad y abomi-
y esto de seguro sucederá, a naciones que hay en ella!
menos que os arrepintáis, dice 16 Sı́, ¡ay de todas las ciudades
el Señor; y los de la cuarta ge- que se hallan en la tierra circun-
neración causarán vuestra des- vecina, que están en posesión
trucción. de los nefitas, por causa de la
11 Pero si os arrepentı́s y os iniquidad y abominaciones que
volvéis al Señor vuestro Dios, hay en ellas!
yo desviaré mi ira, dice el Señor; 17 Y he aquı́, vendrá una amal-
sı́, ası́ dice el Señor: Benditos dición sobre la tierra, dice el Se-
son los que se arrepienten y se ñor de los Ejércitos, por causa
a
vuelven a mı́; pero ¡ay del que del pueblo que se halla sobre la
no se arrepienta! tierra; sı́, por motivo de sus ini-
12 Sı́, ¡aay de esta gran ciudad quidades y sus abominaciones.
de Zarahemla, porque he aquı́, 18 Y acontecerá, dice el Señor
es por causa de los que son jus- de los Ejércitos, sı́, nuestro gran-
tos que se ha salvado! Sı́, ¡ay de de y verdadero Dios, que quie-
esta gran ciudad, porque yo nes aoculten sus tesoros en la
percibo, dice el Señor, que hay tierra no los encontrarán más,
muchos, sı́, la mayor parte de los por causa de la gran maldición
de esta gran ciudad, que endu- de la tierra, a menos que sea un
recerán su corazón contra mı́, hombre justo y los esconda para
dice el Señor! los fines del Señor.
13 Pero benditos son los que se 19 Porque yo dispongo, dice el
arrepientan, porque a ellos los Señor, que escondan sus tesoros
salvaré. Pues he aquı́, si no fuera para mis fines; y malditos sean
por los justos que hay en esta aquellos que no los escondan
gran ciudad, he aquı́, yo harı́a para mis propósitos; porque na-
que descendiera afuego del cielo die esconde sus tesoros para mı́,
y la destruyera. a menos que sean los justos; y
14 Mas he aquı́, es por el bien aquel que no oculte su tesoro
de los justos que es perdonada. para mı́, maldito es, y también el
Pero he aquı́, viene el tiempo, tesoro; y nadie lo redimirá a
dice el Señor, que cuando echéis causa de la maldición de la tie-
a los justos de entre vosotros, rra.
entonces os hallaréis maduros 20 Y llegará el dı́a en que ocul-
para la destrucción. ¡Sı́, ay de es- tarán sus tesoros, porque han
ta gran ciudad por motivo de la puesto sus corazones en las ri-
iniquidad y abominaciones que quezas; y porque tienen puesto
hay en ella! el corazón en sus riquezas, y
15 Sı́, ¡y ay de la ciudad de Ge- ocultarán sus tesoros cuando

11a 3 Ne. 10:5–7. 3 Ne. 9:11.


12a 3 Ne. 8:8, 24; 9:3. 17a Hel. 12:18.
13a Gén. 19:24; 18a Morm. 1:18; [Aproximadamente
2 Rey. 1:9–16; Éter 14:1. 6 a.C.]
483 HELAMÁN 13:21–28
huyan de sus enemigos; y por- arrojáis piedras, y los matáis, y
que no los ocultarán para mis fi- les hacéis toda suerte de iniqui-
nes, malditos serán ellos y tam- dades, ası́ como lo hacı́an los de
bién sus tesoros; y en aquel dı́a la antigüedad!
serán heridos, dice el Señor. 25 Y ahora bien, cuando ha-
21 He aquı́, vosotros, los habi- bláis, decı́s: Si hubiéramos vivi-
tantes de esta gran ciudad, aes- do en los dı́as de nuestros apa-
cuchad mis palabras; sı́, escu- dres de la antigüedad, no ha-
chad las palabras que el Señor brı́amos muerto a los profetas;
habla; porque he aquı́, él dice no los hubiéramos apedreado ni
que sois malditos por motivo de echado fuera.
vuestras riquezas, y vuestras ri- 26 He aquı́, sois peores que
quezas son malditas también, ellos; porque ası́ como vive el
porque habéis puesto vuestro Señor, si viene un aprofeta entre
corazón en ellas, y no habéis es- vosotros y os declara la palabra
cuchado las palabras de aquel del Señor, la cual testifica de
que os las dio. vuestros pecados e iniquidades,
22 No os acordáis del Señor os birritáis con él, y lo echáis fue-
vuestro Dios en las cosas con ra y buscáis toda clase de mane-
que os ha bendecido, mas siem- ras para destruirlo; sı́, decı́s que
pre recordáis vuestras ariquezas, es un cprofeta falso, que es un
no para dar gracias al Señor pecador y que es del diablo,
vuestro Dios por ellas; sı́, vues- porque dtestifica que vuestras
tros corazones no se allegan al obras son malas.
Señor, sino que se hinchan con 27 Mas he aquı́, si un hombre
desmedido borgullo hasta la jac- llegare entre vosotros y dijere:
tancia, y la mucha vanidad, cen- Haced esto, y no hay mal; haced
vidias, riñas, malicia, persecu- aquello, y no padeceréis —sı́, di-
ciones, asesinatos, y toda clase rá: Andad según el orgullo de
de iniquidades. vuestros propios corazones; sı́,
23 Por esta razón el Señor Dios id en pos del orgullo de vues-
ha hecho venir una maldición tros ojos, y haced cuanto vues-
sobre esta tierra, y también so- tro corazón desee—; y si un
bre vuestras riquezas, y esto por hombre viniere entre vosotros y
motivo de vuestras iniquidades. dijere esto, lo recibiréis y diréis
24 Sı́, ¡ay de este pueblo, a cau- que es aprofeta.
sa de este tiempo que ha llegado 28 Sı́, lo engrandeceréis y le
en que aecháis fuera a los profe- daréis de vuestros bienes; le da-
tas, y os burláis de ellos, y les réis de vuestro oro y de vuestra

21a gee Escuchar. 1 Ne. 1:20. d Gál. 4:16.


22a Lucas 12:34. 25a Hech. 7:51. 27a Miqueas 2:11.
gee Riquezas. 26a 2 Cró. 18:7; gee Supercherı́as
b gee Orgullo. Lucas 16:31. sacerdotales.
c gee Envidia. b Isa. 30:9–10. [Aproximadamente
24a 2 Cró. 36:15–16; c Mateo 13:57. 6 a.C.]
HELAMÁN 13:29–38 484
plata, y lo cubriréis con vestidos nuestro Dios el dı́a en que nos
suntuosos; y porque os habla dio nuestras riquezas, y enton-
palabras alisonjeras y dice que ces no se habrı́an vuelto delez-
todo está bien, no halláis falta nables para que las perdiéra-
alguna en él. mos; porque he aquı́, nuestras
29 ¡Oh generación inicua y riquezas han huido de noso-
perversa; pueblo empedernido tros!
y duro de cerviz! ¿Cuánto tiem- 34 ¡He aquı́, dejamos aquı́ una
po suponéis que el Señor os va herramienta, y para la mañana
a tolerar? Sı́, ¿hasta cuándo os ya no está; y he aquı́, se nos
dejaréis llevar por guı́as ainsen- despoja de nuestras espadas el
satos y bciegos? Sı́, ¿hasta cuán- dı́a en que las hemos buscado
do cpreferiréis las tinieblas a para la batalla!
la dluz? 35 Sı́, hemos escondido nues-
30 Sı́, he aquı́, la ira del Señor tros tesoros, y se nos han escu-
ya está encendida contra voso- rrido por causa de la maldición
tros; he aquı́, él ha maldecido la de la tierra.
tierra por motivo de vuestra 36 ¡Oh, si nos hubiésemos
iniquidad. arrepentido el dı́a en que vino
31 Y he aquı́, se acerca la hora a nosotros la palabra del Señor!
en que maldecirá vuestras ri- Porque he aquı́, la tierra está
quezas, de modo que se volve- maldita, y todas las cosas se
rán adeleznables, al grado que han vuelto deleznables, y no
no las podréis conservar; y en podemos retenerlas.
los dı́as de vuestra pobreza no 37 He aquı́, nos rodean los
las podréis retener. demonios; sı́, cercados estamos
32 Y en los dı́as de vuestra po- por los ángeles de aquel que
breza, clamaréis al Señor; y cla- ha tratado de destruir nuestras
maréis en vano, porque vuestra almas. He aquı́, grandes son
desolación ya está sobre voso- nuestras iniquidades. ¡Oh Se-
tros, y vuestra destrucción está ñor!, ¿no puedes apartar tu
asegurada; y entonces lloraréis ira de nosotros? Y éstas serán
y gemiréis en ese dı́a, dice el vuestras palabras en aquellos
Señor de los Ejércitos; y enton- dı́as.
ces os lamentaréis y diréis: 38 Mas he aquı́, vuestros adı́as
33 ¡Oh, asi me hubiese arre- de probación ya pasaron; habéis
b
pentido, y no hubiese muerto a demorado el dı́a de vuestra sal-
los profetas, ni los hubiese bape- vación hasta que es eternamen-
dreado ni echado fuera! Sı́, en te tarde ya, y vuestra destruc-
ese dı́a diréis: ¡Oh, si nos hu- ción está asegurada; sı́, porque
biésemos acordado del Señor todos los dı́as de vuestra vida

28a 2 Tim. 4:3–4. d Job 24:13. 38a Morm. 2:15.


29a 2 Ne. 28:9. 31a Morm. 1:17–18. b Alma 34:33–34.
b Mateo 15:14. 33a Morm. 2:10–15. [Aproximadamente
c Juan 3:19. b Mateo 23:37. 6 a.C.]
485 HELAMÁN 13:39–14:10
habéis procurado aquello que no habrá obscuridad en la no-
no podı́ais obtener, y habéis che anterior a su venida, al gra-
buscado la cfelicidad cometien- do de que a los hombres les pa-
do iniquidades, lo cual es con- recerá que es de dı́a.
trario a la naturaleza de esa jus- 4 Por tanto, habrá un dı́a y una
ticia que existe en nuestro gran noche y un dı́a, como si fuera un
y Eterno Caudillo. solo dı́a y no hubiera noche; y
39 ¡Oh habitantes del paı́s, oh, esto os será por señal; porque os
si escuchaseis mis palabras! Y percataréis de la salida del sol y
ruego que se aparte de vosotros también de su puesta; por tanto,
la ira del Señor, y que os arre- sabrán de seguro que habrá dos
pintáis y seáis salvos. dı́as y una noche; sin embargo,
no se obscurecerá la noche; y se-
rá la noche antes que aél nazca.
CAPÍTULO 14 5 Y he aquı́, aparecerá una aes-
trella nueva, tal como nunca ha-
Samuel predice que habrá luz du- béis visto; y esto también os será
rante la noche y que aparecerá una por señal.
estrella nueva cuando nazca Cris- 6 Y he aquı́, esto no es todo,
to—Cristo redime al género huma- habrá muchas señales y prodi-
no de la muerte temporal y de la gios en el cielo.
espiritual—Entre las señales de su 7 Y acontecerá que os llenaréis
muerte, habrá tres dı́as de tinieblas, de asombro y admiración, a tal
se partirán las rocas y habrá gran- grado que acaeréis al suelo.
des cataclismos. 8 Y sucederá que el que acreye-
re en el Hijo de Dios, tendrá vi-
Y ACONTECIÓ que a Samuel el da eterna.
Lamanita profetizó muchı́simas 9 Y he aquı́, ası́ me ha manda-
otras cosas que no pueden escri- do el Señor, por medio de su
birse. ángel, que viniera y os dijera es-
2 Y les dijo: He aquı́, os doy to; sı́, me ha mandado que os
una aseñal; porque han de pasar profetizara estas cosas; sı́, me ha
cinco años más y, he aquı́, en- dicho: Clama a este pueblo:
tonces viene el Hijo de Dios pa- Arrepentı́os, y preparad la vı́a
ra redimir a todos los que crean del Señor.
en su nombre. 10 Y ahora bien, porque soy
3 Y he aquı́, esto os daré por lamanita, y os he hablado las pa-
señal al tiempo de su venida: labras que el Señor me ha man-
porque he aquı́, habrá grandes dado, y porque fue duro para
luces en el cielo, de modo que vosotros, os enojáis conmigo, y

38c Alma 41:10–11. de la vida y muerte 8a Juan 3:16.


14 1a Hel. 13:2. de Jesucristo.
2a 3 Ne. 1:15. 5a Mateo 2:1–2;
4a gee Jesucristo— 3 Ne. 1:21. [Aproximadamente
Profecı́as acerca 7a 3 Ne. 1:16–17. 6 a.C.]
HELAMÁN 14:11–20 486
tratáis de destruirme, y me ha- la primera muerte, esa muerte
béis aechado de entre vosotros. espiritual; porque, hallándose
b
11 Y oiréis mis palabras, pues separados de la presencia del
para este propósito me he subi- Señor por la ccaı́da de Adán, to-
do a las murallas de esta ciudad, dos los hombres son considera-
a fin de que oigáis y sepáis de dos como si estuvieran dmuer-
los juicios de Dios que os espe- tos, tanto en lo que respecta a
ran por causa de vuestras ini- cosas temporales como a cosas
quidades, y también para que espirituales.
conozcáis las condiciones del 17 Pero he aquı́, la resurrección
arrepentimiento; de Cristo aredime al género hu-
12 y también para que sepáis mano, sı́, a toda la humanidad, y
de la venida de Jesucristo, el la trae de vuelta a la presencia
Hijo de Dios, el aPadre del cielo del Señor.
y de la tierra, el Creador de to- 18 Sı́, y lleva a efecto la condi-
das las cosas desde el principio; ción del arrepentimiento, que
y para que sepáis acerca de las aquel que se arrepienta no será
señales de su venida, con objeto talado y arrojado al fuego; pero
de que creáis en su nombre. el que no se arrepienta será
13 Y si acreéis en su nombre, os talado y echado en el fuego; y
arrepentiréis de todos vuestros viene otra vez sobre ellos una
pecados, para que de ese modo muerte espiritual; sı́, una segun-
logréis una remisión de ellos da muerte, porque quedan nue-
por medio de los bméritos de él. vamente separados de las cosas
14 Y he aquı́, os doy, además, que conciernen a la justicia.
otra señal, sı́, una señal de su 19 Por tanto, arrepentı́os, arre-
muerte. pentı́os, no sea que por saber es-
15 Pues he aquı́, de cierto tiene tas cosas, y por no cumplirlas, os
que morir para que venga la dejéis caer bajo condenación, y
a
salvación; sı́, a él le correspon- seáis arrastrados a esta segunda
de y se hace necesario que mue- muerte.
ra para efectuar la bresurrección 20 Mas he aquı́, como os dije
de los muertos, a fin de que por concerniente a otra aseñal, una
este medio los hombres sean lle- señal de su muerte, he aquı́, el
vados a la presencia del Señor. dı́a en que padezca la muerte, se
b
16 Sı́, he aquı́, esta muerte lleva obscurecerá el sol, y rehusará
a efecto la resurrección, y aredi- daros su luz; y también la luna y
me a todo el género humano de las estrellas; y no habrá luz

10a Hel. 13:2. b Alma 42:23. d gee Muerte espiritual.


12a Mos. 3:8; 3 Ne. 9:15; gee Resurrección. 17a gee Redención,
Éter 4:7. 16a gee Plan de redimido, redimir.
gee Jesucristo. redención. 20a 3 Ne. 8:5–25.
13a Hech. 16:30–31. b Alma 42:6–9. b Lucas 23:44.
b DyC 19:16–20. c gee Caı́da de Adán [Aproximadamente
15a gee Salvador. y Eva. 6 a.C.]
487 HELAMÁN 14:21–31
sobre la superficie de esta tierra 26 Y he aquı́, ası́ me ha hablado
durante ctres dı́as, sı́, desde la el aángel; porque me dijo que
hora en que sufra la muerte, habrı́a truenos y relámpagos
hasta el momento en que resuci- por el espacio de muchas horas.
te de entre los muertos. 27 Y me dijo que mientras du-
21 Sı́, en el momento en que rasen los truenos y relámpagos
entregue el espı́ritu, habrá atrue- y la tempestad, se verificarı́an
nos y relámpagos por el espa- estas cosas; y que atinieblas cu-
cio de muchas horas, y la tierra brirı́an la faz de toda la tierra
se conmoverá y temblará; y las por el espacio de tres dı́as.
rocas que están sobre la haz de 28 Y me dijo el ángel que mu-
la tierra, que se hallan tanto chos verán mayores cosas que
sobre la tierra como por deba- éstas, con el fin de que crean
jo, y que hoy sabéis que son que aestas señales y prodigios se
macizas, o que la mayor parte habrı́an de verificar por toda la
son una masa sólida, se harán superficie de esta tierra, con ob-
b
pedazos; jeto de que no haya más motivo
22 sı́, se partirán por la mitad, y para la incredulidad entre los
para siempre jamás después se hijos de los hombres,
a
hallarán con grietas y hendidu- 29 y esto con objeto de que
ras, y en fragmentos sobre la su- aquellos que crean sean salvos,
perficie de toda la tierra, sı́, tan- y sobre los que no crean des-
to encima de la tierra como por cienda un justo ajuicio; y tam-
debajo. bién, si son condenados, traen
23 Y he aquı́, habrá grandes sobre sı́ su propia condenación.
tempestades; y habrá muchas 30 Ası́ pues, recordad, recor-
montañas que serán hechas lla- dad, mis hermanos, que el que
nas, a semejanza de un valle, y perece, perece por causa de sı́
habrá muchos parajes que aho- mismo; y quien comete iniqui-
ra se llaman valles, que se con- dad, lo hace contra sı́ mismo;
vertirán en montañas de una al- pues he aquı́, sois alibres; se os
tura inmensa. permite obrar por vosotros mis-
24 Y muchas calzadas se harán mos; pues he aquı́, Dios os ha
pedazos, y muchas aciudades dado el bconocimiento y os ha
quedarán desoladas. hecho libres.
25 Y se abrirán muchos asepul- 31 Él os ha concedido que adis-
cros, y entregarán a un gran nú- cernáis el bien del mal, y os ha
mero de sus muertos; y muchos concedido que bescojáis la vida o
santos se aparecerán a muchos. la muerte; y podéis hacer lo

20c Mos. 3:10. 26a Alma 13:26. b gee Conocimiento.


21a 3 Ne. 8:6. 27a 1 Ne. 19:10; 3 Ne. 8:3. 31a Moro. 7:16.
b 3 Ne. 10:9. 28a 1 Ne. 12:4–5. b 2 Ne. 2:28–29;
22a 3 Ne. 8:18. 29a gee Juicio Final. Alma 3:26–27.
24a 3 Ne. 9:3–12. 30a 2 Ne. 2:26–29;
25a Mateo 27:50–54; Moisés 6:56. [Aproximadamente
3 Ne. 23:9–11. gee Albedrı́o. 6 a.C.]
HELAMÁN 15:1–7 488
bueno, y ser crestaurados a lo bién; sı́, los ha castigado en los
que es bueno, es decir, que os dı́as de sus iniquidades, porque
sea restituido lo que es bueno; o los ama.
podéis hacer lo malo, y hacer 4 Mas he aquı́, hermanos mı́os,
que lo que es malo os sea resti- ha aborrecido a los lamanitas
tuido. porque sus obras han sido con-
tinuamente malas, y esto por
motivo de la iniquidad de la
CAPÍTULO 15 a
tradición de sus padres. Mas he
aquı́, les ha llegado la salvación
El Señor ha castigado a los nefitas por medio de la predicación de
porque los ama — Los lamanitas los nefitas; y para este fin el
convertidos son firmes e inmutables Señor ha bprolongado sus dı́as.
en la fe—El Señor será misericor- 5 Y quisiera que os fijaseis en
dioso con los lamanitas en los dı́as que la amayor parte de ellos se
postreros. hallan en la senda de su deber, y
Y AHORA bien, amados herma- andan con circunspección de-
nos mı́os, he aquı́, os declaro lante de Dios, y se esfuerzan por
que a menos que os arrepintáis, guardar sus mandamientos y
vuestras casas os quedarán ade- sus estatutos y sus juicios, de
siertas. acuerdo con la ley de Moisés.
2 Sı́, a menos que os arrepin- 6 Sı́, os digo que la mayor parte
táis, vuestras mujeres tendrán de ellos están haciendo esto, y
sobrado motivo para lamentarse con infatigable diligencia se es-
el dı́a en que estén criando; tán esforzando por traer al resto
porque intentaréis escapar, y de sus hermanos al conocimien-
no habrá lugar de refugio; sı́, to de la verdad; por tanto, son
¡ay de las que estén aencintas, muchos los que se unen a su nú-
porque con el peso no podrán mero diariamente.
huir; por tanto, serán atrope- 7 Y he aquı́, sabéis por vosotros
lladas y abandonadas para pe- mismos, porque lo habéis pre-
recer! senciado, que cuantos de ellos
3 Sı́, ¡ay de los de este pueblo llegan al conocimiento de la ver-
llamado el pueblo de Nefi, a me- dad, y a saber de las inicuas y
nos que se arrepientan cuando abominables tradiciones de sus
vean todas estas señales y pro- padres, y son conducidos a
digios que les serán manifesta- creer las Santas Escrituras, sı́, las
dos! Pues he aquı́, han sido un profecı́as escritas de los santos
pueblo escogido del Señor; sı́, él profetas, que los llevan a la fe
ha amado a los del pueblo de en el Señor y al arrepentimien-
Nefi, y los ha acastigado tam- to, esa fe y arrepentimiento que

31c Alma 41:3–5. Heb. 12:5–11; 5a Hel. 13:1.


15 1a Mateo 23:37–38. DyC 95:1.
2a Mateo 24:19. 4a gee Tradiciones. [Aproximadamente
3a Prov. 3:12; b Alma 9:16. 6 a.C.]
489 HELAMÁN 15:8–17
efectúan un acambio de corazón hermanos los lamanitas; y a pe-
en ellos; sar de las muchas aflicciones
8 por lo tanto, cuantos han lle- que experimentarán, y no obs-
gado a este punto, sabéis por tante que serán bechados de un
vosotros mismos que son afir- lado al otro sobre la superficie
mes e inmutables en la fe, y en de la tierra, y serán perseguidos
aquello con lo que se les ha he- y heridos y dispersados, sin te-
cho libres. ner lugar donde refugiarse, el
9 Y también sabéis que han Señor será cmisericordioso con
a
enterrado sus armas de guerra, ellos.
y temen empuñarlas, no sea que 13 Y esto de acuerdo con la
de alguna manera ellos pequen; profecı́a de que serán atraı́dos
sı́, veis que tienen miedo de pe- otra vez al conocimiento verda-
car, pues he aquı́, se dejan ho- dero, que es el conocimiento de
llar y matar por sus enemigos, y su Redentor y de su gran y ver-
no alzan la espada en contra de dadero bpastor, y serán conta-
ellos; y esto a causa de su fe en dos entre sus ovejas.
Cristo. 14 Por tanto, os digo que será
a
10 Y por motivo de su firmeza, mejor para ellos que para voso-
cuando llegan a creer en aquello tros, a menos que os arrepintáis.
que creen, por causa, pues, de 15 Porque he aquı́, si a ellos les
a
su firmeza, una vez que son ilu- hubiesen sido mostradas las
minados, he aquı́, el Señor los poderosas obras que os han sido
bendecirá y prolongará sus dı́as manifestadas a vosotros, sı́, a és-
a pesar de su iniquidad. tos que han degenerado en la
11 Sı́, aunque degeneraren en incredulidad por motivo de las
la incredulidad, el Señor apro- tradiciones de sus padres, po-
longará sus dı́as hasta que lle- déis ver por vosotros mismos
gue el tiempo del cual han ha- que jamás habrı́an vuelto a de-
blado nuestros padres, y tam- generar en la incredulidad.
bién el profeta bZenós y muchos 16 Por tanto, dice el Señor: No
otros profetas, concerniente a la los destruiré completamente, si-
c
restauración de nuestros her- no que haré que en el dı́a de mi
manos, los lamanitas, nueva- prudencia se vuelvan a mı́ de
mente al conocimiento de la nuevo, dice el Señor.
verdad. 17 Y he aquı́, ahora dice el
12 Sı́, os digo que en los postre- Señor concerniente al pueblo de
ros tiempos se han extendido las los nefitas: Si no se arrepienten
a
promesas del Señor a nuestros y se esfuerzan por cumplir mi

7a gee Conversión, c 2 Ne. 30:5–8. b gee Buen Pastor.


convertir. 12a Enós 1:12–13. 14a Hel. 7:23.
8a Alma 23:6; 27:27; b Morm. 5:15. 15a Mateo 11:20–23.
3 Ne. 6:14. c 1 Ne. 13:31;
9a Alma 24:17–19. 2 Ne. 10:18–19;
11a Alma 9:16. Jacob 3:5–6. [Aproximadamente
b Hel. 8:19. 13a 3 Ne. 16:12. 6 a.C.]
HELAMÁN 16:1–7 490
voluntad, los adestruiré comple- grado de que fueron a Nefi para
tamente por su incredulidad, ser bautizados.
dice el Señor, no obstante las 4 Porque he aquı́, Nefi esta-
muchas poderosas obras que yo ba bautizando, y profetizando,
he realizado entre ellos; y ası́ co- y predicando, proclamando el
mo vive el Señor, acontecerán arrepentimiento al pueblo, mos-
estas cosas, dice el Señor. trando señales y prodigios, y
obrando amilagros entre el pue-
blo, a fin de que supieran que el
CAPÍTULO 16 Cristo bpronto debı́a venir,
5 hablándoles de cosas que en
Nefi bautiza a los nefitas que creen breve se verificarı́an, para que
a Samuel—Las piedras y las flechas supieran y se acordaran, en el
de los nefitas inicuos no pueden ma- dı́a de su cumplimiento, que se
tar a Samuel—Algunos endurecen las habı́an hecho saber de ante-
su corazón y otros ven ángeles— mano, a fin de que creyeran; por
Los incrédulos dicen que no es razo- tanto, cuantos creyeron en las
nable creer en Cristo ni en su veni- palabras de Samuel fueron a
da a Jerusalén. Nefi para ser bautizados, pues
llegaban arrepintiéndose y con-
Y SUCEDIÓ que hubo muchos que fesando sus pecados.
oyeron las palabras que Samuel 6 Pero la mayor parte de ellos
el Lamanita habló desde las mu- no creyeron en las palabras de
rallas de la ciudad. Y cuantos cre- Samuel; por tanto, cuando vie-
yeron en su palabra fueron y bus- ron que no podı́an herirlo con
caron a Nefi; y cuando fueron y sus piedras ni con sus flechas,
lo hallaron, le confesaron sus gritaron a sus capitanes, dicien-
pecados y no negaron, desean- do: Prended a este individuo y
do ser bautizados en el Señor. atadlo, porque está poseı́do de
2 Pero cuantos no creyeron en un diablo; y por el poder del
las palabras de Samuel se enoja- diablo que está en él, no pode-
ron con él; y le arrojaron pie- mos herirlo con nuestras pie-
dras sobre la muralla, y también dras ni con nuestras flechas;
muchos lanzaron flechas contra por tanto, tomadlo y atadlo, y
él mientras se hallaba sobre la llevadlo.
muralla; mas el Espı́ritu del 7 Y mientras avanzaban para
Señor estaba con él, de modo echarle mano, he aquı́, se dejó
que no pudieron herirlo con sus caer desde la muralla, y huyó de
piedras ni con sus flechas. sus tierras, sı́, hasta su propio
3 Y cuando vieron que no po- paı́s, y empezó a predicar y a
dı́an herirlo, hubo muchos más profetizar entre su propio pue-
que creyeron en sus palabras, al blo.

17a Hel. 13:6–10. b Hel. 14:2. [Aproximadamente


16 4a gee Milagros. 6 a.C.]
491 HELAMÁN 16:8–21
8 Y he aquı́, nunca más se vol- te de ellos, tanto entre los nefi-
vió a saber de él entre los nefi- tas como entre los lamanitas, y
tas; y ası́ se hallaban los asuntos empezaron a confiar en su pro-
del pueblo. pia fuerza y en su apropia sabi-
9 Y ası́ concluyó el año ochenta durı́a, diciendo:
y seis del gobierno de los jueces 16 Algunas cosas, de entre tan-
sobre el pueblo de Nefi. tas, pudieron haber adivinado
10 Y ası́ concluyó también el acertadamente; mas he aquı́, sa-
año *ochenta y siete del gobier- bemos que todas estas obras
no de los jueces, permanecien- grandes y maravillosas de que
do la mayorı́a del pueblo en su se ha hablado no pueden suce-
orgullo e iniquidad, y la menor der.
parte andando con más circuns- 17 Y empezaron a raciocinar y
pección ante Dios. a disputar entre sı́, diciendo:
11 Y éstas fueron las condicio- 18 aNo es razonable que venga
nes que prevalecieron también tal ser como un Cristo; si ası́ es, y
en el año ochenta y ocho del go- si fuere el Hijo de Dios, el Padre
bierno de los jueces. del cielo y de la tierra, como se
12 Y en el año ochenta y nue- ha dicho, ¿por qué no se nos ha
ve del gobierno de los jueces de manifestar a nosotros ası́ co-
hubo muy poco cambio en los mo a aquellos que estén en Jeru-
asuntos del pueblo, salvo que salén?
la gente empezó a obstinarse 19 Sı́, ¿por qué no se ha de
más en la iniquidad, y a cometer mostrar en esta tierra, ası́ como
más y más de aquello que era en la tierra de Jerusalén?
contrario a los mandamientos 20 Mas he aquı́, nosotros sa-
de Dios. bemos que ésta es una inicua
a
13 Pero aconteció que en el año tradición que nos han transmi-

noventa del gobierno de los tido nuestros padres, para ha-
jueces, se manifestaron agrandes cernos creer en una cosa grande
señales y prodigios al pueblo; y y maravillosa que ha de acon-
b
empezaron a cumplirse las pa- tecer, pero no entre nosotros,
labras de los profetas. sino en una tierra que se halla
14 Y se aparecieron aángeles a muy lejana, tierra que no cono-
los hombres, a hombres sabios, y cemos; por tanto, pueden man-
les declararon buenas nuevas de tenernos en la ignorancia, por-
gran gozo; de modo que en este que no podemos b dar fe con
año empezaron a cumplirse las nuestros propios ojos de que
Escrituras. son verdaderas.
15 No obstante, el pueblo em- 21 Y ellos, por medio de la as-
pezó a endurecer su corazón, tucia y misteriosos artificios del
todos salvo la parte más creyen- maligno, obrarán algún gran

13a 3 Ne. 1:4. 15a Isa. 5:21. b Éter 12:5–6, 19.


b Hel. 14:3–7. 18a Alma 30:12–13.
14a Alma 13:26. 20a gee Tradiciones. [*5 a.C. †2 a.C.]
HELAMÁN 16:22–3 NEFI 1:2 492
misterio que nosotros no pode- la tierra, a fin de endurecer el
mos comprender, el cual nos corazón de la gente contra lo
sujetará para que seamos sier- que era bueno y contra lo que
vos de sus palabras y siervos de estaba por venir.
ellos también, puesto que de- 23 Y a pesar de las señales y
pendemos de ellos para que los prodigios que se realizaban
nos enseñen la palabra; y ası́ entre los del pueblo del Señor,
nos conservarán en la ignoran- y los muchos milagros que
cia todos los dı́as de nuestra vi- obraban, Satanás logró gran po-
da si nos sometemos a ellos. der sobre el corazón del pueblo
22 Y muchas más cosas in- en toda la faz de la tierra.
sensatas y avanas se imaginaron 24 Y ası́ *concluyó el año no-
en sus corazones; y se hallaban venta del gobierno de los jue-
muy agitados porque Satanás ces sobre el pueblo de Nefi.
los incitaba continuamente a 25 Y ası́ terminó el libro de
cometer iniquidades; sı́, andu- Helamán, de acuerdo con los
vo sembrando rumores y con- a n a l e s d e H e l a m á n y s u s
tenciones sobre toda la faz de hijos.

Tercer Nefi
El Libro de Nefi

HIJO DE NEFI, QUE ERA HIJO DE HELAMÁN

Y Helamán era hijo de Helamán, que era hijo de Alma, el hijo de


Alma, el cual era descendiente de Nefi, que era hijo de Lehi,
quien salió de Jerusalén el primer año del reinado de Sedequı́as, rey
de Judá.

CAPÍTULO 1 ladrones de Gadiantón asesinan a


muchos.
Nefi, hijo de Helamán, parte de la
tierra, y su hijo Nefi conserva los
anales—Aunque abundan las se-
Y †
ACONTECIÓ que el año
noventa y uno habı́a con-
cluido, y habı́an pasado aseis-
ñales y las maravillas, los inicuos cientos años de la época en que
hacen planes para matar a los jus- Lehi salió de Jerusalén; y fue el
tos—Llega la noche del nacimiento año en que Laconeo era juez
de Cristo—Se da la señal y apare- superior y gobernador en toda
ce una nueva estrella—Aumentan la tierra.
las mentiras y los engaños, y los 2 Y Nefi, hijo de Helamán,

22a gee Vanidad, vano. [3 nefi]


1 1a 2 Ne. 25:19. [*1 a.C. †1 d.C.]
493 3 NEFI 1:3–14
habı́a partido de la tierra de Za- verificarse aquellas cosas que se
rahemla, dando a su hijo aNefi, habı́an declarado.
que era su hijo mayor, el cargo 8 Mas he aquı́, esperaban fir-
concerniente a las bplanchas de memente la llegada de ese dı́a y
bronce y todos los anales que esa noche y otro dı́a, que serı́an
habı́an sido conservados, y to- como un solo dı́a, como si no
das aquellas cosas que se habı́an hubiera noche, a fin de saber
guardado sagradas desde la sali- que su fe no habı́a sido en vano.
da de Lehi de Jerusalén. 9 Y sucedió que los incrédulos
3 Entonces salió de esa tierra, y fijaron un dı́a en el cual se ha-
nadie sabe a adónde se fue; y brı́a de aplicar la apena de muer-
su hijo Nefi llevó los anales en te a todos aquellos que creyeran
su lugar, sı́, los anales de este en esas tradiciones, a menos que
pueblo. se verificase la señal que habı́a
4 Y sucedió que a principios indicado el profeta Samuel.
del año noventa y dos, he aquı́, 10 Y ocurrió que cuando Nefi,
empezaron a cumplirse más ple- hijo de Nefi, vio esta iniquidad
namente las profecı́as de los de su pueblo, su corazón se afli-
profetas; porque empezó a ha- gió en extremo.
ber mayores señales y mayores 11 Y acaeció que fue y se postró
milagros entre el pueblo. en tierra y clamó fervorosamen-
5 Pero hubo algunos que em- te a su Dios a favor de su pue-
pezaron a decir que ya habı́a pa- blo, sı́, aquellos que estaban a
sado el tiempo para que se cum- punto de ser destruidos por mo-
plieran las palabras que ahabló tivo de su fe en la tradición de
Samuel el Lamanita. sus padres.
6 Y empezaron a reı́rse de sus 12 Y sucedió que atodo ese dı́a
hermanos, diciendo: He aquı́, ya imploró fervorosamente al Se-
se pasó el tiempo, y no se han ñor, y he aquı́, la voz del Señor
cumplido las palabras de Sa- vino a él, diciendo:
muel; de modo que han sido en 13 Alza la cabeza y sé de buen
vano vuestro gozo y vuestra fe ánimo, pues he aquı́, ha llegado
concernientes a esto. el momento; y esta noche se da-
7 Y aconteció que hicieron rá la señal, y amañana vengo al
un gran alboroto por toda la tie- mundo para mostrar al mundo
rra; y las personas que creı́an que he de cumplir todas las co-
empezaron a apesadumbrarse sas que he hecho bdeclarar por
en gran manera, no fuese que boca de mis santos profetas.
de algún modo no llegaran a 14 He aquı́, avengo a los mı́os

2a gee Nefi, hijo de 9a gee Mártir, martirio. la vida y muerte de


Nefi, hijo de 12a Enós 1:4; Jesucristo.
Helamán. Alma 5:46. 14a Juan 1:11.
b Alma 37:3–5. 13a Lucas 2:10–11.
3a 3 Ne. 2:9. b gee Jesucristo—
5a Hel. 14:2–4. Profecı́as acerca de [1-3 d.C.]
3 NEFI 1:15–24 494
para bcumplir todas las cosas esas cosas por muchos años, y
que he dado a conocer a los hi- que la señal que se habı́a indica-
jos de los hombres desde la cfun- do ya estaba a la vista; y empe-
dación del mundo, y para hacer zaron a temer por motivo de su
la voluntad dası́ la del Padre co- iniquidad e incredulidad.
mo la del Hijo: la del Padre por 19 Y sucedió que no hubo obs-
causa de mı́, y la del Hijo por curidad durante toda esa noche,
causa de mi carne. He aquı́, ha sino que estuvo tan claro como
llegado el momento y esta no- si fuese mediodı́a. Y aconteció
che se dará la señal. que en la mañana el sol salió de
15 Y aconteció que se cumplie- nuevo, según su orden natural;
ron las palabras que se dieron a y entendieron que ése era el dı́a
Nefi, tal como fueron dichas; en que habı́a de anacer el Señor,
porque he aquı́, a la puesta del por motivo de la señal que se
sol, ano hubo obscuridad; y el habı́a dado.
pueblo empezó a asombrarse 20 Y habı́an acontecido, sı́, to-
porque no hubo obscuridad al das las cosas, toda partı́cula, se-
caer la noche. gún las palabras de los profetas.
16 Y hubo muchos, que no ha- 21 Y aconteció también que
bı́an creı́do las palabras de los apareció una nueva aestrella, de
profetas, que acayeron a tierra y acuerdo con la palabra.
se quedaron como si estuviesen 22 Y sucedió que de allı́ en ade-
muertos, pues sabı́an que se ha- lante Satanás empezó a esparcir
bı́a frustrado el gran bplan de mentiras entre el pueblo, para
destrucción que habı́an tramado endurecer sus corazones, a fin
contra aquellos que creı́an en las de que no creyeran en aquellas
palabras de los profetas; porque señales y prodigios que habı́an
la señal que se habı́a indicado visto; pero a pesar de estas men-
estaba ya presente. tiras y engaños, la mayor parte
17 Y empezaron a comprender del pueblo creyó y se convirtió
que el Hijo de Dios pronto apa- al Señor.
recerı́a; sı́, en una palabra, todos 23 Y ocurrió que Nefi salió en-
los habitantes sobre la faz de to- tre el pueblo, y también muchos
da la tierra, desde el oeste hasta otros, bautizando para arrepen-
el este, tanto en la tierra del nor- timiento, con lo cual hubo una
te como en la tierra del sur, se gran aremisión de pecados. Y
asombraron a tal extremo que ası́, el pueblo de nuevo empezó
cayeron al suelo; a gozar de paz en la tierra.
18 porque sabı́an que los profe- 24 Y no hubo contenciones,
tas habı́an dado testimonio de con excepción de unos pocos

14b Mateo 5:17–18. b 3 Ne. 1:9. 23a gee Remisión de


c Alma 42:26. 19a Lucas 2:1–7. pecados.
d DyC 93:3–4. 21a Mateo 2:1–2;
15a Hel. 14:3. Hel. 14:5.
16a Hel. 14:7. [1-3 d.C.]
495 3 NEFI 1:25–2:1
que empezaron a predicar, in- el año noventa y cuatro, porque
tentando probar por medio de hubo muchos disidentes nefitas
las Escrituras, que ya no era que se refugiaron entre ellos; y
a
necesario observar la ley de esto causó mucha tristeza a los
Moisés; mas en esto erraron, nefitas que permanecieron en
por no haber entendido las Es- la tierra.
crituras. 29 Y también hubo causa de
25 Pero acaeció que no tarda- mucha tristeza entre los lama-
ron en convertirse, y se con- nitas; porque he aquı́, tenı́an
vencieron del error en que se muchos hijos que crecieron y
hallaban, porque se les hizo sa- aumentaron en años hasta ac-
ber que la ley no se habı́a acum- tuar por sı́ mismos, y unos que
plido todavı́a, y que era necesa- eran azoramitas los indujeron,
rio que se cumpliera sin faltar con sus mentiras y sus palabras
un ápice; sı́, llegó a ellos la pa- aduladoras, a unirse a esos la-
labra de que era necesario que drones de Gadiantón.
se cumpliese; sı́, que ni una jota 30 Y ası́ fueron afligidos tam-
ni una tilde pasarı́a sin que to- bién los lamanitas, y empeza-
do se cumpliese; por tanto, en ron a decaer en cuanto a su fe y
este mismo año se les hizo sa- rectitud, por causa de la iniqui-
ber su error, y bconfesaron sus dad de la nueva generación.
faltas.
26 Y ası́ concluyó el año no-
venta y dos, trayendo alegres CAPÍTULO 2
nuevas al pueblo por motivo
de las señales que se manifesta- La iniquidad y las abominaciones
ron, conforme a las palabras de aumentan entre el pueblo—Los ne-
profecı́a de todos los santos fitas y los lamanitas se unen para
profetas. defenderse de los ladrones de Ga-
2 7 Y a c o n t e c i ó q u e e l a ñ o diantón—Los lamanitas converti-
*noventa y tres también pasó dos se vuelven blancos y son llama-
en paz, con excepción de los la- dos nefitas.
drones de aGadiantón, que ha-
bitaban las montañas e infesta- Y SUCEDIÓ que ası́ pasó el año

ban el paı́s; porque tan fuertes noventa y cinco también, y el
eran sus guaridas y escondrijos, pueblo comenzó a olvidarse de
que el pueblo no pudo vencer- aquellas señales y prodigios que
los; por tanto, cometieron mu- habı́a presenciado, y a asom-
chos asesinatos y causaron gran brarse cada vez menos de una
mortandad entre el pueblo. señal o prodigio del cielo, de tal
28 Y sucedió que empezaron a modo que comenzaron a endu-
aumentar considerablemente en recer sus corazones, y a cegar

24a Alma 34:13. 27a gee Gadiantón,


25a Mateo 5:17–18. ladrones de.
b Mos. 26:29. 29a Alma 30:59. [*3 d.C. †5 d.C.]
3 NEFI 2:2–12 496
sus mentes, y a no creer todo lo de esta ocasión en que se mani-
que habı́an visto y oı́do, festó la señal, o sea, desde la
2 imaginándose alguna cosa venida de Cristo; por tanto, ha-
vana en sus corazones, que bı́an pasado ya nueve años.
aquello se efectuaba por los 9 Y Nefi, el padre de aquel
hombres y por el poder del dia- Nefi que tenı́a a su cargo los
blo para extraviar y aengañar el anales, ano volvió a la tierra de
corazón del pueblo. De este Zarahemla, ni se le pudo hallar
modo Satanás de nuevo se apo- en toda la tierra.
deró del corazón de los del pue- 10 Y sucedió que a pesar de las
blo, al grado que les cegó los muchas predicaciones y profe-
ojos y los condujo a creer que la cı́as que se difundieron entre
doctrina de Cristo era una cosa ellos, el pueblo perseveró en su
insensata y vana. iniquidad; y ası́ pasó también el
3 Y ocurrió que el pueblo em- a ñ o d é c i m o ; y e l a ñ o o n c e
pezó a aumentar en la iniqui- igualmente pasó en la iniqui-
dad y en las abominaciones; y dad.
no creyeron que se manifesta- 11 Y sucedió que en el año

rı́an más señales ni prodigios; trece empezó a haber guerras
y Satanás a andaba por todas y contiendas por toda la tie-
partes extraviando el corazón rra; porque los ladrones de Ga-
de los del pueblo, tentándolos y diantón se habı́an hecho tan
haciéndoles cometer grandes numerosos, y mataban a tan-
iniquidades en la tierra. tos de los del pueblo, y asola-
4 Y ası́ pasó el año noventa y ban tantas ciudades, y causa-
seis; y también el año noventa y ban tanta mortandad y estra-
siete; asimismo el año noventa gos por toda la tierra, que
y ocho, y el noventa y nueve; fue menester que todo el pue-
5 y también habı́an transcurri- blo, nefitas ası́ como lamani-
do cien años desde los dı́as de tas, tomase las armas contra
a
Mosı́ah, que habı́a sido rey de ellos.
los nefitas. 12 Por tanto, todos los lamani-
6 Y habı́an pasado *seiscientos tas que se habı́an convertido al
nueve años desde que Lehi ha- Señor se unieron a sus herma-
bı́a salido de Jerusalén. nos, los nefitas, y se vieron obli-
7 Y habı́an pasado nueve años gados, para proteger sus vidas,
desde la ocasión en que se ma- y a sus mujeres y sus hijos, a
nifestó la señal de que hablaron tomar las armas contra aquellos
los profetas, tocante a que Cris- ladrones de Gadiantón; sı́, y
to vendrı́a al mundo. también para preservar sus de-
8 Ahora bien, los nefitas empe- rechos, y los privilegios de su
zaron a calcular su tiempo des- iglesia y de su adoración a Dios,

2 2a gee Engañar, 5a Mos. 29:46–47.


engaño. 9a 3 Ne. 1:2–3.
3a DyC 10:27. [*10 d.C. †13 d.C.]
497 3 NEFI 2:13–3:3
y su aindependencia y su bliber- trucción se cernı́a sobre ellos, al
tad. grado de que estaban a punto
13 Y sucedió que antes que de ser heridos por ella; y esto a
hubiese concluido este año tre- causa de su iniquidad.
ce, amenazó a los nefitas una
destrucción completa a causa
CAPÍTULO 3
de esta guerra, que habı́a llega-
do a ser grave en extremo.
14 Y aconteció que aquellos la- Giddiani, el jefe de la banda de Ga-
manitas que se habı́an unido diantón, exige que Laconeo y los ne-
con los nefitas fueron contados fitas se rindan y que entreguen sus
entre éstos. tierras—Laconeo nombra a Gidgid-
15 Y les fue quitada su amaldi- doni para que sea el capitán princi-
ción, y su piel se tornó bblanca pal de los ejércitos—Los nefitas se
como la de los nefitas; congregan en Zarahemla y en la tie-
16 y sus jóvenes varones y sus rra de Abundancia para defenderse.
hijas llegaron a ser sumamente Y S U C E D I Ó q u e e n e l a ñ o

bellos, y fueron contados entre dieciséis desde la venida de
los nefitas, y fueron llamados Cristo, Laconeo, gobernador de
nefitas. Y ası́ concluyó el año la tierra, recibió una epı́stola del
trece. jefe y caudillo de esta banda de
17 Y sucedió que al empezar el ladrones; y éstas eran las pala-
año catorce continuó la guerra bras que habı́an sido escritas, y
entre los ladrones y el pueblo de decı́an:
Nefi, y se agravó en extremo; no 2 Laconeo, excelentı́simo go-
obstante, los nefitas aventajaron bernador principal de la tierra:
en algo a los bandidos, al grado He aquı́, te escribo esta epı́stola,
de que los echaron de sus tierras y te doy el más amplio elogio
a las montañas y a sus escondri- por causa de tu firmeza, y tam-
jos. bién por la firmeza de tu pue-
18 Y ası́ concluyó el año cator- blo, al mantener lo que suponéis
ce. Y en el año *quince vinieron que es vuestro derecho y liber-
contra el pueblo de Nefi; y debi- tad; sı́, bien perseveráis, como si
do a la iniquidad de los nefitas, os sostuviese la mano de un
y sus muchas contenciones y di- dios, en la defensa de vuestra li-
sensiones, los ladrones de Ga- bertad, y vuestras propiedades
diantón lograron aventajarlos y vuestro paı́s, o lo que ası́ lla-
de muchas maneras. máis vosotros.
19 Y ası́ concluyó el año quin- 3 Y me parece una lástima, ex-
ce, y ası́ se encontraba el pueblo celentı́simo Laconeo, que seáis
en un estado de muchas aflic- tan insensatos y tan vanos para
ciones; y la aespada de la des- suponer que podéis sosteneros

12a gee Libertad, libre. b 2 Ne. 5:21; 30:6;


b gee Libertad. Jacob 3:8.
15a Alma 17:15; 23:18. 19a Alma 60:29. [*15 d.C. †16 d.C.]
3 NEFI 3:4–12 498
contra tantos hombres valientes réis destruidos; pero si no hacéis
que tengo bajo mis órdenes, que esto, te aseguro con juramento
en estos momentos están sobre que el mes que viene daré órde-
las armas, y que esperan con nes de que mis ejércitos vengan
gran ansiedad la orden: Caed contra vosotros; y no detendrán
sobre los nefitas, y destruidlos. su mano ni perdonarán, sino
4 Y yo conozco su indomable que os matarán y os herirán con
espı́ritu, habiéndolos puesto a la espada hasta que seáis aniqui-
prueba en el campo de batalla, y lados.
sabiendo del odio eterno que os 9 He aquı́, soy Giddiani; y soy
tienen, por motivo de los nume- el caudillo de esta asociedad se-
rosos agravios que les habéis creta de Gadiantón; y sé que
causado; por tanto, si descen- esta sociedad y sus obras son
b
dieran sobre vosotros, os visita- buenas; y son de cfecha antigua
rı́an con una completa destruc- y nos han sido transmitidas.
ción. 10 Y te escribo esta epı́stola, La-
5 Por tanto, he escrito esta coneo, y confı́o en que entrega-
epı́stola, sellándola con mi pro- réis vuestras tierras y vuestras
pia mano, interesándome en posesiones sin efusión de san-
vuestro bienestar, por motivo gre, a fin de que recuperen sus
de vuestra firmeza en lo que derechos y gobierno los de mi
creéis ser justo, y vuestro noble pueblo, que se han separado de
espı́ritu en el campo de batalla. vosotros por causa de vuestra
6 Por tanto, te escribo pidiendo iniquidad al privarlos de sus de-
que entreguéis vuestras ciuda- rechos al gobierno; y a menos
des, vuestras tierras y vuestras que hagáis esto, yo vengaré sus
posesiones a este pueblo mı́o, agravios. Soy Giddiani.
antes que caiga sobre vosotros 11 Y aconteció que cuando La-
con la espada y os sobrevenga la coneo recibió esta epı́stola, se
destrucción. asombró en extremo por motivo
7 O en otros términos, some- de la audacia de Giddiani en exi-
teos y unı́os a nosotros, y fa- gir la tierra de los nefitas, y tam-
miliarizaos con nuestras obras bién en amenazar al pueblo y
a
secretas, y convertı́os en her- vengar los agravios de aquellos
manos nuestros para que seáis que jamás habı́an recibido agra-
iguales a nosotros; no nuestros vio alguno, a no ser que se hu-
esclavos, sino nuestros herma- bieran aagraviado a sı́ mismos
nos y consocios de toda nuestra pasándose a aquellos perversos
substancia. y abominables ladrones.
8 Y he aquı́, te aafirmo con jura- 12 Mas he aquı́, este Laconeo,
mento que si hacéis esto, no se- el gobernador, era un hombre

3 7a Hel. 6:22–26. b Alma 30:53.


8a Éter 8:13–14. c Hel. 6:26–30;
9a gee Combinaciones Moisés 5:29, 49–52.
secretas. 11a Hel. 14:30. [16 d.C.]
499 3 NEFI 3:13–22
justo, y no se amedrentó por las todos los ejércitos de los nefitas
amenazas y demandas de un para que los dirigiesen en la
a
ladrón; por tanto, no hizo caso ocasión en que los ladrones sa-
de la epı́stola de Giddiani, el lieran del desierto en contra de
caudillo de los ladrones, antes ellos.
bien, hizo que su pueblo le su- 18 Y fue nombrado el que ha-
plicara fuerza al Señor, para bı́a de ser el principal de todos
cuando los ladrones descendie- los capitanes en jefe y coman-
ran contra ellos. dante supremo de todos los
13 Sı́, envió una proclamación ejércitos de los nefitas, y se lla-
entre todo el pueblo de que jun- maba aGidgiddoni.
tasen a sus mujeres y a sus hijos, 19 Y era costumbre entre to-
sus hatos y sus rebaños y toda dos los nefitas escoger como
su substancia, excepto sus terre- capitanes en jefe (salvo en sus
nos, en un lugar. épocas de iniquidad) a alguno
14 E hizo que se construye- que tuviese el espı́ritu de reve-
ran fortificaciones alrededor de lación y también de aprofecı́a;
ellos, y que la fuerza de ellas por tanto, este Gidgiddoni era
fuese grande en extremo; e hizo un gran profeta entre ellos,
que los ejércitos, tanto de los ne- como también lo era el juez
fitas como de los lamanitas, o superior.
sea, de todos los que se conta- 20 Y el pueblo dijo a Gidgiddo-
ban entre los nefitas, se coloca- ni: Ora al Señor, y subamos a las
sen alrededor como guardias montañas y al desierto para caer
para vigilarlos y para proteger- sobre los ladrones y destruirlos
los de los ladrones dı́a y noche. en sus propias tierras.
15 Sı́, y les dijo: Ası́ como vive 21 Pero Gidgiddoni les dijo:
el Señor, a menos que os arre- No lo apermita el Señor; porque
pintáis de todas vuestras iniqui- si marchásemos contra ellos, el
dades, e imploréis al Señor, de Señor nos b entregarı́a en sus
ningún modo seréis librados de manos; por consiguiente, nos
las manos de esos ladrones de prepararemos en el centro de
Gadiantón. nuestras tierras y reuniremos a
16 Y tan grandes y maravillo- todos nuestros ejércitos; y no
sas fueron las palabras y las pro- saldremos en contra de ellos, si-
fecı́as de Laconeo, que infundie- no que esperaremos hasta que
ron temor en todo el pueblo; y vengan contra nosotros; por
se esforzaron con todo su vigor tanto, ası́ como vive el Señor
por obrar de acuerdo con las pa- que si ası́ lo hacemos, él los en-
labras de Laconeo. tregará en nuestras manos.
17 Y sucedió que Laconeo 22 Y sucedió que en el año
nombró capitanes en jefe sobre *diecisiete, hacia fines del año,

12a Alma 54:5–11; 19a gee Profecı́a, b 1 Sam. 14:12.


3 Ne. 4:7–10. profetizar.
18a 3 Ne. 6:6. 21a Alma 48:14. [*17 d.C.]
3 NEFI 3:23–4:3 500
la proclamación de Laconeo ha- armadura, y con escudos y con
bı́a circulado por toda la superfi- broqueles, según sus instruccio-
cie de la tierra; y habı́an reunido nes.
sus caballos, y sus carros, y su
ganado, y todos sus hatos y re-
CAPÍTULO 4
baños, y su grano, y todos sus
bienes, y se dirigieron por miles
y decenas de miles hasta que to- Los ejércitos nefitas derrotan a los
dos hubieron llegado al sitio ladrones de Gadiantón—Matan a
que se habı́a señalado para que Giddiani y cuelgan a Zemnarı́ah,
se juntasen, a fin de defenderse su sucesor—Los nefitas alaban al
de sus enemigos. Señor por sus triunfos.
23 Y el lugar señalado fue la Y ACONTECIÓ que a fines del año
tierra de Zarahemla y la tierra *dieciocho, aquellos ejércitos de
que estaba entre la tierra de Za- ladrones se habı́an apercibido
rahemla y la de Abundancia, sı́, para la batalla, y empezaron a
hasta la lı́nea que corrı́a entre la bajar y a salir de las colinas, y de
tierra de Abundancia y la tierra las montañas, y del desierto, y
de Desolación. de sus fortalezas y sus lugares
24 Y hubo muchos miles de los secretos, y empezaron a apode-
que se llamaban nefitas que se rarse de las tierras, tanto las que
congregaron en esta tierra; y se hallaban en la tierra del sur
Laconeo hizo que se reunieran como en la tierra del norte, y co-
en la tierra del sur por motivo menzaron a ocupar todos los te-
de la gran maldición que habı́a rrenos que habı́an sido aabando-
sobre la atierra del norte. nados por los nefitas, y las ciu-
25 Y se fortificaron contra sus dades que habı́an quedado de-
enemigos; y moraron en una re- siertas.
gión y como un solo grupo; y 2 Mas he aquı́, no habı́a ni ani-
temieron las palabras que Laco- males silvestres ni caza en aque-
neo habı́a pronunciado, al gra- llas tierras que los nefitas habı́an
do de que se arrepintieron de abandonado; y no habı́a caza
todos sus pecados, y elevaban para los ladrones sino en el de-
sus oraciones al Señor su Dios sierto.
para que los alibrara en la oca- 3 Y los ladrones no podı́an sub-
sión en que sus enemigos vinie- sistir sino en el desierto, por la
ran a la batalla contra ellos. falta de alimento; porque los ne-
26 Y estaban sumamente afligi- fitas habı́an dejado asoladas sus
dos a causa de sus enemigos. tierras, y habı́an recogido sus
Y Gidgiddoni mandó que hicie- hatos y sus rebaños y todo cuan-
ran aarmas de guerra de toda to tenı́an, y se hallaban reunidos
clase, y que se fortalecieran con en un solo grupo.

24a Alma 22:31. 26a 2 Ne. 5:14.


25a gee Confianza, 4 1a 3 Ne. 3:13–14, 22.
confiar. [*18 d.C.]
501 3 NEFI 4:4–13
4 Por consiguiente, no habı́a dura y por haberse teñido con
manera de que los ladrones ro- sangre.
baran ni obtuvieran alimentos, a 8 Y aconteció que cuando vie-
no ser que fueran a la batalla ron la apariencia del ejército de
contra los nefitas; y los nefitas se Giddiani, todos los ejércitos de
hallaban en un solo grupo, y era los nefitas cayeron al suelo, y
grande su número, y se habı́an alzaron sus voces al Señor su
provisto de vı́veres y de caba- Dios para que los preservara y
llos, y ganado, y rebaños de to- los librara de las manos de sus
da clase, para poder subsistir enemigos.
por el término de siete años, du- 9 Y sucedió que cuando vieron
rante el cual tenı́an la esperanza esto, los ejércitos de Giddiani
de destruir a los ladrones de so- empezaron a gritar fuertemente
bre la faz de la tierra; y ası́ con- a causa de su gozo, pues habı́an
cluyó el año dieciocho. supuesto que los nefitas habı́an
5 Y s u c e d i ó q u e e n e l a ñ o caı́do de miedo, por el terror de
*diecinueve, Giddiani vio que sus ejércitos.
era preciso que fuera a la batalla 10 Pero en esto se engañaron,
contra los nefitas, porque no te- porque los nefitas no les tenı́an
nı́an otro medio de subsistir si- miedo; pero sı́ a temı́an a su
no por el robo, el pillaje y el ase- Dios, y le suplicaron su pro-
sinato. tección; por tanto, cuando los
6 Y no se atrevı́an a extenderse ejércitos de Giddiani los arre-
sobre la faz de la tierra para cul- metieron, se hallaban prepara-
tivar grano, no fuese que los ne- dos para resistirlos, sı́, les hicie-
fitas cayeran sobre ellos y los ron frente con la fuerza del
mataran. De modo que Giddiani Señor.
dio órdenes a sus ejércitos de 11 Y empezó la batalla en este
que fueran a la batalla contra los sexto mes; y grande y terrible
nefitas ese año. fue la batalla, sı́, grande y terri-
7 Y ocurrió que fueron a la ba- ble fue la carnicerı́a, a tal grado
talla; y fue en el sexto mes; y he que nunca se habı́a conocido
aquı́, grande y terrible fue el dı́a tan grande mortandad entre to-
en que se presentaron para la do el pueblo de Lehi desde que
batalla; e iban ceñidos a la ma- salió de Jerusalén.
nera de ladrones; y llevaban 12 Y no obstante las aamenazas
una piel de cordero alrededor y juramentos que habı́a proferi-
de los lomos, y se habı́an teñido do Giddiani, he aquı́, los nefitas
con sangre, y llevaban rapada la los batieron, al grado que retro-
cabeza, y se habı́an cubierto con cedieron ante ellos.
cascos; y grande y terrible era el 13 Y ocurrió que aGidgiddoni
aspecto de los ejércitos de Gi- dio órdenes de que sus ejércitos
ddiani por causa de su arma- habı́an de perseguirlos hasta los

10a gee Temor. 13a 3 Ne. 3:18.


