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e n s ayo

Betty Friedan
La Mística de la feminidad

Francisco Fuster García

In memoriam Betty Friedan, (Estados Unidos) el 4 de febre- Feminine Mystique), manifiesto 1920, el feminismo era agua
ro de 1921 y falleció el mismo visionario publicado el 1963 pasada. Finalizó como movi-
Introducción: día de 2006 a la edad de 85 que hizo temblar los cimientos miento vital en los Estados
¿Por qué Betty Friedan? años. Se graduó summa cum de una sociedad estadouniden- Unidos al alcanzar ese último
El pasado 4 de febrero se cum- laude en el Smith College y se que se enfrentaba por aquel derecho: el voto. Durante los
plía el primer aniversario de la realizó su trabajo de postgrado entonces al baby boom posbéli- años treinta y los cuarenta, el
muerte de Betty Friedan; y tal en psicología en la Universidad co y a intensos conflictos racia- tipo de mujer que luchaba por
y como ya ocurrió hace doce de California, Berkeley. Recha- les y sociales por la consecu- los derechos de la mujer se pre-
meses, esta efeméride ha pasa- zó una beca de doctorado en ción de los derechos civiles. ocupaba por los derechos hu-
do inadvertida para la mayoría esta misma universidad y pasó Las ideas de Friedan choca- manos y de la libertad: de los
de nosotros. El día después de a trabajar como redactora, es- ron de frente con una sociedad negros, de los trabajadores
su muerte, su rostro de abuela cribiendo primero para Federa- cerrada y tradicional como la oprimidos, por la Guerra Civil
afable ocupaba la primera pá- ted Press y más tarde para UE norteamericana, hasta el pun- española y las víctimas de Hit-
gina de muchos periódicos en News, publicación oficial de to que la primera impresión de ler. Pero nadie se preocupaba
los Estados Unidos1. Fue el tri- United Electrical, Radio and 3.000 ejemplares se convirtió ya de los derechos femeninos:
buto póstumo de un país que Machine Workers of America, en una reedición de 600.000 y todos se habían conseguido.
reconoció a la autora, una vida sindicato radical en la lucha después de más de dos millo- Como dijo la propia Betty
dedicada al trabajo en defensa por la justicia social para los nes. El libro se encontraba en Friedan, las palabras “feminis-
de los derechos de la mujer. afroamericanos y para las mu- 1999 en el puesto 37 de la lista ta” y “mujer de carrera” se con-
En nuestro país, en cambio, jeres trabajadoras. de la Universidad de Nueva virtieron en insultos. En este
la muerte de Friedan pasó Contribuyó a crear la pri- York como uno de los mejores contexto, fueron la obra de
prácticamente desapercibida. mera Organización Nacional trabajos periodísticos del siglo Friedan y la de la pensadora
Algunos periódicos ni siquiera de Mujeres en Estados Unidos xx. La carga teórica de la obra existencialista francesa Simone
le dedicaron una necrológica, (NOW) que presidió hasta el se mezclaba con un estilo lite- de Beauvoir, El Segundo sexo,
en línea con los informativos 1970. Reivindicó posiciones rario impecable y una fuerza las que abrieron un nuevo ca-
televisivos, totalmente ajenos que para esa época parecían ex- expresiva conmovedora. Todo mino sentando las bases del
al hecho. Esto quizás se debie- tremas sobre temas como el esto hizo que el año 1964 feminismo moderno y dando
ra a la ignorancia, al descono- aborto, ofertas de trabajo que Betty Friedan recibiera el pres- lugar a lo que se ha llamado la
cimiento que se tiene en Espa- no discriminaran a un sexo, re- tigioso premio Pulitzer por su “segunda ola del feminismo”.
ña todavía hoy, de la gran obra muneración equitativa, opor- trabajo La Mística de la femi- Así pues, la importancia de
de esta feminista americana. O tunidades de ascenso y licencia nidad. la obra friedaniana es capital
tal vez se debiera simplemente por maternidad. También con- El éxito de la obra fue abso- para entender la historia de la
a la desidia, al hecho de consi- tribuyó a fundar NARAL, en luto. Su discurso golpeó en la mujer en Estados Unidos y el
derar a Friedan y a su obra un principio conocida como la conciencia de un país conser- desarrollo del feminismo como
como algo lejano en el tiempo Asociación Nacional para la vador que en la época del ame- teoría igualitaria. Muchos años
y en el espacio, algo como pa- Revocación de las Leyes contra rican way of life y en plena después de su éxito la propia
sado de moda, de lo cual ya el Aborto. En 1971 contribuyó Guerra Fría vio cómo su socie- autora afirmaría que nunca se
nadie se acuerda, nadie se pre- al lanzamiento del National dad ideal se sacudía por el im- planteó escribir un libro que
ocupa. Women’s Political Caucus (Co- pacto de una obra que cambió cambiara la vida a las mujeres,
Betty Naomi Goldstein, mité Político de Mujeres). la vida de millones de mujeres que cambiara el rumbo de la
más conocida como Betty Frie- Pero, sin duda, el nombre en los Estados Unidos y más historia2. Sin embargo, eso fue
dan, nació en Peoria, Illinois de Betty Friedan va ligado a tarde en Europa. lo que hizo esta mujer. Mien-
una obra única, un libro revo- El feminismo norteamerica- tras todos la ridiculizaron con
1 Voice of Feminism’s ‘Second Wave’,
lucionario que la lanzó a la no se hallaba por entonces in- bromas y menosprecios, ella
Washington Post; ‘Betty Friedan, philo-
fama y que ha quedado como activo, y después de la Segunda tuvo el valor de alzar la voz
sopher of modern-day feminism, dies’ un hito en la historia del femi- Guerra Mundial se había pro- cuando otros no lo hicieron.
CNN; ‘Catalyst of Feminist Revolution’ nismo. Esta obra, que convir- ducido un retorno de la mujer
Los Angeles Times; ‘Betty Friedan, feminist tió a Friedan en un icono en la al hogar, a su situación tradi- 2 Cfr. Friedan, B., Mi vida hasta
visionary, dies at 85’: The Boston Globe;
‘Feminist author, icon Betty Friedan dies historia de la mujer, fue La cional de ama de casa. Para las ahora, Ed. Cátedra, Instituto de la Mujer,
at 85’, Usa Today. Mística de la feminidad (The mujeres nacidas después de Madrid, 2003, pág.139.

