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Tema 2: LA TIERRA: ORIGEN, COMPOSICIÓN Y ESTRUCTURA

En la mitología griega. Hades (Plutón para los romanos) era el tercer hijo de Cronos. Al nacer fue devorado por
su padre y en él permaneció hasta que Zeus, su hermano, venció a Cronos y lo liberó. Los tres hermanos se
repartieron el universo. A Zeus le correspondió el cielo, a Poseidón, los mares y a Hades, el mundo inferior. La
entrada al reino de Hades era guardada por Cerbero, un perro con varias cabezas. Los griegos estaban
convencidos de que el acceso al mundo inferior resultaba muy difícil para los vivos.
Esa dificultad de acceso no ha impedido imaginarse cómo podía ser el interior de la Tierra. Durante muchos
siglos se pensó en la existencia de un "fuego interior" bajo un cascarón rocoso superficial. Los volcanes parecían
avalar esta idea. Pata otros el interior terrestre debía encontrarse frio y sólido, porque si existiera el fuego
central, la superficie terrestre resultaría mucho más inestable.
A pesar de los numerosos estudios realizados en las últimas décadas para conocer el interior del planeta aún es
mucho lo que se ignora de él. Cerbero parece seguir vigilando para dificultarnos el conocimiento de ese mundo.

1. ORIGEN Y EVOLUCIÓN DE LA TIERRA


1.1. Origen del Sistema Solar
Desde la atmósfera hasta su núcleo de hierro, la Tierra parece tener ordenados los materiales siguiendo una
densidad creciente: arriba los más volátiles, abajo los más densos ¿Cómo ha podido producirse esta
distribución? ¿Es casual que la Tierra gire en el mismo sentido en que lo hace el Sol? ¿Por qué la órbita
terrestre se sitúa en el plano ecuatorial del Sol? ¿Por qué los demás planetas ocupan también ese plano
ecuatorial?
Las respuestas a estas preguntas nos remiten inevitablemente a la formación de la Tierra y a su relación con
el origen del sistema solar.
A lo largo de la historia de la ciencia se han formulado diversas teorías acerca del origen del sistema solar. La
que goza de mayor aceptación en la actualidad es la teoría planetesimal. Como las anteriores teorías,
propone un origen común para todo el sistema solar.
El proceso habría comprendido las siguientes etapas:
a. Nebulosa inicial. Hace unos 4600 millones de años una nebulosa giratoria de polvo y gas, cuyas
dimensiones eran superiores a las del sistema solar, comenzó a contraerse.
b. Colapso gravitatorio. La contracción o colapso formó una gran masa central y un disco giratorio en torno
a ella.
c. Formación del protosol. La colisión de las partículas en la masa central liberó gran cantidad de energía.
Comenzó la fusión nuclear del hidrógeno, lo que marcará el nacimiento de una estrella, el protosol, en el
interior de la nebulosa.
d. Formación de planetesimales. Las partículas de polvo y gas que formaban el disco giratorio en torno al
protosol siguieron un proceso de agrupación. Así, se formaron inicialmente gránulos de algunos
milímetros de cuyas colisiones y fusiones se originaron cuerpos mayores, los planetesimales, con
tamaños comprendidos entre algunos centenares de metros y de kilómetros.
e. Formación de protoplanetas. Las colisiones de los planetesimales y su unión, acreción, originaría los
planetas primitivos o protoplanetas. En virtud de ese proceso de acreción cada protoplaneta fue
"barriendo su órbita" de planetesimales.
En la nebulosa de Orión se han observado estrellas en formación en estadios representativos de las
situaciones descritas por la teoría planetesimal.
Hace 4550 millones de años habría concluido la mayor parte de este proceso, si bien desde entonces el
sistema solar no ha dejado de evolucionar. La materia no concentrada en el Sol ni en los planetas y satélites
quedó en forma de asteroides y cometas.
El mejor exponente de este residuo de la formación del sistema solar es el cinturón de Kuiper, al que
pertenecen diversos planetas enanos, como Plutón, e innumerables cometas.
1.2. Formación de la Tierra
La Tierra se formó en el contacto del tercer y cuarto sistemas de remolinos convectivos de enfriamiento, lo
que motivó dos efectos: que las partículas más pesadas de hierro, magnesio, aluminio y silicio fueran
retenidas por la atracción y que los gases ligeros, como hidrógeno, helio y metano, en su mayor parte, fueran
expulsados por la presión de la radiación solar.
De acuerdo con la teoría planetesimal, la formación de la Tierra habría seguido el siguiente proceso:
• Formación del protoplaneta terrestre. En el interior del disco nebular que rodeaba al protosol, la unión o
acreción de planetesimales originaría el protoplaneta terrestre.