12a 3 Ne. 3:1–10. [*19 d.C.]
3 NEFI 4:14–26 502
confines del desierto, y que no de sus muchas provisiones que
perdonaran a ninguno de los tenı́an almacenadas,
que cayeran en sus manos por el 19 y por la falta de vı́veres en-
camino; y ası́ los persiguieron y tre los ladrones; pues he aquı́,
los mataron hasta los confines no tenı́an nada sino carne con
del desierto, sı́, hasta que hubie- qué subsistir, y obtenı́an esta
ron cumplido las órdenes de carne en el desierto.
Gidgiddoni. 20 Y aconteció que escaseó la
a
14 Y sucedió que Giddiani, que caza en el desierto, a tal extre-
se habı́a sostenido y luchado mo que los ladrones estaban a
con intrepidez, fue perseguido punto de perecer de hambre.
cuando huyó; y hallándose fati- 21 Y los nefitas continuamente
gado de tanto pelear, lo alcanza- estaban haciendo salidas, de dı́a
ron y lo mataron. Y ası́ llegó a su y de noche, y cayendo sobre sus
fin Giddiani el ladrón. ejércitos, y destrozándolos por
15 Y aconteció que los ejércitos miles y por decenas de miles.
de los nefitas se volvieron a su 22 Y ası́ se implantó en la gente
plaza fuerte. Y se pasó ese año de Zemnarı́ah el deseo de aban-
diecinueve, y los ladrones no donar su proyecto, debido a la
volvieron a la batalla; ni volvie- destrucción tan grande que les
ron tampoco en el año veinte. sobrevenı́a de dı́a y de noche.
16 Y ni en el año *veintiuno 23 Y sucedió que Zemnarı́ah
vinieron a la batalla, sino que mandó a sus fuerzas que levan-
llegaron por todos lados para taran el sitio y emprendieran la
poner sitio al pueblo nefita; por- marcha hacia las partes más le-
que suponı́an que si aislaban janas de la tierra del norte.
al pueblo de Nefi de sus tierras, 24 Y Gidgiddoni, enterado de
y los rodeaban por todas partes su propósito, y sabiendo de su
y les cortaban todos sus pri- debilidad, por motivo de la falta
vilegios con el exterior, los de vı́veres y el grande estrago
obligarı́an a rendirse según sus que se habı́a hecho entre ellos,
deseos. envió, por tanto, sus tropas du-
17 Y se habı́an nombrado a otro rante la noche y les cortó la reti-
caudillo que se llamaba Zemna- rada, y colocó a sus ejércitos por
rı́ah; por tanto, fue Zemnarı́ah donde habı́an de retroceder.
el que hizo que se pusiera el si- 25 E hicieron esto durante la
tio. noche, y se adelantaron a los la-
18 Mas he aquı́, esto resultó drones, de modo que al amane-
ventajoso para los nefitas; por- cer, cuando éstos se pusieron en
que era imposible que los ladro- marcha, se encontraron con las
nes sostuvieran el sitio el tiempo fuerzas de los nefitas, tanto a su
suficiente para causar efecto al- frente como a su retaguardia.
guno en los nefitas, por motivo 26 Y los bandidos que estaban

20a 1 Ne. 18:25. [*21 d.C.]


503 3 NEFI 4:27–5:3
hacia el sur también quedaron 33 Y sus corazones rebosaron
aislados de sus guaridas. Y todas de alegrı́a, hasta el derrama-
estas cosas se hicieron por órde- miento de muchas lágrimas, por
nes de Gidgiddoni. razón de la inmensa bondad de
27 Y hubo muchos miles de Dios en librarlos de las manos
ellos que se entregaron como de sus enemigos; y sabı́an que
prisioneros a los nefitas, y al res- habı́a sido por su arrepenti-
to de ellos los mataron. miento y humildad que habı́an
28 Y tomaron a Zemnarı́ah, su sido librados de una destrucción
caudillo, y lo colgaron de un ár- eterna.
bol, sı́, de la copa del árbol hasta
que murió. Y después de haber-
lo colgado, talaron el árbol y cla- CAPÍTULO 5
maron en alta voz, diciendo:
29 El Señor conserve a los de Los nefitas se arrepienten y abando-
su pueblo en rectitud y en santi- nan sus pecados—Mormón escribe
dad de corazón, para que se la historia de su pueblo y le declara
eche por tierra a todos los que la palabra sempiterna—Israel será
procuren matarlos por medio recogido de su larga dispersión.
del poder y de las secretas com-
binaciones, tal como se ha echa- Y HE aquı́, no hubo alma vivien-
do por tierra a este hombre. te, entre todo el pueblo de los
30 Y se regocijaron, y de nuevo nefitas, que dudara en lo más
clamaron a una voz, diciendo: mı́nimo de las palabras que to-
El aDios de Abraham, y el Dios dos los santos profetas habı́an
de Isaac, y el Dios de Jacob pro- hablado; porque sabı́an que era
teja a este pueblo en justicia, en necesario que se cumplieran.
tanto que binvoque el nombre 2 Y sabı́an que era menester
de su Dios, pidiéndole protec- que Cristo hubiese venido, por
ción. motivo de las muchas señales
31 Y sucedió que prorrumpie- que se habı́an dado, de acuerdo
ron unánimes en cantos y aala- con las palabras de los profetas;
banzas a su Dios, por el gran be- y por causa de las cosas que ya
neficio que les habı́a otorgado, se habı́an verificado, todos sa-
guardándolos de caer en las ma- bı́an que era necesario que se
nos de sus enemigos. cumplieran todas las cosas de
32 Sı́, y clamaron: ¡aHosanna al acuerdo con lo que se habı́a ha-
Más Alto Dios! Y dieron voces, blado.
diciendo: ¡Bendito sea el nom- 3 Por tanto, abandonaron to-
bre del Señor Dios bTodopode- dos sus pecados, y sus abomina-
roso, el Más Alto Dios! ciones, y sus fornicaciones, y sir-

30a Alma 29:11. gracias, gee Trinidad.


b Éter 4:15. agradecimiento.
31a Alma 26:8. 32a gee Hosanna.
gee Acción de b 1 Ne. 1:14. [21–22 d.C.]
3 NEFI 5:4–16 504
vieron a Dios con toda diligen- contienen todos los hechos de
cia de dı́a y de noche. este pueblo; y Nefi hizo una na-
4 Y después de haber tomado rración más breve pero verda-
cautivos a todos los ladrones, a dera.
tal grado que no se escapó nin- 10 De manera que he escrito mi
guno de los que no murieron, registro de estas cosas según los
encerraron a sus presos en la anales de Nefi, los cuales se gra-
prisión, e hicieron que se les baron sobre las planchas que se
predicase la palabra de Dios; y llamaban las planchas de Nefi.
cuantos se arrepintieron de sus 11 Y he aquı́, hago el registro
pecados e hicieron convenio de sobre planchas que he hecho
que no cometerı́an más asesina- con mis propias manos.
tos, fueron puestos en alibertad. 12 Y he aquı́, me llamo aMor-
5 Pero todos cuantos no hicie- món, llamado ası́ por la btierra
ron convenio y continuaron con de Mormón, la tierra en la cual
aquellos asesinatos secretos en Alma estableció la iglesia entre
el corazón, sı́, a todo el que el pueblo, sı́, la primera iglesia
hallaban profiriendo amenazas que se estableció entre ellos des-
contra sus hermanos, lo conde- pués de su transgresión.
naban y castigaban según la ley. 13 He aquı́, soy discı́pulo de
6 Y ası́ acabaron con todas Jesucristo, el Hijo de Dios. He si-
aquellas inicuas, secretas y abo- do llamado por él para declarar
minables combinaciones, me- su palabra entre los de su pue-
diante las cuales se habı́an co- blo, a fin de que alcancen la vida
metido tantas iniquidades y tan- eterna.
tos asesinatos. 14 Y ha sido menester, de
7 Y ası́ habı́a concluido el año acuerdo con la voluntad de
a
veintidós, y el año *veintitrés Dios, a fin de que se cumplan,
también; y el veinticuatro y el según su fe, las oraciones de los
veinticinco; y ası́ habı́an pasado que han muerto, que fueron
veinticinco años. santos, que yo haga una arela-
8 Y habı́an sucedido muchas ción de estas cosas que se han
cosas que, a los ojos de algunos, verificado;
habı́an sido grandes y maravi- 15 sı́, una breve historia de lo
llosas; sin embargo, no todas se que ha transcurrido desde la
pueden escribir en este libro; sı́, época en que Lehi salió de Jeru-
este libro no puede contener ni salén, hasta el presente.
la acentésima parte de lo que se 16 Ası́ que hago mi narración
llevó a cabo entre tanta gente en de los anales que han escrito
el término de veinticinco años. aquellos que fueron antes de mı́,
9 Pero he aquı́, hay aanales que hasta que empezó mi época;

5 4a gee Libertad. 12a Morm. 1:1–5. DyC 3:19–20.


7a 3 Ne. 2:8. b Mos. 18:4;
8a 3 Ne. 26:6–12. Alma 5:3.
9a Hel. 3:13–15. 14a Enós 1:13–18; [*21–26 d.C.]
505 3 NEFI 5:17–6:2
17 y luego hago una arelación que se hallan dispersos sobre to-
de lo que he visto con mis pro- da la superficie de la tierra.
pios ojos. 25 Y tal como ha hecho conve-
18 Y sé que el relato que hago nio con toda la casa de Jacob, ası́
es un relato cierto y verdadero; se cumplirá, en su debido tiem-
sin embargo, hay muchas cosas po, el convenio que ha concerta-
que, de acuerdo con nuestro do con la casa de Jacob, para la
idioma, no podemos aescribir. a
restauración de toda la casa de
19 Y ahora concluyo mis pala- Jacob al conocimiento del con-
bras concernientes a mı́, y pro- venio que él ha hecho con ellos.
cedo a dar mi relato de las cosas 26 Y entonces aconocerán a su
que han ocurrido antes de mı́. Redentor, que es Jesucristo, el
20 Soy Mormón, y soy descen- Hijo de Dios; y entonces serán
diente directo de Lehi. Tengo recogidos de las cuatro partes
motivo para bendecir a mi Dios de la tierra a sus propios paı́ses,
y a mi Salvador Jesucristo, por- de donde han sido dispersados;
que sacó a nuestros padres de la sı́, ası́ como vive el Señor, ası́ su-
tierra de Jerusalén (y anadie lo cederá. Amén.
supo sino él y aquellos a quie-
nes sacó de esa tierra), y porque
nos ha dado, a mı́ y a mi pueblo, CAPÍTULO 6
tanto conocimiento para la sal-
vación de nuestras almas. Los nefitas prosperan—Surgen el
21 Ciertamente él ha bendeci- orgullo, las riquezas y la distinción
do a la acasa de bJacob, y ha sido de clases—La Iglesia se deshace por
c
misericordioso para con los motivo de las disensiones—Satanás
descendientes de José. lleva al pueblo a rebelarse abierta-
22 Y al a grado que los hijos mente—Muchos profetas procla-
de Lehi han guardado sus man- man el arrepentimiento y son muer-
damientos, él los ha bendecido tos—Sus asesinos conspiran para
y los ha hecho prosperar de apoderarse del gobierno.
acuerdo con su palabra.
23 Sı́, y de seguro volverá a Y SUCEDIÓ que en el año *veinti-
traer a un aresto de la posteridad séis los nefitas volvieron todos a
de José al b conocimiento del sus propias tierras, todo hombre
Señor su Dios. con su familia, sus rebaños y ha-
24 Y tan cierto como vive el tos, sus caballos y su ganado, y
Señor, a reunirá de las cuatro cuantas cosas le pertenecı́an.
partes de la tierra a todo el resto 2 Y aconteció que no habı́an
de los descendientes de Jacob consumido todas sus provisio-

17a Morm. 1:1. c Deut. 33:13–17. gregación de Israel.


18a Éter 12:25. 22a 2 Ne. 1:20. 25a 3 Ne. 16:5.
20a 1 Ne. 4:36. 23a Alma 46:24. 26a 2 Ne. 30:5–8;
21a gee Israel. b 2 Ne. 3:12. 3 Ne. 20:29–34.
b Gén. 32:28. 24a gee Israel—La con- [*26 d.C.]
3 NEFI 6:3–14 506
nes; por tanto, llevaron consigo caminos que conducı́an de ciu-
todo cuanto no habı́an comido, dad a ciudad, de tierra a tierra y
de todo su grano de todas cla- de un sitio a otro.
ses, y su oro, y su plata y todas 9 Y ası́ se pasó el año veintio-
sus cosas preciosas, y volvieron cho, y la gente tuvo paz conti-
a sus propias tierras y posesio- nua.
nes, tanto hacia el norte como 10 Pero aconteció que en el año
hacia el sur, ası́ en la tierra del *veintinueve empezaron a surgir
norte como en la tierra del sur. algunas disputas entre los del
3 Y a los ladrones que habı́an pueblo; y algunos se ensalzaron
hecho convenio de observar la hasta el aorgullo y la jactancia,
paz de la tierra, que deseaban por razón de sus sumamente
seguir siendo lamanitas, les con- grandes riquezas, sı́, al grado de
cedieron terrenos, según su nú- causar grandes persecuciones;
mero, a fin de que mediante su 11 porque habı́a muchos co-
trabajo tuvieran de qué vivir; y merciantes en la tierra, y tam-
ası́ establecieron la paz en toda bién muchos abogados y mu-
la tierra. chos oficiales.
4 Y de nuevo empezaron a 12 Y empezó el pueblo a distin-
prosperar y a hacerse grandes; y guirse por clases, según sus ari-
pasaron los años veintiséis y quezas y sus oportunidades pa-
veintisiete, y hubo gran orden ra instruirse; sı́, algunos eran ig-
en la tierra; y habı́an formulado norantes a causa de su pobreza,
sus leyes de acuerdo con la y otros recibı́an abundante ins-
equidad y la justicia. trucción por motivo de sus ri-
5 Y no habı́a nada en toda quezas.
la tierra que impidiera que el 13 Algunos se ensalzaban en el
pueblo prosperase continua- orgullo, y otros eran sumamen-
mente, a no ser que cayeran en te humildes; unos devolvı́an in-
transgresión. juria por injuria, mientras que
6 Y fueron Gidgiddoni y el otros sufrı́an injuria y apersecu-
juez Laconeo y los que habı́an ción y toda clase de aflicciones,
sido nombrados jefes, los que y no se volvı́an e binjuriaban a
establecieron esta paz tan gran- su vez, sino que eran humildes
de en la tierra. y contritos delante de Dios.
7 Y sucedió que hubo muchas 14 Y ası́ surgió una gran desi-
ciudades que se construyeron gualdad en toda la tierra, de tal
de nuevo, y se repararon mu- modo que empezó a deshacerse
chas ciudades antiguas. la iglesia; sı́, a tal grado que en el
8 Y se construyeron muchas año †treinta se deshizo la iglesia
calzadas, y se abrieron muchos en toda la tierra, con excepción

6 10a gee Orgullo. perseguir.


12a 1 Tim. 6:17–19; b Mateo 5:39;
Hel. 4:12. 4 Ne. 1:34;
13a gee Persecución, DyC 98:23–25. [*29 d.C. †30 d.C.]
507 3 NEFI 6:15–23
de entre unos pocos lamanitas ocupaba Laconeo el asiento de
que se habı́an convertido a la su padre y gobernaba al pueblo
verdadera fe; y no quisieron se- ese año.
pararse de ella, porque eran fir- 20 Y empezó a haber hombres
a
mes, inquebrantables e inmuta- inspirados del cielo y enviados,
bles; y estaban dispuestos a que anduvieron entre el pueblo
guardar los mandamientos del en toda la tierra, predicando y
Señor con toda adiligencia. testificando intrépidamente de
15 Ahora bien, la causa de esta los pecados e iniquidades del
iniquidad del pueblo era ésta: pueblo, y testificándoles concer-
Satanás tenı́a gran poder, al gra- niente a la redención que el Se-
do de incitar a los del pueblo a ñor harı́a por su pueblo, o en
cometer toda clase de iniquida- otros términos, la resurrección
des y a inflarlos de orgullo, ten- de Cristo; y testificaron intrépi-
tándolos a que procuraran po- damente acerca de su bmuerte y
der, y autoridad, y riquezas, y sus padecimientos.
las cosas vanas del mundo. 21 Y hubo muchos de los del
16 Y ası́ desvió Satanás el cora- pueblo que se enojaron en ex-
zón del pueblo para que come- tremo a causa de aquellos que
tiera todo género de iniquida- testificaban de estas cosas; y
des; de modo que no habı́a go- los que se enojaban eran prin-
zado de paz sino pocos años. cipalmente los jueces superio-
17 Y ası́, al principiar el año res y aquellos que ahabı́an sido
treinta —habiendo sido entre- sumos sacerdotes y abogados;
gados los del pueblo, durante sı́, todos aquellos que eran
mucho tiempo, a ser llevados abogados se irritaron contra los
por las atentaciones del diablo que daban testimonio de estas
doquier que él querı́a llevarlos, cosas.
y a cometer cualquier iniquidad 22 Y no habı́a abogado, ni juez,
que él deseaba— a principios de ni sumo sacerdote, que tuviera
este año, el año treinta, se halla- el poder para condenar a muer-
ban en un estado de terrible ini- te a una persona, a menos que el
quidad. gobernador de la tierra firmara
18 Y no pecaban en la aigno- la sentencia.
rancia, porque conocı́an la vo- 23 Y hubo muchos de aquellos
luntad de Dios tocante a ellos, que testificaron de las cosas con-
pues se la habı́an enseñado; de cernientes a Cristo, y que testifi-
modo que se brebelaban inten- caron intrépidamente, a quienes
cionalmente contra Dios. los jueces prendieron y ejecuta-
19 Y fue en los dı́as de Laco- ron secretamente, de modo que
neo, hijo de Laconeo, porque el conocimiento de su muerte

14a gee Diligencia. 20a gee Inspiración, 21a DyC 121:36–37.


17a gee Tentación, tentar. inspirar; Profeta. gee Apostası́a.
18a Mos. 3:11. b gee Expiación, expiar;
b gee Rebelión. Crucifixión. [30 d.C.]
3 NEFI 6:24–7:3 508
no llegó al gobernador de la tie- aquellos que eran culpables de
rra sino hasta después de estar asesinato.
muertos. 30 Y desafiaron la ley y los de-
24 Y ahora bien, he aquı́, esto rechos de su patria; e hicieron
era contrario a las leyes de la tie- convenio uno con otro de des-
rra, que se le quitara la vida a un truir al gobernador y de estable-
hombre a menos que se tuviera cer un arey sobre la tierra, a fin
autorización del gobernador de de que ya no fuese libre, sino
la tierra. que estuviera sujeta a reyes.
25 Por tanto, se presentó una
queja en la tierra de Zarahemla, CAPÍTULO 7
ante el gobernador de la tierra,
contra esos jueces que habı́an
condenado a muerte a los profe- Asesinan al juez superior, destru-
tas del Señor en contravención yen el gobierno, y el pueblo se divide
de la ley. en tribus—Jacob, un anticristo, lle-
26 Y sucedió que los tomaron y ga a ser rey de una confederación de
los llevaron ante el juez para ser tribus—Nefi predica el arrepenti-
juzgados del crimen que habı́an miento y la fe en Cristo—Ángeles
cometido, según la aley que ha- le ministran diariamente y él levan-
bı́a sido dada por el pueblo. ta a su hermano de los muertos—
27 Y aconteció que aquellos Muchos se arrepienten y son bauti-
jueces tenı́an muchos amigos y zados.
parientes; y el resto, sı́, casi to- AHORA bien, he aquı́, os mostra-
dos los abogados y sumos sacer- ré que no establecieron rey en la
dotes se juntaron y se unieron a tierra; pero en este mismo año,
los parientes de aquellos jueces sı́, en el año treinta, destruyeron
que iban a ser juzgados según sobre el asiento judicial, sı́, ase-
la ley. sinaron al juez superior de la
28 E hicieron aconvenio unos tierra.
con otros, sı́, ese convenio que 2 Y hubo división entre el pue-
imponı́an los de la antigüedad, blo, unos en contra de otros; y
convenio que el bdiablo dio y se separaron los unos de los
administró para combinarse otros en tribus, cada hombre se-
contra toda rectitud. gún su familia y sus parientes y
29 De modo que se combina- amigos; y ası́ destruyeron el go-
ron contra el pueblo del Señor, e bierno de la tierra.
hicieron convenio de destruirlo 3 Y cada tribu nombró a un jefe
y de librar del poder de la justi- o caudillo para que la goberna-
cia, que estaba a punto de admi- se; y ası́ se convirtieron en tribus
nistrarse de acuerdo con la ley, a y jefes de tribus.

26a Mos. 29:25; secretas. Alma 51:5.


Alma 1:14. b Hel. 6:26–30.
28a gee Combinaciones 30a 1 Sam. 8:5–7; [30 d.C.]
509 3 NEFI 7:4–14
4 Y he aquı́, no habı́a hombre profetas que testificaron de Je-
entre ellos que no tuviese mu- sús.
cha familia y muchos parientes 11 Y sucedió que no eran tan
y amigos; por tanto, sus tribus fuertes en número como lo eran
llegaron a ser sumamente gran- las tribus del pueblo, que se
des. mantenı́an unidas, salvo que
5 Y se hizo todo esto, y aún no eran sus jefes los que estable-
habı́a guerras entre ellos; y toda cı́an sus leyes, cada cual según
esta iniquidad habı́a venido su tribu; no obstante, eran ene-
sobre el pueblo porque se habı́a migos; pero a pesar de que no
a
entregado al poder de Satanás. eran una gente justa, estaban
6 Y fueron destruidos los regla- unidos, sin embargo, en su odio
mentos del gobierno, debido a por los que habı́an hecho pacto
las acombinaciones secretas de para destruir el gobierno.
los amigos y parientes de aque- 12 Por lo que Jacob, viendo que
llos que habı́an asesinado a los sus enemigos eran más numero-
profetas. sos que ellos, siendo rey de la
7 Y causaron una fuerte con- banda, mandó, por tanto, a los
tención en la tierra, al grado de de su pueblo que huyeran a la
que casi toda la parte más justa parte más lejana del norte, y allı́
del pueblo se habı́a vuelto ini- establecieran un areino para sı́
cua; sı́, entre ellos no habı́a sino mismos, hasta que se unieran a
unos pocos hombres justos. ellos los disidentes (porque los
8 Y ası́, no habı́an transcurrido halagó, diciéndoles que habrı́a
ni seis años, cuando ya la ma- muchos disidentes), y tuvieran
yor parte del pueblo se habı́a la fuerza suficiente para luchar
apartado de su rectitud, como el contra las tribus del pueblo; y
perro que vuelve a su avómito, ası́ lo hicieron.
o la puerca a revolcarse en el 13 Y fue tan rápida su marcha,
fango. que no se pudo impedir hasta
9 Y los de esta combinación se- que ya habı́an avanzado fuera
creta, que habı́an traı́do tan del alcance del pueblo. Y ası́
grande iniquidad sobre el pue- concluyó el año treinta; y ası́ se
blo, se reunieron y pusieron a la hallaban los asuntos del pueblo
cabeza de ellos a un hombre que de Nefi.
llamaban Jacob; 14 Y aconteció que en el año
*
10 y lo llamaron su rey; por treinta y uno se hallaban divi-
tanto, quedó constituido en rey didos en tribus, cada hombre se-
de esta banda perversa; y era gún su familia, parientes y ami-
uno de los principales que ha- gos; no obstante, habı́an llegado
bı́an alzado la voz contra los a un acuerdo de que no irı́an a

7 5a Rom. 6:13–16; 8a Prov. 26:11;


Alma 10:25. 2 Pe. 2:22.
6a 2 Ne. 9:9. 12a 3 Ne. 6:30. [*31 d.C.]
3 NEFI 7:15–23 510
la guerra unos contra otros; pe- con él, sı́, porque tenı́a mayor
ro no estaban unidos en lo que poder que ellos; pues ano era
concernı́a a sus leyes y su siste- posible que descreyeran sus
ma de gobierno, porque se ha- palabras, pues tan grande era
bı́an establecido según la volun- su fe en el Señor Jesucristo
tad de los que eran sus jefes que ángeles le ministraban dia-
y sus caudillos. Pero sı́ estable- riamente.
cieron leyes muy estrictas de 19 Y en el nombre de Jesús
que una tribu no debı́a agra- echaba fuera demonios y aespı́-
viar a otra; de modo que hasta ritus inmundos; y aun levantó a
cierto punto tuvieron paz en la un hermano suyo de los muer-
tierra; no obstante, sus corazo- tos, después que el pueblo lo
n e s s e a p a r t a r o n d e l S e ñ o r hubo apedreado y matado.
su Dios, y apedreaban a los 20 Y el pueblo lo vio y lo pre-
profetas y los echaban fuera de senció, y se irritó contra él a cau-
entre ellos. sa de su poder; y también obró
15 Y sucedió que aNefi —ha- él amuchos otros milagros en el
biéndolo visitado ángeles, y nombre de Jesús a la vista del
también la voz del Señor; por pueblo.
tanto, habiendo visto ángeles, y 21 Y aconteció que concluyó el
siendo testigo ocular, y habién- año treinta y uno, y no hubo si-
dosele dado poder para saber no unos pocos que se convirtie-
concerniente al ministerio de ron al Señor; pero cuantos se
Cristo, y siendo también testigo convirtieron, manifestaron en
ocular del rápido retroceso del verdad al pueblo que los habı́a
pueblo de la rectitud a sus ini- visitado el poder y el Espı́ritu de
quidades y abominaciones; Dios que habı́a en Jesucristo, en
16 afligido, pues, por la dureza quien creı́an.
de sus corazones y la ceguedad 22 Y todos aquellos de quienes
de sus mentes— salió entre ellos echaron demonios, y fueron sa-
ese mismo año, y empezó a pro- nados de sus enfermedades y
clamar, osadamente, el arrepen- sus dolencias, manifestaron con
timiento y la remisión de los pe- toda verdad al pueblo que el
cados por medio de la fe en el Espı́ritu de Dios habı́a obrado
Señor Jesucristo. en ellos, y que habı́an sido sana-
17 Y les ministró muchas cosas dos; y también mostraron seña-
a ellos; y no todas se pueden es- les y efectuaron algunos mila-
cribir, y parte de ellas no basta- gros entre el pueblo.
rı́a; por tanto, no se escriben en 23 Y ası́ concluyó el año *treinta
este libro. Y Nefi ministró con y dos también. Y al principiar el
a
poder y gran autoridad. año treinta y tres, Nefi clamó a
18 Y aconteció que se enojaron los del pueblo, y les predicó el

15a 3 Ne. 1:2. Alma 4:19. 20a 3 Ne. 8:1.


17a gee Poder. 19a gee Espı́ritu—
18a 2 Ne. 33:1; Espı́ritus inmundos. [*32 d.C.]
511 3 NEFI 7:24–8:9
arrepentimiento y la remisión hombre alguno que pudiera ha-
de pecados. cer un milagro en el nombre de
24 Ahora bien, quisiera que Jesús, a menos que estuviese en-
recordaseis también, que no hu- teramente limpio de su iniqui-
bo ni uno de los que llegaron a dad;
arrepentirse que no fuese abau- 2 sucedió, pues, que si este
tizado en el agua. hombre no se equivocó en el
25 Por tanto, Nefi ordenó a cálculo de nuestro *tiempo, el
hombres a este ministerio, a fin año atreinta y tres habı́a pasado;
de que cuantos viniesen a ellos 3 y el pueblo se puso a aguar-
fuesen bautizados en el agua; y dar con gran anhelo la señal que
esto como atestación y testimo- habı́a dado el profeta Samuel el
nio ante Dios, y para el pueblo, Lamanita, sı́, la ocasión en que
de que se habı́an arrepentido y habrı́a tres dı́as de atinieblas so-
habı́an recibido la aremisión de bre la faz de la tierra.
sus pecados. 4 Y empezaron a surgir graves
26 Y hubo muchos, al comen- dudas y disputas entre el pue-
zar este año, que se bautizaron blo, a pesar de tantas aseñales
para arrepentimiento; y ası́ pasó que se habı́an manifestado.
la mayor parte del año. 5 Y s u c e d i ó q u e e n e l a ñ o

treinta y cuatro, en el cuarto dı́a
del primer mes, se desató una
CAPÍTULO 8
gran tormenta, como jamás se
habı́a conocido en toda la tierra.
Tempestades, terremotos, incen- 6 Y hubo también una grande
dios, torbellinos y convulsiones na- y horrenda tempestad; y hubo
turales testifican de la crucifixión terribles atruenos de tal modo
de Cristo—Muchas personas son que bsacudı́an toda la tierra co-
destruidas—Las tinieblas cubren la mo si estuviera a punto de divi-
tierra durante tres dı́as—Los sobre- dirse.
vivientes lamentan su destino. 7 Y hubo relámpagos extrema-
AHORA bien, aconteció que se- damente resplandecientes, co-
gún nuestros anales, y sabemos mo nunca se habı́an visto en to-
que son verdaderos, porque, he da la tierra.
aquı́, un hombre justo llevaba 8 Y se incendió la aciudad de
los anales, porque en verdad Zarahemla.
hizo muchos a milagros en el 9 Y se hundió la ciudad de Mo-
b
nombre de Jesús, y no habı́a roni en las profundidades del

24a gee Bautismo, b Hech. 3:6; 6a 1 Ne. 19:11;


bautizar. Jacob 4:6. Hel. 14:21.
25a DyC 20:37. 2a 3 Ne. 2:8. b Mateo 27:45, 50–51.
gee Remisión de 3a 1 Ne. 19:10; 8a 4 Ne. 1:7–8.
pecados. Hel. 14:20, 27;
8 1a 3 Ne. 7:19–20; 3 Ne. 10:9.
Morm. 9:18–19. 4a gee Crucifixión. [*33 d.C. †34 d.C.]
3 NEFI 8:10–23 512
mar, y sus habitantes se ahoga- truenos, y los relámpagos, y los
ron. temblores de tierra.
10 Y se amontonó la tierra so- 18 Y he aquı́, las arocas se par-
bre la ciudad de Moronı́ah, de tieron; fueron despedazadas so-
modo que en lugar de la ciudad, bre la superficie de toda la tie-
apareció una enorme montaña. rra, de tal modo que se hallaron
11 Y hubo una destrucción hechas pedazos, y partidas y
grande y terrible en la tierra del hendidas, sobre toda la faz de la
sur. tierra.
12 Pero he aquı́, hubo una des- 19 Y aconteció que cuando ce-
trucción mucho más grande y saron los truenos, y los relám-
terrible en la tierra del norte; pagos, y la tormenta, y la tem-
pues he aquı́, toda la faz de la pestad, y los temblores de la tie-
tierra fue alterada por causa de rra —pues he aquı́, duraron co-
la tempestad, y los torbellinos, y mo unas atres horas; y algunos
los truenos, y los relámpagos, y dijeron que fue más tiempo; no
los sumamente violentos tem- obstante, todas estas grandes y
blores de toda la tierra; terribles cosas acontecieron en
13 y se rompieron las acalzadas, el espacio de unas tres horas—
y se desnivelaron los caminos, y he aquı́, entonces hubo tinieblas
muchos terrenos llanos se hicie- sobre la faz de la tierra.
ron escabrosos. 20 Y sucedió que hubo densa
14 Y se a hundieron muchas obscuridad sobre toda la faz de
grandes y notables ciudades, y la tierra, de tal manera que los
muchas se incendiaron, y mu- habitantes que no habı́an caı́do
chas fueron sacudidas hasta que podı́an asentir el bvapor de tinie-
sus edificios cayeron a tierra, y blas;
sus habitantes murieron, y los 2 1 y n o p o d ı́ a h a b e r l u z
sitios quedaron desolados. por causa de la obscuridad, ni
15 Y hubo algunas ciudades velas, ni antorchas; ni podı́a
que permanecieron; pero el da- encenderse el fuego con su leña
ño que sufrieron fue sumamen- menuda y bien seca, de modo
te grande, y muchos de sus ha- que no podı́a haber ninguna
bitantes murieron. luz.
16 Y hubo algunos que fueron 22 Y no se veı́a luz alguna, ni
arrebatados por el torbellino; y fuego, ni vislumbre, ni el sol, ni
nadie sabe a dónde fueron a pa- la luna, ni las estrellas, por ser
rar, sólo saben que fueron arre- tan densos los vapores de obs-
batados. curidad que habı́a sobre la faz
17 Y ası́ quedó desfigurada la de la tierra.
superficie de toda la tierra por 23 Y sucedió que duró por el
motivo de las tempestades, y los espacio de atres dı́as, de modo

13a Hel. 14:24; 3 Ne. 6:8. 19a Lucas 23:44. 23a 1 Ne. 19:10.
14a 1 Ne. 12:4. 20a Éx. 10:21–22.
18a Hel. 14:21–22. b 1 Ne. 12:5; 19:11. [34 d.C.]
513 3 NEFI 8:24–9:7
que no se vio ninguna luz; y hu- Y SUCEDIÓ que se oyó una avoz
bo grandes lamentaciones, gri- entre todos los habitantes de la
tos y llantos continuamente en- tierra, por toda la superficie de
tre todo el pueblo; sı́, grandes esta tierra, clamando:
fueron los gemidos del pueblo 2 ¡Ay, ay, ay de este pueblo!
por motivo de las tinieblas y la ¡aAy de los habitantes de toda la
gran destrucción que les habı́a tierra, a menos que se arrepien-
sobrevenido. tan; porque el diablo se brı́e y
24 Y en un lugar se les oı́a la- sus ángeles se regocijan, a causa
mentarse, diciendo: ¡Oh, si nos de la muerte de los bellos hijos e
hubiésemos arrepentido antes hijas de mi pueblo; y es por mo-
de este grande y terrible dı́a, y tivo de sus iniquidades y abomi-
entonces se habrı́an salvado naciones que han caı́do!
nuestros hermanos, y no se hu- 3 He aquı́, he quemado con
bieran quemado en aquella gran fuego la gran ciudad de Zara-
ciudad de aZarahemla! hemla, y los habitantes de ella.
25 Y en otro lugar se les oı́a 4 Y he aquı́, he hecho que esa
quejarse y lamentarse, diciendo: gran ciudad de Moroni se hun-
¡Oh, si nos hubiésemos arrepen- da en las profundidades del
tido antes de este grande y terri- mar, y que se ahoguen sus habi-
ble dı́a, y no hubiésemos mata- tantes.
do y apedreado y echado fuera 5 Y he aquı́, he cubierto de tie-
a los profetas, entonces nuestras rra esa gran ciudad de Moro-
madres y nuestras bellas hijas y nı́ah, y los habitantes de ella,
nuestros niños habrı́an sido pre- para ocultar sus iniquidades y
servados, y no enterrados en esa sus abominaciones de ante mi
gran ciudad de Moronı́ah! Y ası́, faz, para que la sangre de los
grandes y terribles eran los ge- profetas y de los santos no as-
midos del pueblo. cienda más hasta mı́ en contra
de ellos.
6 Y he aquı́, hice que se hun-
CAPÍTULO 9 diera la ciudad de Gilgal, y que
sus habitantes fueran sepulta-
dos en lo profundo de la tierra;
En medio de las tinieblas, la voz de 7 sı́, y la ciudad de Onı́ah y sus
Cristo proclama la destrucción de habitantes, y la de Mocum y sus
muchas personas y ciudades por habitantes, y la ciudad de Jeru-
motivo de sus iniquidades—Cristo salén y sus habitantes; y he he-
también proclama su propia divini- cho que las aaguas ocupen sus
dad, anuncia que la ley de Moisés se lugares, para ocultar sus malda-
ha cumplido e invita a los hombres a des y abominaciones de ante mi
venir a Él y ser salvos. faz, a fin de que la sangre de los

24a Hel. 13:12. 2a Mateo 11:20–21.


9 1a 1 Ne. 19:11; b Moisés 7:26.
3 Ne. 11:10. 7a Ezeq. 26:19. [34 d.C.]
3 NEFI 9:8–15 514
profetas y de los santos no suba des al echar fuera a los profetas
más hasta mı́ en contra de ellos. y apedrear a los que envié para
8 Y he aquı́, la ciudad de Ga- declararles concerniente a sus
diandi, y la ciudad de Gadiom- iniquidades y sus abominacio-
na, y la ciudad de Jacob, y la ciu- nes.
dad de Gimgimno, todas éstas 11 Y por haberlos expulsado a
he hecho que se hundan y he todos, de modo que no ha-
formado alomas y valles en su bı́a justos entre ellos, envié afue-
lugar; y he enterrado a sus habi- go y los destruı́, para que sus
tantes en las entrañas de la maldades y sus abominaciones
tierra para ocultar sus malda- quedaran ocultas de ante mi
des y abominaciones de ante mi faz, a fin de que la sangre de los
faz, para que la sangre de los profetas y de los santos que en-
profetas y de los santos no as- vié entre ellos no clamara a mı́
b
cienda más hasta mı́ en contra desde la tierra en contra de
de ellos. ellos.
9 Y he aquı́, esa gran ciudad de 12 Y he hecho que vengan
a
Jacobugat, donde habitaba el muchas grandes destrucciones
pueblo del rey Jacob, he hecho sobre esta tierra, y sobre este
quemar con fuego por causa de pueblo, a causa de su iniquidad
sus pecados y sus iniquidades y sus abominaciones.
que sobrepujaban a toda la ini- 13 ¡Oh vosotros, todos los que
quidad de la tierra entera, por habéis sido apreservados porque
motivo de sus asecretos asesina- fuisteis más justos que ellos!,
tos y combinaciones; porque ¿no os volveréis a mı́ ahora, y os
fueron ellos los que destruyeron arrepentiréis de vuestros peca-
la paz de mi pueblo y el gobier- dos, y os convertiréis para que
no de la tierra; por tanto, los he yo os bsane?
hecho quemar, para bdestruirlos 14 Sı́, en verdad os digo que si
a
de ante mi faz, para que la san- venı́s a mı́, tendréis bvida eter-
gre de los profetas y de los san- na. He aquı́, mi c brazo de miseri-
tos no ascienda más hasta mı́ en cordia se extiende hacia voso-
contra de ellos. tros; y a cualquiera que venga,
10 Y he aquı́, he hecho que yo lo recibiré; y benditos son los
sean quemadas con fuego la ciu- que vienen a mı́.
dad de Lamán, y la ciudad de 15 He aquı́, soy Jesucristo, el
Josh, y la ciudad de Gad, y la Hijo de Dios. Yo acreé los cielos
ciudad de Kishkumen, y los ha- y la tierra, y todas las cosas que
bitantes de ellas, por sus malda- en ellos hay. Era con el Padre

8a 1 Ne. 19:11. 12a 3 Ne. 8:8–10, 14. c Alma 19:36.


9a Hel. 6:17–18, 21. 13a 3 Ne. 10:12. 15a Juan 1:1–3; Col. 1:16;
b Mos. 12:8. b Jer. 3:22; 3 Ne. 18:32. Hel. 14:12; Éter 4:7;
11a 2 Rey. 1:9–16; 14a 2 Ne. 26:24–28; DyC 14:9.
Hel. 13:13. Alma 5:33–36.
b Gén. 4:10. b Juan 3:16. [34 d.C.]
515 3 NEFI 9:16–10:2
desde el principio. bYo soy en el motivo de su fe en mı́, y no lo
Padre, y el Padre en mı́; y en mı́ supieron.
ha glorificado el Padre su nom- 21 He aquı́, he venido al mun-
bre. do para traer redención al mun-
16 Vine a los mı́os, y los mı́os do, para salvar al mundo del pe-
no me arecibieron. Y las Escritu- cado.
ras concernientes a mi venida se 22 Por tanto, al que se aarre-
han cumplido. pintiere y viniere a mı́ como un
17 Y a cuantos me han recibi- b
niño pequeñito, yo lo recibiré,
do, les he aconcedido llegar a ser porque de los tales es el reino de
hijos de Dios; y ası́ haré yo con Dios. He aquı́, por éstos he cda-
cuantos crean en mi nombre, do mi vida, y la he vuelto a to-
porque he aquı́, la bredención mar; ası́ pues, arrepentı́os y ve-
viene por mı́, y en mı́ se ha cum- nid a mı́, vosotros, extremos de
plido la cley de Moisés. la tierra, y sed salvos.
18 Yo soy la aluz y la vida del
mundo. Soy el bAlfa y la cOme-
CAPÍTULO 10
ga, el principio y el fin.
19 Y vosotros ya ano me ofrece-
réis más el derramamiento de Reina el silencio en la tierra duran-
sangre; sı́, vuestros sacrificios y te muchas horas—La voz de Cristo
vuestros holocaustos cesarán, promete juntar a los de su pueblo
porque no aceptaré ninguno de ası́ como la gallina junta a sus po-
vuestros sacrificios ni vuestros lluelos — La parte más justa del
holocaustos. pueblo es preservada.
20 Y me ofreceréis como asacri- Y HE aquı́, aconteció que todos
ficio un corazón quebrantado y los habitantes de la tierra oye-
un espı́ritu contrito. Y al que ron estas palabras, y fueron tes-
venga a mı́ con un corazón que- tigos de ello. Y después de estas
brantado y un espı́ritu contrito, palabras, hubo silencio en la tie-
lo bbautizaré con fuego y con el rra por el término de muchas
Espı́ritu Santo, ası́ como los la- horas;
manitas fueron bautizados con 2 porque tan grande fue el
fuego y con el Espı́ritu Santo al asombro de los del pueblo, que
tiempo de su conversión, por cesaron de lamentarse y de ge-

15b Juan 17:20–22; b gee Redención, DyC 20:37.


3 Ne. 11:27; 19:23, 29. redimido, redimir. b 2 Ne. 31:13–14.
16a Juan 1:11; DyC 6:21. c 3 Ne. 12:19, 46–47; 22a gee Arrepentimiento,
17a Juan 1:12. 15:2–9. arrepentirse.
gee Hombre(s)— 18a gee Luz, luz de b Marcos 10:15;
Su potencial para Cristo. Mos. 3:19;
llegar a ser como b Apoc. 1:8. gee Alfa. 3 Ne. 11:37–38.
nuestro Padre c gee Omega. c Juan 10:15–18.
Celestial; Hijos e 19a Alma 34:13.
hijas de Dios. 20a 3 Ne. 12:19; [34 d.C.]
3 NEFI 10:3–13 516
mir por la pérdida de sus pa- 8 Y sucedió que después que
rientes que habı́an perecido; de la gente hubo oı́do estas pala-
manera que hubo silencio en to- bras, he aquı́, empezaron a llo-
da la tierra por el espacio de rar y a gemir otra vez por la
muchas horas. p é r d i d a d e s u s p a r i e n t e s y
3 Y aconteció que llegó de nue- amigos.
vo una voz al pueblo, y todo el 9 Y aconteció que ası́ pasaron
pueblo oyó y dio testimonio de los tres dı́as. Y era la mañana,
ella, que decı́a: y se disipó la aobscuridad de
4 ¡Oh pueblo de estas agrandes sobre la faz de la tierra, y cesó la
ciudades que han caı́do, que tierra de temblar, y dejaron de
sois descendientes de Jacob, hendirse las rocas, y terminaron
s ı́ , q u e s o i s d e l a c a s a d e los espantosos gemidos, y se
Israel, cuántas veces os he junta- acabaron todos los sonidos tu-
do como la gallina junta sus po- multuosos.
lluelos bajo las alas, y os he 10 Y se integró la tierra otra
b
nutrido! vez, y se afirmó; y cesaron los
5 Y además, ¡acuántas veces os lamentos, y el llanto, y los gemi-
hubiera juntado como la gallina dos de los que quedaron vivos;
junta sus polluelos bajo las alas, y su lloro se tornó en gozo, y sus
oh pueblo de la casa de Israel lamentaciones en alabanzas y
que habéis caı́do; sı́, oh pueblo en acción de gracias al Señor
de la casa de Israel, que habitáis Jesucristo, su Redentor.
en Jerusalén, ası́ como vosotros 11 Y hasta aquı́ se acumplieron
los que habéis caı́do; sı́, cuántas las Escrituras que los profetas
veces os hubiera juntado como habı́an declarado.
la gallina junta sus polluelos, y 12 Y fue la parte amás justa del
no quisisteis! pueblo la que se salvó, y fueron
6 ¡Oh vosotros de la casa de Is- los que recibieron a los profetas
rael, a quienes he apreservado, y no los apedrearon; y fueron
cuántas veces os juntaré como la los que no habı́an vertido la san-
gallina junta sus polluelos bajo gre de los santos, los que no mu-
las alas, si os arrepentı́s y bvol- rieron.
véis a mı́ con ı́ntegro propósito 13 Y fueron preservados y no
de ccorazón! fueron hundidos y sepultados
7 Pero si no, oh casa de Israel, en la tierra; ni fueron ahogados
los lugares de tus habitaciones en las profundidades del mar;
serán hechos desiertos hasta ni fueron quemados por el fue-
la época del cumplimiento del go, ni murieron aplastados bajo
a
convenio hecho con tus padres. algún peso; ni fueron arrebata-

10 4a 3 Ne. 8:14. b 1 Sam. 7:3; Hel. 13:11; 11a Hech. 3:18–20.


b 1 Ne. 17:3. 3 Ne. 24:7. 12a 2 Ne. 26:8;
5a Mateo 23:37; c Ezeq. 36:26. 3 Ne. 9:13.
DyC 43:24–25. 7a gee Convenio.
6a 3 Ne. 9:13. 9a 3 Ne. 8:19. [34 d.C.]
517 3 NEFI 10:14–19
dos por el torbellino; ni fueron que habı́an sido llamados lama-
dominados por el vapor de hu- nitas, que habı́an sido preserva-
mo y de obscuridad. dos, les fueron manifestados
14 Y ahora bien, quien lea, en- grandes favores, y se derrama-
tienda; el que tenga las Escritu- ron grandes bendiciones sobre
ras, aescudrı́ñelas, y vea y consi- su cabeza, al grado que poco
dere si todas estas muertes y después de la a ascensión de
destrucciones causadas por el Cristo al cielo, él verdaderamen-
fuego, y por el humo, y por las te se manifestó a ellos,
tempestades, y por los torbelli- 19 amostrándoles su cuerpo y
nos, y por la tierra que se babrió ejerciendo su ministerio a favor
para recibirlos, y todas estas co- de ellos; y más adelante se hará
sas, no son para dar cumpli- una relación de su ministerio.
miento a las profecı́as de mu- Por tanto, concluyo mis pala-
chos de los santos profetas. bras por ahora.
15 He aquı́, os digo: Sı́, muchos
han testificado de estas cosas a la Jesucristo se manifestó a los del
venida de Cristo, y los amataron pueblo de Nefi, mientras se ha-
porque testificaron de estas cosas. llaba reunida la multitud en la
16 Sı́, el profeta aZenós testificó tierra de Abundancia, y les mi-
de estas cosas, y también Zenoc nistró; y de esta manera se les
habló concerniente a ellas, por- manifestó.
que ellos testificaron particular-
Comprende los capı́tulos
mente tocante a nosotros, que
11 al 26 inclusive.
somos el resto de su posteridad.
17 He aquı́, nuestro padre
Jacob también testificó concer- CAPÍTULO 11
niente a un aresto de la posteri-
dad de José. Y he aquı́, ¿no so- El Padre da testimonio de su Hijo
mos un resto de la posteridad Amado—Cristo aparece y proclama
de José? Y estas cosas que testifi- su expiación—Los del pueblo pal-
can de nosotros, ¿no están escri- pan las marcas de las heridas en sus
tas en las planchas de bronce manos, en sus pies y en su costa-
que nuestro padre Lehi trajo de do—La multitud exclama ¡Hosan-
Jerusalén? na!—Él establece el método y la
18 Y sucedió que a la conclu- manera del bautismo—El espı́ritu
sión del año treinta y cuatro, he de contención es del diablo — La
aquı́, os mostraré que a los del doctrina de Cristo es que los hom-
pueblo de Nefi que fueron pre- bres deben creer, ser bautizados y
servados, y también a aquellos recibir el Espı́ritu Santo.

14a gee Escrituras—El 15a gee Mártir, martirio. 18a Hech. 1:9–11.
valor de las 16a Hel. 8:19–20. 19a 3 Ne. 11:12–15.
Escrituras. 17a 2 Ne. 3:4–5;
b 1 Ne. 19:11; Alma 46:24;
2 Ne. 26:5. 3 Ne. 5:23–24. [34 d.C.]
3 NEFI 11:1–12 518
Y ACONTECIÓ que se hallaba reu- 6 Y he aquı́, la tercera vez en-
nida una gran multitud del pue- tendieron la voz que oyeron; y
blo de Nefi en los alrededores les dijo:
del templo que se encontraba 7 He aquı́ a mi aHijo Amado,
b
en la tierra de Abundancia, y en quien me complazco, en
estaban maravillándose y asom- quien he glorificado mi nombre:
brándose entre sı́, y mostrándo- a él oı́d.
se los unos a los otros el agrande 8 Y aconteció que al entender,
y maravilloso cambio que se ha- dirigieron la vista hacia el cielo
bı́a verificado. otra vez; y he aquı́, avieron a un
2 Y también estaban conver- Hombre que descendı́a del cie-
sando acerca de este Jesucristo, lo; y estaba vestido con una tú-
de quien se habı́a dado la aseñal nica blanca; y descendió y se
tocante a su muerte. puso en medio de ellos. Y los
3 Y aconteció que mientras ası́ ojos de toda la multitud se fija-
conversaban, unos con otros, ron en él, y no se atrevieron a
oyeron una avoz como si viniera abrir la boca, ni siquiera el uno
del cielo; y miraron alrededor, al otro, y no sabı́an lo que signi-
porque no entendieron la voz ficaba, porque suponı́an que era
que oyeron; y no era una voz un ángel que se les habı́a apare-
áspera ni una voz fuerte; no cido.
obstante, y a pesar de ser una 9 Y aconteció que extendió la
voz bsuave, penetró hasta lo más mano, y habló al pueblo, dicien-
profundo de los que la oyeron, do:
de tal modo que no hubo parte 10 He aquı́, yo soy Jesucristo,
de su cuerpo que no hiciera es- de quien los profetas testifica-
tremecer; sı́, les penetró hasta el ron que vendrı́a al mundo.
alma misma, e hizo arder sus co- 11 Y he aquı́, soy la aluz y la
razones. vida del mundo; y he bebido de
4 Y sucedió que de nuevo oye- la amarga bcopa que el Padre
ron la voz, y no la entendieron. me ha dado, y he glorificado al
5 Y nuevamente por tercera Padre, ctomando sobre mı́ los
vez oyeron la voz, y aguzaron el pecados del mundo, con lo cual
oı́do para escucharla; y tenı́an la me he sometido a la dvoluntad
vista fija en dirección del soni- del Padre en todas las cosas des-
do; y miraban atentamente ha- de el principio.
cia el cielo, de donde venı́a el 12 Y sucedió que cuando Jesús
sonido. hubo hablado estas palabras,

11 1a 3 Ne. 8:11–14. JS—H 1:17. c Juan 1:29;


2a Hel. 14:20–27. b 3 Ne. 9:15. DyC 19:18–19.
3a Deut. 4:33–36; 8a 1 Ne. 12:6; d Marcos 14:36;
Hel. 5:29–33. 2 Ne. 26:1. Juan 6:38;
b 1 Rey. 19:11–13; 11a gee Luz, luz de DyC 19:2.
DyC 85:6. Cristo.
7a Mateo 3:17; 17:5; b Mateo 26:39, 42. [34 d.C.]
519 3 NEFI 11:13–25
toda la multitud cayó al suelo; yeron a los pies de Jesús, y lo
a
pues recordaron que se habı́a adoraron.
a
profetizado entre ellos que 18 Y aconteció que le habló a
a
Cristo se les manifestarı́a des- Nefi (porque Nefi se hallaba
pués de su ascensión al cielo. entre la multitud), y le mandó
13 Y ocurrió que les habló el que se acercara.
Señor, diciendo: 19 Y se levantó Nefi, y se acer-
14 Levantaos y venid a mı́, pa- có y se inclinó ante el Señor, y le
ra que ametáis vuestras manos besó los pies.
en mi costado, y para que tam- 20 Y el Señor le mandó que se
bién bpalpéis las marcas de los levantara; y se levantó y se puso
clavos en mis manos y en mis de pie ante él.
pies, a fin de que sepáis que soy 21 Y el Señor le dijo: Te doy
el cDios de Israel, y el Dios de a
poder para que bbautices a los
toda la dtierra, y que he sido de este pueblo cuando yo haya
muerto por los pecados del ascendido al cielo otra vez.
mundo. 22 Y además, el Señor llamó a
a
15 Y aconteció que los de la otros, y les habló de igual ma-
multitud se adelantaron y me- nera, y les dio poder para bauti-
tieron las manos en su costado, zar. Y les dijo: De esta manera
y palparon las marcas de los cla- bautizaréis; y bno habrá disputas
vos en sus manos y en sus pies; entre vosotros.
y esto hicieron, yendo uno por 23 De cierto os digo que a quie-
uno, hasta que todos hubieron nes se arrepientan de sus peca-
llegado; y vieron con los ojos y dos a causa de vuestras apala-
palparon con las manos, y su- bras, y bdeseen ser bautizados
pieron con certeza, y dieron tes- en mi nombre, de esta manera
timonio de que aera él, de quien los bautizaréis: He aquı́, descen-
habı́an escrito los profetas que deréis y, cestando de pie en el
habı́a de venir. agua, en mi nombre los bautiza-
16 Y cuando todos hubieron réis.
ido y comprobado por sı́ mis- 24 Y he aquı́, éstas son las pala-
mos, exclamaron a una voz, di- bras que pronunciaréis, llamán-
ciendo: dolos por su nombre, diciendo:
17 ¡Hosanna! ¡Bendito sea el 25 Habiéndoseme dado aauto-
nombre del Más Alto Dios! Y ca- ridad de Jesucristo, yo te bauti-

12a Alma 16:20. 17a gee Adorar. bautizar—Requisitos


14a Juan 20:27. 18a 3 Ne. 1:2, 10. del bautismo.
b Lucas 24:36–39; 21a gee Poder. c 3 Ne. 19:10–13.
DyC 129:2. b gee Bautismo, 25a Mos. 18:13;
c Isa. 45:3; bautizar. DyC 20:73.
3 Ne. 15:5. 22a 1 Ne. 12:7; gee Bautismo,
d 1 Ne. 11:6. 3 Ne. 12:1. bautizar—Con la
15a gee Jesucristo—Las b 3 Ne. 18:34. debida autoridad.
apariciones de Cristo 23a 3 Ne. 12:2.
después de su muerte. b gee Bautismo, [34 d.C.]
3 NEFI 11:26–37 520
zo en el nombre del bPadre, y dad os digo que os declararé mi
a
del Hijo, y del Espı́ritu Santo. doctrina.
Amén. 32 Y ésta es mi adoctrina, y es la
26 Y entonces los asumergiréis doctrina que el Padre me ha da-
en el agua, y saldréis del agua. do; y yo doy btestimonio del Pa-
27 Y según esta manera bauti- dre, y el Padre da testimonio de
zaréis en mi nombre, porque he mı́, y el cEspı́ritu Santo da testi-
aquı́, de cierto os digo que el Pa- monio del Padre y de mı́; y yo
dre, y el Hijo, y el Espı́ritu Santo testifico que el Padre manda a
son auno; y yo soy en el Padre, y todos los hombres, en todo lu-
el Padre en mı́, y el Padre y yo gar, que se arrepientan y crean
somos uno. en mı́.
28 Y de acuerdo con lo que os 33 Y cualquiera que crea en mı́,
he mandado, ası́ bautizaréis; y y sea abautizado, éste será bsal-
no habrá adisputas entre voso- vo; y son ellos los que chereda-
tros, como hasta ahora ha habi- rán el reino de Dios.
do; ni habrá disputas entre vo- 34 Y quien no crea en mı́, ni sea
sotros concernientes a los pun- bautizado, será condenado.
tos de mi doctrina, como hasta 35 De cierto, de cierto os digo
aquı́ las ha habido. que ésta es mi doctrina, y del
29 Porque en verdad, en ver- Padre yo doy testimonio de ella;
dad os digo que aquel que tiene y quien en mı́ acree, también
el espı́ritu de acontención no es cree en el Padre; y el Padre le
mı́o, sino es del bdiablo, que es el testificará a él de mı́, porque lo
padre de la contención, y él irri- visitará bcon fuego y con el cEs-
ta los corazones de los hombres, pı́ritu Santo.
para que contiendan con ira 36 Y ası́ dará el Padre testi-
unos con otros. monio de mı́, y el Espı́ritu Santo
30 He aquı́, ésta no es mi doc- le dará testimonio del Padre y
trina, agitar con ira el corazón de mı́, porque el Padre, y yo, y el
de los hombres, el uno contra Espı́ritu Santo somos uno.
el otro; antes bien mi doctrina 37 Y también os digo que de-
es ésta, que se acaben tales béis arrepentiros, y avolveros co-
cosas. mo un niño pequeñito, y ser
31 He aquı́, en verdad, en ver- bautizados en mi nombre, o de

25b gee Trinidad. Mos. 23:15. gee Bautismo, bauti-


26a gee Bautismo, gee Contención, zar—Indispensable.
bautizar—Por contienda. b gee Salvación.
inmersión. b tjs, Efe. 4:26; c gee Gloria celestial.
27a Juan 17:20–22; Mos. 2:32–33. 35a Éter 4:12.
3 Ne. 28:10; 31a 2 Ne. 31:2–21. b 3 Ne. 9:20; 12:2.
Morm. 7:7; 32a gee Doctrina de c gee Espı́ritu Santo.
DyC 20:28. Cristo. 37a Marcos 10:15;
28a 1 Cor. 1:10; b 1 Juan 5:7. Lucas 18:17;
Efe. 4:11–14; c 3 Ne. 28:11; Mos. 3:19; 3 Ne. 9:22.
DyC 38:27. Éter 5:4.
29a 2 Tim. 2:23–24; 33a Marcos 16:16. [34 d.C.]
521 3 NEFI 11:38–12:2
ninguna manera recibiréis estas bres que sean perfectos, ası́ como Él
cosas. y su Padre son perfectos—Compá-
38 Y otra vez os digo que de- rese con Mateo 5.
béis arrepentiros, y ser bautiza-
dos en mi nombre, y volveros Y ACONTECIÓ que cuando Jesús
como un niño pequeñito, o de hubo hablado estas palabras a
ningún modo heredaréis el rei- Nefi y a los que habı́an sido lla-
no de Dios. mados (y llegaba a adoce el nú-
39 De cierto, de cierto os digo mero de los que habı́an sido lla-
que ésta es mi doctrina; y los mados, y recibieron el poder y la
que aedifican sobre esto, edifi- autoridad para bautizar), he
can sobre mi roca, y las bpuertas aquı́, él extendió la mano hacia
del infierno no prevalecerán en la multitud, y les proclamó, di-
contra de ellos. ciendo: bBienaventurados sois si
40 Y quienes declaren más o prestáis atención a las palabras
menos que esto, y lo establezcan de estos doce que yo he cescogi-
como mi doctrina, tales proce- do de entre vosotros para ejer-
den del mal, y no están fun- cer su ministerio en bien de vo-
dados sobre mi roca; sino que sotros y ser vuestros siervos; y a
edifican sobre un cimiento de ellos les he dado poder para que
a
arena, y las puertas del infierno os bauticen en el agua; y des-
estarán abiertas para recibirlos, pués que seáis bautizados en el
cuando vengan las inundacio- agua, he aquı́, os bautizaré con
nes y los azoten los vientos. fuego y con el Espı́ritu Santo.
41 Por tanto, id a este pueblo, Por tanto, bienaventurados sois
y declarad las palabras que he si creéis en mı́ y sois bautizados,
hablado, hasta los extremos de después que me habéis visto y
la tierra. sabéis que yo soy.
2 Y también, más bienaventu-
rados son aquellos que acrean
CAPÍTULO 12 en vuestras palabras por razón
de que testificaréis que me ha-
Jesús llama a los Doce y los comisio- béis visto y que sabéis que yo
na—Pronuncia ante los nefitas un soy. Sı́, bienaventurados son los
discurso semejante al Sermón del que crean en vuestras palabras,
Monte—Expone las Bienaventu- y bdesciendan a lo profundo de
ranzas—Sus enseñanzas superan la humildad y sean bautizados,
la ley de Moisés y tienen preceden- porque serán visitados ccon fue-
cia sobre ella—Manda a los hom - go y con el Espı́ritu Santo, y re-

39a Mateo 7:24–29; b gee Bendecido, gee Creencia, creer.


