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La Torá y la Actividad Económica

 La Naturaleza como herramienta


 Cinco Niveles
 Hishtadlut – Esfuerzo
 Vivir como Isajar o Zebulún?
 Vivir como Isajar o Zebulún?[2]
 La Sana Competencia
 20 Consejos sobre el dinero y la subsistencia
 Bitajon: como dinero en el bolsillo
 El principio del esfuerzo
 Secretos para la riqueza
 Leyes relativas a los préstamos
 Interacción entre Economía y Religión
La Naturaleza como herramienta
QUE UN HOMBRE Tercer nivel
HAGA TODO LO Hay algunos que saben que todo viene de Hashem, pero que
HUMANAMENTE carecen de la claridad de visión para negar toda realidad a la
naturaleza. VEN A LA NATURALEZA COMO UNA HERRAMIENTA EN
POSIBLE Y DEJE EL
LAS MANOS DE HASHEM, A TRAVÉS DE LA CUAL HASHEM HACE QUE
RESTO EN MANOS DEL LAS COSAS SUCEDAN EN EL MUNDO, ASÍ COMO UN HOMBRE
CIELO. ESCRIBE CON UNA PLUMA.
Entre los niveles segundo y tercero que hemos presentado aquí hay
muchos pasos delicados.
LA PERSONA DEBE En el segundo nivel, CADA ACCIÓN MUNDANA QUE LA PERSONA
EMPRENDE, ES UN RETO QUE LE DA UNA OPORTUNIDAD DE
AÚN, ESTAR CONSIENTE
CONVENCERSE A SÍ MISMO DE LA VANIDAD DE TODA EMPRESA.
QUE SU SUSTENTO A este nivel es precisamente aplicable el consejo de rabí Yshmael;
DEPENDE DE HASHEM Y
NO DE SUS PROPIAS “Adopta el camino del mundo”. CON CADA ACTO MUNDANO SE
ACCIONES ELEVA AL NIVEL DE SU FE, PORQUE ÉL ENFRENTASE A UN DESAFÍO
SIEMPRE REFUERZA MORALMENTE A LA PERSONA.

Aumentando la Actividad
TAL PERSONA DEBE INCREMENTAR SUS ACTIVIDADES MUNDANAS,
YA QUE CON CADA VICTORIA EN ESA ÁREA SE ACERCA MAS A LA FE
PERFECTA. PUESTO QUE ESTÁ HACIENDO ESTO EN ARAS DEL CIELO,
el trabajo de sus manos se verá bendecido como dice la Torah
“Hashem tu Di-s te bendecirá en todos tus trabajos y en toda
empresa de tu manos”.

Es lo mismo que expresa la Guemará al decir:


“¿Qué debe hacer el hombre para ser rico?.
Debe dedicarse con intensidad a los negocios y actuar
honestamente. Ha de pedir misericordia de Quien es amo de todas
las riquezas”. La combinación de “Dedicarse a los negocios” y “Pedir
misericordia”, es decir, el reconocimiento de Hashem en la oración
debe ser entendido como se dijo arriba.

Hasta el Máximo de la Propia Capacidad


En este contexto, es que entendemos las palabras de Rambam, que
ya citamos antes en parte: “Hicieron (al arca) muy grande, para
minimizar el milagro; así es con todos los milagros….QUE UN
HOMBRE HAGA TODO LO HUMANAMENTE POSIBLE Y DEJE EL RESTO
EN MANOS DEL CIELO. En forma análoga, en el caso de Yaakov,
escribe:
LA PERSONA DEBE “(Yaakov) no confiaba en su rectitud y trato de salvarse (de Esav)
AÚN, ESTAR CONSIENTE con lo mejor de sus capacidades”. Es decir, que no consideraba que
QUE SU SUSTENTO había alcanzado el Nivel 1, y por lo tanto consideraba adecuado
DEPENDE DE HASHEM Y dedicarse a actividades mundanas para su propia protección y la de
su familia. PARA ESTAS GRANDES FIGURAS, LA ACTIVIDAD
NO DE SUS PROPIAS
MUNDANA EN SI, ERA EN ARAS DEL CIELO, Y DEBÍA SER
ACCIONES EQUIVALENTE A LA ACTIVIDAD ESPIRITUAL—-“EL ESTÍMULO DESDE
ABAJO”, QUE GENERA “EL ESTÍMULO DESDE ARRIBA”.
Encontramos en forma análoga. “si una persona ve (antes de Pesaj)
que le esta yendo bien a la cosecha que madura tarde, debe
apresurarse y sembrar una cosecha temprana para que se haya
desarrollado bien antes que legue a ser juzgada en Pésaj”. Mientras
aplica esta desusual diligencia, LA PERSONA DEBE AÚN, ESTAR
CONSIENTE QUE SU SUSTENTO DEPENDE DE HASHEM Y NO DE SUS
PROPIAS ACCIONES.
El pasar esta prueba, le traerá bendiciones y prosperidad. (Esto será
explicado de nuevo mas adelante).

