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ÉTICA Y

MORAL SEGÚN
LA FILOSOFÍA
Profesora: María del Rosario Gonzales

Inope

ALumna: Antuaneth Perales Alvarez

N º de Orden : N º 08

Grado y sección: 5 º "F"


ARISTÓTELES
PADRE DE LA LÓGICA

Biografía
Aristóteles nació en el año 384 a.C. en Estagira,de su población natal procede una
designación habitual para referirse al filósofo: el Estagirita. Su padre, Nicómaco, era
médico de la corte de Amintas III, abuelo de Alejandro Magno. A la muerte de su padre y
de su madre, Festis, y después de su único hermano Arimnesto, se trasladó a la ciudad de
Atarneo. Allí tuvo como tutor a Próxeno.

Viajó a Atenas con 17 años con intención de asistir a la Academia de Platón.El ambiente


de la Academia y la personalidad de Platón influyeron profundamente en Aristóteles. La
Academia no era una escuela en la que solamente se enseñaba el pensamiento de su
fundador, sino un lugar de investigación científica y discusión filosófica. Aristóteles fue
discípulo suyo y de otros pensadores como Eudoxo durante los veinte años que estuvo
en la Academia, donde se le apodó "el inteligente".

Al fallecer Platón en el año 347 a.C., viajó a Assos, ciudad de Asia Menor en la que
gobernaba su amigo Hermias, al que sirvió como asesor, casándose además con su
sobrina e hija adoptiva, Pythias, con la que tuvo una hija. Se relacionó también
con Hepylis, con la que tuvo otro hijo al que llamó Nicómaco y dedicó su Etica a
Nicómaco.

Tras ser ejecutado Hermias a manos de los persas en el 345 a.C., Aristóteles se trasladó
a Pella, capital de Macedonia, donde fue tutor del hijo menor del rey Filipo II, que sería
conocido como Alejandro III el Magno.

En el año 335 a.C., al acceder Alejandro al trono, volvió a Atenas y fundó su propia
escuela: el Liceo. Aristóteles abrió el Liceo hacia 334 a.C. en un espacio cercano a la
puerta de Diócares. El nombre le viene de Apolo Licio, dios al cual Aristóteles consagra su
institución. En el Liceo, como antes en la Academia, había dos grupos de discípulos: los
que participaban de las enseñanzas más profundas y los que recibían enseñanzas más
sencillas y prácticas. Como gran parte de los debates se desarrollaban mientras
paseaban por el Liceo, el centro fue conocido como escuela peripatética.
En su propia escuela, muchas de las clases eran públicas y gratuitas. A lo largo de su vida
reunió una grandiosa biblioteca al igual que seguidores e investigadores conocidos, la
mayoría de los trabajos que se conservan de él, son de esta época.

El Liceo alcanzó rápidamente grande prestigio, hasta el punto de eclipsar a la Academia.

Reconocido como Metafísico, biólogo, cosmólogo, lógico, zoólogo, matemático, ético,


epistemólogo, escritor, filósofo, astrónomo y científico, sus ideas ejercieron una gran
influencia en la historia intelectual de Occidente. Resumió todo el saber de su época,
pero brilló especialmente en las ciencias naturales descriptivas.

Fue autor de la primera clasificación de los animales, padre de la anatomía comparada y


maestro de otros científicos, como el botánico Teofrasto, su sucesor en el Liceo. Rechazó
la teoría atómica de Demócrito y sostuvo que la materia se origina en la mezcla de cuatro
propiedades fundamentales: caliente, frío, húmedo y seco, que se combinan entre sí para
dar lugar a los cuatro elementos o esencias: tierra, agua, aire y fuego, a los que añadió
un quinto (la quinta esencia o éter), que formaría los cuerpos celestes.

Demostró por varios métodos la esfericidad de la Tierra y sostuvo que esta está situada
en el centro del universo. Es el primero en clasificar las ciencias, que dividió
en teóricas (matemáticas, física y metafísica), prácticas (ética, política y economía)
y poéticas (poética, retórica, etc.). En esta clasificación no se incluye la lógica, descubierta
por él, pues es el instrumento para el recto discurrir en todas ellas. También inventó
el silogismo, instrumento fundamental del pensamiento occidental.

Aristóteles escribió libros de divulgación, de los que solo se conservan fragmentos, y


otros de notas, para el círculo de sus iniciados, de los que quedan 47. La edición
de Andrónico de Rodas (h. el 70 a. C.) es la base del Corpus aristotelicum, tal como ha
llegado a nosotros, que se compone de los siguientes títulos o colecciones: "Organon"
(tratados de Lógica), "Física" "Del cielo", "De la generación y la corrupción",
"Meteorología", "Metafísica", "Historia de los animales", "De los movimientos de los
animales", " De la generación de los animales", "Política", "El alma", "Moral a Nicómaco",
"Moral a Eudemo", "Retórica", "Poética" y "Parva Naturalia".

Aristóteles murió en Calcis, Reino de Macedonia, en el 322 a. C. probablemente de una


afección estomacal en torno a los sesenta y tres años de edad.

Antes de fallecer escribió un testamento por el cual deja a su familia (su hija Pitias, su
hijo Nicómaco y su segunda mujer Herpilis) bajo la protección de Antipáter (lugarteniente
de Alejandro), y a Teofrasto la dirección del Liceo. Asimismo a la hija de su primer
matrimonio la entrega en nupcias a su ahijado Nicanor, hijo de su tutor Próxeno y oficial
de estado mayor de Alejandro.
Obras de Aristóteles
Los escritos de Aristóteles se dividen en dos grandes grupos: los exotéricos (externo),
compuestos en forma de diálogo y destinados al gran público; y los escritos esotéricos
(interno), que constituyen el fruto y la base de la actividad didáctica de Aristóteles,
destinados sólo a sus discípulos y, por tanto, patrimonio exclusivo de la escuela. Estos
escritos se designan también como discursos o lecciones orales, pues fueron escritos con
ese fin, no para ser publicados.

El primer grupo de escritos se ha perdido casi por completo, y no nos han llegado sino
algunos títulos y fragmentos. Quizá el primer escrito exotérico fuera el ya
mencionado Grillo o Sobre la retórica, mientras los últimos fueron el Protréptico y Sobre
la filosofía. Otros escritos juveniles son: Sobre las ideas, Sobre el bien y el Eudemo.

Todo lo contrario ha sucedido con la mayoría de las obras de escuela, que tratan de
todos los problemas filosóficos y de algunas ramas de las ciencias naturales. En la actual
ordenación del corpus aristotelicum aparece en primer lugar el Organón, que es el título
con el que, a partir de Andrónico de Rodas (s. I a.C.) se designan los tratados de lógica.
Éstos son: Categorías, Sobre la interpretación (o Peri Hermeneias), Primeros
analíticos, Analíticos posteriores, Tópicos y Argumentaciones sofísticas. Siguen las obras
de filosofía natural: Física, Del cielo, De la generación y la corrupción y
los Meteorológicos. Conectadas con estas obras están las de temas de psicología,
constituidas por el Sobre el alma, y un grupo de opúsculos recogidos bajo el título
de Parva naturalia. La obra más famosa, formada por catorce libros, es la Metafísica.
Luego vienen los tratados de filosofía moral y política: Ética a Nicómaco, Ética a
Eudemo, Gran Ética, considerada por casi todos los intérpretes no auténtica, y Política.
Por último hay que señalar la Poética y la Retórica. Entre las obras dedicadas a las
ciencias naturales, se pueden recordar: La historia de los animales, Las partes de los
animales, La generación de los animales, La locomoción de los animales y El movimiento
de los animales, obras que interesan más a la historia de la ciencia que a la de la
filosofía.