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bet t y friedan: l a mística de l a femi n i da d

Además de La Mística de la
feminidad (1963), Friedan es-
cribió seis libros más, entre los
que destacan La Segunda fase
(1981), La fuente de la edad
(1993) y Mi vida hasta ahora
(2000). Pero fue sin duda el
primero el que le valió su fama
internacional.

La Mística de la feminidad, una


obra que cambió la historia
La mística de la feminidad par-
te de una idea clave que sirve a
Friedan como punto de parti-
da para un análisis exhaustivo
de las mujeres de la clase media
norteamericana en la sociedad
posbélica de los años sesenta.
Esta idea es en realidad una en-
telequia, un conjunto de ideas
vagas y diversas que crean una
imagen de la mujer prototípi-
ca, una mujer que se ajusta a Betty Friedan
un modelo preestablecido, que
sigue un dictado que viene de riables y a participar en el su única salida. Así lo expresa Pero la realidad era diferen-
fuera y que la hace vivir de avance del mundo, no por sí la propia Friedan: te y bajo esta aparente felicidad
acuerdo con lo que Friedan lla- misma, sino tan solo a través idílica se escondía un proble-
ma la mística de la feminidad: del marido y de los hijos”4. “A la mujer se la enseñó a compa- ma. Esa fue la labor de Betty
Esta imagen ideal se fue for- decer a aquellas mujeres neuróticas, Friedan, la de descubrir el pro-
“De acuerdo con la mística de la desgraciadas y carentes de feminidad
jando durante mucho tiempo que pretendían ser poetas, médicos o
blema que estaba afectando a
feminidad, la mujer no tiene otra for- pero se consolidó después de la la mujer de la clase media nor-
ma de crear y de soñar en el futuro. políticos. Aprendió que las mujeres
No puede considerarse a sí misma
guerra: verdaderamente femeninas no aspiran teamericana. Una mujer in-
bajo ningún otro aspecto que no sea a seguir una carrera, a recibir una completa, feliz en su apariencia
el de madre de sus hijos o esposa de su “Los años de soledad, en que los educación superior, a obtener los de- exterior pero terriblemente in-
maridos y los prometidos estaban le- rechos políticos, la independencia y
marido. Y los artículos documentales segura en su fuero interno. Así
presentan reiterativamente a las nue- jos luchando o podían ser muertos las oportunidades por las que habían
por una bomba, hicieron a las muje- luchado las antiguas sufragistas. […] nos describe la autora como
vas amas de casa de la nueva genera-
res especialmente vulnerables a la Miles de voces autorizadas aplaudían fue su hallazgo:
ción que ha crecido bajo esta Mística,
a las que ni siquiera se les plantea ese mística de la feminidad. Les hicieron su feminidad, su compostura, su nue-
problema en su interior.” (pág.78)3. creer que la tristeza de la soledad que va madurez. Todo lo que tenían que “Pero una mañana de abril de
la guerra había añadido a sus vidas era hacer era dedicarse desde su más tem- 1959 oí decir a una madre de cuatro
el precio inevitable que tendrían que prana edad a encontrar marido y a hijos, cuando estaba tomando café en
