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La llamada ley de Okun es una observación empírica que señala la correlación existente entre los cambios en la tasa de desempleo y el

crecimiento de una economía. Fue propuesta en 1962 por el economista estadounidense Arthur Okun en el artículo "Potential GNP: Its
Measurement and Significance".1
Okun señaló que para mantener los niveles de empleo, una economía necesitaba crecer cada año entre el 2,6% y el 3%. Cualquier crecimiento
inferior significaba un incremento del desempleo debido a la mejora de la productividad. La ley de Okun señala además, que una vez
mantenido el nivel de empleo gracias al crecimiento del 3%, para conseguir disminuir el desempleo es necesario crecer dos puntos
porcentuales por cada punto de desempleo que se quiera reducir.2
Esta "ley", es solo una observación empírica, ya que no es posible demostrarla. Okun se basó en datos de los años 1950 en Estados Unidos,
y además avisó que esta teoría sólo es efectiva cuando la tasa de desempleo está entre el 3 y 7,5 %. A pesar de eso, la regla se ha cumplido
aproximadamente en la mayoría de casos, y por eso es considerada como una observación muy fiable en macroeconomía. El porcentaje
exacto depende del período y país considerados, aunque lo normal es que esté alrededor del 2,5 % (entre 2 y 3). El hecho de que el coeficiente
no sea predecible hace que algunos consideren a esta regla poco apropiada.

La ley de Okun se llama con más precisión "regla de Okun de oro", ya que es principalmente una observación empírica más que un resultado
derivado de la teoría. la ley de Okun es aproximada porque los factores distintos del empleo (como la productividad) afectan a la producción.
En la declaración original de Okun de su ley, aumento del 2% de la producción corresponde a una disminución del 1% en la tasa de desempleo
cíclico; un aumento del 0,5% en la tasa de actividad; un aumento del 0,5% en las horas trabajadas por los empleados; y un aumento del 1%
de la producción por las horas trabajadas (productividad laboral).4
La ley de Okun establece que un aumento de un punto en la tasa de desempleo cíclico se asocia con dos puntos porcentuales de crecimiento
negativo del PIB real. La relación varía en función del país y período de tiempo considerado.
La relación ha sido probada mediante la regresión del PIB o el crecimiento del PIB en el cambio en la tasa de desempleo. Martin Prachowny
calcula sobre una disminución del 3% en la producción por cada aumento del 1% en la tasa de desempleo. Sin embargo, argumentó que la
mayor parte de este cambio en la producción se debe en realidad a los cambios en factores distintos al del desempleo, como la utilización
de la capacidad y las horas trabajadas. La celebración de estos otros factores constantes reduce la asociación entre el desempleo y el PIB de
alrededor del 0,7% por cada 1% de variación en la tasa de desempleo (Prachowny 1993). La magnitud de la disminución parece estar
disminuyendo con el tiempo en los Estados Unidos. De acuerdo con Andrew Abel y Ben Bernanke, las estimaciones basadas en datos de años
más recientes dan sobre una disminución del 2% en la producción por cada 1% de aumento en el desempleo (Abel y Bernanke, 2005).
Hay varias razones por las que el PIB puede aumentar o disminuir con mayor rapidez que las disminuciones o aumentos de desempleo:
A medida que aumenta el desempleo,

