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296 Sección II Enfermedades del aparato digestivo

con hepatitis aguda grave que desarrollan EH serán candidatos a trasplante supervivencia después de un episodio de EH aguda es inferior al
hepático cuando se acompañe de graves trastornos de la coagulación. 25% a los 3 años. Además, el seguimiento a largo plazo ha demos-
trado que la EH mínima (valorada mediante la medición de la
frecuencia crítica de parpadeo) se asocia a una menor supervivencia
■ TRATAMIENTOS EN FASE DE EXPERIMENTACIÓN a los 5 y 10 años. La edad, la EH y la disfunción hepática son los
La -ornitina-fenilacetato combina el efecto de L-ornitina, que estimula tres pilares que definen el pronóstico y la supervivencia del paciente
la síntesis de glutamina en el músculo, con el efecto del fenilacetato, con cirrosis hepática.
que facilita la excreción de la glutamina en forma de fenilacetilgluta-
mina por la orina, evitando la acumulación de glutamina y su posible
utilización en la producción de amonio (impide el efecto caballo de BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL
Troya). El glicerol-fenilbutirato y el fenilbutirato sódico también
aumentan la producción de fenilacetato y la ulterior síntesis de feni- Córdoba J. New assessment of Hepatic Encephalopathy. J Hepatol 2011;
lacetilglutamina, que será excretada en la orina con el consiguiente 54:1030-40.
descenso de la concentración de amonio plasmático. Romero-Gómez M, Jover M, Del Campo J, Royo J, Hoyas E, Galán J, et al.
Variations in the promoter region of the glutaminase gene and the develop-
ment of hepatic encephalopathy in patients with cirrhosis: a cohort study.
PRONÓSTICO Ann Intern Med 2010;153:281-8.
La EH mínima es la antesala para el desarrollo de episodios de Romero-Gómez M, Montagnese S, Jalan R. Hepatic encephalopathy in patients
EH aguda, de forma que el principal objetivo del tratamiento de with acute decompensation of cirrhosis and acute-on-chronic liver failure. J
la EH mínima es evitar la aparición de episodios de EH aguda. La Hepatol 2015;62:437-47.

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HEPATITIS VÍRICA AGUDA

34

Capítulo
M. Buti Ferret | R. Esteban Mur
La hepatitis vírica aguda es una enfermedad infecciosa del hígado el interior de esta se sitúa una doble cadena helicoidal de DNA de
causada por distintos virus y caracterizada por necrosis hepatocelular 3,2 kb y una DNA-polimerasa. La infección por el VHB determina la
e inflamación. El cuadro clínico y las lesiones histológicas causadas por producción en el hígado de viriones completos de 42 nm de diámetro
los diferentes agentes etiológicos son prácticamente idénticos, aunque denominados partículas de DANE, que liberan a la sangre HBsAg,
existen diferencias en el mecanismo de transmisión, el período de HBcAg, un antígeno soluble relacionado con el HBcAg llamado
incubación y la evolución y, sobre todo, en los marcadores serológicos antígeno e (HBeAg), y DNA-VHB. Además, se producen una gran
que permiten reconocer el agente responsable. cantidad de partículas incompletas (con capacidad inmunogénica pero
no infecciosa) constituidas exclusivamente por HBsAg.
VIRUS DE LA HEPATITIS El DNA del VHB posee cuatro genes, S, C, P y X, cada uno de los
cuales codifica la síntesis de una proteína vírica distinta: HBsAg,
En la actualidad se conocen cinco tipos etiológicos de hepatitis vírica HBcAg, DNA-polimerasa y la proteína X, que están involucradas
causada por virus hepatotropos: hepatitis A, hepatitis B, hepatitis D en el proceso de replicación del virus. El VHB se replica utilizando
(delta), hepatitis C y hepatitis E (tabla 34-1). Otros virus pueden un RNA mediante una transcripción reversa empleando un RNA
afectar al hígado y causar en ocasiones manifestaciones de hepatitis, intermedio. Debido a que la RNA polimerasa carece de actividad
aunque estos agentes afectan primariamente a otros órganos. Entre correctora de errores, las mutaciones son muy frecuentes y explican
ellos se incluyen el virus de Epstein-Barr, el citomegalovirus, el virus la elevada heterogeneidad del VHB. La tasa estimada de mutaciones
del herpes simple, el virus de la varicela-zóster y el parvovirus B19. del genoma de los hepanavirus es de 2 × 10 (4) bases/sustituciones/
sitio/año. EL VHB se clasifica en 10 genotipos (A a J), basados en una
■ VIRUS DE LA HEPATITIS A divergencia entre grupos del 8% o más en la secuencia nucleotídica
Pertenece al género Heparnavirus de la familia de los Picornavirus. completa. Los genotipos del VHB pueden influenciar la evolución
Posee 27 nm de diámetro, carece de envoltura y contiene un RNA clínica, la tasa de seroconversión a anti-HBe, los patrones de muta-
lineal de 7474 nucleótidos y un único antígeno (HAAg). El RNA co- ciones en las regiones del pre-core y core y la respuesta al interferón.
difica una poliproteína de 2227 aminoácidos de la que se derivan las Existen mutantes debidas a cambios en la posición de nucleótidos en el
cuatro proteínas del nucleocápside y varias proteínas no estructurales. genoma del virus. Unas se localizan en el gen S, y determinan cambios
Se replica en el citoplasma de los hepatocitos. en la antigenicidad del HBsAg; y otras, en el gen C, y determinan la
El virus se excreta por la bilis y está presente en las heces de los pacien- no producción de HBeAg.
tes infectados al final del período de incubación y los primeros días
después de la aparición de los síntomas. ■ VIRUS DE LA HEPATITIS D
Es un virus defectivo que requiere del VHB para ser infeccioso y
■ VIRUS DE LA HEPATITIS B expresarse. El virus de la hepatitis delta (VHD) es una partícula esférica
El VHB pertenece a la familia de los Hepadnavirus, junto con el virus de 37 nm, recubierta por HBsAg, cuyo interior contiene antígeno delta
de la hepatitis de la marmota, el de la hepatitis de la ardilla terrera y (HDAg) y una molécula de RNA de muy pequeño tamaño, 1,7 kb.
el de la hepatitis del pato de Pekín. Se caracterizan por poseer una Las características de este virus son similares a las de los virus RNA
envoltura lipoproteica (antígeno de superficie de la hepatitis B, HBsAg) satélites de las plantas y precisa para su replicación de una polimerasa
y un nucleocápside (antígeno del core de la hepatitis B, HBcAg). En del huésped al que infecta.
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Hepatitis vírica aguda Capítulo 34 297

Tabla 34-1 Características de las hepatitis A, B, D, C y E


CARACTERÍSTICA HEPATITIS A HEPATITIS B HEPATITIS D HEPATITIS C HEPATITIS E
Agente Heparnavirus Hepadnavirus Virus D Flavivirus Hepeviridae
Antígenos HAAg HBsAg HDAg
HBcAg HBsAg
HBeAg
Genoma RNA DNA RNA RNA RNA
Incubación (días) 15-45 40-180 30-140 15-160 14-180
Transmisión Fecal-oral Parenteral Parenteral Parenteral Fecal-oral
Contacto íntimo Contacto íntimo Carne contaminada

SECCIÓN II
Cronicidad No < 5% Coinfección: rara > 70% Rara, sólo en sujetos no
inmunocompetentes
Sobreinfección: constante
Transmisión Mono tití Chimpancé Chimpancé Chimpancé Chimpancé
experimental
DNA: ácido desoxirribonucleico; HAAg: antígeno del virus de la hepatitis A; HBcAg: antígeno del core de la hepatitis B; HBeAg: antígeno e de la hepatitis B; HBsAg: antígeno de superficie del
virus de la hepatitis B; HDAg: antígeno delta de la hepatitis; RNA: ácido ribonucleico.

■ VIRUS DE LA HEPATITIS C el único marcador de infección aguda y se detectan de forma transitoria


en las infecciones autolimitadas (durante 3-9 meses desde el inicio
Se trata de un virus de 50-60 nm de diámetro, provisto de una envol- de la infección), mientras que los anticuerpos anti-HBc de clase IgG
tura lipídica y con un genoma RNA de una sola cadena constituido persisten durante toda la vida.
por unos 10 000 nucleótidos. El RNA vírico codifica una poliproteína El anticuerpo contra el HBsAg (anti-HBs) no suele detectarse durante
precursora de la que se derivan por fragmentación enzimática tres la fase de enfermedad activa, aunque haya desaparecido el HBsAg, sino
proteínas estructurales (core y dos proteínas de envoltura) y cinco no que se identifica semanas o meses más tarde, de modo que existe un
estructurales. El virus se clasifica en la familia de los flavivirus. período después de la resolución de una hepatitis B durante el cual
no se detecta ninguno de los dos marcadores (período ventana). Este
■ VIRUS DE LA HEPATITIS E período es más corto en los pacientes con depuración más rápida del
EL VHE pertenece a la familia de los Hepeviridae. Su forma es icosahé- HBsAg. En el 5%-12% de las personas que curan después de una
drica, mide 32 nm de diámetro y está desprovisto de envoltura. Su hepatitis B no se forman anti-HBs.
genoma está constituido por una cadena simple de RNA de 8,5 kb Menos del 5% de los pacientes inmunocompetentes con una hepatitis
y contiene tres marcos de lectura abiertos que codifican proteínas B adquirida en la edad adulta desarrolla una infección persistente.
estructurales y no estructurales. Se conocen cinco genotipos diferentes Esta proporción aumenta en los pacientes con inmunodeficiencia
del VHE. Los genotipos 1 y 2 infectan sólo a humanos y son los res- natural (ancianos) o adquirida (hemodiálisis, HIV). En los casos de
ponsables de los brotes epidémicos de hepatitis E, mientras que los cronificación de la infección, el HBsAg y los marcadores que indican
genotipos 3 y 4 pueden infectar tanto a humanos como a animales. replicación del VHB, como el HBeAg y el DNA-VHB, persisten en
El genotipo 5 sólo infecta a las aves. la sangre junto con los signos clínicos y bioquímicos de enfermedad
(hepatitis crónica). La persistencia de la fase de replicación del VHB
RESPUESTA SEROLÓGICA A LA INFECCIÓN es variable (años). Cuando cesa de modo espontáneo debido al con-
trol inmune de la infección o como consecuencia del tratamiento
■ VIRUS DE LA HEPATITIS A con fármacos de acción antivírica, desaparecen o se suprimen de la
sangre el DNA-VHB y el HBeAg, aunque se detecta aún HBsAg.
En las personas infectadas se desarrollan precozmente anticuerpos Esta situación de interrupción o de muy baja replicación viral (DNA-
contra el HAAg (anti-VHA) de clase IgM y de clase IgG. Los primeros VHB < 2000 UI/mL) constituye el estado de portador «sano» del
(IgM anti-VHA) permanecen en la sangre a título elevado durante toda HBsAg. La persistencia de HBsAg se atribuye a la síntesis continuada
la fase aguda de la enfermedad y persisten entre 3 y 12 meses después del antígeno por los hepatocitos debido a la integración del gen del
de la curación. Los anticuerpos de clase IgG persisten indefinidamente VHB que codifica para esta proteína en el genoma de los hepatocitos
y confieren inmunidad permanente ante nuevos contactos con el virus. del huésped.