Hel. 5:12. bendecir, bendición. b Éter 4:13–15.
gee Roca. c gee Llamado, c 3 Ne. 11:35; 19:13.
b 3 Ne. 18:12–13. llamado por Dios,
40a 3 Ne. 14:24–27. llamamiento.
12 1a 3 Ne. 13:25. 2a DyC 46:13–14. [34 d.C.]
3 NEFI 12:3–18 522
cibirán una remisión de sus pe- 12 porque tendréis gran gozo y
cados. os alegraréis en extremo, pues
3 Sı́, bienaventurados son los grande será vuestro agalardón
a
pobres en espı́ritu que bvienen en los cielos; porque ası́ persi-
a mı́, porque de ellos es el reino guieron a los profetas que fue-
de los cielos. ron antes de vosotros.
4 Y además, bienaventurados 13 De cierto, de cierto os digo
son todos los que lloran, porque que os doy a vosotros ser la asal
ellos serán consolados. de la tierra; pero si la sal pierde
5 Y bienaventurados son los su sabor, ¿con qué será salada la
a
mansos, porque ellos hereda- tierra? De allı́ en adelante la sal
rán la btierra. no servirá para nada sino para
6 Y bienaventurados son to- ser echada fuera y hollada por
dos los que padecen ahambre los hombres.
y b sed de c rectitud, porque 14 En verdad, en verdad os di-
ellos serán llenos del Espı́ritu go que os doy a vosotros ser la
Santo. luz de este pueblo. Una ciudad
7 Y bienaventurados son los que se asienta sobre una colina
a
misericordiosos, porque ellos no se puede ocultar.
alcanzarán misericordia. 15 He aquı́, ¿encienden los
8 Y bienaventurados son todos hombres una avela y la ponen
los de corazón apuro, porque debajo de un almud? No, sino
ellos bverán a Dios. en un candelero; y da luz a to-
9 Y bienaventurados son todos dos los que están en la casa;
los apacificadores, porque ellos 16 por lo tanto, ası́ alumbre
serán llamados bhijos de Dios. vuestra aluz delante de este pue-
10 Y bienaventurados son to- blo, de modo que vean vuestras
dos los que son aperseguidos buenas obras, y glorifiquen a
por causa de mi nombre, por- vuestro Padre que está en los
que de ellos es el reino de los cielos.
cielos. 17 No penséis que he venido
11 Y bienaventurados sois para abrogar la ley ni los profe-
cuando por mi causa los hom- tas. No he venido para abrogar,
bres os vituperen y os persigan, sino para cumplir;
y falsamente digan toda clase de 18 porque en verdad os digo
mal contra vosotros; que ni una jota ni una tilde ha

3a DyC 56:17–18. Enós 1:4. 10a DyC 122:5–9.


gee Humildad, b Jer. 29:13. gee Persecución,
humilde. c Prov. 21:21. perseguir.
b Mateo 11:28–30. 7a gee Misericordia, 12a Éter 12:4.
5a Rom. 12:16; misericordioso. 13a DyC 101:39–40.
Mos. 3:19. 8a gee Pureza, puro. gee Sal.
gee Mansedumbre, b DyC 93:1. 15a Lucas 8:16.
manso. 9a gee Pacificador. 16a 3 Ne. 18:24.
b gee Tierra. b gee Hijos e hijas
6a 2 Ne. 9:51; de Dios. [34 d.C.]
523 3 NEFI 12:19–32
pasado de la aley, sino en mı́ to- pósito de corazón, y yo te recibi-
da se ha cumplido. ré.
19 Y he aquı́, os he dado la ley 25 Reconcı́liate cuanto antes
y los mandamientos de mi con tu adversario, mientras te
Padre para que creáis en mı́, que encuentres en el camino con él,
os arrepintáis de vuestros pe- no sea que en cualquier mo-
cados y vengáis a mı́ con un co- mento te prenda, y seas echado
razón aquebrantado y un espı́ri- en la cárcel.
tu contrito. He aquı́, tenéis los 26 En verdad, en verdad te
mandamientos ante vosotros, y digo que de ningún modo sal-
la bley se ha cumplido. drás de allı́ hasta que hayas pa-
20 Por tanto, venid a mı́ y sed gado el último senine. Y mien-
salvos; porque en verdad os di- tras te halles en la prisión, ¿po-
go que a menos que guardéis drás pagar aun siquiera un ase-
mis mandamientos, que ahora nine? De cierto, de cierto te digo
os he dado, de ningún modo que no.
entraréis en el reino de los cie- 27 He aquı́, fue escrito por los
los. antiguos que no cometerás
a
21 Habéis oı́do que ha sido di- adulterio;
cho por los de tiempos antiguos, 28 mas yo os digo que quien
y también lo tenéis escrito ante mire a una mujer para acodiciar-
vosotros: No amatarás; y cual- la ya ha cometido adulterio en
quiera que matare estará ex- su corazón.
puesto al juicio de Dios. 29 He aquı́, os doy el manda-
22 Pero yo os digo que quien se miento de que no permitáis que
enoje con su hermano corre pe- ninguna de estas cosas entre en
ligro de su juicio. Y cualquiera vuestro acorazón,
que diga a su hermano: Raca, 30 porque mejor es que os pri-
quedará expuesto al concilio; y véis de estas cosas, tomando ası́
el que le diga: Insensato, estará vuestra acruz, que ser arrojados
en peligro del fuego del infier- en el infierno.
no. 31 Ha sido escrito, que quien
23 Por tanto, si vienes a mı́, o repudiare a su esposa, le dé car-
deseas venir a mı́, y te acuerdas ta de adivorcio.
de que tu hermano tiene algo 32 En verdad, en verdad os di-
contra ti, go que el que arepudie a su es-
24 ve luego a tu hermano, y posa, salvo por causa de bforni-
a
reconcı́liate primero con él, y cación, hace que ella cometa
c
luego ven a mı́ con ı́ntegro pro- adulterio; y cualquiera que se

18a gee Ley de Moisés. 24a gee Perdonar. Lucas 9:23.


19a 3 Ne. 9:20. 26a Alma 11:3. 31a gee Divorcio.
gee Corazón 27a 2 Ne. 9:36; DyC 59:6. 32a Marcos 10:11–12.
quebrantado. 28a DyC 42:23. b gee Fornicación.
b 3 Ne. 9:17. gee Concupiscencia. c gee Adulterio.
21a Éx. 20:13; Mos. 13:21; 29a Hech. 8:22.
DyC 42:18. 30a Mateo 10:38; 16:24; [34 d.C.]
3 NEFI 12:33–13:2 524
case con la divorciada, comete cen, y borad por los que os ultra-
adulterio. jan y os persiguen;
33 Y además está escrito: No te 45 para que seáis hijos de vues-
perjurarás, sino que cumplirás tro Padre que está en los cielos;
al Señor tus ajuramentos; pues él hace salir su sol sobre los
34 mas en verdad, en verdad malos y sobre los buenos.
os digo: No ajuréis de ninguna 46 Por tanto, estas cosas que
manera; ni por el cielo, porque existı́an en la antigüedad, que se
es el trono de Dios; hallaban bajo la ley, se han cum-
35 ni por la tierra, porque es el plido todas en mı́.
estrado de sus pies; 47 Las cosas aantiguas han pa-
36 ni tampoco jurarás por tu sado, y todas las cosas se han
cabeza, porque no puedes hacer vuelto nuevas.
negro o blanco un solo cabello; 48 Por tanto, quisiera que fue-
37 antes bien, sea vuestro ha- seis aperfectos ası́ como yo, o co-
blar: Sı́, sı́; No, no; porque lo que mo vuestro Padre que está en
sea más que esto, es malo. los cielos es perfecto.
38 Y he aquı́, está escrito: aOjo
por ojo y diente por diente;
CAPÍTULO 13
39 mas yo os digo que no de-
béis aresistir al mal, antes bien al
que te hiera en la mejilla dere- Jesús enseña a los nefitas la manera
cha, bvuélvele también la otra. de orar—Deben acumular tesoros
40 Y si alguien te demanda an- en los cielos—Manda a los Doce
te la ley, y te quita la túnica, dé- que en su ministerio no se afanen
jale también la capa. por las cosas temporales—Compá-
41 Y quien te obligue a ir una rese con Mateo 6.
milla, ve con él dos. EN verdad, en verdad os digo,
42 Al que te pida, adale; y al quisiera que dieseis alimosnas a
que quiera de ti tomar prestado, los pobres; mas guardaos de dar
no se lo rehúses. vuestras limosnas delante de los
43 Y he aquı́, está escrito tam- hombres para ser vistos de ellos;
bién que amarás a tu prójimo, y de otra manera, ningún galar-
aborrecerás a tu enemigo; dón tenéis de vuestro Padre que
44 mas he aquı́, yo os digo: está en los cielos.
Amad a vuestros a enemigos, 2 Por tanto, cuando hagáis
bendecid a los que os maldicen, vuestra limosna, no toquéis
haced bien a los que os aborre- trompeta delante de vosotros,

33a gee Juramento. 42a Jacob 2:17–19; 48a Mateo 5:48;


34a gee Profanidad. Mos. 4:22–26. 3 Ne. 27:27.
38a Lev. 24:20. 44a Prov. 24:17; gee Perfecto.
39a 3 Ne. 6:13; Alma 48:23. 13 1a gee Limosna.
4 Ne. 1:34; b Hech. 7:59–60.
DyC 98:23–32. 47a 3 Ne. 15:2, 7;
b gee Paciencia. DyC 22:1. [34 d.C.]
525 3 NEFI 13:3–21
como lo hacen los hipócritas en 11 Y perdónanos nuestras deu-
las sinagogas y en las calles, pa- das, como nosotros perdonamos
ra tener agloria de los hombres. a nuestros deudores.
En verdad os digo que ya tienen 12 Y ano nos dejes caer en ten-
su recompensa. tación, mas lı́branos del mal.
3 Mas cuando tú hagas limos- 13 Porque tuyo es el reino, y el
na, no sepa tu mano izquierda poder, y la gloria, para siempre.
lo que hace tu derecha; Amén.
4 a fin de que tu limosna sea en 14 Porque si aperdonáis a los
secreto; y tu Padre que ve en lo hombres sus ofensas, os perdo-
secreto, te recompensará en pú- nará también a vosotros vuestro
blico. Padre Celestial;
5 Y cuando aores, no seas como 15 mas si no perdonáis a los
los hipócritas, porque les gusta hombres sus ofensas, vuestro
orar de pie en las sinagogas y en Padre tampoco perdonará vues-
las esquinas de las calles, para tras ofensas.
ser vistos de los hombres. En 16 Además, cuando aayunéis,
verdad os digo que ya tienen su no seáis como los hipócritas, de
recompensa. semblante triste, porque desfi-
6 Mas tú, cuando ores, entra en guran sus rostros para mostrar a
tu aposento, y cuando hayas ce- los hombres que ayunan. En
rrado la puerta, ora a tu Padre verdad os digo que ya tienen su
que está en secreto; y tu Padre, galardón.
que ve en lo secreto, te recom- 17 Mas tú, cuando ayunes, un-
pensará en público. ge tu cabeza y lava tu rostro;
7 Y al orar, no uséis vanas re- 18 para que no muestres a los
peticiones, como los paganos; hombres que ayunas, sino a tu
pues ellos creen que por su mu- Padre, que está en asecreto; y tu
cha parlerı́a serán oı́dos. Padre, que ve en lo secreto, te
8 No seáis, por tanto, como recompensará en público.
ellos; porque vuestro Padre asa- 19 No os acumuléis tesoros so-
be las cosas que necesitáis antes bre la tierra, donde la polilla y el
que le pidáis. moho corrompen, y los ladrones
9 De esta amanera, pues, borad: minan y roban;
c
Padre nuestro que estás en los 20 sino acumulaos atesoros en
cielos, santificado sea tu nom- los cielos, donde ni la polilla ni
bre. el moho corrompen, y donde los
10 Sea hecha tu voluntad en la ladrones no minan ni roban.
tierra ası́ como en el cielo. 21 Porque donde esté vuestro

2a DyC 121:34–35. el Padre. gee Ayunar, ayuno.


5a gee Oración. 12a tjs, Mateo 6:14. 18a DyC 38:7.
8a DyC 84:83. 14a Mos. 26:30–31; 20a Hel. 5:8; 8:25.
9a Mateo 6:9–13. DyC 64:9.
b gee Oración. gee Perdonar.
c gee Trinidad—Dios 16a Isa. 58:5–7. [34 d.C.]
3 NEFI 13:22–14:1 526
tesoro, allı́ estará también vues- 28 Y por el vestido, ¿por qué os
tro corazón. afanáis? Considerad los lirios
22 La aluz del cuerpo es el ojo; del campo cómo crecen: No tra-
por tanto, si tu ojo es puro, todo bajan, ni hilan;
tu cuerpo estará lleno de luz. 29 y sin embargo, os digo, que
23 Pero si tu ojo es malo, todo ni aun Salomón, en toda su glo-
tu cuerpo estará lleno de tinie- ria, se vistió como uno de éstos.
blas. Por tanto, si la luz que hay 30 Por tanto, si Dios viste ası́ la
en ti es tinieblas, ¡cuán grandes hierba del campo, que hoy es, y
no serán esas tinieblas! mañana se echa en el horno, ası́
24 Ningún hombre puede aser- os vestirá él, si vosotros no sois
vir a dos señores, porque o abo- de poca fe.
rrecerá al uno y amará al otro, o 31 No os afanéis, pues, dicien-
se allegará al uno y despreciará do: ¿Qué comeremos o qué be-
al otro. No podéis servir a Dios y beremos, o con qué nos hemos
a bMamón. de vestir?
25 Y aconteció que cuando Je- 32 Porque vuestro Padre Celes-
sús hubo hablado estas pala- tial sabe que tenéis necesidad de
bras, miró hacia los doce que ha- todas estas cosas.
bı́a elegido, y les dijo: Acordaos 33 Mas buscad primeramente
de las palabras que he hablado. el areino de Dios y su justicia, y
Porque he aquı́, vosotros sois todas estas cosas os serán añadi-
aquellos a quienes he escogido das.
para ejercer el aministerio entre 34 Ası́ que, no os afanéis por el
este pueblo. Os digo, pues: bNo dı́a de mañana, porque el dı́a de
os afanéis por vuestra vida, qué mañana traerá su afán por sus
habéis de comer o qué habéis de propias cosas. Basta el dı́a para
beber; ni tampoco por vuestro su propio mal.
cuerpo, con qué lo habéis de
vestir. ¿No es la vida más que el
CAPÍTULO 14
alimento, y el cuerpo más que el
vestido?
26 Mirad las aves del cielo, Jesús manda: No juzguéis; pedid a
pues no siembran, ni tampoco Dios; guardaos de los falsos profe-
siegan, ni recogen en alfolı́es; tas — Él promete la salvación a
sin embargo, vuestro Padre Ce- aquellos que hagan la voluntad del
lestial las alimenta. ¿No sois vo- Padre — Compárese con Mateo 7.
sotros mucho mejores que ellas? Y ACONTECIÓ que cuando Jesús
27 ¿Quién de vosotros, por hubo hablado estas palabras, se
mucho que se afane, podrá aña- volvió de nuevo hacia la multi-
dir un codo a su estatura? tud y abrió otra vez su boca, di-

22a DyC 88:67. 25a gee Ministrar, 33a Lucas 12:31.


24a 1 Sam. 7:3. ministro.
b Palabra aramea que b Alma 31:37–38;
significa riquezas. DyC 84:79–85. [34 d.C.]
527 3 NEFI 14:2–21
ciendo: De cierto, de cierto os cielos dará buenas cosas a los
digo: aNo juzguéis, para que no que le piden?
seáis juzgados. 12 Ası́ que, cuantas cosas que-
2 aPorque con el juicio con que ráis que los hombres os hagan a
juzguéis, seréis juzgados; y con vosotros, ası́ ahaced vosotros con
la medida con que midáis, se os ellos, porque esto es la ley y los
volverá a medir. profetas.
3 Y ¿por qué miras la paja que 13 Entrad por la puerta aestre-
está en el ojo de tu hermano, cha; porque bancha es la puerta,
mas no te fijas en la viga que y espacioso el camino, que con-
está en tu propio ojo? duce a la perdición, y muchos
4 O ¿cómo dirás a tu hermano: son los que entran por ella;
Déjame sacar la paja de tu ojo, y 14 porque estrecha es la apuer-
he aquı́, hay una viga en tu pro- ta, y b angosto el camino que
pio ojo? conduce a la vida, y cpocos son
5 ¡Hipócrita!, saca primero la los que la hallan.
a
viga de tu propio ojo; y enton- 15 Guardaos de los afalsos pro-
ces verás claramente para sacar fetas, que vienen a vosotros con
la paja del ojo de tu hermano. vestidos de ovejas, mas por den-
6 No deis lo que es asanto a los tro son lobos rapaces.
perros, ni echéis vuestras perlas 16 Por sus frutos los conoce-
delante de los cerdos; no sea réis. ¿Se recogen uvas de los es-
que las huellen con sus pies y se pinos, o higos de los cardos?
vuelvan y os despedacen. 17 De igual manera, todo árbol
7 aPedid, y se os dará; buscad, y bueno produce buen fruto; mas
hallaréis; llamad, y se os abrirá. un árbol malo da mal fruto.
8 Porque todo el que pide, reci- 18 Un árbol bueno no puede
be; y el que busca, halla; y al que producir mal fruto, ni un árbol
llama, se le abrirá. malo puede producir buen fru-
9 O ¿qué hombre hay de voso- to.
tros, que si su hijo pide pan, le 19 Todo árbol que ano da buen
dará una piedra, fruto es cortado y echado en el
10 o si pide un pescado, le dará fuego.
una serpiente? 20 Ası́ que, por sus afrutos los
11 Pues si vosotros, siendo ma- conoceréis.
los, sabéis dar buenas dádivas 21 No todo el que me dice: Se-
a vuestros hijos, ¿cuánto más ñor, Señor, entrará en el reino
vuestro Padre que está en los de los cielos; sino el que hace la

14 1a tjs, Mateo 7:1–2; 13a Lucas 13:24; 2 Ne. 28:9, 12, 15.
Juan 7:24. 3 Ne. 27:33. 19a Mateo 3:10;
2a Morm. 8:19. b DyC 132:25. Alma 5:36–41;
5a Juan 8:3–11. 14a 2 Ne. 9:41; 31:9, DyC 97:7.
6a gee Santo (adjetivo). 17–18; DyC 22:1–4. 20a Lucas 6:43–45;
7a 3 Ne. 27:29. b 1 Ne. 8:20. Moro. 7:5.
gee Oración. c 1 Ne. 14:12.
12a gee Compasión. 15a Jer. 23:21–32; [34 d.C.]
3 NEFI 14:22–15:5 528
voluntad de mi Padre que está son las otras ovejas a quienes se re -
en los cielos. firió en Jerusalén—Por causa de la
22 En aquel dı́a muchos me iniquidad, el pueblo del Señor en Je-
a
dirán: Señor, Señor, ¿no hemos rusalén no sabe acerca de las ovejas
profetizado en tu nombre, y en esparcidas de Israel.
tu nombre no hemos echado de- Y ACONTECIÓ que cuando Jesús
monios, y no hemos hecho, en hubo concluido estas palabras,
tu nombre, muchas obras mila- miró alrededor a la multitud, y
grosas? les dijo: He aquı́, habéis oı́do las
23 Y entonces les declararé: cosas que enseñé antes que as-
Nunca os aconocı́, bapartaos de cendiera a mi Padre; por tanto, a
mı́, obradores de iniquidad. cualquiera que se acuerde de es-
24 Por tanto, cualquiera que tas palabras mı́as, y las ahaga, lo
oye estas palabras mı́as, y las ha- b
exaltaré en el postrer dı́a.
ce, lo compararé a un hombre 2 Y sucedió que cuando Jesús
prudente que edificó su casa so- hubo dicho estas palabras, per-
bre una aroca; cibió que habı́a algunos entre
25 y descendió la alluvia, y vi- ellos que se maravillaban, y se
nieron los torrentes, y soplaron preguntaban qué deseaba él
los vientos, y dieron con ı́mpetu concerniente a la aley de Moisés;
contra aquella casa; y no bcayó, porque no entendı́an la palabra
porque estaba fundada sobre de que las cosas viejas habı́an
una roca. pasado, y que todas las cosas se
26 Y todo el que me oye estas habı́an vuelto nuevas.
palabras, y no las hace, será 3 Y les dijo: No os maravilléis
comparado al hombre insensato de que os dije que las cosas anti-
que edificó su casa sobre la aare- guas habı́an pasado, y que todas
na: las cosas se habı́an vuelto nue-
27 y descendió la lluvia, y vi- vas.
nieron los torrentes, y soplaron 4 He aquı́, os digo que se ha
los vientos, y dieron con ı́mpetu cumplido la aley que fue dada a
contra aquella casa; y cayó, y Moisés.
grande fue su caı́da. 5 He aquı́, soy ayo quien di la
ley, y soy el que hice convenio
CAPÍTULO 15 con mi pueblo Israel; por tanto,
la ley se cumple en mı́, porque
Jesús anuncia que la ley de Moisés he venido para bcumplir la ley;
se ha cumplido en Él—Los nefitas por tanto, tiene fin.

22a Alma 5:17. 26a 3 Ne. 11:40. 5a 1 Cor. 10:1–4;


23a Mos. 5:13; 26:24–27. 15 1a Stg. 1:22. 3 Ne. 11:14.
b Lucas 13:27. b 1 Ne. 13:37; gee Jehová.
24a gee Roca. DyC 5:35. b Alma 34:13.
25a Alma 26:6; 2a gee Ley de Moisés.
Hel. 5:12. 4a Mos. 13:27–31;
b Prov. 12:7. 3 Ne. 9:17–20. [34 d.C.]
529 3 NEFI 15:6–21
6 He aquı́, yo ano abrogo a los 15 Ni en ningún tiempo me ha
profetas; porque cuantos no se dado mandamiento el Padre de
han cumplido en mı́, en verdad que les hablara concerniente a
os digo que todos se cumplirán. las aotras tribus de la casa de Is-
7 Y porque os dije que las cosas rael, que el Padre ha conducido
antiguas han pasado, no abrogo fuera de su tierra.
lo que se ha hablado concer- 1 6 S ó l o e s t o m e m a n d ó e l
niente a las cosas que están por Padre que les dijera:
venir. 17 Que tengo otras ovejas que
8 Porque he aquı́, el aconvenio no son de este redil; aquéllas
que hice con mi pueblo no se ha también debo yo traer, y oirán
cumplido enteramente; mas la mi voz; y habrá un rebaño y un
a
ley que se dio a Moisés tiene su pastor.
fin en mı́. 18 Ahora bien, por motivo de
9 He aquı́, yo soy la aley y la la obstinación y la incredulidad,
b
luz. Mirad hacia mı́, y perseve- no acomprendieron mi palabra;
rad hasta el fin, y cviviréis; por- por tanto, me mandó el Padre
que al que dpersevere hasta el que no les dijese más tocante a
fin, le daré vida eterna. esto.
10 He aquı́, os he dado los 19 Pero de cierto os digo que el
a
mandamientos; guardad, pues, Padre me ha mandado, y yo os
mis mandamientos. Y esto es la lo digo, que fuisteis separados
ley y los profetas, porque ellos de entre ellos por motivo de su
en verdad btestificaron de mı́. iniquidad; por tanto, es debido
11 Y sucedió que cuando Jesús a su iniquidad que no saben de
hubo hablado estas palabras, di- vosotros.
jo a aquellos doce que él habı́a 20 Y en verdad, os digo, ade-
escogido: más, que el Padre ha separado
12 Vosotros sois mis discı́pulos; de ellos a las otras tribus; y es a
y sois una luz a este pueblo, que causa de su iniquidad que no sa-
es un resto de la casa de aJosé. ben de ellas.
13 Y he aquı́, ésta es la atierra 21 Y de cierto os digo que voso-
de vuestra herencia; y el Padre tros sois aquellos de quienes
os la ha dado. dije: Tengo aotras ovejas que no
14 Y en ninguna ocasión me ha son de este redil; aquéllas tam-
dado mandamiento el Padre de bién debo yo traer, y oirán mi
que lo arevelase a vuestros her- voz; y habrá un rebaño y un
manos en Jerusalén. pastor.

6a 3 Ne. 23:1–5. 10a 3 Ne. 12:20. tribus perdidas de


8a 3 Ne. 5:24–26. b Mos. 13:33. Israel.
9a 2 Ne. 26:1. 12a gee José, hijo de 17a gee Buen Pastor.
b gee Luz, luz de Jacob. 18a DyC 10:59.
Cristo. 13a 1 Ne. 18:22–23. 21a Juan 10:14–16.
c Juan 11:25; 14a 3 Ne. 5:20.
DyC 84:44. 15a 3 Ne. 16:1–4.
d gee Perseverar. gee Israel—Las diez [34 d.C.]
3 NEFI 15:22–16:5 530
22 Y no me comprendieron, hablo son los que todavı́a no
porque pensaron que eran los han oı́do mi voz; ni en ningún
a
gentiles; porque no entendie- tiempo me he manifestado a
ron que, por medio de su predi- ellos.
cación, los gentiles se bconverti- 3 Mas he recibido el manda-
rı́an. miento del Padre de que vaya a
a
23 Ni me entendieron que dije ellos, para que oigan mi voz y
que oirán mi voz; ni me com- sean contados entre mis ovejas,
prendieron que los agentiles en a fin de que haya un rebaño y
ningún tiempo habrı́an de oı́r un pastor; por tanto, voy para
mi voz; que no me manifestarı́a manifestarme a ellos.
a ellos sino por el bEspı́ritu San- 4 Y os mando que escribáis
to. estas apalabras después que me
24 Mas he aquı́, vosotros habéis vaya, para que si se da el caso de
oı́do ami voz, y también me ha- que mi pueblo en Jerusalén,
béis visto; y sois mis ovejas, y aquellos que me han visto y han
contados sois entre los que el estado conmigo en mi ministerio,
Padre me ha bdado. no le piden al Padre en mi nom-
bre recibir conocimiento por
medio del Espı́ritu Santo, acerca
CAPÍTULO 16 de vosotros, como también de
las otras tribus, de las cuales na-
Jesús visitará a otras ovejas perdi- da saben, estas palabras que es-
das de Israel—En los últimos dı́as, cribáis se preserven y sean ma-
el evangelio irá a los gentiles y des- nifestadas a los bgentiles, para
pués a la casa de Israel—Los del que mediante la plenitud de los
pueblo del Señor verán ojo a ojo gentiles, el resto de la posteri-
cuando Él haga volver a Sión. dad de aquéllos, que será espar-
cido sobre la faz de la tierra a
Y EN verdad, en verdad os digo causa de su incredulidad, sea re-
que tengo aotras ovejas que no cogido, o sea, llevado al cconoci-
son de esta tierra, ni de la tierra miento de mı́, su Redentor.
de Jerusalén, ni de ninguna de 5 Entonces los areuniré de las
las partes de esa tierra circun- cuatro partes de la tierra; y en-
dante donde he estado para tonces cumpliré el bconvenio
ejercer mi ministerio. que el Padre ha hecho con todo
2 Porque aquellos de quienes el pueblo de la ccasa de Israel.

22a gee Gentiles. 16 1a 3 Ne. 15:15. 3 Ne. 20:13.


b Hech. 10:34–48. gee Israel—Las diez 5a gee Israel—La
23a Mateo 15:24. tribus perdidas de congregación de
b 1 Ne. 10:11. Israel. Israel.
gee Espı́ritu Santo. 3a 3 Ne. 17:4. b 3 Ne. 5:24–26.
24a Alma 5:38; 4a gee Escrituras. c 1 Ne. 22:9;
3 Ne. 16:1–5. b 1 Ne. 10:14; 3 Ne. 21:26–29.
b Juan 6:37; 3 Ne. 21:6.
DyC 27:14. c Ezeq. 20:42–44; [34 d.C.]
531 3 NEFI 16:6–15
6 Y benditos son los agentiles rechacen la plenitud de mi evan-
por motivo de su creencia en mı́, gelio, y se aenvanezcan por el
mediante el bEspı́ritu Santo, que orgullo de su corazón sobre to-
les testifica de mı́ y del Padre. das las naciones y sobre todos
7 He aquı́ que debido a su los pueblos de la tierra, y estén
creencia en mı́, dice el Padre, y llenos de toda clase de menti-
a causa de vuestra increduli- ras, y de engaños, y de malda-
dad, oh casa de Israel, la verdad des, y de todo género de hipo-
llegará a los gentiles en los aúlti- cresı́a, y asesinatos, y bsuperche-
mos dı́as, para que les sea mani- rı́as sacerdotales, y fornicacio-
festada la plenitud de estas nes, y abominaciones secretas;
cosas. y si cometen todas estas cosas,
8 Pero ¡ay de los gentiles in- y rechazan la plenitud de mi
crédulos!, dice el Padre —pues evangelio, he aquı́, dice el Pa-
aun cuando han venido sobre la dre, retiraré la plenitud de mi
superficie de esta tierra, y han evangelio de entre ellos.
a
dispersado a mi pueblo que es 11 Y entonces arecordaré mi
de la casa de Israel; y han becha- convenio que he concertado
do de entre ellos a mi pueblo con los de mi pueblo, oh casa de
que es de la casa de Israel, y lo Israel, y les llevaré mi evangelio.
han hollado; 12 Y te mostraré, oh casa de Is-
9 y a causa de las misericordias rael, que los gentiles no tendrán
del Padre para con los gentiles, poder sobre ti, antes bien me
ası́ como de los juicios del Padre acordaré de mi convenio conti-
sobre mi pueblo que es de la ca- go, oh casa de Israel, y llegarás
sa de Israel, de cierto, de cierto al aconocimiento de la plenitud
os digo que después de todo es- de mi evangelio.
to, y luego que yo haya hecho 13 Pero si los gentiles se arre-
que los de mi pueblo que son de pienten y vuelven a mı́, dice el
la casa de Israel sean heridos, y Padre, he aquı́, serán acontados
afligidos, y amuertos, y que sean entre los de mi pueblo, oh casa
echados de entre ellos, y que de Israel.
sean aborrecidos por ellos, y 14 Y no permitiré que los de mi
sean entre ellos objeto de escar- pueblo, que son de la casa de Is-
nio y oprobio— rael, vayan entre ellos y los hue-
10 y ası́ manda el Padre que os llen bajo sus pies, dice el Padre.
diga: El dı́a en que los gentiles 15 Pero si no se vuelven a mı́,
pequen contra mi evangelio, y ni escuchan mi voz, yo les per-

6a 1 Ne. 13:30–42; Morm. 5:9, 15. 13a Gál. 3:7, 29;


2 Ne. 30:3. b 3 Ne. 20:27–29. 1 Ne. 15:13–17;
b 2 Ne. 32:5; 9a Amós 9:1–4. 2 Ne. 10:18;
3 Ne. 11:32, 35–36. 10a Morm. 8:35–41. 3 Ne. 30:2;
gee Espı́ritu Santo. b 2 Ne. 26:29. Abr. 2:9–11.
7a gee Restauración 11a 3 Ne. 21:1–11;
del evangelio. Morm. 5:20.
8a 1 Ne. 13:14; 12a Hel. 15:12–13. [34 d.C.]
3 NEFI 16:16–17:6 532
mitiré, sı́, permitiré que los de Sana a los enfermos—Ora por el
mi pueblo, oh casa de Israel, pa- pueblo con palabras que no se pue-
sen por en medio de ellos y los den escribir—Los ángeles minis-
a
huellen, y serán como la sal que tran a los pequeñitos y éstos son ro-
ha perdido su sabor, que desde deados de fuego.
entonces para nada es buena si- HE AQUÍ, sucedió que cuando
no para ser arrojada y hollada Jesús hubo hablado estas pala-
bajo los pies de mi pueblo, oh bras, de nuevo miró alrededor
casa de Israel. hacia la multitud, y les dijo: He
16 De cierto, de cierto os digo aquı́, mi atiempo está cerca.
que ası́ me ha mandado el Pa- 2 Veo que sois débiles, que no
dre: Que dé a este pueblo esta podéis acomprender todas mis
tierra por herencia. palabras que el Padre me ha
17 Y entonces se cumplirán las mandado que os hable en esta
a
palabras del profeta Isaı́as, que ocasión.
dicen: 3 Por tanto, id a vuestras casas,
18 aTus bcentinelas levantarán y ameditad las cosas que os he
la voz; unánimes cantarán, por- dicho, y pedid al Padre en mi
que verán ojo a ojo cuando el nombre que podáis entender; y
Señor hiciere volver a Sión. b
preparad vuestras mentes para
19 ¡Prorrumpid en alegrı́a! c
mañana, y vendré a vosotros
¡Cantad juntamente, lugares otra vez.
desolados de Jerusalén! Porque 4 Pero ahora avoy al Padre, y
el Señor ha consolado a su pue- también voy a bmostrarme a las
blo, ha redimido a Jerusalén. c
tribus perdidas de Israel, por-
20 El Señor ha desnudado su que no están perdidas para el
santo brazo a la vista de todas Padre, pues él sabe a dónde las
las naciones, y todos los extre- ha llevado.
mos de la tierra verán la salva- 5 Y sucedió que cuando Jesús
ción de Dios. hubo hablado ası́, de nuevo diri-
gió la vista alrededor hacia la
multitud, y vio que estaban llo-
CAPÍTULO 17 rando, y lo miraban fijamente,
como si le quisieran pedir que
Jesús exhorta a los del pueblo a me- permaneciese un poco más con
ditar en sus palabras y a pedir en- ellos.
tendimiento en sus oraciones — 6 Y les dijo: He aquı́, mis entra-

15a Miqueas 5:8–15; 17 1a Para regresar a la 4a 3 Ne. 18:39.


3 Ne. 20:16–19; presencia del Padre. b 3 Ne. 16:1–3.
21:12–21; Véase el vers. 4. c gee Israel—Las diez
DyC 87:5. 2a Juan 16:12; tribus perdidas de
17a 3 Ne. 20:11–12. DyC 78:17–18. Israel.
18a Isa. 52:8–10. 3a gee Meditar.
b Ezeq. 33:1–7. b DyC 132:3.
gee Velar. c 3 Ne. 19:2. [34 d.C.]
533 3 NEFI 17:7–17
ñas rebosan de acompasión por caron en el suelo alrededor
vosotros. de él, y Jesús estuvo en me-
7 ¿Tenéis enfermos entre voso- dio; y la multitud cedió el paso
tros? Traedlos aquı́. ¿Tenéis hasta que todos le fueron
cojos, o ciegos, o lisiados, o mu- traı́dos.
tilados, o leprosos, o atrofiados, 13 Y aconteció que cuando los
o sordos, o quienes estén afligi- hubieron traı́do a todos, y Jesús
dos de manera alguna? Traedlos estaba en medio, mandó a los de
aquı́ y yo los sanaré, porque la multitud que se aarrodillasen
tengo compasión de vosotros; en el suelo.
mis entrañas rebosan de miseri- 14 Y sucedió que cuando se
cordia. hubieron arrodillado en el sue-
8 Pues percibo que deseáis que lo, gimió Jesús dentro de sı́, y
os muestre lo que he hecho por dijo: Padre, aturbado estoy por
vuestros hermanos en Jerusa- causa de la iniquidad del pueblo
lén, porque veo que vuestra de la casa de Israel.
a
fe es bsuficiente para que yo os 15 Y cuando hubo pronuncia-
sane. do estas palabras, se arrodilló él
9 Y sucedió que cuando hubo mismo también en el suelo; y he
hablado ası́, toda la multitud, aquı́, oró al Padre, y las cosas
de común acuerdo, se acercó, que oró no se pueden escribir, y
con sus enfermos, y sus afligi- los de la multitud que lo oyeron,
dos, y sus cojos, y sus ciegos, y dieron testimonio.
sus mudos, y todos los que pa- 16 Y de esta manera testifican:
decı́an cualquier aflicción; y los Jamás el aojo ha visto ni el oı́do
a
sanaba a todos, según se los escuchado, antes de ahora, tan
llevaban. grandes y maravillosas cosas co-
10 Y todos ellos, tanto los que mo las que vimos y oı́mos que
habı́an sido sanados, como los Jesús habló al Padre;
que estaban sanos, se postraron 17 y no hay alengua que pue-
a sus pies y lo adoraron; y cuan- da hablar, ni hombre alguno
tos, por la multitud pudieron que pueda escribir, ni corazón
acercarse, le abesaron los pies, al de hombre que pueda concebir
grado de que le bañaron los pies tan grandes y maravillosas
con sus lágrimas. cosas como las que vimos y
11 Y aconteció que mandó oı́mos a Jesús hablar; y nadie
que trajesen a sus aniños peque- puede conceptuar el gozo que
ñitos. llenó nuestras almas cuando lo
12 De modo que trajeron a oı́mos rogar por nosotros al
sus niños pequeñitos, y los colo- Padre.

6a gee Compasión. 10a Lucas 7:38. 16a Isa. 64:4;


8a Lucas 18:42. 11a Mateo 19:13–14; 1 Cor. 2:9;
b 2 Ne. 27:23; 3 Ne. 26:14, 16. DyC 76:10, 114–119.
Éter 12:12. 13a Lucas 22:41; 17a 2 Cor. 12:4.
9a Mos. 3:5; Hech. 20:36.
3 Ne. 26:15. 14a Moisés 7:41. [34 d.C.]
3 NEFI 17:18–18:7 534
18 Y aconteció que cuando CAPÍTULO 18
Jesús hubo concluido de orar al
Padre, se levantó; pero era tan Jesús instituye la Santa Cena entre
grande el agozo de la multitud, los nefitas—Les manda orar siem-
que fueron dominados. pre en su nombre—Los que comen
19 Y sucedió que Jesús les ha- su carne y beben su sangre indigna-
bló, y mandó que se levantaran. mente son condenados—Da a los
20 Y se levantaron del suelo, y discı́pulos el poder para conferir el
les dijo: Benditos sois a causa de Espı́ritu Santo.
vuestra fe. Y ahora he aquı́, es
completo mi gozo. Y ACONTECIÓ que Jesús mandó
21 Y cuando hubo dicho estas a sus discı́pulos que le llevasen
palabras, alloró, y la multitud a
pan y vino.
dio testimonio de ello; y tomó a 2 Y mientras fueron a traer el
sus niños pequeños, uno por pan y el vino, mandó a la multi-
uno, y los bbendijo, y rogó al tud que se sentara en el suelo.
Padre por ellos. 3 Y cuando los discı́pulos hu-
22 Y cuando hubo hecho esto, bieron llegado con apan y vino,
lloró de nuevo; tomó el pan y lo partió y lo ben-
23 y habló a la multitud, y les dijo; y dio a los discı́pulos y les
dijo: Mirad a vuestros pequeñi- mandó que comiesen.
tos. 4 Y cuando hubieron comido y
24 Y he aquı́, al levantar la fueron llenos, mandó que die-
vista para ver, dirigieron la mi- ran a la multitud.
rada al cielo, y vieron abrirse los 5 Y cuando la multitud comió y
cielos, y vieron ángeles que fue llena, dijo a los discı́pulos:
descendı́an del cielo cual si He aquı́, uno de vosotros será
fuera en medio de fuego; y baja- ordenado; y a él le daré poder
ron y acercaron a aquellos pe- para apartir pan y bendecirlo y
queñitos, y fueron rodeados darlo a los de mi iglesia, a todos
de fuego; y los ángeles les mi- los que crean y se bauticen en
nistraron. mi nombre.
25 Y la multitud vio y oyó y 6 Y siempre procuraréis hacer
dio testimonio; y saben que su esto, tal como yo lo he hecho, ası́
testimonio es verdadero, por- como he partido pan y lo he
que todos ellos vieron y oyeron, bendecido y os lo he dado.
cada cual por sı́ mismo; y llega- 7 Y haréis esto en amemoria de
ba su número a unas dos mil mi cuerpo que os he mostrado.
quinientas almas; y se compo- Y será un testimonio al Padre de
n ı́ a d e h o m b r e s , m u j e r e s y que siempre os acordáis de mı́.
niños. Y si os acordáis siempre de mı́,

18a gee Gozo. 18 1a Mateo 26:26–28.


21a Juan 11:35. 3a gee Santa Cena.
b Marcos 10:14–16. 5a Moro. 4.
24a Hel. 5:23–24, 43–45. 7a Moro. 4:3. [34 d.C.]
535 3 NEFI 18:8–21
tendréis mi Espı́ritu para que es- miento arenoso; y cuando caiga
té con vosotros. la lluvia, y vengan los torrentes,
8 Y sucedió que cuando hubo y soplen los vientos, y den con-
dicho estas palabras, mandó a tra ellos, acaerán, y las bpuertas
sus discı́pulos que tomaran del del infierno están ya abiertas
vino de la copa y bebieran de él, para recibirlos.
y que dieran también a los de la 14 Por tanto, benditos sois vo-
multitud para que bebiesen. sotros, si guardáis mis manda-
9 Y aconteció que ası́ lo hicie- mientos que el Padre me ha
ron, y bebieron y fueron llenos; mandado que os dé.
y dieron a los de la multitud, y 15 De cierto, de cierto os digo
éstos bebieron y fueron llenos. que debéis velar y aorar siempre,
10 Y cuando los discı́pulos no sea que el diablo os tiente, y
hubieron hecho esto, Jesús les seáis llevados cautivos por él.
dijo: Benditos sois por esto que 16 Y ası́ como he orado entre
habéis hecho; porque esto cum- v o s o t r o s , a s ı́ o r a r é i s e n m i
ple mis mandamientos, y esto iglesia, entre los de mi pueblo
testifica al Padre que estáis dis- que se arrepientan y se bauti-
puestos a hacer lo que os he cen en mi nombre. He aquı́,
mandado. yo soy la aluz; yo os he dado el
11 Y siempre haréis esto por b
ejemplo.
todos los que se arrepientan y 17 Y ocurrió que cuando Jesús
se bauticen en mi nombre; y hubo hablado estas palabras a
lo haréis en memoria de mi san- sus discı́pulos, se volvió de nue-
gre, que he vertido por voso- vo a la multitud, y dijo:
tros, para que testifiquéis al Pa- 18 He aquı́, en verdad, en ver-
dre que siempre os acordáis de dad os digo que debéis velar y
mı́. Y si os acordáis siempre de orar siempre, no sea que entréis
mı́, tendréis mi Espı́ritu para en tentación; porque aSatanás
que esté con vosotros. desea poseeros para zarandea-
12 Y os doy el mandamiento de ros como a trigo.
que hagáis estas cosas. Y si ha- 19 Por tanto, siempre debéis
céis siempre estas cosas, bendi- orar al Padre en mi nombre;
tos sois, porque estáis edificados 20 y acualquier cosa que pidáis
sobre mi aroca. al Padre en mi nombre, si es jus-
13 Pero aquellos que de entre ta, creyendo que recibiréis, he
vosotros hagan más o menos aquı́, os será concedida.
que esto, no están edificados so- 21 aOrad al Padre en vuestras
bre mi roca, sino sobre un ci- familias, siempre en mi nombre,

12a gee Roca. b gee Jesucristo—El Hel. 10:5;


13a gee Apostası́a. ejemplo de Jesucristo. Moro. 7:26;
b 3 Ne. 11:39. 18a Lucas 22:31; DyC 88:63–65.
15a Alma 34:17–27. 2 Ne. 2:17–18; 21a Alma 34:21.
gee Oración. DyC 10:22–27.
16a gee Luz, luz de Cristo. 20a Mateo 21:22; [34 d.C.]
3 NEFI 18:22–32 536
a
para que sean bendecidos vues- Padre para cumplir botros man-
tras esposas y vuestros hijos. damientos que él me ha dado.
22 Y he aquı́, os reuniréis con 28 Y he aquı́, éste es el manda-
frecuencia; y a nadie le prohibi- miento que yo os doy, que no
réis estar con vosotros cuando permitáis que ninguno a sabien-
os reunáis, sino permitidles que das aparticipe bindignamente de
se alleguen a vosotros, y no los mi carne y de mi sangre, cuando
vedéis; las administréis;
23 sino que aoraréis por ellos, y 29 porque quien come mi
no los echaréis fuera; y si sucede carne y bebe mi asangre bindig-
que vienen a vosotros a menu- namente, come y bebe conde-
do, rogaréis al Padre por ellos nación para su alma; por tanto,
en mi nombre. si sabéis que un hombre no
24 Alzad, pues, vuestra aluz pa- es digno de comer y beber de
ra que brille ante el mundo. He mi carne y de mi sangre, se lo
aquı́, yo soy la bluz que debéis prohibiréis.
sostener en alto: aquello que me 30 No obstante, no lo aecharéis
habéis visto hacer. He aquı́, ha- de entre vosotros, sino que le
béis visto que he orado al Padre, ministraréis y oraréis al Padre
y todos vosotros habéis sido tes- por él en mi nombre; y si acon-
tigos. tece que se arrepiente y es bau-
25 Y habéis visto que he man- tizado en mi nombre, entonces
dado que aninguno de vosotros lo recibiréis, y le daréis de mi
se alejara, sino más bien he carne y sangre.
mandado que vinieseis a mı́, a 31 Pero si no se arrepiente, no
fin de que bpalpaseis y vieseis; será contado entre los de mi
ası́ haréis vosotros al mundo; y pueblo, a fin de que no destruya
el que quebranta este manda- a mi pueblo, pues he aquı́, co-
miento, se deja llevar a la tenta- nozco a amis ovejas, y están con-
ción. tadas.
26 Y sucedió que cuando Jesús 32 No obstante, no lo echaréis
hubo hablado estas palabras, de vuestras sinagogas ni de vues-
volvió de nuevo la vista a los tros lugares donde adoráis, por-
discı́pulos que habı́a escogido, y que debéis continuar ministran-
les dijo: do por éstos; pues no sabéis si tal
27 He aquı́, de cierto, de cierto vez vuelvan, y se arrepientan, y
os digo, os doy otro manda- vengan a mı́ con ı́ntegro propó-
miento, y luego debo ir a mi sito de corazón, y yo los asane;

23a 3 Ne. 18:30. b 3 Ne. 16:1–3. 31a Juan 10:14;


24a Mateo 5:16. 28a 1 Cor. 11:27–30. Alma 5:38;
b Mos. 16:9. b Morm. 9:29. 3 Ne. 15:24.
25a Alma 5:33. 29a gee Sangre; Santa 32a 3 Ne. 9:13–14;
b 3 Ne. 11:14–17. Cena. DyC 112:13.
27a gee Trinidad—Dios b DyC 46:4.
el Padre. 30a DyC 46:3. [34 d.C.]
537 3 NEFI 18:33–19:4
y vosotros seréis el medio de CAPÍTULO 19
traerles la salvación.
33 Por tanto, observad estas Los doce discı́pulos ministran al
palabras que yo os he mandado, pueblo y oran para recibir el Espı́ri-
para que no incurráis en aconde- tu Santo—Los discı́pulos son bau-
nación; porque ¡ay de aquel a tizados y reciben el Espı́ritu Santo y
quien el Padre condene! la ministración de ángeles—Jesús
34 Y os doy estos mandamien- ora, con palabras que no se pueden
tos por motivo de las disputas escribir—Él da testimonio de la fe
que ha habido entre vosotros. Y extremadamente grande de esos ne-
benditos sois si ano hubiere dis- fitas.
putas entre vosotros.
35 Y ahora voy al Padre, por- Y SUCEDIÓ que cuando Jesús hu-
que conviene que vaya al Padre bo ascendido al cielo, se disper-
a
por el bien de vosotros. só la multitud, y todo hombre
36 Y aconteció que cuando tomó a su esposa y sus hijos, y
Jesús hubo dado fin a estas pala- volvió a su propia casa.
bras, tocó con la amano a los 2 Y se divulgó inmediatamente
b
discı́pulos que habı́a elegido, entre el pueblo, antes que llega-
uno por uno, hasta que los hubo ra la noche, que la multitud ha-
tocado a todos, y les hablaba a bı́a visto a Jesús, y que él habı́a
medida que los tocaba. ejercido su ministerio entre
37 Y la multitud no oyó las pa- ellos, y que por la mañana otra
labras que él habló; por tanto, vez se iba a mostrar a la multi-
no dio testimonio; pero los dis- tud.
cı́pulos dieron testimonio de 3 Sı́, y aun durante toda la no-
que les dio el apoder para confe- che se divulgaron las nuevas
rir el bEspı́ritu Santo. Y más ade- concernientes a Jesús; y a tal
lante os mostraré que este testi- grado se esparcieron entre el
monio es verdadero. pueblo, que hubo muchos, sı́, un
38 Y sucedió que cuando Jesús número extremadamente gran-
los hubo tocado a todos, llegó de, que trabajaron afanosamen-
una anube y cubrió a la multi- te toda la noche para poder es-
tud, de modo que no veı́an a Je- tar a la mañana siguiente en el
sús. paraje donde Jesús se iba a mos-
39 Y mientras los cubrı́a, él par- trar a la multitud.
tió de entre ellos y ascendió al 4 Y sucedió que por la mañana,
cielo. Y los discı́pulos vieron y cuando la multitud se hallaba
dieron testimonio de que ascen- reunida, he aquı́, Nefi y su her-
dió de nuevo al cielo. mano, a quien él habı́a resu-

33a gee Condenación, DyC 29:5. b gee Don del Espı́ritu


condenar. 36a gee Manos, Santo.
34a 3 Ne. 11:28–30. imposición de. 38a Éx. 19:9, 16.
35a 1 Juan 2:1; 2 Ne. 2:9; b 1 Ne. 12:7; 3 Ne. 19:4.
Moro. 7:27–28; 37a gee Poder. [34 d.C.]
3 NEFI 19:5–20 538
citado de entre los muertos, y 11 Y sucedió que Nefi aentró
cuyo nombre era Timoteo, co- en el agua, y fue bautizado.
mo también su hijo, cuyo nom- 12 Y salió del agua y empezó
bre era Jonás, y también Mato- a bautizar; y bautizó a todos
ni, y Matonı́ah, su hermano, y aquellos a quienes Jesús habı́a
Kumen, y Kumenoni, y Jere- escogido;
mı́as, y Shemnón, y Jonás, y 13 y aconteció que cuando
Sedequı́as, e Isaı́as —y éstos todos fueron abautizados, y hu-
eran los nombres de los discı́- bieron salido del agua, el
pulos que Jesús habı́a escogi- Espı́ritu Santo descendió sobre
do— y aconteció que avanza- ellos, y fueron llenos del bEspı́-
ron y se colocaron en medio de ritu Santo y de fuego.
la multitud. 14 Y he aquı́, fueron aenvuel-
5 Y he aquı́, tan grande era la tos cual si fuera por fuego; y
multitud, que hicieron que se descendió del cielo, y la multi-
dividiese en doce grupos. tud lo vio y dio testimonio; y
6 Y los doce instruyeron a la descendieron ángeles del cielo,
multitud; y he aquı́, hicieron y les ministraron.
que la multitud se arrodillase 15 Y sucedió que mientras los
en el suelo y orase al Padre en ángeles estaban ministrando a
el nombre de Jesús. los discı́pulos, he aquı́, Jesús
7 Y los discı́pulos oraron tam- llegó y se puso en medio de
bién al Padre en el nombre ellos y les ministró.
de Jesús. Y aconteció que se 16 Y aconteció que habló a la
levantaron y ministraron al multitud, y mandó que se arro-
pueblo. dillaran otra vez en el suelo, y
8 Y cuando hubieron minis- que sus discı́pulos se arrodilla-
trado las mismas palabras que sen también.
Jesús habı́a hablado, sin variar 17 Y sucedió que cuando to-
en nada las palabras que Jesús dos se hubieron puesto de rodi-
habı́a hablado, he aquı́, se arro- llas en el suelo, mandó a sus
dillaron de nuevo y oraron al discı́pulos que orasen.
Padre en el nombre de Jesús. 18 Y he aquı́, empezaron a
9 Y oraron por lo que más orar; y oraron a Jesús, llamán-
deseaban; y su deseo era que dolo su Señor y su Dios.
l e s f u e s e d a d o e l a E s p ı́ r i t u 1 9 Y s u c e d i ó q u e J e s ú s s e
Santo. apartó de entre ellos, y se alejó
10 Y cuando hubieron orado de ellos un poco y se inclinó a
de este modo, descendieron a tierra, y dijo:
la orilla del agua, y los siguió la 20 Padre, gracias te doy por-
multitud. que has dado el Espı́ritu Santo

19 9a 3 Ne. 9:20. b 3 Ne. 12:2; 14a Hel. 5:23–24, 43–45;


11a 3 Ne. 11:23. Morm. 7:10. 3 Ne. 17:24.
13a gee Bautismo, gee Don del Espı́ritu
bautizar. Santo. [34 d.C.]
539 3 NEFI 19:21–33
a éstos que he escogido; y es 26 Y Jesús les dijo: Seguid
por su creencia en mı́ que los orando; y ellos no cesaban de
he escogido de entre el mundo. orar.
21 Padre, te ruego que des el 27 Y otra vez se apartó de
Espı́ritu Santo a todos los que ellos y se alejó un poco y se in-
crean en sus palabras. clinó a tierra; y oró de nuevo al
22 Padre, les has dado el Espı́- Padre, diciendo:
ritu Santo porque creen en mı́; 28 Padre, te doy las gracias
y ves que creen en mı́, porque por haber apurificado a los que
los oyes, y oran a mı́; y oran a he escogido, por causa de su fe,
mı́ porque estoy con ellos. y ruego por ellos, y también
23 Y ahora, Padre, te ruego por los que han de creer en sus
por ellos, y también por todos palabras, para que sean purifi-
aquellos que han de creer en cados en mı́, mediante la fe en
sus palabras, para que crean sus palabras, ası́ como ellos son
en mı́, para que yo sea en ellos purificados en mı́.
a
como tú, Padre, eres en mı́, 29 Padre, no te ruego por el
para que seamos buno. mundo, sino por los que me
24 Y aconteció que cuando has dado adel mundo, a causa
Jesús hubo orado ası́ al Padre, de su fe, para que sean puri-
volvió a sus discı́pulos, y he ficados en mı́, para que yo sea
aquı́, continuaban orando a él en ellos como tú, Padre, eres
sin cesar; y no amultiplicaban en mı́, para que seamos uno,
muchas palabras, porque les para que yo sea glorificado en
era manifestado lo que debı́an ellos.
b
suplicar, y estaban llenos de 30 Y cuando Jesús hubo habla-
anhelo. do estas palabras, vino otra vez
25 Y ocurrió que Jesús los a sus discı́pulos, y he aquı́, ora-
bendijo mientras le dirigı́an ban a él constantemente, sin ce-
sus oraciones; y la sonrisa de sar; y de nuevo él les sonrió; y
su faz fue sobre ellos, y los ilu- he aquı́, estaban ablancos, aun
minó la luz de su asemblante; como Jesús.
y he aquı́, estaban tan bblancos 31 Y aconteció que otra vez se
como el semblante y como los alejó un poco y oró al Padre;
vestidos de Jesús; y he aquı́, su 32 y la lengua no puede ex-
blancura excedı́a a toda blancu- presar las palabras que oró, ni
ra, sı́, no podı́a haber sobre la pueden ser aescritas por hom-
tierra cosa tan blanca como su bre alguno las palabras que oró.
blancura. 33 Y la multitud oyó y da testi-

23a 3 Ne. 9:15. b gee Transfigura- gee Pureza, puro.


b Juan 17:21–23. ción—Seres 29a Juan 17:6.
gee Unidad. transfigurados. 30a Mateo 17:2.
24a Mateo 6:7. 28a Moro. 7:48; 32a DyC 76:116.
b DyC 46:30. DyC 50:28–29;
25a Núm. 6:23–27. 88:74–75. [34 d.C.]
3 NEFI 19:34–20:10 540
monio; y se abrieron sus corazo- dó que no cesaran de aorar en
nes, y comprendieron en sus co- sus corazones.
razones las palabras que él oró. 2 Y les mandó que se levanta-
34 No obstante, tan grandes y ran y se pusieran de pie. Y se
maravillosas fueron las palabras levantaron y se pusieron de pie.
que oró, que no pueden ser es- 3 Y sucedió que partió pan de
critas, ni tampoco puede el nuevo y lo bendijo, y dio de co-
hombre aexpresarlas. mer a los discı́pulos.
35 Y aconteció que cuando 4 Y cuando hubieron comido,
Jesús hubo concluido de orar, les mandó que partieran pan, y
volvió a sus discı́pulos, y les di- dieran a la multitud;
jo: Jamás he visto afe tan grande 5 y cuando hubieron dado a la
entre todos los judı́os; por tanto, multitud, les dio también vino
no pude mostrarles tan grandes para que bebiesen, y les mandó
milagros, por motivo de su bin- que dieran a la multitud.
credulidad. 6 Ahora bien, ni los discı́pulos
36 En verdad os digo que no ni la multitud habı́an llevado
a
hay ninguno de ellos que haya pan ni vino;
visto cosas tan grandes como las 7 pero verdaderamente les adio
que habéis visto vosotros, ni que de comer pan y de beber vino
haya oı́do tan grandes cosas co- también.
mo las que vosotros habéis oı́do. 8 Y les dijo: El que acome de
este pan, come de mi cuerpo pa-
ra su alma; y el que bebe de este
CAPÍTULO 20 vino, bebe de mi sangre para su
alma; y su alma nunca tendrá
Jesús proporciona milagrosamente hambre ni sed, sino que será lle-
pan y vino, y de nuevo administra na.
el sacramento a los del pueblo—El 9 Y cuando toda la multitud
resto de Jacob será llevado al conoci- hubo comido y bebido, he aquı́,
miento del Señor su Dios y hereda- fueron llenos del Espı́ritu; y cla-
rá las Américas—Jesús es el profeta maron a una voz y dieron gloria
semejante a Moisés, y los nefitas a Jesús, a quien veı́an y oı́an.
son hijos de los profetas—Otros de 10 Y sucedió que cuando todos
los del pueblo del Señor serán reco- le hubieron dado gloria, Jesús
gidos en Jerusalén. les dijo: He aquı́, ahora cumplo
el mandamiento que el Padre
Y SUCEDIÓ que mandó a la multi- me ha dado concerniente a este
tud y también a sus discı́pulos pueblo, que es un resto de la ca-
que dejasen de orar; y les man- sa de Israel.

34a 2 Cor. 12:4; 20 1a 2 Ne. 32:9; 3 Ne. 18:7.


3 Ne. 17:17. Mos. 24:12. gee Santa Cena.
35a gee Fe. 6a Mateo 14:19–21.
b Mateo 13:58. 7a Juan 6:9–14.
gee Incredulidad. 8a Juan 6:50–58; [34 d.C.]
541 3 NEFI 20:11–22
11 Os acordaréis que os hablé nadas de ovejas, el cual, si pa-
y dije que cuando se cumplie- sa por en medio, bhuella y des-
sen las apalabras de bIsaı́as —he pedaza, y nadie las puede
aquı́, están escritas, las tenéis librar.
ante vosotros; por lo tanto, es- 17 Tu mano se levantará sobre
cudriñadlas— tus adversarios, y todos tus
12 y en verdad, en verdad os enemigos serán talados.
digo que cuando se cumplan, 18 Y yo arecogeré a mi pueblo
entonces será el cumplimiento como el hombre que junta sus
del aconvenio que el Padre ha gavillas en la era.
hecho con su pueblo, oh casa 1 9 P o r q u e h a r é a m i p u e -
de Israel. blo, con el cual el Padre ha
13 Y entonces los arestos, que hecho convenio, sı́, tu acuerno
estarán bdispersados sobre la yo haré de hierro, y tus uñas
faz de la tierra, serán crecogi- de bronce. Y desmenuzarás
dos del este y del oeste, y del a muchos pueblos; y consagra-
sur y del norte; y serán lleva- ré al Señor sus riquezas, y sus
dos al dconocimiento del Señor bienes al Señor de toda la tie-
su Dios, que los ha redimido. rra. Y he aquı́, yo soy quien lo
14 Y el Padre me ha manda- hago.
do que os dé esta a tierra por 20 Y sucederá, dice el Padre,
herencia. que en aquel dı́a la aespada de
15 Y os digo que si los gentiles mi justicia se cernerá sobre
no se aarrepienten después de ellos; y a menos que se arre-
la bendición que reciban, des- pientan caerá sobre ellos, dice
pués que hayan dispersado a el Padre, sı́, sobre todas las na-
mi pueblo, ciones de los gentiles.
16 entonces vosotros, que sois 21 Y acontecerá que estable-
un resto de la casa de Jacob, ceré a mi apueblo, oh casa de
iréis entre ellos; y estaréis en Israel.
medio de aquellos que serán 22 Y he aquı́, estableceré a este
muchos; y seréis entre ellos pueblo en esta tierra, para el
como un león entre los ani- cumplimiento del a convenio
males del bosque, y como ca- que hice con Jacob, vuestro pa-
chorro de aleón entre las ma- dre; y será una bNueva Jerusa-

11a 3 Ne. 16:17–20; congregación de 20a 3 Ne. 29:4.