El Extremo inferior de la Escala


El que vive a nivel inferior, debe preocuparse de que las actividades
mundanas, en vez de aclarar su visión, lo induzcan lentamente a
conceder realidad a la naturaleza.
Si ese es el caso, tal actividad es peligrosa para él y debe tratar de
reducirla a un mínimo.
El amorá Samuel dijo: “En el siguiente punto soy como “vinagre hijo
de vino” en comparación con mi padre (es decir, estoy por debajo
de sus estándares). Mi padre solí inspeccionar sus propiedades dos
veces al día, mientras que yo las inspecciono tan solo una vez al
día”. Esta declaración no parece encajar en el marco. La Guemará
presenta una serie de declaraciones por parte de hijos, que dicen
estar por debajo de los estándares fijados por sus padres pero todos
estos se refieren a asuntos de Religiosidad. El inspeccionar uno su
propiedad dos veces al día, no parece pertenecer a esta categoría, Y
si Shmuel consideraba que eso era algo bueno ¿Por qué no lo
hacía?.
Esto se hace menos difícil de entender, si tenemos en mente lo
escrito mas arriba. Shmuel nos dice que su padre se hallaba a un
nivel alto en el que era adecuado que incrementase sus actividades
mundanas, puesto que esto lo llevaba a más altas cimas de fe y confianza. Esta era la
medida de la religiosidad de su padre; pero Shmuel se consideraba a sí mismo en un nivel
mas bajo—-“como el vinagre en relación al vino”—–comparado con su padre y tenía
miedo de realizar mas actividades mundanas de las estrictamente necesarias.

Los Cuatro Reyes


Hay un Midrash muy profundo que proporciona un notable apoyo a nuestra tesis:

Había cuatro reyes, cada uno de los cuales pedía una cosa diferente…(1) David Dijo:
Perseguiré a mis enemigos y los alcanzaré… y David los abatió… (2) Asa se irguió y dijo: No
tengo poder para matar. Yo perseguiré y tú (Di-s) has el resto…(3) Hehoshafat se irguió y
dijo: No tengo ni el poder para matar o para perseguir; yo cantaré cantos de alabanza y tu
harás el resto..(4) Jizkiya se irguió y dijo: No tengo el poder ni para perseguir, ni para
matar, ni para cantar cantos de alabanza. Yo dormiré en mi cama y tú harás todo.(Se citan
textos en apoyo a cada afirmación, pero para ser breves los hemos omitido aquí).
Sacamos algo en claro de este Midrash.

Cuando se trata de metas mundanas, el nivel de dedicación humana a ser adoptado esta
en relación directa al grado en que uno reconoce el poder supremo de Hashem.
Mientras menos es el propio nivel de fe, menos ha de dedicarse uno a
empresas mundanas; e inversamente, mientras más grande es la propia fe,
mas deberá uno dedicarse a tales empresas. El nivel de reconocimiento de David,
era lo bastante alto como para permitirle perseguir y derrotar a sus enemigos. Asa, cuatro
generaciones después sintió que no había alcanzado tan alto estándar; si lo lograba la
victoria final podía caer en la trampa de atribuir su éxito a “su poder y a la fuerza de su
mano”. Yehoshafat creyó que la persecución podría tener este efecto y limito sus
esfuerzos a la esfera espiritual, contentándose con entonar cantos de alabanza.
Lo más asombroso es que Jizkiyahu, estaba preocupado de que incluso la dedicación
espiritual pudiese opacar su reconocimiento del poder absoluto de Hashem; podía caer en
el error de atribuir la derrota de sus enemigos a sus propios méritos para evitar este sutil
error—. Una preocupación que esta mucho mas allá de nuestro entendimiento—— estaba
dispuesto a yacer en su lecho y a dejar todo en manos de Hashem.
Parece que hay situaciones en las que el reconocimiento de la absoluta majestad de
Hashem, supera a toda otra consideración, y esto es lo que nos salva de problemas
catástrofes.
Las Dos Caras de un Milagro
Un último ejemplo. La Guemará cuenta: “Había una vez una persona cuya esposa murió y le dejo
un bebe que precisaba ser amamantado, y él, no podía pagar una nodriza.
Sucedió un milagro y al hombre le crecieron pechos que semejaban los pechos de una mujer y el
mismo amamanto a su hijo”. Dos amoraim expresan en la Guemará puntos de vista divergentes
sobre este suceso. Uno exclama: “¡Qué grande es este hombre, por quien se realizó tal milagro!”
Mientras que el otro se expresa en sentido contrario “¡Cuán ruin es este hombre por quien fue
invertido el orden de la creación!”.

