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Generalmente se habla del emprendimiento, como una actividad sustancialmente económica,

incluso casi siempre se implica que debe desembocar necesariamente en la creación de una
empresa. En esta serie de colaboraciones, intentaremos plantear un panorama más amplio y
desde diferentes perspectivas para valorar la importancia que esta actividad tiene como “una
experiencia de vida y para toda la vida”.

El cerebro humano ama los hábitos ya que le permiten economizar energía, no teniendo que
pensar qué opción adoptar. El cerebro es adicto a funcionar en piloto automático y si te apalancas
en esa inclinación estarás jugando con una de las mayores fuerzas de la naturaleza a tu favor: el
hábito.

Los buenos hábitos conducen al éxito. El éxito es sólo una cuestión de hábitos; no de ser
inteligente, rico o afortunado. Primero escoges el hábito y luego éste te transforma.

Esta lectura te transformará no porque sabes algo nuevo sino porque haces algo nuevo. Te
proponemos delegar tu éxito al piloto automático de los hábitos adecuados que reproducen el
resultado del éxito una y otra vez. El éxito en emprender depende más de una actitud y de unos
hábitos que de cualquier otra cosa, por eso este libro comparte los hábitos que te permitirán
enfocarte en adoptar las mejores decisiones.

Es una lectura práctica, útil y con propuestas concretas que funcionan en cada capítulo.

Es un lectura fácil y sencilla de leer, con el que te sentirás identificado y que te inspirará para
adoptar mejores hábitos en tu día a día.

Para plantear una reflexión significativa desde esta Perspectiva, con base en la relevancia que el
emprender tiene en la conformación de un “Proyecto de Vida”, debemos establecer algunos
puntos de partida, como los conceptos de “Ser Humano”, de “Calidad de Vida” y de “Proyecto de
Vida”.

Cuando se habla de “Calidad de Vida”, se hace referencia sólo a aspectos relacionados con un
cierto “Bienestar”, es decir, “casa, vestido y sustento”, como sinónimo de seguridad económica o
posesión de bienes materiales, se emplean indicadores económicos como el PIB, o en el mejor de
los casos se incluyen aspectos relativos a la salud y acceso a los servicios públicos o a un cierto
grado de escolaridad, que parecen ser lo que caracteriza más bien la “cantidad de vida”.

Sin embargo, podemos identificar personas que entre más tienen resuelto su problema
económico, más agravan su frustración, su depresión o su vacío existencial. Y existen a la vez
personas que con escasos recursos, muestran elevados niveles de salud integral según el viejo
dicho de que “rico no es el que más tiene, sino el que menos necesita”.

Así pues, Calidad de Vida, tiene que ver con algo más que economía o salud, abarca la totalidad del
ser humano, incluyendo aspectos que se refieren al “Bienser” y que casi no contemplamos, por su
estrecha relación con el concepto de “Ser Humano” que difícilmente hemos comprendido o
concluido con suficiente claridad. Heredamos la limitada idea de que sólo somos seres “bio-psico-
sociales”, sin duda hay algo más que considerar.

Si nos asumiéramos como una “Unidad Eco-Bio-Psico-Social-Trascendente”, nuestra perspectiva


de vida sería mucho más rica. Es decir, abarcando nuestras 5 dimensiones, ecológica, biológica,
psicológica, social y trascendente. Por ejemplo, desde nuestra dimensión ecológica entenderíamos
la necesidad de armonía con la naturaleza y nuestro entorno como hábitat y evitaríamos varios
problemas de contaminación de todo tipo, igualmente al incorporar nuestra dimensión
trascendente, de espiritualidad y cosmovisión, tal vez los actuales problemas de “vacío existencial”
y de “falta de sentido en la vida” no estarían tan generalizados como V. Frankl y varios autores
más lo afirman.

Nos encontramos en el punto en que enfocamos nuestra reflexión desde el emprender como una
“Perspectiva de Vida”, la cual requerimos complementar abordando como esta deriva en la
clarificación de un “Proyecto de Vida” que a su vez encuadra cualquier Idea de Negocio que se
plasma eventualmente en un “Proyecto de Negocio” finalmente.

Esbozamos ya la necesidad de establecer como puntos de partida, los conceptos de “Ser Humano”,
de “Calidad de Vida” y de “Proyecto de Vida”, planteando únicamente el primero de ellos, que se
resume en lo siguiente:

“El Ser Humano es una Unidad Eco-Bio-Psico-Social-Trascendente”

Hemos descrito ya también lo que significa cada una de dichas dimensiones, toca ahora plantear
más precisamente a partir de esta idea de ser humano, el concepto de “Calidad de Vida”

Sin duda alguna los humanos somos los seres más complejos sobre la tierra, y nuestra facultad de
pensar y reflexionar, hace que en varios momentos a lo largo de nuestra vida, nos hagamos
preguntas que buscamos nos lleven a entender cada vez más nuestra esencia y nuestra existencia.

Seguramente usted como casi todos se habrá preguntado alguna vez ¿Qué es “vivir bien”?, o ¿Qué
es tener una “buena vida”?, o ¿Qué es tener “Calidad de Vida”?. Especialmente en la actualidad,
este último término es frecuentemente mencionado, por políticos, psicólogos, educadores,
investigadores y por los mismos ciudadanos en general, pero ¿qué significa?, ¿qué entender por
Calidad de Vida?, sobre todo en medio del tipo de sociedad en que vivimos y con los supuestos
“valores” que en ella se fomentan.

Seguramente, esto requiere reflexionarse y comentarse ampliamente, por lo que los invitamos a
hacerlo con nosotros y a seguir en esta línea de pensamiento.

En seguida, para darle una dirección al Proyecto de Vida, requerimos clarificar nuestra propia
Filosofía de Vida, que incluye:
Nuestros Valores, que en síntesis son aquello por lo que estaríamos dispuestos a dar nuestra
Vida, arriesgar nuestra Vida o dedicar nuestra Vida, y nos da el sentido de trascendencia.

Nuestra Visión, que en síntesis, es la imagen mental que refleja la vivencia de nuestros Valores y
de lo que consideramos nuestro futuro deseable a lograr, puesto en términos de imágenes para
poder ser visualizado,

Nuestra Misión, que se resume en plantear el camino para lograr nuestra Visión y trascender,
clarificando: a quiénes nos enfocamos, qué necesidades buscamos satisfacerles, y cómo y de qué
manera pretendemos hacerlo, iniciando con nosotros mismos.

Para ampliar la reflexión sobre nuestra situación y lo que nos caracteriza, conviene honestamente
analizar nuestros Rasgos de Personalidad para identificar lo que favorece y lo que limita el poner
en práctica nuestra Filosofía de Vida, identificando:

Debilidades: mis defectos, mis deficiencias, lo que me limita en la vida,

Fortalezas: mis talentos, mis cualidades, lo que me distingue y me potencia para la vida,

Conclusión:

En nuestra vida diaria no estamos acostumbrados a manejar correctos y buenos hábitos y estilos
de vida que nos brinden lo mejor a cada uno de nosotros, la mayoría de las personas utilizan malos
hábitos y estilos de vida que les generan aspectos negativos en su día a día

Emprender no es un objetivo, una forma de ganar dinero, ni tampoco una salida laboral. Es una
misión; algo que dota de sentido a la vida. Es una transformación personal de gran calado.

En efecto, cuando una persona modela sus hábitos, estos acaban modelándola a ella, y la
transforman a través de la acción, no de la teoría. Misión emprender es un libro práctico que te
transformará, pero no porque sabes algo nuevo sino porque haces algo nuevo.

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