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LA CRISIS POLITICA EN VENEZUELA

I. Introducción:
La situación política en Venezuela es objeto de discusión, los resultados de las elecciones
venezolanas del 20 de mayo del 2018 ¿Indican una crisis de Representación Política o
evidencian la preponderancia de un tipo de Representación particular? En otros términos,
qué factores alimentaron la crisis de representación.
Para abordar esta pregunta se hace pertinente recuperar los conceptos del texto La
democracia como método de Núm., que expresa que la democracia no es el gobierno del
pueblo sino de los políticos, que a los ciudadanos solo les toca “aplaudir” y en cuanto a los
dirigentes ,necesariamente se profesionalizan ,se transforman en especialistas de la cosa
pública y además de vivir para la política se dedican a también vivir de la política,
desarrollando sus propios intereses ,el principal de los cuales consiste en seguir
ejerciéndola y en mantenerse en el poder una vez que llegan a él.
En este texto intentaremos demostrar que en Venezuela hay una crisis de Representación
política porque la gran mayoría de los ciudadanos no va a votar, como dice en la fuente el
primer escenario previsto era el triunfo de Maduro. Pero sorprendió el 68%, una tasa que
por alta puede resultar poco creíble, siempre y cuando no se conozca el resultado de la
abstención: no se esperaba una tan elevada, se ubicó en el 52 % cuando en las recientes
presidenciales apenas superó el 20%. Sumó al asombro la decisión de Henri Falcón de
desconocer los resultados, porque, aunque apenas llegó al 21% de votos, con el llamado
contencioso se mantuvo como líder de la oposición electoral.
En presencia de un resultado que sirve a la performatividad de los discursos en juego. Sirve
al gobierno para decir que arrasó y que, por primera vez, un presidente saca un porcentaje
tan alto sobre sus competidores (45%). Sirve a la oposición radical, abstencionista, puesto
que más de la mitad del padrón electoral prefirió abstenerse y tendrá herramientas
discursivas para hablar de “deslegitimación” del proceso.
Finalmente, sirve a la oposición electoral, quien no ha reconocido el triunfo de Maduro
debido a las “irregularidades” que tuvieron lugar en la jornada, con lo cual intentarán
mantenerse en el espectro político demandando nuevas elecciones.
El triunfo estratégico de Maduro se basó en lanzar a la oposición al terreno de la abstención
y mover una maquinaria electoral mínima.
II. ¿CÓMO LLEGÓ LA OPOSICIÓN AL ABSTENCIONISMO?
Desde que a tempranas horas comenzó el proceso electoral, fue evidente
que las calles de las urbanizaciones de clase media y alta estuvieron vacías, y que igual
suerte corrían otros centros electorales, donde muy pocas personas estaban efectuando el
voto. Se planteaba un acatamiento de la línea abstencionista por parte de un buen sector de
la oposición.

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El resultado de este 20 de mayo no podrá comprenderse si se desconocen los pasos previos
que llevaron a esta situación inédita en Venezuela, con respecto a la alta abstención y al
elevado resultado del presidente.
A comienzos de 2016, la MUD (Mesa de la Unidad Democrática, coalición opositora), en
medio de un ambiente de victoria, inusitada frente al chavismo, comenzó a presionar por
salidas rápidas. El presidente de la AN, Henry Ramos Allup, declaró que su idea era “sacar
a Maduro en menos de seis meses”, lo que no estaba contemplado ni en la Constitución ni
en las leyes. El Tribunal Supremo de Justicia declaró en desacato a la Asamblea Nacional el
9 de diciembre de 2016.La oposición pisó el acelerador. El 9 de enero de 2017 la nueva
directiva de la Asamblea Nacional, presidida entonces por Julio Borges, declaró la falta
absoluta del presidente y su abandono del cargo.
A partir de allí comenzó una pugna institucional que explotó durante el segundo trimestre
de 2017 con la violencia de calle —“guarimbas”— como protagonista y con el liderazgo
político opositor llamando a manifestaciones. Henrique Capriles, principal líder opositor,
fue inhabilitado por la Contraloría General para cargos de elección, hecho que lo alejó de
una estrategia política-electoral y lo sumó a los actores que promovían una salida violenta.
Hasta allí llegó la estrategia electoral de la MUD.
Después de las mencionadas legislativas de 2015, la crisis económica se agudizó
rápidamente y hubo desajustes institucionales que hicieron ver al gobierno en franco
deterioro, no solo económico, sino político. Parecía venirse abajo.Maduro emprendió una
estrategia en alianza con los militares y la institucionalidad levantada durante el gobierno
de Chávez y el suyo propio, que les fortaleció internamente ante las declaraciones de la
oposición y sus aliados internacionales que subían su tono.
La respuesta a este levantamiento de calle de 2017 la diseñó Maduro por la vía de la
Asamblea Nacional Constituyente (ANC) y logró descolocar a la MUD (Mesa de la Unidad
Democrática, coalición opositora) al punto de no saber cómo responder ante el llamado de
elecciones de gobernaciones (septiembre 2017), alcaldías (diciembre 2017) y ahora
presidenciales. En 2017 la ANC declaró improcedente el triunfo del opositor Juan Carlos
Guanipa, por no haberse juramentado en su seno, mientras los otros cuatro gobernadores de
oposición sí lo hicieron. Las diferentes tendencias de la oposición tuvieron respuestas
disímiles y prefiguraron diversas vías que disolvieron el escenario electoral de un posible
triunfo. Aunque parezca debilitado por la alta abstención, el resultado se muestra
suficiente para los planes de Maduro.
III. ELECCIONES EN VENEZUELA (INFORME POST-ELECTORAL)

