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,¿Qué
necesidades educativas especiales
presentan los niños que la padecen?
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Con esta entrada se pretende dar a conocer qué es la parálisis cerebral, y qué necesidades educativas
especiales presentan, por lo general, los niños que la padecen, así como resaltar que se puede integrar al
alumno con PC en un aula ordinaria, si no presenta una afectación grave, sin la necesidad de llevarlo a
centros de educación especial.
“La prevalencia de PC globalmente se encuentra aproximadamente entre 2 y 3 por cada 1.000 nacidos
vivos, con 1,5 por cada 1.000 en algunos estudios.” (Robaina-Castellanos et al., 2007, p.110).
“Un trastorno global de la persona consistente en un desorden permanente y no inmutable del tono, la
postura y el movimiento, debido a una lesión no progresiva en el cerebro antes de que su desarrollo y
crecimiento sean completos”.
Además es la causa más frecuente de discapacidad entre los niños; afectando a todas las personas
independientemente de su sexo, raza o condición social. Y que a pesar de los avances científicos para
prevenirla y tratarla, en los últimos años ha aumentado.
Se puede hacer una clasificación según la parte del cuerpo que es afectada por la parálisis:
Hemiplejia: está afectado uno de los lados del cuerpo, mientras que la otra funciona correctamente.
Los niños con esta parálisis andan de puntillas más tiempo, porque tienen los tendones de los tobillos
tirantes. Normalmente los miembros afectados son más cortos y delgados.
El lenguaje suele retrasarse, pero su nivel de inteligencia es normal.
Diplejía: afecta a las cuatro extremidades del cuerpo. Afecta de mayor forma a las extremidades
inferiores.
Los niños que tienen este tipo de parálisis suelen necesitar de algún tipo de aparato, como puede ser un
andador para caminar.
Tetraplejia: afecta a todos los miembros del cuerpo. Con frecuencia afecta también a la cabeza y al
tronco.
Existen trastornos considerados más importantes como son:
Parálisis cerebral espástica: la corteza cerebral no funciona con normalidad. Los músculos se
contraen todos a la vez y no puede darse movimiento.
Suele ir asociada a un retraso mental. Presentan daños o malformaciones en el cerebro.
Parálisis cerebral atetoide: la parte central del cerebro no funciona bien. El niño presenta
movimientos involuntarios que interfieren con los movimientos normales. Esos movimientos
aparecen más en reposo y se incrementan con excitación, inseguridad y esfuerzos.
Parálisis cerebral atáxica: en este tipo de parálisis el cerebelo es la parte afectada. Se aprecian
problemas de equilibrio y de destreza manual.
Suelen tener una mala coordinación y andan de manera inestable.
Parálisis cerebral mixta: puede darse una mezcla de los tres tipos de las parálisis anteriores, ante
esto es difícil un diagnóstico preciso.
Han sido múltiples las clasificaciones de PC, las cuales se han llevado a cabo atendiendo a variados
criterios y objetivos. La clasificación que engloba múltiples ejes, y que resulta útil tanto para el análisis
clínico como para estudios poblacionales y se resume en la siguiente tabla extraída de Robaina-
Castellanos et al., (2007, p.115):
Figura. Clasificaciones de parálisis cerebral y objetivos a los cuales se orientan. DSB-PV: daño a la
sustancia blanca periventricular; GMFCS: sistema de clasificación de función motora gruesa; HIC:
hemorragia intracraneal; HIV: hemorragia intraventricular; PEDI: inventario de evaluación pediátrica de
discapacidad
CAUSAS
La parálisis cerebral puede ser y tener diferentes causas según la Confederación ASPACE
(Confederación Española de Federaciones y Asociaciones de Atención a las Personas con Parálisis
Cerebral y Afines), son las siguientes:
Prenatales: se dan por infecciones intrauterinas. Por intoxicación, a causa de la ingesta de algún
medicamento o de productos tóxicos para la salud. También pueden darse por exponerse a
radiaciones. Se dan en el 35% de los casos.
Perinatales: por un parto prematuro, por fallos mecánicos, en general todo parto que produzca
sufrimiento. Son el 55% de los casos.
Postnatales: encefalitis, meningitis, lesiones traumáticas, ingesta de productos tóxicos. Representan
el 10% de los casos.
