Está en la página 1de 5

El Jumash y la Mishnah

orajhaemeth.org Somos una organización dedicada a guardar a las personas judías para
que corrijan el convenio eterno que nosotros tenemos con Di-s. Otras religiones, incluso la
Cristiandad, son incompatibles con el judío así como son incompatibles para guardar el
convenio. Los judíos no deben rendir culto a Jesús.…

http://www.orajhaemeth.org/2012/05/la-mishnah.html

La Mishnah. ‫ששה סידרי משנה‬

La Mishnah.
‫ששה סידרי משנה‬

‫משה‬
‫קבל תורה מסיני‬
, ‫ומסורה ליהושע‬
‫ויהושע לזקנים‬
‫וזקנים לנביאים‬
, ‫ונביאים מסרוה‬
‫לאנשי‬
‫כנסת הגדולה‬...

Mosheh
recibió Torah del Sinai,
y la transmitió a Yehoshua, y
Yehoshua a los Ancianos,
y los Ancianos a los Profetas,
y los Profetas la transmitieron
a los Hombres de la Gran Asamblea.

Mishnah Masejet Avot 1:1

Introducción.
La Mishnah es lo que se llama la “Ley Oral”. El termino Mishnah procede de la raíz hebrea
shanah [1]‫ שנה‬que equivale a la aramea tana’ (‫)תנא‬. De ahí que el sinónimo de
‘enseñanza’, ‘repetición’, ‘doble’, haciendo referencia tanto al contenido de ‘enseñanza’
prendida y transmitida por vía de repetición, de una memorización constante y absoluta,
como también a su carácter de ‘doble’ de la Torah. Esta repetición de generación en
generación contiene las partes esenciales de la Torah, transmitidas oralmente desde
Mosheh Rabenu hasta los días de Rabí Yehudah HaNasí (‘el príncipe’) (3960 ‫ ;ע"לבה‬200
‫ )נ "לסה‬quien las puso por escrito para asegurarse de la supervivencia de la Torah por
largo tiempo, frente al peligro de que pudiera ser olvidada y perdida.[2] R’ Yehuda fue
presidente del tribunal rabínico, así como descendiente directo de Hilel HaZaken así como
del Rey David. La tradición es unánime en este punto ya desde los tiempos más antiguos;
algunos de los testimonios que atribuyen a R’ Yehudah la responsabilidad en la redacción
de la Mishnah son contemporáneos a Rabí, que así se le llama “a secas” debido a ser
considerado el ‘maestro’ por excelencia. La carta del Gaón Sherirá (siglo X de la Era
Vulgar) es el testimonio más inequívoco, aunque tardío, de esta tradición. La redacción de
la Mishnah debió de quedar cerrada básicamente a comienzos del siglo III (en torno al año
200), de modo que R’ Yehudah pudo contemplar posiblemente todavía en vida cómo su
obra se convertía en la colección halajica (legal) [3] normativa, autorizada y autoritativa, en
las juderías de Erretz Israel y en la diáspora y cómo se hacía texto de estudio en las
yeshivot (Academias rabínicas) de Erretz Israel, así como de Erretz Babel. Aquel estudio
cristalizaría más tarde en todo un cuerpo de interpretación, la Gemara (‫)גמרא‬, que,
juntamente con la Mishnah, constituye el Talmud (‫)תלמוד‬. En realidad, surgirían el Talmud
Yerushalmí y el Talmud Bablí, el primero su redacción final se sitúa en el siglo IV y el
segundo, cuyo proceso de redacción se cierra en torno a los siglos VI/VII.
El proceso de “canonización” de la Mishnah fue tan rápido que otras colecciones halajicas,
prácticamente contemporáneas o ligeramente posteriores a las mishnaica, quedaron ya
“fuera” de la colección autorizada y autoritativa. Estas colecciones, que quedaron “afuera”,
constituyen las baraitot (en singular, baraita-‫ברייתא‬, esto es, “externa”, “afuera”). [4]
Hay evidencias absolutas de que la Mishnah, en la forma que se nos ha transmitido, tuvo
retoques posteriores a Rabí. Así, en el Tratado de Sota’ 9:15 se dice: ‘Con la muerte de
Rabí cesó la modestia y el temor del pecado’. Se recogen también en algún caso halajot o
mishnayot de discípulos de R’ Yehudah, concretamente de R’ Yosef ben Leví (Masejet
Uktzin 3:12) y de R’ Yanay (Masejet Avot 4:15), pertenecientes ambos al período post-
tannaíta (4000 ‫)ע"לבה‬. En algún caso también se ha “colocado” en la redacción final de la
Mishnah alguna baraita. Por ejemplo, en el Tratado de Pesajim 4:9.
La Mishnah recoge, en cuanto a contenido, la doctrina legal (halajica) de los jajamim
(sabios) en un período que se extiende a través de unos cuatrocientos años. El tana’ (‫)תנא‬
[5] más antiguo citado en la Mishnah es Shimeon HaTzadik (Masejet Avot 1:2-3; Masejet
Para’ 3:5), junto con su discípulo Antigono de Sojo (Masejet Avot 1:3). Según la propia
Mishnah, Shimeon HaTzadik fue uno de los últimos sobrevivientes de los ‘hombres de la
Gran Asamblea’. Pero está en duda si Shimeón haTzadik ha de ser identificado con
Shimeón, hijo de Joní el Cohen Gadol (280 Antes de la Era Vulgar) o con Shimeon Bet, su
nieto, que falleció en 199 (a.c). Por el contrario, los dos tanaim más recientes nombrados
en la Mishnah son Rabí Yehoshua ben Leví (Masejet Uktzin 3:12) y Rabí Yanay (Masejet
Avot 4:15), ambos de mediados del siglo III de la Era Vulgar.

