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ISSN: 1794-3841
revistahallazgos@usantotomas.edu.co
Universidad Santo Tomás
Colombia
Resumen
Recibido: 12 de septiembre de 2012 Este artículo señala la estrecha relación que existe entre los con-
Evaluado: 18 de noviembre de 2012 ceptos de literatura, historia y memoria. En primer lugar, ana-
Aceptado: 14 de febrero de 2013 liza las similitudes entre la actividad de escribir ficciones (es
decir, hechos imaginados) y la de escribir acerca de la historia
(es decir, hechos del pasado). Para ello, el artículo se detiene en
las ideas de filósofos como Hegel y Nietzsche. El artículo señala
la gran importancia de la literatura en términos de la construc-
ción de la memoria histórica de los diferentes grupos humanos.
Específicamente, el artículo se refiere al género de la historia-fic-
ción, ejemplos del cual son algunas de las obras maestras de los
latinoamericanos Jorge Luis Borges y Ricardo Piglia. El artículo
ofrece una sucinta presentación de la teoría tropológica del dis-
curso, propuesta por White, en especial su idea de la mediación
lingüística, así como de algunas observaciones que sobre el tema
han hecho autores como Ricœur y Genecco.
* Este artículo es el resultado de una investigación que la autora realizó para la elaboración de su tesis de Maestría en Novela Histórica.
** Magíster en Literatura, Pontificia Universidad Javeriana. Correo electrónico: nancymalavercruz@gmail.com
HALLAZGOS / ISSN: 1794-3841 / Año 10, N.° 20 / Bogotá, D. C. / Universidad Santo Tomás / pp. 35-47 35
Literatura, historia y memoria
Abstract
This article points out the close relationship between the concepts Recibido: 12 de septiembre de 2012
of literature, history and memory. First, it discusses the similari- Evaluado: 18 de noviembre de 2012
ties between the activity of writing fiction (i.e. imagined events) Aceptado: 14 de febrero de 2013
and writing about history (i.e. past events). For this, the article
analyzes the ideas of philosophers such as Hegel and Nietzsche.
The importance of literature, in terms of the construction of his-
torical memory of the different groups, is pointed. Specifically,
the paper refers to the genre of history-fiction, exemplified by
some of the masterpieces of Jorge Luis Borges and Ricardo Pi-
glia. It also offers a brief presentation of the tropological discour-
se theory, proposed by White, especially his idea of linguistic
mediation, as well as some comments made about this topic by
authors like Ricœur and Genecco.
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Resumo
Recibido: 12 de septiembre de 2012 Este artigo destaca a estreita relação que há entre os conceitos
Evaluado: 18 de noviembre de 2012 de literatura, história e memória. Em primeiro lugar, sondar as
Aceptado: 14 de febrero de 2013 semelhanças entre a atividade de escrever ficção (quer dizer, atos
imaginados) e a de escrever sobre a história (quer dizer, acon-
tecimentos do passado). Para isso, o artigo detém-se nas ideias
de filósofos como Hegel e Nietzsche. O artigo explica a grande
importância da literatura, em termos de construção da memória
histórica dos diferentes grupos humanos. Especificamente, o ar-
tigo refere-se ao gênero da história-ficção, de que são exemplos
algumas das obras-primas dos latinoamericano Jorge Luis Bor-
ges e Ricardo Piglia. O artigo oferece uma breve apresentação
da teoria tropológica do discurso, proposto por White, especial-
mente a sua ideia de mediação linguística, assim como também
de algumas observações que tem sido feitas sobre o tema por
autores como Ricœur e Genecco.