Este tipo de parálisis se llama congénita. Un número pequeño de niños tiene la parálisis cerebral
adquirida, esto quiere decir que se da después del nacimiento. Una meningitis, una lesión en el cráneo
por un accidente de tráfico, una caída, un abuso.
Desarrollo anormal del cerebro: se producen interrupciones en el crecimiento del cerebro durante
el desarrollo del feto. Esto produce malformaciones.
Hemorragia cerebral: en este tipo de hemorragia el sangrado se produce centro del cerebro, es
causado por vasos sanguíneos que se han bloqueado o que se han roto.
Daño cerebral causado por falta de oxígeno en el cerebro: se produce asfixia por falta de oxígeno
en el cerebro, se produce por una interrupción en la respiración. Se produce en muchas ocasiones por
el estrés que sufre el bebé en el parto.
Existen muchos factores de riesgo que pueden producir daños cerebrales en el bebé, estos factores
pueden darse tanto en el embarazo, como durante el parto:
Bajo peso de nacimiento y nacimiento prematuro: el riesgo aumenta si los niños nacen con menos
de 37 semanas, también influye en peso con el que nazca el bebe.
Nacimientos múltiples: los gemelos, mellizos, trillizos, o embarazos de más niños a la vez, sin
necesidad de ser prematuros, tienen un mayor riesgo de sufrir parálisis cerebral.
Infecciones durante el embarazo: las enfermedades infecciosas pueden infectar al útero y la
placenta lo que conlleva una inflamación en el feto y posibles daños en el sistema nervioso central.
Incompatibilidad sanguínea: esta incompatibilidad se da cuando el grupo sanguíneo de la madre es
distinto al del bebé. Como las células sanguíneas se mezclan, por ejemplo si la madre es positiva y el
bebé negativo, la madre crea anticuerpos que perjudican al bebé.
Exposición a sustancias tóxicas: si las madres se han expuesto a sustancias tóxicas durante en el
embarazo, el bebé sufre un mayor riesgo de tener parálisis cerebral.
Madres con anormalidades, tiroideas, con retraso mental o convulsiones: una madre con alguna
de estas características, tiene probabilidad de tener un hijo con parálisis cerebral.
Presentación de nalgas: los bebés que tienen parálisis cerebral tienen más probabilidades de estar de
nalgas a la hora del parto.
Trabajo de parto y partos complicados.
Pequeño para la edad gestacional: bebés más pequeños de lo normal, que han sufrido problemas
para crecer en el útero.
Puntuación de Apgar baja: cuanto más alta es la puntuación menos probabilidades de tener
parálisis cerebral.
Convulsiones: si el bebé tiene convulsiones tiene más probabilidad de tener parálisis.
Otras afecciones que están relacionadas con la parálisis cerebral son:
Retraso mental: dos tercios de las personas que sufren parálisis cerebral tienen unido un daño
intelectual.
Trastornos convulsivos: la mitad de los niños con parálisis tienen convulsiones.
Retraso madurativo y desarrollo: es común en estos niños un síndrome llamado falla de
crecimiento, suelen tener bajo peso, estatura más baja.
Deformidades en la columna: Las deformidades de la columna: curvatura (escoliosis), joroba
(cifosis), y espalda en montura (lordosis), están asociadas con la parálisis cerebral.
Visión, audición y lenguaje deteriorados: muchos niños con parálisis tienen estrabismo, en el
adulto provoca visión doble, mientras que en los niños no recibe las señales de uno de los
ojos.Presentan un deterioro auditivo. En el habla y lenguaje, presentan problemas más de un tercio de
Según el National Institute of Neurological Disorders and Strocke (Instituto Nacional de Trastornos
Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares; NINDS), la parálisis cerebral, puede ser detectada desde
el nacimiento, ya que van apareciendo los signos precoces. También hay que decir que esta, la parálisis
cerebral, es detectable en la mayoría de los niños durante los dos primeros años de vida, aunque si los
síntomas son leves, el médico no puede hacer un diagnóstico fiable antes de los 4-5 años.
La parálisis cerebral es diagnosticada mediante una evaluación de las habilidades motoras del niño, una
observación de su historia clínica y buscando los síntomas más característicos, como son: desarrollo
lento, tono muscular anormal y postura inusual.