■ VIRUS DE LA HEPATITIS B
Después de la infección por el VHB aparecen en la sangre, durante el ■ VIRUS DE LA HEPATITIS D
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período de incubación, HBsAg, HBeAg, DNA del VHB. Los títulos de La infección puede ocurrir en dos circunstancias distintas: a) infección
estos marcadores víricos aumentan progresivamente hasta la aparición simultánea por VHB y VHD en un individuo que no había tenido
de los síntomas y la elevación de las transaminasas, para luego decaer. previamente contacto alguno con el VHB (coinfección), y b) infección
Cuando la infección sigue un curso favorable hacia la curación, el delta en un portador de HBsAg (sobreinfección). En ambos casos se
HBeAg y el DNA del VHB se vuelven indetectables semanas antes sumarán los cambios serológicos propios de la hepatitis B con los
de que desaparezca el HBsAg. En algunos pacientes con hepatitis B característicos de la infección, que consisten en la aparición en la
(5%-10%), el HBsAg desaparece muy precozmente del suero, de modo sangre durante un breve período de tiempo (días) del HDA, seguido
que no puede identificarse en el momento de aparecer los síntomas o de la aparición de una respuesta en forma de anticuerpos anti-HD
en que el paciente es examinado. IgM e IgG.
Simultáneamente a la presentación de los primeros síntomas aparecen La coinfección por el VHB y el VHD induce una hepatitis aguda
en la sangre anticuerpos contra el HBcAg (anti-HBc) de las clases IgM autolimitada, habitualmente con resolución hacia la curación, aunque
e IgG. Los anticuerpos anti-HBc de clase IgM pueden ser en ocasiones puede causar una lesión hepática extensa que se manifieste como una
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hepatitis fulminante. La eliminación del VHB impide la persistencia probablemente por contacto de las mucosas con sangre contaminada
de la infección delta y determina la curación. (transmisión vertical). El virus no está presente en las heces, por lo
Cuando la infección delta ocurre en un portador crónico de HBsAg, que no existe transmisión fecal-oral.
se produce un cuadro clínico similar al de la coinfección. La infección Las personas más expuestas a contraer una hepatitis B son las que pre-
delta tiene, casi indefectiblemente, en estos casos una evolución a la sentan mayores oportunidades de inoculación percutánea con material
cronicidad, para inducir una enfermedad hepática progresiva. En caso contaminado, como los drogadictos que utilizan la vía intravenosa, el
de sobreinfección delta de un paciente con hepatopatía crónica por personal sanitario y los pacientes hemodializados, así como las personas
el VHB se identifican en la sangre los marcadores de infección activa con vida sexual promiscua, prostitutas y homosexuales masculinos,
por este virus junto con anti-HD y RNA-VHD. y los que conviven con personas con infección crónica por el VHB.
La hepatitis B postransfusional es excepcional en los países desarro-
llados debido a la exclusión de los donantes HBsAg-positivos. Podría
■ VIRUS DE LA HEPATITIS C aparecer sólo si los niveles de HBsAg fueran tan bajos que no hubieran
La infección por VHC induce la formación de anticuerpos contra podido ser detectados con los métodos de examen habituales. La
las diferentes proteínas del virus. Estos anticuerpos aparecen después determinación de DNA del VHB en los donantes, tal como se efectúa
del inicio de la hepatitis aguda y persisten tanto en los pacientes que en algunos países, elimina el riesgo de hepatitis B postransfusional.
evolucionan a la cronicidad (más del 70%) como en los casos que cu- La infección puede transmitirse a partir de individuos con infección
ran. El RNA-VHC en la sangre suele detectarse más precozmente aguda, sintomática o asintomática, o de portadores crónicos del virus.
que los anticuerpos anti-VHC, por lo que es el mejor marcador de El factor asociado con mayor riesgo de transmisión del VHB es la
infección aguda. En los casos que evolucionan a la curación, el RNA- elevada replicación viral, es decir, elevados niveles de DNA del VHB.
VHC suele desaparecer durante los primeros 3-6 meses. Su persistencia Los sujetos con niveles séricos de DNA del VHB >> 107 UI/mL son
más allá de 6 meses indica evolución a la cronicidad e infección activa. los que tienen mayor riesgo de transmisión de la infección por VHB.
La epidemiologia de la infección por VHB ha cambiado radicalmen-
■ VIRUS DE LA HEPATITIS E te en los últimos 30 años debido a la introducción de programas de
vacunación antihepatitis B en la mayoría de los países. Una revisión
La infección por VHE induce la formación de anticuerpos anti- reciente estima la prevalencia de hepatitis B a nivel mundial entre 1990
VHE de clase IgM e IgG, así como la presencia de RNA del VHE y 2005. La prevalencia global estimada es de 3,7% en el año 2005,
en la sangre. En la fase aguda se detectan anticuerpos anti-IgIgM y lo que supone que 240 millones de sujetos están infectados por el
RNA-VHE que desaparecen en pocos meses en los casos de evolución VHB, siendo más frecuente en varones que en mujeres. En España, la
autolimitada, que suelen ser la mayoría. En ocasiones, en sujetos prevalencia calculada de infección por VHB es inferior al 1%, siendo
inmunodeprimidos, especialmente trasplantados renales o hepáticos, más elevada en varones y en sujetos de > 40 años y claramente inferior
así como excepcionalmente en sujetos no inmunocompetentes, la en niños y adolescentes, ya que la inmensa mayoría están vacunados.
infección puede evolucionar a la cronicidad persistiendo los anticuer- Las regiones con una prevalencia más elevada de VHB son el sudeste
pos anti-VHE IgM y el RNA-VHE. En los casos de curación, al cabo asiático, Mongolia, algunas zonas del África subsahariana y la cuenca
de años pueden no detectarse los anticuerpos anti-VHE de tipo IgG, del Amazonas, con una prevalencia > al 5%. Rumanía y Albania son
ello podría ser debido a que estos desaparecen o a las limitaciones de los países con una prevalencia más elevada de Europa, del 5% y el 9%,
los test diagnósticos disponibles. respectivamente. Los movimientos migratorios han contribuido a
modificar los grupos de riesgo de infección por VHB, siendo más fre-
EPIDEMIOLOGÍA cuentes en sujetos pertenecientes a áreas donde la infección es endémica.

■ HEPATITIS A ■ HEPATITIS D
La transmisión del VHA se produce por vía fecal-oral, ya sea por Al estar el VHD íntimamente ligado al VHB, su transmisión se efectúa
contacto persona a persona o por contaminación de agua o alimentos por los mismos mecanismos que los de este virus, percutáneo y permuco-
con materias fecales que contienen virus. El primer mecanismo ocurre so. En las zonas de mayor endemia de esta infección, la misma se transmite
en niños y personas con hábitos higiénicos insuficientes en relación probablemente como consecuencia de la exposición a fluidos corporales a
con el lavado deficiente de las manos. El segundo es responsable de través del contacto próximo o íntimo, mientras que en los países donde el
brotes epidémicos. grado de endemia es bajo, la infección predomina en usuarios de drogas
El período de infectividad se inicia entre 3 y 12 días antes de la apari- por vía parenteral. La transmisión vertical es posible, pero ocurre con
ción de los síntomas y suele persistir hasta el acmé de elevación de las muy escasa frecuencia. El reservorio fundamental de la infección delta lo
transaminasas (pocos días después de iniciados los síntomas). constituyen los pacientes que han desarrollado una infección delta crónica.
No se han identificado portadores crónicos del VHA, por lo que la
infección se transmite sólo a partir de personas con infección aguda,
sintomática o asintomática. En los países mediterráneos la hepatitis A ■ HEPATITIS C
ha dejado de ser una enfermedad de la infancia y la adolescencia para La infección por el virus C está extendida por todo el mundo y es
afectar más bien a los adultos jóvenes, ya que menos del 20% de las especialmente prevalente en algunas zonas de África, donde puede
personas de 20 años tienen anticuerpos anti-VHA, indicativo de una llegar a afectar a más del 20% de la población. Se transmite funda-
infección pasada. Los factores de riesgo más comunes para contraer mentalmente por vía parenteral, a partir de transfusiones de sangre o
una hepatitis A en los adultos son el consumo de moluscos crudos o al hemoderivados (antes de 1990) y uso de jeringuillas contaminadas,
vapor, los viajes a regiones poco desarrolladas y tener hijos en guarde- aunque también ocurre en personas sin estos antecedentes. Muchas
rías. En los países más desarrollados la infección es menos prevalente, de estas personas tienen antecedentes de hospitalización, tanto médica
de modo que existe una gran proporción de adultos predispuestos como quirúrgica, por lo que se sospecha la importancia de la trans-
(anti-VHA-negativos). En los países poco desarrollados la infección se misión nosocomial. La transmisión sexual es posible pero excepcional.
adquiere en la primera infancia por consumo de aguja contaminada. La transmisión vertical del VHC es muy poco frecuente (inferior al
5%), aunque es más probable si la madre está coinfectada por el HIV
■ HEPATITIS B (20%). En bastantes casos no se descubre ninguno de los mecanismos
de transmisión mencionados.
La transmisión del VHB se produce fundamentalmente por vía paren-
teral y por vía sexual. Su frecuencia ha disminuido mucho en los
países con programas de vacunación universal. Los recién nacidos de ■ HEPATITIS E
mujeres con infección activa por el VHB se infectan (más del 90%) La transmisión es por vía fecal-oral. Se ha observado en forma de
en el momento del nacimiento si no son protegidos adecuadamente, epidemias transmitidas por consumo de agua contaminada en el
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Hepatitis vírica aguda Capítulo 34 299

subcontinente índico, el sudeste asiático, África oriental, occidental y La exploración física revela, además de la ictericia, una hepatomegalia
del norte y en México, donde esta forma de hepatitis es endémica. En moderada, blanda y ligeramente sensible en la mayoría de los pacientes
los países desarrollados se observan casos esporádicos en individuos y esplenomegalia en el 10%-25% de los casos.
procedentes de áreas endémicas y también casos autóctonos, relaciona-
dos con la ingestión de carne de cerdo u otros animales poco cocinada
en los cuales la hepatitis E se considera una zoonosis. También se han
ALTERACIONES BIOQUÍMICAS
descrito casos de hepatitis aguda E postransfusional y en sujetos tras- Las alteraciones más constantes son la elevación de la bilirrubinemia,
plantados de órganos sólidos. con incremento de ambas fracciones, y el aumento de la actividad de
El período de incubación es de unas 6 semanas (2-9). La forma ictérica las aminotransferasas séricas (transaminasas). Estas se hallan habitual-
suele ocurrir en jóvenes y adultos, de 15 a 40 años, y determina una alta mente 20-40 veces por encima de los valores normales, con mayor
mortalidad (20%) en las mujeres embarazadas en los casos epidémicos. actividad de la alanino aminotransferasa (ALT) que de la aspartato
aminotransferasa (AST). La actividad de la fosfatasa alcalina es normal
o está moderadamente aumentada, así como la de la gammagluta-
ANATOMÍA PATOLÓGICA

SECCIÓN II
mil-transpeptidasa; la VSG y el proteinograma son habitualmente
En la hepatitis aguda común coexisten en el hígado alteraciones hepato- normales, al igual que el hemograma y las pruebas de coagulación.
celulares de carácter degenerativo, signos inflamatorios y fenómenos de
regeneración celular. Los cambios degenerativos de los hepatocitos y las DIAGNÓSTICO
necrosis celulares se hallan dispersos en los lobulillos. Las necrosis celu-
lares pueden ser, según su extensión, unicelulares, focales o confluentes. El diagnóstico de hepatitis aguda suele establecerse por criterios clíni-
En los pacientes con hepatitis grave o fulminante la necrosis se extiende cos y se basa en la historia y las alteraciones analíticas, en especial el
por la mayoría (multilobular) o la totalidad del parénquima (masiva). inicio agudo del cuadro y la elevación de las transaminasas; raras veces
La reacción inflamatoria se localiza en los espacios porta, en los sinusoi- debe recurrirse a la biopsia hepática.
des y en las áreas con necrosis. Los espacios porta están expandidos por El diagnóstico etiológico exige la determinación de los marcadores sero-
un infiltrado celular compuesto por linfocitos y algunos eosinófilos. lógicos de infección por los virus de la hepatitis A, B, C y D. Deberían
En los sinusoides se aprecia un aumento de la celularidad constituida efectuarse los siguientes exámenes: IgM anti-VHA, HBsAg, IgM anti-
por linfocitos y macrófagos y una hipertrofia de las células de Kupffer. HBc, DNA-VHB, anti-VHC, RNA-VHD, anti-HD y RNA-VHE e
En las áreas de necrosis, los hepatocitos lisados están sustituidos por IgM anti-VHE (tabla 34-2).
agregados de linfocitos y macrófagos. El diagnóstico de hepatitis A se fundamenta en la positividad del IgM
anti-VHA. Debe tenerse en cuenta que esta reacción puede ser positiva
hasta 12 meses después de una hepatitis A, por lo que en pacientes con
CUADRO CLÍNICO dos episodios de hepatitis próximos en el tiempo es poco informativa.
La expresión clínica de la hepatitis vírica aguda es muy variada, sin La hepatitis B suele diagnosticarse por la positividad de HBsAg y/o
diferencias específicas atribuibles al tipo de virus causal. El curso IgM anti-HBc. No obstante, los resultados de este examen pueden
clínico de la enfermedad en su forma común consta de cuatro períodos: inducir a error en determinadas ocasiones, como sucede en los casos
incubación, pródromos, estado y convalecencia. de hepatitis B aguda que ya han depurado el HBsAg cuando se efectúa
El período de incubación es el intervalo entre la exposición al virus y el examen, o en los casos de hepatitis causada por otro agente en un
la aparición de los primeros síntomas. Varía según el agente etiológico portador crónico de HBsAg. Por esta razón es conveniente investigar
(v. tabla 34-1) y, probablemente, según la cantidad de viriones del en el suero la presencia de IgM anti-HBc, que se halla en títulos
inóculo; se acorta al aumentar esta. elevados en la hepatitis aguda B pero no en los portadores crónicos.
El período prodrómico comprende el tiempo en el que el paciente El diagnóstico de la infección por el VHD suele basarse en la positividad
presenta síntomas antes de la aparición de ictericia; por lo común, su de anti-HD en pacientes HBsAg-positivos. Cuando al mismo tiempo se
duración es de 3-5 días, pero puede durar varias semanas o incluso no detecta positividad para IgM anti-HBc puede diagnosticarse una coin-
estar presente. En general, el paciente se encuentra cansado, inapetente, fección por VHB y VHD. Cuando esta última determinación es negativa
con pérdida de su capacidad olfatoria, que en los fumadores condiciona puede considerarse que se trata de una sobreinfección por el VHD de un
una inapetencia por el tabaco. A veces hay náuseas y vómitos. Muchos portador de HBsAg. En los casos anti-HD positivo debe determinarse
pacientes refieren dolor en el hipocondrio derecho, junto con una el RNA-VHD, aunque no existen métodos comerciales estandarizados.
sensación de distensión abdominal, y otros presentan diarrea. En oca- El diagnóstico de hepatitis aguda C suele basarse en la presencia del
siones hay cefalea, que puede asociarse a un exantema urticariforme. RNA-VHC. En las fases muy iniciales puede ser el único marcador,
En la hepatitis A con frecuencia aparece fiebre, que puede alcanzar detectándose al cabo de unas semanas anticuerpos anti-VHC.
los 39 °C, no acompañada de escalofríos, de 1 o 2 días de duración. El diagnóstico de hepatitis aguda E se realiza por la positividad del
El diagnóstico de hepatitis rara vez se sospecha hasta que el paciente RNA-VHE y/o anticuerpos IgM anti-VHE. Ambos parámetros suelen
observa un cambio de coloración de la orina, que adquiere un tono guardar una buena correlación.
oscuro parecido al de la Coca-Cola, así como cierta decoloración de
las heces. Por esta razón no se efectúa el diagnóstico en la mayoría de OTRAS FORMAS CLÍNICAS DE HEPATITIS
las hepatitis anictéricas.
Cuando aparece la ictericia, el paciente suele encontrarse, paradójica- ■ HEPATITIS ANICTÉRICA
mente, mejor, ya que desaparecen la mayoría de los síntomas presentes Sus manifestaciones clínicas son similares a las de la hepatitis ictérica,
durante el período prodrómico; sin embargo, persisten la astenia y la
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de modo que sólo se diferencia de ella por la ausencia de ictericia. Posee


