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Propiedades Fisicas y Mecanicas de Las Rocas
Propiedades Fisicas y Mecanicas de Las Rocas
Las rocas, y otros materiales pétreos artificiales utilizados en la construcción, son sustancias
heterogéneas caracterizadas por amplios rangos de variación composicional, textural y
estructural. Esta variabilidad hace que las propiedades de los materiales, que son las que dictan
sus campos de aplicación, sean también variables. Así, la adecuación de un material para un
propósito concreto, tanto desde el punto de vista constructivo-ornamental como restaurador, debe
basarse en determinadas propiedades que deben, a su vez, ser fácilmente medibles en el
laboratorio. Las propiedades de los materiales se clasifican generalmente como físicas,
y mecánicas, aunque en el campo de la construcción/ornamentación/restauración también pueden
incluirse las propiedades relacionadas con su trabajabilidad. Es evidente que la lista de
propiedades que pueden medirse en un material es muy extensa. Por ello en este tema se presentan
aquellas que tienen más relevancia desde el punto de vista que nos atañe.
Dentro de las propiedades físicas se incluyen densidad, porosidad, permeabilidad a líquidos y
gases, capacidad calorífica, conductividad y expansión térmicas, etc. Entre las
propiedades químicas pueden incluirse la resistencia a soluciones ácidas y alcalinas, y a las
reacciones inducidas por la presencia de sales. Las propiedades mecánicas incluyen la resistencia
a la compresión, tensión, flexión e impacto y penetración por otro cuerpo y por otras acciones que
involucran la generación de fuerzas, como la cristalización de hielo y sales en el interior del
sistema poroso de los materiales y los cambios volumétricos de los mismos debidos a cambios de
temperatura.
1. PROPIEDADES FISICAS
1.1. ISOTROPÍA Y ANISOTROPÍA
Las sustancias isotrópicas presentan siempre el mismo comportamiento independientemente de
la dirección, mientras que en las anisotrópicas las propiedades varian con la dirección. En el caso
de la luz, los cristales anisótropos presentan distintos valores de sus índice de refracción en
función de la dirección en que vobre la luz al atravesar el cristal.
1.3.POROSIDAD
La porosidad de un material es el volumen de espacios abiertos que contiene
relativo a su volumen total. Los poros son pequeños espacios abiertos existentes en los
materiales rellenos por soluciones acuosas y/o gaseosas (e.g., aire). Los poros pueden
estar abiertos (i.e., intercomunicados) o cerrados, y ser grandes o pequeños. El tamaño
de poro medio y el grado de intercomunicación entre los poros determinan el tipo y grado
de movimiento de soluciones líquidas y gaseosas por el interior de los materiales. Esto
controla en gran parte su durabilidad. Los poros pueden clasificarse en función de su
tamaño en:
Megaporos:_____________ 256-0.062 mm
Macrocapilares:_________ 0.062-0.0001 mm
Microcapilares:_________ <0.0001 mm
Existen distintos conceptos de porosidad. La porosidad teórica viene dada por la
ecuación:
Figura 2. Adsorción de moléculas agua (polares) por partículas hidrófilas (con cargas
electrostáticas residuales en su superficie) durante ciclos de mojado y secado.
1.5.DESORCION DE AGUA
Los materiales localizados en contacto con el aire retienen cierta cantidad de
humedad. La cantidad de agua retenida es función de las condiciones ambientas
(temperatura y humedad relativa), así como de la naturaleza de las sustancias
(hidrófilas o hidrófobas) y de la composición de la solución acuosa (agua pura vs.
soluciones salinas). Si las condiciones ambientales cambian, por ejemplo, descendiendo
la humedad relativa, el material tiende a ceder vapor de agua al medio aéreo, secándose.
Este proceso de desorción de agua es inverso al de adsorción, aunque si la muestra
se encuentra saturada en agua, es inverso al de absorción.
La tasa de desorción o secado depende de la diferencia entre la humedad del
material y la del medio ambiente (a mayor diferencia, mayor tasa de secado), de la
naturaleza del material y de la naturaleza de la porosidad
(sustancias hidrorepelentes con poros grandes tienden a eliminar más rápidamente la
humedad).
