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La carta busca consolar a alguien que se encuentra enfermo en el hospital. Les dice que Dios está con ellos y los ama, que la enfermedad no es para morir sino para que vean el poder sanador de Dios. Les pide tener fe en que Dios los levantará de la cama y que todavía tienen metas por cumplir. Les anima a no perder la esperanza y a dar ánimos a sus familiares también, porque Dios los levantará.
La carta busca consolar a alguien que se encuentra enfermo en el hospital. Les dice que Dios está con ellos y los ama, que la enfermedad no es para morir sino para que vean el poder sanador de Dios. Les pide tener fe en que Dios los levantará de la cama y que todavía tienen metas por cumplir. Les anima a no perder la esperanza y a dar ánimos a sus familiares también, porque Dios los levantará.
La carta busca consolar a alguien que se encuentra enfermo en el hospital. Les dice que Dios está con ellos y los ama, que la enfermedad no es para morir sino para que vean el poder sanador de Dios. Les pide tener fe en que Dios los levantará de la cama y que todavía tienen metas por cumplir. Les anima a no perder la esperanza y a dar ánimos a sus familiares también, porque Dios los levantará.
Hola, no te pregunto cómo estás, porque sé que estás en la cama de un
hospital con un problema de salud que estás padeciendo, y se también lo triste que estás, debido a esto. Te he visto pensando mucho en tu situación, y se te han venido pensamientos muy negativos, inclusive, has pensado en la muerte, pero quiero decirte que esta enfermedad no es para muerte, sino para que veas que yo existo, para que veas que yo sano y hago milagros. Te he visto llorar en ocasiones, haz sentido soledad, impotencia al verte en una cama y no poder hacer nada, pero te he enviado esta carta para que sepas que yo estoy contigo, a cada instante, a cada momento, en las noches cuando hay tanto silencio, cuando las visitas se han ido, yo estoy ahí, acompañándote, observándote. No te vayas a reír por lo que te voy a decir, pero he escuchado tus oraciones, y te voy a ser sincero, tenía tiempo que no te escuchaba orar, ¿pero sabes una cosa? Aunque te habías olvidado de mí, yo nunca me he olvidado de ti, porque te amo, porque eres una persona muy importante para mí, porque tengo planes contigo. Todavía no es el tiempo de morir, así que deja de pensar en eso, así como te he levantado de muchas dificultades, así te levantaré de esta. Todavía tienes que hacer algunas cosas en esta vida, tengo muchos planes para hacer contigo. ¿Te acuerdas de aquellos pensamientos de ayudar a los necesitados? y ¿te acuerdas de aquellas metas que querías alcanzar? Pues todo eso lo vas a hacer. Así que, anímate y levanta ese ánimo, dale animo a tus familiares, porque ellos también están preocupados, pero no saben que yo estoy contigo y que te voy a levantar de esa cama. Te amo mucho, eres de mucho valor para mí, tienes un buen corazón, eso lo sé, y he visto los favores que has hecho a los demás, aunque ellos no te lo hayan agradecido. No te olvides de mí, así como yo nunca me he olvidado de ti. Quien te ama con amor eterno, el que está a tu mano derecha aunque no me veas:
Jesucristo
Estamos las veinticuatro horas para orar por ti. Pastor: Pedro Carrillo 3126249400
Querido hijo_ Hace tiempo que no hablamos, ¿cómo te van las cosas_ Te envío esta carta, porque, aunque te he dicho muchas veces y de muchas maneras que te amo, una más no te hará daño. ¿Sabes lo que siento por ti