laxitud. La intensidad de la ictericia es variable y puede oscilar desde
una leve coloración amarillenta de las escleróticas hasta un intenso
color amarillo verdoso de piel y mucosas. Tabla 34-2 Criterios para el diagnóstico serológico
La duración de la ictericia varía entre 2 y 6 semanas. Durante este tiempo en la hepatitis aguda
el paciente suele perder peso, incluso sin que exista anorexia y con un HEPATITIS MARCADOR MARCADOR
contenido calórico de la alimentación suficiente. Con la disminución de AGUDA SEROLÓGICO VIROLÓGICO
la ictericia se comprueba una recuperación de la sensación de bienestar y
del apetito, así como una normalización del color de la orina y de las heces. VHC Anti-VHC± RNA-VHC+
El período de convalecencia se inicia con la desaparición de la ictericia. VHE IgM anti-VHE+ RNA-VHE+
Con frecuencia el paciente se halla todavía asténico y se fatiga des-
Anti-VHC: anticuerpos contra el virus de la hepatitis C; anti-VHE: anticuerpos contra el
pués de escasa actividad física, y no es raro que refiera molestias en el virus de la hepatitis E.
hipocondrio derecho.
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mayor tendencia a evolucionar hacia la cronicidad que la hepatitis depósito en distintas estructuras de inmunocomplejos, formados por
ictérica, tanto en la hepatitis B como en la hepatitis C. antígenos víricos y sus anticuerpos correspondientes y complemento.
Las más comunes son artralgias y artritis y un exantema cutáneo
■ HEPATITIS COLESTÁSICA urticariforme. Las primeras se atribuyen al depósito de inmunocom-
plejos en la sinovial, y el segundo, al depósito en los pequeños vasos
En algunos pacientes, la ictericia adquiere un carácter colestásico de la dermis.
con coluria intensa, acolia y prurito. En general, la duración de los Complicaciones menos frecuentes debidas al mismo mecanismo
síntomas es más prolongada que en las formas de curso común, aun- patogénico son la glomerulonefritis extramembranosa, la poliarteritis
que su pronóstico suele ser bueno. Es frecuente en la hepatitis A, nudosa, la pleuritis exudativa y la acrodermatitis infantil papular de
especialmente en los adultos. Estos casos pueden plantear problemas Gianotti-Crosti. Esta última se asocia a hepatitis B anictérica.
de diagnóstico diferencial con las colestasis extrahepáticas y con las El VHC se ha asociado a la glomerulonefritis extramembranosa, a la
inducidas por fármacos. crioglobulinemia mixta esencial, a la porfiria cutánea tarda y al linfoma
de células B, aunque sólo en pacientes con infección crónica.
■ HEPATITIS PROLONGADA El VHE se ha asociado excepcionalmente con manifestaciones extrahe-
En ocasiones la enfermedad muestra inicialmente un curso común, páticas como manifestaciones neurológicas (encefalitis, ataxia, neuritis
pero después de la desaparición de la ictericia, las transaminasas braquial y síndrome de Guillain-Barré), manifestaciones hematológicas
persisten elevadas, incluso durante varios meses. Algunos casos (aplasia medular y trombocitopenia), manifestaciones musculares
presentan recurrencia de la enfermedad cuando todos los síntomas (miopatía proximal y miositis necrotizante) y manifestaciones renales
ya han desaparecido y las transaminasas se han normalizado. Por lo (nefropatía IgA y glomerulonefritis membranoprofilerativa).
común, la recidiva se manifiesta sólo por una nueva elevación de las
transaminasas, pero a veces aparece ictericia, que incluso puede ser más PRONÓSTICO
acentuada que la del episodio inicial. En la hepatitis A se calcula que El pronóstico de la hepatitis vírica suele ser bueno en la mayoría de los
las recaídas ocurren en el 5%-8% de los casos. Siempre evolucionan a casos. El criterio de curación es la normalización de las transaminasas,
la curación. En la hepatitis C, la recurrencia entraña un elevado riesgo por lo que se debe considerar que los valores altos indican actividad
de evolución a la cronicidad. de la enfermedad. En el caso de la hepatitis aguda B se requiere la
desaparición del HBsAg, y en los casos de hepatitis aguda C y E la
■ HEPATITIS GRAVE negativización del RNA-VHC y RNA-VHE, respectivamente.
Este término se aplica a los casos de hepatitis ictérica que presentan El riesgo de evolución a la cronicidad de una hepatitis aguda es distinto
manifestaciones de enfermedad grave, como ascitis o gran afección del para cada tipo etiológico. Es nulo en la hepatitis A, de alrededor del
estado general, sin llegar a reunir los criterios de hepatitis fulminante. 5% en las hepatitis B en individuos inmunocompetentes, del orden
En ocasiones, estos signos se hallan ya presentes al inicio del cuadro y del 50% al 70% en las hepatitis C y es poco frecuente pero posible en
en otros aparecen semanas más tarde. la hepatitis E en individuos inmunodeprimidos. Se conocen algunos,
El examen histológico del hígado muestra necrosis multilobulillares pero no todos, los factores que predisponen a la evolución a la croni-
o necrosis extensas que se distribuyen para formar puentes entre los cidad de la hepatitis B. Así, las hepatitis anictéricas entrañan mayor
espacios porta y las venas centrolobulillares. Algunos pacientes pro- riesgo que las ictéricas, y el estado de inmunodeficiencia inducida
gresan a una insuficiencia hepática grave y fallecen en la fase aguda por la terapéutica con glucocorticoides o quimioterapia o causada por
(hepatitis subfulminantes). Otros presentan una mejoría aparente y otra enfermedad (insuficiencia renal) o infección por el HIV favorece
evolucionan a una cirrosis hepática. En menos casos se aprecia una la transición a la cronicidad de una hepatitis B. La edad en la que se
restitución a la normalidad de las pruebas hepáticas y la histología. adquiere la infección es un determinante fundamental, como indica el
hecho de que el 90%-95% de los recién nacidos infectados por el VHB
desarrolla una infección crónica, mientras que sólo lo hace el 20% de
■ HEPATITIS FULMINANTE los niños de más edad y menos del 5% de los adultos.
Constituye la complicación más temida y más grave de la hepatitis La probabilidad de evolución a la cronicidad de la hepatitis C se ha
vírica aguda y se debe a una necrosis masiva o submasiva del parén- observado más a menudo en sujetos con hepatitis aguda asintomática
quima hepático. Su incidencia es de unos 2 casos por 1000 hepatitis y anictérica, varones, de edad avanzada y con poliformismo genético
ictéricas. Es muy infrecuente en la hepatitis A de los niños, pero ocurre en el gen IL28B (CT o TT). Sin embargo, ninguno de estos factores
algo más a menudo (1%) en las hepatitis A de los adultos, y más en la predicen de forma fiable la evolución a la cronicidad.
hepatitis B, en particular si existe una coinfección por el VHD. No se La hepatitis E es autolimitada en los sujetos inmunocompetentes, pero
han observado casos de hepatitis fulminantes causadas por VHC. En puede cursar a la cronicidad en los inmunodeprimidos, especialmente
pacientes embarazadas se han descrito casos de hepatitis fulminante en los pacientes que han sido sometidos al trasplante de un órgano
por el VHE. sólido y reciben inmunosupresión con tacrolimus.
En algunos casos, los síntomas de insuficiencia hepatocelular grave Los pacientes afectos de cirrosis hepática de cualquier etiología pre-
se manifiestan al inicio del cuadro clínico, incluso antes del estable- sentan una morbilidad y una mortalidad superiores si adquieren una
cimiento de la ictericia, pero en otros la enfermedad comienza como hepatitis aguda, especialmente por VHA y VHE.
una hepatitis común, de forma que la ictericia y las manifestaciones de
mal estado general se intensifican a los pocos días. Aparecen entonces TRATAMIENTO
vómitos, fetor y signos de encefalopatía hepática. Los exámenes bio-
lógicos muestran las alteraciones propias de la hepatitis, pero destaca No existe un tratamiento específico de las hepatitis A y E. Se recomien-
que los valores de protrombina no sobrepasen el 20%. La mortalidad da tratamiento sintomático. En los pacientes con hepatitis aguda grave
de esta complicación es superior al 70% de los casos. La muerte suele y/o de evolución fulminante independientemente del origen etiológico
deberse a hipoglucemia, insuficiencia respiratoria, insuficiencia renal es aconsejable remitirlos para su evaluación a un centro que disponga
o edema cerebral. de trasplante hepático.
Los sujetos con hepatitis B en general no requieren tratamiento; sin
MANIFESTACIONES EXTRAHEPÁTICAS embargo, los pacientes con formas graves y fulminantes pueden benefi-
ciarse de tratamiento antiviral oral. Esta recomendación está basada en
En algunos pacientes con hepatitis aguda de curso común aparecen escasos pacientes tratados con lamivudina. No obstante, el tratamiento
signos de enfermedad extrahepática asociados a la clínica propia de la recomendado debería ser entecavir o tenofovir, al igual que en los
hepatitis. Son más frecuentes en la hepatitis B, aunque su incidencia pacientes con hepatitis crónica B. La duración del tratamiento no está
está decreciendo. Estas manifestaciones pueden aparecer durante la bien establecida, aunque se considera que debería continuarse hasta
fase prodrómica o durante el período de estado como consecuencia del la seroconversión a anti-HBs en caso de negativización del HBsAg o
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Hepatitis vírica aguda Capítulo 34 301

al menos 12 meses después de las seroconversión a anti-HBe si no se hepatitis. Cuando se da un caso en una guardería infantil, es conve-
produce la eliminación del HBsAg. niente vacunar frente al VHA a los niños y al personal de la guardería
En los pacientes con hepatitis C debe considerarse el tratamiento anti- si no han sido previamente inmunizados.
viral para prevenir la elevada progresión a la cronicidad (50%-90%). En las hepatitis agudas A debe recomendarse no compartir los útiles de
La monoterapia con interferón pegilado (IFN pegilado-a2a, 180 mg/ aseo personal del paciente, como peine, cepillo de dientes, cortaúñas,
semana o IFN pegilado-a2b, 1,5 mg/kg/semana) durante 12 semanas maquinilla de afeitar y toallas, puesto que pueden constituir un vehícu-
produce tasas de curación superiores al 90% independientemente del lo de difusión parenteral inaparente de sangre contaminada. Además,
genotipo viral. La combinación de interferón pegilado y ribavirina si se considera que el VHB se ha detectado en la saliva, el semen y
no aumenta las tasas de curación y sólo debería considerase en suje- el flujo menstrual, debe recomendarse al paciente que se abstenga de
tos coinfectados por el HIV. No existen resultados con tratamientos mantener contactos que pueden facilitar la difusión del virus. La ropa
con agentes antivirales directos, pero hay estudios en curso y muy o las superficies manchadas con sangre del paciente deben ser enérgica
probablemente los resultados serán excelentes. El momento de iniciar e inmediatamente desinfectadas. Para las primeras basta la ebullición
el tratamiento no está bien establecido. Algunos estudios sugieren y para las segundas, el empleo de lejía.
determinar el RNA-VHC a las 4 semanas del diagnóstico y si este

