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Papeles del Psicólogo

ISSN: 0214-7823
papeles@correo.cop.es
Consejo General de Colegios Oficiales de
Psicólogos
España

Fernández Hermida, José Ramón; Carballo, José Luís; Secades-Villa, Roberto; García-Rodríguez,
Olaya
Modelos teóricos de la conducta adictiva y recuperación natural. Análisis de la relación y
consecuencias
Papeles del Psicólogo, vol. 28, núm. 1, enero-abril, 2007, pp. 2-10
Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos
Madrid, España

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=77828102

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Sección Monográfica
Papeles del Psicólogo, 2007. Vol. 28(1), pp. 2-10

MODELOS TEÓRICOS DE LA CONDUCTA ADICTIVA Y RECUPERACIÓN


NATURAL. ANÁLISIS DE LA RELACIÓN Y CONSECUENCIAS
José Ramón Fernández Hermida, José Luís Carballo, Roberto Secades-Villa
y Olaya García-Rodríguez
Departamento de Psicología de la Universidad de Oviedo

La prevención y el tratamiento de la drogodependencia no son independientes del modelo teórico que explica la naturaleza y los de-
terminantes de la adicción a las drogas. El modelo bio-médico conforma buena parte del sustrato teórico que subyace hoy a los polí-
ticas de atención a la drogodependencia, y buena parte de la investigación que se puede ver en publicaciones y congresos presta
cada vez mayor atención a los determinantes biológicos. Sin embargo, el fenómeno del auto-cambio o la recuperación natural en las
adicciones ponen en cuestión el modelo bio-médico predominante y favorecen un enfoque bio-psico-social más acorde con la tradi-
ción y la investigación psicológicas. En el presente trabajo se exponen los datos empíricos más relevantes que se han obtenido de la
investigación sobre el auto-cambio en el consumo problemático de drogas, y se analizan las consecuencias de estos hallazgos sobre
los modelos teóricos en liza. Por último, se formulan algunas recomendaciones en la implantación de los servicios de atención a dro-
godependientes que favorezcan el cambio tanto en sujetos que se recuperan naturalmente como en aquellos que deban acudir a tra-
tamiento.
Palabras clave: Abuso de drogas, Recuperación Natural, Modelos Psicopatológicos.

The prevention and treatment of drug-dependence are not independent of the theoretical model that explains its nature and determi-
nants. The biomedical model makes up a large part of the theoretical substrate currently underlying policies on drug-dependence, and
an ever-growing proportion of research presented in journals and at conferences focuses on biological factors. However, the phenom-
enon of self-change or natural recovery from addictions calls into question the predominant biomedical model, favouring a bio-psy-
cho-social perspective more in line with psychological tradition and research. The present work reviews the most relevant empirical
findings from research on self-change in problematic drug use, and analyzes the consequences of these findings for the current theo-
retical models in the field. Finally, some recommendations are made in relation to the implementation of drug-dependence programs
that can help change both in those who recover naturally and those who require treatment.
Key words: Drug Abuse, Natural Recovery, Psychopathological Models

DOS MODELOS EN LIZA puede verse como una posible estación de tránsito hacia
La drogodependencia o el consumo adictivo de drogas, la dependencia, estado que contiene los elementos esen-
sean legales o no, tiene una naturaleza controvertida. ciales que determinan la condición patológica de la
Los sistemas psicopatológicos al uso (CIE y DSM) recono- adicción a las drogas, tales como la pérdida del auto-
cen la adicción a las drogas como un trastorno o una control, la degradación de la conducta social, la toleran-
enfermedad. En el caso del DSM gira en torno a dos cia y la abstinencia.
conceptos, abuso y dependencia, que describen distinto El modelo biomédico tradicional, subyacente a los dos
grado de adherencia al hábito patológico de consumo sistemas de clasificación anteriormente mencionados,
de una o varias sustancias psicotrópicas con potencial cree que la dependencia de una o varias drogas es una
adictivo. enfermedad crónica de carácter recidivante (Casas, Du-
Para los propósitos de este artículo nos centraremos en ro, & Pinet, 2006). Las consecuencias de esta perspecti-
la noción de dependencia, ya que el concepto de abuso va son bastantes claras:
carece de relevancia por ser una categoría residual que 1. No hay recuperación en ausencia de tratamiento. El
carácter crónico del trastorno y la pérdida de control
indica un patrón de uso desadaptativo o peligroso de lí-
asociada hacen que el paciente drogodependiente
mites bastante indefinidos. Podría decirse que el abuso
fracase en sus múltiples intentos de dejar la sustancia
Correspondencia: José Ramón Fernández Hermida. Facultad de
por sí mismo. El tratamiento por tanto es la única
Psicología. Universidad de Oviedo. Plaza Feijoo, s/n. 33003
Oviedo – Asturias. Spain. E-mail: jrhermid@uniovi.es respuesta posible.
2. No se aplica el concepto de curación, ya que la su-