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A medida que aumentaba su tamaño se incrementaba también su campo gravitatorio, lo que favoreció la
acreción de nuevos planetesimales. Dada la posición de la Tierra en el sistema solar, los planetesimales
más abundantes en esa zona serían los constituidos por hierro y silicatos, si bien habría otros con más
cantidad de elementos volátiles. En esta fase de la formación de la Tierra la temperatura aumentaría
como consecuencia de los impactos de los planetesimales.
• Diferenciación por densidades. La temperatura de la Tierra primordial debió ser suficiente como para que
se encontrase parcialmente fundida. Esto permitió una distribución de sus componentes mayoritarios
según su densidad o diferenciación geoquímica. El hierro ocupó las zonas más profundas formando el
núcleo terrestre, proceso que se conoce corno la "catástrofe del hierro" (gran acontecimiento térmico, ya
que liberó gran cantidad de energía). Este proceso, por el que se diferenciaron las dos principales
geosferas del planeta, núcleo y manto, se supone que estaría concluido hace unos 4400 m. a.. Al mismo
tiempo ocurrió la desgasificación del planeta, es decir, los gases del interior escaparon y dieron lugar a la
atmósfera. Entre aquellos gases abundaba el vapor de agua. Nada habría sido igual en la evolución
posterior de la Tierra si esta diferenciación por densidades (disposición en capas concéntricas) no hubiese
ocurrido.
• Enfriamiento de la superficie y formación de los océanos. Una vez que se redujo el bombardeo de los
planetesimales, la Tierra comenzó a enfriarse. El descenso de la temperatura de las rocas superficiales
permitió que el vapor de agua se condensase. Las aguas ocuparon los relieves más bajos y se formaron los
océanos. Hace 4200 m. a. había ya océanos en la Tierra.
La corteza se diferenció. La fusión parcial del manto, hizo que los silicatos más ligeros (con cationes de
mayor radio iónico, como Al, Na o K) se acumularon -como una “escoria” de fundición- en la superficie del
planeta.
Al parecer, la mayor parte de la corteza continental se generó en tan sólo 300 m. a. (entre los 2800 y 2500
m. a.), durante un gran episodio magmático que produjo cantidades gigantescas de granitos. No obstante,
la génesis de la corteza continental ya había comenzado 1000 m. a. antes. La corteza oceánica es mucho
más joven (se genera por la dinámica de la tectónica de placas). Es de suponer que desde hace 2500 m. a.
exista corteza oceánica, sin embargo, su continua regeneración y destrucción hace imposible demostrarlo.
La Tierra es un planeta caliente desde su origen y, aún hoy en día, ese calor se manifiesta en una dinámica
muy activa. No obstante, la historia del planeta ha sido la de su enfriamiento. Poco a poco, el calor primigenio
(formado en las colisiones de la acreción) se ha ido disipando lentamente, y otras fuentes de energía (como la
que procede de la desintegración de isótopos radiactivos) se van agotando. Es lógico, por tanto, que la
cantidad de calor que la Tierra emite desde su superficie -flujo térmico- haya disminuido un 75% desde su
génesis.
En la historia evolutiva de la Tierra se pueden distinguir dos etapas: a) etapa Pregeológica, que comprende
desde su origen hasta los 3500-3800 m. a., edad de las rocas más antiguas encontradas en la superficie
terrestre, durante esta etapa se formaron las capas externas: hidrosfera y atmósfera; b) etapa Geológica:
desde los 3500-3800 m. a. hasta la actualidad, lo ocurrido en esta etapa puede deducirse del estudio de las
rocas.
1.3. Origen de la Luna
La Luna pudo haberse formado al mismo tiempo que la Tierra y siguiendo un proceso paralelo. Esta es una de
las teorías clásicas.
Sin embargo, la Luna tiene 100 m. a menos que nuestro planeta, y estando en la misma zona del sistema solar
sus densidades deberían ser similares. No es esto lo que ocurre, pues la densidad de la Tierra es de 5,5 g/cm3
mientras que la de la Luna es de 3,3 g/cm3.
La teoría más aceptada hoy fue elaborada por Hartmann y Davis y, en síntesis, propone que en los primeros
momentos de la existencia de la Tierra un planeta de tipo terrestre, probablemente con un tamaño similar al
de Marte, colisionó con la Tierra. Parte del astro que impactó, junto con materiales de la zona impactada,
constituyó una nube de residuos que quedó orbitando en torno a la Tierra. La acreción de estos materiales
originaría la Luna.
