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LA CRONICA DE JACKELINE
En una vecindad de la urbanización “La rinconada” vivían Jackeline y Juan, en compañía de sus
dos hijas, Anita y Leslie, al principio del matrimonio todo iba de maravilla, hasta que a Juan lo
despidieron del trabajo en un recorte de personal, desde entonces la vida de Jackeline cambio
totalmente, Juan comenzó a tomar, y no solo eso, a maltratarla, Jackeline sin embargo jamás
dejo que el tocara ni un cabello de sus hijas, su amiga Almendra, siempre la aconsejo,
diciéndole que era mejor denunciar que callar, pero ella estaba cegada por el amor a sus hijas,
hasta que lastimosamente, después de tantos maltratos, la vida de Jackeline se apagó, en uno
de esos golpes, estuvo el mortal, que no solo acabo con su vida, sino que también dejo a dos
niñas huérfanas, que ahora sufren por la pérdida de su madre, envueltas en el odio a su padre
Jackeline: Niñas, ya es hora de que vayan a dormir, mañana tienen escuela y ya saben
que no me gusta que lleguen tarde, terminen de comer y a dormir—
Anita: Mama no tienes que mentirnos, sabemos bien que papa está de borracho desde
que lo despidieron
Leslie: Si mama ya lo sabemos, pero ¿No me digas que…?
Jackeline: (Voltea entre sollozos) Si, me pega (Abraza a su amiga) No sé qué hacer
Almendra: Primero tienes que dejar de llorar, se fuerte, por tus hijas, tienes que
denunciarlo, no dejes que te siga maltratando mujer
Jackeline: ¿Denunciarlo?
Almendra: Si, es la mejor opción, ese desgraciado tiene que pagar por lo que te hizo, se
fuerte, yo estaré contigo en todo momento
Almendra: No claro que no, pero si me temo que algo malo está pasando, su papa le ha
pegado varias a su madre