23:1–3. Israel. 21a 3 Ne. 16:8–15.
b 2 Ne. 25:1–5; d 3 Ne. 16:4–5. 22a Gén. 49:22–26;
Morm. 8:23. 14a gee Tierra prometida. DyC 57:2–3.
12a 3 Ne. 15:7–8. 15a 3 Ne. 16:10–14. b Isa. 2:2–5;
13a 3 Ne. 16:11–12; 16a Morm. 5:24; 3 Ne. 21:23–24;
21:2–7. DyC 19:27. Éter 13:1–12;
b gee Israel—El b Miqueas 5:8–9; DyC 84:2–4.
esparcimiento de 3 Ne. 16:14–15; 21:12. gee Nueva Jerusalén.
Israel. 18a Miqueas 4:12.
c gee Israel—La 19a Miqueas 4:13. [34 d.C.]
3 NEFI 20:23–32 542
lén. Y los poderes del cielo esta- rá el Padre el convenio que
rán entre este pueblo; sı́, c yo hizo con Abraham, diciendo:
a
mismo estaré en medio de voso- En tu posteridad serán bendi-
tros. tas todas las familias de la tierra,
23 He aquı́, yo soy aquel de hasta el derramamiento del Es-
quien Moisés habló, diciendo: pı́ritu Santo sobre los gentiles
El Señor vuestro Dios os levan- por medio de mı́, y esta bendi-
tará a un aprofeta, de vuestros ción a los bgentiles los hará más
hermanos, semejante a mı́; a él fuertes que todos, por lo que
oiréis en todas las cosas que os dispersarán a mi pueblo, oh casa
dijere. Y sucederá que toda alma de Israel.
que no escuchare a ese profeta 28 Y serán un aazote al pueblo
será desarraigada de entre el de esta tierra. No obstante, si
pueblo. cuando hayan recibido la pleni-
24 En verdad os digo, sı́, y tud de mi evangelio endurecen
a
todos los profetas desde Sa- sus corazones en contra de mı́,
muel y los que le siguen, cuan- haré volver sus iniquidades so-
tos han hablado, han testificado bre sus propias cabezas, dice el
de mı́. Padre.
25 Y he aquı́, vosotros sois los 29 Y me aacordaré del convenio
hijos de los profetas; y sois de la que he hecho con mi pueblo; y
casa de Israel; y sois del aconve- he hecho convenio con ellos de
nio que el Padre concertó con que los brecogerı́a en mi propio
vuestros padres, diciendo a y debido tiempo, y que otra vez
Abraham: Y ben tu posteridad les darı́a por herencia la ctierra
serán benditas todas las familias de sus padres, que es la tierra de
d
de la tierra. Jerusalén, que para ellos es la
26 Porque el Padre me ha le- tierra prometida para siempre,
vantado para venir a vosotros dice el Padre.
primero, y me envió a bendeci- 30 Y sucederá que llegará el dı́a
ros, aapartando a cada uno de en que les será predicada la ple-
vosotros de vuestras iniquida- nitud de mi evangelio;
des; y esto, porque sois los hijos 31 y acreerán en mı́, que soy Je-
del convenio. sucristo, el Hijo de Dios; y ora-
27 Y después que hayáis sido rán al Padre en mi nombre.
bendecidos, entonces cumpli- 32 Entonces levantarán la voz

22c Isa. 59:20–21; convenio de. b gee Israel—La


Mal. 3:1; b Gén. 12:1–3; 22:18. congregación de
3 Ne. 24:1. 26a Prov. 16:6. Israel.
23a Deut. 18:15–19; 27a Gál. 3:8; c Amós 9:14–15.
Hech. 3:22–23; 2 Ne. 29:14; d gee Jerusalén.
1 Ne. 22:20–21. Abr. 2:9. 31a 3 Ne. 5:21–26;
24a Hech. 3:24–26; b 3 Ne. 16:6–7. 21:26–29.
1 Ne. 10:5; 28a 3 Ne. 16:8–9.
Jacob 7:11. 29a Isa. 44:21;
25a gee Abraham, 3 Ne. 16:11–12. [34 d.C.]
543 3 NEFI 20:33–46
sus acentinelas, y cantarán uná- hermosos sobre las montañas
nimes; porque verán ojo a ojo. son los pies del que les trae bue-
33 Entonces los juntará de nue- nas nuevas; que bpublica la paz;
vo el Padre, y les dará Jerusalén que les trae gratas nuevas del
por tierra de su herencia. bien; que publica salvación; que
34 Entonces prorrumpirán en dice a Sión: Tu Dios reina!
gozo: ¡aCantad juntamente, lu- 41 Y entonces se oirá el pre-
gares desolados de Jerusalén; gón: ¡aApartaos, apartaos, salid
porque el Padre ha consolado a de ahı́, no toquéis lo que es
b
su pueblo, ha redimido a Jerusa- inmundo; salid de en medio de
lén! ella; sed climpios los que lleváis
35 El Padre ha desnudado su los vasos del Señor!
santo brazo a la vista de todas 42 Porque ano saldréis con pri-
las naciones; y todos los extre- sa ni iréis huyendo; porque el
mos de la tierra verán la salva- Señor irá delante de vosotros, y
ción del Padre; y el Padre y yo el Dios de Israel será vuestra re-
somos uno. taguardia.
36 Entonces se realizará lo que 43 He aquı́, mi siervo obrará
está escrito: ¡aDespierta, des- prudentemente; será exaltado y
pierta otra vez, y vı́stete de tu alabado y puesto muy en alto.
fortaleza, oh Sión; vı́stete tus ro- 44 Ası́ como muchos se admira-
pas de hermosura, oh Jerusalén, ron de ti —tan desfigurado era
ciudad santa; porque nunca su aspecto, más que cualquier
más vendrá a ti incircunciso ni hombre, y su forma más que la
inmundo! de los hijos de los hombres—
37 ¡Sacúdete del polvo; leván- 45 ası́ arociará él a muchas na-
tate, toma asiento, oh Jerusalén; ciones; ante él los reyes cerrarán
suéltate las ataduras de tu cue- la boca; porque verán lo que no
llo, oh cautiva hija de Sión! les habı́a sido contado, y consi-
38 Porque ası́ dice el Señor: Os derarán lo que no habı́an oı́do.
habéis vendido por nada, y sin 46 En verdad, en verdad os di-
dinero seréis redimidos. go que todas estas cosas cierta-
39 En verdad, en verdad os di- mente se verificarán, tal como el
go que los de mi pueblo conoce- Padre me lo ha mandado. En-
rán mi nombre, sı́, en aquel dı́a tonces se cumplirá este conve-
sabrán que yo soy el que hablo. nio que el Padre ha hecho con
40 Y entonces dirán: ¡ aCuán su pueblo; y entonces aJerusalén

32a Isa. 52:8; Nahum 1:15; c DyC 133:5.


3 Ne. 16:18–20. Mos. 15:13–18; 42a 3 Ne. 21:29.
gee Velar. DyC 128:19. 45a Isa. 52:15.
34a Isa. 52:9. b Marcos 13:10; 46a Éter 13:5, 11.
36a Isa. 52:1–3; 1 Ne. 13:37.
DyC 113:7–10. 41a Isa. 52:11–15.
gee Sión. b gee Limpio e
40a Isa. 52:7; inmundo. [34 d.C.]
3 NEFI 21:1–7 544
volverá a ser habitada por mi ber aestas cosas, y del Padre pro-
pueblo, y será la tierra de su he- cedan de ellos a vosotros,
rencia. 4 porque es según la sabidurı́a
del Padre que sean establecidos
en esta tierra e instituidos como
CAPÍTULO 21
pueblo alibre por el poder del
Padre, para que estas cosas pro-
Israel será recogido cuando salga a cedan de ellos a un resto de
luz el Libro de Mormón—Los gen- vuestra posteridad, a fin de que
tiles serán establecidos como pueblo se cumpla el bconvenio del Pa-
libre en América—Si creen y obede- dre, el cual ha hecho con su
cen, se salvarán; de lo contrario, se- pueblo, oh casa de Israel;
rán talados y destruidos—Israel 5 por tanto, cuando estas obras,
edificará la Nueva Jerusalén y las y las obras que desde ahora en
tribus perdidas volverán. adelante se hagan entre voso-
Y DE cierto os digo, os doy una tros, procedan ade los gentiles a
señal para que sepáis la aépoca vuestra bposteridad, que dege-
en que estarán a punto de acon- nerará en la incredulidad por
tecer estas cosas —que recogeré causa de la maldad,
a mi pueblo de su larga disper- 6 porque ası́ conviene al Padre
sión, oh casa de Israel, y estable- que proceda de los agentiles,
ceré otra vez entre ellos mi Sión; para que muestre su poder a los
2 y he aquı́, esto es lo que os gentiles, a fin de que éstos, si
daré por señal—, porque en ver- no endurecen sus corazones,
dad os digo que cuando se den se arrepientan y vengan a mı́ y
a conocer a los gentiles estas co- sean bautizados en mi nombre y
sas que os declaro, y que más conozcan los verdaderos puntos
adelante os declararé de mı́ mis- de mi doctrina, para que sean
b
mo, y por el poder del Espı́ritu contados entre los de mi pue-
Santo que os será dado por el blo, oh casa de Israel;
Padre, a fin de que ellos sepan 7 y cuando sucedan estas co-
acerca de este pueblo que es un sas, de modo que vuestra apos-
resto de la casa de Jacob, y con- teridad empiece a conocerlas,
cerniente a este pueblo mı́o que entonces les será por señal, para
será esparcido por ellos; que sepan que la obra del Padre
3 en verdad, en verdad os digo, ha empezado ya, para dar cum-
que cuando el Padre les haga sa- plimiento al convenio que ha

21 1a gee Últimos dı́as, convenio de. b Gál. 3:7, 29;


postreros dı́as. 5a 3 Ne. 26:8. 3 Ne. 16:13;
3a Éter 4:17; b 2 Ne. 30:4–5; Abr. 2:9–11.
JS—H 1:34–36. Morm. 5:15; 7a 3 Ne. 5:21–26.
4a 1 Ne. 13:17–19; DyC 3:18–19.
DyC 101:77–80. 6a 1 Ne. 10:14;
b Morm. 5:20. Jacob 5:54;
gee Abraham, 3 Ne. 16:4–7. [34 d.C.]
545 3 NEFI 21:8–21
hecho al pueblo que es de la ca- das de ovejas, el cual, si pasa por
sa de Israel. en medio, bhuella y despedaza,
8 Y cuando venga ese dı́a, su- y nadie las puede librar.
cederá que los reyes cerrarán su 13 Su mano se levantará sobre
boca; porque verán lo que no les sus adversarios, y todos sus ene-
habı́a sido declarado, y conside- migos serán talados.
rarán lo que no habı́an oı́do. 14 Sı́, ¡ay de los gentiles, a me-
9 Porque en aquel dı́a hará el nos que se aarrepientan! Porque
Padre, por mi causa, una obra sucederá en aquel dı́a, dice el
que será una obra grande y ama- Padre, que haré matar tus caba-
ravillosa entre ellos; y habrá en- llos de en medio de ti, y haré
tre ellos quienes no lo creerán, destruir tus carros;
aun cuando un hombre se lo de- 15 y talaré las ciudades de tu
clare. tierra, y derribaré todas tus pla-
10 Mas he aquı́, la vida de mi zas fuertes;
siervo estará en mi mano; por 16 y exterminaré de tu tierra
tanto, no lo dañarán, aunque las hechicerı́as, y no tendrás
sea aherido por causa de ellos. más adivinos;
No obstante, yo lo sanaré, por- 17 tus aimágenes grabadas tam-
que les mostraré que mi bsabidu- bién destruiré, ası́ como tus es-
rı́a es mayor que la astucia del culturas de en medio de ti, y
diablo. nunca más adorarás las obras de
11 Acontecerá, pues, que los tus manos;
que no crean en mis palabras, 18 y arrancaré tus bosques de
que soy Jesucristo, las cuales el entre ti, y asolaré tus ciudades.
Padre hará que aél lleve a los 19 Y acontecerá que todas las
a
gentiles, y le otorgará el poder mentiras, y falsedades, y envi-
para que las lleve a los gentiles dias, y contiendas, y superche-
(se hará aun como dijo Moisés), rı́as sacerdotales, y fornicacio-
serán bdesarraigados de entre nes, serán extirpadas.
los de mi pueblo que son del 20 Porque sucederá, dice el
convenio. Padre, que en aquel dı́a talaré
12 Y los de mi pueblo, que son de entre mi pueblo a cualquiera
un resto de Jacob, estarán en que no se arrepienta y venga
medio de los gentiles, sı́, en me- a mi Hijo Amado, oh casa de
dio de ellos como aleón entre los Israel.
animales del bosque, y como ca- 21 Y ejecutaré venganza y fu-
chorro de león entre las mana- ror sobre ellos, ası́ como sobre

9a Isa. 29:13; 11a 2 Ne. 3:6–15; 17a Éx. 20:3–4;


Hech. 13:41; Morm. 8:16, 25. Mos. 13:12–13;
1 Ne. 22:8. b DyC 1:14. DyC 1:16.
gee Restauración 12a Miqueas 5:8–15; gee Idolatrı́a.
del evangelio. 3 Ne. 20:16. 19a 3 Ne. 30:2.
10a DyC 135:1–3. b 3 Ne. 16:13–15.
b DyC 10:43. 14a 2 Ne. 10:18; 33:9. [34 d.C.]
3 NEFI 21:22–22:3 546
los paganos, tal como nunca ha por la cual puedan venir a mı́, a
llegado a sus oı́dos. fin de que invoquen al Padre en
22 Pero si se arrepienten y es- mi nombre.
cuchan mis palabras, y no endu- 28 Sı́, y entonces empezará la
recen sus corazones, aestablece- obra, y el Padre preparará la vı́a,
ré mi iglesia entre ellos; y entra- entre todas las naciones, por la
rán en el convenio, y serán bcon- cual su pueblo pueda avolver a
tados entre este resto de Jacob, la tierra de su herencia.
al cual he dado esta tierra por 29 Y saldrán de todas las nacio-
herencia. nes; y no saldrán de aprisa, ni
23 Y ayudarán a mi pueblo, el irán huyendo, porque yo iré de-
resto de Jacob, y también a cuan- lante de ellos, dice el Padre, y
tos de la casa de Israel vengan, a seré su retaguardia.
fin de que construyan una ciu-
dad que será llamada la aNueva CAPÍTULO 22
Jerusalén.
24 Y entonces ayudarán a mi
pueblo que esté disperso sobre En los últimos dı́as, Sión y sus esta-
toda la faz de la tierra, para que cas serán establecidas, e Israel será
sean congregados en la Nueva recogido con misericordia y compa-
Jerusalén. sión—Ellos triunfarán—Compá-
25 Y entonces el apoder del cie- rese con Isaı́as 54.
lo descenderá entre ellos, y tam- ENTONCES se realizará lo que es-
bién byo estaré en medio. tá escrito: ¡Canta, oh estéril, tú
26 Y entonces empezará la que no dabas a luz! ¡Prorrumpe
obra del Padre en aquel dı́a, sı́, en acánticos, y da voces de júbi-
cuando sea predicado este lo, tú que nunca estuviste de
evangelio entre el resto de este parto!, porque más son los hijos
pueblo. De cierto os digo que en de la desolada que los de la ca-
ese dı́a aempezará la obra del sada, dice el Señor.
Padre entre todos los dispersos 2 Ensancha el sitio de tu tien-
de mi pueblo, sı́, aun entre las da, y extiéndanse las cortinas de
tribus que han estado bperdidas, tus habitaciones; no seas escasa,
las cuales el Padre ha sacado de alarga tus cuerdas, y haz más
Jerusalén. fuertes tus aestacas;
27 Sı́, empezará la obra entre 3 porque hacia la mano dere-
todos los adispersos de mi pue- cha y hacia la izquierda te ex-
blo, y el Padre preparará la vı́a tenderás; y tu posteridad here-

22a gee Dispensaciones. b Isa. 2:2–4; 3 Ne. 24:1. 28a gee Israel—La con-
b 2 Ne. 10:18–19; 26a 1 Ne. 14:17; gregación de Israel.
3 Ne. 16:13. 3 Ne. 21:6–7. 29a Isa. 52:12; 3 Ne. 20:42.
23a 3 Ne. 20:22; b gee Israel—Las diez 22 1a gee Cantar.
Éter 13:1–12. tribus perdidas de 2a gee Estaca.
gee Nueva Jerusalén. Israel.
25a 1 Ne. 13:37. 27a 3 Ne. 16:4–5. [34 d.C.]
547 3 NEFI 22:4–17
dará las naciones agentiles, y Señor que tiene misericordia
hará que se habiten las ciudades de ti.
desoladas. 11 ¡Oh afligida, azotada por la
4 No temas, porque no serás tempestad, y sin hallar consue-
avergonzada, ni te perturbes, lo! He aquı́ que yo cimentaré tus
porque no serás aabochornada; a
piedras con bellos colores, y
porque te olvidarás del oprobio con zafiros echaré tus cimientos.
de tu juventud, y no te acorda- 12 Tus ventanas haré de ága-
rás del reproche de tu juventud, tas, y tus puertas de carbúncu-
y del reproche de tu viudez los, y todos tus recintos haré de
nunca más te acordarás. piedras deleitables.
5 Porque tu Hacedor, tu Mari- 13 Y atodos tus hijos serán ins-
do, el Señor de los Ejércitos es truidos por el Señor; y grande
su nombre; y tu Redentor, el será la paz de tus hijos.
Santo de Israel, será llamado el 14 En arectitud serás estableci-
Dios de toda la tierra. da; estarás lejos de la opresión,
6 Porque como a mujer dejada porque no temerás, y del terror,
y afligida de espı́ritu, te llamó el porque no se acercará a ti.
Señor, y como a esposa de la ju- 15 He aquı́, de cierto se han de
ventud, cuando fuiste repudia- reunir en contra de ti, mas no por
da, dice tu Dios. parte mı́a; quien se juntare en
7 Por un breve momento te de- contra de ti, caerá por tu causa.
jé, mas con grandes misericor- 16 He aquı́, he creado al herre-
dias te recogeré. ro que sopla el carbón en el fue-
8 Con un poco de ira escondı́ go, y que saca la herramienta
mi rostro de ti por un momento, para su obra; y he creado al aso-
mas con misericordia eterna lador para destruir.
tendré acompasión de ti, dice el 17 Ninguna arma forjada en
Señor tu Redentor. contra de ti prosperará; y toda
9 Porque aası́ como las baguas lengua que se levantare contra
de Noé; porque ası́ como he ti en juicio, tú condenarás. Esta
jurado que las aguas de Noé es la herencia de los siervos del
nunca más cubrirán la tierra, Señor, y su rectitud viene de mı́,
asimismo he jurado que contigo dice el Señor.
no me enojaré.
10 Porque los amontes desapa-
recerán y los collados serán qui- CAPÍTULO 23
tados, pero mi bondad no se
b
apartará de ti, ni será quitado Jesús aprueba las palabras de
el convenio de mi paz, dice el Isaı́as—Manda al pueblo que escu-

3a gee Gentiles. b gee Diluvio en los 11a Apoc. 21:18–21.


4a 2 Ne. 6:7, 13. tiempos de Noé. 13a Jer. 31:33–34.
8a gee Misericordioso, 10a Isa. 40:4. 14a gee Rectitud, recto.
misericordia. b Sal. 94:14;
9a Isa. 54:9. DyC 35:25. [34 d.C.]
3 NEFI 23:1–14 548
driñe los profetas—Se agregan a 7 Y aconteció que dijo a Nefi:
los anales de ellos las palabras de Trae los anales que habéis lle-
Samuel el Lamanita concernientes vado.
a la Resurrección. 8 Y cuando Nefi llevó los ana-
Y HE aquı́, ahora os digo que les, y los puso ante él, Jesús los
debéis aescudriñar estas cosas. miró y dijo:
Sı́, un mandamiento os doy de 9 En verdad os digo que yo
que escudriñéis estas cosas dili- mandé a mi siervo, aSamuel el
gentemente, porque grandes Lamanita, que testificara a este
son las palabras de bIsaı́as. pueblo que el dı́a en que el Pa-
2 Pues él ciertamente habló en dre glorificara su nombre en mı́
lo que respecta a todas las cosas habrı́a bmuchos csantos que se
d
concernientes a mi pueblo que levantarı́an de entre los muer-
es de la casa de Israel; por tan- tos, y aparecerı́an a muchos, y
to, es menester que él hable les ministrarı́an. Y les dijo: ¿No
también a los gentiles. fue ası́?
3 Y todas las cosas que habló 10 Y sus discı́pulos le contes-
se han cumplido, y se acumpli- taron, y dijeron: Sı́, Señor,
rán, de conformidad con las pa- Samuel profetizó según tus
labras que habló. palabras, y todas se cum-
4 Por tanto, escuchad mis pa- plieron.
labras; escribid las cosas que os 11 Y Jesús les dijo: ¿Por qué
he dicho; y de acuerdo con el no habéis escrito esto, que mu-
tiempo y la voluntad del Padre, chos santos se levantaron, y se
irán a los gentiles. aparecieron a muchos, y les mi-
5 Y quienes escuchen mis pa- nistraron?
labras, y se arrepientan y sean 12 Y sucedió que Nefi se acor-
bautizados, se salvarán. Escu- dó de que aquello no se habı́a
driñad los a profetas, porque escrito.
muchos son los que testifican 13 Y acaeció que Jesús mandó
de estas cosas. que se escribiera; de modo que
6 Y aconteció que cuando Je- se escribió, de acuerdo con lo
sús hubo dicho estas palabras, que él mandó.
les volvió a hablar, después que 14 Y aconteció que cuando
les hubo explicado todas las Es- Jesús hubo aexplicado en una
crituras que habı́an recibido, y todas las Escrituras que ellos
les dijo: He aquı́, quisiera que habı́an escrito, les mandó que
escribieseis otras Escrituras que enseñaran las cosas que él les
no tenéis. habı́a explicado.

23 1a gee Escrituras. 5a Lucas 24:25–27. d Mateo 27:52–53.


b 2 Ne. 25:1–5; 9a Hel. 13:2. gee Resurrección.
Morm. 8:23. b Hel. 14:25. 14a Lucas 24:44–46.
gee Isaı́as. c gee Santo
3a 3 Ne. 20:11–12. (sustantivo). [34 d.C.]
549 3 NEFI 24:1–10
CAPÍTULO 24 4 Entonces la ofrenda de Judá
y de Jerusalén será grata al Se-
El mensajero del Señor preparará el ñor, como en los dı́as antiguos,
camino para la Segunda Venida— y como en años anteriores.
Cristo se sentará para juzgar—Se 5 Y yo me acercaré a vosotros
manda a Israel que pague los diez- para juicio; y seré pronto testigo
mos y las ofrendas—Se escribe un contra los hechiceros, y los adúl-
libro de memorias—Compárese con teros, y contra los que juran en
Malaquı́as 3. falso, y contra los que defrau-
dan en su salario al jornalero, a
Y SUCEDIÓ que les mandó escri- la viuda y al ahuérfano, y agra-
bir las palabras que el Padre ha- vian al extranjero, y no me te-
bı́a dado a Malaquı́as, las cuales men, dice el Señor de los Ejérci-
él les dirı́a. Y aconteció que des- tos.
pués que fueron escritas, él las 6 Porque yo soy el Señor, y no
explicó. Y éstas son las palabras cambio; por consiguiente, no
que les habló, diciendo: Ası́ dijo sois consumidos, hijos de Jacob.
el Padre a Malaquı́as: He aquı́, 7 Aun desde los dı́as de vues-
enviaré a mi amensajero, y él tros padres os habéis aapartado
preparará el camino delante de de mis ordenanzas, y no las ha-
mı́, y repentinamente vendrá a béis guardado. bVolveos a mı́, y
su templo el Señor a quien bus- yo me volveré a vosotros, dice el
cáis, sı́, el mensajero del conve- Señor de los Ejércitos. Mas voso-
nio, en quien os deleitáis; he tros decı́s: ¿En qué hemos de
aquı́, vendrá, dice el Señor de volvernos?
los Ejércitos. 8 ¿Robará el hombre a Dios?
2 ¿Y quién podrá asoportar el Mas vosotros me habéis robado.
dı́a de su venida? y ¿quién po- Pero decı́s: ¿En qué te hemos
drá estar en pie cuando él apa- robado? En los adiezmos y en las
b
rezca? Porque es como bfuego ofrendas.
purificador y como jabón de la- 9 Malditos sois con maldición,
vadores. porque vosotros, toda esta na-
3 Y se sentará como refinador y ción, me habéis robado.
purificador de plata; y purifica- 10 Traed todos los adiezmos al
rá a los ahijos de Levı́, y los refi- alfolı́ para que haya alimento en
nará como al oro y a la plata, mi casa; y probadme ahora en
para que bofrezcan al Señor una esto, dice el Señor de los Ejérci-
ofrenda en rectitud. tos, si no os abriré las ventanas

24 1a DyC 45:9. venida de Jesucristo. 3 Ne. 10:6;


2a 3 Ne. 25:1. 3a Deut. 10:8; Moro. 9:22.
b Zac. 13:9; DyC 84:31–34. 8a gee Diezmar, diezmo.
DyC 128:24. b DyC 13:1. b gee Ofrenda.
gee Tierra—La 5a Stg. 1:27. 10a DyC 64:23; 119:1–7.
purificación de la 7a gee Apostası́a.
tierra; Segunda b Hel. 13:11; [34 d.C.]
3 NEFI 24:11–25:4 550
de los cielos, y derramaré sobre de los Ejércitos, el dı́a en que yo
vosotros una bbendición tal que a
integre mis joyas; y los perdo-
no haya donde contenerla. naré como el hombre que per-
11 Y reprenderé al devorador dona a su hijo que le sirve.
por el bien de vosotros, y no 18 Entonces vosotros os volve-
destruirá los frutos de vuestra réis y adiscerniréis entre los jus-
tierra; ni vuestra viña en los tos y los malos; entre el que sir-
campos dará su fruto antes de ve a Dios y el que no le sirve.
tiempo, dice el Señor de los
Ejércitos. CAPÍTULO 25
12 Y todas las naciones os lla-
marán bienaventurados, porque
seréis tierra deleitosa, dice el En la Segunda Venida, los soberbios
Señor de los Ejércitos. y los inicuos serán quemados como
13 Fuertes han sido vuestras rastrojo—Elı́as el profeta volverá
palabras contra mı́, dice el Señor. antes de ese dı́a grande y terrible—
No obstante, vosotros decı́s: Compárese con Malaquı́as 4.
¿Qué hemos hablado contra ti? P ORQUE he aquı́, viene el dı́a
14 Habéis dicho: En vano es que aarderá como un horno; y
servir a Dios; ¿y qué nos apro- todos los bsoberbios, sı́, y todos
vecha haber guardado sus orde- los que obran inicuamente se-
nanzas, y haber andado afligi- rán rastrojo; y aquel dı́a que vie-
dos delante del Señor de los ne los abrasará, dice el Señor de
Ejércitos? los Ejércitos, de modo que no les
15 Y ahora llamamos dichosos dejará ni raı́z ni rama.
a los soberbios; sı́, los que obran 2 Pero para vosotros que te-
iniquidad son ensalzados; sı́, méis mi nombre, surgirá el aHijo
aun son librados los que tientan de Justicia, con salvación en sus
a Dios. alas; y saldréis, y os bcriaréis co-
16 Entonces los que temı́an al mo cterneros en el establo.
Señor ahablaron a menudo, cada 3 Y ahollaréis a los malvados;
uno a su compañero; y el Señor porque serán como cenizas bajo
escuchó y oyó; y fue escrito un las plantas de vuestros pies el
b
libro de memorias delante de él dı́a en que yo haga esto, dice el
para aquellos que temı́an al Se- Señor de los Ejércitos.
ñor y pensaban en su nombre. 4 Recordad la ley de Moisés, mi
17 Y serán mı́os, dice el Señor siervo, la cual le decreté en aHo-

10b gee Bendecido, 25 1a Isa. 24:6; gee Orgullo.


bendecir, bendición. 1 Ne. 22:15; 2a Éter 9:22.
16a Moro. 6:5. 3 Ne. 24:2; b DyC 45:58.
b DyC 85:9; Moisés 6:5. DyC 29:9; 64:23–24; c Amós 6:4;
gee Libro de 133:64; JS—H 1:37. 1 Ne. 22:24.
memorias. gee Tierra—La 3a 3 Ne. 21:12.
17a DyC 101:3. purificación de la 4a Éx. 3:1–6.
18a gee Discernimiento, tierra.
don de. b 2 Ne. 20:33. [34 d.C.]
551 3 NEFI 25:5–26:8
a
reb para todo Israel, con los es- gloria; sı́, todas las cosas que
tatutos y juicios. habrı́an de suceder sobre la faz
5 He aquı́, yo os enviaré a aElı́as de la tierra, hasta que los bele-
el profeta antes que venga el mentos se derritieran con calor
b
dı́a grande y terrible del Señor; abrasador, y la tierra se cplegara
6 y él avolverá el corazón de los como un rollo, y pasaran los cie-
padres a los hijos, y el corazón los y la tierra;
de los hijos a sus padres, no sea 4 y hasta el agrande y postrer
que yo venga y hiera la tierra dı́a en que todos los pueblos, y
con una maldición. todas las familias, y todas las na-
ciones y lenguas bcomparezcan
ante Dios para ser juzgados por
CAPÍTULO 26 sus obras, ya fueren buenas o
malas;
Jesús explica todas las cosas desde el 5 si fueren buenas, a la aresu-
principio hasta el fin—Los niños, rrección de vida eterna; y si fue-
aun los más pequeñitos, hablan co- ren malas, a la resurrección de
sas maravillosas que no se pueden condenación; por lo que consti-
escribir—Los de la Iglesia de Cristo tuyen un paralelo, lo uno por
tienen todas las cosas en común. un lado y lo otro por el otro, se-
gún la misericordia, y la bjusti-
Y ACAECIÓ que cuando Jesús hu- cia, y la santidad que hay en
bo declarado estas cosas, las ex- Cristo, el cual existı́a desde can-
plicó a la multitud; y les explicó tes del principio del mundo.
todas las cosas, grandes ası́ co- 6 Y ahora bien, no puede escri-
mo pequeñas. birse en este libro ni la acentési-
2 Y dijo: aEstas Escrituras que ma parte de las cosas que Jesús
no habı́ais tenido con vosotros, verdaderamente enseñó al pue-
el Padre mandó que yo os las blo;
diera; porque en su sabidurı́a 7 pero he aquı́, las aplanchas de
dispuso que se dieran a las ge- Nefi contienen la mayor parte
neraciones futuras. de las cosas que enseñó al pue-
3 Y les explicó todas las cosas, blo.
aun desde el principio hasta la 8 Y he escrito estas cosas, que
época en que él viniera en su son la menor parte de lo que en-

5a 2 Rey. 2:1–2; capı́tulos 24 y 25. b Mos. 16:10–11.


DyC 2:1; 110:13–16; 3a gee Jesucristo—La gee Juicio Final.
128:17–18. gloria de Jesucristo. 5a Dan. 12:2; Juan 5:29.
gee Elı́as el profeta; b Amós 9:13; 2 Pe. 3:10, b gee Justicia.
Salvación de los 12; Morm. 9:2. c Éter 3:14.
muertos; Sellamiento, gee Tierra—La purifi- gee Jesucristo—La
sellar. cación de la tierra; existencia premortal
b gee Segunda venida Mundo—El fin del de Cristo.
de Jesucristo. mundo. 6a Juan 21:25; 3 Ne. 5:8.
6a DyC 2:2. c Morm. 5:23. 7a gee Planchas.
26 2a Mal. capı́tulos 3 y 4a Hel. 12:25;
4, citados en 3 Ne. 3 Ne. 28:31. [34 d.C.]
3 NEFI 26:9–19 552
señó al pueblo; y las he escrito sas grandes y maravillosas a sus
con objeto de que nuevamente padres, mayores aún que las
lleguen ade los gentiles a este que él habı́a revelado al pueblo;
pueblo, según las palabras que y desató la lengua de ellos de
Jesús ha hablado. modo que pudieron expresarse.
9 Y cuando hayan recibido es- 15 Y aconteció que después
to, que conviene que obtengan que hubo ascendido al cielo —la
primero para probar su fe, y si segunda vez que se habı́a mani-
sucede que creen estas cosas, festado a ellos, y habı́a vuelto al
entonces les serán manifestadas Padre, después de haber asana-
las cosas amayores. do a todos sus enfermos y sus
10 Y si sucede que no creen es- cojos, y abierto los ojos de sus
tas cosas, entonces les serán are- ciegos, y destapado los oı́dos de
tenidas las cosas mayores, para los sordos, y aun habı́a efectua-
su condenación. do toda clase de sanidades entre
11 He aquı́, estaba a punto de ellos, y resucitado a un hombre
escribirlas, cuantas se grabaron de entre los muertos, y manifes-
sobre las planchas de Nefi, pero tado a ellos su poder, y ascendi-
el Señor lo prohibió, diciendo: do al Padre—,
Pondré a aprueba la fe de mi 16 he aquı́, sucedió que al dı́a
pueblo. siguiente se reunió la multitud,
12 Por lo que, yo, Mormón, y oyó y vio a estos niños; sı́, aun
escribo las cosas que el Señor los más apequeñitos abrieron su
me ha mandado. Y ahora yo, boca y hablaron cosas maravillo-
Mormón, concluyo mis pala- sas; y las cosas que dijeron, se
bras, y procedo a escribir las prohibió que hombre alguno las
cosas que se me han mandado. escribiera.
13 Por tanto, quisiera que en- 17 Y aconteció que los adiscı́pu-
tendieseis que el Señor ver- los que Jesús habı́a escogido em-
daderamente enseñó al pueblo pezaron desde entonces a bbau-
por el espacio de tres dı́as; y tras tizar y enseñar a cuantos venı́an
esto, se les amanifestaba con fre- a ellos; y cuantos se bautizaron
cuencia, y partı́a bpan a menu- en el nombre de Jesús fueron
do, y lo bendecı́a, y se lo daba. llenos del Espı́ritu Santo.
14 Y sucedió que enseñó y mi- 18 Y muchos de ellos vieron y
nistró a los aniños de la multitud oyeron cosas indecibles, que ano
de que se ha hablado; y bsoltó la es lı́cito escribir.
lengua de ellos, y declararon co- 19 Y enseñaron y se ministra-

8a 3 Ne. 21:5–6. 14a 3 Ne. 17:11–12. 17a 3 Ne. 19:4–13.


9a Éter 4:4–10. b Alma 32:23; b 4 Ne. 1:1.
10a Alma 12:9–11. 3 Ne. 26:16. 18a 3 Ne. 26:11.
11a Éter 12:6. 15a 3 Ne. 17:9.
13a Juan 21:14. gee Sanar, sanidades;
b 3 Ne. 20:3–9. Milagros.
gee Santa Cena. 16a Mateo 11:25. [34 d.C.]
553 3 NEFI 26:20–27:9
ron el uno al otro; y tenı́an ato- iglesia; porque hay disputas en-
das las cosas en bcomún, todo tre el pueblo concernientes a es-
hombre obrando en justicia uno te asunto.
con otro. 4 Y el Señor les dijo: De cierto,
20 Y sucedió que hicieron to- de cierto os digo: ¿Por qué es
das las cosas, ası́ como Jesús se que este pueblo ha de murmu-
lo habı́a mandado. rar y disputar a causa de esto?
21 Y los que fueron bautizados 5 ¿No han leı́do las Escrituras
en el nombre de Jesús, fueron que dicen que debéis tomar so-
llamados la aiglesia de Cristo. bre vosotros el anombre de Cris-
to, que es mi nombre? Porque
por este nombre seréis llamados
CAPÍTULO 27
en el postrer dı́a;
6 y el que tome sobre sı́ mi
Jesús les manda que den el nombre nombre, y apersevere hasta el
de Él a la Iglesia—Su misión y su fin, éste se salvará en el postrer
sacrificio expiatorio constituyen su dı́a.
evangelio—Se manda a los hom- 7 Por tanto, cualquier cosa que
bres que se arrepientan y sean bau- hagáis, la haréis en mi nombre,
tizados para que sean santificados de modo que daréis mi nombre
por el Espı́ritu Santo—Ellos han de a la iglesia; y en mi nombre pe-
ser aun como Jesús. diréis al Padre que bendiga a la
Y SUCEDIÓ que mientras los dis- iglesia por mi causa.
cı́pulos de Jesús andaban via- 8 ¿Y cómo puede ser ami bigle-
jando y predicando las cosas sia salvo que lleve mi nombre?
que habı́an oı́do y visto, y bauti- Porque si una iglesia lleva el
zando en el nombre de Jesús, nombre de Moisés, entonces es
sucedió que se hallaban congre- la iglesia de Moisés; o si se le da
gados los discı́pulos y aunidos el nombre de algún hombre,
en poderosa oración y bayuno. entonces es la iglesia de ese
2 Y Jesús se les amanifestó de hombre; pero si lleva mi nom-
nuevo, porque pedı́an al Padre bre, entonces es mi iglesia, si es
en su nombre; y vino Jesús y se que están fundados sobre mi
puso en medio de ellos, y les di- evangelio.
jo: ¿Qué queréis que os dé? 9 En verdad os digo que voso-
3 Y ellos le dijeron: Señor, de- tros estáis edificados sobre mi
seamos que nos digas el nombre evangelio. Por tanto, cuales-
por el cual hemos de llamar esta quiera cosas que llaméis, las lla-

19a 4 Ne. 1:3. gee Ayunar, ayuno. nombre de Jesucristo.


b gee Consagrar, Ley 2a 3 Ne. 26:13. 6a 3 Ne. 15:9.
de consagración. gee Jesucristo—Las 8a DyC 115:4.
21a Mos. 18:17. apariciones de Cristo b gee Jesucristo—Es
gee Iglesia de después de su cabeza de la Iglesia.
Jesucristo. muerte.
27 1a DyC 29:6. 5a gee Jesucristo—El
b Alma 6:6. tomar sobre sı́ el [34–35 d.C.]
3 NEFI 27:10–19 554
maréis en mi nombre; de modo comparecer ante mı́, para ser
c
que si pedı́s al Padre, por la igle- juzgados por sus obras, ya fue-
sia, si lo hacéis en mi nombre, el ren buenas o malas;
Padre os escuchará; 15 y por esta razón he sido ale-
10 y si es que la iglesia está edi- vantado; por consiguiente, de
ficada sobre mi evangelio, en- acuerdo con el poder del Padre,
tonces el Padre manifestará sus atraeré a mı́ mismo a todos los
propias obras en ella. hombres, para que sean juzga-
11 Pero si no está edificada so- dos según sus obras.
bre mi evangelio, y está fundada 16 Y sucederá que cualquiera
en los hechos de los hombres, o que se aarrepienta y se bbautice
en las obras del diablo, de cierto en mi nombre, será lleno; y si
c
os digo que gozarán de su obra persevera hasta el fin, he aquı́,
por un tiempo, y de aquı́ a poco yo lo tendré por inocente ante
viene el fin, y son acortados y mi Padre el dı́a en que me pre-
echados en el fuego, de donde sente para juzgar al mundo.
no se vuelve. 17 Y aquel que no persevera
12 Pues sus obras los asiguen, hasta el fin, éste es el que tam-
porque es por sus obras que son bién es cortado y echado en el
talados; recordad, pues, las co- fuego, de donde nunca más
sas que os he dicho. puede volver, por motivo de la
a
13 He aquı́, os he dado mi justicia del Padre.
a
evangelio, y éste es el evangelio 18 Y ésta es la palabra que él ha
que os he dado: que vine al dado a los hijos de los hombres;
mundo a cumplir la bvoluntad y por esta razón él cumple las
de mi Padre, porque mi Padre palabras que ha dado; y no
me envió. miente, sino que cumple todas
14 Y mi Padre me envió para sus palabras.
que fuese alevantado sobre la 19 Y anada impuro puede en-
cruz; y que después de ser le- trar en su reino; por tanto, nada
vantado sobre la cruz, pudiese entra en su breposo, sino aque-
b
atraer a mı́ mismo a todos los llos que han clavado sus vestidos
hombres, para que ası́ como he en mi sangre, mediante su fe,
sido levantado por los hombres, y el arrepentimiento de todos
ası́ también los hombres sean le- sus pecados y su fidelidad hasta
vantados por el Padre, para el fin.

11a Alma 5:52. c gee Jesucristo—Es 17a gee Justicia.


12a Apoc. 14:13; juez. 19a Alma 11:37.
DyC 59:2. 15a gee Expiación, b DyC 84:24.
13a DyC 76:40–42. expiar. gee Descansar,
gee Evangelio. 16a gee Arrepentimiento, descanso (reposo).
b Juan 6:38–39. arrepentirse. c Apoc. 1:5; 7:14;
14a 1 Ne. 11:32–33; b gee Bautismo, Alma 5:21, 27;
Moisés 7:55. bautizar. 13:11–13.
b Juan 6:44; 2 Ne. 9:5; c 1 Ne. 13:37.
DyC 27:18. gee Perseverar. [34–35 d.C.]
555 3 NEFI 27:20–32
20 Y éste es el mandamiento: consiguiente, el mundo será
a
Arrepentı́os, todos vosotros, juzgado por los libros que se es-
extremos de la tierra, y venid a criban.
mı́ y sed bbautizados en mi nom- 27 Y sabed que avosotros seréis
bre, para que seáis csantificados los jueces de este pueblo, según
por la recepción del Espı́ritu el juicio que yo os daré, el cual
Santo, a fin de que en el postrer será justo. Por lo tanto, ¿qué
dı́a os presentéis ante mı́ dsin b
clase de hombres habéis de ser?
mancha. En verdad os digo, aun ccomo
21 En verdad, en verdad os yo soy.
digo que éste es mi evangelio; 28 Y ahora avoy al Padre. Y de
y vosotros sabéis las cosas que cierto os digo, cualesquiera co-
d e b é i s h a c e r e n m i i g l e s i a ; sas que pidáis al Padre en mi
pues las obras que me habéis nombre, os serán concedidas.
visto hacer, ésas también las 29 Por consiguiente, apedid, y
haréis; porque aquello que me recibiréis; llamad, y se os abrirá;
habéis visto hacer, eso haréis porque el que pide, recibe; y al
vosotros. que llama, se le abrirá.
22 De modo que si hacéis estas 30 Y, he aquı́, mi gozo es gran-
cosas, benditos sois, porque se- de, aun hasta la plenitud, por
réis enaltecidos en el postrer causa de vosotros, y también de
dı́a. esta generación; sı́, y aun el Pa-
23 Escribid las cosas que habéis dre se regocija, y también todos
visto y oı́do, salvo aquellas que los santos ángeles, por causa de
están aprohibidas. vosotros y los de esta genera-
24 Escribid los hechos de este ción; porque aninguno de ellos
pueblo, que serán, tal como se se pierde.
ha escrito, de aquello que ya ha 31 He aquı́, quisiera que me en-
pasado. tendieseis, porque me refiero a
25 Pues he aquı́, por los libros los de a esta generación que
b
que se han escrito, y los que se ahora viven; y ninguno de ellos
escribirán, será ajuzgado este se pierde; y mi cgozo es comple-
pueblo, porque por medio de to en ellos.
ellos serán dadas a conocer sus 32 Pero he aquı́, me aflijo por
b
obras a los hombres. motivo de los de la acuarta gene-
26 Y he aquı́, todas las cosas ración a partir de ésta, porque
son aescritas por el Padre; por serán llevados cautivos por él,

20a Éter 4:18. 26a 3 Ne. 24:16. 29a Mateo 7:7; 3 Ne. 14:7.
b gee Bautismo, bauti- gee Libro de la vida. 30a Juan 17:12.
zar—Indispensable. 27a 1 Ne. 12:9–10; 31a 3 Ne. 28:23.
c gee Santificación. Morm. 3:19. b 3 Ne. 9:11–13; 10:12.
d DyC 4:2. b gee Jesucristo—El c gee Gozo.
23a 3 Ne. 26:16. ejemplo de Jesucristo. 32a 2 Ne. 26:9–10;
25a 2 Ne. 33:10–15; c Mateo 5:48; Alma 45:10, 12.
P. de Morm. 1:11. 3 Ne. 12:48.
b 1 Ne. 15:32–33. 28a Juan 20:17. [34–35 d.C.]
3 NEFI 27:33–28:7 556
ası́ como lo fue el hijo de perdi- seáis de mı́ después que haya
ción; porque me venderán por ido al Padre?
plata y por oro, y por aquello 2 Y contestaron todos, salvo
que la bpolilla corrompe, y que tres, diciendo: Deseamos que
los ladrones minan y hurtan. Y después que hayamos vivido
en aquel dı́a los visitaré, sı́, ha- hasta la edad del hombre, que
ciendo volver sus obras sobre nuestro ministerio al cual nos
sus propias cabezas. has llamado se termine, a fin de
33 Y aconteció que cuando que vengamos presto a ti en tu
Jesús hubo concluido estas pa- reino.
labras, dijo a sus discı́pulos: 3 Y él les dijo: Benditos sois
Entrad por la puerta aestrecha, porque deseasteis esto de mı́;
porque estrecha es la puerta, y por tanto, después que hayáis
angosto el camino que conduce llegado a los setenta y dos años
a la vida, y pocos son los que lo de edad, vendréis a mı́ en mi
hallan; pero ancha es la puerta, reino; y conmigo hallaréis are-
y espacioso el camino que con- poso.
duce a la muerte, y muchos son 4 Y cuando les hubo hablado,
los que lo transitan, hasta que se volvió hacia los tres y les dijo:
llega la noche, en la que nadie ¿Qué queréis que haga por
puede trabajar. vosotros, cuando haya ido al
Padre?
CAPÍTULO 28 5 Y se contristó el corazón de
ellos, porque no se atrevı́an a
decirle lo que deseaban.
Nueve de los Doce desean, y se les 6 Y él les dijo: He aquı́, aconoz-
promete una herencia en el reino de co vuestros pensamientos, y ha-
Cristo cuando mueran—Los Tres béis deseado lo que de mı́ deseó
Nefitas desean, y se les concede, po- b
Juan, mi amado, quien me
der sobre la muerte para permane- acompañó en mi ministerio, an-
cer en la tierra hasta que Jesús ven- tes que yo fuese levantado por
ga de nuevo—Son trasladados y los judı́os.
ven cosas que no es lı́cito declarar, y 7 Por tanto, más benditos sois
ahora se encuentran ministrando vosotros, porque anunca proba-
entre los hombres. réis la bmuerte; sino que viviréis
Y SUCEDIÓ que cuando Jesús hu- para ver todos los hechos del
bo dicho estas palabras, habló a Padre para con los hijos de los
sus discı́pulos, uno por uno, di- hombres, aun hasta que se cum-
ciéndoles: ¿Qué es lo que de- plan todas las cosas según la

32b Mateo 6:19–21; descanso (reposo). Morm. 8:10–11;


3 Ne. 13:19–21. 6a Amós 4:13; Éter 12:17.
33a Mateo 7:13–14; Alma 18:32. b gee Seres trasladados.
3 Ne. 14:13–14; b Juan 21:21–23;
DyC 22:1–4. DyC 7:1–4.
28 3a gee Descansar, 7a 4 Ne. 1:14; [34–35 d.C.]
557 3 NEFI 28:8–19
voluntad del Padre, cuando yo 13 Y he aquı́, se abrieron los
venga en mi gloria con los cpo- cielos, y ellos fueron aarrebata-
deres del cielo. dos al cielo, y oyeron y vieron
8 Y nunca padeceréis los dolo- cosas inefables.
res de la muerte; sino que cuan- 14 Y se les aprohibió hablar; ni
do yo venga en mi gloria, seréis tampoco les fue dado el poder
cambiados de la amortalidad a la para declarar las cosas que vie-
b
inmortalidad en un abrir y ce- ron y oyeron;
rrar de ojos; y entonces seréis 15 y no supieron decir si esta-
bendecidos en el reino de mi ban en el cuerpo o fuera del
Padre. cuerpo; porque les pareció co-
9 Y además, no sentiréis dolor mo una atransfiguración habida
mientras viváis en la carne, ni en ellos, como que fueron cam-
pesar, sino por los pecados del biados de este cuerpo de carne a
mundo; y haré todo esto por un estado inmortal, de modo
motivo de lo que habéis desea- que pudieron contemplar las
do de mı́, porque habéis desea- cosas de Dios.
do atraer a mı́ las almas de los 16 Pero sucedió que de nuevo
hombres, mientras exista el ejercieron su ministerio sobre la
mundo. faz de la tierra; sin embargo, no
10 Y por esta causa tendréis ministraron en cuanto a las co-
a
plenitud de gozo; y os sentaréis sas que habı́an visto y oı́do, por
en el reino de mi Padre; sı́, vues- causa del mandamiento que les
tro gozo será completo, ası́ co- fue dado en el cielo.
mo el Padre me ha dado pleni- 17 Ahora bien, si fueron mor-
tud de gozo; y seréis tal como yo tales o inmortales, desde el
soy, y yo soy tal como el Padre; dı́a de su transfiguración, no
y el Padre y yo somos buno. lo sé;
11 Y el aEspı́ritu Santo da testi- 18 pero esto sı́ sé, según la his-
monio del Padre y de mı́; y el toria que se ha dado, que sa-
Padre da el Espı́ritu Santo a los lieron sobre la superficie de la
hijos de los hombres por mi tierra, y ministraron a todo el
causa. pueblo, agregando a la iglesia a
12 Y sucedió que cuando Jesús cuantos creı́an en sus predica-
hubo hablado estas palabras, ciones, bautizándolos; y cuantos
tocó a cada uno de ellos con fueron bautizados recibieron el
su dedo, menos a los tres que Espı́ritu Santo.
habı́an de quedar, y entonces 19 Y eran arrojados en la pri-
partió. sión por aquellos que no perte-

7c 3 Ne. 20:22. 9a Filip. 1:23–24; 13a 2 Cor. 12:2–4.


8a 3 Ne. 28:36–40. DyC 7:5–6. 14a DyC 76:114–116.
gee Mortal, 10a DyC 84:36–38. 15a Moisés 1:11.
mortalidad. b Juan 17:20–23. gee Transfiguración.
b gee Inmortal, 11a 2 Ne. 31:17–21;
inmortalidad. 3 Ne. 11:32. [34–35 d.C.]
3 NEFI 28:20–33 558
necı́an a la iglesia. Y las aprisio- porque están escondidos del
nes no podı́an contenerlos, por- mundo.
que se partı́an por la mitad. 26 Mas he aquı́, yo los he visto,
20 Y eran arrojados en la tierra; y ellos me han ministrado.
pero herı́an la tierra con la pala- 27 Y he aquı́, se hallarán entre
bra de Dios, de tal modo que los gentiles, y los gentiles no los
por su apoder eran librados de conocerán.
las profundidades de la tierra; y, 28 También estarán entre los
por tanto, no podı́an cavar fosos judı́os, y los judı́os no los cono-
de hondura suficiente para con- cerán.
tenerlos. 29 Y cuando el Señor lo consi-
21 Y tres veces fueron arroja- dere propio en su sabidurı́a,
dos en un ahorno, y no recibie- sucederá que ejercerán su mi-
ron daño alguno. nisterio entre todas las tribus
a
22 Y dos veces fueron arroja- esparcidas de Israel, y entre to-
dos en un a foso de animales das las naciones, tribus, lenguas
feroces; y he aquı́, jugaron con y pueblos; y de entre ellos lleva-
las fieras como un niño con un rán muchas almas a Jesús, a fin
cordero de leche, y no recibie- de que se cumplan sus deseos, y
ron ningún daño. también por causa del poder
23 Y ocurrió que ası́ anduvie- convincente de Dios que hay en
ron entre todo el pueblo de ellos.
Nefi, y predicaron el aevangelio 30 Y son como los aángeles de
de Cristo a todos los habitantes Dios; y si ruegan al Padre en el
sobre la faz de la tierra; y éstos nombre de Jesús, pueden mani-
se convirtieron al Señor, y se festarse a cualquier hombre que
unieron a la iglesia de Cristo; y les parezca conveniente.
ası́ fue bendecido el pueblo de 31 Por tanto, ellos efectuarán
b
esa generación, según las pala- obras grandes y maravillosas,
bras de Jesús. antes del dı́a agrande y futuro,
24 Y ahora yo, Mormón, dejo cuando todos ciertamente ten-
de escribir concerniente a estas drán que comparecer ante el tri-
cosas por un tiempo. bunal de Cristo;
25 He aquı́, estaba a punto de 32 sı́, aun entre los gentiles eje-
escribir los anombres de aquellos cutarán ellos una obra agrande y
que nunca habı́an de probar la maravillosa, antes de ese dı́a de
muerte, pero el Señor lo prohi- juicio.
bió; por lo tanto, no los escribo, 33 Y si tuvieseis todas las Escri-

19a Hech. 16:26; 23a gee Evangelio. de Israel.


Alma 14:26–28. b 3 Ne. 27:30–31. 30a gee Angeles.
20a Morm. 8:24. 25a 3 Ne. 19:4. 31a Hel. 12:25;
21a Dan. 3:22–27; 29a gee Israel—El 3 Ne. 26:4–5.
4 Ne. 1:32. esparcimiento de 32a 2 Ne. 25:17.
22a Dan. 6:16–23; Israel; Israel—Las
4 Ne. 1:33. diez tribus perdidas [34–35 d.C.]
559 3 NEFI 28:34–29:2
turas que relatan todas las obras dolor ni pesar, sino por los peca-
maravillosas de Cristo, sabrı́ais, dos del mundo.
según las palabras de Cristo, 39 Mas este cambio no fue
que estas cosas ciertamente ven- igual al que se verificará en el
drán. postrer dı́a; pero se efectuó un
34 Y ¡ay de aquel que ano escu- cambio en ellos, de modo que
che las palabras de Jesús, ni a Satanás no tuviera poder sobre
b
aquellos que él haya escogido y ellos, para que no pudiera aten-
enviado entre ellos! Porque tarlos; y fueron bsantificados en
quienes no reciben las palabras la carne, a fin de que fuesen
c
de Jesús ni las palabras de aque- santos, y no los pudiesen conte-
llos que él ha enviado, no lo re- ner los poderes de la tierra.
ciben a él; y por consiguiente, él 40 Y en este estado habrı́an de
no recibirá a los tales en el pos- permanecer hasta el dı́a del jui-
trer dı́a; cio de Cristo; y en ese dı́a ha-
35 y mejor serı́a para ellos no brı́an de pasar por un cambio
haber nacido. ¿Pues suponéis mayor, y ser recibidos en el rei-
que os será posible evitar la jus- no del Padre para nunca más sa-
ticia de un Dios ofendido, que lir, sino para morar con Dios
ha sido ahollado bajo los pies de eternamente en los cielos.
los hombres, para que por ese
medio viniese la salvación? CAPÍTULO 29
36 Y ahora bien, he aquı́, res-
pecto de lo que hablé concer-
niente a aquellos que el Señor La aparición del Libro de Mormón
ha escogido, sı́, los tres que fue- es una señal de que el Señor ha em-
ron arrebatados a los cielos, que pezado a recoger a Israel y a cum-
no sabı́a yo si habı́an sido purifi- plir sus convenios—Los que recha-
cados de la mortalidad a la in- cen sus revelaciones y dones de los
mortalidad, postreros dı́as serán maldecidos.
37 he aquı́, después que escribı́, Y AHORA bien, he aquı́ os digo
he preguntado al Señor, y él me que cuando el Señor, en su sabi-
ha manifestado que es necesario durı́a, juzgue prudente que alle-
que se efectúe un cambio en sus guen estas cosas a los gentiles,
cuerpos, o de lo contrario, será según su palabra, entonces sa-
menester que prueben la muer- bréis que ya empieza a cumplir-
te; se el bconvenio que el Padre ha
38 por tanto, para que no tu- hecho con los hijos de Israel,
viesen que probar la muerte, se concerniente a su restauración a
verificó un acambio en sus cuer- las tierras de su herencia.
pos, a fin de que no padeciesen 2 Y podréis saber que las pala-

34a Éter 4:8–12. 39a gee Tentación, tentar. b Morm. 5:14, 20.
b gee Profeta. b gee Santificación.
35a Hel. 12:2. c gee Santidad.
38a gee Seres trasladados. 29 1a 2 Ne. 30:3–8. [34–35 d.C.]
3 NEFI 29:3–30:2 560
c
bras del Señor, que han decla- hijo de perdición, para quien
rado los santos profetas, se cum- no hubo misericordia, según la
plirán todas; y no tendréis que palabra de Cristo.
decir que el Señor ademora su 8 Sı́, y ya no tenéis que aescar-
venida a los hijos de Israel. necer ni bdesdeñar a los judı́os,
3 Y no tenéis por qué imagina- ni hacer burla de cellos, ni de
ros en vuestros corazones que ninguno del resto de la casa de
son en vano las palabras que se Israel; porque he aquı́, el Señor
han hablado, pues he aquı́, el se acuerda de su convenio con
Señor se acordará del convenio ellos, y hará con ellos según lo
que ha hecho con su pueblo de que ha jurado.
la casa de Israel. 9 Por tanto, no vayáis a supo-
4 Y cuando veáis que estas pa- ner que podéis volver la mano
labras aparecen entre vosotros, derecha del Señor a la izquier-
no desdeñéis ya más los hechos da, para que no ejecute su juicio
del Señor, porque la aespada de para el cumplimiento del conve-
su bjusticia se halla en su diestra; nio que ha hecho a la casa de
y he aquı́, si en aquel dı́a des- Israel.
preciáis sus obras, él hará que
pronto os alcance. CAPÍTULO 30
5 ¡aAy de aquel que bdesdeñe
los hechos del Señor; sı́, ay de
aquel que cniegue al Cristo y sus Se manda a los gentiles de los últi-
obras! mos dı́as arrepentirse, venir a Cris-
6 Sı́, ¡ a ay de aquel que nie- to y ser contados entre los de la casa
gue las revelaciones del Señor, de Israel.
y del que diga que el Señor ¡OÍD, oh gentiles, y escuchad las
ya no obra por revelación, ni palabras de Jesucristo, el Hijo
por profecı́a, ni por bdones, ni del Dios viviente, las cuales él
por lenguas, ni por sanidades, me ha amandado que hable con-
ni por el poder del Espı́ritu cerniente a vosotros! Pues he
Santo! aquı́, él me manda escribir, di-
7 Sı́, y ¡ay de aquel que en ese ciendo:
dı́a diga, para obtener alucro, 2 ¡Tornaos, todos vosotros agen-
que Jesucristo no puede hacer tiles, de vuestros caminos de
ningún bmilagro! Porque el que maldad; y barrepentı́os de vues-
diga esto vendrá a ser como el tras obras malas, de vuestras

2a Lucas 12:45–48. Espı́ritu. c gee Judı́os.


4a 3 Ne. 20:20. 7a gee Supercherı́as 30 1a 3 Ne. 5:12–13.
b gee Justicia. sacerdotales. 2a gee Gentiles.
5a 2 Ne. 28:15–16. b 2 Ne. 28:4–6; b gee Arrepentimiento,
b Morm. 8:17; Morm. 9:15–26. arrepentirse.
Éter 4:8–10. c gee Hijos de
c Mateo 10:32–33. perdición.
6a Morm. 9:7–11, 15. 8a 1 Ne. 19:14.
b gee Dones del b 2 Ne. 29:4–5. [34–35 d.C.]
561 4 NEFI 1:1–5
mentiras y engaños, y de vues- abominaciones, y venid a mı́, y
tras fornicaciones, y de vuestras sed bautizados en mi nombre
abominaciones secretas, y vues- para que recibáis la remisión de
tras idolatrı́as, y vuestros asesi- vuestros pecados, y seáis llenos
natos, y vuestras supercherı́as del Espı́ritu Santo, para que
sacerdotales, y vuestras envi- seáis ccontados entre los de mi
dias, y vuestras contiendas, y de pueblo que son de la casa de
todas vuestras iniquidades y Israel!

Cuarto Nefi
El Libro de Nefi

QUE ES HIJO DE NEFI, UNO DE LOS DISCÍPULOS DE JESUCRISTO

Una relación del pueblo de Nefi, según sus anales.