Sobre esta idea se construye tener y criar hijos.” (págs.29-30) compañía de otras cuatro madres, en
pagar por una carrera, por cualquier
el discurso friedaniano de crí- actividad que las obligase a salir del un barrio residencial a quince millas
tica a un modelo artificial e hogar. La mística les planteaba clara- Esta visión convenció a la de Nueva York, en un tono de deses-
impuesto que se adueñó de la mente un dilema; amor, hogar, hijos, mujer de que su destino era peración: ‘El problema’. Y las otras
sociedad estadounidense en o bien cualquier otro objetivo o acti- este. Ser ama de casa en un ba- cuatro sabían que no estaban hablan-
vidad. Ante este dilema, ¿es de extra- do de un problema relacionado con
pocos años, cambiando las ten- rrio residencial –como lo era la
ñar que tantas mujeres norteamerica- su marido, sus hijos o sus casas. Súbi-
dencias de un siglo sin causa nas escogieran el amor como único
propia Friedan– se convirtió tamente se dieron cuenta de que to-
alguna. objetivo de sus vidas?”.(pág.208) en el sueño dorado de todas las das tenían el mismo problema, el pro-
Como dijo Lilí Álvarez en el jóvenes norteamericanas. Todo blema que no tenía nombre.” (págs.
prólogo a la edición española parecía perfecto, todo parecía 33-34)
de la obra, la mística es una Fue entonces cuando Frie- tan natural que nadie se cues-
“bonita mentira” que pretende dan se dio cuenta de esta men- tionaba nada: Este problema que no tiene
“recluir a la mujer dentro del tira que se había perpetuado nombre es el gran hallazgo de
circulo hogareño, reducida así en el tiempo, de este modelo “Habían encontrado la verdadera B. Friedan, su descubrimiento
a la rutina de sus faenas inva- que a fuerza de repetirse había ocupación femenina. Como amas de realmente original. Como dice
casa y madres eran respetadas en la
sido interiorizado, asumido Lilí Álvarez, todo arranca de
misma forma que lo eran los maridos
por la mujer americana como él. “Es el malestar desconoci-
en su mundo. Podían elegir libremen-
3 La citas entre comillas seguidas del
te sus automóviles, sus trajes, sus apa- do, es la desesperación inexpli-
número de página entre paréntesis per-
4 Cfr. Prólogo de L. Álvarez en Frie- ratos electrodomésticos, sus super- cable –por innominada– que
tenecen a la edición de la obra que he
utilizado: Friedan, B., La Mística de la fe- dan, B., La Mística de la feminidad, Ed. mercados; tenían todo lo que la mujer se apodera de tantas mujeres a
minidad, Ed. Sagitario, Barcelona, 1965. Sagitario, Barcelona, 1965, pág.11. había soñado siempre.” (pág.32) pesar de ellas […], poseen todo

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aquello que representa la felici- jadora, sacrificada y limpia, es algo vital para mantener el
dad, el fullfillment o cumpli- decir, una verdadera “mujer de bienestar en el hogar y la felici-
miento del destino de una mu- su casa”6. dad familiar. Todo esto se lo- DE RAZÓN PRÁCTICA
jer. Son unas contentas des- Esta imagen del ama de casa graba así, dando prestigio a la
contentas que no se entienden era una imagen construida, bá- profesión de ama de casa, como