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En su obra La novela histórica, publicada que todos los individuos son afectados por
en 1955 (título original en alemán: Der his- la historia.
torische Roman), el filósofo húngaro Georg
Lukács (1885-1971) afirma que el padre Así, pues, Scott quiere llamar la atención
de la novela histórica es el escocés Walter sobre un pasado que la sociedad de su
Scott (1771-1832), autor de Waverly (1814) tiempo está injustamente dejando en el ol-
e Ivanhoe (1820), novelas que reconstruyen vido, y para ello recurre a la narrativa de
el ascenso de la burguesía y la declinación intención ficcional propia de una corrien-
definitiva del sistema feudal, sucesos acae- te estética muy definida: el romanticismo.
cidos hacia el siglo XI, en Escocia. Lukács Es, entonces, al mismo tiempo un histo-
observa que la intención de Scott es contra- riador y un artista; sin embargo, es bueno
rrestar la labor centralizante de la historio- subrayar que su propósito no es en ningún
grafía británica, la cual, después de la unión momento controvertir la versión oficial de
de Inglaterra con Escocia, tendía a homoge- la historia; es decir, aunque en su obra con-
neizar el pasado y la cultura de estos dos viven historia y ficción, las dos discurren
pueblos y, en consecuencia, se inclinaba a por caminos notablemente independientes:
despreciar los hechos históricos del pueblo la ficción no tiene derecho alguno a invadir,
escocés, considerándolos como pertene- vale decir, contaminar, el terreno de la histo-
cientes a un pasado obsoleto y sin ningún ria propiamente dicho, y esta, por su parte,
interés en términos del “presente” por el es algo inmodificable, cuya función es sola-
que atravesaba el reino británico. mente servir de ambiente o referente con-
textual para los hechos ficticios relatados.
Scott hace, entonces, una recuperación nos-
tálgica de dicha época: su obra es capaz de No obstante, es necesario observar que, de
mostrar las tendencias sociales y las fuerzas todas maneras, es posible hallar en la obra
históricas de una época a través de la vida de Scott el germen de una especie de ten-
de un héroe ficticio. La premisa, natural- sión entre historia y ficción. En efecto, y
mente, es la idea de que el destino del in- desde el punto de vista puramente formal,
dividuo está históricamente condicionado: este autor creó fórmulas para combinar ele-
tal es precisamente el contexto ideológico mentos ficticios con elementos no ficticios.
de la Ilustración europea, dentro del cual la Recurrió, por ejemplo, a narrar hechos fic-
historia comenzó a verse ya no como un pa- ticios empleando textos similares a los que
sado que debe olvidarse para siempre, sino maneja el historiador —cartas, memorias,
como el contexto que explica y determina el confesiones, diarios de viaje—, incorpo-
presente. Hegel (1770-1831), por ejemplo, rando en ellos figuras de la historia real.
afirmaba que el hombre es el producto de En otras palabras, empleó las llamadas fic-
su propia actividad en la historia. Por otra ciones pseudofactuales. Usó, además, en la na-
parte, los hechos de la Revolución francesa rración de hechos históricos, convenciones
y el ascenso y caída de Napoleón, en la me- de diferentes formas narrativas de la lite-
dida en que abarcaron a toda Europa, hicie- ratura del siglo XVIII, como la novela do-
ron de la historia una experiencia masiva, méstica y la novela gótica, e incluso novelas
es decir, hicieron afianzar el sentimiento de del siglo XVII, como el romance heroico y
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más sentimental). Hegel rechazaba la idea que la “objetividad” que persigue el histo-
de que el historiador pudiera llegar a tener riador no es como la del científico o la del
una “mirada inocente” de los hechos histó- juez, sino más bien como la del artista y,
ricos que le permitiese alcanzar el ideal de más específicamente, como la del dramatur-
la “objetividad”; es decir, rechazaba la idea go. La tarea del historiador, según Nietzs-
de que los hechos históricos fueran algo che, consiste en pensar dramatúrgicamente,
“dado” al historiador. Al contrario, pensaba esto es, basarse en el conocimiento que tiene
él, el historiador, en su afán de desentrañar acerca de un determinado hecho, para pen-
lo que “realmente” sucedió, necesariamen- sar en otro que se le pueda ligar de manera
te pone en funcionamiento su inventiva, es que entre ellos se pueda constituir un tejido,
decir, su capacidad creadora. Si esto es así, vale decir, un todo al que se le pueda atri-
debemos concluir que en la novela históri- buir una unidad de plan. Aún más, Nietzs-
ca, el historiador objetivo y el creador de che pensaba que el valor de la historiografía
ficción no solo coexisten, sino que el prime- no estaba tanto en el hecho de revelar he-
ro tiene en sí mismo una propensión a la chos previamente desconocidos o en hacer
creación artística. La novela histórica susci- generalizaciones a partir de determinadas
ta, entonces, una mutua influencia entre las reflexiones sobre los hechos, sino, más bien,
dos entidades mencionadas: una especie de en “inventar” variaciones ingeniosas a par-
tensión entre ellas que puede ser definito- tir de determinados temas.