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JOSÉ RAMÓN FERNÁNDEZ HERMIDA, JOSÉ LUÍS CARBALLO, Sección Monográfica
ROBERTO SECADES-VILLA Y OLAYA GARCÍA-RODRÍGUEZ

puesta vulnerabilidad biológica siempre está presen- una evidencia de una vulnerabilidad biológica sub-
te y pueden ocurrir recaídas. Dichas recaídas no de- yacente, sino como la evidencia del fracaso de los
ben ser vistas como un fracaso del tratamiento sino mecanismos de afrontamiento del sujeto frente a los
como el resultado de la evolución crónica del trastor- condicionantes contextuales de su conducta.
no en su relación, no siempre eficaz, con una super- 3. El objetivo del tratamiento puede ser el “consumo
visión y un tratamiento continuados en el tiempo. En controlado”. Como en el caso de la recaída, la inca-
este sentido, las recaídas son pruebas de la existen- pacidad de auto-control no es una característica cró-
cia subyacente crónica del trastorno. nica de una persona, sino que debe verse como el
3. No hay posibilidad de mantener un contacto auto- resultado de las determinantes contextuales y la ca-
controlado permanente con la droga. El objetivo del pacidad de afrontamiento.
tratamiento debe ser siempre la abstinencia, dado La elección del modelo bio-médico está teniendo im-
que el contacto del sujeto con el tóxico producirá la portantes efectos en la forma de prevenir y tratar la dro-
inmediata recaída. Desde esta perspectiva, se consi- godependencia. Algunos de los más relevantes son los
dera imposible el “consumo controlado” de las per- siguientes:
sonas que han sido dependientes de una substancia ✔ La dirección de las políticas anti-droga han estado y
mediante la argumentación de que o bien estamos están, cada vez más, bajo una perspectiva sanitaria,
antes un diagnóstico insuficiente o erróneo, o bien muy dominada por el modelo bio-médico.
hay que dudar de la exactitud de los informes (Vai- ✔ A pesar de que la prevención goce de gran predica-
llant, 2005). mento en las políticas públicas anti-droga, su desa-
Por otro lado, el modelo bio-psico-social entiende la rrollo e implantación son claramente precarios. La
drogodependencia como una conducta o hábito regula- prevención de las drogodependencias tiene una
do por factores biológicos, psicológicos y sociales. Se- perspectiva casi totalmente psico-social con impor-
gún este modelo, la conducta adictiva o la tantes repercusiones en los ámbitos legal, educativo
drogodependencia no es una condición crónica del indi- y comunitario. A diferencia de la prevención de las
viduo, sino el resultado de la interacción de determinan- enfermedades infecciosas, los componentes biomé-
tes psicológicos, biológicos y sociales en un momento dicos no son relevantes. Dentro de este contexto, re-
dado. Las consecuencias de esta perspectiva también sulta lógico que los gestores sanitarios no afronten
son bastante claras: con convicción y medios la tarea preventiva.
1. Puede haber recuperación en ausencia de tratamien- ✔ El tratamiento se medicaliza a marchas forzadas.
to. El paso de un consumo de riesgo a uno de bajo Cada vez más, surgen o parecen surgir nuevas indi-
riesgo o la abstinencia es un fenómeno bastante co- caciones o enfoques farmacológicos en el campo del
mún. Al igual que sucede con el fenómeno de recu- tratamiento, que copan la actividad en congresos y
peración natural en las neurosis (Eysenck, 1952), las simposios, además de una presencia creciente en las
adicciones pueden evolucionar favorablemente si se revistas especializadas. A pesar de que hay vías de
producen las condiciones que determinen, en cada tratamiento psico-social muy importantes para los
caso, el cambio de conducta. No todos los sujetos drogodependientes, eso no significa que el modelo
pueden modificar su comportamiento adictivo sin de “enfermedad crónica” no sea el que subyace en
ayuda externa, bien debido a la gravedad del hábi- muchos de esos recursos asistenciales (p.ej.: me-
to o al deterioro grave de sus condiciones personales diante la adopción de objetivos únicos de abstinen-
y sociales. Pero la recuperación natural parece el ca- cia). Por último, resulta significativa la insistencia de
mino que sigue la mayoría de las personas que tie- las autoridades de que la Asistencia Primaria tome
nen “problemas” con las drogas (Cunningham, más cartas en la prevención y el tratamiento de la
1999; Dawson et al., 2005; Hasin & Grant, 1995; drogodependencia. Para cualquier conocedor de la
Klingemann et al., 2001; Sobell, Cunningham, & So- actividad en Asistencia Primaria resulta evidente que
bell, 1996). un reclamo de ese tipo a un servicio médico por ex-
2. La recaída durante el tratamiento es el resultado de celencia y muy colapsado sólo puede hacerse desde
la interacción de los distintos factores que determi- una perspectiva completamente bio-médica.
nan la presencia del hábito. No debe ser vista como ¿Cuáles son las razones para que se mantenga un mo-