SECCIÓN II
persiste positivo iniciar tratamiento para el VHC. Prevención de la hepatitis transmitida
En general los pacientes con hepatitis E no requieren tratamiento, por alimentos y aguas contaminadas
excepto en casos de hepatitis aguda grave en sujetos no inmunocompe-
tentes o trasplantados de órganos sólidos. En estos casos, la ribavirina La prevención de epidemias de hepatitis A y E transmitidas por el agua
es capaz de inhibir la replicación viral. La ribavirina se ha administrado exige las mismas medidas sanitarias de control de los suministros de
a dosis de entre 400 y 1000 mg diarios durante períodos variables, agua que las aplicadas para evitar la fiebre tifoidea y la gastroenteritis.
entre 10 días y 24 semanas, negativizando el RNA-VHE en todos Asimismo, debe aconsejarse la máxima higiene y vacunar frente a la
los pacientes, aunque un 20% de los casos presentan recaídas al inte- hepatitis A a los manipuladores de alimentos.
rrumpir el tratamiento. La pauta más utilizada ha sido la de 600 mg
durante 12 semanas, especialmente en pacientes con hepatitis crónicas Prevención de la hepatitis postransfusional
por VHE. Sin embargo, se requieren más estudios para definir la dosis El riesgo de hepatitis postransfusional es actualmente mínimo con los
y duración más adecuada de este fármaco. Excepcionalmente, también métodos de selección de los donantes mediante las determinaciones
se ha utilizado interferón para el tratamiento de las hepatitis crónicas de HBsAg, de anti-VHC, de DNA del VHB y de RNA del VHC.
E, siendo la tasa de curación similar a la observada con ribavirina, pero
con mayores efectos adversos. Prevención de la hepatitis por inoculación
La hospitalización raras veces es necesaria en la hepatitis vírica aguda
de curso normal. El reposo en cama está recomendado en el período La esterilización adecuada de todo instrumental que erosiona o penetra
de máxima astenia, pero luego es innecesario. en la piel o las mucosas del paciente o que ha estado en contacto con
La dieta en la hepatitis vírica ha sido objeto de una mitificación exce- sangre u otros fluidos orgánicos es esencial para eliminar la posibilidad
siva. Ni las dietas hipercalóricas ni la restricción abusiva de grasas de transmisión de la hepatitis de persona a persona. Esta consideración
están justificadas. En la fase inicial, cuando la anorexia, las náuseas debe aplicarse a todo el material médico o quirúrgico no desechable.
y los vómitos pueden plantear dificultades para la alimentación; los En la práctica se pueden considerar efectivos la ebullición durante 20
zumos de frutas azucarados y las bebidas gaseosas suelen ser mejor o 30 min, el calor seco a 160 °C durante 60 min y/o el autoclave a
tolerados que los alimentos sólidos. El mismo paciente debe regular la 150 °C durante 30 min.
composición de la dieta y evitar los alimentos que no tolere. El instrumental que pueda deteriorarse por el calor debe ser esterilizado
La abstinencia de alcohol debe recomendarse por lo menos 6 meses con óxido de etileno (5-10 g/L durante 6-10 h a 60 °C con un grado
después de la curación clínica de la enfermedad, aunque no hay demos- de humedad del 20%-30%). Si es posible, debe exigirse que el material
tración objetiva de que pequeñas cantidades ejerzan un efecto nocivo. sea de un solo uso, en particular para la administración de medicación
En la fase inicial de la enfermedad podrán administrarse hipnóticos parenteral. Debe evitarse la contaminación de los viales multidosis de
de eliminación rápida del tipo fenobarbital, en caso de insomnio heparina, utilizados en muchos hospitales, ya que son una fuente de
ocasionado por el reposo y la inactividad diurna; antieméticos del brotes epidémicos, especialmente de hepatitis aguda C.
tipo de las ortopramidas, si las náuseas y los vómitos impiden una Las actuaciones dirigidas a los usuarios de drogas por vía parenteral
alimentación oral, así como laxantes suaves (supositorios de glicerina (repartir jeringuillas, educación) son útiles para reducir la incidencia
o enemas de agua caliente), si el estreñimiento constituye un problema. de hepatitis en este grupo de población.
No es absolutamente indispensable que las mujeres que toman contra-
ceptivos orales interrumpan la medicación si adquieren una hepatitis, ■ INMUNIZACIÓN PASIVA-ACTIVA
aunque su administración implica la posibilidad de que aumente la La primera comprende el uso de preparados de gammaglobulina que
intensidad de la ictericia. contienen anticuerpos protectores contra cada agente vírico. El efecto
preventivo es de breve duración (semanas) y persiste mientras queda
PROFILAXIS una tasa adecuada de anticuerpos en la sangre.
Para la protección de las personas susceptibles de contraer una hepatitis A,
La prevención de la hepatitis vírica incluye la adopción de medidas la vacuna antihepatitis A es la mejor medida profiláctica, ya que produce
encaminadas a interrumpir la cadena de transmisión de la infección y la inmunidad duradera. La inmunoglobulina sérica de tipo IgG puede
aplicación de métodos de inmunoprofilaxis, tanto pasiva con el empleo administrarse lo más precozmente posible a los contactos domésticos de
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de gammaglobulina como activa con la administración de vacunas. los pacientes con hepatitis A, pero produce una protección transitoria
mientras que la vacunación produce inmunidad duradera. La inmuno-
■ NORMAS HIGIÉNICAS Y SANITARIAS profilaxis pasiva de la hepatitis B se efectúa con preparados de gamma-
globulina elaborados a partir del plasma de personas con títulos altos
Prevención de la hepatitis transmitida de anti-HBs (gammaglobulina antihepatitis B). Debe administrarse, en
por contacto de persona a persona situaciones de postexposición, a las personas que carecen de marcadores
Numerosos casos de hepatitis A se transmiten por vía fecal-oral, en serológicos del VHB después de inoculación parenteral accidental con
general por la introducción en la boca de los dedos o de objetos (lápi- material contaminado (personal sanitario) y a los recién nacidos de
ces, cigarrillos, vasos) contaminados con partículas fecales procedentes madres con HBsAg. La gammaglobulina debería administrarse antes
de algún individuo infectado. Esto justifica la mayor incidencia de de transcurridas 12 h del contacto. En los adultos se administra en dos
hepatitis A en los niños y, por consiguiente, la necesidad de extre- dosis de 5 mL, con un intervalo de 4 semanas, y a los recién nacidos, en
mar las medidas higiénicas entre los convivientes con pacientes con una dosis única de 0,5 mL seguida de una pauta de vacuna antihepatitis B.
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302 Sección II Enfermedades del aparato digestivo

En las situaciones de preexposición la profilaxis con gammaglobulina grupo de pacientes en quienes es conveniente administrar las vacunas
antihepatitis B es poco útil, ya que para garantizar una protección de la hepatitis A y B si carecen de anticuerpos protectores, ya que se
continuada debería administrarse sistemáticamente una dosis cada ha demostrado que una hepatitis aguda sobre una hepatitis crónica
mes, lo cual es caro, poco práctico y no está desprovisto de riesgos. comporta un elevado riesgo de causar una necrosis hepática masiva.
La gammaglobulina no es útil en la prevención de la hepatitis C, ya Los hijos recién nacidos de mujeres HBsAg deben ser protegidos con
que no se conocen anticuerpos neutralizantes frente a este virus. gammaglobulina específica y vacuna en las primeras horas de vida.
La inmunoprofilaxis activa consiste en la administración de vacuna. Existe una vacuna eficaz para prevenir la hepatitis E comercializada
En el momento actual se dispone de vacunas contra la hepatitis B en China. No existen datos sobre la utilización de gammaglobulina
obtenidas mediante técnica de ingeniería genética y de una vacuna para prevenir la hepatitis E postexposición. No se dispone todavía de
frente a la hepatitis A obtenida de virus muertos. vacunas para la prevención de la hepatitis C ni de la hepatitis delta.
La vacuna de la hepatitis A se administra de modo universal a los
niños en algunos países y comunidades autónomas. Además está
recomendada para los adultos que deban efectuar viajes internacio- BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL
nales, varones homosexuales, hemofílicos, drogadictos, personal de Aggarwal R, Hepatitis E. Historical, contemporary and future perspectives. J
guarderías infantiles y trabajadores en contacto con aguas residuales Gastroenterol Hepatol 2011;26(Suppl 1):72-82.
no depuradas. Kamar N, Bendall R, Legrand-Abravanel F, Xia NS, Ijaz S, Izopet J, et al.
La vacuna de la hepatitis B se administra de forma universal a los recién Hepatitis E. Lancet 2012;379:2477-88.
nacidos y adolescentes en caso de que no hayan sido previamente
vacunados. Además, es recomendable su administración en las personas Lavanchy D. Evolving epidemiology of Hepatitis C Virus. Clin Microbiol
Infect 2011;17:107-15.
adultas con elevado riesgo de contraer la infección. Entre ellas se inclu-
yen el personal sanitario, los pacientes en hemodiálisis periódica, los Lok AS, McMahon BJ. Chronic hepatitis B: update 2009. Hepatology
hemofílicos, los cónyuges de pacientes con infección crónica por VHB, 2009;50:661-72.
las personas de gran promiscuidad sexual y los usuarios de drogas por Webster DP, Klenerman P, Dusheiko GM, Hepatitis C. Lancet 2015;385:
vía parenteral. Los pacientes con hepatitis crónica C son también un 1124-35.

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HEPATITIS VÍRICA CRÓNICA

35
Capítulo
J. M. a Sánchez Tapias | X. Forns Bernhardt

CONCEPTO infección crónica por el virus D, poco frecuente actualmente, sólo se


produce en pacientes que también están infectados por el virus B y se
La hepatitis vírica crónica es una enfermedad inflamatoria crónica del diagnostica por la presencia de antígeno d en el tejido hepático o de
hígado causada por una infección vírica persistente. Su sustrato mor- RNA-VHD o de títulos elevados de anti-d en el suero. Se observa con
fológico se caracteriza por la asociación de fenómenos inflamatorios, preferencia, aunque no exclusivamente, en UDVP. La infección por el
necrosis celular y, en muchos casos, fibrosis. Incide en ambos sexos y virus C, que se identifica por la presencia de anticuerpos específicos y
en todos los grupos de edad, pero existen diferencias que dependen del de RNA del virus en el suero, es, con mucho, la causa más frecuente
virus responsable. La hepatitis crónica suele seguir un curso silente y de hepatitis crónica e incide especialmente en pacientes con antece-
puede autolimitarse o permanecer estable durante largo tiempo, pero dentes de posible inoculación parenteral (transfundidos, UDVP) pero
también puede progresar hacia la cirrosis y, menos frecuentemente, también es frecuente en personas sin tales antecedentes. La prevalencia
acompañarse del desarrollo de un carcinoma hepatocelular, especial- de la infección crónica por el virus de la hepatitis C en España es de
mente en presencia de cirrosis. alrededor del 2%. La hepatitis crónica por virus E es rara y se ha des-
crito en trasplantados.
ETIOLOGÍA En el diagnóstico diferencial de la hepatitis crónica vírica se deben
considerar otras enfermedades que causan inflamación hepática crónica
Es debida a alguno de los virus de la hepatitis B, C, D o, raramente, como son la hepatitis autoinmune, la enfermedad hepática alcohólica,
E. Algunos pacientes están coinfectados por más de uno de estos la esteatohepatitis no alcohólica, la enfermedad de Wilson, la hemo-
virus o por el HIV. El diagnóstico etiológico se realiza mediante la cromatosis o el déficit de a1-antitripsina.
determinación de marcadores serológicos específicos, mientras que
los datos clínicos, bioquímicos e histopatológicos suelen orientar PATOGENIA
poco al diagnóstico.
La infección crónica por el virus de la hepatitis B, que se identifica En la hepatitis crónica por virus B se cree que la actividad de la enfer-
por la positividad persistente del HBsAg en el suero, es responsable medad está en relación con el ataque inmunitario mediado, en este
de una proporción de casos que varía según el área geográfica. En la caso, por linfocitos T citotóxicos contra los hepatocitos, en cuyo
cuenca mediterránea representa menos del 10% de la totalidad de las interior se replica el virus B y en cuya membrana se expresan antígenos
hepatitis crónicas. Es más frecuente en los varones y en determinados víricos, fundamentalmente el antígeno del core. Dado que el virus B
grupos de riesgo, como los homosexuales masculinos, los usuarios de no es citopático por sí mismo, para que la enfermedad se mantenga
drogas por vía parenteral (UDVP), los hijos de madres portadoras activa parece necesaria la existencia tanto de replicación vírica como
del virus y los individuos inmunodeprimidos. También es frecuente de algún grado de respuesta inmune frente a ella. Por esta razón, la
en los inmigrantes procedentes de áreas de alta endemicidad: China, desaparición de la actividad replicativa se acompaña de la atenuación
África subsahariana y países del este de Europa, principalmente. En de la actividad inflamatoria y, por el contrario, los individuos inmu-
los pacientes con hepatitis crónica B es esencial valorar el estado nodeprimidos pueden presentar replicación vírica intensa con escasas
replicativo del virus B, investigar la presencia de formas mutantes lesiones inflamatorias. Las razones que determinan la cronificación de
y descartar la existencia de una sobreinfección por el virus D. La la infección sólo en algunas de las personas infectadas no se conocen
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Hepatitis vírica crónica Capítulo 35 303

bien; podrían consistir en defectos de la producción de interferón o de estimar más objetivamente la actividad de la enfermedad, medida por
ciertos anticuerpos neutralizantes de la capacidad infectiva del virus B. el grado, y su potencial progresión, definida por el estadio. Existen
La patogenia de las hepatitis crónicas por virus D y C no es bien cono- varios baremos para cuantificar por separado cada una de las lesiones
cida. Si bien se ha sugerido que estos virus podrían ser directamente elementales características, lo cual permite estimar la gravedad de la
citopáticos, es probable que los mecanismos inmunitarios también enfermedad, efectuar comparaciones entre pacientes y evaluar más
intervengan en la génesis de la lesión hepática. En el caso de la hepatitis objetivamente la evolución de la enfermedad o la efectividad del tra-
C el daño hepatocelular está mediado en parte por mecanismos de cito- tamiento. El más utilizado es el METAVIR.
toxicidad linfocitaria. La larga duración de la infección se cree debida
a la extraordinaria capacidad del virus C para eludir continuamente la
acción del sistema inmunitario gracias a la sucesiva aparición de muta-
CUADRO CLÍNICO Y DIAGNÓSTICO
ciones en las regiones genéticas del virus que codifican componentes DE LABORATORIO
expuestos al ataque inmunitario. Con algunas excepciones, las manifestaciones clínicas son comunes
La progresión de la fibrosis comporta el empeoramiento de la enfer- a las distintas variedades histológicas y etiológicas. La mayoría de los
medad. En muchos pacientes con hepatitis crónica existe un aumento

