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4.

FUNDAMENTO TEÓRICO
COMPACTACION DE SUELOS

Los suelos están formados por depósitos de rocas desintegradas que los
fenómenos físicos y químicos han descompuesto lentamente. Los fenómenos
físicos como son:

La congelación y descongelación,
Rozamiento, arrastre
Transporte por el viento y el agua, etc.

Las gravas, arenas y limos son producidos por estos fenómenos. Los
fenómenos químicos producen habitualmente las arcillas que son láminas
diminutas y planas de diversos materiales. El crecimiento de las plantas
contribuye también a la formación del suelo, sus residuos en forma
de materia orgánica constituyen suelos esponjosos y débil
les para soportar estructuras.

Los suelos están constituidos por mezclas de grava, arena, arcillas, limos y
materia orgánica en proporciones variables y con un determinado contenido de
agua, según la proporción de materiales tendremos un tipo de suelo distinto.
Los suelos pueden tener una estructura:

. Granular: si están constituidos por grano redondos o angulares


individualizados, con bajo contenido de arcilla, como es el caso de las arenas,
por lo que son difíciles de compactar. Requieren maquinas con vibración para
su compresión.

. Flocular: si están agrupados en forma de racimos o panales, como en el caso


de las arcillas, que dejan espacios huecos entre ellos, por lo que permiten la
compresión del suelo. En estos tiene mayor influencia el amasado por lo que
se requieren máquinas distintas para su compactación como son rodillos de
pisones.

El ensayo Proctor determina en el laboratorio cual es el grado de humedad


óptimo así como la densidad máxima que permite cada tipo de suelo. Según
estos
valores en el trabajo de compactación se debe procurar que los materiales,
desde su origen, tengan la humedad más próxima posible al ensayo proctor así
como que la distribución de los tamaños de partículas (granulometría) sea
continúa y uniforme para que las partículas más pequeñas ocupen los huecos
dejados por las mayores.
CARACTERISTICAS DE LA COMPACTACION DE LOS SUELOS:
La compactación de los suelos se produce por la reorientación de las partículas
y sus capas absorbidas. En un suelo no cohesivo la compactación ocurre
mayormente por la reorientación de los granos para formar una estructura más
densa. La presión estática no es muy efectiva en este proceso por que los
granos se cuñan unos contra otros y resisten el movimiento.
Si los granos se pueden liberar momentáneamente, las presiones, aun las
ligeras, son efectivas para forzarlos a formar una distribución más compacta. El
agua que fluye también reduce el rozamiento entre las partículas y hace más
fácil la compactación, sin embargo el agua en los poros también impide que las
partículas tomen una distribución más compacta.
En los suelos cohesivos la compactación se produce por la reorientación y por
la distorsión de los granos y sus capas absorbidas. Esto se logra por una
fuerza que sea lo suficientemente grande para vencer la resistencia de
cohesión por las fuerzas entre las partículas.
Para lograr una compactación eficiente en los suelos no cohesivos se requiere
una fuerza moderada aplicada en una amplia área, o choque y vibración. La
compactación eficiente en los suelos cohesivos requiere presiones más altas
para los suelos secos que para los húmedos, pero el tamaño del área cargada
no es
crítico. La eficiencia se mejora aumentando la presión durante la compactación
a medida que el peso específico y la resistencia aumentan.
OBJETIVO DE LA COMPACTACIÓN:

Las obras hechas con tierra, ya sea un relleno para una carretera, un terraplén
para una presa, un soporte de una edificación o la subrasante de un pavimento,
debe llenar ciertos requisitos:

Debe tener suficiente resistencia para soportar con seguridad su propio


peso
y el de la estructura o las cargas de las ruedas.
No debe asentarse o deformarse tanto, por efecto de la carga, que se
dañe el material.
No debe ni retraerse ni expandirse excesivamente.
Debe conservar siempre su resistencia e incompresibilidad.
Debe tener la permeabilidad apropiada o las características de drenaje
para su función.
EL ENSAYO DE COMPACTACIÓN EN LABORATORIO
En la actualidad existen distintos métodos para reproducir en laboratorio las
condiciones de compactación en obra. El primero y más difundido es debido al
Dr. R. R. Proctor (1933) y es conocido como Ensayo Proctor Estándar. La
prueba consiste en compactar el suelo a emplear en tres capas dentro de un
molde de forma y dimensiones normalizadas, por medio de 25 golpes en cada
una de ellas con un pisón de 2,5 [kg] de peso, que se deja caer libremente
desde una altura de 30,5 [cm].

Con este procedimiento Proctor observó que para un suelo dado, a contenido
de humedad creciente incorporado a la masa del mismo, se obtenían
densidades secas sucesivamente más altas (mejor grado de compactación).
Asimismo, notó que esa tendencia no se mantenía indefinidamente si no que,
al superar un cierto valor la humedad agregada, las densidades secas
disminuían, con lo cual las condiciones empeoraban. Es decir, puso en
evidencia que, para un suelo dado y a determinada energía de compactación,
existe un valor de “Humedad Óptima” con la cual puede alcanzarse la “Máxima
Densidad Seca”.
El Ensayo Proctor Estándar también es conocido como Ensayo AASHTO T–99
(American Association of State Higway and Transportation Officials –
Asociación Americana de Agencias Estatales de Carreteras y Transportes).
Todo método de compactación, sea por impacto, como es el caso del Ensayo
Proctor, o bien por amasado, vibración o compresión estática o dinámica,
produce estabilización del suelo al transferirle energía al mismo.
Ciertamente, no existe equipo de compactación aplicable al terreno que sea
contraparte o comparable al ensayo de impacto en el Laboratorio (a diferencia
de lo que ocurre en el caso de ensayos de amasado, vibración o compresión
de laboratorio que encuentran su contraparte en los rodillos pata de cabra,
vibro-compactadores, de rueda lisa, etc.).
No obstante ello, es tanta la experiencia que se ha acumulado sobre la prueba
patrón Proctor, así como la gran cantidad de información que da indicio de su
eficacia, que desde el comienzo de su implementación hasta el presente es un
método aceptado y referenciado en un sinnúmero de pliegos de obras.
En tiempos de la Segunda Guerra Mundial se introdujo el Ensayo Proctor
Modificado (AASHTO T–180), como respuesta a las exigencias de subrasantes
más densas en aeropistas, demandadas por los pesados equipos de aviación
militar que se desarrollaron por entonces. Este ensayo modificó el Estándar
aumentando el número de capas de 3 a 5; el número de golpes en cada una
de ellas se llevó de 25 a 55; el peso del pisón se elevó a 4,5 [kg] y la altura de
caída a 45,7 [cm]. Básicamente con ello se evitó incrementar las
compactaciones relativas por encima del 100% del Proctor Normal o Estándar,
y la dificultad que presentan algunos suelos en ser compactados en campo
cuando su humedad óptima, determinada por ésta última prueba, es cercana al
Límite Plástico.
Comparando los resultados entre ambos, para un mismo suelo, se puede
comprobar que el Modificado provee valores de Densidad Seca Máxima más
elevados, a consecuencia de la mayor energía aportada, en correspondencia
con menores valores de Humedad Óptima.
Actualmente, ambas pruebas cuentan con variantes a las formas originales. La
elección del tipo de ensayo a efectuar dependerá, básicamente, de la
naturaleza de la obra a realizar.
MEDIDA DE LA COMPACIDAD DEL SUELO.

Se califica la compacidad por la comparación cuantitativa de las densidades


secas o pesos unitarios secos, γd, que el suelo va adquiriendo gradualmente, al
variar la humedad, la energía o el método de compactación.

MÉTODO PROCTOR.

