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Las comunicaciones han migrado a las redes sociales, las noticias se publican
primero en twitter que, en las páginas web de los medios, los tráilers se anuncian a
través de facebook, antes que en televisión, la inmediatez de la radio pasó a un
segundo plano, las nuevas herramientas tecnológicas mantienen a la sociedad
hiperconectada y los jóvenes son los principales actores en esta maratón
informativa, que se renueva cada segundo.
Es difícil determinar si los jóvenes están leyendo más, o si ahora tienen más
herramientas para dar a conocer sus lecturas, pero el hecho de que una joven de
13 años, reseñe en su blog, dos libros por mes, puede dar buena cuenta de lo que
está sucediendo con las nuevas generaciones en temas de lectura. Igual sucede
con los booktubers, que utilizan la red social youtube para recomendar libros, este
fenómeno cada vez gana más adeptos, son millones los seguidores en todo el
mundo que acuden a esta plataforma, para escoger sus próximas lecturas.
Ahora la red social instagram es la que acoge a estos “devoradores” de libros, los
llamados bookstagrammers, se diferencian de los demás porque deben captar en
una sola imagen lo más atrayente del libro, acompañado de un pequeño párrafo,
esa primera impresión es fundamental para atraer más seguidores. Quienes acuden
a esta nueva plataforma para recomendar libros, lo hacen porque no tienen que
mostrar sus rostros, y esto les permite permanecer en una especie de anonimato
virtual, ideal para los más tímidos.
Las redes sociales cambian la forma de leer y de socializar lo leído, porque a pesar
de que el acto propio de la lectura requiere intimidad, a través de las redes, los
jóvenes se comunican entre sí, intercambian ideas y crean nuevas comunidades.
En colombia, más de 100 jóvenes forman parte de estos grupos, se reúnen
periódicamente, para comentar sus lecturas, y debatir acerca de diversos temas, el
amor, la política, las relaciones, la adultez, los cambios, las generaciones y todo
aquello que se ve reflejado en sus lecturas. El temario no tiene fin.
Con la incursión de instagram, como nueva herramienta para la difusión de la
lectura, el panorama es cada vez más amplio, seguramente muchos migrarán a esta
plataforma para dar a conocer sus gustos literarios
Una red social literaria es mucho más que un espacio donde hablar de libros. Es una
comunidad de gente con un mismo interés afín: la literatura. Dicha comunidad nos
permite estar en contacto con personas de cualquier parte del mundo, compartir
nuestras ideas, valorar libros, conocer otras opiniones y hacer nuevos amigos. Pero
no son estas las únicas ventanas que las redes ofrecen, ya que a menudo la
interacción es total, y pone en contacto al lector con el autor, al autor con el editor,
y al editor con el crítico. Las opciones se expanden continuamente.
La idea de las redes sociales literarias también está teniendo un fuerte impulso en
españa, donde nombres
como lecturalia, entrelectores, falsaria, librofilia, quelibroleo o libros.com comienza
n a sonar cada vez más entre la comunidad lectora y escritora de habla hispana.
Todos estos espacios tienen en común el hecho de ofrecer a sus usuarios un foro
en el que compartir su pasión por las letras con otros lectores con sus mismas
aspiraciones. Sin embargo, cada red social literaria posee sus características
propias, que las diferencian entre sí, aportando a cada una de ellas su esencia
única.
Quelibroleo es una red social literaria con una vocación más orientativa. En
palabras de su fundador, josé luis ramírez, su objetivo es “ayudar a los usuarios a
elegir mejor los siguientes libros”. Esto lo logran acercando entre sí a usuarios de
todo el mundo, y es que “los mejores recomendadores de libros son otros lectores,
especialmente aquellos con gustos literarios similares al tuyo”. Por ello, ya sea a
través de su club de la lectura o del ‘recomendador’ de su web,
desde quelibroleo aseguran que acertarás con tu próximo libro.
El caso de librofilia es el de una gran base de datos social de libros, con fichas de
cada obra, bibliografías de autores, reseñas y críticas. La web, que fue rediseñada
en 2011 por uno de sus cofundadores, héctor mainar, busca “convertir la lectura en
una experiencia social”. Por ello, los usuarios que participan más activamente en la
creación de este particular índice bibliográfico poseen un mayor “karma” y, de paso,
obtienen una posición privilegiada en sus publicaciones en la página.
Las redes sociales de literatura han surgido, en definitiva, como respuesta a una
necesidad social propia de los tiempos que corren: de la misma manera en que la
gente utiliza las redes sociales generalistas para compartir cualquier aspecto de su
vida cotidiana, también la lectura se ha convertido en un acto social. Y para facilitar
esa comunión social en torno a la literatura han aparecido las redes sociales de
libros; para que resulte más sencillo encontrar nuestra lectura ideal, y para poder
compartir esas sensaciones con otros muchos amantes de las letras.