Clasificación Cronológica
Primer Período (368- 348 a. C):

La época de la permanencia en la Academia. Se caracteriza por la aceptación de


la filosofía platónica y pertenecen a él:

"Eudemo" o "Sobre el alma" : Un diálogo en el que se mantiene la teoría de


las Ideas y la inmortalidad del alma. Una descripción del tema de la
psicología dentro de un marco biológico.
"Protréptico" : Carta en la que también se mantiene la teoría de las Ideas. Es
una obra de exhortación a la filosofía, entendida ésta como el cultivo de un
conocimiento teorético de la realidad de las cosas, que es el que proporciona
las pautas necesarias para la vida feliz.

Segundo Período ( 348-335 a. C):

Desde el abandono de la Academia hasta su retorno a Atenas. En este periodo


Aristóteles comienza a apartarse de la de las tesis predominantemente
platónicas y comienza a elaborar su propio pensamiento, aun considerándose
todavía un "académico", al menos en su primera fase.

"Sobre la filosofía" : Crítica la teoría de las Ideas, al menos en su


interpretación matemática que las identifica con los números. Recoge estas
ideas contrarias a la teoría de Platón.

"Ética a Eudemo" : Recoge elementos de la reflexión aristotélica de su


período de juventud y, por lo tanto, anteriores a la teoría de la sustancia, por
lo que contienen algunos vestigios de platonismo. Los libros V, VI y VII son
idénticos a los de la ética a Nicómaco. Algunos estudiosos de Aristóteles la
consideran una obra que reproduce la Ética a Nicómaco, o la versiona,
modificando algunos elementos, pero con una orientación más práctica, por
lo que pertenecería al tercer período

"Del cielo" : Es una verdadera cosmogonía, es decir, un estudio de las


últimas causas del universo, considerado como un todo. Dedicado a estudiar
un aspecto determinado de los seres físicos.

"De la generación y la corrupción" : Pertenece a sus tratados de temas


físicos, y explica procesos que solo se dan en el mundo sublunar: la
generación y la corrupción, esto es, el paso del «no ser» al «ser», y el del
«ser» al «no ser».

Se atribuyen también a esta época algunos de los libros de la "Metafísica" (W.


Jaeger) y de la "Política".

Tercer Período (335-322 a. C):

Desde su retorno a Atenas, coincidiendo con su actividad en el Liceo. A este


período pertenecen la mayor parte de las obras conservadas, destacando
claramente la orientación empirista y científica de su pensamiento en
contraposición a la filosofía de Platón. A pesar de la unidad con la que se nos
han presentado por los recopiladores posteriores, las obras de Aristóteles de
este período, tal como las conocemos, son el resultado de las lecciones
impartidas en el Liceo, y fueron publicadas aisladamente como tales; sólo
posteriormente se las fue agrupando en tales obras, en un trabajo de
composición quizá iniciado ya por Aristóteles pero continuado, con seguridad,
por sus discípulos en el Liceo. Podemos clasificarlas en cinco grupos,
ateniéndonos a las más significativas:

A) LÓGICA:

"Categorías" : Sobre los géneros supremos del ser y del decir. Es una
clasificación mediante diez modos de predicar. Se las conoce también como
predicamentos o modos del ser.

"Sobre la interpretación" : Sobre el enunciado y la proposición. Analiza


proposiciones categóricas simples, y extrae una serie de conclusiones
básicas sobre los temas rutinarios de clasificación y definición de formas
lingüísticas básicas

"Primeros analíticos" : Es uno de los textos más importantes, ya que en ese


texto presenta el filósofo su teoría del silogismo. El texto se ocupa del
análisis de los argumentos según sus formas, es decir, según las varias
figuras y modos del silogismo.

"Analíticos posteriores" o "segundos" : La demostración, la definición y el


conocimiento científico.

"Tópicos" : Son un tratado de Aristóteles sobre la construcción de


argumentos válidos, y las inferencias probables, en lugar de las ciertas. Se
menciona la idea de los predicados, que es desarrollada posteriormente
por Porfirio y los lógicos escolásticos.

B) METAFÍSICA:

Los libros "Metafísicos" : Componen el tratado del ser en cuanto ser, es decir,
la ontología aristotélica.

C) OBRAS CIENTÍFICAS:

"Física" : Tratado sobre la naturaleza. Análisis del cambio.

"Meteorológicos" : Se sientan las bases del conocimiento antiguo de los


"fenómenos celestes y atmosféricos"
"Historias de los animales" :Zoología: un conjunto de estudios a los que
dedicó la mayor parte de su actividad y que para algunos es su obra maestra.

"Del movimiento de los animales" : Establece los principios generales de la


locomoción animal.

"De la generación de los animales" : Trata de la reproducción y desarrollo


embrionario de los animales, incluidos los humanos.

"Sobre el alma" : La psicología desde un ámbito biológico.

"Parva naturalia" : Conjunto de pequeños tratados sobre la percepción, la


memoria, el sueño, entre otros.

D) ÉTICA Y POLÍTICA:

"Gran moral" : Según algunos especialistas, como P. Aubenque, no sería una


obra de Aristóteles; otros, como J. Ll. Ackrill, consideran que sí.

"Ética a Nicómaco" : Obra que contiene la doctrina ética de Aristóteles.

"Política" : Exposición del pensamiento aristotélico sobre la organización


social y política.

"Constituciones" :Análisis de numerosas constituciones de las polis de su


época.

E) ESTÉTICA:

"Retórica" : El arte de convencer.

"Poética" : Sobre la creación artística, obra perdida en su mayor parte.


impartidas en el Liceo, y fueron publicadas aisladamente como tales; sólo
posteriormente se las fue agrupando en tales obras, en un trabajo de
composición quizá iniciado ya por Aristóteles pero continuado, con seguridad,
por sus discípulos en el Liceo. Podemos clasificarlas en cinco grupos,
ateniéndonos a las más significativas:

A) LÓGICA:

"Categorías" (Sobre los géneros supremos del ser y del decir).

"Sobre la interpretación" (Sobre el enunciado y la proposición).

"Primeros analíticos" (Los silogismos).

"Analíticos posteriores" o "segundos" (La demostración científica).

"Tópicos" (Los recursos silogísticos para solventar cualquier dificultad).

Metafísica
La preocupación metafísica de Aristóteles es a la vez crítica, con respecto a la de su
maestro Platón, y constructiva, puesto que se propone una nueva sistematización. Lo
que pretende con la metafísica es llegar a saber "de los principios y de las causas
primeras". Aborda los temas de la metafísica en lo que él llama "filosofía primera",
ciencia que considera el ser en cuanto ser. Por ocuparse de las primeras y verdaderas
causas, puede ser considerada igualmente ciencia de lo divino, ciencia teológica.

Aristóteles rechaza la teoría platónica de las Ideas separadas de los entes de este
mundo. Lo verdaderamente existente no son los "reflejos" de las Ideas, sino los entes
individuales, captados por la inteligencia y en los que reside el aspecto universal. En
todo ser se da la sustancia (ousìa, esencia de cada ente individual subsistente en sí
mismo) y el accidente (cualidad que no existe en sí misma sino en la sustancia). Las
sustancias sensibles se hallan constituidas por dos principios: materia, que dice de qué
está hecha una cosa, y forma, disposición o estructura de la misma.

Para explicar el cambio se vale de las nociones de acto y potencia, determinaciones


primeras del ser. Ahora bien, con estas dos nociones sabemos cómo suceden los
cambios o movimientos, pero no sabemos por qué. Esto lo conocemos mediante las
razones o causas del cambio, que Aristóteles concretiza en cuatro: causa material,
causa formal, causa eficiente y causa final (o teleológica). Esta última es de gran
importancia para el Estagirita, ya que está convencido de que todo existe para cumplir
un fin, pues todo, por su propia inmanencia, busca su intrínseca perfección.
La ciencia metafísica de Aristóteles culmina en la teología, la cual se ocupa del ser que
existe per se, o sea, el ente en su sentido más pleno, la forma pura sin materia. Para
probar la existencia de ese ser, apela a varios argumentos: "Entre las cosas que existen
una es mejor que la otra; de allí que exista una cosa óptima, que debe ser la divina".