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a sí mismas”5. sicamente por la publicidad, describe Friedan:
Esta era la realidad. Quince por los medios de comunica-
años después de la Segunda ción, por unas técnicas de ven- “Una de las formas por las que el
Guerra Mundial, esta mística ta basadas en la sexualidad fe- ama de casa realza su prestigio de lim-
piadora del hogar es por medio del
de la perfección femenina se menina. Se trataba de toda una uso de productos especializados para
convirtió en el centro de la cul- campaña psicológica, una ac- realizar trabajos especializados…
tura contemporánea norte- ción en común orquestada Cuando usa un producto para lavar,
americana. Detrás de esa ima- para alcanzar el fin propuesto: uno distinto para fregar, un tercero
gen del ama de casa norteame- dar prestigio a las mujeres para limpiar las paredes, un cuarto
para los suelos, un quinto para las
ricana que vemos en las pelícu- como amas de casa. Así descri-
persianas, etc., en vez de usar el mis-
las, llevando al colegio a sus bió Friedan lo que sería una

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mo producto para todos estos menes-
hijos o limpiando su salón co- hipotética reunión de dirigen- teres, tiene menos la sensación de ser
lonial, se escondía un senti- tes de las grandes empresas una trabajadora no especializada y se
miento que nadie como Betty norteamericanas: siente más como un experto, casi
Friedan supo captar. El senti- como un ingeniero.
“Un sesudo vicepresidente excla- Una segunda forma de realzar su
miento de una mujer a la que papel de ama de casa es inducirle a
de repente la avasalla el vacío, ma: ‘Hay demasiadas mujeres en las
universidades. No quieren quedarse que haga las ‘cosas a su manera’, a que
percibe con la conciencia ator- en casa. Esto no es bueno. Si todas se se convierta en una experta, inventan-
mentada la insuficiencia de su hacen sabias o algo por el estilo, no do ella misma sus propios ‘trucos es-
vida, la nula motivación de su van a tener tiempo para ir de com- peciales’”. (pág.243)
razón de ser. Sin embargo, y pras. Pero ¿qué vamos a hacer para
pese a lo indiscutible de la si- que se queden en casa? Todas se han Esto desembocó en otro
empeñado en seguir una carrera. Les
tuación, no fue fácil de reco- problema, ya que las mujeres
permitiremos que sigan carreras en el
nocer al principio y la sociedad hogar –sugiere un joven jefe de Sec- vieron limitado su ámbito a los
patriarcal y conservadora no lo ción, licenciado en Psicología–. Hare- muros de su hogar, a un espa-
aceptó, no quiso ver un pro- mos que el llevar la casa sea una carre- cio vital finito. Para evitar el
blema donde evidentemente sí ra’”. (pág 234) hastío, las mujeres repetían
que lo había. compulsivamente las mismas
Una vez detectado el pro- Y así fue como ocurrió en la faenas, perfeccionándolas inú-
blema hacía falta encontrar su práctica. La tecnificación del tilmente y casi hasta el infini-
origen, su base teórica, su cau- hogar por medio de los elec- to: cambiaban los muebles con
sa primera. Varios capítulos de trodomésticos y los nuevos frecuencia, planeaban peque-
su obra los dedica la autora a productos hizo de la mujer ñas reformas en la casa, cuida-
hacer un análisis completo del una experta. Como dice A. ban las plantas, etc. Es, sin
ama de casa norteamericana, Valcarcel: duda, una conducta contrafó-
víctima de esta mística femeni- bica que encubre, a través de
na y del problema que no tiene “Competentes para llevar adelante un mecanismo de desplaza-
nombre. Friedan nos describió la unidad doméstica mediante una miento, su angustia por el pro-
planificación casi empresarial, el nue-
a esta ama de casa –a la que ca- vo hogar tecnificado en el que los
gresivo vaciamiento de su vida.
lificó de heroína– como una electrodomésticos libraban de algunas Algo similar a lo que Robert
mujer aparentemente feliz que de las tareas más trabajosas y humi- Seidenberg denominara el
cumple religiosamente con su llantes necesitaba a una ingeniera do- “trauma de la falta de aconteci-
misión, aquella para la cual ha méstica al frente”7. mientos”: el miedo de muchas
nacido. Es una imagen conoci- mujeres a tomar conciencia de
da de todos, la de una mujer La dificultad radicaba en la ausencia de acontecimientos
que, por tradición y desde la darle a la mujer la satisfacción significativos en la vida. “Tie-
correo electrónico
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infancia, fue criada, educada y para su ego, la sensación de es- nen miedo a la vida y, al perca-
preparada para casarse, tener tar realizando algo importante, tarse de que ya casi no las nece-
hijos, cuidarlos y mantener la sita nadie, llenan su tiempo
estabilidad emocional en el con una actividad sin fin”8. Se
6 Cfr. González Duro, E., La neurosis
hogar. De niña creció sabiendo trata de un círculo vicioso en el
del ama de casa. Ed. Eudema, Madrid,
lo que se esperaba de ella; y en 1989, pág.16.
que la mujer lucha por encon-
ese sentido debía ser prudente, 7 Cfr. Valcarcel, A. “La memoria co- trarse a sí misma pero a la vez
sensata, dócil, afectuosa, traba- lectiva y los retos del feminismo”, en Val-
cárcel, A. y Romero, R. (eds.) Los desafíos
del feminismo ante el siglo xxi, Instituto
8 González Duro, E., op. cit. págs.
Andaluz de la Mujer, col. Hypatia, Sevilla,
5 Íbidem, pág. 14. 2000, págs 19-54. 194-195.