Todos los nefitas y los lamanitas 2 Y ocurrió que en el año trein-
se convierten al Señor—Tienen to- ta y seis se convirtió al Señor to-
das las cosas en común, obran mila- da la gente sobre toda la faz de
gros y prosperan en la tierra—Al la tierra, tanto nefitas como la-
cabo de dos siglos, surgen divisio- manitas; y no habı́a contencio-
nes, iniquidades, iglesias falsas y nes ni disputas entre ellos, y
persecuciones—Después de tres- obraban rectamente unos con
cientos años, tanto los nefitas como otros.
los lamanitas se vuelven inicuos— 3 Y tenı́an en común atodas las
Ammarón esconde los anales sa- cosas; por tanto, no habı́a ricos
grados. ni pobres, esclavos ni libres, sino
que todos fueron hechos libres,

Y ACONTECIÓ que pasó el


año treinta y cuatro, y tam-
bién el treinta y cinco; y he aquı́,
y participantes del don celestial.
4 Y sucedió que pasó el año
treinta y siete también, y conti-
los discı́pulos de Jesús habı́an nuó la paz en la tierra.
establecido una iglesia de Cristo 5 Y los discı́pulos de Jesús efec-
en todas las tierras circunveci- tuaban grandes y maravillosas
nas. Y cuantos iban a ellos, y se obras, de tal manera que asana-
arrepentı́an verdaderamente de ban a los enfermos, y resucita-
sus pecados, eran bautizados en ban a los muertos, y hacı́an que
el nombre de Jesús; y también los cojos anduvieran, y que los
recibı́an el Espı́ritu Santo. ciegos recibieran su vista, y que
2c Gál. 3:27–29; [4 nefi] de consagración.
2 Ne. 10:18–19; 1 3a Hech. 4:32; 5a gee Sanar, sanidades.
3 Ne. 16:10–13; 3 Ne. 26:19.
21:22–25; Abr. 2:10. gee Consagrar, Ley [36-60 d.C.]
4 NEFI 1:6–16 562
a
los sordos oyeran; y obraban prácticas y ordenanzas de la
toda clase de bmilagros entre b
ley de Moisés, sino que se
los hijos de los hombres; y no guiaban por los mandamientos
obraban milagros salvo que que habı́an recibido de su Se-
fuera en el nombre de Jesús. ñor y su Dios, perseverando en
6 Y ası́ pasó el año treinta y el cayuno y en la oración, y reu-
ocho, y también los años treinta niéndose a menudo, tanto para
y nueve, y cuarenta y uno y orar como para escuchar la pa-
cuarenta y dos, sı́, hasta el año labra del Señor.
cuarenta y nueve, y también el 13 Y sucedió que no hubo
cincuenta y uno, y el cincuenta contención entre todos los ha-
y dos; sı́, hasta que hubieron bitantes sobre toda la tierra,
pasado cincuenta y nueve mas los discı́pulos de Jesús
años. obraban grandes milagros.
7 Y el Señor los prosperó en 14 Y ocurrió que pasó el año
gran manera sobre la tierra; sı́, *setenta y uno, y también el
al grado de que nuevamente año setenta y dos; sı́, y por últi-
edificaron ciudades donde se mo, hasta que hubo pasado el
habı́an incendiado las otras. año setenta y nueve; sı́, y aun
8 Sı́, y aun la gran aciudad de cien años habı́an pasado, y los
Zarahemla hicieron reconstruir. discı́pulos que Jesús habı́a se-
9 Pero hubo muchas ciuda- leccionado se habı́an ido todos
des que se habı́an ahundido, y al aparaı́so de Dios, con excep-
las aguas habı́an aparecido en ción de los btres que habı́an de
su lugar; por tanto, estas ciu- permanecer; y fueron cordena-
dades no pudieron ser reedifi- dos otros ddiscı́pulos en lugar
cadas. de ellos; y también muchos de
10 Y he aquı́, aconteció que el los de aquella generación ha-
pueblo de Nefi se hizo fuerte, y bı́an muerto ya.
se multiplicó con gran rapidez, 15 Y ocurrió que a no habı́a
y llegó a ser un pueblo ahermo- contenciones en la tierra, a cau-
so y deleitable en extremo. sa del amor de Dios que mora-
11 Y se casaban y se daban en ba en el corazón del pueblo.
matrimonio, y fueron bendeci- 16 Y a no habı́a envidias, ni
dos de acuerdo con la multitud contiendas, ni tumultos, ni for-
de las promesas que el Señor nicaciones, ni mentiras, ni ase-
les habı́a hecho. sinatos, ni blascivias de ninguna
12 Y ya no se guiaban por las especie; y ciertamente no podı́a

5b Juan 14:12. b gee Ley de Moisés. ordenar.


gee Milagros. c Moro. 6:5; d gee Discı́pulo.
8a 3 Ne. 8:8. DyC 88:76–77. 15a gee Paz.
9a 3 Ne. 9:4, 7. 14a gee Paraı́so. 16a gee Unidad.
10a Morm. 9:6. b 3 Ne. 28:3–9. b gee Concupiscencia.
12a 2 Ne. 25:30; gee Seres trasladados.
3 Ne. 15:2–8. c gee Ordenación, [*72 d.C.]
563 4 NEFI 1:17–27
haber un pueblo más cdichoso planchas de Nefi, y también está
entre todos los que habı́an sido escrita en el libro de Nefi, que es
creados por la mano de Dios. este libro.
17 No habı́a ladrones, ni asesi- 22 Y sucedió que habı́an trans-
nos, ni lamanitas, ni ninguna es- currido †doscientos años; y to-
pecie de -itas, sino que eran dos los de la segunda genera-
a
uno, hijos de Cristo y herede- ción habı́an muerto, con excep-
ros del reino de Dios. ción de unos pocos.
18 ¡Y cuán bendecidos fueron! 23 Y yo, Mormón, quiero que
Porque el Señor los bendijo sepáis que el pueblo se habı́a
en todas sus obras; sı́, fueron multiplicado de tal manera que
bendecidos y prosperaron has- se hallaba esparcido por toda
ta que hubieron transcurrido la faz de la tierra, y que habı́an
*ciento diez años; y la primera llegado a ser sumamente ricos,
generación después de Cristo por razón de su prosperidad en
habı́a muerto ya, y no habı́a Cristo.
contención en toda la tierra. 24 Y ahora bien, en este año, el

19 Y sucedió que Nefi, el que doscientos uno, empezó a ha-
llevaba estos últimos anales, ber entre ellos algunos que se
murió (y llevaba la historia so- ensalzaron en el aorgullo, tal co-
bre las aplanchas de Nefi); y su mo el lucir ropas costosas, y to-
hijo Amós la continuó en su lu- da clase de perlas finas, y de las
gar; y también lo hizo sobre las cosas lujosas del mundo.
planchas de Nefi. 25 Y de ahı́ en adelante ya no
20 Y la llevó ochenta y cuatro tuvieron sus bienes y posesio-
años, y todavı́a continuaba la nes en acomún entre ellos.
paz en el paı́s, con excepción de 26 Y empezaron a dividirse en
una pequeña parte del pueblo clases; y empezaron a establecer
a
que se habı́a rebelado contra la iglesias para sı́ con objeto de
b
iglesia y tomado sobre sı́ el nom- lucrar; y comenzaron a negar la
bre de lamanitas; ası́ que otra verdadera iglesia de Cristo.
vez empezó a haber lamanitas 27 Y sucedió que cuando hu-
en la tierra. bieron transcurrido §doscientos
21 Y aconteció que Amós tam- diez años, ya habı́a en la tierra
bién murió (y fue a los ciento un gran número de iglesias; sı́,
noventa y cuatro años de la ve- habı́a muchas iglesias que pro-
nida de Cristo), y su hijo, Amós, fesaban conocer al Cristo, y sin
llevó la historia en su lugar; y embargo, a negaban la mayor
también la escribió sobre las parte de su evangelio, de tal

16c Mos. 2:41; 24a gee Orgullo. gee Supercherı́as


Alma 50:23. 25a 4 Ne. 1:3. sacerdotales.
gee Gozo. 26a 1 Ne. 22:23; 27a gee Apostası́a.
17a Juan 17:21. 2 Ne. 28:3;
gee Sión. Morm. 8:32–38. [*111 d.C. †201 d.C.
19a gee Planchas. b DyC 10:56. ‡201 d.C. §211 d.C.]
4 NEFI 1:28–38 564
modo que toleraban toda clase niño con un cordero; y salı́an
de iniquidades, y administraban de entre ellos sin recibir daño
lo que era sagrado a quienes les alguno.
estaba bprohibido por motivo de 34 No obstante, los del pueblo
no ser dignos. endurecieron su corazón, por-
28 Y esta aiglesia se multiplicó que los guiaron muchos sacer-
en gran manera por causa de la dotes y profetas falsos a estable-
iniquidad, y por el poder de cer muchas iglesias y a cometer
Satanás que se apoderó de sus toda clase de iniquidades. Y ahe-
corazones. rı́an al pueblo de Jesús; pero el
29 Y además, habı́a otra iglesia pueblo de Jesús no les devolvı́a
que negaba al Cristo; y éstos el mal. Y ası́ degeneraron en la
a
perseguı́an a los de la verdade- incredulidad e iniquidad de año
ra iglesia de Cristo por su hu- en año, hasta que hubieron pa-
mildad y creencia en Cristo, y sado doscientos treinta años.
los despreciaban por causa de 35 Y sucedió que en este año,
los muchos milagros que se sı́, en el año *doscientos treinta
efectuaban entre ellos. y uno, hubo una gran división
30 Por tanto, ejercı́an poder y entre el pueblo.
autoridad sobre los discı́pulos 36 Y aconteció que en este año
de Jesús que permanecieron con se levantó un grupo que fue lla-
ellos, y los echaban en aprisio- mado nefitas, y eran verdaderos
nes; pero por el poder de la pa- creyentes en Cristo; y entre és-
labra de Dios, que estaba en tos se encontraban aquellos que
ellos, las prisiones se partı́an en los lamanitas llamaban jacobi-
dos, y salı́an ellos haciendo tas, y josefitas, y zoramitas;
grandes milagros entre el pue- 37 por tanto, los verdaderos
blo. creyentes en Cristo y los verda-
31 No obstante, y a pesar de deros adoradores de Cristo (en-
todos estos milagros, el pueblo tre los cuales se hallaban los
a
endureció su corazón e intentó tres discı́pulos de Jesús que ha-
matarlos, ası́ como los judı́os de bı́an de quedar) eran llamados
Jerusalén procuraron matar a nefitas, y jacobitas, y josefitas, y
Jesús, según la palabra de él. zoramitas.
32 Y los arrojaban en ahornos 38 Y aconteció que aquellos
encendidos; y salı́an sin recibir que rechazaban el evangelio
ningún daño. eran llamados lamanitas, lemue-
33 Y también los echaban en litas e ismaelitas; y éstos no de-
a
fosos de animales feroces, y generaron en la incredulidad,
jugaban con las fieras como un sino que intencionalmente se

27b 3 Ne. 18:28–29. 30a 3 Ne. 28:19–20. DyC 98:23–27.


28a gee Diablo—La 32a 3 Ne. 28:21; 37a 3 Ne. 28:6–7;
iglesia del diablo. Dan. 3:26–27. Morm. 8:10–11.
29a gee Persecución, 33a 3 Ne. 28:22.
perseguir. 34a 3 Ne. 12:39; [*231 d.C.]
565 4 NEFI 1:39–49
a
rebelaron contra el evangelio ron a afligirse los discı́pulos por
de Cristo; y enseñaron a sus hi- los apecados del mundo.
jos a no creer, ası́ como sus pa- 45 Y ocurrió que, cuando hu-
dres degeneraron desde el prin- bieron pasado trescientos años,
cipio. tanto el pueblo de los nefitas co-
39 Y fue por motivo de la ini- mo el de los lamanitas se habı́an
quidad y abominación de sus vuelto sumamente inicuos, los
padres, ası́ como fue en el prin- unos iguales que los otros.
cipio. Y les aenseñaron a odiar a 46 Y aconteció que los ladrones
los hijos de Dios, tal como se ha- de Gadiantón se extendieron
bı́a enseñado a los lamanitas a por toda la superficie de la tie-
aborrecer a los hijos de Nefi des- rra; y no habı́a quien fuese justo
de el principio. salvo los discı́pulos de Jesús.
40 Y ocurrió que habı́an trans- Y acumulaban y guardaban oro
currido *doscientos cuarenta y y plata en abundancia; y trafi-
cuatro años, y ası́ se hallaban los caban en mercaderı́as de toda
asuntos del pueblo. Y la parte clase.
más inicua del pueblo se hizo 47 Y sucedió que cuando hu-
fuerte, y llegó a ser mucho más bieron transcurrido †trescientos
numerosa que los del pueblo de cinco años (y el pueblo seguı́a
Dios. todavı́a en su iniquidad), murió
41 Y continuaron estable- Amós; y su hermano Ammarón
ciendo iglesias para sı́, y ador- llevó los anales en su lugar.
nándolas con todo género de 48 Y aconteció que cuando hu-
objetos preciosos. Y ası́ transcu- bieron pasado ‡trescientos vein-
rrieron doscientos cincuenta te años, Ammarón, impulsado
años, y también doscientos se- por el Espı́ritu Santo, ocultó los
a
senta años. anales que eran sagrados —sı́,
42 Y sucedió que la parte ini- todos los anales sagrados que se
cua del pueblo empezó otra vez habı́an transmitido de genera-
a reconstituir los juramentos y ción en generación, los cuales
las acombinaciones secretas de eran sagrados— aun hasta el
Gadiantón. año trescientos veinte desde la
43 Y también los del pueblo, venida de Cristo.
que eran llamados el pueblo de 49 Y los ocultó para los fines
Nefi, empezaron a tener orgullo del Señor, con objeto de que
a
en su corazón, a causa de sus in- volvieran otra vez al resto de la
mensas riquezas, y se envane- casa de Jacob, según las profe-
cieron igual que sus hermanos, cı́as y las promesas del Señor.
los lamanitas. Y ası́ concluyen los anales de
44 Y desde entonces empeza- Ammarón.

38a gee Rebelión. secretas. 49a Enós 1:13.


39a Mos. 10:17. 44a 3 Ne. 28:9. [*245 d.C. †306 d.C.
42a gee Combinaciones 48a Hel. 3:13, 15–16. ‡321 d.C.]
El Libro de Mormón

CAPÍTULO 1 chas de Nefi grabarás todas las


cosas que hayas observado con-
Ammarón da instrucciones a Mor- cernientes a este pueblo.
món concernientes a los anales sa- 5 Y yo, Mormón, siendo des-
grados—Comienza la guerra entre cendiente de aNefi (y el nombre
los nefitas y los lamanitas—Se reti- de mi padre era Mormón), re-
ra a los Tres Nefitas—Prevalecen cordé las cosas que Ammarón
la iniquidad, la incredulidad, los me mandó.
sortilegios y las hechicerı́as. 6 Y sucedió que teniendo yo
*once años de edad, mi padre

Y AHORA yo, aMormón, ha-


go una brelación de las cosas
que he visto y oı́do; y la llamo el
me llevó a la tierra del sur, sı́,
hasta la tierra de Zarahemla.
7 Toda la superficie de la tierra
Libro de Mormón. habı́a quedado cubierta de edifi-
2 Y más o menos en la época en cios, y los habitantes eran casi
que aAmmarón ocultó los anales tan numerosos como las arenas
para los fines del Señor, vino a del mar.
mı́ (tendrı́a yo unos diez años 8 Y sucedió que en este año
de edad, y empezaba a badquirir empezó a haber una guerra en-
alguna instrucción en la ciencia tre los nefitas, que se compo-
de mi pueblo), y me dijo Amma- nı́an de los nefitas, y los jacobi-
rón: Veo que eres un niño serio, tas, y los josefitas y los zorami-
y presto para observar; tas; y esta guerra fue entre los
3 por lo tanto, cuando tengas nefitas, y los lamanitas, los le-
unos veinticuatro años de edad, muelitas y los ismaelitas.
quisiera que recordaras las cosas 9 Ahora bien, los lamanitas, le-
que hayas observado concer- muelitas e ismaelitas se llama-
nientes a este pueblo, y cuando ban lamanitas; y los dos parti-
llegues a esa edad, ve a la tierra dos eran los nefitas y los lamani-
de Antum, a una colina que se tas.
llamará aShim; y allı́ he deposi- 10 Y aconteció que empezó la
tado para los fines del Señor to- guerra entre ellos en las fronte-
dos los santos grabados concer- ras de Zarahemla, junto a las
nientes a este pueblo. aguas de Sidón.
4 Y he aquı́, tomarás contigo 11 Y sucedió que los nefitas ha-
las aplanchas de Nefi, y las de- bı́an reunido un número muy
más las dejarás en el lugar don- crecido de hombres, que pasaba
de se hallan; y sobre las plan- aun de treinta mil. Y acaeció que
[mormón] 2a 4 Ne. 1:47–49. gee Planchas.
1 1a gee Mormón, profeta b Mos. 1:3–5. 5a 3 Ne. 5:12, 20.
nefita. 3a Éter 9:3. [*Aproximadamente
b 3 Ne. 5:11–18. 4a P. de Morm. 1:1, 11. 322 d.C.]
567 MORMÓN 1:12–2:1
en este mismo año hubo un nú- la tierra fue amaldecida por cau-
mero de batallas, en las cuales sa de ellos.
los nefitas derrotaron a los la- 18 Y estos ladrones de Gadian-
manitas y mataron a muchos de tón, que se hallaban entre los la-
ellos. manitas, infestaban la tierra, a
12 Y ocurrió que los lamanitas tal grado que los habitantes em-
abandonaron su propósito, y pezaron a ocultar sus atesoros
hubo paz en la tierra; y duró la en la tierra; y se hicieron delez-
paz por el término de unos cua- nables, porque el Señor habı́a
tro años, de modo que no hubo maldecido la tierra, de tal mane-
efusión de sangre. ra que no podı́an conservarlos
13 Pero prevaleció la maldad ni recuperarlos.
sobre la faz de toda la tierra, de 19 Y aconteció que hubo sorti-
manera que el Señor retiró a sus legios, y hechicerı́as, y encanta-
a
amados discı́pulos, y cesó la mientos; y el poder del maligno
obra de milagros y sanidades se extendió por toda la faz de la
debido a la iniquidad del pue- tierra, hasta cumplirse todas las
blo. palabras de Abinadı́ y también
14 Y no hubo adones del Señor, de Samuel el Lamanita.
y el bEspı́ritu Santo no descen-
dió sobre ninguno, por causa de
su iniquidad e cincredulidad. CAPÍTULO 2
15 Y habiendo llegado yo a la
edad de *quince años, y siendo Mormón encabeza los ejércitos de
de carácter algo serio, por tanto, los nefitas—Hay sangre y mortan-
me visitó el Señor, y probé y co- dad por la faz de la tierra—Los ne-
nocı́ la bondad de Jesús. fitas se quejan y se lamentan con la
16 E intenté predicar a este aflicción de los condenados—Su dı́a
pueblo, pero me fue cerrada la de gracia ha pasado—Mormón ob-
boca, y se me prohibió que les tiene las planchas de Nefi—Conti-
predicara; pues he aquı́, se ha- núan las guerras.
bı́an arebelado intencionalmen-
te contra su Dios; y los amados Y SUCEDIÓ que en ese mismo
discı́pulos fueron bretirados de año empezó de nuevo a haber
la tierra, a causa de la iniquidad guerra entre los nefitas y los
del pueblo. lamanitas. Y a pesar de mi ju-
17 Mas yo permanecı́ entre ventud, yo era de grande esta-
ellos, pero me fue prohibido que tura; por tanto, el pueblo de
les predicara por motivo de la Nefi me nombró para que fuese
dureza de sus corazones; y debi- su caudillo, o sea, el caudillo de
do a la dureza de sus corazones, sus ejércitos.

13a 3 Ne. 28:2, 12. 16a gee Rebelión. 18a Hel. 13:18–20;
14a Moro. 10:8–18, 24. b Morm. 8:10. Éter 14:1–2.
b gee Espı́ritu Santo. 17a 2 Ne. 1:7; [*Aproximadamente
c gee Incredulidad. Alma 45:10–14, 16. 326 d.C.]
MORMÓN 2:2–13 568
2 Aconteció, pues, que a los toda la faz de la tierra, ası́ entre
*dieciséis años de edad salı́ con- los nefitas como entre los lama-
tra los lamanitas a la cabeza de nitas; y por toda la superficie de
un ejército nefita; de modo que la tierra habı́a una revolución
ya habı́an transcurrido trescien- completa.
tos veintiséis años. 9 Y los lamanitas tenı́an un rey,
3 Y ocurrió que en el año tres- y se llamaba Aarón; y vino con-
cientos veintisiete, los lamanitas tra nosotros con un ejército de
vinieron contra nosotros con cuarenta y cuatro mil. Y he aquı́,
una fuerza sumamente grande, yo le hice frente con cuarenta y
al grado de que llenaron de te- dos mil. Y aconteció que lo de-
mor a mis ejércitos; de modo rroté con mi ejército, de modo
que no quisieron luchar, y em- que huyó delante de mı́. Y he
pezaron a retroceder hacia los aquı́, ocurrió todo esto, y habı́an
paı́ses del norte. pasado ya †trescientos treinta
4 Y sucedió que llegamos a la años.
ciudad de Angola, y tomamos 10 Y sucedió que los nefitas
posesión de la ciudad, e hicimos empezaron a arrepentirse de su
los preparativos para defender- iniquidad, y a llorar tal como
nos de los lamanitas. Y aconte- lo habı́a profetizado el profeta
ció que fortificamos la ciudad Samuel; porque he aquı́, nadie
con nuestra fuerza; pero a pesar podı́a conservar lo que era suyo,
de todas nuestras fortificacio- por motivo de los ladrones, y los
nes, los lamanitas vinieron so- bandidos, y los asesinos, y las
bre nosotros y nos echaron de la artes mágicas, y las brujerı́as que
ciudad. habı́a en la tierra.
5 Y también nos arrojaron de la 11 De modo que empezó a
tierra de David. haber quejidos y lamentaciones
6 Y emprendimos la marcha y en toda la tierra a causa de estas
llegamos a la tierra de Josué, cosas; y con más particularidad
que se hallaba en las fronteras entre el pueblo de Nefi.
del oeste cerca del mar. 12 Y sucedió que cuando yo,
7 Y aconteció que reunimos a Mormón, vi sus lamentos, y sus
nuestro pueblo con toda la rapi- quejidos, y su pesar delante del
dez posible, para concentrarlo Señor, mi corazón empezó a re-
en un solo grupo. gocijarse dentro de mı́, cono-
8 Pero he aquı́, la tierra estaba ciendo las misericordias y la lon-
llena de ladrones y lamanitas; y ganimidad del Señor, suponien-
no obstante la gran destrucción do, por tanto, que él serı́a mise-
que se cernı́a sobre los de mi ricordioso con ellos para que se
pueblo, no se arrepintieron de tornaran de nuevo en un pue-
sus iniquidades; de modo que blo justo.
hubo sangre y mortandad por 13 Pero he aquı́, fue en vano

[*327-328 d.C. †331 d.C.]


569 MORMÓN 2:14–23
este gozo mı́o, porque su aaflic- yo habı́a ido, de acuerdo con la
ción no era para arrepentimien- palabra de Ammarón, y tomado
to, por motivo de la bondad de las planchas de Nefi, y preparé
Dios, sino que era más bien el una historia según sus palabras.
pesar de los bcondenados, por- 18 Y sobre las planchas de Nefi
que el Señor no siempre iba a hice una relación completa de
permitirles que hallasen cfelici- todas las iniquidades y abomi-
dad en el pecado. naciones; mas sobre estas aplan-
14 Y no venı́an a Jesús con aco- chas me abstuve de hacer un re-
razones quebrantados y espı́ri- lato completo de sus iniquida-
tus contritos, antes bien, bmalde- des y sus abominaciones; por-
cı́an a Dios, y deseaban morir. que he aquı́, desde que he sido
No obstante, luchaban con la es- capaz de observar las vı́as de los
pada por sus vidas. hombres, ha estado delante de
15 Y aconteció que mi aflicción mis ojos una escena continua de
nuevamente volvió a mı́, y vi maldades y abominaciones.
que el adı́a de bgracia chabı́a pa- 19 Y ¡ay de mı́ por causa de sus
sado para ellos, tanto temporal iniquidades; porque mi corazón
como espiritualmente; porque se ha visto lleno de pesar por
vi que miles de ellos eran tala- razón de sus maldades, todos
dos en rebelión manifiesta con- mis dı́as! No obstante, sé que yo
tra su Dios, y amontonados co- seré aenaltecido en el postrer
mo estiércol sobre la superficie dı́a.
de la tierra. Y ası́ habı́an pasado 20 Y sucedió que en este año, el
*trescientos cuarenta y cuatro pueblo de Nefi otra vez fue per-
años. seguido y echado. Y aconteció
16 Y ocurrió que en el año tres- que fuimos acosados hasta que
cientos cuarenta y cinco, los ne- hubimos llegado al norte, a la
fitas empezaron a huir delante tierra que se llamaba Shem.
de los lamanitas; y fueron perse- 21 Y ocurrió que fortificamos la
guidos aun hasta que llegaron a ciudad de Shem, y recogimos a
la tierra de Jasón antes que fue- cuantos nos fue posible de nues-
ra posible detenerlos en su reti- tro pueblo para que tal vez los
rada. libráramos de la destrucción.
17 Y la ciudad de Jasón se 22 Y aconteció que en el año

hallaba situada no lejos de la trescientos cuarenta y seis, los
a
tierra donde Ammarón habı́a lamanitas empezaron a acome-
depositado los anales para los fi- ternos otra vez.
nes del Señor, con objeto de que 23 Y aconteció que hablé a los
no fuesen destruidos. Y he aquı́, de mi pueblo, y los exhorté con

2 13a 2 Cor. 7:10; b gee Blasfemar, 17a Morm. 1:1–4.


Alma 42:29. blasfemia. 18a gee Planchas.
b gee Condenación. 15a Hel. 13:38. 19a Mos. 23:22;
c Alma 41:10. b gee Gracia. Éter 4:19.
14a gee Corazón c Jer. 8:20;
quebrantado. DyC 56:16. [*345 d.C.]
MORMÓN 2:24–3:4 570
mucha energı́a, para que resis- daron divididas las tierras de
tieran valientemente frente a los nuestra herencia.
lamanitas, y alucharan por sus 29 Y los lamanitas nos cedieron
mujeres, y sus hijos, y sus casas, la región del norte, sı́, hasta el
a
y sus hogares. estrecho pasaje que conducı́a a
24 Y mis palabras los impulsa- la región del sur; y nosotros di-
ron un tanto a tener vigor, al mos a los lamanitas toda la tie-
grado de que no huyeron de los rra del sur.
lamanitas, sino que los resistie-
ron osadamente.
25 Y ocurrió que con un ejérci- CAPÍTULO 3
to de treinta mil hombres, com-
batimos contra una fuerza de Mormón proclama el arrepenti-
cincuenta mil; y sucedió que los miento a los nefitas—Logran una
resistimos con tal firmeza que gran victoria y se jactan de su pro-
huyeron delante de nosotros. pia fuerza—Mormón se niega a di-
26 Y aconteció que cuando hu- rigirlos, y sus oraciones por ellos
yeron, los perseguimos con carecen de fe—El Libro de Mormón
nuestros ejércitos, y de nuevo invita a las doce tribus de Israel a
tuvimos un encuentro con ellos creer en el evangelio.
y los derrotamos. No obstante,
la fuerza del Señor no estaba Y SUCEDIÓ que los lamanitas no
con nosotros; sı́, nos vimos volvieron de nuevo a la batalla
abandonados a tal grado que el sino hasta después de haber
Espı́ritu del Señor no moraba en transcurrido †diez años más. Y
nosotros; por tanto, nos habı́a- he aquı́, yo habı́a ocupado a mi
mos vuelto débiles como nues- pueblo, los nefitas, en preparar
tros hermanos. sus tierras y sus armas para el
27 Y se afligió mi corazón por dı́a de la batalla.
motivo de esta gran calamidad 2 Y aconteció que el Señor me
de mi pueblo, causada por su dijo: Clama a este pueblo: Arre-
iniquidad y sus abominaciones. pentı́os, y venid a mı́, y sed bau-
Mas he aquı́, avanzamos contra tizados, y estableced de nuevo
los lamanitas y los ladrones de mi iglesia, y seréis preservados.
Gadiantón, hasta que de nuevo 3 Y amonesté a este pueblo, pe-
tomamos posesión de las tierras ro fue en vano; y no compren-
de nuestra herencia. dieron que era el Señor el que
28 Y habı́a pasado el año *tres- los habı́a librado, y les habı́a
cientos cuarenta y nueve. Y en concedido una oportunidad pa-
el año trescientos cincuenta ra arrepentirse. Y he aquı́, endu-
concertamos un tratado con los recieron sus corazones contra el
lamanitas y los ladrones de Ga- Señor su Dios.
diantón, mediante el cual que- 4 Y aconteció que después de

23a Mos. 20:11; 29a Alma 22:32.


Alma 43:45. [*350 d.C. †360 d.C.]
571 MORMÓN 3:5–15
haber pasado este décimo año, fuerza, y comenzaron a jurar
haciendo, en total, trescientos ante los cielos que vengarı́an la
sesenta años desde la venida sangre de sus hermanos que ha-
de Cristo, el rey de los lamani- bı́an sido muertos por sus ene-
tas me envió una epı́stola en migos.
la que me hizo saber que se es- 10 Y juraron por los cielos, y
taban preparando para venir también por el trono de Dios,
de nuevo a la batalla contra que airı́an a la batalla contra sus
nosotros. enemigos, y los taları́an de sobre
5 Y sucedió que hice que mi la faz de la tierra.
pueblo se congregara en la tie- 11 Y sucedió que desde esa
rra de Desolación, en una ciu- ocasión yo, Mormón, me negué
dad que se hallaba en las fron- por completo a ser comandante
teras, cerca del pasaje estrecho y caudillo de este pueblo, a cau-
que conducı́a a la tierra del sa de su iniquidad y sus abomi-
sur. naciones.
6 Y allı́ situamos a nuestros 12 He aquı́, yo los habı́a dirigi-
ejércitos para detener los ejérci- do; a pesar de sus iniquidades,
tos de los lamanitas, para que no muchas veces los habı́a dirigido
se apoderaran de ninguna de a la batalla; y los habı́a amado
nuestras tierras; por tanto, nos con todo mi corazón, de acuer-
fortificamos contra ellos con to- do con el aamor de Dios que ha-
da nuestra fuerza. bı́a en mı́; y todo el dı́a se habı́a
7 Y aconteció que en el año derramado mi alma en oración a
trescientos sesenta y uno, los la- Dios a favor de ellos; sin embar-
manitas llegaron a la ciudad de go, fue bsin fe, debido a la dure-
Desolación para luchar contra za de sus corazones.
nosotros; y sucedió que los de- 13 Y tres veces los he librado de
rrotamos ese año, de manera las manos de sus enemigos, y no
que se volvieron a sus propias se han arrepentido de sus peca-
tierras. dos.
8 Y en el año *trescientos se- 14 Y cuando hubieron jurado
senta y dos, volvieron otra vez a por todo lo que nuestro Señor y
la batalla; y de nuevo los derro- Salvador Jesucristo les habı́a
a
tamos, y matamos a un gran nú- prohibido, que irı́an contra sus
mero de ellos, y sus muertos enemigos para combatir y ven-
fueron arrojados al mar. gar la sangre de sus hermanos,
9 Ahora bien, por motivo de he aquı́, la voz del Señor vino a
esta cosa notable que mi pueblo, mı́, diciendo:
los nefitas, habı́a logrado, empe- 15 Mı́a es la avenganza, y yo
zaron a ajactarse de su propia b
pagaré; y porque este pue-

3 9a 2 Ne. 4:34. b Morm. 5:2.


10a 3 Ne. 3:20–21; 14a 3 Ne. 12:34–37.
Morm. 4:4. 15a gee Venganza.
12a gee Amor. b DyC 82:23. [*362 d.C.]
MORMÓN 3:16–4:2 572
blo no se arrepintió después que Cristo, sı́, toda alma que perte-
lo hube librado, he aquı́, será nece a toda la bfamilia humana
destruido de sobre la faz de la de Adán; y debéis presentaros
tierra. para ser juzgados por vuestras
16 Y sucedió que terminante- obras, ya sean buenas o malas;
mente me negué a marchar con- 21 y también para que acreáis
tra mis enemigos, e hice lo que en el evangelio de Jesucristo
el Señor me habı́a mandado; y que tendréis entre vosotros; y
fui testigo pasivo para manifes- también para que los bjudı́os, el
tar al mundo las cosas que yo vi pueblo del convenio del Señor,
y oı́, según las manifestaciones tengan otro ctestamento, aparte
del Espı́ritu que habı́a dado tes- de aquel a quien vieron y oye-
timonio de cosas venideras. ron, de que Jesús, a quien mata-
17 Por tanto, os escribo aa voso- ron, era el dverdadero Cristo y el
tros, gentiles, y también a voso- verdadero Dios.
tros, casa de Israel, que cuando 22 Y si tan sólo pudiera persua-
comience la obra, os halléis a diros a atodos vosotros, extre-
punto de prepararos para vol- mos de la tierra, a que os arre-
ver a la tierra de vuestra heren- pintieseis y os preparaseis para
cia; comparecer ante el tribunal de
18 sı́, he aquı́, escribo a todos Cristo.
los extremos de la tierra; sı́, a vo-
sotras, doce tribus de Israel, que CAPÍTULO 4
seréis ajuzgadas según vuestras
obras por los doce que Jesús es-
cogió en la tierra de Jerusalén Continúan la guerra y las matan-
para que fuesen sus discı́pulos. zas—Los inicuos castigan a los ini-
19 Y escribo también al resto cuos—Jamás habı́a habido una ini-
de este pueblo, que igualmente quidad mayor entre toda la casa de
será juzgado por los adoce que Israel—Se ofrecen mujeres y niños
Jesús escogió en esta tierra; y en sacrificio a los ı́dolos—Los lama-
éstos serán juzgados por los nitas empiezan a ahuyentar a los
otros doce que Jesús escogió en nefitas delante de ellos.
la tierra de Jerusalén. Y ACONTECIÓ que en el año *tres-
20 Y el Espı́ritu me manifiesta cientos sesenta y tres, los nefitas
estas cosas; por lo tanto, os es- salieron de la tierra de Desola-
cribo a todos vosotros. Y por es- ción con sus ejércitos para com-
ta razón os escribo, para que se- batir a los lamanitas.
páis que todos tendréis que 2 Y aconteció que los ejércitos
comparecer ante el atribunal de de los nefitas fueron rechazados

17a 2 Ne. 30:3–8; 3 Ne. 29:1. 20a gee Juicio Final. d 2 Ne. 26:12;
18a Mateo 19:28; b DyC 27:11. Mos. 7:27.
Lucas 22:29–30; 21a DyC 3:20. 22a Alma 29:1.
DyC 29:12. b gee Judı́os.
19a 1 Ne. 12:9–10. c 2 Ne. 25:18. [*363 d.C.]
573 MORMÓN 4:3–14
hasta la tierra de Desolación; y tas, se jactaron otra vez de su
mientras todavı́a se hallaban fuerza; y salieron confiados en
cansados, cayó sobre ellos una su propio poder, y nuevamente
nueva tropa de lamanitas; y hu- tomaron la ciudad de Desola-
bo una recia batalla, al grado de ción.
que los lamanitas se posesiona- 9 Y todas estas cosas habı́an
ron de la ciudad de Desolación, acontecido, y perecieron miles
y mataron a muchos de los nefi- de ambas partes, tanto entre los
tas, y tomaron un gran número nefitas como entre los lamani-
de prisioneros. tas.
3 Y el resto huyó y se incorporó 10 Y sucedió que ya habı́a pa-
a los habitantes de la ciudad de sado el año trescientos sesenta y
Teáncum; y ésta se hallaba si- seis, y vinieron otra vez los la-
tuada en la frontera, por la costa manitas a la batalla contra los
del mar, y también estaba próxi- nefitas; y sin embargo, los nefi-
ma a la ciudad de Desolación. tas no se arrepentı́an de lo malo
4 Y fue aporque los ejércitos de que habı́an cometido, sino que
los nefitas acometieron a los la- persistı́an continuamente en su
manitas, que empezaron a ser iniquidad.
destruidos; pues de no haber si- 11 Y es imposible que la lengua
do por eso, los lamanitas no los relate, o que el hombre escriba
habrı́an vencido. una descripción completa de la
5 Pero he aquı́, los castigos de horrible escena de sangre y
Dios sobrevendrán a los inicuos; mortandad que existı́a entre el
y es por los inicuos que los ini- pueblo, ası́ nefitas como lamani-
cuos son acastigados; porque tas; y todo corazón se habı́a en-
son ellos los que incitan el cora- durecido, de modo que se delei-
zón de los hijos de los hombres taban en derramar sangre conti-
a derramar sangre. nuamente.
6 Y sucedió que los lamani- 12 Y jamás habı́a habido tan
tas hicieron preparativos para grande ainiquidad entre todos
avanzar contra la ciudad de los hijos de Lehi, ni aun entre
Teáncum. toda la casa de Israel, según las
7 Y ocurrió que en el año tres- palabras del Señor, como la que
cientos sesenta y cuatro los la- habı́a entre este pueblo.
manitas avanzaron contra la 13 Y sucedió que los lamanitas
ciudad de Teáncum, con objeto se apoderaron de la ciudad de
de apoderarse de ella también. Desolación, y fue porque su
a
8 Y aconteció que los nefitas los número excedı́a al de los nefi-
rechazaron y los hicieron huir. tas.
Y cuando los nefitas vieron que 14 Y también marcharon con-
habı́an hecho huir a los lamani- tra la ciudad de Teáncum, y

4 4a Morm. 3:10. 12a Gén. 6:5; 3 Ne. 9:9.


5a DyC 63:33. 13a Morm. 5:6. [364-380 d.C.]
MORMÓN 4:15–5:2 574
arrojaron de ella a sus habitan- ron rechazados y destrozados
tes, y tomaron muchos prisione- con una mortandad grande en
ros, tanto mujeres como niños, y extremo; y sus mujeres y sus hi-
los ofrecieron como sacrificio a jos de nuevo fueron sacrificados
sus aı́dolos. a los ı́dolos.
15 Y en el año trescientos se- 22 Y sucedió que los nefitas hu-
senta y siete aconteció que los yeron de ellos otra vez, llevando
nefitas, furiosos porque los la- consigo a todos los habitantes,
manitas habı́an sacrificado a sus tanto de las ciudades como de
mujeres y a sus hijos, marcha- las aldeas.
ron contra los lamanitas, poseı́- 23 Y ahora bien, yo, Mormón,
dos de una ira sumamente gran- viendo que los lamanitas esta-
de, de manera que nuevamente ban a punto de subyugar la tie-
vencieron a los lamanitas y los rra, fui, por consiguiente, a la
echaron fuera de sus tierras. colina de aShim, y recogı́ todos
16 Y los lamanitas no volvieron los anales que Ammarón habı́a
contra los nefitas sino hasta el escondido para los fines del Se-
año trescientos setenta y cinco. ñor.
17 Y en este año cayeron sobre
los nefitas con todas sus fuerzas;
y no fueron contados a causa de CAPÍTULO 5
su inmenso número.
18 Y adesde esa ocasión no vol- Mormón nuevamente dirige a los
vieron los nefitas a aventajar a ejércitos nefitas en cruentas batallas
los lamanitas, sino que empeza- de terrible mortandad—El Libro de
ron a ser arrasados por ellos, ası́ Mormón aparecerá para convencer
como el rocı́o ante el sol. a todo Israel de que Jesús es el Cris-
19 Y aconteció que los lamani- to—Por motivo de su incredulidad,
tas cayeron sobre la ciudad de los lamanitas serán dispersados, y
Desolación; y se libró una bata- el Espı́ritu dejará de luchar con
lla sumamente violenta en la tie- ellos—En los últimos dı́as, recibi-
rra de Desolación, en la cual rán el evangelio de parte de los gen-
vencieron a los nefitas. tiles.
20 Y huyeron nuevamente de-
lante de los lamanitas, y llega- Y ACONTECIÓ que fui entre los
ron a la ciudad de Boaz; y allı́ nefitas, y me arrepentı́ del ajura-
hicieron frente a los lamanitas mento que habı́a hecho de que
con extraordinario valor, al gra- nunca más volverı́a a ayudarles;
do de que los lamanitas no los y otra vez me dieron el mando
vencieron sino hasta que vinie- de sus ejércitos, pues me veı́an
ron sobre ellos por segunda vez. como si yo pudiera librarlos de
21 Y cuando los acometieron sus aflicciones.
por segunda vez, los nefitas fue- 2 Pero he aquı́, yo no abrigaba

14a gee Idolatrı́a. 23a Morm. 1:3.


18a Morm. 3:3. 5 1a Morm. 3:11. [364-380 d.C.]
575 MORMÓN 5:3–11
a
ninguna esperanza, porque co- aquellos cuya huida no superó a
nocı́a los juicios del Señor que los lamanitas fueron derribados
habrı́an de venir sobre ellos; y destruidos.
porque no se arrepentı́an de sus 8 Y he aquı́ que yo, Mormón,
iniquidades, sino que luchaban no deseo atormentar las almas
por sus vidas sin invocar a aquel de los hombres, pintándoles tan
Ser que los creó. terrible escena de sangre y mor-
3 Y aconteció que los lamanitas tandad que se presentó ante mis
vinieron contra nosotros luego ojos; pero, sabiendo yo que es-
que hubimos huido a la ciudad tas cosas ciertamente se darán a
de Jordán; pero he aquı́, fueron conocer, y que toda cosa que es-
rechazados, de modo que no to- tá oculta será arevelada desde
maron la ciudad en esa ocasión. los techos de las casas,
4 Y aconteció que vinieron otra 9 y además, que el conocimien-
vez contra nosotros, y retuvi- to de estas cosas debe allegar al
mos la ciudad. Y habı́a otras ciu- resto de este pueblo, y también
dades que los nefitas retenı́an, a los gentiles que el Señor ha
plazas fuertes que les impedı́an dicho que bdispersarán a este
el paso, de modo que no podı́an pueblo, y lo considerarán como
penetrar en el paı́s que se halla- nada entre ellos, escribo, por lo
ba ante nosotros, para destruir a tanto, un cbreve compendio, no
los habitantes de nuestra tierra. atreviéndome a dar cuenta com-
5 Y ocurrió que aquellas tierras pleta de las cosas que he vis-
que habı́amos dejado atrás, cu- to, por motivo del mandamien-
yos habitantes no fueron recogi- to que he recibido, y también
dos, los lamanitas las destruye- para que no os aflijáis dema-
ron; y sus pueblos, y aldeas, y siado por la iniquidad de este
ciudades fueron quemados con pueblo.
fuego; y ası́ pasaron trescientos 10 Y ahora bien, he aquı́, decla-
setenta y nueve años. ro esto a su posteridad y tam-
6 Y sucedió que en el año tres- bién a los gentiles que se preo-
cientos ochenta, los lamanitas cupan por la casa de Israel, que
vinieron a la batalla contra no- comprenden y saben de dónde
sotros otra vez, y les hicimos vienen sus bendiciones.
frente con valor; pero todo fue 11 Porque sé que ellos sentirán
en vano, porque eran tan gran- pesar por la calamidad de la ca-
des sus números que hollaron al sa de Israel; sı́, se afligirán por la
pueblo nefita bajo sus pies. destrucción de este pueblo; se
7 Y ocurrió que nuevamente lamentarán de que este pueblo
huimos, y aquellos cuya huida no se hubiera arrepentido para
fue más veloz que la marcha de ser recibido en los brazos de
los lamanitas se libraron, y Jesús.

2a Morm. 3:12. 9a 4 Ne. 1:49.


8a Lucas 12:2–3; b 3 Ne. 16:8.
2 Ne. 27:11; DyC 1:3. c Morm. 1:1. [380-384 d.C.]
MORMÓN 5:12–21 576
12 Y se escriben aestas cosas pa- haya habido entre los lamanitas;
ra el bresto de la casa de Jacob; y y esto a causa de su increduli-
se escriben de esta manera por- dad y su idolatrı́a.
que Dios sabe que la iniquidad 16 Pues he aquı́, el Espı́ritu del
no se las manifestará a ellos; y se Señor ya ha dejado de aluchar
c
ocultarán para los propósitos con sus padres; y están sin Cris-
del Señor, a fin de que aparez- to y sin Dios en el mundo; y son
can en su debido tiempo. echados de un lado para otro
13 Y éste es el mandamiento como bpaja que se lleva el vien-
que he recibido; y he aquı́, apa- to.
recerán según el mandamiento 17 En un tiempo fueron un
del Señor, cuando él, en su sabi- pueblo deleitable; y tuvieron a
durı́a, lo juzgue prudente. Cristo por apastor suyo; sı́, Dios
14 Y he aquı́, irán a los incrédu- el Padre los guiaba.
los entre los ajudı́os; e irán con 18 Mas ahora, he aquı́ que Sa-
este fin: que sean bconvencidos tanás los alleva, tal como tamo
de que Jesús es el Cristo, el Hijo que se lleva el viento, o como el
del Dios viviente; para que el barco que, sin velas ni ancla, ni
Padre realice, por medio de su cosa alguna con qué dirigirlo, es
muy Amado, su grande y eterno azotado por las olas; y ası́ como
propósito de restaurar a los ju- la nave son ellos.
dı́os, o sea, a toda la casa de 19 Y he aquı́, el Señor ha reser-
Israel, a la tierra de su herencia, vado sus bendiciones, que ellos
que el Señor su Dios les ha pudieron haber recibido en la
dado, para el cumplimiento de tierra, para los agentiles que po-
su cconvenio; seerán la tierra.
15 y también para que la poste- 20 Mas he aquı́, sucederá que
ridad de aeste pueblo crea más los gentiles los perseguirán y es-
plenamente su evangelio, el parcirán; y después que hayan
cual birá de los gentiles a ellos; sido perseguidos y esparcidos
porque este pueblo será cdisper- por los gentiles, he aquı́, enton-
sado, y dllegará a ser una gente ces el Señor se a acordará del
b
de color obscuro, inmunda y re- convenio que hizo con Abra-
pulsiva, sobrepujando a la des- ham y con toda la casa de Israel.
cripción de cuanto se haya visto 21 Y el Señor también recorda-
entre nosotros; sı́, y aun lo que rá las aoraciones de los justos, las

12a Enós 1:16; c 3 Ne. 29:1–3. 17a gee Buen Pastor.


Hel. 15:11–13. 15a 3 Ne. 21:3–7, 24–26. 18a 2 Ne. 28:21.
gee Libro de b 1 Ne. 13:20–29, 38; 19a 3 Ne. 20:27–28.
Mormón. Morm. 7:8–9. 20a 3 Ne. 16:8–12.
b DyC 3:16–20. c 1 Ne. 10:12–14; b gee Abraham,
c Morm. 8:4, 13–14; 3 Ne. 16:8. convenio de.
Moro. 10:1–2. d 2 Ne. 26:33. 21a Enós 1:12–18;
14a 2 Ne. 29:13; 30:7–8. 16a Gén. 6:3; Morm. 9:36–37.
gee Judı́os. Éter 2:15.
b 2 Ne. 25:16–17. b Sal. 1:4. [380-384 d.C.]
577 MORMÓN 5:22–6:6
cuales se han dirigido a él a fa- juntar a nuestro pueblo en la
a
vor de ellos. tierra de Cumorah, en las inme-
22 Y entonces, oh gentiles, diaciones de un cerro llamado
¿cómo podréis hallaros ante el Cumorah, y allı́ les presentára-
poder de Dios sin que os arre- mos la batalla.
pintáis y os volváis de vuestros 3 Y sucedió que el rey de los
inicuos caminos? lamanitas me concedió aquello
23 ¿No sabéis que estáis en las que habı́a solicitado.
manos de Dios? ¿No sabéis que 4 Y ocurrió que emprendimos
él tiene todo poder, y que por su la marcha a la tierra de Cumo-
gran amandato la tierra se bple- rah, y plantamos nuestras tien-
gará como un rollo? das en derredor del cerro de
24 Por tanto, arrepentı́os y hu- Cumorah; y se hallaba en una
millaos ante él, no sea que se le- región de muchas aguas, rı́os y
vante en justicia contra voso- fuentes; y aquı́ esperábamos
tros; no sea que un resto de la obtener ventaja sobre los lama-
posteridad de Jacob vaya entre nitas.
vosotros como aleón, y os despe- 5 Y cuando habı́an transcurri-
dace, y no haya nadie para li- do *trescientos ochenta y cuatro
brar. años, nosotros habı́amos recogi-
do a todo el resto de nuestro
CAPÍTULO 6 pueblo en la tierra de Cumorah.
6 Y ocurrió que cuando hubi-
mos reunido en uno a todo
Los nefitas se reúnen en la tierra de nuestro pueblo en la tierra de
Cumorah para las batallas finales— Cumorah, he aquı́ que yo, Mor-
Mormón esconde los anales sagra- món, empezaba a envejecer; y
dos en el cerro de Cumorah—Los sabiendo que iba a ser la última
lamanitas triunfan, y la nación lucha de mi pueblo, y habiéndo-
nefita es destruida—Centenas de me mandado el Señor que no
millares de personas perecen por la permitiera que los sagrados ana-
espada. les transmitidos por nuestros
Y ahora concluyo mi relato con- padres cayesen en manos de los
cerniente a la adestrucción de mi lamanitas (porque los lamanitas
pueblo, los nefitas. Y sucedió los destruirı́an), hice, por tanto,
a
que marchamos delante de los esta relación de las planchas de
lamanitas. Nefi, y bescondı́ en el cerro de
2 Y yo, Mormón, escribı́ una Cumorah todos los anales que
epı́stola al rey de los lamanitas, se me habı́an confiado por la
y le pedı́ que nos permitiera mano del Señor, con excepción

23a Hel. 12:8–17. Jarom 1:10; b Éter 15:11.


b 3 Ne. 26:3. Alma 45:9–14;
24a Miqueas 5:8; Hel. 13:5–11.
3 Ne. 20:15–16. 2a Éter 9:3.
6 1a 1 Ne. 12:19; 6a gee Planchas. [*385 d.C.]
MORMÓN 6:7–18 578
de cestas pocas planchas que en- 12 Y también vimos a los diez
tregué a mi hijo dMoroni. mil de mi pueblo que habı́a
7 Y sucedió que mi pueblo, con acaudillado mi hijo Moroni.
sus esposas y sus hijos, vieron a 13 Y he aquı́, los diez mil de
los aejércitos de los lamanitas Gidgiddona habı́an caı́do, y él
que marchaban hacia ellos; y en medio de ellos.
con ese horrible temor a la 14 Y habı́a caı́do Lámah con
muerte que llena el pecho de to- sus diez mil; y Gilgal habı́a caı́-
dos los inicuos, esperaron que do con sus diez mil; y Lı́mhah
llegaran. habı́a caı́do con sus diez mil; y
8 Y aconteció que vinieron a la Jeneum habı́a caı́do con sus diez
batalla contra nosotros, y toda mil; y habı́an caı́do Cumenı́ah, y
alma se llenó de espanto a causa Moronı́ah, y Antiónum, y Shi-
de la inmensidad de sus núme- blom, y Shem, y Josh, cada uno
ros. con sus diez mil.
9 Y sucedió que cayeron sobre 15 Y sucedió que hubo diez
mi pueblo con la espada, y con más que cayeron por la espada,
el arco, y con la flecha, y con el cada uno con sus diez mil, sı́, ha-
hacha, y con toda clase de armas bı́a caı́do atodo mi pueblo, salvo
de guerra. los veinticuatro que estaban
10 Y ocurrió que talaron a mis conmigo, y también unos pocos
hombres, sı́, a los diez mil que se que se habı́an escapado a los
hallaban conmigo, y yo caı́ heri- paı́ses del sur, y otros pocos que
do en medio de ellos; y pasaron se habı́an pasado a los lamani-
de largo por donde yo estaba, tas; y su carne, y sus huesos, y
de modo que no acabaron con su sangre yacen sobre la faz de
mi vida. la tierra, habiéndolos abandona-
11 Y cuando hubieron pasado do las manos de los que los ma-
por en medio y derribado a ato- taron, para descomponerse en
dos los de mi pueblo, salvo a el suelo, y para deshacerse y re-
veinticuatro de nosotros (entre gresar a su madre tierra.
los cuales se hallaba mi hijo Mo- 16 Y mi alma se partió de an-
roni), y habiendo sobrevivido gustia a causa de los de mi pue-
nosotros a los que murieron de blo que habı́an muerto, y excla-
nuestro pueblo, a la mañana si- mé:
guiente, después que los lama- 17 ¡Oh bello pueblo, cómo pu-
nitas hubieron vuelto a sus cam- disteis apartaros de las vı́as del
pamentos, vimos, desde la cima Señor! ¡Oh bello pueblo, cómo
del cerro de Cumorah, a los diez pudisteis rechazar a ese Jesús
mil de mi pueblo que fueron ta- que esperaba con los brazos
lados, al frente de los cuales ha- abiertos para recibiros!
bı́a estado yo. 18 He aquı́, si no hubieseis he-

6c P. de Morm. 1:2. 11a 1 Ne. 12:19–20;


d Morm. 8:1. Hel. 15:17.
7a 1 Ne. 12:15. 15a Alma 9:24. [385 d.C.]
579 MORMÓN 6:19–7:6
cho esto, no habrı́ais caı́do. Mas Todos los que crean en la Biblia
he aquı́, habéis caı́do, y lloro creerán también en el Libro de
vuestra pérdida. Mormón.
19 ¡Oh bellos hijos e hijas, vo-
sotros, padres y madres, voso- Y ahora bien, he aquı́, quisiera
tros, esposos y esposas, pueblo hablar un poco al aresto de este
bello, cómo pudisteis haber caı́- pueblo que ha sido preservado,
do! si es que Dios les concede mis
20 Pero he aquı́, habéis desapa- palabras, para que sepan acerca
recido, y mi dolor no puede ha- de las cosas de sus padres; sı́, os
ceros volver. hablo a vosotros, un resto de la
21 Y pronto viene el dı́a en que casa de Israel, y éstas son las pa-
vuestra parte mortal se revestirá labras que yo hablo:
de inmortalidad, y estos cuer- 2 Sabed que sois de la acasa de
pos que hoy se descomponen Israel.
en corrupción, pronto se trans- 3 Sabed que debéis llegar hasta
formarán en aincorruptibles; y el arrepentimiento, o no podéis
entonces tendréis que presenta- ser salvos.
ros ante el tribunal de Cristo pa- 4 Sabed que debéis abandonar
ra ser juzgados según vuestras vuestras armas de guerra; y no
obras; y si tal fuere que sois jus- deleitaros más en el derrama-
tos, entonces benditos sois con miento de sangre, y no volver a
vuestros padres que os han pre- tomarlas, salvo que Dios os lo
cedido. mande.
22 ¡Oh, si os hubieseis arrepen- 5 Sabed que debéis llegar al
a
tido antes que cayera sobre vo- conocimiento de vuestros pa-
sotros esta grande destrucción! dres, y a arrepentiros de todos
Mas he aquı́, habéis desapareci- vuestros pecados e iniquidades,
do, y el Padre, sı́, el Padre Eter- y bcreer en Jesucristo, que él es
no del cielo, conoce vuestro es- el Hijo de Dios, y que los judı́os
tado; y él obra con vosotros de lo mataron, y que por el poder
acuerdo con su ajusticia y bmise- del Padre ha resucitado, con lo
ricordia. cual ha logrado la cvictoria sobre
la tumba; y en él también es
consumido el aguijón de la
CAPÍTULO 7 muerte.
6 Y él lleva a efecto la aresurrec-
Mormón invita a los lamanitas de ción de los muertos, mediante la
los postreros dı́as a creer en Cristo, cual los hombres resucitarán pa-
aceptar su evangelio y ser salvos— ra presentarse ante su btribunal.

21a 1 Cor. 15:53–54. 2a Alma 10:3. 6a gee Resurrección.


22a gee Justicia. 5a 2 Ne. 3:12. b gee Jesucristo—Es
b gee Misericordia, b gee Creencia, creer; juez; Juicio Final.
misericordioso. Fe.
7 1a Hel. 15:11–13. c Isa. 25:8; Mos. 16:7–8. [385 d.C.]
MORMÓN 7:7–8:3 580
7 Y él ha efectuado la areden- guiendo el aejemplo de nuestro
ción del mundo, por lo cual a Salvador, de conformidad con
aquel que en el dı́a del juicio sea lo que él nos ha mandado, en-
hallado binocente ante él, le será tonces os irá bien en el dı́a del
concedido cmorar en la presen- juicio. Amén.
cia de Dios, en su reino, para
cantar alabanzas eternas con los
d
coros celestes, al Padre, y al Hi- CAPÍTULO 8
jo, y al Espı́ritu Santo, que son
e
un Dios, en un estado de ffelici- Los lamanitas persiguen y destru-
dad que no tiene fin. yen a los nefitas—El Libro de Mor-
8 Por tanto, arrepentı́os y sed món aparecerá por el poder de
bautizados en el nombre de Je- Dios—Se declaran calamidades so-
sús, y ası́os al aevangelio de Cris- bre los que respiren ira y contiendas
to, que no sólo en estos anales contra la obra del Señor—La histo-
os será presentado, sino tam- ria nefita aparecerá en una época de
bién en los banales que llegarán iniquidad, degeneración y aposta-
c
de los judı́os a los gentiles, ana- sı́a.
les que vendrán de los gentiles
d
a vosotros. HE AQUÍ que yo, aMoroni, doy
9 Porque he aquı́, se escriben fin al bregistro de mi padre Mor-
a
éstos con el fin de que bcreáis món. He aquı́, no tengo sino po-
en aquéllos; y si creéis en aqué- cas cosas que escribir, cosas que
llos, también creeréis en éstos; y mi padre me ha mandado.
si creéis en éstos, sabréis concer- 2 Sucedió, pues, que tras la
a
niente a vuestros padres, y tam- grande y tremenda batalla en
bién las obras maravillosas que Cumorah, he aquı́, los blamani-
se efectuaron entre ellos por el tas persiguieron a los nefitas
poder de Dios. que se habı́an escapado a las tie-
10 Y sabréis también que sois rras del sur, hasta que todos fue-
un resto de la descendencia de ron destruidos.
Jacob; por tanto, sois contados 3 Y mi padre también murió a
entre los del pueblo del primer manos de ellos, y yo quedo asolo
convenio; y si es que creéis en para escribir el triste relato de la
Cristo, y sois bautizados, prime- destrucción de mi pueblo. Mas
ro en el agua, y después con he aquı́, han desaparecido, y yo
fuego y con el Espı́ritu Santo, si- cumplo el mandamiento de mi

7a gee Redención, gee Trinidad. 10a 2 Ne. 31:5–9.


redimido, redimir. f gee Gozo. 8 1a gee Moroni, hijo de
b gee Justificación, 8a gee Evangelio. Mormón.
justificar. b gee Biblia. b gee Planchas.
c 1 Ne. 10:21; c 2 Ne. 29:4–13. 2a Morm. 6:2–15.
DyC 76:62; d 1 Ne. 13:38. b DyC 3:18.
Moisés 6:57. 9a gee Libro de 3a Moro. 9:22.
d Mos. 2:28. Mormón.
e DyC 20:28. b 1 Ne. 13:38–41. [385 d.C.]
581 MORMÓN 8:4–15
padre. Y no sé si me matarán o manitas y aladrones que existen
no. sobre la faz de la tierra.
4 Por tanto, escribiré y escon- 10 Y no hay quien conozca
deré los anales en la tierra; y no al verdadero Dios salvo los
a
importa a dónde yo vaya. discı́pulos de Jesús, quienes
5 He aquı́, mi padre ha prepa- permanecieron en la tierra has-
rado aestos anales, y ha escrito el ta que la iniquidad de la gente
objeto de ellos. Y he aquı́, yo fue tan grande que el Señor
también lo escribirı́a, si tuviera no les permitió b permanecer
espacio en las bplanchas; pero con el pueblo; y nadie sabe si
no lo tengo, y mineral no tengo, están o no sobre la faz de la
porque me hallo solo. Mi padre tierra.
ha sido muerto en la batalla, y 11 Mas he aquı́, mi apadre y yo
todos mis parientes, y no tengo los hemos visto, y ellos nos han
amigos ni adónde ir; y cuánto ministrado.
tiempo el Señor permitirá que 12 Y quien reciba esta historia,
yo viva, no lo sé. y no la condene por las imper-
6 He aquı́, han pasado *acuatro- fecciones que haya en ella, tal
cientos años desde la venida de persona sabrá de cosas amayores
nuestro Señor y Salvador. que éstas. He aquı́, soy Moroni;
7 Y he aquı́, los lamanitas han y si fuera posible, os darı́a a co-
perseguido a mi pueblo, los ne- nocer todas las cosas.
fitas, de ciudad en ciudad y de 13 He aquı́, ceso de hablar con-
lugar en lugar, hasta que no cerniente a este pueblo. Soy hijo
existen ya; y grande ha sido su de Mormón y mi padre era ades-
a
caı́da; sı́, grande y asombrosa es cendiente de Nefi.
la destrucción de mi pueblo, los 14 Y soy el mismo que aescon-
nefitas. de esta historia para los fines del
8 Y he aquı́, es la mano del Señor; mas las planchas en que
Señor lo que lo ha hecho. Y he se halla no tienen ningún valor,
aquı́, también los lamanitas es- por causa del mandamiento del
t á n e n a g u e r r a u n o s c o n t r a Señor. Porque él ciertamente di-
otros; y toda la superficie de es- ce que nadie las obtendrá bpara
ta tierra es un ciclo continuo de lucrar; mas la historia que con-
asesinatos y de derramamiento tienen es de gran valor, y a
de sangre; y nadie sabe el fin de aquel que la saque a luz, el Se-
la guerra. ñor lo bendecirá.
9 Y he aquı́, no digo más de 15 Porque nadie puede tener el
ellos, porque ya no hay sino la- poder para sacarla a luz salvo

5a Morm. 2:17–18. 10a 3 Ne. 28:7; 12a 3 Ne. 26:6–11.


b Morm. 6:6. Éter 12:17. 13a 3 Ne. 5:20.
6a Alma 45:10. gee Discı́pulos 14a Moro. 10:1–2.
7a 1 Ne. 12:2–3. nefitas, los tres. b JS—H 1:46.
8a 1 Ne. 12:20–23. b Morm. 1:16.
9a Morm. 2:8. 11a 3 Ne. 28:24–26. [*401 d.C.]
MORMÓN 8:16–25 582
que le sea dado de Dios; porque 21 Y el que respire iras y con-
Dios dispone que se haga con la tiendas contra la obra del Señor,
a
mira puesta únicamente en la y contra el pueblo del convenio
gloria de Dios, o para el benefi- del Señor, que es la casa de
cio del antiguo y por tan largo Israel, y diga: Destruiremos la
tiempo dispersado pueblo del obra del Señor, y el Señor no se
convenio del Señor. acordará del convenio que ha
16 Y bendito sea aaquel que sa- hecho con la casa de Israel, tal
que esto a luz; porque se bsacará persona está en peligro de ser
de las tinieblas a la luz, según la talada y arrojada al fuego;
palabra de Dios; sı́, será sacado 22 porque los eternos adesig-
de la tierra, y brillará de entre nios del Señor han de seguir
las tinieblas y llegará al conoci- adelante, hasta que se cumplan
miento del pueblo; y se realizará todas sus promesas.
por el poder de Dios. 23 Escudriñad las profecı́as de
17 Y si hay aerrores, son errores a
Isaı́as. He aquı́, no puedo escri-
del hombre. Mas he aquı́, no sa- birlas. Sı́, he aquı́, os digo que
bemos que haya errores; no obs- aquellos santos que me han pre-
tante, Dios sabe todas las cosas; cedido, que han poseı́do esta
por tanto, cuı́dese aquel que tierra, bclamarán, sı́, desde el
bcondene, no sea que corra peli- polvo clamarán al Señor; y ası́
gro del fuego del infierno. como vive el Señor, se acordará
18 Y el que diga: Mostradme o del convenio que ha hecho con
seréis heridos, cuı́dese, no sea ellos.
que mande lo que el Señor ha 24 Y él conoce sus aoraciones,
prohibido. que se hicieron a favor de sus
19 Porque he aquı́, el que pre- hermanos. Y él conoce su fe,
cipitadamente ajuzgue, precipi- porque en su nombre pudieron
tadamente será también juzga- mover bmontañas; y en su nom-
do; pues según sus obras, será su bre pudieron hacer que tembla-
paga; por tanto, aquel que hiera ra la tierra; y por el poder de su
será, a su vez, herido del Señor. palabra hicieron que se derriba-
20 He aquı́ lo que dicen las Es- ran las cprisiones; sı́, ni aun el
crituras: El hombre no herirá ni horno ardiente pudo dañarlos,
tampoco juzgará; porque el jui- ni las bestias salvajes, ni las ser-
cio es mı́o, dice el Señor, y la pientes venenosas, por motivo
venganza es mı́a también, y yo del poder de su palabra.
pagaré. 25 Y he aquı́, sus aoraciones

15a DyC 4:5. 19a tjs, Mateo 7:1–2; Morm. 9:36;


16a 2 Ne. 3:6–7, 11, 13–14. 3 Ne. 14:1–2; DyC 10:46.
b Isa. 29:18; Moro. 7:14. b Jacob 4:6;
2 Ne. 27:29. 22a DyC 3:3. Hel. 10:9.
17a Morm. 9:31, 33; 23a 3 Ne. 20:11; 23:1. c Alma 14:27–29.
Éter 12:23–28. b Isa. 29:4; 25a Morm. 5:21.
b 3 Ne. 29:5; 2 Ne. 3:19–20; 26:16.
Éter 4:8. 24a Enós 1:12–18; [Entre 400 y 421 d.C.]
583 MORMÓN 8:26–34
también fueron a favor de aquel 31 Sı́, sucederá en un dı́a en
a quien el Señor habrı́a de con- que habrá grandes contamina-
ceder sacar a luz estas cosas. ciones sobre la superficie de la
26 Y no es menester que nadie tierra: habrá asesinatos, y robos,
diga que no saldrán, pues cierta- y mentiras, y engaños, y fornica-
mente saldrán, porque el Señor ciones, y toda clase de abomina-
lo ha dicho; porque ade la tierra ciones; cuando habrá muchos
han de salir, por mano del Se- que dirán: Haz esto, o haz aque-
ñor, y nadie puede impedirlo; y llo, y no aimporta, porque en el
sucederá en una época en que postrer dı́a el Señor bsostendrá
se dirá que ya no existen los bmi- al que tal hiciere. Pero ¡ay de ta-
lagros; y será como si alguien les, porque se hallan en la chiel
hablase de centre los muertos. de amargura y en los lazos de la
27 Y sucederá en un dı́a en que iniquidad!
la asangre de los santos clamará 32 Sı́, sucederá en un dı́a en
al Señor, por motivo de las com- que se habrán establecido igle-
binaciones bsecretas y las obras sias que dirán: Venid a mı́, y por
de obscuridad. vuestro dinero seréis perdona-
28 Sı́, sucederá en un dı́a en dos de vuestros pecados.
que se negará el poder de Dios; 33 ¡Oh pueblo inicuo, y perver-
y las aiglesias se habrán corrom- so, y obstinado! ¿Por qué os ha-
pido y ensalzado en el orgullo béis establecido iglesias para ob-
de sus corazones; sı́, en un dı́a tener alucro? ¿Por qué habéis
b
en que los directores y maestros tergiversado la santa palabra de
de las iglesias se envanecerán Dios, para traer la ccondenación
con el orgullo de sus corazones, sobre vuestras almas? He aquı́,
hasta el grado de envidiar a examinad las revelaciones de
aquellos que pertenecen a sus Dios; pues, he aquı́, llegará el
iglesias. tiempo, en aquel dı́a, en que se
29 Sı́, sucederá en un dı́a en cumplirán todas estas cosas.
que ase oirá de fuegos, y tem- 34 He aquı́, el Señor me ha
pestades, y bvapores de humo mostrado cosas grandes y mara-
en paı́ses extranjeros; villosas concernientes a lo que
30 y también se oirá de ague- se realizará en breve, en ese dı́a
rras, rumores de guerras y terre- en que aparezcan estas cosas
motos en diversos lugares. entre vosotros.