Su argumento más conocido es el denominado de predicamento cosmológico: las cosas


de este mundo son perecederas, y por lo tanto sufren cambio; este cambio acaece en el
tiempo. Cambio y tiempo son, pues, imperecederos; mas para que se produzca el cambio
o movimiento eterno ha de existir una sustancia eterna capaz de producir ese
movimiento. Pero no podemos retrotraernos al infinito para buscar las causas de las
causas, por lo que debemos llegar a un Primer Motor inmóvil. Este motor es Dios,
concebido por Aristóteles como fuerza inmaterial inalterable. Ese Ser, sin embargo, no
aparece en Aristóteles como creador del mundo, porque éste es eterno.

Alma y
conocimiento
Todos los seres vivos se presentan a Aristóteles como poseedores de alma (psyché), con
lo cual se distinguen de los seres inanimados o inorgánicos. Distingue tres clases de
alma: vegetativa (propia de las plantas, pero presente también en los animales y en el
hombre), sensitiva (propia de los animales y del hombre), racional (exclusiva del hombre).
Ésta tiene tres características: es causa del movimiento del cuerpo, conoce y es
incorpórea.

Con respecto al conocimiento, Aristóteles no admite las doctrinas de Platón, ni tampoco


el innatismo. La mente al nacer es "tamquam tabula rasa", en la que nada hay escrito. El
conocimiento comienza en los sentidos, como nos demuestra la experiencia. Las
captaciones de los sentidos son aprehendidas por el intelecto, generándose así el
concepto. De esta forma llegamos al conocimiento suprasensible.

Ética
La ética de Aristóteles tiene un fin que se resume en la búsqueda de la felicidad. Para
algunos, la felicidad consiste en los placeres; para otros, en las riquezas; pero el hombre
sabio la busca en el ejercicio de la actividad que le es propia al hombre, es decir, en la vida
intelectiva. Ello no excluye el goce moderado de los placeres sensibles y de los demás
bienes, con tal de que no impida la contemplación de la verdad. Sobre esta base desarrolla
Aristóteles el concepto de virtud.

La virtud consiste en el justo medio. Lo que quiere dar a entender es que el actuar del
hombre debe estar regido por la prudencia o regla recta.
Hay dos modalidades de virtud: las dianoéticas (que se refieren al ejercicio de la
inteligencia) y las éticas (que se refieren a la sensibilidad y los afectos). Todas las virtudes
son hábitos que se adquieren por medio de la repetición. La virtud por excelencia es la
justicia, la cual consiste en el acatamiento de las leyes y en el respeto a los demás
ciudadanos.

Política
Para Aristóteles el hombre es un "animal político" por naturaleza. Sólo los animales y los
dioses pueden vivir aislados. La fuerza natural hacia la reproducción y la conservación
inclina a los hombres a vivir unidos, primero en la familia, luego en la aldea (unión de
varias familias) y finalmente en la ciudad-estado (ni muy pocos, ni demasiados
habitantes). El buen funcionamiento de una ciudad-estado no se asegura solamente por
aunar voluntades hacia un mismo fin; se requiere también de leyes sensatas y
apropiadas que respeten las diferencias y eduquen a los ciudadanos para la
responsabilidad civil dentro de la libertad (Aristóteles, en su mentalidad clasista griega,
no concibe el derecho de ciudadanía ni para las mujeres ni para los esclavos).

Existen tres formas de legítimo gobierno: monarquía (gobierno de uno), aristocracia


(gobierno de los mejores) y república (gobierno de muchos). A esas formas rectas de
gobierno se oponen la tiranía, la oligarquía y la democracia (Aristóteles entiende por
"democracia" el gobierno de los pobres). No se puede decir cuál de las tres es mejor,
pues la teoría concreta para un pueblo hay que deducirla de una indagación objetiva de
las varias formas históricas de gobierno, y definir según las circunstancias cuál es más
conveniente para un determinado estado (Aristóteles recogió y estudió las constituciones
de 158 estados). En principio, toda forma de gobierno es buena si quien gobierna busca
el bien de los gobernados.

Influencia
Durante mucho tiempo, el pensamiento aristotélico se vio eclipsado por el prestigio de
las doctrinas de Platón. En época de la Roma cristianizada, el naturalismo y el realismo
de Aristóteles eran despreciados y se privilegiaban las lecturas neoplatónicas de Plotino y
Beocio. Debido al espiritualismo que caracterizó al pensamiento medieval, las doctrinas
de Platón gozaron de preeminencia hasta el Siglo XII.

Los filósofos árabes y, particularmente, Avicena y Averroes- contribuyeron a que el


pensamiento aristotélico fuese de nuevo objeto de atención en Occidente. El creciente
interés por la naturaleza mostrado por el pensamiento cristiano en la Baja Edad Media
hizo posible que la obra de Aristóteles fuese estudiada. Roger Bacon y Alberto
Magno reivindicaron el pensamiento de este filósofo, y santo Tomás de Aquino lo
transformó en la base de la teología cristiana.
Los estudios de la escuela de Florencia, Francis Bacon y Galileo quebrantaron la
autoridad aristotélica. Sin embargo, los escritos del filósofo griego continuaron
ejerciendo influencia sobre diversas corrientes de pensamiento modernas, como el
idealismo, el neoescolasticismo, el conductismo y el dinamismo de Bergson, entre
otras.

Diferencias entre
Aristóteles y Platón
Aristóteles fue un pensador con espíritu, su pensamiento buscó fundamentar el
conocimiento humano en la experiencia. Una de sus primeras preocupaciones fue
encontrar la explicación racional para el mundo que lo rodeaba.Aristóteles entiende
el cambio y el movimiento como: El pasó de lo que está en potencia a estar en acto,
por la acción de las causas.

Aristóteles discípulo de Platón en la academia de Atenas, construyó un sistema


filosófico propio sometiendo a crítica la teoría de las ideas de su maestro. Razón por
la cual hace cuatro críticas fundamentales a la teoría de las formas de Platón:

Critica a los dos mundos: Para Aristóteles es uno solo; admitir dos mundos
complica la explicación innecesariamente, reduplicando las realidades.

Platón no da una explicación racional al hablar de dos mundos, se limita a Mitos


y Metáforas cuando debería aclarar conceptualmente sus propuestas.

No existe una relación clara de casualidad del mundo ideal respecto del mundo
sensible. No explica con las idas su causa de las cosas sensibles y mutables. No
argumenta que de una idea se derive un objeto.

Argumento del tercer hombre: Según Platón, la semejanza entre dos cosas se
explica porque ambas participan en la misma idea. Según Aristóteles, se precisa
un tercero para explicar la semejanza entre dos cosas, un cuarto para explicar
las tres y así sucesivamente. Es una regresión al infinito, por lo tanto, no se
explica nada.
Apreciación crítica
General
Aristóteles fue consecuencialista; ya que sostenía que la moralidad de una acción
dependía solo de las consecuencias -positivas o negativas-. Estas no solo se pueden
aplicar a acciones concretas sino a un fin moral específico. Creer que la moralidad se
trata solo de generar mayor felicidad posible y de aumentar nuestras ansias de
libertad, es sostener un tipo de "consecuencialismo barato", ya que difieren a lo que
las consecuencias importan.

Aristóteles y ética a la virtud: Para él, una acción políticamente correcta es la que se
hace si un persona es virtuosa. Totalmente lo contrario a Mill, ya que en el
utilitarismo se ayuda para que se genere bienestar general, en cambio, en la
deontología hay que hacerlo porque es nuestro deber, porque hacerlo sería
caritativo y benevolente.

Frases de
Aristóteles
"El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona"
Los "ignorantes" solo ven las cosas desde una perspicaz; es decir, ven las cosas
como quieren verlas. Sin embargo una persona prudente, solo piensa en la
forma de comprobar lo dicho o hecho por los demás; llegando a cuestionar
todo.