La técnica de medición de la desorción de agua es similar a la de saturación de
agua, y persigue evaluar la facilidad de los materiales para eliminar el agua absorbida
en el interior de su sistema poroso. El ensayo se realiza con el mismo material utilizado
en el de saturación, y se basa en medir las pérdidas de masa, a tiempos parciales,
respecto del peso de la muestra saturada en agua. Este ensayo debe realizarse en un
ambiente con temperatura (20 ºC) y humedad relativa (60 %) constantes para asegurar
la comparación de muestras distintas. Las pérdidas de masa permiten calcular
la cantidad de agua desorbida:
1.6.CAPILARIDAD
El fenómeno de la capilaridad, cuyo resultado es el movimiento ascendente o
descendente de un líquido en el interior de un tubo fino de un material sólido cuando
éste es sumergido en el líquido, es debido a la existencias de fuerzas en la superficie de
las sustancias sólida (e.g., vidrio), líquida (e.g., agua) y gaseosa (e.g., aire) en contacto.
Estas fuerzas se denominan de tensión superficial. La conjunción de estas fuerzas
hace que las gotas de un líquido depositadas sobre la superficie de un material sólido
presenten ángulos de contacto sólido-líquido variados en función de la naturaleza de
los sólidos y líquidos. Así, los líquidos “mojan” a los sólidos cuando el ángulo de contacto
está comprendido entre 0 y 90º, en cuyo caso el líquido asciende por el capilar. Si por
el contrario la conjunción de fuerzas mencionada anteriormente condicionan que el
ángulo de contacto sólido-líquido esté comprendido entre 90 y 180, el líquido no moja
al material y desciende por el capilar. Estas relaciones se ilustran en las Figuras 3 y 4.
En consecuencia, el efecto que debe producir un material hidrofugante (protectivo
o consolidante) aplicado sobre un material debe ser el de incrementar el ángulo de
contacto del material pétreo, y obstaculizar el ascenso del agua por su sistema poroso.
El efecto contrario es el obtenido por los agentes detergentes o jabones
(i.e., tensoactivos).
La altura a la que asciende (o desciende) un líquido en un capilar no es sólo
función del ángulo de contacto, sino que depende también del radio del capilar. La
ecuación que permite calcular la altura alcanzada es:
donde: h es la altura (m)
SLV es la tensión superficial líquido-vapor (0.0728 N/m para el agua-aire, a 20 ºC)
es el ángulo de contacto (en radianes, = grados·/180)
es la densidad del líquido (1000 kg/m3 para el caso del agua)
g es la aceleración de la gravedad (9.8 m/seg2) y
r es el radio de poro (m)
2.PROPIEDADES MECANICAS
Las propiedades mecánicas definen la capacidad del material para resistir
acciones externas o internas que implican la aplicación de fuerzas sobre el mismo.
Esencialmente, estas fuerzas son de compresión, tensión (o extensión), flexión y
de impacto.
2.1.RESISTENCIA A LA COMPRESION
La resistencia a la compresión es la carga (o peso) por unidad de área a la que el
material falla (se rompe) por fracturación por cizalla o extensional (Figura 6). Esta
propiedad es muy importante en la mecánica de materiales, tanto en situación no
confinada (i.e., uniaxial) como confinada (i.e., triaxial). Dado que los materiales cerca de
la superficie terrestre, incluyendo los edificios, suelen estar sometidos a condiciones no
confinadas, consideraremos exclusivamente esta situación. En este caso, la resistencia
a la compresión uniaxial (i.e., longitudinal) se mide en una prensa hidráulica que
registra el esfuerzo compresor (l) aplicado sobre una probeta de material en una
dirección del espacio, y la deformación lineal (l) inducida en esa misma dirección.
Figura 9. Deformación frágil y dúctil bajo compresión, torsión y extensión ( 1, 2 y 3,
son los esfuerzos principales mayor, intermedio y menor, respectivamente). Las flechas
marcan las tendencias en el comportamiento de los materiales al variar la presión, la
temperatura, la presión de fluidos localizados en los poros y la tasa de deformación.
2.2.RESISTENCIA A LA TENSION
La resistencia a la tensión es el esfuerzo tensional por unidad de área a la que el
material falla (se rompe) por fracturación extensional. Esta propiedad, que es una
indicación del grado de coherencia del material para resistir fuerzas “tirantes”, depende
de la resistencia de los minerales, del área interfacial entre granos en contacto y del
cemento intergranular e intragranular.