26a Isa. 29:4; 2 Ne. 33:13. 28a 2 Tim. 3:1–7; 31a 2 Ne. 28:21–22.
b Morm. 9:15–26; 1 Ne. 14:9–10; b 2 Ne. 28:8.
Moro. 7:27–29, 33–37. 2 Ne. 28:3–32; c Alma 41:11.
c 2 Ne. 26:15–16; DyC 33:4. 33a gee Supercherı́as
Morm. 9:30; 29a Joel 2:28–32; sacerdotales.
Moro. 10:27. 2 Ne. 27:2–3. b 1 Ne. 13:26–29.
27a Éter 8:22–24; b 1 Ne. 19:11; c gee Condenación.
DyC 87:6–7. DyC 45:39–42.
b gee Combinaciones 30a Mateo 24:6;
secretas. 1 Ne. 14:15–17. [Entre 400 y 421 d.C.]
MORMÓN 8:35–9:2 584
35 He aquı́, os hablo como si os go, permitı́s que el hambrien-
hallaseis presentes, y sin embar- to, y el necesitado, y el desnu-
go, no lo estáis. Pero he aquı́, Je- do, y el enfermo, y el afligido
sucristo me os ha mostrado, y pasen a vuestro lado, sin hacer-
conozco vuestras obras. les caso?
36 Y sé que aandáis según el 40 Sı́, ¿por qué formáis vues-
orgullo de vuestros corazones; tras abominaciones asecretas pa-
y no hay sino unos pocos que ra obtener lucro, y dais lugar a
no se benvanecen por el orgullo que las viudas y también los
de sus corazones, al grado de huérfanos lloren ante el Señor,
vestir ropas csuntuosas, y de lle- y también que la sangre de sus
gar a la envidia, las contiendas, padres y sus maridos clame al
la malicia y las persecuciones, Señor, desde el suelo, venganza
y toda clase de iniquidades; y sobre vuestra cabeza?
vuestras iglesias, sı́, sin excep- 41 He aquı́, la espada de la ven-
ción, se han contaminado a ganza se cierne sobre vosotros;
causa del orgullo de vuestros y pronto viene el dı́a en que él
a
corazones. vengará la sangre de los santos
37 Porque he aquı́, amáis el adi- en vosotros, porque no soporta-
nero, y vuestros bienes, y vues- rá más sus clamores.
tros costosos vestidos, y el ador-
no de vuestras iglesias, más de CAPÍTULO 9
lo que amáis a los pobres y los
necesitados, los enfermos y los
afligidos. Moroni llama al arrepentimiento a
38 ¡Oh vosotros, corruptos, aquellos que no creen en Cristo—Él
vosotros, hipócritas, vosotros, proclama a un Dios de milagros,
maestros, que os vendéis por que da revelaciones y derrama do-
lo que se corrompe! ¿Por qué nes y señales sobre los fieles—Los
h a b é i s m a n c i l l a d o l a s a n t a milagros cesan por causa de la in-
iglesia de Dios? ¿Por qué os credulidad—Las señales siguen a
a
avergonzáis de tomar sobre aquellos que creen—Se exhorta a
vosotros el nombre de Cristo? los hombres a ser prudentes y guar-
¿Por qué no consideráis que es dar los mandamientos.
mayor el valor de una felicidad Y AHORA hablo también concer-
sin fin que esa bmiseria que jamás niente a aquellos que no creen
termina? ¿Es acaso por motivo en Cristo.
de la calabanza del mundo? 2 He aquı́, ¿creeréis en el dı́a de
39 ¿Por qué os adornáis con lo vuestra visitación —he aquı́,
que no tiene vida, y sin embar- cuando venga el Señor, sı́, ese

36a gee Andar, andar 38a Rom. 1:16; 2 Tim. 1:8; 40a gee Combinaciones
con Dios. 1 Ne. 8:25–28; secretas.
b Jacob 2:13. Alma 46:21. 41a 1 Ne. 22:14.
c Alma 5:53. b Mos. 3:25.
37a 2 Ne. 28:9–16. c 1 Ne. 13:9. [Entre 400 y 421 d.C.]
585 MORMÓN 9:3–12
a
gran dı́a cuando la btierra se nombre de Jesús, para que quizá
plegará como un rollo, y los ele- se os halle sin mancha, cpuros,
mentos se cderretirán con ar- hermosos y blancos, en aquel
diente calor, sı́, ese gran dı́a en grande y postrer dı́a, habiendo
que seréis llevados para compa- sido purificados por la sangre
recer ante el Cordero de Dios— del dCordero.
diréis entonces que no hay 7 Y también os hablo a vosotros
Dios? que anegáis las revelaciones de
3 ¿Seguiréis entonces negando Dios y decı́s que ya han cesado,
al Cristo, o podréis mirar al Cor- que no hay revelaciones, ni pro-
dero de Dios? ¿Suponéis que fecı́as, ni dones, ni sanidades, ni
moraréis con él, estando cons- hablar en lenguas, ni la binter-
cientes de vuestra culpa? ¿Su- pretación de lenguas.
ponéis que podrı́ais ser felices 8 He aquı́, os digo que aquel
morando con ese santo Ser, que niega estas cosas no conoce
mientras atormentara vuestras el aevangelio de Cristo; sı́, no ha
almas una sensación de culpa leı́do las Escrituras; y si las ha
de haber siempre violado sus le- leı́do, no las bcomprende.
yes? 9 Pues, ¿no leemos que Dios es
4 He aquı́, os digo que serı́ais el amismo ayer, hoy y para siem-
más desdichados, morando en pre, y que en él no hay variación
la presencia de un Dios santo y ni sombra de cambio?
justo, con la conciencia de vues- 10 Ahora bien, si os habéis ima-
tra impureza ante él, que si vi- ginado a un dios que varı́a, y en
vierais con las almas acondena- quien hay sombra de cambio,
das en el binfierno. entonces os habéis imaginado a
5 Porque he aquı́, cuando se un dios que no es un Dios de
os haga ver vuestra adesnudez milagros.
delante de Dios, y también la 11 Mas he aquı́, yo os mostraré
gloria de Dios y la santidad de a un Dios de milagros, sı́, el Dios
Jesucristo, ello encenderá una de Abraham, y el Dios de Isaac,
llama de fuego inextinguible en y el Dios de Jacob; y es ese mis-
vosotros. mo aDios que creó los cielos y la
6 aVolveos, pues, oh bincrédu- tierra, y todas las cosas que hay
los, volveos al Señor; clamad en ellos.
fervientemente al Padre en el 12 He aquı́, él creó a Adán, y

9 2a Mal. 4:5; 3 Ne. 28:31. 6a Ezeq. 18:23, 32; 9a Heb. 13:8;


b Morm. 5:23; DyC 98:47. 1 Ne. 10:18–19;
DyC 63:20–21. b gee Incredulidad. Alma 7:20;
gee Mundo—El fin c gee Pureza, puro. Moro. 8:18;
del mundo. d gee Cordero de Dios. DyC 20:12.
c Amós 9:13; 7a 3 Ne. 29:6–7. 11a Gén. 1:1; Mos. 4:2;
3 Ne. 26:3. b 1 Cor. 12:7–10; DyC 76:20–24.
4a gee Condenación. AdeF 1:7. gee Jesucristo.
b gee Infierno. 8a gee Evangelio.
5a 2 Ne. 9:14. b Mateo 22:29. [Entre 400 y 421 d.C.]
MORMÓN 9:13–20 586
por a Adán vino la b caı́da del ¿Han pasado ya todas estas co-
hombre. Y por causa de la caı́da sas de que he hablado? ¿Ha lle-
del hombre, vino Jesucristo, sı́, gado ya el fin? He aquı́, os digo
el Padre y el Hijo; y a causa de que no; y Dios no ha cesado de
Jesucristo vino la credención del ser un Dios de milagros.
hombre. 16 He aquı́, ¿no son maravillo-
13 Y a causa de la redención sas a nuestros ojos las cosas que
del hombre, que vino por Jesu- Dios ha hecho? Sı́, y ¿quién pue-
cristo, son llevados de vuelta de comprender las maravillosas
a
a la presencia del Señor; sı́, en obras de Dios?
esto son redimidos todos los 17 ¿Quién dirá que no fue un
hombres, porque la muerte de milagro que por su a palabra
Cristo hace efectiva la aresurrec- existan los cielos y la tierra; que
ción, la cual lleva a cabo una re- por el poder de su palabra el
dención de un bsueño eterno, hombre haya sido bcreado del
c
del cual todos los hombres des- polvo de la tierra, y que por el
pertarán, por el poder de Dios poder de su palabra se hayan
cuando suene la trompeta; y sal- verificado milagros?
drán, pequeños ası́ como gran- 18 ¿Y quién dirá que Jesucristo
des, y todos comparecerán an- no obró muchos grandes amila-
te su tribunal, redimidos y li- gros? Y hubo muchos grandes
bres de esta cligadura eterna de milagros que se efectuaron por
la muerte, la cual es una muerte mano de los apóstoles.
temporal. 19 Y si entonces se hicieron
14 Y entonces viene el ajuicio a
milagros, ¿por qué ha dejado
del Santo sobre ellos; y enton- Dios de ser un Dios de milagros,
ces viene el momento en que y sigue siendo todavı́a un Ser
el que es bimpuro continuará inmutable? Y he aquı́, os digo
siendo impuro; y el que es justo que él no cambia; si ası́ fuese,
continuará siendo justo; el que dejarı́a de ser Dios; y él no cesa
es feliz permanecerá feliz y el de ser Dios, y es un Dios de mi-
que es infeliz será infeliz to- lagros.
davı́a. 20 Y el motivo por el cual cesa
15 Y ahora bien, a todos voso- de obrar amilagros entre los hi-
tros que os habéis imaginado a jos de los hombres es porque
un dios que ano puede hacer ellos degeneran en la increduli-
milagros, quisiera preguntaros: dad, y se apartan de la vı́a recta,

12a Mos. 3:26. b Alma 7:21; b gee Creación, crear.


b gee Caı́da de Adán DyC 88:35. c Gén. 2:7; Mos. 2:25.
y Eva. 15a Moro. 7:35–37; 18a Juan 6:14.
c gee Redención, DyC 35:8. 19a DyC 63:7–10.
redimido, redimir. gee Milagros. 20a Jue. 6:11–13;
13a Hel. 14:15–18. 16a Sal. 40:5; Éter 12:12–18;
b DyC 43:18. DyC 76:114; Moro. 7:35–37.
c DyC 138:16. Moisés 1:3–5.
14a gee Juicio Final. 17a Jacob 4:9. [Entre 400 y 421 d.C.]
587 MORMÓN 9:21–29
y desconocen al Dios en quien contra la omnipotente fuerza
debı́an poner su bconfianza. del Señor? ¿Quién despreciará
21 He aquı́, os digo que quien las obras del Señor? ¿Quién des-
crea en Cristo, sin dudar nada, preciará a los hijos de Cristo?
a
cuanto pida al Padre en el nom- Considerad, todos vosotros que
bre de Cristo, le será concedido; sois bdespreciadores de las obras
y esta promesa es para todos, del Señor, porque os asombra-
aun hasta los extremos de la tie- réis y pereceréis.
rra. 27 Oh, no despreciéis, pues, ni
22 Porque he aquı́, ası́ dijo Je- os asombréis, antes bien, escu-
sucristo, el Hijo de Dios, a sus chad las palabras del Señor, y
discı́pulos que iban a permane- pedid al Padre, en el nombre de
cer, sı́, y también a todos sus dis- Jesús, cualquier cosa que necesi-
cı́pulos, a oı́dos de la multitud: téis. No dudéis, mas sed creyen-
a
Id por todo el mundo, y predi- tes; y empezad, como en los dı́as
cad el evangelio a toda criatura; antiguos, y aallegaos al Señor
23 y el que creyere y fuere bau- con todo vuestro bcorazón, y cla-
tizado, será salvo; mas el que no brad vuestra propia salvación
creyere, será acondenado; con temor y temblor ante él.
24 y estas aseñales seguirán a 28 Sed aprudentes en los dı́as
los que crean: En mi nombre de vuestra probación; despojaos
echarán fuera bdemonios; habla- de toda impureza; no pidáis pa-
rán nuevas lenguas; alzarán ser- ra dar satisfacción a vuestras
b
pientes, y si bebieren cosa mor- concupiscencias, sino pedid con
tı́fera, no los dañará; pondrán una resolución inquebrantable,
sus cmanos sobre los enfermos, y para que no cedáis a ninguna
ellos sanarán; tentación, sino que sirváis al
25 y a quien crea en mi nom- verdadero Dios cviviente.
bre, sin dudar nada, yo le acon- 29 Cuidaos de ser bautizados
a
firmaré todas mis palabras, aun indignamente; cuidaos de to-
hasta los extremos de la tierra. mar el sacramento de Cristo bin-
26 Y ahora bien, he aquı́, ¿quién dignamente, antes bien, mirad
puede resistir las obras del Se- que hagáis todas las cosas cdig-
ñor? ¿aQuién puede negar sus namente, y hacedlo en el nom-
palabras? ¿Quién se levantará bre de Jesucristo, el Hijo del

20b gee Confianza, enfermos. b gee Concupiscencia.


confiar. 25a gee Revelación; c Alma 5:13.
21a Mateo 21:22; Testimonio. 29a gee Bautismo,
3 Ne. 18:20. 26a 3 Ne. 29:4–7. bautizar—Requisitos
22a Marcos 16:15–16. b Prov. 13:13. del bautismo.
gee Obra misional. 27a Moro. 10:30–32. b 1 Cor. 11:27–30;
23a gee Condenación. b Josué 22:5; 3 Ne. 18:28–32.
24a Marcos 16:17–18. DyC 64:22, 34. c gee Dignidad, digno.
gee Señal. gee Corazón.
b Hech. 16:16–18. c Filip. 2:12.
c gee Bendición de los 28a Jacob 6:12. [Entre 400 y 421 d.C.]
MORMÓN 9:30–37 588
Dios viviente; y si hacéis esto, he aquı́, no habrı́ais tenido nin-
y perseveráis hasta el fin, de guna imperfección en nuestros
ninguna manera seréis dese- anales.
chados. 34 Pero el Señor sabe las cosas
30 He aquı́, os hablo como si que hemos escrito, y también
a
hablara de entre los muertos; que ningún otro pueblo conoce
porque sé que tendréis mis pa- nuestra lengua; y por motivo
labras. de que ningún otro pueblo co-
31 No me condenéis por mi noce nuestra lengua, por lo tan-
a
imperfección, ni a mi padre to, él ha preparado los amedios
por causa de su imperfección, para su interpretación.
ni a los que han escrito antes 35 Y se escriben estas cosas pa-
de él; más bien, dad gracias a ra que limpiemos nuestros ves-
Dios que os ha manifestado tidos de la sangre de nuestros
nuestras imperfecciones, para hermanos, que han degenerado
que aprendáis a ser más sabios en la aincredulidad.
de lo que nosotros lo hemos 36 Y he aquı́, estas cosas que
sido. hemos adeseado concernientes
32 Y he aquı́, hemos escrito a nuestros hermanos, sı́, aun
estos anales según nuestro co- su restauración al conocimien-
nocimiento, en los caracteres to de Cristo, están de acuerdo
que entre nosotros se llaman con las oraciones de todos los
egipcio areformado; y los he- santos que han morado en la
mos transmitido y alterado con- tierra.
forme a nuestra manera de 37 Y el Señor Jesucristo les
hablar. conceda que sean contestadas
33 Y si nuestras planchas hu- sus oraciones según su fe; y
biesen sido suficientemente Dios el Padre se acuerde del
amplias, habrı́amos escrito en convenio que ha hecho con la
hebreo; pero también hemos casa de Israel, y los bendiga pa-
alterado el hebreo; y si hubié- ra siempre, mediante la fe en el
semos podido escribir en hebreo, nombre de Jesucristo. Amén.

El Libro de Éter

L a historia de los jareditas, tomada de las veinticuatro planchas que


encontró el pueblo de Limhi en la época del rey Mosı́ah.

30a Morm. 8:26; 32a 1 Ne. 1:2; DyC 17:1.


Moro. 10:27. Mos. 1:4. 35a 2 Ne. 26:15.
31a Morm. 8:17; 34a Mos. 8:13–18; 36a Morm. 8:24–26;
Éter 12:22–28, 35. Éter 3:23, 28; DyC 10:46–49.
589 ÉTER 1:1–31
CAPÍTULO 1 hasta la época en que fueron
destruidos.
Moroni compendia los escritos de 6 Y de esta manera hago la re-
Éter—Se declara la genealogı́a de lación: El que escribió estos ana-
Éter—No se confunde el lenguaje les fue aÉter, y él era descen-
de los jareditas en la Torre de Ba- diente de Coriantor.
bel—El Señor promete conducirlos 7 Coriantor era hijo de Morón;
a una tierra escogida y hacer de 8 y Morón era hijo de Etem;
ellos una gran nación. 9 y Etem era hijo de Ahah;
10 y Ahah era hijo de Set;

Y AHORA yo, aMoroni, pro-


cedo a hacer una relación de
esos antiguos habitantes que
11 y Set era hijo de Shiblón;
12 y Shiblón era hijo de Com;
13 y Com era hijo de Corián-
fueron destruidos por la bmano tum;
del Señor sobre la superficie de 14 y Coriántum era hijo de
este paı́s del norte. Amnigadda;
2 Y tomo mi relación de las 15 y Amnigadda era hijo de
a
veinticuatro planchas que en- Aarón;
contró el pueblo de Limhi; y se 16 y Aarón era descendiente de
llama el Libro de Éter. Het, que era hijo de Heartom;
3 Y como supongo que la pri- 17 y Heartom era hijo de Lib;
mera parte de esta narración 18 y Lib era hijo de Kish;
—que habla concerniente a la 19 y Kish era hijo de Corom;
creación del mundo, y también 20 y Corom era hijo de Levı́;
de Adán, y una relación desde 21 y Levı́ era hijo de Kim;
esa época aun hasta la gran 22 y Kim era hijo de Morian-
a
torre, y cuantas cosas aconte- tón;
cieron entre los hijos de los 23 y Moriantón era descen-
hombres hasta ese tiempo— se diente de Riplákish;
halla entre los judı́os, 2 4 y R i p l á k i s h e r a h i j o d e
4 no escribo, pues, esas cosas Shez;
que ocurrieron desde los dı́as de 25 y Shez era hijo de Het;
a
Adán hasta esa época; pero se 26 y Het era hijo de Com;
hallan sobre las planchas, y el 27 y Com era hijo de Corián-
que las encuentre estará faculta- tum;
do para obtener la historia com- 28 y Coriántum era hijo de
pleta. Emer;
5 Mas he aquı́, no hago la rela- 29 y Emer era hijo de Omer;
ción completa, sino una parte 30 y Omer era hijo de Shule;
de la narración, desde la torre 31 y Shule era hijo de Kib;

[éter] 2a Alma 37:21; 4a Es decir, lo que abarca


1 1a gee Moroni, Hijo de Éter 15:33. el mismo perı́odo de
Mormón. 3a Omni 1:22; Génesis, capı́tulos
b Morm. 5:23; Mos. 28:17; 1–10.
DyC 87:6–7. Hel. 6:28. 6a Éter 12:2; 15:34.
ÉTER 1:32–43 590
32 y Kib era hijo de Orı́ah, que nos va a echar de esta tierra, y
era hijo de Jared. si nos va a echar de la tierra, su-
33 Y dicho aJared vino de la plı́cale que nos indique a dónde
gran torre con su hermano y sus hemos de ir. ¿Y quién sabe si el
familias, y con algunos otros y Señor no nos llevará a una re-
sus familias, en la época en que gión que sea la más afavorecida
el Señor bconfundió el lenguaje de toda la tierra? Y si ası́ fuere,
del pueblo, y juró en su ira que seámosle fieles al Señor, a fin de
serı́an dispersados por toda la que la recibamos por herencia
c
superficie de la tierra; y confor- nuestra.
me a la palabra del Señor fue 39 Y sucedió que el hermano
dispersada la gente. de Jared suplicó al Señor con-
34 Y como el ahermano de Ja- forme a lo dicho por boca de
red era un hombre grande y do- Jared.
tado de mucha fuerza, y alta- 40 Y ocurrió que el Señor escu-
mente favorecido del Señor, Ja- chó al hermano de Jared, y se
red, su hermano, le dijo: Suplica compadeció de él, y le dijo:
al Señor que no nos confunda 41 Ve y recoge tus rebaños,
de modo que no entendamos macho y hembra de cada espe-
nuestras palabras. cie, y también de las semillas de
35 Y sucedió que el hermano la tierra, de toda clase; y tus afa-
de Jared suplicó al Señor, y el milias; y también tu hermano
Señor se compadeció de Jared; Jared y su familia; y también tus
b
por tanto, no confundió el len- amigos y sus familias, y los ami-
guaje de Jared; y Jared y su her- gos de Jared y sus familias.
mano no fueron confundidos. 42 Y cuando hayas hecho esto,
a
36 Entonces Jared dijo a su irás a la cabeza de ellos al valle
hermano: Suplica de nuevo al que está al norte. Y allı́ te en-
Señor, pues tal vez aparte su ira contraré, e iré bdelante de ti a
de aquellos que son nuestros una región que es cfavorecida
amigos, para que no confunda sobre todas las regiones de la
su lenguaje. tierra.
37 Y ocurrió que el hermano 43 Y allı́ os bendeciré a ti y a
de Jared suplicó al Señor, y el tus descendientes; y de tu pos-
Señor tuvo compasión de sus teridad, y de la posteridad de tu
amigos y de las familias de ellos hermano, y de los que irán con-
también, y no fueron confundi- tigo, levantaré para mı́ una na-
dos. ción grande. Y no habrá sobre
38 Y aconteció que Jared habló toda la superficie de la tierra na-
otra vez a su hermano, dicien- ción mayor que la que yo levan-
do: Ve y pregunta al Señor si taré para mı́ de tu posteridad. Y

33a gee Jared. de. 42a 1 Ne. 2:1–2;


b Gén. 11:6–9. 38a gee Tierra prometida. Abr. 2:3.
c Mos. 28:17. 41a Éter 6:20. b DyC 84:88.
34a gee Jared, hermano b Éter 6:16. c 1 Ne. 13:30.
591 ÉTER 2:1–9
ası́ obraré contigo, porque me ron llegado al valle de Nimrod,
has suplicado todo este largo descendió el Señor y habló con
tiempo. el hermano de Jared; y estaba
en una anube, y el hermano de
CAPÍTULO 2 Jared no lo vio.
5 Y ocurrió que el Señor les
mandó que salieran para el de-
Los jareditas se preparan para su sierto; sı́, a aquella parte donde
viaje a una tierra prometida—Es ningún hombre jamás habı́a es-
una tierra escogida en la cual los tado. Y sucedió que el Señor fue
hombres deben servir a Cristo o, de delante de ellos, y les habló
lo contrario, serán exterminados— mientras estaba en una anube, y
El Señor habla al hermano de Jared les dio instrucciones por dónde
durante tres horas—Los jareditas habı́an de viajar.
construyen barcos—El Señor le in- 6 Y aconteció que viajaron por
dica al hermano de Jared que pro- el desierto, y construyeron bar-
ponga la manera de iluminar los cos, en los cuales atravesaron
barcos. muchas aguas, y la mano del Se-
Y SUCEDIÓ que Jared y su herma- ñor los guiaba continuamente.
no, y sus familias, y también los 7 Y no quiso el Señor permitir
amigos de Jared y de su herma- que se detuvieran del otro lado
no, y sus familias, descendieron del mar, en el desierto, sino dis-
al valle que se hallaba al norte (y puso que avanzaran hasta llegar
el nombre del valle era aNimrod, a la atierra de promisión, que era
nombre tomado del gran caza- una tierra escogida sobre todas
dor), junto con sus rebaños que las demás, la cual el Señor Dios
habı́an recogido, macho y hem- habı́a preservado para un pue-
bra de toda especie. blo justo.
2 Y también tendieron tram- 8 Y habı́a jurado en su ira al
pas para coger aves del cielo; hermano de Jared que quienes
y prepararon una vasija en la poseyeran esta tierra de promi-
que llevaron consigo los peces sión, desde entonces y para
de las aguas. siempre, deberı́an aservirlo a él,
3 Y también llevaron con ellos el verdadero y único Dios, o se-
deseret, que interpretado signi- rı́an bexterminados cuando ca-
fica abeja obrera; y ası́ llevaron yera sobre ellos la plenitud de
consigo enjambres de abejas, y su ira.
toda variedad de cuanto habı́a 9 Y ası́ podemos ver los decre-
sobre la faz de la tierra, semillas tos de Dios concernientes a esta
de todas clases. tierra: Que es una tierra de pro-
4 Y sucedió que cuando hubie- misión; y cualquier nación que

2 1a Gén. 10:8. 5a Éx. 13:21–22. b Jarom 1:3, 10;


4a Núm. 11:25; 7a 1 Ne. 4:14. Alma 37:28;
DyC 34:7–9; gee Tierra prometida. Éter 9:20.
JS—H 1:68. 8a Éter 13:2.
ÉTER 2:10–16 592
la posea servirá a Dios, o será bre de Moriáncumer; y vivı́an
exterminada cuando la plenitud en tiendas; y vivieron en tien-
de su ira caiga sobre ella. Y la das a la orilla del mar por el tér-
plenitud de su ira descenderá mino de cuatro años.
sobre ella cuando haya madura- 14 Y aconteció que a la conclu-
do en la iniquidad. sión de los cuatro años, el Señor
10 Porque he aquı́, ésta es una vino otra vez al hermano de
tierra escogida sobre todas las Jared, y estaba en una nube, y
demás; por tanto, aquel que la habló con él. Y por el espacio de
posea servirá a Dios o será ex- tres horas habló el Señor con el
terminado, porque es el eterno hermano de Jared, y lo arepren-
decreto de Dios. Y no es sino dió porque no se habı́a acorda-
hasta cuando llega al acolmo la do de binvocar el nombre del
iniquidad entre los hijos de la Señor.
tierra, que son bexterminados. 15 Y el hermano de Jared se
11 Y esto viene a vosotros, oh arrepintió del mal que habı́a co-
a
gentiles, para que conozcáis los metido, e invocó el nombre del
decretos de Dios, para que os Señor a favor de sus hermanos
arrepintáis y no continuéis en que estaban con él. Y el Señor
vuestras iniquidades hasta lle- le dijo: Os perdonaré vuestros
gar al colmo, para que no hagáis pecados a ti y a tus hermanos;
venir sobre vosotros la plenitud pero no pecaréis más, porque
de la ira de Dios, como lo han debéis recordar que mi aEspı́ritu
hecho hasta ahora los habitan- no siempre bluchará con el hom-
tes de la tierra. bre; por tanto, si pecáis hasta
12 He aquı́, ésta es una tierra llegar al colmo, seréis desecha-
escogida, y cualquier nación dos de la presencia del Señor.
que la posea se verá alibre de la Y éstos son mis pensamientos
esclavitud, y del cautiverio, y de tocante a la tierra que os daré
todas las otras naciones debajo por herencia; porque será una
del cielo, si tan sólo bsirve al tierra cescogida sobre todas las
Dios de la tierra, que es Jesucris- demás.
to, el cual ha sido manifestado 16 Y dijo el Señor: Poneos a
por las cosas que hemos escrito. trabajar y construid barcos a se-
13 Y ahora prosigo mi narra- mejanza de los que hasta ahora
ción; porque he aquı́, aconteció habéis hecho. Y sucedió que el
que el Señor condujo a Jared y a hermano de Jared se puso a tra-
sus hermanos hasta ese gran bajar, y sus hermanos también,
mar que separa las tierras. Y al y construyeron barcos a la ma-
llegar al mar, plantaron sus tien- nera de los que habı́an hecho
das; y dieron al paraje el nom- antes, de acuerdo con las ains-

10a 2 Ne. 28:16. b Isa. 60:12. b Gén. 6:3; 2 Ne. 26:11;


b 1 Ne. 17:37–38. 14a gee Disciplinar. Morm. 5:16.
11a 2 Ne. 28:32. b gee Oración. c Éter 9:20.
12a gee Libertad. 15a Éter 15:19. 16a 1 Ne. 17:50–51.
593 ÉTER 2:17–25
trucciones del Señor. Y eran pe- diciendo: He aquı́, oh Señor, he
queños, y eran ligeros sobre las obrado según me lo has manda-
aguas, ası́ como la ligereza de do; y he preparado los barcos
un ave sobre el agua. para mi pueblo, y he aquı́, no
17 Y se construyeron de una hay luz en ellos. ¿Vas a permitir,
manera sumamente aajustada, oh Señor, que crucemos estas
de modo que podı́an contener grandes aguas en la obscuridad?
agua como un vaso; y el fondo 23 Y el Señor dijo al hermano
estaba ajustado como un vaso, y de Jared: ¿Qué quieres que yo
los costados estaban ajustados haga para que tengáis luz en
de la misma manera; y los extre- vuestros barcos? Porque he
mos terminaban en punta; y aquı́, no podéis tener ventanas,
también la cubierta estaba ajus- pues serı́an hechas pedazos; ni
tada como un vaso; y su longi- llevaréis fuego con vosotros,
tud era la de un árbol; y la puer- porque no os dirigiréis por la
ta, al cerrarse, quedaba ajustada luz del fuego.
a semejanza de un vaso. 24 Pues he aquı́, seréis como
18 Y sucedió que el hermano una ballena en medio del mar;
de Jared clamó al Señor, dicien- porque las inmensas olas esta-
do: ¡Oh Señor!, he efectuado la llarán contra vosotros. No obs-
obra que me has mandado, y he tante, yo os sacaré otra vez de
construido los barcos según tú las profundidades del mar; por-
me has dirigido. que de mi boca han salido los
a
19 Y he aquı́, oh Señor, no hay vientos, y también he enviado
luz en ellos; ¿a dónde nos he- yo las blluvias y los diluvios.
mos de dirigir? Y también pere- 25 Y he aquı́, yo os preparo
ceremos, porque en ellos no po- contra todas estas cosas; porque
dremos respirar sino el aire que no podéis atravesar este gran
contengan; por consiguiente, mar, a menos que yo os prepare
pereceremos. contra las olas del mar, y los
20 Y el Señor dijo al hermano vientos que han salido, y los di-
de Jared: He aquı́, harás una luvios que vendrán. Por tanto,
abertura en la cubierta, y tam- ¿qué deseas que prepare para
bién en el fondo; y cuando te vosotros, a fin de que tengáis
falte aire, destaparás la abertura luz cuando seáis sumergidos en
y recibirás aire. Y si sucede que las profundidades del mar?
os entra el agua, he aquı́, cerra-
rás la abertura para que no pe-
rezcáis en el mar. CAPÍTULO 3
21 Y ocurrió que el hermano de
Jared ası́ lo hizo, según lo que el El hermano de Jared ve el dedo del
Señor le habı́a mandado. Señor al tocar Éste las dieciséis pie-
22 Y clamó de nuevo al Señor, dras—Cristo le muestra el cuerpo

17a Éter 6:7. 24a Éter 6:5. b Sal. 148:8.


ÉTER 3:1–8 594
de su espı́ritu al hermano de Jared dioso para con nosotros. ¡Oh
—Es imposible impedir que pene- Señor!, ten piedad de mı́, y
tren el velo aquellos que poseen aparta tu ira de este tu pueblo, y
un conocimiento perfecto—Se pro- no permitas que atraviese este
porcionan intérpretes para que furioso abismo en la obscuridad;
puedan salir a luz los anales de los sino mira estas cosas que he
jareditas. fundido de la roca.
4 Y sé, oh Señor, que tú tie-
Y SUCEDIÓ que el hermano de nes todo apoder, y que puedes
Jared (y era ocho el número de hacer cuanto quieras para el be-
los barcos que habı́an sido pre- neficio del hombre. Por tanto,
parados) subió al monte que toca estas piedras con tu dedo,
llamaban el monte de Shelem, oh Señor, y disponlas para que
a causa de su extremada altura, brillen en la obscuridad; y nos
y de una roca fundió dieciséis iluminarán en los barcos que
piedras pequeñas; y eran blan- hemos preparado, para que ten-
cas y diáfanas, como cristal gamos luz mientras atravese-
transparente; y las llevó en sus mos el mar.
manos a la cima del monte, y 5 He aquı́, oh Señor, tú pue-
nuevamente clamó al Señor, des hacer esto. Sabemos que
diciendo: puedes manifestar gran poder,
2 ¡Oh Señor, has dicho que he- que aparece pequeño al entendi-
mos de estar rodeados por las miento de los hombres.
olas! Y ahora, he aquı́, oh Señor, 6 Y sucedió que cuando el her-
no te enojes con tu siervo a cau- mano de Jared hubo dicho estas
sa de su debilidad delante de ti; palabras, he aquı́, el aSeñor ex-
porque sabemos que tú eres tendió su mano y tocó las pie-
santo y habitas en los cielos, y dras, una por una, con su dedo.
que somos indignos delante de Y fue quitado el bvelo de ante los
ti; por causa de la acaı́da nuestra ojos del hermano de Jared, y vio
b
naturaleza se ha tornado mala el dedo del Señor; y era como el
continuamente; no obstante, oh dedo de un hombre, a semejan-
Señor, tú nos has dado el man- za de carne y sangre; y el her-
damiento de invocarte, para mano de Jared cayó delante del
que recibamos de ti según nues- Señor, porque fue herido de te-
tros deseos. mor.
3 He aquı́, oh Señor, tú nos has 7 Y el Señor vio que el herma-
castigado por causa de nuestra no de Jared habı́a caı́do al suelo,
iniquidad; y nos has echado, y le dijo el Señor: Levántate,
y durante estos muchos años ¿por qué has caı́do?
hemos estado en el desierto; 8 Y dijo al Señor: Vi el dedo del
no obstante, has sido amisericor- Señor, y tuve miedo de que me

3 2a gee Caı́da de Adán 3a Éter 1:34–43. 1 Ne. 16:29.


y Eva. 4a gee Poder. 6a gee Jesucristo.
b Mos. 3:19. 5a Isa. 55:8–9; b Éter 12:19, 21.
595 ÉTER 3:9–20
hiriese; porque no sabı́a que el hombre como tú lo has hecho.
Señor tuviese carne y sangre. ¿Ves que eres creado a mi pro-
9 Y el Señor le dijo: A causa de pia bimagen? Sı́, en el principio
tu fe has visto que tomaré sobre todos los hombres fueron crea-
mı́ acarne y sangre; y jamás ha dos a mi propia imagen.
venido a mı́ hombre alguno con 16 He aquı́, este cuerpo que ves
tan grande fe como la que tú tie- ahora es el cuerpo de mi aespı́ri-
nes; porque de no haber sido tu; y he creado al hombre a se-
ası́, no hubieras podido ver mi mejanza del cuerpo de mi espı́-
dedo. ¿Viste más que esto? ritu; y ası́ como me aparezco a ti
10 Y él contestó: No; Señor, en el espı́ritu, apareceré a mi
muéstrate a mı́. pueblo en la carne.
11 Y le dijo el Señor: ¿Creerás 17 Y ahora bien, dado que yo,
las palabras que hablaré? Moroni, dije que no podı́a hacer
12 Y él le respondió: Sı́, Señor, una relación completa de estas
sé que hablas la verdad, porque cosas que están escritas, básta-
eres un Dios de verdad, y ano me, por tanto, decir que Jesús se
puedes mentir. mostró a este hombre en el espı́-
13 Y cuando hubo dicho estas ritu, según la manera y a seme-
palabras, he aquı́, el Señor se le janza del mismo cuerpo con que
a
mostró, y dijo: bPorque sabes se amostró a los nefitas.
estas cosas, eres redimido de la 18 Y ejerció su ministerio por
caı́da; por tanto, eres traı́do de él, tal como ministró a los nefi-
nuevo a mi presencia; por consi- tas; y todo esto para que este
guiente yo me cmanifiesto a ti. hombre supiera que era Dios,
14 He aquı́, yo soy el que fue por causa de las muchas gran-
preparado desde la fundación des obras que el Señor le habı́a
del mundo para aredimir a mi mostrado.
pueblo. He aquı́, soy Jesucristo. 19 Y debido al conocimiento de
Soy el bPadre y el Hijo. En mı́ este hombre, no se le pudo im-
todo el género humano tendrá pedir que viera dentro del avelo;
c
vida, y la tendrá eternamente, y vio el dedo de Jesús, y cuando
sı́, aun cuantos crean en mi vio, cayó de temor, porque sabı́a
nombre; y llegarán a ser mis dhi- que era el dedo del Señor; y pa-
jos y mis hijas. ra él dejó de ser fe, porque supo
15 Y nunca me he mostrado al sin ninguna duda.
hombre a quien he creado, por- 20 Por lo que, teniendo este co-
que jamás ha acreı́do en mı́ el nocimiento perfecto de Dios,

9a gee Carne; Jesucristo; 14a gee Redención, b Gén. 1:26–27;


Mortal, mortalidad. redimido, redimir; Mos. 7:27;
12a Heb. 6:18. Redentor. DyC 20:17–18.
13a DyC 67:10–11. b Mos. 15:1–4. 16a gee Espı́ritu.
b Enós 1:6–8. c Mos. 16:9. 17a 3 Ne. 11:8–10.
c gee Jesucristo—La d gee Hijos e hijas 19a gee Velo.
existencia premortal de Dios.
de Jesucristo. 15a gee Creencia, creer.
ÉTER 3:21–4:1 596
fue imposible a impedirle ver las cosas, éstas le serı́an mani-
dentro del velo; por tanto, vio a festadas; por tanto, el Señor no
Jesús, y él le ministró. podı́a ocultarle nada, porque
21 Y sucedió que el Señor di- sabı́a que el Señor podı́a mos-
jo al hermano de Jared: He trarle todas las cosas.
aquı́, no permitirás que vayan 27 Y el Señor le dijo: Escribe
al mundo estas cosas que has estas cosas y a séllalas; y en
visto y oı́do, sino hasta que lle- mi propio y debido tiempo las
gue el a tiempo en que he de mostraré a los hijos de los hom-
glorificar mi nombre en la car- bres.
ne; de modo que guardarás las 28 Y sucedió que el Señor le
cosas que has visto y oı́do, y mandó que sellara las dos apie-
no las manifestarás a ningún dras que habı́a recibido, y que
hombre. no las mostrara sino hasta que
22 Y he aquı́, cuando vengas a el Señor las manifestase a los
mı́, las escribirás y las sellarás a hijos de los hombres.
fin de que nadie pueda inter-
pretarlas; porque las escribirás
CAPÍTULO 4
en un lenguaje que no se podrá
leer.
23 Y he aquı́, te daré estas ados Se le manda a Moroni sellar los
piedras, y también las sellarás escritos del hermano de Jared—No
junto con las cosas que escribas. serán revelados sino hasta que los
24 Porque he aquı́, he confun- hombres tengan fe aun como la del
dido el idioma que escribirás; hermano de Jared—Cristo manda
por tanto, haré que en mi pro- a los hombres creer en sus palabras
pio y debido tiempo estas pie- y en las de sus discı́pulos—Se da a
dras clarifiquen a los ojos de los los hombres el mandamiento de
hombres las cosas que tú escri- arrepentirse, creer en el evangelio
birás. y ser salvos.
25 Y cuando el Señor hubo Y EL Señor mandó al hermano
hablado estas palabras, mostró de Jared que descendiera del
al hermano de Jared atodos los monte, de la presencia del Se-
habitantes de la tierra que ha- ñor, y aescribiera las cosas que
bı́a habido, y también todos los habı́a visto; y fue prohibido
que habı́a de haber; y no los que se dieran a los hijos de los
ocultó de su vista, aun hasta los hombres, sino bhasta después
cabos de la tierra. que él fuese levantado sobre la
26 Porque le habı́a dicho ante- cruz; y por esta causa las guar-
riormente que asi bcreı́a en él y dó el rey Mosı́ah, para que no
en que podı́a mostrarle ctodas llegasen al mundo sino hasta

20a Éter 12:19–21. 26a Éter 3:11–13. 28a DyC 17:1.


21a Éter 4:1. b gee Creencia, creer. 4 1a Éter 12:24.
23a gee Urim y Tumim. c Éter 4:4. gee Escrituras.
25a Moisés 1:8. 27a 2 Ne. 27:6–8. b Éter 3:21.
597 ÉTER 4:2–12
después que Cristo se manifes- aun hasta desplegar ante ellos
tara a su pueblo. todas mis revelaciones, dice
2 Y después que Cristo verda- Jesucristo, el Hijo de Dios, el
b
deramente se hubo manifestado Padre de los cielos y de la tierra,
a su pueblo, él mandó que se y de todas las cosas que en ellos
dieran a conocer. hay.
3 Y ahora bien, después de es- 8 Y el que acontienda contra la
to, todos han degenerado en la palabra del Señor, maldito sea;
incredulidad; y no queda nadie y el que b niegue estas cosas,
sino los lamanitas, y éstos han maldito sea; porque a éstos no
desechado el evangelio de Cris- mostraré cosas cmayores, dice
to; por tanto, se me manda que Jesucristo; porque yo soy el que
las aoculte otra vez en la tierra. habla.
4 He aquı́, he escrito sobre es- 9 Y por mi mandato se abren y
tas planchas las mismas cosas se acierran los cielos; y por mi
que vio el hermano de Jared; y palabra temblará la btierra; y por
jamás se manifestaron cosas ma- mi mandato sus habitantes pa-
yores que las que le fueron mos- sarán, como si fuera por fuego.
tradas al hermano de Jared. 10 Y el que no cree mis pala-
5 Por tanto, el Señor me ha bras no cree a mis discı́pulos; y
mandado que las escriba; y las si es que yo no hablo, juzgad vo-
he escrito. Y me mandó que las sotros; porque en el apostrer dı́a
a
sellara; y también me ha man- sabréis que yo soy el que habla.
dado que selle su interpreta- 11 Pero al que acrea estas cosas
ción; ası́ que he sellado los bin- que he hablado, yo lo visitaré
térpretes, de acuerdo con el con las manifestaciones de mi
mandamiento del Señor. Espı́ritu, y sabrá y dará testimo-
6 Porque el Señor me dijo: No nio. Porque por mi Espı́ritu bsa-
irán a los gentiles sino hasta el brá que estas cosas son cverda-
dı́a en que se arrepientan de su deras; porque persuade a los
iniquidad, y se vuelvan puros hombres a hacer lo bueno.
ante el Señor. 12 Y cualquier cosa que per-
7 Y el dı́a en que ejerzan la fe suada a los hombres a hacer lo
en mı́, dice el Señor, ası́ como lo bueno viene de mı́; porque el
a
hizo el hermano de Jared, para bien de nadie procede, sino de
que se asantifiquen en mı́, en- mı́. Yo soy el mismo que condu-
tonces les manifestaré las cosas ce a los hombres a todo lo bue-
que vio el hermano de Jared, no; el que bno crea mis palabras,

3a Morm. 8:14. Morm. 8:17. 10a 2 Ne. 33:10–15.


5a Éter 5:1. b 2 Ne. 27:14; 28:29–30. 11a DyC 5:16.
b DyC 17:1; c Alma 12:10–11; b gee Testimonio.
JS—H 1:52. 3 Ne. 26:9–10. c Éter 5:3–4;
gee Urim y Tumim. 9a 1 Rey. 8:35; Moro. 10:4–5.
7a gee Santificación. DyC 77:8. 12a Alma 5:40;
b Mos. 3:8. b Hel. 12:8–18; Moro. 7:16–17.
8a 3 Ne. 29:5–6; Morm. 5:23. b 3 Ne. 28:34.
ÉTER 4:13–5:1 598
tampoco me creerá a mı́: que yo Juan. Acordaos, cuando veáis
soy; y aquel que no me crea, no estas cosas, sabréis que el tiem-
creerá al Padre que me envió. po está cerca en que efectiva-
Pues he aquı́, yo soy el Padre, yo mente serán manifestadas.
soy la cluz, y la dvida, y la verdad 17 Por tanto, acuando recibáis
del mundo. esta historia, sabréis que la obra
13 ¡aVenid a mı́, oh gentiles, y del Padre ha empezado sobre
os mostraré las cosas mayores, el toda la faz de la tierra.
conocimiento que se ha oculta- 18 aArrepentı́os, pues, todos
do a causa de la incredulidad! vosotros los extremos de la tie-
14 ¡Venid a mı́, oh casa de rra, y venid a mı́, y creed en mi
Israel, y os será amanifestado evangelio y sed bbautizados en
cuán grandes cosas el Padre ha mi nombre; porque el que crea y
reservado para vosotros desde sea bautizado, será salvo; mas el
la fundación del mundo; y no que no crea, será condenado; y
han llegado a vosotros por las cseñales seguirán a los que
motivo de la incredulidad! crean en mi nombre.
15 He aquı́, cuando rasguéis 19 Y bendito es aquel que sea
ese velo de incredulidad que os hallado afiel a mi nombre en el
hace permanecer en vuestro es- postrer dı́a, porque será enalte-
pantoso estado de iniquidad, y cido para morar en el reino pre-
dureza de corazón, y ceguedad parado para él bdesde la funda-
de mente, entonces las cosas ción del mundo. Y he aquı́, yo
grandes y maravillosas que han soy quien lo ha hablado. Amén.
estado aocultas de vosotros des-
de el principio del mundo, sı́, CAPÍTULO 5
cuando invoquéis al Padre en
mi nombre, con un corazón
quebrantado y un espı́ritu con- Tres testigos y la obra misma cons-
trito, entonces sabréis que el Pa- tituirán un testimonio de la veraci-
dre se ha acordado del convenio dad del Libro de Mormón.
que hizo con vuestros padres, Y YO, Moroni, he escrito las pala-
oh casa de Israel. bras que se me mandaron, se-
16 Entonces serán manifesta- gún mi memoria; y te he dicho
das a los ojos de todo el pueblo las cosas que he asellado; por
mis arevelaciones que he hecho tanto, no las toques con el fin de
que sean escritas por mi siervo traducirlas; porque esto te está

12c gee Luz, luz de 17a 3 Ne. 21:1–9, 28. 19a Mos. 2:41;
Cristo. 18a 3 Ne. 27:20; DyC 6:13.
d Juan 8:12; Alma 38:9. Moro. 7:34. gee Jesucristo—El
13a 3 Ne. 12:2–3. b Juan 3:3–5. tomar sobre sı́ el
14a DyC 121:26–29. gee Bautismo, bauti- nombre de Cristo.
15a 2 Ne. 27:10. zar—Indispensable. b 2 Ne. 9:18.
16a Apoc. 1:1; c gee Dones del 5 1a 2 Ne. 27:7–8, 21;
1 Ne. 14:18–27. Espı́ritu. Éter 4:4–7.
599 ÉTER 5:2–6:5
prohibido, a menos que en lo fu- Y AHORA yo, Moroni, procedo a
turo Dios lo juzgue prudente. dar la historia de Jared y su her-
2 Y he aquı́, tal vez tengas el mano.
privilegio de mostrar las plan- 2 Porque sucedió que des-
chas a aaquellos que ayudarán a pués que el Señor hubo prepa-
sacar a luz esta obra; rado las apiedras que el herma-
3 y por el poder de Dios se no de Jared habı́a llevado al
mostrarán a atres; por tanto, bsa- monte, el hermano de Jared des-
brán con certeza que estas cosas cendió del monte, y colocó las
son cverdaderas. piedras en los barcos que se ha-
4 Y en boca de tres atestigos se bı́an preparado, una en cada ex-
establecerán estas cosas; y el tes- tremo; y he aquı́, dieron luz a
timonio de tres, y esta obra, en los barcos.
la cual se mostrará el poder de 3 Y ası́ hizo el Señor que las
Dios y también su palabra, de piedras brillaran en las tinieblas
la cual el Padre, y el Hijo, y el para dar luz a los hombres, mu-
Espı́ritu Santo dan testimonio; jeres y niños, a fin de que no
y todo esto se levantará como atravesaran las grandes aguas
testimonio contra el mundo en en la obscuridad.
el postrer dı́a. 4 Y sucedió que cuando hu-
5 Y si es que se arrepienten y bieron preparado todo género
a
vienen al Padre en el nombre de alimentos, para que con ellos
de Jesús, serán recibidos en el pudieran subsistir sobre las
reino de Dios. aguas, ası́ como alimentos para
6 Y ahora bien, si es que no ten- sus rebaños y hatos, y cual-
go autoridad para estas cosas, quier bestia o animal o ave
juzgad vosotros; porque sabréis que llevasen consigo, he aquı́,
que tengo autoridad cuando me cuando hubieron hecho todas
veáis, y comparezcamos delante estas cosas, entraron en sus
de Dios en el postrer dı́a. Amén. naves o barcos y se hicieron a
la mar, encomendándose al
Señor su Dios.
CAPÍTULO 6 5 Y ocurrió que el Señor Dios
hizo que soplara un viento afu-
Los vientos impelen los barcos jare- rioso sobre la superficie de las
ditas a la tierra prometida—El pue- aguas, hacia la tierra prometida;
blo alaba al Señor por su bondad— y ası́ fueron echados de un lado
Orı́ah es nombrado rey—Mueren a otro por el viento sobre las
Jared y su hermano. olas del mar.

2a 2 Ne. 27:12–14; miento de la sección Libro de Mormón.


DyC 5:9–15. 17 de DyC y los ver- 5a Morm. 9:27;
3a 2 Ne. 11:3; 27:12. sı́culos 1–3; véase Moro. 10:30–32.
b DyC 5:25. también El Testimo- 6 2a Éter 3:3–6.
c Éter 4:11. nio de Tres Testigos 5a Éter 2:24–25.
4a Véanse el encabeza- en el prefacio del
ÉTER 6:6–19 600
6 Y aconteció que muchas ve- impelidos sobre las aguas por
ces fueron sepultados en las pro- trescientos cuarenta y cuatro
fundidades del mar, a causa de dı́as.
las gigantescas olas que rom- 12 Y desembarcaron en las pla-
pı́an sobre ellos, y también por yas de la tierra prometida. Y al
las grandes y terribles tempesta- pisar sus pies las playas de la tie-
des causadas por la fuerza del rra prometida, se postraron so-
viento. bre la faz de la tierra y se humi-
7 Y sucedı́a que, cuando eran llaron ante el Señor, y vertieron
sepultados en el abismo, no ha- lágrimas de gozo ante el Señor,
bı́a agua que los dañara, pues por causa de la abundancia de
sus barcos estaban aajustados sus tiernas misericordias sobre
como un bvaso, y también esta- ellos.
ban ajustados como el carca de 13 Y aconteció que salieron
Noé; por tanto, cuando los en- sobre la faz de la tierra, y empe-
volvı́an las muchas aguas, im- zaron a cultivar el terreno.
ploraban al Señor, y él los saca- 14 Y Jared tenı́a cuatro hijos; y
ba otra vez a la superficie de las se llamaban Jacom, y Gilga, y
aguas. Maha, y Orı́ah.
8 Y ocurrió que el viento no 15 Y el hermano de Jared tam-
dejó de soplar hacia la tierra bién engendró hijos e hijas.
prometida mientras estuvieron 16 Y los aamigos de Jared y de
sobre las aguas; y de este mo- su hermano eran en total unas
do fueron impelidos ante el veintidós almas; y también ellos
viento. engendraron hijos e hijas antes
9 Y le acantaban alabanzas al de llegar a la tierra de promi-
Señor; sı́, el hermano de Jared le sión; y ası́ empezaron a ser nu-
cantaba alabanzas al Señor, y le merosos.
daba bgracias y loor todo el dı́a; 17 Y se les enseñó a aandar hu-
y cuando llegaba la noche, no mildemente delante del Señor;
cesaban de alabar al Señor. y también recibı́an binstrucción
10 Y ası́ fueron impulsados de lo alto.
hacia adelante; y ningún mons- 18 Y aconteció que empezaron
truo del mar podı́a despeda- a extenderse sobre la faz de la
zarlos, ni ballena alguna podı́a tierra, y a multiplicarse, y a cul-
hacerles daño; y tenı́an luz tivar el terreno; y se hicieron
continuamente, ası́ cuando se fuertes en la tierra.
hallaban encima del agua como 19 Y el hermano de Jared em-
cuando estaban debajo de ella. pezó a envejecer, y vio que
11 Y de este modo fueron pronto tendrı́a que descender a

7a Éter 2:17. Moisés 7:43. 16a Éter 1:41.


b O sea, como un 9a gee Cantar. 17a gee Andar, andar
cuenco o plato b 1 Cró. 16:7–9; con Dios.
hondo. Alma 37:37; b gee Revelación.
c Gén. 6:14; DyC 46:32.
601 ÉTER 6:20–7:4
la tumba; por tanto, dijo a Jared: 27 Y ocurrió que tampoco los
Reunamos a nuestro pueblo pa- hijos de Jared quisieron, todos
ra contarlo, a fin de saber qué menos uno; y Orı́ah fue ungido
desea de nosotros antes que ba- para que fuera rey del pueblo.
jemos a nuestra sepultura. 28 Y empezó a reinar, y el pue-
20 Y, consiguientemente, se hi- blo comenzó a prosperar; y se
zo reunir al pueblo. Y el número hicieron sumamente ricos.
de los hijos e hijas del hermano 29 Y sucedió que murió Jared,
de Jared era veintidós almas; y y su hermano también.
el número de los hijos e hijas de 30 Y aconteció que Orı́ah an-
Jared era doce, cuatro de ellos duvo humildemente delante del
varones. Señor, y tuvo presente cuán
21 Y aconteció que contaron a grandes cosas el Señor habı́a he-
los de su pueblo; y después de cho por su padre, y también en-
haberlos contado, desearon sa- señó a su pueblo cuán grandes
ber de ellos qué querı́an que cosas el Señor habı́a hecho por
ellos hicieran antes que descen- sus padres.
diesen a la tumba.
22 Y sucedió que el pueblo les CAPÍTULO 7
pidió que aungieran a uno de
sus hijos para que fuese rey so-
Orı́ah reina con rectitud—Se esta-
bre ellos.
blecen los reinos rivales de Shule y
23 Y he aquı́, esto los afligió.
Cohor en medio de la usurpación y
Y el hermano de Jared les dijo:
las contiendas—Los profetas con-
Esto ciertamente aconduce al
denan la iniquidad y la idolatrı́a del
cautiverio.
pueblo, que luego se arrepiente.
24 Pero Jared dijo a su herma-
no: Permı́teles tener rey. Y, por Y OCURRIÓ que Orı́ah juzgó so-
tanto, les dijo: Elegid un rey de bre la tierra con rectitud todos
entre nuestros hijos, al que que- sus dı́as, que fueron muchos.
ráis. 2 Y engendró hijos e hijas; sı́,
25 Y ocurrió que eligieron al engendró treinta y uno, de los
primogénito del hermano de cuales veintitrés eran varones.
Jared; y su nombre era Pagag. 3 Y aconteció que también en-
Y aconteció que éste rehusó, y gendró a Kib en su vejez. Y acae-
no quiso ser su rey. Y el pueblo ció que Kib reinó en su lugar.
querı́a que su padre lo obligara, Y Kib engendró a Corihor.
mas su padre no quiso; y les 4 Y cuando Corihor tenı́a trein-
mandó que nunca obligaran a ta y dos años de edad, se rebeló
nadie a ser su rey. contra su padre, y fue y habitó
26 Y sucedió que eligieron a to- en la tierra de Nehor; y engen-
dos los hermanos de Pagag, y dró hijos e hijas, los cuales
no quisieron aceptar. fueron muy bellos; por tanto,

22a gee Unción. 23a 1 Sam. 8:10–18; Mos. 29:16–23.