"El sabio no dice todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que
dice."
Las personas por el mismo hecho de tener gran capacidad para meditar y
analizar (los sabios), saben los momentos adecuados en donde dar ciertas
opiniones y eso es lo que los vuelve sabios... la prudencia, que hace que sus
opiniones sean las más acertadas.

"Considero más valiente al que conquista sus deseos que al que


conquista a sus enemigos, ya que la victoria más dura es la victoria
sobre uno mismo."
El punto de vista de Aristóteles se basa más en lograr méritos propios sobre
uno mismo que sobre los demás, pues siempre es más difícil tener una
aceptación propia que la aceptación pública.
IMMANUEL
KANT
PRECURSOR DEL IDEALISMO
ALEMÁN

Biografía
Immanuel Kant nació el 22 de abril de 1724 en Königsberg (hoy, Kaliningrado, Rusia). Hijo
de Johann Georg Kant, un armero alemán, y de Anna Regina Reuter, también nacida en
Königsberg.Fue criado bajo una severa devoción religiosa.

Su educación fue estricta y disciplinaria, centrándose en la instrucción latina y religiosa.


Cursó estudios en el Collegium Fredericianum y en la Universidad de Königsberg. En la
escuela estudió sobre todo a los clásicos y en la universidad, física y matemáticas.

Immanuel Kant se vio obligado a dejar sus estudios universitarios y ganarse la vida
como tutor privado, en 1755, y con la ayuda de un amigo, reanudó sus estudios y obtuvo
su doctorado. Pasó 15 años ejerciendo como profesor en la universidad y dando
conferencias. Aunque estas conferencias y escritos durante este periodo le dieron
reputación como filósofo original, no fue catedrático de la universidad hasta 1770,
cuando se le designó profesor de lógica y metafísica.

Durante más de 40 años, se dedicó por entero a la actividad docente, a la investigación


filosófica y a la redacción de sus obras, que marcaron un hito muy importante en el
desarrollo de la historia de la filosofía. Resultó un profesor apreciado por sus alumnos, a
los que sabía estimular en sus deseos de saber y conocer más.

Sus enseñanzas religiosas se basaban más en el racionalismo que en la revelación divina


y le crearon problemas con el gobierno de Prusia.En 1792 Federico Guillermo II, le
prohibió impartir clases o escribir sobre asuntos religiosos. Acató la orden durante cinco
años, hasta la muerte del rey, y entonces se sintió liberado de su obligación. En 1798, ya
retirado de la docencia universitaria, publicó un epítome donde se contenía una
expresión de sus ideas de materia religiosa.
Immanuel Kant está considerado como uno de los pensadores más influyentes de la
Europa moderna del último período de la Ilustración y de la filosofía universal.

Su filosofía se encuentra recogida en Crítica de la razón pura (1781), en la que


examinó las bases del conocimiento humano y creó una epistemología individual.
Diferenciaba los modos de pensar en proposiciones analíticas y sintéticas.
Una proposición analítica es aquella en la que el predicado está contenido en el
sujeto. Denominadas analíticas porque la verdad se descubre por el análisis del
concepto en sí mismo. Las proposiciones sintéticas, en cambio, son aquellas a las
que no se puede llegar por análisis puro. Todas las proposiciones comunes que
resultan de la experiencia del mundo son sintéticas.

En la Metafísica de la ética (1797) expone su sistema ético, basado en la idea de


que la razón es la autoridad última de la moral. Sus ideas éticas son el
resultado lógico de su creencia en la libertad fundamental del individuo, como
manifestó en su Crítica de la razón práctica (1788).

En La paz perpetua (1795) propone el establecimiento de una federación mundial


de estados republicanos. Además escribió Historia universal de la naturaleza y
teoría del cielo (1755), Prolegómenos a toda metafísica futura (1783), Principios
metafísicos de la filosofía natural (1786), Crítica del juicio (1790) y La religión dentro
de los límites de la razón pura (1793).

La vida de Kant, hombre sedentario y metódico, estuvo marcada por una gran
regularidad; fue la suya una existencia rutinaria, libre de acontecimientos
especiales, que transcurrió siempre en su ciudad natal, sin viajar nunca a otros
lugares o países.

Desde muy joven, Kant se autoimpuso un programa diario de actividades que


cumplía con tal precisión y método que los habitantes de Königsberg podían poner
sus relojes en hora con solo fijarse en sus entradas y salidas.

Tampoco se tiene constancia de amores: existe una carta de una joven, Maria
Charlotte Jacobi, fechada en 1762, en la que aparece una insinuación erótica, y hay
también especulaciones sobre posibles visitas a un prostíbulo y sobre su supuesta
homosexualidad.

Immanuel Kant falleció el 12 de febrero de 1804 en su casa, rodeado de amigos y


discípulos. La universidad y la ciudad de Königsberg le enterraron con honores
propios de un príncipe.
Obras de Kant
Se suele dividir la obra de Kant en dos períodos: el precrítico y el crítico. El primero de
ellos abarcaría toda la actividad filosófica kantiana hasta la "Disertación" de 1770, y el
segundo su actividad filosófica posterior, en el que desarrolla su pensamiento en una
dirección distinta, cuyas líneas fundamentales expone en la "Crítica de la razón pura".
Algunos estudiosos de Kant, no obstante, distinguen dos fases en el periodo precrítico:
la primera, hasta 1755, según unos, o 1760, según otros, en la que predominaría en
Kant el interés por la física y las ciencias en general; la segunda, hasta 1770,
coincidiendo con su actividad como Privatdozent en la Universidad de Königsberg,
dominada por preocupaciones metafísicas.

Clasificación Cronológica
Período Precrítico:

1747 "Pensamientos sobre el verdadero valor de las fuerzas vivas"

1755 "De igne" ("Sobre el fuego", presentada como tesis doctoral)

1755 "Historia natural general y teoría del cielo"

1755 "Nueva dilucidación de los primeros principios del conocimiento


metafísico"

1762 "La falsa sutileza de las cuatro figuras silogísticas"

1762 "El único fundamento posible de una demostración de la existencia de


Dios"

1764 "Investigación acerca de la distinción de los principios de la teología


natural y de la moral"

1764 "Observaciones acerca del sentimiento de lo hermoso y lo sublime"

1766 "Sueños de un visionario, comentados por los sueños de la metafísica"

1770 "De mundi sensibilis atque intelligibilis forma et principiis" ("Sobre la


forma y principios del mundo sensible e inteligible") más conocida como la
Disertación de 1770.
Período Crítico:

1781 "Crítica de la razón pura"

1783 "Prolegómenos a toda metafísica futura"

1784 "Ideas para una historia universal en clave cosmopolita"

1784 "¿Qué es la Ilustración?"

1785 "Fundamentación de la metafísica de las costumbres"

1785 "Sobre los volcanes de la luna"

1786 "Primeros principios metafísicos de la ciencia natural"

1786 "Fundamentos metafísicos iniciales de la cosmología"

1787 Segunda edición de la "Crítica de la razón pura"

1788 "Crítica de la razón práctica"

1790 "Crítica de la facultad de juzgar"

1791 "Sobre el fracaso de todos los intentos filosóficos en teología"

1793 "La religión dentro de los límites de la mera razón"

1793 "En torno al tópico: tal vez eso sea correcto en teoría, pero no sirve
para la práctica"

1795 "Hacia la paz perpetua"

1797 "La metafísica las costumbres"

1797 "El conflicto de las facultades"

1798 "Antropología desde el punto de vista pragmático"

Opus Postumum:

Recoge los escritos no editados por Kant en los que trabajaba antes de su
muerte y que manifiestan una evolución de su pensamiento hacia las
posiciones que defenderá posteriormente el idealismo alemán.
Criticismo
Nombre que Kant dio a su filosofía idealista por entender que el objeto principal de la
misma estribaba en la crítica de la facultad cognoscitiva del hombre. Como resultado
de su crítica, Kant llegó a la negación de la posibilidad de que la razón humana pudiera
conocer la esencia de las cosas. También se da el nombre de criticismo a otras teorías
idealistas subjetivas que limitan la cognición humana y reconocen como fuente de la
misma la experiencia, entendida solamente con un criterio idealista. Objetivamente
considerado, el criticismo ha constituido un intento de superar, desde posiciones
idealistas, las limitaciones del empirismo y del racionalismo.