Los Tanoím- ‫תנאים‬.


Los jajamim o sabios nombrados en la Mishnah, y cuya enseñanza halajica recoge y
transmite, son llamados tanaoim (‫ )תנאים‬o tanaitas. Se trata en este caso de una palabra
aramea que viene a significar lo equivalente a “enseñante”, “maestro”, o simplemente,
“repetidor’, ya que la técnica fundamental del estudio de los tanaoim era la memorización
por la repetición. Hasta tal punto la memorización era efectiva en el tana’ la memorizaba.
Al tana se le daba el título de Rabí (‫רבי‬: ‘mi maestro’), mientras que a los patriarcas de la
Casa de Hilel HaZaken se les reservó el título de Rabán (‫רבן‬:’el maestro’). En el caso de R’
Yehudah HaNasí ha prevalecido en él más el título de Rabí que le corresponde como
tana’, aunque también se le cita y se le nombra frecuentemente con el título de Rabán que
le competía por su condición de patriarca de la Casa de Hilel (rabeinu hakadosh: nuestro
piadoso maestro). En cuanto a los maestros del período post-mishnaicos mencionados en
el Talmud, se les da el título de Rab (‫)רב‬.

El proceso de la tradición oral.


El proceso que se extendió a todo lo largo del periodo mishnaico, desde los ‘hombres de la
Gran Asamblea-‫’אנשי כנסת הגדולה‬, hasta el cierre de la Mishnah y que se caracteriza por el
estudio, profundización, recolección y transmisión de la halajah, vino desencadenado por
las medidas tomadas por Ezra [6] el Escriba a raíz del exilio babilónico.
Ezra el Escriba supo descubrir a las masas judías la Torah como norma de conducta,
como modo concreto y práctico de vida judía, y supo también enseñar al pueblo cómo
estudiar y cómo interpretar la Torah. [7] Una de las medidas trascendentes adoptadas por
Ezra fue la lectura semanal de la Torah en el Beit HaMikdosh (Templo de Jerusalém) los
días lunes y jueves, coincidiendo con los días de mercado en Jerusalém. Orta de las
medidas importantes tomadas por Ezra fue la creación de dos cuerpos:
a) Legislativo: los ‘Hombres de la Gran Asamblea- ‫’אנשי כנסת הגדולה‬, y
b) Didáctico-investigador: los escribas ó sofrim- ‫סופרים‬. [8]

Los ‘Hombres de la Gran Asamblea- ‫אנשי כנסת הגדולה‬.