2. MÉTODOS DE ESTUDIO DE LA TIERRA
El conocimiento exacto de la estatura, composición y dinámica del interior de la Tierra es un problema de difícil
solución. El científico sólo tiene acceso directo hasta una profundidad de 3,8 Km, en las minas más profundas
(Sudáfrica); no pudiendo superarse, de momento, los 12 Km de profundidad en sondeos excepcionales
(Múrmansk, Rusia), es decir, la milésima parte del diámetro terrestre. Aunque en la superficie pueden aflorar

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rocas originadas a varias decenas de kilómetros de profundidad (como kimberlitas diamantíferas o las
peridotitas), que nos facilitan cierta información sobre el manto, es evidente que la mayor parte de los
conocimientos -que creemos tener- sobre el interior de nuestro planeta se debe a vías de estudio indirectas,
proporcionadas por la geofísica, ondas sísmicas y el análisis comparativo de los meteoritos.
2.1. MÉTODOS GEOFÍSICOS
Los procedimientos utilizados para obtener datos de cómo está constituida la Tierra, en muchas ocasiones,
fueron puramente físicos, aunque el objeto de estudio fuera propiamente geológico. De esta manera nace
una rama de la Geología: la Geofísica.
Algunas de las conclusiones de le Geofísica son las siguientes:
a. Forma y tamaño de la Tierra: En la Grecia clásica ya se sabía que la forma de la Tierra debería de ser
aproximadamente esférica, pues oros también lo eran –Sol, Luna, etc.-, y la sombra que proyectaba
nuestro planeta en su satélite, durante sus eclipses, así lo confirmaba. Además, la débil curvatura de la
superficie del mar, en la que parecían “hundirse” los barcos al alejarse, tendría la misma explicación.
Eratóstenes (siglo III a. C.) llegó, incluso, a calcular el radio terrestre cometiendo un error mínimo si
tenemos en cuenta el ingenioso y rudimentario procedimiento utilizado.
Fue Newton el primero en demostrar que la Tierra tenía forma elipsoidal, se encuentra abombada en el
ecuador: el radio ecuatorial es de 6.378 Km y el polar de ó.356 Km. Por otro lado, la superficie imaginaria
que une todos los puntos de igual fuerza gravitatoria es irregular, se sitúa en ocasiones por encima y otras
por debajo del elipsoide, constituye lo que se ha denominado como geoide.
b. Densidad: para calcularla se hace necesario conocer la masa y el volumen de la Tierra. Este último se
considera aproximadamente de 1,08 · 1012 Km3 según los cálculos geodésicos. La determinación de la masa
se realiza a partir de las leyes de la gravitación universal: F = K·M·m/d2 que referida a la superficie terrestre
se convierte en: g = K·MT/R2, de donde MT = 5,972 · 1024 kg., y por tanto la densidad media será de 5,52
gr/cm3, muy superior a la calculada experimentalmente para las rocas de la superficie: 2,7 gr/cm3.
c. Calor terrestre: la temperatura de la superficie terrestre se debe fundamentalmente a las radiaciones
solares, aunque se ve afectada por diversos factores como: latitud, altitud, cambios estacionales,
temperatura del aire, etc. Si se penetra en el interior de la corteza (por minas, pozos o sondeos) se
comprueba que, de media, se produce un aumento de 3 ºC por cada 100 m. de profundidad, lo que se
conoce como gradiente geotérmico. Actualmente se considera que la temperatura se estabiliza, alrededor
de los 2000 ºC, a partir de los 800 km de profundidad por efecto de la presión, provocando un descenso en
la conductividad térmica. Se considera que el núcleo terrestre debe encontrarse a unos 6-8000 ºC.
En cuanto al origen de este calor existen diversas hipótesis, la más aceptada considera que proviene de la
descomposición de los elementos radiactivos, lo que justificaría no sólo el incremento del gradiente
geotérmico, sino también las irregularidades térmicas de algunas zonas (mayor en las activas, menor en
los cratones continentales) y el posible descenso a partir de una determinada profundidad. Se considera
que parte del calor proviene del antiguo calor de formación terrestre, habiendo funcionado las capas
exteriores (con abundante sílice) como aislante térmico.
d. Campo magnético terrestre: se puede suponer como el que origina un enorme dipolo magnético situado
en el interior de la Tierra, aunque no exactamente en su centro. El campo dipolar, representa el 95 % del
campo total, es semejante al que causaría una barra magnética gigantesca que atravesara el Globo. Existe
un campo residual no dipolar, que representa un 5 % del total y que es el causante de la no-coincidencia
entre el eje magnético y el de rotación, haciendo que las líneas de fuerza o de inducción magnética no
sean perpendiculares al Ecuador ni pasen por el centro de la Tierra.
El campo magnético tiene carácter vectorial, es decir, tiene una intensidad y una dirección. Queda definido
en un punto por tres magnitudes: declinación, inclinación e intensidad. La declinación queda definida por
el ángulo formado por los meridianos geográfico y magnético en un lugar dado. El ángulo que forma el
vector (F) con la horizontal recibe el nombre de inclinación (la brújula se inclina hacia arriba o hacia abajo).