La primer opinión recalca que el hombre ha de haber vivido a un nivel, capaz de aprender de los
milagros. Si hubiese vivido a un nivel mas abajo, en donde ni los milagros despiertas su
reconocimiento de Hashem—- ver abajo Nivel 4—- no se le habría concedido un milagro.
La otra opinión deplora que hubiera necesidad de un milagro, puesto que ello muestra que el
hombre no vivía a un nivel lo suficientemente alto como para ver la mano de Di-s en los eventos
naturales. Si su problema se hubiese resuelto por medios naturales, ello hubiera afectado su
reconocimiento de Hashem; Por lo tanto le fue concedido un milagro.

Resumiendo: Este tercer nivel, comprende a la gente cuya fe es reforzada por los milagros,
mientras que es debilitada por los procesos naturales. Tal gente debe reducir su uso de los
medios naturales en lo posible. A juicio del Cielo, también, se considera más aconsejable
llenar sus necesidades en forma milagrosa que a través de causas naturales.

Negación
Cuarto nivel
Sin embargo, la mayor parte de la gente no nota los milagros; les ocurre incluso las cosas
más asombrosas, las más notables coincidencias y se limitan a catalogarlas como
casualidades completamente explicables en términos naturales. (Ya nos hemos referido a
este enfoque en “La Naturaleza de la Naturaleza”).
A esto los ayuda el hecho (explicado arriba) de que cada milagro va acompañado de cierto
grado de ocultamiento. Ello basta para que esa gente niegue el milagro y atribuya todo el
evento a la pequeña proporción de camuflaje que evita que sea demasiado obvio.
Por ejemplo, sabemos que nuestra madre Sarah, fue milagrosamente bendecida con un
niño a los noventa años de edad.
Pero el hecho de que algo tan increíble hubiese ocurrido en casa de Abraham, quien era
famoso como el hombre que diseminaba el conocimiento del verdadero Di-s (y se lo había
predicho el mismo Di-s) no resulto en un movimiento masivo de teshuvá.
Nada es más fácil que negar el carácter milagroso de un milagro, y aquellos que querían
negarlo se vieron ayudados por el hecho de que, como nos lo dicen nuestros Rabís en el
día que Sarah dio a luz “muchas mujeres estériles dieron a luz con ella; mucha gente
enferma fue sanada, y muchas oraciones recibieron respuesta”.
En forma similar, cuando el mar Rojo fue dividido para el pueblo de Israel, todas las aguas
del mundo fueron dividas al mismo tiempo. Esto facilito las cosas para todo aquel que
quisiera negar el milagro. No son estos los únicos ejemplos.
Gente como esta, que no reconoce a los milagros cuando los ve, no sacara beneficio
alguno de ser objeto de milagros. Si se le dan oportunidades adicionales para aprender a
cerca de Hashem, y siguen negando, y ello tan solo agregara su carga de pecados.
Se deduce que serán tratados por la providencia, en forma que se ajusta los patrones
naturales.
Esto va de acuerdo con la declaración a que hicimos mención arriba “¡Cuán grande es este
hombre para que un milagro tan grande le fuera realizado!”—– o sea que es grande en el
sentido que reconoce un milagro. En este sentido, por lo menos, es más grande que la
mayoría de los humanos que no reconocen los milagros cuando los ven.
Medicina Amarga
El ser tratado conforme a los lineamientos naturales también es malo para tal persona; su
único remedio es descubrir que su búsqueda de causas naturales no le trae éxito alguno.
Si llega a estar pobre y pisoteado, a pesar de todos sus esfuerzos, eventualmente puede
enfrentares a un momento de la verdad. Puede darse cuenta de que todos sus esfuerzos
no le sirvieron. Y triste regrese a la oración y a Hashem.
En este sentido que podemos entender la declaración de Di-s a Adam: “Cuando labres la
tierra te producirá espinas y abrojos; o sea, puesto que te has dirigido a la naturaleza, te
fallará; y con eso te curarás”; este es también el significado de esas declaraciones en
apariencias difíciles: “Fue bueno para mí que fui afligido” “te agradezco, Hashem por
haber estado enojado conmigo”, “No me des riquezas… para que no me sienta satisfecho
y niegue a Di-s” y “La pobreza es adecuada para Israel”.
El rabí Bajya ibn Pakuda retrato perfectamente este cuarto nivel en su famoso epigrama:
“El que confía en causas naturales, será entregado al poder de causas naturales.”
Remedio
¿Qué hay del que tome todos los sucesos como eventos naturales?.
¿ Qué sucede si las piadosas expresiones “baruj Hashem y Beezrat Hashem” llegan
fácilmente a sus labios en múltiples ocasiones, pero en su corazón el solo confía en la
dedicación mundana en el reino de la naturaleza? ¿Qué pasa si responsabiliza a la