SECCIÓN II
pacientes con hepatitis crónica están asintomáticos y la enfermedad
de la fibrogénesis, que está en relación con una activación de las células se identifica al explorar al paciente por otro motivo, como un examen
estrelladas mediada por diversas citocinas que se producen como de salud, una donación voluntaria de sangre o alguna enfermedad
consecuencia de los fenómenos inflamatorios subyacentes. intercurrente. La elevación de las transaminasas es el dato que suele
revelar la existencia de una enfermedad hepática. En otros casos, el
ANATOMÍA PATOLÓGICA diagnóstico se establece al comprobar la persistencia de elevación de
las transaminasas tras un episodio de hepatitis aguda aparentemente
La principal utilidad clínica de la biopsia hepática es informar sobre el resuelto. Algunos pacientes acuden al médico debido a la presencia
grado de actividad necroinflamatoria, la extensión de la fibrosis hepá- de astenia, dolorimiento en el hipocondrio derecho u otras molestias
tica y la presencia de otras lesiones como esteatosis o depósito férrico. poco específicas. Solamente en los casos más graves o más avanzados
Los cambios histológicos afectan a los espacios porta, a los lobulillos y a existen manifestaciones propias de enfermedad hepática, como ictericia
la separación entre ambos o región periportal. La arquitectura hepática o ascitis. Algunos pacientes presentan manifestaciones extrahepáticas,
puede estar conservada o presentar alteraciones. La distribución de como artralgias, fiebre, lesiones cutáneas, tiroiditis, enfermedad renal
las lesiones puede no ser homogénea por todo el hígado, por lo que o fibrosis pulmonar.
es posible que una biopsia hepática proporcione información errónea La exploración física suele ser normal, aunque puede hallarse una
(error de muestra). hepatomegalia moderada, en particular en estadios avanzados y de
Los cambios portales consisten en un aumento del tamaño y del evolución cirrógena, en los que se pueden observar estigmas cutáneos
contenido celular de los espacios porta, que presentan un infiltrado de hepatopatía crónica. En unos pocos pacientes con infección crónica
inflamatorio constituido por células mononucleadas. En la hepatitis por el virus B se asocian diversas alteraciones producidas por el depósi-
C se pueden observar cúmulos de linfocitos con aspecto de folículos to de inmunocomplejos HBsAg/anti-HBs sobre estructuras vasculares,
linfoides o cambios displásicos del epitelio de los conductos biliares. como la membrana basal del glomérulo renal o la pared de arterias de
Los espacios porta pueden presentar fibrosis, cuya intensidad es muy pequeño y mediano calibre, que ocasiona la aparición de glomerulone-
variable; en algunos casos está ausente, mientras que en otros consiste fritis o de poliarteritis nudosa, respectivamente. La infección crónica
en un depósito de fibras colágenas que se expanden hacia el interior por el virus C es la causa más frecuente de crioglobulinemia mixta,
del lobulillo y pueden alcanzar los espacios porta vecinos o la vena antes denominada esencial, pero, aunque la crioglobulinemia es fre-
centrolobulillar, para formar puentes fibrosos. Los puentes de fibrosis cuente en la hepatitis crónica C, son relativamente pocos los pacientes
distorsionan la arquitectura del hígado, indican un estadio avanzado que desarrollan las manifestaciones clínicas asociadas a la misma.
de la enfermedad y preceden al establecimiento de la cirrosis. En los exámenes de laboratorio, la alteración más constante es la
En el lobulillo existen cambios de los hepatocitos en forma de degene- elevación de las transaminasas, que habitualmente es moderada y pocas
ración eosinófila y de esteatosis, pero el más característico es la necrosis veces supera en 8-10 veces los valores normales. Tal elevación suele
hepatocelular. Esta puede ser por apoptosis o mediada por linfocitos, fluctuar a lo largo de la enfermedad; por lo general suele ser más acu-
que aparecen en íntimo contacto con los hepatocitos necróticos. La sada en las formas más graves, pero existe gran variabilidad individual,
necrosis puede afectar a pequeños grupos de hepatocitos diseminados lo cual impide valorar la gravedad en función de este dato analítico.
por el parénquima (necrosis focal) o a zonas más amplias, en forma El cociente ASAT/ALAT es habitualmente inferior a 1, a diferencia
de necrosis confluente, que pueden extenderse por lobulillos enteros de la hepatitis alcohólica. Las demás pruebas hepáticas por lo común
(necrosis multilobulillar). Frecuentemente, en particular en la hepatitis son normales, con excepción de la gammaglutamil-transpeptidasa y
C, se observa un aumento del número de células mononucleadas de la gammaglobulina, que están elevadas en algunos pacientes. La
en la luz del sinusoide. En la hepatitis B, el citoplasma de algunos bilirrubina es normal o está ligeramente elevada y en algunas hepatitis
hepatocitos puede presentar un aspecto deslustrado, como de vidrio leves existe una elevación moderada de su fracción no conjugada. El
esmerilado, debido al depósito de HBsAg. Las tinciones inmunohis- hemograma es normal, pero algunos pacientes con estadios avanzados
toquímicas pueden detectar antígeno del core del virus B, que indica y más frecuentemente en la hepatitis C presentan trombocitopenia,
actividad replicativa de este agente, o bien del antígeno, que revela cuya naturaleza no está perfectamente establecida. Su presencia puede
infección por el virus D. Las técnicas de estudio del virus C en el tejido sugerir la existencia de cirrosis. Un 20% de los pacientes con hepatitis
hepático son difíciles y no se utilizan en la práctica clínica. crónica vírica presentan autoanticuerpos, habitualmente a título más
El contorno del espacio porta aparece nítido en muchos casos, pero modesto que el que se observa en las hepatitis autoinmunes.
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también es muy frecuente que en la región periportal aparezcan fenó- La determinación en el suero del HBsAg y de los anticuerpos anti-
menos inflamatorios y de necrosis hepatocelular, conocidos como VHC y anti-VHD es esencial para efectuar el diagnóstico etiológico.
necrosis erosiva marginal o necrosis parcelar periférica, muy caracterís- La determinación del anticuerpo contra el antígeno del core del virus B
ticos de la hepatitis crónica. Puede afectar a sectores más o menos (anti-HBc) posee escaso valor diagnóstico. En los pacientes menores de
amplios del margen portal y penetrar más o menos profundamente 40 años se debe excluir la enfermedad de Wilson mediante el estudio
en el lobulillo e indica actividad de la enfermedad. En ocasiones, la del metabolismo del cobre. La determinación de la ferritina plasmática
necrosis erosiva marginal se extiende hasta la vena central o hasta posee poca utilidad clínica.
los espacios porta contiguos, en forma de puentes de necrosis, que En los pacientes con hepatitis crónica por virus B es importante
confieren un peor pronóstico. La clasificación actual de la hepatitis examinar el sistema antigénico HBe mediante la determinación del
crónica tiene en cuenta la intensidad de la actividad necroinflamatoria HBeAg y de su anticuerpo, anti-HBe, ya que las formas con HBeAg
(o grado) y la localización y extensión de la fibrosis (o estadio). Ambos positivo o negativo tienen un comportamiento evolutivo diferente y su
conceptos pueden ser evaluados semicuantitativamente, lo que permite tratamiento puede ser distinto. También es imprescindible cuantificar
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304 Sección II Enfermedades del aparato digestivo

la actividad replicativa del virus mediante la determinación de la de unos pacientes a otros. A grandes rasgos se pueden distinguir tres
concentración de DNA-VHB en el suero, para lo que se dispone de períodos sucesivos en la evolución de la infección crónica por el virus
diversas técnicas, muy sensibles y precisas, basadas en procedimientos B. El primer período, denominado de inmunotolerancia, se caracteriza
de biología molecular. También es posible cuantificar el HBsAg en por la existencia de escasa reactividad del sistema inmune contra la
el suero, identificar el genotipo del virus B y detectar la presencia de infección, lo que permite que el virus se replique muy activamente,
ciertas mutaciones en el genoma del virus, pero la utilidad en la clínica por lo que los niveles de DNA-VHB en el suero están muy elevados.
de estas determinaciones es menor Al propio tiempo las transaminasas son normales o casi normales y
En los pacientes con anti-VHC positivo se debe confirmar la presencia el hígado presenta pocas lesiones. Típicamente el HBeAg es positi-
de viremia y cuantificarla mediante la determinación del RNA-VHC vo en el suero. Este período, cuya duración es sumamente variable,
en el suero, así como identificar el genotipo del virus responsable. va seguido por una fase en la que se produce una activación de la
En España, el genotipo 1 es el más prevalente (70%), seguido de los inmunidad frente al virus B que conduce al período denominado de
genotipos 3, 4, y 2. El nivel de la viremia y el genotipo del virus no inmunoeliminación, en el que aparecen lesiones necroinflamatorias
se relacionan estrechamente con la gravedad de la enfermedad ni con en el hígado, ascienden las transaminasas y descienden los niveles de
su evolución natural, pero la determinación de estos marcadores es DNA-VHB en el suero.
imprescindible para decidir y guiar el tratamiento. Recientemente se En la mayoría de las ocasiones, la actividad inmunitaria frente al virus
ha descrito que ciertos polimorfismos genéticos en la región IL28B B es eficaz y consigue controlar la replicación del virus, en cuyo caso los
del cromosoma 19, próxima al gen que codifica el interferón l-3, niveles de DNA-VHB descienden a niveles muy bajos o indetectables,
se asocian con la respuesta al tratamiento con interferón pegilado y las transaminasas se normalizan y el HBeAg desaparece para dejar paso
ribavirina en pacientes infectados por el genotipo 1 del virus C. La a la positividad de anti-HBe. Este proceso, denominado seroconversión
determinación del genotipo IL28B fue útil para adoptar decisiones HBe, es un hito importante en la historia natural de la infección,
acerca de tratamientos basados en interferón, pero su utilidad con que conduce al estado de portador inactivo del VHB, anteriormente
respecto al tratamiento con los nuevos fármacos con acción antiviral denominado portador sano, caracterizado por la normalidad de las
directa es mucho menor. transaminasas, los niveles muy bajos de DNA-VHB en el suero y
Entre los exámenes instrumentales, las técnicas de imagen como la eco- la positividad de anti-HBe, con HBsAg positivo y en ausencia de
grafía, la TC o la RM no aportan datos significativos para el diagnós- lesiones hepáticas significativas. La tasa anual de seroconversión HBe
tico o para evaluar la gravedad de la hepatitis crónica, pero pueden espontánea es del 1%-20%. Es mayor en los niños y adolescentes y más
ayudar a excluir otras enfermedades o sugerir la presencia de cirrosis. rara en los homosexuales masculinos e inmunodeprimidos. El estado
En los pacientes con hepatitis crónica y fibrosis hepática avanzada, de portador inactivo del VHB obedece a la existencia de una mínima
particularmente si han alcanzado el estadio de cirrosis, es esencial actividad replicativa del virus, se mantiene habitualmente durante
practicar ecografías semestralmente a fin de identificar precozmente muchos años y tiene un buen pronóstico. No obstante, los pacientes
el desarrollo de un carcinoma hepatocelular. deben ser controlados porque la infección puede reactivarse en algunos
Existen varios procedimientos no invasivos para evaluar la gravedad de casos. Es raro que la hepatitis B se reactive espontáneamente pero,
la fibrosis hepática. El más utilizado, la elastometría hepática, se basa en por el contrario, la reactivación es frecuente en portadores inactivos
la medida de la elasticidad del tejido hepático mediante ultrasonidos. que reciben tratamientos inmunodepresores por enfermedades neo-
La elasticidad hepática guarda relación con la intensidad de la fibrosis plásicas, hematológicas o de otra naturaleza, especialmente si dichos
hepática, de forma que en los pacientes con fibrosis avanzada o con tratamientos incluyen glucocorticoides o rituximab. En una pequeña
cirrosis el hígado es más rígido que en los pacientes con fibrosis leve proporción de los portadores inactivos se llega a negativizar el HBsAg y
o ausente. La elastometría proporciona información generalmente aparecen anticuerpos anti-HBs. En el suero y/o en el hígado de algunas
fiable para valorar el estadio evolutivo de la enfermedad, aunque personas con HBsAg negativo es posible detectar pequeñas cantidades
algunos factores como la inflamación hepática intensa, la colestasis, de DNA-VHB, situación que se denomina infección oculta por virus
la congestión pasiva o la obesidad pueden dificultar la interpretación B, cuya trascendencia clínica no es bien conocida, aunque parece
de los resultados. Su realización es muy simple e inocua y su costo es escasa. La infección oculta puede convertirse en una infección activa,
bajo, por lo que puede repetirse cuantas veces se considere necesario a veces grave, si el sujeto recibe tratamientos inmunodepresores pero
para valorar la evolución de la enfermedad y, posiblemente, también este problema es menos frecuente que la reactivación de la hepatitis B
la efectividad a largo plazo del tratamiento. en los portadores inactivos descrita anteriormente.
Para estimar la gravedad de la fibrosis hepática se han descrito otros En una proporción significativa de casos la actividad del sistema inmu-
procedimientos no invasivos basados en fórmulas matemáticas sim- ne es lo suficientemente intensa para ocasionar lesiones hepáticas, pero
ples que incluyen datos clínicos o analíticos de fácil obtención y son no es capaz de controlar adecuadamente la replicación del virus, por lo
útiles sobre todo para detectar, con fiabilidad razonable, la presencia que la enfermedad se mantiene activa mucho tiempo. Estos pacientes
de cirrosis o para descartar la existencia de fibrosis significativa. Estos presentan transaminasas elevadas de forma persistente o intermitente,
procedimientos, al igual que la elastometría, están mejor validados positividad continuada de HBeAg y niveles de viremia moderados o
en la hepatitis C. francamente altos y en su hígado existen lesiones necroinflamatorias y
La biopsia hepática fue útil en el pasado para confirmar el diagnóstico fibrosis activas, por lo que están en riesgo de que la enfermedad empeo-
y para valorar la intensidad de los cambios inflamatorios y la exten- re y alcance el estadio de cirrosis. Si esta situación se mantiene existe
sión de la fibrosis. Sin embargo, por ser un procedimiento caro y no un alto riesgo de que aparezcan manifestaciones graves de enfermedad
exento de riesgos su realización no es necesaria habitualmente, aunque hepática que pueden conducir a la muerte a corto plazo.
puede tener interés en algunos casos, especialmente en pacientes con En algunos pacientes con infección crónica por el virus B, la actividad
hepatitis crónica por virus B o cuando se sospeche la coexistencia de inflamatoria persiste en ausencia de positividad del HBeAg. Este
algún proceso distinto como la enfermedad hepática alcohólica, la fenómeno puede explicarse por la existencia de una sobreinfección
esteatohepatitis no alcohólica o la hepatitis autoinmune, entre otros. por virus D o por virus C, pero la mayoría de las veces se debe a la
presencia de infección por formas mutantes del virus B, denominadas
PRONÓSTICO HBe-menos, que presentan ciertas mutaciones del genoma vírico que
impiden la producción de HBeAg por los hepatocitos infectados. La
La evolución de la hepatitis crónica vírica es distinta según cuál sea
hepatitis crónica B con HBeAg negativo es muy frecuente en el área
el virus responsable.
mediterránea y en Oriente y constituye actualmente la forma más
común de hepatitis crónica B en nuestro medio. Por el contrario,
■ HEPATITIS CRÓNICA B es menos frecuente en países anglosajones y en Sudamérica. Estas
La hepatitis crónica por virus B es una enfermedad muy heterogénea diferencias están relacionadas con la distinta distribución geográfica de
debido a que a lo largo de su evolución ocurren importantes cambios, los genotipos del virus B, algunos de los cuales permiten la aparición
cuya aparición, intensidad y consecuencias difieren considerablemente de formas mutantes HBe-menos.
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Hepatitis vírica crónica Capítulo 35 305