Existen anomalías magnéticas, que son las diferencias entre el valor teórico para un punto dado, calculado
a partir de los parámetros, y el valor real medido en ese punto. Pueden ser debidas a la presencia de
minerales o rocas con propiedades magnéticas (magnetita y limonita o basaltos y gabros).
El campo magnético terrestre no es constante, habiendo sufrido notables variaciones a lo largo de la
historia de la Tierra. La presencia de minerales magnéticos orientados en determinadas rocas (tales como
lavas y areniscas) indica la dirección del campo en el momento que se formaron, es lo que se conoce como
paleomagnetismo.

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e. Gravedad: a partir de la fórmula P = m · g, utilizando por ejemplo el péndulo y apoyándose en sus leyes
(en condiciones de vacío, al nivel del mar y en el Ecuador), se admite que g = 980 cm/s2.
Actualmente se calcula la gravedad en cada punto por el uso del gravímetro. El valor previsible para un
determinado punto puede sufrir variaciones, anomalías positivas o negativas. El estudio de estas
anomalías proporciona importantes datos para establecer hipótesis sobre la estructura y composición de
la Corteza y en la localización de yacimientos.
Las anomalías positivas se producen del ecuador a los polos, de las montañas a las llanuras, del continente
al océano, etc. Las anomalías negativas se producen al aumentar la altura, en las proximidades de las
cordilleras, etc.
2.2. MÉTODOS SISMOLÓGICOS
El mejor modo de visualizar la estructura interna de la Tierra se basa en el estudio de la propagación de
las ondas sísmicas, liberadas durante los terremotos o mediante explosiones controladas. La energía
producida en el foco sísmico de un temblor de tierra se transmite a través de las rocas como vibraciones, en
forma de frentes de ondas esféricos. La velocidad de propagación de estas ondas depende de la naturaleza
del medio que atraviesen. Al cambiar de medio, las ondas sufren reflexiones y refracciones, equivalentes a las
mostradas por la luz y regidas por las mismas leyes. Así pues, estas perturbaciones en la trayectoria de las
ondas nos van a mostrar las desigualdades de las entrañas terrestres, como si de una radiografía o un escáner
se tratara.
Existen tres clases principales de ondas sísmicas:
- Ondas P o primarias. Son las más rápidas y, por ello, las primeras en llegar a cualquier estación. Conocidas
también como longitudinales porque la vibración de las partículas se produce en la dirección de
propagación del rayo sísmico. En su propagación se comportan como los sonidos, haciéndolo en toda clase
de medios y dependiendo de la compresibilidad de dichos medios.
- Ondas S o secundarias. Viajan a menor velocidad que las anteriores, registrándose a continuación en los
sismógrafos. Conocida también como ondas transversales, ya que se desplazan en sentido transversal a la
dirección del rayo sísmico. Se propagan solamente en medios sólidos, no en los líquidos, debido a que su
comportamiento depende de la elasticidad del medio (los sólidos tienen propiedades elásticas, los fluidos
no).
Las velocidades de las ondas P y S vienen dadas:

Vp =
k + 4 / 3µ ; Vs = µ (d = densidad; µ = módulo de rigidez; k= inversa módulo de compresibilidad)
d d
- Ondas superficiales. Son las más lentas, registrándose las últimas en los sismógrafos. Conocidas también,
como ondas superficiales por desarrollarse en la superficie. Son las causantes de las catástrofes en las
construcciones en los terremotos. Dentro de ellas; unas producen movimientos de la superficie en un
plano horizontal pero en ángulo recto con la dirección de propagación, son las ondas L o Love, y otras
mueven las partículas vertical y horizontalmente, de modo semejante a las olas del mar, son las ondas R o
Rayleigh.
Los métodos sismológicos o de prospección sísmica se dividen en:
• Métodos sísmicos de refracción: estudian el grado de desviación que sufren las ondas sísmicas en su
trayectoria cuando atraviesan la superficie de separación de dos capas terrestres de diferente densidad, Se
rigen, al igual que las ondas luminosas, por la ley de Snell ( sen i / sen r = Vi / Vr = cte).
Cuando el ángulo de incidencia es él llamado ángulo límite, al que corresponde un ángulo de refracción de
90º, el rayo refractado recorre la superficie de separación de los dos medios durante su recorrido se
emiten ondas secundarias hacia la capa superior. Estas ondas serán detectadas por los sismógrafos con un
cierto retraso respecto a las ondas de reflexión, de modo que se puede determinar el espesor de la capa.
• Métodos sísmicos de reflexión: cuando el ángulo de incidencia es mayor que el ángulo limite, las ondas
sísmicas se reflejan al llegar al límite entre dos capas diferentes.