casualidad de momentos cruciales de su vida?
Cómo puede esta persona modificar su actividad?
Antes que nada debe reflexionar profundamente sobre la fe y aclarar entre sí la simple
verdad de que la naturaleza carece de poder propio. Deberá tratar de reducir en lo posible
sus actividades humanas, para que la fe en Hashem se fije en su corazón. E incluso si no
triunfa en la esfera mundana, no debe achacar su fracaso a un insuficiente empeño
mundano. Debe admitir que su fracaso fue enviado por Hashem, para poner a prueba su
verdadera progreso a lo largo del sendero de la fe.
El Ejercito del Yetzer Ha-ra
Quinto nivel
HAY GENTE QUE NO RECONOCE EN FORMA ABSOLUTA LA PROVIDENCIA DE DI-S Y SE
DEDICA EN GRANDE A LOS TRABAJOS MUNDANOS Y ESTOS SE VEN BENDECIDOS POR EL
CIELO. LEJOS DE AGRADECER A HASHEM POR SUS DONDE, ATRIBUYEN SU ÉXITO A “MI
FUERZA Y EL PODER DE MI BRAZO”
¿POR QUÉ NO SE LES ENSEÑA EL ERROR DE SU ACTITUD CON LA POBREZA Y
EL SUFRIMIENTO, COMO EN EL CASO QUE DISCUTIMOS ANTES?.
La respuesta esta en que se trata de gente que se ha entregado en corazón y alma a la
negación de la divina providencia. Se han alejado tanto de esta que ya no merecen
atención del cielo. Por el contrario, Han sido entregados en manos del Yetzer ha- ra y se
hunden aun mas en el error cuando ven el éxito que tiene sus conducta herrada. Esta
situación se asemeja a la de las “mujeres malditas” en el libro de Yirmiyahu que insistían
en que mientras adorasen ídolos “ofreciesen libaciones a la reina del Cielo” todo estaría
bien con ella y no tendrían problemas.
Es un nivel lastimoso en el que se ha hundido esta gente. Son el ejercito del yetzer ha- ra y
su escaparate que puede llevar a otra gente por el sendero equivocado. Todo lo que
consiguen en este mundo provienen de la profanación. Cuando el mal sea extirpado de
este mundo, se hundirán en el olvido con el.
Que Hashem nos proteja de todo mal y nos ayude a subir a subir en los escalones de la fe
y la confianza. Amen
Cinco Niveles
que debemos Ya se ha explicado en el artículo anterior, que debemos
dedicarnos solamente a dedicarnos solamente a tareas mundanas solamente por
tareas mundanas una razón: para enseñarnos a ver la providencia de Di-s
solamente por una incluso en el mundo de la actividad mundana. Debemos
razón: para enseñarnos pasar la prueba y darnos cuenta que la naturaleza carece de poder y
todo viene tan solo de Hashem, y la necesidad de estas actividades
a ver la providencia de
cambia con el nivel de reconocimiento alcanzado por el individuo. El
Di-s incluso en el análisis cuidadoso de las palabras de nuestros Sabios, de bendita
mundo de la actividad memoria, nos permiten distinguir cinco niveles.
mundana.
Debemos pasar la prueba y
darnos cuenta que la
El Nivel mas Alto
naturaleza carece de poder y
El primer nivel, el mas alto, es el de la persona que ha pasado con
todo viene tan solo de
éxito su prueba y que ahora ve a lo natural y a lo milagroso como
Hashem,
milagros por igual, habiéndose percatado que la “naturaleza” no
tiene ninguna existencia independiente.
Para tal persona ya no existe la prueba de “ganarse el pan con el
sudor de la frente”. Ya no le servirá. Por lo contrario debe ahora
dedicar todo su tiempo rindiendo devoción a Hashem y a su Torah.
Sus necesidades mundanas le pueden ser ahora cubiertas en forma
abiertamente milagrosa. Ya no existe necesidad de ocultar el
milagro que hay frente a él.
Este nivel es descrito por Rabí Shimon ben Yojai en las siguientes
palabras: ¿Cómo puede un hombre labrar en el período de labranza,
segar en días de cosecha, trillar en los días de trillado, seleccionar el
grano en los días que hay que cernirlo? ¿Qué será de la Torah? Pero
cuando el pueblo de Israel haga la voluntad de Hashem, su labor
será hecha por otros.” .Y esto es en verdad lo que sucedió a Rabí
Shimon y a su hijo Rabí Elazar cuando estaban escondidos en la
cueva en Galilea durante trece años: “Tuvo lugar un algarrobo y un
manantial fueron creados para ellos.
Ninguna Diferencia
Ya nos hemos referido mas de una vez a Rabí Janina ben Dosa quien,
no teniendo aceite para la lámpara de Shabbat dijo: “El que dijo al
aceite que ardiera puede decir al vinagre que arda” y a raíz de eso la
lámpara ardió con vinagre como combustible para todo el Shabbat.
Uno podría preguntar: ¿Por qué fue necesario el milagro?. ¿Por qué
Hashem no le proporcionó simplemente el aceite?. La respuesta es que el Rabí Janina ya
había alcanzado el nivel en que veía a lo natural y a lo milagroso, como milagros por igual,