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Sección Monográfica MODELOS PARA LA CONDUCTA
ADICTIVA Y RECUPERACIÓN NATURAL

delo bio-médico de las adicciones? ¿Hay razones cientí- mente adicto (entiéndase dependiente) a la misma
ficas que avalen la idoneidad de ese modelo frente al (Chiauzzi & S., 1993). A pesar de que en algunos tra-
bio-psico-social a la hora de explicar o dar cuenta de bajos sólo se tengan en cuenta criterios clínicos de con-
los fenómenos que se pueden observar en el comporta- sumo (cantidad, frecuencia, tipos de drogas, etc.) para
miento adictivo? evaluar la gravedad de la dependencia, en otros se utili-
Esta fuera de las limitaciones de este trabajo entrar en zan, como punto de corte, criterios nosológicos estable-
un análisis detallado de las pruebas que puedan apoyar cidos, tales como los que marca el DSM, que permiten
a uno u otro modelo. Es muy posible que las razones comparar la “senda” de recuperación seguida por suje-
científicas, sociales y económicas que apuntalan el mo- tos que han ido a tratamiento frente a los que no han ido
delo bio-médico para explicar hábitos de conducta, tales y se recuperan “naturalmente”. De esta manera, se trata
como las adicciones, en el seno de las sociedades occi- de garantizar que la comparación se hace una vez que
dentales, no sean diferentes de los que se han aducido se ha superado en ambos casos un cierto umbral de gra-
para comprender el entusiasmo bio-médico actual en el vedad de la dependencia. La utilización de esta estrate-
análisis de otros trastornos psicopatológicos (Blech, gia de valoración, que se apoya en sistemas nosológicos
2005). de clara inspiración médica, no está exenta de críticas,
En esta ocasión, nuestro interés se va a centrar en el es- provenientes precisamente de los más acérrimos defen-
tudio de las implicaciones que tiene el fenómeno de la sores del modelo médico, lo que no deja de ser paradó-
recuperación natural de las adicciones para la compren- jico (Vaillant, 2005). En todo caso, la valoración de la
sión, prevención y tratamiento de las drogodependen- drogodependencia se hace tanto con criterios continuos
cias. Procederemos inicialmente exponiendo brevemente (número y gravedad de los diversos síntomas o conduc-
la naturaleza de la recuperación natural y los hallazgos tas de dependencia) o discontinuos/categoriales (se al-
derivados de la investigación. Luego se analizará su co- canza o no el criterio que marca el sistema nosológico
herencia con los modelos teóricos en liza. Finalmente se que se utiliza).
expondrán algunas conclusiones que afectan a la pre- El concepto de recuperación es también importante.
vención y el tratamiento de las drogodependencias. Para algunos, normalmente desde modelos médicos o
morales, la recuperación sólo puede ser igual a la abs-
LA RECUPERACIÓN NATURAL O EL AUTO-CAMBIO EN tinencia. Sin embargo, parece evidente que la contrafi-
LAS CONDUCTAS ADICTIVAS gura del consumo abusivo o dependiente, cuya
Cuando una persona drogodependiente se recupera sin característica esencial no es tanto la cantidad cuanto la
la intervención de tratamiento formal alguno se dice que pérdida de control del consumidor, es el uso controla-
se ha recuperado “naturalmente”, que se ha producido do. Es importante que se tenga en cuenta que la idea
una “recuperación espontánea” o que ha mejorado me- de “recuperación”, en el caso de los estudios de recu-
diante un proceso “guiado por él mismo” o “auto-cam- peración natural y en lo que se refiere al consumo de
bio”. alcohol, normalmente no significa “abstinencia” sino
La definición anterior tiene tres elementos fundamenta- “consumo no peligroso”. Este uso “no peligroso” se es-
les (drogodependencia, recuperación y tratamiento for- tablece de acuerdo con las propias normas de la OMS
mal) que es necesario precisar. (World Health Organization, 1998). Las consecuencias
Los estudios de recuperación natural en el campo de la de adoptar uno u otro criterio son importantes para di-
adicción se han preocupado de precisar el estado inicial lucidar la importancia de la recuperación natural. Se
o de partida del paciente que se ha recuperado. Esta ha estimado que la no inclusión de los bebedores mo-
preocupación viene determinada por la necesidad de derados podría excluir a un 40% de los bebedores pro-
conocer si el proceso de recuperación natural ocurre en blemáticos de alcohol que se recuperan sin ayuda
pacientes realmente drogodependientes o sólo en perso- terapéutica (Klingemann et al., 2001; Sobell, Ellings-
nas con “problemas” con las drogas. Haciendo una cier- tad, & Sobell, 2000). En lo que se refiere al tabaco o
ta definición circular o tautológica de la dependencia las drogas ilegales no hay “consumo seguro”, por lo
como concepto central de la adicción, se ha llegado a que el criterio de recuperación es la abstinencia (Car-
decir que si el sujeto cambia por sí mismo su hábito ballo et al., 2007). Este criterio puede resultar muy dis-
adictivo de una sustancia, entonces no es verdadera- cutible de acuerdo con la gravedad de las