El segundo boletín oficial del Centro Nacional Electoral (CNE) venezolano anunció que,
con 98,78 % de los votos escrutados y un nivel de participación del 46,02 %, el candidato y
actual presidente Nicolás Maduro resultó ganador de las elecciones presidenciales (con
6.190.612 votos, seguido de lejos por Henri Falcón con 1.917.036 y Javier Bertucci con
988.761).
Los resultados se emitieron durante la noche del 20 de mayo; sin embargo, horas antes los
gobiernos de Argentina, Perú y Estados Unidos declararon no reconocerlos, en consonancia
con el discurso que han mantenido desde la instalación del Grupo de Lima, en agosto de
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2017. Por su parte, el principal candidato opositor, Henri Falcón, desconoció la contienda
electoral minutos antes de que el CNE anunciara el primer boletín.
III.1 La deslegitimación como estrategia
La deslegitimación de las elecciones presidenciales venezolanas, por parte de la
autodenominada “comunidad internacional” (el Grupo de Lima y la Unión Europea,
dirigidos por Estados Unidos), ha sido una constante desde que se anunciara su realización.
A nivel interno, una oposición con serias dificultades para acordar un proyecto de país que
sirva para disputar con el chavismo en el terreno político se jugó las cartas del
intervencionismo internacional y del llamado a la abstención por fraude y “falta de
condiciones electorales”. Finalmente, las elecciones se dieron entre continuas sanciones por
parte de Estados Unidos y la Unión Europea en el orden económico, ataques mediáticos y
diplomáticos para instar al desconocimiento del árbitro electoral venezolano (con especial
protagonismo del secretario de la OEA, Luis Almagro) y un llamado permanente a la
abstención entre las filas opositoras lideradas por la coalición de partidos que fuera la Mesa
de la Unidad Democrática, ahora Frente Amplio Venezuela Libre.
A pesar del llamado a la abstención como estrategia deslegitimadora, más de nueve
millones de personas votaron en todo el territorio venezolano.
Votaron en el marco de una grave crisis económica, con serias incidencias en la
cotidianidad familiar. Por otra parte, las elecciones se efectuaron en un ambiente de paz,
circunstancia que se maximiza al recordar los graves episodios de violencia (“guarimbas”)
ocurridos justo un año antes.
Una vez dados los resultados, el discurso del ala radical de la oposición, abiertamente anti
electoral, instala la idea de ilegitimidad con base en la participación del 46,02 % de la
población. Sin embargo, al momento de comparar los votos que sacó el candidato Nicolás
Maduro con su contendiente más cercano, Henri Falcón, la brecha de 37,8 % entre uno y
otro sí es explicada por los voceros de la oposición como producto del fraude electoral y de
la falta de condiciones.
III.2 La oposición en pedazos
Nicolás Maduro ganó con 6.190.612 votos, una suma clave considerando las circunstancias
económicas que atraviesa la nación. Henri Falcón alcanzó menos de la tercera parte –una
diferencia de 37,8 puntos– lo que muestra la poca capacidad que tuvo el candidato del
partido Avanzada Popular para capitalizar el voto opositor. No obstante, tomando en cuenta
el boicot que le hicieran sus propios compañeros de tolda e ideología de la MUD llamando
a la abstención a toda costa, lo que restó fuerza política a Falcón no fue tanto el poco caudal
de votos que sacara, sino el haberse sumado a las voces deslegitimadoras, incluso antes de
que se conocieran los resultados oficiales. La perseverante defensa de la vía política que lo