Los Hombres de la Gran Asamblea, tal como los presentan nuestras fuentes, constituyeron
en la práctica un verdadero cuerpo legislativo (ius leggis). Ellos hicieron de la Torah, en su
sentido pleno (revelación oral y escrita), el fundamento de la vida judía; recogieron y
ordenaron recoger todas las tradiciones heredadas del pasado enmarcándolas dentro del
judaísmo; por otra parte, establecieron normativas nuevas, algunas de ellas sin soporte en
el Tana”j. Se les hace, por ejemplo, responsables de haber fijado el texto de ciertas
bendiciones, de haber establecido el rito del quidush al comienzo del Shabat y de la
havdalah al final del mismo, de haber introducido la fiesta de Purím, de haber incluido el
libro de Esther en el canon, de haber incidido en el ordenamiento de los libros de Ezra,
Daniel y los profetas menores…

Se debate hasta cuando subsiste y se mantiene la institución de los Hombres de la Gran


Asamblea. Según la Mishnah, Shimeon HaTzadik sería uno de los últimos residuos de los
“hombres de la Gran Asamblea”. Esto situaría el período final de la institución a finales del
siglo III o del siglo II antes de la Era Vulgar, dependiendo de la identificación histórica que
se haga de Shimeón HaTzadik. Hay autores que alargan la vida de la institución más allá
del periodo tanaitico. Hay que recordar aquí que una buena parte de la crítica niega toda
realidad a la institución de los ‘hombres de la Gran Asamblea’.

Los Sofrim- ‫סופרים‬.

Los sofrim o escribas tenían una doble tarea, una en relación con el cuerpo legislativo y
otra en relación con las masas judías. En relación con el primero, esto es, en relación con
los “hombres de la Gran Asamblea”, los escribas tenían la misión de escrutar las Sagradas
Escrituras (el Tana”j) buscando en ellas significados nuevos que sirvieran de normativa
que encuadrara las actividades más diversas del vivir; estaban encargados animismos de
recoger las antiguas tradiciones de Israel entendidas como norma y pauta de conducta a
las que todo judío debía atenerse. En el estudio de la Torah, una de las principales tareas
del sofer era la conservación y fiel transmisión del texto bíblico. Precisamente el nombre
de escriba (sofer / sofrim, ‘el que cuenta’) procede de una de las técnicas que utilizaban
para salvaguardarla y transmisión fiel del texto bíblico: los recuentos.
Son sorprendentes los detallados recuentos de letras de todos los textos bíblicos. Esta
actividad la reemprenderían más tarde los masoretas ya en pleno período medieval. En
relación con el pueblo, los escribas eran los maestros, los enseñantes; en cierto modo,
pues eran el brazo ejecutivo de los “hombres de la Gran Asamblea”.

El ideal de los escribas –hacer de la Torah (oral y escrita) la norma viva de la conducta del
judío bajo la interpretación autoritativa de una persona especializada, es decir, del escriba
– fue asumido plenamente por el partido fariseo, muy activo en el período del Bet Shení
(segundo Templo).

Los Sugot-‫זוגות‬.
Cuando, en un momento de nuestra historia, lo sofrim –defensores de la tradición oral-
perdieron el control de la máxima institución judicial, el Sanhedrín, que paso a manos de
los tz’dokim (saduceos-‫)צדוקים‬, lossofrim dieron origen a la institución de los pares (sugot),
constituida por el Nasí-‫נשיא‬, presidente, líder espiritual y jefe de Israel y por el presidente
del tribunal rabínico (Av Bet Din-‫)אב בית דין‬. Se nos ha transmitido el nombre de cinco
‘pares’:

Yosi ben Yoezer de Tzerada.