ria en términos de la evolución misma del
género. En la obra de Scott, tal tensión se En suma, tanto Hegel como Nietzsche con-
expresaría en su más primitiva forma y, por sideraban que la labor del historiador es
tanto, en su más pequeña intensidad. una forma de arte literaria; más concreta-
mente, consiste en una intuición poética de
Insistamos una última vez en la idea plan- lo particular. Para ambos, la labor del histo-
teada por Hegel acerca de la actividad de riador es tanto una invención como un ha-
quien hace historiografía. Para él, tal activi- llazgo de los hechos históricos. Además, la
dad es una forma de poesía en prosa. Y si invención, o poiesis, más que una forma del
bien no la concibe como un arte libre, pues conocimiento, es para ellos la base de todo
el historiador debe limitarse a representar conocimiento (científico, filosófico, etc.).
solo los “hechos” que los “documentos”
acreditan, sí considera que está gobernada En el intrincado vínculo que se establece
por los mismos principios que gobiernan la entre la historia y la literatura, es preciso
escritura de cierta forma del drama, a saber, observar que, en virtud de la ficción, esto
el drama trágico. es, de la imaginación creadora, la literatura
abre, virtualmente ad infinitum, el abanico
Por otra parte, Nietzsche (1844-1900), en su de las probables interpretaciones y versio-
obra Vom Nutzen und Nachteil der Historie nes no solo del pasado, sino también del
(1874), plantearía ideas similares en torno presente histórico y del futuro. Gracias a
a la actividad interpretativa del historiador. ella, no se conciben solo las versiones dic-
Para él, el elemento interpretativo es inhe- tadas por las presiones de la ya azarosa,
rente a la historiografía, y esto en razón de ya muelle, vida cotidiana, por supuesto de
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inmenso valor, pero limitadas no solo por Las relaciones de sometimiento y resisten-
su número, sino también por su mayor pro- cia durante la Conquista y la Colonia entre
clividad a atarnos al ancla de los traumas europeos, indígenas y negros, en el llamado
del pasado. La apertura que proporciona la Nuevo Mundo, el encuentro de etnias y cul-
literatura —es decir, la creación de mundos turas, la fusión de tradiciones, la búsqueda
posibles— hace posible tanto el ejercicio de- de la identidad cultural y estética han sido la
nodado de la facultad del recuerdo, como inspiración para volver al pasado, ya sea con
el de su contraparte: la facultad del olvido. el ánimo de recrearlo, revisarlo, criticarlo, o
Las dos facultades mencionadas son, en rea- bien, para simplemente darle una interpre-
lidad, las dos caras de una misma moneda, tación diferente de la construida por la histo-
entendiendo por ella la facultad de la me- riografía oficial.