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JOSÉ RAMÓN FERNÁNDEZ HERMIDA, JOSÉ LUÍS CARBALLO, Sección Monográfica
ROBERTO SECADES-VILLA Y OLAYA GARCÍA-RODRÍGUEZ

consecuencias del consumo controlado y prolongado no se ha limitado a los sujetos abstinentes, en el caso del
de sustancias como el cannabis, o incluso la cocaína y alcohol, sino que se han incluido como recuperaciones
la heroína, aunque es plenamente conforme con las di- válidas las de que aquellos sujetos que regresan a un
rectrices sanitarias vigentes. uso controlado y de bajo riesgo para la salud. Desde la
No resulta siempre fácil dilucidar lo que se quiere decir perspectiva de la recuperación natural no hay razón pa-
cuando se habla de tratamiento formal. Este es un asun- ra mantener la abstinencia como criterio, sin caer en el
to importante, porque no hay una diferencia radical en- razonamiento circular de que la dependencia siempre
tre los cambios observados durante el tratamiento y los exige abstinencia, o sin mantener una posición moralista
que pueden verse como consecuencia del proceso de ajena a los criterios clínicos que para el alcohol mantie-
“auto-cambio”. Si en lo que le sucede al sujeto no hay ne una organización internacional como la OMS. Por úl-
diferencia sustancial, entonces se torna muy importante timo y con el fin de darle la máxima consistencia al
dilucidar que se entiende por ayuda terapéutica y en concepto de auto-cambio o de “cambio natural”, el con-
qué se diferencia de la ayuda externa que también reci- cepto de tratamiento se ha extendido ampliamente hasta
ben los adictos que optan por la recuperación natural. abarcar toda forma reglada de intervención en el campo
Es difícil separar lo que es tratamiento de lo que no lo de las drogodependencias, aunque se han establecido
es. Para los propósitos de los estudios de recuperación algunos límites en el caso de la auto-ayuda, dada la fre-
natural, Klingemann et al. (2001) han definido el trata- cuencia con la que estos pacientes exploran este tipo de
miento como diferentes tipos de recursos o servicios tera- estrategias terapéuticas que luego no siguen.
péuticos dirigidos a lograr el cambio en las conductas
adictivas, incluyendo a: grupos de autoayuda, trata- LA RECUPERACIÓN NATURAL EN LA INVESTIGACIÓN
mientos psicológicos o psiquiátricos, recursos relaciona- EMPÍRICA
dos con los servicios sociales, hospitales psiquiátricos, El fenómeno de auto-cambio o la recuperación natural
consejo médico o de enfermería, servicios hospitalarios o ocurre con éxito en todo tipo de adicciones a sustancias
de emergencia y centros de desintoxicación. Como pue- psicoactivas. Uno de los más citados estudios iniciales se
de observarse, esta es una definición extraordinariamen- centró en la mejora sin intervención terapéutica alguna
te amplia que excluye toda ayuda a la recuperación que que tenía lugar entre algunos de los veteranos de Viet-
se haya definido como una actuación terapéutica estruc- nam adictos a la heroína cuando regresaban a sus ho-
turada, desde el consejo breve y el apoyo psico-social gares en EE.UU (Robins, 1993). Posteriormente, la
institucional hasta los tratamientos más elaborados y mayoría de los trabajos han versado sobre el alcohol y
prolongados sean de tipo psicológico o psiquiátrico. Hay tabaco, aunque cada vez más se van incorporando estu-
que hacer notar, sin embargo, que algunos estudios re- dios con otras sustancias, tales como el cannabis, la co-
cientes no han considerado tratamiento la asistencia a caína, la heroína y otras (Carballo et al., 2007).
tres o menos sesiones de grupos de auto-ayuda (Ellings- Cuando los datos de las investigaciones han procedido
tad, Sobell, Sobell, Eickleberry, & Golden, 2006; Sobell, de amplias encuestas pasadas a la población general, se
Sobell, & Toneatto, 1992; Sobell, Sobell, Toneatto, & han podido encontrar tasas de auto-cambio muy eleva-
Leo, 1993; Toneatto, Sobell, Sobell, & Rubel, 1999), so- das (Dawson et al., 2005). Así, en el caso del alcohol las
bre todo si el sujeto considera que su paso por esos gru- cifras han oscilado desde el 67% al 83% de “auto-cam-
pos fue irrelevante para su proceso de recuperación. biadores” dependiendo de si eran “dependientes” o
Reuniendo lo que se ha dicho hasta ahora sobre dro- “abusadores” respectivamente (Hasin & Grant, 1995), o
godependencia, recuperación y tratamiento, puede te- en el entorno del 77% si el criterio de inclusión era que
nerse ya una primera impresión sobre la recuperación fueran bebedores habituales con un consumo de más de
natural en las adicciones. Estos estudios no se han cen- 7 unidades de bebida / día (lo que no es poco) (Sobell,
trado sólo en el uso “problemático” y de abuso de las Cunningham, & Sobell, 1996). No es extraño que a te-
adicciones, limitando su alcance, sino que también se nor de estos resultados se concluya que “.. una amplia
han investigado las posibilidades de recuperación natu- mayoría de personas con problemas con el alcohol pue-
ral en sujetos dependientes, definiendo la dependencia den superar, y, de hecho, los superan sin tratamiento
de acuerdo con lo que se recoge en los sistemas nosoló- formal o grupos de auto-ayuda” (Klingemann et al.,
gicos actuales. Además, el alcance de la recuperación 2001)