• La velocidad de propagación de las ondas sísmicas en el interior terrestre sufren variaciones graduales y, a
veces, cambios bruscos. Estos cambios bruscos la velocidad de propagación se denominan
discontinuidades.
Una idea clave para extraer conclusiones de los estudios sísmicos es que la velocidad a la que se desplazan
las ondas símicas depende de dos factores:
- La composición de los materiales por los que se propaga.
- El estado físico de estos materiales.

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En consecuencia, una variación brusca en la velocidad indicará que en ese lugar cambia la composición o
el estado físico de los materiales terrestres. Esto explica por qué las discontinuidades sísmicas se utilizan
para diferenciar las capas en que se divide el interior del planeta.
Principales discontinuidades y su interpretación
• Discontinuidad de Mohorovicic. Fue la primera discontinuidad relevante descrita (1909). Se encuentra a
una profundidad que en los continentes oscila entre 25 y 70 km y en los océanos, entre 5 y 10 km.
En las zonas más próximas a la superficie las ondas P viajan a velocidades comprendidas entre 5 y 6,5
km/s, mientras que las ondas S lo hacen entre 2,5 y 3,5 km/s. Al llegar al Moho suben hasta 8 y 4,5 km/s
respectivamente.
Esta discontinuidad se utiliza para diferenciar la delgada 30 km capa superficial, que recibe el nombre de
corteza, de la capa que hay bajo ella, el manto.
• Discontinuidad de Gutenberg. Fue descubierta en 1914. Se encuentra a 2900 km de profundidad.
En ella las ondas P que se propagan a más de 13 km/s, caen bruscamente hasta B km/s y, lo que resulta
todavía más espectacular, las ondas S dejan de propagarse.
Esta discontinuidad separa el manto del núcleo terrestre.
Dado que las ondas S se propagan por todos los sólidos pero no por los fluidos (líquidos y gases), habrá
que concluir que a 2900 km de profundidad se encuentra por primera vez una capa continua de material
fundido.
• Discontinuidad de Lehmann. En 1936 se descubrió que no todo el núcleo era líquido. A una profundidad
de 5 150 km se produce un brusco incremento de la velocidad de las ondas P. Este salto se interpreta
como resultado de un cambio en el estado físico de los materiales del núcleo, que pasan de líquido a
sólido. Diferencia el núcleo externo, fundido, del núcleo interno, que se encuentra en estado sólido.
En definitiva, los datos proporcionados por la velocidad de propagación de las ondas sísmicas nos hablan de
una Tierra estructurada en tres capas, corteza, manto y núcleo, con diferencias notables en su composición.
La corteza y el manto se encontrarían en estado sólido, mientras que el núcleo externo se hallaría fundido,
2.3. MÉTODOS ASTRONÓMICOS: LOS METEORITOS
Los meteoritos son fragmentos de rocas procedentes del espacio que caen sobre la superficie de la Tierra, la
mayoría proceden del cinturón de asteroides. Con edades próximas a la considerada para el origen del
planeta, y por tanto, su análisis químico proporciona información sobre cual puede ser la composición
interna. La mayoría de los meteoritos se vaporizan al rozar a decenas de Km/sg contra la atmósfera,
provocando destellos luminosos, denominados estrellas fugaces. Se diferencian tres tipos de meteoritos en
función de su composición:
- Condritas: representan el 86 % del total y están constituidas por una mezcla de minerales similar al de las
peridotitas.
- Acondritas: representan el 9 % y tienen una composición como el basalto.
- Sideritas: constituyen el 4 % y est6án formados por Fe y Ni.
3. ESTRUCTURA Y COMPOSICIÓN DEL INTERIOR DE LA TIERRA
Los diferentes métodos de estudio indican que la Tierra está estructurada en varias capas aproximadamente
concéntricas de propiedades elásticas y densidades diferentes.
Estas capas se pueden diferenciar atendiendo a dos criterios: unidades geoquímicas y unidades dinámicas.
Unidades geoquímicas. Las capas se diferencian según la composición de los materiales que las componen.
En sentido vertical, se establecen: Corteza, Manto y Núcleo.
• La Corteza es una fina película que recubre el globo como la cáscara de un huevo. Presenta un grosor
variable entre 5 Km, en zonas oceánicas, y 70 km en zonas continentales, definiéndose su base por la
discontinuidad de Mohorovicic, marcada por un aumento brusco de la velocidad de las ondas sísmicas P y
S. Su volumen supone el 1,6 % del volumen total de la Tierra. Los elementos químicos más abundantes
son: O, Si, Al, Fe y Ca.