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bet t y friedan: l a mística de l a femi n i da d

persigue un ideal de feminidad “príncipe azul” que vendrá a la recuerda hoy todavía en su obra no lleguen a velarse, tal y
que le perjudica a la larga. Se hacerla feliz y libre. Una mujer país natal, donde nadie la ha como ocurrió con su desapari-
encierra en su mundo domés- que siempre necesita apoyarse olvidado. Desgraciadamente ción. n
tico donde cree encontrar su en un hombre que la compren- no puedo decir lo mismo de
felicidad pero lo único que en- da y la proteja, que sufre lo que nuestro país, donde todavía Febrero de 2007
cuentra es la insatisfacción, la C.Dowling bautizó como el hoy, y fuera de los círculos uni-
impotencia. En esta situación, “complejo de Cenicienta”: versitarios y académicos, Betty Bibliografía
sin acceso a la esfera de lo pú- Friedan sigue siendo una gran Amorós, C. y de Miguel, A. (eds.)
blico y sin vida privada al mis- “un entramado de actitudes y te- desconocida para mujeres y Teoría feminista: de la Ilustración a la
mo tiempo, queda limitada a mores largamente reprimidos que tie- hombres. globalización, Ed. Minerva, Madrid,
nen sumidas a las mujeres en una es- 2005.
su función reproductora y ma- pecie de letargo y que les impide el
Si hacemos caso al socialista
ternal, una función que no le pleno uso de sus facultades y de su utópico Charles Fourier, el Bourdieu, P., La dominación mascu-
reporta ningún reconocimien- creatividad. Como cenicientas, las grado de civilización de una lina, Ed. Anagrama, Barcelona,
2000.
to, ninguna valoración. Como mujeres esperan hoy algo que, desde sociedad se mide por el grado
dice Pierre Bourdieu, el exterior, venga a transformar su de libertad de la mujer12. Y Dowling, C. El complejo de Cenicien-
vida”10. ta: el miedo de las mujeres a la indepen-
esto fue lo que intentó con
dencia, Ed. Grijalbo, Barcelona,
“al quedar excluidas del universo mayor o menor fortuna nues- 1986.
de las cosas serias, de los asuntos polí- Conclusión: las “viejas tra autora: dar mayor libertad
ticos, y sobre todo económicos, las Friedan, B., La Mística de la femini-
mujeres han permanecido durante
rockeras” nunca mueren a la mujer estudiando sus pro- dad, Ed. Sagitario, Barcelona, 1965.
mucho tiempo encerradas en el uni- El notable éxito que obtuvie- blemas, analizando su función –– Mi vida hasta ahora, Ed. Cátedra,
verso doméstico y en las actividades ron La Mística de la feminidad social. Madrid, Instituto de la Mujer, 2003.
asociadas a la reproducción biológica y Betty Friedan en su momen- Fourier, C. Teoría de los cuatro movi-
y social del linaje; actividades (mater- to no estuvo exento, sin em- “Ahora que la educación, la liber- mientos y de los destinos generales., Ed.
nales ante todo) que, aunque sean tad, el derecho a trabajar en las más
bargo, de críticas por parte de Barral, Barcelona, 1974.
aparentemente reconocidas y a veces amplias actividades humanas –todos
ritualmente celebradas, sólo lo son en determinados sectores del fe- los caminos por los que los hombres González Duro, E., La neurosis del
la medida en que permanecen subor- minismo norteamericano. han llegado a su plena realización– es- ama de casa. Ed. Eudema, Madrid,
dinadas a las actividades de produc- Friedan fue criticada por tán abiertos para la mujer, únicamen- 1989.
ción, las únicas en recibir una autén- nuevas generaciones del propio te la sombra del pasado, conservada Valcárcel, A. La memoria colectiva y