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Sección Monográfica MODELOS PARA LA CONDUCTA
ADICTIVA Y RECUPERACIÓN NATURAL

Como ya se ha dicho antes, en el caso de las drogas bio se ciñe a una secuencia de estadios prefijada, tal y
ilegales los datos obtenidos son más escasos, aunque como viene descrita en el modelo transteórico, que sirva
parecen ir en la misma dirección. En una amplia encues- para predecir “el grado en el que un individuo está mo-
ta realizada en Canadá se ha podido encontrar que el tivado para cambiar una conducta problema” (Klinge-
84% de los usuarios de cannabis, el 85,9% de LSD, el mann et al., 2001). Lo que no resulta tan dudoso, dado
84% de los de crack / cocaína, el 79,6% de speed y el el volumen de las pruebas, es que la disponibilidad al
65,5% de heroína podrían ser auto-cambiadores (Cun- cambio sea el resultado de la interacción de múltiples
ningham, 1999). factores conductuales, cognitivos y ambientales.
El proceso de auto-cambio es más probable que ocurra Hay factores conocidos que influyen en la decisión y en
cuando la adicción es menos grave (Bischof, Rumpf, el éxito del auto-cambio. Entre esos factores se encuen-
Hapke, Meyer, & John, 2002; Weisner, Matzger, & Kas- tran los determinantes ambientales y evolutivos, los pro-
kutas, 2003), aunque puede darse en cualquier tipo de blemas asociados al consumo de drogas y los recursos
sujeto dependiente, sin limitación por razón de la histo- disponibles. Los determinantes ambientales que apare-
ria de abuso o características personales. La gravedad cen con más frecuencia en la literatura son los cambios
de la adicción hace referencia a un constructo cuyas va- vitales importantes (de lugar de residencia, de trabajo,
riables son la gravedad de la dependencia antes de ini- de estado civil, etc.) o los relacionados con la presión so-
ciar el proceso de cambio, así como el número, duración cial, sea de la familia, amigos, del trabajo, etc. (Bischof,
e importancia de las consecuencias derivadas de la con- Rumpf, U., Meyer, & John, 2001; Rumpf, Bischof, Hap-
ducta adictiva. Los distintos estudios que comparan las ke, Meyer, & John, 2002). Desde un punto de vista evo-
características de los sujetos que van a tratamiento con lutivo, se ha especulado con la hipótesis de la
las de los que se recuperan naturalmente, encuentran maduración para explicar la facilidad con la que ciertos
que, por término medio, los que se recuperan natural- adictos abandonan su hábito al llegar a cierta edad, o
mente suelen presentar un perfil menos grave de adic- se ha podido comprobar el efecto de vínculo que existe
ción y tienen más recursos personales para afrontar el entre la edad y ciertos hábitos de consumo y cómo, una
proceso de cambio (DiClemente, 2006). Eso no significa vez superada la etapa crítica, se retoman comporta-
que no se pueda dar el proceso de auto-cambio en suje- mientos más saludables (Drew, 1968; Winick, 1962,
tos con adicciones graves, o con escasos recursos. 1964). En relación con esto último, el estudio de las va-
En un trabajo realizado en España por los autores de riables predictoras asociadas a la recuperación natural
este artículo y que aún no ha sido publicado, se ha podi- o al auto-cambio podrían ser de gran utilidad para co-
do encontrar que los que se recuperan naturalmente o nocer la importancia futura de ciertos hábitos patológi-
auto-cambiadores presentaban al inicio del proceso de cos de consumo de drogas asociados a la adolescencia
cambio menos síntomas de dependencia que los que (Vik, Cellucci, & Ivers, 2003). Es un hecho que no todos
acudían a tratamiento. Además los sujetos que pedían los sujetos de 12 a 18 años con patrones abusivos de
tratamiento tenían más trastornos psicopatológicos aso- consumo de alcohol, tabaco u otras drogas, van a dege-
ciados (comorbilidad) que los que no solicitaban trata- nerar en pacientes adultos con dependencias graves.
miento y frecuentemente referían mayores tasas de Otros factores que influyen en la decisión son los que
policonsumo. La presencia de trastornos comórbidos y el derivan directamente del consumo de drogas. Frecuente-
uso de múltiples sustancias puede ser interpretada como mente se cita a la salud como un motivo para dejar el
un incremento de los problemas asociados y como una consumo de alcohol. El consumo de drogas puede llevar
reducción de los recursos personales para afrontarlos aparejado una agresión directa o indirecta a la salud
(DiClemente, 2006). del sujeto. No es extraño que un 52,9% de los estudios
En el auto-cambio parecen darse procesos cognitivos que informan de las razones para el cambio, indiquen la
similares a los que pueden encontrarse en los sujetos que salud como una de ellas (Carballo et al., 2007). Otras
se recuperan mediante tratamiento. Según el modelo razones importantes vinculadas directamente con el con-
transteórico (Prochaska & DiClemente, 1984), la recupe- sumo, son las dificultades económicas y las complicacio-
ración supone siempre el propósito de cambio, compro- nes legales. El consumo abusivo bien sea de sustancias
miso, planificación y toma de decisión efectiva de la legales o ilegales (en este último caso con mayor fuerza)
persona implicada. Es discutible si ese proceso de cam- puede estar asociado con el deterioro de la actividad la-

