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Enzimología clínica

Concepto de enzima

Una enzima es una molécula que se encuentra conformada


principalmente por proteína que producen las células vivas,
siendo su función destacada la de actuar como catalizador y
regulador en los procesos químicos del organismo, es decir,
cataliza las reacciones bioquímicas del metabolismo.

Las enzimas son indispensables para la vida y catalizan


alrededor de 4000 reacciones químicas conocidas, siempre
que sean estables las condiciones de pH, temperatura o
concentración química, ya que las enzimas, al ser proteínas,
pueden también desnaturalizarse y perder su efectividad.

Enzimas de importancia clínica

Las enzimas son empleadas en los laboratorios clínicos y en las


investigaciones biomédicas como reactivos biológicos para la
determinación de analitos. Pero también la medición de sus
niveles de actividad en el suero u otras muestras biológicas
constituye una herramienta eficaz para el diagnóstico y
pronóstico de una enfermedad.

Enzimas presentes en el plasma sanguíneo:

Se ha definido al plasma sanguíneo como un receptáculo


pasivo que recibe las enzimas procedentes de los tejidos y de
los componentes celulares de la sangre. De acuerdo a Bücher,
las enzimas plasmáticas se clasifican en

a- Enzimas del plasma específicas


b- Enzimas del plasma no específicas

Las enzimas del plasma específicas: Son las enzimas que


actúan en el plasma. Estas enzimas son sintetizadas en
determinados tejidos y son vertidas activamente a la sangre,
donde encuentran su sustrato y pueden actuar.

Las enzimas del plasma no específicas: no desempeñan


funciones biológicas en el plasma; por tanto, no son
constituyentes funcionales plasmáticos y sólo se aprecia una
muy pequeña actividad en condiciones normales, debido a la
renovación celular natural o pequeños traumatismos
espontáneos.

Funciones de las enzimas

Las enzimas ayudan a que muchas funciones de nuestro


organismo se hagan más rápidas y de un modo más eficaz.
Hay más de tres mil clases de enzimas. Algunas de las funciones
de las enzimas que podemos destacar son:

Favorecen la digestión y absorción de los nutrientes: a partir de


los alimentos que ingerimos. Las enzimas descomponen las
proteínas, hidratos de carbono y grasas en sustancias
perfectamente asimilables: son las enzimas digestivas. La
terminación “ASA” indica sobre qué tipo de alimento actúa:
Las Proteasas son enzimas que digieren proteínas; las Amilasas
ayudan a digerir los hidratos de carbono; las Lipasas favorecen
la digestión de las grasas; la Sacarasa actúa sobre el azúcar,
etc.
Efecto antiinflamatorio: las enzimas proteolíticas, como la
Bromelina de la Piña, inhiben algunos procesos inflamatorios y
favorecen a la vez la recuperación de golpes, reabsorción de
hematomas o moratones y heridas. Puede ser útil en casos de
artritis.

Reducen el daño ocasionado por toxinas: otra de las funciones


de las enzimas es que favorecen la eficacia de nuestro
metabolismo ayudando a eliminar las toxinas y metales
pesados. Tendrían un efecto desintoxificante o depurativo
sobre nuestro organismo.

Armonizan el sistema inmunitario o inmunológico: las enzimas


ayudan a los glóbulos blancos a luchar contra virus y bacterias
pero además al favorecer una correcta digestión o
degradación de los alimentos también ayuda a que se
produzcan menos alergias alimentarias.

Otras funciones de las enzimas son: eliminar el dióxido de


carbono de los pulmones, mejorar nuestra capacidad mental,
regular nuestro peso corporal, favorecer la fertilidad, etc.

Propiedades de las enzimas

Puesto que la mayoría de los enzimas son proteínas, sus


propiedades serán las mismas. Son solubles en el agua y se
precipitan por el alcohol. Cada enzima tiene un pH óptimo de
actividad. Por ejemplo la pepsina del estómago ha de actuar
en medio ácido y la tripsina del jugo pancreático en medio
alcalino.
La temperatura también influye sobre las acciones
enzimáticas; las bajas temperaturas las inactivan, pero no las
destruyen. Conforme se aumenta la temperatura crece su
actividad hasta un valor óptimo, a partir del cual decrece y,
finalmente, a temperaturas altas, se destruyen.

Mecanismos de liberación de las enzimas

Clasificación de las enzimas de acuerdo al tipo de reacción

OXIDORREDUCTASAS

Catalizan reacciones de oxidorreducción, es decir,


transferencia de hidrógeno (H) o electrones (e-) de un sustrato
a otro.

TRANSFERASAS

Catalizan la transferencia de un grupo químico (distinto del


hidrógeno) de un sustrato a otro.

HIDROLASAS

Catalizan las reacciones de hidrólisis.

LIASAS

Catalizan reacciones de ruptura o soldadura de sustratos.

SOMERASAS

Catalizan la interconversión de isómeros.

LIGASAS
Catalizan la unión de dos sustratos con hidrólisis simultánea de
un nucleótido trifosfato

Cofactores y coenzima

Un cofactor es un componente de tipo no proteico que


complementa a una enzima (que es una sustancia proteica).
El cofactor tiene que estar presente en cantidades adecuadas
para que la enzima pueda actuar, catalizando una reacción
bioquímica. Son cofactores las coenzimas y los iones metálicos.

Una coenzima es un tipo de cofactor; es un cofactor orgánico


no proteico que se requiere junto con la proteína enzimática
para que tenga lugar la reacción enzimática.

Factores que afectan la velocidad enzimática. Isoenzimas.

Los factores que afectan la actividad enzimática son:

Efecto del pH

Las enzimas actúan dentro de límites estrechos de pH (pH óptimo de la


reacción). Por ejemplo, la pepsina (enzima estomacal) tiene un pH óptimo
de 2, al graficar su actividad enzimática para valores crecientes de pH,
comenzando desde la zona ácida, se obtiene una curva en forma de
campana. El máximo de la curva corresponde al pH óptimo en el cual la
enzima tiene su máxima actividad.

La velocidad a la que las reacciones enzimáticas proceden depende de


varios factores, dentro de los que destacan el pH del medio de reacción, la
temperatura, la concentración de sustrato y de enzima, y el agua disponible
en el medio, entre los más importantes.

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