caracterizó durante la contienda quedó hecha trizas en minutos por su propia ambición
personal. Un rol de gran interés y atención a futuro lo ocupa el pastor evangélico Javier
Bertucci, quien obtuvo el tercer lugar con 988.761 votos y aceptara finalmente el triunfo de
Nicolás Maduro. Bertucci fue el outsider de la contienda; en muy poco tiempo remontó un
apoyo importante que puede significar una base de arranque para próximos eventos
electorales. No es subestimable la fuerza política que han tomado las organizaciones
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neopentecostales en la región, con triunfos como el del actual presidente de Guatemala,
Jimmy Morales, y aproximaciones importantes como la que ocurrió recientemente en Costa
Rica con Fabricio Alvarado, quien estuvo muy cerca de alcanzar la presidencia. Por su
parte, el Frente Amplio Venezuela Libre se atiene al discurso de la deslegitimación por
abstención. En la última declaración que emitiera, horas antes de que se conocieran los
resultados del CNE, el vocero de Primero Justicia, Juan Pablo Guanipa, hizo un llamado a
las Fuerzas Armadas a que intervinieran por la poca participación. Brillan por su ausencia
en el podio los líderes más representativos de la MUD, Henry Ramos Allup de Acción
Democrática y Henrique Capriles Radonsky de Primero Justicia.
III.3 Diálogo y recuperación
El discurso post resultado del presidente Nicolás Maduro fue enfático en la necesidad de
alcanzar un gran diálogo nacional que ponga a trabajar en conjunto a diversos sectores de la
sociedad para salir de la crisis económica y avanzar hacia la recuperación del país. De
nuevo, el llamado al diálogo nace del lado del Gobierno, luego de la negativa de acuerdo
por parte de la oposición en el último minuto de las mesas de diálogo llevadas a cabo en
República Dominicana en 2017. Maduro se enfrenta a un escenario difícil. La continua alza
inflacionaria, la escasez de efectivo y las fallas en los servicios públicos juegan un papel
protagónico en el día a día de la ciudadanía. Si bien el voto chavista le otorga un piso
inédito en un país asediado económica y comunicacionalmente, el presidente electo debe
administrar con precisión la victoria y lograr resistir la escalada de sanciones y bloqueos
(justo un día después de las elecciones, Trump emitió otra orden ejecutiva que prohíbe
operaciones de deuda entre EEUU y Venezuela) y, a su vez, responder con medidas
concretas que signifiquen una muestra de gobernabilidad y avance. El chavismo ha
demostrado ser una fuerza política que resiste al desgaste natural de dos décadas de
gobierno y a los continuos ataques. Si la oposición radical sigue sin querer dialogar con el
chavismo, en su empeño de negarlo, la fragmentación de la misma podría acentuarse. La
vía del intervencionismo extranjero, si bien es un hecho, parece suspenderse en tanto el
gobierno de Trump se empantana en el conflicto medioriental. El espectro internacional es
mucho más amplio, y los gobiernos de Rusia y China reconocieron y felicitaron las
elecciones venezolanas.
*Giordana García Sojo es licenciada en Letras mención Literatura Hispanoamericana y Venezolana por la
Universidad de Los Andes (ULA). Realizó la diplomatura en Gestión y Promoción de los Derechos Culturales
del Observatorio de Políticas Culturales del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini (CCC) junto
con la Universidad de Buenos Aires (UBA). Actualmente realiza la Maestría en Antropología Social de la
UBA. Ha sido viceministra de Cultura de la República Bolivariana de Venezuela (2014–2016) y presidenta de
la Fundación editorial El perro y la rana (2013 – 2017).

