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Sigmund Freud

Sobre la iniciación del tratamiento (Nuevos consejos sobre la técnica del psicoanálisis, I)
Relatoría

Luisa Fernanda Otálvaro M. (1088030703).

Universidad Católica de Pereira.


Facultad de Ciencias Humanas, Sociales y de la Educación.
Programa de Psicología VI Semestre
Psicologìa Clínica I
Pereira
Abril 2018.

1.1 Tesis:
Freud (1913/ trad. 1996):
La extraordinaria diversidad de las constelaciones psíquicas intervinientes, la
plasticidad de todos los procesos anímicos y la riqueza de los factores determinantes
se oponen, por cierto, a una mecanización de la técnica, y hacen posible que un
proceder de ordinario legítimo no produzca efecto algunas veces, mientras que otro
habitualmente considerado erróneo lleve en algún caso a la meta. Sin embargo, esas
constelaciones no impiden establecer para el médico una conducta en promedio
acorde al fin (p.125).

1.2 Desarrollo de la argumentación:

En primera instancia el autor argumenta la necesidad de un periodo preliminar destinado a la


escogencia del paciente. Una especie de sondeo que se presta para conocer el caso y
dictaminar si éste es conveniente para el psicoanálisis. Aquí aprovecha para expresar algunas
consideraciones pertinentes a este punto; como por ejemplo, que esta fase tiene también la
intención diagnóstica de asegurarse de que no se trate de una parafrenia, puesto que siendo el
caso el médico no podrá mantener su promesa de curación de la misma manera que si se
tratara de una histeria o de una neurosis; al igual que manifiesta el peligro de prolongar
demasiado estas entrevistas preliminares o del conocimiento anterior entre el médico y la
persona, pues esto implicaría una actitud transferencial ya existente. (Freud 1913/ trad. 1996)

El punto siguiente para Freud (1913) son las consideraciones acerca de los recursos de
tiempo y dinero, cómo estos deben ser tratados por el analista.
Respecto al tiempo, resalta la imperiosa necesidad de que el analizante asista en el horario
destinado; ya que permitirle la manipulación de éste puede ocasionar falta de compromiso, y
por consiguiente, que el tratamiento se vea amenazado. También un factor de alta
importancia es la frecuencia con que se ve a los pacientes, pues esta no debe ser muy
espaciada, sino, se corre el riesgo de no estar sincronizado con la vida real del paciente, y
esto puede llevar a que la cura pierda contacto con el presente. Freud (1913) comparte que
trabajaba 6 días a la semana y disponía 3 sesiones semanales de una hora para sus pacientes.
(trad. 1996)
Ahora bien, ¿Cuánto dura el tratamiento? La ignorancia respecto a la enfermedad
lleva a pensar a los pacientes que se trata de algo que se puede curar en un tiempo estimado o
que se pueden tratar fracciones de ésta, pero esto último no es posible; así lo expresa el autor
mediante un ejemplo: Un varón por potente que sea, no puede hacer que una mujer engendre
sólo una cabeza, un brazo o una pierna, naturalmente engendrará todo el cuerpo del niño. Así
como argumenta que tampoco puede estimarse un tiempo para la cura porque las
variaciones anímicas profundas se consuman con gran lentitud, debido a la característica de
atemporalidad de los procesos inconscientes. (Freud 1913/ trad. 1996)

En cuanto al dinero, Freud (1913) resalta el conocimiento del analista sobre la


coparticipación de poderosos factores sexuales en la estima del dinero; y que por ende, las
personas tratan los asuntos referentes al dinero de la misma forma que tratan a los sexuales,
con la misma hipocresía y puritanismo. Por eso, se deben tratar las relaciones económicas
con la misma sinceridad con la que se busca educar al paciente respecto a la vida sexual. No
aconseja la concesión de asistencia gratuita al análisis bajo ninguna circunstancia, pues en
ausencia de la regulación monetaria la relación con el analizante se posiciona fuera del
mundo real y se pierde una buena motivación para llegar a la cura; además se genera una
transferencia paternal debido al agradecimiento. (trad. 1996)