tica sanción económica y social, y or- movimiento feminista de los religiosamente por la mística de la fe- los retos del feminismo, en Valcárcel, A.
denadas de acuerdo con los intereses minidad, impide a la mujer encontrar y Romero, R. (eds.) Los desafíos del
maternales y simbólicos del linaje, es
años sesenta, que consideraron
su camino”. (pág. 362) feminismo ante el siglo xxi, Instituto
decir, de los hombres”9. que sólo le interesaban las pre- Andaluz de la Mujer, col. Hypatia,
ocupaciones de mujeres blan- Sevilla, 2000.
Este es el mensaje final que cas de mediana edad y de clase Para acabar y a modo de
nos quiso transmitir Betty media, dejando de lado los de- conclusión final, reproduzco y
Friedan en su obra. Un mensa- seos de las lesbianas y las mi- suscribo las palabras con las
je que transmitía la sociedad norías raciales. En este sentido, que concluye La Mística de la
norteamericana a las mujeres, hay que decir en favor de la au- feminidad:
una mística de la feminidad se- tora que no fue nunca su in-
gún la cual, la mujer sólo tenía tención la de sentar un dogma “La búsqueda de su propia perso-
personalidad como esposa y universal, una verdad eterna nalidad hecha por las mujeres ha em-
pezado apenas. Pero está cercano el
madre. Esta mística apeló a los sobre la mujer en general y así momento en que las voces de la místi-
instintos más primitivos del lo reconoció la propia Friedan ca de la feminidad ya no podrán aho-
ser humano, en este caso de la cuando expresó que se había gar la voz interior que impulsa a la
mujer, al sentimiento según el centrado intencionadamente mujer a individualizarse, a convertirse
cual la mujer es el sexo débil, en investigar un fenómeno de en un ser humano completo”.
(pág.417)
necesitado de una constante la clase media y que trataba
protección por parte del mari- con mujeres de barrios residen-
do y necesitada de volcar su ciales que tenían estudios; en Concluyo así, este modesto
instinto maternal en sus hijos. aquellos tiempos se daba por aunque sincero homenaje a la
Es, como dice Friedan, la ima- hecho que las mujeres de esas memoria de una gran mujer
gen de la mujer que espera características eran blancas11. que luchó por las demás muje-
todo el día a que el marido re- Pero al margen de estas crí- res, que alzó la voz contra to-
grese a casa para que, por la ticas, nadie puede negar que dos, intentando arrojar un
noche, la haga sentirse “viva”. Betty Friedan pasó a la historia poco de luz sobre ese problema
La imagen de una mujer sin como una gran mujer y así se que afectaba a tantas mujeres,
autonomía, de una mujer que, ese problema al que tampoco
como en los cuentos de hadas, 10 Dowling, C. El complejo de Ceni- ella supo encontrar nombre.
espera a ser “salvada” por un cienta: el miedo de las mujeres a la inde- Ojala que su pensamiento y su
pendencia, Ed. Grijalbo, Barcelona, 1986,
pág. 35
9 Bourdieu, P., La dominación mas- 11 Cfr. Friedan, B., Mi vida hasta aho- 12 Cfr. Fourier, C. Teoría de los cuatro Francisco Fuster García ha publica-
culina, Ed. Anagrama, Barcelona, 2000, ra, Ed. Cátedra, Instituto de la Mujer, Ma- movimientos y de los destinos generales, Ed. do diferentes trabajos sobre feminismo
págs. 120-121. drid, 2003, pág 142. Barral, Barcelona, 1974, pág.167. y sobre la historia de las mujeres.

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