y por lo tanto en los tratos de Hashem con él, no había razón para preferir una cosa sobre
la otra.
Ocultando el Milagro
Pero los tzadikim temían al orgullo si los milagros se hacían del conocimiento público, Por
lo tanto trataban de ocultar los milagros, en lo posible, con acciones humanas. Cuando el
profeta Elisha volvió a la vida al niño muerto “se acostó sobre el niño, con sus ojos en los
ojos del niño y su boca en la boca del niño” El leve parecido a los métodos naturales de
resucitación ocultaba un poco el milagro. Algo parecido ocurrió en el caso de la viuda de
Obadia, Elisha preguntó primero si tenía algo en la casa, para que hubiese algo que
pudiera aumentar milagrosamente. No pidió que el aceite fuese creado de la nada. El
frasco de aceite ya existente le permitió ocultar un poco el milagro.
Las Piedras de Yaacov
Cuando Yaakov Avinu permaneció esa noche en una ladera solitaria, tomó piedras e “hizo
una zanja alrededor de su cabeza para protegerse de los animales salvajes”. Es difícil ver
que protección contra los animales al acecho podía ofrecer “una zanja alrededor de su
cabeza”. Desde luego que la protección real era la que milagrosamente daba Hashem. La
“zanja” servía solamente para ocultar el milagro.
Los Rebaños de Yaacov
Mas tarde, cuando colocó varas parcialmente peladas en los abrevaderos era aplicable el
mismo principio. Las varas eran inútiles y si hubiesen sido útiles, el acto en sí, hubiese sido
dudoso. De hecho, el nacimiento de ovejas manchadas y moteadas en los rebaños de
Yaakov fue un milagro, como lo señala claramente la Torah. ¿A qué venían las varas,
entonces?
Para cubrir el milagro en lo posible.
El Arca de Noaj
Por la misma razón dijo Hashem a Noaj que construyese una gran arca, aunque (nos dice
Rambam) sin un milagro, ni el arca diez veces ese tamaño habría podido contener todo lo
que debía ir con ella. Si en cualquier forma tenía que ocurrir un milagro ¿Por qué no
construir un arca pequeña o ninguna arca?. Para minimizar el milagro, responde Rambam.
La Ultima Acción de Moshe
En las ultimas horas de su vida se le ordena a Moshe rabenu ascender a la cima del Monte
Neto y ver la tierra prometida.
Ve el largo y el ancho de la tierra, incluyendo el Neguev, El valle de Jericó y el distante
Mar. Todo esto no es visible a alguien parado en el Monte Nevo, mas que a través de un
milagro. En ese caso ¿para qué subir al Monte Nevo?. Ya sabemos la respuesta ahora: Para
minimizar el milagro. Lo que es asombroso y maravilloso es que incluso Moshe rabenu, el
señor de los profetas, el más humilde de los hombres, poco antes de su muerte, tenía aún
que ser protegido en esta forma del peligro del orgullo.
Los Milagros son Limitados
Es obvio que los milagros en la vida de Rabí Shimon ben Yojai y Rabí Janina ben Dosa
fueron milagros de este tipo. Un algarrobo le fue provisto a Rabí Shimon; los frutos no
aparecieron del aire. El vinagre ardió para Rabí Janina; no recibió luz sin una lámpara. La
razón se presentó arriba. Esta es la forma en que ocurren los milagros.
El Camino de este Mundo
Pasemos al segundo nivel. El camino de los milagros está reservado para el que ha llegado
a la cima de la confianza y la fe, y para quien en el fondo de su corazón, la naturaleza y los
milagros son una cosa, como se explicó antes. El ve que la naturaleza es solamente una
prueba y no tiene ningún poder propio la voluntad de Hashem. Lo puede todo, y el no
necesita de herramientas para realizar sus propósitos. Esta persona puede incluso
percatarse de que la naturaleza lejos de ser una influencia positiva en el mundo, es de
hecho una fuerza destructora.
Hay otra clase de individuo que puede haber alcanzado un nivel muy alto de fe, pero
cuando examina la profundidad de su corazón encuentra que para él naturaleza y milagro
no son completamente iguales. No ha llegado aún a la máxima perfección de la confianza
en Di-s y en consecuencia no hallará milagros en su sendero. Su destino estará ligado a lo
natural; aún tiene que luchar con la “prueba de la naturaleza” hasta la victoria final.
Aún necesita “ganar el pan con el sudor de su frente” , dedicarse a actividades naturales y
aprender al mismo tiempo que no hay realidad en ellas.
Éste es el nivel mencionado por el Rabí Yishmael; “Recogerás tu grano”— aplica a ellas (o
sea, a las palabras de la Torah) la costumbre de “El camino del mundo”, es decir, estudia y
practica la Torah, pero también dedícate a la actividad económica; nuestros Rabís
agregaron: Muchos hicieron como el Rabí Shimon ben Yojai (o sea, se Abstuvieron de la
actividad mundana) y no tuvieron éxito. No tuvieron éxito porque no habían llegado aún al