Problema
crítico
Metafísica
En el prólogo a la primera edición de la "Crítica de la razón pura", luego de explicar
brevemente los avatares sufridos a lo largo de la historia por la metafísica, que la
llevaron de ser considerada la reina de las ciencias a ser objeto de desprecio, nos
expone Kant el objetivo fundamental de sus investigaciones: "Se trata, pues, de
decidir la posibilidad o imposibilidad de una metafísica en general y de señalar
tanto las fuentes como la extensión y límites de la misma, todo ello a partir de
principios".

Es el llamado "problema crítico", que vuelve a ser planteado en el prólogo de la


segunda edición: mientras la lógica, las matemáticas, la física, y las ciencias
naturales han ido encontrando el camino seguro de la ciencia, la metafísica, la más
antigua de todas ellas, no lo ha conseguido: "No hay, pues, duda de que su modo
de proceder ha consistido, hasta la fecha, en un mero andar a tientas y, lo que es
peor, a base de simples conceptos. ¿A qué se debe entonces que la metafísica no
haya encontrado todavía el camino seguro de la ciencia?".

La metafísica, sin embargo, parece inevitable como disposición natural, en la


medida en que el hombre se siente inclinado a buscar las primeras causas y
principios de la realidad; a pesar de ello, dado que después de siglos de
investigaciones en ese terreno, la metafísica no ha conseguido entrar en el camino
seguro de la ciencia, quizá sus esfuerzos hayan sido vanos porque pretenda lo
imposible, por lo que es necesario preguntarse acerca de su posibilidad, pregunta
en la que se resume el "problema crítico": ¿Es posible la metafísica como ciencia?.
A diferencia de las otras ciencias, la metafísica ha pretendido trascender la experiencia
y ofrecernos un conocimiento de entidades como Dios, el alma y el mundo como
totalidad, a partir de conceptos "a priori" es decir, independientes de la experiencia. Se
tratará, por lo tanto, de averiguar "qué y cuánto pueden conocer el entendimiento y la
razón aparte de toda experiencia", por lo que será necesaria, en consecuencia, una
investigación crítica de la facultad de razonar (no un estudio psicológico que remita a
las condiciones concretas, empíricas, de dicha facultad, sino un estudio de las
condiciones a priori, es decir, trascendentales). Una vez determinadas cuáles son esas
condiciones trascendentales estaremos en situación de decidir si permiten o no las
pretensiones cognoscitivas de la metafísica.

Conocimiento "a
priori"
Dado que la metafísica pretende obtener un conocimiento a priori, independiente
de la experiencia, la respuesta a la pregunta por su posibilidad exige responder
previamente a la pregunta de si es posible el conocimiento a priori. Pero ¿Cuantas
formas hay de conocimiento? ¿Es el conocimiento a priori una de ellas, o no pasa
de ser una ilusión?.

"No hay duda alguna de que todo nuestro conocimiento comienza con la
experiencia", nos dice Kant en el primer párrafo de la introducción de la "Crítica de
la razón pura", y añade inmediatamente a continuación, en el segundo párrafo:
"pero, aunque todo nuestro conocimiento empiece con la experiencia, no por eso
procede todo él de la experiencia".

A diferencia de lo que habían afirmado los racionalistas y los empiristas, para


quienes había sólo una fuente del conocimiento, la razón para unos, y la
experiencia para los otros, para Kant habrá dos fuentes del conocimiento: una, la
sensibilidad, que suministrará la materia del conocimiento procedente de la
experiencia; y otra, el entendimiento, que suministrará la forma del conocimiento,
y que será independiente de la experiencia.

Podremos hablar, por lo tanto, de un conocimiento a priori y de un conocimiento a


posteriori: "En lo que sigue entenderemos, pues, por conocimiento a priori el que
es absolutamente independiente de toda experiencia, no el que es independiente
de ésta o aquella experiencia. A él se opone el conocimiento empírico, el que sólo
es posible a posteriori, es decir, mediante la experiencia".

El conocimiento empírico no encierra ninguna necesidad, ya que lo contrario de un


fenómeno es siempre posible. La proposición "el sol saldrá mañana", por ejemplo,
no contiene ninguna necesidad, tal como había dicho ya Hume en la "Investigación
sobre el entendimiento humano".
Tampoco las proposiciones empíricas implican universalidad: al ser el resultado de una
generalización inductiva están sometidas a los datos de la observación, es decir, ésta
proposición será válida mientras lo que hasta ahora hemos observado se mantenga
estable de acuerdo con esta regla. El conocimiento empírico, a posteriori, pues, no
encierra necesidad ni universalidad alguna.

Sin embargo, estamos seguros de que ciertos conocimientos implican necesidad y


universalidad (las matemáticas, por ejemplo); si esa necesidad y universalidad no
puede proceder de la experiencia ha de ser, pues, a priori, independiente de la
experiencia. "Es fácil demostrar que existen realmente en el conocimiento humano
semejantes juicios necesarios y estrictamente universales, es decir, juicios puros a
priori".

Como ejemplos apela Kant a las ciencias en general; a las matemáticas, a la física, etc;
incluso podemos tener un ejemplo de ese conocimiento a priori remitiéndonos "al uso
más ordinario del entendimiento", para lo cual Kant elige la siguiente proposición:
"todo cambio ha de tener una causa". La elección de esta proposición no es gratuita,
ya que le permite a Kant atacar la interpretación que había hecho Hume del principio
de causalidad.

A diferencia de Hume, que hacía depender este principio de causalidad de la


experiencia, Kant, alegando que es un principio universal y necesario, afirma que no
puede proceder de la experiencia y lo propone como un ejemplo de conocimiento a
priori.

Revolución
Copernicana
Si la necesidad y universalidad de nuestros conocimientos no puede proceder de la
experiencia, el conocimiento no podrá explicarse como una adecuación del
espíritu, del sujeto, a los objetos, tal como habían supuesto los filósofos hasta
entonces. Por el contrario, hemos de suponer que son los objetos quienes tienen
que adecuarse a nuestro conocimiento.

En esta inversión del papel que juegan el sujeto y el objeto en el conocimiento


radica la llamada "revolución copernicana" de Kant . El entendimiento no es una
facultad pasiva, que se limite a recoger los datos procedentes de los objetos, sino
que es pura actividad, configuradora de la realidad. "Se ha supuesto hasta ahora
que todo nuestro conocer debe regirse por los objetos.

Sin embargo, todos los intentos realizados bajo tal supuesto con vistas a
establecer a priori, mediante conceptos, algo sobre dichos objetos -algo que
ampliara nuestro conocimiento- desembocaban en el fracaso. Intentemos, pues,
por una vez, si no adelantaremos más en las tareas de la metafísica suponiendo
que los objetos deben conformarse a nuestro conocimiento, cosa que concuerda ya
mejor con la deseada posibilidad de un conocimiento a priori de dichos objetos, un
conocimiento que pretende establecer algo sobre éstos antes de que nos sean dados.

Ocurre aquí como con los primeros pensamientos de Copérnico. Este, viendo que no
conseguía explicar los movimientos celestes si aceptaba que todo el ejército de
estrellas giraba alrededor del espectador, probó si no obtendría mejores resultados
haciendo girar al espectador y dejando las estrellas en reposo".

Si el entendimiento está sometido a ciertas categorías que determinan a los objetos,


entonces podemos saber a priori que no ocurrirá nada en el campo de la experiencia
humana que no esté sometido a tales categorías. En consecuencia, el sujeto adquiere
un papel configurador de la realidad, en lugar de ser el mero receptor pasivo de una
supuesta realidad objetiva a la que se debe someter.