TRATAMIENTO
¿De qué tratamientos específicos se dispone?
El más común y el que más se utiliza desde que la parálisis en detectada en las fisioterapia. Esta se
empieza a utilizar desde los primeros años de vida o nada mas dado el diagnostico. Se usa grupos
específicos de ejercicios y actividades para evitar el debilitamiento o el deterioro de los músculos que no
se usan y evitar que los músculos no se queden en una posición rígida y anormal.
Terapia ocupacional: Se encarga en potenciar las funciones de tronco, mejorar la postura y sacar
mayor provecho de la movilidad del niño. Se le enseña al niño a aprender las actividades básicas de
la vida cotidiana, esto ayuda al niño a aumentar su autoconfianza.
Terapias recreativas: En los niños con una parálisis leve para mejorar las habilidades motoras.
Mejora en el lenguaje, en la autoestima y en el bienestar emocional.
Terapias físicas controvertidas: Fisioterapia donde los niños aprenden habilidades motoras al
mismo tiempo que lo hacen los niños sin parálisis. Se empieza por enseñar a gatear sin tener en
cuenta la edad, para luego avanzar y enseñar a caminar. Dentro de esta terapia, se encuentra la
técnica de Bobath y la Educación conductiva.
Terapia del habla y del lenguaje: una gran parte de los niños afectado tienen graves dificultades
para producir el lenguaje, en hacer gestos manuales y expresiones faciales, y les cuesta mucho
mantener una conversación. Desarrollan ejercicios para ayudar a los niños a sobrellevar las
dificultades de la comunicación. Otras ejercidos desarrolladas en esta terapia, ayudan a aprender
habilidades sociales, enseñándoles a mantener la cabeza erguida, el contacto visual, etc. También
enseñan a utilizar dispositivos especiales de comunicación.
Cuando los niños con parálisis tienen dificultades para comer y beber, se les da un tratamiento específico
para problemas con la comida y el babeo, estas dificultades son debidas a que los niños nos tienen
control de los músculos de la boca, de la mandíbula y de la lengua.
Tratamientos farmacológicos
Existen varios tipos de medicamentos, denominados medicamentos orales, estos pueden ser diazepam,
baclofén, dantrolene sódico y tizanidina. Estos, se utilizan para relajar los músculos rígidos o
hiperactivos. Son bastantes adecuados para aquellos niños que necesitan una reducción leve del tono
muscular.
De vez en cuando se usan “lavados” con alcohol, estos son inyecciones de alcohol en los músculos para
reducir las espasticidad. Este tratamiento incluye dolor y entumecimiento.
Para los músculos hiperactivos, utilizan tratamientos de inyección local mediante la toxina botulínica
(BT-A). Esta toxina relaja los músculos y aumenta el movimiento de los músculos objetivos. Estas
inyecciones funcionan de manera más eficaz cuando los niños tienen control alguno sobre sus
movimientos.
Centros ordinarios: indicados para alumnos que pueden seguir el currículo ordinario y el que puede
seguirlo con adaptaciones más o menos significativas y/o refuerzos educativos. Deberá tener un equipo
docente, un equipo de orientación educativa psicopedagógica (por sector), un departamento de
orientación, un psicoterapeuta (PT), un especialista en audición y lenguaje, un auxiliar técnico educativo,
un educador social (E.S.O) y u centro de apoyo al profesorado.
Centro de integración preferente: indicados para alumnos con discapacidad sensorial, motóricas y
trastorno general del desarrollo (TGDS) cuando requieran recursos excepcionales. Dispondrá de los
mismos recursos humanos que un centro ordinario incluyendo un intérprete de lengua de signos.
Centro de educación especial: indicado para alumnos con NEAE´s extensas y permanentes que requieran
una reordenación global de las enseñanzas y una atención específica especializada. Van a requerir un
equipo docente en el cual los tutores van a ser PT, un equipo de orientación educativa psicopedagógica,
especialista en audición y lenguaje y un logopeda, un auxiliar técnico educativo, un departamento de
orientación, un intérprete de lengua de signos, un fisioterapeuta, un médico o A.T.S. y un profesor técnico
de servicios a la comunidad.