Yosi ben Yojanan Ish Yerushalaim.

Yehoshúa ben Perajia


Nitay HaArbelí

Ehudah Ben Tabay


Shimeon ben Shetaj

Shemayah
Avtalion

Hilel
Shamai.[9]

Cuando en el reinado de Alejandro Salome (78-69 antes de la Era Vulgar), los escribas
vuelven a hacerse con el control del Sanhedrín a través de Shimeon ben Shetaj, la
institución de los ‘pares’ decayó hasta que por último desapareció. El período activo de los
‘pares’, duro, unos ciento cincuenta años. Un rasgo novedoso de este período fue el
surgimiento de las controversias entre los jajamim (Sabios, o doctores judíos). Son
celebres a este respecto las controversias entre Shamay y Avtalion, y sobre todo entre
Hilel y Shamay. Estas disputas plantean un problema básico. Hay que cuestionarse, en
efecto, cómo puede darse la disparidad y la diversidad de opiniones cuando unos y otros
están simplemente transmitiendo la tradición.

Toda la halajah procede de Mosheh, del Sinai. ‫הלכה למשה מסיני‬


Sin embargo, el rasgo más característico de todo el judaísmo rabínico consiste en la
creencia de que toda la Torah, tanto la Escrita (‫)תורה שבכתב‬, como Oral (‫תורה שבעל‬-‫)פה‬,
contenida esta última eminentemente en la Mishnah, se remota a la revelación de D”s en
el Sinaí. ‘Mosheh –se dice en Masejet Avot 1:1- recibió Torah del Sinai, y la transmitió a
Yehoshua, y Yehoshua a los Ancianos, y los Ancianos a los Profetas, y los Profetas la
transmitieron a los Hombres de la Gran Asamblea…’ Una Baraita tranmitida en Sifrá (a
Vaicra 25:1) afirma: “Los principios generales, las particularidades y las especificaciones
de cada uno de los mandamientos fueron dichos (a Mosheh) en el Sinaí”. Según R’
Yishma’el, todos los principios generales de la Torah fueron revelados a Mosheh en el
Sinaí, mientras que las particularidades y detalles lo fueron en la tienda de la reunión
(Masejet Hagigah 6ª).
La posición de Avraham Ibn Daud (siglo XII) puede ser considerada como representativa
de todo el judaísmo rabínico. Dice así:
“Los hombres del Talmud y ciertamente los sabios de la Mishnah no dijeron la más minima
cosa de su propia cosecha fuera de algunas enseñanzas que común acuerdo impartieron
para poner un cerco a la Torah”.
No es extraño, pues, que nuestros jajamim remoten a la revelación sinaitica las diferentes
halajot. Recoge algunos testimonios: ‘Najum el escriba les decía: He recibido de R’
Menasia que lo recibió de su padre y éste de los ‘pares’ y éstos de los profetas, que es
precepto de Mosheh del Sinaí que si uno siembra su campo con dos especies de trigo…En
otro lugar se dice: He recibido una tradición de Yojanan ben Zakay que oyó de su maestro
y éste del suyo como decisión legal que remota a Mosheh en el Sinaí que (los israelitas
residentes ) de Amón y Mo’av han de apartar diezmo de los pobres en el año séptimo’
(Masejet Yadaim 4:3); “los primeros profetas establecieron veinticuatro guardias (en el
Mikdosh)…” (Tana’it 4:2). En Masejet Sanhedrín 10:1 se afirma que no tendrán parte en el
reinado de los cielos los que afirmen que la Torah no viene de Di’s.
No hay que pensar, sin embargo, que los rabinos ilustrados creyeran que todas las leyes,
todas la halajot, todas las mishnayot, fueran dadas a Mosheh en el Sinaí. Tal como enseña
el RaMBa”M (Maimónides- ‫)ם"רמב‬, muchas de las halajot provienen del Sinaí sólo en
cuanto que son deducciones legítimas de principios promulgados en la revelación sinaítica.
Todas las halajot pertenecen al mismo acervo de la revelación sinaítica, bien que muchas
hayan tenido una formulación histórica posterior, deducidas legítimamente desde unas
normas generales reveladas, Esta es la posición del habanismo ilustrado.