Por otro lado, ya que para Freud (1912) el método por excelencia para almacenar en
la memoria los numerosos nombres, fechas, ocurrencias, detalles del recuerdo, entre otras
cosas; se basa únicamente en no pretender fijarse en nada específico y en prestar a cada cosa
la misma atención parejamente flotante; explica entonces, en 1913, que en cuanto al
ceremonial considera pertinente aún el uso del diván, argumentando que al abandonarse a
dicho decurso de sus propios pensamientos inconscientes el analista puede producir gestos
que influyan en las comunicaciones del paciente. (trad. 1996)

Posterior a todas estas consideraciones, el autor entra pues a hablar, propiamente,


sobre la iniciación del tratamiento. Así, expresa ,en primer lugar, que no interesa con qué
material se empiece (historia clínica, recuerdo de la infancia o la biografía) con tal que sea el
paciente mismo quien haga su relato. Haciendo hincapié en la regla fundamental de la terapia
psicoanalítica: Decir todo en cuanto pase por la mente, sin hacer caso a ninguna crítica que se
atraviese o algún sentimiento de repugnancia; se debe prometer absoluta sinceridad. (Freud
1913/ trad. 1996)

En segundo lugar, advierte que en ningún caso se debe esperar un relato sistemático o
alguna preparación previa por parte del paciente; ensayada para escudarse del afloramiento
de ocurrencias inesperadas; sino la resistencia cumplirá su cometido y logrará esconder el
material más valioso de la comunicación. (Freud 1913/ trad. 1996)

También,el autor menciona que es necesario reconvenir al paciente para que maneje
el tratamiento analítica como un asunto entre él y su médico, y no haga menciones de ello a
las demás personas, ni tampoco haga uso simultáneo de otras terapias. Una consideración que
se mantiene vigente, tal como lo expresa, de igual manera, Laurent (2006) en el cuarto
principio rector del acto psicoanalítico:

El lazo de la transferencia supone un lugar, el “lugar del Otro”, como dice Lacan,
que no está regulado por ningún otro particular (...) la sesión analítica no soporta ni
un tercero ni su mirada desde el exterior del proceso mismo que está en juego. El
tercero queda reducido a ese lugar del Otro. (p.2)

Finalmente, Freud (1913) concluye respondiendo la pregunta sobre ¿Cuándo se deben


empezar a hacer comunicaciones al analizante? Frente a la cual argumenta que no se debe
hacer tal cosa antes de que se haya establecido en el paciente una transferencia, y que sólo se
necesita de tiempo para que el paciente mismo lo haga, es un proceso autónomo. Argumenta
que se debe tener cuidado para no comunicar la solución de un síntoma o la traducción de un
deseo antes de que el paciente esté cerca de ella, pues es tarea del analista tan sólo darle un
empujón para que al analizante sólo le demande un mínimo esfuerzo el apoderamiento de la
solución. De no hacerlo así el médico, precipitándose a comunicar el saber, el paciente no
encontrará la cura, porque aunque el paciente sepa sobre su vivencia reprimida no tiene la
conexión con el lugar donde se encuentra el recuerdo. Sólo se puede presentar un cambio si
el pensamiento consciente llega hasta ese sitio y vence las resistencias de la represión.
(Freud 1913/ trad. 1996)

1.3 Nociones y categorías centrales del texto.

Aunque en el texto no se presentan divisiones o subtitulos para el desarrollo argumentativo,


se puede extraer el siguiente grupo de consideraciones del autor:

Sobre la entrevista preliminar:


En este punto Freud (1913) expone todo lo referente a la selección de sus pacientes, la
necesidad de conocer el caso para determinar si es conveniente para el tratamiento
psicoanalítico. Así como las posibles implicaciones de algunas situaciones,como la presencia
de una parafrenia, el prolongamiento exagerado del periodo preliminar, las relaciones
transferenciales ya hechas con el analista, etc.

Sobre el tiempo y el dinero:


Freud (1913) aborda el tema del tiempo desde dos perspectivas. Por un lado se refiere al
horario e intensidad estipulados por el analista para el analizante, y asevera la importancia de
respetar este espacio, pues es un factor que por sí mismo influye en el curso de la terapia. Y
por otro lado se refiere a la duración del tratamiento, expone las expectativas usuales de los
pacientes, y luego la realidad, al argumentar que no se puede estimar un tiempo pronto, ni
exacto para la cura puesto que las alteraciones anímicas profundas se consuman con lentitud
debido a la atemporalidad de los procesos primarios.