Su estructura presenta una gran variabilidad, en general, se pueden diferenciar dos unidades: una corteza
superior (Vp= 5,8 – 6,4 km./s) y una corteza inferior (Vp= 6,5 – 7,2 km./s), separadas por la no siempre detectable
discontinuidad de Conrad. Su composición es de una gran heterogeneidad, pudiendo diferenciares dos
tipos principales asimilables uno a la corteza continental o superior (o SIAL), con una composición
granítica, y otro a la corteza oceánica o inferior (o SIMA), de composición basáltica. Se debe considerar
una tercera unidad, totalmente superficial y relativamente discontinua, es la corteza sedimentaria.

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• El Manto, es la zona comprendida entre las discontinuidades de Mohorovicic y Gutenberg. Se extiende,
por tanto, desde la base de la corteza hasta una profundidad de 2 900 km. Representa el 69 % de la masa y
el 83 % del volumen de la Tierra. Los elementos más abundantes en el manto son O, Si, Mg y Fe. Está
constituido por peridotita, una roca similar a la que se encuentra en los meteoritos más abundantes, las
condritas, integrada por olivino y piroxenos, de densidad aproximada de 3,3 gr/cm3.
Las diferencias de densidad existentes entre el manto superior (3,3 g/cm3) y el inferior (5,5 g/cm3) se
deben a los efectos de la presión, que fuerza a los átomos que componen los minerales a reorganizarse y
aproximarse para formar otros minerales con estructuras más densas. Se puede decir, en consecuencia,
que el manto inferior es el manto superior comprimido.
• El Núcleo tiene un radio de 3470 km, se sitúa por debajo de la discontinuidad de Gutenberg. Representa el
16 % del volumen y el 31 % de la masa terrestre. Compuesto en más del 83 % por Fe (también por Ni, O, Si
y S).
Su alta densidad, entre 10 y 13 g/crn3, su comportamiento ante las ondas sísmicas y el papel que se le
atribuye en la creación del campo magnético apoyan la hipótesis de un núcleo compuesto
mayoritariamente por hierro con un 6 % de níquel, es decir, la composición de las sideritas. Pero a las
presiones reinantes en el núcleo esta aleación de hierro y níquel tendría una densidad algo superior, por lo
que deberá contener un 11 % de elementos más ligeros, muy probablemente, silicio, oxígeno y azufre.
Unidades dinámicas. Se establecen en función de las características físicas de los materiales, como su
comportamiento mecánico o su estado físico Aunque existe relación entre la composición química y el
comportamiento mecánico, un mismo material puede presentar características lo suficientemente
diferenciadas en dos lugares como para ser considerado dos capas distintas.
• Litosfera. Es la capa más externa y rígida. Incluye toda la corteza y algo del manto superior, Su grosor varía
de unos lugares a otros.
Bajo los océanos, la litosfera oceánica tiene de 50 a 100 km de espesor, mientras que en los continentes la
litosfera continental tiene de 100 a 200 km, incluso bajo algunos continentes antiguos llega hasta los 300
km.
• Manto superior sublitosférico. Es la capa que se sitúa inmediatamente debajo de la litosfera y alcanza
hasta la discontinuidad de los 670 km de profundidad.
Corresponde a la zona en la que la velocidad de las ondas sísmicas presenta fluctuaciones, con descensos y
bruscas elevaciones Dado que se trata de una porción del manto, la roca que la compone es peridotita y se
encuentra en estado sólido.
Las elevadas presiones y temperaturas a las que se encuentran estos materiales hacen que tengan
respuestas muy diferentes en función del tiempo que se considere Así, en tiempos cortos, por ejemplo
ante el avance de las ondas sísmicas, su comportamiento es rígido, mientras que si se consideran tiempos
muy largos (miles de años) su comportamiento es plástico y deformable, similar al de un fluido de
viscosidad muy elevada lo que permite que estos materiales se encuentren sometidos a corrientes de
convección.
Son movimientos lentos, del orden de 1 a 12 cm por año, pero suficientes para generar procesos tan
importantes como la unión o división de los continentes o la formación de las cordilleras
Tradicionalmente, el manto superior situado bajo la litosfera se ha denominado astenosfera (esfera débil)
y a ella se limitaban las corrientes de convección del manto.
Sin embargo, hoy sabemos que las corrientes de convección afectan también al manto inferior, y para
algunos científicos es preferible dejar de utilizar el término astenosfera, ya que remitiría a un modelo de
dinámica terrestre ya superado.
• Manto inferior. Incluye el resto del manto situado entre 670 km y 2900 km de profundidad. Las rocas del
manto inferior también se encuentran sometidas a corrientes de convección, motivadas por las diferencias
de temperatura y, por tanto, de densidad entre las zonas más profundas y las más altas En la base de la
mesosfera, limitando con el núcleo, se encuentra la capa D" (D doble prima). Es una capa discontinua e
irregular con un espesor entre 0 y 300 km, integrada por lo que se conoce como los "posos del manto", es
decir materiales que por su mayor densidad han caído al fondo del manto.