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IV. MADURO SE REELIGE COMO PRESIDENTE CON UNA
ABSTENCIÓN RÉCORD Y EN MEDIO DE DENUNCIAS DE FRAUDE
La participación se sitúa en el 46%, según el CNE, y el principal aspirante opositor, Henri
Falcón, desconoce los resultados.
Nicolás Maduro se reeligió este domingo hasta 2025 al frente del Gobierno de Venezuela
con una abstención récord en unas elecciones presidenciales celebradas en ese país. Según
los datos oficiales, difundidos por el Consejo Nacional Electoral, la participación alcanzó el
46%, aunque fuentes del organismo citadas por Reuters aseguran que al cierre de los
colegios electorales, a las seis de la tarde, se situaba en el 32,3%. En las últimas
presidenciales, celebradas en 2013, acudió a las urnas casi el 80% del censo. En esta
ocasión, en cambio, ni siquiera se podía hablar de unos comicios en paridad de condiciones,
ya que los principales partidos de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), ahora
agrupados en el Frente Amplio, rechazaron la cita por carecer, aseguraron, de garantías
democráticas. El único adversario real de Maduro –quien según la autoridad electoral ganó
con casi seis millones de votos– era Henri Falcón, que obtuvo 1,8 millones de apoyos y
desconoció públicamente los resultados denunciando irregularidades. El mandatario había
lanzado una advertencia a los venezolanos. “Votos o balas”, enfatizó por la mañana tras
acudir a su colegio electoral, en el oeste de Caracas. El sucesor de Hugo Chávez trataba de
conjurar la abstención. Tras difundirse los resultados salió del palacio de Miraflores y
compareció ante miles de seguidores. Habló de “victoria popular permanente”, destacó el
margen con el que se impuso a Falcón –un 67,7% frente al 21,2%– y llamó al diálogo.
Maduro, que fue felicitado el lunes por el presidente ruso Vladimir Putin por su reelección,
recalcó el acento en el carácter "histórico" de la jornada. No obstante, a lo largo del día,
decenas de colegios electorales, incluso en los barrios populares, lucían semivacíos, cuando
es habitual ver las aceras de Caracas ocupadas por largas colas de venezolanos a la espera
de votar. También ocurría en Petare, con un alto porcentaje de militantes y simpatizantes
chavistas y uno de los más poblados de la ciudad. “Me dijeron que hiciera la cola del carnet
de la patria [un sistema que utiliza el Gobierno para tener un segundo registro de la
participación] luego que votara y vine. Voté voluntariamente por Maduro. Creo en él
porque yo espero que solucione la situación del país. Todo lo que ha pasado es culpa de la
guerra económica”, mantenía uno de los escasos electores a esas horas, adhiriéndose así a la
retórica utilizada por el oficialismo para justificar una hiperinflación que, según el Fondo
Monetario Internacional, puede llevar a que los precios suban un 1.800.000% en dos años.
Ese es el argumento exhibido por los aparatos del Estado. "¿Quién fue el gran derrotado de
hoy? La abstención. Dijimos que la votación de hoy pasaría a la historia como una votación
antiimperialista", aseveró la presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC),
Delcy Rodríguez. Horas antes, Neisa Calderón, pensionista de 65 años, exigía en cambio un
giro profundo y se lamentaba de los procedimientos de control de la población instalados
por las autoridades: “No sé por qué debo registrarme para el carnet de la patria, pero lo
hago porque así creo que se puede validar mi voto. Voté porque quiero que cambie la
situación en Venezuela. De otra manera no hallo cómo hacerlo”.