En cuanto al dinero, explica la relación que existe entre la estimación de los actos
sexuales y la del dinero; para justificar la transparencia con la que el analista debe tomar este
asunto. También, aquí Freud (1913) resalta el trabajo arduo del médico y argumenta que no
debe ser gratuito bajo ninguna circunstancia. Además explica las consecuencias que puede
tener la ausencia de dicha transacción.

Sobre la iniciación del tratamiento:


Éste fragmento se refiere a las consideraciones sobre la historia del paciente y la importancia
de que éste haga su propio relato, mediante el uso de la regla de asociación libre (pese a las
críticas y sentimiento de repugnancia emergentes). Igualmente advierte las implicaciones de
que el paciente prepare su discurso, pues esto favorece la resistencia. Y finalmente advierte el
valor de que el paciente trate la terapia como un asunto entre el analista y él, no haga
menciones a otros, ni utilice simultáneamente otro método terapeútico. (Freud, 1913)

Sobre las comunicaciones hechas al analizante:


Aquí, Freud (1913) argumenta que no se debe comunicar la solución de un síntoma o la
traducción de un deseo sin que se haya establecido una transferencia; ni antes de que el
paciente esté cerca de ella. El analista le da al paciente una pequeña ayuda para que éste se
apodere de la solución. Pues la cura no depende de la comunicación del saber sino de la
posibilidad de llegar mediante el pensamiento consciente hasta el lugar donde se encuentra el
recuerdo inconsciente, para así vencer las resistencias de la represión.

1.4. Las conclusiones que propone el texto:

- No se sabe a ciencia cierta qué es lo que va pasar en medio del acto psicoanalítico. Sin
embargo, ésta no es razón suficiente para no poder plantear una serie de consideraciones que
aporten a la organización y eficiencia en el proceder terapéutico.

- Una fase preliminar destinada al estudio de las circunstancias de los casos clínicos es un
momento determinante para el curso de la cura. Permite ahorrarse esfuerzos innecesarios y
posibles fracasos terapeúrticos.

- La duración del tratamiento es a medida, no es posible establecer un plazo exacto. Así como
tampoco la cura se puede dar de forma parcial.

- Los dos recursos más importantes son: La atención parejamente flotante del analista y la
asociación libre, sin críticas y repudios por parte del paciente. Por ende, el trabajo
psicoanalítico es algo que le compete únicamente al analista y al analizante, no debe existir la
presencia de un tercero.

-Lo esencial en la cura no es la comunicación de las intelecciones sobre los síntomas o los
deseos, sino el recorrido consciente que el paciente hace para llegar hasta la cuna de sus
recuerdos inconscientes.

-El motor de la terapia psicoanalítica es el deseo del paciente por sanar. La transferencia y la
instrucción por parte del psicoanalista son las herramientas necesarias para vencer las
resistencias y cumplir éste propósito.

2.1 El sentido e implicaciones del título.


Referente al título Sobre la iniciación del tratamiento (Nuevos consejos sobre la técnica del
psicoanálisis, I) se presume que a lo largo del texto se tratarán principios o consejos técnicos
que el psicoanalista debe tener en consideración para llevar a cabo el proceso de análisis, de
igual formar, concienciar sobre posibles costumbres erradas que tienen fuertes implicaciones
en dicho proceso. Así como también, puntualizaciones sobre algunos conceptos de gran
relevancia enmarcados en la terapia. Igualmente, permite esclarecer la posición metodológica
en la que se ubica el analista respecto del paciente.

2.2 Elaborar una reconceptualización.


Éste mapa comparativo está adjunto al texto de manera independiente, debido al tamaño y sus
limitaciones para visualizarlo en este formato. Incluye consideraciones sobre el tratamiento
propuestas por Freud en los años 1912, 1913 y 1914; así como la “Declaración de principios”
ante la Asamblea General organizados y propuestos por Laurent publicados en el año 2006.

Mi proceso de lectura.

3.1 Qué nuevas ideas descubrió para mí.


-La duración del tratamiento no tiene una determinación previa. Siempre tuve esto claro en
relación al acto psicoanalítico, pero no entendía muy bien su naturaleza, es decir, cuáles eran
las razones puntuales. Ahora entiendo que es por la atemporalidad en los procesos primarios,
y que el periodo de desplazamiento hasta el lugar del recuerdo reprimido es algo imposible de
estimar.