Existen distintas técnicas para medir la resistencia a la tensión, tanto en
materiales pétreos como en morteros, cementos y hormigones. En el ensayo de tracción
directa, quizás el más apropiado, se utilizan probetas cilíndricas con una razón
longitud/diámetro de 2 a 2.5. Los extremos de las probetas se introducen (y pegan con
resina epoxi) en unas cápsulas que están unidas a cadenas que transmiten el
esfuerzo tensional sin introducir componentes de torsión. La norma ASTM D2936
regula los métodos y condiciones experimentales este ensayo.
Los conceptos, definiciones y controles de la deformación introducidos
anteriormente para la resistencia a la compresión pueden ser extendidos sin más
problema a la resistencia a la tensión. Respecto de los materiales pétreos de
construcción, puede generalizarse que, para un material dado, la magnitud de la
resistencia a la tensión suele ser de un orden de magnitud menor que la resistencia a
la compresión. En la Tabla 5 se presentan valores de resistencia a la tensión para
algunas rocas medidos con la técnica de tracción directa.
Tabla 5. Resistencia a la tensión (Mpa) de
algunas rocas (deTouloukian y Ho, 1981).
Basalto 8.6
Conglomerado 29.7
Calizas 4.2 5.8
Arenisca 1.1 1.7
Arenisca calcárea 4.3
Esquistos 3.1
2.3.RESISTENCIA A LA FLEXION
La resistencia a la flexión, o módulo de ruptura, es la resistencia de un material
a ser doblado (plegado) o flexurado. La medida de esta propiedad se realiza con barras
de material asentadas sobre dos pivotes y aplicando carga sobre el centro de la barra
(norma ASTM C99-52). La resistencia a la flexión (Sm) viene dada por la expresión:
2.4.FATIGA
Cuando los materiales sufren esfuerzos de forma cíclica sin llegar al punto de
ruptura, se observa un debilitamiento mecánico de los mismos con el tiempo. Esto
implica una pérdida de sus propiedades mecánicas, que puede dar lugar a
la fracturación bajo esfuerzos mucho menores que los apropiados para los materiales
“frescos” que no han sido sometidos a esfuerzos. A esta característica de los materiales
se le denomina fatiga.
Se ha encontrado que la causa fundamental del fallo por fatiga de los materiales
pétreos es la microfracturación. Los experimentos llevados a cabo sugieren una
evolución episódica para la fatiga. Inicialmente, se produce una microfracturación entre
los contactos de grano y en el interior de los cristales a favor de los planos de exfoliación
y superficies de partición de los mismos. A continuación, existe un periodo de
aquiescencia, con escasa deformación adicional. En el último estadio,
las microfracturas coalescen, perdiéndose coherencia e iniciándose el fallo
(fracturación) del material. No obstante, también parece que la fatiga es un proceso
continuo, disipándose la energía en forma de microfracturas hasta el punto en que se
supera un nivel crítico en el que ocurre el fallo.
La mayor parte de los procesos de deterioro de tipo mecánico que sufren los
materiales pétreos en los edificios se deben al fallo por fatiga, ya que los esfuerzos
generados no suelen superar la resistencia a la compresión, tensión o flexión de los
materiales “frescos”. No obstante, también hay que tener en cuenta el efecto de otros
procesos físicos y químicos de alteración, que modifican las propiedades mecánicas
originales de los materiales, generalmente reduciendo sus propiedades mecánicas.
Las rocas son materiales con elevada resistencia a la compresión y en menor
medida a la flexión y la tensión. Por esta razón son materiales apropiados para
elementos constructivos tales como muros, paramentos, columnas, etc., que sufren
importantes cargas compresivas, y no tanto para elementos constructivos que sufren
importantes esfuerzos tensionales y de flexión, como los generados en
estructuras adinteladas o arquitrabadas. Por esta razón, la luz de los arquitrabes no
puede ser elevada.
La resistencia a la tensión es una propiedad particularmente importante desde el
punto de vista de los procesos de alteración de materiales pétreos de construcción. Esto
es debido tanto a la existencia de procesos de alteración cíclicos que generan
importantes esfuerzos tensionalescapaces de producir fallos mecánicos (fracturación)
por fatiga en los materiales, como al hecho de ser la propiedad mecánica
cuantitativamente más deficiente en los mismos. Entre los procesos de deterioro
mecánico por generación de esfuerzos tensionales cabe destacar los cambios
volumétricos que sufren los materiales al sufrir variaciones de temperatura, la
formación de hielo y la cristalización e hidratación/deshidratación de sales solubles en
el interior del sistema poroso de los materiales.