ÉTER 7:5–19 602
Corihor atrajo a muchos en pos que el pueblo se habı́a hecho su-
de él. mamente numeroso.
5 Y cuando hubo reunido un 12 Y sucedió que Shule tam-
ejército, subió a la tierra de Mo- bién engendró muchos hijos e
rón, donde habitaba el rey, y lo hijas.
tomó cautivo, con lo cual se 13 Y Corihor se arrepintió de
cumplió la apalabra del herma- los muchos males que habı́a co-
no de Jared de que serı́an con- metido; por tanto, Shule le dio
ducidos al cautiverio. autoridad en su reino.
6 Y la tierra de Morón, donde 14 Y aconteció que Corihor tu-
moraba el rey, estaba situada vo muchos hijos e hijas; y entre
cerca de la tierra que los nefitas los hijos de Corihor habı́a uno
llamaban Desolación. que se llamaba Noé.
7 Y sucedió que Kib vivió en el 15 Y sucedió que Noé se rebeló
cautiverio, ası́ como su pueblo, en contra del rey Shule, y tam-
bajo su hijo Corihor, hasta llegar bién contra su padre Corihor, y
a una edad muy avanzada; no se atrajo a su hermano Cohor, y
obstante, Kib engendró a Shule también a todos sus hermanos
en su vejez, mientras todavı́a se y a muchos de los del pueblo.
hallaba cautivo. l6 Y aconteció que presentó ba-
8 Y sucedió que Shule se enojó talla contra el rey Shule, en la
con su hermano; y Shule se hizo que conquistó la tierra de su pri-
fuerte, y llegó a ser potente en mera herencia; y se hizo rey de
cuanto a la fuerza del hombre; y esa parte de la tierra.
también fue potente en criterio. 17 Y sucedió que de nuevo
9 Por tanto, fue a la colina de combatió al rey Shule; y tomó a
Efraı́n, donde fundió mineral de Shule, el rey, y lo llevó cautivo a
la colina, e hizo espadas de ace- Morón.
ro para aquellos que habı́a lleva- 18 Y sucedió que estando él a
do tras de sı́; y después que los punto de quitarle la vida, los hi-
hubo armado con espadas, vol- jos de Shule entraron furtiva-
vió a la ciudad de Nehor y pre- mente de noche en la casa de
sentó batalla contra su hermano Noé y lo mataron, y derribaron
Corihor; y por este medio con- la puerta de la prisión, y sacaron
quistó el reino, y lo restituyó a a su padre, y lo colocaron sobre
su padre Kib. su trono en su propio reino.
10 Y por esto que Shule habı́a 19 Por lo que el hijo de Noé
hecho, su padre le confirió el edificó su reino en su lugar; sin
reino; por tanto, empezó a rei- embargo, no obtuvieron más
nar en lugar de su padre. dominio sobre el rey Shule; y el
11 Y aconteció que juzgó con pueblo que se hallaba bajo el go-
justicia; y extendió su reino so- bierno del rey Shule prosperó
bre toda la faz de la tierra, por- grandemente y se hizo fuerte.

7 5a Éter 6:23.
603 ÉTER 7:20–8:5
20 Y el paı́s quedó dividido; y bı́a hecho por sus padres, trayén-
hubo dos reinos: el reino de dolos a através del gran mar a la
Shule, y el reino de Cohor, hijo tierra prometida; de modo que
de Noé. juzgó con justicia todos sus dı́as.
21 Y Cohor, hijo de Noé, hizo
que su pueblo fuera a la batalla CAPÍTULO 8
contra Shule, en la que éste los
derrotó y mató a Cohor.
22 Y Cohor tenı́a un hijo llama- Hay luchas y contiendas por el rei-
do Nimrod; y Nimrod entregó no—Para matar al rey, Akish esta-
el reino de Cohor a Shule, y ha- blece una combinación secreta regi-
lló gracia ante los ojos de Shule; da por un juramento—Las combi-
por tanto, éste lo colmó de favo- naciones secretas son del diablo y
res y obró en el reino de Shule causan la destrucción de las nacio-
según sus deseos. nes—Se amonesta a los gentiles
23 Y en el reinado de Shule modernos en cuanto a la combina-
también llegaron entre el pue- ción secreta que procurará destruir
blo profetas, enviados del Se- la libertad de todas las tierras, na-
ñor, profetizando que las iniqui- ciones y paı́ses.
dades y la aidolatrı́a del pueblo Y SUCEDIÓ que Shule engendró a
estaban trayendo una maldición Omer, y éste reinó en su lugar.
sobre la tierra, y que serı́an des- Y Omer engendró a Jared; y
truidos si no se arrepentı́an. Jared engendró hijos e hijas.
24 Y aconteció que el pueblo 2 Y Jared se sublevó contra su
ultrajó a los profetas, y se burló padre, y fue y habitó en la tierra
de ellos. Y sucedió que el rey de Het. Y sucedió que lisonjeó a
Shule sometió a juicio a todos muchos, por motivo de sus pala-
los que injuriaban a los profetas. bras astutas, hasta que hubo lo-
25 Y expidió una ley por toda grado la mitad del reino.
la tierra, la cual facultaba a los 3 Y cuando hubo logrado la mi-
profetas para ir a donde quisie- tad del reino, le hizo la guerra a
ran; y a causa de esto se logró su padre, y llevó cautivo a su
que el pueblo se arrepintiera. padre; y lo hizo servir en el cau-
26 Y por haberse arrepentido el tiverio;
pueblo de sus iniquidades e ido- 4 y en los dı́as del reinado de
latrı́as, el Señor los perdonó, y Omer, éste permaneció cautivo
empezaron otra vez a prosperar la mitad de sus dı́as. Y ocurrió
en la tierra. Y aconteció que que engendró hijos e hijas, en-
Shule engendró hijos e hijas en tre ellos a Esrom y Coriántumr;
su vejez. 5 y éstos se enojaron en extre-
27 Y no hubo más guerras en mo por los actos de Jared, su
los dı́as de Shule; y recordó las hermano, al grado de que reu-
grandes cosas que el Señor ha- nieron un ejército y le hicieron

23a gee Idolatrı́a. 27a Éter 6:4, 12.


ÉTER 8:6–16 604
la guerra a Jared. Y aconteció 11 Y Omer era amigo de Akish;
que lo combatieron de noche. por tanto, cuando Jared hubo
6 Y sucedió que cuando hubie- mandado llamar a Akish, la hija
ron destruido al ejército de de Jared bailó delante de él y
Jared, estaban a punto de ma- le agradó, de tal modo que la
tarlo a él también; y les supli- deseó por esposa. Y aconteció
có que no lo mataran, y que que dijo a Jared: Dámela por
él entregarı́a el reino a su padre. esposa.
Y sucedió que le perdonaron 12 Y Jared le dijo: Te la daré si
la vida. me traes la cabeza de mi padre,
7 Y Jared se apesadumbró en el rey.
gran manera por causa de la 13 Y sucedió que Akish reunió
pérdida del reino, porque tenı́a a toda su parentela en la casa de
puesto el corazón en el reino y Jared, y les dijo: ¿Me juraréis
en la gloria del mundo. que me seréis fieles en lo que
8 Entonces la hija de Jared, exija de vosotros?
siendo hábil en extremo, y vien- 14 Y aconteció que todos le aju-
do la tristeza de su padre, se raron por el Dios del cielo, y
propuso idear un plan median- también por los cielos, y tam-
te el cual devolverı́a el reino a su bién por la tierra y por su cabe-
padre. za, que el que se opusiera a la
9 Ahora bien, la hija de Jared ayuda que Akish deseara, per-
era sumamente bella. Y sucedió derı́a la cabeza; y quien divulga-
que habló con su padre, y le di- ra cualquiera de las cosas que
jo: ¿Por qué está mi padre tan Akish les diera a conocer, perde-
triste? ¿No ha leı́do él los anales rı́a la vida.
que nuestros padres trajeron a 15 Y ocurrió que ası́ se pusie-
través del gran mar? He aquı́, ron de acuerdo con Akish. Y él
¿no hay en ellos una relación les administró los ajuramentos
concerniente a los antiguos, de que fueron dados por los anti-
cómo por medio de sus aplanes guos que también ambicionaban
secretos lograron reinos y gran poder, juramentos que habı́an
gloria? sido transmitidos desde bCaı́n,
10 Ahora pues, envı́e mi padre que fue asesino desde el princi-
por Akish, el hijo de Kimnor; y pio.
he aquı́, soy bella, y abailaré de- 16 Y los preservó el poder del
lante de él, y le agradaré, de diablo para administrar estos ju-
modo que me deseará por espo- ramentos a los del pueblo, a fin
sa. Por tanto, si te pide que me de conservarlos en la obscuri-
des a él por esposa, entonces le dad, para ayudar a quienes am-
dirás: Te la daré, si me traes la bicionaran el poder a obtenerlo
cabeza de mi padre, el rey. y a asesinar, y robar, y mentir, y

8 9a 3 Ne. 6:28; 10a Marcos 6:22–28. 15a gee Juramento.


Hel. 6:26–30; 14a gee Blasfemar, b Gén. 4:7–8;
Moisés 5:51–52. blasfemia. Moisés 5:28–30.
605 ÉTER 8:17–25
cometer toda clase de iniquida- santos, que fuere vertida por
des y fornicaciones. ellos, clame siempre a él desde
17 Y fue la hija de Jared quien el suelo pidiendo bvenganza, sin
le puso en el corazón que inda- que él los vengue.
gara esas cosas de tiempo anti- 23 Por lo tanto, oh gentiles, es-
guo; y Jared lo puso en el cora- tá en la sabidurı́a de Dios que se
zón de Akish; por lo que Akish os muestren estas cosas, a fin de
las administró a sus parientes y que ası́ os arrepintáis de vues-
amigos, desviándolos por medio tros pecados, y no permitáis que
de lisonjeras promesas para que os dominen estas combinacio-
hicieran cuanto él deseaba. nes asesinas, que se instituyen
18 Y aconteció que formaron para adquirir apoder y riquezas,
una acombinación secreta, tal ni que os sobrevenga la obra, sı́,
como los de tiempo antiguo, la la obra misma de destrucción; sı́,
cual combinación es lo más abo- aun la espada de la justicia del
minable y perverso sobre todas Dios Eterno caerá sobre voso-
las cosas, a la vista de Dios; tros para vuestra derrota y des-
19 porque el Señor no obra por trucción, si permitı́s que existan
medio de combinaciones secre- estas cosas.
tas, ni quiere que los hombres 24 Por consiguiente, el Señor
viertan sangre, sino que lo ha os manda que cuando veáis sur-
prohibido en todas las cosas, gir estas cosas entre vosotros,
desde el principio del hombre. que despertéis a un conocimien-
20 Y yo, Moroni, no escribo la to de vuestra terrible situación,
manera de sus juramentos y por motivo de esta combinación
combinaciones, porque se me secreta que existirá entre voso-
ha hecho saber que existen en- tros; o ¡ay de ella, a causa de la
tre todos los pueblos, y se hallan sangre de los que han sido asesi-
entre los lamanitas; nados! Porque desde el polvo
21 y han causado la adestruc- claman ser vengados de ella, y
ción de este pueblo del cual también de los que la establecie-
ahora estoy hablando, y tam- ron.
bién la destrucción del pueblo 25 Porque sucede que quien la
de Nefi. establece procura destruir la ali-
22 Y cualquier nación que fa- bertad de todas las tierras, na-
vorezca tales combinaciones se- ciones y paı́ses; y lleva a cabo la
cretas para adquirir poder y ri- destrucción de todo pueblo,
quezas, hasta que se extiendan porque la edifica el diablo, que
sobre la nación, he aquı́, será es el padre de todas las menti-
destruida; porque el Señor no ras; sı́, ese mismo embustero
permitirá que la asangre de sus que bsedujo a nuestros primeros

18a gee Combinaciones b gee Venganza. b Gén. 3:1–13;


secretas. 23a 1 Ne. 22:22–23; 2 Ne. 9:9;
21a Hel. 6:28. Moisés 6:15. Mos. 16:3;
22a Morm. 8:27, 40–41. 25a gee Libertad, libre. Moisés 4:5–19.
ÉTER 8:26–9:9 606
padres; sı́, ese mismo mentiroso con su familia, y viajó por mu-
que ha provocado al hombre a chos dı́as, y pasó a un lado del
asesinar desde el principio; que cerro de aShim, y pasó por el si-
ha endurecido el corazón de los tio bdonde fueron destruidos los
hombres al grado de que han nefitas; y de allı́ se dirigió hacia
asesinado a los profetas, y los el este, y llegó a un paraje llama-
han apedreado y desechado do Ablom, a orillas del mar; y
desde el principio. allı́ plantó su tienda, y sus hijos
26 Por lo tanto, se me manda a y sus hijas, y toda su familia
mı́, Moroni, escribir estas cosas, también, salvo Jared y su fami-
para que sea destruido el mal, y lia.
llegue el tiempo en que Satanás 4 Y aconteció que Jared fue un-
a
no tenga más poder en el cora- gido rey sobre el pueblo, por
zón de los hijos de los hombres, manos inicuas; y dio a su hija
sino que sean bpersuadidos a por esposa a Akish.
hacer el bien constantemente, a 5 Y sucedió que Akish procuró
fin de que vengan a la fuente de quitarle la vida a su suegro; y se
toda rectitud y sean salvos. dirigió a aquellos a quienes ha-
bı́a juramentado con el jura-
mento de los antiguos, y le cor-
CAPÍTULO 9
taron la cabeza a su suegro
mientras se hallaba sentado so-
El reino pasa de uno a otro por des- bre su trono dando audiencia a
cendencia, intrigas y asesinatos— su pueblo.
Emer vio al Hijo de Justicia—Mu- 6 Porque tan grande habı́a sido
chos profetas proclaman el arrepen- la diseminación de esta inicua y
timiento—Un hambre muy grande secreta sociedad, que habı́a co-
y serpientes venenosas afligen al rrompido el corazón de todo el
pueblo. pueblo; de modo que Jared fue
Y AHORA yo, Moroni, prosigo mi asesinado sobre su trono, y
relación. Sucedió, pues, que a Akish reinó en su lugar.
causa de las acombinaciones se- 7 Y sucedió que Akish empezó
cretas de Akish y sus amigos, he a tener celos de su hijo; de mo-
aquı́, derrocaron el reino de do que lo encerró en la prisión,
Omer. y lo tuvo con poco o nada que
2 No obstante, el Señor tuvo comer, hasta que murió.
misericordia de Omer, y tam- 8 Y el hermano del que murió
bién de sus hijos e hijas que no (y se llamaba Nimra) se irritó
procuraban su destrucción. contra su padre por lo que habı́a
3 Y el Señor avisó a Omer en hecho con su hermano.
un sueño que saliera de la tierra; 9 Y aconteció que Nimra juntó
de modo que se alejó de la tierra a un pequeño número de hom-

26a 1 Ne. 22:26. Moro. 7:12–17. 3a Morm. 1:3; 4:23.


b 2 Ne. 33:4; 9 1a Éter 8:13–17. b Morm. 6:1–15.
607 ÉTER 9:10–22
bres y huyó de la tierra, y se fue ró grandemente bajo su reina-
a vivir con Omer. do; y en el espacio de sesenta y
10 Y sucedió que Akish engen- dos años se habı́an hecho fuer-
dró a otros hijos, y éstos se gran- tes en extremo, de modo que lle-
jearon el corazón del pueblo, a garon a ser sumamente ricos,
pesar de que ellos le habı́an ju- 17 pues tenı́an toda clase de
rado cometer toda clase de ini- frutas y granos, y de sedas, y de
quidades de conformidad con lo lino fino, y de oro, y de plata, y
que él deseara. de objetos preciosos;
11 Y los del pueblo de Akish 18 y también todo género de
codiciaban las riquezas, ası́ co- ganado, de bueyes, y vacas, y de
mo Akish ambicionaba el poder; ovejas, y de cerdos, y de cabras,
por tanto, los hijos de Akish les y también muchas otras clases
ofrecieron dinero, por medio de de animales que eran útiles para
lo cual se ganaron a la mayor el sustento del hombre.
parte del pueblo. 19 Y también tenı́an acaballos
12 Y empezó a haber una gue- y asnos, y habı́a elefantes y cu-
rra entre Akish y los hijos de relomes y cumomes, todos los
Akish, la cual duró por el espa- cuales eran útiles para el hom-
cio de muchos años, sı́, hasta la bre, y más particularmente los
destrucción de casi toda la gente elefantes y curelomes y cumo-
del reino, sı́, todos salvo treinta mes.
almas y aquellos que huyeron 20 Y ası́ fue como el Señor de-
con la familia de Omer. rramó sus bendiciones sobre es-
13 Por tanto, Omer fue restitui- ta tierra, que era aescogida sobre
do a la tierra de su herencia. todas las demás tierras; y man-
14 Y sucedió que Omer empe- dó que quienes poseyeran la tie-
zó a envejecer; no obstante, en rra, la poseyeran para los fines
su vejez engendró a Emer; y un- del Señor, o serı́an bdestruidos
gió a Emer por rey para que rei- cuando hubiesen madurado en
nara en su lugar. la iniquidad; porque sobre és-
15 Y después de haber ungido tos, dice el Señor, derramaré la
a Emer por rey, gozó de paz en plenitud de mi ira.
la tierra por el espacio de dos 21 Y Emer juzgó con rectitud
años, y murió, habiendo visto todos los dı́as de su vida, y en-
dı́as extremadamente numero- gendró muchos hijos e hijas; y
sos, los cuales fueron llenos de engendró a Coriántum, y ungió
angustia. Y ocurrió que Emer a Coriántum para que reinara
reinó en su lugar, y siguió los en su lugar.
pasos de su padre. 22 Y después que hubo ungido
16 Y el Señor de nuevo empezó a Coriántum para que reinara
a retirar la maldición de sobre la en su lugar, vivió cuatro años, y
tierra, y la casa de Emer prospe- gozó de paz en la tierra; sı́, aun

19a 1 Ne. 18:25. 20a Éter 2:15. b Éter 2:8–11.


ÉTER 9:23–34 608
vio al aHijo de Justicia, y se rego- hambre muy grande, en la que
cijó, y se glorió en su dı́a; y mu- serı́an destruidos si no se arre-
rió en paz. pentı́an.
23 Y acaeció que Coriántum 29 Pero el pueblo no creyó en
anduvo por las sendas de su pa- las palabras de los profetas, sino
dre, y edificó muchas grandes que los echaron fuera; y arro-
ciudades, y administró lo que jaron a algunos en fosos y los
era bueno a su pueblo todos los dejaron para que muriesen. Y
dı́as de su vida. Y sucedió que aconteció que hicieron todas es-
no tuvo hijos sino hasta una tas cosas según el mandato del
edad muy avanzada. rey Het.
24 Y aconteció que murió su es- 30 Y ocurrió que empezó a ha-
posa, de ciento y dos años de ber una gran escasez en la tierra,
edad. Y sucedió que Coriántum, y los habitantes empezaron a
en su vejez, tomó a una joven ser destruidos con suma rapidez
por esposa, y engendró hijos e por razón de la escasez, pues no
hijas; y vivió hasta ciento cua- habı́a lluvia sobre la faz de la tie-
renta y dos años de edad. rra.
25 Y aconteció que engendró a 31 Y también aparecieron ser-
Com, y Com reinó en su lugar; y pientes venenosas sobre la su-
reinó cuarenta y nueve años, y perficie de la tierra, y envenena-
engendró a Het; y engendró ron a mucha gente. Y sucedió
también otros hijos e hijas. que sus rebaños empezaron a
26 Y el pueblo se habı́a exten- huir de las serpientes venenosas
dido de nuevo sobre toda la hacia la tierra del sur, que los
faz de la tierra, y otra vez em- nefitas llamaban aZarahemla.
pezó a haber una iniquidad 32 Y aconteció que muchos de
sumamente grande sobre la ellos perecieron en el camino;
faz de la tierra; y Het comenzó no obstante, hubo algunos que
a adoptar nuevamente los pla- huyeron a la tierra del sur.
nes secretos de los tiempos 33 Y ocurrió que el Señor hizo
antiguos, para destruir a su que no los persiguieran más las
a
padre. serpientes, sino que obstruye-
27 Y sucedió que destronó a ran el camino para que la gente
su padre, pues lo mató con su no pudiera pasar, y para que
propia espada; y reinó en su cualquiera que intentara pasar,
lugar. cayera por las serpientes vene-
28 Y de nuevo llegaron profe- nosas.
tas a la tierra, proclamándoles el 34 Y sucedió que el pueblo si-
arrepentimiento, sı́, que debı́an guió el rastro de los animales, y
preparar el camino del Señor, o devoró los cuerpos muertos de
caerı́a una maldición sobre la los que caı́an por el camino has-
faz de la tierra; sı́, que habrı́a un ta que los consumieron todos.

22a 3 Ne. 25:2. 31a Omni 1:13. 33a Núm. 21:6–9.


609 ÉTER 9:35–10:8
Ahora bien, cuando los del inmensas riquezas, lo cual de
pueblo vieron que iban a morir, nuevo trajo la paz a su padre.
empezaron a aarrepentirse de 4 Y sucedió que su padre fun-
sus iniquidades, y a clamar al dó muchas ciudades sobre la
Señor. superficie de esa tierra, y el pue-
35 Y aconteció que cuando se blo otra vez comenzó a espar-
hubieron ahumillado suficiente- cirse por toda la tierra. Y vivió
mente ante el Señor, él envió la Shez hasta una edad sumamen-
lluvia sobre la faz de la tierra; y te avanzada, y engendró a Ri-
el pueblo comenzó a revivir, y plákish, y murió; y Riplákish
empezó a haber frutos en las tie- reinó en su lugar.
rras del norte, y en todas las tie- 5 Y ocurrió que Riplákish no
rras circunvecinas. Y les mostró hizo lo que era recto a los ojos
el Señor su poder para librarlos del Señor, porque tuvo muchas
del hambre. esposas y aconcubinas; e impuso
sobre los hombros del pueblo lo
CAPÍTULO 10 que era difı́cil de sobrellevar; sı́,
les impuso pesados tributos; y
con los tributos construyó mu-
Un rey sucede a otro—Algunos de chos suntuosos edificios.
los reyes son justos; otros son ini- 6 Y se edificó un trono extre-
cuos—Cuando la rectitud prevale- madamente hermoso; y cons-
ce, el Señor bendice al pueblo y lo truyó muchas prisiones, y a los
hace prosperar. que no querı́an sujetarse a los
Y SUCEDIÓ que Shez, que era tributos, los echaba en la pri-
descendiente de Het —pues sión; y a quienes no podı́an pa-
Het habı́a perecido por motivo gar tributos, los encerraba en la
del hambre, como también toda prisión; y hacı́a que trabajaran
su familia, menos Shez—, em- continuamente para su sostén;
pezó, pues, Shez a restablecer a y al que se negaba a trabajar,
un pueblo abatido. hacı́a que lo mataran.
2 Y aconteció que Shez recordó 7 De modo que logró toda su
la destrucción de sus padres, y obra exquisita, sı́, aun su oro fi-
estableció un reino justo; por- no hacı́a que se refinara en la
que recordó lo que el Señor ha- prisión, y hacı́a que allı́ fuese
bı́a hecho al traer a Jared y a su elaborada toda suerte de obras
hermano a através del mar; y an- preciosas. Y sucedió que afligió
duvo por las sendas del Señor; y al pueblo con sus fornicaciones
engendró hijos e hijas. y sus abominaciones.
3 Y su hijo mayor, que se lla- 8 Y cuando hubo reinado por
maba Shez, se rebeló contra él; el espacio de cuarenta y dos
pero Shez fue herido por mano años, el pueblo se levantó en re-
de un ladrón, a causa de sus belión en contra de él; y empezó

34a Alma 34:34; 35a DyC 5:24. 5a Jacob 3:5; Mos. 11:2.
DyC 101:8. 10 2a Éter 6:1–12.
ÉTER 10:9–19 610
a haber guerra otra vez en la titud, por lo que no fue favoreci-
tierra, al grado de que mataron do por el Señor.
a Riplákish, y echaron a sus des- 14 Y su hermano se levantó en
cendientes de la tierra. rebelión en contra de él, y por
9 Y sucedió que después del este medio lo redujo al cautive-
transcurso de muchos años, rio; y permaneció cautivo todos
Moriantón, que era descendien- sus dı́as; y engendró hijos e hi-
te de Riplákish, reunió un ejér- jas en el cautiverio; y en su
cito de desterrados, y fue e hizo vejez engendró a Levı́, y murió.
la guerra al pueblo, y se apode- 15 Y ocurrió que Levı́ sirvió en
ró de muchas ciudades; y la el cautiverio durante cuarenta y
guerra se agravó muchı́simo, y dos años, tras la muerte de su
duró por el espacio de muchos padre. Y le hizo la guerra al rey
años; y él logró subyugar a toda de la tierra, y por este medio lo-
la tierra, y se estableció como gró para sı́ el reino.
rey de toda la tierra. 16 Y después que hubo logrado
10 Y después de haberse esta- para sı́ el reino, hizo lo que era
blecido como rey, aligeró las car- justo a los ojos del Señor; y el
gas del pueblo, con lo cual se pueblo prosperó en la tierra; y
atrajo la simpatı́a del pueblo, y él vivió hasta una edad muy
lo ungieron para que fuera su avanzada, y engendró hijos e
rey. hijas; y también engendró a
11 Y obró rectamente con el Corom, a quien ungió por rey
pueblo, mas no consigo mismo, en su lugar.
por motivo de sus muchas forni- 17 Y sucedió que Corom hizo
caciones; por consiguiente, fue lo que era recto a los ojos del
desechado de la presencia del Señor todos sus dı́as; y engen-
Señor. dró muchos hijos e hijas; y des-
12 Y sucedió que Moriantón pués de haber vivido muchos
edificó muchas ciudades, y du- años, murió, ası́ como el resto de
rante su reinado el pueblo se los de la tierra; y Kish reinó en
hizo sumamente rico, tanto en su lugar.
edificios como en oro y plata, y 18 Y ocurrió que Kish también
en cosechas de granos, y en ha- murió, y Lib reinó en su lugar.
tos y rebaños, y en aquellas co- 19 Y aconteció que Lib también
sas que les habı́an sido restitui- hizo lo que era recto a los ojos
das. del Señor. Y en los dı́as de Lib
13 Y vivió Moriantón hasta una fueron destruidas las serpientes
a
edad muy avanzada, y entonces venenosas; de modo que fue-
engendró a Kim; y Kim reinó en ron a las tierras del sur con obje-
lugar de su padre, y reinó ocho to de procurar alimento para la
años, y murió su padre. Y acon- gente del paı́s, porque la región
teció que Kim no reinó con rec- abundaba en animales del bos-

19a Éter 9:31.


611 ÉTER 10:20–33
que. Y el mismo Lib llegó a ser 28 Y nunca pudo haber un
gran cazador. pueblo más bendecido que ellos,
20 Y construyeron una ciudad ni que hubiera prosperado más
grande cerca de la estrecha len- por la mano del Señor; y se ha-
gua de tierra, cerca del paraje llaban en una tierra escogida so-
donde el mar divide la tierra. bre todas las demás, porque el
21 Y reservaron la tierra del Señor lo habı́a dicho.
sur como despoblado para la ca- 29 Y sucedió que Lib vivió mu-
za. Y toda la faz de la tierra del chos años, y engendró hijos e
norte se hallaba cubierta de hijas; y asimismo engendró a
habitantes. Heartom.
22 Y eran sumamente indus- 30 Y acaeció que Heartom
triosos; y compraban y vendı́an reinó en lugar de su padre. Y
y traficaban unos con otros, a fin cuando Heartom hubo reinado
de sacar ganancia. veinticuatro años, he aquı́, le fue
23 Y trabajaban toda clase de quitado el reino. Y sirvió mu-
minerales, y elaboraban el oro, chos años en el cautiverio, sı́,
la plata, el ahierro, el bronce y aun el resto de sus dı́as.
toda clase de metales; y los saca- 31 Y engendró a Het; y Het vi-
ban de la tierra; por tanto, le- vió en el cautiverio toda su vida.
vantaron inmensos montones Y Het engendró a Aarón, y Aa-
de tierra para obtener minera- rón pasó todos sus dı́as en el
les, de oro, y de plata, y de hie- cautiverio; y engendró a Amni-
rro, y de cobre; e hicieron toda gadda, y también Amnigadda
clase de obras finas. vivió cautivo todos sus dı́as; y
24 Y tenı́an sedas y lino fi- engendró a Coriántum, y Co-
namente tejido; y hacı́an toda riántum moró en la cautividad
clase de telas para cubrir su todos sus dı́as; y engendró a
desnudez. Com.
25 Y fabricaban toda clase de 32 Y aconteció que Com se
herramientas para cultivar la atrajo la mitad del reino. Y cua-
tierra, tanto para arar, como pa- renta y dos años reinó sobre la
ra sembrar, para segar, como mitad del reino; y salió a la gue-
para azadonar, como también rra contra el rey Amgid, y lucha-
para trillar. ron por el término de muchos
26 Y hacı́an toda clase de he- años, durante los cuales Com
rramientas, con las cuales ha- venció a Amgid, y logró apode-
cı́an trabajar sus animales. rarse del resto del reino.
27 Y elaboraban toda clase 33 Y en los dı́as de Com empe-
de armas de guerra. Y confeccio- zó a haber ladrones en la tierra;
naban toda clase de artı́culos y adoptaron los planes anti-
de una elaboración sumamente guos, y administraron ajuramen-
fina. tos a la manera de los antiguos,

23a 2 Ne. 5:15. Combinaciones


33a gee Juramento; secretas.
ÉTER 10:34–11:12 612
y procuraron otra vez destruir en toda la tierra, porque habı́an
el reino. testificado que vendrı́a una mal-
34 Y Com los combatió mucho; dición muy grande sobre esa tie-
sin embargo, no prevaleció so- rra, y también sobre el pueblo;
bre ellos. y que habrı́a una inmensa des-
trucción entre ellos, como jamás
CAPÍTULO 11 habı́a habido sobre la faz de la
tierra, y sus huesos serı́an como
a
montones de tierra sobre la faz
Guerras, disensiones e iniquidad del paı́s, a menos que se arre-
predominan en la vida de los jaredi- pintiesen de sus iniquidades.
tas—Profetas predicen la completa 7 Y no escucharon la voz del
destrucción de los jareditas a menos Señor por razón de sus inicuas
que se arrepientan—El pueblo re- combinaciones; por tanto, em-
chaza las palabras de los profetas. pezó a haber guerras y contien-
Y TAMBIÉN en los dı́as de Com das en toda la tierra, y también
vinieron muchos profetas, y muchas hambres y pestilencias,
profetizaron de la destrucción al grado que hubo una gran des-
de aquel gran pueblo, a menos trucción como nunca se habı́a
que se arrepintieran, se volvie- conocido sobre la superficie de
ran al Señor, y abandonaran sus la tierra; y todo esto aconteció
asesinatos e iniquidades. en los dı́as de Shiblom.
2 Y sucedió que el pueblo re- 8 Y empezó el pueblo a arre-
chazó a los profetas, y huyeron pentirse de su iniquidad; y a
a Com para que los protegiera, medida que lo hacı́an, el Señor
pues el pueblo querı́a destruir- tenı́a amisericordia de ellos.
los. 9 Y sucedió que Shiblom fue
3 Y le profetizaron a Com asesinado, y Set fue reducido al
muchas cosas; y fue bendecido cautiverio; y vivió cautivo todos
todo el resto de sus dı́as. sus dı́as.
4 Y vivió hasta una edad muy 10 Y sucedió que Ahah, su hijo,
avanzada, y engendró a Shi- se apoderó del reino; y reinó
blom; y Shiblom reinó en su lu- sobre el pueblo toda su vida. Y
gar. Y el hermano de Shiblom se cometió toda clase de iniquida-
rebeló en contra de él, y empezó des en sus dı́as, con lo cual hizo
a haber una guerra sumamente que se vertiera mucha sangre; y
grande por toda la tierra. sus dı́as fueron pocos.
5 Y sucedió que el hermano 11 Y Etem, que era descendien-
de Shiblom hizo que mataran te de Ahah, tomó posesión del
a todos los profetas que profe- reino; y en sus dı́as también
tizaban de la destrucción del hizo lo que era inicuo.
pueblo; 12 Y sucedió que en los dı́as de
6 y hubo una gran calamidad Etem llegaron muchos profetas,

11 6a Omni 1:22; 8a gee Misericordia,


Éter 14:21. misericordioso.
613 ÉTER 11:13–12:1
y profetizaron de nuevo al pue- 20 Y en los dı́as de Corian-
blo; sı́, profetizaron que el Señor tor también vinieron muchos
los destruirı́a completamente de profetas, y profetizaron cosas
sobre la faz de la tierra, a menos grandes y maravillosas; y pro-
que se arrepintieran de sus ini- clamaron el arrepentimiento al
quidades. pueblo, y que a menos que se
13 Y acaeció que el pueblo en- arrepintieran, el Señor Dios eje-
dureció su corazón, y no quiso cutarı́a ajuicio contra ellos hasta
a
hacer caso de sus palabras; y los su completa destrucción;
profetas se lamentaron y se reti- 21 y que el Señor Dios, por su
raron de entre el pueblo. poder, enviarı́a o traerı́a a aotro
14 Y sucedió que Etem juzgó pueblo a poseer la tierra, del
inicuamente todos sus dı́as; y mismo modo que habı́a traı́do a
engendró a Morón. Y sucedió sus padres.
que Morón reinó en su lugar; y 22 Y ellos rechazaron todas las
también él hizo lo malo a los palabras de los profetas, por
ojos del Señor. causa de su sociedad secreta y
15 Y aconteció que surgió una sus inicuas abominaciones.
a
rebelión entre el pueblo, a cau- 23 Y acaeció que Coriantor
sa de aquella combinación se- engendró a aÉter y murió, des-
creta que se instituyó para ad- pués de haber vivido en el cauti-
quirir poder y riquezas; y se le- verio todos sus dı́as.
vantó entre ellos un hombre
muy diestro en la iniquidad, y le
CAPÍTULO 12
hizo la guerra a Morón, en la
cual conquistó la mitad del rei-
no; y retuvo la mitad del reino El profeta Éter exhorta al pueblo a
por muchos años. creer en Dios—Moroni relata las
16 Y ocurrió que Morón lo ven- maravillas y los milagros que se
ció y recuperó otra vez el reino. efectúan por medio de la fe—La fe
17 Y aconteció que se levantó permitió al hermano de Jared ver
otro hombre poderoso; y era a Cristo—El Señor da debilidad
descendiente del hermano de a los hombres para que sean humil-
Jared. des—Por medio de la fe, el hermano
18 Y sucedió que derrocó a de Jared causó que el monte de Ze-
Morón, y se apoderó del reino; rı́n se apartara—La fe, la esperanza
de modo que Morón vivió en el y la caridad son esenciales para la
cautiverio todo el resto de sus salvación—Moroni vio a Jesús cara
dı́as; y engendró a Coriantor. a cara.
19 Y ocurrió que Coriantor vi- Y SUCEDIÓ que Éter vivió en los
vió en el cautiverio todos sus dı́as de Coriántumr; y aCorián-
dı́as. tumr era rey de toda la tierra.

13a Mos. 16:2. 20a gee Juicio, juzgar. 23a Éter 1:6; 15:33–34.
15a gee Rebelión. 21a Éter 13:20–21. 12 1a Éter 13:13–31.
ÉTER 12:2–12 614
2 Y aÉter era profeta del Señor; monio sino hasta después de la
d
por tanto, Éter salió en los dı́as prueba de vuestra fe.
de Coriántumr y empezó a pro- 7 Porque fue por la fe que Cris-
fetizar al pueblo, porque no se to se manifestó a nuestros pa-
le podı́a brestringir, debido al dres, después que él hubo resu-
Espı́ritu del Señor que habı́a citado de los muertos; y no se
en él. manifestó a ellos sino hasta des-
3 Porque a clamaba desde la pués que tuvieron fe en él; por
mañana hasta la puesta del sol, consiguiente, fue indispensable
exhortando a los del pueblo a que algunos tuvieran fe en él,
creer en Dios para arrepenti- puesto que no se mostró al
miento, no fuese que quedaran mundo.
b
destruidos, diciéndoles que por 8 Pero por motivo de la fe de
medio de la cfe todas las cosas se los hombres, él se ha manifesta-
cumplen: do al mundo, y ha glorificado
4 de modo que los que creen el nombre del Padre, y prepara-
en Dios pueden tener la firme do un medio por el cual otros
a
esperanza de un mundo mejor, pueden ser partı́cipes del don
sı́, aun un lugar a la diestra de celestial, para que tengan espe-
Dios; y esta esperanza viene por ranza en las cosas que no han
la fe, proporciona un bancla a las visto.
almas de los hombres y los hace 9 Por lo tanto, vosotros tam-
seguros y firmes, abundando bién podéis tener esperanza, y
siempre en cbuenas obras, sien- participar del don, si tan sólo
do impulsados a dglorificar a tenéis fe.
Dios. 10 He aquı́, fue por la fe que los
5 Y acaeció que Éter profetizó de la antigüedad fueron allama-
al pueblo cosas grandes y mara- dos según el santo orden de
villosas, las cuales no creyeron, Dios.
porque no las veı́an. 11 Por tanto, la ley de Moisés
6 Y ahora yo, Moroni, quisiera se dio por la fe. Mas en el don de
hablar algo concerniente a estas su Hijo, Dios ha preparado un
cosas. Quisiera mostrar al mun- camino más aexcelente; y es por
do que la afe es las cosas que se la fe que se ha cumplido.
b
esperan y cno se ven; por tanto, 12 Porque si no hay afe entre
no contendáis porque no veis, los hijos de los hombres, Dios
porque no recibı́s ningún testi- no puede hacer ningún bmila-

2a gee Éter. c 1 Cor. 15:58. llamado por Dios,


b Jer. 20:9; d 3 Ne. 12:16. llamamiento.
Enós 1:26; 6a Heb. 11:1. 11a 1 Cor. 12:31.
Alma 43:1. b Rom. 8:24–25. 12a 2 Ne. 27:23;
3a DyC 112:5. c Alma 32:21. Mos. 8:18;
b Éter 11:12, 20–22. d 3 Ne. 26:11; Moro. 7:37;
c gee Fe. DyC 105:19; 121:7–8. DyC 35:8–11.
4a gee Esperanza. 10a Alma 13:3–4. b Mateo 13:58;
b Heb. 6:19. gee Llamado, Morm. 9:20.
615 ÉTER 12:13–24
gro entre ellos; por tanto, no se 20 Y he aquı́, hemos visto en
mostró sino hasta después de su estos anales que uno de éstos
fe. fue el hermano de Jared; porque
13 He aquı́, fue la fe de Alma y tan grande era su fe en Dios,
de Amulek lo que hizo que se que cuando Dios extendió su
derribara la aprisión. a
dedo, no lo pudo ocultar de la
14 He aquı́, fue la fe de Nefi y vista del hermano de Jared, por
de Lehi lo que obró el acambio motivo de la palabra que le ha-
en los lamanitas, de modo que bı́a hablado, palabra que habı́a
fueron bautizados con fuego y logrado por medio de la fe.
con el bEspı́ritu Santo. 21 Y después que el hermano
15 He aquı́, fue la fe de aAm- de Jared hubo visto el dedo del
món y de sus hermanos lo que Señor, debido a la apromesa que
b
obró tan gran milagro entre los por la fe habı́a obtenido el her-
lamanitas. mano de Jared, el Señor no pu-
16 Sı́, y todos cuantos han do ocultarle nada de su vista;
obrado amilagros los han obrado por consiguiente, le mostró to-
por la bfe, tanto aquellos que das las cosas, porque ya no se le
fueron antes de Cristo, como los podı́a mantener fuera del bvelo.
que fueron después de él. 22 Y es por la fe que mis padres
17 Y fue por la fe que los tres han obtenido la apromesa de
discı́pulos obtuvieron la prome- que estas cosas han de llegar a
sa de que ano gustarı́an la muer- sus hermanos por medio de los
te; y no obtuvieron la promesa gentiles; por tanto, el Señor me
sino hasta después de tener fe. ha mandado, sı́, aun Jesucristo
18 Y en ningún tiempo perso- mismo.
na alguna ha obrado milagros 23 Y le dije: Señor, los gentiles
sino hasta después de su fe; por se burlarán de estas cosas, de-
tanto, primero creyeron en el bido a nuestra adebilidad en es-
Hijo de Dios. cribir; porque tú, Señor, nos has
19 Y hubo muchos cuya fe era hecho fuertes en palabras por
tan sumamente fuerte, aun aan- la fe, pero no nos has hecho
b
tes de la venida de Cristo, que fuertes para escribir; porque
no se les pudo impedir penetrar concediste que todos los de este
el bvelo, sino que realmente vie- pueblo declarasen mucho, por
ron con sus propios ojos las co- motivo del Espı́ritu Santo que tú
sas que habı́an visto con el ojo les has dado;
de la fe; y se regocijaron. 24 y tú has hecho que no poda-

13a Alma 14:26–29. 16a gee Milagros. b Éter 3:6. gee Velo.
14a Hel. 5:50–52. b Heb. 11:7–40. 20a Éter 3:4.
b Hel. 5:45; 17a 3 Ne. 28:7; 21a Éter 3:25–26.
3 Ne. 9:20. Morm. 8:10–12. b Éter 3:20;
15a Alma 17:29–39. 19a 2 Ne. 11:1–4; DyC 67:10–13.
b Es decir, como se Jacob 4:4–5; 22a Enós 1:13.
relata en Alma, Jarom 1:11; 23a Morm. 8:17; 9:33.
capı́tulos 17–26. Alma 25:15–16. b 2 Ne. 33:1.
ÉTER 12:25–33 616
mos escribir sino poco, a causa que la afe, la esperanza y la cari-
de la torpeza de nuestras ma- dad conducen a mı́, la fuente de
nos. He aquı́, no nos has hecho toda rectitud.
fuertes en aescribir, como al her- 29 Y yo, Moroni, habiendo oı́-
mano de Jared; porque le conce- do estas palabras, me consolé, y
diste que las cosas que él escri- dije: ¡Oh Señor, hágase tu justa
biera fuesen tan potentes como voluntad!, porque sé que obras
tú lo eres, al grado de dominar con los hijos de los hombres se-
al hombre al leerlas. gún su fe;
25 También has hecho grandes 30 porque el hermano de Jared
y potentes nuestras palabras, al dijo al monte de Zerı́n: ¡aApárta-
grado de que no las podemos te!; y se apartó. Y si él no hubie-
escribir; ası́ que, cuando escri- ra tenido fe, el monte no se ha-
bimos, vemos nuestra debilidad, brı́a movido; por tanto, tú obras
y tropezamos por la manera de después que los hombres tienen
colocar nuestras palabras; y te- fe.
mo que los gentiles se aburlen 31 Pues ası́ te manifestaste a
de nuestras palabras. tus discı́pulos; porque después
26 Y cuando hube dicho esto, que tuvieron afe y hablaron en
el Señor me habló, diciendo: Los tu nombre, te mostraste a ellos
insensatos hacen aburla, mas se con gran poder.
lamentarán; y mi gracia es sufi- 32 Y también me acuerdo de
ciente para los mansos, para que que has dicho que tienes prepa-
no saquen provecho de vuestra rada una morada para el hom-
debilidad; bre, sı́, entre las amansiones de
27 y si los hombres vienen a mı́, tu Padre, en lo cual el hombre
les mostraré su adebilidad. bDoy puede tener una b esperanza
a los hombres debilidad para más excelente; por tanto, el
que sean humildes; y basta mi hombre debe tener esperanza, o
c
gracia a todos los hombres que no puede recibir una herencia
se dhumillan ante mı́; porque si en el lugar que tú has prepara-
se humillan ante mı́, y tienen fe do.
en mı́, entonces haré que las co- 33 Y además, recuerdo que tú
sas edébiles sean fuertes para has dicho que has a amado al
ellos. mundo, aun al grado de dar tu
28 He aquı́, mostraré a los gen- vida por el mundo, a fin de vol-
tiles su debilidad, y les mostraré verla a tomar, con objeto de pre-

24a gee Lenguaje (o DyC 1:28. Hel. 10:6, 9.


lengua). gee Humildad, gee Poder.
25a 1 Cor. 2:14. humilde. 31a gee Fe.
26a Gál. 6:7. e Lucas 9:46–48; 32a Juan 14:2;
27a Jacob 4:7. 2 Cor. 12:9. Enós 1:27;
b Éx. 4:11; 28a 1 Cor. 13:1–13; DyC 72:4; 98:18.
1 Cor. 1:27. Moro. 7:39–47. b gee Esperanza.
c gee Gracia. 30a Mateo 17:20; 33a Juan 3:16–17.
d Lucas 18:10–14; Jacob 4:6;
617 ÉTER 12:34–13:2
parar un lugar para los hijos de dos no se han manchado con
los hombres. vuestra sangre.
34 Y ahora sé que este aamor 39 Y entonces sabréis que he
a
que has tenido por los hijos de visto a Jesús, y que él ha habla-
los hombres es la caridad; por do conmigo bcara a cara, y que
tanto, a menos que los hombres me dijo con sencilla humildad,
tengan caridad, no pueden he- en mi propio idioma, ası́ como
redar ese lugar que has prepara- un hombre lo dice a otro, con-
do en las mansiones de tu Pa- cerniente a estas cosas.
dre. 40 Y no he escrito sino unas
35 Por lo que sé, por esto que pocas, a causa de mi debilidad
has dicho, que si los gentiles no en escribir.
tienen caridad, por motivo de 41 Y ahora quisiera exhortaros
nuestra debilidad, tú los proba- a a buscar a este Jesús de quien
rás y les quitarás su atalento, sı́, han escrito los profetas y após-
aun lo que hayan recibido, y lo toles, a fin de que la gracia
darás a los que tengan más de Dios el Padre, y también del
abundantemente. Señor Jesucristo, y del Espı́ritu
36 Y sucedió que le imploré al Santo, que da btestimonio de
Señor que diera agracia a los ellos, esté y permanezca en vo-
gentiles, para que tuvieran cari- sotros para siempre jamás.
dad. Amén.
37 Y aconteció que el Señor
me dijo: Si no tienen caridad, es
cosa que nada tiene que ver CAPÍTULO 13
contigo; tú has sido fiel; por tan-
to, tus vestidos estarán alimpios. Éter habla de una Nueva Jerusalén
Y porque has visto tu bdebilidad, que edificarı́a en América la posteri-
serás fortalecido, aun hasta sen- dad de José—Profetiza, lo echan
tarte en el lugar que he prepa- fuera, escribe la historia de los jare-
rado en las mansiones de mi ditas y predice la destrucción de
Padre. éstos—La guerra se extiende por
38 Y ahora yo, Moroni, me toda la tierra.
despido de los gentiles, sı́, y
también de mis hermanos a Y AHORA yo, Moroni, procedo a
quienes amo, hasta que nos concluir mi relato concerniente
encontremos ante el atribunal a la destrucción del pueblo del
de Cristo, donde todos los cual he estado escribiendo.
hombres sabrán que mis bvesti- 2 Pues he aquı́, rechazaron

34a Moro. 7:47. 135:4–5. apariciones de Cristo


gee Caridad; Amor. b Éter 12:27. después de su
35a Mateo 25:14–30. 38a gee Jesucristo—Es muerte.
gee Don; Talento. juez. b Gén. 32:30; Éx. 33:11.
36a gee Gracia. b Jacob 1:19. 41a DyC 88:63; 101:38.
37a DyC 38:42; 88:74–75; 39a gee Jesucristo—Las b 3 Ne. 11:32.
ÉTER 13:3–11 618
todas las palabras de Éter; por- 7 Porque ası́ como José llevó a
que él verdaderamente les ha- su padre a la tierra de aEgipto, de
bló de todas las cosas, desde el modo que allı́ murió, el Señor
principio del hombre; y de que consiguientemente sacó a un
después que se hubieron aretira- resto de la descendencia de José
do las aguas de la superficie de de la tierra de Jerusalén, para
esta tierra, llegó a ser una tierra ser misericordioso con la poste-
escogida sobre todas las demás, ridad de José, a fin de que no
b
una tierra escogida del Señor; pereciera, tal como fue miseri-
por tanto, el Señor quiere que lo cordioso con el padre de José
bsirvan a él todos los hombres
para que no pereciera.
que habiten sobre la faz de ella; 8 De manera que el resto de los
3 y de que era el sitio de la de la casa de José se establece-
a
Nueva Jerusalén que bdescen- rán sobre esta atierra, y será la
derı́a del cielo, y el santo santua- tierra de su herencia; y levanta-
rio del Señor. rán una ciudad santa para el
4 He aquı́, Éter vio los dı́as de Señor, semejante a la Jerusalén
Cristo, y habló de una aNueva antigua; y bno serán confundi-
Jerusalén sobre esta tierra. dos más, hasta que llegue el fin,
5 Y habló también concernien- cuando la tierra deje de ser.
te a la casa de Israel, y la aJeru- 9 Y habrá un cielo anuevo, y
salén de donde bLehi habrı́a de una tierra nueva; y serán seme-
venir —que después que fuese jantes a los antiguos, salvo que
destruida, serı́a reconstruida, los antiguos habrán dejado de
una ciudad santa para el Señor; ser, y todas las cosas se habrán
por tanto, no podrı́a ser una vuelto nuevas.
nueva Jerusalén, porque ya ha- 10 Y entonces viene la Nueva
bı́a existido en la antigüedad; Jerusalén; y benditos son los
pero serı́a reconstruida, y llega- que moren en ella, porque son
rı́a a ser una cciudad santa del aquellos cuyos vestidos son he-
Señor; y serı́a edificada para la chos ablancos mediante la san-
casa de Israel— gre del Cordero; y son ellos los
6 y que sobre esta tierra se edi- que están contados entre el res-
ficarı́a una aNueva Jerusalén pa- to de los de la posteridad de Jo-
ra el resto de la posteridad de sé, que eran de la casa de Israel.
b
José, para lo cual ha habido un 11 Y entonces viene también
c
sı́mbolo. la antigua Jerusalén; y benditos

13 2a Gén. 7:11–24; 8:3. 3 Ne. 20:29–36. 8a gee Tierra prometida.


b Éter 2:8. 6a DyC 42:9; 45:66–67; b Moro. 10:31.
3a 3 Ne. 20:22; 21:23–24. 84:2–5; AdeF 1:10. 9a 2 Pe. 3:10–13;
gee Nueva Jerusalén. b gee José, hijo de Apoc. 21:1;
b Apoc. 3:12; 21:2. Jacob. 3 Ne. 26:3;
4a gee Sión. c Alma 46:24. DyC 101:23–25.
5a gee Jerusalén. gee Simbolismo. 10a Apoc. 7:14;
b 1 Ne. 1:18–20. 7a Gén. 46:2–7; 47:6. 1 Ne. 12:10–11;
c Apoc. 21:10; b 2 Ne. 3:5. Alma 5:27.
619 ÉTER 13:12–21
son sus habitantes, porque han iniquidad, de que ya se ha ha-
sido lavados en la sangre del blado.
Cordero; y son los que fueron 16 Y Coriántumr, habiéndose
esparcidos y arecogidos de las adiestrado en todas las artes de
cuatro partes de la tierra y de los guerra, y en toda la astucia del
paı́ses del bnorte, y participan mundo, combatió, por tanto, a
del cumplimiento del convenio los que trataban de destruirlo.
que Dios hizo con cAbraham, su 17 Pero no se arrepintió, ni
padre. tampoco sus bellos hijos e hijas;
12 Y cuando sucedan estas ni los bellos hijos e hijas de Co-
cosas, se cumplirá la Escritura hor; ni los bellos hijos e hijas de
que dice: Hay quienes fueron Corihor; y en fin, no hubo nin-
los a primeros, que serán los guno de los bellos hijos e hijas
postreros; y quienes fueron los sobre la faz de toda la tierra que
postreros, que serán los prime- se arrepintiese de sus pecados.
ros. 18 Aconteció, pues, que en el
13 Y estaba a punto de escribir primer año en que moró Éter
más, pero me está prohibido; en la cavidad de la roca, hubo
pero grandes y maravillosas fue- mucha gente que murió por la
ron las profecı́as de Éter; mas los espada de aquellas acombina-
del pueblo lo tuvieron en poco ciones secretas, que peleaban
y lo echaron fuera; y él se ocul- contra Coriántumr para lograr
taba en el hueco de una roca apoderarse del reino.
durante el dı́a, y salı́a de noche 19 Y sucedió que los hijos de
para ver las cosas que sobreven- Coriántumr combatieron mu-
drı́an al pueblo. cho y se desangraron mucho.
14 Y mientras vivı́a en el hueco 20 Y en el segundo año, la pala-
de una roca, anotó el resto de bra del Señor vino a Éter de que
esta historia, presenciando de debı́a ir y profetizar a aCorián-
noche las destrucciones que tumr que si se arrepentı́a él, y
descendı́an sobre el pueblo. toda su casa, el Señor le darı́a el
15 Y sucedió que en ese mismo reino y perdonarı́a la vida a los
año en que lo echaron de entre del pueblo;
el pueblo, empezó una guerra 21 de lo contrario, serı́an des-
muy grande entre el pueblo, truidos, ası́ como toda su casa,
porque hubo muchos que se le- con excepción de él. Y él vivirı́a
vantaron, los cuales eran hom- sólo para presenciar el cumpli-
bres poderosos, e intentaron miento de las profecı́as que se
destruir a Coriántumr por me- habı́an hablado concernientes a
a
dio de sus secretos planes de otro pueblo que recibirı́a la tie-

11a gee Israel—La convenio de. 18a Éter 8:9–26.


congregación de 12a Marcos 10:31; 20a Éter 12:1–2.
Israel. 1 Ne. 13:42; 21a Omni 1:19–21;
b DyC 133:26–35. Jacob 5:63; Éter 11:21.
c gee Abraham, DyC 90:9.
ÉTER 13:22–14:2 620
rra por herencia suya; y Corián- nuevo le salió a la batalla en las
tumr serı́a sepultado por ellos; y llanuras; y he aquı́, venció a Co-
toda alma serı́a destruida, salvo riántumr, y lo hizo retroceder
b
Coriántumr. hasta el valle de Gilgal.
22 Y sucedió que Coriántumr 30 Y Coriántumr volvió a la ba-
no se arrepintió, ni los de su ca- talla contra Shared en el valle de
sa, ni los del pueblo; y las gue- Gilgal, en la cual derrotó a Sha-
rras no cesaron; e intentaron red y lo mató.
matar a Éter, pero él huyó de 31 Y Shared hirió a Coriántumr
ellos y se refugió otra vez en la en el muslo, por lo que no salió
cavidad de la roca. a la batalla por el término de dos
23 Y sucedió que se levantó años, durante los cuales toda la
Shared, el cual también hizo la gente sobre la faz de la tierra es-
guerra a Coriántumr; y lo derro- taba derramando sangre, y no
tó, al grado de que en el tercer habı́a quien la detuviera.
año lo redujo al cautiverio.
24 Y en el cuarto año, los hijos CAPÍTULO 14
de Coriántumr vencieron a Sha-
red, y de nuevo entregaron el
La iniquidad del pueblo trae una
reino a su padre.
maldición sobre la tierra—Corián-
25 Y empezó a haber guerra so-
tumr emprende la guerra contra
bre toda la superficie de la tie-
Gilead, después contra Lib y des-
rra, cada cual, con su banda,
pués contra Shiz—Sangre y mor-
combatiendo por lo que desea-
tandad cubren la tierra.
ba.
26 Y habı́a ladrones, y en resu- Y EMPEZÓ a haber una grande
a
men, toda clase de iniquidades maldición sobre toda la tierra
sobre toda la faz de la tierra. a causa de la iniquidad del
27 Y aconteció que Coriántumr pueblo, por lo cual, si un hom-
estaba irritado en extremo con- bre dejaba su herramienta o
tra Shared, y marchó a la batalla espada sobre su alacena, o en
contra él con sus ejércitos; y con el lugar donde solı́a guardarla,
gran ira tuvieron un encuentro, he aquı́, a la mañana siguiente,
y fue en el valle de Gilgal; y la no la podı́a encontrar, tan gran-
batalla se agravó muchı́simo. de era la maldición sobre esa
28 Y ocurrió que Shared peleó tierra.
contra él por el término de tres 2 Ası́ que todo hombre tomó
dı́as. Y sucedió que Coriántumr entre sus manos lo que era suyo,
lo derrotó y lo persiguió hasta y ni pedı́a prestado ni prestaba;
que llegó a las llanuras de Hes- y todo hombre conservaba el
lón. puño de su espada en su mano
29 Y aconteció que Shared de derecha, en defensa de su pro-

21b Éter 15:29–32. 14 1a Hel. 12:18; Morm. 1:17–18;


13:17–23; 2:10–14.
621 ÉTER 14:3–17
piedad, su vida y la de sus espo- para sı́; y se llamaba Lib, y era
sas e hijos. un hombre de gran estatura,
3 Y ahora bien, después del es- mayor que la de cualquier otro
pacio de dos años, y después de hombre entre todo el pueblo.
la muerte de Shared, he aquı́, se 11 Y aconteció que en el primer
levantó el hermano de Shared y año de Lib, Coriántumr subió a
fue a la batalla contra Corián- la tierra de Morón y dio batalla a
tumr, en la cual éste lo venció y Lib.
lo persiguió hasta el desierto de 12 Y acaeció que sostuvo una
Akish. lucha con Lib, en la cual Lib
4 Y acaeció que el hermano le asestó un golpe en el brazo y
de Shared le dio batalla en el lo dejó herido; no obstante, el
desierto de Akish; y la lucha ejército de Coriántumr arreme-
se agravó en extremo, y mu- tió contra Lib, por lo que éste
chos miles cayeron por la huyó hacia la frontera a orillas
espada. del mar.
5 Y sucedió que Coriántumr le 13 Y ocurrió que Coriántumr
puso sitio en el desierto; y el lo persiguió; y Lib le hizo frente
hermano de Shared salió del a orillas del mar.
desierto durante la noche, y 14 Y sucedió que Lib hirió al
mató a una parte del ejército de ejército de Coriántumr, de mo-
Coriántumr, mientras estaban do que huyeron de nuevo al de-
borrachos. sierto de Akish.
6 Y avanzó a la tierra de Mo- 15 Y sucedió que Lib lo persi-
rón, y se colocó sobre el trono guió hasta que llegó a las llanu-
de Coriántumr. ras de Agosh. Y Coriántumr se
7 Y sucedió que Coriántumr habı́a llevado consigo a todo el
moró con su ejército en el de- pueblo mientras huı́a de Lib en
sierto por el término de dos aquella parte de la tierra por
años, y durante este tiempo re- donde huı́a.
cibió gran fuerza para su ejérci- 16 Y cuando llegó a las llanu-
to. ras de Agosh, dio batalla a
8 Y el hermano de Shared, que Lib, y lo hirió hasta que murió;
se llamaba Gilead, también reci- no obstante, el hermano de
bió gran fuerza para su ejército, Lib vino contra Coriántumr en
por causa de las combinaciones su lugar, y la batalla se agra-
secretas. v ó e n e x t r e m o , p o r l o c u a l
9 Y aconteció que su sumo sa- Coriántumr huyó otra vez de-
cerdote lo asesinó mientras se lante del ejército del hermano
hallaba sentado sobre el trono. de Lib.
10 Y sucedió que a él lo asesinó 17 Y el nombre del hermano de
uno de los miembros de las Lib era Shiz. Y sucedió que Shiz
combinaciones secretas en un persiguió a Coriántumr, y des-
paso oculto, y obtuvo el reino truyó muchas ciudades; y mata-
ÉTER 14:18–30 622
ba tanto a mujeres como a ni- to; y la voz del Señor que llegó a
ños, e incendiaba las ciudades. Éter fue que Coriántumr no cae-
18 Y el temor a Shiz se esparció rı́a por la espada.
por toda la tierra; sı́, por toda 25 Y ası́ vemos que el Señor los
la tierra se oı́a el grito: ¿Quién visitó con la plenitud de su ira, y
puede resistir al ejército de su iniquidad y abominaciones
Shiz? ¡He aquı́, barre la tierra habı́an preparado la vı́a para su
por donde pasa! eterna destrucción.
19 Y sucedió que los del pueblo 26 Y sucedió que Shiz persi-
empezaron a congregarse en guió a Coriántumr hacia el este,
ejércitos por toda la superficie aun hasta las fronteras junto al
de la tierra. mar, y allı́ combatió a Shiz por el
20 Y se dividieron; y parte de espacio de tres dı́as.
ellos huyeron al ejército de Shiz, 27 Y tan terrible fue la destruc-
y parte de ellos al ejército de Co- ción entre los ejércitos de Shiz,
riántumr. que las gentes empezaron a te-
21 Y tan grande y tan larga ha- ner miedo, y comenzaron a huir
bı́a sido la guerra, y tanto habı́a ante los ejércitos de Corián-
durado aquel cuadro de efusión tumr; y huyeron a la tierra de
de sangre y mortandad, que to- Corihor, y exterminaban a los
da la superficie de la tierra se habitantes delante de ellos, a to-
hallaba cubierta de acadáveres. dos los que no querı́an unirse a
22 Y tan rápida y acelerada era ellos.
la guerra, que no quedaba nadie 28 Y plantaron sus tiendas en
para sepultar a los muertos, sino el valle de Corihor; y Corián-
que marchaban de una efusión tumr plantó las suyas en el valle
de sangre a otra, dejando los ca- de Shurr. Este valle de Shurr es-
dáveres, tanto de hombres co- taba situado cerca del cerro de
mo de mujeres y de niños, tira- Comnor; por tanto, Coriántumr
dos a flor de tierra, para conver- reunió a sus ejércitos sobre el ce-
tirse en presa de los agusanos de rro de Comnor, e hizo tocar la
la carne. trompeta a los ejércitos de Shiz
23 Y el hedor se extendió por la para invitarlos al combate.
faz de la tierra, sı́, por toda la 29 Y sucedió que avanzaron,
superficie de la tierra; por lo que pero fueron rechazados; y vol-
el pueblo se sintió molesto de vieron por segunda vez, y de
dı́a y de noche por causa del nuevo fueron rechazados. Y
mal olor. sucedió que llegaron por tercera
24 No obstante, Shiz no cesó vez, y el combate se agravó en
de perseguir a Coriántumr; por- extremo.
que habı́a jurado vengarse de 30 Y aconteció que Shiz hirió a
Coriántumr por la sangre de su Coriántumr de modo que le oca-
hermano que habı́a sido muer- sionó muchas heridas profun-

21a Éter 11:6. 22a Isa. 14:9–11.