nivel mas alto de perfección y por lo tanto no eran dignos milagros.
Enfrentándose al Reto
Este punto de vista es confirmado por el Rabí Jaim de Bolozhyn, quien escribe que no hay
una verdadera diferencia de opiniones entre el rabí Yishmael y Rabí Shimon. El rabí
Yishmael quien aconseja ir en pos de la Torah, pero al mismo tiempo no abandonar “El
camino del mundo”, esta hablando de la persona que no ha llegado aún al alto nivel del
que habla rabí Shimon. La visión interior de esta persona esta aún incompleta y si ganase
su sustento por medios milagroso, se estancaría para siempre en su imperfección.
(La perfección se puede alcanzar solamente trabajando en el nivel inferior y
enfrentándose a sus retos hasta que la ilusión de la “naturaleza” es pulverizada por el
esfuerzo espiritual de la misma persona. Es por ello, que la vida del tzadik el orden es
primero la naturaleza y luego el milagro, y no viceversa. Si uno empezase la vida con
milagros, no quedaría por lograr con el libre albedrío de la persona).
Es por esto, que nuestros Rabís dicen que si se hace un milagro para una persona, se ven
reducidos sus méritos. “Mérito” en hebreo es zejut, que proviene de una raíz que significa
(pureza). Los milagros hechos para una persona aún indigna de ellos, reducirán su pureza
de corazón, puesto que la pureza de corazón surge solamente del esfuerzo espiritual de la
persona misma.
Si tal persona se rehusa a seguir “el camino del mundo” y cree que puede confiar en
milagros, no tendrá éxito. Rashi comenta sobre las palabras del Rabí Yishmael.
“Aplica a la Torah el camino del mundo porque si llegas a necesitar la ayuda de otra gente,
terminarás no aprendiendo Torah en absoluto”.
La Voluntad de Hashem
Ese texto prueba que el nivel de que habla Rabí Yishmael es ciertamente muy elevado. El
texto del que parte Rabí Yishmael, es “Recogerás tu grano etc.”.
¿Cómo es que principia este pasaje?.
“Y sucederá, que si escuchas mis mandamientos de amar a Hashem tu Di-s y servirle con
todo tu corazón y con toda tu alma”. Cuando a Rabí Shimon se le enfrentó con el texto
anterior—-“recogerás tu grano etc.”—- que implica que una persona debe dedicarse a una
ocupación mundana, respondió: “Esto se refiere a gente que no cumple la voluntad de
Hashem”.
Asombrosa declaración, porque ¿cómo puede decirse que la gente que “sirve a Hashem
con todo su corazón y toda su alma” no esta cumpliendo con la voluntad de Hashem?. Nos
vemos obligados a concluir que una persona puede servir a Hashem con amor y
abnegación y no estar cumpliendo aun a la perfección con la voluntad de Hashem. ¿Qué
es lo que falta?.
El reconocimiento de lo milagroso en la naturaleza, de que Hashem es el único poder en el
universo. Los pasos hacia una fe perfecta, son increíblemente sutiles y diminutos.
Rabí Eliyahu Dessler
–Hishtadlut significa esfuerzo. Hishtadlut – Esfuerzo
Es un principio de la Torá.
Implica que debemos –Hishtadlut significa esfuerzo. ES UN PRINCIPIO DE LA TORÁ.
esforzarnos en llevar a cabo IMPLICA QUE DEBEMOS ESFORZARNOS EN LLEVAR A CABO TODO
todo lo que esté en nuestras LO QUE ESTÉ EN NUESTRAS MANOS, A PESAR DE QUE DIOS
manos, a pesar de que Dios CONTROLA TODO, DESDE EL PRINCIPIO HASTA LOS RESULTADOS. Si
controla todo, desde el uno está enfermo, hay que acudir al médico; si uno tiene una
principio hasta los resultados. familia, hay que encontrar una fuente de ingresos.
El principio de hishtadlut no niega el hecho de que Dios controla
todo. Simplemente está basado en el entendimiento de que Dios
De hecho, en ocasiones creó un mundo con lógica y orden. Por ejemplo, si tomamos
Dios intercambia las leyes medicina, nos aliviamos. Si trabajamos, ganamos dinero. Existe un
naturales de causa y efecto orden natural de causa y efecto y, por tanto, de predicción. Dios
para enseñarnos cuán creó al mundo de tal forma que podamos aprender a utilizarlo
limitados somos y nos nosotros mismos y, así, compartir con Dios mismo el desarrollo del
demos cuenta de que nadie mundo. Sin embargo, realmente no existe tal causa y efecto;
más que Dios determina si solamente Dios. De hecho, en ocasiones Dios intercambia las leyes
algo sucede o no. naturales de causa y efecto para enseñarnos cuán limitados somos y
nos demos cuenta de que nadie más que Dios determina si algo
sucede o no.
HISHTADLUT ES LA RESPONSABILIDAD Y LA OPORTUNIDAD QUE
DIOS NOS DA PARA QUE FORMEMOS PARTE DEL DESARROLLO DEL
MUNDO. NO ES UNA CONTRADICCIÓN QUE LAS APARENTES LEYES
DE CAUSA Y EFECTO FUERAN CREADAS Y SE MANTENGAN
ÚNICAMENTE PORQUE DIOS DECIDE MANTENERLAS.