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boral, la búsqueda incesante de fuentes financieras para grado de la relación entre la percepción social del auto-
mantener el hábito y la trasgresión de la Ley. En este cambio y la extensión del mismo entre las personas con
sentido, no es extraño que también se recojan en este consumos problemáticos.
apartado razones económicas y legales como determi- El hallazgo de que la evolución del proceso de la recu-
nantes importantes tanto para el inicio como para el peración natural no lleva necesariamente a la abstinen-
mantenimiento del cambio (Carballo et al., 2007). cia es un asunto de gran importancia en estos estudios,
Los recursos disponibles pueden ser un factor determi- como ya se ha subrayado anteriormente. En una revisión
nante para elegir la vía del auto-cambio. Es muy posible de las investigaciones realizadas hasta el año 2000, se
que los sujetos que tengan un mejor nivel de educación, pudo comprobar que más de las tres cuartas partes de
mayores recursos financieros y sociales puedan afrontar los sujetos que se recuperan del consumo problemático
antes y mejor el proceso de cambio, por lo que es muy del alcohol eligen el consumo moderado o controlado
probable que elijan evitar la estigmatización y los condi- (Sobell et al., 2000). En esa misma revisión, se pudo en-
cionantes relacionados con los programas de tratamien- contrar que un 46,2% de los estudios que analizaban la
to, como se muestra en la mayoría de estudios donde se recuperación del consumo de otras drogas también tení-
les preguntan las razones de no acudir a tratamiento an en cuenta el consumo limitado o controlado.
(Carballo et al., 2007; Sobell et al., 2000). También es Se ha discutido si estos hallazgos están sesgados ya
verdad es que los recursos no pueden ser independiza- que no se puede garantizar que estemos ante recupera-
dos de la gravedad de la adicción, ya que son este tipo ciones estables o que la información que suministran los
de sujetos con mayores posibilidades los que presentan pacientes pueda ser “creíble” o exacta. No es este el lu-
adicciones menos graves. gar para tratar extensamente estos temas que también
Por último, la aceptación social del fenómeno de auto- han sido sometidos a investigación. Baste decir que el
cambio es muy posible que tenga también una importan- concepto de “estabilidad” se ha tenido en cuenta en la
te repercusión en la generación de estrategias de investigación, manteniendo criterios restrictivos tempora-
auto-cambio entre los sujetos con consumos problemáti- les para aceptar sujetos recuperados “naturalmente”. Se
cos. La elección entre tratamiento y auto-cambio se en- recomienda que no se acepte ninguna “recuperación na-
cuentra modulada por factores tales como los programas tural” cuya duración sea inferior a 5 años, ya que el má-
de tratamiento disponibles y su accesibilidad, la expe- ximo período de inestabilidad se localiza en los primeros
riencia de otras personas que han abandonado sus há- cinco años posteriores al cambio, sea conseguido éste
bitos perjudiciales de consumo, la confianza en la por tratamiento o por auto-cambio (Sobell et al., 2000).
utilidad de los servicios disponibles, la disponibilidad de Algunos estudios muestran la estabilidad de la recupera-
grupos de auto-ayuda, las actitudes y creencias comuni- ción natural en autocambiadores de alcohol tanto absti-
tarias sobre las drogas y la recuperación de la drogode- nentes como de consumo moderado tras varios años de
pendencia y la experiencia pasada con los tratamientos, seguimiento (Rumpf, Bischof, Hapke, Meyer, & John,
entre otros (Klingemann et al., 2001). Es muy posible 2006; Sobell, Sobell, & Kozlowski, 1995). En lo que se
que las actitudes y la experiencia sociales ante el cambio refiere a la exactitud de los auto-informes, no se ha
en las drogodependencias modele el comportamiento in- apreciado ninguna razón para desconfiar de esa fuente
dividual hacia el auto-cambio y la recuperación natural. de información, aunque se recomienda el uso de infor-
Se conoce la importancia del contexto social en la pre- mantes adicionales que puedan mejorar la exactitud de
vención y el tratamiento de la drogodependencia. Es los informes (Sobell et al., 2000).
muy posible que ese sea el camino por el que ejercen su
efecto la influencia “religiosa o espiritual” referida por RECUPERACIÓN NATURAL Y MODELOS DE CONDUCTA
algunos auto-cambiadores o el papel de los ex-toxicó- ADICTIVA
manos en los programas de tratamiento. Actualmente se El fenómeno de la recuperación natural, tal y como se ha
está llevando a cabo una investigación en diversas ciu- descrito hasta este momento, tiene unas implicaciones
dades europeas que trata de averiguar las distintos acti- claras en el debate de los modelos aún vigente en el
tudes y creencias sociales sobre el auto-cambio en las campo de las adicciones.
drogodependencias. Sus resultados posiblemente permi- El modelo de enfermedad crónica, característicamente
tan contestar directamente a la pregunta de cuál es el bio-médico, postula un trastorno permanente y, en contac-

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Sección Monográfica MODELOS PARA LA CONDUCTA
ADICTIVA Y RECUPERACIÓN NATURAL

to con la substancia, progresivo que no se puede detener A MODO DE CONCLUSIÓN. ALGUNAS