A diferencia de la hepatitis B con HBeAg positivo, la hepatitis crónica B fármacos. Aunque se han producido avances muy importantes, el
con anti-HBe positivo incide en sujetos de mayor edad y presenta escasa tratamiento de esta enfermedad, y particularmente el de la hepatitis
tendencia a remitir espontáneamente por completo. Cursa a menudo con C, aún es objeto de intensa investigación.
brotes repetidos de reactivación, con picos de transaminasas y concen- Dado que la hepatitis crónica es una enfermedad heterogénea, es
traciones elevadas de DNA vírico en el suero, intercalados con períodos de necesaria una valoración cuidadosa de cada paciente antes de decidir
remisión. La evolución de esta forma de hepatitis crónica suele ser menos el tratamiento. No obstante, una serie de normas son comunes a todos
favorable que la de la hepatitis crónica B con HBeAg positivo, por lo que los enfermos, que deben ser estimulados a desarrollar una actividad lo
la presencia de fibrosis hepática avanzada o de cirrosis en el momento más normal posible, con una alimentación amplia y variada, si bien
del diagnóstico es frecuente en estos pacientes. Esto es así porque la es necesario evitar el consumo excesivo de alcohol. En los pacientes
aparición de mutaciones HBe-menos es un fenómeno relativamente obesos con hepatitis C la pérdida de peso puede aportar beneficios.
tardío de la historia natural de la infección crónica por el virus B. No obs-
tante, muchos pacientes con hepatitis crónica HBeAg negativo presentan ■ HEPATITIS CRÓNICA POR VIRUS B
una evolución relativamente benigna a lo largo de los años, con niveles
modestos de replicación viral, escasa actividad inflamatoria y escasa El principal objetivo del tratamiento de la hepatitis crónica B es con-

SECCIÓN II
empeoramiento de la fibrosis hepática. Su distinción de los verdaderos trolar la replicación del virus, lo cual determina el cese de la actividad
portadores inactivos del virus B puede ser difícil y requiere el seguimiento inflamatoria, la detención de la progresión de la enfermedad y la
cuidados del paciente durante un tiempo prolongado. regresión más o menos completa de las lesiones hepáticas. El objetivo
ideal, la erradicación completa de la infección, rara vez se alcanza por-
que el virus B posee mecanismos de latencia (formación de moléculas
■ HEPATITIS CRÓNICA D
de DNAccc [circular covalente cerrado] en las células infectadas) que
Casi siempre ocurre tras la sobreinfección por el virus D de un por- escapan a la acción de los fármacos disponibles actualmente. Está
tador crónico del virus B. Se manifiesta por un episodio de hepatitis autorizado el empleo de dos tipos de fármacos: el interferón a (pegi-
aguda, que puede ser grave o fulminante, y da paso a una hepati- lado o no) y algunos análogos de nucleósidos (lamivudina, entecavir,
tis crónica con mayor actividad que la existente previamente. Aunque telbivudina) o de nucleótidos (adefovir y tenofovir), aunque otros
la hepatitis crónica delta cursa con pocas manifestaciones clínicas, su fármacos están en estudio. En pacientes con hepatitis B, el interferón
remisión espontánea es poco frecuente. El desarrollo de cirrosis es más a estimula la actividad del sistema inmunitario contra los hepatocitos
común y más precoz que en la hepatitis crónica B, pero también es infectados y, además, posee acción antiviral. Debido a que ocasiona
frecuente que los pacientes permanezcan asintomáticos muchos años. numerosos efectos adversos, la mayoría de los pacientes no lo toleran
bien, por lo que el tratamiento con interferón debe tener una dura-
■ HEPATITIS CRÓNICA C ción limitada. Los análogos de nucleósidos o de nucleótidos actúan
directamente contra el virus y bloquean la síntesis de su cadena de
La evolución de las hepatitis crónicas por virus C es variable. Cursa
DNA, lo que reduce sustancialmente la replicación viral. Se adminis-
también con escasas manifestaciones clínicas, pero las transaminasas
tran por vía oral en una sola toma diaria y su tolerancia es excelente,
se mantienen elevadas durante largo tiempo y, en algunos pacientes,
lo que permite prolongar el tratamiento durante mucho tiempo. Sin
presentan valores fluctuantes e incluso largos períodos de normalidad.
embargo la prolongación del tratamiento puede inducir la aparición
Las hepatitis crónicas C aparentan ser benignas porque los pacientes
de mutaciones en el genoma viral que confieren resistencia al fármaco,
se mantienen asintomáticos o con síntomas mínimos e inespecíficos
hecho que comporta la pérdida de los beneficios del tratamiento. El
durante mucho tiempo. Sin embargo, en un número de enfermos no
riesgo de resistencia es alto frente a lamivudina, intermedio frente a
bien determinado, aunque probablemente no inferior a un tercio de
adefovir o telbivudina, muy bajo frente a entecavir y no se ha descrito
los casos, se comprueba el desarrollo de una cirrosis hepática al cabo
frente a tenofovir. Entecavir y tenofovir posen además mayor potencia
de muchos años, probablemente más de 20. Los enfermos con cirrosis ya
antiviral, por lo que actualmente se les considera como los fármacos
establecida pueden permanecer asintomáticos durante mucho tiempo,
de primera elección para el tratamiento de la hepatitis B.
pero también es posible que presenten manifestaciones de descompen-
El tratamiento de la hepatitis B adolece de inconvenientes, pero su
sación por el desarrollo de hipertensión portal. También es posible que
utilización adecuada permite resolver situaciones graves y mejorar
en estos pacientes aparezca un cáncer primitivo de hígado, por lo que de-
la evolución de los pacientes menos graves. Su eficacia es escasa en
ben ser controlados periódicamente mediante ecografía. A lo largo
pacientes con tolerancia inmunológica a la infección, no está indicado
de tan prolongada evolución se detecta habitualmente la presencia en el
en los portadores inactivos bien documentados y es cuestionable en
suero de RNA específico del virus C, como expresión de la replicación
pacientes con hepatitis leve y estable. Es algo distinto según el estado
continuada del virus en el hígado, pero la concentración de RNA-VHC
del sistema antigénico HBe.
sérico no guarda relación con la gravedad de la enfermedad hepática.
En la hepatitis crónica C, la actividad replicativa del virus se mantiene
relativamente constante durante muchos años, sin presentar las grandes Hepatitis crónica con HBeAg positivo
fluctuaciones que a menudo ocurren en la hepatitis B. No se conoce En la hepatitis crónica con HBeAg positivo el interferón a acelera la
perfectamente por qué razones la evolución a largo plazo es más des- seroconversión a anti-HBe y la transición al estado de portador inac-
favorable en unos pacientes que en otros, pero se han identificado tivo y, a largo plazo, aumenta modestamente la tasa de negativización
diversos factores que se asocian a una progresión más rápida de la del HBsAg. El tratamiento consiste en la administración semanal
fibrosis hepática. Entre ellos se encuentran el consumo de alcohol, de interferón a pegilado durante 48 semanas. Aproximadamente
incluso en cantidades no excesivas, la adquisición de la infección a una el 30% de los pacientes con hepatitis crónica HBeAg positivo res-
edad avanzada, la coinfección con el HIV, factores raciales (la hepatitis ponden satisfactoriamente al interferón y la buena respuesta se observa
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C evoluciona peor en afroamericanos e hispanos que en caucásicos), preferentemente en los pacientes con transaminasas más elevadas y
el exceso de peso y la resistencia a la insulina. El genotipo del virus niveles relativamente bajos de replicación del virus o con infección por
no es un determinante esencial de la evolución de la hepatitis crónica genotipo A o B, mientras que los pacientes en fase de inmunotolerancia
C, aunque algún estudio sugiere un empeoramiento más rápido de la rara vez responden al tratamiento. En los pacientes con cirrosis debe
fibrosis en pacientes infectados por el genotipo 3. usarse con mucha precaución y está contraindicado en la cirrosis des-
compensada.
Los análogos de nucleósidos o de nucleótidos son bien tolerados e
TRATAMIENTO inducen un descenso de la replicación viral, tanto más marcado y
rápido cuanto mayor es la potencia antiviral de cada fármaco. No
■ MEDIDAS GENERALES obstante, la tasa de negativización del HBeAg conseguida tras 1 año
El tratamiento de la hepatitis vírica crónica está experimentando de tratamiento con cualquiera de ellos es bastante similar, de alrededor
profundos cambios como consecuencia de la disponibilidad de nuevos del 20%. Los pacientes con transaminasas más elevadas tienen más
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306 Sección II Enfermedades del aparato digestivo

posibilidades de responder favorablemente. La excelente tolerancia de áreas de alta endemicidad. Los controles periódicos mediante eco-
permite prolongar el tratamiento durante años, lo que incrementa la grafía abdominal permiten detectar precozmente la presencia de tumor
posibilidad de seroconversión HBe, pero esta estrategia tiene el riesgo y deben efectuarse rigurosamente en todos los pacientes en riesgo.
de que el virus desarrolle resistencia al fármaco por lo que únicamente
debe contemplarse si se utilizan fármacos con bajo riesgo de resistencia
(tenofovir, entecavir). El tratamiento debe mantenerse al menos 6 ■ HEPATITIS CRÓNICA POR VIRUS D
meses una vez se ha documentado la seroconversión a anti-HBe, hecho No existe ningún tratamiento satisfactorio en esta situación. El inter-
que suele ir acompañado de una remisión duradera de la enfermedad. ferón, administrado durante 1 año o 2, sólo es eficaz en una minoría
Pueden ocurrir reactivaciones tardías, por lo que es preciso prolongar el de pacientes. Los análogos de nucleósidos o nucleótidos activos frente
control de forma indefinida o hasta que se produzca la seroconversión al virus B no son útiles, puesto que la replicación del virus B ya está
HBs, que es poco frecuente. reprimida en la mayoría de los pacientes con sobreinfección por virus D.