• Núcleo externo. Situado por debajo del manto, llega hasta 5150 km de profundidad Se encuentra en
estado líquido, está agitado por corrientes de convección y desempeña un papel clave en la creación del
campo magnético terrestre.
• Núcleo interno. A medida que el núcleo va evacuando su calor a través del manto, el hierro cristaliza y se

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acumula en el fondo. Este hierro sólido, seguramente desprovisto de los elementos ligeros que existen en
el núcleo externo, es el que constituye el núcleo interno. De esta manera aumenta el tamaño de la zona
más interna del planeta, probablemente a un ritmo de algunas décimas de milímetro por año.
4. LA CORTEZA TERRESTRE: ESTRUCTURA HORIZONTAL
La corteza presenta notables variaciones en sentido horizontal, lo que hace necesario tratar por separado las
distintas unidades o conjuntos morfoestructurales que la constituyen. Se consideran las siguientes unidades:
I. Continentes: considerados como los lugares que se encuentran por encima del nivel medio del mar y zonas
asociadas. Comprenden:
A. Cordilleras u orógenos: son cadenas montañosas de edad posterior a los 600 m. a.. Sus relieves en
general serán más o menos acentuados, dependiendo de su juventud o madurez Se forman por
movimientos orogénicos, es decir, por presiones horizontales que dan lugar a plegamientos y por
movimientos epirogénicos o verticales de la Corteza. Los orógenos representan las áreas inestables de la
corteza continental.
B. Cratones: corresponden a antiguas cordilleras de edad anterior a los 600 m. a., arrasadas y convertidas
actualmente en penillanuras. Representan las áreas más estables de la corteza continental. Comprenden:
a. Escudos o zonas cratogénicas, extensiones compuestas de rocas antiguas y de relieve llano.
b. Plataformas continentales, zonas de escudo que bordean los continentes y comprenden las regiones
cubiertas de aguas marinas someras (profundidad inferior a 200 m), cubiertas por el mar después del
último periodo glaciar. Son el asiento de sedimentos terrígenos y organógenos, que acumulan
grandes espesores, tanto mayores cuanto más alejados de la costa, formando parte de las cuencas
sedimentarias.
II. Bordes o márgenes continentales sumergidos: según su estructura general, se diferenciares dos tipos:
A. Bordes asísmicos o de tipo Atlántico: se caracterizan por su estabilidad, careciendo de manifestaciones
sísmicas y volcánicas, sobre ellos tienen lugar el depósito de los sedimentos terrígenos que provienen del
continente, con potencias variables. Se localizan sobre una única placa litosféricas y no en una zona de
colisión entre dos placas. Comprende: el talud continental, que presenta pendientes de hasta 1/40, está
surcado de cañones submarinos y marca el límite real del continente, en el se producen las corrientes de
turbidez; en su base los sedimentos alcanzar su máximo espesor formando el glacis.
B. Borde o margen sísmico o de tipo Pacífico: con alta inestabilidad sísmica y volcánica, ya que
corresponden a franjas de colisión entre dos placas litosféricas o zonas de Benioff, en las que se produce
el hundimiento de una de ellas bajo la otra a lo largo de una falla o plano de unos 45º de inclinación. Las
estructuras típicas que aparecen son: fosa oceánica y arcos insulares. Las fosas oceánicas se desarrollan
favorecidas por los fenómenos de hundimiento, la depresión se va rellenando de los sedimentos
procedentes de la erosión continental. En ocasiones, las fosas se sitúan tan cerca de la costa que
desaparece la pendiente continental. Como consecuencia del empuje que provoca la subducción de una
placa bajo la otra, se produce el levantamiento de los arcos de islas, pudiéndose diferencias en ellos un
arco frontal o externo, desprovisto de vulcanismo y donde los sedimentos son recientes, y un arco
interno con alta actividad volcánica.
III. Fondos oceánicos: En las cuencas oceánicas propiamente dichas se distinguen otras dos regiones:
A. Llanuras abisales y sus accidentes: son zonas planas de pendientes mínimas, la cobertura sedimentaria
anula la posibilidad de cualquier rasgo topográfico. El 50 % de las llanuras atlánticas y el 80% de las
pacíficas se encuentran accidentadas por colinas submarinas, que en ocasiones emergen formando islas
o atolones. Un tipo especial de colina son los guyots, frecuentes en el océano Pacífico, caracterizados por
su cima plana, situadas entre 1000 y 2000, de profundidad y elevándose desde profundidades de más de
4.000 m. De las cimas de distintos guyots se han dragado fósiles de edades similares en todos ellos.