- La transferencia, desde Freud, es un concepto muy importante. Es determinante para el


tratamiento porque sin ella no se pueden hacer aproximaciones o comunicaciones respecto a
la solución del síntoma, ni tampoco, se pueden vencer las resistencias para cumplir con este
propósito.

-El método para recopilar información no es por medio de apuntes. Si el analista hiciera esto
estaría desaprovechando los recursos de la asociación libre de su paciente, pues estaría
seleccionando por sí mismo lo que considera o no importante. Por esto es que se necesita la
atención parejamente flotante del psicoanalista, para no realizar estas escogencias adrede y
poder recordar con facilidad, pues a veces se escuchan cosas cuyo significado no aparece sino
con posterioridad.

3.2 Qué no entendí del texto


-¿Por qué es importante diagnosticar en la fase preliminar si se trata de una parafrenia? ¿A
qué se debe la cautela de Freud para emprender un tratamiento frente a dicha condición?

-Si el psicoanálisis no es una psicoeducación ¿Por qué Freud dice que la transferencia permite
llevar a cabo la instrucción por parte del analista para vencer las resistencias o el
automatismo de repetición? ¿Es por la época o aun existe esta consideración sobre la
instrucción?

-De igual forma que en la anterior duda, cuando se refiere a las consideraciones sobre el
dinero, menciona que el analista debe tratar los asuntos del dinero así como pretende educar a
su paciente para tratar los asuntos de la vida sexual. Pareciera que hubiese un sujeto supuesto
saber.
3.3 Qué citaría del texto.

Freud (1913/ trad. 1996) :


si computamos en total los incesantes costos de sanatorios y tratamiento médico, y les
contraponemos el incremento de la productividad y de la capacidad de procurarse el
sustento que resultan de una cura analítica exitosa, es lícito decir que los enfermos
han hecho un buen negocio. No hay en la vida nada más costoso que la enfermedad
y... la estupidez. (p.134)

Freud (1913/ trad. 1996):


He aquí una pregunta desagradable para el médico, que el enfermo le dirige al
comienzo mismo: «¿Cuánto durará el tratamiento? ¿Cuánto tiempo necesita usted
para librarme de mi padecimiento?»(...)Se responde, por así decir, como Esopo en la
fábula al peregrino que pregunta cuánto falta para llegar: «¡Camina!», le exhorta
Esopo, y lo funda diciéndole que uno tendría que conocer el paso del caminante antes
de estimar la duración de su peregrinaje. (p.129-130)
Freud (1913/ trad. 1996):
Es, por otra parte, una entendible consecuencia de la profunda ignorancia que existe
acerca de su etiología. Merced a tal desconocimiento, la neurosis es para ellos una
suerte de «señorita forastera». Uno no sabe de dónde vino, y por eso espera que un
buen día haya de desaparecer. (p.130)

Freud (1913/ trad. 1996):


Sin duda, el médico analista es capaz de mucho, pero no puede determinar con
exactitud lo que ha de conseguir. (...) Al poder del analista le ocurre casi lo mismo
que a la potencia del varón. El más potente de los hombres puede, sí, concebir un hijo
completo, mas no puede engendrar en el organismo femenino una cabeza sola, un
brazo o una pierna; ni siquiera puede ordenar el sexo del niño. (p.132)

Referencias:

Freud, S. (1996) Consejos al médico sobre el tratamiento psicoanalítico. Strachey (Ed.)


…….Etcheverry (Trad.), Obras Completas. Tomo 12. Argentina: Amorrortu. (Trabajo
……original publicado en 1912).

Freud, S. (1996) Sobre la iniciación del tratamiento. Strachey (Ed.) Etcheverry (Trad.), Obras
……Completas. Tomo 12. Argentina: Amorrortu. (Trabajo original publicado en 1913).

Freud, S. (1996) Recordar, repetir y reelaborar. Strachey (Ed.) Etcheverry (Trad.), Obras
……Completas. Tomo 12. Argentina: Amorrortu. (Trabajo original publicado en 1914).

Laurent, E. (2006). Principios rectores del acto psicoanalítico. Recuperado de:


……http://nucep.com/wp-content/uploads/2012/10/eric_laurent.pdf

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