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LABORAL
En tal sentido, el Derecho del Trabajo está dirigido fundamentalmente a regular el trabajo
dependiente. Partiendo de esa concepción, la normativa laboral deja fuera del ámbito de su
específica tutela a un vasto sector de trabajadores, cual es el constituido por quienes prestan
servicios en forma independiente o autónoma, atípica, en fin, las denominadas relaciones
excluidas. Por ello, para considerar la extensión del trabajo sin tutela en Venezuela, es
indispensable tomar en cuenta la cobertura del Derecho del Trabajo en función del sector laboral,
y los discernimientos doctrinarios y jurisprudenciales adoptados en lo que, al contrato de trabajo,
la relación laboral y el trabajo independiente se refiere. La falta de un nuevo concepto de trabajo,
como objeto de protección o regulación del Derecho del Trabajo, es lo que quizá origine la crisis
del concepto mismo de subordinación como elemento determinante de la protección que debe
brindar el Estado, o mejor aún, la sociedad, para quienes derivan su sustento de las actividades
que realizan.
La prestación de un servicio a otra persona, no constituye en forma única, el objeto del contrato
de trabajo, por el contrario, ella puede ser el objeto de contratos de otra naturaleza, como civil o
mercantil. Esto refleja la necesidad de adoptar un criterio jurídico que permita distinguir cuándo
la prestación de servicios se realiza en el marco de un contrato de trabajo, y cuándo constituye el
objeto de una relación jurídica de naturaleza diferente. El presente texto habla sobre el estudio de
la regulación normativa del contrato de trabajo y la relación de trabajo, con énfasis en el elemento
subordinación y sus distintas acepciones, generadoras de nuevas formas de trabajo, que precisan
de un marco regulatorio. Este tema permitirá ampliar el conocimiento que se tiene sobre la
materia, tanto doctrinaria, como legal y jurisprudencialmente; siendo de gran preocupación para
los autores, debido a la complicada problemática que se presenta por el hecho de que, de un lado
los empleadores pretenden exteriorizar los empleos, para hacer ver que quienes ejecutan
actividades para ellos lo hacen de forma autónoma, en tanto que por otra parte, algunas categorías
profesionales, no compatibles con la condición laboral, pretenden estar amparadas por un
contrato de trabajo. De allí surgen, trabajadores autónomos o independientes que no lo son en
realidad, y falsos trabajadores subordinados.
Creo que es necesaria la unificación de criterios en torno a las concepciones: trabajador, contrato
de trabajo, relación laboral, subordinación, dependencia y ajenidad, entre otras; al menos, en la
Sala de Casación Social, con la pretendida intención de que no exista ambigüedad en torno a
definiciones de vital importancia, que generan soluciones difíciles ante conflictos iguales; lo que
nos conduce a pensar que la justicia no es ciega, sino que por el contrario observa y aprecia
cuando mejor le parezca. En tal sentido, el derecho del trabajo debe expandirse para atraer a todas
las categorías de trabajadores de una u otra manera dependientes, tanto los de la tradicional
subordinación jurídica, técnica y económica, como aquéllos que realizan un trabajo individual,
jurídicamente independiente pero económicamente dependiente.