Sensibilidad y
entendimiento
A diferencia de lo que habían afirmado los racionalistas y los empiristas, quienes
concebían una sola fuente del conocimiento, la razón o la experiencia,
respectivamente, para Kant el conocimiento es el resultado de la colaboración
entre ambas: por la sensibilidad recibimos los objetos, por el entendimiento los
pensamos. Cita de Kant "Los objetos nos vienen, pues, dados mediante la
sensibilidad y ella es la única que nos suministra intuiciones. Por medio del
entendimiento, los objetos son, en cambio, pensados y de él proceden los
conceptos."

Ahora bien, como veremos a continuación, Kant a afirmará que existen tanto en la
sensibilidad como en el entendimiento unas formas trascendentales, que no
dependen de la experiencia, y que son a priori, por lo tanto, que actuarán como un
"molde" al que se tienen que someter los datos recibidos por la sensibilidad y los
conceptos formados por el entendimiento. En consecuencia, tanto la sensibilidad
como el entendimiento adquieren, aunque a distinto nivel, un papel configurador
de la realidad.

SENSIBILIDAD:

Por sensibilidad entiende Kant la capacidad de recibir representaciones, al ser el


sujeto afectado por los objetos. Esta capacidad es meramente receptiva.

El modo mediante el cual el conocimiento se refiere inmediatamente a un objeto


es llamado por Kant intuición; y el efecto que produce un objeto sobre nuestra
capacidad de representación sensible es llamado por Kant sensación; en el caso,
pues, de la sensibilidad, esa referencia inmediata a un objeto es llamada intuición
sensible o empírica. Y el objeto indeterminado de una intuición empírica, lo que
supuestamente la causa, es llamado fenómeno.
En el fenómeno podemos distinguir una materia y una forma. La materia del
fenómeno es lo que dentro del mismo corresponde a la sensación. Y la forma
"aquello que hace que lo diverso del mismo pueda ser ordenado en ciertas
relaciones". Con esto Kant nos quiere decir que las sensaciones no pueden ser
ordenadas por algo que sea, a su vez una sensación: y si la materia de la sensación
procede de la experiencia, es a posteriori , lo que ordena las sensaciones, la forma,
ha de ser algo distinto, por lo que no puede proceder de la experiencia, y ha de
ser, por lo tanto, a priori.

Ahora bien, si analizamos el contenido de cualquier conocimiento, despojándolo


de todo elemento procedente del entendimiento, a fin de quedarnos sólo con el
conocimiento sensible; y una vez hecho esto analizamos ese conocimiento
sensible, despojándolo de todo elemento perteneciente a la sensación, nos
quedaremos sólo con la forma del conocimiento sensible. Tendremos entonces la
forma pura de la sensibilidad.

En el caso de los objetos que nos representamos como exteriores a nosotros,


como una mesa o una casa, por ejemplo, podemos prescindir de cualquier
representación sensible (tamaño, forma, color) pero no podemos prescindir de
representárnoslo como algo en el espacio. De modo similar, por lo que respecta a
la intuición de los estados internos del sujeto podemos prescindir de todas sus
características excepto de representárnoslos en relaciones de tiempo.

ENTENDIMIENTO:

Si prescindimos de la sensibilidad, dice Kant, no podemos tener intuición alguna. El


entendimiento no es una facultad que nos permita intuir, es decir, establecer una
relación directa con un objeto; y dado que no hay otra forma de conocer, fuera de
la intuición, que la conceptual, resulta que el entendimiento es un conocimiento
conceptual, discursivo. La sensibilidad suministra las intuiciones del conocimiento;
el entendimiento suministrará los conceptos.

El entendimiento es la facultad de pensar y, como tal, pura actividad, frente a la


receptividad de la sensibilidad. Esa actividad se identifica con la formación de
conceptos, es decir, con la creación de formas bajo las cuales se pueden ordenar
diversas representaciones bajo una sola común a todas ellas. Así, mientras que la
sensibilidad suministra las intuiciones sensibles, el entendimiento piensa bajo
conceptos esas intuiciones, unificando bajo el concepto la diversidad ofrecida por
la sensibilidad.
El sentimiento de lo
bello y lo sublime
En las aportaciones filosóficas de Immanuel Kant explica en esta obra que la belleza y
lo sublime poseen la capacidad de ser placenteros, según él, ninguno de ellos causa
una idea determinada ni lógica, más bien esconden una idea reflexiva.

Él marca varias la diferencia entre ellas, para poder identificarlas:

Explica que la belleza de la naturaleza viene dada por la forma de algún objeto,
limitándola de algún modo, al contrario de lo sublime, la cual puede estar en un
objeto sin forma.

Los factores que intervienen en la belleza vendrían siendo la imaginación y el


entendimiento; por otro lado en lo sublime también interfiere la imaginación, pero
no el entendimiento, en este caso sería la razón.

En cuanto la satisfacción que generan, la belleza despierta una pasión hacia la vida
jugando vívidamente con la imaginación del ser; con respecto a lo sublime nace solo
el placer, adueñándose completamente de la imaginación e inclusive puede decirse
del ser.

La máxima diferencia radica en lo expuesto anteriormente, es decir lo sublime


atrapa completamente la imaginación, logrando que se imaginen cosas inexistentes.

Cabe destacar que lo sublime hace referencia a solo ideas provocadas por la razón,
que aunque no sean reales, pueden venir a la imaginación vívidamente, precisamente
por su origen; es decir que la creación de esto es netamente hecha por la persona y el
cómo le afecte también depende de ella.

Lo bello, por el contrario es algo “constante”, pues es algo con lo que se tiene contacto
frecuentemente, una experiencia que viene de afuera hacía adentro del individuo. Con
esto se puede resumir que lo sublime encanta y que la belleza encanta. Kant
aportaciones explica que lo sublime por lo general es algo grande, pero ha de ser
simple; y que lo bello puede ser algo chico, pero puede estar lleno de adornos.

Existen diferentes tipos de sublime, que viene acompañado por lo general del
sentimiento que el individuo tiene en ese momento. También tiene una categorización
más que lo bello: lo sublime matemático y dinámico.

En este caso lo sublime matemático hace referencia a lo gigantesco, lo entero, infinito.


Haciéndolo incomparable con cualquier otra cosa o sentido. En específico solo tiene
que ver con la naturaleza en su estado puro, aquella sensación de infinidad.
Lo sublime dinámico se relaciona con otro tipo de sentimiento, el incontrolable
provocado por la naturaleza, aquel que agobia, el mejor ejemplo para describirlo es
una tormenta, llenando al individuo de toda clase de emociones.

Se caracteriza por hacer que el individuo llegue a valorar su condición en el mundo, de


cómo viene construyendo su destino, esto al compararse con la misma naturaleza,
lleno de temor e impotencia, pero con gran valor.

Teoría Políca
Kant no escribió nunca una gran obra sobre filosofía política, al estilo de las tres
Críticas, sino lo que se han considerado siempre "obras menores" en las que, con
frecuencia, no se ha querido ver una filosofía política, como Ideas para una historia
universal en clave cosmopolita (de 1784), La paz perpetua, un esbozo filosófico
(de 1795), y Metafísica de las costumbres (de 1797), entre otras. Y todo ello pese a que
con su escrito de 1784 ¿Qué es la Ilustración?, ha quedado fuertemente asociado a los
ideales políticos y emancipatorios de la Ilustración, conocedor ya de la declaración de
Independencia de los Estados Unidos de 1776, y a quien se presenta con frecuencia,
además, como un firme defensor de los ideales de la Revolución Francesa de 1789,
siguiendo las opiniones de Heine, primero, y de Marx y Engels, después.