Hepatitis crónica con HBeAg negativo ■ HEPATITIS CRÓNICA POR VIRUS C


La actividad replicativa del virus B es generalmente menor en estos La hepatitis crónica C es un problema con importantes implicaciones
pacientes que en los pacientes con HBeAg positivo. No obstante, el sanitarias por su elevada prevalencia y, a menudo, por sus graves conse-
tratamiento de la hepatitis crónica con HBeAg negativo es difícil, cuencias. Su tratamiento ha sido, y es, objeto de intensa investigación
principalmente por su marcada tendencia a recidivar si se interrumpe porque los fármacos utilizados hasta ahora ofrecían resultados poco
la terapia antiviral. satisfactorios ya que su eficacia era relativamente baja y sus efectos
La tasa de respuesta bioquímica y virológica al interferón a admi- adversos muy frecuentes, hecho que condicionaba una baja aplicabi-
nistrado durante 1 año es muy elevada y está especialmente bien lidad, particularmente en los pacientes con enfermedad más avanzada
documentada con el interferón pegilado. Sin embargo, la recaída al y más necesitados de tratamiento. Por el contrario, muy recientemente
suspender el tratamiento es muy frecuente y sólo una minoría de los se han introducido una serie de nuevos fármacos que, utilizados en
pacientes tratados mantienen una remisión duradera. No se dispone de diversas combinaciones, inhiben rápida, profunda y definitivamente
datos que permitan identificar a los pacientes que podrían mantenerse la replicación del virus C. En general, la tolerancia a estos fármacos
en remisión tras un tratamiento de duración limitada. Además, el es excelente, lo que permite aplicarlos incluso a pacientes intratables
tratamiento con interferón generalmente no es bien tolerado. en épocas recientes. Desafortunadamente, su elevado costo obliga a
El tratamiento con análogos de nucleósidos o nucleótidos es bien establecer prioridades para su empleo.
tolerado y la mayoría de los pacientes responden favorablemente, A diferencia de la hepatitis B, la infección por virus C puede ser erradi-
con descenso del DNA-VHB a niveles indetectables o muy bajos, cada definitivamente. La supresión de la infección comporta notables
normalización de las transaminasas y mejoría histológica. Sin embargo, beneficios clínicos que están particularmente bien documentados en
los beneficios se mantienen pocas veces si se interrumpe la adminis- pacientes con cirrosis pero que también son evidentes en pacientes
tración del fármaco. De hecho, la duración óptima del tratamiento no con hepatitis crónica menos avanzada. La efectividad del tratamiento
ha sido establecida y es posible que el fármaco deba ser administrado se evalúa por la respuesta virológica, basada en la medición en el
durante un tiempo indefinido una vez iniciado el tratamiento. La suero del RNA vírico mediante técnicas muy sensibles de biología
prolongación del tratamiento puede comportar problemas de resis- molecular. La respuesta virológica sostenida se define por la ausencia
tencia, que dificultan el manejo del paciente e incrementan el costo de RNA-VHC detectable en el suero a las 12 semanas de haber con-
del tratamiento. Estas dificultades pueden minimizarse si se emplean cluido el tratamiento y, en términos prácticos, equivale a la curación
fármacos con bajo riesgo de resistencia. Por otra parte, no se dispone de la infección. En pocos pacientes, el tratamiento no consigue que
de datos acerca de la seguridad de estos fármacos a largo plazo. Por el RNA-VHC se negativice (pacientes no respondedores) y en otros
todo ello parece razonable iniciar el tratamiento únicamente en aque- casos el RNA-VHC se hace indetectable mientras el paciente recibe
llos pacientes que presenten enfermedad avanzada o moderadamente tratamiento pero reaparece inmediatamente después de interrumpirlo
avanzada según criterios clínicos, virológicos e histológicos. En los (pacientes con recaída). En raras ocasiones, el RNA-VHC reaparece
pacientes con hepatitis leve la indicación del tratamiento es menos en el suero durante el tratamiento (breakthrough). Con los nuevos
clara, pero estos pacientes deben ser controlados estrechamente. fármacos, estas respuestas desfavorables son poco frecuentes.

Pacientes con cirrosis por virus B Interferón a pegilado y ribavirina


Los pacientes con cirrosis por virus B están en riesgo de presentar com- El tratamiento de la hepatitis crónica C se basó durante muchos
plicaciones, particularmente si aún presentan evidencias de replicación años en la administración de interferón a pegilado y ribavirina. El
activa del virus y más aún si presentan signos clínicos de descom- interferón pegilado es una formulación farmacéutica que retrasa la
pensación. En estos pacientes el interferón, por su acción inmunoes- eliminación del fármaco y permite que el interferón administrado
timulante, puede incrementar la necrosis de hepatocitos infectados y se mantenga a un nivel adecuado con una sola inyección subcutánea
empeorar la evolución, por lo que en general no se aconseja su uso y semanal. El interferón tiene un efecto antiviral indirecto mediado
está contraindicado en pacientes clínicamente descompensados. Por por la estimulación de varios genes intracelulares que interfieren en el
el contrario, el tratamiento con análogos es eficaz para prevenir la ciclo biológico del virus C. Sus efectos adversos son muy numerosos
aparición de complicaciones en pacientes compensados y mejorar la fun- y frecuentes.
ción hepática y el pronóstico en los descompensados. Se ha descrito La ribavirina es un análogo de los nucleósidos con actividad frente
la regresión de la cirrosis en una elevada proporción de pacientes a diversos virus, aunque en el caso de la hepatitis C se cree que su
con cirrosis compensada tratados con análogos durante varios años, eficacia terapéutica está en relación más bien con sus propiedades
y algunos estudios sugieren que el uso de estos fármacos puede dis- inmunomoduladoras (estimula la respuesta Th1), aunque también
minuir la incidencia de carcinoma hepatocelular. El buen control de la ejerce una cierta actividad directa frente al virus C. Se administra por
replicación del virus B con estos fármacos minimiza la recurrencia de vía oral, a dosis de 800 a 1400 mg al día, según el peso del paciente,
la infección tras el trasplante hepático, circunstancia con consecuencias Con frecuencia ocasiona hemólisis que puede dar lugar a anemia, de
catastróficas hace unos pocos años. gravedad variable, que puede dificultar el empleo del fármaco.
Los pacientes con infección crónica por virus B están en riesgo de desa- El tratamiento con interferón pegilado y ribavirina lograba la curación de
rrollar un carcinoma hepatocelular. El riesgo es especialmente elevado la infección en alrededor del 50% de los pacientes tratados. Los pacientes
en pacientes con cirrosis, incluso si la actividad de la enfermedad está con genotipo 2 y 3 respondían más frecuentemente que los infectados con
controlada. En los pacientes no cirróticos el riesgo es menor pero no genotipo 1 o 4. La tasa de curación guardaba una relación inversa con la
despreciable, sobre todo en varones, si existen antecedentes familiares o gravedad de la fibrosis hepática y era muy baja en pacientes con cirrosis,
si la infección es de larga duración, así como en pacientes procedentes es decir, el tratamiento era mucho menos eficaz en los pacientes que
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Hepatitis vírica crónica Capítulo 35 307

más lo necesitaban. Este tratamiento debía ser administrado durante un Estos fármacos se administran por vía oral y generalmente son muy
tiempo prolongado, entre 24 y 72 semanas, dependiendo del genotipo bien tolerados. Ninguno de ellos puede ser utilizado en forma de
del virus y de la respuesta virológica inicial. La combinación de interferón monoterapia, que facilitaría la aparición de mutantes resistentes, sino
y ribavirina tenía diversas contraindicaciones que no permitían iniciar que deben ser administrados en forma de combinaciones dobles o
el tratamiento en muchos casos y sus efectos adversos hacían del mismo triples que bloquean la replicación del virus al incidir simultánea-
un proceso difícil de soportar y a menudo obligaban a suspenderlo. Las mente en distintos puntos de su ciclo biológico. También pueden ser
combinaciones de nuevos fármacos con acción antiviral directa han administrados en combinación con interferón pegilado y ribavirina.
conducido al abandono del tratamiento clásico con interferón y ribavirina La tabla 35-1 resume las principales combinaciones de fármacos que
en los países en que aquellos están disponibles. pueden ser utilizadas actualmente en el tratamiento de la hepatitis C.
La elección de una u otra depende sobre todo del genotipo del virus C
Fármacos con acción antiviral directa y, en el caso del genotipo 1, también del subtipo 1a o 1b. Asimismo,
Gracias a los avances en el conocimiento del ciclo biológico del virus son importantes otros factores como la posibilidad de que el paciente
C y a la disponibilidad de técnicas para estudiarlo in vitro (replicones, pueda recibir (y esté dispuesto) interferón o no, como la disponibilidad
de fármacos, así como los condicionantes económicos, ya que el costo

SECCIÓN II
cultivos celulares) ha sido posible identificar muchas moléculas capaces
de inhibir selectivamente distintas funciones del genoma del virus C de una u otra combinación puede variar significativamente. Existe, por
que son esenciales para su replicación. Algunas de estas moléculas son tanto, un amplio abanico de posibilidades terapéuticas que permite
apropiadas para el uso clínico. El cuadro 35-1 muestra los fármacos con elegir la que mejor convenga a las circunstancias de cada paciente.
acción antiviral directa contra el virus C que ya han sido autorizados o En comparación con los antiguos tratamientos con interferón y riba-
que lo serán próximamente, clasificados según su mecanismo de acción. virina, los tratamientos basados en el empleo de los nuevos agentes
antivirales directos, especialmente si se utilizan en combinaciones
libres de interferón, ofrecen un gran número de ventajas. La más
Cuadro 35-1 Fármacos con acción antiviral directa disponibles notable es que las tasas de curación de la infección se aproximan o
para el tratamiento de la hepatitis C alcanzan el 100%, aunque son algo menores en los pacientes con
cirrosis. La tolerancia al tratamiento es excelente, lo que permite
INHIBIDORES DE LA PROTEASA
tratar a cualquier tipo de paciente. Su administración es simple y la
Boceprevir duración del tratamiento es corta, lo que facilita el cumplimiento
Telaprevir terapéutico. Aunque la información disponible es reducida, parece
Simeprevir que estas ventajas también alcanzan a los pacientes con cirrosis des-
Paritaprevir compensada, si bien el beneficio de la erradicación de la infección en
Asunaprevir* pacientes descompensados, si no va seguida de un trasplante hepático,
Grazoprevir* es todavía poco conocida (los primeros estudios indican que en una
proporción importante de pacientes mejoran la función hepática con
INHIBIDORES DE NS5A la erradicación del virus). El elevado precio constituye actualmente el
Daclatasvir principal inconveniente de estos medicamentos.
Ledipasvir Los fármacos con acción antiviral directa pueden interactuar en mayor
Ombitasvir o menor medida con numerosos medicamentos, a menudo de uso
Elbasvir*
común, así como con algunos derivados herbáceos. Antes de iniciar
Velpatasvir*
el tratamiento, es necesario revisar el historial terapéutico del pacien-
INHIBIDORES DE LA POLIMERASA te para identificar posibles interacciones que puedan obligar a usar
Nucleósidos algunos medicamentos con precaución, a modificar su dosificación o
Sofosbuvir incluso a evitar su empleo.
El tratamiento puede efectuarse utilizando alguno de los agentes con
No nucleósidos acción antiviral directa en combinación con interferón pegilado y
Dasabuvir ribavirina o bien de forma exclusivamente oral mediante la combi-
Beclabuvir* nación de dos o tres de ellos junto con ribavirina o sin ella. En la
*No autorizados todavía para su utilización crónica.
tabla 35-1 se resumen las principales características de las diferentes
pautas terapéuticas disponibles.

Tabla 35-1 Principales características de los regímenes terapéuticos con agentes de acción directa contra el virus de la hepatitis C
TASA DE RVS (%)
APLICABILIDAD SEGÚN DURACIÓN DEL TRATAMIENTO
RÉGIMEN TERAPÉUTICO EL GENOTIPO VIRAL (SEMANAS) NO CIRROSIS CIRROSIS
CON INTERFERÓN
Simeprevir + PR 1, 4 24 o 48 73-84 60
Sofosbuvir + PR Todos 12 80-90 70-80
SIN INTERFERÓN
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Sofosbuvir + ledipasvir ± RBV 1, 4, 5, 6 8, 12 o 24 96-99 95-98


Paritaprevir/ 1 12 o 24 90-99 92-99
ritonavir + ombitasvir + dasabuvir ± RBV
Paritaprevir/ 4 12 o 24 100 No evaluado
ritonavir + ombitasvir + RBV
Sofosbuvir + RBV 2 12 o 20 88-100 82-89
Sofosbuvir + simeprevir ± RBV 1, 4 12 o 24 93-96 75-87
Sofosbuvir + daclatasvir Todos 12 o 24 89-100 70
PR: interferón pegilado + ribavirina; RBV: ribavirina; RVS: respuesta virológica sostenida.