Centro de escolarización combinada: indicado para alumnos que pudiendo escolarizarse en un centro
ordinario también necesita recursos y medidas educativas que solo puede proporcionarle el centro de
educación especial. Los recursos humanos son todos los del centro ordinario más los de educación
especial.
DETECCIÓN DE NECESIDADES
Las necesidades del alumno con parálisis cerebral, entendiendo como “necesidades educativas la
identificación sistemática de las necesidades o la evaluación del individuo para determinar el nivel
apropiado de servicios y apoyos educativos necesarios” (Muñoz Cantero; Martín Betanzos, 2008, p.
188). Estará dividido en tres ámbitos según la estimulación que se va a realizar en la intervención del
caso: Física, Logopédica, y Sensorial; porque son aspectos importantes en la vida del discapacitado
motórico y más especialmente en la vida del alumno con parálisis cerebral.
Intentando con todo ello aumentar la autonomía personal del alumno, para que sea capaz, lo más posible,
de realizar las actividades cotidianas por sí mismo, sin que se produzca una situación de dependencia o
vulnerabilidad. Con el fin de lograr una verdadera integración, no sólo escolar, sino familiar, social y
laboral.
Intervención educativa en
educación infantil
En el primer ciclo (0-3) los niños con parálisis cerebral se pueden escolarizar en centros ordinarios con
apoyo de profesionales especializados en atención temprana. Así estarán atendidos desde el
primer momento.En el segundo ciclo (3-6) los alumnos con parálisis cerebral podrán pasar a un centro
específico.
La educación infantil abarca desde los 0-6 años y esta educación carácter basado en la prevención y
compensación, ya que la intervención temprana se realiza con el fin de evadir problemas en el
desarrollo. La atención a los niños en este periodo de edad (0-6) se ha desarrollado bajo modelos
distintos, con responsabilidades y fines diferentes; por lo que es en este momento (2005) cuando nacen
las guarderías como un servicio de ayuda social para las familias, sin una clara intencionalidad
educativa. GAT. (2005)
Los objetivos están centrados en favorecer el desarrollo de los niños, proporcionándoles experiencias
para una evolución más completa.
Antes de realizar la adaptación curricular es necesaria una evaluación psicopedagógica para decidir el
tipo de escolarización. Es necesaria una evaluación inicial del colegio antes de la intervención:
Los profesionales de los CDIAT deben informar a la escuela sobre la situación del niño y de la familia
en el momento de integrarse en ella. Posteriormente y en colaboración con el equipo escolar y los
educadores se podrán fijar espacios en los que se revisen o se discutan los objetivos pedagógicos, las
estrategias de aprendizaje, y la utilización de suficientes recursos materiales o personales para poder
cumplir los objetivos prefijados. También convendrá participar en el proceso de toma de decisiones
sobre la modalidad de escolarización.
– La constitución de los servicios sociales de atención primaria como lugar de referencia y detección
de estas situaciones.
– La articulación de los servicios sociales de atención primaria con los equipos especializados de
menores o de infancia y adolescencia, y salud mental.
– La coordinación de los equipos de menores con los centros de Desarrollo Infantil y Atención
Temprana para plantear un proyecto de intervención.
– Comunicación y lenguaje
Posteriormente se aprobó la Lay de dependencia, el 14 de diciembre del 2006. La presente Ley tiene por
objeto regular las condiciones básicas que garanticen la igualdad en el ejercicio del derecho subjetivo de
ciudadanía a la promoción de la autonomía personal y atención a las personas en situación de
dependencia, en los términos establecidos en las leyes, mediante la creación de un Sistema para la
Autonomía y Atención a la Dependencia, con la colaboración y participación de todas las
Administraciones Públicas y la garantía por la Administración General del Estado de un contenido
mínimo común de derechos para todos los ciudadanos en cualquier parte del territorio del Estado
español.
Para finalizar con esta evolución normativa, la LOE (Ley Orgánica de Educación) creada el 3 de mayo
de 2006. Esta ley habla de este tipo de alumnados en el artículo 73: “Se entiende por alumnado que
presenta necesidades educativas especiales, aquel que requiera, por un periodo de su escolarización o a
lo largo de toda ella, determinados apoyos y atenciones educativas específicas derivadas de discapacidad
o trastornos graves de conducta” dentro del capítulo 1 “alumnado con necesidad específica de apoyo
educativo” y del título 2: equidad de la educación.