623 ÉTER 14:31–15:10
das; y se desmayó Coriántumr plido sin faltar un ápice; y su
por la pérdida de sangre, y alma se afligió y no quiso ser
lo llevaron como si estuviese consolada.
muerto. 4 Y acaeció que escribió una
31 Y tan grande fue la pérdida epı́stola a Shiz, pidiéndole que
de hombres, mujeres y niños perdonara al pueblo, y él renun-
en ambos partidos, que Shiz dio ciarı́a al reino por consideración
órdenes a su pueblo de no per- a las vidas de los del pueblo.
seguir a los ejércitos de Corián- 5 Y aconteció que cuando Shiz
tumr; de modo que se volvieron hubo recibido su epı́stola, él
a su campamento. escribió una epı́stola a Corián-
tumr, de que si se entregaba, a
fin de que él lo matara con su
CAPÍTULO 15 propia espada, perdonarı́a la
vida de los del pueblo.
Millones de jareditas mueren en las 6 Y sucedió que el pueblo no se
batallas—Shiz y Coriántumr reú- arrepintió de su iniquidad; y la
nen a toda la gente para un combate gente de Coriántumr se llenó de
mortal—El Espı́ritu del Señor deja ira contra la gente de Shiz; y la
de luchar con ellos—La nación ja- gente de Shiz se llenó de ira
redita es completamente destrui- contra la gente de Coriántumr;
da—Sólo Coriántumr queda con por lo que la gente de Shiz fue a
vida. la batalla contra la de Corián-
tumr.
Y OCURRIÓ que cuando Corián- 7 Y cuando Coriántumr vio
tumr se hubo recuperado de sus que estaba a punto de caer, de
heridas, empezó a recordar las nuevo huyó delante de la gente
a
palabras que Éter le habı́a ha- de Shiz.
blado. 8 Y aconteció que llegó a las
2 V i o q u e y a h a b ı́ a n s i d o aguas de Ripliáncum, que inter-
muertos por la espada cerca de pretado significa grande, o que
dos millones de los de su sobrepuja a todo; ası́ que al lle-
pueblo, y empezó a afligı́rsele gar a estas aguas, plantaron sus
e l c o r a z ó n ; s ı́ , h a b ı́ a n s i d o tiendas; y Shiz también plantó
muertos dos millones de hom- sus tiendas cerca de ellos; y, por
bres valientes, y también sus tanto, al dı́a siguiente salieron al
esposas y sus hijos. combate.
3 Y empezó a arrepentirse del 9 Y sucedió que se libró una
mal que habı́a hecho; empezó batalla sumamente violenta, en
a recordar las palabras que la cual Coriántumr fue herido
por boca de todos los profetas de nuevo, y se desmayó por la
se habı́an hablado, y vio que pérdida de sangre.
hasta entonces se habı́an cum- 10 Y ocurrió que los ejércitos de

15 1a Éter 13:20–21.
ÉTER 15:11–20 624
Coriántumr arremetieron con- lucharon todo ese dı́a, y no
tra los hombres de Shiz, de triunfaron.
modo que los vencieron y los 16 Y aconteció que al llegar la
hicieron retroceder ante ellos; noche, se hallaban rendidos de
y huyeron hacia el sur, y plan- cansancio y se retiraron a sus
taron sus tiendas en un lugar campamentos; y después que
llamado Ogat. se hubieron retirado a sus cam-
11 Y aconteció que el ejército pamentos, empezaron a gemir
de Coriántumr plantó sus tien- y a lamentarse por los que ha-
das junto al cerro de Rama; y bı́an muerto entre su pueblo; y
era el mismo cerro en donde mi tan grandes eran sus gritos, ge-
padre Mormón aocultó los ana- midos y lamentos, que hendı́an
les que eran sagrados, para los el aire en sumo grado.
fines del Señor. 17 Y sucedió que a la mañana
12 Y sucedió que reunieron a siguiente de nuevo salieron a
toda la gente que no habı́a pe- la batalla; y grande y terrible
recido sobre toda la faz de la fue aquel dı́a; sin embargo, no
tierra, con excepción de Éter. triunfaron; y cuando llegó la
13 Y aconteció que Éter pre- noche, otra vez hendieron el
senció todos los hechos del aire con sus lamentos, sus gri-
pueblo; y vio que la gente que tos y gemidos por la pérdida de
estaba por Coriántumr se juntó los que habı́an muerto de su
al ejército de Coriántumr; y pueblo.
que la gente que estaba por 18 Y sucedió que Coriántumr
Shiz se unió al ejército de Shiz. de nuevo escribió una epı́stola
14 De manera que durante a Shiz, pidiendo que no volvie-
cuatro años estuvieron reco- ra al combate, sino que tomara
giendo al pueblo, a fin de jun- el reino y perdonara la vida de
tar a todos los que se hallaban los del pueblo.
sobre la superficie de la tierra, y 19 Y he aquı́, el Espı́ritu del
para recibir cuanta fuerza les Señor habı́a dejado de luchar
fuera posible lograr. con ellos, y aSatanás se habı́a
15 Y sucedió que cuando to- apoderado completamente de
dos se hubieron unido, cada sus corazones; porque se ha-
cual al ejército que preferı́a, bı́an entregado a la dureza de
con sus esposas y sus hijos sus corazones y a la ceguedad
—habiendo armado a los hom- de sus mentes, a fin de que fue-
bres, ası́ como a las mujeres y sen destruidos; por tanto, vol-
a los niños, con armas de gue- vieron a la batalla.
rra, con escudos, y a petos, y 20 Y ocurrió que combatieron
cascos, y estando vestidos para t o d o e s e d ı́ a , y a l l l e g a r l a
la guerra—, marcharon el uno noche durmieron sobre sus
contra el otro a la batalla; y espadas.

11a Morm. 6:6. 15a Mos. 8:7–10. 19a gee Diablo.


625 ÉTER 15:21–34
21 Y a la mañana siguiente aquı́, se levantó Shiz, y también
lucharon hasta que llegó la sus hombres, y juró en su ira
noche. que matarı́a a Coriántumr o pe-
22 Y cuando llegó la noche, recerı́a por la espada.
estaban aebrios de ira, ası́ como 29 Por tanto, los persiguió, y
el hombre que está borracho de a la mañana siguiente los alcan-
vino; y de nuevo durmieron zó; y pelearon otra vez con
sobre sus espadas. sus espadas. Y aconteció que
23 Y a la mañana siguiente cuando atodos hubieron caı́do
volvieron a luchar; y cuando por la espada, menos Corián-
llegó la noche, todos habı́an caı́- tumr y Shiz, he aquı́, Shiz se
do por la espada salvo cincuen- habı́a desmayado por la pérdi-
ta y dos de la gente de Corián- da de sangre.
tumr, y sesenta y nueve de la 30 Y ocurrió que después de
gente de Shiz. haberse apoyado Coriántumr
24 Y sucedió que durmieron sobre su espada, de modo que
sobre sus espadas aquella no- descansó un poco, le cortó la
che, y a la mañana siguiente cabeza a Shiz.
reanudaron el combate, y lu- 31 Y sucedió que después que
charon con todas sus fuerzas le hubo cortado a Shiz la cabe-
con sus espadas y sus escudos za, éste se alzó sobre sus manos
todo ese dı́a. y cayó; y después de esforzarse
25 Y cuando llegó la noche por alcanzar aliento, murió.
quedaban treinta y dos de la 32 Y aconteció que aCorián-
gente de Shiz, y veintisiete de tumr cayó a tierra, y se quedó
la gente de Coriántumr. como si no tuviera vida.
26 Y sucedió que comieron y 33 Y el Señor habló a Éter y le
durmieron, y se prepararon pa- dijo: Sal. Y salió, y vio que se
ra morir a la mañana siguiente. habı́an cumplido todas las pala-
Y eran hombres grandes y fuer- bras del Señor; y concluyó sus
a
tes en cuanto a la fuerza del anales (y ni la centésima parte
hombre. he escrito yo); y los escondió de
27 Y ocurrió que pelearon por tal modo que el pueblo de Lim-
el espacio de tres horas, y caye- hi los encontró.
ron desmayados por la pérdida 34 Y las últimas palabras que
a
de sangre. Éter escribió son éstas: Si el Se-
28 Y aconteció que, habiéndo- ñor quiere que yo sea traslada-
se recobrado lo suficiente para do, o que sufra la voluntad del
caminar, los hombres de Co- Señor en la carne, no importa,
riántumr estaban a punto de con tal que yo me salve en el
huir por sus vidas; pero he reino de Dios. Amén.

22a Moro. 9:23. 33a Mos. 8:9; 34a Éter 12:2.


29a Éter 13:20–21. Alma 37:21–31;
32a Omni 1:20–22. Éter 1:1–5.
El Libro de Moroni

CAPÍTULO 1 CAPÍTULO 2

Moroni escribe para el beneficio de Jesús dio a los doce discı́pulos nefi-
los lamanitas—Se mata a todo ne- tas poder para conferir el don del
fita que no niegue al Cristo. Espı́ritu Santo.

A HORA bien, yo, a Moroni,


después de haber acabado
de compendiar los anales del
LAS palabras de Cristo, las cua-
les habló a sus adiscı́pulos, los
doce que habı́a escogido, al im-
pueblo de Jared, habı́a pensado ponerles las manos.
no escribir más, pero no he pe- 2 Y los llamó por su nombre,
recido todavı́a; y no me doy a diciendo: Pediréis al Padre en
conocer a los lamanitas, no sea mi nombre, con poderosa ora-
que me destruyan. ción; y después que hayáis he-
2 Porque he aquı́, sus aguerras cho esto, tendréis apoder para
entre ellos mismos son extrema- que a aquel a quien impongáis
damente furiosas; y por motivo las bmanos, cle confiráis el Espı́-
de su odio, bmatan a todo nefita ritu Santo; y en mi nombre lo
que no niegue al Cristo. conferiréis, porque ası́ lo hacen
3 Y yo, Moroni, no anegaré al mis apóstoles.
Cristo; de modo que ando 3 Y Cristo les habló estas pala-
errante por donde puedo, para bras al tiempo de su primera
proteger mi propia vida. aparición; y la multitud no las
4 Por consiguiente, escribo oyó, mas los discı́pulos sı́ las
unas pocas cosas más, contrario oyeron; y sobre todos aquellos a
a lo que habı́a supuesto; porque los que aimpusieron las manos,
habı́a pensado no escribir más; descendió el Espı́ritu Santo.
pero escribo unas cuantas cosas
más, que tal vez sean de valor
a mis hermanos los lamanitas CAPÍTULO 3
en algún dı́a futuro, según la
voluntad del Señor. Los élderes ordenan presbı́teros y
maestros mediante la imposición de
manos.
[moroni] 3a Mateo 10:32–33; imposición de.
1 1a gee Moroni, hijo 3 Ne. 29:5. c 3 Ne. 18:37.
de Mormón. 2 1a 3 Ne. 13:25. 3a Hech. 19:6.
2a 1 Ne. 12:20–23. 2a gee Poder.
b Alma 45:14. b gee Manos, [Entre 400 y 421 d.C.]
627 MORONI 3:1–5:2
LA forma en que los discı́pulos, 2 Y se arrodillaban con la igle-
que eran llamados los aélderes sia, y oraban al Padre en el nom-
de la iglesia, bordenaban presbı́- bre de Cristo, diciendo:
teros y maestros: 3 Oh Dios, Padre Eterno, en el
2 Después de haber orado al Pa- nombre de Jesucristo, tu Hijo, te
dre en el nombre de Cristo, les pedimos que bendigas y santifi-
imponı́an las manos, y decı́an: ques este apan para las almas de
3 En el nombre de Jesucristo, todos los que participen de él,
te ordeno para que seas pres- para que lo coman en bmemoria
bı́tero (o si fuera maestro, te or- del cuerpo de tu Hijo, y testifi-
deno para que seas maestro) quen ante ti, oh Dios, Padre
para predicar el arrepentimien- Eterno, que están dispuestos a
to y la aremisión de pecados, por tomar sobre sı́ el cnombre de tu
medio de Jesucristo, mediante la Hijo, y a recordarle siempre, y a
perseverancia en la fe en su guardar sus mandamientos que
nombre hasta el fin. Amén. él les ha dado, para que siempre
4 Y de este modo aordenaban puedan tener su dEspı́ritu consi-
presbı́teros y maestros, según go. Amén.
los bdones y llamamientos de
Dios a los hombres; y los orde-
naban por el cpoder del Espı́ritu CAPÍTULO 5
Santo que habı́a en ellos.
Se expone la forma de administrar
el vino sacramental.
CAPÍTULO 4
LA amanera de administrar el vi-
no. He aquı́, tomaban la copa y
Se expone la forma en que los élde- decı́an:
res y los presbı́teros administran el 2 Oh Dios, Padre Eterno, en el
pan sacramental. nombre de Jesucristo, tu Hijo, te
LA aforma en que sus bélderes y pedimos que bendigas y santifi-
presbı́teros administraban la car- ques este avino para las almas de
ne y la sangre de Cristo a la igle- todos los que lo beban, para que
sia; y las cadministraban de acuer- lo hagan en bmemoria de la san-
do con los mandamientos de gre de tu Hijo, que por ellos se
Cristo; por tanto, sabemos que derramó; para que testifiquen
la manera es correcta; y el élder ante ti, oh Dios, Padre Eterno,
o el presbı́tero las administraba. que siempre se acuerdan de él,

3 1a Alma 6:1. 4 1a 3 Ne. 18:1–7. nombre de Jesucristo.


gee Élder (anciano). b gee Élder (anciano). d gee Espı́ritu Santo.
b gee Ordenación, c DyC 20:76–77. 5 1a 3 Ne. 18:8–11;
ordenar. 3a gee Santa Cena. DyC 20:78–79.
3a gee Remisión de b Lucas 22:19; 2a DyC 27:2–4.
pecados. 1 Cor. 11:23–24; gee Santa Cena.
4a DyC 18:32; 20:60. 3 Ne. 18:7. b Lucas 22:19–20;
b gee Don. c gee Jesucristo—El 1 Cor. 11:25.
c 1 Ne. 13:37; Moro. 6:9. tomar sobre sı́ el [Entre 400 y 421 d.C.]
MORONI 6:1–9 628
para que puedan tener su Espı́- rificado, eran contados entre los
ritu consigo. Amén. del pueblo de la iglesia de Cris-
to; y se inscribı́an sus bnombres,
CAPÍTULO 6 a fin de que se hiciese memoria
de ellos y fuesen nutridos por la
buena palabra de Dios, para
Las personas que se arrepienten son guardarlos en el camino recto,
bautizadas y hermanadas en la Igle- para conservarlos continuamen-
sia—Los miembros de la Iglesia que te catentos a orar, dconfiando so-
se arrepienten son perdonados— lamente en los méritos de Cris-
Las reuniones se dirigen por el po- to, que era el eautor y perfeccio-
der del Espı́ritu Santo. nador de su fe.
Y AHORA hablo concerniente al 5 Y la aiglesia se reunı́a a bme-
a
bautismo. He aquı́, eran bauti- nudo para cayunar y orar, y para
zados élderes, presbı́teros y hablar unos con otros concer-
maestros; y no eran bautizados niente al bienestar de sus almas.
a menos que dieran frutos apro- 6 Y se reunı́an con frecuencia
piados para manifestar que eran para participar del pan y vino,
bdignos de ello. en memoria del Señor Jesús.
2 Ni tampoco recibı́an a nadie 7 Y se esforzaban estrictamente
para el bautismo, a menos que por que ano hubiese iniquidad
viniese con un acorazón que- entre ellos; y a quienes hallaban
brantado y un espı́ritu contrito, que habı́an cometido iniquidad,
y testificase a la iglesia que ver- y eran condenados ante los bél-
daderamente se habı́a arrepen- deres por c tres testigos de la
tido de todos sus pecados. iglesia, y si no se arrepentı́an ni
d
3 Y a nadie recibı́an para el confesaban, sus nombres eran
bautismo, a menos que atomara e
borrados, y no eran contados
sobre sı́ el nombre de Cristo, entre el pueblo de Cristo.
teniendo la determinación de 8 Mas acuantas veces se arre-
servirle hasta el fin. pentı́an y pedı́an perdón, con
4 Y después que habı́an sido verdadera intención, se les bper-
recibidos por el bautismo, y el donaba.
poder del Espı́ritu Santo habı́a 9 Y los de la iglesia adirigı́an sus
obrado en ellos y los habı́a apu- reuniones de acuerdo con las

6 1a gee Bautismo, d 2 Ne. 31:19; c DyC 42:80–81.


bautizar. DyC 3:20. gee Testigo.
b gee Dignidad, digno. e Heb. 12:2. d gee Confesar,
2a gee Corazón 5a gee Iglesia de confesión.
quebrantado. Jesucristo. e Éx. 32:33;
3a gee Jesucristo—El b 3 Ne. 18:22; DyC 20:83.
tomar sobre sı́ el 4 Ne. 1:12; gee Excomunión.
nombre de Jesucristo. DyC 88:76. 8a Mos. 26:30–31.
4a gee Pureza, puro. c gee Ayunar, ayuno. b gee Perdonar.
b DyC 20:82. 7a DyC 20:54. 9a DyC 20:45; 46:2.
c Alma 34:39; b Alma 6:1.
3 Ne. 18:15–18. gee Élder (anciano). [Entre 400 y 421 d.C.]
629 MORONI 7:1–9
manifestaciones del Espı́ritu, y que me hizo, que se me permite
por el poder del bEspı́ritu Santo; hablaros en esta ocasión.
porque conforme los guiaba el 3 Por tanto, quisiera hablaros a
poder del Espı́ritu Santo, bien vosotros que sois de la iglesia,
fuese predicar, o exhortar, orar, que sois los pacı́ficos discı́pulos
suplicar o cantar, ası́ se hacı́a. de Cristo, y que habéis logrado
la esperanza necesaria mediante
la cual podéis entrar en el arepo-
CAPÍTULO 7 so del Señor, desde ahora en
adelante, hasta que tengáis re-
Se hace la invitación a entrar en el poso con él en el cielo.
reposo del Señor—Orad con verda- 4 Y juzgo esto de vosotros, mis
dera intención — El Espı́ritu de hermanos, por razón de vuestra
a
Cristo habilita a los hombres para conducta pacı́fica para con los
discernir el bien del mal—Satanás hijos de los hombres.
persuade a los hombres a negar a 5 Porque me acuerdo de la pa-
Cristo y hacer lo malo—Los profe- labra de Dios, que dice: Por sus
tas manifiestan la venida de Cris- obras los aconoceréis; porque si
to—Por medio de la fe, se efectúan sus obras son buenas, ellos tam-
los milagros y los ángeles minis- bién son buenos.
tran—Los hombres deben tener la 6 Porque he aquı́, Dios ha
esperanza de obtener la vida eterna dicho que un hombre, siendo
a
y deben allegarse a la caridad. malo, no puede hacer lo que es
bueno; porque si presenta una
Y AHORA yo, Moroni, escribo ofrenda, o si bora a Dios, a me-
unas pocas de las palabras que nos que lo haga con verdadera
mi padre Mormón habló concer- intención, de nada le aprove-
nientes a la afe, a la esperanza y cha.
a la caridad; porque de esta ma- 7 Porque he aquı́, no se le
nera habló al pueblo, mientras cuenta como obra buena.
les enseñaba en la sinagoga que 8 Pues he aquı́, si un hombre,
habı́an construido como sitio siendo a malo, presenta una
donde adorar. ofrenda, lo hace de bmala gana;
2 Y ahora yo, Mormón, os ha- de modo que le es contado
blo a vosotros, amados herma- como si hubiese retenido la
nos mı́os; y es por la gracia de ofrenda; por tanto, se le tiene
Dios el Padre, y nuestro Señor por malo ante Dios.
Jesucristo, y su santa voluntad, 9 E igualmente le es contado
debido al don del allamamiento por mal a un hombre si ora y

9b gee Espı́ritu Santo. 3a gee Descansar, gee Oración.


7 1a 1 Cor. 13:1–13; descanso (reposo). 8a Prov. 15:8.
Éter 12:3–22, 27–37; 4a 1 Juan 2:6; b DyC 64:34.
Moro. 8:14; 10:20–23. DyC 19:23.
2a gee Llamado, 5a 3 Ne. 14:15–20.
llamado por Dios, 6a Mateo 7:15–18.
llamamiento. b Alma 34:28. [Entre 400 y 421 d.C.]
MORONI 7:10–18 630
no lo hace con averdadera inten- 15 Pues he aquı́, mis hermanos,
ción de corazón; sı́, y nada le os es concedido ajuzgar, a fin de
aprovecha, porque Dios no reci- que podáis discernir el bien del
be a ninguno de éstos. mal; y la manera de juzgar es
10 Por tanto, un hombre, sien- tan clara, a fin de que sepáis con
do malo, no puede hacer lo que un perfecto conocimiento, como
es bueno; ni presentará una la luz del dı́a lo es de la obscuri-
ofrenda buena. dad de la noche.
11 Porque he aquı́, una afuente 16 Pues he aquı́, a todo hombre
amarga no puede dar agua bue- se da el aEspı́ritu de Cristo para
na; ni tampoco puede una fuen- que sepa bdiscernir el bien del
te buena dar agua amarga; de mal; por tanto, os muestro la
modo que si un hombre es sier- manera de juzgar; porque toda
vo del diablo, no puede seguir a cosa que invita a hacer lo bueno,
Cristo; y si bsigue a Cristo, no y persuade a creer en Cristo, es
puede ser siervo del diablo. enviada por el poder y el don de
12 Por consiguiente, todo lo Cristo, por lo que sabréis, con
que es abueno viene de Dios, y un conocimiento perfecto, que
lo que es bmalo viene del diablo; es de Dios.
porque el diablo es enemigo de 17 Pero cualquier cosa que per-
Dios, y lucha contra él continua- suade a los hombres a hacer lo
mente, e invita e induce a cpecar a
malo, y a no creer en Cristo, y a
y a hacer lo que es malo sin ce- negarlo, y a no servir a Dios, en-
sar. tonces sabréis, con un conoci-
13 Mas he aquı́, lo que es de miento perfecto, que es del dia-
Dios invita e induce a hacer lo blo; porque de este modo obra
bueno continuamente; de ma- el diablo, porque él no persuade
nera que todo aquello que ainvi- a ningún hombre a hacer lo bue-
ta e induce a hacer lo bueno, y a no, no, ni a uno solo; ni lo hacen
amar a Dios y a servirle, es bins- sus ángeles; ni los que a él se
pirado por Dios. sujetan.
14 Tened cuidado, pues, ama- 18 Ahora bien, mis hermanos,
dos hermanos mı́os, de que no en vista de que conocéis la luz
juzguéis que lo que es amalo sea por la cual podéis juzgar, la cual
de Dios, ni que lo que es bueno es la aluz de Cristo, cuidaos de
y de Dios sea del diablo. juzgar equivocadamente; por-

9a Stg. 1:6–7; 5:16; gee Pecado. 2 Ne. 2:5, 18, 26;


Moro. 10:4. 13a 2 Ne. 33:4; Éter 8:26. Mos. 16:3; Alma 29:5;
11a Stg. 3:11–12. b gee Inspiración, Hel. 14:31.
b Mateo 6:24; inspirar. 17a gee Pecado.
2 Ne. 31:10–13; 14a Isa. 5:20; 2 Ne. 15:20. 18a Mos. 16:9;
DyC 56:2. 15a gee Discernimiento, DyC 50:24; 88:7–13.
12a Stg. 1:17; 1 don de. gee Luz, luz de
Juan 4:1–2; Éter 4:12. 16a gee Conciencia; Luz, Cristo.
b Alma 5:39–42. luz de Cristo.
c Hel. 6:30. b Gén. 3:5; [Entre 400 y 421 d.C.]
631 MORONI 7:19–29
que con el mismo bjuicio con tración de aángeles, y por toda
que juzguéis, seréis también palabra que salı́a de la boca de
juzgados. Dios, empezaron los hombres a
19 Por tanto, os suplico, herma- ejercitar la fe en Cristo; y ası́,
nos, que busquéis diligentemen- por medio de la fe, se aferraron
te en la aluz de Cristo, para que a todo lo bueno; y ası́ fue hasta
podáis discernir el bien del mal; la venida de Cristo.
y si os aferráis a todo lo bueno, y 26 Y después que vino, los
no lo condenáis, ciertamente se- hombres también fueron salvos
réis bhijos de Cristo. por la fe en su nombre; y por la
20 Y ahora bien, hermanos fe llegan a ser hijos de Dios. Y
mı́os, ¿cómo es posible que os tan ciertamente como Cristo vi-
aferréis a todo lo bueno? ve, habló estas palabras a nues-
21 Ahora llegamos a esa fe de tros padres, diciendo: aCuanto
la cual dije que habları́a; y os in- le pidáis al Padre en mi nombre,
dicaré la forma en que podéis que sea bueno, con fe creyendo
aferraros a todo lo bueno. que recibiréis, he aquı́ os será
22 Porque he aquı́, asabiendo concedido.
Dios todas las cosas, dado que 27 Por tanto, amados herma-
existe de eternidad en eterni- nos mı́os, ¿han cesado los ami-
dad, he aquı́, él envió bángeles lagros porque Cristo ha subido a
para ministrar a los hijos de los los cielos, y se ha sentado a la
hombres, para manifestar con- diestra de Dios para breclamar
cerniente a la venida de Cristo; del Padre sus derechos de mise-
y que en Cristo habrı́a de venir ricordia que él tiene sobre los hi-
todo lo bueno. jos de los hombres?
23 Y Dios también declaró a los 28 Porque él ha cumplido los
profetas, por su propia boca, fines de la ley, y reclama a todos
que Cristo vendrı́a. los que tienen fe en él; y los que
24 Y he aquı́, de diversos mo- tienen fe en él se aallegarán a to-
dos manifestó cosas que eran do lo bueno; por tanto, él baboga
buenas a los hijos de los hom- por la causa de los hijos de los
bres; y todas las cosas que son hombres; y mora eternamente
buenas vienen de Cristo; de lo en los cielos.
contrario, los hombres se halla- 29 Y porque ha hecho esto,
ban acaı́dos, y ninguna cosa bue- ¿han cesado los milagros, mis
na podı́a llegar a ellos. queridos hermanos? He aquı́, os
25 De modo que por la minis- digo que no; ni han cesado los

18b tjs, Mateo 7:1–2; b Moisés 5:58. b Isa. 53:12; Mos. 14:12.
Lucas 6:37; Juan 7:24. gee Angeles. 28a Rom. 12:9;
19a DyC 84:45–46. 24a 2 Ne. 2:5. DyC 98:11.
b Mos. 15:10–12; 27:25. 25a Alma 12:28–30. b 1 Juan 2:1; 2 Ne. 2:9.
gee Hijos e hijas de 26a 3 Ne. 18:20. gee Abogado.
Dios. gee Oración.
22a gee Trinidad. 27a gee Milagros. [Entre 400 y 421 d.C.]
MORONI 7:30–39 632
ángeles de ministrar a los hijos manos mı́os, si resulta que estas
de los hombres. cosas de que os hablo son verda-
30 Porque he aquı́, se sujetan a deras, y en el apostrer dı́a Dios
él para ejercer su ministerio de os mostrará con bpoder y gran
acuerdo con la palabra de su gloria que son verdaderas, y si
mandato, manifestándose a los son verdaderas, ¿ha cesado el
que tienen una fe fuerte y una dı́a de los milagros?
mente firme en toda forma de 36 ¿O han cesado los ángeles
santidad. de aparecer a los hijos de los
31 Y el oficio de su ministerio hombres? ¿O les ha aretenido él
es llamar a los hombres al arre- el poder del Espı́ritu Santo? ¿O
pentimiento; y cumplir y llevar lo hará, mientras dure el tiem-
a efecto la obra de los convenios po, o exista la tierra, o haya so-
del Padre, los cuales él ha hecho bre la faz de ella un hombre a
con los hijos de los hombres; quien salvar?
y preparar la vı́a entre los hijos 37 He aquı́, os digo que no;
de los hombres, declarando la porque es por la fe que se obran
a
palabra de Cristo a los vasos es- milagros; y es por la fe que
cogidos del Señor, para que den aparecen ángeles y ejercen su
testimonio de él. ministerio a favor de los hom-
32 Y obrando de este modo, bres; por tanto, si han cesado
el Señor Dios prepara la senda estas cosas, ¡ay de los hijos de
para que el resto de los hombres los hombres, porque es a causa
tengan afe en Cristo, a fin de que de la bincredulidad, y todo es
el Espı́ritu Santo tenga cabida inútil!
en sus corazones, según su po- 38 Porque, según las palabras
der; y de este modo el Padre de Cristo, ningún hombre pue-
lleva a efecto los convenios que de ser salvo a menos que tenga
ha hecho con los hijos de los fe en su nombre; por tanto, si
hombres. estas cosas han cesado, la fe
33 Y Cristo ha dicho: aSi tenéis también ha cesado; y terrible es
fe en mı́, tendréis poder para la condición del hombre, pues
hacer cualquier cosa que me sea se halla como si no se hubiera
b
conveniente. efectuado redención alguna.
34 Y él ha dicho: aArrepentı́os, 39 Mas he aquı́, mis amados
todos vosotros, extremos de la hermanos, opino de vosotros
tierra, y venid a mı́, y sed bauti- cosas mejores, porque juzgo que
zados en mi nombre, y tened fe tenéis fe en Cristo a causa de
en mı́, para que seáis salvos. vuestra mansedumbre; porque
35 Y ahora bien, amados her- si no tenéis fe en él, entonces no

32a gee Fe. 35a DyC 35:8. Éter 12:12–18.


33a Mateo 17:20. b 2 Ne. 33:11. b Moro. 10:19–24.
b DyC 88:64–65. 36a Moro. 10:4–5, 7, 19.
34a 3 Ne. 27:20; 37a Mateo 13:58;
Éter 4:18. Morm. 9:20; [Entre 400 y 421 d.C.]
633 MORONI 7:40–48
sois adignos de ser contados en- por tanto, es necesario que ten-
tre el pueblo de su iglesia. ga caridad.
40 Y además, amados herma- 45 Y la acaridad es sufrida y es
nos mı́os, quisiera hablaros con- benigna, y no tiene benvidia, ni
cerniente a la aesperanza. ¿Có- se envanece, no busca lo suyo,
mo podéis lograr la fe, a menos no se irrita fácilmente, no piensa
que tengáis esperanza? el mal, no se regocija en la ini-
41 Y ¿qué es lo que habéis de quidad, sino se regocija en la
a
esperar? He aquı́, os digo que verdad; todo lo sufre, todo lo
debéis tener b esperanza, por cree, todo lo espera, todo lo so-
medio de la expiación de Cristo porta.
y el poder de su resurrección, en 46 Por tanto, amados herma-
que seréis resucitados a cvida nos mı́os, si no tenéis caridad,
eterna, y esto por causa de vues- no sois nada, porque la caridad
tra fe en él, de acuerdo con la nunca deja de ser. Allegaos,
promesa. pues, a la caridad, que es mayor
42 De manera que si un hom- que todo, porque todas las cosas
bre tiene afe, es bnecesario que han de perecer;
tenga esperanza; porque sin fe 47 pero la acaridad es el
b
no puede haber esperanza. amor puro de Cristo, y per-
43 Y además, he aquı́ os digo manece para siempre; y a quien
que el hombre no puede tener la posea en el postrer dı́a, le
fe ni esperanza, a menos que irá bien.
sea amanso y humilde de 48 Por consiguiente, amados
corazón. hermanos mı́os, apedid al Padre
44 Porque si no, su afe y su es- con toda la energı́a de vuestros
peranza son vanas, porque na- corazones, que seáis llenos de
die es aceptable a Dios sino los este amor que él ha otorgado a
mansos y humildes de corazón; todos los que son bdiscı́pulos
y si un hombre es manso y hu- verdaderos de su Hijo Jesucris-
milde de corazón, y bconfiesa to; para que lleguéis a ser hijos
por el poder del Espı́ritu Santo de Dios; para que cuando él
que Jesús es el Cristo, es menes- aparezca, cseamos semejantes a
ter que tenga caridad; porque si él, porque lo veremos tal como
no tiene caridad, no es nada; es; para que tengamos esta es-

39a gee Dignidad, digno. 43a gee Mansedumbre, b Josué 22:5.


40a Éter 12:4. manso. gee Amor.
gee Esperanza. 44a Alma 7:24; 48a gee Oración.
41a DyC 138:14. Éter 12:28–34. b gee Jesucristo—El
b Tito 1:2; b Lucas 12:8–9. ejemplo de Jesucristo;
Jacob 4:4; gee Confesar, confe- Obediencia,
Alma 25:16; sión; Testimonio. obediente, obedecer.
Moro. 9:25. 45a 1 Cor. 13:1–13. c 1 Juan 3:1–3;
c gee Vida eterna. b gee Envidia. 3 Ne. 27:27.
42a gee Fe. 47a 2 Ne. 26:30.
b Moro. 10:20. gee Caridad. [Entre 400 y 421 d.C.]
MORONI 8:1–9 634
peranza; para que seamos dpuri- que surjan acontenciones entre
ficados ası́ como él es puro. vosotros.
Amén. 5 Porque, si he sabido la ver-
dad, ha habido disputas entre
vosotros concernientes al bau-
CAPÍTULO 8 tismo de vuestros niños peque-
ños.
El bautismo de los niños pequeños 6 Hijo mı́o, quisiera que traba-
es una terrible iniquidad—Los ni- jaras diligentemente para extir-
ños pequeños viven en Cristo por par de entre vosotros este craso
motivo de la Expiación—La fe, el error; porque para tal propósito
arrepentimiento, la mansedumbre y he escrito esta epı́stola.
la humildad de corazón, la recep- 7 Porque inmediatamente des-
ción del Espı́ritu Santo y la perseve- pués que hube sabido estas co-
rancia hasta el fin conducen a la sal- sas de vosotros, pregunté al
vación. Señor concerniente al asunto. Y
la apalabra del Señor vino a mı́
UNA epı́stola de mi apadre Mor- por el poder del Espı́ritu Santo,
món, escrita a mı́, Moroni; y me diciendo:
la escribió poco después de mi 8 Escucha las palabras de
llamamiento al ministerio; y de Cristo, tu Redentor, tu Señor
esta manera me escribió él, di- y tu Dios: He aquı́, vine al mun-
ciendo: do no para llamar a los justos
2 Mi amado hijo Moroni, me al arrepentimiento, sino a los
regocijo en extremo de que tu pecadores; los asanos no necesi-
Señor Jesucristo te haya tenido tan de médico sino los que es-
presente, y te haya llamado a su tán enfermos; por tanto, los
ministerio y a su santa obra. niños b pequeños son c sanos,
3 Yo siempre te tengo presente porque son incapaces de come-
en mis oraciones, rogando sin ter dpecado; por tanto, la maldi-
cesar a Dios el Padre, en el nom- ción de e Adán les es quitada
bre de su Santo Hijo, Jesús, que en mı́, de modo que no tiene
por su infinita abondad y bgracia poder sobre ellos; y la ley de
te conserve mediante la perse- la fcircuncisión se ha abrogado
verancia en la fe en su nombre en mı́.
hasta el fin. 9 Y de esta manera me mani-
4 Y ahora, hijo mı́o, te hablaré festó el Espı́ritu Santo la palabra
concerniente a lo que me aflige de Dios; por tanto, amado hijo
en extremo, porque me aflige mı́o, sé que es una solemne bur-

48d 3 Ne. 19:28–29. 7a gee Palabra de Dios. gee Caı́da de Adán y


gee Pureza, puro. 8a Marcos 2:17. Eva.
8 1a P. de Morm. 1:1. b Marcos 10:13–16. f Gén. 17:10–11.
3a Mos. 4:11. c Mos. 3:16; DyC 74:7. gee Circuncisión.
b gee Gracia. d gee Pecado.
4a 3 Ne. 11:22, 28; 18:34. e 2 Ne. 2:25–27. [Entre 400 y 421 d.C.]
635 MORONI 8:10–19
la ante Dios que bauticéis a los ra y en las cadenas de la iniqui-
niños pequeños. dad, porque no tiene afe, ni es-
10 He aquı́, te digo que esto peranza, ni caridad; por tanto, si
enseñarás: El arrepentimiento y fuere talado mientras tenga tal
el bautismo a los que son ares- pensamiento, tendrá que bajar
ponsables y capaces de cometer al infierno.
pecado; sı́, enseña a los padres 15 Porque terrible es la iniqui-
que deben arrepentirse y ser dad de suponer que Dios salva a
bautizados, y humillarse como un niño a causa del bautismo,
sus bniños pequeños, y se sal- mientras que otro debe perecer
varán todos ellos con sus pe- porque no tuvo bautismo.
queñitos. 16 ¡Ay de aquellos que pervier-
11 Y sus aniños pequeños no tan de esta manera las vı́as del
necesitan el arrepentimiento, ni Señor!, porque perecerán, salvo
tampoco el bautismo. He aquı́, que se arrepientan. He aquı́, ha-
el bautismo es para arrepen- blo con valentı́a, porque tengo
a
timiento a fin de cumplir los autoridad de Dios; y no temo
mandamientos para la bremisión lo que el hombre haga, porque
de pecados. el bamor perfecto cdesecha todo
12 Mas los a niños pequeños temor.
viven en Cristo, aun desde la 17 Y me siento lleno de acari-
fundación del mundo; de no dad, que es amor eterno; por
ser ası́, Dios es un Dios parcial, tanto, todos los niños son igua-
y también un Dios variable que les ante mı́; por tanto, amo a los
hace b acepción de personas; b
niños pequeñitos con un amor
porque ¡cuántos son los pe- perfecto; y son todos iguales y
queñitos que han muerto sin participan de la salvación.
el bautismo! 18 Porque yo sé que Dios no es
13 De modo que si los niños un Dios parcial, ni un ser varia-
pequeños no pudieran salvarse ble; sino que es ainmutable de
b
sin ser bautizados, éstos habrı́an eternidad en eternidad.
ido a un infierno sin fin. 19 Los a niños pequeños no
14 He aquı́, te digo que el que pueden arrepentirse; por consi-
supone que los niños pequeños guiente, es una terrible iniqui-
tienen necesidad del bautismo dad negarles las misericordias
se halla en la hiel de la amargu- puras de Dios, porque todos vi-

10a gee Responsabilidad, 12a DyC 29:46–47; 93:38. c 1 Juan 4:18.


responsable. b Efe. 6:9; 17a gee Caridad.
b gee Niño(s); 2 Ne. 26:33; b Mos. 3:16–19.
Humildad, humilde. DyC 38:16. 18a Alma 7:20;
11a gee Bautismo, 14a 1 Cor. 13:1–13; Morm. 9:9.
bautizar—Requisitos Éter 12:6; gee Trinidad.
del bautismo; Moro. 7:25–28; b Moro. 7:22.
Niño(s). 10:20–23. 19a Lucas 18:15–17.
b gee Remisión de 16a gee Autoridad.
pecados. b gee Amor. [Entre 400 y 421 d.C.]
MORONI 8:20–28 636
ven en él por motivo de su bmi- timiento es para aquellos que
sericordia. están bajo condenación y bajo la
20 Y el que diga que los niños maldición de una ley violada.
pequeños necesitan el bautismo 25 Y las primicias del aarrepen-
niega las misericordias de Cristo timiento es el bbautismo; y el
y desprecia su aexpiación y el bautismo viene por la fe para
poder de su redención. cumplir los mandamientos; y el
21 ¡Ay de éstos, porque están cumplimiento de los manda-
en peligro de muerte, ainfierno mientos trae la cremisión de los
y un btormento sin fin! Lo digo pecados;
osadamente; Dios me lo ha man- 26 y la remisión de los pecados
dado. Escuchad estas palabras y trae la amansedumbre y la hu-
obedecedlas, o testificarán con- mildad de corazón; y por moti-
tra vosotros ante el ctribunal de vo de la mansedumbre y la
Cristo. humildad de corazón viene la
22 Porque he aquı́, todos los ni- visitación del bEspı́ritu Santo, el
ños pequeñitos aviven en Cristo, cual cConsolador llena de despe-
y también todos aquellos que ranza y de eamor perfecto, amor
están sin bley. Porque el poder que perdura por la fdiligencia
de la credención surte efecto en en la goración, hasta que venga
todos aquellos que no tienen el fin, cuando todos los hsantos
ley; por tanto, el que no ha sido morarán con Dios.
condenado, o sea, el que no está 27 He aquı́, hijo mı́o, te escribi-
bajo condenación alguna, no ré otra vez, si no salgo pronto
puede arrepentirse; y para tal el contra los lamanitas. He aquı́, el
a
bautismo de nada sirve; orgullo de esta nación, o sea, el
23 antes bien, es una burla ante pueblo de los nefitas, ha sido la
Dios, el negar las misericordias causa de su destrucción a menos
de Cristo y el poder de su Santo que se arrepientan.
Espı́ritu, y el poner la confianza 28 Ruega por ellos, hijo mı́o, a
en obras amuertas. fin de que venga a ellos el arre-
24 He aquı́, hijo mı́o, esto no pentimiento. Pero he aquı́, temo
debe ser ası́; porque el aarrepen- que el Espı́ritu ya ha dejado de

19b gee Misericordia, DyC 76:71–72. manso.


misericordioso. c gee Redención, b gee Espı́ritu Santo.
20a gee Expiación, expiar; redimido, redimir. c gee Consolador.
Plan de redención. 23a DyC 22:2. d gee Esperanza.
21a gee Infierno. 24a gee Arrepentimiento, e 1 Pe. 1:22;
b Jacob 6:10; arrepentirse. 1 Ne. 11:22–25.
Mos. 28:3; 25a gee Bautismo, f gee Diligencia.
DyC 19:10–12. bautizar—Requisitos g gee Oración.
c gee Jesucristo—Es del bautismo. h gee Santo
juez. b Moisés 6:58–60. (sustantivo).
22a gee Salvación—La c DyC 76:52. 27a DyC 38:39.
salvación de los gee Remisión de gee Orgullo.
niños pequeños. pecados.
b Hech. 17:30; 26a gee Mansedumbre, [Entre 400 y 421 d.C.]
637 MORONI 8:29–9:7
a
luchar con ellos; y en esta parte 3 Y ahora bien, he aquı́, hijo
de la tierra están procurando mı́o, temo que los lamanitas
también destruir todo poder y destruyan a los de este pueblo;
autoridad que viene de Dios; porque no se arrepienten, y Sa-
y están b negando al Espı́ritu tanás de continuo los está pro-
Santo. vocando a la ira unos contra
29 Y después de rechazar tan otros.
grande conocimiento, hijo mı́o, 4 He aquı́, continuamente es-
deben perecer en breve, para toy afanándome con ellos; y
que se cumplan las profecı́as cuando les hablo la palabra de
que hablaron los profetas, ası́ Dios con aseveridad, tiemblan y
como las palabras de nuestro se enojan conmigo; y cuando no
Salvador mismo. empleo la severidad, endurecen
30 Adiós, hijo mı́o, hasta que te el corazón contra la palabra; por
escriba, o te vuelva a ver. Amén. tanto, temo que el Espı́ritu del
Señor ha cesado de bluchar con
ellos.
La segunda epı́stola de Mormón a 5 Porque es tan grande su ira,
su hijo Moroni. que me parece que no temen la
Comprende el capı́tulo 9. muerte; y han perdido su amor,
el uno para con el otro; y siem-
CAPÍTULO 9 pre están asedientos de sangre y
de venganza.
6 Y ahora bien, mi querido hijo,
Tanto los nefitas como los lamani- pese a su dureza, trabajemos
tas se han depravado y degenera- a
diligentemente; porque si deja-
do—Se torturan y se asesinan unos mos de bobrar, incurriremos en
a otros—Mormón suplica que la la condenación. Porque tenemos
gracia y la bondad de Dios acompa- una obra que debemos efectuar
ñen a Moroni para siempre. mientras estemos en este taber-
MI amado hijo, te escribo otra náculo de barro, a fin de vencer
vez para que sepas que estoy vi- al enemigo de toda rectitud, y
vo todavı́a; pero escribo algo de dar reposo a nuestras almas en
aquello que es penoso. el reino de Dios.
2 Porque he aquı́, he tenido una 7 Y ahora escribo un poco con-
reñida batalla con los lamanitas, cerniente a los padecimientos
en la cual no vencimos; y Ar- de este pueblo, porque según
queanto ha caı́do por la espada, las noticias que he recibido de
y también Luram y Emrón; sı́, y Amorón, he aquı́, los lamanitas
hemos perdido un gran número tienen muchos prisioneros que
de nuestros mejores hombres. tomaron de la torre de Sherriza;

28a Morm. 5:16. 9 4a 2 Ne. 1:26–27; 6a gee Diligencia.


b Alma 39:6. DyC 121:41–43. b Jacob 1:19; Enós 1:20.
gee Pecado b DyC 1:33. gee Deber.
imperdonable. 5a Morm. 4:11–12. [Entre 400 y 421 d.C.]
MORONI 9:8–20 638
y habı́a entre ellos hombres, en juicio, oh Dios, y oculta sus
mujeres y niños. pecados, e iniquidad, y abomi-
8 Y a los maridos y padres de naciones, de ante tu faz!
estas mujeres y niños los han 16 Y además, hijo mı́o, hay mu-
matado; y alimentan a las muje- chas aviudas y sus hijas que per-
res con la carne de sus esposos, manecen en Sherriza; y la parte
y a los niños con la carne de sus de las provisiones que los lama-
padres; y no les dan sino un po- nitas no se llevaron, he aquı́, el
co de agua. ejército de Zenefi la ha tomado
9 Mas no obstante esta gran consigo, y a ellas las ha dejado
abominación de los lamanitas, para que anden errando por
no excede a la de nuestro pue- donde puedan hallar alimento;
blo en Moriántum. Pues he aquı́, y muchas ancianas se desmayan
han tomado cautivas a muchas por el camino, y mueren.
de las hijas de los lamanitas; y 17 Y el ejército que está conmi-
después de privarlas de lo que go es débil; y los ejércitos de los
era más caro y precioso que lamanitas me separan de Sherri-
todas las cosas, que es la acasti- za; y cuantos se han pasado al
dad y la bvirtud, ejército de aAarón han sido vı́c-
10 después de haber hecho es- timas de su espantosa brutali-
to, las asesinaron de la manera dad.
más cruel, torturando sus cuer- 18 ¡Oh, la depravación de mi
pos hasta la muerte; y después pueblo! No tienen ni orden ni
que han hecho esto, devoran misericordia. He aquı́, no soy
sus cuerpos como bestias salva- más que un hombre, y no tengo
jes, a causa de la dureza de sus más fuerza que la de un hom-
corazones; y lo hacen como se- bre, y ya no me es posible poner
ñal de valor. en vigor mis órdenes.
11 Oh mi amado hijo, ¿cómo 19 Y ellos se han empedernido
puede un pueblo como éste, que en su perversidad; y son igual-
está sin civilización mente brutales, pues no perdo-
12 (y sólo han pasado unos nan a nadie, ni a jóvenes ni a
pocos años desde que era un ancianos; y se deleitan en todo
pueblo deleitable y civilizado), menos en lo que es bueno; y los
13 oh hijo mı́o, cómo puede un padecimientos de nuestras mu-
pueblo como éste, que se deleita jeres y nuestros hijos por toda la
en tanta abominación, faz de esta tierra sobrepujan a
14 cómo podemos esperar que todas las cosas; sı́, la lengua no
Dios adetenga su mano en juicio lo puede expresar, ni se puede
contra nosotros? escribir.
15 He aquı́, mi corazón excla- 20 Ahora bien, hijo mı́o, no ha-
ma: ¡Ay de este pueblo! ¡Ven blo más de esta horrible escena.

9a gee Castidad. 14a Alma 10:23. 17a Morm. 2:9.


b gee Virtud. 16a gee Viuda. [Entre 400 y 421 d.C.]
639 MORONI 9:21–10:2
He aquı́, tú conoces la iniquidad hasta la muerte; sino Cristo te
de los de este pueblo; sabes que anime, y sus apadecimientos y
no tienen principios y han per- muerte, y la manifestación de su
dido toda sensibilidad; y sus ini- cuerpo a nuestros padres, y su
quidades asobrepujan a las de misericordia y longanimidad, y
los lamanitas. la esperanza de su gloria y de
21 He aquı́, hijo mı́o, no puedo la vida beterna, reposen en tu
c
encomendarlos a Dios, no sea mente para siempre.
que él me castigue. 26 Y la gracia de Dios el Padre,
22 Mas he aquı́, hijo mı́o, te cuyo trono está en las alturas de
encomiendo a Dios, y confı́o en los cielos, y de nuestro Señor Je-
Cristo que te salvarás; y le pido sucristo, que se sienta a la adies-
a Dios que te aconserve la vida tra de su poder, hasta que todas
para que seas testigo o del re- las cosas le sean sujetas, te
greso de este pueblo a él, o de su acompañe y quede contigo para
entera destrucción; porque yo siempre. Amén.
sé que deben perecer, a menos
que se barrepientan y vuelvan a CAPÍTULO 10
él.
23 Y si perecen, será como los
jareditas, por motivo de la obs- Se recibe un testimonio del Libro de
tinación de sus corazones en Mormón por el poder del Espı́ritu
a
buscar sangre y bvenganza. Santo—Los dones del Espı́ritu se
24 Y si es que perecen, sabemos dan a los fieles—Los dones espiri-
que un gran número de nues- tuales siempre acompañan a la fe—
tros hermanos se han apasado a Las palabras de Moroni hablan des-
los lamanitas, y que muchos de el polvo—Venid a Cristo, perfec-
otros también desertarán a ellos. cionaos en Él y santificad vuestras
Escribe, pues, algunas cosas, si almas.
eres preservado y yo muero y Y AHORA yo, Moroni, escribo al-
no te veo más; pero confı́o en go según me parezca bien; y es-
que pueda verte pronto, porque cribo a mis hermanos los alama-
tengo unos anales sagrados que nitas; y quiero que sepan que ya
quisiera bentregarte. han pasado más de *cuatrocien-
25 Hijo mı́o, sé fiel en Cristo; y tos veinte años desde que se dio
que las cosas que he escrito no la señal de la venida de Cristo.
te aflijan, para apesadumbrarte 2 Y asello estos anales, después

20a Hel. 6:34–35. 25a gee Expiación, expiar. 2a Morm. 8:4, 13–14.
22a Morm. 8:3. b gee Vida eterna. gee Escrituras—Se
b Mal. 3:7; Hel. 13:11; c gee Mente. profetiza la
3 Ne. 10:6; 24:7. 26a Lucas 22:69; publicación de las
23a Morm. 4:11–12. Hech. 7:55–56; Escrituras.
b Éter 15:15–31. Mos. 5:9;
24a Alma 45:14. Alma 28:12. [*Aproximadamente
b Morm. 6:6. 10 1a DyC 10:48. 421 d.C.]
MORONI 10:3–17 640
que os haya hablado unas pala- de los hombres, lo mismo hoy, y
bras por vı́a de exhortación. mañana, y para siempre.
3 He aquı́, quisiera exhortaros 8 Y además os exhorto, herma-
a que, cuando leáis estas cosas, nos mı́os, a que no neguéis los
a
si Dios juzga prudente que las dones de Dios, porque son mu-
leáis, recordéis cuán misericor- chos, y vienen del mismo Dios.
dioso ha sido el Señor con los Y hay bdiversas maneras de ad-
hijos de los hombres, desde la ministrar estos dones, pero es el
creación de Adán hasta el tiem- mismo Dios que obra todas las
po en que recibáis estas cosas, y cosas en todo; y se dan a los
que lo ameditéis en vuestros bco- hombres por las manifestacio-
razones. nes del Espı́ritu de Dios para be-
4 Y cuando recibáis estas cosas, neficiarlos.
quisiera exhortaros a que apre- 9 Porque he aquı́, aa uno le es
guntéis a Dios el Eterno Padre, dado por el Espı́ritu de Dios
en el nombre de Cristo, si bno b
enseñar la palabra de sabidurı́a;
son verdaderas estas cosas; y si 10 y a otro, enseñar la palabra
pedı́s con un corazón csincero, de conocimiento por el mismo
con dverdadera intención, te- Espı́ritu;
niendo efe en Cristo, él os fmani- 11 y a otro, una afe sumamente
festará la gverdad de ellas por el grande; y a otro, los dones de
b
poder del Espı́ritu Santo; sanar por el mismo Espı́ritu;
5 y por el poder del Espı́ritu 12 y además, a otro, obrar po-
Santo podréis aconocer la bver- derosos amilagros;
dad de todas las cosas. 13 y además, a otro, profetizar
6 Y cualquier cosa que es bue- concerniente a todas las cosas;
na, es justa y verdadera; por lo 14 y además, a otro, ver ánge-
tanto, nada que sea bueno niega les y espı́ritus ministrantes;
al Cristo, antes bien, reconoce 15 y además, a otro, todo géne-
que él existe. ro de lenguas;
7 Y por el poder del Espı́ritu 16 y además, a otro, la interpre-
Santo podréis saber que él exis- tación de idiomas y diversas cla-
te; por lo que quisiera exhorta- ses de alenguas.
ros a que no neguéis el poder de 17 Y todos estos dones vienen
Dios; porque él obra por poder, por el Espı́ritu de Cristo; y vie-
a
de acuerdo con la fe de los hijos nen a todo hombre, respectiva-

3a Deut. 11:18–19. e gee Fe. 9a 1 Cor. 12:8–11;


gee Meditar. f gee Revelación. DyC 46:8–29.
b Deut. 6:6–7. g gee Verdad. b DyC 88:77–79, 118.
4a gee Oración. 5a DyC 35:19. 11a gee Fe.
b 1 Ne. 13:39; 14:30; gee Discernimiento, b gee Sanar, sanidades.
Mos. 1:6; don de; Testimonio. 12a gee Milagros.
Éter 4:10–11; 5:3. b Juan 8:32. 16a gee Lenguas, don de.
c gee Honestidad, 7a 1 Ne. 10:17–19.
honradez. 8a gee Dones del Espı́ritu. [Aproximadamente
d Stg. 1:5–7; Moro. 7:9. b DyC 46:15. 421 d.C.]
641 MORONI 10:18–29
mente, de acuerdo con su vo- vosotros el poder y los dones de
luntad. Dios, será apor causa de la bin-
18 Y quisiera exhortaros, mis credulidad.
amados hermanos, a que tengáis 25 Y ¡ay de los hijos de los
presente que atoda buena dádi- hombres si tal fuere el caso; por-
va viene de Cristo. que ano habrá entre vosotros
19 Y quisiera exhortaros, mis quien haga lo bueno, no, ni uno
amados hermanos, a que recor- solo! Porque si hubiere entre vo-
déis que él es el amismo ayer, sotros quien hiciere lo bueno,
hoy y para siempre, y que todos será por el poder y los dones de
estos dones de que he hablado, Dios.
que son espirituales, jamás cesa- 26 Y ¡ay de aquellos que hagan
rán, mientras permanezca el cesar estas cosas y amueran, por-
mundo, sino por la bincreduli- que mueren en sus bpecados y
dad de los hijos de los hombres. no pueden ser salvos en el reino
20 Por tanto, debe haber afe; y de Dios! Y lo digo de acuerdo
si debe haber fe, también debe con las palabras de Cristo, y no
haber esperanza; y si debe ha- miento.
ber esperanza, debe haber cari- 27 Y os exhorto a que recordéis
dad también. estas cosas; pues se acerca rápi-
21 Y a menos que tengáis acari- damente el dı́a en que sabréis
dad, de ningún modo seréis sal- que no miento, porque me ve-
vos en el reino de Dios; ni seréis réis ante el tribunal de Dios; y el
salvos en el reino de Dios si no Señor Dios os dirá: ¿No os de-
tenéis fe; ni tampoco, si no te- claré mis apalabras, que fueron
néis esperanza. escritas por este hombre, como
22 Y si no tenéis esperanza, os uno que bclamaba de entre los
hallaréis en la desesperación; y muertos, sı́, como uno que ha-
la desesperación viene por cau- blaba desde el cpolvo?
sa de la iniquidad. 28 Declaro estas cosas para el
23 Y Cristo verdaderamente di- cumplimiento de las profecı́as.
jo a nuestros padres: aSi tenéis Y he aquı́, procederán de la boca
fe, podréis hacer todas las cosas del Dios sempiterno; y su pala-
que me sean convenientes. bra aresonará de generación en
24 Y ahora hablo a todos los generación.
extremos de la tierra: Si llega el 29 Y Dios os mostrará que lo
dı́a en que dejen de existir entre que he escrito es verdadero.

18a Stg. 1:17. 24a Moro. 7:37. 27a 2 Ne. 33:10–11.


19a Heb. 13:8. b gee Incredulidad. b 2 Ne. 3:19–20; 27:13;
b Moro. 7:37. 25a tjs, Sal. 14:1–7; 33:13; Morm. 9:30.
20a Éter 12:3–37. Rom. 3:10–12. c Isa. 29:4.
21a 1 Cor. 13:1–13; 26a Ezeq. 18:26–27; 28a 2 Ne. 29:2.
Moro. 7:1, 42–48. 1 Ne. 15:32–33;
gee Caridad. Mos. 15:26. [Aproximadamente
23a Moro. 7:33. b Juan 8:21. 421 d.C.]
MORONI 10:30–34 642
30 Y otra vez quisiera exhorta- Dios sois perfectos en Cristo, de
ros a que avinieseis a Cristo, y ningún modo podréis negar el
procuraseis toda buena dádiva; poder de Dios.
y que no btocaseis el don malo, 33 Y además, si por la gracia de
ni la cosa impura. Dios sois perfectos en Cristo y
31 ¡Y adespierta y levántate del no negáis su poder, entonces
polvo, oh Jerusalén; sı́, y vı́stete sois asantificados en Cristo por
tus ropas hermosas, oh hija de la gracia de Dios, mediante el
bSión; y cfortalece tus destacas, y derramamiento de la bsangre de
extiende tus linderos para siem- Cristo, que está en el convenio
pre, a fin de que ya eno seas más del Padre para la cremisión de
confundida, y se cumplan los vuestros pecados, a fin de que
convenios que el Padre Eterno lleguéis a ser dsantos, sin man-
te ha hecho, oh casa de Israel! cha.
32 Sı́, avenid a Cristo, y bperfec- 34 Y ahora me despido de to-
cionaos en él, y absteneos de to- dos. Pronto iré a adescansar en
da impiedad, y si os abstenéis el bparaı́so de Dios, hasta que mi
de toda impiedad, y camáis a c
espı́ritu y mi cuerpo de nuevo
Dios con toda vuestra alma, se dreúnan, y sea llevado triun-
mente y fuerza, entonces su fante por el eaire, para encontra-
gracia os es suficiente, para que ros ante el fagradable tribunal
por su dgracia seáis perfectos del gran gJehová, el hJuez Eterno
en Cristo; y si por la gracia de de vivos y muertos. Amén.
30a 1 Ne. 6:4; Omni 1:26. descanso (reposo).
Morm. 9:27; b Mateo 5:48; b gee Paraı́so.
Éter 5:5. 3 Ne. 12:48. c gee Espı́ritu.
b Alma 5:57. gee Perfecto. d gee Resurrección.
31a Isa. 52:1–2. c DyC 4:2; 59:5–6. e 1 Tes. 4:17.
b gee Sión. d 2 Ne. 25:23. f Jacob 6:13.
c Isa. 54:2. 33a gee Santificación. g gee Jehová.
d gee Estaca. b gee Expiación, expiar. h gee Jesucristo—Es
e Éter 13:8. c gee Remisión de juez.
32a Mateo 11:28; pecados.
2 Ne. 26:33; d gee Santidad. [Aproximadamente
Jacob 1:7; 34a gee Descansar, 421 d.C.]

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