2.5.DUREZA
La dureza es la resistencia de los materiales para resistir la penetración de otro
cuerpo. Para el caso de minerales, la dureza se ha considerado clásicamente como la
resistencia que presenta un mineral a ser rayado por otro mineral o material. F. Mohs
dedujo empíricamente una escala cualitativa basada en las durezas relativas de
distintos minerales que ha sido muy utilizada como criterio de clasificación y de
determinación. Esta escala es como sigue:
Cada uno de estos minerales es capaz de rayar a los situados antes que él en la
escala, y a su vez es rayado por los que vienen después. La medida de la dureza suele
ser cualitativa (aunque hay métodos de determinación precisa) estableciéndose en una
primera aproximación en base a los siguientes criterios: si la uña raya al mineral la
dureza es menor de 2.5; si una navaja raya al mineral la dureza es menor de 5.5; si el
mineral raya al vidrio la dureza es igual o mayor de 7. Así, el cuarzo se diferencia de la
calcita en que aquel raya al vidrio y ésta no.
Esta propiedad es vectorial, es decir, depende de la dirección en que se aplique en
un mineral, debido a la diferente distribución de enlaces cristalinos en las estructuras
minerales. Así por ejemplo, la distena (Al2SiO5) es un mineral de hábito prismático que
presenta una dureza de 4 a lo largo de su elongación mayor y de 6.5
perpendicularmente a la misma. En general, los minerales presentan durezas más bajas
en superficies de exfoliación respecto de otras direcciones. En cualquier caso, la dureza
depende del tipo de enlaces atómicos presentes, de la estructura y de la composición. A
igualdad de otros factores, los minerales con estructuras más densas son más duros
(e.g. el aragonito tiene una dureza de 4 y la calcita de 3), y los que presentan elementos
más pequeños son más duros (e.g. el corindón (Al2O3) tiene una dureza de 9 y la
hematites (Fe2O3) de 6, presentando el Al +3 un radio iónico de 0.57 Å y el Fe+3 de 0.67
Å). En general, los minerales que presentan moléculas de (OH) o de agua (H 2O) tienen
durezas bajas, lo cual es debido a que en las estructuras hidratadas existen enlaces
débiles entre estas moléculas y el resto de los átomos, como en el caso del yeso
(CaSO4·2H2O) y el talco (Mg3Si4O10(OH)2).
Aplicadas a los materiales pétreos, esta propiedad es importante para evaluar
la trabajabilidad, con utensilios de impacto y abrasivos, de los materiales en la cantera
y en la obra. Existen muchos métodos de evaluar la dureza: la resistencia al rayado, a
la indentación, a laabrasión, al rebote y al impacto. La gran complejidad de los
materiales pétreos no permite una correlación clara entre los distintos parámetros de
resistencia mecánica y de dureza, aunque en general, la dureza de los materiales
aumenta a medida que la resistencia a la compresión aumenta. Dado que las rocas son
materiales frágiles, presenta débil o moderada resistencia al impacto, por lo que son
materiales trabajables con herramientas de impacto. Esto permite en la mayor parte
de los casos un buen acabado. Lo mismo puede decirse de su buena trabajabilidadpor
pulido, particularmente en rocas como calizas y mármoles, aunque existen rocas
relativamente duras (i.e., aquellas que presentan abundante cuarzo, como cuarcitas y
granitos) que resisten bien la raya y la abrasión.
3.EXPANSIÓN TÉRMICA
En general, el incremento de la temperatura de cualquier material produce un
aumento de su volumen. Esto se debe a que la energía térmica absorbida induce un
incremento en las vibraciones de los átomos constitutivos de la materia, agrandando las
distancias interatómicas. Este fenómeno se describe como expansión volumétrica de
origen térmico a presión constante, o simplemente expansión térmica, y su medida
se realiza en términos del coeficiente de expansión térmica (). Este coeficiente
representa el incremento relativo de volumen producido al aumentar la temperatura en
un grado a presión constante, y puede escribirse como:
= 1/V*(V/T)
cuando el incremento de volumen no depende de la temperatura a la que se mida. Las
dimensiones de son ºC-1, y sus valores son positivos en la mayor parte de los casos ya
que, como se ha indicado anteriormente, las sustancias suelen aumentar de volumen
al aumentar la temperatura. No obstante, existen algunos sustancias que disminuyen
su volumen al aumentar la temperatura en determinados rangos de esta última, como
es el caso del cuarzo- (y el agua).