 una reducción en el efecto multiplicador creado por la circulación de dinero de los empleados
 desempleados pueden caer fuera de la fuerza de trabajo (dejar de buscar trabajo), después de lo cual ya no se cuentan en las estadísticas
de desempleo
 trabajadores empleados pueden trabajar menos horas
 la productividad del trabajo puede disminuir, tal vez porque los empleadores retienen más trabajadores de los que necesitan
Una de las consecuencias de la ley de Okun es que un aumento en la productividad del trabajo o un aumento en el tamaño de la fuerza de
trabajo puede significar que la producción neta real crece sin caer las tasas de desempleo neto (el fenómeno de "crecimiento sin empleo")
A través de la comparación entre los datos reales y la predicción teórica, la Ley de Okun ha demostrado ser una herramienta muy valiosa en
la predicción de tendencias entre el desempleo y el PIB real. La Ley de Okun ha brindado una herramienta de política para evaluar los costos
del desempleo5. Sin embargo, la exactitud de los datos teóricamente demostrado a través de la ley de Okun en comparación con los números
del mundo real resulta ser generalmente incorrecto. Esto es debido a las variaciones en el coeficiente de Okun. Muchos concluyen que la
información demostrado por la Ley de Okun para ser aceptable hasta cierto punto. Además, algunos hallazgos han llegado a la conclusión de
que la ley de Okun tiende a tener mayores tasas de exactitud de las predicciones a corto plazo, en lugar de predicciones a largo plazo. Los
analistas han concluido que esto es cierto, debido a las condiciones del mercado no previstas que puedan afectar el coeficiente de Okun.
Como tal, la Ley de Okun es generalmente aceptable por los analistas como una herramienta para el análisis de tendencias a corto plazo
entre el desempleo y el PIB real, en lugar de ser utilizado para el análisis a largo plazo, así como los cálculos numéricos precisos.
La curva de Phillips es una representación gráfica que muestra la relación entre desempleo e inflación. Establece que un aumento del
desempleo reduce la inflación y viceversa, la disminución del desempleo se asocia con una mayor inflación. Es decir, la curva de Phillips pone
de manifiesto que no se puede conseguir al mismo tiempo baja inflación y alta tasa de empleo. ¿Por qué? Porque cuanto mayor sea la
demanda agregada, mayor será la tensión de los precios, por lo que estos subirán, mientras disminuye el desempleo. Por tanto, este indicador
sugiere que debe haber cierto nivel de inflación para minimizar el desempleo, ya que una política dirigida exclusivamente hacia la estabilidad
de precios puede promover el desempleo. Esta relación que describe la curva de Phillips pierde validez, sin embargo, en el largo plazo.
ORIGEN
El término de ‘la curva de Phillips’ se comenzó a utilizar cuando, en 1958, el economista británico William Phillips escribió “The relation
between Unemployment and the Rate of Change of Money Wage Rates in the United Kingdom, 1861-1957”. En el estudio, el economista
muestra claras evidencias de cómo periodos de alta inflación se relacionan con periodos de bajo desempleo, y al revés.
AÑOS 70
A partir de la década de los 70, esta relación dejó de funcionar correctamente, pues en este periodo la inflación se disparó en casi todo el
mundo (más acuciada en Estados Unidos y Europa) y el paro también crecía. Este fenómeno se denominó estanflación.
EN LA ACTUALIDAD
Los estudios no muestran tal relación entre inflación y desempleo y depende del ciclo económico. No obstante, se sigue utilizando la curva
de Phillips a tres, seis y doce meses.
La curva de Phillips es un principio de la teoría económica que establece una relación inversa entre la inflación y
el desempleo de un país. Se trata de uno de los tantos vínculos establecidos entre las perspectivas económica y
monetaria de la economía.

La curva de Phillips parte del principio de que la cantidad de dinero circulante (comúnmente denominada “masa monetaria”) tiene
efectos reales sobre la economía a corto plazo. De esta manera un aumento de la masa monetaria tendría un efecto beneficioso
sobre la demanda agregada, ya que los ciudadanos gastarán más al ver incrementados sus salarios nominales (efecto conocido
como “ilusión monetaria”) y se creará un marco más favorable a la inversión ya que las perspectivas de unos precios al alza
mejorarán las expectativas de beneficios de las empresas. La mejora de la demanda agregada se traduciría en un mayor
crecimiento económico, y éste a su vez en la creación de nuevos puestos de trabajo. Es así como queda establecida una relación
inversa entre inflación y desempleo, expresada gráficamente por una curva descendente.

No obstante, también existe una curva de Phillips a largo plazo, la cual no se ajusta a la relación anterior. En este caso, se
parte del supuesto de que con el paso del tiempo los agentes económicos condicionarán su comportamiento a las previsiones
de inflación, y esto anularía los efectos reales sobre la economía: se trata del principio de la neutralidad del dinero a largo plazo,
representado gráficamente por una línea vertical en el valor considerado como la tasa natural de desempleo, o cuando
existen restricciones competitivas en la economía real se llama tasa NAIRU.
En un modelo como el de la gráfica se parte de una situación de equilibrio, con una tasa natural de desempleo del 5% y una
inflación del 1%. Un aumento de la inflación hasta el 3,5% llevaría el punto de equilibrio hacia arriba, reduciendo el desempleo
hasta el 3%, pero a medida que este valor se acerca a cero va aumentando la pendiente de la curva, es decir que para crear
empleo cada vez hace falta más inflación. Por el contrario una deflación (-0,5%) arrastraría el punto de equilibrio hacia la parte
inferior de la curva y haría crecer el desempleo hasta el 10%, mientras la curva se va haciendo más plana (lo que significa que
una deflación ligeramente más profunda puede destruir cada vez más puestos de trabajo).