Ahora, dado que Dios es el verdadero operador detrás de todos los


acontecimientos, hishtadlut puede tomar muchas formas. Quizá
signifique poner una cantidad tremenda de esfuerzo o tal vez se
necesite un esfuerzo mínimo. Ante los “ojos” de Dios, los actos
pequeños pueden ser actos grandísimos, y viceversa, los actos
grandes pueden ser realmente diminutos.
Hace poco tiempo, por ejemplo, me llamó por teléfono un rabino de
la comunidad. Me explicó que acababa de recibir la llamada de un
joven que estaba estudiando Torá en Jerusalén. Era martes. El
joven, como me explicó el rabino, tenía una hermana que estaba a
punto de casarse con un gentil el domingo siguiente. El joven
explicó al rabino que había intentado todo para evitarlo; le escribió,
le habló, intentó todo y nada había funcionado. El rabino quería pasarme la
responsabilidad. Le pregunté qué esperaba de mí; faltaban sólo unos días para la boda;
muchos habían tratado de disuadirla y ella se mantenía firme.

Era mediodía y yo tenía una cita esa misma noche. Sin embargo, apunté el número de
teléfono de la familia, ya que si esta llamada me había llegado era por algo. Supuse que,
por lo menos, debía hacer un mínimo esfuerzo en ese problema; después de todo, yo no
lo había buscado, él me había buscado a mí.
Tomé el teléfono y, nervioso, marqué el número que me habían dado. Por suerte, la
mamá contestó. Le dije que sabía que su hija estaba por casarse el domingo siguiente y
que su hijo había contactado a alguien que, a su vez, me había pedido que tratara de
evitar el matrimonio.

“Rabino”, me dijo con voz exasperada, “hice lo que pude. Me rindo. Si quiere hablar con
mi hija, adelante, pero yo ya no me meto en su vida”. Si quiere, mi hija va a llegar a las
siete de la noche. No puedo garantizarle que acepte hablar con usted, pero si usted llama,
yo le paso la llamada.”
Colgué el teléfono algo confundido. Estaba cansado y no sabía qué esperaba exactamente
Dios de mí. Sin embargo, sabía que, si la llamada había llegado a mí, algo podía hacer. Esa
tarde regresé a casa temprano y le pedí a mi esposa que me preparara algo especial de
comer, ya que iba a necesitar un poco de energía extra. Después de todo, quién sabe
cuánto duraría la conversación con esa joven. Tomé una siesta de mas o menos una hora
para estar descansado, cené y me preparé para lo que parecía una larga y difícil noche.

Exactamente a las siete de la noche tomé el teléfono y marqué el número. La madre me


contestó y me dijo: “¡Oh, rabino!, sus rezos han sido escuchados por Dios. Mi hija va
rumbo al aeropuerto para tomar el próximo avión hacia Israel. La boda se canceló”.
Mientras tanto pensé: “¿Mis rezos fueron respondidos? Lo único que hice fue comer y
dormir”.
Le pregunté por qué su hija había cambiado de opinión. La madre me dijo que el cartero
había traído una carta del hermano de la muchacha esa tarde, que la había hecho decidir
viajar a Israel.
Por cierto, más o menos diez días después de la llamada fui a Israel y encontré a este
muchacho acompañando a una chica en la calle en la calle. Le pregunté si ella era su
hermana y me contesto que sí. Entonces dije a ella: “Gracias por mi comida y mi siesta”.