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Resultados

Número
%
absoluto

Electores
11.013.020
inscritos

Votos escrutados 6.988.291 63,45 %

Abstención 5.024.729 52 %

Votos nulos 450.987 6,45 %

Votos válidos 6.537.304 93,55 %

IV.1 Movilizar militantes


Los cerca de 20 millones de ciudadanos inscritos en el censo se debatían entre votar y
desconocer esta convocatoria como pedían, por ejemplo, las formaciones de los líderes
opositores Leopoldo López (Voluntad Popular) y Julio Borges (Primero Justicia). De ahí
que Maduro hiciera su llamamiento a primera hora, tratando de infundir miedo en la
población y agitando el fantasma del enemigo exterior. “Que digan lo que quieran de mí,
pero es una ofensa al pueblo de Venezuela decir que aquí hay una dictadura”, afirmó. “Hoy
Venezuela con este proceso electoral se encamina a una etapa de estabilidad política, estoy
seguro, lo siento, lo veo. Llamo a todos los venezolanos, a todas las venezolanas, tu voto
decide, voto o balas, patria o colonia, paz o violencia, independencia o subordinación”,
continuó el mandatario. En medio de informaciones sobre una baja afluencia a las
elecciones, Maduro hizo también una aparición por Facebook Live para solicitarle a su
comando de campaña que garantizara el transporte de la militancia hacia las mesas de
votación. El presidente quiere usar los resultados para apuntalar su poder, aprovechando un
sistema que basa su fortaleza electoral en las redes asistenciales. Esa era la meta central del
chavismo, que convocó estas elecciones a principios de año con unas reglas del juego que,
según la gran mayoría de la oposición, favorecen a las autoridades. En este contexto,
millones de venezolanos, la mayoría, decidieron no participar. Otros votantes críticos con el
oficialismo, en cambio, optaron por apoyar a Henri Falcón, el único competidor de peso,
con la esperanza de visualizar un quiebre del régimen. Los resultados de la votación, que
están rodeados de denuncias de irregularidades y sospechas de fraude, muestran el alcance
de la deriva de Venezuela, sumida en una terrible crisis económica, pero la participación
más baja de la historia del país refleja también el respaldo de los planteamientos de la
oposición. "A los venezolanos les imploro que no caigan en la desmoralización. Hoy
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Maduro es más débil que nunca antes. Estamos en la fase final de un ciclo trágico para
nuestro país. Ha quedado expuesto y el mundo desconocerá el fraude hoy", escribió Julio
Borges en su cuenta de Twitter. Este lunes se conocerán también las reacciones de las
principales instancias de la comunidad internacional, muy críticas con esta convocatoria,
con la Unión Europea, Estados Unidos y las potencias de América Latina a la cabeza. La
Administración de Donald Trump reiteró que no piensa reconocer los resultados. El
subsecretario de Estado de EEUU, John Sullivan, insistió en ello. “Tenemos que
asegurarnos de que nos mantenemos en nuestro objetivo, que son los cargos corruptos del
régimen, y no el pueblo de Venezuela”, afirmó.
*Periodistas del diario español El País
Conclusión
Se ha querido mostrar las distintas transformaciones vividas en el Sistema Político
Venezolano en la última década y las expresiones de crisis de los años más recientes
contienen tendencias contradictorias. Por un lado, en la crítica al modelo democrático hay
indicios de maduración y crecimiento en la población y en algunas organizaciones que
apuntan hacia la búsqueda de un orden más pluralista y equitativo. Los sondeos de opinión
pública siguen reportando que la mayoría de la población favorece un orden democrático
respecto de uno autoritario; pero también se recoge en ellas que la población desea un
orden democrático como el actual.
Diversos intentos de reforma socioeconómica institucional apuntan hacia la profundización
o mejoramiento de la democracia. No obstante, los intentos golpistas y las diversas
expresiones de simpatía recibidas por los mismos forman parte de esta tendencia. En este
contexto se han formulado diversas visiones acerca del desenvolvimiento del sistema
político venezolano en el corto y mediano plazo. Las opciones consideradas son:
reequilibrio y reconstitución del orden democrático; profundización de la democracia;
quiebre del orden democrático por efecto de un golpe militar; quiebre del orden
democrático por efecto de una revolución popular; decaimiento sostenido sin quiebre
próximo. El aspecto más crítico es el del decaimiento socioeconómico y el de la frustración
de las expectativas colectivas. El manejo y la resolución favorable de esta cuestión serán
determinantes para inclinar la balanza hacia alguna de las opciones. En las actuales
condiciones, garantizar la efectiva vigencia del Estado de derecho, la equidad
socioeconómica y la estabilidad del sistema político se han convertido nuevamente en los
principales retos que debe afrontar la sociedad venezolana.

Bibliografía
F. MANETTO y M. CASTRO (22 de mayo de 2013). “Maduro se reelige como presidente
con una abstención récord y en medio de denuncias de fraude”, en El País. Disponible en:
https://elpais.com/internacional/2018/05/20/america/1526851862_285873.html

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GARCIA ROJO, G. (22 de mayo de 2018). “Elecciones en Venezuela (Informe
postelectoral)”, en celag.org. PensandoLatinoamerica. Disponible en:
https://www.celag.org/elecciones-presidenciales-venezuela-informe-post-electoral/
LOPEZ, O. A. (22 de mayo de 2018). “Para comprender el resultado de las elecciones
presidenciales en Venezuela”, en El Salto. Disponible en
https://www.elsaltodiario.com/venezuela/para-comprender-el-resultado-de-laselecciones-
presidenciales-en-venezuela
M. FRASCHINI y N. TERESCUK (2017). “¿Hay crisis política en Venezuela?”, publicado
en https://www.eduvim.com.ar/blog/hay-una-crisis-politica-en-venezuela
TEXTO PUBLICADO POR EL OBSERVATORIO ELECTORAL VENEZOLANO
(OEV) el 9 de enero de 2019. Disponible en http://www.oevenezolano.org/2019/01/09/el-
oev-ante-el-10-de-enero/

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