La curva a largo plazo, en cambio, refleja la neutralidad del dinero en periodos de tiempo superiores a un año, lo que significa
que el desempleo tenderá a mantenerse en su tasa natural independientemente de los niveles de inflación.

Cuando se trata de estimular la economía por encima de la tasa natural de desempleo, lo que provocará en el largo plazo será
una inflación más elevada para el mismo nivel de empleo.

La Curva de Phillips es una representación gráfica que se emplea en macroeconomía para reflejar la relación existente entre la inflación
y el desempleo en un país. Se trata de uno de los vínculos más importantes para calcular las perspectivas económicas y monetarias de
la economía de un estado. A continuación, encontrarás toda la información que te interesa saber acerca del concepto de la Curso de
Phillips, sus fundamentos y la forma de interpretarla.

¿Para qué sirve la Curva de Phillips?


William Phillips (1914-1975) fue un importante economista influenciado por las teorías de J.M. Keynes. Fue en el año 1958 cuando
reflejó en una gráfica la tasa de inflación y la tasa de desempleo de los últimos cien años (1861-1957) y observó una curva negativa
que reflejaba la siguiente hipótesis: a mayor desempleo, menor inflación, y viceversa. Es decir, "existe una relación negativa entre
inflación y desempleo", tal y como veremos a continuación.

Esta gráfica parte como base de que la cantidad de dinero en circulación (también conocida como "masa monetaria") tiene efectos
significativos y reales sobre la economía a corto plazo. De esta manera, un aumento de esta masa monetaria hace que los ciudadanos
gasten más al ver aumentados sus salarios nominales y puede dar lugar a un marco más favorable a la inversión. Todo ello, motivaría
un crecimiento económico y la consiguiente creación de nuevos puestos de trabajo.

La Curva de Phillips gozó de una buena aceptación entre los economistas del siglo XX y fue considerada como base para decidir y
potenciar determinadas políticas económicas.
Cómo interpretar la Curva de Phillips

Para entender la Curva de Phillips es esencial tener en cuenta que esta gráfica puede interpretarse tanto a corto como a largo plazo. Por
un lado, a corto plazo (curva azul), si la demanda de bienes y servicios aumenta, las empresas deben incrementar su producción y, con
ello, necesitarán contratar más empleados y el desempleo disminuye. Así, la demanda de los consumidores es mayor que la oferta de
las empresas, y los individuos aceptarán pagar más por obtener bienes y servicios. De esta manera, los precios suben (más inflación),
algo que vemos reflejado en el paso del punto A al punto B del gráfico.

No obstante, por otro lado, la oferta y la demanda tienden a ajustarse a largo plazo, lo cual se ve reflejado en la curva del punto C, hasta
que el desempleo alcanza la "tasa natural de desempleo" o NAIRU (Non Accelerating Inflation Rate of Unemployment), es decir, aquella
tasa que no acelera la inflación, como puede verse en la recta de color rojo. Con todo, a largo plazo, la tasa de paro no se ve afectada por
la tasa de inflación: los precios subirán y bajarán, sin que ello repercuta en los índices de desempleo.

ESPIRAL SALARIOS-PRECIOS

Aumento de los precios producido por aumentos de los salarios a través de los incrementos en los costes de producción. Wage-price spiral.

La mencionada situación de ´estanflación´ también tiene un efecto negativo sobre el empleo, porque se puede entrar en lo que se denomina,
espiral ´salarios-precios´, por la que suben la inflación, se pide aumento de sueldo, crecen los costes y suben más los precios; y esto supone,
por un lado, un aumento de la inflación y, por otro, una subida del desempleo debido al incremento de costes de producción y la disminución
de la competitividad, explica el experto José Ignacio Recio.

De hecho, acaban de hacerse públicos los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), que revelan un incremento del desempleo en la
Comunitat Valenciana durante el segundo trimestre del año fue de 52.200 personas, un 21,66%, mientra que la tasa de paro se situó en el
11,59%. En el periodo comprendido entre abril y junio, la población activa en la Comunitat era de 2.530.800, 23.400 más que el trimestre
anterior, un 0,93%. De ellas, 2.237.600 ocupadas, -28.800 menos que en el período anterior (-1,27 por ciento). Por provincias, la tasa de
desempleo más baja continúa en Castellón, con un 9,50%, frente al 10,68 de Valencia y el 13,63% de Alicante.

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