Por lo que se refiere a los minerales cuya estructura cristalina no es cúbica, como
es el caso de la mayoría de los minerales que constituyen las rocas comunes, sus
coeficientes de expansión térmica dependen de la dirección cristalina en la que se mida
(esto es, los minerales son anisótropos respecto de esta propiedad). Así, el cuarzo- se
expande más perpendicularmente a su eje c (eje principal de simetría y de elongación)
que paralelamente a él. Este comportamiento se denomina expansión térmica
diferencial, y su medida se realiza en términos decoeficientes de expansión térmica
lineal (l), que representan los incrementos relativos de longitud producidos al aumentar
la temperatura en un grado a presión constante:
= 1/l*(l/T)
La dimensión de este coeficiente es también ºC-1, y sus valores son positivos en la
mayor parte de los casos por la misma causa que se ha indicado más arriba. No
obstante, existen algunas sustancias que disminuyen su longitud en direcciones
determinadas al aumentar la temperatura, como en el caso de la calcita, que se expande
paralelamente a su eje c y se contrae perpendicularmente a él. No obstante, el
coeficiente de expansión térmica de la calcita en términos de volumen es positivo, ya
que la contracción que sufre perpendicularmente al eje c es proporcionalmente menor
a la expansión que sufre paralelamente al mismo. En el caso del cuarzo-, el incremento
de temperatura supone contracciones en todas las direcciones cristalográficas, por lo
que el resultado neto es un descenso de volúmen (o aumento de densidad).
Figura 11. Expansión térmica volumétrica y lineal de algunos minerales formadores de
rocas (tomado de Winkler, 1973).
Tabla 6. Expansión térmica lineal y volumétrica del cuarzo desde 0 a 1000 ºC a 1 bar de
presión (tomado de Winkler, 1973).
Temperatura ( ºC) Incremento de l (%) Incremento de volumen (%)
c // c
50________________ 0.07____________ 0.03_____________________ 0.17
100________________ 0.14____________ 0.08_____________________ 0.36
200________________ 0.30____________ 0.18_____________________ 0.78
300________________ 0.49____________ 0.29_____________________ 1.27
400________________ 0.72____________ 0.43_____________________ 1.87
500________________ 1.04____________ 0.62_____________________ 2.70
570________________ 1.46____________ 0.84_____________________ 3.76
573 Transición de cuarzo- a cuarzo-
580________________ 1.76____________ 1.03_____________________ 4.55
600________________ 1.76____________ 1.02_____________________ 4.54
700________________ 1.75____________ 1.01_____________________ 4.51
800________________ 1.73____________ 0.97_____________________ 4.43
900________________ 1.71____________ 0.92_____________________ 4.34
1000________________ 1.69____________ 0.88_____________________ 4.26
4.MORTEROS DE REINTEGRACION EN PILARES DE
TRAVERTINO DE LA COLEGIATA DEL SALVADOR
(ALBAYCIN)
Los morteros de reintegración que han sido utilizados en la obra de restauración
realizada en el curso 1993/94 fueron fabricados específicamente para reintegrar las
faltas en los pilares de travertino. Los criterios fundamentales para la elaboración de
estos morteros fueron los siguientes:
Que presentasen una elevada porosidad, además de un tamaño
de macroporos elevado, similar al del travertino.
Que la proporción de poros de dimensiones menores de 1 m no fuese elevada,
o en cualquier caso similar a la del travertino, para evitar problemas de
infiltración capilar preferente a través de los morteros.
Que el aglomerante presentase cierta hidraulicidad, utilizando para ello
mezclas de cal aérea, cal hidráulica y/o cemento portland.
Que contuviesen la menor proporción posible de cemento portland (que
incluye en torno a 2-5% de yeso), para evitar problemas ulteriores como
presencia de sales y ataque químico.
Que presentasen una resistencia mecánica inferior a la del travertino, lo que
garantiza su degradación preferencial respecto a la del mismo.