Reflexionando sobre este incidente, me di cuenta de la influencia de Dios en cada aspecto


de nuestras vidas. Lo último que quería ese día era hacer esa llamada; la hice porque
estaba completamente seguro de que si había llegado a mí era por alguna razón. Es decir,
estaba obligado a hacer algo respecto a esa situación. Me reclutaron. No sabía
exactamente qué clase de hishtadlut tenía que hacer, pero sí que debía invertir algo de mí
mismo. En este caso, mi hishtadlut consistió en prepararme comiendo y durmiendo. Al
estar Dios completamente detrás de todo, de todas maneras a veces requiere se un
simple reconocimiento de nuestra parte para estar conscientes de que todo depende de
él. Bajo otras circunstancias, un hishtadlut requerirá un poco más de trabajo.
El hishtadlut de cada persona puede tomar muchas formas.
-Rabino, Norman preguntó hace poco específicamente acerca de trabajar para vivir -dijo
Shemuel-.
Sé que toda la gente se pregunta esto, pero,
¿cuál es el mejor balance entre bitajón (confianza) e hishtadlut respecto a
trabajar para poder vivir? ¿Cuánto hishtadlut debemos poner?
-Toda la gente se hace esta pregunta porque realmente no hay una respuesta definida;
para cada persona y cada situación la respuesta es diferente
-contestó el rabino.

-¿Por lo menos hay alguna regla general que sea conveniente seguir? -preguntó Shemuel.

-Usualmente cada situación particular nos indica cuánto hishtadlut tiene uno que poner. Si
la situación es salir de la ciudad para trabajar, seguramente hay que hacerlo; si la situación
es hacer muchas llamadas telefónicas para cerrar algún trato, entonces hay que hacer
llamadas; si la situación es entrenarse para conseguir un buen trabajo, hay que hacerlo.
Generalmente hay que seguir la norma.
-Vayamos al punto -dijo Shemuel-. Si trabajo más horas, ¿ganaré más dinero?

-Por supuesto que no. Los ingresos anuales de cada persona, la comodidad o las molestias
con las que va a vivir, se deciden en Rosh HaShaná. Los ingresos no tienen relación con
el hishtadlut. Si se decretó que una persona tiene que vivir en la pobreza, ningún trabajo
podrá cambiar ese decreto.
Eso me recuerda una pequeña anécdota sobre Rabí Abraham Ibn Ezrá. El Ibn Ezrá vivió en
la pobreza toda su vida; nunca tuvo éxito en lo relacionado con el dinero. Llegó a tal punto
su estado económico que en una ocasión dijo al Rambam (Maimónides) que si él,
Abraham Ibn Ezrá, entrara al negocio de mortajas la gente dejaría de morir.
“Estás equivocado”, contestó el Rambam con su incomparable agilidad mental. “Si
entraras al negocio de las mortajas, la gente pediría no ser enterrada con mortaja.”

¿cuándo realmente estamos ganándonos la vida?


LA RESPUESTA ES: EN LOS REZOS. UN HOMBRE DE NEGOCIOS CUIDADOSO DE LA TORÁ
HACE SUS REZOS MATUTINOS DE LA SIGUIENTE MANERA: “DIOS, TÚ ME DISTE LA VIDA Y
ESTOY SEGURO QUE ERES TÚ EL QUE PROVEES MIS NECESIDADES DIARIAS. SIN EMBARGO,
TÚ QUIERES QUE PONGA HISHTADLUT Y QUE TRABAJE POR MI SUSTENTO. TAMBIÉN
QUIERES QUE TE PIDA EN MIS REZOS POR MIS NECESIDADES. TE NECESITO. SÉ QUE MIS
ESFUERZOS POR SÍ MISMOS NO LLEGAN A NADA. POR TANTO, POR FAVOR, TE PIDO QUE
ME DES EL MÁXIMO SUSTENTO POSIBLE CON EL MENOR ESFUERZO”.
ASÍ, ¿CUÁNDO HACE SUS MEJORES NEGOCIOS? NO EN LA MESA DE NEGOCIOS, SINO AUN
ANTES DE LLEGAR A LA OFICINA, MIENTRAS REZA A DIOS EN LA MAÑANA. ES ENTONCES
QUE REALMENTE SE ESTÁ GANANDO SUS INGRESOS. ESO SIGNIFICA HACER NEGOCIOS
MIENTRAS REZA.

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