El pensamiento político de Kant está dominado, en efecto, por los ideales de libertad,
igualdad y valoración del individuo, propios de una Ilustración a la que Kant se suma y
defiende en sus escritos políticos. Al igual que en la ética, -donde se le confiere al
individuo, en cuanto sujeto moral, la capacidad de convertirse en legislador de lo
moral, desde su autonomía-, en la política el individuo será considerado también, en
cuanto ciudadano, el sujeto creador del campo de la actividad pública común.

La capacidad legislativa del ser humano se funda en el carácter formal con el que Kant
concibe la ética, y que se expresa en el imperativo categórico. Este imperativo, como
principio formal de la razón práctica, se extenderá a todos los campos de aplicación de
esta, incluida la actividad política. Así, no es de extrañar que Kant haya propuesto tres
definiciones del imperativo categórico, subrayando ya el carácter universal de la
norma moral, ya el valor intrínseco del individuo como fin en sí mismo, dada su
naturaleza racional y su autonomía.

La política, en cuanto espacio público del ejercicio de la libertad, está ligada a la noción
de derecho, haciéndola posible. En consonancia con el carácter formal de la moralidad,
el derecho no se concibe como un sistema normativo de regulación de la convivencia,
sino como el marco formal en el que se establecen las condiciones y los límites de la
acción en el campo de la convivencia, del ejercicio de la libertad. La ley jurídica ha de
tener, por lo tanto, al igual que la moral, un carácter universal y a priori; sin embargo,
mientras la ley moral se autoimpone al individuo, la ley jurídica se le impone mediante
una coacción externa.
La ley jurídica, siguiendo el imperativo categórico, ha de ceñirse a la naturaleza racional
del ser humano, por lo que Kant afirmará la existencia de derechos naturales (propios de
tal naturaleza racional), que serán el límite de la acción del Estado. Las relaciones entre
los individuos y, por lo tanto, la organización de la convivencia, tiene una naturaleza
racional, por lo que la ley jurídica no puede actuar en contra de esa naturaleza.

La filosofía política kantiana entronca así con la filosofía política moderna del Estado
natural y de las teorías del contrato. Hay una naturaleza, anterior a la organización
política de los seres humanos, que es la fuente de derechos universales contra los que no
se puede legislar, y que actúan por sí mismos como principios de organización de la vida
política, que debería tender a una República universal. Además de los derechos
naturales, el legislador, en función de las necesidades históricas, podrá desarrollar leyes
(el derecho positivo) que correspondan al desarrollo de la sociedad civil.

En Estado de naturaleza, los seres humanos se encuentran en una situación de constante


inseguridad, debido a las amenazas de otros que, por derecho natural, siguen su propia
voluntad sin tener en cuenta la voluntad de los demás. Viviendo en familia o en pequeñas
comunidades, los seres humanos se encuentran a merced de las violencias de otros seres
humanos ajenos a su comunidad. En el interior del grupo hay normas de convivencia y
una autoridad que sanciona su incumplimiento.

Pero no hay una autoridad que se imponga a todos los grupos dispersos, por lo que no
hay seguridad. El Estado civil, instaurado mediante el contrato, supone la sumisión a una
autoridad común, por lo que pasa a ser el terreno de la seguridad y del derecho. En ese
paso del Estado natural al Estado civil no hay ruptura, para Kant, sino continuidad:
mediante la imposición de una autoridad común, los derechos naturales, que ya se
poseían en Estado natural, se pueden ejercer realmente con seguridad.

Kant concibe el contrato social como la condición que hace posible la instauración del
derecho público, por el que quedan garantizados los derechos naturales. En realidad,
Kant admite un sólo derecho natural: el de libertad, del que derivan todos los demás, los
derechos civiles de igualdad y de autonomía.

El derecho de libertad, al tiempo que garantizado, queda limitado por el derecho de los
demás, según el acuerdo tomado por la voluntad pública. La idea de voluntad pública es
claramente de corte rousseauniano, pero en Rousseau la voluntad general representa el
interés común, mientras que en Kant representa la garantía de la libertad individual, es
decir, se establece como un vínculo jurídico formal entre los ciudadanos, en el que se
funda el Estado. Por lo demás, para Kant el contrato no tuvo nunca lugar, no es un hecho
histórico, sino una categoría o principio racional que opera como un eje de referencia en
la construcción de lo político y del Estado.
Apreciación crítica
General
Kant señalaba en su libro "Crítica de la razón pura" que las posturas adquiridas
de las personas estaba basado en la experiencia y la costumbre. Podría ser así,
ya que se pueden tomar modelos o referencias de nuestros antepasados; sin
embargo esto no determina si en el futuro se van a adoptar nuevas formas de
pensamiento y acción. Si nos regimos a esto, nuestra sociedad estaría
manchada de odio y represión, nuestras ideas serían pobres y no hubiese algún
cambio en nuestra sociedad.

Por otro lado, también señala que el hombre tiene la capacidad de decidir entre
lo bueno y lo malo, que si es verdad pero si nos ponemos a pensar mejor,
algunos no tienen la capacidad de ponerse en el lugar de acuerdo al contexto
social que viven. El egocentrismo es lo que mancha la mente del hombre y le va
restando puntos al verdadero entendimiento.
STUART MILL
REPRESENTANTE DE LA ESCUELA
DE ECONOMÍA CLÁSICA

Biografía
ohn Stuart Mill nació en Londres, el 20 de mayo de 1806. Su padre fue el economista y
filósofo James Mill quien sometió a su hijo a un riguroso  y exigente método de estudio
que incluía la lectura de clásicos de la economía, política, filosofía y derecho a muy
temprana edad. Mill hijo no tenía tiempo libre y su padre le obligaba a dar cuenta de sus
avances sin darle respiro para que jugara con otros niños ni para el descanso o
vacaciones.

Hijo mayor de Harriet Burrow y de James Mill, filósofo, historiador y economista escocés.
Recibió de su padre una extraordinaria formación.

A los 14 años, Mill parte a estudiar a Francia filosofía, economía y derecho y empieza a
crear obras originales. Estudió griego a los tres años, a los diecisiete, terminó cursos de
estudios avanzados literatura y filosofía griega, química, botánica, psicología y derecho. A
los 20 años sufre una crisis depresiva probablemente resultado de la exigencia
desmedida a la que le habían sometido. Tras varios años consigue recuperarse
abriéndose a otras fuentes intelectuales más alejadas de las ideas que le enseñara su
padre. En particular se interesa por las ideas del positivismo de Comte, el socialismo y el
romanticismo.

A la edad de veintiún años, cayó víctima de una crisis emocional, que él mismo
caracterizó luego como el resultado de una pérdida del entusiasmo por las metas que se
marcó. Tras varios años de descanso, logró reiniciar su carrera.

A los veinticinco años, conoció a Harriet Taylor, con quien se casó. En el año 1822 trabaja
como empleado con su padre en la oficina de inspección de la Compañía de las Indias.
Fue nombrado jefe de la oficina, puesto que ocupó hasta la disolución de la compañía en
1858, cuando se retiró.

Residió en Saint Véran, Francia, hasta 1865, cuando entró en el Parlamento


como diputado por Westminster.
Autor de obras como Utilitarismo (1836), donde sostiene que el conocimiento se basa en
la experiencia humana. Señaló que la libertad está amenazada por la desigualdad social y
por la tiranía política, según expuso en el que quizá sea el más famoso de sus
ensayos, Sobre la Libertad (1859).

Luchó por mejorar las condiciones de los trabajadores. En el Parlamento, fue


considerado un radical al defender medidas como la propiedad pública de los recursos
naturales, la igualdad de las mujeres, la educación obligatoria y el control de natalidad.

Su defensa del sufragio femenino en los debates sobre el Programa de Reformas de 1867
llevó a la formación del movimiento sufragista.

Entre sus numerosos escritos destacan Principios de economía política (1848), Sobre la


esclavitud de las mujeres (1869), Autobiografía (1873) y Tres ensayos sobre
religión (1874).

En 1868 regresó a Francia. John Stuart Mill falleció el 8 de mayo de 1873 en Aviñón,
Francia.