en ausencia de tratamiento. Las características del indivi- CONSECUENCIAS PRÁCTICAS
duo que le hacen ser dependiente se encuentran radica- La realidad empírica y la naturaleza del fenómeno de
das en su fisiología y son permanentes, tal vez por estar auto-cambio no autorizan a mantener un enfoque bio-
radicadas en su genoma. Tal enfoque es completamente médico reduccionista. Parece evidente que la adopción
incompatible con el fenómeno de la recuperación natural de la idea de que la drogodependencia es una enferme-
o el “auto-cambio” que hemos venido describiendo. dad crónica, con un substrato fundamentalmente biológi-
La generalidad de los procesos de auto-cambio, tanto co, deja fuera gran parte de la realidad observable y
por edades, culturas, tipos de drogas consumidas, gra- produce una fuerte distorsión en las estrategias de pre-
vedad de la adicción, etc., apunta a un proceso bastante vención y tratamiento que no favorecen su eficacia.
común en la relación con las drogas, y hace imposible La constatación del fenómeno de auto-cambio en las
que se mantenga la idea de que la dependencia de las drogodependencias debería conllevar ciertos cambios en
drogas sólo tiene un componente biológico que la expli- los enfoques preventivo y terapéutico.
que. La variadas características del fenómeno de auto- La prevención debería tener en cuenta el fenómeno de
cambio apuntan, sin lugar a dudas, más a una etiología la “recuperación natural”. Es necesaria la promoción del
compleja en la que interactúan diversos factores (psico- auto-cambio con el fin de que los individuos, que estén
lógicos, sociales y biológicos) que a una simple de tipo usando inadecuadamente las drogas, deseen cambiar
fundamentalmente biológico. Es más, la naturaleza de sus patrones de consumo y no estén interesados en ini-
los factores que inician y mantienen los procesos de au- ciar el tratamiento, puedan confiar en sus posibilidades
to-cambio y la similitud de esos factores con los que tam- y poner en marcha el proceso de cambio. Para ello la in-
bién operan en el tratamiento (Bischof, Rumpf, Hapke, formación pública y la educación deberían mostrar que
Meyer, & John, 2000; Bischof et al., 2002; Blomqvist, es posible recuperarse del consumo problemático de al-
1999; Tucker, Vuchinich, & Rippens, 2002), abogan por cohol y que ese es el camino que se utiliza con más fre-
un modelo bio-psico-social, que concuerda mejor con la cuencia (Sobell & Sobell, 2005). Una estrategia de este
pluralidad de las diferentes rutas adictivas. tipo podría tener influjo positivo incluso sobre los que no
El tratamiento a los drogodependientes debe ser visto son capaces de mejorar por sí mismos, ya que parece
como una ayuda al proceso de auto-cambio generado predisponerles más favorablemente a buscar ayuda (So-
por los sujetos. Si la descompensación entre los estímulos bell et al., 2002).
al consumo y los recursos del sujeto para afrontarlos es Si se observa el auto-cambio como la base esencial del
muy grande, entonces los sujetos motivados solicitan tra- proceso de cambio de la dependencia al consumo res-