moria, sin la cual es imposible la existencia
equilibrada del individuo humano y de las La novela de historia-ficción surgió en
colectividades humanas. América Latina como resultado de una pre-
ocupación por fundar una estética en la que
En efecto, es tan importante tener recuerdos la ficción fuese el fundamento para tomar
que sustenten la identidad, individual o co- una posición crítica ante el pasado histó-
lectiva, como poder desechar un número rico. Tal actitud crítica hace que la novela
amenazadoramente grande de recuerdos, a de historia-ficción sea proclive a distorsio-
menudo obsesivos, los cuales impedirían la nar, de manera consciente, la “versión ofi-
pacificación de la memoria, que es la esen- cial” de los hechos históricos y llegue, inclu-
cia del perdón. He ahí la importancia de so, a carnavalizarlos. En este tipo de novela,
detenernos en el aporte de la literatura a la la historia es reinventada, y lo interesante
reflexión acerca de la memoria y, por qué de tal reinvención es que, a través de ella,
no, a la comprensión de esta. el escritor asume determinada posición res-
pecto del pasado; es decir, la reinvención
Es tal el poder de la literatura en la cons- de la historia se da en términos de una de-
trucción del recuerdo y del olvido, que se terminada resignificación de esta por parte
puede afirmar que ella tiene una profunda del autor. De ahí también que la novela de
conexión con el desarrollo mismo de la civi- historia-ficción sea marcadamente auto-
lización. De este modo, la historia de la lite- consciente. En ella se acentúa la metaficción,
ratura, en razón de que acoge los infinitos fenómeno estudiado por Alter en su libro La
y más insospechados vericuetos de las ac- novela como género autoconsciente.
ciones humanas, llega incluso a representar,
a través de la estética de la existencia hu- Precisamente, White, en Metahistoria (2005),
mana, la verdadera historia de la humani- atribuye la crisis de la historiografía al ol-
dad, sometida a las leyes del contraste y la vido, por parte de los historiadores, de que
polaridad. las raíces de su disciplina están en la imagi-
nación literaria, esto es, en la ficción. Según
En Latinoamérica, la novela histórica él, si los historiadores se dan a la tarea de
tuvo gran auge en el siglo XX, debido a reconocer el elemento ficticio presente en
la peculiaridad social de este continente. su propio discurso, serán capaces de una
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el lenguaje humano consiste siempre en la entre los discursos de ficción y los históri-
capacidad para hacer un giro, una suerte de cos, cuando se toma conciencia de que estos
viraje o torsión (y podemos hablar, incluso, dos tipos de escritura, con estatutos distin-
de distorsión). tos, coinciden en la utilización de la misma
forma: la narración.
Dicho de otro modo, el lenguaje es siempre
un mecanismo que permite hacer el viraje Al respecto, White (1987) afirma que cuan-
desde la realidad tal como se presenta a los do los sucesos son narrados, se presentan
sentidos de un individuo dado, hasta la ex- “dotados de una estructura, un orden de
presión de la realidad tal como a ese indivi- significación que no poseen como mera
duo le satisface (vale decir, le produce una secuencia” (p. 21). Para White, en su for-
suerte de tranquilidad cognitiva) concebir- ma narrativa, la historia es dotada de sen-
la. Desde el punto de vista formal, la natu- tido mediante una operación discursiva.
raleza tropológica del discurso se evidencia En su concepto, la inmanencia con la cual
por la presencia de, por lo menos, uno de los hechos aparecen vinculados en el rela-
los cuatro posibles tropos o figuras del len- to histórico —aunque parezca intrínseca a
guaje: metáfora, metonimia, sinécdoque e ellos— les es impuesta por la narración, por
ironía. Estos se definen, precisamente, como un efecto del lenguaje, ya que en la realidad
las formas no literales de referirse a la rea- empírica los acontecimientos carecen de ta-
lidad; según Bloom (1975, p. 91), son com- les conexiones.
parables a los mecanismos psicológicos de
defensa (represión, regresión, proyección, Uno de los conceptos capitales de la pro-
etc.), que aunque distorsionan la realidad, puesta epistemológica de White es el de
liberan al individuo, pues lo protegen de tramado (emplotment). Este término desig-
una aprehensión demasiado realista, “lite- na la operación mediante la cual los acon-
ral”, de, por ejemplo, la muerte. Los tropos tecimientos históricos son convertidos en
del lenguaje, por su parte, proporcionan li- episodios de una narración. El concepto de
bertad cognitiva en cuanto que a través de trama (plot) hace referencia a “una estruc-
su uso, el sujeto se descubre capaz no solo tura de relaciones” por medio de la cual los
de tener una representación de la realidad, acontecimientos son dotados de significado
sino también de expresar, a su manera, tal mediante su identificación como partes de
representación. un todo integrado. La imposición de una
cierta forma de tramado es lo que convierte
White (1987) define la narración como “un a los acontecimientos históricos en un tipo
metacódigo, un universal humano sobre determinado de historia. Esto permite afir-
cuya base pueden transmitirse mensajes mar, precisamente, que los acontecimientos
transculturales acerca de la naturaleza de carecen de propiedades objetivas. Por ello,
una realidad común” (p. 17). En efecto, to- como sostiene White, una misma secuen-
mando la narrativa histórica y las filosofías cia de acontecimientos puede ser tramada
de la historia, White pone el énfasis en que de diferentes maneras (sin violar la vera-
la narración empieza a ser valorada críti- cidad de esos acontecimientos) y, por tan-
camente cuando se establece la distinción to, servir de referente a interpretaciones
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históricas diversas. Por esta razón, los acon- que aportan aspectos fundamentales en la
tecimientos históricos no pueden fijar o es- constitución de las identidades colectivas.