B. Dorsales oceánicas: Las elevaciones que recorren los fondos oceánicos se tomaron en un principio por
cadenas montañosas similares a las que aparecen en los continentes. Posteriormente se comprobó que
los procesos geológicos que las originan a unas y a otras son muy distintos. Las dorsales oceánicas
forman una cadena prácticamente continua de unos 60 000 km de longitud, con un extremo frente al
delta del río Lena en Siberia, y el otro frente a las costas pacíficas de Canadá (más un ramal lateral que
acaba en el Mar Rojo). La forma es la de un relieve positivo muy accidentado, con una anchura entre
1000 y 4000 km y altura media de 3000 m. sobre las llanuras abisales. Su topografía viene marcada por
numerosos valles y crestas paralelas a la alineación general y, en algunas dorsales cono las del Atlántico y
el Indico, con un profundo valle de rift (1,5 a 2 km de profundidad y 15 a 50 km de anchura), que

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coincide aproximadamente con el eje de simetría de la dorsal. Por el contrario, la dorsal del Pacífico
oriental presenta una marcada elevación central o horst (de unos 20 km de anchura) en lugar del valle de
rift; esto se ha interpretado teniendo en cuenta la mayor velocidad de expansión del fondo del Pacífico
que implicaría mayor flujo de magma bajo la dorsal, lo que produce una gran fuerza de “flotación” que
impide el hundimiento del valle axial.
Otras características físicas y geológicas de los dorsales oceánicas son: su elevado flujo térmico,
vulcanismo actual, sismicidad muy frecuente, escasa presencia de sedimentos sobre las rocas volcánicas
(sobre todo en la zona del rift), pero sí existen depósitos de sedimentos en las llanuras abisales próximas.
El eje de la dorsal se encuentra quebrado por la presencia de fallas de desgarre horizontales, conocidas
como fallas transformantes.
ACTIVIDADES
1. Si la formación del sistema solar ha seguido las líneas generales establecidas por la teoría planetesimal,
¿cabe esperar que existan otros muchos sistemas planetarios en el universo?
2. ¿Qué significado darías a la expresión:”los geólogos son lectores de rocas”?
3. ¿La teoría del impacto puede explicar la diferencia de densidad que existe entre la Tierra y la Luna?
4. Teniendo en cuenta la gráfica de densidades, ¿a qué profundidad se produce el mayor cambio en el tipo de
materiales?
5. Si el gradiente geotérmico fuese en toda la Tierra el que existe en las zonas superficiales, ¿qué temperatura
se alcanzaría en el centro del planeta?
6. En un sondeo se mide la temperatura en un punto A situado a 1 Km de profundidad y en un punto B, a 5 Km
de profundidad. En A la temperatura es de 35 ªC y en B de 115 ºC. ¿Cuál es el gradiente geotérmico de esta
zona?
7. ¿Cómo sería la trayectoria que seguirían los rayos sísmicos en un planeta en el que la velocidad no cambiase
con la profundidad?
8. Las ondas P al llegar al núcleo sufren un cambio de dirección en su avance, ¿cómo puede explicarse? ¿tiene
lugar también en las ondas S?
9. Gráficas de la hoja adjunta.
10. ¿Hay corteza, manto y núcleo en la Luna? Las misiones Apolo realizaron algunas investigaciones sísmicas en
la Luna. A partir de los datos recogidos se construyó una gráfica con las velocidades de propagación de las
ondas P y S hasta 1000 km de profundidad (el radio de la Luna es de 1 738 km). Por debajo de 1000 km los
datos eran menos precisos pero se observaba una disminución de la velocidad de propagación de las ondas
S. Otros datos indirectos permiten inferir que posee un núcleo de unos 300 km de radio. Después de realizar
la gráfica correspondiente, indica:
a) ¿Qué discontinuidades se observan?
b) ¿Qué estructura en capas puede establecerse?
c) ¿Cuál es el estado físico del interior de la Luna?
11. ¿Qué datos de la gráfica de la velocidad de propagación de las ondas sísmicas permiten afirmar que no
existe en todo el manto una capa continua de material fundido?
12. ¿Por qué no se ha señalado ninguna discontinuidad entre los 1000 km y los 2900 km de profundidad, si las
ondas P pasan a propagarse desde 11 km/s hasta 13,5 km/s?
13. ¿Cuáles son las diferencias de composición química más importantes entre la corteza y el manto?
14. ¿Qué porcentaje del volumen total de la Tierra corresponde a la corteza?
15. ¿Podía considerarse la litosfera una unidad geoquímica? ¿Por qué?
16. Según el tipo de división del interior terrestre que se realice, se habla solo del núcleo o se divide en externo e
interno. ¿Por qué?

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