Mishnah y Mikra’- ‫משנה ומקרא‬.


Ahora se presenta aquí el momento oportuno de establecer la relación que las mishnayot
halajicas guardan con la Mikrá (Escritura) y clarificar algunos de los términos rabínicos con
relación con este entorno.
Según el Midrash (‫[)מדרש‬10] de Bamidbar Rabá (13, 15 y 16), Mikra´y Mishnah son
complementarias y no se contradicen una de otra. De hecho, la tradición oral se presenta
en Israel como un desarrollo, como una explicación, de la revelación escrita, de la Mikr’a.
Sin embargo, las sentencias halajicas de la Mishnah descarnadas, en una formulación
precisa y escueta, sin ninguna referencia a la Mikrá. De ahí que el termino Mishnah se
haya convertido en sinónimo de Halajah escueta, sin soporte en la Mikra’, aparente. Por el
contrario, la halajah que se presenta ligada a la Torah, deducida y justificada desde la
Mikra’, es la halajah midrashica. Las obras más representativas de Midrash (comentario de
la Mikra’) halajico sonMejilta (comentario al libro de Shemot), Sifra (comentario al libro de
Vaicrá) y Sifre (comentario al Libro de Bamidbar y Devarim). La halajah mishnaica está
representada básicamente por la Mishnah y la Tosefta.
Aunque la halajah mishnaica no tiene soporte en la Mikrá aparentemente, sin embargo, la
inmensa mayoría de la normativa legal tanaítica tiene una fundación en la Mikra’. El
RaMBa”M (Maimónides), en su comentario de la Mishnah, sólo señala treinta mishnayot
que no tendrían soporte alguno en la Mikra’, ni tan siquiera por vía de deducción, y que
según él procederían directamente de los labios de Mosheh tal cual éste los recibió de D’s
en el Sinaí. Este dato es sumamente significativo para comprender la relación entre
Mishnah y Mikr’a en la concepción rabínica.

Contenido de la Mishnah-‫ששה סידרי משנה והמסכתות שבהם‬


La Mishnah comprende actualmente seis ordenes (seder /sedarim). Cada orden contiene
varios tratados (masejet; en plural masejtot). En total, 63 tratados. A su vez, cada tratado
comprende capítulos (perakim) y estos comprenden de mishnayot (Sentencias o
proposiciones, mayormente de carácter halajico). Cada una de estas sentencias o
proposiciones constituye una Mishnah.
Como ya hemos visto precedentemente, la Mishnah cristaliza una vieja tradición judía que
se instala con fuerza tras el exilio y que hace de la Torah (escrita y oral) su norma de vida.
De ahí que la halaja invada la vida judía, no sólo las relaciones individuales o colectivas
con D”s, sino las mismas relaciones interpersonales, intercolectivas, e incluso las
laborales. De ahí que la Mishnah sea mucho más que un reglamento estatutario, mucho
más que un código civil y penal. Apenas queda un requicio de la vida personal y colectiva
que no quede bajo el imperativo de la halajah. A este respecto la Mishnah constituye un
caso singularísimo en la historia de la humanidad, ya que establece el monumento visible
de una sociedad teocrática que está movida por dos ideas fundamentales, la pureza y la
santificación. El dominio total de la Torah hace del judaísmo un sistema de vida que, al
menos aparentemente, deja en posición muy secundaria elementos que eran capitales al
período de formación del judaísmo rabinico, como la redención de Israel, el Mashiaj, la
vida futura… Piénsese, por ejemplo, en los esenios (comunidad qumránica), tarepeutas,
tz’dokim, betosim, ossim, bene-tzdok…

También podría gustarte