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308 Sección II Enfermedades del aparato digestivo

Un concepto que se debe tener presente es que el desarrollo de la 12 semanas, junto con ribavirina si existe cirrosis. En los pacientes
farmacopea frente al virus C está en continua y rápida evolución, por con genotipo 1a se administra siempre con ribavirina durante 12 o
lo que es previsible que los esquemas terapéuticos actuales no estén 24 semanas en pacientes con cirrosis. En pacientes con genotipo 4
plenamente vigentes dentro de poco tiempo. el tratamiento siempre debe incluir ribavirina y prolongarse durante
12 o 24 semanas en los pacientes con cirrosis. Puesto que estas com-
Regímenes con interferón pegilado binaciones incluyen varios fármacos, es particularmente importante
y ribavirina revisar las posibles interacciones con otros medicamentos antes de
iniciar el tratamiento.
La introducción de los inhibidores de la proteasa boceprevir y tela- Sofosbuvir y ribavirina constituyen una combinación simple y bien
previr, los dos primeros agentes con acción antiviral directa en ser tolerada que conforman el tratamiento de elección pacientes infectados
utilizados en clínica, supuso el inicio del cambio en el tratamiento de con genotipo 2. Se administra durante 12 semanas, pero el tratamiento
la hepatitis C. En combinación con interferón pegilado y ribavirina debe prolongarse durante 16 o 20 semanas si existe cirrosis. También
ofrecían unos resultados significativamente superiores a los obtenidos es muy eficaz si se administra durante 24 semanas en pacientes con
con la combinación clásica de interferón pegilado y ribavirina, aunque genotipo 3, aunque para este genotipo existen otras opciones que
claramente insatisfactorios en pacientes con fibrosis hepática avanzada parecen más convenientes.
y en pacientes con respuesta parcial o nula a tratamientos previos. Pues- La combinación de sofosbuvir y simeprevir ha sido muy utilizada
to que, además, ocasionan numerosos y frecuentes efectos adversos, a antes de que se dispusiera de otras opciones de introducción más
veces graves, su uso ha dejado de estar recomendado. reciente. Está indicada en pacientes infectados con genotipo 1 o 4.
Simeprevir (otro inhibidor de la proteasa viral) puede administrar- Su administración es simple: un comprimido diario de cada fármaco,
se con interferón pegilado y ribavirina en pacientes con genotipo que se administran durante 12 semanas en los pacientes sin cirrosis. Si
1 o 4. Su eficacia es aceptable, aunque menos en pacientes con existe cirrosis, es necesario añadir ribavirina o extender el tratamiento
cirrosis. En comparación con otras opciones, esta combinación a 24 semanas.
adolece de inconvenientes: el período de tratamiento (24 o 48 La combinación de sofosbuvir con daclatasvir puede ser utilizada
semanas) es más largo, la administración prolongada de interferón frente a todos los genotipos y tiene especial interés en el tratamiento
más ribavirina ocasiona problemas de aceptabilidad y de tolerancia de la infección por genotipo 3, en que otras combinaciones son menos
y simeprevir puede ocasionar algunos problemas dermatológicos, satisfactorias. Su administración, un comprimido de cada fármaco al
generalmente leves, así como elevación transitoria de la bilirrubina día, es muy simple y la tolerancia es excelente. En ausencia de cirrosis
libre. se administra durante 12 semanas, sin ribavirina. En los pacientes
Sofosbuvir en combinación con interferón pegilado y ribavirina puede con cirrosis infectados con genotipo 1, 4, 5 o 6 se administra durante
administrarse a pacientes infectados con cualquier genotipo. Ofrece 12 semanas junto con ribavirina o durante 24 semanas sin ribavirina.
una alta tasa de eficacia y la duración del tratamiento es de 12 semanas En los pacientes con cirrosis y genotipo 3 se debe añadir ribavirina y
solamente, hecho que puede aliviar los inconvenientes derivados del extender el tratamiento a 24 semanas, mientras que un tratamiento
uso conjunto con interferón pegilado y ribavirina. Sofosbuvir es bien de 12 semanas sin ribavirina es suficiente en los pacientes con cirrosis
tolerado. y genotipo 2.

Regímenes sin interferón ■ INDICACIONES DEL TRATAMIENTO


Se caracterizan por su fácil administración, alta eficacia, general- Idealmente el tratamiento estaría indicado en todos los pacientes
mente superior al 90%, y excelente tolerancia. Algunos de los regí- con hepatitis crónica C. Sin embargo, en la práctica, este objetivo
menes disponibles también son altamente eficaces en pacientes en es todavía inalcanzable por razones logísticas y económicas. Por este
los que han fallado tratamientos previos, incluyendo los basados en motivo se han elaborado criterios para que el tratamiento se administre
interferón pegilado y ribavirina en combinación con boceprevir o de forma prioritaria a los pacientes con mayor riesgo de presentar
telaprevir. Tienen el importante inconveniente de que su costo es complicaciones a corto o medio plazo, así como a sujetos con riesgo
muy elevado. Virtualmente todos los pacientes responden de forma sustancial de transmitir la enfermedad (cuadro 35-2).
rápida, de manera que el RNA-VHC casi siempre es indetectable tras
unas pocas semanas de tratamiento. La tasa de recaídas es muy baja,
lo que hace difícil identificar a priori a los pacientes que no van a
mantener la respuesta virológica al finalizar el tratamiento. Por ello,
Cuadro 35-2 Criterios para la priorización del tratamiento
a diferencia de los tratamientos con interferón, no se han podido
en la hepatitis crónica C
establecer reglas para interrumpir precozmente el tratamiento en
pacientes que no presentaran respuesta sostenida. En los pacientes
que recaen es frecuente detectar mutaciones que confieren resistencia Pacientes con fibrosis hepática avanzada (F3 o F4) o con cirrosis
a los fármacos empleados, pero la presencia de tales mutaciones descompensada
antes del inicio tratamiento no está claramente relacionada con el Pacientes en lista de trasplante o trasplantados con recurrencia de la
fracaso del mismo. infección
Pacientes coinfectados con el virus de la hepatitis B o con el de la
Sofosbuvir más ledipasvir se formulan juntos en una sola tableta que se
inmunodeficiencia humana
administra una vez al día, lo que facilita el cumplimiento terapéutico.
Pacientes con manifestaciones extrahepáticas graves: vasculitis
No se recomienda su uso en pacientes con genotipo 2 o 3, pero sí en
crioglobulinémica, nefropatía asociada a la infección por virus C,
pacientes con genotipos 1 y 4. En pacientes sin cirrosis la duración del linfoma no hodgkiniano o con astenia incapacitante
tratamiento es de 12 semanas solamente, mientras que en pacientes Personas con riesgo sustancial de transmitir la infección: usuarios
con cirrosis se recomienda añadir ribavirina o prolongar el tratamiento activos de drogas por vía intravenosa, homosexuales masculinos
a 24 semanas, o ambas cosas si existen factores predictivos de mala promiscuos, pacientes en hemodiálisis, individuos encarcelados,
respuesta. En pacientes muy seleccionados, con genotipo 1b, escasa personal sanitario que realice procedimientos invasivos
fibrosis y baja viremia, 8 semanas de tratamiento pueden ser suficien- El tratamiento puede estar justificado en pacientes con fibrosis
tes. La combinación sofosbuvir y ledipasvir se ha utilizado con éxito hepática moderada (F2)
en pacientes con cirrosis descompensada. En pacientes con enfermedad hepática mínima o ausente, la
Otros regímenes combinan paritaprevir/ritonavir y ombitasvir, que indicación de tratamiento y su inicio deben evaluarse de forma
se formulan en una cápsula, para su administración en pacientes con individualizada
genotipo 4 o en combinación con dasabuvir en pacientes con genotipo El tratamiento no está indicado en personas con enfermedades no
1. Estos regímenes no están recomendados en pacientes con otros hepáticas que impliquen una disminución de la supervivencia
genotipos. En los pacientes con genotipo 1b se administran durante
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Hepatopatías por tóxicos y medicamentos Capítulo 36 309

■ TRATAMIENTO EN SITUACIONES ESPECIALES la erradicación del virus C con los nuevos antivirales sea beneficiosa,
pero este extremo todavía no está bien documentado. El tratamiento
Los pacientes con cirrosis descompensada, en los que el interferón está está indicado si la afectación extrahepática es relevante.
contraindicado, pueden ahora ser tratados con antivirales directos, Los pacientes en que han fallado tratamientos previos constituyen una
aunque la información disponible es limitada, especialmente en población muy heterogénea y su manejo puede ser difícil. En los
paciente en estadio Child C. Se han utilizado las combinaciones de pacientes que no respondieron al tratamiento clásico con interferón
sofosbuvir con ribavirina, con ledipasvir o con daclatasvir (útil en pegilado y ribavirina la tasa de respuesta a las nuevas combinaciones
pacientes con genotipo 3) y también la combinación de grazoprevir de fármacos orales es muy elevada, similar a la observada en pacientes
con elbasvir, todas ellas con ribavirina si el paciente la admite. La tasa naïve. En los pacientes que no respondieron a la triple terapia con
de respuesta virológica es muy aceptable, superior al 80%, y el trata- interferón pegilado, ribavirina y boceprevir, telaprevir o simeprevir
miento es bien tolerado en general. Los parámetros bioquímicos de se obtienen tasas de respuesta superiores al 80% al ser re-tratados
función hepática mejoran en la mayoría de los pacientes con respuesta con sofosbuvir y simeprevir y aún más elevadas, del 90 a 100%, tras
virológica, pero todavía es pronto para evaluar los efectos beneficiosos retratamientos con sofosbuvir y daclatasvir o ledipasvir, o con grazo-
a medio o largo plazo sobre la supervivencia o sobre la aparición de previr y elbasvir.

SECCIÓN II
complicaciones. Estos pacientes deberían ser asistidos en centros con Los pacientes en quienes ha fallado un tratamiento que incluyó alguno
experiencia en el manejo de enfermos graves y con facilidades para el de los antivirales de introducción más reciente son, afortunadamente,
trasplante hepático. poco numerosos, pero plantean un problema difícil, puesto que la
En los pacientes coinfectados con el virus de la hepatitis B, el tratamiento información disponible es aún escasa. El fallo del tratamiento es debido
debe contemplar ambas infecciones y ajustarse a la situación indi- habitualmente a la aparición de resistencia a causa de mutaciones en las
vidual, que puede ser muy variable. Las pautas terapéuticas no difieren regiones del genoma viral que son la diana de los fármacos implicados.
de las recomendadas para los pacientes monoinfectados. El retratamiento requiere, por tanto, considerar la posible existencia
En los pacientes coinfectados con el HIV, las indicaciones de tratamiento de mutantes resistentes y seleccionar fármacos sin resistencia cruzada.
y las pautas terapéuticas son las mismas que en los no coinfectados Las combinaciones basadas en sofosbuvir, que posee una alta barrera
y los resultados del tratamiento son similares. En esta población es genética, pueden ser las más apropiadas para el retratamiento de estos
esencial prestar atención a las posibles interacciones con los fármacos pacientes.
utilizados para el tratamiento de la infección por el HIV.
En los pacientes con enfermedad renal, el sofosbuvir está contraindi-
cado o se debe utilizar con cautela si el filtrado glomerular es inferior BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL
a 30 mL/min. La ribavirina puede causar hemólisis importante y
Buti M, García-Samaniego J, Prieto M, Rodríguez M, Sánchez-Tapias JM,
debe ser utilizada con gran precaución o evitada. En pacientes con
Suárez E, et al. Documento de consenso de la AEEH sobre el tratamiento
insuficiencia renal avanzada o en hemodiálisis, el impacto de la infec- de la infección por el virus de la hepatitis B (2012). Gastroenterol Hepatol
ción por el virus C puede ser relativamente modesto, por lo que la 2012;35:512-28.
decisión de tratar la hepatitis C se debe contemplar en el contexto de
cada paciente. En cambio, la erradicación del virus C es importante EASL Clinical Practice Guidelines. EASL recommendations on the treatment of
hepatitis C 2015. European Association for the Study of the Liver. J Hepatol
en candidatos a recibir un trasplante renal porque la inmunosupresión 2015 Apr 21; doi: 10.1016/j.jhep.2015.03.025.
puede tener efectos deletéreos sobre el hígado de estos pacientes. Se
dispone de poca información acerca del tratamiento en esta situación. EASL Clinical Practice Guidelines. Management of chronic hepatitis B
La combinación de simeprevir con daclatasvir puede ser una opción, virus infection. European Association for the Study of the Liver. J Hepatol
2012;57:167-85.
pero algunos datos indican que la combinación de grazoprevir y elbas-
vir, aún no disponible, proporciona excelentes resultados, al menos en EASL Clinical Practice Guidelines. Management of hepatitis C virus infection.
pacientes con genotipo 1. European Association for the Study of the Liver. J Hepatol 2014;60:392-420.
En pacientes con enfermedades extrahepáticas relacionadas con la EASL-ALEHClinical Practice Guidelines. Non-invasive tests for evaluation of
infección crónica por el virus C (vasculitis sistémica crioglobuliné- liver disease severity and prognosis. J Hepatol 2015 April 21; doi: 10.1016/j.
mica, enfermedad renal, linfoma no hodgkiniano) es verosímil que jhep.2015.04.006.

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HEPATOPATÍAS POR TÓXICOS Y MEDICAMENTOS

36
Capítulo

R. J. Andrade Bellido
de los casos es identificada. De hecho, en un estudio poblacional pros-
CONCEPTO pectivo realizado en Islandia la incidencia cruda anual de reacciones
Entre las reacciones adversas originadas por xenobióticos (sustancias hepáticas a fármacos hallada fue de 19,1 casos por 100 000 habitantes,
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

con actividad biológica de origen externo que incluyen no sólo a los una incidencia superior a la de otras enfermedades hepáticas tales
medicamentos, sino también a productos de la medicina alternativa y como la hepatitis autoinmune o la cirrosis biliar primaria e incluso
complementaria, remedios de herboristería y suplementos dietéticos), a la hepatitis C, siendo en parte la explicación de esta inesperada
las hepáticas representan sólo una fracción mínima, pero su frecuencia incidencia la inclusión de una elevada proporción de casos asinto-
no es despreciable. Los fármacos producen toxicidad hepática de forma máticos detectados por médicos entrenados para el reconocimiento
predecible y reproducible en modelos animales (p. ej., paracetamol) de esta reacción adversa. Al infradiagnóstico de la hepatotoxicidad
o, lo que sucede en una inmensa mayoría de los casos, con dosis contribuye sin duda el hecho de que este debe hacerse todavía hoy
consideradas terapéuticas en casos aislados, y por tanto no predecible por descarte de otras causas de enfermedad hepática, ya que aún no se
ni reproducible, representando una forma peculiar de reacción o han conseguido identificar marcadores específicos de lesión hepática
«idiosincrasia» al fármaco. tóxica. Se estima, no obstante, que en algunos países occidentales la
Aunque la incidencia real de hepatotoxicidad en la práctica clínica es hepatotoxicidad representa del 2% al 5% de todas las enfermedades
desconocida, se cree que únicamente una minoría (la punta del iceberg) del hígado, del 4% al 10% de todos los ingresos hospitalarios por
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