En total, se diseñaron 12 mezclas, cuya composición se expresa en la Tabla 4 en
partes de cada componente en volumen. En estas mezclas, el aireante utilizado
consistió en poliestireno expandido (poliespán), ya que es soluble en acetona y puede
retirarse una vez fraguado el mortero. La proporción de aireante fue elevada en todos
los casos (50% en volumen), para conseguir una porosidad elevada en los morteros,
similar o mayor que la del travertino (ver más adelante). La adición de tal cantidad
de poliestireno expandido confirió unas propiedades mecánicas deficientes en la
mayoría de los morteros, que resultaron ser demasiado frágiles una vez fraguados y
retirado el poliestireno con acetona a pesar de que en algunos morteros se añadió
acetato de polivinilo (de acción aglomerante).
Las únicas mezclas que resultaron factibles para su utilización como morteros de
reintegración desde el punto de vista mecánico fueron las M3 y M4, ambas a base de
cal hidráulica y sin cemento portland. Paralelamente a los trabajos de restauración, se
llevó a cabo una serie de trabajos de control sobre las propiedades mecánicas y el
comportamiento de los morteros de restauración M3 y M4 y el travertino. A continuación
se describen los ensayos efectuados y los resultados obtenidos.
Tabla 4. Composición (partes en volumen) de los morteros de
reintegración diseñados para reintegrar los pilares
detravertino del patio de la Iglesia del Salvador (Albaycin).
Cal Cal Cemento Arido Aireantes Acetato
aérea hidráulica Portland de polivinilo
m1 1 - - 3 4 0.5
m2 1 - - 2 3 0.5
m3 - 1 - 3 4 -
m4 - 1 - 2 3 -
m5 1 2/3 - 4 6 -
m6 1 1/3 - 4 5 -
m7 1 1/15 - 4 5 0.3
m8 1 1/30 - 4 5 0.3
m9 1 - 2/3 4 6 -
m10 1 - 1/3 4 5 -
m11 1 - 1/15 4 5 0.3
m12 1 - 1/30 4 5 0.3
4.2.POROSIDAD
La porosidad se ha obtenido con un porosímetro de inyección de mercurio sobre
pequeñas muestras de unos mm de diámetro. Los resultados obtenidos se muestran
en la Figura 13, que permite apreciar la gran heterogeneidad en la distribución de poros
del travertino y la homogeneidad de la porosidad de los morteros. No obstante, los
mayores porcentajes de porosidad se localizan en ambos tipos de materiales en el rango
de 0.001 y 0.01 milímetros (1-10 micras). En términos generales, puede concluirse que
la porosidad de los morteros no difiere excesivamente de la de los travertinos.
Figura 13.- Distribución de la porosidad en función del tamaño de poro en
los travertinos y morteros M3 y M4.
Aunque este tipo de ensayo no permite evaluar los porcentajes de radios de poro
mayores de 1 mm, no se dispone de información sobre la porosidad macroscópica tan
elevada que presentan tanto los travertinos como los morteros de restauración
fabricados. No obstante, los ensayos de saturación libre en agua y desorción permiten
especular con una macroporosidad similar en ambos materiales.
4.4.CAPILARIDAD
Se han utilizado probetas prismáticas de dimensiones 3 x 3 x 10 cm (3 probetas
por tipo de material). Las curvas de succión y penetración capilar (Figura 15) muestra
que los coeficientes de absorción y penetración capilar son algo mayores en los morteros
que en el travertino, aunque las diferencias son mínimas y las formas de las curvas son
similares para todos los materiales. En consecuencia, la succión capilar en los morteros
de restauración fabricados será algo mayor que en el travertino. La importancia de esta
característica negativa puede minimizarse a nuestro juicio, ya que los arriates que
anteriormente existían adyacentes a los pilares, y que eran una fuente importante de
agua en el subsuelo que ascendía por capilaridad, han sido eliminados. Aunque el
ascenso capilar no debe una fuente importante de degradación en los pilares, ante la
ausencia de un reservorio de agua de riego, se recurrió a hidrofugarlos con un
protectivo hidrorrepelente.
Figura 15.- Curvas de succión y penetración capilar en las muestras de travertino y
morteros M3 y M4. C.S.C. y C.P.C. son los coeficientes de succión y penetración
capilares, respectivamente. Las curvas se han construido sobre los valores medios
obtenidos para cada tiempo. Se indican además las barras de error sobre las medias
para cada tiempo y el error en las regresiones lineales con las que se han estimado los
coeficientes.
donde: es el peso específico (N/m3),
es la densidad (kg/m3) y
g es la aceleración debida a la gravedad (m/s2).
El peso específico depende del valor de la gravedad en el punto de medida.