tamiento. Este binomio formado por los estímulos asocia- ponsable y controlado o a la abstinencia, independiente-
dos al consumo y los recursos de afrontamiento mente de si se usa la ayuda del tratamiento o no,
mantienen una relación dinámica que posibilita muchas entonces el foco de interés en el tratamiento o en las in-
posibles salidas y entradas en la adicción, algo que es tervenciones terapéuticas deberá cambiar hacia una ma-
bastante común en este campo. Esta forma de entender yor atención a los determinantes, características y
el tratamiento es completamente incompatible con un re- procesos individuales de cambio. Debe primarse el enfo-
duccionismo biologicista, ya que una de las posibles so- que psico-social en el tratamiento de las adicciones, y
luciones de equilibrio por las que puede optarse incluye alejarse de la deriva biologicista a la que estamos asis-
la opción de un “consumo controlado”. El hecho consta- tiendo.
tado de que la dependencia y el consumo “problemático Una consecuencia inmediata de unir esta perspectiva
de las drogas” no tiene como único destino de mejora a con la extensión e importancia del auto-cambio en las
la abstinencia, desafía abiertamente la noción de la pre- adicciones, es la necesidad de fomentar la creación y fi-
disposición crónica o el concepto de enfermedad subya- nanciación de los llamados “servicios de moderación”
cente al modelo bio-médico. Parece evidente que el (con funciones de reducción de riesgo) que se dirijan a
control de la conducta adictiva puede darse en dos dife- ese amplio segmento de la población que desean reducir
rentes escenarios (abstinencia y consumo controlado) cu- el consumo de alcohol y no quieren recurrir aún a los
ya viabilidad dependerá de múltiples factores programas de tratamiento formales disponibles. Esta es-
psicológicos, biológicos y sociales. trategia tendría la ventaja obvia de atraer hacia los ca-

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JOSÉ RAMÓN FERNÁNDEZ HERMIDA, JOSÉ LUÍS CARBALLO, Sección Monográfica
ROBERTO SECADES-VILLA Y OLAYA GARCÍA-RODRÍGUEZ

nales de tratamiento a personas reacias a entrar en él. Barcelona: Masson S.A.


Obviamente para garantizar el éxito de esa estrategia, Cunningham, J. A. (1999). Untreated remissions from
sería completamente necesario el entrenamiento y for- drug use: the predominant pathway. Addictive Behav-
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ción, que se diferencien de los que usualmente se formu- Journal of Substance Abuse Treatment, 10, 303-316.
lan en los servicios de atención a drogodependientes Dawson, D. A., Grant, B. F., Stinson, F. S., Chou, P. S.,
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AGRADECIMIENTOS Dawson, D. A., Grant, B. F., Stinson, F. S., Chou, P. S.,
Este artículo ha podido realizarse gracias a la ayuda Huang, B., & Ruan, W. J. (2005). Recovery from
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Sección Monográfica MODELOS PARA LA CONDUCTA
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