Consiste en compactar el material dentro de un molde metálico y cilíndrico, en


varias capas y por la caída de un pistón. Existen dos variaciones del MÉTODO
PROCTOR.

a) Proctor estandar o normal, con pistón de 5 ½ lbs, h = 12’’, N = 25 golpes


y 3 capas a compactar. El molde de φ = 4’’ y volumen 1/30 ft3.

a) Proctor modificado, con pistón de 10 lbs, h = 18’’, N = 25 golpes, y


compactando en 5 capas, con el mismo molde.

1. Curva de humedad – densidad o de COMPACTACIÓN. Esta curva da la


variación, γd Vs ω, que se obtiene en laboratorio. La densidad seca (y también
el γd) va variando al modificar la humedad, ω, de compactación.
La curva de saturación, o de contenido de aire nulo, es dibujada como auxiliar
para el análisis, es teórica y no depende de los resultados del ensayo. La
ecuación es:

GS/
Para S = 1 y γW = 1 se tiene γd = [1+ω*GS ] . Esto facilita el dibujo rápido de la
curva S = 100%. La curva S de los valores de γd que debe tener el suelo
saturado para cada valor de ω.

En la compactación, sale aire, y no agua. Como es imposible sacarlo todo, la


curva de compactación no podrá llegar a confundir su rama húmeda con la
curva S 0 100%. Esta propiedad nos permite tener en evidencia errores en la
curva γd Vs ω.

Las otras curvas (S = 80%, por ejemplo) dicen qué porcentaje de aire queda en
el suelo (20%, por ejemplo).

2 Penetrómetro Proctor. Herramienta que se hinca a mano. Se trata de una


aguja o varilla con un dispositivo para medir la fuerza requerida (en libras),
para que la penetre (variable en tamaño y forma) profundice en el suelo 3’’ por
lo general. La operación se hace en laboratorio y en campo,
simultáneamente, para comparación de γd, o de la humedad si se quiere. (No
debe existir grava en el suelo).
3. Energía de compactación. La calidad de la compactación depende de:
Contenido de humedad, método de compactación y energía de compactación.
(ver fig ω Vs γd – σ y # de pasadas Vs γd)
En el ensayo proctor, la energía específica Ee, está dada por:

Ee =n*N*W*h/ V

VARIABLES DEL PROCESO.

Son 3: Suelo, método y energía:

a. Suelo: Puede ser granular (friccionante) o fino (cohesivo)

a. Método de compactación: En campo (rodillos); en laboratorio (varios).

b. Energía: Energía específica, temperatura y humedad.

Los métodos de laboratorio son impacto, amasado y de carga estática. Ellos


dan resultados diferentes y afectan las condiciones del suelo de manera
distinta.

La compactación de campo se hace con rodillos lisos, neumáticos o con “pata


de cabra”. Los rodillos pueden ser vibratorios y los sistemas suelen hacerse
mixtos. Se pueden usar ranas o canguros (vibro compactadores), en áreas
pequeñas.

En carga estática, la Ee es difícil de evaluar y está afectada por el tiempo de


aplicación y la deformalidad del suelo.
En amasado, la Ee es más difícil y compleja de evaluar, pero se puede
cuantificar variando el número y espesor de las capas, y la presión de
apisonado y número de aplicaciones.

El contenido de agua ω del suelo se relaciona con la permeabilidad. En


arcillas se dan tensiones capilares que favorecen la formación de grumos que
dificultan la compactación. El resultado no es el mismo, en γd, aumentando
agua que esperando a que el suelo la pierda; es decir, compactando por la
rama húmeda o por la rama seca, pues el suelo tarda tiempo en admitir agua
que se agrega, en el primer caso.

En suelos recompactados, el resultado es diferente al de los suelos vírgenes.


Los pesos unitarios resultan mayores.

La temperatura genera evaporación o condensación, con lo que se afecta la


humedad del suelo. Esto obliga a compactar iniciando con humedades
diferentes a la óptima.

El equipo puede condicionar la humedad de trabajo, obligándose a una


humedad diferente a la óptima.

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