tabilizar las explicaciones históricas que se
hacen de ellos ni, en consecuencia, servir Por otra parte, la novela de historia-ficción,
como criterios de verificación de estas. a través de esta apertura narrativa al es-
pacio de lo particular, local y cotidiano,
Partiendo, entonces, de que los aconteci- logra desacralizar a los considerados “hé-
mientos históricos se organizan en una tra- roes” de la Conquista, la Colonia y la In-
ma, White (1987, p. 22) diferencia entre el dependencia, que los gobiernos han in-
nivel de la información histórica —“los ele- volucrado en la memoria colectiva de los
mentos de la historia”— y el de los rasgos pueblos, de manera maniquea, a través de los
—“elementos de la trama”—, que permiten libros de historia, archivos, museos, fiestas
configurar un sistema que proporciona sen- nacionales y monumentos. Esto, según Ri-
tido a los datos dispersos de la realidad. cœur, con el ánimo de construir una identidad
cultural sobre una memoria justa y que en el
De esta forma, White distingue entre el pa- campo de la creación se plantean como ten-
sado —la existencia consumida y consuma- tativas exploratorias del pensamiento para
da en el tiempo— y la historia —el esfuerzo la comprensión de los hechos históricos
intelectual por dar sentido a una existencia y la autocomprensión del ser en cuanto a
solo comprensible cuando se mira retros- sus formas de existir y situarse en el mundo
pectivamente, en fragmentos ordenados en de la vida vinculada a las múltiples formas de
tramas y fijados en un discurso—. En otras la memoria.
palabras, White (2003) sostiene que la his-
toria solo es tal cuando es escrita, es decir, Así como la historia puede servir de fuen-
cuando se configura como producto discur- te de inspiración a la ficción, así también
sivo: “La historia es, según mi forma de ver, cabe la posibilidad de que la ficción sirva
una construcción, más específicamente un de fuente de inspiración a la historia. O, en
producto del discurso y la discursivización” otras palabras, la ficción puede colocarse
(p. 43). antes de la historia. Y esto no solo en el sen-
tido de que la ficción es capaz de moldear
La novela de historia-ficción se constituye la memoria histórica de los pueblos, sino
como un lugar de reflexión de la escritura, también en el de que la ficción puede ser
que cuestiona los procedimientos narrativos motor de la historia (de hecho, la memoria
de la historiografía tradicional. Por eso, la histórica de los pueblos puede incidir en la
escritura polifónica intenta captar múltiples manera como estos construyen su posterior
perspectivas sobre el pasado y amplía la vi- devenir). Es así como, por ejemplo, en Tema
sión, a la vida privada y lo cotidiano, de lo del traidor y del héroe, de Borges (1944), las
que es considerado como histórico. Este es obras literarias pueden predecir los sucesos
uno de los caminos que han encontrado las históricos, y en Respiración artificial, de Ri-
novelas de historia-ficción para recuperar el cardo Piglia (1980), se relata una entrevis-
pasado no canonizado, dándole lugar a las ta ficticia entre Hitler y Kafka y se cuenta
voces silenciadas por la “historia oficial”, cómo dicha entrevista inspira en el segundo
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