Obras de Stuart Mill


Entre 1830 y 1840, publicó varios artículos que contenían signos manifiestos de su
cambio de punto de vista. Son especialmente notables, entre otros, la serie titulada «The
Spirit of the Age» (1831), el ensayo «Civilización» (1836) y sus estudios sobre Bentham
(1838) y Coleridge (1840). Su juicio sobre Bentham es especialmente interesante, al
manifestarse en el algunas diferencias vitales que habían de distinguir a Bentham de sus
educadores. Alabó la contribución de Bentham a la filosofía del Derecho y su trabajo en
pro de las reformás de las instituciónes jurídicas, admiró su principio metodológico, pero
rechazó una concepción del hombre, que, según decía, no ofrece lugar para la
consecución de la perfección espiritual como un fin en sí misma. Además, la teoría de
gobierno de Bentham, según Mill, ignora los peligros que pueden surgir de la despótica
opinión pública y la importancia que tiene el establecer un sistema de frenos a la
voluntad de la mayoría. La nueva actitud de Mill respecto a estos temás estrechamente
relaciónados se vio sólidamente confirmada por una cuidadosa lectura del libro
de Tocqueville, «La democracia en América».

Entre sus obras destacan, «Sistema de Lógica», que se publicó en 1843 y «Principios de
economía política», aparecida en 1848. Con estas dos obras quedó firmemente asentada
la fama de Mill como gran pensador de su tiempo. Las siguientes ediciónes de «Política
Económica» mostraron una simpatía más acusada en favor del socialismo y de las
exigencias de la clase trabajadora. «Sobre la libertad» (1859) salió a la luz al año siguiente
de la muerte de su esposa y él insistió que se trataba de una obra conjunta.
Respecto al tema político su principal obra fue «Consideraciónes sobre el gobierno
representativo», que apareció en 1861, el mismo año en que escribió para la revista
«Fraser's Magazine» una serie de ensayos sobre filosofía moral que se convirtieron en un
libro, «Utilitarismo», en 1863. Los más notables de sus restantes trabajos son: «Auguste
Comte y el Positivismo» (1865), «Las servidumbres de las mujeres» (1869).

Principales ideas
La contribución de Stuart Mill abarca varias áreas de la economía, filosofía y derecho. Acá
revisaremos de manera simplificada sus principales ideas:

Positivismo y empirismo: el conocimiento se deriva de la experiencia por lo que


necesariamente es limitado (no podemos observar todo, sólo una parte y sacar
conclusiones).

Libertad y principio del daño: todos los individuos deben ser libres de tomar las
acciones que consideren pertinentes siempre y cuando no impongan daño sobre otros.

Libertad de expresión: la libertad de expresar y discutir ideas es una condición


necesaria para el progreso social. Aunque las ideas de otros no nos gusten, el debate
ayuda a las personas a reconocer los fallos de sus ideas, abrirse a otros puntos de
vista y a reforzar el adecuado razonamiento.

Democracia con respeto de las minorías: las sociedades deben crear mecanismos para
limitar el poder de los gobernantes que solo buscan su propio beneficio. Asimismo, se
debe proteger a las minorías de la tiranía de la mayoría, en donde se imponen ideas
sólo por el número pero sin respeto a grupos minoritarios.

No a la esclavitud: renegó de las ideas que supuestamente justificaban la esclavitud


(inferioridad genética e intelectual).

Feminismo: el sometimiento de la mujer constituye un modelo social obsoleto basado


en perjuicios y que afecta gravemente el progreso social.

Propiedad pública de los recursos naturales: el progreso económico no debe ser a


costa de la sobrexplotación y posible extinción de los recursos naturales.

Utilitarismo: se trata del principio de actuar con el fin de conseguir la mayor felicidad
para el mayor número de personas posible (dentro de algunos limites como el respeto
a minorías). Mill distinguió su concepto de utilidad basándose en la calidad del
sentimiento de satisfacción (intelectual y moral es superior al físico) en vez de la
cantidad como habían propuesto autores anteriores (como Jeremy Bentham por
ejemplo).
Teoría utilitarista
de Stuart Mill
El mayor bien para el mayor número de personas

Stuart Mill estaba muy influido por Jeremy Bentham, un buen amigo de su familia. Si
Platón creía que el bien era la verdad, Bentham era un utilitarista radical, y creía que la
idea del bien equivalía a lo útil.

John Stuart Mill no llegó a los extremos de Bentham, pero sí que colocó la idea de lo útil
en un lugar elevado de su sistema filosófico. A la hora de establecer qué es lo
moralmente correcto, pues, estableció que hay que perseguir el mayor bien para el
mayor número de personas.

La idea de la libertad

Con la finalidad de conseguir el objetivo anterior, las personas deben tener la libertad


para establecer qué es aquello que las hace felices y les permite vivir bien. Solo de este
modo es posible crear un sistema moral sin que exista una idea totalizadora e impuesta
(y por consiguiente contraria a los principios de la Ilustración) de lo bueno.

Los límites de la libertad

Para garantizar que los proyectos personales de búsqueda de la felicidad de las


personas no se solapan entre sí causando un daño injusto, es importante evitar aquello
que perjudique de un modo directo al resto.

El sujeto soberano

Ahora bien, no es fácil distinguir entre una situación que beneficia a una persona y una
en la que otra sale perdiendo. Para ello, John Stuart Mill sitúa un claro límite que no
debe ser traspasado por voluntades impuestas: el propio cuerpo. Algo indudablemente
malo es aquello que supone una intromisión indeseada en un cuerpo o en su salud.

Así pues, Stuart Mill establece la idea de que cada persona es soberana de su propio
cuerpo y mente. Sin embargo, el cuerpo no es lo único en lo que se crea un límite que
no puede ser traspasado, sino lo mínimo, lo seguro en todos los casos,
independientemente del contexto. Hay otra frontera moral: la que plantea la propiedad
privada. Esta es considerada una extensión del propio sujeto soberano, como el cuerpo.
El fixismo

El fixismo es la idea de que los seres permanecen aislados del contexto. Se trata de un
concepto muy utilizado en Psicología y en filosofía de la mente, y que John Stuart Mill
defendía a pesar de no utilizar esta palabra.

Básicamente, el hecho de considerar que cada persona es soberana sobre su cuerpo y


mente es una manera de establecer un marco conceptual en el que el punto de partida
es siempre el individuo, algo que se relaciona con lo que hay más allá de sus
propiedades adueñándose de ello o negociando, ganando o perdiendo, pero no
cambiando.

Esta idea se impone totalmente, por ejemplo, con la manera conductista de entender al
ser humano. Los conductistas, especialmente desde las aportaciones de B. F. Skinner a
este campo, creen que cada persona es fruto de las transacciones entre estímulos (lo
que perciben) y respuestas (lo que hacen). Dicho de otro modo, que no existen de un
modo ajeno al contexto.

Apreciación crítica
General
Sobre la Libertad (1859) es uno de los ensayos más notables de John Stuart Mill.
En él, el autor enarbola una defensa acérrima de la libertad de opinión y la
tolerancia. Según Mill, en realidad, existe otro tipo de opresión, del otro lado, a
veces más penetrante: la de la opinión pública.

Además de ello Stuart Mill habla de una felicidad la que se logra a través
limitar nuestros deseos y aspiraciones, en lugar de satisfacerlos; pues ello haría
que la persona buscara cada vez más cosas para alcanzar dicha felicidad. A mi
parecer sin deseos o aspiraciones la persona no tiene metas y simplemente
estaría vagando en el mundo sin ninguna orientación por el mismo hecho que
ya es "feliz", aunque en realidad no se sabe si verdaderamente lo es por el
hecho de que dicha persona nunca se ha planteado metas que hagan que se
esfuerce y experimente diversas emociones que lo lleven a una felicidad que
aunque momentánea, es la real; pues las emociones son efímeras y si sólo
pudiéramos captar una emoción por el resto de nuestra vida ella dejaría de
tomar sentido como tal.

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